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Emails revelan campaña ecuatoriana de propaganda en Estados Unidos

Los emails del presidente Correa sobre el caso Chevron

J. Michael Waller-American Media Institute | 11/2/2015, 12:21 a.m.

El presidente de Ecuador Rafael Correa expresó en un encuentro con corresponsales de medios extranjeros, EL 13 de mayo de 2015, en Ecuador, su apoyo a una campaña para pedir al actor Brad Pitt que no produzca una película sobre el litigio entre la justicia ecuatoriana y la petrolera estadounidense Chevron. | EFE/José Jácome

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El actor estadounidense Danny Glover muestra su mano con residuos de crudo de una vieja piscina de la ex Texaco, el 5 de noviembre de 2013, en la zona Aguarico 4, la provincia de Sucumbios (Ecuador), en la amazonía ecuatoriana donde operó la empresa estadounidense Chevron, condenada por la justicia local a un pago millonario por contaminación ambiental.

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El presidente de Ecuador, Rafael Correa saluda junto a la actriz Mia Farrow el 27 de enero de 2014, en el Palacio de Gobierno en Quito (Ecuador). Farrow acudirá mañana al Pozo Aguarico 4, donde la petrolera Chevron (antes Texaco) operó.

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René Pérez Joglar, conocido como Residente, y vocalista de la banda puertorriqueña Calle 13, muestra su mano con petróleo, el 2 de mayo de 2014, durante su visita al pozo "Aguarico 4", en la provincia de Sucumbíos, una piscina con desechos tóxicos que dejó hace 26 años en la selva la petrolera Texaco, posteriormente adquirida por Chevron.

EFE/JOSÉ JÁCOME

Uno de los abogados que representan a indígenas y colonos de la Amazonía ecuatoriana en una multimillonaria demanda ambiental contra la petrolera Chevron, el estadounidense Steven Donziger, habló el 21 de septiembre de 2011, durante una rueda de prensa en Quito (Ecuador), en la que presentaron filtraciones de WikiLeaks sobre las supuestas presiones de la compañía para influir en el juicio que afronta en una corte de Ecuador.

Emails privados revelan que el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha gastado millones para contratar a políticos, celebridades, académicos y periodistas estadounidenses para orquestrar una campaña internacional de relaciones publicas contra la petrolera Chevron.

Correa designó por lo menos $6.4 millones de una partida presupuestaria a “Publicidad y Propaganda para Medios de Comunicación” por una agencia de Brooklyn operada por alguien a quien describía como su “amiga de la infancia.”

La campaña fue cuidadosamente coordinada para apoyar el pleito legal del abogado y activista Steven R. Donziger contra el gigante petrolero. En los emails personales o gubernamentales, Correa y su círculo aportaron ideas estratégicas para atacar a la compañía con sede en California cuando el pleito contra Chevron se desbarataba ante una corte federal estadounidense. En los correos electrónicos Correa atacó al juez que fallaría que Donziger ganó de manera fraudulenta su litigio de varios miles de millones de dólares en una corte ecuatoriana contra la petrolera.

Los emails, examinados exclusivamente por American Media Institute, cubren el período entre el verano de 2013 y la primavera de 2014. Y surgieron durante un período crítico en la campaña de 22 años de Donziger para reclamar miles de millones de dólares a Texaco por, en colaboración con la empresa estatal Petroecuador, contaminar un área de la provincia de Sucumbíos desde 1964.

El gobierno ecuatoriano no disputa la autenticidad de los email, y reconoce la existencia de la campaña de propaganda. En respuesta a las preguntas dirigidas al Procurador General ecuatoriano Diego García, la asistente Nina Andrea dijo al American Media Institute que "La República ha dedicado solo una pequeña fracción de los recursos que Chevron ha dedicado a las relaciones públicas."

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Chevron adquirió Texaco en 2001 y diez años más tarde Donziger se encontró con un filón cuando un juez ecuatoriano local le otorgó a su equipo $19 mil millones en daños y perjuicios. Pero este fallo, que hubiera sido el segundo pago más grande de la historia en un litigio medioambiental, nunca llegó a concretarse.

Pruebas de que el equipo legal de Donziger escribió el fallo en nombre del juez Nicolás Zambrano forzó al sistema judicial ecuatoriano a revisar el caso. Aunque la Corte Nacional de Justicia reafirmó el dictamen, lo cortó por la mitad dejándolo en $9.5 mil millones.

Donziger fue objeto de una contrademanda por crimen organizado por parte de Chevron, en la que se reveló que su equipo legal había sobornado a Zambrano y que había organizado un plan para sobornar o neutralizar a otros jueces ecuatorianos.

En abril de 2014, el juez Lewis A. Kaplan, de una corte federal, en el caso civil presentado por Chevron, falló que el veredicto millonario se había conseguido mediante fraude. En la decisión de 500 páginas, el juez describió el caso de Donziger como un plan de crimen organizado que incluía extorsion, fraude electrónico, lavado de dinero, y falsificación, manipulación de testigos, y uso de escándalos sexuales como forma de extorsión.

Mientras que el caso de Donziger se descomponía, el círculo más cercano a Correa se lanzaba a la carga.

En todos los emails, Correa se encarga de crear temas y puntos de discusión. En una discusión por email el 14 de agosto de 2013, el presidente ecuatoriano comparó la contaminación provocada por Chevron en la región Lago Agrio de la provincia de Socumbíos con desastres ecológicos más conocidos. A través de

su correo Noticias1, Correa dijo que lo ocurrido en Lago Agrio era 30 veces peor que el derrame del petrolero Exxon Valdez en 1989 frente a la costa de Alaska.

“¿Alguien conoce la magnitud del derrame de BP en Mexico?”, preguntó Correa. Y unos minutos después, se corrigió: “Quise decir GOLFO de Mexico (USA)”. A continuación alguien proporcionó información sobre el derrame de la plataforma petrolífera Deep Water Horizon de BP en 2010.

Correa, un economista marxista que asumió el poder en 2007, dirigió a un equipo que incluía a la embajadora en Washington de esa época Nathalie Cely, el Secretario de Comunicaciones Fernando Alvarado Espinel, el Ministro de Asuntos Exteriores Ricardo Patiño Aroca y el Secretario Jurídico Alexis Mera. Su campaña de relaciones públicas bajo el eslogan “La Mano Sucia de Chevron” alistó a estrellas como Danny Glover, Mia Farrow y Sharon Stone. Aunque, al final, Stone decidió no participar, expresando por medio de su abogado que nunca apoyó la campaña.

La campaña Mano Sucia, según dijo Correa en un email del 14 de octubre de 2013, sería dirigida por “María del Carmen Garay, amiga mía desde la infancia”. Garay operaba la agencia de relaciones públicas MCSquared, ubicada en esa época en Brooklyn.

El equipo de Correa también consiguió una historia en la portada de la revista Rolling Stone y cobertura favorable en medios de comunicación académicos, como en un “journal” de Duke University. El propio Correa hizo una gira por Estados Unidos en 2014 calificada de “visita académica” que incluyó reuniones con los presidentes de Yale, Harvard y M.I.T.

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Pero el deseo de Correa para tener influencia en Estados Unidos va más allá de Hollywood, los medios de comunicación y las universidades. Los emails mostraron que su equipo condujo negociaciones con dos miembros del partido Demócrata del estado de Massachusetts: el Congresista Jim McGovern y el ex-congresista Bill Delahunt. Delahunt fue contratado para hacer lobby a favor del gobierno ecuatoriano, como parte de la campaña anti-Chevron.

Grupos de derechos humanos han acusado a Correa de inclinar las cortes ecuatorianas a su favor. Human Rights Watch dijo que el presidente ha nombrado un consejo judicial “que consiste casi totalmente de ex miembros de su administración” y “cesaron a cientos de jueces por medio de métodos más que cuestionables”.

Los emails confidenciales que llenan casi 300 páginas revelan el interés de Correa por impulsar causas anti-estadounidenses y el éxito en atraer a su causa a simpatizantes en Estados Unidos y otros países. Su presupuesto presidencial incluye una partida para relaciones públicas internacionales, por lo que es probable que Correa siga intentando ganar las mentes y los corazones de los estadounidenses.

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E-mails reveal Ecuadorian propaganda campaign in the United States

President Correa’s e-mails about the Chevron case

J. Michael Waller-American Media Institute | 11/2/2015, 12:21 a.m.

Ecuador’s president Rafael Correa stated, at a meeting with foreign correspondents on May 13, 2015, in Ecuador, his support for a campaign to ask actor Brad Pitt not to produce a movie about the litigation between the Ecuadorian courts and the U.S. oil company Chevron. | EFE / Jose Jacome

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American actor Danny Glover displays oil residue on his hand from an old pit of the former Texaco on November 5, 2013, in Aguarico 4, province of Sucumbios (Ecuador), in the Ecuadorian Amazon region where the U.S. company Chevron, which has been ordered by the local courts to pay millions for environmental contamination, used to operate.

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The president of Ecuador, Rafael Correa, extends greetings along with actress Mia Farrow on January 27, 2014 at the Government Palace in Quito (Ecuador). Farrow will go to the Aguarico 4 Well tomorrow, where the Chevron oil company (formerly Texaco) used to operate.

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Rene Perez Joglar, known as Residente and vocalist for the Puerto Rican band Calle 13, displays oil on his hand on May 2, 2014, during his visit to the Aguarico 4 well in the province of Sucumbios, a pit with toxic waste that the Texaco oil company, subsequently acquired by Chevron, left in the forest 26 years ago.

EFE/JOSE JACOME

One of the attorneys representing the indigenous peoples and settlers of the Ecuadorian Amazon region in a multi-million dollar environmental lawsuit against the Chevron oil company, the American Steven Donziger, spoke on September 21, 2011, at a press conference in Quito (Ecuador), at which leaks from WikiLeaks were presented concerning the alleged pressure from the company to influence the proceeding it is defending in an Ecuadorian court.

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Private e-mails reveal that Ecuadorian president Rafael Correa has spent millions to contract with U.S. politicians, celebrities, academics, and journalists to orchestrate an international public relations campaign against the Chevron oil company.

Correa allocated at least $6.4 million of a budget item to “Media Publicity and Propaganda” for a Brooklyn agency operated by someone he described as his “childhood friend.”

The campaign was carefully coordinated to support the lawsuit by attorney and activist Steven R. Donziger against the oil giant. In personal or government e-mails, Correa and his circle put forth strategic ideas for attacking the company, whose headquarters are in California, when the lawsuit against Chevron was going to pieces before a U.S. federal court. In the e-mails, Correa attacked the judge who would eventually rule that Donziger fraudulently won his multi-billion dollar lawsuit against the oil company in an Ecuadorian court.

The e-mails, examined exclusively by American Media Institute, cover the period between the summer of 2013 and the spring of 2014. And they surfaced during a critical period in Donziger’s 22-year campaign to demand billions of dollars from Texaco for contaminating an area in the province of Sucumbios, in collaboration with the state-owned Petroecuador, starting in 1964.

The Ecuadorian government does not dispute the authenticity of the e-mails and acknowledges the existence of the propaganda campaign. In response to the questions directed to Ecuadorian Attorney General Diego Garcia, assistant Nina Andrea told American Media Institute that “the Republic has devoted only a small fraction of the resources that Chevron has devoted to public relations.”

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Chevron acquired Texaco in 2001, and ten years later, Donziger found a gold mine when a local Ecuadorian judge awarded $19 billion in damages to his team. But the decision, which would have been the second largest payment in history in an environmental lawsuit, never became enforceable.

Proof that Donziger’s legal team wrote the decision in the name of Judge Nicolas Zambrano forced the Ecuadorian courts to review the case. Although the National Court of Justice upheld the judgment, it cut it in half, to $9.5 billion.

Donziger was counter-sued by Chevron for [engaging in] organized crime, where it was revealed that his legal team had bribed Zambrano and had planned to bribe or neutralize other Ecuadorian judges.

In April 2014, federal court Judge Lewis A. Kaplan ruled in the civil case filed by Chevron that the multi- million dollar verdict had been obtained fraudulently. In a 500-page decision, the judge described Donziger’s case as a racketeering enterprise that included extortion, electronic fraud, money laundering, and falsification, witness tampering, and use of sex scandals as a form of extortion.

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While Donziger’s case was falling apart, Correa’s inner circle was on the offensive.

In all the e-mails, Correa is responsible for initiating topics and discussion points. In an e-mail discussion on August 14, 2013, the Ecuadorian president compared the contamination caused by Chevron in the Lago Agrio region of the Sucumbios province with better-known ecological disasters. In his Noticias1 e-mail, Correa said that what happened in Lago Agrio was 30 times worse than the Exxon Valdez oil spill in 1989 on the Alaska coast.

“Does anyone know the magnitude of the BP spill in Mexico?” Correa asked. And a few minutes later, he corrected himself: “I meant to say GULF of Mexico (USA).” Then someone provided information about the spill involving the BP Deep Water Horizon oil platform in 2010.

Correa, a Marxist economist who came to power in 2007, led a team that included the then-ambassador in Washington, Nathalie Cely, the Secretary of Communications, Fernando Alvarado Espinel, the Minister of Foreign Affairs, Ricardo Patiño Aroca, and the Legal Advisor to the President, Alexis Mera. His public relations campaign under the slogan “Chevron’s Dirty Hand” enlisted stars such as Danny Glover, Mia Farrow, and Sharon Stone. Although, in the end, Stone decided not to participate, saying through her attorney that she never supported the campaign.

The Dirty Hand campaign, as Correa said in an e-mail on October 14, 2013, would be directed by “Maria del Carmen Garay, my friend since childhood.” Garay operated the MCSquared public relations agency, then located in Brooklyn.

Correa’s team also got a cover story in the Rolling Stone magazine and favorable coverage in academic publications, such as a Duke University journal. Correa himself toured the United States in 2014, described as an “academic visit,” which included meetings with the presidents of Yale, Harvard, and M.I.T.

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But Correa’s desire for influence in the United States goes beyond Hollywood, the media, and universities. The e-mails show that his team held negotiations with two members of the Democratic Party from the State of Massachusetts: Congressman Jim McGovern and former Congressman Bill Delahunt. Delahunt was hired to lobby in favor of the Ecuadorian government as part of the anti-Chevron campaign.

Human rights groups have accused Correa of influencing the Ecuadorian courts in his favor. Human Rights Watch said that the President has appointed a judicial council “that consists almost totally of former members of his administration” and “fired hundreds of judges using methods that were more than questionable.”

The confidential e-mails, which fill almost 300 pages, reveal Correa’s interest in promoting anti-U.S. causes and his success in attracting sympathizers in the United States and other countries to his cause. His presidential budget includes an item for international public relations, so it is likely that Correa will continue to try to win over the minds and hearts of Americans.

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