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CONTENIDO

DOSSIER 3 Héctor Cuauhtémoc Hernández Silva ESTUDIOS SOBRE „ PRESENTACIÓN BENITO JUÁREZ LA CONMEMORACIÓN BICENTENARIA Y EL LIBERALISMO EN EL DE BENITO JUÁREZ BICENTENARIO 2006 5 Érika Pani „ EL LIBERALISMO QUE NO FUE DE JUÁREZ. LAS RAZONES DE LOS IMPERIALISTAS 19 Reinaldo Suárez Suárez „ JOSÉ MARTÍ Y LA PENA DE MUERTE EN EL MÉXICO LIBERAL (1875-1876) 39 Arturo Lomas Maldonado „ JUÁREZ Y SUS HECHOS EN LA GUERRA DE REFORMA (1859-1861) 63 Xiomara Avendaño Rojas „ LA DIVISIÓN POLÍTICO-ADMINISTRATIVA EN NICARAGUA A PARTIR DE LA CONSTITUCIÓN DE 1858, ¿CAMBIO O CONTINUIDAD?

LITERATURA 81 Margarita Alegría de la Colina HUMOR Y COMICIDAD EN LA LITERATURA POPULAR DEL SIGLO XIX MEXICANO 93 Alejandra Herrera DOS TEMAS EN LA POÉTICA DE RUBÉN BONIFAZ NUÑO 101 María Luisa Domínguez y Christine Hüttinger LA IDENTIDAD FEMENINA –¿HISTORIA DE UN FRACASO?– 125 Gloria Josephine Hiroko Ito Sugiyama BLANCO PLATA; ROJO FUEGO. MUTILACIÓN DEL CUERPO; MUTILACIÓN DE LA PALABRA. ENSAYO COMPARATIVO DE FARABEUF O LA CRÓNICA DE UN INSTANTE Y EL HIPOGEO SECRETO O LA CRÓNICA DE POLT DE SALVADOR ELIZONDO 141 Efraín Barradas EL MACHO COMO TRAVESTI. PROPUESTA PARA UNA HISTORIA DEL MACHISMO EN PUERTO RICO ESTUDIOS CULTURALES 153 Alejandro Nava Tovar „ FRANZ KAFKA Y EL ESTADO DE INDEFENSIÓN

HISTORIOGRAFÍA 165 Adrián Montero Palma „ ESTRATEGIAS DISCURSIVAS DE KRAUZE ANÁLISIS DE BIOGRAFÍA DEL PODER

HISTORIA 183 Nicolás Amoroso Boelcke „ NOMBRAR LA HISTORIA. EL CINE COMO INSTRUMENTO

MIRADA CRÍTICA 197 Priscilla Connolly „ Víctor Díaz Arciniega „ Agustín Sánchez González „ Ernesto Aréchiga Córdoba

215 „ SINOPSIS DE LOS ARTÍCULOS 221 „ COLABORADORES PRESENTACIÓN LA CONMEMORACIÓN BICENTENARIA DE BENITO JUÁREZ Héctor Cuauhtémoc Hernández Silva*

D esde el surgimiento, a finales del siglo a rememorar: el 15 de mayo por la rendi- XVIII, del moderno Estado-nación, los ción de Querétaro; el 15 de julio por la gobiernos instituyeron las “fiestas naciona- entrada triunfal a la capital y la restaura- les” como una forma de preservar el re- ción del gobierno republicano; el 2 de abril cuerdo de los sucesos que habían hecho porfirista, por el triunfo militar del general posible el establecimiento del nuevo orden oaxaqueño sobre las fuerzas imperiales en de cosas. La utilización de la conmemora- Puebla. Pero la fiesta centenaria del naci- ción cívica para sostener la remembranza miento de Benito Juárez en 1906 opacó a abrió paso a la manipulación de la memo- todas ellas. La exaltación del dirigente li- ria histórica seleccionando determinados beral como el héroe forjador del orden hechos, personas, fechas, de acuerdo con republicano se convirtió en una de las tres la ideología e intereses de los grupos de- grandes fiestas actuales de México, junto tentadores del poder político: para cele- con el Grito de Independencia y el inicio brar la Independencia Mexicana el 16 o de la Revolución Mexicana. 27 de septiembre, para darle paternidad a El bicentenario del natalicio de Benito la patria, Hidalgo o Iturbide. Juárez en 2006 llega en un momento difí- Conforme el Estado-nación liberal se fue cil para la celebración de las fiestas na- consolidando, el calendario cívico fue cre- cionales impuestas por el liberalismo me- ciendo y las fiestas nacionales se multipli- xicano triunfante. La crisis del Estado caron. La organización de éstas recordaba mexicano emanado de la Revolución Me- a la sociedad hechos ligados a la institución xicana, el ascenso al poder político nacio- política existente y que la legitimaban. Fue nal de los herederos de aquellos grupos por ello que la memoria histórica se con- conservadores, así como la circunscrip- virtió, como dice Jacques Le Goff, en “una ción académica de la producción histórica, necesidad reconocida y puesta en práctica han provocado que dicha conmemoración por todos los gobiernos”. tenga matices diversos: mientras el go- El triunfo de los liberales republicanos bierno ejecutivo de Vicente Fox procuró sobre los imperialistas trajo nuevas fechas opacarla, el poder legislativo y todas las fuerzas políticas, de izquierda, derecha o * Departamento de Humanidades, UAM-A. centro, se dieron a la tarea de enaltecer la

[3] HÉCTOR CUAUHTÉMOC HERNÁNDEZ SILVA memoria del adalid republicano. Los aca- rebeldía, es el momento de repensar el démicos nos dedicamos a organizar, como significado de nación, de estudiar las ma- siempre, mesas y foros. nifestaciones populares acerca de ella y de Eric Hobsbawm ha escrito que “la de- sus mitos históricos, de hacer una his- construcción de mitos políticos o sociales toriografía más atenta a la realidad y no disfrazados de historia forma parte des- sólo a discusiones teóricas bizantinas, que de hace tiempo” de las tareas profesiona- sin el matiz político y de compromiso con les del historiador. La historia académica el que nació nuestra historia escrita en el sigue teniendo un reto, en su labor y frente siglo XIX quedan inertes. El uso de los a su presente: la recuperación crítica de la símbolos históricos sancionados por la práctica política de la historia y de los mi- historia liberal con otros contenidos o con tos nacionalistas. Para ello es necesario otros fines, tanto por políticos como por despojarse de los anteojos liberales con los los grupos sociales, nos hacen ver que si que nos enseñaron a mirar la historia, para bien la protesta radical política ha llegado analizar los procesos y no sólo a los indi- a nuestro tiempo, todavía queda por desle- viduos, desde otras ópticas. gitimar los valores culturales hegemóni- Ahora que el Estado mexicano ya no cos de los poderes dominantes, entre ellos representa a la nación, o cuando menos los mitos históricos nacionalistas, y con se ha puesto en entredicho su legitimidad ello transformar nuestra mirada histórica por millones de votantes y no votantes en hacia el futuro.

4 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER EL LIBERALISMO QUE NO FUE DE JUÁREZ. LAS RAZONES DE LOS IMPERIALISTAS*

Érika Pani**

N uestras visiones del pasado se han trabajados con igual ahínco. De esta ma- enriquecido mucho en los últimos treinta nera, si el revisionismo ha cambiado las años. Para quienes nos dedicamos a la formas en que comprendemos los proce- historia política, aquello que por un mo- sos de Independencia y Revolución, ha de- mento se pensó como la competencia de jado prácticamente incólume, salvo excep- los enfoques económicos, sociales y ciones, el otro gran momento de la historia culturales, así como la superación de un del México independiente, . marco nacional que pecaba de ensimis- Consagrada ya desde su misma época mado, han abierto perspectivas más am- histórica como una “segunda indepen- plias que nos han permitido acceder a un dencia”, la Guerra de Reforma e Interven- cuadro más completo y más complejo de ción pervive en la memoria colectiva nuestro ayer. como un periodo de idealismo liberal y ne- Muchos de los problemas de la “historia cedad conservadora, de heroísmo repu- patria” han sido identificados y, en muchos blicano y traición reaccionaria, dominado aspectos, solventados por una historia po- en forma avasalladora por la personali- lítica que si bien sería pretencioso calificar dad de Benito Juárez. Habría que pre- como “nueva”, es más abierta, más modes- guntarse por qué la Reforma conserva los ta y más claridosa. Sin embargo, se han tintes del mito patriótico perfecto en el mantenido, en algunos aspectos, los hitos que los buenos derrotan a los malos, y consagrados de la historia de bronce y no por qué Benito Juárez adquirió no sólo una todos los periodos de la historia han sido estatura colosal, sino rasgos pétreos de hé- roe de pedestal que muchas veces nos im- piden acercarnos al político, al estadista y * El presente ensayo forma parte del libro Los al hombre. mil rostros de Juárez, de la Colección Conmemora- tiva del Bicentenario, que publicarán la UAM y la Ya en 1904, Francisco Bulnes pretendió UABJO en el 2007. Se presenta en este dossier como desmitificar la figura heroica de Juárez, tal avance editorial. cual la pintaba la historia oficial. Bulnes ** División de Historia, CIDE. Agradezco al doctor consideraba que se faltaba a la verdad y Cuauhtémoc Hernández el haberme invitado a co- laborar en este proyecto. Retomo, en este texto, a la justicia al ocultar las sombras del mucho de trabajos anteriores. presidente oaxaqueño, al transformar en

[5] ÉRIKA PANI actos heroicos lo que no era sino producto sigue describiéndose al México de las de la miopía o de la ambición, y al res- primeras décadas independientes como el ponsabilizar a un solo hombre de un largo “país de un solo hombre”, Antonio López y complejísimo proceso histórico. Don de Santa Anna, se insiste en que la “prodi- Francisco escribía, además, con pésima le- giosa vida de Juárez” resuma la historia de che. De este modo, aunque algunas crí- México al mediar el siglo XIX. Abundan ticas contenidas en El verdadero Juárez y entonces biografías del Benemérito, pero, la verdad sobre la Intervención y el Im- salvo excepciones,4 éstas describen las perio, así como las reflexiones de Bulnes hazañas del héroe –o del antihéroe– y no en torno a la escritura de la historia son la vida y obra del actor histórico. sugerentes, el veneno que destila el libro Más fértiles han sido los estudios de hizo que su lectura desembocara más en campos en los que no es figura principal el escándalo que en el debate.1 ni participa en forma directa el estadista No obstante, las respuestas a Bulnes, oaxaqueño. Así, algunos investigadores han mesuradas o furiosas, encarnan quizá la buscado en las innovaciones de la Refor- más voluminosa producción historiográfi- ma aquellas leyes e instituciones que, con ca sobre Juárez. Si el Juárez de la “historia la Constitución de 1857 y las Leyes de Re- oficial” nos deja insatisfechos, no debe sor- forma, apuntalaron el orden jurídico y el prender, por otra parte, que al igual que marco legal hasta 1917, y encauzaron la ese héroe de bronce, el retrato de Juárez transformación económica del México que pintara la historiografía católica y con- porfiriano.5 servadora carezca, de la misma manera, Muy sugerentes han sido también de profundidad y matices. La confronta- aquellos trabajos que exploran el “libe- ción de uno y otro, en diálogo imposible, ralismo popular” de los pueblos campe- difícilmente podía hacer avanzar nuestra sinos que, en ciertas regiones, forjaron comprensión del personaje y de la época alianzas duraderas con los dirigentes libe- que vivió.2 rales, contribuyendo al triunfo sobre con- Por otra parte, no obstante los trabajos servadores y franceses, y a la construcción que han procurado ponderar, sin violentar, del orden que le siguió.6 Más allá de los el papel de los distintos pensadores, po- problemas de claridad conceptual que líticos y militares que participaron desde para algunos pueda plantear la propuesta lugares muy distintos en el proceso de la de los análisis “poscoloniales” y “subal- Reforma, sigue siendo el hombre de Gue- ternos”, estos trabajos –que no se inscriben latao el que domina, hasta oscurecerlo, el todos dentro de esta línea– han rescata- escenario de esa historiografía.3 Así como do las sofisticadas posturas y complejas estrategias de una serie de protagonistas que conocíamos mal. 1 Rogelio Jiménez Marce (2003). 2 Véase, por ejemplo, Salvador Abascal (1984) y 4 José Valadés (1986) y más recientemente, Brian Celerino Salmerón (1972). Hamnett (1994) y Josefina Vázquez (2005). 3 Destacar las propuestas reformistas que no 5 José Antonio Aguilar y Manuel Negretto (2000); fueron de Juárez es uno de los propósitos explícitos Marcello Carmagnani (1994); Erika Pani (2004). de Jacqueline Covo (1983), en Las ideas de la Refor- 6 Véase, entre otros, Guy P. C. Thomson (1991) y ma en México: 1855-1861. Florencia Mallon (1995).

6 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER EL LIBERALISMO QUE NO FUE DE JUÁREZ. LAS RAZONES DE LOS IMPERIALISTAS

Dentro del periodo que va de 1855 a cía prestarse más a la trama de una tele- 1867, los años del Segundo Imperio fue- novela que al análisis histórico. Esta imagen ron presentados durante mucho años ha sido desmontada por investigaciones como ajenos al desarrollo histórico na- recientes que han procurado subrayar las cional. Para los liberales victoriosos, y formas como el gobierno imperial se inserta quienes reclamaron ser sus herederos en en el largo y trabajoso proceso de cons- el siglo XX, el imperio había interrumpi- trucción del Estado-nación, en el México do el ascenso difícil pero inevitable del independiente. Estos trabajos muestran un liberalismo. La fuerza de las armas fran- imperio que, al igual que los gobiernos que cesas había dado vida artificial a un pro- lo antecedieron y en gran medida aquellos yecto derrotado. El gobierno del iluso que le siguieron, enfrentó los mismos pro- Habsburgo no había sido más que una blemas espinosos a los cuales intentó dar farsa. Lo que importaba había sucedido solución, a veces en forma innovadora, las en el territorio que dominaban los jefes más retomando propuestas y experien- liberales y, principalmente, en Paso del cias pasadas. Norte. México se había refugiado “en el Así, el gobierno de Maximiliano buscó desierto”, como dice en bonita frase José tejer redes diplomáticas que paliaran la Fuentes Mares. La historiografía liberal debilidad de una joven nación, pobre e triunfante tacharía a los simpatizantes del inestable;8 trató de solucionar al agobian- descabellado proyecto imperial de traido- te “problema religioso” (en contra de lo res, negándoles, prácticamente, toda justi- que anhelaban muchos de sus promoto- ficación. Incluso de lado de los agraviados, res), afianzando la autoridad del poder ci- empezando por dos de los artífices del vil sobre el eclesiástico;9 impulsó la mo- advenimiento del imperio, José Hidalgo y dernización administrativa y económica Francisco de Paula Arrangoiz, la argumen- de México, con el mínimo margen de ma- tación correría por la misma línea. El es- niobra que le permitían los eternos com- trepitoso fracaso del imperio y la tragedia promisos de la hacienda pública –ejército de Querétaro se debían a que Maximiliano y deuda– y unas arcas siempre vacías. y los franceses habían pervertido los ob- Paralelamente trató de desactivar, a tra- jetivos y visiones de sus adalides locales.7 vés de una relación directa con los súbdi- Así, tanto tirios como troyanos terminarían tos del emperador, las fuertes tensiones que por afirmar que en el imperio del Austria, producía la “modernización” entre los en las formas como había gobernado y sectores de una población desestabiliza- naufragado, los mexicanos habían tenido da por la legislación reformista.10 poco que ver. El Segundo Imperio quedó, entonces, 8 consagrado como una especie de parén- Arnold Blumberg (1971). 9 Para Patricia Galeana (1991) el imperio repre- tesis histórico, como un periodo pintores- senta una “tercera reforma” en las relaciones Iglesia- co, romántico y melodramático que pare- Estado en México. 10 Sobre el afán de modernización véase Bárbara Tenenbaum (1991); sobre la búsqueda de legi- 7 Para un análisis de la construcción del imperio timidad, Robert Duncan (1996) y Adriana Gutiérrez como episodio de la memoria nacional, véase Érika Hernández (2002); y sobre las relaciones con los Pani (2004)-1. súbditos, Claudia Ceja (2004).

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 7 ÉRIKA PANI

El presente ensayo se inscribe en esta proyectos culturales como el Diccionario línea: rescata al imperio como un gobierno Universal (1853-1855).11 mexicano que persiguió fines similares a Además, a diferencia de lo que uno los de sus predecesores, considerando que esperaría, se trata de destacados miem- la forma monárquica los haría más ase- bros del partido conservador que en reali- quibles, y enfrentó los mismos obstácu- dad figuraron en las listas de funcionarios los. Se reseñan entonces en forma breve, imperiales, más a partir de 1866, cuando las razones por las cuales un grupo de Napoleón III anunciara el retiro de sus políticos mexicanos de larga experiencia tropas. Entre los imperialistas figuraron vieron en el gobierno del joven Habsbur- miembros del constituyente de 1856 y de go un régimen con el que podían trabajar. varios cuerpos legislativos a partir de 1847, Se pretende descubrir por qué estos así como ministros de los gobiernos libe- “imperialistas” pensaron incluso que una rales de José Joaquín Herrera, Mariano monarquía impuesta por las armas de Arista e . una injusta invasión, les abría oportunida- Aun tomando en cuenta lo deformante des para llevar a cabo proyectos políticos que puede ser una historiografía que ha que acariciaban años ha. Finalmente, se calificado a los imperialistas no sólo de revisan, también de forma breve, algunos traidores sino de imbéciles, resulta difícil fracasos y logros, en muchos casos efíme- comprender cómo hombres así pudieron ros, de quienes colaboraron con el go- dejarse seducir por lo que parecía un bierno del emperador. proyecto tan descabellado: un gobierno monárquico, con un príncipe austriaco al frente, en un país que había vivido el trá- ¿POR QUÉ SER IMPERIALISTA? gico fin de Iturbide y, salvo dos excep- ciones,12 donde la monarquía había sido Al revisar la centena de personajes que una opción vergonzante, propia sólo de ocuparon cargos de primer nivel en el conspiradores trasnochados y alguno que gobierno imperial –ministros y consejeros otro pueblo de indios.13 Se trataba ade- de Estado, comisarios y visitadores impe- más de un régimen impuesto por bayo- riales, magistrados, prefectos, miembros netas extranjeras al servicio de la ambi- de la comisión de Hacienda y de la Jun- ción del emperador de los franceses.14 ¿Por ta Protectora de Clases Menesterosas–, qué, entonces, estos políticos experimen- descubrimos que se trata, en su mayoría, de hombres maduros, con experiencia po- lítica o militar, que ya habían participado 11 Para una instantánea de los imperialistas, véase en la administración pública estatal o na- el Apéndice 2, en Erika Pani (2001), pp. 375-402. 12 La Carta de José María Gutiérrez Estrada a cional, y que en su mayoría lo harían por Anastasio Bustamante en 1840, y la campaña última vez durante el Segundo Imperio. monárquica del periódico El Tiempo en 1846. Muchos de ellos también habían destaca- 13 Miguel Soto (1998), pp. 208-209. 14 do en el ámbito cultural, como periodis- Sobre el proyecto de Luis Napoleón Bonaparte, Lecaillon (1994); sobre el ejército francés, y las tas, miembros de instituciones como la contradicciones y dilemas que significó para sus Academia de Letrán o la Sociedad de Geo- oficiales la “aventura mexicana”, Meyer (1866); grafía y Estadística, o colaboradores de además, Flores Salinas (2001).

8 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER EL LIBERALISMO QUE NO FUE DE JUÁREZ. LAS RAZONES DE LOS IMPERIALISTAS tados, que podían suponerse razonables, pitosamente. Sólo un Estado fuerte que pu- se adhirieron al imperio de Maximiliano diera actuar sobre todo el territorio po- de Habsburgo? dría asegurar el Estado de derecho y Ocurre pensarlos, en supuesto que bien proteger los derechos de la población. Si coincide con nuestra imagen de los po- éste no había podido materializarse era, líticos decimonónicos –exceptuando, en la opinión de algunos, por las rencillas obviamente, a Juárez y a sus “gigantes”–, que dividían a la clase política, ocasiona- como chaqueteros y oportunistas; o que, das no sólo en bandos ideológicamente en un contexto de contracción económica, enemistados –los “hombres del progreso” muchos de estos hombres, profesionistas contra los del “retroceso”; el partido “con- de clase media –en su mayoría aboga- servador” versus el “destructor”–, sino por dos–, consideraron que dejar de vivir del el enfrentamiento, quizás más paralizan- presupuesto sería vivir en el error. Hubo te, entre poderes (notablemente entre sin duda quienes, tras más de cinco años ejecutivo y legislativo), y entre el centro y de encarnizada resistencia armada al pro- las regiones. yecto liberal, plasmado en la constitución La lucha por el poder era una constante; de 1857, difícilmente podían unirse a las los frágiles canales institucionales eran in- filas republicanas, incluso en defensa de capaces de encauzarla, y eran mecanismos la patria.15 legítimos pero ilegales, como el pronuncia- Quizá hubo también entre ellos uno que miento militar, los que marcaban la pauta. otro convencido pro-monarquismo; aun- En un contexto así, no había proyecto que que cabe recordar que, salvo excepciones pudiera consolidarse. Como afirmaría el li- como la del furibundo clérigo poblano terato e historiador José María Lacunza, Francisco Javier Miranda, quienes antes de que había sido secretario de Relaciones, 1863 habían abogado por la monarquía diputado, senador y magistrado, a los es- –Gutiérrez Estrada, Hidalgo, Arrangoiz– tadistas mexicanos no les habían faltado lo habían hecho en Europa, y que ahí se ni ideas ni inteligencia, sino tiempo y es- habían quedado. Lo que sí se puede con- pacios para ponerlas en práctica.16 cluir es que la institución monárquica, con ¿Por qué sería una monarquía –y sobre todo y joven y diletante Habsburgo y en- todo una monarquía importada con vio- trometidos soldados franceses, pareció lencia– más estable que una república? En ofrecer, por lo menos en un principio, una el dictamen político elaborado para la serie de ventajas que resultaron atractivas Asamblea de Notables que debía votar a estos políticos mexicanos. los destinos del país en julio de 1863, el Para muchos de los políticos activos al destacado político y polemista conserva- mediar el siglo, la construcción de un Es- dor Ignacio Aguilar y Marocho hablaba, de tado estable y eficiente, anhelada desde manera algo confusa, de la autoridad del la independencia, había fracasado estre- principio dinástico per se, del “espontáneo

16 “Informe con que el director de los negocios 15 Tanto Miguel Miramón como Leonardo Már- de Hacienda dio cuenta al consejo de ministros el quez alegarían, a posteriori, haber ofrecido su espa- día 21 del corriente, presentando algunos presu- da a la República, para ser rechazados. Leonardo puestos y las leyes de contribución sobre fincas”, en Márquez (1904), p. 25. El Diario del Imperio, 28 de mayo de 1866.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 9 ÉRIKA PANI acatamiento de todos los hombres, tri- del gobierno nacional. Según Aguilar y butado a una raza siempre privilegiada”.17 Marocho, la “llamada soberanía de los Para la mayoría de los imperialistas, no estados” resultaba nefasta: obstante, la clave de la estabilidad monár- quica estaba en una cuestión de mecáni- No eran por cierto estas entidades po- ca institucional más que en las prendas que líticas, como lo proclamaban los vi- por designio divino pudieran adornar al sionarios, brillantes satélites girando “vástago excelso” de “insigne linaje”. La en armonioso concierto en torno de constitución imperial, al erigir al monarca un centro vigoroso de unión: eran, como elemento estable, inamovible, por sí, cuerpos errantes, sin regla en su encima de los enfrentamientos partidistas, dirección, sin fijeza en su camino, desactivaba, domesticaba la lucha política. entre los cuales todo hombre sen- Sería quizás el periódico La Razón, del sato podía resentir continuos y fu- español Anselmo de la Portilla, el que me- nestos choques semejantes a los de jor articulara estas visiones. Bajo el go- los átomos en el caos de los anti- bierno imperial, afirmaba uno de sus edi- guos filósofos.19 toriales, cualquier mexicano podía ser cualquier cosa, salvo “el emperador”. El En opinión de muchos, el aparato del go- asiento del poder quedaba entonces fue- bierno imperial, jerárquico y centralizado, ra de competencia. No podía ser presa ni pondría fin al desgastador estire y afloje del cuartelazo ni de la triquiñuela electo- que había marcado las relaciones entre ral. De esta manera, los partidos políticos, los gobiernos nacional y estatales desde que habían sido facciones peligrosas y de- 1821, a lo que contribuiría además, como sestabilizantes, se convertían en elemen- se verá posteriormente, la nueva geogra- tos de progreso: el imperio los dejaba “sin fía política que esto establecería. Por otra palenque donde combatir, sin armas con parte, la presencia del ejército expedicio- que herirse, sin ocasiones de vengarse”. nario francés despertó ambivalentes sen- Aquellos que habían sido “capaces de timientos profundos: por una parte, era trastornar a la república” utilizarían ahora humillante, problemática, costosísima su “poderosa energía” para “servir bien al (por los acuerdos de Miramar de 1864, el imperio”.18 gobierno de Maximiliano se había com- Por otra parte, muchos consideraban prometido a cubrir los costos de la expe- que la autonomía de las regiones era dición), y fuente de innumerables con- lo que había impedido la consolidación flictos que enfrentaron desde jueces de primera instancia con comandantes mili- tares, hasta al emperador con el mariscal 17 “Dictamen acerca de la forma de gobierno”, Bazaine; por otra lado, se trataba de un en Ignacio Aguilar y Marocho (1969). 18 “Derechos del hombre bajo las monarquías”, ejército profesional y moderno, “brazo “El emperador y los partidos”, “Algo más sobre par- armado” del Estado (desafortunadamen- tidos”; en La Razón, 17 de noviembre de 1864; 19 te no del Estado imperial mexicano). de octubre de 1864; 22 de octubre de 1864. De la Portilla había estado cerca de Ignacio Comonfort. Bajo el gobierno de Maximiliano, dirige el Diario 19 “Dictamen acerca de la forma de gobierno”, del Imperio. en Ignacio Aguilar y Marocho (1969), p. 507.

10 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER EL LIBERALISMO QUE NO FUE DE JUÁREZ. LAS RAZONES DE LOS IMPERIALISTAS

Su presencia liberaba, hasta cierto perdedor en una justa de la que, con los punto, a las autoridades nacionales del po- liberales victoriosos, surgirían triunfantes der armado, que perteneciera ya a los la soberanía nacional y la justicia. Sin em- hombres fuertes de las regiones, ya al bargo, vale la pena retomar las experien- ejército, y que tantas veces había sido el cias del Segundo Imperio, más allá de las fiel de la balanza en la lucha política de aventuras amorosas del rubio príncipe y la décadas anteriores. La tan criticada des- locura de su consorte; mejor analizarlo por pués renuencia para organizar un ejérci- lo que nos dicen sobre el México que to imperial mexicano, así como el exilio quisieron construir esos políticos mexi- disfrazado de exótica misión diplomática, canos que no creyeron en la Constitución de los dos militares conservado- de 1857, y que, aunque liberales, estu- res más destacados (Leonardo Márquez vieron dispuestos a apostar por un fue enviado a Estambul y a Tierra Santa, proyecto distinto al que encabezaba Be- Miguel Miramón a Berlín), sugieren que el nito Juárez. gobierno imperial buscaba aislar la polí- tica del influjo de las armas. Así, muchos de los hombres que deci- LOS IMPERIALISTAS EN ACCIÓN dieron colaborar con el gobierno del Habsburgo creyeron que el imperio, al Aquellos políticos que pensaron que el poner a la autoridad pública por encima imperio abría una ventana de oportunidad de la política, al jerarquizar y centralizar para armar la máquina del Estado, pusieron el aparato de gobierno y al acotar el cam- manos a la obra con un optimismo que po de intervención de la fuerza armada, sorprende si consideramos lo poco favo- sentaba las bases para un régimen estable. rable de la situación. Testimonio de su El experimento monárquico fue entonces energía es la Colección de leyes publicadas visto como una oportunidad, como un en 1865 que en ocho volúmenes preten- respiro tras años de turbulencia y de pro- dían constituir en bloque el aparato de yectos frustrados. El imperio parecía abrir gobierno imperial, describiendo con gran un espacio en el que –por fin– podría ha- detalle las funciones de cada ministerio cerse aquello que habían anhelado: dotar y el número y prerrogativas de su perso- al Estado de los instrumentos adminis- nal.20 Se trataba de construir un sistema trativos y normativos que le permitieran administrativo sobre bases sólidas y cohe- actuar. Sus esperanzas se verían frustra- rentes, pues, como explicaba el ingeniero das: en un contexto de guerra y bancarrota, Vicente Ortigosa, los esfuerzos de los par- en un país profundamente dividido, el tidos habían sido desde la independencia espacio de maniobra del que dispondrían “nobles, generosos y a veces heroicos”, sería mínimo. pero habían carecido de resultados porque Derrotado en 1867, el imperio de Ma- el Estado mexicano no tenía el “instru- ximiliano se resumió, dentro de la memo- mento para realizar una idea”.21 Para hom- ria histórica que nos heredó el liberalis- bres como Ortigosa, y como el abogado mo triunfante, en un mero accidente que nos vino de fuera. Según esta visión, su 20 Véase Colección. valor histórico se redujo a haber sido el 21 Vicente Ortigosa (1866), pp. I-II.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 11 ÉRIKA PANI

Teodosio Lares (quien fuera el autor del cer frente a los gastos comunitarios, como proyecto de derecho administrativo más la escuela de primeras letras; y la ley de acabado de la época), el gobernar no debía terrenos de comunidad, que otorgaba en ser visto como un “arte”, sino como una propiedad de los naturales y vecinos de “ciencia” regida por “principios fijos”.22 cada pueblo los terrenos de común repar- Así, décadas antes de que el periódico timiento, sin mediar denuncia ni pago de La Libertad, con al frente, abo- derechos. Esta legislación no tenía como gara por menos política y más adminis- objetivo la protección de derechos “in- tración,23 esta máxima era uno de los dígenas” como tales. De hecho, los miem- principios rectores del Estado que los im- bros de la junta se mostraron a veces tan perialistas soñaban construir con Maximi- impacientes con las “costumbres indíge- liano. Para hacer frente a los problemas que nas” como sus colegas republicanos.24 In- habían impedido, hasta entonces, la tentaban, sin embargo, evitar los abusos consolidación del Estado-nación, estos que, sobre todo durante el proceso de políticos ensayaron nuevos recursos en- desamortización, se cometían en contra tre los cuales cabe destacar la Junta Pro- de los indígenas con la ley en la mano. tectora de Clases Menesterosas, órgano Parcos fueron los efectos de estas leyes, consultivo con el que se pretendía en- tanto por lo efímero del gobierno imperial, cauzar las quejas y reclamos de los secto- como por los límites que imponían a su res más desprotegidos de la sociedad, política la reticencia a afectar derechos de particularmente de los indígenas. La junta, terceros, así como también por la conde- presidida por el nahuatlato y antiguo na de la opinión pública –incluso de la más apoderado de las parcialidades de San- favorable al régimen– y la resistencia sor- tiago Tlatelolco y San Juan Tenochtitlán, da de las autoridades locales. El imperio Faustino Galicia Chimalpopoca, revisaba procuró, entonces, como los gobiernos que los reclamos –relacionados, en su enorme le precedieron y los que le siguieron, re- mayoría, con pleitos de tierras y aguas–, solver el “problema” indígena mediante la asesoraba a los reclamantes y giraba el transformación e integración del indio a asunto a la instancia correspondiente. Pro- una sociedad “moderna”; como individuo, ponía además legislación para mejorar la que fuera ciudadano independiente, pro- situación de los grupos que a ella acudían. ductor y consumidor. El régimen imperial, A la labor de la junta se deben la ley sin embargo, estuvo dispuesto a recono- que restableció la personalidad jurídica de cer la particularidad de la población in- los pueblos; la ley sobre trabajadores, que dígena al otorgarle un espacio propio pretendía remediar los abusos más graves dentro del espacio público para articular en contra de los jornaleros agrícolas –la sus posturas, como paliativo en el doloroso retención por deudas, los castigos corpo- tránsito hacia la modernidad.25 rales–; la ley del fundo legal, que otorga- ba a todo pueblo un terreno productivo, 24 Véanse, por ejemplo, las opiniones vertidas igual al fundo legal, para que pudiera ha- sobre los bailes y trajes utilizados en las fiestas, “que además de ridículos son costosos”. Citado en Erika Pani (1998), pp. 591-592. 22 Teodosio Lares (1852), p. 7. 25 De la política imperial, es su vertiente “in- 23 Charles A. Hale (1989), pp. 25-101. digenista” la que más ha llamado la atención de

12 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER EL LIBERALISMO QUE NO FUE DE JUÁREZ. LAS RAZONES DE LOS IMPERIALISTAS

Si la Junta Protectora y la legislación ciones; las contribuciones; las autorizacio- “indigenista” pusieron de manifiesto el nes de talleres insalubres; el alineamiento interés especial que al joven Habsburgo de las calles; las patentes y privilegio. Por inspiraban los “herederos de Moctezu- su parte, la ley de noviembre de 1865 ma”, muchos otros proyectos del régimen “perfeccionaba”, en opinión de los im- se inscriben en un proyecto autóctono, perialistas, la anterior, en tanto que exten- viejo, complejo y constantemente frus- día la inmunidad frente a los tribunales trado, que compartieron hombres de muy ordinarios a todo “asunto de cualquiera distintas tendencias políticas: la construc- ramo de la administración, que proceda ción de un Estado fuerte y eficiente. Éste de algún acto administrativo”.28 debía ser, en opinión de muchos, la tarea Así como se buscaba garantizar la acción a la cual debía avocarse el imperio. De es- expedita y eficiente del gobierno liberan- ta manera, la Ley de lo contencioso-admi- do al poder ejecutivo de la intervención nistrativo, elaborada en 1853 por Teodosio “enervante” del judicial, se intentó asegu- Lares, fue reformada para fortalecer y en- rar “la dependencia jerárquica y gradual sanchar el poder del ejecutivo. que los agentes de la administración La primera ley, promulgada bajo la [debían] tener de la autoridad superior última dictadura santanista, pretendía respectiva”.29 El construir un aparato ad- liberar las acciones del ejecutivo, como ministrativo piramidal y bien ajustado, en representante del “interés común”, de la el cual cada elemento debía cumplir con ingerencia del poder judicial dentro de una una función específica, permitiría al go- sociedad profundamente litigiosa.26 Para bierno central actuar sobre todo el territo- esto establecía que las acciones del go- rio nacional, garantizando la fuerza de la bierno consideradas como “administrati- autoridad pública. Los imperialistas ale- vas” no podían estar sujetas al conocimien- garían, además, que esta estructura im- to de la autoridad judicial, sino que debían pediría la arbitrariedad del poder al estar ser dirimidas por tribunales que depen- constituida sobre los principios fijos de la dían del poder ejecutivo.27 razón, y al no requerir de los empleados La ley especificaba de manera puntual públicos criterio sino sólo “aptitud mecá- lo que eran los “actos administrativos”: la nica”.30 Como explicaba Lares años an- construcción de caminos, puentes, diques tes, en las conferencias sobre derecho y ferrocarriles; los contratos y adjudica- administrativo que impartió en el Ateneo:

No son ya como en Roma y en la los estudiosos: Jack A. Dabbs (1958); Luis González antigua monarquía las instituciones y González (1965); Jaime del Arenal (1991); Jean las que dominan; son los principios Meyer (1993); Erika Pani (1998); Aimer Granados del orden racional apoyados en la (1998); Romana Falcón (2002); Daniela Marino (2006). 26 Andrés Lira (1981). 27 “Ley para el arreglo de lo contencioso admi- nistrativo” y “Reglamento de la ley expedida con esa 28 “Parte oficial”, en El Diario del Imperio, 10 de fecha sobre lo contencioso administrativo”, 25 de noviembre de 1865. marzo de 1853, en Manuel Dublán y José María 29 Teodosio Lares (1852), p. 38. Lozano (1874-1904), vol. VI, pp. 416-419. 30 Vicente Ortigosa (1866) pp. 48-49.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 13 ÉRIKA PANI

naturaleza del hombre, y de la so- organización política [...] porque mul- ciedad. Las instituciones adminis- tiplicados los centros de acción, la trativas son la realización o la con- mano del gobierno se hace sentir en secuencia de los principios.31 todas partes con igual fuerza, para producir los beneficios de admi- Para poder armar esta eficiente máquina, nistración, de orden y de adelantos.32 muchos imperialistas creyeron que era imprescindible poner fin a aquello que Al tiempo que intentaban organizar, am- había inspirado apocalípticas visiones de pliar, reforzar y centralizar la autoridad caos en hombres como Ignacio Aguilar y pública, los hombres del imperio buscaron Marocho: la autonomía de las regiones. también establecer una serie de normas Para hacer esto, los colaboradores del –también razonables, fijas y con suerte in- Habsburgo recurrieron a una versión radi- violables–, para encuadrar el compor- calizada de la receta centralista: la trans- tamiento del individuo en sociedad, ahí formación de estados en departamentos, donde veían una sociedad mexicana gobernados por prefectos dependientes anárquica, en constante peligro de diso- del ministerio de Gobernación. lución. Para muchos, este desorden se de- El imperio fue más lejos aún al buscar bía al desmantelamiento, en un contexto quebrar los espacios de poder político y posrevolucionario, de los “resortes” que económico que significaban los estados, habían hecho efectiva la autoridad bajo el ensayando una nueva geografía política. antiguo régimen. El Estado moderno tenía De este modo, la división territorial di- entonces como tarea imprescindible esta- señada por el ingeniero agrimensor, abo- blecer clara y sistemáticamente las reglas gado e historiador, Manuel Orozco y Berra, que debían ordenar el comportamiento de sobre bases supuestamente “científicas” e hombres y mujeres en sociedad. “invariables”, establecía cincuenta depar- Para que éstos supieran a qué atenerse, tamentos, y procuraba darles, en la medida el poder público tenía que establecer de lo posible, fronteras naturales. Eventual- también las sanciones que con seguridad mente, se suponía que los departamen- se le aplicarían en caso de cometer trans- tos pudieran alimentar un número similar gresiones. La ley debía ser universal e in- de habitantes, para evitar que los estados transigente, y la administración de justicia más ricos y poderosos se erigieran en ár- reducirse a su aplicación estricta, ajena a bitros “de la suerte común”. Sobre todo, toda pasión. Como explicaba años antes, se quería descentralizar administrativa- en defensa de unos funcionarios conserva- mente para centralizar políticamente. En dores sometidos a juicio político, José Fer- palabras del autor del nuevo mapa, la sub- nando Ramírez, quien posteriormente fue- división del territorio en un gran número ra ministro de Relaciones de Maximiliano: de fracciones era conveniente En efecto, la sanción es la que da vida ...allí donde se encuentran todos los a la ley y sin ella, su texto no pasará elementos de la vida social y de la 32 “Idea de las divisiones territoriales en México, desde los tiempos de la dominación española hasta 31 Teodosio Lares (1852), p. 5. nuestros días”, en El Mexicano, 8 de julio de 1866.

14 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER EL LIBERALISMO QUE NO FUE DE JUÁREZ. LAS RAZONES DE LOS IMPERIALISTAS

jamás de un apotegma filosófico, de Estos abogados afirmaron convencidos un consejo, o si se quiere de una ame- que la adhesión estricta a los principios naza que cualquiera desobedece- contenidos en los códigos podría “evitar rá, si sólo pueden contenerlo las con- acontecimientos que no podían ser más secuencias de un peligro personal que lamentables”, como la bigamia, la ilegiti- no teme, o el juicio de la opinión midad, el abandono de hogar, etcétera.34 pública que desprecia, o el freno El primer Código Civil nacional se publicó de la religión que no conoce. Para en 1866, y sus contenidos forman parte el hombre sólo puede ser eficaz el importante del código promulgado en escozor físico de la sanción legal [...] 1870 y aun del código actual.35 Para los [Ésta] es también una de las prin- hombres públicos mexicanos que se adhi- cipales garantías, porque ella da al rieron al malhadado gobierno de Maxi- individuo una invariable y segura guía miliano de Habsburgo, el régimen impe- de conducta para todos sus actos, rial representó la oportunidad de llevar a pues sabiendo a ciencia cierta cuál cabo por lo menos parte de sus proyectos es el riesgo a que puede conducirlo públicos. Muchos de ellos se habían opues- la trasgresión, se abstendrá en mu- to, en algunos casos con armas en la mano, chos casos [...] la sanción corta el a la Constitución de 1857, por considerar vuelo de la arbitrariedad política y que atentaba contra los dos pilares de la judicial, que creando una tiranía in- ya de por sí desbaratada sociedad me- visible, comienza por envilecer el xicana: la religión y la propiedad. carácter del individuo y termina por Otros, tras atestiguar la violencia de la envilecer al pueblo.33 guerra civil y la aparente incapacidad del gobierno constitucionalista para fundar un Con el afán de constituir una ley rígida y orden estable, decidieron optar por otro omnipresente en reguladora de la vida camino, a pesar de que esto significara social, quienes se adhirieron al imperio aliarse con un príncipe austriaco que participaron en el esfuerzo de codifica- nunca había estado en México, y que lle- ción que se había iniciado años atrás. Con gaba impuesto por las bayonetas del in- excepción de Jesús Terán, que represen- vasor. El proyecto de los constituyentes, taba al gobierno republicano en Europa, que a partir de enero de 1858 abanderara el imperio recuperó a la comisión que Benito Juárez, apostaba a que la ley saca- había nombrado el presidente Juárez en ra a la sociedad mexicana de la pobreza, 1861 para revisar el proyecto del Código la desigualdad y el atraso. Los imperialis- Civil que elaborara el político yucateco tas, menos optimistas, esperaban que la Justo Sierra O’Reilly; Pedro Escudero y controlara. Desconfiando profundamen- Echanove, José María Lacunza, Luis Mén- te de las “cuestiones abstractas” de la po- dez y José Fernando Ramírez se reunirían lítica, fincaban sus esperanzas en la admi- semanalmente para discutir y reformar el nistración: antes que proteger los derechos documento. del ciudadano, querían construir el Estado,

33 José Fernández Ramírez (1861), pp. 15-18. El 34 Véase Revisión, t. 1, p. 270. énfasis está en el original. 35 Rodolfo Batiza (1981), pp. 571-572.

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18 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JOSÉ MARTÍ Y LA PENA DE MUERTE EN EL MÉXICO LIBERAL (1875-1876)

Reinaldo Suárez Suárez*

L os argumentos contenidos en el pri- subrayados sobre esta primera ocasión: el mer Cuaderno de Apuntes, escrito por José que llega es un joven de veintidós años en Martí en España en la temprana deporta- pleno proceso de maduración intelectual ción, pueden ser tenidos como una con- y política, que viene normado por un es- testación teórica a una defensa teórica de toicismo indoblegable y que saldrá robus- la pena de muerte. Contrapuesto a esa re- tecido; un liberalismo radical que avanzará tórica abolicionista de 1871, la mayor par- hacia el democratismo revolucionario, y un te de sus siguientes pronunciamientos ansia de completa justicia que resulta- abolicionistas los hizo en pequeñas glosas rá acrecentada y solidificada.1 La fecunda incorporadas al relato de hechos justi- actividad que desarrolló en esa primera ciables, lo que fue posible no sólo porque visita a México le permitió una formidable a partir de aquel año Martí tuvo sobradas evolución política. oportunidades por diversas latitudes de Martí arriba a una nación gobernada por confrontar sus ideas con la cruda realidad liberales impregnados de un espíritu de re- social y judicial, sino por la oportunidad forma con los que tiene una gran avenen- que tuvo de ejercer el periodismo de opi- cia ideológica. Al buen decir martiano, nión. Dos países merecen especial aten- aquél es “el México vivo, el México que ción porque en ellos estuvo Martí larga- surgió de la sombra en 1857 con toda la mente y en ellos se pronunció contra la fatiga y la gloria de la libertad”,2 y que en pena de muerte, de cuyo fenómeno dio el tema que nos ocupa presentaba un cuenta en la prensa: los Estados Unidos cuadro sui generis: una Constitución de es- Mexicanos y los Estados Unidos de píritu abolicionista de la pena de muerte Norteamérica. y una realidad proclive a las ejecuciones. Martí sintió un singular vínculo con Mé- Recto se conducirá Martí. Él apoyará en- xico y por ello lo visitó o permaneció en él tusiastamente al gobierno mexicano, pe- varias ocasiones: la primera, entre el 8 de ro no vacilará en atacar la política y la febrero de 1875 y el 2 de enero de 1877. Dos elementos cardinales han de ser 1 Roberto Fernández Retamar (1995), “Martí en México, México en Martí”, p. 56. * Universidad de Oriente, Santiago de Cuba. 2 José Martí (1974) Obras Completas, p. 199.

[19] REINALDO SUÁREZ SUÁREZ práctica pública de privar inútilmente de identificado con los postulados esenciales la vida a ciertos reos de delitos comunes, y la obra más trascendente del gobierno todo lo cual merece mayor abundamien- lerdista. Una de las razones políticas fun- to circunstancial. damentales es que él comparte los pos- tulados de la Constitución de 1857, aquella que conceptuó como “un código tem- LA PENA DE MUERTE EN MÉXICO plado, moderado, justo”.4 Después de una suspensión transitoria a principios de la Conforme al Plan de Ayutla, el Congre- década y durante la Intervención, en 1867 so Constituyente mexicano acordó en fe- la Constitución entró en pleno vigor junto brero de 1857 una nueva Constitución a las Leyes de Reforma. Acontecimiento federal, concisa y progresista, de existencia aquel que Martí llamó “más que una crea- dividida y azarosa. La Constitución formó ción, una reacción. Manchada [la Cons- parte del proceso de la reforma liberal titución] por las manos que la vendieron iniciado con la Ley Juárez de octubre de al rey extranjero, redimida está ya de sobra 1855, aboliendo los fueros y privilegios del con la generosa sangre de sus hijos que la clero católico y de los militares, y exten- han traído de nuevo a los altares de la ley”.5 diendo la jurisdicción gubernamental so- La Constitución prevalecerá formal- bre todos los súbditos. Tras una corta pug- mente, pese a diversas reformas, hasta na por el poder, en la que al calor de la 1917. De hecho, la Guerra de los Tres lucha se promulgaron sucesivamente las Años, la intervención extranjera, su apli- principales Leyes de Reforma que nacio- cación especial durante el gobierno de nalizaban los bienes eclesiásticos, secula- Benito Juárez y la observancia patética que rizaban los cementerios, proclama la de ella hizo Porfirio Díaz, la convirtieron libertad de cultos y el matrimonio como en una carta magna “intermitente en su contrato civil, en 1861 triunfaron los libe- vigencia y singular en su cumplimiento”.6 rales más radicales, encabezados por Be- En ese entorno reformador y renovador nito Juárez. Cuando Martí llega a México, impulsado por el liberalismo mexicano, ha la Reforma transitaba por sus últimos mo- de inscribirse la “singular” pretensión abo- mentos de creación, aunque el espíritu licionista de la pena de muerte expresa- juarista estaba aún vivo.3 Don Benito Juá- da en la Constitución de 1857. rez había muerto en 1872, lo habían suce- En 1824 se había adoptado una Consti- dido en el cargo de presidente de la Re- tución que no introdujo ningún precepto pública el titular de la Suprema Corte de limitador o autorizante de la pena de Justicia, Sebastián Lerdo de Tejada, quien muerte. El silencio normativo permitía que en octubre de ese mismo año fue elegido el legislador ordinario pudiera regular la a la máxima magistratura de la nación, y aplicación de la pena de muerte sin nin- sería el jefe del ejecutivo liberal que guna limitación. Constitucionalmente no encontró al llegar. Martí se incorpora a la causa liberal 4 José Martí (2000-2005) Obras Completas, gubernamental, como un mexicano más, edición crítica, p. 153. 5 Ibid., t. 2, p. 153. 6 Emilio Rabasa (1974) Historia de las cons- 3 Fernández Retamar (1995) op. cit., p. 59. tituciones mexicanas, p. 78.

20 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JOSÉ MARTÍ Y LA PENA DE MUERTE EN EL MÉXICO LIBERAL (1875-1876) fue sino hasta 1842, con el Segundo Pro- dicionada a la creación de un régimen yecto de Constitución Política (fracción penitenciario. Tal era su redacción: XXII del artículo 13), que se promovió la restricción del uso de la pena de muerte Para la abolición de la pena de en México, básicamente en los mismos muerte, queda a cargo del poder términos y límites que después se adopta- administrativo el establecer, a la ma- ron en 1857: condicionando su abolición yor brevedad, el régimen peniten- a la adopción de un régimen penitenciario. ciario. Entretanto, queda abolida En esa ocasión se abolía para los delitos para los delitos políticos, y no podrá políticos y sólo se autorizaba para los sal- extenderse a otros casos más que al teadores de caminos, incendiarios, parri- traidor a la patria en guerra extran- cidas y a los homicidas con alevosía y pre- jera, al salteador de caminos, al in- meditación. Un año después, en las Bases cendiario, al parricida, al homicida Orgánicas de la República Mexicana, con alevosía, premeditación o ven- artículo 181, se mandó que la pena de taja, a los delitos graves del orden muerte se aplicara sin infligir otros padeci- militar y a los de piratería que defi- mientos físicos más allá de la simple niere la ley. privación de la vida. Un proyecto de Ley de garantías ante El gran mérito del precepto constitucional el Congreso Constituyente de 1847, fue la abolición de la pena de muerte para debido a José María Lafragua, propuso los delitos políticos, lo que posibilitó que aplicar también la pena de muerte a los México inscribiera su nombre en un esca- traidores a la independencia, a la vez que so concierto de naciones de América y no dijo nada en cuanto a los delitos polí- Europa que habían erradicado esta pe- ticos. Por su parte, el Estatuto Orgánico nalidad como modo de enfrentar el Estado Provisional de la República Mexicana, del a los que atentaban contra su seguridad. 15 de mayo de 1856, hizo un regreso en Sin lugar a dudas fue un paso conceptual- la materia, permitiendo que la pena de mente correcto, coherente con los pos- muerte pudiera aplicarse, además de a los tulados políticos y filosóficos del liberalis- cuatro delitos comunes a los que se apli- mo moderno, y políticamente valiente en caba, al traidor a la independencia, al au- un país azotado continuamente por la xiliar de un enemigo extranjero, al que inestabilidad civil y militar. Hasta este hace armas contra el orden establecido y momento, la pena de muerte había sido a los delitos militares. Tampoco introdujo la penalidad reina en las respuestas puni- ninguna limitación en cuanto a los delitos tivas del poder en México contra sus políticos y abandonó el enunciado de que enemigos políticos. para la abolición de la pena de muerte Alcanzada la independencia, los go- debía adoptarse un régimen penitenciario. biernos mexicanos “hicieron uso inmode- Por su parte, los constituyentes de 1856 rado de la pena de muerte para combatir formularon los derechos del hombre en 29 a sus enemigos políticos”. A partir del artículos y dedicaron el artículo 23 de la decreto del 17 de septiembre de 1823, el Constitución a consagrar una pretensión cual establecía la pena de muerte para los abolicionista de la pena de muerte, con- bandoleros de caminos, sucesivas leyes

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 21 REINALDO SUÁREZ SUÁREZ especiales prodigaron la pena de muer- precisa declaración pro abolicionista de la te, especialmente para los salteadores de pena de muerte. caminos, fenómeno delictivo que se ex- Segundo. La Constitución abolió la pe- tendió como una hiedra por la geografía na de muerte para los delitos políticos, mexicana, dando origen a un fenómeno pero de manera lamentable no hubo en- no menos repulsivo: la deliberada práctica, tonces definición acerca de qué alcance utilizada muy inteligente y exitosamente darle a la denominación de delito políti- por los gobiernos dictatoriales decimo- co, con lo cual en el crimen de rebelión nónicos, de acusar de salteadores de los insurrectos, si dieran muerte a los pri- caminos a sus enemigos políticos para sioneros después del combate, fueran exterminarles. castigados con la pena de muerte. Hubo una “trágica sucesión de leyes Tercero. La permitió para casos ex- especiales, y en la exacerbación pasional presamente consignados. Si bien limita a de las luchas civiles, todos los de la frac- cuatro el ámbito de los delitos comunes ción contraria eran considerados como a que los distintos estados mexicanos po- salteadores de caminos”.7 En este entorno drían regular y aplicar la pena de muerte es que nace la Constitución de 1857. En (al salteador de caminos, al incendiario, realidad, desde el punto de vista norma- parricida y al homicida con alevosía, pre- tivo, la abolición de la pena de muerte pa- meditación o ventaja), éstos eran entonces ra delitos políticos vino a ser la única los delitos que más incidencia tenían en la disposición verdaderamente de avance y estadística de las ejecuciones de muerte, vanguardismo en clave abolicionista de la con lo cual la limitación era de escaso Constitución de 1857. Cuatro razones re- impacto real. El Código Penal Federal de sultan fundamentales para limitar el al- 1871 fijó la pena de muerte para un abi- cance y valía del precepto constitucional. garrado número de conductas típicas de Primero. Si bien el artículo realiza un los delitos autorizados. pronunciamiento abolicionista total: “para Cuarto. La pena de muerte se podía la abolición de la pena de muerte”, éste aplicar “al traidor a la patria en guerra es de una imprecisión y vaguedad conside- extranjera” y también a “los delitos graves rable, al condicionarla, como mera posibi- del orden militar y a los de piratería”, lo lidad y sin vincular, a la adopción de un que supuso una considerable cantidad de régimen penitenciario de sustitución y ilícitos para los que se autorizaba. garantía. La Constitución, simplemente, no Podrían hacerse estas apreciaciones decretó la abolición sujeta al vencimiento críticas en relación con las insuficiencias de una condición, como algunos autores abolicionistas del texto constitucional de mexicanos han sostenido en una lectura 1857, pero obligado resulta reconocerle probablemente simpatizante y benigna al que implicó un primer esfuerzo político espíritu liberal, sino que se limitó a enun- por hacer una reforma profunda para ciar el propósito. Los constituyentes no minimizar el impacto social del derecho traspasaron el umbral de una mera e im- penal mexicano, que contempló, parale- lamente, la incorporación al texto consti- 7 Ricardo Abarca (1941) El Derecho Penal en tucional de otros preceptos de valor ju- México, pp. 399 y 400. rídico-penal de trascendencia, como la

22 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JOSÉ MARTÍ Y LA PENA DE MUERTE EN EL MÉXICO LIBERAL (1875-1876) obligatoriedad de ser juzgado conforme a La década de los cincuenta terminó con las leyes previas al delito y bajo deter- una sangrienta guerra civil entre liberales minadas condiciones o requisitos de ga- y conservadores, y luego, entre 1862 y rantía para tener un proceso justo. 1867 el gobierno liberal enfrentó la aco- ¿Qué ocurrió en la realidad al margen metida desmedida de los conservadores del texto constitucional? Como señala aliados a una intervención francesa enca- Abarca,8 posteriormente se estableció el bezada por el archiduque Maximiliano de régimen penitenciario, pero la pena de Austria, quien terminó fusilado por los muerte continuó. Cuando muchos años liberales en Querétaro. Igual acontecerá en después se renovó la Constitución, la in- la década de los setenta, con sublevacio- vocación abolicionista fue suprimida y la nes religiosas y militares, que culminaron pena de muerte siguió regulada, a partir con el derrocamiento del gobierno libe- de 1871, en el artículo 92 del Código Penal. ral de Lerdo de Tejada y la imposición de Durante la existencia del texto consti- un régimen dictatorial por el general tucional con orientación abolicionista, la Porfirio Díaz, que tuvo en las ejecuciones pena de muerte siguió aplicándose. No una manera de sostener el poder. hubo suspensión real en la aplicación de la pena de muerte en México a todo lo largo del siglo decimonónico, ni siquiera APROXIMACIÓN MARTIANA AL FENÓMENO bajo el gobierno de Benito Juárez. Por DE LA APLICACIÓN DE LA PENA DE MUERTE desgracia, la pena de muerte, o sea la EN MÉXICO muerte aplicada legalmente y de manera reglamentada por el Estado, tuvo una vida Al llegar a México, Martí se estableció en prolongada, y junto a ella, de modo pa- la capital, una ciudad de aproximada- recido, la muerte sin ley o extrajudicial se mente doscientos mil habitantes y epi- enseñoreó de México. centro político y cultural de la nación. Al Junto a la inconsistencia entre el dis- igual que en Madrid, a su labor diaria curso político y la pretensión constitu- fundamental, Martí incorpora lo que le cional, de un lado, y la actuación del era consustancial: el ejercicio de la polé- gobierno y la judicatura, del otro lado, la mica intelectual, especialmente en el Li- peligrosa inestabilidad político-militar ceo Hidalgo –como lo había hecho en el concomitante se convirtió, quizá, en la Ateneo de Madrid–, escenario de variadas razón más profunda para impedir que los reflexiones de urgencia y preocupaciones liberales mexicanos se decidieran a aco- de la época, reafirmando la dirección meter la pretendida abolición de la pena humanista de su concepción ideológica y de muerte enunciada en la Constitución estética de la política, con evidencia de de 1857. Hubo una persistente violencia un “humanismo constructivo, y con rique- política en todo el territorio nacional que za jurídica, gráfica y, a veces, sugerente”.9 hizo más precaria la seguridad y el orden En México, Martí se relaciona e intercam- público, y distrajo la atención gubernamental. bia fructíferamente con sobresalientes

9 Leopoldo Horrego Estuch (1954) Martí, su 8 Ibid., p. 398. pensamiento jurídico, p. 10.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 23 REINALDO SUÁREZ SUÁREZ liberales y reformadores mexicanos, con dística, salvo cuando aborda los asun- quienes tenía plena identidad en los pre- tos cubanos. supuestos esenciales del ideario humanista. Hasta el presente, en esta primera es- El recién estrenado licenciado en Leyes tancia en México, que es la que le concede y Filosofía y Letras, no ejerce de abogado la oportunidad de expresarse públicamen- ni se aprisiona en estudios jurídicos, sino te de forma amplia y variada, Martí es te- que se transforma en periodista agudo, y nido como poeta, orador, patriota, teatrista, se entrega al libre ejercicio literario. A periodista, polemista. Sin embargo, se han menos de un mes de su llegada, concer- desdeñado sus breves y marginales incur- tado ya con un importante segmento siones criminológicas dentro de su pe- intelectual liberal, inicia sus colaboracio- riodismo versátil.14 En realidad, Martí hizo nes periodísticas: “ya no le hace falta el frecuentes invocaciones a la vastedad de Cuaderno de Apuntes para esconder sus la justicia, y especialmente a la justicia reflexiones”.10 El 2 de marzo de 1875 pu- penal, con particular énfasis en la aplica- blican su primera crónica en la Revista ción de la pena de muerte. Su periodismo, Universal,11 en la que fue acogido con fra- que “es obra de esencia, no de aparien- ternidad y entusiasmo creciente, sorpren- cia”,15 fue oportunidad para reafirmar e diendo rápidamente a sus colegas de introducir, en repetidas ocasiones, argu- prensa por su extraordinaria y precoz mentos y conceptos a favor de la supre- prodigalidad y cultura, pudiendo, en sión o abolición de la pena de muerte, lo escasísimo tiempo, abarcar los más di- que hizo principalmente desde las gace- versos temas: “nada escaparía a su plu- tillas de la Revista Universal. ma polifacética”.12 El 14 de marzo de 1875, Martí sustituyó Escribe crónicas y críticas de arte, teatro a Juan de Dios Peza en la elaboración de y literatura, noticias parlamentarias, edito- las gacetillas de la Revista Universal, que riales, obras de ficción, su traducción de aparecían sin firma en la sección “Ecos de Mes fils13 y artículos diversos sobre políti- todas partes”. Las gacetillas de la Revista ca, economía, indigenismo, historia, los Universal posibilitaron que él abordara los estudiantes, la educación, las relaciones más variados temas, con lo cual hemos de con Estados Unidos, el problema religio- agradecerle a este hecho las reiteraciones so, las huelgas obreras, y la justicia. Mé- abolicionistas martianas de la pena de xico es el centro de su atención perio- muerte, en sus cortas pero agudas glosas a las ejecuciones habidas en diversas par- tes del territorio nacional mexicano. 10 José Antonio Bedia Pulido (1999) ”José Martí en el México Liberal (1875-1876). Coyuntura, asimilación y cambio”, p. 216. 11 También colaborará con El Federalista y El 14 De hecho, no como abogado, sino como pen- Socialista. sador, en su discurso periodístico se acercó a diversos 12 Alfonso Herrera (1996) Martí en México, p. 48. asuntos de honda naturaleza jurídica. Por ejemplo, 13 Mes fils rebosaba de contenidos que le eran a mediados de 1875, firmando como Orestes, reseñó muy conocidos a Martí: las tribulaciones del patriota para la Revista Universal las lecturas que tenían lugar proscrito, del padre desolado y del goce del deber. en el Colegio de Abogados de la ciudad capital. La traducción de Mes fils se encuentra en José Martí 15 Mercedes Santos Moray (1998) Biografía, Martí (1975) Obras Completas, t. 24, pp. 15-33. a la luz del sol, p. 40.

24 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JOSÉ MARTÍ Y LA PENA DE MUERTE EN EL MÉXICO LIBERAL (1875-1876)

De hecho, la paridad e identidad de desenlace no parece haberse ocupado. forma y contenido de las glosas abolicio- Tampoco se contabiliza la ejecución del nistas con sus pronunciamientos aboli- bandido mexicano Félix Gadesove, en cionistas de 1871, se convierten en ele- territorio de Estados Unidos. mento a tomar en cuenta para identificar En las aproximaciones martianas al fe- a Martí como el autor de los sueltos de las nómeno, varias cuestiones resultan muy gacetillas, algunas de las cuales, por mucho significativas y merecen comentario. Como tiempo –hasta la publicación de la edición periodista, al parecer, a Martí no le intere- crítica de sus Obras Completas–,16 no le só el elemento estético de las ejecuciones, fueron adjudicadas definitivamente, por no o sea, la representación que implica el aparecer con su firma. A poco de llegar al espectáculo de dar muerte; él simplemen- país, a principios de 1875, Martí se sor- te daba cuenta de que las autoridades prendió de la prodigalidad con que venía habían procedido a privar de la vida a uno aplicándose la pena de muerte en México o a varios individuos, con la pretensión y reaccionó condenando las ejecuciones siempre de emitir un juicio crítico contra desde la prensa favorable al gobierno (con tal práctica. Juicios que en todos los casos el que aparecía comprometido), impután- serían de alcance y proyección abolicio- dole críticas diversas. nista de la pena de muerte. Esto tiene En realidad, sorprende que Martí haya particular importancia porque descubre la prestado tanta atención a las prácticas intencionalidad de servirse directamente ejecutivas de la pena de muerte en Méxi- de las ejecuciones legales aplicadas por las co. Hay que tomar en cuenta que él se autoridades para argumentar repetida- refirió, al menos, a ocho ejecuciones en el mente contra la pena de muerte, lo que lapso que va del 1 de abril de 1875 (a me- dista mucho de la manera como se nos de dos meses de su arribo al país), al aproximará al fenómeno años después, en 30 de julio de 1876. Él dio cuenta de la Estados Unidos, país donde Martí recrea- ejecución en 1875, de José Margarito de rá periodísticamente los hechos justicia- Jesús el 1 de abril; de Felipe Romero el bles y el acto ejecutorio mismo, y sólo por 10 de julio; José Martín y José Luciano excepción emitirá algún juicio explícita- el 12 de octubre; de Maximiliano Juárez, mente abolicionista, sin que estas ausen- Francisco Gómez y Benigno Galicia el cias de ataques al castigo capital signifiquen 11 de noviembre, y el 30 de julio de 1876, en ningún caso compromiso o aceptación de Bernardo Núñez. En la estadística no del empleo de la medida legal. se ha incluido, por supuesto, la probable En México, la intención de servirse de condena y ejecución de varios indígenas, la ejecución de las decisiones jurisdic- acusados de cometer un muy grave delito cionales para argumentar públicamente de asesinato, de cuya causa dio cuenta a contra la pena de muerte es manifiesta, mediados de abril de 1875, pero de cuyo resuelta, deliberada. Las referencias a las ejecuciones mismas no tienen otras aris- 16 Edición preparada y publicada, a partir del año tas que ser utilizadas como recurso para 2000, por el Centro de Estudios Martianos, y que un discurso abolicionista de la pena de hasta la fecha ha visto salir de las imprentas los pri- meros nueve tomos, que abarcan los años 1862-1882 muerte. Es la oportunidad de compartir en la vida de José Martí. con el lector de la Revista Universal sus

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 25 REINALDO SUÁREZ SUÁREZ argumentos abolicionistas del Cuaderno tancias y la proyección editorial de la de Apuntes, claro está, con la incorpora- Revista Universal, la pena de muerte pa- ción de los frutos de su maduración per- rece ser de aquellas “cosas graves” que, al sonal e intelectual. decir del propio Martí, “a tratarlas con ple- Casi siempre sus reportes de ejecu- no examen se opone la naturaleza del ciones están incluidos en las gacetillas, periódico”,18 y de sus colaboraciones. escritos muy breves de escasas oraciones; Es conveniente insistir en la singularidad sin embargo, también se puede hallar, al del abordaje realizado por Martí del menos otra, en un boletín, texto más fenómeno de la aplicación de la pena de amplio y razonado (con la particularidad muerte y a la necesidad y justicia de su de que hacerlo allí fue casi que forzoso), abolición en el territorio mexicano. Es dis- elaborado con la precisión y economía tinto a la manera como lo hizo en 1871, expositiva utilizada por él en las gaceti- en el texto de un cuaderno de apuntes llas. Martí lo confiesa: “De mucho más personales, ahora es ante un público con habría de hablarse hoy… pero el espacio el que busca compartir sus criterios al acaba aquí; dícese al boletinista que es respecto. También será distinta la posterior tiempo ya de que termine hoy su tarea, acometida del fenómeno en la década y aquí la acaba, no sin volver el pensa- siguiente, en Estados Unidos: de conti- miento a un hombre infeliz, a quien qui- nuado y perenne en México, a ocasional ta ahora la vida la ley que no cuidó de y discontinuo en EU; sin fijar la atención darle todos los elementos de vida buena en aspectos circunstanciales y estéticos en y honrada”.17 Prueba ello lo que ya diji- México, a prestarle especial atención a mos: Martí está determinado por la in- estos elementos en Norteamérica. tención de utilizar cualquier oportunidad En México, Martí no se centra en des- para lanzar un mensaje de proyección cribir el ilícito penal causante de la conde- abolicionista de la pena de muerte. na a muerte, ni el proceso conducente, ni No acudirá a largos y argumentados la forma y los pormenores de la ejecución. juicios abolicionistas. No porque estuviera Él se limita a informar que una ejecu- incapacitado de hacerlo con solidez y ción ha tenido lugar, sin que introduzca éxito, sino por estar imposibilitado en las ningún elemento fáctico con criterio de es- gacetillas por razón del espacio en que tética narrativa. Sólo introduce uno o va- podría acometer contra la pena de muerte. rios argumentos abolicionistas, expresados Pero, curiosamente, es de significar que, siempre de forma concisa y directa, con como norma, las gacetillas en que Martí mayor depuración argumentativa que la se pronuncia contra la pena de muerte son que caracterizó su escrito de 1871, aunque las más cortas de todas las que elaboró. casi todos sus argumentos tienen raíz y Como regla, éstas se componían de un expresión similar a lo vertido por Martí en pequeño párrafo compuesto por dos ora- su Cuaderno de Apuntes. He aquí un ciones cortas, y la inmensa mayoría de las ejemplo de construcción del discurso a demás gacetillas bien duplican la ex-ten- partir de un hecho: sión. De todos modos, dadas las circuns-

17 José Martí (1974) Obras Completas, t. 2, p. 118. 18 Ibid., p. 131.

26 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JOSÉ MARTÍ Y LA PENA DE MUERTE EN EL MÉXICO LIBERAL (1875-1876)

Otro desgraciado, José Margarito de social y judicial. Todos, descubren madurez Jesús, ha sido condenado a sufrir la y conocimiento. No hay, en ninguno de última pena por el jefe político de los casos de introducción de argumentos Tenango del Valle. contra la pena de muerte, explícita in- ¡Infeliz! Ya es tiempo de borrar de tención de producir polémica o disertar nuestros códigos esa mancha que se sobre el asunto. Sus juicios están conte- llama la pena de muerte. La ley no nidos en oraciones cortas y sencillas, a se venga. La vindicta pública es una manera de sentencias: “Para prever, la mentira. La ley nunca es, nunca pue- sociedad es un ente vago e informe. Para de ser aliada de los verdugos.19 matar, es un ser perfectamente constitui- do”.21 Denotan dominio y seguridad, con- Sus argumentos de ahora no obedecen a vencimiento. No hay rastro alguno de principios meramente abstractos, sino a cri- duda, y no están expresadas las ideas con terios reales, cotidianos. No hay invocación fondo de lejanía argumentativa, sino co- a Dios ni a otra vida. Todos son argumen- mo de quien del conocimiento real y pro- tos del mundo que la ejecución termina. fundo, social y judicial, extrae y aporta No apela, fundamentalmente, a elucubra- razones de enmienda y reforma. ciones ius naturalistas, sino que introduce No utilizará el lenguaje excusador de razones utilitarias, como puede ser el des- un segmento del movimiento abolicionista, mentido del supuesto valor intimidatorio que no queriendo señalar en su suelo o subyacente en cada ejecución: en sus circunstancias razones de aplica- ción, aunque derivando de principios uni- José Martín y José Luciano, del pueblo versales, se valen de argumentos generales. de Huiziltepec, han sido pasados por Martí se pronuncia contra la ley mexicana las armas en el estado de Guerrero. que concede el derecho de vida y muerte; Se les sentenció como reos de asalto habla de México y para México, aunque y robo en la calzada del Zopilote. lo que sostiene vale para cualquier enti- Todos los días se matan hombres dad nacional y política, eventualidad que en la República por estos mismos él asume al proclamar el concepto de delitos. La relación es siempre la mis- apropiación (“nuestros códigos”). En esto ma. Se extingue un ladrón, pero su es profundamente coherente. Si hallándo- muerte no estorba que nazca otro. se en Europa, en el debate sobre el escalón ¿Por qué se mata entonces?20 civilizatorio que significa erradicar la pena de muerte, toma partido decidido por el En su forma y contenido estrictos, los argu- paso de avance, hallándose en México no mentos que emplea no son exactamente dudará en propugnar lo mismo para una los utilizados en el alegato abolicionista del América que, aunque “con menos elemen- Cuaderno de Apuntes de 1871, pero los tos civilizadores, porque somos mucho argumentos de 1875-1876, en México, es- más jóvenes en historia”,22 estaba llama- tán mucho más cercanos a la realidad da a jugar un papel de equilibrio universal.

19 Ibid., p. 126. 21 Ibid., p. 213. 20 Ibid., p. 195. 22 Ibid., p. 104.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 27 REINALDO SUÁREZ SUÁREZ

El abolicionismo martiano no va aislado, es que tempranamente él vinculó lo so- despegado e indiferente a los demás temas cial al tema de la pena de muerte, aunque políticos, filosóficos, prácticos, lo que sue- no de manera directa. Véase su asevera- len hacer un porcentaje muy elevado de ción de 1871 de que defender la pena de los abolicionistas, por estrechez de mira, muerte era como defender la esclavitud. conveniencia expositiva o despreocupa- En México considerará, a partir del ción. Cuando esto ocurre, casi siempre los reconocimiento de la crueldad reactiva discursos abolicionistas se marginan de la que significa “esa mancha que se llama la realidad y se centran en la especulación pena de muerte”,23 a la ley que la con- científica, ética, filosófica. Sus argumentos templa como “vengativa”,24 al condena- abolicionistas de la pena de muerte se do-ejecutado como “desgraciado e infe- nutren en México de un contenido social, liz”,25 y a la sociedad que prodiga tales de un realismo nada despreciable. Si el castigos como “ente hipócrita y criminal”.26 nudo de la argumentación del Cuaderno Con lo cual, este cuadro no puede ser de Apuntes es especulativa, abstracta menos que suprimido, abolido: “ya es (aunque no faltan argumentos conectados tiempo de borrar de nuestros códigos esa con la realidad social y judicial –pero ver- mancha”.27 Para esto recurre a los siguien- tidos abstractamente), en México se des- tes argumentos: la ley no puede ser ven- plaza la argumentación hacia lo concreto: gativa, no puede ser aliada de los verdu- a recalcar la inutilidad del cadalso y la gos; la pena de muerte es inútil porque no injusticia social que late tras cada acto evita el nuevo crimen; la pena de muerte ejecutorio. no remedia el mal; quien no evita el cri- Sus expresiones abolicionistas descu- men, la sociedad, es el que mata; por su brirán una creciente maduración intelec- naturaleza o estado, el hombre puede tual y política, posiblemente fruto de cometer un crimen que no origina el de- nuevas lecturas (ya sea de obras monográ- recho de eliminarlo; la ignorancia es causa ficas o de los muchos artículos que frecuen- de inculpabilidad o razón suficiente para temente inundaban la prensa española y extirpar la posibilidad de acudir a la muer- mexicana), de su contacto con la realidad te como respuesta penal al hecho criminal. y de su participación en afanes de com- Cuatro argumentos merecerán reitera- promiso social. No ha de extrañar tal di- ción en el discurso martiano: uno, que no námica dialéctica. Martí estaba dotado de existe derecho a matar; dos, que la socie- una sui generis sensibilidad humanista que dad aplica la pena de muerte sin haber le permitió, incluso siendo un niño, perca- cumplido su obligación de evitarlo; tres, tarse, interiorizar y asumir una actitud de que sin educación suficiente no hay méri- enfrentamiento liberador frente al drama to a matar judicialmente, y cuatro, que la social representado por la esclavitud y por las ejecuciones en Cuba. La sensibilidad 23 Ibid., p. 126. puede tener varios orígenes: el propio en- 24 La fórmula que emplea es señalar que la ley torno familiar de pobreza, la agudeza de –el deber ser legislativo– no puede ser vengativa. su observación, sus experiencias perso- Loc. cit. 25 Loc. cit. nales como amanuense en el Hanábana 26 Ibid., p. 213. o como presidiario en La Habana. Lo cierto 27 Ibid., p. 126.

28 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JOSÉ MARTÍ Y LA PENA DE MUERTE EN EL MÉXICO LIBERAL (1875-1876) pena de muerte es inútil para evitar la re- robo), la relación es siempre la misma”.29 producción criminal. Se destaca en la ar- Y en el verano del año siguiente escribirá gumentación martiana este último razona- dando cuenta de una nueva ejecución: “de miento de carácter utilitario, el que es fijo que con este ejemplo se extinguen los introducido en tres de las invocaciones delitos en la comarca”.30 abolicionistas. De sus diversos pronuncia- La conclusión en los tres casos es ho- mientos abolicionistas en México, tres mogénea: la pena de muerte no es útil, no argumentos suyos merecen aproximación sirve. En abril pedirá borrar la pena de detenida, por su importancia. muerte de las leyes; en octubre, tras ase- verar que “se extingue un ladrón, pero su muerte no estorba que nazca otro”, pre- INUTILIDAD CRIMINOLÓGICA DE LA PENA guntará, de forma incriminatoria: “¿Por DE MUERTE qué se mata entonces?”.31 Un año des- pués ofrecerá celebrada sentencia de la Con soporte idealista-espiritualista, Martí inutilidad intimidante de la pena de muer- había sostenido en España que la pena de te, de lo que él está completamente con- muerte era inútil, ineficaz, en la pretensión vencido: “¡Oh ley tan bárbara cuanto im- social de intimidar con su empleo. En Mé- potente para remediar el mal e ineficaz xico, luego de un rápido reconocimiento para evitarlo!”32 de su realidad social y la práctica judicial, No puede ser útil criminológicamente Martí acometerá igualmente contra la una pena que no logra irradiar un efecto inutilidad social y criminológica de la pe- inhibitorio, como consecuencia de una na de muerte. virtud amenazante, con asiento en su su- En su primer reporte de una condena puesta naturaleza ejemplarizante. La pena a muerte en México, en abril de 1875, a de muerte nunca logró determinar la cur- menos de un mes de iniciar su colabo- va delictiva de México, por su incapacidad ración periodística con la Revista Universal, o inutilidad para amedrentar. Ni siquiera Martí introduce una frase cuantitativa: logró, cuando España la usó masiva y con “otro desgraciado”.28 Este rasgo cuanti- crueldades añadidas, neutralizar, controlar tativo no ha de ser desperdiciado, porque o derrotar la rebelión independentista. significa que él tiene plena conciencia de Uno de los muchos ejemplos a los cuales que el sentenciado forma parte de una se puede acudir para graficar la afirma- estela de condenados a muerte. Una eje- ción anterior es la reiteración española de cución no es un hecho aislado, desco- escarmentar a los patriotas, matando y nectado de los demás. Luego, en octubre, mutilando el cuerpo de su líder, el cura refiriéndose a la ejecución de José Martín Hidalgo. La referencia pertenece a Martí: y José Luciano, del pueblo de Huiziltepec, escribirá otra vez en el mismo sentido: 29 Ibid., p. 195. “todos los días se matan hombres en la Re- 30 Acudir a la ironía es un recurso desacos- pública por estos mismos delitos (asalto, tumbrado o escaso en Martí. Llama poderosamente la atención que hasta la ironía se permita para acometer contra la pena de muerte, p. 294. 31 Ibid., p. 195. 28 Loc. cit. 32 Ibid., p. 294.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 29 REINALDO SUÁREZ SUÁREZ

“le cortaron la cabeza y la colgaron en una como se esperaba, exigiera la máxima jaula, en la Alhóndiga misma de Grana- pena, interrogará: “¿Será lícito exigir toda ditas, donde tuvo su gobierno. Enterraron la responsabilidad de un crimen a aquel a los cadáveres descabezados. Pero México quien no se dio toda la educación nece- fue libre”.33 saria para comprenderlo?”36 Es muy signi- ficativo que un hecho espeluznante como el asesinato atroz que significa enterrar LA CORRESPONSABILIDAD SOCIAL LIMITANTE vivas a “sus desventuradas víctimas”,37 le- DEL IUS PUNIENDI jos de significar –como es norma entre partidarios de un derecho penal maxima- En 1871, Martí había introducido un argu- lista y defensores de la pena de muerte, mento de cuestionamiento del ius punien- incluso entre eventuales propugnadores di ejercido por el Estado, al exigir de éste, de la benignidad penal– una causa para como condición para el ejercicio de la ju- invocar la severidad extrema para los risdicción penal, el vencimiento del deber autores, en Martí produce una reacción pedagógico con los ciudadanos, de lo cual contraria que lo conduce a reflexionar por se derivaba la corresponsabilidad social las razones de fondo, últimas, del crimen, en el fenómeno criminal: “el Estado sólo y abogar por ejecutar la ignorancia cau- tiene derecho de castigar los delitos de sus sante del crimen y no al criminal. súbditos cuando ha colocado a estos en Al día siguiente, en un nuevo número un estado de educación bastante a cono- de la Revista Universal, Martí vuelve sobre cerlos”.34 Esto significa el primer avance el mismo asunto. Ya no interroga, sino que de la incorporación a su ideario aboli- afirma contra cualquier pretensión de cionista –sin ser aún propiamente un sostener la justicia de la pena de muerte pensador social– de una preocupación para los victimarios. Ahora, a partir del social; o viceversa: el momento de coin- mismo cuadro, pide graduar la pena en cidencia de su pensamiento social con el correspondencia con la inversión educa- abolicionismo de la pena de muerte. tivo-preventiva que se ha realizado en las Fue en México donde Martí incorporó personas de los reos: Impóngaseles la a este argumento un elemento de cues- pena en el mismo grado en que se les tionamiento directo y preciso de la pena dio la educación para evitarla.38 Ya no de muerte. Especulando para la Revista se limita a formular una interrogante, sino Universal del 17 de abril de 1875, la “de- que afirma que la calidad y grado de la fensa notable” –”la empresa era difícil”, pena ha de estar relacionada directamen- dirá– que varios abogados debían haber te con la previa inversión preventiva del hecho en la causa seguida contra los que la impone, y no sólo en la culpabili- indígenas de Xochimilco que sepultaron dad y circunstancias personales del co- vivas a sus víctimas,35 frente a la even- misor del hecho. tualidad de que el ministerio público,

33 Ibid., p. 307. 34 José Martí (1951) Apuntes inéditos, p. 27. 36 José Martí (1974) Obras Completas, t. 4, p. 136. 35 Los abogados son Luis Sierra, Francisco Gor- 37 Loc. cit. dillo, Manuel Prieto y Emilio Islas. 38 Ibid., p. 138.

30 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JOSÉ MARTÍ Y LA PENA DE MUERTE EN EL MÉXICO LIBERAL (1875-1876)

Como si él fuera graduando en el tiempo vidada y sin ventura, masa ahumana de la manera de decir con exactitud su valo- tal manera viva, que no pueden los que la ración sobre el ius puniendi, será en julio, forman hacer oficio y obra útil de hom- tres meses después, cuando definitiva- bres”.41 Con base en la ideología y la ética mente deje al descubierto su hipótesis: “la liberal de la época, Martí está convencido medida de la responsabilidad está en lo de que sólo por medio de la educación extenso de la educación”.39 No se requiere “de esas caras cobrizas brotará nueva luz. un gran esfuerzo interpretativo para com- La enseñanza va a revelarlos a sí mismos”.42 prender que cuando imputa la falta de Sostiene que ha de impartirse la ense- autoridad moral o ética de que se exija ñanza a los niños, porque “todo niño lleva “toda la responsabilidad”, o de que pida en sí un hombre dormido”,43 que hay que que el “grado” de la pena se correspon- despertar con la “caricia” de la educación. da con la inversión anticriminal, se refie- Los indígenas adultos también están re a la pena de muerte. dormidos: “el indio duerme”, sostiene.44 De todos modos, lo que señala es es- Despertarles es el cuidado y la obra que él tablecer un límite al ejercicio del poder exige del buen gobierno, de cualquier go- por la consideración de que hay ciertos bierno que ame a los hombres. En México, derechos humanos, de naturaleza o con- Martí no se ve obligado a imputarle esta tenido social, que no han sido satisfechos. falta al gobierno liberal porque su ideario, En este sentido, significa, ni más ni menos, madre de progreso, contenía en lugar que el derecho a la vida está planteado privilegiado la idea de la regeneración de como un límite al Estado por el incumpli- la sociedad por medio de la educación; miento de su obligación de cuidar que el bajo el presupuesto de que para amar y individuo no se desarrolle en el estado de abrazar la libertad –la esencia del modelo ignorancia y descultura que lo conduce al político que se ofrece teóricamente–, la crimen, evento que por razón de la regla educación habría de desarrollar la con- jurídica de respuesta al ilícito penal con- ciencia de ella. Y es que la educación se duce el cuestionamiento de su vida. La alzó como la utopía providencial,45 sólo ecuación martiana es profundamente jus- que no lograda en momento alguno. ticiera: tiene derecho a exigir “toda la Comprometido, Martí propugnó con responsabilidad” del individuo comisor frecuencia por la expansión de la educa- sólo quien dio al individuo todas las posi- ción y defendió con vehemencia los pro- bilidades y condiciones para desarrollar yectos gubernamentales. Incluso, apoyó una personalidad socializada, no delictual. que aquella enseñanza fuera obligatoria, Será en México donde Martí sostenga: por mandato de la ley, como exigencia al “la sociabilidad es una ley, y de ella nace Estado, a la sociedad y a la familia, tal y esta otra hermosa de la concordia”.40 Y como se empeñó la administración liberal no puede haber “concordia” social y pre- vención del delito si no se socializa a los individuos, mientras exista “esa raza ol- 41 Ibid., p. 139. 42 Ibid., p. 211 y 212. 43 Ibid., p. 215. 39 Ibid., t. 2, p. 118. 44 Ibid., p. 179. 40 Ibid., p. 165. 45 José Antonio Bedia Pulido (1999) op. cit., p. 220.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 31 REINALDO SUÁREZ SUÁREZ mexicana de Lerdo de Tejada. No sólo en lo con obligar al indio a aprender a leer y la escuela sino también en el hogar, por- escribir, sino que hay que ir a más: que la escuela y el hogar, para formar al hombre desde su niñez, son “las dos for- ¿Solamente la enseñanza obligato- midables cárceles del hombre”, en una ria, cuyos beneficios no entienden y plástica manera de decir suya.46 cuya obra es lenta? No la enseñanza ¿Y en caso de incumplimiento? Con solamente: la misión, el cuidado, el asiento en Martí, si quebrantan el Estado y trabajo bien retribuido. En la consti- la sociedad ese deber, una de las conse- tución humana, es verdad que la re- cuencias es desposeerlo de la facultad de dención empieza por la satisfacción exigir “toda la responsabilidad” por la con- del propio interés. Dense necesidades ducta delictiva a quien no se dio educa- a estos seres: de la necesidad viene ción o “educación bastante”. ¿Y si es la la aspiración, animadora de la vida.48 familia quien impide el acceso del infante a la educación que lo prepara para vivir? Él observa que los aborígenes america- Entonces Martí se muestra severo, como nos, introducidos abruptamente en un pocas veces, y carga la responsabilidad en mundo desconocido, ajeno y asimétrico el Estado y la sociedad, quien ha de casti- con su cultura originaria, no estaban pre- gar la irresponsabilidad de los padres: “con parados para la vida social moderna: “No la prisión o la multa”, sostiene un Martí les permite su vida gran número de nece- endurecido y convencido de que aquellos sidades; la aspiración es para ellos afán hombres-bestias sumidos en la miseria e desconocido e inútil; la indolencia en el incrédulos de la necesidad y utilidad de trabajo es natural consecuencia de la in- educarlos, enviarán a sus hijos a la escuela dolencia en el espíritu; un peligro grave es frente al peligro de enfrentar la resolución el resultado de este abandono, de este social: “La pagarán, porque preferirán esto extravío, de esta pequeñez de tantos se- a dejar de trabajar algunos días; y como res”.49 Un componente del “peligro” sobre no querrán pagarla más, enviarán sus hijos el que alerta Martí es el delito. Tan sólo un a la escuela. Se explota lo único sensible: componente del “peligro”, que por li- el interés diario, el alimento diario. El indio mitada visión, cuando el peligro se trans- los verá amenazados y hará lo que le forma en daño social con el ilícito, se pre- manda la ley”.47 tende contestar con medios incultos, Martí no anda desorientado. Él com- especialmente con la pena de muerte. Ese prende que el “interés diario” afectado no es el camino a seguir. haría a los indígenas cumplir la ley, de ¿Qué encuentra Martí en México? Una igual manera que ese mismo “interés” realidad harto dolorosa. Miles, millones de estimulado los haría progresar con fuerza indígenas que llaman amo y veneran a los propia, sin necesidad de compulsarle o blancos. Un estado de sometimiento men- castigarle. Martí admite que no basta só- tal. Una especie de esclavitud en tiempos

46 José Martí (1974) Obras Completas, t. 8, p. 291. 48 Ibid., p. 179. 47 Ibid., p. 212. 49 Ibid., p. 139.

32 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JOSÉ MARTÍ Y LA PENA DE MUERTE EN EL MÉXICO LIBERAL (1875-1876) de discursos libertarios. Seres en los que CONDICIONAMIENTO SOCIO-ECONÓMICO “el hombre no despierta”.50 Esta pregunta DEL DELITO y esta respuesta son de Martí, formuladas en julio de 1875: “¿Son hombres todos los Si bien primero en el Cuaderno de Apuntes que viven en nuestros campos con forma de 1871, y luego en los primeros meses humana? (...) acongoja este ser vivo que mexicanos, se limita a exigir el vencimien- anda y que está extendido sin embargo en to del deber público de educar suficiente- el fondo de sí mismo como un muerto”.51 mente a los ciudadanos, él no se reducirá Dando la dimensión del problema, escri- a limitar el derecho de castigo a la pre- bió días antes: “esto es un pueblo entero; condición de que la sociedad-Estado esta es una raza olvidada; esta es la sinven- ponga previamente al individuo en po- tura población indígena de México”.52 sibilidades psicológicas y culturales de ¿Qué denuncia Martí de la realidad comprender el alcance y consecuencias social y económica mexicana, aun bajo el de su conducta, y lo que es más importan- régimen liberal reformista?: “una criminal te y trascendente, en posibilidades reales indiferencia hacia una raza: la india, en de eludir el crimen por la realización per- momentos en que se está consumando sonal o expresión de sus sentimientos y el ideal político” liberal. La indiferencia no personalidad, sino que exigirá que se venza es sólo en el aspecto educacional, sino en también una condición de orden material todo lo social. Por eso Martí proclamará la preventivo-suspensiva, igualmente, de los necesidad de lograr la unidad y armonía móviles y conductas criminales. social hasta lograr “un pueblo de hom- No sólo es la educación el deber de bres”. No de hombres-bestias, sino de previsión y provisión que Martí exigirá del hombres-hombres, humanizados por la Estado, sino, convencido de que “la vida educación: “instruida, será una grandeza; se cimienta sobre la satisfacción de las y torpe, es una rémora. Aunque no nos necesidades materiales”,54 también exigi- obligara a su educación la generosidad, el rá la satisfacción de la economía material egoísmo debiera forzarnos a ser sus após- de cada hombre como condición de ple- toles y sus maestros”.53 na punición cuando alguno delinca. Por Si bien el hincapié, Martí lo hace en eso, en julio de 1875, refiriéndose a la cuanto a educar para la vida a los indíge- ejecución de Felipe Romero, connotado nas, en este artículo esa exigencia va uni- criminal de la capital mexicana conde- da a un elemento no menos importante: nado a muerte y ejecutado, Martí dirá: “un la equidad social en lo material, que es hombre infeliz, a quien quita ahora la vi- precisamente lo que falta por incorporar a da la ley que no cuidó de darle todos los sus exigencias criminológicas. elementos de vida buena y honrada”.55

54 Ibid., p. 190. 55 Ibid., p. 118. De toda la obra producida en torno a Martí, este pasaje sobre una ejecución de 50 Ibid., p. 117. pena de muerte es uno de los escasos que, hasta 51 Ibid., p. 132. ahora, hemos encontrado referido por algún autor 52 Ibid., p. 117. en sus análisis. Paul Estrade (1983) “Un ‘socialista’ 53 Ibid., p. 266. mexicano: José Martí”, p. 31.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 33 REINALDO SUÁREZ SUÁREZ

Dicho justo en un “Boletín” en el que ad- social y tomar partido por los excluidos y mite su sorpresa con la transformación de los perseguidos de la modernidad. Ha de la clase de los artesanos y en cambio de- verse como lo que es, como la ampliación nuncia que el pueblo indio permanece y expansión teórica resultante de su inte- “dormido, muriendo sin haber vivido”. Y racción con la realidad latinoamericana. en este contexto, la introducción “forzada” Él venía preparado de Europa para vivir del argumento. continuas profundizaciones de su pen- La aparición de este argumento –au- samiento político, económico, social y cri- sente en el Cuaderno de Apuntes– puede minológico. Sin embargo, es de notar que ser explicado como parte del rápido pro- en esta oportunidad no irá hasta el fondo ceso de maduración en Martí de ideas mismo del problema, señalando la res- madres, de reflexiones de la mayor pro- ponsabilidad que cabe al sistema liberal fundidad y trascendencia. Significa, ni más mismo en la producción de la ignorancia ni menos, la incorporación de un ingre- y la incultura intelectual y moral y en la diente de justicia social de contenido ausencia de la “vida buena y honrada” que material a su tesis de justicia humanitaria. imputa. Martí es en ese instante, sensible En México, a diferencia del Cuaderno de a fenómenos con origen en la inequidad Apuntes de 1871, no está haciendo plan- y la injusticia social, en los que aprecia teamiento meramente de alcance penal- el trasfondo moral más que la razón criminológico. económica. En él hay mucho más que eso. Sus ideas Su lenguaje a veces es religioso para de política criminal no son aisladas, ni evocar su pretensión de avance y progreso pretenden funcionar por sí solas. Es más, humano. En lugar de hablar de hombres encuentra que el fenómeno criminal for- explotados o marginados socialmente, ma parte de un problema mayor, el de la utilizará los conceptos de “hombre infe- injusticia social, del que es parcial mani- liz”, “hombre débil” y “pueblo sin ventu- festación. El delito forma parte de las con- ra”; en lugar de “emancipación” o de secuencias de esa “criminal indiferencia” “liberación” –que se ajustaría a un pensa- social y política que denunció, de la au- miento social avanzado–, invocará conti- sencia de “unidad social” derivado de la nuamente la “redención” o “regeneración” falta de igualdad y de la exageración de del hombre,56 como hace en el mismo la exclusión de esa “raza olvidada”. Ol- “Boletín”: “No rehúye, espera: él tomará vidada para la “justicia” social, pero muy la mano que le tiendan”.57 presente para la “justicia” penal. ¿Hemos En lugar de conceptuar de miseria eco- de subvalorar que todas aquellas eje- nómica y social, de marginación y ex- cuciones de las que dio cuenta en las plotación del ejército de los que serán gacetillas recaían sobre pobres? No echar penados por la justicia mexicana, él se en saco roto que la invocación abolicionis- ta se hizo junto con la denuncia del olvido 56 Son conceptos que Martí acepta, recibe y de la raza india. emplea para referirse al problema obrero en general; El planteamiento abolicionista es una válido para el problema socio-criminológico que nos ocupa. nueva manera –porque él atacará desde 57 José Martí (2000-2005) Obras Completas, muchos ángulos– de atacar la injusticia edición crítica, t. 2, p. 117.

34 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JOSÉ MARTÍ Y LA PENA DE MUERTE EN EL MÉXICO LIBERAL (1875-1876) limita a imputar la ausencia de “vida de “vida buena y honrada”, Martí da mues- buena”. No se crea que esto se reduce a tras de una maduración considerable cuan- un asunto estrictamente lingüístico, sino do arremete contra la pena de muerte ape- que descubre la insuficiencia martiana pa- lando a un entendimiento más preciso del ra llegar al fondo de la problemática social. fenómeno, más profundo, aunque sin Aún Martí no logra entresacar definitiva- haber llegado aún a establecer una relación mente la causa del efecto. Aún es presa causa-efecto de carácter socio-económica: de la influencia hugoniana y krausiana que determina la imagen del hombre derrum- La sociedad no da de comer al que bado, del “hombre infeliz” que precisa de tiene hambre, ni vestidos al que tie- ayuda, de solidaridad, para levantarse, pa- ne frío; pero, cuando alguno mata, ra los que pide “todos los elementos de impelido por alguna necesidad, esta vida buena y honrada”. sociedad, ente hipócrita y criminal, La limitación principal de los plantea- cree que tiene el derecho de matar mientos martianos se encuentra en no te- a los que cometieron un crimen, que, ner como visión que los indígenas se pro- a estar ella mejor constituida, hubiera yecten como sujetos históricos, capaces de podido probablemente evitar. Para construir las soluciones para sus proble- prever, la sociedad es un ente vago mas: “La raza está esperando y nadie salva e informe. Para matar, es un ser per- a la raza”.58 Ellos necesitan de ayuda ex- fectamente constituido [...] Es este terior determinante. Ellos necesitan de un error que no acertamos a concebir. Mesías: “Los indios esperan su Mesías”.59 ¿Comete el asesino el crimen por sa- El maestro es ese nuevo Mesías exigido por tisfacer una necesidad que no puede Martí: “el profesor se convierte en la ma- llenar? ¿Acaso están limpios de culpa, dre”.60 Aun cuando “tienen hambre”, sos- todos los que luego lo castigan? [...] tendrá: “redímaseles el hambre”.61 Aún ese No concebimos esta pena.64 es el generoso, pero incompleto, plantea- miento martiano. Él trabaja en el nivel de En efecto, las sociedades decimonónicas la comprensión y la piedad.62 Apréciese eran profundamente injustas. Sus grietas cómo afirma que “los indios esperan su y fallas estructurales, “estructuras de pe- Mesías”, aunque a veces éste pierda esa cado” (para utilizar el concepto vertido por connotación y se transforme en “el Mesías Juan Pablo II refiriéndose a las sociedades de nuestro siglo libre: el trabajo”.63 modernas), se convertían reiteradamente En una contundente dialéctica de su en productoras-reproductoras de delitos y apreciación de la humanidad, cuatro me- delincuentes. El analfabetismo y la incul- ses después de aquella imputación del tura, la desintegración familiar y la inequi- incumplimiento de la obligación de dotar dad social, la pobreza y la marginalidad, la falta de empleos y los bajos salarios, la 58 Loc. cit. escasa atención social, el aporte crimi- 59 Ibid., p. 191. nógeno aportado por la sociedad (en 60 Ibid., p. 215. 61 Ibid., p. 139. 62 Paul Estrade (1983), op. cit., p. 31. 63 José Martí (2000-2005), op. cit., t. 2, p. 211. 64 Ibid., t. 4, p. 213.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 35 REINALDO SUÁREZ SUÁREZ tiempos de Martí con las ejecuciones pú- cualidad disuasiva tiene por la naturaleza blicas), se erigían en factores propiciado- de la infracción y las características del in- res o determinantes de las conductas de fractor: los pobres, especialmente los indí- los hombres. genas mexicanos, y no en los delitos y sobre Lo que subyace en la afirmación martia- las personas en que, por la propia configu- na es precisamente el señalamiento de la ración tipológica de su conducta y fondo inequidad social como causa del fenó- psicológico personal, podrían producir un meno delictivo y, por ende, que la pena efecto disuasorio potencialmente signifi- de muerte, como la política penal misma, cativo: los delitos de cuello blanco, de ca- se aplicaba a los desfavorecidos. Cons- rácter económico, que son los que come- truyendo frases que grafiquen, bien hubie- ten los poderosos, pero para los que se aceptado Martí suscribir la conclusión raramente se contempla la pena de muerte. de monseñor Óscar Arnulfo Romero de En consecuencia, la consagración mar- que “la justicia es como las serpientes, só- tiana a la justicia social e igualdad real de lo muerde a los descalzos”.65 los hombres entre sí y ante la ley, discurre La inequidad subyacente a nivel social obligadamente por privar al Estado de una tenía expresión dramática en la pena de de las expresiones más extremas del fe- muerte: regulada para delitos que por sus nómeno: la pena de muerte. ¿Puede exigir características solían cometerlos los indi- “toda la responsabilidad” penal por las viduos de escasa instrucción, educación y conductas criminales a que conduce la mi- cultura (asesinatos, asaltos y robos con seria quien es responsable de su produc- fuerza y violencia); y aplicada, por esta ra- ción y extensión? Ésa es la pregunta clave, zón y por la desventaja procesal misma que en todo caso, que se desprende del aboli- condiciona la pobreza en asistencia legal cionismo martiano de la pena de muerte y por los factores de discriminación psico- en México. lógica de los jueces y operadores jurídicos, Sería un error no apreciar en un con- a pobres, indígenas, a los “descalzos”. texto más amplio el entendimiento mar- Por demás, este fenómeno se expresa tiano del componente sociológico que se aún más dramáticamente en la pretensión esconde tras la tríada delito-enjuicia- intimidante que se asigna a la pena de miento-sanción. Y es que ello forma parte muerte, y que de manera tan acertada de un proceso de acercamiento y madu- Martí ironizará al dar cuenta de la ejecu- ración que se da en Martí al problema ción de un salteador de caminos, cre- social mexicano, especialmente al indige- yendo, “de fijo, que con este ejemplo se nista y obrero. En sus afanes periodísticos, extinguen los crímenes en la comarca: ¡Oh Martí se ocupará de un amplio volumen ley tan bárbara cuanto impotente para re- de asuntos, los más, fundamentales. Se mediar el mal, e ineficaz para evitarlo!”66 ocupó de los obreros y de sus razones de Especialmente si se aplica a los tipos de- lucha, y de los indígenas, despreciados y lictivos y a las personas en las que menos excluidos, pese a los discursos en boga, reducidos a la condición de “raza imbécil” u “hombre bestia”, dado su calamitoso 65 Eduardo Galeano (2001) Patas arriba. La escuela del mundo al revés, p. 79. estado de supervivencia. Las múltiples 66 José Martí (2000-2005), op. cit., t. 4, p. 294. proyecciones denunciadoras de este fe-

36 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JOSÉ MARTÍ Y LA PENA DE MUERTE EN EL MÉXICO LIBERAL (1875-1876) nómeno, por supuesto, incluyen el com- cultural de “una raza” que era “un pueblo bate a la pena de muerte, como expresión entero”; y no sólo eso, sino apreciar esa de la injusticia pública. No hay que olvidar “indiferencia criminal” que respondía a la el hecho de que de los diversos fenóme- pretensión de servirse de ellos. Estaba firme nos sociales mexicanos, la pena de muer- Martí en la consideración de que en los te, en la frecuencia de su abordaje, figura pueblos o etnias sojuzgados no hay vicio o en su atención por encima de otros como delito del que la sociedad no sea culpable. el hambre, los sueldos, las viviendas. Esto Y si aquella inferioridad tiene estas ex- resulta altamente significativo. presiones, al ojo avisado de Martí no esca- No se vea esto como un descubrimiento paba el peligro siempre presente y dolien- martiano, ni como primera expresión en te de que la pena de muerte se utilizara Martí. Ni lo uno ni lo otro. Sostener la de- como parte del esquema de dominación nuncia de las condiciones materiales y y explotación económica. No es esto un culturales de existencia como factor crimi- ejercicio de alta inteligencia, porque en la nógeno no era nuevo, pero sí de vanguar- época en que le tocó vivir el asunto era de dia; y no es la primera vez porque ya antes, raíz saliente y tallo descarnado, pero sí desde España, él había ligado el tema de una posición revolucionaria, como lo si- la esclavitud de los negros y la aplicación gue siendo hoy. de la pena de muerte en el sentido de que Su planteamiento es de una agudeza defender una era como defender a la otra. notable para la época. Al enfocar el asunto Y de que capta el dramatismo y la injusti- desde un prisma social adopta una posi- cia que se esconde detrás de las ejecu- ción de vanguardia, pues los problemas ciones que tienen lugar en Cuba y en Amé- sociales eran tenidos como subalternos, rica, da fe y prueba su determinación de incluso viles, entre la mayoría de sus coe- combatir parejamente la pena de muerte táneos,68 especialmente entre los estu- y la esclavitud. diosos del derecho. Sin dudas durante sus Si alguna novedad se quiere ver en el años mexicanos, sin brillar por la origina- Martí de México es el ensanchamiento que lidad o radicalidad de sus ideas y pro- presupone extender el ataque a la pena puestas sociales, Martí estará entre lo más de muerte por razón de la permanencia avanzado de la época terminal del proceso y extensión criminológica de la pobreza y de la Reforma, expresándose como un marginalidad de los indígenas y trabaja- “socialista utópico” en lo referente al mo- dores mexicanos. Martí caló hondo en las vimiento obrero. razones del abandono y marginalidad de Combinando con originalidad el sopor- los indios en México y América. Él sostuvo te liberalista con el romanticismo social que “hasta que no se haga andar al indio, francés, llegará a ser tenido como “el pen- no comenzará a andar bien la América”.67 sador político latinoamericano más abier- La retórica está ausente. La afirmación es to al movimiento obrero”.69 Cuando par- todo guarapo, no tiene bagazo, porque ta de México estará más hecho política es toda verdad. Y es que logró apreciar la e ideológicamente, y se hallará mucho inferioridad política, económica, social y 68 Paul Estrade (983), loc. cit., p. 13. 67 José Martí (1974) Obras Completas, t. 8, p. 337. 69 Ibid., p. 35.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 37 REINALDO SUÁREZ SUÁREZ más identificado, comprometido y parti- Coyuntura, asimilación y cambio”, en cipante de las grandes causas humanis- Anuario del Centro de Estudios Mar- tas de su época. Llegó como un liberal tianos, núm. 22, La Habana. avanzado y se marchará como un radical Estrade, Paul (1983) “Un ‘socialista’ me- que incorporó a su credo un liberalismo xicano: José Martí”, en José Martí, social, incluso en lo criminológico, aun- militante y estratega, La Habana, Edito- que aún no hubiera dicho, como sostendrá rial de Ciencias Sociales. en los Estados Unidos, simple y llanamen- Fernández Retamar, Roberto (1995) “Mar- te, que la miseria es “un delito público”, tí en México, México en Martí”, en y todavía crea que la solución de los pro- Nuestra América: cien años y otros acer- blemas que advierte se encuentre en la camientos a Martí, La Habana, Si-Mar. aplicación del ideario liberal, que esen- Galeano, Eduardo (2001) Patas arriba. La cialmente consistía en educar y ofrecer la escuela del mundo al revés, Buenos posibilidad de trabajo bien remunerado Aires, Catálogos S.R.L. (lo que no es poco ni desdeñable, aunque Herrera, Alfonso (1996) Martí en México, sí insuficiente mientras persistan estructu- México, Consejo Nacional para la Cul- ras y políticas de explotación y exclusión tura y las Artes. económica con base en el hegemonismo Horrego Estuch, Leopoldo (1954) Martí, incontrolado de la economía privada). Pe- su pensamiento jurídico, Matanzas, Cu- ro lo más importante, en todo caso, es que ba, Mecenas. en México Martí completa los elementos Martí, José (1951) Apuntes inéditos, La esenciales que se requieren para dar un Habana, Publicaciones del Archivo Na- salto en la apreciación-comprensión de los cional de Cuba, XXX. problemas sociales y en las ofertas de (1974) Obras Completas, ts. 1- políticas de solución. 28, La Habana, Editorial de Cien- cias Sociales. (2000-2005) Obras Completas, edición crítica, ts. 1-9, La Habana, BIBLIOGRAFÍA Centro de Estudios Martianos. Rabasa, Emilio (1974) Historia de las consti- Abarca, Ricardo (1941) El Derecho Penal tuciones mexicanas, México, UNAM. en México, México, Jus. Santos Moray, Mercedes (1998) Biografía, Bedia Pulido, José Antonio (1999) “José Martí a la luz del sol, La Habana, Edito- Martí en el México Liberal (1875-1876). ra Política.

38 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JUÁREZ Y SUS HECHOS EN LA GUERRA DE REFORMA (1859-1861)*

Arturo Lomas Maldonado**

E n la historia de nuestro país no existe que las críticas al llamado Benemérito otro personaje tan controvertido como “provocaron una apreciación más profun- Benito Juárez, de tal suerte que hay quien da del presidente, ocasionaron un reco- asegura, como Justo Sierra, que “nadie nocimiento fresco de sus consabidas creerá en la nación mexicana, nadie, nun- virtudes. Tributo a su integridad, su tena- ca, que Juárez fue un traidor a la patria”;1 cidad, su dignidad, su firmeza, su fe”; y por otro lado hay quien se pregunte, como Ralph Roeder, historiador neoyorquino Ignacio Ramírez El Nigromante: “¿Dónde y constituido en uno de sus más preciados están los títulos que acreditan la grande- biógrafos, concluye que “sobre él estaba za de Juárez? La escasez de vergüenza y enfocado el destino adverso de la nación, patriotismo es la única herencia que nos y en él, su voluntad invencible, personi- ha dejado”.2 ficación de la reciedumbre de un pueblo, Francisco Zarco, ministro de Relaciones el fenómeno que magnifica una persona- de Juárez para el año de 1861, nos dice lidad que con su difusión entre muchos, se manifestaba en la devoción que inspiraba”.3 * El presente trabajo forma parte del libro Los mil Todavía en la actualidad es fácil en- rostros de Juárez, de la Colección Conmemorati- va del Bicentenario, que publicarán la UAM y la contrar manifestaciones encendidas que UABJO en el 2007. Se presenta en este dossier como llegan a asegurar que para transformar la avance editorial. realidad de México necesitamos juarismo ** Universidad Autónoma Metropolitana. Depar- en lo político y cardenismo en lo social tamento de Filosofía. Área de Historia del Estado y la Sociedad. “una síntesis armónica de lo mejor de 1 Justo Sierra (1970) Juárez, su obra y su tiempo, nuestra experiencia histórica”,4 toda vez México, Porrúa, p. 563. 2 Ralph Roeder (1972) Juárez y su México, p. 1075. Con relación a las leyes reformistas, El Nigro- 3 Op. cit., p. 722. mante dijo: “Juárez resistió al expedirlas; se le anti- 4 Palabras de Andrés Manuel López Obrador en ciparon en Zacatecas; entonces para no caer, se el evento organizado por el Instituto de Investi- improvisó reformista”; José González Ortega (1941), gaciones Jurídicas de la UNAM, “Actualidad de Juárez, El golpe de Estado de Juárez, México, A. del Bosque encuentro conmemorativo”, Karina Avilés, La Impresor, 415 pp., prólogo de Vito Alessio Robles, Jornada, 20 de marzo de 2003. (http://www.jornada. citando a Ignacio Ramírez (1889) Obras, México, unam.mx/2003/03/20/056n1soc.php?origen=soc- p. 166. jus.html).

[39] ARTURO LOMAS MALDONADO que, según esto, “en circunstancias adver- y por lograr el acuerdo nacional definiti- sas, manteniendo principios, se pudo cam- vo respecto del Estado secular, la división biar en lo estructural y gobernar con ape- de poderes, el sistema de representa- go a las reglas de la Constitución, con ción popular y el sistema federal”, expre- transparencia, honestidad y defendiendo siones que desde luego obligan a la revi- la soberanía nacional”. O que un escritor, sión más profunda de un personaje que de dudosa solvencia intelectual, afirme permite armonizar posiciones aparente- “que no es redituable, desde el punto de mente irreconciliables. vista ético, intelectual, político y consti- El mismo columnista, José Antonio Cres- tucional, ser antijuarista”.5 po, al comentar la exclamación de Rober- También son frecuentes las frases como to Madrazo, el más reciente candidato las pronunciadas por el rector de la UNAM, presidencial del Partido Revolucionario Ramón de la Fuente: “Juárez supo clara- Institucional (PRI), en el sentido de que “en mente que el pueblo, y sólo el pueblo, es la mente de los priístas está regresar a la única fuente legítima del poder y de la Benito Juárez a Los Pinos”, en alusión al autoridad, que el poder tiene el límite que cuadro de Juárez que el presidente Fox le impone las leyes y que éstas no deben sustituyó por el de Francisco Madero, el perseguir otro fin que el de la justicia”. analista afirma que efectivamente “El PRI Lo curioso es que las anteriores aseve- siempre se ha ostentado como heredero raciones coinciden plenamente con las directo de Juárez, el máximo héroe de la pronunciadas por el Presidente Vicente República”. Fox, acusado de antijuarista y declarado “El PRI, como Benito Juárez –asegura adversario político de los anteriores (con Crespo–, mostró históricamente un largo los que se lanza acusaciones mutuas de y retorcido colmillo para darle la vuelta a comprometer la soberanía nacional y la legalidad aparentando cumplirla”. La de querer entregar el país al exterior). El frase “querer que un poder extraordinario, actual presidente de la República resal- creado por la necesidad y por la voluntad tó la figura de Juárez asegurando que su nacional, obre con estricta sujeción a la gobierno “se rige por el ejemplo juarista, ley, es querer un imposible”, atribuida por al empeñarse en hacer valer el Estado de Crespo a Juárez, “concuerda perfectamen- derecho, en fortalecer el poder Judicial y te con la práctica del priísmo histórico”. en hacer cumplir las decisiones de los El articulista menciona que después de tribunales, incluyendo los electorales”,6 y la Guerra de Reforma, Juárez llegó a la en un discurso en que “todo fue una apo- misma conclusión que antes Ignacio Co- logía juarista”, según el reportero, todavía monfort: se dio tiempo para evocar al “indígena del pueblo zapoteco que se aseguró un que con la Constitución de 1857 no lugar central en la historia por su tenaz se podía gobernar por los pocos po- defensa de la república, contra el invasor deres que otorgaba a la institución presidencial. Ante ello, Comonfort in- 5 Participación de Carlos Monsiváis en el mismo tentó dar un cuartelazo que, al frus- evento y citado en el artículo de la nota anterior. 6 José Antonio Crespo, “Juárez a los Pinos”, en El trarse, desató la Guerra de Reforma Universal, 21 de marzo de 2001. (1857). Juárez, al enfrentar más tarde

40 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JUÁREZ Y SUS HECHOS EN LA GUERRA DE REFORMA (1859-1861)

esos mismos límites constitucionales, botón de muestra (de muchos) ocurrió simplemente decidió gobernar por durante la Guerra de Reforma, cuando encima de la Carta Magna, como hizo Juárez solicitó, apelando al famoso Trata- más tarde Díaz. Y aunque los priístas do McLane-Ocampo, la intervención de gobernaron con una Constitución que la armada estadounidense en las aguas fortaleció la institución presidencial, veracruzanas de Antón Lizardo para de- la de 1917, en realidad recurrieron tener unas fragatas conservadoras que se más a los poderes metaconstitucio- dirigían al puerto, donde radicaba el nales en lugar de apegarse a los gobierno juarista. Dicha intrusión inclinó preceptos constitucionales. la balanza en favor de los liberales. Por lo cual Juárez, eufórico, escribió a Para este autor su yerno: “El triunfo de la sagrada causa que defendemos está asegurado. Un gran ...es ampliamente conocida la habi- pueblo (Estados Unidos) ha hecho alianza lidad de Juárez para manipular las con nosotros... el hecho será inolvidable elecciones en su favor. En 1871, en para México y para el corazón de los de- su última reelección, maniobró para mócratas, el nombre de Turner el capitán obtener 93% del voto, un resultado de la escuadra estadounidense, vivirá casi soviético, que llevó al general eternamente”. Los priístas no mostraron Ireneo Paz (abuelo de don Octavio), una conducta muy distinta. Desgarrándo- a denunciar como fraudulento el pro- se las vestiduras nacionalistas en el dis- ceso […] Por todas partes se vio lo curso, incluso con altisonantes proclamas que después se ha seguido viendo antiyanquis, negociaron siempre por de- con demasiada frecuencia, esto es, bajo de la mesa su subordinación a las que el pueblo, el verdadero, era pri- causas importantes del vecino del Norte. vado de su derecho sacrosantísimo de votar, y que era suplantado des- Así pues, probablemente tiene razón caradamente por los empleados, por Madrazo al afirmar que, de regresar los militares y por todos los demás el PRI a Los Pinos, retornaría también que recibían un premio en dinero sa- el verdadero espíritu de Juárez: el de cado de las arcas públicas, por co- las chicanadas legales, los fraudes meter aquel negro delito de lesa electorales, el gobierno metaconsti- democracia. tucional y el nacionalismo simulado. Pero dados los magros resultados del “Finalmente viene el nacionalismo a toda gobierno de Fox, su falta de vocación prueba de Juárez” –concluye el articulis- política, su incapacidad para poner ta– otra virtud que el PRI se apropia y de la orden en su gabinete, y su poca ener- que se ufana. Pero resulta que Juárez no gía para hacer valer la ley, no puede fue tan nacionalista como se nos cuenta descartarse que los ciudadanos pre- en la escuela; baste recordar las enormes fieran regresar a Los Pinos al colmi- cesiones de soberanía que quiso hacer a lludo, aunque poco escrupuloso, Estados Unidos a cambio de ayuda políti- Juárez, en lugar de mantener ahí al ca, financiera, diplomática y militar. Un inexperto e ingenuo Madero (o tal

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 41 ARTURO LOMAS MALDONADO

vez la ciudadanía prefiera a Morelos) dataria en la guerra y ganar tiempo para [culmina el autor]. que las dificultades políticas de la inter- vención salieran a luz”.9 La actitud de Juárez, ante la guerra civil, Para cuando la intervención no pare- ante la intervención y gracias a sus suce- cía terminar, y el ejército mexicano recibía sivas y anticonstitucionales reelecciones, duros golpes por parte de los franceses, merece un examen detenido con el obje- afirma Roeder: “los más ciegos vieron la to de precisar hasta dónde la causa y las mañana hecha hombre en aquellos días acciones de tan controvertida figura públi- sombríos; suyas eran las virtudes feraces ca merece toda una gama de calificativos, del sol engendrando la fe en el desierto. A algunos de ellos francamente desmesu- su derredor brotaba la devoción buscando rados: “Juárez recibió entonces de muchos cómo servirle; su eficiencia, una defensa de sus amigos la calificación de obstinado impenetrable”.10 y pertinaz, que se repitió más tarde, cuan- Castelnau, enviado de Napoleón III en do con el mismo tesón se negó a aceptar 1865 para convencer a Maximiliano de lo la conciliación con los reaccionarios y la imposible de la intervención, señalaba: “se mediación de las potencias extranjeras en me pinta a Juárez como una especie de el arreglo de nuestros asuntos interiores”.7 romano antiguo, animado por el patrio- tismo más ardiente y acrisolado, pronto a De mediana estatura, moreno, ojos sacrificar su ambición en aras de la pa- negros y penetrantes, vestido siem- tria”.11 El día de su segunda entrada triun- pre con un modesto traje negro, fal a la ciudad de México, ahora ante el tranquilo y pausado, Juárez daba la retiro de las tropas francesas, el 15 de julio impresión de una persona que pien- de 1867, “el hombre que la multitud sa mucho las cosas antes de actuar, aclamaba era la personificación de la re- pero que, una vez tomada una de- volución democrática iniciada diez años cisión, jamás renuncia a ella... Este antes, el héroe colectivo de un pueblo que indio sumamente modesto, insigni- había conquistado al fin, la libertad inter- ficante a primera vista y ya maduro, na y la independencia nacional, gracias a poseía una energía inmensa y una la fe, la fortaleza, la tenacidad, la cons- voluntad de hierro y nunca cono- tancia de su máximo representante”,12 ció el miedo, ni el pánico.8 “porque Juárez no sólo era una gloria pa- ra su patria, sino un timbre de honor para “Juárez –nos dice Roeder– tenía las cua- la humanidad”.13 lidades de tenacidad, entereza, perspicacia Justo Sierra, uno de los primeros y más y fe necesarias para preparar una crisis grandes admiradores de Juárez, le dedica moral en el campo del enemigo... su táctica las siguientes palabras: “¡Gran padre de la era sencillísima: sostener una acción retar- patria, viste el triunfo de tu perseverancia,

9 Ralph Roeder (1972), op. cit., p. 763. 7 Roeder (1972), op. cit., p. 763. 10 Ibid. p. 844. 8 A. Belenki (1975) Intervención extranjera en 11 Ibid. p. 944. México 1861-1867, México, Ediciones de Cultura 12 Ibid. p. 993. Popular, p. 35. 13 Ibid. p. 1063.

42 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JUÁREZ Y SUS HECHOS EN LA GUERRA DE REFORMA (1859-1861) de tu obra, de tu fe, en ese triunfo te de- cucha y de consiguiente de nada jamos... y quisiste levantar al pueblo me- sirve... Al igual que Lerdo, don Jesús xicano... al grado a que tú habías ascen- (González Ortega) se había acostum- dido, transformando las condiciones del brado a dirigir su dependencia inde- trabajo nacional, protegiendo las grandes pendientemente y a hacer poco caso empresas de progreso material”.14 al presidente... al ser preguntado una Pero así como hay quien le ofrece vasta vez si tenía aprobada una orden que poesía a Juárez, existe otro extremo de dictaba contestó llanamente: “acabo críticos muy severos, entre quienes hay que de entregarle sus cien pesos diarios, contar a Francisco Bulnes, sociólogo e his- es lo único que le importa”.18 toriador, y quien le dedica dos de sus obras,15 con el único objeto de tratar de Por su parte, Ignacio Manuel Altamirano desentrañar su misteriosa personalidad: le concede una admonición en tono “¿Representaba en esos momentos la cau- compasivo: sa de Juárez la república?”, pregunta Bul- nes y se responde: “Nunca había habido Juárez siente y ama las ideas demo- verdadera república... ¿Representaba la cráticas, pero creo que no las com- prosperidad del país? El gobierno de Juá- prende... es un obstáculo para la rez, como todos los anteriores, no había marcha de la democracia... El Pre- expresado más que un calvario de miserias sidente Benito Juárez –nos dice– no en un viacrucis de desmoralización”.16 A es a propósito para gobernar... no- Manuel Doblado, aliado de Juárez duran- sotros convenimos en ello... de bue- te la Reforma y la Intervención, para el na fe y principios firmes, demócrata, año de 1861 le decían: “Este es un des- firme en sus resoluciones, honrado, concierto espantoso; el Ejecutivo gene- de exquisito sentido y ama demasia- ralmente no obra y cuando algo hace, es do a su patria, pero muy deficiente tan mal, que más valía que nada hiciera”.17 en dotes políticas.19 A la oposición juarista se le escucha- ba decir: “Toda la prensa independiente de 1861 lo acusaba de inacción (viendo la amenaza El presidente es una roca, nada lo de la intervención extranjera); acusación conmueve, nada lo obliga, nada es- justa porque era precisamente la aptitud estadista de Juárez la inacción”.20 14 Justo Sierra (1970), op. cit., p. 564. Al comentar lo sucedido alrededor de 15 Las obras de Francisco Bulnes son (1970) El la Comisión de Reclamaciones, fabricada verdadero Juárez y la verdad sobre la intervención por las grandes potencias en contra de y el Imperio, México, Editora Nacional, 870 pp., y nuestro país, en la que el gobierno mexi- (1905) Juárez y las revoluciones de Ayutla y de Reforma. cano no tenía parte, Bulnes explica: 16 F. Bulnes (1970) El verdadero Juárez, p. 290. 17 “Carta de José Linares a Manuel Doblado. México, 14 de junio de 1861”, Benito Juárez (2006) Documentos, discursos y correspondencia, selección 18 Citado por Roeder, op. cit., p. 438. y notas de Jorge L. Tamayo, México, UAM Azcapot- 19 Citado por Roeder, ibid., p. 555. zalco, edición digital, tomo 4, cap. XXXVI, doc. 34. 20 F. Bulnes (1970) El verdadero Juárez, p. 103.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 43 ARTURO LOMAS MALDONADO

...no se reconocía a México ni como “¡Juárez, salvador de la república! lo único nación, ni como tribu, ni como reba- que procuró siempre don Benito Juárez fue ño, ni como nada... estaba obligado poner a salvo su persona... era enérgico y a indemnizar hasta a los filibusteros valiente únicamente contra cualquier pre- por sus proyectos fracasados contra tendiente a su silla presidencial”.24 A Juá- la nación mexicana y debía pagar rez “lo fuimos a buscar al confín de la na- hasta lo que los rateros robasen a ción –dijo El Nigromante– palpitante bajo los súbditos franceses… ¿Y qué hacía los pliegues de una bandera extranjera (sic), Juárez? ¿Para qué servía? ¿Era el mientras los buenos mexicanos medían sus presidente de la República? ¿Por qué armas contra los invasores... los insensatos deja humillar a su patria, a su go- que recomiendan a Juárez... se estiman bierno, a su persona, de un modo que muy poco no ya como republicanos sino no tiene ejemplo en los anales de la como hombres, al creerse incapaces de diplomacia y que según Don Matías hacer lo que ha hecho Juárez”.25 Romero, parece apenas creíble?21 En la obra biográfica de Juárez de Ralph Roeder, aparece la siguiente anécdota‚ que El mismo Roeder llega a consignar que parece definir un poco más la personali- aunque Juárez estuvo más de dos años hu- dad de Juárez: el general Márquez de yendo de los franceses, “cansado del papel León, en un libro titulado Juárez a la luz necesario, pero sin gloria, del civil diri- de la verdad, denunciaba que en plática giendo la batalla detrás de las líneas”,22 sostenida con Juárez ante el nombramiento destaca que en el año de 1867 se llega a sa- hecho en favor de Jesús González Ortega ber que Juárez y otros se han hecho pagar en la segunda defensa de Puebla en 1863, el presidente dijo: “ya sé lo que me va a no noventa mil pesos como equivo- decir, que González Ortega es un pen...” cadamente dijimos, sino cerca de (sic) añadiendo: “demasiado lo conozco, doscientos mil por haber llevado al pero la nación ha dado en tenerlo por Paso del Norte su carácter de pre- hombre grande, y lo coloco aquí para que sidente, viajando siempre con toda se ponga en evidencia”... “¡Entonces usted, comodidad y sin exponerse a peli- por deshacerse de un rival, sacrifica al gro alguno... en fin, por sí y ante sí y ejército‚ y acaso la República!”, interpeló contra la Constitución, reelegídose Márquez de León, “a lo que Juárez con- presidente, suscitando con ese ilegal testó con irritación ‘¿y para qué sirven us- procedimiento un conflicto innoble tedes? Ningún hombre es necesario; las en momentos en que toda ambición ideas son las que valen únicamente’… ‘¿y debía deponerse ante el peligro de Comonfort, autor del golpe de Estado?’, a la patria.23 lo que Juárez contestó: ‘¿Y creen ustedes que yo le he dado ese lugar para que se eleve?... también se nulifica’. Márquez de León concluyó francamente desanimado

21 Ibid., pp. 69-71. 22 Roeder (1972) Juárez y su México, p. 969. 24 Ibid. p. 1055. 23 Ibid. p. 1018. 25 Loc. cit.

44 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JUÁREZ Y SUS HECHOS EN LA GUERRA DE REFORMA (1859-1861) que entonces ‘para aquel hombre no había tía en exclusiva al poder Legislativo (hacer más patria ni más gloria que su ambición leyes); tres, porque de acuerdo con el ar- de poder’”.26 tículo 127, para reformar la Constitución En un fallido intento por disculpar su se requería el acuerdo de las dos terceras conducta, el historiador norteamericano partes de ese mismo poder legislativo; y añade: “La verdad que se llamaba Benito cuatro, porque nacionalizar supone la Juárez era incomprensible para quienes puesta en manos de nacionales, y de negaban su integridad e incomprensibles acuerdo con el propósito de Juárez, se también resultan sus cuentos”. La verdad trataba de una expropiación. que conocemos es que la segunda defen- Los mismos argumentos que dan forma sa de Puebla se perdió el 17 de mayo de a la “nacionalización” revelan que no había 1863 ante el general francés Forey, a pe- tal interés laico, ni nacional, ni popular, ni sar de los casi cuarenta mil hombres que democrático, era sin más, que el grupo de por órdenes juaristas actuaron bajo el in- Juárez requería fondos económicos para sólito mando conjunto de González Or- sostenerse, y para ello echó mano de bie- tega e Ignacio Comonfort, en que los pri- nes que no le pertenecían, tal como él lo sioneros “comprendieron a 20 generales, confiesa: “con la determinación de hacer 303 oficiales de alta graduación, 1,179 ingresar al tesoro público de la República subalternos y mas de 11 mil cabos y sol- los bienes que sólo sirven para mantener dados rasos”.27 “El ejército de Comonfort a los que destrozan a la nación... [con esto] –refiere el propio Roeder– abandonó la se alcanza el importante bien de quitar a batalla en media hora; y peor aún, los la reacción el fondo de que se provee para presos se habían incorporado a los ven- oprimir, y esta medida de evidente justicia cedores, volviendo sus armas contra sus [¿?] hará que pronto luzca para México el propios camaradas con una facilidad que día de la paz”.29 escandalizaba a los franceses”.28 Son igualmente ilegales los decretos de fecha 30 de agosto y 3 de noviembre de 1858, en los que espe- LAS LEYES DE NACIONALIZACIÓN VISTAS COMO cifica respectivamente “que son denuncia- PARTE DE LA POLÍTICA EXTERIOR DE JUÁREZ bles las fincas desamortizadas devueltas por los adjudicatarios de acuerdo con la Las leyes de nacionalización de bienes ley de 25 de junio de 1856”30 y “que se eclesiásticos dictadas por Juárez el 12 de declaran irredimibles los capitales que julio de 1858 no cumplían, ni con mucho, se reconozcan a la mano muerta”.31 De- los requisitos ni de forma ni de fondo dis- bemos establecer que el conjunto de estas puestos por la Constitución que decía disposiciones obraban de acuerdo con la defender: uno, porque la Constitución no habla nunca de nacionalización; dos, por- 29 Manuel Dublán y José María Lozano (1897) que se usurpaba un derecho que compe- Legislación Mexicana o Colección completa de las disposiciones legislativas expedidas desde la independencia de la república ordenada por los Lic…, 26 Ibid., p. 724. México, t. VIII, doc. 5052, p. 678. 27 Ibid., p. 749. 30 Ibid., doc. 5036, p. 656. 28 Ibid., p. 762. 31 Ibid., doc. 5038, p. 657.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 45 ARTURO LOMAS MALDONADO lógica de la guerra, tanto en su forma legal mista, con el ejemplo siguiente: Era del co- como en su fondo económico; lo que cues- nocimiento general el interés que el pre- tiona este trabajo es el discurso de que las sidente Buchanan, de Estados Unidos, medidas que se adoptan busca inútilmen- manejaba como un asunto oficial el tránsito te el amparo de la Constitución o que se por el Istmo de Tehuantepec. Mata, en sus cobijen bajo la consabida frase de la incursiones por los pasillos del gobierno “protección del bien común”, cuando que norteamericano conoció del proyecto, de lo que se trataba, a ojos vista, era des- “Emile Le Sueur y Judah Benjamín de Loui- pojar al contrario de sus fuentes de finan- siana, eran amigos personales y políticos ciamiento y volverlas en propias, para del presidente, y el negocio circulaba por hacer posible la victoria de un ejército so- los conductos oficiales”,34 de tal forma que bre otro, en donde “el bien común” sim- el 28 de marzo, ya de 1859, se publica un plemente no existe. decreto que “modificaba la concesión pa- Por ejemplo, una de las primeras dispo- ra la apertura del Istmo de Tehuantepec”, siciones dadas por Juárez fue enviar a Jo- otorgándose a la Compañía Louisiana F. C.: sé María Mata el 2 de marzo de 1858 a Estados Unidos, con el objeto de “ges- 1.- La ampliación de uno a dos años tionar un préstamo de veinticinco millo- para comenzar las obras; 2.- El otor- nes de pesos, ofreciendo como hipoteca gamiento de una legua cuadrada de los bienes del clero secular y regular”.32 cada dos que se encuentren conti- En el mismo tenor, y en franco olvido de guas; y 3.- La concesión se amplía de lo que son las formas, Santos Degollado (a 60 a 75 años”.35 la vez Secretario de Estado, del despacho de Guerra y la Marina, y general en jefe Firmando al calce Juárez con su ahora se- del ejército federal), decreta un préstamo cretario (que no ministro) Miguel Lerdo de forzoso de dos y medio millones de pesos Tejada, de Fomento, Colonización, Indus- a la Iglesia, “a fin de que la cantidad que tria y Comercio. Indudablemente ocurrió se emplee por las fuerzas que sostienen la lo mismo en el caso de la empresa del causa de la nación, sean exactamente igual ferrocarril de Veracruz a Medellín, donde, a las que invierten los que pretenden opri- según inconstitucional decreto, se conce- mirla y atropellar su sacrosanto derecho”,33 dían “terrenos a perpetuidad y se hacía sin detenerse a especificar cuál es ese “sa- referencia a cierto tipo de subvenciones”.36 crosanto derecho”, ni, desde luego, en qué Esta era la “causa de la nación”, la “causa consiste la invocada “causa de la nación”. de la República” o “el bien nacional” tan- “La causa de la nación” podría ilustrar- tas veces invocados. se, a menos que se me juzgue de extre-

32 Benito Juárez (1964) Documentos, Discursos y Correspondencia, selec. y notas de Jorge L. Tamayo, México, Secretaría del Patrimonio Nacional, tomo 2, pp. 358-360. 34 Ralph Roeder (1972), op. cit., p. 267. 33 Dublán y Lozano (1897) Legislación Mexicana, 35 Dublán y Lozano (1897), op. cit., p. 666. tomo VIII, documento 5040, p. 659. 36 Ibid., doc. 5107, p. 750.

46 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JUÁREZ Y SUS HECHOS EN LA GUERRA DE REFORMA (1859-1861)

EL TRATADO MCLANE-OCAMPO En el artículo 4º se establece que en el COMO PARTE FUNDAMENTAL caso excepcional de peligro imprevisto o DE LA POLÍTICA EXTERIOR JUARISTA inminente para la vida o las propiedades de los ciudadanos de Estados Unidos, Lo que merece mayor atención dentro de quedan autorizadas las fuerzas de dichas este periodo son los tratados que Juárez repúblicas para obrar en protección de Estados Unidos, Robert McLane, en di- aquéllos, sin haber obtenido previo con- ciembre de 1859, y que han merecido una sentimiento, y se retirarán dichas fuerzas dilatada bibliografía tanto a favor como en cuando cese la necesidad de emplearlas. contra. El 14 de diciembre de 1859 el go- Gracias al artículo 6º, la república de Mé- bierno juarista firmó con el representan- xico concede a los Estados Unidos el sim- te del gobierno norteamericano uno de los ple tránsito de sus tropas, abastos milita- convenios que mayor repulsa han provo- res y pertrechos de guerra por el Istmo de cado entre los mexicanos, donde se com- Tehuantepec, y por el tránsito o ruta de prometía la soberanía territorial, comer- comunicación a que se alude en este cial y política de la nación, tan sólo para convenio, desde la ciudad de Guaymas, obtener el reconocimiento y el apoyo nor- en el Golfo de California, hasta el rancho teamericano en la guerra civil entre libe- de Nogales. rales y conservadores, lo que hace recordar En el artículo 7º la República Mexicana la siguiente sentencia de Joel R. Poinsett al partir de nuestro país en 1830: “he tenido ...cede por el presente a Estados Uni- aquí un éxito sorprendente y al abandonar dos, a perpetuidad, y a sus ciuda- este país dejaré un poderoso partido danos y propiedades, el derecho de favorable a Estados Unidos y un sentimien- vía o tránsito al través del territorio to pronorteamericano”. de la república de México, de las El convenio lleva el nombre de Tratado ciudades de Camargo y Matamoros... de Tránsito y Comercio entre Estados Uni- hasta el puerto de Mazatlán... Por dos y México, y fue suscrito por Robert cualquier ferrocarril o ruta de comu- McLane, ministro de los Estados Unidos nicación, natural o artificial, que exista en México y Melchor Ocampo, ministro actualmente o existiera. de Relaciones Exteriores de México. Por dentro y por fuera, el Tratado constituye En el artículo 10º se señala que, en una agresión a los principios mínimos de consideración a las precedentes estipula- la convivencia entre las naciones, ya que ciones y por vía de compensación a las el gobierno mexicano se comprometía a rentas a que renuncia México permitien- ceder todo a cambio de nada. En el articu- do el transporte de mercancías libres de lo 1º se acuerda que por vía de ampliación derecho por el territorio de la república, del articulo 8º del Tratado del 1 de di- conviene el gobierno de Estados Unidos ciembre 1853 (mediante el cual Santa en pagar al gobierno de México la suma Anna vendió La Mesilla a EU) cede la Re- de cuatro millones de duros, dos de los pública Mexicana a Estados Unidos, en cuales quedarían en poder del gobierno perpetuidad, el derecho de tránsito por de Estados Unidos para pagar las recla- el Istmo de Tehuantepec. maciones de ciudadanos de Estados

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 47 ARTURO LOMAS MALDONADO

Unidos contra el gobierno de la República el tratado o seudo tratado McLane- mexicana. O sea, que a cambio de dos Ocampo, no es defendible; todos millones de pesos, los deseos de libre cuantos lo han refutado, lo han refu- comercio de EU hacia México queda- tado bien; casi siempre han tenido ban saldados. razón y formidablemente contra él. Al leer los artículos convencionales no Estudiándolo hace la impresión de un puede uno sustraerse a rememorar la pacto, no entre dos potencias iguales, petición del presidente Vicente Fox en su sino entre una potencia dominante viaje a Vancouver a principios del 2001, y otra sirviente; es la constitución de que consistía en solicitar que el TIAR (Tra- una servidumbre interminable.38 tado Interamericano de Asistencia Recí- proca) fuera sustituido por un mecanismo Sigue diciendo Justo Sierra: “Es un contrato más moderno en el que los gobiernos del terrible... ¿Puede imaginarse más incali- área (léase “Estados Unidos”) se compro- ficable sumisión que la aceptada por Juárez metieran a reinstalar por la vía de la fuer- en este infortunadísimo documento?”39 za, al gobierno electo democráticamente. Don José González, nieto de Jesús Gon- El artículo convencional de los tratados zález Ortega, nos revela un oprobio más: dice así: Ya desde los tiempos de la Guerra de Artículo 1º. Si se violara en algunas Reforma, don Benito Juárez contó con de las estipulaciones de los tratados la simpatía de los norteamericanos. existentes entre México y los Esta- Esto que era una verdad en público, dos Unidos o si peligrara la seguridad encontró cabida en la corresponden- de los ciudadanos de una de las dos cia personal... el 1° de marzo de 1858 repúblicas dentro del territorio de la el Sr. Miguel López... escribió al señor otra y el gobierno legítimo y reco- Juárez felicitándolo por la “adhesión nocido de aquélla no pudiera, por de los Estados Unidos a su perso- cualquier motivo, hacer cumplir di- na”, según vemos a páginas 115 del chas estipulaciones o proveer a esa libro del Dr. Fernando Ocaranza, seguridad, será obligatorio para ese Juárez y sus amigos.40 gobierno el recurrir al otro para que le ayude a hacer ejecutar lo pactado Miguel Miramón, en su manifiesto de Gua- y a conservar el orden y la seguridad dalajara de 1º de enero de 1860, afirmaba: en el territorio de la dicha república donde ocurra tal desorden y discordia.37 ya el ministro americano Mr. Forsyth había propuesto en marzo del año Uno de los más fervientes admiradores de pasado una nueva demarcación de Juárez, don Justo Sierra, ante lo ominoso límites, y había intentado seducir el del tratado de 1859 no puede sino llegar patriotismo [¿?] del gobierno (conser- a concluir:

38 Sierra (1970), op. cit., p. 150. 37 Álvaro Matute (1981) México en el siglo XIX, 39 González Ortega, El golpe de Estado, p. 172. México, UNAM, pp. 489-493. 40 Ibid., pp. 168.

48 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JUÁREZ Y SUS HECHOS EN LA GUERRA DE REFORMA (1859-1861)

vador de Félix Zuloaga), indicándole ¡Qué enorme hipocresía: dirigirse en en la nota que pasó al ministerio, que esos términos al bando liberal, cuan- debía aprovechar la ocasión que se do uno o dos meses antes había le presentaba para hacerse de algu- procurado negociar con el bando nos millones de pesos en un lance conservador – Desde luego, prin- comprometido, es decir, en la lucha cipiaron los Estados Unidos a impar- que sostenía contra las fuerzas cons- tir amplia protección al gobierno del titucionalistas. Desechada aquella señor Juárez, y entre otros hechos en proposición tan poco digna de una que ésta se manifestó podemos ci- nación, en los términos que sabe la tar la actitud de la corbeta americana República, fue reconocido por el go- Saratoga en Veracruz durante el pri- bierno de los Estados Unidos el es- mer tercio del año de 59... Corres- tablecido en Veracruz.41 pondió don Benito a esta buena vo- luntad de los americanos, autorizando Efectivamente, viendo los norteameri- el 1° de diciembre de 59 el Tratado canos que les fallaban los propósitos que McLane-Ocampo.43 perseguían cerca de Miramón, descono- cieron al gobierno de éste y reconocieron El siguiente relato de Jorge L. Tamayo al de don Benito Juárez el 6 de abril de confirma plenamente la especie: 1859. El ministro que comunicó la nueva al gobierno liberal fue Mr. McLane, quien Forsyth, creyendo que la situación ha- dijo al señor Juárez: bía madurado, el 22 de marzo plantea al secretario de Relaciones Exterio- Confío en que la administración de res del régimen conservador, Luis G. V. E. en los asuntos públicos de su pa- Cuevas, la petición de mover la fron- tria, sea distinguida por la perfección tera hacia el sur y ceder Baja Cali- y consolidación de aquellos princi- fornia, a la vez ampliar y reglamentar pios de libertad constitucional que el derecho de paso por el Istmo de forman los elementos fundamenta- Tehuantepec. Las bases para el trata- les de la verdadera libertad... El pa- do son las mismas presentadas ante- triotismo ilustrado y el vivo anhelo riormente a Comonfort y más tarde de V. E., por dichos principios, son a Ocampo... Dos semanas después, altamente reconocidos por el pue- el 5 de abril, el secretario de Relacio- blo como por el gobierno de los Es- nes Exteriores del gobierno conser- tados Unidos.42 vador, rechaza categóricamente examinar la cesión de territorio... El Esta declaración hace exclamar a José gobierno conservador pide su retiro, González: pero antes de que se conozca el resultado, Forsyth, el 21 de junio, “suspende las relaciones políticas 41 Miguel Miramón, “Manifiesto de Guadalajara, de esta Legación con el gobierno de enero 1° de 1860”, en González Ortega, op. cit., p. 169. 42 González Ortega, op. cit., p. 169. 43 Ibid., p. 169.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 49 ARTURO LOMAS MALDONADO

México hasta recibir instrucciones obstáculos en el gabinete y mencio- de su Gobierno”. Estas se le envían el né la hostilidad del señor Cuevas, en 15 de julio, ratificando la determina- general a todo lo que tuviera que ver ción tomada.44 con el americanismo... Determina- mos un plan definitivo de acción, Las aseveraciones descritas las apoya una calculando que toda la transacción carta que John Forsyth, ministro de Esta- fuera completada con tiempo para dos Unidos en México, envió a Lewis Cass, enviar el tratado a Estados Unidos por secretario de Estado de Estados Unidos, de el vapor del día 21. Decidió que al fecha 17 de junio de 1858, en la que que- otro día haría los siguientes cambios da de manifiesto tanto la perfidia del Go- en su gabinete: Elguero saldría de la bierno norteamericano, como la insolente secretaría de Gobernación para ir a injerencia de ese país en nuestros asuntos: Justicia, remplazándolo por Pesado que favorecía en todo esta solución. Un nuevo episodio ha ocurrido en la En esta forma Cuevas quedaría solo historia de las negociaciones sobre en la oposición, y se adhería al pro- cesión de territorio y, con el fin de yecto o se retiraba… [Quedamos] en mantener a ese departamento ente- que a los dos días me informaría si el rado de todo lo acontecido, juzgo asunto estaba arreglado... sin recibir conveniente relatarlo. Hace ocho días las noticias que me había prometido... recibí un mensaje del presidente in- me enteré que le había faltado valor dicándonos que la contribución del para poner en práctica lo estipulado decreto del 15 de mayo no había y se disculpó diciendo que el gabinete rendido los resultados esperados por lo obligaba a hacer un último intento la Tesorería y que no le quedaba otra para poner en vigor la ejecución del alternativa que una venta de territo- decreto antes de recurrir a tan extre- rio; para disponer de dinero con que ma medida.45 salvar su gobierno deseaba reanudar conmigo las negociaciones recha- El tratado propuesto a Luis G. Cuevas y zadas hace unas semanas... Asistí a la dirigido a Zuloaga el 22 de marzo de 1858 cita con el general Zuloaga para las consistía en lo siguiente: nueve de la noche del día siguiente y en ella el presidente me confirmó el Primero.- El gobierno de los Estados recado de su mensajero... en dos Unidos propone al de México alte- horas de conferencia me confió sus rar la frontera entre las dos repúblicas, problemas y necesidades y concluyó a cambio de una justa compensación. manifestando que estaba decidido a Los nuevos límites serían determi- realizar ese gran sacrificio por el bien nados por la topografía del terreno de su país y su propia salvación. Le siguiendo accidentes naturales. observé que podrían presentarse Segundo.- Se propone elaborar las es- tipulaciones necesarias para asegurar 44 Benito Juárez (1965) Documentos, primera edición impresa, t. 3, pp. 401-402. 45 Ibid., t. 3, pp. 425-426.

50 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JUÁREZ Y SUS HECHOS EN LA GUERRA DE REFORMA (1859-1861)

la satisfacción y pago de todas las re- En los tratados McLane-Ocampo, se pacta clamaciones de los ciudadanos de la intervención norteamericana a cada cada país contra el gobierno del otro. momento en que se vea en peligro “la paz Y, Tercero.- Asegurar a los ciudadanos de la república” (léase, el gobierno de y propiedades de Estados Unidos el Juárez), arriesgándose a perder más de la perpetuo derecho de tránsito a través mitad de nuestro territorio, y a la primera del istmo de Tehuantepec para sus guerra civil el resto, pues en el tratado de ciudadanos y propiedades.46 McLane-Ocampo Juárez no sólo pactó una intervención sino a cada guerra civil Al fracasar los planes norteamericanos su correspondiente intervención, todo esto frente a los conservadores, en carta a Lewis independientemente de la cesión que se Cass, secretario de Estado de Estados Uni- hace tanto del Istmo de Tehuantepec co- dos, de fecha del primero de julio 1858, mo de la soberanía del estado de Sonora John Forsyth informa desalentado: “ya es y del territorio de la : “des- visible que el presente gobierno no pue- de el primer artículo hasta el último, el de controlar la situación política ni sentar tratado es un modelo de crimen político, su autoridad en todo el país”. Para, con de indignidad y de desprecio para el de- una visión imperial, declarar insolente- coro de la nación e integridad de su te- mente que rritorio”,48 resume Bulnes. Como si no bastara con lo mencionado, ...un afortunado movimiento liberal el 21 de abril de 1861, una vez concluida en la capital derrumbaría toda la es- la Guerra de Tres Años, y para que a nadie tructura del gobierno de Zuloaga... le quedara duda respecto al carácter del Una revolución, basada en estas gobierno liberal encabezado por Juárez, ideas, está en marcha y casi madura Francisco de P. Gochicoa, en una circular para estallar... A la vez, puedo decir de la Secretaría de Hacienda, después de que algunos de los líderes del nuevo señalar que “el Excmo. Sr. Presidente inte- movimiento, se han expresado favora- rino no quiere que sean ocupados los blemente al tratado de cesión y al empleos públicos por personas que se pedido de protección a los Estados hayan hecho indignas de la confianza del Unidos... Mi experiencia me ha ense- supremo gobierno, por haber vituperado ñado que todo los partidos y los go- sus actos de una manera pública”, ordena biernos que se cambian en México separar de sus empleos “a quienes hayan son tan parecidos, que no creo que firmado las protestas hechas contra las la política que nuestro gobierno con- leyes de Reforma”, así como al “trata- sidere conveniente adoptar respec- do McLane”.49 to a este país pueda variar en esen- Las subsiguientes opiniones de Justo Sie- cia, ya sea el partido conservador o rra, quien busca inútilmente encontrar el liberal.47 una justificación a la conducta de Juárez,

48 F. Bulnes (1905), p. 469. 46 Ibid., t. 3, pp. 408-409. 49 Dublán y Lozano (1897) Legislación Mexicana, 47 Ibid., t. 3, pp. 440-441. t. IX, doc. 5325.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 51 ARTURO LOMAS MALDONADO representan el asidero de muchos apolo- La justificación de Sierra trata de partir de gistas del oaxaqueño: la situación apurada que vivían las tropas juaristas, pues de acuerdo con él, “en Yo busco para mí –nos dice un apa- Veracruz se recibió una que lo decidió rentemente consternado Justo Sierra– todo: Degollado había sido derrotado una explicación de este fenómeno del completamente en la Estancia de las Va- orden sicológico. [sic] ¿Cómo es que cas; Miramón, el invencible, era otra vez hombres de una moral cívica excelsa, dueño del interior. Salamanca, Ahualulco, de un patriotismo tal que ha sobre- San Joaquín, Tacubaya, tenían un corona- vivido incólume y espléndido, no sólo miento fatal”.50 Lo que aun así no le daba a los ataques de estupenda violen- derecho a Juárez a comprometer la sobe- cia de que han sido víctimas en vida ranía territorial y comercial del país. y muerte, sino al hecho mismo, al acto Todavía Sierra se da tiempo para que constituyó su falta suprema, ac- “reflexionar”: to de irreductible gravedad para su memoria, cómo es, en suma, que re- ¿Tenía derecho Juárez para celebrar públicos como Juárez, Ocampo, Ler- el tratado? Ya lo hemos dicho; no do, compaginaron esa obra de tan necesitaba atenerse a las facultades claro aspecto antinacional? dadas por el Congreso constitucio- nal a Comonfort en vísperas del gol- Justo Sierra realiza esta reflexión solamente pe de Estado: sus facultades todas para terminar “descubriendo” algo que ni emanaban de su situación misma, un párvulo creería: eminentemente legal [¡!] y total- mente anormal [¿?]... no era exac- [Juárez tenía] miedo grave, fun- tamente lo mismo la magistratura de damental a la intervención de Es- Juárez; no era lo mismo el gobierno paña, que habría concluido con la puramente de hecho y exclusiva- guerra y aplastado la Reforma du- mente militar que ejercía el general rante una generación; ese peligro só- Miramón; el de éste era una aven- lo podía conjurarse, interponiendo tura, el del primero una magistratu- entre ella y nosotros a los Estados ra; venía de una elección [¿?], de una Unidos [¡!]; tal era la fatalidad satá- ley [¿?], era un derecho [¿?]51 nica de nuestra situación geográfi- ca... nuestros enemigos naturales lo cual, independientemente de las falacias eran nuestros amigos necesarios... Los que contiene la argumentación, revelan un próceres de Veracruz no encontraron desconocimiento de don Justo respecto al más que un remedio, decir a Estado tema de lo que representa el patriotismo. Unidos: lo que queréis tomar por la Pero Sierra va más lejos: fuerza... os lo vamos a ceder, por me- dios diplomáticos, para que nos ayu- déis a defendernos contra lo extran- jero y contra nosotros mismos [¡!]. 50 Sierra (1970), op. cit., p. 152. 51 Ibid., p. 153.

52 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JUÁREZ Y SUS HECHOS EN LA GUERRA DE REFORMA (1859-1861)

El convenio se compone de cesiones Por su parte, el periódico Guillermo Tell y concesiones; éstas pueden haber de Veracruz, anotaba: “un vecino rico y sido mejores o peores bajo el aspec- poderoso vale más que un desierto de- to financiero y económico, pero ni vastado por la miseria y la desolación”.55 envuelven favor o privilegio, ni mer- Bulnes critica acremente los tratados: man en rigor la soberanía, ni cons- “intervención... desde el momento en que tituyen una intervención, ni son en se encomienda al gobierno de los Estados puridad anticonstitucionales; las Unidos cuidar a perpetuidad la conser- cesiones si limitan la soberanía, si vación de la paz en México, con lo que resultan en menoscabo de los de- México quedaba sin soberanía, sin honor, rechos de la nación: verdad es que sin una piltrafa de vergüenza”,56 pues so- ésta en cualquier tiempo podía re- lamente el dejar en manos del Congreso cuperar su derecho íntegro52 norteamericano la elección de las mer- cancías que han de circular libres de im- lo que quiere decir que para él los actos puestos por el territorio nacional, ya sean de la política pueden ser revertidos con “producto natural, manufacturero o indus- solo negarlos, devolviendo “perfidia por trial”, para dar concreción al artículo 8º perfidia”, sin reparar en que cuando Es- de los tratados, sino el acto mismo de tados Unidos se llevaron más de la mitad permitir su introducción al país sin cargo de nuestro territorio no existió poder hu- fiscal, entre muchos otros, pero muy parti- mano que pudiera reintegrarnos nada cularmente “las máquinas y aparatos para en el agravio. la agricultura, la industria, la minería, las “El tratado puede resumirse así: un con- artes y las ciencias, y sus partes sueltas o dominio dentro del territorio mexicano, en piezas de refacción”,57 en una situación de el istmo de Tehuantepec y en la zona ve- enorme atraso frente a una potencia eco- cina, o en relación directa con nuestra nómica que estaba en pleno auge indus- frontera del Norte. Un pacto de recipro- trializador, constituye, por sí sola, una cidad de auxilios en la misma frontera [¿?]. auténtica felonía, tal que hizo declarar Una serie de concesiones en el orden fis- a Robert McLane: cal y mercantil [¿?]”.53 Lo que prueba lo poco que sabía Justo Sierra de cuestiones el señor Buchanan urgía la adqui- económicas y de soberanías, pues si tan sición de la Baja California... por for- solo hubiera leído la siguiente referencia, tuna, logré ganar [de Juárez] su con- no le quedaría duda acerca de los fines fianza y benevolencia, así como su del imperio, Forsyth, en carta enviada a deseo por impulsar la amistad y el Lewis Cass, de fecha 15 de abril de 1858, comercio con Estados Unidos, que afirmaba: “los liberales, desde que están consideré resultaría más ventajosa por fuera del gobierno, tratan de apoyarse so- lamente en un protectorado americano”.54

52 Ibid., p. 155. 53 Ibid., p. 156. 55 Ibid., p. 90. 54 Carlos Sánchez Navarro y Peón, Miramón, 56 Ibid., p. 92. México, Patria, 2a. ed., p. 90. 57 Juárez (1965), Documentos, t. 3, pp. 757-759.

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medio de relaciones comerciales que Saratoga en Veracruz durante el pri- por la adquisición de territorio58 mer tercio del año de 1859... Corres- pondió don Benito a esta buena Apunte que irremediablemente nos remite voluntad de los americanos, auto- a las palabras que utilizó Al Gore en el año rizando el 1° de diciembre de 1859 de 1993 de que la firma de un TLC con el tratado McLane-Ocampo.59 México representaba para Estados Unidos un negocio mil veces superior a la misma adquisición de la Louisiana. En resumen, al ver los norteamericanos EL INCIDENTE DE ANTÓN LIZARDO COMO que les fallaban los propósitos que per- LA PUESTA EN EJECUCIÓN DEL TRATADO seguían cerca de Miramón, desconocieron al gobierno de éste y reconocieron al de Mucho se ha especulado con respecto a la Benito Juárez el 6 de abril de 1859: vigencia de los tratados; uno de los argu- mentos más socorridos es el de que el El ministro que comunicó la nueva al Senado norteamericano nunca los apro- gobierno liberal fue Mr. McLane, el bó, sin tomar en cuenta que para el gobier- cual dijo al señor Juárez: “Confío en no norteamericano los tratados eran un que la administración de V. E. en los acto de rendición de parte del gobierno asuntos públicos de su patria, sea juarista, y los actos de rendición no nece- distinguida por la perfección y conso- sitan ser ratificados por nadie. lidación de aquellos principios de li- Sutilezas aparte, existe un hecho his- bertad constitucional que forman los tórico que revela nítidamente que los tra- elementos fundamentales de la ver- tados entraron en vigor, como lo revela el dadera libertad... El patriotismo ilus- llamado “incidente de Antón Lizardo”, en trado y el vivo anhelo de V. E. por que la armada norteamericana intervino dichos principios, son altamente re- directamente a favor del gobierno de Juá- conocidos por el pueblo como por el rez en marzo de 1860 deteniendo a dos gobierno de los Estados Unidos”… corbetas conservadoras, salvando así al go- ¡Qué enorme hipocresía!, dirigirse bierno juarista que se encontraba sitiado en esos términos al bando liberal, por tierra y por mar. cuando uno o dos meses antes había El tratado contenía la posibilidad enor- procurado negociar con el bando me de la sujeción de nuestro país al interés conservador – Desde luego prin- norteamericano. Los hechos ocurridos en cipiaron los Estados Unidos a impar- el puerto de Antón Lizardo no dejan lugar tir amplia protección al gobierno del a la menor duda: señor Juárez, y entre otros hechos en que ésta se manifestó podemos citar Mr. Aldham, comandante del buque la actitud de la corbeta americana de guerra inglés Valorous, anclado en Sacrificios... entregó a Miramón copia de un despacho que Lord Russell 58 Jorge L. Tamayo (1965) “La misión diplomática de Robert M. McLane en México”, en Juárez, Documentos, t. 3, p. 842. 59 González Ortega, El golpe de Estado, p. 169.

54 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JUÁREZ Y SUS HECHOS EN LA GUERRA DE REFORMA (1859-1861)

dirigía al encargado de negocios en ayuda de la armada norteamericana, Juá- México... terminaba en esta forma: rez deshonró a su gobierno y su nombre “Ya estaba empezada esta comuni- ante la historia”, escribió Bulnes.62 cación cuando llegó aquí el mensaje El autor José González Ortega narra así del presidente de los Estados Unidos. el episodio: El Sr. presidente propone cambiar la política seguida por Estados Unidos, Juárez, que había sabido previamen- con el objeto de dar al partido liberal te los proyectos de Miramón, se había del Sr. Juárez el triunfo sobre el partido puesto en contacto con el gobierno clerical del general Miramón... pocos norteamericano, manifestándole que días después acaeció lo de Antón estaban próximos a llegar dos buques Lizardo”.60 del partido conservador, los cuales tenían el carácter de piratas porque Miguel Miramón, presidente conservador, no se habían abanderado con el pa- deseaba a todo trance apoderarse del sitio bellón mexicano y porque se propo- donde Juárez se encontraba; sabedor de nían atacar Veracruz con grave per- que un ataque por tierra dejaría libre a don juicio de los ciudadanos extranjeros. Benito el camino del mar, dispuso que el Con estas razones obtuvo Juárez que asalto se verificase por tierra y por agua el gobierno de Washington diese a un mismo tiempo. Al efecto comisionó a orden a sus marinos para que acu- Tomás Marín para que adquiriese buques dieran en auxilio del presidente libe- en la Habana “y los dotara con sus co- ral. En la noche del 6 de marzo sa- rrespondientes tripulaciones de manejo lieron cautelosamente de Veracruz, de combate”.61 con las luces apagadas, los barcos Miramón salió de México el 8 de febrero Wave e Indianola que don Benito de 1860 y el 26 del mismo se presentó había comprado y que iban tripulados ante las murallas de Veracruz: “Allí expi- por fuerzas mexicanas. El primero re- dió un manifiesto en que brindaba amnis- molcaba la corbeta americana Sara- tía, y en que amenazaba a los que no se toga que llevaba tropas norteame- rindieran con mandarlos fusilar y entregar ricanas. Al pasar frente a Sacrificios, sus bienes y hogares a la tropa”. El 6 de las escuadras francesa y española que marzo se presentó Tomás Marín a la vista allí se encontraban izaron sus luces de Veracruz, comandando dos vapores, el de situación como señal o saludo a General Miramón y el Marqués de la Ha- los barcos que partían del puerto; bana, con los cuales pasó de largo sin izar pero éstos no contestaron, sino que bandera, para ir a fondear en el próximo siguieron su rumbo en plena oscu- puertecillo de Antón Lizardo. Juárez, si- ridad. Marín declaró... que habién- tiado por Miramón, solicitó el auxilio de la dose cerciorado que el barco era el armada norteamericana para aprehen- der a los barcos del segundo: “Al pedir la 62 Bulnes citado en E. Zondowics, “Francisco Bulnes y su visión de las relaciones diplomáticas en 60 Ibid., p. 172. la época de Juárez”, Estudios de Historia moderna y 61 Ibid., p. 25. Contemporánea de México, México, IIH-UNAM, p. 139.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 55 ARTURO LOMAS MALDONADO

norteamericano Saratoga, suspen- ción... el derecho internacional deno- dió la resistencia en virtud de las ór- mina este procedimiento... “coali- denes previas que tenía para evitar ción” o “alianza”. Pero un partido fricciones con buques de aquella político que lucha contra otro den- nacionalidad.63 tro de un mismo país, no puede llamar en su auxilio a ninguna fuerza El marino norteamericano que mandaba extranjera, porque de hacerlo atrae- el Saratoga, Mr. Turner, dijo rá sobre sí el dictado de traidor con que el propio don Benito y todos sus que había salido de Veracruz a cer- hombres calificaron a don José Ma- ciorarse sobre la índole de los navíos ría Hidalgo, a don Juan N. Almonte, General Miramón y Marqués de la y a quienes ofrecieron a Maximiliano Habana, en virtud de que no izaron el trono de México a cambio de que bandera ninguna, y que al aproxi- viniera a domeñar con fuerzas de marse a ellos fue recibido con una Francia al partido que había sosteni- andanada de grueso calibre, la cual do la Constitución de 57. Nunca po- originó un rápido combate que dio drán contestarse airosamente los por resultado la rendición de los cargos que se han formulado contra barcos conservadores, el apresa- Juárez por lo de Antón Lizardo. No miento de los hombres de su tri- sólo gestionó la intervención de la pulación y la captura de los elemen- bandera de las estrellas y de las barras tos de guerra que conducían... Sea en beneficio de su persona y de la cual fuere el que haya principiado causa que defendía, sino que logró el fuego, lo cierto es que el barco que los marinos de Norteamérica norteamericano, en unión de las viniesen a ejercer actos de soberanía unidades juaristas, navegó en busca a nuestras aguas territoriales.64 de la escuadrilla conservadora y no ésta en busca de aquél; y es cierto Justo Sierra, al referir los mismos hechos, también que Marín fue reducido a llega a conclusiones sorprendentes: prisión en compañía de sus hijos y enviado a Nueva Orleans, en cuya Miramón había llegado no sin difi- cárcel pública permaneció varios días. cultad a Veracruz; los liberales le opusieron serias resistencias que José González, concluye el análisis del venció encargando sus tropas de incidente de la siguiente forma: vanguardia a la impulsiva y feroz energía de don Miguel Negrete... Por ¿Obró Juárez rectamente al acudir a fin los veracruzanos sintieron, más tales medios para triunfar de su ad- bien que vieron, al ejército de Mira- versario Miramón?... Todo país que món entrar en el radio de acción de lucha contra otro está facultado para la plaza, del primero al 2 de marzo llamar en su ayuda a una tercera na- [de 1860]; necesitaban apurarse los

63 González Ortega, El golpe de Estado, pp. 25-26. 64 Ibid., pp. 27-28.

56 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JUÁREZ Y SUS HECHOS EN LA GUERRA DE REFORMA (1859-1861)

reaccionarios [sic]; los días eran por La versión y análisis de Justo Sierra con- extremo cálidos ya... No habían pa- cluye de la siguiente manera: sado cuatro días desde que las tro- pas tacubayistas habían establecido El comandante Turner estaba conven- sus operaciones desde frente de Ve- cido de que era llegado el caso de racruz hasta Alvarado... Presentáronse prestar auxilio al gobierno reconoci- navegando de barlovento a sotaven- do por el suyo; si los españoles habían to dos barcos de vapor, que pasando dejado armarse la expedición de Ma- muy cerca del fondeadero de las rín, con igual derecho debían los escuadras extranjeras en la isla de americanos desarmarlas... los ápices Sacrificios, continuaron en pleno día del derecho, tratándose de nosotros, su marcha hacia la costa próxima. quedaban fuera de consideración... Todo el mundo lo sabía: iban a Antón Turner no sabía, sin embargo, cómo Lizardo, un hermoso fondeadero des- y cuándo debía operar. “Inmediata- de donde podían ponerse al habla mente”, le decían los ministros de con el cuartel general de Miramón. Juárez y Zamora y el general La Llave, Era la famosa escuadra del general de y él vacilaba... Había esa noche una mar don Tomás Marín. Con buena an- tertulia en una casa de alemanes... allí ticipación, el gobierno [liberal] había había cenado el oficial americano... declarado que los buques que arma- allí lo asediaban las súplicas, las su- ba Marín en La Habana, bajo los gestiones, los planes rápidos de los je- auspicios del gobierno español, no fes reformistas [sic]... A media noche podían usar la bandera nacional y estaba con su compañero mexicano que, por consiguiente, no teniendo a bordo de la corbeta Saratoga; re- nacionalidad, debían ser conside- molcado por el vapor Wave y llevan- rados como piratas [subrayado por el do a un costado al Indianola [buques autor]. Marín ancló en Antón Li- mercantes que había adquirido el zardo, recibió allí la visita de los comi- gobierno de Juárez]... rompieron fue- sionados de Miramón; acordaron que go sobre el Miramón... lo mismo el al día siguiente comenzaría el de- Marqués de la Habana... al fin (Marín) sembarque de la considerable pro- rindió sus dos buques... fueron tras- visión de proyectiles de sitio que ladados a Veracruz... ¿Había sido una llevaba y de que se habían surtido en violación al derecho de gentes? En las maestranzas españolas... En Ve- rigor sí, y así lo declararon los mismos racruz nadie dormía; si esta vez no tribunales americanos. ¿El gobierno se sacaba un resultado positivo [sic] de Juárez se podía detener en ese del tratado McLane, todo había sido obstáculo? No se realizan con esos es- en vano; era un gigantesco sacrificio crúpulos las acciones decisivas; el go- de patriotismo [¿?] y de honor sin ob- bierno de Juárez no violó derecho jeto, estéril, como esa noche del 6 de alguno; seguro de encontrarse con mayo del sesenta... si no era una alian- buques españoles en frente, recurrió za, el tratado McLane era un suicidio. a su natural aliado... Esa noche quedó

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 57 ARTURO LOMAS MALDONADO

militarmente vencida la reacción; ya Ocampo... ponía en peligro la causa cons- no tenía ni a los ojos mismos de los titucionalista”. Por ello decidieron eliminar reactores ninguna razón de ser... la a Juárez sustituyéndolo con un triunvira- historia no se hace a golpes de lec- to del que González Ortega habría de ciones de derecho internacional, sino formar parte, lo mismo que Pedro Hino- a fuerza de actos. El de los america- josa, don Julián Quiroga y don Domingo nos pudo ser censurable, admitamos Martínez.67 que lo sea: ¿qué importaba eso a Esta propuesta fue complementada por Juárez? Lo necesario era servirse de el “Plan pacifista” propuesto por Santos ellos y se sirvió en regla. 65 Degollado y que dio a conocer por con- ducto de Mr. George W. Mathew, encar- José González, nieto de Jesús González gado de negocios de Inglaterra: Ortega, resume así el incidente: 1° Que se instale una Junta compues- 6 de marzo.- Ataque de don Miguel ta de los miembros del cuerpo diplo- Miramón por tierra sobre Veracruz, mático residente en México, incluso donde se encontraban Juárez y sus el excelentísimo señor ministro de los ministros. El general mexicano Tomás Estados Unidos, y de un representan- Marín se presentó frente al puerto por te nombrado por cada gobierno (li- órdenes de Miramón, a fin de atacar beral y conservador), declarando con dos pequeños buques, y enton- solemnemente que son bases de la ces el marino norteamericano Turner, Constitución de la nación Mexicana: mandando la corbeta de guerra Sara- primera, la representación nacional toga, norteamericana también, atacó en un Congreso libremente electo; la escuadrilla de Marín, se apoderó segunda, la libertad religiosa; terce- de ella y salvó a Juárez.66 ra, la supremacía del poder civil; cuar- ta, la nacionalización de los bienes Los principales jefes del bando liberal que llamados del clero; quinta, los prin- militaban en la frontera norte “supusieron cipios contenidos en las Leyes de que el gobierno de Juárez no respondía a Reforma. 2° la Junta nombrará un las necesidades del momento”, sino que presidente provisional de la Repú- por la falta de energía militar que denota- blica... 3° El Congreso... se instalará... ba su permanencia en Veracruz, “y quizá a los tres meses de publicada la con- por sus compromisos con el gobierno vocatoria. 4° El Congreso nombrará americano derivados del asunto McLane- un Presidente Interino... [Al conocer la propuesta] Juárez despojó de su 65 Sierra (1970) Juárez, su obra y su tiempo, pp. cargo de generalísimo [a Degollado] 163-165. 66 González Ortega, op. cit., p. 19. De estos al hombre a quien hasta entonces hechos dieron cuenta La Sombra de García, El había dado muestras de confianza, y Guardia Nacional, y El Pobre Diablo, periódicos lo mandó sujetar a proceso. ¿Por cual probablemente de Zacatecas; así mismo, Apuntes delito?, por el de haber ejercitado la biográficos, atribuidos a la pluma de don Hilarión Frías y Soto en la Bibliografía de la Reforma, la In- tervención y el Imperio, de Guzmán y Raz Guzmán. 67 González Ortega, op. cit., pp. 28-29.

58 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JUÁREZ Y SUS HECHOS EN LA GUERRA DE REFORMA (1859-1861)

libre expresión de pensamiento con- cedan esas facultades, ha de hacer sagrada por el artículo 6° de la Cons- efectivo lo que antes no pudo?... titución cuya defensa había costado ¿Cómo se trata de dar facultades tantas y tantas vidas... Juárez podía omnímodas al gobierno que allá en perdonar a Degollado cualquier acto, Veracruz ha puesto a los pies de los incluso el de Laguna Seca... pero no norteamericanos la dignidad y deco- podía tolerarle ninguno que se pu- ro nacional, con el tratado McLane, diera traducir en dejar la presidencia por el cual se concedía a ellos el de- de la República. La mentalidad del recho de atravesar armados por la señor Juárez cristalizó desde enton- República Mexicana?70 ces, y a ella ajustó sus acciones en lo sucesivo.68 Posteriormente el diputado Ignacio Manuel Altamirano, en una sesión del Congreso realizada en el mes de agosto, lanzó esta EL GOBIERNO DE JUÁREZ EN 1861 catilinaria: Y SU PUGNA CON DIPUTADOS OPOSITORES “No habiendo, pues, salvado la situa- Terminada la Guerra de Reforma, el Con- ción, el gobierno desmerece nuestra greso se reunió, declarando el día 9 de confianza y lo desarmamos. Este es mayo de 1861 legalmente electo pre- un voto de censura, y no sólo al ga- sidente constitucional de la República binete, sino también al presidente a don Benito Juárez. “Sin embargo de de la República, porque en medio de ello, dos días después, [el Congreso] le hi- tanto desconcierto ha permanecido zo el poco favor de lanzar un decreto su- firme, pero con esa firmeza sorda, poniéndolo capaz de cometer falsedades muda, inmóvil que tenía el dios Tér- legislativas: ‘Desde el día 9 del presente, mino de los antiguos. dice el decreto, no ha podido el Ejecutivo La nación no quiere esto, no quie- decretar ni promulgar ley alguna, aun re un guardacantón, sino una loco- cuando aparezca con fecha anterior’”.69 En motiva. El señor Juárez, cuyas virtudes sesión de la Cámara, el diputado José Ma- privadas soy el primero en acatar, ría Aguirre exclamó en la tribuna: siente y ama las ideas democráticas; pero creo que no las comprende, y ¿Qué es lo que ha hecho el gobierno lo creo porque no manifiesta esa en cinco meses que ha tenido las acción vigorosa, continua, enérgica, facultades omnímodas? Nada, cierta- que demandan unas circunstancias mente. ¿O se cree que ahora, como tales como las que atravesamos. Y por encanto, luego que se le con- estamos convencidos de que ni con su nuevo gabinete reanimará su ad- ministración, porque en el estado a 68 Ibid., pp. 44-45. que ha llegado el desprestigio del 69 Ibid., p. 60. “El señor Juárez tenía por sistema personal de la administración, toda aprovechar el trabajo y el valer de todos en pro del ‘Supremo Gobierno’... ¡y el Supremo Gobierno era él!” (en la misma pagina). 70 Ibid., p. 61.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 59 ARTURO LOMAS MALDONADO

transfusión política es peligrosa. Se ne- nación... la Revolución ha detenido cesita otro hombre en el poder. El pre- su marcha; puesto que no ha adelan- sidente haría el más grande de los ser- tado un solo paso en la esfera admi- vicios a su patria retirándose, puesto nistrativa, la desmoralización se ha que es un obstáculo para la marcha entronizado en todas direcciones, y de la democracia”. Don Benito no luchando el Ejecutivo con la falta ab- atendió los dictados de la opinión, soluta de recursos, se ve el país ame- sino que continuó impasible en la si- nazado por la guerra extranjera... Esto lla presidencial.71 es porque ha faltado vida y acción en el centro, que ha visto desaparecer Mientras el general Ortega marchaba a en cien días inmensas riquezas acu- Zacatecas (para las operaciones contra muladas por el clero en tres siglos de Leonardo Márquez) en septiembre de dominación absoluta; que no ha po- 1861, continuaba el malestar del país y se dido cumplir una sola de las promesas hacía patente en sus altas esferas guber- mil que ha hecho al país… que con namentales: “Cincuenta y un diputados del el poder omnímodo no ha podido Congreso de la Unión enviaron un memo- destruir unas cuantas bandas de fo- rial solicitando que don Benito Juárez de- rajidos, ni alcanzar siquiera asegurar jase la presidencia”, en vista de que no la vida ni las haciendas de los ciu- había logrado el desarrollo y consumación dadanos en el centro mismo de la de la Reforma, el alivio de las llagas que Capital.72 venían minando la existencia social, ni una buena administración pública: Agregaban los diputados que habiendo perdido su prestigio el Sr. Juárez, así como La gigantesca revolución... ha sido, sí, había sido necesaria su presencia en los una revolución social... importa re- primeros días de la Revolución, era una cordar que en esa lucha, los que al- necesidad imperiosa su separación actual: canzaron la victoria, los que para ella sacrificaron su reposo y su hacienda, “le pedimos... por un acto de noble prodigando su sangre, fueron sin duda abnegación... se separe temporal o los pueblos del interior de la Repú- absolutamente de la presidencia de blica y de la frontera, que en el día la República, en la que sus virtudes del triunfo depusieron en el altar de son estériles, y en la que sacrifica con la legalidad todas sus conquistas. su propia reputación, el porvenir de Esperaron... el desarrollo y la consu- la República”. Esta solicitud fue fir- mación de la Reforma... esperaron ver mada por cincuenta y un diputados, organizar la administración pública... entre los que figuraron José María y por la primera vez en la historia de Castro, el general Trinidad García de nuestro país, el soldado victorioso la Cadena, Miguel Dondé, Justino acató la ley y cedió el puesto al de- Fernández, Manuel Romero Rubio, positario del supremo poder de la

71 Ibid., p. 74. 72 Loc. cit.

60 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER JUÁREZ Y SUS HECHOS EN LA GUERRA DE REFORMA (1859-1861)

Vicente Riva Palacio y don Ignacio completa de las disposiciones legislativas Manuel Altamirano.73 expedidas desde la independencia de la república ordenada por los Lic…, Mé- Como es posible apreciar, existe muchí- xico, t. VIII, doc. 5052. sima documentación para continuar for- Juárez, Benito (1964) Documentos, Dis- mándonos ideas precisas acerca de Juárez, cursos y Correspondencia, selec. y notas pero con lo hasta aquí señalado debería de Jorge L. Tamayo, México, t. 2, Se- bastar para colocar a dicho personaje en cretaría del Patrimonio Nacional. su verdadero pedestal, por cierto muy por Matute, Álvaro (1981) México en el siglo debajo de donde lo han querido situar XIX, México, UNAM. aduladores y panegiristas, no con el objeto Roedor, Ralph (1972) Juárez y su México único de desmitificar al llamado benemé- México, FCE, 1101 pp. rito, sino buscando encontrar en la verdad Sánchez Navarro y Peón, Carlos (s.f.) histórica las razones de nuestro atraso Miramón, México, Editorial Patria, político, pero, sobre todo, tratando de 2a. ed. ubicar el momento en que se inicia nuestra Sierra, Justo (1970) Juárez, su obra y su subordinación económica y política al tiempo, México, Porrúa. llamado gigante del Norte. Tamayo, Jorge L. (1965) “La misión di- plomática de Robert M. McLane en Mé- xico”, en Juárez, Documentos, t. 3. BIBLIOGRAFÍA (2006) “Carta de José Linares a Manuel Doblado. México, 14 de junio Belenki, A. (1975) Intervención extranjera de 1861”, en Benito Juárez. Docu- en México 1861-1867, México, Edicio- mentos, discursos y correspondencia, nes de Cultura Popular. selec. y notas de Jorge L. Tamayo, Mé- Dublán, Manuel y José María Lozano xico, UAM-Azcapotzalco, edición digi- (1897) Legislación Mexicana o Colección tal, t. 4, cap. XXXVI, doc. 34.

73 Ibid., p. 85.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 61 62 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER LA DIVISIÓN POLÍTICO-ADMINISTRATIVA EN NICARAGUA A PARTIR DE LA CONSTITUCIÓN DE 1858, ¿CAMBIO O CONTINUIDAD? Xiomara Avendaño Rojas*

L a primera Constitución nicaragüense, La historiografía nicaragüense ha ten- firmada en 1826 durante la experiencia de dido a señalar solamente la conflictividad la federación de Centroamérica, no realizó de las primeras décadas de la experiencia cambios en la división político-adminis- republicana.2 Aún falta abordar con pro- trativa colonial heredada. Los posteriores fundidad la evolución institucional. Un pri- marcos jurídicos expresaron los intereses mer acercamiento al tema indica que los particulares de las élites: la Constitución grupos enfrentados coincidían en la misma de 1838 fue resultado del ascenso de los forma de administrar el territorio. En este occidentales y la de 1858, de los orien- trabajo se abordan algunos aspectos de la tales; los primeros de tendencia liberal, los estructura bajo la cual se organizó la divi- segundos conservadores. sión político-administrativa en Nicaragua Durante el dominio español, la capital y que son los siguientes: de la provincia fue la ciudad de León, ubi- cada en el occidente, la ciudad de Grana- - Una jefatura política departamental da fue la segunda ciudad en importancia. diseñada con amplias facultades, lo que A partir de la Constitución de Cádiz en permitió la injerencia no solamente en 1812 se reorganizó el territorio, y los grana- la administración sino también en el dinos comenzaron a disputar el poder a ejercicio del poder. los leoneses; los municipios restantes brin- - Las instancias estatales a nivel depar- daron su respaldo a cada uno de los gru- tamental, como Hacienda, Fuerza Ar- pos. La inestabilidad culminó en la década mada, Instrucción Pública, etcétera, no de 1850, tras la derrota de los occidentales.1

* Universidad de El Salvador. biernos centroamericanos para derrotar a Walker en 1 De 1824 a 1854 se dieron innumerables enfren- 1857. Se convocó a una asamblea constituyente, y tamientos. El de mayor trascendencia fue el último en 1858 se firmó una nueva Constitución. en que los liberales contrataron a una falange del 2 Ayón (1976) Historia de Nicaragua, t. III. Gámez sur de Estados Unidos. Los filibusteros norteame- (1975) Historia moderna de Nicaragua; comple- ricanos al mando de William Walker fueron más allá mento a mi historia de Nicaragua. Coronel Urtecho y pretendían anexar el territorio centroamericano a (1962) Reflexiones sobre la historia de Nicaragua (De los estados esclavistas. Las élites llegaron a un Gainza a Somoza). Marure (1977-1878) Bosquejo his- acuerdo de paz y recibieron apoyo de otros go- tórico de las revoluciones en Centroamérica.

[63] XIOMARA AVENDAÑO ROJAS

estuvieron bajo el control de las auto- JEFATURA POLÍTICA DEPARTAMENTAL ridades centrales: los ministerios se dis- tribuyeron entre la membresía de las La Constitución de 1838 cambió el nombre élites locales a través de diversas juntas. de jefe político por el de prefecto.3 Este - Una Corte Suprema de Justicia divi- documento expresa las mismas funcio- dida en dos tribunales, uno en occi- nes del jefe político de 1835 y de la Real dente (en la ciudad de León) y otro en ordenanza de intendentes aplicadas en oriente (en la ciudad de Granada). Su Centroamérica en 1786. Sus funciones eran única función era la administración de las siguientes: justicia. Le fue negado el ámbito de co- nocer y dictaminar sobre lo constitucional. - Ramo gubernativo: orden público, - La distribución electoral en cantones delitos contra la paz de la República, y distritos fue un mecanismo de control visitas a los pueblos, estadísticas, ins- electoral promovido por la élite con- pección de oficiales del ejército, co- servadora granadina. nocer denuncias de tierras, publicar catálogos electorales. Las élites nicaragüenses, todavía con una - Ramo judicial: asistir a elección de ju- visión del Estado estamental hispánico, or- rados, enviar lista de ella a gobernación. ganizaron y reglamentaron la división po- - Ramo de fomento: velar por la cons- lítico-administrativa retomando la reforma trucción de caminos, fomentar la mi- borbónica española implementada a fi- nería y la agricultura. nales del siglo XVIII. La nueva instituciona- - Ramo de instrucción pública: velar por lidad republicana concibió la división de los establecimientos de estudios y del poderes en su forma, pero no en su funcio- presupuesto asignado a ellos. namiento. El estudio de las instituciones - Atribuciones económicas: delegado decimonónicas debe tomar en cuenta no del ministerio de Hacienda, supervisor sólo la parte normativa “nacional”, desde de aduanas y de la administración de un plano horizontal, sino también la co- rentas del departamento.4 rrespondiente a la reorganización de los territorios, en nuestro caso el departa- A las funciones antes expuestas, las leyes mento, es decir, desde una perspectiva electorales agregaron otras: la convoca- vertical; de esta forma es posible observar toria, supervisión del catálogo electoral, la reformulación institucional expresada en la cartas magnas nicaragüenses de 1838 3 Con este mismo nombre fue incorporado en la y 1858. Constitución de 1858 (Constitución de Nicaragua, 1838, artículo 190; Constitución de Nicaragua, 1858, artículo 74), en Antonio Esgueva Gómez (1994) Las constituciones políticas y sus reformas en la historia de Nicaragua. 4 “Reglamento para el gobierno interior de los departamentos, 11 de mayo de 1835”, en De la Rocha, Recopilación de las leyes, decretos y acuerdos ejecutivos de la República de Nicaragua, en Centro América, Nicaragua, Biblioteca del Banco Central de Nicaragua (BBCN), Fondo Nacional.

64 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER LA DIVISIÓN POLÍTICO-ADMINISTRATIVA EN NICARAGUA A PARTIR DE LA CONSTITUCIÓN DE 1858... apertura de juntas, la resolución de peti- blecieron dos tribunales de Justicia en ciones de nulidad, renuncias, traslado de 1835, uno correspondiente al occidente, resultados al congreso, entre otros.5 Ade- con sede en la ciudad de León, y otro en más tenía la potestad de obligar a dipu- oriente con asiento en la ciudad de Gra- tados y senadores a comparecer a sus res- nada. El tribunal de occidente tenía bajo pectivas sesiones parlamentarias. su jurisdicción los departamentos de León, Los jefes políticos eran las autoridades Chinandega y Segovia. El de oriente, los supremas de cada región.6 Para ser nom- departamentos de Granada, Rivas, Chon- brado se requería ser ciudadano y contar tales y Matagalpa; desde el siglo XVIII los con un capital de trescientos pesos. El in- tres primeros territorios estaban bajo su menso poder otorgado a esta instancia control, el último se lo disputó a los leo- tiene que ver con su papel no sólo ad- neses en el siglo XIX. ministrativo sino también político. A este El reglamento de 1835 se hizo en fla- personaje le correspondía la constante grante violación a la Constitución de 1826, negociación con los pueblos. Los jefes po- que sólo establecía una corte de Justicia líticos más relevantes eran los de León y en Nicaragua. La irregularidad jurídica fue Granada, porque además de todo lo subsanada en la Constitución de 1838, anterior controlaban las fuerzas y los re- cuando establece que: “La Suprema Corte cursos militares, por lo que se convertían de Justicia se dividirá en dos secciones que en instancias claves al momento de iniciar residirán en dos distintos departamentos. un levantamiento o defender al gobier- Cada sección ejercerá su jurisdicción en no constituido. el departamento de su residencia, ‘y en el más inmediato que la ley designe’”,8 ade- más, cada una actuaría como tribunal de ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA Y HACIENDA segunda instancia en su demarcación res- pectiva y de tercera instancia en los juicios La Constitución de Cádiz reglamentó lo que se interpusieron de la otra en apelación. correspondiente a la organización y fun- La disputa de los dos poderes regionales cionamiento del Tribunal de Justicia, de- se hace evidente en el artículo 149 cons- nominado en el periodo colonial como titucional, cuando se expresa que los jui- Audiencia.7 Los poderes regionales esta- cios por responsabilidad administrativa a funcionarios del Estado y el poder Eje- cutivo se interpondrán en la “sección que 5 Ley electoral de Nicaragua, 1838, artículos 7, 16, 33, 36, 49 y 50; Ley electoral de Nicaragua, 1858, reside en la capital del Estado”, después artículos 24, 32, 35, 36, 49 y 50. Esgueva Gómez –por supuesto– que el Senado haya de- (1995) Las leyes electorales en la historia de Nica- clarado haber lugar a la formación de ragua, t. I. causa. El problema fue que existieron, 6 El viajero norteamericano Pablo Levy, apreció que estos personajes eran pequeños presidentes. de hecho, dos capitales, León y Granada. Pablo Levy (1974) Notas geográficas y económicas En la década de 1840 se procedió a ele- sobre la República de Nicaragua, p. 86. var a Managua como capital. Sin embargo, 7 No existe todavía estudio sobre la Audiencia en ninguno de los tribunales se trasladó a la Centroamérica. Es útil el breve trabajo de Zavala. Contribución a la historia de las Instituciones coloniales en Guatemala. 8 Constitución de Nicaragua, 1838, artículos 141-149.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 65 XIOMARA AVENDAÑO ROJAS nueva cabecera. La Constitución de 1858, tencia sobre el asunto. También existieron en vigencia hasta 1894, no modificó la si- el juez de paz y juez de agricultura, pro- tuación descrita.9 El texto conservador de pietario y suplente, electos en el mismo los años cincuenta incorporó este órgano sufragio para las autoridades municipales. al igual que su antecesora. Los primeros debían atender asuntos ju- Durante el siglo XIX, los magistrados del diciales menores y los segundos velar por tribunal de oriente fueron nombrados por la aplicación de la ley de agricultura. el poder Legislativo y sus funciones estaban Los magistrados formaban parte de las limitadas a la administración de justicia. familias prominentes de la localidad. Las Ambos tribunales desaparecieron en 1896 élites distribuyeron la función judicial en con la creación de una Corte Suprema tres ámbitos: el tribunal, el jefe político y única.10 el municipio; de esta manera protegieron Los jueces nombrados en los pueblos los intereses de los vecinos principales de –con atribuciones en lo Civil y Criminal– cada región, propietarios, comerciantes y también participaban en el procedimiento acreedores. Esta práctica no era nueva, la electoral. Cuando los ciudadanos entabla- ejercían desde la época colonial.11 ban un recurso de nulidad o denunciaban Durante la primera mitad del siglo XIX, una violación a la ley, el jefe político or- cada región recolectaba para sí los im- denaba a dicho juez conocer del caso, y puestos de los territorios bajo su jurisdic- éste, posteriormente, dictaba una sen- ción. Las subdelegaciones de Hacienda, establecidas con la reforma borbónica,12 9 Constitución de Nicaragua, 1858, artículos se incorporaron a las juntas gubernativas 62-65. Las atribuciones de los tribunales eran las o gobiernos provisorios tanto en el orien- siguientes: te como en el occidente,13 posteriormente Dirimir las competencias de los tribunales se transformaron en las direcciones de inferiores; Conocer de los recursos de nulidad que se interpongan de las sentencias de los jueces rentas departamentales. Bajo los gobier- de 1ª instancia, y mutuamente de las que dictase nos conservadores, entre 1858-1893, se en 2ª instancia cada una de las secciones en todos hicieron modificaciones relevantes en es- los casos en que no haya lugar a otro recurso; ta instancia. Proponer ternas al Poder Ejecutivo para el nombramiento de los jueces de 1ª instancia de su respectiva demarcación; Velar sobre la 11 Fernández (2003) Pintando el mundo de azul. conducta de los jueces inferiores, cuidando de Véase el capítulo VI, en que el autor expresa que los que se administre pronta y cumplidamente la tribunales provinciales eran parciales hacia los justicia; Conocer de la causa de responsabilidad deudores locales porque los jueces querían proteger de los jueces de 1ª instancia respectivos. Sin “sus mercados” y era un mecanismo para legitimar embargo a partir del 58 se establecieron otras su poder. atribuciones a los tribunales de Justicia: formar 12 Miles Wortmann (1981) Gobierno y sociedad el reglamento para su régimen interior; hacer el en Centroamérica (1780-1840). recibimiento de abogados y escribanos, suspen- 13 Durante la primera mitad del siglo XIX, la derlos y retirarles sus títulos por venalidad, co- inestabilidad política por la disputa entre occiden- hecho o fraude, con conocimiento de causa; tales y orientales provocó la formación constante de visitar por medio de un magistrado los pueblos gobiernos provisorios en cada una de las ciudades de su jurisdicción para corregir abusos; propo- principales. Este tipo de gobierno lo integraban un ner reformas de leyes al poder legislativo. jefe de Estado y una asamblea. Terminado el conflicto 10 Pero la corte se estableció en la ciudad de León se llamaba a elecciones para elegir nuevas auto- y no en Managua, la capital. ridades supremas.

66 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER LA DIVISIÓN POLÍTICO-ADMINISTRATIVA EN NICARAGUA A PARTIR DE LA CONSTITUCIÓN DE 1858...

El ministerio de Hacienda fue el primer partamento de Granada correspondía or- órgano del estado central que logró ejercer ganizar 3 batallones de infantería y una un mayor control en los diversos departa- brigada de artillería. Uno de los batallones mentos; de esta forma la recaudación de del departamento de Granada fue desti- impuesto creció durante los gobiernos nado como guardia de los Supremos Pode- conservadores en la segunda mitad del res; eran los responsables de la seguridad siglo XIX. Las oficinas tuvieron locales pro- de senadores, diputados y del ejecutivo.17 pios, seleccionaron personal idóneo y Los altos oficiales que dirigían la fuerza adoptaron reglamentos para una mejor armada eran miembros de las familias de gestión;14 se incorporaron profesionistas las élites de las ciudades principales. La como tenedores de libros y contadores, restricción que se les impuso fue que sin embargo, el jefe político continuó sien- mientras estuviesen en servicio no podían do el subdelegado de Hacienda depar- acceder a cargos de elección. tamental y disponía de una tropa para el En los cuarteles no sólo permanecían los resguardo de las oficinas de recaudación.15 oficiales, sino también una tropa bien en- Los administradores de rentas eran tam- trenada. No desapareció la organización y bién miembros prominentes de familias entrenamiento de los milicianos; cada año principales. estaban obligados a asistir a un periodo Existieron juntas de recaudación, las de entrenamiento, el que generalmente se cuales debían recoger el dinero asignado realizaba en el mes de enero.18 Al mo- a los territorios al momento de imponer mento de un levantamiento, los jefes deci- un préstamo forzoso. Esta práctica facilitó dían a quién le darían el respaldo, al go- a las élites propiciar el crédito que los bierno o a los levantados. Tal decisión gobiernos locales y del Estado central incluía también la posición de los muní- necesitaban.16 cipes de la localidad. La gobernación de policía ocupó un lugar secundario en el nivel superior de GOBERNACIÓN MILITAR Y DE POLICÍA autoridad, pero era la que tenía cierta presencia en las poblaciones, aunque los En cada departamento se establecieron los vecinos se quejaban de que no eran sufi- gobernadores de policía y los gobernador- cientes para velar por la seguridad de los es de armas. A ellos correspondía la vigi- lancia, control y orden. De acuerdo con la ley del 22 de noviembre de 1858, al de- 17 Pablo Levy (1974), op. cit., p. 291. 18 “Estadística de padrón militar de 18 a 50 años de edad”, APG, caja 1859-1863, leg. 44; “Padrón 14 “Notas, acuerdos ejecutivos y legislativos de la militar del departamento de Granada”, caja 1861- administración de Rentas del departamento de Gra- 1862, leg. 110; “Padrón militar del departamento nada, 1861-1869”, Archivo de la Prefectura de Grana- de Granada”, caja 1873-1874, leg. 285; “Padrón da (APG), caja 1861-1869, leg. 43. militar del departamento de Granada”, caja 1879, 15 BBCN, Memorias de Hacienda, 1860-1890. leg. 412; “Padrón militar del departamento de 16 Durante el siglo XIX, la deuda interna fue mayor Granada”, caja 1881, leg. 461; “Padrón militar del que la deuda externa. APG, “Detalles del empréstito departamento de Granada”, caja 1885, leg. s/n; forzoso”, caja 1863-1873, leg. 156; certificaciones “Padrón militar del departamento de Granada”, caja de empréstitos, caja 1876-1877, leg. 342. 1887-1889, leg. 3.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 67 XIOMARA AVENDAÑO ROJAS pueblos.19 A finales del siglo XIX, en la con- Estos órganos fungían para un periodo formación social de las instancias militar y de uno a dos años. Los miembros de estas de policía se nota el desplazamiento de juntas pertenecían a las familias de las élites las grandes familias. Ahora los oficiales eran de las cabeceras departamentales, la ma- hombres con propiedades menores, mesti- yoría pertenecía al electorado de distrito. zos procedentes de los barrios. A los jefes Es notorio que los dirigentes de las juntas políticos de León y Granada, desde 1858 eran los electores departamentales. El tri- les fue delegada la jurisdicción militar. bunal de Consulado, establecido en la ciu- dad de Guatemala en la década de 1790,22 LAS JUNTAS DEPARTAMENTALES tuvo dos delegaciones en la provincia de Nicaragua, una en Granada y otra en León. También existieron otros entes departa- Desde su origen lo integraban los prin- mentales que recibieron el nombre de cipales comerciantes y hacendados.23 Has- juntas; de acuerdo con su finalidad unas ta 1873 el tribunal del Consulado de Gra- eran permanentes y otras temporales. Este nada era dirigido por un prior, un cónsul tipo de organización fue introducida por y un teniente de cónsul. La elaboración las reformas borbónicas a finales del si- de un nuevo código de comercio modifi- glo XVIII. Después de la guerra civil de la có la estructura organizativa, lo convirtió década de 1850, se amplió el uso de estas en junta de comercio; cada año, de entre instancias de administración en el Estado sus miembros, se elegían dos cargos: un central hacia los departamentos: fun- juez de comercio y un suplente. Desde su cionaban la junta de caridad, la junta de fundación actuaron como un grupo muy reedificación, la junta de fomento y la junta cerrado y la incorporación de nuevos de instrucción pública.20 La primera se miembros era un proceso muy lento. No encargaba de las casas de huérfanos y bastaba la posición de un bien o de capital. hospital; la segunda, la reconstrucción de Era importante el prestigio social y moral. templos y edificios públicos; a la tercera También se formaron juntas de notables correspondía el asunto de construcción de políticas consultivas. En general, la inte- vías de comunicación y el fomento de la graban los electores departamentales. Esta agricultura de exportación, y la cuarta, situación se presentó porque el poder le- integrada por los padres de familia, vela- gislativo solamente sesionaba tres meses ba por la educación tanto primaria co- cada dos años. Esas juntas eran convoca- mo secundaria.21 das por el ejecutivo o el jefe político de- partamental, para discutir o hacer pro- puestas, sobre todo cuando se daba una 19 La organización de la policía varió: primero crisis política. perteneció al municipio y luego fueron cuerpos autónomos pero muy pequeños, que estaban bajo la supervisión del jefe político. 20 Nicolás Buitrago Matus (1998) León: la sombra de Pedrarias; Pérez (1977) Obras históricas completas. 21 “Libro de la junta de Caridad”, APG, caja 1870- 22 Smith (1989) “Orígenes del consulado de 1871, leg. 250; “Lista de contribuyentes al impuesto Guatemala”. de caminos”, caja 1860-1861, leg. 109; “Docu- 23 Ralph Lee Woodward (1981) Privilegio de cla- mentos de la junta de Caridad”, caja 1874, leg. 187. se y desarrollo económico: Guatemala, 1793-1871.

68 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER LA DIVISIÓN POLÍTICO-ADMINISTRATIVA EN NICARAGUA A PARTIR DE LA CONSTITUCIÓN DE 1858...

LA FORMACIÓN DE NUEVOS DEPARTAMENTOS Los partidos de León y Granada eran los más importantes, el resto eran consi- En Nicaragua se promulgó la primera Cons- derados de menor rango. A éstos últimos titución el 8 de abril de 1826. En su artícu- les fueron asignados menos electores, los lo 2, la Carta Magna estableció la división jefes políticos ganaban menos, no exis- político-administrativa en los partidos de tieron cuarteles militares, y cuando se es- Nicaragua (Rivas), Granada, Managua, Ma- tablecieron contribuciones o préstamos saya, Matagalpa, Segovia, León, Sutiaba y forzosos, les asignaron cuotas menores. El El Realejo, de la misma forma como se ha- distrito tuvo una justificación meramente bía dividido en el año de 1786. Pero ésta electoral. Hasta el siglo XX es incorporado era una división aparente: los territorios men- como parte de la estructura del municipio. cionados estaban dominados por los dos El cantón, desde su origen, fue un área uti- poderes regionales establecidos en las lizada para la ejecución de tareas espe- dos ciudades principales: León y Granada. cíficas, tanto por la municipalidad como El sentido de una distribución territorial por las diversas juntas departamentales. por partido, distrito y cantón, según la ex- Cada año los ediles nombraban un jefe de periencia francesa, tenía dos pretensiones: cantón, éste sustituyó al alcalde de barrio la importancia del número (se necesitaba establecido por las reformas borbónicas a distribuir a los ciudadanos para que ejer- finales del siglo XVIII. cieran el sufragio),24 y agilizar la gestión En la Constitución de 1838 se eliminó municipal. En Nicaragua, el partido se creó el nombre de partidos y se les denominó a partir de la reagrupación de intereses departamentos; la Constitución de 1858 económicos y políticos de las élites. los amplió de cuatro a siete…

CUADRO 1 DIVISIÓN POLÍTICO-ADMINISTRATIVA DE NICARAGUA

1838 Cabecera 1858 Cabecera

-Departamento de Oriente Granada -Departamento de Granada Granada (Granada, Managua, Masaya, (Granada, Managua, Masaya Jinotepe y Chontales) Jinotepe) -Departamento Meridional Rivas -Departamento de Chontales Juigalpa -Departamento de Occidente León -Departamento de Rivas Rivas (León y Chinandega) -Departamento del Septentrión Matagalpa -Departamento de León León (Segovia y Matagalpa) -Departamento de Chinandega Chinandega -Departamento de Matagalpa Matagalpa -Departamento de Segovia Estela

Fuente: elaboración propia.

24 Patrice Gueniffey (2001) La revolución francesa y las elecciones. Democracia y representación a finales del siglo XVIII, pp. 173-174.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 69 XIOMARA AVENDAÑO ROJAS

Estas medidas no modificaron la división Sin embargo, el ascenso de otros grupos administrativa hispánica, tan solo recon- locales propició que el departamento de centraron la jurisdicción que desde finales Granada se dividiera durante la segunda del periodo colonial tenían los centros ur- mitad del siglo XIX.27 Managua se convirtió banos principales. La Mosquitia en la costa en distrito con una subprefectura el 23 de Caribe no formó parte de esta división. En junio de 1849. Fruto Chamorro, durante 1860, mediante el Tratado Zeledón-Wike, su mandato, la nombró gobernación polí- Gran Bretaña regresó dicho territorio al go- tica el 13 de febrero de 1854. Finalmente, bierno de Nicaragua, bajo la condición de el 4 de marzo de 1875, durante el gobierno que fuera una región autónoma, manera de Pedro Joaquín Chamorro, fue elevada en que fungió hasta 1894. La Mosquitia a departamento. no fue incorporada al sistema electoral que Managua era un distrito en el interior del rigió en el centro-pacífico.25 departamento de Granada desde 1854, y En la costa del Pacífico, el occidente de desde entonces la élite granadina no con- Nicaragua se dividió en dos departa- trolaba las elecciones de sus poblaciones. mentos, el de León y Chinandega; y en el Managua y Mateare eran asentamientos in- sur, el de Rivas. En el centro-norte del país dígenas, en cambio Tipitapa y San Rafael solamente se estableció el departamento se habían formado a inicios del siglo XIX. de Segovia. En el centro se formó el depar- De tal manera que la asignación de Mana- tamento de Matagalpa y en el centro sur gua como departamento en 1875 fue una el de Chontales. Desde el siglo XVIII, Chon- formalidad porque ya actuaban como tal.28 tales era parte del oriente, bajo jurisdicción El territorio de Masaya fue convertido del cabildo de Granada; en 1858, el eje- en distrito a partir de la ley electoral de cutivo avaló la petición de los ganaderos 1838, con derecho a una subprefectura para su separación, “considerando la ven- que a veces le fue quitada, pero se le res- taja política adquirida en el poder legis- tableció en 1870. El 10 de marzo de 1883, lativo con los representantes orientales en durante la presidencia de Adán Cárde- las cámaras de diputados y senadores”.26 nas, Masaya fue elevada a departamen- Es decir, no era una pérdida, sino una to.29 Los diputados que la representa- mayor influencia política en el órgano le- ban estaban en contra de la propuesta gislativo. Los granadinos eran los dueños porque eran aliados del grupo granadino. de las grandes haciendas ganaderas esta- Los diputados de Managua y Chontales blecidas en los Chontales. Tenían la certeza formularon el proyecto y los apoyaron chi- de que el electorado y la representación nandeganos y leoneses. Las poblaciones política de ese departamento estarían in- que formaron este departamento, en su clinadas a su favor. No se equivocaron, has- mayoría, eran antiguos asentamientos indí- ta el siglo XX han tenido la misma tendencia. genas. Catarina y San Juan de oriente per-

25 Desde el siglo XVII los ingleses controlaban dicho 27 Julián Guerrero (1978) Monografía del depar- territorio. Robert Taylor (1988) Influencia británica tamento de Granada, p. 82-92. en el comercio centroamericano, cap. I. Gurdián 28 Julián Guerrero (1964) Monografía del depar- (1986) Los miskitos en Nicaragua. tamento de Managua, p. 45-65. 26 Francisco Ortega Arancibia (1974) Cuarenta 29 Julián Guerrero (1965) Monografía del depar- años de historia de Nicaragua, p. 496. tamento de Masaya, pp. 45-50.

70 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER LA DIVISIÓN POLÍTICO-ADMINISTRATIVA EN NICARAGUA A PARTIR DE LA CONSTITUCIÓN DE 1858... tenecían a Granada pero a finales de siglo LOS DISTRITOS Y CANTONES ELECTORALES 32 les fueron trasladadas. El distrito de Jinotepe fue una subpre- Dentro de cada distrito se establecieron fectura en 1889, y finalmente el 17 de oc- cantones que por lo regular tenían su ori- tubre de 1891 fue elevado a departamen- gen en un pueblo o villa. En las ciudades to de Carazo. Los cafetaleros, azucareros principales se realizó una distribución de y comerciantes jinotepinos lograron su cantones. Los primeros reglamentos seña- sueño durante el periodo de gobierno de laban un mínimo y un máximo para justi- Roberto Sacasa, sucesor de Evaristo Cara- ficar la creación de una junta electoral de zo, quien antes de fallecer había apoyado parroquia o cantón: un elector primario la petición.30 De seis asentamientos que por cada 200 o 250 habitantes; si existía la componían, sólo Jinotepe y Diriamba un residuo de 126, se nombraría un elector tenían alto porcentaje de población in- más. Si la población no alcanzaba la can- dígena. San Marcos, Santa Teresa, Rosario tidad indicada, debían concurrir a otra jun- y la Paz, de población mestiza, se origi- ta más cercana. La base mayor de una naron a finales del siglo XVIII y durante la junta popular sería de 2,500 habitantes. primera mitad del siglo XIX. El depar- Para 1838 y 1858, la base menor sería tamento de Granada, al final del siglo XIX, de 330 habitantes y la mayor de 3,300; el quedaba integrado por la ciudad del territorio se dividió en siete departamen- mismo nombre, la villa de Nandaime de tos y distritos, donde habitaran al menos población mulata en mayoría, y los pue- veinte mil nicaragüenses.33 Las primeras blos indígenas de Diriá y Diriomo. 31 constituciones señalaron que se escogería La formación de tres departamentos un diputado por cada quince o veinte mil (Managua, Masaya y Carazo), los dos últi- habitantes, y si algún distrito tuviere un mos con un territorio de menores propor- residuo igual a la mitad del total de la po- ciones, en relación a Chinandega, León o blación tendría derecho a nombrar otro Matagalpa, fue el resultado de una alianza representante.34 Pero esto no se cumplió: política de un nuevo grupo económico las élites, de acuerdo con sus intereses, se ligado a la producción de café y al capital redistribuían el número de diputados a ele- mercantil. Este grupo le disputaría el poder gir. La Constitución de 1858 no estableció a granadinos y leoneses, y mantuvieron la población base para elegir un diputado. gran relevancia hasta la primera mitad del La ausencia de una ciudadanía indivi- siglo XX. dual hizo que el número de habitantes no

32 Se analizará el proceso de formación de distritos y cantones solamente en los departamentos de la faja del Pacífico: Chinandega, León, Managua, Granada, Masaya y Carazo. 33 Constitución de Cádiz, 1812, artículo 38; Constitución de Nicaragua, 1826, artículos 56-58; 30 Julián Guerrero (1964) Monografía del depar- Constitución de Nicaragua, 1838, artículo 64; tamento de Carazo, pp. 21-22. Constitución de Nicaragua, 1858, artículos 16 y 18. 31 Germán Romero Vargas (1988) Las estructuras 34 Constitución de Cádiz 1812, artículo 31. sociales en Nicaragua durante el siglo XVIII, pp. 209- Constitución de Nicaragua, 1826, artículo 69; 1838, 212 y 300-305. artículo 69.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 71 XIOMARA AVENDAÑO ROJAS fuese el factor principal para la represen- de Teustepe, Boaco, Juigalpa, Camoapa, tatividad política del territorio. El cantón Comalapa, Acoyapa, Lóvago y Loviguisca, no fue organizado para propiciar la parti- éstas dos últimas formaron el departa- cipación de los nicaragüenses que habita- mento de Chontales en 1858. El distrito ban en el área rural: tenía un propósito de Masaya lo integraban poblaciones in- urbano. Las juntas primarias se establecían dígenas y algunos pueblos mestizos. Al ele- a lo sumo dividiendo en dos cantones un varse la villa de Managua a capital, poco a poblado, la junta de distrito funcionó en poco se fue configurando una relación la cabecera de distrito y la junta departa- estrecha entre ésta y los pueblos de Tipi- mental en la ciudad principal. Eran ciuda- tapa, Mateare y San Rafael, de éstos se ar- danos que tenían derecho al voto aquellos ticuló un nuevo distrito electoral. que cumplieran con el requisito de poseer En 1858 los distritos de León, Granada o demostrar una renta de cien pesos. y Rivas tendrían cada uno noventa elec- En 1838 un distrito constaría de sesenta tores para elegir dos diputados propieta- electores primarios para elegir un repre- rio y suplente.36 La constituyente de 1858 sentante propietario y un suplente, o de y el primer presidente conservador, Tomás noventa para elegir dos propietarios y dos Martínez, restaron influencia política a la suplentes. El departamento de Granada élite leonesa. Una primera división fue contaba con tres distritos y sus cabeceras la creación del departamento de Chinan- eran la ciudad de Granada, la villa de Ma- dega, esto ocasionó la separación de los saya y la villa de Jinotepe. Con ciento electores. Una segunda división fue un de- ochenta electores incidían en el territorio creto de Tomás Martínez en 1862, cuando controlado desde el siglo XVIII.35 el barrio de San Felipe fue elevado a la El distrito de Granada estaba compues- categoría de pueblo y le adjudicaron las to por la ciudad del mismo nombre y, reto- poblaciones del norte del departamento mando la antigua división eclesiástica pa- de León. A partir de entonces, León tuvo rroquial, San Francisco, La Merced y el dos distritos electorales; esta división elec- pueblo de Jalteva. Incluía las poblaciones toral en occidente se mantuvo hasta la dé- cada de 1890 (véase el cuadro 2)

36 Constitución de Nicaragua, 1858, artículo 20. 35 Ley electoral de Nicaragua, 1838, artículo 38. Ley electoral de Nicaragua, 1858, artículo 29.

72 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER LA DIVISIÓN POLÍTICO-ADMINISTRATIVA EN NICARAGUA A PARTIR DE LA CONSTITUCIÓN DE 1858...

CUADRO 2 DISTRIBUCIÓN ELECTORAL DE OCCIDENTE, 1858-1892

Departamento de Chinandega Departamento de León

Pueblos Cantones Electores Pueblos Cantones Electores

DISTRITO DE CHINANDEGA DISTRITO DE LEÓN Chinandega León Parroquia 15 Sagrario 24 Guadalupe 15 San Juan 14 Calvario 15 Calvario 14 El Viejo 10 Zaragoza 14 Parroquia 10 San Sebastián 12 La otra banda 10 Laborío 10 Guadalupe 10 Chichigalpa Chichigalpa 7 Subtiava Parroquia Posoltega Posoltega 4 San Pedro 7

Somotillo Somotillo 3 La Paz La Paz 4

Villanueva Villanueva 2 Nagarote Nagarote 4

San Pedro San Pedro 1

San Francisco San Francisco 1 Total Distrito de León 120

Santo Tomás Santo Tomás 1 Parroquia 15 DISTRITO DE SAN FELIPE

Realejo Realejo 2 San Felipe Dolores 15 Corinto Corinto 1 Telica Telica 8

Total Departamento 90 El Sauce El Sauce 7

Santa Rosa

Jicaral Santa Rosa 6

Achuapa Jicaral 7

Quezalguaque Achuapa 1

Quezalguaque 1

Total Departamento 180 Total Distrito San Felipe 60

Fuente: El decreto del 24 de enero de 1862 eleva a pueblo al barrio de San Felipe. El 3 de septiembre del mismo año, por acuerdo del ejecutivo se aprueba la demarcación jurisdiccional realizada por el Jefe Político Apolonio Marín. Memoria de Gobernación, 1892.

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Otro decreto reorganizó el territorio en rritorio fueron emergiendo nuevos depar- 1867: en el Pacífico el distrito de Chinan- tamentos. Perdió las poblaciones al norte dega con 90 electores; León con dos dis- del Gran Lago, al crearse el departamento tritos y 120 electores; el de la ciudad de de Chontales en 1858; sin embargo, la élite León y el de San Felipe, cada uno con de- granadina conservó de manera directa tres recho a 60; Granada con tres distritos de distritos. Para lograrlo redistribuyeron a las 60 electores cada uno, en total poseía poblaciones, eliminando el distrito de Jino- 180; los distritos del centro del país, tepe. La mayoría de sus pueblos pasaron Chontales, Matagalpa y Segovia, cada uno al distrito de Granada. El resto fue reubi- con 60 electores.37 cado en los distritos de Masaya y Managua. La élite granadina aún controlaba tres Era el único departamento con tres distritos distritos, a pesar de que en su antiguo te- y 180 electores (véase el cuadro siguiente).38

CUADRO 3 DISTRIBUCIÓN ELECTORAL DEL DEPARTAMENTO DE GRANADA (1867)

Cantones/Distritos ElectoresElec. SP SS DP DS Distrito

Distrito de Granada 60 4 1 1 Granada San Francisco 8 La Merced 8 La parroquia 8 Jalteva 8 Santa Teresa 5 El Rosario 1 Nandaime 5 Diriá 5 Diriomo 5 San Juan de Oriente 1 Santa Catarina 3 Niquinohomo 3

Distrito de Masaya 60 4 1 1 Masaya San Juan 10 Diriega 10 Guillén 10 Monimbó 10 Jinotepe Oriental 4 Occidental 4 Masatepe

37 Decreto que reforma la Ley Electoral de 1858, 38 “Certificaciones y notas relativas a la división 30 de enero de 1867. BBCN, Memoria de Goberna- de los pueblos del departamento de Granada en ción, 1892. cantones, 1858”, APG, caja 1858-1859, leg. 20.

74 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER LA DIVISIÓN POLÍTICO-ADMINISTRATIVA EN NICARAGUA A PARTIR DE LA CONSTITUCIÓN DE 1858...

CUADRO 3 DISTRIBUCIÓN ELECTORAL DEL DEPARTAMENTO DE GRANADA (1867) (Continúa)

Cantones/Distritos ElectoresElec. SP SS DP DS Distrito

Oriental 3 Occidental 3 San Marcos 2 Diriamba 3 Nandasmo 1

Distrito de Managua 60 4 1 1 Managua San Antonio 11 La parroquia 11 San Miguel 11 Candelaria 11 Mateare 2 San Rafael del Sur 4 Nindirí 4 Tipitapa 6

TOTAL 180 12 2 2 1 1 Fuente: Ley electoral de 1867.

En 1875 Managua se desprendió de Distrito, cantón, población: Granada. En realidad ya no tenían mayor ciudadanos electores vínculo. Desde hace tiempo, las actas elec- torales las recibía el subprefecto nombra- Carazo, San Marcos 2,370 365 15 do y éste se entendía directamente con el Masaya, Tisma 2,207 245 10 poder legislativo y ejecutivo. Prueba de Granada, Diriomo 2,936 — 6 esto es que las actas electorales del dis- trito de Managua no están en el archivo de la prefectura de Granada. En 1883 En el caso de Granada, la ciudad se atri- Masaya, al ser elevado como departa- buyó sesenta electores de los noventa, el mento, obtuvo noventa electores, lo mis- resto los distribuía a conveniencia, por ello mo ocurrió con Jinotepe en 1891. En la Diriomo sólo recibió seis. Jinotepe con 32 distribución de 1891 se puede notar que electores, le otorgó quince a Diriamba y la asignación de electores no correspon- quince a San Marcos, cuando entre las día al número de población, ni de ciuda- poblaciones existía una gran diferencia danos. A tres cantones les asignaron can- tanto de población como de electores. De tidades diferentes: igual manera pasó con la ciudad de Ma- saya, la que se recetó cincuenta electores (véase el cuadro 4).

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CUADRO 4 DISTRIBUCIÓN ELECTORAL POR DEPARTAMENTOS (1891)

Cantones/DistritosPoblación Ciudadanos ElectoresElec. Depto. SP SS DP DS

GRANADA Distrito de Granada 100 12 2 2 2 2 Granada ciudad 14,587 ----- Parroquia 16 La Merced 16 San Francisco 16 Jalteva 16 Nandaime 3,743 ----- Oriente 7 Occidente 7 Diriomo 2,969 ----- 6 Diria 1,525 ----- 4 San Juan 464 ----- 2 Catarina 1,260 ----- 3 Niquinohomo 1,826 ----- 7 26,341 -----

CARAZO 90 12 2 2 2 2 Distrito de Carazo Jinotepe ciudad 8,401 678 Oriental 16 Occidental 16 Diramba 6,269 296 24 Parroquia 15 El Calvario 9 San Marcos 2,207 265 15 Santa Teresa 2,452 462 10 El Rosario 1,052 101 5 La Paz 1,035 94 4 Total 21,516 Total 1,696

MASAYA 90 12 2 2 2 2 Distrito de Masaya Masaya ciudad: 14,590 1,823 Diriega 15 San Jerónimo 15 Monimbó 10 San Juan 10 Masatepe: 4,500 485 Oriental 9 Occidental 9 La Concepción: 1,965 262 6 Carballo 4 San Juan 2 Tisma 2,370 345 10 Nindirí 1,280 136 4 Nandasmo 750 81 2 Total 25,455 Total 3,152 Fuente: Ley electoral de 1891.

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Las ciudades o villas cabeceras de de- cada de 1870,39 sin embargo, en la esfera partamento, tendieron a controlar la mayo- de la política los cambios fueron tenues. ría de los votos. En el sistema electoral in- La estabilidad y la práctica política habían directo nunca existió una oferta electoral; ampliado el accionar de las élites; en la el candidato obtenía los votos de un selec- década de 1880 los clubes políticos plan- to electorado no del ciudadano de un can- tearon la necesidad de organizar un parti- tón. La ciudadanía política restringida no do político, ya fuera liberal o conservador. era un derecho, era un reconocimiento so- La existencia de más de mil electores de cial y moral; tanto los cargos estatales como distrito hizo difícil la negociación entre las la representación política eran ocupados élites y los electores de los pueblos. Ese por los miembros de las élites, y sus mismos fue el momento de la adopción de nuevas miembros eran quienes los elegían. Había ideas y procedimientos liberales. una relación estrecha entre los electores para negociar o pactar el ascenso de un presidente, diputado o senador. COMENTARIO FINAL Los electores departamentales entre 1826 y 1858 fueron sesenta; entre 1858 Las divisiones político-administrativas deri- y 1874 se elevaron a ochenta y cuatro; en vadas de las constituciones de 1838 y 1858 1886 ciento ocho y en 1891 ciento cuaren- fueron parte de un proceso de consoli- ta y cuatro. Este grupo selecto de los ciuda- dación política de las élites. Tanto liberales danos eran los que accedían a los altos como conservadores percibieron de la puestos departamentales y del Estado. La misma forma la organización estatal. Am- distribución electoral siempre la realizó el bos grupos dieron continuidad a los cam- poder legislativo, donde se concentraban bios administrativos generados por la re- la representación política de las élites, pero forma borbónica a finales del siglo XVIII. Esta la distribución de electores dentro de cada situación cambió hasta finales del siglo XIX cantón la realizaron el jefe político y los con la reforma liberal. munícipes. En cambio los electores de El funcionamiento de las instancias es- distritos se elevaron: tatales a nivel departamental muestra una limitada división de poderes porque con- Año Elec. Distritos Elec. Departamentales tinuó la presencia del estado estamental 1858 570 84 hispánico. La organización administrativa 1874 940 84 1886 1,040 108 estaba en función de los intereses de los 1891 1,250 144 grupos locales, principalmente los de las ciudades cabeceras. El oriente sufrió una No estamos ante ningún avance demo- constante reorganización en su distribución crático, simplemente aumentaron los elec- electoral. La formación de cantones, dis- tores de distritos al crearse nuevos depar- tritos y departamentos fue un mecanismo tamentos. El aumento de la población, los de control electoral utilizado por la élite cambios en la economía y el empuje de granadina durante la segunda mitad del nuevos grupos sociales iniciaron una serie de cambios, sobre todo a partir de la dé- 39 Arturo Cruz Sequeiro (2003) La República con- servadora de Nicaragua.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 77 XIOMARA AVENDAÑO ROJAS siglo XIX. Con ello garantizaba un buen Fernández, José Antonio (2003) Pintan- porcentaje de electores de distritos nece- do el mundo de azul, San Salvador, sarios para elegir diputados y senadores. CONCULTURA. Un aspecto aún desconocido es la or- Gámez, J. D. (1975) Historia moderna de ganización y funcionamiento de las juntas. Nicaragua; complemento a mi historia Su presencia se percibe durante todo el de Nicaragua, Managua, Colección Cul- siglo IX. Esta práctica limitó la evolución tural Banco de América. estatal moderna; no solamente tenían en Gueniffey, Patrice (2001) La revolución sus manos parte de la gestión local, tam- francesa y las elecciones. Democracia re- bién eran acreedores del incipiente Esta- presentación a fines del siglo XVIII, Méxi- do republicano decimonónico. co, FCE-IFE. Guerrero, Julián y Lola Soriano de Guerrero (1964) Monografía del departamento FUENTES CONSULTADAS de Managua, Managua, s.e. (1964) Monografía del depar- Archivos tamento de Carazo, Managua, s.e. Archivo de la Prefectura del departamento (1965) Monografía del departa- de Granada (APG). mento de Masaya, Managua, s.e. Biblioteca del Banco Central de Nicaragua (1978) Monografía del depar- (BBCN). tamento de Granada, Managua, s.e. Gudián, Galio (1986) Los miskitos en Ni- caragua, Managua, Vanguardia. BIBLIOGRAFÍA Levy, Pablo (1974) Notas geográficas y económicas sobre la República de Nica- Ayón, Tomás (1976) Historia de Nicaragua, ragua, Managua, Colección Cultural t. III, Managua, Colección cultural del Banco de América. Banco de América. Marure, Alejandro (1877-1878) Bosquejo Buitrago Matus, Nicolás (1998) León: la histórico de las revoluciones en Cen- sombra de Pedrarias, 2 ts., Managua, troamérica, Guatemala, Tipografía el Fundación Ortiz Gurdián. Progreso. Coronel Urtecho, José (1962) Reflexiones Naylor, Robert (1988) Influencia británica sobre la historia de Nicaragua (De Gain- en el comercio centroamericano du- za a Somoza), 2 ts., León, Hospicio. rante las primeros décadas de la inde- Cruz Sequeira, Arturo (2003) La República pendencia, Guatemala, CIRMA. conservadora de Nicaragua, Managua, Ortega Arancibia, Francisco (1974) Cua- Colección Cultural de Centroamérica. renta años de historia de Nicaragua, Ma- Esgueva Gómez, Antonio (comp.) (1994) nagua, Colección Banco de América. Las constituciones políticas y sus re- Pérez, Jerónimo (1977) Obras históricas formas en la historia de Nicaragua, t. I, completas, Managua, Colección Cul- Managua, Editorial del Parlamento. tural Banco de América. (comp.) (1995) Las leyes elec- Romero Vargas, Germán (1988) Las estruc- torales en la historia de Nicaragua, t. I, turas sociales en Nicaragua durante el Managua, El Amanecer. siglo XVIII, Managua, Vanguardia.

78 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER LA DIVISIÓN POLÍTICO-ADMINISTRATIVA EN NICARAGUA A PARTIR DE LA CONSTITUCIÓN DE 1858...

Smith (1989) “Orígenes del consulado de Wortman, Miles (1981) Gobierno y so- Guatemala”, en Lecturas de historia ciedad en Centroamérica, 1780-1840, de Centroamérica, San José, BCIE. San José, BCIE. Woodward, Ralph Lee (1981) Privilegio de clase y desarrollo económico: Guate- mala, 1793-1871, San José, EDUCA.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 DOSSIER 79

HUMOR Y COMICIDAD EN LA LITERATURA POPULAR DEL SIGLO XIX MEXICANO

Margarita Alegría de la Colina*

H umor y comicidad son palabras que cipio del placer que halla en él el medio suelen emplearse indistintamente; no obs- de afirmarse, a pesar de las desfavorables tante, ha habido estudiosos que señala- realidades exteriores.2 ron ciertas diferencias. El diccionario Salvat El humorismo, considera Castañeda, es- considera que la comicidad es inmemorial, boza una filosofía. El humorista, dice, es ya que desde siempre ha existido un juego crítico de la vida pero también artista, y que consiste en reunir objetos, ideas e im- será tanto más estimado cuanto más su- presiones por más irreconciliables que pa- blime sea su “don”. No se le puede perdo- rezcan, lo que produce lo cómico, pues el nar su falta de inspiración o vena. Aunque razonamiento es a la vez lógico y absurdo. sea irónico no es malicioso; además de que La comicidad, dice Castañeda,1 es ma- no requiere para su delectación de un lec- liciosa, proviene de un deseo de reírse de tor u oyente. El humor puede ser originado alguien o de algo humanizado, implica un por escepticismo filosófico, político o de deleite satírico y hasta cierta crueldad. cualquier otro tipo. Puede representar la Apunta además este autor que lo cómico, poetización, la intelectualización, o la su- para darse, siempre necesita público. El hu- blimación y cuanto más se cargue de críti- mor por su parte, y según el diccionario ca o moralización y busque reformas so- Salvat, es un ejercicio espiritual discipli- ciales, cuanto menos valores intelectuales nado. Sygmund Freud lo consideró la ma- o artísticos tenga, más tenderá a degene- nifestación más alta de los mecanismos de rar en comicidad. adaptación del individuo porque, según él, Por su parte, Gilles Lipovetsky3 revisa el el humor no resigna, desafía. Implica no fenómeno de la comicidad y el humorismo solamente el triunfo del yo, sino el prin- 2 Veáse (1973) “Humor, comicidad, risa” en El humorismo, Barcelona, Salvat, pp. 19-27. * Profesora investigadora de la Universidad Au- 3 Véase (2002) La era del vacío, trad. Joan Vinyoli tónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco. y M. Pendanx, Barcelona, Anagrama, (Compactos, 1 Jaime Castañeda (1986) “Jorge Ibargüengoitia: Anagrama), pp.136-172, y Alejandro Romero “Lipo- humorismo y narrativa”, en Estudios, filosofía-historia- vetsky: una teoría humorística de la sociedad letras, invierno, en http://biblioteca.itam.mx/estu- postmoderna”, en http://www.tebeosfera.com/ dios/estudio/estudio07/sec_43.html, consultado el Documento/Articulo/Lipovetsky/teoria.htm, 19 de septiembre de 2005. consultado el 19 de septiembre de 2005.

[81] MARGARITA ALEGRÍA DE LA COLINA a través de la historia y analiza lo cómico sociedad; por regla general lo que hace alusivo a un realismo grotesco manifiesto reír son los defectos ajenos más por la in- en la fiesta durante la Edad Media. Humor, sociabilidad que por la inmoralidad de que apunta, en el que priva la escatología en son indicio, todo efecto cómico implica su sentido físico. Comicidad que es confir- una contradicción que puede llegar al ab- mación de la fe porque al precipitar todo surdo, y para que algo sea cómico es lo que es sublime y digno en los abismos preciso que entre el efecto y la causa ha- de la materialidad, se prepara la resu- ya desarmonía.4 rrección: un nuevo comienzo desde la En el siglo XIX mexicano, el humor es muerte. En la Edad Clásica, señala Lipo- muestra de superioridad intelectual; se tra- vetsky, el humor se aleja cada vez más de ta de un humor crítico, por cierto nada la tradición grotesca, deriva hacia la ironía desocializado; por el contrario, tiene inclu- pura que se ejercita a costa de las cos- so su dosis moralista, pero suele ser tam- tumbres e individualidades típicas. Lo có- bién poético y sublime, porque como lo mico deja de ser simbólico para ser crítico. señaló Bergson, lo cómico está a medio Además la luz de la ilustración, apunta, lim- camino entre el arte y la vida, y no puede pia el humor: lo despoja de vulgaridades, darse fuera del ámbito humano. Hacía gala le saca brillo, lo ordena. de ese humor por ejemplo, el poeta Gui- Dicho autor afirma que al comparar el llermo Prieto, sobre todo en los versos fenómeno de la comicidad con el adies- populares de su Musa callejera. tramiento disciplinario que en los dife- Se da también, sin embargo, la comi- rentes momentos culturales se ha hecho cidad burlesca, crítica, con afán moralista del cuerpo (cita a Michel Foucault), la mo- y civilizatorio, esto puede observarse en dernidad propició el desarrollo de la risa a ediciones para un público lector masivo través del humor, la ironía y el sarcasmo, como lo fueron los calendarios. De Gui- como un tipo de tenue control. Contrapo- llermo Prieto, declaró el maestro Ignacio ne este autor dichas manifestaciones con el Manuel Altamirano en una de sus revistas irresponsable humor hedonista postmoderno. de La literatura nacional que “maneja con Henri Bergson se refiere al fenómeno una facilidad maravillosa el romance po- de la risa que relaciona directamente con pular y retrata y reproduce con gracia en- lo cómico, para darse dicho fenómeno se cantadora los amores, las tristezas, las as- requiere, según él, de las siguientes condi- piraciones y las costumbres, en fin, de ciones: sólo puede producirse cuando re- nuestras clases humildes”.5 La percepción cae en una superficie espiritual y tranquila, de este poeta tenía sin duda mucho de pero su mayor enemigo es la emoción; pa- intuitiva, porque a través del arte literario ra surgir exige una anestesia momentánea recompuso la conciencia normal y co- del corazón porque se dirige a la inteli- rriente que solo aporta una visión sim- gencia pura; comprenderla demanda rein- tegrarla a su medio natural que es la sociedad. 4 Véase Henri Bergson (1985) La risa, Madrid, A producir el efecto cómico concurre Sarpe (Los grandes pensadores). 5 siempre la intención implícita de humillar Ignacio Manuel Altamirano (1949) La literatura nacional. Revistas, Ensayos, Biografías y Prólogos, t. y, por ende, de corregir; lo cómico se II, ed. y prol. José Luis Martínez, México, Ed. especial relaciona siempre con los prejuicios de la (Colección de Escritores Mexicanos), p.15.

82 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA HUMOR Y COMICIDAD EN LA LITERATURA POPULAR DEL SIGLO XIX MEXICANO plificada de la realidad, para ofrecer otra Contrasta con las imágenes poéticas de las cómico-satírica. metáforas “eres blanca paloma de blancas Para Bergson, la intuición resulta de fu- plumas” y “ vas y vienes como la espuma”, sionar el instinto y la inteligencia, y “me- la prosaica afirmación “y no te casas/ por- diante ella es posible trascender el terreno que a los que te quieren dejas sin blanca”. conceptual en el que se fundamentan las Igualmente contrastante resulta que el leyes de las relaciones entre las cosas y poeta se refiera a lindos ojos que parecen captar la verdadera naturaleza de la dos toros (por el fuego que hay en ellos, realidad”,6 como lo hace Prieto en esta sutil quizá) animalización que culmina con la alusión a una dama muy compartida en clásica imagen popular de la parte de dicho cuanto a sus afectos. animal que simboliza el engaño de un hombre por una mujer: los cuernos. Boleros Bergson apuntó que todo personaje cómico es un “tipo” y toda semejanza con Eres blanca paloma un “tipo” tiene algo de cómico. En este de blancas plumas: poema está implícita la alusión a dos de por eso vas y vienes estos tipos: la mujer de cascos ligeros y el como la espuma. cornudo, personajes que permiten apre- Y no te casas, ciar la percepción que de ese aspecto de porque a los que te quieren la cotidianeidad tenía el autor y con él, dejas sin blanca. seguramente, la sociedad de su época. La última estrofa implica una especie Cada vez que contemplo de airado reclamo entre líneas por el “bien tus lindos ojos, permitido” acercamiento de un viejo para me parece que al frente con esta dama. Los chicos ofrecen amores tengo dos toros. y en sus redes se dejan atrapar, el viejo pesca lo que puede: devoradoras tibu- Y si los temo, ronescas o atolondradas cangrejas. Otra es que para mí solo vez el contraste entre la humanidad y la son muchos cuernos animalidad. Imágenes que parecen irre- conciliables, pero que resultan cómicas En los mares de amores porque el razonamiento es a la vez lógico pescan los chicos, y absurdo. Bergson apunta que, en gene- y a sus redes van solos ral, la mención de algún animal sólo mue- los pescaditos; ve a risa por su semejanza con el hombre. pero ese viejo, Se podría hablar aquí de un escepticis- cuando no tiburones mo amoroso. pesca un cangrejo.7 El manejo que se hace de esa perso- nalidad es sin duda humillante para cual- quier mujer que se identifique con este 6 Véase Bergson, op. cit., “La risa”, p. 14. tipo; pero el que el poeta lo exhiba en su 7 (1985) Musa callejera, 3a. ed., prol. de Francisco Monterde, México, Porrúa (“Se- texto tiene un trasfondo moralista que in- pan cuántos…”, 198), p. 49. vita tácitamente a la corrección de tales

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 83 MARGARITA ALEGRÍA DE LA COLINA

“defectos”, evidentemente, así pudieron Por fuerza es materialista, ser considerados por la prejuiciada so- aunque se precia de artista ciedad decimonónica. La falta de armo- el muy zopenco; nía entre la “blanca paloma de blancas Y habla de literatura plumas que se mueve como la espuma“ y cual pudiera de pastura los ojos de toro furioso que provocan te- el podenco. mor es obvia, e indudablemente ese con- traste absurdo mueve a risa. En amor es positivo Altamirano califica los textos de Prieto y busca lo lucrativo, como graciosos y burlescos, más no los o lo barato, considera cómicos; sí enfatiza en la re- que en cualquier gatuperio, lación que éstos tienen con el pueblo, elude aquel trance serio con su quehacer, con sus costumbres, con del curato. su vida... Ve al soslayo y habla recio, En la siguiente Letrilla, por ejemplo, y busca, pero a lo necio, satiriza a los juniors de la época: el debate: no le advirtáis desatinos, Pues, señor, éste es un nene porque elige sus padrinos que los quince apenas tiene, y se bate. ¡y ya es hombre! y desde la bota al buche Su madre llora sus males, forma delicioso estuche, y lleva a las sucursales no os asombre. prenda y prenda; Lleva el sombrero a la frente y mientras remienda y lava, y gasta varita y lente: él le cuenta que no acaba de gran tono su contienda. él se juzga personaje; pero a pesar de su traje Señora, poned remedio es un mono. de ese polluelo al asedio; […] ya no es vida… Ropa limpia, buen puchero, ¡Oh! No siga su capricho: listo el criado, en todo esmero si no… me lo tiene dicho, para el trato, ¡se suicida! 8 cuando el tal pollo-gallina no da para la cocina ni un centavo. Disfrutamos en este poema de la vena humorística de un Guillermo Prieto, quien Eso sí, sale a la calle sin duda, al escribir los textos todos inclui- luciendo el finchado talle, dos en su Musa callejera, se afirmó como prepotente, el intelectual crítico que fue. El subgénero soñándose el sinsegundo, de esta composición está expresado en su y no es el tal vagabundo título: Letrilla, que es una de varias que ni escribiente. […] 8 Ibid., p. 36.

84 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA HUMOR Y COMICIDAD EN LA LITERATURA POPULAR DEL SIGLO XIX MEXICANO aparecen en el libro ya citado de este au- se le atribuyen tales virtudes, sino que se tor. Como toda obra perteneciente a Prieto, alude a que un podenco ignora todo so- comienza con un pensamiento temático bre pastura, como un nene acerca de alusivo a un tipo social: se va a aludir a un literatura. Ciertamente el autor destaca más “nene” que es un “estuche de monerías”, la insociabilidad que la inmoralidad de es- mismas que el autor va desplegando a lo te tipo: una carga para su madre y también largo del poema en tono burlesco. A dife- un lastre social. rencia de las letrillas tradicionales culti- Veamos algunos contrastes que juegan vadas por Góngora y Quevedo, entre otros con lo lógico y lo absurdo: “soñándose sin ilustres poetas del barroco español, la de segundo/ y no es el tal vagabundo/ ni Prieto no tiene estribillo. escribiente”; “Por fuerza es materialista/ Maneja Prieto en este texto el humor aunque se precia de artista/ el muy zo- desafiante al que aludió Freud, ya que a penco”… Cuando Bergson se propone través de éste interpeló a las madres de los analizar el fenómeno de la risa, advierte juniors de la época para que dejaran de que no pretende encerrar el concepto de propiciar su existencia y proliferación en lo cómico en los límites de una definición, la sociedad decimonónica. El texto impli- y por eso apunta que ante todo se en- ca ciertamente una filosofía de vida que cuentra en él algo que vive, por lo que hay culmina en sentencia moral hacia la ma- que estudiar la vida con la atención que dre: “no siga su capricho”, o su hijo “se merece, por ligera que sea. En el siglo XIX, suicida”. Se trata, no obstante, de un hu- los calendarios fueron publicaciones para mor que no degenera en comicidad por- el pueblo, para ese que resolvía la vida de que se expresa en un texto poético en es- cada día en torno a los festejos religiosos, trofas de seis versos cada una con rima y cuyo eje económico era la agricultura; consonante (AA B CC B). por eso la parte inicial y, en un principio, Es clara la intención que tuvo el autor más extensa de ellos, la constituían el de humillar a las personas que se carac- santoral y las témporas. terizaban de acuerdo con el tipo del “ne- Los calendarios tienen raíces coloniales, ne”. La alusión a los animales en la letrilla desde el siglo XVII se publicaban efemé- mueve a risa porque éstos se humanizan rides o repertorios calculados según tal o al comparárseles con tal personaje; así el cual meridiano; otros eran llamados luna- mono en clara referencia al dicho popu- rios, pronósticos o almanaques. Enrico lar: “La mona aunque se vista de seda, González Martínez, por ejemplo, publicó mona se queda”; o la combinación pollo- en 1606 su Repertorio de los tiempos e gallina que indica por un lado el carácter historia natural de la Nueva España; pero inmaduro del “nene” y, por otro, su actitud María José Esparza consigna en su tesis de cobarde ante la vida, ya que no la enfren- Maestría9 que el calendario inicialmente ta con esfuerzo y trabajo, sino abusando de los recursos que con sacrificios consigue la madre. 9 Los calendarios y la gráfica decimonónica como Cuando se le compara con un podenco: expresión visual del acontecer político y social en México, 1821-1850, tesis de Maestría en Historia del perro sagaz y ágil para la caza, se hace un Arte, director Fausto Ramírez, Facultad de Filosofía juego de efecto desarmónico porque no y Letras. División de Estudios de Postgrado, UNAM.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 85 MARGARITA ALEGRÍA DE LA COLINA se originó como complemento a las guías especiales según a quienes fueran dirigi- de forasteros. dos; así de los agricultores, de los artesanos, Poco a poco dichas publicaciones se de los niños, o de la cocinera mexicana. fueron convirtiendo en especie de revistas También los hubo con el título de alguna con textos de diversa índole, e incluso eran obra o zarzuela de éxito que se publicaba dirigidos a una parte de la población en en ellos por entregas como el Calendario particular; así la de los jóvenes o la de las de D. Simón, el del Tío Canillitas o el de señoritas, con textos alusivos a sus corres- Los Polvos de la Madre Matiana. Se dieron pondientes situaciones de vida. La parte también calendarios temáticos como el femenina de la población fue blanco de Histórico, el Profético o el Científico, o de este tipo de publicaciones. Con algunas va- entretenimiento como el Calendario Mági- riantes, hubo calendarios como el de las co de Suertes con Juegos de Salón editado Señoritas Mexicanas publicado por Ma- por Antonio Venegas Arroyo, y los propia- riano Galván, cuyo primer número apa- mente humorísticos o cómicos como el reció en 1838; pero antes existieron otros Calendario de la Risa o el Cómico, editado como el que José Joaquín Fernández de por José Parra y Álvarez, al que voy a re- Lizardi, el Pensador Mexicano, dio a co- ferirme ahora. nocer en 1824 y al que bautizó como Ca- Lo primero que conviene recordar es lendario dedicado a las señoritas america- que tanto el humor como la comicidad son nas, especialmente a las patriotas. manifestaciones sociales que tienen ca- Por supuesto, la mayoría de los textos racterísticas particulares en cada sociedad incluidos en los citados calendarios tien- y en cada época, analizar este calendario den a reforzar las virtudes de las mujeres me ha permitido confirmar lo anterior, el siempre con apoyo en los valores católi- lenguaje mismo tiene giros propios de esa co-cristianos; pero tienen también otra norma social. En el Calendario Cómico10 finalidad: ir asentando paradigmas de iden- encontramos, por ejemplo, la palabra “al- tidad nacional; es por eso que se integran bur”, al tratarse de este tipo de publicación a ellos textos acerca de la historia y la geo- el lector actual piensa de inmediato en la grafía del México recientemente indepen- picardía mexicana que juega con el doble dizado, en relación con sus monumentos, sentido; pero, luego de leer las dos anéc- sus paisajes, su producción agrícola y, por dotas donde aparece, se puede percatar supuesto, alusivos a la virgen de Guadalupe de su empleo con la acepción de “apuesta” que ya se perfilaba como el símbolo más concretamente en el juego de naipes. fuerte del nacionalismo religioso mexicano. La primera de esas anécdotas centra su No dejan de incluirse artículos sobre comicidad en un juego de palabras debido cultura europea y traducciones de escri- a una confusión fonética; así se narra: tores del viejo continente. Hacia la segun- da mitad del siglo había calendarios para Después de varios albures salió uno una diversidad de públicos lectores. Es- de cuatro contra caballo parza Liberal apunta la existencia de unas 10 200 modalidades distintas a lo largo de la José Parra y Álvarez (1860) Primer Calenda- rio Cómico para 1861, México, Imprenta de Maria- centuria. Como esta misma autora seña- no Villanueva, calle de Capuchinas No. 10, reverso la, empieza a haber calendarios con temas de portada.

86 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA HUMOR Y COMICIDAD EN LA LITERATURA POPULAR DEL SIGLO XIX MEXICANO

— tenga usted la bondad, dijo un la manera en que lo define Bergson “nos concurrente distante de la mesa, a parece un simple juguete en manos de otro, de poner esta media onza al alguien que se divierte a sus expensas”,12 cuarto. activado por medio de un hilillo que en — Con mucho gusto. este caso mueve el lancero. Entre líneas se Y puso la media onza al caballo. A las ha de leer en este texto una moraleja: no cinco cartas vino el cuarto mozo. andes en juegos de azar, no caigas en garras — ¿Me hace usted el favor de recoger de los lanceros. Comicidad moralizante al la onza? fin y al cabo. — ¿Qué onza señor? Lipovestky advierte que las farsas eran — La que he ganado ahora que vino las bromas más apreciadas en los medios mi carta. populares del siglo XIX. El calendario a que — No señor, vino la contraria, perdió estamos haciendo referencia incluye far- vd. sas tragicómicas como la de Fortunato, — Yo fui el cuarto. hombre pobre, maltrecho y feo que que- — Nada de eso, me dijo vd. muy claro riendo sorprender a un tendero y a su hi- “tenga vd. la bondad de poner esta ja para poder casarse con ella y conseguir media onza al cuaco” y al cuaco se su dote, los engaña haciéndolos creer la puse. que es de sangre noble, que tiene en Espa- ña una fortuna heredada, y que pronto se De esto hay mucho cuando se encuentran cumplirá el tiempo de su destierro y podrá lanceros y pichones en las casas de juego. tomar posesión de ella. El suegro, entu- Si hubiera salido el cuaco, esto es, el caba- siasmado con la idea, se gasta en la boda llo, el lancero se armaba y el pichón perdía: casi todo lo que tenía en la tienda y des- vino el cuarto, el lancero se armó y el pi- pués, sin saber cómo pedirle ayuda al chón perdió, porque ésa es la suerte de yerno, vacía licor en el inmueble y prende los pichones. El contexto nos permite en- un cerrillo. Espera que al verlo totalmente tender que el lancero es el jugador exper- arruinado él mismo le ofrezca el apoyo. to y mañoso, mientras el pichón es el Luego de una serie de equívocos, sue- novato, el que siempre pierde. Guilles Li- gro y yerno terminan sincerándose por lo povetsky apunta que en el siglo XIX y que ambos se descubren como trampo- principios del XX, el blanco de las bromas sos, interesados cada uno en la supuesta eran los amigos y vecinos con infortunios, fortuna del otro. Fortunato propone en- con desviaciones respecto a la norma (el tonces pedir un crédito (el suegro aún cornudo por ejemplo).11 puede hacerlo) con la idea de reponer la Esta comicidad burlesca es propia de tienda; solicitar mercancía a proveedores una sociedad basada en valores y el per- y finalmente revender el crédito al conta- sonaje burlesco hace reír a su pesar, sin do y huir dejándole la deuda a quien hu- proponérselo, en ocasiones otros provo- biera caído en su trampa; pero, hecho es- can la diversión a costa suya. El burlado to, el suegro se esfumó y dejó que los hace aquí una especie de fantoche que a

11 Véase Lipovetsky, op. cit., p. 144. 12 Bergson, op. cit., p. 83.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 87 MARGARITA ALEGRÍA DE LA COLINA acreedores le cayeran encima a Fortuna- cuernos. Tipo social que al parecer preocu- to, quien tuvo que cumplir una pena. paba mucho en la época. Con el tiempo fue en busca de Grego- Incluye este calendario también un texto ria, su esposa, la cual luego del incendio titulado: “A la memoria del Gallo Pita- se había ido a vivir con una tía y un primo. górico”. Con tal seudónimo se conoció en Fortunato estuvo chantajeando al primo el siglo XIX al Lic. Juan Bautista Morales hasta que éste y un amigo suyo lo amena- considerado el orientador de la centuria zaron y golpearon. No obstante, con las porque “daba el tono a los artículos de monedas que le habían dado, fue a apostar fondo, dirigía las polémicas y desentrañaba a una casa de juego donde se encontró con donosa ironía, los enigmas políticos y con un lancero peor que él, quien le quitó los cifrados logogrifos del mundo oficial”.14 todo a pesar de que la fortuna, ahora sí, En esta memoria a un individuo que fue parecía favorecerlo. En camilla lo sacaron. reconocido por su humor porque “des- Esta farsa realmente poco hace reír al lec- lizaba sus bromas con la mayor natura- tor actual, ya que basa todo su juego lidad. Afable, atento, como si dijese un cómico entre el nombre del personaje y cumplido”,15 la comicidad está encubier- su verdadera suerte. Así termina: ta por la denuncia que es, sin duda, la in- tención principal, y se consigue con el Ese fue el resultado de su valentía. Los recurso del desenmascaramiento de las médicos del hospital en que le han corruptelas sociales. dado cama aseguran que va a morir- Merced a un juego retórico en el que se del derrame de bilis que le oca- se asume como metáfora la imagen del sionó la reyerta. Acaso a estas horas gallo, que a modo de seudónimo presta su frío cadáver... lágrimas... lágrimas su nombre al Lic. Bautista Morales, siguien- el… el sepulcro… la eternidad… do la dicha metáfora (en este caso dis- ¡Ah… Un final tan patético no puede frazada de prosopopeya), se habla de un menos que hacer caer la pluma de gallo que afila su pico a propósito para nuestras manos. atacar a los corruptos, “los bichos”, que abusan del pueblo. He aquí un fragmento: El relato se titula Un retrato a la pluma,13 título desconcertante que sólo se relacio- ¡Ay Gallo; si tú vivieras! –el pico cómo na con este último enunciado, en el que, afilaras –para dar a tanto bicho –una por cierto, es evidente la moraleja. Hay tunda soberana! –En los cajones le que apuntar que este texto está ilustrado venden –al que pide cambray, man- con litografías que ofrecen a la vista la có- ta, –y todavía le cercenan –dos de- mica imagen de una Gregoria regordeta dos en cada vara–. y carirredonda muy desaliñada. De Fortu- nato sólo aparece el rostro frente a un es- pejo: una cara puntiaguda de nariz exage- radamente larga y cabeza coronada por 14 Enrique Fernández Ledesma (1985) Galería de fantasmas. Años y sombras del siglo XIX, México, FCE, (Biblioteca Joven), p. 37. 13 Calendario Cómico, op. cit., pp. 21-23. 15 Loc. cit.

88 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA HUMOR Y COMICIDAD EN LA LITERATURA POPULAR DEL SIGLO XIX MEXICANO

En los cafés no hay café –por un ojo sión a ésta se maneja el contraste entre la de la cara, –solo infusión de fríjol y apariencia y la calidad. cocimiento de haba […] Hay que decir que en la mayoría de las A bazares de ropa hecha, –quien no páginas del Calendario, las mujeres son el va si es una ganga […] “¿cuánto de- blanco de la burla que mueve a risa; así bo? Veinte pesos, –por ser para us- Gregoria en el relato antes mencionado, ted y vaya –que se lleva usted un traje mismo que, por cierto, remata después –que en Paris se lo envidiaran”. de las memorias del Gallo con un texto Sale el marchante hecho príncipe, breve titulado “El pez por la boca muere”, –contento como unas pascuas: –”Ni del que esta mujer es protagonista. Se los géneros me cobran, –solo la he- habla allí de cómo Gregoria viuda y sola chura es más cara: –no hay duda, los porque el primo “se dedicó a quemar in- hice vivos; –que se amuelen, quien cienso en otros altares”, está reducida a les manda!” –Pero en ese soliloquio una “cuasi imbecilidad, pues no acierta nuestro buen hombre resbala – y ¡rris! a hilar dos ideas, y todo su afán consiste Adiós del vestido; las costuras todas en hacer memorias de su difunto, muy li- saltan y al levantarse, lo que no se sonjeras. No había cosa de que se hablara descose, se rasga. No hay duda que que no la hubiese tenido mejor su difunto”. hoy se tiene –ropa buena y muy ba- Y termina el textito con la consabida rata; pero de tan buena que es, –no alusión al cornudo: hay modo que llegue sana, –por muy cerca que uno viva, desde el bazar Un día pasaban debajo de su balcón va su casa: ya se ve, las cosas buenas– unas vacas de ordeña y una niña que siempre son tan delicadas! había ido de visita con su familia y las […] veía, exclamó: “¡Jesús, mamá! Qué cuernos tan grandes tiene esa vaca ¡Oh Gallo! Si tú vivieras! que va pasando!” “¡Ay! Más grandes ¡Oh Gallo! Si tú cantaras! los tenía mi difunto Fortunato! Qué picotazos que dieras y qué verdades dijeras Aparecen también en el calendario dos tan amargas cuanto claras! imágenes de mujeres vestidas a la usanza de la época, con faldas amponas y sendas Otra vez está la presencia de un animal sombrillas; en la primera, estas damas se humanizado que a través de su pico deja encuentran dentro de un río en actitud de cantar a Bautista Morales acerca de los caminar; en la segunda, aparece una sola abusos y las impunidades que se sufrían de las mujeres quien arrastra un vestido en su tiempo. Hay , por otro lado, una clara hamponcísimo y voltea hacia atrás donde intención de humillar al superfluo ingenuo cuatro perros atacan su falda. Al pié de la que por estar a la moda de París, no se fija primera imagen se lee: “Las crinolinas sir- en la calidad de la prenda que compra, ven muy bien a las señoras para hacer un y ensalzada su vanidad sale a la calle par- paseo por Santa Anita, sin necesidad de tiendo plaza con aquella ropa que al pri- canoa”; mientras que en la segunda ima- mer percance se descose o rasga. En alu- gen se lee lo siguiente: “y son muy útiles

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 89 MARGARITA ALEGRÍA DE LA COLINA también para defenderlas de los perros cómico se ha ido buscando más allá de de rabia”. la ingenuidad, en la malicia, en la burla No deja de hacerse alusión a hombres de situaciones que antaño se respetaban ingenuos o bobos como el que ilustra otra por ser relativas a ámbitos íntimos que litografía y aparece delante de una fuente tenían que ver con el pudor, con lo espi- cuya agua lo moja. Al pie de ésta se lee: ritual y, por tanto, con las emociones y las “Excelente medio para conocer de qué convicciones religiosas, encontrarían estos lado sopla el viento”. En todos estos casos textos humorísticos o cómicos del siglo hay implícita una humillación a los tipos XIX como simples y sosos. sociales correspondientes: el ingenuo y las La risa, lo dijo también Bergson, tiene mujeres quienes por el sólo hecho de ser- su asiento en la sociedad, su función útil lo, son tachadas de vanidosas, superficia- es la social, y aunque quizá la esencia de les e imprácticas. las necesidades, carencias y preocupa- Está también un relato breve en que un ciones del siglo XIX no han cambiado individuo es engañado por cierto ladrón mucho en la actualidad; por ejemplo, la quien le hace creer que está viendo un infidelidad que da lugar a burlarse del eclipse, y mientras le roba la cartera. Humi- cornudo sigue siendo fuente de hilaridad, llación nuevamente al crédulo e ingenuo. los rateros que engañan ingenuos siguen Los calendarios, entonces, no parecen tra- existiendo, así como los confiados en ex- bajar ese humor producto del ejercicio es- tremo que suelen ser blanco de los abusos piritual disciplinado, de vena sublime, sino de los deshonestos audaces. una comicidad seguramente ingeniosa pa- Han cambiado las formas como la so- ra su época, con base en un razonamiento ciedad manifiesta, enfrenta y soluciona di- a la vez lógico y absurdo, que provoca chas situaciones y, por tanto, también la siempre reírse de alguien y se carga hacia manera de hacer burla de ellas, ironizarlas la crítica social o el afán moralizador. o satirizarlas: de hacerlas objeto de hu- Sin embargo, seguramente ni los poe- mor o comicidad. La hilaridad en el siglo mas de Guillermo Prieto ni los textos del XIX, diera lugar a un fino humor o a una Calendario Cómico, aquí analizados, mo- comicidad moralizante, fue un ingredien- verían a risa a los lectores actuales por- te presente sobre todo en las publicacio- que, como señaló Bergson, “lo cómico nes populares; así en la Musa callejera de tiene su asiento en la persona misma, y Guillermo Prieto, como en los calendarios; ésta es la que se lo facilitará todo, mate- publicaciones todas ellas que se encon- ria y forma, causa y ocasión”.16 Me parece traban en la mayoría de los hogares, lo que, en general, las personas de hoy día, mismo que en los puntos más alejados por su contexto y por la forma en que lo del país.

16 Bergson, op. cit., p. 32.

90 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA HUMOR Y COMICIDAD EN LA LITERATURA POPULAR DEL SIGLO XIX MEXICANO

BIBLIOGRAFÍA mírez, Facultad de Filosofía y Letras, Di- visión de Estudios de postgrado, UNAM. Altamirano, Ignacio Manuel (1949) La li- Parra y Álvarez, José (1860) Primer Ca- teratura nacional. Revistas, Ensayos, lendario Cómico para 1861, México, Biografías y Prólogos, t. II, ed. y pról. de Imprenta de Mariano Villanueva, ca- José Luis Martínez, México, Ed. especial, lle de Capuchinas No. 10, reverso de (Colección de Escritores Mexicanos). portada. Bergson, Henri (1985) La risa, Madrid, Sar- Prieto, Guillermo (1985) Musa callejera 3ª pe (Los grandes pensadores). ed. y pról. de Francisco Monterde, Mé- Fernández Ledesma, Enrique (1985) Ga- xico, Porrúa (“Sepan cuántos…”, 198). lería de fantasmas. Años y sombras del Salvat Editores (1973) “Humor, comicidad, siglo XIX, México, FCE (Biblioteca Joven). risa”, en El humorismo, Barcelona, Salvat. Lipovetsky, Gilles (2002) La era del vacío, trad. Joan Vinyoli y M. Pendanx, Barce- lona, Anagrama (Compactos, Anagrama). FUENTE ELECTRÓNICA Esparza, María José. Los calendarios y la gráfica decimonónica como expresión http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/ visual del acontecer político y social en estudio07/sec_43.html México, 1821-1850, tesis de Maestría http://www.tebeosfera.com/Documento/ en Historia del Arte, director Fausto Ra- Articulo/Lipovetsky/teoria.h.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 91

DOS TEMAS EN LA POÉTICA DE RUBÉN BONIFAZ NUÑO

Alejandra Herrera*

E n general, el lenguaje que utiliza el línea que le haga vibrar y sentirse acom- poeta es el mismo que emplea el hombre pañado en su intransferible y complejo de la calle, el comerciante, el ama de casa, mundo interior. etcétera; es también el lenguaje balbu- Para Paul Valéry: ceante del niño, y es también el mismo que utiliza el científico. El genio del poeta Es importante oponer tan claramente radica en construir una frase excepcional como sea posible la emoción poética que produzca la sensación de eternidad y a la emoción ordinaria. La separación espacio trascendente, a través del lengua- es bastante delicada de realizar, pues je vulgar y desgastado de todos los días. El nunca se ha cumplido en los hechos. lenguaje para él es un fin en sí mismo; para Siempre encontramos mezclados con los demás, una herramienta desgastada la emoción poética esencial la ternu- que a medias permite la comunicación. Así ra o la tristeza, el furor, el temor o la el poeta parte de cero con un medio esperanza; y los efectos particulares expresivo manido que habrá de reordenar del individuo no dejan de combinarse para que cumpla con la función poética: con esta sensación de universo, que nombrar lo que el lenguaje cotidiano no es característica de la poesía (Teoría permite expresar. poética y estética, p. 137). Ahora bien, ¿qué quiere expresar el poeta?, ¿qué emoción es digna de aparecer En las siguientes páginas pretendo acer- en el poema? Quizá una posible respuesta carme a dos poemas, el 24 y el 27 del libro a estas preguntas sea la tensión que logra Los demonios y los días [1956], del poeta el poeta a través de una imagen sensible mexicano Rubén Bonifaz Nuño. Su amplio entre una emoción individual, la suya, y dominio del mundo greco-latino es de so- una que atañe al hombre en general. De bra conocido, baste mencionar sus traduc- ahí que aquél deba filtrar su emoción, ciones de autores clásicos. Simultáneamen- eliminar lo accidental y circunstancial para te su interés por la cultura prehispánica, que el lector encuentre en sus versos una queda testimoniado en sus ensayos y cuen- tos. Maestro y renombrado humanista, Bo- * Departamento de Humanidades, UAM-A. nifaz Nuño también presenta una vasta

[93] ALEJANDRA HERRERA obra poética. Mi interés en los mencio- con el espacio de lo oculto, lo indecible, y nados poemas se debe a que encuentro del “milagro”; o bien, con la musa inspira- en ellos el manejo del lenguaje con toda dora, la voz misteriosa que dicta el poema. su fuerza expresiva y la tensión necesaria Quizá una parte sea así, pero tal vez lo de la emoción poética y, finalmente, res- más importante en la creación poética sea puesta a dos temas fundamentales de la el propio oficio de escribir, el cual tiene poética del autor: ¿cuál es la función de un alto costo. la poesía? y ¿para quién escribe el poeta? En una carta que Arthur Rimbaud es- Iré por partes. El poema 27 inicia con cribe a Paul Demeny, se lee la siguiente una afirmación contundente y en apa- afirmación, más bien se trata de un riencia soberbia: “Siempre ha sido mérito mandamiento: del poeta/ comprender las cosas [...]” Dicho así, el poeta parece ser un elegido, El primer estudio del hombre que sólo él puede llegar a la quintaesencia de quiere ser poeta es el de su propio lo real; los otros, no. Transcribo la estrofa conocimiento, de un modo total. Co- completa para mostrar esa superioridad: mienza por buscar su alma, la exa- mina, la palpa, la comprende [...] El Siempre ha sido mérito del poeta poeta se convierte en vidente en comprender las cosas; sacar las cosas virtud de un largo, inmenso y razo- como por milagro, de la impura nado trastorno de todos sus sentidos. corriente en que pasan confundidas, Tiene que buscar todas las formas de y hacerlas insignes, irrebatibles amor, de sufrimiento, de locura [...] frente a la ceguera de los que miran. de ahí que se convierta, entre todos (De otro modo lo mismo, p. 144) los otros hombres, en el gran enfer- mo, en el gran criminal, en el gran Visto así, el poeta es el vidente, el que ve maldito..., ¡pero también en el sabio el orden superior del universo. Su cono- supremo! [...] y aun cuando, demen- cimiento es cósmico y su poder reside en te, termine por perder la comprensión comprender el mundo y mostrarlo a los de sus visiones, ¡el caso es que las ha que ven sin mirar: los ciegos. El poeta no visto! Que reviente, en medio de los se queda en la superficie, va a la esencia saltos que da entre cosas inauditas e de las cosas, y así es como llega a los temas innominables; ya vendrán otros ho- fundamentales de toda existencia. Sin rribles trabajadores que comenza- embargo, la voz de Bonifaz Nuño no se rán por los horizontes donde el otro incluye en el poeta descrito, por eso utiliza se ha derrumbado (“El poeta como la tercera persona, para hablar de alguien vidente”, p. 402). que no es él. Es una verdad a medias la que se sos- La descripción que hace Rimbaud del tiene en los siguientes versos: “[...] Sacar oficio del poeta, quizá a muchos les pa- las cosas/ como por milagro, de la impura/ rezca exagerada. Tal vez no se puede sufrir corriente en que pasan confundidas [...]”, tanto; pero pensemos: quién es capaz de pues el terreno de la poesía siempre se traducir en palabras algo que siente, algo relaciona, aunque sólo sea en apariencia, que surge de la más absoluta entraña; y

94 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA DOS TEMAS EN LA POÉTICA DE RUBÉN BONIFAZ NUÑO ahí está la hoja albeando, esperando, y una apariencia, ajeno” (El amor, el sueño y la pluma incapaz de mancillarla, por qué pa- muerte en la poesía mexicana, pp. 11-12). ra qué, si sólo hay unas cuantas frases Así, quién puede sentirse distante de la confusas que alteran la emoción sentida y soledad que enuncia la segunda estrofa y la nítida conciencia sobre ella. ¿No es un en la que Bonifaz Nuño deja la tercera costo? ¿No es una forma de sufrimiento persona de la anterior y asume ahora el querer nombrar y no poder? nosotros, la primera del plural, para ha- Sobre todo cuando se tiene la plena cernos partícipes de su emoción. Por conciencia de que habrá un otro involu- cierto, el autor la comienza con una fra- crado que será un lector. Quizá Rimbaud se que hace evidente el trabajo de maes- sólo se refiera a los poetas cuando nombra tro que durante tantos años ejerció: a esos “horribles trabajadores” que como ha ocurrido históricamente continúan con Por ejemplo: todos nos sentimos la obra del poeta que se derrumba, es mordidos por algo, desgastados decir, la obra poética de la humanidad, la por innumerables bocas sin fondo; memoria integral del hombre; sin embar- algo sin sentido que nos deshace. go, a mí me parece que se trata también Preguntamos. Nadie responde del lector, pues es él quien reconstruye e (Bonifaz Nuño, loc. cit.). interpreta al infinito el poema, quien lo reaviva y concluye sólo momentánea- Aquí está, no importa quién, cualquiera mente, pues como afirma Borges en su que siente la más total soledad. Ese ser solo “Otro poema de los dones”: “[...] el poema con su sentimiento “algo sin sentido que es inagotable/ y se confunde con la suma nos deshace”, absurdo, pero real por- de las criaturas/ y no llegará jamás al último que le devora a través de esas “innume- verso/ y varía según los hombres [es decir, rables bocas sin fondo”. Balbuceante se sus lectores]” (Nueva antología personal, quiere nombrar, preguntar por él, pues de p. 42). lo que se trata es de sentir compañía, Por eso el compromiso del poeta es de hermanarse con alguien en el páramo mayor, pues sabe que una vez terminado solitario. No hay respuesta. En ese desam- su poema, éste adquirirá una vida propia, paro el poeta continúa: y contendrá en sí emociones y referencias que a su autor ni siquiera se le ocurrieron, Pero hay alguien: saca la cara negra cada lectura será una reconstrucción, pero sobre la corriente de su río para que esto ocurra, habrá de enfrentar de renglones cortos, un complicado proceso: la escritura. Jai- respira y nos dice: “¿Qué es nuestra me Labastida da fe de esta inquietud: “[...] vida ese perro doméstico, el lenguaje, se más que un breve día?”, y entonces, encoleriza y nos persigue en las cumbres tocados de golpe, comprendemos: peladas del insomnio cuando, a la bús- sabemos que somos heno, verduras queda del giro preciso, el poeta cumple la de las eras, agua para la muerte función heroica de traducir en el poema (loc. cit). las experiencias que identificará como propias otro hombre que antes le era, en

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 95 ALEJANDRA HERRERA

Ese alguien es el poeta, quien abrumado Lo anterior lo completa la siguiente por las profundidades que toca, sumergi- afirmación de Ezra Pound: “El artista serio do en el río de palabras a las que habrá de es científico en tanto presenta la imagen regresar su sentido original, por fin saca la de su deseo, de su odio o de su indiferencia cara de esta agua que le ahoga y atina a justo como eso: una imagen de su deseo, decir, a enunciar un tema socorrido a lo su odio o su indiferencia. Cuanto más pre- largo de la historia: el tiempo es breve y la ciso su registro, más perdurable su obra vida más. Aquí Bonifaz Nuño se distancia de arte (El artista serio y otros ensayos lite- del poeta, no es él quien habla, incluso rarios, p. 39). Y al fin se escucha por pri- utiliza las comillas para indicar que cita al mera vez en el poema la voz del poeta, la “poeta” y entonces se vuelve parte del de Bonifaz Nuño, quien asume la primera lector, se incluye y nos incluye porque persona para hablar de él, cuestionarse y “comprendemos”. La verdad ya expresa- ‘sacudirse’: da en el poema trasciende al poeta, y de golpe nos vemos frágiles y desamparados: ¿Qué hago, qué digo, qué estoy sólo somos eso: “agua para la muerte”. No haciendo? hay retorno a la inocencia. Como diría Es preciso hablar, es necesario Rimbaud hemos contemplado la verdad. decir lo que sé, desvergonzarme En la siguiente estrofa Bonifaz Nuño y abrir mis papeles chamuscados sigue hablando en tercera persona: en medio de tantas fiestas y gritos. (Bonifaz Nuño, loc. cit.) Y no sólo el tiempo: los poetas nos han enseñado la amargura, No basta describir lo que otros han hecho, el placer, el gozo de estar libres, es necesario que uno haga, en este caso el y el viento y las noches y la esperanza poeta… y que pague el precio. Hay que [loc. cit.]. desnudarse y exponer el alma, por eso es necesario despojarse de ese gran inhibi- Entonces no todo es conciencia de la dor que es la vergüenza, sacar del fuego o muerte y sufrimiento. El poeta, ese gran del bote de basura los poemas y mostrarlos. maestro, enseña la parte luminosa de la Esa es la tarea del poeta: hacer una pausa vida: la libertad, el viento, la esperanza: para que cese el vértigo, quitar el pie del todas esas sensaciones que privilegian los acelerador, hacer a un lado la fiesta en la momentos de sentirse vivo. No es la liber- que no ocurre, sino el aturdimiento de los tad y el viento explicados como fenóme- gritos, la falta de sustancia, y decir lo que nos o conceptos, sino el choque de éste debe ser oído, aunque otros ya lo hayan con la piel, la inmensa alegría de tropezar hecho, por eso “De otro modo lo mismo”. inadvertidamente con la emoción de ser La imagen, la forma, es la clave. libre y sentirse gloriosamente parte de la Es entonces cuando la voz poética des- humanidad, de los otros, de nosotros para cubre su camino: quienes el poeta escribe y convoca en una síntesis inusual a nuestros sentidos y a nues- Y prestar mis ojos, imponerlos tra conciencia y por ello es un maestro. detrás de las máscaras alegres para que permitan y compadezcan,

96 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA DOS TEMAS EN LA POÉTICA DE RUBÉN BONIFAZ NUÑO

y miren y quieran, y descubran [...] Bonifaz se ha mantenido cons- que estamos desnudos, que no tante en el cultivo del poema como tenemos un todo orgánicamente estructurado. (loc. cit.). Con frecuencia, por ello, sus poemas revelan el sentido de que están pre- El fin último del poema es alcanzar al otro, ñados hasta el último verso y descu- por eso la escritura tiende redes, y para bren la intención de ser, enteros, una hacerlo el poeta impone sus ojos para que sola metáfora [...] Insisto: muchos de los ciegos vean por debajo de la superficie los poemas de Bonifaz carecen de las cosas, de “las máscaras alegres”. Des- de imágenes resplandecientes; pero, pués de la lectura el sujeto no permanece a cambio de ello, son joyas de ver- igual, algo tocado íntimamente lo transfi- sificación, coherencia y armonía (J. gura, ya sea porque contempla una verdad Labastida, op. cit., p. 71). nunca dicha, sólo a veces intuida, o porque se contagia de una emoción imposible de El cierre del poema es fundamental en la nombrar. El poeta se funde con los otros a estructura del mismo, sin éste no se logra través de la lectura, a través del “nosotros”, el efecto que el poeta busca generar en el el “yo” en plural. Y sólo ahora, yo lector, lector, un mal final termina con todos los me reconozco en la esencia de los otros, aciertos expresivos que sostienen el texto, y descubro el desamparo, mi desnudez, y pues de lo que se trata es de ejercer en el me deslumbra el enorme contenido de sujeto lo que Paul Valéry describe de es- un frase tan sencilla y contundente: “que te modo: no tenemos”. Pero ¿quién es ése?, ¿a quién quiere en- La poesía debe extenderse a todo el señar el poeta? Pues, como ya señalé en ser; excita su organización muscular líneas anteriores, para que se complete el con los ritmos, libera o desencadena proceso poético hace falta un lector, pues sus facultades verbales de las que será él quien reconstruya y dé sentido a la exalta el juego total, le ordena en existencia del poema. Rubén Bonifaz Nuño profundidad, pues trata de provocar responde contundentemente a esta pre- o reproducir la unidad y la armonía gunta, en el poema 24 del libro aquí citado. de la persona viviente, unidad extra- No se refiere a cualquier lector, él delinea ordinaria, que se manifiesta cuando el perfil de quien habrá de recibir su obra. el hombre es poseído por un senti- Lo primero que sobresale en este poe- miento intenso que no deja de lado ma y llama la atención, es su estructura ninguna de sus potencias (P. Valéry, gramatical. Se trata de una enumeración op. cit. p. 152). de objetos indirectos en los que se descri- ben las peculiaridades de una serie de in- El placer y el sufrimiento son emociones dividuos, mismos que sólo cobran sentido que trascienden a los hombres, el primero al final del poema cuando el sujeto, la voz se acompaña con un sentimiento de li- poética declara su acción. Y aquí viene a bertad y fuerza que ubica al sujeto en una cuento lo que Jaime Labastida expresa nueva atmósfera, en la que todo es posible, sobre la poesía de Bonifaz Nuño: en ella sólo se anuncia el bienestar. El

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 97 ALEJANDRA HERRERA sufrimiento, no. Muy por el contrario, limi- supieron que no se cumpliría ta al sujeto, lo paraliza. La impotencia de la cita, y volvieron despreciándose; escapar de una situación determinada para los que miran desde afuera, abruma de tal manera que el mundo es de noche, las casas iluminadas, vivido como cárcel. Pero también, es en y a veces quisieran estar adentro: estos momentos de íntimo dolor, cuando compartir con alguien mesa y cobijas ocurren los prodigios; el ser sufriente es o vivir con hijos dichosos; capaz de mostrar su grandeza, de her- y luego comprenden que es necesario manarse con los otros, de medir su calidad hacer otras cosas, y que vale al levantarse y recomenzar; y es justamente mucho más sufrir que ser vencidos; a éstos, a los que conocen desde dentro esta sensación, a los que se prueban en el para los que quieren mover el mundo dolor, a quienes Bonifaz Nuño dedica y con su corazón solitario, dirige su poema. Lo transcribo completo los que por las calles se fatigan para que pueda apreciarse la inmejorable caminando, claros de pensamientos; estructura del mismo: para los que pisan sus fracasos y 24 siguen; Para los que llegan a las fiestas para los que sufren a conciencia ávidos de tiernas compañías, porque no serán consolados, y encuentran parejas impenetrables los que no tendrán, los que pueden y hermosas muchachas solas que dan escucharme; miedo para los que están armados, escribo –pues uno no sabe bailar, y es triste–; (Bonifaz Nuño, op. cit., pp. 140-141). los que se arrinconan con un vaso de aguardiente oscuro y melancólico, Como puede verse, el poema es redondo, y odian hasta el fondo su miseria, no sobra nada, no falta nada, su enorme la envidia que sienten, los deseos; fuerza expresiva sacude al lector, pues lo para los que saben con amargura que está aquí, es una selección, no se dirige que de la mujer que quieren les a todos, es una declaración de principios queda de lo que debe ser su lector. No se tra- nada más que un clavo fijo en la ta de aquel que se pierde en el grito insus- espalda tancial de la fiesta, al que no le interesa la y algo tenue y acre, como el aroma esencia de las cosas porque vive a gusto que guarda el revés de un guante detrás de su “máscara alegre”. olvidado; El que vive conforme con su vida y con el orden social y que, por lo tanto, es para los que fueron invitados incapaz de cuestionar y cuestionarse. A una vez; aquellos que se pusieron Bonifaz Nuño le importa otro lector: el que el menos gastado de sus dos trajes conoce su alma: lo luminoso y lo obscuro, y fueron puntuales; y en una puerta, el que vive en el margen porque ha sido ya mucho después de entrados todos, rechazado, excluido del grupo y que no

98 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA DOS TEMAS EN LA POÉTICA DE RUBÉN BONIFAZ NUÑO encuentra compañía y, aunque le duele, BIBLIOGRAFÍA INDIRECTA tiene la conciencia de sí, y eso de verdad, ese valor, no tiene precio. Borges, Jorge Luis (1983) Nueva antología En realidad, el lector a quien se dirige personal, 2ª edición, Barcelona, Bru- Bonifaz Nuño es el lector de poesía, a guera, (Libro Amigo). aquel que se ha dejado “enseñar” y que Heidegger, Martín (2001) Arte y poesía por eso no se permite soslayar su concien- México, FCE, (Breviarios, 229). cia, una conciencia de que el hombre está Labastida, Jaime (1974) El amor el sueño y solo y de que sólo en contados momentos la muerte en la poesía mexicana, Mé- la vida toma color gracias a esa libertad xico, Novaro. que da el autoconocimiento; o que de Pound, Ezra (2001) El artista serio y otros veras se ilumina por esos breves momen- ensayos literarios México, Universidad tos prodigiosos que da el amor, o a otros Nacional Autónoma de México. más durables como son la amistad, o la Rimbaud, Arthur (1982) “El poeta como experiencia de la otredad, que se ofrecen vidente” en Adolfo Sánchez Vázquez, en la copa o el café compartidos, y que Antología. Textos de estética y teoría del por momentos, sólo por momentos nos arte México, UNAM (Lecturas Univer- hacen olvidar “que no tenemos”, “que sitarias, 14). estamos desnudos”. Valery, Paul (1990) Teoría poética y estética Madrid, Visor, 1990 (La Balsa de la Medusa, 39). BIBLIOGRAFÍA DIRECTA

Bonifaz Nuño, Rubén (1979) “Los de- monios y los días [1956]” en De otro modo lo mismo, México, FCE, (Letras Mexicanas).

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LA IDENTIDAD FEMENINA –¿HISTORIA DE UN FRACASO?–

María Luisa Domínguez* y Christine Hüttinger**

E l interés por el presente trabajo surgió política relativas, con un bienestar social de la inquietud de comparar y analizar la y su ruptura posterior. En el caso de la lite- imagen de las protagonistas femeninas, ratura mexicana se observa el fenómeno plasmada tanto en la literatura mexicana de la búsqueda de la identidad nacional, como en la austriaca, escrita por mujeres. una tendencia que igualmente vemos en También había curiosidad por ver si en la la literatura austriaca de los años cincuenta. comparación de textos literarios de países Cronológicamente, la posición de la mu- con contextos históricos, sociales, cultu- jer en la sociedad, sus inquietudes y sus rales y geográficos tan distintos entre sí, posibilidades van cambiando en las dis- podíamos encontrar similitudes y, en su tintas autoras a lo largo del periodo anali- caso, en qué radicaban las diferencias. Los zado, pero siempre queda al margen. El textos fueron escritos entre 1957 y 2003 y hombre es el motor del cambio, no la mu- están enmarcados por dos acontecimien- jer. El campo está idealizado en el sentido tos históricos que tienen relevancia en to- de que los eventos desagradables que dos ellos, es decir, la Revolución Mexica- sufren las protagonistas ocurren en la ciu- na y el Nacionalsocialismo. dad. En el caso de los textos austriacos se Llama mucho la atención que todos los puede constatar que el campo y la vida en textos mexicanos tengan como punto de las aldeas se concibe, de alguna forma, referencia obligado la Revolución, como como laboratorio y microcosmos de cuyo el acontecimiento histórico decisivo para análisis se desprende una mejor compren- este país, así como que todos los textos sión de las relaciones humanas en general. austriacos evocan el Nacionalsocialismo Ahora bien, las protagonistas, indepen- como trauma fundador de esa sociedad. dientemente de su cultura y de su educa- A la vez, el contexto histórico social del ción, siempre se ven determinadas por el que surgen los textos en ambos países está comportamiento de los hombres hacia marcado por una estabilidad económica y ellas; es decir, la relación entre hombre y mujer se presenta como de poder, en la cual la mujer, necesariamente, tiene que * Departamento de Investigación, Escuela Berta von Glümer. someterse. Los roles sociales asignados y **Departamento de Humanidades, UAM-A. posibles para las mujeres se presentan, en

[101] MARÍA LUISA DOMÍNGUEZ / CHRISTINE HÜTTINGER el caso mexicano, de una manera más El rasgo de la identidad femenina plasma- matizada que en la literatura austriaca en do en ambas obras es que la mujer no la cual se concibe a la mujer tan solo como trasciende por sí misma, sino sólo por su esposa y madre. En los textos mexicanos devoción hacia los demás. Rosario Caste- se ve toda la gama de la legitimidad de las llanos nació en la Ciudad de México, pero relaciones de pareja, que abarcan a la es- vivió su niñez y adolescencia en Comi- posa, la amante, la querida, la cusca y la tán, Chiapas. Su novela, de tema indige- puta; las solteras, para ser honorables, de- nista,2 Balún-Canán, posee según los crí- ben conservarse vírgenes. ticos, rasgos autobiográficos. En el poema Una parte de las obras analizadas perte- titulado Entrevista de prensa,3 la escritora nece a corrientes literarias importantes en responde al reportero respecto a su mo- su época. Para el caso mexicano habría que tivación de escribir, con la descripción de mencionar la pertenencia de la obra de ser una “pequeña que no existe, no pro- Rosario Castellanos a la “tendencia indige- yecta sombra, no arroja peso en la balan- nista” y la de Elena Garro al “realismo má- za y su nombre es de los que se olvidan”, gico”, dos corrientes literarias privativas de que encaja perfectamente con la narra- Latinoamérica. También en los textos aus- dora de la primera y la tercera parte de la triacos se percibe el impacto de las co- novela, una niña de siete años, cuya es- rrientes literarias en boga, si bien estas tatura apenas alcanza las rodillas del pa- autoras aceptan la influencia de escuelas dre. Desde esta perspectiva ve y nos como el surrealismo y el pop-art. explica el mundo con su voz infantil. Por otra parte, la narración de La pared se presenta desde la perspectiva de una BALÚN-CANÁN/LA PARED mujer adulta, anónima. Una mujer se en- cuentra, de repente, aislada del mundo por si Díos quiere cebarse en mis hijos ¡Pero no un enigmático muro invisible que la se- en el varón! ¡No en el varón! La mujer sólo vale para del resto de la humanidad. El relato cuando pare un hijo varón. ROSARIO CASTELLANOS, Balún-Canán comienza con la descripción de unas con- diciones de viaje bastante banales: una y trajo un aire de orden en este gran excursión de fin de semana, una cabaña desorden que irrumpió sobre mí.1 en las montañas para la caza que lleva a En el aislamiento radica la salvación. la autora a inscribir el relato en una cultura MARLEN HAUSHOFER, La pared

Las dos novelas se sitúan en el ámbito rural 2 de sus respectivos países, México y Austria. Este género se cultiva principalmente en países como Perú, Bolivia, Ecuador y México, cuyo índice de población indígena es elevado. Los indígenas son 1 “...und brachte einen Hauch von Ordnung in vistos por los narradores como las víctimas más die grosse schreckliche Unordnung, die über mich indefensas de la justicia social imperante en América. hereingebrochen war“ Marlen Haushofer (1991),Die Sobresalen las novelas Raza de bronce de Alcides Wand, Roman, München, Deutscher Taschenbuch- Arguedas, Huasipungo de Jorge Icaza, El mundo es verlag p. 25 (en lo sucesivo citado como DW). Las ancho y ajeno de Ciro Alegría, y Los ríos profundos traducciones al español de los textos literarios que de José María Arguedas. se citan en este artículo fueron realizadas por Chris- 3 Rosario Castellanos (1972) Poesía no eres tú, tine Hüttinger. México, FCE (Letras Mexicanas), p. 293.

102 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA LA IDENTIDAD FEMENINA –¿HISTORIA DE UN FRACASO?– material, en una confirmación del Yo pro- remotos han sido convertidos en cultiva- pio en los rituales de la cotidianeidad. Del bles. Esa actitud de imposición ante la na- otro lado de la pared, todo está muerto, turaleza caracteriza también a la prota- ella parece ser la única sobreviviente de gonista de la novela que no tiene nombre, esta catástrofe que se desató de mane- al igual que dos de los personajes princi- ra inesperada. pales en La pared de Rosario Castellanos, Poco a poco se reúnen con la mujer es decir la niña y la nana. otros seres vivos, animales con quienes for- Los rasgos étnicos y sociales del paisa- ma una familia muy extraña. Es aquí don- je en Balún-Canán están determinados de comienza el relato de una lucha por la por el estado de Chiapas, en el extremo supervivencia, en la que esta mujer inten- sureste de la República Mexicana. En la ta sobrevivir apoyándose en una agricul- región de los Altos, ubicada en la cadena tura primitiva. La esfera de cristal de su montañosa central, la mayoría de los mu- existencia autónoma se destruye, repen- nicipios se consideran como predomi- tinamente, por la aparición de un hom- nantemente indígenas mientras que los bre que mata a su perro y a su toro antes ladinos se concentran en los asentamien- de que ella tome el arma y lo mate de un tos urbanos. Ha sido un estado aislado no disparo. El medio rural donde se desarrolla sólo geográfica sino también socialmente. esta novela, le sirve a Haushofer de labo- Balún-Canán es, además del título de la ratorio para “demostrar” cómo sobrevive novela de Castellanos, el nombre maya de este personaje femenino, sin injerencia la ciudad de Comitán. Se trata de una obra humana alguna. dividida en tres partes, cada una precedida Se trata del ambiente rural típico de por un epígrafe tomado de textos mayas Austria, un espeso bosque de pinos en el antiguos (el Popohl Vuh, el Chilam-Balam que se encuentra una pequeña cabaña; de Chumayel y los Anales de los Xahil), lo un claro en ese bosque servirá a la prota- que lo enraiza en la tradición. Se trata de gonista como huerta para cultivar man- una tradición que explica por qué la tierra zanas, ciruelas, papas, ejotes y otros co- debe regresar a sus dueños originales, a los mestibles, al lado hay una pradera, de que fueron desposeídos de ella, a quie- importancia vital pues allí pasta la vaca, lo nes la conocen y la respetan como ma- mismo que de allí se almacena, para el dre nutricia: invierno, el pasto que garantizará la vi- da de este animal. Arriba en la montaña, Cavamos, herimos a nuestra madre, donde se llega después de un ascenso di- la tierra. Y para aplacar su boca que fícil, el pastoreo es durante el verano; ésta gemía, derramamos la sangre de un es la austeridad y sencillez de las condi- animal sacrificado: el gallo de fuertes ciones de vida de esta mujer. espolones que goteaba por la herida El paisaje habla un lenguaje expresivo, del cuello (1976: 125). el de la aculturación de los espacios ha- bitados por el hombre en Europa Cen- César Argüello, en su calidad de primo- tral, un espacio domesticado en la lucha génito, heredó la finca de Chactajal. Argüe- contra la inclemencia y las adversidades llo posee unos documentos escritos en del clima, donde hasta los rincones más español por un indígena, quien siguiendo

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 103 MARÍA LUISA DOMÍNGUEZ / CHRISTINE HÜTTINGER las órdenes del padre de Argüello, haría jería, la religión (el efecto que provoca en que con ellos el hijo probara la antigüedad los niños el horror hacia Catashaná y el y la extensión de estas propiedades, pero temor hacia Dios y el Infierno los conduce César Argüello ha olvidado que antes de a robar la llave del oratorio para impedir “pertenecer” a su familia, esas tierras fue- que los obliguen a hacer la primera co- ron de los indígenas. munión) y una tercera muerte, cuya causa ignoramos y llega hasta nosotros gracias a Éste es el potrero del panteón. Lo la conversación que sostienen Vicenta y llaman así porque cuando estábamos Rosalía, dos criadas: “Yo sé quien hizo que posteando para tender las alambradas muriera el niño Mario. No fue doña Nati. se encontró un entierro de esquele- Ni tampoco los brujos de Chactajal, como tos y trastos de barro [...] los libros dice don David. Yo conozco quien dejó dicen que todo este rumbo es zona que muriera el niño” (p. 283). Pero los lec- arqueológica y podíamos descubrir tores nunca sabremos qué nombre dice ruinas muy importantes. Pero la única Vicenta, porque la niña se va corriendo al ruina iba a ser la mía si descuidá- patio en ese preciso momento. bamos el trabajo para dedicarnos a A pesar de que esta niña es la primo- abrir agujeros [...] tuve que regalarle génita de César y Zoraida Argüello, no tie- los tepalcates que desenterramos. Se ne la misma importancia que su hermano, los levó a Nueva York y desde allí me el varón,4 y lo sabe muy bien. Haber na- mandó un retrato. Están en el Museo cido mujer la conduce a la culpa y al re- (1976: 81-2). mordimiento porque, al no haber revela- do el secreto que estaba matando al César lucha por conservar su finca, amena- hermano, permitió que éste falleciera. Ín- zada por la reforma agraria, pues es la timamente relacionada con la niña, en- herencia de Mario. Y como Mario es el úni- contramos a la nana, una india tzeltal, co obstáculo que se interpone para resta- guardiana de la tradición, encargada de blecer el equilibrio: transmitir a la niña leyendas inmemoriales. Zoraida Solís, la madre de Mario y de la Los ancianos de la tribu de Chactajal niña, es hija de una viuda pobre. Aceptó se reunieron en deliberación. Pues el matrimonio con César Argüello para salir cada uno había escuchado, en el se- de la miseria. La relación con su marido creto de su sueño, una voz que decía: no es de compañeros, sino exclusivamente “que no prosperen, que no se per- de ama de casa y madre de sus dos hijos. petúen. Que el puente que tendie- ron para pasar a los días futuros, se 4 rompa”. Eso les aconseja una voz La palabra varón proviene del latín vir-viri, hombre (por oposición a mujer) y está relacionada como de animal. Y así condenaron a con vivis que significa fuerza física, vigor, potencia, Mario [...] Los brujos se lo están em- energía, y con virtus-virtutis, conjunto de cualidades pezando a comer (1976: 230). propias de la condición de hombre, virtud. Por el contrario, la palabra mulier-mulieris, mujer, está relacionada con mollis-molle que significa flexible, La novela muestra, entretejidas, tres versio- suave, blando, delicado, tierno y, en su connotación nes acerca de la muerte de Mario: la bru- más peyorativa, debilidad de carácter.

104 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA LA IDENTIDAD FEMENINA –¿HISTORIA DE UN FRACASO?–

Es un personaje romo, cuyas principales más, antes su familia, en la actualidad los características son ser ignorante y sumisa; animales que están a su cargo. Esa respon- su mayor virtud, ser honrada, y su mayor sabilidad la interpreta como una enaje- mérito, el haber dado a luz un hijo varón. nación, como una imposibilidad para po- Acude a todos los medios para salvar la der llegar a una autenticidad verdadera. vida de su hijo. Pero ni la brujería ni la re- Su vida pasada la siente ajena, marcada ligión ni la medicina son suficientes para por circunstancias en que ella no tiene nin- evitar “la maldición de los brujos”. guna incumbencia. Hay un paralelismo En esta relación simbiótica, cuando el con su situación actual, ahora es la pared niño muere, la madre eclipsa. El interés la que la separa de una vida plena y de Zoraida por trascender está totalmente “normal”. cubierto por la maternidad; mientras que El papel particular de la mujer en la para César, el hijo es un eslabón de la ca- sociedad se deriva de la aceptación de dena Argüello cuyo destino es heredar la responsabilidades, que es una imagen finca que él recibió de su padre y permitir tradicional. Pero detrás de la integración que se perpetúe el apellido y el mayorazgo. social amenazan el vacío, el malestar, el Si el sometimiento de la ladina es humi- aburrimiento. “Solamente tenía que com- llante, nada se compara con las vejaciones portarme silenciosamente y sobrellevar- que recibe la indígena, encarnada en el lo. Ciertamente no era el primer día en mi personaje de Juana, “una sombra sin vo- vida que tenía que sobrevivir de esta luntad”, la esposa de Felipe. Como no pu- manera” (DW: 23).5 La vida en la sociedad do tener hijos porque un brujo le secó el está enajenada, no existe posibilidad al- vientre, vivía agradecida de que su espo- guna para poder llegar a la autenticidad. so no la despreciara por ello, cuando Juana La meta, el sentido de la vida nunca se quiso interceder por Felipe ante el patrón, alcanzará, la utopía no se realiza. “Mientras para que se le perdonara el haberse ausen- que exista yo, perseguirás (Luchs) mis tado del trabajo por andar encabezando a huellas, hambriento y lleno de añoranza, los rebeldes, Felipe “le pegó y le dijo como yo misma persigo huellas invisibles, cuidado y volviera a saber que ella seguía hambrienta y llena de añoranza. Ninguno en esas andanzas, porque la iba a aban- de los dos nunca atraparemos nuestra donar. Y así tenía que ser, así debió haber presa” (DW: 97).6 sido desde hace mucho” (1976: 174). También en el aislamiento radical re- El personaje principal de la novela de presentado por la pared existe pena, tra- Haushofer se refiere a la aparición de la bajo excesivo, la lucha por el día siguiente. pared, a menudo, como a una catástrofe, pero parece que la vida anterior se percibía 5 aún más angustiante y estropeada. La vi- “Ich musste mich ganz einfach still verhalten und ihn einfach überstehen. Es war ja nicht der erste da se ve como una carga que la mujer Tag in meinem Leben, den ich auf diese Weise acepta para poder sobrevivir en la socie- überleben musste” (DW: 23). dad. Esta carga es el resultado de la pre- 6 “Solange es mich gibt, wirst du [Luchs] meine ocupación y de la responsabilidad por el Spur verfolgen, hungrig und sehnsüchtig, wie ich selbst hungrig und sehnsüchtig unsichtbare Spuren otro. Ella única y exclusivamente se percibe verfolge. Wir werden beide unser Wild nie stellen” a sí misma viviendo en función de los de- (DW: 97).

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 105 MARÍA LUISA DOMÍNGUEZ / CHRISTINE HÜTTINGER

La felicidad o la satisfacción sobre lo lo- sola y después de ella, quizá, nadie más grado no se presentarán. Es el hombre, va a leer lo que escribe. condenado siempre a lo mismo, es decir, En cuanto al papel de la escritura, vemos a sí mismo. Esta soledad significa también en Haushofer la contradicción de escribir la construcción de una contra-realidad. Se sin la esperanza de ser leído con el único subraya el contraste entre el ser humano fin de introducir un orden cultural en el que es causa del pavor, y entre la natu- caos de la naturaleza. Aquí veo un paralelo raleza a la que hay que dominar. El tono con la novela de Joseph Conrad, El corazón prevaleciente de la novela es la aporía, no de las tinieblas,11 en que la naturaleza sal- existe posibilidad alguna para la libera- vaje no le da ninguna respuesta al ser hu- ción, para la libertad. mano, muy a diferencia con el mito roman- La relación con los otros se experimen- ticista de encontrar en la naturaleza un ta como dependencia y, en última instan- espejo y una respuesta a las preguntas in- cia, como diferencia gradual en la escala trínsecamente humanas. El ser humano es entre fuerte y débil en un juego de poder. condenado al silencio cruel, sin respuestas. La mujer queda sola en la dependencia Los acontecimientos de Balún-Canán se que ella misma aceptó: “Es una carga que desarrollan durante el cardenismo. Felipe ella sola tiene que llevar. He sufrido de ese Carranza Pech conoció a Lázaro Cárdenas tipo de miedos desde que me acuerdo, y en Tapachula, y esta epifanía cambió su los sufriré mientras viva alguna criatura que vida por completo, “había estrechado me sea encomendada” (DW: 59).7 su mano, pero éste era su secreto, su fuer- De acuerdo con una interpretación za” (1976: 105), ya que a raíz de este en- psicoanalítica, la novela constituye una cuentro aprendió a leer y a escribir. Cuan- representación grandiosa de un impulso do se aprobó la ley según la cual los dueños esquizofrénico, de la pérdida de todos los de las fincas con más de cinco familias de objetos, el mundo fuera del círculo es- indios a su servicio debían establecer una quizofrénico está muerto.8 En contra del escuela y pagar un maestro rural, encarna peligro de una disolución del Yo, la pro- al indio que demanda que se cumplan las tagonista se refugia en la escritura.9 “Se leyes: exige que haya un maestro, cons- dio así para mí la necesidad de escribir si truye la escuela, incendia el trapiche, mata no quiero perder la razón” (DW: 7).10 Es- a Ernesto (el improvisado maestro) y lide- cribir es una técnica cultural que sirve para rea a los demás en contra de César. la comunicación con los demás. Vemos Tres aspectos del sexenio de Cárdenas aquí la paradoja de una mujer que está se reflejan en la obra: el reparto agrario, el

7 “Ich habe an derartigen Ängsten gelitten, Solange 11 “Pero la tierra salvaje lo había descubierto de ich mich zurückerinnere, und ich werde darunter buena hora, y se había tomado en él una terrible leiden, solange irgendein Geschöpf lebt, das mir venganza por la fantástica invasión. Pienso que le anvertraut ist” (DW: 59). había susurrado cosas sobre él mismo que él no 8 Daniela Strigl, Marlen Haushofer. Die conicía, cosas de las que no tenía ni idea hasta que biographie., p. 262. tomó consejo de aquella gran soledad [...] y el susurro 9 Loc. cit., p. 263. había demostrado ser irresistiblemente fascinador. 10 “Es hat sich eben für mich so ergeben, dass ich Encontró dentro de él un fuerte eco porque tenía schreiben muss, wenn ich den Verstand nicht una cavidad en el alma” en Joseph Conrad (2001) El verlieren Hill” (DW: 7). corazón de las tinieblas, México, Fontamara, p. 83f.

106 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA LA IDENTIDAD FEMENINA –¿HISTORIA DE UN FRACASO?– fomento a la educación socialista como materialismo comprometido con la recons- remedio contra el fanatismo, y la preocu- trucción del país después de la Segunda pación por atender a la población indíge- Guerra Mundial. Ambos componentes se na. Respecto a la reforma agraria, los niegan en la novela, pero, justamente a Argüello defienden el punto de vista del través de su negación, encuentran cabida finquero y están, obviamente, en contra en ese cosmos novelístico. La pared apa- de la política de Cárdenas, a la que cali- rece como resultado del “experimento más fican de injusta: inhumano del ser humano” y es segura- mente una alusión a los miedos ante el ¿Justo? ¿Cuando pisotea nuestros de- estallido de una guerra nuclear, durante rechos, cuando nos arrebata nuestras ese periodo de tensiones de la Guerra Fría. propiedades? Y para dárselas ¿a quié- Los elementos de la destrucción se adju- nes?, a los indios. Es que no los co- dican al espíritu de invención masculino.12 noce; es que nunca se ha acercado a La marca que dejaron en el recuerdo co- ellos ni ha sentido cómo apestan lectivo las destrucciones masivas de la a suciedad y a trago. Es que nunca Segunda Guerra Mundial (Hiroshima y Na- les ha hecho un favor para que le de- gasaki) y, desde otra perspectiva, la des- volvieran ingratitud. No les ha en- trucción de Dresde, dejaron su huella en cargado una tarea para que midan su la memoria colectiva. También en los años haraganería. ¡Y son tan hipócritas, tan sesenta, Kurt Vonnegut Jr. escribe su solapados y tan falsos! (1976: 46). Slaughterhouse-Five or The Children’s Cru- sade donde trata de acercarse a los ho- La preocupación por la educación se re- rrores de la hecatombe de la destrucción fleja en la visita de supervisión que hace masiva, en el caso de Dresde.13 un inspector de la Secretaría de Educa- ción Pública durante la clase de la señorita Silvina; ella se apresura a descolgar la imagen de San Caralampio que presidía el aula, pero a pesar de su precaución, el inspector clausura la escuela porque no tiene documentos, no imparte una educa- ción laica y gratuita, el edificio no reúne las condiciones sanitarias y se imparten asignaturas tan extrañas como “lecciones de cosas”, “fuerzas y palancas”, e “historia y calor”. La novela de Haushofer se publicó en 1963 y lleva, hasta cierto grado, los rasgos de su época. La Austria de la Segunda Re- pública fue marcada por un pensamiento 12 optimista de progreso y de reconstrucción Véase Daniela Strigl (2000), Marlen Haushofer. Die Biographie, München, Claassen, p. 260. que tenía sus bases en un modelo con- 13 Kurt jr. Vonnegut (1982), Schlachthof 5 oder servador de familia, lo mismo que en un Der Kinderkreuzzug, Hamburg, Rowohlt, pp. 208.

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LOS RECUERDOS DEL PORVENIR / LAS AMANTES ello deben permanecer ocultas, para evitar que caigan en poder de los ignorantes y al cabo el mal rato se pasa pronto, y luego ocasionen sufrimientos. Tenía la misión se- hasta le gusta a una. ¿En qué radica la creta de recorrer las calles de Ixtepec para decencia de la mujer? ELENA GARRO, Los recuerdos del porvenir recoger las palabras malignas que se pronunciaban cada día, “al volver a su casa por doquier están sentadas mujeres se encerraba en su cuarto para reducir las en estado de podredumbre en los umbrales palabras a letras y guardarlas otra vez en el de sus casas: La mujer como objeto. diccionario, del cual no debían haber sa- ELFRIEDE JELINEK, Las amantes lido nunca” (1988: 59). Las palabras dejan de ser “un montón de letritas negras” El tema central de ambas novelas es la cuando transmutan el lenguaje en algo búsqueda de la felicidad en el amor a un vivo, como cuando la palabra confeti hombre que, sin embargo, representa “produjo una fiesta en los ojos de Felipe un callejón sin salida, un deseo no realiza- Hurtado” (1988: 60). ble, infactible. Mientras que en la novela Alrededor del general Francisco Rojas, de Jelinek el empleo de la palabra “amor” jefe de la Guarnición de la Plaza, orbitan es una ironía, dado que las relaciones es- dos mujeres: Julia Andrade, la querida ina- tán, más bien, impregnadas por el odio, sible, siempre vestida de rosa y exhalando en la novela de Garro se presenta una ga- un perfume de vainilla, e Isabel Moncada, ma de emociones más diferenciadas, así la que transgredió los límites de la decencia como una graduación de las relaciones para entregársele voluntariamente, hija de entre los sexos. En Las amantes solamente una de las familias más prominentes de existe la condición de casada. Ixtepec, hermosa joven de rizos negros que Un pueblo situado en algún lugar de la se ve obligada a usar el mismo vestido rojo República Mexicana, Ixtepec, es el narra- de la fiesta que dejó para seguirlo. dor omnisciente de la novela de Elena El pueblo entero vivía pendiente de Julia Garro. Los hombres que lo habitan se clasi- y ella –por su parte– parecía ignorar el fican en “los de traje” y “los descalzos”. revuelo que causaba y prefería estar Mención aparte merecen dos personajes: ausente siempre; atrapada en el pasado Rodolfo Goríbar, Rodolfito, el niño Fito, el antes de que Rosas la alejara de los brazos manfloro de figura delicada, responsable de Felipe Hurtado, el hombre que arriesga del cambio de las mojoneras y de los agra- todo para recuperar a su amada. Cuando ristas ahorcados; el hijo de Lola Goríbar, lo consigue, el tiempo se detiene para que la madre sobreprotectora y Juan Cariño, puedan escapar de Ixtepec. La huida de el loco, personaje que escapa a toda clasi- los amantes marca el inicio del ocaso del ficación dentro de la obra, precisamente general Francisco Rojas. porque es un loco. La desdicha que lo invadió tras la au- El loco es el personaje que posee la clave sencia de Julia le inspiró compasión a que convierte Los recuerdos del porvenir Isabel, y entonces empezó un sentimiento en una obra excepcional dentro de la de empatía con el general y un deseo de narrativa mexicana: “las palabras”. Sólo él estar a su lado, “quería estar en el mundo sabe que las palabras son peligrosas y por de los que están solos” (1988: 161). La

108 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA LA IDENTIDAD FEMENINA –¿HISTORIA DE UN FRACASO?– oportunidad se le presenta cuando la alta novela está concebida según el modelo de sociedad del pueblo organiza un baile en una novela trivial en que las mujeres inten- casa de Carmen B. de Arrieta, para engañar tan encontrar su felicidad bajo la forma del a Rosas y tenerlo entretenido mientras el amor y en la persona de un hombre. padre Beltrán y don Roque, el sacristán, Los hombres, en cambio, no se interesan escapan para encontrarse con Juan y Ni- por las mujeres, se interesan por su negocio colás Moncada, los hermanos de Isabel, (Heinz) o por motocicletas y coches rápi- con la intención de localizar a Abacuc en dos (Erich). Las mujeres ven en la relación la sierra y unirse a la rebelión cristera. con los hombres la posibilidad para su Los destinos de Isabel y Julia convergen autorrealización, para los hombres, las mu- en Rosas y se separan cuando se alejan jeres representan únicamente objetos se- de él. Julia abandona al amante para huir xuales: “Heinz está contento por haber en- con el amado, protegidos por una noche contrado finalmente a una persona para benevolente que permitió que se detuvie- coger”.14 Pero la espada de Dámocles bajo ra el tiempo para así poder alejarse de Ix- la forma del matrimonio pende sobre él tepec. El único testigo es un arriero que en caso de que algo salga mal. La única le- los vio por el camino de Cocula. Isabel se gitimación social que tienen las relaciones convirtió en piedra, como castigo por entre los sexos, es la del matrimonio, no haber transgredido las leyes de la moral, se concibe otra forma de convivencia, a de la religión y de la sociedad. Gregoria, menos que sea clandestina. Para la mujer la curandera, atestigua este acontecimien- sólo existe la condición de casada. to y coloca una inscripción. Curiosamente, en el contexto social de ese pueblo de la provincia austriaca tan Cuando venía a pedirle a la Virgen conservadora, no se le adjudica ningún que me curara del amor que tengo papel a la religión. El único recurso del que por el general Francisco Rosas, que disponen las mujeres para llamar la aten- mató a mis hermanos, me arrepentí y ción de los hombres es su cuerpo: preferí el amor del hombre que me perdió y perdió a mi familia. Aquí es- Brigitte puede ofrecer un cuerpo. taré con mi amor a solas como re- Aparte del cuerpo de Brigitte, al mis- cuerdo del porvenir por los siglos de mo tiempo se arrojan muchos otros los siglos (1988: 259). cuerpos al mercado. Lo único que apoya positivamente a Brigitte en ese Así, mientras el amor redime a la una, des- camino, es la industria de los cosmé- truye a la otra. ticos y la industria de los textiles. La novela de Elfriede Jelinek versa en Brigitte tiene senos, muslos, piernas, torno al destino de dos protagonistas. Las caderas y un coño. Eso también lo amantes se llaman Brigitte y Paula. Brigitte es el buen ejemplo, Paula el malo. Brigi- tte apuesta por la carta correcta y tiene 14 “[...] Heinz ist froh, endlich einen menschen éxito, Paula, en cambio, termina donde zum rammeln gefunden zu haben”.- En: Jelinek, Elfriede: Die Liebhaberinnen. Roman.- Hamburg: Brigitte había empezado: en la producción Rowohlt 1980, p. 42 (en lo sucesivo citado como a destajo en la fábrica de ropa interior. La LH, las traducciones son mías).

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tienen las otras, a veces incluso de de levita y con la banda presidencial cru- mejor calidad (LH: 12).15 zada al pecho, en su calidad de Presidente de la República. Irónicamente, aquí fue El cuerpo segmentado y disgregado es un donde se escondió el padre Beltrán cuando objeto más en una sociedad que tan solo la persecución religiosa. atribuye valor a los objetos como mercan- El enfoque de Elfriede Jelinek es más cías. El cuerpo como mercancía es lo que contundente en cuanto a crítica social. puede ofrecer el sujeto, la mujer. No se le Mediante la demostración del destino de considera como entidad, como integra- Brigitte y Paula, ambas concebidas como ción de mente, inteligencia y cuerpo, la figuras artificiales que no representan ca- sociedad reclama sólo el valor de cambio racteres reales, Jelinek demuestra la falta para la reproducción sexual y como mano de oportunidades para las mujeres de la de obra barata. clase trabajadora: tanto en su vida privada En la novela de Elena Garro, se encuen- como en la fábrica pueden hacer tan solo tran representaciones diferenciadas del una cosa, es decir, comercializar su cuerpo papel que pueda ocupar la mujer en la ofreciéndolo como mercancía en el merca- sociedad. En Ixtepec las mujeres se clasi- do laboral y en la sociedad, sea como fuer- fican en tres grupos: las “honestas”, las za de trabajo, sea como objeto sexual, sea “queridas” y las “cuscas”. La honestidad como máquina para parir.16 de las mujeres radica en la aceptación so- Brigitte, el buen ejemplo, apuesta por cial de las relaciones sexuales que sostie- la carta Heinz. Lo odia, pero ve en él la nen: las honestas o están casadas (aunque única posibilidad de romper con su situa- sus matrimonios sean infelices) o perma- ción de falta de perspectivas y volverse necen vírgenes (cuando Justo Corona lla- mujer de negocios: “es increíble cómo se ma “señora” a Dorotea, ella lo corrige: puede odiar a alguien. Brigitte sólo tiene “Señorita, nunca me casé”.) Las queridas que mirar a Heinz para odiarlo de nuevo” son amantes de los militares de más alto (LH: 43).17 Concebida como “novela de rango. Vivían en el Hotel Jardín una exis- amor” que tematiza al amor como ele- tencia despreocupada, de ocio y moli- mento central de la vida de la mujer, Jelinek cie, esperando únicamente la llegada de presenta la paradoja irónica de que ese su hombre. amor se manifiesta justamente como odio Los clientes de las cuscas eran los sol- abismal entre los sexos. De tal forma se dados, como afirma la Luchi: “Las putas percibe la distancia irónica que Jelinek nacimos sin pareja”. Vivían en una casa guarda con sus personajes y el afán de “mala” donde Juan Cariño recibía, vestido desenmascarar las mentiras vivenciales. Ya desde las primeras páginas de Los recuerdos del porvenir se anticipa el final 15 “Brigitte hat einen körper zu bieten. Ausser brigittes körper werden zur gleichen zeit noch viele de Isabel y sus hermanos. “Ellos, los Mon- andere körper auf den markt geworfen. Das einzige, was brigitte auf diesem weg psitiv zur seite steht, ist 16 Veáse Marlies Janz (1995), Elfriede Jelinek, die kosmetikindustrie. und die textilindustrie. Brigitte Stuttgart, Metzler (Sammlung Metzler, t. 286), p. 23. hat brüste, schenkel, beine, hüften und eine möse. 17 “...es ist unglaublich, wie sehr man jemand Das haben andere auch, manchmal sogar von hassen kann. Brigitte braucht Heinz nur anzuschauen besserer qualität” (LH: 12). und schon hasst sie ihn wieder” (LH: 43).

110 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA LA IDENTIDAD FEMENINA –¿HISTORIA DE UN FRACASO?– cada, no morirían en su cama, en el sudor de convertirse en madre soltera; finalmen- de unas sábanas húmedas, pegándose a la te Erich se casa con ella, gasta todo su di- vida como sanguijuelas” (1988: 17). Así, nero en alcohol, razón por la cual la joven mientras Juan y Nicolás deben ir a las minas familia tiene que vivir en casa de los padres a trabajar, el futuro de Isabel, como el de de Paula pues no pueden rentar un lugar cualquier joven de su clase social, es ca- propio. Cuando Paula intenta conseguir di- sarse, destino que rehúye porque “le hu- nero para su familia como prostituta, todo millaba la idea de que el único futuro para el pueblo la condena y la marginaliza, “y la mujer fuera el matrimonio. Hablar del los recursos femeninos son recursos inapro- matrimonio como de una solución la de- piados para conseguir algo” (LH: 118).20 jaba reducida a una mercancía a la que Desde el título de la novela se anuncia, se había de dar salida a cualquier precio” de forma irónica, una actitud activa de las (1988: 22). La autora consigue que a no- mujeres en torno al amor y al sexo. En ale- sotros, como lectores, nos repugne la idea mán, la palabra liebhaberinnen es una mo- de verla condenada a un matrimonio infe- dificación de la forma masculina, inusual liz y tedioso cuando nos presenta como en la época en que se escribió la novela, pretendiente suyo a Tomás Segovia, el es decir el año 1975. En ese tiempo, se boticario-poeta, estúpido y pedante, de tal refería a las mujeres sólo con Geliebte que manera que optamos por verla consumirse correspondería a la palabra castellana en la flama de la pasión, pero flama, al fin amada. Utilizando el destino de Paula, se y al cabo. presenta la imposibilidad de una determi- En cambio, lo que le interesa a Brigitte nación auténtica de la vida femenina. En es el buen ejemplo, tener, poseer, apro- una sociedad caracterizada por su carácter piarse, en lugar de ser, como postula Erich mercantil, no tiene valor de cambio lo que Fromm. “Brigitte únicamente quiere poseer puede ofrecer Paula como trabajadora y lo más posible. Brigitte sencillamente asalariada y como mujer, valor de cambio quiere TENER y AGARRAR” (LH: 89).18 Con que le podría facilitar una vida autónoma. esa actitud atina exactamente a la ten- Paula es un caso y, manejado de forma dencia de una sociedad determinada por irónica, la protagonista de la novela; “esa su carácter de mercancía y consigue a su novela trata del objeto Paula” (LH: 101).21 Heinz y el negocio y la casa construida por Sus intentos por liberarse de su destino pre- los suegros, ahora desterrados a un pe- determinado, como son aprender la sas- queño departamento en la ciudad. trería, viajar y llevar su vida de acuerdo En cambio Paula, quien también anhela con sus propias ideas, están condenados el ascenso social pero que apuesta por los al fracaso en una sociedad en que las sentimientos, “Paula produce amor como mujeres no valen nada. “No se habla de la hormona” (LH: 81),19 casi corre el peligro cabeza de Paula. A quien tome el cuerpo y la fuerza de trabajo de Paula, se le regala

18 “Brigitte will nur besitzen und möglichst viel. brigitte will einfach HABEN und FESTHALTEN” (LH: 20 “...und die weiblichen mittel sind untaugliche 89). mittel, um etwas herbeizuschaffen” (LH: 118). 19 “Paula produziert liebe wie ein hormon aus 21 “...dieser roman handelt vom gegenstand Pau- sich heraus” (LH: 81). la” (LH: 101).

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 111 MARÍA LUISA DOMÍNGUEZ / CHRISTINE HÜTTINGER como extra la cabeza de Paula” (LH: 79).22 ro los hombres no son ejemplos a seguir En esta novela, Jelinek destruye el mito en absoluto. Heinz se interesa exclusiva- trivial del amor y representa las relaciones mente por el sexo y su negocio; Erich pa- de dominio entre los sexos, pero también rece un cretino que prácticamente no la contradicción entre capital y trabajo. En comprende nada: un análisis de índole marxista muestra la doble represión de la mujer y la simple re- Erich mira a Paula como se mira a un presión del hombre.23 bicho inofensivo que no se tiene que El lenguaje en la obra de Elena Garro aplastar necesariamente si uno está no es estático, sino que se transforma y de buen humor [...] eso había sido la nos transforma, mitificando y desmitifican- primera conversación verdadera en- do una de las épocas históricas más tur- tre Erich y Paula, una conversación bulentas de México: La Cristiada (1926- en que una persona dice algo y la otra 1929). El conflicto con la Iglesia se gestó contesta algo que hace sentido. En es- durante la Revolución, pero llegó a su má- te instante, una idea sacudió a Erich, xima tensión bajo la presidencia del ge- la idea de que Paula podría ser una neral Calles, que dio la orden de suspen- persona, al igual que él (LH: 48).24 sión de actos de culto y de prácticas piadosas. En la novela, la revuelta cristera En el orden jerárquico de esta sociedad, estaba encabezada por Abacuc, nombre las mujeres ocupan el último rango que de uno de los profetas del Antiguo Testa- ilustra la valoración de Susi, una muchacha mento. Es el primero de los escritores de con educación media superior y contrin- la Biblia que se atreve a pedir cuentas a cante de Brigitte, por los padres de Heinz Dios y a preguntar con osadía: “¿Hasta “creen que Susi es algo menor porque es cuándo, Yavé, pediré auxilio sin que tú me una mujer e inferior a Heinz. como mujer, eschuches?” El Abacuc de la novela era un Susi es inferior, como persona que ocupa antiguo zapatista que al empezar la perse- una posición en la sociedad, es superior a cución religiosa se fue a la Sierra y desde Heinz” (LH: 77).25 La sociedad no conoce allí organizaba la sublevación de los cris- la solidaridad, predominan individualiza- teros. Ixtepec aguardaba con impaciencia ción y aislamientos extremos en que cada el momento en que se escuchara su grito uno lucha exclusivamente por sus propios de ¡Viva Cristo Rey!, lo que marcaría la 24 derrota de Francisco Rojas. A diferencia “Erich schaut paula an, wie man einen unschädlichen káfer anschaut, den man nicht con la novela de Elena Garro, la religión y unbedingt zertreten muss, wenn man gute laune hat sus implicaciones históricas y sociales no ...dies war das erste wirkliche gespräch zwischen se mencionan en la novela de Jelinek. Erich und Paula, ein gespräch, in dem einer war sagt El camino de las mujeres en esta so- und der andere etwas darauf antwortet, das im sinn dazupasst. In diesem augenblick durchzuckte Erich ciedad tan fría no tiene perspectivas, pe- der gedanke, Paula könne eine person sein wie er eine ist” (LH: 77). 25 “...sie halten susi für etwas minderes, weil sie 22 “von Paulas kopf ist nicht die rede. wer Paulas eine frau ist und unter Heinz steht. Als frau ist Susi körper und ihre arbeitskraft nimmt, der bekommt etwas tieferes, als mensch, der einen rang in der Paulas kopf als draufgabe geschenkt” (LH: 79). gesellschaft einnimmt, ist sie wieder etwas höheres 23 Cf. Janz, op.cit., p. 22. als Heinz (LH: 77).

112 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA LA IDENTIDAD FEMENINA –¿HISTORIA DE UN FRACASO?– objetivos. El estrato social que presenta EL CASO FRANZA / LA SUNAMITA Jelinek en esa novela es la pequeña bur- guesía proletarizada: El desierto arde en tus heridas […] INGEBORG BACHMANN, El caso Franza

la madre de Erich se asombra porque hasta que no quedó más que un solo respiro, no es usual cuando uno tiene algo un solo aliento humano, una sola agonía. que dar tan solo un pedacito volunta- El acto sexual como una violación. riamente, eso no se había presentado INÉS ARREDONDO, La Sunamita hasta ahora porque aquí cada uno intenta obtener algo, pero no quiere Franza Ranner está enferma, moribunda. dar nada a cambio, porque cualquiera Está abatida y busca la extinción de su en- intenta obtener algo gratuito, de ser fermedad mortal bajo la luz deslumbrante posible (LH: 47).26 del desierto. La acompaña su hermano desde cuya perspectiva se proyecta la di- Para la alta sociedad de Ixtepec, com- mensión del amor erótico incestuoso. puesta por pueblerinos burgueses desca- Franza ha sido destruida por su esposo pitalizados, la revolución de Madero fue Jordan quien la clasificó como objeto, una traición a su clase y se sienten aliviados como caso médico restándole así su cuando Zapata es asesinado en la Hacien- espontaneidad subjetiva. Es interesante da de Chinameca: “El mejor indio es el hacer hincapié en la presentación de las indio muerto” (1988: 72). La fuga de Julia relaciones familiales. Mientras que en la y la metamorfosis de Isabel se explican novela de Bachmann las relaciones des- por el Realismo Mágico, corriente literaria critas se refieren a la familia núcleo, es que yuxtapone escenas y detalles realistas decir, la estrecha relación con el hermano con situaciones inverosímiles. Este térmi- y la destructiva relación que guarda con no se emplea “para explicar que la reali- su esposo, en el cuento de Inés Arredon- dad se puede transformar en un mundo do la red familiar insinuada es más amplia. mágico sin que ésta se deforme, median- Aquí, una vez más, se puede observar te el procedimiento de destacar lo in- cómo la sociedad que origina una novela congruente en ella”.27 En cambio, los mé- dada, le imprime su sello social inconfun- todos estilísticos empleados por Jeleinek dible, siendo que en Austria, por lo me- se inscriben en la corriente del pop-art y nos desde la Segunda Guerra Mundial el del collage de textos, hallados en el mundo tamaño de las familias se ha ido reduciendo de la publicidad y de la literatura trivial. cada vez más hasta que hoy día un por- centaje muy alto de los hogares está con- formado por una sola persona, en México, 26 “...die mutta vom Erich wundert sich, weil es en cambio, prevalecen las redes familia- nicht üblich ist, wenn man etwas hat, dass man davon res todavía más extensas, obedeciendo auch nur ein stückchen freiwillig hergibt, das hat es ambos fenómenos a una lógica social y bisher noch nie gegeben, weil hier jeder zu kriegen versucht, aber nichts dafür hergeben möchte, weil económica propia. hier jeder auch möglichst was umsonst zu kriegen versucht” (LH: 47). Hoy en la noche soñé, estoy en una 27 Yolanda Argudín Vázquez (1992) El Realismo cámara de gas, completamente sola, Mágico, México, Fernández Editores, p. 9.

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todas las puertas están cerradas, nin- tanto por la obligación como por el cariño. guna ventana, y Jordan fija las man- Su tío la recibe dándole gracias a Dios por- gueras y deja entrar el gas (FF: 75).28 que ya no va a morir solo. A partir de este momento, Luisa lo cuida y platica con él: Esa figura masculina no es un tipo indivi- “Repasaba con gusto su vida y se com- dual, sino un tipo representativo para todos placía en la ilusión de dejar en mí imágenes los hombres en la sociedad, una sociedad como hacen los abuelos con los nietos”. imperialista, fascista y patriarcal. La vida El anciano inicia una serie de aconte- sólo es pensable entre los dos polos: victi- cimientos tendientes a ir pasando su vida mario y víctima; la emancipación no puede a la vida de la sobrina, de trasladar su pa- realizarse hasta que se rompa esa contra- sado al presente no sólo con los recuerdos, dicción fundamental que no sólo permea sino también con los objetos, para lo cual las relaciones entre los géneros, sino que le regala el cofre que contiene las alhajas tiene su paralelismo en la explotación del de la familia: el collar que le compró a su ser humano por el ser humano en que lo esposa en su décimo aniversario de bodas, material se impone en el ámbito espiritual adquirido en Mazatlán “a un joyero polaco y psíquico. que me contó no sé qué cuentos de prin- La mujer se identifica con el some- cesas austriacas”, un anillo de montura an- timiento de los papúas, los africanos, los tigua que perteneció a su madre, y unos pueblos indígenas. La mujer es culpable e aretes que le compró a Panchita en Ve- inocente al mismo tiempo; es culpable por- necia, en 1908, antes de la Revolución. que acepta las condiciones del hombre y Apolonio se va transformando de un se adapta a ellas y no escucha las voces viejo cariñoso a un septuagenario exigen- que le advierten no aceptar ese ramaje de te, lascivo y demandante, una especie de relaciones. Es inocente porque, de forma vampiro. Si bien Apolonio no está muerto, sistemática, es destruida como objeto de “pertenece a un estado intermedio entre experimentaciones. La mujer nunca se la vida y la muerte. Está muerto, pero aún acomodará en una sociedad dominada por conserva su vitalidad, alimentándose con los hombres. Para Franza, la única alterna- la energía de los vivos”,29 y buscando la tiva es la muerte. Ante la muerte el ¡No!, inmortalidad no del alma, sino del cuer- por vez primera una resistencia contra la po, en un escenario de erotismo y muerte, violación y la voluntad de infringirse una mostrando un amor cruel y egoísta, succio- herida que es causa directa de su muer- nando no “la sangre física sino la energía te posterior. vital del cuerpo etérico; es decir, con cada La protagonista del cuento de Inés Arre- víctima absorbía todo un cuerpo ener- dondo, Luisa, recibe un telegrama anun- gético que le permitía seguir llevando la ciándole que su tío Apolonio estaba ago- misma vida en el más allá”.30 nizando. Se traslada al pueblo, movida Una tarde llega el sacerdote con el Viá- tico y le dice a Luisa que la última volun-

28 “Heut nacht hab ich geträumt, ich bin in einer Gaskammer, ganz allein, alle Türen sind verschlossen, 29 El Vampiro (2002) ed. y pról. del Conde de kein Fenster, und Jordan befestigt die Schläuche und Siruela, 2a. ed., Madrid. Siruela, p. 28. lässt das Gas einströmen” (FF: 75). 30 Ibid., p. 31f.

114 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA LA IDENTIDAD FEMENINA –¿HISTORIA DE UN FRACASO?– tad de Apolonio es casarse con ella in denominable en que sólo existe lo que se articulo mortis, para que herede todos sus pueda tocar. “No, él no sabía hacia dón- bienes. Inicialmente Luisa se rehúsa, te- de iba el viaje de ella, y él debía quedarse merosa de heredar no sólo los bienes, sino con sus mapas y planos y folletos informa- también las historias, la vida, la muerte. tivos, creer en un bungalow junto al mar y Llevada por el marasmo de los aconteci- en conexiones de aviones y de camiones” mientos, acepta con más repugnancia que (FF: 85).32 Las mujeres, en cambio, parecen convencimiento. Transcurren cuatro días vivir el contra-concepto utópico a la de agonía. En la madrugada escucha el es- miseria existente. Integrándose al mundo tertor del moribundo y empieza a respirar masculino, la mujer no tiene ninguna pers- a su ritmo “hasta que no quedó más que pectiva, y al aceptar las condiciones del un solo respirar, un solo aliento humano, hombre, está condenada a morir. Los per- una sola agonía”. La contemplación de una sonajes masculinos que se presentan en la rosa la regresa a la vida, pero sólo momen- novela están relacionados con la muerte, táneamente, porque se deshoja al ama- como es el caso del médico nacional-so- necer, evocando el soneto de Sor Juana. cialista en El Cairo quien, en un campo de concentración, había hecho experimen- Amago de la humana arquitectura, tos con mujeres, y el violador cerca de las ejemplo de la vana gentileza, pirámides cuyo encuentro es fatídico pa- en cuyo ser unió naturaleza ra Franza. la cuna alegre y triste sepultura.31 Las mujeres viven lo inefable, lo mágico que no se integra a la sociedad moderna. Apolonio empieza a mejorar inexplica- Pero esta vida a contrapelo esconde en sí blemente. Le solicita que deje de llamarlo un gran peligro, es decir el peligro de la tío y le diga Polo. Se vuelve irritable y locura por la ausencia de todos los puntos quisquilloso. Un día le pide que recoja un de referencia. “Sire, llegaré. Estoy en la gran libro que se ha caído debajo de la cama, y celda de hule hecha de cielo, luz y arena” aprovecha para manosearle las caderas. (FF: 84).33 En el mundo no-moderno, las Luisa reacciona con ira al sentir “una mano cosas cobran una importancia distinta: “Se descarnada que se pegaba a mi carne y la les puede robar algo solamente a aquellos estrujaba con deleite, una mano muerta que viven de forma mágica, y para mí todo que buscaba impaciente el hueco entre tiene significado” (FF: 81).34 mis piernas”, pero Apolonio invoca el de- recho que tiene sobre ella como su esposo y exige que se acueste a su lado para ca- 32 “Nein, das wusste er nicht, wohin sie unterwegs lentarle la cama. A partir de este momento, war, und er sollte bei seinen Karten und Plänen und ella desea su propia muerte como única Informationszetteln bleiben, glauben an einen Bun- galow am Meer und Flug- und Busverbindungen” escapatoria posible. (FF: 85). En la novela de Bachmann, los hombres 33 “Sire, ich werde ankommen. Ich bin in der viven en un mundo circunscrito, medible, grossen Gummizelle aus Himmel, Licht und Sand” (FF: 84). 34 “Man kann nur die wirklich bestehlen, die 31 Sor Juana Inés de la Cruz (1944) Poesías líricas, magisch leben, und für mich hat alles Bedeutung” México, Porrúa, p. 36 (Escritores Mexicanos, 1). (FF: 81).

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 115 MARÍA LUISA DOMÍNGUEZ / CHRISTINE HÜTTINGER

Lo mismo en la novela de Bachmann interiores, apenas cubiertos por los exte- que en el cuento de Arredondo, las dos riores, se realizan en otro lugar. Por un lado mujeres protagonista no procuran su sub- en el pensamiento que lleva al crimen, y sistencia, no trabajan, dependen de los por otro lado en aquel que lleva a la muer- hombres, por lo tanto son más vulnerables te” (FF: 10).35 Están Viena, Hietzing, el al no tener un mundo propio. Al inicio de barrio elegante y el centro histórico, el la novela, Franza es presentada como una primer distrito con el Kohlmarkt que es una adolescente autosuficiente, rebelde, au- calle que desemboca en el palacio impe- tónoma, que en tiempos de guerra, se rial, el Herrengasse que viene significan- aprovecha de la disolución de las cos- do el callejón de los señores y el “Café tumbres y vive su vida propia. Herrenhof, la cafetería de los señores”. Del pueblo se va a la ciudad, donde se Todos esos lugares tienen una referen- acopla al mundo del médico y termina, fi- cia a relaciones de dominio. Franza, que nalmente, aceptando el mundo masculino, ha llegado del campo a la ciudad y quien porque se le ponen demasiadas trabas para se transforma allí en Franziska pronto de- su resistencia. Vive la relación sexual con jando la entonación dialectal de su len- el marido como una violación y muere, fi- guaje para adaptarse a la sociedad urbana, nalmente, por el “No” de la resistencia; repite esa actitud también con relación a así, la identidad femenina no tiene ninguna su esposo, el famoso médico y profesor Jor- salida. Tanto Franza como Luisa se presen- dan, el fósil, como lo llama, a quien se su- tan como unas jóvenes independientes y bordina y para quien se transforma en una seguras de sí mismas, pero basta que caigan dama de la alta sociedad vienesa acep- en poder de un hombre que las domine tando así las relaciones de dominio. para que todas sus ilusiones se vean trun- El segundo sitio es el lugar de origen de cadas y se enfrenten a una realidad que Franza, el pueblo Galicia en Carinthia. La no desearon, y de la que no pueden escapar. provincia sureña de Carinthia como lugar El acto sexual con el marido no es una de enlace de diferentes culturas, a saber, relación de goce mutuo, sino una violación de la alemana, la italiana y la eslovena, y no sólo en lo físico sino también en lo psi- como lugar en la frontera, alude a la com- cológico. Es la culminación del dominio plejidad del personaje de Franza. Hasta del hombre sobre la mujer, la forma más donde yo sepa, en Carinthia no existe un infame de refrendar la penetración del pueblo real que se llame Galicia, y con el mundo masculino sobre el femenino. Apo- nombre del pueblo la autora introduce lonio –además– transgrede la norma social el isotopo de la monarquía austro-húnga- al desear a Luisa, que es su sobrina, aunque ra. Galicia se hallaba en la parte fronteriza ciertamente política y no carnal, y vivía con él y su tía Panchita casi como hija. En la novela El caso Franza, las relacio- 35 “Die Schauplätze sind Wien, das Dorf Galicien nes entre los sexos se desarrollan en tres und Kärnten, die Wüste, die arabische, die lybische, sitios diferentes, integrados en un marco die sudanische. Die wirklichen Schauplätze, die histórico específico. “Los sitios son Viena, inwendigen, von den äusseren mühsam überdeckt, finden woanders statt. Einmal in dem Denken, das el pueblo Galicia y Carinthia, el desierto, zum Verbrechen führt, und einmal in dem, das zum árabe, libio y sudanés. Los sitios reales, los Sterben führt” (FF: 10).

116 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA LA IDENTIDAD FEMENINA –¿HISTORIA DE UN FRACASO?– de la monarquía y fue crisol de las culturas En el cuento de Inés Arredondo, Europa judía, polaca, rusa, ucraniana y alemana. adquiere una dimensión de legitimidad y Galicia es inpensable sin dos de los gran- refinamiento. Que algo tenga su origen des nombres de la literatura austriaca, por allá, le confiere automáticamente auten- un lado Joseph Roth quien en su exilio en ticidad, como ocurre cuando se mencio- París siempre la conjuró en un sueño deli- nan las joyas, unos aretes comprados en rante que miraba hacia atrás, y por otro Venecia y un collar que presumiblemente lado Paul Celan, el representante más im- perteneció a alguna princesa austriaca. portante de la poesía hermética en el idio- Los diferentes niveles narrativos (las rela- ma alemán, cuyo destino de judío, de per- ciones entre los sexos, los sitios, la histo- seguido, de víctima, de apátrida, refleja de ria) se entretejen con mucho arte en la forma trágica las peripecias de la historia novela de Bachmann: “Mi historia y las his- del siglo XX. En su poema más famoso, Fuga torias de todos que resultan ser la gran de la muerte, Paul Celan juega, magistral- historia, ¿dónde convergen con la gran his- mente, con los conceptos de “lo alemán” toria? ¿Siempre en la orilla de una carre- y de “lo judío” (tu cabello dorado, Marga- tera? ¿Cómo se resuelve aquéllo?” (FF: rethe, tu cabello de ceniza, Shulamith) en 101).37 que enlaza, directamente, la tradición ju- El cluster histórico ante el cual la acción día con la tradición bíblica, como lo hace se desarrolla es la historia austriaca. El nú- explícitamente Inés Arredondo en su cuen- cleo del cual se desarrolla la historia hacia to. El corpus textual construido por Inge- delante y hacia atrás, es mayo de 1945 y borg Bachmann apuesta a la intertextua- el final de la Segunda Guerra Mundial: “Ella lidad de una forma muy compleja. se quedó mirando los tanques, después El tercer sitio es Egipto, el lugar de las volvió la mirada, pero ya no vino nada más, culturas refinadas desaparecidas en que nadie ocupaba los pueblos y las carreteras, “Europa había llegado a su fin, sobre todo era casi increíble que la paz haya llegado para una blanca con costumbres, tabúes así, en una carretera, y una nube de polvo y deformaciones” (FF: 91)36 y del que Fran- se erigió detrás de ella” (FF: 46).38 Es el za espera una curación de su enferme- punto central utópico, aquel instante único dad mortal bajo su luz deslumbrante. en que la historia y la autenticidad indivi- Egipto sirve, de cierta manera, como me- dual son idénticas. táfora para una autenticidad posible de La pérdida de memoria permanece has- la vida. Para Franza empieza un viaje ha- ta el día de hoy, y las atrocidades de la cia lo ajeno y hacia lo profundo en que quiere dejar atrás a Europa. Inicia un pro- ceso de deconstrucción, de disolución de 37 “Meine Geschichte und die Geschichten aller, los conceptos, del lenguaje, como tam- die doch die grosse Geschichte ausmachen, wo kommen die mit der grossen zusammen. Immer an bién lo ha sugerido el argelino Derrida, einem Strassenrand? Wie kommt das zusammen?” desde los márgenes. (FF: 101). 38 “Sie schaute den Panzern nach, dann wieder zurück, aber da kam nichts mehr, niemand besetzte 36 “...an dem Europa zuende war, alles zuende, die Dörfer und Strassen, es war kaum glaublich, dass insbesondere für eine Weisse mit Gewohnheiten, so der Frieden kam, auf einer Landstrasse, und eine Tabus und Deformierungen” (FF: 91). Staubfahne stand hinter ihm” (FF: 46).

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 117 MARÍA LUISA DOMÍNGUEZ / CHRISTINE HÜTTINGER historia aún están presentes como se in- aceptar las condiciones impuestas por el sinúa en el episodio horrible y grotesco con hombre, e inocentes porque se ven impe- el médico nacionalsocialista en El Cairo del lidas a acceder a una condición matrimo- que Franza exige una inyección letal, tal nial que las destruye, a pesar de las re- como lo había sido antes su forma de tra- ticencias que puedan haber opuesto en bajar, y quien sólo hasta ahora, veinte años su momento. más tarde, tiene miedo y sale huyendo:

Lo he pensado mucho, y probable- POSTERIDAD / NADIE ME VERÁ LLORAR mente también ustedes, a dónde se ha ido el virus del crimen – no es Ella había aprendido a suprimir esa subida del posible que hace veinte años haya llanto ya desde el fondo de sus ojos. Las lágrimas se suprimieron antes de que pudieran ascender. desaparecido súbitamente de nues- MARLENE STREERUWITZ, Posteridad tro mundo, solamente porque aquí el asesinato ya no se premia, se pide, El silencio es la burla perfecta de la razón se condecora y se apoya. Las ma- CRISTINA RIVERA GARZA, Nadie me verá llorar sacres han pasado, los asesinos siguen entre nosotros, a menudo conjura- La protagonista de la novela de Streeru- dos y a veces reconocidos, no todos, witz, Margarethe Doblinger, se encuentra pero algunos, enjuiciados en proce- en Los Ángeles a fin de realizar investiga- sos (FF: 9).39 ciones para una biografía de Anna Mahler, hija del compositor Gustav Mahler y de Al- La única fecha que se menciona en La Su- ma Mahler-Werfel. Hace entrevistas a ami- namita es el año de 1908, antes de la Revo- gos, conocidos, vecinos y a dos de sus es- lución. Para entonces, Apolonio y Panchita, posos. A través de las averiguaciones para ya casados, viajaron a Europa. Se puede la biografía, Margarethe tiene que enfren- calcular que el cuento se desarrolla alre- tarse con su propia situación vivencial en dedor de 1958. Para la literatura mexicana, que se hallan situaciones paralelas o con- el parteaguas histórico es la Revolución de trastantes con la biografía de Anna Mahler. 1910, mientras que para la austriaca lo es Pero el viaje de Margarethe Doblinger no la Segunda Guerra Mundial. Pero, aparen- sólo es un viaje de investigación, también temente, la mujer tiene la misma situación es una huída, un reconocimiento y la labor antes y después: tanto Franza como Luisa de duelo por el final de una relación amo- son culpables e inocentes; culpables al rosa con un médico vienés. La novela se desarrolla en tres niveles. 39 “Es ist mir, und wahrscheinlich auch Ihnen oft El primer nivel es el tiempo de ahora, durch den Kopf gegangen, wohin das Virus de la estancia en Los Ángeles, descrito con Verbrechen gegangen ist – es kann doch nicht vor extrema precisión que abarca el lavado de zwanzig Jahren plötzlich aus unserer Welt los dientes hasta caminatas interminables verschwunden sein, bloss weil hier Mord nicht mehr ausgezeichnet, verlangt, mit Orden bedacht und a la alberca y al supermercado, pasando unterstützt wird. Die Massaker sind zwar vorbei, die por la descripción de problemas digesti- Mörder noch unter uns, oft beschworen und vos y de menstruación. Esa precisión en la manchmal festgestellt, nicht alle, aber einige, in descripción de los detalles es, a menudo, Prozesen abgeurteilt” (FF: 9).

118 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA LA IDENTIDAD FEMENINA –¿HISTORIA DE UN FRACASO?– cansada para el lector, pero sigue una exi- La ubicación de la novela en California, gencia programática de Streeruwitz, es con su metáfora Hollywood, es la intro- decir, describir la cotidianeidad de las mu- ducción de la parte más lujosa y visible de jeres en la literatura: “La literatura tiene los Estados Unidos. Los Ángeles parece co- que ocuparse de la cotidianeidad. Ésa es mo una metáfora para la modernidad que mi firme convicción. En la cotidianeidad se está contrastando con el pasado: “Ab- suceden las cosas más emocionantes y solutamente, Los Ángeles es una metáfora más políticas”.40 para la modernidad. Es vacío, es una ciu- La cotidianeidad que Margarethe pre- dad solitaria, es un mundo de la pareja”.42 senta al lector se realiza en Los Ángeles, la El pasado toma forma en la figura de ciudad de las palmeras, de los fracciona- Anna Mahler, quien durante toda su vida mientos exclusivos con sus albercas, de las intentó, en balde, ser reconocida como vías rápidas urbanas con sus viajes inter- escultora. Ella, que conscientemente y minables, los embotellamientos, el nunca delimitando espacios con el famoso pa- llegar, pequeñas estancias en la playa que dre, no se dedicó a la música, sino que parecen ser una huida del desierto urbano, buscó otro género artístico, recibió el re- una huída de ser encerrada en la ciudad conocimiento social tan anhelado tan so- sobre la cual distribuyen en las noches el lo como hija de los padres famosos. El insecticida Malathanion para erradicar una personaje de Anna permanece, de forma enfermedad de las plantas, por lo que los rara, borroso, y Margarethe desiste, fi- habitantes de los barrios afectados no nalmente, de su plan de escribir esa bio- pueden salir de sus casas. grafía y vuelve a Viena. Ella, como alter ego de la autora, opina Deslizábase en la corriente del tráfico que es una insolencia intentar captar una vespertino. Pertenecía allí. No estaba vida en una biografía y, así, juzgar sobre sola. Para siempre le hubiera gustado una vida ya que la complejidad de lo vivi- viajar así. Alejada de todo al viajar. do no se puede captar entre renglones: “Y Pero tampoco nada posible. Sólo la ya no podía más. Qué hacía aquí. Qué se llegada será nuevamente realidad. había imaginado. Interrogar a otras perso- [...] Una ligera tristeza. Estaba arro- nas. Desenterrar destinos peores para po- jada al tener que vivir como todos los der soportar el propio” (NW: 96).43 Aparte, demás en esa autopista. Una sen- sación semejante nunca la había te- 41 Aber auch nichts möglich. Erst die Ankunft wieder nido en Viena. Wirklichkeit sein würde. [...] Eine leichte Traurigkeit. Sie war hineingestossen ins Lebenmüssen wie alle anderen auf diesem Freeway. So ein Gefühl hatte 40 “Literatur muss sich mit dem Alltag sie in Wien nie”, en Marlene Streeruwitz (1999) auseinandersetzen. Das ist meine feste Überzeugung. Nachwelt. Ein Reisebreicht, Roman, Frankfurt/main, Im Alltag passieren die spannendsten und po- Fischer, p. 57 (en lo sucesivo citado como NW). litischsten Dinge”, Marlene Streeruwitz en entrevista 42 Marlene Streeruwitz en entrevista con Claudia con Günter Kaindlsdorfer, “Der Standard”, 25 y 26 Kromatschek, Deutschlandradio, febrero de 2000. de septiembre de 1999. 43 “Und sie konnte nicht mehr. Was machte sie 41 “Im Strom des Abendverkehrs mitglitt. hier. Was hatte sie sich vorgestellt. Andere Leute Dazugehörte. Nicht allein war. Sie hätte für immer ausfragen. Schlimmere Schicksale ausgraben, um das so dahinfahren mögen. Im Fahren von allem entfernt. eigene ertragen zu können” (NW: 96).

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 119 MARÍA LUISA DOMÍNGUEZ / CHRISTINE HÜTTINGER las informaciones de las personas entre- tant part in the process of creating a vistadas permanecían, de algún modo, su- new tradition of refiguring the past perficiales y triviales. En la entrevista con through critical, feminist eyes of the el esposo Ernst Krenek se ve, por ejemplo, generation of post-war writers. The que él no sabía qué había pensado su es- gender(ed) perspectives of these two posa. Así que el proceso de investigación authors have contributed to Austrian queda trunco y se cuestiona el papel del cultural memory by investigating fairy recuerdo, sus funciones y sus alcances. tales, myths, news and the western La explicación del pasado no tiene inje- literary and musical canons by criti- rencia en el presente y no cambia nada. quing and transforming them.46 Streeruwitz, quien ha integrado, en el tono original, materiales investigados por ella También en el análisis del pasado propio para su biografía de Anna Mahler en su aparece la problemática de víctima y de novela, responde a la pregunta por la fran- victimario: ja que divide la ficción y los hechos: “Parto del supuesto de que todas las historias que Pregunta: En algunas partes llega in- tienen que ver con el shoa no deben inven- cluso a la conclusión de equiparar el tarse y que en ese tópico únicamente se estado de víctima de la mujer con el es- debe recurrir a material documental o au- tado de ser víctima judía, como es el tobiográfico... material que se ocupa de caso de Anna Mahler. esa época específica que para mí, como Streeruwitz: Creo que el odio hacia espacio de fantasía, es tabú”.44 las mujeres que es, por así decirlo, el Anna Mahler aparece como figura hue- fundamento para el potencial de odio ca, iluminada solamente desde fuera.45 En de la sociedad, que es algo como un el proceso de interrogación del pasado, la archivo para otras formas diferentes figura de Anna Mahler parece ser fragmen- de odio.47 tada. A través de su personaje se introdu- ce la temática víctima-victimario bajo el El tercer nivel narrativo es el recuerdo de trasfondo del nacionalsocialismo que, pos- Margarethe Doblinger de su propio pasado teriormente, se transfieren, en cadenas que se realiza a través de la aproximación asociativas, al pasado nacionalsocialista de a Anna Mahler, y en ello, los destinos del Austria y al del padre de Margarethe Do- personaje investigado y el propio parecen blinger. La autora intenta enfrentar el pa- entrelazados. Pero debido a que la inves- sado que se quiere relegar al olvido y dar tigación que se realiza es acerca de una un peso específico a la época histórica en muerta, es imposible hallar efectos de re- que está situada la investigación. dención o de comunicación. En su refle- xión sobre la vida propia, Margarethe se Similar to the work of Elfriede Jelinek, percibe como mujer activa –lo que pode- and yet in many ways very different, Streeruwitz’s oeuvre plays an impor- 46 Britta Kallin Gender, History and Memory in Marlene Streeruwitz’s Recent Prose. Cita en http:// www.dickinson.edu/glossen/heft21/streeruwitz.html. 44 Loc. cit. 47 Claudia Kromatschek entrevista a Marlene 45 Loc. cit. Streeruwitz, op. cit.

120 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA LA IDENTIDAD FEMENINA –¿HISTORIA DE UN FRACASO?– mos interpretar probablemente que se tra- En 1920 este fotógrafo cree reconocer ta de una mujer emancipada– que se en una de las pacientes a la prostituta acuesta con un hombre para satisfacer Matilda Burgos, quien años atrás posó para su propio placer, que no usa brasier, que él. Intenta conseguir el expediente de la se separa de un hombre tras otro, en una paciente y con ello vemos el desarrollo de palabra, una mujer con iniciativa. En con- la biografía de Matilda Burgos. Rivera traste con esta autopercepción, ella se Garza usa hábilmente el vehículo del me- siente feliz únicamente cuando está en lodrama de la mujer caída para dibujar la relación con un hombre a través del cual vida de Matilda, su origen, sus relaciones, se puede definir. La mujer en sí se presenta su fracaso, y por otro lado una imagen del como sufriendo, como sirviendo al otro. México prerrevolucionario porfirista. El si- Primero el hombre, después la mujer lencio de una vida ordenada, los interiores es incapaz de mostrar algo propio: “Wo- de las casas, la rutina diaria, las calles, la men in Streeruwitz’s texts are often cultu- atmósfera en las plazas, se presentan ma- rally programmed in such a way that they gistralmente, pero la dictadura de Porfirio feel they have to serve the men around Díaz se ve fragmentada por revueltas so- them. The women internalize the images ciales, conspiraciones, encuentros clandes- of women and stereotypes that society tinos de los trabajadores socialistas. Ese offers them”.48 Esa representación de la marco exterior sirve simultáneamente co- imagen de la mujer se halla en gran con- mo referencia para la historia de las ideas traste con la última frase de la novela de del profiriato, la discusión contemporánea Vera Stefan Cambios de piel (Häutungen) de la teoría del milieu y la herencia. que reza así: “El ser humano de mi vida Quizá la demostración externa del dolor soy yo misma”, definiendo así la autode- sea el llanto, y por eso Margarethe y Matil- terminación de la mujer. da tratan de reprimirlo. Si no exteriorizan ¿Cómo se convierte una en puta? En el sufrimiento, pueden llegar a dominarlo. México la respuesta es muy simple: por Llorar es más femenino que masculino, a hambre. ¿Cómo se convierte una en loca? las mujeres les va bien hacerlo, a los hom- Porque ya no puede una con el peso de bres, no. Si una mujer consigue contener su realidad y –entonces– necesita rein- las lágrimas, se “masculiniza”. De Viena a ventar otra realidad, donde sí quepa uno. Los Ángeles, de Papantla a la Ciudad de La historia de Matilda en la novela de México, dos mujeres de una cultura total- Rivera Garza inicia en Papantla, Veracruz. mente distinta, realizan un viaje geográfico, La miseria familiar y el abandono en que pero también introspectivo, la una para se encuentran los niños son el motivo por encontrarse, la otra para perderse. el cual Matilda es enviada al Distrito Fe- Margarethe investiga la vida de Anna deral con su tío. El fotógrafo Joaquín Bui- Mahler. Joaquín investiga la vida de Ma- trago tiene una preferencia por motivos tilda, y de la misma manera como Marga- raros: en su juventud saca fotografías de rethe va descubriendo paralelismos entre prostitutas, más tarde de los pacientes del su propia vida y la de la hija del músico, se manicomio La Castañeda. percibe cómo las vidas de Joaquín y de Matilda siempre estuvieron entretejidas, 48 Britta Kallin, op.cit

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 121 MARÍA LUISA DOMÍNGUEZ / CHRISTINE HÜTTINGER aun cuando ellos lo ignoraran. Como técni- como si nos perteneciera? ¿Llevamos las ca narrativa, tanto Marlene Streeruwitz co- riendas de nuestra existencia, o las lleva mo Cristina Rivera Garza se detienen en alguien ajeno a nosotras, al que eventual- los detalles más cotidianos, menos tras- mente consideramos cercano, pero que cendentales, pero, ¿no es la suma de todos siempre está alejado? esos detalles lo que configura nuestra rea- Hurgar en el pasado –en ambas nove- lidad? Los grandes acontecimientos son ais- las– es un recurso para explicar el presente. lados y se encuentran rodeados precisa- El presente se explica en función de los mente de esas nimiedades, esas minucias, acontecimientos pretéritos, lo que puede que no por ser insignificantes dejan de servir como modelo y contrapunto a lo representar algo en nuestra vida. actual. Ambas autoras juegan con las rela- Nuevamente, la mujer es víctima, en ciones temporales de la obra, llevándonos tanto su valoración depende del hombre del presente al pasado y viceversa en el que esté a su lado. Si bien es cierto que relato de los acontecimientos. La retrospec- Margarethe y Matilda están en posición de ción se concibe como una búsqueda y la elegir sus relaciones de pareja, no es menos prospección como un intento de explica- cierto que cada relación en vez de dejarlas ción, pero nunca como un hallazgo, por- satisfechas, las conduce cada vez más al que el tono de las dos obras es –precisa- vacío y siempre –inevitablemente– a la mente– el desencuentro. soledad. Dan mucho sin recibir en la mis- En el trasfondo histórico ante el cual se ma proporción. Matilda amó, de distinta desarrolla la novela de Streeruwitz, se en- manera, a Cástulo Rodríguez, a Ligia Mo- cuentran, por un lado, los exiliados en Ca- rales, a Paul Kamack y a Joaquín Buitrago. lifornia y el fascismo; por otro lado, los Los tres primeros la abondonaron a ella, encabezados de los periódicos desde la sin haber sabido darle lo que necesitaba, primavera de 1990, como el canciller Kohl sin permitir que su amor fuera el sitio don- y la unificación alemana, discusiones por de pudiera refugiarse. A Joaquín lo deja la pena de muerte, lo que tiene como ob- ella, para encontrar asilo en la locura. jetivo la reescritura del recuerdo colecti- Clínicamente, se le diagnostica esquizo- vo. El lenguaje es breve, cortado, las frases frenia, “disociación de la realidad”. se interrumpen con frecuencia, se trans- Cuando la existencia que vivimos nos greden las reglas de la gramática tradicio- abruma, ¿no es válido convertirse en tráns- nal, lo que significa para muchos críticos fuga de la realidad? La novela de Rivera literarios una extravagancia innecesaria. Garza es una confirmación de que una Streeruwitz rechaza esa interpretación mujer tiene una última opción: refugiarse mencionando el enfoque de crítica del len- en la locura. Cuando vamos recogiendo guaje que se esconde tras su uso del los pedazos de la vida de Matilda, apren- lenguaje. Ella dice que el lenguaje no debe demos a respetar su decisión de evadirse, simular una unidad, un contexto omnia- de disolverse en una realidad alternativa. barcante que en realidad no existe.49 Streeruwitz traza en su novela una búsque- da de trascender, aunque sea a través de una vida ajena, una vida que no es nues- 49 Marlene Streeruwitz en entrevista con Günter tra, pero ¿realmente vivimos nuestra vida Kaindlsdorfer, op. cit.

122 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA LA IDENTIDAD FEMENINA –¿HISTORIA DE UN FRACASO?–

CONCLUSIONES chas reglas. La ecuación resultante de las relaciones entre las mujeres y los hombres Tal vez no sea mi pecho la cripta que te guarda. es de víctima-victimario. Pero yo no sería si no fuera este castillo en ruinas Las formas culturales han sido creadas que ronda tu fantasma. ROSARIO CASTELLANOS por y para los hombres, de ahí que la mujer satisfaga su deseo de eternizarse a través Hemos escuchado las voces de mujeres de de la maternidad. En una sociedad que sitios tan distintos y tan remotos como Ixte- adjudica a la mujer el papel de esposa y pec, Chactajal, Papantla, la Ciudad de Mé- madre, quienes optan por transgredir ese xico, el campo austriaco, el desierto árabe, rol son auténticamente segregadas. Baste Carinthia, Viena, etcétera. Ya sea que se recordar unos cuantos ejemplos: Isabel, la llamen Julia, Zoraida, Matilda, Luisa, joven que se atrevió a retar al destino, Franza, Brigitte, Paula, Margarethe, o que acaba convertida en piedra. Matilda muere no tengan nombre (como la niña y la na- en un manicomio porque elige la locura na de Balún-Canán, o la mujer de La pa- como único medio para escapar de su red), su situación es siempre la misma, in- realidad. Franza recobra su independencia dependientemente de su origen familiar: sólo con la muerte. Margarethe desiste de pobres, ricas, con abolengo o con estu- investigar la vida de Anna Mahler y regresa dio, su existencia está supeditada a la de a Viena. un hombre. Por otro lado, todas y cada una de las Todas ellas son las protagonistas de los obras estudiadas tienen el peso del mo- relatos escritos por narradoras que expo- mento específico en que fueron escritas. nen la condición de las mujeres a través En el caso de la literatura mexicana, el de sus personajes. Este testimonio no es parteaguas histórico es la Revolución de un grito, sino apenas un murmullo o qui- 1910 (que separa a las personas en dos zá simplemente un sollozo. Es una denun- bandos: explotados y explotadores) y, en cia sin salida en la cual las reglas del juego lo que respecta a la literatura austriaca, la han sido puestas por los hombres, y las Segunda Guerra Mundial (que marca el mujeres se ven obligadas a jugar bajo di- hito entre judíos y nazis).

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 123 MARÍA LUISA DOMÍNGUEZ / CHRISTINE HÜTTINGER

BILBIOGRAFÍA Haushofer, Marlen (1991) Die Wand Mün- chen, Deutscher Taschenbuchverlag. Argudín Vázquez, Yolanda (1992) El Realis- Janz, Marlies (1995) Elfriede Jelinek, mo Mágico, México, Fernández Editores. Stuttgart, Metzler. Castellanos, Rosario (1972) Poesía no eres Jelinek, Elfriede (1980) Die Liebhaberinnen, tú, México, FCE. Roman Hamburg, Rowohlt. Castellanos, Rosario (1976) Balún-Canán, Rivera Garza, Cristina (1999) Nadie me ve- México, FCE. ra llorar, México, Tusquets/CONACULTA. Conde Siruela [pseudónimo] (2002) El Sor Juana inés de la Cruz (1944) Poesías Vampiro, 2a. Ed., Madrid. Siruela. Líricas, México, Porrúa. Conrad, Joseph (2001) El corazón de las Strigl, Daniela (2000) Marlen Haushofer. tinieblas, México, Fontamara. Die Biographie, München, Claassen. Garro, Elena (1988) Los recuerdos del Vonnegut, Kurt jr (1982) Schlachthof 5 oder porvenir, México, Joaquín Mortiz. Der Kinderkreuzzug, Hamburg, Rowohlt.

124 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA BLANCO PLATA; ROJO FUEGO. MUTILACIÓN DEL CUERPO; MUTILACIÓN DE LA PALABRA. ENSAYO COMPARATIVO DE FARABEUF O LA CRÓNICA DE UN INSTANTE Y EL HIPOGEO SECRETO O LA CRÓNICA DE POLT DE SALVADOR ELIZONDO

Gloria Josephine Hiroko Ito Sugiyama*

S alvador Elizondo escribe en 1965, el que el deseo, ni más eternidad que el ins- año que disfrutó como becario del Centro tante, con lo que se recrean y acentúan Mexicano de Escritores, Farabeuf o la Cró- sensaciones metafísicas, eróticas, de pla- nica de un instante, obra redonda y acaba- cer, dolor y éxtasis), a fin de que cada cosa, da, con la que gana el premio Villaurrutia; cada objeto, cada personaje, cada reacción más tarde, en 1968, El hipogeo secreto o psicológica ocupen un lugar propio en el la Crónica de Polt, con la que aspira a escri- espacio (la evocación) y el tiempo (la cró- bir su obra más ambiciosa e inmoderada, nica), con el acto primordial del recuerdo. mas, a pesar del esfuerzo que realizara el El hipogeo secreto, penetrante análisis autor y el reto que ésta le significó, El hi- de la palabra: intento de monumentalidad, pogeo secreto no alcanzó a cristalizar de ritmo intrincado, ofensivo, ilógico, absur- la manera deseada y esperada, ni tampoco do; de pincelada suelta y expresiva, dolor fue muy bien recibida por la crítica. Con mental hasta romper la palabra, rito termi- ambas obras, Salvador Elizondo pretende nal, con gran contraste de texturas, luces y incursionar, en su afán por la innovación y sombras, ambigüedad e imprecisión, dis- el uso de las nuevas técnicas, en el campo continuidad que se torna continuidad, en experimental de las letras. la búsqueda de la espiritualidad inmolada, En Farabeuf, Elizondo consigue –por mediante el dictum: el verbo, en una banda medio de artificios de pensamiento, juego de Möbius que da movimiento a la obra y de ideas de contexto narrativo (la literatu- logra conseguir una riqueza de relaciones ra) y figurativo (el espejo), donde la con- espaciales, continuas, expresivas e infinitas. centración es la regla del juego–, un len- Todo esto con la influencia de exquisitas guaje de la voluntad de precisión y rigor depravaciones y perversidades (a la Ba- lógico del discurso que se convierte en don taille, Sade, Baudelaire). Pérdida del poder poético; por medio del empleo extraor- de la palabra, la muerte, fin de la autoría, dinario de imágenes congeladas (cuatro el yo engañoso se da a nivel ominoso. El operaciones: metafórica, mental, quirúr- deseo oscuro de ciegos impulsos irracio- gica y sensorial, donde no hay más absoluto nales, muerte que se perpetúa por y en la escritura. Sentimiento que se proyecta * Departamento de Humanidades, UAM-A.

[125] GLORIA JOSEPHINE HIROKO ITO SUGIYAMA sobre la realidad, experiencia de lo irra- plandor, el deslumbramiento, el engaño, cional, mundo de la luz y de la razón. ofuscamiento; la seducción, fascinación, De la confrontación con las dos obras ilusión; el agua, la lluvia, los fluidos, los aflora un proceso de innovación de la es- lienzos y los uniformes: blanco; plata re- critura, donde Salvador Elizondo pasa flejada del instrumental quirúrgico, las mo- de lo figurativo a lo abstracto, ya que de nedas, el puñal, purificación mediante el acuerdo con él, la formación artística del sufrimiento, fricción compartida, éxtasis sa- escritor debe nutrirse por todas las formas grado de la tortura china hasta la muerte; de expresión, no limitándose a la literatu- El hipogeo secreto, rojo fuego, el descenso ra, sino utilizando también técnicas de las a los infiernos, donde se multiplican y acre- otras artes. Así, nuestro escritor reconstruye cientan las tentaciones, placer y sufri- a partir de crónicas, “imaginarias y rituales”, miento, la vehemencia, el ardor, la sangre verdaderas experiencias literarias vitales. que se enciende, las salamandras, los ca- Crónicas que hacen que un pueblo pue- maleones, las serpientes solares, del libro da formar su historia articulándola en re- rojo, del mito, del rito, mentira, inscripción latos. El papel de las crónicas es el naci- del cuadrante solar, la danzarina (la baila- miento de una determinada concepción rina-hipnotista, la sacerdotisa sonámbula), del tipo de la historia, su registro. Crónica los arcanos, la pasión que se inflama hacia a la manera de las culturas milenarias, co- la búsqueda elizondiana de nuevas posi- mo testimonio; mas en Elizondo, elección bilidades de y en la escritura. de lo posible –mediante la literatura–, Farabeuf, piel húmeda, agua que golpea manera de negar la realidad de lo real, acompasadamente en la ventana, lluvia dando paso a una realidad superior, la de que se escucha sobre el cristal, como el la imaginación. caer de las monedas, tintineando sobre la Basarse en la idea, indecible, excelsa y superficie metálica (véase F: 9),1 sonidos magnífica posibilidad, porque presenta cadenciosos, deslumbrantes de erotismo, ante el lector los elementos que contie- sensación de un frío anodino, que en un nen el mensaje de la obra, manteniéndolos ambiente lúgubre: la oscuridad, provocan siempre en evidencia, presencia constante, con ese ritmo: el misterio, y despiertan: el sostenida a lo largo de la obra, detalles que miedo. Sustancia derramada, informe que cambian su entorno, que por sí mismos toma la forma de su receptáculo, una vez no son semejantes, pero que a fuerza de conformado, momento de quebranto, de la repetición surgen una y otra vez, para- desgarramiento, congelar la memoria, el lelos, mimetizados, incrementando su con- silbido agudo de las palomas como pre- tenido para conseguir la completud, dar sagio de un espectáculo desquiciante, va- la totalidad del mensaje. Los motivos resul- cío del teatro, o su plenitud por medio de tan ser la suma de las ideas-ideogramas. intrigas y acciones; tornarse de nuevo agua La memoria subjetiva, rasgos que com- parten y contrastan las obras, en Farabeuf, 1 Salvador Elizondo (1965) Farabeuf o la Crónica la mutilación del cuerpo, en El hipogeo de un instante. En las citas sucesivas de esta misma secreto, la de la palabra. obra, se anotará entre paréntesis una F para dife- renciar este relato del otro (El hipogeo secreto o la Farabeuf, blanco plata, la luz argéntea y Crónica de Polt) del mismo autor y, el número de mortecina, reluciente acero, el espejo, res- la página correspondiente.

126 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA BLANCO PLATA, ROJO FUEGO. MUTILACIÓN DEL CUERPO, MUTILACIÓN DE LA PALABRA... en la forma de sus fluidos, erotismo, trán- miento. Porque no es la realidad lo que sito, muerte, tiempo, imagen de transpa- realmente conocemos, sino parte de la rea- rencias, afanosa disolución, imagen con- lidad, nuestra subjetividad, que podemos denada a contemplarse (Narciso), pero no reducir a lenguaje y a conceptos. sólo a sí y en sí mismo, sino al otro y en el Lo que llamamos conocimiento es el otro, la imagen del deseo, la re-creación, saber que tenemos sobre cualquier cosa la búsqueda y aceptación del horror de lo para dominarla y sujetarla. No que la téc- que somos. nica sea el conocimiento, pero aun cuando Preparar el momento que se hace visible sea imposible extraer de todo conoci- mediante el rito de un sacrificio, el delirio, miento una técnica, un procedimiento recrear lo representado, la obsesión en un para transformar la realidad, todos los co- instante. Contemplación, acto de entrega, nocimientos son la expresión de una sed renuncia, repeticiones obsesivas, transmi- de apoderarnos, en nuestros propios tér- tir la experiencia, placer, juego. Seducción minos y para nuestros propios fines, de esa mística para elegir lo expresado: el deseo, intocable realidad. Actitud de dominación, creando imágenes que aclaran sensacio- red infinita de lo imaginado. nes. La exaltación que se alcanza median- En Farabeuf emana una frialdad siniestra te la intensificación y el contraste: apelar de ciertos resquicios, como si en ellos alen- a las emociones del espectador. tara la esencia de las cosas que han sido y El hipogeo secreto, fuego incontenible, que no volverán a ser, pues sobreviene la contraste de Flor de fuego, elemento in- muerte; el ideograma chino, después de candescente de la pasión, danza continua, la tortura del instante, placer hasta el pa- sangre intelectual: “rómpeme” (H: 9);2 que roxismo. Fotografía en emulsión plata, la se derrama, nada permanece, inevitable- contemplación, aparentemente inútil, el mente. Luz incandescente, designio terres- asombro ante la realidad lleva a quien lo tre, nuestro yo de la impotencia. Dejar contempla a divinizarlo, a unirse con el ob- actuar, sin remedio, hasta que el lenguaje jeto, el otro, el vértigo, la nostalgia, la ne- se vuelva contra sí mismo, nunca decir lo cesidad de satisfacer ese sueño que le que queremos o nunca querer decir lo que permite descubrir nuevas vetas posibles decimos. Desmitificación del lenguaje, es- al arte; mientras que en El hipogeo secreto tabilización del significado,3 comunicación surge un fuego expansivo, sin obstáculos, precisa. Escritura de la conciencia. Sojuzgar irreductible, constante, abierto. Locura, un y someter a la realidad a un orden que no tanto de delirio, intimidad, hasta la per- es el de la naturaleza, sino el del pensa- versidad. Escritura que cristaliza en fuego, escrita mientras se está escribiendo en el 2 Salvador Elizondo (1968) El hipogeo secreto o documento rojo de una conspiración se- la Crónica de Polt. En las citas sucesivas de esta obra, creta, por los laberintos de la escritura hi- se anotará entre paréntesis una H, para diferenciarla del otro relato y el número de la página. pogea, hasta llegar al reducto: la muerte. 3 Significar lo tomaremos en el sentido amplio, Farabeuf, con el elemento estructurante donde quiere decir que los objetos no trasmiten sólo del “recordar”,4 se muestra siempre con el informaciones, sino también sistemas estructurados de signos, es decir, esencialmente sistemas de dife- 4 Véase Fernando Guerrero (2001) Farabeuf a tra- rencias, oposiciones y contrastes, véase Roland Bar- vés del espejo. Análisis del erotismo y las voces na- thes (1993) La aventura semiológica, p. 246. rrativas de la novela, p. 15.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 127 GLORIA JOSEPHINE HIROKO ITO SUGIYAMA aura de la revelación única e inexplicable tasiado el cielo mientras los verdugos se que es la verdadera esencia de la poesía, afanaban en descuartizarlo, revelaba algo impregnado de los sentidos, erotismo, sa- así como la esencia mística de la tortura”.8 dismo, elementos chinos, el sufrimiento, La imagen, el recuerdo, elementos el amor, el desollamiento, la ouija, las car- orientales, y occidentales, juegos de azar, tas, el hexámetro, juego chino del I-Ching, los espejos; lo metálico, pero plata, blanco el agua, lo húmedo, lo etéreo, lo plateado, brillo reflejante, agudo, incidente, en sus metálico, frío: “ante la vista de la foto, al- tres sentidos, uno cortante y filoso, que cae gunos lectores se esforzarán por relacio- (en una falta), otro con ese corte quirúr- nar el sentido con la imagen, el sacrificio, gico carnicero, que separa, en el sentido la sangrienta realidad”,5 la oscuridad in- de incidir la carne, destazar; violencia y descifrable, donde el encadenamiento de dolor desgarradores, pasión por la foto- imágenes, de una pulcritud incisiva, consi- grafía, sales plata, que producen una ima- gue crear el relato cinematográfico,6 gra- gen dilacerada de un acontecimiento re- cias a la fascinación ejercida en Elizondo currente y, el tercero, incidente, por lo por ella, la fotografía, de la superposición casual, fortuito, imprevisto, incidental. En de planos, mucho más fuerte que la exi- este texto: “¿recuerdas?” (F: 42), tres veces, gencia de una relación lógica entre las pa- la evocación. labras oídas: Esa fotografía de la tortura Por medio de sensaciones, ante imáge- china que le sirviera para establecer una at- nes visuales. Conspiración. Lo metasenso- mósfera y el contrapunto de las imágenes.7 rial. Goce carnal, rito terminal, desgarra- Unión final de la vida y el arte. La ima- miento, la carne hecha jirones: paroxismo gen, crueldad sensible (aislamiento hacia instantáneo de la posesión, recuerdo. Eter- el interior), orgullo de la razón, unido a la nizar no el instante fugaz, sino el recuerdo nostalgia del conocimiento, una reacción, imborrable de su mente; las imágenes: su- acción apasionada, indefinida. Arriesgado gerida (orgasmo), inventada (operación juego consciente. Para el artista lo más im- quirúrgica), real (desollamiento), todas ellas portante es crecer el juego de fantasías, dentro de una tónica sado-erótica-maso- arriesgar en el juego de la vida, darse, des- quista: “Los actos eróticos son instintivos… garrándose, en la tortura hasta la muerte: mas encierran una paradoja: nada más na- “El carácter inolvidable del rostro del su- tural que el deseo sexual, nada menos pliciado, un ser andrógino que miraba ex- natural que las formas en que se mani- fiestan y se satisfacen”.9 Sorpresa de las 5 Georges Bataille (2000) Las lágrimas de Eros, apariencias, del trompe-l‘oeil (equívoco) p. 244. del que hablara Baudrillard,10 donde no 6 En Elizondo, sus relaciones con la fotografía, y hay luz natural, ni rostro, ni psicología ni especialmente con el cine, pueden leerse como un historicidad. Todo es artificialidad. texto-tejido-lugar de encuentro de una actividad productiva de un discurso general. Su escritura puede leerse y analizarse en esta compleja red de perspec- tivas, véase Gianfranco Bettetini (1997) Producción significante y puesta en escena, p. 54. 8 Salvador Elizondo (1987) Autobiografía, p. 44. 7 Véase Emmanuel Carballo (comp.) (1996) Nue- 9 Octavio Paz (1993) Un más allá erótico, p. 17. vos escritores mexicanos del siglo XX presentados por 10 Véase Jean Braudillard (1997) De la seduc- sí mismos. Salvador Elizondo, p. 44. ción, p. 62.

128 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA BLANCO PLATA, ROJO FUEGO. MUTILACIÓN DEL CUERPO, MUTILACIÓN DE LA PALABRA...

El pasado, evocación, “para Elizondo el Pero cuando éste observa a la figura mas- pasado es necesariamente una forma de culina, ésta se convierte en víctima: “Y tú ficción y el realismo sólo resulta conce- estás fija allí y yo te miro mirarme fijamen- bible, en modo imperfecto, bajo la for- te” (F: 135). ¿Alegoría de Cristo crucifica- ma de evocación”.11 Sacrificio, como una do-redentor (víctima y liberador); castrante erupción de deseo, tortura ceremonial de y flagelador (castiga y zahiere o censura), magia adivinatoria, donde existe un ins- judíos-nazis, tú y yo? tante que jamás acaba de suceder (el que En Farabeuf el “nosotros” es la imagen revela el conocimiento asimilado), porque en el espejo de todo lo que se ha refleja- se crea y se recrea: “¿recuerdas...?” (F: 42). do en él. El espejo es el lugar desde donde Frase con que se inicia y termina el relato. se narra. Un lugar que carece de tiempo y O acaso será un suceso que nunca acon- en el que todas las imágenes se confunden. teció del todo, eros que se insinúa con sím- Es por ello que la novela presenta una bolos, de modo que en el espectador crea estructura fragmentaria, en que se narra y una sensación más vívida que si de hecho se recuerda a un mismo tiempo: el re- aconteciera. Encuentro momentáneo de cuerdo, siempre, de fragmentos. Todos los dos seres, la víctima y el verdugo, donde instantes y de ahí el título: Crónica de un por instantes no se sabe quién es uno y instante, pues, todos estos instantes se fun- quién el otro, quién domestica o es do- den en uno solo a través de la conciencia mesticado, quién cabalga o es cabalgado. del espejo. Al sintetizar estos momentos Donde ya no se sabe quién goza y quien en uno solo, se puede mostrar la imagen padece, quién actúa y quién permanece única en que se resume la obra: “tocarse inerme, quién da y quién recibe: recono- con la mirada” (F: 82), perneada de erotis- cer en el otro lo propio y, hacerlo de uno mo, donde juegan ese sentirse deseado y como movimiento fundamental del espí- observarse, la libre desnudez y el secre- ritu, cuyo ser no es otro, sino el retorno a to encubierto, la vida y la muerte, el placer sí mismo desde el otro. Resultado de la y el tormento, experimento existencial, contemplación de una fotografía de un la esencia. tormento chino. Retórica de la visión y el En esta obra, contemplación que nos movimiento mediante la palabra. abisma en un objeto: la fotografía. Olvidar, Rito de la tortura: “Tu cuerpo se queda postrarse ante lo que atrae nuestra aten- solo en medio de esta muchedumbre que ción, fundirse con ello. El asombro ante la viene a presenciar el fin de un hombre y realidad lo lleva a querer atraparlo en el sólo tú participarás del rito, de la purifica- instante, fascinación y horror que lo mue- ción que el testimonio de su sangre realiza- ven a comulgar con él: “Con la imagen y rá en tu mente” (H: 132). En este fragmen- con [...] el turbio sentimiento [...] se inte- to se descubre cómo la figura femenina gran ebriedad y horror vertiginoso..., don- se transforma en la víctima del suplicio.12 de la realidad de la muerte [...] posee un

11 Adolfo Castañón (1993) “Las ficciones de Salvador Elizondo”, p. 151. ló la emoción bella y banal de su decadentismo y le 12 Quizá la influencia de sus lecturas de Bau- estremecían imágenes de sus relatos, como las ma- delaire. A decir del propio Elizondo, éste le reve- donas apuñaleadas y los cadáveres semidevorados.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 129 GLORIA JOSEPHINE HIROKO ITO SUGIYAMA sentido mayor que la vida, mayor...y más es el intento por comprender y transmitir frío”.13 una visión que es quizá incomprensible, Contrarios irreductibles para la con- tal vez incomunicable. ciencia que los abstrae de forma triple dual, En este relato están, por un lado, el se- el número seis chino, el de la muerte, el creto, lo oculto, lo inviolable y, por el otro, fin, la anulación: coito y desollamiento, la palabra abierta, la expresión violada. No violación y desgarramiento, operación y obstante, escritura que es ella misma se- desolamiento implacable. Elizondo quiso creto. Escritura que no es espejo, sino desti- mostrar a su lector la sensación que des- no en que nos realizamos. En esto radica pertó en él aquella fotografía. El motivo su valor subversivo y creador. La escritura buscó su posibilidad y lo encontró. Fara- que trasciende: conquista, creación del ser, beuf, donde la disolución de la muerte y revelación y encarnación del hombre en la alegría del reconocimiento se mezclan un acto irrepetible, único y total. Elizondo perturbadoramente. en esta obra es quien, a la manera filo- Obsesión por la óptica, por los espejos sófica, postula el concepto, trata de ab- mágicos como en el romántico E.T.A. Hoff- ducciones, resultado de las inducciones y mann,14 óptica o poética e imaginación deducciones, dentro del código, pues se que dan testimonio de la intensidad de una trata de una novela inmersa en la semió- vida: la contemplación “que se aparta de tica y en la filosofía del lenguaje.16 El ele- lo común y corriente para manifestarse mento estructurante: “rómpeme”, la frag- de preferencia a través de un proceso re- mentación, augurando la de-construcción, flexivo de concentración e interioriza- un texto no sólo abierto, sino que al ser ción que dará como resultado la creación violado, ultrajado, desgarrado, es capaz de de una nueva óptica, sino (sic) es que de brindar una multiplicidad de posibilidades. una vida nueva”.15 En El hipogeo, Elizondo pretende ha- El hipogeo secreto, unión de la vida y la cer con la palabra lo realizado median- palabra, lo imaginario, lo mental, lo cesu- te la imagen; en Farabeuf, la insinuación do, elementos occidentales, matemáticos, de la palabra: “Lo sugiere de una manera la violencia, subordinación de la palabra, tan ambigua que, en realidad no es posible violación, juego, el fuego, la tierra, el calor, saber con una certidumbre absoluta, ni la luz interior: intuición e inspiración. Indu- siquiera si, en efecto, ese cuerpo es el de dablemente, en esta novela elizondiana se una mujer” (H: 50), la confusión, el equí- muestra el argumento sobre la creación voco, la ambigüedad encarnada. Ceremo- pura, metalingüística, donde toda escritura nia cruenta, rito sangrante. Sombra de la lluvia, cuyo polvo es “como una salaman- dra o como un aullido ahogado que el viento se lleva en un remolino” (H: 57). 13 Georges Bataille (2000), Op. cit., p. 243. El hipogeo secreto, farsa metafísica de 14 Véase Wulf Segebrecht:, “Hoffmann erzählt: trama turbia, glosa no visual como en Fa- Sein Ich und sein Werk im Vervielfaltigungsglas rabeuf, sino intelectual, de gestos emotivos, neuerer Prosa”, en Jahrbuch 1992-3, (1) pp. 184-198. 15 Salvador Elizondo (1988) “Las ficciones de Salvador Elizondo”, pról. de Adolfo Castañón, en 16 Véase Umberto Eco (1990) Semiótica y filosofía Obras, p. XVIII. del lenguaje, p. 59 y ss.

130 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA BLANCO PLATA, ROJO FUEGO. MUTILACIÓN DEL CUERPO, MUTILACIÓN DE LA PALABRA... aunque velados, donde se hace preciso provocan. Seres que a pesar de ser crea- disolver lo existente para llegar a formas dos por su autor, poseen carácter propio. más esenciales. Dolor, que con la punta Los personajes en Farabeuf son una ba- de un lápiz sangrante recorre la mano de la raja de signos, las fichas del I-Ching y la escritura, “dolor estrictamente mental, ouija, mientras que en El hipogeo ya son la naturaleza exacta de la experiencia que signos, efectivamente, las palabras y letras ya nos habíamos propuesto hace cincuen- de un libro. Elizondo, del nivel del signi- ta mil años” (H: 110); tortura, de una his- ficado en Farabeuf, pasa al del significan- toria interior, terrible de una página en te en El hipogeo secreto.17 blanco, en un libro de pastas rojas: “ya Hipogeo secreto, altar del fuego, supre- contenida en otra páginas; las páginas de ma inmolación, coincidencias significati- la memoria que las concreta mediante la vas, como si los personajes fueran ajenos escritura; una historia interior que se va a su voluntad, mostrar la casualidad como realizando sobre el papel” (H: 111), visión destino, que hace ver al azar como una inquietante de la escritura; teatro: la vida forma de premeditación en la que se ex- como espectáculo, farsa metafísica del presa una ley más alta, anterior quizás a Sabelotodo: “Se trataba tal vez de un actor los mismos agonistas, pero que encuentra inexperto, sin duda. O del autor llamado su realidad en ellos, signándolos al tiem- de pronto por el público al proscenio. O po que ellos lo hacen posible: mujer, mujer era un tramoyista ebrio, confundido, que que duerme, nuestra sombra, espectro: irrumpe súbitamente en el escenario en nuestra imagen, nostalgia de absoluto, esa medio de la representación” (H: 112), cor- tan auténtica como irreal, su convicción, te y violación. de que está destinada a jugar un papel ex- Ceremonia de reconstruir la experien- traordinario y que a través de su voluntad cia. Ya no imagen, sino la palabra, como alguien emergerá como la gran figura que secreto de revelación del verbo, de la rea- necesita la época para salvarse, en un aje- lidad, donde el elemento des-estructurante drez, tablero de los sesenta y cuatro esca- lo constituye la ruptura: “rómpeme”(opera ques, donde se vale tender celadas, pero aperta). Esa visión que cobran los carác- no ocultar ni engañar. teres de la alucinación en la mente de los Su política incluye el no poder hacer personajes que narran una historia en pri- movimientos sin que el adversario los vea. mera persona, esa fantasía es, inadverti- No puede uno hacer saltar a un peón co- damente, la conciencia de un sueño apri- mo si fuera un caballo, ni disfrazar un caba- sionado en los grilletes de la vigilia, es llo para que parezca alfil. Tampoco se decir: “toda escritura es la concreción de puede meter a jugar de repente, piezas que un insomnio y la creación literaria una aspi- no estaban sobre el tablero, ni conseguir ración irrefrenable del sueño” (H: 52): El que una pieza negra se cambie de bando Imaginado, un ser perfecto e impreciso, por y juegue a favor de las blancas. ser quien “imagina”, distorsiona los hechos. En Farabeuf, un tintineo obsesionante y Personajes supeditados a su circuns- rítmico, creado por el ruido de la lluvia, el tancia y entorno. Formas que fluyen unas sobre otras en vez de estar separadas. Se- 17 Véase Enrico Carontini y otros (1995) Elementos res creados por su autor, que sufren y de semiótica general, p. 104 y ss.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 131 GLORIA JOSEPHINE HIROKO ITO SUGIYAMA caer de las monedas, las fichas, los instru- muerte”.18 Ensayarlo todo antes de morir: mentos metálicos, plateados y afilados, suspensión de la vida. Posibilidad de negar punzantes, hirientes, cortantes, donde la la estrechez humana e inventar la historia sangre tiene ese gusto ferroso tan carac- a partir de esa búsqueda de lo posible, del terístico: la putrefacción, la estrella de mar, ser último. el número seis chino: la muerte. Orgasmo El hipogeo secreto, desequilibrio entre físico (la pequeña muerte, a decir de Ba- sus potencialidades reales e imaginarias, taille), mientras que en El hipogeo secreto, pérdida de la vida, en el momento en que ritmo de la escritura, fuego del pensamien- encuentran una justificación racional para to, sangre intelectual, ruptura del instru- explicar el accidente, la muerte, justifica- mento del verbo, orgasmo mental, deseo ción que lo despersonaliza y lo convierte de conocimiento; de saber qué se siente en un hecho abstracto que puede acomo- al experimentar tal violación, la del cuer- darse dentro de una condición general de po, en la primera obra; la de la mente, en las cosas, la escritura. En Farabeuf, Salvador la segunda. Elizondo quiere lograr el efecto de la su- En la elipsis temporal de la banda inter- perposición, propuesta cinematográfica de minable de Möbius de El hipogeo secreto, Eisenstein, utilizada milenios antes por la se descubre como pensamiento, la escri- caligrafía china; en El hipogeo secreto, ac- tura. Elizondo intuye que escribir es la úni- tualización de todas las potencias del ca acción a desarrollar metanarrativamen- mundo, mediante su escritura, aquella que te. El pensamiento, el verbo, es lo que de manera continua está siendo escrita. triunfará al cruzar el túnel del hipogeo, Historia que más que suceder se mira, transición, experimentación, descartando a diferencia de El hipogeo secreto que se bloques de significado para construir otros escribe, y ambas inscritas en la tradición de significación, para conseguir la iden- del nouveau roman, tipo de relato donde tificación de la claridad, mediante la sabi- no existe la progresión dramática ni el mo- duría y el entendimiento, y así, alcanzar el vimiento, a la manera de la novela deci- hipogeo secreto, el instante supremo e ín- monónica. En El hipogeo secreto: “dime…” timo de la comprensión, el texto filosófi- (H: 9), el verbo, la invocación, la palabra co-literario. que se reconstruye en la escritura que se En Farabeuf, el ojo, la visualización de remite al pensamiento abstracto, al secre- una fotografía que provoca una sensación, to. Ceremonia secreta. Lo metalingüístico. la del instante, que remite a lo fotográfi- Goce intelectual, rito terminal, Mía, la po- co: ¿recuerdas…?, proceso mental de la sesión, la consagrada, divina: “la repre- figuración; en El hipogeo, la mentalización sentación gimiente de un sueño” (H:108), de la palabra, la escritura: “dime” (H: 9). dolor mental de la disciplina, del recuerdo En ambas, la antinovela presente, como y del olvido, muerte: “que se vuelve agu- dijera Elizondo en su Cuaderno de escri- do, que lo penetra todo violentamente tura: “todos los intentos literarios son in- trasponiendo los límites de todas las abo- tentos de concretar la experiencia de la minaciones que imaginamos inscritas den-

18 Salvador Elizondo (1988) Cuaderno de escri- tura, p. 159.

132 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA BLANCO PLATA, ROJO FUEGO. MUTILACIÓN DEL CUERPO, MUTILACIÓN DE LA PALABRA... tro de las regiones del placer más claro” eterna ilusión del comienzo que no llega (H: 108), pues la ceremonia sólo puede nunca a la realización total y se expresa realizarse en el reducto, lápiz sangrante de en una continua caída sin fin hacia el abis- la escritura mental. Eternizar el gesto vis- mo: “no puedo ir más lejos” (H: 113). con- lumbrado casualmente, donde lo real, lo fesión dramática y dolorosa, llena de una sugerido y lo inventado es uno y lo mismo, indecible melancolía, que nos entrega el la escritura (el verbo). Eternizar el instante sentido último del libro y se abre a la fasci- paroxístico, clímax de dolor intenso. nante historia de su carácter inconcluso En esta obra, el escritor parece obse- con todas las consecuencias que tiene para sionado por la necesidad de tocar los más la obra de Elizondo y para la historia mis- intrincados resortes de la arquitectura de ma de la literatura. la conciencia, a través de manifestaciones Aquí, el lenguaje no está dirigido a di- interiores en relación con una realidad, y secar la experiencia de la vida para en- su estilo se dirige a hacer posible su expre- cerrarla en la forma que se contempla a sí sión desde adentro en vez de buscarla en misma, sino que se dirige hacia el punto la textura exterior de la realidad. Imposibi- opuesto, es el verdadero lenguaje de la lidad de final, obra abierta (Eco).19 Dimen- poesía, en la cual lo que aparece es la ex- sión metafísica de lo real. Trascendencia, periencia en sí, volcada hacia su venero desencanto del mundo, llegar al significado original, hacia las fuentes del ser, tal como profundo deconstructivista de un discur- se muestran en el movimiento mismo de so sin sujeto o, si se prefiere, de un sujeto la vida, y es por esto una presencia conti- que ya no es protagonista (Derrida).20 nua que es perfección en sí misma, verdad Dar respuesta a una exigencia ética, vívida y encarnada, eternidad en acción, darle sentido a la vida como narración tras- mostrándonos la textura real y por eso se- ladándola al terreno del mito. Ironía fren- creta y sujetable, sólo a través del arte de te a lo trágico. El hipogeo secreto, descenso cada instante que se precipita en el siguien- en búsqueda de revelación, juego de imá- te, sin perder jamás su altura: una infinita genes, viaje a los límites de lo posible, ra- epifanía al borde siempre del prodigio zonando lo imposible, renuncia, entrega, último y que, como la relación de los men- abandono, desintegración de valores. sajes se mantiene siempre en estado de Rompimiento de la palabra. suspendida relación. El lector ante su limitada capacidad para Espera tensa y vigilante. Lo concebido comprenderlo, muestra una ilimitada faci- en El hipogeo secreto todavía no tiene lidad para deformarlo, ganar el carácter realidad, sólo existe en el pensamiento, fragmentario, “rómpeme…” (H: 9), hasta como una posibilidad que anuncia algunos romperlo, en la búsqueda de la obra abier- elementos de la realidad susceptible de ser ta, la nueva posibilidad-imposibilidad: utilizados como punto de partida para un justificación de rechazo a la existencia del aventurado viaje a lo desconocido, a pun- instante, que nos regresa al tema de la to de ser escrito y escribiéndose. El viaje, “el de los términos ambiguos o imprecisos que lo delimitan, origen y destino, partida 19 Véase Umberto Eco (1962) Opera aperta. 20 Véase Francesco Arroyo, “Jaques Derrida: La escritura sin sujeto”, en Tintaseca, p. 32.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 133 GLORIA JOSEPHINE HIROKO ITO SUGIYAMA y retorno, persecución y huida”.21 El viaje, que está más allá de la personalidad o es el movimiento, la consumación de todas anterior a ella. Así, la búsqueda de una ver- las posibilidades de la lengua. Búsqueda dad absoluta que mueve a la acción, es de lo infinito hasta el infinito mismo. una imagen que se repite con el carácter El sentido de la vida se encuentra fuera, de su propia imposibilidad. Es la necesidad en el lenguaje que expresa la realidad, in- del deseo, la que mueve a Elizondo a es- dependientemente de los propósitos del cribir Farabeuf. Aviso inefable, cambiar el creador: encontrar la verdad del creador cuerpo sin tocarse, y a partir de una imagen, a través de la creación imaginaria, per- de un relato de ese hecho no consumado. cepción intuitiva lanzada hacia la reali- Último encuentro en que la unión carnal zación utópica que él ve como única ma- no se realiza, pero se crea otra clase de nera posible de transformar el carácter unión, más allá o anterior a la tristeza del de realidad. Farabeuf no tolera nada deseo y a la necesidad de enfrentarse a impreciso. Por distintos medios del arte los otros, señal de la verdad, de constituirse llega a la unión, paroxismo, a la realización como unidad cerrada, fríamente calculada. de su deseo. Instante cuyo poder secreto El encuentro la lleva hacia la última di- no se halla en la continuidad, sino en la mensión, su dimensión real y actual, en repetición, y la respuesta se encuentra así que la verdad se encuentra en la polaridad en la expresión, su fin: la continuidad. Fu- entre lo cerrado y lo abierto, en el impulso gacidad del instante, supremo instante de hacia la unidad la deja intocada y abierta la doble figura. intercambiándose con ella mediante su Ante la enajenación del instante, El hi- propia acción y asegurado con su perpetuo pogeo secreto abre la posibilidad de la movimiento, la continuidad de la vida. acción que no se dispersa y se pierde en Escritura, valor creador en razón de su ca- la indiferencia del mundo donde el sentido pacidad para poner en movimiento a la utilitario es ajeno a la propia acción y no vida, cuya oposición a los valores que se deforma las estructuras sociales, sino que sostienen por su mero carácter establecido, regresa a nosotros en el reflejo de un espe- es, por sí misma, una acción crítica. jo que nos refleja. Éste es el sentido pro- El instante perpetuo en que cada movi- fundo de la vida, que se muestra en esta miento se deja caer suavemente en el si- obra, lo hipotético, la vaguedad, lo nebu- guiente sin ninguna interrupción que rom- loso: “hubiera” (H: 27), “hubiéramos” (H: pa la mágica afirmación de su carácter 40), esa posibilidad, irrealizada, carac- inmutable, de su vida fecundada por el es- terística de lo indeterminado, que da pie píritu que en su inmutabilidad es vida y a un sinnúmero de estratagemas de la es espíritu al mismo tiempo. La unidad es subjetividad.22 el producto ya no de una inocencia (incon- Hacer lo posible, la realidad, mediante ciencia) original, sino de una inocencia re- condiciones mismas de realidad. Descen- cuperada, que ha tenido lugar en el mun- so, búsqueda de esencia de lo impersonal do, unidad con el mundo, repetición: “tres veces” (H: 10), importancia de la repe- tición: la revelación, hasta la ruptura: “róm- 21 Véase Salvador Elizondo (1983) Camera lucida, p. 177. peme…” (H: 37) es el producto de lo hu- 22 Cfr. Ibid., p. 133. mano, que es la verdadera realidad, que

134 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA BLANCO PLATA, ROJO FUEGO. MUTILACIÓN DEL CUERPO, MUTILACIÓN DE LA PALABRA... no deja de ser una imagen intuida o senti- parece como una contrapartida de la vida da y se muestra al fin, mediante la escritu- que la completa, permitiendo que en su ra de quien se escribe a sí mismo, escri- realidad se realice lo irrealizable. biéndose en un cuaderno de estafiletes Pero también reivindicación del ocio, rojos, de la escritura. vértigo delirante, simulación, imitación o Posibilidad de entrega, al ser, al hacer sátira que denuncian el absurdo y la ba- de la posibilidad del otro, de mostrar tam- nalidad, invierten valores y jerarquías o su- bién la otra realidad el mundo, su carácter gieren formas de vida, alternativas. Acti- sagrado: tudes que Duvignaud24 vislumbra ligadas con el juego, que atraviesan como “flujos” “A través del tiempo, el sacrificio san- el curso de las civilizaciones y se reflejan griento abrió los ojos del hombre a en posturas éticas, estéticas o políticas re- la contemplación de esa realidad novadoras: el libertinaje, la metamorfosis excesiva sin medida común con la y el barroco: vertientes vitalistas e irreve- realidad cotidiana y que, en el mundo rentes, subversivas. religioso, recibe el extraño nombre A pesar de que intitula a sus dos obras de sagrado”.23 como crónicas, una “la del instante”, otra, “la de Polt”, Farabeuf no tiene tiempo li- que a través de la escritura, adquiere una neal ni cronología, “el tiempo no es demos- presencia tangible y permanente. Farabeuf trable, sólo es la referencia que nos permite y El hipogeo secreto, intrigas de relatos interpretar o pensar los acontecimientos,25 velados por fantasmas fugaces e instan- nacimiento de una nueva concepción: un táneos, recuerdos que se olvidan y me- momento sólo se determina en función de diante ciertas técnicas, a veces gestos otros momentos que no son ese momen- ínfimos, otras, la repetición (tres veces), se to”,26 su registro. Paroxismo. Coito, deso- recuerdan: testimonio de confesiones y llamiento, operación quirúrgica en Fara- confusiones. beuf; escritura, lectura, desciframiento de Tanto en Farabeuf como en El hipogeo las inscripciones en El hipogeo secreto, secreto hay reglas que se instauran a me- crónicas de asociaciones secretas, misterio, dida que se juega. Juego artístico que res- donde si bien se da una recopilación de ponde a una exigencia de rigor y destreza. hechos, se presenta una sucesión orde- Juego, necesidad íntima y quizá perversa: nada, registro, en cuanto a variables del la imagen, la palabra, confusión conjun- sentir del autor. ción, el alba o el anochecer, el recuerdo Mientras que en El hipogeo secreto, de y el olvido. Perversidad, lo importante pa- manera constante se apela a estar en la ra el receptor y el artista es ver cómo el situación de la acción, en Farabeuf tiene arte transforma esa posible depravación lugar la inacción, una contemplación insis- de la imaginación y le da un sentido dife- tente. Entre Farabeuf y El hipogeo secreto rente. Imaginación y realidad se unen a través de esa posibilidad en la obra y ésta 24 Jean Duvignaud (1982) El juego del juego. 25 Véase Quentin Smith (1988) “The Phenome- nology of A-Time” p. 140. 23 Georges Bataille (2000), op. cit., p. 243. 26 Ibid., p. 107.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 135 GLORIA JOSEPHINE HIROKO ITO SUGIYAMA se da un equilibrio entre la contempla- escritor, donde éste a la vez es personaje, ción y la acción, entre el blanco y el rojo, autor y lector. Relato donde no hay tiempo, entre la plata y el fuego. Historias, resulta- juego de ajedrez donde se muestra la pre- do de su pasión, la escritura, circunstan- sencia de una sola mujer, la reina y la Perra, cias que subyugan al autor y lo conducen a la vez: reina, lo más excelso y majestuoso, a experimentar con los arquetipos de sus inteligencia lúcida: en una deconstruc- personajes y con los símbolos. ción de la escritura, y la Perra, los bajos En Farabeuf, caricias y torturas que se fondos, de la vileza, lo impulsivo e instin- vuelcan en el texto, de ahí a la posesión y tivo: abrirse. Hipogeo, ajedrez, partida en a la simbiosis total en búsqueda de eter- tablas que significa que ninguno de los nizar el instante; en El hipogeo, palabras y reyes ha muerto, que la muerte no ha silencios –lo más significativo– hacia el vencido, estado que oscila entre la vida y descubrimiento del secreto, la dimensión la muerte. oculta del universo, en cuyo fondo se diri- Es el espacio cero, repeticiones de es- men las ideas, a fin de eternizar el pensa- critura, cuya función es demostrar el acto miento vislumbrado. En ambas se realizan constante de la escritura: escribiendo en torturas, en una física, de la penetración, una banda möebiana que no es posible violación, sublimada por el dolor; en la otra detener, ni detenerse en ella, donde el mental, violentar a la palabra, abriéndola, pensar y el reconocerse, todo fluye y cam- prostituyéndola, a fin de obtener el anhe- bia a menudo, banda sinfín; hipogeo se- lado y tan caro placer. creto, donde para la creación el medio es El hipogeo secreto, encuentro furtivo, el lenguaje, medio que se convierte en secreto luminoso donde los hechos se su- instrumento y fin, búsqueda del misterio, ceden en un complicado esquema lógico lo secreto, porque del encuentro de éste interminable, de combinaciones de escri- con el hombre se da la creación. Secreto tura y lectura, a la manera de una superfi- que pide a gritos ser revelado. cie continua de Möbius con una estructu- En este último relato, alcanzar el ab- ra circular (Urkreis) sin fin. Influencia de soluto, por medio de la obra abierta, en civilizaciones matemáticas, de axiomas tanto que Farabeuf se cierra en un orden mentales prodigiosos. Retórica de la sen- perfecto. Hipogeo, búsqueda siempre de sación y del pensamiento por medio de la los posibles, representados, que encarnan escritura. Recuerdo, espejo, reflejo, caos en la movilidad continua del espíritu fren- como condición de toda creación. Aban- te a lo real y no puede centrarse en nada dono, caída, descomposición. porque la ausencia del absoluto hace in- Texto que va adquiriendo forma confor- finitas las posibilidades. En contraposi- me se escribe y, cuya finalidad es ejecutar ción con el diálogo, el orden a dilucidar la una composición por la composición mis- ley que compone la sucesión de todas las ma. El hipogeo, juego de barroquismo ex- cosas (las palabras): travagante, simultaneidad de planos, juego de poder, de abstracción, que responde a Has escrito: …la continuidad de las una estructura de espejo, donde se da la cosas dentro de un orden. ¿Pero se te repetición y el reflejo. Universo de letras ha ocurrido alguna vez que ese orden que escribe sus propias creaciones de y el dios que lo instaura pueden no

136 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA BLANCO PLATA, ROJO FUEGO. MUTILACIÓN DEL CUERPO, MUTILACIÓN DE LA PALABRA...

ser más que una cosa dentro de un por una fracción determinada. Confusión orden más amplio, y que ese orden de horror y erotismo,27 conjugación de más vasto sea el de tu propia au- placer y dolor, paroxismo del descuarti- sencia; que ese universo ulterior sea zamiento chino y el éxtasis. totalmente azaroso? ¿No comprendes El hipogeo secreto, libro sagrado, que acaso que quien posee la clave de ese está siendo escrito, donde la realidad se orden esencial del mundo, posee, crea, al tiempo que le da forma a la pala- como si dijéramos, la cifra a partir de bra. Ahí, el lector es apenas un personaje- la cual es posible deducir la ley que signo esbozado por los sueños de un es- lo rige? (H: 97). critor, soñado. Historia sin principio ni fin, como banda de Möbius, donde los miem- Mientras que en Farabeuf es el espejo el bros de una sociedad secreta, creada a que refleja la figura, en El hipogeo secre- medida que se escribe la obra, intentan to, el espejo refleja a la palabra. En la pri- acometer la búsqueda de su creador, mera, es el ojo, lo que la mano en la se- también imaginado, quien al final muere gunda. Farabeuf, crónica de la mirada en en un asesinato ritual de una ceremonia sus múltiples relaciones; El hipogeo secre- equívoca, pues el verbo continúa en su re- to, crónica de la escritura de amplitud ina- corrido y creación infinita. El hipogeo se- gotable. En El hipogeo secreto, red de creto, fracaso, en parte, porque no pudo entrecruzamientos, lecturas, relecturas, deshacerse del pasado siempre presen- construcciones y reconstrucciones, subya- te: incendio, el libre vuelo prometido, lu- ce algo más que lo especulativo: la explo- gar que no pudo desligarse de artificios ración mediante la visita de espacios anteriores. lúgubres que invocan y evocan lo irrevo- El recuerdo fugaz del instante, en uno, cable, anagnórisis. Semejanzas: violencia, y el acto de la escritura, en el otro; vio- actos hacia la muerte, secta, ceremonia lación, destrucción y muerte del cuerpo secreta, sueño, deseo, placer, dolor, abis- supliciado en Farabeuf y, misterio, secreto mo, torturas, repeticiones. Diferencias: y muerte también, pero del espíritu, en El blanco-rojo, frío-calor, ojo-mano, juegos hipogeo secreto. Acto voluptuoso del ins- de azar y superstición-juegos de destreza tante fugaz del cuerpo violado, ultrajado, (ajedrez), fotografía-palabra, acabado- injuriado en el primero, y acto doloroso sinfín, sensación-razonamiento. de la flagelación mental, tortura de la Farabeuf, inspirada en el tratado del memoria, desollamiento de la inteligencia, doctor del mismo nombre, que tanto le en el segundo. impresionara, sobre las mutilaciones, no- En ambos relatos existen momentos de vela que sigue la propuesta de Sergei suspenso que tienden a constituirse en Einsenstein sobre la técnica de desmon- taje, de la construcción de las ideas, obra 27 Como advirtiera Bataille, todas las caracterís- en que se conjuntan: tratado, fotografía ticas esenciales del erotismo: la crueldad, la vio- y técnica, idea que de forma magistral lencia, la violación de la interioridad del cuerpo plasma en una crónica que, ante la pro- humano, la profanación de las estructuras vitales, el atentado contra la interdicción, la fascinación del su- ximidad de la muerte, crea otro tiem- plicio y el éxtasis místico. Véase Georges Bataille po: el del instante que se detiene, tan sólo (1997) Madame Edwarda, p. 10.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 137 GLORIA JOSEPHINE HIROKO ITO SUGIYAMA instantes de reticencia y de ambigüedad, de las normas éticas que se encuentran en fabricados por palabras. Y es precisamente un instante, en un momento de crisis el lenguaje, el que logra transformar a per- en que su relación con el mundo se había sonajes y situaciones, marionetas que ma- hecho pálida, fantasmal, negativa. Pero, neja a su antojo. Farabeuf, cualidad particu- quien debe morir no puede seguir en esta lar de Salvador Elizondo de transmitir vida y tampoco puede seguir revelándose sensaciones indescifrables, sin referencia contra ella. comprensible o fija, convertir la expe- En fin, dos maneras de violentar la es- riencia en idea: “No sabes fijar las ideas. critura, donde lo irrealizado se torna real, […] Quisiste conocer todos los significados presencia de destreza tacto-sensorial en de la vida sin darte cuenta que el último Farabeuf,, escritura mental en El hipogeo significado, el significado en el que estaban secreto. Mutilación del cuerpo en la prime- contenidos todos los enigmas, la realidad ra, en la segunda, de la palabra. Unifica- que hubiera permitido conocer nuestra ción de un acto hacia la muerte. Cere- existencia en su grado absoluto, no era si- monias religiosas del deseo, del sueño, del no una gota de sangre” (F: 166) que marca placer, entre el recuerdo y el olvido abis- el instante infinito. mal de la memoria, gesto, rito, silencios Relato de la palabra, donde ésta se con- fantasmales llenos de significados. vierte en silencio, que da la clave. Como La incapacidad e insatisfacción de la ta- dijera Emmanuel Carballo: “Novela de amor rea artística que se proponía Elizondo la y horror, de violencia y locura, de sadis- resuelve con el arte de fina sutileza y ela- mo y magia, de parecidos y desaparecidos, boración peculiar condensada, desarrollo de mutilaciones y desdoblamientos, es una de la dimensión autorreferencial del dis- narración extraña y de difícil clasificación curso literario: la metalingüística. Dada la en nuestra prosa”.28 Es preciso cobrar una renuncia del pensamiento a la aprehensión existencia propia, en un mundo hecho de racional y el discurso lógico, el arte es el cosas insignificantes que se reflejan. Obra, único campo donde la obra puede servir donde Elizondo quiere hacer patente el al pensamiento en su búsqueda de la placer y el dolor que significan escribir; pla- verdad, sin abandonar el discurso lógico cer dialéctico, donde cada pregunta es una y la voluntad de aprehensión racional, por afirmación de la vida y cada respuesta es la oportunidad que brinda de penetrar en una negativa a la muerte. Testimonio de los elementos subjetivos e irracionales que confusión. Instintos, gestos, carcajadas: “el determinan la realidad y llevarlos a la luz interminable paroxismo de los sentidos”. mediante la acción creadora como imáge- El hipogeo secreto, vicisitudes de la nes significativas en sí mismas. escritura, intimidad plasmada en el libro El artista tendrá que estar al mismo tiem- secreto de la interioridad, donde son ins- po dentro y fuera del objeto de su arte. La critos personajes insatisfechos, como si una disolución de la razón en la locura apunta acción los moviera hacia el absoluto por sólo hacia una de las oscuras verdades que el que no pueden dejar de sentir nostalgia, quizá se encuentran tras el misterio del ser, aunque esa acción implique la violación y su carácter puramente negativo resulta insuficiente. La estética elizondiana que- 28 Emmanuel Carballo, op. cit., p. 5. da expresada en dos extremos, Farabeuf y

138 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA BLANCO PLATA, ROJO FUEGO. MUTILACIÓN DEL CUERPO, MUTILACIÓN DE LA PALABRA...

El hipogeo secreto. Búsqueda última, por obsesiones, al margen del adorno o del una parte de la sensación y, por la otra, de prestigio, su cualidad, su extraordinaria ra- la palabra, donde el elemento estructuran- reza: fugaz potencia. te lo constituye el recuerdo: ritornello, la Farabeuf, fotografía, exactitud del ins- obsesión de la repetición “nunca repetida” tante, de una circunstancia que se convier- (mimetización por el reflejo en el espejo), te en una obsesión fatal, inexplicable. en la primera y, en la segunda, romper es- Alucinación, pulcritud, asepsia, locura y quemas, la trasgresión, la fragmentación, rigor, todo en ella calculado: mutilación la ruptura: apertura. del cuerpo; El hipogeo secreto, más pro- Lo que me interesa es lo espiritual: lo ceso que resultado, obsesión por la escri- fantasmagórico del suceder. Esos dos ele- tura elevada a su máxima imposibilidad mentos, el genio y el espíritu, el encuentro hasta que se hizo presente en el texto de- del hombre con la escritura, donde se da sencadenado por la evocación de la ima- la creación; secreto, tiempo “inmóvil”, que ginación violentada, deconstruida: muti- hace que la respuesta sea la experiencia lación de la palabra. Capturar el instante de esa última realidad sagrada del mundo, supremo de acción dramática, uso de la escritura. No obstante, de una manera recurso ilusionista, efecto inmediato y so- provocadora, subversiva y violenta: la brecogedor. Asimetría atrevida, una cuenta transgresión; y, ese acercase al ser huma- cerrada, de profundidad blanco-plata. no por medio de la emoción que es uni- Creación de ilusionismo de prestidigita- versal, en la que la inmanencia muestra su dor por medio del artificio del espejo. poder de trascendencia, su carácter de Escenas sensuales, agresivas, violentas, depositario del espíritu en tanto que la rojo fuego, impregnadas de melancolía, escritura misma es espíritu hecho materia, horror, de tortura infinita. El placer para fuerza original con todos sus poderes la- Elizondo, concretar la realidad interior que tentes dispuestos a la revelación y capaz siempre es crítica por medio de la escri- de alimentar el ritmo continuo de la crea- tura.29 Escritura, cuyo núcleo central es la ción que ejemplarmente se muestra en la imagen. El conjunto de detalles reflejan obra de Elizondo, darle cuerpo a la poesía la realidad y la visión interior, creando una y sustancia a las imágenes. nueva totalidad: mensaje –su repetición, Genio y espíritu que nacen de la acción mediante el recuerdo y su apertura, por el del pensamiento crítico, juzgan el carácter rompimiento–, superior a las piezas que se del devenir y de la intuición poética que presentan aisladas, fragmentadas, que es buscan una verdad espiritual inmutable, más que la suma de los detalles. Mostrar son los dos extremos que alientan su obra. semejanzas y diferencias dentro del acto “La luz y el espíritu, aquélla reinando sobre estético de la escritura. Lo que no conse- el dominio físico, éste sobre el dominio guimos capturar en la vigilia se logra por moral, son las más altas energías individua- medio de la mirada: plata, en Farabeuf y les que podemos concebir” para expresar- con la mano; rojo, en El hipogeo secreto. lo en palabras del Goethe (XVIII), la con- Blanco plata, rojo fuego. ciencia de que la luz es una categoría espiritual. Se diría que toda nuestra ener- 29 Véase Marco Antonio Campos y otros (1981) gía interior está dominada por nuestras Los escritores, p. 34.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 139 GLORIA JOSEPHINE HIROKO ITO SUGIYAMA

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140 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA EL MACHO COMO TRAVESTI. PROPUESTA PARA UNA HISTORIA DEL MACHISMO EN PUERTO RICO Efraín Barradas*

A Iñaki Rodeño, por todo y más… Estados Unidos han aparecido en las úl- timas décadas estudios que revisan el antiquísimo fenómeno del travestismo, A MODO DE PREÁMBULO práctica casi tan añeja como el descubri- miento mismo de la vestimenta. El interés actual de la academia estado- E l fenómeno del travestismo parece reco- unidense por el tema es digno de reco- brar un marcando interés en nuestros días. nocerse. Desde el ya clásico libro de Esther Y no es porque tengamos la suerte de Newton, Mother Camp: Female Imperso- vivir en el preciso instante en que la pobla- nators in America (1972), hasta el –para ción mundial de travestis exceda alguna mí problemático– texto de Marjorie Gar- norma numérica o medida prefijada, vá- ber, Vested Interests: Cross-dressing and yase a saber por quién (¿qué porcentaje Cultural Anxiety, aparecido veinte años de la población mundial practicará esta después, sin olvidar los muy frecuentemen- “forma de arte”? No lo sé). Se trata en reali- te citados libros de Judith Butler, especial- dad de que en los últimos años un número mente, Gender Trouble (1990): Feminism considerable de intelectuales de muy di- and the Subversion of Identity, son un cla- versos países se ha interesado por la co- ro e importante ejemplo de dicho interés. munidad travesti y sus prácticas. Ya sea por influencia directa de estudios Se trata también de que estas interpre- como los anteriores o por la repercusión taciones parecieran rebasar un mero inte- de los últimos acercamientos franceses al rés sociológico; lo mismo que cualquiera problema de la identidad, o puedo supo- de las “miras” marcadas por el sensaciona- ner que lo mismo es debido al impacto de lismo morboso y/o el voyeurismo enfer- las ideas de Michel Foucault, en Hispano- mizo. Desde muy diversos puntos de vista américa se han producido serios y muy críticos, teóricos, e inclusive históricos, en originales acercamientos al tema. Críticos culturales como Nelly Richard en Chile y Roberto Echavarren en Uruguay han hecho * Profesor de literatura hispanoamericana y de estudios latinoamericanos, Universidad de la Flori- contribuciones a este estudio y a su teo- da, Gainesville. ría. Igualmente, la aportación del cubano

[141] EFRAÍN BARRADAS

Severo Sarduy, tanto por sus ensayos como ACERCA DEL TRAVESTISMO por su ficción, ha sido inmensa y de gran importancia para el actual interés que Existen estudios antropológicos y socioló- genera el travestismo. gicos que al abordar el fenómeno del tra- Este ámbito de reflexión y análisis se vestismo afirman que, muy contrario a la viene enriqueciendo también a través de visión tradicional que se tiene de quienes la obra creativa de varios escritores y ejercen esta práctica en el resto del mun- artistas plásticos, quienes lo exploran esté- do, en Estados Unidos la inmensa mayo- tica y críticamente. Nombres como los del ría de los travestis son heterosexuales. chileno Pedro Lemebel, con sus crónicas Aunque se reconoce que estas investiga- urbanas; o del argentino Néstor Perlongher, ciones parecen privilegiar el fenómeno del con sus ensayos antropológicos, salen a travestismo masculino, ignorando casi por relucir de inmediato. Además, a éstos se completo esta práctica entre las mujeres. puede añadir el de la narradora puerto- Pudiera ser que la segunda de estas ase- rriqueña Mayra Santos Febres y el del pin- veraciones sea válida en un contexto como tor mexicano Julio Galán; también del chi- el latinoamericano; pero la primera aseve- leno Juan Dávila, quien en su obra ha ración no lo es. Más allá de la María Félix llegado a travestir al mismo Simón Bolívar, de ciertas películas sobre la Revolución para escándalo de la diplomacia chilena y Mexicana –y en ellas nunca aparece ves- “la imagen” que ésta quisiera “guardar” en tida de hombre aunque sí lleva ciertos el ámbito internacional. emblemas de “hombría” como las ristras La lista de nombres es grande y no es de balas y el fusil, en La Cucaracha (1957), mi interés reproducirla aquí. Lo que sí de- película dirigida por Ismael Rodríguez–, bo añadir ahora es una ficha más a esta no se tiene un icono cultural correspon- sencilla revisión del interés por el fenó- diente a la mujer travestida en el ima- meno del travestismo. Se trata del libro ginario colectivo latinoamericano. Por otro de Benigno Sifuentes Jáuregui (2002), lado, aunque no se hallen aún estudios Transvestism, Masculinity and Latin Ame- detallados del fenómeno, ni respecto a al- rican Literature, texto que considero im- gún país en especial, podemos decir con prescindible, no debido a su marcada confianza y basándonos en la experiencia independencia respecto a la anterior obra directa (lástima que sin datos científicos de este autor, sino porque es uno de los suficientes) que el travestismo en Améri- mejores estudios que hoy se tienen so- ca Latina es una práctica asociada mayor- bre el tema. Se trata de un libro lleno mente con hombres homosexuales. de sugerencias, de caminos a tomar, de En América Latina siempre se parte de propuestas para los lectores. Les confieso esa identificación (travesti equivale a ho- ahora, y con toda honestidad, que para mosexual) en el momento de discutir el escribir las páginas que siguen, esta obra tema, ya sea en el marco teórico o práctico me ha sido muy sumamente útil; no se o histórico; cualquiera que éste sea. Sin debe titubear al reconocer las deudas. descartar esta identificación que creo útil en especial para interpretar nuestra rea- lidad cultural, mi propuesta, sin embargo, será algo distinta: quiero utilizar concep-

142 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA EL MACHO COMO TRAVESTI. PROPUESTA PARA UNA HISTORIA DEL MACHISMO EN PUERTO RICO ciones clave que he obtenido de otros El machismo es un fenómeno que con- estudiosos del fenómeno del travestismo sidero negativo; ahora, estudiarlo desde la para echar ahora una mirada al macho misma perspectiva del travestismo me como otra manifestación importante del parece revelador e interesante. Puedo mismo fenómeno. asegurar que, y supongo esto como algo Ya otros han propuesto esta identifi- positivo, mi punto de vista respecto al tra- cación entre macho y travesti.1 Otros vestismo, contrario a lo que me sucede con también han visto el machismo como un el machismo, no está marcado por ele- fenómeno casi exclusivamente mexicano, mentos negativos en mi posicionamiento posición que no apoyo pero que se pue- tanto subjetivo como intelectual. de entender si se considera el impacto que tuvo en toda América Latina el cine de es- te país, cine donde se crearon iconos ma- PENSAMIENTO Y DEMENCIA chistas que sirvieron de modelos éticos y estéticos prácticamente en todos los países En mi siguiente acercamiento al tema em- latinoamericanos. Otros estudiosos igual- pleo un enfoque que nunca he defendi- mente respetables, como lo es Carlos Mon- do como válido, pero que a pesar de las siváis, aseveran, quizás de una manera un contradicciones que su uso implica, me tanto optimista, que el machismo ha de- servirá de “puerta” o “entrada” alterna al caído notablemente en nuestra región. tema que nos ocupa. Me refiero al enfo- Esta interesante confluencia de ideas: que etimológico. De raíz latina, el térmi- el machismo como conducta exagerada, el no macho tiene su empleo más frecuente machismo como patrón cultural compar- en el campo de la biología, especialmen- tido en toda América Latina, conducta ya te la zoología (aunque se emplea tam- puesta en jaque por las nuevas condiciones bién en la botánica), y por ello casi por económicas (la mujer como participante completo queda encasillado en el ámbito esencial del mercado laboral) e ideológicas de lo animal. (feminismo, movimientos gays, etcétera); Propongo que aquí saltemos gustosos esta confluencia de ideas es la que me lle- a la irracionalidad: el macho no funciona va a la adopción de una actitud que quiero por la razón; funciona por las ganas, por- considerar lo suficientemente objetiva co- que las cosas le salen de los cojones. Éstos, mo para relacionar machismo y travestismo. en lugar de la cabeza o el corazón, son el centro del macho. El macho no piensa; el macho es irracional y se jacta de ello. En el momento que la razón o los afectos 1 El mismo Sifuentes Jáuregui dice que “...mas- intervienen en su comportamiento, la con- culinity in its exaggerated form –in other words ducta del macho cambia: e convierte en machismo– doubles the project of travestism. Hypermasculinity and the obsession to act like a man un ser racional o en un ser sentimental. mirrors the very practices of transvestite subject Ambas transformaciones son realidades formation” [...la masculinidad en su forma exagerada que destruyen al macho. –en otras palabras, el machismo– duplica el proyecto Sólo hay que ver nuevamente una pe- del travestismo. La hiper-masculinidad y la obsesión de portarse como un hombre refleja la misma lícula mexicana de la década de los cua- formación travesti del sujeto”] (Op. cit., 12). renta, preferiblemente donde actúen Jorge

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Negrete o Pedro Infante, para comprobar penosamente homofóbica, hablo según cómo al final de la cinta, cuando el macho convicciones fáciles y reprobables, pro- se enamora perdidamente de la heroína, ducto, quiérase o no, de nuestras socie- deja de ser verdaderamente macho para dades machistas. convertirse ahora en “un señor respetable”, Desde esta perspectiva, el homosexual, llegando incluso a ser “el señor burgués” lo mismo que el macho, sería también un que abandona el caballo y la pistola por el ser irracional; por ello es la loca. La irracio- auto y el hogar. nalidad, mejor aún, llamémosle demencia, La modernidad y la sociedad burguesa es lo que podría definir al homosexual. La parecen ámbitos donde idealmente el ma- loca no podría pensar con los cojones, co- cho no florecería a plenitud, o al menos mo lo hace el macho, porque no los tiene: son ámbitos que parecen aminorar sus la loca es un ser sin razón –el macho sí la actitudes de irracionalidad. En las películas tiene, porque tiene cojones y con ellos mexicanas de la década de los cuarenta el impone su voluntad, su razón– y por ello animal, el macho, queda domesticado por la loca romperá siempre con el mundo la mujer. En ese sentido, sólo en ese sen- de la racionalidad, con el mundo del orden tido, y vista de una manera más o menos burgués latinoamericano. Pero entre la lo- general, la mujer sería entonces el anti- ca y el macho, dos seres irremediable- macho. Debo aclarar que debido a la bre- mente marcados por lo irracional, queda vedad de este texto, que más que un en- establecida una relación especial que me sayo cerrado y unitario es una propuesta atrevería a llamar simbiótica; y que está abierta para un estudio mayor, se habla de fundamentada precisamente en una nega- la mujer de manera que puede parecer ción de la razón o de lo racional. esencialista. Ésta no es mi visión de la También para explicar esta conexión mujer, ni de ningún otro ser humano; sólo macho-travesti permítaseme citar a un empleo estos términos para apuntalar los pensador que considero importante en la parámetros principales que propongo co- idea que aquí trato; me refiero a Octavio mo límites, o mejor, puntos de partida para Paz. Éste se valió de la imagen del macho un posible estudio posterior que espero dominante y de la mujer violada para de- estas páginas fomenten.2 sarrollar metáforas que le permitieron Pero una relación distinta existiría, en- explicar una visión cultural de México. Por tonces, entre el macho y el homosexual. ello creo que sus palabras son útiles para Por supuesto, al referirme aquí a homo- establecer la relación entre macho y loca; sexual evoco la imagen tradicional y nega- dice Paz en El laberinto de la soledad: tiva de éste, no a lo que podríamos llamar, en términos “políticamente correctos”, gay. Lo chingado es lo pasivo, lo inerte y Si el macho piensa con los cojones, su otro, abierto, por oposición a lo que chinga, el homosexual, piensa con el culo. Recalco que es activo, agresivo y cerrado. El que hablo desde una perspectiva franca y chingón es el macho, el que abre. La chingada, la hembra, la pasividad pura, inerme ante el exterior. La re- 2 Agradezco a María Mercedes Carrión el ha- berme dejado ver la necesidad de hacer aquí es- lación entre ambos es violenta, deter- ta aclaración. minada por el poder cínico del pri-

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mero y la impotencia de la otra (Paz, no dejarse chingar, lo que establece la re- op. cit., 214).3 lación especial entre el macho y la loca. Relación que se funda entonces en el en- Hay que aclarar que las metáforas de Oc- cuentro, quizá no fortuito, de dos actitudes tavio Paz están construidas con el propósito irracionales o dementes.4 En ese sentido, de explicar una idea que se apoya ple- la loca es muy distinta a la mujer; la loca namente en una heterosexualidad nor- no es el anti-macho. mativa que pretende dominar toda la cultura occidental, y que cuando habla so- bre dos hombres en términos de chingón/ PARA UNA HISTORIA DEL MACHISMO chingado, como lo hace en parte del libro PUERTORRIQUEÑO citado, no se refiere a una relación sexual sino a un conflicto social. Debido a la influencia de Michel Foucault Paz pudiera ser incapaz de pensar en hay estudiosos (incluido yo) a quienes nos términos que estuvieran fuera de dicha gusta partir de algunas de sus ideas; ideas heterosexualidad normativa; o sea, no po- que nos han marcado profundamente a dría presentar el fenómeno en los términos muchos, quizás por ello nos apasiona his- propios de la homosexualidad, por ejem- toriarlo todo. Creo que Foucault nos de- plo. En la cita anterior, el macho, el chin- mostró que todo puede tener su historia, gón, actúa activamente y por propia volun- aunque necesariamente no la conozca- tad, aunque sólo sea lo que le manden los mos. Mi propuesta, o mejor dicho, mi de- cojones, pero la chingada se coloca en una seo sería ahora que alguien escriba la situación pasiva, no actúa nunca por pro- historia del machismo puertorriqueño, del pia voluntad. machismo de mi país, ya que desentrañar Si un hombre es chingado o vencido por su particular complejidad podría ayudar- otro, por otro que es más “macho”, sólo lo nos a aclarar muchos otros aspectos de sería, según el texto de Paz, de manera nuestra conducta, tanto de la boricua co- simbólica, no literal, pero sí muy doliente. mo de la latinoamericana en general. En esto reside la diferencia con la loca: ésta Con la esperanza de algún día poder activamente busca que se la chinguen, leer esa historia, presento aquí tres casos aunque podemos suponer que por ser de la cultura puertorriqueña en los cua- “activa”, la inversión de papeles podría les el machismo ha desempañado la im- darse muy fácilmente. Es esa voluntad, esa portante función de definirnos y, a la aceptación, ese buscar ser chingado, más vez, definir ese complejo fenómeno que, aunque parezca absurdo, es meramente 3 Es curioso notar el empleo del género neutro en el pasaje citado. Sorprende, dado que el argu- mento central del libro de Paz, o de al menos el ca- 4 Por supuesto, los roles que se desempeñan en pítulo más representativo de todo su libro, “Los hijos la relación sexual no están fijados por estos posicio- de la Maliche”, se basa en la violación del hombre namientos o máscaras que se asumen para definirse español (Cortés) a la indígena (La Malinche); de este socialmente: la loca puede ser activa y el macho, acto de violencia sexual sale el ser híbrido o mestizo pasivo. Véanse al respecto los testimonios de homo- que es el mexicano. La metáfora de Paz, pues, está sexuales mexicanos, recopilados por la antropóloga definitivamente anclada en una oposición masculino/ Annick Prieur; para el caso de Puerto Rico véase los femenino; por ello sorprende el empleo del neutro. textos del antropólogo Rafael Ramírez.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 145 EFRAÍN BARRADAS otra forma de travestismo. Los casos selec- puesto, aquí, como en casi toda su obra, cionados no se constituyen necesaria- Marqués no hablaba desde una pers- mente como parte de un proceso que pectiva homosexual (ni de loca, ni de gay), dialécticamente pareciera mayor, aunque sino desde la perspectiva del heredero de sí se presentan como secuencia y como toda una tradición de hacendados criollos incidentes de nuestra historia intelectual, decimonónicos que reclamaban como su que obviamente están relacionados y que origen el mundo español y, a través de és- son producto de la conciencia de sus au- te, el clásico, especialmente el romano. tores y de la existencia de otras concien- El discurso de Marqués es el de la vieja cias como las de ellos. burguesía criolla del siglo XIX puerto- Aunque son casos de la literatura sir- rriqueño, burguesía que conoció la ruina, ven para iluminar el problema en la cul- o al menos quedó al borde de ésta, tras la tura puertorriqueña, en general, y aún invasión estadounidense de 1898. Hay que más, podrían servir para buscar otros casos recordar que dado el proceso de asimi- parecidos, si no paralelos, en otras culturas lación cultural que se vivía entonces –y que hispanoamericanas. El primero de estos se vive aún hoy– en Puerto Rico, este casos es de René Marqués (1919-79) y vie- hispanismo era para muchos intelectuales ne de su ensayo mejor “El puertorriqueño y artistas boricuas la única forma de prote- dócil”, texto escrito en 1960 y publicado gerse de una inminente “americanización”; dos años después. La cita es reveladora: aunque este mecanismo de defensa con- llevara la exaltación de múltiples vicios y Aparentemente son ellos –los escri- no pocos males. tores– los únicos que en la sociedad Muchos de los puertorriqueños que puertorriqueña han reaccionado con defendieron este hispanismo protector agresividad y rebeldía ante la desa- aceptaban sin más y de una manera acríti- parición del último baluarte cultural ca este mecanismo de defensa cultural desde donde podía aún combatirse, como una negación de la existencia de una en parte, la docilidad colectiva: el ma- identidad nacional propia. Esto último no chismo, versión criolla de la fusión y ocurre en el caso de Marqués, hay que adaptación de dos conceptos secu- aclarar. Lo segundo que hay que apuntar lares, la honra española y el pater fa- sobre la cita, algo ahora más importante miliae romano (Marqués, 1967: 171). para nosotros, es que ésta nos hace revi- sar el concepto de “docilidad” que em- En otro lugar, y hace ya muchos años, he pleó Marqués. comentado con detenimiento esta misma Se trata de un concepto que está muy cita; por ello mismo no lo haré ahora. Pero claramente asociado al de “la chingada/el sí me interesa apuntar aquí dos cosas: pri- chingado” de Paz. El hombre dócil puerto- mero, la paradoja de un escritor homose- rriqueño es el chingado mexicano. En este xual que defiende el machismo.5 Por su- sentido, y si se me permite una lectura par- ticularmente perversa del texto marque- siano, “el puertorriqueño dócil” es en 5 Habría que recordar que tal supuesta paradoja se aclararía si empleamos el concepto de discurso verdad “el puertorriqueño pasivo”, el que de Foucault. se deja chingar, el que se deja coger, el

146 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA EL MACHO COMO TRAVESTI. PROPUESTA PARA UNA HISTORIA DEL MACHISMO EN PUERTO RICO que busca que se lo chinguen, que se Si La guaracha del Macho Camacho lo cojan. (Sánchez, 1976: 153), su primera novela, Por supuesto, al adoptar la imagen del estaba escrita “en puertorriqueño”, la señor hacendado criollo, imagen que re- segunda está escrita para reflejar diversos presentaba la máscara pública y principal modos del habla de toda Hispanoamérica.7 de nuestro autor, la docilidad, la pasividad, Hay que recordar también que desde muy se convierten en actitudes negativas. Pero temprano en su obra, especialmente des- cuando se leen estas páginas de Marqués de su pieza teatral La pasión según Antí- desde el complejo contexto de su obra, gona Pérez (1968), sin negar las raíces his- más que las contradicciones personales, pánicas de la cultura nacional, Sánchez sobresalen las conflictivas coordenadas intenta definir lo puertorriqueño en el con- ideológicas de su momento.6 texto de lo hispanoamericano, particular- Un segundo ejemplo –que se puede leer mente en el contexto caribeño y antillano. como un paso en un proceso de evolución Pero por el momento, lo que nos im- de esta compleja discusión boricua sobre porta de este texto, problemático y aun el concepto del macho– es el que nos sin explorar detenidamente a pesar de los ofrece Luis Rafael Sánchez (1936) en La múltiples artículos que sobre el mismo se importancia de llamarse Daniel Santos han publicado, es que Sánchez “se lee”, (1989), texto donde se utiliza a uno de los se declara homosexual, o al menos, una iconos más emblemáticos del machismo de las voces narrativas del texto así lo hace. boricua para ofrecer una imagen globali- Esa voz –que como lector privilegiado del zante o totalizante de la cultura popular texto apunto que esconde a una persona latinoamericana. El texto no es una bio- muy cercana al autor: esconde a su íntimo grafía del famoso cantante puertorriqueño, amigo Rafael Rodríguez Abeillez– le ha- pero éste le sirve al autor de medio para bla al mismo Sánchez y le pide que se ver sus efectos en diversos países hispano- cuide “aunque se sotovocee que eres, americanos; de esta manera, Sánchez de- seguramente, un homo ludens porque muestra el impacto que la cultura popular eres, inseguramente, un homo closet” (Sán- puertorriqueña, especialmente la música, chez, 1968: 68). ha tenido sobre el resto de América Lati- Esta declaración indirecta es lo más cer- na, y a la vez el libro se convierte en un cano que tenemos a una posible acep- muestrario de las hablas hispanoameri- tación pública de su sexualidad y, por canas ya que el texto es un mosaico de ello mismo, no deja de sorprender el que cuadros lingüísticos.

7 Vale la pena anotar que en su excelente ensayo de 1995, Arnaldo Cruz Malavé postula que “[at] the 6 Véase el importante libro de Juan Gelpí, center of Luis Rafael Sánchez’s 1976 novel La Literatura y paternalismo en Puerto Rico (1993). El guaracha del Macho Camacho is the loca as a figure mismo autor prepara un estudio que examina for the author’s voice and the burlesque drag show específicamente los paralelismos entre el ensayo de as an emblem for the novel’s procedure” [en el centro Marqués y el ya clásico libro de Paz. Las ideas que de la novela de Luis Rafael Sánchez de 1976, La aquí apunto sobre estos dos autores no provienen guaracha del macho Camacho, está la loca como del texto de Gelpí, aun inédito, aunque espero que figura de la voz autoral y del espectáculo de tra- se reflejen en el mismo. vestismo burlesco emblemático de la época].

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Sánchez aparentemente glorifique en su de Ramos Otero, entre los que se trata, de libro a un arquetipo del machismo antilla- manera parcial pero efectiva, estas dos na- no, a Daniel Santos. La sorpresa se hace rraciones. Me refiero al ensayo de Arnaldo paradoja cuando hallamos en el texto Cruz Malavé “Para virar al macho: la auto- claras denuncias del machismo, al que la biografía como subversión en la cuentística voz narrativa llama fenómeno “depredador de Manuel Ramos Otero” (1993). Cruz Ma- en que demasiados varones procuran el lavé presta mayor atención al fenómeno sello de garantía [...] machismo como pri- literario; examina cómo los cuentos, co- vilegio sobrenatural; un machismo tan oron- mo artefactos narrativos, sirven para invertir do, tan seguro de sí, que se permite la mea las influencias centrales en la narrativa de culpa tangencial” (Sánchez, 1968: 87). Ramos Otero, particularmente la de Ju- La denuncia, y a la vez la exaltación del lio Cortázar. icono machista, por un escritor que pre- Ramos Otero mismo apunta a la posi- senta en el mismo texto la posibilidad de bilidad de una lectura alegórica de estos su homosexualidad, crean la complejidad cuentos, como representaciones de reali- de este caso donde denuncia y exaltación dades políticas y personales concretas, es- se entrelazan. Éste no es el lugar para de- pecialmente en “La vida ejemplar del senredar esta madeja literaria e ideológica, esclavo y el señor”, texto que según él “...is pero propongo dos puntos de vista desde really representing the situation of oppre- los cuales nos podríamos acercar efectiva- ssion in colonial terms and also sexual mente al problema: el primero, la estética terms” [...representa en verdad la situación camp, esta categoría artística o actitud vi- de opresión en términos coloniales y tam- tal nos facilitaría ver al macho, en este caso bién sexuales] (Kolovakos, 1986: 14). En concreto a Daniel Santos, como una exa- estas narraciones, los personajes homose- geración risible, y segundo, la exploración xuales –la loca, el homosexual masoquis- de la relación múltiple y perturbadora entre ta– invierten los roles y demuestran que el macho y la loca en nuestro contexto su aparente sumisión es en verdad una cultural. Como el caso anterior, éste es uno expresión de poder. que amerita mayor atención y estudio. Por ello, en “Loca de la locura” el homo- El tercer caso que propongo como sexual, la loca, termina violando al macho, muestra para explorar este proceso de his- mientras que en “Vida ejemplar del escla- toriar el machismo en Puerto Rico es el de vo y el señor”, cuento de gran compleji- Manuel Ramos Otero (1948-90), narrador dad ideológica, el homosexual masoquista y poeta cuya obra entera se podría ver es quien tiene el control sobre el supuesto como ejemplo de ataque frontal a este ser dominante, el macho sadista. Estas na- fenómeno cultural defendido por Marqués rraciones ofrecen una negación total de la y atacado de manera sutil pero compleja relación chingón/chingado de Paz y de por Sánchez. Propongo que nos centremos Marqués, ya que Ramos Otero demuestra en dos cuentos de Ramos Otero: “Loca de en ellas que el subalterno es quien, en el la locura” y “Vida ejemplar del esclavo y fondo, tiene el poder, quien controla la si- el señor”. tuación. En estos cuentos el paradigma de Por suerte ya contamos con un exce- chingón/chingado queda invertido, ya que lente estudio de algunos de los cuentos el que se ve como el dócil, el pasivo, con-

148 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA EL MACHO COMO TRAVESTI. PROPUESTA PARA UNA HISTORIA DEL MACHISMO EN PUERTO RICO trola toda la acción o termina invirtien- que en la narrativa de Ramos Otero se crea do los roles y el juego de poder. El chingado una figura compleja, que como el macho se convierte en el chingón; el dócil o pasivo de la novela de Sánchez, puede enten- es quien verdaderamente tiene el poder. derse a partir del barroquismo esencial que Los cuentos de Ramos Otero cuestionan sirve de base al travesti, como a todo ser o el sentido último del poder, algo que que- máscara que se construye a partir de la daba claramente definido y defendido en exageración: el macho y el travesti son fi- Marqués y en Paz, mientras que el texto guras extremas que se posicionan en los de Sánchez se presentaba enlazado a las límites de un continuo. Por ello mismo complejidades del machismo y a la rela- pueden ser complementarios o pueden ción de los otros con éste. A pesar de que establecer entre sí una relación simbiótica. estos tres autores pueden verse como tres Me limito, al menos por el momento, a momentos distintos y diferenciados en la presentar estas tres posiciones como ejem- definición del machismo puertorriqueño, plos que pudieran servir para establecer no me atrevo a proponer que éstos repre- una cadena de reacciones ante el machis- senten un proceso dialéctico,8 a pesar de mo en Puerto Rico y, a partir de esa secuen- la clara conciencia que tiene Ramos Ote- cia, comenzar a historiar el fenómeno en ro de las posiciones de los dos escritores nuestra cultura. Éste es un proyecto abierto anteriores, especialmente de René Mar- que algún autor o autora tendrá que com- qués, quien se convierte en su obra en el pletar en algún momento en el futuro. punto de ataque de su “anxiety of influen- ce” [ansiedad de influencia], para utilizar el término de Harold Bloom. Pero esa diferenciación marcada entre la obra de Ramos Otero y Marqués tam- bién se puede explicar por el mayor grado de estilización o barroquismo que se em- plea para construir la imagen del macho. En el ensayo de Marqués se alude al ma- cho como un principio social,9 mientras

8 En su excelente ensayo ya citado, Cruz Malavé dos en su colección titulada En una ciudad llamada estudia a estos tres mismos autores puertorriqueños, San Juan (1960; edición ampliada en 1970), proba- aunque basa su análisis en distintas obras suyas, y blemente su mejor colección de cuentos, sirven de establece grandes semejanzas entre los acerca- muestra excelente para ver la creación de estas dos mientos estéticos y las posiciones ideológicas de figuras aparentemente antitéticas: “En la popa hay Sánchez y Ramos Oteros, autores a quienes ante- un cuerpo reclinado” (1956) es el mejor cuento de pone, por razones artísticas y, sobre todo, por cues- Marqués para estudiar su “puertorriqueño dócil”, tiones políticas, a Marqués. En este sentido, Cruz mientras que “Dos vueltas de llave y un arcángel” Malavé también evade postular un proceso dialéctico (1955) es muestra ideal para ver la figura del ma- al comentar la obra de estos tres autores. cho en su obra. Adelanto la idea de que el macho 9 Habría que estudiar también los cuentos de en sus cuentos no es una figura que necesariamente René Marqués para ver en algunos de ellos el proce- responde a los principios positivos del machismo que so de creación de lo que él llama “el puertorriqueño se postulan en su conocido ensayo. El macho es mu- dócil” y también el del macho. Dos cuentos inclui- cho más problemático en sus cuentos que en su ensayo.

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CONCLUSIONES PROVISORIAS OBRAS CITADAS

Estos sencillos apuntes sobre la posibilidad Barradas, Efraín (1977) “El machismo exis- de un estudio del machismo y su construc- tencialista de René Marqués: Relecturas ción en la cultura puertorriqueña, estudio y nuevas lecturas”, en Sin Nombre (San que sólo se comienza a perfilar como po- Juan), vol. VIII, núm. 3, pp. 69-81. 186 p. sibilidad concreta, como lo demuestra el Bloom, Harold (1973) The Anxiety of In- reciente libro de Félix Jiménez, Las prác- fluence: A Theory of Poetry, Londres, Ox- ticas de la carne: Construcción y represen- ford University Press, 204 p. tación de las masculinidades puertorri- Butler, Judith (1990) Gender Trouble: queñas (2004), se proponen solamente Feminism and the Subversion of Identity, para comenzar a delimitar posibles rutas Nueva York, Routledge, 216 p. de investigación, acercamientos viables Cruz Malavé, Arnaldo (1993) “Para virar al al fenómeno. macho: la autobiografía como subver- Estos acercamientos teóricos o rutas sión en la cuentística de Manuel Ramos estéticas serían múltiples. Aquí han sido Otero”, en Revista Iberoamericana (Pitts- apuntados sólo algunos de los estudiosos burgh), núms. 162-163, pp. 239-263. que han propuesto ciertas vías a seguir y (1995) “Towards an Art of Tra- otros que me parecen dignos de explo- vestism: Colonialism and Homose- ración. Mas creo que todos ellos apuntan xuality in Puerto Rican Literature”, en a una realidad muy concreta: el macho es Emilie L. Bergmann y Paul Julian Smith una construcción social de carácter barroco (comps.), ¿Entiendes?: Queer Readings, dada la exageración y la hiperconciencia Hispanic Writings, Durham, Duke Uni- que le sirven de base a su creación. En este versity Press, pp. 137-167. 210 p. mismo sentido fue que al principio sugerí Echavarren, Roberto (1998) Arte andró- la semejanza entre el macho y el travesti, gino: Estilo versus moda en un siglo y entre éste y la loca. Quizá se pueda ob- corto, Buenos Aires, Ediciones Colihue, jetar que mi definición de lo que es un 362 p. travesti sea muy amplia. Pero, más proba- Foucault, Michel (1976) La volonté de blemente, el problema real esté en que hay savoir, París, Gallimard, 273 p. figuras aparentemente antagónicas que, Garber, Marjorie (1992) Vested Interests: en el fondo, son una y la misma realidad. Cross-dressing and Cultural Anxiety, New Creo que eso pasa con el macho y el tra- York, Routledge, 327 p. vesti y que esa semejanza es materia dig- Gelpí, Juan (1993) Literatura y paternalismo na de estudio y de historia. en Puerto Rico, San Juan, Universidad de Puerto Rico, 159 p. Jiménez, Félix (2004) Las prácticas de la carne: Construcción y representación de las masculinidades puertorriqueñas San Juan, Ediciones Vértigo, 359 p. Kolovakos, Gregory (1986) “Interview with Manuel Ramos Otero”, The Dispatch (The Newsletter of the Center for Ame-

150 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA EL MACHO COMO TRAVESTI. PROPUESTA PARA UNA HISTORIA DEL MACHISMO EN PUERTO RICO

rican Cultural Studies) (Columbia Uni- Ramírez, Rafael (1993) “Dime, capitán”: versity, Nueva York), vol. V, núm. 1, Reflexiones sobre la masculinidad, San otoño, pp. 14-16. Juan, Ediciones Huracán, 144 p. Lemebel, Pedro (1995) La esquina es mi Ramírez, Rafael, Víctor I. García-Toro e corazón. Crónica urbana, Santiago de Ineke Cunningham (comps.) (2002) Chile, Cuarto Propio, 55 p. Masculinities: Working Pa- (1996) Loco afán: Crónicas de pers, San Juan, HIV/AIDS Research and Sidario, Santiago de Chile, LOM Edi- Education Center, Universidad de Puer- tores, 98 p. to Rico, 194 p. (1998) De perlas y cicatrices. Ramos Otero, Manuel (1992) Cuentos de Crónicas eadiales, Santiago de Chile, buena tinta, San Juan, Instituto de Cul- LOM Editores, 102 p. tura Puertorriqueña, 240 p. Marqués, René(1967) Ensayos (1953- Richard, Nelly (1989) Masculino/Femenino: 1966), San Juan, Antillana, 406 p. Prácticas de la diferencia y cultura de- (1970) En una ciudad llamada mocrática, Santiago de Chile, Francisco San Juan, Río Piedras, Cultural, 258 p. Zegers Editor, 92 p. Monsiváis, Carlos (2000) “Mexican Ma- Sánchez, Luis Rafael (1968) La pasión según chismo”, en Daniel Balderston, Mike Antígona Pérez: crónica americana en González y Ana M. López (comps.), dos actos, San Juan, Ediciones Lugar, Encyclopedia of Contemporary Latin 210 p. American and Caribbean Culture, Lon- (1976) La guaracha del Macho dres, Routledge, p. 887. Camacho, Buenos Aires, Ediciones de Newton, Esther (1972) Mother Camp: la Flor, 79 p. Female Impersonators in America, Chi- (1989) La importancia de llamarse cago, Chicago University Press, 321 p. Daniel Santos, México, Diana, 148 p. Paz, Octavio (1997) El laberinto de la Santos Febres, Mayra (2000) Sirena Selena soledad (edición de Enrico Mario Santi), vestida de pena, Barcelona, Mondado- Madrid, Cátedra, 297 p. ri, 179 p. Perlongher, Néstor (1999) El negocio del Sarduy, Severo (1982) La simulación, Ca- deseo: La prostitución masculina en San racas, Monte Ávila Editores, 134 p. Pablo, Buenos Aires, Paidós, 389 p. Sifuentes Jáuregui, Benigno (2002) Trans- Prieur, Annick (1998) Mema’s House, vestism, Masculinity, and Latin American Mexico City: On Transvestites, Queens, Literature: Gender Share Flesh, Nueva and Machos, Chicago, Chicago Univer- York, Palgrave, 240 p. sity Press.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 LITERATURA 151

FRANZ KAFKA Y EL ESTADO DE INDEFENSIÓN

Alejandro Nava Tovar*

No de otra cosa escribe Franz Kafka: de un en nuestras conciencias, al mismo tiempo poder sin rostro, ubicuo, enmascarado, que está que reactualizó el interés por las utopías. en todas partes y en ninguna: el poder que no da la cara, el poder que amenaza: el poder que También este término resuena para ha- tira la piedra y esconde la mano. blarnos de la soledad eterna de un hombre que siempre fue atormentado por sus de- FEDERICO CAMPBELL monios internos, que le impedían esta- La invención del Poder blecer un vínculo formal con el amor, vínculo que no se podía establecer por- que éste se encontraba ligado siempre a INTRODUCCIÓN otra instancia que lo atormentaba a diario: el poder. Pocos autores en el siglo XX han trascendido tanto como Franz Kafka, inde- ¿C uántas veces escuchamos a diario pendientemente de sus análisis, reseñas, el término “kafkiano”?, al parecer este tér- juicios críticos e interpretaciones, sólo sa- mino se ha convertido en parte de nuestro bemos que su obra refleja, como ninguna lenguaje cotidiano, ya que lo ocupamos otra, el precario equilibrio que mantiene para describir situaciones complejas, ab- el hombre contemporáneo frente a las es- surdas o sin sentido aparentemente; sin tructuras de poder. embargo, la relevancia de ese concepto va La literatura de Kafka constituye una de mucho más allá del uso habitual que le las visiones sociopolíticas más profundas damos. Este término no solamente sirve que autor alguno haya formulado frente a para describir situaciones mencionadas la complejidad del mundo postmoderno, anteriormente, sino para describir proce- visto como una pirámide donde las mani- dimientos judiciales con matices de tota- jas del poder tejen sus hilos para dificul- litarismo, donde resuena hondamente el tar cada vez más la vida del hombre actual. preludio de las distopías orwellianas que Elías Canetti, autor de El otro proceso de habrían de hacer inmortal el año de 1984 Kafka (donde analiza las cartas que dirigió éste a su novia Felice Bauer con quien nun- ca se casó) y Masa y poder, excelente aná- * Licenciado en Derecho, UAM Azcapotzalco. lisis del poder que le sirve para ganar el

[153] ALEJANDRO NAVA TOVAR

Premio Nobel de Literatura en 1981, escri- Toda la obra de Kafka gira en torno a los be en la introducción de esta última obra: temores que reprimía, temores que pro- venían en gran parte de su figura paterna, Nada teme más el hombre que ser Hermann Kafka quien era probablemen- tocado por lo desconocido, desea te su nexo causal con el poder. Su padre saber quién es el que le agarra para influyó decisivamente en su pensamiento poder clasificarlo al menos, el hombre literario, que se adelantó a los graves y an- siempre elude el contacto con lo ex- gustiosos problemas provocados por una traño, de noche o a oscurasl, el te- sociedad postmoderna, dominada y diri- rror ante un contacto inesperado pue- gida por unos pocos en conjunción con de convertirse en pánico. Ni siquiera una todopoderosa burocracia. Es por ella la ropa ofrece suficiente seguridad, que, en todo momento, denunciaba en sus qué fácil es desgarrarla, que fácil escritos una política de procedimientos penetrar hasta la carne desnuda, tersa totalitaristas y dotaba a cada acción de una e indefensa del agredido.1 fuerte dosis de burocracia, logrando así un horrible suplicio para sus personajes. Introducción donde notamos una referen- Otros autores como Milan Kundera se- cia explícita a la obra de Kafka, a quien ñalan que no era la soledad lo que le preo- considera el mayor experto en el poder cupaba a Kafka, sino la violación a la so- en quien se pueda pensar. ledad lo que le obsesionaba, ya sea con un Joseph K. contemplando a dos funcio- Kafka exploró, como nadie, el Estado narios de un tribunal que lo despojarán de Indefensión en el que se encuentra de su privacidad o un agrimensor K., que el hombre, al enfrentarse en algún es seguido sin cesar por sus ayudantes des- momento de su vida, con el poder o de el momento de su llegada al castillo.2 la autoridad, ya sea representada por Aficionado desde joven a la literatura, el padre (Carta al padre y La condena), sus principales influencias literarias son la familia (La metamorfosis), las cir- Johann Wolfgang von Goethe, Friedrich cunstancias (Un virtuoso del hambre) Nietzsche, León Tolstoi (donde por cierto, o el Estado, y particularmente el de- encontré similitudes considerables entre recho (El castillo, El proceso y En la La muerte de Ivan Illich y su “estado de in- colonia penitenciaria), Kafka describe defensión” planteado a lo largo de toda su con atención y minuciosidad el aho- obra) y el primer filósofo existencialis- go, la angustia, la desesperanza y la ta Soren Aabye Kierkegaard. Asimismo, la desilusión que provoca el encontrarse obra de Kafka ejerció notable influencia en un estado de indefensión, o mejor en pensadores y escritores existencialistas dicho, en una situación “kafkiana” como Jean Paul Sartre y Albert Camus. (loc. cit.). Durante el tiempo que estudié derecho siempre intenté buscar en los libros de texto tradicionales, respuestas al porqué

1 Elias Canetti (1994) Masa y Poder, Madrid, 2 Milan Kundera (1988) El arte de la novela, Alianza Editorial, p. 9. México, Vuelta, p. 107.

154 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 ESTUDIOS CULTURALES FRANZ KAFKA Y EL ESTADO DE INDEFENSIÓN del alejamiento de la justicia de las cau- proceso y el cuento se titula En la colonia sas por las que se evoca usualmente; sin penitenciaria. Para el presente trabajo ele- embargo, no encontré nada que me res- gí la novela y el relato mencionados por- pondiera satisfactoriamente, fue hasta que que considero necesario hacer un ejercicio conocí la obra de Kafka cuando compren- comparativo sobre las instituciones jurídi- dí la verdadera esencia del derecho, al cas mexicanas y el proceso judicial de Josef mismo tiempo que me hizo replantearme K., para así comprender mejor el funciona- todo lo que pensaba sobre mi carrera. miento real de las prácticas jurídicas, las Probablemente Kafka ha sido el más cuales se basan principalmente en el pro- apropiado autor literario para escribir sobre cedimentalismo jurídico y no en la razón, el derecho, porque es el escritor que ma- lo que trae como resultado final el dege- yor relación tuvo con esta disciplina, ya neramiento de las sentencias judiciales que se graduó como licenciado en derecho y por consiguiente, la falta de creencia en en la Universidad de Praga e inmediata- la justicia. mente ejerció como penalista en el bufete Por otra parte, el relato de Kafka tam- jurídico de su tío y más tarde ejerció en bién es bastante ilustrativo sobre el uso del las altas cortes criminales en Praga. Por eso poder estatal y por ende lo hace un tema Kafka conocía más que ningún otro autor susceptible de ser analizado, ya que de- literario la cara verdadera del aparato bu- bemos tomar en cuenta que quien persi- rocrático; encargado éste de impartir la gue la justicia, requiere necesariamente del justicia fundamentándose en el llamado ejercicio del poder, pero del poder racio- “estado de derecho”. nal, del poder mesurado, donde éste se Después de haber analizado profunda- funda con la sabiduría, pero desgraciada- mente la vida y obra de Kafka, Elías Canetti mente, Kafka, a través de este relato, nos concluye que en éste “hay una fuerte anti- recuerda que la historia del hombre es una patía por los poderes, tal vez ésta es una espiral interminable de abusos, de exce- de las cosas que nos atraen de él, porque sos, de transgresiones al mismo Estado de en la actualidad estamos hartos del Po- derecho al que aluden los que lo violan a der”.3 Al igual que los protagonistas de sus diario. Por eso considero importante la novelas, estamos amenazados por poderes comparación de la realidad del derecho que no podemos controlar y desafortuna- en México, con el “pesimismo realista” de damente, los poderes más peligrosos de la literatura kafkiana, para acercarnos así, nuestro mundo actual son misteriosos, el de- un poco más a la realidad. recho es un poder con estas características. Las referencias al poder y al derecho en la obra de Kafka las encontramos principal- EL PROCESO O EL ALEJAMIENTO DE LA JUSTICIA mente en una angustiosa novela y en un pequeño relato que reflejan el poder que Antes de empezar, he estimado conve- tienen los grupos que actúan bajo el cobijo niente escribir la definición de “Proceso” del “Estado de derecho”, ésta obra es: El que da el jurista y procesalista Francesco Carnelutti en su obra Cómo se hace un pro- 3 Federico Campbell (2002) La invención del ceso: “se trata, a la luz de la verdad, de un Poder, México, Aguilar, p. 44. proceder, de un caminar, de un recorrer

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 ESTUDIOS CULTURALES 155 ALEJANDRO NAVA TOVAR un largo camino, cuya meta parece se- En El proceso, Kafka describe una ate- ñalada por un acto solemne, con el cual, rradora situación: un hombre es acusado el juez declara la certeza, es decir, dice sin que se le comunique cuál es el cargo que es cierta una de estas dos cosas: o que que se le imputa y ello desencadena la vi- el imputado es culpable o que es ino- sión de una ineficiente y malévola maqui- cente”.4 Se suele decir cotidianamente que naria jurídica, que termina ofreciéndole a través de El proceso, Kafka dio una ex- como destino al señor Joseph K. la muer- presión “exagerada”, “fantástica” y “distor- te. Muerte con la que pagó una culpa que sionada” de la burocracia moderna y del jamás supo cuál era, pero por la que fue destino del individuo humano en ella, pe- juzgado ante un tribunal desconocido y ro al decir esto, pasamos por alto el hecho todopoderoso. crucial de que esta misma exageración fan- Paradójicamente, Kafka jamás abundó tasiosa es la que articula el funcionamien- en cómo se sentía Joseph K., ni en la an- to de la burocracia “efectiva” y “real” que gustia que experimentaba, sin embargo, la acecha al hombre.5 angustia está presente en todo momen- El proceso es una excelente novela que to, acechándolo; todas las personas que nadie que alguna vez la haya leído po- hemos leído esta novela hemos podido drá olvidar, ya que cada vez que se en- “sentir” el “ahogo” del peso de la burocra- cuentre ante las autoridades judiciales o cia, a pesar de que Kafka jamás lo descri- al realizar un simple trámite burocrático bió, demostrándose que lo hemos sentido o en alguna institución privada, termina- porque todos hemos pasado por alguna rá recordándola al ver cómo se desarrolla situación parecida, aunque de menor gra- su situación y compararla con lo que su- vedad y con un final menos cruel. Kafka cede en esta angustiante novela. muestra en El proceso, una estructura ju- Además, esta obra fue llevada al cine risdiccional con grandes semejanzas a cual- por uno de los más grandes cineastas de la quier estructura judicial: un acusado, un historia, Orson Welles, donde él mismo in- procedimiento, un abogado, un tribunal, terpreta el papel de su abogado, dándole pero lo que caracteriza la estructura judi- una especial preponderancia. En la película cial creada por Kafka son las “supuestas es también él quien relata a Joseph K. la diferencias” que podrían establecerse entre parábola del hombre que quiere entrar en este aparato y el aparato propio de un el corazón de la ley (en la novela, el relato Estado de derecho. corre a cargo del sacerdote); para el pro- Al parecer, Kafka se esmeró bastante en fesor Vladimiro Rivas; el abogado, cono- construir un laberinto procesal para ence- cedor de tantos secretos sobre la justicia y rrar a Joseph K., quien el día de su tri- la ley, parece ser la encarnación simbólica gésimo cumpleaños se encuentra por la del mal.6 mañana a dos extraños sujetos en su ha- 4 Francesco Carnelutti (2002) Como se hace un bitación. Éstos le indican que ha sido acu- proceso, México, Colofón, p. 20. sado ante la corte, pero que se niegan a 5 SlavojZizek (2002) El sublime objeto de la decirle bajo qué cargos porque ellos no ideología, México, Siglo XXI, p. 64. están autorizados para ello. Sólo le orde- 6 Vladimiro Rivas Iturralde “El proceso: ¿Kafka o Welles?”, en Revista Z, Quito, Ecuador, diciembre nan que se presente a declarar; ante esto, de 1964. el señor K. se pregunta: ¿qué tipo de per-

156 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 ESTUDIOS CULTURALES FRANZ KAFKA Y EL ESTADO DE INDEFENSIÓN sonas eran?, ¿de qué hablaban?, ¿de qué típicas de un Estado de derecho, muchos autoridad dependían?, ¿quién se atrevía a individuos han caído en persecuciones invadir su propio domicilio? K. no entendía carentes de fundamentación y motivación esa situación porque él vivía en un Estado y han tenido un fin semejante al del se- de derecho, había una paz general y to- ñor K. das las leyes se mantenían vigentes. Mencionar casos de situaciones “kaf- Josef K. contrata, a través de su tío Leni, kianas” en nuestras instituciones jurídicas un abogado para su defensa. Asiste a su serían innumerables, por eso, bajo un ejer- juicio, es acusado y se defiende con astucia cicio personal de interpretación y com- y fiereza, no es encarcelado, pero impul- paración, transcribiré las garantías consti- sado por el deseo de demostrar su ino- tucionales en materia procesal, que estimo cencia, acude en tiempo y forma a todos fueron violadas durante el proceso de los interrogatorios, su vida se torna una Joseph K., si hubiese estado “protegido” tormenta de preocupaciones, ya que al por las garantías procesales de nuestro país: principio él rechaza cualquier indicio de culpabilidad porque sabe que es inocente. Artículo catorce constitucional: Nadie Al final, la desesperación y el aleja- podrá ser privado de la vida, de la li- miento de la justicia obligan a Joseph K. a bertad o de sus propiedades, pose- convencerse de ser culpable de algo. Para siones o derechos, sino mediante concluir esta pesadilla, en la víspera de su juicio seguido ante los tribunales pre- trigésimo primer cumpleaños, dos indivi- viamente establecidos, en el que se duos pálidos y gordos se llevan al señor K. cumplan las formalidades esenciales a las afueras de la ciudad y en ese lugar le del procedimiento y conforme a las clavan un cuchillo en el corazón, “¡Como leyes expedidas con anterioridad un perro!” fueron sus últimas palabras, al hecho. dejando en el aire las respuestas a pre- Artículo dieciséis constitucional: na- guntas como ¿qué delito cometió?, ¿dón- die podrá ser molestado en su per- de se encontraba ese juez que nunca ha- sona, familia, domicilio, papeles o bía visto? y ¿dónde se encontraba el alto posesiones, sino en virtud de man- tribunal al que jamás había llegado?7 damiento escrito de la autoridad Es necesario enfatizar en el aparato competente que funde y motive la judicial que creó Kafka para realmente causa legal del procedimiento. comprender su visión del derecho. En esta Artículo veinte (garantías constitucio- obra hay una clara comparación con las nales del inculpado en materia penal): estructuras judiciales de nuestro país. La Fracción tercera: Se le hará saber en maquinaria judicial que llevó a la muerte audiencia pública y dentro de las 48 a Joseph K. es todo lo contrario a lo que horas siguientes a su consignación a nuestra Constitución Política nos garantiza; la justicia, el nombre de su acusador sin embargo, hemos visto cómo, aun estan- y la naturaleza y causa de la acusa- do protegidos por las garantías procesales ción, a fin de que conozca bien el hecho punible que se le atribuye y 7 Franz Kafka, El proceso, México, Tomo 2000, pueda contestar el cargo, rindiendo p. 272. en este su declaración preparatoria.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 ESTUDIOS CULTURALES 157 ALEJANDRO NAVA TOVAR

Fracción cuarta: Cuando así lo solicite Además, hay que tomar en cuenta que será careado, en presencia del juez, una pena se impone a consecuencia de con quien deponga en su contra. un proceso debidamente celebrado; esto Fracción séptima: Le serán facilitados es, para que el individuo se someta a la todos los datos que solicite para su ejecución penal es necesario que sea oído defensa y que consten en el proceso.8 y vencido en juicio, nulla pena sine iudi- cio y nunca encontramos rasgos siquiera Con base en estos preceptos jurídicos con- de un proceso deficiente en el cual, el sagrados en nuestra constitución política, señor K. pudiera defenderse, acrecentan- es más fácil darnos cuenta de la serie de do su estado de indefensión, del cual era atropellos procesales cometidos contra imposible salir ileso. Joseph K. Por principio de cuentas, como Otro atropello jurídico que encontra- escribí anteriormente, nunca se le dijo, en mos en esta novela es el del principio legal audiencia previamente celebrada, el delito que conocemos como Cosa Juzgada (Res que cometió ni la ley en que se encontra- Iudicata), el cual brilla por su ausencia en ba tipificado su supuesto delito, Nulla poe- las supuestas soluciones que brinda el alto na nullum crime sine lege. También en es- tribunal como son la absolución real, la ta novela, Joseph K. siempre tuvo encima absolución aparente y el aplazamiento. En la agonía preestablecida de la culpabi- la absolución real no se termina el juicio lidad, iure et de iure, cosa contraria a uno con una sentencia, sino que se eliminan de los principios generales del derecho que todos los expedientes del proceso inclu- afirman que, al contrario de lo que se yendo la acusación y la absolución, solu- muestra en esta novela y en muchos casos ción que es imposible de lograr mediante reales, lo que se presume es la inocencia y las relaciones personales. no la culpabilidad, ya que la inocencia En la absolución aparente sólo se agrega siempre se presumirá iuris tantum y que la declaración de inocencia, pero este en caso de duda o falta de pruebas sufi- proceso continúa abierto y si algún juez cientes, se favorecerá siempre al inculpa- decide retomarlo, el proceso puede con- do bajo el principio de in dubio pro reo. tinuarse nuevamente. La última solución Este principio es muy relativo en la vida es el aplazamiento en el que el proceso se real, al respecto el doctor Héctor Fix-Za- queda en su primera fase, lograda median- mudio afirma que la prisión preventiva es te la relación que tenga un acusado con una violación al principio de inocencia, ya alguna amistad personal del tribunal. De que ésta sólo debería aplicarse en casos esta manera, el proceso siempre continúa excepcionales, y sin embargo, en México, indefinidamente y jamás termina, violan- el setenta y cinco por ciento de las personas do el principio de la Cosa Juzgada (Res privadas de su libertad son presos sin con- Iudicata). dena, en espera de un juicio que puede Como último aspecto a destacar en re- dilatarse casi indefinidamente.9 lación con la novela, el alto tribunal siem- pre es controlado por las relaciones perso- 8 La Constitución del pueblo mexicano (2004) nales (lo mismo que en la vida real), como México, Porrúa, p. 49. 9 Hernández Pliego, Julio Antonio (2004) Progra- lo había comentado el abogado, personaje ma de Derecho Procesal Penal, México, Porrúa, p. 21. que pasa la mayoría del tiempo recosta-

158 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 ESTUDIOS CULTURALES FRANZ KAFKA Y EL ESTADO DE INDEFENSIÓN do en su cama, razón por la cual, Joseph de la fantasía es la que actúa en plena K. se desespera por la actitud pasiva de realidad social.11 su abogado y a sabiendas de que las rela- ciones personales juegan un papel impor- tante, decide recurrir a Titorelli para ver si LA COLONIA PENITENCIARIA Y EL MECANISMO puede lograr, mediante sus propias rela- JURÍDICO DEL TEMOR ciones, el aplazamiento; ya que Titorelli es el pintor de cabecera de los jueces los Antes de continuar con el análisis de la vi- cuales, por cierto, son tremendamente gro- sión de Kafka sobre el derecho, es nece- tescos y vanidosos, mientras que, paradó- sario reiterar el tema central de las obras jicamente, en la novela todos los acusados de éste, el cual nos remite a la siempre se distinguen por ser precisamente los suje- renovada confirmación de las relaciones tos mejor parecidos (¿sería ésta una posible entre un yo impotente y un poder apabu- causa de su extraño enjuiciamiento, el ser llante. En La conducta del jabalí, dos ensa- mejor parecido que los vanidosos jueces?). yos sobre el poder: Kafka y Shakespeare, el Joseph K. jamás tuvo oportunidad jurí- profesor Ulises Schmill escribía que la obra dica de defenderse, jamás vio a la justicia de Kafka es una proyección en forma trans- acercarse a él en busca de la verdad, al figurada de su vida interior, como acontece escribir su diario tuvo el presentimiento de con los sueños, pero esta proyección tras- que era culpable de algo y que ese acto u cendió lo privado y meramente personal y omisión que jamás recordó, le cerró las terminó alcanzando una significación uni- mismas puertas de la ley como sucedió con versal que la convirtió en una genuina obra el campesino del relato que le comentó el de arte.12 sacerdote a Joseph K. en la catedral,10 só- En el pequeño relato que Kafka tituló lo que, en este caso, el centinela que res- En la colonia penitenciaria, aparecen cuatro guardaba celosamente la entrada de la ley, personajes: el explorador, el oficial, un sol- era la ley misma y sus procedimientos, au- dado y un condenado, además del co- toridades y partes conformantes, así que mandante fundador de la colonia peni- solamente fue detenida la inmensa ago- tenciaria, quien estaba fallecido, y otro nía que sufría con su propia muerte y no comandante, que se encontraría en fun- mediante un proceso legal y sobre todo… ciones en ese momento. justo. Lo curioso de El proceso es que Kaf- Estos personajes son más que suficientes ka trató de plasmar un hiperbólico poder para que Kafka nos presente un modelo del Estado y una forma del derecho basada terrible de los castigos que el hombre in- en la manipulación, y nosotros encontra- flige al hombre a través del aparato re- mos estas situaciones tan parecidas a presivo del Estado, legitimado a través del nuestra realidad, desgraciadamente; en Estado de derecho que posee el monopo- algunas ocasiones, “el universo de Kafka” lio de la fuerza, los efectos que el castigo no es una “imagen-fantasía de la reali- dad”, sino al contrario, la puesta en escena 11 Slavoj Zizek, op. cit., p. 65. 12 Ulises Schmill (1993) La conducta del jabalí, dos ensayos sobre el poder: Kafka y Shakespeare, 10 Franz Kafka, op. cit., p. 235. México, UNAM, p. 18.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 ESTUDIOS CULTURALES 159 ALEJANDRO NAVA TOVAR tiene en los sujetos castigados y la des- niños eran puestos siempre al frente (¿edu- trucción de este modelo por la justicia; cación estatal?), después aparecía el co- aunque también el profesor Ulises Schmill mandante con todas sus señoras y colo- enfatiza en la obra mencionada acerca del caba al condenado bajo el aparato proceso revolucionario que se da en este castigador; entonces el juez presidente del tipo de Estado. juzgado decretaba la ejecución; al final la Nicos Poulantzas escribía en Estado, po- mayoría de las personas cerraban los ojos der y socialismo, que en la represión estatal y no veían, pero sabían “que se había hay un elemento del que se habla rara- hecho justicia”. mente. Este elemento se encuentra en los En ningún momento el extranjero sintió mecanismos del temor, los cuales Poulant- compasión por el condenado, tal vez por- zas afirmaba que podían comprenderse que no era un compatriota suyo y porque mejor si se recurría a la lectura de La co- no le incumbía meterse con el derecho de lonia penitenciaria de Kafka.13 La novela ejecución penal de aquel pequeño país. comienza con la visita de un explorador a Antes de la ejecución, el oficial le comenta un país pequeño, ubicado en una isla al explorador el porqué de ésta, le dice donde se encontraba asentada una colo- que él ha sido designado juez de la colonia nia penitenciaria, en medio de un deso- y que se parte del siguiente principio: “la lado pequeño valle arenoso, donde un culpa es siempre indudable”. explorador acepta, por cortesía para el Un capitán le presentó la misma maña- comandante de la colonia, la ejecución de na de la acusación, que el condenado y un soldado que había sido condenado por criado anteriormente, se había dormido desobediencia e insubordinación hacia durante la guardia, a pesar de tener la sus superiores. obligación de levantarse al sonar cada hora El condenado lucía como un animal que y que él, como juez de la colonia peniten- no entendía lo que a él le sucedía ante el ciaria, estimaba una obligación no excesi- poder de un oficial, encadenado de pies y va y necesaria. La noche anterior, el capitán manos y ante una máquina que lo ejecu- quiso comprobar si el “criado” cumplía con tará sin piedad, sin saber el crimen que su deber y descubrió que se encontraba cometió, sin conocer su sentencia, la ley dormido bajo su puerta, lo golpeó con su que violó y sin haber sido oído en el juicio látigo y el condenado, en vez de pedirle (nulla poena nullum crime sine lege y nulla perdón, lo sujetó de las piernas, logró ti- pena sine iudicio nuevamente), mostrando rarlo y lo amenazó, el oficial consideró el evidente estado de indefensión kafkiano. estas pruebas suficientes junto con la de- Mientras el explorador miraba al conde- claración del capitán y dictó inmediata- nado con indiferencia, el oficial debida- mente la sentencia, ignorando los posibles mente uniformado para simbolizar la argumentos y pruebas del condenado. metáfora estatal, le comenta que en otros Una vez dada su motivación, el oficial tiempos el valle se encontraba lleno de procede a describirle el aparato con el que personas que iban a ver la ejecución. Los el acusado será castigado, aparato consti- tuido por tres elementos esenciales con- 13 Nicos Poulantzas (1988) Estado, poder y so- sistentes en una cama cubierta con una cialismo, México, Siglo XXI, p. 96. capa de algodón sobre la que se colocaba

160 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 ESTUDIOS CULTURALES FRANZ KAFKA Y EL ESTADO DE INDEFENSIÓN boca abajo al condenado completamente hacia el Estado y evidenciar el absoluto po- desnudo, con correas para sujetarlo y der del soberano.14 poder poner en movimiento la cama de Una vez explicado el procedimiento se forma sincronizada con la rastra y una mor- introduce al condenado bajo la rastra y daza para que no se escucharan sus gritos se rompe la correa de la mano izquierda, o se mordiera la lengua. el oficial le explica al explorador que los El segundo elemento del aparato con- recursos destinados a este aparato no son siste en una rastra que es la verdadera suficientes bajo la administración del nue- responsable de ejecutar la sentencia con- vo comandante con el cual no simpatiza, sistente en escribir sobre el cuerpo del con- aunque tanto el comandante antiguo y el denado la norma que éste violó; la rastra nuevo ponían a funcionar este aparato, consta de una plancha de vidrio que co- sólo que el anterior hacía de cada eje- rresponde a la forma del cuerpo humano cución una fiesta y le daba dulces al con- con una innumerable cantidad de agujas denado, y el nuevo tiene en mal estado la de dos tamaños, las agujas largas que se maquinaria y les da de comer a los con- reducen a escribir en el cuerpo del conde- denados pescado podrido. nado la sentencia y las agujas cortas que De esta forma, el oficial le demuestra son para lavar la sangre y mantener legible que el nuevo comandante no busca luchar la inscripción, dicho proceso durará doce contra la máquina, sino contra los parti- horas; finalmente, la mezcla de sangre y darios del antiguo régimen, por eso el co- agua correrá por pequeños canales para mandante invitó al “ilustre extranjero” para desembocar finalmente en el desagüe. buscar apoyo externo, para terminar con El último elemento del aparato es el los simpatizantes del antiguo régimen, una diseñador consistente en un engranaje que clásica lucha de poder entre los detenta- pone en movimiento la rastra, el cual es dores de éste y los que lo desean, pero don- regulado por la inscripción que correspon- de, como siempre, el pueblo no interviene. de a la sentencia. En este caso, sobre el El oficial, al no recibir el apoyo del ex- cuerpo del condenado se escribirá la nor- plorador, decide dejar libre al condenado ma: “honra a tus superiores”. Ésta es la des- que había simpatizado con el soldado y cripción de la forma brutal como sería cas- éste opta por colocarse en la lúgubre má- tigado el condenado. Escribir sobre su quina al ver la falta de apoyo externo para propia carne la norma que había violado, sostener la idea del antiguo régimen de- castigo que simboliza la representación del teriorado, dejando en evidencia la hipo- poder estatal en su máxima expresión, una cresía del derecho internacional al mostrar muerte espectacular como la descrita por el doble efecto de la “no intervención”: Michel Foucault en su primer capitulo de apoyar al régimen anterior si es el pode- Vigilar y castigar, muerte en la cual Da- roso, o al nuevo régimen, si tiene elemen- miens, acusado de parricidio por asesinar tos para triunfar. al rey, recibió un castigo ejemplar que sirvió El explorador no podía creer que el de ejemplo para reestablecer el respeto oficial haya decidido ponerse en la cama

14 Michel Foucault (2002) Vigilar y castigar, naci- miento de la prisión, México, Siglo XXI, pp. 11-37.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 ESTUDIOS CULTURALES 161 ALEJANDRO NAVA TOVAR para que la rastra le inscriba la norma que CONCLUSIÓN él ha violado, sacó una hoja de su porta- folio y se la mostró al explorador, cambió Con esto definimos de una vez por todas los engranajes del diseñador y se aplicó a la visión aterradora de Franz Kafka sobre él mismo la siguiente norma: “Sé justo”. El el poder estatal, visto como una máquina condenado no podía creer su suerte, pa- fría y desangradora que no conoce la jus- recía como si la actitud del explorador ticia, presidida por un tribunal invisible hubiese mandado ejecutar la norma. que tiene como finalidad castigarnos ex- La culpa del oficial era indudable y a la cesivamente para reforzar la conducta menor indicación del oficial, la máquina servil; el mundo visto como un laberinto empezó a funcionar de manera perfecta, sin fin, que administra dolores o placeres como si fuera nueva, hasta que se empezó a los ratones humanos, dependiendo de a escuchar un pequeño ruido, ésta se em- sus acciones. pezó a desintegrar al tratar de ejecutar la Un mundo donde el hombre siempre norma de “Sé justo” y la tortura que em- vivirá en el Estado, dominado por sus se- pezaba lentamente se tornó en una total mejantes y sometido a su violencia en caso carnicería, las agujas grandes lo pincha- de no acatar las órdenes prescriptivas por ban incesantemente y sin control, mientras éste, donde se dan revoluciones que sólo que las agujas chicas que suministraban terminan por imponer otra máquina de agua para hacer más estético el castigo castigo al sentir los mismos miedos de siem- no funcionaban. pre al cambio y no creer en lo “imposible”, Había sangre y gritos por doquier, el donde Hobbes señala “en primer lugar, explorador trató de detener la máquina, como inclinación general de la humanidad pero sus esfuerzos eran inútiles, el oficial entera, un perpetuo e incesante afán de po- sufrió la más terrible muerte que se haya der que cesa solamente con la muerte”.15 visto en aquel país. El aparato punitivo se Aunque no todo es irremediable fata- desbarató al intentar escribir una norma lismo en la obra de Kafka; después de la que no existía en aquel lugar, el Estado fue terrible agonía, hay esperanza al final; a destruido por el Estado mismo, porque la pesar de que en su testamento el autor le máquina de castigo reventó bajo la pre- pidió a su amigo Max Brod la incineración sión de tal norma. El explorador, atónito, de todos sus escritos, a pesar de que las contempló el rostro del oficial con la fren- sombras de Arthur Schopenhauer (pesi- te atravesada por la aguja de hierro, visitó mismo) y Friedrich Nietzsche (nihilismo) es- la tumba del antiguo comandante en la tán presentes en la vida y obra de Kafka, confitería y se dio cuenta que, el castigo este gran escritor nos brindó la posibilidad no redime ni cambia al individuo, sólo lo de la esperanza, porque antes de con- hiere, lo atemoriza y lo vuelve más agre- vertirnos en cucarachas, antes de ser pro- sivo. El explorador decidió tomar un bote cesados sin razón alguna, antes de ser cas- y a pesar de que el soldado y el condenado tigados sin derecho a ser escuchados… querían partir con él, éste mostró una soga somos libres (aparentemente). para amenazarlos y partió como llegó. 15 Thomas Hobbes (1990) El Leviatán o la materia, la forma y el poder de un Estado eclesiástico y civil, México, FCE, p. 87.

162 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 ESTUDIOS CULTURALES FRANZ KAFKA Y EL ESTADO DE INDEFENSIÓN

Por esta razón, tenemos que luchar in- Mientras la razón de los hombres se cesantemente por cambiar y prevenir este encuentre perdida en los laberintos del estado de indefensión kafkiano, por bien alma, la obra de Franz Kafka se mantendrá nuestro y de los demás, porque nunca vigente, solamente perderá vigencia cuan- sabremos cuándo podemos ser sujetos a do sustituyamos el derecho actual, no por la voluntad de un proceso judicial, al des- uno mejor, sino por algo mejor que el pertarnos en nuestras camas. Al compren- derecho mismo, un orden racional donde der la obra de Kafka podemos responder los innumerables señores y señoras K. al- que sí es posible cambiar todo lo que cancen a entrar en las puertas de la justicia creemos imposible, mientras no desperte- y salgan ilesos, solamente así veremos la mos siendo cucarachas, podemos crear obra de Franz Kafka como una serie de nuevas circunstancias sociales. cuentos surrealistas y pertenecientes al Podemos luchar y aportar, aunque sea mundo de la ciencia ficción, Nada es sino algo para erradicar el estado de indefensión lo que no es todavía. que afecta, como siempre, a los más des- protegidos, a los olvidados, a los vencidos históricamente, todo esto es posible mien- BIBLIOGRAFÍA tras tengamos la creencia de que pode- mos cambiar lo que tenemos. Porque mien- Campbell, Federico (2002) La invención del tras ostentemos una llama inextinguible Poder, México, Aguilar. como el cosmos mismo; llamada esperan- Canetti, Elías (1994) Masa y poder, Madrid, za, pedir lo “imposible” no será descabellado. Alianza Editorial. Finalmente y como consejo para todos Carnelutti, Francesco (2002) Como se hace aquellos que ejercen y estudian el dere- un proceso, México, Colofón. cho: considero que el presente trabajo fue Del Palacio Díaz, Alejandro (1999) Del lo suficientemente explicativo del uso que Estado de derecho al derecho del Estado, se le da a los aparatos jurídicos del Estado México, Claves Latinoamericanas. y a las bases actuales del derecho, que son Foucault, Michel (2002) Vigilar y casti- el procedimentalismo jurídico visto a tra- gar, nacimiento de la prisión, México, vés de El proceso y la coerción física vista Siglo XXI. a través de En la colonia penitenciaria, las Hernández Pliego, Julio Antonio (2004) cuales deben ser suplidas por la razón Programa de Derecho Procesal Penal, como norma fundante y por el amor hacia México, Porrúa. el prójimo como criterio de resolución de Hobbes, Thomas (1990) El Leviatán o la controversias jurídicas, si es que queremos materia, la forma y el poder de un Estado que el derecho aspire a la justicia y no al eclesiástico y civil, México, FCE. falseamiento de la realidad, porque la jus- Kafka, Franz (s. f.) El proceso, México, To- ticia sin poder es utopía y el poder sin mo 2000. justicia es tiranía.16 Kundera, Milan (1988) El arte de la novela, México, Vuelta. La Constitución del pueblo mexicano 16 Del Palacio Díaz, Alejandro (1999) Del estado de derecho al derecho del Estado, Claves latino- (2004), México, Porrúa. americanas, México, p. 44.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 ESTUDIOS CULTURALES 163 ALEJANDRO NAVA TOVAR

Poulantzas, Nicos (1988) Estado, poder y HEMEROGRAFÍA socialismo, México, Siglo XXI. Schmill, Ulises (1993) La conducta del Rivas Iturralde, Vladimiro, “El Proceso: jabalí, dos ensayos sobre el poder: Kafka ¿Kafka o Welles?”, en Revista Z, Quito, y Shakespeare, México, UNAM. Ecuador, diciembre de 1964. Zizek, Slavoj (2002) El sublime objeto de la ideología, México, Siglo XXI.

164 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 ESTUDIOS CULTURALES ESTRATEGIAS DISCURSIVAS DE KRAUZE ANÁLISIS DE BIOGRAFÍA DEL PODER

Adrián Montero Palma*

1. EL HORIZONTE DE PRODUCCIÓN lisis que realizo en este artículo se inscribe en la línea de la historiografía crítica,2 pre- tende destacar cómo el modelo biográfi- L a obra historiográfica de Enrique Krau- co de Krauze privilegia la descripción sobre ze es una de las más prestigiadas en el su fundamento argumentativo. México contemporáneo. Su reconocimien- to por un amplio sector de lectores surge en mí el deber no sólo de escribir historia, sino de de su obra Biografía del poder de 1987. A editarla y difundirla. Octavio Paz, visionario poético, despertó en mí la pasión por sondear los ríos sub- partir de este momento, sus estudios histó- terráneos del pasado en busca del sentido, la filiación ricos no se ciñen al formato tradicional del y el origen. A Luis González y González le debo casi libro, sino que lo rebasan e incursionan todo: el interés por conocer a México a través de en otros, como los de video y las series los siglos, la inclinación por comprender a los hom- bres antes que juzgarlos o condenarlos; pero sobre televisivas. Con Biografía del poder, Krauze todas las cosas, le debo el amor al oficio”. Enrique comenzó a generar un éxito comercial que Krauze (a partir de este momento E. K.), “Un héroe le permitió dar a conocer al público masivo de la historiografía”, en Letras Libres, México, ma- el conjunto de su obra, que desde enton- yo de 2005, p. 14. 2 Entre las diversas reflexiones que se manejan ces ha observado con cuidado las condi- en los cursos del Posgrado en Historiografía de la 1 ciones del mercado de consumo. El aná- UAM Azcapotzalco, se señala una definición que aproxima el sentido de esta postura: “La historiografía * Profesor de la Universidad del Nuevo Mundo. crítica propone que es la formulación o construcción 1 Para conocer la formación historiográfica de de un problema que permite reabrir y cuestionar los Enrique Krauze pueden consultarse: Luis González discursos al enfrentarlos a su propia historicidad. Son y González, “Bienvenida a Enrique Krauze”, en los efectos de esta operación los que permitirán Vuelta, México, junio de 1990, pp. 15-16; Josefina conocer supuestos, implícitos y prejuicios, descubrir Vázquez (1990) El Colegio de México. Años de sus discontinuidades y aquello que encubre. Es así expansión e institucionalización 1961-1990, México, como problematizar no quiere decir simplemente El Colegio de México, pp. 134, 314. Es importante develar el sentido de los textos, puesto que supon- destacar que el propio Krauze señala en toda dría que el texto encierra un misterio latente que el oportunidad su formación bajo la directriz de los que investigador debe encontrar, sino que es la cons- considera sus principales mentores. Muestra recien- trucción de un sentido”. María Luna Argudín (1993) te es su discurso de ingreso a El Colegio Nacional el Seminario de investigación II. La formulación de los 7 de abril de 2005: “Don Daniel Cosío Villegas me problemas historiográficos, México, UAM Azcapotzal- enseñó a venerar a los liberales del siglo XIX, e inspiró co, p.46.

[165] ADRIÁN MONTERO PALMA

Por sus características, Biografía del po- portante subrayar, como una de las más der corresponde a un trabajo destinado a significativas aportaciones de la historio- la difusión masiva, acorde con las reglas grafía revisionista, la consolidación de nue- del mercado de consumo, propio de su vas propuestas interpretativas para reali- momento, y por lo tanto, éstas condicionan zar el estudio del pasado, correspondiente su estilo biográfico. No obstante, el sus- incluso a periodos anteriores a la Revo- tento de esta apreciación sólo puede ex- lución de 1910.6 plicarse a partir de dos marcos contextua- No obstante el contexto del revisio- les en los que se ubica la realización de la nismo, Krauze refrenda una corriente tra- obra y que confluyen en una misma direc- dicional presentada con una vestimenta ción al salir a la luz pública. Por una parte, nueva. Es decir, en el marco de las transfor- la obra se circunscribe al marco del revi- maciones políticas generadas a partir del sionismo de la Revolución Mexicana.3 Por movimiento estudiantil de 1968 y en el el otro, se produce bajo el auspicio del ámbito académico de cuestionamiento Estado cuyo discurso nacionalista y liberal del revisionismo, el Estado reitera la nece- coincide con el de Krauze. sidad de recuperar y reforzar el discurso Como dije, las investigaciones historio- nacionalista revolucionario. Es en este con- gráficas realizadas por el autor muestran texto donde encuentra su historicidad la una trayectoria que lo coloca en el revisio- Biografía del poder de Enrique Krauze. nismo de la Revolución Mexicana,4 entre En los tempranos años ochenta, la ideo- cuyas peculiaridades destacan la especia- logía oficial del Estado todavía giraba en lización en temas y el empleo de una ri- torno a la Revolución, a pesar de las modi- gurosa metodología.5 Alrespecto es im- ficaciones introducidas. Entre los mecanis- mos de vinculación con los actores sociales 3 Un breve, pero ilustrativo análisis sobre la iden- se encuentra el nuevo papel de los inte- tificación y características de la historiografía revi- sionista está contenido en la Guía de Posgrado de la lectuales y el discurso nacionalista del Maestría en Historiografía de México; Marco Antonio Estado. La Biografía del poder se ubica en Velázquez Albo y Nicolás Cárdenas García (1993) el cruce de ambas posturas. A juicio de Siglo XX. La historiografía revisionista, Parte I: Crisis y Krauze, el proyecto liberal delamadridista los Nuevos Horizontes, México, UAM Azcapotzalco, pp. 14-22. contaba con la posibilidad de reivindicar 4 Javier Rico Moreno hace hincapié en las in- los principios del maderismo. Su escrito vestigaciones realizadas en El Colegio de México, sobre el periodo revolucionario, explicado como la tesis de Krauze Los siete sobre México, que desde la perspectiva de las biografías de destacaba entre sólo cinco estudios destinados al periodo revolucionario. Javier Rico Moreno (2000) los Grandes Hombres que la protagoni- Pasado y futuro en la Historiografía de la Revolución Mexicana, México, CONACULTA-INAH-UAM Azcapotzal- co, p. 169. subraya una cualidad: “ningún biógrafo ha sometido 5 Asimismo, Alan Knight distingue tres gene- a su personaje al análisis psicohistórico”. Esta carac- raciones abocadas a esa tarea. La tercera de ellas, la terística distingue su estilo respecto a los de otros propiamente revisionista, comprende un periodo que autores en el contexto revisionista. Véase Alan abarca los sesenta y los ochenta, etapa que incluye Knight,”Interpretaciones recientes de la Revolución también la trayectoria formativa de Krauze, desde Mexicana” en Secuencia, México, Instituto José Ma- sus inicios como escritor hasta la aparición de ría Luis Mora, núm. 13, enero-abril de 1989, p. 25. Biografía del poder. De hecho, Knight incluye a Krau- 6 Enrique Florescano (1991) El nuevo pasado me- ze por su aporte en los estudios de la alta política y xicano, México, Cal y Arena, p. 79.

166 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIOGRAFÍA ESTRATEGIAS DISCURSIVAS DE KRAUZE. ANÁLISIS DE BIOGRAFÍA DEL PODER zaron, es una propuesta discursiva para del contexto en el que se produce Biogra- demostrar esta posibilidad histórica. Tal fía del poder, determinan las característi- propuesta aparece dentro y se ciñe a un cas propias de su estilo biográfico, ya que proceso de política económica que con- la significación del pasado se da en función llevó una serie de privatizaciones, incluido de las necesidades del presente. el ámbito cultural.7 La gran difusión que Biografía del Poder recibió por parte del patrocinio estatal ex- 2. EL ESTILO BIOGRÁFICO DE KRAUZE plica de alguna manera los alcances que esta obra tuvo; sin por ello menospreciar Krauze pretende mostrar la biografía co- la aceptación que por su calidad la propia mo un género con sus propias reglas. En obra logró en el público. De hecho, su apa- una reflexión conceptual que intercala rición estuvo precedida por una amplia en su texto señala: “para el biógrafo el mé- campaña publicitaria. En ella se especifi- todo deductivo está vedado. Puede le- caba la coedición entre el Fondo de Cultu- gítimamente inducir sus generalizaciones ra Económica y la Secretaría de Agricul- a partir de datos breves y particulares pe- tura y Recursos Hidráulicos, que había ro el procedimiento inverso es peligro- financiado su elaboración. so”.9 Dicha reflexión, que va acompañada A partir del mes de marzo de 1987, los inmediatamente de su caso práctico, cons- días jueves comenzaron a publicarse ex- tituye una característica más de la biogra- tractos de la obra en el diario Excelsior, en fía sobre la interpretación histórica, sobre donde se citaban los créditos de la inves- su función para la reconstrucción del pa- tigación iconográfica y de los asistentes de sado. Según el autor, la biografía es parte Krauze. Algo equivalente se publicaba los intrínseca del relato histórico, por lo tanto, sábados en la sección cultural de La Jornada su estilo de género biográfico está susten- y en el semanario Proceso, por sólo men- tado en esta relación.10 cionar los medios impresos de mayor circu- lación nacional en los que aparecía su pu- mismo título, pero que correspondía a otro tipo de blicidad y promoción.8 Estas condiciones esquema divulgativo. Excelsior, La Jornada, Proceso, México, marzo-junio de 1987. Florence Toussaint refiere cómo 40% del presupuesto publicitario anual 7 Sobre este proceso, el investigador de la Uni- del Fondo de Cultura Económica se destinó para la versidad de Chicago, Claudio Lomnitz, realiza una promoción de la obra de Krauze. Véase Florence crítica a partir de la recepción de la academia norte- Toussaint, “Televisión. Biografía del poder” en Pro- americana, diez años después y como consecuencia ceso, 13 de abril de 1987, pp. 54-55. A su vez, Víctor de la impresión de la obra en su nuevo formato: “En Díaz Arciniega (1996) explica con detalle como pocas palabras, el poder de Krauze se amasó en un los resultados de la campaña publicitaria de la periodo en que el gobierno le volvió la espalda a la obra no tardaron en rendir los efectos del mercado. instrucción pública y a la investigación, y subsidió Véase Historia de la Casa, 2a. ed., México, FCE, pp. un proceso de privatización cultural con caracte- 201-203. rísticas parecidas a otras privatizaciones: concen- 9 E. K. (1987) Emiliano Zapata. El amor a la tierra, tración de enorme poder en muy pocas manos y México, FCE, p. 39. formación de una nueva élite”. Véase Claudio 10 Él mismo en un escrito posterior a la Biografía Lomnitz, “La historia en ruinas” en Milenio, México, del poder, reafirma esta condición: “Nuestro tiempo núm. 37, 11 de mayo de 1998, p. 39. ha confirmado estas ideas. Sería inocente desprender 8 Simultáneamente se anunciaban los horarios y del panorama actual un optimismo ciego sobre la días de la serie televisiva que salía al aire bajo el libre voluntad individual en el moldeo de la vida

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIOGRAFÍA 167 ADRIÁN MONTERO PALMA

Krauze acepta tácitamente la impor- Mares14 o el mismo Luis González y Gon- tancia del género biográfico como una zález (uno de sus mentores),15 por men- consecuencia de la trascendencia de los cionar algunos ejemplos cercanos a nues- Grandes Hombres en la construcción del tro autor. proceso histórico. El entramado que desa- Otro modelo que retoma es el de Isaiah rrolla a lo largo de Biografía del poder va Berlin, en particular el indeterminismo his- manifestando su propio estilo biográfico, tórico desarrollado por él: “el indetermi- que conforma sobre la base de varios mo- nismo histórico relativo tiene otra implica- delos. De los biógrafos clásicos, como Plu- ción: el reconocimiento –empíricamente tarco, retoma el estilo de narrar la vida demostrado en los hechos– de que los entera de los personajes dentro de una se- grandes hombres existen y suelen marcar, cuencia cronológica, siguiendo celosa- para bien y mal, la vida de los pueblos”.16 mente los detalles más significativos de la Bajo los principios teóricos de interpre- personalidad de sus biografiados.11 Por su tación de Berlin, Krauze reitera basar su parte, de Suetonio mantiene la propuesta interpretativa de la historia a partir de la acción de los Grandes Hombres.12 Ade- cribió algunas palabras que sirvieron de prólogo a un libro de González Obregón, en el cual matiza más, Krauze continúa con la tradición de algunas características esenciales de su estilo de historiadores en México que se carac- escritura y que el propio De Valle-Arizpe adoptó para terizan por escribir desde ese estilo na- sí mismo: “Él ha sabido fijar fechas, identificar lu- rrativo, como Luis González Obregón, gares, precisar nombres, y todo con la fácil seguridad 13 con que sus manos toman el oloroso rapé de su ca- Artemio de Valle-Arizpe, José Fuentes ja de carey. Ha destilado sabiamente en la alquila- tra de oro y de cristal de su ingenio, el contenido de papeles viejos arratonados y borrosos, y ha sacado colectiva, pero el siglo que termina ha contribuido, el sucedido raro y extraño, la leyenda brillante y frá- cuando menos, a equilibrar el cuadro: cercado por gil o la anécdota llena de sutil aroma virreinal”. Luis el azar, la necesidad, las pasiones y los elementos, el González Obregón (1988) Las calles de México, hombre tiene, con todo, un voto de calidad en la México, Porrúa, p. XV. historia. Por eso la historia escrita no puede prescindir 14 En uno de sus prólogos esboza que le hubiera de la biografía”. E. K., “Plutarco entre nosotros”, en gustado vivir en la época de Juárez, pero que le hu- revista Vuelta, México, vol. XIV, núm. 163, junio de biera resultado difícil sostener una cordial relación 1990, p.14. con él por ser “un tipo de ideas fijas como los santos, 11 Al respecto puede consultarse la obra de los mártires y los cerrados de mollera”. Rasgos emi- Plutarco (1965) Vidas paralelas, México, Porrúa. nentes de una narrativa introspectiva de la menta- 12 Francisco Montes de Oca analiza algunas lidad de los personajes y uno de los antecedentes de características que resultan útiles para discernir referencia en el modelo narrativo de Krauze corres- alguna parte del estilo de Krauze: “No aspiraba tanto pondiente a la psicohistoria. José Fuentes Mares a realizar obra de historia, cuanto a reseñar aquellas (1997) La Revolución Mexicana. Memorias de un es- acciones de los grandes personajes que pudieran pectador, México, Joaquín Mortiz, pp. 9-10. El propio caracterizarlos como individuos, en su personalidad Krauze reconoce la importancia de revalorar el esti- humana, en su ethos”. Suetonio (1964) Los doce lo de Fuentes Mares: “¿No es hora de apreciar, como Césares, México, Porrúa, p. IX. Mariano Azuela quería José Fuentes Mares, a Miramón, el hombre?” (1976) dice algo parecido sobre Luis González E. K. (1998) “Lecciones del siglo XIX” en La historia Obregón, Obras completas, t. III, FCE, p. 751. cuenta, México, Tusquets, p. 133 13 Con motivo del homenaje que recibió en vida 15 Basta consultar las obras de Luis González y Luis González Obregón, el 17 de junio de 1923, en González que Krauze cita en Biografía del poder y el el que se designó con su nombre la calle antes llama- seguimiento que da a su estilo e ideas. da de la Encarnación, Artemio de Valle-Arizpe es- 16 E. K., “Plutarco...”, pp. 8-10.

168 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIOGRAFÍA ESTRATEGIAS DISCURSIVAS DE KRAUZE. ANÁLISIS DE BIOGRAFÍA DEL PODER visión heroica de la historia atada a los aprecia más claramente cuando Berlin es- grandes personajes.17 De manera precisa, tablece analogías entre sus personajes; pa- Krauze refiere el sustento teórico retoma- ralelismos a la manera de Plutarco: “Ba- do del pensador europeo respecto a su kunin fue un periodista talentoso, mientras fascinación por los caudillos: que Herzen fue un escritor genial, cuya autobiografía sigue siendo una de las gran- He sido lector fiel de . Él des obras maestras de la prosa rusa” (Ber- siempre escribe sobre personajes, lin, 1992: 175).19 pensadores y estadistas. Cuando le Basta recordar cómo Krauze establece hice una pregunta similar al entrevis- estos paralelismos cuando analiza las dife- tarlo, me contestó: “No tengo ningún rencias entre los Grandes Hombres, sobre empacho en decir que soy un admi- todo para explicar la lucha generacional y, rador natural de la grandeza de los del mismo modo que Berlin, también se hombres cuando existe”. De modo introduce en la psicología de sus persona- que hay un elemento admirativo en jes para describir sus sentimientos y pa- los destinos de ciertos hombres. Pero siones.20 El objetivo central al recurrir a las en todas las biografías que he hecho estrategias de sus referentes es mostrar al no es una admiración sin adjetivos lector la intimidad de los personajes y pro- sino llena de ellos (Krauze, 1989: poner una valoración de su conducta. De 17).18 acuerdo con este razonamiento, la bio- grafía constituye un género particular con Tomando como referencia la obra Pen- libertad en sus reglas. sadores rusos de Berlin, pueden denotarse similitudes con Krauze en cuanto al len- guaje y trasfondo contextual que emplea 3. CATEGORÍAS Y MODELOS PARTICULARES para describir a sus biografiados. Esto se La conjugación entre historia y literatura que caracteriza al género biográfico, y el 17 Véase entrevista de Ricardo Cayuela Gally a E. estilo narrativo de Enrique Krauze encuen- K. “La trama de la historia”, en La Jornada, México, 27 de octubre de 1996. tran significación en su manejo retórico. 18 Entrevista de Angélica Abelleyra a E. K. “His- Es en la interpretación del acontecer his- toriador”, en La Jornada, México, 1 de marzo de tórico, a partir de la intervención de los 1997. La entrevista a la que Krauze se refiere con- Grandes Hombres, donde se ajusta cabal- cluye con una analogía que tipifica claramente uno de los referentes interpretativos del autor, retomados mente a los principios de la retórica como del pensador europeo: “La entrevista con sir Isaiah tal.21 La descripción del poder en Biografía Berlin es un lienzo del pensamiento ruso que de- sembocó en la Revolución bolchevique, un lienzo que recuerda, en más de un sentido, a Latinoamérica 19 Isaiah Berlin (1992) Pensadores rusos, México, hoy: su ambigüedad frente al Occidente desarro- FCE, p. 175. llado, sus tensiones ideológicas siempre colindantes 20 Ibid., p. 183. con la pasión religiosa, el confuso hervidero de ideas 21 El discurso interpretativo de Krauze no es –populismo, socialismo, marxismo, historicismo– que nuevo, sí lo es la forma de presentarlo: “El mensaje en una minoría fanática y activa aprovechó para retórico se caracteriza no por la novedad sino por lo imponer su idea fija sobre la realidad”. E. K. (1989) novedoso. Esa distinción nos parece importante: un Personas e ideas, México, Vuelta, p. 17. mensaje puede tener mucho de novedoso, pero muy

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIOGRAFÍA 169 ADRIÁN MONTERO PALMA del poder está precisamente en las estra- decisiones personales en el acontecer polí- tegias narrativas del autor. Krauze preten- tico de los pueblos y la historia científica de comunicar su verdad a partir de los en general.23 Dentro de estas razones, elementos retóricos que dan forma a su considera el interés por la psicohistoria co- narración y en su manejo de las fuentes mo otro de los factores que han provoca- sobre las cuales construye su relato. Y, do el resurgimiento de la narrativa, no sin como ya lo había advertido antes Miguel resaltar las complicaciones que conlleva Rodríguez Lozano, es precisamente el el empleo de este análisis.24 estilo narrativo el que arropa el modelo Las características que señala Stone ex- biográfico de Krauze.22 plican, asimismo, una de las razones por De acuerdo con Lawrence Stone, se las que Biografía del poder se ubica dentro puede argumentar que el contenido de de la historia narrativa. Al ser más descrip- Biografía del poder se ajusta a un estilo tiva que analítica, la historia narrativa ofre- narrativo porque mantiene un relato úni- ce la posibilidad de llegar a un público más co (de ahí la explicación de la historia extenso, lo cual coincide con los objetivos a partir de biografías individuales); por- de Krauze, quien se ajusta a: el circuito de que su análisis está implícito en la descrip- lectores, las cualidades del producto, y las ción, que aparece en forma secundaria, condiciones de su elaboración y mercado, y porque lo colectivo está subordinado ya comentados. La descripción de la his- a la vida de cada protagonista. Stone se- toria narrativa de Stone es compatible con ñala los factores que explican el resur- el criterio de Hayden White, quien define gimiento de la narrativa, en un momento las estrategias para explicar lo histórico: en que se cuestionan otras formas de es- cribir lo histórico, y que es contemporá- He llamado a esas diferentes estrate- neo al periodo de la historiografía revi- gias “explicación por argumentación sionista en México. formal”, explicación por la trama y ex- De los diversos motivos que explican, a plicación por implicación ideológica. su parecer, el resurgimiento de la narrati- Dentro de cada una de esas diferentes va sobresale la oposición sobre algunos estrategias identifico cuatro modos modelos explicativos, como el económico posibles de articulación por los cuales determinista y el cuantitativo; el recono- cimiento tardío de la importancia de las 23 Ibid., pp. 101-105 24 Ibid., pp. 108-109. Al respecto, Peter Burke argumenta con detalle las razones por las cuales poco de novedad, puede aportar información ya muy descalifica el análisis psicológico como método para conocida, ya muy gastada, pero con ropajes nuevos”. el estudio de lo histórico: “Una razón de la vacilación Daniel Prieto Castillo (1990) Retórica y manipulación de los historiadores para meterse de lleno en la de masas, 4a. ed., México, Premia, p. 31. psicología –aparte de la resistencia de los empiristas 22 Miguel Rodríguez Lozano (1994) Enrique a la teoría–, es seguramente la variedad de versiones Krauze: su método, su obra, México, UNAM, p. 18. rivales, como freudiana, neofreudiana, jungiana, Stone hace una muy buena descripción sobre el estilo conductista, etecétera. Otra es la evidente dificultad narrativo que caracteriza las obras históricas, en su para aplicar los métodos de Freud a los muertos, para análisis sobre el resurgimiento de esta forma de psicoanalizar documentos y no personas”. Peter escribirlas. Lawrence Stone (1986) El pasado y el pre- Burke (2000) Historia y teoría social, México, Instituto sente, México, FCE, p. 96. José María Luis Mora, p. 134.

170 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIOGRAFÍA ESTRATEGIAS DISCURSIVAS DE KRAUZE. ANÁLISIS DE BIOGRAFÍA DEL PODER

el historiador puede conseguir un la historia a partir de la intervención de los efecto explicatorio de un tipo espe- Grandes Hombres, que dan sentido a su cífico. Para la argumentación tenemos interpretación, circunscrita al contexto. El los modos de formismo, organicis- modo de argumentar mediante la regular mo, mecanicismo y contextualismo; alusión a contextos queda plenamente para la trama tenemos los arqueti- identificado en la función histórica que él pos de la novela, la comedia, la tra- otorga a las generaciones. La relación de gedia y la sátira; y para la implicación sucesos referida por White, corresponde ideológica tenemos las tácticas del a las generaciones en las que se circuns- anarquismo, el conservadurismo, el cribe la formación y desarrollo de los Gran- radicalismo y el liberalismo. Una des Hombres y a la relación entre el hom- combinación específica de modos bre y su circunstancia. forma lo que llamo “estilo” histo- En su narración, Krauze muestra las en- riográfico de un historiador o filóso- señanzas que sus biografiados aportan al fo de la historia en particular (Whi- lector. En ellas subyace la táctica liberal te, 1992: 9-10).25 de la implicación ideológica referida por White. Es la concepción de un futuro mejor El análisis de White contribuye a precisar identificado en el pasado, como ilustra la todavía más el estilo de Krauze, ya que el lucha por la democracia en México desde peso explicativo de lo histórico contenido Madero contra Díaz hasta Cárdenas con- en la Biografía del poder recae en la trama, tra Calles. En el modelo de Krauze, la pro- eje central de su estrategia en su retórica.26 yección hacia el futuro desde el pasado Su procedimiento consiste en tejer un en- es una táctica para reivindicar y para co- tramado que combina los géneros de la locar como ejemplar la obra democra- novela y la tragedia para conformar el tizadora iniciada por Madero y continuada trasfondo social y político de la historia de por los Grandes Hombres y sus compañe- México sobre el que destacan como pro- ros de generación. tagonistas los Grandes Hombres y el paso e influencia de las generaciones. En estos términos, Krauze argumenta 4. LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS (implícita o explícitamente) tendencias de DE LA NARRACIÓN

Una mejor apreciación del estilo narrativo 25 Hayden White (1992) Metahistoria. La ima- ginación histórica en la Europa del siglo XIX, México, en Biografía del poder se ofrece a la luz FCE, pp. 9-10. del análisis de los elementos constitutivos 26 “Se llama explicación por la trama a la que da de la narración, según Redondo Goicoe- el ‘significado’ de un relato mediante la identifi- chea. Ellos corresponden a cuatro aspec- cación del tipo de relato que se ha narrado. Si en el curso de la narración de su relato el historiador le da tos: tiempo, espacio, personajes y narra- estructura de trama de una tragedia, lo ha ‘explicado’ dor.27 Estos elementos son el vehículo de de una manera; si lo ha estructurado como comedia, lo ha ‘explicado’ de otra. El tramado es la manera en que una secuencia de sucesos organizada en un 27 Alicia Redondo Goicoechea (1995) Manual de relato se revela de manera gradual como un relato análisis de literatura narrativa. La polifonía textual, de cierto tipo particular”. Ibid., p. 18. Madrid, Siglo XXI, p. 25.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIOGRAFÍA 171 ADRIÁN MONTERO PALMA comunicación del contenido del texto al Esta expresión engloba los tres tipos de constituir la forma como el autor desarrolla tiempos. “La mañana del domingo 20 su estrategia narrativa, por lo que resulta de noviembre de…” es el tiempo de la ilustrativo mostrar algunos casos prácticos historia contada, es decir, cuando Made- representativos del texto de Krauze. En ro se dirigió a la frontera con Estados Uni- cuanto al tiempo refiero la definición de dos (al tratarse de una frase que inicia el la propia autora: párrafo de un nuevo capítulo en la biogra- fía de Madero, basta leer líder de la Re- En el relato pueden existir hasta tres volución para saber que a él se refiere). líneas temporales. La de la historia También es el tiempo referencial histórico contada, que es la imprescindible, en del comienzo de la revolución armada, y la que pueden mezclarse varios tiem- es, a la vez, un tiempo anterior al del dis- pos diferentes del mismo o de varios curso, que se está enunciando por obvias personajes; la del tiempo del discur- razones, años después del suceso. so, que nos remite al momento de la Es importante aclarar que Krauze narra escritura y, por tanto, también al de la historia en el “presente histórico” gra- la enunciación extratextual; y, por matical, que la hace más actual y que per- último, la que pone en contacto el mite realzar el papel protagónico de sus tiempo del relato con el tiempo refe- personajes y su simbólica vigencia. De esta rencial extratextual de los aconteci- forma, la narración oscila entre los diversos mientos históricos de la vida real.28 tipos de tiempo y, simultáneamente, el lector puede relacionar el tiempo en que En la descripción de sus biografiados, ocurrieron los hechos con los de su presen- Krauze maneja estos tipos de tiempos. En te, así como también percibir con mayor su modelo retórico menciona los acon- contundencia las consecuencias de los tecimientos más relevantes en la vida de actos de los protagonistas de la Revolución. los Grandes Hombres a través de una se- Por lo que respecta al espacio, como cuencia cronológica que pretende resal- otro elemento constitutivo de la narra- tar una transformación progresiva. Apega- ción, adquiere importancia como figura re- do a la interpretación de tiempos referida, tórica. Las descripciones de los escenarios numerosas fechas que aparecen en Bio- en donde se desenvuelven los protago- grafía del poder abarcan los diversos nistas contribuyen a conformar las circuns- tiempos de narración, como se demuestra tancias que moldean su carácter, el cual en el ejemplo siguiente: “La mañana del los convierte en Grandes Hombres.30 Del domingo 20 de noviembre de 1910, diez mismo modo, también representan parte hombres, incluido un guía, acompañan de su argumentación contextual, como se al líder de la Revolución a la frontera del observa en el siguiente ejemplo: Río Grande” (Krauze, 1987: 51).29 En las viejas casonas del centro de la capital o en los palacetes afrancesados de las colonias Roma, Santa María o 28 Ibid., p. 29. 29 E. K. (1987) Francisco I. Madero. Místico de la libertad, México, FCE, p. 51. 30 Véase Redondo Goicoechea, op. cit., p. 31.

172 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIOGRAFÍA ESTRATEGIAS DISCURSIVAS DE KRAUZE. ANÁLISIS DE BIOGRAFÍA DEL PODER

Juárez, entre mármoles, marfiles o función fática aparece de manera reite- tapices, vivían los escasos empresarios rada. Aunque Biografía del poder no es una de la industria, el comercio y los ban- obra literaria, Krauze pone en boca de sus cos que, junto con los funcionarios biografiados diálogos en los que –aparen- “científicos” y los hacendados, inte- temente– ellos mismos narran los acon- graban la élite que José Vasconcelos tecimientos o sus impresiones. Con esta bautizaría en 1921 con el título per- función el autor logra acercar al lector a fecto: “la aristocracia pulquera”.31 los personajes, para presentarlos como hombres de carne y hueso. Son numerosas Así, al montarse en lo dicho por escritores las ocasiones que en el texto se muestran de renombre, Krauze hace tabla rasa con a los personajes con diálogos directos. Esta las afirmaciones asignadas para ciertas si- característica a su vez forma parte de un tuaciones. Simultáneamente, en la descrip- metarrelato, que se aprecia con mayor pre- ción de las casas de aquella época y estilo cisión en el análisis de los testimonios em- dentro de su narración, de manera implí- pleados como fuentes. cita recurre a una figura retórica para ex- Por último, el cuarto elemento consti- plicar los planos sociales sobre los que se tutivo de la narración, el narrador como desenvuelven los Grandes Hombres.32 tal –incluido su punto de vista–, aparece En los elementos constitutivos de la na- de manera permanente a lo largo de to- rración que caracteriza a Biografía del po- do el relato, porque es el propio Enrique der, la función de los personajes constituye Krauze quien como autor de las biografías la parte central. Aquí sólo me detendré en narra episodios, delinea escenas, sintetiza dos dentro del entramado, la función dra- contextos y, sobre todo, conforme integra mática y la función fática. La primera co- y articula todos los componentes –incluido rresponde a lo que los personajes hacen, el muy abundante material iconográfico– mientras que la segunda a lo que dicen, de sus biografías, va construyendo una es decir, a la acción fundamental que les muy específica comprensión del queha- convierte en narradores, y por lo tanto, en cer histórico. una suerte de actores protagónicos.33 Su aplicación en el texto atañe al drama de los Grandes Hombres a través de la 5. LOS TROPOS combinación de los géneros novelístico y trágico dentro de la estrategia explicativa Como se ha explicado, la estrategia na- de la trama referida anteriormente y, en rrativa de Krauze emplea un lenguaje ese sentido, su función dramática –en tan- literario que influye en la apreciación del to actores– corresponde a la de los cons- lector. Nuevamente es el estudio de White tructores del nuevo Estado mexicano. La que tomo como sustento para valorar los tropos utilizados en Biografía del poder:

31 E. K., Porfirio Díaz..., p. 123. Son especialmente útiles para com- 32 Es importante aclarar que las descripciones prender las operaciones por las cuales producto de la pluma de Krauze van acompañadas siempre por ilustraciones fotográficas en el texto. los contenidos de la experiencia que 33 Véase Redondo Goicoechea, op. cit., p. 32. se resisten a la descripción en prosa

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIOGRAFÍA 173 ADRIÁN MONTERO PALMA

clara y racional pueden ser captados observar su empleo en el intitulado de sus en forma prefigurativa y preparados capítulos. La diversidad en su empleo va para la aprehensión consciente. En la desde las simples sustituciones de expre- metáfora (literalmente “transferen- siones, hasta la caracterización contun- cia”), por ejemplo, los fenómenos dente de una idea, como por ejemplo: pueden ser caracterizados en tér- “Hay [en Madero], eso sí, incapacidad pa- minos de su semejanza con, y a dife- ra el arte de la política, para la relojería rencia de otros, al modo de la ana- de los medios y los fines”.35 Apoyado en logía o el símil, como en la frase “mi el contexto (muchas veces implícito en el amor, una rosa”. Por medio de la me- texto) de todo el enunciado, el autor utiliza tonimia (literalmente “cambio de “relojería” para referirse a los principios nombre”), el nombre de una parte esenciales de la política, vertiendo de ma- de una cosa puede sustituir al nom- nera tácita una interpretación maquia- bre del todo, como en la frase “cin- vélica mediante la expresión “medios y cuenta velas” cuando lo que se quiere fines”, fácilmente identificable por el co- decir es cincuenta barcos. Con la si- mún de los lectores. nécdoque, que para algunos teóricos Sobresale también el uso de la sinéc- es una forma de la metonimia, un fe- doque, que se aplica para reforzar sus nómeno puede ser caracterizado juicios sobre las acciones de sus personajes. utilizando la parte para simbolizar “El embajador norteamericano, un halcón alguna cualidad presuntamente inhe- apellidado Scheffield, es aún más pesimis- rente a la totalidad, como en la ex- ta: cree que México será, o es ya, el se- presión “es todo corazón”. Mediante gundo país bolchevique de la tierra: Soviet la ironía, por último, se pueden carac- México”.36 Conforme al propósito de su terizar entidades negando en el nivel uso, esta sinécdoque simboliza una cuali- figurativo lo que se afirma positiva- dad del personaje que caracteriza la mente en el nivel literal.34 totalidad de su ser. En otros términos: para iniciar la expli- El fluido relatode Krauze –con su impe- cación de las relaciones diplomáticas entre cable sintaxis– también atrapa al lector México y Estados Unidos durante el go- por el manejo de un lenguaje rico y ame- bierno de Calles, Krauze prejuicia al lector no, en el que, con frecuencia, recurre a la para –a partir de aquí– incidir en su apre- utilización de los tropos literarios citados. ciación de por qué el gobierno mexicano De hecho, su empleo tiene como propósi- no pudo implementar sus objetivos, sobre to suplantar con una narración clara y ra- todo relacionados con la cuestión petro- cional directa (una argumentación formal) lera. Asimismo, la caracterización del em- una explicación por trama, lo cual le permi- bajador norteamericano como “halcón”, te usar (y abusar) de ejemplos retóricos. también al inicio de este capítulo, con- Entre los tropos, la metáfora y la sinéc- diciona la respuesta a la interrogante: la doque son los más frecuentes en Biogra- fía del poder. Basta leer el índice para 35 E. K., Francisco I. Madero..., p. 93. 36 E. K. (1987) Plutarco Elías Calles. Reformar 34 Hayden White, op. cit., p. 43. desde el origen, México, FCE, p. 61.

174 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIOGRAFÍA ESTRATEGIAS DISCURSIVAS DE KRAUZE. ANÁLISIS DE BIOGRAFÍA DEL PODER astucia, visión y rapacidad de Scheffield, el autor, se materializa en un texto para- impidieron la realización de los fines del sitario de sus fuentes, cuya selección y gobierno mexicano. edición está inducida hacia los objetivos Por último, el empleo de una sinéc- de un relato biográfico. Entre las carac- doque concede a Krauze incluso inferir el terísticas de tal relato destaca la discreta sentido total de la vida de Madero. “Su articulación de invención histórica –cierta deber, su karma –como él diría–, había si- dosis de interpretación aderezada con un do liberar a los mexicanos y darles la opor- poco de imaginación–, con información tunidad de gobernarse”.37 La admisión de histórica –manifiesta en fuentes que cita su karma se convierte en un motivo sufi- en el texto, mas no refiere en notas–. Justo ciente para que Krauze atribuya a Made- aquí, en la articulación de invención e ro la misión de iniciar la epopeya de la información, se establece la diferencia democracia en México. De esta manera, entre lo histórico y lo “biográfico”, que en la estrategia narrativa empleada permite muchos momentos muestra ribetes ima- al autor resumir con esta frase la esencia ginativos, ficticios. Es decir, el historiador del contenido de todo el tomo escrito para “recoge” e “integra” datos y relatos y, simul- el coahuilense. táneamente, en su narración urde su inter- pretación histórica en la que se advierte una cierta proclividad hacia la “invención”.39 6. LAS FUENTES El entramado y la argumentación de Biografía del poder están decididamente Si bien es cierto que Krauze se empeña en beneficiadas por la información, pese a su mostrar la biografía como un género con peculiar manera de consignarla. Paul Ri- sus propias reglas, también lo es la nece- cœur indica que las fuentes documentales sidad de puntualizar que circunscribe su son entendidas como la huella, escrito o Biografía del poder –en el ámbito de los testimonio que el tiempo deja a su paso y discursos históricos– a un relato basado en son, consecuentemente, la marca física fuentes tan convencionales como cono- que puede constatar y mantener la exis- cidas, según consigna en una bibliografía tencia del tiempo.40 elemental y general. No obstante el em- Krauze domina esta cualidad de las pleo de abundantes y variadas fuentes fuentes a la perfección, tanto que en su documentales, el autor omitió el más ele- discurso histórico y biográfico logra incidir mental aparato erudito indispensable para sobre su lector al punto de inducir una mostrar sus fuentes, sin duda parte medu- concepción del pasado sujeta a la vida de lar de su análisis y discusión.38 los Grandes Hombres. Para alcanzar su Ante esta característica, la estructura na- objetivo biográfico, Krauze se muestra rrativa de Biografía del poder, a la luz de escrupuloso en la selección del tipo de las estrategias discursivas empleadas por fuentes documentales indispensables para su demostración histórica. En otras pala- bras, su modelo de biografía condiciona 37 E. K., Francisco I. Madero..., p. 67. 38 Es importante destacar la explicación que da White sobre la relación del uso de fuentes como parte 39 Véase Ibid., p. 18. del entramado discursivo. Véase op. cit., p. 9. 40 Ricœur, op. cit., pp. 807-808.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIOGRAFÍA 175 ADRIÁN MONTERO PALMA la identificación, selección y recuperación tir al lector el efecto de que sus personajes de la información disponible. “hablen” y, a su vez, trasmitir la pasión; En esta parte de la operación histórica, elemento fundamental que, a su parecer, sobresale una peculiaridad: para su in- debe tener toda biografía. vestigación documental, el autor no pre- Los testimonios directos que Krauze em- tende ni lo original ni lo exhaustivo, pero plea en su obra pueden clasificarse en dos sí una dosificación útil de los datos cono- tipos: los de los protagonistas (frases que cidos y prestigiados, preferentemente. Para ellos dijeron, respaldadas por memorias o él, lo nuevo de su propuesta es el estudio autobiografías) y los de sus biógrafos (sobre histórico desde el enfoque biográfico. Con todo de aquellos que convivieron directa- esta manera de proceder, Krauze, en Bio- mente con los protagonistas o que citan grafía del poder, revela el puntual conoci- testimonios de personajes que así lo hicie- miento que posee del potencial lector a ron). Estas fuentes testimoniales al abordar quien se dirige.41 Por lo tanto, el análisis la autenticidad de los sucesos (porque así de la selección y montaje de fuentes per- lo vieron, porque así lo dijeron, etcétera), mite delinear de manera nítida las estra- contienen una etiqueta de “verdad” que tegias narrativas empleadas. las vuelve un tanto incuestionables. Por lo que se refiere a aquellos testi- monios realizados por los protagonistas, A) Los testimonios directos Krauze transcribe diálogos en los que “re- vive” a sus personajes, si bien la informa- La importancia que para Krauze adquiere ción resulta en muchos casos entrecruzada la utilización de testimonios hechos por los –pues no siempre se precisa de dónde protagonistas, dadas las condiciones de su procede–, también contribuye a respaldar género biográfico, determina su prioridad sus propios juicios sobre el desarrollo de en la consulta de este tipo de información diversas situaciones. Otra particularidad para construir su narración. El empleo de que tiene en el empleo de este tipo de tales fuentes son un recurso para transmi- fuentes, es la descontextualización que existe entre los fragmentos citados y el 41 Tal cualidad evidencia los principios de la teoría momento o situación que describe, ya que de Jauss sobre el horizonte de expectativas, en cuanto el manejo de los extractos los ajusta a los a las múltiples experiencias que los textos pueden propósitos de sus explicaciones. tener ante los nuevos tipos de lectores que enfrentan. Asimismo, la importancia que Krauze va En el caso de Biografía del poder, los nuevos lectores a los que llegó su recepción ponen en práctica este otorgando a los testimonios de los prota- principio: “Al pasar de una historia de la recepción gonistas, los va presentando como una de las obras hacia una historia de sucesos literarios, fuente de información que le sirve para se muestra ésta como un proceso en el que la constatar circunstancias decisivas en el recepción pasiva del lector y del crítico se transforma en recepción activa y en una nueva producción del forjamiento de episodios de la historia na- autor o, visto de otra manera, se muestra como un cional. Son numerosos y repetitivos los ca- proceso en el que la obra posterior puede solucionar sos que presenta al respecto a lo largo de problemas formales y morales, legados por la obra su obra, basta leer cualquier biografía para anterior y en el que también puede plantear nuevos problemas”. Hans R. Jauss (1992) Experiencia estética constatar esta ejemplificación. Asimismo, y hernenéutica literaria, Madrid, Taurus, p. 57. el empleo de información proveniente de

176 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIOGRAFÍA ESTRATEGIAS DISCURSIVAS DE KRAUZE. ANÁLISIS DE BIOGRAFÍA DEL PODER memorias, refuerza la pretensión de la utiliza aquellos estudios canonizados que biografía como género, puesto que los le permitan montarse sobre prestigios y personajes históricos se convierten en ver- legitimidades que hace suyos, y más aún, daderos personajes literarios cuando “ha- vuelven incontrovertible lo referido por el blan por sí mismos”. carácter de “verdad” que sus fuentes en- La cita de anécdotas es una estratagema cierran. Las biografías reconocidas son narrativa que Krauze usa para constatar utilizadas como una fuente intermedia que así sucedieron los acontecimientos y, entre los testimonios directos y las aca- en la medida que confiere autenticidad a démicas o de rigor metodológico, debido la narración, les otorga el mismo grado de a que los autores que emplea citan tes- “verdad” que a otro tipo de fuentes. Reto- timonios directos, pero también recurren mados de diferente origen, los testimonios a otras fuentes. Los datos que Krauze toma le dan viveza y amenidad a su narración; de este tipo de fuentes, van desde el ori- representan parte medular de su argu- gen de la personalidad de los biografiados, mentación y, en ocasiones, son el único hasta revelaciones de pasajes trascen- sostén de la misma. No tiene reparo en dentes en la historia del país, como el testi- valerse de un testimonio para ilustrar el ca- monio que cita de Francisco Bulnes, quien, rácter de todo un movimiento, como en a pesar de no ser maderista (como el el caso del zapatismo, en donde afirma que propio Krauze lo señala en el texto), su cer- correspondió al de una movilización indí- canía a los hechos ofrece una visión direc- gena, según palabras de doña Luz Jiménez, ta de las circunstancias que rodeaban la una mujer de la época cuyo testimonio lo presidencia de Madero.43 toma de la Crónica de Milpa Alta: Las fuentes epistolares también contri- buyen a revivir el momento para adentrar Lo primero que supimos de la revo- al lector al contexto que narra. Así, por lución fue que un día llegó (un gran ejemplo, para dar mayor “frescura” a los señor Zapata de Morelos. Y se distin- hechos, transcribe la múltiple correspon- guía por su buen traje. Traía sombrero dencia que ilustra las circunstancias del ancho, polainas y fue el primer gran despojo de tierras en Anenecuilco a lo lar- hombre que nos habló en mexicano). go de muchos años. Esta corresponden- Cuando entró su gente traía ropa cia, que incluye cartas de Zapata y de la blanca: camisa blanca, calzón blanco comunidad (no precisadas),44 fortalece el y huaraches. Todos estos hombres ha- principio de arraigo que los zapatistas blaban el mexicano (casi igual que tienen a su tierra; característica eximia de nosotros). También el señor Zapata la personalidad del y sus seguidores. hablaba el mexicano. Cuando todos En boca de sus personajes, Krauze retra- estos hombres entraron a Milpa Alta ta prácticamente las condiciones mate- se entendía lo que decían...42 riales y emocionales que se vivieron en el momento, y esboza rasgos distintivos de En cuanto a los testimonios sobre las bio- sus personajes, al mismo tiempo que grafías de los Grandes Hombres, Krauze 43 E. K., Francisco I. Madero..., p. 81. 42 E. K., Emiliano Zapata..., pp. 85-89. 44 E. K., Emiliano Zapata..., pp. 30-37.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIOGRAFÍA 177 ADRIÁN MONTERO PALMA facilita los hilos conductores en la narra- su vida: “si se deja a un lado todo juicio ción. El mismo propósito de adentrar al literario y se piensa en la tragedia familiar lector en el momento preciso en que su- del hombre que lo escribía, Fuegos fatuos ceden las acciones es puesto de relieve revela dos rasgos perdurables: un alma cuando Krauze intercala la información quebrada por la muerte y desdeñosa de la hemerográfica para sustentar sus afirma- vida”.45 Con la información literaria, Krau- ciones. Sobre todo recurre a estas fuen- ze incursiona con más precisión en, tal vez, tes para recoger opiniones personales de el más subjetivo de esos modelos, el de la las figuras revolucionarias, hacer más vi- psicohistoria. Este tipo de fuentes descri- va la narración y visualizar las posturas de ben rasgos de la personalidad de los Gran- sus protagonistas. des Hombres como elementos construc- Una declaración del personaje biogra- tores del devenir histórico de México. fiado plasmada en un texto de la época, Con el mismo propósito, Krauze ocasio- es un testimonio vivo y directo indiscutible. nalmente extrae fragmentos de novelas Asimismo, cuando una referencia hemero- que abordan las características más par- gráfica le permite mostrar la sensibilidad ticulares de los personajes y proyecta a su de sus personajes, no repara en citarla con público las impresiones más íntimas y emo- elocuencia, ya que cuando la información tivas que pueden describir las brillantes se ajusta cabalmente a sus propósitos, no plumas de los biógrafos contemporáneos importa su procedencia y Krauze la em- de esos Grandes Hombres. El empleo de plea para respaldar su credibilidad. novelas como fuente de información le posibilita oscilar entre la literatura y la historia, según convenga a su entramado, B) Fuentes literarias ya que en algunas de sus explicaciones mezcla pasajes de novelas con su propia El acercamiento que existe entre la litera- narración.46 tura y la historia en el estilo biográfico de Krauze, le lleva a incluir poemas y corridos. 45 Por sí mismas, este tipo de fuentes se ape- E. K., Álvaro Obregón..., p. 15. En cuanto a los corridos, la biografía de Zapata presenta, en forma ga más a los cánones literarios, y al em- por demás elocuente, el uso de este tipo de fuentes, plearlas Krauze se desliga de su respaldo para describir aspectos no poco importantes en la histórico, ya que cuando las cita se preo- vida del insurgente y de todo su movimiento. E. K. cupa más por la sintaxis de los fragmentos, Emiliano Zapata..., pp. 58, 80, 91, 94-95 y 123. 46 En la biografía de Carranza, Krauze recurre a que por su importancia argumentativa. la novela El rey viejo de Fernando Benítez para Como caso ejemplar de esta situación, argumentar, a través del suicidio del líder coahui- sobresale la serie de versos escritos por lense –previo análisis psicohistórico–, el deber de Obregón y transcritos a lo largo del texto sacrificio que tuvo para evitar una extensión en la confrontación por el poder en contra de los militares de su biografía. del régimen. E. K., ..., p. 156. Tras especificar que la composición del Sobre esta consideración por parte de Krauze es caudillo sonorense está basada en las oportuno mostrar el comentario que hace Álvaro coplas de Jorge Manrique y citar sus versos, Matute en torno a la relación que existe entre historia y literatura, sobre todo cuando por su forma narrativa Krauze explica la mística relación existente llega a confluir la historia literaria con la literatura entre el caudillo y la muerte a lo largo de histórica, al describir la recreación de los hechos.

178 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIOGRAFÍA ESTRATEGIAS DISCURSIVAS DE KRAUZE. ANÁLISIS DE BIOGRAFÍA DEL PODER

Al remitirse a la novela, Krauze logra que parafrasear simples descripciones. Básica- el lector se adentre en una trama un tanto mente se monta en lo dicho por autores novelesca, para que inmerso ideológica- reconocidos en función de los fragmentos mente bajo este tipo de narración, asimile que pueden ajustarse a sus modelos na- en forma convincente los argumentos fi- rrativos y propósitos, de este modo anula nales que el autor vierte basados ya en la discusión y aprovecha lo extraído como otro tipo de fuentes. Con todo este pro- sinónimo de autoridad. ceso, Krauze busca un “equilibrio” en el Los estudios revisionistas clásicos apa- grado de verosimilitud, que ofrecen tanto recen citados constantemente, pero con los testimonios y estudios académicos un sentido muy diferente al presentado por como la información que posee de otra los autores. Asimismo, Krauze retoma a re- procedencia.47 conocidos estudiosos como “sabios incues- tionables” en quienes se basa para apelar a la verdad, apelación que se va convir- C) Fuentes académicas tiendo en parte de su estrategia narrativa, aunque sólo los cite con fines descripti- Como un disimulado intento por fortalecer vos, como es el caso de un párrafo del es- su soporte informativo, los trabajos sobre tudio de Berta Ulloa que forma parte el periodo revolucionario de calidad reco- de la obra La Historia de la Revolución Me- nocida aparecen citados, generalmente, xicana (El Colegio de México), en donde sólo en forma complementaria, ya que en se reseña la entrada de las fuerzas zapa- la mayoría de las ocasiones el autor recurre tistas y villistas a la Ciudad de México, tras a este tipo de información con el fin de la firma del Pacto de Xochimilco por parte de sus líderes.48 Krauze cuida de citar varios volúmenes Álvaro Matute (2000) “Tlaxcalaltongo: un aconteci- miento, cuatro relatos”, El historiador frente a la de esta colección porque como autor historia, UNAM, p. 107-110. Incluso refiere la novela también formó parte del proyecto de su de Benítez en la que Krauze se basa y la inviabilidad elaboración, dirigido por Daniel Cosío Vi- del suicidio a juicio del novelista, a diferencia de lo llegas, y su referencia constante a estos que el historiador argumenta. Ibid., p. 121. 47 Álvaro Matute destaca el buen manejo que estudios lo coloca a la par de los otros his- Krauze hace de la información extraída de El Rey toriadores. Asimismo, la jerarquización que Viejo para sostener la hipótesis del suicidio de Ca- hace de sus fuentes le permite utilizar este rranza: “Quien la revivió recientemente fue Enrique tipo de textos de manera descriptiva. Krauze, en su Biografía del poder dedicada a don Venustiano, y al hacerlo propició el envío, a los pe- Los estudios especializados los ajusta a riódicos, de cartas de personas indignadas. Krauze su propia interpretación. Los conceptos hace una buena crítica de fuentes e incorpora otra teóricos que adopta son un marco de re- voz testimonial, la de Ignacio Suárez, que fue quien ferencia al que recurre para medir la tras- asistió a Carranza al morir, así como lo dicho por el doctor Sánchez Pérez, que el 3 de junio de 1920 cendencia de los Grandes Hombres en los declaró haber encontrado cinco y no cuatro heri- movimientos históricos. Así, por ejemplo, das de bala”. Ibid., p. 122. No obstante compartir el sus juicios sobre el zapatismo pretenden reconocimiento de Matute, nosotros consideramos dar una visión de un movimiento con que Enrique Krauze revive esta hipótesis para legi- timar el poder de Obregón y dar una secuencia más uniforme a sus biografías. 48 E. K., Francisco Villa..., p. 75.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIOGRAFÍA 179 ADRIÁN MONTERO PALMA proyección localista, y con ello jerarqui- Katz, pretende ponerse en otro sentido zar la talla de los actores que participaron argumentativo (el psicohistórico). La ma- en la contienda.49 Por el contrario, en casos nera como Krauze aborda todos los tópi- muy contados, Krauze cuestiona en este cos y emplea las fuentes históricas per- tipo de obras algunos planteamientos que miten subrayar que uno de sus objetivos se oponen a su modelo: fundamentales es despertar la imaginación del lector y activar sus emociones. En ge- En opinión de Friedrich Katz, Villa lan- neral, su estrategia explicativa deja en un za su ataque porque cree descubrir, segundo término la necesidad y aun con- fehacientemente, que Carranza con- veniencia de precisar la exactitud de los vertiría a México en un protectorado hechos. Esto explica, en parte, el califi- yanqui. Todo es posible tratándose de cativo de “fábrica” que Lomnitz atribuye Villa, pero atribuirle una racionalidad al modo de escribir historia de Krauze y de Realpolitik internacional es ir qui- que sirve para abordar el análisis final de zá demasiado lejos. No. Bajo cual- este escrito: quier pretexto, Villa ataca Columbus movido por una pasión humana, de- Sugiere esta hipótesis la frecuencia masiado humana: la venganza.50 con que se cita una obra histórica fundamental sin que sus conclusiones El fragmento es ilustrativo porque, si bien se asimilen en el análisis. O bien la muestra la aceptación implícita de la reco- obra se cita en un contexto (quizá nocida obra de Katz, lo utiliza en dirección donde la estuviera utilizando uno de de su propia propuesta. Aunque en este los ayudantes de investigación), pero caso Krauze no descontextualiza el frag- luego no figura como fuente en otra mento del especialista en el villismo, evita parte del libro donde su inclusión hu- citar los argumentos de éste51 para anular biera sido, en particular, pertinente.52 la posibilidad de crítica entre sus lectores, ya que Krauze confronta no tanto para Krauze va intercalando todo tipo de fuen- refutar la argumentación de Katz, sino pa- tes y se sustenta en las académicas sólo ra erigirse él como autoridad frente a otro. cuando éstas le posibilitan completar con Con su explicación en torno a que son otras la explicación de algún pasaje o sus- las pasiones las que mueven a Villa en su tentar alguna interpretación. La dosifi- conducta, y no las causas que argumenta cada presencia de esos estudios a lo largo de sus textos, respalda su incuestionabili- dad y se legitima. El avance del conoci- 49 E. K., Emiliano Zapata..., pp. 77, 96. miento histórico no está en la discusión, 50 E. K., Francisco Villa..., p. 91. sino en la repetición acrítica de testimo- 51 Katz explica y muestra las evidencias que indican que Villa “no era tan irracional ni tan irres- nios. Y aún más grave, con el pretexto de ponsable como ha sido comúnmente sugerido”. Y la psicohistoria, se puede privilegiar la expone a lo largo de todo un estudio, los sustentos interpretación del hombre (pura subje- de su afirmación. Véase Friedrich Katz (1994) “Pan- cho Villa y el ataque a Columbus, Nuevo México”, en Ensayos mexicanos, México, Alianza Editorial, pp. 259 y ss. 52 Claudio Lomnitz, op. cit., p. 39.

180 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIOGRAFÍA ESTRATEGIAS DISCURSIVAS DE KRAUZE. ANÁLISIS DE BIOGRAFÍA DEL PODER tividad valorativa) en detrimento de la do- problemas del país, para, por voluntad cumentación directa. propia, seguirlos en los caminos que quie- El manejo de fuentes, como todos los ran conducir. elementos que rodean su obra, obedecen a su propuesta narrativa: Enrique Krauze no busca precisión de hechos, sino con- BIBLIOGRAFÍA vencer al lector de que es cierto lo que se Azuela, Mariano (1976) Obras completas, está diciendo, por el modo como se dice tomo III, México, FCE. y porque así lo constata quien lo vivió. Los Berlin, Isaiah (1992) Pensadores rusos, estudios académicos los emplea más que México, FCE. para fortalecer su análisis, como una fuente Burke, Peter (2000) Historia y teoría social, de información complementaria. Al no sos- México, Instituto Mora. tener una explicación rigurosa en su texto, Florescano, Enrique (1991) El nuevo pa- Krauze se libera del compromiso de tener sado mexicano, México, Cal y Arena. que sujetarse a alguna posición historio- Fuentes Mares, José (1997) La Revolución gráfica y a su demostración argumentativa. mexicana. Memorias de un espectador, Cita a algún autor en forma repetida cuan- México, Joaquín Mortiz. do así lo quiere, pero igualmente lo aban- González Obregón, Luis (1988) Las Calles dona cuando así lo determina, ya que en de México, México, Porrúa. todos los tipos de fuentes extrae fragmentos González y González, Luis (1990) “Bien- que ensambla dentro de un esquema venida a Enrique Krauze” en Vuelta, predefinido por sus modelos narrativos. México, junio de 1990. La publicación de su obra en un nuevo Katz, Friedrich (1994) “Pancho Villa y el formato, diez años después, ratifica la ataque a Columbus, Nuevo México” aceptación de la escritura de una historia en Ensayos mexicanos, México, Alian- basada en el papel de los Grandes Hom- za Editorial. bres en el quehacer histórico. Su publica- Krauze, Enrique (1987) Emiliano Zapata. ción en dos versiones (hasta el momento), El amor a la tierra México, FCE. es una evidencia de la continuación del (1987) Francisco I. Madero discurso nacionalista revolucionario, repro- Místico de la libertad México, FCE. ducido desde el sector cultural privado, co- (1987) Plutarco Elías Calles. mo una respuesta a la necesidad de con- Reformar desde el origen, México, FCE. tar con un discurso que corresponda (sin (1998) “Lecciones del siglo XIX” proponer modificaciones de estructuras) a las en La historia cuenta, México, Tusquets. condiciones actuales del escenario nacional. “Plutarco entre nosotros”, Vuelta, Son a la vez, evidencia de la continui- México, vol. XIV, núm. 163, junio de dad de la historia y la ejemplaridad de los 1990. Grandes Hombres, sin mediar ni la idea Lomnitz, Claudio “La historia en ruinas” de proceso histórico, ni el lugar de la so- en Milenio, México, núm. 37, 11 de ciedad (pueblo, instituciones), en el pro- mayo de 1998. ceso de transformación. Tal vez este esce- Luna Argudín, María (1993) Seminario de nario está ávido de contar con héroes que investigación II. La formulación de los fascinen con su carisma y resuelvan los

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIOGRAFÍA 181 ADRIÁN MONTERO PALMA

problemas historiográficos, México, Stone, Lawrence (1986) El pasado y el UAM-Azcapotzalco. presente, México, FCE. Plutarco (1965) Vidas Paralelas México, Suetonio (1964) Los doce Césares, Méxi- Porrúa. co, Porrúa. Prieto Castillo, Daniel (1990) Retórica y ma- Vázquez, Josefina (1990) El Colegio de nipulación de masas, México, Premia. México. Años de expansión e institu- Redondo Goicoechea, Alicia (1995) Ma- cionalización 1961-1990, México, nual de análisis de literatura narrativa. COLMEX. La polifonía textual, Madrid, S. XXI. Velázquez Albo, Marco Antonio y Nicolás Rico Moreno, Javier (2000) Pasado y futu- Cárdenas García (1993) Siglo XX. La ro en la Historiografía de la revolución historiografía revisionista, Parte I: Crisis mexicana, México, cONACULTA-INAH- y los Nuevos Horizontes, México, UAM- UAM-Azcapotzalco. Azcapotzalco. Rodríguez Lozano, Miguel (1994) Enri- White, Hayden (1992) Metahistoria. La que Krauze: su método, su obra, Mé- imaginación histórica en la Europa del xico, UNAM. siglo XIX, México, FCE.

182 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIOGRAFÍA NOMBRAR LA HISTORIA. EL CINE COMO INSTRUMENTO

Nicolás Amoroso Boelcke*

Vivimos en un mundo cerrado y mezquino. La historia, lo que ha transcurrido. En No sentimos el mundo en que vivimos, igual tanto, en la banda de sonido percibimos como no sentimos la ropa que llevamos encima. Volamos a través del mundo como ruido de trenes, es algo que está en mar- los personajes de Julio Verne “a través del cha, que poco a poco va mezclándose con espacio cósmico en el vientre de un rayo”. los acordes disparejos de una orquesta que se prepara para tocar, para adentrarnos en VÍKTOR SKLOVSKI, Pero nuestro rayo no tiene ventanas1 la conmemoración. Luego los sonidos asu- men sirenas de barcos, el silbido del vien- to. Al fin un golpe musical, que se mantie- ne vibrando, apaga la luz o, lo que es lo Una raya horizontal blanca sobre el mismo, quita la línea blanca, todo es negro fondo negro, hacia la izquierda se adelga- ahora y se escucha la voz: za y termina desapareciendo; o bien, pue- de verse cómo desde la oscuridad surge, — Abro los ojos y no veo nada. Sólo suave, una línea de luz hasta convertir- recuerdo que ocurrió un accidente. se en forma contundente. Por encima o Todos corrieron a salvarse como por debajo de ella se instalará la tipografía pudieron, pero no recuerdo que me de los títulos de crédito de la producción. pasó. Pero también puede ser otra cosa, una puerta cerrada en la noche que por la ren- Risas de mujeres; la imagen abre de negro dija inferior, entre ella y el piso, deja es- y nos muestra a dos damas que descienden currir la luz de la habitación contigua a la de un carruaje en brazos de oficiales rusos, espera de que, una vez concluida esta fies- en medio de una gran algarabía. ta de las letras, se abra para dejarnos ver lo que acontece en ese recinto. —¡Qué extraño! ¿Dónde estoy? A juzgar por la ropa debe ser el siglo XIX. ¿A dónde van tan apurados? * División de Ciencias y Artes para el Diseño, UAM Azcapotzalco. 1 Víctor Sklovski (1971) Cine y lenguaje, Barce- lona, Cinemateca Anagrama, p. 35.

[183] NICOLÁS AMOROSO BOELCKE

Dice la voz, refiriéndose a los tres oficiales tifica con el punto de vista particular de que acompañan a las dos mujeres. “Trans- un personaje.”4 fiere toda la responsabilidad del discurso Lo cierto es que este protagonista ac- a un personaje principal que hablará, es tual, que manifiesta sus dudas sobre el por- decir que a la vez contará y comentará los qué está allí, sí será invisible para nosotros. acontecimientos en primera persona”.2 Los “La eficacia con la que el historiador res- sigue en la calle rodeada de edificios im- ponde a esas expectativas de su época [...] portantes. Ingresan por una puerta lateral independientemente de cuál sea su ma- y descienden, es evidente que se están teria de estudio, la que siempre será vista colando en un lugar al que no han sido in- desde la atalaya del presente, desde aspi- vitados. Aparece un personaje despistado. raciones y necesidades presentes.”5 Nos Es alguien que deambulará por la película, presta sus ojos y en su incertidumbre irá como un referente, una especie de repre- construyendo un acceso a ciertos momen- sentación de que la historia tiene siempre tos de la historia, retratos alucinados. “El esos seres que la transitan sin tocarla ni hombre ya no siente necesidad de hacer testimoniarla. Se han sumado otros mili- arte ‘a semejanza suya’, necesita por el tares y entre risas nerviosas van buscando contrario, crear un arte que asuma su pro- el sendero por el pasillo y las escaleras. pia presencia autónoma e independiente.”6 Alexander Sokurov, el director de la —Estos oficiales no conocen el ca- película, a sus 19 años era estudiante de mino. ¿Será que soy invisible o sim- historia e ingresó en la televisión. La pro- plemente paso desapercibido? puesta que estamos analizando, El arca rusa, la realizó en el año 2002. Plantea una Vuelve a interrogarse la voz que es la mis- forma muy particular de observar la histo- ma de la cámara. Un hombre-cámara. Una ria utilizando un medio audiovisual. “El en- cámara subjetiva. “El cine es el único de uadre constituye en el mundo poético del entre todos los espectáculos que tiene la artista la medida precisa que señala los posibilidad de subjetivar la visión, es de- límites de este mundo.”7 La narración está cir, de llevar al espectador al centro del realizada mediante un plano secuencia, y cuadro, al mismísimo corazón de la acción, la filmación se realizó en un solo día du- y, en consecuencia, de mostrar esta ac- rante la hora y media que dura la película. ción desde el punto de vista de sus suje- “Es un mensaje fluido y continuo que se tos.”3 Una mirada que posee palabra. desarrolla ante un espectador silencioso.”8 “Relieve excepcional que puede asumir la realidad cinematográfica, cuando se iden- 4 Nino Ghelli (1959) Estética del cine, Madrid, Ediciones Rialp, p. 70. 5 Arnaldo Córdova (1980) “La historia, maestra de la política”, en Carlos Pereyra y otros, Historia ¿para qué? México, Siglo XXI Editores, p. 132. 2 Gerard Gennette (1991) “Fronteras del relato”, 6 Gillo Dorfles (1963) El devenir de las artes, en Roland Barthes y otros, Análisis estructural del México, Fondo de Cultura Económica, p. 105. relato, Premia Editora, Puebla, Méxcio, La red de 7 Renato May (1959) La aventura del film, Madrid, Jonás, p. 208. Ediciones Rialp, p. 62. 3 Humberto Barbaro (1977) El cine el desquite, 8 J. Dudley Andrew (1978) Las principales teorías marxista del arte, Barcelona, Gustavo Gili, p. 130. cinematográficas, Barcelona, Gustavo Gili, p. 226.

184 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIA NOMBRAR LA HISTORIA. EL CINE COMO INSTRUMENTO

En otras experiencias del manejo de acon- Seguidos por nuestra curiosidad repre- tecimientos históricos, se muestran diver- sentada en la cámara, los militares y las sos momentos concatenados en una cierta damas llegan a una plaza donde hay dos lógica temporal. personajes con ropaje del siglo XVIII, uno Entre un hecho y el siguiente pueden de ellos es un vendedor de dulces y un mediar días, meses, años y su registro al- par de figuras disfrazadas, como salidas de canza meses. Esa continuidad puede tener un carnaval veneciano. Si fue aturdido en rupturas, ciertos regresos al pasado para su despertar al encontrarse con los perso- explicar un determinado presente fílmico. najes del comienzo a quienes acompaña, Para realizarlo se apela a los cortes del en este rellano postmoderno se topa con montaje. Pero aquí, la unidad temporal de vestuario de diversa época conviviendo una cámara que comienza a registrar des- en este presente transitorio que amplía sus de el comienzo de la narración y se detie- atolladeros. “En el cine, las ropas no se ne en su conclusión, presenta una unidad exhiben en una vitrina como ocurre en un temporal indisoluble. Toma un objeto es- museo, realzan, adornan y dotan de signi- pacial, el museo Hermitage, y penetra por ficados al cuerpo en movimiento”.10 los sótanos para abandonarlo por la es- calera principal y terminar saliendo por un —¿Puede ser que todo esto haya sido pasillo lateral hacia una especialidad preparado para mí? ¿Se supone que inventada. debo representar un papel? ¿Qué Atados a esa cámara, que nos marca- clase de obra es esta? Esperemos que rá con un tiempo real de total coinciden- no sea una tragedia. cia con nuestra propia temporalidad de espectadores, recorremos algunos veri- Continúa el interrogatorio que se formula cuetos de diversos siglos en la historia Rusa. el desconcertado personaje. Esta inmersión Visitamos ese pasado para encontrarnos en la historia está planteándonos los lími- con Pedro el Grande o Catalina II, lo mismo tes de toda incursión en el pasado. ¿Hasta que con el gran poeta Pushkin, o vemos al qué punto es posible recorrerlo sin tergi- Zar Nicolás rodeado por su familia al mo- versar sus claves? ¿Cuánto podemos en- mento de la comida. El pasado fluye sin tender lo sucedido sin interferir con nues- continuidad, el sentido de este viaje es tra interpretación? En el mismo sentido se aleatorio, y otro recorrido nos llevaría a formula la idea de que toda reconstruc- nuevos y variados encuentros. “Una reali- ción es una ficción, y por lo tanto el fluir dad que vuelve a ser vista con un ojo vir- de la vida se escabulle entre esos inters- gen, con l’ oeil sauvage, y ofrecida a los ticios. A su vez, el rasgo de que todo lo escorzos más insólitos y profundos.”9 Con pasado estuvo preparado para mí, para la misma imprevisión con que suceden los mi lectura. “Ante mí se abrió de repente acontecimientos en nuestra vida, así se un nuevo paisaje, igual que en la historia presentan los hechos en este film. del que atraviesa el espejo, como para

10 Robert A. Rosenstone (1997) El pasado en 9 Joan Fuster (1975) El descrédito de la realidad, imágenes del desafió del cine a nuestra idea de la Barcelona, Ariel, p. 96. historia, Barcelona, Ariel Historia, p. 52.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIA 185 NICOLÁS AMOROSO BOELCKE comunicarme la interioridad más secreta — ¿Qué ciudad? Bueno, todos ha- de las cosas.”11 blan ruso. Ese sentimiento de que todo lo acon- — Esperaba que esto fuera Chambord tecido se transforma en una fiesta para durante el periodo del Directorio. el lector, para el historiador, para todo ¿Qué idioma estamos hablando? aquel que intenta intervenir en el pasado. — Ruso. Y el deseo de que la magnificencia de los — ¡Ruso! ¡Qué extraño! Nunca atavíos y la alegría ruidosa de los persona- aprendí ruso. ¿Qué estoy haciendo jes no desemboque en algún hecho oscuro, aquí? ¡De repente hablo ruso! Quie- terrible. “En ese sentido, no encuentro di- ro irme… ferencia alguna entre historia y literatura, ni entre la historia y las artes, ni entre la his- En un desconcertante comienzo, el narra- toria y algunos casos épicos de la ciencia.”12 dor, el historiador, ha ingresado a un pa- Entran en un pasillo y uno de los oficiales sado sin entender por qué. “El historiador descubre a un hombre, está apoyado en –o su antecesor, el narrador– asume su una pared de ladrillos, que resultan muy propia parcialidad ante los hechos que actuales, y por su vestimenta parece arran- relata y las narraciones que interpret.”14 cado de las postrimerías de la Revolu- Se le suma ahora un alguien que aparece ción francesa. desde un periodo más remoto que el pre- sente del inicio fílmico y llega de tierras —Ese hombre de negro... También distantes. Como el protagonista, también está deambulando. Me saluda pero está desconcertado. No entiende cómo se va. ha llegado a este lugar y se descubre ha- blando un idioma desconocido. “La ambi- Nuestro ruso del siglo XX, que viene de güedad es ahora un factor cabalmen- una catástrofe indiscernida, se encuentra te reconocido.”15 aquí con otro personaje con el que com- Hasta aquí había sido una cuestión entre partirá tránsito y extrañeza. “Seres singu- rusos de distintas épocas, en este momen- lares, cuya existencia constituye su finali- to viene a sumarse un europeo que será la dad.”13 Es el primero en ver al hasta ahora voz externa y contradictoria para construir invisible hombre-cámara. Ya lo ha salu- el pasado que observan. “Pues el aumento dado, luego le dirá: del conocimiento depende por comple- to de la existencia del desacuerdo.”16 Se —Perdone que le hable antes de que perfilará así, en este aparente documental nos presenten formalmente. ¿Qué ciudad es ésta? —Interroga a la cá- 14 mara el desconocido. Adolfo Gilly (1980) “La historia como crítica o como discurso del poder”, en Historia ¿para qué?, op. cit. p. 201. 11 Antoni Tapies (1973) La práctica del arte, 15 Read, Herbert (1966) La bella y la bestia. Ensayo Barcelona, Ariel, p. 139. sobre lo feo, Córdoba, Argentina, Eudecor, p. 21. 12 José Joaquín Blanco (1980) “El placer de la 16 (1994) Conjeturas y refutaciones, historia”, en Historia ¿para qué?, op. cit., p. 79. Barcelona, Paidós, p. 266. Citado por José Antonio 13 Etienne Souriau (1965) La correspondencia de Marina (1997) en introducción a Karl Popper, El las artes, México, FCE, p. 39. cuerpo y la mente, Barcelona, Paidós, p. 11.

186 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIA NOMBRAR LA HISTORIA. EL CINE COMO INSTRUMENTO sobre El Hermitage y el pasado, el senti- Se pregunta y le pregunta al europeo, do ficcional de la narración. “No hay que quien poco sabe lo que a él mismo le creer que la historia responde a un orden acontece. Entramos en la historia a través cronológico ideal. Basta que haya más de de una ficción que se desarrolla con una un personaje para que ese orden ideal se base documental en el museo de San Pe- aleje notablemente de la historia ‘natural’.”17 tersburgo.”Si se quisiera realizar un aná- En el campo de la representación his- lisis historiográfico sobre un documental tórica, la ficción cinematográfica es a la histórico, deberán tomarse en cuenta novela lo que el documental es al ensayo ciertos elementos fundamentales del dis- fidedigno. “Los historiadores conceden curso audiovisual, como el valor de la más crédito a este tipo de film que a los imagen y su correspondencia con el texto de ficción porque parece más cercano al al realizar un análisis del discurso.”19 espíritu y a los usos de la historia escrita. Nos encontramos con una férrea unidad Da la sensación de ofrecer ‘los hechos’ y espacial representada por ese descomu- una explicación racional de los mismos.”18 nal edificio ya que todo el rodaje se hizo El documental y el ensayo trabajan con re- en los 35 salones del Museo Hermitage de ferentes reales. Proponen interpretacio- San Petersburgo y la propia representación nes cavilosas con arreglo a fundamentos responde a ese ámbito. “Esos almacenes teóricos y situaciones con apoyo de ma- de individualismo que son los museos.”20 terial considerado irrefutable. La unidad temporal también está presen- Muestran las evidencias en un discurso te de manera inquebrantable por medio que, se supone, refleja la verdad registra- del plano secuencia que establece un da que se posee y saca conjeturas es- tránsito sin interrupciones y vinculará en peculadoras. Los dos primeros, en tanto, forma estricta el tiempo fotográfico con el ponen en escena los acontecimientos del propio espectador. mediante personajes que, perteneciendo La vulnerabilidad poética del material al ámbito histórico, se desenvuelven en está dada por esa incierta temporalidad una dramatización aportando sus psico- que tanto inquieta a los protagonistas, el logías de ficción. Puede resultar menos movimiento fortuito hacia diversas épo- creíble desde lo verosímil o auténtico pe- cas con sólo transponer una puerta o dar ro alcanzan una mayor vivencia en su unos pasos, por el extraño comportamien- contacto con el receptor. En este contex- to con el idioma, por no saber cómo llega- to, el teatro también ha encontrado un ron hasta ese lugar, y la incierta espaciali- exquisito material para sus inventivas. dad que termina colocando al Hermitage

—¿Es todo esto una representación 19 teatral? Álvaro Vázquez Mantecón (2002) “La divul- gación de la historia como problema historiográfi- co”, en José Ronzón y Saúl Jerónimo (coords.), Refle- xiones en torno a la historiografía contemporánea, México, UAM Azcapotzalco (Biblioteca de Ciencias Sociales y Humanidades), p. 351. 17 Tzvetan Todorov “Las categorías del relato lite- 20 Jack Burnham (1977) “Problemas críticos”, en rario”, en Análisis estructural del relato, op. cit., p. 162. Gregory Battcock (ed.), La idea como arte, Barcelona, 18 Robert A. Rosenstone (1991), op. cit. p. 48. Gustavo Gili, p. 47.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIA 187 NICOLÁS AMOROSO BOELCKE encima del mar. “Esta capacidad del cine la historia europea: ingresarían como mar- para ‘absorver’ tipos tan variados de ginales, excéntricos, paganos e intrínseca- semiosis y para integrarlos en un sistema mente inferiores.”22 Ese menosprecio por único, es lo que nos permite definir el ci- la historia y la cultura rusa se manifiesta ne como un arte de carácter sintético en diversos planos. Cuando en su recorrido o polifónico.”21 pasan por el teatro, ven una orquesta ejecutando desde el foso, cuya vestimen- —¡Ah! ¡Mi Cicerone ruso! ¿Conoce ta parece del siglo XVIII, y el extranjero el camino? emite su opinión: —Sí, vayamos juntos. —¿Es su país?. —¡Qué impresionante orquesta! —Sí, pero no mi siglo. Deben ser europeos. —¿Cómo llegué aquí? —No, son músicos rusos. —Creo que vi a Pedro el Grande. —No. ¡Europeos! ¡Italianos! —Escucho el deleite en su voz. ¿Fue —Son rusos, ¡por Dios! interesante? Un lacayo pasa frente a la cámara, aga- La historia deja de ser una certidumbre, chándose para no interferir. Esto plantea surge el mundo de lo probable. ¿Será ese dos situaciones: este hombre-cámara, al que se ha visto el Zar? El europeo, que menos para el criado (así como para el eu- acto seguido criticará a los gobernantes ropeo), no pasa inadvertido, tal era la rusos subestimándolos como asiáticos, lo preocupación que manifestara al comien- mismo que al propio pueblo, le recrimi- zo (—¿Será que soy invisible o simplemen- na al hombre-cámara su complacencia te paso desapercibido?) y, para la época, frente a lo que él considera un déspota. no había tal instrumento. “Me propongo Surge así una de las líneas de lectura que sólo mostrar lo fielmente que la obra del el film propone en el antagonismo entre historiador refleja la sociedad en que tra- un extranjero y un nacional y su diversa baja. No sólo fluyen los acontecimientos; concepción de la historia. El primero la fluye el propio historiador”.23 Entonces, el juzgará con el sentido del progreso cuyo sirviente se ha inclinado en su tránsito rasero es Europa. Los otros serán o no, de frente al mí narrador, un nosotros como acuerdo con su asimilación o diferenciación. público, simplemente por cortesía, para Cualquiera resultará negativa, la prime- no interferir la mirada de tan destacado ra por copia, acción segundona que indi- testigo de los hechos. Nuevamente los ni- ca dependencia y falta de creatividad. La veles del relato entran en conflicto. otra por barbarie, en tanto similitud con ¿Es un juego, una salida de tono, de una postulados ajenos, no civilizados, y por ello máquina capaz de viajar en el tiempo pa- criticables.”Cualesquiera que fuesen los pueblos por descubrir, estaban ya de al- guna manera ubicados en el contexto de 22 Guillermo Bonfil Batalla (1980) “Historias que no son todavía historia”, en Historia ¿para qué?, op. cit., p. 229. 21 Yuri M.Lotman (1979) Estética y semiótica del 23 Edward Hallet Carr (1978) ¿Qué es la historia?, cine, Barcelona, Gustavo Gili, p. 131. Barcelona, Seix Barral, p. 56.

188 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIA NOMBRAR LA HISTORIA. EL CINE COMO INSTRUMENTO ra registrar el pasado? “Esta máquina de- rio y la escenografía, así como la espléndi- dicada no a la fabricación de bienes ma- da orquesta, concluye con un gesto que teriales, sino a la satisfacción de nece- contraría la opulencia y hace descender a sidades imaginarias, ha suscitado una lo meramente terreno el accionar huma- industria del sueño”.24 O ¿el conjunto es no, por más alcurnia que se posea. un espectáculo (—¿Es todo esto una re- ¿La escena aconteció? ¿Existe algún do- presentación teatral?) que incorpora al cumento que señale a Catalina II en tales que registra como uno de sus personajes actitudes? Probablemente no. Aquí lo que (—¿Se supone que debo representar un importa es la salida de tono frente a una papel?) y con ello acomete un sentido exposición que puede resultar grandilo- lúdico en los diversos tiempos incluidos cuente por el fasto de lo mostrado. Ante en la función? el endiosamiento, una idea de pura ani- malidad. Se abre así un terreno que el cine Una Zarina juguetona, Catalina II, y la novela han transitado con harta fre- aprueba la representación y luego cuencia al presentarnos hechos que no sólo corre presurosa entre las butacas, no han ocurrido sino que son producto de agitando sus manos. la imaginación o el delirio de quien escribe. —Necesito ir al baño. El concepto de novela histórica se deri- va de entender las singularidades del La puerta del fondo está cerrada y ella pasado incidiendo en la naturaleza de los transita con su premura hacia otra. personajes, sean éstos históricos o no. Es Todos se movilizan para colaborar. decir, en Santa Evita, la protagonista de la —No puedo aguantarme más. narración es un ser histórico. En El Gato- pardo, más allá de las concomitancias Otro personaje va tras ella con sus autobiográficas del propio Lampedusa, el zapatos. personaje del príncipe es un protagonista nítidamente ficcional, no tuvo existencia Un protagonista imperial descubierto en real. Y, en última instancia, es el propio su prisa por orinar, nos enfrenta a un rasgo autor quien manipula sobre su vida. En los de gran cotidianeidad. Luego de que la dos casos, la Historia incide sobre sus cámara describiese la maquinaria teatral, comportamientos y por ello las dos se dado que ingresa al recinto por la parte de inscriben en el sentido de novela históri- atrás del escenario, lo hubiese recorrido ca. “En la novela histórica, lo individual mostrando lo que se ensayaba, después y privado se subordinan a lo colectivo y que enseñase a la orquesta con sus músi- público.”25 cos europeos o rusos y de que el sirviente Ahora bien, surge aquí una cuestión que se agachase frente a ella, encuentra a la tiene que ver con el posicionamiento del Zarina que terminará corriendo al baño. autor. En la novela siciliana, el escritor tie- La magnificencia de lo teatral, tanto por la ne todas las libertades para construir el maquinaria escénica como por el vestua-

25 María Cristina Pons (1996) Memorias del olvido. 24 Edgar Morin (1972) El cine o el hombre ima- La novela histórica de fines del siglo XX, México, Siglo ginario, Barcelona, Seix Barral, p. 247. XXI Editores, p. 58.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIA 189 NICOLÁS AMOROSO BOELCKE personaje a su antojo. En el caso argentino se podrá alcanzar el sentido exacto en la existe un determinante por la existencia descripción de una vida. Ni la más acu- vital de la mujer en cuestión. Quien escribe ciante, precisa, documentada biografía lo debería atenerse a las condiciones histó- va a conseguir. Siempre estará fatigada ricas de quien se trate. Cosa que no suele por la intencionalidad del autor, sus inte- suceder. Se le adjudican comportamien- reses, pasiones e ideología. Por los mean- tos o se le hace participar en hechos que dros de lo que se desconoce y requiere de dudosamente hubieren ocurrido, con el su inventiva para terminar de componer afán de dotarlo de mayor expresividad pa- el cuadro de situación. Pero, desde allí a ra los fines del relato. la desmesura de lo imaginado, tergiver- Una cuestión es atribuirle ciertas prefe- sado como propio de lo existente, pre- rencias al momento de escoger sus ali- valece un largo y peligroso paso. mentos o la elección de su cotidiano vestuario (o el caso de la Zarina de vejiga —¡Dios mío! ¡Es Catalina II! Amo el floja) y otra, penetrar en el interior de su siglo XVIII. Una época de genios y cerebro para entender su pensamiento o modales. mostrarlo ejecutando una acción contro- —Tengo que concordar con usted. vertida que cuestione seriamente o pon- —Nunca me contradiga. Rusia es ga en discusión su integridad moral. En un como un teatro. Teatro. momento, Grace Kelly, Princesa de Móna- —Estamos hablando fuerte. co, altercaba a los periodistas que especu- —No importa. Están totalmente sor- laban sobre su comportamiento y el de su dos. Soy cuidadoso. No tocaré a na- familia preguntándoles sobre el derecho die. Teatro... ¡Qué actores! ¡Y esos que les asistía para poner en sus acciones vestuarios! No pueden verme. Esto actos que no había ejecutado o nombrar parece El Vaticano. sentimientos en los que no se reconocía. —Mejor que El Vaticano. Esto es San Conducta semejante a esos periodistas es Petersburgo. la que manifiestan los novelistas que in- ventan hechos para sus personajes, que La idea de representación que aparecía in- alguna vez tuvieron existencia histórica. trínseca a la propuesta de esta obra, ahora Lo cierto es que amparado en la libertad se extiende y abarca al conjunto nacional. del autor se suelen ejecutar tales acciones. En un documental sobre una ciudad, que La idea que tal comportamiento despierta realicé en el 2001, la comparaba con un es cuestionarse sobre el límite de tal pro- circo. Aquí la relación que se establece es ceder. Si la realidad entrega tal riqueza con el teatro. El espectáculo que la vida de hechos con los que se puede construir genera y que vemos reflejado en diversas la narración, ¿para qué generar supuestos? alegorías escénicas toma también de aquí “La realidad es siempre, en cuanto totali- ciertos componentes que se manifiestan dad, mucho más variada y rica que cual- en el cotidiano. Desde los entresijos de la quier obra de arte.”26 Es sabido que nunca política hasta el saludo aparentemente cordial entre enemigos. 26 Georg Lukács (1977) La novela histórica, Mé- Los diversos sentimientos disfrazados xico, Biblioteca Era, p. 380. en aras de la convivencia y el silencio nece-

190 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIA NOMBRAR LA HISTORIA. EL CINE COMO INSTRUMENTO sario para evitar males mayores. Hay un En medio de la suntuosidad en los deco- constante sentido de representación, de rados y la esplendidez del vestuario, la vivir personajes ajenos para cubrir an- historia va mostrando las condiciones de gustias y desajustes. Así, el protagonista esa historia, que no se detiene en una europeo se admira de los actores y del época particular ya que el poder se ejerce vestuario, que es otro factor para escon- de similar manera en distintos regímenes. der, disimular o aparentar. Según esta vi- “La novela histórica evoca figuras o even- sión, la propia escenografía de El Hermi- tos históricos en cuyo acontecer, actuar o tage, encuentra su fuente de inspiración inserción está implicada una relación de en el Vaticano dado que, en su concep- dominación que afecta social, política, ción, Rusia es una especie de duplicación. económica o culturalmente a un grupo El personaje en cuestión, en su extrema- social.”28 Las autoridades no confían en sus da luenga figura, es extraño y agradable. artistas ni quieren que tengan ideas pro- Un cuerpo singular, fantasmagórico, por- pias. “El hombre problemático, el artista.”29 tando a un ser de convicciones firmes en La frase dicha por el europeo y vinculada su lectura de este país (—Nunca me con- a ese momento es extendida a otras cir- tradiga). “¿Por qué la exigencia de tener cunstancias por la enunciación en pre- un cuerpo se basa unas veces en un prin- sente. Es un algo que acontece, que acaba cipio de pasividad, en lo oscuro y lo con- de suceder. La referencia incluye al propio fuso, pero otras también en nuestra ac- director, Sokurov, quien unos años antes tividad, en lo claro y distinto?”27 fuera tachado de preciosista y antisovié- tico. O la referencia al espionaje y el —Copias de Rafael. Sus autoridades control cuando más adelante denuncia, no confían en sus propios artistas. Los refiriéndose al director del propio museo: rusos son tan talentosos copiando. ¿Por qué? Porque no tienen ideas pro- —El señor Pietrovsky pregunta si el pias. Sus autoridades no quieren que teléfono del director aún está bajo las tengan. De hecho son tan holga- vigilancia. zanes como el resto de ustedes. —¡Holgazanes! Los zares eran, prin- Define al Hermitage como producto de los cipalmente, rusófilos. Pero soñaban sueños, y son los sueños los que lo llevan sólo con Italia. ¿Acaso El Hermitage en ese viaje por la historia y en el propio no fue creado para satisfacer esos viaje por la vida. “Proporciona los marcos sueños? de un ensueño interminable, de un ensue- —Rafael no es para ustedes. ño que sólo la poesía, por medio de una —No, no era para nosotros. obra, podría terminar de realizar.”30 —Para Italia. —Italia.

28 María Cristina Pons, op. cit., p. 67. 29 Fritz J. Raddatz (1975) Georg Lukács, Madrid, Alianza Editorial, p. 50. 27 Gilles Deleuze (1989) El pliegue, Barcelona, 30 Gaston Bachelard (1975) La poética del espacio, Paidós, p. 112. México, FCE, p. 46.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIA 191 NICOLÁS AMOROSO BOELCKE

—¿No tengo el derecho de soñar Pero hay otra voz, es la de alguien con un poco? quien se topa en su deambular. Es un ex- —Somos libres, usted y yo. ¡Soñar tranjero, un europeo, que alguna vez estu- y soñar! viera en Rusia. Aporta su visión externa y —Sólo Dios puede juzgarle. experiencias de su paso por Alemania, —Lo inventé todo. Francia e Italia. “Según muestra Lovejoy, —Somos libres usted y yo. Lo dijo las ideas tienen la capacidad de migrar, usted mismo. trasladándose de un época a otra, de una cultura a otra, de una disciplina a otra, et- La historia, motivo del film, se va cons- cétera, cobrando así sentidos diversos.”34 truyendo y rehaciéndose a través de los En la escena del baile, al final, tenemos personajes y su lectura, de ciertos compor- la dimensión metafórica de la propuesta. tamientos como las paradas militares de la Danzan allí alrededor de tres mil personas. guardia del palacio (—Qué hermosos uni- Para los efectos de la puesta, ese conjunto formes aunque no me guste lo marcial). de actores tuvo que aprender a bailar la “En qué quedamos entonces, ¿la historia mazurca, por ejemplo, y desarrollar diver- es ‘ciencia’ o ‘literatura’?”31 La película sos comportamientos, pequeñas narra- que nos ocupa coloca la cámara con un ciones de ese momento de vida, para sentido condicionante en la lectura de la integrar una totalidad de “momento his- realidad que registra. “La época actual es, tórico”, momento que resulta de la con- de todas, la que más se ocupa de la histo- catenación de esas diversas realidades ria y más piensa en términos históricos.”32 implicadas en una realidad común. Tuvie- La cámara es un instrumento que mos- ron que realizar diversos ensayos para trará ciertos aspectos, privilegiará deter- acomodar las partes en el grupo. Luego la minadas situaciones en detrimento de cámara habrá ensayado su papel, ajus- otras. Posee el artefacto un don de ubicui- tando los tiempos y los desplazamientos, dad y pasa generalmente desapercibida para encajar en la propuesta. para los personajes que son captados por Sin embargo, hay un factor de aleato- ella. La cámara-historiador posee también riedad muy fuerte marcado por las altera- la palabra para comentar o admirarse ciones que se presentan al momento del frente a lo que contempla. “¡Y qué decir registro. Esa cámara a su paso convierte a de los textos y de las imágenes! Añadá- unos en protagónicos, desplazando al res- mosle los poemas, las canciones y hasta la to al papel de comparsa. “La inserción del forma de redactar los problemas de arit- primer plano no sólo produce el agranda- mética. Describir, sin duda, no es ‘expli- miento de un detalle sino que trae apare- car’. Pero sí es ilustrar, hacer vivir el objeto jada una miniaturización del conjunto.”35 de análisis.”33 Es el rol del historiador cuando incursiona

34 Elías José Palti, “El ‘giro lingüístico’ y la dinámica 31 Pierre Vilar (1998) Pensar la historia, México, de la reflexividad de la crítica”, en Reflexiones en tor- Instituto José María Luis Mora, p. 89. no a la historiografía contemporánea, op. cit., p. 52. 32 Edward Hallet Carr, op. cit. p. 183. 35 Gilles Deleuze (1994) La imagen-movimiento, 33 Pierre Vilar, op. cit., p. 121. Barcelona, Paidós, p. 53.

192 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIA NOMBRAR LA HISTORIA. EL CINE COMO INSTRUMENTO en el pasado. Según sea su tránsito, moti- hacia una puerta lateral donde encontra- vado por convicciones, ideología o ape- rá el mar. titos, tornará en protagónicos a ciertos sectores, masas o personas, desplazando —¡Señor! ¡Señor! Es una lástima que hacia otro papel a los que no se ubiquen no esté aquí conmigo. Podría enten- en su foco. derlo todo. Mire. El mar nos rodea. Estamos destinados a navegar por —¿Dónde estaba? Lo perdí. siempre. A vivir por siempre. —Aquí estoy. —Lo perdí. Perdí. Estoy triste. Cuando se toma una fotografía, cuando — El europeo asiente. se hace un registro, se piensa en alguna —Vayámonos. persona que será la destinataria de esa —¿A dónde? imagen. O, tal vez, en un medio como una —¿A dónde? Adelante... Adelante... revista o la televisión, el autor imagina la El europeo niega. reacción de ese hipotético observador —¿Qué encontraremos allá? tratando de sentirla para mejor encuadrar —¿Allá? No lo sé. lo que captura. La historia es escrita para —Me quedo. alguien, aquí para ese europeo que, cir- —Adiós Europa. Todo acabó. cunstancialmente, se cruzó en su camino. “Lo que cuenta no es la obra en sí misma, Europa se queda en medio de la sala, que su valor formal, sino el proceso intelectual poco a poco va quedando desierta, es que la obra desencadena en el observa- como su presencia en la historia rusa: un dor, desbaratando sus tranquilas expec- fantasma que puede estar en el centro de tativas teóricas y visuales.”36 No es un ma- la escena pero que inevitablemente será terial que nos provea de certidumbres, en aislado porque el pueblo ruso seguirá ade- realidad abre interrogantes. “Los estudios lante, cargándola como un mal recuerdo históricos también son históricos, lo cual pero manteniéndola alejada de sus preo- ha creado esa sensación de incertidumbre cupaciones esenciales. en la que aparentemente todo es posible.”37 La Revolución quiso borrar la historia La cámara, que es el historiador, pone para construir una nueva. La idea de pasar en acto su propia historia. Una especie de de la prehistoria a la historia. La película nacimiento al comienzo del film cuando nos lleva a recordar el esplendor de un pa- se pregunta de dónde viene, hasta la sado que constituye una parte constituti- evocación final de que los seres humanos va de la identidad rusa. La muchedumbre somos navegantes en un mar que es de bailarines se dirige hacia la salida. Al nuestro continuum. Hermosa idea de pasar a la siguiente sala, rumbo a las es- caleras que llevan hacia la entrada prin- 36 Filiberto Menna (1977) La opción analítica en cipal, un grupo de actores y mimos divier- el arte moderno, Barcelona, Editorial Gustavo Gili, te a los cansados contertulios. Luego una p. 48. 37 orquesta de cámara los despedirá en un Saúl Jerónimo Romero (2000) “Ni cientificismo ni relativismo: pertinencia, explicación e historicidad rellano de la escalera. Finalmente, la cá- de la historiografía crítica”, en Reflexiones en torno mara abandona el flujo central y se dirige a la historiografía contemporánea, op. cit., p. 83.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIA 193 NICOLÁS AMOROSO BOELCKE inmortalidad que no se queda en el cuerpo Gilly, Adolfo (s.f.) “La historia como crítica presente sino que participa de la historia o como discurso del poder”, en Historia encarnada en los que sigan. ¿para qué?, México, Siglo XXI Editores. Hallet Carr, Edward (1978) ¿Qué es la his- toria?, Barcelona, Seix Barral. BIBLIOGRAFÍA Lotman, Yuri M. (1979) Estética y semiótica del cine, Barcelona, Gustavo Gili. Andrew, J. Dudley (1978) Las principales Lukács, Georg (1977) La novela histórica, teorías cinematográficas, Barcelona, México, Biblioteca Era. Gustavo Gili. May, Renato (1959) La aventura del film, Bachelard, Gaston (1975) La poética del Madrid, Ediciones Rialp. espacio, México, FCE. Menna, Filiberto (1977) La opción analítica Barbaro, Humberto (1977) El cine, el des- en el arte moderno Barcelona, Editorial quite marxista del arte, Barcelona, Gus- Gustavo Gili. tavo Gili. Morín, Edgar (1972) El cine o el hombre ima- Blanco, José Joaquín (1980) “El placer de ginario, Barcelona, Seix Barral. la historia”, en Historia ¿para qué?, Mé- Palti, Elías José (2000) “El ‘giro lingüístico’ xico, Siglo XXI Editores. y la dinámica de la reflexividad de la Bonfil Batalla, Guillermo (1980) “Historias crítica”, en Reflexiones en torno a la his- que no son todavía historia”, en Historia toriografía contemporánea, México, UAM ¿para qué?, México, Siglo XXI Editores. Azcapotzalco (Biblioteca de Ciencias Burnham, Jack (1977) “Problemas críticos”, Sociales y Humanidades). en Gregory Battcock (ed.) La idea como Pons, María Cristina (1996) Memorias del arte, Barcelona, Gustavo Gili. olvido. La novela histórica de fines del Córdova, Arnaldo (s.f.) “La historia, maes- siglo XX, México, Siglo XXI Editores. tra de la política”, en Carlos Pereyra y Popper, Karl (1997) El cuerpo y la mente, otros, Historia ¿para qué?, México, Si- Barcelona, Paidós. glo XXI Editores. Raddatz, Fritz J. (1975) Georg Lukács, Deleuze, Gilles (1989) El pliegue, Barcelo- Madrid, Alianza Editorial. na, Paidós. Read, Herbert (1966) La bella y la bestia. (1994) La imagen-movimiento, Ensayo sobre lo feo Córdoba, Argentina, Barcelona, Paidós. Eudecor. Dorfles, Gillo (1963) El devenir de las artes, Romero, Saúl Jerónimo (2000) “Ni cien- México, FCE. tificismo ni relativismo: pertinencia, ex- Fuster, Joan (1975) El descrédito de la rea- plicación e historicidad de la historio- lidad, Barcelona, Ariel. grafía crítica”, en Reflexiones en torno a Gennette, Gérard (1991) “Fronteras del la historiografía contemporánea, Mé- relato”, en Roland Barthes y otros, Aná- xico, UAM Azcapotzalco (Biblioteca de lisis estructural del relato, Puebla, Mé- Ciencias Sociales y Humanidades). xico, Premia Editora (La red de Jonás). Rosenstone, Robert A. (1997) El pasado en Ghelli, Nino (1959) Estética del cine, Ma- imágenes, del desafió del cine a nuestra drid, Ediciones Rialp. idea de la historia, Barcelona, Ariel Historia.

194 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIA NOMBRAR LA HISTORIA. EL CINE COMO INSTRUMENTO

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FUENTES HUMANÍSTICAS 33 HISTORIA 195

PRESENTACIÓN DEL LIBRO LA CIUDAD DE MÉXICO: UN GUERRERO ÁGUILA. EL MAPA DE EMILY EDWARDS DE TERESITA QUIROZ

Cuando me invitaron a presentar el libro Tal como indica la profesora Teresita en La Ciudad de México: un Guerrero águila. la introducción, el propósito de su libro es El mapa de Emily Edwards, de la profesora simplemente “mostrar un documento car- Teresita Quiroz, me encontraba yo en la tográfico” (que de hecho, resultan ser dos ignorancia más absoluta acerca de lo que documentos cartográficos), como testigo en éste se trataba. Después de leerlo… va de la mirada extranjera progresista hacia mi agradecimiento por la invitación… y el México posrevolucionario. Se trata en va por tres motivos: realidad de tres ensayos que se pueden Primero: me permitió conocer la línea leer con cierta independencia entre sí, de trabajo de Tere, que no sólo destaca aunque conectados por la unidad temá- por su calidad, sino también porque tiene tica e integrados en el libro por la intro- algunas afinidades con mis propias investi- ducción de la propia autora y por un gaciones sobre el significado de los mapas. prefacio de Lauro Zavala. Segundo: hizo que me enterara de la En la introducción, la autora presenta existencia de Emily Edwards y de su mapa, su materia de estudio: un mapa alegórico que si bien no es precisamente un hito de de la Ciudad de México elaborado por la cartografía mexicana, por lo menos es Emily Edwards y publicado en 1932 por la un documento interesantísimo para apre- Compañía de Luz y Fuerza S. A., además ciar una cierta visión del México pos- de un segundo mapa de la ubicación de revolucionario; la de los intelectuales y los murales posrevolucionarios. Una copia artistas residentes en el país a principios del primer mapa, de buena calidad y a to- de los años treinta. do color, se incluye en el libro; el segundo Tercero: para mí el motivo más impor- mapa no se pudo presentar por motivos tante, este libro de Tere proporciona unos de copyright. Al presentar ambos mapas, ratos de lectura muy agradables, cosa po- es acertada la apreciación de Teresita co usual en las publicaciones académicas. acerca de “mirar” estos documentos como Lo ‘devoré’ de una sentada y sólo tuve que si fuesen testigos de las “diversas formas hacer revisiones puntuales para redactar de entender la ciudad”. esta presentación. Resulta igualmente atinada la “cali- ficación” que da Tere al primer mapa, en

[197] PRISCILLA CONNOLLY particular, a su “imagen” de “una ciudad y la manera como representa a la Ciudad poblada” y no solamente de un “espacio de México, como un ser orgánico, vivo, construido”. En este sentido Tere hace eco, con pulmón, arterias, corazón y panza; así probablemente sin saberlo porque no hay como la simbología alrededor de todo esto. referencias bibliográficas al respecto, de la Destaca la forma como en el mapa com- distinción que presentan hoy varios his- binan las tres etapas históricas de la Ciu- toriadores de la cartografía entre el con- dad de México: lo prehispánico, lo mestizo cepto –y su representación– de la ciudad o colonial, y los elementos modernos. In- como civitas o comunidad; y de la ciu- cluso interpreta la modernidad del mapa dad como urbs, o espacio construido. Tam- como una postura que “acepta en el pre- bién se asemeja a la distinción paralela que sente los rasgos del pasado”. No voy a data de Ptolomeo, entre la chorographia, repetir aquí todo el análisis: mejor, prime- o descripción de lo que ve el ojo, y la geo- ro revisen con detenimiento el mapa y graphia que representa la tierra con me- luego lean la interpretación que hace Tere didas precisas. Quiroz de él. Resulta bastante penetran- El primer capítulo, o ensayo, se dedica te e imaginativo su tratamiento, por lo que de lleno a la presentación del mapa “Ciu- me surgió la pregunta: ¿tendrá Tere estu- dad de México. Guerrero Águila”, propor- dios parecidos acerca de otros mapas? cionando una descripción detallada del El segundo capítulo se desliga del mapa mismo. Hace notar sus tres contornos para hablarnos de sus contextos. Primero –margen, periferia rural y ciudad–, que describe la ciudad en aquellos tiempos y presentan la visión integradora de una las expectativas creadas en torno a la ur- ciudad en la que confluyen los tiempos banización como vía de modernización. como herencia. Tal visión, por cierto, tiene Segundo, nos recuerda la visión prevale- más que ver con la tradición cartográfica ciente acerca de México en los intelectua- indígena que con la cartografía moderna, les de izquierda norteamericanos, con los hecho que más adelante se reconoce al cuales se identificaba ampliamente Emily señalar cómo el margen de este mapa re- Edwards. Para estos intelectuales “las co- cuerda la famosa representación de Te- rrientes anarcosindicalistas, reformistas y nochitlan en el Códice Mendocino. sociales influyeron en la idealización del Otro aspecto importante es la identidad vecino México como ejemplo idealizado de quien publicó el mapa: en este caso la de lucha popular y vida comunitaria” (Tere Compañía de Luz y Fuerza, patrocinio re- aquí cita un artículo de Mauricio Tenorio). conocido ampliamente por la importan- En tercer lugar, trae a colación la con- cia concedida en el mapa a los flujos de trapartida de esta visión idealista norte- energía eléctrica y la red de tranvías. Por americana: la revalorización, en México, último, señala otro rasgo sobresaliente del de lo típico, lo tradicional, el folklore, al mapa: la representación alegórica de la mismo tiempo que se impulsan y se insti- Ciudad de México como un guerrero águi- tucionalizan la antropología y la arqueo- la. En lo que resta del capítulo se presenta logía. De allí pasa a un cuarto contexto: el un análisis minucioso del mapa, haciendo de la visión extranjera, esta vez, la de los notar las prioridades de la propia Edwards extranjeros residentes en México. Se trata

198 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 MIRADA CRÍTICA PRESENTACIÓN DEL LIBRO LA CIUDAD DE MÉXICO: UN GUERRERO ÁGUILA. EL MAPA DE EMILY EDWARDS DE TERESITA QUIROZ de intelectuales que fueron atraídos por contré que la relación era más bien an- nuestro país con la promesa de una socie- tagónica: entre el grupo dominado por dad igualitaria en proceso de construcción. mujeres estrechamente vinculadas con el Entre estos intelectuales se incluye, trabajo social práctico y aquella afamada desde luego, a la propia Emily Edwards, academia, donde el dominio era masculino. junto con Tina Modotti, Edward Weston, De cualquier forma, Addams fue invita- Carlton Beals, Anita Brenner y otros. Aquí, da a México por Plutarco Elías Calles en la autora hace notar la importancia de los 1925, para asesorar el diagnóstico de las estrechos vínculos entre los anteriores condiciones de vivienda en la Ciudad de personajes y los muralistas, además de México. ¿Podríamos esperar una secuela otros artistas mexicanos. Esto lleva a Emily de este libro sobre la influencia de este Edwards a escribir varias publicaciones personaje y sus mapas en la comprensión sobre el arte mural mexicano, entre ellas, y tratamiento de estos problemas, algo así una que incluye el segundo mapa aquí como “Jane Addams en México”? (Planteo considerado: “una guía y mapa de los fres- esta pregunta como recomendación, no co- cos modernos de la Ciudad de México mo crítica. A mí me gustan mucho los libros en 1934”. que abren nuevas búsquedas intelectuales.) Después de las anteriores notas contex- El último capítulo del libro presenta al- tuales, el capítulo termina con dos sec- gunas conclusiones derivadas de todo lo ciones sobre la persona de Emily Edwards: anterior. Se trata realmente de un ensayo una dedicada a la obra literaria, pictórica de interpretación cartográfica del mapa de y cartográfica de esta intelectual, y otra que Emily Edwards. Teresita Quiroz inicia com- relata sus antecedentes y datos biográ- parando el mapa con otras varias carto- ficos. Lo que más me llamó la atención grafías de la Ciudad de México realizadas acerca de Edwards es la referencia a su entre 1923 y 1934. Entre otras cosas, Tere formación temprana en la llamada Hull concluye que el mapa de Edwards, rea- House, centro cultural, educativo y de ser- lizado en 1932, está basado en muchos vicio social para inmigrantes de Chicago. otros mapas publicados en diferentes fe- Con ello introduce a otro personaje, Jane chas, de los cuales Edwards extrajo lo que Addams, fundadora de dicho centro. más le convino para retratar a su manera Lo anterior me llamó la atención porque nuestra ciudad; por ejemplo, los nuevos yo desconocía por completo la existen- espacios destinados a mejorar las con- cia de la Hull House y del trabajo de Jane diciones de vida de la clase obrera. Addams. Para mí lo interesante del caso El ensayo termina con unas reflexiones no es tanto el Premio Nobel que recibió bastante bien planteadas acerca de la Addams en 1931, sino su empleo de la función de los mapas y el análisis de ellos. cartografía para el estudio y tratamiento La autora incluye en estas reflexiones una de los problemas sociales, así como su la- comparación muy astuta de los dos mapas bor en la educación y la promoción social. de Emily Edwards, que le permite entender Me interesó encontrar una posible cone- cómo funciona la representación carto- xión entre la Hull House y los sociólogos gráfica y su poder para transmitir un cierto de la Universidad de Chicago, de la famosa punto de vista acerca de la realidad. “escuela ecologista”. Para mi sorpresa en- Tenemos aquí, de hecho, unas ideas muy

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 MIRADA CRÍTICA 199 PRISCILLA CONNOLLY claras sobre la relación entre el mapa, el cio real; me refiero a quienes miran objeto que representa y la persona que la ciudad y sus representaciones, pa- mira el mapa. Sólo hay aquí un punto en ra descubrir en el pasado los futuros el que no estoy de acuerdo; en el de la de la modernidad que recrearon distinción que Tere hace entre los mapas (pp. 57-58). cuantitativos y los mapas cualitativos. Pa- ra mí, no pueden existir mapas “cuanti- Supongo que la anterior referencia a la mo- tativos” equivalentes a “una reducción dernidad tiene que ver con las prioridades exacta de todas las piezas del conjunto” del proyecto de investigación, en el cual (esto sí sería un postulado modernista, un se inscribe este libro. En consideración del tanto anticuado: una ficción de la carto- énfasis en esta cuestión de la modernidad, grafía moderna). termino con algunos comentarios sobre Todo mapa selecciona partes de la este punto… realidad para representarlas; todo mapa Cuando autores o cartógrafos moder- es en cierta forma “cualitativo”. Sin embar- nistas hacen mapas premodernos, como go, y hay que reconocerlo, existen mapas es el caso hallado aquí, ¿qué está pasando? que intencionalmente rompen con las re- Retomo el prefacio de Lauro Zavala, que glas de la escala y otras convenciones para ubica el libro en el contexto de las discu- lograr efectos determinados: una especie siones sobre las múltiples manifestaciones de manierismo cartográfico. Es claro que de la modernidad. Para Zavala es im- el mapa de Emily Edwards es de este tipo, portante la caracterización que hace Tere y en este sentido, el mapa de Edwards Quiroz del mapa de Edwards como una podría considerarse más un mapa cuali- “alegoría de la modernidad”, justamente tativo que un mapa dibujado a escala. porque retrata una reinvención de un Independientemente de esta discre- pasado comunitario, utópico. De allí con- pancia en cuanto a la posible existencia cluye que el libro permite pensar la mo- de mapas “exactos”, me impresionó mu- dernidad como una especie de nostalgia cho la calidad del análisis resumido al final de una unidad urbana perdida. del libro, sobre todo por tratarse de consi- Aquí recuerdo lo dicho por Raymond deraciones derivadas de primera mano del Williams acerca de la invención de la uto- análisis del plano, o quizá de discusiones pía pastoral: mirada nostálgica desde la grupales en torno a este tema. Cito aquí una urbanización industrial, que pinta una rura- parte que me parece sin duda sobresaliente: lidad muy distante de la agreste realidad del campo inglés en aquellos tiempos. En Vale pensar que el mapa representa el mapa de Emily Edwards, la nostalgia de una visión recurrente de análisis en lo pastoral es sustituida por la nostalgia tres niveles: primero, el autor, su obra de un pasado indígena, que mucho menos de creación y la perspectiva mental aún tenía algo que ver con la situación de con su entorno y su pasado; segun- los mexicanos autóctonos ni en el pasado do, lo que miró y queda represen- prehispánico ni con los años treinta. tado; tercero, nosotros mirando lo Esto me lleva a un comentario gene- que miró y reconociendo el espacio ral del libro, que se relaciona con la valo- ficción que se relaciona con el espa- rización o evaluación del mapa, y de su

200 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 MIRADA CRÍTICA PRESENTACIÓN DEL LIBRO LA CIUDAD DE MÉXICO: UN GUERRERO ÁGUILA. EL MAPA DE EMILY EDWARDS DE TERESITA QUIROZ discurso, por parte de la propia autora. Estas preguntas, imposibles de contes- Ciertamente, y es importante reconocer- tar, pueden orientar y dar sentido a nuestra lo, ella no desconoce las omisiones del ma- lectura de los mapas. De todas formas, la pa; que Edwards “selecciona de su obser- búsqueda iniciada con este libro va preci- vación lo que se desea ver” (p. 37). Sin samente en esa dirección. Hace una contri- embargo, no queda clara su propia opinión bución sustancial a una empresa intelec- al respecto: ¿es bueno o es malo el mapa? tual que quiere comprender y evaluar la Es decir, ¿cuáles son las implicaciones de relación entre mapas, palabras y territorios. la visión proyectada por el mapa bajo con- sideración? ¿Hasta qué punto podemos ¡Felicidades Tere y felicidades al área de derivar conclusiones sobre la “importan- investigación que propició este trabajo! cia del mapa como objeto estético y do- cumento sociológico”, como planteaba la mentora de Emily Edwards, la premiada con el Nobel, Jane Addams? (p. 50). ¿Hizo alguna diferencia el mapa en la manera Priscilla Connolly de ver, construir y vivir la ciudad? Departamento de Sociología, UAM-A

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 MIRADA CRÍTICA 201 202 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 MIRADA CRÍTICA UNA VUELTA POR ESTRIDENTÓPOLIS

E n su ensayo Estridentópolis: urbaniza- en una dimensión empírica los posibles ción y montaje,1 Silvia Pappe propone una rasgos de propuesta utópica implícita en original y sugerente consideración en torno la formulación de una ciudad imaginaria al Estridentismo, vanguardia estética que denominada “Estridentópolis” ni, menos en los años de 1920 ocupó un pequeño y aún, pretende rehacer la traza urbana de significativo lugar en la transformación de esa pretendida moderna ciudad ficticia nuestra literatura. Desde El Estridentismo en el porvenir que se le auguraba, que se- o una literatura de estrategia (1970) de Luis ría hoy nuestro pasado. Mario Schneider hasta Evocación y caída La suya es una propuesta en apariencia del Estridentismo (2002) de Evodio Escalan- más simple, en tanto establece la relación te, entre quienes se habían ocupado de entre los múltiples y dispersos fragmen- esa vanguardia, todos sólo lo habían hecho tos de esa imaginaria ciudad –con todo y desde la perspectiva de la historia y crítica sus habitantes, episodios y dinámicas–, literaria. Sin embargo, quedaba pendiente y en cuanto exige de nosotros como lec- un análisis desde una perspectiva com- tores, información especializada –en textos pleja, como la que ahora propone Silvia y contextos inmediatos– y disposición Pappe, quien se ocupa de los elementos sensible e intelectual para comprender estéticos e históricos dentro de una dimen- unitariamente una expresión literaria y pic- sión metafórica, en el sentido de represen- tórica realizada por una escasa decena tación simbólica y no de realización lite- de artistas a lo largo de escasos seis años. raria, como se había hecho en todas las La familiaridad de Silvia Pappe con el ocasiones anteriores. Estridentismo data de años atrás, como Lo sugerente de la propuesta interpre- ilustra su investigación doctoral El movi- tativa radica en la articulación de los con- miento Estridentista atrapado en los anda- ceptos de modernidad y de sujeto y sus mios de la historia (UNAM, FFyL, 1998), y representaciones estéticas dentro del Es- el despliegue de sus conceptos para ana- tridentismo. Pappe no persigue reconstruir lizar e interpretar, realizado en “Perspec- tivas multidisciplinarias de la narrativa.

1 Publicado por la UAM-A, Coordinación de Ex- Una hipótesis” (Historia y Grafía, 24, 2005); tensión Universitaria, Ensayos, núm. 14, 2006, 141 pp. así como en Sujeto y modernidad. Ensayo

[203] Víctor Díaz Arciniega en torno a una relación compleja (Inédito), Aquí empieza la suspicacia de la autora, todo lo cual concurre de manera sintética que, 1) reconoce que esa ciudad y esa es- y creativa sobre el ensayo Estridentópolis: trategia estética son “un punto de vista, una urbanización y montaje, ahora articulado visión de mundo”; son la representación sobre un único motivo analítico, la ciudad de “una manera de percibir”. Luego, 2) imaginaria creada por aquella decena de despliega su afán de pensar distinto y crí- jóvenes que en 1924 promediaban 25 ticamente ante los estudios de los espe- años de edad. cialistas y ante las obras de los propios Como el Modernismo de Sao Paulo y protagonistas, para despojar al Estriden- como los otros varios movimientos van- tismo de adherencias interpretativas y de guardistas en Sudamérica, Europa y Estados prejuicios, a cambio de reclamar la aten- Unidos, ocurridos entre 1922 y 1928, el ción sobre: a) las “líneas imaginarias que mexicano representado por el Estriden- atraviesan el movimiento vanguardista” (en tismo también explora sus expresiones tanto tal) y se extienden hacia ámbitos estéticas a través de múltiples géneros sociales y culturales igualmente imagina- artísticos, aunque destacan dos: la pintura rios; b) la noción de “urbanización moder- y el grabado o ilustración, y la poesía y la na en el sentido de una urbanización de narrativa, todos sujetos a una estrategia la mente, como proceso abierto, disper- estética definida en su imaginaria dimen- so, contradictorio”, y c) “un cambio de mi- sión espacial, en sus sujetos y dinámicas rada” que permita “apreciar” las “fun- de relación, en sus trazos y lenguajes, y ciones desempeñadas en el entorno”. en sus estilos gráficos y literarios. No obs- La complejidad de la construcción de tante la nitidez de la subyacente estrate- Estridentópolis se encuentra, justamente, gia propuesta, en su realización material en la propuesta de cambiar la perspectiva resulta casi imposible de identificar y, por de mirada, porque sólo así se podrá de- supuesto, incomprensible debido a la ato- ambular por la ciudad literaria y plástica, mización francamente caótica de un cú- que no es en sí misma ni tampoco es la mulo de fragmentos en apariencia incohe- representación de una cualquiera; es en rentes y, peor aún, en apariencia carentes la abstracción de esa ciudad –nos indica de una perspectiva común. Pappe– en donde ocurre la ruptura, en Con la ciudad imaginaria Estridentópo- tanto hay un divorcio con relación a la re- lis como eje de su análisis y reflexión, Silvia presentación realista, en cualquiera de sus Pappe se dio a la tarea no de reconstruir manifestaciones y características. los vestigios de una ciudad desaparecida, Considero muy sugerente esta inter- sino de verdaderamente construirla, de pretación, porque Estridentópolis como aquí los conceptos de urbanización y metáfora podría ser la representación de de montaje. Con suspicaz sensibilidad un deseo, el deseo de la modernidad cos- y dueña de un muy amplio repertorio mopolita. Por esto esa ciudad no se cons- conceptual e informativo (el cual no des- truye sobre los vestigios de ruinas, sino pliega con falsas erudiciones –cosa que sobre el registro de percepciones que se se agradece), la ensayista emprende la van dejando al paso en poemas, relatos, construcción de una ciudad que los pro- grabados y fotografías; no es un contenido, pios estridentistas no cristalizaron. sino una manera de percibir y expresar

204 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 MIRADA CRÍTICA UNA VUELTA POR ESTRIDENTÓPOLIS trazos de una ciudad apenas sugerida. Por imagen estética que no pretende “de- eso a Pappe le interesan los elementos volvernos” a la realidad, sino de ser en sí comunes y compartidos del deseo/la misma su propia realidad. imaginación y de su expresión entre esa Por esto, los episodios, sujetos (perso- decena de individuos, y no el lenguaje najes) y lugares “reales” que aparecen poético y pictórico en cuanto soportes de referidos en las obras de creación literaria un contenido siempre voluntariamente y plástica no son lo que son en una dimen- ambiguo, metafórico, lúdico. sión de espacio y tiempo específicos, sino Lo sabemos, el lenguaje poético es por su paulatino desvanecimiento o multi- sujeto y objeto simultáneamente, dada su plicación, son una representación simbóli- relación con los referentes reales e imagi- ca de la imaginaria ciudad de Estriden- narios, mientras el deseo/la imaginación tópolis, con sus acontecimientos, lugares son lo que son en sí mismos y siempre se y personas. Aquí, en este punto, la imagen expresan en forma tangencial, supeditada. estética de la mujer en ningún momento De aquí que se soporten sobre lenguajes podría corresponder a ningún referente en verbales y gráficos, única manera de “ma- la realidad (toda noción de mimesis desa- terializarse”, sin que esto ocurra positi- parece), porque ella es en y por las palabras vamente en la realidad. Más aún, el deseo/ o los trazos gráficos, más allá de esto para la imaginación ocurren en contextos data- ellos no existió. bles en el tiempo y ubicables en el espacio, Por último, resulta interesante observar lo cual parecería precisarlos “material- en la propuesta interpretativa de Silvia mente”, no obstante su cualidad acrónica Pappe, cómo en nuestra vanguardia litera- y utópica y su ser abstracto, simbólico. ria y plástica las categorías lógicas (tiempo, De aquí que los estridentistas, en sus espacio, acción), geométricas (euclidianas), representaciones, tuvieron que echar ma- filosóficas (aristotélicas) y morales se dilu- no de imágenes de una realidad material yen hasta su casi extinción, para en su lugar para de ella desprender las imágenes del dejar una representación metafórica ajena deseo/la imaginación, útiles para repre- a cualquier gesto mimético de la realidad, sentar la urbe en tanto “urbanización de aunque esa representación está construi- la mente” y estructura de la conciencia del da sobre la realidad y con el lenguaje que hombre, lo cual podría considerarse como usamos quienes habitamos en ella, de aquí una manera de percibir el mundo. La den- que el lector quede fácilmente confundido. sidad de la interpretación propuesta por En este punto, los personajes de los re- Silvia Pappe se incrementa, cuando nos latos estridentistas son elocuentes, debido indica que los fragmentos dispersos y su a su entonces extraña multiplicación o des- posible integración no obedece a una re- doblamiento: “un personaje estridentista lación temática con referentes materiales no es autónomo, no es ni siquiera un per- (aunque así lo parecen), sino que su rela- sonaje a menos que nosotros también lo ción ofrece la posibilidad de estructu- seamos” y, en los autorretratos, el autor es rar relatos que problematizan nuestra narrador y es personaje, y en ninguno de noción de tiempo, de narración, de iden- ambos asoma la idea realista del “reflejo”, tidad, de sujeto, de espacio, de objetivi- no obstante la relación con los entornos dad y de intención, todos ellos como temporales y espaciales.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 MIRADA CRÍTICA 205 Víctor Díaz Arciniega

La conclusión de Silvia Pappe parece cuando en los años de 1920 todo en todas simple: la estrategia vanguardista es una partes estaba atravesado por una idea de propuesta estética de y para mirar la rea- construir la urbe del porvenir que sólo se lidad y ética para comprenderla. “Los estri- concebía como moderna. Por lo tanto, será dentistas no describen una ciudad para en la mirada y en la traza de sus perspec- que la gente la conozca, sino que escriben tivas en donde podamos identificar el va- en torno a las posibilidades, el potencial lor, sentido y significado de la vanguardia de lo urbano para que la gente que vive estridentista, cuyos referentes debemos en alguna ciudad, se vea a sí misma en esa buscar no en una realidad positiva, sino ciudad”. El deseo/la imaginación es la ma- en una imaginada, deseada. nera como el lector concibe y vive esa ciu- dad, la suya que hace propia dentro de una marca indeleble de modernidad di- Víctor Díaz Arciniega ferente a las otras modernidades, más Departamento de Humanidades, UAM-A

206 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 MIRADA CRÍTICA JUÁREZ Y LA CARICATURA

“Si Juárez no hubiera muerto”, dice Pero ése no es el rostro que vieron sus el danzón, hoy cumpliría tan solo doscien- contemporáneos. Juárez, el impasible, fue tos años. Juárez, el “apóstol e invicto pala- duramente criticado por los caricaturistas dín”, como nos hacían cantar en la prima- contemporáneos, entre otras cosas, por dos ria, es uno de los grandes personajes de motivos: la expropiación de los bienes de nuestra historia y es, quizá, uno de los más la Iglesia y la reelección que tuvo en 1870, mitificados, enmascarados, encerrados en apenas dos años antes de morir. El mito una caja que no permite visualizar su reali- juarista nos muestra a un hombre que do- dad. A Juárez lo hemos conocido a través blegó a “las fuerzas oscuras”: a los conser- de una imagen pétrea, con una seriedad vadores que tenían al país en vilo, a una impactante, como un icono fácilmente Iglesia reaccionaria que impedía el avance reconocible. económico, político y social de nuestro La imagen que todos los mexicanos con- país; pero además, los hombres de la re- servamos es aquella que retrató el pintor forma derrotaron al gobierno monárqui- José Escudero y Espronceda en 1870. Con co de Maximiliano. Juárez, ni qué decir, esas mismas facciones, Francisco Toledo, es uno de los forjadores del nacionalis- el gran pintor juchiteco, se puso a jugar y mo mexicano. lo pintó de diversas formas, pero siempre Juárez creyó y permitió la libertad de con ese rostro enjuto, con esa cara de se- prensa y, por tanto, refrendó su compromi- riedad, con ese peinado engominado. Ésa so con la libre circulación de ideas y la crí- es la imagen que Porfirio Díaz nos legó al tica de sus contemporáneos. A diferencia convertirla en piedra, al mandar erigir el de él, Porfirio Díaz, el gran represor, y los Hemiciclo que hoy luce en la parte prin- subsecuentes gobiernos autoritarios ema- cipal de la Alameda Central, en avenida nados de la revolución, lo convirtieron en Juárez, en el mismo sitio donde se hallaba piedra y nunca nos han mostrado la visión el kiosco morisco que hoy se encuentra de sus contemporáneos. Pero la revalo- en la Alameda de Santa María la Ribera, y ración de la caricatura y su uso como una que fue mudo testigo de un atentado al herramienta de la historia, nos permiten dictador en 1897. revisar ese momento, que es también un

[207] AGUSTÍN SÁNCHEZ GONZÁLEZ homenaje al hombre que luchó por la auge del presidencialismo mexicano, pa- libertad. ra darse cuenta que hubo mayor libertad Las caricaturas a Benito Juárez fueron de expresión en aquella época. Más aún: realizadas por grandes artistas como Cons- en el propio porfirismo hubo más pu- tantino Escalante, Santiago Hernández, blicaciones de humor que en el periodo José María Villasana y Jesús Alamilla. Cada de auge del sistema político mexicano uno de ellos criticó diversos aspectos de la generado por el Partido Revolucionario política juarista; por ejemplo, es probable Institucional (PRI). que el origen de la denominación de “gri- La obra de esos caricaturistas decimo- llos” que se da a los políticos provenga de nónicos, quienes realizaron estupendas una caricatura de Alamilla donde muestra litografías, muestra una manera distinta de a Juárez representado como dicho insec- ver la historia, sin trampa, sin demagogia, to. Otra caricatura, terriblemente crítica, aunque, hay que decirlo, muchos de esos es la de Hernández, que es un cuadro de cartones sólo son perceptibles con un dos vistas: una de ellas lleva, de un lado, conocimiento de la historia del momento el siguiente pie: “La reelección como la y requiere de un excesivo y minucioso co- pintan los juaristas” (que es un rostro de nocimiento de ese momento. Juárez); y volteando de cabeza la imagen Cabe señalar, pues, que las caricaturas dice: “La reelección tal como es” (que es realizadas por aquellos artistas liberales un borrego).1 muestran, también, otros aspectos: la crí- A través de publicaciones como La Or- tica política, disidencia política, o apoyo questa, El Padre Cobos, La Sombra, La Cu- crítico, sin una posición dogmática, que caracha, El Buscapié, La Tarántula, El Boqui- ayudó sin duda al desarrollo de la socie- flojo, o La Madre Celestina, es factible ver dad mexicana a pesar de los más de treinta otras imágenes ajenas a la visión tradicional años de dictadura. El florecimiento de la que tenemos de Juárez quienes fuimos cultura en el conformó un valioso educados bajo la memoria histórica del vie- grupo de intelectuales y artistas que fueron jo nacionalismo revolucionario, incapaz de artífices del nacionalismo cultural en México. cuestionar mínimamente el presidencialis- Hay que mirar a los personajes históricos mo y la heroicidad pétrea del benemérito. como eran: de carne y hueso, sin caer en Es curioso mirar la lista de publicaciones la mitificación; afortunadamente ésta se ha existentes en la época de Juárez, así co- ido desmoronando. En la medida en que mo las caricaturas que le hicieron, y com- se observe y estudie a las figuras históri- pararla con el número de publicaciones cas más cercanas a la realidad, serán mejor existentes de 1929 a 1968,2 periodo de valoradas. Por ello resultó gratificante que en 1996, en la propia ciudad de , se realizara una exposición llamada “La ca- 1 Ésta es la imagen de la portada del Calendario conmemorativo 2006, publicado por Carlos Sánchez ricatura en la época de Benito Juárez”, y Silva y Héctor Cuauhtémoc Hernández Silva en el don Luis González escribiera en su presen- festejo bicentenario. tación, a propósito de la en ese entonces 2 Agustín Sánchez, Diccionario biográfico ilus- directora del Instituto de Artes Gráficas de trado de la caricatura mexicana, recoge el nombre de 45 publicaciones de humor entre 1859 y 1868; cien años después, apenas habían 11.

208 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 MIRADA CRÍTICA JUÁREZ Y LA CARICATURA

Oaxaca, Isabel Grañén: “Que Dios la per- caricatura, sin duda, ayudará en este pro- done por su audacia como historiadora”. ceso de conformación de la nueva historia. Porque, en efecto, para renovar los estudios históricos, hace falta audacia; la Agustín Sánchez González CENIDIAP-INBA

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 MIRADA CRÍTICA 209 210 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 MIRADA CRÍTICA BENITO JUÁREZ, DOCUMENTOS, DISCURSOS Y CORRESPONDENCIA*

E s bien sabido que entre los temas que [En una segunda acepción, libro es aquella] más obsesionaban al gran escritor argentino Obra científica o literaria de bastante Jorge Luis Borges estaban las bibliotecas y extensión para formar un volumen, que los laberintos. Unas y otros aparecen de puede aparecer impresa o en otro sopor- manera reiterada en sus escritos. La biblio- te.” Esta última acotación, la de que una teca es, en sí misma, un laberinto. Es el obra “puede aparecer impresa o en otro vasto recinto que trata de encerrar entre soporte” fue introducida por la Academia sus paredes, acaso inútilmente, el conjunto en la vigésimo segunda edición de su Dic- total del saber humano. Las bibliotecas se cionario, editada en 2001. La edición ante- componen de libros y cada uno de ellos rior, de 1992, no contemplaba todavía esta es, por su parte, un laberinto, un espejo posibilidad. Es evidente que algo en rela- que refleja la infatigable sed humana de ción con los libros ha comenzado a cambiar. crear, comunicar, debatir, convencer, in- A los bibliómanos nos gusta sentir el libro terpretar el mundo. entre las manos, acariciar sus hojas, pa- Pero ¿qué es un libro? El diccionario de sarlas de atrás para adelante, de adelante la Real Academia Española indica que la hacia atrás, mirar sus portadas y sus imá- palabra proviene del latín, liber, libri.) y genes (cuando las tiene), aspirar su olor y, define, en una primera acepción, al “Con- sobre todo, enfrascarnos horas y horas en junto de muchas hojas de papel, vitela, la tarea de descifrar su contenido. De un etcétera, ordinariamente impresas, que se conjunto limitado de caracteres alfanumé- han cosido o encuadernado juntas con cu- ricos brota un universo entero. bierta de papel, cartón, pergamino u otra Ahora, en lugar de 15 volúmenes de piel, etcétera, y que forman un volumen. más de mil hojas cada uno, que ocupan con sus lomos anaranjados poco más de sesenta centímetros de nuestro librero fa- * Obra compilada por Jorge L. Tamayo, edición vorito, tenemos esta cajita de menos de digital en CD coordinada por Héctor Cuauhtémoc cuatro milímetros de espesor que res- Hernández Silva (2006) México, UAM Azcapotzalco. guarda un disco de un milímetro de espe- Con otras cinco ediciones especiales para Oaxaca, Michoacán, San Luis Potosí, Gobierno del Distrito sor, 11.9 centímetros de diámetro. La Federal y Zapopan, Jalisco. información que resguardan esos quince

[211] ERNESTO ARÉCHIGA CÓRDOBA volúmenes y este disco es la misma. Los y anunciaba su intención de hacer de Juá- bibliófilos tendremos que resignarnos y rez no un monumento nacional, sino un aceptar este salto de la tecnología. Hay otra pensador vigente, un auténtico guía para cosa más importante aún: la posibilidad la acción de México y de los mexicanos de la reproducción. Ignoro la proporción, por entero. La misma intención, pero pero sé que es infinitamente más barato ampliada, tuvo el magno esfuerzo de edi- editar un disco que quince volúmenes. Tal tar Benito Juárez. Documentos, discursos vez sea más ecológico. Sobre todo, y esto y correspondencia, cuyos 15 volúmenes es lo más importante que hay que atender se publicaron entre 1964 y 1970. Aunque aquí, se tiene la oportunidad de hacer que siempre es de admirarse el trabajo de los libros lleguen a un mayor número de alguien que dedica años a juntar pape- personas, a mucho menor costo, para cum- les de personajes importantes, Tamayo plir con el propósito fundamental de to- llevó al extremo su tarea de disciplina- do libro: ser leído. do compilador. En este caso, un paciente e infatigable Estudió todo lo que encontró en torno estudioso, el ingeniero, el geógrafo, el his- a Juárez, comparó, cotejó documentos que toriador, el disciplinado ¿cómo calificarlo ya habían sido previamente publicados sencillamente?, el erudito Jorge L. Tamayo, con los originales que iba encontrando, auxiliado por familiares y amigos, se en- anotó sus diferencias y, sin emitir juicios, tregó a la monumental tarea de localizar y dejó al lector la tarea de decidir cuál ver- compilar los papeles de Juárez, sus escritos, sión se aproxima mejor y de manera más sus cartas, sus discursos. Fue una labor de fiel al pensamiento juarista. Los documen- años, de décadas, realizada en paralelo tos ordenados cronológicamente son pre- junto a las otras pasiones de Tamayo, la sentados cada uno por Tamayo, quien geografía nacional, la docencia en las más indicó con claridad su procedencia, anotó importantes instituciones educativas del su contenido y lo relacionó con la vida y país, la ingeniería hidráulica, la agricultu- obra de nuestro gran prócer nacional. Ta- ra, el servicio público. Hace setenta años, mayo también discriminó: en esta obra no en octubre de 1936, se graduó de inge- reunió todo lo que encontró de Juárez y niero civil y comenzó su amplia y diversa sobre Juárez, sino lo que consideró indis- carrera profesional. Nacido en 1912 en la pensable. No es poco, como podrá apre- ciudad de Oaxaca, Oaxaca, desde muy ciar cualquiera que revise los quince to- pronto admiró a su paisano Juárez viendo mos o, en este caso, el disco compacto en él no sólo a una figura eminente del que los reúne. pasado nacional, sino sobre todo a una Uno piensa en Juárez como se puede figura que valía la pena imitar en su pasión pensar en otros grandes de nuestra Amé- y su disciplina, cuyo pensamiento era rica, en Bolívar, por ejemplo, que fueron necesario reivindicar dándolo a conocer estadistas, generales, líderes y defensores al público con toda su fuerza y vigencia. implacables de sus naciones. Entre tantas En 1957 publicó el Epistolario de Juárez, tareas que enfrentaban, ¿a qué hora escri- revisado y ampliado en su reedición de bían o dictaban tantas cartas, tantos docu- 1972, donde daba a conocer documentos mentos, tantos discursos que después juaristas poco estudiados hasta entonces, fueron pronunciados? ¿A qué hora comían?

212 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 MIRADA CRÍTICA BENITO JUÁREZ, DOCUMENTOS, DISCURSOS Y CORRESPONDENCIA

¿Dormían? Por eso los tomamos como su pensamiento ampliamente es contri- ejemplos, y rescatamos su pensamiento buir a otro cimiento liberal, la educación porque contiene, me parece, la justa universal, indispensable a los pueblos dimensión de lo que deben ser nuestras libres, a las mujeres y los hombres libres. naciones americanas. Se persigue ese objetivo cuando se re- El neoliberalismo pretende reducir el produce la obra de nuestros padres fun- liberalismo a unas cuantas reglas sobre la dadores. Acaso en un futuro nuestras bi- hipotética y falaz economía de libre mer- bliotecas cambien por completo. Quizá cado. El liberalismo es mucho más que eso, sean virtuales, quizá estén en el no lugar es, para decirlo en pocas palabras, un pen- del ciberespacio, asequibles cada vez más samiento libertario. Nadie mejor que Juá- a un mayor número de gente. Los nostál- rez para enseñárnoslo, para insistir una y gicos bibliómanos echaremos de menos otra vez sobre el irrevocable derecho de nuestros preciados objetos de hojas, pe- los pueblos y de las naciones a su auto- gamento, hilo y cartón. Pero probablemen- determinación, a su vida en libertad y en te estaremos más próximos a la biblioteca justicia igualitaria. total que vislumbró Borges. La reedición de la obra de Benito Juárez Bienvenida sea, pues, esta reedición en cumple a cabalidad con la máxima mar- disco compacto de la obra de Juárez com- tiana: “La historia de América, de los incas pilada con tanta paciencia, con tanto amor a acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque y cuidado por el ilustre ingeniero Jorge L. no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Tamayo. Bienvenida la iniciativa de Héc- Nuestra América es preferible a la Gre- tor Cuauhtémoc Hernández Silva, coor- cia que no es nuestra. Nos es más nece- dinador de la edición digital, así como la saria. Los políticos nacionales han de reem- labor de todo el equipo que se hizo car- plazar a los políticos exóticos. Injértese en go de verter esta gran obra de varios vo- nuestras repúblicas el mundo; pero el lúmenes, a la densidad y ligereza de un tronco ha de ser el de nuestras repúblicas.” disco compacto. Afirmaba también Martí, que “pensar es servir” y que “gobernante, en un pueblo nuevo, quiere decir creador.” Éste es Juárez, pensador, servidor, crea- Ernesto Aréchiga Córdoba dor, tronco de nuestra república. Difundir Universidad Autónoma de la Ciudad de México

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 MIRADA CRÍTICA 213 214 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 MIRADA CRÍTICA SINOPSIS DE LOS ARTÍCULOS

“El liberalismo que no fue de Juárez. de ser subrayados sobre esta primera Las razones de los imperialistas” ocasión: el que llega es un joven en pleno proceso de maduración intelectual y polí- El Segundo Imperio ha sido consagrado por tica, que viene normado por un estoicis- la historiografía liberal tradicional como mo indoblegable y que saldrá robusteci- una especie de paréntesis histórico, un pe- do; un liberalismo radical que avanzará riodo pintoresco, romántico y melodramá- hacia el democratismo revolucionario, y un tico que parecía prestarse más a la trama ansia de completa justicia que resultará de una telenovela que al análisis histórico. acrecentada y solidificada. Esto último se Esta imagen ha sido desmontada por in- estudia en el trabajo, a través de sus ar- vestigaciones recientes. El ensayo de Érika tículos sobre la pena de muerte en Méxi- Pani se inscribe dentro de esta línea: res- co, donde coexistían una Constitución (la cata al imperio como un gobierno mexi- de 1857) de espíritu abolicionista y una cano que persiguió fines similares a los de realidad proclive a las ejecuciones. Martí sus predecesores, considerando que la for- apoyará entusiastamente al gobierno me- ma monárquica los haría más asequibles, xicano, pero no vacilará en atacar la y que enfrentó los mismos obstáculos. Re- política y la práctica pública de privar seña, de forma breve, las razones por las inútilmente de la vida a ciertos reos de cuales un grupo de políticos mexicanos de delitos comunes. larga experiencia vieron en el gobierno del joven Habsburgo un régimen con el que “Juárez y sus hechos en la Guerra podían trabajar. de Reforma (1859-1861)”

“José Martí y la pena de muerte Este trabajo busca fundar ideas más pre- en el México liberal (1875-1876)” cisas acerca de la personalidad histórica de Juárez, para colocar a dicho personaje José Martí sintió un singular vínculo con en su verdadero pedestal, por cierto muy México, que se afianzó más en su prime- por debajo de donde lo han querido si- ra visita a nuestro país durante los años tuar aduladores y panegiristas, no con el 1875-1877. Dos elementos cardinales han objeto único de desmitificar al llamado

[215] Benemérito, sino buscando encontrar en autores como Sygmund Freud, para quien la verdad histórica las razones de nuestro el humor no resigna, sino desafía; Gilles atraso político; pero, sobre todo, tratando Lipovetsky, quien piensa que éste deriva de ubicar el momento en que se inicia hacia la ironía pura que se ejercita a costa nuestra subordinación económica y políti- de las costumbres individuales típicas; y ca al llamado “gigante del norte”. finalmente, Henri Bergson, analista de la risa en relación con los prejuicios de la so- “La división político-administrativa ciedad, nos ayuda a plantear la conside- en Nicaragua a partir de la Constitución ración del humor como una manifestación de 1858. ¿Cambio o continuidad?” humana “de camino entre el arte y la vida”. Una parte de los textos que conforman Las élites nicaragüenses, todavía con una el corpus se tomó del Calendario Cómico visión del Estado estamental hispánico, de José Parra y Álvarez; publicado en 1860, organizaron y reglamentaron la división po- esta selección nos permite conocer y dis- lítica administrativa retomando la reforma frutar un humor decimonónico blanco y borbónica española implementada a fina- hasta un tanto pusilánime, producto del les del siglo XVIII. La nueva instituciona- contexto sociocultural de la época y, por lidad republicana concibió la división de supuesto, relacionado con sus costumbres poderes en su forma, pero no en su fun- y prejuicios sociales; otra, un bolero, y una cionamiento. El estudio de las instituciones letrilla seleccionados de la Musa callejera decimonónicas debe tomar en cuenta no de Guillermo Prieto, nos deja ver también sólo la parte normativa “nacional”, desde la fina ironía con que los escritores hacían un plano horizontal, sino también la co- crítica de algunas de las debilidades de la rrespondiente a la reorganización de los sociedad de su tiempo, para regocijo de territorios, en este caso el departamento; sus lectores; pero también con la finali- es decir, desde una perspectiva vertical; dad de crear conciencia por lo que se tra- de esta forma es posible observar la re- ta, en mayor o menor medida, de un formulación institucional expresada en las humor, aunque a ratos malicioso, con in- cartas magnas nicaragüenses de 1838 tención moralizante. y 1858. “Dos temas en la poética de Rubén Bonifaz Nuño” “Humor y comicidad en la literatura popular del siglo XX mexicano” “¿Qué es nuestra vida más que un breve día?, y entonces, tocados de golpe, com- En este artículo se presenta un análisis de prendemos: sabemos que somos heno, algunos textos literarios populares del si- verduras de las eras, agua para la muerte”. glo XIX mexicano. El aspecto que lo moti- El genio del poeta radica en construir una va es el humor, razón por la cual en la parte frase excepcional que produzca la sensa- introductoria se pone en contexto esta ción de eternidad y espacio trascendente, expresión de la mano con la de comi- a través del lenguaje vulgar y desgastado cidad; así como también con la de la risa, de todos los días. “Dos temas en la poéti- su lógica consecuencia. La revisión de ca de Rubén Bonifaz Nuño” es un acer-

216 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 SINOPSIS camiento a los poemas 24 y 27 del renom- prende una mejor comprensión de las brado poeta y humanista mexicano. Es un relaciones humanas en general. Las obras acercamiento a versos llenos de concien- aquí analizadas pertenecen a corrientes cia acerca de la muerte y del sufrimiento... literarias importantes en su época. En el que paradójicamente enseñan también la caso de Rosario Castellanos, a la Tendencia parte más luminosa de la vida: la libertad, Indigenista; el de Elena Garro, al Realismo el viento, la esperanza. Mágico, dos corrientes literarias privativas de Latinoamérica. Mientras que las autoras “La identidad femenina austriacas aceptan bien la influencia de es- –¿historia de un fracaso?–” cuelas como el Surrealismo y el Pop-Art.

El porqué de este trabajo surge de la “Blanco plata: Rojo fuego. Mutilación inquietud de comparar y analizar la imagen del cuerpo; mutilación de la palabra. de las protagonistas femeninas, plasmada Ensayo comparativo de Farabeuf tanto en la literatura mexicana como en la o la Crónica de un instante austriaca, escrita por mujeres. También ha- y El hipogeo secreto o la Crónica de Polt bía curiosidad por ver si en la comparación de Salvador Elizondo” de textos literarios de países con contextos históricos, sociales, culturales y geográficos Farabeuf o la Crónica de un instante y El tan distintos entre sí podíamos encontrar hipogeo secreto o la Crónica de Polt son similitudes y, en su caso, en qué radicaban dos obras elizondianas que se inscriben en las diferencias. Los textos fueron escritos el marco de los años sesenta. Según este entre 1957 y 2003, y están enmarcados ensayo comparativo, Salvador Elizondo por dos acontecimientos históricos que tie- realiza una “disección” de la escritura, para nen relevancia en todos ellos, es decir la el caso de la primera obra, en tanto que Revolución Mexicana y el Nacionalsocialismo. en la segunda, realiza un ”rompimiento” En el caso de la literatura mexicana se de la misma. Violencia y juego mental me- observa el fenómeno de la búsqueda de tafórico de transposiciones. Continuidad la identidad nacional, una tendencia que y discontinuidad que le permiten al autor igualmente vemos en la literatura austria- obtener una riqueza infinita de combi- ca de los años cincuenta. Cronológica- naciones y alusiones. mente, la posición de la mujer en la socie- En Farabeuf, el acto primordial del re- dad, sus inquietudes y sus posibilidades cuerdo, en El hipogeo secreto, el pensa- van cambiando en las distintas autoras a miento, mismo al que nos sometemos in- lo largo del periodo analizado, pero siem- cesantemente. El lenguaje de Elizondo es pre queda al margen. El campo está idea- un verdadero lenguaje de la poesía hacia lizado en el sentido de que los eventos las fuentes del ser, su venero original. Dos desagradables que sufren las protagonistas obras que reivindican el ocio, el vértigo ocurren en la ciudad. En el caso de los delirante, la simulación, la imitación o la textos austriacos se puede constatar que sátira, que denuncian el absurdo y la ba- el campo y la vida en las aldeas se con- nalidad, invierten valores y jerarquías o ciben, de alguna forma, como laboratorio sugieren formas de vida, alternativas. En y microcosmos de cuyo análisis se des- fin, imaginación y realidad que se unen

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 SINOPSIS 217 frente a la posibilidad de la obra: darle “Franz Kafka y el Estado de Indefensión” cuerpo a la poesía y sustancia a las imá- genes. Pureza, blancura, monedas que El presente trabajo es un análisis compa- tintinean, instrumental quirúrgico, fineza rativo de la novela El proceso y el relato y precisión en Farabeuf, frente a la sangre, En la colonia penitenciaria; ambas son el rojo vivo del infierno, las tentaciones y obras de Franz Kafka. Considero aquí que salamandras de El hipogeo secreto: Blanco Kafka utilizó la pluma y el papel como un plata; rojo fuego. verdadero medio de denuncia, a través del cual, sus profecías y metáforas sobre el “El macho como travesti: propuesta para poder del Estado pueden hacerse reales una historia del machismo en Puerto Rico” en la actualidad jurídica mexicana, mos- trándose así, que ámbitos específicos del Partiendo de ideas propuestas por Esther derecho, como el mexicano, necesitan “re- Newton, Marjorie Garber, Judith Butler y humanizarse”; lo cual realmente sería en Ben Sifuentes Jáuregui acerca del fenó- beneficio de todos. El universo kafkiano meno cultural del travestismo, en este podría estár más cerca de lo que supo- trabajo se propone hacer una revisión del nemos. Este trabajo también quiere ayu- machismo como una manifestación de dar a comprender críticamente, las bases aquél. Para develar cómo funciona el ma- actuales del derecho mexicano, que apa- chismo como travestismo se toman ejem- recen, en primer lugar, como un laberíntico plos específicamente del mundo de la procedimentalismo jurídico, y finalmente, literatura puertorriqueña. La obra ensa- parecen haber hecho de la coerción su yística y narrativa de René Marqués, Luis símbolo distintivo. Rafael Sánchez y Manuel Ramos Otero, escritores que de manera tanto directa “Estrategias discursivas de Krauze: como indirecta han tratado el tema, sirve análisis de Biografía del poder” aquí para crear una secuencia o evolución de la presencia del travestismo en el con- Dentro de la vasta historiografía sobre la texto boricua. Revolución Mexicana, la obra de Enrique Se alega que mientras Marqués defiende Krauze, auspiciada por patrocinio oficial, al machismo como forma de atajar el interpreta el forjamiento del Estado mexi- proceso de transculturación, Sánchez y cano a partir de un análisis nada novedoso, Ramos Otero mantienen una posición mu- que versa sobre la actuación del “gran cho más compleja y hasta ambigua acerca hombre” como hacedor de la historia. No de este fenómeno social. Mas los anterio- obstante, la obra de Krauze sí resulta res literatos puertorriqueños coinciden en novedosa en la manera como elabora un su mirada, misma que hace del machismo trabajo de muy amplia divulgación dirigi- en Puerto Rico parte de un complejo fe- da a renovar la imagen de los principales nómeno cultura y político. héroes nacionales. El objetivo de “Estra- tegias discursivas de Krauze: análisis de Biografía del poder” es mostrar el porqué del surgimiento de una reinterpretación de este tipo, en el preciso momento en que

218 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 SINOPSIS se publicaban diversos estudios que inten- ta al historiador y pone en acto su propia taban aportar sobre la misma época historia; planteándose así los límites de (principalmente difundidos en el ámbito toda incursión en el pasado. ¿Hasta qué académico). El análisis sobre el estilo bi- punto es posible recorrerlo sin tergiversar gráfico de Enrique Krauze pretende mos- sus claves? ¿Cuánto podemos entender lo trar cómo es desarrollado un trabajo que sucedido sin interferir con nuestra inter- “refuerza” el discurso oficial a través de una pretación? La historia deja de ser una cer- reinterpretación histórica ya muy gastada, tidumbre, surge el mundo de lo probable pero con lustrosos ropajes nuevos, y que, que no se detiene en una época particular, además, responde a un claro interés co- ya que el poder se ejerce de similar mane- mercial al convertirse en una exitosa obra ra en distintos regímenes. El tránsito del dirigida al gran consumo. historiador, cuando incursiona en el pasa- do, será diverso, de acuerdo con sus “Nombrar la Historia. convicciones, ideología o apetitos, y El cine como instrumento” tornará en protagónicos a ciertos sectores, masas o personas, desplazando hacia otro El artículo analiza una película, El arca ru- papel a los que en ese momento no se sa. La cámara cinematográfica represen- ubiquen en su foco.

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 SINOPSIS 219

COLABORADORES

Érika Pani. Doctora en Historia por El Un Insurreccional en dos épocas (Cuba, Colegio de México y profesora-investi- 2001); Otros pasos del Gobierno Revolu- gadora en el Centro de Investigación y Do- cionario Cubano (Cuba, 2002 y 2003). Por cencia Económicas (CIDE). Su aporte al su obra creadora, que incluye también de- análisis del imperio de Maximiliano ha da- cenas de artículos en diversas publica- do un nuevo sesgo al estudio del liberalis- ciones de Italia, Puerto Rico y Cuba, ha mo mexicano. Sus publicaciones incluyen merecido la Distinción por la Cultura Na- Para mexicanizar el Segundo Imperio: el cional y el Premio Nacional de la Críti- imaginario político de los imperialistas ca Científico-Técnica. (2001), Pasado de usos múltiples. Historia de las historias del Segundo Imperio (2004), Arturo Lomas Maldonado. Profesor-in- y “Ciudadanos, cuerpos, intereses. Los vestigador de tiempo completo en la dilemas de la representación. Estados Universidad Autónoma Metropolitana Unidos-México, 1776-1828”, publicado Unidad Iztapalapa. Profesor de Asignatu- en Historia mexicana (2003), que marca ra en la Universidad Nacional Autónoma su nueva veta de estudio: la representa- de México. Maestro en Historia por la Fa- ción política. cultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Li- cenciado en Economía por la Facultad de Reinaldo Suárez Suárez. Doctor en Cien- Economía de la misma universidad, y pos- cias Jurídicas. Profesor-investigador de tulante al grado de Doctor en Historia por Historia del Estado y del Derecho en la la Facultad de Filosofía y Letras también. Universidad de Oriente (Santiago de Cu- Tiene más de veinticinco artículos publi- ba). Ha impartido conferencias sobre te- cados en revistas especializadas y ha parti- mas relacionados con la historia de Cuba cipado en diversos eventos nacionales e in- y sobre temas jurídicos en universidades e ternacionales en México y en el extranjero. instituciones culturales de Madrid, Valen- cia, Alicante, Barcelona y San Sebastián. Xiomara Avendaño Rojas. Profesora en la Es autor, entre otros, de los siguientes carrera de Historia, en la Facultad de Hu- libros: Cuba y Puerto Rico: a cien años del manidades de la Universidad de El Salva- desastre (Universidad del País Vasco, 1998); dor. Es doctora en Historia por el Colegio

[221] de México. Entre sus publicaciones se baja en el Departamento de Investigación cuentan artículos en diversas revistas inter- de la Escuela Berta von Glümer. nacionales; y en prensa sus libros Elec- ciones indirectas y disputa del poder Christine Hüttinger. Nació en Salzburgo, político en Nicaragua; Managua y Centro- Austria. Estudió Letras Alemanas e Historia américa: entre lo antiguo y lo moderno, en la Universidad de Salzburgo, y el doc- 1810-1838; y El Salvador. Su línea actual torado en Historia por la misma univer- de investigación es la Historia de Centro- sidad. Actualmente se desempeña como américa: ciudadanía y elecciones; Historia profesora-investigadora de tiempo com- regional; Historia de las Relaciones Inter- pleto en el Departamento de Humani- nacionales, y en específico la formación dades de la Universidad Autónoma Me- histórica del oriente salvadoreño: territorio, tropolitana Azcapotzalco. Cuenta con división político-administrativa e identidad. numerosas publicaciones de crítica y tra- ducción literarias. Margarita Alegría de la Colina. Es li- cenciada en Lengua y Literatura Hispáni- Gloria Josephine Hiroko Ito Sugiyama. cas, con estudios de Maestría en Literatura Es profesora titular C del Departamento mexicana. Doctora en Literatura mexicana, de Humanidades de la Universidad Autó- título obtenido con la tesis Historia y reli- noma Metropolitana, Unidad Azcapot- gión en Profecía de Guatimoc de Ignacio zalco. Doctora en Literatura Comparada Rodríguez Galván. Autora de algunos libros por la Universidad de Leipzig. Autora de de texto sobre lectura y redacción, y de diversos artículos que han aparecido en diversos artículos de análisis, crítica litera- revistas como Estudios de Lingüística Apli- ria y asuntos culturales, en diversas revis- cada (ELA) de la UNAM; Reencuentro. tas especializadas y libros colectivos. Análisis de Problemas Universitarios de la UAM-Xochimilco; Tema y Variaciones de Alejandra Herrera. Licenciada en Filosofía Literatura y Fuentes Humanísticas, ambas por la Universidad Nacional Autónoma de de la UAM-Azcapotzalco. México, y pasante de la Maestría en Letras Mexicanas en la misma Institución. Es Efraín Barradas. Doctor en Literatura His- profesora del Departamento de Huma- panoamericana por la Universidad de Prin- nidades de la Universidad Autónoma ceton, Nueva Jersey, y profesor de esa ma- Metropolitana, unidad Azcapotzalco y ha teria y de Estudios Latinoamericanos en la publicado antologías y artículos en revis- Universidad de la Florida, en Gainesville. tas especializadas. Es autor de varios libros y ensayos sobre letras y cultura caribeña, entre los que des- María Luisa Domínguez. Nació en la tacan Para leer en puertorriqueño: acerca- Ciudad de México. Estudió la Licenciatu- miento a la obra de Luis Rafael Sánchez, y ra en Letras Clásicas en la Universidad Na- Partes de un todo: ensayos y notas sobre cional Autónoma de México, donde cultura puertorriqueña en los Estados Uni- posteriormente impartió los cursos de Eti- dos. Pronto aparecerá su nuevo libro, mologías y Literatura. En la actualidad tra- Mente, mirada, mano: acercamientos críti- cos a la obra de Lorenzo Homar.

222 FUENTES HUMANÍSTICAS 33 COLABORADORES Alejandro Nava Tovar. Licenciado en Plata, Argentina. Licenciado en Artes Plás- Derecho por el Departamento de Ciencias ticas por la Universidad Nacional de Tucu- Sociales y Humanidades de la Universidad mán, Argentina. Profesor Superior en Cine- Autónoma Metropolitana, unidad Azca- matografía por la Universidad Nacional de potzalco. Se graduó con la tesina intitula- La Plata, Argentina. Desde 1983 es pro- da El derecho y el poder del Estado en la fesor investigador titular C de tiempo literatura: obras escogidas; asimismo, es completo en la División de Ciencias y Artes autor de artículos varios publicados en inte- para el Diseño de la Unidad Azcapotzalco resantes revistas universitarias ledotadas de la UAM. Pertenece al SNI nivel 1. Es autor por alumnos, tanto de la UAM Azcapotzal- de dos libros, Tata Dios y El acto de crear. co como de la UAM Iztapalapa. Ha publicado diversos artículos, como: “La gran pizarra, la ciudad de la imagen”, en Adrían Montero Palma. Licenciado en Significacâo, Revista Brasileira de Semió- Historia por la ENEP Acatlán, Universidad tica. “El cine latinoamericano”, en Revista Nacional Autónoma de México. Maestro de Occidente, Madrid. “La espacialidad en en Historiografía de México por la UAM la narrativa”, en Fuentes Humanísticas, Azcapotzalco. Profesor de la Maestría en UAM-A. “Grafía y color de las palabras en Historia de México y de la Licenciatura Semejante a los dioses de Sergio Pitol”, en en Ciencias Humanas del Centro Universi- Tema y Variaciones de Literatura. “Cuento tario de Integración Humanística y de His- Mexicano del Siglo XX”, en Espacialidad y toria de la Universidad del Nuevo Mundo. realidad virtual, MM1 un año de Diseñar- te. Ha participado en más de 70 exposi- Nicolás Amoroso Boelcke. Pintor y ciones colectivas y realizado más de 25 realizador cinematográfico. Doctor en Di- muestras individuales, la más reciente en seño en la línea de Nuevas Tecnologías por el 2006, en la Galería Parish de Wa- la Universidad Autónoma Metropolitana, shington, D. C. Ha dirigido cerca de quin- Azcapotzalco. Licenciado en Cinemato- ce películas, documentales y ficción. grafía por la Universidad Nacional de La

FUENTES HUMANÍSTICAS 33 COLABORADORES 223