La Presencia Del Acocil Australiano Cherax Quadricarinatus (Von Martens, 1868) En México
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La presencia del acocil australiano Cherax quadricarinatus (von Martens, 1868) en México The presence of the Australian crayfishCherax quadricarinatus (von Martens, 1868) in Mexico Fernando Álvarez, José Luis Bortolini, José Luis Villalobos y Leonardo García Resumen El acocil australiano Cherax quadricarinatus (von Martens, 1868) fue intro- ducido a México con fines de cultivo durante la década de 1990. A partir de su cultivo en diferentes partes de México se dieron escapes que produjeron poblaciones silvestres que se han establecido exitosamente. El acocil austra- liano de quelas rojas fue capturado en el medio silvestre en los estados de Tamaulipas y Morelos a partir de 2004 y 2005, respectivamente. En este estu- dio se presenta el primer informe sobre la presencia C. quadricarinatus en San Luis Potosí. A principios de 2012 ha sido capturado en los canales exteriores de la laguna de la Media Luna, en Río Verde. En las tres regiones C. quadricari- natus se encuentra en las cabeceras de ríos tan importantes como el Balsas, Tampaón y Támesi, contando con el potencial de incrementar su distribución a lo largo de esas cuencas. Así mismo, en las tres cuencas se distribuyen especies de crustáceos nativas que pueden ser desplazadas por esta especie invasora aunque hasta ahora no existe evidencia que indique que eso está ocurriendo. Cherax quadricarinatus debe ser tratada como una especie con alto potencial invasor y se espera que se registren más poblaciones silvestres en diferentes puntos del país. 603 Palabras clave: Cherax quadricarinatus, especie exótica, nuevo registro, México. Abstract The Australian crayfish Cherax quadricarinatus ���������������������������(von Martens, 1868) �������was in- troduced to Mexico during the 1990’s for aquaculture purposes. Escapes oc- curred from different places where it was cultured originating wild populations that have now become successfully established. The Australian redclaw cray- fish has been captured in the wild in the states of Tamaulipas and Morelos since 2004 and 2005, respectively. In this study we present the first record of C. quadricarinatus in San Luis Potosí. The species was captured in early 2012 in the outer ditches of the Media Luna Lagoon in Río Verde. In the three re- gions, C. quadricarinatus occurs in the upper reaches of very important rivers such as the Balsas, Tampaón and Támesi, having the potential to increase its distribution throughout these basins. A number of native endemic crustacean species are distributed in the three basins and could be displaced by this inva- sive species, although so far there is no evidence that this is occurring. Cherax quadricarinatus should be treated as a species with a high invasive potential and more wild populations of this species should be expected to be found in different places within Mexico. Keywords: Cherax quadricarinatus, exotic species, new record, México. , , INTRODUCCIÓN El acocil Cherax quadricarinatus (von Martens, 1868) es un crustáceo de- cápodo perteneciente a la familia Parastacidae, originario de los sistemas ribereños del Golfo de Carpentaria al norte de Australia y sur de la Isla de Papua, Nueva Guinea (Holthuis 1986, Jones 1995, Sagi et al. 1997, Edgerton y Owens 1997). A principios de la década de 1990, se consideró que esta especie tenía un alto potencial de cultivo, debido a su rápido crecimiento, a la talla considerable que alcanza y a su alta tasa de sobrevivencia (Jones 604 Impacto y manejo de especies invasoras: casos de estudio 1990). Desde entonces se han realizado decenas de estudios sobre su biolo- gía, concentrándose en su alimentación y crecimiento con fines de acuacultu- ra (Masser y Rouse 1997). En forma simultánea al avance del conocimiento sobre la especie, ésta fue introducida en un número importante de países como un organismo de fácil cultivo que podría ser una fuente alternativa de alimento. A pesar de que se trata de una especie exótica en México, se han desa- rrollado una serie de estudios que muestran sus posibilidades de cultivo (Rodríguez-Canto et al. 2002, Naranjo-Páramo et al. 2004) y sobre el efecto de diferentes dietas en su crecimiento y sobrevivencia (v.g., Cortés et al. 2003, Hernández-Vergara 2003). El acocil australiano ha servido también como or- ganismo modelo para estudios sobre los mecanismos moleculares que rigen el ritmo circadiano (Martínez-Pérez et al. 2005, Rodríguez et al. 2006, Rodríguez et al. 2007, Rodríguez et al. 2011). Como en muchos otros casos en que especies acuáticas han sido llevadas a regiones geográficas diferentes de su intervalo natural de distribución para incrementar la producción de alimentos, ya sea a través de accidentes o libera- ciones intencionales, éstas han terminado por establecerse como poblaciones silvestres reproductivas. Debido a que las especies que se cultivan son justa- mente aquellas que se adaptan rápidamente a nuevos ambientes, tienen un alto potencial invasor. Así, C. quadricarinatus fue llevada a un gran número de paí- ses en los que se ha convertido en una especie invasora: México (Bortolini et al. 2007), Singapur, Sudáfrica, Italia, Jamaica y Puerto Rico (Ahyong y Yeo 2007), Indonesia, Tailandia, Taiwán, Malasia, China, Israel, Zimbawe, España, Estados Unidos, Cuba, Belice, Guatemala, Costa Rica Ecuador, Paraguay, Uruguay, Chile y Argentina (García et al. 2003, Ahyong y Yeo 2007, Anónimo 2009). EColoGÍA En tiempos recientes, el hombre ha sido el agente de extinción más efectivo en muchas regiones. Numerosas especies introducidas por el hombre han logrado expandir su distribución a expensas de las especies nativas, particularmente en regiones continentales. Un ejemplo es la introducción de acociles americanos en Europa (Ricklefs, 2005). En México, Procambarus (Scapulicambarus) clarkii (Girard 1852) acocil originario de la región centro-sur de Estados Unidos y noreste de México, ha sido propagado por acción del hombre y ya se tiene La presencia del acocil australiano 605 registro de este organismo en Baja California, Baja California Sur, Durango, Sinaloa y Chiapas (Hernández et al. 2008, Torres y Alvarez 2011). En Europa y América del Norte los acociles exóticos han eliminado especies nativas que se encontraban en lagos y ríos, eliminando vegetación acuática que es impor- tante como zonas de refugio y crianza para peces y macroinvertebrados, redu- ciendo la abundancia de larvas de insectos así como la abundancia de anfibios. En Europa, los acociles exóticos han causado un impacto devastador en las especies nativas; de hecho, en la actualidad el consumo de especies de acoci- les nativos europeos es de sólo el 5% de lo que históricamente se consumía. En México, muchas especies tienen intervalos de distribución muy pequeños, siendo altamente vulnerables a la competencia con especies exóticas. Para proteger a las especies nativas del impacto de especies exóticas hay que con- siderar: a) la elaboración de un listado de especies que se encuentren en mo- vimiento entre granjas, regiones y continentes para saber de manera precisa quién y cómo se mueve y b) establecer programas de erradicación y minimizar el impacto sobre especies nativas (Lodge et al. 2000). ACUACUltURA El éxito dentro de la industria acuícola en el uso y cultivo de una nueva especie, está basado en la selección de organismos que presenten características espe- ciales durante su producción y comercialización. Aspectos que se consideran de manera general incluyen una tasa de crecimiento alta, resistencia al manejo durante el proceso y a las enfermedades que la pueden atacar, adecuada con- versión alimenticia, fácil reproducción y requerimientos nutricionales lo menos complicados posibles (García y Pinzón 2012). Existen más de 100 especies de acociles australianos pero sólo tres de ellos son importantes desde el punto de vista de la acuacultura: Cherax tenuimanus o langostino café, C. albidus-destructor o yabbie y C. quadricarinatus o langosta de quelas rojas (Mendoza-Alfaro et al. 2011). Esta última especie tiene características similares a los langostinos de América en su anatomía, reproducción y hábitos ali- menticios. Sin embargo, existen diferencias como el tamaño que pueden alcanzar: los parastácidos de Australia crecen mucho más que sus parientes americanos, tie- nen múltiples desoves durante el año, alta fecundidad y desarrollo óptimo entre los 21 °C y 32 °C (Masser y Rouse 1997), aunque soportan temperaturas bajas de entre 4 y 5° C (Karplus et al. 1998). La langosta de quelas rojas tiene un desarrollo 606 Impacto y manejo de especies invasoras: casos de estudio tal que alcanza de 50 a más de 100 gr en sólo siete meses, comparado con otros acociles que tienen un desarrollo de entre 20 y 35 gr en el mismo periodo. En cuanto a la parte comestible del cuerpo, C. quadricarinatus tiene una proporción del abdomen del 30% con relación al cuerpo en comparación con los cambáridos americanos que tienen un 15-20%. En cuanto a su fisiología, un adulto puede tole- rar concentraciones de oxígeno disuelto de menos de 1 ppm, aunque los individuos jóvenes tienen una sensibilidad más alta; se pueden desarrollar en un pH de entre 6.5 y 9, soportan en periodos cortos y sin efectos aparentes concentraciones de amonio ionizado por arriba de 1.0 ppm, nitritos superiores a 0.5 ppm, y soportan una dureza del agua y alcalinidad de entre 20 y 300 ppm (Masser y Rouse 1997, García et al. 2003). Con relación a la reproducción, las hembras pueden ovoposi- tar de 100 a 1,000 huevecillos por puesta (García y Pinzón 2012). Cherax quadricarinatus se introdujo en Ecuador en 1993 y 1994, cuando se iniciaron las primeras experiencias sobre su cultivo. En México, la primera ini- ciativa de introducir esta especie para cultivo comercial ocurrió en 1986, cuan- do una empresa ubicada en el estado de Querétaro intentó cultivar la especie con pobres resultados. Una segunda etapa de introducción inició a partir de 1995 con organismos que se trajeron a la Planta Experimental de Producción Acuícola de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, en la Ciudad de México y al Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, Unidad Mérida en Yucatán.