Estudio Etnoagronómico De Fuencaliente De La Palma (Canarias)
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ESTUDIO ETNOAGRONÓMICO DE FUENCALIENTE DE LA PALMA (CANARIAS). PRINCIPALES PRÁCTICAS AGROECOLÓGICAS TRADICIONALES: ROTACIONES Y ASOCIACIONES González Díaz, Aythami; Perdomo Molina, Antonio C. Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria. Universidad de La Laguna Ctra. Geneto nº 6 – 38202 La Laguna [email protected] RESUMEN La Agroecología considera la agricultura tradicional como un ejemplo de gestión de agroecosistemas complejos y de sustentabilidad del cual debemos aprender. La Etnoagronomía viene consolidándose como una disciplina que permite aportar claves agroecológicas que son aplicables a la actual agricultura ecológica. En este marco teórico es en el que se inscribe este trabajo. Con esta comunicación se pretende dar a conocer cuáles fueron las técnicas de cultivo que se desarrollaron en el agrosistema de Fuencaliente de La Palma (Canarias), centrándonos fundamentalmente en las rotaciones y asociaciones de diferentes cultivos. El agrosistema tradicional de este territorio se basa en una agricultura eminentemente de secano y de subsistencia. Para la realización del estudio, se ha recurrido a las fuentes orales, utilizado la entrevista semiestructurada de final abierto como la principal herramienta de investigación. Siempre que se ha podido se ha contrastado la información recuperada con las fuentes bibliográficas, tanto de la comarca, como de otras comarcas semejantes o próximas. Palabras clave: agricultura tradicional, conocimiento campesino, tradición oral, entrevista, etnoagronomía. INTRODUCCIÓN La Agroecología considera la agricultura tradicional como un ejemplo de gestión de agroecosistemas complejos y de sustentabilidad del cual debemos aprender. La Etnoagronomía viene consolidándose como una disciplina que permite aportar claves agroecológicas que son aplicables a la actual agricultura ecológica. En este marco teórico es en el que se inscribe este trabajo. Para la realización del estudio, se ha recurrido a las fuentes orales, utilizado la entrevista semiestructurada de final abierto como la principal herramienta de investigación. Siempre que se ha podido se ha contrastado la información recuperada con las fuentes bibliográficas, tanto de la comarca, como de otras comarcas semejantes o próximas. MATERIALES Y MÉTODOS Las fuentes orales han sido las encargadas de crear la historia en el pasado, a través del testimonio de vidas legado a las siguientes generaciones, hasta que con suerte, alguien las recoja y las escriba pasando a convertirse en fuentes escritas. Hoy en día, es utilizada como recurso indispensable en la labor del investigador que en el marco de la Agroecología quiera dilucidar como funcionaron los agrosistemas tradicionales. La piedra angular de la investigación etnoagronómica la constituye la entrevista semiestructurada de final abierto (Sabate et al. 2008); y dentro de esta es fundamental tener en cuenta la selección del los informantes, hay que tener en cuenta ciertas características. La primera, es que el informante haya vivido de primera mano el tema a investigar, considerándose en general, como una fuente fiable. No obstante, a la hora de obtener información de un testimonio oral, se debe analizar cuidadosamente la información para evitar connotaciones que puedan surgir en cuanto al perfil ideológico y cultural de cada informante. Es de suponer que en este tipo de trabajos éstos matices, que pueden distorsionar el contenido de la información, existan en mucha menor medida debido a la naturaleza del tema. Debido a las condiciones en que se encontraba en municipio de Fuencaliente durante el intervalo de tiempo que ocupa la realización de este trabajo, la selección de informantes que hayan podido formar parte del agrosistema tradicional, no resultó difícil. También, una característica a tener en cuenta en la selección de informantes, sería la edad del individuo. En general en Canarias, para el estudio de un agrosistemas es necesario recurrir a personas con avanzada edad, ya que son quienes realmente han vivido de esa agricultura tradicional, y que sienten y padecen esta agricultura. Para éste trabajo a priori, se optó por establecer una edad mínima de setenta años, para así poder obtener información como mínimo, a partir de la década de los cincuenta, pero al final, de las personas entrevistadas en éste trabajo la que menor edad posee, cuenta con setenta y cuatro años. En el perfil de los informantes (Tabla 1) se tuvo en cuenta contar con personas que hubiesen conocido todas las comarcas productivas del municipio, e igualmente un cierto equilibrio de género (se entrevistaron a 5 mujeres y 7 hombres). Las entrevistas (en algunos casos se llegaron a realizar cuatro a un mismo entrevistado) fueron transcritas literalmente, convirtiéndose en los documentos que servirían de base del trabajo. RESULTADOS Aunque los resultados de la investigación fueron más amplios, nos circunscribiremos en la presente comunicación a los aspectos relacionados con las zonas agroecológicas, los ciclos de los cultivos, las rotaciones y las asociaciones. Aproximación agroecológica de la zona Sur de La Palma La comarca en la que hemos desarrollado nuestra investigación, al igual que sucede en todas las islas que presentan grandes altitudes, presenta marcadas diferencias entre las zonas agroclimáticas en virtud de este factor altitudinal. De este modo podemos hablar de tres diferentes pisos altitudinales: la Costa, las Medianías y el Monte. La Costa En Fuencaliente, en general, hablar de La Costa es referirse a la terraza costera que se sitúa en la vertiente occidental, desde la punta de El Faro hasta la zona conocida como El Banco, en definitiva lo que hoy es cultivo de platanera. Esta franja de terreno cuya anchura es variable, no supera el kilómetro en ningún momento. En determinadas zonas, como en Las Caletas, se utiliza la palabra “costa” para denominar las zonas más próximas al océano, pero que pueden tener 300 m de altura. Antes de la llegada del regadío, primeros años de la década de los años 70, La Costa no tuvo mucha importancia agrícola, exceptuando los cultivos de tomates, cuya explotación era llevada a cabo por una sola familia. La escasez de precipitaciones en la zona y el poco grado de meteorización del terreno hacían que fueran un número reducido de cultivos los que prosperaran en tales condiciones, como por ejemplo la higuera, que tendría un cierto protagonismo pudiéndose encontrar un cierto número de árboles repartidos por la franja costera. También habían algunas parcela con cultivos de viña. En la zona de Las Caletas, es de destacar el cultivo de boniatos en cotas muy bajas en la vertiente oriental, donde “si se caía un boniato al cavarlos llegaba rodando al mar”. De esta manera, el mayor aprovechamiento de La Costa, como no podía ser de otra manera, era la pesca. Las capturas eran llevadas en burros en los mejores casos, y en cestos al hombro o a la cabeza. El marisqueo también aporto calorías suplementarias a la dieta del fuencalentero. Además hubo gente que pudo ganar algún dinero en aquella época vendiendo pescado. Esto se debió a que, tras el establecimiento en Fuencaliente de ciertas familias de pescadores procedentes de La Gomera, eran mucho los que iban a recoger la pesca que éstos capturaban con las redes, para irla a vender a otros municipios de la isla. Un aspecto a destacar de La Costa, es que el mar era utilizado para el curtido de los chochos (Lupinus albus), en los llamados percheles o curtideros. Se construían aprovechando alguna cueva o hueco natural, en la que se colocaban piedras para poder resguardar los chochos del oleaje. Los percheles de El Faro y El Puertito fueron construidos de esta manera, mientras que el de Puntalarga estaba construido simplemente en un charco donde el mar llegaba sin fuerza. También se solía ir a curtir, pero en menor medida en La Mareta y en El Remo. Otro recurso que se obtenía de La Costa sería la sal, que se iba a recoger a las zonas más inaccesibles para poder encontrarla lo más limpia posible. Se recogía en verano y se ponía al sol unos días para que se secara. En nuestro estudio encontramos, que mucha gente de Las Indias bajaba a La Costa a buscar sal para después ir a intercambiarla al barrio de Las Caletas por boniatos. Las Medianías Para hablar de medianías en Fuencaliente, podríamos diferenciar unas medianías bajas, a partir de Las Times por la vertiente occidental incluyendo los barrios de Los Quemados y Las Indias. Por la vertiente oriental se verían limitados por los bordes de las laderas del Puerto y de Herrera. Y las medianías altas, que serían las zonas colindantes con el pinar, donde se encuentran los núcleos poblacionales de Los Canarios, La Fajana y El Charco. Como en el resto del las Islas, la mayor zona de actividad agrícola se concentraba en esta zona de medianías. Las Medianías estaban cubiertas de un manto agrícola compuesto por viña, cebada, centeno, higueras, papas y boniatos en mayor medida. Hay que destacar, que de todas las entrevistas se extrae que la mayor parte del terreno estaba totalmente ocupada por cultivos. En las medianías bajas se sembraba mucho más el centeno, mientras que en las zonas altas era la cebada la que predominaba debido a su mayor requerimiento en humedad. La viña por ésta época se encontraba en toda Las Medianías, tanto en núcleos concentrados como de forma dispersa, intercalada entre terrenos para sementera o alrededor de todos los barrios del municipio. En las medianías bajas y costa, las uvas, al igual que los higos, maduraban antes que en zonas altas. Las higueras también se distribuían por la zona de medianías, se encontraban desde La Costa hasta el monte. Las variedades más representativa en La Costa era la Negra y la Gomera, mientras que en zonas altas se daba la blanca y especialmente la Bacuriña y Cotia. La zona de El Tablado, sería la mejor zona agrícola del municipio en ésta época, debido a la humedad (ya que se encuentra orientado hacia el este, por lo que recibe la influencia de los vientos alisios) y al tipo de terreno más evolucionado.