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Las hue llas de la po lí ti ca UNI VER SI DAD NA CIO NAL DE QUIL MES

Rec tor Gustavo Eduardo Lugones

Vi ce rrec tor Mario E. Lozano Las hue llas de la po lí ti ca

Vivienda, ciudad, peronismo en , 1943-1955

Anahi Ballent

Colección Las ciudades y las ideas Universidad Nacional de Prometeo 3010 Ballent, Anahi Las huellas de la política: vivienda, ciudad, peronismo en Buenos Aires, 1943-1955 - 1a ed., 1a reimp.- Bernal: Universidad Nacional de Quilmes: Prometeo 3010, 2009. 280 p.; 23x15 cm.

ISBN 978-987-558-055-8

1. Planificación Provincial-Historia. I. Título CDD 711.03:982

Las ciudades y las ideas Colección dirigida por Adrián Gorelik

Serie Nuevas aproximaciones

Diseño de maqueta de colección: Gustavo Pedroza

Realización: Hernán Morfese

Ilustración de tapa: Plano de Ciudad , sector correspondiente a uno de los barrios, Ministerio de Obras Públicas, 1948

Copyrigth: Anahi Ballent, 2005 Copyrigth: Editorial de la Universidad Nacional de Quilmes / Prometeo 3010, 2005

Universidad Nacional de Quilmes, Roque Sáenz Peña 352, Bernal (B1876BXD) 4365-7100 | http://www.unq.edu.ar | [email protected]

1a reimpresión, 2009

ISBN: 978-987-558-055-8 Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 Índice

Pre fa cio 17 In troduc ción 19 Pri me ra par te. Es ta do, ciu dad y vi vien da: ins ti tucio nes y pro ble mas 31 Ca pí tu lo I. Pe rón en la “ciu dad sin es pe ran za”. La po lí tica y las po lí ticas urbanas en Buenos Ai res 33 1. Desarrollo material y políticas urbanas y sociales en Buenos Aires, 1930-1955 39 2. La escenificación de la política: protestas y concentraciones de masas en Buenos Aires 47 Ca pí tu lo II. He chos, no pa labras. El pe ronis mo y la his toria de las po lí ticas de vi vienda 55 1. Vivienda y Estado: intervenciones y debates previos a 1943 55 2. Período 1943-1946: una nueva gestión inaugura sus instituciones. De la Comisión Nacional de Casas Baratas a la Administración Nacional de la Vivienda 63 3. Pe ríodo 1946-1949: “Hay que cons truir cien mil casas, pron to” 74 4. Período 1950-1955: las lecciones de la crisis y la reorganización estatal 86 5. Presencias y ausencias: pasado y futuro en las políticas del peronismo 91 Segun da par te. Ar quitec tura rús ti ca, ciu da des jardín y des con cen tración ur ba na 97 Ca pí tu lo III. El lla ma do del cam po. ¿Ur ba ni zar o ru ra li zar? El de ba te en la déca da de 1930 101 1. Lo rús tico y el gus to de las cla ses me dias 102 2. El deba te sobre la vi vienda po pular. Es tado, ar quitec tu ra y mun do ru ral 107 3. Ur ba ni zar el cam po o ru ra li zar la ciu dad 117 Ca pí tu lo IV. Mo vimien to y re po so. Imá genes mo dernis tas y rús ticas en la ope ra ción te rrito rial de Ezeiza 127 1. Avio nes y ae ropuer tos: an tece den tes y ges tación de la obra 128 2. El Mi niste rio de Obras Pú bli cas, con texto téc ni co-po lí tico del pro yec to 131 3. Los pro gramas de la mo derni zación so cial 142 Ca pí tu lo V. El kitsch inolvi da ble. Imá genes en torno a Eva Pe rón 153 1. El amor: los pro gramas de ac ción so cial 156 2. Evita, la Señora, la Santa: las distintas imágenes de Eva 168 Ter ce ra par te. Ar quitec tura mo der nis ta, vi vien da co lec ti va, con cen tración ur ba na 185 Ca pí tu lo VI. Boî tes à mi racles o “casas sin al ma”. La arqui tec tu ra del ha bi tar co lec tivo en altura 189 1. Las casas de departamentos: los espacios del habitar vertical de los sectores altos y medios 190 2. Espacios del habitar y cultura popular: la casa colectiva en las instituciones de reforma social 199 3. El habitar vertical en los imaginarios urbanos 205 Ca pí tu lo VII. Plan ur ba no y habi tar co lec tivo. La bre ve “era de la plani fica ción” en Bue nos Ai res, 1946-1949 213 1. Las nue vas regu lacio nes 214 2. Es tado pe ronis ta y vanguar dia ar quitec tóni ca en la cons truc ción de la “ciu dad ver tical” 220 Ca pí tu lo VIII. Tea tro y pro pa ganda: el mo dernis mo en el es pa cio pú bli co. La intendencia de Jorge Sabaté, 1952-1954 243 1. Una in ten dencia téc ni ca 245 2. Los nue vos tea tros 250 3. Los usos pro pa gandís ti cos de la ca lle 257 Co men ta rios fi na les 269 Índice de ilustraciones

Ad ver tencia: las ilustra ciones están inter ca la das en el tex to. Ca da vez que se remi te a algu na de ellas se seña la con una lla ma da en el mar - gen del texto, indi can do el nú me ro de pá gi na en que se en cuentra la ilustra ción y, cuan do co rrespon de, la letra que en esa pá gi na la de - sig na (por ejemplo, 94 b). To das las re feren cias so bre las fuentes de don de se han to ma do las ilus tra ciones se es peci fi can en el epí gra fe de ca da una de ellas. El ar chivo del Mi niste rio de Obras Pú blicas (MOP) se encuen tra en el Centro de Do cumen tación e In ves tiga ción de la Ar quitec tu ra Pú blica (CeDIAP ) y el ar chivo de Jor ge Sa ba té en el Ins titu to de Ar te Ameri ca no e In ves tiga ciones Histó ri cas “Ma rio J. Bus chiazzo” de la Fa cultad de Ar quitec tu ra, Di seño y Urba nismo de la Uni ver sidad de Bue nos Ai res y en el Mu seo Evi ta.

21 Ilustración de la publicación La b. Ministerio de Obras Públicas Nación Justa Libre (MOP), vista aérea de la operación Soberana, 1950. territorial de Ezeiza, foto, ca. 1953. 30 Valera Pécora, boceto para un panel 45 Ubicación de las principales de la exposición La Nueva acciones directas en viviendas Argentina, 1951. planificadas por el Estado nacional 34 a. Estudio para el Plan de Buenos y la Municipalidad de Buenos Aires Aires (EPBA), folleto 3ª Fundación (MCBA) entre 1943 y 1955. de Buenos Aires, “El Buenos Aires 52 a. Festejos por el Día de la Lealtad, de hoy”, 1949. desplazamiento popular por Avda. b. Estudio para el Plan de Buenos de Mayo hacia la Plaza de Mayo, Aires (EPBA), folleto 3ª Fundación 1949. de Buenos Aires, 1949, “El Buenos b. Primera Exposición Argentina de Aires que nace en la urbanización Aeronáutica en la Avda. 9 de Julio, del Bajo Belgrano”, 1949. 1948. 37 a. Ministerio de Obras Públicas c. Exposición La Nueva Argentina (MOP), Aeropuerto Ministro Pistarini en la calle Florida, 1951. en Ezeiza, foto, ca. 1953. 61 a. Estampilla emitida en ocasión del Anahi Ballent

Congreso Panamericano de la b. Conjunto General Perón (actual Vivienda Popular, 1939. Cornelio Saavedra), montaje b. Comisión Nacional de Casas tomado de La Nación Argentina Baratas, Proyecto de vivienda Justa Libre Soberana, 1950. individual, 1934. 79 a. Entrega de chalets a pobladores 67 a. Comisión Asesora de la Vivienda del Bajo Flores, 1947. Popular, Villa Concepción, Planta b. Visita de Eva Perón a una de conjunto, 1944. exposición de prototipos de b. Comisión Asesora de la Vivienda vivienda, 1947. Popular, Villa Concepción, Planta c. Inauguración del Barrio General de una unidad, 1944. Perón, 1949. 70 a. Dirección General de Ingenieros 81 a. Dirección Municipal de la del Ministerio de Guerra, Barrio de Vivienda, Conjunto Los Perales, Suboficiales Sargento Cabral, vista maqueta, 1947. aérea, foto, ca. 1937. b. Dirección Municipal de la b. Administración General del Agua Vivienda, Conjunto 17 de Octubre del MOP, Barrio Obras Sanitarias de (actualmente José de San Martín, la Nación en San Isidro, maqueta, conocido como Barrio Graffa), vista ca. 1944. de los pabellones, foto, ca. 1952. 73 a. Comisión Asesora de la Vivienda 83 a. Dirección Municipal de la de la Municipalidad de Buenos Aires, Vivienda, Monoblock General Conjunto 1o de Marzo (actualmente Belgrano, vista, foto, ca. 1955. Roque Sáenz Peña), maqueta, 1944. b. EPBA, Monoblock Río de , b. Dirección de Arquitectura del maqueta, ca. 1949. MOP, Barrio N° 1 (Aeropuerto o c. Dirección Municipal de la Justicialista, actual Esteban Vivienda, Pabellones Acoyte y Echeverría) en Ezeiza, Unidades de Ambrosetti, maqueta, ca. 1949. vivienda, foto, ca. 1948. 85 a. Nacional, 76 a. Dirección de Arquitectura del Conjunto 17 de Octubre MOP, Conjunto General Perón (actualmente General Paz), en el (actual Cornelio Saavedra), Planta partido de La Matanza, vista aérea, de conjunto, 1947. foto, ca. 1954. Las hue llas de la po lí tica

b. Piccinato, Adighero, Gómez, Suboficiales Sargento Cabral, Plaza Morelli y Stortini (equipo ganador central, foto, ca. 1937. del concurso), Conjunto 17 de b. Dirección General de Ingenieros Octubre (actualmente General Paz), del Ministerio de Guerra, Barrio de en el partido de La Matanza, Plano Suboficiales Sargento Cabral, de conjunto, ca. 1952. Capilla y galería, foto, ca. 1937. c. Banco Hipotecario Nacional, 124 M. Carman, boceto para un panel Conjunto Curapaligüe o 26 de Julio sobre “Vivienda popular” en la (actualmente Simón Bolívar), exposición La Nueva Argentina, esquema de conjunto y vista de los 1951. pabellones, foto, ca. 1955. 126 a. Aeropuerto Ministro Pistarini en 89 Banco Hipotecario Nacional, Planos Ezeiza, imagen de La Nación tipo del Plan Eva Perón, 1952-1955. Argentina Justa Libre Soberana, 100 a. Chalet del Tortugas Country 1950. Club, 1937. b. Operación territorial de Ezeiza, b. Publicación Viviendas esquema de la relación con la , ca.1940. Capital, de La Nación Argentina 110 a. Ministerio de Obras Públicas de Justa Libre Soberana, 1950. Mendoza, Proyecto de vivienda 132 a. El ministro de Obras Públicas rural, 1936. presenta a la prensa el plan del b. Instituto Colonizador de la aeropuerto de Ezeiza, 1949. Provincia de Buenos Aires, tipo de b. MOP, Comisión de Estudios y vivienda rural mínima, 1940. Obras del Aeropuerto Ministro c. J. Vivanco y V. Peluffo, Proyecto Pistarini, Plan maestro, 1949. de viviendas rurales, 1939. 136 a. MOP, Aeropuerto Ministro 115 a. Grupo Austral, Proyecto de Pistarini en Ezeiza, Aeroestación, viviendas rurales, 1939. foto, ca. 1949. b. Grupo Austral, “Urbanismo b. MOP, Aeropuerto Ministro rural: plan regional y vivienda”, Pistarini en Ezeiza, Aeroestación, 1939. foto, ca. 1949. 121 a. Dirección General de Ingenieros c. Aeropuerto de Washington, foto, del Ministerio de Guerra, Barrio de 1941. Anahi Ballent

139 a. MOP, Comisión de Estudios y 149 a. Cancellotti, Montuori, Piccinato Obras del Aeropuerto Ministro y Scalpelli, Sabaudia (Italia), Pistarini, Aeroestación, primer Planta, 1934. proyecto no ejecutado, ca. 1944. b. Cancellotti, Montuori, Piccinato b. Aeropuerto de Tempelhof en y Scalpelli, Sabaudia (Italia), Berlín, 1936-1941. Centro cívico, 1934. 141 a. MOP, Administración de Vialidad, 154 a. FEP, Ciudad Estudiantil, foto, autopista al aeropuerto de Ezeiza, ca. 1949. foto, ca. 1953. b. FEP, Proyecto del Hospital b. Autopistas en los Estados Unidos, Regional de Santa Fe, ca. 1953. ca. 1950. 157 a. Ramón Cárcano, Proyecto de c. MOP, Administración de Vialidad, “Aldeas escolares” para el Consejo Proyecto de autopista urbana, 1949. Nacional de Educación, vista aérea, 143 a. MOP, Balnearios populares en ca. 1933. Ezeiza, vista peatonal, foto, ca. 1950. b. Ramón Cárcano, Proyecto de b. MOP, Balnearios populares en “Aldeas escolares” para el Consejo Ezeiza, vista aérea, foto, ca. 1950. Nacional de Educación, detalle, ca. c. Fundación Eva Perón (FEP), 1933. Hotel Infantil en Ezeiza, ca. 1954. c. FEP, Hogar escuela, ca. 1953. 146 a. MOP, Dirección de Viviendas de la 159 a. Colonia de vacaciones de la Dirección Nacional de Arquitectura, Provincia de Buenos Aires en Mar , Planta general, copia del Plata, foto, ca. 1940. fechada en 1951. b. FEP, Ciudad Infantil, ca. 1949. b. MOP, Dirección de Viviendas de la 162 a. FEP, Ciudad Infantil, vista aérea, Dirección Nacional de Arquitectura, foto, ca. 1949. Ciudad Evita, esquema de b. FEP, Ciudad Infantil, Folleto de la funcionamiento de los barrios, Subsecretaría de Informaciones, s/f. ca. 1948. 165 a. J. Sabaté, Proyecto de Mundo de c. MOP, Dirección de Viviendas de la la infancia para la FEP, 1951. Dirección Nacional de Arquitectura, b. Eva Perón y periodistas Ciudad Evita, esquema de vialidad, norteamericanas en una visita a la ca. 1948. Ciudad Infantil, 1950. Las hue llas de la polí tica

169 a. Eva Perón, 1948. Avda. de Mayo y 9 de Julio, 1951, b. Eva Perón, 1949. planta. 172 a. FEP; Sede Central, maqueta, c. J. Sabaté, croquis para el ca. 1950. monumento al Descamisado sobre b. Facultad de Derecho de la Avda. Libertador, s/f. Universidad de Buenos Aires, foto 183 a. R. Asís, folleto Hacia una de 1949. arquitectura simbólica justicialista, 174 a. Monumento a Eva Perón, 1953. maqueta de la ubicación urbana, b. Imagen de Eva Perón en el edificio 1953. de la CGT, 17 de octubre de 1952. b. Monumento a Eva Perón, 188 a. Edifico Kavanagh visto desde el maqueta, 1953 río, 1936. c. B. Iofan, Proyecto del Palacio de b. Edifico Kavanagh , “Un jardín los Soviets (Moscú) y monumento a sobre Buenos Aires en el piso 28”, Lenin, 1933-1934. 1935. 176 a. Monumento a Eva Perón, 195 a. C. Vilar, Casa de departamentos esculturas en el estudio de L. en Avda. Corrientes y Maipú, planta Tomassi, 1953. e interior de una unidad, 1938. b. Monumento a Eva Perón, b. C. Vilar, Casa de departamentos Proyecto de cripta, 1953. en Avda. Corrientes y Maipú, 179 a. A. E. Ybarra García, monumento fachada, 1938. al Descamisado, Primer proyecto, 197 a. Aviso de heladeras SIAM, 1937. 1949. b. Cocina moderna en Casas y b. A. E. Ybarra García, monumento Jardines, 1934. al Descamisado, Primer proyecto, 204 Transformación tipológica en la casa 1949, maqueta de tamaño natural. colectiva, del bloque al pabellón 181 a. J. Sabaté, Proyecto para el exento. monumento al Descamisado en 211 a. F. Bereterbide, W. Acosta, A. Felice Avda. de Mayo y 9 de Julio, 1951, y J. C. Ruiz, Casa colectiva de la interior. cooperativa El Hogar Obrero en b. J. Sabaté, Proyecto para el Avda. Rivadavia y Ángel Giménez, monumento al Descamisado en foto, ca. 1955. Anahi Ballent

b. F. Bereterbide, esquemas de Buenos Aires, “La ciudad vuelve a “edificios de altura sobreelevada”, asomarse a su río olvidado”, 1949. 1943. 239 a. EPBA, Proyecto para la 223 a. I. F. Villa y H. Nazar, Proyecto de urbanización del Bajo Belgrano, urbanización del Bajo Flores, 1945. Dibujo de C. Testa, ca. 1949. b. E. Catalano, R. Nery, R. O. b. Foto aérea del sector a intervenir Grego, F. E. Lanús, F. Degiorgi, a través de la urbanización del Bajo A. González Gandolfi, Proyecto para Belgrano, 1949. el Auditorio de Buenos Aires, c. EPBA, Proyecto para la ca. 1948. urbanización del Bajo Belgrano, 225 a. Revista Vivienda, publicación de fotomontaje, 1949. la Dirección Municipal de la 242 a. Dirección de Urbanismo de la Vivienda, 1949. MCBA, Proyecto de viviendas en las b. Revista Nuestra Señora de los calles Curapaligüe y Cobo, Buenos Aires, publicación de la ca. 1952. MCBA, 1949. b. Dirección de Urbanismo de la 229 Le Corbusier, J. Kurchan y MCBA, Proyecto de viviendas en J. Ferrari Hardoy, Plan de Buenos Casa Amarilla, ca. 1952. Aires de 1938, fotomontaje. 249 a. Ferias municipales modelo, 232 a. Le Corbusier, Propuesta para inauguración de uno de los locales, Buenos Aires de 1929, Rascacielos 1952. sobre el río. b. J. M. Casasco, Ferias municipales b. Le Corbusier, J. Kurchan y modelo, acceso, ca. 1952. J. Ferrari Hardoy, Plan de Buenos c. J. M. Casasco, Ferias municipales Aires de 1938, Plaza Congreso. modelo, exterior, ca. 1952. c. Le Corbusier, J. Kurchan y 251 a. Boceto para la presentación de J. Ferrari Hardoy, Plan de Buenos “Electra”, en las escalinatas de la Aires de 1938, esquema de Facultad de Derecho, Semana de la conjunto. Lealtad de 1950. 237 a. EPBA, Folleto 3ª Fundación de b. “El cantar de los gauchos” Buenos Aires, portada, 1949. representada en la Avda. 9 de Julio, b. EPBA, folleto 3ª Fundación de Semana de la Lealtad de 1950. Las hue llas de la po lí tica

c. Anfiteatro Eva Perón en Parque b. J. Sabaté, exposición del Primer Centenario, ca. 1952. Aniversario de la Revolución de 255 a. J. Sabaté, Proyecto para el 1943, maqueta, 1944. Centro permanente de exposiciones c. Festival Internacional de Cine, de la FEP, perspectiva, 1951. , 1954. b. J. Sabaté, Proyecto para el 261 a. J. Sabaté, exposición La Nueva Centro permanente de exposiciones Argentina en la calle Florida, de la FEP, esquema de la Proyecto, 1951. organización en planta, ca. 1951. b. Exposición La Nueva Argentina, c. M. R. Álvarez y M. Ruiz, Teatro 1951-1952. Municipal General San Martín, 264 a. J. Sabaté, exposición La Nueva foto, ca. 1960. Argentina, Pantallas en el Obelisco, 258 a. Exposición del Primer 1951. Aniversario de la Revolución de b. J. Sabaté, exposición La Nueva 1943, Sabaté y los promotores del Argentina, Portada sobre la calle evento, 1944. Charcas, 1951.

Prefacio Reconocimientos

Es te li bro tuvo como base la tesis doc toral presen ta da a la Fa cultad de Filo so - fía y Le tras de la Uni ver si dad de Buenos Ai res en 1997, rea li zada ba jo la di rec- ción de Jor ge F. Lier nur en el Ins titu to de Ar te Ameri ca no e In ves tiga ciones Es - téti cas Ma rio J. Bus chiazzo (IAA), de la Fa cultad de Ar quitec tu ra, Dise ño y Urba nismo de la Uni ver si dad de Buenos Ai res, con el apo yo de una be ca del CO - NI CET. Dentro de este mar co, el ám bi to preci so en que se ha de sa rro llado es te traba jo ha sido el del Progra ma de Es tu dios Histó ri cos de Cons trucción del Ha- bi tar, diri gido por Lier nur e inte gra do por Fer nan do Alia ta, Ale jandro Cris pia- ni, Mer cedes Da gue rre, Adrián Go relik, Claudia Sch midt y Gra cie la Sil ves tri. Las hi pó tesis de este li bro son deu do ras del tra ba jo co lec tivo del gru po, co mo lo es tam bién la ma yor par te de mis acti vi da des aca démi cas. Es ta em presa co lec - tiva, cons trui da en dis cu sio nes com par tidas y en el tra ba jo con junto, ha consti - tui do la prin ci pal orien tación de mi tra ba jo y su ma yor es tímu lo. Un ám bi to inte lec tual cuyo va lor en mi forma ción exce de am pliamen te los apor tes que este libro pue da evi denciar es el Progra ma de his toria de las ideas, los in telec tua les y la cul tu ra, que di ri ge Os car Te rán en el Ins titu to Ravig na ni. Las reu niones men sua les lle va das a ca bo por es te grupo de dis cusión am plio y hete ro gé neo me per mitie ron inscri bir mi traba jo en un mar co de estu dios cultu - ra les, a través de un fecun do in tercam bio en tre forma ciones y dis ci pli nas dis tin- tas. Una opor tu ni dad ex cepcio nal de con frontar mis pers pecti vas de tra ba jo con las de otras disci pli nas en el estu dio de temas ur ba nos fue propor ciona da por una be ca de la Uni ver si dad Au tóno ma Metro po li tana de Méxi co y de la Fun da- ción Roc kefe ller, que me brindó la po si bi li dad de inte grar du ran te 1995, y en cali dad de in ves tiga do ra vi si tante, el Pro grama de Cul tu ra Ur ba na en la Ciu dad de Méxi co diri gido por Néstor García Can cli ni. Fi nalmen te, la redac ción defi ni - tiva del libro fue parte de mi traba jo en la Uni ver si dad Na cional de Quilmes (UNQ), don de con tinúo de sempe ñán do me; mis co le gas del Pro grama de His toria de las rela cio nes entre Esta do, econo mía y socie dad en Argen tina cons titu yen allí el apo yo y el es tímu lo co tidia no de mi tra ba jo. Bea triz Sar lo, Pe dro Pirez y Ri car do Sidi ca ro actua ron co mo jura do de te sis y sus obser va cio nes han resul ta do centra les en la rees cri tu ra del tra bajo, sobre to - do las prove nien tes de la lec tu ra am plia y ge ne rosa de Bea triz Sar lo. Dis tintos co -

17 Anahi Ballent le gas, algu nos de ellos compa ñe ros en la UNQ, han leí do el tra bajo to tal o parcial - men te y sus comen ta rios y suge rencias han re sulta do muy valio sos: Patri cia Be - rrota rán, Li la Caima ri, Mark Hea ley, Roy Ho ra, Ma riano Plot kin y Raanan Rein. Va rias perso nas han cola bo rado con es ta in vesti ga ción acep tan do ser entre vista - das. Mu chas otras me han propor cio na do ma te rial o me han per mi ti do consul tar archi vos: he in clui do los respec tivos agra de ci mien tos en los ca pí tu los en los cua - les esos mate riales son ci ta dos. Pe se a ello, quie ro des ta car aquí el apoyo brinda - do por las biblio tecas de dos insti tu cio nes, el IAA y la Socie dad Central de Arqui - tectos, ámbi tos en los cuales mi tra ba jo fue par ticu larmen te inten so y donde con té con la soli ci tud cons tan te de sus bi blio teca rias: Ana María Lang, en el pri me ro, y Magda le na García, jun to a sus cola bo rado res, en el se gundo. Mu chos de los agra deci mientos inte lec tuales y aca démi cos se mezclan con el afecto; sin embar go, esa com bi na ción es par ticu lar men te in tensa en el ca so de Jor ge Myers, con quien he compar tido to dos es tos años. A él le agra dezco an te todo to do el amor y la pa ciencia, pe ro tam bién las obser va ciones su tiles que ha rea li za do a mi tra ba jo, ba sa das en una cla ri dad y una eru di ción que, a pesar de los años com par tidos, no de jan de asom brar me. Fi nalmen te, recor dan do a mis pa dres, dedi co este libro a Blan ca Infan te e Ismael Alon so y a Adela Escu de ro y George Myers, cuatro amigos cu ya compren sión y afecto han miti ga do la pe na irre media ble que cau sa la au sencia.

Anahi Ba llent, marzo de 2005

18 Intro duc ción

El pero nis mo y sus imá ge nes

“Nues tros años fe lices fueron pe ronis tas”, plan teaba un afi che de la cam pa ña elec - toral de 1983. Aun que la con sig na no lo ha cía ex plíci to, esta ba cla ro que esa ape - la ción a la me mo ria de tiem pos me jo res se re fería al pri mer pe ronis mo, el de los años 1940 y no el de los 1970. En efec to, la con sig na in tenta ba re trotraer al es pec- tador a las imá ge nes redun dan tes, naives y apas tela das, de la co no cida y mo nu - men tal pro ducción pro pa gan dísti ca del primer go bierno pe ronis ta titu la da La Na- ción Argen tina Jus ta Libre y Sobe ra na (1950). Co mo sín tesis de sus ocho cientas pá gi nas re feri das a la obra es tatal pro mo vi da en no más de sie te años, el libro se cerra ba con una ima gen que cons titu ye una ale go ría mo derna del buen go bierno, 13 cuyo re sulta do es la fe lici dad po pu lar. Allí, una fa mi lia son riente avan za ba por un ca mi no flo rido, recor tándo se con tra un fon do de obras pú blicas –au topis tas, cen- tra les eléctri cas, di ques, cam pos sem bra dos y vi vien das–, en tre otros signos tra di - cio na les de pro gre so y abun dan cia aso cia dos con la ac ción es tatal. El resul ta do de esa in terac ción en tre ciuda da nos y Es tado era el bie nestar po pu lar, pro ducto de la justi cia so cial. Es tas per so nas no eran exac tamen te “desca mi sa dos”: el tra je y la cor ba ta ha bían si do adop tados aun por el abue lo, por que eran el re sulta do de la trans for ma ción so cial em prendi da por el pe ronis mo. Co mo in for ma ba el texto, se tra taba de una “fa mi lia pai sa na”, cu ya ima gen in terpe la ba de la si guien te forma:

Lec tor: ¿Es tás de acuer do con no so tros en que la obra de jus ticia so cial es - tá amplia men te jus tifi ca da? El tra ba jador, el hom bre hu mil de, el eter no de - sampa ra do, ¿no tenía dere cho a una vi da me jor? ¿No te sientes hala ga do de ver lo a nues tro la do, vi viendo co mo la gen te, dis frutan do de co mo di da des como las nues tras, aspi ran do y soñan do co mo pode mos hacer lo los demás? ¿Acaso ol vida mos que ese ar gen tino, ese gau cho abrió los cam pos de la pa - tria a pun ta de tacua ras? ¿No te pa re ce más crio llo esto de ser todos her ma - nos en el deber pero tam bién en el de re cho?

En es ta fe li ci dad em blema tiza da en una ima gen aso ciada con la vi da pri va da –“vi vir co mo la gen te”–, pero cons trui da y promo vida en térmi nos pú bli cos, la

19 Anahi Ballent obra pú bli ca ocu pa ba un lugar des taca do, y, en parti cu lar, los con juntos de vi- vienda masi va, re presen ta dos en la obra por cha le ci tos cali fornia nos, ope ra ban como símbo los de la ad quisi ción de nuevos de re chos y de la ex tensión del bie- nestar, es de cir, de una trans forma ción com ple ta del mun do po pular. Es tas imá - genes aún ope ran en la me mo ria his tóri ca, más allá de la va lora ción que las car - gue; el pero nis mo si gue ape lando al imagi na rio de aque llos prime ros años, que, si guiendo el mis mo li bro, ha bría sido obra de Juan D. Pe rón, figu ra cu ya apa- ri ción respon día a una ex hor ta ción de Martín Fie rro “[...] hasta que venga al - gún crio llo en esta tie rra a man dar [...]”.1 Es te es tu dio co menzó movi li zado por la per dura ción y por la fuer za po lí tica de este tipo de figu ras del ima gina rio del pero nismo, en par ticu lar el consti tui - do por re presen ta cio nes de la obra pú bli ca y de las po lí ticas es tata les refe ri das a la arqui tec tu ra, la vivien da y la ciudad, y a las formas en que tal mundo sim- bó li co fue construi do y di fundi do. En par ticu lar, es te univer so su girió pregun - tas co mo las si guientes: ¿a tra vés de qué pro ce sos lle gan a asociar se ciertas for- mas vi sua les con una deter mi na da po lí tica?, ¿qué re lacio nes se trazan en tre las po lí ticas y los pro cesos de trans forma ción ma terial y sus re presen ta cio nes en el plano sim bó li co? Par tiendo de la idea de que la me mo ria es una ac tivi dad se- lecti va, ¿qué tipo de selec ción de imáge nes y formas ope ran en la cons truc ción de ima gina rios po lí ticos? Las pre gun tas formu ladas nos in di can cla ra mente que este univer so sim bó li co no pue de ser abor da do sin en tender lo al mis mo tiempo en sus diver sas di mensio nes, como proce so mate rial, po lí tico o esta tal. Busca re- mos, en tonces, compren der este doble carác ter en la arqui tec tu ra pro mo vida por el Es tado, las po lí ticas pú bli cas y los pro ce sos ur ba nos pro duci dos en Bue nos Aires en los lla ma dos “años pe ro nistas” 1943-1955.2

Téc nica y po lí ti ca

En la búsque da de una mira da ca paz de inte rro gar el ma terial histó ri co en el senti do indi ca do, debe mos par tir de una comprobación bási ca: la po líti ca no opera de mane ra aisla da ni autó no ma en la construc ción de polí ti cas e imáge - nes, sino que actúa de mane ra so lida ria con ciertas técni cas. Cuan do ha blamos de técni cas o, en gene ral, de técni ca , hace mos re feren cia a la arqui tec tu ra y el urba nismo co mo disci pli nas cuyo ob jeti vo con siste en la transfor ma ción de los espa cios del habi tar en sus distin tas esca las a través de instru men tos espe cí fi - cos, construi dos por ellas mismas de mane ra re lati va mente autó no ma. Desde esta perspec ti va, técni ca y po líti ca consti tu yen dos mira das distin tas pero vin- cula das sobre los mismos ob jetos, los espa cios del habi tar en sus distin tas es- ca las. En este plano, las rela cio nes entre polí ti ca y so ciedad esta rán siempre

1 Control de Estado de la Presidencia de la Nación, La Nación Argen tina Justa Li bre y So be rana , Bue nos Ai res, Peu ser, 1950, p. 799. 2 Juan Car los Torre (dir. de tomo), Los años pe ro nistas (1943-1955), en Juan Suria no (coord. ge - ne ral), Nueva Histo ria Argen tina , Bue nos Ai res, Suda meri ca na, 2002, 10 to mos, t. 8.

20 Las hue llas de la po lí tica

Alegoría del buen gobierno en la propaganda oficial del peronismo: una “familia paisana” avanza feliz por un jardín, acompañada por un fondo de obras públicas, tradicionales imágenes de progreso nacional. La imagen enfatiza la idea de que el peronismo promovía tanto el progreso económico como el social. Control de Estado de la Presidencia de la Nación, La Nación Argentina Justa Libre Soberana, Buenos Aires, 1950.

21 Anahi Ballent media das por la técni ca. El víncu lo entre técni ca y po líti ca, enton ces, será el eje que permi ti rá abor dar cam pos temá ticos am plios –campos cuyo es tudio es- te traba jo no ago ta, pero de los que da cuenta en sus aspec tos sustan cia les–, selec cio nan do ob jetos dentro de ellos y jerar quizán do los en función de ciertos ejes de análi sis. En otras pala bras, permi ti rá construir los temas co mo pro ble- mas de la inves ti ga ción. El víncu lo que consti tu ye nuestro inte rés puede ser desglo sa do en dos aspec - tos o nive les de análi sis de la produc ción arqui tec tó ni ca y urba nísti ca, que in- tenta re mos re lacio nar: po líti cas esta ta les y esté ti cas arqui tec tó ni cas . Así, pue- de obser var se que de las tres partes que compo nen esta obra, la prime ra adop ta la vía de entra da de las polí ti cas esta ta les, mientras que las dos siguien tes se centran en las esté ti cas do minan tes en la produc ción arqui tec tó ni ca del perío - do. Con res pecto al abor da je de las polí ti cas, se han exami na do ac ciones, ins- titu cio nes y nor mati vas promo vi das por el Esta do que inci den en el cam po de ac ción de cier tas téc nicas. En par ticu lar, el tra bajo aborda central men te las po- líti cas de vi vien da y, en se gun da ins tan cia, un sec tor aso cia do con ellas, la pla - nifi ca ción urba na. Como es sabi do, se trata de temas que adqui rie ron en el pe- ríodo una rele van cia parti cu lar dentro del Esta do. En efecto, en primer lugar, la imple men ta ción de estas polí ti cas impli có infle xio nes profun das en la rela - ción Esta do/so ciedad, por ejemplo, al insta lar la idea de “dere cho a la vivien - da” que el Esta do ya no po dría desco no cer, aun con poste rio ri dad al derro ca - miento del pero nismo. En segun do lugar, desde el punto de vista de la histo ria de las polí ti cas de vivien da, el pero nismo se presen tó como un corte radi cal, co- mo el go bierno inicia dor de este tipo de accio nes, aunque sea nece sa rio acudir al examen histó ri co del perío do 1930-1943 para ma tizar y preci sar esta aseve - ración. Fi nal men te, en el mis mo sen tido, pe ro cam biando la perspec ti va ha cia la histo ria de la técni ca, los arqui tec tos insis tían en la nece si dad de la inter ven - ción del Esta do en la vivien da ma siva con an terio ri dad a las gestio nes del pe- ro nismo; desde este punto de vista, el pero nismo en el poder pare cía estar ha- ciéndo se cargo de un imagi na rio técni co previo refe ri do a proble mas cen tra les del ha bitar mo der no. El se gun do as pecto de la re lación técni ca/po lí tica que es te traba jo de sa rro lla se refie re a las esté ti cas arqui tec tóni cas, en parti cu lar, a los pro ce sos his tóri cos de pro ducción y difu sión de esté ti cas en arqui tec tu ra. So bre todo inte re sa inda - gar en las for mas en que la po lí ti ca em plea imá genes vi sua les pa ra iden tifi car - se. Para ello, el traba jo trata de pregun tarse de qué ma ne ra una pro ducción téc- ni ca puede cons tituir una “esté ti ca de la po lí tica”. 3 En es te sen tido, se toma como pun to de par tida una ob serva ción de Manfre do Ta fu ri, según la cual la ar -

3 La expre sión “este ti za ción de la po lí ti ca” fue em plea da inicial mente por Wal ter Ben ja min con re - fe rencia al fas cis mo en su Theorien des deutschen Faschis mus. Sin em bargo, como demues tran tra- ba jos como el coordi nado por Mauri zio Vaudag na (L’es teti ca de lla poli tica.Eu ropa e Ame ri ca ne gli an ni Tren ta, Ba ri, Later za, 1989), el énfa sis en la este ti za ción de la polí tica no se restrin gió a los go- bier nos tota li ta rios, como lo demues tra la produc ción de los Esta dos Unidos en los años 1930. Una dis cu sión sobre es te tema puede verse en la In troduc ción, pp. VII-XIV.Véase tam bién Sandro Scarroc - chia, “Me fis to o la arqui tec tu ra del to ta li ta rismo”, Block, N° 5, diciem bre de 2000, pp. 54-63.

22 Las hue llas de la po lí tica quitec tu ra pro mo vida por el Es tado no pue de ser enten di da co mo una de ri va - ción de la po lí tica, sino que deman da su con si dera ción en tanto punto de arti - cula ción de propues tas po lí ticas y técni cas; dicho de otro modo, la po lí tica no crea formas, si no que resig ni fica formas existen tes. Es posi ble pen sar, enton ces, en una rela ción de tangen cia como un modo ade cua do de gra ficar la vin cula - ción entre técni ca y polí tica: ima ginar la idea de dos his torias –una técni ca o disci pli na ria y otra po lí tica–, en tendi das co mo dos líneas au tóno mas que se cru - zan en un punto, aunque tienen comien zos y de sa rro llos pos terio res a tal cruce di ver gen tes.4 Es ta idea permi te de se char tanto enfo ques que tienden a au tono - mizar el cam po técni co o es téti co, co mo pers pecti vas que lo con si deran una de - ri va ción direc ta o un refle jo de la polí tica. Recu pera, asi mismo, un da to central del ma terial empí ri co en el que se ba sa es te estu dio: las es téti cas apli ca das en la pro ducción del pero nismo no eran nue vas si no que se ha bían con so li da do en la déca da an terior. De esta forma, la apro xima ción que aquí se pro po ne con tiene dos nú cleos de in terro gantes y se vin cula con otros tan tos cam pos de es tu dio. Por un lado, el traba jo se pro po ne con tri buir a la his toria de la ar quitec tu ra y del ur ba nismo en la Ar gen tina, ana li zan do las com plejas in terre lacio nes en tre la espe ci fici dad disci pli na ria y los re queri mientos y con di ciona mientos ex ternos a ella, pro ve- nientes de la po lí tica y de la so ciedad. Com par te pre gun tas, pers pecti vas y ob- je tos con un con junto de traba jos del que es además deu dor, co mo los de Jor ge F. Liernur –que diri gió es ta inves tiga ción en su forma de tesis de docto ra do–, Adrián Go relik y Gra ciela Sil ves tri.5 Por otro la do, el traba jo inten ta vincu lar se con los ac tuales estu dios so bre la histo ria del pero nis mo, que en las últi mas dé cadas han am pliado sus prin ci pa - les preocu pa ciones. En efecto, su centro se ha mo vido des de la ex pli cación so - bre la na tu ra le za, los orí ge nes y la defi ni ción del pero nismo como movi mien to po lí tico, al aná li sis de sus for mas de ope rar con cre tas (a tra vés del estu dio de po lí ticas, as pectos secto ria les o formas provin cia les, fi gu ras po lí ticas de segun - da lí nea, en tre otros temas) y al es tu dio de sus as pectos simbó li cos.6

4 Manfre do Ta fu ri (a cura di), Vien na Ros sa. La poli tica re si denzia le ne lla Vien na so cialis ta, Ro - ma, Elec ta, 1980, p. 7. 5 Jor ge F. Lier nur, “Buenos Ai res, la estra te gia de la ca sa au tocons trui da”, en Die go Armus (comp.), Sec tores po pula res y vi da ur bana , Bue nos Ai res, CLACSO , 1984, pp. 107-122; Jor ge F. Lier nur, Ar - quitec tu ra en la Argen tina del siglo XX. La construc ción de la moder ni dad, Bue nos Ai res, Fondo Na - cional de las Ar tes, 2002; Jor ge F. Lie nur y Gra cie la Sil ves tri, El um bral de la me trópo lis. Transfor - ma ciones téc ni cas y cul tu ra en la mo derni za ción de Bue nos Ai res, Buenos Ai res, Su da meri cana, 1993; Adrián Go re lik, La grilla y el parque. Espa cio públi co y cul tu ra ur bana en Buenos Aires, 1887-1936, Bue nos Ai res, Edi torial de la Univer si dad Na cional de Quilmes, 1997; Ana Ma ría Ri - gotti, Las inven ciones del urba nis mo en Argen tina (1900-1960). Inesta bi li dad de sus repre sen ta - ciones cientí fi cas y difi cul ta des para su pro fe siona li zación , te sis de docto ra do, Fa cul tad de Arqui - tec tu ra, Pla nea miento y Ur ba nismo, Uni ver si dad Na cional de Ro sa rio, 2005. 6 La base de es te li bro fue la tesis de docto ra do apro ba da en 1997. Pa ra es ta publi cación hemos rea li za do cam bios y, so bre todo, he mos ac tuali zado en la me di da de lo po si ble la biblio gra fía y las re feren cias en función de la gran canti dad de traba jos pro duci dos des de tal momen to. En cuanto al

23 Anahi Ballent

Un univer so plural

Para iniciar el estu dio de la rela ción entre es téti ca y polí tica dentro de los mar- cos traza dos an terior mente, es nece sa rio, an te to do, re co no cer la di ver si dad de la pro ducción del perío do, en la cual se dis tin guen por lo me nos cua tro esté ti - 204a cas: la ar quitec tu ra rús tica o pin tores ca (obras de la Fun da ción Eva Pe rón, cha - lets del Mi niste rio de Obras Pú bli cas, Plan Eva Pe rón del Ban co Hipo teca rio Na - 37a cional), el moder nis mo ate nua do (di ver sos edifi cios públi cos esta ta les como el 172a aero puerto de Ezeiza), el neocla si cis mo (se de central de la Funda ción, Monu - 223 mento a Eva Pe rón) y el mo dernis mo radi cal (Es tu dio pa ra el Plan de Buenos Aires –EPBA –, edifi cios de la Secre ta ría de Co mu ni cacio nes, en tre otras). Las tres prime ras es téti cas co rrespon den a pro puestas de los años 1930, que encon tra- ron su culmi na ción en la obra pú bli ca de los años 1940 y 1950: sus de sa rro llos no se ex tienden más allá de tal pe ríodo. La cuar ta, el mo dernis mo radi cal, en cambio, aun que tam bién provie ne de los años 1930, con tinua rá su de rro tero

es tado ac tual de los estu dios so bre el pe ronis mo, ade más de los tra ba jos se ñeros de Tulio Halpe rin Dong hi (so bre todo la edi ción defi ni tiva de Ar gen tina en el ca lle jón, Bue nos Ai res, Espa sa Cal pe, 1995 y La larga agonía de la Argen tina pero nista , Bue nos Aires, Espa sa Cal pe, 1994), el tomo de pe ronis mo de la Nueva Histo ria Argen tina , di ri gido por Juan Car los Torre (Los años pe ro nistas (1943-1955), cit.) reu nió en 2002 contri bucio nes que cons titu yen re feren cias insos laya bles pa ra la histo ria del perío do. Co mo ejem plos del despla za mien to de inte re ses en los estu dios ha cia las for- mas con cretas de operar, pue de verse, a mo do de ejemplo, el dossier “Nuevos en foques so bre el pe - ro nismo” de la re vista En tre pasa dos , N° 22, 2002. Por otra par te, Raa nan Rein ha lla ma do la aten- ción so bre la nece si dad de estu diar figu ras po lí ticas de segun da línea (Pe ro nismo, popu lis mo y po lí tica. Ar gen tina 1943-1955, Bue nos Ai res, Edi torial de Bel grano, 1998), mien tras que Da río Ma - cor y Cé sar Tcach han pro mo vido el estu dio del pero nismo en el in terior (La in vención del pero nis- mo en el in te rior del país, Santa Fe, Univer si dad Na cional del Lito ral, 2003). Un pano ra ma de con - tri buciones recien tes sobre polí ticas pú bli cas pue de ver se en Pa tri cia Be rro tarán, Aníbal Jáu regui y Marce lo Rou gier, Sueños de bienes tar en la Nueva Ar gen tina 1946-1955, Bue nos Ai res, Ima go Mun - di, 2005. En cuanto a los as pec tos simbó li cos del pero nismo, la lista es exten sa: Da niel James, Re - sisten cia e in tegra ción. El pe ro nismo y la cla se traba ja do ra ar gen tina 1946-1976, Bue nos Ai res, Suda meri cana, 1990 (Cam bridge, 1988); Maria no Plotkin, Maña na es San Perón. Pro pagan da, ri- tuales polí ticos y edu ca ción en el ré gimen pe ro nista (1946-1955), Bue nos Ai res, Espa sa Cal pe/Ariel, 1993; Li la M. Cai ma ri, Pe rón y la Igle sia Ca tóli ca. Re li gión, Es ta do y socie dad en la Ar gen tina (1943-1955), Bue nos Ai res, Es pa sa Cal pe, 1995; Juan Car los To rre (comp.), El 17 de oc tu bre de 1945, Bue nos Ai res, Es pa sa Cal pe, 1995. La his toria de las ideas ha rea li za do en los úl timos años apor tes de magni tud, como Fe de ri co Nei burg, Los inte lec tuales y la inven ción del pero nismo , Bue - nos Ai res, Alian za, 1998; Car los Al tami ra no, Pe ronis mo y cul tu ra de izquier da , Bue nos Ai res, Te - mas Gru po Edi torial, 2001, Ba jo el signo de las ma sas (1943-1973), Bue nos Ai res, Ariel, 2001; Beatriz Sarlo , La ba ta lla de las ideas (1943-1973), Bue nos Ai res, Ariel, 2001. Una pers pecti va cul - tu ral más am plia es ensa ya da por la mis ma auto ra en otros traba jos: “Eva Pe rón: al gu nos temas”, Carlos Al tami ra no (ed.), La Ar gen tina en el si glo XX, Bue nos Ai res, Ariel/Univer si dad Na cional de Quil mes, 1999, pp. 341-355, y “Do ble óp tica. Un in ten to (más) de ob servar el pe ro nismo”, Punto de Vis ta, N° 80, di ciem bre de 2004, pp. 1- 6). Re cien temen te Mar ce la Ge né ha es tu dia do las re pre- senta cio nes vi sua les de la propa ganda po lí tica en Un mun do fe liz. Imá genes de los traba ja do res en el pri mer pe ro nismo, 1946-1955, Bue nos Ai res, Uni ver si dad de San An drés/Fon do de Cul tu ra Eco- nó mica, 2005, mientras que los estu dios de géne ro intro du cen nuevas pers pecti vas de análisis en Ka ri na I. Ramac ciot ti y Adriana M. Valo bra, Ge ne rando el pero nismo. Es tu dios de cultu ra, po lí ti- ca y gé ne ro (1946-1955), Bue nos Ai res, Pro yec to Edi torial, 2003.

24 Las hue llas de la po lí tica más allá del pe río do anali za do, ge ne ra li zán do se den tro de la obra del Es tado con pos terio ri dad a 1955. El aná li sis, en tonces, se en fren ta a un univer so plural y se ve obliga do a re nun- ciar a toda búsque da de una “ar quitec tu ra pero nis ta”, enten di da co mo un único conjun to de formas ex pre si vo de la po lí ti ca. En el mismo sen ti do, hay que re cor- dar que el pero nis mo no tu vo un ar quitec to o un nú cleo de “ar quitec tos del ré gi- men”, cola bo ra do res perma nentes, vi si bles, iden ti fi cables clara mente y vincu la- dos di rec ta mente con los líde res, co mo se ob serva en el ca so del na zis mo o del fascis mo italia no. Podría mos de cir que Jorge Sa ba té fue la fi gu ra que más se acer - có a tal rol, pese a lo cual no llegó a pro mo ver un único lengua je arqui tec tóni co en parti cu lar. Es te he cho infor ma so bre las distan cias polí ti cas que sepa ra ban al pe ronis mo de otros regí me nes, pe ro también habla de la falta de homo genei dad del pe ronis mo, que se muestra en cambio como un con glo mera do po lí ti co-ideoló - gico que acoge ideas muy dife ren tes en tre sí.7 Por otro lado, es nece sa rio consi de - rar tam bién que esta carac te rísti ca po lí ti ca del pe ronis mo se vio po ten ciada por cier tos pro ce sos que pro vie nen de los años 1930, co mo la am pliación del apa ra to es tatal y el incre mento de la obra pú bli ca, he chos que ha blan de un campo ac ti - vo y diná mi co, en proce so de transfor ma ción. Los da tos polí ti cos del perío do, en- tonces, es tarían enfa ti zando las ca racte rísti cas de un apa ra to esta tal mo derno, que es por su pro pia na tu ra le za com ple jo, am plio y no ho mo géneo, y dentro del cual la ac ción de la buro cra cia esta tal se pre senta siempre como “are na de con flic tos”.8 Lejos de inva li dar el es tu dio de las rela cio nes entre es téti cas ar quitec tó ni cas y polí tica, estas consi dera ciones esti mu lan un refi na miento de las mira das que deci dan abor dar lo. En efecto, el traba jo tra ta de demos trar que exis tieron vín- culos en tre propues tas esté ti cas e insti tu ciones pro moto ras –uni das a su po si ción dentro del apara to esta tal o po lí tico–, pro gra mas arqui tec tóni cos –funcio na les y sim bó li cos– y colo ca ción o perfil de los produc to res . En sínte sis, lo que se in- tenta rá de mostrar es que la coexis ten cia de diver sas es téti cas no cons titu yó un hecho aza roso, sino que fue una conse cuen cia de la forma en que se am plió el apara to esta tal en el perío do y de la pug na en tre distin tos secto res por im po ner distin tas for mas de re presen ta ción del Es tado y de la po lí tica.

Arqui tec tura y cul tura

En es te in tento de vincu lar po lí ticas y es téti cas privi le gia mos la in da ga ción so - bre las es téti cas, ya que el tra ba jo, ade más de re lacio nar se con los es tudios del campo sim bó li co del pero nismo, inten ta también ensa yar una apro xima ción cul- tu ral de la ar quitec tu ra, ca paz de com prender la en térmi nos de instru men to, pe- ro tam bién de repre sen ta ción.

7 Véase, en tre otros, Ma riano Plot kin, “La ideolo gía de Pe rón: conti nuida des y ruptu ras”, en Samuel Ama ral y Maria no Plot kin, Pe rón: del exi lio al poder , Bue nos Aires, Cánta ro, 1993, pp. 45-68. 8 Oscar Ozlak, Po lí ticas públi cas y regí me nes polí ticos: Re flexio nes a partir de al gunas expe rien cias la tinoa me ri ca nas, Bue nos Aires, CE DES, 1984, p. 15.

25 Anahi Ballent

Buscan do una mi ra da cultu ral, se trata de construir una apro xima ción inte - grado ra so bre las formas del ha bi tar, ya que tra di cional men te di chos ob je tos de estu dio han re gis trado análi sis que tienden a se pa rar as pectos que en rea li dad se encuen tran ínti ma mente vincu lados. En efecto, allí han opera do, por un la - do, los ins trumen tos y las preo cu pa ciones tradi ciona les de la histo ria de la ar - quitec tu ra y del ur ba nismo, cen trados en la pro ducción ar quitec tó ni ca de los ar - quitec tos –so bre to do en sus as pectos tipo lógi cos y es tilís ticos–. Por otro la do, las formas del ha bi tar han sido escru ta das por los ins trumen tos de la socio lo gía, la histo ria po lí tica o los es tu dios es tata les, privi le gian do el exa men de las po lí- ticas pú bli cas. Es te es tu dio, en cam bio, apun ta a po ner de ma ni fiesto las vin cu- lacio nes entre ambos cam pos en la defi ni ción de la produc ción arqui tec tó ni ca o urba nísti ca, aun que respe tan do la espe ci fici dad que ca da uno de los pla nos de análi sis re quiere. 9 El inte rés en las esté ti cas ar quitec tóni cas guía la segun da y la terce ra par te del traba jo, que consti tu yen su cuerpo central: así, la segun da se ocu pa de la ar qui- tec tu ra rús ti ca, mientras que la terce ra aborda la moder nis ta, cu briendo, de esta mane ra, las dos es té ti cas do minan tes en la produc ción del perío do. Es te in te rés, sin embar go, no des cono ce los pro ble mas que ace chan a los es tu dios de la re la- ción esté ti ca-po lí ti ca. Al res pec to, es parti cu larmen te ilus trati vo un co menta rio de Jef frey Herf en El moder nis mo reaccio na rio , cuando discu te el campo de estu dios

9 So bre la ar quitec tu ra y las po lí ticas de vi vienda o ur ba nas del pe ro nismo no exis ten traba jos de de sa rro llo am plio, excep tuando el de Mark Healey so bre la recons truc ción de San Juan (The Ruins of the New Argen tina: Pe ro nism, Ar chi tec tu re, and the Re ma king of San Juan af ter the 1944 Earth- quake , Dis serta tion degree of Doc tor of Phi losophy, De partment of His tory, Duke Uni ver sity, 2000) y el más re cien te de Rosa Aboy, Vivien das pa ra el pueblo. Es pacio urba no y socia bi li dad en el ba- rrio Los Pera les, 1946-1955, Bue nos Ai res, Univer si dad de San An drés/Fon do de Cultu ra Econó - mica, 2005. So bre ar qui tec tu ra del pero nis mo, pue den ver se María Isa bel de Larra ña ga y Al berto Pe tri na, “Ar quitec tu ra de masas en la Argen tina (1945-1955): hacia la búsque da de una expre sión pro pia”, Anales del Ins titu to de Arte Ame ri ca no, Nº 25, 1987, pp. 107-115; Pedro Son de re guer, Ar - quitec tu ra y Moder ni dad en la Argen tina , Bue nos Ai res, CESCA , Fi cha Nº 1, 1986. Con respec to a po lí ticas de vivien da y urba nas, el campo ha regis tra do mayo res apor tes que en el caso de la arqui - tec tu ra, des tacán do se traba jos de im pron ta so cioló gi ca co mo los de Os car Yuj novsky, Ho ra cio To- rres y Fran cis Korn. Sobre el te ma, véa se Martha Schtein gart y otros, “Po lí ticas de vivien da de los go bier nos po pula res pa ra el área de Buenos Ai res”, Summa , Nº 71, enero de 1974, pp. 14-19; Mart- ha Sch tein gart y Bea triz Broi de, “Po lí ticas de vi vienda de los go biernos po pula res pa ra el área de Bue nos Ai res”, Summa , Nº 72, fe bre ro de 1974, pp. 69-75; Oscar Yujnovsky, “Re visión críti ca de la polí tica de vivien da en Argen tina desde 1880”, Summa , Nº 72, febre ro de 1974, pp. 13-18 y 84, y Claves polí ticas del proble ma habi ta cional argen tino 1955-1981, Bue nos Ai res, Grupo Edi tor La - tinoa me ri cano, 1984; Ho ra cio Torres, El mapa so cial de Buenos Aires (1940-1990), Bue nos Ai res, FA DU-UBA, 1993; Francis Korn y Lidia de la Torre, “La vi vienda en Buenos Ai res, 1887-1914”, De- sarro llo Eco nó mi co, N° 98, julio-sep tiem bre de 1985, pp. 245-258; Fran cis Korn, Buenos Ai res mun - dos par ticu la res, Bue nos Ai res, Suda meri cana, 2004. Perspec ti vas más his tóri cas que so cioló gi cas pueden verse en Diego Euge nio Le cuo na, Le gisla ción so bre loca cio nes urba nas y el proble ma de la vi vien da, Bue nos Ai res, CEAL, 1992, 2 vols.; Hora cio Gagge ro y Alicia Garro, Del traba jo a la casa. La po lí tica de vi vien da del go bier no pe ro nista 1946-55, Bue nos Ai res, Bi blos, 1996. La ubi cación de la vivien da den tro de las po lí ticas de bienes tar del pero nismo pue de verse en Juan Car los Torre y Eli sa Pas tori za, “La de mo cra tiza ción del bie nestar”, Juan Car los Torre (dir. de tomo), Los años pe ro nistas 1943-1955, cit., pp. 257-312.

26 Las hue llas de la po lí tica so bre “esté ti ca fascis ta” plantean do que “el hinca pié y los errores de omisión po- drían llevar al lector a pensar que el nacio nal so cialis mo era primor dialmen te una exhi bi ción artís ti ca bien fi nan ciada”. Aun que el mismo au tor reco no ce que “sin embar go, al gu nas obras de este gé ne ro no pierden de vista el bosque por ver los ár bo les”, la obser va ción re sulta muy atina da y puede consi de rar se aplica ble a cual- quier estu dio re fe ri do a las rela cio nes entre es té ti ca y polí ti ca, ya que habla de los ries gos im pli cados en la opera ción de auto no miza ción de un campo, sepa rán do lo del contex to po lí ti co y so cial dentro del cual opera ba.10 En re lación con tal ob ser- vación, este análi sis trata de lle gar a la es té ti ca par tien do de un traba jo so bre ba- ses más “du ras”, ca pa ces de contro lar la inter pre ta ción y de exigir que la arqui - tec tu ra sea vis ta no só lo ex pre san do o in ter pre tando en térmi nos simbó li cos a la po lí ti ca, si no también operan do en el inte rior de las po lí ti cas, re cor dan do que la ar quitec tu ra no es só lo ima gen y sím bo lo, si no que también es instru men to. Éste es uno de los mo ti vos por los cua les es te traba jo se refie re a las re lacio nes entre téc ni ca y po lí ti ca y no só lo al más res trin gido vín cu lo entre es té ti ca y po lí ti ca. En efec to, el tér mino téc ni ca es más en glo ban te y refie re no só lo a es té ti cas y a valo - res artís ti cos sino tam bién a instru men tos de inter vención, a un campo disci pli - nar, a cier to conjun to de pro ducto res, con su pro pia histo ria, sus formas de se lec - ción y va li da ción, etc., en otras pala bras, englo ba un univer so com ple to, mate rial y simbó li co. Sinte ti zando, enton ces, más allá de que las esté ti cas consti tu yan una preo cu pa ción central, el balan ce en tre po lí ti cas y esté ti cas, o, en otras pala bras, en tre proce sos y re pre senta cio nes se consi de ra funda mental.

Pe ríodo de es tudio

Aun que el ob je to cen tral de es te traba jo se en cuen tra en tre 1943 y 1955, la re - la ción con el pe ríodo pre vio 1930-1943 es un dato estruc tu rador del mis mo, pe- se a que no agota sus al cances. En tér mi nos gene rales, es te en fo que, parti cu lar- men te rele vante cuan do se es tu dian proce sos de construc ción de polí ticas públi cas, se funda men ta en la ne ce si dad de histo ri zar los te mas del pe río do de es tu dio, ope - ración que cuen ta con de sarro llos madu ros en la histo riogra fía po lí tica, eco nó - mi ca o social, pe ro que no había sido reali za da para el campo es pe cí fico que aquí aborda mos. Aun que la con si dera ción tra di cional del año 1930 co mo fuer te corte para to - dos los as pectos de la vida na cional ha sido discu ti da por dis tin tos traba jos, que han pre feri do cen trar sus refle xio nes en la conti nui dad del perío do de la en tre- gue rra, pa ra los es tu dios que toman el Es tado co mo uno de sus cen tros, el cor- te polí tico im pli ca do en el gol pe mili tar y la re lación en tre los años 1930 y 1940 si gue cons titu yen do una cues tión central. 11 De todas for mas, es im por tante se -

10 Jef frey Herf, El mo dernis mo reac ciona rio. Tec no logía, cul tu ra y po lí tica en Wei mar y el Ter cer Reich, Méxi co, Fon do de Cul tu ra Eco nó mica, 1990 (Cam bridge, 1984), p. 501. 11 So bre la con tinui dad del pe ríodo de la en tregue rra, véa se espe cialmen te, en el área de histo ria so - cial y cultu ra po lí tica, Lean dro Gu tiérrez y Luis Al berto Rome ro, Secto res po pula res, cul tu ra y po -

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ña lar, si guiendo a Car los Alta mi ra no, que es tas afirma ciones no impli can negar la ca rac terís ti ca de ra di cal no ve dad que sig ni ficó la irrup ción del pero nismo en la vi da po lí tica argen tina. En efecto,

[...] aunque la inves tiga ción más re cien te sobre los años treinta y los años cua ren ta ha ido mos trando que la emer gen cia del “he cho pe ronis ta” ha bía di si mu lado, ba jo los sig nos de una irrup ción tumul tuo sa, mu chos ele mentos de con tinui dad res pec to del pa sa do in media to –ni la in ter ven ción esta tal en la econo mía, ni las po lí ticas indus tria lis tas, ni el trato entre di ri gen tes gre- mia les y po der públi co ha bían co menza do con él–, ningu na de estas com- pro ba ciones anu la la no vedad del alinea miento de fuerzas que pro dujo, ni el he cho de que con él tuvie ra co mienzo una di coto mía an tagó ni ca de lar gas con se cuen cias en la vi da pú bli ca na cional. 12

Vin cular el pero nis mo con la his toria pre via no im pli ca ne ce sa riamen te en fati - zar la conti nui dad de proce sos u obras, sino obser var la forma en que ellos fue- ron modi fica dos, re forza dos o re signi fica dos por la fuer za po lí tica emer gen te. Signi fica con si derar el con texto del cual se nutrie ron ini cial mente las accio nes del pero nismo, más allá de que se identi fi ca ran o se dis tancia ran de él. En el ca- so par ticu lar de la ar quitec tu ra y de la ciu dad, los años 1930 exi gen ser con - templa dos co mo mucho más que me ros “an tece dentes” del perío do si guiente, ya que muestran el mate rial histó ri co con el cual debió me dirse y ope rar la nue va fuerza po lí tica, do cumen tan el desa rro llo de deba tes, ti pos e imá ge nes arqui tec - tóni cas o ur ba nas de los cua les el pero nismo poste rior mente se apropió, aun que asig nán do les sig ni fica dos nue vos e in cor po rán do los a uni ver sos de sen tido igual - mente nove do sos. En otras pa labras, la no vedad del pero nis mo no consis te, en mu chos ca sos, en la crea ción de ele mentos nuevos, si no en una re no va da ma ne- ra de ha cer uso de elemen tos existen tes y combi narlos, provo can do efectos ines- pera dos: la rup tu ra que ins tala, en tonces, debe bus car se en las nue vas fi gu ras que se mues tra ca paz de com po ner con pie zas pree xisten tes.

Estruc tura del li bro

Es te aná li sis inten ta ela bo rar una vi sión de con junto de las re lacio nes entre téc - ni ca y polí tica en el perío do, aco tando los ca sos de es tu dio a la ciu dad de Bue - nos Ai res. La prime ra par te, Es ta do, ciudad y vivien da: insti tu ciones y pro ble- mas, consti tu ye un mar co ge ne ral, don de se ana li zan e histo ri zan po lí ticas de vivien da y ur ba nísti cas pa ra la ciudad de Buenos Ai res, se preci san rela cio nes entre polí tica y po lí ticas, se ubica a los equi pos técni cos ac tuantes y las obras más repre sen ta ti vas. lí tica. Bue nos Ai res en la entre gue rra, Bue nos Aires, Suda meri ca na, 1995. Una defen sa de las rela - ciones entre la dé cada de 1930 y los años 1940 pue de verse en Ricar do Si di caro, Los tres pero nis- mos. Es ta do y poder eco nó mi co 1946-55 / 1973-76 / 1989-99, Bue nos Ai res, Siglo XXI, 2002. 12 Carlos Al tami ra no, “Es tu dio pre li minar”, Ba jo el sig no de las ma sas (1943-1973), cit., p. 19.

28 Las hue llas de la po lí tica

La se gun da y la terce ra par te están centra das en las dos co rrientes esté ti cas princi palmen te presen tes en la produc ción del perío do, la rústi ca o pinto res ca y la moder nis ta. Aunque el centro del estu dio es la esté ti ca de la arqui tec tu ra, el análi sis ope ra con una con ca tena ción de re presen ta cio nes que aso cian vi vienda, ar quitec tu ra y ciu dad: por ello se ha ce re feren cia a Es téti cas rústi cas, ciuda des jar dín y des con centra ción urba na en la segun da par te, y a Es téti cas mo dernis - tas, vivien da co lecti va y con centra ción urba na , en la terce ra parte. Esta conca - tena ción entre vivien da, ar quitec tu ra y ciu dad pro viene del mate rial histó ri co, ya que se tra ta de aso ciacio nes que re gis traba tan to la ar quitec tu ra co mo la po - lí tica del perío do de es tu dio y que aún hoy con servan su vi gen cia, aun que de ma nera más ate nua da. Efectivamente, desde princi pios de siglo has ta los años 1950, los ar quitec tos con si dera ban que el mo tor de la trans forma ción de la ar - quitec tu ra era el tipo de vi vienda, célu la bá si ca que trans forma ría el teji do ur - bano; el ca mino re co rrido por las pro puestas de los CIAM (Con grès In ter na tio- naux d’Ar chitec tu re Moder ne) es sin tomá tico al res pecto. Al mismo tiempo, estas conca te na ciones funcio na ban co mo repre senta cio nes so ciales más am plias: consti tuían una es pe cie de conven ción cultu ral que aso - ciaba tipo logía de vi vienda, esté ti ca, ti po de teji do ur ba no y ciu dad re sultan te. Con una par ticu lari dad des taca ble: agrega ban tam bién com po nentes evo ca tivos –ru ral o ur ba no, se gún el ca so–, que ha blaban del ca rác ter en arqui tec tu ra y su- gerían tanto un deter mi na do pai sa je co mo un modo de vida. Sin téti ca mente, en- tonces, la arqui tec tu ra se encuen tra en el centro de las preocu pa ciones del tra- ba jo, pe ro no se con si deran sus ex po nentes en térmi nos de ob je tos ais lados, si no que se los entien de co mo parte de las conca tena ciones, rea les pero tam bién ima - gina rias, que vin culan la vi vienda con la ciu dad. En cuan to a la or ga ni za ción de las dos par tes centra das en las es téti cas ar - quitec tó ni cas do minan tes en la produc ción de perío do, ca da una de ellas es tá compues ta por un capí tu lo re feri do a la dé ca da de 1930 y dos ca pí tu los centra - dos en ca sos de la pro ducción del pero nis mo. Ya se ha su bra ya do la im por tan- cia que tiene el aná li sis del perío do 1930-1943 pa ra es te traba jo; el pe ro nismo ape ló a ti pos e imá ge nes con so li da das en la dé ca da an terior, no só lo di fundi das entre los técni cos sino asen tadas en tanto repre senta cio nes de un alcan ce social mu cho más amplio. A par tir de es tas identi fi ca cio nes, los ca pí tu los centra dos en la obra del pe ro nismo tratan de ana li zar có mo la polí tica uti li zó estas imáge nes preexis tentes y trans formó su sen tido.

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Los trabajadores y la ciudad en la propaganda oficial: una relación mediada por el 17 de octubre, interpretado como toma simbólica de la ciudad. Boceto del ilustrador Valera Pécora para panel de la exposición La Nueva Argentina, 1951. Archivo Jorge Sabaté.

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