La alquería de Purchena (, )

Juan Aurelio Pérez Macías* Leonardo Serrano Pichardo

RESUMEN ABSTRACT En este trabajo damos a conocer los resultados de In this work we present the results of the archaeo- la prospección arqueológica realizada en el asenta- logical survey carried out the andalusian settlement miento andalusí de Los Cascos (Chucena, Huelva), of Los Cascos (Chucena, Huelva), that we have iden- que hemos identificado con el despoblado medie- tified with the medieval depopulated village of Pur- val de Purchena. Tras la revisión de la documenta- chena. After the study of the archaeological materials ción bajo-medieval sobre la zona y el estudio de los and the revision of the late-medieval documentation materiales arqueológicos, proponemos que la alque- on the zone, we propose that the muslim alqueria ría musulmana fue repoblada tras el Repartimiento (farmhouse) was populated after the sharing out of de Sevilla y se abandonó definitivamente en el siglo Seville and definitively abandonment in 15th century, XV debido al proceso de señorialización del Aljara- due to the process of implantation of lordships in the fe sevillano. sevillian Aljarafe.

PALABRAS CLAVE: al-Andalus, aldeas, coras, KEY WORDS: al-Andalus, villages, coras, admi- división administrativa. nistrative division.

El suroeste de al-Andalus cuenta por ahora de los aspectos que mejor puede resolverse con escasa información arqueológica, y el cono- con este planteamiento es el de los límites de cimiento de la disposición territorial se ha afron- la Kura de Niebla, pues la identificación y la tado exclusivamente desde la documentación categorización de los asentamientos rurales islá- textual árabe y la toponimia actual. En los últi- micos mediante la prospección extensiva va mos años el Área de Arqueología de la Uni- ofreciendo un cuadro demográfico que supera versidad de Huelva ha dedicado una especial con creces el aporte de la información docu- atención al estudio diacrónico de la configura- mental, y posibilita, incluso, realizar plantea- ción urbana de Niebla (CAMPOS, RODRIGO y mientos de identificación de lugares menciona- GÓMEZ, 1997) y la implantación rural de la ame- dos en las fuentes árabes que hasta el momento lía de esta ciudad (PÉREZ, CAMPOS y GÓMEZ, 2001), no tenían una situación precisa. Son también muy que permite un acercamiento más certero tanto valiosas para estas identificaciones las fuentes cris- a la cronología de algunos monumentos de la tianas bajo-medievales, en las que se recoge ciudad, la mezquita o la muralla los más signifi- documentación sobre los amojonamientos y cativos, como al poblamiento de su alfoz. Uno deslindes de términos, ya que en la mayoría de

* Área de Arqueología. Facultad de Humanidades. Universidad de Huelva.

AyTM 11.1, 2004 7 los casos esos límites se trazan a partir de una Las fuentes árabes mencionan que la cora organización territorial anterior de época anda- estaba dividida en ocho distritos (ROLDÁN CAS- lusí, razón por la cual en las controversias de TRO, 1993a), algunos de ellos de situación des- términos intervienen siempre pobladores mudé- conocida. Sus límites mejor definidos sólo se jares. El territorio, tal como estaba delimitado conocen en la zona occidental, donde el río Gua- en la última etapa de dominio islámico, es una diana (WadiAna) marcaba una frontera natu- fuente de autoridad a la que se recurre con fre- ral con la cora de Uksunuba (Faro, Portugal), cuencia para otorgar una determinada zona a y en la meridional, el océano atlántico (Bahr al- una u otra villa, y estos pleitos pueden ser de Andalus) y las marismas (al-Mara’in). Al norte gran utilidad para que intentemos una aproxi- lindaba con las coras de Sevilla (Isbiliya), en mación más fiel a la división territorial de al-Anda- sus distritos de al-Munastir () lus, conocida en sus líneas maestras, pero con y Qatrasana (), y de Beja (Baya), a la poca proyección de detalle. que pertenecía el distrito de Awrus (). También lindaba a levante con la cora de Sevi- En este trabajo vamos a presentar el asen- lla en sus distritos de al-BaSal, con centro admi- tamiento andalusí de Purchena, en término nistrativo en T.alyata, la vieja ciudad romana de municipal de Chucena (Huelva), y a partir de Tejada la Nueva en Escacena, y al-Barr, donde él esbozaremos los límites de las coras de Sevi- se encontraba la alquería de Mawra (Villa- lla y Niebla. En esta propuesta utilizaremos la manrique de la Condesa), en la frontera con información que nos brindan las fuentes ára- el distrito de al-fiaraf y el castillo de Aznalcá- bes anteriores a la conquista y, sobre todo, las zar (hiSn al-QaSr). cristianas posteriores a ella, porque a nuestro entender ofrecen las claves que permiten dibu- De los ocho distritos los mejor identificados jar unos límites que hasta este momento no son los de Huelva (Awnaba, Wilba), que debía tienen un contorno definido. incorporar también la ciudad de S-haltis-h (Sal- tés), con la que formó un pequeño reino taifa en el siglo XI (BAZZANA y CRESSIER, 1989; GARCÍA PURCHENA Y LOS LÍMITES DE LAS SANJUÁN, 2002), Yabal al- Uyun (Gibraleón), y CORAS DE SEVILLA Y NIEBLA el distrito de la ciudad (iqlim al-madina). F. Rol- dán (1993a) ha señalado otras identificaciones La importancia del enclave urbano de Nie- de los distritos mencionados por al-‘U∂ri, el de bla es de sobra conocida en la bibliografía Wa˘star con la ciudad romana de Ostur, en tér- arqueológica, y arranca desde los inicios del I mino municipal de , marcaría milenio a.C. con relación al relanzamiento la separación con el distrito sevillano de al-BaSal comercial de las relaciones entre la Ría de Huel- y la ciudad de T.alyata, y el de Qirqiya en Car- va y el Bajo Guadalquivir (CAMPOS y GÓMEZ, 1995; taya, en cuya jurisdicción se encontraría la ciu- BELÉN DEAMOS, 1995). Niebla se convirtió en un dad de Labb (). Los distritos orientales que punto intermedio sobre uno de los vados más comunicaban la capital de la cora con las tie- importantes del río Tinto, donde confluían los rras sevillanas no tienen por ahora una ubica- productos mineros del Andévalo. Su entorno ción tan exacta, Barsilyana/Bar∂ilyana/Baryala- de campiña acabará convirtiéndola en uno de na, se ha situado en la Dehesa de Purchena, y los grandes oppida (Ilipla) y posteriormente en Bisinyana y Tarkuna son de difícil ubicación, el el principal municipium romano de la zona. Esta primero de ellos próximo a Barsilyana y el situación de privilegio se acrecentaría en época segundo en el interfluvio Odiel-Piedras. visigoda, momento en el que se convierte en sede episcopal (Elepla), sufragánea de la metro- Es sobre esta parte oriental de la cora de politana de Sevilla, una división territorial de la Niebla, en la que se extendían los distritos de antigüedad tardía que sería aprovechada tras la Barsilyana y Bisinyana, donde se encuentra la conquista musulmana para la formación de una qarya de Purchena, y la que permite definir los extensa Kura con capital en la propia Niebla límites administrativos de la Niebla islámica con (Madina Labla). respecto a la cora de Sevilla. Puede ser de uti-

8 AyTM 11.1, 2004 lidad también el trazado de los caminos que enla- con Alfonso X le facilitaría mantenerse tem- zaban ambas ciudades a lo largo de la Edad poralmente en el poder, a la vez que permitía Media. El camino más antiguo era la calzada al rey castellano ejercer unos derechos para la romana que unía la desembocadura del Gua- futura incorporación de estos territorios. A diana con Hispalis (Ab ostio fluminis Anae…), pesar de esto se desencadenaría un largo con- que desde Niebla tenía estaciones intermedias tencioso entre las coronas portuguesa y cas- en Tejada la Nueva e Itálica antes de llegar a tellana por la posesión de algunas plazas toma- Sevilla por el vado de Alcalá del Río, camino das por los portugueses en la margen izquierda que ha conservado su trazado como Vereda de del Guadiana en el llamado Conflicto del Algar- la Carne (SILLIÉRES, 1981). Fue denominado por be (PÉREZ EMBID, 1975; GONZÁLEZ JIMÉNEZ, 1998). al-‘U∂ri como camino de caravanas (rifaq), y en Es evidente que el Repartimiento de la tierra él T.alyata era una estación intermedia entre de Sevilla antes de la conquista de Niebla, toda- Sevilla y Niebla (GÁLVEZ, 1978). Este mismo autor vía reino vasallo, ofrece posibilidades de deli- describe otro camino que salía de Sevilla por mitación, pues las tierras que se citan en él el Aljarafe y tenía como estaciones las alquerías serían de Sevilla y no de Niebla. de Mawra, Qurta, Tarwayra, y Bar∂ilyana. Sobre la primera conocemos su ubicación en Villa- El propio proceso de señorialización del manrique de la Condesa, denominada después territorio de Niebla en los siglos bajo-medie- de la conquista cristiana como aldea de Muros vales ofrece también algunos indicios seguros. (VALENCIA RODRÍGUEZ, 1988). El territorio de Tras la conquista del reino taifa de Ibn Mahfuz Niebla comenzaría a partir de Bar∂ilyana, pues Niebla permaneció en manos de la corona y corresponde a uno de los distritos de su cora. se convirtió en un extenso concejo. Al poco El camino seguiría por el sur del Aljarafe hasta tiempo, en 1267, se produjo la primera segre- Aznalcázar, donde cruzaría el río Guadiamar gación de Huelva y Gibraleón, que serían villas (Wadi al-Ahmar), Villamanrique, y desde aquí a independientes, y los deslindes entre estos tres Niebla atravesando el distrito de Bar∂ilyana. Las concejos se realizarían con consejo de moros alquerías de Qurta y Tarwayra debían formar sabidores de la tierra y de los términos (ANASA- parte del distrito sevillano de al-Barr. Este cami- GASTI y RODRÍGUEZ, 1984). Niebla mantendría el no se conoce hoy como Padrón de Bollullos, término que había tenido en tiempos de moros, una vereda de carne que se dirige desde Nie- salvo Huelva y Gibraleón. bla a Bollullos Par del Condado, , Pilas, Villamanrique, Aznalcázar, Bormujos, y Sevilla. A fines del siglo XIII los problemas financieros del concejo no serían impedimento para que Si imprecisos son los límites en la zona orien- se iniciara la colonización del despoblado Andé- tal de la cora según las fuentes árabes, la docu- valo (LADERO QUESADA, 1992), Castillejos (Villa- mentación bajo-medieval cristiana del Reino de nueva de Castillejos), Alfayat de la Peña, Villa- Niebla puede ayudarnos a delimitarla. Los acon- nueva de Alfayat (), tecimientos históricos que rodean la conquis- Cabeza de Andévalo, Facanías (Valverde del ta de Niebla por Alfonso X en 1262 (GARCÍA Camino), y Fuentecubierta (). SANJUÁN, 2001), después de la capitulación de Los señoríos jurisdiccionales comienzan sin Sevilla (1248) y su Repartimiento, ofrecen unos embargo a ocupar parte de su territorio, Aya- primeros indicios que merecen comentarse. monte y Lepe pasaron de la Orden de San- Después de la conquista de Sevilla, el tamba- tiago a Alfonso Pérez de Guzmán (1295), y leante reino taifa de Ibn Mahfuz fue útil para al Almirante Pay Arias que Alfonso X frenará las apetencias territo- Cherino. Lo mismo ocurriría a Huelva y Gibra- riales de la corona portuguesa (ROLDÁN CAS- león, esta última concedida a Alfonso de la TRO, 1993b), que había ocupado en 1238 y 1239 Cerda. Ya a comienzos del siglo XIV algunas plazas de la tierra de Niebla en la mar- fue entregado a Alfonso Jofre Tenorio (1329) gen izquierda del río Guadiana ( y y Almonte a Alvar Pérez Guzmán. Los seño- Alfayat de la Peña) con la ayuda de la Orden ríos se extendieron también a Villalba, Beas y de Santiago. La alianza mediante pacto (Sulh) Trigueros, pero serían recuperados más tarde

AyTM 11.1, 2004 9 por el concejo. Finalmente, con el primer rey R. Valencia (1988) ha propuesto que el lími- de la Casa de Trastámara, toda la tierra de te de ambas coras estaría a la altura del Arro- Niebla sería convertida en señorío a favor de yo Alcarayón, pero algunos de los lugares que Juan Alonso de Guzmán en 1368. Este nuevo considera tierra de Sevilla, Manzanilla y Chu- señorío estaba formado por Trigueros, Beas, cena entre ellos, se encuentran a poniente de Rociana, , Lucena, , Alfayat de este río. Purchena estuvo vinculada siempre a la Peña, Alcaría de Juan Pérez (Puebla de Guz- la tierra de Sevilla y, aunque esté cercana a la mán), Calañas, Facanías (), Cora de Niebla, debería pertenecer al distrito el Portichuelo (), y Paimogo (BARRAN- de Tejada (al-BaSal), porque en época bajo- TES MALDONADO, 1857). medieval seguía perteneciendo al Campo de Tejada. Si nuestra propuesta es correcta habría Todo este proceso que acaba en la forma- que llevar el límite de ambas coras más a ponien- ción del Condado de Niebla aparecen marca- te, hacia lo que hoy son los términos munici- dos los límites de esta tierra de Niebla, Aya- pales de Villalba del Alcor y Bollullos Par del monte y el Guadiana en el Oeste, Cabezas Condado, y esas coordenadas las recorre el Rubias (Fuentecubierta) y Cabeza de Andéva- Arroyo del Algarbe, que en la documentación lo en el Norte, y Almonte, La Palma y Villalba castellana del Repartimiento aparece como el al Este. En el interior quedaban algunas villas río de Ibn Mahfuz, la línea de separación del importantes, Huelva, Saltés, , Gibrale- Reino de Sevilla y del Reino de Niebla, “...commo ón, Palos, y Moguer. En el sector que más nos parte con el barrio que dicen Villimaçela, e commo interesa, el de la unión con la tierra de Sevilla, parte con Pilas, e commo parte con Chiellas, e el límite sería La Palma y Villalba. Otras pobla- commo parte Guadiamar con el arenal de Bray- ciones cercanas que hoy forman parte de la pro- nas fasta Guadiamar el atalaya de Marte de vincia de Huelva (Chucena, Manzanilla e Hino- Mures fasta el rio de Abenmafon, como el Algar- jos) quedaban fuera de esos límites y eran tierra be con Sacarina, e dióles el barrio que dicen de Sevilla, tal como queda reflejado en el Repar- Hacad Algeme..” (GONZÁLEZ, 1951: II, 262). timiento de Sevilla (GONZÁLEZ, 1951). El denso poblamiento de aldeas que jalo- El Repartimiento de Sevilla no incorpora al naban los campos en el camino de Sevilla a Nie- mismo las tierras de Niebla, y cuando lo hace bla, descrito por al-‘U∂ri y al-Himyari, ha que- deja bien claro que es una donación con efec- dado fosilizado en la toponimia actual en una to tras su futura conquista. Así sucede, por serie de villas, haciendas y dehesas, algunas de ejemplo, en el caso en el que Alfonso X con- ellas recogidas en el Repartimiento de Sevilla. firma a la Orden de Santiago la cesión que Fer- J. González (1951) ya identificó muchas de estas nando III le hiciera de las villas de Montemolín alquerías repobladas con topónimos actuales, y Moguer a cambio de Cantillana en 1253, Bulchena (Dehesa de Purchena, Villalba del “…Do e otorgo a uso don Pelay Pérez, maestro Alcor), Chucena (Chucena), Alcalá de Tejada de la caballería de la Orden de Santiago, et a todos (Hacienda de Alcala de la Alameda, Chucena), los frayres dessa misma Orden, los qyue agora et Benafic (Camino de Benafique, Villalba del Alcor), los que serán adelante, et a todos uestros suce- Machanilla/Mançaniella (Manzanilla), Lapiçar sores, Montemolín et Moguer, alcaría de Niebla, (Castillo del Alpizar, ), Ontu- quando la yo ouire por heredad para siempre…” gena (Tujena, Paterna del Campo), Paterna (GONZÁLEZ JIMÉNEZ, 1991: 34-36). Fabula (Paterna del Campo), Escacena (Esca- cena del Campo), Bardajena (Barbacena, Esca- La alquería de Purchena quedaba fuera de cena del Campo), Onuius (Hinojos), Carran- estos límites y se abandona definitivamente a chena (Dehesa de Garruchena, Hinojos), comienzos del siglo XVI. A consecuencia del Espechilla (Dehesa de Espechilla, Huévar del proceso de señorialización del aljarafe sevi- Aljarafe), Leyrena (Dehesa de Lerena, Huévar llano, pasaría a formar parte, como otras del Aljarafe), etc. A estas podrían añadirse otras, alquerías cercanas, del Marquesado de Alca- como Gelorauz, que puede encontrarse en el lá de la Alameda. Coto de Gelo (Hinojos), que no hay que con-

10 AyTM 11.1, 2004 fundir con la aldea de Gelos (Aznalcázar). Los Alcor radica en que el término de la alquería nombres de lugar también ofrecen topónimos se dividió en dos mitades. Una, dentro de Chu- relacionados con el repartimiento, como Cor- cena y donde se encontraba la alquería de Pur- tijo Posturas (Huévar del Aljarafe) y Las Pos- chena, pasó al Conde Cifuentes y acabaría incor- turas (Hinojos). porándose, como veremos más adelante, al Marquesado de Alcalá de la Alameda, per- Resulta sugestivo poder averiguar el nom- diéndose desde entonces su nombre. La otra bre de esta alquería musulmana, y para ello mitad era del Conde de Miranda y es la que contamos con un buen paralelo en otro topó- ha conservado su nombre hasta la actualidad. nimo idéntico, la Purchena de Almería, que Este proceso es el que vamos a intentar expli- pertenecía a la Cora de Jaén, cuyo nombre, que car en las líneas que siguen. a veces se confunde con Pechina, era Bursana (VALLVÉ BERMEJO, 1986). F. Roldán (1993a) ha La conquista del Aljarafe corrió a cargo de querido identificar el distrito iliplense de Bar- la Orden de Santiago y de su maestre Pelay dilyana con Purchena, identificación que no cre- Correa, previa a la toma de Sevilla. Después emos posible por las razones que hemos de la capitulación de Sevilla, el repartimiento expuesto, pero en su recopilación recoge de del Aljarafe se hizo a partir de sus cabeceras, Ibn Abbar el nombre de una alquería de occi- Aznalfarache, Aznalcázar, Sanlúcar la Mayor, y dente de al-Andalus de nombre Buryana, de Tejada. En opinión de J. González (1951) lo donde eran oriundos los Banu Milhan. Si aten- más probable es que Tejada se entregara por demos al origen del nombre de la Purchena capitulación, y en ella y en sus alquerías asen- de Almería éste podría ser el nombre de esta taría el rey a almocadenes y almogávares. Parte alquería, pero no tenemos una mejor precisión de la población musulmana permanecería, y geográfica de las fuentes árabes sobre esta esto explicaría que a comienzos de su reinado alquería de Buryana. Su relación con los Banu Alfonso X se comprometiera con el rey de Milhan entra en el marco de los característicos Tejada a una compensación tras la expulsión asentamientos clánicos en al-Andalus (GUICHARD, de la población musulmana. Para resarcirlo le 1998), del que se conocen otros ejemplos en concedió la heredad de Calentín, que compró el Aljarafe, como la qaryat Hawzan y la qaryat a Orti Ortiz Calderón, a quien le había corres- al-Bihriyyin (BOSCH VILÁ, 1984). No es descabe- pondido en el repartimiento, y a cambio con- llado proponer por esto una evolución del cedió a éste otra en Alcalá de Tejada, “...A Orti topónimo en los siguientes términos, Buryana- Ruiz Calderon, Alcalá que es aldea de Tejada en Bulchena-Purchena. cambio por Calentín...” (GONZÁLEZ ,1951: II, 232).

Gracias a los libros de repartimiento cono- CONQUISTA Y REPOBLACIÓN cemos algunas alquerías de Tejada, cuyos lími- DEL CAMPO DE TEJADA tes se extendían hasta Onuius (Hinojos), que formaba ya parte de Aznalcázar. Entre los dona- El fracaso de la repoblación en tierras del díos mayores se citan los heredamientos de Aljarafe sevillano tuvo como consecuencia la Fernán Ruiz de Castro en Villanoua de Ano- señorialización de esta zona en el siglo XV a gaychet, a la que llamaría por ello Castro, de manos de la pequeña nobleza sevillana de fun- don Rodrigo Frólaz en Calabana, y del arzo- cionarios reales y concejiles, algunos conversos, bispo de Santiago en Yungar. como Fernández Marmolejo (GARCÍA FERNÁNDEZ, 1989). A distintos miembros de sus mesnadas y monasterios otorgó también heredamientos en En un principio el término de la alquería de otras alquerías de Tejada, Espechilla, Lapiçar a Purchena se extendería por los actuales términos Fernán Pérez de Pinna, Bulules, Gençena, a la municipales de Chucena y Villalba del Alcor. La que cambiaría el nombre por Villa Hermanos, razón de que el topónimo de Dehesa de Pur- Biçena, llamada por el rey Lobera, Gelo Rauz, chena se haya conservado sólo en Villalba del donde dio heredamientos a portugueses y cam-

AyTM 11.1, 2004 11 bio por ello su nombre por Portogalesa, y Bul- La hacienda de Alcalá, muy cercana a Chu- chena, que fue dada a los caballeros del rey cena, conocida también como Alcalá de Teja- Alfonso y la llamó Ballesteros. da, se otorgó a Rui Sánchez en 1268, “…por gran saber que avemos de fazer bien e merced Un almocadén con sus almogávares here- a uso don Rui Sánchez, nuestro uasallo, damos daron también en Gelorauz, pero después trocó uos Alcalá, alcaría del Aljarafe de Sevilla, que en estas posesiones por otras en Hinojos. Jefes de tiempo de moros se dezien Machar Palmet, con la hueste (adalides) estableció en la alquería de todo su heredamiento de tierra para pan, e de Xanis y en Caranchena almogaváres de a caba- vinhas, et olivar, e lo al que y á, segund lo amo- llo. Esta última alquería marcaba el límite con jonó por nuestro mandado Gonzalo Veseinte, nues- Niebla, “…Caranchena, que yacie en contienda tro alcalde...” (SÁNCHEZ FRANCO, 1975: 25; entre el término de Seuilla e de Niebla, e tomó- GONZÁLEZ JIMENEZ, 1991: 374). El término machar la el rey por término de Seuilla, e dióla a estos evidencia que junto a las alquerías había tam- almogávares de cavallo…” (GONZÁLEZ, 1951, II: bién otras formas de explotación en haciendas 106). También habría repartos a almocadenes y cortijos (OLIVER ASÍN, 1945). y almogávares en Mançaniella y Benafic. Las alquerías de Pucherna, Alcalá de Tejada A los pobladores de Sevilla repartió here- y Chucena, tierra de realengo de Sevilla, aca- dades en Tejada, y entre ellas se citan Petroni- barían por formar el corazón del marquesado la, Ontugena y Machanilla. de Alcalá de la Alameda en una complicada sucesión de concesiones, confirmaciones y ven- A Tejada la convirtió en Cillero Real y le dio tas. Ya con la dinastía Trastámara, en tiempos heredades en Sufre, Muçina, Escacena, Castilla de Enrique II, se concede la villa de Chucena a Abençameit, Cocaena, Sietfio, Paterna Fabula, y Johan Martínez Barrasa, “… nuestro vasallo e Bilbiana, para que fueran repartidas entre los nuestro alcalde mayor en la mui noble ciudad de “caballeros pobladores” y peones. Sevilla…que aiades de aquí adelante todo el seño- río real con su justo mero e misto imperio e jus- La documentación medieval cristiana tam- ticia e jurisdicción civil e criminal que nos habe- bién recoge el proceso seguido en la seño- mos e nos pertenece haver en el nuestro lugar que rialización de este sector. En 1253 Alfonso X dizen Chucena e en todo su término…” (SÁNCHEZ concede al Monasterio de Iranzo unas casas FRANCO, 1975: 32-33). Y en 1489 los Reyes Cató- en Sevilla, en la collación de San Vicente, licos confirman a Payo de Ribera el privilegio heredad de pan en Chucena, y viñas y oliva- concedido por Enrique II a Juan Martínez Barra- res en Alaquaz, “…en la muy noble çiudat de sa sobre Chucena, “...Nos vos mandamos que Seuilla dióles muy grant cumplimiento de casas libreys e paseys nuestra carta de confirmación de et de grandes plaças en la collaçión de Sant un traslado de privilegio que por parte de Payo de Vicent, que es en la çapatería de la una part Ribera vos será mostrado que fue dado e conce- et de la otra part teniendo al muro de la uilla. dido por el señor Rey don Enrique... sobre el lugar Heredóles en tierra llana para que labrasen pan de Chucena…” (SÁNCHEZ FRANCO, 1975: 37-38). en Chucena, et de dí, por les fazer más meio- ría et más gracia dióles muchas vinhas et muchos En 1387 Alcalá de Tejada había pasado de olivares en la uilla que dizen Aloquaz, que es V Rui Sánchez al converso Alfonso Fernández leguas de Seuilla. Et sobre todo esto tuuieron Marmolejo por privilegio de Juan I, “…cono- los de Yranço ell alquería que dio el rey a don ciendo a vos, Alfonso Fernández de Marmolejo, Gonçalvo Ybaynez de Baztán, que dizen Bar- veinticuatro de la muy noble Ciudad de Sevilla... dajena…” (GONZÁLEZ, 1951: 321; GONZÁLEZ tenemos por bien e es nuestra merced que haya- JIMÉNEZ, 1991: 105). En 1312 se conserva la des e tengades de nos por merced de aquí ade- noticia de la donación de una viña que rea- lante para siempre jamás veinte vecinos escusa- lizan dos racioneros de la Catedral de Sevi- dos e los hayades en el nuestro lugar e heredad lla en Chucena a favor de doña Elvira de Alcalá de Rui Sánchez…” (SÁNCHEZ FRAN- (GONZÁLEZ, 1951: 373). CO, 1975: 30; ORTIZ DE ZÚÑIGA, 1795).

12 AyTM 11.1, 2004 Purchena también seguiría los mismos pasos la mitad de la heredad de Purchena, que junto a y en 1399 era propiedad de Juan Martínez ella e a su término…” (SÁNCHEZ FRANCO, 1975: Monreal, “…Purchena, lugar de Johan Martínez 41-42). Cuando D. Pedro Portocarrero compra Monreal, tiene de mi merced que no paguen la mitad de la Dehesa de Purchena para incor- monedas veynte vesinos del dicho lugar…” porarla al Mayorazgo de Chucena “...avía tierras (GONZÁLEZ JIMÉNEZ, 1993: 16 y 97). de pan sembrar y alcornoques y tierras de her- vaje y una iglesia y ciertos solares y casas caídas, En 1380 Juan I concedió Palos, Villalba del con sus aguas y abrevaderos y pastos y prados y Alcor, La Palma, y la heredad de Torralba a exidos y montes…” (SÁNCHEZ FRANCO, 1975: Alvar Pérez de Guzmán. Al morir su mujer, Elvi- 100). Esta descripción nos muestra a la alque- ra de Ayala, el patrimonio se dividió entre sus ría semidespoblada, y sabemos que desde 1473 hijas Isabel y Juana. Entre los bienes de la heren- se nombra ya un solo alcalde de los dos que cia aparece la dehesa de Purchena, pero igno- generalmente forman la estructura de gobier- ramos como había pasado de Juan Martínez no de estas pequeñas villas (COLLANTES DE Monreal a la familia de Alvar Pérez de Guzmán. TERÁN, 1976: 51). En el padrón de 1534 figura ya como despoblado (DOMÍNGUEZ ORTIZ, 1977). Isabel se casaría con Pedro de Stúñiga y su Alcalá, llamada ahora de Juana d’Orta, viuda de herencia sería para sus hijos, en especial Diego, Alfonso Fernández Marmolejo, se uniría al Mayo- primer Conde de Miranda, que heredaría la razgo de Chucena en 1522, tras haber com- mitad de la dehesa de Purchena (LADERO QUE- prado los Portocarrero sus partes a los here- SADA, 1977:62). deros de Pedro Fernández Marmolejo.

Juana se casaría con Juan Rodríguez Casta- La crisis poblacional de Purchena a lo largo ñeda, y a su muerte las hijas del matrimonio, del siglo XV se encuentra bien reflejada en las Isabel y Francisca, heredaron su patrimonio. A contribuciones a los servicios de Cortes otor- Isabel, mujer de Alfonso de Silva, Conde de gados a Enrique IV para la Guerra de Grana- Cifuentes, le correspondería entre otros luga- da entre los años 1455 y 1470, en los que res la villa de Palos y la otra mitad de la Dehe- aporta cantidades entre 525 mrs y 850 mrs, sa de Purchena, y a Francisca la villa de La mientras Chucena lo hace con 2310 y 3696 mrs Palma y el castillo de Alpizar. La mitad de la (GARCÍA FERNÁNDEZ, 1993). Este índice se repi- Dehesa de Purchena de Isabel Castañeda sería te en la contribución que se realiza a los gas- enajenada por los herederos a Fernán Arias tos de los Reyes Católicos en la Guerra de Navarro y a su mujer Juana de Mendoza, y más Sucesión contra el rey de Portugal, en los que tarde Gonzalo de Saavedra, su sucesor, la vende contrastan los 1848 mrs de Purchena y los a Pedro Portocarrero, señor de Moguer y Alcal- 8120 mrs de Chucena (GARCÍA FERNÁNDEZ, de mayor de la ciudad de Sevilla (BORRERO 1993: 92) FERNÁNDEZ, 1983: 51). Felipe II nombró Márques de Alcalá de la Tan sólo algunos años más tarde, en 1496, Alameda a D. Pedro López Portocarrero en Rodrigo de Orellana vendió a D. Pedro Porto- 1574, y en 1597 agregan a este marquesado carrero la mitad de Chucena con todos sus el cortijo y castillo de Alpizar. Cuando en el siglo términos, y en 1511 Gonzalo Mariño, hijo de XVII Doña María Luisa Portocarrero casa con Payo de Ribera, vendió a D. Pedro Portoca- D. Antonio Luis de la Cerda, el Marquesado rrero la otra mitad del lugar y heredamiento de Alcalá de la Alameda acaba formando parte de Chucena. En 1498, tras resolver algunos pro- finalmente de las posesiones de la Casa de blemas con otros herederos de Payo Ribera, D. Medinacelli (SÁNCHEZ FRANCO, 1975). Pedro Portocarrero instituyó un Mayorazgo para su hijo D. Garci López Pacheco, “…y esta- Purchena es así un buen exponente de cómo blecemos un Mayorazgo perpetuo, irrevocable e la repoblación castellana intentó mantener la indivisible para siempre jamás de los bienes siguien- estructura demográfica de una zona densa- tes, conviene a saber, de la villa de Chucena e de mente poblada y explotada en época islámica.

AyTM 11.1, 2004 13 Pero en el siglo XIV las nuevas de las relacio- abandonada por la crisis demográfica de la nes sociales que impuso la señorialización del segunda mitad del siglo XV, su nombre se ha territorio, hicieron cambiar este modelo de conservado porque su término entraría a for- explotación sobre la base de pequeñas aldeas mar parte del proceso de señorialización del por otro en el predominaba la concentración Aljarafe sevillano a partir de esa fecha. de la propiedad en manos de la nobleza sevi- llana, lo que acabaría provocando definitiva- La dispersión de material arqueológico en mente la desaparición de las antiguas estruc- el asentamiento ocupa una extensión de 25.000 turas de producción islámicas y despoblando metros cuadrados, y a pesar de que la exten- muchas de estas alquerías. sión original haya podido ser ampliada con el arrastre de materiales por la roturación, está indicando que la categoría jurídica de esta pobla- LA ALQUERÍA DE PURCHENA ción debía corresponder a una pequeña aldea, tal como se mantuvo en los dos siglos siguien- Aunque el nombre de Purchena perdura tes al repartimiento de la tierra de Sevilla. La en el topónimo de Dehesa de Purchena, en tér- baja densidad de cerámicas bajo-medievales y mino municipal de Villalba del Alcor, la alque- modernas también puede ser utilizada como un ría de Purchena se encuentra situada en tér- índice del fracaso de su repoblación, que aca- mino municipal de Chucena, al suroeste del baría precipitando su abandono definitivo a casco urbano, en el lugar conocido como Los favor de una alquería cercana, la de Chucena, Cascos (Figura 1), un nombre relacionado con destino final de una tercera alquería de la zona, la abundancia de material arqueológico en super- la de Alcalá de Tejada, llamada más tarde Alca- ficie. Su nombre ha perdurado en el nombre lá de la Alameda, en la que el material islámi- de una calle de esta localidad, la calle de Pur- co es poco frecuente y en la que predominan chena, que en realidad es una parte del Cami- las cerámicas sevillanas de los siglos XV y XVI. no de Almonte, que con origen en las maris- mas almonteñas se dirige a Tejada la Nueva tras La cerámica islámica de Purchena puede pasar por Purchena y Chucena. La situación de dividirse en cerámica de mesa, en la que des- la alquería se ha conservado también en la tacan los ataifores y jarras, de cocina, con mar- memoria oral de la gente de Chucena y en esta mitas y cazuelas, de almacenamiento, tinajas y calle, que era la salida hacia ella (FRANCO orzas, y de uso múltiple, alcadafes. SÁNCHEZ, 2002). Dentro del grupo de los ataifores se dis- En los Cascos, donde se ubicó la alquería tinguen tres tipos: de Purchena, abunda el material constructivo en superficie, y el registro incluye cerámicas de – Ataifor en forma de casquete esférico con época romana, en especial Sigillatas Hispanas y el borde ligeramente saliente (Figura 2: 1 a Africanas, cerámicas islámicas, que vamos a pre- 4) . Es el tipo más numeroso y llevan cubier- sentar en este trabajo, y, en minoría, cerámicas ta vítrea transparante. Las pastas son blan- modernas del tipo Azul lineal sobre Blanco quecinas o rojizas con lo que el vidriado (Yayal Blue on White). La cerámica medieval adquiere tonos melados o amarillentos según es la más abundante y nos informa de que esta los casos. No se ha conservado ningún ejem- etapa fue la de mayor desarrollo demográfico plar en el que pueda identificarse el solero, del asentamiento, pero el resto de los mate- pero los fondos con esta cubierta vítrea, que riales nos indican que la alquería islámica se seguramente corresponden a la forma atai- originó a partir de los restos de una villa rús- for (Figura 2: 7, 8, 9, 10, 12 y 13), son anu- tica romana y que perduró por lo menos hasta lares de sección rectangular o trapezoidal. los comienzos del siglo XVI. El rastreo que Uno de los fondos está decorado con una hemos efectuado en las fuentes bajo-medieva- serie de motivos en negro (manganeso) bajo les sobre la zona confirma que tras la conquista el vidriado (Figura 2: 12), y a pesar de que cristiana fue asiento de repoblación y, aunque no se ha conservado íntregro apreciamos un

14 AyTM 11.1, 2004 motivo fitomórfo sobre el fondo interior y – Ataifor de cuerpo carenado y borde verti- en disposición radial al centro. Sus diáme- cal con el labio saliente (Figura 2: 6). Tiene tros en el borde oscilan entre los 24 y 30 unos 24 centímetros de diámetro y cubier- cmts y el anillo del solero entre los 4 y 10 ta vítrea transparente. cmts. Las paredes tienen unos grosores cons- tantes no superiores a medio centímetro. Este tipo de ataifor es característico de los siglos XI y XII, momento en el que predo- En la reciente síntesis de M. Retuerce Velas- minan las formas carenadas en la vajilla de co (1998) se incluyen en el tipo 13a de su presentación de los alimentos. Aunque exis- forma A, ataifor del tipo I de Roselló (1978). ten formas de ataifores carenados desde Recuerdan según J. Zozaya (1980) a tipos época califal, se hacen corrientes a partir de orientales de origen chino y fatimí y se regis- la fase almoravide y terminarán por dar for- tran en la frontera superior, Baleares, Valen- mas de carena acusada en época almoha- cia, Valle del Guadalquivir, Algarbe y Alen- de (RETUERCE y ZOZAYA, 1991). tejo. Su cronología arranca desde el siglo X con decoraciones de verde y morado, blan- Las jarras o jarros no son abundantes y los co y verde, y reflejo dorado. Sin embargo, dos fragmentos inventariados presentan un el cuerpo menos peraltado de nuestro tipo borde diferente (Figura 3: 6 y 7). En los dos tiene paralelos más cercanos en ejemplares casos el cuello tiene tendencia cilíndrica y el de contextos de los siglos XII y XIII, en Cór- borde engrosado al exterior, en uno de los doba (FUENTES y GONZÁLEZ, 1996), Sevilla ejemplares en forma de pestaña. Las pastas (PLEGUEZUELO y LAFUENTE, 1995), Silves (VARE- suelen ser claras, de tonos amarillentos o blan- LA GOMES, 1988), y Mértola (TORRES, PALMA, quecinos. Sin conocer exactamente la forma de REGO, y MACÍAS, 1991). Está también bien los cuerpos y la presencia de una o dos asas representado en los asentamientos rurales resulta problemático asignar una cronología a de los siglos XII y XIII de Niebla (PÉREZ estos fragmentos, presentes en la cerámica MACÍAS, 2002). andalusí desde la época califal a la almohade (RETUERCE VELASCO, 1998). – Ataifor de cuerpo carenado y borde engro- sado al exterior (Figura 2: 5). Aunque el Las marmitas presentan tres tipos, uno de fragmento conservado no permite definir el cuello cilíndrico y borde moldurado (Figura 3: desarrollo del cuerpo, el borde es caracte- 3), de perfil muy semejante a las denominadas rístico de este tipo de ataifores. Tiene cubier- “lecheras” de yacimientos almohades (BAZZA- ta vítrea transparente, y el solero sería en NA y CRESSIER, 1989), las de cuerpo ovoide y anillo. borde corto saliente biselado al interior (Figu- ra 3: 4), y las de borde saliente (Figura 3: 5). Aparecen en la Meseta (RETUERCE VELASCO, 1998), en la zona levantina (BAZZANA, 1984; Las cazuelas son de pastas rojizas y cuer- AZUAR RUIZ, 1989), Murcia (NAVARRO pos ahumados al exterior y presentan dos for- PALAZÓN, 1986), y especialmente en Anda- mas. Una primera de fondo convexo, cuerpo lucía y sur de Portugal, Setefilla (KIRCHNER, troncocónico con carena alta y borde engro- 1990), Jerez de la Frontera (FERNÁNDEZ sado al interior en forma triangular, con un diá- GABALDÓN, 1987), Beca (CAVILLA SÁNCHEZ- metro en el borde de 24 centímetros (Figura MOLERO, 1992), Torre de Doña Blanca (MIRA, 3: 8 y 9). La segunda de fondo plano y cuer- 1987), Beja (BRANCO CORREIA, 1991), Mérto- po troncocónico invertido con borde sencillo, la (TORRES, PALMA, REGO, y MACÍAS, 1991), y de dimensiones similares al tipo anterior (Figu- Silves (VARELA GOMES, 1988). Su cronología ra 4: 4 a 6). Son tipos conocidos en el suro- se ha situado en todos estos yacimientos en este peninsular en los siglos XI y XIII (MACÍAS, época almohade, y será el prototipo de 1996; GÓMEZ MARTÍNEZ, 2001). algunas formas de ataifores nazaríes, que evolucionan con la pérdida de moldura del Hemos definido como recipientes medianos labio (CRESSIER, RIERA y ROSELLÓ, 1991). de almacenamiento, orzas, a dos fragmentos de

AyTM 11.1, 2004 15 amplia embocadura, por lo general engrosada BENABAT, Y, y PÉREZ, J.A. (2003): ”Apunte sobre el ajuar al exterior, y cuello acampanado de unos 30 cerámico del siglo XII en Niebla”, Arqueología Medieval, 8, pp. 119 ss. centímetros de diámetro (Figura 3: 6 y 7). Se acerca a tipos conocidos en la cora de Niebla, BORRERO FERNÁNDEZ, M. (1983), El mundo rural sevi- donde ejemplares más completos tienen el llano en el siglo XV: Aljarafe y Ribera, Sevilla. fondo plano, cuerpo ovoide moldurado, y cue- BOSCH VILÁ, J. (1984), Sevilla islámica, 712-1248, Sevi- llo acampanado a partir de un estrangulamiento lla. del cuerpo, que aparecen en contextos de los BRANCO CORREIA, F. (1991): ”Un conjunto cerâmico siglos XII y XIII (PÉREZ MACÍAS, 2004). árabe-medieval de Beja”, A Cerâmica Medieval no Medi- terrâneo Ocidental, Mértola, pp. 373 ss. Las tinajas, de cuellos cilíndricos y borde CAMPOS, J.M. y GÓMEZ, F. (1995): ”El territorio onu- exvasados o engrosados (Figura 4: 1 a 3), son bense durante el Bronce Final”, Tartessos, 25 años des- corrientes también en los ajuares cerámicos de pués. Jerez de la Frontera, pp. 137 ss. los siglos XII y XIII, con paralelos cercanos en CAMPOS, J.M., RODRIGO, J. Mª y GÓMEZ, F. (1997), Mértola (KAWLI, 1993), Silves (VARELA GOMES, Arqueología urbana en el Conjunto Histórico de Niebla (Huel- 1988), y Niebla (PÉREZ MACÍAS, 2002). va). Carta del Riesgo, Sevilla.

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AyTM 11.1, 2004 17 Fig. 1.

18 AyTM 11.1, 2004 Fig. 2.

AyTM 11.1, 2004 19 Fig. 3.

20 AyTM 11.1, 2004 Fig. 4.

AyTM 11.1, 2004 21 Fig. 5.

22 AyTM 11.1, 2004