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380 Revista de la Asociación Geológica 63 (3): 380 - 394 (2008)

LA SUSCEPTIBILIDAD MAGNÉTICA DEL BATOLITO DE ACHALA (DEVÓNICO, SIERRA GRANDE DE CÓRDOBA) Y SUS DIFERENCIAS CON OTROS GRANITOS ACHALIANOS

Silvana E. GEUNA1, Leonardo D. ESCOSTEGUY2, Roberto MIRÓ2, Juan Carlos CANDIANI2 y María Fernanda GAIDO2

1 INGEODAV, Departamento de Ciencias Geológicas, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires - CONI- CET. Email: [email protected] 2 IGRM - SEGEMAR

RESUMEN El magmatismo devónico de las de Córdoba y San Luis está representado por batolitos y plutones de com- posición monzogranítica y forma subelíptica, emplazados en un basamento metamórfico-plutónico eopaleozoico. Se distin- guen dos grupos: el primero, compuesto por granitoides con hornblenda-biotita, metaluminosos a débilmente peraluminosos; y el segundo, formado por granitoides con biotita y muscovita, peraluminosos. Ambos grupos se caracterizan respectivamen- te por tener magnetita e ilmenita como fases accesorias, lo cual genera propiedades magnéticas distintivas. Entre ellos, el bato- lito de Achala, Córdoba, con una extensión de casi 2.500 km2, es un buen exponente de los granitos paramagnéticos (no mag- néticos). Su mineralogía magnética fue caracterizada en cuarenta y un sitios, la mayoría de ellos en el Monzogranito Achala. Se determinó una susceptibilidad magnética promedio muy baja, 15 x 10-5 (SI), controlada por el contenido de biotita e ilme- no-hematita. Veintiún sitios mostraron remanencia magnética estable portada por hematita, que aparece como un mineral accesorio, intercrecida con discos de exsolución de (hemo)ilmenita. La anisotropía de susceptibilidad magnética es débil y pre- dominan las formas obladas, como es usual en fábricas magmáticas de granitos paramagnéticos; casi no se obtuvieron linea- ciones. El grado de anisotropía es mayor en zonas con cizallamiento magmático, debido al efecto de la deformación subsolidus. El magnetismo débil del monzogranito de Achala contrasta con el carácter magnético de los plutones monzograníticos por- fíricos más representativos de otros batolitos de la región, como Renca, Cerro Áspero y Las Chacras-Piedras Coloradas. La virtual ausencia de magnetita, junto con la presencia de ilmeno-hematita exsuelta, indica que un enfriamiento bajo condicio- nes oxidantes sería el responsable del carácter paramagnético de Achala. Como consecuencia de aplicación práctica, ambos tipos de granitos devónicos pueden ser distinguidos a través de sus propiedades magnéticas.

Palabras clave: Sierras Pampeanas, magmatismo, Devónico, Achala, Propiedades magnéticas, Anisotropía de susceptibilidad magnética, Hematita.

ABSTRACT: The magnetic susceptibility of the Achala (Devonian, Sierra Grande de Córdoba) and its difference with other Achalian . Devonian magmatism in the Sierras Pampeanas of Córdoba and San Luis is represented by elliptical, porphyritic, batholithic, syn- to post-tectonic emplaced in an Eopaleozoic metamorphic-plutonic basement. Two groups can be distin- guished: the first one composed by metaaluminous to weakly peraluminous, hornblende--bearing granitoids, and the second one formed by peraluminous, biotite--bearing granitoids. Both groups are characterised respectively by mag- netite and ilmenite as accessory phases, and therefore they show distinctive magnetic properties. The magnetic assemblage of the (2,500 km2 in outcrop), representative of the paramagnetic (i.e. non-magnetic) second group, is charac- terized in this paper. Forty-one sites were sampled, most of them in the coarse to medium porphyritic phase. The mean magnetic susceptibility is very low, about 15 x 10-5 (SI), mainly due to biotite and ilmeno-hematite. Twenty-one sites showed hematite as magnetic carrier of a stable remanence. The ilmeno-hematite appears as an accessory mineral, with exsol- ved disc-shaped intergrowths of (hemo)ilmenite. The anisotropy of magnetic susceptibility is weak and oblate forms domi- nate, as usual in magmatic fabrics of paramagnetic granites; lineations are scarce. The anisotropy degree is higher along mag- matic shear zones, due to the effect of subsolidus deformation. The weak magnetism of Achala monzogranite facies contrasts with the magnetic character of other Devonian monzogranite plutons in the Sierras de Córdoba and San Luis, included in Renca and Cerro Áspero and Las Chacras-Piedras Coloradas . The virtual absence of together with the presence of exsolved ilmeno-hematite suggest that a cooling history under highly oxidizing conditions was respon- sible for the paramagnetic character of the Achala monzogranite. Magnetic properties can be used to distinguish between both granite types. Keywords: Sierras Pampeanas, Magmatism, Devonian, Magnetic properties, Anisotropy of Magnetic susceptibility, Hematite. La susceptibilidad magnética del batolito de Achala… 381

INTRODUCCIÓN e ígneas del Neoproterozoico a Paleo- Piedras Coloradas (Brogioni 1993). La zoico Inferior, afectadas por varios ciclos posibilidad de obtener edades de cristali- Las Sierras Pampeanas de Córdoba y San orogénicos sucesivos: las orogenias pam- zación a partir del estudio del sistema U- Luis se caracterizan por la presencia de peana, del Proterozoico superior-Cám- Pb ha ido revelando que los dos grupos un importante magmatismo representa- brico medio (Rapela et al. 1998), famati- de granitos, considerados previamente do por cuerpos batolíticos y plutones niana, del Ordovícico inferior a medio como famatinianos tardíos y post-famati- subcirculares, discordantes, de composi- (Aceñolaza y Toselli 1976; Dalla Salda nianos, fueron intruídos entre los 393 ± ción granítica y edad devónica media a 1987) y achaliana, del Devónico medio al 5 (datación en el granito de Renca; cf. carbonífera temprana. La edad del mag- Carbonífero inferior (Sims et al. 1998; Stuart-Smith et al. 1999) y los 368 ± 2 matismo, confirmada por dataciones ra- Stuart-Smith et al. 1999), que estarían re- Ma (datación en el granito de Achala; cf. dimétricas (Rapela et al. 1990, Dorais et al. lacionadas con sucesivas etapas de con- Dorais et al. 1997). 1997, Sims et al. 1998, Siegesmund et al. vergencia y colisión de terrenos con el La intrusión de los granitos devónicos 2004, Rapela et al. 2008) va contra la vi- cratón del Río de la Plata, a lo largo del (hasta carboníferos) se produjo en gene- sión tradicional que consideraba a estos margen proto-andino de . ral a lo largo de antiguas zonas de cizalla granitos como expresión tardía del even- El magmatismo devónico ha sido consi- dúctil que estuvieron activas bajo un régi- to orogénico Famatiniano (Aceñolaza y derado durante mucho tiempo como la men compresivo ortogonal de dirección Toselli 1976) del Ordovícico inferior a última manifestación de una orogenia fa- E-O (Pinotti et al. 2006). Las edades Ar- medio, y ha llevado a considerarlos como matiniana prolongada (e.g. Rapela et al. Ar en muscovitas y/o sericitas originadas manifestaciones de un ciclo magmático 1990). En este marco, los granitoides de durante el cizallamiento permitieron aco- diferente, denominado Achaliano por las Sierras Pampeanas de Córdoba y San tar la deformación, que habría ocurrido Sims et al. (1998) y Stuart-Smith et al. Luis han sido clasificados de acuerdo con entre los 385 y los 355 Ma, con un máxi- (1999). El nombre Achaliano fue escogi- su relación temporal con el pico famati- mo a los 370 Ma (Camacho 1997). do a partir del representante más conspi- niano (Ordovícico Inferior a Medio), co- Esta simultaneidad de deformación y cuo de este magmatismo, el batolito de mo sin a post-orogénicos (Llambías et al. magmatismo en un período discreto lle- Achala, aflorante en la sierra Grande de 1998; Sato et al. 2003). Rapela et al. (1990) vó a Stuart-Smith et al. (1999) a proponer Córdoba. consideraron al batolito de Achala como un nuevo ciclo tectónico y magmático En razón de la representatividad del ba- ejemplo de granito famatiniano post-de- diferente y separado del Famatiniano, tolito de Achala en el cuadro estratigráfi- formacional, e incluyeron en cambio a que denominaron ciclo orogénico acha- co regional, se decidió realizar un análisis los granitoides de San Luis como post-fa- liano, y que relacionaron con la colisión de sus propiedades magnéticas, cuyos matinianos. Aunque ambos grupos com- de Chilenia, en el margen oeste de Gond- primeros resultados se exponen en este parten características geoquímicas como wana. trabajo. La comparación de las propieda- el enriquecimiento en LIL y HFS, una de La orogenia achaliana en las Sierras Pam- des magnéticas de los granitos achalianos las diferencias mencionadas por Rapela et peanas se caracteriza por la intrusión de de Córdoba y San Luis ha permitido dis- al. (1990) consiste en el carácter alcali- un conjunto de batolitos y cuerpos me- tinguir dentro del magmatismo devónico cálcico y peraluminoso de Achala, con nores entre los 380 y 360 Ma (Stuart- dos tipos de granitos, magnéticos y no presencia de muscovita, en contraposi- Smith et al. 1999), formados en el marco magnéticos, lo que convierte a la suscep- ción con el carácter alcalino, metalumi- de una tectónica de engrosamiento corti- tibilidad magnética en una herramienta noso a levemente peraluminoso, y con cal, compresiva, acompañada por la reac- útil de mapeo y que por otra parte, tiene hornblenda-biotita, de los granitos de tivación de cizallas que se habían desa- implicancias petrogenéticas. Se analiza- San Luis. rrollado durante la tectónica famatiniana. ron además datos preliminares de aniso- Estas fajas de cizalla, que produjeron tropía de susceptibilidad magnética, en El magmatismo achaliano milonitas en facies de esquistos verdes términos de la cinemática del flujo mag- durante el Devónico, sirvieron como mático y del emplazamiento del batolito. Las primeras dataciones de estos cuerpos conducto para la inyección múltiple de ígneos por el método Rb-Sr arrojaron los granitos. El emplazamiento de los Ambiente geológico valores disímiles y grandes errores, debi- plutones se produjo durante y después do a que los sistemas isotópicos fueron del cizallamiento devónico (Skirrow et al. Las Sierras Pampeanas de Córdoba y San afectados por eventos tardíos. Como 2000, Pinotti et al. 2002). Luis son bloques de basamento elevados ejemplo podemos citar edades Rb-Sr de Los granitoides achalianos son subcircu- por fallas inversas de rumbo aproximado 408 ± 25 Ma para el stock Las Mesillas, y lares a elípticos y muestran una relación norte-sur, con vergencia al oeste, que es- de 317 ± 54 y 307 ± 72 Ma para el stock discordante con las rocas metamórficas tán compuestos por rocas metamórficas Las Chacras, del batolito Las Chacras- encajantes, con aureolas de metamorfis- 382 S. E. GEUNA, L. D. ESCOSTEGUY, R. MIRÓ, J. C. CANDIANI Y M. F. GAIDO

mo de contacto de reducida extensión (e.g. Gordillo y Lencinas 1979, Sato et al. 2003). Alcanzan dimensiones batolíticas los complejos Achala y Cerro Áspero en Córdoba, y Las Chacras-Piedras Colora- das en San Luis (Fig. 1). Se emplazaron a profundidades corticales por encima de los 15 km, y muestran fábricas magmáti- cas de carácter sin a post-tectónicas (Sie- gesmund et al. 2004). Suelen presentar facies porfíricas con megacristales de mi- croclino y una marcada zonalidad com- posicional hacia las facies marginales (granitos de Renca, La Totora, Inti Huasi, Capilla del Monte). Geoquímicamente comprenden granitos calcoalcalinos a alcalinos, metaalumino- sos a peraluminosos; son más abundan- tes los granitos y monzogranitos, pero también aparecen granodioritas, leuco- granitos y tonalitas. Contienen con fre- cuencia enclaves máficos, diques lampro- fíricos y de aplita-pegmatita. Por su com- posición química se ubican dentro del campo de los granitos colisionales o de intraplaca (Rapela et al. 1990), y se los ha interpretado como producto de la fusión parcial de la corteza debido a cambios en el régimen térmico durante la elevación regional (Otamendi et al. 2002). Con posterioridad el basamento de las Sierras Pampeanas fue afectado por una sucesión de eventos extensionales en el Paleozoico superior (ciclo gondwánico) y en el Cretácico, este último acompañado por un amplio magmatismo efusivo bási- co, y finalmente por la orogenia cenozoi- ca del ciclo Ándico, que produjo la mor- Figura 1: Mapa geológico de las Sierras Pampeanas de Córdoba y San Luis, mostrando la localiza- fología actual de bloques volcados hacia ción de los granitoides tardío a postorogénicos del Achaliano (Devónico). Modificado de Pinotti el este, con actividad hasta el presente. La et al. (2002) y Sato et al. (2003). Se muestra además la ubicación de las fajas de cizalla relevantes tectónica frágil ándica está representada para este trabajo: Tres Árboles (TA) y Guamanes (GU), según Martino (2003). El recuadro por fallas inversas entre las que se desta- corresponde a la ubicación de la figura 2.. can en las sierras de Córdoba las de Altas rante en la Sierra Grande de Córdoba. dependientes, derivadas de distintas fuen- Cumbres, Los Gigantes-Copina (NNO) Posee una extensión de unos 100 x 40 tes, pero prácticamente coetáneas. En su y La Cumbrecita (NNE) (Fig. 2). km y forma elíptica orientada al N-NE, conjunto, el batolito es peraluminoso, al- con contactos netos y discordantes con cali-cálcico, tipo A (Rapela et al. 2008) y El batolito de Achala el basamento metamórfico cámbrico que se habría emplazado a gran distancia de le sirve de encajante (Fig. 2). En sus casi la zona de subducción en las últimas eta- El nombre achaliano fue escogido a par- 2.500 km2 aflorantes incluye una variabi- pas de un arco magmático (Rapela et al. tir de uno de los representantes más lidad composicional que, según Deman- 1990). conspicuos de este magmatismo tardío a ge et al. (1996) y Zarco (2006), represen- Las facies menos evolucionadas del bato- postectónico: el batolito de Achala, aflo- ta al menos cinco suites magmáticas in- lito se sitúan en el borde oriental (Gra- La susceptibilidad magnética del batolito de Achala… 383

nodioritas San Clemente y San Bernar- do), mientras que las más evolucionadas (leucogranitos) aparecen en el sector oc- cidental (Fig. 2). En los sectores estudia- dos predominan los afloramientos de las facies porfíricas gruesa y media de Zarco (2006). La facies principal porfírica grue- sa de dos , con megacristales de microclino de hasta 10 cm, es intruída por la facies porfírica media, con mega- cristales de hasta 3 cm de largo. Ambas facies son intruídas a su vez por granitos equigranulares finos, biotíticos, ocasio- nalmente con cristales pequeños de mi- croclino, con contactos netos de rumbos dominantes NNO (Candiani et al. 2000, Gaido et al. 2005, Fig. 3). El contacto en- tre las facies porfíricas es sinmagmático, con fluidalidades magmáticas comparti- das o mezclas íntimas de contactos gra- duales, que a veces cambian a contactos netos. Las zonas de mezcla suelen apare- cer como franjas estrechas (Bonalumi et al. 1999, Candiani et al. 2000, Gaido et al. 2005). La distribución textural no mues- tra un patrón sencillo que pueda interpre- tarse ya sea como producto de una dife- renciación centrípeta o de una repetición cíclica; por el contrario, los contactos in- terdigitados hacen suponer que el em- plazamiento se ha producido en un mo- delo de intrusión por cizallas (Zarco 2006). Las facies representadas en la figu- ra 2 son las dominantes a escala regional, pero pueden presentarse digitaciones con facies diferentes. Los granitos biotíticos de grano fino apa- recen como cuerpos tabulares, alargados, intruídos como diques o con formas gro- seramente circulares dentro de las facies porfíricas (Fig. 3). En algunos casos com- parten con éstas las fábricas planares mar- cadas por los fenocristales, y en otros, interrumpen la fluidalidad mostrando que son claramente tardíos (Gaido et al. 2005). En el sector central (Fig. 2), se puede observar que los granitos biotíti- cos intruyen sinmagmáticamente en los contactos entre las facies de granito por- firoide y granito grueso, en tanto en el Figura 2: Mapa geológico del batolito de Achala (veáse ubicación en Fig. 1). Interpretación sateli- tal a partir de imágenes ASTER, de las diferentes fases graníticas (simplificado de Candiani sector oriental se emplazan a lo largo de 2006). Se han superpuesto mediciones in situ de foliaciones magmáticas y de cizallamiento devó- protofallas de rumbo NO a NNO, como nico (Zarco 2006), así como las direcciones de AMS determinadas en este trabajo. 384 S. E. GEUNA, L. D. ESCOSTEGUY, R. MIRÓ, J. C. CANDIANI Y M. F. GAIDO

las de El Matadero o El Durazno (De- cizalla estuvo activa al menos con poste- El fallamiento frágil del ciclo Ándico mange et al. 1996). rioridad al Ordovícico tardío (Famatinia- produjo el levantamiento escalonado del El tipo litológico más abundante es el no tardío). El batolito además corta al batolito, poniendo en contacto zonas de monzogranito porfírico de grano grueso, norte a la faja de cizalla Guamanes, que distinta profundidad del granito (De- con más de un 30 % de megacristales de posee edades Ar/Ar de 360 Ma (Ca- mange et al. 1993). Según Zarco (2006) el microclino. Está compuesto además por macho 1997). Cizallas de menor exten- espesor de granito erosionado alcanzaría cuarzo, plagioclasa, biotita y muscovita, sión que rodean al batolito y que lo ante- entre 8 y 10 kilómetros. con fluorapatita, circón, óxidos de Fe, ceden, han arrojado edades del Devónico clorita, rutilo y caolinita como accesorios. medio (Ar/Ar en seudotaquilitas, Simp- Propiedades magnéticas Las micas totalizan aproximadamente un son et al. 2001). La relación temporal con 10 % de la composición, aunque la rela- las fajas de cizalla se manifiesta en la pre- Muchos de los granitoides sin a postectó- ción biotita/muscovita es variable. La sencia de xenolitos de las rocas deforma- nicos achalianos poseen facies magnéti- muscovita está presente como mineral das, dentro del batolito, tal como se ob- cas debido a la presencia de magnetita, primario y también como secundario (Li- serva en las fajas de Villa Alpina (Gaido típico mineral accesorio de las facies por- ra y Kirschbaum 1990). y Murra 2004, Gaido et al. 2006), Guama- tadoras de hornblenda-biotita. Las facies La alteración deutérica se manifiesta en el nes y Tres Árboles. porfiroides predominantes de Renca (Ló- reemplazo parcial de feldespato y biotita A partir de las relaciones de campo y de pez de Luchi et al. 2002), La Totora (Ló- por muscovita, acompañada por fengita y las edades de cristalización, puede decir- pez de Luchi et al. 2004), Las Chacras óxidos de Fe-Ti. El crecimiento tardío- se que la intrusión se desarrolló entre el (Siegesmund et al. 2004) y Cerro Áspero magmático de megacristales de microcli- Devónico medio al tardío, con algunos (Pinotti et al. 2006) fueron caracterizadas no maclado y poiquilítico es regional- plutones que tal vez se emplazaron en el como ferromagnéticas (i.e., portadoras mente importante (Lira y Kirschbaum Carbonífero temprano (Granodiorita San de magnetita). Por otro lado, el estudio 1990). El granito presenta greisenización Bernardo, Leucogranito Champaquí). paleomagnético realizado en el batolito especialmente en las zonas de fracturas, Durante su emplazamiento, el batolito de de Achala (Geuna et al. 2008) ha permiti- en respuesta a la circulación de agua me- Achala fue afectado por una tectónica de do caracterizarlo como paramagnético teórica, a temperaturas de alrededor de cizallamiento dúctil que le imprimió a las (sin magnetita), con una remanencia esta- 250-350ºC (Lira et al. 1996). diferentes facies una fábrica planar, re- ble portada por hematita. La edad de cristalización de la facies por- presentada a escala de afloramiento por Este carácter magnético contrastante nos fírica principal fue determinada a partir escamas subhorizontales y por una linea- llevó a analizar las propiedades magnéti- de circones, en 368 ± 2 Ma (Dorais et al. ción observada en zonas donde se reo- cas del batolito de Achala a partir de un 1997) y 379 ± 4 Ma (Rapela et al. 2008). rientan los ejes de megacristales de mi- muestreo a lo largo de dos transectas E- Las edades Rb/Sr varían entre 399 ± 25 croclino (Zarco 2006). Esta fábrica de ci- O, que se supone atraviesan toda la se- Ma (Rapela et al. 1982) y 333 ± 33 Ma zallamiento, que se sobreimpone a la fá- cuencia de facies del batolito, incluyendo (Rapela et al. 1991). Sin embargo, estas brica magmática primaria, se manifiesta la determinación de las variaciones en la edades pueden haber sido modificadas en rasgos que van desde la rotación vis- susceptibilidad magnética y su anisotro- por la actividad hidrotermal tardío-mag- cosa de fenocristales de microclino, hasta pía. mática a deutérica, la que podría ser res- el brechamiento de la roca cuando ésta se ponsable también del lavado de los álca- encuentra en estado avanzado de cristali- Muestreo y metodología lis y por lo tanto del carácter peralumino- zación, con la consecuente invasión de so del batolito (Demange et al. 1996). El fluidos pegmatíticos (Zarco 2006). Las El muestreo para el estudio de las propie- último calentamiento del sistema hasta orientaciones promedio de las fábricas dades magnéticas se realizó en 41 sitios, 300-400ºC fue datado por Jordan et al. magmática y de cizallamiento determina- en diferentes facies del batolito, y se ob- (1989) en 336 ± 3 Ma (K-Ar en muscovi- das por Zarco (2006) son prácticamente tuvieron al menos 3 muestras orientadas ta), lo que implica que el batolito se en- coincidentes. por cada sitio. De cada muestra se extra- frió rápidamente luego de su emplaza- De acuerdo con las texturas observadas, jeron especímenes cilíndricos de 2,5 cm miento. Zarco (2006) determinó que el cizalla- de diámetro y 2,2 cm de altura. La mayor El batolito de Achala intersecta en su ex- miento se produjo al final del episodio parte de los sitios corresponden a la tremo sur a la faja de cizalla de Tres Ár- magmático, en forma sincrónica con el facies porfiroide; los sitios 27, 28, 40, 42 boles (Fig. 1). Las metapsamitas del blo- emplazamiento de la facies biotítica de y 46 fueron obtenidos en el granito biotí- que bajo dieron edades de 453 ± 2 Ma grano fino, y cuando la facies porfírica de tico de grano fino. (U-Pb en monacita, Gromet, en Whitme- grano grueso había alcanzado un grado Las mediciones se realizaron en los labo- yer y Simpson 2003), lo que indica que la de cristalización avanzado. ratorios del Advanced Magnetics Group La susceptibilidad magnética del batolito de Achala… 385

Figura 3: a) La folia- ción magmática está bien marcada por la disposición subpara- lela de los fenocris- tales de feldespato potásico. Carlos Paz, vista al norte. b) Granito porfírico con foliación 25/25, San José de los Ríos, vista al NE. c) Los granitos biotíticos de grano fino se presentan como filo- nes subparalelos a la foliación de las facies porfíricas (55/55). Copina, Vista al NO. en la CSIRO Division of Exploration del elipsoide P = K1/K3 es la relación orientaciones medias de los ejes principa- and Mining, Sydney, Australia. Se midió entre los ejes máximo y mínimo, les deben ser ortogonales, y los conos de la susceptibilidad volumétrica utilizando - La foliación magnética F = K2/K3, está confianza elípticos deben ser paralelos a un susceptibilímetro prototipo que opera dada por la relación entre los ejes inter- los planos principales, preservando la si- a baja frecuencia (211 Hz). medio y mínimo, y la dirección de K3 metría ortorrómbica (Borradaile 2001). La anisotropía de susceptibilidad magné- representa el polo del plano de foliación El apartamiento de esta simetría orto- tica se determinó por medio de un mag- - La lineación magnética L = K1/K2, está rrómbica suele ocurrir por problemas de netómetro rotativo DIGICO modifica- dada por la relación entre los ejes máxi- muestreo, o bien puede indicar petrofá- do, que determina la respuesta de la mo e intermedio, y la dirección de K1 bricas múltiples o inhomogéneas. Parti- muestra cuando se la hace rotar entre las representa la dirección de lineación cularmente en el caso de rocas con bajo η η η bobinas receptoras, en seis posiciones. - El parámetro de forma T = (2 2 - 1 - 3) grado de anisotropía cobra especial im- η η η η Los resultados de los especímenes de ca- / ( 1 - 3), donde 1 = ln K1, 2 = ln K2 portancia, por lo tanto, establecer el sig- η da sitio fueron combinados para obtener y 3 = ln K3. T combina los parámetros nificado estadístico de las configuracio- la configuración del elipsoide que repre- de foliación y lineación, de modo que nes obtenidas y descartar aquellas que senta al tensor de segundo orden de la formas obladas (discos) dan 0 < T < 1, y puedan considerarse ruido. Para ello se anisotropía de susceptibilidad magnética formas proladas (bastones) dan valores utilizaron los criterios sugeridos por Pue- por sitio. El análisis estadístico se efectuó negativos, -1 < T < 0. yo et al. (2004), basados en el análisis de con los programas MeanData (CSIRO) y En principio, el muestreo correcto de los ángulos de confianza de las elipses Pmag (Tauxe, 1998). Siendo los ejes prin- una petrofábrica homogénea debería que describen las direcciones principales cipales del elipsoide K1,K2 y K3 (máxi- mostrar un estereograma en el que la dis- del elipsoide de anisotropía de suscepti- mo, intermedio y mínimo, respectiva- tribución de orientaciones de los ejes bilidad magnética, a saber: mente, con magnitudes en unidades SI), principales del tensor muestre tres con- 1) El ángulo de confianza E31 se usó para se definieron los siguientes parámetros centraciones ortogonales; estas concen- evaluar estadísticamente la anisotropía de

(véase Tarling y Hrouda 1993): traciones pueden tener forma de racimos la muestra; si E31 es > 20 la muestra se - Susceptibilidad volumétrica promedio:K1/2 = circulares hasta guirnaldas, y éstas pue- considera isótropa al 95% de confianza, y (K1+ K2+ K3) / 3 den ser descriptas mediante las excentri- por lo tanto se rechaza. Esto refleja la - La excentricidad total o grado de anisotropía cidades de sus elipses de confianza. Las dificultad para definir el tensor cuando la 386 S. E. GEUNA, L. D. ESCOSTEGUY, R. MIRÓ, J. C. CANDIANI Y M. F. GAIDO

excentricidad es demasiado baja. Los es- tica) y una serie con ilmenita (paramagné- Aproximadamente la mitad de los sitios

pecímenes con E31 > 10 se pueden des- tica). Se ha interpretado que ambas series estudiados mostró una remanencia ines- cribir como pseudoisótropos, y por lo responden a condiciones diferentes de table; los sitios restantes permitieron ais- tanto tomados con precaución. fugacidad de oxígeno en el magma, don- lar una componente que fue interpretada 2) La calidad de la lineación se evaluó con de la serie con magnetita es más oxidada como el registro del campo magnético

el ángulo E12. Muestras con E12 > 25 se que la serie con ilmenita. De hecho, se ha devónico (Geuna et al. 2008). consideraron isótropas en el plano de observado una relación entre granitos de La observación de secciones pulidas per-

foliación al 95% de confianza; Kmax y Kint la serie con ilmenita y granitos S, forma- mitió la identificación de granos de tita- tienen simetría rotacional alrededor de dos a partir de la fusión de corteza conti- nohematita bien desarrollados, en una

Kmin y representan elipsoides oblados nental; esta relación se ha atribuido al abundancia de entre 0,5 y 1 % en volu- puros (Kmax=Kint), por lo cual la direc- carácter reducido de estos magmas, que men. La hematita aparece alternativa- ción de lineación no tiene significado en impide la cristalización de magnetita (Ej. mente como huésped de láminas lensoi- estos casos. Ishihara 1981, Whalen y Chappell 1988). dales o discos de ilmenita exsuelta parale- 3) La calidad de la foliación magnética se No obstante, el carácter para o ferromag- la a {0001}, o está finamente exsuelta

examinó con el ángulo E23. Muestras con nético es indicativo no sólo del origen y dentro de la ilmenita. Cuando las lentes E23 > 25 son isótropas en el plano per- naturaleza del granito, sino también de exsueltas son suficientemente anchas, se pendicular a Kmax; esto significa que no cambios redox tardíos, que pueden alte- puede observar dentro de ellas al menos se pueden distinguir Kint de Kmin, o sea, rar la paragénesis por la formación de una segunda generación de exsoluciones un elipsoide prolado puro. nuevos minerales o la alteración de las fa- más pequeñas (Fig. 4). Estas texturas son El significado geológico de los valores ses magnéticas tempranas (Tarling y típicas del equilibrio de soluciones sóli- direccionales y escalares obtenidos fue Hrouda 1993). das de ilmenita-hematita durante el en- analizado luego de filtrar los datos de La susceptibilidad magnética de las facies friamiento de rocas intrusivas (Haggerty menor calidad, considerados ruido de porfiroides del batolito de Achala varía 1991). acuerdo a los criterios precedentes (Cua- entre 5 y 80 x 10-5 (SI), lo que lo coloca en Localmente se observaron efectos de dro 1). la categoría de granito paramagnético. La oxidación tardía a temperaturas inferio- ausencia de minerales ferromagnéticos res a 400ºC (reacción de ilmenita a he- RESULTADOS que caracteriza a los granitos paramagné- matita + rutilo). No se observó magneti- ticos hace que la susceptibilidad sea una ta, ni siquiera en forma de relictos textu- Susceptibilidad volumétrica (K) medida del contenido de Fe total, porta- rales. En los sitios de remanencia inesta- do por silicatos u óxidos como biotita e ble prácticamente no se observaron óxi- La determinación de la susceptibilidad ilmenita. La susceptibilidad magnética en dos opacos primarios, debido a un mayor magnética por unidad de volumen (K) es la facies predominante de Achala rara- grado de alteración. un método sensitivo para detectar la pre- mente supera el valor de 20 x 10-5 (SI); La relativa impureza de la hematita, su sencia de cantidades traza de material sólo los cuerpos granodioríticos de San relación textural con la ilmenita, y su re- magnético en las rocas. El valor absoluto Bernardo (sitios 2 a 4) y San Clemente manencia magnética antigua (devónica), de K tiene relación con la abundancia de (sitios 6 y 7), en el margen oriental, y los permite descartar un origen secundario minerales ferromagnéticos (magnetita o granitos biotíticos de grano fino (sitios por alteración, excepto para los parches pirrotina monoclínica), y permite clasifi- 27, 28, 40, 42 y 46) tienen valores apenas de oxidación tardía como los de la figura car las rocas en paramagnéticas (K < 126 superiores, que no superan 80 x 10-5 (SI, 4d; la hematita más abundante sería tar- x 10-5 SI) o ferromagnéticas (sensu lato, Cuadro 1). dío-magmática, producto de exsolución K > 126 x 10-5 SI; límites de acuerdo a La remanencia magnética de estos grani- de ilmenohematita magmática o bien de Clark 1999). Una roca llega a ser débil- tos fue estudiada por Geuna et al. (2008). oxidación de ilmenita durante el enfria- mente ferromagnética con un contenido El magnetismo remanente es débil, miento del plutón. de apenas 0,02 % en volumen de magne- usualmente entre 0,1 y 5 mA/m. Los en- tita, de modo que las rocas paramagnéti- sayos de desmagnetización térmica y las Anisotropía de susceptibilidad magnética cas contienen sólo cantidades traza de curvas termomagnéticas demostraron minerales ferromagnéticos. que el mineral portador de esa remanen- Los datos obtenidos en esta etapa preli- La mineralogía de los óxidos de Fe-Ti sir- cia es hematita. La deteminación de la minar del trabajo no son suficientes aún vió de base para la clasificación descripti- temperatura de Curie-Néel de alrededor para confeccionar un mapa direccional

va de granitoides calcoalcalinos propues- de 620ºC, indica un contenido de FeTiO3 de foliaciones y lineaciones magnéticas. ta por Ishihara (1981), que distingue en- en la hematita, en un porcentaje que no Sin embargo, es posible adelantar un aná- tre una serie con magnetita (ferromagné- superaría el 10%. lisis de las direcciones obtenidas y su La susceptibilidad magnética del batolito de Achala… 387

CUADRO 1: Datos de anisotropía de susceptibilidad magnética del batolito de Achala.

Sitio Lat, Long, N K1/2 K1 K3 P L F T E13 E12 E23 (gg mm ss) (gg mm ss) x10-5 SI Sitios con remanencia magnética estable * 1 -31 34 57 -64 36 32 4 8,4 241/60 13/21 1,041 1,005 1,036 0,729 11,2 90 16,4 2 -31 35 10 -64 37 18 4 73,0 35/34 255/49 1,058 1,028 1,029 0,030 2 14,3 7,9 3 -31 34 57 -64 37 55 3 20,6 348/36 257/1 1,020 1,008 1,012 0,189 0,8 24,8 18 * 4 -31 34 37 -64 39 44 3 23,4 15/17 197/73 1,079 1,052 1,026 -0,328 17,9 27,4 6,6 X 5 -31 34 42 -64 39 25 3 8,3 307/10 54/59 1,016 1,003 1,014 0,667 32,3 90 23,1 * 15 -31 15 26 -64 35 1 4 7,9 315/27 208/29 1,032 1,006 1,025 0,593 6,3 27 9 *#20 -31 21 18 -64 29 22 3 18,3 157/54 304/32 1,043 1,020 1,023 0,068 12 90 37,5 21 -31 35 45 -64 40 46 4 9,7 25/63 274/10 1,056 1,032 1,024 -0,135 3,8 13,1 5,5 22 -31 37 22 -64 40 13 3 18,4 19/77 289/0 1,096 1,030 1,064 0,351 1,5 7 2,5 * 23 -31 37 20 -64 41 1 3 13,4 83/18 293/69 1,059 1,013 1,046 0,551 8 79,8 4 * 24 -31 36 15 -64 42 8 2 16,3 126/13 276/75 1,041 1,017 1,023 0,159 0 77 0 X26 -31 37 13 -64 44 50 3 10,3 55/7 280/80 1,037 1,010 1,023 0,462 38,2 90 30 * 27 -31 36 44 -64 49 7 4 18,4 88/40 219/37 1,149 1,053 1,092 0,261 4,6 45,1 5,6 * 28 -31 37 6 -64 51 49 3 37,2 151/6 245/38 1,082 1,008 1,073 0,782 1,4 55,9 5,3 * 29 -31 37 5 -64 54 20 3 53,8 360/2 93/59 1,027 1,009 1,017 0,315 7,5 78,9 6,3 *#38 -31 39 32 -64 62 27 3 44,3 357/53 112/17 1,059 1,024 1,035 0,178 15,1 39,9 29,9 40 -31 21 8 -64 37 21 4 11,7 280/53 146/28 1,031 1,015 1,015 0,017 1,4 18,9 9 * 42 -31 23 26 -64 43 47 4 50,0 201/13 82/64 1,083 1,015 1,067 0,619 8,3 55,3 8,1 * 46 -31 21 8 -64 37 21 3 10,1 206/2 106/78 1,035 1,010 1,025 0,415 14,8 28,2 8,6

Sitios con remanencia magnética inestable * 6 -31 43 21 -64 38 12 4 5,5 36/39 295/14 1,045 1,013 1,031 0,391 5,2 27,8 10 * 7 -31 42 47 -64 37 35 2 33,9 61/24 317/29 1,067 1,017 1,049 0,466 0 33,4 0 8 -31 39 22 -64 35 60 3 9,9 66/50 295/29 1,033 1,019 1,014 -0,139 3,6 17,1 3,2 13 -31 5 26 -64 31 40 3 8,5 324/61 83/15 1,030 1,009 1,020 0,361 10,7 23,8 7 *#14 -31 14 56 -64 36 11 3 9,2 336/22 204/57 1,012 1,008 1,004 -0,353 19,9 46,2 59,2 * 16 -31 17 55 -64 34 16 3 6,8 23/59 239/26 1,059 1,010 1,049 0,666 2,9 90 14 * 17 -31 19 20 -64 34 60 3 5,5 309/4 200/77 1,035 1,014 1,021 0,203 7,2 90 17,6 * 18 -31 23 49 -64 33 26 3 7,7 70/51 249/39 1,040 1,018 1,022 0,100 7,6 32,2 8,3 * 19 -31 22 59 -64 32 19 2 7,2 97/8 201/59 1,029 1,007 1,022 0,515 0 90 0 25 -31 36 27 -64 43 3 2 8,7 320/0 229/76 1,039 1,017 1,021 0,094 0 11,8 0 * 30 -31 38 44 -64 54 10 3 1,3 213/24 112/24 1,068 1,033 1,034 0,022 3,8 72,8 2,6 * 31 -31 40 35 -64 53 58 3 7,1 9/62 257/12 1,025 1,021 1,003 -0,708 9,1 31 10,9 * 32 -31 42 38 -64 53 48 2 8,0 71/26 285/60 1,052 1,021 1,030 0,168 0 40,8 0 * 33 -31 44 52 -64 54 25 3 12,6 43/44 305/8 1,024 1,014 1,009 -0,219 11 33,6 20,4 *#34 -31 46 30 -64 54 42 3 8,7 307/49 42/5 1,019 1,010 1,009 -0,069 3,2 90 90 35 -31 45 3 -64 55 57 2 7,6 233/7 30/83 1,053 1,009 1,043 0,630 0 24,8 0 * 36 -31 45 24 -64 57 27 3 7,2 59/45 231/44 1,044 1,027 1,017 -0,230 4,2 25,5 8,2 *#37 -31 44 29 -64 59 43 3 5,6 295/41 120/49 1,027 1,011 1,015 0,135 12 90 90 # 39 -31 41 39 -64 63 27 5 6,2 191/17 296/40 1,049 1,036 1,012 -0,492 4,9 23,8 38,9 * 41 -31 21 20 -64 39 38 3 3,9 196/20 92/35 1,017 1,007 1,009 0,143 11,3 52,6 19,5 * 43 -31 23 49 -64 45 12 3 10,4 171/2 52/86 1,029 1,017 1,012 -0,166 7,6 34,7 2,6 * 44 -31 22 37 -64 46 13 3 9,0 42/24 294/35 1,042 1,013 1,028 0,349 4,2 44,5 16,1 * 45 -31 21 13 -64 48 31 5 2,4 106/6 202/43 1,055 1,018 1,036 0,318 10,6 43,6 24,1

Lat., Long.: ubicación del sitio. N: número de especímenes por sitio. K1/2: susceptibilidad magnética volumétrica. K1: dirección del eje de susceptibi- lidad máxima. K3: dirección del eje de susceptibilidad mínima. P: grado de anisotropía. L: lineación magnética. F: foliación magnética. T: parámetro de forma. Véase texto para las fórmulas de los parámetros precedentes. E13,E12 y E23: ángulos de las elipses de confianza para los distintos ejes del elipsoide. * Lineación sin significado estadístico (K1 no representa una dirección de lineación) # Foliación sin significado estadístico (K3 no representa al polo del plano de foliación) x Sitio estadísticamente isótropo relación con las foliaciones y lineaciones El más claro indicador de la fluidalidad clino. Zarco (2006) ha determinado de determinadas por otros métodos, que se magmática y de la deformación posterior, este modo una estructura planar de cris- ilustran en la figura 2. es la orientación de los cristales de micro- talización magmática en una dirección 388 S. E. GEUNA, L. D. ESCOSTEGUY, R. MIRÓ, J. C. CANDIANI Y M. F. GAIDO

tadores, que está en el orden de 1,3 para las micas. En la práctica, la fábrica de los granitos se define tan débilmente que la anisotropía total raramente excede 1,1 (10%) y usualmente está por debajo de 1,04 (4%). Esto los distingue de los gra- nitos ferromagnéticos, en los que la ani- sotropía de forma de la magnetita gobier- na la fábrica magnética y torna P alta- mente variable, pudiendo superar incluso el valor de 1,5 (50 %, Pueyo et al. 2004). Como se dijera anteriormente, las fábri- cas magmática y de cizallamiento, distin- guidas a partir de las texturas microscópi- cas, tienen orientaciones muy similares, de acuerdo a lo determinado por Zarco (2006). Esto significa que las dos fábricas no podrán diferenciarse a partir de su orientación; en cambio, el cizallamiento, que es acompañado por deformación en el estado subsólido, tiene comúnmente el efecto de aumentar el grado de anisotro- Figura 4: Microfotografías de óxidos de Fe-Ti en el batolito de Achala, en luz reflejada y con ob- pía de susceptibilidad magnética de las jetivos de inmersión en aceite. a) Bastones orientados de titanohematita (gris claro) hospedados rocas hasta valores que superan los usua- por ilmenita (gris oscuro). b) Bastones orientados de ilmenita (gris oscuro) hospedados por tita- nohematita (gris claro). c) Zonas de ilmenita exsuelta de mayor tamaño contienen pequeños len- les para una fábrica puramente magmáti- tes de hematita como una segunda generación de exsolución. d) Áreas de aspecto sucio por alte- ca. Vale aclarar que este aumento de gra- ración de baja temperatura a hematita + rutilo. do sólo es detectable en los granitos pa- dominante N350º y una inclinación de N135º. ramagnéticos, libres del efecto de la ani- 70º al este. En plutones elípticos como En contraste con las foliaciones y linea- sotropía de forma de la magnetita. los de Copina y Tanti se observa que la ciones establecidas en base a la orienta- Los planos de foliación de la anisotropía foliación magmática tiene una disposi- ción de los cristales de microclino, la ani- de susceptibilidad magnética determina- ción circular, que sigue los contornos del sotropía de susceptibilidad magnética dos en el batolito de Achala definen guir- plutón (Fig. 2). La lineación, igualmente proporciona foliaciones y lineaciones que naldas con un polo de rumbo aproxima- marcada por los ejes de cristales de mi- se deben (en granitos paramagnéticos) a do N-S (Fig. 6), que tienen buena corre- croclino, tiene un rumbo de N45ºE, con la anisotropía magnetocristalina de los lación con las observaciones de fluidali- una inclinación media al este, que indica minerales de hierro. El eje corto del elip- dad planar medida en microclinos por

en forma grosera el sentido de la intru- soide de anisotropía (KminFig. 5) es equi- Gaido et al. (2005) y Zarco (2006). La in- sión (Zarco 2006). valente al polo de la foliación magmática, clinación de los planos de foliación mag- Por otro lado, la estructura planar que debido al paralelismo entre el polo del nética es variable. Se observan inclinacio- responde al cizallamiento magmático plano basal de los filosilicatos (biotita, nes fuertes y hacia fuera en los bordes de tiene una orientación de N350º, con un clorita y Fe-muscovita) y el eje de suscep- los cuerpos (San Clemente, San Bernar- buzamiento general de 63º al este. Esta tibilidad mínima. Por otro lado, el eje do) y en las zonas de deformación inter-

dirección muestra la estrecha coinciden- largo del elipsoide (Kmax) sería equivalen- na que coinciden con las fallas terciarias cia entre las estructuras magmáticas de te a la li-neación magmática, ya que Kmax Los Gigantes-La Cumbrecita y Copina- fluidalidad primaria, con la deformación es el eje de vorticidad de la fábrica, o el Retamillo (Figs. 2 y 5). Al alejarse de estas que provocó la reorientación de los cris- eje medio alrededor del cual rotan los zonas de deformación existe una tenden- tales de microclino. Existen además con- planos basales de las micas, y que repre- cia a foliaciones subhorizontales. centraciones de polos de ejes de defor- senta la dirección de estiramiento del En cuanto al grado de anisotropía obser- mación, orientados N20º- N25º, con in- magma (Pueyo et al. 2004). vado, este es débil, de acuerdo con lo es- clinaciones de 70º al este y 85º al oeste, El grado de anisotropía P de los granitos perado para fábricas magmáticas en gra- que corresponden a desplazamientos de paramagnéticos no puede superar la ani- nitos paramagnéticos, y predominan las planos torsionados con rumbos N165º y sotropía intrínseca de los minerales por- formas obladas (foliadas; Fig. 5 a, b y c). La susceptibilidad magnética del batolito de Achala… 389

Figura 5: Estereogramas de igual área donde se ilustran los elipsoides de anisotropía de susceptibilidad magnética de sitios representativos del bato- lito de Achala. Los diagramas de la izquierda contienen las direcciones del elipsoide por espécimen; a la derecha, el promedio del sitio con las elip- ses de error para cada eje del elipsoide según estadística de Jelinek (1978). Todos los gráficos corresponden a sitios oblados en la facies porfiroide, con calidad estadística decreciente desde a) a d). a) Sitio 22, zona de deformación Copina, foliación NNE subvertical; b) Sitio 15, cercano al borde del batolito; foliación inclina al NNE y hacia fuera, en coincidencia aproximada con el rumbo del contacto con la roca de caja en esta localidad; c) Sitio 46, foliación subhorizontal; d) Sitio 44. Hemisferio inferior. tadores de una remanencia magnética estable. Si se excluyen los sitios de P ele- vado relacionados con zonas de defor- mación, el resto de los sitios tiene un grado de anisotropía que no depende de la estabilidad de la remanencia. En cam- bio, las muestras con remanencia inesta- ble tienen valores menores de susceptibi- lidad volumétrica y una cierta tendencia a desarrollar formas proladas (Fig. 7). Esto significa que el mineral portador de la remanencia estable contribuye a la sus- ceptibilidad e incluso a su forma, y que la ausencia de una remanencia estable se Figura 6: a) Polos de la foliación magnética (K3); b) Direcciones de lineación magnética (K1), debe a la ausencia del mineral responsa- ambos en estereograma de igual área, hemisferio inferior. Nótese el bajo número de lineaciones magnéticas determinadas, que se debe a que la fábrica magnética es esencialmente planar. ble de la misma (posiblemente por proce- sos de alteración). Las direcciones de lineación con signifi- deformación interna dentro del batolito y cado estadístico son escasas (Cuadro 1; contactos entre distintas unidades (Fig. DISCUSIÓN Fig. 6). 2). Es de notar que la facies biotítica es Sin embargo, varios sitios muestran gra- una facies tardía y muestra los mayores El análisis de las propiedades magnéticas dos de anisotropía relativamente eleva- efectos de la tectónica sin-magmática de la facies porfírica dominante en el ba- dos, de hasta 15% (P 1,15); estos sitios (Gaido et al. 2005). tolito de Achala nos permite concluir que coinciden con zonas de afloramiento del En la figura 7 se grafican varios paráme- ésta es paramagnética, con una fábrica granito biotítico de grano fino, que a su tros de la susceptibilidad y su anisotropía, magnética débil de carácter oblado, sólo vez están controlados por zonas de discriminando los sitios que fueron por- magnificada en zonas de deformación in- 390 S. E. GEUNA, L. D. ESCOSTEGUY, R. MIRÓ, J. CARLOS CANDIANI Y M. F. GAIDO

debe a la presencia de cristales de magne- tita con martitización incipiente a lo largo de los planos {111}, usualmente asociada a titanita y biotita. También se observa- ron algunos granos de ilmenita con he- matita exsuelta. En la facies interna se observó que el carácter paramagnético se debe a la alteración casi total de la mag- Figura 7: Gráfico 3D en netita original a hematita, o martitización el que se distinguen las poblaciones de sitios con (López de Luchi et al. 2002). remanencia estable e Excluyendo el valor aumentado de P, de- inestable del batolito de bido a la mineralogía, las características Achala. Los sitios con remanencia inestable tie- de las fábricas de los demás granitos son nen valores menores de similares a las de Achala, en el sentido de K y T, con respecto a que predominan las foliaciones magmáti- aquellos con remanencia estable (discusión en el cas, que estas tienden a ser concéntricas texto). con respecto a los contactos externos de los complejos plutónicos (Renca, La To- terna y en el contacto con otras unidades men las características de la fábrica mag- tora, López de Luchi et al. 2002, 2004), como el granito biotítico de grano fino, nética de estos granitos. La primera dife- que existen fábricas sobreimpuestas por que se han interpretado como contem- rencia radica en el hecho de que muchas deformación subsólida, especialmente en poráneas de la etapa de mayor deforma- de las unidades contienen magnetita, y las zonas de borde en áreas de deforma- ción sin-magmática. La remanencia mag- por lo tanto tienen valores elevados de K ción interna de los plutones, y que las nética de estas facies es estable y portada (débil a moderadamente ferromagnéti- foliaciones transgreden los límites entre por hematita, asociada íntimamente con cas), y también de P, debido a la anisotro- distintas unidades intrusivas, como en el la ilmenita en texturas de exsolución. pía de forma de este mineral. caso del batolito de Las Chacras-Piedras Esto contrasta con las propiedades de El examen microscópico de la facies ex- Coloradas (Siegesmund et al. 2004) o del varios de los granitoides achalianos de la terna del batolito de Renca permitió esta- Cerro Áspero (Pinotti et al. 2006). sierra de San Luis. En el cuadro 2 se resu- blecer que el carácter ferromagnético se En la figura 8 se observa que las propie-

CUADRO 2: Cuadro comparativo de las propiedades magnéticas de varios complejos graníticos achalianos de Córdoba y San Luis.

Complejo Edad Carácter Unidad Carácter P K (x 10-5, SI) plutónico magnético magnético Prom. Rango Prom. Rango dominante dominante

Renca (1) 393±5 (a) Mixto Unidad externa MFM 1,09 1,01 - 1,20 442 7 - 1700 U-Pb Zr Unidad interna PM 1,03 1,01 - 1,08 9 4 - 25 Las Chacras- 381±5 (2) Mixto Potrerillos (Rojo Dragón) PM 1,05 1,01 - 1,08 6 2 - 9 Piedras U-Pb Zr Potrerillos (Rosa del Salto Coloradas (2) - Gris Perla) PM 1,04 1,02 - 1,08 42 20 - 60 La Mesilla - Las Huertitas PM-DFM 1,05 1,01 - 1,11 105 10 - 750 Las Chacras MFM 1,15 1,03 - 1,30 727 50 - 2000 Cerro Aspero (3) 369±9 (3) Mixto El Talita MFM 1,16 1,10 - 1,24 1067 650 - 1700 Rb-Sr Alpa Corral, unidad externa PM 1,04 1,01 - 1,06 9 3 - 45 Alpa Corral, unidad interna PM-DFM 1,09 1,04 - 1,21 131 6 - 1700 La Totora (4) 371±8 (4) Ferromagnético Unidad externa DFM-MFM 1,05 1,01 - 1,11 417 45 - 1200 358±8 Unidad interna DFM 1,03 1,02 - 1,06 215 90 - 900 K-Ar Achala (5) 368±2 (b) Paramagnético Granito porfiroide PM 1,05 1,01 - 1,09 17 1 - 75 U-Pb Zr Granito biotítico equigranular PM 1,07 1,03 - 1,15 24 10 - 50 P: grado de anisotropía; K: susceptibilidad magnética volumétrica. Carácter magnético según clasificación de Clark 1999. PM Paramagnético (K<126x10-5 SI); DFM Débilmente ferromagnético (126x10-5 SI

Figura 8: Gráfico com- parativo de las propie- dades magnéticas de varios complejos gra- níticos achalianos de Córdoba y San Luis. Fuente: (1) Siegesmund et al. 2004; (2) López de Luchi et al. 2002; (3) Pinotti et al. 2006; (4) López de Luchi et al. 2004; (5) Este trabajo. Las uni- dades que componen el batolito de Las Chacras-Piedras Coloradas se consig- nan con la nomencla- tura utilizada por Brogioni (1997), que tienen una correspon- dencia aproximada con los tipos litológicos definidos por Siegesmund et al. (2004). dades magnéticas de los granitos de San la gran variabilidad y diferenciación de (1987), Lira y Kirschbaum (1990) y Gai- Luis, como los complejos de Renca y Las estos cuerpos más extensos y complejos. do et al. (2005). En sus descripciones pe- Chacras-Piedras Coloradas, tienen un Al comparar las propiedades magnéticas trográficas, Patiño (1989) describe una amplio rango de variación; aunque están de los granitos devónicos de San Luis magnetita anisótropa y con exsoluciones constituidos en buena parte por granitos con las del batolito de Achala, se observa de ilmenita de forma discoidal, rasgos ferromagnéticos, incluyen términos para- que éste tiene un carácter paramagnético que no son típicos de la magnetita y que magnéticos como la unidad interna de general, con susceptibilidades menores a podrían indicar una determinación im- Renca, y los granitos rojos con muscovi- 100 x 10-5 (SI), incluso en la facies porfí- precisa de los óxidos de Fe-Ti. Por otra ta de Potrerillos. El Granito La Totora rica principal, que en los plutones El parte, ya Kirschbaum (1984) determinó muestra valores intermedios, con menor Talita y Las Chacras es magnética. Por que el mineral pesado más abundante en variabilidad, rasgo que fue atribuido por consiguiente, la variabilidad en las pro- los sedimentos fluviales en las áreas de López de Luchi et al. (2004) a una menor piedades magnéticas es más restringida, Los Gigantes y es la il- diferenciación petrográfica y geoquímica. aún a pesar de las dimensiones del bato- menita. Esta autora sólo identificó una Puesto en estos términos, los valores ex- lito. Cabe destacar que la ausencia de fracción (menor) de magnetita en las tremos de Renca y Las Chacras abarcan- magnetita que se informa en este trabajo muestras tomadas en la cuesta de Copina; do 3 órdenes de magnitud en la suscepti- contrasta con menciones hechas de este la presencia localizada de magnetita en bilidad magnética, serían una medida de mineral por Patiño y Patiño Douce los sedimentos de corriente podría de- 392 S. E. GEUNA, L. D. ESCOSTEGUY, R. MIRÓ, J. C. CANDIANI Y M. F. GAIDO

berse a que ésta es aportada por alguna cizallamiento en el estado magmático, lo- mienta efectiva para el mapeo de las zo- de las facies de menor representatividad calizados en fajas de máxima deforma- nas de deformación dentro del batolito, espacial dentro del batolito, o bien por ción (Zarco 2006). aportando información acerca de la rela- los colgajos de roca metamórfica que - La susceptibilidad magnética de la fa- ción entre estas zonas y las estructuras de abundan en algunos sectores. cies porfiroide del batolito de Achala va- deformación regional (fajas de cizalla). El carácter paramagnético de los granitos ría entre 5 y 80 x 10-5 (SI), por lo que se - Las muestras con remanencia inestable se relaciona usualmente con el grado de lo clasifica como granito paramagnético. tienen valores menores de susceptibili- oxidación del magma, ya que un magma La susceptibilidad sería una medida del dad volumétrica y una cierta tendencia a oxidado suele dar lugar a la cristalización contenido de minerales con Fe como desarrollar formas proladas. Esto se atri- de magnetita, mientras que un magma biotita e ilmenita; se observó además la buye a que la hematita contribuye a la reducido acomoda el hierro como Fe2+ en presencia de granos conspicuos de hema- susceptibilidad e incluso a su forma, y silicatos paramagnéticos (biotita) e ilme- tita con ilmenita exsuelta. que la ausencia de una remanencia esta- nita. Sin embargo, esta relación puede ser - La hematita es portadora de una rema- ble se debería a la ausencia de hematita. modificada por procesos póstumos de nencia magnética antigua (devónica) y su - A diferencia de los clásicos granitos oxidación durante el enfriamiento de los temperatura de Néel-Curie indica que tipo S, que son paramagnéticos debido a plutones. En el caso de Achala, el estado contiene un porcentaje menor de ilmeni- la ausencia de magnetita por el carácter final del granito es oxidado, lo cual se ta en su estructura. La relativa impureza reducido del magma, el paramagnetismo manifiesta en que la ilmenita aparece con de la hematita, su relación textural con la de Achala se vincula con un estado final hematita exsuelta, por lo que en todo ilmenita y su remanencia, permiten des- oxidado, que se manifiesta en que la ilme- caso el carácter oxidado o reducido esta- cartar un origen secundario por altera- nita aparece con hematita exsuelta. Dado ría condicionado por el ambiente en el ción; la hematita sería tardío-magmática, que el carácter para o ferromagnético es cual se produjeron los procesos tardío- producto de exsolución de ilmenohema- indicativo no sólo del origen y naturaleza magmáticos, que en Achala son amplia- tita magmática o bien por oxidación de la del granito, sino también de cambios mente conocidos (Lira et al. 1996, Zarco ilmenita durante el enfriamiento del plu- redox tardíos que pueden alterar la para- 2006). tón. génesis por formación de nuevos minera- Más allá del grado de oxidación de Acha- - La anisotropía de susceptibilidad mag- les o la alteración de las fases magnéticas la y si éste es original o adquirido duran- nética del batolito de Achala es débil, y tempranas, el carácter oxidado de Achala te el enfriamiento, lo que queda claro es predominan las formas obladas (folia- podría ser original o haber sido alcanza- que éste es un rasgo que lo distingue de das). Casi no pudieron determinarse di- do durante el enfriamiento de los pluto- los demás batolitos achalianos. Dentro recciones de lineación con significado nes. del panorama planteado por Rapela et al. estadístico. Se observan inclinaciones - El carácter paramagnético general de (1990), en el cual distinguía granitos fa- fuertes y hacia fuera en los bordes de los Achala lo distingue de los demás batoli- matinianos post-orogénicos de post- plutones y en las zonas de deformación tos achalianos, que son ferromagnéticos famatinianos, cabría apuntar entonces interna. Al alejarse de estas zonas de en sus facies o plutones principales. El que, aunque se demuestra que temporal- deformación existe una tendencia a folia- ciclo achaliano incluye granitos de distin- mente todos forman parte de un mismo ciones subhorizontales, en coincidencia to origen y/o evolución, y las propieda- ciclo magmático achaliano, este ciclo in- con las estructuras magmáticas primarias des magnéticas son una herramienta sen- cluye granitos de diferente carácter, y que determinadas a partir de la alineación de cilla, rápida y económica para su distin- las propiedades magnéticas son una cristales de microclino. ción. herramienta sencilla, rápida y económica - Varios sitios muestran grados de aniso- para su distinción. tropía relativamente elevados, de hasta AGRADECIMIENTOS 15% (P 1,15); estos sitios coinciden con CONCLUSIONES zonas de afloramiento de la facies biotíti- El trabajo fue parcialmente financiado ca de grano fino, y/o con zonas de defor- por los proyectos UBACyT X1380 - La relación del batolito de Achala con mación interna dentro del batolito. El (UBA), PIP 5783 (CONICET) y PICT respecto a las fajas de deformación fama- grado alto de anisotropía de susceptibili- 1074 (ANPCyT). Parte del trabajo expe- tinianas de las Sierras de Córdoba es cla- dad magnética se atribuye al cizallamien- rimental se realizó en laboratorios de ramente discordante. Sin embargo, estas to magmático que caracteriza a estas CSIRO en North Ryde (Australia), como fajas muestran reactivaciones en el De- zonas. parte de una beca posdoctoral de CONI- vónico (Achaliano) que probablemente - El resultado de este estudio preliminar CET a S.G., y donde se contó con la asis- coinciden con el emplazamiento del ba- muestra que la anisotropía de susceptibi- tencia de D. Clark, P. Schmidt y M. Hud- tolito. Existen evidencias texturales de lidad magnética puede ser una herra- dleston. Se agradecen las fructíferas dis- La susceptibilidad magnética del batolito de Achala… 393

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