<<

Cuadernos Universitarios. Publicaciones Académicas de la Universidad Católica de Salta, vol. 5, 2012: 259-270

A la Sombra del : Ascensos a las Cimas de los volcanes Rosado, Mellado y Socompa Caipis

María Constanza Ceruti1

Resumen En este trabajo se ofrecen los resultados de las observaciones realizadas desde el ámbito de la arqueología de alta montaña en las cimas de tres cerros situados en las inmediaciones del volcán Socompa, en la puna de Salta. Los ascensos efectuados personalmente por la autora permitie- ron constatar ausencia de indicadores de utilización ritual prehispánica en las cumbres de los cerros Rosado y Mellado; en tanto que en las cimas del macizo volcánico de Socompa Caipis se documentaron indicadores de ascensiones tradicionales y subactuales. Las ascensiones aquí referidas a las máximas alturas de los cerros Rosado (5.48 m) y Mellado (5.317 m) constituyen las primeras instancias de exploración científica de dichas cumbres. Por su parte, las observa- ciones en las cimas del Socompa Caipis (5.156 m) contribuyen a aclarar el panorama de la utilización ritual de las montañas que rodean al majestuoso Socompa, volcán de más de seis mil metros de altura, el cual había sido ascendido y explorado por esta investigadora con anterioridad.

Palabras clave: arqueología - montaña - documentación - cumbres - Inca

Introducción El Socompa es un volcán formado por una única cumbre de más de seis mil metros, de la El volcán Socompa se encuentra ubicado a que se desprenden varios filos, bastante abrup- 24° 23’ Latitud sur y a 68° 14’ Longitud este, tos, que descienden hasta la base. El cráter se aproximadamente a 8 km al noreste de la esta- encuentra ubicado al noroeste de la montaña, ción homónima del ferrocarril, en el Departa- en territorio chileno, en tanto que la cumbre mento Los de la provincia de Salta. Se se sitúa sobre el límite geopolítico. Una de sus trata de una de las máximas alturas que seña- principales características es que permanece la el límite con la vecina República de , activo, siendo sus fumarolas y temblores los alcanzando una altura de 6031 metros sobre el principales indicadores de su actividad intern. nivel del mar, según la cartografía del Instituto Dicha actividad lo diferencia de los otras mon- Geográfico Militar (carta topográfica «Socom- tañas de la región, como los volcanes y pa»- Hoja 2569-II-). Arizaro, los cuales también fueron aprovecha-

1 Instituto de Investigaciones de Alta Montaña de la UCaSal.

Investigaciones de Alta Montaña| 259 Ceruti dos para la construcción de santuarios de al- bre el tema de cumbres sagradas del noroeste tura en época Inca (véase Ceruti 2001). de (véase Ceruti 1999). En Diciembre de 1973, el andinista El volcán Socompa es una típica localidad sanjuanino Antonio Beorchia Nigris realizó arqueológica de altura que comparte con otros una ascensión al volcán Socompa por la cara santuarios de alta montaña rasgos tales como norte, detectando una construcción de planta la presencia de parapetos de piedra, rectángu- semicircular y 2 m de diámetro levantada a los ceremoniales y depósitos de leña. Dichos 5.000 metros sobre el nivel del mar y un tramo indicadores permiten adscribir la construcción de camino calzado en zig-zag en sus cerca- y utilización de varios de los sitios en las faldas nías. A 5.300 metros, sobre la ladera este de la y laderas del volcán al período de ocupación montaña, reconoció un enorme depósito de leña incaica en el noroeste argentino (véase Beorchia con ramas de notable longitud y grosor. Even- 1985; Ceruti 1999). La presencia de instalacio- tualmente, en las inmediaciones de un porte- nes logísticas en las vertientes sur y norte del zuelo cercano a los 5.700 metros de altura, ob- volcán; así como las sendas ascendentes, ha- servó un complejo arquitectónico de notables brían facilitado el ascenso a la cumbre, de li- proporciones, formado por muros de hasta 1,2 mitada accesibilidad, dada la gran altura de la m de altura, con dinteles y tirantería de made- montaña y su conformación. Otros grandes vol- ra conservados (véase Beorchia 1985). canes de la región, como el vecino , La autora de este trabajo efectuó una as- presentan también una ruta de ascensión censión exploratoria por la vertiente meridio- jalonada por instalaciones logísticas (véase nal del volcán Socompa en Marzo de 1997, Ceruti 2003a; Reinhard y Ceruti 2010). En el acompañada por el andinista salteño Rafael caso del volcán Socompa los obstáculos topo- Monti. El ascenso demandó dos días y se vio gráficos experimentados en nuestra ascensión dificultado por la nieve acumulada durante el por la ladera sur, sumados a la magnitud de las verano (en la que era inevitable hundirse con- estructuras observadas por Beorchia Nigris en tinuamente hasta los muslos) y el enorme ta- el portezuelo norte (véase Beorchia 1985), su- maño de los bloques rocosos que afloraban. gieren que la ruta septentrional habría sido la Además, el desnivel que se requiere superar más transitada. La leña observable en la cima es de unos 2200 m, si se consideran los 3.850 permitió inferir que en las actividades rituales metros de altitud del paso de Socompa. Por su habría estado contemplada la quema de las parte el descenso se vio complicado por facto- ofrendas – o bien que la misma leña era consi- res climáticos, debiendo sortearse una fuerte derada una ofrenda, como es el caso en nume- granizada acompañada de tormenta eléctrica. rosos santuarios de altura (véase Ceruti 2008). Sin embargo, durante la breve permanencia Acerca de la naturaleza de las rituales efectua- en la cima se gozó de buen tiempo y fue posi- das en la cima del Socompa, no es mucho lo ble observar numerosas montañas cercanas y que pudo inferirse en base a los resultados de lejanas, entre las que cabe menciona el Socom- la inspección visual, debido a la escasez de ves- pa Caipis, el volcán Llullaillaco; el volcán tigios en superficie y a la nieve que cubre per- , los volcanes Aracar y Arizaro y las manentemente una gran parte de la cima. cumbres del Macón; además de los vecinos El Socompa se encuentra rodeado de ce- nevados Salín y . Los resultados de las rros volcánicos de menor altura, acerca de los observaciones efectuadas fueron publicados cuales existía muy poca o nula información dis- oportunamente en un libro especializado so- ponible. Si bien algunos efectivos de la gendar-

260 | Cuadernos Universitarios. UCASAL, 5, 2012 Ascensos a las cimas de los volcanes Rosado, Mellado y Socompa Caipis mería nacional afectados al destacamento se desprenden empinadas laderas, que con- Socompa realizaban ocasionalmente ascensos tribuyen a recortar el distintivo perfil de la a la cima del cerro Socompa Caipis, no se co- montaña en un paisaje atestado de volcanes. nocían antecedentes de ascensos a las cum- La precumbre es coronada a su vez por un bres de los vecinos cerros Rosado y Mellado. extenso promontorio que forma la planicie ci- En octubre de 2002 la suscripta efectuó ascen- mera. Existen evidencias de actividad volcá- siones a las cimas de los cerros Rosado, Mella- nica en la geoforma: en las inmediaciones de do y Socompa Caipis, acompañada de los la precumbre se advierten emanaciones sulfu- montañistas salteños Adriana Escobar y Rafael rosas. Monti. Los resultados de las observaciones La vertiente sudsudoeste de la montaña efectuadas en aquella oportunidad constituyen ofrece un filo rocoso de tonalidad gris marrón el núcleo del presente trabajo. que asciende por sobre la ladera sur, marcada por intensa actividad volcánica (pequeño crá- El Cerro Rosado ter secundario). Dicho filo se distingue por su rocosa constitución, de las restantes vertien- El cerro Rosado es una geoforma de origen tes del cerro, en las que predominan los sayales volcánico que se encuentra ubicada a 24º 46’ formados por cascajo de grano pequeño, ma- Latitud sur y a 68º 23’ Longitud oeste, aproxi- tizados con afloramientos de grandes bloques madamente a 40 km. al noroeste de la localidad de color morado. El sedimento del sayal es muy de Mina La Casualidad, en el Departamento suelto, por lo que resulta una excelente vía para Los Andes, Provincia de Salta. Se encuentra el descenso de la montaña, pero presentando ubicado al oeste del salar de Arizaro, al este del muchas dificultades para su ascensión. El filo volcán Llullaillaco y al noroeste de la salina de sudsudoeste ofrece una de las mejores alter- Llullaillaco. Según la cartografía del Instituto nativas para ganar las mayores alturas en la Geográfico Militar (carta topográfica «Socom- montaña. pa»- Hoja 2.569-II-), alcanza una altitud de 5.483 Habiendo partido de la localidad de Tolar metros sobre el nivel del mar. Grande en horas de la tarde, y tras recorrer el El cerro Rosado pertenece al sistema camino que de la Mina la Casualidad conduce orográfico de la cordillera occidental andina. hacia la margen occidental de la Salina de Se trata de una montaña de origen volcánico, de Llullaillaco, se acampó a la vera de la huella, morfología compacta y de notable visibilidad, junto a la base de la vertiente sudoeste de la en razón del color rojizo y morado de sus lade- montaña. El ascenso del cerro Rosado se ini- ras y de la apariencia de torre escalonada que la ció a las 3:15 de la madrugada, siendo la cum- caracteriza al ser vista desde el noroeste. El bre alcanzada alrededor de las 8 de la mañana. acceso a la cumbre del volcán se puede efec- Como ruta de subida se seleccionó el filo roco- tuar por distintas vertientes de la montaña, tra- so al sudsudoeste del macizo, el cual condujo tándose de ascensiones de escasa dificultad. a los escaladores hasta la vasta precumbre, El desnivel que se requiere superar es de alre- para desde allí continuar por la amplia meseta dedor de 1.500 metros, si se consideran los en dirección a la cima. 3.900 m.s.n.m. de la salina del Llullaillaco como El tiempo transcurrido en las alturas del nivel de base. cerro Rosado fue de aproximadamente tres Consta de una extensa área de precumbre horas, durante las cuales fue prospectada que se extiende en sentido oeste-este, de la que extensivamente la cima y la precumbre. Como

Cuadernos Universitarios. UCASAL, 5, 2012 | 261 Ceruti ruta para el descenso se eligió un extenso sa- van en sus inmediaciones. Hacia el noreste yal de la vertiente sudoeste de la montaña, el sobresalen los volcanes Socompa, Pulares, cual fue atravesado sin complicaciones, per- Aracar. En dirección al sur, se obtiene una vis- mitiendo arribar a la base de la montaña alre- ta del volcán Antofalla y de los cerros Lila, Ca- dedor de la 1 p.m. En síntesis, las tareas de jero, Archibarca y Tebenquiche. investigación desarrolladas en el cerro Rosado consistieron en la prospección exhaustiva del El cerro Mellado filo sudsudoeste y sayal sudoeste de la monta- ña, así como de la extensa precumbre y cima; El cerro Mellado se encuentra ubicado en medición, documentación fotográfica de em- las coordenadas de 24º 35’ Latitud Sur y 68º plazamientos y paisajes, y lecturas de latitud, 16’ Longitud Oeste, aproximadamente a 15 longitud y altitud efectuadas mediante kilómetros al sur del paso de Socompa, en el posicionador satelital. Departamento Los Andes de la provincia de No se observaron vestigios materiales de Salta, en el norte de Argentina. La montaña se ascensiones prehispánicas ni actuales en las sitúa al noroeste del salar de Arizaro, al nores- alturas del cerro Rosado, como así tampoco en te del volcán Llullaillaco y al sur de la Laguna sus laderas. La cumbre se encuentra ubicada Socompa. Según la cartografía del Instituto a 5.326 metros de altitud y a 24º 46.161’ Lati- Geográfico Militar (carta topográfica tud sur y 68º 23.302 ’ Longitud oeste, según «Socompa»- Hoja 2.569-II-), alcanza una alti- lectura de G.P.S. Se trata de un extenso pro- tud de 5.317 metros sobre el nivel del mar. El montorio con ligera forma de medialuna abier- acceso a la cumbre del volcán se puede efec- ta hacia el sur, que se extiende 160 metros en tuar por distintas vertientes de la montaña, sentido oeste-este (a 80º), con una amplitud tratándose de ascensiones de escasa dificul- de 45 metros aproximadamente. En la cima tad. El desnivel que se requiere superar es de principal se detectó un rasgo de dudoso ori- alrededor de 1.600 metros, si se consideran gen antrópico, constituido por un área despe- los 3700 metros sobre el nivel del mar de la jada rodeada de un aparente muro. El supues- Laguna de Socompa como nivel de base. to muro bastante desdibujado y formado por Pertenece al sistema orográfico de la cor- bloques grandes y medianos, describe un án- dillera occidental andina. Se trata de una mon- gulo junto a un alineamiento de rocas natura- taña de origen volcánico y relativa visibilidad les, quedando abierto hacia el norte. El posible en el paisaje. Al ser apreciada desde el norte, lado meridional de la estructura mide aproxi- tiene la apariencia de un cordón extenso y li- madamente 2 metros y se orienta a 120º, en geramente asimétrico; en tanto que desde el tanto que el lado perpendicular al anterior mide sur adquiere una morfología cuasi piramidal. 1,9 metros y se orienta a 30º. Los presuntos Aunque resulta difícil de advertir en el terre- muros alcanzan unos 50 cm. de ancho y entre no, el macizo se abre en forma de medialuna 0,15 y 0,40 metros de altura. El interior presen- en dirección noroeste. Consta de una cumbre ta cascajo de grano fino y piedras pequeñas. principal ubicada hacia el este y de una cum- Desde la cima se observan numerosas bre secundaria situada a corta distancia en montañas cercanas y lejanas, entre las que cabe dirección al Oeste. En torno a la cima princi- mencionar en primer plano al colosal volcán pal se extiende una amplia área de precumbre Llullaillaco, situado al oeste, y los cerros Silla, en la que llaman la atención los enormes aflo- Dos Naciones, del Inca y Chuculai, que se ele- ramientos de lustrosa roca basáltica negra que

262 | Cuadernos Universitarios. UCASAL, 5, 2012 Ascensos a las cimas de los volcanes Rosado, Mellado y Socompa Caipis jalonan el paisaje. Las cimas se hayan separa- montaña alrededor de las 3 de la tarde. En sín- das entre sí por una angosta dorsal, la cual tesis, las tareas de investigación desarrolla- presenta, en las inmediaciones de la cumbre das en el cerro Mellado consistieron en la ex- sur, una pequeña chimenea o volcáni- ploración del filo sudeste y sayal sur de la mon- ca. Dicha caldera y su concavidad introducen taña, así como de la extensa precumbre y am- una «melladura» en el perfil de la montaña, bas cimas; medición; además de la documen- siendo el rasgo que probablemente da origen a tación fotográfica de emplazamientos y paisa- la toponimia castellana del cerro. En las inme- jes, y lecturas de latitud, longitud y altitud efec- diaciones de la misma se advierten ligeras tuadas mediante posicionador satelital. emanaciones sulfurosas y elevación de la tem- La cumbre del cerro Mellado se encuen- peratura. tra ubicada a 5.352 metros de altitud y a 24º La vertiente sudeste de la montaña ofrece 35.575’ Latitud sur y 68º 16.049’ Longitud oes- un filo rocoso de tonalidad gris negruzca, el te, según lectura de G.P.S. Se trata de un pro- cual se distingue por su rocosa constitución montorio con ligera forma de medialuna abier- de los sayales de roca volcánica rojiza que con- ta hacia el sur, que se extiende 120 metros en forman gran parte de los faldeos meridionales sentido oeste-este (a 240º), con una amplitud de la montaña. El sedimento del sayal es muy de 10 a 30 metros aproximadamente. El pro- suelto, por lo que resulta una excelente vía para montorio de la cima forma en su vertiente nor- el descenso de la montaña, pero presentando te una barranca rocosa de aproximadamente muchas dificultades para su ascensión. El filo dos metros de profundidad, que lo separa del sudeste ofrece una de las mejores alternativas resto de la enormemente extensa área de para ganar las mayores alturas en la montaña. precumbre. El terreno se haya constituido por Habiendo partido de la base del vecino afloramientos y bloques grandes de roca vol- cerro Rosado en horas de la tarde, se acampó cánica de intenso color negro y por cascajo de en las cercanías de la base del filo sudeste del menor tamaño y de coloración rojiza. No se cerro Mellado, en las inmediaciones del cruce identificaron vestigios materiales de ascensio- entre la huella que conduce a la Salina del nes prehispánicas ni actuales en las alturas Llullaillaco y la ruta Nº 51 que conduce a del cerro Mellado, como así tampoco en las Socompa. El ascenso del cerro Mellado se ini- laderas exploradas en la montaña. ció a las 4:15 de la madrugada del día siguien- En la cima principal se detectó un rasgo de te, siendo la cumbre alcanzada alrededor de origen dudoso, constituido por un área de blo- las 8:30 de la mañana. Como ruta de subida se ques rocosos medianos y chicos (de 30 x 20 x 10 seleccionó el filo rocoso al sudeste del macizo, cm aproximadamente). El rasgo mide 1,9 me- el cual condujo a los escaladores hasta la cima tros y se orienta a 240º, alzándose unos 15 cm principal. El tiempo transcurrido en las altu- sobre la superficie del suelo. Los bloques tie- ras del cerro Mellado fue de aproximadamen- nen la apariencia de haber sido removidos, te cuatro horas, durante las cuales fue recorri- pero no hay signos evidentes de alteración in- da la cumbre principal, la extensa precumbre, tencional por agentes antrópicos. Tampoco la dorsal que conduce a la cima secundaria y puede establecerse con claridad el origen ésta última. Como ruta para el descenso se antrópico de dicha conformación rocosa, la eligió un extenso sayal de la vertiente sur de la cual tiende más bien a ofrecer el aspecto de montaña, el cual fue atravesado sin complica- ser un rasgo natural en el terreno volcánico. ciones, permitiendo arribar a la base de la Desde la cima se observan numerosas

Cuadernos Universitarios. UCASAL, 5, 2012 | 263 Ceruti montañas cercanas y lejanas, entre las que cabe de lengua Quechua, tratándose de un adverbio mencionar al volcán Llullaillaco, situado al su- de lugar que podría traducirse como «aquí». doeste, y los cerros Silla, Dos Naciones, Del El nombre de la montaña parece hacer refe- Inca, Rosado y Chuculai, que se elevan en sus rencia a la existencia de agua en la zona, lo inmediaciones. Hacia el norte domina el pai- cual podría estar relacionado con la vertiente saje la silueta del volcán Socompa, y de los ve- de agua dulce en Quebrada del Agua, o del es- cinos volcanes Socompa Caipis, Salín, Inca- pejo de agua en la Laguna Socompa. huasi y Pulares. Hacia el este sobresalen los El volcán Socompa Caipis pertenece al sis- cerros Arizar y Chuqulaqui; en tanto que a tema orográfico de la cordillera occidental mayor distancia se aprecian los volcanes Ara- andina. Se trata de un macizo que se extiende car, Guanaquero, Arizaro, Rincón, Pocitos, Del en sentido noreste-sudoeste, formando con su Medio, Tultul y Quironcolo. En dirección al sur, cráter un amplio anfiteatro abierto al este. So- se obtiene una vista de los cerros Lila, Cajero, bre el borde del cráter se yerguen dos cum- Archibarca y Tebenquiche. bres de altitud semejante, siendo la cima me- ridional la de mayor altura y extensión en su- El Volcán Socompa Caipis perficie. Sin embargo, es la cima central la que recibe el mayor número de ascensiones El Socompa Caipis es un macizo de origen deportivas y de entrenamiento militar, en ra- volcánico que se encuentra ubicado a 24º 29’ zón de resultar más accesible, por su mayor Latitud sur y a 68 18’ Longitud oeste, aproxi- cercanía al paso cordillerano. La vertiente norte madamente a 4 km al sur de la estación de la montaña ofrece un empinado acarreo de Socompa del ferrocarril C14, en el Departa- material volcánico muy suelto, que resulta una mento Los Andes de la provincia de Salta. Se excelente vía para el descenso de la montaña, yergue al noroeste del salar de Arizaro, al sur pero que presenta muchas dificultades para del Paso de Socompa y al sudeste del volcán su ascensión. Los filos que descienden hacia homónimo. Se trata de una montaña que seña- el este son bastante abruptos y ofrecen mejo- la el límite con la vecina República de Chile. res alternativas para ganar las mayores alturas Según la cartografía del Instituto Geográfico en la montaña. Militar (carta topográfica «Socompa»- Hoja Habiendo pernoctado en el destacamento 2569-II-), alcanza una altitud de 5.156 metros de Gendarmería de Socompa, se inició el as- sobre el nivel del mar. El acceso a la cumbre del censo del volcán Socompa Caipis a las 7:30 de volcán se puede efectuar por distintos filos que la mañana, siendo la cumbre central alcanza- se desprenden hacia la base en diferentes di- da a las 12 del mediodía. Como ruta de subida recciones, tratándose de ascensiones de rela- se seleccionó un filo rocoso al noreste del ma- tiva dificultad por la abrupta topografía del te- cizo, el cual condujo a los escaladores hasta rreno y por el desnivel que se requiere superar, una altura de 4.800 metros, en la planicie que el cual ronda los 1.600 metros, si se consideran constituye la «montura» de la vertiente norte los 3.600 metros de altitud del paso de Socompa. de la montaña. Desde allí, la ascensión conti- El vocablo Socompa es de lengua Kunza nuó por la ladera septentrional, hasta alcanzar atacameña y su significado es dudoso, pudien- el borde del anfiteatro del cráter. Bordeando el do estar relacionado con los vocablos «socke» o cráter por terreno rocoso y abrupto, se arribó a «sokor» que remiten a un sitio con una ver- la cumbre central y luego se prosiguió hasta la tiente o un «brazo» de agua. El vocablo Caipi es cima principal, llegando a la misma a la 1:30 y

264 | Cuadernos Universitarios. UCASAL, 5, 2012 Ascensos a las cimas de los volcanes Rosado, Mellado y Socompa Caipis permaneciendo allí solamente una hora. Como do una cruz. La apacheta se encuentra ubica- ruta para el descenso, tras bordear nuevamente da a 4.848 metros de altura, en las coordena- el cráter, se eligió el extenso sayal de la vertien- das de 24° 28.45´ Latitud sur y 68° 18.18´ Lon- te norte, el cual fue atravesado sin complica- gitud oeste. La estructura, de planta cuadran- ciones y a gran velocidad, permitiendo alcan- gular, mide 2,3 m de longitud en cada uno de zar la base de la montaña alrededor de las 6 de sus lados y se encuentra orientada a 30º del la tarde. Las condiciones atmosféricas fueron norte magnético, apuntando hacia el volcán regulares durante la jornada, con vientos ex- Socompa, que domina majestuosamente el tremadamente fuertes y bajas temperaturas paisaje hacia el norte. Alcanza una altura de en horas de la tarde. 1,10 m y presenta su mampuesto constituido Desde las cimas del volcán Socompa por bloques grandes, de 60 por 40 por 20 cm en Caipis se observan numerosas montañas cer- tamaño promedio. La apacheta sirve de pe- canas y lejanas, entre las que cabe mencionar destal para sostener una cruz de madera en la en primer término, el vecino volcán Socompa y que reza un nombre masculino y una fecha en segunda instancia el volcán Llullaillaco, del (05/04/93). En las inmediaciones de la estruc- cual también se obtiene una vista privilegiada, tura se observó vidrio verde de botella, un ele- pese a encontrarse a mayor distancia. Tam- mento típico de las ofrendas y libaciones con- bién se observan el cerro Arizar, el cerro Salín, sagradas modernamente a las apachetas. los volcanes Aracar, Arizaro y Guanaquero, el También se identificaron curiosos alinea- cerro Arizar, las cumbres del Macón; el cerro mientos de rocas con las que se dejaron pala- Salín, entre otros. bras escritas sobre la superficie de la montaña. Un sitio moderno de carácter ritual fue localizado en la planicie que forma un extenso Sitio en la cumbre central rellano a 4.800 metros, sobre la vertiente sep- tentrional de la montaña. Una pequeña locali- La cumbre central del cerro Socompa zación con un par de estructuras de baja visi- Caipis mide 5.161 metros de altura y sus coor- bilidad fue detectada sobre el extremo norte denadas son 24° 29. 065’de Latitud sur y 68° del borde del cráter, en tanto que en ambas 18.611’ de Longitud oeste. Se trata de un seg- cumbres se identificaron testimonios de es- mento del abrupto, sinuoso y angosto borde caladas modernas junto con evidencias mate- del cráter, que se extiende aproximadamente riales que parecen sugerir la posibilidad de 120 metros, en sentido norte-sur, alcanzando ascensiones antiguas. una amplitud máxima de 15 metros. El terre- no está constituido por lajas grandes y media- Sitio en la montura norte nas, de 60 por 40 por 5 cm en tamaño prome- dio. El desplazamiento por el sitio reviste de Sobre la montura que se forma a aproxi- cierta dificultad en razón de la abrupta con- madamente 4.800 metros en la vertiente norte formación del borde del cráter. del Socompa Caipis, en el preciso lugar adon- El sitio cuenta con tres estructuras de pie- de se produce el cambio de pendiente entre el dras apiladas, dos de origen subactual y una empinado sayal que forma las laderas bajas y que parece ser arqueológica. La estructura de la planicie que precede a las laderas altas y el mayor visibilidad es una torrecilla de piedras borde del cráter, se encuentra emplazada una apiladas de 1,3 metros de alto por 80 cm de gran estructura de piedras apiladas sostenien- diámetro, que en su parte superior porta una

Cuadernos Universitarios. UCASAL, 5, 2012 | 265 Ceruti cruz. Contiene los testimonios de ascensión El sitio cuenta con tres estructuras de pie- de numerosas expediciones deportivas y mili- dras apiladas, de antigüedad difícil de deter- tares. A tan solo 65 cm de distancia en direc- minar. En el punto de máxima altura, en el ción al este (90º) se levanta una estructura de centro de la planicie cimera, se yergue una grandes lajas paradas, a modo de pequeño pequeña apacheta o estructura a modo de ni- dolmen, de probable factura moderna. Mide cho, de 1,5 metros de largo y 70 cm de ancho, 1,20 m de alto y 80 cm en su base. Las lajas que que alcanza una altura de 80 cm, orientándose sostienen a ambos lados la estructura son muy en dirección al este. La estructura contenía el grandes, midiendo 1 m de longitud y medio testimonio de la primera ascensión deportiva metro de ancho cada una. Asociados a las es- a la cima del «Socompita», efectuada más de tructuras antes descriptas aparecieron frag- 10 años atrás por montañistas salteños. En el mentos de vidrio y hojas de coca que testimo- extremo meridional de la planicie cumbrera nian prácticas rituales actuales. La tercera se identificó una pequeña estructura, a modo estructura parece de mayor antigüedad y está de mojón, con una laja parada que le confiere constituida por un mojón de lajas medianas y alta visibilidad. La estructura mide 70 cm de grandes amontonadas, entre las que sobresale largo por 60 cm de ancho y alcanza una altura una gran laja inclinada, que alcanza una altura de medio metro, en tanto que la laja se levanta de 80 cm. Dicha estructura se encuentra ubi- hasta 90 cm sobre la superficie del suelo. Las cada al sur de las otras dos, a 3,5 metros de lajas empleadas en la construcción miden en distancia de la torrecilla en dirección a 210º. promedio 50 por 20 por 3 cm. La estructura Mide 1,3 metros de longitud y un metro de aparece orientada a 60º grados, en tanto que la ancho, quedando su eje mayor orientado a 150º. piedra parada se ve inclinada en dirección al La laja que sobresale casi vertical en la es- volcán Llullaillaco. El emplazamiento ofrece tructura, se encuentra inclinada en dirección una vista privilegiada hacia dicho coloso mon- al volcán Llullaillaco, el cual domina el paisaje tañoso. A unos 30 metros al norte de la apacheta por detrás de la colorida laguna de Tecar. que señala el punto más alto de la cima, en el área donde se inicia el cambio de pendiente Sitio en la cumbre principal hacia el interior del cráter del Socompa Caipis y ofreciendo un campo visual que domina la La cumbre principal del cerro Socompa totalidad del mismo, se identificó una estruc- Caipis mide 5175 metros de altura y sus coor- tura de lajas apiladas. Se trata de una cons- denadas son 24° 29. 066’ de Latitud sur y 68° trucción de planta poligonal, de 3,4 m de longi- 18.610’ de Longitud oeste. Se trata de una cima tud en sus lados mayores y 1,35 m en sus lados amplia, en forma de medialuna abierta al no- menores. La estructura se orienta en direc- reste, que se extiende aproximadamente 160 ción a 120º y sus muros alcanzan una altura de metros en dirección a 210º, alcanzando una 75 cm, en tanto que ciertas lajas se levantan amplitud de 35 metros aproximadamente. El hasta una altura de 90 cm. Las lajas emplea- terreno está constituido por cascajo y lajas de das como mampuesto miden en promedio 50 tamaño mediano. El desplazamiento por el si- por 20 por 4 cm. El emplazamiento de la es- tio resulta mucho más sencillo que en el caso tructura, sobre un terreno en pendiente des- de la cumbre central. cendente, contribuye a restarle visibilidad.

266 | Cuadernos Universitarios. UCASAL, 5, 2012 Ascensos a las cimas de los volcanes Rosado, Mellado y Socompa Caipis

Sitio en el borde del cráter mente, puesto que no se identificó evidencia empírica de ascensiones que se hubiesen rea- En un promontorio de alta visibilidad so- lizado en épocas prehispánicas. Cabe consi- bre el abrupto filo rocoso que conforma el bor- derar como alternativas, aunque un tanto im- de del cráter, se identificó un sitio dotado de probables, que existan evidencias materiales un pequeño mojón y de una estructura sub- en carácter de ofrendas en estratigrafía, pero rectangular creada por despeje. La localiza- sin correlato visible en superficie; o que la ac- ción se encuentra ubicada a 5.145 metros de tividad volcánica reciente –en particular en el altura, en las coordenadas de 24° 28.95’ Lati- cerro Mellado– haya obliterado eventuales in- tud sur y 68° 18.45’ Longitud oeste. El mojón dicios de actividades prehispánicas en la cima. está ubicado junto al precipicio que cae hacia La ausencia de testimonios escritos dejados el interior del cráter. Está constituido por una por otros montañistas en dichas cumbres piedra parada que alcanza una altura de 70 sugiere que las exploraciones protagonizadas cm, sostenida por una pequeña apacheta de por la suscripta y sus colaboradores constitu- planta rectangular, de 85 cm de largo y 60 cm yen, con alta probabilidad, las primeras ascen- de ancho, orientada en dirección a 60º. A una siones modernas a las montañas en cuestión. distancia de 1,5 metros del mojón, en direc- El volcán Socompa Caipis es una montaña ción a 330º, se encuentra una estructura de de mayor interés en el marco de los estudios planta sub-rectangular. La misma se haya de santuarios incaicos de altura. Si bien las emplazada sobre la pendiente descendente del observaciones no aportan evidencias conclu- borde externo del cráter, en terreno muy esca- yentes, cabe atribuir tentativamente la cons- broso, contribuyendo a crear un espacio par- trucción y utilización de algunas de las estruc- cialmente llano a 1,5 m por debajo del mojón. turas emplazadas en las máximas alturas de La estructura mide 1,2 metros en sus lados esta montaña a épocas prehispánicas. menores y 2,1 m en sus lados mayores, que- la atención el caso de las estructuras de pie- dando orientada a 60º en dirección noreste, dras apiladas en las que se destaca una laja en apuntando hacia el cerro Salín. posición vertical, a modo de mojón; en parti- cular la que se encuentra en la cumbre central Discusión y conclusiones de la montaña, en un emplazamiento que ofre- ce una visión privilegiada hacia el volcán Las ascensiones efectuadas por la au- Llullaillaco. En la puna de Jujuy se ha identifi- tora en el año 2002 constituyeron el primer paso cado un patrón de mojones que coronan las para el estudio científico de los cerros Rosado, montañas más bajas, señalando hacia las más Mellado y Socompa Caipis, situados en la puna elevadas y contribuyendo de ese modo a la occidental de Salta. La hipótesis de investiga- sacralización del paisaje de la región (Cristi- ción que motivó la exploración de dichas mon- na Bianchetti, comunicación personal, No- tañas planteaba la posible utilización de sus viembre de 2002). Queda claro, sin embargo, cimas como santuarios satélites de los com- que el volcán Socompa Caipis ha estado ex- plejos ceremoniales de mayor jerarquía en el puesto a ascensiones subactuales de índole área, teniendo como referentes particulares a topográfico, militar y deportivo, las cuales han los colosales volcanes Llullaillaco y Socompa. introducido modificaciones substanciales en En el caso de los cerros Rosado y Mellado, di- los sitios en sus cimas. cha hipótesis ha sido contrastada negativa-

Cuadernos Universitarios. UCASAL, 5, 2012 | 267 Ceruti

El mojón en la cumbre central parece ser de seis mil metros en la puna oriental de Salta una estructura de mayor antigüedad que las (Ceruti 2010). En la puna occidental de Salta, restantes en el sitio. Otro tanto cabe señalar los volcanes Arizaro, Rincón, Blanco y para la estructura de piedras apiladas en el Guanaquero también parecen articularse con sector norte de la cumbre principal y para la el imponente volcán Aracar en calidad de san- estructura sub-rectangular localizada sobre el tuarios satélites (Ceruti 2001). Una situación borde septentrional del cráter. Dichos semejante se pone de manifiesto para los ce- indicadores en superficie permiten conside- rros Toco, Juriques y , que se rar tentativamente al Socompa Caipis como articulan con el gran complejo ceremonial en una montaña que en época Inca habría sido la cima del volcán , en el límite en- concebida como de menor jerarquía, pudien- tre Chile y Bolivia (Ceruti 2005). do haber quedado vinculada a las más altas Las fuentes etnohistóricas aportan da- cumbres de la región en calidad de santuario tos que permiten enriquecer el panorama del satélite. funcionamiento de los santuarios de segundo En nuestras investigaciones previas hemos orden en montañas de menor altura y visibili- propuesto un modelo de «santuarios satélites» dad en el paisaje andino. Es posible que la aplicable a sitios rituales pequeños ubicados construcción y utilización de santuarios se- en cumbres de menor altitud, los cuales pare- cundarios o «satélites» se llevase a cabo en cen quedar articulados con sitios ceremonia- forma simultánea con la apropiación de las les de mayor jerarquía construidos en cimas montañas principales como complejos cere- más elevadas. En las montañas de la cordillera moniales de mayor jerarquía. Razones ideoló- de San Juan se presenta el caso de una estruc- gicas darían cuenta de la necesidad de que tura rectangular relevada en el portezuelo nor- ninguna montaña, por pequeña que fuese, que- te del nevado Alma Negra (6120 m), cuyos la- dara sin recibir su ofrenda. Durante las cere- dos mayores apuntan hacia la cima del colosal monias de capacocha, todas las huacas o lu- y vecino monte Mercedario (6770 m), razón gares sagrados en el paisaje debían recibir por la que ha sido interpretado como un posi- atención y ofrendas, cuidando que ningún ble santuario «satélite» de este último (Ceruti adoratori, por pequeño que fuese, quedase sin 2003b). En la cordillera de La Rioja, los peque- recibir su parte. Refieren el cronista Cristóbal ños sitios rituales en las cimas de los cerros de Molina que «tenían por agüero que ningu- Azul, Fandango, Morado y Pilar parecen articu- na faltase, porque aquella a quien sacrificio le larse en carácter de santuarios de jerarquía faltase, no se enojase y con enojo castigase al secundaria con respecto al importante com- Inca» (Molina 1959:92). Esta creencia pudo plejo ceremonial de altura relevado en la cima haber motivado el carácter sistemático de la del nevado Veladero (Ceruti 2004). Un patrón apropiación ritual de cumbres que hicieron semejante se observa en la arquitectura de las los Incas, y de la consecuente existencia de cumbres de los cerros Pocitos, Del Medio, sitios rituales de inferior jerarquía, en monta- Quironcoló, Verde y Aguas Calientes, en ñas de menor altura. altitudes que oscilan entre los 5100 y los 5400 Por último, en carácter de «nota de color», metros. Dichos santuarios de altura, dotados cabe reseñar brevemente algunas referencias de un sencillo registro de superficie, parecen de interés folklórico, que fueran recogidas du- circundar en calidad de «satélites» a la cima rante la estadía en el destacamento de gendar- del gran nevado de Quehuar, que se yergue más mería de Socompa. Uno de los suboficiales

268 | Cuadernos Universitarios. UCASAL, 5, 2012 Ascensos a las cimas de los volcanes Rosado, Mellado y Socompa Caipis allí destinado compartió con nosotros relatos Agradecimientos en torno a una entidad mitológica semejante al duende –a la que denominaba «el petiso»– Las ascensiones cuyos resultados se atribuyéndole comportamientos «molestos» detallan en el presente trabajo se llevaron a hacia los seres humanos. En situaciones en cabo en el mes de Octubre de 2002. La que las que «el petiso silba o hace ruido para asus- suscribe este trabajo, Dra. María Constanza tar», el gendarme aconsejó aparentar que se Ceruti, contó con la colaboración de los ignora el hecho, o en su defecto «retar al peti- montañistas salteños Adriana Escobar y Ra- so» para obligarlo a marcharse o desistir en su fael Monti. La expedición contó con apoyo acoso. A tono con la conversación en curso, logístico brindado por el municipio de Tolar otro gendarme que reside en San Antonio de Grande, a través de la asignación de la ambu- los Cobres (y se encarga por turnos rotativos lancia como movilidad. La Gendarmería del del destacamento de Socompa) - explicó que Paso de Socompa también prestó colaboración, un empleado ferroviario solía ser constante- ofreciendo alojamiento a los participantes en mente «molestado» por el alma en pena de un instalaciones de su destacamento. Se agrade- compañero de tareas recientemente fallecido. ce especialmente a los gendarmes Gregorio En consecuencia, el ferroviario decidió llevar Marcial y Hector Rojas. Se hace extensivo el una cruz con el nombre del difunto y plantarla agradecimiento al CONICET y a la UCASAL. en las alturas del cerro Socompa Caipis, a fin de ayudar a su alma para que encuentre des- Referencias bibliográficas canso. Desde entonces, según se cuenta, el fantasma cesó de acosar a los que viven en el Beorchia Nigris, Antonio (1985). «El Enigma paso de Socompa. Dicho relato permite en- de los Santuarios Indígenas de Alta Mon- cuadrar al moderno sitio ritual de altura en la taña». En Revista del Centro de Investi- montura del cerro Socompa Caipis en el mar- gaciones Arqueológicas de Alta Monta- ña, tomo 5. San Juan: U.N.S.J. co de estrategias de apaciguamiento de enti- Ceruti, María Constanza (1999).Cumbres Sa- dades descarnadas que interfieren negativa- gradas del Nororeste Argentino. Edito- mente con los seres humanos. Si bien la rial de la Universidad de interacción ritual con las almas de los difun- (EUDEBA). Buenos Aires. tos es frecuente en el mundo andino; este caso Ceruti, María Constanza (2001). «Aracar, se destaca por la particularidad de haber Guanaquero, Rincón, Arizaro y Blanco: involucrado una ascensión a cotas cercanas a prospección y relevamiento de santua- los 5000 metros. La explicación acerca del rios de altura en volcanes de la puna oc- motivo por el que fuera plantada la cruz con el cidental salteña». Buenos Aires: Relacio- nombre de un difunto en las alturas de una nes de la Sociedad Argentina de Antro- montaña sagrada, obliga a ampliar el campo pología Tomo XXVI: 145-166. interpretativo en torno a las razones que pue- Ceruti,MaríaConstanza(2003a). Llullaillaco: den impulsar a los actuales pobladores andinos Sacrificios y Ofrendas en un Santuario a la utilización del entorno de alta montaña en Inca de Alta Montaña.Publicación del el marco de sus rituales religiosos. Instituto de Investigaciones de Alta Montaña. Salta: Ediciones de la Univer- sidad Católica de Salta.

Cuadernos Universitarios. UCASAL, 5, 2012 | 269 Ceruti

Ceruti, María Constanza(2003b). «Mercedario de Arqueología y Antropología de la Uni- y Alma Negra: «Arqueología de Alta Mon- versidad Nacional Mayor de San Marcos. taña en el Departamento Calingasta (Pro- Ceruti, María Constanza (2010). «Utilización vincia de San Juan)» Anales de Arqueo- ritual de cumbres en la Puna Oriental de logía y Etnología Nº 54 / 55 (1999 / 2000): Salta». En Arqueología Argentina en los 47-80. Mendoza: Editorial de la Facultad Inicios de un Nuevo Siglo. Publicación de Filosofia y Letras de la Universidad del XIV Congreso Nacional de Arqueolo- Nacional de Cuyo. gía Argentina. Tomo III: 155-169. Uni- Ceruti, María Constanza (2004). Arqueología versidad Nacional de Rosario. de Alta Montaña en La Rioja. Publica- Ceruti, María Constanza (2011). «Santuarios ción del Instituto de Investigaciones de de Altura y Momias Incas en Salta». Bo- Alta Montaña. Salta: Ediciones de la letín de Estudios Históricos de Salta 49: Universidad Católica de Salta. 232-247. Salta: Instituto San Felipe y San- Ceruti, María Constanza (2005).«A la sombra tiago de Estudios Históricos de Salta. del volcán Licancabur: santuarios de al- Molina, Cristobal de (1959 [1575?]). Ritos y tura en los cerros Toco, Juriques y Lagu- Fábulas de los Incas. Buenos Aires: Edi- na Verde». Xama 15-18 (2002-2005): 301- torial Futuro. 313. Mendoza Reinhard, Johan and Maria Constanza Ceruti Ceruti, María Constanza (2008). «Panorama (2011). Inca Rituals and Sacred Mountains: de los santuarios Inca de alta montaña a study of the world´s highest en Argentina». Revista Arqueología y archaeological sites. Cotsen Institute Sociedad Nº 18: 211-228. Lima: Museo of Archaeology. UCLA.

270 | Cuadernos Universitarios. UCASAL, 5, 2012