La Explotación De Los Recursos Hidráulicos En El Curso Medio Del Río Carrión En La Edad Media
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La explotación de los recursos hidráulicos en el curso medio del río Carrión en la Edad Media Julio A . Pérez Celada El río Carrión constituye la principal corriente de agua de la actual pro- vincia de Palencia, que recorre prácticamente en su totalidad de norte a sur. Situado en la vertiente septentrional de la cuenca del Duero, el Carrión vierte sus aguas en el río Pisuerga, tras nacer en la Cordillera Cantábrica, atravesar los páramos de raña palentinos —formados por derrubios de aquélla— y acce- der después al sector oriental del espacio de campiñas —ámbitos arcillosos miocénicos consecuencia de la erosión fluvial de los páramos calcáreos meri- dionales— que configuran la denominada tradicionalmente Tierra de Campos'. Sin entrar en la consideración de las virtualidades económicas de esta región natural, que hicieron de ella el principal "granero" cerealístico de la cuenca septentrional del Duero, queremos remitirnos a los caracteres que informan el valle del río Carrión y a las actividades productivas que se desarrollaron en el mismo a lo largo de la Edad Media y han perdurado en buena medida hasta nuestros días. Cabe referirse, en primer lugar, a la circunstancia de que el Carrión, como el Cea y el Pisuerga, ha excavado una cuenca que entraña la peculiari- dad de presentar una ribera oriental elevada sobre el curso del río mientras que la occidental se caracteriza por su planitud, circunstancia ésta que, unida al desnivel que salva el río desde su nacimiento, constituirá el fundamento mate- rial del temprano aprovechamiento económico de sus recursos hidráulicos mediante la derivación del mismo de cauces de agua artificiales . Así, desde ' Sobre las características históricas y geográficas de este espacio conviene consultar los traba- jos de VACA LORENZO, A ., "La estructura socioeconómica de la Tierra de Campos a mediados del siglo XIV", en Publicaciones de la Institución Tello Téllez de Meneses, 39 (1977), pp. 229- 398, y 42 (1979), pp. 203-387, y "La Tierra de Campos y sus bases ecológicas en el siglo XIV", en STVDIA HISTORICA . HISTORIA MEDIEVAL, vol. X (1992), pp. 149-185. P1TTM, 71, Palencia, 2000, pp . 113-134 . 114 JULIO A . PÉREZ CELADA que la documentación medieval comience a hacerse explícita hallaremos noti- cias relativas a explotaciones hortícolas, herrenes, plantaciones de lino, árbo- les propios de terrenos húmedos como sauces y frutales y, en fin, ingenios molineros2 . El terreno sobre el que estas realidades se asentarán será el lla- mado "de vega", configurado por arenas y materiales aluviales arrastrados por el río y adecuado, por ende, para su explotación agrícola intensiva. En estos términos, conviene aclarar que nuestro estudio se limita a las vegas de Saldaña y Carrión, situadas en el curso medio del río, quedando excluido, por su contextura histórica diferenciada, el tramo bajo del mismo, en el que se asienta la ciudad de Palencia, a muy pocos kilómetros de su afluen- cia al Pisuerga . Por lo demás, e insistiendo en lo dicho antes, podremos cons- tatar cómo el aprovechamiento hidráulico se realiza en la vega occidental, a excepción de los tramos correspondientes a Nogal de las Huertas y Población de Soto, y, más al sur, a Cestillos y Villanueva del Río. Por lo que se refiere a las determinaciones climáticas que han opera- do históricamente sobre el ámbito geográfico en que se enmarca el objeto de este estudio, debe señalarse que, además de las implicaciones de su continen- talidad -frecuentes heladas desde octubre-noviembre hasta abril-mayo, veranos calurosos- en el logro de los cultivos, el régimen de lluvias se caracteriza -a causa, en buena medida, del "efecto pantalla" ejercido por la Cordillera Cantá- brica- por su escasez . Las pocas precipitaciones, en efecto, tienen lugar espe- cialmente durante la primavera y el otoño, presentando una acusada irregular- dad y produciéndose con relativa frecuencia de forma torrencial . Estas cir- cunstancias nos ponen ante la realidad cotidiana que hubieron de afrontar los colectivos humanos que poblaron las vegas de Saldaña y Carrión ; una realidad consistente en prolongados e intensos estiajes y ocasionales inundaciones que, como veremos con más detenimiento, llevaron a aquéllos a extremar el control sobre los cursos artificiales de agua y a sufrir frecuentes enfrentamientos en su seno relacionados con el aprovechamiento de este bien escaso . En efecto, y principalmente cuando llegaba el verano, cualquier presa o boquera construi- da recientemente en el río Carrión o en cualquiera de los canales de él deri- vados, mermaba el caudal que los beneficiarios tradicionales del agua recibían 2 A título de ejemplo, citaremos un testimonio documental significativo en la zona : el rey Alfon- so VII reintegra en 1127 el monasterio de Nogal de las Huertas a la jurisdicción del de Sahagún y lo hace, entre otras cosas, "cum terris et uineis, pratis, pascuis, paludibus, areis, montibus, fontibus, molendinis, sesicis molendinorum, aquis aquarum, cum aqueductibus earum, arbori- bus fructuosas et infructuosis (FERNÁNDEZ FLÓREZ, J . A., Colección diplomática del monas- terio de Sahagún, IV (1110-1199), León, 1991, doc . n° 1230) . LA EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS HIDRÁULICOS EN EL CURSO MEDIO DEL Río .. 115 según un riguroso reparto de porciones aplicado al sistema de irrigación de las riberas desde su inicio en el término de Poza de la Vega hasta su conclusión en el de Villoldo 3 . Antes de pasar a otras consideraciones, conviene señalar que el nom- bre de Carrión aplicado al río proviene del de la villa homónima —hoy Carrión de los Condes—, circunstancia que se explica porque en ésta, que primero se llamó Santa María, existía un paso o carria que permitía salvar el escarpe exis- tente en la orilla oriental del río y cruzarlo 4 . Cuando los condes saldañeses decidan trasladar la capital de la circunscripción que gobiernan a Santa María a fines del siglo X y, media centuria después, se construya, por voluntad de uno de los últimos respresentantes del linaje condal, un puente sobre el río en dicho punto —que aprovecha, por lo demás, los restos del romano preexisten- te—, quedará consolidado el carácter de etapa significada de la villa en el Camino de Santiago, al que se sumará, en razón de la importancia de los recursos agrícolas en general de la zona en que se asienta, el de ser uno de los principales núcleos de población del ámbito delimitado por los ríos Cea y Pisuerga durante la Edad Media. Por otra parte, el establecimiento a partir de 1076 de monjes cluniacenses en el monasterio de San Zoilo, situado, con el río de por medio, frente a la villa de Carrión, convertirá a ésta en un centro de irradiación ideológico-religiosa . El riuulo tnaiore que mencionan las fuentes del siglo XI se irá identificando paulatinamente con el nombre de la villa situa- da a orillas de su curso central. En 1719 las Ordenanzas relativas al régimen de explotación del agua en la Ribera de San Zoles, que se basan en costumbres existentes cuando menos 500 años antes, señalan que "suele acae- cer los mas de los años traer poco agua el rio de esta villa y en razon de ello haber algunas diferencias en la toma del agua de el para dicha ribera de San Zoles y la de Nogal" (LALANDA CARROBLES, P., "Las vegas de Saldaña y Carrión, antecedentes históricos de sus regadíos", en PI7TM, 36 (1972), p . 193). Por lo que se refiere a las avenidas del río, ya en 1349 se hallan atestiguadas inundaciones en cl monasterio de San Zoilo de Carrión, situado en la ribera dere- cha del río : ": . .fluvius intrat septa prioratus, nisi remedium apponatur, ecclesia et claustrum minantur ruinam" (ROBERT, U., "État des monasteres espagnols de L'Ordre de Cluny aux Xllle.-Xve. siécles, d'apres les actes des Chapitres Généraux", Boletín de la Real Academia de la Historia, XX (1892), p . 398). 4 DÍEZ ASENSIO, J ., "Substrato prerromano en la toponimia palentina : Calahorra, Carrión, Sal- daña, Tamara", en Actas del II Congreso de Historia de Palencia, t . 1, Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua, Palencia, 1990, p . 738, y GONZÁLEZ, J ., "Cuestiones de repoblación en tie- rras palentinas", en Palencia en la Historia, Palencia, 1982, p . 56. 116 JULIO A. PÉREZ CELADA El aprovechamiento hidrológico en su perspectiva histórica En una sociedad como la feudal, en la que se encuadran los elementos humanos que ocupan las vegas objeto de nuestra consideración, la disponibili- dad del agua del río, de los terrenos que la misma riega y de los ingenios moli- neros que mueve, se halla sometida a determinaciones que se manifiestan en la capacidad diferenciada de las distintas clases sociales para poseer en pro- piedad y/o usufructuar dichos medios de producción . Sin ánimo de abordar la problemática del feudalismo ibérico -porque ello trasciende ahora nuestras pre- tensiones- estimamos imprescindible, en todo caso, referirnos someramente a esta cuestión en relación con el tema que tratamos. En primer lugar, cabe preguntarse sobre la instancia que tiene la capa- cidad de decisión sobre la atribución del aprovechamiento de los recursos hidráulicos . Si se parte de la consideración del agua como res cotnmunis, como "bien comunal"5, habrá que convenir, en principio, que son los organismos concejiles —y, en última instancia, los reyes— quienes se hallan facultados para regular, en tanto que representantes de los distintos núcleos de población, el uso del agua . Pero para fijar esta cuestión en los términos adecuados con- viene remontarse al proceso de "repoblación" de este territorio . Tras la desar- ticulación política y demográfica —que no supuso una radical despoblación— del mismo causada por la invasión musulmana, desde el siglo IX, y proceden- te de la comarca montañesa de la Liébana y su entorno, descenderá de modo continuado una corriente de repobladores a través, especialmente, de los pasos de Cervera de Pisuerga que se irán instalando en la zona bajo el régimen de presuras de tierra individualizadas o colectivas .