Cuadro Resumen De Obras Paralizadas Por Tipo Y Por Período Cuadro Nº 1
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Inventario Nacional de Construcciones Públicas Paralizadas Presentación El Movimiento Cívico Participación Ciudadana expone ante la sociedad dominicana los resultados encontrados en el Inventario Nacional de Construcciones Públicas Paralizadas desde el año 1960 hasta el 16 de agosto de 2004; que fue realizado en el marco de su Programa de Transparencia en la Gestión Pública. Con esta publicación pretendemos llamar la atención de las autoridades y de todos los actores responsables de la programación y ejecución de Obras entorno a las dificultades y vicios que se muestran en un renglón tan importante para el desarrollo del país , el cual por demás ha sido catalogado como una de las fuentes principales de corrupción y dispendio de recursos públicos, sin que medie aparentemente el interés de las autoridades que hemos tenido de solucionar la problemática. Han sido múltiples los reclamos de la ciudadanía para que las diferentes Gestiones de Gobierno asuman la terminación de un conjunto de obras indicadas como prioritarias y cuya conclusión impactaría en la solución de problemas graves de las comunidades en cuestión, sobre todo si tomamos en cuenta que estamos hablando en muchos casos de Hospitales, Escuelas, Drenaje de cañadas, puentes etc. El hecho de que para la realización del inventario se hayan clasificado todas las demarcaciones territoriales de República Dominicana en cuatro grandes regiones: la Región Norte, Región Sur, Región Este y Región Metropolitana, que incluye la provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional y que para el levantamiento de las obras se realizaran contactos, entrevistas, llenado de la ficha / Reporte de Obra, toma de fotos y búsqueda de informaciones en instituciones gubernamentales, hace de este estudio un trabajo objetivo y descontaminado de cualquier fin que no sea el de presentar la realidad para que se tomen los correctivos de lugar que permitan el inicio de obras que cuentan con una programación técnica y presupuestaria. Este Inventario Nacional de Construcciones Públicas Paralizadas, debe constituirse en una herramienta importante para que las entidades responsables de programar el gasto publico y las entidades responsables de obras paralizadas , realicen un estudio más pormenorizado, que les permita programar las acciones que garanticen corregir las distorsiones que se presentan. Sabemos que una de las principales demandas de la ciudadanía a sus gobernantes ha sido tradicionalmente la construcciones de obras y que ante estas demandas los gobiernos ceden a las presiones de grupos sociales o sectores de la construcción, sin determinar la viabilidad o no de las obras planteadas, lo cual en muchos casos no contribuye con una ejecución adecuada. Aunque se ha hecho un notable esfuerzo por presentar al país un inventario completo de obras (de ingeniería) públicas paralizadas. Sin embargo, se debe reconocer que siempre es posible que algunas obras se hayan quedado sin ubicar, particularmente aquellas que se pueden encontrar en localidades aisladas. Más probablemente, porque fueron iniciadas y abandonadas en tiempos remotos, en que la inversión fue virtualmente enterrada y el tiempo se encargó de borrar los vestigios, o sencillamente la población las ha dado por olvidadas al considerar que es un caso perdido. No obstante esperamos que muchas de las obras identificas como paralizadas a la publicación de este documento hayan sido incorporadas para su terminación en la próxima ejecución presupuestaria y pretendemos que los resultados de este estudio sean visto como una enseñanza más de los retos que enfrenta el Estado Dominicano para lograr un desarrollo planificado y con visión de presente y de futuro. 1 Prólogo Una de las múltiples formas mediante las cuales se manifiesta la incapacidad del Estado dominicano para dar respuestas a las expectativas y necesidades de los ciudadanos, está constituida por la costumbre de desperdiciar recursos públicos mediante inversiones en proyectos que nunca se concluyen. Gobiernos vienen y van y siempre inician múltiples proyectos, olvidándose de los que ya estaban en ejecución. Esta práctica es común, no sólo en la construcción de obras físicas, sino que se percibe en todo tipo de iniciativas gubernamentales, incluyendo la aplicación de políticas y programas. Incluso instituciones nuevas son creadas para responder a la visión que tiene un gobernante sobre la forma de ejecutar un programa o una política, olvidándose de que para la misma función ya había otras instituciones creadas por gobiernos anteriores, las cuales no desaparecen (por la necesidad de mantener los cargos) pero languidecen y pasan a una situación de abandono parcial. Es así como se van superponiendo y no es extraño encontrar en la República Dominicana cinco o seis entidades concebidas para responder a la misma función, de las cuales cada gobierno literalmente sólo ocupa una. Pero en el aspecto en que esta práctica se torna particularmente visible es en la construcción de obras civiles de ingeniería. Se abandonan los proyectos que estaban en ejecución para iniciar otros. Lo más llamativo es que muchas veces se abandona el trabajo, no porque al gobierno se le agotó el período, sino que ocurre durante gestiones de gobierno que todavía van por la mitad, para dar paso al inicio de otras nuevas, que posiblemente tampoco serán concluidas. También llama la atención que otras veces regresa al poder el mismo partido y el mismo gobierno que las había iniciado, sin que en ningún caso se ocupe de concluirlas. Un desperdicio de recursos públicos de tal naturaleza es algo que debe conmover la conciencia de la sociedad en cualquier circunstancia, pero es más doloroso cuando el país enfrenta situaciones de estrechez económica como la que vive en estos tiempos, que deberían imponer la más estricta racionalidad en la utilización de los recursos públicos. Es justamente en este contexto que Participación Ciudadana ha encontrado propicio realizar un levantamiento de las diversas obras públicas que se encuentran paralizadas en todo el territorio nacional, y que se presenta al pueblo dominicano mediante esta publicación. Este trabajo presenta el resultado de una intensa labor de rastreo, investigación, ubicación y localización de las obras públicas que en los últimos 25 años, fueron iniciadas por el gobierno de turno y que por diversas razones no fueron terminadas, quedando abandonadas en la mayoría de los casos, hasta perderse una gran parte o en su totalidad la inversión realizada, mayoritariamente adjudicadas mediante mecanismos directos que fueron estableciendo un importante medio de enriquecimiento de políticos, familiares, allegados y empresarios-políticos, en menoscabo de los mejores intereses del país. Perspectiva general: reflexiones sobre la eficacia de las inversiones públicas en la República Dominicana Necesidad de cambiar la concepción sobre el gasto público y los fines del Estado Hay en la República Dominicana una gran insatisfacción colectiva con la forma como se utilizan los fondos públicos. Mucha gente percibe que la gestión pública termina siendo una enorme fuente de desperdicio de dinero. Basándose en ese criterio, incluso, se suele llegar a justificar (o al menos, adquirir cierta legitimidad) la evasión del pago de los impuestos, o la oposición tenaz, a veces ciega e irracional, al establecimiento de cualquier carga impositiva. Suele decirse que en el país se pagan muchos impuestos. Dicho que, por lo demás, no resiste el menor intento de comprobación empírica, puesto que, cuando se buscan los números y se compara la carga tributaria vigente en el país (la parte de sus ingresos medios que la sociedad aporta para destinarla a la 2 satisfacción de necesidades colectivas) con las prevalecientes en la mayoría de los demás países (pobres y ricos), nos encontramos con que la dominicana ha sido históricamente baja. Pero lo que la población hace no es comparar con los patrones internacionales, que para eso no tiene tiempo, ni datos, ni conocimientos, sino con lo que recibe a cambio de lo que paga. Y también es cierto que con esa porción que se le paga, aunque exigua, el gobierno podría lograr mucho más a favor del contribuyente si existiera una visión diferente del Estado que debemos tener. Se presenta en la sociedad dominicana un dilema que es como el cuento del huevo y la gallina. Los que administran el Estado, o al menos tienen una adecuada visión del mismo, piensan que no es mucho lo que éste puede hacer en favor de la colectividad mientras sea tan poco lo que recibe, en tanto que aquellos llamados a aportar más justifican su negativa sobre la base de la percepción de que si lo hacen están contribuyendo a un mayor desperdicio colectivo. Lo lamentable es que cada uno tiene una parte de la razón: si es para hacer lo que actualmente hace, entonces con seguridad el Estado no debería necesitar más recursos, sino muchos menos; pero si es para hacer lo que debería, entonces no hay dudas de que los recursos que van al fisco resultan exiguos. Ahora bien, escudándose cada uno en su propia razón, terminan ayudando a perpetuar un estado de irresponsabilidad colectiva que, como ha sido denominado recientemente, denota un escaso compromiso con la Nación. El dinero de los contribuyentes, como todo dinero que se gasta en la sociedad, debe ser asignado de forma tal que produzca la máxima satisfacción de necesidades con los mínimos recursos posibles. Los criterios que siempre hay que tener en mente a la hora de gastar cualquier centavo son: racionalidad, eficacia, eficiencia y pulcritud. Todo casi se puede resumir en una expresión: mayor transparencia. La racionalidad implica que el dinero se asigne conforme a un orden de prioridades de los requerimientos sociales; no es posible que se construya un hospital donde lo que procede es un subcentro de salud, o cuando lo más necesario es una escuela. O que se estén destinando recursos a construir obras monumentales alejadas de las demandas y necesidades cotidianas de la sociedad. Y mucho menos que se gaste dinero en iniciar obras, mucho o poco necesarias, que después se dejarán abandonadas.