I? POR LOS CINE - Escriben: JJENTRO del documental, pe-cámara que expresan más la CRITICA * ★ NOTICIAS HUGO R. ALFARO y ro en una forma fronteriza agitación que la inquietud. Pe- Los Films JORGE A. ARTEAGA ya con e l film de intriga, se ro todo lo que se salva de este sitúa la figura de Dimilri Kir­ film de 1924 es demasiado im» sanov. el realizador de ME- portante para que sea contem­ NILMONTANT (CINE CLUB, plado con indiferencia, para martes 7). En esta película, que su lección no sea escu­ PROXIMOS ESTRENOS que muchos consideran su chada con entusiasmo. obra maestra, el -pretexto ar- “ LA ANTESALA DEL INFIERNO” «DETECTIVE STORY). Producción gu me ni al (la historia de una Paramount, 1951. Productor y direc­ seducción de dos hermanas tor. . Productores asociados, Robert Wyler-Lesier Koenig. Libro "EL HOMBRE MOSCA" P°r un mismo individuo) no (SAFETY LAST, 1923), film cinematográfico, Philip Yordan y Robert Wyler basado en la pieza de Sidnev molesta demasiado a Kirsanov. Kingsley. Director de fotografía. Lee Garmes, A. S. C. Dirección artística, Hal de Harold Lloyd que el miér­ La usa para decir otra cosa: coles 15 presenta CINE UNI­ Pereira y Sari Hedrick. Montaje, Robert Swink, A. C. E. Supervisión de so­ para demostrar la maduración VERSITARIO, es uno de los nido, Leen Becker. Decorados, Emile Kuri. Elenco, Kirk Douglas, Eleanor de una muchacha (la hermana • Parker, William Bendix, Cathy OTDonnell, Bert Freed, Frank Fraylen, Wi­ que lo hicieron famoso, si no: menor) a través del melodra- EL que lo hizo famoso. Apa* lliam Phillips, Grandon Rhodes, Lee Gran!, Luis Van Rooten, Craig Hiil, Ho- ma, de la traición y del des- ¡ rece ya como el típico mucha* race McMahon, Warner Anderson, George MacReady, Joseph Wiseman. Cines engaño, pero también a través cho pueblerino decidido a con­ Elíseo y Trocadero, lunes 13. . del amor y de la breve felici­ quistar la gran ciudad y obli­ dad. Esios estados de alma, i STA no es * una obra fundamental, ni gado a salir de un lío para composición fotográfica. Por ello, y lenta­ esas sucesivas experiencias caer en oiro.. La comicidad de , pretende serlo, en la ya larga carrera mente, se va intensificando la tensión que que se acumulan y se expre­ E del realizador de Lo mejor de nuestra Harold Lloyd no abusaba de alcanzará su gradación máxima en los dis­ san en el rostro hermoso v lo payasesco: . se basaba en vida (The Best Years of Our Lives, 1946). Su tintos enlaces que contemplan los arranques sutil de Nadie Sibirskaia. es tema, por lo pronto, bósquejo dramático vul­ una versión ligeramente satí­ histéricos de Kirk Douglrs luego de -la reve- ¡ lo que importa. Y también el rica de la sociedad; en mos­ gar, carente de un severo estudio psicoló­ lacion del pasado de su esposa, el arresto coníra punto que se establece gico de sus personajes, con el barniz me­ runitario y discutido del joven ladrón, el trar el envés del sueño norte­ entre la emoción de la prota­ americano del éxito. Harold lodramático, efectista de sus situaciones prin­ dirtinto tratamiento de los dos “gangsters”' gonista y el mundo que la ro­ cipales. no permitía conseguía» el éxito por su ¿al­ — de ascendencia ita­ dea. Porque Kirsanov no ol­ ta de carácter y de personali­ naturalmente la con­ liana, claro—, y el vida nunca que proviene del t ó rm ación de una dad, por su ineficacia, por u continuo ir y venir documental y que los seres en bondad rayana en la estrpi-. Gbra maestra para e) de los otros persona- los que ahora concentra su cine. La pieza homó­ dez. El enfoque tenía gracia y nima de S i d n e > ™ ^ "5 ? rÍCS en I aiención viven inscriptos en Lloyd sabía explotarlo. Pero esos momentos— car­ determinados ambientes, circu- lo que ahora impresiona más Kingsley —de gran gando sus respectivos lan entre las calles estrechas éxito en Brosdway— en sus films es lo que tienen, problemag. y solitarias, de paredes enne­ de puramente cómico: las si» si bien es hábil, inteli­ Es notable también, grecidas por la indiferencia y gente en la distribu­ :uaciones disparatadas y felices . — y en esto Wyler la miseria o son -piezas de la Algo .de la inventiva satírica ción de sus múlti­ no hace más que máquina industrial que es la ples acciones, — con­ de Chaplin parece contagiarse' cumplir con viejas y gran ciudad moderna, apura­ en una escena como la de li­ trapuestas a la res­ festejadas prerroga­ dos y ajetreados, roídos po el petada unidad del lu­ quidación de saldos en la gran tivas—, el bien calcu­ tiempo. Los mejeres momentos tienda o la de la casera que ' gar y tiempo (aque­ lado papel de los diá­ de este film impar son los que llas se desarrolla r. viene a cebrar el alquiler y só-. logos que, pese a ser oponen la angustia o la felici­ lo encuentra los sobretodos col­ casi siempre en la or ­ fatalmente abundan­ dad de la muchacha a h . _n- la de una comisar: tes, no dejan por ello gados (con los invisibles in­ iura infinitamente matizada quilinos dentro). Pero lo que ■ po'icial neoyorkiv: de mantener una fir­ del París que la rodea. No hay ______eñ el correr de una más sorprendió cuando su es- me -y casi rítmica vi- visión turística ni divagaciones freno y lo que todavía cocser- agitada jornada;— , es g e n c i a dramática- del color local; hay una com­ palpable su debilidad Wyler, en la. aparien­ va eficacia y suspenso es lá . prensión entre lo que se '.ren­ famosa ascensión de Harold temática aun como cia, siempre respeta te y lo que se ve. exponente de sus variados conflictos, mane­ la constitución orgánica de la obra original, Lloyd por el frente de un edi- ■ jados sólo con un oficio extraordinario que sus escenas, la matemática ubicación y des­ No toda la película conser­ ficio de unos veinte pisos. Esa disimula su carencia de interés global en arrollo de la mayoría de sus situaciones, de va hoy su purez .. El tiempo larga escena, con la que cul­ la complejidad de los casos ofrecidos. sus diálogos. Pero también hace algo más en ha marcado algunos interiores mina la película, justificaría / De la elección de tal obra sólo puede in­ su beneficio, reclamando para sí adqui­ mal iluminados, ha condenado por sí sola la reposición. culparse al propio Wyler, productor además siciones de absoluta creación personal. El algunos gesi viejos, ha supe­ • * ¿de realizador; pero el hecho no puede sor­ rado rápidos movimientos de x -E. R* MI» ^ ejemplo típico, en este caso, es la escena ------!------— ¡a ' prender demasiado. Es casi segura su con­ en la que Kirk Douglas debe escuchar la con­ formidad, quizás hasta su entusiasmo al en­ fesión de su esposa respecto al amante que contrar una obra que le ofrece, bien servido, tuvo antes de casarse. Su raigambre, su des­ FUNCIONES ESPECÍALES •Sin rico material para explayar cómodamen­ arrollo y aun la estilizada caracterización de Viernes 10. — 19.15 y 22 hs. Ciclo La Vanguardia. MENTL- te su partieulrr estilo de narración cinema­ sus des personajes respondían, —a pesar de M O N T A N T .(1924). — Realización de Dim itri Kirsanov, - tográfica. Hasta hoy, y sin querer disimular­ considerarse el momento fundamental de la protagonizada por Nadia Sibirskaia. Función de Cine - lo mucho. Wyler ha trabajado elementos pieza—, al más cerrado melodrama. Wyler Club del Uruguay (Florida 1474). extraídos con preferencia de la literatura tea­ recreó esos pasajes, limando su falsedad ge­ Domingo, 12. — 9.45 hs. EL HOMBRE DE AR AN (Man of Aras. ¿-1 tral. Pero, por contraste, en su traslado a la neral no sólo por la situación misma extre- Inglaterra. 1932-34). Realización de Robert Flaherty. Fun-/ pantalla, y gracias a su valiosa capacidad mizada sino también por la floja pintura de ción del Grupo Cine Experimental (Cine Central). creadora, los ha transformado en definida caracteres del policía como personaje de po­ Lunes 13. — 20.50 hs. Función del Teatro del Pueblo. En 2da., sustncia cinematográfica en base a recursos ca consistencia humana y, por reflejo, ha­ Sección EL SADICO (Hets 1944) realizada por Alf Sjoe- legítimamente identificados a la hueva téc­ ciendo poco convincentes sus reacciones vio­ berg. Con Stig Jarrel, A lf Xjelling, Mai Zetterling. (Cine • nica. Lo prueban los mejores pasajes de films lentas. Acudió para ello al concurso pasivo Casa blanca). . • como Callejón sin salida (Dead End, 1937) de la cámara que, fija y en aparente des­ Martes 14. — 21 hs. Aspectos del Cine Francés: Louis Jou- /- sobre otra pieza de Kingsley. Jezabel la tem­ cuido, deja que Eleanor Parker llore y jus­ vet. LA KERMESSE HEROICA (La kermesse heroico .. • pestuosa ÍJezebei, 1933), La loba (The Liiíle tifique su conducta y que Kirk Douglas sólo .. 1936; de Jacques Feyder y UNA HISTORIA DE AMOH- Foxes. 1941), La heredera (. 1949). refleje su desesperación cerrando su puño (Une hisioire d'amour, 1950) de Guy Lefranc. Función ; Cada uno de ellos vislumbró una técnica ex­ nerviosamente. Pero cuando estallan los re­ de Cine Club del Uruguay. (Cine Apolo). presiva cada vez más firme, más personal proches del policía a su esposa la cámara em­ Miércoles 15. — 20.15 y 22 hs. EL HOMBRE MOSCA (Sa--~ que señalaba en detalles esenciales la visión pieza a cercarlos hasta casi ahogarlos en un fety Last, 1923). ProtagonistaiHarold Lloyd. Función de -. - profundamente cinematográfica de Wyler res­ primer placo contra la pared que refleja, Cine Universitario del Uruguay. (Cine Defensa). pecto a las obras que relabcraba. ahora sí convincentemente, el estado de opre­ Detective Slory resume, en cierto aspecto, sión anímica, asfixiante que los envuelve. L o (las adquisiciones más sobresalientes de este mismo sucede con una escena posterior, en v ive y enriqueciéndolo con<*.drán ser muy atendibles fren- .estilo con sus ventajas considerables, claro otro escenario secundario, cuando nuevamen­ unana personalidad que podrá te- al pobre material con el puestas al servicio de un tema menor te Kirk Douglas reprocha a su mujer ese manifestarse plenamente en que debió trabajar el realiza- ^que. salvo en un par de audacias en él plan- desgraciado desliz de soltera. Estas, como mu­ papeles de mayor responsabi­ dor, pero sabiendo que éste ya _ jíeamienío del problema central, no merecía chas otras, dan cuenta del estudiado y hábil lidad. Pero esa labor debe ser goza de libertad absoluta para. '«llamar la atención de nadie, y menos ssr encuadre en el que mucho tiene que ver el vista en el conjunto, guardan-¡ elegir sus propios argumento^ ;•} ¿pretexto para llevar a cabo una empresa y propio Wyler, aprovechando tradicionales re­ do sí una corrección que es la ! sería deseable en W yler tu h despliegue técnico infinitamente superio- cursos expresivos en todo su potencial dra­ norma general que observan cambio a favor de la buens: p'-es a