El oletín bde la Sociedad Filarmónica de Bilbao

Noviembre, 2011. BilbaoD.L.: 1278-07 · ISSN: 1886-5437 Núm. 17 EN PORTADA:

Fachada de la Sala de conciertos de la Sociedad Filarmónica de Bilbao, obra del arquitecto Fidel Iturría, recientemente restaurada. (Fotografía de Oiane Bravo. ATIS Asistencia Técnica Informática In Situ S.L.) ß presentación

Sociedad Filarmónica de Bilbao

LEGAMOS AL NÚMERO diecisiete de nuestra publicación, muy cercanas las fies- Ltas navideñas. En estos momentos de dificultades económicas generales, no debemos dejar que nos domine el abatimiento. Al contrario, esperamos que con el nuevo año se solventen muchos problemas y podamos abordarlos con esperanza. Por ello nada mejor que felicitar a nuestros socios, amigos y a nuestro patrocina- dor, la Fundación BBK, en estas fechas y esperar que este curso musical continúe dándonos toda clase de satisfacciones. Comienza este boletín con un artículo sobre la música contemporánea y el públi- co. Tema candente donde los haya por la distancia existente entre las obras de los compositores contemporáneos y los oyentes. Otro trabajo de opinión trata de la responsabilidad del crítico. Las consideracio- nes sobre la función del crítico en los medios de comunicación general y su respon- sabilidad tienen una gran importancia en nuestra sociedad. En 2012 celebramos el 150 aniversario del nacimiento de Claude Debussy. Ello da lu gar a dedicarle un apasionado recuerdo con cuatro apuntes sobre este insigne compositor. Sobre su música bellísima, sobre su poder evocador. Acabamos de realizar un concierto de música de cámara con música española, o influida por ésta, a cargo de un destacado trío francés ¿Para cuándo una revisión de la música de cámara española, en gran parte olvidada en nuestro propio país? Otro escrito se plantea esta cuestión. Ante un concierto con obras de , nos ha parecido oportuno recor- dar a la gran pianista Magda Tagliaferro, tanto por su relación con el compositor co - mo por su vinculación con el famoso “Cuartito” del que fue Presidenta de Honor. La entrevista está dedicada al pianista Martin Helmchen, que acaba de ofrecer un gran recital. En ella hace unas observaciones muy interesantes. El número concluye con una nueva sección: Hemos leído… que creemos puede resul- tar atrayente para nuestros socios.

Asís de Aznar Presidente de la Sociedad Filarmónica de Bilbao

3 opinión

LA MÚSICA CONTEMPORÁNEA Y EL PÚBLICO Do ut des

«Very frequently no one knows that contemporary music is or could be art. He simple thinks it is irritating…». John Cage, Silence

LARTEQUE, en mayor medida, La experiencia nos dice que, excep- Ere curre a la producción de sus to en el caso del reducido y entu- an tepasados es, sin lugar a dudas, el siasta público especializado, no esta- de la música clásica. Probablemente mos interesados en lo que los com- vivimos en la época en la que existe positores actuales quieren decirnos. un mayor desfase entre los composi- En la Sociedad Filarmónica, en tores de la llamada música contem- don de se han producido muchos es- poránea y el público actual. No son tre nos en España e incluso estrenos sólo las temporadas de concierto del ab solutos de obras tan importantes mundo entero las que programan como Concertino 1 + 13 de Xavier mucha más música de otras épocas, Mont salvatge, tenemos comprobado también las casas discográficas gra- que cuando algunos de nuestros so- ban infinitas versiones de obras per- cios leen las fechas de los composi- tenecientes al repertorio compuesto tores y descubren que aun no han antes de la segunda mitad del siglo muer to, abandonan discretamente sus butacas con la repentina prisa XX y nuestras discotecas personales que suele acompañar a un imprevis- suenan casi siempre a música del pa - to. Incluso la Noche transfigurada de sado ¿o no es verdad? La nueva mú- Schoenberg interpretada en 1996 sica y la antigua son tratadas como por la Orquesta de Cámara de Esto - dos mundos diferentes y la situación colmo y dirigida por Esa-Pekka Sa- ha llegado hasta tal punto que para lo nen se vio afectada por este sin- po der escuchar un concierto exclu- gular fenómeno. sivamente de música contemporá- Beethoven, Brahms, Mahler y mu- nea normalmente hay que asistir a chos otros compositores conside ra- un festival o ciclo específico, casi dos revolucionarios en su época, siempre patrocinado, porque el resto consiguieron finalmente despertar el de las temporadas que dependen de interés y la admiración de sus con- los abonos y las ventas en taquilla, temporáneos. Aunque muchas de no pueden asumir este reto.

4 Partitura de John Cage sus obras no fueron comprendidas nal que se llenó de ritmos, medidas y en sus primeras interpretaciones - texturas tan irregulares que, lejos de posiblemente porque el público no acercarse al oyente, dificultaron en estaba acostumbrado a su lenguaje gran medida la escucha. Sin embargo, musical o porque la versión no fue como decía Wil helm Futwängler, demasiado buena- más pronto o más cuanto más claro es el mensaje más tarde obtuvieron un merecido reco- fácilmente llega al pú blico y más gusta nocimiento ¿Por qué ahora no hay a lo largo de la historia. ningún compositor que provoque Da la impresión de que algunos com- ese mismo efecto en algún lugar del positores, lejos de intentar llegar más mundo? ¿Desde cuándo existe este al público de su generación, perma- abismo entre la producción de los necen en su burbuja con el convenci- compositores y la aceptación del miento de que sus obras serán com- público que, en el mejor de los prendidas dentro de unos años ¿No casos, supera varias generaciones? de beríamos hacer un esfuerzo por A finales del XIX se fue fraguando un am bas partes para intentar acercar po- cambio decisivo en el material tonal siciones? ¿Cómo lo han logrado el en el que se basaba la música. Schoen- resto de las artes para que sus van- berg y el grupo de compositores que guardias ocupen su lugar y el públi- formaban la Segunda Es cuela de co llene los museos de arte moderno, Viena, creían que el sistema que había restaurantes, desfiles de moda, tiendas servido de base al gran desa rrollo de la de de diseño… en busca de las últi- música europea estaba ob soleto. La mas tendencias? Ojalá llegue el día en música atonal surgió como una señal que logremos estar tan familiarizados de progreso y así, por primera vez, el con la música de nuestra época que material del que estaba hecha la músi- sea historia la célebre respuesta del ca se convirtió en el punto de partida. compositor Andrés Isasi a la reina Mª Los compositores, que ya no buscaban Cristina: “Majestad, lo difícil no es la belleza sino la no vedad, comenza- escribir una composición, lo difícil es ron a preocuparse tanto por el proce- estrenarla”. so creativo y por su originalidad que P.S. parecieron olvidarse del resultado fi-

5 opinión La responsabilidad del crítico

I PENSÁRAMOS en los elementos ta gente siguiendo desde la butaca los Sfun damentales que conforman un conciertos partitura en mano. concierto, seguramente nos vendrían Es en este contexto donde, por pura a la cabeza tres figuras: el promotor ló gica, la figura del crítico adquiere (organizador del evento), el artista (el una importancia excepcional. No que ejecuta la obra), y el público tan to por su opinión personal y (quien acude al espectáculo). Estas subjetiva de un espectáculo, sino por son, a priori, las tres patas sobre las la ayuda que puede suponer sus que se sustenta la música en directo. palabras a tantos aficionados que Pero podríamos añadir una cuarta fi - deciden leerle para conocer “la opi- gu ra que, aunque de manera tangen- nión del exper to”. cial, tiene un protagonismo inelu di- Quede dicho de antemano que en- ble. De hecho, para gran parte del ten demos que la labor de un crítico pú blico, supone un referente impor- no es la misma que la de un profesor tante en su educación melómana. de la ESO, ni la de un maestro del Ha blamos del crítico musical. conservatorio. Su labor es la de apor- Afortunadamente en España el nú- tar un punto de vista personal sobre me ro de orquestas, auditorios, ciclos, una interpretación musical. Por ello pro motores... es bastante elevado en escribe y por ello le pagan. la actualidad. Sin embargo, y desgra- Pero también entendemos que no es ciadamente, todas estas cifras chocan lo mismo una crítica publicada en con la paupérrima educación musical una revista especializada (donde a sus de los españoles. En ocasiones nula. Y lectores se les supone unos conoci- es por ello que la mayoría de las per- mientos musicales más amplios), que sonas que se acerca a una sala de con- la que aparece en un medio genera- ciertos apenas tiene algunas nociones lista. Es aquí donde su trabajo ad- del compositor, la obra o su época. A quiere una responsabilidad mayor. veces ni eso. A menudo sucede que tras un con- En ningún momento ponemos en cierto de calidad dudosa o una inter- du da que el público disfrute de los pretación heterodoxa, nos encontra- conciertos, que se emocione, pero sí mos en la prensa una crítica bonda- es verdad que en la mayoría de los ca- dosa, incluso aduladora de dicha in- sos disfrutaría más si sus conocimien- ter pretación. ¡Cómo puede ser! nos tos musicales fueran mayores. Qué pre guntamos. Y a veces nos entera- le jos quedan de nuestros auditorios mos que el intérprete es una figura las salas europeas donde vemos a tan - intocable para la prensa del país, que

6 Eduard Hanslick (1825 - 1904) Musicólogo y crítico musical alemán. Está considerado el primer gran crítico profesional. el crítico trabaja para un medio que a crítica musical. Es un hecho. Pero los su vez es patrocinador del concierto pocos que aún pueden ejercer este o que al escritor le une una larga precioso trabajo han de pensar en amistad con el intérprete. ese numerosísimo público que les va Lo peligroso en estos casos, entende- a leer con tanto interés y que segu- mos, es que muchos asistentes al con- ramente asuma sus palabras como las cierto se encuentran con que el críti- del profesor de música que nunca co dice que así, y no de otra mane ra, tu vieron. Y que, a la vez que expre- hay que afrontar una sonata de Mo- san su opinión de un espectáculo, zart o un aria de Rossini. Y dado que están, de alguna manera, educando la mayoría no tienen ninguna for - musicalmente a sus lectores. mación musical previa, tomarán sus Nos gustaría terminar esta reflexión palabras a pies juntillas y pensarán de con unas declaraciones del crítico ahora en adelante que aquella mane- musical Alex Ross, recientemente ra era la correcta de interpretar una aclamado en todo el mundo por su sonata clásica o de cantar belcanto. libro El Ruido Eterno (Seix Barral): Nos viene a la memoria unas pala- «Es muy importante no sentirse como bras del célebre crítico del New York alguien que se limita a ir a los conciertos Times, Harold Schonberg (1915- y los cuenta o los analiza, sino el hecho 2003) a propósito de este tema: “Me de comunicar la música en sí misma, de niego a aceptar que un crítico que explicar desde un detalle todo el poder que sea amigo de un músico pueda ser encierra una obra. Ser algo más que un crítico. Podemos desempeñar un gran imparcial. Su opinión puede empezar papel educacional en la cultura, ser ambi- a despertar sospechas”. ciosos en eso, levantar la curiosidad, el Es una pena que la prensa española interés, yendo más allá». cada año dedique menos espacio a la B.E.

7 Cuatro apuntes sobre CLAUDE DEBUSSY

Fotografía de Debussy por Nadar (1909)

NO. Solo de flauta desnudo; sua- no al tiempo, a cualquier idea de mo- Uve, dulce, expresivo. Un cuerpo vimiento. Es el arranque del Preludio a vivo que respira, que toma el aire y lo ‘La siesta de un fauno’, la partitura con exhala lenta y profundamente. Una la que el joven Debussy dejaba bo- simple cuarta aumentada, el más quiabiertos a sus contemporáneos de ambiguo, el más enigmático de los fines del Diecinueve, y nos sigue intervalos, que se desliza (espira) por dejando más de cien años después a semitonos y asciende (inspira) por nosotros, que lo hemos oído mil tonos, desgajado de cualquier conno- veces. Obje to sonoro que marcará tación melódica, armó nica o métrica nuestra escucha a lo largo de los diez que no sea ella misma. Un objeto minutos que dura la obra, porque no sonoro autosuficiente, pues, que pare- deja de estar presente frente a nuestra ce estar suspendido en el espacio, aje- contemplación un solo momento.

8 Serán pues los acontecimientos que apa recen dos metros significativa- transcurran alrededor de él los que, mente superpuestos, como ocurre con su movimiento continuo, harán en tantas músicas desde la An tigüe - evolucionar el discurso musical. La dad a hoy mismo, sino por vez pri- aparición de esta melodía una y otra mera dos tiempos, dos verdaderos vez, casi inmutable, pero en contextos tiempos independientes, con sus res- sonoros variados, arropada por di - pectivos pulsos y respiraciones. ferentes armonías, no sólo supone Como los que hubieran vivido, de presentar una idea musical desde ha ber existido, los hipotéticos ge me - puntos de vista –de escucha– diver- los de Einstein, esos que se reen- sos, y contrariamente a la tradición cuentran en la Tierra después del clá sica-romántica de igual importan- largo periplo por el espacio sideral cia todos, sino que acaba por con ferir de uno de ellos, reconociendo éste a inédita relevancia al am bien te, a lo su hermano mucho más envejecido que “va con”, a lo que ro dea esa idea que él. Nosotros, los oyentes de Nu - musical. Se dice, y se di ce bien, que el bes, quedamos inmersos en ambos Preludio a ‘La siesta de un fauno’ inven- tiempos simultáneamente. Don de la tó la música mo der na. Pero inventó ubicuidad: estar en dos sitios a la vez. también muchas co sas más. Por ejem- Sólo la música posee ese prodigioso plo, esa mirada nueva sobre el mundo, don, pero ningún compositor lo que los filósofos y los científicos, supo convocar como Debussy. recogiéndola sin saberlo décadas des- Tres. Nieblas, el primer preludio pia- pués, definirían como propia, caracte- nístico del segundo libro, es una rística de nues tro tiempo. Esa que nos página cuyo análisis se escapa a los hace a los humanos de hoy definitiva- criterios y términos acostumbrados. mente di ferentes a los de antaño. Esa Música que prescinde de tema, de que nos permite entender el mundo melodía, de contrapunto, de desa rro- co mo una sensación global, dinámica, llo, de acompañamiento, de jerar- que se perfila sobre la expansión es - quías de voces... y hasta de armonía pacio-tiempo. y de forma, entendidas en el sentido Dos. Una melopea de corno inglés, tradicional. En los pocos minutos en estática como una vieja leyenda gra- que se desenvuelve su discurso plan- bada sobre la piedra de un reloj de tea desde el borde mismo del abismo sol, aparece y desaparece una y otra una reflexión que pone los pelos de vez siempre idéntica a sí misma so- punta: ¿serán esos elementos teni dos bre un tejido orquestal –ajeno a ella, usualmente por la “música en sí” en se diría–, de extraordinaria flexibili- verdad consustanciales a ella, o son, dad, flotante, en perpetua mutación. por el contrario, simples accesorios En Nubes, el primero de los tres Noc - de su auténtica esencia, y por tanto, turnos de Debussy, se superponen dos en rigor, extramusicales? ¿Qué es tiempos: una gaviota pasa con su entonces la música? Debussy no es cadencia de vuelo sobre un manto un simple innovador del arte sonoro, de nubes que progresa al suyo pro- sino un pensador que nos recuerda pio. Nótese que en la partitura no que las verdades eternas no son tan

9 L’Après-midi d’une faune Ballet coregrafiado y bailado por Nijinsky (1912) eternas, porque la realidad, irre - ta que abría, a su paso la cerraba–, ductible, se impone sobre ellas. con erigirse en una propuesta de una Y cuatro. La música de Debussy es belleza cargada de sutilísima emo- hermosísima: ninguna otra le alcanza ción, la obra del gran Claudio de en su poder de evocación, en su ca - Francia supone tam bién una auténti- pacidad de despertar en quien la es- ca revelación que transciende la pro- cucha sensaciones, estímulos senso- pia música y el arte adelantándose a riales, sinestesias, en su virtud de las reflexiones científicas y filosóficas saber llegar hasta los recovecos más que organizan hoy nuestra percep- recónditos de nuestra sensibilidad. Es ción del mundo. además la música más moderna ja más escrita, porque responde a un pensa-  miento estrictamente musical, único, De Debussy, se cumple en este 2012 que no se rige por norma, por prin- el 150º aniversario de su nacimien- cipio, por código algunos. Ins tinto to. En la Sociedad Filarmónica lo musical en estado puro, que se expre- conmemoraremos escuchando su sa sin embargo mediante un lengua- cuaderno de canciones Prosas líricas je de la exigencia y el rigor más altos. (Anne Schwanewilms/Roger Vig- La música de Debussy es impar, no les, 12 de enero), una selección de inconfundible, porque nadie la había sus preludios (Javier Perianes, 19 del compuesto antes, y porque los que la mismo mes), el Cuarteto de cuerda imitaron no lograron ha cer la suya (Cuarteto Auryn, octubre), y la co- propia, sino una simple emu lación de lección completa de las Imágenes pa - la del maestro. Pero con suponer una ra piano, incluyendo las Imágenes olvi- revolución sin precedentes –quizá la dadas (Jean-Efflam Ba vou zet, febrero mayor en la historia, aunque sea una de 2013). revolución sui géneris, porque puer- C.V.

10 LA MÚSICA DE CÁMARA ESPAÑOLA (Influencia y componentes externos)

E HA DICHO que la aceptación españolas que reflejan fuerte influen - Sinternacional de la música espa- cia del arte lírico italiano. Hay que es- ñola en el siglo XX tuvo en Manuel pe rar a la llegada de los musicólogos, de Falla su primer valedor. Esto es Pe drell preferentemente, pa ra des- cierto pero en arte, como en casi to- pertar el interés por dar con el cami- do, hasta llegar a un punto clave nor- no que conduzca a los nuevos crea - malmente van apareciendo otras cir- do res españoles hacia la expre sivi dad cunstancias, menos brillantes quizá, de un estilo propio y carac te rístico de pero de cierta importancia para la España y que no resul te simplemente evolución creativa del artista más sig- el reflejo de lo po pular, del folclore nificativo en el punto más decisivo. A trasladado a la sala de conciertos. juicio de muchos estudiosos ese En menor medida, pero aportando momento se concentra en la figu ra interés para el conocimiento y acep- del gran maestro gaditano. Pare ce tación foránea de lo español en la cierto que la música española entre creación musical, no puede olvidar- los siglos XIX y XX, salvo pocas se la influencia que algunos músicos excepciones, es un campo estéril pa- españoles, instrumentistas mayor- ra la creación musical. Entre las ex - mente, incluso antes que Falla, apor- cep ciones podemos situar una que taron más que “un granito de arena” nos concierne muy directamente, el a la presencia internacional españo- caso del bilbaíno Juan Cri sósto mo de la, muy especialmente en Europa. Arriaga, desaparecido en 1826. A todo esto conviene diferenciar en - En el terreno del sinfonismo, pareci- tre música española de autores pa- do caso al del camerístico, en con- trios y la nacida de la visión y recrea - traste con el europeo que vive un ción de compositores foráneos en las tiempo esplendente, España sí pre- postrimerías del Romanti cis mo, épo - senta cierta intensidad en la música ca en la que a España le falta pro- teatral, especialmente en el campo de tagonismo, según el musicólogo la zarzuela, por lo menos hasta 1940. Adolfo Salazar “por la dificultad de El asunto operístico está dominado ser a la vez sujeto y objeto de un mis- por las creaciones italianas y algunas mo gusto e iguales sentimientos”. Sin

11 em bargo en el siglo XIX la figura de deslumbrante Capricho español. Puede Isaac Albéniz es un claro exponente mantenerse en estos ca sos que el esti- del romanticismo, anticipándose a la lo español tiene más que ver con bri- influencia de Falla que pertenece al llantes ejercicios musicales, pero no pensamiento musical moderno. pasará mucho tiempo pa ra que con Algunos compositores europeos con - Debussy y Ravel el aire español sideraban a España un país misterio- alcance una interiorización que llega- so, gitano, exótico y hasta arabizante y rá a influir hasta en el mismo Fa lla escribían según su fantasía sobre Es- que aprende de estos ge niales maes- paña. Ejemplos de ello son el caso de tros franceses. Eduard Lalo y su Sinfonía es pañola Como se apuntaba anteriormente (1873), en alguna medida deudora de fueron también instrumentistas- Pablo Sarasate, dedicatario y primer com positores españoles que influye- in térprete de la partitura; la ópera ron en artistas europeos, como el Carmen de Bizet de dos años después caso del cántabro Jesús de Monas - o Chabrier con Espa ña, rapsodia pa ra terio (1836-1903), alumno de Char- orquesta. También músicos rusos como les Beriot en Bruselas y quien a su Glinka, que vivió dos años en Es paña regreso a Madrid fue impulsor de la dejándose ganar por las músicas música instrumental en pleno reina- características reflejadas en piezas do de la música escénica, creando la orquestales como Jota aragonesa y Sociedad de Cuartetos. De sus clases Recuerdo de una noche en Madrid o el en el Conservatorio de Madrid sur- caso de Rimsky Korsakov con su gieron importantes personalidades

12 Carta de Manuel de Falla, dirigida a Juan Carlos de Gortázar. (,1910) Archivo Sociedad Filarmónica de Bilbao. como Fernández Arbós, discípulo de ton ces, ejerciendo gran influencia Albéniz en Bruselas y uno de los tanto en Europa como en América. mú sicos españoles más reconocidos Pero es el piano, quizá, el principal internacionalmente, así como la fi gu - causante de la influencia española en ra del gallego Fernández Bordas la música internacional desde el amigo y compañero en conciertos principio del siglo XIX, comenzan- con Casals, entre otros grandes de do con el logroñés Pedro Albéniz en tonces y que en sus muchas activi- (1795-1855), estudiante en París dades fuera de España formó parte de un trío con el violonchelista Hacking con Herz y Kalbrenner. A partir de y el famoso pianista . entonces la mayoría de los pianistas españoles estudian en París, como La guitarra, con poca presencia en la Joaquín Malats, José Tragó o Joaquín música internacional, con intérpre- Larregla quines, sin pretenderlo, tes y compositores como Fernando Sor, Dionisio Aguado, Francisco Tá- resultan creadores de una escuela rrega, Miguel Llobet o Emilio Pujol pianística que brillará con artistas al canza una época esplendente en el que alcanzan renombre internacio- ex tranjero. Otros famosos virtuosos nal, además de Isaac Albéniz, En ri - de la guitarra, Regino Sainz de la que Granados, Ricardo Viñes, Joa - Ma za, dedicatario del Concierto de quín Nin, José Iturbi, José Cubiles o Aranjuez o Narciso Yepes y Andrés Ali cia de Larrocha, entre otros mu- Segovia elevaron el arte guitarrísti- chos y todos ellos habituales visitan- co a niveles desconocidos hasta en - tes de nuestra Sociedad.

13 Volviendo a Falla, como recuerda Fe- co mo las principales señas de sus derico Sopeña, desembarcó en París triun fos. Más tarde El retablo de Maese “con la ilusión de la tournée que el Pedro (1923) y su Con cierto para clave y empresario de Kochansky le ofreció cinco instrumentos, (1923-1926), bien en el concierto de la Filar mó nica de aceptados en París mantienen su fama Bilbao el 11 de enero de 1907”. internacional. Llega a la capital francesa cuando allí Además de Falla, otro de los músicos se hablaba de la “invasión de los bár- que encabeza la lista de los maestros baros” en referencia a la influencia de españoles que iban a tener reper - la música española y rusa. Al gaditano cusión fuera de su país fue Enrique le impresiona el mundo de los con- Granados. El 4 de abril de 1914 dio ciertos parisinos. Allí ve y oye Pelleas un recital de obras suyas para piano y Melisande de Debussy. El año de en la Sala Pleyel de París. Como 1907 tiene lugar el encuentro entre resultado de su gran éxito se le pidió Falla y Ricar do Viñes. El pianista que algunas de aquellas piezas se con- español, (Lérida 1855-Barcelona virtieran en música teatral evocando 1943) que estudió en París con el color y el sonido de la obra pictó- Beriot, La vignac y Go dard, en su rica de Goya. Así nació Goyescas cuyo etapa de concertista es tre nó algunas estreno en 1916 en Nueva York al - piezas de Debussy, Seve rac, Messiaen can zó un rotundo triunfo. Con ti - y Mil haud. Su nombre aparece como nuan do esta reseña de músicos espa- de dicatario de mu chas partituras de ñoles influidos e influyentes y, en en tonces. Fue no table defensor y di - alguna medida de alcance internacio- fu sor de la música española, no sólo nal, por nombrar unos pocos tenemos en París sino en sus muchísimos con- a Turina, Ernesto y Rodolfo Halfter. ciertos en todo el mundo. En esta sucesión algo inconexa so- Encontrándose Falla en París, por au - bre la música española, su influencia sencia de Debussy visita a Paul Du kas y ciertos componentes externos de quien ya conocía El apren diz de ape nas se ha tocado el motivo prin- brujo. Dukas propicia el encuentro cipal de estas notas: la música de con Albéniz que le pro pone el estu- cámara. La reciente visita y el intere- dio de la instrumentación con sante programa ofrecido el martes 8 Berlioz y R. Strauss. Falla comienza de noviembre por el Trío Wanderer pronto a ser considerado el supremo con su programa de raíz española, compositor español de su siglo. La Granados, Turina y Ravel y, de algu- producción de 1915 de Dyagilev de na manera el redescubrimiento del El amor brujo y en 1919 de El sombrero parisino Henri Collet, (1885-1951) de tres picos fueron decisivas en la con- ha sido la causa principal de estas solidación de su fama. En ambas crea- líneas. Collet, musicólogo, hispanis- ciones el lenguaje español, acento ta, compositor y pianista recibió francés enriquecido con el “vocabula- consejos de Severac y de Fauré. En rio” del primer Stravinsky aparecen 1907 hizo su debut en España como

14 Enrique Granados, 1910 Archivo de la Sociedad Filarmónica de Bilbao pia nista. En sus primeros viajes a citado Quinteto de Granados junto nuestro país pudo estudiar con al de Turina formarán parte del pro- Pedrell y Olmeda, dejándose acon- grama que en la temporada próxima sejar por Falla. Su tesis doctoral “Le interpretarán estupendos músicos de Mysticisme musical espagnol au la joven generación española: Javier XVI siécle” es, todavía para algunos, Perianes, piano y el ascendente una obra de referencia. Cuarteto Quiroga. La música de cámara española que Posiblemente músicos como Del ha estado presente en la historia de Cam po, Julio Gómez, Guridi, Re - nues tra Sociedad desde aquellas se- macha, Usandizaga y otros no hayan siones primeras, (1896-1897), en las al canzado el mismo nivel en su mú- que con el mismísimo Granados al sica de cámara como en el resto de piano, el Cuarteto de cuerda Crick - sus composiciones, aún así ya que boom y el violista jaenés Rafael nue vos va lores se asoman a la activi- Gal vez Rubio presentaron el Quin- dad camerística española, sería inte- teto con piano en sol menor del au- resante ir apreciando tanto obras del tor de Goyescas, seguirá escuchándo- pasado como del presente. Hay ma- se tanto en recitales como en sesio- teria para ello. nes de cámara. Precisamente es te K.E. semblanza Reynaldo Hahn y Magda Tagliaferro

L JUEVES 2 de febrero el Cuarte - para llegar a convertirse en un artis- Eto Chilingirian y el pianista Ste- ta completo. Discípula de Alfred phen Coombs ofrecen un singular Cortot “para el resto de sus días”, concierto en el que se incluyen, fue “adoptada” por el Trío Cortot- ade más del Cuarteto de Ravel, dos Thi baud-Casals. En 1937 fue nom- obras de Reynaldo Hahn: su Sonata brada profesora del Conservatorio para violín y piano en do mayor de París, sin abandonar su carrera de compuesta en 1926 y el Quinteto concertista. Dos años más tarde, fue con piano en fa sostenido menor de elegida por el Gobierno francés para 1922. Además de contar con obras protagonizar una misión oficial de que no están en el repertorio habi- propaganda de la música francesa en tual de los conjuntos de cámara, la Estados Unidos. La prensa america- particularidad de este programa está na le aclamó desde su presentación. en que las dos composiciones fueron Los años de guerra los pasó en Río estrenadas por Magda Tagliaferro: la de Janeiro dando innumerables cur- Sonata con el violinista Gabriel sos y conciertos de música francesa Bouillon en diciembre de 1926 y el hasta que en 1956 regresó a Francia. Quinteto con un conjunto de cuer- Su carrera se desarrolló en una serie da formado por Jules Boucherit, ininterrumpida de triunfos, con un Ga sselin, Englebert y Gerard Hek- repertorio que abarcó la música clá- king en noviembre de 1922 (otras sica, romántica y moderna y que fuentes apuntan a un estreno ante- colocó a Magda Tagliaferro en el rior unos meses antes). primer plano de los artistas interna- Magda Tagliaferro (1893-1986) na- cionales. En mayo de 1979, treinta y ció en Petrópolis (Brasil) de padres nueve años después de su primera franceses. Dada su formación, mu - visita a Estados Unidos, volvió a ser chas veces es considerada una pia- invitada a tocar en este país gracias a nista francesa ya que a los trece años un artículo del crítico Harold ob tuvo el Primer Premio de Piano Schoenberg aparecido en el New del Conservatorio de París. Luego, York Times. Su concierto en el Car- supo salvar los escollos que frecuen- ne gie Hall le valió un triunfo cla- temente rodean a un niño prodigio, moroso. Entre las obras que le dedi- Magda Tagliaferro. Fotografía en la que figura la siguiente dedicatoria: Para el Cuartito con todo mi afecto, Magda 20 -02- 21 Archivo de la Sociedad Filarmónica de Bilbao caron a lo largo de su carrera se en- cuentran el Concierto para piano de Reynaldo Hahn y Mômo precoce de Villa Lobos de las cuales existe una gra bación con Magda Tagliferro al piano y ambos compositores diri- giendo sus respectivas obras. ¿Pero cuál fue la actividad de Magda en nuestra Sociedad? Magda tocó en on ce ocasiones en la Filarmónica: con el violinista Jules Boucherit tres ve ces en 1919, seguido de un recital en 1920. Ese mismo año participó con la soprano Elena Gerhart y el pianista Leopoldo Magenti, en otro concierto. En 1921 volvió a tocar en dos ocasiones con Jules Boucherit en la primera de las cuales tocó una obra pa ra piano de Hahn –Pèlerinage inu- tile- que forma parte de un conjunto de ocho piezas tituladas Ver sailles - En 1925 participó en otros dos concier- tos, con el violinista Gabriel Boui- llon, y finalmente en 1949 y 1950 ofreció sus dos últimos recitales. Como vemos Gabriel Bouillon es el violinista con el que estrenó la Sonata en do mayor de Hahn y con el Cuarteto de Jules Boucherit el Quinteto con piano de este composi- tor, precisamente los dos violinistas con los que tocó en nuestra Socie dad. ¿Por qué la relación de Magda con el Cuartito? Como todos sabemos en “El Cuartito” un grupo de aficiona- dos tocaban dúos, tríos, cuartetos y hacían lecturas a cuatro manos. Era el famoso Cuartito sietecallero que en poco tiempo había de dar a luz a la Sociedad Filarmónica. Pero curiosa- mente estas reuniones no habían de Listado de miembros de “El Cuartito” desaparecer con el nacimiento de la cuando contaba cuatro años. Super - Sociedad. No perdió “El Cuartito” - do tado para la música conoció su pri- como dice Ramón Rodamiláns en el mer éxito a los catorce años con una libro del Cen te nario- la razón de exis- melodía Si mes vers avaient des ailes tir y fue convirtiéndose en la reboti- sobre un poema de Víctor Hugo y ca donde se comentaban los concier- compuso a los dieciocho su primera tos (lo que pretendemos hacer de obra lírica: L ile du rêve. Su paso por nuevo con nuestra tertulias) y se el conservatorio le puso en contacto hacían los honores a ciertos destaca- con Jules Massenet que siempre será dos artistas. Es fácil deducir que uno para él su maestro. No cesó de com- de esos ar tistas fue Magda Tagliaferro, poner toda su vida dejando más de a la que nombraron presidenta de trescientas obras entre las que se honor, suponemos que además de encuentran numerosas mélodies, más como admirable pianista por su de un centenar de piezas para piano, belleza y gentileza. La foto que obras líricas, música para la escena, acompaña a este comentario es del obras sinfónicas y concertantes y un 20 de febrero de 1921 (uno de sus repertorio de música de cámara que conciertos con Boucherit) y en el lis- durante mucho tiempo ha estado ol- tado de los participantes de dicho vidado. En resumen una herencia Cuartito también figura con este musical muy extensa. Desgraciada - título honorífico. men te, con el tiempo su éxito ha Como ya hemos indicado al princi- quedado limitado a algunas mélodies y pio, al hablar de los estrenos de las a la opereta Ciboulette. dos obras de Hahn por la Tagliafe - Un estudio profundo de su catálogo rro, la relación con este compositor de obras muestra que su lugar en la tuvo que ser estrecha, un verdadero historia de la música francesa mere- flechazo artístico, porque además de ce ser reconsiderado. Su vida es por ser su pianista preferida, Hahn le dedicó, como decíamos antes, su sí sola una historia apasionante te - Concierto para piano en mi mayor, niendo en cuenta las personalidades obra que estrenó Magda en febrero que fueron sus amigos: Alphonse de 1931 en los Campos Elíseos, bajo Dau det, Pierre Loti, Marcel Proust la dirección del autor y con la Or- –su íntimo amigo- Sarah Bernhard, ques ta Sinfónica de París. Edouard Risler, la princesa de Polignac y por supuesto tenemos No podemos dedicar a Reynaldo que citar a Magda Tagliaferro entre Hahn (1874-1947) todo el espacio estos. que nos gustaría pero sí decir breve- mente que nació en Venezuela de pa- A.A. dre alemán y madre de ascendencia vas ca, Elena Echenagusia, nacida en Curaçao. Su familia se trasladó a París entrevista Martin Helmchen «Mi evolución se ha encaminado desde los aspectos exclusivamente pianísticos hacia los aspectos más íntimos, más musicales».

20 A TEMPORADA pasada Martin orientación musical deben venir LHelm chen visitó por primera vez desde el principio de unos buenos la Filarmónica para interpretar la pro fesores ¿no? “Por supuesto. Es integral de las Sonatas para violín y muy importante tener un buen pro- piano de Schumann junto a la violi- fesor desde niño. Necesitas buenos nista Julia Fischer. Un concierto me- consejos, saber dónde vas, cómo es - mo rable que todos recordábamos an- tu diar, cómo disfrutar de la música, te esta nueva oportunidad de escu- alguien que te abra los ojos a los di- charle, en esta ocasión, en un recital. fe rentes estilos. La educación de los A sus veintinueve años, Helmchen primeros años es básica” No se gana pue de presumir ya de una magnífica el Clara Haskil sin una buena orien- trayectoria que comenzó en 2001 al tación ¿no? “Así es”. convertirse en el ganador del Con- El repertorio que Martin Helmchen cur so Clara Haskil y que, a partir de ha tocado a lo largo de su carrera es entoces, le ha llevado a tocar con al - muy amplio: Bach, Mozart, Beetho- gu nas de las orquestas más significati- ven, Brahms, Liszt, Dvorak, Shosta - vas como la Filarmónica de Berlín, ko vich, Weber… Cuando hablamos Filarmónica de Viena, Filarmónica de de la evolución personal que vive Londres y Orquesta Sinfónica ciudad como pianista me explica perfecta- de Birming ham bajo la batuta de mente cómo cambia la forma de directores como Herbert Blomstedt, abor dar un mismo repertorio a lo Andris Nel sons, Valery Gérgiev y largo de los años, cómo la visión que Vladimir Jurowski. se tiene de un compositor o de una Unas horas antes de su recital, el obra en un momento de la vida va- jueves 3 de noviembre, me cita en ría con el tiempo: “Hace nueve uno de los camerinos de la Filarmó - años, cuando aun estaba estudiando, nica para concederme una entrevis- interpretaba a Liszt en el aspecto ta. Desde el primer momento, perci- más clásico, es decir, lo más fuerte y bo que su poder de comunicación rápido posible, para demostrar lo se extiende más allá del piano. Co- que técnicamente era capaz de con- men zamos hablando de su infancia seguir. Ahora me interesan más los y de su primer contacto con la mú- tesoros musicales que están escondi- sica: “A diferencia de la mayoría de dos y la manera en la que Liszt abrió mis compañeros, mis padres no son el camino de la música del siglo músicos profesionales ni tan siquiera XX. Posiblemente fue el compositor amateurs, son aficionados a los que que en mayor medida inició las nue- les gusta la música. Por ese motivo vas vías de la música moderna. Mi nun ca tuve la presión de pertenecer evolución se ha encaminado desde a una famila de músicos en la que los aspectos exclusivamente pianísti- todos esperan que seas el genio de la cos de su obra hacia los aspectos más familia. Tuve mucha libertad para íntimos, más musicales”. descubrir la música y me considero Al igual que todos los pianistas de su muy afortunado por eso”. generación, vive una época de má xi- Si no se nace en una familia de mú- ma exigencia en comparación con lo sicos, supongo que la educación y la que, por ejemplo, se demandaba a los

21 pianistas de la época de Liszt. Hay Elisabeth Hecker, Gidon Kremer, tantos pianistas excelentes en el pa - Chris tian Tetzlaff, Sharon Kam, Julia - norama internacional que muchas ne Banse, Sabine Meyer… ” Me gusta veces perdemos la conciencia de que mu cho hacer cámara. Aunque en un lo que hacen es extremadamente recital solo es más fá cil descubrir y difícil y de que en algún lugar debe desarrollar por ti mismo el sentido de estar el límite: “Sí, técnicamente exi- la música, ha ciendo cámara es más gimos cada vez más y con el tiempo fácil inspirarse. Me gusta salir al esce- irá a más. Sin embargo, hay otros nario con otros, compartir una inter- aspectos que hemos descuidado. pretación… el trabajo en equipo bien Creo que el nivel musical del intér - hecho es muy gratificante”. prete y la apreciación del público Escuchar un recital suyo es toda una eran mayores antes. Ahora hay tantos experiencia. Su maravilloso sonido pia nistas tan buenos, oímos tanta fruto de una perfecta articulación y música que la educación musical ya de un contenido control del pedal no es tan natural como antes… resulta muy expresivo, romántico cuando el público escucha a un pia- pero sin rastro de amaneramiento. nista con una técnica brillante se “Cuando el recital termina y salgo al que da tan fascinado que muy pocos escenario a saludar aun continúo en son los que piden algo más. Por mi mundo, en mi música. Oigo los ejem plo, los grandes pianistas de otras aplausos y los bravos pero realmente épocas como Schnabel y Cortot, no los escucho. Necesito un tiempo eran muy diferentes entre ellos, su para volver a pisar tierra, para regre- manera de tocar resultaba perfecta- sar a la realidad. En el escenario hago mente diferenciable. Tenían una per- un repaso veloz de cómo ha sido mi sonalidad propia muy marcada y eso interpretación, de lo que me ha gus- era muy bueno. Ahora todos tocamos tado, de lo que no… A veces pasan de una manera más parecida.” cosas curiosas y mientras la gente me Quizá está especie de falta de perso- está aplaudiendo yo pienso que no ha nalidad sea fruto de la época en la sido para tanto y viceversa… no que vivimos: “Sí, actualmente es más siempre tenemos la misma aprecia- difícil ser creativo, tener un lenguaje ción que el público. Lo que sí me y un estilo propios. Para los compo- gusta es, cuando después del concier- sitores es aun más difícil. Quizá Bach to, la gente se acerca al camerino para no hubiera podido ser tan genial pedir un autógrafo, para felicitarme y ahora con toda la información que comentarme lo que le ha parecido. hay hoy en día ¿Por qué actualmente Es el momento en el que realmente no hay genios universales como Bach disfruto del contacto con el públi- o Beethoven? ¿Dónde están? En co”. nuestra época es mucho más difícil P.S. destacar como lo hicieron ellos.” Su carrera también se desarrolla en la música de cámara. Además de Julia Fischer, suele tocar con Boris Perga - mens chikow, Heinrich Schiff, Marie-

22 Hemos leído en el New York Times...

L PASADO 12 DE AGOSTO, apareció publicado en el New EYork Times un artículo titulado Virtuosos Becoming a Dime a Dozen firmado por el crítico musical del periódico Anthony Tomasini. Tomando como punto de partida la impresionante técnica de la primera grabación con orquesta de Yuja Wang –en la que interpreta con la Mahler Chamber Orchestra y Claudio Abbado la Rapsodia sobre un tema de Paganini y el Segundo Concierto para piano de Rachmaninov- Tomasini reflexiona acerca de la gran cantidad de pianistas que existen hoy en día con un nivel extraordinario y hasta dónde puede llegar esta tendencia que parece imparable. El nivel de excelencia técnica que se espera de los nuevos pianis- tas es mucho mayor que hace unos años. Cuando Ligeti com- puso sus Estudios para piano en los años noventa, con novedo- sas propuestas respecto a la textura, sonido y técnica, causa- ron una gran expectación y se consideraron prácticamente imposibles de tocar. Hoy en día forman parte del programa de estudios de muchos conservatorios.

A lo largo de este artículo Tomasini hace una relación de los pia- nistas actuales que, según su opinion, poseen una técnica y un dominio del piano extraordinario. La inmensa mayoría de ellos han pasado por la Filarmónica: Kirill Gerstein, Nikolai Lugansky, Piotr Anderszewski, Lang Lang, Richard Goode, An- dras Schiff, Jonathan Biss , Garrick Ohlsson, Leif Ove And snes -del que admira su exquisite técnica y vibrante musicalidad- Martha Argerich –“una mujer salvaje ante el piano”–, Krystian Zimer man, Marc-André Hamelin, Jean-Yves Thibaudet…

El artículo finaliza haciendo una magnífica crítica de la ver- sion de la Sonata de Liszt que Stephen Hough interpretó en el Carnagie Hall, la misma que pudimos escuchar en nuestra sala como clausura de la pasada temporada. Sus elogios pasan por señalar una técnica prodigiosa, una concepción de la Sonata muy atractiva y una conciliación de la secciones episó- dicas en una entidad extraordinaria.

23 El oletín bde la Sociedad Filarmónica de Bilbao Edita SOCIEDAD FILARMÓNICA DE BILBAO

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El Boletín de la Sociedad Filarmónica de Bilbao es una publicación cuatrimestral, no venal dirigida a los socios de la misma