Historia, ¿Para Qué? La Respuesta Y La Pregunta
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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS COLEGIO DE HISTORIA HISTORIA, ¿PARA QUÉ? LA RESPUESTA Y LA PREGUNTA T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN HISTORIA P R E S E N T A LUCIANO CONCHEIRO SAN VICENTE DIRECTOR DE LA TESIS: DOCTOR ÁLVARO MATUTE AGUIRRE MÉXICO, D.F. ABRIL 2013 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOS…………………………………………………………………….5 CUBERTERÍA……………………………………………………………..………………..9 LA RESPUESTA ESPACIOS TRANSPUESTOS ............................................................... 17 LA CÚSPIDE DE LA PROFESIONALIZACIÓN ........................................ 27 EL CUESTIONAMIENTO ................................................................... 39 LOS AUTORES ................................................................................. 43 EL LIBRO ......................................................................................... 75 ¡HISTORÍCESE [LA TEORÍA]! ........................................................... 104 LA PREGUNTA .................................................................................. 129 ANEXOS……………………………………………………………………….……………145 Anexo 1. Entrevistas……………………………………………………..…………….146 Anexo 1.1 Adolfo Gilly………………………………………………………….147 Anexo 1.2 Alejandra Moreno Toscano…………………………..……….151 Anexo 1.3 José Joaquín Blanco……………………………………………..168 Anexo 1.4 Arnaldo Córdova…………………………………………………..177 Anexo 1.5 Enrique Florescano…………………………………………..…..194 Anexto 1.6 Héctor Aguilar Camín…………………………………………..205 Anexo 2. Reimpresiones y ficha técnica de Historia, ¿para qué? …….217 BIBLIOGRAFÍA Y HEMEROGRAFÍA ................................................ 200 Libros y artículos ................................................................................................................ 218 Fuentes documentales ........................................................................................................ 235 Entrevistas .......................................................................................................................... 235 Páginas electrónicas ........................................................................................................... 236 Películas .............................................................................................................................. 236 Obras de arte ....................................................................................................................... 237 2 3 A Ana Sofía Rodríguez Everaert, por (y para) el diálogo eterno. 4 AGRADECIMIENTOS El texto es acaso el mejor ejemplo de aquella indisoluble contradicción, que en nuestra cultura se ha intentado explicar con las diferentes versiones del mito de Edipo, de ser uno nacido de dos (de muchos).1 Tal como el mismo ser humano, el texto es un producto que no tiene un solo (pro)creador sino varios. El nombre que reclama la autoría de estas páginas no es más que un eufemismo para ocultar este hecho. O más claramente: el nombre del autor, mi nombre, no es más que una unidad ficticia que en-cubre muchos otros nombres. Sean estos agradecimientos un des(en)cubrimiento de ustedes, de los nombres que están en cada una de mis palabras: A Álvaro Matute, quien apoyó la idea que daría lugar a este texto desde el momento en que surgió en una de sus clases. Porque sin él y su saber, esto simplemente no existiría. Sus acertados comentarios habitan de la primera a la última página, su espíritu y enseñanzas estarán siempre conmigo y en mí. A él, tantas gracias. A Ricardo Pozas Horcasitas. Tanto al científico social, por enseñarme la disciplina y rigurosidad del trabajo académico; como al poeta, por enseñarme a vivir más plenamente. Por haber sido, en el pleno sentido de la palabra, un maestro: guía y tutor en las ideas y en el existir. A Ricardo Gamboa, a quien nunca terminaré de darle las gracias, por creer desde un inicio en mí y nunca dejar de formarme. Agradeceré siempre su enorme y afectuosa vocación de profesor mediante la cual me consolidó como alumno y me inició como docente. A Evelia Trejo, por su apoyo y porque, al enseñarme la historia de la disciplina, me enseñó de dónde venimos y por qué somos lo que somos. Gracias por hacerme un historiador substancial, gracias por instruirme a historiar a los seres y a la disciplina que todo lo historizan. A Javier Rico, por su interminable ayuda e intenso intercambio intelectual. Gracias por las charlas pacianas, pero también por los tiempos menos poéticos en los que 1 Claude Levi-Strauss. "The Structural Study of Myth", The Journal of American Folklore 68 (270), Myth: A Symposium (1955), 435. 5 me ayudó como Coordinador de la carrera. Gracias por dejarme ser su alumno dentro y fuera del aula. A Guillermo Palacios y Olivares, por sus agudas críticas y absoluta confianza. Partes completas de este texto no existirían sin su generosidad y sus consejos. A Martin Jay, gracias a cuya genialidad este texto se afianzó y, al mismo tiempo, encontró sus propias debilidades. A Doris Sommer, de quien aprendí que las humanidades pueden transformar al mundo. A Stephanie Ballenger, quien me animó cuando más lo necesitaba. A las instituciones, entidades no humanas pero con alma, que me apoyaron durante la elaboración de este proyecto. A la Universidad Nacional Autónoma de México, y particularmente a la Facultad de Filosofía y Letras, con quienes estaré eternamente en deuda. Mi agradecimiento hacia Gloria Villegas, la directora de mi Facultad, y hacia mis maestros es gigante. A Leonor García Millé, cuyas sugerencias mejoraron sustancialmente este texto: gracias especiales. Al Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México y a su director, Ariel Rodríguez Kuri, les estaré siempre agradecido. Sin las dos estancias de investigación allí realizadas este trabajo sería otro. A la Universidad de California at Berkeley, quien me acogió, educó y becó. Gracias especiales a los profesores Kerwin L. Klein y a Richard Cándida Smith. A Siglo XXI editores, y principalmente a don Jaime Labastida y a José María Castro Mussot, por el apoyo que me brindaron. A los autores de Historia, ¿para qué?, por compartir conmigo su historia que no otra cosa que nuestra historia intelectual. A Héctor Aguilar Camín, a José Joaquín Blanco, a Arnaldo Córdova, a Enrique Florescano, a Adolfo Gilly y a Alejandra Moreno Toscano, gracias por darme lo más valioso: sus palabras y su tiempo. A Johann Mergenthaler: mi amigo. Para él, no hay palabras: sólo la vida misma, la que soñamos (la de hoy y la que está por venir). A Pelayo Gutierrez Nakatani, por las acaloradas discusiones y las palabras afectuosas que vienen después de éstas. Porque, al darme mostrarme a Proust, construimos un nuevo universo: el nuestro. A Ainhoa Suárez, por compartirme durante los últimos años un trozo de su banca y por haber construido juntos nuestra Alma máter, espacio donde no sólo estudiamos sino también intercambiamos obsesiones. 6 A los Concheiro-Díaz (Álvaro, Charo y “los niños”), quien son mucho más que mi familia, por soportar mi vida monacal y por su cariño gallego que me exhorta a siempre mejorar y seguir adelante. A los que además de familia, fueron (y son) cómplices de una forma u otra: a Elvira Bórquez, a Mariángeles Comesaña, a María Elvira Concheiro, a Mauricio Gómez Morín, a Juan Manuel Herrera, a Horacio San Vicente, a Juan Vadillo y muy especialmente a Victoria San Vicente, porque mis pesquisas de historiador son un homenaje a ella. A don Ignacio Garza Medina, gracias a cuya generosidad las primeras páginas de este texto pudieron ver la luz en la costa de Careyes y se terminaron en las antiguas tierras del Marqués de Salamanca. A Ilya Semo, quien al nacer ya lo había leído todo, por la amistad trans- generacional y las tempranas discusiones. A José Herrera y Manuel Ramos, por compartir conmigo su sabiduría y el amor por los libros. A todos ellos que no menciono por cuestiones prácticas, pero viven en mis palabras y por ende en mí. Por último, que visto desde otra perspectiva es el principio, a mis padres. Sin ellos: la nada. Por ello, tanto el agradecimiento como el cariño son inconmensurables. En este caso, las palabras y la tinta son inútiles: no me ayudan a expresar todo aquello que quisiera. Sean el silencio y el blanco de la página los que hablen. 7 Ne pas trop reflechir sur la valeur de l'Histoire. On court le risque de s'en degouter. JEAN PAUL SARTRE 8 CUBERTERÍA 9 Todo libro busca responder una pregunta. Más precisamente: la escritura de cualquier texto inicia por el ímpetu de querer resolver un problema. A través de la escritura buscamos acallar nuestras dudas, que terminan siendo también nuestras angustias más terribles. Estas páginas no son otra cosa que un intento por darle respuesta a una pregunta que me persigue desde que comencé a estudiar historia: ¿sirve de algo todo esto?, ¿para qué estudiar historia?, ¿tiene alguna utilidad? En concreto: historia, ¿para qué?