VOLUNTARIOS LIMA LEE

VERSOS CRIOLLOS Versos criollos Adeli Huanca Miranda, Alex Robles Gutierrez, Alexis Fernando Gutiérrez Luyo, Allison Ileana Arellano Ruiz, Alonso Felipe Huanilo Ramírez, Álvaro Felix Carhuancho Peralta, Andrea Hilda Marcelo Mayta, Andrea Lizeth Escobar Bendezú, Angelica de las Nieves Adela Nestares Alvarez, Betsy Diaz Rivadeneyra, Carlos Enrique Chanca Navarro, Carmen Magnolia Bazán Carlos, Carol Geraldine Moreno Chuquimantari, Cecilia Ugaz Calderón, Cinthya Rios Bustinza, Cristhian Raúl Hinostroza Vargas Machuca, Daira Natalia Póvez Gamboa, Daniela Rose García Valencia, Dayan Milene Yanamango Infante, Diana Angela Oscalla Huaynapata, Diana Carolina León Quispe, Esmeralda Andia Salazar, Flavio César Portillo Tinoco, Freddy Esteban Quiñones Serran, Gaby Carmen Ivette Villena Chumbiauca, George Alberto Portillo Guerra, Germy Rodolfo López Pumayauli, Jean Pierre Jimenez Limo, Johan Burga Vasquez, Jorge Alexander Benites Vasquez, Jorge Henri Quiroz Chava, Julia Rubiana Luna Marín, Karelia Evelyne Tarazona Cruz, Katerine Gisella Yarleque Macalupu, Katherine Fiorella Aguilar Ocan, Kathia Espinoza Maurtua, Kelly Ivonne Nina Guerrero, Kevin Rafael Guerrero Obregón, Lielka Noelia Caballa Huamán, Lisseth Carolina Becerra Huamán, Lorena Oliart Vassallo, Lourdes Melisse Orihuela Oropeza, Lucía Natali Alvarado Córdova, Luis Carrasco Tiza, Luz Rubí Chanamé Espinoza, María Andrea Achong Irala, Martín Adolfo Bernadino Mendoza Villanueva, Mirella Octavia Diestra López, Nayeli Rexi Dominguez, Nelly Llynn Shisco Calvo, Pablo Emanuel Visalot Murrieta, Paola Lissette Sánchez Pérez, Raiza Sthefani Quillahuaman Ttito, Renato Renzo Rossi Rodríguez, Rosi Helé Castellanos Del Portal, Safiro Estefany Ortiz Millan, Serguey Nicolasovich Reyes Mijailova, Teresa Petronila Alonzo Huapaya, Ursula Andrea Ortega Rojas, Valeria Rose García Valencia, Valerie Nicole Quiroz Yui, Vanessa Zevallos Meza, Yesenia Liliana Castro Arroyo, Yoli Castillejo Barrera, Yosselyn Dayana Ynga Guivin, Yris Patricia Calvay Olivera

Voluntarios Lima Lee

Juan Pablo de la Guerra de Urioste Gerente de Educación y Deportes Christopher Zecevich Arriaga Subgerente de Educación Doris Renata Teodori de la Puente Asesora de Educación María Celeste del Rocío Asurza Matos Jefa del programa Lima Lee Editor del programa Lima Lee: José Miguel Juárez Zevallos Asesora Literaria: Lee López Castro Corrección de estilo: Claudia Daniela Bustamante Bustamante Diagramación: Ambar Lizbeth Sánchez García Concepto de portada: Melissa Pérez García Editado por la Municipalidad de Lima Jirón de la Unión 300, Lima www.munlima.gob.pe Lima, 2020 Presentación

La Municipalidad de Lima, a través del programa Lima Lee, apunta a generar múltiples puentes para que el ciudadano acceda al libro y establezca, a partir de ello, una fructífera relación con el conocimiento, con la creatividad, con los valores y con el saber en general, que lo haga aún más sensible al rol que tiene con su entorno y con la sociedad.

La democratización del libro y lectura son temas primordiales de esta gestión municipal; con ello buscamos, en principio, confrontar las conocidas brechas que separan al potencial lector de la biblioteca física o virtual. Los tiempos actuales nos plantean nuevos retos, que estamos enfrentando hoy mismo como país, pero también oportunidades para lograr ese acercamiento anhelado con el libro que nos lleve a desterrar los bajísimos niveles de lectura que tiene nuestro país.

La pandemia del denominado COVID-19 nos plantea una reformulación de nuestros hábitos, pero, también, una revaloración de la vida misma como espacio de interacción social y desarrollo personal; y la cultura de la mano con el libro y la lectura deben estar en esa agenda que tenemos todos en el futuro más cercano.

En ese sentido, la línea editorial y de proyectos especiales del programa Lima Lee, elaboró el libro Versos Criollos, poemario que forma parte de la celebración anual por el Día de la Canción Criolla. El texto es una recopilación de poemas escritos por voluntarios del programa que buscan fomentar la lectura en los ciudadanos.

El programa Lima Lee de la Municipalidad de Lima tiene el agrado de entregar estas publicaciones a los vecinos de la ciudad con la finalidad de fomentar ese maravilloso y gratificante encuentro con el libro y la buena lectura que nos hemos propuesto impulsar firmemente en el marco del Bicentenario de la Independencia del Perú.

Jorge Muñoz Wells Alcalde de Lima VERSOS CRIOLLOS Los altos del barrio

Por Lee Sandra López Castro

Tus melodías que se confunden con los latidos de jarana y de dolor, bailabas el vals, tu vals, de tu recuerdo y añoranzas. Ese que te revestía de gallardía y sazón De noche y picardía De bohemia y cajón. En la luz de tu día contemplo tu cansado rostro que dibuja una sonrisa, una sonrisa que solo los pasajes de antaño dan significado.

Ellas retumban acá en estas cuadras de quincha, en las esquinas de los compadres de la cuadra, de la peña, de las melodías, de la tristeza y las carcajadas. En la peña del rincón de amigos, de libar, de la conversa, de la amanecida, del aplauso, la jarana, la jarana de mi vida.

Y escucho a la guitarra llorar y al cajón carcajear, ellos, los compadres de la jarana De la jarana para vivir el día. Que resalta tu alegría y reviste tu dolor.

7 Los días pasan y te contemplo, y sigo con tu ritmo tu ritmo estático en el tiempo, en la vida. Y veo que el vaivén del reloj se quedó contemplando las melodías de la guitarra. Y las palmas tras las ventanas retumban, entre flores, distancias, recuerdos, canciones.

Finas cuerdas que embelesó a criollos y distantes que no conocen de lunes o domingos, ellos pierden su significado y abren la puerta a tu jarana, la jarana. Entre tu ritmo y tu gente, tu gente «los altos del barrio», del barrio alto para mí. y enaltecen a las melodías de una canción del olvido, del amor, de la vida.

Y regreso entre tus pasos y te miro en tu nostalgia, y le encuentro significado a tu sonrisa ida. Ida entre la jarana, tu vals de corazón, de melodías y recuerdos. Ese que te reviste de elegancia que te aleja de mí, que a la distancia te miro y sonrío y que se pierde entre tus calles de quincha, entre la esquina de los compadres de la cuadra, de la peña, de las melodías, de la tristeza y las carcajadas.

Y como la jarana no conoce de tiempos porque detuvo el vaivén del reloj me quedo con tus melodías de los compadres, de la jarana, la guitarra y el cajón.

8 Los días pasan y te contemplo, y sigo con tu ritmo ¡Hagamos una criollada! tu ritmo estático en el tiempo, en la vida. Y veo que el vaivén del reloj se quedó contemplando las melodías de la guitarra. Y las palmas tras las ventanas retumban, entre flores, distancias, Por Jean Pierre Jimenez Limo recuerdos, canciones.

Finas cuerdas que embelesó a criollos y distantes ¡Vendrá! ¡Vendrá! Grata jarana, compadre de la paz. que no conocen de lunes o domingos, ellos pierden su significado ¡Vendrá! ¡Vendrá! Día especial, enemiga de Halloween. y abren la puerta a tu jarana, la jarana. ¡Vendrá! ¡Vendrá! Cánticos majestuosos, vivos eternos. Entre tu ritmo y tu gente, tu gente «los altos del barrio», del barrio ¡Vendrá! ¡Vendrá! Querido karaoke, multicolor peruano. alto para mí. ¡Te tengo! Buen platillo, sazonador de estómagos. y enaltecen a las melodías de una canción del olvido, del amor, ¡Te tengo! Buena creatividad, amena rica en letras. de la vida. ¡Te tengo! Amigo de 76 años, acompañándonos. ¡Te tengo! Imposible aburrirse al escucharte. Y regreso entre tus pasos y te miro en tu nostalgia, y le encuentro significado a tu sonrisa ida. ¡Ya la tenía! La tenía, aquel día memorable criollazo. Ida entre la jarana, tu vals de corazón, de melodías y recuerdos. ¡Ya la tenía! La tenía, aquella vida que me da al escucharte. Ese que te reviste de elegancia ¡Ya la tenía! La tenía, aquella Aida de noble palpitar. que te aleja de mí, que a la distancia te miro y sonrío y que se pierde entre tus calles de quincha, ¡Ya la tenía! La tenía, aquella fluida melodía para mí y el mundo entero. entre la esquina de los compadres de la cuadra, de la peña, de las melodías, de la tristeza y las carcajadas. ¡A buen criollo! Excelentísimas entonadas. ¡A buen criollo! Dador alegre al prójimo. Y como la jarana no conoce de tiempos porque detuvo el vaivén del reloj ¡A buen criollo! Entendida continuación. me quedo con tus melodías de los compadres, de la jarana, la guitarra y el cajón. ¡A buen criollo! Pocas palabras…

9 Levanto la voz

Por Nayeli Rexi D.

«Con ansias esperamos el gran día para rendirte homenaje», pero, ¿por qué nos reducimos a un día? ¿Acaso no son todos los días un buen momento para celebrarte?

Levanto la voz por todas las personas mayores que bailaron con gozo tu existir por los señores que cantan a los más pequeños en casa por los jóvenes que en secreto aman el vibrar de tu guitarra por los niños que sueñan en ser cantantes criollos.

Sí, levanto la voz por las canciones de la radio por las pistas de baile improvisadas por la alegría que nos trasmite tu música.

Levanto la voz por los que sentimos a cada rato tu música cada día del año.

10 Sonido criollo

Por Luis Carrasco Tiza

Sonido criollo, tu rostro arrugado aún sigue sonriendo jubiloso, tu cuerpo canoso aún sigue luciendo vigoroso, tu alma flamante tan viva como siempre.

A pesar de los años encima, sigues vivo en los niños que alguna vez acariciaste, en los corazones de jóvenes a quienes alguna vez abrazaste, en las madres a quienes en su soledad acompañaste…

Hoy convives entre las sombras de otros sonidos fosforescentes, sentado plácidamente en el sofá de tu casa de aspecto gastado, desde la comodidad de tu balcón vislumbras el quehacer del tiempo, recordando tus buenos tiempos.

Aunque, por cuestiones del azar, no te acompañé en tus años te observo hacia arriba,

11 con el respeto y admiración que usualmente le son reservados a los viejos sabios.

Vive con serenidad mi querido vetusto, con el recuerdo de tus primeros apasionados padres, con la alegría de tu juguetona adolescencia, con la plenitud de tu juventud, con la madurez de tu adultez, con la sensatez de tu vejez.

12 Un quizás criollo

Por Carlos Chanca Navarro

Quizás somos lejanos y cercanos al mismo tiempo, a esa marca innata de nuestra identidad, y que, pese a ello, no la apreciamos en su esplendor, las generaciones del ahora no la valoran, expresa el filántropo.

Chabuca, ¿la plaza o la cantante?, se preguntan por ahí. El corazón cuestiona el porqué de la fascinación con esas melodías, si las ha visitado muy poco, si sus orígenes le resultan lejanos y difusos. La marinera norteña solo la deben bailar en Trujillo, se expresa por ahí.

La chicha morada heladita y ese anticucho crujiente, quizás ahí está la razón, o quizás son las propinas recibidas en las interminables jaranas familiares, o quizás los videos de la selección ambientados con la música del Zambo Cavero, sí, quizás esa sea la razón.

De alguna u otra forma nos sentimos unidos a este movimiento, a este sentir llamado criollo que nace de esa fusión diversa,

13 esa mezcla de lo que fue, es y será, quizás, solo quizás lograremos darle un valor inédito.

Y quizás, algún domingo después de las doce, saldremos a la ventana para esperar una melodía vecina que nos conecte los sentidos y la esperanza de que la música criolla vive con intensidad, solo quizás ese «quizás» se vuelva una realidad que perdure en la eternidad.

14 Canción criolla, connotación de patria

Por Anónimo con R

Con la letra que apasiona hasta el enfermo y la voz que habla por los que no hablan es la música la que identifica a este pueblo que ha luchado más de lo que ha vivido en velo.

Son sus autores los que llevan consigo el coraje en las venas por contar con ahínco las historias de un pueblo que se desangra y que, a través de sus letras, esa sangre derramada; no es más que el embeleso de las bandadas que surcan estos cielos.

Y sus instrumentos que son los depuradores por excelencia suprimen el gris que controla las calles para dejar en cambio una nación libre de taras que se asemeje a este género, connotación de la patria.

15 Conversación en el puente

Por Flavio Portillo Tinoco

Perú, hoy déjame que te cuente lo que aquella morena de voz de oro me dijo en el puente. Que, como una rosa roja, al escuchar el llanto de aquella guitarra, su voz hecha vals por miles de suspiros fue proclamada. Se posaba en el pabellón junto a aquel zambo, y la jarana hacía del Perú el nacimiento de un canto. Y sonaba el cajón, regocijaba hasta el polvo. Se movía mi gente, ¡ay!, ¡ingá!, ¡ingá!, se escuchaba de fondo. Se remecía en la brisa la canela, la guitarra y las cenizas de aquella madre que parió con su voz a toda una nación, y hoy en la alameda cuenta airosa sin vacilación del ímpetu y hazaña de aquella hermosa mañana donde las notas de sus plazas se impregnaron en la historia peruana.

Y me dijo también de ese aroma a poema y del día a día, la marinera de la enorme faena, de cantar peruanos y levantarse, porque nos han proclamado hermanos ya hace bastante;

16 mas abramos los oídos que el Perú recién ha nacido. Es vibrante esta evocación con que nos llaman y aunque, a veces, quiera apagarse esa flama, jamás impedirán que, al perder el corazón, el alma resurja para conquistarnos, el corazón baile para querernos y tomemos la vida para vivirla con dignidad.

Y en una tarde de aquellas cuando el amor nos llame y esta tierra del sol, finalmente, Perú se llame, de la mano bailemos y cantemos, aunque sea un poquito porque sé que al verme cantando solito, tú también querrás cantar conmigo al Perú, uno o miles de valsecitos.

17 De los sueños a guitarra y cajón

Por Lielka N. Caballa

Una nación fortalecida por el amor y la hermandad. Perece la amargura de la Conquista, somos libres, aclama el himno. La tarde acontece y es hora de festejar.

Late el corazón del peruano enaltecido al ritmo del cajón, y los primeros acordes de guitarra son el presagio de la congregación. Jóvenes de labios carmesí colorean el salón, mientras la galantería no espera en un rincón. «Danza, corazón, que esta noche y este cielo los conocemos solo tú y yo».

Jarana adormecida por el amanecer. ¿Habrá quien me cuente la leyenda del joven en terno y la dama menester? ¡Qué noches las nuestras que se disipan en anhelos y suspiros! Hasta que el sonido galopante del tacón impulsa las palmas y las arengas de emoción, que retumban en las ánimas presas de los sueños a guitarra y cajón.

18 Acordes criollos

Por Alexis Fernando Gutiérrez Luyo

¡Ay!, armonioso sonido criollo de guitarra, posees la dicha de ser buen inicio, camino y término en tantos cánticos. Vives en la diversidad, pues generas júbilo, aflicción y asidero para la vida; sin duda, eres cambiante.

¡Eh!, admirado sonidito criollo de guitarra, no te alejes. Logras igualdad, gozo y orgullo. A pesar de todo, vas y vienes, tus notas caen en un agudo sobrio o en un grave beodo.

¡Uy!, maravilloso sonidito criollo de guitarra, mis dedos largos te articulan, vibras y creas más que palabras. Eres constante y no solo un acompañante, por ello, generas un día festivo.

¡Oh!, popular sonidito criollo de guitarra, traes un sinfín de historias. Siempre presente Cuando llora mi guitarra en un Cariño bonito para contar la historia de un lugar adornado con La flor de la canela, lugar regente y populoso, muchas veces triste, pero siempre vivo, con todo y nada Todos vuelven para decir y cantar Contigo Perú.

19 Cantemos y bailemos

Por Katerine G. Yarleque M.

Cantemos y bailemos cantemos al pie del puente de los Suspiros, donde solíamos reunirnos en los días de un octubre amigable.

Cantemos y bailemos cantemos, allí donde desde niños nos reunimos, donde el sonido criollo de nuestra patria el día de nuestros cumpleaños oímos.

Cantemos y bailemos cantemos porque también queremos bailar, al ritmo de un cajón y guitarra escuchar.

Cantemos y bailemos cantemos con entusiasmo, porque el sonido de nuestra patria nos hace el corazón sobresaltar.

20 Cantemos y bailemos y así festejaremos, a nuestros grandes autores de música criolla amar.

Cantemos y bailemos cantemos en homenaje a nuestra patria y aquellos momentos de reunión extrañar.

21 Vals criollo

Por Kevin Rafael Guerrero Obregón

Lima jaranera, aquí mis versos te voy a dedicar ¡te haré, salud! Al ritmo de tu cajón criollo musical.

Vals inmerso en tu ritmo, el cajón, tu instrumento. Vals vienés, convertido a nuestro ritmo jaranero. Jaranero eres y así empezaste imitando y haciéndolo tuyo ritmo vienés, de Francia hacia Barrios Altos, jaraneando al cajón con ritmos de guitarra vals criollo, colonial en tu origen.

Hoy te descubrí, ritmo jaranero oh, ritmo de mi sangre ¿Qué ha sido de ti? Perdido en los disfraces en el recuerdo, mi tierra hermosa qué bello me hace sentir la gloria de tu existir vals criollo, ritmo vienés, entraste al cajón

22 rasgando la rebeldía y lo original decir que te has hecho un lugar es poco dile a ese tango, a ese ritmo sabroso, esa ricura expresada en la dulce guitarra del maestro lleno de cantares, trovadores en su original sazón música jaranera, mi vals criollo sonido limeño, orgullo que naces puente a mis suspiros, silencios medidos poetas de barrio expresando sus amores y dolores esta eres tú, mi música, mi vals criollo.

23 Sentir jaranero

Por Betsy Diaz Rivadeneyra

A ritmo de vals y en olor a mixtura un buen pisco llevo para armar la jarana.

A cada paso que doy mi corazón se agita la fiesta criolla se siente entre bandas y retretas.

Guitarra, cajón y quijada que gran acompañamiento algarabía y gozo siento ¡viva mi música criolla!

24 Un vals morado

Por Nelly Llynn Shisco Calvo

En una noche del Mes Morado, cientos de cirios iluminan el encuentro, con una multitud de siluetas, que naufragan por las calles, esparciendo un aroma milagroso.

Esa marcha lenta y melodiosa, con pasos sueltos de antaño, mirándonos los unos a los otros, entre el vibrar de las castañuelas, que dibujan una linda serenata.

El anda se balancea de aquí y allá, al compás de las cuerdas celestiales, armonizando con dulces sonetos, alimentando el alma eternamente, y bailando juntos el vals de octubre.

25 Tu voz

Por C. Raúl Hinostroza Vargas Machuca

Una voz de pino y manos de araña acorde al compás de la madera descendiente de manos africanas

Una voz trémula a veces imponente completa el escenario a tres cuartos

Una voz existe entre las herederas del ritmo y las manos de araña melódica anida inolvidable en el jardín de lo soñado

26 Algarabía criolla

Por María Andrea Achong Irala

El conjunto va llegando la jarana va a empezar las guitarras van sonando ¡Ay de quién no quiera cantar!

En cada rincón se siente un acorde sin igual, la familia entera disfrutando de este día especial. Un ambiente lleno de criolla algarabía, en compañía que genera un sentimiento de alegría.

Nuestra música, nuestra cultura, la esencia que perdura, nuestra historia entonada.

¡Al ritmo del cajón! ¡Al compás de un buen cantor!

27 Jarana criolla que a la distancia se añora

Por Cecilia Ugaz Calderón

Cuando escucho tus composiciones, mi corazón se llena de emociones, los recuerdos se agolpan y viene a mi memoria el hogar, lejano ahora.

Con el sonido del cajón en cada canción, y escuchando el compás de las guitarras, voy preparando la jarana, porque a pesar de la distancia, celebro tu día con gloriosa tradición.

Brindis van y vienen, los ¡salud! se hacen presentes. Los bailes no faltan, y los cantos a viva voz, los valses que hablan de amor y desamor son cantados con doloroso sentimiento, recordando tal vez un amor que nos marcó.

28 Hasta que llega el turno del tan ansiado «Y se llama Perú», y todo cambia, llega el abrazo fraterno para cantar en grupo y a voz en cuello aquello que más añoramos cuando estamos lejos; esa patria en donde tuvimos la dicha de nacer, esa cultura milenaria y diversa que nos orgullece esa nación que nos hace únicos y decir con orgullo: ¡Somos hermanos, somos peruanos!

29 Criollismo

Por Dayan Milene Yanamango Infante

La guitarra y el cajón, un delicioso turrón, en ningún otro lugar hay más asombrosa combinación.

Emociones que llenan el alma, emociones que marcan nuestra identidad, identidad que no perdemos; al oír la voz de Eva Ayllón. «Ritmo, color y sabor» no deja de menear nuestra cintura, y la sazón de una buena carapulca nos hace deleitar.

Criollismo es Perú, Perú es criollismo; no hay más.

30 Peruanos están lejos de su patria, sin embargo, la música siempre nos unirá: festejo, marinera, vals, jarana, «Alma, corazón y vida» en cada lugar Los Panchos no lo olvidan; alma, corazón y vida que nos llevó hasta Rusia, y por qué no a Qatar no habrá árbitro de más, pero cantando el jipi jipi jay aplaudiendo y bailando lo sabremos afrontar.

Criollismo es Perú, Perú es criollismo; no hay más.

Costa, Sierra, Selva asombrosa nuestra riqueza lo exclamaba el Zambo Cavero entre cajón y guitarra a única voz ¡a triunfar peruanos! Criollismo es Perú, Perú es criollismo; no hay más.

31 Criollo evoca un sentimiento

Por Safiro Estefany Ortiz Millan

La música criolla no es solo cajón, risas y jarana. Es la emoción de manos peruanas que evocan un sentimiento al tocar un instrumento: la peruanidad recorre como una melodía traviesa el sentir de los corazones.

Manuel Prado Ugarteche trajo la fecha: 31 de octubre de 1944 Celebraríamos todos, cada año, todos. Con gran orgullo nacional, nuestra fecha musical.

Pero eso no fue todo: ¡la cultura lo es todo! Los compositores de aquella Guardia Vieja que en Barrios Altos surgió fue la primera semilla del repertorio musical: el drama social.

Felipe Pinglo compuso «El Plebeyo» porque su pobre condición no correspondía a su noble amor.

32 Con «El huerto de mi amada» todos los frutos amargaban la desdicha de su amada. Y así en el mejor compositor de la Guardia Vieja se convirtió.

Y ni qué decir de la gran Chabuca Granda con «La flor de la canela» ahora todos quieren decir: «déjame que te cuente, limeña».

Y así otros compositores podemos revivir, con la música un sentimiento nacional. así Lucha Reyes se fue, una fecha como hoy, en su último vals.

33 Al cariño más hermoso: mi padre

Por Techi Cure

Donde descansan tus ojos claritos, cariño bendito, ¿dónde vivirás? Tu voz cálida siento, cariño bendito, ¿cuándo volverás? Ni todo mi llanto te regresará.

Duele tu ausencia, estoy muy solita, ¡Ven padre mío que te quiero hablar! ¡Pasa un ratito por mi soledad!

Yo sé que al verme llorando solita, cariño bendito a mis sueños vendrás. Cariño, siéntate a mi lado. Cariño, consuela mis penas. Cariño, siempre estás conmigo. Cariño, tu alma me consuela.

34 Yo te extraño, sí; sé que tú me extrañas más, siempre estás aquí, siempre me verás. Yo te buscaré, tú me buscarás.

Dónde se duermen tus cabellos plateados, ojitos benditos ¡Por dónde andarás!

35 El distrito de la Alameda

Por Andrea L. Escobar Bendezú

Deja que te cuente mi amigo la historia de mi pasado las canciones que la han dibujado y disfruta sin razón al son de la Alameda.

Veintisiete años si más no olvido en el Rímac he vivido y cuando aguja he quedado a pie he terminado del puente a la Alameda.

No lamento cada camino pues tradiciones llegan desde el centro pero hay en mi distrito las jaranas más ricas un domingo por eso el río ha hablado cantando a la Alameda.

36 Aunque jazmines ya no decoren la vista limeña te digo que disfruto cada paso desde un cachuelo buscando la elegancia que en un tiempo ella soñó desde la Alameda.

37 La magia del criollismo

Por Bivady

¡Hoy, señores, comienza la gran jarana!, en la casa de la tía Juana que le echa muchas ganas y se viene en caravana pues nada la amilana.

En honor a nuestra canción criolla te dedicamos esta serenata de la familia Zapata que llega con saco y corbata.

¡A festejar, señores!

Con sombrero de palma, con la alforja bien puesta da paso al gran tondero seguido por el gran vigor,

38 el vaivén de las caderas y el zigzag de las faldas.

Es esta mi música criolla, ¡señores! del puente a la alameda, como contaba mi abuela y la mezcla de cultura en forma oportuna que llega de la puna.

39 Origen multiverso

Por Jorge F.

Razas y tradiciones inundadas de cultura, y yo gozo al unir todo con gran soltura. Amor a lo nuestro con picardía expresado con música del día a día.

Si vino de otros lares, acá se unió con otros pilares. Grandes músicos del Perú usaron este arte para así pasar nuestras penas por un ensarte.

Bailes criollos, canciones de tiempos de antaño, yo aumento mi colección cada año. ¿No hay tregua para el descanso de la cantante Ana?, jolgorio o juerga, ¿qué palabra uso para esta jarana?

40 A mi querido Perú

Por Valerie Nicole Quiroz Yui

Oh… Perú país de peruanos danza sin cesar su bandera bicolor.

Junto a la Costa, Sierra y Selva tres colores con armonía dando así la cálida bienvenida.

Oh… Perú país de peruanos por sus deliciosos platos su gastronomía se encuentra en lo más alto.

Junto a Eva, el Zambo y Lucía cantan en el Perú unido a criollos con gran armonía.

41 Oh… Perú país de peruanos unidos estamos cada año.

42 Súmate a la jarana

Por Cinthya Rios Bustinza

Cuando Lima está de fiesta, la música criolla hace su aparición. Suenan los tambores y la trompeta; la marinera se vuelve el centro de atención. Son movimientos tan sutiles y elegantes que no podemos dejar de ver a los danzantes.

La guitarra suena y el cajón acompaña. La multitud se acerca y empieza a bailar, y de tanto baile, la algarabía a sus ojos empaña, pero el ritmo no se pierde y empiezan a cantar. Ahora una canción de Lucha Reyes que les viene a la mente mientras recuerdan que ella siempre estará presente. Un pequeño niño ha dejado ir hacia el cielo una cometa, como aquella canción de antaño que me la sé completa.

Pero basta de los temas tristes, que aquí se vino a festejar así que ve sacando la comida que vamos a probar.

43 Se combinan los ritmos y se combina el sabor. Todo se mezcla: comes mazamorra mientras comes turrón. Se oye el cajón en todas las peñas, mientras los invitados bailan y se deshacen de sus penas. La jarana no termina a la medianoche, así que ven; súmate a la fiesta sin ningún reproche.

44 ¿Qué será?

Por Yris Patricia Calvay Olivera

La jarana comienza con música y sabor, bella composición, déjame que te cuente, que, al acercarme al balcón y abrir sus ventanas, los amantes de las tradiciones y costumbres cantan, que, en las quintas hasta cuando amanece, sorprenden con notas dulces de guitarra, y que, acompañando al cajón, un vals suena. ¿Qué será? La música popular criolla, que despierta emociones, y que trae consigo muchas pasiones. En donde se oye una voz escondida que es alma, corazón y vida.

Será que la letra inmortal describe a la tierra de virtudes,

45 será que el efecto Contigo Perú, tu voz existe. Querían conquistar tus colores, pero salieron quedándose por la tierra y sus sazones. El perfume del pasado y el recuerdo de una flor va guiando con caballos de paso hacia el mar interminable, en donde las cenizas quedan Y en donde la identidad grita ¡chola soy! y no me compadezcas.

46 La jarana del 2020

Por Kelly Ivonne Nina Guerrero

¡¡Oh!! Octubre nos aborda…, qué será de nuestra jarana criolla qué será de nuestra festividad con esta nueva normalidad…

La nueva normalidad nos ha separado y la jarana nos ha limitado… Los solares se han silenciado y la jarana nos ha limitado…

La guitarra y los cajones tocarán con esta la nueva normalidad y mascarillas usarán en esta la nueva normalidad…

47 Al son de una jarana criolla

Por Karelia Tarazona Cruz

Caminar es revivir el tiempo. Suenan las piedras y los muros, los callejones y balcones. Suena a cada paso, en cada rincón, la historia: la vida de antaño.

Un, dos, tres. Un, dos, tres, ¿escuchas? A lo lejos se oye el golpe de un cajón, el retumbar de los pasos dados. Y se oye también el vibrar de una guitarra, el remecer del alma.

Un, dos, tres, cuatro..., ¿escuchas ahora? Al compás de la cajita y la quijada. Al son del güiro y el cencerro, puntas y tacones se mezclan en una jarana que se arma ¡baila!, y remece la cintura; y con ella, el alma que llevas dentro.

48 Suena el cajón…

Por Versopatía

Suena el cajón pim pam pom resuena la guitarra tim tam tom y la voz guía a la melodía hasta el corazón. Al escuchar la música que tanto ama hasta el Zambo Cavero de su tumba se levanta para disfrutar una canción y la inigualable sazón de mi patria bicolor.

49 Canción

Por Valeria García

Son uno, dos, tres: los golpes en la acera, el tu cu tum de la madera y la fuerza de los pies.

Son pañuelos en los bailes llenos de gozo y festejo, del espíritu callejero, del choque de razas.

Son anécdotas destapadas de amores atemporales, de una voz siendo parte como melodía y sazón.

50 Memorias de mi guitarra

Por Carol Geraldine Moreno Chuquimantari

Mi guitarra peruana que en cada cuerda lleva un inolvidable recuerdo.

¡Oh, aquella primera cuerda! Que contempló el primer encuentro con mi amada en aquel inicio de octubre en la noche iluminada, los cajones criollos suspiraban con sus tapas laminadas por la belleza de esa musa adorada.

¡Oh, aquella segunda cuerda! Que contempló la primera sonrisa de mi amada que al ver tanta belleza peruana quedó encantada, y por el canto y la jarana criolla quedó maravillada.

¡Oh, aquella tercera cuerda! Que contempló el primer beso con mi amada y a nuestro lado resonaba la música criolla soñada conmemorando la grandeza peruana quedó embelesada.

51 ¡Oh, aquella cuarta cuerda! Que contempló la primera riña con mi amada viéndola alejarse de aquellas melodías criollas abrumada, y de mi corazón criollo se alejaba devastada.

¡Oh, aquella quinta cuerda! Que contempló la tristeza de mi amada porque la pronta partida se acercaba y al ver que no quería irse de la tierra del inca, mi amada musa sollozaba.

¡Oh, aquella sexta cuerda! Que contempló el adiós de mi amada, aquel final de octubre los cajones tristes sollozaban y la algarabía criolla se apagaba.

Y mi amada, prometió volver a la tierra peruana anhelada.

52 ¡Fuerza siempre, peruano!

Por George Alberto Portillo Guerra

Déjame que te cuente limeño, de esta tierra de sentimientos. Del orgullo de ser peruano, y del verdadero sentir humano.

Déjame contarte de «La Flor de la Canela», que solo con su andar se ve eterna. De su paso por una veredita alegre y de su hablar que siempre entretiene.

Déjame contarte de Luis Enrique, el plebeyo, de su amor divino que entregó con esmero. De la búsqueda de su cariño bonito, y de un sentimiento sincero y eterno.

Déjame contarte de cuando llora mi guitarra, de los sentimientos que ella desparrama. De las veces que la anda buscando, y que la encuentra ya amando.

53 Déjame contarte que yo también me llamo Perú, de esa gente trabajadora y luchadora como tú. Que por lejos que estés cariñito, esta tierra siempre estará contigo.

Y aunque muchos se quieren reír de tu mal paso, tú sabes que no nos rendimos ante un fracaso. Porque este pueblo peruano, hermano, ¡siempre sobre sus ricas montañas, peruano!

54 Criollísima

Por Gaby Villena Chumbiauca

Por mis rulos se devela, según cuenta mi abuela, la raza que no vino de cerca; y que por mis venas corre sangre negra de la buena. Cuando me pongo fregada me dicen «¡chola terca!», y alzando la voz digo contenta: ¡chola soy, y aquí no pasa nada! ¡Échale más papa al caldo, con su ajo y su cebolla! Porque la comadre llega y ella arrasa con la olla. ¡Ese es mi Perú saleroso!

Tierra del anticucho, el ceviche y el buen turrón, ritmos de cucharas, guitarras y cajón, tondero, valses y ritmos sabrosos.

55 ¡Gracias, gracias, tierra preciosa! Por todas las razas, todas las sangres; todos los vientos, todos los aires, por las que me siento dichosa. Si me preguntan mis raíces, Pues, no sé, blanquinegra o negrindia, negrichola o blanquindia solo sé que soy: ¡CRIOLLÍSIMA, SEÑORES!

56 Celebración virtual

Por Lorena Oliart V.

Este año la celebración será con cada uno en su rincón. Mi Perú es tradición y aunque por las redes compartiremos el son. Todos los octubres con orgullo y amor homenajeamos a los grandes compositores peruanos de ayer y hoy y este año... no será la excepción.

Con responsabilidad cada uno en su hogar sus ritmos preferidos disfrutará porque música criolla, mi amigo, no es solamente el vals... La marinera, el huayno, el tondero y el festejo también entran a tallar.

57 Y si los sabes, cantar, bailar, o algún instrumento tocar... ¡No esperes más!

¡Qué buen ritmo el del cajón, mi hermano! ¡Esa guitarrita jaranera invita a la emoción! Y las cucharas... ¡Unas entusiastas son! ¡Que pasen las voces cantantes! La fiesta virtual ya se armó.

58 Sentimiento criollo

Por Jorge Henri Quiroz Chava

A lo lejos, un sonido empieza, al ritmo del zapateo y del cajón, dos bailarines demuestran su destreza, al son de una melodiosa canción.

Con la guitarra aflora la nostalgia, de un pueblo que no olvida su pasado, y sobre aquellas cuerdas llenas de magia, otras generaciones continuarán el legado.

De un pueblo marcado por el criollismo, lleno de dolor, pérdidas e ilusiones, porque la música nos llena de optimismo, es nuestra patria, cuna de cantores.

Porque con la voz se crea arte y con el sonido se llega a todas partes,

59 y me pregunto ¿cómo no amarte? Si al nacer, Perú, prometí no fallarte.

La música la llevo en mis venas y escogí el mejor vestuario del baúl, «La flor de la canela» apaga mis penas, mientras escribo «Una carta al cielo» azul.

Y con «Ritmo, color y sabor» disfrutaré con emoción tu día, y todos gritaremos en un solo clamor: «Contigo Perú» está mi alegría.

Porque en tu vientre nació Lucha Reyes, y lloró la guitarra en la voz de Donayre, fue cuna de Polo, Cavero y Avilés, para mencionar a todos, me faltaría el aire.

Y aunque un día de octubre te asignamos, todo el año te escuchamos los peruanos, y al ritmo de una frase entonamos: ¡Viva la canción criolla, queridos hermanos!

60 La festividad peruana

Por Esmeralda

Octubre mes de nuestra festividad, mes de nuestra canción criolla, mes en que nuestro espíritu alberga un millón de sentimientos, sentimientos que son a raíz de nuestro pasado, pasado que hoy en día nos identifica como peruanos que somos.

Exactamente no sé cómo surgió, ni cuándo sucedió, pero llegó el momento, momento en que amé tus melodías inspiradas en emociones, emociones que representan nuestra triste y alegre alma.

Llegó el día, nuestra capital está de gala, porque festejamos un día único, único como el amor que yo siento por mi canción criolla que refleja diversidad de nuestra hoy cultura.

61 El vals que baila mi limeña

Por Lourdes Melisse Orihuela Oropeza

Limeñita bonita, escucho tu sonoro taconear cuando mueves tu cintura al ritmo de este vals, la guitarra rasguea sus acordes criollos revolotea en tu falda la Lima sensual.

Aquel viejo callejón de un solo caño tal como recuerda una vieja canción se llena de alegría con las melodías que brotan de tus labios rojos, mi amor.

Sigue taconeando aquellos pasos cortos que hacen rechinar los tablones del salón por ti el cajón retumba y no detiene su ritmo de jarana alegre y buen color.

Aunque solo un día al año apareces, limeña más hermosa que flor de la canela es suficiente para que te ame y quiera como a la canción criolla que tú representas.

62 ¡Ay, mi música criolla!

Por P. Parker

¡Ay, mi niña que siente el canto de la jarana! Cómo conquistabas el ritmo del cajón, junto a tu silueta dibujada por la guitarra, te recuerdo en un vals de diversión.

Hagamos de esto un acuerdo constante, que pactemos en un festejo interminable, una danza que disfrace este dolor, ¡ay, mi niña, si supieras lo que calla mi canción!

Mi Lima gris, ya no ignores mis sentimientos, que tu música criolla trata de atrapar, ay, mi niña, por tu canto olvido mis sufrimientos, aquella música necesaria para soñar.

63 La magia del vals

Por Katherine Aguilar

Las finas cuerdas bailan acompañados por el compás del cajón y cantan melodías que calman la aflicción de cualquier corazón.

Me he mirado en el espejo, dijo Avilés en una canción honrando a ese compositor añejo que escribía bellas rimas en su afición.

Y así se iniciaba la jarana que cargaba un gran sentimiento nacional recordando cuando en los 40', de zonas lejanas migraban a Lima buscando un futuro excepcional.

Miradas con una luz de complicidad, se acercaban con curiosidad y placer.

64 Él la sujeta de la cintura con temerosidad, ella muerta de risa se sentía enaltecer.

Los zapatos charol y los tacones danzaban sumergidos en un ritmo bastante popular, que con nostalgia recuerdos evocaban del barrio donde en su infancia solían jugar.

¡Súbanle el volumen a la música! Es bonito rememorar, pero debemos celebrar que, aunque hoy no podamos juntos bailar, mañana saldremos a las calles y nos volveremos a abrazar.

65 Recuerdo criollo

Por Kevin Rafael Guerrero Obregón

¡Salud!, mi criollo musical, del pueblo a mi hogar fuiste a llegar me has hecho recordar aquel origen ancestral en su song sin igual, vals criollo, con ritmos de cajón vals vienés, del romance de esos escritos en trance oh, ritmo de mi sangre, ¿qué ha sido de ti? Allí van los disfraces sin sonatas del recuerdo de guitarras y cajón.

Qué sabroso es escucharte retumbas mi corazón.

66 De la canción al poema

Por Rosi Helé Castellanos Del Portal

I. Letras del criollismo

Con mi admiración y agradecimiento eterno a las primeras mujeres cantautoras de la canción criolla peruana.

A La sombra se hizo luz cuando naciste, Alicia. Eres y serás la dueña del santo en todas las fiestas. Con garbo al caminar, negra mil antojos que baila y canta incansable hasta escuchar al pregonero gritando a lo lejos: «Ave María Purísimaaaaaaa…».

B Para Barranco, con B de bailes, besos, brindis, bohemia de la buena. ¿Dónde está tendido tu puente que es un poeta de madera?

67 Un poeta que suspira entre añoranzas y escalinatas viejas. Puentecito, estás escondido en una herida del Barranco.

C Nací en la tierra donde Dios hizo las cosas más hermosas. Aprendí a cantar con letras de mar; nunca sufrí mis penas, (como aquel que está sentado) las eché al viento en la punta de mi pañuelo. Cuando yo muera, en el cielo haré jarana, porque la jarana soy YO.

CH El María Isabel lo dejaste por «Chabuca» (las Isabeles sufren más, tal vez). Tú, antes, Tú, después.

68 Perú por «Bello durmiente» Victoria Angulo por «La flor de la canela». Yo, ceniza Tú, cardo. Chabuca, ¿por qué me dejaste aquí?

II. Cuando lloro sin guitarra

Déjame contarte mi sufrir He llorado de pica, de rabia, de pena. ¿Qué será de ti, ahora que ya no eres mi propiedad privada? Estarás de cualquier cosa mendigando otro cariño. Te marqué la frente con mi sangre que tiñe de rojo para que todos sepan lo que fuiste y de quién es la culpa, limeño. Nada soy ¡¡¡Yo te quería!!! Te regalé mi razón. No me perteneces. Me fui para que busques otro destino. Apiádate de mí que busco el camino al callejón y no recuerdo ni cómo ir ni cuándo te conocí.

69 Vida para no vivirla junto a ti Mi vida es un martirio; no tiene sentido. Pero te aseguro que desde el día que yo muera, te voy a llamar. En medio de cualquier silencio escucharás una voz de dolor clamando: ¡¡¡Regresa, aunque sea para despedirte!!!

70 Al compás de tres y seis octavos

Por Graine Hesse

Cuando suena la cajita, el cencerro y la quijada nuestra dormida alma despierta y nuestra sangre comienza a burbujear.

En una vieja damajuana, guardamos por un rato nuestras penas nos entregamos por completo a ese ritmo tan particular.

El llamado inconfundible del landó, el tondero y las polcas en nuestras arterias empieza a retumbar.

Faldas teñidas de ají panca y acordes con sabor a ahumado terminado el Mes Morado a todas las razas nos ha de juntar.

71 Historias de unos pocos amores marchitos de patriotas y esclavos, de valles y desiertos han quedado grabadas en la tapia de nuestro pintoresco hogar.

Ya sea en el almuerzo o la cena junto al turrón o la chicha nos sentamos en la mesa a celebrar sus armonías, sus melodías y letras divinas que salen a borbotones del corazón.

72 Mi tierra disfruta

Por Daira Natalia Povez Gamboa

Hermosa eres, mi tierra querida, brillante amiga en la oscura presencia sencilla y linda te vas y te quedas ojalá a mi lado siempre te tuviera.

Danzas, comidas, paisajes preciosos, nevados, cascadas y fuertes montañas cuentan a diario tu historia milenaria muestran a diario mi suerte dorada.

Ojalá se desvanezca la amargura y todo peruano vea su suerte; ojalá miren y no solo vean cargando en hombros la banca dorada.

Disfruta, mi tierra, disfruta otro día disfruta a tu gente con cantos y risas.

73 A capela

Por Johan Burga

Guitarra, tú que vibras al ritmo de una bella canción.

Cajón, tú que aceleras al corazón.

Celebremos hoy nuestra música criolla al son de la guitarra y del cajón.

Déjame que te cuente limeña… se dejó escuchar a capela, pues era doña Chabuca con «La flor de la canela».

74 Y tu melodía retumbar quería, sacar guitarra y cajón en este pequeño callejón.

Callejón de antaño, callejón de melodías, nunca calles por la osadía del tiempo que pasa y que olvida.

Que nunca muera tu bella melodía…

75 Superpoder

Por Luz Rubí Chanamé Espinoza

Yo tengo un superpoder que así nomás no se puede ver un súper poder que adquirí... ¿Cuándo? No te lo podría decir, pero que hoy me acompaña y amo tener.

Es el poder de sentir sentir muy dentro de mi ser cada nota de guitarra, cada sonido de cajón. Es el poder de vibrar vibrar con las voces de Chabuca, Lucha, Carmencita, Eva, Cecilia; es el poder de amar amar mi ascendencia, amar mi cultura, amar mi nación.

He aquí mi superpoder que así nomás no se puede ver y que hoy mirando a mi alrededor me pregunto: este superpoder ¿lo tienes tú también?

76 Ella se viste de fiesta

Por Lisseth Carolina Becerra Huamán

Cuando la aurora tiende su manto ella se va preparando al compás de las jaranas de antaño y al ritmo del cajón peruano.

Ya se oye el vibrar de las castañuelas y el baile de las doncellas da inicio con un grito de fervor al ritmo, color y sabor.

Todos en paso firme se alistan para recibirle al ritmo de un vals, una marinera, festejo y más.

Siente la jarana criolla y empieza a bailar porque hoy es el día, el día de festejar. ¡Lima se viste de fiesta!

77 Mixtura

Por Martín Mendoza Villanueva

¡Sacúdete las cuerdas! ¡Ponte tu pañuelo de suspiros y enciende la vela con el pie! Que hoy se come mazamorra con charango y un trago de chicha en el balcón.

Canta de flores la alameda, el mar ondea sus faldas con gracia y marinera al paso del caballo chalán que flamea turrones, tondero y valses en su pañuelo; contrapuntos aparte, la jarana con calientes potajes muestra su sombrero de paja zapateando que esto empezó.

78 Vigilia con sabor a picarones llena de murales y rostros se pasea en las peñas con piel canela y ojos de mestiza limeña que prende fuego y carbón.

79 Wawita

Por Kathia Espinoza Maurtua

Mi tayta tiene a su wawita triste a su niña bonita la hirieron de muerte con afiladas espinas coronaron sus apus balconearon sus wacas, encallejonaron sus entierros y desenterraron sus escondrijos.

Yo recuerdo, papito, que de todo a tu wawita le hicieron, para cazarla, para amar-rar-la agonizaba la wawa herida de muerte.

Cuando de sus adentros nacieron criollos de buen corazón, con guitarra de oro y de negro cuero con notas de puentecitos a la wawita le remendaron el corazón.

80 Perú, ¿quién eres tú?

Por Amy Scribbles

Perú, ¿quién eres tú? Frente al sol naciente nuestro día ha comenzado hay un ritmo constante, un panorama alentador. ¿Ves el lugar por el cual nuestros padres suspiraron? Lleno de historias, júbilo y gran tradición.

Yo soy tú soy la emoción en la mano del poeta, soy el estímulo del gran compositor soy Lucha Reyes cantando contigo, soy el alma detrás de esta celebración.

Soy la voz del Zambo Cavero embravecido, soy fuerte si al viento voy enfrentado soy la majestuosidad del canto de Chabuca, soy este poema a ti dedicado soy Perú.

81 Mi cajón

Por RaizaQ

Mi cajón mi cajón no solo está lleno de historias, también de mucha gloria, sentimiento, alma corazón, vida y sazón.

Música que resalta nuestras costumbres y tradiciones a través de sus canciones.

El cajón peruano que nos enseñó a querer lo nuestro tiene el poder que nos incita a cantar, bailar y despertar nuestras emociones al son del compás.

82 El amor en la marinera norteña

Por Diana L.

Cómo no saborear esa galantería, esa gracia, ese ritmo, ese desenvolvimiento de pañuelos.

Zapateando entre plazuelas, veo que nos unimos, me mantengo en postura y tú respondes con una sonrisa, muevo la falda y tú te quitas el sombrero, levantamos el mentón… y lo hacemos con elegancia.

Seguimos al compás de la música, muy decididos entre el cepillado y el punta y taco, introducimos al caballo de paso.

¡Qué júbilo esta escena! ¡Qué existencia de mi ser! No sé si vuelva a sentir algo así en mi vida, querido, como Chabuca Granda alguna vez dijo: ¡Qué fina estampa, caballero!

Muchos nunca lo intentan y viven en resignación dime qué hay de malo con la marinera y su canción.

83 Al día de la canción criolla

Por Yosselyn Dayana Ynga Guivin

Yo he nacido en Perú, con la canción sonante y una bailarina encantada por sus caderas, con la pasión por la música criolla.

Yo he nacido en Perú, con la canción palpitante de un cajón bajo las piernas, con el tastás de los pies en el suelo.

Yo he nacido en Perú, y aquí se celebra la emoción de la música criolla. Porque al bailar a lo criollo, un mar de recuerdos antiguos nos embarga de felicidad. Yo he nacido en Perú y celebro el día de la canción criolla.

84 Lima y canela

Por Álvaro Carhuancho Peralta

Es preciso alistar el festejo, de octubre morado mezclarse en el cortejo, y compartir embelesado.

Aplaudir con mucha fuerza, y sacar lustre a mi cajón, todos miran tras sus puertas como hago bailar a todo el callejón.

Me muestro sereno para rasgar una vez más mi guitarra, en homenaje al Cristo Moreno, con la fe que siempre me acompaña.

En esta Ciudad de los Reyes presencio el corazón latir, esta alegría que sostienes, que octubre mazamorrero hace surgir.

85 La guitarra y el cajón

Por Mirella Octavia Diestra López

Suena la guitarra, suena el cajón y la fiesta va a comenzar en mi ciudad.

El cajón pone el ritmo y el sabor para festejar, nos da alegría y diversión para bailar. La guitarra pone las dulces melodías para recordar, nos hace reír y suspirar.

Suena la guitarra y me provoca cantar, suena el cajón y deseo bailar, suena mi música criolla y quiero festejar. Todos juntos bailemos y cantemos al ritmo del cajón y la guitarra.

86 Criollita

Por Historias de Hani

Suena el cajón y se me llena el alma, ¡eres enigma!, nos enseñas de amor a la patria, ensalzas los días sucumbiéndonos en el baile de antaño; cuentas tristezas, tus estrofas inundan los iris inflas pulmones y retuerces corazones.

Eres jarana celestial, sin vuelta atrás, dando vida nuestros pasos, dando paso a nuestras vidas; agridulcita, nos envuelves, cobijas e hipnotizas ¡eres enigma!, ¡oh, la dulce criollita!

87 Impresión de cantares con alma peruana

Por UAOR

En la imaginación de una niña, de una radio, una guitarra, y otros instrumentos que entonces no conocía, y la pasión de voces vibrantes; traían rumores de un tiempo de antaño: abuelos jóvenes, olor a blanco y negro; vieja madera; veredas, balcones, alamedas, y un interminable baile...

Desde el un, dos, tres, vals; a una polka bonita, soñaba con ser la limeña señorita que se moviera al compás de ese son, y cantar con voz libre ese embeleso, ese quebranto, el gozo; esa humana transcripción de mi gente, y un amor tan largo como el baile, amor a este trocito de tierra con el puñito levantado,

88 cual gesto de triunfo o como si bailara una marinera; en ese describir de callejones de un solo caño solo... amor, amor patriótico; Perú volcado en canción.

89 Esa jarana

Por La marquesa

Esa jarana en el callejón de las memorias aún resuenan en los oídos en la añoranza de las memorias se guarda el olor del río Rímac en las caminatas de pasado.

La otrora Lima de octubre aguarda el reencuentro cuando de testigo esté ese callejón de un solo caño, esa fina estampa, ese puente de los Suspiros y ese vals que se lleva en el alma.

La tierra de los amancaes impaciente espera con esa jarana compartida desde la lejanía pero con la cercanía del corazón.

90 Tu nombre

Por Freddy Quiñones

Hace unas escasas horas pensaba en tu pequeño mundo de música, reducido a canciones populares donde el país era un nombre nostálgico.

Tu cuerpo era de un niño, fragmentado por mi mirada, por una hora de mis recuerdos en las añoradas parrandas familiares. En esa hora existías a medias porque nadie te bailaba; eras una distracción del hornado, del arroz con pato o del pepián.

Mas ahora tienes la sombra tan vieja como la república, tan enorme como una letra de la patria, tan viva como el movimiento del espíritu, tan nuestra como el nombre que llevamos.

91 Ritmo criollo de corazón

Por Diana Oscalla

Entre galas y honores y el retumbar de mis cajones, suenan los tambores de mi peruano corazón.

El suspiro de mi guitarra se acompaña con un buen zapateo, y pinta de rosado rubor mi agitado corazón.

Al ver una mulata cantar con su contrapaso colma de emoción, la canción criolla de corazón.

92 Tarde criolla

Por Serguey Reyes

La campana del colegio anuncia el final de la jornada y mi cansada anatomía parte al hogar, apresurada. El tierno abrazo de mi madre espera recibir y la deliciosa sazón de su comida poder digerir.

Sentado frente a la mesa, apuro cada bocado mientras suenan en la sala valses, polkas y festejos. Evitando escuchar esa música de viejos, termino rápido y a estudiar me voy precipitado.

De apuro en apuro, los años fueron pasando. No quedan más abrazos, no queda más sazón, estoy solo frente a la mesa almorzando.

Y aunque ella yace en algún presbítero rincón mientras suenen en la sala valses, polkas y festejos con cada vaso de vino añejo su recuerdo evocaré.

93 El dulce morado

Por Germy López Pumayauli

Así como Navidad es a panetón, octubre siempre será a turrón. La delicia que se relaciona al Cristo Morado la esclava doña Josefa lo ha creado.

Llevado a todas las procesiones por ella el postre con miel de chancaca, grageas y caramelos hizo el turrón de Doña Pepa emblema que hasta el día de hoy en cualquier parte lo vemos.

94 No importa dónde estés

Por Allison Ileana Arellano Ruiz

Como llora la guitarra, como golpea el cajón, el cuerpo se mueve y salta el corazón, no lo controlo, solo me dejo llevar por la sabrosura del son.

Escucho el festejo, escucho el vals, escucho el huayno, ¡uy, no! Se armó la jarana, sola, en mi cuarto, orgullosa de ser peruana.

95 Criollismo en pandemia

Por Yesenia L. Castro Arroyo.

¡A beber y a comer que el mundo se va a acabar! Hoy que se festeja el Día de la Canción Criolla en tiempos de pandemia cantemos y bailemos al ritmo de un buen vals, en casita junto a la familia, con un rico anticuchito y un vaso de chicha, y con mucha fe a nuestro Cristo Morado. ¡Que todo esto se mejorará!

¡A bailar y cantar que la pandemia va a acabar! Con mucha fe y esperanza al ritmo del cajón y la guitarra celebraremos el Día de la Canción Criolla, con una fiesta jaranera, el zapateo y las rimas de la abuela, que nos llena de algarabía.

¡A gozar y vivir para poder ser feliz! Con el orgullo peruano, y el sentimiento criollo

96 en tiempos de pandemia, recordemos lo maravilloso que son las calles limeñas, con sus bulevares, festejando con el vals criollo, a la gente jaranera.

¡Que viva la canción criolla! ¡Siempre contigo Perú! Cantemos con orgullo cada vals jaranero, con Chabuca Granda, Óscar Avilés y el Zambo Cavero, que desde el cielo arman la jarana, junto a nuestros héroes y peruanos caídos en la pandemia.

97 Canción del 31

Por Alonso Felipe Huanilo Ramírez

Ha llegado el Día de la Canción Criolla ¿qué plato peruano pondremos a la olla? O quizá pensemos en dirigirnos a una peña y comer un platillo emblema puesto a la leña.

Puedo mencionar a las canciones con musicalidad, a las cuales se las infravalora con una gran frialdad; pero que igual poseen una excelente tonalidad, que al oírla el peruano se llena de vitalidad.

Sintámonos orgullosos de lo nuestro, de esta fecha tan única y especial, eso alegraría a todo ancestro, ¡celébralo como un festival!

98 Honra y resistencia

Por Vanessa Zevallos

En este mes de octubre no solo recordamos el mes morado, sino también a nuestro Perú con su gran legado y no miremos el pasado con lástima, ni pena que esto recién comienza.

Nuestro Perú sabe a honra y resistencia, con nuestras danzas y comidas no existe competencia. Nacimos con el mejor don, nuestro patriotismo no es una elección es un goce y un buen sabor como el turrón, en cada jirón.

99 Día de fiesta y color

Por Carmen Bazán

Día de fiesta y color por la canción criolla que cantamos y bailamos con algarabía, es este el repiqueteo del cajón el que guía los zapateos que en generaciones se desarrolla.

Al son del charango y la quena late mi corazón peruano, pues no exagero, cuando digo que mis pies se vuelven ligeros y que al bailar mi música olvido toda pena.

¡Es mi música criolla en su ritmo y son! ¡Para remedio de mente y alma! ¡Aquella que conquista todo corazón!

100 El sentir de mi nación

Por Paola Sánchez Pérez

Con las notas de un vals, a la Lima de antaño he de recordar. Desde tus letras Felipe Pinglo, a mi pueblo disque marginal, en sus callejones hiciste disfrutar.

Karamanduka, ¡qué buena paliza musical! ¡Criollismo a viva voz hay que gritar!

Entre copa y copa se pusieron a celebrar, y de ritmo ondulante y popular, ni de qué hablar. ¡Se echaron a todos mezcladitos!, cada jueves, viernes, sábado o un domingo a jaranear, saboreando un olluquito, un sequito y un cau cau. Todos juntos, más juntitos, el negrito, el zambito, el cholito. ¡Y míralo al blanquito, hasta el Rímac y Barrios Altos llegó a parar!

101 ¡Ay si escucharan a Jesús Vásquez, «El plebeyo» cantar! ¡A todos seguro les provocaría bailar! Qué me dicen de Serafina Quinteras, componiendo canciones para embozar, a mi morena Lucha Reyes, que al oírla «Jamás impedirás» que de mil suspiros, a todo un barrio, haga vibrar, y Chabuca Granda, que al criollismo logró posicionar, saco mi guitarra, ¡vamos, te invito a festejar!

A esos hombres y mujeres de raíces fuertes, que su historia me hizo contar, son hoy, ahora, más fuertes, más presentes, más voces entrañables al corazón, son símbolos del artesano, del obrero, del esclavo, del artista del buen son y tesón, les agradezco abrir juntos el paso cultural de mi nación.

102 Déjame que te cuente, Perú

Por Gato loco

Los cajones aplauden las guitarras lloran es octubre y celebramos el Día de la Canción Criolla.

Una mezcla de emociones de norte a sur, hasta en el exterior, bailando como cascabeles invocando alegrías y también reflexión.

Revivamos los encantos como ese caballo que se engalana con odas de Chabuca, Polo Campos y Cavero no hay nada como la música peruana.

103 Criolla acanelada

Por Lunamarina

Con su sanguito, preparada, y el retumbar de ese cajón suena el ingá, rima sagrada, tras el concierto de Eva Ayllón.

Baila al compás de la arbolada, resuena y canta el corazón. El alcatraz, acelerada, la puedes ver de tu balcón.

Es la criolla acanelada que va encendiendo la sazón. Vivaz limeña, apasionada, ¡ese es tu ritmo sabrosón!

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