Boleti?N Filarmo?
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El oletín bde la Sociedad Filarmónica de Bilbao Noviembre, 2011. BilbaoD.L.: 1278-07 · ISSN: 1886-5437 Núm. 17 EN PORTADA: Fachada de la Sala de conciertos de la Sociedad Filarmónica de Bilbao, obra del arquitecto Fidel Iturría, recientemente restaurada. (Fotografía de Oiane Bravo. ATIS Asistencia Técnica Informática In Situ S.L.) ß presentación Sociedad Filarmónica de Bilbao LEGAMOS AL NÚMERO diecisiete de nuestra publicación, muy cercanas las fies- Ltas navideñas. En estos momentos de dificultades económicas generales, no debemos dejar que nos domine el abatimiento. Al contrario, esperamos que con el nuevo año se solventen muchos problemas y podamos abordarlos con esperanza. Por ello nada mejor que felicitar a nuestros socios, amigos y a nuestro patrocina- dor, la Fundación BBK, en estas fechas y esperar que este curso musical continúe dán donos toda clase de satisfacciones. Comienza este boletín con un artículo sobre la música contemporánea y el públi- co. Tema candente donde los haya por la distancia existente entre las obras de los compositores contemporáneos y los oyentes. Otro trabajo de opinión trata de la responsabilidad del crítico. Las consideracio- nes sobre la función del crítico en los medios de comunicación general y su respon- sabilidad tienen una gran importancia en nuestra sociedad. En 2012 celebramos el 150 aniversario del nacimiento de Claude Debussy. Ello da lu gar a dedicarle un apasionado recuerdo con cuatro apuntes sobre este insigne compositor. Sobre su música bellísima, sobre su poder evocador. Acabamos de realizar un concierto de música de cámara con música española, o influida por ésta, a cargo de un destacado trío francés ¿Para cuándo una revisión de la música de cámara española, en gran parte olvidada en nuestro propio país? Otro escrito se plantea esta cuestión. Ante un concierto con obras de Reynaldo Hahn, nos ha parecido oportuno recor- dar a la gran pianista Magda Tagliaferro, tanto por su relación con el compositor co - mo por su vinculación con el famoso “Cuartito” del que fue Presidenta de Ho nor. La entrevista está dedicada al pianista Martin Helmchen, que acaba de ofrecer un gran recital. En ella hace unas observaciones muy interesantes. El número concluye con una nueva sección: Hemos leído… que creemos puede resul- tar atrayente para nuestros socios. Asís de Aznar Presidente de la Sociedad Filarmónica de Bilbao 3 opinión LA MÚSICA CONTEMPORÁNEA Y EL PÚBLICO Do ut des «Very frequently no one knows that contemporary music is or could be art. He simple thinks it is irritating…». John Cage, Silence LARTEQUE, en mayor medida, La experiencia nos dice que, excep- Ere curre a la producción de sus to en el caso del reducido y entu- an tepasados es, sin lugar a dudas, el siasta público especializado, no esta- de la música clásica. Probablemente mos interesados en lo que los com- vi vimos en la época en la que existe positores actuales quieren decirnos. un mayor desfase entre los composi- En la Sociedad Filarmónica, en tores de la llamada música contem- don de se han producido muchos es- poránea y el público actual. No son tre nos en España e incluso estrenos sólo las temporadas de concierto del ab solutos de obras tan importantes mundo entero las que programan como Concertino 1 + 13 de Xavier mu cha más música de otras épocas, Mont salvatge, tenemos comprobado también las casas discográficas gra- que cuando algunos de nuestros so- ban infinitas versiones de obras per- cios leen las fechas de los composi- tenecientes al repertorio compuesto tores y descubren que aun no han antes de la segunda mitad del siglo muer to, abandonan discretamente sus butacas con la repentina prisa XX y nuestras discotecas personales que suele acompañar a un imprevis- sue nan casi siempre a música del pa - to. Incluso la Noche transfigurada de sa do ¿o no es verdad? La nueva mú- Schoen berg interpretada en 1996 si ca y la antigua son tratadas como por la Orquesta de Cámara de Esto - dos mundos diferentes y la situación col mo y dirigida por Esa-Pekka Sa- ha llegado hasta tal punto que para lo nen se vio afectada por este sin- po der escuchar un concierto exclu- gular fenómeno. sivamente de música contemporá- Beethoven, Brahms, Mahler y mu- nea normalmente hay que asistir a chos otros compositores conside ra - un festival o ciclo específico, casi dos revolucionarios en su época, siem pre patrocinado, porque el resto con siguieron finalmente despertar el de las temporadas que dependen de in terés y la admiración de sus con- los abonos y las ventas en taquilla, temporáneos. Aunque muchas de no pueden asumir este reto. 4 Partitura de John Cage sus obras no fueron comprendidas nal que se llenó de ritmos, medidas y en sus primeras interpretaciones - texturas tan irregulares que, lejos de posiblemente porque el público no acercarse al oyente, di ficultaron en estaba acostumbrado a su lenguaje gran medida la escucha. Sin embargo, musical o porque la versión no fue como decía Wil helm Futwängler, demasiado buena- más pronto o más cuanto más claro es el mensaje más tarde obtuvieron un merecido reco- fácilmente llega al pú bli co y más gusta nocimiento ¿Por qué ahora no hay a lo largo de la historia. ningún compositor que provoque Da la impresión de que algunos com- ese mismo efecto en algún lugar del positores, lejos de intentar llegar más mundo? ¿Desde cuándo existe este al público de su generación, perma- abis mo entre la producción de los necen en su burbuja con el convenci- compositores y la aceptación del miento de que sus obras serán com- público que, en el mejor de los prendidas dentro de unos años ¿No casos, supera varias generaciones? de beríamos hacer un esfuerzo por A finales del XIX se fue fraguando un am bas partes para intentar acercar po- cambio decisivo en el material to nal si ciones? ¿Cómo lo han logrado el en el que se basaba la música. Schoen - res to de las artes para que sus van- berg y el grupo de compositores que guardias ocupen su lugar y el públi- formaban la Segunda Es cuela de co llene los museos de arte moderno, Viena, creían que el sistema que había restaurantes, desfiles de moda, tiendas servido de base al gran desa rrollo de la de de diseño… en busca de las últi- música europea estaba ob soleto. La mas ten dencias? Ojalá llegue el día en música atonal surgió como una señal que lo gremos estar tan familiarizados de progreso y así, por primera vez, el con la música de nuestra época que material del que estaba hecha la músi- sea historia la célebre respuesta del ca se convirtió en el punto de partida. compositor Andrés Isasi a la reina Mª Los compositores, que ya no buscaban Cristina: “Majestad, lo difícil no es la belleza sino la no vedad, comenza- escribir una composición, lo difícil es ron a preocuparse tanto por el proce- estrenarla”. so creativo y por su originalidad que P.S. parecieron olvidarse del resultado fi - 5 opinión La responsabilidad del crítico I PENSÁRAMOS en los elementos ta gente siguiendo desde la butaca los Sfun damentales que conforman un con ciertos partitura en mano. concierto, seguramente nos vendrían Es en este contexto donde, por pura a la cabeza tres figuras: el promotor ló gica, la figura del crítico adquiere (organizador del evento), el artista (el una importancia excepcional. No que ejecuta la obra), y el pú blico tan to por su opinión personal y (quien acude al espectáculo). Estas subjetiva de un espectáculo, sino por son, a priori, las tres patas sobre las la ayuda que puede suponer sus que se sustenta la música en directo. palabras a tantos aficionados que Pero podríamos añadir una cuarta fi - deciden leerle para conocer “la opi- gu ra que, aunque de manera tangen- nión del exper to”. cial, tiene un protagonismo inelu di - Quede dicho de antemano que en- ble. De hecho, para gran parte del ten demos que la labor de un crítico pú blico, supone un referente impor- no es la misma que la de un profesor tante en su educación melómana. de la ESO, ni la de un maestro del Ha blamos del crítico musical. con servatorio. Su labor es la de apor- Afortunadamente en España el nú - tar un punto de vista personal sobre me ro de orquestas, auditorios, ciclos, una interpretación musical. Por ello pro motores... es bastante elevado en escribe y por ello le pagan. la actualidad. Sin embargo, y desgra- Pero también entendemos que no es ciadamente, todas estas cifras chocan lo mismo una crítica publicada en con la paupérrima educación musical una revista especializada (donde a sus de los españoles. En ocasiones nula. Y lec tores se les supone unos conoci- es por ello que la mayoría de las per- mientos musicales más amplios), que sonas que se acerca a una sala de con- la que aparece en un medio genera- ciertos apenas tiene algunas nociones lista. Es aquí donde su trabajo ad- del compositor, la obra o su época. A quiere una responsabilidad mayor. veces ni eso. A menudo sucede que tras un con- En ningún momento ponemos en cierto de calidad dudosa o una inter- du da que el público disfrute de los pretación heterodoxa, nos encontra- conciertos, que se emocione, pero sí mos en la prensa una crítica bonda- es verdad que en la mayoría de los ca- dosa, incluso aduladora de dicha in- sos disfrutaría más si sus conocimien- ter pretación. ¡Cómo puede ser! nos tos musicales fueran mayores. Qué pre guntamos. Y a veces nos entera- le jos quedan de nuestros auditorios mos que el intérprete es una figura las salas europeas donde vemos a tan - in tocable para la prensa del país, que 6 Eduard Hanslick (1825 - 1904) Musicólogo y crítico musical alemán.