AUTORES CIENTÍFICO-TÉCNICOS Y ACADÉMICOS Las viviendas rurales del Valle alto del en la sierra norte de

María Pilar Olmeda - José Carlos Toledano

l objetivo de este trabajo es conocer y analizar las edificaciones Erurales del Valle alto del Lozoya de la sierra norte de Madrid ante- riores a 1950.

Cuando nos decidimos a escribir este artículo lo que hicimos en pri- mer lugar es ir a la biblioteca pública de Rascafría, donde nos encon- tramos con el buen hacer y el entusiasmo de la bibliotecaria, Magdale- na, que nos facilitó documentación, referencia de varios libros, legajos, trabajos inéditos, etc., y sobre todo el libro Arquitectura y Desarrollo Urbano, zona norte IV, de 1991, editado gracias a la colaboración de la Dirección General de Arquitectura de la Comunidad Autónoma de Madrid y el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, COAM. Son ya varios los edificios desaparecidos desde que se editó el libro, pero también hay que decir que también son varios los que han sido rehabilitados, tanto edificaciones agropecuarias convirtiéndolos en viviendas, como edificaciones rurales o urbanas que se han reha- bilitiado guardando las características y la tipología de la zona.

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Climatología: Época de invierno desde el 1 de Generalidades noviembre (o hasta que aparecen las primeras nieves) à al 30 de abril y época de verano desde el 1 de mayo hasta el 31 de octubre. Ubicación de la zona: El Valle alto del Lozoya, y en concreto las poblaciones de Rascafría y Oteruelo, Recursos naturales: Pastos mancomunados que Alameda, Pinilla y Lozoya están ubicadas al norte de utilizan el ganado bovino y el caballar en la época de Madrid, pertenecientes al partido judicial de Torrela- verano. Durante el invierno están en prados articula- guna, y colindante con la provincia de Segovia y los res cercanos al pueblo y en establos. municipios madrileños de Manzanares y Miraflores. Es importante igualmente la cabaña de ganado Pueblos que comprende el Valle alto del Lozoya: lanar, sobre todo en el término de Oteruelo. Rascafría, Oteruelo, , Pinilla del Montes comunales, donde se extrae madera, prin- Valle y Lozoya. cipalmente de carrasca, que se usaba para fabricar Población. carbón que se transportaba a Madrid en carros de Rascafría y Oteruelo 1459 habitantes. bueyes, y la leña procedente de los montes de pinos que se utiliza tradicionalmente para calefacción y que Alameda del Valle 175 habitantes. se reparte gratuitamente a los vecinos empadrona- Pinilla del Valle 160 habitantes. dos. Lozoya 438 habitantes. Actualmente también cada año se reparte la leña Ubicación: La población más representativa y anti- de las carrascas (ya no se hace carbón) “por suertes” gua del valle alto del Lozoya es Rascafría (con el ane- a todos los habitantes que están censados de forma xionado pueblo de Oteruelo y el Monasterio de El Pau- gratuita. lar, que está emplazado a dos kilómetros del casco de Rascafría), de la que se hace una breve descripción: Altitud: 1.163 m. àUn poco de historia Extensión: 150,6 km2. Población: 1.459 habitantes. El origen del pueblo de Rascafría, igual que las Distancia desde Madrid: 94 km. poblaciones de Oteruelo, Alameda, Pinilla y Lozoya, se remonta a la Edad Media y se encuentran ligadas Rascafría, junto con su anejo Oteruelo, Alameda, a la repoblación de la Sierra llevada a cabo por cua- Pinilla del Valle y Lozoya, se encuentra enclavado en drillas segovianas. el Valle Alto del Lozoya, en la parte noroccidental de la Comunidad de Madrid, en la Sierra de Guadarra- En el siglo XIV se fundó la Cartuja de El Paular, a ma. Todos los pueblos del Valle Alto se encuentran dos kilómetros de Rascafría, al pie del macizo de situados en la margen izquierda del río, en la ladera Peñalara. Antiguos palacios y pabellones de caza de orientada al sur. Juan I, así como las tierras que los rodeaban y distin- tas rentas fueron donados a la Orden Cartuja. La Actividad principal: Turismo, agricultura, ganade- nueva comunidad se constituyó en 1391, pero las ría e industria de la madera. obras no se acabaron hasta el siglo XV. A partir de la fundación de la Cartuja toda la historia del Valle y en especial la de Rascafría, estuvo vinculada a su histo- ria. Rascafría, Oteruelo, Alameda, Pinilla y Lozoya eran unos lugares de realengo, pertenecientes a la Comunidad de Villa y Tierra de Segovia, a cuya juris- dicción estaban sujetas.

En el siglo XVIII (1751) Rascafría, la más poblada, estaba habitada por 206 vecinos. Su economía esta- ba centrada en la ganadería, fundamentalmente bobina y lanar, pero poco a poco sus habitantes se fueron dedicando al negocio de la madera, transpor- tando a la Corte los productos de la tala. La villa

58 Las viviendas rurales del Valle alto del Lozoya en la sierra norte de Madrid poseía dos molinos harineros, una taberna, una car- En la plaza de la Constitución aparece la edifica- nicería, un mesón y un hospital para transeúntes. ción de la antigua casa de Postas (casa de los vascos, Tras la reestructuración provincial realizada en como se la conoce en el pueblo), datada en 1726, y 1833, Rascafría, Oteruelo, Alameda, Pinilla y Lozoya que según se aprecia en la fotografía (son dos edifica- pasaron a formar parte de la provincia de Madrid. ciones unidas en la plaza de la Villa n.º 27 y 29) está en buen estado de conservación, sobre todo el núme- A lo largo del siglo la población aumentó ligera- ro 29, donde se instala actualmente un taller artesano mente, alcanzándose en Rascafría los 260 vecinos en de piezas en metal (lámparas, apliques, etc.). 1800 y 1.040 habitantes, en 1888. La economía seguía basándose en la ganadería y en la agricultura, pero a finales de la centuria se había producido un cierto desarrollo industrial. Funcionaban una fábrica de papel con 30 ó 40 operarios, una fábrica de vidrio, tres molinos harine- ros y varias serrerías, la más importante de éstas era la Sociedad Belga de los Pinares de El Paular, funda- da en 1855. Todas estas actividades, pasadas y actuales, son las que han condicionado y condicionan la forma de vida y las costumbres de los habitantes de esta zona de Madrid. Las edificaciones y la forma de vida son el ejemplo de la adaptación de las personas al medio donde viven y del que viven.

àLa arquitectura en la villa de Rascafría y su anejo Oteruelo

Las primeras edificaciones de las que se tiene constancia, y queda alguna muestra en pie, se cons- truían a base de bloques de granito trabado con mor- tero de cal y arena, y cubierto con teja curva. En la foto se aprecia la vivienda de la calle Reyes número 26, fechada en 1775 según se ve inscrito en el dintel de la ventana superior.

Detalle de la fachada frontal y lateral de la casa de Postas, de 1726.

Es una construcción de planta cuadrada, de dos alturas y sótano, con un patio trasero y otro en su fachada principal. La fábrica está hecha a base de muros de carga de mampostería y sobre ellos se apoya un entramado de madera para sujetar la cubierta, hecha a base de teja árabe sobre enlatado de pino. Lo más característico de esta edificación es su cubierta, formada por dos faldones de gran longitud que vuelan más de dos metros sobre la fachada y que forman una especie de porche a tres aguas que pro- Fachada del edificio de la calle Reyes, de 1775. tege la fachada, como se aprecia en la foto.

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Las edificaciones más antiguas (rurales o urbanas), Se mantiene como eje principal en Rascafría la anteriores a 1900, son 9 edificios localizados en el cen- antigua carretera al puerto de Cotos, hoy avenida del tro de Rascafría, y que se reseñan a continuación: Valle y avenida de El Paular y en Oteruelo se tiene como eje principal la calle Real (Camino Real), que Calle Nº Año Construcción era el antiguo camino que unía Rascafría con Pinilla del Valle. Villa de la (Plaza) 27 1726 Villa de la (Plaza) 28 1726 Destacar las típicas vallas serranas del norte de Madrid, de piedra de río a hueso, recubierta de Reyes 26 1775 musgo por el paso de los años. Villa de la (Plaza) 29 1803 España 7 1865 Se siguen construyendo a base de bloques de gra- nito (morro, como llaman por estos lugares) con mor- España 8 1865 teros de cal, barro y arena, realizando muros de carga España 5 1880 de mampostería concertada y con entramado de Reyes 31 1880 madera. Mezclado con estas edificaciones están las San Antonio 9 1880 dependencias agropecuarias (pajares o corralones, como se les denomina por aquí) realizadas a base de Se han localizado 130 edificaciones, anteriores a piedra, barro y adobe y donde se emplaza la leña, de 1950, que se han considerado significativas de la evo- gran tradición en este valle y base para cocinar y lución arquitectónica de estas localidades y se han como combustible para la calefacción en invierno. dividido, siguiendo el criterio del libro antes mencio- nado, en cuatro grandes grupos: n Agropecuarias 40 n Rurales 8 n Urbanas 73 n Urbano – rurales 9

El desarrollo urbano Por lo general, tanto en Rascafría como en Ote- ruelo el desarrollo urbano se ha realizado de una forma caprichosa de edificación y una trama urbanís- tica irregular y atípica, sin adaptarse a un trazado pre- vio y con numerosas calles en forma de fondo de saco sin salida, que caracteriza a estas dos villas. Casa con corral y pajar en la calle Nevero nº 18, 20 y 22, en Oteruelo.

Calle del Río, de Oteruelo, con trazado sinuoso y vallas de piedra. La leña se almacena en el exterior de la casa antes del invierno.

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Las construcciones rurales y urbanas se van reno- tratadas y barnizadas), rehaciendo las escaleras de vando poco a poco a partir de los primeros años del acceso a los pisos superiores y mejorando la instala- siglo XX, siendo las primeras en rehabilitarse las 40 ción eléctrica. casas más próximas a la carretera. La idea fundamental es mantener la tipología de También empiezan a aparecer las primeras vivien- este tipo de edificios tan característicos y evitar su das unifamiliares aisladas de veraneantes, que convi- desaparición. En las fotos de puede apreciar un antes ven con las construcciones ganaderas tradicionales. de iniciarse las obras, en el momento de la rehabilita- La siguiente remodelación fue la renovación de ción y el resultado de la vivienda terminada. las construcciones ganaderas tradicionales, que se remozaban o se hacían de nueva planta, y la mejora de los pajares, todo ello bajo una singular y estricta tipología autóctona.

Calle del Río n.º 2.

Calle del Nevero n.º 2. Viviendas rehabilitadas en Oteruelo del Valle.

En el tema de la rehabilitación de los edificios, actualmente muchos en este proceso, se conserva la estructura, suelos y materiales, eliminando los falsos Edificio sin rehabilitar de la Avenida techos, dejando al aire las vigas de madera (limpias, de El Paular, 16, de Rascafría.

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Edificio en rehabilitación de la calle Reyes, 34, Edificio rehabilitado de la calle Najarra, 5, en Rascafría. de Rascafría. Típico de esta época de la primera mitad del siglo XX (hacia 1950) es el barrio de los Cascajales, al sur del pueblo, formado por viviendas modestas de carácter urbano–rural, por lo general encaladas, y mezcladas con construcciones ganaderas como se ve en las fotos. Las viviendas conjugaban el aspecto urbano en su fachada principal con alojamientos agropecuarios en la parte posterior de la casa, inclu- so con pequeños corrales o cuadras para el ganado.

En la avenida de los Cascajales, de Rascafría, se alternan la arquitectura agropecuaria y la urbana.

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Hacia 1950 había censados en Rascafría 258 edi- La cubierta es de teja curva, a dos aguas, sobre ficios destinados a viviendas y 41 a otros usos. enlatado de pino, de amplios faldones que a veces Respecto al término de Oteruelo, se conserva con engloba no solo la vivienda sino también las construc- las características tipológicas prácticamente inaltera- ciones auxiliares anejas (cuadra o pajar). bles. La mayoría de las edificaciones son viviendas rurales de uso mixto residencial–agropecuario.

Típica casa rural en la plaza de la Villa, 13, con vuelta a la calle Pozas n.º 2, en Oteruelo.

Calle del Río, 1. Las construcciones urbanas de Oteruelo son dos o tres edificios de dos plantas ubicados en la plaza de la Paz y la plaza del Valle. Su construcción se realizó a base muros de carga de mampostería tosca, encala- da, con sillares en los dinteles de los huecos de facha- da y con refuerzos en las esquinas y armadura de madera. La cubierta es de teja curva, a dos aguas, sobre enlatado de pino.

Vivienda rehabilitada en la calle Real, 7. Viviendas rurales en Oteruelo. Las construcciones rurales de Oteruelo constitu- yen un grupo homogéneo de marcado carácter popu- lar que corresponde a las necesidades de la zona: la actividad agrícola y ganadera de sus habitantes. Estas edificaciones se caracterizan por tener un Casa urbana en la Plaza del Valle n.º 3. núcleo central dedicado a vivienda y otro anejo para pajar o cuadra, como se ve en la foto. La orientación era también una característica àResumen - Relación de elementos importante cuando el espacio y la ubicación lo permi- arquitectónicos analizados tían: el pajar o la cuadra estaban orientados hacia el norte y la vivienda hacia el sur. Como conclusión de lo anteriormente descrito se La cuadra y el pajar se construían a los lados de hace un resumen de las principales características y la vivienda para protegerla del riguroso invierno, y tipologías de los edificios analizados, divididos en aprovechar el calor que procedía de la cuadra. cuatro grandes grupos:

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n Arquitectura agropecuaria. ficios está permitiendo conservar iconos de la arqui- n Arquitectura residencial. tectura rural de la sierra norte de Madrid. Viviendas rurales. • Arquitectura residencial • Viviendas urbanas. • Viviendas urbano-rurales. En este apartado unimos las denominadas vivien- das rurales, las viviendas rurales–urbanas y las vivien- das urbanas. Arquitectura agropecuaria Las viviendas rurales se caracterizan por ser Como se comentaba al inicio de este trabajo, estas edificaciones con un núcleo de vivienda y uno o dos construcciones tienen su origen en la actividad rural y anejos para establo, pajar, leñera, etc. agropecuaria de sus habitantes (actividad ganadera Son por lo general de una planta, construidas con fundamentalmente), que necesitan de dependencias fábrica de mampostería a base de piedra y barro, para albergar al ganado y el alimento de los mismos. muros de carga y armadura de madera y con dinteles Las imágenes de los pajares (corralones, como se de piedra de granito en puerta y ventanas. La cubier- les denomina por estos lares) son la fisonomía típica ta, a dos aguas, es a base de teja curva sobre enlata- de las poblaciones de Rascafría y Oteruelo. dos de pino desarrollando faldones amplios. Las casas de este tipo en el pueblo de Oteruelo forman un grupo homogéneo manteniendo la tipolo- gía edificatoria. Las viviendas urbanas se alinean junto a las calles más importantes tanto en Rascafría (avenida del Valle y avenida de El Paular) como en Oteruelo (calle Real, plaza de la Paz y plaza del Valle). Estas casas se caracterizan por no poseer anejos agropecuarios como las rurales, se alinean con otras fachadas de edificios adosados o bien están retranquea- das respecto a linderos dejando patio delantero o jardín. Esto se debe a la procedencia de la vivienda, anti- guamente de tipo rural pero que al adaptarse a la tipología urbana prescinde en parte de los anejos agropecuarios y en su lugar se instala bien el patio o jardín o garaje o almacén. Los huecos de puerta y ventanas van recercados por lo general de ladrillo y en algunas ocasiones de piedra de granito, y con la superficie enfoscada de color claro. Los huecos del piso superior son ventanas o balcones de poco vuelo. Las viviendas urbanas–rurales suelen ser agru- Foto de corralones de la Plaza del Valle de paciones lineales de casas (como ejemplo, la calle Oteruelo y su interior. Cascajales, de Rascafría), de dos alturas y en la parte posterior del edificio existen edificaciones anexas Hoy día se van transformando en leñeras, en para poder albergar los aperos agropecuarios y en almacén de productos del campo, en lugar para algunos casos cuadras para ganado. almacenar los aperos del campo o como garajes de utensilios motorizados y, como no, para guardar los coches. àInterior de las viviendas Pocos quedan ya como establos o pajares aunque todavía podemos ver algunos como los de la Plaza de Para la parte del trabajo relativo a las instalacio- la fragua de Oteruelo. La rehabilitación de estos edi- nes, tanto de electricidad, como de calefacción, coci-

64 Las viviendas rurales del Valle alto del Lozoya en la sierra norte de Madrid na, etc. ha sido de mucha utilidad el libro de Martine Guerrerie Delbarre escrito en 1993 bajo el título Veci- nos y Forasteros en el valle del Lozoya, editado por el Patronato Madrileño de Áreas de Montaña de la Con- sejería de Cooperación de la Comunidad de Madrid.

En la primera parte del libro describe la ordena- ción del espacio, las casas, los pajares, etc., y que hemos intentado localizar en viviendas existentes antiguas, y no rehabilitadas, de Rascafría y Oteruelo.

Se utilizarán literalmente algunos párrafos del libro para ilustrar el interior de las viviendas (se des- taca con cursiva) con las fotos obtenidas del interior Calle Neveros, 44. de varias de ellas, sobre todo de la ubicada en la ave- nida de El Paular, de Rascafría, y la ubicada en Ote- ruelo en la calle Neveros número 44.

Avenida de El Paular, 16.

Se han podido visitar alguna de las viviendas más antiguas en las que se ha conservado, más o menos, su interior característico. Las viviendas suelen tener un largo pasillo de donde salen dos dependencias Detalle del pasillo largo y al fondo la entrada a la cocina. principales, separadas por puertas: la sala y la cocina.

Las casas, orientadas casi siembre al sur o al oeste, eran de uno o dos pisos y no tenían sótanos o bode- Instalaciones de cocina gas. Eran alargadas, y con mucho fondo por lo que la à luz no llegaba a varias de sus estancias. La forma de y calefacción las habitaciones podía resultar muy irregular. La cocina en el fondo de la casa estaba ocupada Las viviendas de un solo piso constaban, general- casi totalmente por la chimenea, única fuente de mente, de un vestíbulo o zaguán de acceso que se calor y luz en la estancia. En algunas casas, sin prolongaba en un pasillo al que abrían todas las habi- embargo, contaban con una ventana abierta al pasillo taciones. o a otra habitación con luz exterior.

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La habitación principal, que servía de salón de que serviría para extender las brasas y luego retirarlas estar y de comedor, aunque apenas se usara, era, del horno antes de meter a cocer el pan; la pala y el relativamente, de grandes dimensiones. A ella daban barrendero, palo este también largo, envuelto en un una o varias alcobas de uso privado, cerradas por cor- extremo en «bragas» o trapos, que se usaba para tinas. barrer el horno. En la lumbre se cocían las comidas en un puche- ro «arrimado» a las brasas y sujeto en las seseras.

Detalle de la sala o pieza principal de la casa y el acceso a un dormitorio separado por una cortina.

La cocina, en cambio, era un recinto muy íntimo, protegido de todos por la distancia que la separaba de la puerta de entrada. A veces ni siquiera tenía venta- na al exterior. Allí se recogía la familia y hacía su vida alrededor del fuego.

Cocina de la vivienda de la Avenida del Valle, 5, de Rascafría. La sala es donde se hacía la vida familiar y de ella salían dos o tres alcobas separadas por una cortina, sin puertas. En esta sala podía haber una chimenea, o en su defecto un brasero de carbón de leña, que se alimentaba con leña de pino procedente de los mon- tes cercanos.

Cocina de la calle Nevero, 44. A la derecha la entrada del horno. Otra variante de calefacción poco usada eran las estufas de petróleo, que se colocaban en la sala de la Comunicando con la cocina había una despensa vivienda. donde se guardaban, en el suelo, en banquetas o repi- En resumen, la chimenea de la cocina, que existía sas, la vajilla y otros utensilios de la casa. en todas las casas, era la fuente principal de calor Aquí estaban también el horno (solo en algunas para toda la vivienda (y en ocasiones única); se viviendas) y los enseres para fabricar el pan: los escri- encendía al punto de la mañana y se mantenía hasta nios, el banco, la artesa, la nasa, las sábanas de lino el anochecer. que arroparían la masa hasta «soltar» o «flandar» (fer- En la primera parte del siglo XX se empezaron a mentar); el rodillo, palo largo terminado en otro curvo instalar en las cocinas las denominadas bilbaínas o

66 Las viviendas rurales del Valle alto del Lozoya en la sierra norte de Madrid cocinas económicas y que además de servir para En algunos casos la cocina llevaba acoplado un cocinar servían para calentar la casa en invierno. pequeño depósito para agua caliente. A partir de los años 1960 empieza a utilizarse el gas butano embotellado en algunos hogares, sustitu- yendo en parte a la chimenea y apareciendo igual- mente las primeras estufas de butano para calentar las habitaciones.

àInstalación eléctrica La energía eléctrica en el valle del Lozoya se empezó a distribuir a primeros de los años 1940 y sólo se daba por la noche. La energía se producía en un pequeño salto hidráulico, de dos metros de altura, que estaba enclavado en el río Lozoya a la altura del paraje denominado La Isla, camino del puerto de Cotos, gracias a la iniciativa de Francisco Zapater. Tenía una turbina de 36 kW que producía corrien- te alterna a 3.000 voltios y la red de alta tensión de distribución, a tres hilos, salía de la central grapada sobre los árboles, la fachada de las Huertas de El Pau- lar, hasta llegar al pueblo al centro de transformación. Lo primero fue el alumbrado público de Rascafría, que se realizaba con farolas colocadas sobre las fachadas, cada 60 o 70 metros y aprovechando las esquinas de las casas para dar luz a dos calles, con bombillas de 15 o 25 vatios y portalámparas tipo Edisson. La instalación del alumbrado público se hizo con hilo de cobre acerado procedente del desmontaje de las instalaciones de telefonía que se utilizaron duran- te la guerra.

Brasero de carbón y estufa de petróleo. A las viviendas que solicitaban la luz se les hacía la instalación para que pudieran poner 2 o 3 bombi- llas, de 15 W o 25 W, dentro de la vivienda. Se colo- caba un limitador, tipo solenoide, a 50 o 100 W, de forma que si se superaba esta potencia empezaba a zumbar el limitador hasta que se disparaba y se cor- taba la corriente. Cuando se enfriaba el limitador vol- vía otra vez la luz. La producción hidroeléctrica de este salto, que dependía del caudal del río Lozoya, se quedó peque- ña con el tiempo y gracias a la iniciativa de Francisco Torras y de su empresa Minero Metalúrgica del Esta- ño, SA (MESAE), se crea Hidroeléctrica del Paular. Se construye una nueva presa entre 1951 y 1955, aguas arriba de la anterior, en el paraje denominado el Pradillo, con una canalización de 1 km hasta la cen- Cocina económica de los años 1920. tral (que también se hace nueva), con un desnivel de

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45 metros y con tubería forzada de 1,10 metros y Del transformador salían los cables del tendido cámara de carga. eléctrico a una tensión de 110 voltios, cables desnu- Se instalaron dos turbinas Francis (fabricadas por dos sin aislamiento y que por lo general eran tres manufacturas Metálicas Aragonesas), una de 136 kW cables de fase y uno de neutro (actualmente cable y otra de 360 kW, con una tensión de salida de 6.000 trenzado aislado sobre palomillas (como se observa voltios en alterna. en la foto) y se distribuía por dentro de la ciudad apo- yado en palomillas de madera primero y luego de La red de alta tensión se realizó con varilla de hierro, que se colocaban sobre las fachadas de los cobre de 3 mm o varilla de hierro de 6 mm sobre pos- edificios. En ellos estaban los aisladores de porcelana tes de hormigón de 10 metros de alto y crucetas con sobre los que se colocaban los hilos. aisladores, que se levantaron tirados por yuntas de bueyes. La producción dependía del caudal del río, y en la época de estío se producían apagones por la falta de agua, así es que en 1954 se instaló un motor de barco, que tenía un alternador tipo Paxman de 260 kW de potencia, accionado por gasóleo (traído de la feria del campo de Madrid gracias al apoyo de todos los alcaldes de la zona), que se alternaba con la producción del salto de agua y se utilizaba sobre todo en verano. La empresa que distribuía la energía en el valle se denominaba La Electra de El Paular. Con el tiempo esta empresa fue comprada por Hidroeléctrica Espa- ñola (1982), actualmente Iberdrola. La energía llegaba de la central a los transforma- dores que se albergaban en casas prefabricadas, como la que se ve en la foto ubicada en el término de Oteruelo.

Detalle de las palomillas de hierro con los aisladores de porcelana. Caseta del centro de transformación de Oteruelo. Cuando en un edificio se contrataba la energía En Rascafría había 2 transformadores de 50 kVA eléctrica se empalmaba un cable delgado de cobre a y en el año 1961, cuando la llegada de los veranean- los cables de distribución y se introducía al interior del tes y los electrodomésticos, se instaló un tercer centro edificio por lo general por una ventana (como se en la zona de las Matillas, de 60 kVA. aprecia en la foto) o por un orificio hecho en la puer- ta de entrada.

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Detalle de la entrada del cable en la vivienda y los aisladores de porcelana.

Los hilos, o cables eléctricos, eran de cobre, aisla- dos con un compuesto de goma y recubiertos de algodón bajo plomo, que recorrían las fachadas de los edificios hasta entrar en los mismos. Todavía quedan los restos de algunos cables y los soportes aislantes de porcelana en algunas fachadas, como se puede apre- ciar en las imágenes.

Redes de distribución aérea en la villa de Oteruelo.

Todavía se aprecian en algunas fachadas los aisladores de porcelana.

Hoy en día sigue la distribución aérea de la ener- gía eléctrica, habiéndose sustituido los hilos unipolares de cobre por líneas de cables trenzados aislados que se soportan igualmente sobre palomillas metálicas y son grapados por la superficie de las edificaciones. La llegada a los edificios se hace por la fachada principal o entrada de los mismos, colocando una caja de fusibles antes de entrar en la vivienda, lo que se denomina la caja general de protección. Detalle de cajas generales de protección en fachada.

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Al entrar en la vivienda, en las instalaciones anti- guas, se colocaba el contador, sobre un tablero de madera y un fusible o plomo como protección.

Caja con contadores a la entrada de la vivienda.

La instalación por el interior de la casa era a base de cables trenzados forrados de algodón y sujetos a la pared mediante clavos con un soporte aislante de porcelana, o simplemente grapeados por la pared.

Contadores de la vivienda de la avenida de El Paular nº 16, de Rascafría, y calle Neveros, 44, de Oteruelo.

Actualmente hay muchos contadores colocados en el interior de las casas pero cuando se hacen modi- ficaciones o se aumenta la potencia eléctrica de la vivienda, la empresa eléctrica, de acuerdo con la nor- mativa vigente, exige que se coloque el contador en la fachada o en el linde de la propiedad.

Cables de la instalación interior de la vivienda de la avenida de El Paular, de Rascafría.

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Los mecanismos utilizados eran de madera, de lla de 15 W en algunas habitaciones, sobre todo en la porcelana y posteriormente de baquelita. sala, la cocina, pasillo y algún dormitorio. En las siguientes fotos se puede ver una muestra Según comentarios del electricista de Rascafría, en de estos mecanismos que todavía existen en muchas algunas viviendas se colocaba un distribuidor de la viviendas antiguas. luz que según se girara se encendía la luz de una parte de la casa de forma que sólo se podía encender una bombilla en toda la casa. Poco a poco la luz se fue utilizando para colocar en la cocina un pequeño infiernillo, la radio y no muchas cosas más. A partir de los años 1960 empe- zaron a aparecer los primeros electrodomésticos, muy poco introducidos en estos lugares, pero que dieron lugar a las primeras modificaciones de las instalacio- nes eléctricas para colocar frigoríficos de absorción y lavadoras sin caldeo. En la actualidad las instalaciones interiores se han mejorado pero siguen siendo instalaciones exteriores, con los cables grapeados sobre la pared, fijados con sujetacables y sustituyendo los empalmes de cables retorcidos recubiertos con cinta aislante por cajas de conexión con clemas.

Mecanismos de porcelana y baquelita negra.

Cajas de conexión en el interior de la vivienda de la calle Reyes. Son muy utilizadas actualmente las regletas de plástico blanco, de grosor o dimensionado proporcio- nal al calibre del cable que protege, y que tienen la ventaja de poderse pintar, colocar papel pintado enci- ma, etc.

àIluminación viaria La iluminación de las calles se hacía, y se sigue haciendo, con bombillas y faroles colocados sobre las Mecanismos de madera: interruptores de dormitorio. fachadas de los edificios. La potencia que se contrataba con la empresa era En un primer lugar se colocaban simples bombi- muy pequeña, lo suficiente para colocar una bombi- llas en lugares más o menos estratégicos de las calles

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o la plaza, pocas en total. Los cables para iluminar los faroles iban en las palomillas de la red de tendido eléctrico como en la actualidad.

Farolas sobre fachada y sobre báculo en Rascafría

Detalle de la alimentación eléctrica a una farola àBibliografía que se apoya sobre palomillas. Álvarez Caravera, J. L. (1982). El sexmo de Lozoya, Rascafría y El Paular, 1790 – 1824. Madrid. Tesis La iluminación viaria actual se basa en farolas doctoral. Universidad Complutense. sobre fachada, de estilo más o menos clásico según el Azcárate Ristori, J. M. (1970). Inventario artístico de lugar donde está colocada, y báculos sobre la acera la provincia de Madrid. Madrid. Servicio Nacio- en la parte nueva de la villa, tanto en Rascafría como nal de Información Artística, Arqueológica y en Oteruelo. Etnológica. A continuación se puede apreciar en las fotogra- Folletos turísticos editados por el Ayuntamiento de fías el tipo de farolas utilizadas tanto en Rascafría Rascafría. como en Oteruelo. García Pablos, R. y Rey, L. del (1991). Coordinado- res del libro con varios autores. Arquitectura y Desarrollo Urbano. Comunidad de Madrid. Zona Norte. Madrid. Edición conjunta Dirección Gene- ral de Arquitectura de la CAM y Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, COAM. Guerrerie Delbarre, M. (1993). Vecinos y Forasteros en el valle del Lozoya, Madrid. Editado por el Patronato Madrileño de Áreas de Montaña de la Consejería de Cooperación de la Comunidad de Madrid. Libros de Madrid. Paz Serrano, T. (1990). Rascafría: historia y arte de un pueblo de la Sierra Norte de Madrid. Madrid. Este y Oeste editorial. Sánchez Vigil, J. M. (2005). Pueblos de la zona Norte de Madrid. Madrid. Comunidad de Madrid.

72 Las viviendas rurales del Valle alto del Lozoya en la sierra norte de Madrid

Varios Autores (2005). La sierra de ; zona y el equipamiento eléctrico de las viviendas. Diagnóstico de un Territorio. Ponencias del Curso A Julio, el electricista de “toda la vida” de Rasca- de El Escorial 2004. Madrid. FIDA. fría, por la información sobre la electrificación de las viviendas y locales de los pueblos de Rascafría y Ote- ruelo. Agradecimientos à A Manuela, Alberto, Monchi, entre otros, que nos han permitido ver y fotografiar sus viviendas. Para la realización de este trabajo ha sido muy Por último a Clara, arquitecta, por sus consejos y importante la colaboración y aportación de informa- la revisión de este trabajo. ción de personas que viven y conocen los pueblos de la zona, y que nos han relatado sus vivencias y la de sus antepasados. àEpílogo Quiero expresar mi agradecimiento a la bibliote- caria de la Biblioteca Pública de Rascafría, Magdale- El trabajo ha sido realizado bajo la supervisión del na, que ha realizado una labor muy importante de catedrático D. Javier de Cárdenas, profesor del curso búsqueda de todo tipo de información escrita sobre de doctorado “Arquitectura Popular”, de la Escuela Rascafría y Oteruelo, facilitándonos además el con- Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad tacto con vecinos de la zona. Politécnica de Madrid. A Julio, de la urbanización Los Grifos y vecino de El trabajo se ha realizado durante los meses de Rascafría, que nos ha permitido conocer las viviendas febrero a mayo de 2008. de este pueblo y nos ha aportado mucha información sobre las características y costumbres de los habitan- Las fotos las he realizado durante los meses de tes del Valle. febrero, marzo y abril de 2008. A Felipe, antiguo responsable de la Electra del El trabajo ha sido realizado en su totalidad en las Paular, que suministró energía eléctrica al valle duran- poblaciones de Rascafría y Oteruelo. te la primera mitad del siglo XX, por la información Este trabajo se terminó de redactar el 15 de mayo facilitada sobre la electrificación de los pueblos de la de 2008.

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