ESPECIAL ARGENTINA Número al cuidado de la Bañadera del Cómic

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Dirección, redacción y administración Calle 11 # 160 e/KyL-Vedado La Habana (Cuba) tel.: (537) 832 75 81-3 - fax: (537) 832 22 33 e-mail: [email protected] [email protected] Directora general Irma Armas Fonseca Directores culturales Dario Mogno, Manuel Pérez Alfaro Redacción Gladys Armas Sánchez Fermín Romero Alfau Diseño Tony Gómez HISTORIA Ilustración de cubierta Viñeta de «Las montoneras» de Leopoldo Durañona Andrés Ferreiro La historieta en Argentina. continuará 185 La Revista latinoamericana de estudios sobre Las revistas del la historieta es el órgano oficial del Observato- rio permanente sobre la historieta latinoa- Norberto Rodríguez Van mericana. Su periodicidad es trimestral: sale el Rousselt 15 de marzo, el 15 de junio, el 15 de septiembre fumetto y el 15 de diciembre de cada año. El precio de El y la historieta cada ejemplar es de 10 $MN en Cuba, de 3 US$ argentina 211 en los demás países. La suscripción anual indi- vidual cuesta 40 $MN para el envío en Cuba, 12 Hernán Ostuni, Fernando US$ para el envío a los demás países. La sus- cripción anual para las instituciones cuesta 20 García, Norberto Rodríguez US$ sea en Cuba sea en los demás países. Van Rousselt, Javier Mora ©2006 Revista latinoamericana de estudios so- Política, militancia, represión bre la historieta / Observatorio permanente sobre e historieta en Argentina la historieta latinoamericana. en la década del setenta 217 © Las ilustraciones que aparecen en este número son propiedad de sus autores. Roberto Barreiro Fotomecánica e impresión: Departamento técni- Los fanzines de historieta co de la Editorial Pablo de la Torriente. argentinos. Apuntes para una 237 ISSN: 1683-254X historia: 1979–2001 Andrés Accorsi Los últimos 15 años de la historieta argentina 246 HISTORIA

La historieta en Argentina Las revistas del continuará

Andrés Ferreiro Investigador, Buenos Aires, Argentina

Resumen En 1922 un taquígrafo del Congreso Nacional, Ramón Columba, inicia a la revista Páginas de Co- lumba, con un Suplemento Infantil, como separata, que se independizó, para formar en 1928, la pri- mera revista argentina de historietas, El Tony. Entre fines de la década del cincuenta y principios de la siguiente fueron desapareciendo, sin pena ni gloria, los últimos exponentes del continuará. El cam- bio por el álbum de completas en detrimento de las revistas semanales con entregas continuadas coin- cidió con la expansión televisiva en el país, con sus series autoconclusivas. Esta situación era la opuesta a la producida en la década del cuarenta con revistas de historietas continuadas y filmes epi- sódicos, proyectados en entregas semanales en las salas cinematográficas. La historieta perdió algo con la muerte del continuará: series concebidas para el formato álbum no tienen el tiempo de desarro- llo que tenían aquellas para delinear los personajes o hacerlos vivir situaciones que daban un sus- penso continuado a las historias. Muchas fueron las publicaciones que siguieron a El Tony. Algunas se detallan en una tabla cronológica y, de estas, varias se exponen en entradas que resumen sus for- mas y contenidos.

Abstract In 1922, a stenographer of the National Congress, Ramón Columba, begins to the magazine Pági- nas de Columba. It contained an offprint Suplemento Infantil. This offprint became independent, gi- ving place to the appearance of the first Argentinean magazine of comics, El Tony, in 1928. Between ends of the decade of the fifty and principles of the following one they were disappearing, without pain neither glory, the last exponents of the to be continued. The change for the album of complete in detri- ment of the weekly magazines with continuous deliveries coincided with the television expansion in the country, with its autoconclusive series. This situation was the opposed one to the one taken place in the decade of the forty with magazines of continuous comics and episodic films, projected in weekly deliveries in the cinemas. The comic lost something with the death of the to be continued: series con- ceived for the format don't have the time of development that had those to delineate the characters or to do that they live situations that gave a continuous flunk to the histories. Many were the publications that followed El Tony; some are detailed in a chronological chart and some of these are exposed in entrances that summarize their forms and contents.

Las grandes revistas satíricas, con jote (1883), Caras y Caretas (1898), profusión de caricaturas políticas, apa- PBT (1904), Fray Mocho (1912), son recieron desde la segunda mitad del si- algunas de las más representativas pu- glo XIX. El Mosquito (1863), Don Qui- blicaciones de este género. vol. 6, no. 24 185 Andrés Ferreiro

Revista Editorial No. 1 Última aparición no. fecha El Tony Columba 26/9/1928 2004 1/7/1967

El Gorrión Láinez 7/12/1932 1384 15/7/1959 Historietas Láinez 19/8/1938 628 25/8/1950 Pif-Paf Tor 5/9/1939 ? 1954? Fenómeno Tor 6/12/1940 ? ? Espinaca Láinez 17/4/1941 530 7/6/1951 El Pato Donald Abril 18/7/1944 ? 1963? Intervalo Columba 13/4/1945 1137 1/7/1967 Patoruzito Quinterno 11/10/1945 892 31/1/1963 Aventuras Aventuras 8/10/1946 ? 1956? Salgari Abril 18/6/1947 169 27/9/1950 Misterix Abril 3/9/1948 859 21/5/1965 Rayo Rojo Abril 10/10/1949 ? 1964 La Revista del Superhombre Muchnick 10/1/1950 ? 1960 Fantasía Columba 4/7/1950 464 28/7/1959 Boletín Extra Muchnick 3/8/1950 17 23/11/1950 Puño Fuerte Láinez 1/9/1950 530 2/12/1960 Cinemisterio Abril 4/10/1950 ? 1956? La Revista de Robin Muchnick 22/11/1950 155 11/11/1953 Lanza Brava Láinez 14/6/1951 ? 1957 Ping-Pong Difusión 10/9/1951 ? 1954? Poncho Negro Sugestiones 9/11/1953 ? hacia 1960 Hazañas! Muchnick 18/11/1953 ? hacia 1955 Dragón Blanco A.P.I. 1/6/1955 9? 7/9/1955 Suplemento Semanal Frontera 4/9/1957 116 18/11/1959 Hora Cero Pancho López Códex 9/9/1957 19? 14/1/1958

En 1909 aparece la que sería la más La Editorial Atlántida el 17 de no- longeva de las publicaciones dedicadas a viembre de 1919 inicia Billiken, revista la difusión de folletines, ya que extendió didáctica para escolares, que hoy sigue su aparición hasta diciembre de 1957, ya editándose y que siempre tuvo entre sus con el agregado de importantes historie- páginas muchas historietas, algunas me- tas. Su título Tit-Bits refería a una publi- morables. cación británica de la época, editada por En 1922 un taquígrafo del Congreso Manuel Láinez. Nacional, Ramón Columba, inicia Pá- 186 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Las revistas del continuará

Formato Medidas Páginas Impresión Día de aparición cm vertical 28,50 x 37 16 azul, verde, sepia, miércoles por épocas vertical 26 x 35 24 b/n y color jueves vertical 26,50 x 34,50 32 b/n viernes vertical 17,70 x 26,20 80 b/n martes vertical 15,50 x 22 100 b/n viernes apaisado 26 x 17,50 68 b/n y color jueves vertical 19 x 26 32 b/n y color martes vertical 20 x 29 48 sepia viernes vertical 23 x 29 32 b/n y color jueves vertical 20 x 26 32 b/n martes vertical 24 x 33,50 16 b/n y color miércoles apaisado 30 x 23 24 b/n viernes apaisado 18 x 8,50 68 b/n lunes vertical 22,50 x 29 24 b/n y color martes apaisado 16,50 x 13,50 68 b/n martes vertical 30 x 47 12 b/n jueves apaisado 17,50 x 13 84 b/n y color viernes vertical 22,50 x 29 24 sepia, luego b/n miércoles vertical 22,50 x 29 28 b/n miércoles apaisado 17,50 x 08,50 48 b/n y color jueves vertical 18 x 27 28 b/n y color lunes vertical 14 x 19,50 36 b/n lunes vertical 20 x 26,50 20 b/n miércoles apaisado 14 x 20 32 b/n miércoles apaisado 19,50 x 26 16 b/n miércoles

vertical 22 x 29 24 b/n lunes ginas de Columba que, encuadrándose zó, para formar en 1928 la primera re- en las publicaciones referidas en el pri- vista argentina de historietas, El Tony. mer párrafo, tiene enorme importancia Durante muchos años, y precisamen- para la historieta nacional. Se adiciona- te en aquéllos que hoy podemos califi- ba una separata, Suplemento Infantil, car de oro, el vehículo que acercaba la que incluía colaboraciones de entusias- historieta al lector era la revista sema- tas e ignotos dibujantes, como Dante nal, la de la entrega continuada. Su con- Quinterno. Esta separata se independi- tenido estaba constituido por rediciones vol. 6, no. 24 187 Andrés Ferreiro de las tiras de periódicos –mayormente televisión. Es fácil establecer un parale- estadounidenses– y por historietas crea- lo entre esta situación y la producida en das expresamente para ellas. Mientras la década del cuarenta con revistas de que en algunas revistas la cantidad de historietas continuadas y filmes episódi- páginas y diagramación de cada serie cos, proyectados en entregas semanales variaba en cada número, en otras eran en las salas cinematográficas. fijas y estandarizadas. La cinematografía no parece haber per- Entre fines de la década del cincuen- dido algo sustancial con el abandono de ta y principios de la siguiente fueron de- esas producciones de clase B. En cambio, sapareciendo, sin pena ni gloria, los úl- podemos decir que la historieta sí perdió timos exponentes del continuará. Pato- algo con la muerte del continuará. ruzito, antes de transformarse en álbum Al acotarse la extensión de un episo- mensual, ya tenía episodios autocon- dio a módulos establecidos, por lo ge- clusivos (a partir del no. 870), anuncia- neral esto hizo que haya falta de espacio do en la tapa, con la leyenda Completas y/o tiempo para el desarrollo de la tra- en mayor tamaño y antepuesta al nom- ma y de la sicología de personajes. En bre de la revista. los episodios continuados los realiza- En Columba Fantasía termina su vi- dores buscaban, por la exigencia co- da semanal en 1959. El Tony e Interva- mercial, dejar creada una situación que lo, luego del agregado de tapas en colo- impusiera al lector una angustiosa es- res a las ediciones semanales, fueron pera hasta el número próximo. Dentro transformadas en quincenarios de se- de estas pautas comerciales, que podrían ries con entregas completas, para luego, ser mal vistas en relación con la libre al poco tiempo, darlas de baja definiti- realización, se lograron, sin embargo, vamente (1967), con el anuncio de una memorables obras. Basta citar, por ejem- reaparición futura con páginas en colo- plo, a «El Eternauta», que fue estirándo- res, lo que nunca se cumplió, ya que la se gracias a su éxito y que, republicada posta fue tomada por lo que hasta ese en forma de historieta completa, tiene un entonces eran los números extraordina- continuo suspenso. ¡Qué distinto hubie- rios trimestrales: los Álbumes de El Tony se resultado «El Eternauta» de concebir- e Intervalo. se para un formato de álbum! El porqué se impuso el álbum de com- Otra consecuencia obvia del cambio pletas en detrimento de las revistas se- de producción fue la falta de ediciones manales con entregas continuadas po- especiales: los libros de oro, anuarios, dría explicarse en un cambio en el gusto álbumes, dejaron de tener identidad pro- del lector, quizás observado por las edi- pia al tener características iguales o muy toriales a través de la venta de los nú- similares al número corriente. En esos meros extraordinarios, algunos de ellos momentos solo nominalmente podíamos anunciados con grandes carteles mura- referirnos a números extraordinarios, y les a la manera de la publicidad cinema- el lector no tenía, como antaño, ni la ex- tográfica. pectativa por su compra, ni la satisfac- El cambio coincidió con la expansión ción de una lectura diferente. televisiva en el país con el consiguiente En las páginas precedentes se expone aumento de series autoconclusivas en la una tabla cronológica con algunas de las 188 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Las revistas del continuará más notorias publicaciones de esta época canas, siendo la predominante «Man- con sus características iniciales y, poste- drake el mago». Otros personajes reno- riormente, se detallan los contenidos y vadores son «Agente secreto X9», «Ra- cambios de algunas de ellas. dio Patrol», «Betty Boop», «Inspector Wade», «Lone Ranger», «Tim Tyler». El Tony En los años 1938-39 se dan a conocer El no. 1 apareció el 26 de septiembre adaptaciones italianas de la obra de Sal- de 1928. De aparición semanal incluía gari: «El misterio de la jungla negra», historietas cómicas autoconclusivas y «Los tigres de Mompracem», «El Cor- de aventuras continuadas. En distintas sario Negro». También se realizan adap- épocas el color de su impresión varió taciones de las novelas de Conan Doyle del azul al verde o sepia. sobre su célebre personaje Sherlock Hol- Desde la tapa de la revista comenza- mes, continuadas luego con guiones rea- ban con gran profusión los cuadros de lizados en la redacción. historietas. Desde las tiradas iniciales de En febrero de 1939 aparece un Anua- 10 000 ejemplares, en pocos años llegó a rio de 76 páginas, cuyo contenido cen- alcanzar los 300 000. Por muchos años tral y casi excluyente es un episodio de la portada fue ocupada por «Carlitos», «Mandrake» con su archienemigo El de origen británico, con las andanzas del Cobra. Este número extraordinario no personaje de Charles Chaplin. tendrá continuidad en los años siguien- Alternó las series extranjeras con las tes. En el mismo año se da a conocer nacionales; las primeras, de origen in- una producción italiana de ciencia fic- glés, eran mayoritariamente cómicas; ción: «Saturno contra la Tierra». las de aventuras se desarrollaban en el Aprincipios de la siguiente década se far west norteamericano o en las igno- moderniza la puesta en escena de las tas selvas africanas. Las páginas reali- historietas, quitando un cartucho hori- zadas en el país versaban, aparte de lo zontal inferior que acompañaba los cua- humorístico, en temas educacionales: dros, que agregaban a los globos origi- biografías de personajes célebres en la nales descripciones totalmente redun- historia o adaptaciones de obras famo- dantes con la imagen de aquellos. sas para niños y adolescentes. Desde el Los dos superhéroes por excelencia, primer número colaboró Raúl Roux, que «Superman» y «Batman», hacen su apa- luego fuera historietista de gran trayec- rición en julio y agosto de 1940, respec- toria y padre del hoy reconocido plásti- tivamente. co Guillermo Roux. Fue precisamente Además, en ese año y el siguiente, Roux el autor, en 1929, del primer per- entre otras, se dan a conocer «Charlie sonaje emblemático de la publicación: Chan», «La Sombra», «Justicia invisi- «Rulito, el gato atorrante». ble», «Tarzán», «Slam Bradley», «Jenny Ya en la década del treinta, mientras la aviadora». que en la portada tomaba la posta otra En 1942 ocurre una modificación en serie de origen inglés, rebautizada co- el formato y presentación: desde el no. mo «Fideo y Raviol», presentes desde 702 del 24 de marzo de 1942 el formato el primer número, comienzan a alternar vertical pasa a ser de 27,50 x 34,50 cm, con el material inglés las series ameri- en vez de los 37 x 28,50 que tenía hasta vol. 6, no. 24 189 Andrés Ferreiro acompañarán a la publicación hasta su desaparición. Consta de 132 páginas im- presas en sepia, formato vertical 20 x 28,5 cm. En octubre del mismo año, con similares características, da comienzo la publicación de Álbum de El Tony.De aparición trimestral, en febrero de cada año deja su lugar para la aparición del Anuario. Desde ese año hasta fin de la década, se suceden, entre el material importado: «El Fantasma», «Paul Temple», «Mundos ge- melos», un relanzamiento de «Sweeny» como «Pepe Dinamita», «D’Artagnan», «Matt Marriot», «Sherlock Holmes», «Sex- ton Blake», «El teniente Lorne» (Warren Tuffts), «Buck Dany», «Steve Canyon», «Cisco Kid», «Agente secreto X9» (Graff), «Jerry Spring». En la década del cincuenta hay un in- cremento de producción nacional de aven- turas, en consonancia con las otras pu- blicaciones del medio, y comienza la se- rie la adaptación de un formidable éxito radial: «El león de Francia» (Fernand-Va- Figura 1: El Tony no. 1. lenti). Además: «Paco Almiral» (Colon- nese-Roger Plá), «¡Así era Carlos Gar- el número anterior. También a partir de del!» (Casalla-Valenti), «Burt Zane» (Pa- ese número la portada es ocupada por vone-Oesterheld), «Star Kenton» (Casa- Mandrake. dei-Oesterheld), «El Negro Tom» (Lette- En los años venideros comienzan «Don ri-Valenti), «Safari Argentina» (Alberto Winslow», «Flash Gordon», «Paco el Salinas), «Juan Cuello» (Casalla-Chiappe). extra» (humorística de Ramón Columba), En la que sería la última década de su «Bruce Gentry», «Nick Carter», «Sweeny», existencia como semanario de historie- «Casey Ruggles», «Capitán Easy». tas continuadas El Tony sigue recibiendo En el número 1186 (11 de julio de nuevos personajes, algunos ya conoci- 1951), se efectúa el último cambio de dos en sus Álbumes y Anuarios: «Bat formato, siempre vertical, y se achicó el Masterson», «Cavo Savino», «Rosendo Pam- tamaño (19 x 28,5 cm). Esta modifica- pa», «Hormiga Negra», «Billy Brandy», ción acompañó a la mayoría de las pu- «Cóndores criollos», «Terry y los pira- blicaciones, ante la escasez de papel en tas», «Laredo Crockett», «Juan Cepi- la posguerra. llo», «Vic Flint», «Pithy Raine», «Johnny En febrero de 1953 aparece un nuevo Hazard» (en capítulos de sus primeros Anuario, el primero de los muchos que años), «Popeye», «Jet-Ace Logan». 190 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Las revistas del continuará El 30 de noviembre de 1966 se agre- gan tapas en colores y un aumento de páginas; el 15 de febrero de 1967 se transforma en quincenario con historie- tas completas y en julio de ese año, en su número 2004, anunciando una rea- nudación que nunca se produjo, cierra sus hojas. Su lugar será ocupado por el Álbum de El Tony, que hasta ese mo- mento acompañaba trimestralmente a la revista madre.

El Gorrión El miércoles 7 de diciembre de 1932 aparece el primer número de esta revis- ta que, con la dirección de Guido Mo- retti, la Editorial Láinez lanza al merca- do con el fin indudable de competir con El Tony, para ese entonces ya afianzado en las ventas, luego de cuatro años de existencia. En lo formal, la diferencia más notoria entre El Gorrión y la revista de Columba es la presencia de páginas en colores: ta- pa, contratapa, centrales y cuatro más al- Figura 2: El Gorrión no. 1. ternadas en el interior de la revista. En el contenido inicial la diferencia Entre los números 246 (18 de agosto principal es la ausencia de historietas de 1937) y 264 (22 de diciembre de nacionales. Mayoritariamente, en esta 1937) se publica, en páginas centrales primera etapa, las series eran de proce- en colores «Tarzán de los monos», ver- dencia inglesa, siendo «Rob el explora- sión historietística de la primera novela dor» una de las más características y de de la serie original de Burroughs con importante permanencia. los dibujos de Foster. Recién en el no. 71 (11 de abril de Posteriormente aparecen «Annie Roo- 1934) aparece la primera historieta de ney» de Afonsky, «Skippy» («Chingo- procedencia americana y de corte moder- lo») de Percy Crosby y «Red Ryder» no, rebautizada en la editorial como «Pu- de Fred Harman. En el número donde ñofuerte». Firmada por Vic Forsythe, pre- comienza esta última (359, 18 de octu- senta la historia de un boxeador cow-boy. bre de 1939) aparece «El vengador ala- La primera historieta importante, de do» (luego «El vengador»), la primer notoriedad, aparece en el no. 142 (21 de producción nacional importante. Con agosto de 1935), con argumentos de dibujos de Raúl M. Rosarivo narraba Edgar Wallace y dibujos de Lyman las historias de un encapuchado símil Anderson: «Inspector Wade». Batman, a quien Breccia, continuador vol. 6, no. 24 191 Andrés Ferreiro de los dibujos, agregó un partenaire la lona del circo», se inicia una serie que con el nombre de Gorrión, y acentuó la de ahí hasta el final de la publicación será similitud con el personaje de Bob Kane, la más importante: «El Zorro», y ocupa quien meses antes había incorporado a desde ese mismo número la ilustración de Robin. «Blancanieves», el «Ratón Mic- tapa, que remplaza la plancha de historie- key» y «Pinocho», producidos por Walt tas que hasta entonces servía de portada. Disney, aparecen en páginas de brillan- No se trataba de la versión conocida del tes colores. justiciero espadachín, sino de las andan- Con el inicio de la década del cuarenta zas en el far west de un enmascarado ar- el elenco se renueva con nuevos persona- mado a la usanza de los cowboys. Por jes: «El Escarabajo Azul», «La Antorcha muchos años ocupó la portada y cuando, Humana», «King de la policía montada», en las postrimerías de la revista la ilustra- «Tim Tyler», «Dickie Dare», «Broncho ción correspondía a otras series, la cara Bill», «Lady Luck» («Dama de Trébol») del personaje enmarcada en un círculo de Eisner, «Capitán Medianoche», demostraba su vigencia. De origen fran- «Flash Gordon» (Austin Briggs). cés, dibujado por André Oulié, fue conti- En 1945 dos producciones de origen nuado por la editorial. Su más destacado nacional –«Los estragos de la China», dibujante fue Carlos Eyré. de Salgari y «La mano que aprieta», En 1950 comienzan «Ella Cinders», ambas con dibujos de Alberto Breccia– «Mandrake» y «Rusty Riley». A fines mantienen el interés de los lectores. En del año siguiente y acompañando a otras el mismo año –entre los nos. 669 y 707– publicaciones que también producen aparece «El Superhombre» («Super- cambios ante la escasez de papel, redu- man»), que ocupa la tapa o contratapa, ce su tamaño a la mitad, y adopta el for- en colores, con algunos episodios don- mato apaisado. Esto es a partir del no. de comparte su tiempo con los soldados 995 (26 de diciembre de 1951). acantonados durante la segunda guerra A partir del no. 1021 (25 de junio de mundial. A fin de ese año comienza 1952) y hasta octubre del año siguiente, «Radio Patrol», como «Tex, sargento posiblemente debido a cuestiones judi- detective». ciales por utilización de nombre y ele- A partir del 17 de julio de 1946 (no. mentos del personaje, la serie básica de 7ll) comienza la etapa moderna de la re- la revista pasa a denominarse Zorro Ne- vista, con una renovación de diseños y gro y pierde la clásica Z en su pecho. En personajes: a las reentrés de «Red diciembre de 1952 comienza la publica- Ryder» y «La Antorcha Humana» –ha- ción de las sunday de «Big Ben Bolt». bían sido discontinuadas– se suman En julio de 1953 se registra el cambio «Kerry Drake», «Johnny Hazard» («Pi- que ocurrió en la tira estadounidense loto Jim»), «El Fantasma», «Patsy la «Broncho Bill» el 10 de julio de 1950, estrellita de cine» (Mel Graff), «Mark cuando Fred Meagher se hace cargo de Trail», «Dick’s Adventures» («Dick en la tira de O’Neill y cambia de protago- el país de los sueños») por Neil nista, tomando a Búffalo Bill. En el no. O’Keefe y Max Trell. 1293 (16 de octubre de 1957) las tapas En el no. 881 (19 de octubre de 1949), pierden la ilustración única, iniciando junto con «El príncipe Valiente» y «Bajo las historietas directamente en ellas, co- 192 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Las revistas del continuará mo al comienzo de la publicación. En el no. 1327 (11 de junio de 1958) vuelve la ilustración única, hasta el final de la re- vista, en el no. 1384, del 15 de julio de 1959, donde El Gorrión se despide de sus lectores.

Historietas Desde el viernes 19 de agosto de 1938 aparece esta publicación de Edito- rial Láinez con distintas series de ori- gen norteamericano e inglés, algunas con textos al pie de los cuadros. Las más importantes en los números inicia- les fueron «Ming Fú» de Brandon Walsh y «Mamá Manzanas» («Mary Worth») de Martha Orr. En el no. 46 (30 de junio de 1939) co- mienza «El Fantasma» de Falk y Moo- re. En el no. 63 (17 de octubre de 1939) bajo el nombre de «El cowboy aventu- rero» comienza «Red Ryder» presenta- do en la forma original (solamente con globos, a diferencia de «El Fantasma» Figura 3: Historietas no. 1. que repetía la fórmula de globos y epí- grafes). Sucesivamente aparecen «Mandrake» bajo el nombre de «Mefis- no. 510 (21 de mayo de 1948) «Ella to», «El pato Donald», «Namor el anfi- Cinders». bio maravilloso» (Bill Everett), «Radio Termina la revista en el no. 628 (25 Patrol» de Sullivan. de agosto de 1950) dejando inconclusas En una nueva etapa, hacia 1947 apa- algunas series y dando paso a la nueva recen «Johnny Hazard», «Red Ryder», revista de la Editorial Puño Fuerte. «Jon Jason», «Captain Easy», «Dick Tracy», «El capitán y sus sobrinos», Espinaca «Kid Dinamita», «Steve Canyon» y Esta publicación de la Editorial Lái- «Príncipe Valiente» en la contratapa. nez aparece el 17 de abril de 1941; la pri- Completaba el número una versión en mera historieta es la que da nombre a la historieta de películas de actualidad o revista, protagonizada por Popeye (re- novelas clásicas. bautizado como Espinaca). El episodio «Abbie an’Slats» aparece desde el «Los siete hijos de la bruja del mar» co- no. 496 (13 de febrero de 1948) bajo el rresponde a tiras diarias; aparece nueva- nombre de «Vagoneta».En el no. 504 (9 mente la serie en las páginas centrales en de abril de 1948) comienza «Jack colores en la versión dominical. Armstrong» de Bob Schoenke y en el «El valiente Smith» («Scorchy vol. 6, no. 24 193 Andrés Ferreiro Smith») (creado por Noel Sickles en marzo de 1930) en la época de esta pu- blicación –desde el primer número– era dibujado por Frank Robbins. Otra serie es «Broncho Bill», serie norteamerica- na de Harry F. O’Neill. Una página es ocupada por «Sappo» de Segar. Ade- más de otras series y páginas de acerti- jos, en la retiración de contratapa, en color sepia, Américo Serrano dibujaba caricaturas de cantantes con la letra de canciones en boga. Una curiosidad: la tapa del número cuatro del 8 de mayo de 1941 presenta a Olivia caída en un lago, al haberse es- trellado su bicicleta en un cartel «Prohi- bido bañarse». No solo el tema, sino también la composición y detalle del di- bujo fueron copiados en la ilustración principal de tapa del número uno de El Pato Donald de Editorial Abril (18 de Figura 4: Pif-Paf no. 44 de 2 de julio de 1940. julio de 1944). En estos primeros números se publi- caban dos episodios completos de per- sonajes no muy conocidos, aparente- mente norteamericanos. En el no. 10 (19 de junio de 1941) se inicia una hu- morística de Taggino: «Goyito»; en el no. 12 comienza «Mariquita Terremo- to» de Alberto Breccia que también rea- liza la tapa con ese personaje. En el no. 14 (17 de julio de 1941) co- mienza «Hip Hurra, reporter», tiras dia- rias norteamericanas por Jim Sparling que con el tiempo pasará a ser dibujada por Al Plastino, quien introduce un nuevo personaje, Barry Noble, con el que cambiará el nombre de la serie. Se suceden los siguientes personajes «Ferdinando héroe de “prepo”» de Fred Fox y Chase Craig; «Doctor Kildare» de J. N. McArdle; «Pantera Negra» de Tape Mills. En el no. 48 (12 de marzo de Figura 5: Fenómeno no. 1. 1942) «Pancho Mamporro» («Joe Pa- 194 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Las revistas del continuará looka» de Ham Fisher). Posteriormente comienza en versión de Breccia «El jo- robado o Enrique de Lagardere» de Paul Feval en doble página en colores. En el no. 79 (15 de octubre de 1942) comienza «Espíritu de justicia» («The Spirit», de Will Eisner) y en el siguiente año «Connie» de Frank Godwin, y el folletín «La mano que aprieta» ilustra- do por Alberto Breccia, quien se hace cargo también de la presentación en ta- pa de esta serie, quebrando la tradicio- nal ilustración humorística. Figura 6: Espinaca no. 1. Desde ese mismo año en adelante se reseñan las siguientes series: «Ella Cin- ders», la «Hostería solitaria» de Brec- cia, «John Carter de Marte» de E.R. Bu- rroughs, «Abbie an’Slats», «Capitán Easy», «Brick Bradford», «Vic Flint», «Terry y los piratas» (Wunder). El no. 368 es el último de Espinaca con este título, ya que desde el no. 369 (6 de mayo de 1948) se transforma en Se- lecciones Gráficas (de Espinaca, con- serva como aditamento hasta el no. 372 inclusive). La modificación más notoria la constituye la inclusión en cada núme- ro de una aventura completa de persona- jes consagrados: «Mandrake», «Jim de la jungla», «Dick Tracy», «Flash Gor- don», «Tim Tyler», «Kerry Drake», «Príncipe Valiente», «Jack Armstrong», «Steve Canyon», entre los extranjeros. Títulos nacionales: «El vengador», «Pu- ño Blanco», «El Zorro». Completaban el contenido de la revista «Vic Flint», «Terry», «Hip Hurra», «Captain Easy», «Abbie an’Slats», «Joe Palooka» y «Doctor Kildare». La revista va decayendo en cantidad Figura 7: El Pato Donald no. 1. de páginas y personajes, siendo pocas las series nuevas: «Mitzi Mc Coy» por década del cuarenta; estas dos series Krigh Collins y «Johnny Hazard» en su más «Vic Flint» constituían la base de versión de tiras diarias de fines de la los episodios continuados, agregándose vol. 6, no. 24 195 Andrés Ferreiro En sus páginas centrales, las únicas impresas en colores, se informa la in- fancia de Patoruzú, con guiones de Mir- co Repetto y dibujos de Tulio Lovato; el argumento de esta serie altera sustan- cialmente la historia del indio. En el primer número se narra el encuentro de Patoruzito con Isidorito, porteño envi- ciado por la ciudad pero de buen cora- zón. Este hecho modifica el encuentro de Patoruzú con Isidoro en el circo, da- do como origen en las páginas del no. 1 de Patoruzú. En el segundo número se introduce a los malos por antonomasia de la serie: el hechicero Chiquizuel y su nieto Chu- pamiel. El eje de la historia, que se re- petirá durante muchos años, es simple: el hechicero intentará que su nieto usur- pe las tierras heredadas por Patoruzito, que es vencido una y otra vez por este. En general las características de estas historias son similares a las de Patoruzú. Cabe señalar que el joven cacique está acompañado siempre por su flete Pam- perito, la Chacha Mama y Ñancul, tan viejos –o tan jóvenes, no se sabe– como Figura 8: Intervalo no. 1. en las andanzas del cacique adulto. Como revista, basta señalar que, des- una argentina con dibujos de Novelle: de su primer número, la acción tomó co- «Aventuras del Dr. Steel». mo medio de expresión las páginas del Finalmente el 7 de junio de 1951 apa- semanario. «Flash Gordon» y «Rip rece el último número de Selecciones Kirby», ambas del maestro Alex Ray- Gráficas (530), dando lugar al inicio de mond, «Captain Marvel Jr.» (Mac Ra- una nueva revista: Lanza Brava. boy), «Connie» (Frank Godwin), «Bru- ce Gentry» (Ray Bailey), «Cisco Kid» Patoruzito (José Luis Salinas), «Tug Tramsom» El 11 de octubre de 1945 aparece el se- (Alfred Sindall), fueron algunas de las manario Patoruzito con un contenido to- muchas y buenas series extranjeras que talmente historietístico. Se diferencia así en el transcurso de su existencia tuvo la de su revista madre, Patoruzú, que si bien revista. También fue muy rica la pro- incluía historietas, tenía gran cantidad de ducción nacional: «Rinkel el ballene- secciones de humor literario, notas de ac- ro» (Tulio Lovato), «Vito Nervio» (Re- tualidad deportivas y cinematográficas. petto-Cortinas y luego Wadel-Breccia), 196 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Las revistas del continuará «A la conquista de Jastinapur» (Emilio Cortinas), «Fierro a fierro» y «Lanza Se- ca» (Raúl Roux), el «Gnomo Pimentón» (Oscar Blotta) y, mención aparte, las ma- gistrales «Don Pascual» (Roberto Batta- glia) y «Langostino» (Eduardo Ferro). Cuando los ritmos de la vida cambia- ron Patoruzito concluyó su etapa de se- manario en el no. 892 (31 de enero de 1963) y se transformó en un mensuario de historietas completas, con mayor ca- bida al material extranjero: «Kerry Dra- ke» (Alfred Andriola), «Robin Hood y «Phantom Stranger» (de la Nacional) entre otras; en lo nacional se volvió a publicar «Vito Nervio», con guión de Wadel y dibujos de Leonardo Sesarego. Tuvo dos formatos verticales; primero pequeño (14 x 19,50 cm, 196 páginas) y, desde el no. 33 (enero de 1966), más grande (19,50 x 28,50 cm, con 100 pá- ginas) hasta su desaparición definitiva.

Aventuras El primer número de esta revista se- manal apareció el día 8 de octubre de Figura 9: Patoruzito no. 1. 1946, en formato vertical (26,5 x 20 cm) con treinta y dos páginas en blanco bía», basada en el personaje del famoso y negro, la mitad de ellas como separata serial radiofónico de Miguel de Cala- en la que aparecían versiones de pelícu- sanz, dibujada por C. Raspaud hasta el las y obras famosa de la literatura uni- no. 21 y continuada por Cotignola; «El versal en forma de novela gráfica, para último de los mohicanos», que ilustrara irse en una serie denominada Biblioteca José Luis Salinas para El Hogar y que Sintética Aventuras. Tapa, contratapa en esta republicación apareció saturada de la revista y portadilla de la obra in- de texto. En el no. 23 Oscar Novelle serta, en bicromía. realizó una versión de «El Santo», per- La primera de estas separatas o fas- sonaje de Leslie Charteris y en el no. cículos correspondió a «El delator», 29, con guión de Julio Porter, Pedro Se- novela de Liam O’Flaherty con ilustra- guí encaró la realización gráfica de otro ciones de Alberto Breccia. producto de la radio, esta vez en clave El resto del contenido incluía series de comedia cómica: «La escuelita hu- continuadas de producción local y nor- morística». teamericanas e inglesas. Entre las na- Festeja la publicación el primer año cionales destacaban: «Peter Fox lo sa- de vida recién en el no. 60 (25 de no- vol. 6, no. 24 197 Andrés Ferreiro mas, que aunque pretende pasar por fotonovela, simplemente son escenas escogidas con cierta ilación narrativa, acompañadas de abundante texto tipo- gráfico. A manera de referencia destacaron en el material extranjero «Los conjura- dos», «Dick Ferry», «Miss América», «Garth», «Lince» («The Spirit»), «Su- perman», «Buck Ryan, «Capitán Miste- rio», «Tom Green», «El Santo» (USA) y «Flor Carioca». A partir del no. 67 (13 de enero de 1948) la tapa se imprime a cuatro colo- res y desde el no. 103 (20 de septiembre de 1948) la fotografía se adueña de la portada. En el no. 94 aumenta la canti- dad de páginas de cuarenta, y vuelve a treinta y dos posteriormente; en el no. 898 (26 de marzo de 1951) ya en la cri- sis de papel, decrecen a veinticuatro. Al año siguiente, y por efectos de la crisis mencionada, en el no. 273 (14 de julio de 1952) cambia de formato: 19 x 13 cm, vertical, y retoma las treinta y dos Figura 10: Aventuras no. 1. páginas. Con el no. 299 (14 de julio de 1952) vuelve el formato inicial pero viembre de 1947) con una aparición ex- con veinte páginas, totalmente impre- traordinaria de cuarenta y ocho páginas sas en sepia, menos tapas. que en el cuadernillo central y con 200 Hacia el no. 400 (mayo de 1954) ha- cuadros da a conocer «El jorobado de biendo perdido la condición de revista Notre Dame», dibujada por Alberto de historietas, cambia el tamaño nueva- Breccia. mente (28,5 x 19 cm) y el nombre, que En el no. 104 se inicia «David Mén- será Cine Aventuras. En el no. 520 (oc- dez, repórter» con dibujos de Giolitti, y tubre de 1956) otra denominación rem- en el no. 205 «Darío Malbrán, psicoana- plaza este título: Cine Visión. Desapare- lista» de Julián Maldonado y Carlos Frei- ce al finalizar el año. xas, que finaliza en el no. 322, siendo el último personaje fijo de de la revista. Salgari En el no. 323 se produce una modifi- Publicación semanal de Editorial cación que luego de apariciones esporá- Abril aparecida el 18 de junio de 1947. dicas sería la orientación definitiva: la Los cinco primero números tuvieron 16 Biblioteca Sintética Aventuras publica páginas impresas alternadamente en la primera versión fílmica con fotogra- colores y en distintas tonalidades de ro- 198 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Las revistas del continuará jo, en las que se realzaban el blanco y negro de las restantes. El contenido era mayoritariamente de origen italiano, teniendo como base adaptaciones de obras de Emilio Salgari que se publicaban, como las restantes historietas, en episodios continuados; las primeras adaptaciones fueron «En las fronteras del Far-West», «El Corsario Negro» y «Los misterios de la jungla ne- gra», dibujadas por Walter Molino, Franco Chiletto y Raffaele Papparella, respectivamente. «El terror de Allaga- lla» era una historieta de ciencia ficción debida a Walter Bagnoli. Completaban el elenco inicial «Gengis Kan», «El león de Damasco», «Sunda y Upasunda», «La gema del Rio Rojo» y «Trabuco y Trinquete» única representante argenti- na, humorística, de Luis Destuet. Muy pronto, en el no. 6, se produje- ron cambios: menos color, más páginas y nuevas series, entre ellas «Saturnino Farándula» de Pier Lorenzo de Vita. En el no. 26 (10 de diciembre de 1947) Luis Destuet comenzó una saga depor- Figura 11: Salgari no. 1. tiva con «Cabecita de oro. Las hazañas deportivas de Roberto Cherro», que al de Salgari hasta su desaparición con el finalizar fue seguida por «El aguilu- no. 169 para transformarse en Cinemis- cho», con dibujos de Carlos Roume, y terio. Entre ellas una norteamericana el «Toro Salvaje de las pampas», rese- que pocos años después iba a ser puntal ñando las vidas deportivas de Oscar A. en las revistas de Editorial Codex con el Gálvez y Luis A. Firpo. nombre de «Justy»: «Búster, cazador de En el no. 33 (28 de enero de 1948) apa- criminales», de Charles Biro, desde el rece desde sus primeras planchas «Miste- no. 86 (22 de febrero de 1949). rix», de Paul Campani. Dos realizaciones La diagramación de tapa en los pri- italianas se agregan al contenido: «As de meros treinta y tres números presenta- espadas» («L’Asso di picche») y «Hom- ba, directamente bajo el título, una se- bres de la jungla» («Junglemen») de rie; después hasta el no. 54, la historieta Pratt, Faustinelli y Battaglia en los núme- ocupó 3/5 de la tapa, y acompañó una ros 62 (18 de agosto de 1948) y 121 (26 ilustración al logotipo. Desde el no. 55 de octubre de 1949), respectivamente. hasta el último (27 de septiembre de Muchas otras fueron las series que 1950) la ilustración cubrió toda la por- aparecieron a lo largo de la existencia tada. Fueron dos los tamaños que tuvo vol. 6, no. 24 199 Andrés Ferreiro Este conjunto es engrosado con «Kansas Kid» (Carlo Cossio) y el pri- mer material nacional, «Trabuco y Trinquete» (L. Destuet) que fue genera- do, como el personaje que dio nombre a la revista, en otra publicación de la ca- sa, la recordada Salgari. La permanencia del material es esta- ble y recién se producen cambios a par- tir del no. 143 con la inclusión de «Kim de la nieve» (Faustinelli) y «El gran diablo» (D. Battaglia). En el no. 167 se estrena «El cacique blanco» (H. Pratt). Figura 12: Misterix no. 1. Es en el no.176 (1 de febrero de 1952) donde tiene comienzo el perso- la revista, ambos de formato verticales: naje que inaugura una nueva tendencia no. 1 al 53 (33,5 x 24 cm) y no. 43 al en la publicación, con guión de Héctor 169 (29 x 23 cm). G.Oesterheld y dibujos de Paul Campa- ni: «Bull Rockett». Dibujarlo es tarea Misterix que prosigue tres años más tarde el jo- Con el nombre del personaje de Paul ven Francisco Solano López. Campani apareció esta revista el 3 de sep- El siguiente número es donde se tiembre de 1948, publicada por la Edito- adopta la tradicional diagramación con rial Abril con veinticuatro páginas, tapa y historieta en tapa que se mantuvo mu- contratapa en cuatro colores y el resto en chos años. Ya había reducido el formato blanco y negro; de frecuencia semanal, en el no. 173. recogía episodios continuados. Con la irrupción de «El sargento En la prolongada permanencia en el Kirk» en el no. 225 la revista acelera la mercado de esta publicación es normal inclusión de nuevos personajes de pro- que se hayan sucedido épocas de es- ducción local, y así aparecen «Fuerte plendor y decadencia. El material del argentino» (J. Almada-W. Ciocca); comienzo fue elegido entre los éxitos «Drake, el aventurero» (C. Freixas), italianos del momento: el ya citado «Pat Brando» (Martino), con el agrega- «Misterix»; «Fuera de la ley» –prove- do de «Mike Hammer», de origen esta- niente de El Pato Donald y con solo dos dounidense (Mickey Spillane-Ed Rob- apariciones–; «Jim Toro» (A. Lavezzo- bins). Otros personajes posteriores fue- lo-E. Dell Acqua) de Editrice Dardo; ron «El Implacable», «Joe Gatillo», «Amok» (C. Solini-A.Canale) en co- «Capitán Caribe», «Johnny Rosco». producción de Edizioni Agostino della La aparición de «El sargento Kirk» Casa-Dardo y, a partir del no. 3, «Pante- marca también la inauguración de una ra Rubia» (G. G. Delmasso-E. Magni) nueva estética dentro de la editorial, de Casa Editrice ARC, inspirada en el impuesta por Hugo Pratt, que pronto es personaje norteamericano Sheena, pero seguida por otros artistas y en otras pu- mucho más hermosa y erótica. blicaciones. Es la viñeta alargada, apai- 200 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Las revistas del continuará sada, creación de Milton Caniff, pero que Pratt lleva hasta el extremo de la posibilidades, con primerísimos planos y gran profundidad. A partir del no. 687 (12 de enero de 1962) sale a la calle con el sello de Edito- rial Yago, pues Abril se despende de las publicaciones de historietas. Un nuevo empuje se nota en el título, que se refuer- Figura 13: Rayo Rojo no. 1. za con la inclusión en el plantel de cola- boradores, de Alberto Breccia, Carlos Vogt, Arturo del Castillo, Juan Arancio, Leopoldo Durañona, José Muñoz y Ray Collins. Las tiras más destacadas de este período son «Mort Cinder», «Capitán Cormorant», «El Quebrado», «El Emba- jador», «Precinto 56», «Wheeling» y «Garret, el montaraz», entre otras. El último número es el 859 del 21 de mayo de 1965. Formatos: no. 1 al 172 (23 x 30 cm); 173 al 565 (15 x 23 cm); 566 al 689 (15 x 20,5 cm); 690 al 712 (14,5 x 20,2 cm); 713 al 724 (13,3 x 19,5 cm) todas en horizontal, y a partir del 725 al 815 (21 x 15 cm); 816 al 847 (26 x 18 cm); 848 al 859 (22 x 14 cm) en vertical. Los números especiales recibían la denominación de Supermisterix. Son publicados 17 números por Editorial Abril desde noviembre de 1953, y se agrega «Yago» una veintena desde agos- to de 1962. En estos últimos Oesterheld produjo «Watami», «Santos Palma», «Los Marcianeros» y «Lobo Cruz». Figura 14: La Revista del Superhombre no. 1. La Revista del Superhombre Esta publicación de Muchnik Hnos. completos de «Superhombre» («Super- S.A. se editó a partir del 10 de enero de man») y «Murciélago» («Batman») más 1950, con veinticuatro páginas que in- episodios continuados, en realidad frac- cluían tapa, contratapa y doble página cionados de «El capitán Carter y sus jó- central en cuatro colores; el resto en venes comandos», «Tommy Futuro», blanco y negro. «El mago Zatara» y «Vigilante», perso- Semanalmente presentó episodios najes todos de los comic books publica- vol. 6, no. 24 201 Andrés Ferreiro dos por National Comics Publications, mensual, con episodios completos en Inc. (luego D.C. Comics, Inc.) de Esta- treinta y dos páginas que llegan a sesen- dos Unidos. ta y ocho. Con el transcurso de las semanas, En el no. 305 (agosto de 1959) se pro- otros personajes de la empresa nortea- duce la última transformación: el nom- mericana ocupan las páginas de la re- bre se remplaza por Superman, impresa vista. Algunos de ellos son «Flecha en colores, con gran similitud a los co- Verde», «Congo Bill», «Rodeo», «Su- mic books originales, llegando así hasta perpibe», «Hacha Brava», «Rex True- su desaparición a comienzos de 1960. no», «Venado», «Jimmy Olsen», «Los Formatos: no. 1 al 106 (29 x 22,5 cm) gemelos Gatillo», «Rex, el perro mara- vertical; no. 107 al 166 (26,5 x 20 cm) villoso». vertical; no. 167 al 252 (25 x 16,5 cm) Pocas son las producciones naciona- vertical (con retorno al anterior); no. les: en el no. 24 (20 de junio de 1950) 253 al 290 (12,5 x 19,5 cm) horizontal; comienza «El misterio de Pedro Var- no. 291 al 304 (14,5 x 22,5 cm) hori- gas», con argumento de Mario B. de zontal; no. 305 (26 x 17,5 cm) vertical. Quirós y dibujos de Guillermo Camps; Inicialmente en forma anual, luego en el no. 32 (15 de agosto de 1950) apa- en períodos más cortos, aparecen nú- rece «Carlitos el pegador» de Jasca y meros especiales. El primero es el Libro Carlos Clemen; con dibujos de Alberto de Vacaciones 1950/51, en formato ver- Salinas y textos de Edgardo Pareto. A tical (17,5 x 25 cm) con 144 páginas (12 partir del no. 37 (19 de agosto de 1952) en colores) que aparece en noviembre se edita «Capiango» y, con argumento de 1950. Los siguientes especiales de de Gustavo Cabral y dibujos de Horacio este título (tres, 1951/52 al 1954/55) Porreca, empieza en el no. 140 (9 de son también en formato vertical pero de septiembre de 1952) la versión historie- 14,5 x 22 cm al igual que el Álbum tística de «Lucho Villegas, el detective Extraordinario de Vacaciones1955/56. porteño», anterior folletín. A partir del Álbum de Vacaciones En sus más de diez años de existencia 1956/57 (enero de 1957) el formato es la revista presenta sucesivos cambios, apaisado (14,5 x 22,5 cm) y se mantiene además de diferentes formatos. Desde permanente tanto para los Álbumes el no. 147 (28 de octubre de 1952) todas Extraordinarios de Vacaciones como las páginas son en colores, y se inician para los Álbumes Extraordinarios. las historietas en tapa; luego vuelve el formato anterior con páginas interiores Puño Fuerte en blanco y negro. Publicación semanal de Editorial En el no. 188 se distingue en tapa el Manuel Láinez, iniciada el viernes 1 de nombre de un personaje en detrimento septiembre de 1950; impresa en negro, del título de la revista, con la sola publi- salvo primera, centrales y últimas pági- cación de episodios completos. nas; episodios continuados. Antes de finalizar el año, se vuelve a El número uno se inicia en página tres destacar el nombre de la revista, con in- con un homenaje a San Martín, en el clusión de episodios continuados. En el Año del Libertador; «Puño Fuerte», con no. 247 (octubre de 1954) pasa a ser dibujos de Franz W. Guzmán; «Rob el 202 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Las revistas del continuará Valiente» (Lucien Nortier-Francia); no. 163 (9 de octubre de 1953). En el «Puño Blando», humorística; «Dick no. 180 (5 de febrero de 1954) da inicio Tracy, detective» (Chester Gould-Esta- «Dos ases del deporte», con dibujos de dos Unidos); «El enmascarado justicie- E. Iglesias. Al concluir «Muerte y san- ro» («The Lone Ranger», Charles Flan- gre en el mar» hay un corto intervalo ders-Estados Unidos); «Poncho Liber- ocupado por «La isla embrujada» tas» (guión de Marijac, dibujo de Le (Oscar Novelle) entre los números 184 Raillic-Francia) «Tao el hombre fiera» y 194, para, desde el número siguiente («Ka’a’nga Jungle Lord-Estados Uni- (21 de mayo de 1954) dar comienzo dos), «Joe Jinks Manager» –luego «Ru- «Marlín, el vagabundo del mar» ( Geor- bio Kayoe, campeón»– («Sam Left»- ge Shedd-Estados Unidos). Estados Unidos). Acompañan a las his- Proveniente de Tit-Bits, en el no. 201 torietas secciones deportivas, entre (1 de julio de 1955) aparece en las pági- ellas «Desfilan los cracks» (luego «Ga- nas centrales en colores «Kevin el de- lería de estrellas», con figuras del cine, nodado» («Kevin The Bold», Kreigh radio y teatro), con caricaturas de Amé- Collins-Estados Unidos). En los núme- rico Serrano. ros 252 y 273 finalizan «Marlín el vaga- En el no. 13 (24 de noviembre de bundo del mar» y «Dos ases del depor- 1950) comienza «Flecha de oro» te», respectivamente, y se inicia en el («Straight Arrow»-Estados Unidos: tiras no. 275 (2 de diciembre de 1955) una diarias, por Certa y John Belfi, comic serie itálica: «Los tres Bill», dibujada book por Fred Meagher). Al terminar entre otros, por Rinaldo Roy D’Ami. «Rob el Valiente» se presenta en el no. Entre febrero y octubre de 1957 con- 23 (2 de febrero de 1951) «Laredo ran- cluyen muchos personajes característicos ger de Texas» («Laredo Crockett», Bob de la revista: «Flecha de oro» (331), «Ta- Schoenke-Estados Unidos). «Bum-Bum» malito» (354), «Rubio Kayoe» (356), (cómica) remplaza a «Puño Blando» «Kevin» (357), «El enmascarado justi- (no. 46, 13 de julio de 1951). ciero» (359) y «Poncho Libertas» (366). En el no. 54 (7 de septiembre de Toman la posta «Utak», entre el no. 1951) se continúa en Argentina la pro- 332 (15 de febrero de 1957) y el 352 y ducción de «Poncho Libertas», con di- «Pepe Ginebra» («Cherry Brandy», Roy bujos de Oscar Novelle. El personaje D’Ami - Italia) entre el no. 353 (12 de ju- «Puño Fuerte» concluye el 11 de abril lio de 1957) y el 388; «Sexton Blake» de 1952, y comienza en el siguiente nú- (inglesa), «Extraño mundo futuro» (co- mero 86 una serie francesa, «Sam Billie mic book de ciencia ficción-Estados Uni- Bill», rebautizada como «Sam Puño dos) y «La hija de la jungla» (comic Fuerte» (guión de Jean Oliver y dibujos book-Estados Unidos) son series que se de Lucien Nortier). «Muerte y sangre presentan en episodios completos, que en el mar», con dibujos de Franz Guz- alternan entre los números 358 (16 de mán se publica a partir del no. 125 (16 agosto de 1957) y 383. También en esta de enero de 1953), y ocupa el lugar de época se publican series unitarias de epi- «Tao, el hombre fiera». Otra produc- sodios completos o continuados por po- ción de Guzmán pero humorística, «Ta- cos números y dos humorísticas, «Trave- malito», remplaza a «Bum-Bum» en el suras de A y B» y «El Reverendo», am- vol. 6, no. 24 203 Andrés Ferreiro «Steve Roper» ( y Wi- lliams Overgard-Estados Unidos) co- mienza en el no. 403 (27 de junio de 1958); a partir del no. 409 (8 de agosto de 1958) se revierte la tendencia de la casa, con mayor cabida al material na- cional. Desde ese número se dan a cono- cer «Rash Nelson», guión de Pilo Mayo, dibujos de Rodolfo Zalla, y «¡Atención! ¡Llama Interpol!», con argumentos de W. L. Eisen y realización gráfica a cargo de I. Ballesteros. Al concluir esta última es sucedida por «Cánada Grey», guiones de H.G. Solanas y dibujos de Nansen y luego Santángelo. Posteriormente Vergé Figura 15: Fantasía no. 1. realiza los textos, con dibujos de J. C. bas de corta vigencia, y queda firme una Medrano y, más tarde de David Mangia- tercera, «Fulanito», desde el no. 358. rotti. En el no. 422 concluye «Sam Puño Los aires renovadores incluyen un Fuerte» (7 de noviembre de 1958); des- cambio en el diseño de tapas. Hasta el de el no. 427 (12 de diciembre de 1958) no. 362 es característico el marco negro al 492 se edita «Mate cosido», argumen- con logotipo y cartelera en amarillo, en to de V. Muguerza y dibujos de José Sa- que resalta la reproducción de un cua- lomón. dro original de las series. A partir del «Cabo Savino» llega a las páginas de no. 363 (20 de septiembre de 1957) un Puño Fuerte en el no. 455 (26 de junio ilustrador se encarga especialmente de de 1959), con guiones de H. G. Solanas las portadas: Leandro Sesarego. Poste- y dibujos de Carlos Casalla; entre los riormente en sucesivas etapas, toman la números 479 y 495 este último es rem- tarea Walter Fahrer, Ángel Borisoff, plazado por Julio Álvarez. Concluyen Enrique Cristóbal, Carlos Casalla, Julio en el no. 468 «Steve Roper» y «Rash Álvarez, Alberto Balbi, José Clemen, Nelson». David Mangiarotti. En el no. 371 (15 de «Lindor Covas, el cimarrón», de noviembre de 1957) desaparecen las Walter Ciocca, se publica a partir del páginas en colores. no. 493 (18 de marzo de 1960), con la En el no. 382 (31 de diciembre de reimpresión del material de La Razón. 1958) concluye «Los tres Bill», y se ini- Entre los números 499 (29 de abril de cia «Operación Boomerang», de produc- 1960) y 507 se desarrolla «William ción nacional, sin mención de autores, Burnet», con argumento de N. Bruni y aunque un cambio de dibujante (392) dibujos de Alberto Balbi. Entre el no. permite reconocer a Oscar Novelle. 503 y 516 se reditan las tiras iniciales Entre el no. 392 (11 de marzo de de «Cabo Savino», que en 1954 habían 1960) y el 402 se publica «Bob Ma- aparecido en La Razón. llard», francesa, con dibujos del español «Dick Tracy» y «Laredo» llegan has- Francisco Hidalgo. ta el no. 520. Desde el siguiente (30 de 204 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Las revistas del continuará septiembre de 1960) se publican episo- dios completos (uno por número). Ade- más de los conocidos se produce «Te- niente Craig», con guión de M. Bruni y dibujos de Hugo Tombolán; «Lindor Covas» sigue continuada en retiracio- nes de tapa y contratapa. El no. 530 (2 de diciembre de 1960) es el último de los semanales. Formatos (siempre apaisados) del 1(1 de septiem- bre de 1950) al 70: 17,5 x 13 cm; del 71 (4 de enero de 1952) al 374: 17,5 x 12,5 cm; del 375 (13 de diciembre de 1957) al 451: 17 x 12 cm y del 449 (15 de ju- nio de 1959) al 530: 17 x 13,5 cm. Pági- nas: del 1 al 30: 84; del 31 (30 de marzo de 1951) al 68: 68; del 69 (21 de di- ciembre de 1951) al 468: 52; del 469 (2 de octubre de 1959) al 530: 36. Números especiale.s Con igual for- mato de la revista semanal, a partir de 1952 a principios de mayo de cada año, luego en forma discontinua, se publican Figura 16: Boletín Extra no. 1. numeradas ordinalmente catorce edi- ciones con la denominación 1er. (2do.; etc.) Suplemento de con episodios com- pletos de la series enunciadas y otras de la editorial: los siete primeros con 260 páginas, los restantes con 196. El deci- motercero aparece en abril de 1959; el decimocuarto no registra fecha de apa- rición. Álbumes. Comienza en enero de 1961 con el no. 531 la publicación de álbumes de historietas completas, de aparición mensual, luego bimestral y por último discontinua. El formato es vertical, inicialmente 26 x 17 cm, luego 27,5 x 20 cm. Tienen al comienzo 100 Figura 17: Puño Fuerte no. 1. páginas, después 68. En esta etapa, además de material ex- locales: «Bi-Bi» (José Clemen), «Pon- tranjero –«Big Ben Bolt», «Johnny Ha- cho Libertas» (Muguerza y José Salo- zard», «Steve Roper», «Steve Can- món), «Río Kid» ( Julio Álvarez), «Cá- yon», etc.–, se producen algunas series nada Grey» (H.G. Solanas y Mangiarot- vol. 6, no. 24 205 Andrés Ferreiro

Figura 18: Lanza Brava no. 1. ti), «El hombre del rifle» y «Silver Kent no. 71 «Flamingo la gitana» (de Ruth el infalible» (Eugenio Mandrini y Roche y John Thorton) y «Lanza Bra- Osvaldo Taló), «El canadiense» y va», con texto y dibujo de J. A. Vergé. «Cruz Peralta, el nutriero» (Ascanio), En 1953 nuevas series: «Roberto un as «Aventuras de John C. Raffles» (David del deporte», con dibujo de A. Romero, Borisoff), «Jim Dallas» (Eugenio Man- «Rusty Riley» de Frank Godwin, «Ca- drini y Carlos M.Escalada), «N. B. detes siderales». Keene» (Armando Vecchione y Octa- En el no. 202 comienzan nuevas se- vio Oscar), «El sargento Robles» ries bajo un nuevo formato: apaisado, (Eduardo Miranda), «Cóndores crio- pero de 17,5 x 12 cm. «Lanza Brava» llos» (Miguel A. Repetto). El último deja de producirse por Vergé y se toma número detectado es el 586 del año la serie de los primeros números «Hal- 1971. cón Rojo», cambiando su nombre por el que da título a la revista. Comienzan Lanza Brava «Lili la dama del espacio», «Álvaro el Apartir del 14 de junio de 1951 apare- bucanero», «El rey del pedal», «Red ce esta publicación de Editorial Láinez, Coleman», continuando «Vic Flint». de formato apaisado (17,5 x 8,5 cm), en Posteriormente aparecen el «Capitán la que en su primer número: «Manzar, el Carmorant», con dibujo de R. Bandin y indio blanco», «Aventureros», «Jim de «La estrella del circo»; también «Rio la jungla» –en la doble página central en Kid», volviendo a producirse «Lanza colores–, «Vic Flint», «Sitting Bull, el Brava» por Vergé. último siux», con dibujo de Fernand. En Algunas de las últimas series que pu- el no. 20 comienza «Halcón Rojo» en lu- blica la revista son «El hijo del Zorro», gar de «Manzar». Ambas series de co- «Paul y Paulette» (ambientada en París mic book se alternan hasta el no. 70. en 1793) y «Hondo» (en el far west nor- En el no. 21 (1 de noviembre de teamericano). Sus ediciones cierran en 1951) comienza «John Wayne» y en el 1957. 206 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Las revistas del continuará Hora Cero Suplemento Semanal Ya impuestas en el gusto del lector Frontera y Hora Cero, Héctor G. Oes- terheld pone en la calle la representan- te de la fórmula del continuará entre las publicaciones de Editorial Fronte- ra. Lo hace el 4 de septiembre de 1957, con el concurso inicial de Hugo Pratt, Francisco Solano López y Arturo del Castillo, para dar vida gráfica a sus guiones en las series «Ernie Pike», «El Eternauta» y «Randall the Killer», res- pectivamente. La revista tiene formato apaisado (19,5 x 26 cm), con dieciséis páginas impresas en negro, al igual que las por- tadas, realzadas con un color diferente cada cuatro entregas, hasta el no. 96. Desde el siguiente (8 de julio de 1959) se imprimen en colores, coincidiendo con un aumento de páginas que llegan a veinticuatro; finalmente, a partir del no. Figura 19: Ping-Pong no. 1. 107 se reducen a veinte. Las tapas fue- ron ilustradas inicialmente por Hugo Pratt, Solano López y C. Roume; luego Bertolini, D. Haupt, Schiaffino, Moli- terni, Vogt, Repetto, Horvath. En el no. 7 (16 de octubre de 1957) se agrega «Nahuel Barros» al elenco inicial, con dibujos de Carlos Roume. Se publican hasta el no. 24 y luego en- tre los no. 65 (26 de noviembre de 1958) y 101. Del no. 13 (27 de noviembre de 1957) al no. 36 se publican historietas completas bajo la denominación «Los impactos de Hora Cero», todas ellas –salvo una de Jorge Mora– con guio- nes de HGO y varios dibujantes: Sola- no López, Roume, Pavone, Estévez, Guibe, Schiaffino, Cristóbal, Moliter- ni, Bertolini. Sin el título genérico, pe- ro cumpliendo igual función, se inter- cala «Lobo Conrad», con dibujos de Figura 20: Poncho Negro no. 1. vol. 6, no. 24 207 Andrés Ferreiro En el no. 37 (14 de mayo de 1958) comienzan dos series: una nueva crea- ción de Oesterheld, con dibujos de D. Haupt: «Cayena», y otra iniciada en Misterix: «El sargento Kirk», con dibu- jos de Hugo Pratt. «Cayena» termina en el no. 85(15 de abril de 1959), «Sargen- to Kirk» concluye con la revista en el no. 116. Desde el no. 91 (27 de mayo de 1959) Moliterni remplaza a Pratt hasta el 103. No aparece el personaje entre los números 104 y 106. A partir del no. 107 hasta el final se hace cargo de la parte gráfica Porreca. En el no. 65 (26 de noviembre de 1958) concluye «Randall» y entre el 73 y 76 se desarrolla una corta unita- ria: «Combate», de Oesterheld-Colon- nese. «Ernie Pike», absorbido antes por «Lord Crack», recomienza con episodios autoconclusivos –salvo el publicado entre los números 90-92– a partir del no. 84 (8/4/59); concluye definitivamente en el no. 110. Varia- dos son los dibujantes de esta etapa: Figura 21: Hazañas no. 1. Moliterni, F. Guzmán, Porreca, Colon- nese, Schiaffino, D. Haupt, Horvath, Hugo Pratt (no. 22, 29 de enero de Fahrer, Breccia («Gas», tres planchas), 1958). Sesarego, Estévez, Martínez, Olivera En el no. 21 (22 de enero de 1958) y Ernesto García. comienza un episodio de «Ernie Pike» En el no. 86 (22 de abril de 1959) co- titulado «Lord Crack». La envergadura mienza «Sherlock Time», de HGO y del protagonista hace que haya nuevos Alberto Breccia; concluye en el no. episodios, para en el no. 61 (29 de octu- 104. «Patria vieja» aparece en episo- bre de 1958) tomar la serie el nombre dios autoconclusivos: no. 97 (8 de julio de «Lord Crack». Desde el no. 37 los de 1959) y 104 con dibujos de Roume dibujos son de Pratt y Bertolini, quien (guión de J. Mora para el primero, HGO queda a cargo de la serie a partir del no. para el segundo). En los nos. 103, 109 y 45. En el no. 53 dibuja Moliterni, hasta 110 dibujos de Juan Arancio con guio- el no. 83 (1 de abril de 1959), cuando la nes de Oesterheld. serie se discontinúa. Un último episo- Desde el no. 98 (15 de julio de 1959) dio se produce entre los nos.111 (14 de hasta el 111 se publican historietas uni- octubre de 1959) y 116 con dibujos de tarias (salvo los nos. 106 y 108). Los Jorge Flores. textos son de Oesterheld para catorce 208 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Las revistas del continuará

Figura 22: Dragón Blanco no. 1.

Figura 23: Hora Cero Suplemento Semanal no. 1. vol. 6, no. 24 209 Andrés Ferreiro (9 de septiembre de 1959), y le sobrevi- ve la revista por apenas diez números.

Pancho López Esta revista de la Editorial Códex apareció el 9 de setiembre de 1957. To- man su nombre de una canción muy en boga de aquella época. De aparición semanal su formato ini- cial era vertical (22 x 29), con veinti- cuatro páginas impresas en blanco y ne- gro; también la tapa en sus cuatro pri- meros números careció de colores, e in- cluyó en su mitad inferior la historieta nortemericana «El Santo», de Leslie Charteris con dibujos de John Spranger. Desde el número cinco una ilustra- ción única ocupó la tapa, realzada por un marco de distinto color en cada apari- ción, donde se veía el personaje del títu- lo en actitud de saludo; finalmente a par- tir del número diez (12 de noviembre de 1957), cambió el formato (apaisado 14,50 x 22,50 cm) y la ilustración de ta- Figura 24: Pancho López no. 1. pa era realizada en colores. El número de páginas aumentó a treinta y seis. En cuanto al contenido, además de la episodios; Jorge Mora realiza cuatro serie ya apuntada aparecían «Scout Ro- –uno de ellos, «Fantasmas», con dibu- ver» y «Ray Kent», ambas de Héctor G. jos de Breccia– y el restante pertenece, Oesterheld, bajo los seudónimos J. Le- guión y dibujo, a Horianski. Otros di- rena y Gilbert y con los dibujos de Luis bujantes fueron Repetto, Arancio, Domínguez y Eugenio Zoppi, respecti- Schiaffino, Vogt, Martínez, Roume, vamente; «Bajo la Cruz del Sur», sin Estévez, Olivera, Sesarego y Lito Fer- mención de autores; «Li’l Abner» de Al nández. Capp (Estados Unidos) y el personaje En el no. 104 (26 de agosto de 1959) que daba nombre a la revista, «Pancho comienza «Cachas de oro» (Oester- López», guión de Abel Santa Cruz con held-Vogt),que concluye en el no. 116. el seudónimo Lépido Frías y dibujos de La última serie de la revista es «Pi- Alberto Breccia. Al cambiar el formato lotos de prueba», entre los nos. 105 (2 se agregó la adaptación de una obra de septiembre de 1959) al 114, con di- completa por número; al margen de es- bujos de D. Haupt y guiones de Jorge to y las entregas autoconclusivas de Mora. «Pancho López», las demás series eran «El Eternauta» concluye en el no. 106 continuadas. Desapareció en 1958. 210 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA HISTORIA

El fumetto y la historieta argentina

Norberto Rodríguez Van Rousselt Investigador, Buenos Aires, Argentina

Resumen El fumetto apareció con fuerza en la década del treinta en Argentina a través de El Tony. Curiosa- mente otro nombre italiano (César Civita) funda una nueva y poderosa editorial, Abril, que introduce en sus revistas a la vieja escuela del fumetto y abre la puerta a la nueva generación. Parte de ella emi- gra al país. Varias editoriales son atraídas a publicar fumetti debido a la repercusión que obtenían. Asimismo había desde el comienzo del siglo XX varios dibujantes inmigrados casi desde su infancia y que tuvieron una gran trayectoria. Los italianos de las dos etapas inmigratorias se fusionan con los artistas y escritores locales. Luego llega la decadencia de la historieta argentina y su resurgir en la etapa de la década del setenta. Las revistas de Columba y Record descubren el negocio exportador del medio cuyo destino principal es Italia. Esta vez el viaje es a la inversa, aunque Record toma algu- nos materiales italianos para editar aquí y a su vez cuenta con guionistas que son ilustrados por ar- gentinos. La dictadura militar provoca que algunos dibujantes argentinos emigren a Italia y resto del mundo. Hoy la historieta argentina se ha vuelto internacional y, salvo vanos intentos, no se edita en el país. Pero a través de los años con Italia se produjo algo que se asemeja a una simbiosis.

Abstract The fumetto appeared with force in the decade of the thirty in Argentina through El Tony. Surpri- singly another Italian (Caesar Civita) founds a new and powerful editorial, April, that introduces the old school of the fumetto in its magazines and opens the door to the new generation. A part of those emigrates to the country. Several editorials are attracted to publish fumetti due to the repercussion that they obtained. Also there was from the beginning of the XX century several artists immigrated al- most from their childhood and who had a great trajectory. The Italians of the two immigration stages fuse with the artists and local writers. Then the decadence of the Argentinean comic and its resurrec- tion in the decade of the seventy arrive. The magazines of Columba and Record discover the business of the media export whose main destination is Italy. This time the trip is to the inverse one, although Record takes some Italian materials to publish here and has writers whom are illustrated for Argenti- nean. The military dictatorship provokes that some Argentinean artists emigrate to Italy and rest of the world. Today the Argentinean comic has become international and, except for vain intents, is not published in the country. But through the years with Italy something that resembles to a symbiosis took place.

En ese universo multiestelar de la his- nacional había comenzado su andadura torieta que fue El Tony,elfumetto desem- en 1928 con producciones propias y ma- barcó en 1939. La decana de la historieta teriales de los comic-papers británicos. vol. 6, no. 24 211 Norberto Rodríguez Van Rousselt El semanario es tomado por las tiras ños Grandes Libros, ambas publica- y comic books yanquis en una rápida ciones de Abril. operación de limpieza que desplaza a la El material italiano hizo pie inmedia- ñoña escuela inglesa, pero dejando en tamente con estos pasos, sea por simpa- pie los productos de la casa. tía idiosincrásica u otra circunstancia En febrero de 1939 aparece «El mis- fortuita. Lo real es que trajo una forma terio de la jungla negra» (E. Salgari-G. de encarar el medio diferente, más pau- Moroni Celsi), en marzo «Los tigres de sado en su transcurrir, más lógico y con Mompracem» (E. Salgari-E. Dell’Ac- narración más fluida, sin saltos bruscos qua ) seguida a fines del año por «Satur- en ella, de transcurrir más moroso. no contra la Tierra» (Zavattini-Pedroc- Patoruzú adhiere al nuevo curso con chi-Scolari), serial que tuvo su éxito en «Kit Carson» (F. Pedrocchi-R. Alberta- Estados Unidos y en Argentina una re- relli) en sus páginas infantiles, mientras dición en El Pato Donald más una no- que el resto, numeroso, de las revistas velización con dos tomos en Peque- del mercado siguen produciendo algu- nos trabajos propios y las sempiternas tiras americanas. Eso sí, el material in- glés desaparece por completo de la edi- ción argentina. Vosotras, tradicional revista femeni- na, a mediados de la década del cuaren- ta obtiene un éxito de ventas notable gracias a la edición de «Corazones enemigos» y su secuela «Orietta» (Delly-W. Molino) preparando el terre- no de los fumetti románticos. Una futura importante editorial ini- cia sus actividades en 1939 con mate- riales Disney y con un capital declara- do de $ 90 000 –unos 22 000 dólares de la época– fundada por César Civita, uno de tres hermanos de origen íta- lo-hebreo refugiados en distintos paí- ses de América que huyeron del fas- cismo. César, ex directivo de la Casa Mon- dadori de Milán, crea El Pato Donald casi en el mismo momento en que la factoría Dante Quinterno lanza Patoru- zito, semanario que también tendrá fu- metti. En ella se versionó el famoso «Virus» de Walter Molino. Civita, a través de El Pato Donald muestra una gran cantidad de la pro- 212 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA El fumetto y la historieta argentina ducción del Topolino de Mondadori, muy corto que va de 1948 a 1950. Mis- donde descuella como guionista Fede- terix, la revista, aparece en 1948, y Ra- rico Pedrocchi, italiano nacido en Bue- yo Rojo en 1949. El primero, con el per- nos Aires y muerto en un bombardeo sonaje titular, llega con «Jim Toro» (A. durante la segunda guerra mundial. Lavezzolo-E. Dell’Acqua), «Pantera Esto desplazó el material norteamerica- Rubia» (G. Dalmasso-E. Magni) y no de la Dell Publishing Inc. y provoca «Amok» (C. Solini-A. Canale) a los la reacción de la empresa Disney que que se agregó más tarde «Kansas Kid» amenaza con retirar la licencia. (A. Saccarello-C. Cossio). En Italia Civita había organizado el se- «Tex», conocido en Argentina como manario Salgari años antes para Monda- «Colt, el justiciero» (G. L. Bonelli-A. Ga- dori, que justo en esos momentos reflotó lleppini) fue el rotundo éxito de Rayo Rojo el proyecto. Este es inaugurado en Argen- y duró muchos años en el semanario. tina en 1947 y a través de él se canalizan La empresa sigue apostando y en los fumetti, salvando la situación. 1950 pone en los kioscos una nueva co- A todo esto, en el mercado argentino rriente proveniente de una publicación nuevas historietas peninsulares son pu- peninsular que se vendía en el país para blicadas. Aventuras (Ed. Aventuras) y los nuevos inmigrantes de ese origen: Sucesos (Ed. C. Clemen) encabezan la competencia, seguidas por Editorial Co- dex en 1951 con Pimpinela y Sabú. Así son conocidos en el país Pier Lorenzo De Vita, Antonio Canale, Franco Ca- prioli, Carlo Cossio, Giovanni Scolari entre los más destacados por su arte y aparición en los medios.

El ascenso de Abril (1)

Abril con Salgari trajo un arco am- plísimo de la historieta italiana, pero era, como en el resto de las publicacio- nes que circulaban, el panorama de la vieja guardia del fumetto. En el no. 33 del semanario abre el es- pectro que influirá en la historieta ar- gentina. Aparecen «Misterix» (M. Gar- nier-P. Campani), «Hombres de la jun- gla» (A. Ongaro-H. Pratt-D. Battaglia) y «As de espadas» (A. Ongaro-H. Pratt-M. Faustinelli) con colaboracio- nes en la tinta de un jovencito Ivo Pavo- ne en algunos pasajes. Abril mueve las fichas en un lapso vol. 6, no. 24 213 Norberto Rodríguez Van Rousselt Alberto Ongaro, que será el guionista estrella de «Misterix». Al año vendrá Ivo Pavone. Hagamos aquí un alto. En el país ya tenían una trayectoria singular varios dibujantes inmigrados en distintos mo- mentos del siglo XX: Bruno Premiani, excelso ilustrador en diarios y revistas de gran circulación e historietista que luego trabajó para los comic books nor- teamericanos; Vicente Le Voci, presen- te en una gran cantidad de publicacio- nes; Alberto Giolitti en las revistas de Editorial Láinez; Walter Casadei en hu- mor e historieta; el muy plástico humo- rista Alcides Gubellini, Sergio Tarqui- nio en Abril y la lista sigue. Posterior- mente llegaron los hermanos Letteri, Athos Cozzi y dos niños que con los años darán sorpresas: Juan Zanotto y Gianni Dalfiume. En tanto varias revistas de corta du- ración mostraran en sus páginas el ma- terial de la factoría de Roy D’Ami. Finalmente, Columba saca a circula- Grand Hotel. Con ellos lanza un nuevo ción la versión argentina de Grand Ho- tipo de revista femenina que rompe el tel a idéntico formato: Rapsodia ein- molde de las tradicionales y que prepa- tenta durante un período no muy largo ra el camino para otra creación italiana las páginas de «Pepito» (L. Bottaro) en –el fotoromanzo o fotonovela–: Noctur- Fantasía Semanal. no.Elfumetto romántico había llegado a Sudamérica y es un éxito. El ascenso de Abril (2) Nocturno, cuando edita fotonovelas abre el camino a la producción nacional La llegada de los jóvenes italianos re- –Hugo Pratt llega a participar en una de volucionó el rubro de las historietas en ellas– y es seguida por otras publicacio- Argentina. Salgari concluye su trayecto- nes que llegan a desplazarla. Varios di- ria semanal con el no. 169 y se transfor- rectores, fotógrafos y actores dieron allí ma en Cinemisterio que publica fotono- sus primeros pasos. velas italianas de aventuras y las consa- A fines de ese año la Editorial avanza bidas «Hombres de la jungla» y «As de aún más y contrata a los jóvenes del espadas», ya producidas en el país. Grupo de Venecia por intermedio de las En ella se da el encuentro de dos gi- hermanas Finzi de la Mondadori. Lle- gantes de la historieta internacional: gan Hugo Pratt, Mario Faustinelli y Héctor G. Oesterheld y Hugo Pratt. Es 214 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA El fumetto y la historieta argentina 1951 y realizan un folletín gráfico que se transformará en pocas semanas en una verdadera historieta: «Ray Kitt». Al año siguiente otro éxito acompaña a HGO: «Bull Rockett», con el italiano que rechazó venir al país, el legendario Paul Campani, dibujante de «Misterix». En 1953 Pratt y Oesterheld consi- guen la consagración a través de «El sargento Kirk». Entre los lectores y estudiantes de di- bujo se desata una oleada de fanatismo por los dos italianos y dejan de lado el estilo Raymond, patrón de trabajo hasta ese momento. Todos quieren dibujar co- mo Campani o Pratt, que basan su estilo, junto con Alberto Breccia, en Milton Caniff para luego cada uno seguir su propio camino. Esto se refleja en la co- rrespondencia de lectores de la revista Dibujantes, pionera en este tipo de pu- blicaciones. Cuando Campani se ve imposibilitado de seguir trabajando por un largo período Abril realiza un concurso entre los dibu- jantes de la casa para su remplazo, que el campo del humor Guillermo Divito, gana Eugenio Zoppi siguiendo el estilo con Pedro Segui al frente, en su propia para «Misterix». Un jovencísimo Fran- escuela enseña dibujo cómico, donde es cisco Solano López había sido probado insuperable. con «Uma-Uma» (HGO) en el mismo es- Aparecen nuevas revistas, algunas tilo, y es quien remplaza al italiano con efímeras, donde italianos y argentinos mucha categoría en «Bull Rockett». forman su trayectoria. El público ya no La fama, en esta década fabulosa, gusta más del material extranjero. Se ha acompaña a los italianos, que van cre- creado una escuela, un estilo. ciendo en calidad y cruzándose con los Editorial Láinez desaparece como artistas locales y antiguos inmigrantes. competidor, no sin antes intentar un Se empieza a ver la historieta como una aggionamento de sus publicaciones. profesión seria, contribuyendo a ello la Fracasa. Escuela Panamericana de Arte, que ex- Oesterheld se marcha de Abril para tiende también cursos a otras discipli- iniciar la aventura personal con Edito- nas artísticas. Integran su plantel de rial Frontera. Durante ese tramo tam- profesores los profesionales más presti- bién guiona para Dragón Blanco y las giosos del momento. Por supuesto va- editoriales Codex y Columba. En el di- rios de ellos son italianos. Mientras en bujo, para estos trabajos externos,lo vol. 6, no. 24 215 Norberto Rodríguez Van Rousselt Al galope otra vez

Columba, que mantiene un gran gru- po de lectores fieles a su formato, con la llegada de Robin Wood y su «Nippur de Lagash» en 1967, pone en primera línea a D’Artagnan que supera la revista in- signia El Tony. Llega así a la década del setenta como única productora de relieve. Han cerrado todas las revistas de historieta. En 1974 el cimbronazo sobre este tranquilo pano- rama lo pega Record con Skorpio. La competencia es encarnizada. La nue- va empresa pone en circulación Corto Maltés, Tit-Bits y Pif-Paf, los dos últimos con gran llamada, pues son marcas resca- tadas del recuerdo de los argentinos. En Tit–Bits se republican varias no- velas gráficas de José Luis Salinas y Bruno Premiani que habían sido edita- das en El Hogar y Patoruzito. El jefe de arte era Juan Zanotto, espectacular ilus- trador de varios éxitos en las revistas de la Editorial. Record actúa como agencia de mate- acompañan Ivo Pavone y Walter Casa- riales para Italia, y Columba ve el filón. dei, alejado del humor. Desdobla en varias versiones sus títulos Con Frontera y Hora Cero se produ- tradicionales que le permite en algún ce el fenómeno más importante de la dé- momento poner a la venta dieciséis edi- cada y los imitadores, en estilos y forma- ciones mensuales. Otro de los persona- tos, aparecen como hongos. Guillermo jes importantes es Jackaroe (R. Wood) Letteri y Casadei son absorbidos por Co- con dibujos de Gianni Dalfiume. lumba, que sigue firme con su formato En la década del ochenta aparece novelado. Ivo Pavone vuelve a la casa Fierro, que ya es otra historia y que en decana. estos días ha vuelto a los kioscos. El fu- Abril cierra el rubro historietas antes metto ya no pasa por estas tierras, pero de la caída de Frontera y dos de sus títu- goza de buena salud en su país y a nivel los –Misterix y Rayo Rojo– pasan a Edi- internacional, aun en el vecino Brasil. torial Yago que los posiciona en prime- Con una mirada en perspectiva, no es ra línea cuando Frontera hace agua. el padre putativo de la historieta argenti- Después un largo lapso, cae la noche de na, pero debido a su incidencia y a pesar la decadencia de la historieta. Oester- de las diferencias y ante tantos cruces, se held marcha a Chile. le puede considerar casi su hermano. 216 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA HISTORIA

Política, militancia, represión e historieta en Argentina en la década del setenta

Hernán Ostuni, Fernando García, Norberto Rodríguez Van Rousselt Investigadores, La Bañadera del Cómic, Buenos Aires, Argentina Javier Mora Investigador, Buenos Aires, Argentina

Resumen La historieta como medio de expresión masivo se utiliza y se utilzó históricamente como reflejo del sentir popular. Esta situación no escapa a Argentina. El período analizado abarca los años desde la cruel década del setenta hasta la vuelta de la democracia. Durante este período diversos autores y sus revistas intentaron llevar al lector común una mirada crítica y en algunos casos denunciativa de la realidad que rodearon esos tiempos.

Abstract The comic as mass media is used and was used historically as reflection of the popular feeling. This situation doesn't escape to Argentina. The period analyzed embraces the years from the cruel decade of the seventy until the turn of the democracy. During this period many authors and their magazines tried to offer a critical look and in some cases the accusation of the reality that surrounded those ti- mes to the common reader.

El humor gráfico primero y la histo- de animales a los distintos personajes rieta después se entrelazaron fuerte- de la época–; revistas como Caras y mente con la política desde el comien- Caretas, Cascabel, Tía Vicenta, Satiri- zo de la historia argentina. Las humo- cón...; los parámetros de excelencia radas atribuidas al padre Castañeda en narrativa y compromiso social que contra del rey Fernando VII, represen- Héctor Germán Oesterheld había im- tándolo como un asno; los panfletos preso a todas sus creaciones, principal- que los realistas utilizaron en contra de mente durante su período de oro al San Martín y otros héroes de la inde- mando de la Editorial Frontera, en la pendencia americana; los diarios lito- segunda mitad de la década del cin- grafiados como «Don Quijote» –que cuenta... no son más que algunos ejem- influyó fuertemente en la revolución plos representativos de ese carácter de 1890 contra el presidente Juárez particular y propio del tebeo argentino, Celman, que tuvo que renunciar a su el de su vinculación directa con la so- cargo– o El Mosquito –verdadero visor ciedad en la que se integra. Sin embar- de la política argentina, que creó una go, no será hasta bien entrada la déca- verdadera fauna al bautizar con motes da del setenta que este espíritu de lo vol. 6, no. 24 217 H. Ostuni, F. García, N. Rodríguez Van Rousselt, J. Mora contemporáneo alcanzará sus más al- denominado cómic para adultos o de tas cotas y será asumido como una autor. Y todo ello, a lo largo de dos eta- condición personal dentro del panora- pas equidistantes, claramente delimi- ma de los medios de comunicación ar- tadas y superpuestas en el transcurso gentinos; precisamente en un momen- de una década, establecida aproxima- to en el que la estricta censura y férreo damente entre 1973 y 1984, durante la control de estos últimos –en especial cual se conformará de modo progresi- de la clásica tríada prensa, radio y tele- vo esta unívoca visión de la historieta visión– por parte del Estado, obliga que, en un principio, de mero instru- –inconscientemente, todo hay que de- mento de adoctrinamiento o de comba- cirlo– a los autores de historieta a asu- te cuerpo a cuerpo pasó a convertirse mir un nuevo y desconocido rol prota- en fórmula irónica, indirecta por tanto, gonista dentro del amplio abanico de sobre la que desmontar las bases de la voces de lo popular. Algo lógico por represión, para posteriormente, ya a otra parte. principios de la década del ochenta, Tenida, por regla general, como un oscilar entre la sátira feroz de costum- género menor para menores, sin apa- bres y un acercamiento alegórico que rente importancia y reconocimiento, la acabará por constituirse en el emblema marginalidad implícita de la historieta ideológico de toda una generación. –en palabras de Trillo y Saccomano1– Una evolución con nombres y apelli- la convertía, de facto, en un vehículo dos que se corresponderá, en cada uno idóneo para recoger y dar cabida a la de los casos, con una pieza textual re- expresión de una necesidad social –en presentativa de cada situación y esta- síntesis, la protesta vedada contra los do2, alrededor de las cuales se confor- efectos inmediatos del proceso de maron las características principales y reorganización nacional–, camuflada primigenias de un modo de hacer his- ahora en forma de viñeta. Así subesti- torieta acorde con la crudeza de su mada de antemano por el poder y los tiempo... poderosos, pocos podían imaginar la transformación tácita que viviría el gé- Primera etapa: de la militancia nero, solo por saberse adaptar a una montonera a la ironía demanda notoria: constituirse en vál- descarnada de Hum® vula de escape y desfogue, a la vez que en medio de actualidad con el que esta- Los primeros pasos de esta necesaria blecer una línea marcada, aunque ocul- contemporaneización de la historieta ta, de pensamiento crítico. Un proceso nacional responderán a dos claras frac- recíproco por el que el amplio sector turas de la sociedad argentina, que mar- de la sociedad argentina, necesitado de caron su desarrollo posterior paralizán- un modelo referencial de valores, halló dolo en no pocas ocasiones. Hablamos, su panacea; y por el que, a su vez, la claro está, del regreso de Perón y del historieta argentina encontró la moti- golpe militar que instauró en marzo de vación suficiente para crecer y alcan- 1976 el malhadado proceso de reorga- zar una madurez plena, gracias a la nización nacional. Hechos puntuales cual se convirtió en santo y seña del que exigieron réplicas distintas, y se 218 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Política, militancia, represión e historieta en Argentina

Figura 1: El logotipo de El Descamisado. acentuó así la clásica delimitación entre der» que le permitió al primero el comics de aventuras y humor gráfico: triunfo en las presidenciales del 11 de las historietas de Oesterheld para la pu- marzo de 1973, Argentina se conmo- blicación El Descamisado y la creación vía frente a una violencia cada vez mas de Hum®, como las únicas respuestas generalizada, y de este modo en el mo- válidas –quizás también como los plan- vimiento peronista surgieron críticas a teamientos más coherentes– y posibles la conducción política de Cámpora que dentro una sociedad, primero, resque- produjo una crisis dentro de esta mar- brajada, y, luego, totalmente desgarrada cada línea política. En consecuencia, y entre sí. Bien es cierto que seguía exis- tras las nuevas elecciones, el 23 de tiendo lo de siempre –unos comics en septiembre, Juan Domingo Perón asu- los que la evasión se sustentaba en los me su tercera presidencia. De vuelta al eternos tópicos de capa y espada o en el gobierno, Perón buscó ordenar el com- humor gráfico más conformista...–, pe- plejo cuadro de fuerzas políticas y so- ro el público exigente y los creadores ciales movilizadas desde 1969, y trató exigidos terminaron por conformar una de encauzar las expectativas y los con- nueva gama de productos que, en cuan- flictos de casi veinte años de enfrenta- to a la aventura, se plegó a una fórmula miento, agudizados en los últimos narrativa que diera cuenta –a través del años. Para ello el proyecto de Perón se afán que persiste en cada uno de noso- basaba en el acuerdo político y el pacto tros por ser un héroe imprescindible– social. El primero fue fácil de concre- del compromiso panfletario asumido tar: la oposición política tenía la acti- dentro de los corsés de un estado repre- tud de colaborar en la normalización sentado, sin tacha, como campo de ba- institucional del país. El pacto social, talla abierto entre facciones contrarias; en cambio, no. La idea de un acuerdo y, en cuanto a lo humorístico, mediante entre sindicatos, empresarios y el Esta- un modelo de confrontación que ridicu- do como herramienta de política eco- lizara –el viejo axioma de reír por no nómica y social no era novedosa den- llorar...– las miserias deshumanizado- tro del peronismo, y se inspiraba en las ras de una realidad opresora y teñida de experiencias europeas de concertación sangre. social. Pero el pacto social no colmaba las expectativas de los sindicalistas. El Descamisado Los salarios fueron aumentados un En 1973, a pesar de la consigna 20%, las negociaciones colectivas fue- «Cámpora al gobierno, Perón al po- ron suspendidas por dos años y se esta- vol. 6, no. 24 219 H. Ostuni, F. García, N. Rodríguez Van Rousselt, J. Mora bleció un rígido sistema de control de diferencias dentro del peronismo. Los precios. montoneros eligieron a sus víctimas en- Era evidente, por tanto, el enfrenta- tre sindicalistas –Rogelio Coria, ex se- miento entre las alas izquierda y dere- cretario de la CGT, y José Rucchi, se- cha del peronismo, propiciado por la re- cretario de la CGT–, políticos –como

Figura 2: La primera tira de «La revelión de Tupac Amaru», publicada en El Descamisado no. 11 del 31 de julio de 1973. nuncia de Cámpora, que abrió paso a un Arturo Mor Roig, ex ministro de La- ajuste de cuentas de la derecha peronis- nusse– y empresarios –como Jorge ta. La evidencia trágica de estos enfren- Born, secuestrado y luego liberado tras tamientos fue la masacre de Ezeiza el el pago de un importante rescate–. En 20 de junio de 1973, el mismo día que noviembre de 1973 apareció la Triple A Perón regresaba al país. Perón decidió (Alianza Anticomunista Argentina), apoyar a sus fieles sindicalistas y a los que atentó contra el senador Hipólito miembros de su entorno, liderados por Solari Yrigoyen. También tuvo como su secretario privado y ministro de víctimas a Silvio Frondizi, Atilio Ló- Acción Social, José López Rega. Esto pez, el padre Carlos Mugica y Rodolfo condujo a un enfrentamiento con la iz- Ortega Peña. quierda peronista. En los primeros me- La ruptura definitiva y abierta entre ses del gobierno de Perón el conflicto Perón y la izquierda peronista se produ- tuvo como eje central el desplazamien- jo el primero de mayo de 1974, en el ac- to de los gobernadores cercanos a la iz- to del Día del Trabajo, durante el cual el quierda peronista. Los secuestros y ase- presidente pronunció un discurso en de- sinatos políticos se fueron convirtiendo fensa de los sindicalistas e hizo duras en un método habitual para resolver las críticas a la Juventud Peronista, al que 220 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Política, militancia, represión e historieta en Argentina

Figura 3: La segunda y la tercera tira de «La revelión de Tupac Amaru». calificó de estúpidos e imberbes. Toda- ción Montoneros. El Desca, como lo vía más: el 12 de junio Perón pronunció conocían dentro de la militancia, apare- su último discurso público en la Plaza ció el 22 de mayo de 1973, tres días an- de Mayo. Amenazó con renunciar y re- tes de que Héctor J. Cámpora asumiera clamó al movimiento obrero el cumpli- la primera magistratura. Momentos de miento del pacto social, para fallecer, efervescencia política y convulsión: el finalmente, pocos días después, el 1 de levantamiento de la proscripción al pe- julio. Para el caso es lo mismo, ya las ronismo después de dieciocho años hi- heridas estaban abiertas de cuajo... zo que las llamadas formaciones espe- Aquel fatídico 1 de mayo de 1974 pro- ciales abandonaran la clandestinidad vocaría una escalada de violencia que para pasar a la legalidad. Un período de terminaría por sumir a la Argentina en un año en el que se pasó, como ya he- su hora más oscura... mos visto, de la algarabía por el retorno En este contexto la historieta surge de Perón al distanciamiento del líder como elemento viable de difusión de justicialista; un período en el que la mi- ideas, y esto fue entendido claramente litancia activista de los miembros de por quienes dirigían la revista El Des- Montoneros, perdida su referencia camisado, órgano difusor de la agrupa- ideológica, debió ser mantenida a cal y vol. 6, no. 24 221 H. Ostuni, F. García, N. Rodríguez Van Rousselt, J. Mora canto, alentada para mantener una fe (1980) pero fue censurada esta parte; desmedida en su activismo. Estamos, este texto está sacado del reportaje en consecuencia, ante un aparato ideo- completo que se republicará en el libro lógico de primer orden en el que la his- sobre HGO que estamos por publicar]. torieta jugó un papel determinante. A La historieta se apoyaba más en el dis- partir del no. 10 comienza a publicarse curso escrito que en la narración gráfi- «América Latina 450 años de guerra», ca; los textos, por momentos apasiona- que luego pasó a llamarse «450 años dos, generaron más de una polémica, de guerra contra el imperialismo», his- incluso dentro de las filas de lectores torieta que intenta recontar los hechos de la revista. La temática siempre ron- fundamentales de la historia argentina dó los efectos de la colonización, de y latinoamericana desde la visión par- cualquier tipo, ya fuera por la fuerza o ticular de esta organización, donde se a través de la dependencia económica mezclan la ideología, el arte y la histo- –temas aún pendientes y vigentes en ria para dar lugar a una de las más inte- toda América Latina–, resaltando «la resantes propuestas, «un valioso inten- importancia de la movilización de las to de presentar sintéticamente una his- bases ante la alternativa de la hora Li- toria distinta, al servicio de las utopías bertad o Muerte» (García, 2004). Y pa- de construir un mundo mejor que flota- ra ello, Oesterheld utilizará el viejo re- ban allá por los 60 y 70» (Viniegra, curso creado por él: el héroe grupal, 2004). Detrás de este proyecto se en- «de hecho la mayoría de los personajes contraba nada menos que Héctor Ger- ficticios resultarán anónimos, identifi- mán Oesterheld (HGO), que combina cados gracias a su condición de perte- para el trabajo toda su experiencia co- nencia (paisano, esclavo, montonero), mo guionista de historieta –de todos es precedido siempre por el omnipresente sabida la presencia de un humanismo nombre de Juan» (García, 2004), re- renovador en todas y cada una de sus curso que le permitió a Oesterheld obras, alejado de las posturas mani- identificar al pueblo. Una concepción queas tan presentes en una industria que se cimentará sobre los dibujos de tan popular, a la par que populista, co- un joven pero sólido Leopoldo Dura- mo ha sido siempre la de la historieta– ñona3, que aportó el dramatismo nece- con la militancia –HGO había ingresa- sario para esta labor, que hizo que fren- do a las filas de Montoneros en el ala te a los ojos de los lectores aparecieran de prensa–. Consultado en una oportu- personajes históricos del pasado (Tú- nidad, HGO declaró sobre esta obra: pac Amaru, Saavedra, Belgrano, Mo- «Para mí fue por un lado la afirmación, reno), políticos del momento y apari- en ese sentido, lo que puede hacerse ciones del mismo Perón arengado al- con una historieta, enriqueciéndola... guna frase acorde con la temática del eso de El Descamisado fue algo nuevo. capítulo. Es como ocurre con cualquier género De El Descamisado aparecieron 46 literario, una manera de hacer potable números, el último el 2 de abril de ese compromiso y hacer un aporte 1974. El 8 de abril del mismo año el útil» [La cita corresponde a un reporta- gobierno del general Perón clausura la je realizado por Trillo y Saccomano publicación mediante el Decreto 222 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Política, militancia, represión e historieta en Argentina 1100/74, aduciendo que «según se ad- ce de la introspección propia y se nutre vierte en sus últimos números, se pre- de lo actual, en pos de una reflexión tende promover un caos conceptual e puntual que sepa dar cuenta de las ne- ideológico mediante la deformación cesidades del momento, como cual- de la realidad y la destrucción de las quier otro arte. instituciones políticas y sociales». Pe- Luego del cierre de El Desca, una ro más allá de lo anecdótico de este he- segunda revista oficial de Montone- cho –el cierre de una publicación–, ha- ros comienza a circular en junio de gamos hincapié en el modelo de histo- 1975, que lleva como título Evita rieta que se quiere eliminar –si bien no Montonera, conocida por los militan- solo esta; no olvidemos nunca que tes como La Evita Montonera. Esta no dentro del marco de El Desca partici- contaba con los medios gráficos utili- paba en un movimiento que involucra- zados en El Descamisado –impresión, ba a distintas artes–. No se trata de la fotos, gran tiraje–, más bien se trataba típica historieta de aventuras ni de un de un verdadero pasquín mimeogra- sustrato de cómic histórico. Al contra- fiado a varios colores, que circulaba rio. Nos hallamos ante una creación prácticamente de mano en mano. Allí plenamente lírica que, para bien o para HGO desarrolla «Camote», junto a un mal, más que a la narrativa responde al dibujante amateur. La historia narra pensamiento –en este caso a la difu- las peripecias de un militante de so- sión de unos ideales claramente deli- brenombre Camote que debe encon- mitados– particular de un autor afecta- trase con otro compañero para que le do, como muchos en aquel momento, entregue un documento relacionado por una situación social cada vez más con la militancia, pero es interceptado insostenibleyalaquetrataba buena- por las fuerzas de seguridad, y al in- mente de poner remedio atendiendo a tentar escapar pierde su billetera con la posibilidad de sus medios artísticos, los documentos de identidad y el reci- en este caso. Oesterheld, que siempre bo de la fábrica donde trabaja, lo cual consideró la historieta como un medio lo convierte en un clandestino. En su educativo excelente, da rienda suelta a peregrinación se entera de que detrás un anhelo personal de explicar el pro- de la batida hay un gremialista trai- gresivo deterioro de una nación que de dor. Hasta aquí llegó la historia, ya granero de Europa va a convertirse en que de este pasquín solo aparecieron una especie de vorágine salvaje. Oes- diez números. Su cierre se produce en terheld ofrecerá su visión, su punto de diciembre de 1975. HGO colabora vista, y este coincidirá con el de unos desde el número cinco hasta el final. lectores ávidos y deseosos de respues- «Es un momento muy difícil signado tas, tan confundidos como él. De ahí la por López Rega y la triple A, los se- ausencia de épica –ni Kirk, ni Pike, ni cuestros y asesinatos masivos de mili- Salvo tienen nada que hacer ante los tantes populares. Agoniza el gobierno fantasmas de la realidad– y la explora- de Isabel Martínez; se preparan los ción –ya iniciada en su serie histórica militares para el zarpazo final» (Fe- sobre el Che o Eva Perón– de un nuevo rreiro et al., 2006). Un derrumbe pro- rumbo de la historieta: aquella que na- gresivo del que el propio Oesterheld vol. 6, no. 24 223 H. Ostuni, F. García, N. Rodríguez Van Rousselt, J. Mora Estela Martínez se produjo un serio de- terioro económico e institucional. Ro- deada por un microclima de consejeros de su propio círculo, en el que habría de sobresalir el ministro de Bienestar So- cial José López Rega, la nueva presi- denta resultó incapaz de resolver el cú- mulo de problemas que asolaban al país, pues a la crisis económica se su- maron conflictos sociales y violentos atentados terroristas. En 1975 el con- junto de acuerdos que Perón había arti- culado, y que habían compuesto el eje de su proyecto de institucionalización política, había fracasado y el país pare- cía marchar desorientado. La crisis in- terna peronista, la agudización de la violencia política, la falta de colabora- ción del empresariado y de las Fuerzas Armadas quitaron al gobierno todo apoyo y, como era de esperar, todo esto desembocó en un golpe de Estado más que previsible y esperado por cada una de las fuerzas políticas. Así el 24 de marzo de 1976 la junta de jefes milita- res –integrada por el general del ejérci- to Jorge Rafael Videla, el almirante Figura 4: Portada de Hum® no. 99 de febrero Emilio Eduardo Massera de la Marina y de 1983. el brigadier Orlando Ramón Agosti de la Aeronáutica– se hizo cargo del poder fue víctima propiciatoria: detenido y y comenzó el proceso de reorganiza- desaparecido en abril de 1977, presu- ción nacional. miblemente el 27. Restringiendo nuestra visión única- mente al ámbito político –el que más Hum® nos interesa en este punto del análisis–, La muerte de Perón dejó sin control las Fuerzas Armadas asumieron el po- al conjunto de fuerzas que habían coe- der con el objetivo de «terminar con el xistido conflictivamente bajo su lide- desgobierno, la corrupción y el flagelo razgo, y privó al gobierno de una con- subversivo», así anunciado en la pro- ducción legítima y aceptada por el con- clama del 24 de marzo. El esquema po- junto del peronismo que pudiera refor- lítico-institucional que las Fuerzas mular los acuerdos políticos y sociales Armadas querían aplicar necesitaba de para asegurar la gobernabilidad del un modelo político que evitara la orga- país. Durante el gobierno de María nización y los reclamos sociales, y que 224 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Política, militancia, represión e historieta en Argentina desmantelara las estructuras gremiales; por lo tanto, entre las primeras medidas de gobierno se encontraron la suspen- sión, por tiempo indeterminado, de las actividades políticas y gremiales de to- do orden. Se intervino la CGT, la CGE, las 62 organizaciones y la Cruzada de la Solidaridad. Luego se eliminó el fuero sindical, se suspendió el derecho de huelga y se prohibió, de forma absoluta, la actividad de los partidos de izquierda –Comunista Revolucionario, Socialista de los Trabajadores, Política Obrera, etc.–. Se depuró la administración pú- blica de agitadores mediante la Ley de Prescindibilidad y se intervinieron to- das las asociaciones gremiales. Se co- municó a la población que sería severa- mente reprimida toda manifestación ca- llejera, que todas las fuentes de produc- ción y lugares de trabajo estatales y pri- vados, a partir de la fecha, eran conside- rados de interés militar. Se informó a la población que serían recluidos por tiempo indeterminado todos aquellos que difundieran actos, palabras o imá- genes de personas o grupos considera- dos subversivos o terroristas –sabemos Figura 5: Estampillas en Hum® no. 99 de fe- lo que ocurrió con ellos; aún hoy es di- brero de 1983. fícil establecer una lista con el número definitivo de desaparecidos–. También –solo se tenían referencias de desapa- se sacó de circulación la prensa políti- riciones, sin verificar, en el transcurso ca: Nuevo Hombre, Nuestra Palabra, del gobierno peronista gracias a la tris- Tribuna Popular, Posición Nacional, temente célebre Triple A, comandada etc. Si no eran cerrados directamente, por el no menos célebre López Rega; eran advertidos. pero no se sabía nada todavía, solo sos- Sin embargo, ante este desolador pechas, de la metodología de desapari- panorama, una luz llevó esperanza ción empleada por la feroz dictadura –como descarga intelectual al menos– militar, el proceso de reorganización a los descontentos: el 1 de junio de nacional–, Hum® tímidamente co- 1978 estuvo en la calle Hum® –humor menzó a formular denuncias y elevó la registrado–, que terminó en poco apuesta número tras número. Y curio- tiempo llamándose simplemente samente fue un éxito sin precedentes. Hum®. Ante una ciudadanía temerosa En Buenos Aires se tiene la costumbre vol. 6, no. 24 225 H. Ostuni, F. García, N. Rodríguez Van Rousselt, J. Mora cas. Un equipo como hacía años no se reunía en una publicación –humoris- tas, dibujantes, periodistas de distintas generaciones e ideologías– componía un staff nutridísimo. Quien no publica- ba en Hum® era un vulgar Don Nadie. Y el objetivo, uno solo, claro y eviden- te: la Resistencia (sí, con mayúsculas). El periódico fue acusado obviamente de tendencioso, cada vez con distintas orientaciones, pero siempre mantuvo en alto que su meta era socavar la dic- tadura, burlarse de ella y de sus ridicu- leces. Por supuesto, las denuncias eran matizadas con humor e ironía. Pero atendamos a la magnitud de tal hecho: en un ambiente represivo, en el que la mayoría de la población deambulaba de un lado a otro sin comprender bien la magnitud dramática de lo que estaba viviendo –ya fuera por no aceptar la realidad evidente, ya fuera por olvidar lo que estaba a la orden del día–, Hum® plantea una vía inteligente –una guerra de guerrillas cultural en cierta manera– por la cual de manera Figura 6: Portada de Hum® no. 105 de mayo abierta y descarnada, como se suele de 1983. decir, sin pelos en la lengua, se hacía frente al terror institucional que coac- de distribuir los periódicos, salvo los cionaba a Argentina, pero desde pará- diarios, alrededor de las nueve de la metros que impidieran la irrupción del noche, la ciudad tiene vida nocturna Estado. Como señala Ana Von Rebeur hasta la madrugada; en poco tiempo (2003): «Obviamente, todas estas pu- comenzaron a formarse colas en los blicaciones sufrían amenazas, intimi- kioscos céntricos para comprar las re- daciones y juicios al por mayor, lo que vistas, pues Hum® era inhallable a la no arredró a sus creadores de seguir di- mañana siguiente. Batió récords de ciendo las cosas tal cual eran, porque ventas, y se transformó de mensual en ahí residía el éxito de ventas. Existe en quincenal. Sus portadas ya eran un edi- la ley argentina una figura legal a la torial completo. Andrés Cascioli, prin- que tuvieron que apelar a menudo los cipal responsable; Izquierdo Brown, abogados defensores de los humoristas Carlos Nine, fueron sus caricaturistas acusados de burlarse de las autorida- más asiduos. No solamente contenía des de turno. En infinidad de expe- artículos de fondo y caricaturas políti- dientes se explicó que las chanzas y 226 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Política, militancia, represión e historieta en Argentina parodias a políticos se había realizado con animus iocandi, o sea, con la in- tención de divertir, sin intención de ca- lumniar al que se sentía agraviado». Alegato de rebeldía, la militancia an- teriormente planteada –y que tanta san- gre costó a la hora de ser reprimida por el gobierno militar– ahora es asumida y reformulada más allá de cualquier mo- tivación política expresa (ya no se trata de explicar ni de convencer a nadie, se había caído en un estado más básico: sobrevivir, pero eso lo puede hacer cualquiera, con dignidad), para presen- tarse bajo la forma de un grito descarna- do de dolor que no esperaba respuesta pero que la encontró, que no se planteó el mañana y se consolidó editorialmen- te4. El lugar de los héroes –y menos de los héroes cotidianos– no era este. Obviamente solo la risa, ese medio con el que los humoristas camuflan el llan- to, propia de un género crítico como el humor gráfico, podía hacer frente a la tragedia cotidiana. La aventura queda- ba así arrinconada por un modo de ver y entender la vida, a través de la insurrec- Figura 7: Portada de Hum® no. 106 de junio ción oculta, con el consiguiente descan- de 1983. so de la conciencia que tantos y tantos, hasta 350 000 ejemplares, encontraban de actuación hasta entonces inexplora- cada quince días... da dentro de las exigencias presumibles del gran público, ahora, asentadas las Segunda etapa: de la fábula bases, la historieta argentina debía asu- cruda de «Bosquivia» al grito mir su nuevo papel como factor deter- generacional de Fierro minante de un estado de opinión e in- fluencia consciente en el colectivo so- Aún no se había producido la moder- cial. Así los autores de historieta debían nización –en el sentido de plena actuali- sentirse capacitados para apuntillar, dad sobre el que tanto y tanto insisti- desde la palestra de su mesa de dibujo, a mos– de nuestra historieta. Todavía una dictadura militar a punto de caer quedaba mucho por hacer, pues si bien derribada por el peso de su propia bar- los planteamientos anteriores fueron barie. Y todo ello por medio de una sáti- fruto de una necesidad expresiva peren- ra de la realidad presente –la de «Bos- toria, en los que se especula con una vía quivia» es un buen ejemplo– que deve- vol. 6, no. 24 227 H. Ostuni, F. García, N. Rodríguez Van Rousselt, J. Mora ló el camino a una nación ávida de futu- la farsa trágica del proceso: la guerra de ro. Una línea interpretativa que pronto, las Malvinas, derrota relámpago, finali- con la calma chica que produjo la de- zada el 14 de junio, que desgraciada- mocratización, quedó agotada y fue mente –más muerte inútil– hubo de progresivamente sustituida por un reju- constituirse en el colofón funesto de venecido planteamiento metafórico una etapa negra de la que ya no quedaba que, de nuevo centrado en el espíritu de más opción, ni fortuna, que salir. En es- una aventura no obstante más cercana te sentido, «El proceso de conspiración que ficticia, se erigió como instrumento de Bosquivia» (de Trillo y Saccomano de creación de un nuevo mundo posi- como guionistas y Tabaré, durante los ble, no utópico, sustentado en el conato primeros diez episodios, y Fortín, los de una memoria colectiva tomada como restantes, en la parte gráfica; obra pu- punto de referencia y construcción, el blicada por entregas a lo largo de 1982 ideal humano de aprender de los errores en Superhum®5) se presenta, quizás no pasados tomado como quintaesencia como el mejor, pero sí como el más re- por parte de los componentes de la re- presentativo ejemplo de una etapa pun- vista Fierro, voceros, lo quisieran o no, tual dentro del panorama de la historie- de toda una generación sumergida en ta argentina, destinada a restañar aque- un pasado. No en vano, como rezaba el llas heridas abiertas que tantos y tantos subtítulo con el que se abría la portada se negaron a ver, por medio de la sátira de cada número, eran historietas para y la parodia del reino animal –de los sobrevivientes. hombres, claro está– y de la creación de un bosque alegórico en el que la socie- «Bosquivia» dad argentina del pasado y del futuro Aumento de la especulación en detri- debía sentirse reflejada a través de un mento de la producción, desindustriali- presente atroz. zación, deuda externa, concentración Para empezar, hemos de tener siem- económica, institucionalización de la pre presente que la ruptura que supuso inflación, caída del salario real, deterio- la inclusión de lo satírico no se produjo ro de los servicios públicos, incremento de manera fortuita. Al contrario, res- de los niveles de pobreza... no son más ponde a un devenir natural de los he- que algunos de los más evidentes efec- chos, a una lenta evolución de la psique tos del programa económico del minis- colectiva en la que el modelo represen- tro del régimen militar Martínez de la tativo deja de mostrarse cautamente Hoz. Argentina, en bancarrota. El capi- con el propósito de acentuar, de forma tal concentrado solo en unas manos. contundente, su relación con lo circun- Obviamente, al margen de la represión dante. Es decir, el autor de historietas social y cultural ya tratada anterior- pasa de contemplar la realidad desde la mente, el descontento era mayúsculo; postura meramente irónica mencionada y también, obviamente, había que aca- anteriormente a ofrecer pequeños gol- llarlo. Y qué mejor remedio que una pes de efecto capaces de enjuiciar, sin guerra de la que valerse para buscar el compromiso, un modelo político a to- enemigo fuera. Así se alzaba el 2 de das luces criminal. Pero no nos confun- abril de 1982 el telón del último acto de damos: en cada momento se recurrió a 228 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Política, militancia, represión e historieta en Argentina la acción oportuna. En el punto álgido de la dictadura militar no habría sido in- teligente un enfrentamiento abierto en el que se llevaba todas las de perder. Posteriormente, con el paso de los años y la lenta caída en picada –demasiados frentes abiertos como para poder ocu- parse de todos– de la política de la jun- ta, la agresión verbal a un régimen mo- ribundo más que necesaria se hacía in- dispensable. Aun así, y de hecho por eso mismo, existía otro peligro –no so- cial, sino artístico– subsiguiente al que podía verse sumida la obra: convertirse en un panfleto político. Inserta dentro de estos parámetros, «Bosquivia» se reveló, a lo largo de su publicación, como un punto de contac- to entre el manifiesto carácter compro- metido de los autores y el ansia de con- suelo moral de una nación rota; y todo ello mediante el antropomorfismo iró- nico, primero, y la posterior deshuma- nización –dado el referente– satírica de los arquetipos fabulísticos populares. Así, en los capítulos dibujados por Ta- baré encontramos una representación Figura 8: Portada de Superhum® no.1deju- simbólica de la realidad argentina, por lio de 1980. medio de animales que responden a unos claros modelos de referencia sus- claro reflejo de un mundo real en el que ceptibles de ser interpretados por el lec- la explotación y el servilismo en pro del tor, en relación con su realidad: el león, beneficio de la clase dominante supera rey de la selva, como un dictador que con creces la ficción. Poco a poco, coin- obedece a sus propios designios; los cidiendo con la entrada de Fortín a la cerdos burgueses únicamente preocu- serie –no es baladí que los actores juga- pados por su fortuna personal; los gori- ran con el hipotético cambio de ima- las como fuerza de combate bruta y des- gen–, todo este entramado tópico de re- medida que acaban por alzarse con el ferencias va transfigurándose hacia una poder; el zorro inteligente que sabe sa- deshumanización caricaturesca en la car provecho de cualquier situación por que los distintos personajes anterior- adversa que sea; el cuervo altanero ca- mente presentados asumen un nuevo paz de servir obediente a los intereses rostro, el de Menotti, el de José María de sus amos... El bosque y sus habitan- Muñoz, el de Bernardo Neustad, Ma- tes se ofrecen de este modo como un riano Grondona, Martínez Hoz, Álva- vol. 6, no. 24 229 H. Ostuni, F. García, N. Rodríguez Van Rousselt, J. Mora trar la locura; tras la alusión, represen- tar la injusticia; y mediante el escarnio, la necedad del peor animal de todos, o al menos el más temible: el hombre. Si a lo largo de la definición de la vía satírica es el autor quien, consciente de sus actos, se pliega a los intereses de un lector colectivo necesitado de fórmulas de expresión, ahora será el elemento so- cial el conductor exclusivo de la transfi- guración de la metáfora. Y todo ello mediante el uso de un espacio escénico en el que conviven íntimamente las tra- diciones ficticias donde los hombres han encontrado consuelo a los avatares de su mundo –la «Utopía» de Tomás Moro o la «Arcadia» de Sannazaro– con los distintos contextos generacio- nales presentes en la cruda realidad de la Argentina del proceso. Pero será un encuentro descompensado: es la reali- dad la que impone su ley, la que deter- mina los pasos a seguir, la que tomará cuerpo bajo la forma de una fantasía contaminada por su preclara crudeza a Figura 9: «Historia de Bosquivia», en Super- medida que va saliendo a flote. hum® no. 1 de julio de 1980. De este modo, la metáfora que per- dura hasta el episodio titulado «El de- ro Alsogaray, Gómez Fuentes, Fran- rrumbe» –no podemos ofrecer una divi- cisco Manrique... Por fin han caído las sión tan taxativa como demanda de un caretas y se revela la realidad humana cambio gráfico, pero sí hemos de seña- exorcizándose de este modo los demo- lar la importancia descorazonadora de nios. ¿Acaso existe un medio mejor este episodio que parece reflejar, al ha- para combatir el miedo que reírse de ber sido continuada la trama y no servir él? Una sociedad como la argentina de como colofón, las distintas dictaduras 1983, desesperada tras tantos pesares, vividas una y otra vez por Argentina–, penurias y sangre derramada, ¿qué te- como tal, elude manifestar el referente nía que perder? La sátira de «Bosqui- concreto del cual se nutre. Trata de via» no hizo más que cumplir con los mostrar, a través de los espacios cerra- preceptos aristofánicos –si se nos per- dos del bosque, como la charca donde mite extrapolar el concepto de un arte los pelícanos son explotados hasta la milenario a otro de reciente creación saciedad o el palacio del general Gori como es el nuestro–: asumir la voz de (uno de los pocos espacios urbanísticos los descontentos y, bajo la burla, mos- presentes de principio a fin en la obra), 230 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Política, militancia, represión e historieta en Argentina en los que da rienda suelta a sus deva- contra el país del medio; se establecerá neos, la vieja visión parabólica de una su lugar privilegiado dentro del con- sociedad representada no como paran- cierto internacional, con el mundial de gón de concordia, sino de enfrenta- la gambeta. miento, no como propuesta de igual- Con la llegada del presente, se termi- dad, sino de división interna –castas nó de conformar el carácter sincrónico opresoras y oprimidas–. Un mundo al de una fábula que dio buena cuenta de revés en el que más que la desgracia de la caída del régimen dictatorial argenti- un bosque remoto, se lamenta la suerte no y reflejó en sus alegatos finales la sa- de una suerte de nación, que si bien se lida hacia la transición democrática, un muestra a escondidas, no deja por eso nuevo mañana sembrado de dudas e in- de ser el contraejemplo, también tópi- certidumbres y para el que la historieta co, del paraíso creado en la tierra y que argentina se mostrará, en primera ins- para su desgracia, y la nuestra, se hunde tancia, reflexiva y escéptica –dados los en su propia miseria. mecanismos creativos desarrollados e Este lento crecimiento del referente impuestos durante este período–, pues tendría, en el discurrir de los episodios si alguna enseñanza moral legó ante to- de la serie, una consecuencia inmedia- do «Bosquivia» es la certeza de que el ta: su inclusión de pleno derecho dentro hombre es el único animal que tropieza de la amplia metáfora esbozada ante- dos veces con la misma piedra. riormente. El imaginarium propuesto concretará aún más su caracterización, Fierro, Historietas para pero no a través de las fórmulas semi- Sobrevivientes rrepresentativas empleadas hasta en- Luego de la guerra de las Malvinas, tonces, sino por medio de una imagen la sociedad comenzó a dejar de callar, y elaborada de lo real en la cual se mani- así, de la mano de Raúl Alfonsín, que festará abiertamente el devenir cotidia- dirigía la oposición radical, se organi- no de Argentina. De este modo, la ale- zaron protestas por la falta de informa- goría nace gracias a la inclusión de un ción sobre las Malvinas, y son instalar trasfondo evidente que determina y el tema en la opinión pública. Tras la marca el discurrir del bosque inventa- derrota, el gobierno había perdido cre- do: la política económica de Martínez dibilidad y la gente intentaba rebelarse. de Hoz, el terror social, el continuo am- Un hecho significativo: Galtieri decide biente bélico... Todos y cada uno de es- hablar en Plaza de Mayo, regodearse en tos actos capitales de la política social la masa, y aunque acude gran cantidad argentina de comienzos de la década de acólitos, los apoyos no son suficien- del ochenta tendrán su referente directo tes y días después se da por finalizado y determinado dentro del relato alegóri- el proceso de reorganización nacional. co que es «Bosquivia». Crecerá ahora Sacudida por la represión y el terroris- el urbanismo –las fábricas que cierran, mo de Estado, y con una deuda externa las casas destartaladas e insalubres– pa- sin precedentes, Argentina celebró, ra mostrar la podredumbre; se confor- después de una década, elecciones pre- mará su lugar en los mapas, con la inge- sidenciales en octubre de 1983. El ga- rencia del país de arriba en su lucha nador fue el candidato de la Unión Cívi- vol. 6, no. 24 231 H. Ostuni, F. García, N. Rodríguez Van Rousselt, J. Mora ca Radical (UCR), Raúl Alfonsín. Bajo de pensamiento progresista transversal su mandato la nación volvió a la demo- que cruzaba autores, lecturas y lectores cracia, con una serie de medidas que a en el intento de construir un país más largo plazo resultaron ser poco más que equitativo, asentado en la búsqueda de apaga fuegos: se reorganizaron las la verdad y el castigo a todos los culpa- Fuerzas Armadas; se enjuició a la anti- bles: algunas emisiones de las radios gua junta militar (Videla, Massera y Del Plata y Splendid, los diarios Sur, Agosti) por violación de los derechos Tiempo Argentino y después Página 12 humanos; se conformaron las leyes de y la revista Crisis, entre otros medios de obediencia debida y punto final, por las comunicación que incluyen a la por ese cuales no se realizarían más juicios a entonces naciente literatura de carácter los militares de menor rango; se rene- periodístico, que llegaría a transformar- goció la deuda externa; se instituyeron se en un boom editorial sin precedentes reformas fiscales y se estableció una en Argentina, que quería saber por qué nueva moneda, el austral, que, sin em- le pasaban las cosas que le pasaban. El bargo, apenas sirvió para detener una trascendental escenario histórico que le alta inflación que con el paso de los tocó protagonizar buscaba y necesitaba años derivó en la hiperinflación econó- una publicación de ese tipo. Y Fierro mica de Argentina. no solo estuvo a la altura, sino que su- Imbuida en este panorama, Fierro a peró todas las expectativas. La razón Fierro –o Fierro a secas, como se le co- principal de este suceso reside en el en- noció y reconoce popularmente– se foque periodístico impreso por su jefe constituyó como testigo de su tiempo, de redacción, Juan Sasturain, que con- como uno de los puntos de referencia a cebía las historietas como material sus- la hora de analizar una cotidianeidad ceptible de discutir el presente desde la puesta en tela de juicio a raíz de un pa- metáfora de la aventura. En Fierro, más sado que no debía volver a repetirse. que un fin en sí mismo, el cómic fue un Fierro, en consecuencia, poseía un per- medio. De divulgación histórica, de fil único que contenía y superaba al me- concientización cívica, de promoción dio historietístico, catapultándola como de los valores nacionales, de lucha y re- producto cultural desde donde poder sistencia; un canalizador de propuestas debatir la historia reciente, el valor de la e ideas abiertas al debate y al disenso, democracia y la responsabilidad ciuda- nunca autoasumidas como verdad reve- dana, el lugar de Argentina en el con- lada y absoluta. «Fierro es de los que la cierto de las naciones, su relación con hacen –escribió Sasturain en la presen- América Latina y con los factores de tación del no. 1. Materialmente hablan- poder –internos y externos– que presio- do, creadoramente hablando, página naban para mantener o adquirir prerro- por página, desde el diseño hasta el ad- gativas e imponer políticas de acción jetivo justo. Ahora hay que terminarla sociales y económicas. Con una posi- en el quiosco y en casa». ción ideológica asumida, la del peronis- Cuando Fierro ganó la calle en sep- mo de izquierda revolucionario que lle- tiembre de 1984, las heridas de Argenti- gó al poder con Héctor Cámpora en na sangraban profusamente y necesita- 1973, Fierro formó parte de un espacio ban ser curadas y comprendidas. En ese 232 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Política, militancia, represión e historieta en Argentina sentido Fierro se ocupó de cubrir con- niscente de la vanguardia francesa de flictos recientes y pasados hechos fun- Métal Hurlant, la historieta gauchesca dacionales. La ambiciosa, coral e in- argentina –«Fierro a fierro» era una de conclusa «La batalla de las Malvinas», las series publicadas en el clásico Pa- recuperando la figura del cronista béli- toruzito semanal–, el «Martín Fierro» co Ernie Pike, creación de Oesterheld y la denominación con que la resisten- y Hugo Pratt; «La Triple “B”» –Carlos cia solía referirse a las armas de fuego, Albiac y Félix Saborido–, con su re- bajo el calor del compromiso políti- creación del terrorismo de Estado en co-social. clave gráfica reminiscente del más ne- Paulatinamente coincidieron en Fie- gro Chester Gould; y el devenido pan- rro los consagrados Horacio Altuna, fleto peronista de Enrique Breccia, «El Muñoz y Sampayo, Fontanarrosa, Car- sueñero», dialogaban con la adapta- los Nine, Ricardo Barreiro, Solano Ló- ción de textos literarios agrupados ba- pez, Juan Giménez, Carlos Trillo, Do- jo el título bandera «La Argentina en mingo Mandrafina, Peiró, Hugo Pratt y pedazos», curado por el escritor Ricar- Sanyú, entre tantos otros. También fue- do Piglia –donde se presentaron las in- ron madurando nuevos valores como soslayables versiones de «El matade- Chichoni, Ciruelo, Eduardo Risso, Rep, ro» de Esteban Echeverría por Enrique El Tomi, el Marinero Turco, Pablo Fa- Breccia, y de «Operación masacre» de yó, Esteban Podetti, Pancu y los dos Rodolfo Walsh por Solano López–, y surgidos directamente de un concurso una efímera serie dedicada a rastrear lanzado a nivel nacional: Pablo de San- figuras míticas de la resistencia al po- tis y Max Cachimba. El gran logro de der establecido, como el anarquista ex- Sasturain fue mantener la unidad ética y propiador Severino Di Giovanni y los estética de tan disímiles materiales en bandidos rurales Bairoletto y Mate correspondido maridaje con la actuali- Cosido. Todo ello sumado a cientos de dad nacional, gracias a un ejercicio per- páginas ilustradas sobre el asesinato manente de contextualización de las del Che Guevara, la revolución mexi- historietas, favoreciendo las lecturas ar- cana, la guerra de la Triple Alianza y gentinas del material producido por ar- un largo etcétera, condimentado con tistas locales para el extranjero, como escritos que articulaban la historieta, el fueron «Sudor Sudaca» y varias sagas cine y la novela policial con el discur- de «Alack Sinner» –ambas de la dupla so político-social del momento, inclui- Muñoz-Sampayo–, «Ficcionario» –Altu- do el «Nunca más» –informe de la Co- na–, «Evaristo» –Sampayo-Solano Ló- misión Nacional sobre la Desaparición pez–, «El último recreo» –Trillo-Altu- de Personas durante la dictadura–, la na– y «Perramus» –Sasturain-Alberto actualidad del cómic uruguayo o la vi- Breccia–, entre tantas otras. Con este sión de los historietistas norteamerica- mecanismo, Fierro expandió «un espa- nos sobre América Latina. El formato cio nuevo [...] surgido de la necesidad de esta primigenia Fierro puede resu- de dar cabida a todas las formas del di- mirse, a grandes rasgos, en dos pala- senso ideológico, político e... inteligen- bras: tradición y modernidad. A las te, entre los que nos sentimos compañe- que fusionaba, desde su nombre remi- ros –no partidarios sino de un mismo la- vol. 6, no. 24 233 H. Ostuni, F. García, N. Rodríguez Van Rousselt, J. Mora do, más amplio– en la tarea de hacer más descorazonadas con la pauperiza- una historieta, una aventura, una ción de sus vidas y el vaciamiento de Argentina mejor», tal como anotó Sas- sus horizontes. Vectores que se profun- turain. Esta actitud fue valorada inclu- dizaron durante los dos períodos presi- so en la madre patria, España, sobre to- denciales del peronista Carlos Menem do a raíz de un pequeño episodio con la –1989-1995 y 1995-1999–, gerente del censura a principios de 1987. En ese establishment que llevó a cabo la revo- entonces, la Asociación de Profesiona- lución neoliberal más salvaje y san- les del Cómic de España –que reunía a grienta de las que se tenga memoria, notables del medio como Josep Tou- entregando el país a las empresas ex- tain, José María Berenguer, Javier Co- tranjeras, pervirtiendo su identidad y ma, Enrique Sánchez Abulí y Jordi condenando al hambre y al atraso a las Bernet, entre sus amplias filas– publi- futuras generaciones de excluidos y có una proclama en el diario El País, marginales. Ante la cultura menemista cuyo texto llegó hasta el despacho del de la farandulización, el individualismo propio Alfonsín. «Queremos subrayar y el éxito material como parámetros, el trascendental rol jugado por Fierro Fierro –al igual que las publicaciones –decía el comunicado– no solo en el de Columba, Record y otras editoriales campo de la creación artística sino independientes– sacrificó su identidad. también en lo que se refiere a la defen- Sus páginas albergaban buenas histo- sa de los derechos humanosyalapro- rietas, pero no conformaban unidad co- moción de una narrativa dibujada que mo revista. Tal vez sea un concepto al- contribuya eficazmente al progreso go difícil de comprender, pero en la ideológico de los pueblos». Argentina de empresas pobres maneja- Tras 47 números, en julio de 1988, das por empresarios ricos, o de dirigen- Sasturain abandona su puesto por razo- cias –políticas, eclesiásticas, sindicales, nes internas de la Editorial, siendo rem- etc.– que multiplicaban su capital sin plazado en sus funciones por Juan Ma- mediación del trabajo, este era solo un nuel Lima (director de arte) y Pablo de emergente de la fragmentación social Santis. La partida de Sasturain afectará que se venía. Para su quinto aniversario notoriamente la identidad trabajosa- Fierro ya había resignado su participa- mente construida por la revista, que irá ción en el mencionado espacio de pen- volcándose cada vez más a la búsqueda samiento progresista, asumiéndose des- gráfica por sobre la generación de con- de su editorial con «las mismas ganas tenidos que propicien el debate ideoló- de siempre de hacer la mejor historie- gico. Es cierto que este problema no se ta». ¿Y la Argentina mejor propuesta presentó únicamente ante las puertas de por Sasturain? Fierro, ya que la grave crisis económi- A pesar de todo, en este maremág- ca promovía la desterritorialización de num en el que Fierro era igual a Skor- la producción cultural y su remplazo pio, El Tony, Cóctel y/o Puertitas,lare- por paradigmas extranjeros, la globali- vista de La Urraca se acercó a cuestio- zación, que le dicen. Por otra parte, los nes ecológicas, la Guerra del Golfo y la ramalazos políticos de la crisis fueron caída del Muro de Berlín, albergó nue- desmovilizando a las masas, cada vez vas aventuras de «Alack Sinner» y la 234 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Política, militancia, represión e historieta en Argentina biografía de «Billie Holiday» firmadas periódico no pudo con su genio. En el por Muñoz y Sampayo, los dos «Parque título del álbum el nombre de la publi- Chas» de Barreiro y Risso, obras de So- cación es representado con letras y nú- lano López, Maitena, Nine, Fontanarro- meros que resumen su historia. La ba- sa y Oscar Grillo. Y «Caín» –Barrei- rra que separa las fechas es un puñal, el ro-Risso–, monumental fresco de la cero es un disco con cierre a cremalle- Argentina arrasada por el menemismo ra, la A de la palabra años es una cari- como continuidad política, social y catura del presidente Alfonsín, la E de económica de la última dictadura mili- la preposición está representada por el tar. Al llegar a su redondo número 100, general Videla y así sucesivamente. en diciembre de 1992, Fierro cerró sus Sin embargo, la situación general ha tapas con «muchas dudas, ninguna jac- cambiado. Las constantes crisis econó- tancia», según escribió Lima en la in- micas y políticas han dejado en el ca- troducción. Después vendrían dos li- mino las distintas publicaciones de la bros vanamente regurgitados en 1993. empresa; solo queda la revista madre, La revista de historietas más importante los últimos coletazos de Fierro, como de la Argentina contemporánea era his- hemos visto, y Humi, una revista talen- toria. Leyendo atentamente los ocho tosa de corta vida que rompió con los años de vida de Fierro, uno puede se- moldes usuales en las revistas para ni- guir el curso del país y sus habitantes: ños. Además, o principalmente, el pú- los altibajos políticos y económicos, el blico tampoco puede absorber lo que naufragio social, la metamorfosis de ofrece el mercado y las urgencias exis- esa nación soñada en este presente im- tenciales provocan la caída de publica- presentable. Al igual que las generacio- ciones en masa, quedando solo las de nes que lucharon por una sociedad me- bajo costo dedicadas a escándalos y jor y más justa, las historietas para so- chismes y algunas otras pocas tradi- brevivientes del terror, el miedo y el cionales. Pero lo peor no es esto. Ni oprobio no pudieron sobrevivir a las Hum®,niSuperhum®,niFierro,nisi- transformaciones implementadas du- quiera las otras que surgieron a su rante esta democracia que ya lleva más sombra, herederas de su modus ope- de veinte años a sus espaldas. Se perdió randi, fueron remplazadas por una in- una batalla muy importante, es cierto, dustria, la del cómic argentino, que ya pero después de todo, Fierro no tuvo daba muestras de su próxima ruina y tan mal destino. Más que una revista de miseria. El humor de los argentinos y historietas, terminó siendo un manual su sed de aventuras –de metáforas que de historia. llenen sus horas de desaliento– se ha- bía terminado y apenas sí sobrevivía Coda: el punto y final en los diarios de mayor tirada. Y es que, simplemente hemos de recono- Un acontecimiento emblemático: en cerlo, nadie ni nada pudo superar el va- 1988, Hum® cumple diez años de vida cío democrático y republicano que re- y lo festeja con una exposición y publi- presentó la desaparición gradual de las cando para la ocasión un lujoso álbum: mejores muestras de la historieta ar- «1978/1988, 10 años de Hum®». El gentina moderna. vol. 6, no. 24 235 H. Ostuni, F. García, N. Rodríguez Van Rousselt, J. Mora Notas trado van cubriendo la cuota. La empresa es floreciente. 1. «Acá, en cambio, la situación es muy otra. Ya 5. Nacida en julio de 1980 de la mano de insinuamos con anterioridad lo adversas que Andrés Cascioli, Superhum® se presenta suelen ser casi todas nuestras coyunturas para desde el inicio como una rara avis dentro del emprender una cruzada personal –porque es panorama de la historieta argentina, debido a personal siempre– contra el aburrimiento, a su manifiesto carácter contemporáneoyasu favor de la solidaridad y la especie humana en fórmula, no novedosa –ya había tratado un general. Sin embargo, con sus intentos signa- año antes de aplicarla en la revista El Péndu- dos por lo esporádico, por la incomprensión lo– sino interesante, de conjugar humor grá- de algunos editores y raramente por la genero- fico y series de aventuras, todo ello con la sidad de unos muy contados, la historieta mar- pretensión de salvaguardar las señas de iden- ginal no se resigna ni parece dispuesta a tidad de un arte en plena travesía del desierto. hacerlo. Por eso, recalcamos, la historieta marginal argentina no tiene conclusión» (Tri- llo y Saccomanno, 1980). Bibliografía 2. Sin embargo, y aunque a nuestro juicio he- Baschetti, Roberto: «Oesterheld y la historieta mos escogido las obras más acertadas para el política», en A. Ferreiro, F. García, H. Ostuni, análisis de cada período, es cierto que, bási- L. Rosales, Rodríguez Van Rousselt: «H. G. camente por problemas de espacio, dado el Oesterheld: maestro de los sueños (8). Un via- amplio número de muestras y los límites de je en el barco de la aventura», Revista Latinoa- nuestro ensayo, quedarán en el tintero no po- mericana de Estudios sobre la Historieta,v.6, cas obras definitorias de este modelo argenti- no. 23, La Habana, 2006. no de hacer historietas. Así, obras señeras David, Rock: «Argentina, 1516-1987. Desde la como «Las puertitas del señor López», «El colonización española hasta Raúl Alfonsín», loco Chávez», «Inodoro Pereyra», «Boggie Alianza Editorial, Buenos Aires, 1988. el aceitoso», «Alack Sinner»… quedarán re- Ferreiro, Andrés; García, Fernando; Ostuni, Her- legadas a un futuro análisis. nán; Rosales, Luis; Rodríguez Van Rousselt: 3. Al margen de «Latinoamérica y el imperia- «H. G. Oesterheld: maestro de los sueños (8). lismo. 450 años de guerra» la dupla Oester- Un viaje en el barco de la aventura», Revista held-Durañona desarrolló en los números 4 y Latinoamericana de Estudios sobre la Histo- 5deEl Descamisado dos episodios unitarios, rieta, v. 6, no. 23, La Habana, 2006. «La historia de los villeros: de la miseria a la García, Fernando Ariel: «Héctor Germán Oester- liberación»; y «Perón: la reconquista del go- held y la historieta militante», ¡Sonaste Mane- bierno». co! (revista digital sobre historietas producida 4. Todo esto sirvió de base para le expansión de por La Bañadera del Cómic: www.labanaco- Ediciones de La Urraca. El primer intento mic.com.ar), a. 1, no. 1, julio-septiembre de fue El Péndulo, precedido –si es un primer 2004. intento, no será que está seguido en vez de «Nunca Más», Informe de la Comisión Nacional precedido? Dejemos la nota así: «…El pén- sobre la Desaparición de Personas, EUdeBA, dulo, título de ocho números, que sirvió Buenos Aires, 1984. para…»– por cuatro apariciones dedicadas a Sasturain, Juan: «El domicilio de la aventura», la fantasía y la ciencia ficción, con relatos e Colihue, Buenos Aires, 1995. historietas del género. El título definitivo Trillo, Carlos y Saccomanno, Guillermo: «Histo- duró ocho números, pero sirvió para confir- ria de la historieta argentina», Record, Buenos mar el deseo del público de una historieta di- Aires, 1980. ferente. Cuando la decisión de continuar es Viniegra, Juan Manuel: «Latinoamérica y el im- tomada, el resultado es obviamente Super- perialismo. 450 años de guerra», recopilación Humo®. Horacio Altuna, Raúl Fortín, Limu- de las historietas de El Descamisado, Doeyo y ra, Tabaré, Carlos Trillo están entre los más Viniegra Editores, Buenos Aires, 2004. asiduos, más un corpuscambiar por conjunto Von Rebeur, Ana: «Breve historia de las publica- de periodistas –corpus = conjunto de textos, ciones humorísticas argentinas. Apogeo y caí- no de personas– de primerísimo nivel. Los da de la revista Hum®», Tebeosfera, edición compradores –lectores, OK: lectores– piden 021005, octava (especial Argentina), www.te- más: Sex Humo® y pronto Sex Humo® Ilus- beosfera.com, 2003. 236 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA HISTORIA

Los fanzines de historieta argentinos Apuntes para una historia 1979–2001

Roberto Barreiro Investigador, Buenos Aires, Argentina

Resumen Este artículo intenta dar una breve idea de la historia de las publicaciones amateurs de historietas o fanzines hechos en Argentina desde sus orìgenes en 1979 hasta el 2001. Plantea las condiciones cul- turales, tecnológicas y sociales que han permitido la proliferación y el recambio generacional de quienes los hacen y los consumen. Plantea la hipótesis de que existieron dos grandes oleadas de pro- ducción de fanzines en el período investigado: una entre 1986 y 1991 y la segunda entre 1996 y el 2001. Intenta destacar el trabajo de profesionales que comenzaron su carrera como historietistas o editores de historieta argentina dentro del fanzine. Y, en síntesis, pretende revalorizar un medio de comunicaciòn que es poco valorizado por el mundillo del cómic pero que ha tenido influencia en mo- delar el mapa actual de la historieta argentina.

Abstract This article tries to give a brief idea of the history of the amateurs publications of comics or fanzi- nes made in Argentina from its origins in 1979 until the year 2001. It outlines the cultural, technologi- cal and social conditions that allowed the proliferation and the generacional replacement of who make them and who consume them. It outlines the hypothesis that two big waves of fanzines produc- tion existed in the investigated period, one between 1986 and 1991 and the second between 1996 and 2001. It tries to highlight the work of professionals that began its career like authors or publishers of Argentinean comic inside the fanzine. And, in synthesis, it seeks to revalue a communication media that is little valorized by the comic world, but that had influence in modeling the current map of the Argentinean comic.

Tras casi treinta años de presencia ción irregular, han aparecido persona- constante en la historieta argentina, que jes de éxito popular, autores de talento y no se intente historizar a los fanzines de reconocimiento –aunque no siempre en comics es algo imperdonable para cual- la historieta– y algunos de los editores quier estudioso de la cultura popular y involucrados en el panorama de la his- especialmente del noveno arte que se torieta actual de Argentina. Por eso se precie. En todo este tiempo, en las pági- hace menester intentar hacer un breve nas de estas revistas no profesionales panorama que esboce títulos, tenden- –en tanto que no se cobra por el traba- cias, autores y períodos. jo–, distribuidas fuera del circuito co- Obviamente la tarea es muy comple- mercial, de tiradas ínfimas y produc- ja por la propia naturaleza del corpus vol. 6, no. 24 237 Roberto Barreiro tener el material completo de los fanzi- nes publicados, y por ende se complica el rastreo y trabajo sobre ese material. De hecho este trabajo no hubiera sido posible sin el aporte en su momento de coleccionistas que consideran que los fanzines son también formas válidas de historieta, y por ello han guardado los fanzines recolectados de una u otra ma- nera años atrás. A ellos mi más sincero agradecimiento.

Los primeros fanzines de historieta argentinos

En diciembre de 1979 aparecía en la ciudad de Buenos Aires el primer fanzi- ne sobre historieta hecho en Argentina: ¡Crash!, editado por el Círculo de Artes Visuales de Argentina y dirigido por el dibujante Leandro Sesarego. Su reduci- estudiado. El fanzine es visto como al- da tirada –hecha en fotoduplicación, go efímero incluso por los coleccionis- sistema que recién empezaba a popula- tas. Muchas veces carece de fecha de rizarse y que se convertiría en proceso impresión o algún tipo de registro edi- crucial para la profusión de los fanzi- torial. Su aparición esporádica hace que nes– y su limitada distribución hacen habitualmente fechar cada número sea que claramente pueda ser considerado una tarea ímproba. Su escasa distribu- el primer fanzine argentino dedicado ción hace que la gran mayoría sean fe- totalmente al mundo del cómic. nómenos locales, adscritos a una ciu- Tanto ¡Crash! como su contemporá- dad (esto ha mejorado en el tiempo pero neo Top! –publicado a partir de 1982 igual sigue siendo complejo). Final- por Luis Rosales– eran fanzines dedica- mente hay un menosprecio cultural por dos al estudio de la historieta y no a la parte de muchos participantes de la sub- producción de material original. Sin cultura del cómic, que los ven mera- embargo, su enfoque de estudio resulta- mente como productos de segunda ca- ba muy diferente del realizado hasta el tegoría, hecha por gente que no es ca- momento por otros estudios argentinos paz de hacer material de calidad profe- sobre la historieta, por ejemplo en la re- sional, cuando muchos lo consideran de vista LD que se publica durante tres nú- manera condescendiente como el pri- meros en 1968. Frente al modelo predo- mer paso para la verdadera creación. minante en las décadas del sesenta y se- Por todo esto, la conservación de estas tenta de analizar al cómic en clave es- revistas –sumadas a las bajas tiradas– tructuralista, al fin de descubrir en ellos hace muchas veces sumamente difícil los mensajes subyacentes y analizar 238 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Los fanzines de historieta argentinos efectos comunicacionales posibles de número el concurso «Fierro busca dos su lectura, los artículos en estos fanzi- manos». La idea era elegir un guionista nes apuntaban hacia la reconstrucción y un dibujante nuevo para publicar en la histórica de las historietas, el análisis de revista. La respuesta sobrepasó todas series, autores y géneros en su momen- las expectativas: centenares de jóvenes to histórico. Frente al punto de vista se- autores mandaron sus historietas, mu- miótico de gente como Oscar Massotta, chas de ellas de gran calidad. Fierro Ariel Dorfman, Oscar Steimberg, se respondería inventando un suplemento oponía la mirada del archivista, del que destinado a jóvenes autores llamado quería saber cómo y cuándo habían Óxido. Pero incluso esto no era sufi- aparecido las historietas para, a partir ciente para cubrir el clamor de toda esta de ahí, determinar el porqué –y no po- gente, ansiosa de explotar creativamen- ner ese por qué a priori como hacía LD, te en los comics. lo que podía llevar a conclusiones erró- Y se encontraron para poder hacerlo neas al obviar toda la dimensión históri- la difusión del sistema de fotoduplica- ca de producción y consumo en los aná- ción, que comenzaba a popularizarse en lisis–. Además, en el caso de Top! se ha- esa década. La fotoduplicación permitía cía patente una revaloración muy fuerte reproducir en una calidad aceptable di- de la historieta argentina, en tanto ele- bujos e ilustraciones, algo necesario ob- mento clave de una cultura popular ne- viamente en un fanzine de historietas. gada y reprimida por el gobierno militar Estos tres elementos –la efervescen- de entonces y que comenzaba justa- cia cultural tras la vuelta de la democra- mente a retomar el discurso cultural en cia argentina, la aparición de la revista medio del esperado retorno a la demo- Fierro y su acercamiento a buscar jóve- cracia. Retorno que influiría en la pri- nes autores y la difusión de la fotoco- mera explosión de los fanzines, como pia– ayudaron a desencadenar durante veremos a continuación. la segunda mitad de la década del ochenta una verdadera avalancha de La generación del 1986 fanzines, que algunos han llamado la generación del 86, porque fue en ese En septiembre de 1984 la aparición de año donde se alcanzó el punto álgido en la revista Fierro desencadenaría un cam- cantidad de publicaciones. bio cultural en la forma de entender la Podríamos establecer entre los fanzi- historieta para mucha gente. Desde sus nes de esos años una clasificación en comienzos la revista aspiró a renovar la tres subgrupos, determinados en torno a historieta nacional, y apuntó a un públi- sus contenidos, si bien esto no era algo co adulto que en esos años de vuelta a la rígido. En primer lugar teníamos los democracia quería nuevas formas y nue- fanzines sobre historieta, herederos de vos contenidos tras los años de la sequía ¡Crash¡ y Top!, que apuntaban a infor- cultural que trajo el régimen militar. La mar e investigar sobre la historieta. Re- gente estaba ansiosa de leer cosas nue- vistas como Comiqueando, Akfak y vas... y también de participar. Fandom cubrieron este espacio. Eso lo descubrieron los editores de la El segundo subgrupo correspondía a revista cuando lanzaron en su segundo las revistas cuya estructura gráfica y vol. 6, no. 24 239 Roberto Barreiro Loco, Surmenage, Panqueque, Under Comix, HGO, Tren, etc., publicaban un material de corte mayoritariamente na- rrativo, usando géneros y estilos simila- res a los de las revistas comerciales de esos años –Fierro, Skorpio, Zona 84, Cimoc, etc.–. Muchos de quienes publi- caban en ellas intentaban entrar en las revistas profesionales –y de hehco hubo quienes lo lograron. El tercer subgrupo lo componían aquellos fanzines que apuntaban a esté- ticas más experimentales. Su espejo eran los comix underground america- nos de las décadas del sesenta y setenta, y revistas europeas de estética vanguar- dista como El Víbora, Cairo, Fluide Glacial, Frigidaire, etc., revistas que apuntaban a ser revulsivas tanto en for- ma como en fondo en los comics. Tras esa idea, revistas como Squonk!,elCer- do Pancho, Maldita Garcha, Araca, Cala, Jaca, Carlitos, etc., se abrieron un espacio como proveedoras de histo- rietas raras, extrañas, de un humor ab- surdo y de estilos poco convencionales. A fines de la década del ochenta el movimiento fanzinero venía consoli- dándose en calidad –si bien reduciendo el número de sus publicaciones– y pres- tigio. El evento Buenos Aires No Duer- me de 1988 –posiblemente el mejor ex- ponente de lo que fue la movida argenti- na de la década del ochenta– fue el lugar de mayor y mejor exposición del fenó- meno cultural. Varios de los autores de fanzines comenzaban a aparecer en pu- blicaciones profesionales que les daban cabida más y más. Incluso algunos fan- zineros comenzaban proyectos editoria- les más profesionales, como la fallida re- formal era similar al de las revistas de vista Reo, dirigida por dos números por historieta comerciales publicadas en Marcelo Ciccone, anteriormente editor esos años. Fanzines como ONo, Poco del fanzine Surmenage. En un fanzine 240 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Los fanzines de historieta argentinos cuyo único número salió en 1990 llama- do Arkham aparecía la primera historia de un personaje imprescindible para ha- blar de la historieta argentina de la déca- da siguiente: Cazador. Y en medio de la euforia, llegó la hi- perinflación. Los precios se dispararon y la actividad económica sufrió tremen- damente. Y por supuesto esto importó en un producto de importancia –al me- nos desde le punto de vista del consu- midor– como el fanzine. Curiosamente, sin embargo, el cho- que no fue tan profundo, y hasta 1991 seguirían haciéndose fanzines con una cierta presencia, especialmente en el in- terior de Argentina. La hiperinflación había sido un golpe muy fuerte, pero no letal. Otros factores, sin embargo, hi- cieron que para 1993, los fanzines casi desaparecieran del mapa historietístico argentino. El primer factor fue consecuencia del cambio sociopolítico que vino de la ma- no del gobierno de Carlos Menem. Su apuesta a la apertura del mercado de bienes y servicios y la consecuente re- bajas de aranceles de importación, más un dólar bajo, permitió la entrada a Argentina de revistas de historietas ex- tranjeras a bajo costo y con calidades de impresión muy superiores al producto local. Esto afectó las ventas de las re- vistas locales, tanto profesionales como fanzines. ¿Para qué pagar tres pesos por un material local si por esa plata se con- seguían productos extranjeros de cali- dad de impresión mayor? Otro factor fue el agotamiento comer- cial de la revista de antología que imperó rias completas. El público lector de Fie- en la década del ochenta. Su público o rro –que había sido la base del público abandonó por completo el cómic o bien lector de los fanzines– se había marcha- prefirió pasarse a la compra de álbumes do y todavía no había un remplazo. recopilatorios donde aparecían las histo- Por estos factores, para 1993 la gene- vol. 6, no. 24 241 Roberto Barreiro ración del 86 había abandonado los tranjero de manera casi exclusiva, u op- fanzines. Algunos se convirtieron en tar por la salida total de la producción profesionales –artistas o editores– del historietística. Las posibilidades de cre- género. Otros buscaron trabajo en la cimiento profesional de nuevos autores ilustración o la publicidad. Otros senci- estaba vedada, a diferencia de la década llamente se alejaron por completo de del ochenta, donde era posible profe- los fanzines. sionalizarse a partir del fanzine. El fan- ¿Había muerto el fanzine de historie- zine ya no era un paso previo e inicial tas? No, porque otros factores aparec- en el crecimiento profesional, era la ían y anunciaban la creación de una se- única posibilidad de publicar. Y los gunda generación fanzinera. nuevos autores lo entendieron clara- mente, y fueron muy cuidadosos con Los chicos AHI sus revistas, al punto de no aceptar pro- puestas para profesionalizar su material En 1994 aparece el primer número del que no les permitieran controlar los de- fanzine que sería la cabezada playa del rechos de esos personajes. desembarco de la segunda oleada fanzi- La única excepción exitosa de auto- nera argentina: la revista Catzole! Su an- res relativamente nuevos en esta década dadura marcó el inicio de la aparición de la conformaron dos antiguos fanzineros un nuevo grupo de autores decididos a con un personaje aparecido en 1990 en editar por su cuenta sus comics. Pero el el fanzine Arkham. Jorge Lucas y Ser- contexto en que estos aparecerían había gio Ramirez –más los aportes de Ariel cambiado y, por ende, también sus res- Olivetti y Sergio y Renato Cascioli– re- puestas ante estos como faneditores. cuperaron al personaje Cazador para re- En primer lugar, la apertura econó- convertirlo en el protagonista de un co- mica del gobierno de Carlos Menem mic-book de un humor brutal, satírico y había traído –como dijéramos más arri- de mal gusto que fascinó al público ba– la progresiva desaparición de las adolescente de esos años. La mirada revistas comerciales de historietas he- salvaje a personajes públicos del perío- chas en Argentina, sometidas a una do y a personajes de la cultura popular competencia imposible en términos de argentina e internacional y un humor impresión con el material llegado del escatológico y poco sutil, le dio a Caza- extranjero. La revista Fierro cerró en dor el estatus de ícono menor de la dé- 1993, la Editorial Record cerró en 1996 cada del noventa y les garantizó cierto tras una larga agonía, y hasta la podero- éxito a sus autores. Pero fue un oasis de sa Editorial Columba –que hasta la dé- nuevos autores en el desierto de la his- cada del ochenta tenía grandes tiradas– torieta nacional de esos años. fue lentamente sucumbiendo ante la Otro de los cambios llegó de la mano nueva realidad –sumada a erróneos ma- del remplazo del modelo de la antología nejos editoriales– que se imponía. Los de autores por el comic-book con una muchos profesionales del cómic argen- única historia y generalmente de super- tino terminaron así por migrar definiti- héroes. Los comic-books editados por vamente en lo laboral –y a veces inclu- Editorial Perfil a principios de la déca- so físicamente– para trabajar en el ex- da del noventa –y que eran traducidos y 242 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Los fanzines de historieta argentinos comentados por antiguos fanzineros, que habían editado en 1986 el fanzine Comiqueando– fueron la lectura a par- tir de la cual muchos de los fanzineros empezaron con los comics. Y por ende, con la aparición de los nuevos fanzines, el género de los superhéroes –que en los años anteriores solo aparecía casi de manera exclusiva como parodia– se convirtió en parte importante de las ofertas fanzineras de esos años. Y, fren- te a la proliferación de historias cortas sin personaje fijo de los fanzines de la generación del 86, los nuevos fanzines tenían la preponderancia de uno o va- rios personajes con historias que conti- nuaban –o pretendían continuar– nú- mero a número. Un factor permitió consolidar el sis- tema de distribución de las revistas. La aparición de la comiquería o tienda es- pecializada en comics. Copiadas del modelo norteamericano y amparadas por los bajos costos de la importación de material extranjero, las comiquerías crecieron en las principales ciudades de Argentina, y ofrecieron diversidad de material a los aficionados a la historie- ta. Como muchos de esos aficionados conformaban una buena parte de la base de sustentación de los fanzines desde siempre, las comiquerías les dieron a los faneditores el espacio –mínimo, de- bemos reconocer, pero igualmente im- portante– para que sus revistas fueran vistas y compradas por quien estuviese interesado. Frente a la errática distribu- ción de los fanzines de la generación que los nuevos autores aprovecharían. anterior, los nuevos fanzineros tenían Así como la fotoduplicación fue un ele- un cierto circuito ad hoc donde mostrar mento que ayudó a la aparición de nue- sus productos, lo que redundaba en ma- vos fanzines en la década del ochenta, la yor facilidad para encontrarlos, y por masificación en la del noventa de las ende en mayor visibilidad. computadoras personales permitió a los En la edición también hubo adelantos faneditores diseñar de manera más profe- vol. 6, no. 24 243 Roberto Barreiro que curiosos –que nunca hubieran com- prado «esos pasquinitos mal diseñados en fotocopia»– se interesaran en darles una ojeada a estos nuevos productos. Finalmente, otro factor a tener en cuenta fue que muchos de los partici- pantes de los fanzines de la década del ochenta habían mutado para esos años en participantes del mundillo historie- tístico profesional. Como autores, edi- tores o dueños de comiquerías, estas personas dieron espacio en mayor o menor medida a los nuevos faneditores para exhibir sus revistas, difundir sus apariciones –a destacar en ese ámbito la labor de la revista Comiqueando, muta- ción del fanzine del mismo nombre que de 1994 al 2001 le dio espacio a publi- car la aparición de material fanzinero, con direcciones inclusive–, darle espa- cio en convenciones de comics y hasta tratar de hacer posible profesionalizar de alguna manera a los autores más des- tacados dentro de este movimiento. Todos estos factores explican la apari- ción de un sinnúmero de nuevos fanzi- nes entre 1994 y el 2001: revistas como Catzole, Moshpit Posse, Kamikaze, Elvisman, El Tripero, Falsa Modestia, Océano y Charquito, Kapop, Atiza, Mo- ron Suburbio, Nikol Shangai, TurboPe- ludos, por nombrar solo algunos. Entre ellos se generó un amplio espectro de di- bujantes y guionistas, muchos ellos de la suficiente calidad para haberse profesio- nalizado, de existir un mercado nacional de revistas de historietas profesionales en esos años. Y eso se reflejó en sus ven- tas, que llegó a alguno de ellos –Catzole sional sus revistas, dándoles muchas ve- y Falsa Modestia por citar solo a dos– a ces un acabado que no deslucía –y que in- vender arriba del millar de ejemplares, cluso avergonzaba– a revistas comercia- una cantidad impresionante para revistas les, incluso usando la fotoduplicación co- con distribución tan limitada. mo método de impresión. Esto permitía Con el aumento de los fanzines pu- 244 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Los fanzines de historieta argentinos blicados, los faneditores empezaron a generar –igual que en la generación an- terior– vínculos y redes informales. Pe- ro en 1998 estos mismos faneditores fueron un paso más allá al conformar una asociación formal para unir a los editores de fanzines. Así se generó la Asociación de Historietistas Indepen- dientes (AHI), entidad que llegó a agru- par a casi ochenta fanzines. Si bien se habían intentado años atrás generar or- ganizaciones similares –como el Círcu- lo de la Historieta y el grupo Los Cua- dronautas–, esta fue la primera vez en que un grupo importante de faneditores trabajaron de manera conjunta en una organización de estas características. El AHI organizó una biblioteca de lectores, organizó eventos, ayudó a ex- plicar cómo hacer una revista a quienes querían producir una, envió a un repre- Aquí detenemos nuestra mirada so- sentante a una convención de comics en bre los fanzines. Si bien luego de la re- México y fomentar en general la rela- cuperación económica argentina han ción entre los autores y faneditores en- aparecido nuevos fanzines, este autor tre sí y con el público. Desgraciada- no puede evaluar cómo se han desarro- mente se generó en lo interno una sepa- llado por una cuestión de índole perso- ración entre aquellos faneditores que nal. Es de suponerse, sin embargo, que querían que el AHI se mantuviera como el auge de internet y la posibilidad de una suerte de confederación de perso- hacer páginas web con imágenes de nas independientes y aquellos que pre- manera relativamente sencilla –lo que ferían organizar el trabajo de maneras además permite una distribución mu- más uniformes, con formatos similares cho más amplia de los contenidos que y estructuras más acordes a una edito- cualquier fanzine puede soñar– ha traí- rial que a un conjunto de estas. Eso, su- do una caída del fanzine impreso a fa- mado a los roces personales terminó vor de estos nuevos formatos electróni- por eliminar a fines de 1999 –o sea a cos. Pero es claro que el espíritu del apenas un año de la conformación for- fanzine, ese que dice que cualquiera mal de la asociación– al experimento. puede hacer us propia historieta y lo- Tras la desaparición del AHI, la pro- grar que otros se interesen por ella, está fusión de fanzines continuó hasta que la presente en estos nuevos formatos. crisis general del sistema económico El fanzine no solo ya ha nacido para implantado por Menem a finales del quedarse: forma parte integral de la cul- 2001 determinó el forzoso parate de tura del cómic en Argentina, así como muchos de estos fanzines. en el resto del mundo. vol. 6, no. 24 245 HISTORIA

Los últimos 15 años de la historieta argentina

Andrés Accorsi Investigador, Buenos Aires, Argentina

Resumen Mientras se acerca a su centenario, la historieta argentina lleva varios años tratando de recupe- rarse de la crisis más profunda de su historia, lógico –pero no por eso menos abisal– correlato de la crisis que sacudió al país en el inicio del nuevo milenio. El colapso del 2001-2002 puso fin a una déca- da de importante transición, con fenómenos, búsquedas y hallazgos muy propios. Esta es apenas una mirada excesivamente cercana a lo que fueron.

Abstract While it comes closer to its centennial, the Argentinean comic already for several years it is being about recovering of the deepest crisis in its history, logic –but not for that reason less abyssal– conse- quence of the crisis that shook to the country in the beginning of the new millennium. The collapse of 2001-2002 put an end to a decade of important transition, with phenomena, searches and very cha- racteristic discoveries. This is hardly an excessively near look to what was.

La historieta, que fuera sin duda una do nuestro noveno arte. Esto no consti- de las artes genuinamente populares, tuye un dato novedoso ni mucho me- masivas, fértiles y prósperas del siglo nos, pero aquella tendencia, iniciada XX, está completamente al margen de tímidamente por José Luis Salinas y su los hábitos de consumo de los argenti- «Cisco Kid» en la década del cuarenta, nos. Y esto es así desde mediados de la representa hoy un porcentaje abruma- década del ochenta. dor de la producción argentina de his- Hoy la historieta argentina existe torietas. solamente fuera de nuestras fronteras: La década del noventa marcó un cor- nuestros dibujantes y guionistas conti- te profundo que alejó definitivamente núan con éxito sus carreras en publica- del gusto del público local a los histo- ciones extranjeras que el público ar- rietistas argentinos más famosos en Eu- gentino desconoce, en un proceso que ropa, remplazados en gran medida por –si bien permite la subsistencia de un la ingente proliferación de historietas creciente número de artistas– horada extranjeras –especialmente norteameri- irreversiblemente cualquier sesgo de canas y japonesas– y por toda una serie identidad local que pudiera haber teni- de pequeñas aventuras editoriales ges- 246 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Los últimos 15 años de la historieta argentina tadas en el país con distinta suerte. Qui- do la editorial quebró definitivamen- siera centrar los próximos párrafos en te. Poco después, una de las empresas ese particular proceso. acreedoras lanzó una línea de co- mic-books con cuidadas rediciones 1990-1994 cronológicas de «Nippur», «Dennis Martin», «Gilgamesh», «Savarese» y Para eso es preciso ubicarnos en «Mark», pero la situación económica 1990 y recorrer brevemente un panora- del país impidió que el proyecto llega- ma que abarcaba, en primer lugar, a ra a buen puerto y estos legendarios una Editorial Columba –hogar de la personajes desaparecieron sin dejar mítica El Tony, más D’Artagnan, Fan- rastros a mediados del 2001. tasía, Intervalo y Nippur– anclada en En segundo lugar tenemos a Edicio- las fórmulas que la habían llevado al nes de la Urraca, liderada por Andrés éxito en décadas pasadas, pero sin nin- Cascioli y hogar de la revista Humor gún contacto con la profunda renova- (famosa por su irreverente estilo de re- ción a nivel mundial que había sufrido sistencia política frente a la dictadura el cómic entre 1975 y 1990. Aislada en militar de 1976-1983) y de Fierro,la sí misma, Columba se limitaba a per- antología de historietas para adultos petuar personajes, temáticas y estéti- que desde 1984 seguía las fórmulas de- cas pretéritas, lo cual restringía seria- sarrolladas por prestigiosas revistas eu- mente la posibilidad de sumar nuevos ropeas como Circus, Comic Art, lectores y resultaría, a mediano plazo, L’Eternauta o El Víbora, pero sin dejar letal. El efecto más inmediato tampoco de apostar a los nuevos talentos que sur- fue alentador: toda una generación que gían en el medio local, muchos de los empezó a leer historietas en 1990 des- cuales triunfarían más tarde en todo el conoce la obra –presente y pasada– de mundo. Para 1990, sin embargo, las autores fundamentales como Robin ventas de Fierro no eran para nada aus- Wood, Alberto Salinas, Carlos Casa- piciosas, y Cascioli lanzaba otras dos lla, Carlos Vogt, Lucho Olivera y otros revistas que podrían eventualmente clásicos colaboradores de las revistas remplazarla. En la primera, Hora Cero de Columba. –título rescatado de la exitosa publica- En 1993 soplaron vientos de cam- ción de Editorial Frontera, dirigida por bio en la otrora próspera editorial. Sin Héctor Oesterheld a fines de la década embargo, los intentos de Columba por del cincuenta–, reunió a varios autores remozar sus publicaciones llegaron de aventuras que trabajaban en estilos tarde y fueron mal recibidos por el pú- clásicos. Juan Giménez, Ricardo Ba- blico. Pronto se volvió una vez más a rreiro, Oswal, Horacio Lalia, Carlos las fórmulas tradicionales, agravadas Albiac y algunos otros –incluyendo a por una crisis financiera que forzaba a algunos extranjeros, como Chester la editorial a republicar viejos episo- Gould y José Ortiz– intentaron revivir dios en remplazo del material inédito. la ilustre tradición del título, pero solo Aún así, las veteranas antologías de duró seis números. Columba llegaron ininterrumpida- En la segunda nueva revista, País mente hasta mediados de 2000, cuan- Caníbal, Cascioli reunió a los autores vol. 6, no. 24 247 Andrés Accorsi mento Cascioli lanzó el no. 1 de Caza- dor,uncomic-book creado por Jorge Pereira Lucas –una de las figuras pro- minentes del movimiento under- ground de fines de la década del ochenta– y Ariel Olivetti, un notorio ilustrador convertido en historietista. Cazador, claramente inspirado en la versión de Simon Bisley del personaje Lobo –de la DC Comics–, inauguró una tendencia que se impondría a lo largo de la década del noventa: la adopción de temáticas y estéticas deri- vadas de los superhéroes norteameri- canos y del formato de comic-book. En 1994, después de siete u ocho nú- meros de periodicidad irregular y pro- Figura 1: Viñeta de «Viejos canallas» de Car- los Trillo y Roberto Mandrafina. ducción caótica, la notable mejora en las ventas permitió a Cascioli apostar fuerte por Cazador: la revista comenzó más experimentales tanto de Fierro co- a publicarse en colores y poco después mo de Humor, para crear una revista se estructuró un cronograma de trabajo muy interesante, llena de historietas serio, que garantizaba la periodicidad modernas y transgresoras. Pablo Fayó, mensual del producto. La apuesta resul- O’Kif, Esteban Podetti, Cuk, Agustín tó exitosa a medias: las ventas subieron Comotto, El Niño Rodríguez, más di- meteóricamente y Cazador logró un bujantes de Humor, como Pancu, Spósi- éxito espectacular, basado en gran me- to y Pablo Zweig –un argentino que ini- dida en la fidelidad de un público que ció su carrera profesional trabajando en habitualmente no consumía historietas, Alemania– parecían haber encontrado pero que se dejaba atrapar gustoso por un lugar donde expresarse. Pero las ba- la estética cruda, agresiva y marginal de jas ventas liquidaron a País Caníbal Cazador. Sin embargo, la estricta perio- tras su tercer número. Con ambos pro- dicidad mensual –y más tarde trisema- yectos fracasados, Cascioli decidió nal– mató la calidad de la revista, al for- mantener viva un tiempo más a Fierro, zar al equipo creativo –del que se había la única revista con un público fiel, aun- retirado Olivetti– a producir cientos de que decreciente. páginas sin inspiración, apresuradas, El inevitable cierre de Fierro llegó a sin historias originales, y con decre- fines de 1992, en el histórico número ciente atención a los fondos, el color y 100, y en el acto desaparecieron de la la anatomía. Gradualmente se fueron percepción pública, casi como si nun- incorporando más y más efectos de ca hubiesen existido, la inmensa ma- Photoshop e incluso imágenes escanea- yoría de los autores cuyas obras solían das de otras revistas y libros. publicarse allí. Pero en ese mismo mo- En 1996 Cascioli decidió ampliar su 248 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Los últimos 15 años de la historieta argentina línea de publicaciones, en busca de un suceso que compensara la caída en las ventas de Humor y SexHumor, una ver- sión de la veterana revista, centrada en el erotismo. Se volcó desde luego por un producto que se asemejara lo más posible a Cazador –su único título exi- toso– y así surgió Cazador Comix, una efímera antología en formato co- mic-book, con historias breves reali- zadas por el mismo equipo que produ- cía Cazador, rediciones de material ex- tranjero y trabajos de un joven autor que acababa de debutar en las páginas de la revista Comiqueando y que había captado rápidamente la atención de los lectores y del editor: Fernando Calvi. Calvi, a pesar de su corta edad, tenía un sólido background cosechado a lo largo de varios años de trabajo en un importante estudio de animación, y además había colaborado con Carlos Trillo en los guiones de varias series destinadas al mercado italiano, tales co- mo «Borderline» y la exitosa «Cyber- six». Tras su debut como autor comple- to en Comiqueando, Calvi fue contrata- do por La Urraca para integrarse al Figura 2: Página de «Osvoldo» de Gustavo equipo de Cazador, y para realizar his- Sala. torias breves en Cazador Comix. Pron- to obtuvo su propio comic-book, Mega- tinuar produciendo para Cascioli, ya man! –una ingeniosa e hilarante paro- que el editor les adeudaba varios me- dia de los superhéroes norteamericanos ses de paga. Jorge Lucas y su equipo de la década del sesenta y del estilo na- recalaron entonces en una pequeña rrativo de Stan Lee–, pero las ventas no editorial independiente, donde realiza- cumplieron con las altas expectativas ron un puñado de números de El Dié, de Cascioli y el cómic fue cancelado un cómic con Diego Maradona como luego de su tercer número. protagonista, en la línea cruda y visce- La violenta y polémica aventura de ral de Cazador. A fines del 2000 el au- Cazador terminó abruptamente a fines téntico Cazador reapareció con un de 1999 –semanas después de la can- nuevo no. 1, ahora en la poderosa Edi- celación de la veterana Humor, tras torial Perfil, y con varios cambios en el veintiún años y más de quinientos nú- equipo creativo. La nueva etapa no lle- meros–: los autores se negaron a con- gó a cumplir un año de vida y naufragó vol. 6, no. 24 249 Andrés Accorsi venían dando tímidamente desde 1987, y que pondrían a Skorpio en condicio- nes de competir otra vez por la vanguar- dia del mercado. En pocos meses el plantel de Skorpio se vio reforzado por nuevas series de Ricardo Barreiro y por el creciente aporte de dos nuevos guionistas: Walter Slavich y el magistral Eduardo Mazzi- telli. También se sumaron dibujantes de talento como Rubén Meriggi –una de las estrellas de Editorial Columba–, y regresaron varias figuras que se habían alejado de la editorial a principios de la década del ochenta, como Horacio La- lia, Lito Fernández y Lucho Olivera. Ellos, junto a Juan Zanotto, Enrique Breccia, Quique Alcatena y varios au- tores jóvenes surgidos del underground –entre los que se destacó rápidamente Leonardo Manco–, se convirtieron en la espina dorsal de una etapa de Skorpio rica en experimentación, excelentes Figura 3: Cuadrito de Maitena Burundarena. historias y ventas crecientes. Esto motivó a Scutti a probar suerte con nuevas publicaciones en 1991, y no ante la indiferencia del público en al- tuvo mejor idea que repetir la experien- gún momento del 2001. cia de Cascioli del año anterior. El esti- La tercera etapa de este recorrido nos lo de aventuras clásicas cobró protago- lleva a Ediciones Record, la empresa de nismo en Tit-Bits, una revista de conte- Alfredo Scutti. Record era, además del nido genérico y poco interesante que hogar de la veterana revista Skorpio –excepto por la redición de un clásico –fundada en 1974–, una actividad com- de Oswal y Albiac– parecía estar com- plementaria, supeditada a la verdadera puesta por sobras de Skorpio. Solo duró fuente de ingresos de Scutti: la venta de siete números. El estilo experimental historietas de autores argentinos a edi- –representado por muchos de los cola- toriales europeas, especialmente a la boradores de País Caníbal, más Pez, italiana Eura Editoriale. Aun así, la ac- Max Cachimba, Ignacio Noé y los ex- tividad de Record como editorial tuvo tranjeros Moebius y Richard Corben– momentos de gran prosperidad econó- recibió su propio título, El Tajo. Pero mica y grandes logros creativos... que las bajas ventas hicieron que se desan- para 1990 habían quedado ya muy le- grara tras solo 10 números. jos. Es entonces que Scutti decide pro- Para mediados de 1992 solo Skorpio fundizar una serie de cambios que se quedaba en pie. Scutti había perdido las 250 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Los últimos 15 años de la historieta argentina

Figura 4: Viñeta de Roberto Fontanarrosa. ganas de experimentar y se dedicó sim- a lo largo del primer año se fue exclu- plemente a mantener la veterana revista yendo gradualmente el material humo- en un nivel de ventas aceptable. Para rístico –a cargo de Tabaré, Ceo y otros– 1995 esto ya resultaba imposible, y a fi- en favor de historietas más serias. Tri- nes de ese año Skorpio desapareció de llo y su viejo amigo Guillermo Sacco- los kioscos tras veintiún años y 235 nú- manno escribían todas las series, apo- meros. Tal como había sucedido unos yados en el talento narrativo de artistas años atrás con Fierro, desde la cancela- como Horacio Altuna, Eduardo Risso, ción de Skorpio el público argentino no Carlos Meglia, Cacho Mandrafina, ha vuelto a tener acceso a la obra de la O’Kif y Jorge Zaffino, entre otros. inmensa mayoría de los artistas que co- Puertitas también ofrecía material de laboraban en esa publicación. autores extranjeros –especialmente de De aquí nos quedan por repasar dis- Jordi Bernet, Milo Manara, Joe Kubert, tintos emprendimientos, muy disímiles Vittorio Giardino y los hermanos Her- entre sí, pero unidos por un factor co- nández–, pero a pesar de la calidad ge- mún: ninguno surge de las editoriales neralmente alta, no logró superar el no. tradicionales, sino más bien de editores 48 y desapareció en 1994. incipientes, muchas veces centrados en Ya antes del cierre de Puertitas Trillo publicar material de su propia creación. había unido fuerzas con otro editor in- El primer intento que vale la pena ser dependiente, Javier Doeyo, con quien mencionado es el liderado por el mun- coeditó varios comic-books de «Cyber- dialmente famoso Carlos Trillo, quien six» y una antología de historieta eróti- en 1989 se convierte por primera vez en ca llamada «Supersexy». La unión en- editor, con el lanzamiento del no. 1 de tre Trillo y Doeyo se continuó más allá la revista Puertitas. En un principio la de 1994, con ediciones argentinas de revista ofrecía una mezcla entre histo- varios de los éxitos de Trillo para el rietas humorísticas y de aventuras, pero mercado europeo, como «Cybersix», vol. 6, no. 24 251 Andrés Accorsi dríguez, Juan Giménez y Sanyú com- partieron las páginas de Cóctel. Pero el costo de mantener a ese elenco mul- tiestelar fue demasiado para una edito- rial pequeña y Cóctel desapareció, pa- ra volver unos meses más tarde con otros siete números, esta vez com- puestos mayoritariamente por redi- ciones de material extranjero. Antes, durante y después de su alian- za con Trillo Doeyo publicó todo tipo de comics, desde material humorístico de autores vanguardistas hasta recopi- laciones de clásicos de Alberto Breccia, Muñoz, Mandrafina y Alcatena. Tam- bién editó El Dié –con Lucas y el equi- po de Cazador–, sketchbooks de gran- des artistas argentinos, material de Oes- terheld que permanecía inédito desde la década del cincuenta, y hasta parodias pornográficas de «Dragon Ball», «Sai- lor Moon» y otros comics japoneses muy de moda en la década del noventa. Sin embargo su escasa pericia en mate- ria comercial logró que ninguna de sus publicaciones alcanzara la repercusión Figura 5: Página de Dany the O. que se esperaba de ellas. La editorial de Doeyo cambió muchas veces de nom- «Boy Vampiro», «Borderline» y «Clara bre y actualmente sigue en carrera, con- de noche». Pero, paradójicamente, es- centrado en el rescate de clásicos perdi- tos best-sellers europeos no lograron dos de Breccia y Oesterheld. nada similar a una buena acogida entre En 1992 otro proyecto independiente el público local y ninguno llegó a publi- contribuyó a la tendencia iniciada por carse en su totalidad. Cazador: Tres Historias,unco- Javier Doeyo, por su parte, fue el mic-book editado por el historietista motor de uno de los proyectos inde- Sanyú, presentaba una colección de su- pendientes más importantes de 1991. perhéroes argentinos de marcadas re- En la revista quincenal Cóctel Doeyo semblanzas con sus pares norteameri- reunió a los mejores artistas de todas canos, y un equipo integrado por varios las editoriales y todos los géneros. Du- autores jóvenes, entre los que destaca- rante sus seis números de vida, Fonta- ban Jorge Lucas –quien pronto abando- narrosa, Alberto Breccia, Risso, nó el proyecto para concentrarse en Ca- Oswal, Alcatena, Mazzitelli, Muñoz y zador– y Edu Molina. Sampayo, El Tomi, Fayó, El Niño Ro- Tres Historias no logró ni por asomo 252 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Los últimos 15 años de la historieta argentina la repercusión de Cazador y el proyec- to naufragó tras un puñado de núme- ros. Sin embargo Sanyú reincidió y lanzó un nuevo comic-book, Animal Urbano, esta vez con un sólo persona- je protagónico y un sólo equipo creati- vo, integrado por Edu Molina y el guionista Guillermo Grillo. Animal Urbano inició su andadura en 1993 y fue uno de los pioneros indiscutidos en el rubro de los comic-books argenti- nos. La combinación entre la estética oscura de , peleas entre monstruos, logrados desarrollos de personajes y una sensibilidad clara- mente argentina, le permitió a Animal Urbano generar un público fiel y entu- siasta, sobrevivir a tres cambios de editorial y mantenerse vigente hasta su cancelación definitiva, a fines de 2001.

1994-2001

Para 1994, un fenómeno externo al proceso creativo y editorial propiciaría la irrupción de más y mejores intentos de edición independiente: surgía con Figura 6: Viñeta de «Cybersix» de Carlos Tri- fuerza –primero en Buenos Aires y lue- llo y Carlos Meglia. go en el resto del país– el mercado de venta directa, compuesto por un cre- norteamericana Raw, con historietas ciente número de comercios especiali- vanguardistas e ilustraciones de mu- zados en comics y merchandising ale- chos de los colaboradores de la extinta daño. La expansión de esta nueva alter- Fierro –José Muñoz, Max Cachimba, nativa para la comercialización de his- Podetti, etc.–, artistas plásticos, diseña- torietas fue rápida y efectiva, y se ex- dores gráficos y algunos de los nombres tendió hasta 1999, cuando la crisis eco- más recordados de la para entonces le- nómica obligó a la retracción del mer- jana primavera underground de fines de cado y al cierre de la gran mayoría de la década del ochenta. A un precio muy las bocas de expendio que se calcula superior al de una revista de historietas llegaron a ser más de 170 en todo el normal, El Lápiz Japonés logró agotar pais. Actualmente sobreviven unas 45. la tirada del primer número y continuó En ese año el dibujante Sergio Lan- saliendo con periodicidad anual, hasta ger lanza el primer número de El Lápiz 1998. Japonés, una antología al estilo de la Y mientras varios de los grandes vol. 6, no. 24 253 Andrés Accorsi cia de Fierro, Skorpio, u otras publi- caciones similares. Otra aventura editorial indepen- diente que data de 1994 fue Comi- queando, una revista dedicada al pe- riodismo especializado en historieta y dibujo animado, que intentaba conden- sar estilos tan antagónicos como los de las revistas norteamericanas Wizard y The Comics Journal. Comiqueando le brindó muchísimo espacio a aquel en- deble panorama local y resultó funda- mental para la difusión de los fanzines, los comercios especializados, los in- tentos editoriales y las convenciones que de a poco fueron poniendo en mar- cha al aletargado mercado argentino. A diferencia del resto de las otras revis- Figura 7: Viñeta de «Cazador», la exitosa his- tas periodísticas, Comiqueando incor- torieta creada de Marco Lucas. poró una sección de historietas espe- cialmente producidas para la revista, nombres de la movida underground de de la cual emergieron cinco de los di- la década del ochenta encontraban re- bujantes más importantes de los últi- fugio en El Lápiz, una nueva genera- mos tiempos: Mariano Navarro –ini- ción de dibujantes y guionistas, surgi- cialmente un clon de , da a espaldas de la historieta argentina que luego encontró su propia voz–, tradicional y de cara a la creciente in- Gustavo Sala –lo más parecido a un vasión del cómic norteamericano, se que se ha visto por estas preparaba para reverdecer el panorama latitudes–, Juan Bobillo –quien evolu- independiente. En 1994 comienzan a cionó de un estilo cercano a Bisley y aparecer tímidamente en los comer- Olivetti hasta convertirse en un ilustra- cios especializados una nueva hornea- dor impactante, sofisticado y completo da de publicaciones de aficionados, como pocos–, Lucas Varela –uno de algunos de enorme talento. Este fenó- los mejores diseñadores gráficos de meno irá creciendo hasta desembocar, Argentina, cuya inteligente compren- entre 1996 y 1999, en una verdadera sión del medio le permite trabajar en primavera del underground, con una casi cualquier estilo– y Fernando Calvi enorme cantidad de fanzines –llega- –tal vez el más impredecible y difícil ron a superar los 75 títulos– que en- de etiquetar de los miembros de este contraron un público pequeño pero grupo–. Por la sección de historietas de fiel y que llegaron incluso a publicar Comiqueando también pasaron Dani material de los autores clásicos, preo- the O. –ex Fierro, Skorpio, País Caní- cupados por la desconexión con el pú- bal, etc.), la internacionalmente famo- blico local que les imponía la ausen- sa «Cybersix» –de Trillo y Meglia–, 254 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Los últimos 15 años de la historieta argentina «Cazador», e historias breves a cargo de varios artistas consagrados –Risso, Alcatena, Solano López, Manco, etc.– que buscaban un medio donde mostrar su obra reciente al público joven. Una de las historietas presentadas en Comiqueando, logró una repercusión inesperada y pronto pasó a su propio comic-book: «Caballero rojo», de Toni Torres y Mariano Navarro, era una se- rie enrolada en el género de los su- perhéroes inusualmente ambicio- sa, compleja y rica en subtextos. Pronto logró una importante cober- tura en los medios, un notable apo- yo de los lectores y las colaboracio- nes de autores de primera línea co- mo Solano López, Eduardo Risso, Alcatena, Ariel Olivetti, Walter Ta- borda y muchos otros. A principios de 2000 –y después de 15 números– To- rres y Navarro decidieron intentar el ca- mino de la autoedición, pero la nueva etapa del Caballero Rojo se extinguió luego de tan sólo tres números. El siguiente intento de Comi- queando por lanzar a uno de sus personajes en una serie de co- mic-books no prosperó: el elegi- do fue «Bruno Helmet», de Fer- nando Calvi, pero a pesar de su exce- lente trabajo y de las colaboraciones de Carlos Trillo y Quique Alcatena, la revista se canceló tras apenas dos números, también en 2000. Como toda la industria de la historieta argentina –y en Argenti- Figura 8: Viñeta del «Caballero rojo" de Toni na– Comiqueando tuvo su período de Torres y Mariano Navarro. auge entre 1996 y 1999, con cifras de venta muy alentadoras y la posibilidad riodística un tiempo más, hasta que –a de distribuirse también en Chile, Uru- principios de 2002– la crisis económica guay, México y España. Tras la desapa- hizo inviable su continuidad y fue can- rición de su línea de comic-books, Co- celada con el no. 55, tras casi ocho años miqueando persistió como revista pe- de publicación ininterrumpida. Luego vol. 6, no. 24 255 Andrés Accorsi del cierre, casi no se editaron en el país dor–yCabeza de Gorgona –de Alca- nuevos trabajos de los historietistas que tena y el guionista Gustavo Schimpp–, solían colaborar en la revista. pero ninguna llegó al no. 3. La ausencia de medios profesionales El fracaso de las antologías y el dis- donde publicar se convirtió, en la se- tinto grado de éxito de comic-books co- gunda mitad de la década del noventa, mo Cazador, Caballero Rojo y Animal en una especie de síndrome, al cual los Urbano parecían consagrar a la fórmula autores jóvenes –volcados a la autoedi- de transplantar estéticas y temáticas del ción a través del circuito underground – cómic norteamericano a personajes y respondían con indiferencia y con crea- sagas ambientadas en Argentina. Con tividad, mientras que los autores de más esa consigna surgieron decenas de co- trayectoria respondían o bien con incer- mic-books condenados al fracaso, entre tidumbre, o bien con desesperación. En los que se puede destacar a El Ojo Blin- 1996, dos intentos gestados por los au- dado, El Laucha, Convergencia y Mi- tores buscaron suplir la falta de Fierro y tofauno, todos cancelados antes de la Skorpio, sin lograrlo por supuesto. Uno cuarta entrega. de los proyectos fue Suélteme, una muy Otra fórmula que aparentemente va- buena antología centrada en el humor lía la pena imitar resultó ser la de Comi- de vanguardia, y capitaneada por Po- queando, y a partir de 1997 varias re- detti, Fayó, Dani the O., Pablo Sapia y vistas periodísticas se sumaron a ese es- Darío Adanti –uno de los principales pacio. La única que realmente logró im- animadores de MTV–, entre otros. La ponerse fue Lazer, de Editorial Ivrea, falta de una periodicidad y una política una publicación apuntada al público comercial coherentes hundieron a Suél- adolescente y centrada en los dibujos teme tras cinco números. animados japoneses, de gran auge en la El otro proyecto fue Hacha, lidera- segunda mitad de la década del noventa do por autores surgidos de las filas de gracias a su constante exposición en la Record y Columba, tales como Luis televisión argentina. Con un formato y García Durán, Alcatena, Mazzitelli, un lenguaje innovadores, Lazer obtuvo Lalia, Slavich y Manco. Pero la revista cifras de venta impensables para un nunca pasó de ser una imitación de producto de este tipo y experimentó un Skorpio –de hecho, se componía bási- período de fenomenal repercusión entre camente de material del género de 1998 y el 2000. aventuras creado por estos artistas para Leandro Oberto, director de la edito- la Eura Editoriale–, y cuando se deci- rial, decidió volcarse también a la edi- dieron a cambiar, y a incorporar auto- ción de historietas con distintos resulta- res jóvenes como Calvi y Lucas Vare- dos. En un principio apostó por editar la, ya era tarde. La aventura de Hacha en Argentina los comic-books de culminó en el no. 5. En esa misma tóni- Witchblade, The Darkness y otras se- ca, pero con menos éxito aún, surgie- ries de Image Comics muy populares en ron Óxido (pobre imitación de Fierro Estados Unidos. Los resultados fueron liderada por El Marinero Turco), Gri- desastrosos. También apostó por la his- tos de Ultratumba –con historietas de torieta argentina, con la antología terror a cargo de los autores de Caza- Ultra, compuesta por una historieta de 256 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Los últimos 15 años de la historieta argentina su autoría, la magnífica «4 segundos» –de la cual hablaremos enseguida– y «Anita», un vehículo para el lucimiento de la dupla integrada por Juan Bobillo y Marcelo Sosa, otro gran dibujante de la nueva generación. A pesar de un nivel de calidad muy aceptable, la periodici- dad errática terminó por hacer inviable el proyecto, que se extinguió luego de tres números. El gran éxito de Ivrea llegó, una vez más, de Oriente. En 1999 Oberto co- menzó a editar en Argentina mangas de gran popularidad, tales como Ranma 1/2, Neon Genesis Evangelion, Card Captor Sakura y muchos más que se fueron sumando hasta que, a fines del 2001, la crisis económica forzó a Ivrea a reducir drásticamente su línea de pu- Figura 9: Viñeta de Enrique (Quique) Alcatena. blicaciones. Poco después Oberto dejó a Lazer en manos de sus colaboradores pero fue editada con éxito en el Reino y emigró a España, desde donde conti- Unido. núa editando mangas que se distribuyen El año 1999 marcó el fin de la expan- primero en Europa y más tarde en sión del mercado del cómic en Argenti- Argentina. Con unas cifras de venta na, y de ahí en adelante todo fue cuesta muy inferiores a las de su épocas de au- abajo. Precisamente de ese año data ge, Lazer aún sigue apareciendo de ma- otro proyecto independiente de enorme nera muy esporádica en el país que la calidad y poca repercusión comercial: vio nacer. Se trata de 4 Segundos,uncomic-book Una extraña mezcla entre Lazer y creado por Alejo García Valdearena Comiqueando resultó ser Mutant Ge- –un guionista cuya trayectoria previa se neration, una publicación periodística limitaba a Área, un número unitario de caracterizada por la escasa calidad de poco éxito editado por Ivrea– y Felicia- sus textos, que no logró pasar del no. no García Zecchín, otro autor del nuevo 15. Sin embargo, llegó a lanzar una lí- underground que había colaborado en nea de comic-books –que por supuesto Comiqueando y en la editorial nortea- naufragó tempranamente– de la cual mericana Caliber. 4 Segundos se atre- conviene destacar a Babetool, una in- vió a dejar de lado los superhéroes y los teresantísima creación de José Luis géneros aventureros para centrarse en Gaitán –uno de los exponentes del lo que podría definirse como sitcómic, nuevo underground, iniciado como una típica sit-com norteamericana, en profesional en las páginas de Comi- formato de historieta. Con técnicas na- queando– y el internacional Walter Ta- rrativas innovadoras, guiones sólidos y borda. Babetool fracasó en Argentina, precisos y diálogos hilarantes, 4 Segun- vol. 6, no. 24 257 Andrés Accorsi cían en el mundo real. Entre muchos proyectos frustrados, sin embargo ese año vio nacer a dos emprendimientos editoriales que dejaron su huella. El primero que debemos mencionar es Mikilo, último exponente de los co- mic-books protagonizados por héroes argentinos basados en personajes nor- teamericanos. En este caso, el inspira- dor de «Mikilo» es Hellboy, el mons- truoso investigador sobrenatural crea- do por Mike Mignola. A la sombra de este personaje, «Mikilo» se especiali- zó en confrontar con demonios y cria- turas fantásticas surgidas del folclor de los aborígenes argentinos, en intere- santes historias que recorren a lo largo y a lo ancho la geografía del país. «Mi- kilo» fue creado por un guionista hasta entonces desconocido, Rafael Curci, y por una dupla de dibujantes integrada por Tomás Coggiola y Marcelo Basile, este último ex-colaborador de Jorge Zaffino y miembro semi-regular del staff de Columba en las décadas del ochenta y noventa. Pronto se les sumó Figura 10: Portada de 4 Segundos de Alejo otro autor de considerable trayectoria García Valdearena y Feliciano García Zec- chin. en Columba, Sergio Ibáñez, con lo cual quedó conformado el equipo que dos logró un público pequeño pero muy guió a «Mikilo» a lo largo de una nove- fiel, que incluía a gente que no solía la gráfica y varios comic-books. Tras la consumir historietas. Lamentablemente desaparición del comic-book en el el emprendimiento se extinguió con su 2001, «Mikilo» remergió en 2002 con no. 7, a fines del 2000, y poco después una novela gráfica, que contó con cola- Alejo emigró a España. Feliciano tam- boraciones de Rubén Meriggi, Quique bién emigró a Europa en el 2002 y en Alcatena y Solano López, entre otros ese año comenzaron a crear nuevas his- notables invitados. torietas para la revista española El Ví- El segundo intento editorial que aún bora, mientras que 4 Segundos era pu- subsiste y sorprende por su calidad es blicada por una editorial francesa. La Productora, un sello integrado por El 2000 fue terriblemente negativo los creadores de varios de los mejores para la economía argentina y el merca- fanzines de la primavera underground do de la historieta comenzó a sentir del 1996-1999. La Productora publica fuerte los cimbronazos que se produ- historias unitarias, cada una a cargo de 258 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA Los últimos 15 años de la historieta argentina un único equipo creativo y contenida en trarse cada tanto con autores de primer una única publicación. Con una perio- nivel como Trillo, Risso, Wood, Lalia, dicidad esporádica, este formato ha ido Alcatena y Barreiro, entre otros. presentando obras de Ángel Mosquito, Otro autor clásico que vive un feliz Jok, Cristian Mallea, Dante Ginevra, rencuentro con el público local es Carlos Aón, Gervasio y Diego Agrim- Francisco Solano López. La secuela bau, entre otros autores de gran talento de «El Eternauta» («El Regreso») que y escasa producción para los medios comenzó a producir en el 2001 para la comerciales. editorial italiana Eura es publicada en Argentina por el propio autor –en so- 2002-2006 ciedad con Doedytores–, y constituye desde el 2004 un modesto suceso edi- Hoy la cantidad de historieta argenti- torial y la sana excepción a esa espe- na que se puede comprar en Argentina cie de axioma que asegura que la his- es muy poca. Y desde la devaluación torieta creada por nuestros autores pa- que sufrió el peso en el 2002 también ra Eura resulta invendible en el mer- hubo una fuerte merma en las importa- cado local. ciones, con lo cual muchísimos lectores Mucho más difícil resulta producir se vieron virtualmente desprovistos de desde cero nuevas historietas apuntadas material que alimentara su afición. En prioritariamente a este mercado. Esa los últimos dos años han aparecido –co- búsqueda fue emprendida en el 2004 mo en el resto de la actividad económi- por la revista Bastión –de la editorial ca a nivel nacional– algunos síntomas Gárgola–, que combinó durante un de recuperación y varios nuevos em- tiempo muy buen material inédito de prendimientos, algunos acertados, mu- autores consagrados –Meriggi, Fernán- chos obstaculizados por canales de dis- dez, Mazzitelli– con trabajos gestados tribución que no han vuelto a reconsti- especialmente para esa edición por un tuirse tras la crisis, y otros sencillamen- verdadero seleccionado de autores jó- te fruto de conceptos editoriales erró- venes, provenientes mayoritariamente neos o extemporáneos. del underground, entre los que desco- Los pequeños sellos editores Iron llaron Salvador Sanz, Diego Agrimbau, Eggs, Puro Comic y Thalos se unieron a Mauro Mantella, Juanmar y Tomás Ai- Doedytores en la tarea de recopilar en ra, entre otros. Pero la fórmula resultó libros grandes historietas de las décadas demasiado osada y Bastión remplazó a del setenta, ochenta y noventa que en su varios de estos autores nacionales por momento se habían serializado en las material de la editorial norteamericana extintas revistas de antología, e incluso Dark Horse. ofrecen material del que los autores ar- Otro especialista en tratar con edito- gentinos realizaron para el mercado eu- res extranjeros, Leandro Oberto, creó ropeo una vez que aquí ya no existían en el 2006 una línea de novelas gráficas revistas donde publicar estos trabajos. de autores argentinos con las que busca La salida de estos libros es habitual- diversificar la oferta de la ya asentada mente espaciada y casi sin difusión, pe- Editorial Ivrea. Oberto –que, como diji- ro permite al lector argentino rencon- mos, reside en Barcelona– se volcó por vol. 6, no. 24 259 Andrés Accorsi autores jóvenes con vasta experiencia los que todavía les faltaba mucho ofi- en fanzines –Sanz, Agustín Dib, Patri- cio. Pero también publicaron trabajos cia Leonardo, Luciano Vecchio– y edita de autores que ya se habían destacado sus trabajos con una excelente factura en Comiqueando yenBastión, como técnica. Hasta ahora no logró ningún Calvi, Pietro y Mr. Exes. De todos mo- éxito comparable al que obtuvo publi- dos la respuesta del público fue lapida- cando manga, pero la apuesta parece ria y ninguno de los títulos superó el ser al largo plazo. tercer número. Tanto Ivrea como Doedytores y los Bastante más feliz fue otro regreso nuevos sellos entendieron el profundo del 2005, el de la revista de informa- cambio que sufrió el mercado. Por eso ción Comiqueando, que desde fines la apuesta a las obras completas, el for- del 2003 había resurgido como revista mato de libro –o álbum, o novela gráfi- virtual en internet, pero que –con nue- ca– y un circuito de comercialización vo equipo y nuevo formato– volvió a que privilegia a las librerías por sobre los kioscos y comercios especializa- los kioscos y los negocios especializa- dos, ahora en forma de especiales tri- dos en historietas. Este mercado, el de mestrales. La nueva versión de la clá- las librerías, fue abonado con éxito du- sica revista recupera una amplia sec- rante décadas por Ediciones de la Flor, ción dedicada a la producción de los el sello abocado mayoritariamente al historietistas locales en ascenso, entre humor gráfico –responsable de la publi- los que brillan Mr. Exes, Javier Rove- cación en libros de los trabajos de Qui- lla, Rodrigo Terranova, Adrián Sibar y no, Fontanarrosa, Caloi, y éxitos re- El Bruno. cientes como Maitena y Liniers–, pero Estos emprendimientos –y algunos que también ha apostado por productos otros muy pequeños, desperdigados en- más riesgosos, como la fundamental tre kioscos, librerías y comercios espe- «Perramus», de Alberto Breccia y Juan cializados– constituyen hoy la oferta de Sasturain. historieta argentina en nuestro país. De espaldas a estos cambios, de es- Mientras tanto, los autores argentinos paldas al interés del público, Editorial –clásicos y modernos, consagrados e Perfil regresó al ámbito de los comics incipientes– continúan recibiendo un en el 2005 con varias revistas que solo notable reconocimiento y una incesante se vendían en kioscos, estaban impre- sucesión de encargos por parte de las sas en papel de bajísima calidad, e in- editoriales más importantes de Europa cluían historietas muy breves, o de con- y Estados Unidos. Un fenómeno cuya tinuará. La efímera aventura, capita- dimensión es tan grande que ya existe neada por el veterano Sanyú, no con- una generación de autores jóvenes con templaba derechos de autor, ni devolu- amplia trayectoria en los mercados ex- ción de los originales, y proponía a los tranjeros, pero que nunca han visto sus colaboradores precios denigrantes. trabajos publicados en su país. Y lo que Esto ahuyentó a los autores más fo- es peor: ninguno de los pasos adelante gueados, y las revistas de Perfil –Paja, que se han dado en los últimos años pa- Espía, Mosquito y Virus– terminaron rece ser suficiente para frenar o revertir albergando a novatos y principiantes a esta tendencia. 260 REVISTA LATINOAMERICANA DE ESTUDIOS SOBRE LA HISTORIETA