BANCO NACION,L~L DE COMERCIO EXTERIOR, S.N . C .

, México • Coordir1ación fiscal • Abasto hortifrutícola de la capital • : crecimiento y urban.ización Desarrollo y concentración urbana en América Latina

VOL. 39, NÚM . 9 MÉXICO, SEPTIEMBRE DE 1989

..-- o<.oº Ji OJ ..-- zº (f) (f) :SANCO NACIONAI DE C(> ERcrr FXTEHll)R, S.N.C CONSEJO DIRECTIVO Serie ''A'' Propietarios Suplentes Armella Carlos Ruiz Sacristán Fernando Sánchez Ugarte Ernesto Zedilla Ponce de León Rogelio Gasea Neri Jorge de la Vega Domínguez Guillermo Funes Rodríguez Fernando Solana Morales Andrés Rozental Gutman Fernando Hiriart Balderrama Fernando Paz Sánchez Guillermo Ortiz Martínez Jorge Espinosa de los Reyes Herminio Blanco Mendoza Decio de María Serrano Miguel Mancera Aguayo Marín Maydón Garza

Serie ''E ' ' Eduardo García Suárez Jorge García Fernández Jaime Corredor Esnaola Jorge Kahwagi Gastine Luis G. Carcoba García Juan B. Morales Doria Rolando Vega Íñiguez Carlos Viveros Figueroa

Comisarios Serie ''A '' Propietario Suplente Armando Ricalde Vclasco Lucía Núñcz Ocampo

Serie ''B'' Propietario Suplente José Ángel Gurría Treviño Enrique Vilatela Riha Secretario Héctor Orrico de la Vega Prosecretario Salvador Arriola Barrenechea

Director General Humherto Soto Rodríguez Subdirectores generales Humbcrto Molina Medina Juan Manuel Romero Ortega Fernando Villarreal y Puga C. Directores de área Alfredo Amezcua Alcaraz Luis Blando López Jaime Luis Dávila Mercenario José Antonio Díaz Martínez Alicia Domínguez de la Cruz Eduardo Fuentes Uquillas jorge Humberto García Rivera Fernando Gay García Alejandro Sergio Guerrero Alfredo Martínez Barajas Consuelo Martínez Muñoz Enrique Martínez Ríos Manuel Ángel Núñez Soto Ricardo Peñaloza Webb Ernesto Pirsch Vida! Eduardo Portas Cabrera comerc1o exter1or Vo l. 39, núm. 9, septiembre de 1989

Revis ta mensual editada por la Gerencia de Publicac iones del BANCO NACIONAL DE COMERCIO EXTERIOR , S.N.C

COMITÉ EDITORIAL Em ili o Alanís Patiño Carlos Bazdresch Parada David !barra Muñoz Sergio Ortiz Hernán L. Julián Rodríguez Adamet Gustavo Romero Kolbeck Francisco Suárez Dávil a Vícto r L. Urq uidi GERENCIA DE PUBLICACIONES Gerente Sergio Ortiz Hernán L. Subgerentes 743 Desarr ollo económico y concentración urbana en América Latina Héctor Islas Siliceo ]osé de jesús Sosa López José de Jesús Sobrevilla Calvo El autor presenta un panorama general de los efectos de las políticas de industriali zación Homero Urías Brambila en los fenómenos de concentración urbana y el desarrollo regional de América Latina. Afirma Asesores que, a diferencia de lo ocurrido en Europa, la urbanización latinoameri cana no estuvo acom­ jorge Eduardo Navarrete, j acques pañada de un proceso de industrialización y repasa los rasgos históri cos, polít icos, econó• Taransaud, Miguel S. Wionczek t micos y sociales que la distinguen. Invita a profundizar en el estudio de las desigualdades Coordinadores regionales y sectori ales en cada pafs y entre las distintas naciones, pues aquéllas " plantean Sección : '-:acional, Antonio Sa linas Chávez; un seri o reto para la planeación económica y el desarrollo social" . Lat inoamericana, Rafael González Rubí; Internacional, jesús Miguel López. Relaciones editoriales, Carola Conde Bonftl 7 51 Sección nacional Redacción Resinas y fibras sintéticas: nueva actividad exportadora, p. 751 • Recuento nacional, Elena Cabell o, Alfredo Cas tro, Alicia Loyola p. 756 • Zona libre en la frontera sur y apoyos del Bancomext, p. 760 • Definición de Campos, Juan Rocha, Agustín Ruiz Soria los términos y las condiciones de la renegociación de la deuda, p . 762 • Porcicultura: Edición algunas opcio nes 1 Blanca E. Suárez y David Barkin, p . 764 • Jefe Enrique Pérez Vera Se rgio Hernández Clark Pil ar Marrínez Negrete Deffis Distribución 769 La coordinación fiscal y los ingresos estatales Roberto Pantafa, David Robles Ma.- Emília ]annetti Dfaz Servicios secretaria/es y de apoyo En los sistemas federales se debate de manera permanente cómo han de distribuirse los Antonia Ca rdona, Aureliano Contreras, ingresos fisca les y las funciones recaudatorias entre el Gobierno central y las entidades fe­ Elízabeth López, Ángeles Marín , derativas. En este trabajo se estudia la evolució n de las relaciones fiscales intergube rna­ Roberto Mé ndez, Bertha Robles Martínez mentales en México a partir de los años veinte. A juicio de la autora, en la actualidad es preciso reforzar la tendencia a la descentralización. Como no es posible plantear una re­ Fotocomposición: Redacta, S.A. distribución rígida de las fu entes de ingreso, "es conveniente evolucionar hacia un federa­ Formación: Carlos O rozco Mares Negativos: Grupo Edición , S.A. lismo cooperativo y una integración cada vez mayor de las haciendas públicas por medio Impresión: Litográfica Delta, S.A. de transferencias intergubernamentales de recursos" . Comercio Exferior es una publicación abierta al debate. Admite, por tanto, una am plia gama de ideas que no coinciden necesariamente con las de la institución . La responsabilidad de los 775 Sección latinoamericana trabajos firmados es de sus autores y no del América Latina y el mercado internacional de metales no ferrosos, p. 7 75 • Recuento la­ Banco, excepto cuando se indique expresam ente tinoamerican o, p. 782 • La reconversión industrial y el futuro 1 Carlos Á balo, p. 787 • lo contrario. Pueden reproducirse materiales de esta revista siempre q ue se mencione la fu ente, salvo en libros de distribució n comercial, en cuyo caso se 791 El abasto de fr utas y legumbres en Méx ico requiere el penniso escril o de Comercio Exterior y de los auto res. Auto rizada como publicación Fernando Rello periódica po r el Se rvicio Postal Mexican o con En este trabajo se conciben la agricultura y las relaciones comerciales y producti vas rura­ número de registro 0 10 1062. Características: les como parte del sistema urbano de abasto y comercialización. De acuerdo con esta con­ 2 18421 108. Ce rtificados ele licitud ele título (núm. 11 93) y ele contenido (núm. 657) cepción se intenta responder a las siguientes preguntas básicas: ¿Cómo se abastece de expedidos por la Comisió n Cal ifica dora ele alimentos la ciudad de México, una de las más grandes del mundo? ¿Qué relaciones hay Publicacio nes y Revistas Ilustradas, el 2 ele julio entre esta urbe y su zona rural de aprovisionamiento' Una de las recomendaciones funda­ ele 198 1. Aparece el último clía ele cacla mes. mentales, si se trata de aplicar una política para modernizar el sistema urbano de distribu­ Distribució n gratuita. La correspondencia clebe ción al menudeo y lograr una relación campo-ciudad más justa y equilibrada, es la de dirigirse a la GERENc;!A DE PUBLICACIONES, " impulsar la organización campesina para la producción y la comercialización" . Cerrac)a de Malintzin 28, Colo nia ele! Carmen, Coyoacán , 04 100 México, D.F. Tel. 688-0688 Comercio Exterior, septiembre de 1989

799 Sección internacional Efectos del Ac ue rdo Mu ltifi bras en los países en desarroll o

807 Desarrollo agrícola, industrialización y urbanización en Sinaloa Gustavo Garza Jaime Sobrino En el marco de datos generales que permiten apreciar la impo rtancia de los procesos de transformación secular de las estructuras rurales en urbanas en el México de este siglo, se estudia el crecimiento, la estructura y la distribución territorial de la industria en Sina­ loa. Luego, "a partir de una mayor interrelación de la agricultura y las actividades secun­ darias, se intenta delinear la viabilidad técnica y econó mica de una política de promoción industrial" en esa entidad federativa.

815 Bibliografía El tránsi to a la democracia en América Latina 1 Aaron Sega!, P- 815 • Obras recibidas, P- 816 11

8 1 7 Sumario estadístico Comercio exterior de México, FOB (resumen) • México: balanza comercial (FOB) por sec­ tor de origen y ti po de producto • México: balanza comercial (FOB) por secto r de o ri­ gen • México: principales artículos exportados (FOB) por sector de origen • México: principales artículos importados (FOB) por sector de origen • Comercio exterio r de Mé­ xico (FOB) por bloques econó mi cos y áreas geográficas •

827 Siglas y abreviaturas Se incluyen las más empleadas en esta revista.

828 Instrucciones para los colaboradores Se incluyen las no rmas a que deberán sujetarse los trabajos que se sometan a la considera­ ción de Co merci o Exterior. Comercio Exterior, vol. 39, núm. 9, México, septiembre de 1989, pp. 743-750

Desar o lo e cono"""' y conc ntracton. """' en América Latina

]osé de jesús Sosa López*

os pa íses de América Lat ina sufren actualm ente restriccio­ años cincuenta y sese nta ese desequilibrio regional prevaleció y nes y problemas que constituyen un obstáculo para un de­ condicionó el desarroll o indust ri al poste rior; incluso se agrava­ sa rroll o económico ace lerado y agravan las disparid ades so- ron las dife rencias en el desarrollo de cada una de las regiones ciales y los desequilibrios intrarregionales. Su excesiva dependen­ y la desigual distribución de las actividades económicas. Estas con­ cia económica, financiera y tecnológica agranda cada vez más diciones de desequi li brio regio nal se pueden resumir en: i) una la brecha frente a los países de economías ava nzada s. estructura urba na con un a ciudad capital desproporcionadamente mayor que el resto de las poblaciones; ii) una red de comunica­ En los años cin cuenta la mayoría de los gobiernos de América ciones fragmentada y orientada hac ia el exterior, y iii) un conjun­ Latina vislumbró que por el ca mino de la industrialización sus eco­ to reducido de actividades económicas integradas al comercio nomías lograrían superar las insuficiencias y restricciones que les intern ac ional, cuyo propósito básico era la exportación de pro­ impusieron las dos guerras mundiales y la gran depresión de 1929 . ductos primarios a los mercados europeo y estadounidense. No es posible desvalorar los progresos que la industrialización sus­ titutiva ge neró en los países latinoamericanos que crearon una La industrialización aceleró, por un lado, el proceso de urba­ planta industrial permanente y mucho menos ignorar los ava n­ nizac ión, transformando rápidamente a las sociedades latinoame­ ces sociales ge nerados durante el auge indust ri alizador. Sin em­ ri ca nas en urbanas, mas no en industri ales. !)demás, ese impulso bargo, a más de tres décadas de dista ncia, la industriali zación del crec imiento urbano siguió favoreciendo la concentración de parece no haber cumplido la misión que sus progenitores le as ig­ la poblac ión y las nu evas actividades en los ce ntros de poder tra­ naron. Por el contrario, algunos aspectos parecieron agravarse aú n dicionales. más y otros nuevos tomaron lu ga r en el escenario latinoamericano. Por otra parte, la etapa de industrialización alteró significati­ Con anteri oridad al proceso de industrialización, la organiza­ vamente la composición y la estructura de los sectores económi• ción económica· y política de los países latinoamericanos favore­ cos al ge nerar transferencias masivas de mano de obra del sector cía a unas cuantas regiones y ciudades, conforme a un modelo rural hacia los sectores urbanos. Debido a las limitaciones que que tiene su origen en una adm inistración colonial orientada a el tipo de tec nología impuso a las nacientes industrias manufac­ la extracción de excedentes agrícolas y mineros en favor de la tureras, la mayor parte de la población trabajadora que em igró metrópoli. del sector agrícola hacia las ciudades no pudo emplearse en la industria, sin o en los crecientes se rvicios que la propia urbaniza­ Una vez en marcha el " ímpetu industri alizador' ', durante los ción demandaba. De tal suerte, las economías de América Latin a pasaron de una eta pa predominantemente rural a otra de tipo ur­ bano y terciario.

* Trabajo reali zado durante el seminario Desarroll o Económico y Social Para comprender las dimensiones y las características de es­ el e Améri ca Latina, im pa rtido por el profesor Víctor L. Urquidi, a qui en tos fenómenos de concentración y terciarización, primero es me­ el, autor agradece su apoyo. nester considerar de forma separada los procesos de urbanización 744 américa latina: desarrollo y concentración urbana

e industriali zación, para después hacer un aná li sis específico del dades, como lo denomina el propio Singer, permaneció cas i in ­ fenómeno en su conjunto en el período 1950-1985. tacto hasta el fin de la colon ia.

A pesar de que la independencia de América Latina creó un El proceso de urbanización: nuevo modelo de países grandes, medianos y pequeños, y de que principales características los grupos nacionales se li beraron de las restricciones comercia­ les de la metrópoli, la ciudad -sede ahora de un poder nac1onal propio- siguió desempeñando sus antiguas funciones de suste n­ a urbanización se define como el proceso mediante el to del orden y cana l de intermediación comercial y financiera. L cua l la s soc iedades comienzan a agruparse en comu nidades Las frecuentes luchas intestinas desmembraron las escasas orga­ de mayor tamaño, en las que se realizan actividades de transfor­ nizaciones fabril es y artesanales y los grupos urbanos aumenta­ mación de productos agrícolas y otras, como el comercio y la cu l­ ron su deseo de consumir productos manufacturados en Europa. tura. As í, la urbanización se refiere por igual a dos fenómenos: Como resultado, las economías lat in oamerica nas se hicieron ex­ uno demográfico, por la aglomeración de la poblac ión, y otro so­ portadoras de materias prim as e importadoras de bienes de con­ cioeconómico, por las activid ades industriales y de servicios que sumo, lo que aca rreó efectos negativos y desventajas . As í, hacia se ll eva n a cabo en sus nuevas comu ni dades. Esta defin ición, sin finales del siglo XIX se encontraba n en una situac ión desfavora­ embargo, da por hecho un equili brio entre el crecimiento de la ble frente a Europa y Estados Unidos. población en las comun idades mayores, denominadas ci udades, y el desa rro ll o de las actividades industriales y de servic ios. Por " La inserción de los países latinoamericanos en las líneas de desgracia, ese supuesto no se da en el caso de América Latina . expansión del comercio internacional tomó impulso a part ir de Por el contrario, la urbanización "se ha caracterizado por un mar­ los años cuarenta del siglo pasado. En este proceso de inserción cado desequ il ibrio en el desarroll o de ambos procesos; este de­ se configu ran tres tipos de economía exportadora de productos seq uilibrio está , en gran parte, condicionado tanto por la dinám ica primarios: a] economía exportadora de productos agrícolas de cli­ de los procesos de cambio en la estructura agra ri a como por las 1 ma templado, b] economía exportadora de productos ag rícolas transformaciones que ocurren en los propios ce ntros urbanos" . tropicales, y e] economía exportadora de productos minerales. En cada una de ell as el comercio exterior contribuyó a configu­ A diferencia de Europa, la urban izac ión en Améri ca Lat ina no rar una estructura económica particu lar, cuyas ca racterísti cas de­ estuvo acompañada de un proceso de indu st ri ali zación. Las pri­ ben ser tenidas en cuenta en el estudio particular de su evolución meras ciu dades latinoameri ca nas se remontan al período prehis­ posterior." 3 pánico. Las grandes cu lturas azteca e in ca las eri gieron conform e a un criteri o de dominación y no, como ocurrió con las ciudades Los años que dieron fin y principio a dos siglos se ca rac teri za n europeas, para ll eva r a cabo las primeras actividades fabri les y por la ll egada de nuevos gru pos que introdujeron import antes comerciales. cambios en los patrones de urbanización lat inoameri canos . Por diversas razones, grupos de inmigrantes europeos ll egaron a paí­ Una vez culminada la conquista, los europeos ap rovecharon ses de Suda mérica, especialmente Argentina, Uruguay y Brasil, los antiguos asentam ientos prehispán icos para implantar un sis­ durante las décadas de 1890, 1900 y 1910. Además de represen­ tema político y económico de dominación. El objetivo central del tar un capital humano va li oso pa ra regiones poco habitadas co­ mi smo era obtener recursos comercializables en favo r de la me­ mo las ll anuras arge ntinas, los inmigrantes trajeron importantes trópoli. As í, durante los primeros tiempos de la dominac ión co­ innovaciones en los ca mpos de la agricultura, la indust ri a y la pres­ lo nial el sistema económico de América Latina se divid ió en dos tac ión de servicios especiali zados como el comercio, el transporte secto res principales: a] uno agrícola dedicado a generar el pro­ y el almacenamiento de productos agrícolas . En algunos casos, ducto necesa ri o para mantener a los agricu ltores y generar un ex­ estos in migrantes no pudieron hacerse propieta rios de tierras y, cedente que se tra nsfe ría a las ciudades para la subsiste ncia del por ell o, establecieron su residencia en los puertos o ciu dades resto de la soc iedad colonial y sus aparatos militar y burocrático, más importantes que más tarde serían los ca nales de sa l1d a de y b] uno exportador extremadamente especia li zado en ciertos pro­ los productos de exportación . Las nuevas actividades comercia­ ductos como el oro, la plata y el azúcar. Como se ñala Paull. Sm­ les, financieras y de se rvicios que los inmigrantes comenza ron a ge r, la mayoría de las actividades económicas se efectuaba en el desarroll ar transformaron el rostro mismo de las ci udades que ha­ ca mpo (incluso la refi nac ión de azúcar), m1entras que las Ciuda­ bitaron. Las normas san ita ri as se ampli aron y los nive les de vida des se dedicaban a mantener el orden y ad minist rar el proceso que las ciudades ofrecían motivaron los primeros flujos migrato­ de extracción de excedentes del campo en favor suyo y de la me­ ri os campo-ciudad. De esta manera, algu nos países, como Argen­ trópoli. "Su papel consistió ese ncialmente en conce ntrar y de es­ tina, Chile y Uruguay, iniciaron sus procesos de urbanización ta manera alentar la fu erza de persuasión [I gles ia] y la fu erza de varios decen ios antes de que se llevaran a cabo los pnmeros In ­ coerción [ejército y burocracia civil] de la metrópoli en el cuerpo tentos de indust ri ali zac ión. Aunque no existen datos anter iores 2 de la soc iedad colonial." Este ca rácter "parasitario" de las ciu- a 1950, algunos países (como Uruguay) ya tenían en los años trein­ ta y cuarenta altas proporciones de su poblac ión en ciudades de 20 000 habitantes o más. 1. Ricardo Jordán, " La urbanización en Améri ca Lat in a: algunas ca­ racterísticas est ructurales", en Ligia Herrera et al., Consideraciones so­ La urbanización se convirtió rápidamente en un fenómeno ca­ bre el proceso de urbanización, la concentración y la dispersión de la población en América Latina: situaciones críticas, Centro Latinoamerica­ racterístico de América Latina, au nque no apareció de forma si- no de Demografía, Sa ntiago de Ch ile, 1975, p. 6. 2. Paull. Singer, "Campo y ci udad en el contexto latinoamericano", en LJ,Ji s Unikel y Andrés Necochea, Desarrollo urbano y regional en Amé­ 3. Ce lso Furtado, La economía latinoamericana: formación histórica rica Latina, Fondo de Cultura Económica, México, 1975, p. 27. y problemas contemporáneos, Sig lo XXI Editores, México, 1987, p. 64. comercio exterior, septiembre de 1989 745

multánea en todos los países. En sus inicios se d io en A rgentina, CUADRO 1 U ruguay y Brasil, y "poco desp ués las inmigraciones alca nza­ ro n a Chile y Cuba, y más tarde a Ve nez uela, Colom bia y M éxi­ América Latina: población que habita en localidades de co. Esas décadas coincidiero n, por lo menos en los países más 20 000 habita ntes o más favorecidos, con la apertura de nuevas tierras, el desarro llo y la apli­ (M iles de habitantes) cac ió n de tec no logía agrícola, la creación de las pri meras indu s­ 1950 1960 1970 1980 tri as urba nas, la construcción de vías férreas, puertos y cam inos, Total % Total % Total % Total % y la apari ción de una nueva clase profesional y una burocracia América Latina 153 543 25.1 207 780 32.6 271 045 41. 1 361 000 4 no conocidas hasta entonces." Argentina 15 897 49.9 20 OJO 59.0 23 364 66.3 27 949 70.3 Brasi l 51 944 20.3 70 992 28.1 94 508 39.5 121 113 67.6 Colombia 11 597 23.0 15 538 36.6 20 803 46.2 25 794 65.4 Estas condiciones permanec ieron más o menos estables hasta Costa Rica 858 17.7 1 236 24.4 1 732 27.0 2 324 47.5 los años cincuenta. A partir de entonces, como res ul tado de las Cuba 5 858 36.1 7 029 38.9 8 572 43.4 9 732 47.9 políticas de industriali zación, los patrones de urba nización se trans­ Chile 5 932 42.6 7 374 50.6 8 836 60.6 11 275 81 .1 México 25 791 23.6 34 923 28.9 48 225 35.2 67 405 49.8 fo rm aron a ve locidades sin precedente. Antes de 1950, la urba­ Pa namá 825 22.4 1 105 33. 1 1 487 38.3 1 956 39. 1 nización de los países de América Latina se ca racteri za ba por: 7) Uru guay 1 328 53.1 2 595 61.4 2 763 64.7 2 930 65.0 la existencia de un conjunto de ciu dades muy red ucido, cuya par­ Venezuela 5 139 31.0 7 502 47.0 10 604 59.4 14 516 67.3 ti cul ari dad más notable era la conce ntración nac io nal o regional Fu ente: CEPA L, Anuario Estadistica de América Latina y el Ca ribe, va ri os de la población y los rec ursos; 2) la exces iva gravitación de la ciu ­ años, y ONU, Oemographic Yea rbook, 1985. dad capital en todos los pa íses, excepto Bras il y Colombia; 3) la co nform ac ión de redes de comunicac ión y tra nsporte dependien­ tes de la, ciu dad capital y de su papel de intermed iaria, con la atro­ fi a y el aislami ento consec uentes de las zonas alejadas, y 4) la nos en los países que lograron un elevado desarroll o industrial, ex istencia de un sinnúmero de pequeñas poblac iones dispersas como México y Brasi l, que en los que éste no fue exitoso, como y ca rentes de servicios de todo ti po. Ch il e, Uruguay, Venezuela y Colombia (véase el cuadro 2) .

Confo rm e ava nza ron las primeras eta pas de la industrializa­ El panorama urbano de Améri ca Latina en 1970 no fu e lo equi­ ción, se pensó q ue estas condiciones podrían superarse y que las li brado que 20 años atrás se hu biera deseado. Muy al contrari o, economías dejarían su atraso para convertirse en pujantes apara­ en ese lapso se agrava ron las condiciones existentes en 1950 y tos ind ust ri ales ca paces de promover desa rro ll os regio nalmente otras nu evas tomaro n carta de naturali zac ión. En 1970 ce rca de más eq uilibrados. Sin emba rgo, no ta rdaría en ll ega r "el dese n­ la tercera parte de la poblac ión urba na de América Latina habita­ ga ño de la ind ustriali zación" en lo refere nte a sus aspectos de­ ba en las ciudades capita les y en algu nos casos, como A rge ntina, mográficos y espac iales. Hac ia 1960 las antiguas ca pitales Ch ile y Uruguay, más de la mitad de aq uéll a. Aunque hubo una latinoa meri ca nas iniciaron un desproporcionado crec imiento notable ampli ación en la cantidad y la ca lidad de las vías de co­ acompañado de la form ac ió n en su entorn o inmediato de ase n­ mun icación y los se rvicios soc ialmente necesa rios, la conce ntra­ ta mientos irregulares que albergaron a la población marginal que ción de la poblac ión, las actividades económicas y los recursos no encontró ocupación en las nu evas actividades industri ales. Des­ financieros siguió favorec iendo a un os cuantos ce ntros de poder. de entonces las ciudades abso rbi eron la cas i totali dad del crec i­ miento demográfico. M ientras la pobl ación rural de América Latina se ha mantenido estable en térm in os abso lutos, las ciudades aumentaron su volu men de poblac ión en términos abso lutos y La industrialización latinoamericana relativos debido a dos ca usas principales: i) las altas tasas de fe­ cundidad urbana y la reducción de la mortalidad graci as a los 1 desa rrollo de la industria constituye, sin duda algun a, mejores y mayores se rvicios de sa lud, y ii) las migraciones ca mpo­ Eun o de los proyectos políticos y económj.c os que influyó con ciudad que, según la mayor parte de los estudiosos del tema, sig­ mayor fuerza en la conciencia colectiva de Améri ca Latina. Des­ nifica n cerca de la mitad del crecimiento de la poblac ión urbana. de que comenzaron a divulga rse las distintas políticas de indus­ trialización despertaron un gran optimismo y tuvieron el apoyo " Las migrac iones suelen aca rrea r a los miembros más dinámi­ de la mayoría de los grupos soc iales de la región. Se pensó que cos de las poblac iones rurales en busca de medios que amplíen constituían el medio idóneo para disminuir de forma significativa sus ex pectativas . Desgraciad amente, este potencial ampli o de ta­ la diferencia extern a de las economías y promover un desa rrollo lento y trabajo se desperdicia en ocupac iones poco remunerati ­ social y regionalm ente más equili brado. Por desgracia, la reali za­ vas .. . Por tanto, este gran potencial se está perdi endo tanto en ción práctica de esta idea encontraría se rios obstáculos. La indus­ las áreas rurales como en las urbanas." 5 tria li zación de Améri ca Latina se vio fuertemente condicionada por una serie de factores qu e, desd e sus inicios, inhibieron algu­ Como se aprec ia en el cu adro 1, de 1950 a 1970 la población nas de las ori entac iones que se propusieron origina lmente. urbana de Améri ca Latina pasó de 25 .1 a más de 40 por ciento. En primer lugar es un hec ho bi en conocido que, a diferencia Es notable que la composición de la población rural se alteró me- de procesos sim il ares en Eu ropa, en Améri ca Latina la industriali­ zac ión no fu e producto de iniciativas nacionales sino de factores extern os. Las primeras industrias aparecieron en los países que 4. Glenn H. Beye r, Th e Urban Explotion in Latín America, Cornell Uni­ goza ron de períodos de auge exportador, con su consecuente ele­ versity Press, Nueva York, 196 7, p. 61. vación del ingreso y la demanda de bi enes manufacturados. Esto S. /bid. , p. 98. ocurrió sobre todo en Arge ntina, Brasil , Chile, M éxico y Colom- 746 américa latina: desarrollo y concentración urbana

CUADRO 2

América Latina: población que habita las ciudades más grandes (Miles de habitantes y porcentajes) 1970 1980 Participación Participación en el total Participación en el total Participación Población nacional en la urbana Población nacional en la urbana América Latina 33 880 12.5 30.4 84 362 Buenos Aires 8 434 36.1 57.0 9 942 37.6 50.6 Río de )ane iro 4 347 4.6 29.4 9 018 4.2 7.5 Sao Paulo S 292 5.6 35.8 12 578 10.4 10.6 Ciudad de México 2 893 6.0 17.0 13 921 20. 7 41 .5 Sa ntiago de Chile 2 712 30.7 50.7 4 294 32.3 47.7 Montevideo 1 229 44.5 68.8 1 248 42.6 65.5 Caracas 2 175 20.5 13.5 2 576 17.7 26.4 Fu e nte: CEPAL, Anuario Estadístico 7986.

bia, aunque con algunas diferencias que se abordarán más ade­ Colombia. En los dos primeros casos la rea lización de activida­ lante. De cualquier modo, esta situación no caracterizó a todas des económicas de exportación de ciertos productos como trigo, las naciones, pero sí dio cierta ve ntaja a los países que la vivieron. ca rn e y café les permitió configurar, desde principios de siglo, una incipiente infraestructura de caminos y carreteras y una red de El fenómeno de la industrialización aparece de forma genera­ comunicaciones y servicios urbanos, las cua les fueron de suma lizada en América Latina en los años cuarenta y cincuenta. Las importancia en la formación de los primeros núcleos industriales. causas que lo explican son básicamente las siguientes: a] el efec­ to combinado de la acumulación de divisas (por la exportación), En el caso de M éxico, la configuración de la red de vías fé­ la elevación del ingreso durante los años previos a 1929 y el con­ rreas y de caminos no respondió al empuje que las actividades secuente aumento en la demanda de bienes manufacturados; b] de exportación creaban, sino a una muy clara política de integra­ las serias restricciones a la importación de bienes de consumo ción territorial promovida por los gobiernos posrevolucionarios. que las dos grandes guerras y la depresión de 1929 impusieron Al igual que México, Chile concentraba gran parte de sus expor­ a las economías latinoamericanas, y c]las ventajas que los ajus­ taciones en los productos minerales. Ello condicionó el tipo de tes inflacionarios ofrecieron para la instalación de indust rias nu e­ industrialización que este país no pudo ll eva r a cabo y que fue vas y para la explotación en mayor esca la de las existentes. más limitado que en los otros tres casos. Al no contar con pro­ ductos agrícolas susceptibles de transformación para satisfacer la Al referirse a esta segunda etapa de industrialización, Celso Fur­ demanda interna, la naciente industrializac ión chi lena debió emer­ tado apunta algunas de las diferencias que existieron entre los di­ ger de los escasos procesos de refinación de minerales que su sec­ versos países: tor ex portador ofrecía.

"El brusco colapso de la capacidad para importar, la contrac­ Algunos otros países frenaron sus procesos de industrialización ción del sector exportador y su baja rentabilidad ... provocados debido a que se recuperaron los mercados internacionales de los por la crisis de 1929, modificaron profundamente el proceso evo­ productos que exportaban. Es el caso de Perú , Venezuela y los lutivo de las economías latinoamericanas, particularmente de las países centroamericanos. que habían iniciado la industrialización. La contracción del sec­ tor externo dio lu ga r a dos tipos de reacción, según el grado de En segu ndo lugar, una vez en marcha el "ímpetu industriali­ diversificación alcanzado por la economía de cada país : a] retor­ zador" las nacientes industrias y las existentes se concentraron no de factores productivos al sector precapitalista -agricultura en las ramas de bienes de consumo. Este hecho transformó a fondo de subsistencia-artesanía- en un proceso de atrofia de la econo­ el perfil de los mercados de bienes de importación. Al comenzar mía monetaria; b] expansión del sector industrial ligado al mer­ a producir los bienes que antes se adquirían en el exterior, las cado interno, en un esfuerzo de sustitución total o parcial de nuevas industrias exigieron a los gobiernos una protección más bienes que anteriormente eran adquiridos en el exterior. El se­ efectiva y facilidades para importar maquinaria, equipo y mate­ gundo caso configura lo que se ha convenido en llamar proceso rias primas. Se establecieron modelos arancelarios, aduaneros, fis­ de sustitución de importaciones . .. u6 cales y monetarios que protegieron a las nuevas industrias de consumo, pero que a mediano y largo plazos inhibieron, junto De este modo, de 1929 a 1957 los países que más se benefi­ con otros factores, el desarrollo de las etapas de industrialización ciaron en esta etapa fueron aquellos que con anterioridad expe­ sustitutiva de bienes de capital y de consumo duradero. Como rimentaron procesos de industrialización. Esta ventaja fue señala A lbert O . Hirschmann al referirse al tipo de cambio: determinante en la configuración posterior de las diferencias en el desarrollo de países como Argentina, Brasil, México, Ch ile y "En efecto, la sobrevaluación no sólo frenó las exportaciones, sino que impidió, de diversas formas que ya hemos estudiado, una vigorosa dinámica del eslabonamiento retrogresivo . .. Cabe 6. Celso Furtado, op. cit. , p. 135. sugerir entonces que, en cierto punto, la sobrevalu ación de lamo- comercio exterior, septiembre de 1989 747

CUADRO 3

América Latina: población económicamente activa por sector (Porcentaje de la total) 1950 1%0 1970 7980 2 M 3 2 M 3 2 M 3 2 M 3 América Latina 54 19 14 27 48 21 15 31 41 24 17 35 Argentina 25 34 25 41 20 36 28 44 16 34 24 49 13 34 21 53 Brasil 60 18 13 22 52 19 14 29 46 22 15 32 30 27 18 43 Co lombia 57 18 12 25 51 19 13 29 38 24 1- 38 Costa Rica 57 16 11 27 51 18 11 30 42 22 14 36 29 25 16 46 Cuba 43 20 16 37 37 24 18 40 30 27 20 43 Chi le 36 30 20 37 30 30 19 40 24 32 22 44 16 25 17 59 Méx ico 61 16 12 22 55 19 14 26 45 24 18 30 13 28 16 59 Panamá 56 14 9 30 51 14 9 35 42 17 10 41 31 18 10 51 Uruguay 21 28 22 51 20 31 23 so 18 30 23 51 Venezuela 43 21 11 36 34 23 13 44 26 24 16 so 37 29 17 34 Nota: 1. Agricu ltura, si lvicultura, caza y pesca. 2. Explotación de min as y ca nte ras, in dust ri as ma nufactureras, co nstrucción, gas, electricidad, agua y servicios sa nitarios. M. Sector manufact urero. 3. Comercio, transportes, almacenaje, co municac iones, se rvicios y Gobiern o.

neda se transformaba de un estímulo al proceso industri al, en un Así, la industria lización en Améri ca Latina nac ió en el centro po­ imped imento que lo frena.''7 lítico, no gozó de una gestac ión previa sino que se impuso.''8

En te rce r luga r, la sustitución de importaciones llevada a cabo En el mismo sentido, Albert O. Hirsc hmann afirma que esta en Améri ca Latina se distinguió de cualquier otro ti po de indus­ condición de dependencia del aparato político puede ayudar a trialización por dos rasgos muy claros: a] una elevada dependen­ explica r, más allá de las hipótesis de tipo económico y técnico, cia de la tecnología y los eq ui pos del exterior, y b] una el verd adero trasfondo de los patrones de industrial ización en pa rticipación preponderante de los gobiern os y de los grupos po­ América Latina. " Parece más bien q ue las dificultades que pue­ lítica mente hege mónicos. den esta ncar el proceso de es labonamiento retrogresivo se d e­ ben en gran medida a los ambientes y políticas económicas, en En lo que toca al primer rasgo, la propia gé nesis del proceso lu ga r de estar exclu sivamente determinadas por ca ntidades obje­ est uvo condicionada por la pretensión de sustituir bienes que se tivas, tales como la magnitud del mercado y el tamaño mínimo importaban. Ell o ll eva ba apa rejada la necesidad de adquirir las de las plantas industriales. " 9 Los factores de tipo sociopolítico se técni cas y los equipos necesarios para fabrica rl os. En la mayoría exa minarán más adelante. de los casos, la adquisición de la tecnología y la maquinaria se d io sin ningún proceso paralelo de experimentac ión, aprendiza­ Finalmente, y como resultado de los factores anteriores, la in­ je y adaptación. Además, la tec nología importada fu e intensiva du strialización transformó a las latinoamericanas en sociedades en ca pital, lo que de entrada significó el desa provec hamiento y de tipo urbano. Las limitac iones tecnológicas y la propia exten­ la fa lta de capacitación de los recursos humanos de toda la región. sión de los aparatos industri ales obligaron a que la abundante m a­ no de obra disponible se emplea ra en sectores terciarios. Como Uno de los rasgos más ca racterísticos de la industrializació n se muestra en los cuadros 3 y 4, el empleo ;Y la generación del de Améri ca Latina es que fue promovida por los propios grupos PIB de la mayor parte de los países latinoa mericanos pasa ro n de en el poder y no por una cl ase dife rente. Al comparar los proce­ una fase preponderantemente rural a otra de tipo urbano y ter­ sos de gestación industrial de Inglaterra (siglos XV III y XIX) y Amé­ ciari o. También es notable que el sector manufactu rero, que se ri ca Latina, Claudio Véliz concluye que el ca rácter del segundo suponía debía absorber la mayor parte del empleo industrial y es desde sus orígenes un mal endémico de las economías latinoa­ urbano, creció menos que el terciari o. De 1950 a 1970, el em­ meri ca nas: pleo agrícola en América Latina disminuyó de 54 a 41 por ciento del total de la PEA . La mayor parte de este descenso (8 de los 13 " En América Latina la industrializació n no estuvo precedida puntos porcentuales) se tras ladó hacia el sector terciari o y só lo por la génesis de una clase industrial, de una burguesía que vi­ 3% se reloca li zó en el sector de las manufacturas. niera a alterar el esquema de distribución de poder entre grupos y regiones. En su luga r, estuvo precedido por la formación de gru ­ La participación del sector manufacturero en la generación del pos urbanos vinculados a las transformac iones mundiales y que PIB total de la región pasó de 17.5% en 1950 a 23% en 1970; el consolidaron su poder en el centro político aun antes de la in­ sector agrícola, por su parte, redujo en el mismo lapso su partici­ dustrialización. Estos grupos vieron en la industrialización un me­ pac ión de 19.9 a 14.2 por ciento. En 1970 el sector terciario con- dio para reso lver las desigualdades y retrasos de sus sociedades.

8. Claud ia Véli z, Th e Centralist lndustria/iza tion of Latin America, La 7. Albert O. Hirsc hmann , Ensayos sobre el desa rrollo económico de Trabe Un iversity, Vi ctoria, 1974, p. 46 y ss. América Latina, Fondo de Cu ltura Eco nómi ca, México, 1975, p. 11 B. 9. A.O. Hirsc hmann, op. cit., p. 105. 748 américa latina: desarrollo y concentración urbana

CUADRO 4 Como se sabe, la urbanizac ión de América Latina precedió a su industrializac ión. Ésta, a diferencia de Europa y Estados Uni­ América Latina: participación del Pl8 no agrícola en el total dos, no surgió por el estímulo de una clase capita lista autónoma (Po rcentaj es) que, desde la pe ri feria física y política, desafiara el statu qua im­ perante. Más aún, la in dustrialización no alteró los modelos ur­ 7950 7960 1970 1975 1980 1984 banos, sino que dio un mayor impulso a las corrientes de América Latina 80.1 82.9 85.8 87.5 88.8 88.0 concentración económica y demográfica en ciertas regiones y en Argentina 83.5 84.4 86.8 86.9 87.3 84.6 favor de ciertas ci udades. Brasil 80.9 84.8 88.3 90.2 9 1. 2 90.5 Colombia 64.4 69.3 73.5 75.4 76.2 77.2 Costa Rica 68.2 74. 1 75.0 77.9 9 1.3 78.7 La explicación de este fenómeno no só lo se da en términos Chi le 89.4 90. 7 92.5 91.4 92.9 92.0 de los factores económicos y de costos q ue influyen en las deci­ México 8 1.0 83.2 87.4 89.4 90.7 90.2 siones de loca lización industrial, como el tamaño del mercado, Panamá 77.3 81.8 86.6 88.2 90.5 90.5 la dispon ibilidad de recursos y mano de obra, el acceso a los me­ Uruguay 86.1 88.8 86. 1 88.8 89.9 89.4 jores medios de transporte y comunicación y, con ell o, a los mer­ Venezue la 92.2 92.6 92 .5 93.6 93.1 93.2 cados externos, etc. También hay consideraciones de tipo político Fuente: Cálc ulos propios a partir de datos de CEPA L, Anuario Estadístico y cultural que permiten entend er las ca usas de la conce ntrac ión 1985, pp. 154 y SS. urbana.

Una de las explicaciones políticas más comunes se refiere tribuyó con 50% del va lor agregado para la región (véase el cuad ro al papel que los gobiern os y los grupos hegemónicos han desem­ 5) . Las transformaciones más ab ruptas ocurrieron en México y Co­ peñado en el desarrollo reciente de América Latina. La mayor parte lombia, que redujeron en 16 y 19 por ciento, respectivamente, de los procesos de desarroll o y de ca mbio socia l ocurridos en el su poblac ión ocupada en el sector primario, as í como en Panamá prese nte siglo es res ultado de acciones y proyectos gestados des­ y Colombia que aumentaron en 11 y 13 por ciento su poblac ión de el propio centro polít ico de cada país. Los grupos hegemóni­ dedicada a actividades del sector terciario. cos se propusiero n impulsar la transformación de sus soc iedades pero si n afectar su poder. De esta man era, los antiguos terrate­ nientes se tras ladaron a las ciudades y desde ahí apoyaron los pro­ Desarrollo económico y concentración urbana, cesos de ca mbio e integrac ión a los mercados intern ac iona les de 1950-1985 tecnología y de bi enes, aunque fuera de forma dependiente. La industrialización fue producto de la voluntad de estos grupos he­ gemónicos por convertir a las latinoamerica nas en economías in­ . asta ahora se ha hec ho referencia, de forma se parada, a du striales . Sin que esto signifique apoyar la afirm ac ió n marxista H los factores que influye ron en los procesos de urbanización de que el Estado es un inst rumento de dominac ión de clase, los e industrialización de América Latin a. Sin em bargo, para com­ gobiernos latinoameri ca nos apoyaron desde el principio los pro­ prender las condiciones que ca racteriza n las relac iones entre am­ yectos de transformación industri al de los grupos hege mó nicos, bos procesos y sus efectos en el desarroll o económico de cada convirtiendo con ello el antiguo modelo de conce ntrac ión políti­ país, es menester considerar, además de los factores económi­ ca en uno de concentración económica. Las obras de infraestruc­ cos, elementos de tipo político y soc ioc ultural. Ell o es importan­ tura y los gastos gubernamentales se concentraron en las te pues las condiciones polít icas y lo que se denomina como " la principales ciudades y en las regiones más pobladas. Igualmen­ conciencia colectiva" de cada nac ión, tienen decisiva influencia te, las di st intas acciones en favor de la industrialización propicia­ en el desa rrollo, la industriali zación y la urbanizac ión. ro n el tras lado de mate rias primas hac ia los ce ntros de conce ntrac ión fabril y los mayores gastos soc iales reforza ro n el patrón de emigrac iones del ca mpo a la ciudad, al ofrecer en ésta mejores condiciones de vivienda, ali mentac ión, empleo y segu­ CUADRO S ridad soc ial. América Latina: Pl8 por actividad económica (Porcentaje del Pl8 anual) Pese a algunos esfuerzos por establecer industrias con crite­ rios de localización (basados en la disponibilidad de rec ursos y Sector 1970 1975 1980 198 1 1982 1983 1984 1985 materias primas o en los denom inados " polos de desa rrollo"), Total a 488 26 1 634 872 812 122 815 881 804 451 784 071 808 656 829 949 la acción públi ca se concentró en las ciudades más antiguas, que 1 12.3 11 .7 10.8 11.2 11. 4 11.8 11.9 12.0 se industrializa ron, y no en los nuevos ce ntros urbanos que care­ 2 37.5 37.2 37.3 36.3 35.9 35.4 35 .5 35.5 cían de los problemas y los defectos que la urbanizac ión previa M 22.8 23.9 23 .9 22.8 22 .6 22.5 22.9 22.9 a la industrialización presentaba en aquéll as. 3 50.2 11.1 50.9 52.5 52.7 52.8 52.6 52.5 Nota: 1. ag ricu ltura, silvicu ltura, caza y pesca. Para explica r el ca rácter terciario y poco desa rrollado de las 2. Explotación de minas y ca nteras, industri as manufactureras, cons­ sociedades latinoamerica nas, los aná li sis de tipo sociocultural tra­ trucción, gas, electricidad, agua y servicios san itario s. tan de clarifica r las relac iones entre ciertos patrones de conducta M. Sector manufacturero. colectiva y la manera en que se desenvuelveñ las actividades po­ 3. Comercio, tra nsportes, almacenaje, co mun icaciones, se rv icios y Gobierno. líticas y económicas . De ac uerdo con este criterio, las soc ieda­ a. Mil es de dólares a prec ios co nsta ntes de 1980. des de América Latina prese ntan, como herencia de su pasado Fuente: CEPAL, Anuario Estadistica ,de América Latina y el Ca ribe, 1986, pp. colonial, profundos rasgos ce ntralistas y dependientes. Esta cul­ 218-21 9. tura, además, consiguió integrarse sólidamente y, por ell o mis- comercio exter ior, septiembre de 1989 749

mo, ha resistido la mayoría de los embates de la urbanización y sector agrícola. Al sustituirse la mano de obra por el empleo de la industrializac ión. La cultura centralista y dependiente de los maquinaria que opera a menores costos y con mayor productivi­ avances de otros países no ha logrado integrar en su seno el et­ dad, se li bera una proporción importante de fuerza de trabajo q ue hos tecnológico que caracteriza a las soc iedades industriales. Co­ trasladará al sector de los servicios que, por naturaleza, tiende mo afirma Claud io Véliz: a sufrir poca sustitución tecnológica y de maqu inari a (por ejem­ plo, la educación y los servicios de sr~ lud mantienen y amplían "Las soc iedades contemporáneas de América Latin a simple­ su fuerza de trabajo a pesar de la introducción de aparatos y pro­ mente no han aceptado este 'compromiso tecnológico' y persis­ cedim ientos mecán icos de enseñanza y curación). Como se mues­ ten en considerar a la industria con un carácter instru mental, una tra en la gráfica, hacia el año 2000 el empleo deberá concentrarse herramienta para ser usada para propósitos que trascienden sus en el secto r terciario. demandas y consec uencias El lo no es porque se ignore la ex­ periencia industrial, ni debido a que la vigorosa, imaginativa, ar­ El aná li sis de Fourastié también supone la ampliación perma­ tística vida cultural de la América Latina contemporánea pueda nente de la capacidad productiva de los sectores ag rícola e in­ decirse que quedó aislada de ell a, más bien debido a que esta dustrial, de manera que sean capaces de generar el producto vida cultural no ha sido tocada por la industriali zac ión.' ' 10 suficiente para mantener al resto de la p.oblación ocupada en el sector terciario. Es un modelo de desarroll o que guarda un equ i­ Un aspecto ce ntral de este tipo de análisis es que se concibe li brio constante entre el producto que genera cada sector y las a los grupos industriales como una clase cuyo proyecto cu ltural, transferencias de empleo. Si se comparan estas consideraciones el de la industrializac ión, sucumbió ante la persistencia de los ras­ teóricas con la evolu ción del empleo y del producto en América gos de una cultura trad icional asentada en el se no de las socieda­ Latina, entre 1950 y 1980, se podrá comprobar que la teoría de des latinoamerica nas. Lu ego entonces, la explicación cultural del Fourastié poco tiene que ver con la rea lidad de esta parte del mun­ fracaso de la indust ri ali zac ión en América Latina rad ica en el fra­ do. Como lo muestra el cuadro 3, la proporción de la poblac ión caso de los mismos i mpu l ~ores de ésta para imponer una nueva de América Lat ina dedicada a actividades agrícolas es aún muy visión del mundo y un nu evo conjunto de va lores, más acordes elevada, aunque con una clara tendencia a seguir reduciéndose. con las transformaciones que la presencia de las fábricas generó La mayor parte de la PEA desplazada del sector prim ario se ha en el ambiente en que surgieron . "Es en el obvio fracaso para ocupado en el terciario y no se observa a lo largo del período ge nerar un ethos cultural propio, que fuera funcional al desarro­ ninguna etapa de empleo indust ri al preponderante. Ello significa ll o de la industria, que estos grupos urbanos latinoamerica nos han que las tres etapas del modelo de Fourastié se redujeron a dos demostrado que no son una burguesía industrialadelantada." 11 en el caso de Améri ca Lat ina. También sign ifica que el sector in­ dustrial no fue capaz de absorber la oferta de mano de obra d is­ ponible de 1950 a 1980. De cualquier modo, y sea cual sea la expli cación propia del fenómeno, es un hecho que actua lmente Améri ca Latina registra . grandes desequ ili brios en la distribución de la población y de los Por cuanto toca a la generación de va lor agrega do, la partici­ recursos entre las distintas regiones y actividades económicas que pación del sector agrícola ha tenido una baja constante. Como se realizan en su territorio. Un cambio adecuado para entender se muestra en el cuadro 5, de 1970 a 1985 la participación del este fenómeno es comparar los hec hos con algunos planteam ien­ sector fluctuó entre 10 y 12 por ciento del PIB total de América tos teóricos que suponen un desarroll o equ ili brado en la compo­ Latin a, mientras que en 1950 era de 20%. El sector in dustrial no sición del producto y de la fuerza de trabajo. ha sido, por lo menos hasta 1985, el que ge nera mayor va lor. La rama más importante, la manufacturera, tan só lo responde de la qu inta parte del PIB total. En contraste, el sector terciario partici­ De acuerdo con J. Fourastié12 el capitalismo se desarroll ó a pa por sí solo con más de 50% del PIB. Estas comparaciones mues­ lo largo de los siglos XIX y XX de acuerdo con tres etapas o perío• tran doblemente el carácter terciario de las economías de la región. dos en que fue va ri ando la composición de la fuerza de trabajo por sectores. La primera se caracterizó por una elevada propor­ ción de la mano de obra ocupada en el sector primario o ag ríco­ Debe notarse as imismo que con estos dos indicadores, la PEA la y sólo una pequeña en las acti vidades industriales y los servicios. y el PIB total, es pos ible confirmar el fenómeno de concentración Conforme se fue expandiendo el desarrollo de las primeras in­ económica y urbana en América Latina. Si se acepta como vá lida dustrias, las proporciones comenzaron a variar y se observa, du­ la tes is de Fourastié de que las actividades industriales y de se rvi­ rante la segunda etapa, una transferencia de mano de obra del cios se ll eva n a cabo fundamentalmente en las zonas urbanas y sector agrícola hac ia el industrial, principa lmente, y en menor me­ si se observa el cuadro 4, se puede confirmar que en casi todos d ida al de los se rvicios. En esta etapa, la participación del sector los paíse' de la región la mayor parte del PIB se genera en las industrial en el empleo total iguala o rebasa la del sector agríco• c1 udades y no en el ca mpo. De igual modo, la poblac ión y su la. La tercera etapa supone que el avance tecnológico no ha in­ distribución en el territorio evidencian un a clara tendencia hacia vad ido a la industria únicamente, sino que incluso ha ll egado al la concen tración en las urbes más importantes. Mientras que en 1970 las principales ciudades capita les concentraban alrededor de 12.5% de la población total de la región y aproximadamente 10. Claud ia Vé li z, op. cit., p. 43. 30% de la urbana, en 1980 estas proporciones se habían eleva­ 1 1. /bid., p. 46. do, como en los casos de Buenos Aires, Montevideo .y México, 12. J. Fourastié, "Distribu ción de la mano de obra", en Friedman y a más de 30% de la poblac ión total y a más de 50% de la urbana Naville, Tratado de sociología del trabajo, Fondo de Cu ltura Económica, de cada país. Para América Latina en su conjunto la población Méx ico, 1963, tomo 1, seg unda parte; María A. Roggero, Urbanización, que hab ita en las 23 ciudades con más de un millón de habitan­ industrialización y crecimiento de/sector servicios en América Latina, Nue­ tes represe nta alrededor de 23% de la poblac ión total (véase el va Visión, Buenos Aires, 19 76, p. 20 y ss . cuadro 2). 750 am ' rica latina: desarrollo y cone ntración urbana

Evolución del empleo por sectores según }. Fou rastié Si se ana liza n los dist intos casos, esta s diferencias se hacen aún más evidentes. Argentina y Uruguay tienen grados de urbaniza­ ción muy se mejantes (70 y 65 por ciento, respectivamente). Sin embargo, de 1950 a 1980 la participación del sector manufactu­ Porcentaje rero argentino en la genera ción de valor agrega do flu ctuó entre 100 20.5 y 27.8 por ciento. Uruguay, en contraste, mantuvo su parti­ cipación en el mismo sector entre 19 y 23 por ciento. A pesa r de algunas similitudes geográficas y de recursos naturales, Brasil y Colombia difieren mucho uno del otro. En el primer país la pre­ 80 senc ia de sectore s de alto desa rroll o tecnológico le permite com­ petir internacionalmente en los mercados de computadoras y equ ipos fotográficos . Colombia, en ca mbio, só lo cuenta con cier­ / tos productos agrícolas de exportación. 60 / -­ / / / / En los inicios de la industrialización, México y Ch il e tuvieron / cond iciones muy sim il ares . No obstante, en el caso de México /' -- 40 / la política de industrialización ;e vio fu ertemente apoyada por / . la política de nac ionalizaciones que en al gunas ramas permitió alcanzar la fa se de sus itución de bienes de capital. En ca mbio, Chile vio rest ri ngida su expansión industrial a los sectores que ofre­ 20 cieron algu na experiencia previa, como el carbón, la minería y los minerales no fe rrosos. o L------~------~------~------~~- 1800 1850 1900 1950 2000 Si estas comparaciones se, rea li zan con otros pa íses, como Bo­ li via o los centroa meri canos, las d iferenc ias son mucho mayores. Pri ma rio

-• -•- Secunda rio Conclusiones ______Terciari o lo largo de los últimos 50 años América Lat in a, como la A mayor parte del mundo, ha sufri do cambios ace lerados; en­ Fu ente: M aría A. Rogge ro, Urba nización, industrialización y crecimien­ tre otros la transform ación de sociedades rura les en urbanas, la to del sector servicios en América Latina, Nueva Visión, Buenos elevación de los nive les de vida de gran parte de la población A ires, 1976, p. 22. y la formac ió n y la aparición de nuevos grupos que alteran el pa­ norama político, económico y cultura l.

En la segunda parte de este ensayo se apuntó que, desde los Las peculiaridades de estas transformaciones se exponen en inicios de la industriali zación, algunos países -por su tamaño, este trabajo, cuya re levancia no res ide tanto en la descripción acer­ recursos y la distribución de su población- gozaron de ciertas tad-a o no de lo que ha acontec ido en América Lati na durante es­ ventajas sobre el resto pa ra lleva r a cabo su desarrollo. A lo largo tos años, sino en la posibilidad de ofrecer un panorama más o del período que aquí se desc ribe, esas nac iones no sólo ha n con­ menos ampli o de las condiciones que gua rda la distribución, ta nto seguido avanza r más en sus procesos de industrializac ión, sino geográfica como sectorial, de la poblac ión y de las actividades que se convirtieron en protagonista s de un nuevo fenómeno de económicas que se ll evan a cabo en cada uno de los países de concentración. Como señala Robert N. Gw ynne, algunos pa íses la región. han concentrado la mayo r parte de la producción de bienes in­ termedios, de consumo durable y de capital de la región . Las condiciones actuales de desequili brio que presentan las economías lat inoa mericanas deben se r un tema de profunda re­ "Argentina, Bras il y México han llegado lejos en el largo ca­ flexión para todos aquellos que siguen creyendo en la uni dad la­ mino de la modernización industrial y de madurez tecnológica tinoameri ca na y en las posibilidades de una verdadera integración que los separa del resto de América Latina. Estos tres grand es países económica. La s desigualdades regionales y sectoriales que cada han sido capaces de promover sus relaciones con otros países de país sufre, y las que existen en tre los disti ntos pa íses, plantean América Lati na en cuanto a: 1) la exportación de bienes manu­ un serio reto pa ra la planeación económica y el desa rroll o soc ial. facturados de complejidad tecnológica significativa -vehículos, Es necesario q ue se profundice en el estudio de las desi gu alda­ maquinaria, antibióticos, químicos, bienes electrónicos-; 2) la des para comprender sus causas y los efectos que habrán de se­ venta de tecnología bajo licencia; 3) inversión directa; 4) asisten­ gui r produciendo. El desafío al que deberán enfrentarse las nuevas cia técnica en el desarrollo de infraestructura básica, ta l y como 13 ge nerac iones de planificadores y gobernantes latinoamericanos la energía atómica y transportes.'' rad ica, esencialmente, en encontrar la mejor manera de atenuar dichos desequilibrios, pues sería muy pretencioso suponer que, en los pocos años que le quedan a este siglo, puedan revertirse 13. Robert '· Gwynne. lndustrializatw n and Urbanizatwn m Latm Ame­ las tendencias concentradoras que han reinado en América Lati­ rica . johns Hopkins Unive rs1ty Pres s. Balt1m ore. 1986. p. 42. na por más de cuatro siglos. O comercio exterior, septiembre de 1989 751

Sección n cional

sector externo es aún más destacado. Las raciones al endógeno-exportador.2 A juz­ SECTOR EXTERNO exportaciones de resinas y fib ras crecieron gar por las cifras, el objetivo no parece le­ a una tasa media anual de 51 % en el perío• jano. Las ventas foráneas de resinas sinté­ do 1980-1987 . Ello fue resultado, en par­ ticas crecieron a una velocidad anual de Resinas y fibras sintéticas: te, de una expansión real de la rama (en ese 90. 7% y las de fibras artificiales a una de nueva actividad exportado ra lapso el PIB a precios de 1980 creció a un 47 .9 por ciento. ritmo promedio de 6%), pero sobre todo L a rama resinas sintéticas y fibras artificia­ del cambio de orientación de la producción No es de extrañar ese dinamismo tratán­ les es, junto con la de productos farmacéu­ en favor, cada vez en proporciones mayo­ dose de una rama de la industria química, ticos, la más importante en la generación res, del mercado externo. del producto y del empleo de la industria 2. Véase Poder Ejecutivo Federal, Pronafice, 1 La de resinas y fibras formó parte algu­ qufmica. En el presente decenio ha con­ 1984-1988, México, 1984, pp. 84-90. tribuido en promedio con 16% del PIB y na vez del conjunto de ramas que, según con 11% del empleo. Su desempeño en el la estrategia de cambio estructural en el mo­ delo de industrialización y de especializa­ ción del comercio exterior, debía transitar Las informaciones que se reproducen en es­ del sector industrial sustitutivo de impar- ta sección son resúmenes de noticias apare­ l . La industria química comprende las ramas cidas en diversas publicaciones nacionales y 35 a 42 de las Cu entas Nacionales. En un traba­ extranjeras y no proceden originalmente del jo reciente se analizó la pertinencia de excluir nas Chávez, "Perfil de la química básica", en Co­ Banco Nacional de Comercio Exterior, S.N.C., del sector a las ramas 33 (petróleo y derivados). mercio Exterior, vol. 39, núm. 4, México, abril sino en los casos en que así se manifieste. y 34 (petroquímica básica). Véase Antonio Sali- de 198"9, pp. 302-304. 752 sección nacional

cuya expansión ininterrumpida desde 1960 casi se centuplicaron, al pasar de 2 534 ton Los polietilenos de alta y baja densida­ la hace responsable en la actualidad de una en 1980 a 232 082 ton en 1987 4 des son otras sustancias importantes en la cuarta parte del valor de las manufacturas industria de resinas sintéticas (representan nacionales. Las exportaciones químicas con Cabe aclarar que tal comportamiento se aproximadamente 28% de la prodw:; ción). respecto al total manufacturero se elevaron explica en gran parte por las exportaciones El único fabricante es Pemex, el cual tripli­ de un décimo en los setenta a un tercio en de policloruro de vinilo (PVC) que, de ser có su capacidad instalada para elaborar po­ los ochenta. La vocación exportadora que­ prácticamente inexistentes en 1980, siete lietileno de baja densidad y mantuvo sin da aún más de manifiesto al comprobarse años después se elevaron a más de 161 000 cambio la correspondiente al de alta den­ que el peso de las ventas externas en el PIB ton, casi 70% del total exportado por la ra­ sidad. A diferencia del PVC, empero, en el químico se elevó de 7 a 25 por ciento de ma de resinas. El vertiginoso crecimiento presente decenio su fabricación se ha des­ 1970 a 1985. Así, el éxito reciente de Mé­ de las exportaciones de PVC contrasta con tinado íntegramente a satisfacer una parte xico como exportador de manufacturas se la relativa estabilidad de las importaciones de la demanda interna (la otra se cubrió con debe en buena medida al comportamiento (alrededor de 4 000 ton) y con el modera­ un volumen errático de importaciones), ex­ de la industria química. do incremento de la producción (que se du­ cepto en 1987, cuando se registraron ven­ plicó en ese lapso). El resultado es un ve­ tas al exterior. Sin embargo, habrá que es­ El desempeño de la rama resinas sinté­ loz aumento en el cociente exportacio­ perar por lo menos un lustro para verificar ticas y fibras artificiales dentro de la indus­ nes/producción a una tasa media anual de si ese esfu erzo exportador se consolida o tria química ha sido fundamental: su con­ 251.3 por ciento. si sólo se trata de un hecho aislado. tribución al PIB de esa industria se triplicó en un lapso de 15 años. En 1985 represen­ Aunque tiene una amplia gama de apli­ tó un porcentaje similar al de la rama pe­ caciones, más de 70% de la producción de Las otras dos sustancias que tienen pre­ sencia significativa en el mercado de resi­ tróleo y derivados. PVC para el mercado interno se destina principalmente a la fabricación de tuberías, nas son el polipropileno y el poliestireno. Lá rama resinas y fibras forma parte del botellas, películas flexibles, calzado y emul­ El primero se importa en su totalidad pues, sector intermedio de la química secunda­ siones. La producción de las resinas de a pesar de que existen proyectos, hasta ria3 y según el Catálogo Mexicano de Acti­ PVC, a su vez, se concentra en sólo cuatro 1987 no había datos de que se estuviera fa­ vidades Económicas comprende dos clases empresas. Las más importantes son el Gru­ bricando. El volumen importado tiende a crecer con relativa rapidez (excepto en de actividad: resinas sintéticas (3 031) y fi­ po Primex y la Policyd, filial de la Cydsa. 1982 y 1983 en que hubo descensos signi­ bras celulósicas y sintéticas (3 032). La primera es una empresa privada con ca­ pital 100% nacional, que ocupa a casi un ficativos) y actualmente representa casi la millar de personas y que registró ventas por mitad de las compras de resinas provenien­ tes del exterior. La industria de resinas sintéticas 170 253 millones de pesos en 1987; la se­ gunda cuenta con 60% de capital privado nacional y 40% estadounidense, y realizó Comprende la fabricación de una amplia Las estadísticas relativas al poliestireno ventas por 158 717 millones de pesos en gama de productos que se compone de más muestran un esfuerzo importante por au­ 1987. de 25 familias químicas. El polietileno de mentar su oferta pero, de nuevo, la expan­ sión de las exportaciones lo minimiza casi baja densidad, el policloruro de vinilo, el Esas gigantes del Pvc5 comenzaron a poliestireno, el polietileno de alta densidad totalmente. Así, mientras la producción incursionar en el mercado externo en 1981 , y el polipropileno son los productos más aumentó 50% de 1980 a 1987, las ventas cuando la proporción de la capacidad ins­ foráneas se sextuplicaron de 1983 a 1987, iínportantes, pues representan aproximada­ talada de la industria de resinas destinada mente 75% del mercado. Otro conjunto pues de ser prácticamente nulas a comien­ a exportar era de 0.1 por ciento. destacado, que cubre alrededor de 20% de zos del decenio, el porcentaje de la produc­ éste, lo componen los siguientes p roduc­ ción destinada al mercado externo llegó a A partir de entonces las ventas al exte­ 31% en esos siete años. Ello provocó que tos: poliacetato de vinilo, urea formaldehí• rior demandaron un empleo más intensi­ do, poliuretanos, poliéster no saturado y re­ la situación deficitaria de esta industria se vo de las plantas, así como constantes in­ revirtiese desde 1983, hasta lograr que en sinas fenólicas y alcídicas. Los productos crementos de la capacidad instalada, de la ·restantes abarcan proporciones marginales. 1987 las importaciones cubrieran solamen­ cual en 1987 la destinada a exportar ya re­ te S% del consumo nacional aparente. La presentaba 52 .6% del total. De 1980 a 1987 capacidad instalada de las nueve empresas En el período 1980-1987 el volumen de el consumo nacional aparente de PVC se la producción de resinas creció de manera productoras de poliestireno creció en igual mantuvo estable en alrededor de 130 000 ininterrumpida y es probable que en 1988 proporción que la producción, con la di­ toneladas. haya duplicado la obtenida al inicio del de­ ferencia de que en 1980 el uso de la capa­ cenio. El aspecto más destacado de la in­ cidad con fines de exportación era prácti­ dustria es el dinamismo de las exportacio­ camente nula y en 1987 una quinta parte 4. Véase Asociación Nacional de la Industria de ella ya se destinaba a tal fin . nes, pues en un lapso de siete años éstas Químka, Anuario estadístico de la industria química mexicana en 1987, México, 1988, pp. 229-300. Vistas en conjunto, las empresas produc­ 5. No se incluye a la Resisto! porque se reti­ 3. La industria química se divide en básica y toras de resinas sintéticas más importantes secundaria, y ésta en intermedia y de consumo ró del mercado en 1985. EUo no modificó las ten­ fmal. La intermedia comprende las ramas 36, 37, dencias señaladas. Véase Kurt Unger, Las expor­ poseen la característica común de haber ini­ 40, 41 y 42 de las Cuentas Nadonales. Véase taciones mexicanas ante la restructuración in­ ciado en el presente decenio un notable es­ SPP, La industria qufmica en México , México, dustrial internacional, El Colegio de México, fuerzo exportador. Sus incrementos de pro­ 1982, p . 5. México, 1988, p. 127. ducción y de capacidad instalada están aso- comercio exterior, septiembre de 1989 753

ciados a un cambio en la composición de Con base en un análisis similar se apre­ que relaciona los períodos de estancamien­ los mercados de destino. Gracias a ello han cia que, según la clasificación textiles­ to de la demanda interna (1973-1974 o logrado un uso más intensivo de la planta industriales, las fibras más importantes son 1982-1983) con repuntes estacionales de las y una mejoría notable en la balanza comer­ las de uso textil. Al combinar esta división exportaciones no petroleras. En las épocas cial. La participación de capital privado na­ con la anterior se concluye que las fibras en que aquélla fue mayor (1974-1975 o cional es importante en la mayoría de los sintéticas y textiles son los productos re­ 1978-1981), éstas disminuyeron. El caso de casos6 Esas cualidades están presentes presentativos de esta clase industrial. Se tra­ la industria de resinas y fibras no es la ex­ también en el otro sector de la rama indus­ ta de sólo cuatro fibras (nailon, poliéster, cepción.8 trial que nos ocupa. acrílica y polipropileno, en sus diversas pre­ sentaciones de filamento) que se fabrican Otra explicación proviene de la estrate­ en siete u ocho grandes empresas, entre gia de fomento de las exportaciones em­ ellas la Cydsa, la Polifil y la Celanese. Las prendida en 1983. Su propósito era colo­ La industria de fibras artificiales dos primeras son compañías privadas con car al exportador nacional en condiciones capital100% nacional y registraron ventas de igualdad respecto a sus competidores en Existen distintas formas de clasificar las fi­ en 1987 por 316 400 y 48 000 millones de el exterior.9 Dicha estrategia incluyó polí• bras químicas. Una de ellas atiende a lama­ pesos, respectivamente. La Polifil da em­ ticas sin precedente en el país, como la ra­ teria prima que se emplea en la elaboración pleo a pocq más de un millar de personas. cionalización de la protección y la exención de fib ras, y las ordena en artificiales (rayón La Celanese es la gigante del sector;7 40% y devolución de impuestos y gravámenes y acetato) y sintéticas (nailon, poliéster y de su capital es de origen estadounidense diversos a la actividad exportadora.10 acrílicas). Las primeras insumen principal­ y el resto privado nacional. En 1987 sus mente alfacelulosa, sustancia que no se pro­ ventas ascendieron a 757 000 millones de Las medidas emprendidas y los ciclos duce en el país y que limita la completa in­ pesos y ocupó a más de 8 000 personas. La del mercado interno han sido determinan­ tegración nacional de las empresas produc­ Polifil es la productora exclusiva de los po­ tes en el incremento reciente de las expor­ toras. Otros insumas son la sosa cáustica, lipropilenos; la Cydsa monopoliza las fibras taciones no petroleras , entre ellas las de la el ácido acético, el anhídrido acético y el de rayón y compite en el importante mer­ industria de resinas y fibras. acetato de celulosa, que sí se fa brican en cado de acrílicos de fibra corta; la Celane­ México. La elaboración de fibras sintéticas se tiene mayor diversificación, pues parti­ Por su destino la producción de resinas requiere materias primas (amoníaco, manó• cipa en los mercados de nailon y de poliés­ y fibras es del tipo insumas intermedios. mero de caprolactama, p-xileno, metano! ter y es la única que produce acetatos. En el caso de las fibras el principal merca­ y o tras) que le permiten una completa in­ do de consumo es la industria textil. En el tegración nacional con la petroquímica En 1980 esas empresas, y en general las de resinas, en cambio, el destino no es tan básica. del sector de fibras sintéticas textiles, des­ identificable en virtud de los usos tan di­ tinaban al mercado internacional una par­ versos de algunas de ellas, como el PVC . La Las fibras químicas también se clasifican te insignificante de su prodycción (de 1 a atomización del consumo de esta sustancia según su destino como insumas de otras in­ 3 por ciento). A partir de entonces inicia­ no impide ver que, a partir de 1982, el mer­ dustrias. Se distinguen las fibras textiles (ra­ ron la comercialización externa de sus mer­ cado nacional se ha contraído. Se arguye yón textil, nailon textil , acetatos, acrílicos cancías con éxito creciente, y en la actua­ que éste no es suficientemente maduro y y otras) y las fibras industriales (rayón fila­ lidad una cuarta parte de su producción se que el consumo por habitante es de los más mento industrial, nailon filamento indus­ reserva para ese fin. Empero, no se puede bajos del mundo (1.5 kg contra 11 kg en trial, elastomérica y otras) afirmar que ello sea un indicador de aumen­ to en la autosuficiencia nacional del sector, Las fibras sintéticas representaron apro­ pues si bien en el lapso 1980-1983 las im­ 8. "Con la excepción notable de productos ximadamente 90% de la producción total portaciones descendieron de manera nota­ medicinales o farmacéuticos ... los demás subsec­ tores [de la química] re<;JJrren a la respuesta ex­ de fibras durante el período 1980-1987. La ble, en los cuatro años siguientes se regis­ traron incrementos que frenaron el ritmo portadora ante la depresión de los mercados in­ de fibras artificiales, de por sí marginal, ha ternos. " Kurt Unger, op. cit., p. 122. tendido a reducirse y su comercio exterior de la caída inicial. Aun así, la participación de las compras foráneas en el consumo na­ 9. "La piedra angular de las medidas de fo­ se mantuvo más o menos estable durante mento a las exportaciones consis~e en situar al todo el lapso. Las exportaciones de sinté­ cional aparente se mantuvo en niveles mí­ exportador al menos en igualdad de circunstan­ ticas aumentaron de manera extraordina­ nimos en todo el período. cias en relación con sus competidores, tanto en ria (de 2 700 ton en 1980 a 90 200 ton en el mercado externo como en el nacional. " Véa­ 1987), en tanto que las importaciones re­ se Alfredo Phillips Olmedo, "El Banco Nac.ional gistraron una tendencia descendente. Esos Las causas fundamentales del de Comercio Exterior: desarrollo presente y fu­ turo", en Medio siglo de financiamiento y pro­ indicadores muestran la preponderancia de auge exportador moción del comercio exterior de México, tomo las fibras sintéticas sopre las artificiales. 1, Bancomext-EI Colegio de México, México, Existen dos hipótesis generales que expli­ 1987, p. 14. can el desempeño exportador. Una es la 10. El fomento de las exportaciones manu­ 6. "Aunque entre las exportadoras mexica­ factureras tiene antecedentes más remotos. Por nas se cuentan algunas empresas con participa­ ejemplo, el Fomex se creó en 1%2, y la misma ción de capital extranjero, en este grupo [el de 7. En la clasificación de Expansión ocupó el fund ación del Bancomext en 1937 respondió al productos químicos commodities , es decir, los décimo lugar en 1987. Véase "Las 500 empre­ objetivo de promover las ventas externas. Sin insumos intermedios estandarizados] predomi­ sas más importantes de México", en Expansión, embargo, la estrategia de industrialización era en­ nan empresas netamente nacionales." Kurt Un­ año xx, vol. xx, núm . .497, México, agosto de tonces totalmente distinta: la sustitución de im­ ger, op. cit., p. 120. 1988, pp. 95 y SS . portaciones. 754 sección nacional

Estados Unidos, Europa Occidental y Ja­ r;:ma prendas de vestir, en particular, se en­ Parece claro, pues, que el auge expor­ pón). Con todo, la producción de PVC cre­ cuentra estancada en cerca de 45 000 mi­ tador de la rama resinas sintéticas y fibras ció a un ritmo anual de 15% en el período llon s de pesos. De hecho, no se prevén artificiales está directamente asociado a una 1982-1987. Desde luego, la diferencia en­ incrementos importantes en la demanda in­ contracción de la demanda interna y a la tre producción y consumo nacional aparen­ terna de la industria textil en el próximo relativa ampliación de la capacidad instala­ te corresponde a exportaciones. trienio, con lo cual la expansión del con­ da.16 Existen posibilidades de recupera­ sumo de fibras en el período 1986-199 2 se­ ción del consumo nacional de tales produc­ ría de apenas 40 000 ton. Así, dado el La dispersión de la demanda interna de tos, pero será necesario que las empresas aumento de la producción de fibras quími• PVC puede apreciarse en los distintos giros que transforman esos insumos incursionen cas, el auge exportador sólo se explica por de las empresas que lo insumen, pero tam­ por su parte en los mercados externos. La el estancamiento del consumo interno y el bién considerando el tamaño de las mismas. única salida que se vislumbra en el media­ aumento de la capacidad instalada. l 3 Es En general, los transformadores de resinas no plazo es que el productor de resinas y más, de continuar el ascenso de las ventas de PVC son empresas pequeñas cuyas es­ fibras se convierta en exportador indirecto. al exterior, dicha capacidad se agotará en tructuras de costos limitan la adecuación de Esto adquiere aún mayor relevancia si se 1992. En ese caso cualquier proyecto de su producción a mayores escalas, es decir, considera que la reactivación del mercado ampliación responderá casi exclusivamen­ su capacidad para absorber una oferta cre­ regional es ya una cuestión estratégica, so­ te a las exigencias del mercado externo. ciente es reducida. Ello ha motivado la bre todo si persiste la tendencia registrada puesta en marcha de programas para esti­ en los últimos meses a una desaceleración El mercado nacional no tiene capacidad mular el uso interno de PVC. Se persigue del crecimiento de las exportaciones no pe­ para absorber los excedentes de la oferta un doble objetivo: competir internamente troleras. de fibras, a pesar de que los precios inter­ con productos sucedáneos de PVC y expor­ nos de ciertos productos son más b~os que tar ya no la materia prima sino el producto La subvaluación del tipo de cambio real en algunos países industrializados. 1 Es de­ final que la insume. Ambos propósitos se se suma al estancamiento de la demanda in­ cir, hay algunas líneas de producción en encaminan a integrar cadenas productivas terna como factor de estímulo de las expor­ que la industria textil nacional tendría ven­ que solucionen Jos problemas de consumo taciones. En 1983 y 1986, por ejemplo, se taja comparativa en costos. Sin embargo, nacional de la resina y de competitividad apreció con claridad que a movimientos parecen ser excepciones, pues algunos externa de los productos finales elaborados descendentes del tipo de cambio real co­ estudios l 5 revelan que históricamente los con ella. rrespondían repuntes pronunciados en la precios nacionales de fibras han sido más exportación de fibras químicas. En 1985 la altos que en otros países. caída de las ventas foráneas coincidió con Sin embargo, se trata de un proceso de un período de sobrevaluación relativa del largo plazo que augura, en el corto, la su­ La comparación entre México y Estados peso. 17 Algo similar ocurre con el sector premacía de las exportaciones de PVC en Unidos durante el período 1981 -1986 de resinas sintéticas. el consumo nacional. El comportamiento muestra que el promedio de precios relati­ de este último ha propiciado, en opinión vos oscila entre 1.05 y 1.44, de acuerdo con los distintos tipos de fibra. Incluso se afir­ de los empresarios del ramo, el auge expor­ El papel de las políticas ta~or. " El notable incremento en los volú­ ma que los costos de oferta mexicana se en­ menes exportados de PVC -a partir de 1982 cuentran muy por debajo del nivel de pre­ de fomento es consecuencia directa de la contracción cios estadounidenses (excepto en dos líneas del mercado nacional y de los incremen­ de poliéster) y que es posible reducir los E l financiamiento de la exportación es otro tos de la capacidad de producción instala­ precios mexicanos de venta a ese nivel sin instrumento de primordial importancia pa­ da." 11 Algo similar ocurre con las otras re­ incurrir en pérdidas y aún disponer de su­ ra estimular las ventas foráneas no petro­ sinas importantes, como el poliestireno; la ficiente liquidez (casb flow) para atender leras. El crédito oficial otorgado al comer­ brecha entre la capacidad instalada y la de­ necesidades financieras, amortizaciones e cio exterior se duplicó de 1982 a 1988 y manda nacional se ha ampliado notable­ incluso remplazo de equipo. De ser así, rebasó los 1O 000 millones de dólares en 18 mente en los últimos ocho años (se espera cualquier estímulo para aumentar el con­ este último año. El porcentaje de pene­ que en 1990 llegue a 68%). sumo interno deberá prever un abarata­ tración del Bancomext-Fomex (cociente fi­ miento relativo del precio de las fibras que nanciamiento/exportaciones no petroleras) beneficie al fabricante textil de bienes fina­ pasó de 26% en 1983 a 61% en 1988. Sin La industria textil, por su parte, no ha les, en especial a los productores que pue­ crecido en el presente decenio. El PIB del dan ampliar su presencia en los mercados sector12 (a precios de 1980) ha sido de al­ exteriores, como los de la industria del ves­ 16. Sin demérito, desde luego, de la compe­ rededor de 100 000 millones de pesos en tido, por ejemplo . titividad tecnológica de la rama, ese fenómeno todo el período. La producción real de la es atribuible al acceso a la tecnología mundial sin costo excesivo, producto, a su vez, de la amp lia 13 . Véanse las gráficas 1 y 4 del trabajo de difusión de ésta . Tal factor es, empero, de ca­ JI. Véase José Terrero, "Panorama de la in­ Marcelino Llanos, "El proceso de reconversión rácter complementario. Véase K'urt Unger, op. dustria nacional de PVC ", en Asociación Nacio­ industrial en el sector textil mexicano" , en Aso­ cit., pp. 134 y 142. nal de la Industria Química, XIX Foro nacional ciación Nacional de la Industria Química, XIX 17. Véase et cuadro 15 del trabajo del Bos­ de la industria qufmica, México, 1987, p. 136. Foro nacional... , op. cit., pp. 127 y 130. ton Consulting Group, op. cit. , p. 29. I 2. Ramas 24 a 27 de las Cuentas Naciona­ 14.lbid., p. 128. 18. Véase Ricardo Peñaloza Webb y Marko les. No se incluye la 28, cuero y calzado, con la 15. Véase Boston Consulting Group y Bufe­ Vo lj c, "Políticas de fomento de las exportacio­ cual se completa la división ll: textiles, prendas te Industrial, Sector textil, Bancomext-Secofi, Mé­ nes, 1982-1988", en Comercio Exterior, vol. 39, de vestir e industria del cuero. xico, 1988, pp. 3 5-36. núm. 8, México, agosto de 1989, pp. 688-697. comercio exterior, septiembre de 1989 755

embargo, el crecimiento del apoyo finan­ mex o los beneficios del Programa de Im­ te,25 asunto que tampoco se ha comproba­ ciero contrasta con su disminución relati­ portación Temporal para Exportaciones (Pi­ do plenamente en el caso de la inflación. va en las empresas productoras de resinas tex). En este último, la rama resinas y fibras De este modo los márgenes internos de uti­ y fibras. En 1982, por ejemplo, el Fomex participó con 3.4% del total de apoyos lidades extraordinarias de la rama persisti­ otorgó recursos a 244 empresas clasifica­ otorgados a la industria nacional y figuró rán mientras el precio de ventas supere exa­ das en los grupos de productos industria entre las ocho primeras ramas que concen­ geradamente loS' costos de producción. química, materias plásticas artificiales y ma­ traron la mayor parte de los beneficios del terias textiles; de ellas, sólo 23 (10%) eran Pitex22 La pregunta es entonces si prevalecerá productoras de resinas y fibras; en 1986 se también el abatimiento de la demanda in­ financiaron 822 empresas y únicamente 40 Aun así, el mercado interno será más ter.la. En caso afirmativo ello limitaría la (5%) producían esas mercancías19 Cabe atractivo mientras persistan los precios ele­ realización en el mercado local de la ganan­ aclarar que las cifras citadas incluyen los di­ vados, pues el estímulo fundamental de to­ cia extraordinaria, y los productores segui­ ferentes tipos de apoyos financieros que do productor es el precio de realización de rían volcados hacia el exterior. De lo con­ otorga el Fomex, algunos de los cuales se la mercancía que produce.23 Por ese mo­ trario la reactivación tendría que ir acom­ vinculan de manera indirecta con la activi­ tivo el fabricante de resinas y fibras está in­ pañada de menores precios y, aun así, el dad exportadora. Tal es el caso de los re­ teresado en reactivar el consumo nacional. productor tendría opciones para compen­ cursos destinados al programa de sustitu­ Una forma es, como se dijo, estimular al sar la pérdida relativa; un ejemplo son las ción de importaciones. productor de bienes finales que requieran medidas de fomento de la actividad de sus insumas. La lógica de comportamien­ preexportación.26 En ninguna de esas op­ De cualquier modo, el apoyo financie­ to del fabricante de resinas y fibras será, ba­ ciones existen riesgos graves para la rama ro no parece ser el factor decisivo en las jo esos supuestos, incursionar con decisión resinas y fibras, pero son muy distintas des­ ventas externas de resinas y fibras. Su cre­ en el mercado exterior, aprovechando los de el punto de vista del modelo exporta­ cimiento está más vinculado a los elemen­ estímulos y las medidas de fomento y, pa­ dor al que se aspira. tos descritos: caída de la demanda interna, ralelamente, pugnar por abastecer al mer­ aumento de la capacidad de producción y cado interno a fin de convertirse en expor­ tipo de cambio. A ellos se sumaría otro más: tador indirecto. El futuro deseable la estructura de costos de la industria de re­ sinas y fibras coloca al productor nacional La apertura comercial, empero, debería E l Plan Nacional de Desarrollo (PND) 1989- en una posición com~et iti va favorable res­ abatir los precios internos hasta igualarlos 1994 plantea como objetivo general en el pecto al extranjero. 0 La materia prima con los prevalecientes en el exterior. La ra­ campo económico la recuperación con es­ fundamental es barata y procede de la pe­ cionalización de la protección supuso des­ tabilidad de precios. La estrategia se basa troquímica, industria con la cual existe una de el principio que ese efecto benéfico se en la modernización de México y las me­ completa integración en varias líneas de convertiría en una verdadera deflación ge­ tas son un crecimiento anual real de 6% y producción. A ello se deben agregar las neralizada. Sin embargo, la concertación una tasa de inflación similar a la internacio­ ventajas comparativas en los precios de demostró ser un mecanismo más eficaz, en nal, que actualmente se estima en 5% anual. otros insumas importantes (como los ener­ el corto plazo, para reducir la inflación. Así, La premisa financiera fundamental para cre­ géticos) y el reducido costo de la mano de es poco probable que los precios in'ternos cer es que deberán existir recursos dispo­ obra. Existe la opinión de que esas condi­ disminuyan, al menos como resultado de nibles (gracias a la reducción de transferen­ ciones favorables compensan de sobra las la política de liberación comercial. 24 Ésta, cias al exterior) que devengan en un incre­ desventajas de la industria, asociadas en tér­ como señalan Peñaloza y Voljc, elimina en mento de la inversión. La modernización minos generales al costo del capital (funda­ teoría el sesgo antiexportador, pero ese económica requiere un aparato producti­ mentalmente altas tasas reales de interés y efecto no pudo corroborarse empíricamen- vo más competitivo en el exterior. ciertas rigideces de escala). 2 1 Es claro que ese planeamiento no impli­ Si el productor de resinas y fibras se en­ 22. Véase Rafael]iménez Ramos , "Resultados ca un modelo exportador a costa del mer­ frenta a costos reducidos y se desenvuel­ alentadores de la política de racionalización de cado interno. La tesis central es que, ante la protección, 1984-1987: Una respuesta a la cri­ todo, la economía mexicana necesita vol­ ve en un entorno de precios internos ele­ sis de endeudamiento en 1982", mimeo., Méxi­ vados, su preferencia por el mercado ex­ co, 1988, p. 41. ver a crecer. Las exportaciones son parte terno sólo se explicaría por una baja de la 23. Véase Ricardo Peñaloza Webb y Marco de la estrategia, no el objetivo. En realidad, demanda nacional. Como en el mercado in­ Voljc, op. cit. esa idea da continuidad al planteamiento ternacional no rigen los altos precios inter­ 24. "Los cambios en el régimen de comer­ nos, exportar resulta redituable debido a cio exterior, en los precios externos y en la tasa que las pérdidas relativas por el bajo pre­ cambiarla no se transfieren con facilidad a los 25. Ricardo Peñaloza Webb y Marco Voljc, cio externo se compensan con incentivos precios internos ... Otra implicación de la debi­ op. cit. lidad de la relación entre el régimen de comer­ 26. En 1982 el crédito a la actividad de preex­ de política comercial como el tipo de cam­ cio exterior y los diferenciales de precios es que portación fue aproximadamente de 12% del fi­ bio, el financiamiento preferencial del Fo- quizá la estrategia recién iniciada de liberación nanciamiento total a la exportación; en 1988 as­ selectiva para combatir la inflación no sea un ins­ cendió a 42%. Véase Peñaloza y Voljc, op. cit. trumento tan eficaz como ha llegado a suponer­ La rama resinas y fibras tiene amplias posibilida­ 19. Véase Bancomext-Fomex, Empresas fi­ se." Adriaan Ten Ka te y Fernando de Mateo Ven­ des de obtener esas facilidades. En años recien­ nanciadas, México, 1982 y 1986. turini, "Apertura comercial y estructura de la pro­ tes se ha dado prioridad al financiamiento, el apo­ 20. Véase Kurt Unger, op. cit., pp. 13 7 y 247. tección en México. Un análisis de la relación yo y la promoción de cadenas productivas com­ 21. Véase Boston Consulting Group, op. cit., entre ambas", en Comercio Exterior, vol. 39, pletas; la rama resinas y fibras se ubica en el p. 32. núm. 6, México, junio de 1989, pp. 510 y 511. centro de numerosos procesos de fabricación. 756 sección nacional

del PND 1982-1988. En esos años el Prona­ versión productiva. El descenso de las ta­ retomar la senda del crecimiento sosteni­ fice racionalizó los objetivos del Plan y sas internas de interés debería propiciar el do y estable" 27 No hay ya excusa para planteó la necesidad de recuperar el creci­ incremento de la inversión. Keynes lo de­ postergarlo una vez más. La economía de miento autosostenido mediante la genera­ mostró hace mucho tiempo, aunque no transición parece tocar a su fin . En ese en­ ción y el ahorro de divisas. La industriali­ previó lo suficiente la volatilidad del capi­ torno, el reto de las ramas industriales ex­ zación debía reducir la demanda de mone­ tal y su tránsito hacia otras economías. Hoy, portadoras consiste en ser el vértice que da extranjera como base para desarrollar luego de un largo compás de espera, el des­ permita la reactivación interna sin menos­ una planta productiva exportadora. censo del rédito se ha reiniciado. cabo del éxito logrado en el exterior. Es po­ sible hacerlo en la ra ma resinas y fibras. El Se trataba de exportar para crecer. A su Las condiciones macroeconómicas pa­ mérito sería doble puesto que 'se trata de vez, para crecer se requería de una indus­ ra reemprender el crecimiento parecen es­ una actividad en la que participa fundamen­ trialización con vocación exportadora. En­ tar dadas. Al referirse a la negociación de talmente el capital nacional. O tre otras causas, el círculo virtuoso no se la deuda, el Presidente de la República afir­ cerró por la carencia de recursos propios mó que la reducción de las transferencias Antonio Salinas Chávez que permitiesen un crecimiento autososte­ al exterior hace posible que México vuel­ nible. Si bien la renegociación de la deuda va a crecer y se cumplan las metas del PND externa ha resuelto en gran parte ese pro­ 1989-1994. La SHCP comunicó por su par­ ·27. Véase "Solu ción al problema de la deu­ blema, aún hace falta fortalecer el ahorro te que " las condiciones alcanzadas colocan da externa '', en Comercio Exterior, vo l. 39, núm . interno, pero sobre todo canalizarlo a la in- a México en una posición que le permite 7, México , julio de 1989, pp. 624-626. recuento nacional

Asuntos generales en imprenta y editoriales y 6.3% en la ela­ y la anualizada de 16.8%. Por su parte, el boración de alimentos, bebidas y tabaco. lndice Nacional de Precios del Productor En contraste, el sector agropecuario, silví• creció 1.3% en ese mes; el acumulado hasta Creció la economía 2.4% en el cola y pesquero, así como el minero, dis­ esa fecha fue de 9.7% y el anualizado, de primer semestre minuyeron 0.9 y 3.1 por ciento, respecti­ 11 .2 por ciento. vamente. La construcción creció_ 0.4 por Durante el primer semestre del año el P!B ciento. global de la economía creció 2.4% frente Índice Nacional de Precios a igual período de 1988, informó el INEG I al Consumidor (Va,riación porcentual en agosto de 1989) el 21 de agosto. Los sectores más dinámi­ CUAD RO 2 cos fueron los de electricidad, gas y agua Índice general f .O (7.5%); industria manufacturera (5.8%), y PIB de la industria manufacturera, Alimentos , bebidas y tabaco 0.5 transportes, almacenamiento y comunica­ enero1·unio de 1 98~ Ropa y calzado 1. 3 ciones (5.1 %). De la actividad manufactu­ (Variaciones·respecto del mismo período Vivienda 2.5 rera destaca el crecimiento de 12 .9% en la de 1988) Mueb les y enseres domésticos 0.7 fabricación de productos metálicos, 7% en Sa lud y cuidado personal 0.8' Th~ l 58 la división de minerales no metálicos, 6.7% Alimentos, oebidas y tabaco 6.3 Transporte - 0.1 Textiles, vestido y cuero - 1.7 Educación y esparcimiento 1.5 Madera y sus productos - 3.3 Otros se rvicios 1. 3 Imprenta y editoriales 6. 7 CUADRO 1 Química, derivados del petróleo, caucho y plástico 5. 1 PIE, enero-junio de 1989 a Minerales no metáli cos, excepto (Variaciones respecto del mismo período derivados del petróleo 7. 0 Administracion pública Industrias metálicas básicas 3.8 de 1988) Productos metálicos, maquinaria Total 2.4 yequipo 12.9 Cambios en fideicomisos pesquero Agropecuario, silvicultura y pesca -0.9 Otras industrias manufactureras 3. 1 y portuario Minería -3. 1 a. PIB base 1980. Industria manufacturera 5.8 En el D. o. del 9 de agosto se publicó un Construcción 0.4 acuerdo de la SPP para sustituir al Banco Electricidad, gas y agua 7.5 Nacional Pesquero y Portuario (Banpesca) Comercio, restaurantes y hoteles 2.1 Transporte, almacenamiento y Aumentaron 1 % los precios en agosto por el Banobras como institución fiducia­ comunicaciones 5. 1 ria del Fondo Nacional para los Desarrollos Servi.cios financieros y alquiler de El Banco de México anunció el 7 de sep­ Portuarios. Dos días después, apareció en inmuebles 1.7 tiembre que el Índice Nacional de Precios el mismo órgano una disposición similar Servicibs comunales, sociales y al Consumidor creció 1% en agosto, por por la que Nafin remplaza al Banpesca co­ persGnales 0.9 lo que la variación acumulada en los pri­ mo fiduciaria del Fondo Nacional para el a. PIB base 1980. meros ocho meses de 1989 fu e de 11 . 5% Desarroll o Pesquero. comercio exterior, septiembre de 1989 757

Participación del sector social Creció la producción pesquera en el país que no tienen acceso al crédito con­ en la gestión de la Conasupo primer semestre vencional, Nafin estableció un programa denominado Talleres Artesanales, a cargo El 22 de agosto, durante una reunión con La producción pesquera nacional durante del Fondo de Garantía y Fomento a la In­ los titulares de la Secofi y la Conasupo el el primer semestre del año fue de 813 000 dustria Mediana y Pequeña, se informó el Presidente de la República aprobó la parti­ toneladas, 18.3% más que en igual perío• 1O de agosto. El programa también propor­ cipación de representantes obreros y cam­ do de 1988 y 2.1% mayor que lo previsto, · cionará asistencia técnica a talleres familia­ pesinos en los consejos de administración informó la Sepesca el 20 de agosto. Dicho res, agrupaciones informales de producto­ de Diconsa, Liconsa, Impecsa y Borucon­ incremento fue resultado del dinamismo de res y sociedades cooperativas. sa. Al mismo tiempo la Conasupo dio a co­ las pesquerías de atún, sardina, algas y sar­ nocer una serie de lineamientos que orien­ gazos, ostión, sierra y camarón. Del total Los tipos de crédito que se otorgarán tarán sus funciones, entre ellos: garantizar capturado 79.3% correspondió al litoral del son, entre otros, refaccionarios, de habili­ la suficiencia del abasto nacional a precios Pacífico, 17.9% al golfo de México y al mar tación o avío, para pagos de salarios y gas­ justos y con mejor calidad; analizar los pro­ Caribe y 2.8% a entidades sin litoral. O tos de fabricación, y para la adquisición de blemas vinculados con la fijación de los establecimientos industriales. Cada micro­ precios de garantía; ser instancia de concer­ empresa podrá obtener hasta 140 millones tación entre productores, industriales y de pesos, con tasas de interés preferencia­ consumidores, así como otorgar y hacer lle­ Sector industrial les, a plazos de tres a diez años. gar los subsidios a quienes los necesitan.

Buenos resultados de la industria La Compañfa Minera de Extinción del Fonei y liquidación de de automotores se declaró en quiebra El Colegio del Bajfo La Asociación Mexicana de la Industria A solicitud de la empresa, el 20 de agosto En el D. o. del 31 de agosto se publicó una Automotriz informó en su boletín de julio un juez declaró en quiebra a la Compañía resolución de la SPP por la que se autoriza que la producción nacional de vehículos Minera de Cananea, cuyas instalaciones per­ la extinción del Fondo de Equipamiento In­ automotores en la primera mitad del año manecieron bajo custodia militar durante dustrial, cuyos derechos, obligaciones y fue de 224 877 unidades, 39% mayor que varios días. En la resolución se consideró funciones se transfieren a Nafin. Además se la registrada en el mismo lapso de 1988. La la insuficiencia financiera de la empresa autoriza la disolución y la liquidación de la fabricación de vehículos para el mercado para pagar sus cuantiosos adeudos (25 000 entidad paraestatal El Colegio del Bajío, externo (11 7 115) aumentó 32.6%. Las millones de pesos con proveedores, 67 mi­ A.C. 0 ventas totales y la exportación en el semes­ llones de dólares con la compañía American tre se incrementaron 45.3 y 32 por ciento, Express y unos 578 millones de dólares con respectivamente. Por empresa los aumen­ Nafin), la pérdida de competitividad deri­ Sector agropecuario y pesca tos totales fueron: General Motors, 56.4%; vada de los altos costos, las inciertas pers­ Volkswagen, 46.9%; FordMotorCo., 46.6%; pectivas del mercado internacional del co­ Nissan, 43.1 %, y Chrysler, 35.3 por ciento. bre y la imposibilidad. de atender las de­ Fertimex aumenta precios mandas salariales y laborales planteadas en de sus productos la revisión del contrato colectivo de traba­ Aliento a la demanda de automóviles jo. La sindicatura de la quiebra quedó a car­ EllO de agosto Fertimex anunció los nuevos compactos go de la Financiera Nacional Azucarera. En precios de seis productos. La tonelada de 1988 la Compañía Minera de Cananea apor­ urea cuesta 252 000 pesos (aumentó 26% ); Con el propósito de fortalecer la industria tó cerca de 50% de la oferta de cobre en la de amoníaco anhidro, 261 000 (26%); de automotores y contribuir al control de el mercado nacional, exportó 60% del me­ sulfato de antimonio, 135 000 (29%); nitra­ la inflación, la Secofi y la SHCP eximieron tal rojo obtenido y tuvo utilidades superio­ to de amonio, 208 000 (30%); superfosfa­ del impuesto sobre automóviles nuevos a res a 150 000 millones de pesos. O to triple, 356 000 (43%), y superfosfato los compradores de vehículos compactos simple, 154 000 (47%). Durante 1988, in­ populares con motor de fabricación nacio­ formó la paraestatal, los precios de esos nal (con un precio al público inferior a 13.8 productos no sufrieron aumentos. millones de pesos, incluido el IVA). Tam­ bién se eximió del impuesto general de im­ Energéticos y petroquímica portación las compras de partes y compo­ básica Impulso a la p esca artesanal nentes para dichos automóviles, siempre que la producción anual no sea inferior a Para apoyar a los pequeños pescadores de 40 000 unidades y se cumplan otros requi­ Convenio JMP-JNJN Campeche, Quintana Roo y Yucatán, la ti­ sitos. El decreto respectivo apareció en el tular de la Sepesca y el representante de la D. o. del 2 de agosto. El Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) y FAO en México signaron un convenio por el Instituto Nacional de Investigaciones Nu­ el cual ese organismo aportará 390 000 dó• cleares (ININ) firmaron un convenio, el 12 lares que se destinarán a asistencia técnica, Financiamiento y asistencia técnica de agosto, con el propósito de desarrollar­ equipo y materiales para la reparación de a microproductores conjuntamente proyectos específicos en embarcaciones de pesca artesanal, se infor­ materia de energía, formar investigadores, mó el 13 de agosto. A fin de apoyar a los microproductores del establecer relaciones con personal cien- 758 sección nacional

tífico de otros países y llevar a ca bo pro­ El acuerdo cubre 100% de los vencimien­ gramas de capacitación y actualización so­ Turismo y otros servicios tos de capital del 1 de junio del· presente bre usos y aplicación de técnicas nucleares. año al 3 1 de mayo de 1992; 100% de los intereses que vencen del 1 de junio de 1989 En marcha importantes al 31 de marzo de 1990; 90% de los rédi­ proyectos turísticos Reclasificación de petmquímicos tos por vencer del 1 de abril de 1990 al 31 básicos de marzo de 1991, y 80% de los intereses El titular de la Sectur informó el 8 de agos­ del 1 de abril de 199 1 al 31 de marzo de to que con una inversión de más de ocho A fin de impulsar la integración producti­ 1992. El plazo de refinanciamiento es a diez billones de pesos se emprenderá la cons­ va, la modernización tecnológica y la com­ años con seis de gracia y las tasas de inte­ trucción de " megaproyectos" que genera­ petitividad internacional de la industria pe­ rés se fijaron por debajo de las del merca­ rán 40 000 empleos directos y 100 000 in­ troquímica, la SEMIP dio a conocer en el do de la peseta y del dólar. directos, atraerán 1.2 millones de turistas D. del 15 de agosto una resolución que o. extranjeros y reportarán divisas por 700 mi­ Por otro lado, representantes de los go­ reduce de 34 a 20 el número de productos ll ones de dólares al año. bi ernos de México y de la RFA firmaron el petroquímicos clasificados como bás icos y 3 1 de agosto un acuerdo de restructuración cuya elaboración se reserva el Estado. És• Los " megaproyectos" que se realizarán, de deuda por 142 .4 millones de dólares. La tos son: amoniaco, benceno, butadieno, afirmó el funcionario, son: Puerto Cancún negociación también se enmarcó en el dodecilbenceno, etano, éter metil-terbutí­ y San Buenaventura, en Ca ncún; Villas Ar­ acuerdo con el Club de París. li co, etileno, heptano , hexano, materia pri­ queológicas, en Palenque; Cozumel Náuti­ ma para negro de humo, metano!, n-para­ co, en Quintana Roo; Bahía de Cacaluta y finas, ortoxileno, paraxileno, pentanos, Pu erto Chahué en Huatulco, Oaxaca; Ma­ Recursos japoneses para una propileno , ter-ami! metil-éter, tetrámero de rina Ixtapa y Punta Ixtapa, en Guerrero, y empresa avícola propileno, tolueno y xil eno. Punta Bonó, Nopoló y Puerto Escondido, en Baja California Sur. D El Banco Nacional de México y la empresa En contrapartida se elevó a 66 el núme­ avícola Corpo ración Citra firmaron el 8 de ro de petroquírnicos secundarios que tam­ agosto un contrato de financiamiento de bién podrán elaborar los particulares, pre­ largo plazo po r 1 602 millones de yenes vio permiso de la SEM IP que considerará la Financiamiento externo (unos 11 .3 millones de dólares), provenien­ opinión de la Comisión Petroquímica Me­ tes de una línea crediticia del Banco de Ex­ xicana. Con la reclasificación se prevé in­ portaciones e Importaciones de Japón ob­ crementar en unos 5 000 millones de dó• Novedoso crédito europeo tenida en marzo de 1988. Los recursos se lares las inversiones en la rama durante el a Mexicana del Cobre destinarán a ampliar la capacidad produc­ período 1989-1995, así como evitar impor­ ti va de la empresa e incrementar, as í, las ex­ taciones de petroquímicos por unos 9 700 El 26 de julio 11 instituciones europeas, en­ po rtaciones de pollo deshuesado al país millones de dólares y apoyar exportacio­ cabezadas por el Banco Paribas, otorgaron o ri ental. nes de diversos productos por 9 200 millo­ un préstamo por 2 10 millones de dólares nes de dólares. a Mexicana del Cobre. El crédito, con un plazo de vencimiento de tres años y un in­ Créditos del B!RF para terés de tres puntos sobre la Libar, ti ene preservar los bosques Pemex: resultados del primer semestre como garantía el envío de 4 000 ton men­ suales de' cobre al consorcio belga Société El 3 1 de agosto el Banco Mundial otorgó Durante el primer semestre del año la pro­ Général durante los tres años. El precio del un préstamo al Gobierno mexicano por ducción de petróleo crudo fue, en prome­ metal se fijó en 90.3 centavos de dólar por 45.5 millones de dólares para fin anciar un dio , de 2 250 000 bid: 1 323 000 bid del libra, lo cual cubre los abonos del fin ancia­ proyecto de investigación y preservación tipo ligero Istmo y 1 197 000 bid del pesa­ miento. El convenio prevé un novedoso de zonas boscosas en y Duran­ do tipo Maya . Pemex informó el 17 de mecanismo de compensación: si las cotiza­ go, cuyo monto total ascenderá a 91. 1 mi­ agosto que en el período considerado pro­ ciones internacionales son inferi ores a ese ll ones de dólares . El crédito se concedió a cesó 1 444 000 bid de crudo y líquidos re­ precio, la Société Général debe completar un plazo de 1 7 años, con cinco de gracia cuperados de gas, 2% más con respecto al los pagos; en caso contrari o, el consorcio y a una tasa de interés variable vinculada mismo lapso de 1988. El volumen diario de belga recibirá los beneficios de la diferen­ al costo de los préstamos de esa institu­ refinados se integró principalmente por cia excedente. ción. D 439 300 barriles de combustóleo, 414 100 de gasolina, 215 500 de diese!, 211 500 de gas licuado, 43 600 de turbosina y 26 600 Restructuración de adeudos con entidad de queroseno. española y Alemania Federal Sector fiscal y financiero

Las exportaciones de crudo y produc­ En el marco de lo convenido con el Club tos petrolíferos y petroquímicos ascendie­ de París el 30 de mayo pasado, el Gobier­ Facilidades para repatriar capitales ron a 3 821.4 millones de dólares, de los no mexicano y la Compañía Española de cuales 55% (2 100 millones) correspondió Seguros de Crédito a la Exportación acor­ Para alentar el regreso de capitales deposi­ a Estados Unidos por la venta de 134.3 mi­ daron restructurar 200 millones de dólares tados o invertidos en el extranjero por per­ llones de barriles de crudo. D de deuda, informó la SHCP el 8 de agosto. sonas físicas residentes en México , la SHCP comercio exterior, septiembre de 1989 759

concedió facilidades administrativas para el ducción de diez puntos porcentuales en las trabajadores migratorios y el del narco­ pago del impuesto sobre la renta por los in­ tasas de interés para los créditos destinados tráfico. tereses y ganancias cambiarias que generen a la actividad agrícola. La nueva tasa es de (D. o., 2 de agosto). Los capitales deben ser 40% anual, retroactiva al 1 de agosto. Durante el encuentro se conmemoró el captados por instituciones bancarias o ca­ centenario de la Comisión Internacional de sas de bolsa, a las que se autoriza a retener Límites y Aguas México-Estados Unidos. Asi­ el impuesto sobre la renta pendiente de pa­ Estímulos para la venta de cerveza mismo, se adoptaron los siguientes acuerdos: go (5% del monto total si los recursos se y otras bebidas trasladaron fuera del país antes de terminar • Entendimiento para construir un nue­ vo puente fronterizo entre Zaragoza, Chi­ 1984, 3. 7% cuando hayan salido en 1985 En el D. o. del 30 de agosto se publicó un y ninguno si lo hicieron en años posterio­ acuerdo de la SHCP que confiere incentivos huahua, e Isleta, Texas. res). Cori ello se cubre, en definitiva, cual­ fiscales a los comerciantes de cerveza o be­ quier contribución omitida por los ingre­ bidas alcohólicas nacionales. Los estímulos • Acuerdo de cooperación para solucio­ sos pasados de dichos capitales. equivalen hasta a 100% del impuesto es­ nar el problema fronterizo de saneamien­ pecial sobre producción y servicios corres­ to en el río Bravo, en el área de Nuevo pondiente al comercio de esos productos. Laredo-Laredo. V Reunión Nacional de la Banca • Entendimiento para empliar el marco de cooperación y consulta bilateral. Los días 3 y 4 de agosto se realizó en Mon­ Ampliación del mercado terrey la V Reunión Nacional de la Banca. controlado de divisas • Acuerdo para eximir de impuestos a En el acto inaugural el presidente Carlos Sa­ los ingresos derivados de la operación del linas de Gortari destacó el papel de la ban­ En el D. o. del 31 de agosto apareció una tráfico internacional de barcos y aeronaves. ca en el proceso de modernización de la resolución del Banco de México por la que economía. Señaló que el sistema financie­ se incorporan en el me cado controlado de • Acuerdo sobre búsqueda y rescate ro deherá tener como principales ohjetivos divisas las provenientes de créditos otor­ marítimos. fortalecer el ahorro y alentar su permanen­ gados por organismos de cooperación fi­ cia, elevar su competitividad, ampliar la nanciera internacional, siempre que se apli­ oferta de servicios bancarios a mayores nú­ quen a pagos en el exterior. La disposición cleos de la sociedad, elevar la calidad de la entró en vigor un día después. O Reunión de Carlos Salinas de Cortan· atención a los usuarios, eliminar la regula­ con Marco Vinicio Cerezo Arévalo ción excesiva de la banca de desarrollo y aumentar su eficiencia como promotora del Los presidentes de México, Carlos Salinas desarrollo sectorial. de Gortari, y de , Marco Vinicio Relaciones c'on el exterior Cerezo Arévalo, se reunieron el 18 de agos­ Durante la reunión, el director del Ban­ to en la ciudad de Tecun Uman, Guatema­ co Internacional, Jaime Corredor Esnaola, la. En sus conversaciones los mandatarios fue nombrado nuevo presidente de la Aso­ JI/ Reunión de la Comisión Binacional intercambiaron puntos de vista sobre temas ciación Mexicana de Bancos para el perío• México-Estados Unidos bilaterales, regionales y mundiales. Asimis­ do 1989-1990. Como vicepresidentes fue­ mo recibieron el informe de Jos trabajos de ron designados Humberto Soto Rodríguez, El 7 de agosto se realizó en la capital mexi­ la rr Reunión de la Comisión Binacional, director general del Bancomext, José Juan cana la III Reunión de la Comisión Binacio­ realizada en Tapachula, , un día de Olloqui Labastida, director general de nal México-Estados Unidos, presidida por antes. Banca Serfin, e Ignacio Alcalá de León, di­ el titular de la SRE, Fernando Solana (Mé­ rector del Banco del Centro. xico), y el secretario de Estado, James Ba­ Al concluir el encuentro ambos manda­ ker (Estados Unidos). En el comunicado fi­ tarios destacaron la importancia del proce­ nal se subrayó la importancia del reciente so de concertación en América Latina ante Crédito de Banca Serfin acuerdo de restructuración de la deuda pú­ los desafíos que presenta la realidad en los a Fertimex blica externa de México con la banca co­ albores del siglo XXI. El comunicado con­ mercial, así como los avances de las políti• junto de la reunión reitera la decisión de Los titulares de Fertimex y Banca Serfin sus­ cas de desreglamentación y apertura comer­ ambos gobiernos de contribuir en los pla­ cribieron el 11 de agosto un acuerdo finan­ cial del Gobierno mexicano. Las delegacio­ nos bi y multilateral para fortalecer el pro­ ciero por 100 000 millones de pesos, los nes destacaron también algunos frutos de ceso de distensión en el ámbito mundial y cuales permitirán aumentar los niveles de los trabajos realizados conforme al Marco regional en pro de la paz y el desarrollo de producción de la empresa y apoyar con ma­ de Principios y Procedimientos de Consulta las naciones. En ese contexto, Salinas de yor amplitud la producción agrícola nacio­ sobre Relaciones de Comercio e Inversión, Gortari tomó nota de la proposición de Ce­ nal. No se dieron a conocer los términos entre los que sobresale un entendimiento rezo Arévalo de llevar a cabo una reunión del crédito. para eliminar barreras comerciales en un interamericana de jefes de Estado en el mar­ corto plazo. Tras reiterar qu.e los nexos bi­ co de la OEA. Al mismo tiempo, ambos pre­ laterales deben fincarse en el respeto mu­ sidentes expresaron su apoyo a ese orga­ Se reduce el r édito al campo tuo, coincidieron en la conveniencia de nismo por su labor de negociación ame los acrecentar el intercambio de información problemas de Panamá y afirmaron que la El Banrural anunció el 13 de agosto una re- acerca de problemas mutuos como el de los solución corresponde exclusivamente al 760 sección nacional

Zona libre en la frontera sur y apoyos del Bancomext

Por medio de un decreto publicado en exterior como motor del crecimiento ciará en moneda nacional, con tasas pre­ el D. o. del 22 de agosto se creó una zo­ económico e instrumento eficaz para ferenciales, las importaciones mexicanas na libre de 20 kilómetros a ro largo de elevar el nivel de vida de los mexicanos. que provengan de la región. El Gobier­ la frontera con Guatemala. El mismo día no federal destinará a ese Programa re­ se publicó otro decreto según el cual el Dijo que la actual estrategia de desa­ cursos hasta por 65 millones de dólares. área queda comprendida en el artículo rrollo concede una atención prioritaria segundo de la Ley del IVA, por lo que a los países con los cuales México tiene El Bancomext otorgará también asis­ el gravamen será en lo sucesivo de 6%. fronteras, de manera especial a los del tencia técnica para detectar las ofertas La zona incluye del municipio de Unión sur, con los que es preciso acrecentar los de exportación de esos países hacia Mé­ de juárez a la desembocadura del río Su­ lazos comerciales. La política de comer­ xico, así como asesoría sobre financia­ chiate en el océano Pacífico. cio exterior se propone, a su vez, apo­ miento y promoción del comercio ex­ yar a las regiones del país con posibili­ terior que les permita diversificar los Con ese motivo, tres días después tu­ dades para incrementar sus exportacio­ mercados para sus productos (mango, vo lugar en la ciudad chiapaneca de Ta­ nes, especialmente las no petroleras. En plátano, pescado y café, entre otros). pachula (comprendida en la nueva zo­ este aspecto, dijo, el Bancomext ofrece na libre) una reunión a la que asistieron su apoyo para incrementar el flujo co­ Agregó Soto Rodríguez que si los be­ Patrocinio González Garrido, goberna­ mercial entre esta región y los países neficios de la creación de la zona libre dor de Chiapas; Francisco Gil Díaz, sub­ centroamericanos. Subrayó que para han de fructificar con plenitud, es pre­ secretario de Ingresos de la SHCP ; Her­ que el comercio exterior sea duradero ciso un contacto directo con las comu­ minio Blanco Mendoza, subsecretario de debe brindar un beneficio recíproco; de nidades empresarial, agropecuaria y pes­ Comercio Exterior de la Secofi; Hum­ ahí que se hayan adoptado medidas pa­ quera regionales, por lo que anunció la berta Soto Rodríguez, directOr general ra impulsar las exportaciones mexicanas apertura de una gerencia estatal del Ban­ del Bancomext, además de productores y promover las importaciones prove­ comext en Tapachula, Chiapas. Esta me­ y empresarios regionales. nientes de América Central. dida facilitará a los productores de la re­ gión el acceso a los programas financie­ En su intervención el titular del Ban­ La razón es evidente, explicó, ya que ros y promocionales que la institución comext destacó las posibilidades y las es imposible mantener un flujo de ven­ tiene establecidos. Mencionó que las ac­ oportunidades que para el desarrollo de tas hacia esos países si subsiste y se acre­ tividades que se beneficiarán con esa la región ofrece esta apertura, gracias a cienta su déficit comercial. Por ello la es­ medida son la cafeticultura, la pesca, la la cual se promoverá el intercambio co­ trategia financiera y promociona! busca comercialización de productos perece­ mercial bilateral que redundará en un incrementar sus exportaciones y, en el deros y la adquisición de equipo dé mejor aprovechamiento del potencial mediano plazo, lograr un equilibrio di­ transporte. productivo local a la vez que contribui­ námico de la balanza comercial de Mé­ rá a elevar el bienestar de la población xico con esos países. La intervención concluyó con una re­ al incrementar las fuentes de abasto de ferencia a las medidas y los objetivos de numerosos productos en mejores con­ Con tal firr el Bancomext y la SHCP la actual política económica. En esta ta­ diciones de precio y calidad. (en el marco del Programa Integral de rea, afumó, la banca de desarrollo com­ Cooperación con los Países Centroame­ parte la responsabilidad de apoyar los Humberto Soto Rodríguez señaló ricanos) prepararon el Programa de Fi­ esfuerzos encaminados a impulsar el cre­ que esta decisión es congruente con lo nanciamiento de Importaciones Proce­ cimiento económico nacional y un de­ establecido en el Plan Nacional de De­ dentes de Centroamérica que, median­ sarrollo regional más equilibrado. El sarroUo 1989-1994, en donde se subra­ te el Programa de Financiamiento de Bancomext, indicó, se une a los esfuer­ ya el papel preponderante del comercio Importaciones Centroamericanas, fman- zos de Chiapas en este sentido. O comercio exterior, septiembre de 1989 761

pueblo panameño, en libre ejercicio de su Otros de los compromisos concertados • Programa de actividades de colabora­ soberanía y autodeterminación. Asimismo por los mandatarios en máteria bilateral ción entre la Secretaría de Salud y el IMSS coincidieron en señalar que urge la adop­ son: (México) y el Ministerio de Salud Pública ción de medidas concretas para convertir y Asistencia Social de Guatemala. a América Latina en zona de paz, desarro­ • Fortalecer la cooperac10n fronteriza llo y justicia. Con ese propósito, señalaron, en beneficio de los dos países. • Memorándum de entendimiento so­ es necesario reactivar el crecimiento eco­ bre transpones y telecomunicaciones. O nómico de los países de la región, fortale­ • Acuerdo para establecer un comité ti­ cer la democracia, proscribir las armas nu­ nacional sobre puertos y servicios fronte­ cleares mediante la plena vigencia del Tra­ rizos que coordinará conjuntamente la tado de Tlatelolco y definir los límites a las construcción, la operación, el manteni­ armas convencionales en la región compa­ miento y el mejoramiento de las instalacio­ Comunicaciones y transportes tibles con las respectivas necesidades de se­ nes portuarias en la frontera común. guridad. • Convenio de vigilancia en la zona ma­ Más inversión privada en rítima fronteriza para evitar infracciones de Mexicana de Aviación En el plano bilateral los presidentes exa­ pesca tanto en el mar territorial como en minaron el informe de la II Reunión de la la zona económica exclusiva. Para permitir un sano desarrollo de la Comisión Binacional y señalaron que los re­ Compañía Mexicana de Aviación que con­ sultados apuntan hacia una mejor relación tribuya a satisfacer la demanda futura de entre Guatemala y México. Respecto de las • Acuerdo para crear un grupo bilateral servicios aéreos e incorporar los avances de trabajo que estudiará la cooperación en relaciones económicas y comerciales bila­ tecnológicos de la industria aeronáutica, el materia de migración. terales, acordaron la inclusión de preferen­ 22 de agosto el Banco Internacional acep­ cias para nuevos productos en el acuerdo tó, en calidad de agente financiero del Go­ de alcance parcial, así como la ampliación • Establecer comités de seguimiento de bierno federal, la oferta de un grupo de in­ de cupos de importación en las preferen­ los acuerdos de la Conferencia Internacio­ versionistas para participar en la empresa cias arancelarias ya existentes. También nal sobre Refugiados Centroamericanos. mediante una aportación al capital de 140 acordaron el reordenamiento de la cuota millones de dólares. Con ello la participa­ de acceso de productos guatemaltecos a la • Acuerdo para combatir el narcotráfi­ ción accionaria gubernamental disminuyó zona libre de Quintana Roo; mantener la co y la farmacodependencia. de 50.1 a 40.05 por ciento, mientras que cuota de 100 millones de dólares para el ac­ 25% de los títulos quedó en poder de los ceso a la zona fronteriza de productos pro­ • Activar el Comité Consultivo creado nuevos socios y 34.95% en manos de ac­ cedentes de los países centroamericanos; por el Acuerdo sobre Cooperación para la cionistas minoritarios. El ofrecimiento in­ promover el Programa de Financiamiento Prevención y Atención en Caso de Desas­ cluyó un programa de inversiones por más para las Importaciones Centroamericanas y tres Naturales (firmado en Guatemala el 1O de 3 000 millones de dólares durante los el programa de trabajo 1989-1990 entre los de abril de 1987), y reiterar el propósito de próximos diez años, así como una valua­ importadores mexicanos, que prevén ac­ signar un acuerdo sobre cooperación en ca­ ción implícita de las acciones de 1.07 ve­ ciones para impulsar el comercio. Semen­ so de desastres originados por el volcán ces sobre el valor contable. Poco más de cionó también la conveniencia de realizar Tacna. 54% del capital adicional proviene de in­ programas de complementación industrial, versionistas nacionales, entre los cuales so­ mediante la instalación de empresas de Asimismo, al concluir la II Reunión de bresale el grupo Xabre, y el resto de varios coinversión en ambos lados de la fronte­ consorcios eXtranjeros encabezados por el la Comisión Binacional entre México y Gua­ ra; efectuar en forma coordinada un estu­ temala se firmaron los siguientes acuerdos: Chase Manhattan Bank. O dio de la oferta exportable guatemalteca orientada al mercado mexicano; firmar el Protocolo de Cooperación Económica y Fi­ • v Protocolo modificado del acuerdo nanciera (que contiene acciones concretas de alcance parcial. en apoyo al Gobierno de Guatemala e in­ Ecología y ambiente cluye estudios de preinversión, coopera­ • Programa de trabajo 1989-1990 entre ción técnica e inversión en áreas como ins­ la Secofi, el Bancomexr de México y el Mi­ talaciones portuarias, pesca, generación y nisterio de Economía, de Guatemala. Proyecto para rehabilitar transmisión eléctrica, conservación del am­ la selva de Quintana Roo biente, apoyo a la planificación de asen­ • Segundo programa de intercambio tamientos humanos y fomento de la pro­ cultural y educativo 1989-1991. Con un presupuesto de 30 000 millones de ducción agrícola, que serán financiados con pesos, los titulares de la SARH y la Sedue recursos del Acuerdo de San ]osé y ejecu­ • Acuerdo interinstitucional entre la y el Gobernador de Quintana Roo, pusie­ tados por empresas mexicanas); desarrollar SARH y el Ministerio de Agricultura, Gana­ ron en marcha el 1 1 de agosto un proyec­ y modernizar la infraestructura de los sec­ dería y Alimentación de Guatemala para es­ to para la restauración de 135 000 hectá­ tores de telecomunicaciones y transportes tablecer una Subcomisión Agropecuaria y reas de selva y sabana dañadas por un in­ aéreo y terrestre, así como continuar con Forestal México-Guatemala. cendio forestal, que duró varios meses en el programa de trabajo conjunto para defi­ esa zona. El propósito del programa es que nir medidas que contribuyan a fortalecer • Acta final de la reunión de la Subco­ en menos de diez años el área afectada que­ las relaciones en esos sectores. misión Agropecuaria y Forestal. de completamente rehabilitada. O 762 sección nacional

Definición de los términos y las condiciones de la renegociación de la deuda

El día de hoy en la ciudad de Nueva millones de dólares del crédito puente provee en forma multianual de recursos York, los representantes del Gobierno acordado el mes de julio pasado. Los re­ frescos necesarios para el desarrollo. de México encabezados por el subsecre­ cursos de este crédito otorgado por las tario de Asuntos Financieros Internacio­ autoridades monetarias de Estados Uni­ El paquete con la banca comercial cu­ nales, licenciado )osé Ángel Gurría, y el dos, por los demás bancos centr~es del bre cerca de 53 000 millones de dóla• Comité Asesor de Bancos concluyeron así llamado Grupo de los Diez (Estados res de la deuda de mediano y largo p_la­ la elaboración de la llamada Hoja de Tér­ Unidos, Japón, la República Federal de zos de México. Ofrece al país beneficios minos y Condiciones, que detalla los Alemania, el Reino Unido, Francia, Ca­ financieros netos por una cantidad de puntos del acuerdo con la banca comer­ nadá, Italia, Bélgica, Holanda y Suecia) entre 2 000 y 3 000 millones de dólares cial anunciado por el presidente de la y por el Banco Central de España a tra­ anuales, dependiendo del nivel de lasta­ República, Carlos Salinas, el 23 de julio vés del Banco Internacional de Pagos, sas de interés en los mercados interna­ pasado. La Hoja de Términos será envia­ adelantarán los beneficios del paquete cionales y de la combinación de dinero da por México a sus bancos acreedores negociado y se añadirán a las reservas fresco y reducción de deuda y servicio en los próximos días, e incluye la espe­ existentes del país, lo que fortalece la por la que opten los bancos. cificación de los detalles del acuerdo posición de las reservas internacionales anunciado por el Presidente de la Repú­ de México. blica el pasado 23 de julio. Reducción del principal El paquete financiero negociado con y los intereses el Comité Asesor de Bancos, junto con el financiamiento y los apoyos obteni­ El acuerdo señala que cada banco acree­ Crédito puertte dos por México de los gobiernos y de dor de México tendrá que comprome­ los organismos multilaterales, cumplen ter su cartera entre una o más de las tres El tiempo transcurrido en la negocia­ con los objetivos marcados por el Pre­ opciones básicas de reducción del prin­ ción de este documento corresponde a sidente de la República en materia de cipal de la deuda, de reducción de las lo programado y permite que durante la deuda externa y proveen la reducción tasas de interés y de aportación de re­ próxima semana México reciba 2 000 en la transferencia externa neta reque­ cursos frescos. rida para fmanciar el desarrollo del país. Como quedó explicado en su mo­ El Comité Asesor de Bancos señaló mento, en la primera opción México en Nueva York que el paquete financie­ emitirá bonos intercambiables por los Se reproduce el texto íntegro del comu­ ro acordado con México es el más com­ créditos vigentes con un descuento de nicado de la SHCP dado a conocer el 13 plejo e innovador jamás conjuntado en 35% a una tasa Libor + 13/16 o a una -de septiembre. La Redacción hizo peque­ los euromercados, ya que además de tasa comparable, en el caso en que los ños ajustes editoriales y agregó el titulo proporcionar una reducción considera­ bonos de reducción estén denominados y los subtítulos. ble y voluntaria de la deuda del país, lo en monedas distintas al dólar. En la se- comercio exterior, septiembre de 1989 763

gun

Porcicultura: algunas opciones

Blanca E. Suárez David Barkin *

Antecedentes tegral de la producción comercial en gran escala. Los peque­ ños productores obtienen contratos para encargase de la parte n México la producción y la organización de la porcicul­ más arriesgada del ciclo productivo, la cría de lechones, espe­ tura han experimentado grandes modificaciones. Al in­ cialización que les ha permitido sobrevivir e integrarse al pro­ Etroducirse nuevas tecnologías se convirtió en la rama pe- ceso de modernización. cuaria de mayor dinamismo. Las innovaciones afectan todas La modernización de la ganadería porcina ha formado parte las etapas del ciclo productivo, desde la inseminación artifi­ de los cambios en la estructura productiva del campo mexica­ cial hasta la preparación de raciones alimenticias. Los sistemas no y ha modificado las relaciones entre los sectores agrícola de trabajo y de producción han cambiado y este proceso ha y ganadero. La expansión de la porcicultura no puede expli­ alterado las estructuras socioeconómicas, de poder y de pro­ carse sin considerar el importante avance de ciertos cultivos piedad en las comunidades donde se concentra la actividad. Clave, los que ahora son insumas de los alimentos para el hato. Los cambios abarcan tanto las estructuras de producción pri­ maria como los patrones de consumo final. A medida que la porcicultura se transformó, se convirtió en una competidora directa de la producción agrícola para con­ En todo el país se desplaza a los pequeños productores con sumo humano. Tradicionalmente se alimentaba a los cerdos nuevos sistemas de producción. A partir de los años sesenta con desperdicios; en la actualidad la tecnología en boga exige los porcicultores con mayores recursos restructuraron la indus­ alimentos industrializados elaborados con granos, principal­ tria; vieron en la nueva tecnología un mecanismo para apo­ mente el sorgo, que desplazan a los cultivos para el consumo derarse de la industria mediante una organización casi fabril, humano. Aunque los animales no desplazan de manera di~ecta de gran escala de producción. No obstante, en algunas regio­ al recurso tierra, la competencia es aguda debido al crecimiento nes muchos pequeños criadores se han adaptado a las nuevas de la superficie dedicada a cubrir la importante demanda de condiciones. En estas circunstancias, las grandes empresas es­ alimentos para cerdos y aves. tán convirtiendo a la porcicultura de traspatio en una fase in- Los producto res tradicionales y las tendencias a su desplazamiento

• lnvestigadóres del Centro de Ecodesarrollo, A.C. El segundo autor a actividad porcícola tiene una larga tradición en el cam­ es, además, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco. L po mexicano. La llamada producción de traspatio se re­ produjo con el uso de desperdicios de alimentos (" escamo- comercio exterior, septiembre de 1989 765

cha") y de algunos esquilmos agrícolas. Este tipo de produc­ interesa es garantizar una mayor seguridad económica para ción ha sido común en casi todo el país. No había poblado el núcleo familiar, así como participar en el ciclo social de fes­ o ranchería que no contara con animales. Incluso en los alre­ tividades que permite a los campesinos el acceso ocasional a dedores de las grandes zonas urbanas persiste la que se po­ esa proteína animal. También representa una " alcanda", pa­ dría denominar porcicultura campesina, es decir, la cría en for­ ra disponer de recursos monetarios adicionales en tiempos de ma doméstica y familiar. Algunas unidades de mayor tamaño escasez . necesitan recolectar la escamocha en restaurantes y comedo­ res escolares e industriales. A pesar de su importancia cuantitativa, el productor de tras­ patio vive constantemente amenazado. Se enfrenta a un gran Es importante destacar que la producción de traspatio aún número de problemas productivos: bajos rendimientos, falta posee la mayor parte del hato de cerdos. Estimaciones oficiales de asistencia técnica, créditos escasos y caros, intermediaris­ (1985) destacan que dicho sistema abarca alrededor de 55 o mo en la comercialización, precios elevados de insumos y ba­ 60 por ciento del inventario nacional, disperso en zonas rura­ jas ventas. Además, los productores próximos a las zonas ur­ les y pequeñas poblaciones urbanas. 1 En contraste, se calcula banas tienen que acatar las reglamentaciones sanitarias, lo que (con dificultades, por la mencionada dispersión y la clandesti­ eleva sus costos. La creciente centralización de la actividad por­ nidad del sacrificio) que participa con 30% de la producción cina tiende a desplazar al pequeño productor. Además, su al­ de carne. ta dependencia de la tecnología y los créditos lo hace vulne­ rable a los cambios que se suscitan en el mercado financiero o del producto. El puerco de traspatio es de raza criolla, como el cerdo pe­ lón mexicano y el kuino de las costas. Es muy resistente a las enfermedades y se adapta al medio con gran facilidad. En con­ En la actualidad la porcicultura se encuentra en el umbral tados casos el pequeño hato está cruzado con razas importa­ de grandes y profundos cambios. Se puede escoger entre dos das. La producción y el cuidado queda en manos del núcleo caminos: intensificar el proceso de modernización concentrada familiar. El hato se constituye por un número pequeño de ca­ y centralizada o apoyar la actividad tradicional, que usa tec­ bezas, de uno a cinco vientres, y en algunos casos por un se­ nologías más adecuadas a la disponibilidad de los recursos de mental. El rendimiento promedio por hembra es de cuatro a México y a las necesidades de su población. En estos momen­ cinco lechones nacidos vivos y de una a una y media cama­ tos de crisis sería fatal permitir que la operación normal del das por año. Estas cifras son significativamente inferiores a las mercado y el control concentrado de los recursos económi• de una explotación comercial, pero los recursos empleados cos obligara a descartar la segunda opción. también son mucho menores.

En estas explotaciones la alimentación se basaba en los des­ perdicios domésticos en combinación con otros productos agrí• Posibles opciones colas propios de las distintas regiones. Ahora algunos criado­ res proporcionan alimento balanceado a los lechones durante 1 sorgo es el ingrediente principal del alimento balanceado las primeras semanas, hasta que alcanzan los 20 kilos; después Eque se usa en el nuevo estilo de producción porcícola. Entre los desperdicios son el alimento base, mientras llega el mo­ los problemas más relevantes que la expansión de los cultivos 2 mento de sacrificarlos. La regla general en este tipo de pro­ para consumo animal ha ocasionado a la sociedad mexicana ducción es el uso de desperdicios como alimento, sin ningún se encuentran: a) la proporción de la oferta nacional de gra­ control en el suministro de las raciones. Este problema se re­ nos para tal uso ha crecido de 6% a más de 32% en la década laciona con la naturaleza de estas explotaciones, vinculadas de los ochenta, y la superficie agrícola dedicada a la produc­ más al autoconsumo familiar o la venta en la localidad que ción ganadera ha subido de 5 a 23 por ciento d:= la total;3 b] a la acumulación característica de las granjas capitalistas. la sustitución del maíz por el sorgo como cultivo preferido en­ tre los agricultores se incrementó en muchas regiones tempo­ raleras del país; e] pese a la expansión de la superficie y de El cerdo engordado con escamocha tarda un poco más en los volúmenes de producción de sorgo, se sigue importando obtener el peso promedio para su comercialización que el cria­ una elevada proporción de materias primas para elaborar ali- do con alimentos balanceados. Esto se debe en gran parte a la falta de control de calidad y cantidad de los desperdicios. De este modo el animal permanece un período más largo en el anexo de la casa, hasta que esté listo para su venta o sacrifi­ 2. Una discusión más detallada de este tema se encuentra en D. Barkin y Blllie DeWalt, " La crisis alimentana mexicana y el sorgo", cio. Extender o reducir el período de la cría de traspatio no en Problemas del Desarrollo, vol. XVI , núm. 61 , Instituto de Investi­ representa un problema medular para el productor, pues éste gaciones Económicas de la UNAM, México. 1985. no se rige por el criterio de optimizar su ganancia. Lo que le 3. Al respecto véanse Billie DeWalt, " ' s Second Creen Re­ volution: Food for Feed", en Mexican Studies/Estudios Mexicanos, núm. 1, 1984, y David Barkin, " El uso de la tierra agrícola en México", en 1. Al respecto, véase Confederación Nacional Ganadera, México Problemas del Desarrollo, vol. XII , núm. 47/48, Instituto de Investiga­ Ganadero, núm. 303, México, julio de 1986. ciones Económicas de la UNAM, México, 1982. 766 sección nacional

mentos concentrados y, por último, d]la competencia nutri­ talistas. Empero, muchos criadores han logrado mantenerse cional entre la producción pecuaria y la de alimentos básicos dentro de la actividad al crear su propio nicho productivo. Al­ en el agro que propicia la sustitución de los cultivos. gunos productores muy importantes del Estado de México uti­ lizan no sólo alimento balanceado sino parte de los desperdi­ En su conjunto estos problemas han transformado al puer­ cios que se generan en los restaurantes del Distrito Federal y co de un animal que coadyuva a que los productores rurales el área metropolitana. 5 Así, desde hace varios años seis gran­ resuelvan sus problemas económicos y nutricionales propios jas ubicadas en Cuajimalpa han utilizado con muy buenos re­ y del país, en una nueva especie de animal, cuya producción sultados el sistema de alimentación con escamocha.6 Diaria­ compite con la alimentación humana. La carne de puerco se mente, varias camionetas recorren restaurantes y hoteles para ha vuelto la más cara de las comúnmente disponibles y su pro­ recoger el desperdicio de alimentos que éstos acumulan. En ducción contribuye a fomentar en mayor medida la polariza­ la granja se selecciona y se deposita en tambos para su alma­ ción del agro mexicano. cenaje. Si el producto es fresco, se proporciona de inmediato a los animales; si está cocido puede conservarse hasta tres días. Se calcula que diariamente se acopian diez toneladas de des­ Por lo anterior es imprescindible encontrar opciones que perdicios, los cuales, además de proporcionar alimento a es­ permitan diversificar la producción agropecuaria en beneficio tas granjas, se comercializan entre otros productores cercanos. de productores y consumidores. Es importante aumentar la pro­ Por ejemplo, en una de las granjas se engordaron 200 cerdos ducción de carne de cerdo, pero también reducir la compe­ en un período de cinco meses . En la primera etapa del creci­ tencia que supone para la producción de granos básicos. Esto miento (12 semanas) se necesitaron 32 tambos de escamocha se puede lograr utilizando tecnologías adaptadas a las condi­ a la semana (cada uno con 200 litros de capacidad); en la eta­ ciones ambientales y socioeconómicas del país . A continua­ pa de finalización (8 semanas) el pequeño hato consumió 44 ción se proponen las siguientes opciones y se presentan algu­ tambos semanales. Con esto cada animal alcanza un peso pro­ nos resultados de su aplicación. medio de 97 a 100 kilos, con una mortalidad de sólo 3% del total de animales en engorda. Los costos de alimentación fue­ ron considerablemente inferiores a los que se hubieran teni­ La producción de desperdicios caseros: do con el uso de alimento balanceado, además de una apor­ la escamocha o lazada4 tación social de enorme valor.

demás de la alimentación que tradicionalmente se da a Varios aspectos de esta experiencia podrían analizarse. Uno A los puercos, en algunas zonas del país también se acos­ es la producción de carne a costos inferiores a los prevalecien­ tumbra dejarlos sueltos en los rastrojos o proporcionarles los tes, lo cual la pondría al alcance de amplios grupos de la po­ productos que abundan en algunas épocas del año. Anterior­ blación que han quedado excluidos de su consumo. Otro punto mente el grano se empleaba como complemento, en pocas importante es el reciclaje y aprovechamiento de gran canti­ cantidades y sólo si había excedentes del mismo. De esta ma­ dad de desperdicios, los cuales se podrían utilizar como ma­ nera se mantenía un equilibrio ecológico: se aprovechaban los teria prima para elaborar otros alimentos; con esto, además, desperdicios domésticos y se utilizaban los recursos disponi­ se contribuiría a reducir los altos costos del tratamiento de de­ bles en la zona de explotación. Todavía hasta mediados de si­ sechos y la elevada contaminación que provocan en muchas glo esta forma de alimentación era común en la porcicultura ciudades del país y en particular en el Distrito Federal. Por úl­ mexicana (la avicultura presentaba características semejantes). timo, liberaría terrenos agrícolas para otros fines productivos. La incorporación del alimento concentrado y su tecnología co­ rrespondiente modificó los sistemas tradicionales. En el plano técnico, no hay consenso sobre las bondades de esta forma de alimentación. Algunos señalan que puede pro­ En la actualidad existe una marcada polarización de recur­ piciar grandes problemas sanitarios; otros arguyen que sería sos disponibles y de acceso a la tecnología, acompañada de un retroceso frente a los avances alcanzados en materia de ali­ una fuerte concentración del ingreso. Pueden permanecer mentación porcina y que han permitido a ciertos grupos ser aquellos productores calificados como eficientes y producti­ más tecnificados. No obstante, la experiencia de estas granjas vos, que alimentan y manejan su ganado conforme a las exi­ y otras en diversos países del mundo prueban que existen otras gencias de la nueva tecnología. En cambio, los productores opciones, y qu€ con alguna asistencia técnica y una adecua­ campesinos siguen alimentando a sus animales con escamo­ da administración podría mejorar la producción de muchos cha. Algunas zonas de Veracruz, , , el Estado campesinos y los consumidores tendrían acceso a este producto de México, Tabasco, Michoacán y Jalisco, producen cerdos a mejores precios. con este sistema.

5. Véase Rosario Pérez Espejo, Aspectos económicos de la porci­ La alimentación basada en la escamocha no es tan eficien­ cultura en México, 1960-1985, Instituto de Investigaciones Económi• te para producir carne cuando se mide mediante índices capi- cas de la UNAM, México, 1987. 6. El entrevistado señaló que hace 20 o 25 años empezó a engor­ dar cerdos utilizando principalmente escamocha; actualmente tam­ 4. Término usualmente utilizado en el Sureste de México. bién produce pie de cría. comercio exterior, septiembre de 1989 767

Cabe destacar que no se trata aquí de presentar el uso de restaurantes, comedores obreros y otros, y 40% de desechos la escamocha o ladaza como un descubrimiento que va a re­ agrícolas. Las pruebas para medir la respuesta animal mues­ solver el problema de la producción de carne de cerdo. Se pre­ tran que los desperdicios producidos en Cuba compiten favo­ tende rescatar y modernizar una práctica tradicional de los rablemente con los concentrados, si se contabilizan los'diver­ campesinos que se está menospreciando y que quizá con cier­ sos beneficios sociales y económicos que implica reciclar los tas modificaciones aportaría gran beneficio a un amplio sec­ desechos y prescindir de los cultivos de alimentos animales.8 tor de porcicultores.

Además de los desperdicios, también es frecuente encon­ trar en los mercados más importantes del país considerables Otras fuentes volúmenes de desechos producto de las ventas diarias. Diver­ sos especialistas en la materia han destacado que éstos pue­ n México existen otros medios para obtener alimentos a den utilizarse como esquilmos en la alimentación animal/ Se Epartir de diversos productos y subproductos. Aunque al­ estima que tan sólo la Central de Abasto del Distrito Federal gunos no se han evaluado completamente, su aprovechamien­ produce cerca de 250 toneladas diarias de desechos, que per­ to debe ser una prioridad para abatir costos y enfrentar la ac­ mitirían alimentar diariamente a casi 12 000 cerdos. Esta op­ tual competencia entre los animales y los grupos social es ción representa un recurso alimenticio de muy bajo costo, ade­ mayoritarios. más de que contiene elementos nutritivos adecuados para el desi}rrollo de los animales, pues los esquilmos se componen de frutas y legumbres. La yuca es una de las plantas con más perspectivas como posible sustituto de los granos en la alimentación de cerdos. Es originaria del trópico húmedo, se puede utilizar el tubércu­ lo y el follaje, y suministrarse fresca o en harina.9 La yuca es La experiencia de Cuba en la alimentación fuente de carbohidratos y de energía que pueden sustituir las del ganado porcino · propiedades de los granos.

acia finales de los setenta los cubanos tuvieron que sa­ Los experimentos hechos en algunas zonas del Sureste H crificar casi la totalidad de su hato por un brote de afto­ muestran el gran potencial de esta planta.10 México cuenta sa porcina; pero, a pesar de que no usaron granos como base con 11 O variedades nativas que se han probado con buenos para la alimentación porcina, lograron recuperar y exceder los resultados. La yuca se puede cosechar desde los 8 hasta los anteriores niveles de suministro de carne de puerco. Una de 12 meses, cuando alcanza su máximo desarrollo, tanto en ca­ las soluciones encontradas para alimentar al ganado porcino lidad como en peso, y logra buenos rendimientos (79.8 ton/ha., fue procesar los desechos de alimentos, así como los residuos con la variedad México-59). Se pueden intercalar otros cu lti­ de las cosechas y de la pesca . Eso ha contribuido a ampliar vos como el frijol. Así, el campesino podría cosechar frijol su ­ la disponibilidad de comida para los cerdos, a la vez que a ficiente para su alimentación y para enviar al mercado en tan­ controlar la contaminación por basura y la competencia por to espera los ocho meses que requiere el desarrollo de la yuca. el sustento.

Los experimentos indican que la planta, sobre todo en es­ Desde 1963 se comenzaron a comercializar los desperdi­ tado fresco, tiene buena palatabilidad para los animales. Para cios procesados para la producción de cerdos: No obstante, producir un kilogramo de carne de cerdo se necesitaron 3. 97 los estudios sistemáticos sobre la composición química, el va­ kg de sorgo; de harina de yuca, 4.34 kg y -de producto fres­ lor nutritivo y la optimización de la tecnología de fabricación co, 3.88 kg. 11 Así, en el Sureste de México el cultivo de la industrial de los desperdicios se iniciarían diez años más tar­ planta ofrece una posibilidad real para desarrollar la porcicul­ de. En 1969 se diseñaron las primeras plantas procesadoras de tura en esa región; incluso se podría impulsar el cultivo para desperdicios, que se instalaron en las áreas próximas a los cria­ abastecer de alimento a las zonas próximas. Se estima que "la deros. A finales de 1980, Cuba contaba ya con 22 plantas en todo el país. Debido a que la disponibilidad de desperdicios era insuficiente para sostener una adecuada expansión del hato, se consideró necesario usar miel final de caña, la cual se mezcló 8. Esta sección se basa en los siguientes artículos: j. Espejo et al., "Producción de carne de cerdo con la utilización efectiva de dese­ con agua y materia seca de acuerdo con las necesidades die­ chos alimenticios y nuevos productos no convencionales" , y "Pro­ téticas. La composición del alimento es 60% de desechos de ducción porcina a partir de desechos de la alimentación humana y residuos agrícolas o de la pesca", ambos en Nutrición Porcina, Notas de Estudio, núm. 1, Instituto de Investigaciones Porcinas, Cuba, 1984. 7. Al respecto véanse D. Mayén y j. A. Quarón, " Desechos de mer­ 9. Rubén Loeza, " Ingredientes alimenticios tropicales para cerdos" , cado para cerdos", en Sfntesis Porcina, vol. 3, núm. 9, México, 1984, en Porcirama, vol. 11 , núm. 1, México, 1986. y la entrevista al Director General del Instituto Nacional de Investiga­ 10. Véase " La yuca, sustituto del sorgo en alimentación de cer­ ciones Pecuarias (INIP) que apareció en Síntesis Porcina, vol. 3, núm. dos", en Agrosíntesis, vol. 11 , núm. 1, México, 1980. 7, México, 1984. 11./bid. 768 sección nacional

producción de alimentos concentrados a partir de materias pri­ la supervivencia, hasta el aire y los desperdicios de la activi­ mas tropicales como la yuca, que fermentada con mohos y dad humana; el más trágico de estos despilfarros, por su mag­ cultivada en cerca de 500 000 ha. de suelos ácidos bien dre­ nitud, es el de personas y energía humana a raíz del peculiar nados del golfo de México, puede sustituir cerca de dos millo­ modelo de progreso técnico que padece. La porcicultura no nes de toneladas de mezcla de sorgo y soya (que requieren se diferencia de las demás actividades salvo en dos aspectos de mayor superficie en zonas céntricas) para elaborar alimen­ de suma importancia: históricamente, el puerco era una fuen­ tos empleados en la engorda de cerdos y también de aves". 12 te de riqueza para los grupos humildes y un instrumento de saneamiento ambiental. Ahora es otro mecanismo de polari­ zación y contaminación. Esta transformación dramática de la porcicultura es resultado de su incorporación como otra acti­ Comentarios finales vidad más de acumulación. Aún es tiempo de revertir esta ten­ dencia. n México la sustitución de sistema; de alimentos ha pro­ Evocado el desplazamiento del ma1z por el sorgo en casi dos millones de hectáreas de las mejores tierras graneras del Es evidente que se podría construir un modelo distinto pa­ país . Como resultado se ha privilegiado a los productores con ra producir cerdos, que pudiera contribuir a fortalecer y enri­ recursos propios o acceso al crédito. Durante muchos años quecer la economía nacional. El cambio en el enfoque tecno­ han faltado granos, haciéndose necesario importarlos. La cría lógico requeriría de un reconocimiento de la necesidad de de puercos también ha cambiado: los productores seleccio­ reorientar la investigación hacia la selección genética de ani­ naron las razas criollas, como el pelón mexicano y el kuino, males que combinaran algunas de las bondades de la alta pro­ por su productividad, resistencia y adaptabilidad a las condi­ ductividad de las razas mejoradas con la resistencia de las crio­ ciones nacionales; ahora se prefiere a las razas puras como la llas, produciendo nuevos animales capaces de reproducirse York y la Duroc. Empero, a cambio de su pureza y mayor pro­ en las condiciones que predominan entre los productores me­ ductividad, los porcicultores deben tomar grandes precaucio­ xicanos. Las modificaciones genéticas también tendrían que nes con sus instalaciones y manutención, ya que son mucho tomar en cuenta otro objetivo primordial del nuevo modelo: más susceptibles a enfermedades y malestares que sus primos aprovechar los desechos para reducir la contaminación am­ criollos. Los beneficiarios de estas innovaciones son los pro­ biental y los costos reales dé la porcicultura. veedores de los pies de cría, los productos veterinarios y los equipos necesarios para el nuevo proceso. Empere, los cambios más importantes son los que permi­ ten devolver el control de la producción a los pequeños pro­ Para el consumidor los nuevos procesos han ocasionado ductores. Las innovaciones que han permitido surgir a las gran­ cambios importantes. La carne de puerco se ha vuelto progre­ des granjas fabriles que abundan por ejemplo en La Piedad, Michoacán, y en , , han provocado que los sivamente más cara que la de res en beneficio de empresas productos porcícolas queden fuera del alcance de la pobla­ productoras de carne y sus derivados. No se trata de negar la Ción. No sólo están controlados por grandes grupos económi• gran variedad de productos que éstos ofrecen, pero sí de re­ cos que por ello ganan en varias de las facetas del mercado; conocer su costo para el presupuesto familiar y, sobre todo, también han elevado innecesariamente el precio del produc­ para la sociedad. to en nombre de la eficiencia y la modernización. El Gobier­ no, mediante sus inversiones en la investigación y sus políti• El nuevo proceso productivo ha traído consecuencias de cas de fomento agroindustrial, ha acelerado la imposición de gran envergadura para el ambiente, pues los puercos han de­ este. patrón de desarrollo concentrado y caro. jado de consumir grandes cantidades de desechos orgánicos. También, los agigantados galerones donde ahora se estabulan El país está inmerso en la peor crisis económic'a:de la épo­ son fuente de contaminación de ríos y lagunas, con terribles ca moderna. El desmoronamiento del mercado interno y de consecuencias para la salud humana en los distritos de riego las fuentes de trabajo productivo han tenido profundas con­ circunvecinos, pues el agua contamina y deposita parásitos en secuencias para todos los grupos de la sociedad. La evolución frutas y verduras. La producción de carne ahora agudiza los de la porcicultura en Méxi-::o ha correspondido a un modelo problemas de degradación ambiental en vez de contribuir a de desarrollo económico poco apropiado para las necesida­ aminorados. des de los tiempos venideros. Es apremiante fortalecer la ca­ pacidad de los pequeños productores para retomar una posi­ México es un país en desarrollo que se da el lujo de des­ ción importante de la producción rural. Con la profundización perdiciar grandes volúmenes de recursos que en otros países de la crisis es más obvia la irracionalidad de los sistemas pro­ se reutilizan. El fenómeno se repite en todos los ámbitos, des­ ductivos que excluyen y desaprovechan algunos de los recur­ de los recursos del subsuelo y el agua limpia requerida para sos más valiosos del país. La tarea prioritaria en la situación actual es movilizar estos recursos humanos y sociales para 12. Con relac ión al tema, Gustavo Vin iegra ha desarrollado impor­ aumentar la producción y mejorar las condiciones de vida de tantes trabajos, entre los que destaca " La biotecnología en la indus­ las mayorías. En la porcicultura, esto requiere una reconfor­ tria alimentaria", en Prospectiva de la biotecno/ogía en México, Con­ mación de los procesos productivos en un modelo más acor­ sejo Nacional de Ciencia y Tecnología, México, 1985. de con la realidad nacional. O Comercio Ex terior , vol. 39, núm. 9, México, septiembre de 1989, pp. 769-T7 4

La coordinación fisca y los ingresos estatales

M a. Emilia jannetti Díaz*

Antecedentes revertir esa tendencia, pues sus efectos positivos han desa pareci­ do y las necesidades actuales so n dife rentes . Sin embargo, en nin­ n las últimas décadas se ha observado en los sistemas fede­ gún caso se pu ede plantea r un a redistribución de competencias rales una tend encia ge neralizada a la centralización. Entre fisca les como una división rígida de las fuentes de ingreso entre Eo tros fac to res, ell o se debe a la importancia creciente de la la federac ión y los estados. Hay que tomar en cuenta que tanto rac io nalidad técnico-administrati va, así como al objetivo de la uni­ aq uéll a como éstos comparten fun ciones y responsab ilidades de formidad nac ional. En el ca mpo de las relac iones fi sca les inter­ gasto. Por ello es conveniente evolucionar hac ia un federalismo gubern amentales di versos autores coinciden en que el Gobi ern o cooperat ivo y una integrac ión cada vez mayor de las hac iendas central está mejor capacitado que las autorid ades estatales para públicas po r medio de las transferencias intergubern amentales de recolectar con eficiencia los impuestos. Avalan de esta manera recursos .3 la tend encia a centrali zar los gravá menes. 1 Dos preocupac iones fundamenta les fu eron objeto de la ma­ En M éxico, durante los años veinte y treinta, se bu scó privil e­ yor atención durante los años veinte. Por ).ln a parte, darl e pro­ giar la unidad nacional antes qu e otros objetivos . Durante el ré­ gres ividad al sistema impositivo por medio de un impuesto direc­ gimen del ge neral Láza ro Cá rd enas se conso lidó el ce ntrali smo to. As í, a mediados de la década se creó el ISR, que en pocos años con la creación de dive rsas instituciones y con la fundac ión del elevó notablemente la reca udación federal. Por otra, terminar con Partido Nacional Revo lucionari o. La política fi sca l fortaleció el po­ la anarquía impositiva y eliminar la concurrencia de impuestos der central debido al papel del Gobi ern o federal en el proyecto federales y estatales sobre una fu ente de ingreso . Con este fin se de desarroll o del país. Se conce ntró el ejercicio de fun ciones y se ñaló la necesidad de des lindar jurisd icciones tributari as. Cada del gasto público y, pa ralelamente, al centrali za r los ingresos pú­ grava men debía corresponder a una sola autoridad enca rgada de blicos se intentó terminar con la anarquía impositiva. Si lacen­ definirlo, administrarlo y reca udarlo, así como de usufructuar su tralización ayudó en su momento a conformar el Estado nac io­ producto. Aunque no había ex peri encia suficiente ni se conocía nal, 2 en la prese nte década se ha hecho patente la necesidad de el rendimiento exacto de muchos tributos, delimitar competencias aparecía como objetivo primordial. Las inercias hicieron difícil con­ form ar una coordinación intergubern amental y concretar la dis- 1. Robin Boa dway y David Vild as in , Pub/ic Sector Economics , Little, Brown and Co mpany, Boston, 1984, pp . 504-518. 2. Véase Lorenzo Meyer, " Un te ma añejo siempre actu al: el ce ntro y las regiones en la hi storia mexica na", en Descentralización y dem ocra­ • Sec retari a Ejecuti va del in stituto Nac ional de Administrac ión Públi­ cia en M éxico, Ce ntro de Estudi os Inte rnacionales de El Colegio de Méxi­ ca , A:C. Las opiniones ex presadas en este trabajo son estri ctamente co, México, 1986, p. 32. perso nales . 3. Sobre el federali smo cooperativo véase Mo rton Grodzins, Th e A me­ rica n System, Tra nsaction, New Jersey, 1984, pp. 60 y ss. 770 coordinación fiscal e ingresos estatales

tribución de facultades. La mayoría de las recomendaciones de convirtiera en una facultad exclusiva de la federación . A pesar las convenciones nacionales fiscales de 1925 y de 19334 queda­ de las protestas, el ISIM se aplicó de manera general en todo el ron en el olvido, sin aplicación. país desde 1973. ·

Durante esos años el sistema tributario federal estaba en pro­ Durante los años treinta y cuarenta el campo fiscal de la fede­ ceso de organización y se hallaba inmerso en el crítico clima ración se amplió, sobre todo por medio de los impuestos espe­ económico de la posguerra. Las relaciones federación/estados se ciales a las grandes industrias. Entre otros, se reservaron para la dieron, primordialmente, mediante "participaciones" en ambos federación los correspondientes a la producción de gasolina, mi­ sentidos. Los estados entregaban una "contribución federal", o sea, una proporción de los gravámenes recaudados. A manera de nería, petróleo y energía eléctrica. Al tiempo que se fueron fede­ ral izando estos impuestos, se establecieron participaciones a los estímulo económico, algunas entidades podían obtener exencio­ estados sobre la recaudación de los mismos a fin de resarcirlos nes parciales a esta contribución, siempre que suscribieran acuer­ de la pérdida económica que significó derogar sus tributos y acep­ dos de coordinación con la federación. La relación fiscal federa­ tar la primacía del Gobierno federal. Por medio de este proceso ción/estados era elemental e inmediata; lo más importante era las entidades perdieron facultades tributarias. Se argumentaba que, distribuir la recaudación entre las dos instancias de gobierno. 5 El por la importancia nacional de las materias gravadas, éstas de­ sistema de coordinación tardaría muchos años en desarrollarse. bían ser competencia exclusiva de la federación. No se intentaba Paulatinamente se establecieron ciertas reglas que buscaban so­ vulnerar la soberanía de las entidades ni ir contra el régimen cons­ bre todo evitar conflictos entre los estados y entre éstos y la fede­ titucional, sino servir a los fines supremos de la nación . Se afir­ ración. maba que el fortalecimiento económico de la federación no im­ Los impuestos al comercio y a la industria eran un terreno es­ plicaba el debilitamiento de los estados sino que, al contrario, 6 pecialmente anárquico (existían más de 300 gravámenes parale­ debía fundarse en el desarrollo previo de éstos. Los efectos po­ los) , pues las entidades los defendían con vehemencia, al consi­ sitivos de la federalización fueron uniformar la tributación e in­ derarlos un campo ·exclusivo de su jurisdicción. En los años crementar la recaudación. En términos generales, las participa­ cuarenta retomó fuerza la búsqueda de un mecanismo para uni­ ciones a los estados fueron mayores que lo que éstos hubieran 7 formar la legislación sobre el impuesto general al comercio y a recaudado localmente. la industria. En la Tercera Convención Nacional Fiscal, en 1947, se sugirió la desaparición del Impuesto Federal del Timbre y de Por medio de este proceso se solucionó la anarquía y la con­ los impuestos estatales sobre el comercio y la industria y se pro­ currencia, se amplió el campo fiscal del Gobierno federal y se re­ puso la creación de un gravamen general sobre las ventas, cuyo dujo, en contrapartida, el de las entidades. rendimiento se repartiría entre los tres niveles de gobierno (fede­ ral , estatal y municipal). Esa recomendación se concretó con el Al final de los años cuarenta, y por la influencia de las reco­ Impuesto Sobre Ingresos Mercantiles (151M) . Del 3% recaudado mendaciones de la Tercera Convención Nacional Fiscal, el siste­ por este gravamen, 1.8% era para la federación y 1.2% para los ma impositivo se modernizó. Se elevó el monto de lo recaudado estados y municipios, que podían aceptarlo si firmaban un conve­ con el ISR, se sustituyó el tributo del timbre por el 151M y, en 1949, nio, o rechazarlo. Cuando se creó el 151M no se habló de asignar­ durante el sexenio del presidente Miguel Alemán, se derogaron lo de manera exclusiva a un nivel de gobierno sino de concertar las contribuciones federales. Esto, que significó un sacrificio en tasas coordinadas. Se desechó la idea de delimitar competencias los ingresos de la federación, se hizo a fin de beneficiar a las eco­ y se optó por desarrollar la coordinación por medio de conve­ nomías de los estados y municipios. De manera similar, después nios. Se prefirió el concepto de armonizar el sistema tributario de amplias deliberaciones, en 1953 se creó una Comisión Nacio­ 8 por medio de la coordinación al de otorgar a cada nivel guberna­ nal de Arbitrios, aunque su influencia nunca fue relevante. mental fuentes propias.

Aunque en 1970 sólo la mitad de las entidades lo había acep­ Resurgimiento del interés por la tado, es posible afirmar que el 151M fue el primer paso en la cons­ coordinación fiscal trucción de un sistema de coordinación fiscal que eliminara el problema de la imposición múltiple. Entre las entidades que no urante los años setenta surgió de nuevo la preocupación se habían adherido estaban el Estado de México, Nuevo León, D por reformar la política y la administración fiscales, integrán­ jalisco, Veracruz y Chihuahua. Consideraban que las exenciones dolas al marco del desarrollo regional. La discusión en torno a és­ de impuestos locales a la industria favorecían el desarrollo de és­ te se asoció a la de las desigualdades interestatales y a la de la ta en sus territorios y que eran un instrumento importante de pro­ excesiva concentración en la zona metropolitana de la ciudad de moción. A partir de la reforma fiscal de 1973, cuando la tasa del México. Se consideró que el gasto de inversión era el instrumen­ 151M se elevó de 3 a 4 por ciento, se vieron presionados a coordi­ to por excelencia para redistribuir el ingreso entre las regiones narse, no sin quejas por parte de algunos de ellos. Argüían que del país. La crítica al desarrollo estabilizador incluyó un replan­ los impuestos a la industria y al comercio eran una fuente de re­ teamiento de la cuestión regional así como un renovado interés cursos importante y temían que la imposición de los mismos se por la coordinación fiscal.

4. La 1Conv ención Nacional Fiscal se realizó en 1925 y fue co nvoca­ 6. Eduardo Bustamante, "Los sistemas tributarios de los estados", en da por el pres idente Calles; la segunda fue en 1933, en el gobierno de Revista de Economía, vol. XII I, núm. 9, Méxi co, septiembre de 1950, p. Abelardo Rodríguez. 126. 5. Instituto Nacional para el Desarrollo Técn ico de las Haciendas Pú­ 7. SHCP, La hacienda pública, obra de la Revolución, México, 1964, blicas (lndetec), Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, Guadalajara, p. 28. México, agosto de 1986. 8. Eduardo Bustamante, op. cit. , p. 124. comercio exterior, septiembre de 1989 771

CUADRO 1

Origen de los ingresos estatales; 1970-7985 (Millones de pesos; 7978 = 700) Ingresos Derechos, productos y Otros totales Impuestos % Participaciones % aprovechamientos % lngresos1 % 1970 23 897.3 10156.3 42.5 2 270.2 9.5 S 590.7 23.4 S 880.1 24.6 1971 26 226.6 11 303.6 43 .1 3 304.5 12 .6 S 178.5 19.7 6 440.0 24.5 1972 32 433.6 12 973.4 40.0 3 697.4 11.4 6 582.4 20.3 9 180.4 28 .3 1973 39 361.6 13 894.4 35.3 7 754.1 19. 7 7 836.5 19.9 9 876.6 25.1 1974 42 075.0 11 968.8 28.4 8 751.6 20.8 8 382.3 19.9 12 972.3 30.8 1975 48 545.6 12 738.6 26.'2 10 728.1 22 .1 7 153 .7 14.7 17 925.2 36.9 1976 54 083.3 13 619.7 25.2 14 446.9 26.7 9 052.2 16.7 16 964.5 31 .4 1977 59 588.7 14 462.9 24.3 16 116.3 27.0 12 226.8 20.5 16.782.7 28.2 1978 69 898.0 17 463.0 24.9 17 212.0 24.6 11 889.0 17.0 23 334.0 33.4 1979 85 261.4 21 603.2 25.3 21 166.6 24.8 12 420.5 14.6 30 071.1 35.3 1980 114 359.6 10 349.6 9.1 49 500.3 43 .1 17 387.1 15.2 37 122.6 32.5 1981 135 025.1 7 468.0 5.5 65 342 .0 48.4 17 590.8 13.0 44 624.3 33.0 1982 120862.9 6 746.0 5.6 56 543.0 46.8 18 864.6 15.6 38 709.3 32.0 1983 117 127.7 S 031 .6 4.3 61 927.3 52.9 14 542.8 12 .3 35 626.0 30.4 1984 130181.1 2 553.3 2.0 67 976.5 52.2 17169.4 13.2 42 481.9 32 .6 1985 126 349.0 2 159.9 1.7 62 022.6 49.1 17 767.9 14.1 44 398.6 35.1 l . Inc luye del:lda pública, ingresos por cuenta de terceros, disponibilidades y cuentas de orden. Fuentes: INEGI, Finanzas públicas estata les y municipales, 1970-1982, 1975-1984 y 1976-1985, SPP, México, noviembre de 1984, octubre de 1985 y enero de 1988, pp. 17, 17 y 23, respectivamente, y el Índice Nacional de Precios al Consumidor, base 1978=100, del Banco de México.

La federación y los estados se coordinaron de manera paulati­ hasta entonces insa lvable problema de la concurrencia, evitan­ na en lo referente a la recaudación, la administración y el usu­ do que los estados duplicaran los impuestos federales. Se discu­ fructo de diversos impuestos, como ei iSR para causantes menores tió incluso la conveniencia de establecer un sistema tributario na­ y para aquellos sujetos a bases especiales de tributación, el im­ cional que quedara consagrado en la Constitución . Existía la idea puesto sobre tenencia y uso de vehículos y el que gravaba la pro­ de crear un catálogo de gravámenes vigentes y suspendidos así ducción y venta de bebidas alcohólicas. como un código tributario único, junto con la derogación de mu­ chos tributos estatales y municipales. A fin de cuentas se querfa Desde mediados de la década se propuso un proyecto de ley hacer más transparente el régimen fiscal, simplificando y unifor­ de coordinación fisca l que sustituyera a la de 1953 y que estable­ mando procedimientos y criterios y armonizando el monto y la ciera un "convenio tipo" de coordinación ya que, al ex ist ir con­ mecánica para la distribución de las participaciones entre los venios diversos, la sit uación era heterogénea y basada en la ca­ estados. pacidad de negociación de cada entidad.9 Se consideró que la obligación federal de otorgar participaciones debería quedar asen ­ tada en una ley y no sólo en los convenios. El proyecto de la nue­ Debido al funcionamiento del IVA (el contribuyente presenta una so la declaración en la casa matriz; en el ISIM se declaraba va ley suscitó preocupación por la futura evolución de las partici­ y pagaba por establecimiento agudizando su efecto "en casca­ paciones y de los impuestos estatales . De manera similar, los da") las participaciones a los estados no fueron ya impuesto por trabajos preparatorios para el establecimiento del IVA causaron inquietud y discusiones entre las entidades y la SHCP. Ésta seña­ impuesto sino que pasaron a ser una prop'Órción del monto total laba que el objetivo era modificar las normas del sistema de par­ de los ingresos tributarios federales. Con este procedimiento se ticipaciones -pasar de un sistema de cuotas a uno de porcenta­ eliminaron las distinciones entre los impuestos participables y no jes-, pero que se aseguraría que los estados recibieran igual o participables y entre los exclusivos y concurrentes. Con el esta­ mayor monto de ingresos. Con el nuevo sistema se buscaba, en­ blecimiento del IVA se derogó la mayoría de los impuestos esta­ ta les indirectos, lo que significó una disminución en la capaci­ tre otras cosas, evitar que los recursos participables se siguieran dad impositiva de las entidades (véase el cuadro 1) . El Gobierno deteriorando, ya qu.e la proporción de éstos en la recaudación federal había descendido. Para tal efecto, en 1980 el fondo gene­ federal se comprometió a resa rcirlas por las pérdidas de recauda­ ción que sufrirían al entrar en vigor el nuevo sistema, y amplió ra l de participaciones del nuevo sistema se constituyó como un porcentaje fijo (13% en ese entonces) de los ingresos federales las funciones de los estados en cuanto a la administración del nue­ totales, al cual se adicionaron montos de recursos equivalentes vo impuesto. a los impuestos estatales que se eliminaron. Con la federalización de los gravámenes los estados intervi­ Con el nuevo sistema se perseguía, además, terminar con el nieron más en su administración. Para fortalecer la coordinación fiscal se restringieron las funciones de las administraciones tribu­ 9. Roberto Hoyo, " Principios re ctores de una nu eva ley de coo rdina­ tarias regionales de !a federación (órganos desconcentrados). Hay ción fisca l", en Gobierno del Estado de Tabasco, VIII Reunión Nacional que hacer notar que esta evolución, que continúa hasta hoy, plan­ de Tesoreros de las Entidades Federativas y Fun cionarios de la SHCP. M e­ tea el riesgo de reducir el papel de las entidades a meras admi­ moria, Villahermosa, Tabasco, México, 1975. nistradoras al servicio del Gobierno federal. Es importante no sólo 772 coordinación fiscal e ingresos estatales

ampliar las funciones administrativas de los estados, sino también CUADRO 2 la transferencia de facultades propias y autónomas de imposición, así como abrir la posibilidad de que colaboren en la función nor­ Relación entre las participaciones a las entidades federativas, mativa , la que hasta ahora ha sido facu ltad exclusiva de la fede­ el Presupuesto de Egresos de la Federación ración. y la inversión pública federal (Millones de pesos; 7978= 700) La Ley de Coordinación Fisca l y la del Impuesto al Va lor Agre­ Presupuesto de Inversión gado entraron en vigor en 1980. Egresos de la pública Participaciones Federación 1 federa l (7) (2) (3) 7/2 (%) 7/3 (%) El sistema nacional de participaciones ---- 1977 16 116.3 790 582 164 632 2.0 9.8 y la descentralización 1978 17 212.0 870 775 215 821 2.0 8.0 1979 21 116.6 990 521 265 441 2. 1 7.9 n 1983 se consideraba que se había ll egado a una etapa cru­ 1980 49 500.3 1 192 255 325 638 4.1 15.2 1981 cial de la reordenación integral. Se estimaba asim ismo que 65 342.0 1 444 600 396 91 o 4.5 16.5 E 1982 56 543.0 1 816 458 334 665 3. 1 16.9 la delimitación tributaria tenía que estar estrechamente asociada 1983 61 927.3 1 385 636 227 781 4.5 27.2 a la política de descentralización, es decir, que la transferencia 1984 67 976.5 1 305 100 205 360 5.2 33.1 de mayores recursos debía estar vinculada a la as ignación de ma­ 1985 62 022 .6 1 153 754a 201 145a 5.4 30.8 yores responsabil idades de gasto. Buscar una re lación directa entre 1. Comprende tanto las as ignac iones para el sector centra l como las del participaciones y responsabilidades es una idea añeja que no ha sector paraestata l controlado (montos ejercidos). logrado concretarse caba lmente. a. Montos autorizados. Fuentes: José López Porti llo, informes de gobierno 1978-1982, anexo pro­ Se necesita un enfoque integral de las finanzas regionales pa­ gramático 11 -A; Miguel de la Madrid, informes de gobierno ra asegurar que la libertad para uti li zar recursos propios y partici­ 1983-1985, anexo sobre política económica y política regiona l; pados sea compatible con la delegación de responsabi lidades de INEGI, Finanzas públicas estatales y municipales, 1975-1984 y gasto. Hay que recordar que la inversión federal constituye la ma­ 1976-1985, SPP, México, octubre de 1985, y enero de 1988, pp. yor fuente de recursos de las entidades. Al comparar los montos 17 y 23, respectivamente, y.el Índice Naciona l de Precios al Con­ sumidor, base 1978= 100, del Banco de México. de aquélla con las participaciones se observa la relevancia de la primera (véase el cuadro 2). Ciertamente el Gobierno federal cum­ ple un papel primordial en la creación de la infraestructura del país , razón que justifica la preeminencia de la inversión federal Se arguyó que el mérito dei iSR era precisamente globalizar el in­ ·respecto a otros instrumentos. Sin embargo, a diferencia del sis­ greso de los contribuyentes . Si se trasladaba, no se podría acu­ tema de coordinación en el ingreso tributario, en materia de gas­ mu lar el ingreso, el sistema perdería progresividad; se fracciona­ tó no se ha determinado la proporción de recursos federa les que ría el domicilio fisca l, se perdería el registro federa l de causantes se transferirá de manera sistemática a las entidades, por ejemplo con clave única y se propiciaría una mayor evasión al dificultar mediante el Convenio Único de Desarroll o. En 1983, el postu­ el control sobre los contribuyentes. Con este cambio só lo se be­ lado de la descentralización de la vida nacional implicaba que neficiarían 12 entidades que concentraban 90% de la recauda­ el incremento de los ingresos locales iría en para lelo con la trans­ ción y recibían só lo 60% de las participacionesn ferencia de nuevas responsabilidades, como en los casos de la descentralización de la educación y de la sa ludw Otra· propuesta abogaba por el tras lado del IVA, cuya recau- . dación se concentraba en ciertas entidades debido a las reglas La esencia del federalismo implica no só lo dar mayores recur­ del domicil io fisca l. A diferencia Jel ISR, ese impuesto podría tras­ sos a los estados si no que cada nivel de gobierno cuente con fa­ pasarse sin grandes complicaciones administrativas o económi• cu ltades de tributación propias. Autonomía impositiva significa cas puesto que, como los estados ya lo estaban administrando, la facu ltad de la entidad para utilizar ciertos instrumentos tributa­ existía la infraestructura necesaria para ell o. Se argumentó que rios conforme a sus propios criterios y de acuerdo con su política el IVA no era progresivo (como el ISR) sino proporcional, y por de desa rro llo. La descentralización puede enfocarse desde dos el lo podría pensarse en fragmentar su base, declarándolo por es­ ángu los. Por un lado, es necesario garantizar al poder locaJ ·un tablecimiento y no por casa matriz. Hay que recordar, sin em­ campo irreductible de competencias. Por otro, es necesario fo- bargo, que la uniformidad conseguida con el IVA había permiti­ 1 mentar la colaboración de los distintos sectores de la administra­ do elevar la recaudación por encima de lo que se obtenía con ción pública y de los d iversos niveles de gobierno. el 151M y los tributos estatales al comercio y a la industria.

A fin de ampliar el campo impositivo de las entidades, a prin­ La SHCP arguyó que cambiar el domicili o fisca l alteraría la es­ cipios del régimen del presidente De la Madrid hubo propuestas tructura y la filosofía del impuesto, ocasionando problemas en para tras ladar facultades de la federación hacia las entidades. Se Jos acreditamientos y las devoluciones cada vez que se involu- sugirió asi mismo que el ISR pasara a ser un impuesto estata l. La SHC P d io motivos de peso que desa consejaban dicho traspaso. 11. SHCP, Posibilidad de transferencia de/ Impuesto sobre la Renta co­ mo fuente de ingresos parcial o total para los estados. Memoria , SHCP, 1 O. Yolanda de los Reyes , " Descentralización de la educación " , y Ma. México, pp. 83-107, citado en Dolores Acevedo, La coordinación fisca l Emilia jannetti, " Descentralización de los servicios de sal ud" . en Descen­ entre la federación y los estados, el caso de M éxico (tesis de licenciatu­ tralización y democracia en México, El Colegio de México, México, 1986, ra), Centro de Estud ios Intern ac ionales de El Colegio de México, México, pp. 171 -203 . 1987, p. 11 7. comercio exterior, septiembre de 1989 773

erara a va ri os estados. De hec ho se ría aceptar la reaparición de nacional de participaciones y de la Ley de Coordinación Fiscal de un impuesto en cascada. Además del problema de la coordin a­ 1980. En 1970, 42 .5% de sus ingresos provino de los impuestos ción interestatal, el traslado sólo beneficiaría a tres entidades (e l estata les; 23.4% de los derechos, productos y aprovechamientos; Distrito Federal, Nuevo León y el Estado de México), en las que las participaciones federales representaron só lo 9.5% y otros ·in­ la recaudación del IVA superaba a las participaciones. Sería ne­ gresos de diversa índole significa ron 24.6% (véase el cuadro 1). cesa ri o crear un fondo de nivelac ión, lo que plantearía el proble­ En 1985 la situación había cambiado de tal manera que sólo 1.7% ma de quién lo administraría y de cómo se conformaría.12 provino de los impuestos estata les, mientras que las participacio­ nes pasaron al primer sitio, representando 49.1% de los ingresos En 1983 se analizaron las ve ntajas y los inconveni entes de re­ totales. La contribución de los ingresos por derechos, productos distribuir las competencias fiscales. Parecía importante estable­ y ap rovechamientos bajé; a 14.1% y el de otros ingresos a 35 .1 % cer nuevas bases y principios para un eq uilibrio diferente de fa­ del total. Cabe seña lar, sin embargo, que los ingresos totales de cultades entre las tres instancias de gobierno. Se quería restablecer los estados se incrementaron 11 2% en términos reales en un lap­ una relación directa entre las autoridades estata les y los causa n­ so de ocho años, al pasa r de 59 588. 7 millones de pesos en 1977 tes, y se consideraba que era más legítimo que el dinero público a 126 349 millones en 1985 . Su evolución fue más dinámica que se empleara donde se ge neraba. Los impuestos estata les proba­ la de la inversión pública federal, que aumentó 22% en términos blemente alentarfan el esfuerzo tributario y mejoraría la adm i­ reales de 1977 a 1985, y que la del Presupuesto de Egresos de nistración de los mismos. Se discutió as imismo la posibilidad de la Federación (46%). La evolución comparada de estos rubros transferir algunos gravámenes y de dejar que el sistema nacional muestra la preocupación creciente por dotar de mayores recu r­ de participaciones fuese exclusivamente compensatorio. Se pro­ sos a las regiones del país (véanse los cuadros 1 y 2) . puso entonces el tras lado deiiSR, el IVA o bien de algunos otros impuestos : el especial sobre producción y serv icios, sobre adqui­ En la XV Reunión Nacional de Funcionari os Fiscales de 1983 sición· de inmuebles, sobre erogaciones por ren umerac ión al tra­ algunos apoyaron la idea de que la coord inación fisca l se consa­ bajo personal, sobre autos nuevos, y sobre tenencia y uso de ve­ grara en una reform a constitucional bajo el concepto de " ingre­ hículos. so compartido" , que implicaba la creación de un fondo común y único de recursos para todos los niveles de gobierno. Ese ingre­ Si n embargo, por razones que a continuación se enumeran, so privilegiaría el aspecto de sol idari dad nacional e implicaría el se concluyó que era mejor perfeccionar el sistema actual de par­ reconocimiento constitucional de que las participaciones son un ticipaciones que redistribuir las competencias tributarias. Se dijo derecho de la mayor importancia de las entidades federativas. El que sustituir las participaciones por la recaudac ión de un solo tri­ sistema entonces se perfeccionaría sin pensar ya en una nueva buto no sería favorable para la mayoría de las entidades sino que, distribución de competencias fiscales. La discusión se centraría por el contrario, perjudicaría a un buen número de ellas . Traspa­ en torno a la colaboración adm inistrativa entre las instancias d e sar algunos impuestos implicaría crear un mecanismo compen­ gobierno. Ante esta propuesta, que finalmente no tuvo seguimien­ satori o paralelo, lo que plantearía el problema de su reglamenta­ to, sólo el representante del Estado de México arguyó que no era ción, manejo y control. La legislación debería seguir siendo federal posible consagrar en la Carta Magna el sistema de participacio­ con objeto de preservar la uniformidad que tanto tiempo y traba­ nes porque se perdería el carácter estrictamente contractual de jo había costado alcanzar. Por otra parte, si la federación ced iera la coordinación. Paralelamente in sistió en la necesidad im perio­ algunos impuestos no tendría manera de resarcirse por lo que de­ sa de redistribuir las competencias fiscales entre los tres niveles jara de percibir, lo que plantearía otro problema. de gobiern o.13

Las discusiones apuntaron en el se ntido de fortalecer el siste­ Los funcionarios fisca les concluyeron que por el momento era ma de coordinación vigente, el cual , además de uniformar la re­ más oportuno perfeccionar los mecanismos de la coordin ac ión ca udac ión, ha dado estabilidad a los ingresos de los estados. En fisca l que pensar en redistribuir las competencias impositivas. Se la federación y las entidades ex iste cierto temor de que un cam­ afirmó que la coordin ac ión era también un instrumento redistri ­ bio en el régimen fiscal altere bru scamente la cuantía de sus in ­ butivo del ingreso nacional. gresos. Ambas partes parecen tener interés por obtener rec ursos ad icionales con el sistema vigente. En la actualidad no es raro que la necesidad de efectivo se imponga a consideraciones de orden programático o político. La administración fiscal en los estados

El objetivo cen tral del sistema, la uniformidad, implica que la na opción para perfeccionar el sistema e incrementar la re­ legislación y la normatividad se emitan en el ámbito fede ral. La U caudación es ¡;¡ u mentar la eficiencia de la administración fis­ ley deberá seguir siendo federal y su interpretación uniforme. Hay ca l. Como en 1986 hubo un descenso en la recaudación real que record ar que en el sistema nacional de participaciones se dis­ - incluyendo la más importante, la deiiVA-, se hizo patente la tribuye entre los estados el monto reca udado por todos los tribu­ necesidad de incenti var la administración de los impuestos coordi­ tos federales, incluyendo el ISR. nados premiando el esfuerzo recaudatorio. Después de estud iar diversas recomendaciones al respecto, en 1987 el Gobierno fe­ La conformación de los ingresos de las entidades fede rat ivas deral decidió otorgar a las entidades 35 % del excedente de una ha variado notablemente a partir del estab lec imiento del sistema meta de recaudación del IVA. La base sería la mayor que hubiera alca nzado la entidad , en términos reales, entre 1983 y 1985, dis-

12. SHCP, Consideraciones en torno al proyecto sobre la viabilidad de transferir e//VA a las entidades federativas. M emoria, SHCP, pp. 159-167, 13. SHCP, Conclusiones y acuerdos de la XV Reunión Nacional de Fun­ citado en Dolores Acevedo, op. cit. , p. 117. cionarios Fiscales. Memoria, M éxico, agosto de 1983. 774 coordinación fiscal e ingresos estatales

minuida 10%. Con este mecanismo se buscó que el esfuerzo re­ la s reuniones de estos órganos han sido fundamentales para el caudatorio de los estados se reflejara de inmediato en sus per­ desa rroll o del sistema de coordinac ión así como una insta ncia in­ cepciones. 14 El descenso en la recaudación rea l de 1986 fue un sustituible de comunicación entre los dos ámbitos de gobiern o indicador de que la administración tributaria no estaba rindien­ y de intercambio de experi encias administrativas. Han sido va­ do los frutos esperados. Si las entidades administ raran graváme­ liosos ca nales de comunicación, pero no son probablemente el nes propios y no delegados, su esfuerzo fisca l se ría tal vez signifi­ ca uce más adecuado para suge rir modificaciones en la estructu­ cativamente mayor. Lejos de rechazar sus tareas administrativas, ra del sistema ni para arbitrar las inconformidades entre los es­ las entidades han demandado que se amplíe el marco de la ad­ tad os. Por su ca rácter deliberativo no tienen la fa cultad de impo­ ministración coordinada y que se in crementen las facultades que ner sus decisiones ni a la federación ni a las entidades. Las acciones ti enen en los tributos que manejan. El objetivo a largo plazo se ría que obli ga n a las partes coordinadas derivan de las leyes tributa­ que un so lo ámbito de gobierno administrara los gravá menes, eli­ rias aprobadas por el Gobierno federal y por los estados así co­ minando paulatinamente la duplicidad de las administrac iones fis­ mo de los convenios firmados entre ellos. Por su parte, el Ejecuti­ ca les regionales (federales) y las tesorería s locales; esto repercuti­ vo federa l tiene la responsab il idad de atenuar las desigualdades ría en un sistema de recaudac ión más eficiente y menos costoso. entre las entidades y de actuar en favor de las más débil es. En Quedaría por resolver el problema de la eva luación de dicha ad­ este sentido sí se explica y justifica la mediación de la SHCP. minist rac ión. Para la federación es conflictivo apreciar el desem­ peño recaudatorio de los estados. Es recomendabl e conformar Con objeto de mitigar las diferencias entre los estados, junto un mecanismo de evaluación conjunta en el que participen la con el Fondo General de Parti cipac iones se creó el Fondo Fin an­ SHC P y los estados a fin de evitar fri cciones. Se ría un mecanismo ciero Complementario, que se distribuye a la inversa de las parti­ por el que los estados generaran su propio procedimiento de se­ cipaciones per cápita que cada entidad obtiene. En la presente guimiento y control. década se han sugerido y estudiado diversas opciones para dis­ tribuir los fondos. Se ha propuesto, por ejemplo, que el Fondo Para afinar el funcionamiento del sistema e incrementar la re­ General de Participaciones se distribuya con base en la población ca udación es indispensa ble dar tiempo y recursos a las entida­ y el potencial recaudatorio (medido en términos de la participa­ des. Aunque la situación varía en cada estado, en términos gene­ ción de la entidad en el PIB). En lo que toca al Fondo Fin anciero rales se carece de información estadística y de análisis cuantitativos Complementario, se ha propuesto que se reparta de acuerdo con que rindan cuenta, por ejemplo, del costo y las repercusiones que el inverso de la suma de la inversi ón federal y de las participaciones tendrían las propuestas que hacen las entidades en la s reuniones per cápita. Parece pues importante revisa r los coeficientes de los nac ionales de funcionarios fisca les o en las de su Comisión Per­ fondos, lo que implica rá un proceso difícil de negociación y con­ manente. En numerosas ocasiones sus recomendac iones de ca m­ certación ,entre las entidades debido a la mencionada diferencia bios al sistema de participaciones no pasan de se r ideas ge nera­ de intereses. Los montos por distribuir son pequeños. Frente a les que, por falta de datos y de suficiente capacidad técnica, no la mag nitud de las necesidades de los estados, hay consenso en­ llega n a concretarse en proyectos viables, cuantificados y progra­ tre ell os so bre la importancia de incrementar los porcentajes de mables. la reca udación tributaria federal para conformar dichos fondos; el Fondo Fin anciero Complementario só lo representa alrededor Otro aspecto del sistema que se podría perfeccionar es que de 1% de la recaudación total de la federac ión. En los últimos los estados establecieran un procedimiento de arbitraje de dife­ años las participaciones totales que ésta otorga a las entidades rencia s para evitar que la SHCP desempeñe ese papel. En efecto, no han representado más de 5.4% del presupuesto federal total · es difícil conseguir acuerdos entre las entidades. Surgen diferen­ ni más de 30.8% de la inversión pública federal total, aunque es cias cuando se disc ute la manera de integrar y distribuir los fo n­ necesario destaca r que las participaciones han ido incrementan­ dos del sistema de participaciones, ya que cada estado sugiere otor­ do su importancia relativa (véase el cuadro 2). gar más peso a la variable que más le beneficiaría (PIB, esfuerzo fiscal, poblac ión, potencial económico, etc.) . Si partimos de la En la presente época de crisis es difícil pensar en in crementar base de que lo que unas pudieran obtener de más, otras lo per­ los fondos. Las sec retarías globalizadoras tratan de programar el derían -pues el fondo a repartir es fijo-, es cas i imposible lograr gasto y de imponer condiciones de control macroeconómicas . Al un conse nso. Es so bre todo respecto a la asignación del IVA en­ depender en gran medida de las participaciones, las entidades que­ tre los estados donde se ge neran las mayores tensiones y diferen­ dan expuestas a que se les retenga un porcentaje de lo que debe­ cias.1 5 Si ese impuesto se declarara por establecimiento, además rían recibir para que la federación pueda hacer frente a una dis­ de lograr una vinculación más estrecha entre el ca usa nte y la auto­ minución de sus ingresos. As í suced ió en 1982 y 1985 cuando ridad fisca l, probablemente se eliminaría un foco importante de se redujo el Fondo General de Participaciones en 3 y 10 por ciento, tensiones. De cualquier manera parece importante contar con una respectivamente. 16 Aunque en 1985 la Comisión Permanente de instancia para arbitrar las diferencias. No es probable que ésta sea Funcionarios Fisca les planteó la necesidad de contar con mayo­ la posición de las reuniones nac ionales de funcionarios fiscales res recursos, dejó de lado sus peticiones como muestra de so li ­ o las de su Comisión Permanente. Al contrario, una instancia de daridad con la política de auste ridad del Gobierno federal. Poco arbitraje debería estar conformada por agentes electos popular­ se puede hacer ante la escasez de recursos que se padece, ya que mente y no por órganos técnicos que están más bien enfocados no es aconsejable;crear más impuestos o derechos o elevar las a disc utir asuntos de organización y administración. Ciertamente cuotas de los ya existe ntes. El aspecto objetivo de la escasez de recursos dificulta fo rtal ecer a las entidades federativas e invita a descubrir otros cam inos para continuar fomentando la descen­ 14. SHCP, " Exposición de motivos de la iniciati va de ley que estable­ tral ización y el desarrollo regional. O ce, reforma, ad iciona y de roga diversas disposiciones fiscales" , en El Mer­ cado de Valores, año XLVII , núm. 6, México, 9 de febrero de 1987, p. 134. 15 . lndetec, op. cit., pp. 41 y 55. 16. Dolores Acevedo, o p . cit .. p. 112. comercio exterior, septiembre de 1989 775

Sección attnoamert• • a na

ciar importaciones y los onerosos pagos de caron los productos elaborados, lo cual PRODUCTOS BÁSICOS la deuda externa. La minería aporta alrede­ permitió elevar el ahorro de materiales, re­ dor de 3% del PIB global de la región, pe­ ducir los costos y mejorar la calidad. El cre­ América Latina y el mercado ro aún se encuentra poco diversificada y ciente potencial de la oferta de los metales mantiene un débil encadenamiento hacia debilitó todavía más la demanda, cuya evo­ internacional de metales adelante en los procesos productivos (con lución en los ochenta quedó a la zaga del no ferrosos las excepciones de Brasil, México y acaso avance económico de las naciones desarro­ Perú) 2 lladas. A diferencia del pasado, en ellas los Tradicionalmente América Latina ha ocu­ índices del consumo de metales por unidad pado un lugar prominente en el mercado El mercado internacional de metales no de crecimiento del PIB tendieron a ser me­ internacional de productos mineros, sobre ferrosos ha tenido un comportamiento si­ nores. Otra de las razones de este cambio todo en la oferta de metales no ferrosos. milar al de otros productos básicos. Duran­ fue la disminución del peso relativo del sec­ De 1984 a 1988 la región aportó 3 7. 1 % de te los primeros tiempos de la posguerra, el tor industrial en esas economías, con el co­ la extracción mundial de plata, 23.6% de consumo aumentó de forma espectacular rrelativo aumento de la relevancia de los la de cobre, 23.5% de la de estaño, 21.6% al calor del auge estadounidense, la recons­ servicios. Más aún, como condición y re­ de la de bauxita, 15.8% de la de cinc y trucción europea y la pujanza general de la sultado de la modernización productiv_a, las 13. 1% de la de plomo. 1 También persistie­ industria manufacturera. El crecimiento de nuevas ramas industriales más dinámicas ron, sin embargo, su escasa participación la demanda, empero, perdió vigor en los (electrónica, química y las de tecnología de en el consumo y la secular vulnerabilidad setenta ante el menor dinamismo de la eco­ materiales, entre otras) tienen un consumo de la minería latinoamericana frente a los nomía mundial y los esfuerzos de revalori­ de metales menos intensivo que las ante­ avatares externos·. Aun cuando los esfuer­ zación de las materias primas. Tras la pri­ riores (como las industrias metálicas bá­ zos de industrialización sustitutiva acrecen­ mera gran alza del petróleo en octubre de sicas).4 taron el uso y la transformación de los me­ 1973 , 'los países desarrollados buscaron re­ ducir sus requerimientos de productos bá­ tales en la región, gran parte de la produc­ Las políticas proteccionistas y las estra­ sicos importados mediante el ahorro y un ción minera latinoamericana todavía se tegias de abastecimiento de los países in­ aprovechamiento más eficiente. En el ca­ exporta a países desarrollados para finan- dustrializados influyeron, desde luego, en so de los metales no ferrosos se fomentó el desempeño del comercio mundial de me­ además el uso de materiales sucedáneos, así tales no ferrosos. Las barreras arancelarias, 1. Los datos que se utilizan en es te trabajo como la máxima reutilización de los recur­ las limitaciones cuantitativas y otras restric­ provienen principalmente de los informes anua­ sos, el control racional de los inventarios ciones no arancelarias obstaculizaron con les de la American Bureau of Metal Statistics lnc., y la búsqueda de pautas geopolíticas de frecuencia las exportaciones de las nacio­ de los cuales el más reciente es Non Ferrous Me­ abastecimiento más seguras.3 tal JJata 1988, New Jersey, 1989, 149 pp. Aun­ nes en desarrollo ya afectadas por el dete­ que la bauxita no es propiamente un metal, se rioro estructural de la demanda. Tanto las Como trasfondo de esas políticas res­ considera por ser el mineral del que proviene el tendencias hacia el exceso relativo de la trictivas, los avances tecnológicos y los aluminio. América Latina también es importan­ oferta, como el predominio de los princi­ nuevos diseños industriales impulsaron im­ te productora de oro, fierro y níquel, entre otros pales consumidores en el mercado, se re­ metales. portantes cambios en los patrones de con­ flejaron en el comportamiento de los pre­ sumo de metales no ferrosos. Las inno­ cios. Aunque desde fines de 1987 se apre­ vaciones en las ramas consumidoras achi- cia cierto repunte en las cotizaciones de los Las informaciones que se reproducen en esta metales no ferrosos, en la mayoría de los sección son resúmenes de noticias aparecidas 2. BID, Progreso económico y social en Amé­ casos todavía son muy inferiores a las de en diversas publicaciones nacionales y extran­ rica Latina. Informe 1983 (Recursos naturales), jeras y no proceden originalmente del Ban­ Washington, 1983, p. l. co Nacional de Comercio Exterior, S.N.C., 3. CEPAL, Minería y comercio internacional 4. UNCTAD, Estudio sobre productos bási­ sino en los casos en que así se manifieste. en América Latina, México, marzo de 1988, p. 3. cos, 1986, Nueva York, 1987. 776 sección latinoamericana

comienzos del decenio. En esta nota se exa­ ponderación durante ese lapso fue de 4.4% tina subió de 13.3 a casi 14 por ciento y la mina el desempeño reciente de la produc­ en .promedio, aunque empezó a declinar de los países desarroll ados lo hizo de 46 a ción y el consumo regionales de dichos me­ desde 1988), así como la ampliación de la 47 .8 por ciento. La expansión de la capaci­ tales, así como los aspectos más sobresa­ capacidad extractiva de México, que incre­ dad refinadora en Chile y Perú fue un factor lientes del mercado internacional y de la mentó de 2.3 a 3.2 po r ciento su contribu­ determinante en esa evolución regional 7 participación en él de América Latina. ción a la oferta mundial del metal rojo.

De 1980 a 1987 las diez principales em­ • Plomo Presencia regional en la presas cupríferas latinoamericanas elevaron su producción minera en unas 656 000 ton. producción La producción mundial en mina sufrió en Más de 40% de este aumento se debió al los ochenta un ho ndo estancamiento que auge de la Corporación del Cobre (Codel­ A lo largo del presente decenio se elevó se acentuó, entre otras razones, por los de­ co) de Chile, empresa que colocó en el mer­ la participación de América Latina en la crecientes usos de plomo en recubrimien­ cado unas 278 000 ton adicionales de co­ oferta mundial de metales no ferrosos, ex­ tos y la elaboración de aleaciones 8 Duran­ bre y alcanzó un volumen de producción cepto en la de bauxita, cuya explotación te el quinquenio 1984-1988 el volumen anual de casi 1.2 millones de ton; entre las declinó, sobr{' todo en la cuenca del Cari­ anual medio de la extracción mundial de minas chilenas con más altos rendimientos be, al tiempo que creció con rapidez en plomo fu e de 3.43 millones de toneladas, sobresalieron El Teniente, Chuquicamata, Australia. No obstante el desfavorable en­ 17 0 000 Andina y El Salvador6 La creciente parti­ inferior en unas al de comienzos torno económico, también se amplió la ca­ del decenio. En América Latina la produc­ cipación de Perú en el mercado mundial del pacidad del área para transformar los me­ ción minera tuvo un comportamiento muy cobre se fincó, a su vez, en la maduración tales extraídos (salvo en el caso del plomo). irregular y su participación media en la pro­ de proyectos para ampliar la capacidad pro­ En este renglón persistieron, sin embargo, ducción mundial fue de 13. 1% durante ese ductiva emprendidos en la segunda mitad enormes disparidades nacionales pues los lustro, en tanto que la de los países indus­ de los setenta. En el período 1980-1987 la adelantos se concentraron en Brasil, Méxi­ trializados fu e de 46.7%, la del bloque so­ Southern Peru Cooper Corp. , principal em­ co, Venezuela, Perú y Chile. Asimismo, sub­ cialista de 29.9% y la de otras naciones en presa cuprífera del país y filial de la trans­ sistió la alta proporción de los minerales desarrollo de 10.3%. Ante la ausencia de nacional estadounidense American Smelting con escaso valor agregado exportados por nuevas inversiones, los inestables avances and Refining Corp., mantuvo en promedio la región. Los países desarrollados, en cam­ de la producción minera latinoamericana y sin grandes variaciones una producción bi0, mantuvieron el predominio en la refi­ ·del metal pesado se sustentaron en el ma­ anual de 254 000 ton. Otras de las princi­ nación y el consumo de metales no ferro­ yor aprovechamiento de la capacidad ins­ pales empresas que contribuyeron al avan­ sos. En las páginas siguientes se describe la talada (particularmente en México y Perú , ce de la extracción regional fu eron las chile­ participación en el último lustro de Améri­ países que aportaron alrededor de 85% de nas Compañía Minera La Disputada, Mantos ca Latina en el comercio de cobre, plomo, la extracción regional). Blancos y la Empresa Nacional de Minería, cinc, estaño, bauxita y plata, en la cual se así como la brasileña Caraina Metais que en aprecia la asimetría entre el potencial regio­ A diferencia de la explotación cuprífera 1984 inició operaciones en gran escala. Las nal de extracción en mina y el de valoriza­ -que se concentra en unas cuantas gran­ empresas mexicanas Compañía Minera de ción de los recursos. s des empresas, la mayoría de propiedad Cananea, Compañía Fresnill o y Mexicana estatal-, en la de plomo abundan las me­ del Cobre tuvieron un desempeño irregular dianas y pequeñas empresas del sector pri­ y transitaron del crecimiento en los primeros vado. Con todo, más de 75% de la produc­ • Cobre años del decenio a un franco estancamien­ ción minera regional proviene de seis: la to en 1986 y cierto repunte desde 1987. Durante el quinquenio 1984-1 988 la pro­ Metalúrgica Mexicana Peñoles, la Centro­ ducción en mina de la región creció a un min (peruana), la Industrial Minera México, ritmo promedio anual de 2. 5%, superior al El papel de América Latina en la fundi­ la Compañía Fresnillo (mexicana), la Peña­ de la extracción mundial (1 .5%), cuyo vo­ ción y refinación de cobre es menos des­ rroya (filial brasileña del consorcio euro­ lumen ascendió a unos 8.69 millones de to­ collante. De 1984 a 1988 la región aportó africano homónimo) y la Compañía Mine­ neladas en 1988. Merced a ello, en ese lap­ alrededor de 18 % de la oferta mundial de ra Aguilar (argentina). En cuanto a la elabo­ so la participación de América La tina en la cobre fundido, en tanto que más de 40% ración de plomo refinado, en el decenio correspondió a los países desarrollados, extracción total pasó de 22.6 a 23.8 por pasado América Latina aportó cerca de 9% ciento (cerca de nueve puntos más que a 23% al bloque socialista y el restante 19% de la producción mundial, pero tal contri­ principios de los setenta). En este avance a naciones en desarrollo de Asia y África . bución descendió a 7% en el quinquenio fue decisiva la expansión de la minería cu­ En ese lapso la producción regional de fun­ 1984-1988. En este lapso 61 % del metal pe­ prífera de Chile, primer país productor del dición marchó a un ritmo mayor (2.4% sado refinado se obtuvo en los países in­ orbe, que elevó su aportación a la extrac­ anual) que el de la producción mundial dustrializados, 25.6% en los del área socia­ ción mundial de 15.5% en 1984 a 17 % en (1 .7% ). El comportamiento de la produc­ lista y 6.4% en las demás naciones en de­ 1988. También contribuyó la entrada en ción latinoamericana de cobre refinado fue sarrollo. Aun cuando la participación de plena operación de algunos yacimientos en más favorable, pues en dicho período au­ Est,ados Unidos permaneció en alrededor Perú (séptimo productor mundial, cuya mentó a un ritmo anual de 4.1% , mientras que la oferta mundial lo hizo a uno de 1. 1%. Así, la participación en ésta de América La- 7 . CEPAL , op . cit., p. 12. 5. Banque Sudameric, La Amérique latine et 8. Instituto Mexicano del Zinc, Pl omo y Co­ les princzpaux metaux non jerreux, Études Éco­ productOs, A,C. , Boletín Informativo, enero­ nomiques, núm. 2, París, 1985, p. 4. 6. !bid, p. 1 1. diciembre de 1987, México, 1988, p. 11. comercio exterior, septiembre de 1989 777

de 18%, durante esos años se afianzó co­ gistrada en Perú desde mediados del de­ ranapanema y Bera do Brasil del Grupo mo el mayor generador de plomo refina­ cenio. Brumadinho, la participación de América do. México, principal productor latinoame­ Latina en la producción mundial de esta­ ricano, mantuvo una contribución de 3.3% ño primario refinado aumentó de 18.1% en en la oferta mundial respectiva9 • Estaño 1984 a 21.9% en 1988; la producción del bloque socialista lo hizo de 19.S.a 20.6 por El comportamiento reciente del mercado ciento; la de los países industrializados pa­ • Cinc internacional del estaño aún muestra las só de 12.5 a 15 por ciento y, por último, huellas de la severa crisis que en octubre la de las naciones en desarrollo de Asia y A lo largo de los ochenta la extracción mun­ de 1985 motivó el derrumbe de los precios Áfr:ca se redujo de 49.9 a 42.5 por ciento. dial aumentó en forma moderada (1. 5% en y, como secuela, el cierre de numerosas mi­ Como se aprecia, a diferencia del caso de nas en países tan diversos como Bolivia, el los otros metales no ferrosos, la mayor par­ promedio anual), pero en los últimos años 11 sufrió un gradual rezago frente a la expan­ Reino Unido, Malasia y Tailandia. Duran­ te de la producción y la refinación de esta­ sión de la demanda (especialmente para gal­ te 1988 el volumen de la extracción mun­ ño se encuentra en los países en desa­ rrollo.12 vanizado) y en 1988 los precios del cinc dial de mineral metalífero de estaño fue de subieron de manera espectacular. La pro­ 193 000 ton, cerca de 12 500 menos que ducción mundial en mina ascendió de 6.76 en 1984. En contraste con el estancamien­ millones de toneladas en 1984 a 6. 97 mi­ to de la actividad en las naciones desarro­ • Bauxita llones en 1988. Los países industrializados lladas y el franco retroceso de los princi­ aportaron más de la mitad del volumen glo­ pales productores de Asia, en América La­ En los ochenta la producción mundial de bal obtenido en ese lapso, el bloque socia­ tina la extracción del "metal del diablo" bauxita sufrió grandes altibajos, de suerte li :Jt:l produjo alrededor de un cuarto y las creció a un ritmo anual de 5.5% y algo si­ que el volumen anual promedio obtenido naciones en desarrollo de Asia y África un milar ocurrió en el bloque socialista. en el quinquenio de 1984-1988 (92. 7 mi­ llones de ton) fue casi igual al de comien­ poco más de 7%; Canadá (18.9% del to­ Ante tan heterogéneo desempeño, en el tal) y la URSS (14%) se mantuvieron como zos del decenio. No obstante, el desempe­ período 1984-1988 la contribución de ño de la actividad varió en las distintas re­ los mayores productores del orbe. La par­ América Latina al total mundial ascendió de ticipación de América Latina fue de 15.8%, giones geopolíticas. En las naciones indus­ 20.6 a 27.3 por ciento, la del área socialis­ trializadas la extracción del mineral avan­ casi tres puntos más que en los setenta, des­ ta (encabezada por la República Popular tacando Perú , México y Brasil (8.2, 4.2 y zó a un ritmo anual de 6.1% y su con­ China y la URSS) de 18.8 a 25 por ciento, tribución a la oferta mundial ascendió a 1.3 por ciento de la extracción mundial, la de las naciones industrializadas quedó en respectivamente). · 40.9% en 1988. La obtención de bauxita 7% y la de los países en desarrollo de Asia también creció, aunque con menor vigor, y África (en especial Malasia, Tailandia e In­ Al igual que la extracción de plomo, en en las naciones asiáticas y africanas en de­ donesia) disminuyó de 53.5 a 40.8 por sarrollo, cuya participación pasó a 22.8%; América Latina la de cinc se concentra en ciento. Perú (51. 7% del volumen regional en el por el contrario, en los países del bloque quinquenio 1984- 1988), México (26.8%) y, En América Latina la drástica caída de la socialista declinó y su peso relativo se re­ en menor grado, Brasil (8.5%). Las dos minería del estaño en Bolivia, durante lar­ dujo a· I 4.4%. En América Latina la extrac­ principales empresas mineras latinoameri­ go tiempo primer productor occidental, se ción de bauxita permaneció estancada y su canas productoras de cinc son la Centro­ compensó con el extraordinario dinamis­ ponderación bajó ligeramente a 21.9%, mio de Perú y la Industrial Minera México, mo de la actividad en Brasil. De 1980 a aunque el retroceso fue mucho mayor en cuya capacidad extractiva supera varias ve­ 1988 el voluinen anual de la producción es­ comparación con el nivel de principios del ces a la de empresas seguidoras como la tañífera brasileña se sextuplicó de 6 930 a decenio (27 %) o el de la primera mitad de Compañía Fresnillo (México), la Compañía 42 800 ton, en tanto que el de Bolivia des­ los setenta (3 5% ). Minera AguiJar (Argentina) y la Comibol cendió de 27 271 a 5 200 ton (en lo cual (Bolivia). 1° Con respecto a la producción fue decisiva la pérdida de competitividad Los países desarrollados, en particular de cinc refinado, en ese lapso la regióri internacional del estaño boliviano). En con­ un pequeño grupo de empresas transnacio­ aportó apenas 7.2% de la oferta mundial secuencia, la ponderación de Brasil en la ex­ nales, controlan las fases de elaboración de (7 .23 millones de toneladas en 1988). Tal tracción mundial del " metal del diablo" se alúmina y aluminio primario con base en contribución, similar a la del resto de na­ elevó de 3.4 a 2 2. 1 por ciento, y la de Bo­ la bauxita. Sin embargo, en los últimos lus­ ciones en desarrollo, contrastó con la de livia cayó de 13.6 a 2.7 por ciento. Asimis­ tros se registró cierta redistribución de la las naciones industrializadas (58.7%) y aun mo, el gigante amazónico pasó a la vanguar­ capacidad productora de ambos materiales con la del bloque socialista (26 .9%). Con dia mundial en la elaboración de estaño pri­ hacia algunos países en desarrollo como todo, en este rubro la región también lo­ mario refinado y el volumen que obtuvo Brasil; en esto influyeron las estrategias de gró cierto avance, pues en 1980 su ponde­ en 1988 (41 000 ton) fue 22% superior al las transnacionales para abatir costos. jun­ ración en la oferta mundial de cinc refina­ del conjunto de países desarrollados. Bajo to con otros factores, como la menor de­ do era de solamente 5.3%. En ello influyó el impulso de la pujanza brasileña, sobre to­ manda relativa en los países desarrollados, la ampliación de la capacidad refinadora de do de las empresas Mamare del Grupo Pa- ello determinó que la participación de es­ metal en Brasil, México y Argentina, lo cual tos últimos en la producción mundial de compensó en gran parte la declinación re- aluminio descendiera de 67.7% en 1980 a 11. Véase Homero Urías, "Al metal del dia­ 60.6% en 1988. En contraste, la aportación blo le urge un exorcismo" , en Comercio Exte­ 9. /bid, p . 12 . rior, vol. 36, núm. 2, febrero de 1986, pp. 10. CEPAL, op. cit., p. 18. 185-188. 12. CEPAL, op, cit., p. 18. 778 sección latinoamericana

de América Latina subió de 5. 1 a 9 por cien­ CUA DRO l to, la del resto de naciones en desarrollo lo hizo de 5. 7 a 9. 1 por ciento y la del blo­ Producción mundial en mina de metales no f errosos, 1984-1988a que sociali sta se mantuvo en poco más de (Miles de toneladas) 2 1%. Brasil y Venezuela concentran 85% de la producción latinoamericana de alumi­ Cobre Plomo Cinc Estaño Bauxita Plata nio primario ( 1 . 55 millones de ton en América Latina 10002.3 2 242.8 5 468.7 22 7.0 l 00 209 25 5 1988). Entre las principales empresas de los O tras regiones en desarrollo 12 442. 7 l 766 3 2 558.2 446.0 96 512 4.4 dos países sudamericanos figuran la Vena­ Naciones desarrolladas 9 881.9 8 023 .5 17 876.6 7 !.1 186 697 24. 1 Países socialistas l O 062.4 8 684. 1 22 1 3 14.7 lum, la Alcasa (venezolanas), la Compañía 5 133 9 79 879 Brasileira de Aluminio y la Yalesul Alumi­ Producción mundial 42 3893 17 1665 34 587. 6 9654 463 297 68.7 nio (brasil eñas). a. Cifras consolidadas del quinquenio. Fuente: American Bureau of Me tal Statistics Inc., Nonjerrnus Metal Data, 1987 y 1988. • Plata

Desde los primeros tiempos de la colonia CUADRO 2 América Latina ha tenido un importante pa­ pel en la producción mundial de plata, la Producción mundial de metales no f errosos refinados, 1984-1988 a cual se incrementó en el curso de este de­ (Miles de toneladas) cenio al pasar de 32.8% en 1980 a 36% en Cobre Plomo Cinc Estarlo 1 Aluminio2 1988. Durante ese lapso México se conso­ lidó como primer productor del metal pre­ Améri ca Latina 6 940. 1 1 959.7 2 45 !.0 193 7 6 656.2 O tras regiones en desarrollo 6 739.2 1 7663 2 479.7 474.0 7 167.1 cioso, seguido de Perú, la URSS, Canadá, Es­ Naciones desarrolladas 23 746.7 16 960.7 19 999 3 165.2 48 638 6 tados Unidos y Australia. En el quinquenio Países socialistas 12 2 19.0 7 127.7 9 20!.0 2 15.4 17 778.0 1984-1988 México y Perú aportaron más de 80% de la plata extraída en la región, así Producción mundial 49 645.0 2 7 814.4 34 13 1.0 1 0483 80 2399 como 17 y 13.6 por ciento, respectiva men­ a. Cifras consolidadas del quinquenio. te, del volumen del metal· obtenido en el l . Producción en fundición de estaño primario. orbe. Las principales empresas producto­ 2. Aluminio primario. ras latinoamericanas son la Centromin de Fuente: American Bureau of Metal Stati sti cs lnc. , Non j errous Metal Data, 1987 y 1988. Perú (explotadora de las ricas minas de Ce­ rro de Paseo, Cobriza, Casapalca, Morroca· cha, Yauricoche y San Cristóbal) , la Com­ principales consumidores fueron Estados países del área socialista no registró varia­ pañía de Minas Buenaventura (también del Un idos (34.9% del total), Australia (8 .8%) ciones significativas , acaso el hecho más so­ país andino y usufructuaria de los yacimien­ y México (8.5%). bresaliente durante los ochenta en la evo­ tos de Julcani, Oropampa y Huachocolpa) lución de la distribución del consumo mun­ y las mexicanas Compañía Fresnillo, Indus­ dial sea el aumento de la participación de trial Minera México y Real de los Ángeles; En la zaga del consum o los países en desarrollo de África y Asia (so­ cabe señalar que durante los ochenta el bre todo de este continente), los cuales principal impulso a la minería en Mé xico En 1988 la participación de América Lati­ mostraron una creciente capacidad -no ha provenido del sector privado, en espe­ na en el co ns umo mundial de metales no siempre propia- para valorizar los meta­ cial desde la nacionalización de la banca en fer rosos refinados no fue muy distinta de les no ferrosos. 1982 . la de 1980. Si bien creció algo en el de alu­ minio primario y cinc, tendió a declinar en El índice del consumo regional de pro­ Hacia mediados de los ochenta la seve­ cobre, plomo , estaño metálico y plata. De ductos mineros experimentó un rápido ra baja de los precios afectó la marcha de 1980 a 1988 la ponderación regional en el aumento en los setenta, pero se estancó o la extracción mundial de la plata, pero és­ consumo mundia l de al uminio primario se disminuyó en varios de ellos durante los ta retornó a la senda del crecimiento en los incrementó de 4 a 4.4 por ciento, mientras ochenta. Así, por ejemplo, en 1988 el con­ años siguientes. De 1984 a 1988 el volumen que la de cinc refinado lo hizo de 5.6 a 5. 8. sumo latinoamericano de plomo refi nado anual promedio del metal precioso obteni­ Por el contrario, el consumo la tinoameri­ (293 400) fue inferior al de 1980 (307 900). do en el orbe fue de 13 740 ton, de las cua­ cano de plomo cayó de 5.2 a 4.7 por cien­ Asimismo , el consumo anual promedio de les 3 7. 1% provino de América Latina, to del volumen total, el de cobre refinado cobre refinado en la región de 1984 a 1988 3 5. 1 % de los países industrializados, 21 .4% se red ujo de 5.3 a 4.7 y el de estaño prima­ (unas 479 000 ton) fue mucho menor que del bloque socialista y 6.4% de las nacio­ rio retrocedió de 6 .3 a 5.6. Las naciones de­ el de 1980 (548 000). En cambio, en los nes en desarrollo de África y Asia . Empe­ sarrolladas absorbieron, en promedio, más otros países en desarrollo (especialmente al­ ro, los países más avanzados absorbieron de la mitad del consumo mundial de los gunos del Sudeste Asiático) el consumo de 78.7% de la plata empleada para usos in­ principales metales no fe rrosos. Sin embar­ cobre refinado pasó de 429 000 ton en dustriales (con Estados Unidos y Japón en go, disminuyó la participación de dichos 1980 a un promedio anual de 769 000 en primera fila), mientras que al principal usua­ países en el consumo de aluminio, plomo, el último lustro. Por otra parte, si bien el rio de América Latina (México) apenas co­ estaño primario , cinc en plancha y plata, consu.mo regional de cinc refinado se in­ rrespondió 1.3%. En cuanto a la transfor­ al tiempo que se mantuvo igual en el del crementó de 299 000 a 389 000 ton, lo hi­ mación de la plata de acuñación, los tres cobre refinado. Como el consumo de los zo a un menor ritmo que el resto de los paí- comercio exterior, septiembre de 1989 779

ses en desarrollo (de 64 000 a 763 000), en­ CUADRO 3 tre los cuales sobresalen Corea del Sur y la India por el acelerado avance de su consu­ Consumo mundial de metales no ferrosos refinados, 1984-1988" mo. De igual modo el consumo de aluminio (Miles de toneladas) primario mostró menor dinamismo en la re­ Cobre Plomo Cinc Est'año1 PlataL A l uminío3 gión. De 1980 a 1988 éste se incrementó en unas 141 000 ton, pero en las demás na­ América La tina 2 395 6 1 295.3 1 946.3 63.0 25.2 3 709.6 Otras regiones en desarrollo 100.5 cio nes en desarrollo aumentó en 797 000. 3 842.8 2 254.4 3 814.5 103.6 6 8564 Naciones desarroll adas 32 74 1.6 16 67 1.1 18 734.9 645 1 1 532.0 55 179.3 También se apreció una creciente transfor­ Países socialistas ll 705.6 7 32 0.2 9 311 .4 304.3 288.6 18 407.8 mación regional de la bauxita en alúmina y aluminio, así como un mayor consumo Producción mundial 50 685.6 27 541 o 33 8071 1 116.0 1 946.3 84153 1 de los mismos, aunque gran parte de los a. Cifras consolidadas del quinqueni o. metales en las fases primarias de transfor­ 1. 1 Estaño primario. mación se envió hacia otros mercados. 3 2. Co nsum o en usos i~dustria l es (millones de onzas troy). Los datos co rres ponden al consumo de los pnnctpales patses usuari os de cada región. En el rubro de los países socialistas se incluve Durante el quinquenio 1984-1988 el vo­ a algunas naciones con economía de mercado. ' lumen dé fundición de cobre obtenido en 3. Consum o de aluminio primario. América Latina - primera fase de transfo r­ Fu ente: Ameri ca n Burea u of Metal Statisti cs lnc ., Non-ferrous Metal Data. 1987 y 1988. mación del metal- fu e de ocho millones de toneladas y equivalió a 80.3% de la pro­ ducción regional en mina (poco más de diez millones de toneladas); el del cobre re­ finado (6.9 mill ones de toneladas), fruto de de dólares (36.1% del total), las de m ine­ la segunda fase transformadora, a 69.4%, Otros perfiles del mercado ral de cobre ascendieron a 5 875 millones y el del consumo de este último (2.4 mi ll o­ (23.3 %) y las de mineral de estaño a 134 nes de toneladas) a 23.9% (tercera fase de El colapso económico que se gestó en América Latina a raíz del conflicto de la deu­ millones (22 .6% ); las exportaciones latinoa­ transformación) . En 1980 tales proporcio­ mericanas de aluminio fueron de 5 266 mi­ nes fu eron de 85.8, 73. 1 y 20. 3 por cien­ da externa y las consecuentes políticas de llones de dólares, las de cobre metálico de to, respectivamente, lo cual refleja el dete­ ajuste socavaron las aspiraciones de desa­ 4 349 millones (31 .8 %) y las de estaño me­ rioro en el uso y el enriquecimiento regio­ rroll o industrial. Las penurias financieras y' tálico de 853 millones (18.6%). Así, en di­ nal del metal rojo. la menor demanda interna dieron paso a mayores ventas regionales de metales no fe­ cho período ta les exportaciones regiona­ rrosos. Con frecuencia, sin embargo, el em­ les sumaron 17 486 mi ll ones de dó lares La producción quinquenal de cinc refi­ peño exportador tuvo un entorno difícil en (24.5 %) de las ventas mundiales respecti­ nado (2.45 mil lones de toneladas) y el con­ virtud de las barreras proteccionistas im­ vas. Desde luego, las empresas transnacio­ sumo (1.9 5 mi ll ones) representaron 44.8 y puestas en los principales países consumi­ nales establecidas en América Latina desem­ 35 .6 por ciento de la extracción minera dores y aun en el propio mercado intrarre­ peñaron un papel importante. Algunos es­ (5. 47 mil lones). La cantidad elaborada de gional. Tampoco el comportamiento de los tudios señalan que ell as controlan más de plomo refinado (1.96 mi ll ones de tonela­ precios brindó un marco muy favorable y, 70% de las exportaciones mundiales de das) y la consumida ( 1 3 mi llones) signifi­ por el contrario , a menudo mermó el re­ productos mineros. En América Latina, em­ caron 87.5 y 58 por ciento de la produc­ sultado de los esfuerzos exportadores. Con­ pero, la nacionali zación en el pasado de ción en mina del metal pesado (2.24 mi ll o­ forme a datos recientes de la UNCTAD 14 grandes empresas mineras -como las del nes). El volumen de la producción de de 1981 a 1986 el volumen de las expo;ta­ cobre en Chile- limita el dominio trans­ estaño refinado ( 193 700 ton) equivali ó a ciones latinoamericanas de bauxita dismi­ nacional, si bien ello _POdría cambiar por el 85.3% del obtenido en mina (227 000), en nuyó cerca de 5% pero, en términos de valor, 1mpulso de los vientos de la privatización tanto que el del consumo (63 000) a 27.8%. éstas se reduj eron 43% . En igual período económica. La producción de alúmina (27 .56 millones el valor conjunto de las exportaciones mi­ de toneladas) y la de aluminio primario neras regionales de cobre, plomo y estaño Va le destacar también los esfuerzos que (6.66 millones) equivalieron a 27.5 y 6.6 se incrementó en 11%, aunque las canti­ por ciento de la extracción de bauxita desde el decenio pasado se reali zan en la dades exportadas aumentaron más de 40 (100 .2 millones de toneladas), mientras que región para diversificar el destino de las ex­ por ciento. portaciones mineras. Hacia 1980 más de el consumo de aluminio primario (3.7 1 mi­ llones) significó 3. 7%. En los casos del cinc, dos tercios de las ventas se enviaron a Es­ el estaño y la bauxita las proporciones in­ Según la misma fuente, durante el trie­ tados Unidos y la CEE, pero a mediados del dicadas fueron superiores a las de princi­ nio 1984-1986 América Lati na aportó en decenio los embarques a esos mercados re­ pios del decenio y muestran, así, un mo­ promedio casi un cuarto de las exportacio­ presentaron cerca de la mitad; en cambio, nes mundiales de bauxita-aluminio cobre creció la proporción de las ventas a japón, desto avance de la metalurgia regional. No - 15 ' ocurrió lo mismo con el plomo, renglón y estano. En ese lapso las ventas regio- al propio mercado latinoamericano y a que reveló un hondo deterioro. nales de bauxita sumaron 1 009 millones otros países en desarrollo. !6 Al mismo ti empo se redujo la participación de los productos mineros latinoamericanos en los 13. FM I, Primary Commodities. Market De­ 14. UNCTAD Commodity Yearbook 1988, velopments and Outlook, Washington, mayo de ONU, Nueva York, 1989, p. 374. 1988, pp. 85-86. 15. ! bid, varias páginas. 16. CE PA L, op. cit., pp. 25 y 26. 780 sección latinoamericana

mercados estadounidense y europeos, CUAD RO 4 mientras que se mantuvo casi nula en los del área socialista y creció con extraordi­ Precios internacionales de metales no f errosos, 1984-1988 • naria rapidez en el de Japón. (Promedio anual er( centavos de dólar por libra)

En el mercado internacional de metales · 1984 1985 1986 1987 1988 1989" no ferrosos la mayoría de las transacciones Bauxita 7.49 7.46 7.49 7.48 7.48b se realiza entre empresas de los países de­ Cinc 40.58 34.2 1 32 .22 36 20 56 26 80.00 Cobre 62.46 64 29 62 13 80.79 11 7. 93 120.00 sarrollados. Por ejemplo, más de 70 % de Estaño' 554 76 523. 16 294.3 1 3 15 .6 1 330.94 580.65 las importaciones estadounidenses de pro­ Plat a1 8 14. 10 6 14.20 546 90 700.90 653 .50 520.50 ductos mineros lo cubren proveedores de Plomo 20.05 17.72 18.4 0 27.05 29.73 39.00 o tras naciones industriali zadas; en el caso a. Precios vigen tes a fin es del primer semes tre del año. de la CEE, esa proporción llega a más de b. Primer trimes tre de 1988. 75%. Así, además de concentrar el grueso 1. Ce ntavos de dólar por onza. de la capacidad metalúrgica transformado­ Fu ente: FM I, Estadísticas Financieras Internacionales, núm . 6, Washington , junio de 1989. ra, evitan al máxi mo depender de los abas­ tecimientos provenientes de los países en desarroll o . Después de la recuperación temporal de nerales del comportamiento de las coti za­ los precios nominales de los principales mi­ cio nes de los metales no ferrosos. A pre­ Tal estructura del mercado se refleja en nerales no ferrosos a fines de los setenta, cios de 1988, se estima que durante los la determinación de los precios de algunos las coti zaciones internacionales cayeron en últimos diez años las cotizaciones reales del metales y minerales. Alrededor de tres cuar­ el primer quinquenio de los ochenta a la plomo y la plata bajaron 39 .1 y 33.3 por tos del comercio mundial de bauxita se ne­ par con el alza de las tasas de interés, la des­ ciento, respectivamente, en tanto que el gocia en el marco del modelo intrafirma, aceleración del ritmo de crecimiento de las precio del cobre permaneció casi igual, el es decir, entre empresas corporativas inte­ economías desarro ll adas y el desencadena­ del cinc aumentó 7.2% y el del aluminio gradas que controlan la extracción y la re­ mi ento de la crisis de la deuda externa. En subió 14.4 por ciento. fin ació n del mineral. El res to se vende por 1986 terminó el descenso general de los medi o de contratos a largo plazo y única­ precios y desde 1987 registraron cierta ten­ mente quedan pequeñas cantidades para el ·dencia al alza. Sin embargo, una rápida re­ Innovaciones tecnológicas mercado de entrega inmediata. Con la alú­ visión de los índices de cotizaciones mues­ y cambios en el consumo mina ocurre algo similar, pues apenas de tra que en 1988 se si tuaron en niveles in­ 26 a 30 por ciento se comercia fuera de los feriores o similare a los de comienzos del Las innovaciones tecnológicas han sido un sistemas empresari ales integrados y de 5 a decenio (con excepción del cobre y el cinc factor determinante en la evolución recien­ 8 po r ciento en el mercado de pronta en­ que, sin embargo, conocieron tiempos me­ te del mercado internacional de metales no trega. Por tanto, sólo una baja fracción del jores durante el decenio pasado). ferrosos. Más aún, ejercen una influencia volumen total se negocia y vincul a direc­ decisiva en las perspectivas exportadoras tamente con las flu ctuaciones del "libre de los países en desarrollo. La rápida difu­ En 1988, por ejemplo, la cotización me­ mercado", pero son éstas las que afectan sión de mejoras técnicas y nuevos materia­ los ingresos de los exportadores latinoame­ dia de la bauxita (7 .48 centavos de dólar les sintéticos ha propiciado el desplaza­ por l;bra) fue 23. 4% menor que en 1980, ricanos. El lingote de aluminio exhibe un miento de productos naturales. Así sucede, mientras que las del plomo (2 9.73 centa· precio al productor y otro en la Bolsa de por ejemplo, con el del cobre por las fibras vos por libra) y el estaño (3 .31 dólares por Metales de Londres y en la Bolsa de Pro­ ópticas en las telecomunicaciones, o el del libra) fueron inferiores en 45.4 y 56.6 por ductos Básicos de ueva York. De hecho, alu minio por materiales compuestos en la las cotizaciones bursátiles han remplazado ciento, respectivamente. Las e tizaciones fabricación de automóviles. Esto explica en el papel del precio de los productores. En del cinc tuvieron un comportamiento más gran medida por qué la baja general de los el caso del cobre, aunque ambas bolsas só• favorable, pero e tono fue constante y ex­ precios de los productos básicos en los perimentaron fuertes altibajos. Algo pare­ lo manejan de cinco a diez por ciento del ochenta no dio paso a una recuperación de cido sucedió en cuanto al cobre. En ambos comercio total, sus cotizaciones represen­ la demanda en el mercado, lo que revela casos en tal desempeñó influyó, al menos tan el punto de referencia en que se basa un proceso de desvinculación del co nsu­ la mayoría de las negociaciones. En cuan­ en parte, la mayor disciplina en la expan­ mo respecto a la expansión de las eco­ sión del mercado impuesta por las empre­ to al plomo y el cinc, existe una doble es­ 18 nomías. tructura de precios, compuesta por el que sas transnacionales que lo controlan. Los índices con base en precios constantes que se cotiza en la Bolsa de Metales de Londres La menor intensidad en el uso de los me­ y el que se aplica a los productores. Las bol­ elabora la American Bureau of Metal Statis­ tales no ferrosos se aceleró, en apariencia, tics Inc. , reflejan mejor las tendencias ge- sas también desempeñaron un papel impor­ tras el alza de los precios del cobre y el es­ tante en la determinación del precio del es­ taño en los umbrales de los ochenta, lo cual taño pero, debido al fracaso de los inten­ internacional de productos básicos y América La­ favoreció el desarrollo y la adaptación más tos por atemperar la crisis del metal, en tina", en Revista de la CEPAL , núm . 34, Santia­ veloces de tecnologías conducentes al aho­ 19 octubre de 1985 se suspendieron lastran­ go de Chile , abril de 1988, pp . 82-1 16. rro y la sustitución de los metales. Las sacciones en el mercado londinense. 17 18 . Instituto Latinoamericano de Investiga­ nuevas tecnologías de materiales han per- ciones Sociales, Perspectivas del sector minero (Foro Económico núm . 18), Editorial Offset Bo­ 17. Mike Kuwayama, " La comercialización liviana, La Paz, 1987, p. 11. 19. CEPAL, Las potencialidades de las capa- comercio exterior, septiembre de 1989 781

CUADRO 5

lndíce de precios internacionales de metales no ferrosos, 1979-1989 (1978 = 100f' 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989b Bauxita 110.2 153.5 !56 3 150.5 129.7 119.2 11 8.7 119.1 11 9.0 1 f9.0c Cinc 125.7 129.0 146 5 134.9 135 .7 151.7 127.9 120.4 135 3 210.3 299.1 Cobre 145.6 160.6 127.6 108.6 116.8 101.1 104. 1 100.6 130.8 191.0 194 .3 Estaño 120.3 131.0 110.8 99 7 101.3 95.4 90 .0 50.6 54.3 56.9 99.8 Plata 205 3 381.0 194.8 147.1 211.8 150.7 113.7 101. 3 129.8 121.0 96.4 Plomo 182.5 138.1 110.7 82.6 64.6 67.2 59 4 61.7 90.7 99.7 130.8 a .. Índice con base en precios corrientes. b. Según las cotizaciones vigentes a fines del primer semestre del año. c. Primer trimestre de 1988. Fuente: FMI, Estadísticas Financieras Internacionales, Washington, varios años.

mitido mejorar la calidad de muchos pro­ plazaron al cobre en la fabricación de mi­ cos en el debilitamiento relativo de la de­ ductos, reducir costos de fabricación, aho­ crofichas para la electrónica, mientras que manda. Sin embargo, en los cuatro mayo­ rrar energía, ampliar los mercados y esti­ el desarrollo de los ·sistemas de microon­ res países de América Latina la intensidad mular la elaboración de nuevos productos. das en las telecomunicaciones disminuyó del uso siguió una tendencia ascendente, Desde luego, al margen de los efectos de­ el consumo de cables de cobre. Otro caso en especial en Venezuela. A mediados de presivos en la demanda de los productos bien conocido es el de las fibras ópticas, los ochenta el consumo promedio de alu­ mineros, las innovaciones tecnológicas po­ que multiplican el número de trasmisiones minio por habitante fue de 2.3 kg en Bra­ drían permitir un importante aumento de que permiten los cables de cobre. sil, 3.2 en Argentina, 5.2 en Venezuela y la productividad en las actividades mine­ apenas 0.72 en México, en tanto que en Es­ rometalúrgicas, tanto en las fases de pros­ Una visión de largo plazo muestra con tados Unidos fue de 19.3 kg, en la RFA de pección y extracción como en las de be­ claridad el deterioro de la relación entre el 18.9 y en Japón de 14.6. El consumo por neficio y transformación20 consumo de cobre y la actividad industrial. habitante en el conjunto de países en de­ Durante el período de 1953-1955 a 1973- sarrollo fue de unos O. 70 kilogramo~ . 1975 un aumento de 1% en la producción En el consumo del cobre tienen espe­ El debilitamiento más notorio en la in­ cial trascendencia los cambios en los patro­ industrial suponía un promedio de 0.68% en el consumo de cobre, pero en el de tensidad del consumo correspondió al es­ nes de consumo en las industrias usuarias. taño metálico. De 1973 a 1986 el consumo Los nuevos diseños industriales, la minia­ 1973-1975 a 1983-1985 este último se re­ dujo a 0.58%. Vale señalar que tal baja ocu­ de los países de la OCDE disminuyó de turización de los productos y el ahorro y 163 700 a 125 900 ton, lo cual representó la sustitución de materiales, explican con rrió durante una etapa en que los precios del cobre estuvieron muy deprimidos. En una baja promedio anual de 2% . En esta creces la menor intensidad en el uso del co­ contracción fue determinante el remplazo bre. Se estima, por ejemplo, que el empleo casi todos los países de la OCDE se apreció menor intensidad en el consumo de cobre, de la hojalata de estaño por otros metales promedio del metal rojo en la fabricación sobre todo en Canadá y el Reino Unido. En en la industria de envases, así como el uso de automóviles disminuyó de 20 a sólo 9 cambio, en América Latina se registró cier­ de tecnologías ahorradoras de materiales en kg por unidad. La sustitución tiene especial to aumento, pero los niveles del consumo la fabricación de una amplia gama de pro­ relevancia en las industrias de la construc­ medio por habitante (1.2 kg en Argentina, ductos. En l o~ países en desarrollo, en cam­ ción y de automotores, en ras que varios bio, el consumo de estaño creció a un mo­ componenteS fueron remplazados por ele­ l. 3 en Brasil, 3.1 en Chile y 1.1 en México y Perú) fueron muy inferiores a los niveles desto ritmo de casi 1%; también aumentó mentos de cerámica, plásticos y aluminio. en las naciones socialistas, pero ello no bas­ De igual forma el silicio y los plásticos des- de las potencias industriales (12 .8 kg en la RFA, 11.4 en Japón y 8.6 en Estados Uni­ tó para impedir el debilitamiento del con­ dos). El nivel promedio de las naciones en sumo mundial. La producción registró aún peor desempeño (sobre todo por proble­ cidades tecnológicas actuales en el sector de los desarrollo es de unos 0.48 kg, por lo que productos básicos de América Latina, México , las perspectivas del consumo parecen de­ mas de ·incosteabilidad en países produc­ junio de 1989, p. 8. pender en gran medida de la evolución de tores tradicionales como Bolivia), aunque 2 2ü. Más que en el diseño de nuevos proce­ la demanda en ellas I los precios no subieron por la acumulación sos productivos, en este sector los avances tec­ de inventarios y las maniobras especulati­ nológicos consisten en el constante mejoramien­ Durante los ochenta la intensidad del vas que distorsionaron el mercado. to de los ya establecidos. En el caso de la bauxi­ consumo de aluminio declinó en casi to­ ta, por ejemplo, la transformación en alúmina y dos los países de la OCDE. En ell os el des­ Por el contrario, durante los últimos lus­ luego en aluminio se basa en dos procesos idea­ tros el índice del consumo mundial de plo­ dos desde fines del siglo pasado y que se busca plazamiento del metal por los plásticos en sintetizar para reducir costos. En el caso delco­ actividades como la construcción, junto mo refinado creció en forma moderada pe­ bre los progresos se centran en los procesos hi­ con la sustitución en otras ramas como el se al drástico descenso en Estados Unidos drometalúrgicos, en el ahorro de energía, la auto­ envasado de bebidas, fueron factores bási- (principal demandante). El desarrollo de los matización de controles y el perfeccionamiento sustitutos plásticos para el revestimiento de del equipo. Véase CEPAL, Las potencialidades de cables, el menor uso del metal en la fabri­ las capacidades . .. , op. cit., pp. 5 y 6. 21. !bid, pp. 22-35. cación de baterías para automóviles y la dis- 782 sección latinoamericana

minución del contenido de plomo de la ga­ ció con rapidez; en Brasil, uno de los gran­ del aluminio.22 Además de favorecer el solina, entre otros cambios, restringieron des usuarios regionales del metal, aumen­ equilibrio de las cuentas externas, la valo­ la expansión del consumo (principalmen­ tó a un ritmo superior a 5% anual. Tal di­ rización creciente de los metales no ferro­ te en los países desarroll ados). Tales fac to­ namismo del consumo se vincula con los sos alentaría la expansión de actividades in­ res tecnológicos y ambientales no tuvieron requerimientos de la actual etapa de indus­ dustriales más intensas en mano de obra igual efecto en la mayoría de los países en triali zación en los países en desarrollo, así por unidad de producción que las fases pri­ desarroll o, donde más bien creció la de­ comn o a las ecesidades correspondientes marias. Por tanto, el fomento de los esfuer­ manda. No obstante, persisti ó la enorme en materia de infraestructura. Con todo, en zos transformadores también es preferible brecha entre el consumo en los países de ellos el consumo anual medio por habitante por lo que respecta al empleo. la OCDE (3.5 kg por habitante a mediados fu e de 0.37 kg en 1984 contra 6.5 kg en Ja­ de los ochenta) y en las naciones en desa­ pón y 4. 1 en Estados Unidos. La restructuración productiva supone, rrollo (0 .25 kg). En México, uno de los prin­ además, el mejoramiento de la competiti­ cipales consumidores latinoameri canos, el Merced a los nuevos patrones de con­ vidad latinoamericana en todos los ámbi­ promedio fu e de apenas 1. 1 kg por habi­ sumo impulsados por los avances tecnoló­ tos del mercado internacional de metales tante. gicos, las recurrentes prácticas proteccio­ no ferrosos. El principal obstáculo en ese nistas y la inestabilidad de las cotizaciones, empeño es, sin duda, la falta de recursos También el consumo mundial de cinc las perspectivas del mercado internacional financieros ahondada por la crisis del en­ registró un modesto crecimiento en los úl­ de metales no ferrosos son poco optimis­ deudamiento externo. Frente a ello resul­ timos lustros (menos de 1% en promedio tas para los países latinoamericanos expor­ ta necesario acrecentar los nexos de coo­ anual) , sobre todo en comparación con las tadores. Los últimos lustros han sido esce­ peración que contribuyan al equilibrio del altas tasas anteri ores (arriba de 5% en los nario de cambios estructurales que exigen mercado, la transferencia de tecnología y setenta). La creciente competencia de los con apremio la restructuración integral de la complementación industrial. El desafío productos plás ti cos, el ahorro de materia­ la producción en América Latina . Más allá modernizador de la minería y la metalur­ les, la menor demanda de aleaciones y las del problema de los precios de las materias gia de América Latina está en pie. O modificaciones en los procesos de galvani­ primas, la mayor transformación previa de R-afael Goozález Rubí zación, sobresalen entre las principales li­ los metales y los minerales exportados por mitantes de la expansión del consumo de la región parece ser la vía más idónea para 22. Jael Ahmad, "El problema de la estabili­ cinc. Empero, mientras que éste se estan­ obtener ingresos más remuneradores. Por zación de precios de los productos básicos para có o retrocedió en casi todas las potencias ejemplo, el costo de la extracción de bau­ los países en desarrrollo", en Boletín del CEMLA, industriales, en los países en desarrollo ere- xita representa apenas 10 % del costo final núm. 4, México, julio-agosto de 1986, p. 167. recuento latinoamericano

Cooperación e integración les a fin de promover una mayor expansión Centroamfrlca y liberación del comercio, e impedir las prácti cas discriminatorias y acciones unila­ XV Reunión del Consejo del SEL A terales. O Cumbre de presidentes centroamericanos En Cartagena de Indias se llevó a cabo del 24 de julio al 2 de agosto el XV Consejo del A dos años de suscrito el acuerdo de Es­ SELA. En la primera fase de la reunión, de­ quipulas 11 para la paz en Centroamérica, nominada técnica, se discutió la propuesta Productos b:isicos del 5 al 7 de agosto se realizó en Tela, Hon­ del organismo en torno a una nueva estra­ duras, la Quinta Conferencia Cumbre de tegia para reanudar el crecimiento econó­ Presidentes Centroamericanos. Al término mi co de Améri ca La tina. El planteamiento Producción de acero en el primer de la reunión los jefes de Estado suscribie­ incluye, entre o tros aspectos, dar un nue­ semestre ron la Declaración de Tela que prevé, a cor- · vo enfoque de la deuda externa basado en to plazo, la desmovilización de la contra la reducción significativa de la transferen­ La siderurgia latinoameri cana produjo 21 .3 nicaragüense. Para tal efecto se acordó ins­ cia neta de recursos al exterior, mejorar la millones de toneladas de acero en el pri­ talar, bajo los auspicios de la ONU y la OEA, relación de los términos de intercambio y mer semestre de 1989, 3.4 % más con res­ la Comisión Internacional de Apoyo y Ve­ establecer una política regional para la asis­ pecto al mismo período del año anterior, rificación que se encargará de coordinar el tencia oficial al desarrollo. En la segunda informó el ILAFA el 2 1 de julio. Los países desmantelamiento y la repatriación de los etapa de la reunión se aprobaron 12 reso­ con mayor producción en este lapso fue­ contras en un plazo de 90 días a partir de luciones y un comunicado, en el cual los ron Brasil , México y Argentina con 12 .3, su instalación. cancilleres expresaron su rechazo a las le­ 4. 1 y 1.9 millones de toneladas cada uno . yes de comercio y de propiedad intelectual En conjunto esas economías contribuyeron El documento prevé también el retiro de de Estados Unidos. Entre los acuerdos fi­ con 86 % de la producción regional. Las na­ la demanda de Nicaragua contra Honduras guran convocar a la conferencia regional de ciones que registraron las mayores tasas de ante la Corte Internacional de justicia de La alto nivel sobre deuda externa que se rea­ crecimiento fueron Uruguay y Argentina Haya y el establecimiento de un diálogo di­ lizará en Ec uador el próximo año, acelerar con 35 y 25 .4 por ciento, respectivamen­ recto entre la guerrilla y el Gobierno sal­ las negociaciones comerciales multilatera- te. O vadoreños. O comercio exterior, septiembre de 1989 783

y espacial. El Gobierno brasileño se com­ Reinicia operaciones la Texaco Asuntos bilaterales prometió a reducir las tarifas de importa­ ción a ciertos productos, así como Después de permanecer 36 años fuera del conceder a Argentina créditos compensa­ mercado argentino, la compañía petrolera Hidroeléctrica ltaipú: torios por 500 millones de dólares para estadounidense Texaco firmó un contrato la mayor del mundo equilibrar el comercio binacional, actual­ con Yacimientos Petrolíferos Fiscales para mente desfavorable para la economía ar­ · realizar labores de exploración en la cuen­ Funcionarios de los gobiernos brasileño y gentina. O ca petrolífera del Noreste (que comprende paraguayo pusieron en marcha el 8 de agos­ las provincias de Formosa y el Chaco) con to la decimoquinta turbina de la hidroeléc­ una ;nversión de 11 millones de dólares. El trica Itaipú. La nueva turbina aumentó en convenio se enmarca en el Plan Houston 700 000 kW la capacidad de la central, con de desarrollo petrolífero, el cual prevé in­ lo cual alcanza ya 10.5 millones de kW. Con Argentina versiones extranjeras bajo contratos de ries­ ello Itaipú se convirtió en la mayor hidroe­ go. Lo anterior se dio a conocer el 5 de léctrica del mundo, superando a las centra­ agosto. les de Grand Coulle (en la frontera de Se levantan restricciones comerciales Estados Unidos y Canadá, que genera 9.7 al Reino Unido millones de kW) y de Guri en Venezuela. Inflación de 196.6% en julio El 1 de agosto el Gobierno argentino anun­ Según datos del Instituto Nacional de Esta­ Itaipú -palabra guaraní que significa ció que levantó las restricciones en el in­ dísticas y Censos proporcionados el 8 de "piedra que canta"- es un proyecto con­ tercambio comercial con el Reino Unido, junto de Paraguay y Brasil en el río Paraná. impuestas en 1982 a raíz del conflicto de agosto, la inflación en julio fu e de 196.6%, el índice mensual más elevado en la histo­ La represa tiene una longitud de 1 400 me­ las Malvinas. tros y una altura máxima de 190 metros. ria del país. La tasa acumul ada en los pri­ Su construcción total precisó de 13 millo­ El 16 de agosto los representantes de meros siete meses del año ll egó a 2 014.8 nes de metros cúbicos de concreto y de ambos países ante la ONU iniciaron un diá­ por ciento. O 230 000 toneladas de acero. El proyecto logo encaminado a restablecer las relacio­ constará de 18 turbinas, cada una con ca­ nes diplomáticas, comerciales y financieras pacidad de 700 000 kw, y se prevé estará de sus naciones. concluido en marzo de 1991. Para tener una idea de la magnitud del potencial de Bolivia cada turbina, basta señalar que para que una termoeléctrica genere 700 000 kW serían Autorizan inversión en dólares Nuevo presidente necesarios 2 7 000 barriles de petróleo por día. En la actualidad la hidroeléctrica satis­ A fin de estimular el retorno de aproxima­ damente 2 000 millones de dólares, el Ban­ El 6 de agosto Jaime Paz Zamora, líder del face 70 % del consumo de energía eléctri­ co Central autorizó el 1 de agosto un Movimiento de Izquierda Revolucionaria ca de Paraguay y 22% de Brasil. Con la sistema de inversiones libres por medio del (MIR) , prestó juramento como presidente nueva turbina este último porcentaje se ele­ cual se faculta a los bancos privados para de Bolivia. El mandatario ocupará el cargo vará a 31% y la capacidad total de genera­ hasta 1993 y presidirá un gobierno de coa­ ción de electricidad de Itaipú equivaldrá a establecer los montos, los plazos de in ver­ li ción con el partido Acción Democrática 27% de la producción bruta media men­ sión y las tasas de interés para los depósi• Nacionalista (ADN). Paz Zamora fue elegi­ sual de Brasil. tos en dólares. Se informó que los tipos de interés varían de 5 a 15 por ciento anual do presidente por el Congreso Nacional y que los depósitos no tendrán la garantía luego de que ninguno~e los candidatos ob­ del Gobierno argentino ni se pactarán con tuvo la mayoría necesaria en las elecciones del pasado 7 de ma yo y después de que el Acuerdos de integración entre la intervención del Banco Central. candidato de ADN, Hugo Bánzer, renuncia­ Argentina y Brasil ra a la contienda y le brindara el apoyo de los legisladores de su partido a fin de inte­ Para alentar el proceso de integración ini­ Superávit comercial enero-mayo grar "un gobierno de unidad nacional". Co­ ciado en 1985 entre Argentina y Brasil, los mo vicepresidente fue designado el presidentes de ambos países se reunieron El Instituto Nacional de Estadísticas y Cen­ democratacristiano Luis Ossio Sanjinés, del 22 al 24 de agosto para firmar diversos sos informó el 4 de agosto que durante los quien era el candidato de ADN para ese acuerdos, entre los que destaca la creación cinco primeros meses del año el superávit puesto. de los comités de frontera (Uruguayana­ comercial fue de 1 888 millones de dóla• Paso de los Libres y Foz de Iguazú-Puerto res, cifra 79.6% superior a la del mismo pe­ En su mensaje de toma de posesión, Paz Iguazú) y de la comisión mixta para la cons­ ríodo de 1988. El valor de las exportaciones Zamora señaló, entre otros aspectos, que trucción del puente internacional entre las ascendió a 3 717 millones, mientras que el su gestión se orientará a consolidar el pro­ localidades de Sao Borja y Santo Tomé. de las importaciones se situó en 1 829 mi­ ceso democrático, mantener la estabilidad llones. Los principales mercados de desti­ monetaria y financiera del país, eliminar tra­ Los presidentes acordaron también crear no de los productos argentinos fueron bas a las fuerzas del mercado, reiniciar el un fondo de 30 millones de dólares para Estados Unidos, Holanda, la Unión Sovié­ desarrollo económico, hacer de la vida so­ alentar la cooperación en materia nuclear tica y Brasil. cial el "eje central de la construcción de la 784 sección latinoamericana

nueva sociedad boliviana" y combatir el pectivamente. Lo anterior lo informó el el tráfico de drogas y el establecimiento de narcotráfico "preservando la soberanía, el Banco Central de Brasil. D una cuenta especial para canali zar los recur­ desarrollo y el bienestar (del país], así co­ sos nacionales y extranjeros destinados a mo los valores nacionales de los boli­ la lucha contra el tráfico ilícito de estupe­ vianos". facientes. Al 2 1 de agosto habían sido de­ tenidas más de 20 000 personas y Colombia decomisadas diversos bienes de los altos je­ Alza en los combustibles rarcas del cártel de Medellín.

Como primera medida económica del nue­ Créditos del BM y japón El 25 de agosto el Gobierno estadouni­ vo gobierno, el 18 de agosto se autoriza­ dense autorizó el envío de 65 millones de ron incrementos en los precios de los El 3 de agosto el BM aprobó un préstamo dólares, heli cópteros y material militar pa­ combustibles: el litro de gasolina subió por 78.2 millones de dólares para fin anciar ra ayudar a Colombia en su lucha contra el 20.2%; el gas doméstico, 7.1 %; el quero­ parcialmente un proyecto de riego cuyo narcotráfi co. El monto se sumará a los 2.5 seno, 20%, y el diesel, 18.8 por ciento. D costo total se estima en 196 millones de dó• millones de dó lares previstos inicialmente lares y que estará a cargo del Instituto Co­ para forta lecer la protección de los ju eces lombiano de Hidrología, Meteorología v amenaz do~. D Adecuación de Tierra. No se dieron a co­ nocer las condiciones del empréstito . Brasil Para financiar proyectos de energía eléc­ trica el Banco de Exportaciones e Impor­ Cuba Sarney envía al Congreso un taciones de Japón firmó un acuerdo con la plan de emergencia corporación financiera colombiana Eléctri­ ca Nacional, S.A., por el cual la institución Aumentó la deuda externa en 1988 El 16 de agosto el presidente Sarney envió nipona proporcionará un crédito sin garan­ al Congreso un programa de emergencia tías por 303.86 millones de dólares. El Banco Central de Cuba dio a conocer el económica, suscrito por 13 partidos polí-· 16 de agosto que en 1988 la deuda exter­ ricos. El plan incluye, entre otras medidas, na se incrementó en 3 55.7 millones de dó• un drástico recorte del gasto público, la pri­ Inflación de l. 5% en julio l;¡res, con lo que ll egó a un total de 6 450 vatización de 17 empresas estatales, la venta millones. Más de la mitad de ese aumento de 1O 760 departamentos y 40 casas pro­ La Oficina de Estadísticas anunció el 3 de se originó en los créditos comerciales con­ piedad del Gobierno, la eliminación de agosto que en julio la inflación fue de tratados por el país. 5 000 cargos públicos y la reducción aran­ 1.54%, uno de los índices más bajos del celaria en varios rubros de importación. año; la tasa acumulada hasta ese mes ascen­ Se informó también que en 1988 las re­ dió a 16.85%, mientras que la anualizada servas ascendieron, a 97.5 millones de dó• se ubicó por encima de 23 por ciento. lares, 80.6% más con respecto a 1987, Indicadores económicos e inflación cuando fueron de 54 millones.

El Instituto Brasileño de Geografía y Esta­ El FMI aplaza crédito dística informó el 25 de agosto que en el Devaluación del peso segundo trimestre del año el PIB registró un El 1 1 de agosto el Gobierno colombiano incremento de 6.8% en relación con el tri­ dio a conocer que el FMI decidió aplazar un El 18 de agosto el Gobierno autorizó una mestre anterior, lo que representa la mayor préstamo por 1 650 millones de dólares, ya devaluación de 60% de la moneda nacio­ tasa de crecimiento de este decenio. El re­ contratado con esa institución. Funciona­ nal , por lo que a partir del l de septiembre sultado se atribuyó al aumento de 9.27% rios del Fondo señalaron que la posterga­ el dólar costará dos pesos. La medida se en las ventas del sector comercio. ción del crédito -conocido como aplicará exclusivamente a las remesas en­ Challenger- obedeció a que Colombia no viadas por los emigrados cubanos a sus fa­ La misma institución informÓ el 31 de ha cumplido con las metas de ajuste eco­ miliares que residen en la isla. Se calcula agosto que en ese mes la inflación creció nómico fijadas por el Fondo. que esos envíos ascienden a medio millón 29.3%, con lo cual la tasa acumulada en de dólares al año. D ocho meses ll egó a 359% y la anualizada a 1 084 por ciento. Medidas de excepción para combatir el narcotráfico Chile Ajustes en el tipo de cambio El senador Carlos Galán, considerado el su­ cesor más viable del presidente Virgilio Bar­ En el curso de agosto la moneda brasileña co, fue asesinado el 18 de agosto. Ante el Se privatizó una línea aérea sufrió varias minidevaluaciones. La cotiza­ suceso, atribuido a los narcotraficantes, el ción del dólar pasó de 2 3 79 a 2 7 17 cru­ Gobierno decretó medidas de emergencia Por un monto de 42.3 millones de dólares zados nuevos para la compra y de 2 409 a que incluyen la extradición de colombia­ el Gobierno vendió el 18 de agosto 51% 2 731 para la venta, lo que significó una de­ nos a países que la soliciten, la incautación' de las acciones de la línea aérea estatal (Lan­ preciación de 12.4 y 11.8 por ciento, res- de los bienes de personas involucradas en Chile) a la empresa eurochilena Icarosan. comercio exterior, septiembre de 1989 785

Otro paquete equivalente a 35% de las ac­ agosto un convenio mediante el que este ciones se venderá en la Bolsa de Valores de país donará 75 millones de dólares a El Sal­ Nicaragua Santiago. O vador. Los fondos servirán para restaurar obras de infraestructura dañadas por la gue­ rra y para instalar sistemas de agua pota­ Doble ajuste cambiaría ble. O El 16 de agosto el Gobierno decretó una Ecuador devaluación de 3%, con lo que la cotiza­ ción del dólar pasó de 20 000 a 20 600 cór• dob. Ocho días después la moneda volvió Préstamo del FMI Guatemala a depreciarse 3.3% (por vigésima segunda ocasión en el año), al fijarse su paridad en Tras reanudar la renegociación de S 700 de 21 300 unidades por divisa estadouniden­ los 11 000 mi llones de dólares de su deu­ Fin de la huelga magisterial se. Las medidas tienen el propósito de im­ da externa, el Gobierno ecuatoriano anun­ pulsar las exportaciones y evitar la ció el 9 de agosto la firma de un crédito de Después de 70 días de huelga, el 17 de agos­ distorsión de los precios internos .. contingencia (stand by) por 137 millones to finalizó el paro laboral de 40 000 maes­ de dólares con el FMI. La institución finan­ tros. Los trabajadores de la educación Por otro lado, el Ministro de Planeación 'ciera desembolsará los recursos durante 18 obtuvieron aumentos salariales que varían informó el 30 de agosto que la inflación en meses; se destinarán a apoyar el programa de 25 a 35 por ciento y diversas presta­ ese mes fue de 5.2%, la más baja en los úl­ de ajuste económico orientado, entre otros ciones. timos 35 meses. El índice acumulado en los objetivos, a reducir la inflación de 78.2% primeros ocho meses fue de 832.9 por cien­ anual en julio a 50% en diciembre próxi• to. O mo. O Devaluación del quetzal

Para alentar las exportaciones la Junta Mo­ netaria de Guatemala anunció el 18 de agos­ El Salvador to una devaluación de 2.9% de la moneda Panamá nacional, con lo que el dólar se cotizó en 2.78 a la compra y 2.81 a la venta. Aj uste y liberación de precios Acuerdos y desacuerdos

El 1 de agosto el Gobierno autorizó incre­ El Plan de los 500 Días Se presentan en forma cronológica los su­ mentos en las tarifas de consumo eléctrico cesos más relevantes del mes. que varían de 30 a 85%. El consumo de El 25 de agosto el presidente Vinicio Cere­ más de 500 kwh aumentó 85%; el de 200 zo dio a conocer el Plan de los 500 Días cu­ • 3 de agosto. Con la mediación de la a 500, 35%, y el de 40 a 200, 30%. El Mi­ yo propósito es dar continuidad al OEA se reanudó el diálogo tripartita entre nistro de Economía informó también que programa de Gobierno iniciado a principios la oposición, el Gobierno y las fuerzas mi­ a partir de septiembre se liberarán los pre­ de 1986. En el aspecto económico, el plan litares. cios de 23 0 productos, que excluyen algu­ se propone incrementar la recaudación fis­ nos de consumo básico, y se incrementarán cal, reducir el gasto público en 10% para • 4 de agosto. El Gobierno propuso la progresivamente las tarifas del transporte este año, establecer un tipo de cambio com­ integración de una junta de gobierno a par­ tir del 1 de septiembre y convocar poste­ público. petitivo y ajustar los salarios de los buró• cratas. O riormente a elecciones, en tanto que la oposición -que exige el reconocimiento de los comicios del 7 de mayo y la salida Plan contra la pobreza del general Noriega- insistió en la realiza­ El Presidente salvadoreño anunció el 24 de ción de un plebiscito para que la ciudada­ agosto la ejecución de un "plan de rescate Honduras nía se pronuncie en torno a esas dos social" destinado a combatir la pobreza ex­ posiciones. Al no existir acuerdo se suspen­ dió el diálogo. trema en el país. El proyecto contará con un fondo de 941 millones de colones ( 188 Renegociación de 60 millones • 8 de agosto. Efectivos del Comando millones de dólares) para crear empleos de dólares Sur del ejército estadounidense detuvieron temporales, realizar obras de infraestructura a 29 panameños, 9 de ellos militares, con y poner en marcha programas de construc­ El Gobierno hondureño renegoció una el argumento de que se encontraban en un ción de 3 000 viviendas y de distribución deuda de 60 millones de dólares con el área de control militar estadounidense. El de alimentos. Bank of America y el Lloyds Bank; el pri­ embajador panameño ante la ONU solicitó mero otorgó un período de pago de 20 una reunión del Consejo de Seguridad de años con 1 O de gracia y el segundo dio un ese organismo para anali zar las agresiones Donación estadounidense plazo de 14 años con 7 de gracia. Ambas de Estados Unidos a su país. instituciones condonaron 95% de los in­ Representantes de los gobiernos de El Sal­ tereses moratorias, equivalente a 16 millo­ • 9 de agosto. El ejército panameño vador y Estados Unidos firmaron el 30 de nes de dólares. O arrestó a varios soldados del Comando Sur 786 sección latinoamericana

y, en respuesta, tropas estadounidenses nes generales, siempre y cuando cesen las en las tarifas de energía eléctrica y un in­ bloquearon el acceso del Fuerte Amador y agresiones y sanciones estadounidenses. D cremento de 25% al salario mínimo. A par­ realizaron prácticas militares en la zona del tir del 1 de agosto éste será de 500 pesos Canal. Luego de varias horas de tensión se mensuales (78 dólares), según se informó procedió al canje de los detenidos. el 4 de agosto. D Paraguay • 11 de agosto. El Ministro de Relacio­ nes Exteriores de Panamá solicitó al Con­ sejo de Seguridad de la ONU el envío de Inflación de 4% en julio observadores militares para evitar una "ca­ Uruguay tastrófica confrontación". El 9 de agosto se dio a conocer que en ju­ lio la inflación fue de 4%; en los primeros Superávit comercial en el primer • 14 de agosto. Tr¡¡s una pausa de diez siete meses el índice acumulado fue de 18 días se reaunudó el diálogo tripartito sin la por ciento. D semestre presencia de la misión mediadora de la OEA. La balanza comercial registró en el primer semestre del año un superávit de 269 mi­ • 15 de agosto. La oposición paname­ Perú llones de dólares, 21.5% de incremento en ña interrumpió el diálogo y condicionó su relación con el mismo período de 1988. Lo continuación a las gestiones que realice la anterior se dio a conocer el 17 de agosto. D OEA en favor de la libertad de expresión. Superávit comercial Lo anterior obedeció a que el Gobierno re­ forzó el control sobre la Cadena de Radio El Instituto de Comercio Exterior informó y Televisión. el 2 de agosto que en los cinco primeros meses del año las exportaciones ascendie­ Venezuela El Comando Sur realizó ejercicios mili­ ron a 1 479.4 millones de dólares y las im­ tares en nueve bases ubicadas en zonas es­ portaciones a 750. 1 millones, lo cual arrojó tratégicas de Panamá. El Pentágono declaró un superávit de 729.3 millones. En igual pe­ Inflación acumulada de 61.5% en Washington que las maniobras tuvieron ríodo del año anterior la balanza comercial como finalidad poner a prueba su capaci­ registró un déficit de 13 5 millones de El Banco Central de Venezuela informó el dad militar en la zona. dólares. 3 de agosto que el índice de precios al con­ sumidor en julio registró un incremento de • 19 de agosto. Ante la falta de acuerdo 2. 5%; la inflación acumulada para los pri­ meros siete meses del año llegó a 61.5%, la misión mediadora de la OEA inició con­ 24.6% de inflación en julio versaciones por separado con la oposición la más alta en los últimos 30 años. y el Gobierno. El Instituto Nacional de Estadísticas infor­ mó el 2 de agosto que la inflación en julio • 21 de agosto. Sin acuerdos entre la fue de 24.6%, superior en dos puntos a la Canje de deuda externa por inversión oposición, los militares y el Gobierno, fi­ del mes anterior; la tasa acumulada duran­ nalizó el diálogo tripartito. te los primeros siete meses del año fue de El lO de agosto el Gobierno venezolano 77 4%, mientras que la registrada en los úl­ autorizó la conversión de deuda externa timos 12 meses llegó a 5 549 por ciento. • 23 de agosto. La misión de la OEA pre­ por inversión hasta por 600 millones de dó• sentó su informe a la XXI Reunión Minis­ lares anuales. La subasta pública se iniciará terial de Consulta de ese prganismo. En el en septiembre con un primer lote de 398 Aumento en los combustibles documento reconoce su incapacidad para millones de dólares. Las inversiones se ca­ conciliar; destaca la intransigencia política nalizarán a sectores como la petroquímica, A casi 30 días de autorizado un incremen­ de las partes, que impidió lograr un aveni­ la metalmecánica, el turismo y la vivienda to de 11% en el precio de los combustibles, miento; denuncia las violaciones de los de­ de interés social. el Gobierno anunció el 7 de agosto nuevos rechos humanos, civiles y políticos aumentos en ese rubro. La gasolina se in­ cometidas por el actual Gobierno, y consi­ crementó 12%; el queroseno, 7%; el gas dera inoportunas las maniobras militares de Acuerdo de inversión industrial licuado, !6%, y el petróleo para transpor­ Estados Unidos. con japón te pesado, 3 por ciento. D • 31 de agosto. El Consejo General de La Pequiven, filial de Petróleos de Venezue­ Estado nombró un Gobierno provisional la, y la empresa japonesa Mitsubishi Cor­ por seis meses presidido por Francisco Ro­ República Dominicana poration firmaron el 28 de agosto un dríguez y disolvió la Asamblea Nacional acuerdo de inversión industrial por 1O 000 (parlamento de 67 miembros), así como la millones de bolívares (aproximadamente Asamblea Nacional de Corregimientos (mu­ Alza de las tarifas eléctricas 263- millones de dólares) que se destinarán nicipios). Tanto el Consejo como el Gobier­ y de los salarios mínimos a la construcción de una planta de metano! no provisional evaluarán dentro de seis en el complejo petroquímico de Orien­ meses la posibilidad de convocar a eleccio- El Gobierno autorizó un aumento de 125% te. D comercio exterior, septiembre de 1989 787

La reconversión industrial y el futuro

Carlos Á balo *

e suele decir que en el transcurso tal de la PEA, habida cuenta de que ésta sicas sobre el desenvolvimiento de la in­ S de la segunda mitad de los años se­ representa una proporción que decre­ dustria argentina, aplicó también el ca­ tenta y hasta mediados del presente de­ ce lenta pero constantemente con res­ lificativo de desindustrialización rela­ cenio, Argentina soportó un proceso de pecto a la población rotal. En síntesis: tiva para referirse al proceso operado en desindustrialización relativa. La defini­ un perfll menos industrialista o menos el período intercensal mencionado.1 Sq ción no es demasiado clara, pero es di­ moderno que el de hace 20 años. La análisis de lo ocurrido en el decenio in­ fícil buscar otra que la sustituya. Al pa­ cuestión que habría que considerar es dica una combinación de fenómenos de recer, y de acuerdo con los resultados si la mencionada modificadón en el per­ desindustrialización (14% menos de es­ obtenidos en la comparación de los cen­ fil de la ocupación constituye, en reali­ tableéirnientos industriales, 10% menos sos de 1974 y 1985, hubo un insignifi­ dad, el paso hacia una estructura de pro­ de ocupación, 30% menos de horas tra­ cante aumento de la producción indus­ ducción más primitiva y menos moder­ bajadas), de relocalización por efecto de trial (una tasa anual promedio inferior a na o es, por el contrario, el reflejo de los programas de promoción industrial, 1%) y un desalojo de mano de obra del una forma de modernismo propia de que incrementaron la actividad manu­ sector manufacturero. una sociedad postindustrial. En realidad facturera en algunas provincias pero esta última hipótesis parece imposible acentuaron el fenómeno de la desindus­ El resultado es una caída en el pro­ porque basta observar el incremento de trialización en áreas en que las activida­ ducto industrial per cápita y una pérdi­ los índices de pobreza y de analfabetis­ des secundarias eran tradidonales (la ca­ da de significación social para el traba­ mo, la situación de la salud, la caída del pital federal y las provincias de Buenos jo obrero asalariado con respecto al to- poder adquisitivo del salario o la distri­ Aires, Córdoba y Santa Fe) y de concen­ bución cada vez más regresiva del ingre­ tración. El arJálisis señala que las gran­ so para darse cuenta de que la reconver­ des empresas (con una ocupación de sión ha producido hasta el momento un retroceso en la estructura productiva, en l . Adolfo Dorfman, "Enseñanzas del Cen­ • Economista y profesor universitario. las oportunidades de trabajo y en la tra­ so Industrial de 1985" , "Cambios en la in­ Fue redactor de Comercio Exterior duran- ma social, y una menor gravitación de dustria argentina: ¿Favorables o preocupan­ · te ocho años. Este trabajo se publicó en la economía industrial en la sociedad. tes?", en Realidad Económica, núms. 74 y Realidad Económica, núm. 87, Buenos 80, Buenos Aires, primer bimestre de 1987 Aires, primer bimestre de 1989, pp. 6-12. Adolfo Dorfman, autor de obras clá- y primer bimestre de 1988. 788 sección latinoamericana

más de 500 obreros, que representan un polo metropolitano, en esta región se si­ que profundizar el sesgo desindustriali­ tercio de la producción manufacturera gue concentrando la inmensa mayoría zador. y sólo 0.2% del número de estableci­ de las actividades manufactureras, pero mientos) declinaron su producción jun­ hay un fenómeno de industrialización Desde el punto de vista de la acción to con las microempresas (menos de cin­ reciente que abarca Catamarca, Chubut, del Estado, el eje de la reconversión se co trabajadores), que reúnen 4% de la La Rioja, Neuquén, San Juan, San Luis, situó en el tema de la deuda externa, que producción y 65% de los establecimien­ Tierra del Fuego y también la provincia fue un episodio de la transnacionaliza­ tos industriales. En cambio, los estable­ de Buenos Aires . Se diversificó la estruc­ ción financiera. Al contrario de lo que cimientos de grande y mediana dimen­ tura productiva de las provincias señala­ habitualmente se cree, la crisis mundial sión (de 50 a 500 obreros) mantuvieron das más arriba y ello dio lugar también a que se inició en los setenta fue una ex­ estable su producción y, lo que es más importantes transformaciones sociales. 3 presión de la sobreacumulación de ca­ notable, las pequeñas y medianas em­ pital y de mercancías. La sobreacumu­ presas, con una ocupación de S a 50 lación es una consecuencia lógica del de­ obreros (29% de los establecimientos y sarrollo del capitalismo. El capital se 20% de la producción), incrementaron La reconversión y la crisis acumula en busca de tasas de ganancia su presencia en el mercado. cada vez más altas, pero rápidamente se hora bien, ¿qué tiene que ver todo presenta un límite. La mayor acumula­ A esto con el proceso de reconver­ ción se traduciría en una mayor produc­ Dorfman apunta la presencia de una sión industrial, la exportación de manu­ ción, y la mayor producción tendría que estructura industrial que se ha modifi­ facturas y la nueva división internacio­ conducir a un crecimiento del empleo cado considerablemente con respecto a nal del trabajo? La reconversión indus­ y de los salarios, a un incremento de la la de hace 15 años. La industria quími• trial es una respuesta espontánea a la productividad y a un descenso de los ca, que entonces representaba 20% de crisis, que en algunos países encuentra precios. Pero si las cosas evolucionaran las actividades manufactureras, ahora se un Estado que la regula y genera accio­ de esa manera, la tasa de ganancia se re­ ubica en 30%. También se observa una nes específicamente destinadas a con­ duciría -y de hecho así ha sucedido-, declinación en la participación de la in­ cretarla. En Argentina hay en marcha aunque no de una manera uniforme. Por dustria metalúrgica y un estancamiento una reconversión industrial, en parte consiguiente, la mayor acumulación es en la de alimentos, junto con fuertes in­ producida de forma espontánea y en congruente sólo con el incremento del crementos en la productividad, la caída parte alimentada por políticas del Esta­ consumo y la redistribución generaliza­ de las remuneraciones y una diferencia­ do de diferente orientación. Así, por da del ingreso, lo que en definitiva aten­ ción salarial acentuada, combinada con ejemplo, la evolución de la pequeña y ta contra la tasa de ganancia. notables avances en la motorización y mediana empresas en gran medida ha es­ el equipamiento eléctrico. El avance de tado librada a su propia suerte y no ha Cuando la tasa de ganancia empieza la primera se aprecia en la siderurgia y existido una política para ellas. De la a bajar se presentan dos movimientos es­ en la producción de pasta y papel, a ve­ misma manera, el gobierno peronista de pontáneos del capital. Uno está dirigi­ ces con una reducción del empleo, lo los setenta dictó leyes de promoción in­ do a acentuar la capacidad monopólica que habla de un desarrollo tecnológico dustrial con el propósito de crear polos para incrementar los precios; otro, a qui­ en ramas que se han achicado. Por su manufactureros regionales y hacer más tar capitales de la esfera de la produc­ parte, las pequeñas y medianas empre­ equilibrada la distribución industrial de ción para eludir los costos fijos que re­ sas han absorbido más empleo y presen­ las provincias. En la segunda mitad de presentan los capitales inmovilizados tan cierto retraso en la motorización, y los setenta se siguió formalmente en esa (capacidad ociosa en aumento) por fal­ sus grupos más pujantes se localizan en línea, pero la localización de industrias ta de demanda suficiente. La demanda la química y en la electro-metalmecáni­ en las provincias tenía el propósito de potencial existe, pero no se traduce en ca. En el desarrollo de estas ramas ha te­ desconcentrar la presión social y políti• una demanda de verdad existente (o de­ nido especial importancia la aparición y ca de la clase obrera en Buenos Aires en manda solvente) sin una redistribución el desenvolvimiento de la industria del el marco de una estrategia de desindus­ de ingresos, o sea, sin una difusión de aluminio.2 trialización. En los ochenta, tanto en la los frutos del progreso técnico y del de­ época de la dictadura militar como en sarrollo. La desviación de capitales de la la del gobierno radical, esta política no esfera de la producción desarrolla en forma desmesurada la valorización fi­ Desde el punto de vista del desarro­ se modificó: por el contrario, la ejecu­ nanciera y especulativa de los capitales, llo regional, y a pesar del retroceso del ción de programas de ajuste no hizo más así como el uso improductivo de fon­ dos (gastos que no incrementan el acer­ 2. Adolfo Dorfman, " La importancia de 3. Francisco Gatto, Gradela Gutman y Ga­ vo productivo y no inmovilizan capital las empresas pequeño-medianas en la indus­ briel Yoguel, Reestructuración industrial en suplementario como, por ejemplo, las tria argentina", en Realidad Económica, la Argentina y sus efectos regionales, 1974- erogaciones en publicidad). La conse­ núms. 83 y 84, Buenos Aires, cuarto y quin­ 1984, Consejo Federal de Inversión, CEPAL, cuencia de esos desplazamientos de ca­ to bimestres de 1988. Buenos Aires, 1987. pital hace aún más notables los desequi- comercio exterior, septiembre de 1989 789

librios, porque el sistema productivo posible diagramar un nuevo circuito de ria diferencial en escala internacional. La crece con menos rapidez que el capital acumulación. percepción de esta renta en un país em­ y la sociedad ocupa el esfuerzo huma­ pobrecido ha llevado al bloque agrario no en forma improductiva mientras se a obligar al Gobierno a eliminar los im­ incrementa el desempleo. Al aumentar El condicionamiento de la puestos a la exportación y a no sustituir­ la valorización puramente financiera de deuda y del agro los por ningún gravamen a la tierra, que los capitales, poco vinculada al aconte­ sería una fuente lógica de imposición cer productivo, aparecen las tensiones porque en Argentina la tierra es un re­ n la economía argentina está en financieras, los cracks, el endeudamien­ curso que genera la única ventaja com­ marcha desde hace tiempo un pro­ to imposible de pagar, la inflación, el dé­ E parativa que en realidad existe. La his­ ceso de reconversión. En gran parte, ese ficit público continuado y la consiguien­ toria económica de los países centrales proceso está asociado a la dinámica de te crisis del Estado. consiste en explotar ventajas compara­ la valorización financiera y, por consi­ tivas que se renuevan durante largos pe­ guiente, a la deuda externa, que fue el ríodos históricos mediante la creación Estos fenómenos se desarrollan en eje central de la reconversión. Pero los de nuevas ventajas comparativas adqui­ todos los países capitalistas, centrales o capitales prestados por la banca acree­ ridas por medio del gravamen o de la periféricos, porque el mercado mundial dora para impulsar la reconversión re­ transferencia de ingresos desde las acti­ virtualmente se ha unificado y lo ha he­ gresaron en gran medida hacia el exte­ vidades con ventajas comparativas real­ cho sobre todo mediante la correa de rior, simplemente porque las clases do­ mente existentes. Para aportar las divi­ trasmisión de las transacciones financie­ minantes nacionales no le encontraban sas mínimas para cumplir con el reciclaje ras, en las que se realiza la valorización futuro al capitalismo argentino . . . La de la deuda externa, el bloque agrario especulativa de los capitales. La larga profundidad de la crisis deriva de que exige no transferir ingresos de ningún obstrucción a la producción abre las los préstamos de la banca acreedora, ya tipo a los otros sectores, con lo que se puertas a ensayos sobre nuevos méto­ de por sí impagables, no se aplicaron a encuentra obturada la única vía de finan­ dos de producción y a la incorporación la incorporación de capitales al proce­ ciamiento genuino existente. La otra, de nuevas tecnologías. Pero el principal so productivo, sino que se exportaron obstáculo al desarrollo de estas tecno­ al exterior lisa y llanamente o se incor­ que es la imposición a las ganancias, es­ logías es el capital mismo. La valoriza­ poraron a las fuentes de valorización fi­ tá limitada por los subsidios a las gran­ ción especulativa extendida desmesura­ nanciera que contribuyen a desestabili­ des empresas en el marco de la recon­ versión, el retroceso del mercado inter­ damente recrea la marginación social y zar los precios y la moneda. Una parte potencia la desigualdad, Jo que bloquea de esos capitales tuvo aplicación pro­ no y la desindustrialización. la disponibilidad de los mercados. La ductiva y es allí donde se registran las obstrucción es particularmente grande nuevas actividades que hoy modifican Éstos son los dos puntales que hay en las áreas atrasadas del mercado capi­ la estructura industrial. Las grandes ra­ que modillcar para llevar a cabo una ver­ talista, enredadas en una valorización fi­ mas reconvertidas y orientadas en gran dadera política de reconversión indus­ nanciera que las ha llevado a un proceso medida hacia la exportación son hoy la trial. En primer Jugar hay que modificar de endeudamiento que les veda el acce­ petroquímica, el acero y la celulosa y el el mecanismo perverso de reconversión so a las inversiones en nueva tecnolo­ papel. existente, que tiene a la deuda externa gía y, en definitiva, a las modificaciones por principal instrumento. La deuda no generalizadas de los patrones de pro­ El uso improductivo de los créditos se puede pagar y la industria a la que dio ducción. (desde el punto de vista de la economía nacimiento esa deuda tampoco la podrá capitalista nacional) ha creado un per­ pagar en el futuro, con lo que el único La crisis argentina es una muestra pa­ manente desequilibrio en las cuentas ex­ porvenir que se vislumbra entonces es radigmática de esta contradicción. La in­ ternas, que se recicla mediante el meca­ el del achicamiento continuado del mer­ dustria se necesita renovar para adecuar­ nismo de endeudamiento permanente y cado. Una nueva perspectiva para la se a los cambios que tienen Jugar en el dando prioridad a las exportaciones para deuda requeriría replantear el subsidio mundo. Pero no puede hacerlo por el efectuar una parte de los pagos de los en que se fundó, en una instancia de ne­ lastre de la deuda externa, que ha acen­ servicios de la deuda externa. Sin em­ gociación respaldada por un fuerte po­ tuado la perversidad de los mecanismos bargo, como la industria reconvertida der político que se proponga desarmar de valorizaciÓn fmanciera del capital y tiene una presencia creciente pero limi­ el mecanismo de la deuda y de la valo­ ha dado lugar a la desarticulación pro­ tada en la exportación, la provisión de rización fmanciera de los capitales. El ductiva, el reforzamiento de las activi­ divisas queda a cargo de la actividad más modesto de los objetivos es que de dades agropecuarias tradicionales, la cri­ agropecuaria. esa negociación surja un poder de tri­ sis del sistema financiero y la incapaci­ butación sobre las ganancias y la posi­ dad de la moneda para cumplir con sus La economía agropecuaria se ha mo­ bilidad de contar con una moneda más funciones, lo que conduce a una huida dificado, pero sigue siendo una activi­ estable mediante el aumento de las re­ continua hacia la moneda patrón: el dó• dad tradicional, que en Argentina está gulaciones estatales. ¿Es eso posible en lar. Sobre esa base es virtualmente im- sujeta a la percepción de la renta agra- las condiciones actuales? 790 sección latinoamericana

En segundo lugar, el agro debe hacer ración como horizonte determinante. Otra industria con grandes posibili­ su aporte a la tributación y a la estabili­ Esa política corresponde a las semico­ dades de exportación es la de maquina­ dad de los precios, lo que implica con­ lonias, que constituyen plataformas de ria y equipo para el campo. Si Argenti­ tar con el poder político necesario para exportación de mano de obra barata a na explota a fondo su capacidad agro­ romper con una fuente de condiciona­ los centros del sistema. La reconversión pecuaria y la moderniza efectivamente, mientos que, lejos de haberse atenuado industrial argentina, tal como ha sido en­ creando verdaderos complejos agroin­ -como creían muchos-, se ha acen­ carada, tiene ese sentido, que no ofre­ dustriales, también puede tener una ba­ tuado con el correr del tiempo. ce siquiera una perspectiva segura en el se para un desarrollo especializado de la marco de la dependencia, porque el país maquinaria agrícola. La agroindustria es no es parte de un mercado regional de otra vía de desarrollo manufacturero y La suerte del Plan Primavera y del dó• un país industrializado, como sucede agrario, no sólo en la pampa húmeda si­ lar, en febrero pasado, lo demuestran. con México, ni tiene como centro de no en las economías regionales extra­ Ahora bien, ¿es eso posible en las con­ acumulación el proceso industrial, co­ pampeanas. diciones actuales? Si no se remueven esos mo en el caso de Brasil. Y éste es un pro­ dos escollos fundamentales, Argentina blema central. En la presente reconver­ seguirá rindiendo tributo a los grandes sión económica mundial, la industria si­ El complejo mundo del capitalismo reproductores en la sociedad rural y gue ocupando el eje de la reproducción moderno incluye no sólo la realidad de continuará pendiente de lo que pasa con del capital social, mientras en Argenti­ las grandes empresas y los conglomera­ el dólar. Ninguna de las dos cosas cons­ na todavía se discute si la actividad ma­ dos, sino también las de las empresas de tituye un punto de partida para una po­ nufacturera es o no antagónica de la pequeña y mediana dimensiones, unidas lítica industrial. agropecuaria y los programas de ajuste a la utilización de mano de obra semi­ siguen recortando el desarrollo indus­ calificada para productos de mediana y trial: no es una casualidad o un efecto alta tecnología. Ésta es otra área de pri­ Sólo si se parte de estas dos cuestio­ no buscado, sino la adaptación a una de vilegio para el desarrollo interno y para nes fundamentales es posible plantear las características de la clase dominante. la exportación. una política de industrialización acorde con lo que hoy sucede en el mundo. No es una casualidad que Argentina se ha­ Argentina no puede contar con in­ Pero tal programa implica un desafío ya desindustrializado pardalmente. Lo dustrias de punta planteadas como en a la realidad presente. No se podrá ima­ ha hecho porque la conformación social los países centrales, simplemente porque ginar un futuro industrial de esta natu­ de sus clases dominantes y el peso de no tiene la necesaria capacidad de acu­ raleza sin una regulación muy fuerte del la vieja estructura productiva tradicio­ mulación, lo cual no impide que se de­ Estado que incluya, en primer lugar, nal llevaron a la deuda externa a finan­ sarrollen algunas industrias ubicadas en nuevas reglas de juego para el sector ciar la exportación de capitales y a pro­ la punta tecnológica, como la energía agropecuario. La modernización indus­ mover la valorización fmanciera y el nuclear, debido al esfuerzo ya realizado. trial en Argentina debe comenzar por lo­ condicionamiento agrario. El resultado Esta industria, además, se conecta con grar otro comportamiento para la eco­ de todo eso es la falta de una política y el desarrollo del polo energético del pe­ nomía agropecuaria. Sólo cuando el una cultura industriales. El Plan Austral, tróleo y el gas y la posibilidad de cons­ campo se empiece a transformar en una el Plan Primavera y el fracaso de ambos truir grandes centrales hidroeléctricas fábrica de alimentos baratos y en una son resultado de esa composición social, (como ya lo ha hecho Brasil) para insta­ fuente de gran tributación, cuando el de­ como lo es, de alguna manera, el enfren­ lar industrias con uso intensivo de ener­ sarrollo agrario sobrepase la frontera de tamiento entre el gorilismo y el popu­ gía. La petroquímica puede ser una de la pampa húmeda y el mercado interno lismo, recreado por un país que se ma­ las industrias constitutivas del grupo de ocupe un lugar de privilegio en el mo­ neja con una mezcla de estancia y de energía intensiva, a las que se sumaría delo de acumulación, será posible hablar casino. el acero y el papel y la celulosa, ya ini­ de una verdadera reconversión indus­ ciadas. Estas industrias se han desarro­ trial. Sin eso habrá utopías irrealizables llado hacia la exportación con el concur­ disfrazadas de modernizadoras, pero de so de subsidios, precisamente porque así hecho atadas a la recreación de la pobre­ alcanzan una demanda que no existe en za y la marginación y al desarrollo de ac­ Un país industrializado el mercado interno. La racionalidad de tividades terciarias subdesarrolladas que estas industrias requiere, como en las servirán de maquillaje para el subem­ fectuadas esas salvedades, que in­ otras, un amplio mercado interno. Sólo pleo. D E tegran dos requisitos básicos p~ la así podrán producir en escala aceptable existencia de una política industrial, se para exportar.4 pueden enumerar algunos de sus posi­ se puede encontrar en Seminario de CETRA, bles contenidos. No es cierto que resulte Inserción en la econom{a mundial y políti­ posible llevar a cabo una industrializa­ 4. Una discusión de la reconversión indus­ ca de crecimiento para la Argentina, Fun­ ción modernizadora a partir de la expor- trial argentina y su papel en la exportación dación Banco P:!tricios, Buenos 4ires, 1987. Comercio Exterior, vol. 39, núm. 9, México, septiembre de 1989, pp . 79 1-798

El abasto e fru as y legumbres en México

Fernando Rello *

a relac ión entre el ca mpo y la ciudad puede verse desde di­ to de alimentos de la ciudad -cuyos requerimientos dependen ve rsas ópti cas. La utiliza da en este ensa yo es quizá la más de las necesidades de comida de sus habitantes- aba rca todo el Lev idente, pu es concibe el ca mpo como el aba stecedor ali­ sector rural, el país entero y aún más, puesto que cada vez se menta rio de las grandes ciudades . A pesa r de que esta vi sión es importan mayores ca ntidades para alimentarl a. La zona de abas­ archiconocid a, tras ella se esconden relac iones comerciales y so­ tecimiento varía según el producto o la época del año, pero tal cioeconómicas importantes para comprend er los vín culos entre vez no haya un so lo estado de la república que no sea proveedor el ca mpo y la ciudad, los cuales só lo se han tratado superficial ­ de alimentos y materi as primari as agrícol as para la gran urbe. Es­ mente debido a lo parcial de los enfoques utilizados. te hecho no es exclusivo de M éx ico. En otros países el ca mpo entero está a las órd enes del apetito pantagru éli co de enormes Nadie duda qu e las grandes ciudades requieren de una zona urbes, como es el caso de Londres, París y otras ciudades euro­ de abastecimiento de al im entos, de un hinterland. Empero, las peas donde ell o ocurre desde el siglo XV I. Toda ciudad impor­ investi gaciones sobre las relac iones económicas que ello origin a tante requiere de una zona de abastecimiento acord e con sus di­ se ce ntran en los procesos comerciales y productivos en el ca m­ mensiones . Lo s sistemas de abasto de las grandes ciudades son po mismo -en otras palabras, se exa mina la ca pac idad del sec­ meca nismos muy complejos, heterogéneos y englobadores, que tor agropec uari o de abastecer a las ciudades- y, a lo más, se ana­ siempre entrañan enorm es problemas logísticos, ca si nunca apre­ li za n los vín culos comerciales entre los grandes mayoristas urbanos ciados en su magnitud rea l. Barcos marítimos y fluviales, ca noas, y los productores agropec uarios. Aun en este último caso preva­ ríos, ca nales, ca minos, ca rros y animales de tiro, trenes y ca mio­ lecen enfoques parciales y algun os mitos que tras repetirse a lo nes, ce ntros de acopio loca les y regionales, grand es bodegas ur­ largo del ti empo se han conve rtido en verd ades comúnmente banas, ejércitos de cosec hado res, ca rgadores y otros trabajado­ ace ptadas. res de ocasión, pequeños y grandes comerciantes, pequeños y grandes agri cultores y ga naderos, todos ell os arti culados por una En este trabajo se estudian las relaciones comerciales entre el maraña de relac iones merca ntiles y fin ancieras, permiten el abasto ca mpo y la ciudad a partir de la totalidad que ordena y jerarqui­ de las metrópolis. Lo s efectos de este formidabl e meca nismo en za los elementos que la co mponen, es decir, del sistema urbano la economía y la soc iedad han sido y siguen siend o determinan­ de abasto y dist ribución. Las necesidades de las ciu dades, y las tes. Fern and Braudel, hi stori ador francés, estudioso de las c iuda­ relac iones comerciales y económicas q ue ge neran, son las que des cita, entre otros, el ejemplo de Madrid pa ra cuyo se rvicio se orga ni za n las relac iones comerciales y producti vas de su hinter­ orga ni zó "en el siglo XVIII la abusiva movilizació n de la mayor land proveedor de alimentos, y no al revés. parte de los medios de transporte de Castilla, hasta el punto de debilitar la economía entera del país" 2 En otras palabras, se propone concebir la ag ri cultura y las re­ No se debe olvid ar que este complejo sistema de abastec imien­ lac iones comerciales y productivas rurales como parte del siste­ to - más complica do cuanto más pobl ada es una urbe- no ope­ ma urbano de aba sto y comerciali zac ión. No se trata de una pro­ ra automáti ca mente y a veces suele fall ar con catastrófi cos res ul­ pu esta arbitrari a: tres cuartas partes de los alimentos producidos tados, como lo muestra la histo ri a de va ri as ciudades del mundo. se transforman y con sumen en las ciudades, las demandas urba­ Braudel habla de Estambul, que contaba en el siglo XV I tal vez nas de alimentos determinan la estructura de la producción agro­ con 700 000 habitantes y devoraba " los rebaños de cord eros de pec uari a, y los productores rurales están supeditados al comple­ los Balca nes, el trigo del M ar Negro y de Egipto. Sin embargo, jo comercial y finan ciero urbano. 1 si el violento gobierno del Sultán no prestaba ayuda, la enorme ciudad conocía mi se ri as, ca restías, hambres trágicas", las que, por ¿C ómo se abastece de alimentos Méx ico, una de las ciudades otra pa rt e, no le fa ltaron a lo largo de los años. 3 No obstante, los más grand es del mundo? ¿Q ué relac iones hay entre esta urbe y anales de la ciudad de M éx ico no registran interrupciones se ria s su zo na rural de aprovisionamiento? Éstas son dos preguntas bá­ de su abasto alimentario: hubo algun a escasez esporádica o pro­ sica s que se pretend e respond er aquí. La zon a de abastec imien- bl emas en ti empos de revolu ciones, pero nunca, que se se pa, de­ sa bastos mas ivos y desquiciado res de la vida urbana. Es válido, l. En este ensayo no se estu dia el sistema comercial urbano en su con­ entonces, preguntar: ¿Cómo se da este hecho notabl e? ¿Qué me­ junto, tarea rea lizada en otra obra (Fernand o Re llo y Demetri o Sodi, Abasto ca nismos econ ómicos lo permiten? ¿Quiénes participan en él? ¿A y distribución de alim entos en las grandes metrópolis. El caso de la ciu­ qué costos se rea li za? dad de México, Nueva Im age n, M éx ico, 1989). De ell a se tomaron ele­ mentos para elaborar este artíc ulo. 2. Fern and Braudel, Civilización material y capitalismo. Siglos XV-XVIII, A li anza Editori al, M adrid, 1984, vo l. 2, pp. 16-2 1. • Profeso r e investiga dor de la Fac ultad de Economía de la UNAM . 3. /bid, p. 19. 792 sección lati noamericana

La Central de Abasto dría se r as í un mercado ce ntral que abastece a un a ciudad con 18 mill ones de habi ta ntes. Sin embargo, su dimensión pa rece ex­ esde hace unas décadas , el suministro alimentari o de la ciu­ ces iva, sob re todo por el enorm e número de comerciantes que Ddad de M éxico se rea li za por medio de grandes comercian­ rea liza n ahí sus transacc iones, en compa rac ión con otras ce ntra­ tes mayoristas, loca liza dos antes en el antiguo mercado ce ntral les de abasto. de la M erced y actualmente en la Central de Abasto. Estos han dominado hasta ahora el merca do central y constituye n el eje del La Ceda es un a ce ntral hortifrutícola. Cas i todas las fru tas y le­ sistema urba no de abasto y distribución de alimentos. gumbres consumid as en la ciudad pasa n por esta central. Estos productos constituye n 80% del comercio mayori sta efectu ado en La gran relevancia de los mayori stas urbanos proviene de la ell a; el resto es de abarrotes . Se calc ul a que ingresa n diari amente importancia fundamental que han adquirido los mercad os ce n­ 10 000 toneladas de aq uéll os en un os ·1 500 ca miones . Po r su ex­ trales - los grand es centros de abasto y venta al mayoreo- en tensión y número de comerciantes, la Ceda es el mercado de fru ­ la etapa actual del desa rrollo comercial de la ciudad de M éx ico tas y verduras más grande del mundo; en él rea lizan funciones y de la república. En efecto, la histori a indica que cuando un país de mayoreo, medio mayoreo y menudeo 1 636 comerciantes. se urbani za - la mitad o más de la pobl ación total vive en ciudades- , el sistema comercial ti ene que ca mbiar y adaptarse La estac ionalidad de los productos agrícolas induce ciclos a a las nu evas demandas de la soc iedad urbana. También la eco­ lo largo del año en el volumen y los prec ios de las merca ncías nomía y la infraestructura se transforman para permitir un comer­ que ll ega n a la Ceda. Los 15 productos más importantes, q ue re­ cio más intenso y ex tendido a todo el territorio nacional. Se crea presentan 75% del volumen que ll ega a esa central, so n: naranj a, un sistema nac ional de ca rreteras que comunica regiones rura­ pl átano, jitomate, papa, mandarin a, ce boll a, tomate ve rd e, pa­ les, antes aisladas, con las que están en proceso de crec imiento. paya, limón, chile, manzana, aguaca te, elote, zanahori a y flor or­ Éstas va n creando sus zonas de abastecimiento que pronto abar­ namental. El plátano y la naranja represe ntan la cuarta parte del ca n a todo el país. volumen total.

Así ha ocurrido en M éxico. Los mercados centrales (d e frutas, legumbres, carn es y abarrotes) comi enzan a cobrar auge como Lo s grandes bodeguero s form a establ ec ida y dominante de comercio al mayoreo y de su­ ministro de las ciudades. Cas i todos los alimentos de consumo n fe nómeno sobresa liente del comercio al mayoreo de fru­ directo que llega n a ésta s pasa n por las centrales de abasto. Cre­ U tas y verduras en la ciudad de Méx ico, que ya hab ía en la cen los mayoristas y surgen otros, todos ellos espec ializados en Merced y preva lece en la Ceda, es la ex istencia de un reducido algún producto, convirtiéndose en grandes introductores de ali ­ número de bodegueros que controlan gran proporción de la oferta mentos de las urbes. Se da una creciente coordinac ión e integra­ total. ción comerciales. Los grandes mayoristas no pueden ya estar a expensas de la volatilidad y fa lta de art icu lac ión de los merca dos Con la finalidad de conocer con más prec isión el grado de do­ rurales, locales o regionales, por lo qu e comienzan a organiza r minio que ejerce cada mayori sta, la Coordinac ión de Abasto y sus redes de abas tec imiento, engloband o a otros comerciantes Distribución del DDF (Coa basto), junto con la Dirección General reg ionales y comi sioni stas; inclu so, llegan a convertirse en agri ­ de la Ceda, rea li zó en 1987 una encuesta entre los transpo rti stas · cultores o en orga ni za dores de la producción agropec uari a. que ll ega ron durante una semana a las casetas de control de la ce ntral para conocer el monto de ca da producto, así como la bo­ Con el desa rroll o de las institu ciones fin ancieras fo rmal es, los dega en que se entrega. De la información obtenida se infiere que mayori stas ti enen más acceso al créd ito. Su mayor esca la de ne­ de los 1 636 comerciantes de frutas y verduras, 99 grandes bode­ gocios y el crec iente control de las ce ntrales de abasto les permi­ gu eros (6% del total) recibieron 63% de los productos hortifrutí• ten tener grand es ga nancias y ca pac idad de autofin anciamiento. colas estratégi cos que llega ron a la central. Estos grandes mayo­ Con ell o controlan más a los productores rurales,' mediante el fi­ ri stas se especiali za n en la compraventa de uno a no más de tres nanciamiento y la compra adelantada de cosec has. La in fraestru c­ productos. tura comercial urbana crece con rapidez . Se construyen bode­ gas, ce ntrales de abasto y rastros, equipados todos con cá maras La elevada con ce ntrac ión de la oferta en unos cuantos mayo­ de refrigeraci ón y otras instal ac iones modernas. Los mercados ce n­ ri stas es patente. Aun en este grupo de grandes mayori stas hay trales, y en particular el mercado ce ntral de la ciudad más gran­ un conjunto de 40 eno rm es bodegu eros que se podrían conside­ de -en este caso México- , determin an cada vez más los pre­ rar líderes por el gran volumen de productos que concentran y cios agrícolas local es . su significa ti va influencia en los movimientos del merca do. Para cada producto hay unos tres o cuatro bodegueros líderes: en la Los mercados centrales son mecanismos comerciales y soc ioe­ venta de chile verd e, cuatro controlan 72% del volumen intro­ conómicos muy grandes y complejos. La gran Central de Abasto ducido a la Ceda; en la de cebolla, a tres correspond e 43%; en de lztapalapa (Ceda), constru ida para sustitui r al viejo y legenda­ la de pl átano, tres controlan 47% del merca do mayori sta de la rio mercado de la M erced, es un buen ejem plo. Se trata de una ci udad; con otros productos ocurre un fenómeno similar (véase el gigantesca edificación de 272 000 m2, 1 820 bodegas, 15 000 m 1 cuad ro). de frigoríficos, tres andenes de subasta y ci entos de loca les. en los que se realizan muy diversas actividades de apoyo, fin an cie­ Relac ionad os con estos grandes bodegueros, hay numerosos ras . comerciales y logísticas. En ella trabajan de manera perma­ mayori sta s medianos que adquieren sus mercancías de los prime­ nente alrededor de 40 000 personas. además de los eventua­ ros, en una proporción mayor que la que reciben directamente les. Se calcula que cada día acuden alrededor de 200 000 de las zonas productoras. Estos 1 250 mayoristas (78% del total) personas, por lo que se le puede considerar una ciudad de tama­ comercian de cuatro a ocho productos en cantidades accesibles ño medio dentro de la gran metrópoli. Se pensaría que sólo po- a los comerciantes minoristas. Son éstos quienes abastecen los comercio exterior, septiembre de 1989 793

CUADRO

Resumen de formas de abasrecimiento y control mayorista por tipo de producto

Porcentaje apro- Concentración de ximado del volu- Principales esta­ Principales métodos de Reexpedición los grandes bode- men que llega a dos y regiones acaparamiento usados dé producto Producto gueros en' la CEDA Formas de abastecimiento la CEDA abastecedores por grandes bodegueros (%del total) 3 mayores contra- Chihuahua • Propiedad de la tierra Cebollas lan 43% del total More los • Control de pequeños Guanajuato propietarios 33 Casi 100 • Convenios con gran­ 0 • • ~B des productores • Monopolización de corredoras 4 mayores contra- 63 Si na loa • t'ropiedad de la tierra rj itomate lan 20% del total 0 • • Control del mercado 12 Cuautla ~ 37 More/os local • Financiamiento de com­ @.. ~ pras a pie de rancho 3 mayores contra- 75 Tabasco, Sierra • Propiedad de la tierra Plátano lan 47% del total 0 • q Soconusco, Chis. 12 · ~ 25 Tabasco, centro • Control del mercado (V .. .de Veracruz local 4 mayores contra- Serrano B Casi 100 Río Verde, S.LP. • Propiedad y control de Chile verde lan 72% del total @· Tuxpan, Nay. tierras 30 )a/apeño ~ Tampico, Tamps. • Financiamiento y su­ Martínez de la ministro de semillas o @· ( Torre, Ver. • Convenios con peque­ Tu lancingo, Pue . ños productores 3 mayores contra- n.d. Apatzingán, Mich. • Monopolización de Limón lan 53% del total 0 · ~ Costa Rica, Gro., empacadoras 10 Apatzingán, M ich. B costa de Oaxaca • Control del mercado regional 0 • Propiedad de la tierra Simbología: @ Ciudad de México. -Abasto de la ciudad por la red carretera o Ciudad o mercado regional B Producción y acopio de grandes mayoristas-agricultores. ----~(:-e• Producción y acopio de grandes agricu ltores. Producción y acopio de pequeños agricultores. Fuente: elaboración propia con información de estudios realizados por la Coabasto.

canales de venta al detalle. El resto, unos 350, son comerciantes Sin embargo, esto no basta para explicar sus estratégicas posi­ que venden al menudeo. ciones en el abastecimiento urbano. A lo dicho se agrega una lar­ ga y extensa red de relac iones comerciales en dive rsas zonas ru­ La Ceda es un mercado de mayoreo para otras plazas del inte­ ra les y con distintos tipos de productores. Son el los quienes rior de la repúbli ca, en particu lar del sur y el sureste. Aproxima­ establecen los puentes que comunican el campo con la ciudad, damente 15% de las frutas y verduras que II E:gan a la Ceda se reex­ la oferta de productos agrícolas con la demanda urbana. Repre­ piden a otras ciudades, aunque en productos como la ceboll a y sentan el centro del sistema del abastecimiento urbano. el chi le verde la proporción rebasa 30%. En estos casos el merca­ do central de la ciudad de México es determinante en la forma­ ción de los precios en las ciudades del interior. Los mecanismos de control Los márgenes brutos de comercialización de los grandes bo­ on mú ltiples los mecanismos mediante los cuales los grandes degueros (25%) en el mercado mayorista de productos hortifrutf­ S bodegueros de la Ceda pueden controlar la oferta de bienes colas son superiores al de abarrotes y a los márgenes prevalec ien­ agrícolas, provenientes de regiones rura les muy apartadas unas tes en el comercio al mayoreo de frutas y legumbres en países de otras, y hacerlos ll egar a la ciudad. Dichos mecanjsmos varían más desarrollados. Esto se debe a que las fuerzas de la compe­ según el producto, la región o el tipo de mayori sta, aunque exis­ tencia en México son menores debido a la mayor concentración ten patrones y elementos comunes que permiten identificar los de la oferta, es decir, a la estructu ra marcadamente oligopóli ca más significativos. De acuerdo con diferentes estudios de siste­ del mercado mayorista. mas comerciales por tipo de producto,4 se distinguen tres formas de introducir alimentos a la ciudad, dependiendo del agente ma­ Para lograr este enorme control del abastecimiento de una ur­ yorista, los cuales se exponen a continuación. be de 18 millones de habitantes y también de otras ciudades sub­ sidiarias, los bodegueros de la Ceda disponen de instalaciones en 4. Coordinación de Abasto y Distribución del DDF-Centra l de Abas­ esa central, gran cantidad de recursos financieros y amplia expe­ to, Sistemas producto para el Distrito Federal, Serie Temática Sistemas riencia y conocimientos comerciales (muchos de ellos son hijos Producto, México, 1978 y 1988 (estud ios de las cadenas comerciales de o nietos de bodegueros). · jitomate, plátano, cebolla, chile, papa, limón y naranja). 794 méxico: abasto de frutas y legumbres

Bodegueros-ag1-icultores Hacerse bodeguero representa para el agricu ltor una difícil pero muy conveniente fo rm a de defender y aumentar sus ingresos. Con Este mecanismo comercial se basa en la actividad de bodegueros excepción de unas cuantas, las asociac iones de ag ri cultores klan que a la vez so n grandes ag ri cultores. La producción propia cons­ mostrado tener poca experiencia y capacidad para defender los tituye su principal forma de abastecerse, aunque no es la única. términos de interca mbio de sus agremiados. En su mayoría las aso­ El siguiente ejemplo ilustra su funcionamiento. El período de "al­ ciaciones permiten a sus afiliados comprar in sumos baratos orea­ ta " de la papa blanca en la Ceda -es decir, la época del año en li za r trámites de modo más exped ito, pero en ge neral cada uno que mayor ca ntidad de este producto ll ega a la ciudad- so n los de los agricultores comerciali za por su lado. meses de marzo a mayo, cuando arriba la cosec ha de la región del Río Fu erte, Sinaloa. La mayor parte de ell a la producen gran­ des agri cultores privados, que controlan en promedio unas 500 Bodegueros habilitadores y organiz adores hectáreas de ri ego -el máximo permitido es de 100- med iante de la producción el rentismo de parcelas ejid ales, complementado con propieda­ des lícitas . A diferencia de los anteriores, la producción propia no es la for­ ma principal de aprovisionamiento de este grupo, sino que ejer­ Estos grandes ag ri culto res usa n tec nología moderna que, aun­ ce un control indirecto de la producción de una o más regiones, que les significa elevados costos, les permite obtener altos rend i­ mediante el financiamiento y otras prácticas que implican una mientos. Es cuan ti oso el volumen de papa que cada uno produ­ suerte de organización de la producción agrícola, tales como el ce. Todos se agrupan en la Asociación de Agricultores del Río suministro de sem illa o la as iste ncia técnica. Fuerte, la que a su vez pertenece a la Confederación de Asocia­ ciones de Agri cu ltores de Sin aloa (Caades), la organización de em­ Tal vez el mejor ejemplo de este tipo de mayorista sea la fam i­ presarios agrícolas más poderosa del país. Mediante ésta pueden li a N, la cual introduce 23% del chile se rrano que se vende en planificar la producción regional y los envíos a México con la fi ­ la Ceda. Cultivo ca ro y ri esgoso requiere, además, de almác igos nalidad de aprovechar al máx imo el monopolio que ti enen sobre que provee la familia N a los productores que trabajan para ell a. la ve nta de papa en la Ceda durante dos o tres meses. Por con­ Es frecuente que el ca mpesino chilero pida apoyo a la familia N, ducto de la Caades consiguen información al día sobre el movi­ debido a la escasez de crédito y de as istencia téc nica ofi cial. En miento del mercado en la Ceda y otras plazas. Sus principales tal caso, previa inspección y después de firmar un conve nio, el cli entes son antiguos y brelí establecidos bodegueros de la Ceda, ag ri cultor recibe almác igos, financiamiento y aseso ría técnica, a así como las grandes empresas fabricantes de papas fritas, como ca mbio de vender su cosecha en exclusivid ad a dicha familia, con la Sab ritas y la Barcel. Realizan sus tratos comerciales por teléfo­ lo que el ca mpesino asegura una sa lida para su producto. Me­ no y nunca mandan un camión sin un precio acordado pre­ diante estos procedimientos, basados en la confianza mutua, la viamente. familia N centrali za la producción de chile de regiones tan aleja­ das unas de otras como Río Verde, San Lui s Potosí, Tu xpa n, Na­ Muchos de estos gra ndes agricultores paperos han sido o son yarit, Tampico e Hidalgo. En 2ntrevistas con productores, éstos mayoristas de la Ceda. Disponen de bodegas, las que durante tres declararon estar conformes con los tratos establecidos. meses ll enan con producción propia y, en el resto del año, con cosechas acopiadas en otras regiones, aunque el período de ma­ Los bodegueros-habilitadores también operan en la comercia­ yor movimiento coincide con la sa lida de la papa sinaloense . Gra­ li zación de otros productos. Ello se debe a que cu mplen funcio­ cias a su organ ización, sus bodegas y sus contactos, logran gran nes económicas en un sector agrícola con grand es ca rencias de eficiencia comercial: en la época de "alta", cuando normalmen­ financiamiento, as iste ncia técnica y oportunidades adecuadas de te los precios de otros productos caen, las cotizaciones de la pa­ comercialización. pa alca nza n buenos niveles en la Ceda. En este caso, como en el de los bodegueros-agricultores, las Diversos productores siguen un comportamiento comercial pa­ formas de abasto son muy directas y cas i exentas de interm ed ia­ recido, si bien con algunas diferencias que no alteran la pauta rios. Aquí no caben las críti cas al interm ed iari smo excesivo que, ge neral. Entre ellos se cuentan los grandes jitomateros de Sina­ de manera general y un poco mítica, se menciona como el prin­ loa, también afiliad os a la Caa des, los plataneros del Soconusco cipal problema del sistema comercial en México. Sin embargo, y los ceboll eros del oriente de . Todos ellos tienen en co­ los ca nales mayoristas más atrasados y con más intermed iari os mún una gran capacidad para centralizar un volumen importan­ determinan los precios al mayoreo, de tal manera que los meno­ te de cosechas, que se basa en el control de tierras, propias y ren­ res costos comerciales que se derivan de mecanismos más direc­ tadas, y en la apli cación de tecnologías modernas e intensivas en tos se traducen en ganancias extraordinarias para el bodeguero, capital. pero cas i no benefician al consumidor. Gracias a su calidad de grandes productores han podido trans­ formarse en bodegueros, pero esto no basta para que sea n ma­ yoristas. La producción propia alcanza para surtir la bodega sólo Bodegueros con redes comerciales unos cuantos meses. Para mantenerla trabajando todo el año se tradicionales requiere acopiar mercancía de otras regiones, y es entonces cuan­ do el gran agricultor se transforma en comerciante mayorista. Son En un sector agrícola con pequeños productores atomizados, de pocos los que lo logran. Cuando así sucede, el agricultor­ escasos recursos y con organizaciones para la producción aún in­ bodeguero adquiere una influencia apreciable sobre la oferta to­ cipientes, es lógico que prevalezcan canales comerciales muy alar­ tal. Los datos recogidos en la Ceda indican que los agricultores­ gados por diversos intermediarios, que serían innecesarios en un bodegueros se encuentran entre los cinco o diez mayoristas más sistema más racional. El modelo tradicional comienza con el aco­ importantes de cada producto. piador o intermediario local, quien centraliza la producción en comercio exterior, septiembre de 1989 795.

una esca la también local; sigue con el intermediario regional, ge­ principal función. En particular, los bodegueros líderes de la Ce­ neralmente en una ciudad del interior que funciona como cen­ da abastecen no só lo a la ciudad de México, sino también otras tro concentrador de la producción regional, y termina con el bo­ del sur y sureste del país. Sus principales clientes son otros bode­ deguero de la Ceda. gueros que operan como mayoristas med ianos y, en menor me­ dida, los grandes almacenes de autoservicio. En este siste ma tradicional e inefi ciente -si se le juzga por el encarecimiento de las mercancías- no hay intermediarios inne­ Esto significa que hay una división del mercado entre los ma­ cesarios. Los acopiadores loca les o coyotillos de rancho cumplen yoristas. El gran bodeguero, general mente especializado en uno la función de financiar el corte y el traslado de mercancías, pro­ o muy pocos productos, concentra gra ndes volúmenes de mer­ ducidas por campesinos dispersos, muchas veces en lu gares ale­ ca ncía y la vende a otros r1ayoristas medianos. Éstos se encargan jados y sin recursos para realizar tales actividades . Sería difícil que de abastecer los canales minoristas, con una mezcla más variada los intermediarios regionales -y menos aún los bodegueros de bienes y en ca ntidades adecuadas a las necesidades de sus urbanos- pudiesen concentrar toda la producción de estas zonas. clientes. La atomizac ión del mercado minorista, propio de los sis­ temas comerciales tradicionales, provoca esta división de funcio­ En el mismo se ntido, los interm ed iarios regionales facilitan la nes, la cual también ex iste en otros países latinoamericanos, se­ operación de los mayoristas urbanos y el abasto de las ciudades, gú n investigaciones sobre comercio urbano reali zadas ahí. 5 La au nque sea a precios elevados. Si bien es deseable la reducción dispe rsión de los pequeños comerciantes -tan importantes to­ del número de interm ed iarios, ello sólo se ría posible med iante davía en el sistema comercial de México-, su baja esca la de ope­ cambios que englobaran a todos los eslabones, comenzando con ración y sus necesidades de compra frecuente y de ca lidades par­ la organización y el fortalecimiento de los productores. Cabe se­ ticulares de las mercancías, crean condiciones para que su rja un ñalar que la mayoría de las frutas, legu mbres y ca rn es roj as que comerciante mayorista espec ializado en abastecerlos el cual, a ll ega n a la ciudad se comerciali za por med io de este sistema tra­ su vez, es cliente de los grandes mayoristas introductores. dicional. Los mayoristas med ianos y pequeños no son es labones comer­ En resumen, los principales in strumentos de que se va len los ciales innecesarios en las condiciones actuales. El gran mayorista gra ndes mayori stas para abastecerse so n: no está dispuesto -porque no le conviene- a hacer tratos en esca las casi ínfimas con detallista s pequeños y dispersos. Pued e a] La propiedad de predios o el control de tierra ejidal renta­ afirmarse que al comercio detalli sta trad icional corresponde un da y el ejercicio de un a agricultura modern a y capitalizada. mercad o de mayoreo también tradicional. Por ejemplo, los loca­ tarios de mercados públicos acuden varias veces a la semana -si b] El control de la producción de pequeños productores me­ no es que a diario- a la Ceda para comprar un volumen reduci­ diante convenios verbales que implican asistencia técnica y su­ do de frutas y legumbres. Cada uno de ellos se cree un compra­ ministro de insumas. dor consumado -la mayoría piensa que su competitividad de­ pende de su capacidad individual como comprador- y bu sca la e] Los convenios con grandes y medianos agri cu ltores con los ca lidad de productos que le compran sus marchantes . Se trata que se comparten riesgos y ga nancia s. de una compra su mamente particular que no se presta a la rutina ni a la normali zac ión . Ningún mayori sta puede satisfacer estas ne­ d] El control de la producción de pequeños productores de cesidades. Por ello, los locatarios compran a diversos mayoristas bajos recursos, mediante el financiamiento y las compras por ade­ según esté la pl aza, es dec ir, las ca lidades y los precios en cada lantado de la cosecha . Ésta es un a forma muy usada para garanti­ bodega mayorista . za r el acopio y las compras a bajos precios. Esto significa que los mercados mayoristas cambian día a día. Cotidianamente se busca, se regatea, se cotiza y se rea liza n tran­ e] Dominio comparti do y en mancuerna con interm ediarios sacciones que se rán distintas de las del día siguiente. No existen regionales de los centros de compraventa regionales. tratos comerciales que sigan una rutina -por ejemplo, contratos de suministro de productos en ciertas ca lidades y tiempos- ni f] El empleo de gran número de comisionistas. compras a futuro. Lo s mayori stas se enfrentan a la demanda inse­ gura y cambiante de un gran número de pequeños comprado­ g] La concentración en manos de bodegueros de las instala­ res . Esto se relaciona con los malos se rvicios que ofrecen a los ciones de empacado y procesam iento agroindustrial primario (se­ comerciantes menudistas (precios altos, falta de crédito, nula ase­ leccionadoras y lavadoras de papas, empaca doras de limón, etc.) soría comercial), en comparación con los que los mayoristas mo­ necesarias para coloca r debidamente presentado el producto en derni za dos y eficientes de Europa ofrecen a los detallistas. el mercado.

Una visión global Bodegueros y detallistas continuación se da una visión de conjunto de las relaciones 1 poder del gran mayorista, en tanto eje central del sistema comerciales entre el ca mpo y la ciudad . Se cuenta con des­ de abastecimiento urbano, se basa en sus nexos comerciales cripciones de los mercados mayori stas. Los estudios de caso ela- y, en última instancia, en su capacid ad de colocar enormes ca n­ tidades de mercancías en los mercados medio mayorista y al de­ S. K. Harriso n et al., lmproving Food Marketing Systems in Develo­ talle. El gran mayorista es ese ncialmente un abastecedor de ciu ­ ping Co untries: Experiences from Latin America, Latín America Stud ies dades, un introductor de alimentos en gra n esca la. Ésta es su Centre, Michigan State University, 1974. 796 méxico: abasto de frutas y legumbres

borados por la Coabasto proporcionan información sobre las re­ DIAGRAMA giones abastecedoras de la capital, el tipo de productos que prevalecen en cada una de ellas y, con cierto grado de generali­ Patrones de distribución de lugares centrales en el dad, los canales comerciales por los que los productos llegan a abastecimiento de alimentos de la ciudad de México la ciudad. Las investigaciones de antropólogos y economistas ilus­ tran el funcionamiento de los mercados rurales en ciertas regio­ nes, la operación de grandes mayoristas en tal o cual mercado o producto o el comportamiento de algún mercado público ur­ bano. Sin duda todos estos elementos están interrelacionados. Sin embargo, ¿cómo pasar de los aspectos particulares del comercio a un modelo general de las relaciones mercantiles. que permiten el abasto de la capital?

Debe buscarse un enfoque totalizador del abasto urbano para dar mejor cuenta de la realidad comercial -una totalidad de re­ laciones interconectadas- y explicar la ubicación e importancia de las partes, así como evaluar con mayor precisión el efecto de posibles políticas de transformación comercial.

La tarea no es fácil debido a que la teoría y la antropología económicas se constriñen a aspectos muy particulares cuando abordan el tema del comercio interno y no ofrecen modelos ge­ o

nerales. Disciplinas más recientes, como la geografía de los mer­ SoconuKO, Chi s., y T•b.Ko lpiJ.tlno) cados (que incorporan el análisis de la dimensión espacial al es­ tudio del comercio), aportan un marco de referencia para una

visión más general. Q CUbdo!TWfador~l ~ ~::,:~:,~ uc ción

La localización espacial de las actividades productivas, y sus -<:8 ~n~:;~ ~=.:0,~ produc<>ón interrelaciones con el comercio, son un tema de particular perti­ -+ ) Clfr~t r u nencia en el estudio de una actividad que se relaciona de mane­ ra muy estrecha con las distancias y los caminos para salvarlas . En esencia, este enfoque propone examinar los patrones de dis­ Fuente: elaboración propia. tribución de las instituciones comerciales en el espac io rural­ urbano, así como averiguar las conexiones entre ese arreglo es­ pacial y el funcionamiento de esas instituciones y de la estructu­ ra socioeconómica regional y nacional. infe rior son tributarios de un solo centro comercial, con interme­ diación de un solo mercado regional. Otras investigaciones reali ­ La red de relaciones comerciales con que se abastece a la ciu­ zadas en Pu no, Perú/ y en la regi ón de los indios navajos, en dad de México y a otras grandes urbes está est ructurada en el te­ Estados Unidos,8 confirman la exi stencia de este patrón ra mifi­ rritorio· de acuerdo con patrones bien defin idos . Se trata de un cado que conduce siempre a un tronco central (en el diagrama comercio a larga distancia que conecta una gran urbe con diver­ se representa gráficamente este tipo de arreglos comercio­ sas zonas productoras, a través de un solo mercado regional o espaciales). de una ciudad, que hace las veces de centralizadora de la pro­ ducción agropecuaria. El patrón dendrítico corresponde al ti po de abasto basado en Las zonas abastecedoras se especializan en un doble sentido: las relaciones comerciales más tradicionales. En este caso, la ato­ producen uno o dos artículos para el consumo urbano y, ade­ mización de los productores -en general, pequeños y casi sin más, lo envían por lo común a una sola ciudad, de tal manera rec ursos económicos y conocimiento del mercado- y las prácti­ que esas zonas están vinculadas comercialmente con un solo mer­ cas indirectas de acopio, usadas por los grandes mayoristas, exi­ cado urbano. Claro está que hay excepciones -sobre todo re­ gen la acción intermediaria de mercados y comerciantes regio­ giones con grandes excedentes que pueden abastecer varias nales. Así, la producción de diferentes mercancías se centraliza urbes-, pero el caso general es el descrito antes. en ciudades de provincia pa ra enviarla a la capital y a otras pla­ zas; es el caso del limón en Apatzingán, Michoacán; del chile ja­ lapeño en Tulancingo, Hidalgo; de la cebolla y el jitomate en En estudios sobre sistemas mercantiles mayoristas de otros paí­ Cuautla; de la naranja en Álamo y Martínez de la Torre, Vera­ ses se señala la existencia de este mismo patrón espacial. E.A.j. cruz, etcétera. Johnson,6 basándose en los trabajos de S. Mintz sobre el caso de Haití, lo llamó por primera vez patrón dendrítico o en forma de árbol, según el cual los lugares de acopio y comercio de orden 7. G. Appleby, "The Role of Urban Food Needs in Regional Develop­ ment, Puno, Peru", en C. Smith, Regional Analysis, 2 vols., Academic Press, 1976. 6. E.A.]. ]ohnson, The Organization ofSpace in Developing Countries, 8. K. B. Kelly, " Dendritic Central-Place Systems and Regional Organi­ Harvard University Press, Cambridge, s.f. zation of Navajo Trading Posts", en C. Smith, op.cit. comercio exterior, septiembre de 1989 797

Otros autores, entre ellos C. Sm ith,9 ll aman patrón so lar a xico fue durante largo tiempo el mercado al mayoreo por anto­ aq uella distribución espacial del comercio en la cual varios cen­ nomasia del país, hasta que otras urbes en ascenso como tros rurales de acopio se articulan con un solo mercado central, Guadalajara o Monterrey consolidaron sus mercados centrales. sin la intermed iación de ningún centro o mercado regional; es decir, de manera absolutamente directa. Este patrón cOrrespon­ Desde los tiempos coloniales el mercado al mayoreo adquirió de claramente a los dos primeros mecanismos de abasto mencio­ su fisonomía de actividad concentrada en pocas manos, rasgo bá­ nados, en los que los mayoristas introductores son grandes agri­ sico que se conserva hasta la actualidad. Por mucho tiempo los cu ltores o bien cumplen la función de organizar y controlar la comerciantes españoles lo dominaron, en particular el del ramo producción mediante el créd ito o el suministro de insumos. de abarrotes. En la época posrevolucionaria los mayoristas mexi­ canos fueron ganando tP:reno. Con el desarrollo económico del Es posible afirmar entonces que, considerando la distribución país se in crementaron las fuerzas gravitacionales del mercado ma­ espacial, el sistema mayorista que abastece a la ciudad de México yorista de la capital, en especial al ubicarse en ésta el grueso de 1 • combina los patrones dendrítico y so lar, es decir, una apropia­ la industria alimentaria y no alimentaria. Los mayoristas capitali­ ción del territorio que implica relaciones directas -cuando mucho nos gozan de una mejor infraestructura de transporte y comuni­ a través de un so lo mercado regular- y de exclusividad-subordi­ cac iones así como de almacenaje, y pueden aprovechar econo­ nación de la ciudad con su hinterland (véase el diagrama 2.) mías de escala y abatir costos, lo cual refuerza los monopolios comerciales y el peso específico de la ciudad. Esta primera observación sobre la distribución espac ial, con­ siderada aisladamente y con tal generalidad, no basta para los fi­ Para comprender en toda su dimensión los mecanismos del nes de este artícu lo, ya que el patrón dendrítico-solar ha sido co­ comercio mayorista y el efecto de la metrópoli sobre su área de mún a los sistemas de abasto de muchas ciudades en el mundo, aprovisionam iento, se deben considerar los rasgos básicos de la entre .e ll as a algunas de países desarrollados, con sistemas de co­ estructura agraria. En México, el campo está esencialmente pola­ mercialización de alimentos muy diferentes del de México. Asi­ rizado por razones históricas, cuya explicación está fuera del al­ mismo, la relación directa de la ciudad con su hinterland puede cance de este trabajo. Aliado de una agricultura capitali sta tecni­ ser favorable para las relaciones campo-ciud ad y para los consu­ ficad·a y capitalizada, hay un sector mayoritario de muy pequeños midores urbanos, o bien estar aparejada con la expoli ac ión de productores, con tierra, capital y tecnologías insuficientes. Por lo los pequeños productores y con ganancias desmedidas. general, estos últimos carecen de organizaciones para la produc­ ción consolidadas y se enfrentan de manera individual a los pro­ Estos patrones de distribución espacia l cobran mayor sentido blemas derivados de la falta de financiamiento y de conocimien­ si se les relaciona con la enorme fuerza gravitacional de la me­ to del mercado. Todos los estudios coinciden en señalar la débil trópoli y la debilidad de un sector agrícola polarizado y largamente presencia de organizaciones campesinas en los circuitos de co­ expoli ado; es decir, con las formas particulares que asume la vin­ mercialización. cu lación campo-ciudad en México. Es cierto que, con excepción de los que producen granos, los Cabe destacar que el crecimiento de la ciudad de México se campesinos más pobres no abastecen a la ci udad. Satisfacer la expli ca por lo que en la teoría del desarrollo urbano se conoce demanda urbana representa un buen negocio y aún los peque­ como el patrón de primacía, forma de distribución espacial en ños productores se benefician de ell a; empero, son los medianos la que una ciudad macrocefálica, muchas veces mayor que las y grandes, incluyendo a los agricu ltores-bodegueros, los que han otras concentraciones urbanas de un país, se convierte en el prin­ ido ganando importancia en el suministro de alimentos a la ciu­ cipal centro económ ico y político nacional. Desde sus más tem­ dad. No obstante, por su número, los campesinos siguen desem­ pranas épocas y cada vez más según se desarrollaba, la capital peñando un papel sign ificativo. concentró las principales actividades económ icas y adm inistrati­ vas, el ingreso y la demanda efectiva . La debilidad económica y la acentuada dependencia financiera de los campesinos explican su subordinación a los grandes ma­ La red de transportes y comunicaciones sa lía de la ciudad ha­ yoristas, algo conocido y seña lado con frecuencia. Sin embargo, cia los centros mineros y agrícolas y más tarde hacia los incipien­ no suele estud iarse que la subordinac ión del pequeño productor tes ce ntros industria les y hacia las cabeceras comerciales regio­ agrícola está vinculada con el lugar que ocupa éste en una es­ nales. Todos los caminos convergían en la capital siguiendo un tructura espacio-mercantil. En el patrón dendrítico-solar, los pe­ claro patrón so lar, y lo mismo suced ía con el tráfico de mercan­ queños ag ri cu ltores están relacionados con un solo mercado ma­ cías, tanto de ida (salida de artícu los manufacturados y reexpedi­ yorista. Esto sienta estructuralmente las condiciones para su ción de productos) como de vuelta (arribo de alimentos y mate­ sometimiento mercantil. En teoría, si el pequeño agricultor tuvie­ rias primas). se acceso a dos o más mercados, tendría más alternativas de ven­ ta y podría negociar mejores precios, ya que los mayoristas de Es lógico que el gran comercio estuviese centralizado en la ca­ esas ciudades tendrían que competir para comprarle. De otro mo­ pital: ahí se concentraba la infraestructura de almacenaje y con­ do, está subordinado a un solo ma.yorista. servación de alimentos. Desde entonces es práctica común que los alimentos lleguen a la ciudad para almacenarse, clasificarse En otras palabras, una de las consecuencias más importantes y tasarse según los precios vigentes y luego reexpedirse, en oca­ de estos patrones comerciales y espac iales es que mientras los siones a lugares cercanos a sus sitios de origen. La ciudad de Mé- pequeños productores rurales siempre compiten por lograr me­ jores lugares en el abasto de la ciudad, los mayoristas casi no com­ 9. Ca rol Smith, op. cit. y, del mismo autor, "How Marketing Systems piten entre ellos en el proceso de acopio y acaparamiento, pues Affect Economic Opportunities in Agrarian Societies", en Rodha Halpe­ tienen radios de acción sepa rados. Como resultado, los centros rin y j . Row (eds.), Peasant Livelihoods: Studies in Economic Anthropo­ urbanos mayoristas determinan los precios rurales. Ésta es una logy and Cultural Ecology, St. Martins Press, Nueva York, 1977. de las causas de la desfavorable relación de precios que sufre el 798 méxico: abasto de frutas y legumbres

sector agrícola, factor que casi nunca se menciona en los estu­ Los grandes mayoristas son compradores activos pero vende­ dios sobre el tema. dores pasivos, es decir, son muy malos oferentes de servicios co­ mercial es a sus clientes detallistas. Este hecho, observado tam­ El patrón de primacía origina zonas rurales mal comunicadas bién en otros países de América Latina, 10 es fundamental para entre sí, con transportación intrarrural cara, mal abastecidos y con explicar por qué el subsector mayorista no genera impulsos mo­ sistemas comerciales poco desarrollados. No es de extrañar que dernizadores, tal y como ocurrió en Estados Unidos o Europa, don­ los precios de los alimentos aumenten a medida que crece la dis­ de la transformación de éste fue la base de la modernización del tancia respecto a los centros urbanos: lo~ artículos son más caros sistema comercial (cadenas voluntarias o cooperativas de mino­ y escasos en las áreas rurales alejadas. Este es uno de los costos ristas). sociales de tal sistema espacial y mercantil. En México los mayoristas se especializan en introducir alimen­ La posición de los grandes productores rurales en el sistema tos, pero nada más. Ello les brinda jugosas y cómodas ganancias. dendrítico-solar es más favorable. Disponen de más tierra, de re­ No están interesados en modernizar las atomizadas tiendas deta­ cursos para realizar una explotación con altos niveles de produc­ llistas mediante la asesoría o el mejoramiento de los servicios co­ tividad y de más elementos para defender el excedente econó• merciales. La falta de competencia no los obliga -como sucedió mico que producen. Asimismo, están organizados para vender en otros países- a cambiar sus métodos. conjuntamente las cosechas, y su mayor capacidad económica les da fuerza para negociar mejores precios; en cambio, no están De los mayoristas medianos tampoco salen impulsos de reno­ sujetos a la dependencia financiera y disponen de mayores op­ vación; se limitan a adecuarse a las necesidades de los pequeños ciones de venta. A veces surten a ciudades y plazas menos mo­ comerciante tradicionales. No son intermediarios redundantes en nopolizadas del interior o, como los cebolleros de Chihuahua, las circunstancias actuales, pero tampoco son comerciantes ca­ realizan acuerdos directos con los mayoristas de la Ceda, con quie­ paces de iniciar reformas modernizadoras. nes comparten riesgos y ganancias y en algunos casos hasta pue­ den controlar alguna bodega en esa central. Sin embargo, las en­ Por otro lado, los minoristas, atomizados y desorganizados, mi­ trevistas realizadas señalan que aun los grandes productores tienen núsculos y con prácticas individualistas, carecen de fuerza para muy poca experiencia en la comercialización y prefieren no par­ exigir mejores tratos comerciales a sus proveedores. Tampoco aquí ticipar en ella de manera profesional. parecen existir fuerzas competitivas renovadoras.

Otra característica de estos patrones comerciales es su inefi­ Las instituciones comerciales descritas representan varios pro­ ciencia en la redistribución de alimentos y otros bienes. Que los blemas. Empero, las críticas se concentran sólo en el gigantismo alimentos tengan que llegar primero a la Ceda y después enviar­ de los grandes bodegueros, en sus desmedidas utilidades y su po­ se a otras plazas del interior ilustra el punto. Sin embargo, su prin­ der monopólico. Desde tal enfoque, el problema radica en este cipal desventaja, de la cual se derivan otras, es la ausencia de fuer­ monstruo tentacular y su rapacidad. Se pierde de vista que se tra­ zas competitivas en su mecanismo interno. Esta carencia se ta de un sistema espacial y mercantil, es decir, es un todo de pie­ expresa en diferentes planos. En primer término, las grandes ur­ zas y vínculos comerciales y financieros articulados en el territo­ bes (y los grandes mayoristas que las abastecen) tienen hinterlands rio, que tiene una vida propia, una inercia y una lógica, y que, exclusivos y no las comparten; es decir, las ciudades casi no com­ por lo demás, opera no solamente en México sino también en piten entre ellas para asegurar su abasto; se sirven de regiones otros países. Por elfo, podemos hablar de un patrón común, de cautivas. De aquí se desprende el poder de los grandes compra­ un modelo o de una estructura. dores y el sometimiento de los pequeños productores, quienes siempre reciben precios muy bajos. Este sistema comercial opera Al formular estrategias de modernización comercial, no debería a costa de la descapitalización perenne de los campesinos. olvidarse que el actual es un sistema mercantil ya muy estructu­ rado y con pocas fuerzas internas que promuevan su modifica­ La falta de competencia también se destaca en la Ceda y en ción. Es difícil transformarlo con medidas parciales porque un cam­ el rastro de Ferrería. Esto no significa que no haya juegos inter­ bio en un solo elemento traería beneficios aislados pero dejaría nos de fuerzas y equilibrios mercantiles. Los bodegueros líderes, casi intacto el sistema. pese a su poder, no pueden decidir unilateralmente los precios. No obstante, la debilidad de la competencia y el acentuado Impulsar la organización campesina para la producción y la oligopsonio-oligopolio de los mayoristas convierten en sobrega­ comercialización sería una política fundamental para mejorar los nancias lo que podría ser un beneficio económico para toda la términos de intercambio e introducir algunos elementos raciona­ sociedad e impiden que las mejoras en la producción y la comer­ lizadores en el sistema comercial. Es decir, esta política traería cialización se transfieran a los precios al consumidor. consigo no sólo una relación campo-ciudad más justa y equili­ brada, sino también contribuiría a modernizar el sistema urbano Dicho de otro modo, la eficiencia de los agricultores-bode­ de distribución al menudeo, porque obligaría a los grandes ma­ gueros y los canales comerciales directos del patrón dendrítico• yoristas a dejar de ser grandes introductores de alimentos y ven­ solar, en vez de presionar para que se reduzcan los precios, son dedores pasivos para convertirse, como sus homólogos europeos fuente de ganancias extraordinarias para los mayoristas más efi­ o estadounidenses, en vendedores activos y factores de la mo­ cientes. No es fácil estimar las utilidades oligopólicas de los ma­ dernización del sistema comercial. Sólo la modernización global yoristas. La Coabasto ha calculado de manera aproximada que del campo y una participación generalizada de las organizado- los márgenes brutos (25% ..sobre el precio de venta al consumi­ . nes de productores en la comercialización y el abasto podrían dor) son iguales o ligeramente superiores al comercio moderno comenzar a transformar esta compleja totalidad comercial. al detalle, lo cual es ilógico, puesto que la distribución al menu­ O deo implica gastos mucho más elevados. Así, el mercado mayo­ rista es factor importante del encarecimiento de los productos. 1O. K. Harrison et al., op. cit. comercio exterior, septiembre de 1989 799

Sección internacional

En el asunto de la propiedad intelectual este sector en el GATT . .. que deberán PRODUCTOS BÁSICOS se rompió el circulo vicioso que represen­ abarcar, entre otras cosas, la eliminación taba el diferendo entre los países en desa­ gradual de las restricciones establecidas en Efectos del Acuerdo Multifibras rrollo y los industrializados sobre si los pro­ el marco del Acuerdo Multifibras y demás blemas al respecto relacionados con el co­ limitaciones impuestas a los textiles y el ves­ en los países en desarrollo mercio deben tratarse en la Organización tido que no sean compatibles con las nor­ Mundial de la Propiedad Intelectual o en el mas y disciplinas del GATT, el lapso de En diciembre de 1988, en la ciudad de GA T'r. Se convino en iniciar la elaboración tiempo en que se realizará ese proceso de Montreal tuvo lugar la reunión de "medio de nuevas reglas para proteger la propie­ integración y el carácter progresivo de ese camino" de las partes contratantes del GATT dad intelectual y, por el momento, dejar de proceso que deberá iniciarse después de para analizar el progreso de la Ronda de lado la cuestión de quién debe aplicarlas. concluidas las negociaciones en 1990" _3 Uruguay. Las opiniones de los expertos so­ bre los avances para liberar el comercio En el tema de las salvaguardias se deci­ El convenio también señala que se de­ mundial fueron más bien pesimistas. Algu­ dió concluir un entendimiento global ba­ berá otorgar un trato especial a los países nos especialistas incluso consideraron que sado en los principios fundamentales del menos adelantados, pero añade que "to­ el GATT había muerto, debido al fracaso de GA TT que permita restablecer el control dos" los participantes se esforzarán por me­ las partes contratantes para lograr un acuer­ multilateral. Esto implica eliminar las me­ jorar la situación del comercio en esa re­ do en cuatro importantes temas (agricultu­ didas que escapen del alcance del Acuerdo gión. Al parecer esto presiona y compro­ ra, propiedad intelectual, salvaguardias y General, como las denominadas de " zona mete a las economías en desarrollo más textiles) de los quince que contiene la agen­ gris", entre las que se incluyen los acuer­ avanzadas a liberar sus mercados de TyR . da de negociaciones de la Ronda. 1 dos de restricción voluntaria a las exporta­ ciones. La presente nota examina la naturaleza En los primeros días de abril de este año del AMF y destaca sus efectos en los países el GATT recibió un impulso decisivo que En diciembre de 1988 las pláticas sobre en desarrollo, cuyas ventas externas de TyR lo leval).tó de la tumba y terminó, asimis­ textiles y vestido se habían estancado en son las más afectadas.4 mo, con el empantanamiento de las nego­ dos sentidos: los países en desarrollo pe­ ciaciones. Los miembros del Acuerdo Ge­ dían congelar las restricciones que impo­ neral convinieron en continuarlas en los ne a sus ventas externas el Acuerdo Multi­ Restricciones a las exportaciones cuatro puntos pendientes. En materia ag~í­ fibras (AMF),2 el cual controla alrededor de de textiles de los países cola se decidió congelar de inmediato la 50%. del comercio mundial de textiles y ro­ en desarrollo ayuda que recibe el sector y desmantelarla pa (TyR), así como fijar una fecha para eli­ a largo plazo. minar dichas restricciones e incorporar el En 1986 el comercio mundial de TyR as­ comercio de esos productos a las reglas del cendió a más de 11 O 000 millones de dóla• Acuerdo General. res (9% del intercambio mundial de manu­ l . Los otros 11 en los que sí se llegó a un acuerdo fueron: negociaciones comerciales mul­ facturas). Debido a que la ropa es relativa­ tilaterales, aranceles, artículos del GATT, barre­ El convenio logrado en abril de este año mente intensiva en mano de obra, los países ras no arancelarias, funcionamiento del GATT, no incluye el primer aspecto, pero consi­ en desarrollo poseen una ventaja compa­ medidas en materia de inversiones relacionadas dera el inicio de negociaciones significati­ rativa en su producción (véase el cuadro 1); con el come~:cio, productos tropicales, produc­ vas para "llegar, dentro del marco tempo­ en 1986 su participación en las exportacio­ tos obtenidos de la explotación de recursos na­ ral de la Ronda de Uruguay, a un acuerdo nes mundiales de TyR ascendió a casi 50%, turales, servicios, solución de diferencias, y sub­ sobre modalidades para la integración de en tanto que en las de las manufactureras venciones y medidas compensatorias. en general fue de sólo 17%. Los países en desarrollo son particularmente competitivos 2. El nombre oficial del Acuerdo Multifibras Las informaciones que se reproducen en es­ es Acuerdo Relativo al Comercio Internacional ta sección son resúmenes de noticias apare­ de los Textiles. El documento original y el Pro­ 3. Véase GATT, Noticias del Uruguay Round, cidas en diversas publicaciones nacionales y tocolo de Prórroga más reciente pueden verse NUR 027, 24 de abril de 1989. .extranjeras y no proceden o riginalmente del en Luis Mal pica dé Lamadrid, ¿Qué es el GA TT? 4. La parte que sigue es un resumen de Juní• Banco Nacional de Comercio Exterior, S.N.C., [as consecuencias prácticas del ingresa de Mé­ chi Goto, "Effects of the Multifibre Arrangement sino en los casos en que así se manifieste. xico al Acuerdo General, Grijalbo, México, f9"88, on Developing Countries", Working Paper, Ban­ pp: 571-597. co Mundial, Washington, octubre de 1988. 800 sección internacional

CUADRO 1 la ropa del Tercer Mundo respecto a los Aunque muchos países del Tercer Mun­ mercados de los países desarrollados se de­ do exportan ropa a los desarrollados, la ma­ Participación de los países menos be, en parte, a que en el primero hay poca yor parte de los embarques procede de los avanzados en las exportaciones mundiales demanda de ropa hecha en fábrica y se im­ "tres grandes" de Asia: Hong Kong, Corea (Porcentajes) ponen fuertes barreras a la importación de del Sur y Taiwán (véase el cuadro 4). Sin embargo, mientras que de 1973 a 1984 la 19 76 1980 1986 estos productos. De esta forma, las restric­ ciones del AMF que establecen las naciones participación de esas naciones en las expor­ Textiles y ropa 40.6 49.2 32 2 industrializadas dañan de forma importan­ taciones totales de ropa de los países en de­ Textiles 26. 0 30.0 33 9 sarrollo declinó, la de China y otras eco­ Ropa 43. 1 57.0 634 te las exportaciones de ropa de los países Manufacturas 94 13 2 16.6 en desarrollo (véase el cuadro 3 ). nomías as iáticas aumentó. Fuente: estadís ti cas de comercio de la ONU.

en las de ropa: en el año señalado contri­ CUADRO 2 buyeron con más de 60% del total mundial. Participación de TyR en el total de las exportaciones de manufacturas (Porcentajes) De 1976 a 1986 la tasa de crecimiento de las exportaciones de ropa de los países Mundiales Países en desm-rollo en desarrollo fue mayor que la de sus ma­ 1976 1980 1986 1976 1980 1986 nufacturas. Empero, durante el mismo pe­ Textiles y ropa (TyR) 94 9.1 9. 1 32.2 27.9 27 9 ríodo, el crecimiento de las ventas exter­ Textiles 5.9 5.0 44 16.2 11. 4 90 nas de TyR de esas economías fu e mucho Ropa 3 5 4. 1 4.7 16.0 16 5 18.9 menor que el de las manufacturadas. Esto Fuente: estadísticas de comercio de la ONU . se debió en parte a las restricciones del AMF y a la reorientación de las exportaciones de ciertos países en desarrollo hacia los bie­ nes intensivos en capital, como los electro­ CUADRO 3 domésticos y la maquinaria. Destino de las exportaciones de textiles y ropa de los países menos desarrollados Así como los países en desarrollo desem­ (Porcentajes) peñan un importante papel en el comercio 1965 f9 73 1978 1983 mundial de TyR, las ventas foráneas de esos productos ocupan un lugar preponderan­ Textiles Países desarrollados 58 2 62.3 51.6 49 9 te en las de manufacturas de esas naciones. Países en desarrollo 41.8 37.7 48.4 50.1 De 1976 a 1986 más de un cuarto ct_e estas Ropa últimas fueron TyR , proporción tres veces Países desarrollados 79.3 90.0 85.8 87 3 mayor que el promedio mundial (véase el Países en desarrollo 20.7 10.0 14.2 12.7 cuadro 2). No ta: no se incluyen Europa Oriental y la URSS. Fuente: elaborado con base en datOs de International Labour Organization, The !mpact on Em­ En el mismo período la tasa de creci­ ployment and Income of Structural and Technological Change in the Clothing lndustry, miento de las exportaciones de textiles de Ginebra, 1987. los países en desarrollo fue menor que la de la ropa, por lo cual este rubro tiene un mayor peso en sus ventas externas. Una ra­ CUADRO 4 zón de esto es que las naciones industriali­ zadas han recuperado en parte su compe­ Origen de las importaciones de ropa de la OCDE titividad en la producción de textiles, de­ (Porcentajes) bido a que con el desarrollo de la industria Textiles Ropa éstos se han convertido en productos in­ 1984 tensivos en capital. Tal desarrollo ha sido 1973 1984 1973 mucho más lento en la fabricación de ro­ Los tres grandes 1 29.3 26.8 67.7 61.1 pa, que aún es intensiva en mano de obra. China 11.6 17.8 2.6 8.7 Otros países de Asia2 29.2 22.4 7.7 134 América Latina y el Caribe3 7.2 92 97 3.2 También se puede encontrar una dife­ Otros4 22.7 23.8 19.2 13.6 rencia importante entre el destino de las ex­ portaciones de textiles y el de las de ropa Total /OO. O ./OO. O 100.0 100.0 de los países menos avanzados. Mientras l . Corea del Sur, Hong Kong y Taiwán. que sólo 50% de las primeras se dirigen a 2. Bangladesh, las Filipinas, la India, Indonesia, Pakistán, Sri Lanka y Tailandia. los países desarrollados, en las segundas ese 3. Argentina, Brasil, Colombia , Costa Rica, Haití, Perú, la República Dominicana y Uruguay . porcentaje llega a casi 100 por ciento. 4. España, Grecia, Portugal, Turquía y Yugoslavia. Fuente: W. Cllne, The Future of World Trade in Textiles and Apparel, lnstitute for lnternational La fuerte dependencia de la industria de Economics, Washington , 1987. comercio exterior, septiembre de 1989 801

La expansión de las exportaciones chi­ idea básica que da vida al AMF es en esen­ cio Internacional de los Textiles de Algo­ nas de ropa fue particularmente notable. cia la misma que la de sus predecesores: el dón (ACP, I961-196Z) y el Acuerdo de Lar­ Entre los factores que intervinieron en el Acuerdo de Corto Plazo Relativo al Comer- go Plazo Relativo al Comercio Internacional cambio de la composición del comercio de TyR. destacan: a] el traslado de las ven­ tajas comparativas en la producción de ropa -que se caracteriza por ser intensiva en CUADRO 5 mano de obra- desde los países en desarro­ llo de altos salarios a los de bajos salarios Aranceles antes y después de la Ronda de Tokio (un ejemplo de esto es la pérdida de venta­ (Tasas promedio ponderadas) jas comparativas que hace algunos decenios sufrió Japón en favor de los tres grandes), Textiles y ropa Manufacturas y b] el traslado de las exportaciones de ro­ .Antes Después Antes Después pa desde éstos hacia los países en desarro­ Austria 30.2 30.0 14.5 12.5 llo menos sujetos a las restricciones deri­ Canadá 24.0 21.5 13.5 8.5 vadas de la naturaleza discriminatoria del CEE 15.0 11.5 8.5 6.0 AMF. Estados Unidos 23.5 19.0 7. 0 5.0 Finlandia 30.0 29.0 7.5 6.0 Japón 14.0 11. 5 10.0 5.5 Restricciones a la exportación de TyR Suecia 13.0 12.5 6.0 4.5 Suiza 10.5 8.5 3.5 2.5 E l notable crecimiento de las ventas exter­ ....!!:!:...medio simple 20. 1 17. 9 8. 8 6. 3 nas de ropa de los países en desarrollo ocu­ rrió a pesar del alto nivel de los aranceles Fuente: elaborado con base en datos de GATT, Textiles and Clothing in the World Economy, Gi­ y de las barreras no arancelarias. El arancel nebra, 1984. promedio ponderado de TyR posterior a la Ronda de Tokio es casi tres veces mayor que el aplicado en promedio a los bienes manufacturados. De hecho, en esa Ronda CUADRO 6 los aranceles de los TyR no se redujeron tan­ to como lo hicieron en promedio los de pro­ Niveles arancelarios que se aplican a los textiles y la ropa según el Acuerdo Multifibras ductos manufacturados (véase el cuadro 5). (Porcentajes promedio ponderados) Hilados Las tasas arancelarias de TyR tienden a Fibras y tejidos Telas Ropa incrementarse conforme al grado de pro- Austria cesamiento del producto. Mientras que la 7.0 23.5 37.0 Canadá 3.0 13.0 21.5 24.0 tasa arancelaria promedio que los más gran- CEE 0.5 7.0 10 5 13.5 des importadores imponen a las fibras es Estados Unidos 3.5 9.0 11.5 22.5 de alrededor de 1 %, la de la ropa es con Finlandia 0.5 6.5 28.5 39.0 frecuencia mayor que 20%. En especial, Japón 0.5 6.5 95 14.0 Austria y Finlandia le aplican altos arance- Suecia 0.5 7.5 13.0 14.0 les (véase el cuadro 6). Suiza 3.5 8.5 11.0

El porcentaje de las importaciones de Promedio simple 1.1 7.5 -:----1=-5-:.8______2_ 1.;....9 TyR sujeto a barreras no arancelarias es Fuente: GATT , Textiles and Clothing in the World Economy, Ginebra, 1984. también alto. Se estima que en 1983 fue de dos a tres veces mayor que el de las manu­ facturas en general. Además, el mismo por­ centaje es mayor para las importaciones provenientes de los países en desarrollo CUADRO 7 que para las de los industrializados (véase el cuadro 7,.Esto se debe a que las restric­ Porcentaje de importaciones sujetas a barreras no arancelarias en 1983 ciones del AMF se imponen sólo a los abas­ (Promedios ponderados) tecedores de bajos costos, que por lo ge­ Textiles y ropa Manufacturas neral son las economías menos avanzadas·. Origen Origen Total PD PED Total PD PED Naturaleza e historia del AMF CEE 52.0 15.6 68.9 18.7 15.2 29.9 Estados Unidos 57.0 31.1 64 .0 17.1 16.5 18.6 E n general el AMF consiste en un sistema Japón 11.8 11.0 13.0 7.7 9. 7 4.4 de cuotas que controla las exportaciones Nota: PO: países desarrollados; PED: países en desarrollo. de TyR de los países en desarrollo. Si bien Fuente: J. Nogues, A. Olechowski y A. Winters, ':The Extent of Non-tariff Barriers to Imports of su cobertura de productos es diferente, la Industrial Countries", en World Bank Staff Working Papers, núm. 789, Washington, 1986: 802 sección internacional

de los Textiles de Algodón (ALP, 1962- ternacional que ocasiona el traslado de las CUADRO 8 1973 ). Para evitar la " desorganización del ventajas comparativas hacia los países de mercado" estos convenios internacionales bajos salarios, pero principalmente al de­ Embarques de algodón a Estados Unidos, han permitido a las partes contratantes im­ terioro de la demanda mundial de esos pro­ por origen poner limitaciones cuantitativas a las impor­ ductos. En Estados Unidos, por ejemplo, (Millones de dólares) taciones de TyR. la participación de esas mercancías en el gasto de consumo personal cayó de 14% 1956 1961 Según el AMF, la "desorganización del en 1919 a menos de 9% en 1959.7 Hong Kong 0.7 72.0 mercado" consiste en la existencia o ame­ Japón 84.1 69.4 Otros países asiátic<;>s 15.3 25.0 naza real de un perjuicio grave a los pro­ En 1955 la idea de imponer restriccio­ Otros 54.2 36.9 ductores nacionales. Los factores que cau­ nes al comercio de textiles se fortaleció san tal desorganización y que por lo gene­ cuando Japón solicitó ingresar al GA TT. En­ Total 154.3 203.3 ral aparecen combinados son: a] un brusco tonces muchos países se preocuparon por Fuente: W. Hunsberger, ]apan and tbe United e importante o inminente aumento de las la competitividad de la industria japonesa, States in World Trade, Harper, Nueva importaciones de ciertos productos de de­ que había expandido de forma importante York, 1964. terminadas fuentes, y b] el ofrecimiento de sus exportaciones de textiles de algodón. los productos a precios considerablemen­ En 1957 Estados Unidos -que adquiría te más bajos que los que rigen en el mer­ grandes volúmenes de productos japone­ cado del país importador para mercancías ses de algodón- negoció con el Gobier­ Evolución reciente del AMF similares. Conforme a este argumento, las no oriental un acuerdo de restricción vo­ exportaciones de TyR de los países en de­ luntaria a las exportaciones por un lapso de Debido a que el AMF sólo brinda un pa­ sarrollo -que por lo general son abastece­ cinco años. trón general para controlar el comercio tex­ dores de bajos costos- son las que están til, el grado de severidad de sus restriccio­ más expuestas a ser objeto de restricciones. Aunque Estados Unidos tuvo éxito en nes depende de la forma en que se admi­ contener el alud de productos japoneses nistran las cuotas individuales. La mayoría Debido a que brinda un modelo de res­ de algodón, otros países asiáticos -Hong de los estudios coincide en afirmar que el tricciones cuantitativas contra las ventas ex­ Kong, principalmente- aumentaron nota­ Acuerdo ha aumentado su alcance y que las ternas de TyR de los países del Tercer Mun­ blemente sus envíos para cubrir la brecha restricciones son cada vez mayores debi­ do, el AMF viola algunos principios básicos que dejó Japón (véase el cuadro 8). Ese do, principalmente, a la actitud más rígida del GA TT: la no discriminación y la prohi­ cambio en las fuentes de las importaciones de los países importadores. bición de fijar topes cuantitativos. A pesar es común en los TyR, debido a que el cos­ de esto, el AMF se administra en el GATT. to para organizar su producción es relati­ De acuerdo con informes del GA TT, 8 la vamente pequeño. El Gobierno estadouni­ primera etapa del Acuerdo Multifibras (AMF El origen restrictivo del AMF se remon­ dense intentó establecer con Hong Kong I), de enero de 1974 a diciembre de 1977, ta a una serie de acontecimientos ocurridos un acuerdo de restricción voluntaria a las puede caracterizarse como de "relativa li­ en los cincuenta y principios de los sesen­ exportaciones, pero las negociaciones fra­ beración" del comercio de TyR. En ese pe­ ta en la industria algodonera y en el comer­ casaron. Ante ello, Washington llevó el ca­ ríodo se eliminaron muchas de las barre­ cio internacional de esos productos, los so al GA TT a fin de propiciar un sistema ras que obstruían dicho intercambio. cuales influyeron de manera decisiva en la multilateral para restringir el comercio de formulación del ACP -cuya preocupación TyR. Mientras tanto, el Reino Unido nego­ No sólo el ACP y el ALP restringieron el recaía en los productos de algodón-, que ció con Hong Kong, la India y Pakistán comercio de textiles de algodón desde sirvió de base para el AMF. acuerdos semejantes. 1961; también existían otras limitaciones al intercambio de productos fabricados a par­ Lo sucedido en la industria algodonera Con el temor de que el descontrol de tir de fibras sintéticas y de lana. Por tanto, de Estados Unidos fue de vital importan­ las restricciones -aunque se pactaran de en comparación con las arbitrarias medidas cia para que ese país decidiera proponer la manera voluntaria- dañara sus oportuni­ del pasado, el AMF 1 representó un avance preparación del ACP. En 1950 la ·industria dades de largo plazo, en 1961 los países en en la regulación del comercio de TyR. Las textil estadounidense logró obtener cierto desarrollo y los industrializados pusieron barreras (previsiones sobre las cuotas bási­ apoyo para protegerse de la importación de en marcha un acuerdo (el ACP) que restrin­ cas de importación, sus niveles de creci­ textiles de algodón. Según algunos especia­ gía el comercio de TyR. A principios de los miento y flexibilidad) que los países impor­ listas, durante esa época hubo razones po­ setenta, cuando las fibras artificiales y de tadores establecieron durante el período de líticas y económicas que atrajeron la aten­ lana cobraron importancia, se amplió la ga­ vigencia del AMF I fueron en general con­ ción del Gobierno estadounidense hacia esa ma de productos sujetos a restricciones. Tal gruentes con lo que se había pactado. Casi industria.6 La producción y el empleo de situación quedó asentada en el AMF que co­ todas las naciones importadoras prefuieron la industria textil se encontraban estanca­ menzó a operar en 1974, el cual conservó las restricciones sobre productos específi­ dos debido, en parte, a la competencia in- los conceptos básicos de sus precursores. cos en los cuales enfrentaban o preveían Los protocolos de prórroga que han am­ problemas, más que las que cubrieran una pliado el período de vigencia del AMF sólo gama de productos; sólo Estados Unidos se 5. Véase Luis Malpica de Lamadrid, op. cit., han afectado la gama de productos sujetos inclinó por esta opción. anexo A del AMF, p. 586. a restricciones. 6. Véase Keesing D. y M. Wolf, Textiles Quo­ tas Against Developing Countrles, Trade Policy 8. Véase GATT, Textiles and Qotbing in t6e Research Centre, Londres, 1980. 7. !Oid.' p. 8. World Economy, Ginebra, 1984. comercio exterior, septiembre de 1989 803

La segunda fase del Acuerdo Multifibras panorama general indicaba una aplicación Debido a que las cuotas son administra­ (AMF n), de enero de 1978 a diciembre de más severa del Acuerdo: aumento de la fre­ das por los países exportadores se supone, 1981, se distinguió por sér más limitan te·. cuencia de medidas unilaterales; surgimien­ al menos en teoría, que son estas econo­ A partir de 1971, cuando Estados Unidos to de nuevos acuerdos bilaterales con paí­ mías las que absorben por completo el in­ estableció un amplio sistema de restriccio­ ses cuyas exportaciones no estaban restrin­ greso adicional que generan dichas cuotas. nes bilaterales, las exportaciones de TyR de gidas con anterioridad; ampliación ·de la Sin embargo, en muchos casos ese supues­ los países en desarrollo comenzaron a trasla­ cobertura de productos bajo restricción, y to no siempre se cumple. Cuando los im­ darse del mercado estadounidense a la CEE. creciente restrictividad de los acuerdos que portadores tienen cierto poder, parte de las Como resultado, la Comunidad aumentó se habían logrado con los mayores abaste­ rentas adicionales que generan las cuotas considerablemente sus importaciones de cedores. son capturadas por ellos. esos productos, fenómeno que coincidió con la recesión económica y el alza de las A principio de los ochenta Estados Uni­ La protección también afecta el precio tasas de desempleo generadas por la prime­ dos acentuó su proteccionismo debido a in­ interno de lós TyR en el país importador, ra crisis petrolera. crementos significativos de sus importacio­ en vista de que esos productos son susti­ nes. En 1983 anunció un nuevo sistema de tutos imperfectos de los que provienen del Durante las negociaciones para renovar restricciones (cal! system) que consideraba exterior. el AMF 1 la CEE adoptó una posición más que un posible caso de desorganización del mercado podría iniciarse cuando las impor­ proteccionista que el resto de los países par­ Aunque el costo que generan las restric­ taciones llegaran a 20% de la producción, ticipantes. Como resultado se incluyó una ciones difiere en cada estudio según el mé­ cuando en los doce meses previos esas cláusula en el Protocolo de Extensión que todo que se utilice, todos coinciden en afir­ comprendía el recorte de las cuotas de im­ compras hubieran aumentado 30% o cuan­ do aquellas que provenían de un abastece­ mar que es muy alto. Respecto a los em­ portación con respecto a los niveles ante­ pleos que genera la protección, los análisis dor individual alcanzaran 1 % de la pro­ riores, una menor flexibilidad en su mane­ también coinciden en afirmar que son po­ ducción. jo y un crecimiento por debajo de 6% . Es­ cos. El costo que los consumidores de los ta medida, que tenía un carácter temporal, Como resultado, de 1984 a 1985 Esta­ países importadores deben pagar por cada en la práctica se empleó por un largo pe­ puesto de trabajo fluctúa de 42 000 a 57 000 ríodo. dos Unidos impuso numerosas limitaciones a las exportaciones de TyR de los países en dólares, monto que en el caso de Estados Unidos excede con mucho el salario pro­ desarrollo. Por el contrario, durante el pe­ Durante el lapso que estuvo vigente el medio de los trabajadores de las industrias ríodo de vigencia del AMF III (enero de AMF 11, la CEE formó un sistema de amplias de TyR (véase el cuadro 9). restricciones. Dividió los productos del 1982 a julio de 1986) la política de la CEE Acuerdo en 114 categorías y cinco grupos hacia las ventas de las economías menos y adoptó un mecanismo de selección por avanzadas fue menos severa que la que apli­ el cual se impondrían controles adiciona­ có durante la vigencia del AMF 11 . les a cualquier exportador cuyos produc­ La distribuci6n de[ ingreso tos excedieran cierta participación en el to­ El Protocolo de Prórroga que dio origen y fas ganancias tal de las importaciones de la CEE. a la cuarta etapa del Acuerdo Multifibras (AMF IV) introdujo previsiones que impli­ D ebido a las restricciones del AMF, los pro­ caron restricciones más severas y una ma­ ductores de TyR de los países importado­ Ante las objeciones de los países expor­ yor cobertura de productos. Entre otras co­ res pueden vender una mayor cantidad de tadores en torno a las fuertes restricciones sas, se revivió la cláusula que permitía re­ bienes a precios más altos a costa de los del AMF 11, el nuevo Protocolo de Prórro• ducir las cuotas, su tasa de crecimiento y ga -el AMF m, que abarcó de enero de su manejo flexible, y se extendió la cober­ 1982 a julio de 1986- no incluyó la cláu­ tura a fibras vegetales y ciertos productos Textiles and Apparel, Institute for lnternational sula restrictiva antes descrita pero sí intro­ fabricados a ·base de seda. Economics, Washington, 1987; G. lfufbaver, D. dujo previsiones más específicas. Una de las Berliner y L. Elliott, Trade Protection in the Uni­ más importantes fue la denominada "antio­ ted States: 31 Case Studies, Institute for Inter­ leada" (anfi-sur-ge) que se refería a las cuo­ national Economics, Washington, 1986, y D. Tarr tas subutilizadas. Como se verá inás adelan­ El costo para el consumidor y M. Mork're, "Aggregate"Cost to the United Sta­ te, la mayoría de las cuotas que impone el y la creación de empleos tes of Tariffs and Quotas on Imports Federal Tra­ Acuerdo no se cubre por completo, excep­ de Commission", Washington, 1984. Para el mer­ L os consumidores de los países importa­ cado de Canadá: G.P. Jenkins, Cost and Conse­ to las que '6e aplican a ciertos TyR de ex­ quences of tbe New Protectionism, Harvard portación tradicionalmente populares. En dores deben pagar altos costos debido a las Institute for International Development, Cam­ ocasiones algunos países utilizan sólo de 10 cuotas del AMF, y el número de empleos bridge, MA, 1980. Para el mercado de la RFA: D. a 20 por ciento de sus cuotas. Por ello los que se salvan o crean son relativamente po­ Spinanger y J. Zietz, "The MFA: Its Costs and países importadores introdujeron la previ­ cos. Por ello, muchos estudios consideran Consequences", en lntereconomícs, mar:to-abril sión "antioleada" y evitaron el uso inten­ que las restricciones del AMF constituyen de 1986. Los métodos de los estudios para cal­ sivo de las· cuotas subutilizadas de TyR. un medio costoso e ineficaz para proteger cular el costo de las restricciones del AMF para a los trabajadores de las industrias de TyR los consumidores varían en varios aspectos ~ i) ti­ de la competencia extranjera. 9 po de restricciones (cuotas o tarifas); ii) expor­ El AMF m provocó que se fortalecieran tadores que se incluyen (todos los abastecedo­ las restricciones. En diciembre de 1983 el res extranjeros o sólo Hong Kong); iii) produc­ Cuerpo de Vigilancia de Textiles (Textiles 9. Véanse, para el mercado de Estados VIii­ tos que se consideran, y iv) supuestos sobre las Surveillance Body) puso en relieve que el dos~ W. Cline, Tbe Future of World T'rade in eiasticidades, entre otros. 804 sección internacional

CUADRO 9

Efectos de la protección a los importadores de textiles y ropas Autor del estudio W. Cline G. Hufbauer D. Tarr y M. Morkre G.P. ]enkins D. Spinanger y ]. Zietz Período de análisis 1985 1984 1983 1979 La segunda fase del Acuerdo Multifibras 1

Cobertura Importaciones Importaciones Importaciones Importaciones Importaciones germano­ estadounidenses de estadounidenses de estadounidenses de canadienses de ropa occidentales de textiles textiles y ropa textiles y ropa cierto tipo de ropa y ropa proveniente de Hong Kong

Método de protección Aranceles y cuotas Aranceles y cuotas Cuotas Aranceles y cuotas Cuotas Costo para los consu­ midores (millones de dólares) 20 300 26 880 De 380 a 500 400 De 600 a 700 por año

Empleos creados 434 200 640 000 9 000

Costo por emp1eo 47 000 42 000 De 42 000 creado (dólares) a 57 000 l. Enero de i 978 a diciembre de 1981. Fuente: GATT, Textiles and Clothing in the World Economy, Ginebra, 1984.

abastecedores extranjeros. Se calcula que Efectos del AMF en los pafses ciertos países de Asia y, en menor medida, en 1979, como resultado de los aranceles en desarrollo al de algunos de América Latina y el Caribe. y las cuotas que se impusieron a las impor­ taciones de TyR, los fabricantes canadien­ El AMF tiene como objetivo restringir las ses ganaron 240 millones de dólares, poco exportaciones de TyR de los países en de­ La pérdida de exportaciones más de 50% del costo total que tales res­ sarrollo y por tanto tiene fuerte repercusión y el ingreso adicional derivado tricciones generaron a los consumidores·.10 en sus economías. de la protección Uno de los argumentos en favor de la El AMF reduce los ingresos de los expor­ E n teoría el valor de los embarques de TyR protección de las industrias de TyR es que tadores, lo cual se compensa en parte por puede aumentar o disminuir de acuerdo éstas por lo general emplean trabajadores la transferencia hacia esas naciones en los in­ con el valor de las elasticidades de la ofer­ de bajos salarios. Si esto es cierto, enton­ gresos adicionales que generan las cuotas. ta y de la demanda. Mientras más alta sea ces la protección mejora la distribución del El AMF también afecta los patrones de co­ la elasticidad de esta última, es más proba­ ingreso puesto que favorece el aumento del mercio. En tanto que las cuotas del AMF se ble que el valor de los embarques dismi­ empleo. Para comprobar la validez de esta imponen a países exportadores que por lo nuya debido a las restricciones del AMF . hipótesis, un estudio estimó el efecto de la general son eficientes, las naciones no res­ protección a las industrias de TyR en los es­ Los estudios empíricos señalan que la tringidas -con frecuenda menos eficien­ tratos o grupos de ingresos en Estados Uni­ magnitud de las exportaciones perdidas por tes- tienen la capacidad de aumentar sus las restricciones del AMF es muy importan­ dos. El estudio comparó el costo para ca­ embarques a expensas de los primeros. En da grupo de ingreso causado por el aumen­ te. La UNCTAD, por ejemplo, afirma que si vista de que establece un límite al volumen to de precios internos de la protección con se eliminaran todos los obstáculos (arance­ de los embarques, no al valor, el AMF alien­ larios y no arancelarios) al comercio de los beneficios que recibió como conse­ ta la búsqu'eda de formas para aumentar el cuencia del aumento del empleo y de las TyR, las ventas externas de los países en de­ valor de los productos. mayores transferencias para los producto­ sarrollo a la CEE, Estados Unidos y Japón res. Al contrario de lo que se esperaba, el se incrementarían 15 000 millones de dó• costo que generó el incremento de precios Además de los efectos inmediatos men­ lares, monto que equivale a 96% de las ex­ superó los beneficios que recibieron todos cionados, el AMF tiene, debido a su longeva portaciones actuales. De esa cantidad, 60% los grupos de ingreso, excepto para el 20% existencia, un importante efecto a largo pla­ podría atribuirse a la supresión de las ba­ más alto. Portanto, la protección de las im­ zo en el desarrollo económico. A menudo rreras no arancelarias, de las c,uales las del portaciones de TyR empeoró la distribu­ se señala, por ejemplo, que con el deseo AMF son por mucho las más importantes. 11 ción del ingreso, más que mejorarla. La ra­ de evadir los controles del Acuerqo la in­ cionalidad de la protección resulta débil en versión foránea procedente de abastecedo­ 11. Véase UNCTAD, Protectibnism and Struc­ este caso. res restringidos (como Hong Kong) hacia tural Adjustment, Ginebra, 1986. Otros autores los que lo están menos se ha estimulado. también afirman que la eliminación de las barre­ En apariencia, este flujo de inversión ha ras arancelarias y no arancelarias incrementarfa 10. Véase G.P. ]enldns, op. cit. contribuido al desarrollo económico de las exportaciones de TyR (8Z y 93 por ciento, comercio exterior, septiembr-e de 1989 805

Existen también algunas estimaciones CUADRO 10 sobre los ingresos extraordinarios que re­ ciben las economías exportadoras, que son Cobertura y tasa de utilización de las cuotas del Acuerdo Multifibras las que administran las cuotas. Algunos es­ en algunos países, por destino tudios estiman que de 1981 a 1983 Hong (Porcentajes) Kong recibió de 100 a 200 millones de dó• Cobertura Tasa de utilización lares anuales de ingresos extraordinarios por sus ventas externas a la CEE; de 1982 Estados Unidos CEE Estados Unidos CEE a 1984 ese mismo país perCibió de 130 a Corea 76.4 95.1 96.2 89.4 41 O millones anuales por sus embarques a Hong Kong 75.7 94.7 100.0 79.0 Estados Unidos. 12 Colombia 40.1 63 .5 43 .5 35.5 México 45 .4 6.4 38.6 9.8 Aunque muchos estudios afirman que Fuente: GATT, Textiles and Clotbing in tbe World Economy, Ginebra, 1984. los ingresos extraordinarios que generan las cuotas son enormes, tal monto es mucho menor que el valor de las exportaciones que se pierden por las restricciones. Bela países sujetos a más limitaciones hacia los Como resultado de lo anterior se ha pro­ Balassa y C. Michalopoulos, por ejemplo, que lo están menos. Como las barreras se ducido cierta desviación del comercio. Des­ señalan que la pérdida de ingresos de los aplican sólo a los países en desarrollo, la pués de que Japón anunció un acuerdo para exportadores derivada de las restricciones desviación del comercio de TyR beneficia restringir en forma voluntaria sus embar­ cuantitativas estadounidenses y de la CEE a las naciones industrializadas. Empero, tal ques a Estados Unidos, de inmediato Hong exceden nueve y siete veces, respectiva­ fenómeno también tiene lugar entre las eco­ Kong aumentó notablemente sus exporta­ mente, los ingresos extraordinarios que ge­ nomías en desarrollo en vista de que no to­ ciones y ocupó el lugar que dejó la econo­ neran las cuotas. 13 Además, si se acepta das están restringidas de igual forma. mía nipona (véase el cuadro 8). De 1981 a que los importadores y exportadores se di­ 1985 las importaciones estadounidenses de viden la renta extraordinaria, el volumen El blanco principal de las restricciones TyR procedentes de los tres grandes (Hong de recursos que se transfiere por tal con­ del AMF son los países exportadores deTyR Kong, Corea del Sur y Taiwán) crecieron cepto a los países en desarrollo es aún más más poderosos, como Corea del Sur y a una tasa anual de ménos de 10%, mien­ reducido. Hong Kong. A la mayoría de los latinoame­ tras que las originarias de otros países en ricanos no le afecta demasiado. Además, ya desarrollo y Europa lo hicieron en 22 y 33 El supuesto de que toda la renta extraor­ que las cuotas otorgadas a esas naciones por ciento, respectivamente. Sin embargo, dinaria se transfiere a los países exportado­ asiáticas están casi saturadas, las de Colom­ es posible que la desviación del comercio res sólo porque éstos administran las cuo­ bia y México se utilizan a menos de 50% se deba, más que al AMF, al traslado de las tas puede ponerse en tela de juicio. Una de su capacidad (véase al cuadro 10). Cabe ventajas comparativas hacia los nuevos pro­ transferencia total ocurre sólo cuando el ex­ agregar que los 66 países de África, el Cari­ ductores. Cabe aclarar, empero, que en portador tiene poder monopólico y el im­ be y el Pacífico que participan en la Con­ ocasiones el AMF lo desalienta, ya que con­ portador es demasiado pequeño para influir vención de Lomé están libres de las cuotas tribuye a mantener la distribución actuaf del en el mercado. Lo contrario es más común del AMF que aplica la CEE. Asimismo, ·va­ comercio de TyR entre los países en desa­ y por tanto los importadores de los países rios países del Caribe no están restringidos rrollo. desarrollados capturan una porción de la por las cuotas_que impone Estados Unidos renta extraordinaria. Así, la parte de esa ren­ con base en el Acuerdo. 14 ta que reciben las econonúas exportadoras Incentivos para el mejoramiento puede ser mucho menor de lo que calcu­ La naturaleza discriminatoria de las cuo­ de la producción lan algunos estudios. tas del AMF -que están lejos de parecerse a las globales que permite· el artículo XIX Muchos autores señalan que las restriccio­ del GA TT- beneficia a ciertos países en de­ nes cuantitativas del AMF propician la diver­ La desviación del comercio de TyR sarrollo no restringidos pues les permite sificación y el mejoramiento de la produc­ disfrutar, junto con los productores de los ción de TyR. "Debido a que el AMF contro­ Debido a que las cuotas del AMF se apli­ países importadores, de la protección a la la el volumen físico de las importaciones can de manera discriminatoria, las expor- . industria de TyR. Algunos dé los exporta­ más que su valor, introduce un incentivo raciones de TyR tienden a desviarse de los dores menos competitivos de América La­ para el mejoramiento de los productos .. . tina y Europa Oriental, por ejemplo, requie­ Este procéso (Por ejemplo] ha tenido lugar ren las barreras del AMF para conservar su en el traslado de los textiles a la fabricación respectivamente) de los países en desarrollo a la participación ·en el mercado.15 OCDE. Véase N. Kirmani et al., Effects oj Increa­ de prendas de vestir . . . En tanto que los sed Market Access on Exj;orts of Devefoping abastecedores sujetos a restricciones han te- Countries, IMF Staff Paper, Washington, 1984. 14. La Convención de Lomé es un tratado 12. Véase C. Hamilton, "An Assessment of suscrito por diversos países de África, el Caribe Voluntary R'estraints on Hong Kong Exports to y el Pacifico con la CEE, en la que ésta les otor­ núm. 15, Londres, 1981, y M. Wolf, "Handmai­ Europe and the USA", en Economica, agosto de ga, entre otras cosas, ayuda para el desarrollo y den underlfarassment: The Multifibre Arrange­ 1986. acceso preferencial para ciertos productos. ment asan Obstacle to Development", en H, 13. Véase Bela Balassa y C. Michalopoulos, 15. Véanse V. Cable "An Evaluation of the Giersch, Free Trade in tbe World Economy: To­ Liberaliring World 7'rade, World Bank Discus­ Multifibre Arrangement and Negotiatlng Op­ wards an Opening oj Markets, Westview Press, sion Paper, Washington, 1985. tions", en Commonwealtb Economic Papers, Boulder, 1987. 806 sección internacional

nido incentivos para mejorar sus produc­ Recientemente, muchas empresas proce­ el mismo patrón de industrialización de tos ascendiendo en la escalera de las eta­ dentes de los " tres grandes" han realizado Hong Kong, Corea del Sur y Taiwán y sus­ pas de procesamiento, también han enfren­ cuantiosas inversiones en algunos países del tituirlos como líderes en la exportación de tado un impulso a mejorar la calidad de sus Caribe -como la República Dominicana y ropa. 19 Sin embargo, un AMF duradero re­ exportaciones dentro de cada categoría de Jamaica- para establecer fábricas de ropa. tarda el desplazamiento de los centro de productos." 16 Si el AMF no existiera, el incremento del flu­ producción de TyR . jo de capital desde Asia habría sido mucho Como evidencia de lo anterior, algunos menor. Las rentas extraordinarias que generan especialistas señalan que de 1981 a 1984, las cuotas permiten, por ejemplo, a Hong cuando las restricciones de Estados Unidos El crecimiento de la inversión de los tres Kong conservar sus mercados, aun cuan­ a los mayores abastecedores extranjeros de grandes exportadores asiáticos en los paí• do ha perdido sus ventajas comparativas en TyR se tornaron más estrictas, el valor uni­ ses sujetos a menos restricciones derivadas la producción de ropa en favor de países tario de las importaciones estadounidenses del AMF obedece en lo fundamental a dos menos desarrollados. Los precios más altos de éstos procedentes de países fuertemen­ razones. La primera, y más obvia, es que provocados por las cuotas le permiten com­ te restringidos como Hong Kong, Corea del esas economías establecieron plantas en los pensar los mayores costos que se derivan Sur y Taiwán se incrementaron, si bien las países menos restringidos con el fin de de un salario real relativamente alto. originarias de Japón, Europa y la mayoría aumentar sus exportaciones por encima de de los otros países en desarrollo disminu­ las cuotas. La segunda se asocia a las ganan­ 1 El AMF también desalienta la aparición yeron debido a la depreciación del dólar. 7 cias que las empresas de esos países acu­ de nuevos e importantes exportadores, ya mularon como resultado de las rentas ex­ que las cuotas se aplican incluso a países traordinarias generadas por las cuotas del Algunos analistas dudan sobre el mejo­ muy pobres cuando comienzan a aumen­ AMF y que les han permitido invertir err tar rápidamente sus ventas externas de TyR. ramiento (tanto en variedad como en cali­ otras naciones. Cabe señalar que mientras dad y valor) que provocan las restricciones Un ejemplo de esto lo constituye la referi­ la inversión extranjera y la transferencia de da experiencia de Bangladesh a principios del AMF. A largo plazo la calidad de los pro­ tecnología procedentes de los mayores ex­ ductos puede elevarse como consecuencia de los ochenta. Con la ayuda de Corea del portadores de TyR incentivan el desarrollo Sur y un empresario nacional ese país in­ del avance tecnológico y del aumento de económico de los países anfitriones, el AMF .la capacitación de la fuerza de trabajo, sin crementó sus exportaciones de práctica­ se encarga de desalentado. Cuando Bangla­ mente cero en 1979 a 500 millones de dó• que necesariamente se deba a las cuotas del desh, con ayuda de una empresa de Corea AMF. lares en 1987. Sin embargo, en 1985 Esta­ del Sur, obtuvo lffi éxito importante en sus dos Unidos negoció con esa nación una exportaciones de ropa, los países industria­ cuota de exportación. Como resultado se lizados lo obligaron a aceptar un acuerdo cerraron 300 de las 700 empresas de ropa El efecto dinámico en el para restringirlas voluntariamente. que entonces operaban en aquella nación. desarrollo económico Las cuotas. del AMF, por tanto, tienen a Casi 30 años han transcurrido desde que largo plazo muy graves consecuencias pa­ en 1961 se comenzaron a imponer restric­ Desaliento a la industrializaci6n ra los países en desarrollo más pobres. Les ciones al comercio de TyR. Por tanto, de­ bido a su prolongada duración el AMF ha El AMF tiende a mantener la estructura ac­ impide desarrollar su potencial para expan­ tenido en el largo plazo un importante efec­ tual del 'comercio de TyR. Ello obedece a dir su base industrial y sus exportaciones to dinámico en las naciones en desarrollo. qué desalienta el cambio de los patrones de manufactureras mediante la especialización, comercio con base en las ventajas compa­ como primer paso, en productos intensi­ Por un lado, el 'AMF alienta la inversión rativas. La historia del desarrollo económi• vos en trabato como la ropa. extranjera directa en los países en desarro­ co de muchos países muestra a la produc­ llo no restringidos. Una vez que las nacio­ ción de TyR como el catalizador de la in­ Aun cuando en principio se ha acorda­ nes en desarrollo con más exportaciones dustrialización. do integrar el comercio de TyR a las reglas de TyR (Hong Kong y Corea del Sur) ·se per­ del GATT, es posible que tal proceso se de­ cataron de que las restricciones del Acuer­ more, a pesar de que se decidió iniciarlo Hace algunos decenios, por ejemplo, las en 1990, cuando expire el AMF IV. No es do a éstas se mantendrían por muchos exportaciones de productos de seda y al­ años, comenzaron a establecer plantas en aventurado pensar que al inicio del nuevo godón fomentaron el desarrollo económi­ milenio la completa liberación del comer­ otros territorios. Algunas compañías de co de Japón. Tan pronto como ese país acu­ Hong Kong productoras de TyR realizaron cio textil sea un objetivo por cumplir. Mien­ muló capital y sus salarios se elevaron, su grandes inversiones en otras naciones de tras tanto, las restricciones al comercio de industria se orientó a la producción de bie­ Asia, incluso en China, con el único pro­ ·TyR continuarán representando uno de los nes más intensivos en capital. En consecuen­ pósito de evadir los aranceles y las cuotas principales símbolos del proteccionismo de 18 cia, Hong Kong y Corea del Sur adquiiie-­ los países industrializados. O impuestas por los países industrializados. ron las ventajas comparativas en la produc­ ción de TyR. En ausencia de restricciones Juan Rocha 16. Véase W. Cline, op. cit. a las exportaciones de esos paíse~, podría 17. Véase M. Wolf, op. cit. esperarse un desplazamiento hacia nuevas 18. Véase K. Kumar y M. McLeod, Multina­ fuentes de abastecimiento. Si las cuotas del 19. O. Keesing y M. Wolf, Textile Quotas tionals from Developing Countries, Lexington AMF no existieran, otros países en desarro­ against Developing Countries, Trade Policy Re­ Books, Lexington MA , 1981. llo habrían tenido la oportunidad de seguir search Centre,"'Londres, 1980. Comercio Ex terior, vol. 39, núm. 9, México, septiembre de 1989, pp. 807-814

Desarrollo agrícola, ind strialización y urbanización en Sinaloa

Gustavo Garza Jaime Sobrino*

Introducció n bano nacional. Si en 1900 sólo había 33 ciudades (localidades de 15 000 habitantes o más), en 1960 su número ll egaba a 11 9. En a urbanización es un proceso de transformación sec ular de los diez años siguientes surgieron otras 47, para constituir en 1970 las estructuras rurales en urbanas. Se caracteriza por el ince­ un total de 166. El número de ciudades aumentó a razón de 6.3 ·sante desarroll o de la d ivisión social del trabajo, que trans- veces anuales en el decenio de los setenta, totalizando 229 en fiere la fuerza laboral agrícola hacia actividades secundarias y ter­ 1980. Mediante una proyección del sistema urbano por est ratos ciarias; por el cambio del proceso de producción; por la crecien­ de tamaño de su población, se estima que en 1988 existían 274 te diferenciación política, soc ial, psicológica, etc., entre el campo ciudades, en las que habitaban 52.6 millones de personas. · y la ciudad, y por dar origen a la ciudad, estimulando su creci­ miento en número y tamaño. 1 Un rasgo particular del desarrollo urbano nacional es su ca­ rácter metropolitano y, más concretamente, su elevada concen­ El desarrollo de la división soc ial del trabajo en México se re­ tración en la ciudad de México y unas cuantas más. El desarrollo fleja con nitidez en las modificaciones estructurales de la produc- · metropolitano de la capital del país es con mucho el más evolu­ ción en lo que va del sig lo XX: el sector secundario participaba cionado. Sin embargo, actualmente hay 26 ciudades en diversas con 16.7% del PIB en 1900, aumentando sistemáticamente su im­ etapas de metropolitanismo, entre las que destacan Guadalajara, portancia hasta representar 34.9% en 19.85; como corolario, las Monterrey, Puebla, León y Torreón.2 De esta forma, si se consi­ actividades agropecuarias redujeron su absorción del producto dera como local idades grandes a las ciudades de más de 500 000 de 25 .8% en 1900 a 9.1% en 1985. habitantes, se tiene que éstas representaban 20% de la población total en 1960, cuando había tres urbes; en 1970 el número de Las cifras anteriores representan la transformación ocurrida en éstas se elevó a cuatro (25 .6%) y en 1980 a ocho (32.6%) . Se esti­ la estructura de la producción nacional y obedecen a un proceso ma que en 1$88 había 14 metrópolis que concentraban 41.4% de desarrollo económico simultáneo al de urbanizac ión de la so­ de la población total del país. ciedad mexicana. Por ende, se trata de un proceso ininterrumpi­ do. El grado de urbanización, es decir, el porcentaje de la pobla­ A pesar del cambio estructural de la economía nacional y su ción que vive en localidades de 15 000 habitantes o más, era de concom itante proceso de urban ización, no es posible ignorar la 10.5% en 1900; 40 años después, era de 20%. A partir de enton­ im.portancia que aún tiene el sector agropecuario. Valgan los si­ ces la urbanización se aceleró: la población urbana constituía gu ientes indicadores para dar fe de ello. 41.2% en 1960, 49.4% en 1970 y 56.2% en 1980. Se estima que en 1988 el grado de urbanizac ión fue de 63.6%, lo que confiere a] En 1980, según las cifras de la PEA consignadas en el censo a México un perfil esencialmente urbanoindustrial en el marco de 1980, aj ustad as por Carlos Sa las y María Rendón, la agricultu­ de sus ancestrales problemas campesinos. ra aún era la rama que más ocupación ofrecía, con una participa­ ción de 29.2%. Le segu ían los servicios, con 27.6%, y luego la Caracterfstica sobresali ente de este ace lerado proceso es el 3 aumento del número de ciudades que conforman el sistema ur- industria manufacturera, con 17.6 por ciento. b] En muchos casos, la ag ri cultura genera la acumulación ori­ l. Gustavo Garza, El proceso de industrialización en la ciudad de Mé­ ginaria que se requiere para el despegue y la evolución industria­ xico, 7827-7970, El Colegio de México, México, 1985, pp. 40-41 . les, pero también ofrece una importante cantidad de insumes para su transformación. En 1980, según la matriz de insumo-producto, • Investigado res del Centro de Estudios Demográficos y de Desarro­ llo Urbano de El Colegio de México. En este artículo se sintetizan al­ 2. Véase María Eugen ia Negrete y Héctor Sa lazar, "Zonas metropoli­ gunos resultados de la investigación que rea lizaron los autores en el tanas en México, 1980", en Estudios Demográficos y Urbanos, vol. 1, núm . centro mencionado, en el marco del proyecto México: Industrializa­ 1, El Colegio de México, Méx ico, 1986. ción Periférica en el Sistema de Ciudades de Si na loa. Se presentó como 3. Véase Carlos Salas y María Rendón, "La PEA en el ce nso de pobla­ ponencia en el tal ler Consecuencias Demográficas del Desarrollo Re­ ción de 1980. Comentarios críticos y propuestas de ajuste", en Estudios gional y Agrario, efectuado en Camagüey, Cuba, en julio de 1988. Co­ Demográficos y Urbanos, vo l. 1, núm . 2, El Colegio de México, México, mercio Exterior hizo pequeños ajustes editoriales. 1986. 808 sinaloa: agricultura, industria y urban:ización

47.3% del valor bruto de la producción agropecuaria se vendió Sinaloa: división municipal a las diferentes ramas de actividad manufactureras o, desde otro ángulo, 17.3% del total de insumas utilizados por aquéll as era de origen agropecuario.4

e] En 1985 el sector agropecuario participó con 4.7% de las exportaciones no petroleras.5

Aunque la importancia nacional de las actividades agropecua­ rias sea decreciente, su desigual distribución espacial conduce a que existan entidades federativas en donde el sector agropecua­ rio conserva un peso preponderante. Así, en 22 de un total de 32 entidades federativas participaba en 1985 con más de 10% del PIB estata l; en Zacatecas, Chiapas, Oaxaca y Sinaloa, con más de 25 por ciento.

En seguida se analiza el proceso de industrialización periféri­ ca de Sinaloa. Primero se examina el crecimiento, la estructura y la distribución territorial de la industria. Luego, a partir de una mayor interrelación de la agricultura y las actividades secunda­ rias, se intenta delinear la viabilidad técnica y económica de una política de promoción industrial.

Participación decreciente de Sinaloa en la economía nacional

inaloa se localiza en el Noroeste de la república mexicana. SLa limitan las coordenadas 26° 56' y 22° 31' de latitud norte y los paralelos 105° 41' y 109° 27' de longitud oeste. Su superfi­ cie es de 58 092 km2, que representan 3% del territorio nacio­ nal. Limita al norte con los estados de Sonora y Chihuahua, al MUNICIPIOS SIMBOLOGÍA sur con Nayarit, al este con Durango y al oeste con el océano 2 001 Ahome 010 El Fuerte División . Pacífico. Su límite litoral comprende 656 km (4 348 km ) de zona 002 Angostura Guasave _..__ municipal económica exclusiva, que representa 7% de las costas del país. , 011 003 Badiraguato 012 Mazatlán Por su extensión territorial Sinaloa ocupa el decimoséptimo lu­ Carreteras 004 Concordia 013 Moco rito -·- principales gar nacional y su forma asemeja un trapecio alargado que corre 005 Cosa la 014 El Rosario de noroeste a sureste siguiendo la costa del Pacífico. 006 Culiacán 015 Salvador Alvarado -++++++++4-1 Vías férreas 007 Choix 016 San Ignacio Sinaloa integra la región Noroeste de México junto con Baja 008 Elot a 017 Si na loa Escala aproximada : California, Baja California Sur, Nayarit y Sonora.6 En 1980, esta 009 Escuinapa 018 Navolato 1: 3 700 000 región concentraba 8.2% de la población total, con una especia­ lización económica en agricultura y pesca gracias a sus ventajas comparativas. La región generó en ese año 17.4% del PIB de la cional, porcentaje simi lar al de estados como Veracruz y Puebla. agricultura y 43.1% de la pesca nacional. En ambas ramas Sina­ Las ciudades más ,importantes del Noroeste por personal ocupa­ loa es el estado más importante de la región y se encuentra entre do en la industria eran en 1975 las siguientes: Tijuana (lugar na­ los tres primeros del país. Así, las actividades vinculadas a la ex­ cional: 15), Mexicali (17), Culiacán (22), Hermosillo (24), Noga­ portación de sus recursos naturales, que representan sus princi­ les (25), Ciudad Obregón (28), Tepic (30), Mazatlán (31) y Los pales ventajas comparativas o economías de localización, se han Mochis (33). Todas ellas se especializan en la producción alimen­ constituido en las más dinámicas e importantes en ese ámbito re­ taria o electrónica y en la industria del vestido. Así, las unidades gional.7 productoras de la región son elaboradoras de productos alimen­ ticios y maquiladoras. El PIB industrial de Sinaloa representa 21% Desde el punto de vista industrial, la región se caracteriza por del total de la región y su participación en este aspecto es menor su desarrollo insuficiente: en 1980 aportó sólo 4.8% del PIB na- que las de Baja California y Sonora.

En 1980 la población total de Sinaloa ascendía a 1.8 millones 4. Véase INEGI, Matriz insumo-producto de México, año 7980, SPP, de habitantes, 2.8% del total nacional. Administrativamente, se México, 1986. divide en 18 municipios. Culiacán, capital del estado, es la loca­ S. Véase INEGI, Sistema de Cuentas Nacionales de México, serie 7980- lidad más importante por el tamaño de su población; se ubica 7985, SPP, México, 1987. 6. Véase Luis Unikel, Crecencio Ruiz y Gustavo Garza, El desarrollo a 744 km de Guadalajara, 1 160 de Monterrey, 1 325 de la ciu ­ urbano de México, El Colegio de México, México, 1978, p. 67. dad de México y 1 452 de Puebla, los centros industriales y de 7. Harry Richardson, Elementos de economfa regional, Alianza Edito­ población más importantes del país. La densidad en ese año fue rial, Madrid, 1975, pp. 75-114 .. de 31.8 hab/km2, ligeramente inferior al promedio nacional (34.3). comercio exterior, septiembre de 1989 809

El sistema de ciudades de Sinaloa se integraba en 1980 por nue­ su sector primario en relación con el país. Finalmente, en 1985 ve localidades de 15 000 habitantes o más. El índice de urbaniza­ los valores fueron de 9.1 y 25.8 por ciento, respectivamente (véase ción era de 41.8%, es decir, aún no se le podía catalogar como el'_cuadro 1). una entidad predominantemente urbana. Las ciudades más im­ portantes por su población son Culiacán, con 304 826 habitan­ Llama mucho la atención, sin embargo, que esta reducción tes (lugar 17 en la jerarquía nacional); Mazatlán, con 199 830 {lu­ no ocurriera con un fuerte incremento de la importancia del sec­ gar 29), y Los·Mochis, con 122 531 (lugar 49). En los municipios tor secundario, como aconteció en el país: este sector aumentó de Culiacán, Mazatlán y Ahome se concentrá· 54.4% de la pro­ su importancia relativa de 16.5% en 1960 a 18.6% en 1985. Se ducción estatal agropecuaria, 91 .1% de la industria y cerca de evidencia, en forma alarmante, la falta de dinamismo de las acti­ 90% del sector servicios. vidades secundarias, que ·-.:o nstituye el motor del desarrollo eco­ nómico en las sociedade·s contemporáneas. Es necesari o estudiar La PEA ajustada total de 1980 fue de 448 083 personas distri­ en profundidad las condiciones generales de la producción y el buidas de la siguiente manera: 31% en el sector primario, 19% conjunto de factores locacionales indispensables para estimular en el secundario y 50% en el terciario. el desarrollo, a fin de entender este proceso.

La drástica pérdida de importancia relativa del sector prima­ En contraste con la pérdida de importancia de los dos secto­ rio en el país tiende a afectar a los estados en que la agricultura res productivos citados, el terciario aumentó su participación de es una de las actividades económicas principales, pues un me­ 51.9% en 1960 a 55.8% en 1985. nor crecimiento del sector hace que estas entidades tiendan a re­ ducir su participación económica en la producción nacional si Así pues, la estructura económica de Sinaloa se caracteriza por­ no logran acelerar su crecimiento en otras ramas de actividad. que sus actividades primarias casi triplican la participación de este Esto es exactamente lo que ha ocurrido en el caso sinaloense.

El PIB de Sinaloa fue en 1960 de 30 254 millones de pesos de 1980, equivalente a 2.9% del nacional. En 1985, con 101 108 mi­ CUADRO 1 llones de pesos, redujo su participación a 2.1 %, evidenciando su rezago frente al resto de la economía (véase el cuadro 1) . Estos Sinaloa: producto interno bruto por gran división datos indican una pérdida de casi 30% en su importancia econó• (Millones de pesos de 1980 y porcentajes) mica relativa, resultado de una tasa de crecimiento promedio del PIB en el período 1960-1985 de 4.9% anual, mientras que en el Gran división 7960 7970 7975 7980 7985 país fue de 6.3%. No obstante, el estado ha incrementado su par­ Valor 30254 54 293 74 565 89 275 707 708 ticipación en el Noroeste: de 27.1% en 1960 pasó a 27.9% en 1985. Agropecuario 9 560 14 983 19 187 19 682 ·26 049 Minería 484 1 044 988 553 578 Sin embargo, el PIB per cápita sinaloense tuvo un crecimien­ Industria 2 615 6 742 8 762 10180 9 565 to real de 33 .5% de 1960 (36 085 pesos) a 1985 (48 167). En el Construcción 1 845 3 263 4 754 7 192 6 478 ámbito nacional y en términos de este indicador del nivel de bie­ Electricidad 61 346 6877 1 410 2 103 Comercio 1 7 987 14 755 22 435 28 740 32 005 nestar de la población, Sinaloa ocupaba el undécimo lugar en 1960 Servicios2 7 702 13 160 17 752 21 518 24 330 y el duodécimo en 1970, cayendo abruptamente hasta el deci­ moctavo en 1980, posición que conservaba en 1985. Estructura porcentual 700.00 700.00 700.00 700.00 700.00 Una meta plausible de un programa de desarrollo económico Agropecuario 31.6 27.6 25.7 22.0 25.8 regional sería que Sina loa volviera a absorber 3% del PIB nacio­ Minería 1.6 1.9 1.3 0.6 0.6 nal como ocurría en 1960. Otra, mucho más ambiciosa, sería su­ Industria 8.6 12.4 11.8 11 .4 9.5 perar esta participación. Construcción 6.1 6.0 6.4 8.1 6.4 Electricidad 0.2 0.6 0.9 1.6 2.1 Comercio 1 26.4 27.1 30.1 32.2 31.7 Servicios2 25.5 24.4 23.8 24.4 24.1 Estructura y dinámica económica Participación en el P/8 as características fisicogeográficas y el desarrollo económico nacional 2.9 2.4 2.4 2.7 2. 7 L de Sinaloa de 1960 a 1985 la diferencian mucho de las regio­ Agropecuario 5.5 5.9 6.5 5.5 6.3 nes más desarrolladas del país. El crecimiento de su PIB fue, como Minería 1.5 0.9 0.6 0.2 0.2 se dijo, me'nor que el nacional. Tuvo, pues, un rezago relativo, Industria 1. 2 1.3 1.2 1.0 0.9 pese a los aumentos reales registrados en su economía. Construcción 4.0 2.3 2.4 2.6 2.5 Electricidad 1.0 2.0 2.5 J.4 3.7 Comercio1 2.7 2.4 2.5 2.2 2.4 En Sinaloa disminuyó la importancia del sector primario, al igual Servicios2 2.9 2.4 2.3 2.1 1.9 que en el resto del país, pero en mucho menor proporción y con niveles de participación considerablemente más elevados. De esta l . Incluye restaurantes, hoteles, transporte, almacenamiento y comuni- caciones. forma, mientras que en 1960 el sector representaba 16.9% del 2. Incluye banca, seguros, finanzas y servicios personales, sociales y co- producto nacional, en Sinaloa era de 31.6% del estata l, esto es, munales. 87% más. En 1980 esta magnitud fue de 8.4% en la economía Fuente: INEGI, Sistema de Cuentas Nacionales de México, P/8 por enti- en su conjunto y de 22% en Sinaloa, cifra que representa 162% dad federativa, 7970, 7975 y 7980, SPP, México, 1985; y P/8 por más que la nacional, con lo que elevó la importancia re lativa de entidad federativa, 7980-7985, 1988, inédito. 81D sinaloa: agricultura, industria y urbanización

sector en el producto nacional, mientras que las secundarias ab­ La agricu ltura sinaloense se puede consid erar re lativamente tec­ sorben la mitad que su contraparte del país. Es preciso tomar en nificada, en vista de la cantidad de tierra con riego y del porcen­ cuenta la especialización primaria de la economía sina loense para taje de leva ntam iento de las siembras. Cinco distritos componen identificar las actividades que pueden constituirse en el motor de la agricultura de riego, dos de los cuales corresponden a los de la industrialización y definir las características del proceso de ur­ mayor superficie y productividad del país . Colateralmente, los mu­ banización de la entidad. nicipios donde ex isten distritos de ri ego son también los de ma­ yor dinámica poblacional, sobresa liendo Cu li acán y Ahome, don­ de se loca li za n la capital del estado y la ciudad de Los Mochi s, que ocupan los lu ga res primero y tercero por la magnitud de su La cuestión agraria población. Se observa, por tanto, una clara relación entre la pros­ peridad agrícola de la zona y el crecimiento de las ciudades que a importancia económica del sector agropecuario sinaloense sirven de centro de comercialización de los productos agrope­ Lqueda también de manifiesto en la matri z de insumo-producto cuarios y de los insumos industriales que demandan. estatal de 1970. En ese año, el sector aportó 24.8% del va lor bru­ to de la producción (VBP) y casi permitió a la entidad ser autosu­ La orientación de la producción hac ia cultivos pa ra exportar ficiente en los bienes primarios disponibles: requirió importar sólo está demarcada por las decisiones de los grandes propietarios pri­ 11 .1% de los demandados por toda la economía y 20. 7% del con­ vados, que concentran 25% de la tierra de riego y que, además, sumo privado. Los datos de la matriz muestran que 28.4% del son arrendatarios de buena parte de los ejidos irrigados. De esta total del VBP se destinó a demanda intermedia (o transacciones suerte, aunque ex isten gra ndes superficies de tierra ejidal, la agri­ intersectori ales), 49.3% se exportó, 19% lo compró la demanda cultura capitalista sinaloense tiende a conce ntrarse en pocas ma­ final privada y 3.3% sirvió para formación bruta de capital. Al com­ nos (n eolatifundismo) y a quedar bajo el dominio de compañías parar esta distribución del destino del producto con su contra­ transnacionales que ejercen un poder monopsónico que deter­ parte nac ional, se encuentran porcentajes parecidos en lo refe­ mina las ca racteríst icas de las siembras. rente a demanda final y formación bruta de capital, y diferentes en los otros dos destinos: en Sinaloa la exportación de productos primarios es 10.2 veces mayor que la nacional, lo que demuestra la importancia de este sector en su ba se económica. En efecto, Desarrollo regional insuficiente: el sector agropecuario es el único que en 1970 exportó más de nivel y estructura industrial lo que importó, siendo la actividad económica que generó la ma­ yor acumulación de capital. Por otro lado, el estado tuvo que im­ Concentración industrial portar bienes manufacturados por un equiva lente a 14.3% de su VBP industrial. n 1960, cuando el país ya contaba con una estructura indus­ Etrial relativamente diversificada en productos de consumo in­ Sin embargo, no se han aprovechado de manera suficiente los mediato y transitaba hac ia la sustitución de bienes duradero s, Si­ productos agropecuarios para la transformación industri al; el por­ naloa tenía una planta industrial incipiente y concentrada en po­ centaje destinado a demanda intermed ia representa só lo 51.9% cos grupos. En ese año había en el estado 1 159 establec imientos de la magn itud nac ional. Si Sinaloa utiliza ra la misma cantidad industriales (0.8% del total nacional, véase el cuadro 2) donde relativa del producto agropecuario para procesamiento que el res­ se ocupaban 12 915 personas (1.1% del país). Para evidenciar la to del país, por ejemplo, su PIB aumentaría 7%. Por ello convie­ posición marginal de la indu st ria sina loense en la nacional se pue­ ne encaminar los esfuerzos hacia una mayor integración vertical de utilizar el cociente entre el personal ocupado en la industria entre agricultura e industria, a fin de promover e l desa rrollo eco­ y la población total: en 1960 apenas alcanzó 1.5%, mientras que nómico del estado. en el país fue de 3.4%. En otras pa lab ras, si en el estado ex ist iera una planta industrial proporcional al tamaño de su población y Por lo que respecta a la producción por cultivos, Sina loa fu e con la misma participación que a nivel nacional, en vez de haber en 1980 uno de los principa les productores de básicos. Destaca sólo 12 915 empleados ex ist irían 28 506, esto es, 2.2 veces más. en arroz, cártamo y soya (primer lugar nac ional); trigo y ajonjolí Según el va lor agregado industrial generado, Sin aloa aportó al pro­ (segundo lugar) y algodón (quinto lugar). Asimismo, se realizó una ducto industrial nac ional 1.2 por ciento. producción considerable de caña de azúcar y tomate, siendo este último su principal producto de exportación. De 1960 a 1970 el personal ocupado en la industria mexicana creció a una tasa anual de 3.8%, en tanto que el PIB lo hi zo a Durante el ciclo agrícola 1983-1984 la superficie sembrada fue una de 9.4%. El diferencial de las tasas indica que cada vez se de 1 196 458 hectáreas, que representan 20.6% del área total del genera más producto por trabajador como consecuencia del mayor estado; 72.5% fue de riego y 27.5% de temporal; por tipo de te­ uso de capital. En 1970 existían en Sinaloa 2 709 establec imien­ nencia, 70.8% correspondió a ejidos y 29.2% a propiedad priva­ tos industriales, cifra que duplica a la de 1960, representando 2% da. La superficie cosechada total fue de 1 047 806 hectáreas, que de los nacionales. El personal ocupado aumentó aproximadamente representaron 87.6% de la sembrada; en los ejidos se levantó en la misma med ida: llegó a 22 25 1 empleados, eq uivalentes a 86.2% de la siembra, mientras que en la propiedad privada esa 1.3% del país. Se observa, pues, que estas dos variables ganaron proporción llegó a 90.5%. Del valor de la producción total, 94.5% terreno en su participación nacional. pertenece a los distritos de riego y sólo 5.5% a los temporaleros. De esta manera, una hectárea con riego fue 5.5 veces más pro­ En el período 1970-1975 las ta sas de crecimiento de las indus­ ductiva, ya que el valor de los productos cosechados por hectá­ tri as nacional y sinaloense prácticamente convergieron. Con ell o, rea de riego fue de 27 832 pesos, frente a 4 266 de los de temporal. la entidad ma ntuvo su participación en las variables de personal comercio exterior, septiembre de 1989 811

ocupado y PI B. En el ámbito nacional, el personal ocupado se in­ bruta de ocupación cayó a su nivel más bajo, y el PIB decreció crementó a una tasa anual de 3% y el PIB a 6.3%, es decir, conti­ de 10 180 millones de pesos a 9 565, lo que repercutió en una nuó un proceso de tecnificación de los establecimientos, al crecer ca ída de su participació n en el total nacional y por debajo del m ás el producto que el empleo. En Sinaloa las tasas de crecimiento 1% alcanzado en 1980. fueron de 3.6% en el primer indicador y de 5.4% en el segundo, participando en la estructura nacional con 1.3 y 1 .2 por ciento, La caíd a de la producción industrial sinaloense se puede atri­ respectivamente. En estos cinco años se incorporaron a la planta buir a ca usas internas como la vulnerabilidad de sus estableci­ industrial de Sinaloa 472 nuevos establecimientos, hasta alca n­ mientos por falta de modernización y carencia de factores de lo­ zar 3 181 , equivalentes a 2. 1% del país. ca li zación adecuados. Cal:>ría agregar el clima de incertidumbre, ficticio o rea l, supuestamente propiciado por los conflictos deri­ De 1975 a 1980 se dio de nuevo cierta converge ncia en la tasa vados del narcotráfico, que pudieran desestimular las inversio nes. de crecimiento del personal ocupado, no así en la del valor agre­ gado. Por principio de c uentas, Sinaloa integró a su planta indus­ trial 781 nuevos establecimientos, totalizando 3 962 (2.6% de los Estructura interna insta lados en el país). Asim ismo, el personal ocupado alca nzó 30 412 individuos (3 801 más), aportando 1.3% del país. Con ello, 1 estudio de la estru ctura ind ustri al de Sinaloa es necesario los trabajadores por establecimiento ll ega ron a 6.6, promedio más Epara conocer su grado de d iversificació n e identificar los fac­ o menos consta nte desde 1970, lo cual indica que durante estos tores de locali zación que han influido en su evolución y, conc re­ diez años muy probablemente los nuevos establecimientos fue­ tamente, en la proporcionalidad con el sector agropecuari o. Esto ron sobre todo de t ipo pequeño. permitirá determinar las posibilidades de acelerar el proceso de industrializació n y urbanización en esa zona del país. Para agili­ Sin embargo, el valor agregado industrial de Sinaloa creció de zar el análisis de la estructura industrial, los 20 grupos en que se 1975 a 1980 a una tasa inferi o r a la del país (3% contra 6.9%), clasifican las actividades respectivas según el censo indust ri al de lo que o ri ginó una caída de su participación nacional, que dismi­ 1975 5e pueden agrupar de la siguiente manera: nuyó a 1% (véase el cuadro 2). Así, en esta variable se observa una tasa de crecimiento converge nte durante el período 1960- i) Bienes de capital: productos metálicos (grupo 35) y maqui­ . 1975 . Sin embargo, de 1975 a 1980 la industria sinaloense perdió nari a no eléctrica (36). dinamismo en relación con el país. En conjunto, su participación en el valor agregado industrial disminuyó de 1.2% en 1960 a 1% ii) Bienes intermedios : madera y corc ho (26), papel y cartón en 1980. (28), productos de petróleo y carbón (31), minerales no m etáli ­ cos (33) y metálicas básicas (34). La década de los ochenta se ha caracteri zado por una severa c ri sis que ha trastocado la estru ctura económica de M éxico. La iii) Bienes de consumo inmed iato: alimentos (20) , bebidas (21 ), c ri sis no afecta por igual a todos los sectores y entidades federati­ tabaco (22), textil (23), vestido (24), calzado y cuero (25), impre­ vas. En términos sectoriales, la economía en su conjunto creció sión y ed itoriales (29), química (30) y hule y plástico (32) . de 1980 a 1985 a una tasa de 1. 8% anual, mient ras que la ind us­ tria manufacturera lo hizo a 1.3%. Desde el punto de vista espa­ iv) Bienes de consumo duradero: muebles (27), artículos eléc­ cia l, la región del val le de México observa menor dinamismo, dis­ tricos (37) , automotri z y transporte (38) y otras indust ri as manu­ minuyendo su participació n en el producto nacional. factureras (39).

El período de lento crecimiento económico ha tenido efectos Sinaloa evidenc ia la conso lidación de una primera etapa de negativos en la planta industrial de Sinaloa: en cinco años desa­ evolució n indust ri al que se manifiesta en los cambios experimen­ parecieron 53 1 establecimientos, de tamaño pequeño principal­ tados de 1960 a 1985 . En el primero de estos años, la ind ustria mente; el personal ocupado aumentó lige ramente, aunque la tasa en la entidad se concentraba mucho en unos cuantos grupos. El

CUADRO 2

Sinaloa: principales cara cterísticas industriales y participación en el total nacional, 7960-7985 (Millo nes de pesos de 7980)

1960 1970 1975 1980 1985 Ca ntidad % Ca ntidad % Ca ntidad % Ca ntidad % Ca ntidad % Establecimientos 1 1 159.0 0.8 2 709.0 2.0 3 181.0 2. 1 3 962.0 2.6 3 43 1.0 2.3 Perso nal ocupado1 12 91S.O 1.1 22 2S1.0 1.3 26 6 11 .0 1.3 30 412.0 1.3 31 180.0 1.3 Sueldos y sa larios 631.4 0.8 2 S42 .8 1. 3 4 08S.4 1.S 4 S74.2 1.4 n.d . n.d . Capital invertid o S 8S7.1 1.4 18783.2 2.3 1S 747.7 1.9 n.d . n.d. n.d. n.d. Producc ión bruta S S42.6 1.0 18 624.8 1.4 23 400.0 1.3 32 834.1 1.4 29 272.4 1.1 Materiales consum id os 2 928.1 0.9 11 882.S 1.4 14638.9 1.3 22 6S3.9 1.7 19 706.7 1.2 Va lor agregado 2 614.S 1. 2 6 742.3 1.3 8 762.0 1. 2 10 180.2 1.0 9 S6S .7 0.9 1. Unidades. n.d. No disponible. Fue ntes: censos indust ri ales de 1960, 1970 y 197S; Censo Industrial, 1980, in éd ito. 812 sinaloa: agricultura, industria y urbanización

CUADRO 3 tructura poco diversificada. Este sector absorbía en 1985 75 .8% de los empleos y 79.5% del va lor agregado total (véase el cuadro Sinaloa: estructura industrial por sectores en 7960 4). El segundo puesto correspondía al sector de bienes interme­ dios, cuya producción fue la que más creció en el período 1960- Personal ocue_ado Valor agregado 1985. Al parecer los bi enes intermed ios se orientaban a satisfa­ Sectores y grupos Total % Total % cer las necesidades de la agricu ltura y, en menor medida, a aba s­ Total 12 933 100.0 2 614.5 700 .0 tecer otras ram as industriales, pasando por unª-transformación Bienes de capital 899 7.0 27.2 1.1 previa. Sea como fuere, el impulso a ambas actividades brinda 35. Produ ctos· metálicos 267 2.1 9.6 0.4 la posibilidad más rea li sta de promover la industrial ización del 36. Maquinaria no eléct ri ca 4.9 17.6 632 0.7 estado. Bienes intermedios 338 2.6 18.3 0.7 26. Madera y corcho 153 1.2 10.0 0.4 Los grupos industriales con el mayor incremento abso luto du­ 28. Papel y cartón rante el período mencionado fueron la fabricación de alimentos 31. Refinados de l petróleo y la elaboración de bebidas, es decir, unidades agroindustriales 33. Minerales no metálicos 105 0.8 6.1 0.2 que refuerzan su nexo con la producción agropecuaria de la entidad. 34. Metálicas básicas 80 0.6 2.2 0.1 Por lo que respecta a incrementos relativos, sobresa len otros Bienes de consumo inmediato 10 745 83.1 2 537.9 97.0 dos grupos ligados directamente al empaque de productos agrí• 20. Alimentos 8 110 62 .7 1 686.5 64.5 colas: la madera y el papel y ca rtón. Es relevante también el cre­ 21. Bebidas 851 6.6 190.0 7.2 cimiento del grupo de minerales no metál icos, ligado a los recur­ 22. Tabaco 20 0.1 7.2 0.3 sos naturales del estado, y el de fabricación de muebles y material 23 . Text il 356 2.7 381.2 14.6 de transporte, orientado al potencial de mercado. 24 . Vestido 292 2.3 27.4 1.0 25 . Calzado 567 4.4 186.0 7. 1 En síntes is, en el insuficiente crecim iento indust rial de Sinaloa 29. Imprenta y editoriales 410 3.2 57.8 2.2 han tenido una importancia cru cial las empresas relacionadas con 1.4 0. 1 30. Química 11 3 0.9 el sector agropec uario y con los recursos naturales. Sin embargo, 32. Hule y plástico 26 0.2 0.4

Bienes duraderos 951 7.3 31.1 1.2 27. Muebles 39 0.3 1.2 0.1 37. Artículos eléctricos CUADRO 4 38. Automotriz 742 5.7 25.2 . 0.9 39. Otras industrias 170 1.3 4. 7 0.2 Sin aloa : estructura industrial por sectores en 7985 Fuente: Censo Industrial, 1960. Personal ocue_ado Valor agregado Sectores y grupo; Total % Total % Total 3 1 780 700.0 9 565 700.0 sector productor de bienes de consumo inmediato absorbió 83. 1% Bienes de capital 1 375 4.4 262 2.7 del personal ocupado y 97% del va lor agregado (véase el cuadro 35 . Productos ·metálicos 932 3.0 150 1.6 3). El grupo más importante de dicho sector fue la fabricac ión de 36. Maquinaria no eléct rica 443 1.4 11 2 1. 1 alimentos (20): demandaba más de 60% del empleo y generaba 64.5% del PIB; le siguen la elaboración de bebidas (21), en per­ Bienes intermedios 3 829 12.3 1 218 12.7 so na l ocupado, y el textil (23), en valor agregado. Así, en los gru­ 26. Madera y co rcho 1 526 4.9 329 3.4 pos 20, 21 y 23 se concentraba prácticamente toda la planta in­ 28. Papel y ca rtón 465 1.5 109 1. 1 dustrial, con 72% del personal ocupado y 86.3% del va lor agregado. 31. Refin ados del petróleo 199 0.6 197 2.1 33. Minerales no metá licos 1 560 5.0 571 6.0 34. Metálicas bá sicas El segundo sector industrial, muy por debajo del anterior, era 79 0.3 12 0. 1 el de los bienes de consumo duradero, que aportaba únicamen­ Bienes de consumo te 7.3% del personal ocupado y 1.2% del valor agregado (por cada inmediato 23 643 75 .8 7 605 79.5 trabajador de este sector había 1 1 .3 en el de bi enes de consumo 20. Alimentos 16 690 53.5 S 332 55.7 inmediato). Sobresalía el grupo automotriz y transporte (38), el 21. Bebid as 1 697 5.4 1 274 13.3 cual se ubicaba en tercer lugar por los empleos demandados y 22 . Tabaco 14 2 en el sexto por el PIB de los 17 grupos entonces existentes en Si­ 23. Textil 989 3.2 283 3.0 na loa. La participación de los bienes de capital era aún más re­ 24. Vestido 1 479 4.7 284 3.0 ducida: 7% del personal ocupado y 1.1% del PIB; el grupo más 25. Calzado 1 455 4.7 153 1.6 destacado era el de maquinaria no eléctrica (36). Por último, la 29. Imprenta y editorial es 1 028 3.3 200 2.1 30. Química 85 0.3 40 0.4 producción de bienes intermedios era prácticamente insign ifican­ 32. Hule y plástico 206 0.7 37 0.4 te, pues los cinco grupos integrantes demandaban en conjunto só lo 2.6% del perso nal ocupado y producían 0.7% del va lor Bienes duraderos 2 333 7.5 480 5.1 agregado. 27. Muebles 1 294 4.2 247 2.6 37. Artícu los eléctri cos 58 0.2 16 0 .2 Veinticinco años después, y pese a que había perdido peso 38. Automotriz 919 9.6 202 2. 1 en la partici pación industrial, el sector de bienes de consumo in­ 39. Otras industrias 62 0 .5 15 0.2 mediato seguía siendo el más importante del estado, con una es- Fu ente: Censo Industrial, 1985. comercio exter ior, septiembre de 1989 813

la evolu ción ha sido lenta y cualquier política de fomento indus­ eléctrica, 36; equipo eléctrico, 37, y otras indust ri as manufactu­ trial debe reforza r la interrelación de la agricu ltura con la indus­ reras, 39). tria, identificando las actividades prioritarias en el marco de una estrategia territorial que privilegie únicamente uno o dos centros De la producción indust ri al de Cu liacán, 41% se vend e en el industriales. mercado local, y se exporta 18% al resto de la entidad y 41% al resto del país. Culiacá n ofrece al estado una ga ma semidivers ifi­ cada de productos entre la que destacan los refinados del petró• leo y las bebidas, mientras que en términos absolutos el principal Distribución espacial de la industria grupo exportador es el de alimentos. Esta localidad presenta ven­ tajas para la ubicación de u• 1id ades productoras de al imentos, be­ n las economías de mercado, la producción industrial tiende bidas y muebles con fin es de exportación, y también para los gru­ 8 a conce ntrarse en un a o unas cuantas zonas urbanas En el pos de papel y cartón, impresión y editoriales, química, y refinación caso de Sinaloa, desde 1960 la industria tiende a loca li za rse en de petróleo, para atender las necesidades regionales. Po r tanto, · sus tres principales zonas urbanas: Culiacán, Los Mochis y Maza­ una política de fomento en esta ciudad sería más ex itosa si se orien­ tlán, donde en ese año se conce ntraba 85% del valor agregado ta ra básicamente a esos grupos industriales. industrial y 79% del personal ocupado; 9 en 1985, los tres muni­ 10 cipios, más El Fuerte, generaron 93% del valor agregado y 87% Entre las organizaciones indust ri ales más importantes en el mu­ del empleo. De 1960 a 1985 esos cuatro municipios mejoraron nicipio, según el número de personas ocupadas, sobresa len los su participación en ocho puntos porcentuales en el valor agrega­ ingenios az ucareros Rosales y Primavera, así como la Ce rvecería do y en el personal ocupado. Cuauhtémoc y las empresas Fibrasin, Envases de Sin aloa y Arro­ cera del Palmito. En conjunto, las gra ndes empresas proveen apro­ La población de Cu li acán creció a una tasa de 6.6% anual de ximadamente 40%' de los empleos totales. 1960 a 1985; 4.8% obedeció al crecimiento social, lo que hace de la capital del estado una ciudad de elevada atracción demo­ Por. su producción industrial, Ahome es el segundo munici­ gráfica . Sin duda, los factores que influyeron en esta inmigración pio, pero si se le suma la de El Fu erte alca nza una participación fueron su demanda de mano de obra para la indust ria y, sob re superior a la de Cu li acán. En 1985 estos dos municipios concen­ todo, su ubicación en el centro del distrito de riego más impor­ traron 42.5% del va lor agregado industrial y 32.2% del personal tante del país y su gran actividad comercial y de serv icios. ocupado. La estructura industrial también está sem idiversificada, aunq ue menos que en Culiacán. Sólo nueve grupos producen para La población de Los Mochis, en el municipio de Ahome, cre­ los mercados loca les y de fuera de la entidad; de éstos, tres pro­ ció a una tasa de 6% an ual en el período mencionado, co rres­ ducen para la demanda local, el resto del estado y el resto del pondiendo 4.1% al crecimiento social. Por tanto, esta ciudad se pa ís (alimentos, 20; bebidas, 21, y madera , 26), mientras que los cata loga como de atracción muy alta, no tanto por la demanda otros se is sólo exportan al resto de la entidad (textil , 23; vest ido, de trabajadores industriales, si no por los distritos de riego y la gran 24; q uímica, 30; hule y plástico, 32; minerales no metálicos, 33, actividad comercial. y apa ratos eléctricos y electrónicos, 37).

Finalmente, Mazatlán, con una tasa de crecimiento demográ­ De la producción total de ambos municipios sólo 31.3% se fico de 5% anual de 1960 a 1985, es de elevada atracc ión sob re consume loca lmente, exportándose 22% al resto del estado y todo con respecto a los habitantes de entidades vecinas. Entre 46.7% al resto del país. Que el municipio de Ahome produzca los elementos principales de esto se cuenta que es uno de los puer­ más para la exportación que Culiacán es congru ente con la teo­ tos más importantes de la costa del Pacífico, así como su impor­ ría de la base exportadora, la cual sostiene que a menor tamaño tancia como polo turístico. de población (Culiacán es 2.5 veces más grande que Los Mochis), son más importantes las actividades de exportación debido a que Cu li acán es el municipio más importante del estado por su va­ el mercado local es más pequeño en términos relativos. 11 lor agregado indust rial y el personal ocupado. En 1985 concen­ tró 29.8 y 33 .2 por ciento de los respectivos totales estatales. En Como se observa, Los Mochis y Cu liacán compiten en el mer­ ese año tenía una estructura industrial semidiversificada y muy cado estatal en los grupos industriales 30, 32 y 37. Sin embargo, cercana a la del estado en su conjunto. La base económica la con­ según un índice de especialización estimado, Lo s Mochi s es m ás forman tres grupos industriales que producen para el consumo especializada que Cu liacá n en los grupos 32 y 37, por lo que una loca l y para mercados del resto del país (alimentos, 20; bebid as, política de fomento para esta zona debería preferir estos dos gru ­ 21, y muebles, 27), más nueve grupos cuya producción se desti­ pos, más los 20, 21, 26 y 33. na al consutno loca l y del resto del estado (papel y cartón, 28; impresión y ed itoriales, 29; química, 30; refinación de petróleo, Por otro lado, en Ahorne y El Fuerte no hay tantas grandes em­ 31; hule y plástico, 32; productos metálicos, 35; maquinari a no · presas como en Culiacán, pero cuentan con la mayor unidad pro­ ductora del estado, Alimentos del Fuerte. También se ubican ahí Maíz Industrializado Conasupo, Productos Deshidratados de Mé­ 8. Brian Goodall, La economía de la s zonas urbanas, In st ituto de Es­ xico y Cementos de Sinaloa. Todas las grandes empresas en con­ tudios de Adm inistrac ión Loca l, Madrid, 1977. junto proveen aproximadamente 25% de los empleos totales. 9. La inform ación disponible correspo nd e a los municip ios. Por ell o, al hablar de la planta industri al, se trata de la municipal. Por su industria, Mazatlán ocupa el tercer lugar en el estado. 1O. El municipio de El Fuerte tiene una estructura industrial sustenta­ Sin embargo, su estructura industrial está más diversificada que da en dos empresas con vinculaciones más est rec has co n Los Mochi s. Por ell o, en este apartado se presentan los municipio de Ahome (donde se localiza la cuidad de Los Mochis) y El Fu erte como una so la unidad . 11. Brian Goodall, op. cit. 814 sinaloa: agricultura, industria y urbanización

las de Cu li acán y Los Mochis. En 1985 concentró 20.5% del valor cional de 2.9% en 1960 a 2.1 % en 1985 y la del producto indus­ agregado industrial y 21. 9% del person al ocupado total. Como trial de 1.2 a 0.9 por ciento. resultado de su mayor diversificación, el número de grupos que exportan ascie nde a 12. De éstos, cuatro venden su producCión Se ha acentuado el carácter de economía periférica de la enti­ en la localidad y la exportan también a los mercados estatal y na­ dad (exportadora neta de matenas primas agrícolas e importado­ cional (a limentos, 20; bebidas, 21; muebles, 27, y automotriz y ra de bienes industriales) , donde el sector agropecuario cas i tri­ transporte, 38) y ocho se li mitan al ám bito estatal (tabaco, 22; ve s­ plica su importancia en la estructura productiva naciona l, mientras tido, 24; calzado y cuero, 25; impresión y editoriales, 29; meta­ que el secundario só lo representa la mitad. les bás icos, 34; productos metálicos, 35; maquinaria, 36, y otras industrias manufactureras, 39). Est1mu lar el crecimiento de estas regiones agrícolas distantes de los grandes centros industriales es imprescindible en cualquier Según la teoría de la ba se económica, a mayor tamaño de po­ intento de formu lar nuevas estrategias de desarrollo para superar blación corresponde una est ru ctura industrial más diversificada, la grave crisis económica. En efecto, dichas regiones representan con mayor variedad de productos para la ex portac ión, aunque la posibilidad de integrar a la economía importantes recursos na­ esta última actividad tiende a se r menos importante que produ­ turales no explotados, así como elevados contingentes de fuerza cir para sati sface r la demanda loca l. Esto se cumple en M azatlán . de trabajo. En el caso de Sinaloa se requeriría corregir las accio­ Si bien no es la loca li dad más grande del estado, su mayor diver­ nes fallidas para lograr un a mayor integración vertical entre la agri­ sificación con respecto a Cu li acán y Los Mochis le permite ten er cultura y la industria, intentando incorporar la problemática de más grupos de exportación, pero la corriente exportadora es me­ loca lizac ión de las actividades económicas de sus ciudades en nos importante que la producción destinada al consumo local. una estrategia de corte espacio-sectorial. De esta manera, de la producción mazatleca total , 44 % se con­ sume en el luga r, 21% se envía a otras partes del estado y 35% H ay una cl ara re lac ión entre las zonas agrícolas más próspe• va fuera de éste. ra s y la dinámica de Culiacán y Los Mochi s, ciudades que se cons­ tituyen en sus lugares central es. Sin embargo, este crecimiento Para efectos de una políti ca industrial en M azatlán, parece n es limitado y tiende a agotarse rápidamente, por lo que para se­ claros los grupos que han de estimu larse. Por un lado, su carác­ guir creando los empleos necesa ri os en estas localidades, éstas ter portuario y turístico le da ventajas para la transformación de se tendrán que industriali za r. pescados y marisc os, la constru cción y repa rac ión de embarca­ ciones y el estab lecimiento de pequeñas empresas proveedoras Conforme a los cambios en la estructura indu st rial sinaloense de bienes pa ra la industria hotelera (muebles, ca mas, cerámica, en el período 1960-1985, el sector que más crece en términos telas) y para el turismo (ve st ido, calzado). Por otro, su diversifica­ re lativos es el de bienes interm ed ios . La observación de las plan­ ción y su mayor cercanía a Guadalajara pu eden ser importantes tas industriales demuestra q ue la fabricación de insumas para la para que se especiali ce en el ramo metalmecá nico. agricultura (semillas mejoradas, cajas y empaques, fertilizantes, etc.) tiende a se r el renglón más importante. Cabría continuar es­ Mazatlán dispone de un mayor número de empresas grandes timulando su desarrollo por medio de la creac ión de plantas que que Los Mochis; pertenecen a los grupos 20, 21, 33, 36 y 38. Des­ industrialicen materias primas agrícolas que sirvan de insumo pa ra tacan, según el número de empleados, Astilleros Unidos de Ma­ la fabricación de al imentos y otros productos similares en otras zatlán, Cervecería del Pacífico, Pescados Industrializados, Talle­ regiones del pa ís. res Rice y Café El Marino. Todas las grandes empresas sumi nis­ tran aproximadamente 30% de los empleos totales. Desde el punto de vista espac ial se requeriría apoyar el creci­ miento industrial de una o las dos ciudades principales. Para ello habría que establecer las condiciones ge nerales de la producción (energéticos, comunicaciones, sistema hidráu lico, viviendas, trans­ Conclusiones porte, etc.) indispensab les para el desa rrollo eficiente de las em­ presas industriales. Ello, además de dar un impulso inicial a la ac­ inaloa produce 0 .9% del valor agregado industrial del país. tividad económica, permitiría crear la base industrial necesaria S Es, por tanto, una entidad poco industrializada cuya activi­ para que converjan otros factores importantes para la loca liza­ dad económica principal es la agricultura, que absorbe 6.3% del ción industrial, sin los cuales no puede haber un crecimiento sos­ total nacional de esa ra ma. Tan elevada importancia agrícola hace ten ido del sector secu ndario. En la medida en que estos esfuer­ que cu alquier intento de promover el desarrollo económico ten­ zos tengan éx ito, se podrá formular una estrategia general de ga que partir de su sector primari~ para determinar sus posibil i­ organización espacio-sectorial de la actividad económica com­ dades industriales y la organización espacial adecuada en su sis­ patible con el desa rrollo económico nacional. O tema urbano.

La drástica reducción de la importancia del sector primario na­ cional afecta de manera especial a los estados que, como Sina­ Referencias bibliográficas loa, son importantes productores de bienes agropecuarios. De ahí José Ceceña, Si na loa, crecimiento agrícola y desperdicio, Instituto de In­ la necesidad de impulsar su crecimiento económico estimulan­ vestigaciones Económicas de la UNAM, México, 1973 . do las actividades secundarias y terciarias. Sin embargo, ante la Gobierno del Estado de Sinaloa, Sinaloa 1970-1980: desarrollo integral, tendencia a la excesiva concentración de la industria en unas cuan­ Culiacán, México, 1974. tas ciudades del país, las entidades periféricas no logran elevar O. Oliveira y B. García, "El mercado de trabajo en la ciudad de Méxi­ su dinámica industrial y se quedan rezagadas del desarrollo del co", en Gustavo Garza et al. (comps.), Atlas de la ciudad de México, país. Así, Sinaloa disminuyó su participación en el producto na- Departamento del Distrito Federal y El Colegio de México, 1987. comercio exterior, septiembre d 1989 815

Bibliografía

de la representación, ya que estos grupos soc ia les cedieron su . EL TRÁNSITO A I.A DEMOCRACIA EN autonomía a cambio de una tajada del poder en turno. AMÉRICA LATINA El argumento de Touraine es que la descomposición de este proceso dio el poder a los m ilitares en Argentina, Brasil, Chile y Alain Touraine, La paro/e et le sang: po/itique et so­ Uruguay en los años setenta. Lo s regímenes popular-nacionales ciété en Amérique Latine, Odile jacob, 1988, 541 no pudieron integrar a los millones de personas excluidas de la soc iedad ni rec.onciliar las exigencias, opuestas entre sí, de quie­ páginas. nes viven en el sistema . Los gobiernos mi litares implantaron la a paradoja aparente de la crisis económica y el regreso a la re presión y la tortu ra, pero no aportaron conce pciones reformis­ democracia en América Latina ha llamado la atención de nu­ tas o de otra natura leza. Touraine los califica de "dictaduras anti­ popu lares" en contraposición al término "autoritarismo burocrá­ merosos analistas. El sociólogo francés Alain Touraine, director tico" introducido por O'Donell. de Estudio de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Soc iales de París, ha proporcionado una de las expli caciones más cohe­ Un punto en que Touraine d ifiere de otros analistas es el de rentes e importantes al respecto. Su evaluación optimista de las los efectos de la crisis de los ochenta: "La cri sis económica es perspectivas de la democraci a es un antídoto contra la escuela más favorable que desfa vorable para la democracia, ya que ni el fata lista y sombría que no vacila en augurar el retorno de la inter­ Estado ni los actores sociales pueden imponer su propia lógica .. . vención militar. Touraine se ñala que en mucho países latinoame­ El principal efecto de la crisis fue sustitu ir la política de participa­ ri ca nos está ocurriendo una real ineac ión fundamental del Estado ción con la política de representación." Al haberse disminuido y la soc iedad que permite que existan actores sociales autóno• considerablemente sus recursos, el Estado ha perdido mucha de mos y que surja un nu evo concepto de la democrac ia. su habi li dad para mani pu lar y captar las fuerzas soci ales . Éstas, Por su método, el libro de Touraine es una combinación de a su vez, han aumentado su iniciativa y capacidad de negocia­ sociología hi stórica y empírica. Se alimenta de una gran cantidad ción ent re sí. Se está abriendo, pues, un espac io en tre la socie­ de investigación en ciencia soc iales, rea li za da en su mayor parte dad y el Estado sin que la política sea el factor dominante . por investi gadores latinoamerica nos. Enriquece su estudio con un a ¿Son éstas só lo ilusiones del autor, o se trata de una profunda detallada cronología por pa íses de los sucesos ocurridos desde agudeza mental para percibir rea lidades que escapan a la mayo­ 1900 y un manejo magistral de las fuentes hi stóricas. ría de los obse rvadores? Ciertamente Brasil, con su dinámica de exportación, muestra una fl exibilidad extraordinaria frente a un La obra en cuestión se distingue por la cu id adosa puesta a prue­ Estado a punto de derrumbarse . En algu nos países, pocos aún, ba de los conceptos frente a los datos empíricos de ca da país. se observa el surgimiento de empresa rios con una orientación tec­ Por ejem plo, los conceptos de clases sociales y lucha el e cla ses (u nológica que no dependen de los privil egios políticos. En otras otros presentados por otros investigadores) los exam ina meticulo­ nac iones la crisis económica parece haber ahondado las divisio­ samente, país por pa ís, para un período de 50 años. nes políticas, y se observan pocos indicios de negociación o re­ El autor no presenta estudios de caso ni profundiza en el aná­ conciliac ión. lisis de países específicos; le interesa n más bien los movimientos Por otro lado, Tourain e no profundiza gran cosa en las políti­ socia les amplios y la· acción colectiva en el largo plazo. Sin em­ cas económ icas apropiadas . Se inclina por combinar la negocia­ bargo, las generali zaciones que ofrece sirven perfectamente pa­ ción de la deuda, el impulso de las exportaciones y la producción ra expli car las si ngularidades de países y situac iones particulares. nacional de bienes bás icos para ge nerar empleos y redistribuir El uso de períodos históricos permite reconocer a las naciones el ingreso. Si bien no ve posibilidades de una revolución en nin­ que presentan tendencias similares pero en tiempos disti ntos. gún lu gar de América Latina, ni entre los campesinos pobres ni Touraine concede mucha mayor importancia al análisis políti• entre los desempleados urbanos, le preocupa que la participa­ co y soc ial que al económico. Rechaza todo determinismo eco­ ción sin representación pueda conducir a la violencia. De ahí los nómico por ahi stóri co y causa l mente erróneo, así como el supues­ dos mundos de " la pa labra y la sa ngre" que dominaban la s so­ to occidental de que los intereses económicos pueden explica r ciedades duales. El mensaje es que la red istribución del ingreso el mundo de la política de Améri ca Lati na. y la representación pueden evitar la vio lencia. Pero, ¿de dónde han de venir la voluntad y los recursos? A juicio de Toura ine, América Latina se ha visto dominada du­ rante 50 años por regímenes "popular-nacionales" en los que la La conclusión es que "el tránsito a la democracia es hoy el polftica y la soc iedad en lo fundamental se han desdibujado y en proceso que domina la vida en América Latina". Éstas son pala­ los que lo público y lo privado se confunden totalmente. Su rico bras incitantes cuando en todos lados se pronostica la interven­ y detall ado aná lisis de los sind icatos, los movimientos campesi­ ción mil itar a medida que las multitudes toman la ca lle y los polí­ nos, los desórdenes urbanos, la opinión públi ca, los grupos em­ ticos se precipitan a visitar los ba ncos extranjeros de los que so n presariales y otras fuerzas soc iales, demuestra cómo todos estos cuentahabientes. Lo estimu lante de esta obra es que presenta un elementos han quedado subordi11ados al Estado y la manipula­ análi sis coherente de la soc iedad latinoamericana en cas i todo ción política. El mismo Estado se debate entre las demandas an­ el siglo XX. Quienes nieguen la val idez de este anál isis no pue­ tii mperialistas, de int : gración nacional y de industrialización di­ den más que hacer su tarea y presentar otra expli cac ión de los rigida por el Estado. El resu ltado ha sido la participación en luga r sucesos y los procesos. En particu lar los que se apoyan en el de- 816 bibliografía

terminismo económico y en los factores externos tienen ante sí de la democracia en América Latina es la ausencia de actores so­ el desafío de un trabajo que modifica de manera radical el marco ciales con la suficiente autonomía de acción. " Con todo, los es­ analítico. fuerzos para formar comunidades científicas y tecnológicas bien organizadas que puedan tomar libremente sus propias decisio­ El argumento del autor es que las perspectivas de la democracia nes para defender sus intereses es, aunque en esca la muy peque­ en América Latina dependen mucho más de las fuerzas sociales ña, un paso en esa dirección. O internas que de las instituciones, los procedimientos constitucio­ nales o la generosidad de los acreedores. " La principal debilidad Aaron Segal

obras recibidas

Jaime Aboites A. Instituto Mexicano del Mercado de Capitales y Bolsa Mexicana Breve historia de un invento olvidado: la s máquinas tortilla' de Valores doras en México, Universidad Autónoma Metropolitana, Mé­ Estudios sectoriales: xico, 1989, 96 páginas. Sector extractivo bursátil, ·7983-7988, abril de 1989, 60 páginas. Sector construcción bursátil, 7983-7988, junio de 1989, 59 Industrialización y desarrollo agrícola en México, Plaza y Val­ páginas. dés Editores y Universidad Autónoma Metropolitana, México, Rentabilidad del mercado accionario, 7985-7 988, agosto de 1989, 204 páginas, anexo estad ísti co, cuad ros , gráficas. 1989, 56 páginas Francisco Alba ·Brígida von Mentz La población de México: evolución y dilemas, El Colegio de Pueblos de indios, mulatos y mestizos, 7770-7 870. Los cam­ México, México, 1989 (1 a. reimpresión), 193 páginas, 43 cua­ pesinos y las transformaciones protoindustriales en el ponien­ dros y 10 gráficas. te de More/os, Centro de Invest igaciones y Estudios Superio­ res en Antropología Social, México, 1988, 189 páginas. Eduardo Andere y Ma. Eguenia Casar P. Deuda externa y banca comercial acreedora estadounidense. Julio Moguel (coord.) Marco regulatorio, contable y fiscal , Instituto de Ejecutivos de Política estatal y conflictos agrarios, 7950-7 970, tomo 8 de la Finanzas, A.C., México, 1989, 108 páginas. Historia de la Cuestión Agraria Mexicana, Siglo XXI Editores y Centro de Estudios Históricos del Agrarismo en México, Mé­ Gonzalo Arroyo (coord.) xico, 1989, 290 páginas. Biotecnología: ¿una salida para la crisis agroa limentaria?, Pla­ za y Valdés Editores y Universidad Autónoma Metropolitana, Fernando Re ll o y Demetrio Sod i México, 1988, 394 páginas. Abasto y distribución de alimentos en las grandes metrópolis. El caso de la ciudad de México, Editorial Nueva Imagen, Mé­ Asociación Latinoamericana de Armadores xico, 1989, 309 páginas. Vigesimoquinta Asamblea General Ordinaria, 23 al 25 de no­ viembre, Viña del Mar ~ Chile, 1988, 181 páginas. Hugo Rivas Guerra Modelo económico y deuda externa. El modelo de acumula­ jorge Buzaglo ción y el endeudamiento externo en Bolivia, 7972- 7987, Unión Alternativas estratégicas en la economía argentina. Imágenes Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social, La de evolución, Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires, Paz , Bolivia, 1989, 330 pági nas, 8 anexos. 1989, 161 páginas. Henry Solfs Gilberto Giménez Monti~l Identificación de proyectos, Instituto Centroamericano de Ad­ Sectas religiosas en el sureste: aspectos sociográficos y esta­ ministración Pública, San José de Costa Rica, 1989, 226 páginas. dísticos, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en An­ tropología Social, México, 1988, 56 pp., 48 gráficas (Cuader­ Daniela Spenser nos de la Casa Chata, 161) . El Partido Socialista Chiapaneco: rescate y reconstrucción de su historia, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Bernardo González-Aréchiga y Rocío Barajas Escamilla (comps.) Antropología Social, México, 1988, 192 páginas. Las maqui/adoras: ajuste estructural y desarrollo regional, El Colegio de la Frontera Norte y Fundación Friedrich Ebert, Mé­ Felipe Torres Torres . xico, 1989, 339 páginas. La ola biotecnológica y los retos de la producción agroalimen­ taria en América Latina y México, Instituto de Investigaciones Rosario Creen Económicas, UNAM, Méxi<:;o, 1989, 68 páginas. La deuda externa de México: 79 73- 7987. De la abundancia a la escasez de créditos, Secretaría de Relaciones Exteriores U.S. Department of Commerce, Bureau of'the Census y Editorial Nueva lmágen, México, 1988, 425 páginas. Statistical Abstract of the , 7988 (1 08 ed.), Wash­ ington, 1987, XXX + 943 páginas. Esta sección tiene un ca rácter meramente informativo. El lector inte-J Hugo Zemelman resado en alguna de las obras incluidas deberá dirigirse a librerías, bi­ bliotecas o, en su caso, a la editorial respectiva. Crítica epistemológica de los indicadores, El Colegio de Méxi­ co, México, 1989, 176 páginas. O comercio e,xterior, septiembre de 1989 817

Sumario estadístico·

Dirección de Planeación e Investigación Gerencia de Estudios Económicos

Comercio exterior de M éxico, FOB (resumen)l (Enero-a bril, miles de dólares)2 Va riación Concepto 7988 7989 Absoluta Relativa Exportación3 7 04S 318 7 343 876 298 SS8 4.2 Del sector público 2 8S4 366 2 8SS 888 1 S22 0. 1 Del secto r pri vado 4 1909S2 4 487 988 297 036 7.1 lmportación4 S 134 907 7 098 655 1 963 748 38.2 Del sector público 932 130 1 187 066 2S4 936 27.3 Del sector privado 4 202 777 S 911 S89 1 708 812 40.7 Sa ldo 1 910 411 24S 22 1 - 1 66S 190 -87.2 Del sector público 1 922 236 1 668 822 - 2S3414 - 13.2 Del sector pri vado - 11 82S - 1 423 601 - 1 4 11 776 a

f • Elaborado por José Valero Rí os, con base en datos del Gru po de Trabajo del In stituto Nac ional de Estadísti ca , Geografía e Informáti ca de la SPp:-] SHCP- Banco de México pa ra la Información del Co mercio Exteri or. Las notas se ag ru pa n al final de la sección. __j 818 sumario estadístico

México: ba lanza comercial (FOB) por sector de origen y tipo de producto 1 (Enero-abril, miles de dólares) 2

Variación 1989-1988 Exporta Ción3 lmportación4 Saldo Exportación Importación Concepto 1988 1989 1988 1989 1988 1989 Absoluta Relat1va Absoluta · Relativa Tota l 7 045 3 18 7 343 876 5 134 907 7 098 655 1 910 411 245 22 1 298 558 4.2 1 963 748 38.2

B1enes de consumo 1 52 1 836 1 415 996 355 010 899 389 1 166 826 51& 607 - 105 840 - 7.0 544 379 153 .3 Bienes de uso intermedio S 277 499 5 625 713 3 72 1 16 1 4817 737 1 556 338 807 976 348 214 6.6 1 096 576 29.5 B1 enes de capital 245 983 302 167 1 058 736 1 38 1 529 -812 753 - 1 079 362 56 184 22.8 322 793 30.5 Agricultura y silvicultura 674 22 2 575 394 304 246 564 584 369 976 10 810 - 98 828 - 14.7 260 338 85.6 Bienes de consumo 440 81 S 375 660 8 240 23 427 432 575 352 233 - 65 155 - 14.8 15 187 184.3 Bienes de uso intermedio 233 407 199 734 294 866 539 894 - 61 459 - 340 160 - 33 673 - 14.4 24 5 028 83 .1 Bienes de capital 1 140 - 1 263 1 140 1 263 123 10.8 Ganadería, apicultura, caza y pesca 188 247 148 288 47 045 98 376 141 202 49 912 - 39 959 -21.2 5 1 331 109.1 Bienes de consumo 8 973 15 0 11 1 934 2 487 7 039 12 524 6 038 67.3 553 28.6 Bi enes de uso intermedio 177 287 133 037 32 978 54 16 7 144 309 78 870 - 44 250 -25.0 21 189 64.3 B1enes de capital 1 987 240 12 133 41 722 - 10 146 41 482 1 747 -87.9 29 589 243 .9 Industria extractiVa 2 326 157 2 593 406 109 468 120 649 2 2 16 689 2 472 757 267 249 11. 5 11 181 10.2 Bienes de uso intermedio 2 326 157 2 593 406 109 468 120 649 2216689 2 472 757 267 249 11.5 11 181 10.2 Industria manufacturera 3 849 946 3 995 478 4 655135 6 290 365 -805 189 -2 294 887 145 532 3.8 1 635 230 35.1 Bienes de consumo 1 072 048 1 025 325 344 072 872 951 727 976 152 374 - 46 723 - 4.4 528 879 153.7 Bi enes de uso intermedio 2 533 902 26691 35 3 279 307 4 091 181 -745 405 - 1 422 046 135 233 5.3 811 874 24.8 Bienes de capital 243 996 301 0 18 1 031 756 1 326 233 -787 760 - 1 025 215 57 022 23.4 294 477 28.5 Otros productos no clasificados 6 746 31 310 19 013 24 681 - 12 267 6 629 24 564 364.1 S 668 29.8 Bienes de consumo 764 524 764 524 - 240 -31.4 Bienes de uso intermedio 6 746 30 401 4 542 11 846 2 204 18 555 23 655 350.7 7 304 160.8 Bienes de caf?ital 909 13 707 12 311 - 13 707 11 402 909 - 1 396 - 10.2

México: balanza comercial (FOB) por sector de origen 1 (Enero-abril, miles de dólares)2

7988 1989 Exportación Importación Exportación lmportación4 Sa ldo Concepto Valor % Valor % Valor % Valor % 1988 1989 Total 7045 3 18 100.00 5 134 907 100.00 7 343 876 100.00 7 098 655 700.00 1 910 4 11 245 22 1

Agricultura y silvicultura 674 222 9.57 304 246 5.93 575 394 7.84 564 584 7.95 369 976 10 810 Ganadería y apicultura 178 597 2.53 45 690 0.89 132 099 1.80 95 830 1.35 132 907 36 269 Caza y pesca 9 650 0.1 4 1 355 0.03 16 189 0.22 2 546 0.04 8 295 13 643 Industri a extracti va 2 326 157 33.02 109 468 2. 13 2 593 406 35.31 120 649 1. 70 2 216 689 2 472 757 Petróleo y gas natu ral 2 109 077 29.94 3 956 0.08 2 383 564 32.46 19 903 0.28 2 105 121 2 363 661 M inerales metáli cos 102 906 1.46 17 209 0.34 105 866 1. 44 29 057 0.41 85 697 76 809 Minerales no metál1cos 114 174 1.62 88 303 1.72 103 976 1.42 71 689 1.01 25 871 3Í 287 Industria manufacturera 3 849 946 54.65 4 655 135 90.66 3 995 478 54.41 6 290 365 88.61 - 805 189 -2 294 887 A limentos, bebidas y tabaco 433 557 6.15 183 256 3.57 401 777 5.47 . 5 10 262 7.19 250 301 - 108 485 Textiles y prendas de vestir 165 921 2.36 85 784 1.67 153 541 2. 09 187 717 2.60 80 137 31 176 Pi eles, cueros y sus manufacturas 31 765 0.45 10 605 0.21 31 18 1 0.42 20 077 0.28 21 160 11 104 Maderas en manufacturas 54 712 0.78 24 885 0.48 62 773 0.85 27 732 0.39 29 827 35 041 Papel, imprenta e industria editorial 84 623 1.20 220 460 4.29 96 648 1.32 284 684 4.01 - 135 837 - 188 036 Derivados del petróleo 220 688 3.13 152 045 2.96 111 778 1.52 302 318 4.26 68 643 - 190 540 Petroqufmica 73 212 1.04 225 883 4.40 48 527 0.66 204 976 2.89 - 152 671 - 156 449 Q uímica 417 452 5.93 557 185 10.85 480 349 6. 54 788 104 1 1. 1o - 139 733 - 307 755 Productos de plástico y de caucho 47 446 0.67 130 220 2.54 52 525 0.72 172 299 2.43 82 774 - 119 774 Manufacturas de minerales no metálicos 150 428 2.14 46 858 0.91 181 254 2.47 64 253 0.91 103 570 117 001 Siderurgia 218 780 3.11 320 352 6.24 253 376 3.45 401 958 5.66 - 101 572 - 148 582 Minerometalurgia 252 136 3.58 112 549 2.19 322 189 4.39 158 753 2.24 139 587 163 436 --+ comercio exterior, septiembre de 1989 819

7988 7989 Exportación'>, lmportación4 Exportación lmporta ción4 Sa ldo Concepto Valor % Valor % Valor % Valor % 7988 7989

Vehícu los para el transporte, sus partes y refacciones 1 160 319 16.47 760 465 14.81 1 230 561 16 .76 809 742 11.4 1 399 854 420 8 19 a) Autotransporte 1 144 971 16.25 627 231 12 .22 1 225 474 16.69 705 175 9.93 517 740 520 299 b) Aerotransporte 4 51 1 0.06 55 293 1.08 2 744 0.04 58 228 0.82 50 782 55 484 e) Ferrocarril 3 33 2 0.05 42 152 0.82 2 256 0.03 36 934 0.52 38 820 34 678 d) Navegación 7 505 0.11 35 789 0.70 87 9 405 0.13 28 284 9 318 Productos metálicos, maqu inari a y equipos industria les 538 907 7.65 1 824 588 35.53 568 999 7.75 2 j60 490 33 .25 -1285681 -1 791 4 91 a) Para la agri cultma y la ga naderia 7 569 0. 11 46 638 0.91 5 802 0.08 38 829 0.55 39 069 33 027 b) Equipo profesional y cien tífico 8 776 0.12 11 7 372 2.29 9 265 0.13 132 862 1.87 - 108 596 - 123 597 e) Equipos y aparatos eléctricos y electrónicos 212 238 3.01 537 913 10.48 176 874 2.41 729 047 10.27 - 325 675 - 552 173 d) Aparatos de fotografía, óptica y re lojería 28 847 0.41 49 727 0.97 23 155 0.32 68 784 0.97 20 880 45 6 29 e) Alhajas y obras de meta l 4 745 0.07 3 392 0.07 844 0.01 5 133 o 07 1 353 4 289 f) Maquinari a, equipos y productos diversos 2-76 732 3.93 1 069 546 20.83 353 059 4.8 1 1 385 835 19.52 - 792 814 -1 032 776

Productos no clasif1cados 6 746 0. 10 19 013 0.37 31 310 0 .43 24 681 o 35 12 267 6 629

México: principales artículos exportados (FOB) por sector de origen 1 (Enero-abril, miles de dólares)2

Toneladas Variación Miles de dólares Variación Concepto 1988 7989 relativa 1988 7989 relativa Total 7 045 318 7 343 876 4.24

Agricultura y silvicultura 674 222 575 394 - 14.66 Café crudo en grano 3 54 11 2 37 743 - 30.25 148 996 109 385 - 26 .59 jitomate3 295 579 270 876 8.36 163 707 126 639 - 22.64 Leg umbres y hortalizas frescas 3 573 527 501 274 - 12.60 185 092 116 514 - 37.05 Algodón3 40 470 47 990 18.58 57 801 57 605 0.34 Melón y sa ndía 176 439 244 814 38.75 41 622 83 521 100.67 Frutas fresca s, n.e. 78 172 62 284 - 20.32 15 844 14 800 6.59 Almendra de ajonjolí 7 53 1 12 907 71.38 6 474 11 948 84.55 lxtle de lechuguill a 1 055 3 335 216. 11 2 383 6 942 191.31 Fresas frescas 3 11 806 11 103 5.95 14 060 10 301 26 .74 Garbanzo 27 606 8 706 - 68.46 10 748 4 660 - 56.64 Chicle 373 349 6.43 1 660 1 722 3.73 Tabaco en rama 966 1 502 55.49 2 801 4 063 45.06 Espec ias diversas 11 873 966 - 91.86 2 655 1 037 - 60.94 O tros 20 379 26 257 28.84 Ganadería y apicultura 178 597 13 2 099 - 26.04 3 5 Ga nado vacuno · 167 018 11 8 616 - 28.98 M iel de abeja 13 816 15 100 9.29 11 204 13 093 16.86 Otros 375 390 4.00 Caza y pesca 9 650 16 189 67.76 Pescados y mariscos frescos 4 042 2 144 - 46.96 8 729 S 084 - 41.76 Langosta fresca y refrigerada 11 -100.00 186 - 100.00 Otros 735 11 105 a In dustria extractiva 2 326 157 2 593 406 11 .49 Petróleo cru do (m il es de barri les) 160 517 157 997 1. 57 2 109 073 2 383 564 13 .01 Gas natural (mil lones de m3) 4 - 100.00 M inerales metálicos 102 906 105 866 2.88 Cobre en bruto o en co ncentrados 148 648 93 939 - 37. 18 65 195 62 575 4.02 Cinc en minerales concentrados 47 372 49 061 3.57 9 500 18 609 95 .88 Manganeso en minerales concentrados 57 786 76 709 32.75 2 775 6 363 129 .30 Plomo sin refinar o en co ncentrados 7 934 4 512 ·- 43 .13 7 604 2 471 - 67.50 Otros 17 834 15 848 - 11.1 4 ..... 820 sumario estadístico

Toneladas Variación Miles de dóla"res Varia ción Concepto 1988 1989 . relativa 1988 1989 relativd

Minera les no metál icos 114 174 103 976 8.93 Azufre 649 713 450 611 - 30.64 69 341 55 675 - 19.71 Espatoflúor 160 159 14 608 8.46 13 380 13 811 3.22 Yeso 748 489 787 832 5.26 11 717 13 176 12.45 Sa l común 1 360 689 1 405 71 7 3.3 1 14 984 16 530 10. 32 Otros 4 752 4 784 0.67 Industria manufacturera 3 849 946 3 995 478 3.78 Alimentos, bebid as y tabaco 443 557 401 777 7.33 Cama rón congelado3 8 565 6 63 7 - 22 .51 111 735 94 273 - 15.63 Legumbres y frutas preparadas o en conserva 61 836 74 747 20.88 36 716 52 074 41 .83 Cerveza 156 070 106 .891 - 31. 51 57 222 41 245 - 27.92 Azúcar 319 920 24 1 764 - 24.43 so 997 55 162 8. 17 Café tostado S 068 6 790 33.98 16 195 22 971 41.84 Tequila y otros aguard ientes 13 161 15 508 17.83 16 478 20 429 23 .98 Lan gosta congelada 297 309 4.04 S 052 6 196 22.64 Atú n congelado 9 838 8 635 - 12.23 9 728 7 572 - 22 .16 jugo de naranja 24 132 18 219 - 24.50 30 644 17 833 - 41.81 Manteca de cacao 1 880 1 433 - 23 .78 7 950 S 245 - 34.03 jugos de frutas, n.e. 7 814 5 344 - 31.61 S 722 3 280 - 42.68 Carnes de ganado, excepto equino 1 430 891 - 37.69 S 966 4 092 - 31 .41 Abulón en conserva 307 242 - 21. 17 8 582 8 037 6.35 Extractos alcohólicos conce ntrados 3 095 2 451 - 20.81 2 403 2 274 5.37 Mieles in crista li za bles de ca ña de az (J car 135 814 55 369 - 59.23 9 124 3 836 - 57.96 O tros 59 043 57 258 3.02 Texti les y prendas de vestir 165 921 153 541 7.46 Fibras textiles artificiales o sintéticas 36 022 27 897 - 22 .56 76 289 64 258 - 15.77 Articules de telas y tejidos de algodón y fibras vegetales S 175 6 180 19 .42 21 065 20 117 4.50 Mechas y cables de acetato de cel ulosa 2 308 3 001 30.03 4 83 1 7 220 49.45 A rt ícu los de telas y tej id os de seda de fibras artificiales o lana 4 512 1 302 - 71. 14 22 341 4 247 - 80.99 Hilados de algodón 1 712 345 - 79.85 S 601 1 154 - 79.40 Hilos y co rdeles de henequén S 870 32 - 99.45 4 232 131 - 96.90 Telas de algodón 943 - 100.00 4 559 - 100.00 Otros 27 003 56 414 108.92 Pieles y cueros y sus man ufacturas 31 765 31 181 1.84 Calzado 1 130 1 560 38.05 14 677 17 728 20.79 Artícu los de piel o cuero 1 152 1 554 34.90 6 227 8 164 31.11 Pieles o cueros preparados de bovino 2 084 835 - 59 .93 10 861 S 289 - 51.30 Madera en manufacturas 54 712 62 773 14.73 M adera lab rada en hoja s, chapas o láminas5 24 807 28 894 16.48 Muebles y artefactos de madera 19 913 19 277 3. 19 20 156 19 379 3.85 Otros 9 749 14 500 48.73 Papel , imprenta e industri a editori al 84 623 96 648 14.21 Li bros, almanaques y anu ncios 3 587 2 272 - 36.66 7 057 10 057 42 .51 Publicaciones periódicas 935 569 - 39.14 2 260 1 841 - 18.54 Otros 75 306 84 750 12.54 Derivados del petróleo 220 688 11 1 778 - 49.35 Combustóleo (fuel-oif) 703 ¡339 764 206 8.58 45 429 46 104 1.49 Gas butano y propano (m iles de m3) 617 410 - 33.55 43 742 18 152 - 58.50 3 Gasóleo (gas oil, miles de m ) 230 604 162.61 26 396 4 487 - 83.00 Gasolina ·(miles de m3) 424 27 - 93.63 45 382 10 - 99.98 O tros 59 739 43 025 - 27.98 Petroquímica 73 212 48 527 - 33.72 Cloruro de polivinilo ól 770 43 777 - 29.13 57 734 36 242 - 37.23 Amoniaco 99 197 79 162 - 20.20 9 862 8 860 - 10.16 Etileno 18 034 4 146 - 77.01 S 335 3011 - 43.56 Tolueno 3 149 a 1 so a Otros 280 364 30.00 Q uímica 417 452 480 349 15.07 Materias plásticas y re si nas sintéticas 46 573 47 992 3.05 65 405 84 179 28. 70 Ácidos policarboxílicos 99 095 108 582 9.57 51 724 76 674 48.24 Ácido fluorhídrico 27 865 28 694 2.98 23 507 34 403 46.35 Colores y barnices preparados 31 315 30 862 1.45 33 449 39 075 16.82 Placas y películas diversas 758 749 1.19 19 568 17 145 - 12 .38 -> comercio exterior, septiembre de 1989 821

Toneladas Variación Miles de dólares Variación Concepto 7988 7989 relati va 7988 7989 relativa

Óxido de cinc 10 268 10 057 2.05 8 119 18 400 65.04 Compuestos de funciones nitrogenadas 6 663 5 475 - 17.83 11 352 11 918 4.99 Abonos químicos y prepa rados 54 472 32 817 - 39.75 6 222 4 537 - 27.08 Óxid o de plomo 8 404 9 653 14.86 6 458 7 630 18.15 Hormonas nat urales o sintét icas 31 207 567.74 6 013 7 102 18. 11 Prod uctos fa rm acéuticos n.e. 1 532 989 - 35.44 10 165 6 511 - 35 .95 Sulfa to y sul fi tos dive rsos 15 608 9 083 - 41.81 6 935 4 798 - 30.81 Sílices fósi les y tierras activas 12 170 9 55 1 - 21.52 4 342 3 410 - 21.46 Compuestos heterocíclicos 499 2 75 1 451.30 8 274 4 803 - 41 .95 Sulfa to de sod io 35 272 23 027 - 34.72 4 999 2 565 - 48 .69 O tros 150 920 162 199 7.47 Productos de plástico y de ca ucho 47 446 52 525 10 .70 M anufacturas de materi as plásti cas o resinas sintéticas 10188 10 431 2.39 22 839 23 299 2. 01 Ll antas y cá maras de ca ucho 6972 7 487 7.39 13 965 22 732 62.78 O tros 10 642 6 494 - 38.98 Manufac turas de minera les no metálicos 150 428 181 254 20.49 Vidri o o cri stal y sus manufacturas 77 798 77484 0.40 70 674 76 976 8.92 Cementos hid ráulicos 1 246 718 1 493 776 19.82 39 262 52 688 34.20 Ladrillos, tabiques, losas y tejas 70 068 64 879 7.41 11 803 14 342 21 .51 Otros 28 689 37 248 29.83 Siderurgia 218 780 253 376 15.81 Tubos y ca ñerías de hierro o acero 111 371 91 487 - 17.85 71 170 62 043 - 12.82 Hierro en barras y en lingotes 123 824 154 765 24.99 39 396 73 497 86.56 Hierro o acero manu fac turado en dive rsas formas 145 813 54 851 - 62.38 86 753 49 974 - 42.40 Fe;roli gas en lingotes 15 445 16 748 8.44 8 002 12 826 60.28 Hierro o acero en pe rfi les 27 234 19 712 - 27.62 8 807 7 006 - 20.45 O tros 4 625 48 030 932.46 M inerometalurgia 252 136 322 189 27.78 Plata en ba rras 637 640 0.47 125 322 124 157 0.93 Cobre en ba rras 8 145 20 166 147.59 20 133 75 672 275.86 Ci nc afinado 22 306 24 894 11 .60 20 133 43 117 11 4. 16 Tu bos y cañerías de co bre o metal blanco S 654 7 520 33.00 16 806 28 507 69.62 O tros 69 742 so 736 - 27 .25 Vehíc ulos pa ra el transporte, sus pa rtes y refacciones 1 160 319 1 230 561 6.05 a) Autotransport es 1 144 971 1 225 474 7.03 Motores pa ra automóvil es (p iezas) 470 407 506 503 7.67 440 872 513 021 16.37 Automóvil es pa ra el transport e de perso nas (pi ezas) 54 595 62 124 13.79 464 077 496 039 6.89 Part es sueltas para automóviles 70 127 47 616 - 32.10 162 864 124 680 - 23.45 Part es o pi ezas para motores 8 456 8 305 1.79 35 629 38 595 8.32 Muelles y sus hojas para automóviles 16 301 15 945 2. 18 16 586 17 743 6.98 A utomóviles para el transpo rte de ca rga (p iezas) 1 840 2 192 19.13 8 174 10 01 9 22.57 O tros 16 769 25 377 51.33 b) Aerotransporte 4 511 2 744 - 39. 17 e) Ferrocarriles 3 332 2 256 - 32.29 d) Navegación 7 sos 87 - 98.84 Productos metáli cos, maquinari a y eq ui po industria l 538 907 568 999 5.58 a) Para la agri cultura y la ga nade ría 7 569 5 802 - 23.35 M áquinas y aparatos ag rícolas5 7 486 3 676 - 50.90 O tros 83 2 126 a h) Equipo profesional y científico 8 776 8 265 5.57 e) Equipos y aparatos eléctricos y electrónicos 212 238 176 874 - 16 .66 Ca bles aislados para electricid ad 19 363 13 560 - 29.97 77 940 51 881 - 33.43 Cintas mag néti cas y di scos fonográfi cos 1 272 1 481 16.43 13 493 22 632 67.73 A paratos e in st rumentos eléct ri cos, n.e 5 22 789 25 079 10.05 Pi ezas para in stalac iones eléctri cas, n.e. 6 773 3 304 - 51.22 20 141 11 338 - 43.71 Transform adores eléctricos 5 11 916 7 680 - 35.55 Máquinari a, apa ratos e instrumentos pa ra comunicación eléctrica 17 618 S 259 - 70.15 O tros 48 341 53 005 9.65 d) Aparatos de fotografía, ópti ca y relojería 28 847 23 155 - 19.73 Aparatos fotográfi cos y cinematográficos5 26 335 22 506 - 14.54 O tros 2 512 649 - 74 .1 6 e) A lhajas y obras de metal 4 745 844 - 82.21 f) M aquinari a, equipo y productos diversos 276 732 353 059 27.58 5 M aquinari a para el proceso de inform ac ión 73 062 11 2 413 53.86 ..-+ 822 sumario estadístico

Toneladas Variación Miles de dólares Variación Concepto 7988 1989 relativa 1988 1989 relativa

Partes o piezas sue ltas para maquinaria, n.e. 11 603 16 450 41. 77 43 780 65 080 48.65 Enva ses de hojalata y de hierro o ace ro 10 392 7 495 - 27.88 11 299 8722 - 22.81 Ll ave s, válvulas y partes de meta l común 2 501 3 315 32.55 9 802 9 200 6. 14 Productos manufacturados de aluminio 2 435 1 995 - 18.07 S 661 7 748 36.87 Baleros, cojinetes y chumaceras 1 20 1 1 325 10.32 8 275 7 146 - 13.64 Herramientas de mano 1 999 889 - SS.S3 6 852 S 531 - 19.28 M áquinas de escribirs 8 121 4 969 - 38.81 juguetes , juegos y artícu los para deporte 3 130 1111 - 64.50 6 707 4 2S4 - 36.57 Máquinas pa ra obras de explanación y constr ucc ión5 7 211 1 684 - 76.65 Otros 9S 962 126 312 31.63

Productos no clasificados 6 746 31 310 364.13

México: principales artículos importados (FOB) por sector de origen 1, 4 (Enero-abril, miles de dólares)2

Toneladas Variación Miles de dólares. Variación Concepto 1988 1989 relativa 1988 1989 relativa Total 5 134 907 7 098 655 38.24

Agricultura y silvicultura 304 246 564 584 8S .87 Sem illa de soya 230 370 42S 898 84.88 57 470 139 287 142.36 Maíz 495 11 5 650 939 31.47 49 182 88 172 79.28 So rgo 337 535 999 744 196. 19 37 637 121 350 222.42 Trigo 348 830 390 301 11 .89 35 523 63 294 78.18 Semil las y frutos oleaginosos, n.e. 150 671 123 335 -18.1 4 43 68 1 42 933 - 1.71 Caucho natural 20 251 20 8S6 2.99 21 582 25 283 17.15 Hortalizas frescas 8 9S2 18 761 109.57 2 71S 9 924 265.52 Fru ta s fresca s o secas 2 318 10 577 3S6.30 1 432 S S52 287.71 Especias dive rsas 1 907 1 084 -43.16 5 795 2 6S8 -54.13 Cebada en grano 62 38 563 a 16 8 497 a Otros 49 213 57 634 17.1 1 Ganadería y apicultura 45 690 95 830 109.74 Ganado vacuno (cabezas) n.d. n.d. 10 852 38 37S 253.62 Pieles y cueros sin curtir 7 184 22 395 211.73 22 717 34 945 53.83 Lana sin carda r ni peinar 1 106 637 -42.41 6 33 1 6 027 - 4.80 Otros 5 790 16 483 184.68 Caza y pesca 1 3SS 2 546 87.90 In dustria extracti va 109 468 120 649 10.21 Minerales metáli cos 17 209 29 057 68.85 Mineral no ferroso 97 997 86 582 - 11.65 8 436 12 016 42.44 M ineral de estaño 1 214 2 701 122.49 3 558 10 5S5 196.66 Otros S 215 6 486 24.37 Minerales no metálicos 92 2S9 91 S92 - 0.72 Combustibles só li dos 69 314 86 489 24.78 10 460 12 523 19.72 A renas si líceas, arcillas y caolín 11 2 622 121 l Sl 7.57 10 36S 12 005 1S.82 Fosforita y fosfato de ca lcio 662 734 486 554 -26.58 18 295 15 505 - 15.2S Pied ras minerales y diamantes industriales 47 426 13 S60 - 71.41 6146 5 709 - 7.11 Amianto, asbesto en fibras 8 904 8 489 - 4.66 4 364 3 6SO - 16.36 Otros 42 629 42 200 - 1.01 Industria manufacturera 4 6SS 13S 6 290 365 35. 13 A limentos, bebidas y tabaco 183 256 51o 262 178.44 Leche en polvo 32 641 56 965 74.S2 30 782 105 441 242.54 Ca rn es frescas o refrigeradas 32 335 7S S61 133.68 21 086 81 817 288.02 Aceites y grasas an imales y vegetales, n.e. 59 687 146 866 146.06 30 317 74 933 147.16 Alimentos preparados para animales 52 922 11 2 360 11 2.31 14 981 30 938 106.51 Sebos de las especies bovina y caprina 4S 892 69 332 51.08 18 389 27 549 49.81 Aceite de soya 3 092 37 984 a 1 578 17 347 999.30 --+ comercio exterior, septiembré de 1989 823

Toneladas Variación Miles de dólares Variación Concepto 7988 7989 relativa 7988 7989 relativa

Pieles comestibles de cerdo 21 930 27 493 25.37 12 656 20 227 59.82 Mantequilla natural S 596 10 069 79.93 7 188 17 220 139.57 Manteca de ce rd o 9 081 9 645 6.21 4 861 4 661 - 4.11 Conservas vegeta les alimen ti cias 2 241 3 806 69.83 2 293 4 500 96.25 Otros 39 125 125 629 22 1.10 Texti les y prendas de vestir 85 784 184 717 11 5.33 Hilados y tejidos de fibras sintéticas o artificiales 4 437 7 486 68.72 28 899 44 697 54.67 Prendas de vest ir de fibras vegeta les 532 1 881 253.57 4 546 17 907 293.91 Tela s de todas cl ases 297 1 532 415.82 1 990 9 605 382.66 Prendas de vest ir de fibras sintéticas o artificiales 1 084 1 179 8.76 12 189 13 538 11.07 Prendas de vesti r, n. e5 3 380 8 571 153.58 Alfombras y tapetes5 3 481 S 036 44.67 Ropa de casa habitación 237 642 170.89 1 671 3 148 88.39 Otros 29 628 82 215 177.49 Pieles y cueros y sus manufaduras 10 605 20 077 89.32 Ca lzado con corte o suela de piel o cuero 180 2 070 a 92 1 10 172 a Pi eles y cueros preparados 3 797 3 054 - 19.57 2 684 9 905 2.28 Madera en manufacturas 24 885 27 732 11.44 Mader.a en cort es especial es 27 783 26 098 - 6.06 11 924 9913 - 16.87 Otros 12 961 17 819 37.48 Papel, imprenta e indust ri a editorial 220 460 284 684 29. 13 Pasta de ce lu losa para fabricación de papel 369 225 381 833 3.41 11 2 753 126 164 11 .89 Papel y cartón preparado 35 195 87 43 1 148.42 33 908 77 483 128.51 Libros impresos 1 664 2 744 64.90 12 573 19 601 55.90 Pasta mecánica de madera 12 350 26 880 11 7.65 3 964 14 887 275.55 Otros 57 262 46 549 -18.71 Derivados del petróleo 152 045 302 318 98.83 Combustóleo (fuel-oi{) 770 109 1 208 136 56.88 55 495 85 733 54.49 Gas butano y propano (miles de litros) 418 077 412 444 - 1. 35 41 287 43 841 6.19 Gasolina (miles de litros) 51 259 664 389 a 6 912 98 265 a Aceites y grasas lubrica ntes (miles de litros) 90 764 104 560 15.20 24 236 26 222 8. 19 Gasóleo, gas-oil (miles de litros) 104 709 17 937 Parafina 11 747 16 218 38.06 S 864 8 388 43.04 O tros 18 25 1 21 932 20.17 Petroquímica 225 883 204 976 - 9.26 Xileno 42 599 63 341 48.69 14 480 39 25 1 171.07 Polipropileno 38 302 37 725 - 1. 51 45 479 45 462 - 0.04 Clo ruro de vinilo 47 081 35 986 -23.57 35 156 22 030 -37.34 Benceno y est ireno 6 764 15 006 121.85 8 41 2 17 194 104.40 Polietileno 31 975 13 532 -57.68 37 984 19 789 -47.90 Acrilonitrilo 21 114 18 852 - 10.71 19 173 16 411 -14.41 Óxido de propileno 9 508 12 612 32.65 10 227 16 155 57.96 Butadieno 13 764 12 820 - 6.86 Acetaldehído 35 974 6 092 -83.07 16 121 3 383 -79.01 Dodecilbenceno 12 186 4 186 -65.65 7 675 3 063 -60.09 Otros 17 41 2 9 418 -45.91 Química 557 185 788 104 41.44 M ezclas y preparac iones para usos indust ri ales 32 990 34 356 4.14 107 937 117 079 8.47 Resinas naturales y sintéticas 24 503 48 140 96.47 49 842 81 748 64.01 Mezclas y preparaciones para fabri ca r productos farmacéuticos 8 990 11 368 26.45 56 860 67 403 18.54 A lcoholes y sus derivados halogenados 28 650 42 577 48.61 22 696 39 005 71.86 Ácidos y anhídridos orgánicos 12 492 24 887 99.22 34 502 38 521 11.65 Colores y barnices 2 467 3 883 57.40 21 444 29 423 37.21 Sa les y óxidos de aluminio 60 020 66 953 11. 55 12 274 23 310 89.91 A ntibióticos para fabricar productos farmacéuticos 358 564 57.54 16 790 22 390 33.35 Celulosa en diversas formas 2 860 4 805 68.01 12 295 17 987 46.30 Sa les y óxidos inorgánicos 8 630 12 693 47.08 11 489 16 495 43.57 Sales orgánicas y organometálicas 2 832 2 846 0.49 19 687 15 462 -21.46 Otros 191 369 319 281 66.84 Productos de plástico y de ca ucho 130 220 172 299 32.31 Artefactos de pasta de res inas sintéti cas 9 051 12 821 41.65 48 959 49 414 0.93 Manufacturas de ca ucho, excepto prendas de vestir 2 790 4199 50.50 24 910 26 260 5.42 Ll antas y cá maras 3 560 1 710 -51.97 18 602 21 925 17.86 Otros 37 749 74 700 97.89 ---> 824 sumario estadístico

Toneladas Variación Mi/e; de dólares Vdriación Concepto 7988 7989 relativa 7988 7989 relativa

Manufacturas de minerales no metálicos 46 858 64 253 37.12 Baldosas y manufacturas de cerámica. n.e. 6 237 7 341 17.70 7 325 11 668 59.29 V idrio pulido plano y productos para laboratorio S 576 4 475 -19.75 11 497 8 330 - 27 .55 Lo sas y ladrillos refractarios 6 183 3 470 -43.88 6 759 3 636 -46.21 Otros 21 277 40 619 90.9 1 Siderurgia 320 352 401 958 25.47 Láminas de hierro o acero 152 378 143 494 - 5.83 86 007 103 324 20. 13 Coj inetes , chumace ra s, flechas y poleas 3 906 35 178 800.61 45 534 66 641 46.35 Pedace ría y desecho de hi erro o acero 314 711 206 804 - 34.29 35 184 25 063 -28.77 Cintas y tiras planas de hierro o ace ro 26 852 14 545 -45.83 35 459 21 938 - 38. 13 Tubos, cañe rías y conexiones de hierro o acero 19 410 15 477 -20.26 29 877 23 69 1 -20.70 Recip ientes de hierro o ace ro S 859 3 886 -33.67 5 83 1 8 595 47.40 A lambre y ca ble de hierro o ace ro 10 844 3 415 -68.51 12 872 8 079 -37.24 Aleaciones ferrosas 2 973 3 191 7.33 3 303 4011 21.44 Barras y lingotes de hierro o ace ro 29 427 21 390 -27.31 17 123 4 227 -75.31 Otros 49 162 136 389 177.43 M inerometalurgia 11 2 549 158 753 41.05 Matas de cobre en bruto 13 306 14 992 12.67 25 006 37 225 48.86 Láminas y planchas de aluminio 6 417 13 340 107.89 17 748 40 124 126.08 A leac iones y chatarra de alumin1o 14 088 17 034 20.91 20 795 34 129 64. 12 Níquel en matas 498 39 7 -20.28 4 317 S 935 37.48 Otros 44 683 41 340 - 7.48 Vehíc ulos pa ra el transporte, sus partes y refacciones 760 465 809 742 6.48 a) Au totransport e 627 23 1 705 175 12.43 Refacciones pa ra automóvi les y ca mi ones 35 306 49 686 40.73 11 5 408 239 016 107. 11 Materi al de ensa mble para automóvi les 47 408 33 908 -28.48 366 577 265 254 -27.64 Motores y sus pa rt es para au tomóviles S 952 10 705 79.86 39 108 56 300 43.96 Automóviles pa ra el transporte de personas (piezas) 22 34 1 29 841 33.57 18 726 33 992 81.52 Automóviles pa ra usos especiales (piezas) n.d. n.d. 15 896 14 606 - 8.12 Camiones de ca rga, excepto de volteo (p iezas) n.d. n.d. 21 335 18 262 - 14.40 Remolques no au tomáticos (piezas) 1 999 1 224 12 615 4 221 -66.54 O tros 37 566 73 524 95.72 b) Aerotransportes 55 293 58 228 5.3 1 e) Fe rrocarriles 42 152 36 934 - 12.38 Refacciones para vías fé rreas 1 738 792 -54.43 7 887 15 56 1 97.30 Locomotoras 4 492 553 -87.69 18 803 3 132 -83.34 Materi al fijo para fe rroca rril 4 370 30 698 602.47 3 147 14 072 347. 16 O tros 12 315 4 169 -66. 15 d¡ Navegación 35 789 9 405 -73.72 Productos metáli cos, maq uinari a y eq ui pos indust ri ales 1 824 588 2 360 490 29.37 a) Para la agricu ltura y la ga nadería 46 638 38 829 - 16.74 Maquinaria ag rí cola y de tipo rural, excepto tractores 3 689 6 401 73.52 11 353 22 804 100.86 Tractores ag rícolas (piezas) 932 1 124 20.60 9 JOB 11 438 22.88 Partes y refacciones de tractores agríco las 5 19 525 22 -99.89 Otros 6 452 4 565 -29.25 b¡ Equipo profesional y científico 11 7 372 132 862 13 .20 Aparatos e instrumentos de medida y anál isis 1 469 2 290 55.89 77 845 73 792 - 5.21 Inst rumentos para medicina, cirugía y laboratorio 739 679 - 8. 12 23 699 21 365 - 9.85 Apa ratos pa ra med ir electri cidad. líquidos y gases 185 210 13.51 12 279 10 911 - 11 .14 O tros 3 549 26 794 654.97 e) Equipos y apa ratos eléctricos y electrón icos 537 913 729 047 35.53 Receptores y transmisores de radio y t. v. 13 800 20 247 46.72 91 757 166 957 81.96 Partes y piezas para instalac iones eléctricas 9 737 20 616 111 .73 142 184 163 290 14.84 Aparatos y equipo radiofónico y telegráfico 1 679 2 568 52.95 84 216 112 197 33.23 Refacciones para apa ratos de radio y t.v. 4 724 2 766 -41.45 44 663 38 423 - 13.97 Generadores. transformadores y motores eléctricos S 11 5 6 009 17.48 47 529 37 820 -20.43 Lámparas y vá lvulas eléctricas inca ndescentes y sus partes5 32 605 32 116 - 1.50 O tros 94 959 178 244 87.71 d) Aparatos de fotografía. óptica y relojería 49 727 68 784 38.32 Cámaras 2 189 1 549 -29.24 34 083 40 109 17.68 Refacciones para relojes 82 1 324 -60.54 S 11 4 1 170 -77. 12 Otros 10 530 27 sos 161. 21 el' Alhajas y obras de meta l 3 392 5 133 51.33 -> comercio exterior, septiembre de 1989 825

Toneladas Variación Miles de dólares Variación Concepto 7988 7989 relativa 7988 1989 relativa f) Maquinaria, eq uipos y productos diversos 1 069 546 1 385 835 29.57 Máquinas para proceso de información y sus partes 15 902 4 060 -74.47 198 928 23 1 841 16.55 Máquinas para la industria textil y sus partes 7 396 93 445 a 74 632 95 884 28.48 Maquinaria pa ra trabajar los metales 13 495 12 525 - 7. 19 80 052 75 613 - 5.55 Bombas, motobombas y turbobombas 7 706 6 042 -21.59 80 076 81 688 2.01 Máquinas y apa ratos de elevación, ca rga y descargas 35 057 57 407 66.61 Maquinaria y partes para la industria, n.e5 33 812 39 933 18.10 Máquinas de impulsión mecán ica para la industria del caucho 2 541 3 898 53.40 29 383 42 233 43.73 Herramientas de mano 7 63 1 4 611 -39.58 42 984 37 985 _, 1.63 Máquinas y apa ratos para reg ular la temperatura 3 689 1 896 -48.60 19 818 22 753 14.81 Máquinas para llenar y lavar rec ipientes y sus partes 936 1 240 32.48 18 217 23 081 26.70 Máquin as y aparatos para la industria del papel y del cartón 1 369 2 233 63.11 12 435 20 606 65.71 Grupos frigorífi cos, sus partes y piezas 2 204 4 521 105.13 10 237 21 716 112.13 Partes y refacciones de todas clases para maquinaria, n.e. 4 882 2 257 -53.77 26 517 20 629 -22.20 Turbinas de todas clases 654 252 -61.47 40167 13 285 -66.93 Máquinas y aparatos para perforación de sue los y sus partes S 123 3 353 -34.55 24 788 17 659 -28.76 Partes y refacciones para tractores, n. e. 1 717 2 810 63.66 6 146 18 851 206.72 Tornillos, tuercas y pernos de hierro o acero 4 279 S 796 35.45 19 200 19 076 - 0.65 Máquinas de oficina 252 304 20.63 14 903 18 844 26.44 Hornos y ca lentadores de uso indust ri al 1 599 T 946 21 .70 7 217 14 376 99.20 Máquinas y aparatos para imprenta y artes gráficas 2 929 1 318 -55.00 15 902 14 683 - 7.67 Máquinas para molinería y productos alimenticios 719 879 22.25 12 305 13 901 12.97 Aparatos para el fil trado y sus partes 2 633 1 140 -56.70 21 196 11 935 -43.69 Estructuras y partes para la construcc ión 3 732 969 -74.04 23 217 11 130 -52.06 Motores estacionarios de combustión interna S 262 485 -90.78 30 130 3 242 -89.24 Otros 192 227 456 484 137.47

Productos no clasificados 19 013 24 681 29.81

Comercio exterior de México (FOB) por bloques económicos y áreas geográficas 1 (Enero-febrero, miles de dólares)2

Exe_ortación lme_ortación4 Bloques económicos y países 1988 7989 7988 7989

Total 3 429 6 71 3 458 634 2 3 76 480 3 354 936

América del Norte 2 381 469 2 450 892 1 524 826 2 334 591 Canadá 29 791 41 549 46 504 so 378 Estados Unidos 2 35 1 678 2 409 343 1 478 322 2 284 213 Mercado Común Centroamericano 52 615 54 941 3 701 4 574 Costa Rica 13 908 13 159 864 599 El Sa lvador 11 664 16 008 41 710 Guatemala 18 170 17 520 2 549 2 916 Honduras 8 190 7 149 218 96 N ica ragua 683 1 105 29 253 Asociación Latinoamerica na de Integración 111 269 100 942 54 012 73 437 A rge ntina 20 232 17 078 7 709 11 199 Brasi l 12 667 16 284 36 141 40 496 Chile S 752 10 852 1 sos 2 853 Paraguay 166 170 100 35 Uruguay 15 320 4 576 2 705 3 715 Grupo Andino 57 13 2 51 982 S 852 15 139 Bolivia 718 331 271 1 401 Colombia 29 22 1 15 937 621 938 Ecuador 7 385 3 599 785 6 856 Perú 4 980 16 421 1 871 2 807 Venezuela 14 828 15 692 2 304 3 137 -+ 826 sumario estadístico

Exe_o rtación3 lme_ortación4 Bloques económicos y países 1988 1989 7988 1989

Mercado Común del Ca ribe 9 546 15 048 366 422 Belice 1 364 2 198 266 387 Guyana 2 28 Jama ica 8 111 11 338 S Trinidad y Tabago 1 33 1 4 O tros 69 153 100 26 Otros países de América 83 134 66 854 12 662 37 618 Antillas Holandesas 751 3 135 523 so Bahamas 17 805 9 666 1 360 3 242 Cuba 15 029 14 357 922 907 Panamá 23 498 14 75 1 4 877 21 945 Pu erto Rico . 6 158 9 639 1 920 6 278 República Dominicana 19 005 9 499 11 14 Otros 888 S 807 3 049 S 182 Comunidad Económica Europea 389 769 401 382 383 155 450 526 Bélgica-Luxemburgo 32 986 16 828 30 618 31 994 Dinamarca 1 143 432 2 404 4 889 España 164 529 165 239 27 898 36 434 Grecia 303 1 202 1 S Francia 71 131 92 799 55 652 63 670 Irlanda 59 547 2 647 12 877 Italia 17 216 12 269 44 310 52 264 Países Bajos 11 227 14 275 14 109 18 032 Portugal 3 640 12 467 1 208 632 Reino Unido 41 986 17 773 57 950 41 395 República Federal de Alemania 45 549 67 551 146 358 188 334 Asociación Europea de Libre Comercio 18 986 15 758 79 396 87 551 Aust ri a 380 1 244 2 940 2 916 Fin landia 11 2 11 7 4 817 1 801 Noru ega 1 044 11 6 12 452 2 941 Suecia 1 846 3 099 21 11 6 35 789 Su iza 15 604 11 103 38 021 44 103 Otros 79 so 1 Consejo de Ayuda Mutua Económica 6 19 648 11 839 13 455 15 943 Bu lga ri a 54 753 452 Checoslovaquia 162 98 9 36 1 S 768 Hungría 230 367 377 535 Polonia 243 708 1 197 442 República Democrática Alema na 2 990 1 030 6 842 Rumania 76 3 URSS 18 944 9 676 536 1 901 Ot.ros 13 125 Otros países 363 175 340 978 244 907 350 274 Australia 2 634 3 979 S 087 13 816 China 18 065 19 059 9 008 19 348 India 6 163 2 234 1 500 2 376 Israel 12 726 34 316 1 132 1 056 Japón 257 985 217 123 159 413 194 292 Corea del Sur 4 509 10 865 6 975 30 254 Nueva Zelandia 4 299 2 579 6 347 29 820 O tros 56 794 so 823 55 445 59 312

l . Excluye las operaciones de las maqu iladoras establec id as en las zonas y perímetros libres. 2. Cifras preliminares. 3. Incluye reva lu ac ión. 4. Incluye franjas fronterizas y zonas libres. S. Cantidades heterogéneas. 6. No incluye Cuba. - Cantidad nula (cero) o despreciable, o cálculo no aplicable. n.d. No disponible. n.e. No especificado. a. Incremento mayor que 1 000 po'r ciento. Sigas y brevia oras

AHMSA Altos Horn os de México, S.A . IM SS Instituto M ex ica no del Seg uro Social ALA DI Asociac ión Latinoameri ca na de 1nt egración INEG I Instituto Nacional de Estadísti ca, Geografía e ASA Aeropuertos y Servicios Auxiliares Info rm áti ca Ba ncomext Ba nco Nacional de Comercio Ex teri or, S.N.C. lntal Instituto pa ra la Integrac ión de Améri ca Latina Ba nobras Ba nco Nacional de Obras y Se rvicios IPN In sti tuto Politécnico Nacional Públi cos, S.N.C. ISSSTE Instituto de Seguridad y Se rvicios Soc iales de Ba nrural Ba nco Nacio nal de Crédito Rural, S.N.C. los Trabajadores del Estado Ba nxico Ba nco de México ISR Impuesto sobre la Renta BC IE Ba nco Ce ntroameri ca no de Integrac ión IVA Impuesto al Valor Agrega do Eco nómica Libar Tasa interbanca ri a de Lond res b/d Ba rril es diari os MCCA M erca do Común Centroa meri ca no BID Ba nco Interameri ca no de Desarroll o Na fin Nacional Fin anciera, S.N.C. BIRF-BM Ba nco Intern ac ional de Reconstrucción y OC DE O rga nización pa ra la Cooperación y el Fomento-Ba nco Mundial Desa rrollo Económicos BMV Bolsa Mexica na de Valores OEA O rga nizac ión de los Estados Americanos CAME Co nsejo de Ayuda Mutua Económica OLA DE O rganización Latinoameri ca na de En ergía Ca nac intra Cá mara Nacional de la In dust ri a de ON U O rga nizac ión de las Naciones Unidas la Tra nsfo rm ac ión ONU DI O rga nizac ión de las Naciones Unidas pa ra el Ca ri com Comunidad del Ca ri be Desa rroll o Industrial CCE Consejo Coordinador Empresa ri al OPEP O rga nización de Países Exportadores de CEE Comunidad Económica Europea · Petróleo CEM LA Ce ntro de Estu dios Monetari os Latinoameri ca nos PEA Pobl ació n económica mente activa CEPA L Com isión Económica pa ra Améri ca Lat in a Pe m ex Petróleos M exicanos Ceprofis Certificados de Promoción Fisca l PIB Producto inte rn o bruto Cetes Ce rtificados de Teso rería PNB Producto nacional bruto CFE Comisión Federal de Electricid ad Profiex Programa de Fomento Integ ral de las CNC Confederac ión Nacional Campesina Exportac iones CNSM Comisión Nacional de los Sa lari os Mínimos Pro nafi ce Programa Nacional de Fomento lndusúial y Conapo Consejo Nacional de Pobl ac ió n Comercio Exterior Conasupo Compañía Nacional de Subsiste ncias Populares RDA República Democráti ca Alemana Conca min Confederac ión de Cá maras Industriales RFA República Federal de Alemania de los Estados Unidos Mexica nos SA RH Secretaría de Agri cultura y Rec ursos Hidráulicos Conca naco Confederac ión de Cámaras Nac ionales SCT Sec retaría de Comunicac iones y Transportes de Comercio SCGF Secretaría de la Contraloría General de la Coparm ex Confede ración Patronal de la República Federación Mexicana Secofi Sec reta ría de Comercio y Fomento Industrial CTM Confede ración de Trabajadores de México Sectur Sec retaría de Turismo DDF Departamento del Distrito Federal Sed u e Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología DEG Derec hos Es pec iales de Giro SE LA Si stema Económico Latinoamericano 0.0. Diario Oficia l de la Federación SEMIP Sec retaría de En ergía, Minas e Industria FAO O rga nización de las Naciones Unidas para Paraestatal la Agri cultura y la Alimentación SEP Sec retaría de Edu cac ión Púb lica Fe rro nales Fe rrocarri les Nac ionales de M éx ico Se pesca Secretaría de Pesca Fertimex Fertilizantes M exica nos SHCP Sec retaría de H aciend a y Crédito Público Fi corca Fideicomiso para la Cobertura de Ri esgos Si ca rt sa Siderúrgica Lázaro Cá rd enas -Las Truchas Cambia rí os Sid erm ex Siderúrgica M exicana FIRA Fi deicomisos In stituidos en Relac ión con la SlE CA Sec retaría de Integración Económica Agri cultura Ce ntroa meri ca na FM I Fondo M onetari o Intern acio nal S. N.C. Soc iedad Nacional de Crédito Fomex Fo nd o para el Fomento de las Exportac io nes SPP Secretaría de Programac ión y Presupu esto de Productos Manufacturados SRA Secretaría de la Reforma Agraria Fomin Fo ndo Nac ional de Fom ento Industrial SRE Secretaría de Relaciones Exteriores Fo natur Fo ndo Nacional de Fomento al Turismo STPS Secretaría del Trabajo y Previ sión Social . Fo nacot Fo ndo Nacional para el Co nsumo de los TI GE Tarifa del Impuesto General de Exportac ión Trabajadores TI GI Tarifa del Impuesto General de Importac ión Fo nei Fondo de Equipamiento Industrial UNAM Unive rsidad Nac ional Autónoma de M éxico GATI Acuerd o General sobre Arance les Adu aneros UNCTAD Conferencia de las Naciones Unidas sobre y Comercio Comercio y Desa rrollo GEPLACEA Grupo de Pa íses Latinoa merica nos y del Ca ri be UNESCO O rga nización de las Naciones Unidas para la Exportadores de Azúca r Educación, la Ciencia y la Cultura ILAFA Instituto Latinoameri ca no del Fi erro UPEB Unión de Países Ex portadores de Banano y del Acero URSS Unión de Repúblicas Soc iali stas Soviéticas Instrucciones para los colaboradores

7) El envío de un trabajo a Com ercio Exterior supone la obli­ f] Los cuadros de t res o más columnas y las gráficas se pre­ gac ión del autor de no so meterlo simultánea mente a la consi­ se ntarán en hoja apart e interca lada en el texto y siguiendo la deración de otras publi cac iones en es pañol. Sólo en casos muy pag in ac ión de éste. En todos los casos se rán o ri ginales perfec­ excepcionales se aceptarán artículos que ya haya n sid o publi­ tamente claros y prec isos . Las fotocopias de gráficas no so n ca dos en es paño l. adecuadas para su publicación.

2) Los trabajos deberán reíerirse a la economía o a as un­ g] La primera vez que se emplee una sigla en el tex to o tos de interés ge neral de otras ciencias sociales . Podrán publi­ en los cuadros o gráficas, irá acompa r1 ada de su equiva lencia carse colaborac iones so bre otras disc iplinas siempre y cuan­ completa. do el artículo las vin cule con las ya mencionadas. h] Extensión de los trabajos: 3) Los trabajos deberán ajustarse a las sigui entes norm as : • Col aborac iones firmadas incluidas en el cuerp o de las sec­ a] Se remitirán dos ejemplares, el ori gin al sobre papel gru e­ ciones fij as, el e 3 cuartillas completas a 20 cuartillas . so y una copi a fotostáti ca de buena ca lidad en papel bond. En ningún caso se aceptarán copi as al ca rbón o sobre papel fino. • Artículos, de 15 a 40 cuartillas; sólo excepcionalmente se admitirán trabajos el e mayor ex tensión. b] Serán meca nografiados en hoj as tamaño ca rta, por un so lo lado y a dobl e es pac io. Ca da cuartilla contendrá 27 ren­ • Notas bibliográfi cas, de 3 a 10 cuartillas. glones de aproximadamente 64 golpes ca da uno. Se dejará un margen mínimo de 3.5 cm del lado izquierd o. i] Se admitirán trabajos en otros idiomas, de preferencia in glés, francés, portugués o itali ano . Si se envía una traduc­ e] Se evitará el uso de guiones al fin al del renglón, excep­ ción al es pañol, se adjuntará el texto en el idioma o ri gin al. to en los cortes el e palabras. 4) Ca da colaborac ión ve ndrá precedida de una hoja que d] Las notas al pie de págin a, fu entes de citas o referen­ contenga: cias bibliográfi cas se meca nografi arán a doble espacio y se agru­ pa rán al final del texto . a] Título del trabajo (de preferencia breve, sin sac ri ficio de la clarid ad). e] Las referencias bibliográfi cas deberán contener todos los elementos el e una fi c ha, en el orden in dica do en los siguien­ b] Un res umen de su contenido, de 40 a 80 palabras tes ejemplos : aproxim adamente. james D. Watso n, Th e Oouble Helix, Athenium, Nueva Yo rk, 1968, pp. 86 y 87. e] Nombre del o de los autores, con una concisa referen­ cia académica o el e trabajo relac ionada con la colaborac ión. Fern ando Faj nzylber, " La empresa intern ac ional en la industriali­ zación de A méri ca Latina", en M.S. Wionczek (ed.), Comercio de tec­ d] Indicación de domicilio, teléfono u otros datos que per­ nología y subdesarrollo económico, UNAM , México, 1973. mitan a la Redacción de la revista loca li za r fáci lmente al autor Véase Federico Torres A. , '" Legislación so bre desa rro ll o urba no", o a los autores, con el objeto de ac larar eventuales elud as so­ en Comercio Exterior, vol. 26, núm. 3, México, marzo de 1976, pp. bre el contenido del artíc ul o. 280-283. 5) La Redacc ión se rese rva el derec ho de hacer los ca mbios Si la fuente omite algunos de los datos sol icitados, se indi­ edito ri ales que considere conveni entes. No se devolve rán cará expresamente. ori gin ales. O