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Era tan pequeño, tan pequeño, que se encontró una canica y exclamó: “¡el mundo en mis manos!”

Tenía los pies tan pequeños, tan pequeños, que jugaba al futbol con una canica.

Era tan rápido, tan rápido, que en vezdecomeralacarta,comíaal telegrama. MAJOR LEAGUE 2K12 Era un pueblo tan pobre, tan pobre, que los semáforos eran en La emoción de las Grandes Ligas alcanza su máxi- blanco y negro. ma expresión en las consolas con la nueva en- trega de esta serie. El juego, como es costum- A CONSIDERAR: Era tan supersticioso, tan bre, cuenta con las mejores narraciones que supersticioso, que se hizo carpintero para estar siempre pueda haber sobre el “Rey de los Deportes”, con Para: PS3, PS2, PSP, Wii tocando madera. más de 80 horas de nuevos diálogos de los espe- y XBox 360 cialistas , Steve Phillips y . Era un sabio tan despistado, tan El pitcheo es sumamente realista en esta entrega Modos de juego: Un despistado, que no inventaba nada y los movimientos son muy similares al de los ju- jugador, multijugador y porque se le olvidaba. gadores reales, tanto de lanzadores como tolete- en línea ros. Los gráficos también muestran un avances Edad: Cualquier edad considerables. Cuenta con todos los logos de los Año: 2012 equipos de la “Gran Carpa”, uniformes y sus res- Género: Deportes pectivos estadios. Es toda una experiencia.

Pero la semillita no se rindió. resto de semillas. Así, su fino Con cada nuevo platanazo lo in- tronco se fue haciendo más grue- tentaba con más fuerza, a pesar so y resistente, hasta superar el de que sus compañeras le suplica- impacto de un plátano. Y para en- ban que dejase de hacerlo y espe- tonces, era ya tan fuerte, que los rase a que no hubiera peligro. Y pequeños monos no pudieron así, durante días, semanas y me- tampoco arrancar la plantita con ses, la plantita sufrió el ataque de las manos. Y allí continuó, cre- Hubo una vez cuatro semillas ami- tad. Y cuando contó a las demás los monos que trataban de parar ciendo, creciendo y creciendo. gas que llevadas por el viento fue- amigas su desgracia, todas estu- su crecimiento, doblándo- Y, gracias a la extraor- ron a parar a un pequeño claro de vieron de acuerdo en que lo me- la siempre por la mi- dinaria fuerza de su la selva. Allí quedaron ocultas en el jor sería esperar sin crecer a que tad. Sólo algunos dí- tronco, pudo seguir su- suelo, esperando la mejor ocasión aquel grupo de monos cambiara as conseguía evitar perando todas las difi- para desarrollarse y convertirse su residencia. todos los plátanos, cultades, hasta conver- en un precioso árbol. Todas, menos una, que pensa- pero al día siguiente, tirse en el más majes- Pero cuando la primera de ba que al menos debía intentarlo. algún otro mono tuoso árbol de la selva. aquellas semillas comenzó a ger- Y cuando lo intentó, recibió su pla- acertaba, y todo Mientras, sus compañe- minar, descubrieron que no sería tanazo, que la dejó doblada por la volvía a empezar. ras seguían ocultas en en el suelo. tarea fácil. Precisamente en aquel mitad. Las demás semillas su Hasta que un día no se dobló. Y seguían como siempre, esperan- pequeño claro vivía un grupo de unieron para pedirle que dejara de Recibió un platanazo, y luego do que aquellos terroríficos monos monos, y los más pequeños se di- intentarlo, pero aquella semillita otro, y luego otro más, y con nin- abandonaran el lugar, sin saber vertían arrojando plátanos a cual- estaba completamente decidida a guno de ellos llegó a doblarse la que precisamente esos monos quier planta que vieran crecer. De convertirse en un árbol, y una y joven planta. Y es que había reci- eran los únicos capaces de forta- esa forma se divertían, aprendían otra vez volvía a intentar crecer. bido tantos golpes, y se había do- lecer sus troncos a base de plata- a lanzar plátanos, y mantenían el Con cada nueva ocasión, los pe- blado tantas veces, que estaba nazos, para prepararlos para to- claro libre de vegetación. queños monos pudieron ajustar llena de duros nudos y cicatrices dos los problemas que Aquella primera semilla se lle- un poco más su puntería gracias que la hacían crecer y desarro- encontrarían durante vó un platanazo de tal calibre, a nuestra pequeña plantita, que llarse más fuertemente que el su crecimiento. que quedó casi partida por la mi- volvía a quedar doblada.