El Poblado De Las Parras Recibe La Bendición De María
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EL POBLADO DE LAS PARRAS RECIBE LA BENDICIÓN DE MARÍA Texto: Ada Cristina Higuera Tur, Waldina Almaguer Medina y Vicente Ignacio Álvarez Fotos: María Elena Tur, Sergio Caballero Hernández y Dunia Diéguez Franco Las Tunas, Majibacoa (Las Parras), 24 de enero de 2011 (2:30 p.m.) / En medio de una comunidad prácticamente rural, ubicada a diecinueve kilómetros al este de la capital de la oriental provincia de Las Tunas anduvo la Virgen Peregrina. Llegó al encuentro de hombres y mujeres que viven del fuerte trabajo agrario, quienes con un popular canto la invitaban constantemente a caminar confiados en que Ella, como Madre solícita, siempre atiende el reclamo de sus hijos. Durante la mañana la bendita imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre recorrió Bartle. Luego fue trasladada hacia el Municipio de Majibacoa donde llegó a Omaja, localidad donde se pensó una visita discreta, en tanto, el pueblo sorprendió con una masiva presencia y la estancia tuvo que prolongarse algo más de lo previsto. En la casa de oración de la Santísima Trinidad en Las Parras encontró una juventud llena de gozo y esperanza, que a pesar de sus necesidades y descontentos no pierden la alegría inspirados en el amor a María y su hijo Jesucristo. Ellos, junto a otros pobladores guiados por las religiosas de María Inmaculada (RMI), fueron protagonistas en los preparativos de bienvenida y el esfuerzo fructificó en un bellísimo altar improvisado bajo un framboyán. Alegría, devoción y entusiasmo son vocablos que resumen la acogida a La Imagen de la Virgen Mambisa en esa comunidad. Curiosos no faltaron a su alrededor, personas que querían descubrir el misterio de esa mujer que a tantos inspiró poemas bellos de amor. La celebración eucarística estuvo presidida por el vicecanciller de la vicaría de Las Tunas, el adre José Alberto Grajales, quien en su homilía significó la gracia de la Virgen que va donde Ella quiere y su visita es un signo de bendición para el pueblo. Una especial oración por los niños, las embarazadas, ancianos y enfermos cerró la ceremonia, en la cual no pasó por alto la bendición a los campesinos, a sus manos rudas por la ardua labor de hacer producir la tierra. Del esfuerzo de esas personas de campo conoce bien María; pero también sabe de su nobleza y quiso llegar hasta ellos. Al terminar su recorrido y ya de vuelta a la Casa de las Religiosas de María Inmaculada (RMI) en la ciudad de Las Tunas, María deja un mensaje: cumplir la voluntad de Dios en un eterno "hagan lo que él les diga". Nosotros Hoy - Segmento noticioso del Sitio WEB de la COCC Conferencia de Obispos Católicos de Cuba. 2011 © Puede reproducir parcial o totalmente esta información, siempre que cite la fuente original .