ASTURIAS SIGLO XXI

SAN MARTÍN DE OSCOS

Fermín RODRÍGUEZ Rafael MENÉNDEZ

San Martín, en el trébol

Pionero, como sus vecinos, en la exploración en España de nuevas vías de diversificación económica en el mundo rural, vive hoy la situación de incertidumbre sobre sus opciones de futuro propia de los concejos pequeños y aislados.

San Martín de Oscos forma parte del trío de concejos de pequeña dimensión superficial y demográfica que conforman la comarca de los Oscos. Aporta menos de 500 habitantes que disminuyen lentamente, de censo en censo. Si Los Oscos miran hacia el sur, separados de la marina y de las nortadas por La Bobia, San Martín es el más sureño, abierto por la barranca del río Agüeira hacia el valle medio del y los concejos de y Grandas. Tierras altas, en el interfluvio de los ríos principales, que tajan sus valles en profundidad sobre la roca antigua, y que da como resultado un paisaje original y característico, diferenciado en el territorio regional. San Martín es un concejo pequeño y poco poblado. En la primera década del siglo XXI ha descendido de los 500 habitantes: 469 en 2005, después de un una fuerte regresión que se suavizó una vez cerrado el gran ciclo migratorio, desde 1981, año en que tenía 840. El eje principal de comunicación viene desde , a través de La Garganta (881m) y se dirige a Pesoz. La mejora de las carreteras ha permitido una comunicación interna más fluida tanto dentro del propio concejo como con sus vecinos de Los Oscos y más difícil con el valle del Navia. Como en el conjunto de la comarca, el programa de desarrollo rural Oscos-Eo apoyó la modernización de la actividad ganadera y la implantación de nuevas actividades en un territorio rural con graves problemas de comunicación, de infraestructuras básicas y de servicios públicos. Dio paso, a partir de mediados de los años 80, a una mejora efectiva de las condiciones de vida de la población residente, a pesar del obstáculo de actuar en una fase ya avanzada del proceso de pérdida de población y de envejecimiento de la residente. La continuidad del proceso a través de las fases sucesivas de la Iniciativa Comunitaria LEADER tuvo efectos muy positivos en la mejora de la ganadería y en la localización de nuevas actividades. Pero, como en el resto de la comarca, el avanzado proceso de declive demográfico y la continuidad de los problemas de comunicación y accesibilidad hasta la actualidad, ha impedido que los indicadores de desarrollo muestren una mejoría cierta de su situación que, sin duda, sería mucho más negativa de no haber actuado. Este aspecto apunta hacia una necesidad básica para el futuro inmediato: la continuidad y refuerzo de la acción de los programas de desarrollo rural en el concejo y la comarca. Los problemas de comunicación exterior continúan. La autovía costera aún no está y el eje Vegadeo-Pesoz, mejorado, no alcanza las características deseables para una comunicación ágil. Es notable, sin embargo, la mejora de la comunicaciones internas entre los pueblos del concejo con el arreglo paulatino de las malísimas carreteras de hace veinte años. San Martín, como sus vecinos, sigue perdiendo población, a ritmo más lento que en décadas anteriores, pero de forma preocupante si miramos hacia el futuro y hacia la continuidad de este territorio un como espacio vital. Tiene 469 habitantes, diseminados en cuatro parroquias. La de la capital concentra la mayor parte de las aldeas, 16 y de la población, 370 habitantes. Labiarón tiene 71 en 9 núcleos, Pesoz 16 en dos e solo 12, en otras dos aldeas. Parece clara la posición dominante de la parroquia principal y el futuro incierto de las otras tres parroquias, especialmente de las dos más alejadas, en una localización compleja, dada la desarticulación de Los Oscos con el valle del Navia. Un total de 30 aldeas componen el doblamiento. La capital es un núcleo rural de 188 habitantes, con equipamientos y servicios de alcance local. El resto de aldeas tiene menos de 50 habitantes. Destacan Labiarón, con 39 y Bousoño con 15. La localización de nuevas actividades en el concejo es notable. Once establecimientos hoteleros y un centenar de plazas de alojamiento, en un pequeño concejo, es el resultado actual del proceso de diversificación rural emprendido en los años 80. Equipamientos educativos, sociales, culturales y deportivos completan la mejora. A pesar de ello, también la capital pierde, poco a poco, población. Y a pesar de que las condiciones objetivas del núcleo permitirían un aumento significativo de los equipamientos, de las actividades terciarias y, en definitiva, de la población. Los Oscos son un territorio ganadero, especializado en la ganadería semiextensiva orientada a la producción cárnica de calidad, tras el notable proceso de recuperación de las razas autóctonas. Las cifras lo dejan claro: en un concejo de menos de 500 habitantes hay 83 explotaciones ganaderas y una cabaña de 3.000 cabezas, más que hace una década. Y aunque las explotaciones de producción lechera son muy pocas (han pasado de 30 a solo 13), producen hoy más que entonces. El proceso de modernización y concentración es evidente y muestra un futuro esperanzador para la actividad. Sin embargo, la ganadería no tiene capacidad hoy, en el mundo rural asturiano, para sostener la población en su dimensión actual. El proceso de diversificación de actividades y de mejora de equipamientos y servicios no ha logrado el empuje necesario para enmendar la negativa situación de partida. Como en otros territorios de especialización ganadera la población masculina supera a la femenina, particularmente en los grupos de jóvenes y adultos, como resultado del predominio de unas actividades poco atractivas para el empleo femenino Las cifras de empleo, a pesar de un ligero descenso, se mantienen cercanas a las de hace una década, 200 empleos, con un fuerte predominio de la ganadería, 150 empleos (75%). A ellos se añaden unos pocos empleos en la construcción y un lento aumento de los del sector terciario, 40 en la actualidad. El futuro muestra luces y sombras. Las primeras provienen de la modernización de la actividad ganadera y del proceso de diversificación de actividades. Los segundos de los pocos nacimientos, del envejecimiento, del aislamiento y de las dificultades para dar una mayor dimensión a las nuevas actividades. La experiencia del pasado reciente en Los Oscos ha mostrado las posibilidades de hacer cosas nuevas en un territorio rural alejado y con problemas graves, una senda por la que se debe continuar, renovando ilusiones y esfuerzos y explorando nuevas vías.