SOBRE LA CONVENCION

29 DE OCTUBRE DE 1840.

DESARROLLO Y DESENLACE

LA. CVKSTION FRANCESA

cir ¿L

Florencio Vareta,

CIUDADAJT6 DE BCíTO» - AIRES.

II i/ a. rff l'écka <•» í'/aac«, qvand en pretiionrr, ict le» noms

Los nombres de honor y de Patria, pronun­ ciados »

fflktr* is tht glorij O.eij lefi thee IH fusl.'—i ' Tis aeattered in darkness. 'tis tmnipled w dnsl.

. Qué has hecho e'o la «lona que te confia­ ran en depusito ? — Está disipada en las llnic- MH, esta pisoteada en el polvo. Fimos.

MONTEVIDEO.

1 84«. ' V

II / a de l < thn m b'rance. rjuand on pronornr iti les nums d'konneur tí de Putrit.

I.os nombren de honor j do Patria, pronun­ ciaron ¡ii{uf, tienen eco en la Krnncia. Kor, Vise svr la L^^ion d'Ilnmuu i.

. Hhr.re li tAc gl°ry theij le.ft titee in trust '-- TÍS 'cattirnl %n darkncs*, -tit trampltd in dti.it.

'¿'U- han hecho du Ja gloria que te ronda­ ron I-II deposito ? — Kstá disipada on las anie­ Las pajinas que van á leerse no hablan solamente c< bla.-. estA pisoteada cu el polvo. los Pueblos del Plata, ainó con todas las Repúblicas Ain BtaoK. ncanas, y con la Europa misma, especialmente con la Fn cia. — Esto oblig» necesariamente á referir algunos h«cti<< y reimprimir algunus documentos, muy conocidos en loi d inárjenes de nuestro Rio; pero que no lo son fuera de aq't y que importa mucho que lo sean. Un gran cambio se ha consumado en el Rio dt; la Plata. La cuestión con <|ue la Francia atrajo sobre él, por cerca de tres afios, la atención del mundo civiliza­ do, acaba de llegará su linal desenlace. Inmensos mterrsfs industriales,y mercantiles, cam­ bian repentinamente de dirección. Un mercado vaní­ simo, cerrado por largo tiempo á las producciones ultra­ marinas, provoca de nuevo su activa concurrencia ; y olrece, á su vez, á la industria extranjera tan asombrosa cantidad de materias primeras, que necesariamente han de causar graves alteraciones en los mercados que van á inundar. Múdase también inopinadamente la fafe dé les suce­ sos políticos, que ocupan á los pueblos del Plata: tic- aparece de sus cuestiones un elemento europeo, y que- uan soles en la ruena, donde la civilización combale, á muerte, contra la barbarie, cu pro de Americanos y Europeos. — 4 — — 5 — Causas son estas, que necesariamente harán sonar por todo el'mundo este acontecimiento importante, y íirruren los sucesos, que calumnien á los hombres; y lo» despertarán en todas partes, el deseo de saber sus ante­ orientales, y argentino?, debemos esperar, desde ahora, que I03 autores del tratado nos pinten como un partido cedentes, y sus pormenores. voncido y diminuto, sin principio alguno político, é in­ Satisfacer esto deseo racional; pero satisfacerle de digno de ocupar la atención de una nación europea. un modo justo, que coloque cada cosa, cada hombre, Contra esta debemos todos prepararnos. Todos cada principio, en su debido lugar; de un modo verda­ ks que amen su reputación deben apercibirse ya á de­ dero y leal, que desbarate las artes de la calumnia, y fender, ante la opinión del mundo, esta causa que ha ahogue el grito mentidor do las pasiones, es el objeto de de ser ruidosa. Yo. por mi parte,—arjentino de naci­ esta publicación. miento, y de corazón; amigo sincero de esta República Fd Estado Oriental, los Pueblos y ciudadanos ar­ joven, que fué también mi patria; justo para con el gentinos (*;, que tan principal papel representaron en el pueblo francés, que no merece participar col deshonor drama ucl Rio de la Plata, han sido innoblemente ven­ de su mandatario—quiero también hacer escuchar mi didos en este desenb.ee, que preparó lu política im­ voz, sin exaltación, sin odio, fuerte solo per la verdad, próvida y desleal del gabinete francés. por !a fria verdad, y por los preceptos eternos de la mo­ Un sentimiento unánime de indignación, de que en igual irrado participan los argentinos, los orientales, la ral y de la justicia. crecida población francesa do estos paisrs, V— precis». Voi á referir hechos; les apoyaré, cuanto posible es reconocerlo—la marina misma, cuyo jeíe celebró eL sea, en documentos auténticos, ó en una irreprochable tratado que termina la cuestión, ha condenado severa notoriedad. Tengo confianza en que mi voz no será mente ese acto de ignominia, como contrario al honor, á sospechosa. Primero que tedos en oponerme a las ideas la dignidad, y á los intereses materiales de la Francia; ;de la Francia, en la cuestión del Plata, mientras me pa­ rí cierou contrarias á la dignidad de mi país, fui el últi­ <. ( IIIü una traición vergonzosa «á sus aliados en el Plata. Este grito del l*onor ofendido, de la justicia holla­ mo, tal vez, en adoptarlas: pero las adopté con lealtad da míseramente, no puede menos que encontrar numero­ y abierta buena fé, desde que, ó las modificó la Francia, sos ecos por el mundo; y especialmente en esc pueblo ú las comprendí yo mejor que al principio ; pero, sobre francés, que se alimenta de libertad y de honor ; en fc*e todo, desde que tuve las declaraciones, y seguridades, pueble, que resucitó, tras una muerte de quince años, el que eran, en mi sentir, indispensables. .tabelión quo hoy se mira ennegrecido con una mancha Desde entonces tomé siempre una parte directa en de insólito color. Ir s negocios; los conozco en sue mínime s pormenores; .Natural es que los perpetradores del hecho procu­ pueda hablar de ellos con pleno conocimiento, debo ha­ ren escusarle, adulterando la verdad: natural que des- cerlo con intachable verdad, y quiero desempeñar este deber.

(") La palabra Jlrjtntino* aolo se óptica en este escrito a lo» que coraba;^ al tirano de su patria, y a los que dr-tesran su dominación. Loa que besan el latí p'j que los dilacera, los que arrastran el carro del criminal afortunado, uo ti-n* úrrr i* t esc nombre de honor. bvi ¿o — 6 —

Pero ¿ es el hecho igualmente ctarto ? ¿ Existían *n realidad esas alianzas de la Francia con el Estado Oriental, con los Pueblos, y ciudadanos, arjentinos ? Sí, La cuestión francesa, en el Rio de la Plata, había mil veces sí:—alianzas verdaderas, reconocidas so­ «•ainbiado completamente de aspecto, en su último pe­ lemnemente por la Francia, á la faz de todo el mundo, ríodo. Al principio solo decía relación á los intereses y solemnemente quebrantadas por su ájente, con mengua de la Francia ; y la Francia podía transijirla á su vo­ de la justicia y del honor. luntad, cediendo cuanto quisiera de sus pretensiones, de Ño es verdad que el derecho de jentes solo reco­ sus derechos, y aun de su dignidad. nozca por alianzas las que se formulan por pactos es­ Desde los últimos meses de 1838, y, sobre todo, eh critos : ántes de haber escritura, había alianzas : alian­ e|,curso del año 39, se complicó íntimamente aquella zas existen entre los salvajes, que ignoran el arte de cuestión con los interesas y la política de los Pueblos escribir ; porque la constancia de un pacto no es el del Rio de la Plata. Contrajo con ellos la Francia al an- pacto mismo, así en el derecho de jentes, como en el de ­ zas positivas y solemnes; y, desde entonces, no pudo recho civil: i— basta que dos poderes, cualesquiera que buscar, ni aceptar, arreglo alguno pacífico, sin la con­ ellos sean, liguen sus esfuerzos, dirijan sus recursos, y currencia de esos aliados, sin escuchar primero su vo­ sus medios de acción, hácia un fin común, para que rigo­ luntad, sin asegurar su * intereses, materiales, inórales rosamente exista una alianza, y con elia derechos y obli­ y políticos, en el mismo grado que los de la Francia. gaciones recíprocas. No creemos que sea preciso demostrar que los alia Si voz alguna se levantase á negar estos principios, dos para la guerra, se deben fé. y recíproca protección, «bremos que las pasiones, ó el egoísmo, han sofocado mientras la guerra dura¿ y ventajas, y seguridades co­ la probidad de quien la alzare. Por lo demás, que se munes, sihá de terminarse por la paz. Es este un sen ­ nieguen ó se confiesen los piincipios, los hechos domi- timiento grabado, por el soplo de Dios, en el corazón n irán todo. de todo hombre, con solo que no esté pervertido por el egoísmo j es un precepto de la moral, una imperiosa exyencia del honor. — " Ayúdame, sacrifícate por mí. § ti- mientras te necesito; y te abandonaré cuando no me ha­ gas falta," — es una proposición, que lo mismo repugna al Indio de nuestras Pampas, que al publicista, y al filó­ El Gobierno Oriental, bajo la Presidencia del Ge­ sofo, que habitan los dominios de la ciencia. ¿ A qué neral D. Manuel Oribe, se habia ligado de intención, y buscar en los libros, en las convenciones del dere­ do hecho con el tirano d'í Buenos Ayres; y en pago de cho internacional, lo que está escrito en la razón, y en los servicios que de él recibía, no solo rehusaba toda con - la conciencia de todos los hombres ? cesión gratuita á la Francia, sino que la hostilizaba pe r No perderemos, pues, el tiempo en inútiles discu­ todos sus medios. Esta pesicion se hizo mas evidente siones. Por lo que hace al derecho, necesariamente desde mediados de 1838. estaremos todcs dé acuerdo, con tanto que haya probi­ Las dificultades que las fuerzas francesas esperi- dad. uientaban, para ejecutar su bloqueo eran inmensas, lo — 8 — atravesaban fácilmente á la costa opuesta de este rio, mismo cuando se trataba de evitare! 'contrabando, que que, como arjentina. estaba bloqueada; penetraban aí de conservar ó dar destino á los numerosos buquecilk* Paraná, por el Guazú; y aun á Buenos-Aires mismo, á favor de la libertad que tenían de navegar por el canal que apresaban. - mas inmediato á la costa arjentina. Niel gobierno de Esas dificultades, tanto mas graves, cuantos nías Oribe podía ser responsable de e&to, ni la Francia tenía remotos eran los puntos bloqueados, forzaron al gabinete derecho para exijirle la menor restricción á su comercio trances—débil y poco previsor, en todo lo relativo áestn interior. El mal era irremediable. cuestión — á levantar el bloqueo de todo el litoral de En cuanto á las presas, la dificultad era inmensa. Bueno Aires, fuera del Rio de la Plata, y á limi­ .SÍn puerto donde depositarlas, á muchos centenares de tarle á lo que quedaba dentro de su embocadura en el leguas de los mas inmediatos de la Francia, su conser­ Océano. (*)—Esta medida debilitaba prodigiosamente les efectos del bloqueo, porque de Montevideo se despa­ vación causaba al bloqueo un inexplicable embarazo; chaban libremente buques cargados para puertos Ar- porque ¿ cómo conservar multitud de buquecillos car­ jentinos faera del Rio, de los cuales so exportaban le* dados, en un rio de 20, de Í50, de 40 y aun de 80 leguas de productos del pais: este tráfico de exportación, ¿obre ancho, donde vientos recios, y frecuentes, levantan borrascas mas peligrosas todavía que las que amena­ todo, era el mas importante en aquellos parajes —"El zan al navegante en alta mar ? " Comercio," según las palabras literales del Ministro Thiers, " no había hecho mas que cambiar de lugar, \ Oribe, escudado con una neutralidad evidente, y muy fácil de cumplir, se negaba á dar depósito á las íí costar un poco mas caro. " (t) Pero se hacía, y Bue- presas, y A permitir su venta. A tal punto llegó el ,nos- Aires estaba provisto de lo mas necesaria. de los bloqueadores, por este motivo, que los Por otra parte, como la márjen izquierda del Uru­ guay pertenece al Estado Oriental, y ese riquísimo cau­ ajentes milita! es y diplomáticos do la Francia, celebrá- dal do aguas es el principal canaLde su comercio inte­ ron un formal acuerdo, para adoptar la resolüciou jene- rior, los buques del cabotaje, legalmente despachados ral de quemar los buques, y cargamentos apresados; de Montevideo, para puertos orientales del Uruguar. medida que no llevaron á efecto, por sus inmensos in­ convenientes de toda clase. Este negocio fué uno de los principales motivos de (*) El ministro Thiers, confesando la- necesidad de esta medida, en la Cá­ unión entre la Francia y el Jeneral Rivera ; cuyas ar­ mara de Diputados, dijo que se había adoptado, pulir tondescendre a uitt que.- /ion de forme, élerée par les ungíais et les umóricaius. Esa cuestión de fon», mas ocupaban ya entonces, el Puerto de la Colonia, y de era que. el bloqueo, fuera del Plata, no era efectivo; que no había fuerzas bastar, quien los bloqueadores obtuvieron permiso para deposi­ tes para impedir «1 contorció, ni «ra l ien esplicita la intimación hecha á lo* neutrales, respecto del litoral fuera del Kio. El Gobicrpo francés, ,eu vez tar, y vender en él las presas, y sus cargamentos. (%) aumentar las fuerzas bloque-adoras, y hacer electivo el bloqueo de todo el' lite ral. lo que hubiera «ido digno del poder de la Francia, prefirió seguir, desdad {*) Sobre todo ese asunto de las presas, y demás causan de la desavenencia, principio, el cansino vergonzoso de laa concesiones forzadas, y restrinjió el blo­ > rompimiento final, de los ajentes franceses con el gobierno de Ti. Manuel Ori­ queo. Duplicaríamos nuestro trabajo, si refiriésemos las quejas que hemos oíd- ne, remitimos á los lectores á un interesante y copioso escrito que publicó el A los marinos franceses; sobre las inmensas desventajas «le «ata medida, ¡J* Señor Cónsul D. Ruy mundo Baradére,' titulado—Refutación del Manifiesto del centuplicaba sus. fatigas ; pues que les Loques despachados, para fuera del K- *' D. Manuel Oribe. Montevideo, 1839 — Su estension de 120 pajinas, ¡nclu- navegaban inmediatos á la cósta meridional del Plata, y tenían gran facílidt'l s« los documentos, no nos permite reproducirle nqtn. de burlar á los bloqueadores, y de entrar eu los puertos de aquella costa.

(*) I'.n sorte que le eommerce n'a été que dépluce ; il est seulement deven» un peu i;lus cher. (Diso de Mr. Thi«r«, SCJWIC. du 87 Astil.) — 10 — - II -

Esa?, y otras muchas, eran las dificultades del medidas qje suponen conferencias, consentimiento mu­ bloqueo : y tan claramente las conocía, y comprendía tuo, mutuas concesiones y ventajas. el ministerio francés, que el Sr. Thiers confesaba pala- La primera que apareció fué el ataque, y la toma, dinamente en la Cámara, que por habría venido á :'i viva fuerza, de la Ista de Martin García, el 11 de Oc­ ser imposible la continuación del bloqueo, y consideraba, tubre, por una división naval oriental, reunida á otra nada menos que heroica, la conducta de los marinos francesa: corrió mezclada allí la sangre de los dos que le sostenían (*), soportando una existencia sembrada pueblos, y sabido es que la sangre es la libación mas de peligros en las embocaduras del Plata. (**) santa que sella las alianzas en la guerra. Las ventajas Esperamos que nuestros adversarios,—si alguno te­ de esa ocupación eran todas para la Francia. El Es­ nemos fuera del gabinete, y del círculo del negociador tado Oriental no tenía que temer, para su comercio, que trances — no tacharán de parcial esta esplícita confe­ la Isla permaneciese en poder de Rosas ; porque, siendo sión del ministerio, hecha fcri el seno de la Cámara. el cabotaje oriental —que se hallaba casi exclusivamente Ella nos autoriza pani asentar un hecho, por otra en manos extranjeras—el que proveía las Provincias parte notorio : que el bloqueo era dificilísimo, ineficaz, bloqueadas, tenía Rosas positivo interés en tolerarle; imposible, teniendo en Montevideo un gobierno que qui­ como toleró, hasta el último momento del bloqueo, que siese solamente permanecer neutral, y defender las le­ buques, con pabellón oriental, entrasen en siís puertos, gales libertades de su cr morcio. forzando las líneas francesas. Los ajentes de la Francia palpaban estos inconve­ La Francia, por el contrario, con solo el hecho de nientes, veían con dolor, y con vergüenza, burlado com­ poseer la Isla, bloqueaba, de un golpe, todo el Uruguay, pletamente el poder francés en el Plata : y compren­ ú cuya boca sirve literalmente de llave, y completaba diendo, desde el principio, que Rosas solo era el obstá­ también el bloqueo del Paraná, cerrando la boca del culo á un arreglo, y que su permanencia en el mando Guazú, situada mas arriba de la Isla, y que era la única alejaba toda posibilidad racional de garantías para lo entrada á ese Rio. obstruida, como estaba, la de las futuro, buscaron las alianzas de los enemigos de Rosas. Palmas, por la linea francesa de Buenos Ayres. El primero que se presentaba era el Jeneral Rive­ El suceso de Martin Gareia fué la basa de una ra, antagonista de Oribe, y enemigo, por eso mismo, del alianza, que debía muy pronto adquirir mas fuerza y tirano. regularidad. Un mes después de él, ocupó el Jeneral Su campo se hallaba, desde el mes de Septiembre Rivera el Gobierno de Montevideo, y desde ese momen­ de 1838, bajo los muros de Montevideo : los ajentes mi­ to no hubo franquicia, no hubo auxilio, de que pudiese litares, y diplomáticos, de la Francia pasaron á él repe­ disponer el Estado Onen a', que no fuese concedido á tidas veces, y concertaron medidas de interés común, la Francia, aun á costa de nía mas vitales interesas; no hubo medida alguna importante, que no fuese acordada con los agentes franceses, como aliados de la República. (*) Nos marina, dans ees parajes, se sont montrés héroIqucs....Cependant. il Las fuerzas bloqjeadoras hallaron en el Puerto de leur manquait un point d'appui.—Dans l'juipossibilite de jeter Panera nuil* f.art de se ravitailler nullc purt, le blocussera.it devtau ti difieiU qu un n áurea Montevideo seguro depósito para las presas y sus carga­ fias pa le continuer. (Disc. de Mr. Thiers, séanc. du 27 Avril. mentos ; la libertad de vcnder'as les fué francamente (**) Cette existence se mee de périU qti'ils ménsnt dapnii de«x ans dans Iti cnibeushures de la Plata. (Id. id.) eoacedida, aliviándolas asi de la mas insuperable de — 12 — sus dificultades. £1 Gobierno del Estado consultó, y — 13 — acordó, con los agentes de la Francia, no solo la opor. E.-ta positiva aseveración, hecha en presencia de (unidad, sino los términos mismos de la declaración de los a;enLes de la Francia, por ninguno de ellos fué con­ la guerra contra Rusas, hecho importante, que reposa tradicha ; ni podría s.?i lo. pues quo la caria del Sr. lio- en el testimonio de uno de esos propios agentes. gee muestra que fué c incertida con el'os mismos. A fines de Febrero de 1839. se trasladó el Sr. Ro­ Por lo qu i haco á las operaciones simultáneas, men­ ger de Montevideo al campo del Jeneral Rivera, en el cionadas en esa caria, una do las mas notables fué Ja Durazno, con el objeto de apurar la marcha del ejérci­ ocupación del Paraná, por uní llotil'a oriental, combi­ to oriental, sobre el Uruguay; y de concertar algunas nada con otra francesa, cuyos pabellones flamearon otras medidas. Miéntras allí se hallaba, ocurrió la ne­ junto?, p<;r algunos mes; s, en aquel Rio, hostilizando, cesidad de variar los términos—convenidos antes con « nando era preciso, al enemigo C imun. los agentes—de la declaración de lagueira, (1) y el Ya en este punto, sería difícil regar, de buena fe, Sr. Roger, á su regreso del Durazno, escribió al oficial la existencia do una alianza, rigorosamente tal. Pero mayor del Ministerio de Gobierno y Relaciones Exte­ aun eso es poco. riores, con fecha 9 de Marzo, suplicándole " que le fija- Las dificultades del bloqueo, en usadas por la liber­ ,, se hora y lugar para una entrevista [con el min:stro tad del comercio oriental da cabotaje, le hacían casi ,, Muñoz] en que se pondrían de acuerdo sobre los tér- <• unplttamento ilusorio : los ajentes franceses solicitaron ,, minos que debían emplearse, en la nueva declaración, de su aliado medidas, que consiguieran lo que el poder „ respecto de nuestra alianza de hecho, y de nuestras ope de la Francia no podia, por sí solo, conseguir. Ningu­ „ raciones simultáneas." (^) na era posible adoptar, sinó sujetando el comerc o na­ A consecuencia de esa entrevista, y do lo concer­ cional á trabas y restricciones muy severas. El Gobier­ tado en ella, el manifiesto , quinientos marinos fran­ nes que revelan, á la vez, la imposibilidad en que !a ceses, para guarnecer la plaza, miéntras el peligro du­ Francia se reconocía de continuar eficazmente el blo­ rase ; hecho gravísimo inmensamente trascendental, y queo, y la disposic ión del Gobierno Oriental á sacrifi­ cpie recibió plena, y esplícita, aprobación del Gobierno car sus intereses materiales, sus piimeros derechos, las Irances. mas altas prerrogativas de su soberanía, en favor de un La alianza de las autoridades habia echado también aliado, que le prometía, en cambio, ayudarle con lealtad raices en los dos pueblos. Un simple llamamiento^ á la en lá lucha común. población francesa puso en pié un batallón de mas de Pero aun eso era poco. El contrabando, perseguido mil voluntarios, mandados por un gefe de la marina del mas fácilmente en los buques de cabotaje, merced a! rey, y que completó la guarnición de la plaza. Reglamento de Abril, adoptó el sistema de balleneras; El Sr. almirante Le Blanc fué encargado especial­ las que, por su crecido número, por su pequenez, por mente de su defensa. Por acuerdo suyo con el Gobier­ su velocidad, y su poquísimo calado, burlaban, sin difi­ no, un oficial francés, que dejará largos recuerdos en cultad, la mas activa vijilancia de los b!oqueadore<. el Rio de la Plata, per sus talentos profesionales, por Nuevas exijencias de estos, nuevas concesiones del Go­ su habilidad artística, y por la culta afabilidad de su tra­ bierno Oriental, y nuevos gravámenes á su comercio. to, el Sr. D'Hastrel, capitán de Artillería de marina, El decreto de 17 de Septiembre prohibió absolutamente trazó, y dirijió, la fortificación de la Capital, en cuyos toda clase de jiro en balleneras, y autorizó á las fuerza* muros, y puestos avanzados, formaban en una línea orien­ francesas para apresar las que encontrasen, aun dentro tales, arjentinos y franceses. de los arroyos interiores. (*) Volvamos un momento la imajinacion á aquellos El gobierno oriental se encargaba, pues, de ejecu­ dia?, y pensemos qué habría contestado el Almirante tar, en muy gran parte, el bloqueo de la Francia. Le BÍanc, ájente de la Francia, si miéntras recorría los Mientras todo esto pasaba, Rosas había invadido puestos, en un dia de alarma, le hubiese alguno pre­ con un ejército formidable, el territorio oriental: el ge­ guntado, si creia que la Francia era aliada de la Repú­ neral Rivera, ya entonces Presidente del Estado, reunia, blica Oriental en la guerra con Rosas. en presencia del enemigo, con una actividad y un tino, " Ved los hechos que os rodean," habría contestado que siempre le honrarán, las lejiones destinadas á es- el noble almirante.—"¿A qué puedo deber yo el dere- terminarle: la capital de Montevideo, casi desguarnida, ello de visitar el pabellón oriental, en les puertos y por haber enviado á campaña sus principales fuerza?, „ rios interiores del Estado? ¿Be donde puede derivar la se hallaba espuerta á caer en ptder de enemigos: el go- » facultad, que tengo, de no permitir que ningún buque M oriental de cabotaje, navegue, sin depositar crecidas „ fianzas en el Consulado francés ? J De qué nace la {*) No hemos podido ubtcnwr el texto dt> este decreto, su substancia « la quu queda dicha. „ prerrogativa, que se me ha concedido, de establecer — 17 — — 16 — § III. „ oficiales mios, como delegados á q ic ejerzan en el ,, territ >rio do la República, juntamente con didegadoa ; Y qué diremos de la que ligaba á la Francia c< n ,, de cst u funei mes inherente» al gobierno y udministru- los pueblos, y ciudadanos, arjcntinos P Examinémosla ., cion del Estad;) ? ; Porqué se mo confia, á miJene también. ,, ral francos, l;i fortificación y defensa do esta plaza El ministro Thiers, on una de las sesiones de la Cá­ ,. Oriental ? ¿ Pucdt; haber otra causa ninguna imuji- mara, después de sostener que la alianza con el Estado ,, hable, que Una alianza—una alanza de hecho, do Oriental ora lejítima, y autorizada por la ley de las na­ „ derecho, Litorales sobre el Piula, el Paraná, y el Uruguay. explícito convenio escrito, y se tendrá < 1 complemento Corrientes. I de esa alianza entre ambas naciones, cuya existencia Córdoba ¡amas se c reyó que seria preciso demostrar. — Espera­ Santiago del Estero mos que a1.ora nadie podrá negarla. Tucumaa -Al Norte, basta la Frontera de Bolivia. Salta Jujuy.

Cutamarca 1 Kioja San Junn J- Al Osstc. linsta U laida de la Cordillera de los Ande». Son Luis Mendoza. J 3 — 18 — 19 —

Cada una, pues, es un Estado independiente y so­ «ración Arjentina, que en él había, y tomaba por su jefe berano, que se rije por instituciones peculiares, y por au­ inmediato al Jeneral J). Juan Lavalle. Esfuerzos pro­ toridades puramente suyas. digiosos del patriotismo, entre los mismos emigrados, En esa capacidad, puede cada cual contraer alian­ ¡cnerosas y muy vivas simpatías de la población oriental, zas con el Estranjero, tan válidas y solemnes, ante el y extranjera de Montevideo, subministraron los primeros Derecho de Jentes, como las que formase el Estado recursos para el armamento, equipo y mantención de Oriental, la Francia, ú otra cualquier Potencia soberana. la fuerza que se reunía. Obtuviéronse mas tarde algu­ Esta explicación, fundada en un hecho continuado des­ nos otros, con lo que, en dinero, armas y diversos obje­ de 1827, remueve todas las dudas del ministro Thiers, tos, pudo facilitar el Estado Oriental. Todos estos re­ respecto de la legalidad de la Alianza con los Arjenti- cursos eran, sin embargo, insuficientes; no habia medios no :. Pasemos al hecho. de aumentarlos, y era naturd volver los ojos á la Fran­ La Provincia de Corrientes—una de las mas impor­ cia, aliada del Estado Orienta!, única que podia facili­ tantes, por s j población, por su industria, por la feraci­ tarlos. dad de su suelo, vecino al Paraguay y al Brasil—se Pero se presentaba aquí una espinosa dificultad. pronunció abiertamente, por el órgano de su Lejislatu- Rosas, desde el principio de su cuestión con la Francia, ra, contra la Política del Tirano de Buenos-Aires, en habia proclamado la idea, tan falsa como ridicula, de los últimos meses de 1838, aun tintes que el Jeneral Ri­ que sus enemigos, ó según su frase, Jos Unitarios, habían vera hubiese ocupado á Montevideo. Buscó, en segui­ empujado al rompimiento á los ajentes franceses; y da, la alianza Oriental; y, por medio de su Comisionado gritaba que se habían ligado con el extrangero, en daño ad hoc, Coronel D. Manuel Olazabal, Celebró con el Go de la independencia nacional. (*) bierno del Jrneral Rivera, en 31 de Diciembre de aquel año, un tratado de Alianza ofensiva y defensiva, contra (*) Dos hechos, que me eon personales, mostrarán cuan falsa era aquella idea. el Tirano de Buenos Aires. (*) 1 3 . El Sr. Amado Roger, acababa de abandonar á Buenos Aires, en Por su artículo 7 o, el Sr. Jeneral Rivera "quedó, «oasecuencia del rompimiento. Yo no le conocía i una tarde del mes de Mar­ io de 1338, le vi, por primera vez, en casa do mi excelente amigo el Sr. Cónsul " de común acuerdo, autorizado para negociar con S. U.R. Baradere, que me le presentó. Hiede muy poco después una visita de " M. el Rey de los Franceses, la cesación del bloqueo civilidad; en ella, y después de ella, hablamos naturalmente sobre los negocios <•>-' l'lata : el Sr. Roger manifestó siempre su designio de abstenerse de rela­ " de la Provincia de Corrientes. " Negocióla en efec­ ciones con los emigrados enemigos de Rosas, por no dar ni la sombra de una to con losajentes del Rey; que, reconociendo en aquella sospecha racional, de ser influido por ellos. Por ese motivo, ni me volvió mi visita, ni se relaeionó con emigrado ninguno. Conducta entónces muy discre­ Provincia capacidad suficiente para decidir sobre sus ne­ ta y plausible.—Por lo demás, casi nunca estuvimos conformes en opiniones, gocios y política, y viendo que su Congreso había san­ «obre o) modo como se llevaba la cuestión. 2. 0 También en casa del Sr. Baradere, tuve la satisfacción de conocer al cionado, respecto de los subditos franceses, el principio sf-Almirante Ee-Blanc, carácter noCilisimo y elevado, hábil marino, político previsor, idólatra de la gloria francesa, amigo leal de la libertad Arjentina. que la Francia solicitaba, convinieron en alzar el blo­ Aun no habia ompezado el bloqueo. El Almirante se preparaba á pasar á queo de los puertos Correntinos. Buenos AyreB. Una taTde, en presencia del Sr. Baradere y de alguna otra persona que no recuerdo—tal vez era el Sr. Roger—me preguntó si, en mi opi­ Reuníase, entretanto, en el Estado Oriental, latmi nión, seria mejor denunciar el bloqueo, sin otro paso previo, teniendo por bas­ tante lo ocirrido con el Sr. Roger, íi ofrecer nuevamente á Rosas la ocasión de eder, hablándole un lenguaje abierto y sincero. •< Ambos somos militares (me deoia aquel digno marino, que honraba a Rosas juzgándole por sí mismo) c-ee> (*) Véase el No. 4. de lo$ Documento! íustiücativot. que comprenderá el lenguaje franco de los militares. "—Mi respuesta fué apo- — 20 •— — 21 —

Rosas mentía: pero la multitud irreflexiva le creía; recelo?, y de tranquilizar temores perjudiciales, no vaci­ mientras que muchísimos arjentinos, de los que piensan ló en dar—contestando una carta que le dirijió D. Juan y juzgan las cos.-s, ve¡an, al principio, en las exijencias I bautista AlberJi—las mas positivas garantías y las de da la° Francia, una amenaza á las libertades y á la so­ clarnciones mas esplícitas, a cerca de las intenciones de beranía nacional. El amor á la patria prevalecía so­ la Francia. (*) Imprimióse este importante documen­ bre la detestación al tirano, y ahogaba el deseo de sacu­ to; pero no circuló en Montevideo, porque el objet) dir su yug>. De ahí algunos recelos, y no poca repug­ era remitirle á les pueblos Arjentinos del interior, don­ nancia á ligarse con las fuerzas francesas. de mas necesario era desvanecer los recelos causados La frecuente discusión, sin embargo, entre los por los embustes de Rosas, y per la distancia del teatro ajenies y algunos arjentinos, iba desvaneciendo, poco de les acontecimientos. a poco, esas inquiptudes, y preparando los metlios de Vencida, de este modo, la dificultad indicada, no hacer comprender á todos que la Francia amaba y res­ fuá difícil que el Jeneral Lavalle se acercase á los Ajen- petaba á la República; que su único enemigo era el tes de la Francia. Sus primeras conferencias no fueron enemigo de los propios arjentinos. El Jeneral Rivera, satisfactorias : los ajentes rehusaban auxiliarle: no te­ por su parte, y su ilustrado secretario D. Santiago Vás- nían instrucciones al efecto. quez, contribuían poderosamente á establecer, de UH Los sucesos, sin embargo, los persuadieron después modo claro, las pretcnsiones de la Francia. á que en el interés de la Francia estaba ligarse con los Ya desde el mes de Enero de 1839, era cosa en­ arjentinos, por las mismas razones que habían determi­ tendida, aunque no reducida á pacto escrito, entre los nólo su alianza con Ies orientales Concluyeron enton­ Ajentes de la Francia y los miembros que formaban en­ ces por entenderse franca y ccrdia!mente con el Jene­ tonces lo que se llamaba Comisión Arjentina—que, una ral Lavalle y sus amigos. vez postrado el tirano, se tomaría por basa de un con Necesitábase un punto en que reunir y organizar venio con las nuevas autoridades, la Convención de amis­ la emigración. Ninguno ofrecía las ventojas locales de tad y de comercio, celebrada entre la Francia, y el la Isla de Martin García; ninguno, como ella, llenaba Estado Oriental, como la prueba mas clara de que na­ un importantísimo objeto político. Los arjentinos, or­ da se exijia de la República Arjentina, sino lo mismo que ganizando nuestra fuerza en Martin García, queríamos en el seno de la paz y de la amistad, se había pactado dar una desmentida solemne á la imputación, que Rosas con la Nación Oriental. liacía á la Francia, de querer conquistar lá Isla para sí, Poco despue?, comprendiendo el Sr. Baradére, es­ y mostrar cuanto cuidábamos de poseer siempre nuestro píritu noble, patriota y sincero» la necesidad de destruir territorio. Comisionado, al efecto, por el Jeneral Lavalle, pase abordo de la "Minerva," el 1. c de Juliode 1840, á ne­ yar ardientemente el designio del Almirante, y decirle: que—aunque enemigo gociar con el Sr. Almirante Le Bíanc, el permiso de rreconciliable de Rosas—desearía ver alejarte de mi patria, harto aflij.ida ya or el azote del criminal, los males de un bloqueo, y las consecuencias de una organizar allí nuestras fuerzas, á lo que se prestó este tiiuch a con el estranjero. El Almirante dió aquel paso, aunque infruetnosa- mente. Estos hachos probarán si los ajentes de la Franoia fueron influidos por le» enemigos del tirano:—existen en Montevideo el Sr,. Baradére, en Franeia l«s O Véase el JS'o. 0 de los documentos justificativos. 0retj LebluDC y Ro*er: aqui y allí huí quien deponga de esos hechos. — 22 — — 23 —

jefe, con la franqueza propia de quien tenia ya un ínteres rey no podía conducir á su bordo, y á expensas suyas, común en el negocio. tropa armada estrangera, sin que la ligase con ella un Desde entonces, fué completa la fraternidad de ar- interés común. jentinos y franceses. Había tomado á su cargóla direc­ Pero el Jeneral Lavalle no tenia, hasta entónces, ción de los negocios del Plata el Sr, Buchet Mar. otra representación, que la que le habían dado los emi­ tigny, nombre que no puede pronunciarse sin gratitud grados, reunidos bajo su enseña; obstáculo no pequeño y sin respeto. (*) Determinado á servir á su patria, aun para entenderse con los ajentes de un gobierno consti­ con riesgo de su responsabilidad personal, y sostenido en tuido. Todos lo reconocían así, y deseaban todos un sus ideas por los Sres. Baradére y Roger, dió á la em­ medio de removerle. presa encabezada por el Jeneral Laval.'e el primer sub­ Pronto se presentó la ocasión. Quince dias ha­ sidio de dinero, que, aunque de corta cantidad, fué el bían pasado desde el desembarco de la Lejion Liberta­ primer paso hácia un sistema, que condujo después á dora en Entrenos, cuando, el 22 de Setiembre, desbara­ una aliai.za formal con los pueblos Arjentinos. tó, en el Yeruá, triple fuerza del tirano, única que la in­ Embarcóse el Jeneral, el 2 de Julio, á bordo del ber­ vasión al Estado Oriental habia dejado en Entrenos. gantín francés "Alerte". Comandante Olivicr, miéntras Robustecida con la moral de este triunfo, la Lejion Li­ la poca jente que entonces tenía reunida se dirijia en bertadora se presentó en la frontera de Corrientes y lla­ otro buque á Martin García. Antes de dejar aquel jefe mó á la resurrección á ese pueblo heroico, cuyo primer la rada de Montevideo, tuvo detenidas conferencias con alzamiento habia sido sofocado por el lamentable revés el Sr. Almirante Le-Blanc, primero en tierra, y abordo del Pago Largo. después; en las que concertaron sus medios de acción: Jamas el pueblo Correntino fué sordo a la vez del y el Jeneral partió luego para la isla, á bordo de un bu­ honor y de ta Libertad. En un día, el 6 de Octubre, se que francés. puso en pié toda la Provincia: el voto jeneral confió el Formó allí su campo, al lado del que ocupaba la gobierno al Sr Ferré, ciudadano patriota y honradísimo. guarnición francesa, y cuando, organizada ya la Lejionl El Jeneral Lavalle, posponiendo toda mira de en­ Libertadora, estaba á punió de abrir su campaña, elI grandecimiento personal al mejor éxito de la empresa, Almirante Le-Blanc pasó personalmente á Martin Gar­ y atento, sobre todo, á dar á esta un caráctRr de respe­ cía, á concertar con el jeneral Lavalle las últ mas me­ tabilidad, una representación política, capaz de habilitar didas. Poco después, el 2 de Setiembre, toda la fuer­ á los Ajentes de la Francia para entenderse con sus Je­ za Arjentina que constaba apénas de quinientos hombres fes, no vaciló en ponerse, él y sus tropas, á las órdenes se embarcó, en buques de la escuadra francesa, y tomó del nuevo Gobierno Correntino. (t> tierra en la costa Entreriana, en los primeros días del Aceptada la oferta, fué nombrado, por el Gobierno, mismo mes. j Jeneral en jefe del ejército, que Corrientes formaría con­ Este hecho era ya muy elocuente. La marina del tra el tirano, y al que habia de incorporarse la Lejion de Martin García. (í)

(*) El carácter de este ájente, su conducta pública, su comercio familia le hacen estimable á cuantos le conocen, y su nombre durará siempre en I* Véase el No. 6 de los documento». .memoria de los Orientales y Argentinos. Véase el No. 7 de to« documentos. — 25 —

Entabláronse entonces mas formales relaciones por gado este sus poderes en una comisión de cinco miem- el gobierno Corrontino y el Jeneral Lavalle con los IJí-OS, que recibió el nombre de Comisión Arjentina, y Ajentes de la Francia. Estos no tuvieron ya reparo cu que se tuvo especial cuidado de componer de hombres entenderse con el Jeíc de una provincia independiente, que representasen toda9 las antiguas opiniones que ha­ ni en estrechar con ella su alianza. Canjeáronse en bían dividido la República, á fin de desmentir, por los consecuencia, muchas y muy importantes comunicacio­ liechos, la idea de que la Francia apoyaba un partido nes; los puertos Correntinos fueron abiertos al comer­ en el Hio de la Plata. El objeto principal de esa Co­ cio; buques de guerra franceses acompañaron en con­ misión, como su encargo casi esclusivo, era entenderse voy los buques mercantes correntinos; el Ejército Li­ con los Ajentes de la Francia, en todo lo relativo al bertador, aumentado ya al número de mas de tres mil equipo, provisión y conservación del Ejército; y en hombres, recibió cuantiosos auxilios en dinero, víveres cuanto pudiese conducir al mejor arreglo de los negocios, y armas, de los Ajentes de la Francia; mientras que después de postrado el enemigo común. una fuerza naval francesa cruzaba el Uruguay, para Entendíase ella, directamente y de oficio, con el mantener las comunicaciones del ejercito, y facilitar el Sr. Almirante Le-Blane, y con el Sr. Buchet Mar— envío de los objetos que necesitaba. tigny: muchísimas son las notas que dirigió á estos Sres. Abierta, el 27 de Febrero úl'.imo, la campaña sobre y que de ellos recibió : muchas las sumas de dinero que, I j el Entrenos el Jeneral Lavalle pidió á sus aliados la por medio de su Ajente, puso la Francia á su disposición, ocupación del Paraná, para cortar al enemigo los auxi­ recibiendo de ella los formales documentos que justifica­ lios de Buenos Aires, y protejer las operaciones del ejér­ ban esas erogaciones. Aquella correspondencia y estos ; cito. Inmediatamente una fuerza compuesta de seis ¡documentos, han sido puestos en manos del Gobierno buques de guerra franceses ocupó aquel rio, mantuvo francés; quien, no solo aprobó todo lo hecho, sinó que las comunicaciones ccn les Libertadores, los proveyó, demostró su conveniencia en las sesiones en que pidió cuando fué preciso, de pólvora, de plomo, de cañones; á las Cámaras los fondos necesarios para pagar esos estableció reductos y baterías en tierra, para protejer el gastos. embarco del ejército en una costa del rio, y su desem­ Los hechos hasta aquí referidos no necesitan apo^ barco en la otra; peleó denodadamente en esos reductos Ivarse en documentos : son de completa é irreprochable y donde quiera que fué necesario; hizo, en una palabra, rnotoriedad. Ellos, la correspondencia de los Ajentes todo, todo, lo que habría hecho siendo una flota argen­ [franceses con el Gobierno de Corrientes, y con la Co- tina, á las órdenes del Jefe del Ejército; ó siendo éste jmision en Montevideo, probaron á los ojos de todos, y francos, combinado con el jefe de aquella. probarán siempre, para cuantos tengan probidad, la Mientras reinaba en las operaciones de la guerra ¡existencia de una alianza, revestida de todos los carac­ esa unión y fraternidad, esa alianza rigorosamente tal, teres de tal. los Ajentes de la Francia en Montevideo cultivaban re­ Pero no estaba reducida n pacto escrito, dirán aque­ laciones, que la afianzasen, tanto con el Gobernador Fer­ llos para quienes la fuerza de una estipulación deriva ré directamente, cuanto con los representantes del Je­ Oclusivamente de la escritura. Pues bien; sí lo estaba, neral Lavalle. Respondemos ahora. Un pacto formal, escrito, celebra.- Por indicación de los Ajentes mismos, habia dele- — 26 — — £7 — do precisamenté con el fin de regularizar la alianza, que Hemos querido demostrar, y probar, tan prolija­ solo de hecho existia, y de establecer sus mas naturales mente estas alianzas, para destruir hasta la esperanza consecuencias, la puso el último nema de respeto y so­ de decir, que el Presidente del Consejo del Rey pudo lemnidad. Estipuláronse, en un Protocolo, todos los equivocarse cuando las proclamó, desde lo alto de la puntos convenientes para el mejor arreglo de la cues Tribuna, reconociéndolas solemnemente, á la faz de la tion pendiente con Buenos Ayres, en términos que harán Europa. Por lo demás, este reconocimiento nos habría eterno honor á los que le subscribieron:—al Agente de bastado. En derecho de jentes, como en derecho civil, la Francia, porque, al paso que obtenía, de un modo la confesión de la parte obligada en un pacto es una decoroso, lo que la Francia solicitaba, la aseguraba la prueba, que releva de toda otra. estimación y las simpatías, de estos pueblos, y la funda Nada mas notorio, nada mas repetido, que la in­ ba un porvenir ventajoso, y de gloria :—á los Argenti­ sistencia con que aquel alto funcionario manifestó, en nos, porque dieron, y registraron, en ese documento, las ambas cámaras, que naturalmente había venido la Fran­ pruebas mas intachables de su celo por la independencia, cia á ser la aliada del Presidente Rivera, y del Jeneral por la nacionalidad, por la gloria de su patria, y esta­ Lavalle: que nada era mas legítimo que esas alianzas; y que blecieron, respecto de los extranjeros, principios que en ellas habia encontrado la escuadra francesa todos los solo Rosas no profesa. socorros que la eran necesarios. La Francia, como todo Envano gritará, en adelante, ese embustero renom­ el mundo, ha oido la explanación, hecha por el Señor brado, que los Argentinos vendían la independencia de Thiers, de los medios que podían emplearse contra Ro­ su patria : el Protocolo de 22 de Junio sofocará el eco sas. El bloqueo, las alianzas locales, una expedición. de sus calumnias. Pudimos callar, y dejar que nos in- El primero está reconocido como ineficaz ; la expedi­ sultáian, mientras fué necesario : ahora dejó de serlo. ción es un medio á que no se recurrirá, sinó en último El documento de que tratamos debia permanecer secre­ estremo: el Gobierno, pues, ha adoptado, y se halla en to, hasta el dia de su ejecución : estaba asi pactado: el segundo, en el de cultivar alianzas locales.—Tal fué pero, habiendo intervenido la convención de 29 de el lenguaje del ministro. Octubre, que destruyó todo su efecto, hemos creido que A pesar de tan solemne reconocimiento, á pesar ya podíamos publicarle, sin violar la prometida reserva. de los hechos que hemos desenvuelto, y de los que ni Le publicamos, pues, con satisfacción : él prueba acaba­ uno solo ignoraba el negociador francés, él se atrevió á damente la alianza, y lo que de ella pudo la Francia decir al Comisionado del Gobierno Oriental, u que la reportar, (*) " Francia no ha reconocido como aliados suyos, ni á la Esto, que para el público es una novedad, no lo era " República Oriental, ni á las tropas que están á las ór- para el Sr. Mackau. El recibió ese documento, de un " denes del Jeneral Lavalle : que ha visto solo en ellas modo auténtico, le tuvo en su poder, ántes de recibirla M auxiliares, que la casualidad le había proporcionado: invitación para tratar, y le ha quebrantado con pleno " que los demás han sido actos personales de sus agen- conocimiento de su contenido. " tes. " (*)

(*) Palabras del Almirante, en su conferencia eon el Sr. Lamas, á bordo (*) Vcase el No. 8 de los Pecumcnter, del "Ki-lánipago", el 11 de Noviembre.—Este documento acaba de ser oficial- — 28 —t 29

Estas palabras —i sentimos decirlo, pero es la ex- na, y esplícita aprobación? Por ese principio del Al­ presión de nuestra conciencia — desdoran igualmente a! mirante, estamos autorizados para no considerar el tra­ hombre público, y al hombre privado ; porque contie­ tado de 29 de Octubre, sinó como un acto personal del nen una falta de verdad intencional. La Francia, respon Ajente que lo firmó. Aun esperamos que así le mire la demos nosotros, por el órgano del Presidente del Con­ I rancia, só pena de tener parte en el deshonor. sejo de su rey constitucional no solo ha reconocido como La existencia, y la solemnidad de las alianzas, que­ aliados suyos, al Gobierno Oriental,! y á las tropas quo dan, entretanto, innegablemente establecidas, (t) manda el JeneraL Lavalle, sinó que ha proclamado esas alianzas como útiles para ella, como lejítimas, como na­ turales : las colocó entre los medios do hostilizar á Ro­ sas, y las declaró el medio adoptado. Aliados, no auxi­ liares, los llamó siempre el Sr. Thiers ; suya es la ex­ presión alianzas locales, aplicada á las del Rio de la Pla­ Pero ¿ hasta cuando habían ellas de£durar ? ¿ Has­ ta : por la suerte de los aliados, en caso de tratar, pre­ ta qué punto tenían derecho los Orientales y Arjentinos guntó el Visconde Dubouchage al Sr. Thiers, en la se­ á que la Francia los ayudase en su cuestión ? Hasta sión de 15 de Junio ; y sobre los aliados, comprometidos terminarla ; hasta conseguir el objeto de todos los alia­ por la Francia, fué la respuesta del ministro. Las pa­ dos,—respondemos sin vacilar ; y respondemos en labras del Almirante están solemnemente desmentidas nombre de la justicia, del honor, de la conveniencia. por las que, en tres distintas sesiones de las Cámaras, Antes de adoptar la Francia el .medio de las alian­ pronunció el jefe del Gobierno de quien él depende. zas locales contra Rosas, antes que su Gobierno y sus Hai poquísima nobleza, hai falta.de verdad, hai es­ Cámaras aprobasen, tan solemnemente como lo han he­ píritu de envidia y de venganza, en atribuir los sucesos cho, el sistema adoptado por sus ajenies, debió ella mis­ á actos personales de los Ajenies. Preguntamos al Sr. ma haberse aquella pregunta, y prever las consecuen­ Mackau, ¿si el envío de cañones, sables, lanzas, terce­ cias del compromiso en que entraba. Pero, después de rolas y municiones, que condujo el Sn Dupotet, á dis­ formadas las alianzas, después de comprometidos los posición del Sr. Martigny, y para esas tropas que maní Pueblos del Plata, sobre ¿a fé de la Francia, el tiempo

En osta alianza, como en muchas otras, los pode el mismo principio, debia ayudar á los dJ& pueblos, has­ rrs que la cont rajeron iban á un fin común, aunque por ta que obtuviesen lo que por las armas buscaban. diversos motivos é intereses. Buscaba la Francia un La duración natural y legal de la alianza era, pues; tratamiento justo para sus nacionales, é indemnizacio­ la que fuese neepsaria para que todos los que la compo­ nes por daños á ellos causados : querían loB Orientales nían alcanzasen Jos respectivos fines porque la con tra­ la destrucción de un poder, que había atacado sus liber­ jeron Esto era lo justo, lo que el derecho prescribía. tades y derechos, que los amenaza constantemente, y También era lo honesto, lo que el honor mandaba. que, desde muy atrás, hizo causa común con los ene­ Y es aquí el lugar de responder á un reproche de lije - migos de su tranquilidad interna : los Arjentinos, por reza, que se hace á los Orientales y Arjentinos. La último, buscaban el aniquilamiento, en su patria, de un Francia, se dice, no habia de estar siempre perdiendo sistema de espoliacion y de sangre ; la destrucción per­ tiempo en el Plata: fue imprudencia fiarse demasiado durable del sistema dictatorial, ó de facultades extraordi­ en su apoyo, que no podia ser sino eventual. narias, reacción vergonzosa y mortal contra la revolu­ No hubo, no, semejante imprudencia; jamas la hay ción ameiLana; querían, por fin, asentar el imperio de la en prestar fe á las palabras que pronuncia el jefe de una civilización y de las leyes, sobre el sitial que manchan hoy nación, y menos cuando esa nación es la que cuenta la barbarie y la voluntad sangrienta de un solo hombre. mas antecedentes de gloria, la que ha establecido una En esto último tenían también interés, aunque indirec­ especie de culto público al Honor. to, la Francia y el Estado Oriental ; porque le tienen la La Francia habia dicho, muy desde el principio— humanidad y la razón. en un tono de voz, que debia sonar en todo el mundo, Por estos diversos principios estaban ligados los porque en todo el mundo quuría ella hacerse oir:—"El tres poderes, para llegar á un fin común ;—.la remoción " gobierno de S. M. el Rey de los Franceses ha orde- del mando del hombre que causaba todos los agravios, u nada dec'arar al Gobierno de Buenos Aires que el ó la satisfacción plena, y para siempre segura, de todas " restablecimiento de la buena armonía entre la Fran- las recíprocas exijencias. " cia y la República Arjentina, no podr á tener lugar, sinó La Francia habia dicho desde el principio, y ha " bajo las condiciones siguientes;" (*) las del ultimátum repetido sin cesar, en sus notas diplomát cas, en su ul­ del Sr. Roger, de que hablaremos mas adelante. timátum, en su tribuna, en sus prensas—no cederé, Para apoyar esta intimación, habia agregado, po­ mientras no obtenga completamente lo que pido, por co después: " la Francia se prepara á la guerra; si se que á ello me creo con derecho. Esto mismo decían " vé obligada á hacerla, la hará : ya en sus puertos se naturalmente los orientales; eso mismo los Arjentinos. " trabajan numerosos armamentos." (t) Ni unos, ni otros, pensaron jamas en preguntar ¡i Previendo, ya desde entonces, las alia-rizas, había la Francia, ¿por qué se creía con derecho á lo que pe­ dirijido á Rosas e-tas notables palabras : " en fin, ya se día? La Francia, por igual razón, tampoco tenía fa­ •ina '. csioui J;I u linuao oup ovi.J IíüII.VI 9Vp cultad para preguntar á Orientales y Arjentinos ¿por .

qué reputaban justas sus pretensiones? (*) Ultimátum del Sr. Roger de 2:j de Setiembre de 1838. Este documen­ Estos dos pneblos ayudaban á la Francia hasta con­ to es demasiado conocido, aqui y en Francia, por eso no le reproducimos. (t) Véase el No. 10 de los Documentos. ¿Por que se liubia de creer qu.- seguir lo que ella pedía en la guerra: la Francia, por «sto fuese una bravata? — 33 —

recha de JcQto» la autorizaba plenísiinamente para elejir " debe decir, aunque la Francia rehusa toda alianza c¿¡¡ aquellos medios de coacción, que mas la conviniesen, los partidos, por la fuerza de las cosas, y los efectos con solo que fueran lícitos. Lo eran Zas alianzas loca­ " de tristes coincidencias, ella vá á constituirse maTtam les, y las adoptó, según la solemne declaración de su V la amiga de todos los enemigos de aquel Gobierno. " (|) Gobiefno. Una vez adoptadas, fuerza era también Esas declaraciones, esas amenazas, fueron seguidas adoptar todas sus consecuencias : y, pues los neutrales de los hechos : se aumentaron, aunque en pequeña es no tenían derecho á reclamar porque contraía alianzas, cala, las fuerzas del Plata ; se contrajeron alianzas con ninguno podían tener á quejarse de que llenase los de-, los enemigos de Rosas ; se les dió armas, buques, diñe beres que ellas la imponían. Rosas, que, por su resis­ ro: se les apoyó con el empleo de la fuerza pública. tencia» había obligado á la Francia á adoptar aquel me­ ¿ Qué imprudencia, pues, qué ligereza hubo en creer dio de hostilidad, era el único responsable de sus con- tan solemnes palabras del Gobierno francés, apoyada? ecuencias; y nadie podia exijir racionalmente á la en hechos tan graves ? El resultado, es verdad, mue3 Francia qüe se conforma* e con lo que pedia antes de tra hoy que aquellas promesas eran falaces, que sus tener aliados, ni que olvidase sus nuevas obligaciones amenazas fueron bravatas de temerón, que el arreglo para con ellos. que no podría tener lugar, sin las condiciones del ultimá­ Es esto tan evidente, qüe Rosas-—-la entidad mas tum, se hizo sin conseguir mas que una sola de tod& puesta á toda idea de razón y de derecho—Rosas ha ellas ; todo eso es verdad ; pero todo eso cede solo en econocido, y publicado, esta nueva obligación de la deshonor de los quebrantadores de la fé prometida, no de Francia.—En un escrito que mandó imprimir, á la lle­ los que, á fuer de leales, reposaron en la lealtal ajena. gada del Sr. DrJpotet, para robustecer sus embustes so-4 Es, entretanto, de innegable evidencia que la justicia y re la cuestión, se insertaron estas literales palabras, el honor fijaban íi la alianza común la duración necesa hablando de los Ajenies de la Francia: "¿Cómo desli- ria para lograr plenamente el objeto de todos los aliado?. „ garse de sus alianzas?.... Ya no es una simple cues- Veremos después que esa misma le fijaba la convenien­ ii tion de principios, como la que sirvió de pretesto á cia. S • M la declaración del bloqueo: hay que tratar para sí, y Objétase á esta, comí una inmensa dificultad, lo? u para los otros." (+) El gobierno francés, desconocien­ perjuicios que, por el bloqueo, sufría el comercio de Io¿ do lo que reconoce Rosas, rompió, sin embargo, la alian­ neutrales : ellos no podían, se dice, soportarlos indefi­ za, cuando obtuvo lo que creyó suficiente, no siéndolo; nidamente, y tenían derecho á que cesasen, desde el y cuando aun eso mismo fué debido á los esfuer­ momento en que la Francia obtuviese de Rosas las sa­ zos de tus aliados. tisfacciones, cuya denegación había producido el rompi­ miento Nó, decimos nosotros ; no existía semejante derecho: es precisamente todo lo contrario. Desde que la Francia tuvo que ocurrir ú la fuerza, para (1) Reflexione* tabre la conducta de los ajenies franceses, en la cuestio* obtener lo que el Jefe de otro Estado la negaba, el De- pendiente con el Gobierno Arjcntino, por un observador imjiarcial. Buenos Aires, Imprenta de la Gaceta Mercantil. Este escrito, cuya redacción na carece de ha­ bilidad, fué circulado por Rosas ¡i laa Provincias y á sus Ejércitos. Loa ejem­ plar» q„ tenemos á la vista, fueron tomados en los bagajes do) enemigo, M la 0 (i) Idem id. id. batalla do D. Criitcívai. 5 — 35 — _ 34 — Todos saben el origen de e-ta medida. El Almi­ §• V. rante Dupotet habia quebrantado sus instrucciones, es­ Aq-í eirpirza una nueva serie de hechos y obser-l puesto el honor de ia Francia, y hecho traición á su» Vacionas. I aliados, en el almuerzo de la "Acteon": el gobierno del El Sr. Roger habia declarado, en Set'cmbre del Rey no tuvo la enerjía ni la justicia suficientes para 1838, que " la esperanza, que habi i concebido el Go l Pronunciar un juicio abierto entre la conducta de aquel „ bierno de Bienos Aires, de ver ú la Francia enviar* Líe entrometido, y la del Sr. Buchet Martigny: con­ „ un Ajente, especialmente acreditad;), no se realizad denaba privadamente al primero, aprobaba al segundo; .,, ría.v (f) hos miembros del gabinete lo decían, la prensa lo grita- El Gobierno (ranees halló l u :no y decoroso, dos I tía; pero se prefirió el camino de no quedar bien con na- ment:r paladinamente á su Representante ; y enviarl Uie, dando la razón á los dos, y removiendo á los dos por un ájente especialmente acreditado. Esto, que nada pa l Do mismo que se les daba razón. Política perniciosa é rece, es mucho, si HC n flexonai primero, que es uml Indigna. En casos semejantes el único camino que no desmentida al dicho de un ajante da la Franca : segun | Lfrece inconvenientes es el de la verdad y la justicia- do, que uno de los pri.icioales puntos do la d,seusion,lj ¡Cualquier otro descontenta á todos, y á nadie satisface. entre Rusas v el Sí Roger, era, si ios Cónsules de co-l Determinóse entonces reunir en una persona lo» mercio y los Cónsules genérale*, tienen, ó no, fscuUa-1 toderes militares y diplomáticos Muchas ventajas pue- des para tratar negoci.s diplomáticos, en cuya categoríaG ne tener ese sistema; la unidad de la acción es una muy colocaba Rosas las reclamaciones en cuestión. El Sr.j importante : pero, en la cuestión del Plata, desapare­ Roger sostuvo empeñosamente, que sí; como, en idésl cí, ni todas ante una consideración suprema. Era im­ tico caso, lo había sostenido el Gjbier.io Francos enl prudente y arriesgadísimo poner su dirección absoluta Portugal, cuando D. Miguel—parecido, aun en eítol leu manos de un hombre nuevo, estraño á los aconteci- á Rosas—pretendía, en 1830, que el Cónsul francés,! bnientos; que no conocia ni los diversos intereses que se no podía pedir reparación de las violencias comet;da»l hentdiban, ni el estado de la cuestión, ni los hombres contra los íres Bonh-;mme y Sauvinrt. (J) I kue en ella intervenían, ni sus principios, ni sus pasio­ A consecuencia de esa discusión, fué que el Sr. RA nes, ni la jeografia, siqu:era, de los parajes en que era ger aseveró que no vendría otro Ajente, y en punto tai i roreciso obrar, (t) Un Ajente semejante llevaba nece- grave quedó injustamente desmentido por su gobierno. 'sariamente muchas prohabilidades en su contra. ' * No hablamos aquí del reemplazo del Sr. Roger por el Sr. Buchet Martigny: este último no era un nuevo (t) Do» hecho» probaran la exactitad de esta observación.— í.° En el Ajente especialmente acreditado. Nombrado antes de la documento numero 9 se ha visto al Sr. Mackau. confesar que ignoraba que "fio- cuestión para ejercer el consulado general de Bueno» ras reconocía en Oribe el carácter dé Presidente legal del Estado Oriental,.v que pretendía reinstalarle en el mando; ¡ y sin un dato deesa gravedad el Al­ Aires, habia venido á desempeñar sus funcione?, y re mirante se echó á negociar con su enemigo'—2.° En una larga conferencia. emplazaba naturalmente al Sr. Rogor : hablam-js, pues, 1uetuve con el Sr. Mackau,"el 2 do Octubre, y de la que salí extremamente »»- t'ífeehn y engañado, me preguntó sobre otnl de las marjenes del Paraná It há­ del Almirante Mackau, Ajente superior especialmente lala Ciudad de Sania Ft. -\o refiero esto para hacer al .Almirante un cargo de 'acreditado para el an eg'o de esie negocio. '-"íorancia—aunque, destinarlo a obrar en esros parajes, debía haberse impuesto sus pormenor- s jeograficós. l.o refiero solo pnrá probar, auu en ésto, los irt- e"uv«in ,||„ j ¡ i,„ bre nuevo. - . • • [tj Vence el documento numero 10. e e Ul m (}) A*nual RtgUttr—lvZ\; art. Jlistory o[ E-.irnpe. pag 115—447. — 86 — — 37 — Llegó el Sr. Mackau á Montevideo, manifestó de­ seos de instruirse á fondo de la cuestión y de su estado; en negociación; no de Rosas ni de su Gobierno, sinó recibió prolijos informas, apoyados en documentos veri, del Ministro Británico, porque los ajentes ingleses han dicos, del Sr. Buchet Martigny; oyó los de multitud ds representado, en la cuestión del Plata, todos los papeles personas particulares, qae aparentaba escuchar con in­ á un tiempo; e de activos cooperadores de Ro.-as, el do. terés y atención; recibió, en un documento digno de re­ conductores de la correspondencia de sus parciales, el cordarse, y revestido de multitud de firmas, la espresion de mediadores, y ajentes diplomáticos del tirano. de los deseos 6 ideas de la población francesa de estos Inmediatamente dió aviso el Almirante al Gobierno países: pero con el pretesto de una prudente reserva, da Montevideo y á los Arjentinos, de haber recibido p-o- exijida pór su posición, jamas manifestó abiertamente posiciones que creía no deber rechazar, y quepodian dar la menor de sus ideas, ni aun al ministro de Estado del tugar á una neg ociación mas ó menos próxima (*) Gobierno Oriental.—Las palabras del Almirante se re­ Natural era creer que, al comunicar e.-te aviso á dujeron siempre á estasó parecidas: "mi posición es i Jos aliados de la Francia, solo llevaba el objeto de oir sus muy delicada: mis simpatías por la causa Oriental y ar­ ideas y pretensiones, en la anunciada negociación. Asi gentina son muy vivas: sería preciso no tener corazoa lo entendió el Gobierno de Montevideo, ati los Arjenti­ para no sentirlas: haré por esa causa cuanto sea cora- J nos. Perqué, si no era ose el objeto, ¿ cual otro podia patible con mis deberes". A éstas frases solía, con fre­ ser ?• cuencia, agregarse un medio no común en la diploma- Bueno es advertir aqui, que el Almirante, que cía,—la emoción y las lágrimas del Almirante. (*) hasta entonces se hallaba instalado en tierra, se embar­ Sus hechos, entretanto, sus palabras indirectas, ten-1 có al siguiente dia de haber recibido las proposiciones dían visiblemente á hacer creer que estaba determinado de Buenos Ayres. Quería huir las preguntas, las re­ á la guerra. Mandó armar cañoneras con morteros; pi­ convenciones. dió planos de Buenos Ayres, solicitó apuntes escritos Dirijióle el Gobierno Oriental una comunicación, cobre proyectos de ataques, los reclamó con instancia; (**) en !a que, invocando su calidad de aliado, reconocida mientras las personas mas allegadas á la suya obra­ por el presidente del Consejo del Rey, y los derechos ban abiertamente en este mismo sentido. de til, lo pedía la debida paríe en las negociaciones. Todo era apariencia, todo doblez : el partido del Ll Almirante temió comprometerse, contestándola por Almirante estaba tomado. escrito, y anunció que lo haría en ura conferencia ver­ El 3 de Octubre recibió proposiciones para entrar bal.—Tuvo esta lugar el 6 de Octubre, con el Sr. Mi­ nistro de Gobierno y Relaciones l£sterioi es: el Almiran­ te s.j negó decididamente á acceder á las pretensiones f*) MWhos ejemplo» Imlm de esto: Ingrima.» y emoción-, al recifcr la Tí»» del ministro fundándose en que sus instrucciones nada del joven hijo del jeneral Lar alie, ¡1 nombre de su madre; einocioa muy anu­ ble al oir á uno de los Srcs. encargados de presentarle la petición de los Iraní*- contentan que dijese relación al derecho que se atribuía se»; emoción también, en una conferencia con ol Coronel arjentino D. V. Vela» co, y emoción extraordinaria ul recibir de mi, informes francos y ardientes *' bre la situación de los negocios, en la conferencia que Antes cité. (**) Esto sucedió muy especialmente con el Sr. Coronel Vclazco, ánt* (*) Era el tenor de la nota que pasó al Sr Cónsul Baradí-re para que este in­ mencionado:— No he hablado porsonalmcnte con él.- pero varias personal * formase al gobierno. El Sr. Lefebvre, secretario de la Embajada, acompañad» probidad, que saben el liwixv por él mismo, me lo uaa afirmado asi. !»or el Sr. Martigny. Jo avisó al »Sr. Agüero, como presidente do la Comisión: — 38 —

ei i Gobierno Oriental, ni á las consecuencias que sacaba mientras el Rey ciudadano, á quien el Almirante Mac­ délas relaciones existentes: y, aunque inmediatamente de- kau representaba, jamas era designado - sinó por el claró también que esas instrucciones le dejaban una gran nombre de guarda-cerdos. No hay un periódico de Bue­ latitud, á nada pudo arribarse. nos Aires, desde mediados de 1838, hasta poco después Reembarcóse el mi-mu dia: un buque ingles i lepo de la llegada del Sr. Dupotet, que no dé testimonio ife de Buenos Aires al siguiente : el Sr. Mackau se diri­ Cita vergonzosa realidad. gió esa propia noche para la línea del bloqueo, y empe­ Esto es poco: á medida que los peligros crecían, zó las negociaciones, que terminaron por el tratado dt b ferocidad de aquel malvado—á quien no llamaremos '29 de Octubre. Tigre, porque es un epíteto debilitado ya á fuerza de aplicarle—crecía también en espantosa proporción. Las §. VI. prisiones, el robo, y el puñal, llegaron á ser sus medios únicos de góbierno: un mismo dia vió caer bajo la daga Antes de ccuparnjs en su examen, consideremos de Gaitan al viejo Dr. Maza, sobre su silla presidencial, la oportunidad en que la negociación se abría: veamoi y espirar á balazos á su hijo en la oscuridad de la cár­ si el honor, la dignidad, la moral, el respeto debido á cel, por la delación de un solo miserable, (t; Las víc­ la civilización, permitían á la Francia negociar con Ro- j timas se contaron pronto por decenas; la emigración sas, y figurar á su lado en un acto solemne, que supone y la fuga, eran los medios únicos de alejar el cuchillo fé y probidad en los que le celebran. de la garganta: la sorpresa en la evasión era sentencia Decimos que no: y lo dicen con nosotros cuantos de muerte, que todos estaban autorizados para ejecutar; conocen el actual estado de Buenos Aire?, cuantos leen sangre de cinco de ésos prófugos sorprendidos, (£) sal­ sus lúgubres anales, escritos con sangre de inocentes. picó los muros de la casa del Ministro Británico, Men- Dejaremos también que los hechos hablen.— La deville, cuya tranquila conversación interrumpieron los cuestión de la Francia con Rosas habia dejenerado, co­ tiros de ks verdugos, y los clamores de las víctimas (*). mo al principio dijimos; pero dejenerado en mas de un Uuenos Aire?, en una palabra, ciudad populosa y mer­ sentido. Empezó por un choque de intereses materia­ cantil, cuya importancia pueden los europeos medir por les, y por la aplicación de una ley de Buenos Aires: pero, en el decurso do cerca de tres años, hizo el tira­ no rebosar el vaso de los ultrajes á la Francia, y multi­ [t] Jileólas .Martínez Jonte. Queremos hacer conocer ésto nombre A donde alcalce nuestra voz, y pedimos á cuantos le lean un voto de execración plicó los atentados contra la civilización y la humani- j •obre au cabeza. dad. Una simple satisfacción sobre intereses materiales tí] Loa SS. I.iocb, Olidcn, Riglos, Masson y Barton , inglese» los «"«últimos. . . • -u n no bastaba ya para terminarla. (*) Esta carnicería tuvo logar bajo la» ventanas del Sr. Mendevillc.Que­ Rosas, sus verdugos, sus palaciegos, sus concubi­ remos rejistrar aquí un hecho.—El Sr. Mendevillc conversaba en la sala del Sr. Presidente Rivera, durante un baile, la noche del 3 de Julio con los ajen tes nas y sus bufones, adoptaron el nombre francés por di­ francesas.- se habló del asesinato do los Mazas, sabido el 1. ° el Sr MendevilK- visa de escarnio. Los epítetos de inmundo, asqueroso. \ •ostuvoque nada tenia de estraño, y que estaba convencido do que habría habi­ do algún motivo justo, por que Rosas á nadie habia muerto siu motivo.—Bfcla incendiario y pirata, acompañaban siempre ese nombre legislación, pues, en Ja moral del representante del filantrópico pueblo ingles, en los documentos públicos, en las cartas privadas, en puede haber justicia para inmolar á puñaladas á un hombre', sin proceso, sin «efensa. «saltándole mientras escribe .... Este ajenie negoció la paz con él los brindis con que animaba sus obcenas bacanales; *r. Mac-kan. - — 41 — _ 40 —- jeracíon: los hechos son de horrible notoriedad, y se m} estadística comercial, Buenos Aires, revistió el as­ encuentran, á mas, apoyados en un documentodel mis­ pecto dé un cementerio, cuyas calles atravesaban mas mo Rosas, publicado por obsequiar al Sr. Mackau.(*J cadáveres que hombres : y si alguno hai dispuesto á pen- Y bien : ¿era permitido tratar con un poder seme­ «ar que exajeramos, habrá por fuerza de cretrr.os, cuan- jante ? El criminal insolente, que se manchaba á la do sepa que empezaba á crecer la yerba en los calles luz del sol, con tan atroces enormidades, podía enlazar de esa capital, desiertas por el terror, (f) su mano con la del Jefe de la Francia, de la Nación En este estado llegó el Sr. Mackau al Rio de la europea, que dá el tono á la civilización universal? Oh! Plata. Rosas hizo inmediatamente que el Sr. JVle.nt!c- no, ciertamente que no. Un gobierno, cualquiera que ville le invitase á entrar en un arreglo. Natural era su forma sea, inclusa la dictadura, representa siempre esperar que, por pudor, por respeto al negociador á quien una idea moral, un principio político; supone la exis­ llamaba á sus cestas, por alucinarle y ganársele, apa- tencia de un pueblo dotado de voluntad y con una vida rentando moderación y justicia, hubiese suspendido la social: cüando se trata con ese gobierno, no se entien­ carnicería y el estrago. Todo lo contrario: criminal de obligarse para con los hombres que le componen, sin ejemplo, Rosas se jacta de serlo ; quiere que tedos, sino para con el pueblo á quien representan, y, bajo lá desde el mas encumbrado hasta el mas humilde, le ad­ garantía del principio político y moral que suponen. mitan y le respeten, con conocimiento cabal de sus deli­ Pero Rosas no representaba principio alguno: ¿qué tos;—algo mas, quiere hacer testigos deellcsá losque- principio, tolerable en pueblos cuites y cristianos, se puedan dudar de su enormidad. El nivel de su tiranía formula jamas por el saqueo délas ciudades, por el ase­ iguala á todos. sinato, organizado en sistema? En Buenos-Aires irá Apenas llegó el Sr. Mackau, les horrores se diir habia vida social: no habia gobernantes ni gobernados.* pjicaron: un espantoso decreto ccnliscó, y dispuso la la disolución mas completa dominaba en todo: no ha­ venta, de todos les bienes de los enemigos del tirano: la bia, en una palabra, sino víctimas que escapaban 6- Capital de Buenos-Aires fué literalmente entregada al caian bajo el puñal, y verdugos que los perseguían, co­ saco: pasan de sesenta las casas invadidas, de dia y mo perrjs azuzados tras de la presa. ¿'Conque socie-?- de nr-che, per los asesinos que la autoridad armaba; des­ dad, pues, entendía tratar el Sr. Mackau? pedazábanse todos los muebles y útiles de servicio; sa­ La Europa entera rehusó reconocer á la Francia de cábanse de su casa á los hombres, para degollarlos en 93, cuando la tiranía popular—la mas espantosa de to­ la calle, y en las plazas; el sexo débil, objeto de respeto das—armada del terror y de la guillotina, habia roto to- aun entre los salvajes fué brutalmente atropellado; y— ¡horrible y no vista profanación !—las jóvenes delica­ (*) Apenas celebrada la paz, espidió Rosas un decreto, mandando qua das, las matronas respetables, fueron azotadas por la ningm»o de esos exesos se cometiese sin orden espresa del gobierno; y-oesáron, turba frenética de los verdugos. en efecto, por lo pronto. Eso era decir abiertamente al Sr. Maekan: que Rosas habia podido contener aquellos horrores, y no había querido hacerlo, duda q«»o No hai en este cuadro una sola pincelada de exa- manifestó el Almirante, mitntras duraba la negociación. Él preámbulo del de- ereto apneba todos los crímenes cometidos, fundado en qne eran efecto de la jHtta indignación nacional; de modo que la nación es una turba de asesino».. (•} Según los mejores datos recogidos, los refugiados franceses, solamen­ Asi habla siempre la tiranía. Robespiefre llamaba el jéncro humano al ojubde los jacobinos. • te (H 6stt Capital de Montevideo llegan á 600: y muchísimos mas existen en 1* compaña Oriental, y principalmente sobre el Uruguay. 6 — 42 — — 43 —

dos los vínculos sociales; cuando el ser rico era delito No-es fácil comprender, á primara vista, cuanto de muerte, y las cabezas rodaban por centenares, á !a tenía de fría y de atroz la elección de Varangot, pora voz de Santerre, como ruedan en Buenos Aires á la de inmolarlo en el altar de la paz con la Francia. El he­ Cuitiíío. La Europa negaba entonces la existencia (!e cho es, qi je fué el resaltado de un cálculo infernal. Ro­ una sociedad, de un principio moral y pjl.txo, en aquel sas quería mostrar hasta qué punto estaba dispuesto á caos de disolución y de sangre, y por eso rehusaba con­ desafiar al poder francés ; pero deseaba al mismo tiem­ tar á la Francia en el número de las naciones. po que la negociación continuase : buscó por eso un Tre.inta y siete años después, la tiranía personal hombre, cuya nacionalidad admitiese discusión, para de D. Miguel de Braganza, hizo de la capital de Lis­ producir, matándole, el efecto que deseaba, y conser­ boa un teatro semejante al que Rosas ha hecho de Bue­ var la negociación abierta, ofreciendo probar que no nos Ayres; y como este eliie las plazas públicas, elejía era francés. Aquel infeliz y honrado septuajenario fué aquel el muelle de su capital, para^ spfocar á sus vícti­ elejido para el sacrificio. mas. Los buques de guerra estrangeros, surtos en el Empezó entonces una tranquila discusión entre un Tajo—inclusos los ingleses—.cruzaban sus, vergas, y po- plenipotenciario francés, y un ministro del infame que hian sus pabellones á media hasta en señal de dolor y acababa de degollar un inocente, en la que —sin repug­ de duelo ppr aquellas víctimasj denunciando,así la de­ nar el hecho en sí mismo—se trataba solo sobre la na­ testación de, la Europa, y el anatema de la civilización cionalidad del degollado. ¡Qué conferencia, Dics Santo! contra el yerdugo coronado. , . ;. ¡Y se trataba, para cerrar los ojos á la verdad, para .. En, el Plata es todo lo contrario : un Almirante de sofocar la voz del convencimiento, y admitir el embuste la Francia vé cometer horrores, que D. Miguel no co­ de que ese hombre asesinado había dejado de ser fran­ metió jamas; y muy lejos de poner.su pabellón á media cos!—Esto es ya demasiado 5 y nada, ni U aprobación hasta, enarbola el del tirano desbocado al lado del que misma de su gobierno —que tío será, en tal caso, la dé representa la mas asombrosa reacción de la libertad Ja Francia—podrá salvar jamas al Sr. Almirante del contra el absolutismo. tremendo cargo que le hará siempre la cabeza de Va­ Pero todo eso era poco.—La sangre argentina der­ rangot. n 9 {.%•** \" i 1 ramada en copia no habia repugnado al Sr, Mackau: Varangot era francés,* y el Sr. Mackaü lo sabia'; Rosas, impacientado, le arrojó desdeñosamente al rostro porque tuvo en sus manos las pruebas auténticas de su la sangre de un francés. D. Juan Pedro Varangot fué nacionalidad.—Esta aserción es gravísima; pero no re­ sacado de su casa, degollado en una plaza pública, y. tiramos de ella ni una sílaba. 3 r. v sus bienes saqueados y destruidos, en presencia de la Si; esa es la verdad.—Varangot habia nacido eñ el flota francesa, y cuando flameaba sobre el bajel almi­ No:te de España; pero sus padres eran franceses, y rante tina bandera parlamentaria. francés era él, por consiguiente. Niño todavía, volvió El hecho era espantoso; el desafio mortal. Ven­ á San Juan de Luz, suelo francés, domicilio habitual ganza ejemplar del atentado, era el grito común y la es­ de su familia ; y en su juventud vino á establecerse en peranza de todos. Pero todos se equivocaron; la ne­ Buenos Aires.— Sus asesinos, sin embargó, aseguraban gociación pacífica continuó serenamente su marcha. que era español, porque se habia nacionalizado como jProh pudor! tal» al tiempo de casarse según decían. — 44 — — 45 — Su. desgraciada viuda puso entonces en manos del Sr. Almirante los documentos que justificaban su nacio­ nulidad. Rosas, en vez de suspenderlos, empezó por nalidad. No hemos podido conseguirlos, para publicar degollar á Varangot, y dejó al Almirante el cuidado de su texto; pero personas de honor y de verdad, que han averiguar después su nacionalidad. leido esos documentos, y que no nos permiten nombrar­ Preguntamos ahora: ;ha habido á bordo de la las, nos han impuesto de su contenida. •Boulonnaise', quien acusara de falsa la inscripción de Es el primera, la partida de bautismo de Varan­ Varangot en el Consulado francés? Ciertos estamos de got. £1 segundo es una petición que dirijió al Gobier­ que no, aunque nadie nos lo dice.—Pero, si alguno lo no de Buenos Aires, en los años primeros de la Revo­ hubiese hecho, ¿era, por dicha, el Almirante ¡VJackau, lución contra la Metrópoli, cuando se sujetaba á los marino y diplomático, el juez que decidiría juicio tan españoles á exacciones y servicios forzosos: en ella re­ grave? Evidentemente no; y es falso, por lo tanto, que clamó sus derechos de francés, para eximirse de esas haya habido pruebas contra el asiento en los Rejistros cargas; y fué reconocido por el gobierno como tal, fir­ del Consulado. mando el decreto de reconocimiento el Sr. Larrea, per­ V después de todo, ¿pudo jamas el Almirante, sin sona müy conocida én Francia, ministro entonces del sublevar contra sí todas las poblaciones que se encierran Gobierno de Buenos Aires. desde Marsella hasta Calais, pudo sancionar el antece­ El tercer documento es otra petición, hecha en dente de que, en la duda, Rosas tiene derecho de de­ gollar hombres, que nacieron franceses, y que estaban, tiempos mas modernos por el Sr, Varangot, con un mo­ por decirlo así, en posesión de esa nacionalidad? ¿Pu­ tivo semejante al anterior, y que tuvo el mismo resultado. do tratar, con quien, por teda satisfacción, dice:—"yo El cuarto, és el certificado en toda forma, de la probaré que el hombre á quien he degollado, aunque matrícula del Sr, Varahgot, en los rejistro» del Consu­ nació francés, dejó de serlo?"—O hemos perdido ente­ lado trances en Buenos Aires; ante el cual compareció, ramente el buen juicro y el sentimiento de lo moral y acompañado de Ibs Sres. Cramer, y Fabvier, como testi­ de lo honesto, ó el hecho de Varangot es un crimen, gos de su nacionalidad; y fué legalmente inscripto. de naturaleza no vista, que pesa sobre los dos nego­ Como, pues, poner en duda la nacionalidad de ciadores. Varangot? Dicen algunos que Arana presentó al Almi­ Tales han sido las circunstancias en que el Sr. rante pruebas valederas contra estos documentos.—No Mackau abrió, continuó, y llevó á cabo su negociación es verdad, les replicamos, porque no puede legalmente eon Rosas. Si eso es digno de la Francia, la Francia serlo; y esa escusa bastará apenas para alucinar al lo decidirá;—que fué indigno de la civilización, ofensi­ vulgo. vo á la humanidad, y á la razón universal, lo han de­ Los asientos de los rejisiros del Consulado francés cidido ya cuantos conocen la verdad de los hechos. hacen plena fé, y son documentos auténticos, miéntras no hai quien se presente acusándolos de falsos, y proban­ VIL do su falsedad, jusqu'a inseripiion de faux, por servirnos Í del término legal francés, Miéntras ese juicio dura, los Pero determinado á tratar, natural era, é indispen­ efectos del documento quedan én suspenso; y solo una sable también, que el Almirante lo hiciera con un poder sentencia judicial puede decidir sobre su validez ó su revestido de capacidad legal para obligarse, y para ad- — 46 — — 47 — mitir obligaciones ajenas. Cualesquiera que fuesen las jentina (t); de arjentinos proscriptos, y del territorio de la instrucciones del Sr. Mackau, aun cuando terminante­ Confederación Arjentina, habla el artículo 3. c , lo mismo mente le ordenasen tratar á todo trance (*) supondrían el 4. ° , el 5. ° , el 6. ° ; y por el 7. ° se estipula el envío siempre que había una autoridad con qu en tratar. á Paris de un ministro, que represente no á la Provincia, Pues bien: c-1 hecho es que no la habia; que Ro­ de Buenos Ayres, sinó á la República. Con toda ella, sas no tenia poder, ni representación alguna, para ajus- pues, con todas las Provincias que la componen enten­ tar tratados, á nombro de la Nación Arjentina, y que dió tratar el Almirante; asi se esforzará en persuadirlo el Almirante Mackau tenia conocimiento, pleno y ofi­ al Gobierno Francés, haciéndole entender que todas es­ cial, de esta importantísima circunstancia. tán obligadas en el tratado. El punto merece muy seria atención, por sus ulte- El engaño puede ser de funestas consecuencias. Preciso es precaverlas; preciso, que la Francia sepa, y rioridades. Mi Gobier.io también, aunque se empeñe en cerrar lo« Discurren algunos diciendo, que, pues el Almiran­ ojos, que ninguna Provincia de las que forman la Repú­ te encontró un poder de hecho, no tenia que investigar blica Arjeníina esti obligada en ese tratado, si no es— su legalidad, sinó reconocerle y tratar con él. Exami­ concediendo mucho—la de Buenos Ayres; y que el Sr. nemos. Mackau engaña á su nación, presentándola, como trata­ El argumento seria esnecioso, al menos, si el Almi­ do, un papel que á nadie liga. rante hubiese tratado con Rosas, como simple goberna­ Muchas veces se hadicho que la costumbre consti­ dor de Buenos Ayres, y con relación á esta sola provin­ tucional que rije en las Provincias Arjentinas. es que ca­ cia : entonces podría decir, que trataba con él, como da una de ellas delegue Ja facultad de entender en las trataría con otros Gobernadores de Provincias que con­ Relaciones Exteriores, celebrar tratados &a., no en el cediesen lo que la Francia pedia, como el Almirante Le- (íobierno de Buenos Ayres, una vez para siempre, sinó blanc y el Sr. Martigny se habían entendido con el de especi limante en el Gobernador, cada vez que se elijo Corrientes (f) uno en los periodos legales. Todo esto, muy sabido para Pero no ha sido así. El tratado de 29 de Octubre se nosotros, necesita demostrarse, y probarse también, para celebró con el Gobernador de Buenos Ayres, Encarga­ los que no conocen nuestras institucciones, que, en la do de las Relaciones Exteriores de la Confederación Ar- Europa, es por desgracia, la casi totalidad. Esto vamos á liacer, distinguiendo la facultad de celebrar tratados, de la de ratificar los ya celebrados. (") El Sr. Mnckau ha tenido especial estudio en persuadirá que no ha he­ cho otra cosa que cumplir sus terminantes instrucciones. Sentimos decir qivc > I De todas las Provincias Arjentinas, solóla de Bue­ Almirante no dice, en esto, verdad; pues que, en su conferencia con el Sr nos Aires se halla en contacto directo con el estranjer.), Ministro de Gobierno, cuyo protocolo firmó, aseguró que sus instruí-cantes I' dejaban una gran latitud.—Pero, si ellas le prescribían hacerlo que lia hecho, el Almirante jamas debió encargarse de una misión de deshonor ; dobi« imitar la conducta del Sr. liaudiu, porque el brillo que procuran los favores de un» (t) El protocolo del 98 de Junio (documento Na. 8) tolo se contraía á la « orle no borra la negra mancha de una acción indecorosa. provincia de Buenos Aires, porque, ni el jcncral I.avalle, ni la comisión que (t) Aun eso sería falso; parque, cuando liosas trató, había espirado < I n i le representaba, podían estipular cosa alguna á nombre de la soberana Nación IUíUO de. seis meses porque aceptó su reelección; y ni había sido reelecto. DI •nental; Corrieníes se había ya arreglado con la Francia, no necesitaba que por había declarado 61 que prorrogaba el término de su aceptación. Kl AlmiraiiK ella se tratase, y en todo caso, tenia su gobierno que lo haría dírectament>—

tenia el hecho oficial de la expiración de aquel plazo, Jr iiingim hecho rgua'" , csp protocolo había verdad: en el tratado que le ha reemplazado hay un em­ incnte oficial en contra. buste manifiesto. — 49 — — ^48 — del Ministerio.de. Relaciones Exteriores de.Francia, " jx>r su situación jeográfica sobre el gran'Estuario del debió necesariamente haher leido aquellas palabras, qu3 Plata (t). De ahí la d'ficultad, para Jas otra?, de en­ tanto le importaba tener presentes. tenderse con los gobiernos de ultramar, y la consiguien­ La necesidad de la delegación es, pues, un hech > te necesidad de delegar ese derecho en el de la sola pro­ innegable. Apliquémosle. vincia que puede cóm< damente hacerlo. Rosas, nombrado dictador por cinco años, el 7 d¿ Era esta una antigua costumbre de la República, Marzo de 1835. se recibió del mando el 13 de Abril, y cuando una ley del Congreso jeneral de todas las pro­ término expiró en igual dia de 1840.—Con él espiró vincias, reunido en Buenos Aires, la sancionó, en 1H25, también la delegación que tenia de las Provincias.—Fué hasta el establecimiento de una autoridad nacional. reelecto por igual periodo, y selo aceptó por seis meses: Mas adelante hablaremos de esta ley. pero su reelecion nr> producía ipso jure la continuación Daremos, entretanto, una prueba capital de la abso- de aquel especial mandato: era indispensable que le hita necesidad de aquella especial delegación. Repro­ fuese renovado. chaba á Rosas el Sr. Roger, en su ultimátum, el no que - Léjos de serlo, le fué retirado esplícitamente por los rer admitir ajentrs diplomáticos de la Francia, al paso que se le habían conferid:). Es este un h-cho oficial, de que negaba á los Cónsules la facultad de suplir la falta que tenía pleno conocimiento el Señor Mackau. de aquellos; y citó, entre otros, el ejemplo del Marques La Sala de Representantes de la Provincia de Tu- de Vins de Payssac. Contestando Rosas á ese cargo, di­ rumaii, sancionó, el 7 de Abril, una ley, por la que se ne* jo estas palabras literales : " La llegada, y presentación c;ó á reconocer á Rosas el carácter de Gobernador de , del Sr. Payssac tuvo lugar en los primeros meses de la f l¡ uenos Ayres ; y le retiró la autorización, que, por par­ ., actual administración, que, como es notorio, fue consi- te, de aquella provincia, le habia sido conferida para ,, guíente al sacudimiento jeneral que habla tenido toda mantener y conservar, las relaciones con las potenciad la Provincia, y cuando no eran ciertas, ni determinadas, extranjeras, (f) ,, las delegaciones al actual Encargado de las Relaciones Esta ley fué oficialmente comunicada á'Rosas por „ Exteriores, por los Exmos. Gobiernos de los pueblos Con- el gobierno Tucumano, en 10 del mismo mes, exijiéndo- >, federados, para expedirse en estos asuntos (J). ¿Que de- le que, ú fin de evitar dudas y controversias que pudie­ „ claracion mas inapelable de que, sin aquella delega- ran suscitarse, mandase publicar esa declaración en los ,, cion, Rosas nada podía hacer en las Relaciones Ex- diarios de Buenos Aires. (J1 „ teriores"? Rosas se guardó bien de publicaría, porque su ob­ El Sr. Mackau, que, en su conferencia con el Sr. jeto era continuar engañando.» \o¿ suyos, y á los extra­ Ministro, dijo "haber estudiado, con el mayor esmero ños. ,, todos les datos que habia recibido, sobre este negocio, La Provincia de Salta, por medio de-su Lejislatura, sancionó también una ley, en 13 de Abril, por la cual destituyó á Rosas, desde aquella ftcha, del encargo de

(t) l.as de Santa Ve, Entremos y Corriente*, aunqu litorales, «están bre el Paraná y ol Uruguay, rios enteramento interiores. I •) Véase el N. • II de los Documento*. (t) Respuesta de Arana, de 18 de Octubre, de 1838, al vUmátum del 3r. [t] Véase el N. o m Uogor. Edición de Buenos Ayres, pag. 44. 7 — 50 — — 51 — mantener tas relaciones exteriores, y de la facultad de ha­ de In ocupación de la Provincia de Santa-Fé y sn capital cer la paz ó la guerra. (*) por el Ejér,.-i;o Libertador, y del cambio consiguiente El 5 de Mayo la Provincia de la R oja declaró por de su polínica. Tres h.nm después de recibidas esas noticias, se enviar n al Sr. Mackau, por persona ofi mía lev, que ella reasumía las facultades que tenia confe­ cialmcnte carác ter zada, en copia*, que saqué yo mismo, ridasá Rosas, para intervenir en las relaciones con las y que llegaron á sus manos, según me lo anunció una naciones ex'ranjeras. (**) caria de su edecán, el Sr. Page. Igual ley dictó la Provincia de Catamarca, el 7 de El negociador tenía, pues, conocimiento oficial Mayo, declarando á Ro as separado del encargo que, por do que siete provincias, al ménos. de las catorce qae parte de esta Provincia, se le hnbia heclio de entretener las forman la Repú! lica, habían retirado á Rosas la facul­ relaciones exteriores de la República. (^} tad de tratar en su nombre. ¿Podrá, en consecuencia, En términos igualmente positivos se pronunció decir, con verdad, que trató con el encargado de las la Provincia de Jujuí, en unn Asamblea, el 18 de Abril, Relaciones Exterioras?—No, no puede decirlo; y la en la que declaró que retiraba los poderes que le confia - Francia verá, por estos hechos, por esos innegables do­ ron á Rosas, para entender en las relaciones exteriores de cumentes, que su representante la engaña, contando, la'República. (***) para alucinarla, con el poco conocimiento que en Euro­ Por lo que hace á la alta Provincia de Corrientep, pa se tiene de la organización y la política de los Es­ sabido es que fué la primera en pronunciaise, y no se tados Americanos. necesitan otros documentos que la convención celebra­ Si faltaba capacidad á Rosas para negociar el tra- da con el Estado Oriental, mencionada mas arriba. lado, mil veces mas carecía de ella para ratificarle} y ¿ Qué espíritu sano p .dria dudar, en vista de esto* en este punto, es preciso reconocer que tuvo el designio documentos, de que Rosas no representa á las seis Pro­ inanifi sto de burlarse del Sr. Mackau. vincias que los dictaron ?—La única escusa seria la de Empiezi el Dictador su ratificación, diciendo: que, ignorar su' existencia: pero ni aun esa queda al Sr. "en cumplimiento de la ley fundamental de 23 de line- Mackau. E recibió prolijos informes á t erca de la „ ro de 1825,. dio cuenta de la precedente convencipn legal incapacidad á Rosas: tuyo .amplias explicaciones „ á la Honorable Junta de Representantes de la Provinr- sobre la necesidad de la ctclegacion de 1 as Provincias : „ r/a; y obtuvo su pleno poder y aprobación para ra- tuvo también, y di be ahora tener en sus manos, todo? .. tifie irla." estos docuni ntos, comunicado* con autenticidad oficial ¿Se tomó el Sr. Almirante el trabajo de averiguar por el Sr. fiuchet Mariigny. Provocamos al Sr. Mackau que ley es esa que Rosas invoca? No puede ser, aun­ á que niegue este hecho. que su obligación era averiguarlo, para no dejarse bur­ ' Había - llegado apenas al bloqueo, y empezado si lar como un n ño. .. . negociación, cuando se recibió en Montevideo la noticia En primer lugar, esa ley (J), dictada no por la jun­ T)*tx>Trcs '**<" ,i^*>^\ DVYJMOO 5»tja jtwoij. i* o*£innts« ta de Buenos Aires, sinó por el Congreso jeneral de la

(•) Véase el N.° 13. (••) Véase el N.=> 14. [§] Véase el N:° 15- . " " ••• [**•] Véase el N. ° 16. — 53 — A* —

En 1829 la República Oriental, creada á virtud1 República, confería al Gobierno, de Ja provincia la fa­ de esa propia Convención de paz, sancionó Su constituí cultad de celebrar tratados, provisoriamen'e y hasta re eion política, que debia s6r revisada y aprobada, por" •lección del Poder Ejecuiivo Nat ional. E^tatuvolu- un Comisario arjentino y uno Brasilero. D, Santiago; £»r el 7 de Febrero d S 1826 (**), y desd? ennónees con­ Vásq iez fué enviado por el Gobierno Oriental, é'ñ el cluyeron, para siempre, los efectos de aquella lev pro­ carácter de encargado de negocios, á recabar el nom­ visoria. bramiento del Co.nisario Arjentino. El Gobierno de En segundo lugar, c?a propia ley, invocada por Ro­ Buenos Aires 1c manifestó que no podia hacerlo por sí,: sas para ratificar el tratado, dispone que, c uando alguno sin especial delegación de las provincias: el Sr. -Vá's^ celebre el Gobierno de Buenos Aires, cneargndo de las quez se dirijió entonces á cada uno de los Gobiernos, Relaciones Exteriores, "no podrá ratificarlo sin obtener pidiéndoles que la concediesen, porqueno podiá'ttettát'sá' previamente especial autorización del Congreso * — El el objeto de su misión, mientras los gobiernos que éómpo- Congreso no existe, desde 1827, y Rosas h » hecho creer nen la República no se prestasen á delegar pof su parte' M Sr* Mackau que lo rh:smo es la Junta de Represen, aquel encargo. (H) " «antes de Buenos Aires, que el Congreso de todas las Esos gabiernosl contestaron de conformidad, ejer­ prorineias. ¿No es esta una verdadera burla? ciendo aquel indisputable derecho, (f) ' Como en estas materias los hechos sofocan todos - ¿Como dudar, en vista de estos antecedentes, 'que tos argumentos, citaremos dos, muy graves, que apo­ Rosas no podia ratificar el tratado, sin especial'auto­ can lo que dejamos dic-ho sobre la ley de Enero. rización ad hoc, de los pueblos de la República? Algo En el mes de Agosto de 1828, terminó la guerra mas: ¿como dudar de que esa convención no está ra­ de la República Arjentina, con el imperio del Brasil, tificada ? ' j.or un tratado de paz. En esa época, se habia disoelto No lo está, no: las provincias Arjentinas-protesta­ va el Gobierno Nacional: era preciso ratificar aquel rán de nulidad contra ella, como celebrada sm su coíi* tratado: el Gobierno de Buenos Aires, ni imajinó si­ sentimiento, y ratificada sin su delegación.- Protestarán^ guiera que pedria hacerlo por sí, en virtud de la ley de decimos, y podemos añadir que hun empezado ya á 25 de Enero de-182»: mandó, por el contrario, un ájente protestar.—El primer acto del nuevo Gobierno de Santa : á la Convención Nacional .reunida en ¡Santa Fé, á pe­ Fé ha sido dirijir al Sr. Mackau una nota, fecha 27 de" dir la autorización para ratificarle; y aquel cuerpo, qué Octubre, notable por su dignidad y sus principios, 'He-'' era, y se titulaba, la Representación Nacional de las Pro­ na de sentimientos de simpatia hacia la Francia,'de equi­ vincias Unidas del Rio de la Plata, dictó una resolución vocada confianza en su lealtad, y en sus auxilios; En • especial, autorizando aj Gobernador Üorrego para ra­ ella se previene ya al Sr. Mackau que ocho provinóias—! tificar la Convención (t). Él Sr. Mackau ha hecho re­ incluyendo la de Córdoba, alistada últimamente , ba^o1" ferencia á ese tratado con el Brasil, en el artículo 4. ° la enseña de la libertad—"creen imposible ninguii je- del auyo; ¿como no vio las solemnidades con que fué ratificado? (ti) Véase el N. 9 19 Je los Documento*. 0) Véase el N. = -¿0— Creemos que basta publicar una da estas potan las demás son semejantes. . - ""• • (••) Rejietró Nacional—Hb. 2_° N.° 3- p«f. 5- {t| ííMefliN.» ie de h» Documento*. — 55 -*

¿ ñero „ desapareciendo su autoridad por la voluntad de los llára presente, por que se lo prohibian leyes especiales „ pueblos, deben considerarse nulas y de ningún valor del país. Jefe de fuerza armada era el Almirante Mac­ ,, las estipulaciones y empeños, que, á su nombre, se con. kau; sus buques amenazaban á Buenos Aires, con su „ traigan." (f) presencia: Rosas, sinembargo, trató con él, quebran­ El Sr. Mackau ha recibido esta nota, cuando ya tando su propósito y la única ley del país que le queda­ habia firmado su convención. Mas eso no la quita el ba por violar. - ' * r r ! carácter, que reviste,, de una protesta enérjica y justa, No obraron así Sus adversarios, á quienes abusaba hecha anticipadamente contra un acto, que tal vez se de vender el país. En el protocolo de 22 de Junio, Sfc preveía, : < estínuíó que, primero, se empezaría por levantar el. blo­ Otras protestas seguirán á esta. Espérelas el queo y devolver la Islá; es decir, pór retirar él aparato Sr. Mackau. Pero, entretanto, que no se equivoque él de la fuerza: de modo qUe la Comisión Arjentina hizo Gobierno íranecs, creyendo que ha tratado con las Pro­ por el honor del país, y por sus leyes, lo que no supo ha­ vincias Arjentinas. cer el que tiene la impudencia de llamarse defensor del honor americano. m § VIIL ob Habia gritado que jamas concedería indemniza­ ciones, porque Bácle y Lavie habian sido legalmente juzgados por 'delitos; y ahora reconoce deber esas in­ ¿Y que es, por fin, lo que se estipuló? Ahí está demnizaciones, y confiesa bajamente que fué verdugo el tratado: mucho se ha escrito sobre él : difícil es de­ arbitrario de subditos franceses. ; 1 cir algo nuevo: probemos, sin embargo. Declaró al Comodoro Nicholson que, para conce­ Kara vez se vé rivalizar en el deshonor; pero en der el-principio de esas indemnizaciones^ habia de re­ ese pacto, Rosas se ha deshonrado y se ha deshonrado el conocerle también la Erancia en favor de la República, Sr. Mackau. La vocinglera altanería del primero se por los daños causados por el bloqueo (f); y ahora ha quebrantado, no contra el poder de la Francia, sinó abandona humildemente esa pretensión. contra el de los aliados, á quienes aparentaba despre­ Natural era, y decoroso que, en caso de no avenir­ ciar. El Estado Oriental y el Ejército Libertador han se los árbitros, ellos mismos, ó los contratantes, nom­ domado la furia del déspoto, y le han obligado á ceder. brasen el tercero e¡i discordia. Las amenazas del segundo, la vana ostente cion de la Así lo habia pactado la Comisión Arjentina, con

(t) Vcase el N - 21.—Esta nota fué presta por el Gobierno Oriental q«* 1k recibió, cerrada, en manos; del Sr. Cónsul naraderr, que la remitió al Almi­ [tj Kota de Rosas aiSr. Nirliolson, de 12 de Abril de 1839 — El Sr. Mar-: rante. Dudamos que «te la presente á su Gobierno, v por eso la ímMicamoJ tignv bizo una publicación de ésta correspondencia, en cabtellano, francés ¿in­ aquí,—La copia que leñemos es exacta, pues se nos mandó de Santa ré. gles.—Seguimos ese texto. 56 —

cómo t* nacional, corrió toda la domas, miró en aquel el Señor Martigny, en el protocolo de 22 dé Junio: pe­ paso una cWa indicación de que el Almirante estáb* d*¿- ro Rosas ha cedido vilmente á la Francia la prerrogati­ terminado á riotransrjrr, sino ctín condiciones tan se ve- va de elijir el tercero. ¿ Con que frente dirá después raspara ftofeas, que Jiacian la guerra casi inevitable. de eso, que sus enemigos vendían la independencia del - CómO imajinarse, en efecto, q íe, determinado á ceder Pais? todo, se atrevería el Píen potenciarlo fransee á causar El vociferó que jamas concedería el tratamiento dé Ü sus compatriotas lo inmensos transtornos de una emi­ la nación mas favorecida, porque no habia derecho pa­ gración violéntísima? ra exij írselo por la fuerza ; y, sin embargo, le ha cedi. Asi fué, sin embargo. Cuatrocientas personas (t% do, aunque envuelto en restricciones, consecuentes á coya mayor parte eran franceses, dejaron precipitada- ese espíritu mezquino, antisocial, que trata de lavantar tterité á Buf-nos-Aires, en los buques del Almirante, muros de separación entre los pueblos americanos, y los "abandonando sus intereses, su industria, y Sufriendo», al eurepeos; y que ha dirijido siempre la negra política del embaircarsp, toda clase de dificultades, y aun de ve­ Dictador. jaciones indignas. Ochó dias después tuvieron que vol­ Protextó que jamas eximiría del servicio militar á verse á Buenos-Aires, maldiciendo lá imprevisión, ó la los franceses, por que los extranjeros le presfeetan en doblez, que los obligó a emigrar inútilmente. No sabe­ Francia—lo que, por otra parte, es verdad ;—y conclu­ rnos como responderá el Sr. MaCkau de un hecho se­ yó por eximirlos, sin la mínima repugnancia. mejante. El resaltado muestra que jamás pudo imaji- Rosas, pues, se humilló cobardemente ; toda su ri. har que llegaría el caso de la,guerra ; de modo que el dícula jactancia, sus declamaciones sobre la dignidad y prorócar la emigración no fué mas que un golpe,de 10 la independencia Americana, no fueron mas que super­ que se llama diplomacia, para hacer creer que no pen­ cherías y bravatas de un matón, que desafió á la Francia* saba en transijir, _ . mientras miró distante el peligro; pero que, viéndole Lleguemos á considerar el tratado; acercarse rápidamente, cedió por miedo, por vileza, lo ¿ Qué ha conseguido la Francia para Sí? ¿Qué, que negaba antes, por irracional obstinación. para sus airados? El examen de estos dos plintos com­ Pero, aun cediendo lo que ha cedido, está muy lejos prende el del tratado entero. de haber dado honor al representante de la Francia. ^Bdchortioso es comparar el Ultimátum de la Fran­ No: este queda infinitamente mas deshonrado que aquel, cia, denunciado el 23 de Setiembre de 1838,—cuando tanto por lo que d€ dejó de conseguir, cuanto por las «osasera omnipontente, cuando Oribe mandaba, por él concesiones que, de su parte, hizo ; concesiones que nin­ y para él, en el Estado Oriental, cuando ninguna pro­ gún trances recordará jamas, sin que el rubor y la indig­ nación, cambien el tinte de sus mejillas. • <- ¡ •.. Antes de examinar el tratado, fijémonos un mo­ co He aquí la respuesta ron que mp . favoreció una .persona caracterizaba mento en la conducta del Almirante, luego que. empe­ « qMe* interrogué' A cerca do la emigración »-n buque» franceses, durante lai i». zó las negociaciones. Su primer paso fué exijir y obte­ /'>rmcihnes de la Bonlonnaii*»—"/¿ résulie. des renseigturnen* puisés A dilcrsu >°*rtts.d,apr¿s le di'sir manifesté par Mr. Várela, qu» U clitfre des pajssagtrs ner, del ministro de Rosas, permiso para que todos los. aediterses nations, venus de Buenos Aires dans ees derniers tems.par les eU- residentes franceses que quisieran salir de Buenos-Ayres, *rTS ™<"»en* deguerrt Francais, ést d'environ trtisetnt quatrt vingls éix, **«•> ***s:femmej et enfants evmpris."- pudieran hacerlo libremente. La población francesa, 8 «rincia, ni ciudadano alguno ar jen ti no, amenazaba su po­ pliera esa obligación, pura que pagase. Después de cor­ der—con lo que de él se ha conseguido, en un tratado, ea de tres años de bloqueo, de hacer inmensos gastos, én Octubre de 1840, teniendo contra sí ocho provin­ de acumular buques y fuerzas,, de formar alianzas, se cias Arjentinas, y el Estado Oriental, todos en armas. concluye^ no con la paga, no con el cumplimiento de Había siempre sucedido—y bienio mostró la Fran« Jas obligaciones que causó el bloqueo, sino con otra obli­ cia, en los primeros quince años de este siglo—que las gación nueva.—¿ Y qüé gana la Francia con que Rosas ventajas de un tratado se midiesen por la posición del «Jeba indemnizaciones por un convenio, mas bien que enemigo; y que se obtuviese tanto mas, cuanto mayor por solo el ministerio del derecho universal ? ¿ Que ga­ fuese la estrechez á que la guerra le hubiese reducido na, sinó se le paga? El hecho es que todo.lo que ha ob­ Eh el Pláta ha sucedido lo contrario. Vamos á verlo, tenido es variar Ja naturaleza de la obligación de Rosas: En el Ultimátum de 23 de Setiembre de 1838, se antes. era tácita, ahora es expresa. He ahí toda la di­ fcxijió, como condiciones sin Jas cuales nopoaría tener lu­ ferencia., . my 1 gar él restablecimiento cíe la armonía, 20,000 duros para Si Rosas* después de liquidadas las indemnizacio­ Ja familia de Bacle, 10,000 para Lavie, pagaderas am­ nes, para lo. que pasará tiempo, rehusa pagar su monto, bas sumas inmediatamente) el reconocimiento del cre ues que ningún término hay fijo, ¿qué se hará? ¿Otro r dito de Dcspouy, con el compromiso de pagar su capital £loqueo para que pague? No era eso lo que pidió la dentro de un año, y de liquidar los premios éri tres Francia en su (ultimátum. un. • J»1 Ineses, (t) I A mas de las indemnizaciones, pidió también, en ese Se fijaban allí las personas perjudicadas, las canti­ propio documento, como reparación indispensable, la dades que había de dárseles por reparación, y los térmi­ destitución de Coronel D. Antonio Ramírez, autor de las violencias cometidas con Lavie, movido por una sórdida no del pagó; rivalidad comercial. No solo se ha ..cedido completar ' Pues bien; el restablecimiento de la armonía ha teni­ mente en este punto, sino que. ese mismo Ramírez, to­ do lugar sin que la Francia obtenga ni el reconocimien­ mado por Jos franceses, cuando se retiraba de la prev- to de acción alguna de determinada persona, ni el mon­ sencia del Ejército Libertador.á quien combatía,, es der to de ninguna cantidad, ni los términos siquiera eh que vuelto á Rosas, en el momento de firmarse la paz, sin hayan de hacerse los pagos. En una palabra, lo único la menor garantía de no servir contra el Ejercito. Se que se ha conseguido es el reconocimiento de uñ princi­ devuelve á las filas de Rosas, para que combata al.que pió, que no hay necesidad dé rejistrar en tratados ; por­ fué aliado de la. Francia, el mismo hombre cuya desti­ que sabido es que, eon tratado ó sin él, el que perjudica tución se exijió á grito herido. Ramirez.es una com­ á otro sin razón, le debe indemnizaciones. pleta nulidad militar: su libertad nada importa; pero Qué se ha adelantadó,pues, con ese reconocimiento? se ha violado con ella un principio, y se ha devuelto á A nuestro juicio, nada. Antes del bloqueo, Rosas debia Rosas un verdugo de sus compatriotas, y también de de derecho indemnizaciones, por solo haber causado in­ los franceses, según el ultimátum. . debidos perjuicios; se le bloqueó, no para qoe reconocie­ ( Lo único que realmente ha obtenido la Francia es ra lo que nada importaba que negase, sino para que cum- el tratamiento, para las personas y propiedades de sus " £t] Art. I. » 8. • y 3.» MVUmátnm, paj. 17, edieion de Buenos Air»* íúbditos, en el pié de la nación mas favorecida.. Pero, aun en eso mismo, «1 Sr. Mackau ha concedido una re­ dente, después que, ni en el tratado con ía gran Bre­ dacción vilipendiosa, que desmiente 4a justicia -de-fas taña, ni en otro, que sepamos, se puso tan estráfla res­ pretensiones de Ja Francia. Esto no es materia de duda. tricción. Lo segundo resulta de un raciocinio mui sen­ El artículo 6. ° de la convención concede aquel cillo. Si los derechos de que habla el artículo pueden tratamiento ó los Franceses, "aunque tos derechos y gt>. ser gozados por extranjeros, la Inglaterra los reclamará M ceS que, en el territorio de la Confederación Arjenti- para sí, por.que su tratado la pone en el pié de la na­ *< tina^ disfrutan -actualmente loa extranjeros en stte per- ción mas favorecida, no solo en lo tocante á personas y 44 sonas y propiedades, són cohrtrfíes á los eúbditesy ein- propiedades sino respecto de toda clase de derechos con ** dadanos de todas y cada runa, de las naciones amibas solo que pueda gozarlos cualquier otro extranjero. Los ifc y neutrales/'—Si eWto es tesis g-c*r6l ¡es elfrtneipto que iranceses,entretanto,no podrán pretender esos mismos de­ Ik -FrancSa reclamabn •? . *u gobierno y sas ajen tes rechos, porque el artículo 6. ° del tratado dice espresa- han fundado las hostilidades en que los subditos france­ mente que no serán estensivos á ellos; lo que es una es- ses no gozaban raqüellos derechos, Como los ingleses y plícita renuncia por parte de la Francia. No tenía esa ios americanos i ahora el tratado reconoce que los haa vergonzosa restricción el protocolo de 22 de Junio. disfrutado lo mismo que ellos. , Ahí está, pues, todo lo que la Francia obtuvo en Esa redacción^ «pues, consentida por el Sr. Mackau, su tratado: lo que obtuvo de la sola provincia de Bue- no varía la naturaleza del tratamiento qtre 'Se •con­ BOS Aires.i no de las otras, que nada estipularon. El cede; poro ofende inmensamente á ha Francia, en cuan­ precio á que lo paga es—dos años y medio de bloqueo, to dá á Rosas un documento, con que poder mostrar la interrupción,, por ese tiempo, del comercio neutral, & los •neutrales, que él siempre concedió, atm á los y del suyo propio, con un mercado importantísimo; el franceses, un tratamiento justo; y qué la Francia sola gasto de algunos millones de francos en fomentar alia­ ftíé la •causante del bloqueo. dos, la afrenta de abandonarlos en el momento del triun­ La Testriccion establecida por el artículo 6. °-, "fea fo, la muerte de algunos distinguidos oficiales, la pér­ virtud de la cual los franceses renuncian los dtereeho* dida completa y perdurable de toda influencia mercan­ que ía República puede conceder á los ciudadanos dé til,, y política en estas rejiones, y la confesión de que, tos Estados de Sud América, és la espresión del prih- para ser vencida en parajes remotos, basta que los go­ teipio antisocial y mezquino, qtte tiende á levantar biernos con quiénes luche, la opongan una resistencia tnuros dé separación entre la América y la Euro£rt; co­ inerte y pasiva, (f) rno si pudiera jamas ser conveniente, ni aun posible, Eso para la Francia: ¿que obtuvo para sus aliados? impedir, ó relajar,' lós vínculos qtie la civilización, el'co­ Obtener? Nada, absolutamente nada. Conceder mercio, la industria, el mútuo cambio dé las ideos, con­ curren de consuno á estrechar. [1] . Otra concesión hizo también el Almirante, tanto mas indigna y afren­ 'Esa restricción, ademas, ó no tiene aplicación al­ tosa cuanto que ni siquiera aparece estipulada en el tratado. Tal es M de que el Sr. Petitjean jo podría volver á ocupar su püesto on la cancillería del Consu­ guna, por ser referente á derechos que ningún extran­ lado francés en Buenos Ayreftl ' ¡Como! El Sr. Mackau proscribe á un compa­ jero púéde reclamar,—en cuyo caso se ha puesto única­ triota suyo, le cierfa la entrada á Buenos Ayres, su antiguo domicilio, sin dar para ello motivo alguno, sin que se le acuse de ningún delito, de ninguna falta; mente en odio á fe Frahoia,~ó si la tiene, deja á ésta solo por que á Ro«as no le convenia su presencia. Es lo que faltaba al desho­ potencia en una triste posición. Lo primero es evi­ nor del Sr. Mackau. Por lo que hace á la verdad del hecho, respondemos de él 'obre nuestro honor; y no habrá quien se atreva á desmentirlo. — 62 sí, eso sí; y concesiones indignas, aíreníosas, á favor Esta hostilidad fué declarada y reconocida ineficaz* del enemigo; alianza con él, para desarmar á los anti­ por el ministro Thiers en la tribuna de los diputados. guos aliados, para darle medios de hostilizarles. Esto El vigor de esa misma hostilidad, tal como ella era, se es horrible, pero es una realidad. debía, en gran parte, al Gobierno aliado de Montevideo, Empczemos, en este punto, por observar, que, sea al reglamento de Abril, y al decreto de 17 de Diciem­ lo que fuere lo que la Francia ha conseguido, en el tra­ bre, que hacían mucho mas difícil el contrabando, yes- tado, lo debe casi exclusivamente á sus aliados. Propo­ forzaban, por lo tanto, el bloqueo, —al gobierno de sición es esta que se demuestra por hechos irrecusables. Montevideo, en quien, según las palabras del Sr. Thiers, Rosas rehusó toda clase de concesiones al Sr. Ro- la Francia encontró todos los socorros que la eran necesa­ ger, sin temor de sus amenazas, y dejó que se retirara. rios y obtuvo recursos para sus marinos. (*) Las rehusó igualmente al Almirante Le Blanc, y La única hostilidad, pues, que la Francia empleó se dejó bloquear. Los que no le conocían, se lisonjea­ por sí sola fué ayudada rigorosamente por sus aliados. ban de que no soportaría dos meses el bloqueo. Estv.s, ademas, redujeron casi á la nada al ene­ A los seis meses, rechazó el ultimátum del Sr. Ro- migo de la Francia. Cuando esta le bloqueó, cuando ger, á pesar de que le amenazaba con la guerra. rechazó Rosas las cinco primeras tentativas de arreglo, Por el mismo tiempo, se negó á ceder cosa alguna, su poder era inmenso. Toda la República le obedecía; ni aun á la intervención del Gobierno de Oribe, alia­ mandaba ejércitos á la frontera de Solivia, ejércitos á invadir el Estado Oriental, y en su provincia no tenía do suyo. un enemigo armado. Poco después, rechazó, con altanería la del Sr. Co­ Cuando cedió á la Francia, era todo lo contrario. modoro americano Nichoison, á pesar de que ya tenía Mil seiscientos hombres de sus fuerzas quedaron deshe-» contra sí el estado oriental,y á algunas fuerzas arjentinas. ches en Yeruá por la Lejion Libertadora, el 22 de Se-* En vez de conceder exijia, porque aun se creía seguro. tiembre de 1839; un ejército de seis mil hombres fué En Marzo de este año, rechazó también las propo­ desbaratado el 29 de Diciembre, en Cagancha, por las siciones del Sr. Buchet Martigny, porque, aunque ja fuerzas orientales, al mando del Sr. Presidente Rivera; entonces eran muchos los elementos, estaban lejos, y la provincia de Corrientes puso en pié un ejército for­ no recelaba. midable contra él; la campaña del Sur de Buenos Ai­ Rosas, pues resistió seis diversas tentativas de ar­ res se levantó también en masa; el 10 de Abril de este reglo; nada quiso dar, nada apear de sus pretensiones. año fueron rotos y vencidos, en D. Cristova!, cinco mil Pero ahora no aguarda á que le propongan: ape­ hombres compuestos de sus mejores tropas; la provin­ nas llega el Sr. Mackau, ofrece la paz, y cede lo que cia de Buenos Aires fué invadida por el Ejército Liber­ antes no imajinaba ceder.—¿ Por qué ha hecho esas tador ; la división de Pacheco constante de 1500 hom- concesiones? Porque su situación era estrema, porque se veía en el dintel de su tumba. Y quien le trajo á eso punto?—La Francia, inde­ -'¿* • ^ONS avotis óté los alJiés (Ju Montevideo, ct nous y avons trouvó tous pendientemente de los aliados, no empleó otra hostilidad 0 oiir 6COUrs 1ui r'°u* ólaiciii necessuires. . - . . . Nos uiarius ont obtonu tlrs ro- contra Rosas que el bloqueo, y el bloqueo reducido al re s j ,.,,,[,. ezi^cnce semee de peni», & &.. &.—(Discuw de Mr. e )uur Rió de la Plata, I"trs i lo th. des De]..) 1 Va tenemos una prueba.en laacojidaque recibieron bres, fué disuelta como el humo, en el momento de pi­ jas proposiciones del Sr. Dupotet: la tribuna y la pren­ sar aquel en tierra; igual suerte corrieron después dos mil sa—poder mas vigoroso que la tribuna—pusieron sobre hombres que mandaba Vicente González; siete provin­ ellas y quien las recibió, sello indeleble de indignación cias de la República se habian alzado contra él, y pues­ nacional, to ejércitos en campaña, y Santa Fé había sido tomada Y era principalmente por el abandono de los alia­ á viva fuerza por los Libertadores.—Tal era la posición dos.—El Sr, Mackau lo había visto, se hallaba enton­ de Rosas, al ofrecer un tratado. ces en Paris; ha temido ahora lo mismo, y ha creido Todo eso habían hecho los aliados; y por esos es- evitar el anatema de sus compatriotas, escribiendo en fuerzos, no . por el bloqueo, habla cambiado completa­ el tratado palabras capaces de alucinarlos. Es preciso mente el estado del enemigo. Pero, á esos triunfos, quitarle esa esperanza: tenemos interés en que el Sr. se dice, habian contribuido los fondos, los buques, los Mackau sea juzgado como debe serlo. marinos de la Francia. Es. verdad, gloriosa verdad, es­ El rehusó, como se ha visto, reconocer el carác­ pecialmente para esos marinos franceses con quienes el ter de aliado en el Gobierno Oriental, y lo mismo en Ejército Libertador se ligó por simpatías fraternales (J), Jos Arjentinos; y por eso no quiso darles la mínima par­ y á quienes ahora se obliga á retirarse vencidos, sin ha­ te en la negociación.—¿Y entonces, en que capacidad, ber peleado.—-Todo eso es verdad, pero las armas fran­ en virtud de qué poderes, mezcló en su tratado estipu­ cesas solo auxiliaron ocasionalmente á los orientales y laciones relativas á los Orientales y los Arjentinos? arjentinos. Contribuyeron á sus triunfos apoyándolos, Por una interposición amigable, dice el tratado : pero ¿ de no combatiendo en los campos de batalla. . cuando acá los amigos estipulan la proscripción de sus ¡Y cuando el vencimiento, dé Rosas se debe casi amigos, su humillación, el abandono de sus compromisos? exclusivamente á los aliados, el Almirante Mackau se El artículo 3. 6 no contiene una frase que no sea aprovecha de sus esfuerzos, de su sangre, derramada, una irrisión, ó un ul raje. de sus fortunas perdidas, para conseguir una pequeña Rosas ofrece que los Arjentinos proscriptos, que parte de lo que la Francia pedía; y abandona, con lo abandonen, en un mes, la posición hostil que ocupan con­ demás, á esos mismos aliados, á quienes debe lo que ob­ trae!, podrán obtener permiso de regresar á su patria. tuvo!! ; Quien es el que se halla en actitud hostil? ¿Rosas con­ Esto nos indignaría, sí no contásemos con que la tra esos proscriptos, ó ellos contra ¿¿osas ? Este los en­ Francia nos ha de vengar. Sí: la Francia, una nación carcela, les manda degollar, los fuerza así á evadirse y cualquiera,—desde que desapareció del mundo Cartago, dejar el pais : ellos no hacen mas que substraerse á la y con él la fé púnica—no puede aprobar acciones que muerte, y refugiarse en suelo estraño: ¿quien está, pues, tanto deshonor reflejan. en actitud hostil? ¿ La víctima ó el verdugo ? Rosas ofrece también perdonar á los individuos del ({) La Comisión Arjentina dirijió por dos ocasioríci la esprcsion del reco­ Ejército Libertador, y de los ejércitos de otras provincias nocimiento de los arjantinos A la marina francesa. La primera, en una noli que, ocho dias después de notificados, depongan sus ar­ dirijida al Sr. Almirante Le Blanc, qUo hizo de ella el uso debido: la segunda en otra del 5 de Julio último, dirijida al Sr. Dupotet, qne IsSreeibio.— Como es­ mas y abandonen tu> banderas, y sus jefes. — ¡Cuanta te Sr. ha ocultado hasta ahora/ésta nota «i los malino» del Tarana, cie«mos con­ veniente publicarla «htre los Documentos. Véase el N.s 22. 9 idea cruel y vergonzosa oprime el espirita, al leer este La Francia man Jó al Plata oficiales de honor; má~ artículo! rinos. de nombre glorioso, para pelear y vencer enemi­ La Francia se creyó con derecho á bloquear la gos, combatiendo. Ahora, la duraJey de la subordina­ ción hará que uno de esos oficiales vaya, convertido en .República por agravios causados por Rosas á unos po­ e^pía de Rosas, á ser el instrumento, el ájente vilísimo cos de sus subditos; se creyó con derecho á no dejar de Ja seducción, de las artes estipuladas para corromper sus armas, sin conseguir reparación de ellos; ¿y el Sr. el Ejército. (*) Mackau cree que los pueblos Arjentinos, armados para Y bien, el Sr. Mackau sabe cual es la pena de los) derrocar un gobierno de sangre, de exterminio, de bar- espías por las leyes militares, y por el derecho público barie, pueden dejar las armas, sin obtener mas que el de la guerra. Los jefes del bjército van á ver llegar perdón de ese Gobierno'. — ¡Ah Dios! ¡Cuánto esfuerzo á su campo dos Ajentes, comisionados por su enemigo, es necesario para no derramar la indignación que esto jtara seducir á sus soldados, é incitarlos á la rebelión. despierta, y el ultraje que merece, sobre las canas dé Si esos jefes sujetan aquellos ajentes á un consejo de quien tal pudo firmar! guerra, que, con el texto de las instrucciones que lle­ La Francia buscó aliados Contra Rosas, mientras van, en una mano, y la ley militar y el derecho público no pudo vencerle sola : su gobierno armó esos aliados, de la guerra en otra, los mandan morir como espías del les dió buques, los hizo ayudar por todos medies. ¡ Aho­ enemigo, empleados en corromper al Ejército, ¿qué di­ ra el Sr. Mackau estipula, de acuerdo con el enemigo na el Sn Mackau? ¿Se quejaría de que se cometía unt común, el modo de desarmar á esos aliados, y de que atentado?—El hecho no Sucederá ; porque los jefes del se entreguen inermes al verdugo Ejército tendrán compasión del infeliz marino francés á ¿Y desarenarlos cómo?—No de frente, no á fuer de quien se pone en tan horrible paso: pero el Sr. Mackau bravo, marchando a arrancarles las armas de las manos; habrá, siempre puesto á uno de sus subalternos, en el einó solapadamente, á poder de intrigas, corrompiendo caso de ser legalmonte condenado á morir, como espía. la fidelidad de los soldados, prometiéndoles perdón, si Y no se contentó el Sr. Almirante con excluir de» cometen el delito de abandonar á sus jefes, si quebran­ toda amnistía á los jefes: convino también en excluir á tan sus juramentos. El Sr. Mackau no se contentó con todos los quey á juicio de Rosas, le sean perjudiciales. abandonar á sus aliados: conspiró con Rosas para des­ Es decir, el artículo á nadie favorece : está escrito para truirlos. leerlo á las Cámaras francesas y decirles : "Ved como La Francia saludó al Jeneral Lavalle, al Goberna­ he prot-*jidj.á mis aliados." ¡Innoble y bajísima ironía! dor Ferré, á todos los Jefés de la Revolución, como alia­ a . Tal vez se ha lisonjeado el Sr. Mackau, con la es^- dos suyos: estos hombres prometieron á los franceses peranza de que la Francia creerá que una amnistía de* tratamiento de amigos, simpatías de hermanos; pelearon por ellos, se abandonaron á su fé.—Ahora el Sr. Mac­ re * P re ,8trar 1 observación. El Almirante no ha teñirlo Barrt J W kau estipula con Kosas la proscripción perdurable del -«míar¡« Ta" U"a c"m's"">^ notificar su tratado á los jefes de las fuerza» Gobernador Ferré, del Jeneral Lavalle, de todos lo* €3riUrtt . i8"' CU f tf"ito"n de la Confederación Arjenlina, para ver si esa 3" ° e8lr,,»<,°- hal,ria »'do mas justo y ínas racional, rrL- Jefes de la revolución!! El artículo 3. ° escluye d»' co,n,slo a *v™5 continuará reconociendo la independencia de esta Repú­ „ cion. Las autoridades serán inexorables con el que, blica, h que supondría que esa era materia de disputa. de palabra ó por escrito, contravenga á lo estipulado Sabida es, sin embargo, que jamas lo fué, ni podría serlo. ,, en este artículo " La independencia Oriental es obra del tratado de paz Sobre la fé de este tratado depuso Lavalle las ar­ (\\ic terminó la guerra con el Brasil. mas: y Rosas ha despojado después, ha degollado, ha Celebrado entre él y la República, garantido por esterminado, á los comprendidos en esa amnistía. Cuan­ la Inglaterra, Rosas no podía desconocer esa indepen­ do se le echaba en rostro su falta de fé, contestaba: dencia, sin quebrantar el tratado, sin romper con la In­ que con los tigres no hai tratados, que se les arman glaterra y con el imperio. ¿Qué significa, pues, en la trampas y una vez tomados, se les mata. convención del Sr. Mackau semejante artículo? La Resta añadir que este tratado íntegro, en español, explicación que dió al Comisionado Oriental en su con­ y en francés, fué puesto en manos del Sr. Mackau, an­ ferencia del 'Eclair', es tan ridicula, tan falsa que solo tes que fuese á negociar con Rosas. El Sr. Page, su sirve para consumar su deshonor. edecán, nos le pidió espontáneamente^ le copió y Te tra­ Éso es nada. El Estado Oriental es independien­ dujo él mismo en presencia nuestra, en nuestra propia te aunque Rosas no le reconozca. El artículo que casa, diciéndonos: "el Almirante necesita documentos supone garantirle lo que, sin necesidad de él, tiene y sa­ „ como este, para justificarse : esto no se cree en Fran- be conservar, es mas ridículo que otra cosa. ,, cia; es preciso mostrar el texto."—£1 Sr. Page está Pero el Sr. Almirante ha sido el primero en desco­ navegando para Francia : es hombre de honor: á FU nocer y atacar los derechos de ese Estado; cuya sobe­ testimonio apelamos. Entretanto, nosotros cumplimos ranía e.xijió que sa reconociese. El ha hecho CStipula- lo que no cumplirá el Almirante, y presentamos ese tratado á la Francia y al mundo, (f) £1 artículo 3o, del Sr. Mackau, estipula por fin, Mdo (t) La Gaceta Mercantil del 4 de Noviembre publicó oficialmente, un cs- dt las entradas y salidas de la caja de depósitos en el mes d» Ottubre; que esas supuestas garantías en favor de las personas de las • omiene cincuenta partidas de ventas do bienes confiscados importantes ina« trescientos sesenta mil pesos, moneda de Buenos Aires. Esta suma no es, abados; pero no de sus bienes; y el negociador ha te- (uibarjo, la décima parte del valor de esos bienes ; porque los jefe», de los nido la satisfacción de presenciar, por fruto primero do -MIOOB que invaden las casas, son los auieos postores en los remntes; caelu- ye« a todo otro liciUdor con amenazas de muerte ; y de ese modo compran por •l<«s lo «« vaí» viento, y macho mas, ManeUla et el jefe de rses especula,- (t) Véase su texto en el No. 23 de los Documentos. «•«res. '. — 70 — — 71 —

ciones sobre Mart'n G ir í.i, s'n q aere.- q le en f 11 ís par­ Vemos, desde ahora, cual será la escusa que ha de ticipase el E ta !o Orientil, qu¿ o upó la Is'a con la ruerer alega : "Yo he cuidado, va á decir, de comu- Francia. E) ha dn-píresto, por sí s do de baques to­ „ ni ar a! Gobierno Oriental el tratado, en el momento mados al enem g', p r fue z >s orientales y francesas; mismo en que reeibí su ratificación; y he demorado despojando así á ¡a lie, ú lxa do 1 > que es suyo. .. la evacuación de la Is!a echo dias; tiempo bastant(i Tan evidente era su derecha á q ie no se d spusiera „ para q ¡e el Estad ) Oriental la ocupase." Esto dirá definitivamente de la Isla, sin su c ¡ncurrencia y con­ el Almirante; pero sedo servirá para aumentar el des­ sentimiento, quFI el Ministro Th ers, esc u ando, ante la honor. Cámira do fos Pare -, la condicta del Sr. Dup< t t, dijo La isla no puede guarnecerse, sino con infantería, estas palabr ¡s m y i otab'es : u Se nos pedía que vo!vi¿- ni conservarse sin una marina, superior á la del enemi­ ,, sernos la 1 la de Mar in García; en eso no conseníire- go. Por esa razan convine el Gabierno del Estado en mos; no por qu s la Francia quiera conservar para sí que fuese la Francia quien guarneciese la Isla, y man­ ,, la Isla, sino porque había en ese particular una cuestión tuviese la ocupación c-mun, poniendo so'amente ocho ,, demasiado grave entre los dos gobiernos de Buenos Ai- saldados orientales para guardia de su pabellón. Aho­ „ res y Montevideo "(* ¿Cómo ha conser.t'do el Sr Mac- ra, esa guarnición Ja evacúa en ocho dias, cómo si en kau en lo q íe si go' i't no dijo que no consentiría? este término pudiera el E-tido Oriental enviar al'í in • ¿Cómo hi des i tendido tan completamente esa grave fant3ría, que no tiene dispon.ble, y apr< ntar buques, ca­ cuestión, que ¡-u go'.i ruó respetó? paces de hacer frente á 1 ;s que el ra'smo Almirante en­ El Andante ten a en eus manos el protocolo de trega á R )ías. Aquel término, pues, y el apuro en co­ 22 de Junio, y e;i él debió ver que el Sr, Martigny, municar el tratado, no es otra cosa que una mofa, un consecue: te con l is i leas de su gobierno, se absturoclc medio mas de alucinar á la Francia. hacer alteración alguna sobre la material ocupación que Por lo que hace á los buques, el atentado es todavía on la Isla tañí i el Gobierno Oriental; se limitó á pac­ mayor contra el Estada Oriental, y mucho mas grave tar con 11 Com'sion Arjentina que el punto sería eva­ contra la Francia. Dos fueron los buques temados en cuado por ta tfiiai nicion francesa, poniendo en su lugar el arroyo de la Leche, por furrzas combinadas Orien­ otra, dependiente del nuevo gobierno de Buenos Aires, tales y Francesas—el berrán tin goleta 'San Martín' y amigo del Oriental; y respetando, por supuesto, el statu la cañonera 'Porteña.' El Almirante francés quedó quo, hasta que ambos gobiernos se entendiesen amiga­ con el primero, que incorporó n su escuadra ; y la se­ blemente, sobre la evacuac ión de parte de los Orienta­ cunda pasó á formar parte de la flotilla Oriental. Am­ les. En lugar de esto, el Almirante, no salo rompió el bos buques estaban encallados en el arroyo, en pésimo statu quo, sino que entregó la isla al enemigo del Go­ estado, desarmados, y desmantelados completamente. bierno Oriental. Grandes sumas se gastaron para ponerlos en estado de servir, tanto por parte del Almirante, cuanto del Go­ bierno Oriental —Sin embargo, el Sr. Mackau devol­ (*) On nous demandan de rendre t'lio du Martin Garcin, ce á quoi no« no consentí ron» pas; non paa uue la Franco veuílle garder cette lie ponr e!1ueríe de los aliados, en caso de quo se tratara:. "Na cien buques mercantes, muchos de ellos franceses, han ., es posible —decía aquel hombre que debe tener honor volado á Buenos-Ayres.—Es verdad : pero' han encon­ „ y corazón,— no es posible que una grande nación como trado un mercado desierto, sin población que consuma, „ la Francia, entregue sus aliad >s á la cólera de un 6Ín especuladores que compren, porque temen los sa­ hombre poderoso, y tan cruel como Rosas", (f) queos qiie ya han visto, sin brazos que den movimiento £1 jefe del gabinete contestaba ácsa noble interpe­ al tráfago, sin peones qüe descarguen los productos del lación, diciendo: que "la Francia se respetará siempre exterior, ni embarquen los de la tierra : sin moheda que „ demasiado, para abandonar á los quo por ella se han sirva de ájente intermedio á los cambios dé productos. ,, comprometido " (J) Eso han encontrado, sin que la paz con lá Francia haya Pues bien: el representante de una grande nación sido parte á resucitar ese cadáver, porque no era la guerra romo la Francia, no solo abandonó sus aliados á la cóle­ Con la Francia la que causaba su muerte; sino la tiranía ra de un hombre cruel, sino que ajustó con este los me­ que todo disuelve, que aniquila todos los jérmenes. ¿Qué dios de desarmarlos, la seducción de los soldados,, y la importaba que el Sena no estuviese bloqueado, y fuese proscripción de los jefes. En vez de respetarse á sí libre sü navegación hasta París, en 1793 ? ¿Podría ha­ mismo y á la Francia, para no abandonar á los que por ber comercio, entre el incesante movimiento de la guillo­ ellos ee comprometieron, envia á los propios oficiales de tina y el saqueo de los que algo tenían ? Lo mismo está la Francia á servir de Ajentes de la disolución, que pac­ hoí Buenos-Aires. tó, del poder de los aliados. Lo que el digno visconde Eso ha ganado el comercio con la paz entre la Fran­ Dubouchage no creía pasible, en su corazón francés, cia y Rosas.—Si este hubiese caido, como debió caer, aparece hoí consumado, y en grado infinitamente mas y era muí fácil, la guerra habría terminado en todas par­ culpable. tes : los pueblos, libres de las persecusiones y horrores, que los tenían desiertos, habrían recobrado su actividad, y su vigor; la confianza habría renacido, y el comercio (t) II n'est pa> poeaible qu'une guinde nattoa comme U Franca lírresct entrado en su canal ordinario. La Francia no lo quiso. alié» A la colére i un hommn puiaiant, et aueai cruel que Rosas.—Disc. tle Mr. nubovthngn, Ck. d* Pair$. 15 Juin. Se ha alzado el bloqueo : pero el nombre francés es (t) 1.a trance se respecte ra toujoiirs trop, po«ir ahanr todos sus medios. La Francia se había de la Independencia nacional, que la re&istía? ¿Cuánto presentado últimamente, enlazando á la bandera opuesta tiempo permaneció la Europa dividida y despedazada •

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Csoiitcvuo ele ta Provincia do BHí iios-A¡i*c*,

tinca -¿ nao de las relaciones exteriort* de la Con federación Arjtníina.

MJJOCI aoT/ia Su Majestad el Rey de los Franceses, y 8. E. el Gobernador y Capitán .leneral de la Provincia de Buenos Aires, Encargado de .30TITAOraT8ül las relaciones exteriores de; la Confederación Aijontina, con Iw ;niru (Je terminar las diferencias acaecidas desgraeiamento entro !H Francia y el dicho Gobierno, bfflí nombrad.'! a este efecto por sus Plenipotenciarios, á saber ¡ — S. M. el Rey de los Franceses á Mr. Anjel René Armand de Mackati, Barón de Mackau, Grao Oficial del Orden Rea) de la Lagmn de Honor, Vice-Almirnnte, Comandante en jefe de las Riagngm navales de Francia empleadas en los mares de la América, t cíel Sud ; Y S. E. el Gobernador y Capitán Jcneral de la Provincia, ir. 8) E. el ¡Ministro de Relaciones Exteriores del dicho Gobierno, Camarista Dr. D. Felipe Arana ; quienes después de haberse ro- launicado sus respectivos píenos poderes, (juc han encontrado en buena y debida forma, han convenido lo que sigue. —

ARTICULO 1. Quedan reconocidas por el Gobierno de Buenos Aires las m- dcmai/.aciones debidas á los Franceses que han experimentado pérciidas ó sufrido perjuicios en la República Arjentina, y la sa­ nia de estas indemnizaciones, que solamente queda para determi­ narse, será arreglada* en el término de seis meses* por medio de seis arbitros nombrados de común acuerdo, tres por cada parte, entre los dos Plenipotenciarios. DOCUMENTOS. DOCUMENTOS. III II naturales, toda vez que lo reclamen la justicia, el honor y segu­ £u caso de disenso, el arreglo de la» indemnizaciones sera ridad de la Confederación Arjentina. deferido al arbitramiento de una tercera Potencia que será desig­ ARTICULO 5. nada por el Gobierno Francés. Aunque los derechos y goces, que en el territorio de la Con­ ARTICULO 2. federación Arjentina disfrutan actualmente los extranjeros, en sus El bloqueo de los puertos arjentinos será Icvantudo, y la Isla personas y propiedades, sean comunes entre los subditos v ciuda­ de Martin García evacuada por las fuerzas francesas, en los ocho danos de todas y cada una de las naciones amigas y neutrales, el dias siguientes á la ratificación de la presente Convención, por el gobierno de S. M. el Rey de los Franceses y el de la Provincia Gobierno de Buenos Aires. de Buenos Aires, encargado de las Relaciones Esteriores de In El material de armamento de dicha Isla será repuesto tal co­ Confederación Arjentina, declaran, que ínterin media la conclu­ sión de un tratado de comercio y navegación entre la Francia y mo estaba el 10 de Octubre de 1838. la Confederación Arjentina, los ciudadanos franceses en el terri- Los dos buques de guerra arjentinos capturados durante el 'orio Arjentino, y ios ciudadanos arjentinos en el de Francia, se­ bloqueo, ú otros dos de la misma fuerza y valor, serán puestos, en rán considerados en ambos territorios en sus personas y propieda­ el mismo término, con su material de armamento completo, á la des como lo son, ó lo podrán ser, los súbditos y ciudadanos de tu­ disposición de dicho Gobierno. das v cada una de las demás naciones, aun las mas favorecidas. ARTICULO 3. ARTICULO 6. Si en el término de un mes, que ha de contarse desde la diciia Sin embargo de lo estipulado en el precedente articulo, si el ratificación, los arjentinos que han sido proscriptos de su pais natal (robierno de la Confederación Arjentina, acordase á los ciudada­ en diversas épocas después del 1. ° de Diciembre de 1828, abando­ nos ó naturales de alguno ó de todos los Estados 8ud Americanos nan, todos ó una parte de entre ellos, la actitud hostil en que se especíale* goces civiles ó políticos, mas estensos que los que dis­ hallan actualmente contra el Gobierno de Buenos Aires, encarga­ frutan actualmente los súbditos de todas y cada una de las nacio­ do délas Relaciones Exteriores de la Confederación Arjentina, el nes amigas y neutrales, aun la mas favorecida, tales goces no po­ referido Gobierno, admitiendo, desde ahora para este cuso la amis­ dran ser estensivos á los ciudadanos franceses residentes cu el tosa interposición de la Francia, relativamente á las personas de es­ territorio de la Confederación Arjentinn, ni reclamarse por ellos. tos individuos, ofrece conceder permiso de volver á entrar en el ARTICÜLO 7. territorio de su patria, á todos aquellos cuya presenciu sobre este La presente Convención será ratificada, y las ratificaciones territorio no sea incompatible con el órden y seguridad pública, «le ella, serán canjeadas en Paris, en el término de ocho meses. <> bajo el concepto de que las personas á quienes este permiso se mas pronto si se pudiere verificar, por el intermedio de un Minis­ acordase, no serán molestadas ni perseguidas por su conducta an­ tro Plenipotenciario del Gobierno de la República, que á este efec- terior. (o será acreditado cerca del Gobierno de S. M. el Rey de los Fran­ En cuanto á los que se hallan con las armas en la mano den­ ceses. tro del territorio de la Confederación Arjentina, tendrá lugar el Kn testimonio de lo cual los respectivos plenipotenciarios lo presente artículo solo en favor de aquellos que las hayan depuesto han firmado y sellado con sus sellos. en el término de ocho dias, contados desde la oficial comunicación Hecho a bordo del Bergantín parlamentario francés Houlun- que á su jefe se hará de la presente Convención, por medio de un mase, el dia 29 de Octubre de 1840. Ajente Francés y otro arjentino especialmente encargados de esta FELIPE ARANA. misión. BARóN DE MACKAU. No son comprendidos en el presente artículo los Jcneralcsy los Jefes comandantes de cuerpos, excepto aquellos que por sus Ratificación. hechos ulteriores se hagan dignos de la clemencia y consideración del Gobierno de Buenos Aires. N'os, Juan Manuel de Rosas, Gobernador y Capitán General de ARTICULO 4. a Provincia de Buenos Aires, encargado de las Relaciones Este— Queda entendido que el Gobierno de Buenos Aires seguirá lores de las Provincias de la Confederación Arjentina. habiendo, considerando en estado de perfecta y absoluta independencia la Sil cumplimiento de la ley fundamental de veinte y tres de Enero República Oriental del Uruguay en los mismos términos que lo es­ le mil ochocientos veinte y cinco, dado cuenta de la precedente tipuló en la Convención Preliminar de Paz ajustada cu '¿7 de Agos­ to de 1828 con el imperio del Brasil, sin perjuicio de sus derecho? DOCUMENTOS. DOCUMENTOS. IV V

Convención á la Honorable Jutita de Representantes de esta Pro­ No. X vincia, para su consentimiento, y obtenido su pleno poder y apro­ bación, para ratificar y confirmar dieba Convención ; por el pre­ CONSIDERANDO :— sante acto la ratificamos y confirmamos en toda forma, prometién- donos y obligándonos, en nombre de las dichas provincias confe­ 1 = . Que por el manifiesto de fecha 24 de Febrero último, la (tepúblicn Oriental del Uruguay, ha declarado la guerra al actual deradas del Rio de la Plata, á que todas las estipulaciones hechas Gobierno de Buenos Ayrcs. y obligaciones contraidus en ellas, serán fiel é inviolablemente cumplidas. En i'é de lo cual firmamos de nuestra mano el pre­ •i. Que por el articulo 3 del bando de 10 de Marzo último, sente instrumento de ratificación haciéndolo refrendar por nuestro ge prohibe toda comunicación entre la República Oriental y el ter­ Ministro Secretario de Estado en el Departamento de Hacienda, ritorio donde sea obedecida la autoridad del Gobierno de Buenos Ayras. en los Santos Lugares de Rosas, á 31 de Octubre del año de Nues­ :{. Que por consiguiente está en el deber y en los intereses tro Señor de mil ochocientos cuarenta. del Estado Oriental, asi como en los de la Escuadra Francesa, el oponerse á la violación de esta prohibición. (Firmado.) JUAN MANUEL DE IÍOSA> En ejecución del referido bando y de la declaración del Sr. f Firmado) Manuel Insiarte. Honrante Le-Blanc, comandante en gefe de las fuerzas navales francesas en el Brasil y mares del Sud, de 30 de Marzo último. Es copia conforme y autentica— Futre el Sr. D. José Elluitri, Ministro de Relaciones Exterio­ BARON i>r. MACKAU. res del Estado Oriental, de lina parte : y el Sr, D. Ramón Baru- dére, Cón*ttl de Francia en Montevideo, procediendo, tanto en su carácter, como en nombre del Sr. Almirante Le-Blanc que le ha autorizado debidamente, de otra parte. No. 2. Han convenido y arreglado lo que sigue :— Art, 1 ° . Se abrirá un nuevo registro pura todos los buques TRADUCCION. • Id cahotage destinados á la navegación del Plata, del Uruguay y Montevideo, Marzo í) de 183!> del Paraná. •-Í. Cada embarcación recibirá un número de órdeu. Mi querido Señor : he llegado ayer á Montevideo, y me pro- :>. Los propietarios depositarán en manos do Ja autoridad pongo hacer hoy una visita al Sr. Muñoz, para instruirle de loque Oriental competente, una fianza por el duplo del valor de sus bu­ lia ocurrido en el Durazno, respecto á la declaración de guerra, ques, queso estimarán por la Capitanía del Puerto de Montevideo. v de lo que se ha convenido entre nosotros [con el consentimiento 4. Eos cargadores deberán presentar al Consulado de Fran­ del Sr. Jeneral Rivera] para evitar toda desavenencia desagradable cia en Montevideo, para ser visado allí el manifiesto de sus carga­ entre el Gobierno Oriental y los Ajentes franceses. Me ha parecido mentos, dados por la Aduana, y depositar en manos del Cónsul que debia instruir a V. de este paso, y suplico á V'., al mismo tiem­ de Francia, una fianza igual al valor de sus cargamentos, arregla­ po, que tenga á bien fijarme V. mismo la hora y el lugar de la en­ dos sobre bi apreciación que hubiere servido al arreglo de los dere­ trevista, en que nos pondremos de .acuerdo sobre los término- chos de la Aduana. (pie deben emplearse, en la nueva declaración, respecto dé nvttttt 5. Las formalidades establecidas en los dos artículos anterio­ alianza de hecho, y de nuestras operaciones simultáneas. res son también aplicables á los buques y cargamentos que se des­ Acepte V. las seguridades de mi perfecta consideración. pachen directamente de la Colonia para los Puertos dei Uruguay, y los propietarios podrán dar sus fianzas ya sea en la Colonia mis­ AMADO Roen. ma al Capitán del Puerto, ó al Delegado francés que allí se esta­ blecerá, ó ya sea en Montevideo, como se ha dicho en el artículo Al Sr. Lamas, Oficial Mayor del Ministerio de Gobierno. preeedent . fi Se establecerán, do común acuerdo entre el Gobierno Oriental y el Cónsul de Francia en Montevideo, cinco estaciones de servicio. La primera se establecerá en Montevideo. 1 •

i VI DOCUMENTOS. DOC'l'ME.VroS. vil La segunda a cuatro millas Je las Barrancas de .San Gregorio, a donde permanecerá un buque do guerra francos, que tendrá i «a la canal del Sud, serán, por este solo hecho, considerados en contravención, y de legal captura. su bordo un delegado Oriental. La tercera en la Colonia. 14. Toda contravención á las reglas arriba establecidas trae­ La cuarta en Martin Garfia. rá consigo la pérdida de la fianza por el duplo del valor del buque La quinta en ln boca del Guazú. á donde permanecerá ti i» a beneficio del Gobierno Oriental, y de la fianza por el valor del buque francés, que tendrá a su bordo un delegado oriental. cargamento, que quedará depositado en la caja de !a Cancillería 7. Toda embarcación despachada de Montevideo para la del Consulado de Francia, 4 la disposición del Gobierno francas; mas la pérdida tlel buque y de su cargamento, toda vez que sean Colonia, el Uruguay ó Corrientes ; de la Colonia para Montevideo el Uruguay ó Corrientes; en fin de la boca del Guazú para Mon­ tomados por los cruceros franceses ú Orientales, en contravención del presente reglamento. tevideo ó la Colonia, no podrá, durante su navegación en el Plata, 15. Las fianzas serán exijibles, y deberán ser pagadas, 24 ho­ demorar mas de tres dias; es decir, setenta y dos horas, sin haber ras después de probado el fraude ó de la contravención indicada hecho visar sus despachos por una de las cinco estaciones de por los delegados Orientales y Franceses. servicio. 16. Toda embarcación despachada para los puertos del Uru­ 8. El visto-bueno de una misma estación podra obtener*» guay, deberá, para separarse de sus fianzas, presentar á su vuelta segunda y muchas veces por el mismo buque, pero los vistos-btie- * la Aduana y al Consulado de Francia en Montevideo una torna­ nos de una misma estación, así como los de una estación á otra, guía dada en debida forma por las autoridades locales. Para los no podrán obtenerse sino con tres dias; es decir, setenta y dos llu­ buques que regresen de Corrientes, la tornaguía deberá estár ras de intérvalo. visada por un delegado francés residente en aquella ciudad. 9. Los visto-buenos de todas las estaciones, no son obligato­ 17. Habrá en cada estación, por duplicado, un registro que rios. Los capitanes ó patrones, bajo la responsabilidad de los pro contenga el movimiento de los buques. Uno de estos duplicados ¿notarios de los buques y de los cargamentos, quedan libres, según quedara en manos del ájente del Gobierno Oriental, el otro en las el estad») del tiempo, y otras circunstancias de la navegación, del ájente francés. para elejir la oportunidad de presentarse á una ó á muchas esta­ 18. Si las presentes medidas no bastasen para prevenir el ciones, atendiendo que, con arreglo al artículo 7, no demoren contrabando, los abajo firmados se reservan el derecho de tomar que tres dias, ó setenta y dos horas, sin haber hecho visar sos otras mas rigorosas para hacerlo cesar, de acuerdo con el Sr. Al­ despachos. mirante Le-Blanc. 10. Los visto-buenos de las estaciones de Montevideo y de 19. El presente reglamento se pondrá en ejecución desde la boca del Guazú son obligatorios para las embarcaciones qae ente dia pura todos los buques que se despachen del puerto de salgan de Montevideo para el Uruguay y Corrientes y para las que Montevideo, y para los que ss despachen del de la Colonia desde salgan del Uruguay y de Corrientes para Montevideo. Estos vis­ «1 primero de Mayo de 1839. Se librará á estos últimos un nú­ to-buenos harán constar el dia de la salida ó del arribo de los mero de orden provisorio, que cambiarán por unos definitivos 4 buques. »u llegada á Montevideo. 11. Los visto-buenos de las estaciones de Montevideo y de 20. En cuanto á los buques que actualmente se hallen en el la Colonia son obligatorios para los buques que salgan de uno de Uruguay, recibirán de la estación del Guazú un pase que lea ser­ estos Puertos para el otro. virá para trasladarse ya sea á la Colonia ó á Montevideo. 12. El visto-bueno de la estación de Montevideo será firma­ do por el Capitán del Puerto y por el Cónsul de Francia. Hecho doble el veinte y tres de Abril de 1839. El de la Barranca de San Gregorio será firmado por el Co­ mandante del buque de guerra francés y por el delegado oriental. El de la Colonia por el capitán del puerto y un delegado francés. [L. S.] Jo$é Ellauri. El de Martin García por el oficial francés y el oficial oriental que manda las fuerzas de la Isla. El de la boca del Guazú por el Comandante del buque de guerra francés y el delegado Oriental- [L, S.] R. Morad*-*. 13. Se prohibe á todo buque seguir otra ruta en su nave­ gación que la de la canal del Norte, y todos los que sean tornad"* VIH DOCUMENTOS. DOCUMENTOS. ra

Montevideo, Abril 24 de 1839. volucion Americana : — Movidos por estas y otras razones, que oportunamente se desenvolverán, han resuelto remover del mando Apruébase en todas sus partes el presente reglamento estable- de Ja Provincia de Buenos Aires, y de toda influencia en los nego­ cido entre el Sr. Dr. D. José Ellauri, Ministro de Gobierno y Re­ cios políticos de la Confederación Arjentina, la persona de D. Juan laciones esteriores y el Sr. Cónsul de Francia U. R. Baradere. Manuel de Rosas ; y para ello determinaron formar una alianza para la navegación de los buques del cabotaje. Comuniqúese á ofensiva y defensiva contra él y su Gobierno, así como contra los quienes corresponda y publíquese. que están bajo su inmediata influencia, y no adhieran á esta aliair- PEREIRA. za, como sin duda adherirán casi todos los de la República Arjen­ José Rondeau. tina. Francisco J. Muñoz. En consecuencia, procedieron ambas partes contratantes á nombrar sus respectivos Comisarios al efecto ; á saber : — S. E, el Sr. Jeneral en Jefe del Ejército Constitucional, á su Secretario de No. 4. <¡obierno, Relaciones Exteriores y Hacienda, D. Santiago Váz­ quez: y el Exmo Gobierno de Corrientes, al Sr. Coronel del Ejército D. Manuel Ola/.abal, acreditado, con éste y otros objetos, El Exmo. Sr. Jeneral en JeJ'e del Ejército Cons­ cerca de la persona de S. E. el Sr. Jeneral en Jefe, en virtud de Ja titucional, investido del mando supremo de la comunicación oficial de 13 del corriente que ha presentado .•—cu­ yos Comisarios, después de examinar y aprobar sus respectivas República Oriental del Uruguay ; y el Exmo. credenciales, han convenido en celebrar la Convención que espre­ Gobierno de la Provincia de Corrientes : — san los artículos siguientes : — 1.—Se establece alianza ofensiva y defensiva, entre la Repú­ blica Oriental del Uruguay, y la Provincia de Corrientes, coutru Convencidos, por una dolorosa experiencia, de que la existen­ 1). Juan Manuel de Rosas y su Gobierno. cia de D. Juan Manuel de Rosas en el Gobierno de la Provincia ~.—En ningún caso se entenderá formada esta alianza contra ne Buenos Aires ha comprometido la Confederación Arjentina en la Confederación Arjentina, ni contra ninguna de sus Provincias. dos guerras extranjeras, ha desunido las Provincias todas que la Por el contrario, las partes contratantes promoverán, por cuantos componen, ha fomentado los odios civiles, y establecido una tira­ medios estén á su alcance, el trner las demás Provincias á lomar nía degradante y espantosa ; cuya política, al paso que mantiene parte en esta alianza, y solicitarán la cooperación y ayuda de todos en perpetua inquietud y desconfianza á los Estados limítrofes, im­ los Arjentinos. pide la organización y tranquilidad definitiva de la República Ar­ 3. — El Exmo. Sr Jeneral en Jefe del Ejército Constitucional, jentina:— Persuadidos de la urjente necesidad de contener las pondrá en campaña un ejército Oriental de dos mil hombres, á sus miras ambiciosas y despóticas con que aquel gobernante se ha inmediatas órdenes, armado, equipado y sostenido por el tesoro de abrogado una jurisdicción suprema en todas las Provincias de la la Repul >Iica : y el Exmo. Gobernador de la Provincia de Corrien­ Confederación, 6 intenta también ejercerla en los demás Estados tes pondrá igualmente en campaña una fuerza Correntina de cua­ Soberanos, señaladamente en la República Oriental :— Obrando, tro mil hombres, armados, equipados y sostenidos por el tesoro de á mas de estas consideraciones jenerales, la muy especial para el Corriente*, á las órdenes del Exmo: Sr. Gobernador D. Genaro Exmo. Sr. Jeneral en Jefe, de haber ejercido D. Juan Manuel de íSeron de Astrada. Rosas repetidos actos de hostilidad contra él, sus fuerzas, y la 4. —De este ejército Correntino, una división de observación República que se las confió ; y para el Exmo. Gobierno de Cor­ compuesta de mil hombres, quedará al mando inmediato del dicho rientes, la de haber empleado contra el orden é independencia de Exmo. Sr. Gobernador, sóbrelas fronteras de Corrientes; y el la Provincia de su mando, el mismo sistema de alevosía y traición, resto será destinado á obrar cu combinación con el ejercito Orien­ con que derrocó dos Gobiernos legales en la Provincia de Santa- tal, á las órdenes del Exmo. Sr. Jeneral en Jefe de este. Fé : — Escuchando los votos de la Nación Arjentina, solemne y o-—Siendo el objeto de esta alianza, el que queda ántes expre­ repetidamente pronunciados contra semejante sistema de tiranía y sado, las Partes Contratantes convienen expresa y solemnemente, de oprobio , y las exijencias de las luces y de la civilización del c'i no disolverla ni hacerla paz con D. Juan Manuel de Rosas, por Continente, que reclaman la definitiva abolición de una política motivo ni protesto alguno, bien sea reunidas, bien cada una de por tan contraria a sin felicidad, como á las mira» y objetos de la Re- DOCUMENTOS. i A-OCVIf KNTOf • Núm.—5.

*i, hasta haber logrado «ti un todo, el descenso del mando de aquel, Jt. M. Raimond Baradére, Cónsul de S. M. el y su completa desaparición de los negocios políticos. 6. Logrado que »ea este objeto, las fuerzas Orientales y Cor- Rey de Francia, cerca del Gobierno Oriental. rantinos se retirarán inmediatamente á sus respectivos territorio», evacuando las primeras todo el de la República Arjentina, y las se­ Montevideo 20 de Febrero de 1839. gunda* el de las Provincias que hubiesen pisado, circunscribién­ dose A IR de Corrientes. SEüOR: 7. S. E. el Sr. Jeneral en Jefe queda de común acuerdo, En el interés de miras, que á mi ver, no son patriotas autorizado para negociar con S. M. el Rey de los Franceses, IB ni sinceras, se ha esparcido la duda y la indecisión entre los habi­ «esacioh del bloqueo para la Provincia de Corrientes, y el libre tantes de la República Ar; entina. Se ha empleado el sofisma y la paso de su bandera, como no toque en otros puertos bloqueado!. impi>8 ura para exitar contra la Francia sospechas que ñola honran. 8. —Esta Convención permanecerá secreta hasta que se pu­ Interesado yo en la suelte de las Provincias Argentinas, á blique el manifiesto de declaración de guerra, que hará S. E. el cuyo seno me lisongeo de pertenecer, «leseara substraerlas á la du­ Sr. Jeneral en Jefe; en cuya ocasión hará simultáneamente el su­ da que las hace vacilar, imponiéndolas íntimamente de las verda- yo el Exmo*. Gobierno de Corrientes, y en ambos se hará mani- diideras miras de la Francia. Con este fin, yo y otros muchos hi­ jos de la República Argentina, deseáramos obtener de mano de uno f asta esta alianza.

• . Francia cuya causa representa, como en el interés de la Repúbli­ h v ca Argentina, que yo procuro en esta solicitud, se dignará colocar >l frente de cada una de estas cuestiones, una resolución franca y terminante, por cuyo medio me lisonjeo, podré, tal vez, desarmar «ludas, que ciertamente no son mins, pero que pertenecen á muchas personas, que un interés egoísta ha ¡¡a ido alucinar. xa DOCUMENTOS. DOCUMENTOS. •a Quiera el Sr. Cónsul acoger esta muestra de mi fé e« la to­ a • La Francia no tiene ningún motivo para no respetar lerancia y generosidad de los SS. Agentes de la Francia en el Rio cl prineipiode la nacionalidad Arjentina: él la desea, por el contra­ de la Plata, á la par de la íntima consideración con que tengo tj rio, verle conservarse intacto, por que erée que esto es una garan- koaor de ser, Señor su muy atento y S. S. tia de orden / de felicidad para la República. . ; 3.° Las exijeneias de la Francia se reducen por ahora, JUAN BAUTISTA ALBERW. f.«á indemnizaciones para aq'ellos de sus ciudadanos que han su­ frido perjuicios,por los hechas de la actual administración deBucnos Ayres. Yo no tengo necesidad de decirle cuan odiosos son éstos he­ chos: esta es cosa demasiado conocida, y particularmente el supli­ RESPUESTA. cio del desgracia.!o Buc'e muerto por las torturas que se le lian he­ cho sufrir, sin ninguna justicia ni razón. 2. c Y como garantía pa­ (Traducción.) ra <]ue esos hechos no se ronueven mas, una seguridad de que Ion ciudadanos franceses serán tratados en lo futuro en sus personas y AL Su. D. JUAN BAUTISTA ALBERDI, > en sus propiedades, sobre el territorio Arjentino, como los ciuda­ DOCTOR I» DERECHO, 5 danos de la nación ma< favorecida; por que éste tratamiento no es sino conforme al derecho de gentes, no es sino el que reciben los Consulado de Francia en Montevideo. cstrangeros en los países civilizados y paiticularmente en Francia. Los Americanos del Norte no tienen tratado con la República. Con todo ellos continúan y con razón, en ser tratados como antes; Montevideo 22 de Febrero de l839. l.i Francia pregunta, por que ríneipio de jtist ciu, la administra­ ción de Buenos Ayres, después (le haber rehusado firmar un trata- SFÑOR. Jo con ella, pueda pretender tratar á nuestros ciudadanos peor La declaración, tan solemne como leal, hecha en el ultimn- queá los de una nación con la cual no tiene convención. Y si una tum de 23 de Septiembre último, por Mr. Roger, parecía suficien­ distinción semejante: no es de n turaleza á herir justamente el te para asegurar á todos los ciudadanos Arjentiims, sobre las in­ «mor propio nacional y los sentimientos de un pueblo, al cual la tenciones de la Francia, en su desavenencia con la actual admi­ República Argentina no tiene nada que reprocharle ? nistración de Buenos Ay res; y yn debería tal vez, por toda respues­ 4. ° IJI Francia DO baca absolutamente ninguna distin­ ta á las preguntas contenidas en la carta que V. me lia hecho el ción entre los habitantes de la República Arjentina: todos son igua- honor de dinjirme el 20 del corriente, remitirlo á aquel documen­ l«s á tus ojos: ella no reconoce entre ellos ningún partido, ni u*«- to oficial. Pero, si yo callase, los hombres que se han declarad» tario ni federal; y si aun existe alguno, élla deséa verlos unirse y en este país Jos calumniadores gratuitos de la Francia, sabiendo confundirse todos en uno solo, el partido nacional. su pretensión á cerca de mí, no dejarían, sin duda, de prevalerse de 5. ° La Francia no pretende, en ninguna manera injerirse mi silencio para apoyar y renovar sus acusaciones; yo creo, pues, en los negocios interiores de la República Arjentina; ella no ha deber satisfacer á sus preguntas, con el objeto de evitar nuevos nia­ pensado jamas en cosa semejante. les á los habitantes de la República Arjeutina, y de aproximar )• 6. 9 Los njeiites franceses, en prueba de BUS disposicio­ época, tan deseable, en que sus relaciones con nosotros serán res­ nes amistosas hacia los habitantes de la República Arjentina, r del tablecidas sobre el antiguo pié: conservaré en mis respuestas el or­ deseo de aligerarles sus males cuanto fuése po.-ible, consentirán en den que V. ha adoptado en sus cuestiones. levantar el bloqueo de las provincias que creyésen tener el dere­ I'. ° La Francia no tiene absolutamente ningún resenti­ cho de separarse auténticamente de la administración de Buenos miento contra los habitantes de le República Arjentina; ella desea Ayres, relativamente i la Francia, y de declaiar que los ciudadanos por el contrario, vivir con ellos en In mejor intelijencia. Las enor­ trancese8 serán tratadas, en sus territorios, como los de la nación midades, las injusticias y las repulsas de satisfacción de la admi­ la nías favorecida, hasta que un arreglo, ó una convención cual­ nistración de Buenos Ayres.solo han podido impelerla 6 medida» quiera, haya sido firmada 'ntreéiay la República Arjentina. Los •le rigor, que deplora, pero de que no ha podido abstenerse, pues ajantes franceses no pueden entrar en ninguna convención i arcial que se trataba de la vida, de la libertad y de la fortuna de sus «i»- ,;on las provincias, porque creerían herir con ésto la nacionalidad MdtBM, establecidos en Buenos A vres- Arjeutiwa. DOCUMENTOS. XV DOCUMENTO». 11» Num.—6. 7. ° La Francia, como lo ha declarado ja M. Roger, « sa ultimátum precitado, rechaza toda idéa de conquista á las de- ¡ VIVA LA LIBERTAD Y FEDERACIóN AI^NTINA ! pendencias de la República Argentina, cuya independencia ha re­ conocido : ella no quiere ni ambiciona una pulgada de su territorio. Ejército Libertador, Yo creo Sr., haber satisfecho plenamente á todns sus pre­ Cuartel general en Curuzu-cuaíi.i, Oetu- « guntas;/ no trepido en agregar que los agentes franceses en ti bre 25 de lí^jí).— Rio de la Plata, no han recibido jamas de su gobierno una sola pa­ labra que no esté en perfecta armonía con los principios que aca­ Al Exmo. Gobernador de la Provincia de Corrientes: bo de manifestar. Añada Vd. Señor las seguridades de mi consideración di*. Hl General en Gefc del Ejército Libertador, tiene el honor tinguida. de dirijirse al Exino. Sr. Gobernador, para manifestarle la grata £1 Cónsul de Francia. satisfacción que ha esperiinentado al ver elevado al mando al dig­ nísimo magistrado, que se consagró siempre á defender los dere­ R. BARABEBB. chos de la Patria, y cuya elevación en lns circunstancias presen­ tes, es el anuncio mas cierto del triunfo de la gloriosa cansa, poi­ que pelean los buenos amigos de la libertad de la República. El Ejercito Libertador ha sido conmovido por el mas vivo entusiasmo al saber la heroica resolución del pueblo Correntino, de armarse de nuevo contra el opresor de los arjentinos, y con­ tra los malvados é inhumanos tiranuelos, que redujeron su territo­ rio á la desolación mas espantosa.—El Ejército Libertador lia qne- ridfl traer á la República los principios y la libertad, que lia ano­ nadado el tirano que la degrada, y su primer deber al pisar é>te territoiio, es ponerse á las órdenes del gefe que ha proclamado el el voto espontáneo y unánime del pueblo, y cuyas virtudes y patrio­ tismo acendrados, son harto conocidos de la República Arjentiria. El (General en Gefe espera las órdenes del gobierno de la Provin­ cia, y le ruega admita las considera' iones con que le saluda res­ petuosamente. JUAN LAVALLE.

Num •—7

j VIVA LA FEDERACIóN ARJENTINA !

C Año 30 de la Libertad, y 24 de la W.e- \ pendencia.—

—Por cuanto las actuales críticas circunstancias exijen im­ periosamente la creación de un Ejército, que poniendo á cubierto la provincial de las invasiones con que se baila amenazada, se en­ tienda como un objeto primordial á libertar á toda la República Arjentina, de la opresión en que la hace gemir el usurpador de sus «trechos, D Juan Manuel Rosas. Y necesitándose para efectuar- XVI DOCUMENTOS. DOCUMENTOS. XVU

lo de un géfe do conocimientos militares, adornado de las bellas Desde entonces los SS. Ajentes Diplomáticos, y los jefes de cualidades de valiente, moderado, circunspecto, popular, crédito, las fuerzas navales francesas, han prestado reiterados servicios a combinación y empresa, que so hallan reunidas eminentemente en l.i causa de los arjentinos, donde quiera que se hnn armado contra la persona del General de la Nación D. Juan Lavalle, ha tenido a su tirano, y han recibido á su vez pruebas de sinceras simpatías ha­ bien el Gobierno nombrarlo, como lo nombra, General en Gefe do cia la Francia, donde quiera que no ha dominado la influencia de dicho Ejército, invistiéndolo plenamente de la facultad necesaria, «miel. Todo esto había estrechado mas cada día la espresada para que en fuerza de esta resolución, pueda organizado comple­ alianza de hecho. tamente.— Por tanto, hágase saber en la órilen general del día i Actualmente, los últimos periódicos de Francia, (pie acaban todos los cuerpos y gefes respectivos, así de esta provincia como a ,le recibirse en ésta Capital, han dado á conocer el discurso, pro­ todos los demás que se hallan reunidos bajo la protección del Go­ nunciado en la Camarade Diputados, el 27 de Abril último, por el bierno, para «pie lo reconozcan y le guarden los honores y prerro- Sr. Thiers Presidente del Consejo de Ministros de 8. M ; y en el rativas que son anejas á tal empleo, y los tienen designados las or­ cual 8. E. reconoció, pública y solemnemente, como aliados de la denanzas del Ejército.—Dado en el cuartel general de Curuzu-cua- Francia, á las Provincias y ciudadanos, de lu República Arjentina, tiá, á los 25 dias del mes de Octubre, año de 1839. armados contra el tirano de Buenos Ayres ; dando así una especio de sanción á la alianza, que solo de hecho existia. PEDRO FERRE. Esta circunstancia ha dado lugar á que las pai tes interesadas en el negocio creyesen, como realmente creen, liejjudo el momen­ to de fijar algunos puntos, que den a la alianza toda la regularidad Num.—8. posible ; y que establezcan, al mismo tiempo, sus mas naturales con­ secuencias. Para este efecto, los abajo firmados, á saber ¡ PROTOCOLO Por una parte, el Sr. Claudio Justo Heurique Buchet-Mar- tigny, Cónsul Jeneral, Encargado de Negocios, y Plenipotenciario de S. M. el Rey de los Francés ; De una conferencia, entre el Sr. Buchet Martigmj, Y por lu otra los Señores Dr. D. Julián Segundo de Agüero, Cónsul General, Encargado de Negocios y Plenipotencia­ Dr. D. Juan José Cernadas, D. Gregorio Gómez, Dr. D, Irc- rio de S. M el Rey de los Franceses, y la Comisión Ar- neo Pórtela, Dr. D. Valentín Alsina, y Dr. D. Florencio Várela, jentina, establecida en Montevideo, con el objtto de Jijar miembros que componen la Comisión Arjentina. establecida en Mon­ tevideo, por especial delegación del Sr. Jeneral Lavalle, que, como algunos hechos relativos á la cuestión pendiente en el Rio Jefe de todas las fuerzas arjentinas dirijidas contra el Dictador de la Plata. Rosas, representa de hecho los intereses y negocios de la Pro­ vincia de Buenos Aires, cuya representación delegó en dicha Los suce«os que han tenido lugar en el Rio de la Plata, Comisión: desde el 23 de Marzo de 1838, en que las fuerzas navales de 8. M. Se iian reunido, hoy dia de la fecha, en la casa habitación el Rey de los franceses establecieron el bloqueo del litoral arjenti- del Sr. Buchet Martigny ; y, después de dar á este negocio su uo, produjeron una alianza de hecho, éntrelos gefes de las espre­ masséria atención, han reconocido, de común acuerdo, que es de la sadas fuerzas, y los ajentes de S. M. por una parte, y las Provin­ mayor importancia que la desavenencia, entre la Francia y Buenos cias y ciudadanos arjentinos, armados contra su tirano, el actual Aires, á que han dado lugar las crueldades, y actos arbitrarios, gobernador de Buenos Ayres, por la otra. ejercidos por el actual Gobernador de estn Provincia, contra di­ Esta alianza se hizo mas estrecha, y adquirió alguna mas versos ciudadanos franceses, y el bloqueo, que ha sido su conse­ regularidad, desde que el Sr. Jeneral Lavalle, en Julio de 1839, se cuencia, cesen en el instante mismo en que haya desnparecido la puso de acueido, con dichos jefes y njentes, para organizar en la autoridad del dicho Gobierno, 3' haya sido reemplazada por otra, Isla de Martin García, la primera fuerza nrjentina, destinada a conforme á los deseos del pais, como las circunstancias dan luga;- obrar contra el Gobernador de Buenos Ayres; y desde que el Go­ a esperarlo. bierno de la Provincia de Corrientes abrió comunicaciones coa Y, creyendo necesario entenderse de antemano, respecto de ellos, en Octubre del propio año. los medios mejores, que deben emplearse, para obtener ese resul- xvrn DOCUMENTOS. DOCUMENTOS. XIX lado, de un modo igualmente honroso para aobos países, lian dis­ cutido maduramente el negocio, y han convenido, por fin, en Ib ,, Ayres, la artillería y todos los otros objetos, que existían en la» Isla, antes de su ocupación por los franceses." siguiente : En cambio de esta nota, la nueva administración de Buenos Tan luego como se haya instalado en Buenos Ayres una Vvres, tranmitirá al Sr. Buchet-Mariigny, una declaración conec- nueva administración, en lugar del despotismo que HIIí domina ac­ bid.i, poco mas ó méuos, en los términos siguientes, la cual llevará tualmente, anunciará ella misma este suceso al Sr. Buchet Mnr- feclin de seis ú ocho dias después. tigny, instándole á trasladarse cerca de ella. El Señor Buchet " El Gobierno provisorio de Buenos Ayres, deseando corres* Martigny, se prestará inmediatamente á esta invitación, y se pre­ ,, ponder á la jenerosidad de la declaración, que, con fecha.... sentará á la nueva administración en calidad de Cónsul General, „ le ha sido hecha por el Sr. Encargado de Negocios y Plenipo- Cncargado de Negocios y Plenipotenciario de Francia. ,, tenciario de la Francia, deseando también dar á ésta nación una Su primer acto, en respuesta á la nota que se le haya diri- ,, prueba de su amistad, y de su reconocimiento, por los eficaces jido, será el de hacer á la nueva administración, una declaración „ servicios, que, en estas últimas circunstancias, ha prestado á la al efecto siguiente. ,, causa arjentina; "El bloqueo establecido en el literal de Buenos Ayres, y "Considerando igualmente la justicia con que el Gobierno ,, los actos hostiles que le han acompañado, jamas han sido diriji- ,, de S. M. el Rey de los franceses ha reclamado indemnizaciones, ,, dos contra los ciudadanos de la República Argentina, lo que mas ,, en favor de aquellos de sus nacionales, que hayan sido víctimas ., de una vez han demostrado las medidas tomadas, en favor de los ,, mismos ciudadanos arjentinos, por los njentes de S. M., y por los ,. de actos crueles y arbitrarios del tirano de Buenos Ayres, Don ,, Comandantes de bis fuerzas navales francesas en el Plata. Esos .. Juan Manuel de Rosas; ,, actos ningún otro objeto han tenido, que el de compeler al tirano, Ha decretado lo que sigue:— „ bajo cuyo yugo jemía la República, á poner termino á sus cruel- "Art. ti 0 Hasta la conclusión de una convención de Amis- ., dades contra los ciudadanos franceses, á conceder justas indeni- ,, tad, Comercio y Navegación, entre S. M. el Rey de los france- ,, ilinaciones á aquellos que las babian ya sufrido, y á respetar la ,, ses, y la Provincia de Buenos Ayre9, los ciudadanos franceses, ,, cosa juzgada.— Vivamente ha sentido el Gobierno del Rey ver- ,. establecidos en el territorio de la Provincia, serán tratados, res- . pecto de sus personas / propiedades, como lo son los de la Nu- ,, se obligado á echar mano de medidas, que debian producir : ., grandes malíes para el pueblo arjentino; pues jamas ha creído ,, cion mas favorecida. ,, que ese pueblo haya tenido parte alguna en semejantes excesos,. "Art. 2. ° Se reconoce el principio de las indemnizacio- ,, ó los baya aprobado. ,, nes, reclamadas por S. M. el Rey de los franceses, en favor de "Hoy, pues, que ha desaparecido el monstruoso poder, con- ,, aquellos de sus nacionales, que ha van sufrido, ántes, ó después ,, tra el cual se dirijian determinadamente las hostilidades de la ,, de establecido el bloqueo, por medidas inicuas y arbitrarias del ., Erancia, y que el pueblo arjentino ha recobrado el ejercicio du ,, último Gobernador de Buenos Ayres, I). Juan Manuel Rosas, ,, sus derechos y de su libertad, no hay ya m tivo alguno para que n o sus delegados. ,, continué la desavenencia entre los dos paires, ni el bloqueo á "Invitará este Gobierno al Sr. Buchet Martigny, á que se en- ., que huitín dado lugar ; contando positivamente el Gobierno de S. ,, tienda con él, para hacer determinar, en Hn plazo breve, el monto M. ,y el infrascripto, con la disposición del pueblo arjentino, y n de esas indemnizaciones, por árbitros elejidos, por ambas partes, ,, de la administración que acaba de establecerse en Buenos Ayres, ,,en igual número, y que en caso de empate, tendrán la facultad de ,, á hacer justicia á la Nación Francesa, y á acceder á sus justas ,, asociarse un tercero en discordia, nombrado por ellos, á mayoría ,, reclamaciones." ,. de votos. ,, En consecuencia, el Sr. Buchet Martigny va á apresurar- "Se reconoce también el principio del crédito del Sr. Des- ,, se á escribir al Contra-Almirante, Comandante de las fuerzas na- M pony contra el Gobierno de Buenos Ayres. Los mismos árbi- ,, vales francesas en el Plata, para darle noticia de los nconteci- n tros fijaron su monto por documentos auténticos." ., niientos , y para rogarle que declare levantado el bloqueo del El Sr. Martigny, en respuesta á la notificación que recibn Rio de la Plata , y dé tas órdenes necesarias, á fin de que bu de esta resolución, dará las gracias al gobierno de Buenos Ayres, M fuerzas francesas, que se hallan en la Isla de Martin Garcia, se por ese testimonio de amistud y de justicia, v lo aceptará en nom­ ., retiren ; y, al dejarla, entreguen al jefe militar, y á la'guarni- bre del Gobierno de S. M. Los Sres. miembros do la Comisión Arjentina, reconocidos cio-n, que, á efecto de relevarlas, mande el Gobierno de Buenos. 8 los servicios que la Francia lia hecho á su República, en la lucha nocuMr.NTos. DOCUMENTOS. xx

que sostiene contra su tirano, se comprometen del modo mas <".• r- Num.—9* mal, tanto en su nombre como en el delJeneral Lavalle, de quien ,-on delegados, íi emplear todos sus esfuerzos, y usar de toda su in- llueneia, ])ara que el nuevo gobierno de Buenos Ayres, legalmente Estrados del Memorándum de una Conferencia entre constituido, concluya sin demora, con el Encerando de Negocios v el Sr. Lamas, comisionado del Gobierno Oriental, y él Plenipotenciario ele Francia, una convención de amistad, comer­ Sr. Mackau, en la rada de Buenos-Aires. cio y navegación, en los mismos términos de la que se firmó en Reunidos á bordo de la G' leta de guerra francesa Zi'JEclair, Montevideo el 8 de Abril de 1836, entre la Francia, y la República Mirtn en la Rada interior de Buenos-Aires, boy once de Noviembre Oriental del Uruguay [*[]; lo que será también una nueva y muy elo­ de mil ocbocientos cuarenta, El Kxmo. Sr. Vice-Almirante Barón cuente prueba, de la moderación é intenciones de la Francia ; pues de .Mackau, Plenipotenciario de S. M. el Rey de los Franceses, que nada mas pide, ni desea, de la República Arjentina, sino lo Coniundante en (¿efe de sus fuerzas en los mares de la América mismo que propuso, en medio de la paz y de la amistad, al Estíl­ del Sud, y el Sr. D. Andrés Lamas, Comisionado del Gobierno de elo Oriental del Uruguay. la República Oriental del Urugay, el Sr. Lamas puso en manos del Terminado usí el objeto de la presente conferencia, se for­ Sr. Vice-Almirante Barón de Mackau, la carta credencial que. auto­ mó este protocolo, que quedará secreto, y que firmaron todos los rizaba el carácter y objetos de la misión < e (pie bubia tenido el miembros de ella, en dos ejemplares, en francés el uno, y el otro honor de ser encargado. — cu castellano, en Montevideo á 22 de Junio de 1840. Entrando al desempeño de su mi*ion el [Firmado]—Buchet Martigny.— Julián S. de Agüe­ Comisionado dijo: que al observar su Gobierno que en el tratado con­ ro.— Juan J. Cernadas.— Gregorio Gó­ cluido entre S. E. el Sr. Vice-Almirnntel'lenipnte ícinrio de S. M. el mez.— Valentín Ahina.— heneo Pórtela. Re/de los Franceses y ol Gobernador de Buenos-Aires, en 29 de —Florencio Várela. Octubre último, sin consentimiento ni participación de la República, balita un artículo marcado con el N. ° 4 que á ella se refiere, pen­ sando lealmente que el Sr. Almirante frunces ha tenido lu intención «lo estipular algo que considera favorable á los intereses y derechos F.sta convención es el único tratado entro Potencias EOropeas y Esta- i!os Americanos. OM que la reciprocidad, no es mentida, sino justa y real. Copia- de la República Oriental del Urugay. pero que no teniendo la for­ mos sus artículos, por que ellos mostrarán lo que los Arjentinos Imseahau para tuna de conocer cual es la venta ja que se le proporciona en ese ar­ •u patria; y darán la ultima desmentida al malvado, que imputaba á sus enemigo! ticulo, «pie es el único en que espresa y terminantemente se trata de designios hostiles ú la independencia y honor del pais. .irticnlos de la Conrcnciun. 1. ° Los Agentes Diplomáticos y Consulares, los Franceses de todas oíase*, los buques y las mercancias de los listados y Posesiones rina, no se les podra negar la entraga : y se les prestará ádemas tjda ayuda y v reciprocamente los Agentos Diplomáticos y Consulares, los Orienta tea de tu­ asistencia para la pesquisa, embargo y arresto do los dichos desertores, que serán da clase. los buques y las mercancias del Estado Oriental del Urngav. gozara» íISI mismo detenidos y custodiados en las prisiones del pais. a la requisición y en los Fstados y Posesiones de ¡*5. M. el Rey de los Franceses de los derecho», < •Sansas de los Cónsules, hasta que estos ¡.gentes hayan encontrado una ocasión privilegios, franquicias ó inmunidades concedidas ó por conceder á cualquiera para hacerlos partir. t*m embargo, si esta ocasión no se presentase en el periodo otra Nación. Estas concesiones serán gratuitas en ambos Países, si la concesión de tref meses contados desde el tlia del arresto, los desertores serán puestos en es gratuita, y se acordará la misma compensación, si la concesión es condicional. libertad y no podran ser arrestados en lo sucesivo por la misma causa. í¡. ° Para la mejor inteligencia del articulo procedente, las dos Alias l'ar- Kl derecho de reclamar los desertores durará solo por el termino de tres les Contratantes convienen en considerar como buques franceses ti orientales. U" meses, contados desde el din de la deserción. Pero los efectos di' esta reclamación que de buena Ib sean propriedad de sus subditos respectivos, acreditada por títu­ duraran un ano, pasado el cual será considerada como nula y de ningún valor, los auténticos, otorgados por las autoridades de uno y otro pais, cualquiera qttf •I las desertores reclamados no hubiesen sido aprehendidos. sea su construcción. 4. : l.as estipulaciones arriba espresadas, serán consideradas en vigor por ¡t.° Los Cónsules respectivos podrán hacer arrestar y remitir á bordo, ó 4 una y oirá parle, desde el día del cange do las ratificaciones, hasta la ejecución BM propio pais, á los marineros que hubiesen desertado de los buques do su nación ''el ir,mulo de amistad, comercio y navegación, que las partes contratantes s« y á este efecto, se dirigirán por escrito á las autoridades locales respectivas ¡ reservan concluir ulteriormente entre s;. justificarán, por la exhibición de los registros del buque ó rol del equipage. o si V si este tratado no se verificase en el término de 15 irnos, contadas desde «•I buque hubiese partido por la copia de las dichas piezas, debidamente eertifi* l' «liuiiv. la ratificación, la pretexte convención quedará nula y sin efecto alguno DOCUMENTOS. XXIÍ zxin BOCUMEMOS. ella, y deseando contestar la nota con que el Sr. Almirante acom­ pañó una copia auténtica de la Convención, como corresponda i los reconoció oficialmente como pres dente de la República, á D. Ma­ derechos, intereses y seguridad de la República, le pide se sirva nuel Oribe ; que estableció un gobierno Oriental en Buenos-Aires, declarar franca y terminantemente, si ese ariículo importa el reco­ reconociendo como ministros de Estado de la República á alguno» nocimiento del Gobierno, y del régimen interior, que en uso de f| individuos, que habían dejado de serlo, por la voluntad del pueblo absoluta perfecta é indisputable soberanía é independencia de que Orienta1, por los preceptos de Ins leyes, que él ha proclamado, pol­ goza sin contestación, hace mas diez años, ha podido establecer y la acción irresistible del tiempo : 3' para que no se dudase que este lia establecido, según ha crei lo mas conveniente y conforme á su¿ era el resultado de su voluntad, (pie no quería disfrazar, ni por una intereses. El Sr, Almirante contestó el Gobierno Oriental no se ha sombra de derecho, llego hasta declarar oficialmente la calidad de equivocado, suponiendo que el Plenipotenciario francés bn tenido Senador de la República Oriental, y presidente de esa Honorabla la intención de establecer algo que le fuese provechoso á la Repú­ ("amara, en un individuo que renunció voluntariamente esos cargos, blica Oriental La Francia no lia reconocido como aliados suyos v se trasladó á Unenos-Aires, por que dijo que así convenia á su ni á la República Oriental ni las tropns que están á los órdenes del salad. El gobernador de Buenos-Aires declaró también que él le General Lavalle : ha visto solo en ellos auxiliares que la casualidad impondría esos hombres al pueblo Oriental ; que le dariu ese go­ le hahia proporcionado: los demás han sido actos personales de sus bierno que él tenia en sus antesalas. Estos hechos públicos, oficia­ agentes. Pero en esa calidad de nuxiliares ha creido que tenia el les, anteriores á toda hostilidad de parte de la República, muestra deber de hacer por ellos todo lo que le fuera possible, y en este bien que el gobernador de Buenos-Aires no entiende la indepen­ concepto el Plenipotenciario francés le declaró al Plenipotenciario dencia de las naciones, coino la entiende el honorable Sr. Almirante; Argentino ántes de tratar de las diferencias que existían con la v estos hechos son los que autorizan la justn exijencia del gobierno Francia, que él no entraría en discusión «obre ellas sin que el Go­ Oriental, para saber si al establecimiento de ese artículo, el gober­ bierno Argentino conviniese previamente en algunas estipulaciones nador de Buenos-Aires ha abjurada la intcl'jencia que entonces lo que favoreciesen á la República Oriental y á los Emigrados Argen­ daba al hecho que enese artículo se ha consignado. El Sr. Almirante tinos : que habiendo convenido en ello el Gobierno Argentino, des­ dijo : que ignoraba los hechos que el comisionado acababa de citar; que pués de fuertes resistencias, se estipuló el artículo 4 en que el Go­ él no había tenido motivo para dudar de que el gobierno argentino ad­ bierno francés ha querido favorecer á la República Oriental, asegu­ mitía el principio con todas las consecuencias que el plenipotenciario rándole que cualesquiera que sean los azares de la lucha en que se ron c es le reconocía. encuentra empeñada, su independencia será sagrada é inviolable para la República Argentina : y que como esta ya la había recono­ —eO©- • cido en su tratado con el Imperio del Brasil en 1S2S, se hizo men­ ción de él ; lo que importa una nueva y solemne garantía de <|iu ella no lo quebrantará. Que el derecho que tiene toda nación inde­ Núm.—10. pendiente de establecer el Gobierno y el régimen interior que crin mas conveniente, es una consecuencia natural y precisa de su in­ Muía entregada por el Sr. Amado Roger al Sr. García dependencia y soberanía; y que entiende el Plenipotenciario frau­ des, que esto no era necesario espresarlo.. Zúñiga, Ajente confidencial del Gobierno de D. Ma­ nuel Oribe, cerca de Rosas. El Comisionado le observó al Sr. Vice Almirante que hechos que se han ostentado á la faz del mundo, y que pertenecen ya al La resolución de la Francia está desde hoi fija: ella quiere dominio de la historia, han probado desgraciadamente que el actual obtener del Gobierno de Buenos Aires, aun á precio de los mayo­ Gobierno de Buenos-Aires, no suele entender los principios, com" res sacrificios, la reparación de numerosos perjuicios. los entienden la humanidad y la civilización. Que la Francia prin­ La esperanza, que había concebido el Gobierno de Buenos cipalmente conoce, sin duda, los que tienen relación con el Estado Aires, de ver á la Francia enviar un Ajente especialmente acredi­ Oriental, ella que ha ligado sus armas con las nuestras» que ha pre­ tado, no se realizará. El Sr. Amado Roger está definitivamente senciado no solo con atención, sino con interés, como, lo prueban 10 encargado de llevar á su conclusión el negocio comenzndo por él. hechos y sus palabras, el cambio de la administración Oriental «» El Gobierno del Rey ha ordenado al Sr. Roger de.reuiitir 1838, debe saber, y sube sin duda, que el Gobierno de Bueuos-Airw al de Buenos Aires su ultimátum. La Francia se prepara á la guerra; si ella se vé obligada á ¡v DOCUMENTOS. XXIV DOCUMENTOS. XXV hacerla, la hará : ya en sus puertos se trabnjan numerosos arma­ na mengua de su honor y de sus intereses, puesto que asi se aleja y mas la deseada época en que se escriba y se sancione Ja mentos. m;lS constitución del pueblo Argentino : El Sr. Roger se complace en creer que el Gobierno de Bue­ 2. ° Que el bloqueo que hoy sufre todo el litoral del Rio de la nos Aires comprenderá «me la República no podrá resistir á la Plata, no es mas que una immediata consecuencia de los atentados Francia; que debe sucumbir, mas tarde ó iras temprano, y sucum­ ,|ne manchan la historia de la vida pública del tirano de Buenos- bir, sin gloria, porque no tiene justo derecho; que las circunstan­ .\ires : cias no son favorables á la resistencia ; que en fin, ya se debe de­ 3. 0 Que abusando de las facultades que se le habían conferido cir, aunque la Francia rehuse toda alianza con los partidos, por para conservar y mantener las relaciones de buena armonía exis­ la fuerza de las cosas, y por el efecto de tristes coincidencias, ella tentes con las potencias estrnngeras se ha servido de ellas para ar- va á constituirse mañana la amiga de todos los enemigos de ese ragarse el peligroso derecho de hacer la paz v declarar la guerra. gobierno. 4. 5 Que también por un abuso aun mas odioso de estas mis­ He aquí la verdad : pero queriendo dar á la República Ar­ mas facultades, se ha creido autorizado para ingerirse en la admi­ len tina, á Buenos Aires y al Sr. General Rosas, una prueba de la nistración interior de las provincias de la República, estableciendo sinceridad de los sentimientos de moderación y amistad, que no sobre ellas su ominosa dictadura : ha dejado de espresarle el Sr. Amado Roger, al hacer saber las 5. ° Que desconoce y pretende disputar á los pueblos de la condiciones irrevocables que la Francia ha dictado, quiere aun ten­ República, el derecho sagrado é imprescriptible que les asiste para tar (bajo de su responsabilidad personal) un nuevo esfuerzo para darse leyes, y nombrar, conforme á ellas, á los depositarios de su evitar terribles desgracias. autoridad : El fin del Sr. Amado Roger es salvar el amor propio y la 6. ° Que con esta conducta ha causado y prepara inmensos dignidad del gobierno de Buenos Aires, al obtener las condiciones males á todos los pueblos de la República, y muy especialmente á exijidas por su gobierno, (t) i¡i provincia de Tucuman :

Ha acordado y decreta lo siguiente : Art. 1. ° No se reconoce en el carácter de Gobernador de Núm. —11 Buenos-Airea al dictador D. Juan Manuel de Rosas : % 0 Se le retira la autorización que por parte de esta provin­ cia se le habia conferido para mantener y conservar lus relaciones ¡LA LIBERTAD O LA TUMBA! de amistad y buena armonía con las Potencias cstrangeras : SALA DE SESIONES, Tccf- •i. 0 Ño se entragarán al comisionado del Gobierno de Bue­ MAK, ABRIL 7 DE 1840. nos-Aires las armas qne reclama mientras esta provincia sea presi­ dida par D. Juan Manuel de Rosas; y en su consecuencia queda 77. S. de RR. de la Provincia. Al Poder Ejecutivo de h concluida la misión del General D. Gregorio Araoz de la Madrid : 4. ° La H. S. de RR. publicará un manifestó de los motivos Provincia. «pie han impulsado al pueblo Tucumano á pronunciar esta resolu­ La H. S. de Representantes déla Provincia, considerando: ción; declarando que esto no será un motivo para que se alteren 1.° Que la existencia en el primer pueblo de In República nuestras relaciones con los demás Gobiernos hermanos, y muy es­ de un Gobierno investido con toda la suma de los poderes constitu­ pecialmente con los de la Rioja, Catamarca, Salta y Jujuy. cionales, es un escándalo á los ojos de la América y del mundo, en '•>. ° Comuniqúese á quienes corresponde .• que ninguno de los demás pueblos de la República puede consentir Lo que de orden de la misma pone en conocimiento del Ecce- lentisinio Señor Gobernador y Capitán General de la provincia á quien se dirige, saludándolo con las consideraciones de su mas dis- (t) Esta nota no tiene fecha, ni firma; pero el Sr. Roger, en comuna1'- "nguido aprecio, el Presidente que suscribe. «.ion oficial que dirijió al Sr. Mendevillé, ministro británico, fecha 9 de CW* bro. de 1838, expresó que era suya, que el la habia dado al Sr. Zúñiga, y la SCO» paño en copia al misino Sr. Mendeville. Rosas publicó ambos documenta MARCO M. DE AVELLANEDA.—Presidente. c on el Ultimátum del Sr. Roger y su respuesta. JOSé TORIBIO DEL CORRO, Secretario. DOCUMENTOS. xxrii x-wi DOCUMENTOS.

Tucuman, Abril 7 de 1840. Num.—13. Cúmplase la antecedente resolución ; publiquese por bando cnr¡ la debida solemnidad ; circúlese de oficio á todos los gobiernos d» ¡LIBERTAD, CONSTITUCION O LA MUERTE ! la República, y bagase saber á los demás á quienes corresponda, dándose al registro oficial. La Honorable Representación de la Provincia. PIEDRA BUENA. JoCE COLOMRES. Usando de la facultades ordinarias y estraordinárias, ha de­ Por mandado de S. E.—Pedro Gregorio Metida, Escribano pú. cretada con valor y fuarza la siguiente blico y del Gobierno. LEY. Art. I.° La provincia de Salta desconoce en el tirano Rosas el carácter de Gobernador y Capitán General de la benemérita Num.—12. Provincia de Buenos-Aires ; y en su consecuencia, queda destituido desde esta fecha de las facultades que ella le confirió para mante­ ! LA LIBERTAD O LA TUMBA ! ner la paz, guerra y Relaciones Esteriores de la República. 'i. ° Que el armamento solicitado por D. Juan Manuel de TUCUMAN, ABRIL 10 DE 1840. Rosas lo niega la Provincia para obrar en consecuencia de este El Gobernador y Capitán General de la Provincia de Tu­ pronunciamento si fuere necesario. 3. • La Representación Provincial publicará un manifestó, cuman.— detallando los fundados motivos que han impulsado al Pueblo Sal- Al Exmo. Sr. Gobernador y Capitán General de la Pro­ teño á dictar esta resolución que es la minina de sus comitentes, y vincia de Buenos-Aires. que ella importa procurar la mejor inteligencia y unión con los El infrascripto tiene el bonor de dirijirse al Exmo. Sr. Gober­ Gobiernos hermanos, muy particularmente con los de la Rioja, Tu­ nador y Capitán General de la Provincia de Buenos-Aires, acompa­ cuman, Catamarca y Jujuy. ñándole una copia impre«a y autorizada de la ley síincionada por la 4. 0 Comuniqúese.—Sala de sesiones, Salta, Abrü 13 de 1840. Honorable Sala de Representantes en siete del presente mes, ne­ TORIBIO TEDIN—Presidente. gándose á renonocer á V. E. en el carácter de Gobernador de la Juan Francisco Valdez—Secretario Provisorio. Provincia de Buenos-Aires.—á entregar las armas reclamadas por Salla, Abril 13 de 1S40. medio del comisionado General D. Gregorio Araoz de la Madrid, Cúmplase.—Sola. Jiernabé Lopiz—Ministro general. y retirándole la autorización que por parte de esa provincia se le había conferido para mantener y conservar las relaciones de amiv dad y buena armonía existentes con las potencias estrangeras. En el considerando de esta ley encontrará V. E , concisa pero elocuen­ temente espresadas, las poderosas razones que han infinido en el Núm.—14. ánimo de los Honorables Representantes para hacer este solemne pronunciamiento : y obsecuente con éi, el infrascripto protesta al ¡LIBERTAD CONSTITUCIóN ó MUETE ! Exmo Sr. Gobernador y Capitán General de la Provincia de Buc nos Aires, que ninguno de sus actos como encargado de las relaci"- nes esteriores, será en adelante obligatorio para la Provincia de La H. Representación de la Provincia. Tucuman, y á fin de evitar dudas y controversias que pudieran sus­ citarse, reclama de V. E. que mande publicar esta declaración en La Honorable Representación de la Provincia, teniendo los diaros de esa capital en el momento mismo que llegue á su» presente la mala administración de las facultades, que esta provincia manos. habia conferido al presente Gobernador de Buenos Aires, D. Juan Dio? guarde á V. E. por muchos años. Manuel de Rosns, para intervenir en las relaciones exteriores de BERNABé PIEDRA BUENA. la República ; el que, desconociendo igualmente los derechos ini- JOSé COLOMBRES. DCCWMENTOS. DOCUMENTO». XXVIII XXIX prescriptibles de los pueblos confederados en sus instituciones in­ nación constituida: y últimamente por el abuso escandaloso, que dividuales, ha tratado de subvertirlas, maquinando al rededor de igualmente ha hecho de las facultades, que le habia conferido para esta las mas sangrientas insidias, causando á la provincia una conservar las relaciones de amistad y buena intelijencia con Ini continun zozobra y alarma ófc. y usnndo délas facultades ordina­ potencias estranjerns : ha acordado y decreta:— rias y extraordinarias que inviste lia decretado la siguiente Artículo 1. ° No se reconocerá en el carácter de Gobernador de Dueños Aires á D. Juan Manuel Rosas. LEY. 2. ° Queda en consecuencia separado del cargo, que por Art. 1. ° La Provincia de la Rioja retira el reconocimient» parte de esta provincia, se le habia hecho de entretener las Re­ que tenia hecho en la persona de D. Juan Manuel Rosas de Go­ laciones Esteriores de la República. bernador y capitán general de Buenos Aires. 3. ® Que en virtud de este pronunciamiento muy conforme 2. ° Así misino reasume esta provincia las facultades que le a la voluntad general de sus comitentes, y á los que heroicamente han manifestado las juntas representativas de Tucumnn Salta y tenía conferidas, para intervenir en las relaciones con las naciones Jtijuv, se promete estrechar mas sus relaciones, que desea iden­ estrnngeras. tificar con todos los demás gobiernos hermanos. 3. 8 La Representación de la Provincia publicará un mani­ 4. 0 Transcríbase á quienes corresponda. fiesto, esponiendo los fundamentos, que han movido al pueblo Lo que de orden de la misma Honorable Representación Riojano á una resolución, que siendo unánime en todos los liijoi pone en conocimiento del Exmo. Sr. Gobernador y Capitán Gene­ de la provincia, importa igualmente la mejor intelijencin y unión ral de la Provincia á quien saluda el infrascripto presidente con con los gobiernos que quieran acompaña le. m distinguido aprecio. 4. ° Comuniqúese á quienes corresponda—Sala de sesione! Rioja Mayo 5 de 1840. El presidente de la II. Sala—JUAN ANTO­ ANTONIO DULCE.—Presidente. NIO CARMONA. Lorenzo Antonio Blanco, secretario. Marcos J. González, Secretario provisorio. Rioja, Mayo 5 de 1840. Catamarca, Mayo 8 de 1840. Cúmplase.— Tomas Brisuela. Francisco Ersilbengoa, secre­ Cúmplase la precedente honorable resolución, publíquese por bando con toda solemnidad, circúlese á todos los Gobiernos tario interino. Está conforme—Francisco Ersilbcngoa. de la República, hágase saber á los demás que cerresponda, y dése al Rejisiro Oficial. JóSE CUBAS.

Gregorio J. González, secretario. Núm.—15. --«••*- ¡ LIBERTAD CONSTITUCION ó MUERTE ! Núm.—16.

Sala de sesiones en Catamana- { Mayo 7 de 1840. ¡ LIBERTAD, CONSTITUCION O MUERTE !

Al P. Ejecutivo de la Provincia. Jujuy, Abril 13 de 1840. P°seido libremente este benemérito Pueblo de sus alt> s é inge­ La II. S. de Representantes de la Provincia, considerando nuos nobles sentimientos, con que ha nspirndo enérgicamente, á los males de grave trascendencia, que por tantos años ha causado ! calvar los sagrados derechos de la Patria : procurando igualmente, á la República el Gobernador l). Juan Manuel de Rosas, con su Henar los votos, que mil veces ha hecho y protestado en beneficio funesta intervención en los negocios particulares de cada provinci» ^e 'a pública tranquilidad, consolidando lu mas bella armonía con por el empeño antisocial y anárquico con que perturba el suspira­ 'a unión de pareceres é identidad de intereses, que es en lo que con­ do anhelo de los Arjentinos de elevar á su país al rango de un» iste todo pacto político y bien público y particular ; se reunió en *XXÍ nocuME.NTos.

"jgcnamixa—Gabriel Marquieguy José Cuevas Aguirre.—Ait-> ti local de la Sala de los HII. RR. al efecto de que se discutiese ttmio Valle. — Sandalia Ferreira Prudencio _ Estrada.—Natalio si era conveniente el cese y remoción en la administración del Go­ ¡ Herrera.—José Pió Ramos.—Pedro Antonio de Aguirra—Secretario bierno que lia obtenido el Exmo. Sr. actual Coronel y Gobernador E§ copia.— CAKLOS Auuinit*, Oficial primero. de la Provincia : y todos los congregados sugeridos de aquel espí­ ritu verdaderamente patrio, enérgico y virtuoso, prestaron sus vo­ tos con uniformidad : espresando ser el arbitrio mas conveniente para conservar los derechos y libertad de esta provincia destituir al espresado Gobernador: y en su virtud acordaron las artículos Núm.—17. siguientes : Art. 1. ° Cesa el actual Sr. Gobernador del empleo que ob­ Sala de Sesiones del Congreso Jeneral Constituyente. tiene por haber infrinjieudo las leyes de la Provincia, arrogándose facultades que corrospondian á. bis poderes legislativo y judicial ;\ Buenos Aires, Enero 25 de 1825. por haberse negado á contribuir con su pronunciamiento á la caída del tirano de Buenos Aires. El Congreso Jeneral Constituyente de las Provincias Unw 2. ° Queda nombrado Gobernador y Capitán General de h [das del Rio de la Plata, ha acordado y decreta lo siguiente. provincia, provisorio, D. Roque Alvarndo. 1. Las Provincias del Rio de la Plata, reunidas en Con­ 3. ° El Gobernador provisorio de la provincia reunirá la cutir- greso, reproducen, por medio de sus Diputados y del modo mas ta legislatura de la II. S. de RR. en el término de dos meses pe­ rolemne, el pacto con que se ligaron desde el momento en que, rentorios, la cual entregará el mando en la forma que ordena el «acudiendo eí-yugo dé la antigua dominación española, se cons­ reglamento de la provincia, tituyeron en Nación Independiente, y protestan de nuevo em­ 4. ° El espresado Sr. Gobernador provisorio tendrá, y se le plear todas sus fuerzas y todos sus recursos, para afianzar su in-: confieren las facultades necesarias para tratar con los Gobiernos dependencia nacional, y cuanto pueda contribuir á la felicidad de la confederación, y para establecer relaciones de amistad espe­ general. cialmente con los Gobiernos de Salta, Tucumnn, Catamarca y li 2. El Congreso Jeneral de las Provincias Unidas del Rio Rioja : sugetandose, siempre á la aprobación de la H. S. de Jlll.i de la Plata, es y se declara •'Constituyente." , quien dará cuenta oportunamente. 3. Por ahora, y hasta la promulgación de la Constitución 5. 3 No se reconoce á D. Juan M. de Rosas en el carácter de Gobernador de Buenos-Aires : se le retiran las podeses, quesf que ha de reorganizar el Estado, las provincias se rejirán inte­ le confiaron para entender en las relaciones esterioros de la Repu- rinamente por sus propias instituciones. li blica : se protesta la mejor armonía, fraternidad y relaciones i)« 4. Cuanto concierna á los objetos de la independencia, buena amistad con el heroico pueblo de. Buenos-Aires, libre que integridad, seguridad, defensa y prosperidad nacional, es del sea del tirano que actualmente lo subyuga, y continuará esta Pro­ resorte privativo del Congreso Jeneral. vincia sus relaciones con el (pie legalmente le subrogue. 6. El Congreso Jeneral expedirá progresivamente las dis- ú. ° Communíquese aquienes corresponda y publiquese. posiciones que se hicieren indispensables sobre los objetos men­ cionados en el articulo anterior. Jujui, Abril 18 do 1840. 6- La Constitución que el Congreso sancionase, será ofre­ Roque Alearado.—Rufino Valle.—Francíreo N. Carrillo.—Pe cida s la consideración de las Provincias, y no será promulgada, tiro José de Sarverri.—Pedro Saens.—Benito S. de Bustamantc-- ni establecida én ellas, hasta que haya sido aceptada. José Ignacio de Gucrrico.—Ignacio Serapola.— Ysidro Grana-—**" sé Tello.—Pedro Fcrrcira Juan Arroyo.—José Rodríguez.—Pt*a 7- Por ahora, y hasta la elección del Poder Ejecutivo Na­ Gerez.—Pascual Blas.—Juan Bautista Pcrez.—Manuel Sagardi" cional, queda este provisoriamente encomendado al Gobierno —Mariano Fernandez.—Manuel J. del Moral.— José JL. Villar-— de Buenos Aires, con las facultades siguientes. — Hilarión Echenique.—Blas Agudo.— Pedro Antonio Gogénola-- Primera.—Desempeñar todo lo concerniente á negocio? Fedro Alberto Puch.—Rcstiluto Zenarruz.—Juan Manuel Gogéif" extranjeros, nombramiento y recepción de ministros, y autori­ la.— Tomas Gantes.—Estanilao Echavarria.—Gavina Pérez.—r*1 zación de los nombrados. carpo del Moral.—Jacinto Gucrrore —Rafael A ¡varado.—Dr. And"' Segunda.—Celebrar tratados, los que no podrá ratificar 60CÍJMENTO8. : *XXIt

lita obtener prévii'.msnte especial autorización del Congreso. Núm.—19. Tercera. —Ejecutar y comunicar á Jos. demás Gobierno» todas ias resoluciones que el Congreso expida; en orden a los ircularúlps Gob¿evno#dp Córdobay Santa-fié. objeto* mencionados en el articulo 4. ° Cuarta.—Elevar á la consideración del Congreso, l , encía de Negocios de la República Oriental ) n del Uruguay, cerca de la Arjcntina. J medidas que conceplúe corurenientes para la mejor expedí, cion de ios negocios del Estado. Buenos Aires, Noviembre 5 de 1S29. 8. Esta ley se comunicará á los Gobiernos de las Trovin- teias Unidas, por el Presidente del Congreso. Él infrascripto tiene el honor de dirijirsc al Exmo. Sr. RÍANUXX ANTONIO CASTRO—Presidente. obcrnadpr de ,1a .Provincia, de j gf^fig P!»ta, manifestarlo que, Alcjv Villegas—Secretario. Habiendo sida enviado en candad de Ajente de Negocies Bu lu República Oriental del Uruguay, cerca de la Árjenti- lia y Gobiernos que la componen, ha fijado su residencia, JLbr ahora, en esta capital, y que su gobierno Fe ha encargado Núm.—18. «lev esp» cialmente,que renueve al Sr. Gobernador las mas ¿oTém- 4es seguridades He fa constante e íntima Bmistad que aquelia Santa Fé, Septiembre 2C de Btepublico desea mantener con todos los Gobiernos de la Aijen- •na. Otro de los principales objetos du la misión del inlius- Ea Kepresferttacioh Nacional de las Provincias Unidas del «ripto, es recabar y facilitar la revisión y aprobación de la Corif- Río dé Já Plata, ha acordado y decreta : lucioa del Estado á que pertenece, por parto "de la República Articuló único.—Queda autorizado, en la mas bastante for- tjirtina, en conformidad al derecho y facultades que se rc- m,i, el Gobierno de la Provincia de Unenos Aires, encargado in­ ^rvamn las altas partes contratantes, en él punto á que sé re­ terinamente, por la libre voluntad de los pueblos, de lo coi,cer­ tire el artículo T.° de la Convención Preliminarr de faz, ce­ niente á guerra, paz, y relaciones exteriores, (f) para concluir j brada en ¿7 de Agosto del año pasado, á fin de que pueda pu- ratificar Tos tratados, que, en clase de convención preliminar do itüi5e y ponerse en ejecución con lu brevedad que demanda paz, y comprendidos crt diez y nueVe artículos, se lian celebrad? I interés j nerid de lu República : y corro desgraciadamente la en la Corte dql Brasil, entre los S9. Ministros Plenipotenciarios de S. M. el Emperador constitucional del Brasil, Marqués d: rjeatina se halla hoy sin una autoridad jeneral q'ue la represen- Aracaty, José Clemente Pereyra, y Joaquín de Oliveira Alvarez, , y que pin da proceder por sí, al nombramiento del comisario y los SSo Generales L>. Juan Ramón Balcarce, y D. Tomas Gui­ espectivo no podrá llenarse este objeto, mié n tras los Gobiernos do, que, con igual carácter, fueron enviados á este especial ob­ ue la componen no se presten á delegar por su parte aquel en- jeto, ñ nombre lá'República Arjcntina, los cuales han sido fir­ "rao. ni tanjpoco podrá concillarse la breve expedición, einóhai mados á 27 diasdel mes de Agosto del presente año. aifonnidad en lu delegación misma: por esto es que, cuando el De orden de la misma Representación, se comunica á V. E. (rustriólo se preparaba á dirijirsó a los referidos Gobiernos, á los efectos consiguientes. —Firmado—Pícente A. Echevenia. .'oponiéndoles la delegación indicada, en favor del de Buenos' Presidente —José Francisco Benifez, Secretario. — Exmo., Sr. vres, ha sabido con singular satisfacción que le está conferida Gobernador y Capitán Jeneral de la Provincia de Buenos Aires, 01 el áv {sanw'iré la fcotóW de representar á la República Encargado de los negocios generales. rjentina para conducir sus relaciones estericres : prevtni- "s felizmente, de este modo los anhelos del Gobierno del in- ™srripir>, iio l(i queda al A jente otro deber que llenar respecto (t) Esto muestra que, aun ruando el Gobernador de Bueno» Aire* es» n| Sr- Gobernador á quien so dirije, que el de manifestar á nom cargado de las Relaciones Exteriores, no por eso reviste la facultad de ratipe» ü -fot tratados, sino que necesita especial autorización. de su Gobierno la espreston de la mas profunda gratitud. DOCUM UNTOS. xxxw

Pero aun le resta al infrascripto otra ocasión de ejercitar lab*, «ibilizar estos sentimientos, encargándole la dirección de los nevolencia del Sr. Gobernador de ^ ^ ob* interponiendo pliegos adjuntos para los Gobiernos de las Provincias Interiores, a é H poderosa influencia para con lo' Gobiernos de Cntnmarca, v la recomendación para que se autorize al Gobierno de Buenos Arres, en el nombramiento de la comisión que ha de revisir la Rioja, San Luis , Entre Rios y Corrientes, Santiago, T«. Constitución política de aquel Estado, según el artículo 7. ° de cumun y Salta, á efecto, de que se presten, desde luego á hace: ¡a Convención Preliminar, celebrada con el Emperador del Bra­ al de Buenos Ayres la delegación necesaria, al efecto indicado, sil. El Gobierno de Córdoba, al llenar este encargo, con los y al cual se refierejn las notas que se anima á acompañar á e!t¡, otros Gobiernos, por el mismo correo, emplea todo el influjo de esperando que S. E. quiera hacerles dar segura dirección. \ A las relaciones establecidas con ellos, á fin de que este negocio, parte que la República Arjentina ha tomado en el nuevo ser po sen despachado, según los deseos del Sr. Enviado. Asi por Utico de la Orienta! de Uruguay, la simpatía que existe cntit ;: solo ha Constitución de una República, sino también el crédito bierno de| g^°bF¿ son para el infrascripto un garante segó- ile la Nac ión, crée el Gobierno de Córdoba que el Sr. Enviado ro del interés recíproco, por. la prosperidad de. uno y otra puede contar ya con el allanamiento de dichos Gobiernos, no territorio, y del que el Sr. Gobernador, querrá manifestar en eiu menos que con las mejores disposiciones del de Córdoba, a favor ocusiun señalada, que va.á tener una influencia precisa en la per del suyo, y del Sr. Enviado, a quien saluda, con la mas distin­ feccinñ de la ecsislencia constitucional de la República Oriental guida consideración. del Uruguay. (Firmado) JOSé MAMA PAZ—Dr. Juan Antonio Sarruchaga- a El infrascripto tiene el honor de ofrecer al Sr- Goberna­ dor á quien se dilije las seguridades de su alta estimación y du- Sr. Enviado del Estado Oriental del Uruguay. tinguido aprecio. . , . Firmado: SANTIAGO VASQUEZ.

Exmo. Sr. Gobernador de la Provincia de J s 0 R D ^J A N T A Num. 21.

ESTADO DE SANTA-FE.

Kl Gobernador provisorio de la Provincia. Núm.—20. Santa-Fc, Octubre 27 de 1840. CONTESTACION DEL GOBERNADOR DE CORDOBA. La provincia de Santa-Fé, tnnto tiempo sometida á los cnpri-r ohos del déspota ambicioso que á fuerza de terror había conseguido Córdoba 8 d» Diciembre de 1820. revestirse del poder absoluto en la líepúbliea Argentina, es ya li­ El Gobernador de la Provincia de Córdoba ha recibid» bre, y se baila libada por vínculos indisolubles á la mayoría de los con sumo aprecio el mensaje del Exmo. Gobierno de la Repo- pueblos que, unidos á la Francia, combaten contra el poder vaci­ bjica Oriental del Uruguay, transmitido por su enviado cerca de lante del tirano, que no solo ha perseguido de muerte á sus mismos Buenos Ayres, en su carta de cinco de Noviembre último.'El ciudadanos, sino también ha levantado cadalsos para los hijos de la que subscribe al aceptar las protestas y seguridades de intim» P rancia. Por este acontecimiento el que suscribe ha sido llamado á ocu­ amistad del Exmo. Gobierno del Estado Oriental del Urugunj. par la primera magistratura de la provincia, por el voto libre de se complace en tener esta ocasión de manifestar al Sr* Enviado *iis compatriotas, y está igualmente encargado por ellos para se­ de dicho Gobierno el ardiente deseo, que tiempo ha, animaba al cundar la marcha del Ejército Libertador que manda ti Sr. Geno dé Córdoba, de cstender sus amigables relaciones al Exmo, G° ril D. Juan Lavalle, basta dar en tierra con el tirano de la Repú­ btérno y á la benemérita República Oriental. blica. Al recibirse de este delicado encargo, uno de sus primeros El Sr. Enviado le ha proporcionado esta ocasión de sen- DOCUMENTOS. DOCUMENTOS. xxxvn

deberes do qtie s5 ha penetrado el gobierno de Santu-Fé, ha sido «esperón*" posición, le es imposible resistir por mucho tiempo al va­ el de manifestar los votos del pueblo que preside á todos los gobisr- lor y decisión del pueblo correntino, cuando, por otra i arte, rl nos comprometidos en la causa de la libertad, y á los representan­ ejército libertador en una carrera no interrumpida de triunfos, se halla hoy en un grado de res ctabilidad y de poder que llena de. tes de la Francia, el espontaneo empeño que el pueblo y gobierno ; •Hiintafecino ha Contraída para llevar al cabo la regeneración política espanto y de susto al tirano. de la República Argentina, en la que tendrá una parte importante Para el conseguimiento de tan importantes ventajas, es in­ y gloriosa la cooperación del grande y poderoso pueblo francés. cuestionable que han influido eficazmente la cooperación y auxilios Rosas, Exnio. Sr., es el tirano, que, aventajando en la carrera de la Francia, y el interés y empeño que los encargados del Go- del crimen á los terroristas que inundaron en sangre á la Francia, i ierno de S, M. han tomado en la prosperidad del Ejército Liber­ lia cubierto de luto á toda la República Argentina. Rosas es también tador, han servido de móvil poderoso para que los arjeutinos, can- Exmo. Sr., quien haciendo quimerices todas las garantías sociales, >ados de las crueldades del tirano, viniesen presurosos á buscar el todas las leyes, c inútiles todos los poderes que los pueblos civiltza- apoyo de las armas francesas, y enrolarse en las filas de los defen­ dos han creado para su equilibrio y conservación, ha desafiado el sores de la Libertad. En esta seguridad reposan hoy todos lo» poder del pueblo francés, sacrifiando sus hijos, y haciendo verter pueblos y todos los Gobiernos, que, segundando el éco del Gobier­ inhumanamente su sangre: Contra ese tirano se han dirijido las no francés, se han puesto en campaña contra el tirano de Buenos justas reclam¡icio:>es y quejas del gobierno de V. E., y contra ese Avres : contra esc tirano ejemplar, que pretende atraer sobre su coloso do maldad se han dirijido también los esfuerzos decididos de pais el encono y desprecio de la Europa. Jos pueblos de la República Argentina. Los Comisionados del ¡r> En este estado, los pueblos que han abrazado los empeños del bierno de S. M. el Rey de los Franceses que han precedido á V. E. Gobierno de V. E., créen imposible ningún jénero de avenimiento en (H cuestión con el tirano, están intimamente persuadidos de esta con el tirano, desde que este no tiene ya ningún carácter represen­ verdad, y ellos, asi como todos los sub litos franceses residentes en tativo de la nación. Cualquiera transacinn con él sería insubsis­ la República, han recogido el doloroso convencimiento de c|ue la te­ tente, no solo por ser contraída con un hombre qué curece de po- nacidad y caprichoso carácter del tirano de Buenos-Aires, han sido 'eres públicos, sino también por que desapareciendo su autoridad exclusivamente la causa de las diferencias actuales, y el irremoville por la voluntad de los pueblos, deben considerarse nulas y de nin— obstáculo para un avenimiento sincero y durable. ¡rtin valor todas las estipulaciones, y empeños que á ra nombre se Estas razones han sido precisamente, Exmo Sr., lasque decidie­ contraigan. Por lo demás, una transacion con Rosas no contri­ ron al gobierno de S. M. á pre-tursu protección y auxilio al i jér- buiría á otra cosa que á hacer mas duraderas las desgracias y los cito Libertador que manda el Sr. General D. Juan Lavalle, y ellas desastres «pie afiijen á la República Arjentina, y en In que es:án han sido también las que han decidido á la mayoría de los pueblos envueltos hijos de la Francia; cuando por otra parte los pueblos y á segundar la política de los predecesores de V. E. No ha habid», los gobiernos arjentinos, penetrados, como están, de tan sérios es verdad, tratado alguno ni convenio escrito á este respecto, pero compromisos, no ménos que de la ilegalidad del gobierno del tirano los hechos son, Exmo. Sr., empeños demasiado serios y obligato­ Rosas, se hallan en actitud y con el derecho de protestar contra rios. La República Argentina se halla toda commovida y pronun­ cualquier avenimiento ó transacion. ciada contra el enemigo de la Francia : ocho provincias aliadas a Un esfuerzo por parte de V. E. basta solo para la conclusión la causa de la libertad, oponen su poder irresistible contra los de­ Wfl tan grande obra, y para que el Ejército Libertador, demasiado sesperados esfuerzos del tirano : un respetable ejército creado poi terrible para el tirano, ponga á los arjentinos en el goce de sus el patriotismo Riojano, In disuelto completamente las bandas de derechos, y atestigüe al Universo de que el pueblo (ranees fué envilecidos forzados, que Rosas había mandado para sofocar el siempre protector y nmigo de la libertad Americana, pronunciamiento Je los pueblos del Norte : otro ejército no ménos El que subscribe ni dirijirse á V. E. para asegurarle de la fra­ numeroso, creado y equipado por los pueblos de Tucuman, Cuta- ternidad de sus sentimientos, y los del pueblo que preside hácia el marca, Salta y Jujuy, ha penetrado y marcha victorioso por la provin­ gobierno de S. ¡VI. el Rey de los franceses, reposa ec que el Exmo. cia de Córdoba, arrojando con denuedo y en unión con sus decidi­ Almirante los acogerá con benevolencia, y continuará prestan­ dos habitantes al Vándalo que la oprimía. El ejército de la provin­ do 4 los pueblos arjentinos su cooperación á fin de restablecer en cia de Con ¿entes, al mando del General l> José María Paz, marcb* i Kepublica el imperio de las leyes y la apetecida armonía con la de victoria en victoria, haciendo inútiles los esfuerzos de Echague. 'rancia. para conservar la influencia funesta de Rosas eii esta parte de V A este fin, el infrascripto espera que V. E. contando con la república, y privado, como está, de los auxilios de este, en su d«- rowncia de Santa Fé, coino un pueblo amigo y que combate por XXXVIU DOCUMENTOS. «iOCUMENTua. JIXXIX una misma causa, tendrá la dignación de dar sus órdenes partí qu q.jirido tan justamente, y que es, sin disputo, el sentimiento du e Jos efectos del bloqueo se suspendan en lo relativo á la libre nave- iodos '"s buenos argentinos, respecto de ellos. pación, y comercio de sus puertos. La Comisión tiene el honor de renovar á V. E.', &c. A.c. El infrascripto aprovecha esta feliz oportunidad para ofrece; (Siguen las firmas.) al Exmo. Sr. Almirante su respecto y consideración distinguida.

(Firmado): PEDRO RODRíGUEZ DEL FRESNO.

A S. E. el Sr. Vice Almirante Mackau, Jefe de las fuerzni' Núm.—23. francesas en el Rio de la Plata. El Jeneral D. Juan iMtalle, Gobernador y Capitán Jene­ ral provisorio de la Provincia de Buenos Aires, y el Co- mandante Jeneral de Campaña /). Juan Manuel .dc Ilusas, á efecto de poner término á los disturbios que Núm.—22. han ntlijido á la Provincia, y restablecer en ella el orden y la- tranquilidad, desgraciadamente perturbadas, han (*) Montevideo, Julio 5 de 1840. convenido en los artículos siguientes: —

Sr. Almirante : — Por la llegada de la ' Bordelcsa, ' la Co- 1.° Cesarán las hostilidades, y quedarán restablecida*, des­ misión Arjgnlina lia recibido noticias del Ejército Libertador, líe la lecha de la presente Convención, todas las relaciones entre la que, fin anunciar todavia nada decisivo sobre las operaciones rmdad y campaña. militares, son, sin embargo, de tal naturaleza, que tranquilizan, i. Se procederá, á la mayor brevedad posible, á la elección y satisfacen á los amigos de la causa de la libertad y de la civi­ I" iejiresentantes de la Pmuncia. con arreglo á las leyes. lización. 3. Quedando, como queda, el Comandante Jeneral D. Juan Pero nada ha sido mas satisfactorio para la Comisión, que Manuel Rosas, especialmente encargado de mantener, y conser- ^ar, la tranquilidad, y segundad de la campanil, tomará todas las los informes que ha recibido de los importantísimos servicios que medidas que juzgue convenientes, y proveerá CON noticia del Go­ ••I Rjército Libertador recibe de la actividad y del zelo de la di­ bierno, lo» empleos establecidos por las leyes y formas, que, aten­ visión naval francesa, que, por orden de V, E., ocupa el Paran i ed i» las circunstancias extraordinarias, en v.-re uecesarios, para V. E- debe saber minuciosamente FUS pormenores, y la Co­ si redimen, y policía de ella, hasta la instalación del Gobierno misión lien J, con vivo placer, el deber de manifestar á V. E.,y a permanente, debiendo ser auxiliado por el Gobierno provisorio, esos oficiales y marinos, su mas sincero reconocimiento por l"« eoa los recursos, de todo género, ••OOMrios paru este servicio. servicios que la Causa Argentina debe hoy, en las aguas del Pa­ •1. Verificada que sea la elección de! gobierno permanente, raná, á su valor y sus simpatias. soaernador provisorio D. Juan Lavalle., y . I comandante general Al cumplir con este deber, la Comisión tiene el honor de I). Juan Manuel llosas, le someterán las tuerzas de su mondo. suplicar á V. E. que acepte, por su parte, la expresión de estos 5- . El Gobierno du la Provincia reconocerá, y pagará, las sentimientos, y que los transmita si Sr. Comandante, oficiales J obligaciones otorgadas por el enmendante General Rosas, para el marinos de la División del Paraná, como un testimonio, débil losten délas fuerzas de su inundo. pero muy sincero, de la estimación que su conducta les ha ad- 6. Lo, i efes y oficiales de línea, y milicias, que han estado á 1 is 'irdenes'Jel comandanta ffaaera D. Juan Manatí Rosas, tienen ni>eion á los goces (pie l«s correspondan en sus re-peciivns clases. Ningiiu individuo de cualquiera elaM y condición que (*) Esta nota fué pasada en francés .- la que aquí publicamos es su traduf ••a, icra perseguido ni molestad i por su conducta ú opiniones po­ cion. El Sr. Dupotet no ha tenido la civilidad de acusar recibo de ella.. «" u* líticas, interiora* i tata Convención : las autoridades serán inezora- ninguna de lasque la Comisión le dirijió. DOCUMENTOS. XLI bles, con ti que. de palabra, ó por escrito, contravenga á lo estipulm,- APENDICE m este artículo. En fe de lo cunl, y para hacer constar nuestro acuerdo, hrm¡,. «OBRE VARAIVGOT. mos y ratificamos, la "presente Convención, que consta de siete artículos, en ríos ejemplares de un tenor, en las Cañuelas, estañen de Miller, á 24 del mes de Junio del año del Señor de mil ocho- cientos veinte y nueve. Jl'AN I .AV ALLE, Cuando escribí las páginas que acaban de leerse no JUAN MANUEL ROSAS. habían llegado á mis manos los documentos que prue­ ban la nacionalidad de Varangot, asesinado por Rcsas. Loa lio obtenido después, y su tenor es decisivo en la materia. Los inserto ú continuación, respondiendo de su autenticidad, pues son copiados por mí mismo de los originales que me facilitó de Varangot, y qué existen boi depositados en la Cancilleria del Consulado trances en Montevideo. Constante también que todo lo que han opuesto Ins ueaÍBÓfl contra esos documentos es la ¡ art'dade Matrimo­ nio de Varangot, en que se dice que era natural de San Sebastian. Estas palabras solo significan que era nacido en aqnel'a ciudad, pero no ciudadano español. Natu­ rales de Montevideo son todos loa hijos de franceses aquí nacidos; y sin embargo, son ciudadanos de la Francia.(*) El »Sr. Mackau no habla el castellano : pero lo ba­ litan bien el Sr. Lefebvre, secretario de la Legación, y el 8r. Paire, edecán del Almirante. Ambos han debido decirle lo quñ significaban las palabras ^natural de S. Sebastian". Sobre todo, sería la mas amarga de las irri • sionesquese hubiera tolerado la degollación de un Fran­ cés, y se hubiese transijido con su asesino, por no saber, 1 condecorado negociador el idioma en que lo enga­ ñaban !! Ahí están los documentos: ¡que la indignación de la rancia caiga sobre quien cerró los ojos para no verlos!

(*) Tout nnfant né d'un Franjáis en pays íttanger est Franrais. (Jttt. W <-¡>dt eieil.) •ludo liij nacido de un Francés en puis etUrangoro es Frailee*. U APENDICE. iíúí XLII APENDICE.

EXCMO. SEííOR:— ¿Jn Cornibion creada parn entender en la ejecución y efecto dol a^Jd.

Buenos A ires, 18 ác Enero de 1815. Como lo pide. Buenos Aires, Octubre 6 de 181.1. HUí una rúbrica. (Firmada) LAUREA. " Respecto á que por las mismas razones que representa en Mti IMtancia, fué exonerado por el gobierno anteriormente, aegun ' """ta del documento adjunto, téngasele igualmente en el presente Exr.uo. SEKOR DIRECTOR. can.. „

Ilai una rúbrica. D. Juan Pedro Varangot, de esta vecindad, ante V. E. ta el modo y forma que debo, digo: que por el escrito y providencia (Firmado.) OBLIGADO. quo respetuosamente acompaño fui eu Enero último exento d«l rescate de esclavos propios de los españoles europeos que decreto el gobierno y se biso publicar por bando. Esta excepción IM»J por fundamento lo 1. ° el no ser /o comprendido en el decreto .< V. E. contraído solamente á europeos españoles, entre quien - concepto equivocado inrentuba confundirme, siendo corno oríjen y de nacimiento francés. A V. E. lo espuse entonce»: 1 la notoriedad al auxilio de mi esposicion dietnron escepcion, clararon mi nacimiento arrancando de V, K. una prnviderici i.' ino lo pedía, en 18 de Euero citado. Con esta providencia ocur> APBKDICE.

Consulat Générul de Frunce €s?rlificado

A El'íKOS-AIRES. DE EMPADKONAMIENTO. EXPL0JUCI0N FILIACION. El Cónsul General do Frr.ncia mfr» cripl", cer'i.íca que el ¡Señor Varando! (Jm, Edad—57 años. Pedro), profesión de negociante, hijo dep^S Entallo—Casado. dre y madre franceses, esta inscripto tajo 4 Estatura—1 métro 50 centímetros. n - 50ÍÍ, en el Rejistro abierto cu nitissj Pelo—Nei$ro. sulaK1. AÍAMoRá, POR L06 JNJBNIKRj& Firma de! portador . Firmado . BRASILSSR08

JCAM PBUKU VARANOOT. \\ DE MENDEVILLE. Soif j Francisco K«ÍUr. <$i N. ° 994 Solvit—4. ti [ Ilai un Sello I

w4¡8«SBsS£?i'*^ i LA rÁZ: prent» de I* Uaioa Americana—POR C»WR Savun. 1870. i*