Amor romántico

Amor trágico

Mariposas en el estómago

Jesús Esteban Vargas Cordero Técnica: grafito, 2018. Ilustra el artículo El amor, procesos de crisis, rupturas de pareja y el desenamoramiento. Líneas de reflexión desde el enfoque social a partir de la música latinoamericana “plancha” REPERTORIO AMERICANO

Segunda nueva época N° 28, Enero-Diciembre, 2018 ISSN: 0252-8479 • Doi: 10.15359/ra.1-28.3

El amor, procesos de crisis, rupturas de pareja y el desenamoramiento. Líneas de reflexión desde el enfoque social a partir de la música latinoamericana “plancha” Love, crisis processes, couple breakups and dis-love. Lines of reflection from the social approach based on Latin American music "plancha"

Carlos Vargas Loáiciga Universidad Técnica Nacional, Costa Rica [email protected]

Resumen El amor romántico es uno de los procesos más interesantes y complejos, tanto social como individualmente. Definirlo de una sola forma, es aún más complejo. Sin embargo, todas las personas lo hemos experimentado de una u otra forma. Lo encontramos en todas esferas sociales y en todas las etapas de la vida, generando sensaciones que, posiblemente, sean únicas y particulares. Nadie sabe cómo ni en qué momento nos ha llegado el amor, pero lo vivimos, y acumulamos experiencias que nos han dado grandes satisfacciones. Pero, ¿cómo nos enamoramos? ¿Cómo aprendimos a diferenciar lo que era amor con respecto a cualquier otra sensación o emoción? Este artículo se basa en la premisa de que nadie nos ha enseñado a amar, y nuestros procesos sociales nos han permitido construir fantasías y mitos sobre el enamoramiento, los cuales nos marcan en cada una de las experiencias románticas de pareja, a tal nivel que, cuando se presentan dificultades durante la relación, no sabemos cómo resolverlas, pues pensamos que el amor eterno será perfecto. Ante ello, el objetivo de este artículo es dar continuidad a las reflexiones realizadas en el artículo “Amor, enamoramiento y el cuerpo” (2017), pero enfocando los procesos de crisis, rupturas y desenamoramiento que pasamos todas las personas, tomando como referencia la música “plancha” latinoamericana.

Palabras claves: amor, desenamoramiento, música latinoamericana, socialización.

Recibido: 12 de abril 2018 Aceptado: 16 de julio 2018 Licencia Creative Commons. Atribución-No-Comercial. Compartir Igual 4.0 Costa Rica 39 Carlos Vargas Loáiciga

Abstract Romantic love is one of the most interesting and complex processes, both socially and individually. Defining it in one way is even more complex. However, we have all experienced it in one way or another. We find it in all social spheres and in all stages of life, generating sensations that are possi- bly unique and particular. Nobody knows how or at what moment love has come to us, but we experience it, and we accumulate experiences that have given us great satisfactions. But how do we fall in love? How did we learn to differentiate what was love with respect to any other sensation or emotion? This article is based on the premise that nobody has taught us to love, and our social processes have allowed us to build fantasies and myths about falling in love, which mark us in each of the romantic experiences of a couple, at such a level that, When difficulties arise during the relationship, we do not know how to resolve them, because we think that eternal love will be perfect. In view of this, the objective of this article is to give continuity to the reflections made in the article "Love, falling in love and the body" (2017), but focusing on the processes of crisis, ruptures and dis-love that we all go through, taking reference the Latin American music “plancha”.

Keywords: love, disenchantment, Latin American music, socialization

Introducción diversas que calan dentro de la concepción del amar dentro de mi Yo, y es- l amor es parte vital de nuestras tas son sumamente dinámicas y constantes. vidas. Desde que tenemos cons- Pero, ¿cuáles son los factores que influyen Eciencia de que somos personas, dentro de las crisis y rupturas de pareja que reconocemos que el amor existe en diver- afectan la vivencia del enamoramiento?, sas formas: amor a nuestra familia, a obje- ¿cómo nos educan socialmente a conllevar tos materiales, a la pareja, a las mascotas, los procesos de crisis, rupturas y, finalmen- e incluso, a mí mismo, o sea mi Yo. Sin te, de desenamoramiento? Estas son las embargo, el amor romántico es una de las preguntas medulares que, en este escrito, acciones más gratas, complejas y difíciles buscan construir líneas de reflexión basadas que se puedan experimentar, ya que, al re- en el concepto del amor romántico. lacionarnos con otras personas, debemos lograr generar vínculos y comprensiones Ahora bien, el amor romántico posee carac- fuertes que permitan la experiencia sana y terísticas fundamentales dentro de la forma placentera de la vivencia del amor. de vivir, no solamente en pareja, pues desde las diversas etapas en la consolidación del El amor romántico, al ser un proceso social- amor romántico en pareja, suelen ocurrir si- mente construido, posee características e tuaciones que nos llevan a realizar acciones

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que han sido calificadas como crisis de pa- parejas, así como la vivencia de las prime- reja, y que, como consecuencias, producen ras etapas de la relación heterosexual. Por las rupturas y el sometimiento obligatorio lo cual, esta segunda parte, tal y como lo de desenamorarnos. En efecto, el ensayo indico anteriormente, se enfoca en las ex- pretende construir líneas de reflexión teóri- periencias del amor romántico, pero dentro cas para la comprensión de nuestros proce- de etapas más adelantadas de la pareja: las sos sociales y subjetivos de las etapas de la crisis y rupturas, así como los procesos de crisis, rupturas y desenamoramientos, des- desenamoramiento. Para ello, se tomarán, de la música romántica latinoamericana, como referentes, la música latinoamericana conocida como “música plancha”. denominada como “plancha”.

Deseo aclarar, tal y como lo hice en el en- La estructura del ensayo está organiza- sayo “El amor, enamoramiento y el cuer- da de la siguiente forma: repaso sobre el po” (2017), que este es un ensayo basado amor romántico y las fantasías; luego pa- en la posibilidad de reflexionar sobre la sará por la conceptualización de las crisis experiencia del amor romántico, desde mi en las parejas; como etapa siguiente, se experiencia como persona heterosexual. desarrollan premisas sobre las rupturas; No deseo discriminar a los demás tipos de los procesos de desenamoramiento sería la pareja, sino que, respeto en demasía las no- última referencia teórica; el ensayo cierra ciones que dentro de la diversidad se pue- con la música “plancha” latinoamericana, dan experimentar y vivir como personas donde se conceptualiza y se toman como sociales. Asimismo, sería muy pretencioso ejemplo algunas canciones que reflejan de mi parte generalizar las reflexiones acá sentimientos colectivos en estas etapas de escritas, por lo cual, deseo hacer explícito las relaciones. que mi idea principal de escribir sobre esta temática se basa en la reflexión personal, y I. El amor romántico: De la fantasía quedan líneas de discusión abiertas a más abstracta a las realidades en profundidad de lo que aquí puedo obtener. nuestros cuerpos

Por otra parte, deseo plantear este escrito “Nuestro amor es como el viento, no puedo como un segundo ensayo de las reflexiones verlo, pero sí sentirlo” que he ido construyendo sobre la temáti- A walk to remember - Un paseo para recor- ca del amor romántico. En ese primer en- dar (2002). sayo se trazaron líneas teóricas en las que se analizan, desde las realidades concretas El amor romántico es una de las inspira- reflejadas por medio de las fotografías en ciones más recurrentes dentro de la vida Facebook y de música salsa latinoamerica- cotidiana. Escuchamos discursos contan- na, en donde se evidencian los procesos e tes que nos hacen reflexionar si, como per- influencias sociales que tenemos todas las sonas, hemos tenido la experiencia más personas, para construir nuestros ideales hermosa y oportuna: encontrar a nuestra y formas de vivencias del amor romántico pareja ideal. Esa será nuestra razón de ser y en los procesos de selección y conquista de existir, al menos hasta que le conozcamos

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y, entonces, podremos cambiar la razón da románticamente: solo hay una forma de nuestro ser y existencia, para centrarla de ser pareja, una sola forma de entregar en nuestra pareja. Tal y como fue plantea- y recibir amor. Aunado a esto, no se pue- do en el primer ensayo, pasamos por un de negar que todas las personas deseamos proceso simbólico, en el que los hombres tener la maravillosa experiencia de amar, y las mujeres transitamos por diversos ri- de compartir nuestras vidas con la perso- tuales físicos y emocionales, en donde, re- na ideal y que, la soledad suena como el producimos normas únicas y válidas para castigo más indeseable. Así lo comprende amar y para ser pareja. En esta sección se Fromm (s. f.), quien indica: retomarán algunos de los puntos más im- portantes de esa primera reflexión. Todos están sedientos de amor, ven innumerables películas basadas en his- a. El amor como proceso educativo: torias de amor felices y desgraciadas, escuchan centeneras de canciones tri- Aprendo y enseño a amar esperan- viales que hablan del amor, y, sin em- do amor perfecto bargo, casi nadie piensa que hay algo que aprender acerca del amor. (p. 3) “Mira el día que/ de mí te enamores yo/ voy a ser feliz/ y con puro amor/ te prote- geré/ y será un honor / dedicarme a ti”. Fromm (s. f.) plantea una pasmosa re- flexión desde la cita anterior: ¿qué hemos Enamórate de mí, Daniela Romo (1986). aprendido del amor y cómo lo hemos he- cho para ponerlo en práctica? El tema acá Como personas socialmente construidas, es que, posiblemente, han sido pocas las hemos recibido un sinfín de códigos que personas, incluyéndome, que hemos re- conforman un mundo simbólico de quié- flexionado sobre el amor que nos han en- nes somos, es decir, mi identidad, mi Yo. señado en nuestra formación como seres Así pues, no solamente reconocemos las sociales. Como sentimiento, creemos que características físicas de otras personas, es totalmente puro, y que no necesitamos sino que, hay también códigos simbólicos que nos eduquen para saber cuándo nos que conforman los mundos simbólicos de hemos enamorado, es decir, solamente “se esas otras personas. Lo mismo sucede con tiene que sentir”. el amor. En efecto, nos hemos construido un concepto del amor sin cuestionarnos de Sin embargo, ese es justamente uno de dónde vino, ni cómo ha llegado a ser tan nuestros errores al experimentar el amor, importante en nuestras vidas. pues no estamos reconociendo que el amor es un proceso socioeducativo, y que, este es Sin saber cómo es o cómo lo aprendimos, base para poder experimentar el amor con todas las personas lo vemos necesario y es- otras parejas, ya que no solamente nos edu- tamos deseosas de experimentarlo. Pode- can para amar, sino que, todas las personas mos tener historias diversas, pensamientos somos activas educando a otras a amar. Así distintos y deseos diversos, y, a pesar de lo plantea Lagarde (2000), quien indica: todo eso, nos centralizamos en que exis- te una única forma de amar, y que esta se

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[Estamos] en un aprendizaje continuo, realice las mismas acciones en las mis- en permanentes cursos intensivos sobre mas intensidades que yo siento. Dicho de el amor. Nos educamos, nos re-educa- otra forma, la experiencia del amor es una mos, nos educan. Y también nosotras constante espera y evaluación de mi pareja educamos a otros y a otras … nos edu- para calificarla a partir de lo que considero camos y educamos en cuanto al senti- do trascendente y filosófico del amor. “es perfecto o soñado”. En cuanto a los deberes del amor, en cuanto a las prohibiciones amorosas y En efecto, básicamente hemos crecido con en cuanto a lo que está permito en el la idea de que el amor romántico se vive amor. (p.13) en una única forma, y que esta se cimienta en la estandarización del amor que perci- Esta es la premisa inicial a considerar: el bimos en todos nuestros medios de socia- amor es una acción que ha sido socialmen- lización: el cine, la música, las imágenes, te construida, en donde nos vemos siempre las lecturas, las narraciones de otras per- en pareja, amando románticamente, y que sonas, que reflejan el amor dentro de los ese deseo es parte obligatoria para nuestra imaginarios sociales de nuestros contex- vida social. Por consiguiente, la soledad tos cercanos o lejanos. Hemos construido es una de las sensaciones que más teme- fantasías y mitos que consideramos como mos y menos deseamos experimentar. Asi- realidades inquebrantables. Entonces, mismo, el amor como acción socialmente la fantasía del amor romántico implica aprendida es también socialmente enseña- lo absoluto del sacrificio: no debo sentir da, es decir, el amor es una acción en la incomodidad, no debo hacer reclamos, que todas las personas nos vemos involu- no puedo vivir de manera diferente cada cradas, ya que nos enseñan y enseñamos una de las experiencias en la relación con a hacerlo. respecto a mi pareja. Si esto pasa: debo entender que estoy mal y que no puedo b. El sacrificio y la entrega como si- frustrarme ni frustrar a mi pareja, al con- nónimo de experiencia desde el gé- trario, debo sacrificarme para que exista la nero del amor romántico entrega total.

“Esta vez me tienes que querer/ a pesar de Pero la entrega total no se da simplemen- que la ley/ escriba que lo nuestro te por dar, es decir, la acción de dar lleva está perdido”. implícita la espera por el recibir, y esto Me tienes que querer, Yuri (1996). condiciona todas las acciones que, como pareja, estamos dispuestos a realizar. Hemos escuchado muchos testimonios, Fromm (s. f.) explica que este es el pilar incluso propios, en los que el amor debe de la acción de la entrega en el amor, pues ser experimentado a partir del sacrificio implica romper con el reconocimiento de y entrega. Y es que, tal y como lo men- posibles egoísmos, en donde mi Yo es mi cionamos en el apartado anterior, hemos centro de atención y colocar a la otra per- sido socializados para esperar a que mi sona dentro de mi centro de subjetividad: pareja, dentro de la experiencia del amor,

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El malentendido más común consiste en poseía la mujer; sin embargo, ante las en- suponer que dar significa ‘renunciar’ a señanzas dadas por medio de nuestras so- algo, privarse de algo, sacrificarse. La cializaciones del cómo ser pareja y vivir el persona cuyo carácter no se ha desarro- amor, la posición de la mujer es el de “dar, llado más allá de la etapa correspondien- dar y dar”, mientras que el del hombre es te a la orientación receptiva, experimenta de esa manera el acto de dar. El carácter “recibir, recibir y recibir”: mercantil está dispuesto a dar, pero sólo Das y das y la otra persona más y más se a cambio de recibir. (p. 11) retira. Y como esta reacción no la enten- demos, nos produce choques constantes Tal y como lo indicó Vargas (2017), el sen- entre los anhelos de amor que tenemos, tido del sacrificio es una de las acciones basados en los mitos, y en la realidad más representativas del amor, pues sim- que vivimos. Muchas mujeres dicen: boliza, socialmente hablando, una de las “no entiendo, cada vez le doy más y virtudes deseadas en las parejas: acepto mi nada, ya no sé qué hacer, ya me hice la sacrificio, cambio mi centro atención, y me cirugía, ya aprendí a cocinar, ya no salgo privo de todo lo demás, menos de mi pare- de mi casa”. (Lagarde, 2000, p. 77) ja; esto, por lo tanto, “va más allá del acep- tarme como persona, sino que, además de En síntesis, la experiencia del amor román- aceptarme, debo aceptar a la otra persona tico es sumamente compleja, si se entiende aun antes que a mi propio yo” (p. #). que, desde los procesos de socialización, se han conformado fuertes mitos y fantasías No se puede olvidar que, desde la expe- que nos obligan a ubicar a la otra persona riencia de los cuerpos y de las identida- como el centro de mi atención, además de des de género, los hombres y las mujeres estar bajo la total anuencia al deber de en- viven el amor de forma distinta. Y, por tregarme por medio del “dar, dar y dar”, consiguiente, la concepción de la entrega especialmente si soy mujer, para que la ex- dentro de las relaciones es totalmente dife- periencia llegue a lo que me enseñaron que rente. Así lo afirma Lagarde (2000), quien sería. Esto para evitar la soledad, pues, lo explica que esto se hace evidente dentro correcto es vivir en pareja. de los rituales de conquista, pues se de- muestra que el camino único que nos han II. La crisis en las parejas como mostrado como verdadero, es el del hom- reflejo de los conflictos tras bre activo como conquistador y la mujer fantasías estáticas como pasiva a ser conquistada. El hombre “No eres perfecto, chico. Y la chica que debe colocarse como aquel que cumple conociste tampoco es perfecta. con las fantasías, el mito hecho realidad. La cuestión es si son perfectos el uno para Sin embargo, una vez iniciada la relación, el otro”. la mujer cambia dicho papel, y se hace del Good Will Hunting, El indomable Will papel activo y el hombre espera a recibir. Hunting (1997). Con el paso del tiempo, la fantasía que se decía ser realidad por parte del hombre, dista en demasía con respecto al mito que

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¿Quién no ha sentido que está mal con su colectivas y subjetivas, y que esto, más pareja? Las razones podrán ser muchas y allá de tener carácter de posibles enfoques, variadas, pues cada pareja posee una his- es más una noción de que hemos aprendi- toria totalmente única. A pesar de ello, do la mayoría de nuestros conocimientos, las formas en las que hemos aprendido a entre ellos, el amar sin conflictos. amar son, posiblemente, muy similares. En esta sección tomaremos como punto Fromm (s. f.) explica que pensar sobre la de partida el conflicto interno, partiendo posibilidad de un amor sin conflicto es uno de la pregunta: ¿las situaciones negativas de los errores más frecuentes en las perso- en la relación de pareja se deben al deseo nas. La representación social/simbólica de obligatorio de cumplir con nuestros mitos la presencia del conflicto está íntimamente y fantasías en el amor? relacionada con la ausencia de armonía, y, por tanto, de amor. Por consiguiente, para c. El amor como experiencia ausente Fromm (s. f.), la presencia del conflicto de conflictos y discusiones hace alusión a la discontinuidad del amor en las relaciones en pareja: “Te amo/ desde el primer momento en que te vi/ y hace tiempo te buscaba/ y ya te Debemos mencionar aquí otro error imaginaba así/ te amo”. muy frecuente: la ilusión de que el amor significa necesariamente la ausencia de Te amo, Franco de Vita (1988). conflicto. Así como la gente cree que el dolor y la tristeza deben evitarse en to- Una de las experiencias más complejas en das las circunstancias, supone también la experimentación y vivencia del amor que el amor significa la ausencia de corresponde al deseo construido, dentro todo conflicto. (p. 42) de nuestras fantasías y mitos, de tener una relación totalmente ausente de conflic- La fantasía de que el amor es uno de las tos. En nuestra vida cotidiana el conflicto experiencias más puras está muy ligada a es una de las situaciones más recurren- que está ajena de conflictos. El dolor y la tes, pues nos encontramos con personas tristeza, como lo sugiere Fromm, no son que han construido creencias totalmente más que las expresiones simbólicas del diferentes a las nuestras y a las de otras conflicto, y ahí es donde entran una serie personas. La socialización, tal y como lo de disputas subjetivas y de parejas ante plantea Martín-Baró (1990), es uno de los las situaciones en las que el conflicto se procesos que nos han sumergido, simbóli- inmiscuye en medio de la vivencia del camente hablando, en las reglas y normas amor. De esta forma, llegamos a uno de sociales; esta normatividad es la que nos los componentes del conflicto: la omisión accede a una convivencia con otras perso- de las disputas, las cuales pueden confor- nas. Sin adentrarnos en la discusión sobre marse a partir de dos puntos de vista que si lo puntualizado acá posee enfoques ple- no concuerdan con algo. La fantasía del namente funcionalistas, la idea es descri- encontrarnos con el alma gemela, quien bir que nuestros procesos de socialización me entenderá y con quien llegaré a ser han permeado en nuestras identidades feliz para siempre en pareja se tambalea

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al experimentar el conflicto. Ante ello, destructivos. Contribuyen a aclarar, florecen las omisiones justificadas con -ar producen una catarsis de la que ambas gumentos que refuerzan el mito de la au- personas emergen con más conoci- sencia del conflicto. Según Fromm (s. f.): miento y mayor fuerza. (p. 42)

Encuentran buenos argumentos en favor Debo aclarar que el conflicto, tal y como de esa idea en el hecho de que las dis- lo explica Fromm, es un trance en el que putas que observan a diario no son otra dos personas pueden construir diálogos de cosa que intercambios destructivos que comprensión y análisis de las situaciones no producen bien alguno de los interesa- que se viven en pareja. Dicho esto, el con- dos. Pero el motivo de ello está en el he- cepto de conflicto que detalla Fromm no cho de que los conflictos de la mayoría es aquel en el que dos parejas se agreden, de la gente constituyen, en realidad, in- sino que, es la forma en la que las perso- tentos de evitar los verdaderos conflictos nas entienden las diferencias, las conver- reales. Son desacuerdos sobre asuntos secundarios o superficiales que, por su san, las aclaran, y, sobre todo, las aceptan misma índole, no contribuyen a aclarar con el fin de construir nuevas formas de ni a solucionar nada. (p.42). experimentar el amor de pareja. Esto con- lleva a procesos complejos, pero que, des- Las omisiones, los ocultamientos y las de el punto de vista de la de-construcción formas de evasión de la existencia de los y re-construcción del mito y la fantasía del conflictos afectan directamente la -expe amor, pueden ser generadoras de nuevas riencia del amor. Amar no es una acción formas de amar. estática, por cuanto las personas, como seres socialmente construidos, poseemos III. La adulación y el silencio como dinámicas sociales que van cambiando y, mecanismos para evitar el conflicto por tanto, no se podría esperar una “no di- y la crisis en el amor námica” dentro de las relaciones de pareja. El conflicto es necesario, pero el omitirlo “Cuando tú estás conmigo/ es cuando yo digo/ que valió la pena/ todo, todo lo que para mantener una zona de confort que da yo he sufrido”. argumentos a nuestras fantasías permite el crecimiento de reales conflictos que no se Abrázame muy fuerte – Juan Gabriel resuelven y que generarán crisis más pro- (2000). fundas y destructivas dentro de la relación. Se podría sintetizar, a partir de la anterior Fromm (s. f.) lo deja muy claro, y mencio- sección anterior, que las personas hemos na que la solución es romper con la zona aprendido que el amor es la experiencia de confort que hemos ido experimentando, que debe estar cercana a nuestras fantasías a partir de la idea de vivencia en el amor: y mitos aprendidos, y que se vive en plena Los conflictos reales entre dos -perso armonía y paz. Por consiguiente, el conflic- nas, los que no sirven para ocultar o to y la confrontación serían sinónimos de proyectar, sino que se experimentan fracasos que rompen con la armonía de la en un nivel profundo de la realidad pareja perfecta que representa el amor. interior a la que pertenecen, no son

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Desde esta perspectiva, Bauman (2015), de dejarme: estar en la relación perfecta en mencionando a Lögstrup, desarrolla una la que se puede cumplir con la fantasía de idea muy interesante con respecto a los la experiencia perfecta del amor o con la mecanismos que utilizamos las personas libertad absoluta: dentro de la relación de pareja para man- tener la idea de que somos realmente per- La primera perversión puede ser re- fectas, y que, a partir de ellos, podemos sultado de mi deseo de comodidad y alejarnos de nuestras sensaciones de po- paz, tal como sugiere Lögstrup. Pero también puede ser – y suele ser así – sibles crisis que conlleven a las rupturas, producto de mi amoroso respeto por el y, por tanto, a caer en la soledad. Según otro: te amo, y por eso te dejo ser como Lögstrup, citado por Bauman (2015), eres y cómo quieres ser, por más que existen dos perversiones divergentes que dude de la sabiduría de tu elección. A representan, de cierta forma, una zona de pesar del daño que obstinación pueda confort, donde nos sentimos sumamente causarte, no me atrevo a contradecirte, bien, y que, nos reafirman como pareja para que no te veas obligado a elegir ideal dentro de la relación amorosa. Lögs- entre tu libertad y mi amor. (p. 33) trup (citado por Bauman, 2015), explica que la primera perversión es: Como lo explica Bauman, la zona de con- fort es el reflejo de mi deseo de comodidad la clase de asociación, que debido a la y paz que se ve reflejado por medio de ac- pereza, el miedo a la gente o una propen- ciones o discursos que Fromm (s. f.) plan- sión por las relaciones cómodas, consis- teaba como la vitrina perfecta para cumplir te simplemente en tratar de complacer la fantasía del amor: nadie más que yo, soy al otro evitando siempre el tema. Con la quien cumplirá con cada uno de los reque- posible excepción de una causa común rimientos que necesitas para vivir la expe- contra un tercero, no hay nada que pro- riencia del amor, tal cual aquella ropa que mueva tanto una relación cómoda como veo en la vitrina de la tienda en el centro la mutua adulación. (p.33) comercial. El discurso, pues, termina sien- En otras palabras, Lögstrup logra descri- do una plena perversión, pues como aman- bir que existe una zona de confort que va te que puede sentir obstinación, no busco más allá de un tema de evitar el conflicto, contradecir para no causar daño, dolor; al sino reafirmar, por medio de la adulación, contrario, te hago entender que has sido que soy la pareja que mejor puedes tener, tú quien ha decidido elegir la experiencia que no hay nadie más allá para mi pareja, amorosa conmigo. y que, soy totalmente basto para cumplir con la fantasía del amor. Bauman (2015) La segunda perversión planteada por explica que lo planteado por Lögstrup es Lögstrup, citada por Bauman (2015), es el un mecanismo que utilizamos para evitar de cambiar a la gente: la crisis, y que ello no permita dudar a mi Tenemos opiniones definidas acerca de pareja. Dicho esto, evitar el conflicto sería cómo hacer las cosas y de cómo debe- el medio para reflexionar sobre las posibi- rían ser los otros. Estas opiniones ca- lidades de que mi pareja tome la decisión recen de comprensión, porque cuanto

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más definitivas son las opiniones, tanto que acaparan mi cuerpo y mi mente al no más necesario es que no nos distraiga- poder concretar una relación que cumpla mos comprendiendo demasiado a los con la zona de confort que mi fantasía po- que queremos cambiar. (p. 33) see. Por consiguiente, nuestro mecanismo de defensa para mantener nuestra fantasía/ Entre lo más complejo que se experimen- mito es conservar una relación que se base ta dentro de una relación amorosa es ir en mostrarme como aquella persona que madurando la vivencia a partir de la com- hará todo para ser inseparable, actuar y ha- prensión y aceptación de que la otra per- cer cada una de las demandas que me soli- sona es diferente. Sin embargo, en nuestra citen. En otras palabras: el “dar, dar, dar”, fantasía del amor, existen momentos en para “recibir, recibir, recibir”. El sacrificio los que simplemente deseamos que la otra de ser cada una de las características de la persona actúe y piense de la forma en que fantasía, de que seas mi gemelo, mi clon. yo considere mejor. Esto es lo que plan- tea Lögstrup, quien indica que las perso- Lo complejo de estas perversiones es que, nas tendemos a buscar que el resto haga en caso de no lograrlas, de respaldar cada y piense como yo. Claramente, esta situa- uno de los cimientos que permiten la zona ción no es tan sencilla de realizar en una de confort, generan la crisis que, al no po- relación de pareja; sin embargo, el miedo der resolverse, nos envía al calabozo de la a quedar en soledad provoca que entremos soledad, oscura y fría. A esa ruptura de re- en crisis por no poder controlar todo tal y lación, en la que hemos fallado como pa- como lo deseamos. Bauman (2015) expli- reja y en la que tenemos que aceptar que ca esta idea de la siguiente forma: no logramos la fantasía o el mito. Todos los amantes quieren dominar, ex- IV. Los miedos hechos realidad: Las tirpar y limpiar la irritante alteridad que los separa del amado; la separación del rupturas en los mitos/fantasías del amado es el miedo más intenso del aman- amor te, y muchos amantes llegan a cualquier extremo por exterminar de una vez por “Ojalá supiera cómo dejarte”. todas al espectro de la despedida. ¿Y qué Brokeback mountain, El secreto de la mejor medio de alcanzar ese objetivo que montaña (2005). convertir al amado en parte inseparable del amante? Adonde vayas, yo voy; lo Cuando pienso en las rupturas de pare- que hagas, lo hago; lo que yo acepte, tú ja que he tenido, se me vienen a la men- lo aceptas; lo que yo aborrezca, lo abo- te una serie de sensaciones corporales y rrecerás tú. Si no puedes ser mi gemelo siamés… ¡sé mi clon! (pp. 33-34). emocionales que no deseo que ninguna persona experimente. Sin embargo, las Lo exterior es la alteridad que nos separa rupturas son inevitables cuando hemos de nuestra pareja, y, por tanto, mi fantasía sido receptivos de amor que ha sido lleno de la experiencia del amor se encuentra en de fantasías y mitos. En este y el siguien- una constante crisis: miedos, odios, celos; te apartado, tocaré dos procesos paralelos todos estos tipos de sensaciones son las que se viven tras la decisión de no seguir

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más como pareja: la ruptura y el desena- enamoramiento no es igual para hombres moramiento. La actual sección describirá que para las mujeres. Es decir, la consti- algunas reflexiones teóricas que nos brin- tución del amor radica en los procesos dan varios estudios que plantean una serie desiguales que favorecen a los hombres de situaciones relacionadas con la ruptura, y sacrifican a las mujeres. Tal y como se las cuales complementaremos con el desa- mencionó en el primer apartado, las mu- rrollo teórico realizado hasta el momento. jeres han sido socializadas para “dar, dar y dar” en las relaciones, mientras que a. Se acaba la fantasía hecha reali- los hombres estamos siempre en la espe- dad y se viene el frío de la soledad: ra de “recibir, recibir y recibir”. De esta confrontando las rupturas forma, según Largarde (2000), nuestras socializaciones son diferentes y constitu- “Que nada dura para siempre/ es una yen identidades diversas que conforman frase muy común/ que suena muy diferente/ desde que te fuiste tú”. la experiencia del amor romántico desde el cuerpo de ser hombre o ser mujer. Los Vuélveme a querer, Cristian Castro (2013). mitos para los hombres y para las mujeres, no son los mismos: Lo opuesto del amor es la soledad, es decir, todo lo que deseamos tiene que ver con la Todos los mitos aparecen como posibilidad de vivir en pareja una historia creencias, y con frecuencia no tene- de amor, y que esta sea prácticamente igual mos idea de cuál es la distancia entre a lo que nuestra fantasía ha construido en el mito y la realidad posible. Y por nuestros procesos de educación de lo que es eso, una fuente de continua frustra- el amor. Sin saberlo, en esos procesos edu- ción está en confundir lo que debe ser con lo que es. (p. 68) cativos constantes, implícitamente se han constituido miedos incomprensibles sobre Por consiguiente, caemos en la situación la soledad. Hay pequeños tramos en los que de la crisis, en donde nuestra fantasía no pasamos ligeramente sin mucho esfuerzo: se logra completar y nos da el miedo de la del amor, brincamos a la crisis, y de esta, soledad. Esto, que fue profundizado en el podemos llegar a la soledad. Sin embargo, apartado anterior, no es más que la repre- la fantasía/mito construido socialmente es sentación de la incapacidad por poder com- que el amor es eterno, que el sacrificio y la prender que los conflictos son parte de las entrega son las claves para que las relacio- relaciones, y que, para la experimentación nes puedan suceder, y seamos “felices para sana del amor romántico, se deben com- siempre”. Sin embargo, hay muchos vacíos prender las diferencias y aceptarlas. Sin en nuestros aprendizajes del amor románti- embargo, considero que el género es uno co, que son claves y fundamentales dentro de los factores (entre muchos otros) que de la vivencia y experiencia del amor. tienden a complejizar y no lograr resolver dichas diferencias activa los mecanismos Para Lagarde (2000), una de las claves de defensa, donde se destaca la acción adu- para romper con las fantasías del amor lación e idolatría de la pareja, con el sentido está en comprender que la experiencia del

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de proyectar que no hay nadie mejor que yo género, y estas son base para comprender para vivir la relación de pareja. que los conflictos son parte de las - rela ciones. Seguir pensando que las relacio- El argumento anterior es coincidente con la nes de pareja que experimentan el amor posición de Ortiz (2013), quien plante que romántico carecen de conflicto es obviar las mujeres y los hombres hemos sido socia- una de las formas más básicas para cons- lizados para vivir de manera distinta nuestras truir relaciones diferentes en el amor. En realidades, y que estos son de los aspectos efecto, como se describió en los apartados que se trasladan a las relaciones de pare- anteriores, especialmente con Bauman, el ja, por consiguiente, conllevan a conflictos amor no es la ausencia del conflicto, y el complejos que no se resuelven fácilmente, a conflicto no es la presencia de la ruptura; tal grado que se dan las rupturas: pero los miedos con que vivimos las re- laciones románticas nos llevan a caminos El hombre ofrece soluciones de corte donde las rupturas son inevitables, y las mecánico; la mujer anhela remedios sensaciones que estas nos hacen sentir son empáticos. El hombre ha crecido den- tro del paradigma del poder y por ello también importantes de comprender. valora la competencia, la eficiencia, la agresión y el logro. La mujer estima Por eso, Lagarde (2000) plantea que el la comunicación y las relaciones. En primer paso dentro de las relaciones y los síntesis, el hombre ha tomado como procesos de rupturas, está en reconocer paradigma el mando; la mujer, el cari- que existen los conflictos: ño. Además, en el lenguaje cotidiano, hombre y mujer suelen dar significados Otra clave muy importante es aprender diferentes a las palabras dependiendo a enfrentar los conflictos. Porque aún de cómo sean pronunciadas. (p. 364) cuando logremos una buena negocia- ción en el amor, eso no significa que no Con la cita anterior, no pretendo generali- tendremos conflictos. Lo que pasa es zar la posición y acción de la totalidad de que si no procedemos como hemos di- hombres y mujeres, es decir, no todos los cho tendremos muchos más conflictos hombres y ni todas las mujeres son como y serán más difíciles. Pero tenemos que aceptar que siempre tendremos con- se describen arriba; sin embargo, sí es flictos. Como siempre tendremos difi- concreto que las estructuras de poder y las cultades para vivir carencias, dolores, instituciones sociales que son importantes pérdidas. Siempre estarán. (p. 99) dentro de las socializaciones son mayori- tariamente patriarcales y, por tanto, esto se Las dificultades son parte de la vida y el traslada, en el aprendizaje del amor, a la amor no escapa de eso. La idea del amor constitución de las fantasías y a las experi- romántico como experiencia perfecta, mentaciones de pareja. donde seremos felices para siempre, dis- ta de lo que las realidades nos presentan. Dicho esto, tanto Ortiz como Lagarde Si usted, como lector o lectora, recorre coinciden en que las diferencias entre las los recuerdos de sus experiencias amoro- realidades y los mitos deben partir del sas, se dará cuenta de que en todas hemos

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tenido conflictos, y tenerlos nos hace sen- Tal y como lo explica Ortiz (2013), este tir que son efectivamente reales, y que no sería el último paso recorrido que nos hizo se puede vivir en fantasías donde nos en- cruzar del proceso en el que me muestro gañamos con adulaciones y silencios. Lo como la pareja perfecta, al mecanismo fundamental, como lo plantea Lagarde, es de retención e intento de distanciamien- enfrentar y comprender los conflictos para to de la soledad, al castigo simbólico de que la experiencia del amor romántico en la desgracia que llevará a la ruptura. No pareja sea mucho más exitosa y real de lo solamente estamos generando soledad en que se vende en las enseñanzas que han compañía, sino que transformamos senti- generado las fantasías. mientos positivos en otros muy opuestos: el odio, por ejemplo. Sin embargo, tal y como lo plantea ante- riormente Lagarde, siempre existe la posi- b. El amor en tiempos de ruptura: bilidad en la que no podamos abordar de Popurrí de sensaciones la mejor forma los conflictos. Es decir, es una opción que, como pareja, no podamos “Te marchas sin dar ni un dónde ni un por- qué/ no sé cómo podré sobrevivir sin ti/ ya sé adaptar y comprender el conflicto dentro de que te crees águila/ que vuelas sin un adiós/ la relación y, por tanto, se deba tomar una y yo siempre aquí esperando una vez más/ de las decisiones más complejas: la ruptura. sabiendo que de ti no hay nada que esperar”. En efecto, las rupturas amorosas son mo- mentos cruciales dentro de la experiencia Y qué culpa tengo yo, (1984). de las personas, pues son el momento en La fantasía del amor romántico está ba- el que nos percatamos que las fantasías son sada en la perfección, en la ausencia de muy distantes de las realidades concretas, conflictos y, sobre todo, en la compañía en y que el mito, aun siendo mito, es difícil de pareja, eternamente felices. Sin embargo, comprender y experimentar. Ortiz (2013) la ruptura es la consecuencia de un pro- sugiere que los mecanismos que utilizamos ceso frustrado de la experiencia del amor para evadir la soledad y la ruptura de las romántico. Es decir, el rompimiento de la relaciones no son más que una forma de relación es, básicamente, el enfrentamien- castigo simbólico que nos conduce a la so- to de mi yo en un intento fallido por la ledad en compañía: consecución del amor eterno. En efecto, Es necesario reconocer que tales dis- la ruptura pasa a ser el cable a tierra de cordancias han motivado conflictos las ilusiones, dentro de las cuales se había que pueden llevar a la separación de la jurado amor eterno por medio del compro- pareja. El más importante es la incom- miso y fidelidad hacia la pareja. prensión y la falta de recursos o volun- tad para superarla. Dicha circunstancia Y es que, como se planteó anteriormente, conduce a la soledad de dos en compa- el miedo a la soledad es uno de los fac- ñía que, estando juntos sin una comuni- tores que más nos confronta dentro de cación efectiva, se convierte en el peor las posibilidades de no poder ser quienes de las soledades y suele evolucionar pensábamos ser, o sea, la pareja perfecta hacia el odio. (p. 364)

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que ostentamos ser. Por consiguiente, no equivalencia a la muerte, el vacío que deja ser quien creímos ser genera dolor, frustra- una persona que ya no está más conmigo. ción, miedo, entre otras sensaciones más, Ortiz (2013) describe las sensaciones den- que nos provocan cuestionarnos más sobre tro de la ruptura de la siguiente manera: nuestro Yo. Ortiz (2013) plantea: La persona se siente sola y abandonada. Por eso nadie niega que la separación, No hay nada en el mundo, su identidad cuando de verdad se ama, sea punzan- se ha ido con el otro o la otra. Por ello temente dolorosa, pues es la irrupción en la elaboración del duelo la mente de la idea de muerte en nuestra con- recurre a mecanismos de defensa que ciencia. Es que significa la pérdida de pueden ser disparatados; uno de ellos uno mismo en la otra o el otro, herida es la construcción del odio hacia lo que narcisista que no puede ser aceptada, antes se amó. (p. 382) verdadera configuración del desamor, sentimiento que va más allá de la des- La ruptura es la pérdida de mi Yo, la cual esperación. (p. 381) se fue en parte por la pérdida de mi pareja, quien representaba esa fantasía del ser fe- Si partimos de la premisa que plantea Or- lices para siempre. En muchas ocasiones, tiz, podríamos considerar que una de las esa sensación que deja la ruptura la inten- crisis más importantes, dentro del proceso tamos explicar, pero no de la mejor ma- de la ruptura, es la confrontación conmigo nera. Primero, no hay comprensión sobre mismo. En efecto, esto se da a partir de la el mito de que el amor romántico carece noción de que éramos la persona perfecta de los conflictos. Segundo, al aferrarnos para la experimentación del amor román- a que la experiencia del amor romántico tico, éramos la persona que cumplía con pasa por la vivencia con una sola persona, todos los requerimientos dentro de la fan- cuando son muy escasas las personas que tasía de mi pareja, y que sería la persona han logrado dicha opción. ¿Cómo enfren- adecuada para estar en relación, juntos fe- tar que no soy la persona que pensé que lices para siempre. Por eso, dentro de las era, esa persona que era perfecta para dar perversiones que discutimos en apartados y recibir amor? Ortiz (2013) indica que es anteriores, se encuentra la búsqueda cons- por medio de los mecanismos de defensa tante de hacer que mi pareja necesite de que nuestro Yo desarrolla el odio: mí, sienta lo mismo que yo, sea mi clon. Lo complejo de toda esta sumatoria es El odio como mecanismo defensivo se comprender que la relación ha finalizado basa en la devaluación del otro: ¿Cómo el ciclo, y esto significa que ya no hay “fe- fue capaz de dejarme? ¿Qué clase de lices para siempre”. persona era? ¡Me traicionó! Es necesa- ria esta emotividad para que la persona Ahora bien, la crisis de relación, que pasa tome conciencia de sí, se identifique consigo misma y siga viviendo. Para a ser ruptura, convierte los sentimientos de ello es necesario separarse totalmente, amor en un proceso de profunda tristeza, enojarse. (p. 382). de la cual despierta el ser narciso dentro de mi Yo. La tristeza es representada por la

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Efectivamente, los mecanismos de defen- sucedido durante la ruptura. Es decir, yo sa que construye nuestro Yo reafirman la me pongo sobre el resto de las personas, y capacidad de ser la pareja adecuada, pues quien no esté conmigo, simplemente no es los cuestionamientos que planteamos en digno o digna. Ahora bien, lo complejo de los momentos de ruptura nunca van direc- esto es el no reconocimiento de la tristeza y cionados en las posibilidades de que Yo he el dolor que se pueden presentar dentro de sido parte en la construcción de las condi- mi Yo, por todas las sensaciones de por me- ciones para que la crisis, y luego la ruptu- dio que ya se han descrito anteriormente. ra, hayan sucedido. Es decir, dentro de la complejidad que conlleva la ruptura, con- En síntesis, es claro y oportuno reconocer sidero que la fantasía del amor romántico que, como personas que hemos aprendido nos sitúa como aquellas personas que han del amor, poseemos mecanismos de defen- sido víctimas de otra persona que “no me sa, subjetivos y sociales, los cuales nos per- ha valorado como la gema particular que miten mantener nuestra fantasía del amor soy”, y que, no ha comprendido la riqueza romántico. Pero como seres sociales, que de la experiencia de amar por medio del hemos sido socializados solo para lograr la sacrificio y de la entrega. Es decir, no me fantasía del ser felices para siempre, tene- situó dentro en el centro de su Yo. mos un vacío en comprenderlo como una fantasía, y que las crisis, las rupturas, son Si bien es cierto, Ortiz plantea que este parte de los procesos y del amor romántico. tipo de sensaciones son las adecuadas, y El amor no es simplemente la ausencia de que considero que es un proceso que no conflictos, es muchísimo más complejo, y dudo debe llevarse, también hay que re- yo, como parte de la experiencia del amor, flexionar sobre mis acciones frente ala poseo muchas acciones y actitudes que pue- ruptura. Sin embargo, caer en los orgullos den contribuir en todas las vivencias descri- egocéntricos puede hacer ver a la expareja tas. Partiendo de esta noción, hay aspectos como la persona menos adecuada para la que Lagarde ha planteado como la “ética de experiencia del amor romántico, a pesar la ruptura”. A continuación profundizamos de todos los recuerdos construidos en con- en el concepto. junto, cuando la fantasía era considerada como realidad. Ortiz (2013), indica: c. La resignificación de la ruptura en el reaprendizaje del amor románti- Otra de las actitudes defensivas, usual- co: La ética de la ruptura mente empleada por los orgullosos, es la indiferencia. Con ella se dice: ‘estoy por “Mientras pienso en ti y en lo que perdí/ encima de ti’, ‘me importas muy poco’. quisiera evitar, haberme permitido amarte/ Sin embargo, en el fuero interno, cuando para perderte y me dueles, como dueles”. se está solo o sola, rompe el llanto y el verdadero sentimiento aflora. (p. 382) Dueles, Jesse & Joy (2015).

El orgullo es uno de los sentimientos más Largarde ha planteado un concepto inte- complejos dentro de las posibilidades de resante relacionado con el proceso de las análisis y de comprensión de lo que ha crisis y rupturas de las relaciones: “ética

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de la ruptura”. Si bien es cierto, Lagarde amor romántico debe ser distinta a todo aboga por mejores condiciones de género lo que nos han enseñado implica un reto por medio de las formas de experimentar significativamente complejo. En efecto, el amor romántico dentro de una relación, nuestro deseo por encontrar la felicidad donde las mujeres son quienes se encuen- para siempre, idea reforzada por elemen- tran en desventaja1, considero que lo plan- tos externos –tal y como se ha desarrolla- teado por la autora es de vasto provecho do acá– es tan profundo y significativo, dentro de las posibilidades de comprender que nos aferramos a ello y dejamos pasar y experimentar el amor romántico y, sobre las posibilidades de construir condiciones todo, el entendimiento de las rupturas. alrededor de la experiencia del amor ro- mántico. La propuesta de Lagarde es una Una de las premisas que plantea Lagarde alternativa a ese camino, en donde se colo- (2000) se basa en eliminar el concepto ca la paz conmigo mismo o conmigo mis- del sacrificio como un argumento válido ma por encima de quien sea, por sobre las de pareja, y esto, por tanto, permite eva- reglas sociales del sacrificio y del “dar, dar luar las posibilidades para confrontar las y dar”. El balance debe ser construido en diversas situaciones de pareja sin temor, conjunto y la paz debe ser la prioridad, por sin deuda, y con probabilidades de cons- más amor que se pueda sentir hacia la otra truir balances, tanto en la experiencia del persona, es decir, cambiar la idea de que el amor romántico durante la relación como, amor “justifica” el sacrificio. por supuesto, dentro de las opciones de ruptura: Asimismo, Lagarde (2000) plantea, como segundo punto, que se debe rom- Un mínimo código ético es que no se per con la noción de que el amor es au- vale el sacrificio de nadie. No es que sencia del conflicto: ya yo me quiero sacrificar y te pido que tú te sacrifiques. No se vale el sacrifi- Otra clave muy importante es apren- cio, no se valen las deudas vitales. Ni der a enfrentar los conflictos. Porque te debo, ni me debes, somos una socie- aun cuando logremos una buena ne- dad. O sea, que si hoy terminara nues- gociación en el amor, eso no significa tra relación, terminaríamos con cuentas que no tendremos conflictos. Lo que clarísimas, cada cual se podría ir en pasa es que si no procedemos como paz porque cada día hacemos ‘corte de hemos dicho que tendremos muchos caja’. Cada día. De la misma manera más conflictos y serán más difíciles. que cada día, cada una tiene que hacer Pero tenemos que aceptar que siempre un balance y decirse: estoy en paz con- tendremos conflictos. Como siempre migo misma. (p. 99) tendremos dificultades para vivir caren- cias, dolores, pérdidas. Siempre estarán La comprensión de que la relación de con nosotras. (p. 99) pareja que desea vivir la experiencia del Parte de la resignificación de la ruptura, 1 Esta idea se desarrolla en el primer ensayo denominado: El amor, enamoramiento y el cuerpo. Asimismo, pueden implica un reaprendizaje del amor román- consultar a Lagarde, quien lo profundiza en su texto Cla- tico. Lagarde (2000) formula un camino ves feministas para la negociación del amor (2000).

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posible para experimentar de manera dis- capacidad de esperar los momentos para tinta las relaciones de pareja. Y es que lo tomar las decisiones necesarias, ya sea complejo de esta propuesta es aceptar que para fortalecer la relación, o bien, conside- el amor es una de las experiencias más ma- rar romper cuando las dinámicas que me ravillosas, pero se basa primero en mi Yo roban la paz. Otro de los aspectos que son y luego en el respeto a mi pareja. Aceptar importantes de realizar, según la autora, es que existen los conflictos, la comprensión poder discernir frente a las situaciones en de estos, para superarlos de manera pací- las que se está en crisis, ya que estos son fica y, para ello, Largarde (2000) explica los momentos más complejos para cons- que esto se ejecuta por medio de la cons- truir condiciones que generan un ambiente trucción de un pacto, en donde se recono- sano para la toma de decisiones. ce todo lo detallado anteriormente: En síntesis, la ética de la ruptura es: pri- Y si después de hacer un buen pacto, mero reconocer que el amor romántico se rompe el pacto, tenemos que acep- posee etapas, y que no está ausente de tarlo, aceptar que se acabó. Un pacto conflicto; lo segundo, el conflicto no -ne entre dos que reconocen su libertad cesariamente implica crisis, sino que es implica que cada quien debe reconocer una oportunidad para lograr comprender que ha acabado el pacto, si es que así ha ocurrido. Antes de romper, debemos y aceptar los conflictos, analizando si es- de analizar bien la situación para tomar tos roban la paz con el Yo de cada pareja, nuestras decisiones, sabiendo que nun- si esto no se logra, entonces esperar que ca debemos tomarlas cuando estamos las crisis hayan pasado, y tomar una deci- en crisis, en mitad del conflicto. Esto lo sión en conjunto, con las “cuentas claras” recomiendas todas las sicólogas, todas de todo lo que se ha experimentado en la las chamanas: no se toman decisiones relación de pareja. Esto, no solo es una en momentos de crisis. Las decisiones ética de la ruptura, sino es tener una vi- se toman cuando nos hemos serenado. sión realista de las relaciones, y superar Lo que sí podemos hacer en la crisis es las fantasías del amor romántico: ir construyendo las condiciones para tomar decisiones. (p. 99) Una mujer moderna [y agregamos tam- bién los hombres] del siglo XXI tiene Partiendo de que el amor romántico no está que tener una visión realista de las rela- exento de conflicto, Largarde (2000) plan- ciones. Y toda relación aún la más ma- tea que se deben tener herramientas que se ravillosa, implica conflictos y rupturas, hayan construido en pareja, y que estas, en ser realista significa reconocer que en su conjunto, llegan a la consecución de una toda relación hay diferentes intereses dinámica que permite un mayor entendi- encontrados. (p. 99) miento, o su equivalente a un pacto de en- tendimiento de la pareja. Por consiguiente, el pacto es aquella forma en la que voy a entender, aceptar y reconocer que mi pare- ja es libre, que no me debe absolutamente nada, y que los más adecuado es tener la

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V. El desenamoramiento como posibilidades de conllevar las vidas coti- proceso no aprendido dentro de la dianas. Esto es, como se ha dicho anterior- experiencia del amor romántico mente, la vivencia equivalente a la muerte en vida. Ortiz (2013) indica: “No me acuerdo de olvidarte”. La separación definitiva de una persona Memento (2000). que se ama, cuando está viva, es un dolor La última línea de reflexión de este ensayo psíquico o sufrimiento que se ha compara- refiere a la necesidad de ver el desenamo- do con la muerte y que en ocasiones supe- ramiento como aquella etapa final en la ra la pérdida física del ser querido, pues a que debemos readaptarnos como personas la pérdida de lo que proporcionaba placer ante la pérdida de la fantasía, de la noción se suma la incomprensión del fenómeno. en que la felicidad es eterna, y que Yo soy ¿Qué se hizo o dejó de hacerse para mere- la persona que ha quedado en soledad, le- cer esa situación? La muerte, aun cuando jos de quien creía era mi alma gemela, mi es absurda, se entiende; pero la separa- clon. Si hemos aprendido a enamorarnos, ción, el desamor, no. (p. 382) ¿será que el desenamoramiento también es ¿Cómo explicar que el ciclo de la vida de un proceso social aprendido? una relación ha finalizado, cuando he sido educado para creer en que el amor es para a. La superación de la ruptura de siempre, y que mi Yo es el adecuado para mi fantasía cuando se mantienen esta experiencia eterna? Las dudas sobre esperanzas mi Yo se aferran a los vacíos que dejan las “Aunque ya no sientas más amor por mí relaciones después de la ruptura, de cuan- solo rencor/ yo tampoco tengo nada que do pensaba que al fin había alcanzado mi sentir y eso es peor/ pero te extraño, cómo fantasía, y que lograría llegar a tener amor te extraño/ no cabe duda que es verdad que verdadero. Las reflexiones sobre este pro- la costumbre/ es más fuerte que el amor”. ceso no son fáciles, el deseo por buscar a Costumbres – Rocío Durcal (1984). Cuan- la otra persona, cuando fue el centro de mi do se da la ruptura, existe el vacío, la nece- Yo por el tiempo de la relación, conllevan sidad de entendimiento sobre las razones a pensar que se puede mantener la espe- por las que pasé de tener el “amor de mi ranza, pues la costumbre es mi aliada per- vida” a la soledad completa. El miedo fecta en la zona de confort de pareja, que hecho realidad. Las reflexiones sobre lo no permitió la construcción del pacto que que sucedió y cómo sucedió conllevan a propone Lagarde. Al contrario, después laberintos complejos y oscuros, que gene- de haber finalizado la relación, seguimos ran la sensación de abandono y desahucio poniendo a la otra persona en el centro de sobre mi Yo y mi capacidad de amar y ser mi Yo, pero con intento de beneficiarme amado. Las rupturas nos confirman que con la posibilidad de regresar a mi zona el amor es terrenal, pero que ese proceso de confort. será temporal, y la negación de haber fina- lizado se hace pesada, incluso hasta en las

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Ortiz (2013), citando a Igor Caruso, afirma: aceptemos que existe el conflicto y que las rupturas son posibles. De esta forma, exis- “Estudiar la separación amorosa signifi- ten alternativas a las crisis en las que nos ca estudiar la presencia de la muerte en aferramos a experiencias románticas que nuestra vida”. Agrega que los mitos re- no son sanas, y que pueden distanciarnos ligiosos comparan el dolor de la muerte de mi verdadero Yo, o del Yo que desearía física con la separación del objeto amo- roso. Tiene razón: la separación de los ser. Ortiz (2013, p. 383) nos presenta la si- amantes puede ser más dolorosa aún, guiente reflexión: pues es la muerte de una relación. En cambio, cuando fallece una persona, la Hay quienes buscan remedios para el relación con ella permanece. (p. 382) desamor y hay también escritores y psicoterapeutas que los ofrecen. Pero Cuando nos encontramos con la expareja, desengañémonos: no existe un remedio podemos sentir muchísimas sensaciones, que devuelva el amor perdido, como no hay remedio para la muerte. Tanto pero esto es la confirmación de que la re- la muerte como el desamor pueden evi- lación ha fallecido, pero que la persona tarse en ciertas ocasiones, pero cuando se mantiene viva, es decir, experimentar llegan son inexorables. Las reparacio- la muerte cuando la persona amada se nes para el desamor en realidad son mantiene en vida, pero lejos de las con- despliegues hacia la amistad, la tole- diciones que se obtuvieron dentro de la rancia, el compañerismo o el respeto, zona de confort: ya no es mi pareja, ya muy valiosas en sí y que deben llevarse no es la persona con la que experimento a la práctica, pero no devuelven el amor mis sensaciones, ya no soy dueña de la una vez que éste se ha ido. relación. Y este es el punto de quiebre en el que nos percatamos de que, realmente, b. Dejando atrás la ruptura: las nue- tenemos que seguir adelante: el amor no vas posibilidades para enamorarse devuelve a la persona. En efecto, este es “Ya lo pasado, pasado/ no me interesa/ si el punto en el que, socialmente hablando, antes sufrí y lloré/ todo quedó en el ayer/ debemos seguir adelante, replantear mis ya olvidé/ pido un aplauso para el amor conocimientos a partir de la relación, y que a mí ha llegado”. continuar mi camino. Lo pasado, pasado, José José (1978).

Tal y como lo plantea Lagarde, el amor El proceso del desenamoramiento no es debe construirse desde bases diferentes en sencillo, al contrario, es un proceso suma- las que se nos ha educado, y construir pac- mente complejo, es decir, no hay –como tos, formas en las que el dolor pueda ser en todo lo relacionado con el amor– una mitigado, y los procesos en los que el cen- receta para poder seguir paso por paso tro de mi Yo siempre sea mío y no de mi cómo desenamorarse. Considero que es un pareja. Esto no quiere decir que no vamos camino plenamente subjetivo y dependerá, a amar o experimentar el amor román- en mucho, del proceso que se haya cons- tico, sino que se hará de manera distin- truido como pareja y, por supuesto, de la ta, para que, desde una posición realista, aceptación de la ruptura. El desenamorarse

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implica una reflexión sobre lo sucedido y menos una separación sana que exige una se comprenda el proceso de pareja, se res- reflexión ética”. pondan las razones por las que cumplió con el éxito socialmente obligatorio; y se- El proceso no es sencillo, pues ener la gundo, colocar mi Yo como la prioridad, costumbre de cargar con la posición de la ante todo, dejando de lado esa condición pareja, en lugar de poner a mi Yo como de colocar a la pareja como primera, inclu- prioridad, generan miedos que no pueden sive, en momentos de la ruptura. ser superados hasta dejar de sentir culpa. Esto conlleva a la insistente necesidad de Dicho esto, en el caso de la primera, Or- defenderse de la otra persona, de inten- tiz hace una deliberación sumamente in- tar controlarla. Según Cárdenas y Ortiz teresante, en donde llama a la reflexión (2011), “cada uno ha de dejar de ver al profunda de la ruptura, para poder seguir otro como el enemigo, como alguien de adelante sin ningún tipo de daño a mi Yo, quien tiene que defenderse o al que tie- ni a mi expareja. Según Ortiz (2013): ne que controlar. No es fácil, pero sí que es un ingrediente básico en la receta para El desamor conlleva separación y este sentirse bien consigo mismo” (p. 185). acto debe llevarse a cabo de forma re- En síntesis, desenamorarse es reflexionar, flexiva, con el propósito de causar el comprender y seguir adelante, sin culpar, menor daño posible. Cualquiera puede sin huir; pero, ante todo, poniendo a mi Yo distanciarse cuando el amor se termina y está en su derecho de apartarse de la sobre cualquier cosa, y eso incluye abrir persona que antes amó. Pero, así como nuevos caminos en nuevas relaciones. hace falta tiempo para construir una amistad o un amor, el desamor también VI. La música plancha como ejemplo requiere de tiempo y el duelo requiere y la reflexión colectiva desde la de elaboración. (p. 395) lectura popular

En efecto, la reflexión y el tiempo son a. La música plancha como mecanis- indispensables en un proceso de desena- mo de expresión de sentimientos moramiento, y estas implican una serie de acciones que van más allá de la sim- Este último apartado se centra en cómo ple búsqueda de otra persona para llenar el desenamoramiento es parte de las rea- vacíos; al contrario, implican tareas más lidades sociales, es decir, cómo se mani- profundas, que permiten la liberación de fiesta dentro de la vida cotidiana, y esto, sentimientos y reflexiones que acuerpen a su vez, influye en las sensaciones que las posibilidades de empezar de nuevo, sentimos dentro de estos procesos emo- sin arrastrar errores y complicaciones que cionales. Es por ello que decidí observar obliguen a la frustración en otras relacio- lo que ha sido un fenómeno de, al menos, nes futuras. En palabras de Ortiz (2013, las últimas cuatro décadas, pero que hasta p. 395): “la ruptura emotiva y súbita, sig- hace alrededor de cinco años se ha tornado nifica un fenómeno neurótico, una huida, como una actividad recurrente con nom- odio, ganas de hacer daño, cualquier cosa bre y apellido: la música “plancha”. Deseo

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aclarar rápidamente que, si bien es cierto La plancha está llena de drama y uno el concepto de plancha implica una rela- puede vivir cualquier personaje. … Nos ción directa del género y, por tanto, una cuesta muchísimo expresar lo que sen- evidente forma discriminatoria, no se pro- timos y quitarnos esas cadenas que nos fundizará en este punto; sin embargo, lo ponemos por tonterías. Si usted está enamorado de una persona, ¡dígaselo! comparto totalmente. Si esa persona lo lastimó, ¡dígaselo! Si usted sabe que lo engañó con otro, En efecto, la música por sí sola es influ- ¡diga lo que usted sabe! No tiene que yente dialéctica entre la composición de por qué vivir ocultándolo. esta y los sentimientos o sensaciones. Sin embargo, la música “plancha” ha logrado Dicho lo anterior, se puede asegurar que inmiscuirse en los imaginarios sociales la música plancha ha sido vista como la de los variados grupos de personas, espe- herramienta adecuada para poder expresar cialmente en aquellas que se encuentran las sensaciones que se poseen dentro de en situaciones sentimentales diversas. los diversos momentos emocionales, en Estas pasan desde los procesos de enamo- un contexto donde parece que se ha per- ramiento, hasta los procesos de ruptura, dido esa capacidad. Ahí es donde se en- crisis y, por supuesto, desenamoramiento. cuentra una de las posibles razones por las Es correcto aseverar, por ejemplo, que las que la población costarricense, de todas personas ahora encuentran espacios so- las edades, ha buscado este tipo de espa- ciales que se ambientan únicamente con cios, donde los más exitosos son los bares. este tipo de música, para que los variados Imaginemos música plancha, licor y senti- grupos puedan disfrutar de esta: cantando, mientos: ¿cómo no vivirlos de esa forma? bailando, sintiendo. La cuestión aquí discutida sería: ¿los sen- timientos están definidos a partir de lo que En Costa Rica no existen muchos estudios otras personas sienten y expresan por me- sobre la música plancha y su efecto (comer- dio de la música? O es que, ¿realmente la cial y social), pero tampoco deseo en este música representa lo que se siente dentro escrito profundizar sobre esto, sin embargo, de las emociones? La relación dialéctica sí es relevante comprender que esta “moda” es ineludible, es decir, ni los sentimientos se da a partir de la identificación de las per- son alejados de los contextos mediados sonas con el “repertorio de música román- por diversos aspectos, como la música; ni tica que acaparó las radios y televisoras la música es construida desde la indivi- desde finales de los 60s sic[ ] hasta los 90s dualidad alejada de las realidades sociales. [sic]”, según lo describe Chaves (2015) en su reportaje “¿Qué fue (y qué es) la ‘plan- Por consiguiente, la relación música y sen- cha’?” Lo más relevante en este punto es lo timientos es muy cercana, a tal grado que, que plantea la “Dj” entrevistada por Chaves cada uno de los subtítulos aquí descritos (2015), Laura de León: se han basado a partir de frases de cancio- nes de “plancha”, que refuerzan procesos y sensaciones. El grupo Dave Matthews Band refleja la relación dialéctica entre

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la música y las sensaciones, por medio de b. La música plancha como mecanis- una frase de la canción “Funny the way it mo y guía de sentimientos is”: “funny the way it is, not right or wrong / somebody’s heart is broken, / and it beco- Como último apartado del ensayo, se re- mes your favorite song” (graciosa la forma tomarán algunas canciones “plancha” que, que, no hay bien o mal / el corazón roto de como se describió anteriormente, son éxi- alguien / se convierte en tu canción favo- tos en español de las décadas de los 70, 80 rita). A continuación, puntualizaremos al- y 90. Se tomarán como base dos aspectos gunos ejemplos, donde se pueden detallar a analizar: ¿qué se siente y cómo se actúa dichas relaciones. ante las situaciones de crisis o ruptura?

Las canciones serán las siguientes:

Canción Nivel de reconocimiento Costumbres Se lanzó en 1984, del disco “Canta a Juan Gabriel, Volumen 6”. La can- (Rocío Durcal) ción fue relanzada por Selena (1988) y por La India (1997). Rocío Durcal, mexicana de origen español, es considerada la Reina de las Rancheras, y vendió más de 100 millones de discos en su carrera. Lo pasado, pasado Se lanzó en 1978, del disco con el mismo nombre, el cual obtuvo doble (José José) disco de oro y disco de platino. La revista Billboard le otorgó el premio Top Latin Artist y Top Latin LP. Cantante mexicano. Me va a extrañar Se lanzó en 1990, del disco “Un toque de misterio”. El éxito fue incor- (Ricardo Montaner) porado en 1999 en el disco “Con la London Metropolitan Orchestra”. Ha recibido múltiples premios en diversos países, como Venezuela, México y Estados Unidos. Cantante venezolano de origen argentino. Si la ves Se lanzó en el 2004, del disco Stop. La canción cuenta con la colaboración (Franco de Vita) de la banda Sin Bandera. El disco tuvo disco platino en Centroamérica. El autor ha recibido premios en diversos países de Latinoamérica y es de los más reconocidos en la zona. Cantante venezolano. Evidencias Se lanzó en 1992, del disco Silueta. La canción fue una de las más reco- (Ana Gabriel) nocidas de la cantante: estuvo en la posición #1 de la Billboard Hot Latin Songs, y estuvo en la lista durante 19 semanas. Cantante mexicana. Lo que son las cosas Se lanzó en 1991, del disco con el mismo nombre. Para este álbum y varios (Ednita Nazario) de la década de los 90, obtuvo diversos discos de oro y platino. A nivel de premios, ha logrado nominaciones y reconocimientos en diversos países latinoamericanos. Cantante puertorriqueña. Nota: Elaboración propia.

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En el amor, así como en muchos otros ám- Durcal, en la que nos lleva a un momento bitos de la vida social, hemos aprendido de duda y reflexión sobre lo que se tiene diversidad de normas sobre lo que debe- dentro de la relación de pareja. La costum- mos ser y cómo actuar. Es decir, como bre, como un hecho cotidiano que se repi- seres sociales, hemos llevado diferentes te constantemente, se impone a la pureza procesos con grupos de personas e institu- del sentimiento del amor, como sensación ciones que nos permiten confirmar, cam- de experimentación y de alegría, tal cual, biar, cuestionar y validar los aprendizajes como si fuera algo efímero. que consideramos son nuestros. El amor, como un proceso complejo (tal como lo Es justamente dentro de estos procesos he desarrollado durante este ensayo), nos de crisis, donde existe un diálogo con mi permite tomar caminos sobre lo que senti- Yo, frente a mi pareja y, por supuesto, con mos y, a partir de ello, actuar pensando en todo el entorno con el que me rodeo. La lo que es lo “correcto”. canción “Evidencias”, de Ana Gabriel, es propiamente un diálogo entre mi Yo en En efecto, tal y como lo plantea Bauman crisis y mi pareja: “Necesito hablar las (2015), somos sujetos sociales que nece- cosas que yo sé y después me niego/ y la sitamos validar nuestras sensaciones, bus- verdad es que estoy loca ya por ti/ que ten- camos el consejo de personas expertas o go miedo de perderte alguna vez/ necesito de otras personas: periódicos, televisión, aceptar que Dios jamás va a separarte de y ahora se puede agregar, redes sociales; mi vida”. Esta canción reafirma una de las todo para sentir como correcto lo que de- sensaciones más relevantes dentro de las cidamos realizar en temas del amor. Dicho relaciones de pareja: el miedo a la sole- esto, las canciones son el medio ideal para dad, a la pérdida de mi pareja. En efecto, poder confirmar que otras personas sien- “Evidencias” muestra ese sentimiento del ten, piensan y actúan como Yo, desde trac- miedo que nos consume, de las inseguri- tos de las letras escogidas, en las etapas dades de que nos lleguen a terminar, o de de crisis de pareja, rupturas y desenamo- no ser la persona ideal para mi pareja. Por ramiento. Para ello, se tomarán algunos consiguiente, mis comportamientos ante extractos de las canciones que han sido ese miedo son, en algunas ocasiones, ex- seleccionadas, para mostrar qué se siente presados en el silencio, en la locura y, por y cómo se actúa en esas situaciones. supuesto, en la suerte divina mediada por Dios, quien será el encargado de decidir Crisis de pareja que Yo no me separe de mi pareja.

Una de las frases más fuertes que se cla- A partir de lo anterior, podríamos concre- va en el cuerpo, es la que utiliza Rocío tar que las sensaciones que se muestran en Durcal en su canción “Costumbres”, en la las canciones, en los momentos de crisis, que dice que “No cabe duda que es ver- son enfocadas al miedo de la soledad y a dad que la costumbre/ es más fuerte que la sensación de que el amor es algo que el amor”. Esta frase es una de las que sue- se puede acabar por culpa de la costum- na con más eco dentro de la canción de bre. Mientras que, por otra parte, lo que

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hacemos con respecto a esas sensaciones presente en soledad. Esto, a su vez, con- implica acciones como el no poder expre- forma una sensación de nostalgia que pro- sar bien los sentimientos. En esto, podrían voca echarle de menos. entrar las acciones como la resignación. ¿Qué hacemos con estas sensaciones? Mu- Rupturas chas de las ocasiones, nos aferramos a un pasado en donde se fue feliz. La idealiza- La etapa de la ruptura es sumamente ción de la pareja y de la relación, en donde compleja y, aunque ninguna etapa en el nos vemos en pareja y no en soledad, posi- proceso del enamoramiento y desenamo- blemente nos posicione en la incertidum- ramiento es menos compleja, la ruptu- bre y en la necesidad de buscar contactar ra implica esa sensación dual de que la a esa otra persona para asegurarnos de que persona con la que se estuvo era el ideal. la decisión fue la correcta. Pero cuando En efecto, la ruptura es aquel espacio en hay dudas, buscamos contactos con las ex- el que me muestro como persona imper- parejas y llenamos más las inseguridades fecta, donde se vive intensamente aquel sobre si el regresar será la mejor decisión miedo que se hizo realidad. La canción de todas. Esto, por ejemplo, lo refleja la “Me va a extrañar”, de Ricardo Montaner, canción “Lo que son las cosas” de Ednita representa esa sensación de lo vivido, fue Nazario: “¿Yo que puedo decir? / nada a simplemente único y extraordinario, y no mi favor si se fue contigo el amor / yo, al se podrá repetir: “sin duda, era feliz/ era igual que tú, / jamás te olvide... lo que son una buena idea / cada cosa sugerida/ ver las cosas / Esta vida sin ti no es nada / la novela en la televisión/ contarnos todo/ esta vida si tu no estas / es desesperada, jugar eternamente / el juego limpio de la equivocada... sin tu amor”. seducción/ y las peleas terminarlas / siem- pre en el sillón”. Al igual que la canción de Montaner, Na- zario refleja esa situación en la que se está La ruptura implica un recuento de los en una posición dual sobre lo que es vivir sentimientos vividos, un inventariado de con el amor de esa persona, y vivir sin este lo que se compartió en pareja. Montaner amor. En efecto, lo que se hace y se siente nos brinda un listado de situaciones coti- es el fin de la historia. Asumirlo y enfren- dianas, de aquellas que podríamos deno- tarlo no es sencillo. Y la música refuerza minar como “costumbres”, tal y como las esa sensación. Así lo dice la canción de mencionaba Dúrcal. Ese inventariado de Rocío Dúrcal, “Costumbres”: “Sabes tú experiencias incluye felicidad, tristeza, muy bien que yo estoy convencida / de que cotidianidad, confianza, entre otros. Es de- tú no puedes aunque intentes olvidarme / cir, la fantasía hecha realidad, en una pare- Siempre volverás una y otra vez”. ja que, a pesar de las diferencias, siempre se encontraba en el camino de lo que se Desenamoramiento soñó en alguna ocasión. Lo complejo de esta canción es que se construye una dua- Por último, el desenamoramiento es lidad entre el pasado ideal en pareja y el una de las fases en las que se combinan

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procesos: el cierre completo de una etapa referentes: “Si la ves dile que / que me has con una relación y las posibilidades o ac- visto mejorar / y que hay alguien a mi lado ciones que permitan construir una nueva. / que me tiene enamorado / que los días se Para esto, las canciones nos muestran mi- han pasado / y ni cuenta yo me he dado / les de situaciones, y con muchas de estas, que no me ha quitado el sueño / y que lo posiblemente, nos identifiquemos. En esta nuestro está olvidado”. etapa podríamos sentir esa necesidad de hacer ver que hemos superado la relación Estas letras permiten observar una com- pasada y que se ha iniciado una nueva de binación de sensaciones y acciones en las manera satisfactoria, recalcando que ya es que se realza una necesidad por estar bien cuestión del pasado; o bien, mantener esa y demostrarlo, en donde se continuó la sensación de que se sigue con sentimien- vida, pero de tal forma que le confirme a tos hacia la otra persona. su expareja, pero principalmente a mi Yo, que la relación ha sido olvidada. Si bien la Para ejemplificar ambos casos, se tomarán canción muestra una sensación de necesi- dos canciones. Una de estas es la de José tar de regresar con la expareja, se impone José, denominada “Pasado, pasado”, que la “obligación” por superar las relaciones muestra una persona que evidencia sensa- pasadas, de superar y verse como una per- ciones dolorosas que han sido superadas, sona que está en un nivel de felicidad mu- es decir, tras el daño que dejó la ruptura cho más consolidado que cualquier otra de la relación, se da un proceso de sanea- persona, cayendo en una competencia sin miento propio, dejando todo en el pasado: sentido, pero que egoístamente permite re- “Ya lo pasado, pasado / no me interesa / si afirmar decisiones tomadas. antes sufrí y lloré / todo quedo en el ayer / ya olvidé, ya olvidé / tengo en la vida por VII. Consideraciones finales quien vivir / amo y me aman, soy feliz / ya nunca más estaré / solo y triste otra vez / Las relaciones de pareja son sumamen- es el ayer, ya olvidé”. Tras la ruptura, se te complejas, y más aún cuando se pro- descubre una de las facetas dolorosas de fundiza sobre los sentimientos que hay las relaciones amorosas, de esas en las alrededor de etapas que son totalmente co- que es necesario olvidar, para poder cons- tidianas. El amor, como proceso comple- truir nuevas experiencias, donde se pue- jo social aprendido, es una construcción dan construir otras sensaciones llenas de educativa que nos permite constantemente nuevas alegrías y amor. Así nos lo plantea reafirmar aprendizajes y resignificar con- José José, con una posición que podría ser ceptos que nos da la experiencia con otras radical, pero “necesaria”. personas. Lo mismo sucede con el desena- moramiento, pues es aprender de una serie Por otra parte, encontramos la necesidad de conceptos que nos habían sido enseña- de tener esperanza en reconstruir lo que se dos previamente, pero que, al ser confron- tuvo en la relación que se ha finalizado. tados a la fuerza, no nos queda más que Para esta sensación, la canción de Franco adaptarlos a nuestras vidas cotidianas, y de Vita, “Si la ves”, es uno de los mejores tratar de convivir con ellos.

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El amor es un proceso de muchísima pre- Referencias sión, ya que, para experimentarlo, hay que llenar una serie de requisitos exigidos por Aguilera, A. (2000). Abrázame muy fuer- otras personas, y que exigimos también. te. Abrázame muy fuerte [CD]. Es- Por ello, llevar encima fantasías por cum- tados Unidos: RCA Récords. plir, como por ejemplo el amor eterno, Araujo, A. (1992). Evidencias. Silueta no es más que cubrirnos de mitos que no [CD]. México: Sony Discos. permiten el óptimo disfrute del amor. Otro Bauman, Z. (2015). Amor líquido (7ma ejemplo es el de la norma social “el amor ed.). México: Fondo de Cultura es la ausencia del conflicto”, considerado Económica. algo totalmente negativo para la relación. Bender, L. (productor) y Van Sant, G. (direc- Por consiguiente, con esta norma, allana- tor) (1997). Good will hunting (Pelí- mos el camino a las crisis constantes de cula) Estados Unidos: A Band Apart. pareja que, al no poder comprenderlas con profundidad, no permiten la construcción Cárdenas, I. y Ortiz, D. (2011). Entre el de procesos alternativos para la mejora de amor y el odio. España: Editorial la relación. Síntesis. Castro, C. (2013). Vuélveme a querer. En Tomar la decisión de romper la relación primera fila: día 1 [CD]. Estados nos confronta con el dolor, pero se con- Unidos: Sony Music Latin. forman mecanismos de defensa que nos Chaves, F. (2015). ¿Qué fue (y qué es) llevan a lugares poco agradables: nega- la “plancha”? La Nación. Recu- ción del pasado, dudas, segundos intentos, perado de https://www.nacion. intentar buscar nuevos amores; todos pro- com/revista-dominical/que-fue- cesos educativos que no han sido guiados. y-que-es-la-plancha/DRFTQQ- Por esto, buscamos alternativas rápidas, G42RF3NJIBITT6ULMWQQ/ pero seguras: amigos y amigas, personas story/ expertas, y sobre todo, la música. Esta op- De Vita, F. (1988). Te amo. Al norte del ción nos permite ubicarnos en posiciones sur [CD]. Venezuela y Estados Uni- donde podemos ser cualquier persona, y dos: CBS Discos. esto a su vez, reafirma que las sensaciones mostradas son experiencias y vivencias De Vita, F. (2004). Si la ves. Stop [CD]. comunes. Este puede ser todo un proble- Estados Unidos: Sony Discos. ma, pues no necesariamente las experien- DiNovi, D., Lowry, H. (productores) y cias y vivencias de otras personas son las Shankman, A. (director). (2002). A óptimas para seguir mi vida sentimental, walk to remenber (Película). Esta- que es única y personal. dos Unidos: Di Novi Pictures. Dúrcal, R. (1984). Costumbres. Canta a Juan Gabriel Volumen 6 [CD]. Es- paña: Ariola Eurodisc.

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Figueroa, E. (1984). Y qué culpa tengo yo. Ossana, D., Schamus, J. (productores) y Chayanne es mi nombre [CD - Cas- Lee, A. (director). (2005). Broke- sette]. España: RCA Ariola. back mountain (Película). Estados Fromm, E. (s. f.). El arte de amar. Recu- Unidos y Canadá: Good Machine. perado de https://www.angelred. Romo, D. (1986). Enamórate de mí. En com/biblioteca/erich-fromm-el-ar- Mujer de todos, mujer de nadie te-de-amar.pdf [CD]. México: EMI Music. Huerta, J. y Huerta, J. (2015). Dueles. Un Rómulo, J. (1978). Lo pasado, pasado. Lo besito más [CD]. México: Warner pasado, pasado [CD]. México: Ari- Music. ola Récords. Lagarde, M. (2000). Claves feministas para Todd, J., Todd, S. (productores) y Nolan, la negociación del amor. Memoria de C. (director). (2000). Memento Puntos de Encuentro. Managua, Ni- (Película). Estados Unidos: New- caragua. Recuperado de http://www. market Films Team Todd. caladona.org/grups/uploads/2013/04/ Valenzuela, Y. (1996). Me tienes que quer- claves-feministaspara-el-poderio-y- er. Más fuerte que la vida [CD]. autonomia_mlagarde.pdf México: Sony Internacional. Montaner, R. (1999). Me va a extrañar. Con Vargas, C. (2017). El amor, enamoramien- la London Metropolitan Orchestra to y el cuerpo: Líneas de reflexión [CD]. Venezuela: Warner Music. sobre el amor romántico presentes Nazario, E. (1991). Lo que son las cosas. Lo en la música latinoamericana (sal- que son las cosas. [CD]. EMI Latin. sa) y la fotografía. Revista Reperto- Ortiz, F. (2013). Amor y desamor (3era re- rio Americano, 27, pp. 61,84. imp.). México: Editorial Taurus.

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