CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN Y CULTURA DEL PRINCIPADO INSTITUTO DE ESTUDIOS ASTURIANOS (c. s. i. c.)

BOLETIN DEL INSTITUTO

DE ESTUDIOS ASTURIANOS

N.° 123

Julio AÑO XLI OVIEDO Septiembre1987 SUMARIO

Págs.

Descripción del Principado de y derechos eclesiásticos de los monasterios de y Obona (1753), porErnesto Zaragoza Pascual 631

Análisis de la malacofauna recuperada en la Cueva de “Tito Bustillo” (Ribadesella, Asturias), porRuth Moreno Ñuño y Arturo Morales Muñiz ...... 663

Nombres de sitios relacionados con la batalla de Covadonga,Ramón por Sordo Sotres ...... 689

El concejo de Amieva, según el Catastro del Marqués de la Ensenada, por Ramona Pérez de Castro ...... 697

Una epidemia de calenturas gástrico-biliosas en el Principado de Astu­ rias (1800-1804), por Juan Granda Juesas ...... 729

Novela y crítica: Noticias de una polémica, Adolfo por Casaprima Co­ llera ...... 739

Vocabulario de lafala de Cadavedo (Luarca), porOliva Avello Menén- dez ...... 771

El cabello femenino en la tradición asturiana,Elsa por P. San Martín (t) y J.L. Pérez de Castro ...... 803

La fundación del mayorazgo de la casa de Navia (Anleo) en el siglo XVI, por Jesús Martínez Fernández ...... 825

La industrialización de Asturias en el siglo XIX: Una transformación económica parcial, porRafael Anes Alvarez ...... 843

Una punta de cobre tipo Palmela procedente de Fariza de Sayago (Za­ mora), porAntonio Juaneda Gavelas ...... 859

La corte de . Fuentes documentales, cronísticas y bibliográficas, por F.J. Fernández Conde-M.C. Santos del Valle ...... 865

LIBROS

Medicina popular en Asturias, porEnrique Junceda Avello ...... 933 CONSEJERIA DE EDUCACIÓN Y CULTURA DEL PRINCIPADO INSTITUTO DE ESTUDIOS ASTURIANOS (c. s. i. c.)

BOLETIN DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS ASTURIANOS

N.° 123

Julio AÑO XLI OVIEDO Septiem bre 1987 Depósito Legal: O. 43-1958 I. S B. N. 0020-0384

Imprenta “LA C R U Z ” Hijos de Rogelio Labrador Pedregal Granda-Siero (Oviedo), 1987 BOLETIN DEL INSTITUTO DE ESTUDIOS ASTURIANOS

A ño x l i J u lio -S eptiem bre Núm. 123

DESCRIPCION DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS Y DERECHOS ECLESIASTICOS DE LOS MONASTERIOS DE CORIAS Y OBONA (1753)

POR

ERNESTO ZARAGOZA PASCUAL Académico C. de la Real de la Historia

Con fecha del 26 de marzo de 1753 el Marqués de la Ensenada envió al General de la Congregación de San Benito de Valladolid una petición solicitando que le enviara la relación de curatos, ca­ pellanías y beneficios de patronato real o eclesiástico que tenían los monasterios de la Congregación (1). Esta carta fue presentada al Capítulo General celebrado en mayo de este mismo año en Va­ lladolid, que acordó hacer llegar la petición a los archiveros de los monasterios para que eviaran la susodicha relación (2). En el monasterio de San Juan Bautista de Corias era archivero desde hacía años el P. Isidoro Colloto, asturiano y profeso del mismo desde 1713 (3). El fue el encargado de redactar el consi-

(1) Arch. Congregación de Valladolid (existente en el monasterio burga- lés de Santo Domingo de Silos),Actas de los capítulos generales III, fl. 49r; E. Zaragoza Pascual,L os Generales de la Congregación de San Benito de Valladolid V (Silos 1984), 162. (2) En el Arch. Congregación de Valladolid,Documentación varia XXVI, ff. 173r-201r, se conservan las relaciones enviadas por los monasterios de Ar- lanza, Cardeña, Carrión, Dueñas, El Espino, Lérez, Nájera, Obarenes, Oña, Liébana, Poyo, Salamanca y Sopetrán. Las de otros se hallan en el Arch. His­ tórico Nacional de Madrid,Sec. de Consejos, Leg. 12049. ~ (3) E. Z a r a g o zP aa s c u a, lGradas de benedictinos profesos en monasterios 632 ERNESTO ZARAGOZA PASCUAL guíente catálogo de curatos, iglesias y beneficios de su monasterio y del de Santa María la Real de Obona «porque puede ser que no remitan a vuestra paternidad las noticias que desea, quiero a ley de buen vecino tomarme este trabajo». Acompañaba esta relación un «tosco mapa» de lo que va describiendo, que desgraciadamente se ha perdido y no hemos podido hallarlo. El P. Colloto comienza su relación —que por cierto carece de título— haciendo la descripción geográfica del Principado de Astu­ rias, señalando sus puertos de mar, ríos, montañas y jurisdicciones civiles y eclesiásticas. Luego describe el lugar y coto de Corias, los edificios de este monasterio y tras una digresión sobre los monas­ terios llamados de herederos, da la «Relación de los monasterios, parroquias, beneficios rurales, capellanías, hospitales y malaterias y oratorios unidos y dependientes de la abadía de Corias» en cada uno de los arciprestazgos de los arcedianatos de Tineo, Cangas, Ribadeo y Babia, vicaría de San Millán y Obispado de León, que en conjunto suman un total de 65 iglesias y ermitas, 6 capellanías y 5 hospitales y malaterias, indicando las circunstancias de la do­ nación que se hizo a Corias de estas iglesias, los derechos que percibe el monasterio en ellas y si son presentación del abad los beneficios y capellanías en ellas ubicadas. Y lo propio hace respec­ to a las del monasterio de Obona. Esta relación fue enviada al General de la Congregación, que precisamente era Fr. Vítores de Lasanta, profeso de Corias. Su valor es notable porque toda la geografía que nos describe la co­ noce de vista (4) y porque apunta ciertas noticias históricas que arrojan luz sobre el origen, donación y estado actual de estas igle­ sias dependientes de Corias, gracias a que por ser archivero tenía a su disposición el archivo y el Becerro del monasterio y a sus conocimientos históricos y geográficos de los monasterios del Prin­ cipado, por los cuales el susodicho Capítulo General de 1753 le nombró primer procurador general de la Congregación en Astu­ rias (5). Tenemos pues un documento que describe perfectamente la geografía asturiana con sus divisiones territoriales civiles y ecle­ siásticas y da relación cumplida de los derechos de presentación asturianos (Siglos XVIII-XIX), en Bol. Inst. de Estudios Asturianos, n. 121 (1987), 179-199. (4) Cuando no conoce el lugar por sus propios ojos, lo dice. “No he pe­ netrado las asperísimas montañas por donde revuelve este río, y así no doy noticia de los que le abultan”. (5) E. Zaragoza Pascual,L o s Generales, o.c., V, 162, 544. DESCRIPCION DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS 633

y las rentas que tenían los monasterios de Corias y Obona en 1753, con preciosas noticias históricas. Por eso hemos creído que sería interesante su publicación. El documento original se halla en el Archivo Histórico Nacio­ nal de Madrid, Sección de Clero Secular y Regular, Leg. 7722, autó­ grafo del P. Colloto, que ha permanecido inédito hasta hoy. En la transcripción hemos respetado siempre el texto original. Sólo he­ mos regularizado la ortografía para hacer más fácil su lectura.

Padre Nuestro: La necesidad de la obra que V.P. nos promete es tan común a los monasterios de este Principado, que siendo éste tan apretado y tantos los monasterios, quise antes de explicar sus efectos, hacer a V.P. una descripción de la situación del país; ya porque apenas se hallará en él concejo donde no tenga la reli­ gión iglesias, ya porque el destino de las más de los monasterios absuelve a los oficiales recién entrados, no sólo de la noticia del país sino del serio manejo y comprehensión de los monumentos de sus archivos, por lo que me persuado que serán o ningunas o ¡muy diminutas las noticias que se remitan a V.P. para la mayor perfección de su obra (1). De los monasterios de Corias con sus iglesias, Obona y Cornellana, remito a V.P. un tosco mapa, porque la torpeza de mi pulso no se deja encaminar de la dirección de la idea (2). El Principado de Asturias, patrimonio de los SS. Príncipes he­ rederos de esta Corona, es la provincia más septentrional de Espa­ ña. Cíñela por la banda del Norte el mar Cantábrico y por la del mediodía, la divide del Reino de León aquella cordillera de sierras que desde los Pirineos viene costeando nuestra Península hasta el Algarbe. Su más distinguida población es la ciudad de Oviedo, ca­ beza del Principado y Obispado de su nombre. Su longitud es de oriente a poniente y será quarenta leguas poco más o menos; su latitud desde el mar al Pirineo serán por donde más doce leguas. Comienza en el oriente por el río Deva y en el concejo o jurisdic­ ción de Cabrales; aquél divide las Asturias de Oviedo de las de Santillana o Montaña Baja de Burgos y éste de la provincia de Liébana. En el mismo río de Deva comienza un valle que toma su nombre del río y sigue toda la costa del mar hasta el río de Ove,

(1) Se refiere al General de la Congregación, que era el que tenía el títu­ lo privativo de “Padre Nuestro”, con que empieza la carta. (2) Este mapa se perdió y no hemos podido hallarlo. 634 ERNESTO ZARAGOZA PASCUAL el que por el poniente divide el Principado del Reino de Galicia. Al valle y concejo de Deva se sigue el concejo de Llanes donde se hallan los monasterios de San Salvador de Celorio y San Antolín de Bedón; al de Llanes se sigue el concejo de Ribadesella (a estos tres concejos llaman las escrituras antiguas territorio de Aguilar, y en ellos tuvieron sus primitivas haciendas los condes fundadores de Corias). Al de Ribadesella se sigue el concejo de Caravia, a éste el de Colunga, a éste el de Villaviciosa, que antes se llamaba Ma- liayo y en él está fundado el convento de Val de Dios cisterciense; al de Villaviciosa se sigue el concejo de Gijón, en éste se halla San Juan de Fano, antes monasterio, después priorato y hoy iglesia de San Vicente de Oviedo; al de Gijón se sigue el concejo de Carre- ño; a éste el de Gozón; a éste el de Avilés, donde hay un convenio de monjas de Císter. Estos tres, en las escrituras antiguas se lla­ man tierra de Gozón, por un castillo de este nombre situado en el Cabo de Peñas. El de Avilés tiene tres concejos arrimados y depen­ dientes suyos que le guardan las espaldas por las bandas de po­ niente y mediodía, llámanse Illas, Castrillón y Corbera. A éstos se sigue el concejo de Pravia; a éste el de Valdés; a éste el de Navia de Luarca; a éste el de Quaña; a éste el de Franco; a éste el de Castropol, que tiene diferentes jurisdicciones y llega al río de Ove o Ribadeo. En este distrito, que es la costa del mar, hay los puertos si­ guientes: El de Pisués, que es por donde entra el río Deva en el mar; el de Tina; los de Llanes, Niembro y Cuevas del Mar en el concejo de Llanes; el de Ribadesella en el suyo; La Isla y Lastres en el de Colunga; el de Los Tazones en Villaviciosa; el de Gijón en el suyo; el de Avilés en el suyo; los de la Arena, Cudillero, Bahía de Artedo y San Pedro de Luiña en el concejo de Pravia; los de Cañero y Luarca en el de Valdés; los de Vega y Pravia en el de Navia de Luarca; el de Villavélez en el Franco; los de Tapia y Las Figueras en el de CastropoL Todos estos puertos son capaces de embarcaciones mayores o menores; los de Ribadesella y Arena de Pravia a poca diligencia que se pusiese en reparar sus canales, eran capaces de una Armada Real, lo mismo la bahía de Artedo; y el fondeadero de Lastres es el más seguro que hay en la costa de Cantabria. A lo largo de este valle por la parte de la montaña corre otro que tiene su principio donde acaba la jurisdicción del concejo de Cabrales, el que como apunté divide a Asturias de la provincia de Liébana> y de sus vertientes trae su origen el río que antes lla­ maban Onna y hoy Ubeña, el que corre a lo largo por el concejo DESCRIPCION DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS 635 de Onís y después hace lo mismo por el de Cangas de Onís hasta lo último de él, donde se entra en el río Sella, sobre cuyas márge­ nes se halla el monasterio de San Pedro de Villanueva y juntos van dividiendo el concejo de Cangas de Onís del de Parres hasta entrar en el concejo de Ribadesella, al que cortan por medio hasta desem­ bocar en el mar, formando el puerto que dijimos. En medio del concejo de Cangas de Onís entra en el río Ubeña el río de Cova- donga que nace en la misma cueva donde está el Santuario de este nombre, que hoy es iglesia colegial y abadía real y antes fue mo­ nasterio de la Orden, y viene por un valle muy estrecho corriendo de mediodía a norte, y a media legua de curso entra en el concejo de Cangas de Onís. Al concejo de Parres síguese en este valle el concejo de Piloña, donde se halla San Juan de Berbio, antes monasterio y hoy como otras sus dependientes, iglesia de San Pedro de Eslonza. También en este concejo se halla el convento de Villamayor, que se halla hoy unido a San Pelayo. Al de Piloña se sigue el concejo de Nava, en donde está el monasterio de San Bartolomé de Nava, que tam­ bién se unió a San Pelayo y hoy es priorato suyo. Al de Navas se sigue el concejo de Siero: a estos dos los corta de por medio el río de Piloña, que nace de unas sierras en el de Nava y va de po­ niente a oriente por los concejos de Piloña y Parres hasta entrarse en el de Sella. Al concejo de Siero se siguen por la parte de medio­ día el de Oviedo y por la del norte el de Llanera, a los cuales divide el río Nora que nace en el concejo de Siero; su primer curso es de mediodía a norte y en esta forma divide al concejo de Siero del concejo de Oviedo, luego da vuelta al poniente cercando y divi­ diendo a éste del de Llanera, y revolviendo después a mediodía divide a los dos del de Las Regueras, en donde se entra en el río Nalón. En la ciudad de Oviedo tiene la religión tres célebres mo­ nasterios y muchas iglesias en su circunferencia. Al de Las Regue­ ras se sigue el concejo de Grado, el que por la banda de mediodía se sigue también al de Oviedo. En él de Grado se acaba este valle, al que divide del de la Marina una sierra continuada que viene desde el río Deva corriendo de oriente a poniente hasta dar vuelta al concejo de Grado, la que continuando a mediodía llega a los puertos de Somiedo. Tiene el concejo de Cangas de Onís por la banda de mediodía una sierra que se llama Sueve, que le coge todo a lo largo de oriente a poniente y es de más de siete leguas de despoblado; hacia lo último de este desierto, aunque también montaña, se halla el concejo de Amieva, donde tiene su origen el río Sella, continúa por 636 ERNESTO ZARAGOZA PASCUAL * la misma montaña hacia el poniente, continúa por el de Sobrees- cobio, luego por el de Laviana, luego por el de Langreo, luego por el de Tesdela, al fin deste concejo se le junta otro río que se com­ pone de dos, uno que nace y corre por el concejo de Aller, el que se halla al mediodía de los de Laviana y Langreo con quienes con­ fina, y otro que viene del mediodía al norte por todo el concejo de Lena, y entrambos conservan los nombres de los concejos por donde pasan, aunque éste se compone de dos en su principio, los que vienen de dos valles, que al uno llaman Orona y el mismo río toma este nombre hasta que se junta con el otro. Después que estos ríos entran en el Nalón corre éste por los valles de la Ribera, que es otro concejo con quien confina el de Oviedo por el mediodía, en donde le entran por la banda del me­ diodía otros dos ríos, el primero viene del concejo de Riosa y el segundo del de Morcín; prosigue el Nalón por el mismo concejo y a distancia de legua y media del río de Morcín le entra otro que se compone de dos, uno que viene del mediodía del concejo de Quirós y otro de hacia el poniente del concejo de Teberga. En este concejo hay una abadía que se llama San Pedro de Teberga, que fue usurpada a la religión. Estos dos ríos antes de juntarse baña cada uno a su respectivo concejo, juntamente con el de Proaza y cortando de mediodía a norte su valle se entraron en el Nalón, el cual al salir del concejo de la Ribera y entrar en el de Las Regue­ ras recibe por el costado del norte el río de Nora. Entra luego en el concejo de Grado, en donde se le junta el río de Trubia, que pasa por la villa de Grado y viene del mediodía al norte oriental. Sobre este río está la abadía de San Adriano de Tuñón, que fue también de la Orden. Con todas estas aguas entra luego el río de Nalón en el concejo de Candamo y habiendo venido hasta ahora de oriente a poniente, al salir de este concejo en un lugar que se llama Forcinas se encuentra con otro de igual caudal que se llama Narcea con el que revuelve al norte y bañando el concejo de Pravia a dos leguas de curso se desahoga en el mar en el puerto de la Arna. Se ha dado la noticia que se pudo de este gran río, ya por­ que sobre las márgenes de los que le forman hay muchas iglesias de la religión, ya porque siendo de un caudal copiosísimo le dejan en seco los geógrafos en las tablas de nuestra Península. Esta es la situación que tiene la parte oriental del Principado de Asturias, la que tiene de largo veinte y cuatro leguas y de ancho a parajes siete y por donde más nueve. La occidental tiene diez y seis leguas de largo, y su mayor latitud es por la cabeza del po1 niente y serán doce leguas poco más. En esta parte se hallan los DESCRIPCION DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS 637- monasterios de Corias, Obona, Cornellana, Belmonte, Villanueva de Oseos y la abadía de Grandas, que fue en otro tiempo de la Orden. Aunque de mi cargo era puramente el dar a V.P. noticia de la situación de San Juan de Corias, de la de sus cotos, monasterios, prioratos, granjas y iglesias, mas por hallarse éstas esparcidas por todo el antiguo gobierno de Tineo, que es esta parte occidental de que voy hablando y tener como en prisiones a los demás monas­ terios, será preciso darla también de éstos, aunque de sus iglesias, a reserva de las de Obona, no la podré dar por no tener presente su situación ni saber de muchas. No obstante irán en el mapa al­ gunas. Aquella sierra que dijimos cerrar el concejo de Grado y el valle que está a las espaldas del de la Marina, tiene sus vertientes por la banda del poniente al gran río Narcea, de cuyas calidades vol­ veré a hablar. Y porque en la descripción que se hizo de la parte oriental de Asturias se vino de oriente a poniente y se comenzó por el valle de la Marina, ahora vendremos de poniente a oriente por seguir los ríos, y comenzaremos por las montañas que dividen el Adelantamiento de León del Principado de Asturias. Los ríos principales que nacen en esta manzana y entran con su propio nombre en el mar, son los de Ove, que da nombre a Ribadeo, el de Porcia en el concejo del Franco, el de Navia, el de Ese, que da nombre al concejo de Valdés, que es lo mismo que Valle de Ese y el Narcea, aunque éste pierde el nombre cuando se junta con el Nalón. Otros riachuelos entran también en el mar que tienen su origen en las vertientes de las montañas que caen a la Marina y son el de Artedo, el de San Pedro de Lesiña, el de Luarca y el de Barayo, según que van todos apuntados en el mapa. El Adelantamiento de León, siguiendo desde su capital al po­ niente septentrional se viene recostando sobre el Principado de Asturias y es el concejo de Cangas de Tineo el último de su juris­ dicción por esta banda. Al concejo de Cangas viniendo de oriente y confinando con el adelantamiento por la banda de mediodía se sigue el de S o m i e d o , a éste en la misma forma el de Teberga y retrocediendo se siguen a éste los demás que se hizo expresión en los ríos que entran en el Nalón. Al concejo de Cangas por la banda del norte se sigue el de Allande y a los dos viniendo al oriente se sigue el concejo de Tineo. A éste por la banda del norte viniendo al oriente se sigue el concejo de Salas y por la del mediodía el con­ cejo de Miranda, que confina con los de Somiedo y Teberga. Por el poniente septentrional confina también el concejo de Cangas con el de Ibias; a éste viniendo al norte oriental se sigue el de Grandas, 6 3 8 ERNESTO ZARAGOZA PASCUAL a éste el de Salime, a éste el de Boal, y a éste el de Navia. Por tras de éstos por la banda del poniente quedan los concejos de San Martín de Oseos, Navia de Luarca, Burón y otros de la juris­ dicción de Castropol. Estos son los concejos que además de los correspondientes en la Marina, de que se ha hecho mención, se hallan en esta manzana. En una montaña asperísima de las muchas que hay en el con­ cejo de Cangas, a lo último de él, por la banda del mediodía occi­ dental y en la falda de una braña que se llama la Granda, nace el río de Narcea que se viene precipitando de mediodía a norte por un valle que se dice de Vengos como dos leguas y media hasta un lugar que se llama Posada, en donde se le juntan otros dos ríos, uno que le costea por la banda del oriente y nace en un lugar que se dice Xillón, y otro que le entra por el costado del poniente. Prosigue por el dicho valle otras dos leguas hasta un lugar que se dice la Regla; aquí se le junta otro que se nombra río de Perpera, que viene del poniente y nace en las montañas del coto de Corias. Compónese de dos en la forma que los señala el mapa. En la Regla revuelve el Narcea al oriente y gira una buena legua hasta la villa de Cangas, en donde en un barrio que llaman Entrambasaguas se le junta otro río de poco menos caudal que el suyo. En las escrituras antiguas se llama río de Luigna, hoy se llama río de Naviego. Nace también al mediodía del concejo de Cangas y en el puerto de Lectariegos, y apenas hay legua de su origen al del Narcea. Sigue como tres leguas de mediodía a norte hasta el lugar de Naviego en quien toma el nombre, en donde re­ vuelve al oriente y legua y media de curso le entra de costado por el mediodía otro río que se dice de Cibea, por nacer en un valle de este nombre. Una legua más abajo en la villa de Cangas se en­ cuentra con el Narcea y juntos un cuarto de legua más abajo de esta villa pasan batiendo los dormitorios y tapias del monasterio de Corias, prosigue rapidísimo su curso y a legua y media de dis­ tancia, le entran por el costado de mediodía otros dos ríos. El primero se llama río de Soto, de un lugar de este nombre, que tiene su origen en las vertientes de la sierra del Acebo, santuario célebre en el concejo de Cangas. El segundo se llama río de Onón, que nace en las vertientes del concejo de Somiedo al concejo de Cangas y al entrar en el Narcea no hay tiro de mosquete de uno a otro. Una legua más abajo del de Onón le entra de costado por el norte occidental otro río caudaloso que no tiene más nombre que el que le dan los lugares por donde pasa. Su nacimiento es en las montañas del coto de Corias a lo más occidental de él. Mien­ DESCRIPCION DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS 639 tras se revuelve por sus estrecheces se llama río del coto. Su curso es del poniente al oriente meridional, luego que sale del coto viene dividiendo el concejo del de Allande, entra después en el concejo de Tineo donde se llama río de Arganza y a media legua del lugar de este nombre emboca en la forma dicha en el Narcea, que ya ha salido del concejo de Cangas y entrado en el de Tineo, un cuarto de legua más abajo le entra por la banda del norte otro río que se dice de Gera; es su curso de norte a mediodía; nace de las monta­ ñas de Fanfarragón y se le juntan los riachuelos que señala el mapa, porque sobre ellos tiene la religión muchas iglesias. Legua y media más abajo entra en el Narcea por la parte de mediodía otro río que se nombra de Tuña por un pueblo noble de este nombre que está sobre sus márgenes; compónese de dos, el uno nace en el concejo de Cangas en un lugar que se llama Mieldes, el otro nace en las montañas de Genestaza del concejo de Tineo y se jun­ tan en Tuña en la forma que señala el mapa. Otros dos riachuelos le entran por la banda del norte al Narcea en esta distancia: uno se llama río de la Florida, que se forma de las aguas que vierte la feligresía de Tineo; otro se dice de Ferrera, que recoge las aguas del Pedregal y de otros lugares. Sigue después como dos leguas por entre peñascos, tan aprimi- do, que son intratables sus márgenes, dividiendo el concejo de Miranda, que queda a mediodía, de los de Tineo y Salas que le costean por el norte hasta un vallecito que se dice Soto de los Infantes, donde se abre un poco y más abajo recibe por el costado de mediodía otro río de poco menos caudal que el suyo que se nombra río de Pigüeña. Este se compone de tres: uno viene por el oriente corriendo por el valle de Endriga; otro baja del valle de San Miguel de la Lera y se juntan estos dos en la Pola de So- miedo, de aquí corren hasta un sitio que llaman las Cuenllas de Dña. Fernanda donde se les junta otro que viene del mediodía oc­ cidental, que nace en el mismo concejo de Somiedo y corre por el valle de Villardevildas y después por el de Pigüeña de quien toma el nombre, y en llegando a las Cuenllas, que es el fin del concejo de Somiedo y principio del de Miranda, se juntan todos y siguen de mediodía a norte hasta entrarse en el Narcea, dejando antes sobre sus márgenes al monasterio de Belmonte, cisterciense. To­ das estas aguas siguen después como una legua hasta el valle de Cornellana, en donde revuelven al norte; y a cosa de media legua se les junta otro río, que se llama Anonaya que nace en las tierras que dividen el concejo de Tineo del de Salas, y corre de oriente a poniente por el valle de Salas cosa de legua y media, y junto a 640 ERNESTO ZARAGOZA PASCUAL nuestro monasterio de Cornellana se entra en el Narcea, de suerte que por las ventanas del oriente registran los monjes la playa del Narcea y por las del norte las aguas de Anonaya. Sigue después el caudaloso Narcea y dos leguas más abajo de Cornellana le entra por el costado del oriente el gran río Nalón, que le cita el nom­ bre, y juntos con una madre sosegada van lamiendo la villa y vegas de Pravia, que tras de la cual les entra otro río que se nombra Aranguín, el que nace en el concejo de Salas a la banda occidental en las sierras de Malleza y viniendo de poniente a oriente por los valles de Malleza y se junta en Pravia al Nalón, y éste, dos leguas más abajo, en el puerto de la Arena entrega todas sus aguas al mar. Este río es de rara fecundidad en su mayor grueso y en todos sus ramos. En la pesca de salmones apenas habrá río en la Corona que le iguale, las lampreas, sábalos, sollas, reos, mugiles, truchas y anguilas son muchas las que produce, y truchas y angui­ las las lleva el más pobre arroyo de los que le componen. Dentro de esta manzana y en el concejo de Tineo, en unas mon­ tañas que se llaman Fanfaragón, nace el río Ese, que como dije da nombre al concejo de Valdés. Su curso es de poniente a oriente, a tres leguas de su nacimiento deja sobre sus márgenes a nuestro priorato de Bárcena y prosigue recibiendo las aguas del coto de Obona como legua y media hasta un lugar que llaman Ese de Ca­ lleras, en donde le entra por el costado del norte otro de mucho más caudal que el suyo. Compónese de dos, que ambos nacen de dichas montañas de Fanfaragón. El primero se llama río de Yerbo que costea al Ese por la banda del norte, y es su curso de poniente a oriente hasta un sitio que se dice la Tajera en donde se embebe en el río de Navelgas, que naciendo al poniente rebuelve después al mediodía y con el de Yerbo se entra en el Ese en el referido lugar. Prosigue éste su curso por el concejo de Valdés y en un lugar que llaman Briebes revuelve al norte, y antes recibe otro que se dice Ore, y le entra por el oriente meridional. Nace en los mon­ tes de Aliones. Como media legua más abajo les entra por el oriente otro río que se nombra Mallene, que nace en las vertientes del concejo de Salas al de Valdés y es su curso de oriente a poniente, y legua y media más abajo, en lugar que se llama Cueva de la Pa- rroque de Cañero, se entra en el mar. Corta también esta manzana otro río de mucho caudal, que se llama río de Navia. Nace en el coto de Cerredo, que es lo último del concejo de Cangas por el poniente meridional y apenas hay legua de su origen al del Narcea. Su curso es de mediodía al norte oriental; pasa por los concejos de Ibias, Grandas, Salime, Boal y DESCRIPCION DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS 641

Navia y en la villa de este nombre se entra en el mar, siendo su bahía capaz de una grande armada, si se limpiase. No he penetrado las asperísimas montañas por donde se revuelve este río y así no doy noticia de los que le abultan. Más adelante hacia el poniente y dentro de esta manzana nace el río Porcia. Es su curso de medio­ día a norte. Compónese de dos: El uno viene del mediodía oriental y el otro del occidental, los que se juntan una legua más arriba de nuestro priorato del Franco, en donde entra en el mar. Otro río grande costea por el poniente esta manzana y se llama Obe, el que como dijimos divide el Principado del Reino de Galicia. Nace en las vertientes del Bierzo al Principado y desde su origen viene dividiendo a éste del reino de Galicia. Tampoco he andado por este país, y así no puedo decir la formación de su caudal. Es su giro de mediodía occidental al norte y se entra en el mar en la ría de Ribadeo con la capacidad de puerto que V.P. habría obser­ vado. Esta es, Padre Nuestro, la situación del Principado de Asturias, de sus puertos, sus principales ríos, de sus concejos o jurisdiccio­ nes, y aunque es tierra pobre contribuye mucho a la religión de San Benito. Dentro de este recinto tiene la religión doce monaste­ rios, ocho de negros y cuatro de blancos (3), y San Pedro de Es- lonza entra en él con lo más sano de sus rentas. Otras abadías se secularizaron cuando la reforma de San Benito de Valladolid em­ prendió la conquista de los monasterios de estas montañas, ponde­ rando menos en la política de sus monjes la ruina de los conventos, que el que con color de religión se les levantase con los beneficios eclesiásticos del país gente advenediza y forastera. La más princi­ pal fue la abadía de San Adriano de Tuñón, dignidad de la iglesia de Oviedo y abadía real y si los fundos equivalían a los préstamos y presentaciones, era poco menos abadía que la de Corias. Otra buena abadía era la de San Pedro de Teberga, que hoy es colegiata, en que hay un abad, dignidad asimismo de la iglesia de Oviedo, veinte canónigos, tres dignidades y cuatro racioneros. Llevan usur­ pada la presentación de esta abadía los Marqueses de Valdecarza­ na, y el difunto obispo de Teruel, D. Pedro Analso, siendo abad, hizo picar los sepulcros de los antiguos abades, cuyos bultos con cogulla gritaban contra la usurpación (4). La abadía de Covadonga,

(3) Los de negros eran: San Vicente, San Pelayo y Santa María de la Vega, de Oviedo; Corias, Obona, Villanueva, Celorio y Cornellana. Los de blancos: Belmonte, Valdediós, Villanueva de Oseos. (4) D. Pedro Felipe Analso de Miranda fue obispo de Teruel desde 1720 hasta su muerte en 1729. 642 ERNESTO ZARAGOZA PASCUAL que también es presentación real, se secularizó asimismo por este tiempo y otras como la de Parana, Pendueles, Villoría, Gurulles y Zeñero, como consta de un memorial dado al emperador Carlos V contra el obispo comendatario de Corias, que intentaba con ésta lo mismo, sobre que tenía escriturado con el cabildo de Oviedo. La abadía de San Salvador de Grandas, en que hay un abad y seis racioneros persuádome que se secularizó en tiempos del rey Don Fernando 2 de León, porque he visto una donación que hizo este señor rey a Don Rodrigo, Obispo de Oviedo y su cabildo, su fecha era de 1224, por la que ofrece a San Salvador de Oviedo todo lo que hoy llaman honor de Grandas, en cuyo centro está esta abadía.

SITUACION DEL MONASTERIO DE CORIAS

Evacuado lo que conduce para uno de los asuntos de V.P., antes de referir los que le están unidos, diré brevemente la situación de nuestro monasterio de Corias y algo de sus antiguas calidades. El monasterio de San Juan Bautista de Corias está sito en el Concejo de Cangas, distante un cuarto de legua de esta villa, cuatro leguas de la de Tineo y catorce de la ciudad de Oviedo. Hállase embutido en un valle bastantemente ameno, aunque angosto y costeado de montañas muy pendientes; báñale por el costado del poniente, que es su mayor extensión, el río Narcea, y por esta banda y por la del mediodía está repartido el lugar que da nombre al monasterio, que se compondrá de cincuenta casas. En las escrituras que ante­ ceden a los tiempos del rey Don Fernando el Primero se llaman territorio Pesico las riberas y poblaciones de este río, y hablando de Asturias, Plinio hace memoria de estos pueblos: Junguntur his duodecim populi, in his sunt Giguri, Pesici, Lancianenses , etc. Los grados en que se halla no sabré decírselo a V.P., porque no tengo conocimiento de esta literatura. Sus edificios son como amonto­ nados, porque aunque el buque es grande, fue hecho a remiendos y sin planta. Compónese de tres patios, y el de las procesiones es de bastante representación. La iglesia, en la grandeza, hermosura y adorno, es la mejor que de su Orden hay en este Principado y la nueva sacristía, no sólo excede en gala a la iglesia sino que son muy pocas las que en la religión le compiten. Las calidades de esta abadía en tiempos de los antiguos claus­ trales eran muy distinguidas y se hacía tanto aprecio de sus abades, que he visto escrituras públicas en las que después de poner al rey que reinaba, al obispo que presidía en Oviedo y al merino o DESCRIPCION DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS 643 justicia mayor del rey en Asturias, se pone también abbate Ioanne o abbate Petro in Caurias. Desde su fundación eran señores los abades del coto grande de Corias, que comprehende doce parro­ quias; de los de Bárcena, Brañas, del de Yrián, en el Reino de León, y por donación del emperador Don Alonso lo fueron también del de Borres y del de Cañero. Los tres primeros los desmembró la Magestad de Felipe 2 año de 1580 con bulla del Papa Gregorio 13. El de Yrián se libró de esta borrasca por tenerle aforado los Condes de Rebolledo y los dos últimos no hay noticia de cuándo se perdieron. Sus rentas son hoy moderadas y en lo antiguo fueron muchas, y en la percepción de todas ellas estuvo el monasterio hasta los tiempos de la reforma, en que el comendatario despojado y los claustrales expelidos ocultaron las principales pertenencias, por lo que los reformadores, como entraban a ciegas y sin noticia de las haciendas, aforaron muchísimas, vendieron otras, y de mu­ chas no cuidaron, y por falta de reconocimientos se está hoy el monasterio sin ellas y con sola la relación del Becerro. De todas ellas, aun en tiempo de los claustrales sacaba la mesa abacial las tres partes y la otra se repartía entre los monjes y las oficinas, pero de todas sus rentas sólo le quedaba al abad lo nece­ sario para la decencia de su dignidad, porque estaban de su cargo todos los edificios, todo lo que se gastaba en el culto divino y la limosna que se daba a la puerta. Esta era tanta, que en el referido memorial al Emperador se articula que en tiempo de los abades antiguos se daba en este monasterio pan, vino y carne a todo pobre a campana tañida, y para seguridad de esta piedad tan propia de nuestros monasterios y no dar lugar a que algún abad pudiese dis­ minuirla, los antiguos abades la afianzaron en muchos préstamos de su mesa, desfalcando la mitad de los frutos que les pertenecían para el pan de la puerta, que aún hoy se arriendan con este nom­ bre. Hasta el año de 1481 en que se invadió por Roma esta abadía, eran sus abades, después del obispo, la primera figura del país. Atropellados que fueron todos los derechos que vincularon a esta abadía sus fundadores, se obscureció su esplendor, pues de siete comendatarios que en ella hubo, ni los monjes ni los vasallos vie­ ron más que al primero y al último. Después de unida a la Congre­ gación crece o se disminuye la estimación de sus abades según las prendas del sujeto que lo es (5).

(5) Sobre la reforma vallisoletana, Cf. E. Zaragoza Pascual.Los genera­ les de la Congregación de San Benito de Valladolid II (Silos 1976). 234-236. y Abadologio del monasterio de San Juan Bautista de Corias (S. XI-XIX), Bol. Inst. de Estudios Asturianos, n. 116 (1985), 1032-54. del mismo autor. 644 ERNESTO ZARAGOZA PASCÚÁL

Están enterrados en este monasterio el rey Don Bermudo el Diácono y la reina Dña. Uzenda o Adosinda, su mujer, y una infan­ ta llamada Dña. Cristina. Nuestro Mtro. Yepes, por no retractarse de lo que dejó dicho en la fundación de San Vicente de Oviedo y San Julián de Samos, quiere que el rey, que está enterrado en Co- rias no sea Don Bermudo el Primero sino el Segundo, no obstante el sepulcro que de éste se nos enseña en San Isidro de León y no verse en la iglesia de Oviedo ni lucilo ni inscripción que no diga estar allí enterrado el rey Don Bermudo el Primero. Cita para en prueba de su opinión una memoria que se le envió de Corias, la que no hay, ni tampoco cuando escribió su Chrónica, por la poca antigüedad que denota aquel romance y guardarse con mucho cui­ dado desde mucho antes los papeles (6). Además de la inscripción que se veía en el sepulcro antiguo de estos reyes, la que traslada de Morales nuestro cronista, no se halla memoria más que en un libro antiguo de aniversarios, escrito en pergamino, que dice así Januarius : «Anniversario por el rey Don Bermudo e por sua muller e por sua generación ejus ante S. Martino». Esta es la única me­ moria antigua que se le pudo comunicar, la cual no determina cuál de los reyes Bermudos está enterrado en Corias. Como no es del asunto de V.P. el apurar esta verdad, dejo de exponer las razo­ nes que nos mueven en Corias a creer que es el rey Don Bermudo el Primero el que está aquí enterrado. Tampoco es hija de estos reyes la infanta Dña. Cristina, como para en prueba de su conjetu­ ra dice nuestro Cronista. Esta señora, gran bienhechora de este monasterio, fue hija del infante Don Alonso Ordóñez a quien ma­ taron en una batalla que se dió en Relamiego, de la que ño hay noticia en las historias, y está enterrado en Cornellana. Este fue hijo del infante Don Ordoño el Ciego, y éste del rey Don' Ramiro el Tercero. ' ■'•*- : '• ‘ Referidas las calidades de la matriz, antes de hacer relación de las iglesias, monasterios y oratorios que le están unidos, debo pre­ venir que todos los monasterios que están embebidos en el de Corias fueron monasterios de herederos y el averiguar la natura­ leza y calidad de éstos para que logre la matriz los efectos de su unión, es tan propio del asunto de V.P., que de su descubrimiento se logrará acaso el de un derecho eclesiástico que se está' hoy ba­ tallando en el Tribunal de la Cámara entre nuestros monasterios y el cabildo de la Santa Iglesia de Oviedo.

(6) A. d e Y e p e s , Corönica General de la Orden de San Benito VI (Valla­ dolid 1617), ff. 15r-23r. DESCRIPGION DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS 6 4 5

MONASTERIOS DE HEREDEROS ' -

Nuestro P. Maestro Yepes trata de ellos en el Tom. Primero, año de 546. En el tercero año de 717, en el quinto año de 1022 fundación de Comellana y en el sexto en la fundación de Espina- reda. En casi todos se remite a lo que dixo en el primer tomo, en donde afirma que trató este punto de intento. Pero aunque es tanta la autoridad de nuestro Cronista, en este lugar no trae texto en qué afianzar lo que magisterialmente resuelve. Da por hecho que los fundadores se ordenaban y sus mujeres ponían velo; que muer­ tos los padres dividían los hijos el patrimonio de los monasterios y que éstos quedaban disueltos, lo que si fuera cierto podría su­ ceder su extinción antes de acabarse los edificios. Lo que yo he podido colegir de la relación que en varias partes hace de ellos el Becerro de Corias es que uno de los fines que movía a los fundado­ res de semejantes monasterios era espiritualizar los bienes con que los dotaban y hacerlos inseparables de la Iglesia, pero que de estos bienes se mantuviesen sus herederos y los clérigos y monjes que en ellos residiesen. Estos no sólo tiraban su congrua de los bienes decimales, como dice nuestro Sandoval en el lugar que citaré ade­ lante, sino que tenían también sus fundos particulares de los que disponían sin consulta de los herederos, sobre que he visto una escritura en el archivo de Obona, la que también cita Yepes. Es"su fecha de la era de 1060 y por ella los sirvientes de San Salvador de Berguño, a quienes llama cultores la escritura, venden al abad y convento de Obona una hacienda en el lugar de Ponte,-a causa de hallarse muy distante de su monasterio para la administración y para validación de esta enajenación ponen a la letra un canon del concilio Agatense, que en semejantes circunstancias-lo permite. Muertos los fundadores sucedían en el patronato-los hijos, di­ vidiéndole en tantas partes cuantos eran ellos y de las rentas del monasterio sacaba cada uno tercera, cuarta o quinta parte según el número de los herederos; alguna vez se le situaba esta renta en uno o dos lugares, pero la propiedad de éstos quedaba siempre afecta al monasterio. Multiplicaban estos primeros herederos y la parte que cabía a cada uno se dividía de nuevo entre sus hijos y al paso que éstos iban multiplicando repartían entre sí lo poco o mucho del patronato que de sus padres heredaban y en algunos monasterios eran tantos los herederos, que cuando se unió al de Corias el de San Salvador de Cibuyo estaban pensionadas las ren­ tas de éste con seiscientas y veinticinco raciones, y aunque los herederos no fuesen tantos, por sacar unos más y otros menos 646 ERNESTO ZARAGOZA PASCUAL siempre serían muchos, por lo que no habiendo fincas para tantos patronos se redujo su derecho a una o a dos raciones o yantares en cada un año. Y éste es el origen de los yantares que hoy cobra el abad de Corias de los que son curas en los beneficios de su presentación o patronato. Como por los primeros fundadores estaban espiritualizados los bienes con que dotaron sus monasterios, los herederos por evitar pleitos o porque se luciesen donde el servicio de Dios estaba más bien plantado, donaban o vendían su derecho a la iglesia catedral o a éste u otro monasterio y por lo tocante a Corias no sé cómo tenían cabeza los primitivos abades para apurar el derecho de ca­ da uno de los herederos y maña para reducirle a tantos a que le donasen o vendiesen al de Corias. Esto es, P. Nuestro, lo que he podido comprehender de la calidad y naturaleza de los monaste­ rios de herederos. Tocante a su gobierno y si se ordenaban o no los fundadores y ponían velo las mujeres, por no ser del asunto de V.P. dejo de proferir lo que siento. Nuestro Don Fr. Prudencio de Sandoval en la Historia del Em­ perador Don Alonso, Cap. 66 (7), trata de intento de estos monas­ terios y del origen de los préstamos o sinecuras para donde remito a V.P. Y en prueba de su opinión trae el canon 6 del Concilio Se­ gundo de Braga, que por ser el pitipié de mi pensamiento, lo copio a la letra. Dice así: Placuit, ut si quis basilicam, non pro devotione fidei, sed pro quaestus cupiditate aedificat ut quidquid ibidem de oblatione populi colligitur, médium cum clericis dividat, eo quod basilicam in térra sua, quaestus causa, ipse condiderit ; quod in aliquibuis locis usque modo dicitur fieri. Hoc ergo de caetera ob­ servan debet, ut nullus episcoporum abominabili voto consentiat, ut basilicam, quae non pro sanctorum patrocinio, sed magis tribu­ taria conditione est condita, audeat consecrare. Este canon no tuvo observancia en España como prueba allí Sandoval y lo convencen infinitos monasterios de herederos que después de este concilio se fundaron. Y como V.P. propone tratar de los efectos de las uniones, persuádome que en la ilustración de este canon y su inobservancia le han de deber los monasterios de Asturias el descubrimiento de un derecho eclesiástico, que como dejo dicho, se está hoy ventilando en la Cámara con el mayor arresto de parte del cabildo y no menor tesón de nuestros monas­ terios.

(7) P. de Sandoval , Chrónica del inclyto Emperador D. Alonso Vil deste nombre, rey de Castilla y León (Madrid 1600), Cap. LXVI. DESCRIPCION DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS 647

Es el caso que en este obispado de Oviedo hay una constitu­ ción sinodal y es la tercera en el título De consuetudine, la que copiada a la letra del sínodo que en el mayo de 1553 celebró el señor Don Cristóbal de Rojas y Sandoval, obispo que fue de Ovie­ do, dice así: «los prestameros de las iglesias parroquiales de este nuestro obispado de los Puertos acá usaron haver y llevar de an­ tigua costumbre la mitad de los bienes que el cura de la parroquia donde cada uno es prestamero dejó al tiempo de su muerte, o te­ nía al tiempo que entró en religión o renunció a la tal parroquia, adquiridos por razón o intuitu de la tal iglesia. La cual costumbre, por ser como es muy antigua, aprobada por constitución de este nuestro obispado y generalmente observada en juicio y fuera de él, sancta synodo aprobante, estatuimos e ordenamos ansí se tenga y guarde con las declaraciones siguientes: Primeramente, que no haya lugar en las personas de esta nuestra Santa Iglesia, ansí dig­ nidades como prebendados y otros cualquier capellanes de ella que tengan beneficios curados, etc. que si alguno tenía diversos bene­ ficios por alguno de ellos deba pagar la dicha partida, no pague mas que por rata de aquel porque debe la partida, computando los bienes a respecto y valor de los beneficios». La misma consti­ tución se halla en el sínodo que en 1607 celebró el Sr. D. Juan Alvarez de Caldas y la misma en el que en 1750 celebró el Sr. Don Iñigo Manrique. En la costumbre que expresa y aprueba esta constitución es­ tuvieron nuestros monasterios, especialmente el de Corias, desde su fundación hasta el año de 1730 en que el cabildo de Oviedo con relación que hizo al Papa Benedicto 13 de ser muy pobre la fábrica de su iglesia, les concedió por una bula de gracia las medias anatas de todos los beneficios y capellanías de este obispado. Opu­ siéronse los monasterios en el Consejó, en donde no hubo lugar a la retención de la bula en la Sala de Justicia y hoy pende en la Cámara por el recurso al Real Patronato. En la misma costumbre estuvieron el obispo y cabildo respecto de las iglesias donde son prestameros hasta el año de 1634, en que el obispo y cabildo por evitar pleitos con los herederos de los curas de las iglesias de su patronato, se convinieron en que éstos por razón de partida cedie­ sen para la fábrica de la iglesia catedral cuarta parte de frutos cuando entran a ser curas y cuarta parte de los que les pertenecen de los pendientes cuando mueren, a la que llaman media anata pagada en dos plazos, nombre desconocido en nuestros archivos, especialmente en el de Corias, donde se halla la mayor razón de este derecho. 648 ERNESTO ZARAGOZA PASCUAL

Sobre la legitimidad de esta costumbre hay en este archivo algunas doctrinas bien fundadas, pero de su origen no he visto alguna y para que se deba a V.P. el descubrimiento parecióme que despertaba el discurso de V.P. refiriendo ceñidamente la calidad de los monasterios de herederos cuyas iglesias todas eran parro­ quiales y edificadas en tierra propia de los fundadores y de ellos parece se deriba esta costumbre, conforme al canon que dejo pues­ to, pues en él se nos dice que los fundadores a causa de edificarlos en tierra suya y poner parroquianos, como dice Sandoval, exigían de los clérigos la mitad de los bienes que ofrecían los fieles, que es lo mismo que mitad de bienes adquiridos intuitu ecclesiae. Co­ mo V.P. dice que no recelemos la difusión de las respuestas y las advertencias que se nos ofreciesen, atrevíme a introducir este pen­ samiento, creyéndole propio del asunto de V.P., pero si no lo fue­ se, poco se aventura en indultar esta bachillería mía.

RELACION DE LOS MONASTERIOS, IGLESIAS PARROQUIALES, BENEFICIOS RURALES, CAPELLANIAS, HOSPITALES, MALATERIAS Y ORATORIOS UNIDOS Y DEPENDIENTES DE LA ABADIA DE CORIAS.

ARCEDIANATO DE TINEO Y ARCEDIANATO DE CANGAS

1.a Santa María de monasterio de Ermo (8). Fue monasterio fundado por un caballero llamado Alfonso Rodríguez. Hoy es pa­ rroquia y en sus términos nace el río Narcea. Toda ella es del monasterio de Corias; de los frutos e ingreso de iglesia, saca el monasterio la mitad y la otra mitad lleva el cura. Es presentación in solidum del abad de Corias. 2.a San Esteban de Noceda. Es iglesia parroquial, de la perte­ nencia del monasterio de Ermo. De los frutos y más emolumentos de la iglesia se hacen tres tercios; uno lleva el monasterio; otro el beneficio curado y otro un beneficio simple; ambos son presen­ tación in solidum del abad. 3.a San Juan de Vega de Rengos y Santa Eulalia de Laron, su anejo. Fue monasterio fundado por un caballero llamado Rodrigo

(8) Para conocer la historia de estos monasterios dependientes del de Corias, y en general de todos los existentes con anterioridad al siglo XIII, véase la obrita deM.G. Martínez , Monasterios medievales asturianos (Siglos V1II-XII) (Salinas-Asturias 1977). DESCRIPCION DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS 649

Alfonso. Presentaron los abades los beneficios curado y simple hasta el año de 1576 en que con pretexto de un pleito ridículo que le movió Juan Queipo de Llano, el Mozo, ascendiente de los Condes de Toreno, después de tener el monasterio una revocatoria por un juez in curia de una sentencia dada por el Ordinario a favor de Juan Queipo, se compromisaron las partes en jueces árbitros; fue uno de ellos Fr. Juan de Castro, abad de Obona, y fallaron que precediendo licencia del Papa y del Rmo. General, que lo era Fr. An­ tonio de Sea (9), quedase por Juan Queipo y los sucesores en su mayorazgo la presentación de los beneficios curado y simple y que éste por razón de los gastos del pleito desembolsase doscientos du­ cados o los tomase a censo perpetuo sobre sus bienes, como lo hizo. Bien conocieron los jueces la simonía pactada y así lo declara­ ron dos abogados a quienes consultaron, pero también para que no lo fuese, dieron el sesgo de que los doscientos ducados sonaran en la escritura darse por razón de costas y gastos. El hecho es que no se sacó licencia del Papa; que los doscientos ducados, aunque los cargó sobre sus bienes con la calidad de irredimibles, los redi­ mió D. Fernando de Valdés Queipo de Llano, hijo de Juan Queipo, con el pretexto de no poder fundarse censo irredimible. Que el abad de Obona y el Rmo. Sea despojaron a este monasterio de la presentación por complacer a D. Fernando de Valdés, tío de Juan Queipo, que mandaba mucho en la Monarquía. Del Becerro de la Santa Iglesia de Oviedo, ordenado por el obispo D. Gutierre de Toledo en el año de 1386 constan ser presentación del abad de Corias los beneficios curado y simple de San Juan de Vega; de los frutos lleva el cura un tercio y dos el simple, el que se valúa en cuatro mil reales de renta. 4.a San Salvador de Berguño. Fue monasterio fundado por Al­ fonso Rodríguez, el mismo que fundó al monasterio de Ermo, hoy iglesia parroquial aneja a San Salvador de Cibuyo. De los frutos, primicias y pie de altar lleva el monasterio un cuarto y el cura tres. Es presentación in solidum del abad. 5.a San Juan de Lama, fue iglesia de Berguño; hoy es parro­ quia. De los frutos lleva el monasterio la mitad y la otra mitad el cura. Es presentación in solidum del abad. 6.a San Salvador de Cibuyo fue un buen monasterio. Fundá­ ronle Alvaro Bermúdez y Guiña Gogniz, su mujer. Son muchas las

(9) Fue General de la Congregación en el trienio 1574-1577, Cf. su biogra­ fía en E. Z a r a g o za, Los Generales, o.c., III (Silos 1979), 69-84. 650 ERNESTO ZARAGOZA PASCUAL haciendas que goza por éste el monasterio de Corias, pero en su iglesia no saca frutos; de ellos lleva el cura dos tercios y otro se parte entre dos beneficios simples, que todos los presenta el abad. Tiene esta parroquia dos anejos, que son San Salvador de Berguño y Santa María de Castañedo. 7.a San Pedro de Agüera es iglesia de Cibuyo; hoy parroquia tenue. Lleva el cura todos los frutos. Es presentación del abad. 8.a San Martín de Bergame; fue iglesia de Cibuyo; de los fru­ tos se hacen cuatro partes: dos lleva el monasterio, una por razón de préstamo y otra por pan de puerta. Las otras dos se parten entre el beneficio curado y simple; ambos los presenta el abad. 9.a San Damiés o Mamés de Perpera fue iglesia de Cibuyo; de los frutos mayores saca la puerta cuarta parte y el resto, con pri­ micias y pie de altar se parte entre el monasterio y el beneficio curado, que es presentación in solidum del abad. 10a. Santa María Magdalena de Vegalagar fue hijuela de Ber­ game hasta el año de 1662 en que se erigió en parroquia; los frutos se parten por tercias partes entre el monasterio, cura y simple; éste no se desmembró del de Bergame. Es presentación in solidum del abad. 11.a Santa María de Brañas: es parroquia fundada por el mo­ nasterio para los pobladores del Puerto de Lectariegos. Lleva el cura todos los frutos y es presentación in solidum del abad. 12.a Santa María de Villacibrán: fue monasterio fundado por los que fundaron el de San Salvador de Cibuyo. De los frutos lleva el monasterio la mitad y la otra mitad el cura. Es presentación in solidum del abad. 13.a San Tirso de Cangas y Ntra. Señora de Entrambasaguas: fue monasterio fundado por unos caballeros llamados Tellos y Truetinos. De los frutos lleva el monasterio la mitad y la otra mi­ tad e-1 cura. Es presentación in solidum del abad, quien solía visi­ tarla. 14.a Santa María de Obanca: es parroquia donada por el Con­ de fundador. De los frutos lleva el monasterio un tercio; otro el cura y otro un beneficio simple, que ambos son presentación in solidum del abad. 15.a Santa María de Regla de Corias: es parroquia donada por el Conde fundador. De los frutos y más provechos de iglesia lleva el monasterio un tercio, otro el cura, y otro se parte entre dos be­ neficios simples. Es presentación in solidum del abad. 16.a San Antón de Rucabo es beneficio rural. La cuartá parte del lugar de este nombre es propia dé este beneficio,, el que se DESCRIPCIÓN DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS 651 halla hoy unido al monasterio en conformidad de lo dispuesto en el núm. 8 de la bula Apostolici Ministerii. 17.a San Vicente de Villatejil. Consta del referido Becerro de la Iglesia de Oviedo ser presentación de este monasterio, y presen­ taron sus abades hasta el de 1612. Hoy presenta el cabildo, quien lleva la mitad de frutos y la otra mitad el cura.

ARCIPRESTAZGO DE SIERRA

18.a Santa María de Carceda. Es iglesia donada por el Conde fundador. De los frutos saca el monasterio un cuarto por razón de préstamo y otro por título de puerta, y los dos restantes se repar­ ten entre el beneficio curado y simple, que ambos son presentación in solidum del abad. 19.a Santa María Magdalena-de Linares. Es iglesia parroquial. De los frutos saca el monasterio la sexta parte y las cinco restantes las lleva el cura. Es presentación in solidum del abad. 20.a San Bartolomé de Mieldes. Es iglesia parroquial y en ella tiene el abad cuarta parte de presentación, otra cuarta parte el abad de Obona y la otra mitad es patronato de legos. Lleva el cura todos los frutos.

ARCIPRESTAZGO DE ALLANDE

21.a San Martín de Besullo; fue monasterio fundado por un capellán del rey D. Bermudo el 2.° llamado Ñuño Visterliano, en cuyo derecho sucedió el Conde fundador de Corias. De los frutos lleva el monasterio un tercio, otro el cura y otro un beneficio sim­ ple, pero del pan mayor saca la puerta cuarta parte. Presenta el abad ambos beneficios y una sacristía. 22.a San Pedro de las Montañas: fue iglesia de Besullo. De los frutos lleva la mitad el monasterio y la otra mitad el cura. Es pre­ sentación in solidum del abad. 23.a Santa María de Berdondo: fue iglesia de Besullo; hoy es beneficio rural. De los frutos lleva el monasterio dos tercios, uno por razón del préstamo y otro de puerta. El otro le lleva el capellán que es nominativo del abad, es ahora monge en conformidad de la bula Apostolici ministerii. 24.a San Juan de Araniego. Es iglesia donada por el Conde fundador. De los frutos lleva el monasterio un tercio, otro el cura y otro el simple; ambos son presentación in solidum del abad. 6 5 2 ' ERNESTO ZARAGOZA PASCUAL

25.a San Juan de Villaverde: fue monasterio del patrimonio del Conde fundador. De los frutos lleva el monasterio un tercio y otro el cura y otro un beneficio simple. Hay una sacristía y todo es presentación in solidum del abad. En este lugar tiene el monas­ terio un priorato en el que se recogen las rentas del concejo de Allande...... 26.a Santa María de Celón. Es abadía simple y fue monasterio fundado por Fructino Enalso y su mujer Pudigeva. Además de la abadía hay un beneficio curado y cuatro racioneros. De los diez­ mos lleva la abadía un tercio, de los otros dos se hacen seis partes, las dos lleva el cura y los cuatro restantes los racioneros. Hay también una sacristía, a quien pretenecen también los diezmos de dos pagos que llaman préstamos y también es suyo el paño que velen" sobre los difuntos. Abadía, curato, raciones y sacristía son presentación in solidum del abad de Corias. El curato es hoy anejo a San Juan de Villaverde. 27.a San Martín de Berduledo. El Conde fundador dotó a este su monasterio en la mitad de San Tirso de Candamo, sobre el río Nalón, fundación que fue de un 5 abuelo suyo, llamado Leminio. La otra mitad parece que recayó en la Iglesia de Oviedo por dona­ ción que en la era de 1016 le hizo Don Bermudo, su obispo, biznieto del fundador y hermano de la abuela de nuestro Conde. En la era de 1136 se partió el monasterio en sus miembros y por su mitad cupieron a Corias las iglesias que se expresarán adelante. En la de 1150 se partió in capite y por su mitad dio en trueque al mo­ nasterio el obispo D. Pelayo la iglesia de San Martín de Berduledo con todos los términos de su parroquia. De los frutos lleva el mo­ nasterio un tercio y dos el cura. Es presentación in solidum del abad. . ' e ^

ARCIPRESTAZGO DE TINEO

28.a Santa María Magdalena de la villa de Tineo. Es presenta­ ción in solidum del abad, pero es muy tenue el beneficio, por no tener más que dos parroquianos. 29.a San Juan o Santianes de Tuña: fue monasterio donado por el Conde fundador, quien lo hubo por el trueque que hizo con el Conde Gómez Diez y su mujer Dña. Teresa en la era de 1081. Dióles el mismo conde a orillas del río Cea los lugares de Pajares, Peñalba,; Val verde, Villadearivil y Palacio y ellos le dieron el mo­ nasterio de Santianes con sus dependencias. Hoy es iglesia parro­ DESCRIPCION DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS 653

quial. De los frutos lleva el monasterio,la mitad, una cuarta parte el cura y la otra se parte entre dos beneficios simples. Es presen­ tación in solidum del abad. . 30.a Santa María de Tuña. Tiene el abad de Corias la cuarta parte de presentación en el beneficio curado y simple y las tres restantes son de D. Tomás del Riego, que lleva mitad de frutos. ,31.a San Pedro de Merilles: fue iglesia de San Tirso de Canda- mo. Hoy es parroquia. De los frutos lleva el monasterio un tercio, otro el cura y otro el regimiento de Tineo, quien se halla en la po­ sesión de presentar el curato. 32.a Santo Tomás de la Pereda: fue iglesia de San Tirso de Candamo. Hoy es parroquia. De los frutos y todo ingreso saca el monasterio la mitad y la otra mitad la lleva el cura. Es presenta­ ción in solidum del abad. 33.a San Esteban de Relamiego. Esta iglesia fue del Conde Gundimaro, cabeza que dicen ser de la gran Casa de Guzmán y de su mujer Dña. Serena, que eran de la parentela de nuestros Con­ des, a quienes la dieron con condición que por su muerte la adju­ dicasen á algún lugar pío, y en la carta de dotación la agregaron a su monasterio, quien lleva la mitad de frutos y la otra mitad se parte entre los beneficios curado y simple, que ambos son presen­ tación in solidum del abad. 34.a Santa María de Perluces: fue iglesia de Santianes de Tu­ ña; hoy es anejo de Relamiego. De los frutos lleva el monasterio la mitad y la otra mitad el cura. 35.a Santa Eugenia, hoy Santueña, es una ermita en la parro­ quia de Perluces, en donde saca el monasterio la mitad de lo que se ofrece en el día de la santa. 36.a San Martín de Sampreñana, es iglesia parroquial, la que tiene el monasterio por trueque que hizo con el obispo de Oviedo D. Pelayo en la era de 1165. Dímosle en el territorio de Orna, un lugar que se llama Villanueva y nos dio el obispo la iglesia y lugar de Sampreñana. De los frutos lleva el monasterio la mitad y la otra se hace seis partes de las que lleva cuatro el cura y dos un benefi­ cio simple. Es presentación in solidum del abad. 37.a Santa María de Borres es donación del Emperador D. Alon­ so era de 1181. Presenta el abad el beneficio curado, quien lleva todos los frutos. 38.‘ Santiago de Troncedo fue iglesia del monasterio de Bár- cena. De los frutos lleva el monasterio un tercio y dos el beneficio curado, que es presentación in solidum del abad. 654 ERNESTO ZARAGOZA PASCUAL

39.a Santa María de Tablado de Reviella fue iglesia del Bár- cena. De los frutos lleva el monasterio la mitad y la otra mitad el cura. Es presentación in solidum del abad. 40.a San Esteban de Villatresmil fue iglesia de Bárcena. De los frutos lleva el monasterio un tercio, otro lleva el cura y el otro le llevan legos usurpando a su magestad. Es presentación in solidum del abad, sobre lo que hay ejecutoria ganada en la nunciatura con­ tra los dueños de la Casa de las Monteras.

ARCEDIANATO DE RIBADEO ARCIPRESTAZGO DE VALDES

41.a San Miguel de Bárcena: fue monasterio ilustre del patri­ monio del Conde fundador, quien le unió a Corias, y desde su unión es priorato monasterial en que antes de la reforma había cinco monjes; hoy hay tres. Su iglesia es parroquia unida pleno iure al monasterio; la administración de los sacramentos está a cargo de un monje vicario que elige el abad y aprueba el Ordinario, aunque cuando el monje es confesor de reja no hay costumbre de presen­ tarle al Ordinario y lo han sido hasta ahora con sólo la aprobación del consejo. Todos los frutos, primicias y más ingresos de iglesia los lleva el priorato. 42.a Santa Marina de Bárcena Llana es anejo de la parroquia de Bárcena, a quien pertenecen todos los diezmos, primicias y ofertas de Pascuas. Sobre los entierros, bautizos y casamientos hay concordia con el cura que fuere de San Juan de Navelgas, quien administra los sacramentos a estos feligreses a causa de vivir en mucha distancia del priorato, en donde necesariamente han de cumplir con las Pascuas. 43.a Santa Marina de Yerbo hoy es ermita y de las ofertas que hubiese el día de la santa pertenece la mitad a Bárcena. Fundó esta iglesia un caballero llamado Eulalio en la era de 975. 44.a San Salvador de Naraval es parroquia de la que hizo do­ nación al monasterio un caballero llamado Rodrigo Bermúdez en la era de 1107. De los frutos y más emolumentos lleva el monaste­ rio un tercio y dos el cura. Es presentación in solidum del abad. 45.a San Martín de Aguia fue monasterio y la mitad de él donó a este de Corias en la era de 1136 un caballero llamado Pedro Enalso. Hoy es una ermita sita en el lugar de Villanueva, concejo de Valdés, sobre el río Mallene y parroquia de San Miguel de Tre- bies y por ella tiene el monasterio una hacienda que se. llama juguería de San Martín. — DESCRIPCION DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS 6 5 5

46.a San Miguel de Cañero fue monasterio del patrimonio del Conde fundador, quien lo unió a Corias. El Emperador D. Alonso por la era de 1175 hizo coto toda la parroquia en beneficio del monasterio. De los frutos lleva el monasterio la mitad y un noveno y los restantes se parten entre el cura y un beneficio simple, que son presentación in solidum del abad. 47.a Santiago de San Cristóbal es anejo de Cañero. De los fru­ tos lleva el monasterio un tercio, otro el cura de Cañero y otro un beneficio simple, que es presentación in solidum del abad. En el concejo de Valdés, a una legua de la villa de Luarca, tiene el monasterio el priorato de Otur.

ARCIPRESTAZGO DE LAS DORIGAS

48.a San Justo de las Dórigas y San Antolín su anejo en el con­ cejo de Salas fueron iglesias del monasterio de San Tirso de Can- damo. De los frutos lleva el monasterio la mitad y la otra mitad el cura. Es presentación in solidum del abad.

ARCIPRESTAZGO DE NAVIA

49.a Santa Marina de Vega: fue monasterio. De los frutos lleva el monasterio la mitad y la otra mitad se parte entre el cura y la malatería de Barayo. Es presentación in solidum del abad. 50.a Santiago de Villapedre: es iglesia parroquial. De los fru­ tos lleva Corias un tercio, otro el cura y del otro lleva la mitad el convento de Obona y la otra mitad legos. Es presentación in soli­ dum del abad de Obona. 51.a San Martín de Cabanela: fue monasterio. De los frutos lleva el monasterio un tercio y dos el cura. Es presentación in so­ lidum del abad. 52.a San Antolín de Villanueva: fue monasterio unido al de Corias por los Condes fundadores. De los frutos lleva el monaste­ rio la mitad y la otra mitad el cura. Hoy es anejo de San Martín de Cabanela, a quien también lo está San Pedro de Andés.

ARCIPRESTAZGO DE BOAL

53.a Santa María Magdalena de Doiras: es iglesia parroquial y fue del patrimonio de la Condesa fundadora. De los frutos lleva el monasterio las tres partes y el cura una. Es presentación in so­ lidum del abad. 656 ERNESTO ZARAGOZA PASCUAL

ARCIPRESTAZGO DEL FRANCO

54.a Santa María de Miudes: fue monasterio ilustre fundado por un caballero llamado Arias Feliz y su mujer Lobsenda. El rey D. Alonso el 5 le hizo diferentes mercedes y antes el rey D. Ramiro el Tercero. Recayó este monasterio en los padres de nuestro Conde fundador, quien lo unió al de Corias. Hoy es iglesia parroquial y en ella tuvieron grandes preeminencias los abades. De los frutos lleva el monasterio la mitad; de la otra mitad lleva tres partes un beneficio simple, que está arrendado en 2.500 reales y la otra lleva el beneficio curado cuyo valor monta 800 ducados. Ambos son pre­ sentación in solidum del abad. 55.a Santa Eulalia, hoy San Bartolomé de Valdepares: fue iglesia donada al monasterio de Miudes por el rey D. Ramiro el 3. De los frutos lleva el monasterio un tercio; otro el cura y otro un beneficio simple. Es presentación in solidum del abad. En este concejo y a dos leguas de la villa de Ribadeo tiene el monasterio el priorato del Franco.

ARCIPRESTAZGO DE CASTROPOL

56.a San Salvador de Valmorto, hoy Salabe: fue monasterio fundado por un caballero llamado Flaginio y su mujer Totilda en cuyo derecho sucedió Rodrigo Moñiz de Allande, quien le donó a Corias. De los diezmos lleva el monasterio la mitad y la otra mitad el cura. Es presentación in solidum del abad. Hoy es anejo del que se sigue. 57.a Santa María de Campos: fue decanía de Salabe. Es pre­ sentación del abad, pero no saca frutos el monasterio. 58.a San Martín de Tapia, antes de Mantares, fue monasterio edificado por nuestra Condesa fundadora, quien después de viuda y en la era de 109.2 le unió al suyo de Corias. De los frutos lleva el monasterio la mitad y la otra mitad se parte entre el cura y un beneficio simple, que ambos son presentación in solidum del abad. 59.a San Esteban de Tapia: fue monasterio fundado por los mismos que fundaron a Valmorto y donado a Corias por Rodrigo Moñiz de Allande. De los frutos lleva el monasterio la mitad y la otra mitad lleva el cura. Es presentación in solidum del abad. Ad­ viértese que en todas las iglesias donde saca frutos el monasterio saca a proporción de ofrendas, responsos y todo ingreso de iglesia. DESCRIPCION DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS 657

ARCEDIANATO DE BABIA ARCIPRESTAZGO DE LACIANA

60.a Santa María Magdalena de Lumajo. Su presentación se compone de seis voces y el abad que fuere de Corias tiene una. Lleva el cura todos los frutos, aunque el Conde de Fuentiyuelo pretende tener en ellos una carga de pan de patronato. 61.a Santa María de Ferrera. Por hallarse al pie del puerto de Lectariegos, donde son los fríos excesivos, despoblaron los feligre­ ses y se unió la iglesia a la de Santa María de Caboalles de Abajo. Fue presentación del abad. 62.a San Miguel de Laciana. En esta iglesia hay dos capellanías intituladas, una de los Mártires y otra de Santa Lucía. Ambas son nominativas del abad.

ARCIPRESTAZGO DE BABIA DE SUSO

63.a Santa María Magdalena de Piedrafita. Esta iglesia la tiene el monasterio por trueque que hizo con unos caballeros y con el monasterio de Espinareda en la era de 1204. De los frutos lleva el beneficio curado dos tercios y el simple uno. Y el monasterio saca diez cargas de pan tercíales, que son treinta fanegas castellanas, por razón de patronato. Estos frutos los aforó el monasterio con la hacienda que le pertenece en el concejo de Laciana a la casa de Omaña y de tal suerte obscurecieron y embrollaron sus dueños los derechos del monasterio, que siendo de los más calificados, ni co­ bra el pan ni presenta los beneficios. Estamos resueltos a deman­ darlos en la Cámara.

VICARIA DE SAN MILLAN

64.a San Juan de Yrián. El lugar es coto de monasterio por merced del rey D. Fernando el Magno hecha al Conde D. Munio Moñiz en gratificación de haber traído a León desde Sevilla el cuer­ po de San Isidoro, en la era de 1101. Fundó este caballero con su mujer, la condesa Dña. Munia Ximénez, hermana de nuestro fun­ dador, el monasterio de San Miguel en la ciudad de León, q u e ^ ^ J^ ha muchos años se desmoronó su iglesia y se trasladaron Claudio las imágenes, al cual entre otros bienes hicieron do| Yá del coto de Yrián y su iglesia. Sucedió Corias en las tres pai ' 6 5 8 ERNESTO ZARAGOZA PASCUAL este monasterio por el testamento de la Condesa Dña. Muriia y entre otros bienes le cupo lo de Yrián. De los diezmos lleva el mo­ nasterio la mitad y la otra mitad el cura. Es presentación in soli- dum del abad.

OBISPADO DE LEON

65.a San Simón de Nogales, junto a Mansilla. Esta parroquia, que antes se titulaba de San Román, la tiene el monasterio por trueque que hizo con el obispo y cabildo de León, en la era de 1204. Hoy está unida a la iglesia de Mansilla mayor, cuyo beneficio pre­ senta la abadesa de Gradefes.

CAPELLANIAS

Presenta el abad de Corias las capellanías de Santa Catalina de Moal, Santa Catalina del Puelo; Santa Catalina de Teresa Borona y Santa Catalina de Obanca. Estas se sirven en el altar de Santa Catalina que está en la iglesia del monasterio. Las del Puelo y Te­ resa Borona están hoy unidas al monasterio en conformidad de la bula Apostolici ministerii. También presenta la de San Pedro de Obanca.

MALATERIAS Y HOSPITALES

S. Martín de Retuertes es malatería que administra el prior del monasterio. Es tradición haberla fundado la Condesa fundadora de Corias, después de viuda. El cura que fuere de Corias tiene obliga­ ción de administrar los sacramentos a los malatos y decirles misa los viernes del año, por cuyo trabajo saca propina como un mala- to. Visítala el abad y castiga a los malatos cuando lo merecen. Hospital y alberguería de San Juan del Puerto de Lectariegos. Fundó este hospital un hombre llamado Juan Díaz en la era de 1205, quien le entregó con sus rentas" al monasterio y éste a los vecinos del puerto, a quienes porque abriesen camino a los pasa­ jeros en tiempo de nieves y los albergasen, dio con él muchas posesiones por las que perciben hoy y reparten entre sí muy bue­ nas rentas. En la era de 1363 a instancias del abad de Corias, el rey D. Alonso el último, dio un privilegio de grandes exenciones a DESCRIPCION DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS 659 los del coto de Brañas en cuya jurisdicción está la albergüéría porque perseverasen y mantuviesen población en el Puerto. Visi­ tábala el abad como a patrono hasta que se introdujo el Ordinario en virtud del Concilio de Trento. Hospital de Corias. No se sabe quién fue su fundador. Es pa­ trono el abad y administrador el que fuere prior segundo. Hospital de la Pereda. El rey Don Fernando el 2 en la era de 1216 dio a este monasterio un término en la parroquia de Pereda y los abades fundaron por el alma del rey este hospital. Visitábale el abad y hoy cobra once libras por razón del patronato. Introdú- jose el Ordinario habrá poco más de cien años y fió la administra­ ción a los curas, que no han dado muy buena cuenta de él. Hospital de Borres. El emperador D. Alonso en la era de 1181 por servicios que le había hecho un caballero llamado Gonzalo Menéndez de Tinero, a quien llama el rey fidelissimo vasallo meo, le hizo merced del lugar de Borres con su realengo, pero con con­ dición que después de sus días sucediese en este derecho el mo­ nasterio de Corias. Los abades en agradecimiento y por el alma del Emperador, fundaron y dotaron este hospital. También en su visita se intrusaron los Ordinarios y en sus haciendas D. Carlos del Rie­ go, Señor de Sangoñedo. Es patrono el abad de Corias de la obra pía que para dotes de doncellas de su parentela fundó Gonzalo Menéndez, cura de San Juan de Villaláez. Estos son los monasterios, iglesias, capillas y hospitales que dependen del monasterio de Corias. De todos los curas que han sido en estas iglesias ha cobrado el monasterio por su muerte la partida o mitad de bienes que adquirieron intuitu beneficis . Tam­ bién en muchos de ellos cobra cada año un yantar y en los que no le cobra ha sido omisión de los abades, porque hay razón de ha­ berlos cobrado en todos los antiguos. En muchas iglesias cobra también el monasterio luctuosa y en Miudes nuncios, que es un buey o vaca de los que mueren o cuatro ducados por él.

RELACION DE LAS IGLESIAS UNIDAS AL MONASTERIO DE SANTA MARIA LA REAL DE OBONA (10).

Porque del monasterio de Obona puede ser que no remitan a V.P. las noticias que desea, quiero yo a ley de buen vecino tomar­ me este trabajo.

(10) Sobre los abades de Obona, Cf. E.Z aragoza P a sc u a l , Abadologio 660 •ERNESTO ZARAGOZA PASCUAL

ARZIPRESTAZGO DE TINEO b

San Antolín de-Obona es curato pleno iure unido al monasterio por cuya razón es parroquia. Lleva el monasterio todos los frutos y el abad por razón de luctuosa dieciocho reales de - los adultos cuando mueren. Nunca han visitado los Ordinarios aunque varias veces lo han intentado. San Juan de Sangoñedo. Es parroquia y en ella presentaron siempre los abades los beneficios curado y simple hasta el año de 1624, en que sin disputarle el monasterio el derecho de la presen­ tación un abad bizarro dio la alternativa al Sr. de Sangoñedo. De los frutos el cura lleva la mitad a causa de haberle agregado el simple por- razón de congrua. La otra mitad tocaba a Obona, pero hoy se divide en cinco partes, de ellas debe llevar tres el monaste­ rio y dos el Señor de Sangoñedo por foro antiguo que de ellas hizo el monasterio a unas familias llamadas Castrillón y Navia. Este préstamo con otras floridas haciendas le presentó el P. Mtro. Pa­ checo a D. Francisco Maldonado, Señor de Monteras, por un vil precio. -. Santa Marina de Bordolés. Es parroquia. De los frutos el mo­ nasterio lleva la mitad y la otra mitad el cura. Es presentación in solidum del abad. San Mamés de Nieres. Es parroquia. De los frutos lleva el mo­ nasterio la mitad y la otra mitad el cura. Es presentación in solidum del abad. : 1 ' Santa Cruz de Sabadel en la parroquia de Troncedo. Es ermita de Obona que lleva las ofrendas que hay los días de la Cruz. San Vicente de Esse. Es ermita en la parroquia de Bárcena y en ella el día del santo se paga a Obona un yantar.

ARCIPRESTAZGO DE SIERRA

San Bartolomé de Mieldes. Compónese la presentación de cua­ tro voces: una de ellas es del abad de Obona y otra del de Corias, como se ha dicho.

del monasterio de Santa María la Real de Obona (1523-1835), en Bol. Inst. de Estudios Asturianos (en prensa). ' ^ : DESCRIPCION DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS 661

ARCIPRESTAZGO DE SALAS

San Juan de Malleza. Es parroquia. De los frutos lleva el mo­ nasterio la mitad y la otra mitad se parte entre los beneficios curado y simple, que ambos son presentación in solidum del abad.

ARCIPRESTAZGO DE PRAVIA

Santa María Magdalena de Artedo en la feligresía de San Mar­ tín de Luiña. Es beneficio rural que presenta el abad de Obona.

ARCIPRESTAZGO DE VALDES

San Martín de Ayones. Es parroquia. De los frutos lleva el mo­ nasterio la mitad y la otra mitad el cura. Es presentación in soli­ dum del abad. En la parroquia de San Miguel de Trevíes saca el monasterio cuarta parte de frutos en la media aldea de Cortina y en las jugue- rías de Villanueva.

ARCIPRESTAZGO DE NAVIA

Santiago de Villapedre. Presenta el abad de Obona el curato, aunque de los frutos no saca más que sexta parte, como se dijo cuando se habló del repartimiento de frutos de esta iglesia.

CAPELLANIAS

Presenta el abad de Obona dos capellanías, una que se dice de Juan Prieto, que se sirve en la parroquial de Ntra. Sra. de Soto de la Barca, y otra que se nombra de Malleza, que se sirve en el monasterio. Ambas se hallan casi anihiladas. Dentro de la manzana que comprehende el mapa, presenta San Vicente de Oviedo en el concejo de Allande el curato de Santa Co­ loma, en donde saca mitad de diezmos. Presenta San Pelayo en el de Valdés el curato y cinco simples que llaman nonas de San Mi­ guel de Trevíes. Divídense los frutos en nueve partes. Tres lleva el monasterio, una el cura, y las cinco nonas otros tantos simples. 6 6 2 ERNESTO ZARAGOZA PASCUAL

Presenta en el de Salas el curato de San Martín de Arango. En el de Pravia usurpóle la Casa de Valdecarzana la presentación del cu­ rato de Muros, pero saca frutos en su iglesia. Cornellana (11) tiene dentro de esta manzana muchas iglesias, de cuyos titulares y frutos que en ella saca no sabré dar razón. La mejor es la de Vallotas, aunque no saca frutos. Esta está en el concejo de Pravia. En el de Salas tiene el de San Juan de Baoño, que está unida pleno iure al monasterio. La de Soto de los Infantes, la de Biescas, San Juan de Godan, San Vicente de Salas, Santiago de Villazón, Luerces, Santia­ go de la Barca y otras.

(Firmado:) Fr. Ysidoro Colloto.

(11) Sobre los abades de Cornellana, Cf. Zaragoza E. Pascual,Abadolo- gio del monasterio de San Salvador de Cornellana (Siglos XII-XIX), en Ibid., n. 119 (1986), 879-903. ANALISIS DE LA MALACOFAUNA RECUPERADA EN ? LA CUEVA DE «TITO BUSTILLO» (RIBADESELLA, ASTURIAS)

POR

RUTH MORENO ÑUÑO Y ARTURO MORALES MUÑIZ

Laboratorio de Zooarqueología Departamento de Biología (Facultad Ciencias ) Universidad Autónoma de Madrid

1. INTRODUCCION -

El yacimiento de la Cueva de Tito Bustillo se encuentra en la localidad de Ardines (Ribadesella, Asturias) a los Io 23' 10” de lon­ gitud Oeste y 43° 27' 35" de latitud Norte del Meridiano de Madrid, hoja n.° 31 del mapa 1:50.000 del Instituto Geográfico y Catastral. Se encuentra enclavada en materiales del Carbonífero, que han si­ do excavados por la acción erosiva del río San Miguel (MOURE, 1975). Ha sido objeto de diferentes estudios, tanto estrictamente ar­ queológicos como faunísticos, desde los primeros sondeos que bajo la dirección del Dr. M. A. García Guinea se llevaron a cabo en el año 1970. A partir de junio de 1972, el Dr. J.A. Moure Romanillo se hizo cargo de la dirección de las excavaciones, que se han venido realizando durante los años 1972, 1974, 1975, 1977, 1979, 1981 y 6 6 4 RUTH MORENO ÑUÑO Y ARTURO MORALES MUÑIZ

1982. Han sido publicados los estudios del material de las campa­ ñas de excavación realizadas hasta 1975 (GARCIA, 1975; MOURE, 1975, 1976 y MORALES, 1984). La sucesión estratigráfica no ha ofrecido modificaciones subs­ tanciales a lo largo de las diferentes campañas de excavación donde, básicamente, existen dos niveles, presentes en toda la su­ perficie excavada. El nivel 1, con los subniveles la+ lb y le, a los que corresponde el material malacológico estudiado en esta me^- moria, y el nivel 2. Cronológicamente, la ocupación de Tito Bustillo se debió des­ arrollar entre el 12.500 y el 11.500 a.C. Moure (1975) considera que el nivel 1 representa una ocupación de principios del Magda- leniense Superior Regional, para lo que se basa en las dataciones de C14 (el Magdaleniense Superior se extiende desde el 12.400 al 8.000 a.C. —MOURE, 1975—), y en la falta de m aterial microlítico anunciador del Aziliense. También especifica que, desde el punto de vista climático, este Magdaleniense Superior inicial, junto con el Magdaleniense Inferior de la zona, debió desarrollarse en el pe­ ríodo denominado Dryas I,’ prolongándose hasta la oscilación tem­ plada del Bolling. En cuanto a la fauna de mamíferos, la correspondiente a la cata efectuada por García Guinea, ha sido estudiada por C. Fuentes y M. Meijido (en GARCIA, 1975), y el análisis de la fauna obtenida durante las excavaciones de 1972, 1974 y 1975 fue realizada por J. Altuna (en MOURE, 1976). En ambos estudios se señala como especie dominante el ciervo ( Cervus elaphus), seguida por la cabra (Capra pirenaica), el caballo (Equus caballus), los grandes bóvidos (Bos bison ) y el rebeco (Rupicapra rupicapra). Entre la fauna res­ tante, muy escasa, destaca el lobo ( Canis lupus), el zorro (Vulpes vulpes), el lince ( Lynx pardina), el reno ( Rangifer tarandus), el cor­ zo (Capreolus capreólus), el topillo nórdico ( Microtus oeconomus) y tres restos de foca. Los restos de peces correspondientes a las últimas campañas de excavación (1972-1982) han sido estudiados por A. Morales (1984). Los resultados han arrojado un total de dos especies: Salmo salar y Salmo trutta, además de un otolito (sagitta) de Pleuronectiforme. El análisis de la malacofauna de Tito Bustillo correspondiente a las excavaciones llevadas a cabo hasta 1975 inclusive, ha sido rea­ lizado por Madariaga de la Campa (en GARCIA, 1975 y MOURE, 1975, 1976). Correspondiendo el material analizado en esta memo­ ria a las campañas posteriores (1977-1982). ANALISIS DE LA MALACOFAUNA RECUPERADA EN «TITO BUSTILLO» 665

II. MATERIAL Y METODO

II. 1. MATERIAL DISPONIBLE

De la totalidad de los restos recuperados durante las campañas de excavación realizadas desde el año 1977 al año 1982, no hemos tenido acceso a un conjunto de individuos (1,39% del NMI total), considerados de carácter ornamental, por ser éstos actualmente objeto de un estudio paralelo en la Universidad de Oviedo. La re*- lación de los mismos nos ha sido remitida por el Dr. Moure y es incluida en nuestro estudio como un apéndice (apéndice I). La secuencia metodológica seguida comprende, en primer lugar, la separación de los restos identificables de la escoria. Posterior­ mente se procedió a su lavado, identificación, contabilización y medición.

11.2. IDENTIFICACION

El estado de conservación de los restos, relativamente bueno, ha permitido la identificación de prácticamente la totalidad de los individuos. Esta identificación se ha basado en dos fuentes: una bibliográfica (MONTERO, 1971; ORTEA, 1980; PIANI, 1980; etc.), pero, sobre todo, en la colección comparativa del Laboratorio de Zooarqueología de la U.A.M., y en la del Museo de Ciencias Natu­ rales de Madrid, donde identificamos las especies menos comunes de la muestra. Los resultados se presentan tabulados taxonómicamente y ac­ tualizados. También especificamos en las tablas las sinonimias que apare­ cen en otros informes arqueomalacofaunísticos españoles, con el fin de esclarecer una nomenclatura que, en algunos casos, ha lle­ vado a confusiones al realizar estudios comparativos.

11.3. ESTIMACION DEL NUMERO MINIMO DE INDIVIDUOS (NM l)

Los datos cuantitativos son presentados como número mínimo de individuos. El NMI, dado el grado de fraccionamiento que, en algunos casos, presentaba el material, fue estimado sobre una sola porción de la concha: el ápice (en el caso de gasterópodos) y el umbo (en el caso de bivalvos). 666 RUTH MORENO ÑUÑO Y ARTURO MORALES MUÑIZ

En el caso de gasterópodos, la relación ápice-individuo es 1:1, por lo que el recuento del NMI se realiza de modo directo. La re­ lación umbo-individuo es 2:1, siendo en este caso el recuento del NMI indirecto. En este último caso, el NMI se estimó contabili­ zando los umbos derechos e izquierdos correspondientes a cada nivel y cuadrícula del yacimiento por separado, y tomando como NMI representativo, en cada caso, el número mayor de umbos (derechos o izquierdos); teniendo siempre en cuenta la posible va­ riación entre las tallas de las valvas de cada lado que indique in­ discutiblemente la presencia de un individuo no contabilizado.

11.4. BIOMETRIA

El análisis biométrico, debido al escaso número de individuos recuperados de la mayoría de las especies y a su valor alimentario primordial, lo restringimos a las especies más frecuentes (Patella vulgata y Littorina littorea ). Previamente a la toma de medidas fue seleccionada una mues­ tra de 240 individuos, mediante muestreo aleatorio sistemático (PULIDO, 1972). Estos restos así seleccionados fueron siglados y medidos, con excepción de aquellos individuos cuyo estado de conservación impedía tales tareas. La razón de utilizar esta técnica radica en poder aproximar, de la mejor manera posible, los valo­ res de las medias paramétricas y reales sin tener que medir todos los individuos de una muestra enorme (de miles de ejemplares), como era nuestro caso con estas dos especies seleccionadas. . Las medidas biométricas utilizadas se especifican en la Fig. 1. Los individuos muéstrales fueron medidos con un calibre manual (precisión de + /—0,05 cm) y pesados en una balanza analítica con una precisión de + /—0,01 g.

11.5. ESTADISTICA

Se ha utilizado la estadística descriptiva clásica en lo que se refiere al cálculo de medias, varianzas, desviaciones típicas y error estandard, así como en las representaciones gráficas. ANALISIS DE LA MALACOFAUNA RECUPERADA EN «TITP. BUSTILLO» 667

FIG. 1. MEDIDAS BIOMETRICAS UTILIZADAS A—anchura máxima H—altura máxima L—longitud máxima

II.5.B. Análisis de la varianza

Con el fin de detectar posibles variaciones biométricas de las especies Patella vulgata y Littorina littorea, que nos permitan in­ ferencias de posibles cambios en la utilización de este recurso a lo largo del tiempo, fueron realizados dos análisis de la varianza (BMDP-7D.1), uno para cada especie. No se han incluido las medidas biométricas realizadas por Ma­ dariaga debido a la heterogeneidad en la metodología biomètrica y en la exposición de los resultados de las diferentes campañas de excavación, que ha impedido su incorporación al análisis. Esto nos plantea el problema de la disparidad de criterios existentes en el campo de la arqueomalacología en nuestro país, así como la nece­ sidad de unificación de criterios y metodología. ' 668 RUTH MORENO ÑUÑO Y ARTURO MORALES MUÑIZ

De todas formas el material al que hemos tenido acceso, y sobre el que se ha realizado el muestreo de los individuos medidos, representa alrededor de un 66% (en cuanto a NMI se refiere) de la totalidad recuperada en el yacimiento. Fueron utilizados como parámetros del tamaño de los indivi­ duos: (1) la longitud máxima (L), en el caso de Patella vulgata y (2) la altura máxima (H), en el caso de Littorina littorea. El program a utilizado, BMDP-7D.1, analiza los datos de las va­ riables (tallas) por grupos (subniveles la, Ib, le). El nivel 2 no se considera, pues su estudio es parcial. Y determina el grado de significatividad de las posibles desviaciones de las varianzas de cada variable, entre los grupos.

II.6 . RELACION DE SIMBOLOS UTILIZADOS EN CUADROS Y GRAFICOS

1.—Patella vulgata 2.—Littorina littorea 3.—Littorina obtusata 4.—Mytilus edulis 5.— Hinia reticulata 6 .—Trivia monacha 7.—Nucella lapillus 8.—Helicella itala 9.—Turritella communis 10.—Gibbuta sp 11.—Aporrhais pespelicani 12.—Phalium saburon 13.—Euomphalia brigantina 14.—Pecten sp 15.—Moluscos ornamentales tomados en conjunto.

III. RESULTADOS Y DISCUSION

Los resultados del estudio del material malacológico de este yacimiento, correspondiente a las campañas de excavación citadas con anterioridad, quedan reflejados en las Tablas 1 y 2. La Tabla 3 resume la información biomètrica de Patella vulgata y Littorina littorea. Se evidencia así un total de 12 géneros incluidos en 2 clases (GASTROPODA y BIVALVIA), 6 órdenes y 12 familias. Al margen del material malacológico hay que resaltar la presencia de 5 fragmentos de tallo de crinoideo ( echinodermata ). ANALISIS DE LA MALACOFAUNA RECUPERADA EN «TITO BUSTILLO» 6 6 9

En primer lugar, lo que podemos decir sobre esta muestra es que no existen discrepancias significativas entre los resultados parciales obtenidos durante las sucesivas campañas de excavación, tanto en las analizadas en este informe como en las anteriores. Si acaso, podemos decir que ha existido mayor diversidad (represen­ tación cualitativa) de especies en las campañas de excavación precedentes, pero cuya contribución cuantitativa (abundancia) a la composición del conchero, sobre todo desde un punto de vista paleoeconómico, es marginal. Estas especies y/o géneros, citados en informes arqueomalacofaunísticos previos, son: Patella rustica, Skenea serpuloides, Littorina ruáis, Glycymeris glycymeris, Modio- lus sp, Laevicardium norvegicum, Cardium sp, Pecten maximus, Soten sp y un escafópodo del género Dentalium. Los moluscos mejor representados, tanto cualitativa como cuan­ titativamente (Tabla n.° 2), han sido los prosobranquios, los cuales constituyen un 71% del NMI total, mientras que los bivalvos y pulmonados representan un 14%, en ambos casos. Esta utilización mayoritaria de prosobranquios es una constante en el aprovecha­ miento de este tipo de recursos en la zona astur-cántabra (MORE­ NO, sin publ.). Prácticamente todo el conchero de Tito Bustillo, considerado éste como el conjunto de restos de moluscos, está constituido por las especies Patella vulgata y Littorina littorea (en conjunto 98% del NMI total). De las restantes especies, la más abundante es

CLASE GASTROPODA Subclase PROSOBRANCHIA Orden ARCHAEOGASTROPODA Familia pa t e ll id a e Patella vulgata L., 1758 Familia trochidae Gibbüla sp Orden MESOGASTROPODA Familia littorinidae Littorina littorea (L., 1758)

TABLA N.° 1: Relación taxonómica de malacofauna de la Cueva de Tito Bus- tillo. (Campañas 1977-1982). Se proporcionan sinonimias con el fin de evitar en el futuro situaciones nomenclaturales am­ biguas. 670 RUTH MORENO ÑUÑO Y ARTURO MORALES MUÑIZ

Littorina obtusata (L., 1958) Familia turritellidae Turritella communis (RISSO, 1826) Familia aporrhaidae Aporrhais pespelicani (L., 1758) Familia eratoidae Trivia monacha (DA COSTA, 1778) sinon. = 7\ arctica; T. euro- paea; Cypraea europaea Familia c a ssid a e Phalium saburon (BRUGUIERE, 1792) sinon. = Cassis saburon

Orden NEOGASTROPODA Familia thaididae Nucella lapillus (L., 1758) sinon. = Purpura lapillus Familia na ssa r id a e Hinia reticulata (L., 1758) sinon. = Nassa reticulata

Subclase PULMONATA

Orden STYLOMMATOPHORA Familia helicidae Helicella itala (L., 1758) Euomphalia brigantina (DA SILVA, 1805)

CLASE BIVALVIA

Subclase PTERIOMORPHA

Orden ARCOIDA Familia m y tilidae Mytilus sp

Orden PTERIODA Familia pe c t in id a e Pecten sp

TABLA N.° 1 (Cont.) ANALISIS DE LA MALACOFAUNA RECUPERADA EN «TITO BUSTILLO» 671

NIVELES la lb la-b lb-c lc TOTAL lcl 1C2 1C3 U 3+* ESPECIES

Patella vulgata 375 1509 45 103 174 413 693 33 173 4018

Gibbula sp 1 1

Littorina littorea773 1166 53 91 122 368 310 54 68 3005

Littorina obtusata18 41 4 5 12. 21 3 8 112

Turritella coaaunis1 1(?) 2

Aporrhais pespelicani1 1'

Trivia aonacha 1 2 (?) 2 5

Phaliua saburon 1 1

Nucella lapillus 3 1 k.

Hinia reticulata 1 6 7

Helicella itala U?) 2 3

Euoaphalia brigantina i 1

Mytilus sp 8 9 1 3 1 1 23

Pecten sp 1 _J 1

* ECHINODERHATA

Crinoideo (NR) 4 1 5

TOTAL Í179 27V4 99 198 309 795 1025 90 250 7189

TABLA N.° 2: Relación numérica (NMI) por especies de la malacofauna, se­ gún unidades estratigráficas, en Tito Bustillo (Campañas 1977- 1982). No se incluyen aquellos individuos de los que se carece del dato del nivel 6 7 2 RUTH MORENO ÑUÑO Y ARTURO MORALES MUÑIZ

3 .A

MEDIDAN x +/- Sm Sd

L ( mm ) 240 38,35 +/- 0,35 5,34 A ( mm ) 240 32,90 +/- 0,34 5,22 H ( mm ) 240 15,27 +/- 0,19 2,91 P ( gr ) 240 5,53 +/- 0,15 2,30

3.B

MEDIDA N x +/- Sm Sd

H ( mm ) 235 26,91 +/- 0,41 6,22 A ( mm ) 231 21,00 +/- 0,27 4,11 P ( gr ) 240 4,41 +/- 0,14 2,12

TABLA N.° 3: Datos biométricos de las especiesPatella vulgata (3.A) y Litto­ rina littorea (3.B).

Littorina obtusata (1,5%), correspondiendo el 0,5% restante a las demás especies tomadas en conjunto. En este sentido hay que de­ cir que Madariaga obtuvo resultados análogos. Del material por él estudiado, Patella vulgata y Littorina littorea representan el 95% del NMI total mientras que Littorina obtusata un 3,5%. Lógi­ camente, el 1,5% restante está constituido por el conjunto de las - demás especies representadas en el yacimiento. Posiblemente las diferencias porcentuales no sean más que debido al propio com- portaminto de las muestras analizadas, pero no a factores «deter- minísticos» (en nuestro caso, diferente estrategia recolectora de la población humana). Aunque parece resultar indiscutible la utilización mayoritaria de gasterópodos prosobranquios en Tito Bustillo, hay que tener en cuenta la mayor fragilidad de algunas conchas de bivalvos (en nuestro caso concreto la especie Mytilus edulis sería el ejemplo más aparente), así como de los pulmonados representados ( Helicella ANALISIS DE LA MALACOFAUNA RECUPERADA EN «TITO BUSTILLO» 673 itala y Euomphalia brigantina) que, a nuestro juicio, podría dar lugar a una infrarrepresentación de los mismos. La problemá­ tica de preservación de Mytilus edülis y de los pulmonados es diferente. De este modo apreciamos cómo Mytilus edulis es una especie que presenta una constancia alta (CA=48%) (1); sólo su­ perada en la zona por las especies Patella vulgata y Littorina litto­ rea (CA=100% y CA = 62%, respectivamente). El rendimiento de esta especie, entendiendo como tal la relación % comestible: % de desperdicio, resulta ser alto (49% comestible y 51% de desperdicio según M adariaga y entre 30-40% comestible y 60-70% de desperdi­ cio según Andreu —en GONZALEZ y el., 1980—). Por otra parte, su frecuencia en los yacimientos de esta zona no parece corresponderse con una utilización masiva del recurso. Todo esto nos lleva a inferir una posible infrarrepresentación en los mismos, difícilmente cuantificable, pero por lo mismo digna de tenerse en cuenta al valorar su contribución a la paleoeconomía astur-cántabra en general y al yacimiento de Tito Bustillo en par­ ticular. En lo que concierne a los pulmonados, B. Quirós (1980) destaca las precauciones que debemos adoptar al considerar la aparición de moluscos terrestres en los yacimientos paleolíticos debido a lo fácil que es encontrar restos de estos gasterópodos en cuanto se remueve cualquier trozo de terreno actual, por lo que su presencia podría no siempre deberse a una intervención humana en el pa­ sado. En el yacimiento de Tito Bustillo los pulmonados presentan una baja constancia (2 especies) y frecuencia (0,05% del NMI to­ tal); además son especies pequeñas que no parecen haber sido utilizadas en ninguna medida en los yacimientos de la zona (se citan por primera vez). Carecen, por último, de cualquier tipo de modificaciones que indiquen una posible función ornamental. To­ do lo cual parece indicarnos, a primera vista, una presencia azarosa (contaminante) en este conchero, aun teniendo en cuenta su posi­ ble infrarrepresentación, debido a su fragilidad. Si asumimos como norma una preservación y recuperación ho­ mogénea de todos los restos, la diferente frecuencia de las especies en el yacimiento nos estaría reflejando indirectamente el tipo de utilización preferencial de esta fauna, que vendría dado en función del uso para el que se destinaban (Gráf. n.° 1).

(1) Para la estimación de la constancia (CA) han sido considerados un total de 29 yacimientos (N) de la zona astur-cántabra, donde: CA=Na/N x 100 Na=N.° de muestras en que aparece la especie A. N=N.° total de muestras. 674 RUTH MORENO ÑUÑO Y ARTURO MORALES MUÑIZ

GRAFICO N.° 1: Frecuencias absolutas (NMI) de las especies de moluscos representados en Tito Bustillo. (Campañas 1972-1984). ANALISIS DE LA MALACOFAUNA RECUPERADA EN «TITO BUSTILLO» 675

En primer lugar, resulta obvio el carácter potencialmente ali­ mentario de las especies consumibles como Patella vulgata y Litto­ rina littorea. Menos clara parece la utilización de Littorina obtusata, la cual ha sido considerada como especie de carácter exclusivamente ornamental por Madariaga (1964, en MOURE, Op. cit.). Su pequeño tamaño y el hecho de aparecer perforada intencionalmente son las razones que se aducen para considerar que no constituía par­ te de la dieta de los hombres paleolíticos. Pero también hay que notar que, a pesar de su aparentemente innegable contribución fundamental a la dieta, Littorina littorea y, en menor medida, Pa­ tella vulgata han sido utilizadas para fines que podríamos deno­ minar como secundarios. Esto es lo que podríamos deducir de las perforaciones intencio­ nadas de 5 individuos de Littorina littorea y 3 de Patella vulgata en este yacimiento. La menor frecuencia de Littorina obtusata se puede deber, por otra parte, a su menor contribución potencial a la dieta, por ser menos rentable económicamente (más pequeña); pero, a nuestro juicio, esto no implicaría necesariamente una diferenciación inter­ específica entre Littorina littorea y Littorina obtusata (la primera con fines alimentarios, la segunda con fines ornamentales) por parte de los pobladores de los yacimientos paleolíticos; más aún cuando las distribuciones zonales en la costa de estas dos especies se superponen en ciertos niveles, como así ocurre con ambas espe­ cies (Littorina littorea oscila entre el nivel HWST y MLWNT y Littorina obtusata del MHWN al MLWS (FRETTER y GRAHAM, 1962). En cualquier caso debemos pensar que los factores que, inter- actuando, parecen haber contribuido en la selección de los molus­ cos con fines alimentarios son la mayor accesibilidad, facilidad de recolección y el rendimiento de unas especies con respecto a otras. Desde luego, los moluscos más accesibles del hábitat marino son los de la zona intermareal y, dentro de éstos, los gasterópodos los que presentan menor dificultad técnica en su recolección. Todo ello justifica la utilización mayoritaria de Patella vulgata y Litto­ rina littorea, que, además, parecen haber sido también abundantes en el Cantábrico en las épocas consideradas. Entre las restantes especies, que podríamos denominar secun­ darias o marginales, merecen especial mención Mytilus edulis, Hinia reticulata y Trivia monacha, tanto por ser especies cuya frecuencia en este yacimiento es sensiblemente superior a las demás especies acompañantes, como por presentar una presencia relativamente 676 RUTH MORENO ÑUÑO Y ARTURO MORALES MUÑIZ constante en los yacimientos de Asturias y Cantabria, la cual pa­ rece indicarnos «a priori» una cierta preferencia de selección. Cabe señalar además, dentro de este grupo de individuos orna­ mentales, la sorprendente presencia de Sknea serpuloides, molusco de 1,5 mm. de altura y 1,2 mm. de longitud (según PRETTER y GRAHAM, 1977). A nuestro parecer, excesivamente pequeño para ser utilizado en este sentido, por lo que creemos que sería necesa­ ria una constatación del dato. El carácter ornamental de parte de estas especies de moluscos, que denominamos marginales, queda, en general, patente en modi­ ficaciones artificiales de la concha. Aunque nosotros no observamos ningún tipo de modificaciones en nuestros individuos muéstrales, dado que no tuvimos acceso, como hemos señalado con anteriori­ dad, al conjunto de especies consideradas ornamentales (Apéndice I), cabe señalar que en este yacimiento han aparecido individuos perforados intencionalmente de Littorina obtusata, Trivia monacha ( = T. europaea), Hinia reticulata, Laevicardium norvegicum y Gly- cymeris glycymeris, además de un ejemplar de Patella vulgata re­ cortado y pulimentado y un individuo de Littorina obtusata con restos de ocre en su interior. Las perforaciones de Littorina obtu­ sata fueron realizadas por erosión o desgaste, mientras que las que aparecen en ejemplares de Trivia monacha lo fueron por ba­ rrenado (MADARIAGA en GARCIA, 1975 y en MOURE, 1975, 1976). La asociación malacológica que caracteriza a este yacimiento incluye especies tanto de hábitat rocoso como de todo tipo de fondos blandos (arenosos, lodosos, detríticos, etc.) con un amplio rango batimétrico, que abarca desde el piso supralitoral hasta el batial. Pero, como bien expone Madariaga (en MOURE, 1975), los dos géneros más representativos, Patella sp y Littorina sp, eviden­ cian un marisqueo en facies rocosa en la zona intermareal. En esta zona también pudieron ser recolectadas otra serie de taxa, como Nucella lapillus y Mytilus edulis. La frecuencia tan baja que presentan las especies que habitan fondos blandos ( Turritella com- munis, Aporrhais pespelicani, Phálium saburon y Pecten sp, entre otras) y, en algunos casos, la profundidad a que se pueden encon­ trar, nos obliga a desechar la posible explotación de estos tipos de hábitat por el hombre paleolítico, llevándonos a inferir su reco­ lección de la arena conchífera de la playa o a su presencia azarosa entre los moluscos recolectados en zona rocosa. Esta misma característica marginal de la mayoría de las espe­ cies constituyentes del conchero, así como la amplia tolerancia a cambios ambientales de las especies mejor representadas, impiden inferencias paleoecológicas y paleoclimáticas fiables. ANALISIS DE LA MALAGOFAUNA RECUPERADA EN «TITO BUSTILLO» 677

IV. ANALISIS COMPARADO POR NIVELES

Con el fin de realizar un estudio coherente de los posibles cam­ bios en la utilización del recurso malacológico a través del tiempo, hemos realizado una recapitulación de los resultados parciales de las diferentes campañas de excavación realizadas hasta el presente en la Cueva de Tito Bustillo. Este análisis comparado se refiere a la estructura del conchero como unidad (Tabla n ° 4). El lapso de tiempo, relativamente corto, que abarca la secuen­ cia estratigráfica del yacimiento y su unitaridad cultural son facto­ res que parecerían potenciar la homogeneidad del conchero; pero, aun así, hemos podido constatar ciertas diferencias llamativas en­ tre los niveles y subniveles del mismo. El porcentaje de especies presentes en los 3 subniveles del nivel 1 es prácticam ente constante: 67% en el subnivel Ib y le y 62% en el subnivel la. En el nivel 2, en cambio, se constató la constan­ cia menor, un 14% de la totalidad de las especies presentes en el yacimiento, al igual que ocurría con la mastozoofauna (ALTUNA en MOURE, 1976). Patella vulgata, Littorina littorea y Littorina ob­ tusata muestran una presencia constante, aunque no homogénea, a través del yacimiento, mientras que Gibbula sp, Trivia monacha, Hinia reticulata y Mytilus edulis sólo están ausentes en el nivel 2. Lógicamente, las especies poco frecuentes están restringidas a 'uno, o como máximo, dos niveles: Patella rustica (según Madariaga), Phalium saburon y Solen sp (según Madriaga) sólo se han encon­ trado en el subnivel la, Glycymeris glycymeris en el Ib, Euompha- lia brigantina, Modiolus sp y Laevicardium norvegicum en el le y Littorina rudis (según Madariaga) en el nivel 2. • - .... v El NMI total, por niveles,:también* es* menor, en el nivel 2-, su­ poniendo tan sólo el 2% del NMI total del yacimiento.. En el resto de los niveles, los porcentajes sobre NMI totales es mayor. (Gráf. n.° 2). Como se puede ver, existe una progresiva disminución del nivel le al la, que puede ser debida, tanto a una disminución de la explotación de este recurso a lo largo del tiempo como a causas tafonómicas que, dado el actual estado de las investigaciones en este terreno, se nos escapan. - , La menor representación, tanto cualitativa como cuantitativa, de moluscos en el nivel 2, así como de todo tipo de restos, se debe a que la profundización de la excavación hasta este nivel se ha li­ mitado a la cata realizada por García Guinea (cuadrículas XII E y XIII E) en la entrada de la cueva, y a las cuadrículas XII F y XIII F, 678 RUTH MORENO ÑUÑO Y ARTURO MORALES MUÑIZ

CLASE GASTROPODA

Subclase PROSOBRANCHIA

Orden ARCHAEOGASTROPODA Familia patellidae Patella vulgata L., 1758 Patella rustica L., 1758 Familia trochidae Gibbula umbilicalis (DA COSTA, 1778) Gibbula sp Familia sken eid a e Skenea serpuloides (MONTAGO. 1808) Skenea sp

Orden MESOGASTROPODA Familia littorinidae Littorina littorea (L., 1758) Littorina obtusata (L., 1758) Littorina ruáis (MATON, 1797) Familia turritellidae Turritella communis (RISSO, 1826) Familia calyptraeidae Calyptraea chinensis (L., 1758) Familia aporrhaidae Aporrhais pespelicani (L., 1758) Familia eratoidae Trivia monacha (DA COSTA, 1778) Familia c a ssid a e Phalium saburon (BRUGUIERE, 1792)

Orden NEOGASTROPODA Familia thaididae Nucella lapillus (L., 1758) Familia n a ssa r id a e Hinia reticulaáa (L., 1758)

TABLA N.° 4 : Relación taxonómica total de la malacofauna de la Cueva de Tito Bustillo. (Campañas 1970-1982). ANALISIS DE LA MALACOFAUNA RECUPERADA EN «TITO BUSTILLO» 679

Subclase PULMON ATA

Orden STYLOMMATOPHORA Familia helicjdae Helicella itaía (L., 1758) Euomphalia brigantina (DA SILVA, 1805)

CLASE BIVALVIA

Subclase PTERIOMORPHA

Orden ARCOIDA ... Familia glycymeridae Glycymeris glycymeris (L., 1758) Familia m y tilid a e Mytilus edulis (L., 1758) Mytilus sp Modiolus sp “ ; "

Orden PTERIOIDA : Familia p e c t in id a e Peden maximus (L., 1758) Pecten sp

Subclase HETERODONTA : :

: Orden VENEROIDA ^ : Familia cardiidae Laevicardium norvegicum (SPENGLER, 1790) Cardium sp Familia solen id a e Solen sp

CLASE SCAPHOPODA

Familia dentaliidae Dentalium sp

TABLA N.° 4 (Cont.) 680 RUTH MORENO ÑUÑO Y ARTURO MORALES MUÑIZ

GRAFICO N.° 2: Frecuencia relativa de la malacofauna de Tito Bustillo por subniveles. donde Moure profundizó en este nivel, por capas artificiales de 10 cm. (MOURE, 1976). Existe una relación homogénea entre gasterópodos, bivalvos y pulmonados a través de todo el yacimiento, si exceptuamos el nivel 2 cuyos resultados son parciales y que presentó únicamente gas­ terópodos. Los gasterópodos, como ocurre en todos los yacimientos de la zona cantábrica, son los mejor representados cualitativamente, oscilando entre el 77 constatado en el subnivel la y el 67 de los subniveles Ib y le. Les siguen los bivalvos con una constancia en el subnivel la del 15 y del 25 en el Ib y le. Por último, los pulmo­ nados sólo están representados por un total de dos especies, que constituyen el 8 en el nivel 1. En cuanto al NMI por especies a través del nivel 1, vemos que, mientras que las especies de baja frecuencia, consideradas en con­ junto en el gráfico (dado su limitado NMI) y Littorina obtusata prácticamente no varían de un subnivel a otro, Patella vulgata y Littorina littorea sí lo hacen de manera apreciable (Gráf. n.° 3). Resulta obvia la disminución de Patella vulgata desde el estrato más antiguo (subnivel le) al superficial (subnivel la), en contraposición al aumento de Littorina littorea en el mismo sentido. Parece como si existiese una relación de complementariedad entre'ambos taxo- nes. Teniendo en cuenta que el rendimiento útil de Patella vulgata ANALISIS DE LA MALACOFAUNA RECUPERADA EN «TITO BUSTILLO» 681

Litto- (1), (1), Patella Patella vulgata (3) y especies ornamen­ y especies (3) LUtonna, LUtonna, obtusata (2), (2), tales (15) por subniveles. por (15) tales rina rina littorea GRAFICO N.o 3: Frecuencia relativa de las especies GRAFICO especies las de 3: relativa Frecuencia N.o 6 8 2 RUTH MORENO ÑUÑO Y ARTURO MORALES MUÑIZ es mayor que el de Littorina littorea (25,21 y 18,36 de peso comes­ tible, respectivamente —según MADARIAGA en GONZALEZ y col. 1980—), no parece lógica la equiparación en la selección de estas dos especies a lo largo del tiempo, suponiendo una disponibilidad análoga. Como aproximación a este problema, tratamos de com­ probar la posible existencia de una sobreexplotación de Patella vulgata, que incidiría, en un primer momento, en una disminución de su tamaño, y justificaría, por tanto, está'tendencia observada. Los resultados del análisis de la varianza realizado para la especie Patella vulgata no reflejan, sin embargo, diferencias sig­ nificativas en los tamaños de esta "especie para los 3 subnivelesr considerados (F = 0,002 y p = 0,9773), (Tabla n.° 5.A). Menos aparente ha resultado el análisis de la varianza en el caso de Littorina littorea, donde el estadístico nos indica que las diferencias de tamaño observadas en los tres subniveles no parecen ser significativas (F = 2,82), pero con un nivel de significación de sólo p = 0,0618 (Tabla n.° 5.B). Por todo ello podemos aventurar que la aparente alteración en la utilización de estas dos especies no parece deberse a una sobre- explotación de Patella vulgata, que conllevaría una mayor utiliza­ ción de otros recursos malacológicos (en nuestro caso Littorina littorea). Las causas de la complementariedad de estas especies podría deberse: (1) a efectos tafonómicos, (2) a una accesibilidad diferen­ te de ambas especies, (3) a un patrón cultural de colecta; causas no fácilmente detectables, en este caso, que nos adentrarían en un campo puramente especulativo.

A SUBNIVELES la Ib l c P. ESTAD.

33 47 160 X 38,5 38,3 38,3 Sd 5.57 6,33 5,01 Sm 0,97 0,92 0,40 F 0,02 P 0,9773

TABLA N.° 5: Resultados de los análisis de la varianza realizados Pa­ para tella vulgata (A) y Littorina littorea (B) = ANALISIS DE LA MALACOFAUNA RECUPERADA EN «TITO BUSTILLO» 6 8 3

B

SUBNIVELES la Ib le P. ESTAD.

N 34 46 154 X 25,5 28,7 26,6 Sd 7,04 5,73 6,11 Sm 1,21 0,84 0,49 F 2,82 P 0,0618

TABLA N.° 5 (Cont.)

V. CONCLUSIONES

La malacofauna del yacimiento de la Cueva de Tito Bustillo se encuentra representada por un total de 26 especies, pertenecientes a 3 clases (GASTROPODA, BIVALVIA y SCAPHOPODA) y 18 fa­ milias. Las frecuencias absolutas (NMI) de cada una de ellas son las siguientes:

ESPECIES NMI

Patella vulgata var. sautuola 15 Patella vulga 6486 Patella rustica 4 Gibbula sp 3 Littorina littorea 4054 Littorina obtusata 243 Littorina ruáis 1 Turrit ella communis 3 Aporrhais pespelicani 2 Trivia monacha 30 Phalium saburon 1 Nucella lapillus 4 Hinia reticulata 14 Helicetla itala 3 Euomphalia brigantina 1 Gycymeris glycymeris 1 6 8 4 RUTH MORENO ÑUÑO Y ARTURO MORALES MUÑIZ

Mytilus edulis 9 M ytilus sp 23 Modiolus 1 1 Pect'en maximus 2 Pecten sp 1 Laevicardium norvegicum .. 1 Cardium sp 1 Solen sp (?) 1

Las especies Patella vulgata, Littorina littorea y, presumiblemen­ te también, Littorina obtusata constituían parte de la dieta de los hombres del período Magdaleniense al que se atribuye la ocupación. Patella vulgata es indiscutiblemente la especie con mayor contri­ bución a la supuesta dieta. Se ha observado, no obstante, una tendencia a equipararse las contribuciones relativas a Patella vul­ gata y Littorina littorea a lo largo del tiempo. Fenómeno que no parece deberse a una sobreexplotación de Patella vulgata, que con­ llevaría a una mayor utilización de otros recursos malacológicos (en nuestro caso Littorina littorea)-, sino que podría deberse-a: (1) efectos tafonómicos, (2) una accesibilidad de ambas especies diferente, (3) una alteración del patrón cultural de selección del recurso, causas no fácilmente detectables, en este caso, que nos adentrarían en un campo puramente especulativo. La valoración del posible aporte de Mytilus edulis al marco paleoeconómico general es confuso, pues parece ser importante la infrarrepresentación de'esta especie en los yacimientos astur-cánta- bros en general y en este yacimiento en particular, debido a su fragilidad. - Además de como elementos de la dieta,' á Littoriná obtusata y, en menor medida, Littorina littorea y Patella vulgata se les dio tam­ bién un usó secundario de carácter ornamental, que quedaría re­ flejado en iás perforaciones intencionadas observadas, así como restos de ocre, que se aprecian en algunos de los ejemplares. Entre las restantes especies, que podríamos denominar secun­ darias o marginales, merecen especial mención Hinia reticulata y Trivia monacha, tanto por ser especies cuya frecuencia en este yacimiento es sensiblemente superior a las demás especies acom­ pañantes, como por presentar una presencia relativamente cons­ tante en lós" yacimientos de Asturias y Cantabria,, la cual parece indicarnos “«a priori» una cierta preferencia dé.selección. ANALISIS DE LA MALACOFAUNA RECUPERADA EN «TITO BUSTILLO» 68 5

La presencia de pulmonados ( Helicella itala y Euomphalia bri­ gantina) en el yacimiento de- Tito Bustillo parece ser accidental. Finalmente quisiéramos resaltar la necesidad de establecer una metodología clara y la necesidad de unificar criterios, a todos los niveles, en el campo de la arqueomalacología, dada la problemática que se suscita en este campo a la hora de realizar estudios com­ parados y aun de integrar los resultados de diferentes campañas , de excavación de un mismo yacimiento.

APENDICE I

Relación de las especies ornamentales, por niveles, que están siendo objeto de una tesina paralela en la Universidad de Oviedo:

ESPECIESNMI NIVELES

Patella vulgata 2 la 1 Ib Gibbuta umbilicalis 1 Ib Skenea serpuloides 2 la (—Cyclostrema serpuloides) 8 le Skenea sp 1 le Littorina obtusata 4 la 1 Ib 2 lb-c 11 le 2 lCi 3 lc3 Littorina saxalitis 1 le

1 lc2 1 lc 3 Turritella communis 1 Ib Calyptrae chinensis 1 lb-c Aporrhais pespelicani 1 le ( — Quenopus pespelicani) Trivia mohacha 9 la ( = Trivia europaea) 11 Ib 3 lb-c 11 le 686 RUTH MORENO ÑUÑO Y ARTURO MORALES MUÑIZ

3 leí 2 lc 2 3 Ib (?) (sala de pinturas) Nucella lapillus 1 la

ESPECIES NMI NIVELES

Nucella lapillus 1 lb-c (= Purpura lapillus ) 2 le Hinia reticulata 2 la (= Nassa reticulata ) 2 lb-c 3 le Glycymeris glycymeris 1 la ( = Pectunculus glycymeris) 1 lb Laevicardium nirvegicum 1 lc (=Cardium norvegicum) 1 lb *Cyclonassa neritea 1 la *Cyclope neritea 1 lb

* La acepción actualizada de estas especies nos ha sido imposible determinar­ la sin tener acceso a los ejemplares.

AGRADECIMIENTOS

Deseamos, en primer lugar, manifestar nuestra gratitud al Dr. Moure Romanillo por habernos confiado los restos malaco- faunísticos del yacimiento de Tito Bustillo para su estudio. Así como al Dr. J. Templado y la Dra. M. T. Aparicio, personal investi­ gador del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, quienes nos asesoraron en la clasificación de los restos malacofaunísticos y nos facilitaron numerosa bibliografía. Inestimable ha sido el asesoramiento del Dr. A. García, profesor de la División de Matemáticas de la UAM, a la hora de interpretar los análisis matemáticos. También, y de forma muy especial, qui­ siéramos expresar nuestro agradecimiento al Dr. Luque por su va­ liosa colaboración en la fase de clasificación del material. ANALISIS DE LA-MALACOFAUNA RECUPERADA EN «TITO BUSTILLO» 6 8 7

BIBLIOGRAFIA

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POR

RAMON SORDO SOTRES

Las crónicas medievales llamadas de Alfonso III y Albendense narran hechos que condujeron a la formación en el siglo VIII del Reino de los asturianos. En dichos relatos aparecen varios nombres de sitios relacionados con la famosa batalla de Covadonga en que los moros fueron echados de nuestro suelo. En este artículo voy a tratar de aportar luz sobre el significado de estos nombres.

CUEVA L'QNGA/COVADONGA/CUADONGA

Así se llaman una cueva, una parroquia, unos pequeños montes y una pradería del concejo de Cangas de Onís. Para intentar ex­ plicar por qué nació este topónimo, estudiaré las dos variantes autóctonas: Cueva l'Onga y Cuadonga (1), ya que así es preceptivo en los estudios sobre la formación de los topónimos, aunque en este caso está claro que tanto «Cueva», como «Cova-» y como «Cua-», signifcan «cueva».

(1) Los nativos de Llerices, el pueblo más cercano, así nombran, o nom­ braban, la íamosa cueva y el núcleo habitado inmediato, según me fue ^e^UDJos comunicado en dicho lugar por varios vecinos el 1 de abril de 1986, Angel Labra Ribera, Miguel Larrea Larrea y María Sánchez Fernández de junio de 1987. 6 9 0 RAMON SORDO SOTRES

Tradicionalmente se admite que Covadonga quiere decir «Cueva de la Señora [la Virgen María]». Yo creo, sin embargo, que Cueva l'Onga (nombre a mi parecer más antiguo que Cuadonga, que quizá sea una deformación de Covadonga) significa «Cueva el (o «del») Agua». Mis argumentos son:

1) Los nombres con que aparece en las citadas crónicas la actual Cueva l’Onga/Cuadonga, son:

—Coba dominica (Rot. 9,3)- - - - ....

—Coua sánete Marie (Seb. 9,2).

—Domum sánete uirginis Marie (Rot. 10,5).

—Domum sánete semper uirginis Marie (Seb. 10,4).

—Antrum de Aseuba ( = la cueva de Aseuva) (Alb. XVa (E marg. A)).

—Antrum de Aguseba ( = la cueva de Aseuva) (Alb. XVa (R) t,5). ■■ ■ - ; ■:....: ■:■■■:

De los cinco últimos nombres citados no pueden derivar ni Cueva l'Onga ni Cuadonga, como es obvio. Del primero («coba dominica»), parece que tampoco, pues, según Moralejo, «hubie­ ra dado algo así como **Cova.dominga» (2}...... En los renglones anteriores de la crónica aparecen 8 veces palabras cuyas primeras letras son «domin», y yo supongo que los cronistás medievales se habrán equivocado al escribir el nombre de nuestra cueva. ~ •

2) Si «Cueva» significa «cueva» y «-1-», «el», queda por conocer qué quiere decir «-onga», terminación igual o similar a la de los siguientes topónimos del Oriente de Asturias o de León:

—Triongu, parroquia de Cangas de Onís y caserío pertenecien­ te a dicha parroquia que rodea la iglesia parroquial; situada

(2) J. G il F e r n a n d e z , J.L. M oralejo y J.I Ruiz de la P e ñ a, “Crónicas asturianas”. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Oviedo. 1985, pág. 203, nota 27...... * NOMBRES DE SITIOS RELACIONADOS CON LA BATALLA DE COVADONGA 691

ésta muy cerca del riu Sella (la localización de estos sitios me fue facilitada por Celso de Diego Somoano). Según Xosé Lluis García Arias, «Tri-» puede significar «al otro lado de».

En un documento de 834, aparece el nombre «Triunico» (3).

—Hacia Pertecéu (parroquia de Tielve) existe una cueva que escuché nombrar a los lugareños con las siguientes pronun­ ciaciones:

La Cueva de Ombu, la Cuevadombu, la Cueva Dongu, la Cuevadonga y la Cueva l’Ombu. Topónimo derivado es la Conchuca de Ombu. Dicha oquedad contiene agua y, al igual que Cueva l’On- ga/Covadonga, parece ser que se comunica con otra cueva, la de Crimienda (4).

—Las Broqueras de l'Omba, también en términos de Tielve, ha­ cia Obar (hay muchísimos topónimos en el Oriente de Astu­ rias que unas veces se dicen con «b» y otras con «g»).

—Por ambas orillas del Dobra, un importante río, se extiende Carombu, un valle donde pastan los ganados de los vecinos de Amieva, Sayambre y Valdeón, y que en los viejos docu­ mentos es nombrado de la siguiente forma:

Caromo, Caronmo (7 de octubre de 1304). Caronbo (7 de octubre de 1326). Carombo (19 de noviembre de 1444) (5).

«Car-» quiere decir «piedra» o «roca» (6).

(3) C. S á n c h eA zl b o r n, o“Orígenes z de la Nación Española. Estudios crí­ ticos sobre la Historia del Reino de Asturias”, Tomo II, pág. 247, nota 43. (4) Información proporcionada durante 1985 por C.D.A., L., D.M.V., M.R. y S.M.L., de Tielve. (5) E. M a r t i, n “La o Montaña de Valdeburón (Biografía de una comarca leonesa)”, Publicaciones de la Universidad Pontificia Comillas, Madrid, 1980, págs. 55, 213 y 215. (6) X.L1. G a r c í a A r i a, s“Pueblos asturianos, el porqué de sus nombres”, Ayalga, 1977, pág. 52. 692 RAMON SORDO SOTRES

3) «-Onga» y «-Ongu» pueden provenir de «*Onno, *Onna», que es una voz abundante en la terminología de las aguas en España y Francia (7), y de la que quizá deriven los nombres que aquí van:

—Onís, concejo del Oriente de Asturias, pero también una pa­ rroquia (Santa Eulalia de Onís). Ningún pueblo se llama Onís.

«-ís» es, en Cabrales, un sufijo diminutivo (8), por lo que el nombre podría significar «pequeño río».

Hecha esta hipótesis, acudí a comprobarla sobre el te­ rreno y vi que la iglesia de la citada parroquia está situada entre dos ríos: El Güeña y un pequeño afluente de éste. Además, en las inmediaciones del templo mana agua de una fuente.

—Pió, pueblo de Sayambre (León) que los viejos pronuncia­ ban con acento en la «o» y no en la «i» (9), por lo que puede significar «al pie del río», según Xosé Lluis García Arias.

—«Fuente de Ongallinera», uno de los límites entre Onís y Ca­ brales (10).

ENNA • : . . .

Dice la versión rotense de la crónica de Alfonso III: «ex qua spelunca magna flubius egreditur nomine Enna» ( = de esa gran cueva (la actual Cueva l'Onga/Covadonga) sale un río llamado Enna). Según Xosé Lluis García Arias, «Enna» podría hacer alusión al agua.

(7) G arcía A r ia s , cbra cilada, pág. 94. (8) J. A lvarez F e r n a n d ez Ca ñedo , “El hablay la cultura popular de Ca­ brales”, Revista de Filología Española, AnejoLXXVI, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid,1963, p á g . 45. (9) Información de ElenaR o d r íg u e z D iaz-Ca n e ja . J .R . L u e j e , “Picos de Cornión”, Gijón, 1968, pág. 47. (10) Según consta en unos papeles del Ayuntamiento de Cabrales del si­ glo XVIII o XIX. En otros de 1773 aparece como “la Fuente de Gallinera”. NOMBRES DE SITIOS RELACIONADOS CON LA BATALLA DE COVADONGA 693

S; Hoy, dicho río se llama Deva (aunque se intentó, por decreto, llamarle río Covadonga). , > - ; De «Enna» derivan, o se relacionan con dicho topónimo, otros nombres de sitios próximos: ’ , -n

1) Enol, nombre de un lago, .una vega, una «cueñe» (concha), una fuente, un «porru» (altura solitaria), un distrito de pastos del Puertu Cangas (altos pastos del concejo de Cangas de Onís) y creo que una peña de 2.478 metros de altura.

Enol es, también, el nombre de una vega de Sobrefoz (Ponga)...... ______

2) Priena (también llamado Priene y Priana), monte situado (y despoblado con eucaliptos a pesar de encontrarse en términos del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga) al este del riu Deva, y cuyo nombre, según Arias, puede significar «juntó a Enna», aunque advierto que también podría dénvar de <

3) Reinazu, río que nace en Comeya, una enchárcadísimá vega. K Dicho río se junta con el río de Orandi y ambos forman el riu Deva (11). ’

* * *

.. t -r - .» Después de la derrota, los moros pusieron pies en polvorosa. ¿Por dónde húyeron?' : r ' ...... , . ^ :

GÜESERA : • .....- ■ - í:./ r.r-r;J-7....: • -v— >

Es el nombre de un valle situado al par de «la Carretera el Puer­ tu» (la que asciende desde Cueva l’Onga/Covadonga hasta Los La­ gos). " Aunque Sánchez Albornoz opinaba que allí «la matanza debió (sic) ser cruelísima» (12), dos pastores me comentaron el 6 y;el 16 de junio de 1987 que dicho topónimo debe su origen a que en” di­

(11) El río de Orandi se sumerge en una cueva y Yesurge parté de él en los Chorros de la Virgen, debajo de Cueva l’Onga/Covadonga. (12) S á n c h ez A l b o r n o z , obra citada, Tomo II, pág.28. ' 694 RAMON SORDO SOTRES

cho lugar morían vacas a montones porque a causa de la mucha «rosada» ( = rocío) en los prados, las vacas contraían una infección llamada «llamberizu» y morían. Hubo ganaderos, siguió afirmando uno de ellos, a los que tal sitio llevó a la ruina. No obstante, también otro pastor me habló de que el nombre se debe a que allí habían muerto muchos con ocasión de «la ba­ talla». Juzgo más fidedigna la primera versión.

AMUESA

Los musulmanes sobrevivientes a la batalla de Covadonga, «in uertize montis Aseuua ascenderunt atque per locum Amossa ad Liuanam descenderunt» (Rot. 10,10 a 12). «In uertice montis Aseuue ascenderunt atque preruptum mon­ tis, qui a uulgo appellatur Ammossa, ad territorium Libanensium precipites descenderunt» (Seb. 10,10 a 12). Es decir, que subieron a la cima del monte Aseuva y por el fragoso monte Amuesa descendieron precipitadamente al territorio de los lebaniegos. Amuesa es hoy un conocido «puertu» ( = lugar con pastos es­ tivales) de los Picos de Europa perteneciente a la parroquia de Bulnes.

ASEUVA

El lugar donde estaba situada la actual Cueva l'Onga/Covadon- ga se llama en las crónicas de las siguientes formas: ««In asperibus montibus sub rupe et antrum de Aguseba» ( = en las ásperas montañas, bajo la peña y cueva de Aseuva) (Alb.' XVa (R) 1,5). «In asperibus montibus sub rupe et antrum de Aseuba» (misma traducción que la frase anterior) (Alb. XVa (E marg. A) 1,4). «Montem magnum, cui nomen est Aseuua» (en un gran monte, cuyo nombre es Aseuva) (Rot. 8,25). Cueva l'Onga/Covadonga estaba «in latere montis» (=en el cos­ tado del m onte) (Rot. 8,25). «Montis Aseuua» (Rot. 10,11). «Monte Aseuua» (Seb. 9,1). «Montis Aseuue» (Seb. 10,11). «Montem ... Asseuua» (Rot. 9,1). . NOMBRES DE SITIOS RELACIONADOS CON LA BATALLA DE COVADONGA 695

Así, pues, tenemos las siguientes variantes: Aguseba, Aseuba, Aseuua (dicha tres veces), Aseuue y Asseuua. Todas son semejantes menos Aguseba, de la que derivaría «Auseva». ¡Qué extraño! Ex­ plica el enigma Juan Gil Fernández (13) cuando dice que la crónica rotense fue escrita en el Monasterio de San Millán de la Cogolla o en Nájera, cercanos ambos lugares riojanos al río «Aguseba» (actual Esgueva). Se confundieron en la Edad Media y todavía no murió el equívoco. Hoy no se conserva el nombre Aseuva. Aunque en algunos ma­ pas aparezca situado un llamado Monte Auseva sobre Cueva l'On- ga/Covadonga, los sitios de esa zona son llamados La Matona, Xienra, la Peñe de la Virgen, el Monte Orandi, El Restiellón... por los habitantes de Cangas de Onís, desconociendo la mayoría de és­ tos y no usando casi ninguno la expresión «Monte Auseva» (14). Por otra parte, el que Aseuva haya sido solamente el bosque situado sobre Cueva l'Onga/Covadonga no pasa de ser una suposi­ ción que, en mi opinión, carece de fundamento: La palabra latina «mons» significa «monte, montaña, peñasco, roca», aunque hoy día en algunos pueblos de Cabrales y Cangas de Onís, «monte» signifique «bosque», palabra que los romanos de­ cían «silva». Del relato de la batalla se deduce que Aseuva era «magnum» ( = grande) y que Cueva l'Onga/Covadonga estaba «in latere mon­ tis» (= a un lado de la montaña). Los moros supervivientes subieron, para huir, al «uertice mon­ tis Aseuue» ( = a lo más alto del monte Aseuva) y después pasaron por Amuesa hasta Liébana. • ' ' No sé qué englobarían en el siglo VIII Aseuva y Amuesa, pero es posible que designasen a los macizos occidental y central de los Picos de Europa, respectivamente, porque: (o n,:'

A) Si no, el cronista pudo emplear los nombres que entonces ten­ drían dichas cordilleras.

B) Existen pocos o ningún topónimo en éstas cuyo origen se pueda remontar a dos milenios (esto no pasa de ser una hipó­ tesis). Los dos principales, no muy antiguos, son:

(13) Obra citada, págs. 54 y 87. (14) Según comprobé en Llerices, Gamonéu de Cangas y en unos inver­ nales inmediatos al supuesto monte Auseva. Además, me informó en el mismo sentido Celso de Diego Somoano el 15 de junio de 1987. ,v~ 696 RAMON SORDO SOTRES

—El núcleo del macizo occidental de los Picos de Europa se llama Peñesanta (o Peñasanta; no Picos de Comión, que es nombre dado en Ponga, Piloña y Caravia).

—El corazón del macizo central de los Picos de Europa se lla­ ma los Picos de Urrieles, un nombre no muy antiguo y que significa «las alturas que rodean a los pequeños valles». («Los Picos de Urrieles, macizo central de los Picos d’Euro- pa, excursiones para todos», Ramón Sordo Sotres, págs. 8 y 9, y «Los nombres de los sitios de Bulnes y Camarmeña», Ramón Sordo Sotres, inédito, págs. 204 a 206).

C) Si los moros ascendieron, en su fuga, «a lo más alto del monte Aseuva», y después pasaron por Amuesa, Aseuva no puede ser un pequeño bosque sino un gran monte, ya que desde Cueva l'Onga/Covadonga hasta Amuesa queda mucho terreno.

* * *

Las citas latinas están copiadas de «Crónicas asturianas», de Juan Gil Fernández, J.L. Moralejo y J.I. Ruiz de la Peña, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Oviedo, 1985. Los topónimos empleados en este trabajo, excepto los riojanos y Sayambre (15), los escuché personalmente a los nativos. Agradezco la colaboración prestada a los pastores de Cangas de Onís y de otros concejos, y a Juan Ardisana Buergo (llanisco y pá­ rroco de Arenas de Cabrales), Celso de Diego Somoano (de Cangas de Onís), Xosé Lluis García Arias (quien me explicó el significado de muchos topónimos asturianos) y Matilde Mallén Herrero (de Corao).

(15) Sé que dicho concejo se llama Sayambre por información indirecta. EL CONCEJO DE AMIEVA, SEGUN EL CATASTRO DEL MARQUES DE LA ENSENADA

POR

RAMONA PEREZ DE CASTRO

Cada vez van teniendo mayor acogida las Respuestas dadas al Catastro del Marqués de la Ensenada, como fuente documental im­ prescindible para el estudio de la Asturias del siglo XVIII. Por ello, transcribimos íntegramente las formuladas al Interro­ gatorio de la letra A, correspondientes al concejo de Am ieva; pese a que ya de algún modo fueron utilizadas y en una pequeña parte transcritas por J. Arduengo en su artículo sobre dicho concejo pa­ ra la Gran Enciclopedia Asturiana. Pero como creemos de excep­ cional interés disponer del texto íntegro de las mismas, es por lo que lo facilitamos a continuación:

CONCEJO DE AMIEVA

COPIA DE SUS RESPUESTAS GENERALES

«En el lugar de Cirieño parroquia de Santa María de Sevarga Concejo de Amieva y Casa de asistencia de su merced el señor don Antonio Riva de Neyra subdelegado para las diligencias de la Unica y Real Contribución, correspondientes a la operación de este dicho 698 RAMONA PEREZ DE CASTRO concejo, a veinte dias de el mes de abril de mil setecientos cincuen­ ta y dos años en consecuencia de los Autos que proceden estando juntos en ella don Thomas Fernandez Juez por el estado noble, el señor Joaquín de Diego que lo es por el estado llano ambos de él, don Gonzalo Cirieño, don Juan González Regidores, don Juan Fe­ rrado Procurador General por dicho estado noble, Domingo Alonso Sustituto de Escribano de Ayuntamiento, todos de este concejo, don Pedro Joaquín de Cifuentes Presbítero Cura de la referida pa­ rroquia de Santa Maria de las Nieves de Sevarga por sí y en nom­ bre de los demás Curas Párrocos de este citado concejo, Juan de Fana, Pablo Blanco, Sebastián González, Vicente de Vega, Antonio y Agustín de Vega, Bartolomé de Diego y Domingo Gutierrez Peri­ tos nombrados por dicha Justicia Regimiento y Concejo para las Respuestas Generales de el Real Interrogatorio de la letra A: dicho Señor Subdelegado tomó y recibió juramento de dichos Jueces Re­ gidores, Procurador General, Escribano de Ayuntamiento y Peritos por Dios nuestro Señor y a una Señal de Cruz que le hicieron se­ gún se requiere bajo de el cual, después de habérseles advertido con la explicación necesaria el modo con que deben satisfacer in­ tegramente a las cuarenta preguntas de dicho Real Interrogatorio, y encargado a todos la conciencia, con representación de la grave perpetuidad de la materia y que Su Magestad Nuestro Rey y Señor tiene acción y Justicia para ser mantenido y armado con las con­ tribuciones de sus vasallos según Leyes divinas y humanas, y que en este cierto supuesto, era materia dos veces grave perjudicar a sabiendas los derechos de Su Magestad y faltar a la Religión del Juramento, prometieron decir verdad y en su inteligencia fueron respondiendo a cada una de dichas cuarenta preguntas en la forma siguiente: -

1.a...A la primera dijeron se llama la población dé este concejo Amieva y que se compone de cinco parroquias nombradas, Amieva, Argolivio, San Román, Sevarga y Mian.

2.a...A la segunda dijeron que dicho concejo es de realengo.

3.a...A la tercera dijeron que el territorio que ocupa el término de este dicho concejo, desde Oriente a Poniente tiene tres leguas, desde Mediodía a Norte dos y media poco mas o-menos y de .cir­ cunferencia diez y seis confrontaciones. . ..= ■ ;. c ;; EL CONCEJO DE AMIEVA, SEGUN EL CATASTRO DEL M. DE LA ENSENADA 699

Son del Oriente término del Puerto de Carombo, concejo de Valdeón, de Mediodía el Canto de Aranga del concejo de Ponga, de Poniente Collada de la Salgar del Coto de Cazo y de el Norte término de Coto de Tornín Puente Dobia y Collada de Tebrandi de los concejos de Cangas de Onis y Parres, su figura es la de el margen antecedente.

4.a...A la cuarta dijeron que en los términos de este dicho con­ cejo hay las especies de tierra siguientes:

1.a...Tierras de hortaliza. 2.“...Tierras labrantías de secano de dar un año pan y otro maiz y fabas sin descanso. 3.‘...Prados de regadió de dar yerba una vez al año y pasto común. 700, RAMONA PEREZ DE CASTRO

4.a...Prados de secano de dar el mismo fruto. 5.a...Tierra plantada de arboles frutales y de dar pasto común. 6.a...Monte alto y matorral.' 7.a...Monte bajo que llatnan camperas, y sirve para el pasto co­ mún de los ganados y lo mismo el antecedente. 8.a...Tierra peñascosa e inculta por desidia-y naturaleza. Y se nota que en los términos de esté concejo no hay tierra ninguna que produzca más de una cosecha a el ano y tampoco con año de intermedio, y que el producir seguidamente consiste en el continuo abono con que las benefician los labradores.

5.a...A la quinta dijeron que dichas heredades y prados son de buena, mediana y ínfima calidad, y que también hay de la inculta y esteril por. naturaleza.

6.a...A la sexta dijeron que en las tierras que dejan expresadas se hallan plantados algunos arboles frutales como son manzanos, perales, prúñales,, cerezales, avellanos, pescales, ^membrillos y hi­ gueras.

7.a...A la séptima dijeron que dichos arboles plantados en tie­ rras de las calidades que llevan expresado a la quinta pregunta.

8.a...A la octava dijéron están en las citadas tierras y prados y algunos en sus margenes y cierros para la següridád de ellas y fue­ ra, dispersos en términos comunes de este concéjo diferentes no­ gales, avellanos, castañales y otros frutales y que no hay plantio alguno en hileras.

9.a...A la novena dijeron que en este concejo se ha usado siem- pret usa y pratica la medida de tierra por varas castellanas de cuatro cuartas cada una, y que un dia de bueyes de.tierra .se com­ pone de cuarenta y ocho varas de largo y veinte y cuatro de ancho, que también se ha usado y usa por los granos de la medida por fanega que cada una se compone de doce cuartos y estos igualan a ocho copines que hacen una fanega por la medida de San Salva­ dor de Oviedo, que el término de un dia de bueyes de buena calidad se siembra con cuatro cuartos de escanda que es la tercera parte de una fanega por la de este concejo en erga, que en grano limpio quedan en dos, y maiz y fabas mezclado se siembra con un cuartillo EL CONCEJO DE AMIEVA, SEGUN EL CATASTRO DEL M. DE LA ENSENADA 701

de éstas y un cuarto de aquél y en la misma forma se siembra el dia de bueyes de tierra de mediana calidad e ínfima, un año de pan y otro de maiz y fabas sin descanso.

10.a...A la décima dijeron que en el término de este concejo y en el de sus cinco parroquias hay sesenta y dos mil y ochenta dias de bueyes, de los cuales son de labor cuatro mil cuatrocientos ochen­ ta y ocho y medio; de estos son de hortaliza veinte y cuatro y medio; y los quinientos y nueve restantes de tierra de labor de secano buena calidad. Mil quinientos y noventa de la misma espe­ cie de secano mediana calidad, y los dos mil trescientos sesenta y cinco secano de Ínfima que fructifican los de hortaliza algunas verduras para el consumo de las casas de sus dueños, y los demás, pan, maiz y habas sin descanso alternando, y también cáñamo, y las tierras donde se siembra este fruto no produce otro alguno en un mismo año, aunque esto es accidental. Que de prados son siete mil setecientos sesenta y cinco dias de bueyes, trescientos cincuen­ ta y ocho de buena calidad, los ocho de regadío y los restantes de secano; mil trescientos cincuenta y dos de secano de mediana ca­ lidad y seis mil cincuenta y cinco de secano Ínfima calidad, unos s y otros de dar solo yerba una vez del año por ser costumbre el que levantada y recogida se dejan en avertal los prados para el pasto común de los ganados; advirtiendose que los dias de bueyes de labor de todas calidades son iguales en su bondad y producto en todas las citadas parroquias y no los de prados como se expresara en su lugar. Que de tierra plantada de arboles frutales hay dos mil veinte y cuatro dias y medio de bueyes de secano mediana calidad los mil setecientos uno de castañales, ciento noventa y cuatro de avellanos, cuarenta y cinco y medio de nogales, treinta y cinco de manzanos, diez y ocho de cerezos, diez y nueve de perales, dos y medio de higueras y nueve de niso y ciruela. De monte alto que sirve para el pasto común de los ganados, veinte mil quinientos y cinco dias de bueyes de monte bajo que llaman Camperas y ma­ torral que sirve de pasto como los antecedentes, ocho mil quinien­ tos diez y ocho dias de bueyes, cuatro mil de inculto por desidia de sus dueños; catorce mil setecientos setenta y nueve de tierra peñascosa e inculta por naturaleza.

11.a...A la undécima que en el término de este concejo se cogen las especies de frutos que dejan expresados a la cuarta y décima pregunta. 7 0 2 RAMONA PEREZ DE CASTRO

12.a...A la duodécima que un dia de bueyes secano buena cali­ dad sembrado de pan, con una ordinaria cultura y beneficio pro­ duce en todas las parroquias una fanega y tres cuartos de dicho fruto, el de mediana calidad secano diez cuartos, el de Ínfima me­ dia fanega; un dia de bueyes de buena calidad sembrado de maiz y fabas produce dos fanegas de aquel y cuarto y medio de estas, el de mediana calidad fanega y media de maiz y un cuarto de fabas, el de ínfima calidad ocho cuartos de maíz y uno de fabas. Que un dia de bueyes de prado de buena calidad así regadío como de se­ cano produce en esta parroquia de Sevargas y en las de Mian y Argolivio tres cargas de yerba, el de mediana calidad dos y el de ínfima una. En la parroquia de San Román produce un dia de bueyes de prado buena calidad cuatro cargas de yerba, el de me­ diana calidad dos y el de ínfima una. En la de Amieva produce el de buena calidad otras cuatro cargas de yerba, el de mediana ca­ lidad tres, y una el de ínfima; todo lo cual declaran y regulan por el conocimiento y experiencia que tienen de este concejo.

Nota: Y se nota para mayor conocimiento que los dias de bue­ yes de hortaliza expresados en la décima pregunta son de mediana calidad; de cuya especie hay en esta parroquia de Sevarga doce dias de bueyes y labrantíos de la misma calidad, doscientos; de secano, de la mediana calidad secano novecientos; de ínfima calidad secano mil; y de prados de la primera calidad cincuenta, de la se­ gunda quinientos y cincuenta; y de la tercera mil y setecientos; novecientos cincuenta y siete dias de bueyes de tierra plantada de arboles frutales de todas especies declaradas; de monte alto y pas­ to común seis mil y cincuenta; de monte bajo quinientos y veinte; de tierra inculta y peñascosa por naturaleza tres mil cuatrocientos ochenta. En la parroquia de Mian hay cinco dias de bueyes de hortaliza, de tierra labrantía de secano buena calidad ciento trein­ ta y nueve, de mediana calidad doscientos cincuenta, y de Ínfima calidad secano ochocientos cuarenta y cinco. De prados de regadío y secano de buena calidad cincuenta y ocho, de mediana calidad ciento cincuenta y dos, y de Ínfima dos mil doscientos veinte y cinco, de tierra plantada de frutales seis cientos noventa y siete; de monte alto que sirve para el pasto común de ganados cinco mil y doscientos, de monte bajo y pasto común tres mil y quinientos, y de tierras peñascosas e incultas por naturaleza cinco mil y tres­ cientos. En la parroquia de Argolivio hay tres dias de bueyes de hortaliza de tierra labrantía de buena calidad secano ochenta, trescientos de mediana calidad, y trescientos y veinte de ínfima; EL CONCEJO DE AMIEVA, SEGUN EL CATASTRO DEL M. DE LA ENSENADA 70 3 de prados secano de buena calidad cien dias de bueyes, trescientos de mediana y ocho cientos de ínfima. De arboles frutales doscien­ tos sesenta y nueve dias y medio de bueyes, de monte alto que sirve para pasto común de los ganados cuatro mil doscientos trein­ ta dias de bueyes y medio, mil de monte bajo y pasto común y de tierra peñascosa e inculta por naturaleza, cuatro mil y quinien­ tos. En la parroquia de San Román dia y medio de bueyes de hor­ taliza, de tierra labrantía secano de buena calidad veinte dias de bueyes, de mediana calidad sesenta, y ochenta de ínfima, de pra­ dos secano de buena calidad cincuenta dias de bueyes, y ciento y cincuenta de mediana, y dos cientos y cincuenta de ínfima; de arboles frutales seis dias de bueyes, de monte alto y pasto común mil seiscientos sesenta y seis, de monte bajo y dicho pasto mil ciento sesenta y seis, y de tierra peñascosa e inculta por natura­ leza mil ochocientos treinta y tres. Y en la parroquia de Amieva hay tres dias de bueyes de hortaliza, de labrantío buena calidad secano setenta y ochenta de mediana, y ciento y veinte de ínfima; de prados de secano de buena calidad cien dias de bueyes, dos­ cientos de mediana, y mil y ochenta de ínfima. De arboles frutales noventa y cuatro dias y medio; de monte alto que sirve para pas­ to común tres mil trescientos cincuenta y ocho y medio; de monte bajo de dicho pasto dos mil trescientos treinta y dos; y de tierra peñascosa e inculta por naturaleza, tres mil seiscientos sesenta y seis; y asi mismo se nota que en el fruto que va expresado produ­ cen las tierras y prados no se comprende el producto de los arboles.

13.a...A la decimatercia pregunta dijeron que de los arboles que dejan expuesto a la sexta, séptima y octava preguntas, por hallar­ se sin orden, regla ni medidas y menos en hileras, han reconocido que el terreno de un dia de bueyes le ocupaban veinte pies de castañales dando a cada uno el terreno correspondiente para que con el uso de la tierra pueda crecer y dar su fruto según su en­ tender, por hallarse como ya tienen declarado a la octava pregunta dispersos en términos comunes. Y respecto han encontrado en los de esta parroquia de Sevarga diez y seis mil castañales regulan, plantados ochocientos dias de bueyes de mediana calidad y que cada uno produce al año una fanega de castaña compensando el territorio de esta calidad con otro mas ínfimo por serle« imposi­ ble liquidarlo a causa de hallarse muy dispersos y distantes los mas de ellos en tierra muy fragosa y áspera. Y en la misma con­ formidad hallaron tener esta dicha parroquia tres mil y seiscien­ tos avellanos, y que treinta de ellos ocuparan un dia de bueyes 7 0 4 RAMONA PEREZ DE CASTRO por lo que regulan plantados de estos arboles ciento y veinte dias de bueyes de dicha calidad y que cada uno produce a el año una fanega de avellana. Que también hallaron tener ciento y veinte nogales que veinte de ellos ocuparan un dia de bueyes en las con- formidad(es) expresadas, por lo que regulan seis plantados de estos arboles de la citada calidad, y que cada dia de bueyes produce al año media fanega de nuez. Que hallaron así mismo doscientos cin­ cuenta manzanos, y que treinta ocuparon un dia de bueyes por lo que regulan ocho de la calidad dicha plantados de ellos y que cada uno produce una carga de manzana, que son seis arrovas. Que teniendo esta dicha parroquia trescientos y sesenta cerezales y ha­ llando que veinte y cuatro ocuparan un dia de bueyes de la calidad citada, regulan plantados de ellos quince dias de bueyes y que cada uno produce a el año una carga de cereza que son otras seis arro­ vas; y que regulan cuatro dias de bueyes de dicha calidad planta­ dos de peras que dan una (arrova) por haber hallado tener esta parroquia noventa y seis arboles de esta especie, y que veinte y cuatro ocuparan un dia de bueyes en la forma expresada. En la misma conformidad regulan un dia de bueyes plantado de higue­ ras con veinte y cuatro, que hallaron tener esta parroquia consi­ derando ser las necesarias, y que produce del año dos fanegas de higos. Que también hay en los términos de esta parroquia ciento y ocho arboles de nisos y ciruela y que treinta y seis de ellos ocu­ paran un dia de bueyes por lo que regulan plantados de estos arboles tres dias de bueyes de la calidad referida y que cada uno produce al año una carga de ambos frutos. Que no regulan, ni con­ sideran producto alguno a los dias de bueyes de monte alto de robles, ayas, y otros arboles silvestres a causa de que estos por estar en términos distantes muy fragosos y ásperos se consumen en ellos sin aprovecharse vecino alguno de su leña, y sí de la que dan los castañales, avellanos y otros frutales, y que tampoco re­ gulan producto alguno al monte bajo que llaman Camperas, por servir sólo éstas de pasto común como ya tienen referido. Que habiendo hallado en la parroquia de Mian doce mil castañales, regulan plantados de ellos seiscientos dias de bueyes de mediana calidad al respecto y en la conformidad que en ésta de Sevarga así en producto como en planturia. Y en la misma forma regulan plantados de avellanas treinta dias de bueyes, y de nogales veinte y ocho; también regulan plantados de manzanales al respecto de veinte y cuatro pies cada dia de bueyes, veinte y cuatro de media­ na calidad con el mismo producto que en la parroquia anteceden­ te. Habiendo hallado sólo en la referida de Mian veinte y cuatro EL CONCEJO DE AMIEVA, SEGUN EL CATASTRO DEL M. DE LA ENSENADA 705 perales, regulan con ellos un dia de bueyes y que produce a el año una carga de pera; y con otras veinte y cuatro higueras que en­ contraron solamente otro dia de bueyes, que produce dos fanegas de higos a el año, y con el producto, y al respecto que en dicha parroquia de Sevarga regulan plantados de cerezales doce dias de bueyes, y uno plantado de nisales y ciruelas con veinte y cuatro arboles de esta especie que encontraron solamente y que produce a el año una carga de ambos frutos. Y que aunque hay tal cual parra, por estar plantadas arrimadas a las casas y algunos de di­ chos arboles no consideran ocupar porción de tierra que puedan regular. Y en cuanto a los términos de monte alto y bajo, exponen lo mismo que tienen declarado. Que en los términos de la parro­ quia de San Román por no haber hallado mas que veinte y cuatro castañales regulan plantado con ellos un dia de bueyes y de pro­ ducción a el año media fanega de castaña. Que de avellanos encon­ traron sesenta y cuatro con los que regulan plantados dos dias de bueyes que cada uno produce a el año ocho cuartos de avella­ nas. Que con treinta y seis nisales que sólo hallaron tener, dicha parroquia de San Román regulan un dia de bueyes, y nada de pro­ ducción por ser silvestres. Que en cuanto a los términos de pastos de monte alto y bajo, declaran lo que en las parroquias antece­ dentes. Asimismo dijeron haber encontrado en la de Amieva mil y seiscientos castañales y que veinte ocuparan un dia de bueyes a cuyo respecto regulan plantados de ellos ochenta dias de bueyes de mediana calidad y que cada uno produce a el año media fanega de castaña. Regulan plantados de avellanos doce dias de bueyes de la misma calidad, por haber encontrado tres cientos sesenta arboles de esta especie; y de producción media fanega de avellana. Y con treinta nogales que hay en los términos de dicha parroquia de Amieva, regulan plantado de ellos dia y medio de bueyes y que cada uno produce a el año un cuarto de nuez, por lo que mira a monte alto y bajo de pastos comunes, dijeron lo mismo que en las demás parroquias, y que en los términos de la de Argolivio hay cuatro mil trescientos noventa y siete castaños con los que regulan plantados de ellos doscientos veinte dias de bueyes de mediana calidad secano, y que cada uno produce al año una fanega de castaña, y con novecientos avellanos que hay en la misma pa­ rroquia regulan plantados de ellos treinta dias de bueyes y que cada uno produce al año una fanega de avellana. También regulan plan­ tados de manzanas veinte y cuatro pies cada dia de bueyes tres de mediana calidad secano, que cada una produce al año una carga de manzana; y plantados de nogales regulan ocho al respecto de 706 RAMONA PEREZ DE CASTRO

veinte cada uno, y de producción al año el dia de bueyes, media fanega de nuez. Y que por tener dicha parroquia setenta y dos perales regulan plantados de ellos tres dias de bueyes, y que cada uno produce a el año una carga de pera; y así mismo otros tres plantados con setenta y dos arboles de nisos y ciruela, y de pro­ ducción a el año cada dia de bueyes una carga de ambos frutos; de cerezales regulan con cuarenta y ocho que hay en la misma parroquia dos dias de bueyes plantados de ellos, y que cada uno produce al año una carga de cereza. Y con doce higueras que sólo encontraron haber en dicha parroquia regulan plantado de ellas medio dia de bueyes que produce dos fanegas de higos a el año. Y en cuanto a parras y pastos de monte alto y bajo, dijeron lo mismo que tienen declarado, y añaden que el corto fruto que de­ jan expuesto producen dichas parras, los nisales, cerezales e higue­ ras, no se logra, por no dar lugar a ello los muchachos y pájaros. Y la mediada de tierra para ganado merino se estima en un real su pasto.

14.a...A la décima cuarta dijeron, que por el corto fruto que producen los huertos de hortaliza y la incertidumbre de ellos, los consideran por tierras de secano mediana calidad, de dar pan, maiz y fabas como va asentado a la pregunta doce, y que el valor que tiene el pan ordinariamente en este concejo, por la medida de él, ya expresada en la novena pregunta es la de veinte y dos reales vellón la fanega de escanda; quince la de maiz; la de fabas veinte y dos; que la carga de yerba en la misma conformidad tiene el valor de dos reales, la fanega de castaña seis reales, la de avellana doce, la carga de pera seis reales, la de manzana y cereza cuatro reales, de nisos y ciruela tres, la fanega de nuez seis, y la carga de higos ocho reales.

15.a...A la décima quinta pregunta dijeron que sobre las tierras y heredades de el término de este dicho concejo se halla impuesto el derecho de diezmo y primicias, que por razón de esta concurre cada vecino al año con un cuarto de escanda en limpio, los viudos y viudas medio, y esto es así costumbre en todo este concejo. Y además contribuyen los vecinos de esta parroquia de Sevarga (lo que no se practica en ninguna otra) por la misma razón con un cuarto de escanda en limpio sin rairse por cada molino harinero. Que el derecho de diezmo que se paga en todo este concejo es de diez uno, de todo el fruto que se coje en él, excepto el de fabas, yerba, manzana, pera, cereza, higos, nisos, y ciruela, que no se EL CONCEJO DE AMIEVA, SEGUN EL CATASTRO DEL M. DE LA ENSENADA 7 0 7 diezma, y si el de cáñamo, corderos, cabritos, añojos, cerdos, miel, cera, leche, manteca, y queso, y que el derecho de primicia y diez­ mo que rinde esta parroquia de Sevarga pertenece la mitad al Cura actual de ella, y la otra mitad a don Bernardo de Argüelles, Clérigo de Menores, vecino de la villa de Gijón como poseedor del Bene­ ficio Préstamo de esta misma parroquia. Que la mitad de primicia y diezmo de los frutos que produce la parroquia de Mian pertenece a don Domingo Antonio Cirieño, como Cura actual de ella, y de la otra mitad las tres cuartas partes como poseedor de el beneficio simple de la misma parroquia y la restante cuarta parte a la fá­ brica de su iglesia. Y que en las otras tres parroquias, pertenecen a sus curas enteramente.

16:a...A la décima sexta dijeron, que en esta dicha parroquia de Sevarga se arrienda el referido derecho de diezmo y primicia perteneciente a dicho don Bernardo de Valdés un año con otro en ciento sesenta y ocho ducados vellón, sin incluir los de pie de altar ni foro. Por lo que mira a la otra mitad tocante a el Cura y asi mismo a las otras cuatro parroquias, asciende el fruto de diezmo y primicia, hecho el computo por un quinquenio a ciento cinco fanegas y media de pan de escanda en cada un año, ciento sesenta y nueve de maiz, ochenta y ocho de castaña, trece y dos cuartos de avellana, dos fanegas y dos cuartos de nuez, de cáñamo once libras y media, el de añojos a diez, valor de cada uno de sesenta reales vellón, el de corderos a treinta y cinco y medio, de valor de cinco reales cada uno, el de cabritos a diez y siete de valor a cuatro reales cada uno, el de cerdos a diez y seis, de valor de seis reales cada uno, de miel a quince cuartillos, de cera cuatro libras y media, de manteca a dos cientos y veinte cuartillos, de queso fresco a ciento noventa y nueve libras, de valor de medio real cada una, y cada cuartillo de miel y manteca a dos reales, y la libra de cera a ocho. Y en la parroquia de Amieva donde sólo se diezma la leche hecho el mismo compuesto llegará a cuarenta y dos cuarti­ llos de leche de vacas y cabras al año de valor de cuatro marave­ díes cada uno.

17.a...A la decimaseptima dijeron que en este dicho concejo y sus términos no hay ningún género de artefactos de los que es­ presa, ni otro ninguno de los compreendidos en este nombre de artefactos, sino sólo los molinos harineros, de pisar y batanes si­ guientes: Uno de un molar sobre el rio que se dice de Sevarga y Pontón, propio de don Gonzalo Cirieño mayor en dias, que muele 7 0 8 RAMONA PEREZ DE CASTRO de continuo nueve meses, y en cada dia dos anegas de escanda, y de maiz una y media, que a el respecto de dos maquilas cada una, que nueve de ellas hacen un cuarto, consideran de utilidad al referido don Gonzalo cinco fanegas y diez cuartos y medio de maiz, y de pan tres fanegas y cuatro cuartos y medio, que en todo componen nueve fanegas y tres cuartos de ambos frutos al año. Otro de un molar sobre dicho rio, en el sitio que se dice del Ta- ravico propio de dicho don Gonzalo, que muele de continuo otro tanto tiempo el mismo fruto cada dia y al respecto que el ante­ cedente, le consideran de utilidad en cada un año otras nueve fanegas y tres cuartos de dicha especie de granos. Otro de un molar harinero sobre el citado rio enteramente que se dice el Peloyo propio de Juan de Torre mayor en dias, que muele de continuo el mismo tiempo que los antecedentes y otro tanto fruto cada dia y a igual respecto que estos le consideran de utilidad en cada un año otras cinco fanegas y diez cuartos y medio de maiz, y de pan tres fanegas y cuatro cuartos y medio. Otro de un molar harinero sobre dicho rio en término que se dice del Prado propio de Mag­ dalena Garcia, viuda de Benito Pérez residente en la parroquia de Biego, concejo de Ponga, que muele continuo como los que van expresados, otro tanto fruto cada dia y le consideran la misma utilidad. Otro sobre dicho rio y sitio que se dice de el Castañedo, es de dos molares, uno harinero y otro de pisar, que muele de continuo el tiempo que los antecedentes el mismo fruto cada dia y al respecto expresado consideran otra tanta utilidad a Diego Garcia Lozana su dueño por el molar harinero, y por el de pisar que pisa de continuo diez y seis dias al año y en cada uno veinte fanegas de escanda, y al respecto de dos maquilas de este grano en limpio cada una le consideran de utilidad seis fanegas menos cuarto al año. Otro de un molar harinero sobre dicho rio y sitio que se dice Molín de Diego, que muele de continuo nueve meses y cada dia dos fanegas de escanda, y de maiz una v media, que al respecto de dos maquilas cada una consideran de utilidad a Thoribio Garcia Fana, Escribano su dueño, cinco fanegas y diez cuartos y medio de maiz y de pan tres fanegas y cuatro cuartos y medio. Otro sobre el mismo rio y sitio que se dice de Armada que es de un molar propio de Pablo Blanco, que muele de conti­ nuo seis meses por estar lejos y no concurrir granos como a los demás y en cada un dia lo mismo que el antecedente y a igual respecto le consideran de utilidad al año tres fanegas de maiz y cuatro cuartos y medio, y de pan dos fanegas y tres cuartos. Y en el citado rio otros tres molinos arruinados propios el uno de Juan EL CONCEJO DE AMIEVA, SEGUN EL CATASTRO DEL M. DE LA ENSENADA 7 0 9

Blanco y sus coherederos, otro de Thoribio de Fana, y de Bernardo Alonso, y el otro de Isabel Alonso, viuda de Thoribio García, no les consideran utilidad alguna. Otro de un molar harinero que muele de continuo seis meses con el agua de el arroyo nombrado de las Pontigas sobre que se halla y propio de Juan de Fana, y Pedro Blanco en cada un dia (al margen se lee, arruinado) muele dos fanegas de escanda, y de maiz una y media al respecto ya expresado consideran de utilidad en cada un año a los susodichos tres fanegas y cuatro cuartos y medio de maiz, y de pan dos fa­ negas y tres cuartos. Otros dos de un molar harinero cada uno sobre el mismo arroyo que por estar arruinados no consideran ni regulan utilidad alguna a Pedro Blanco y Thoribio Pérez Escriba­ no sus dueños. Y se nota que todos los molinos expresados y más de este concejo al dia de los que llevan considerados muelen dos fanegas de escanda, o una y media de maiz; y se hallan en térmi­ nos de esta parroquia de Sevarga en la que asimismo hay siete molinos de mano de pisar que trabajaran solo ocho dias en los meses de agosto, septiembre y mayo, y en cada dia pisa cada uno diez y seis fanegas de escanda, y al respecto de maquila y media cada una consideran de utilidad a el año una fanega y nueve cuar­ tos de el mismo fruto en limpio a cada uno de sus dueños que son don Gonzalo Cirieño mayor y menor, Francisco Blanco, Tho­ ribio Pérez escribano, Luisa Fernandez viuda, Julián Fernández, y Luisa de Fana viuda. En la parroquia de Argolivio hay los mo­ linos siguientes: Dos de un molar cada uno sobre el rio de Ban- danos, donde llaman Carmenedo, propios de don José de Cangas que muelen de continuo cada uno nueve meses y en cada un dia dos fanegas y media de escanda y de maiz una y media que al respecto de tres maquilas por cada fanega consideran de utilidad al referido don José siete fanegas y siete cuartos y medio de maiz, y seis fanegas y tres cuartos y medio de escanda que hacen catorce fanegas menos cuarto de todo fruto por cada uno de dichos dos molinos al año. Otro de un molar sobre el mismo rio y sitio que llaman los Suarez propios de Francisco Suárez y sus coherederos que muele de continuo tanto tiempo como los antecedentes y el mismo fruto cada dia, que al respecto citado le consideran de uti­ lidad anualmente a los susodichos, siete fanegas y siete cuartos y medio de maiz, y de pan de escanda seis fanegas y tres cuartos y medio. Otro sobre dicho rio y sitio citado que es de un molar harinero propio de don Melchor de Villar vecino del concejo de Parres al que no consideran utilidad alguna por estar arruinado y tener de carga cuarto y medio de escanda para la luminaria del 710 RAMONA PEREZ DE CASTRO

Santísimo Sacramento. Otro sobre el rio grande de Vega en el sitio que se dice de la Puente propio de don Francisco de Vega Presbí­ tero Capellán de la Capellanía de San Pablo; es de dos molares, uno harinero que muele de continuo nueve meses, y cada dia dos fanegas y media de escanda o una y media de maíz, que al respecto de tres maquilas cada una le consideran de utilidad a el año siete fanegas y siete cuartos y medio de maiz, y de pan seis fanegas y tres cuartos y medio; y el otro de pisar que trabaja diez y seis dias y en cada uno pisa veinte fanegas de escanda que a el respec­ to de maquila y media de este grano en limpio, le consideran de utilidad a el año cuatro fanegas y cinco cuartos de el mismo fruto. Otro de tres molares sobre dicho rio en el sitio que se dice Lastra, propio de Antonio de Vega, muelen de continuo nueve meses los dos molares que son harineros y cada dia lo mismo que el ante­ cedente harinero, y a un mismo respecto le consideran de utilidad otro tanto a cada molar; y al de pisar, por otros diez y seis dias como el antecedente otras cuatro fanegas y cinco cuartos de es­ canda en limpio a el año. En dicho rio tiene el expresado Antonio de Vega un batán de paños ordinarios del pais por el que le regu­ lan de utilidad en cada un año sesenta reales vellón, y así mismo en el propio rio hay otro de la misma calidad que es de Agustín de Vega a quien le consideran de utilidad en cada un año otros sesenta reales vellón. Otro molino de un molar harinero sobre el arroyo nombrado Ceneya propio del dicho Agustín de Vega a quien por hallarse arruinado no consideran utilidad alguna. Tres moli­ nos de mano de pisar, o desergar que es lo mismo, que solo tra­ bajan ocho dias en el discurso de los meses de mayo, agosto y septiembre, y en cada dia pisa cada uno diez y seis fanegas de escanda, que al respecto cada una de maquila y media consideran de utilidad a el año dos fanegas menos tres cuartos de el mismo fruto a cada uno de sus dueños que son, don Joseph de Cangas, Fernando de Vega y Pedro de Arduengo. Que en la parroquia de Amieva hay un molino de un molar harinero sobre el arroyo que sale de la fuente de el mismo lugar propio de Joseph y Antonio de Intriago, muele de continuo seis meses y en cada un dia fanega y media de escanda y una de maiz que a el respecto de tres ma­ quilas cada una le consideran de utilidad a el año tres fanegas y cuatro cuartos y medio de maiz, y de pan de escanda dos fanegas y seis cuartos y medio. Y por que es costumbre que en dicho mo­ lino levantándole pisan el pan algunas veces regulan por esta ra­ zón dos meses más de moler continuo harina, y de utilidad por ambos consideran diez cuartos de maiz y una fanega y tres cuartos EL CONCEJO DE AMIEVA, SEGUN EL CATASTRO DEL M. DE LA ENSENADA 711 de escanda al año, que en todo componen ocho fanegas de todo grano. Así mismo hay otro de un molar sobre dicho arroyo en sitio llamado Teja propio de Thomás Fernández y Joseph García de Arduengo, muele de continuo como el antecedente ocho meses y en cada dia fanega y media de pan y una de maiz que a el res­ pecto de dichas tres maquilas les consideran de utilidad al año cuatro fanegas y dos cuartos y medio de maiz, y de pan tres fa­ negas y nueve cuartos y medio que en todo hacen ocho fanegas de ambos frutos. Otro de un molar harinero sobre dicho arroyo y en el mencionado sitio propio de herederos de Bartolomé Gar­ cía que muele al tiempo, frutos, y en la conformidad que el ante­ cedente, que al mismo respecto de tres maquilas le consideran otra tanta utilidad a el año. Otro sobre dicho arroyo y sitio llamado Nozaleda propio de Juan Ferrado, es de dos molares, el uno de pisar y otro harinero, que éste muele de continuo seis meses y en cada un dia fanega y media de escanda y una de maiz, que a el respecto de tres maquilas cada una le consideran de utilidad a el año tres fanegas y cuatro cuartos y medio de maiz, y de escanda dos fanegas y seis cuartos y medio, y por el de pisar que trabaja diez y seis dias y veinte fanegas en cada uno le consideran a el mismo respecto de tres maquilas cada una ocho fanegas y diez cuartos y medio de escanda en limpio. Que también hay sobre di­ cho arroyo y sitio citado cuatro molinos, que por estar arruinados, no consideran utilidad alguna a sus dueños, que son dicho don Juan Ferrado, Bartolomé de Diego, don Gaspar Pérez, Capellán de la Capilla de San Agustín, y Cipriano Crespo. Por un molino de mano de pisar, propio de dicho Bartolomé de Diego que sólo tra­ baja en los meses de agosto, septiembre, y mayo ocho dias y en cada uno diez y seis fanegas de escanda, y al respecto de maquila y media cada una le consideran de utilidad al año dos fanegas menos tres cuartos del mismo grano en limpio. Que en la parro­ quia de San Román hay un molino de un molar harinero que es propio de Maria Coviella viuda, sobre el arroyo de la Collada en el sitio que llaman el Toral, que muele de continuo dos meses a el año y en cada dia fanega y media de escanda, y una de maiz y al respecto de tres maquilas le consideran de utilidad a el año diez cuartos de maiz, y de escanda una fanega y tres cuartos. Otro en el mismo arroyo propio de herederos de Silvestre Gutierrez y Ale­ jandro Coviella que por estar arruinado, no le consideran utilidad alguna. Un molino de mano de pisar propio de Domingo Gutierrez de la Cuesta que sólo en los meses ya mencionados muele ocho dias, y en cada uno diez y seis fanegas de escanda, que a' el res­ 7 1 2 RAMONA PEREZ DE CASTRO pecto de maquila y media cada una le consideran de utilidad a el año dos fanegas menos tres cuartos de el mismo grano en limpio. Que en la parroquia de Mian hay los molinos siguiente: Uno so­ bre el arroyo que nace de la fuente del lugar de Carbes que es de un molar harinero propio de Vicente Gutierre mayor en dias muele de continuo solo un mes por falta de agua y cada dia dos fanegas y media de pan, y de maiz una y media que al respecto de tres maquilas cada una le consideran de utilidad a el año una fanega y medio cuarto de escanda y de maiz siete cuartos y medio. Otro de un molar sobre el arroyo que nace de la fuente, dicha fuente Agüelo y sitio llamado Picado propio de Pedro Sánchez de Viego, es de un molar harinero solo muele dos meses de continuo, y en cada dia lo que el antecedente, que a el respecto de tres ma­ quilas cada fanega, le consideran de utilidad a el año una fanega y tres cuartos y medio de maiz, y de escanda dos fanegas y un cuarto. Otro sobre el rio llamado Precendi, propio de Francisco Fernández García, es de dos molares harineros que muelen de continuo nueve meses, y cada dia dos fanegas y media de escanda y de maiz una y media cada molar, que al respecto de dichas tres maquilas consideran de utilidad al año siete fanegas y siete cuar­ tos y medio de maiz y seis fanegas y tres cuartos y medio de escanda por cada uno de dichos dos molares. Otro de un molar harinero sobre el arroyo de la Fresneda junto a las casas, o case­ rías de Pervis, propio de don Joaquín de Posada vecino del concejo de Llanes, que muele de continuo nueve meses y cada dia dos fanegas y media de escanda, o de maiz una y media, que a el res­ pecto de dichas tres maquilas, le consideran de utilidad al año siete fanegas, y siete cuartos y medio de maiz y de escanda seis fanegas y tres cuartos y medio. Otro de un molar harinero sobre el mismo arroyo en el sitio llamado el Verní propio de Francisco Gutierrez que muele de continuo tres meses, y cada dia el mismo fruto, que al respecto de dichas tres maquilas, le consideran de utilidad a el año dos fanegas y seis cuartos de maiz, y de escanda dos fanegas y dos cuartos menos dos maquilas. Otro sobre dicho arroyo y en sitio de la Fresneda, de un molar harinero, que es de Domingo y Joseph de Labra y de Joseph de Vega y muele de con­ tinuo seis meses y en cada dia los granos que el antecedente que a el mismo respecto le consideran de utilidad a el año cinco fane­ gas y un cuarto de maiz, y cuatro y tres cuartos de escanda menos dos maquilas. Un molino sobre el arroyo que nace de las Caserías de Vega propio del Conde de la Vega de Sella. Otro en el arroyo nombrado el Argado propio de Francisco Garcia y sus coherederos, EL CONCEJO DE AMIEVA, SEGUN EL CATASTRO DEL M. DE LA ENSENADA 713 y otro sobre el arroyo de el Veyo en el sitio nombrado el Regato propio de Bernardo Garcia, a los cuales por estar arruinados no consideran utilidad alguna. Que asimismo hay en dicha parroquia de Mian tres molinos de mano, de pisar propios, el uno de Matías Fernandez, otro de dicho Francisco Fernandez Garcia y el otro de Marcos Perez y Pedro Sánchez, que a cada uno por trabajar los ocho dias que van expresados diez y seis fanegas de escanda en cada uno, les consideran de utilidad a el respecto de maquila y media, dos fanegas menos tres cuartos de escanda por cada mo­ lino a el año. Y que aunque hay otro molino de el mismo genero propio de don Domingo Antonio Cirieño cura de dicha parroquia, éste sólo sirve para pisar su fruto de escanda. Y se nota por de­ claración de dichos peritos que todos los expresados molinos ha­ rineros no muelen a un mismo tiempo en un molar ambos frutos de pan y maiz, y que por lo mismo llevan considerado a cada uno las utilidades que van mencionadas, por regular, que los meses que trabaja cada uno muelen dos partes de maiz, y una de escanda, y todo según su conocimiento.

18.a...A la décima octava dijeron que en este dicho concejo hay esquilmos de leche de vacas, y de cabras, terneros, borregos, ca­ britos, lechones, lana, miel y cera, pero que no hay esquileo alguno por cuanto cada vecino esquila en su casa su ganado que tiene cuya utilidad se regula en esta forma: A cada vaca lechera, o pa­ rida manteniendo su ternero un cuartillo de leche cada dia, de valor de cuatro maravedies, y como las vacas regularmente están de cria y leche un año, y otro no, se reputa por medio cuartillo cada dia de el año. Cada ternero mientras mama que es por espa­ cio de un año le regulan en treinta reales de vellón, y con la misma consideración queda reducido a quince reales en cada un año; reputándose unas vacas que son lecheras, con otras que no lo son tanto, y unos terneros buenos con otros malos; y que en los ex­ presados esquilmos no hay variedad en todo este concejo. A cada cabra manteniendo su cabrito, que da en cada un dia de los cuatro meses de mayo, junio, julio y agosto de cada año medio cuartillo de leche al respecto de cuatro maravedies el cuartillo y que cada cabrito le regulan a tres reales vellón en cada un año y cada cordero tres y medio, y que las naciones de una puerca de cria las regulan cada año a dos, y por cada una mientras que mama en tres reales; y que a la oveja, o carnero le regulan en cada un año una libra de lana de valor de un real vellón, y que no se comprenden por cabezas en este esquilmo los corderos, por no esquilarse hasta los 7 1 4 RAMONA PEREZ DE CASTRO quince, o diez y seis meses de su nacimiento, y entonces se reputa por cabeza mayor. Y que el motivo de regularse a esta pregunta el valor de corderos y cabritos por menos precio que a la diez y seis hablando de diezmos, es por dos razones, una, porque a esta pregunta se regula un cordero y un cabrito bueno con malo, y para en pago de diezmos está en costumbre en las parroquias de Amieva, San Román y Argolivio, dar a el párroco el mejor cor­ dero, y cabrito despues de reservar uno para sí el criador en esta, y la de Mian a elección de dicho criador; y la otra porque el apre­ cio de corderos y cabritos se hace a esta pregunta por la mitad de el tiempo en que se tienen y nombran como tales, pero que a dicha pregunta diez y seis se aprecian a el fin de el tiempo, que es cuando se diezman, y entonces naturalmente son más crecidos. Y últimamente habiendo hecho varias consideraciones respecto a las colmenas que hay en este concejo según estilo de él, castradas de dos en dos años, regulan su utilidad y producto en dos cuarti­ llos de miel, valor de dos reales cada uno, y en un cuarterón de cera, su valor otros dos reales, al respecto de ocho la libra, que hacen seis anualmente por cada cubo, o casa de abejas. Y en cuanto del número de ganados. Dijeron, que en este concejo y sus términos hay propio de sus vecinos dos cientas cuarenta y ocho caballerías de albarda, ciento cuarenta y seis bueyes, cuatrocien­ tas noventa y una vacas, dos cientos diez y nueve terneros, jatos y jatas, dos cientos, ochenta y nueve añojos, y añojas, dos mil dos cientas diez y seis ovejas, mil dos cientos treinta y dos corderos, mil dos cientas veinte cabras, seis cientos y un cabritos, ciento cincuenta y cinco machos de cabrío y cuatrocientos setenta y cua­ tro carneros, setenta y un novillos y novillas, seis cientos cincuenta y cuatro marranos, ocho cientas setenta y ocho cerdas de parir, y setecientos cuarenta y cuatro lechazos. Y por propio de forasteros dado en apariencia a vecinos de este concejo y que pastan en sus términos, hay ciento cuarenta y cuatro bueyes, setecientas cincuen­ ta y nueve vacas, doscientos veinte y cinco terneros, jatos y jatas, cuatrocientos treinta y tres añojos y añojas, treinta y dos ovejas, catorce corderos, cincuenta y una cabras, cuarenta y tres cabritos, cuatro machos de cabrio, doscientos y treinta y cinco novillos y novillas, y un carnero. Y que un par de bueyes le aprecian en veinte y cinco ducados.

19.a...A la décima nona, que en este dicho concejo hay tres cientas cincuenta y nueve casas, o cubos de abejas propias de EL CONCEJO DE AMIEVA, SEGUN EL CATASTRO DEL M. DE LA ENSENADA 715

vecinos, que por evitar prolijidad se omite expresarlos; constara de sus relaciones y reconocimiento de cotejos a que se refieren.

20.a...A la vigésima dijeron que en este citado concejo, y sus términos hay las especies de ganado que llevan mencionado a la pregunta diez y ocho, y no otro alguno, y que ningún vecino tiene fuera de él rebaño, yeguada, ni vacada alguna.

21.a...A la veinte y una dijeron que en este dicho concejo y sus cinco parroquias, hay tres cientos y cuatro vecinos, cuarenta y cuatro viudos, cincuenta y nueve viudas, seis solteros, treinta y cinco solteras, todas de casa abierta y un vecino mas en la alque­ ría nombrada de Carmenedo.

22.a...A la veinte y dos dijeron que en este referido concejo y sus términos hay doscientas sesenta y dos caSas habitables y otras treinta y siete arruinadas, doscientos y diez horreos, y seiscientas y quince cabañas o casas de ganado, y veinte y seis arruinadas, como resultara mas bien de las relaciones y reconocimientos a que se refieren, y lo mismo constarán sus dueños.

23.a...A la veinte y tres dijeron que este concejo no tiene más propios comunes, que la tercera parte de puerto nombrado de Ca- romba, el que se arrienda todos los años a un mayoral de merinas para el pasto de ellas en cantidad de cuatrocientos y diez reales vellón que entran en poder de el Procurador General de este di­ cho concejo.

24.a...A la veinte y cuatro dijeron que este concejo no tiene ni goza arbitrio, sisa, ni otra utilidad, por no haber en el abasto por obligación.

25.a...A la veinte y cinco dijeron que el común de este concejo según costumbre debe satisfacer como satisface anualmente quin­ ce reales al Juez del Estado noble y al de el Estado llano nueve y a dicho Procurador General por estar de su cargo la distribución y condución de el papel sellado de este concejo y por razón de su fianza, y estar también de su cargo la cobranza de dichos cuatro­ cientos y diez reales le paga el común ciento y ocho reales en cada un año, al Escribano de Ayuntamiento por razón de salario cua­ renta y cuatro reales anualmente, cuyas cantidades se satisfacen de los expresados cuatrocientos y diez reales, y el residuo de ellos 716 RAMONA PEREZ DE CASTRO se emplea y distribuye en papel sellado para los acuerdos, e ins­ trumentos que se ofrecen al común y en reparos de puentes, y que no alcanzando para todo como regularmente sucede dicha cantidad de cuatrocientos y diez reales se hace repartimiento para saíisfa- ción de lo que falta entre los vecinos respectivamente.

26.a...A la veinte y seis dijeron que el común de éste concejo no tiene cargo alguno de jurisdición de los que expresa la pre­ gunta.

27.,a...A la veinte y siete dijeron que los de el estado llano pa­ gan anualmente a Su Magestad ciento y ocho reales vellón en tres tercios, que son, fin de abril, fin de agosto, y fin de diciembre, y además tienen la carga y obligación de dar los soldados a Su Ma­ gestad que corresponden a este concejo, siendo del cargo de los de uno y otro estado contribuir con los gastos precisos para su apronto y paso; que también paga todo este concejo setecientos ochenta y ocho reales y quince maravedíes en cada un año y en tres tercios por razón de alcabala a Su Magestad y los derechos correspondientes de tomar la razón.

28.a...A la veinte y ocho dijeron que en este concejo hay cinco oficios de reximiento enagenados, y uno de ellos con la gracia de Alferez Mayor de el, a favor de don Manuel Antonio Noriega veci­ no de el concejo de Parres, y los otros cuatro a favor de Joseph de Cangas, don Gonzalo Cirieño, don Juan González y Cosme Gon­ zález ya difunto; y asimismo dos oficios de Escribano ambos de el número, que ejercen y pertenecen a Domingo Alonso Cirieño, y Thoribio Perez; y otros dos, uno de Número y otro de Ayunta­ miento que ambos ejerce y pertenecen a Thoribio García Paraya, y de sus títulos no resulta si su adquisición fue por mera gracia, o servicio pecuniario.

29.a...A la veinte y nueve dijeron, que de todo cuanto expresa la pregunta, solo hay en este dicho concejo un puente de piedra sobre el rio nombrado de obra, otro de madera en el rio de Pre- cendi, dos también de madera sobre el rio de la Vega, otro en donde se dice la Vega de Parcia, otro en dicho rio de Precendi junto al lugar de Vega, cuya manutención y reparos corresponden a sus parroquias respectivas por servir comunmente para el trán­ sito de los vecinos de unas a otras, y hallarse algunas de dichas puentes en caminos reales, especialmente la citada de piedra; y EL CONCEJO DE AMIEVA, SEGUN EL CATASTRO DEL M. DE LA ENSENADA 71 7 para la manutención y reparos de esta concurre igualmente que este concejo, el coto de la Vega de Sella, pero que, de unos, ni otros no consideran ni regulan utilidad alguna al año, por no ha­ ber portazgo en este concejo. Y que aunque en los lugares de el hay algunos otros pontoncillos, omiten expresarlos, por ser sólo para el servicio de los vecinos y sus heredades, y de ninguna con­ sideración.

30.a...A la treinta dijeron que en este concejo no hay hospital alguno, sólo sí una ermita y casa de albergueria de Nuestra Señora de Sabugo, en la que se da a todo pasajero cubierto y lumbre sin interés, y yerba por su justo precio para sus caballerías, la que cuida, y administra una persona que como Mayordomo nombra cada cinco años el cura y vecinos de la parroquia de Amieva; y que la renta y hacienda que tiene, y de que se mantiene dicha al­ bergueria es lo siguiente: Cuatro casas, y una cuarta parte de otra arruinada en el sitio de Valle de Angón que sirven como cabañas para recoger el ganado, quince dias de bueyes de prado de todas calidades en el mismo Valle, y junto a dicha casa de albergueria otros veinte dias de bueyes de prado secano de Ínfima calidad. Y asimismo, ciento veinte y ocho reales vellón que percibe anualmen­ te de réditos por cuatro mil doscientos noventa y dos reales de principal de censos, que constara de la relación que diese el actual mayordomo de dicha albergueria, a la que se refieren. Que también tiene dicha albergueria dado en aparcería a su casero, y otras per­ sonas dos bueyes, diez y seis vacas, quince novillos y novillas, seis terneros, cuatro añojos y añojas, quince cabras, doce cabritos y un macho de cabrio; y uno, y otro a mitad de ganancia y tercera parte sobre que también se refieren a dicha relación.

31.a...A la treinta y una dijeron, que en este concejo no hay cosa alguna de lo que expresa la pregunta.

32.a...A la treinta y dos dijeron que en este concejo no hay médicos ni boticarios, solo si un sangrador y barbero llamado Pe­ dro Pendones a quien le consideran y regulan de ganancias a el año seiscientos reales vellón y que a necesidad suele aplicar como cirujano algunas medicinas a los enfermos por no haber tampoco cirujano alguno en este concejo. Que también hay en el tres es­ cribanos, a uno que es Thoribio Garcia, de Número y Ayuntamiento le regulan de ganancia a el año seiscientos cuarenta y cuatro rea­ les, a otro que es Domingo Alonso Cirieño, que sólo es de Número 7 1 8 RAMONA PEREZ DE CASTRO seiscientos, y a Thoribio Peres que lo es también de Número cien­ to y diez reales, a don Gonzalo Cirieño como Notario Apostólico que es, le regulan cuarenta y ocho reales de ganancias a el año; a Agustín de Vega que también lo es veinte y cuatro, a don Francisco Ferrado Presbítero por serlo asimismo veinte y cuatro, y doce a Bernardo García como Notario Apostólico que también es. Que hay en este concejo siete estanquillos de tabaco, de por menor a cargo los tres de ellos de Santos de Arduengo, Pedro de Arduengo y Patricio Cabrales, a quienes por veinte y cuatro libras que tienen cada uno de consumo a el año, y a el respecto de tres reales por cada una le regulan setenta y dos de utilidad al año. Otro a cargo de Gregorio Torre a quien por el consumo de setenta y dos libras y a el respecto de los antecedentes le regulan doscientos diez y seis reales de utilidad en cada un año. Otro a cargo de Joseh Fernán­ dez de Sameón a quien por sesenta libras de consumo regulan ciento y ochenta reales de utilidad a el año. Otro al de Cipriano Crespo a quien por cuarenta y ocho libras regulan ciento cuarenta y cuatro reales de utilidad a el año; y otro a el de María Ana Fernández, a la que por doce reales, digo por doce libras de con­ sumo a el año y a el mismo respecto regulan treinta y seis reales de utilidad a el año. Que hay en este concejo tres arrieros que trajinan con cuatro caballerías cada uno a quien por cada caba­ llería regulan de ganancia a el año setenta y cinco reales de vellón. Otros once que trajinan en la misma conformidad con tres caba­ llerías cada uno y les regulan de ganancias a el año lo que a los antecedentes. Y otros diez y nueve arrieros que también trajinan con dos caballerías cada uno, a quien regulan de ganancias a el año, lo que a los expresados. Y que aunque otros ciento treinta y dos vecinos de este concejo, tratan y trajinan con algunas frutas y cosas de poco valor de el pais, para proveerse de algunos granos para su alimento, con una caballería cada uno, no les regulan más utilidad que la de veinte reales cada uno a el año, y a otros quince que tratan en la misma forma con dos caballerías cada uno, le regulan de ganancias a el año otros veinte reales por cada caba­ llería; y que el motivo de no expresar aquí los nombres y con nombres de dichos arrieros y trajinantes es por evitar proligidad.

33.a...A la treinta y tres dijeron, que en este dicho concejo hay cien trabajadores del campo que usan de el oficio de herrero como cosa de mes y medio al año poco más, o menos y les regulan cua­ tro reales cada dia; y a Juan Antonio Ribera como Gaitero que es le consideran de utilidad en cada un año doscientos reales, y que EL CONCEJO DE AMIEVA, SEGUN EL CATASTRO DEL M. DE LA ENSENADA 719 hay otra fragua propia de Juan de Arduengo quien la arrienda a sujetos fuera del concejo y por que se le regula de utilidad a el año cuarenta y seis reales de vellón. Que también hay en este con­ cejo siete oficiales sastres que tres de ellos trabajan poco más o menos cuatro meses, otros dos siete, otros cinco, y el otro cuatro, y por cada uno de los dias que trabajan, les regulan de utilidad dos reales y de comer, que se estima en otro. Que asimismo hay diez y ocho tejedoras, que a cada una regulan de utilidad diez y seis maravedíes en cada un dia; dos oficiales de carpintería que trabajan mes y medio al año y les regulan por cada un dia de ganancias dos reales vellón. Ocho oficiales de hacer zapatos de palo que los tres trabajan un mes, dos tres semanas, otro lo mis­ mo, y otros dos quince días cada uno, a quienes regulan de ga­ nancia cada dia dos reales, y que no hay otro ninguno de los comprendidos en la pregunta, sino Juan Alonso, a quien por una fragua que tiene propia le regulan de utilidad sesenta reales vellón al año.

34.a...A la treinta y cuatro dijeron, que en cuanto a lo en ella comprendido, no hay, ni se encuentra en este concejo cosa alguna, solo si don Gonzalo Cirieño vecino de esta parroquia de Sevarga tiene arrendada por un cuatrenio el préstamo de ella, a don Ber­ nardo Valdes Presbítero vecino de la villa de Gijón como dueño de el en doscientos ducados vellón cada un año, y de utilidad en cada uno setecientos veinte y cinco reales vellón; y que en la pa­ rroquia de Mian lleva en arriendo el cura de ella la octava parte de diezmos que corresponden a la fábrica de la misma iglesia por un cuatrenio en trescientos reales vellón cada año y le regulan de utilidad doscientos cincuenta y dos en dicho cuatrenio.

35.a,..A la treinta y cinco dijeron, que no hay jornaleros algu­ nos, pues en las labores de el campo y más que se les ofrece a sus vecinos, se ayudan reciprocamente los unos a los otros y les regu­ lan por razón de jornal en cada un dia dos reales y uno de comida.

36.a...A la treinta y seis dijeron que aunque en este concejo hay diferentes vecinos que por sus cortos medios y bienes de ín­ fima calidad lo pasan con mucho trabajo y miseria solo hay un pobre de solemnidad.

37.a...A la treinta y siete dijeron que de los comprendidos en la pregunta no hay ninguno en este concejo. 7 2 0 RAMONA PEREZ DE CASTRO

38.a...A la treinta y ocho dijeron que en este concejo hay cua­ tro Curas Párrocos y un Curato vacante, que es del de San Román, un Clérigo Presbitero Maestro de escuela y dos Clérigos de me­ nores.

39.a y 40.a...A la treinta y nueve y cuarenta dijeron que de su expreso no hay, ni se encuentra cosa alguna en este concejo; y que todo lo que llevan dicho y declarado es la verdad para el juramento que tienen prestado en que se afirman y ratifican, y lo firmó su Merced dicho Señor Subdelegado junto con los demás expresados en la cabeza de estas Respuestas Generales que supie­ ron, y por los que no un testigo que lo fue Thoribio García Fana Escribano. Y estando todos juntos, como va expresado para finali­ zar y firmar estas Respuestas Generales, se representó por algunos de los Peritos, que habiendo reflexionado sobre la consideración de los molinos tenían que hacer (admitiéndoseles) alguna modifi­ cación que están prontos a traer por escrito; en cuya vista por dicho Señor Subdelegado, y atendiendo al dilatado tiempo que han ocupado en dar sus respuestas y papel que se ha lastrado en los borrones de ellas dijo, debía de mandar y mandó que sin la mas leve omisión y por su cuenta y riesgo traigan con toda expresión y claridad bajo del juramento que tienen prestado la modificación que prometen firmado de prompto lo hasta aquí extendido y pues­ to en limpio. Y enterados dichos Peritos respondieron cumplirán con lo que se les manda, y lo firmaron como va mencionado ex­ cepto dicho don Pedro Joaquín de Cifuentes, de que yo el infraes- cripto Escribano doy fe. E mando han. Y entre renglones diez y seis en cada uno y nueve cuartos a cada molar; de reservar, diez V nueve, testado, y seiscientos once. Don Antonio Riva de Neira. Thomás Fernández. Testigo por don Juan González Regidor Thori­ bio García Fana. Juan Francisco Ferrado. Pablo Blanco. Agustín de Vega. Sebastián González. Vicente de Vega. Gonzalo Cirieño. Antonio de Vega. Juan de Fana. Domingo Gutierrez. Testigos por Bartolomé de Diego Thoribio García Fana. Domingo Alonso Cirie­ ño. Ante mi Jacome Sánchez Cifuentes. Memorial Estando juntos los infraescriptos Jueces y Peri- de modifi- tos Para °ir> leer extendido y puesto en limpio lo cación de que teníamos de puesto a las cuarenta preguntas molinos. de el Real Interrogatorio y firmarla como senos or­ dena; y habiendo reflexionado sobre el contenido de la diez y siete de dichas preguntas por lo correspondiente a molinos, nos pareció hallarse agraviados por la deposición hecha en este asunto sus due­ EL CONCEJO DE AMIEVA, SEGUN EL CATASTRO DEL M. DE LA ENSENADA 721

ños, y poco seguras nuestras conciencias atendiendo al juramento que teniamos prestado bajo de el cual, y con el permiso del Señor Subdelegado ofrecemos dar alguna modificación a las utilidades ex­ puestas por dichos molinos la que prometimos traer por escrito con toda distinción y claridad, y la damos según nuestro entender en la forma siguiente. Sobre el rio de Sevarga y sitio que llaman la Gral y Pontón uno de un molar harinero propio de don Gonzalo Cirieño que muele de continuo ocho meses a el año con el agua de dicho rio y en cada un dia fanega y media de pan, o una de maiz, que a razón de dos maquilas por cada fanega, y que nueve de ellas com­ ponen un cuarto, se le regulan de utilidad en cada un año dos fanegas, dos cuartos y tres maquilas de pan y de maiz tres fanegas lo que regulamos en esta forma por ser lo común molerse dos partes de maiz y una de pan. Otro sobre el mismo rio, y sitio lla­ mado del Pontón propio del mismo don Gonzalo Cirieño que muele con un molar el mismo tiempo y con la misma consideración se le regula anualmente lo mismo. Otro de un molar harinero sobre el mismo rio y sitio llamado de Pelayo propio de Juan Torre que muele el mismo tiempo que los antecedentes y con la misma con­ sideración se le regula lo mismo de utilidad. Otro sobre el mismo rio y sitio que se dice el Prado. Otro sobre dicho rio y sitio que se dice el Molín de Diego, que todos tres muelen con un molar cada uno el mismo tiempo y granos que los antecedentes y con la misma regulación y consideración se regula a sus dueños que son Magdalena García viuda de Benito Pérez, Diego García Lozana y Thoribio García Escribano la misma utilidad, que a los de arriba. Un molino de agua de desergar en el mismo rio y sitio del Casta­ ñedo propio de dicho Diego Garcia, que muele ocho dias en cada un año reducido a tiempo continuo los cortos ratos que en el dis­ curso de el muele, y a diez y seis fanegas que a razón de maquila y media por cada una le regulan de utilidad a su dueño dos fane­ gas menos tres cuartos de escanda en cada un año. Asimismo otros seis molinos de mano de desergar que muelen ocho dias en cada un año reducido el tiempo como en el antecedente, y en cada un dia cada uno doce fanegas, que a razón de maquila y media por cada una se les regula a cada uno de sus dueños, que lo son don Gonzalo Cirieño mayor en dias, don Gonzalo Cirieño menor, Tori- vio Perez Escribano, Luisa Fernandez, Luisa de Fana y Francisco Blanco, una fanega de pan y cuatro cuartos en cada un año.

Sobre el rio de Bandanos donde llaman Carmenedo dos moli­ nos harineros de un molar cada uno propios de don Joseph de 722 RAMONA PEREZ DE CASTRO

Cangas que muelen de continuo siete meses, y en cada dia fanega y media de pan, o una de maiz que a razón de tres maquilas por cada fanega dan de utilidad a sus dueños en cada un año cada uno dos fanegas y media, cuatro cuartos y tres maquilas de pan, y de maiz tres fanegas ocho cuartos y tres maquilas. Otros dos mo­ linos harineros de un molar cada uno sobre el mismo rio y sitio que llaman la Lastra que muelen de continuo lo mismo que los antecedentes y con la misma consideración se les regula, a don Francisco Antonio de Vega su dueño la misma utilidad a el año. Otros dos molinos de desergar sobre el citado rio y sitio de la Lastra, el otro sobre el rio Grande de Vega que muelen ocho dias en cada un año, y a diez y seis fanegas cada dia, que a razón de maquila y media por cada fanega dan de utilidad a sus dueños don Francisco de Vega Presbitero, y Antonio de Vega dos fanegas menos tres cuartos de pan en cada un año. Otros dos de mano de desergar que muelen cinco dias en cada un año a cuatro fanegas cada dia que a razón de maquila y media por cada una dan de utilidad a sus dueños, Eulalia de Vega y Pedro de Arduengo tres cuartos y tres maquilas de pan en cada un año; un molino hari­ nero en el arroyo que sale de la fuente del lugar de Amieva, que muele de continuo y con un molar cinco meses en cada año y en cada un dia fanega y media de pan, o una de maiz, que a razón de tres maquilas por cada una da a sus dueños que lo son por partes iguales Joseph, y Antonio de Intriago dos fanegas y un cuarto de pan y de maiz dos fanegas y media, tres cuartos y tres maquilas, y de maiz dos fanegas y media tres cuartos y tres ma­ quilas. Otros tres molinos harineros el uno sobre dicho arroyo en el sitio llamado la Teja. Otro sobre dicho arroyo y sitio y lo mismo el tercero que muelen con un molar cada uno y son propios, el primero de Thomás Fernández y Joseph García de Arduengo, el segundo de Bartolomé García y don Juan Ferrado, el tercero que por moler el mismo tiempo y al mismo respecto que el antecedente se regula a sus dueños la misma utilidad en cada un año. Así mis­ mo un molino de mano de desergar que muele seis dias, y en cada uno cinco fanegas y a razón de maquila y media por cada una se regula de utilidad a Bartolomé de Diego su dueño cinco cuartos de pan en cada un año. Y es lo que bajo de el juramento que te­ nemos hecho en que nos afirmamos y ratificamos podemos ase­ gurar según nuestro entender y lo firmamos de nuestros nombres los que sabemos, y por los demás rogamos a Vicente Alonso vecino del coto de Cazo que no sabemos firmar lo haga por nosotros. EL CONCEJO DE AMIEVA, SEGUN EL CATASTRO DEL M. DE LA ENSENADA 723

Pablo Blanco. Sebastián González. Antonio de Vega. Agustín de Vega. Domingo Gutierrez. Juan de Fana. A ruego de los que no supieron firmar Vicente Alonso de Busles.

Dispensando en la falta de formalidad y atendiendo benigna­ mente a la seguridad de las conciencias de los Peritos que con este pretexto acudieron ante el Subdelegado a reformar su primera declaración respecto de la cual dicen procedieron con menos re­ flexión que aquella con que debieron haberlo ejecutado, ordeno se arregle por esta segunda las utilidades de los molinos y la nota Auto para de verificación correspondiente. Oviedo y junio tres recibir in- de mil setecientos cincuenta y tres. Saavedra. En formación. e] lugar de Cirieño concejo de Amieva a once dias del mes de agosto del año de mil setecientos cincuenta y dos, el Señor Subdelegado que entiende en esta operación teniendo pre­ sente lo expuesto a las preguntas doce, trece, catorce, diez y ocho y treinta y cuatro de el Real Interrogatorio por los Peritos de este concejo, como también lo bajo en que han regulado las ca­ sas y horreos sus dueños por razón de alquileres, y que según se halla informado es muy bajo el valor y producto que en di­ chas preguntas se contiene, en conocido perjuicio de la Real Hacienda, dijo debia de mandar y mando se pase al concejo mas inmediato a comparecer tres o cuatro personas desinteresa­ das de conocimiento y conciencia con quienes se reciba informa­ ción sobre lo referido a fin de averiguar claramente la verdad para en su vista proveer lo que convenga. Y por este que firmo, así lo mando doy fe. Don Antonio Juan Riva de Neira. Por ante mi Se­ bastián Antonio Rodríguez Aramil.

En el lugar de Cirieño concejo de Amieva a quince dias de el mes de agosto año de mil setecientos cincuenta y dos el señor don Antonio Juan Ribadeneira Subdelegado de la Unica y Real Contri­ bución en él: en consecuencia de lo mandado por el auto antece­ dente, teniendo en su presencia a Bernardo Diaz, Juan Alonso Monasterio y Diego Alonso Builes vecinos del concejo de Ponga confinante con este personas (según se le ha informado) de todo desinterés, conocimiento y conciencia: de ellos por ante mi Escri­ bano tomó y recibió juramento que hicieron en bastante forma bajo de el cual prometieron decir verdad en lo que se les pregun­ tase y siéndolo con toda claridad y expresión cerca de lo que en dicho Auto se previene, después de haber conferido entre sí la materia, dijeron, que con el motivo de ser confinante este concejo 724 RAMONA PEREZ DE CASTRO con el de su vecindad y por lo mismo haber transitado por el co­ municándose con sus vecinos pueden responder según su práctico conocimiento lo siguiente. Que un dia de bueyes de labor secano de buena calidad produce en todo este concejo de Amieva fanega y media de escanda en limpio, el de mediana diez copines, y el de ínfima ocho cuartas que son dos tercias partes de una fanega; y que el año siguiente que dichas tierras se siembran de maiz y fabas mezclado, produce el de buena calidad dos fanegas de maiz, y tres cuartos de fabas, el de mediana calidad fanega y media de maiz, y dos cuartos de fabas, y el de ínfima diez cuartos de maiz, y uno de fabas, que por lo perteneciente a prados en las tres parroquias, de Sebarga, Mian y Argolivio, produce un dia de bueyes de secano buena calidad tres cargas y media de yerba; el de mediana calidad dos y media, y una el de ínfima, y en las otras dos parroquias de Amieva y San Román produce el de secano buena calidad cuatro cargas de yerba, tres el de mediana calidad y una el de ínfima, que en todo el dicho concejo no hay prados que den pación alguna por ser costumbre, que recogida la yerba, quedan para pasto co­ mún de los ganados. Que tampoco hay prados de regadío, y que el haber regulado tan corto producto a los prados de ínfima cali­ dad en todas las parroquias de dicho concejo e igualar todos los de esta calidad sin embargo de haber dado mayor producto a los de buena y mediana en las dos precedentes parroquias es por ha­ llarse dichos prados en parajes altos 3' montuosos donde lo árido de la tierra y excesivos calores los hacen iguales en su referida corta producción. Como sucede en las tierras de labor de ínfima calidad a las cuales regulan tan corto fruto y cuasi uno mismo en las dos especies de pan y maiz, por hallarse sumamente distante en sitios tan ásperos, que no pudiendo estercolarlas con carros, ni aún con caballerias, les es preciso llevar el estiercol a hombros, y de consiguiente labrarlas a carpa por lo que pierden el cultivo ne­ cesario; y que por cuanto algún prado de buena calidad con espe­ cial cuidado y abono se suele segar dos veces en un año dijeron que aquellos que reconocidos, o según las relaciones (a que se re­ fieren por no poder determinar los que son) se hallasen ser de esta especie dan en la primera vez que se siegan tres cargas y media de yerba cada dia de bueyes, y dos en la segunda.

13.a...Que un dia de bueyes de castaños que regulan ocupado con veinte pies y en tierra de ínfima calidad producían todas las parroquias de dicho concejo fanega y media de castaña, el de ave­ llanos que consideran ocupado con treinta pies y en tierra de me­ EL CONCEJO DE AMIEVA, SEGUN EL CATASTRO DEL M. DE LA ENSENADA 7 2 5 diana calidad fanega y media de avellana; y que de los más arboles que hay en dicho concejo expresado por los Peritos de el en su respectiva pregunta, no pueden dar razón alguna.

14.a...Que los valores que ordinariamente tienen los frutos que llevan expresados son, la fanega de escanda veinte y cuatro reales, la de maiz diez y seis, la de fabas veinte y cuatro, la carga de yerba dos, la fanega de castaña seis, y doce la de avellana.

18.a...Que un ternero le aprecian mientras mama en treinta y tres reales de vellón.

34.a...Asimismo dijeron, que no saben que sujeto alguno com­ pre ganado para volver a venderlo en Quijana, ni otras ferias, y en cuanto a los alquileres de casas y horreos, que una casa regular y cómoda para un labrador renta en dicho concejo seis reales, y uno y medio una de recoger ganado; un horreo de cuatro pies seis reales; y que lo mismo regulan a una panera por servir todos a un mismo fin, y no dar más de sí la pobreza del pais. Esto dijeron y declararon, y después de habérseles vuelto a leer y hecho cargo de ello se ratificaron y afirmaron en lo depuesto, y en que todo era la verdad para el juramento que hecho tenían y que eran de edad, dicho Bernardo Diaz de setenta años, y los otros dos de treinta y seis poco más o menos tiempo, y lo firmaron junto con dicho Señor Subdelegado a excepción del expresado Bernardo Diaz que dijo no saber, de todo yo Escribano doy fe. Y habiendo hecho remembranza cuando se les 18 a leyó la respuesta diez y ocho de las Generales di­ jeron esta van a declarar según su verdadero conocimiento sobre lo que se les propone tanto para el más, como para el menos, y en su consecuencia declararon sobre su conciencia y práctico co­ nocimiento no podía considerarse una oveja parida anualmente sino de segundo en segundo año, lo uno porque no todas paren un año después de otro seguidamente ni paren bien, y lo otro porque los corderos son animalitos muy delicados, y en el concejo de Amieva mas expuesto a los raposos, que en otra parte, y que así no pueden dejar de regularles mitad de cria solamente. Y que no hallando iguales razones en el todo, respecto de las cabras y cabritos, pero si algunas regulan dos naciones en tres años, y estas y aquellas en los mismos precios que los Peritos de el concejo; todo lo cual dijeron ser verdad y en ello se afirmaron ut supra. Don Antonio Juan Rivadeneira. Juan Alonso Monasterio. Diego 726 RAMONA PEREZ DE CASTRO

Alonso de Builes. Por ante mí Sebastián Antonio Rodríguez Aramil. Don Bernardo Diaz Paniagua Contador Principal Notas/. Magestad de la Intendencia de la provincia de Palencia y Comisionado por la Real Junta de Unica Contribu­ ción entre otras cosas para el arreglo de las Respuestas Generales al Interrogatorio practicadas en los pueblos de la comprensión de esta y Principado de Asturias; deseando ejecutarlo con la más po­ sible brevedad y menos dispendio de la Real Hacienda; habiendo reconocido la Operación del concejo de Amieva incluso en aquel y hallado algunas de sus Respuestas Generales diminutas y sin la correspondiente claridad y constar de los Autos, asientos, verifica­ ciones, notas y demás diligencias las equivalentes noticias para aclararlas y darlas la inteligencia necesaria a fin de que se venga en conocimiento de los verdaderos productos utilidades, esquilmos y sustancia de dicho concejo, y que conforme a ello se tiren y formen los estados particulares de él, se pasan a hacer las notas y declaraciones siguientes.

16.“...Mediante no explicarse en esta respuesta con la claridad y distinción correspondiente a qué cantidad de frutos ascienden los derechos diezmables y primiciales que se adeudan en cada una de las parroquias que incluye este concejo, y resultar de las certifi­ caciones de sus respectivos párrocos las equivalentes noticias se pasan a hacer expresión de ellos en esta forma: Los de Santa Ma­ ría de las Nieves ascienden a setenta y seis fanegas de pan, ciento y veinte de maiz, ciento de castaña, veinte de avellana, seis reales de cáñamo, doscientos cuatro reales de añojos, ciento noventa y dos de corderos, cuarenta y ocho de cabritos, ochenta de cerdos, ocho pies de miel cuatro libras de cera, ochenta cuartillos de man­ teca, cien libras de queso, y diez y seis libras de lana; y las primi­ cias a cuatro fanegas de pan. Los de Santa María de Mian a veinte y nueve fanegas de pan, setenta de maiz, sesentas de castaña, dos fanegas de avellana, ocho reales de nuez, otros tantos de cáñamo, doce de cera, ocho de miel, dos arrobas de manteca, diez y seis libras de queso, sesenta y cuatro reales de añojos, sesenta de cor­ deros, doce de cabritos, y veinte y cuatro reales de cerdos; y las primicias a tres fanegas de pan. Los de San Juan de Amieva a ocho fanegas y media de pan, diez y seis de maiz, tres de castaña, una de avellana, una libra de cáñamo, doscientos y cuarenta reales de añojos, veinte y siete reales y diez y siete maravedíes de corderos, doce de cabritos, dos de miel, ocho de cera, tres de leche, ciento de manteca, tres de queso, dos de lana, quince de puercos, y el de EL CONCEJO DE AMIEVA, SEGUN EL CATASTRO DEL M. DE LA ENSENADA 7 2 7 los puertos a veinte y siete reales y diez y siete maravedies; y las primicias a fanega y media de pan. Los de la de Santa María de Argolivio a veinte fanegas de pan, cuarenta y seis de maiz, diez y seis de castaña, tres de avellana, tres reales de nuez, de cáñamo una libra, dos arrovas y veinte libras de manteca, dos arrovas de queso, ciento sesenta y cinco reales de añojos, veinte y ocho de corderos, treinta y seis de cabritos, veinte y siete y medio de cer­ dos, ocho de miel, y otros tantos de cera; y las primicias a cuatro fanegas de pan. Y los de la de San Román a siete fanegas de pan, doce de maiz, una y media de castaña, media de avellana, dos li­ bras de cáñamo, sesenta reales de un añojo, cuatro corderos, un cabrito, cuartillo y medio de miel, media libra de cera, treinta li­ bras de manteca, dos libras de queso, dos libras de lana, y seis reales de marranos; y el derecho de primicia a una fanega de pan. León quince de julio de mil setecientos cincuenta y cuatro.

Bernardo Diez Paniagua.» UNA EPIDEMIA DE CALENTURAS GASTRICO-BILIOSAS EN EL PRINCIPADO DE ASTURIAS (1800-1804)

POR

JUAN GRANDA JUESAS

Dentro del extenso capítulo de enfermedades epidémicas que asolaron la Península Ibérica en los años finales del siglo XVIII y primeros del XIX, el presente artículo intenta ser una aportación más al estudio de la situación sanitaria del Principado de Asturias. Aun cuando las peculiares condiciones orográficas y climáticas de la región influyeron, sin duda, en la aparición y propagación de las enfermedades contagiosas, el Principado hubo de sufrir las mismas pestilencias que azotaron regiones vecinas como Castilla o Galicia, y son numerosas las referencias que, a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII, nos hablan de epidemias de sarampión, tos ferina, escarlatina, tifoideas, tabardillo pintado, etc. ( 1). Recién iniciado el siglo pasado, y casi simultáneamente con la aparición de fiebre amarilla en Cádiz, se declaró, primero en Castilla la Vieja, y algún tiempo después en Asturias, una grave epidemia de calenturas de la que nos ha quedado una reseña in­ sustituible en la obra del médico Vicente Pérez de la Portilla titu­ lada Constitución epidémica de calenturas gástrico-bitiosas sufridas en Castilla la Vieja y en el Principado de Asturias desde el año de 1800 hasta el de 1804. El mencionado trabajo, de breve extensión, es el resultado de las experiencias vividas en el diario contacto con

(1) Tolivar Faes, José Ramón.Historia de la Medicina en Asturias. Ayal- ga Ediciones. Salinas, 1976. 7 3 0 . JUAN GRANDA JUESAS los afectados por esta epidemia, y por ello su análisis es indispen­ sable si queremos conocer adecuadamente la situación sanitaria existente en el Principado de Asturias en los primeros años del ochocientos. Vicente Pérez de la Portilla fue un médico del que, desgracia­ damente, se conservan muy escasos datos biográficos, como lo revela un repaso de los habituales repertorios. Por la lectura de los expedientes conservados en el Archivo Provincial y Universita­ rio de Valladolid sabemos que nació en esta ciudad castellana, donde estudió Medicina en su Universidad, graduándose de Ba­ chiller némine discrepante el día 4 de junio de 1792. Perteneció como Socio de Mérito a la Real Academia de Medicina de la Uni­ versidad de Valladolid, y a la de Cirugía de la misma ciudad, sustituyendo al titular de la Cátedra de Instituciones Médicas en el curso 1792-1793, y al de la Cátedra de Vísperas de Medicina du­ rante los años 1792-1793 y 1793-1794 (2). A partir de este momento no volvemos a tener referencias de sus actividades hasta que en las páginas de la Constitución epidé­ mica, Pérez de la Portilla indica que «desde el 1800 estube traba­ jando esta enfermedad en la* Villa de Mayorga donde me hallaba de médico en su* hospital», instalándose, algún tiempo, después, de nuevo en Valladolid. ' La situación sanitaria en que se encontraba la provincia astu­ riana en los inicios del ochocientos, si nos atenemos a lo expuesto años antes por Gaspar Casal en su Historia natural y médica del Principado de Asturias, no sería muy halagüeña, ya que según este autor eran indisposiciones propias del país «la sarna, lepra, escor­ buto, destilaciones, erisipelas, llagas de las piernas, fístulas, con­ caire- de los huesos, c cálculos de los riñones y vejiga, lombrices, hipocondrías, melancolías, manías, flujos hemorroidales que lla­ man sangre de- espaldas, pasiones histéricas, tumores de glándulas, abscesos impropios; y en los concejos de Aller, Lena y Quirós, innumerables bocios o broncocilas, caquexias, hidropesías, alfere­ cías, reumatismos, tisis, el mal de la rosa y la hidropesía tubercu­ losa del pecho» (3), pero Pérez de la Portilla en la Introducción de su obra, al referirse a la gravedad de la epidemia, indica que «hasta el Principado de Asturias, país donde se experimenta una quasi

(2) Archivo Provincial y Universitario de Valladolid. Sección de Expe­ dientes personales. Legajo 359. ¡rKV.(3) 4 .Ca sa l y J u ,l ia n > Gaspar.Historia, natural y: médica del Principado de Asturias. Madrid, 1762. EPIDEMIA DE CALENTURAS GASTRICO-BILIOSAS EN EL P. DE ASTURIAS 731 interrumpida sanidad, fue esta vez mísero despojo de las constitu­ ciones trocadas». Para hacer frente a estas calenturas se disponía de una infraes­ tructura deficiente. Cierto es que la lista de instituciones de tipo hospitalario en funcionamiento era todavía amplia en los comien­ zos del XIX. Lamentablemente la casi totalidad de ellos no eran sino meros albergues de peregrinos que jalonaban el Camino de Santiago, carentes por tanto de médico, pues en Asturias, en los últimos años de la Ilustración, sólo se disponía, para atender a una población próxima a las 370.000 personas (4), de un total de nueve médicos y ochenta y tres cirujanos, situación que se com­ plicaba en la capital, Oviedo, ya que en ella el primer médico municipal, el Dr. Bernardo Jove, enfermó en los inicios de 1800, manteniéndose en esta situación, con ligeros períodos de mejoría, hasta su fallecimiento en las postrimerías de 1803, recayendo todo el peso de la asistencia a la epidemia en el médico segundo, don Manuel María González Reconco, que ascendió a médico primero tras la muerte del Dr. Jove (5). La vacante tardó en cubrirse más de lo previsto por renuncia de don Pedro Fernández Escudero, médico de Comillas que había sido elegido en la primera oposición. Solicitó entonces don Ramón del Valle, cirujano del Cabildo, la plaza para su hijo político don Federico García Ruiz ( 6), el cual, tras ser elegido, no demoró nada su traslado a Oviedo, «habiendo estado tan puntual para presentarse en esta ciudad por haberse hecho cargo de la grave necesidad que había de su llegada con motivo de la epidemia» (7). Las malas cosechas consecutivas varios años produjeron un in­ cremento de la pobreza y mendicidad en las calles de la capital del Principado ( 8 ), factor sin duda que facilitó la propagación de la epidemia de calenturas y trajo consigo un aumento en la mor­ talidad, como lo demuestran los archivos parroquiales ovetenses. La experiencia adquirida por Pérez de la Portilla durante su acti­ vidad profesional en el hospital de Mayorga, unido a una dismi­ nución de los casos de enfermedad que se daban en Castilla la Vieja, fueron sin duda las causas que dieron lugar a que las auto­ ridades sanitarias del Reino le nombrasen Inspector de Epidemias,

(4) Historia de Asturias. Tomo VII. Ayalga Ediciones. Salinas, 1977. (5) Actas del Ayuntamiento de Oviedo. Año 1804. Sesión del 18 de enero de 1804. (6) Ibídem. Sesión del 2 de marzo de 1804. (7) Ibídem. Sesión del 12 de abril de 1804. (8) Ibídem. Sesión del 10 de mayo de 1804. 7 3 2 JUAN GRANDA JUESAS enviándole al Principado ante la gravedad de la situación, que tie­ ne palpable reflejo en el Acta municipal de 8 de junio de 1804, donde se expone que «clama el público de esta ciudad porque se haga rogativa al glorioso San Roque por el azote que se experi­ menta no sólo en él (Oviedo) sino en la mayor parte del Principado de fiebres pútridas y epidémicas que llevan consternado al País enteramente» (9). Comunicado este deseo al Cabildo, «el domingo señalado, diez de junio, a las nueve y media de la mañana, concu­ rrió la ciudad formada a la Sta. Iglesia Catedral, concluido el coro, salió la Procesión del Glorioso San Roque y se dirigió por la Calle de Sn. Pelayo, al Arco de la Gascona, al de Socastiello, Calle de San Juan, Calle de la Rúa, San Antonio, Corrada...» (10). Pérez de la Portilla recogía su designación con estas palabras: «en 28 de julio de 1804 salí de esta Ciudad (Valladolid) y de la de Burgos don Tomás Ventosa, á el socorro de aquellos habitantes de orden superior y baxo las del Excelentísimo Señor Conde de Mon- tarco, Gobernador entonces del Supremo Consejo y Presidente de la Junta Suprema de Sanidad». De la experiencia extraída en la asistencia de enfermos de calen­ turas, tanto en el hospital de Mayorga como en Asturias, surgió esta pequeña obra que se inscribe dentro de la orientación y con­ tenido de los textos epidemiológicos de los años finales de la Es­ paña Ilustrada, obedeciendo a un planteamiento higiénico-sanitario con importantes repercusiones en los niveles terapéutico y profi­ láctico. El ideario médico que rige toda la organización de la obra de Vicente Pérez de la Portilla corre paralelo a la mentalidad em­ pírica e hipocrática típica de la segunda mitad del siglo XVIII, caracterizada por su actitud antisistemática, muy propia de Sy­ denham, que el autor refleja en la frase: «Sidenhan, Vxan, Stoll, y antes que todos Hipócrates, trataron las enfermedades por cons­ tituciones, cosa á la verdad que debiera executarse por todos los médicos; así no se deliraría tanto». En el fondo se deja entrever además una inquietud por la relación entre las epidemias y los condicionamientos climatológicos, hecho muy habitual entre los médicos de la Ilustración, muy influidos por las teorías de Hipó­ crates, Sydenham, Van Swieten y la Antigua Escuela Vienesa. El trabajo en sí consta de un centenar de páginas, en las que se van desgranando paso a paso los distintos componentes a valo-

(9) Actas del Ayuntamiento de Oviedo. Año 1804. Sesión del 8 de junio de 1804. (10) Ibídem. Sesión del 12 de junio de 1804. EPIDEMIA DE CALENTURAS GASTRICO-BILIOSAS EN EL P. DE ASTURIAS 733 rar en la epidemia: «divido la historia en tres períodos para mayor claridad; presento sus terminaciones según mis observaciones y las agenas (sic); formo el juicio de esta enfermedad; establezco sus causas, según la observación y las leyes de la Química; doy una materia médica correspondiente a élla; presento mi plan cu­ rativo; formo un recetario, una nomenclatura moderna y antigua; el régimen dietético; el plan de convalecencia; detallo una parte política; métodos para purificar el ayre y algunos cánones útiles en semejantes constituciones». El comienzo de la epidemia fue, dentro de un conjunto cons- tante de síntomas, de lo más variopinto, «ya emulando calenturas intermitentes, ya aparentando continuas», de tal forma que el diag­ nóstico precoz era difícil en tanto en cuanto esa disparidad en la clínica «hacía vacilar a los profesores de más ideas y de ilustración más ventajosa». Establecidas ya, sin duda alguna, las calenturas, Pérez de la Portilla, basándose en la experiencia, dividía su evolución en tres períodos, el primero de los cuales se caracterizaba por malestar general, postración y síntomas digestivos tales como amargor de boca, náuseas y vómitos «en los que se arrojaban materiales bilio­ sos, espumosos, verdes, pajizos y mezclados». A los cuatro o cinco días esta patología se agravaba con paresia intestinal, incremento de la fiebre, síntomas de obnubilación y delirio, «acciones indeco­ rosas, apalpamiento de ropa» y aparición de «pintas». Este segundo período, de duración similar al anterior, se continuaba con «señales incipientes de putridez en los humores», diversificación de las pin­ tas, que se presentaban «encarnadas, moradas y negras a un mismo tiempo», meteorismo, sopor, «cabeza dolorosa y atontecida». La evolución, a partir de este punto, variaba según la disposi­ ción del individuo y el tratamiento a que hubiese estado sometido. Los que tenían una «disposición inflamatoria» terminaban por «sudor» y con mayor rapidez, en tanto que los tratados con emé­ ticos se orientaban hacia una «transpiración aumentada» o hacia una intensa diarrea, que poco a poco iba cediendo, «restablecién­ dose la máquina a su natural equilibrio». En la génesis de esta enfermedad, y dentro de la actitud hipo- crática y antisistemática de la segunda mitad del XVIII, Pérez de la Portilla valoraba como factor primordial la climatología: «los grandes Médicos, que a imitación de Hipócrates se han dedicado al estudio de la Naturaleza, han observado que el ayre es el prin­ cipal autor de la salud y de las enfermedades; han visto iguálmente que, cuando las estaciones eran regulares, no se apartaban de su 7 3 4 JUAN GRANDA JUESAS temperamento regular, y no presentaban alteraciones considerables, ni reiteradas, no producían muchas enfermedades, y eran muy ra­ ras las Epidemias». De acuerdo con esta premisa, era ciertamente lógico que se desencadenase la epidemia de calenturas entre 1800 y 1804, pues fueron años en los que la climatología se presentó favorable para su aparición. Ya en 1799 hubo «una constitución lluviosa, y acom­ pañada de vientos australes, que quasi sin interrupción duró cerca de 9 meses». Ello trajo como consecuencia malas cosechas, que se repitieron en 1800, año en el que el calor y la humedad, «aunque no como el anterior», volvieron a ser los agentes que favorecieron la aparición y propagación de la epidemia. En 1801 las temperatu­ ras descendieron, motivo que «calmó alguna cosa la enfermedad», pero 1802 volvió a caracterizarse por sus elevadas temperaturas y alto grado de humedad, «llegando a la vehemencia de su estado en 1803», todo lo cual no hizo sino agravar la epidemia de calen­ turas, tanto directamente al favorecer su propagación, como indi­ rectamente al ser responsable de malas cosechas, llegándose a «una escasez de víveres, y por esto la miseria, que acabó de arrastrar á la gente de cortas facultades á el abismo de la infelicidad». El número de enfermos, muy elevado hasta 1804, comenzó a disminuir a partir de ese año, motivado según Pérez de la Portilla por una causa ya expuesta algún tiempo antes por Sydenham, cual era «que las epidemias iban poco á poco cesando á proporción que se iba incrasando y embotando la causa productora, atribuyendo esto á otras constituciones ó mutaciones del ayre que sobrevenían, y de un modo ignorado por nosotros la extinguían». ¿De qué modo influiría el clima en la génesis de las calenturas gástrico-biliosas ? Para explicarlo nuestro autor se apoya en la quí­ mica, ya que ella «da luces menos obscuras que todas las teorías hasta ahora inventadas para explicar los fenómenos de la natura­ leza». La climatología cálida y húmeda fue la causa que condujo a un retardo en la respiración y circulación, lo que trajo como consecuencia un acúmulo en la sangre «de los principios hidrógeno y carbono» que sólo se podrían eliminar si viniese «una constitu­ ción fría que les desalojase». El hecho que, desde 1799 a 1804, con la sola excepción de 1801, se presentasen constituciones húmedas y cálidas, se tradujo en un acúmulo de principios nocivos que «re­ tardaron más la circulación; las fuerzas céntricas se disminuyeron; y la materia perspirable se retubo; el hidrógeno y el carbono se exhalaban en corta cantidad de los pulmones, se disminuía la pro­ EPIDEMIA DE CALENTURAS GASTRICO-BILIOSAS EN EL P. DE ASTURIAS 7 3 5 porción relativa de azoote, el oxígeno se fixó menos en la sangre, y ésta perdió de su concrescibilidad y de sus quilates vitales». A partir de este momento, y teniendo el organismo cargado en exceso de hidrógeno y carbono, se produjo el primer paso en la patogenia de las calenturas, con una bilificación de la sangre y demás humores, pues siguiendo a los químicos de la época «el hi­ drógeno y el carbono son las materias inmediatas de la bilis». Pérez de la Portilla continúa en su disertación con la idea que, este ex­ ceso de bilis, «por la debilidad de todo el sistema, los malos ali­ mentos, y otras causas que no saben explicar, se acumula en esta entraña (estómago) una grande proporción de este humor que por ocupar esta parte da el nombre a la calentura de Gástrica, y por su naturaleza de Biliosa, voces que unidas dan la denominación de calentura Gástrico-Biliosa». Algunos autores contemporáneos a Pérez de la Portilla, tenien­ do presente que en la tercera fase evolutiva de las calenturas se presentaban señales de putridez, catalogaban esta enfermedad de pútrida e incluso pestilencial. Dicha opinión no era compartida por nuestro médico vallisoletano, sosteniendo que si realmente se pre­ sentaba la putridez, ello no se daba sino en «sitios faltos de ven­ tilación, ó en aquellos donde se respiraban las exhalaciones de muchos enfermos, pues en éstos siempre hay principios de corrup­ ción animal», factor que se unía a la absorción del exceso de bilis y su conducción «a la masa general de los humores», lo cual faci­ litaría, cuando se abandonaba a su curso la enfermedad, que ésta tomase un carácter pútrido, pues «según Boerhaave la bilis es el humor más dispuesto a la putrefacción». La no aparición del carácter pútrido en los enfermos tratados con eméticos, donde se conseguía «copiosas evacuaciones de mate­ riales biliosos por la parte superior y la inferior», abunda aún más en la idea de que el exceso de bilis en los humores y las condicio­ nes de hacinamiento e insalubridad eran las responsables de la putridez que se presentaba en algunos casos de calenturas gástri- co-biliosas. Todos los datos suministrados por la experiencia y por la Quí­ mica eran motivos sobrados para justificar un tratamiento que cumpliese la misión de «evacuar la suburra biliosa», y Pérez de la Portilla llevó a la práctica esta idea «echando mano del emético», pues cuando con él se lograba «hacer una copiosa evacuación de materiales biliosos, era consiguiente o total la destrucción de la cau- sa».-Si con ello no conseguía la curación del enfermo y éste pre­ sentaba los síntomas del segundo estado evolutivo, los trataba con 736 JUAN GRANDA JUESAS

«antiséptico solutivo, pues había notado que a todos éstos era ne­ cesario mantenerles el vientre libre», ya que con ello evitaba que las calenturas se hiciesen malignas. Teniendo en cuenta «cómo esta dolencia ha acometido con al­ guna variedad», el autor nos presenta además algunos métodos curativos modificados con arreglo a cada situación especial. Si el principio vital estaba «baxo» se indicaban los sinapismos. El alcanfor y el moschó o almizcle siempre que dominasen los sínto­ mas nerviosos, aun cuando en las mujeres histéricas que lo tole­ raban mal, «lo moderaban con éter». El meteorismo era combatido con lavativas de quina y la «benedicta laxativa», y cuando «compli­ cábase la enfermedad con un estado inflamatorio», Pérez de la Portilla seguía al pie de la letra las indicaciones del «Grande Stoll», para el que «quando ocurre un vicio inflamatorio con otros, sin exlusión, la primera indicación que ha de satisfacerse es la correc­ ción del vicio inflamatorio», lo que se conseguía con «una o dos evacuaciones de sangre». Aquellos enfermos que presentaban «se­ ñales de languidez y abatimiento», y siempre con el ánimo de ayudarles a recuperar las fuerzas perdidas, eran sometidos, pre­ viamente a cualquier otra medida terapéutica, a una dieta con «vizcochos (sic) sopados en vino bueno». Por último, y como ele­ mentos coadyuvantes de la convalecencia, se continuaba con «algu­ na tintura de quina aqüosa o vinosa», teniéndose por muy útil al dificultar la reaparición de la sintomatología gástrica. Establecida ya la pauta terapéutica a seguir en esta enfermedad con sus posibles variaciones, Pérez de la Portilla dedica un capítulo a la Materia Médica, a las sustancias que son de alguna utilidad en el tratam iento de las calenturas. Como vomitivo, dentro de los distintos tipos a disposición de los médicos de la época, Pérez de la Portilla prefería el tártrite antimoniado de potasa, de cuya uti­ lidad no dudaba, pues señala que «con él observé que se curaban los enfermos sin otro auxilio». Optaba por las preparaciones de antimonio en concordancia con las ideas de Sims, Temullero y Ba- glivio, según los cuales esta sustancia era la más eficaz para evacuar la bilis. El vomitivo además «por los sacudimientos que causa en los cuerpos, acelera considerablemente el curso de la circulación y la respiración», acarreando, según los Químicos, un mayor aporte al organismo de «oxígeno y de calórico», elementos ambos que ayudan, «arrastrando los principios excedentes (hidrógeno y carbo­ no)» al restablecimiento de la salud. Frente a las señales incipientes de putridez «usaba de la quina..., pues la observación y la práctica con el raciocinio me han hecho EPIDEMIA DE CALENTURAS GASTRICO-BILIOSAS EN EL P. DE ASTURIAS 737 ver su grande utilidad en éstos y otros casos». La base del empleo de la quina radica en que ésta «posee la virtud, según los Pneumá­ ticos, no sólo de arrastrar estos principios nocivos (hidrógeno y carbono), por excedentes, sino también de oponerse a la putrefac­ ción». A estos dos elementos de extraordinaria importancia en el tratamiento, se añadían los ácidos minerales, sulfúrico, nítrico, el éter sulfúrico, la «sal de axenjos con el zumo de limón», los sina­ pismos, vexigatorios, y otraMateria Médica de lo más variopinta. La dieta, cómo no, también tuvo su importancia, limitándose, en los casos menos graves, «al uso de sopa de arroz y vizcochos de canela con vino bueno». Finaliza esta pequeña obra con lo que el autor denomina Parte política, y que no es sino un conjunto de medidas preventivas en­ caminadas a dificultar tanto la aparición como la propagación de la epidemia de calenturas, consiguiendo con ello un mejor nivel sanitario de la población, como expone Pérez de la Portilla en las siguientes palabras: «toda sociedad bien dirigida baxo las leyes de un sabio y prudente Gobierno, dirige sus miras á el bien estar y prosperidad de los individuos que componen un Estado. Procura todos los medios de precaución á fin de que las causas ocasionales que pueden ser fomento de la enfermedad, se exterminen luego, y se precavan sus fatales resultas». Estas medidas propuestas giran alrededor de la idea que valora la climatología, y las condiciones del aire como factor central en la génesis de las epidemias. En lógica respuesta a esta premisa se enumeran medidas tales como el alejamiento de los estercoleros y cementerios de las poblaciones, situándolos en lugares altos y ventilados, además de plantar árboles en los segundos, pues «todos los vegetales, por la acción del Sol y de la luz, absorben los prin­ cipios pútridos y nos retribuyen generosamente un ayre vital puro y placentero que mantiene nuestra vida». Las hogueras, bien con fines culinarios o de iluminación, son también valoradas como elementos generadores de una atmósfera viciada, «pues obran en razón inversa a los vegetales, roban el oxi­ geno y acaban de hacer el ayre poco respirable», siendo por ello también importante que exista una buena ventilación en los lugares cerrados «á fin de obtener freqüentemente un ayre renovado», con­ ducta que se debería observar con mayor minuciosidad en los hos­ picios y «casas de recolección» en que se recogen los enfermos y mendigos, pues de no hacerlo así no se podría evitar «que la des­ nudez, malas camas, habitaciones en sitios húmedos, escasos y poco sanos alimentos produzcan efectos propios de la naturaleza de los 7 3 8 JUAN GRANDA JÜESAS cuerpos, que necesariamente deben respirar alimentando insensi­ blemente un foco de malignidad y corrupción, principio destructor que necesariamente se propagará con mayor energía y rapidez». Uno de los métodos que más colaborarían con lo ya mencionado a mejorar las condiciones del aire respirado sería el de las fum i­ gaciones, tres de cuyas modalidades, el método de Smith o de fumigaciones nítricas, el de Guitón de Morbeau y el de Mr. Janin, nos presenta Pérez de la Portilla con todo detalle. El primero actúa por la liberación de oxígeno que «reducido á vapor por la misma acción del calórico, sube y se extiende por toda la atmósfera del parage que quiere purificarse». Los otros dos requieren más pre­ caución, pues sus elementos activos, el ácido muriàtico y el ácido acético vaporizados, son tóxicos, empleándose en recintos cerrados, libres de personas. En cualquiera de los casos, independientemente del sistema empleado, «todos ellos conspiran á destruir los mias­ mas pútridos, á precipitarlos, y á mantener una atmósfera respira- ble, en vez de una corrompida y viciada». Como último apunte social, Pérez de la Portilla propone que «serían sumamente útiles los establecimientos de hospitales gene­ rales, en las Capitales á lo menos, en los que habiendo Profesores de todas las partes del arte de curar, puedan lograr alivio estos restos de la sociedad humana». NOVELA Y CRITICA: NOTICIAS DE UNA POLEMICA

POR

ADOLFO CASAPRIMA COLLERA

LA NOVELA

40 años han pasado desde la publicación, por vez primera en 1946, de «Cerca de Oviedo». 40 años de sufrimiento para una novela que en un principio fue centro de apasionadas discusiones y fanáticos comentarios tanto en tertulias como en la prensa periódica y radiofónica, para luego caer en los oscuros cajones del olvido. Ofuscados los críticos de un patriotismo mal interpretado y confundidos los lectores por lo que de ella les referían, la novela nunca tuvo un estudio objetivo y sereno, sino airadas reacciones y silencio, largo y continuo silencio. Mas «Cerca de Oviedo», y pese lo que nos pese, es un escalón importante y necesario entre la literatura del siglo anterior (léase «La Regenta») y la moderna («Nosotros los Rivero») dedicada a nuestra ciudad. Finalista en 1945 del premio Nadal, la novela es concebida un año antes, durante la estancia del escritor en nuestra ciudad cum­ pliendo el servicio militar. Cuenta García Pavón 25 años y es ésta su primera obra literaria (antes había publicado algún poema suel­ to en la revista de la Universidad donde cursó sus estudios de Filosofía y Letras, Madrid). Como tal, es decir, como primeriza obra juvenil, será justo reconocer en ella no pocos errores: a una equivocada estructuración, donde se echa de menos un argumento hilvanado y donde resalta la defectuosa sincronización de algunos 740 ADOLFO CASAPR1MA COLLERA capítulos, hay que unir las constantes opiniones personales del «yo» protagonista que minan la casi nula acción. Así, la novela se va tejiendo con diversos acontecimientos —algunos de ellos sin atractivo y lentos, que retardan la lectura y la llegan a hacer pe­ sada en ocasiones—, con la única intención de mantener una intriga hasta el final. Mas ésta, con los continuos cambios de escena, la constante introducción de cuentos o fabulaciones y la siempre te­ diosa presencia de justificaciones personales, está a punto de su­ cumbir. No llega a ello, y la novela, por su brevedad, su humor y su interesante intriga, nos atrae hasta su última página. «Cerca de Oviedo» está dividida en dos partes (el libro primero, titulado «Personas y visiones del Principado» y el libro segundo, «La trágica familia de Covichi»), unidas a una tercera («Muerte y transfiguración») de forma muy poco convincente. La primera de ellas, como su propio título indica, está íntegra­ mente dedicada a nuestra ciudad, con el único vínculo de unión con las partes restantes del «yo» protagonista y la presencia de un personaje psicológicamente extraño y atractivo a la vez, Covichi. Un joven nos irá narrando, en forma autobiográfica, su llegada a Oviedo con una carta de presentación en el bolsillo dirigida a la familia de Covichi de Calasanz para ser orientado en sus primeros pasos por la vida asturiana. Este joven, protagonista y narrador por tanto al mismo tiempo, tiene la ilusión y la ambición de es­ cribir una novela por estos lares, y el considerable hándicap de sufrir unas extrañas fiebres que le hacen padecer pesadillas casi todas las noches. Así, el libro primero se va estructurando con las vivencias del muchacho en nuestra ciudad, donde se intercalan, a modo de cuentos o fabulaciones, las distintas pesadillas que el protagonista sufre. Valiéndose de estos exorbitados sueños, que muy bien podrían subsistir aisladamente en un libro de cuentos, Pavón nos describe de forma exagerada las costumbres de una so­ ciedad provinciana de postguerra: el capítulo II, por ejemplo, nos presenta la jerarquización existente en las sociedades de las peque­ ñas ciudades de provincia; el capítulo V, donde Oviedo se convier­ te en Jerusalén, es una simbólica e irónica representación sobre una polémica habida en torno a la construcción de unos urinarios públicos; los capítulos VII y VIII narran una trágica historia de amor con su carga social y crítica que nos recuerda, en algunos momentos, el género tremendista que más tarde predominará en la esfera literaria española; el capítulo X, donde la referencia a la metamorfosis de Kafka es clara, se vincula directamente con el XV, el gran combate de Villabona,. quizás uno de los capítulos más inte­ NOVELA Y CRITICA: NOTICIAS DE UNA POLEMICA 741

resante, mejor elaborado y con más gracia de toda la novela, épico enfrentamiento entre las sociedades de dos ciudades que se odian a través de la historia. En varios capítulos, el joven, acuciado por la fiebre, devanea absurdamente en tono de greguerías sobre ciertos temas (léase las madreñas, los codos o la primavera) y aunque algu­ nas estén llenas de ingenio y no exentas de fino humor, se le puede discutir al autor el acierto de intercalarlas en una novela que, aunque el propio narrador diga lo contrario, persigue la intriga y el humor. Las pesadillas y los delirios del personaje sirven a Pavón para satirizar de forma espontáneamente juvenil sobre tradiciones y cos­ tumbres que escucha o vive en una capital de provincias, Oviedo: «...una capital de provincias, cualquiera y dondequiera, siempre compone una imagen mixta de pueblo que no quiere serlo y de ciudad que no ha llegado a ser gran capital. Este fenómeno de ciudad provinciana, con sus múltiples matices, no lo experimenté hasta llegar a Oviedo (...) Lo que allí encontré fue mucha belleza, un paisaje que nunca olvidaré, amigos excepcionales —desde en­ tonces siempre he estado rodeado de asturianos—, chicas delicio­ sas, una vida cómoda y sin los dislates madrileños; pero también, como me hubiera ocurrido en otra capital provinciana cualquiera, ese pulso agridulce, entre orgulloso y despectivo, que caracteriza a estas ciudades pequeñas, que fueron y son el reflejo más fiel de la vida media de un país, con todas sus virtudes, grandezas, mise­ rias y caricaturas...» (1). Quizás hubiese sido mucho más cómodo —leída esta cita—, alabar la vida tranquila y serena de la provincia. Quizás hubiese sido más galante mantener la tradición y recons­ truir una heroica, invicta y leal Vetusta 80 años después, o seguir los pasos de Azorín cuando recomienda que «al llegar el crepúsculo es necesario retornar a los Alamos para encontrar a Victoria, a Ma­ ría, a Pacita y Carmen; todas son bellas, afables, discretas» (2). Pero no; Pavón no se conforma con las alabanzas de las virtudes; sus 25 años le obligan a inclinarse hacia la crítica de los defectos. Se burla satirizando la vida y costumbres de la ciudad provinciana. Puede ser cualquier capital, no importa; en todas ellas las mucha­ chas de Azorín aparecen desgastadas por el roce; en todas ellas encontramos señoras acartonadas y arcaicas; en todas descubri­ remos algún catedrático borrachín; en todas habrá todavía cronis-

(1.) G a r c ía P a v ó n , Francisco: “Cerca de Oviedo”, Destino, B .; 1971 (2.a edición), pp. 11 y 12. (2) A z o r í n : O.C., tomo VII, p. 364. 742 ADOLFO CASAPRIMA COLLERA tas de sociedad que llaman al novio «el pundonoroso don ...» o un canónigo que mide diez canonjías de ancho por cinco de alto. Puede ser cualquier capital de provincias. Pero, quiérase o no, nos guste o deje de hacerlo, los dichos y hechos novelados se refieren, en este caso, a Oviedo. He aquí la justificación del título. Las calles, los cafés, las tertulias, los vestidos, la prensa, las costumbres, todo rezuma un aire de hegemonía sucumbida, de ambiente reprimido y amanerado ante el cual el foráneo ironiza mediante simbólicas imágenes. El mismo Pavón advierte en el pró­ logo de la 2.a edición: «siempre fui un devoto de Leopoldo Alas («Clarín») —sobre su obra narrativa hice luego mi tesis doctoral— y para mí, pese a lo que me gustaba, antes que la Asturias que veía o me referían, existía la de Leopoldo Alas» (3). El desengaño hubo de ser grande cuando pisa nuestra ciudad y se encuentra de pronto con el espíritu tradicional y provinciano propio de la post­ guerra. No nos ha de extrañar, por tanto, que las tertulias del Casino desciendan al Peñalva, al Calderón o al Paredes; que en la prensa existan renombrados cronistas de deportes en vez de teatro nacional; que los donjuanes como don Alvaro sean ahora futbolis­ tas; que las viejas damas confabulen contra unos supuestos urina­ rios en vez de hablar sobre el traje que lucirá la Regenta en la procesión; que a las hijas del indiano Páez se les hayan gastado las piernas de tanto pasear buscando novio, o que incluso, el filó­ sofo Belarmino se haya convertido en un «rabino zapatero y alpar­ gatero que mira con ojos de almíbar las suelas de las personas desde la celosía de su covacha de mercader». Ahora bien, Pavón no lanza sus dardos de una manera directa y mortal contra nuestra ciudad. En primer lugar, y como venimos argumentando, se trata de una caricatura irónica y simbólica sobre las costumbres y tradiciones anticuadas que sobreviven en las ciu­ dades de provincias, tomando como modelo el ejemplo que él vivió por vez primera de forma directa, esto es, Oviedo. En segundo lugar, el autor se vale de su personaje, el joven enfermizo que sufre pesadillas y alucinaciones producidas por la fiebre, para de­ formar la realidad —exagerándola y mezclándola con la fantasía hasta transformarla—, esgrimiendo así su hábil humor (en sus más variantes direcciones, desde lo cómico a lo soez, pasando por la ironía, la sátira, la parodia, la burla, la caricatura mordaz...). El humor. Este es el fin último de sus palabras. Aunque el suyo sea, en muchas ocasiones, «la coña», nombre con el que Avello bautiza

(3) Ob. d t., p. 11. NOVELA Y CRITICA: NOTICIAS DE UNA POLEMICA 7 4 3 una de las múltiples formas humorísticas en una estupenda des­ cripción del humor: «El humor, juega al escondite íntimo y flu­ yente. Es como si tuviéramos un río dentro que anda circulando suavemente y cuando quiere desemboca. Y al desembocar lo hace en forma de torrente que es la carcajada, vistiéndose de cordura y fertilidad en forma de sonrisa o luciendo el antifaz cornestolén- dico de lo que por estos predios llamamos —dicho sea con perdón— la coña» (4). En el segundo de los libros, el autor cambia radicalmente de estilo, de escenario, de personajes centrales. Todo es distinto. Ape­ nas hay diálogo, no hay diserciones del narrador, ni comentarios. El escenario ya no es Oviedo, sino Soria, Madrid, Villafierru. El narrador se centra ahora en contarnos un diario autobiográfico de la madre de Covichi (recordar que la hija ni siquiera aparece para entregar el manuscrito; en su lugar vendrá «un chico roxu»), don­ de se nos relata, de manera entrecortada y veloz, extraños sucesos ocurridos en el seno de la familia y donde pululan personajes tan misteriosos y oscuros como el de su cuñada Covadonga, mujer que tiene un poder mental sobre aquélla o sobre los fenómenos de hi­ perestesia visual y olfativa causados en el propio narrador. La acción se dispara. Se nos narra, en pocas páginas, la vida de la madre de Covichi desde antes de casarse hasta casi su muerte con una velocidad telegráfica endiablada, y donde el suspense, la intri­ ga, va creciendo de página en página. Si en el primer libro es el humor el elemento imperante, ahora la intriga ocupa su lugar: muertes, suicidios, robo de tesoros, personajes con poderes hipnó­ ticos, personalidades psicológicas complejas e impenetrables. In­ tenta Pavón excitar la curiosidad del lector al máximo con todos estos elementos y la prueba está en la duración de los desenlaces. Mas el propósito se ve ensombrecido por la deficiente sincroniza­ ción de los capítulos y minada por la impericia del autor cuando llega a autocriticarse y a justificarse absurdamente en largos pá­ rrafos que interrumpen la acción: «Apenas hay intriga, ni casi acción. Todo se reduce a una serie de reacciones y circunstancias que, por lo extrañas y morbosas, es difícil engarzar en un hilo argumental» o «Cuanto va escrito no es más que eso, una lacónica descripción de cosas vistas. Sin más aderezo literario, ni invención. Por todo, si estas líneas viesen un día la luz, y cayesen en manos de un crítico puntilloso, por Dios le pido que no eche toda la carne

(3) F e r n a n d eA v z e l. l Manuel: o “Cara y Cruz de Oviedo”, conferencia pronunciada en el Colegio de Médicos de Oviedo el 28 de noviembre de 1968. 7 4 4 ADOLFO CASAPRIMA COLLERA en el asador, intentando justipreciar preceptivamente la clase de novela que le ocupa. Sea piadoso dando mis palabras por sinceras, y no vea más que lo que hay: una crónica de cosas y personajes peregrinos, hilados sin más intención estética que la fidelidad, y hecha con todos los trabajos de un espíritu lacerado, por tocarle íntimamente cuanto trata, y por un cuerpo desasosegado y enfer­ mo, por tanta falta de salud como padece» (5). No obstante, los sucesos novelados son tan extraños y la lectura —a pesar de sus altibajos— tan fluida, que la intriga queda ahí, pendiente de su esclarecimiento en el último de los libros o partes. En efecto, el último libro, «Muerte y transfiguración», es todo un golpe teatral de invención pura, de gran fantasía, que a algunos pueda parecer excesiva y a otros cómica. El escenario vuelve a ser la casa de Villafierru, y los personajes centrales, el protagonista-na­ rrador, Covichi y su hermana Clara. La intriga se mantiene en el clímax dejado por el libro anterior e incluso se acentúa en sus primeros compases: el «yo» protagonista se ve envuelto en el intento de asesinato de Covadonga, la dama de los poderes hipnó­ ticos; el ambiente es ahora de género negro, desarrollado de noche, con golpeteos en el techo, luces que se apagan mientras suena el tic-tac del reloj de pared y aparecen los ojos de un gato que nunca se había visto hasta ese momento; reacciones bruscas y absurdas, como la del chófer que después de ofrecerse voluntariamente como verdugo de la anciana, apunta su revólver y súbitamente siente miedo o repugnancia, y se va... acentuando aún más el suspense. Y de pronto llegamos hasta la última página: sin aclararnos las complejas personalidades psicológicas de los personajes (¿no que­ da el interesante personaje de Covichi un tanto difuminado al final de la novela?) encontramos, al fin, la conclusión de la intriga: la vieja Covadonga yace rígidamente muerta, enladrillada en su pro­ pia habitación desde hace 20 años. Mas Pavón, decidido a sorprendernos una vez más, no se con­ forma con este final y coloca, junto a la anciana, un joven vein- teañero, babeante, de aspecto deformado que nunca conoció otro mundo que el comprendido entre las cuatro paredes de la habi­ tación. El desenlace nos sugiere una escena teatral auténticamente sor­ prendente y horripilante al mismo tiempo, grotesca si se quiere. Es como una bofetada al lector que siente tras de sí, sin haber digerido aún las últimas líneas, la carcajada socarrona del autor

(5) Pp. 180 y 181 (2.a edición). NOVELA Y CRITICA: NOTICIAS DE UNA POLEMICA 7 4 5 cuando hace abrazar, llorando, al jardinero con el joven de aspecto repugnante gritando « ¡hijo mío, hijo mío! ». Justo es reconocer que la invención desborda los límites de cualquier avispado lector que no espera, por nada, parecido final al de «Cerca de Oviedo». El golpe teatral ha sido servido...

LA CRITICA

Una vez licenciado, Pavón vuelve a su pueblo, Tomelloso, con una novela empezada bajo el brazo. Allí la finaliza y la corrige, hasta dar con el manuscrito último. Animado por Carmen Laforet, ganadora del primer Nadal con su novela Nada, el joven Pavón decide presentarla al premio literario con mayor renombre en aquella época. La noche de los Reyes Magos los diarios salen a la calle con la noticia: José Félix Tapia, con La luna ha entrado en casa, ganador del Nadal; Francisco García Pavón, con Cerca de Oviedo, finalista. Mas, tras el éxito y la alegría, la primera decep­ ción: Destino no publicará la novela (por aquellas fechas escaseaba demasiado el papel). Su padre se encarga de ello. La novela pasa la censura sin problemas (el censor es amigo personal del autor) y comienza a imprimirse. «Hacia la Navidad de 1946 salió a la calle y me llegaron las primeras críticas de mi vida. No fueron nada malas, pero a la vez, mis amistades y familiares de Oviedo me escribían alarmadísimos y adjuntaban artículos furiosos contra mi persona y texto. Por lo visto se armó un cacao fenomenal» (6). En efecto, al realizar un minucioso y atento cotejo comproba­ mos que, mientras la crítica nacional aplaude tanto a la novela como a su autor (7), la local arremete con duros adjetivos —que llegan en muchas ocasiones al insulto personal— contra ambos, novela y novelista. Si bien Cerca de Oviedo, leída con ojos de los 80, aparece ante el lector como una obra amena y divertida —pese

(6) Pp. 14 y 15 (2.a edición). (7) “A nuestro entender, la novela de García Pavón es una de las obras más singulares que se han publicado en España desde 1939...” que “anuncia una vigorosa personalidad literaria, dotada de gran originalidad y de juguetón conceptualismo”, afirma A. Cayol en Insula, artículo reproducido más tarde por el diario “Lanza”. Juan Antonio Rando escribe en “Sur” que “Pavón ha hecho novela de ver­ dad” y que “ha entrado en el campo del escritor de libros por el camino de en medio”. En el “Diario de Burgos” se afirma que es “un novelista de cua- 746 ADOLFO CASAPRIMA COLLERA a sus altibajos—, y ante las nuevas generaciones como testimonio de la vida de su ciudad en la postguerra descrita con pinceladas humorísticas (tras el debido desnudo de la exageración y la tabu­ lación novelesca), la crítica de aquel tiempo, ya fuese por estar demasiado apegada a los prejuicios locales que imponía la época, ya por regentar un mal interpretado patriotismo regional, reaccio­ nó de forma fatal contra lo que en algunos artículos se denominó tal «engendro» literario. Pero, ¿cómo era la crítica de entonces? Re­ curro al estudio que sobre la crítica de los años cuarenta el ca­ tedrático José M.a Martínez Cachero realiza en su Historia de la novela española entre 1936 y 1975 bajo el epígrafe «¿Una literatura sin crítica?»: «Advertir y corregir es tarea reservada a la crítica literaria. Pero ¿qué es, exactamente, lo que esperamos de ésta y de quienes la ejercen? Ante algunas quejas, fechadas en la década que nos ocupa, cabe suponer que lo deseado era la práctica del varapalo al estilo decimonónico de un (recurro a los ejemplos más cons- lidades, con imaginación y pluma ágil, que promete obras de importancia para el futuro”. “García Pavón se incorpora definitivamente a la vida literaria española con esta magnífica novela...”, leemos en el diario malagueño “Fa­ rola”. En “El Alcázar”, J.A. escribe entre otras alabanzas: “Felicitamos muy sinceramente al autor de “Cerca de Oviedo” y esperamos de él nuevos traba­ jos”. En “Albores” se manifiesta que “García Pavón ha entrado en la corte de los novelistas con una originalidad desacostumbrada, le ha dado, airosa­ mente, el portazo a las apolilladas y manidas, a fuerza de usadas, prescripcio­ nes y prejuicios literarios...”. La crítica positiva llega a su cumbre en el “Balbuena”: “ ¡ Con qué orgullo anotamos esta publicación en nuestras pági­ nas! ¡Con qué gozo nos volcamos hacia ella! (...) Si todos los años se conme­ morase a Cervantes, y, honrándolo,se hiciera un escrutinio a rajatabla, la novela de Pavón no sólo se salvaría de la hoguera, sino que bien merecería que el erudito licenciado de marras nos repitiera, pausadamente, por 2.a vez: Este libro, señor compadre, tiene autoridad por dos cosas: la una, porque él por sí es muy bueno; y la otra, porque es fama que lo compuso un discreto señor de la provincia”. Junto a estas reseñas (algunas firmadas por amigos del novelista) encon­ tramos también la de renombrados críticos, de quien nadie podrá juzgar su­ puesta imparcialidad. Así, Dámaso Alonso le escribe a Pavón en carta autó­ grafa : “La hemos leído mi mujer y yo, con mucho gusto. Creo, sinceramente, que puede Vd. estar muy contento”. Fernández Almagro, también en carta autógrafa, anuncia al novelista “que su novela “Cerca de Oviedo” me agradó mucho, por su concepto tanto como por su expresión, y enseguida la coloqué entre los libros de que pienso ocuparme”. En efecto, pronto aparecerá en “ABC” la reseña del eminente crítico: “Esta primer novela de un autor que con clara fortuna tantea su camino en narración muy viva y jovial, rica en ironías de doble fondo”. Si para Almagro García Pavón “se gradúa de narra­ dor notable” con “Cerca de Oviedo”, R. Vázquez-Zamora se “alegra (de) ver en los escaparates este libro”. NOVELA Y CRITICA: NOTICIAS DE UNA POLEMICA 7 4 7 pícuos) «Clarín» —con sus «paliques»— o un Antonio de Valbuena —con sus «ripios»—. ¿Era crítica verdadera y útil la contenida en tales artículos periodísticos, donde la fragmentación atomizadora de la obra juzgada, el humor grueso y el mal humor, y hasta la poca educación alternaban y se reiteraban como metodología? (...) ¿Tanta es la cantidad de engendros literarios y tan escandaloso su medro en los años 40 para que, una y otra vez, se predique, y nos- talgie, esa crítica higiénica y policíaca? ¿Quieren algunos de los que así se lamentan trasladar a la crítica literaria la violencia ver­ bal y fáctica de la discordia española reciente?» (8). Si a estas palabras añadimos la opinión de José M.a Castellet, para quien en sus Notas sobre la literatura española contemporánea (1955), la mayor parte de los que por entonces andaban metidos a críticos adolecía de importantej carencias, como la «ausencia de vocación», la «falta de preparación profesional» o de independencia crítica (9), comprenderemos mejor por dónde irá encauzada la crí­ tica local que ataca la novela de Pavón. No nos ha de extrañar, por tanto, que los comentarios sobre la obra1 qué' nos ocupa estén exentos —en su mayoría— de capacidad crítica estrictamente lite­ raria, y llenos, por el contrario, de una poca educación que raya el insulto: «A mi modesto entender, este señor, más que un lite­ rato es un atrevido criticón...»; «Esto es Cerca de Oviedo, parto de un cerebro carcomido por la impotencia y de un corazón que no puede con las calabazas...»; «...el autor ha cogido el espejo y ha recorrido el camino sin enfocar apenas cosa ninguna, a fuerza de recrearse en la contemplación de su propia personalidad, que es la de un enfermo...»; «...presentando vidas dignamente normales como revelaciones de psicología de pura invención más merecedo­ ras del tratamiento psiquiátrico que del descarnamiento novelísti­ co». ¿Cuáles son, entonces, las razones que movieron a los críticos locales a derrochar tal cúmulo de improperios contra un novelista cuya única intención-era* hacer reír al lector? ¿Por qué tan duras palabras contra un mero divertimento juvenil, sin duda creado sin mala intención? Porque, Cerca de Oviedo, cuarenta años después, no nos parece una novela ni tan buena como parte de la crítica nacional pregona (hemos de recordar que quien la califica como una de las mejores novelas publicadas en España desde 1939 es íntimo amigo del novelista), ni tan pésima como quiere la ovetense («Y así es la obra de triste, desequilibrada y repelente...»; «luego

(8) Edit. Castalia, 1979, pp. 89 y 90. (9) P. 41. 7 4 8 ADOLFO CASAPRIMA COLLERA de haber recorrido las trescientas páginas de sus insultos, de sus morbosidades, de esas «Memorias» de uno de los protagonistas, tan repulsivas y tan absurdas...»; «...que hace tan repugnantes las páginas de su libro...»; «...una novela llena de errores cul­ turales...»; «...este libro es un cúmulo de incomprensiones y de apreciaciones desatinadas...»; «...las palabras del novelista (...) en trance de rabieta...»). Frente a la crítica nacional, que junto a las alabanzas añade una serie de «recomendaciones» y «consejos» al novel escritor sobre la estructuración, los excesos verbales, el dominio de una imaginación que en ocasiones se desborda, el desusado desenfado, etc., la crítica ovetense arremete contra los juicios vertidos por el narrador-protagonista sobre la historia de nuestra ciudad, su vida, sus costumbres, su gente. Este fue uno de los errores cometidos por ciertos lectores y críticos locales: suponer que lo que el na­ rrador cuenta es ciertamente lo que Pavón opina sobre Oviedo; algunos lectores no supieron comprender que se trataba, sin más, de una cómica crítica de ciertos rasgos arraigados en las socieda­ des provincianas, de un relato donde la realidad se deforma y mezcla con la fantasía hasta que se transforma, con el único ob­ jetivo, con el fin último, de hacer reír al lector comprensible; los ovetenses no supieron diferenciar la realidad de la imaginación, obcecados y confundidos cuando el narrador nos dice que «cuanto va escrito no es más que eso, una lacónica descripción de cosas vistas. Sin más aderezo literario, ni invención». Porque esto es el libro primero de Cerca de Oviedo, un retrato irónico y simbólico del ambiente viejo y apolillado de una ciudad de provincia en la postguerra, un retrato en el más puro estilo de Picasso, donde se deforman los rasgos y se exageran los contrastes. Mas no había pensado García Pavón en la reacción que su novela levantaría en la nombrada capital. Por ello, cuánta razón tiene Vázquez-Zamora cuando argumenta que el mayor defecto de la novela es su título: «Cerca de Oviedo no debía titularse así. Es un título que induce a error. La acción ocurre en las proximidades de Oviedo, pero lo mismo podría haberse desarrollado en cualquier otro lugar de Es­ paña o del extranjero. El lector que conozca esta obra del señor García Pavón, podrá aducir, en defensa del título, que el autor de­ dica un cierto número de páginas a describir satíricamente y por medio de sueños y alegorías no pocas peculiaridades ovetenses. Pero semejante localismo —o, diré mejor, localización— no bene­ ficia al tema ni al propósito central de la novela. Muy por el con­ trario, puede ser suprimido con gran ventaja para la unidad artís- NOVELA Y CRITICA: NOTICIAS DE UNA POLEMICA 749 ca» (10). No, realmente los ovetenses no supieron comprender las palabras de Pavón. Sin duda alguna, si el autor hubiese seguido las indicaciones del prestigioso Vázquez-Zamora, quizás entonces se hubieran reído a gusto los críticos locales (¿quizás más aún si se tratase de Gijón?). Pero acostumbrados a reírse de los «carta­ gineses» (11), no supieron aguantar el chaparrón cuando a uno de ellos se le ocurrió hablar de nuestra ciudad; o no quisieron, habitua­ dos a que nuestra heroica ciudad, la muy noble y leal ciudad, fuera corte en lejano siglo. Familiarizados con Lancia, con Vetusta, con Pilares, vieron con mal ojo que por vez primera apareciera Oviedo, a secas, despojada de seudónimos literarios, de altisonantes adje­ tivos, de «su bisoñé y su dentadura postiza», retratada con sus partes íntimas al aire. Eso es precisamente lo que no le perdona­ ron los ovetenses de entonces a García Pavón, que describiese la mezquina mediocridad en la que dormitaban, que les despertase de golpe, y a fuerza de un vistoso y cómico desfile, de su larga siesta regentina; o que su sueño se convirtiese en pesadilla cuando el personaje de Oviedo se transforma y en vez de una trágica Vetus­ ta apareciera en su lugar como bufón de un folletín cómico («Su novela es un sueño y como tal carece de realismo y veracidad. Un sueño inflado con desengaños, rabietas y desilusiones de un joven que un día salió de casa y se encontró con la Civilización y con Europa»). Entroncamos así con otro punto donde la crítica puso su llaga, la exorbitada imaginación de la que hace gala Pavón. Oviedo nun­ ca podría, para sus habitantes, ser escenario de tan disparatada y loca historia como la de la familia de Covichi; la Vetusta de Clarín, la Pilares ayalina es marco ideal de turbios amores con moralizantes finales, pero nunca marco donde asesinos, violado­ res, ladrones, suicidas y demás cometan sus fechorías. Hemos de recordar el tipo de literatura al gusto en la época: traducciones (preferentemente Maurice Baring, André Maurois, Pearl S. Buck, Sommerset Maugham, Cecil Roberts, etc.); biografías (las cuales tienen más de novela que de historia, y entre las que destacan las dedicadas a nuestros grandes emperadores y santos); las llamadas novelas «rosas» (en las Memorias del Centro Coordinador de Biblio-

(10) “Destino,”, 14-2-1948. (11) “El ovetense invenló al “cartaginés” para desahogarse y disculparse, para justificar su inhibición (...) Los ovetenses inventamos a los “cartagine­ ses” para defendernos del miedo que nos tenemos unos a otros”, Fernández Avello, oc. cit. 750 ADOLFO CASAPRIMA COLLERA tecas de Asturias, tanto del año 1945 —cuando la novela consigue ser finalista del Nadal— como del 48, el autor de dicho estudio se queja reiteradas veces del nivel de aceptación, alto y persistente, de tal tipo de literatura). Ante este panorama, el estilo desenfada­ do e irónico —antesala del más tarde conocido y estimado Pavón policíaco— no cuajó entre los lectores, y la crítica aprovechó tal situación para lanzar sus dardos.

LA POLEMICA*

Una vez que la novela llega a los escaparates de las librerías ovetenses, estalla el escándalo. En las tertulias de los cafés, verda­ deras artífices de la polémica, se discute la desfachatez del man- chego metido a novelista. El libro es criticado con virulencia; se le achacan mil y un errores; se buscan de manera exagerada sus defectos; se arremete contra las opiniones vertidas en torno a la ciudad. El autor es recriminado por su inoperancia; se le insulta; se le vuelve la espalda; se le tacha de las guías de amistades... Y pronto la prensa se hará eco de la polémica. Realizaremos a con­ tinuación un rastreo, un glosario de las críticas que la novela ha recibido en la prensa ovetense, «Región» y «La Nueva España», tanto con textos firmados (contando, para que el muestrario resul­ te lo más amplio posible, con opiniones de los dos sexos), como con gacetillas anónimas. Añadimos las opiniones realizadas en un programa radiofónico —inéditas hasta el momento—, que por su contenido resultan de vital importancia para el presente estudio y para la correcta comprensión de la extensión alcanzada por la po­ lémica. Por último, comentaremos también la crítica realizada en la revista universitaria de Oviedo, con el afán de completar el pa­ norama crítico con las opiniones de eruditos en el campo de la literatura de la época, así como de las palabras de nuestro cronista oficial, Manuel Avello, en una conferencia pronunciada en 1968, 22 años después de la publicación de la novela. El jueves 12 de diciembre de 1946 aparece el primer artículo que versa sobre la novela de Pavón. Se inserta en la cuarta —y úl­ tima página— del diario «Región» —escaseaba mucho el papel en aquella época— bajo el titulo «Cerca de Oviedo», y viene firmado

* Los textos se reproducen tal como aparecieron originariamente. De ahí que puedan comprobarse algunos evidentes errores léxicos no achacables a la presente edición. NOVELA Y CRITICA: NOTICIAS DE UNA POLEMICA 751 por las iniciales S.A. (¿acaso se trata de Jove, amigo del autor, como me señala el catedrático Martínez Cachero?). Se trata de la crítica más benigna, o mejor, menos negativa, que recibirá la no­ vela en la prensa escrita ovetense. Tras alabar la gran imaginación del autor, la crítica se detiene a reflexionar en un tono no exento de cierta ironía, sobre el escenario de la novela —los alrededores de Oviedo— para acabar intentando acercar hasta la realidad lo que es pura fabulación: «No hace mucho tiempo le decía a García Pavón don Pío Ba- roja que lo que hacía falta en España eran libros de imaginación. Y esto se lo decía el autor de Las inquietudes de Shanti Andía y la Trilogía del mar al autor de «Cerca de Oviedo», un libro en el cual hay dos asesinatos a pistola, una señora que muere electrocu­ tada en el baño, el robo de un tesoro fabuloso, una loca emparedada durante veinte años en la bohardilla de su casa, etc., etc.... La verdad; uno es de Oviedo y nunca pudo pensar que cerca de nuestra ciudad ocurrieran tantas cosas. Hasta hoy las afueras nos parecían unos prados verdes y amarillos, unos caminos tran­ quilos por donde corrían las charrets de las lecheras y unos me­ renderos en los que los Domingos de Primavera estudiantes y oficinistas de la ciudad jugaban a la llave y a los bolos en manga de camisa. Pero un día llegó a Oviedo García Pavón. Es un manchego rubio —¿un ario como don Quijote?— licenciado en Filología Ro­ mánica que ha sido destinado al Regimiento del Milán (...) El es de una tierra árida y seca donde no se conoce la niebla, ni la mar, ni el césped; donde no se canta ni se juega al fútbol. Y todas estas cosas le van dejando un poso, un sedimento que no sabrá cómo echar afuera. Una tarde se pone a pensar y de súbito se le ocurre una solución: hacer una novela. Y escribe «Cerca de Oviedo». Es indudable que para ver bien una cosa hay que verla poco. Lo cotidiano, la costumbre va borrando los contornos y llega un momento en que ya no vemos nada. Del rostro de ese señor que incidentalmente nos pisó en el tranvía podríamos decir muchas cosas, en cambio del rostro con que a diario nos enfrentamos nos es difícil, a veces, saber si lleva o no bigote. Algo así ocurre con las cosas de nuestra ciudad. (...) Mas no nos preocupemos: a Oviedo ha llegado un novelista manchego y él nos las va a recordar. La polémica entre Oviedo y Gijón decidida a favor de Oviedo por su equipo de fútbol (12) y la elegancia de sus jóvenes Brum-

(12) Se equivoca S.A. en su afirmación, puesto que el partido finaliza con un empate a unos. 7 5 2 ADOLFO CASAPRIMA COLLERA niels, y a favor de Gijón por la elegancia de sus muchachas a quien el autor nos presenta en traje de baño. Luego es el desfile de cate­ dráticos y proceres y las piscinas — ¡aquellas piscinas!— conver­ tidas en fábricas de somiers... etc., etc. Por cierto que entre los elegantes ovetenses hay uno con panta­ lones cortos y una maroma al hombro que todos creemos conocer. Y ese barbero con bigote negro y cuidada cabellera que opina sobre innumerables temas y ese canónigo tan grueso «que mide cinco canonjías de alto por diez de ancho» y esa chica cubierta de lazos y perifollos con la cintura tan estrecha que se podría enhebrar en aguja lo mismo. En cuanto a Covichi, inteligente, extravagante, con el pelo leo­ nado y los ojos pardos, la hemos visto todos con los libros bajo el brazo en los claustros de la Universidad, o bajar en bicicleta, desalada, por la calle de Toreno. El libro, escrito de una manera heterodoxa y muy personal, es interesante. García Pavón se atreve a contarnos cosas y las cuenta bien. (...) En resumen: Pavón no ha escrito la novela de Oviedo, es otro el objetivo a que apuntaba. Pero si en Poesía consonante obliga, también obliga el escenario en la novela. Y en este caso a que nos referimos el escenario es nuestra ciudad.» Esta fue la tónica generalizada al principio en tertulias y con­ versaciones: descifrar a los personajes ficticios en las calles ove­ tenses, con el peligro que ello acarrea más tarde, esto es, suponer que los acontecimientos imaginados por un personaje a su vez ima­ ginado son verdaderamente ciertos y que fueron ejecutados por aquellas personas que, suponían, se escondían tras las caretas no­ velescas. Así lo destaca J.A.F.C. en el número de la revista de la Universidad correspondiente al primer tercio del año 1447: «... la actitud de los lectores ovetenses: «unos están molestos porque han sido aludidos, los demás porque no se ha acordado de ellos». Y comenzaron, entonces, a llover las críticas sobre la novela. El domingo 22 de diciembre del año 46, «Región» inserta una pequeña gacetilla en su segunda página (¿debida quizá al desapa­ recido Vázquez Prada?) en la que con mucho humor, se ataca por primera vez la novela, a la vez que resalta el espíritu ofendido de los ovetenses: «¿QUE HARIA USTED SI LE HUBIERA TOCADO EL «GORDO»?» «—Pues... mire usted: si me hubiera tocado el «gordo», a estas horas estoy levantando una muralla a la «entrada de Oviedo», para evitar el paso de tanto cartaginés como nos viene por aquí, en plan NOVELA Y CRITICA: NOTICIAS DE UNA POLEMICA 753 de «pura» crema, y que tratado a cuerpo de emperador, se va mal­ diciendo de todos nosotros. —Hombre, no creo yo que la invasión sea peligrosa. —Peligrosa, no; pedante y cursi, sí. Tanto es así que si ahora poseyese los 15 millonee jos, se iba a poner en moda otra vez el «Cañu del Fontán» y la pesca del «Cordobeyu» (13). —¿Y qué es lo que le ha puesto de tan mal humor para derro­ char un capitalazo? —Nada; acabo de leer esta obrita que titulan «Cerca de Oviedo». —(...)».

La novela ya es centro de conversación; la novela ya es polé­ mica (de paso, su venta se acentúa gracias a la gratuita propaganda, y comenzamos a encontrarla en muchas bibliotecas caseras de los ovetenses). Se discute, ahora, no ya su valor literario, sino las apre­ ciaciones sobre la ciudad, su historia y sus gentes. Tal es la polé­ mica que llega a levantar en tertulias y cafés, que el 6 de febrero de 1947 se dedica el tiempo de un programa radiofónico que por entonces emitía radio F.E.T. 22 de Oviedo, a la novela. Se trataba de una emisión literaria patrocinada por la hoy desaparecida libre­ ría Colón, sita entonces en la céntrica calle Gil de Jaz. En dicho programa intervendrán el propietario de la librería, don Manuel Lombardero, un cliente de la misma y el catedrático —por aquella época del Instituto Femenino— Roca Franquesa. Don Manuel Lombardero es el encargado de abrir el coloquio y arremete con dureza contra la novela, aprovechando de paso, para lanzar una dura diatriba contra el estado de la literatura en nuestro país: «Un novel de las letras apellidado García Pavón ha escrito una novela que titula Cerca de Oviedo. Con esta obra el autor llegó a finalista del premio «Eugenio Nadal», que según se afirma es el primer certamen literario de España. Triste es pensar que con este libro haya llegado a ser G.P. de los primeros, porque fácil es deducir que si lo demás era peor que «Cerca de Oviedo» es síntoma claro de que en España ha desaparecido el novelista bueno y de buen gusto y quedan tan sólo «engendros» de la Literatura y de la Crítica.

(13) Tanto el famoso “cañu del Fontán” como la pesca del “Cordobeyu” son bufonadas o chistes tradicionales de Oviedo para ridiculizar a quien se presenta de forma altiva o autosuficiente en nuestra ciudad. 7 5 4 ADOLFO CASAPRIMA COLLERA

A mi modesto entender este Sr. más que un literato es un atre­ vido criticón. El lo confiesa en sus páginas cuando dice que más que una novela buena o de intriga pretende narrar lo que vió en sus días de asturianismo. ¿Es que ya preveía su ineptitud para la novela y se autodispuso a salir airoso criticando a todos los ovetenses? Su novela es mala, falta de sentido común y sin forma y cons­ trucción literaria. Como narrador le reconozco algún mérito pero adolece en este caso de falta de sinceridad ya que afirma, como antes dije, trans­ mitir sólo la verdad, y no es así: se conoce que en nuestra ciudad alguien haya tratado desconsideradamente al muchacho de Tome- lloso. Se puede escribir de Oviedo, calar en su idiosincrasia y en la de sus habitantes sin ofenderles ni ridiculizarles. Oviedo tendrá sus defectos como los tienen todas las ciudades de este mundo, pero de ahí a pensar y escribir que todos sus habitantes son señoritos de cuello duro, niñas emperifolladas, señoras arcaicas, intelectua­ les borrachos y burgueses parásitos, eso tiene que ser obra de algún criticón ofendido. El novelista debe tender a embellecer sus relatos, que por ser humanos a la fuerza han de ser imperfectos. García Pavón no sólo no les da belleza literaria sino que los exprime hasta el ridículo. Desde el comienzo de su novela se advierte su pugna con la socie­ dad ovetense. Pero lo verdaderamente ofensivo e inaudito es cuando escribe lo siguiente: «Oviedo no es un pueblo sin historia, es algo más dramático; el pueblo que a fuerza de siglos se ha olvidado de ella —y añade—, la agricultura sigue siendo la línea histórica más per­ manente. La sidra, los maizales y los bueyes son lo único que le une con la Asturias heroica». Sr. García Pavón: sólo dos palabras para tanta ignominia. Si usted ve historia en los maizales y los bueyes de nuestros contor­ nos y no la advierte más bien en la torre de la Catedral he de decirle que sólo por recordarla como pocas ciudades en España se le ha concedido a su escudo el título de Invicta y Heroica, Muy Noble y Muy Leal. Sólo por el culto inmenso a su historia y tradición sonríe nuestra Catedral, aunque sangren sus piedras, contenta del heroís­ mo de sus hijos. Nada más.» Como podemos comprobar, los argumentos que esgrime el crí­ tico son de índole extraliterario; se basan en la ya comentada errónea creencia de que cuanto relata el narrador, sobre la ciudad es la opinión del autor, sin buscar tras sus palabras la ironía y NOVELA Y CRITICA: NOTICIAS DE UNA POLEMICA 75 5

el simbolismo generalizado o unlversalizado que conllevan. Por ello, el ofendido ovetense le recordará al manchego la historia de la ciudad, simbolizada tanto en la derruida torre de la Catedral como en el escudo heráldico. Inmediatamente se produce la primera defensa pública (y única que encontramos en la época) de la novela de Pavón. Se trata de un cliente de la librería, cuyo nombre desconocemos, que desgrana en tono y lenguaje bien escogido y moderado (¿acaso sea un pro­ fesor de Lengua y Literatura?) su parecer, no ya sobre la obra, sino sobre las críticas aparecidas hasta entonces en la prensa o escuchadas en las tertulias de los cafés. Veamos, por lo interesan­ te, el contenido de dicha defensa: «Creo que hasta la fecha no se ha hecho de la obra de García Pavón una crítica desapasionada y sincera. Algunos, no sé si incons­ cientemente, critican algo en lo que ellos luego han de incurrir: el lenguaje soez. Otros, demostrando un complejo de inferioridad, al parecer más minuciosos, leyeron la obra con peores intenciones, buscando únicamente lo peorciío del libro en cuestión, para des­ pués lanzarse sobre el novel autor con todo ensañamiento y amar­ gura, haciéndole, al mismo tiempo, la mejor y más eficaz de las propagandas. Con estas palabras no pretendo ni admirar ni defen­ der al autor; él sabe manejar la pluma, puesto que —mal o bien— ha escrito un libro y sabrá defenderse de los ataques, de tan ridícu­ los y biliosos ataques, si lo estima necesario. Aunque lo mejor que podrá hacer el joven autor es no hacer caso y continuar por el camino emprendido, para el que ha demostrado indudablemente excelentes condiciones. Por lo demás, nada; la vida es así: los que hoy tan crudamente le combaten, mañana se jactarían —si triunfa— de ser sus mejores amigos.» Cordura, reflexión y sinceridad encontramos en tan valerosas palabras. Mas es un caso aislado y espontáneo. El programa ra­ diofónico habrá de demostrarlo. El catedrático de Literatura Roca Franquesa es el encargado de realizar la crítica literaria y cientí­ fica de la novela. «Una simple casualidad de café y la violencia con que un grupo de amigos arremetía contra esta obra, despertó mi curiosidad. Bus­ qué «Cerca de Oviedo», y lá leí de cabo a rabo, de un tirón como vulgarmente se dice. Voy a poner mi pica de Flandes y decir cuatro cositas de la novela que tanta polvoreda ha levantado aquí...» Con estas palabras comienza el catedrático su comentario. De ellas destacamos la constancia, por vez primera manifiesta, de que 756 ADOLFO CASAPRIMA COLLERA en las tertulias ovetenses se habla, o mejor, se ataca la novela de Pavón y que está levantando muchas voces en contra suya. El pro­ fesor realizará la crítica de las dos partes del libro partiendo de una desdichada y erróneamente interpretada frase que el autor incluye en el prólogo («... hacer durante el verano un viaje a As­ turias, para escribir una novela de ambiente»), olvidando que a continuación añade el mismo escritor que aún no tiene el argu­ mento para la novela. Obvio es, leído el libro, que la novela se irá perfilando después por otros caminos, una vez que el novelista encuentra el argumento definitivo. «El autor proyecta un viaje a Asturias «para escribir una novela de ambiente». ¿De qué ambiente se trata? ¿Es que basta aludir a espléndidas pomaradas para reflejar el ambiente asturiano? La novela que nos ocupa no tiene nada de tal ambiente, ya que el libro primero, que puede tenerlo, no es novela ni cosa que se le parezca, y en cuanto al libro segundo, serie de retazos folletinescos, a veces mal hilvanados, si puede considerarse novela, no tiene tal color local, ya que lo mismo refleja las costumbres de Asturias que las de Carabanchel o los Abruzzos: pollos, peras, damas de estropajo y Maritornes fáciles (aunque la que inmortalizó Cervan­ tes fuera asturiana) las hay en todas partes. Para «ambientarse» fácilmente, el autor se provee de una carta de presentación para la señorita Covichi de Calasanz que habita en Villafierru, quinta cercana a Oviedo. Las conversaciones que sos­ tiene con Covichi son una amalgama de memez y cursilería (cuando no de algo peor), y la reproducción de unos juicios y opiniones tan antiguos como el mismo mundo. No quiero extenderme exce­ sivamente en el análisis del «libro primero», toca a los asturianos «desfacer el entuerto», como diría cualquier caballero andante de nuestra época heroica. No soy de Oviedo y, por tanto, no entro ni salgo en el asunto. Alusiones de la novela que a compañeros míos resultan claras, a mí, debido a vivir al margen del ajetreo ciudadano, se me hacen ininteligibles, pero... (y todas las cosas tienen un pero), hay muchas páginas que no requieren la clave del conocimiento ciudadano. ¿Será por reflejar maravillosamente el ambiente? Pasemos por alto la Competición de Villabona, con bastantes frases chigrescas. ¿La rivalidad entre dos pueblos o ciudades cree el autor que sólo se da entre Oviedo y Gijón? No negamos que la obra tenga alguna pincelada feliz, pero estos rasgos se ahogan por otros de tan baja contextura, que a veces dudamos si leemos una novela con pretensiones de psicologismo y psicoanálisis o un vulgar

/ NOVELA Y CRITICA: NOTICIAS DE UNA POLEMICA 7 5 7 engendro de aquellos que por dos o tres perrones servían para excitar la sexualidad naciente de los mozalbetes de 4.° curso de bachillerato, o la libidinosidad de los viejos, que trataban de suplir con la imaginación lo que ya no daba su zarandeada naturaleza. El capítulo VII, «Idilio maduro... con tristísimo final», es, pese a lo que pueda parecer a algunos, la historia de una vulgar ramera y, francamente, para esto no se necesita hacer un viaje a Asturias; con tener presente el refrán «en todas partes se cuecen habas...» estábamos al cabo de la calle. En el siguiente predomina, entre piruetas macabras y escenas de alcoba, un mal gusto impropio de lo que, al parecer, se propone el autor. Oviedo, indudablemente, tiene puntos flacos, y sobre to­ do, originales, como los tienen todas las ciudades del mundo. Pero el autor se ha ido por las ramas y la crítica que hace tiene tanto de ofensiva, precisamente por lo chabacana y ramplona, como de superficial. (...) ¿Qué quiere decir el autor al escribir: «No era digno de mención más que un canónigo que medía diez canonjías de ancho por cinco de alto... No lo harían obispo hasta que hubie­ se cuatro cátedras vacías a la vez»? ¿puede ser objeto de burla lo que no está en la mano de uno remediarlo? (...) La descripción lú­ brica, la frase equívoca, la adjetivación mortificante, no pueden enseñar ni divertir. (...) Nuestra literatura presenta abundantes muestras de «visiones», relato de sueños, etc. Desde que aparecieron «Le Román de la Ro­ se» y sobre todo el poema dantesco, el alegorismo, en mayor o menor medida, ha tenido representación en todas las épocas y li­ teraturas. Estamos acostumbrados a leer «sueños y visiones» ar­ tísticamente bellos; por eso, tal vez, nos producen tan pobre efecto los capítulos «La calle Uría», «La competición de Villabona», que, pese a sus defectos, que no son pocos, se nos antoja el menos malo de la novela. El «libro segundo» deja el tono descriptivo para pasar al psi­ cológico. Es un folletín al que no falta ni lo grotesco, ni lo chaba­ cano, ni lo espeluznante, ni lo morboso. La familia de Covichi sufre un proceso de histerismo que al agudizarse se transforma en im­ becilidad. (...) El tipo de curandero, violento, de instintos primitivos, tiene, al igual que la descripción del hecho, bastante semejanza con la violación que se narra en la novela de Bartolomé Soer, «Marcos Villarí». ¿Coincidencia? (...) Barbey d’Aurevilly, creador del «dia- bolismo» en la literatura francesa, en su novela «Une Vieille mai tresse» describe a una mujer —la Vellini— que posee un pode 7 5 8 ADOLFO CASAPRIMA COLLERA análogo al de Covadonga. Barbey toma el tema de una novela es­ pañola del siglo XVII, «El desengaño amado y premio de la vir­ tud». (...) En otra novela, también del siglo XVII, «La inocencia castigada», una noble dama —doña Inés— acude varias noches después de acostarse a casa de don Diego, que se vale de hechizos. Si tenemos en cuenta que en el siglo XVII no puede hablarse de poder sugestivo, la semejanza entre estos lances es evidente. En estas dos obras el poder mágico o hipnótico de un personaje con­ duce a la entrega inconsciente de la víctima, como en el caso de la madre de Covichi. ¿Coincidencia?»

La ironía con la que el profesor recarga los paralelismos en las interrogaciones finales es notoria y llena de intención. Y más aún cuando, por último, añade que «el autor de Cerca de Oviedo es licenciado en Filosofía y Letras y por tanto debe conocer nues­ tra literatura clásica. Valle Inclán coincidió con Casanova y el Sr. Julio Casares puso en claro la coincidencia. Y nada más». Ya no sólo se ataca al autor («criticón ofendido», etc.) o se buscan, denodadamente, los puntos flacos de la novela (novela llena de falsedades históricas, de ofensas directas; novela de ambiente sin ambiente, repleto de conversaciones memas y cursis, con capítulos dedicados a «prostitutas» (sic), etc.). Se llega, incluso, a conside­ rarla plagio de libros de nuestra dorada época literaria. Mas no nos hemos de preocupar: catorce días después (el 20 de febrero) José Antonio Cepeda nos explicará en «La Nueva Es­ paña» el porqué de las palabras de Pavón; en su artículo (titulado «Oviedo, o un muchacho que encontró la Civilización», donde las apreciaciones literarias brillan por su ausencia, repleto como está de alusiones —de signo victorioso— a la reciente contienda nacio­ nal) Cepeda llega a la conclusión de que tales juicios y comentarios sobre Oviedo son obra de un corazón que ha recibido ¡«calabazas»! Esta curiosa aseveración pronto recorrerá cafés y tertulias, hacién­ dose popular en toda la ciudad. De ahora en adelante todos los críticos ovetenses introducirán tal dicho a la hora de esgrimir sus juicios. Veamos, a continuación, el texto de José Antonio Cepeda: «Descubrir la verdad de Oviedo en cuatro plumazos, solamente se le puede ocurrir a un inexperto en el difícil arte de tejer novelas. Oviedo, así, sencillamente Oviedo, es algo más que la calle de Uría o la calle Fruela. Lo entrañable de nuestra ciudad no se exterioriza a simple vista. Tanto el hombre como la piedra ovetense saben guardar íntimamente su valor. Ese hombre de aire zumbón, de gesto elemental y de espíritu propicio a la aventura de gesta. Esa NOVELA Y CRITICA: NOTICIAS DE UNA POLEMICA 7 5 9 piedra grisácea, solemne, gloriosamente mutilada y llena de histo­ ria. Oviedo, amigo García Pavón, suena ya demasiado en el mundo, para que usted, por ejemplo, nos venga a descubrir en una novela llena de errores culturales. Cualquier alumno de escuela sabe de la historia ovetense. Cualquier soldado conoce lo épico de quince me­ ses dando cara a las mejores huestes enemigas. Aquí, tener un gesto gallardo y enérgico es naturalísimo, como lo es también el jugarse la vida a cara o cruz en un parapeto, que bien puede estar situado sobre la carretera de San Claudio o en la plaza de San Esteban de las Cruces, o en la Cadellada, camino de ese Gijón que con tan poco acierto nos pinta. Oviedo posee historia, alcurnia, progreso y cultura. La historia viene siendo escrita desde hace unos siglos. Y últimamente fue esculpida a tiros por un puñado de esos mozos que García Pavón ha visto pasear con cuello duro por la calle de Uría. Ahora, ya en paz y amor del Señor, los mozos guerreros de ayer prefieren lucir un buen corte de abrigo o un flamante traje porque pueden. Y pueden, señor García Pavón, gracias a su heroísmo, a su virilidad y a su trabajo. En los días de 1936 y 1937, sobre sus carnes llevaban atuendo de soldados; un mono kaki o azul y unas cartucheras con la dota­ ción completa. Pero es excelente no olvidar que en aquellos tiempos los supuestos tácticos del Naranco eran de verdad y no con previs­ tos objetivos. Aquí, esos muchachos que pasean y usted ha visto, pueden mu­ chos sentirse orgullosos de una Medalla Militar Individual y de unos ángulos de herido. Y esas heridas han sido cosechadas frente a un enemigo superior, mientras las piedras seculares se desmoro­ naban y en cada esquina se hacían reliquia un montón de ladrillos y unos sacos terreros. Por otra parte, usted lanza sus dardos, mal dirigidos, al sexo femenino, evidenciando su falta de caballerosidad. Alguien dijo que una novela es una parte íntima de su autor. Así sucede con el en­ gendro de su mente. Sin pecar de maliciosos nos atreveríamos a poner la mano en el fuego y asegurar que a usted se le dieron mal las cosas en Oviedo. Algunas veces, las chicas de una población se empeñan en no hacer caso a un joven y entonces, el aludido, cuando no es un es­ píritu superior, se larga a otros lares con abundante provisión de «mala uva» y enconados rencores propicios a ser transmitidos a la cuarta generación. 760 ADOLFO CASAPRIMA COLLERA

De observador, amigo García Pavón, tiene usted poco. Sus pujos de hombre que ve bien, pueden ser sobrepasados por cualquier alumno de primer año de la Escuela de Periodismo. De ese perio­ dismo que sale a relucir en uno de los capítulos de su novela. Un periodismo provinciano y combatiente. Si se molestase en rebuscar en los archivos de la Delegación Nacional de Prensa, se enteraría así por las buenas de las condiciones en que se desarrolló durante el asedio la tarea de un periódico editado a doscientos metros de la línea de fuego. Usted no sabe que el verdadero periodista agudiza sus armas en lo elemental de la noticia. En esas crónicas de sociedad y notas necrológicas que le sirven a usted para ironizar. Apuesto, señor García Pavón, a que usted no conoce el funcionamiento de una linotipia, ni sabe cómo anda una rotativa. Oviedo, García Pavón, tiene sus defectos. Pero menos que otras ciudades y pueblos. Su novela es un sueño y como tal carece de realismo y veracidad. Un sueño inflado con desengaños, «rabietas» y desilusiones de joven que un día salió de su casa y se encontró con la Civilización y con Europa.»

El artículo de Cepeda no requiere un mayor comentario. Su lec­ tura (que por cierto, 40 años después nos hace esbozar la misma sonrisa que cuando leíamos la novela) es suficiente: si hasta ahora veíamos el tipo de crítica aludida en el estudio de José M.a Martí­ nez Cachero en su primera interrogación («¿era crítica verdadera y útil la contenida en tales artículos periodísticos, donde la frag­ mentación atomizadora de la obra juzgada, el humor grueso y el mal humor, y hasta la poca educación alternaban y se reiteraban como metodología?»), el artículo de Cepeda corresponde, por el contrario, a la última interrogación insertada en el susodicho es­ tudio («¿quieren algunos de los que así se lamentan trasladar a la crítica literaria la violencia verbal y fáctica de la discordia espa­ ñola reciente?»). Pero no termina aquí la serie de artículos aparecidos en el mes de febrero. Cinco días después —el 25— aparece en el diario «Re­ gión» un nuevo «estudio» referido a la novela. Se trata, en esta ocasión, de una mujer: Mercedes Valero de Cabal. En su comenta­ rio (donde observamos al inicio una crítica directa a Palacio Valdés v su «El Maestrante») no faltan algunos de los elementos que de la novela se critican: trato irrespetuoso, que llega al insulto per­ sonal, lenguaje mordaz, e, incluso, defectos léxicos y de sintaxis. Una vez más se leen las palabras de Pavón literalmente, sin adivi­ NOVELA Y CRITICA: NOTICIAS DE UNA POLEMICA 761 nar entre líneas la concepción unlversalizada que el autor realiza de la capital provinciana; una vez más se confunden y mezclan la realidad y la fantasía; una vez más se rebusca afanosamente entre las páginas hasta encontrar los defectos más acusados de la novela. Un vez más, en definitiva, se cae en los mismos errores que la crí­ tica viene desarrollando:

«NUNCA ES TARDE»

«Escribió Palacio Valdés en los hervores de su primera fase no­ velística de naturalismo puro, «El Maestrante». La trama de esta obra está urdida sobre el fondo de un hecho auténtico, pero no sucedida en la casa de Oviedo en que lo colocaba. Las gentes que desconocían esta verdad atribuyeron el desdoro de tal hecho a un palacio de alta alcurnia y a la honorabilísima familia que moraba en él. Ni en semejante casa ni entre tales personas ocurrió jamás lo que relataba don Armando y en toda su brillante labor literaria este libro de «El Maestrante», por éste y por otros motivos, puede considerarse como uno de los más penosos errores de su juventud. Suponían cuantos se dolieron de esta equivocación, que nunca más sería repetida para Oviedo. Por desgracia, y no precisamente por un ingenio y una pluma que pudieran acercarse a los de Palacio Valdés, sino por un publicista de Tomelloso, acaba de repetirse el paso. El joven publicista de Tomelloso vino a descubrirnos y a des­ lumbrarnos con una producción «genial», en la que, por sobre todo motivo, impera el «yo satánico» y en esta ocasión lamentable, de que hablaba Clarín; todo, desde la primera hasta la última página de este libro, gira en torno de su autor como si nada en el mundo fuera más interesante que su personalidad. Quiere mostrársenos — ¡a estas horas!— como un nuevo maestro del naturalismo y acaso conozca la definición de Stendhal que dice que la novela naturalista es «a modo de un espejo que se pasea a lo largo de un camino». A modo de un espejo para reflejar clara y fielmente la realidad que enfoque. Pero en esta novela el autor ha cogido el espejo y ha recorrido el camino sin enfocar apenas cosa ninguna, a fuerza de recrearse en la contemplación de su propia personalidad, que es la de un enfermo que atraviesa frecuentemente los dinteles del mundo de las pesadillas, mundo al que le conducen tres horripilantes, asque­ 762 ADOLFO CASAPRIMA COLLERA rosísimos engendros... Y así es la obra de triste, desequilibrada y repelente en muchas de sus páginas. Al parecer no fueron triunfales —sino todo lo contrario— los pasos del novelador en esta tierra, y ello explica en cierto modo su mal oculta reacción en las ofensas que estampa contra todo y contra todos. Este libro es un cúmulo de incomprensiones y de apreciaciones desatinadas; su autor no percibió a fondo nada de lo que vió y que difama tan orondamente; ni el paisaje, ni la his­ toria, ni los hombres, ni las mujeres, ni el carácter, ni el espíritu. De una manera arbitraria y agresiva, señala, interpreta, juzga y condena; arrojando así, dentro de la charca sucia que bordea en sus pesadillas, la graciosa flor del título de su capítulo primero: la «Razón de amor» queda miserablemente trocada en una sinrazón que sólo puede intentar explicarse en estos términos, en los que el escritor de Tomelloso pide por Dios a sus posibles críticos que «Sean piadosos dando —dice— mis palabras por sinceras y no vean más que lo que hay: una crónica de cosas y personajes peregrinos, hilados sin más intención estética que la fidelidad y hecha con todos los trabajos de un espíritu lacerado, por tocarle muy íntimamente cuanto trata y por un cuerpo desasosegado y enfermo, por tanta falta de salud como padece...». Dolorosa súplica que no disculpa de ningún modo esa afirma­ ción personal de su «fidelidad». Este autor señala personas, lugares y cosas lanzando sobre ellas las más arbitrarias imaginaciones, en­ volviendo una mínima parte de realidad auténticamente honrosa en fantasías nocivas, presentando vidas dignamente normales co­ mo revelaciones de psicología de pura invención más merecedoras de tratamiento psiquiátrico que del descarnamiento novelístico. Hay para ellas, para lo más íntimo de su sentimiento, un constante insulto, un condenable ludibrio. Y esto no es literatura. Quisiéramos tener algo bueno que decir del escritor del Tome­ lloso. Ah, sí, que hay una especie de elucubraciones a lo Gómez de la Serna, en las que asoma algún atisbo de ingenio que quizá se desarrolle cuando el joven recobre la normalidad de sus ideas y la salud de su carne enfebrecida a cada paso. Mas por ahora, luego de haber recorrido detenidamente las tres­ cientas páginas de sus insultos, de su morbosidad, de esas «Memo­ rias» de uno de los protagonistas, tan repulsivas, y tan absurdas, tenemos que resumir imparcialmente: cuando el joven publicista del Tomelloso aprenda sintaxis, estudie ortografía, adquiera cultu­ ra y pueda ver la vida y penetrar en las cosas con serenidad espi­ ritual, quizá haga algo que merezca la pena. Entonces, tal vez no NOVELA Y CRITICA: NOTICIAS DE UNA POLEMICA 763

incurrirá en la imperdonable falta de buen gusto y de limpia ética que hace tan repugnantes las páginas de su libro que no convencen a ningún temperamento sano y que rechazan los sentidos normales. Y si el joven escritor del Tomelloso es —como asegura él mis­ mo— un enfermo, debe curarse y cerciorarse bien de su salud antes de volver a parte ninguna con el propósito de escribir libros como éste, que a pesar de todos los pujos de categoría con que él preten­ de elevarlo a novela, en la mayor parte de sus páginas no pasa de libelo.»

Sólo 20 días después, el 14 de marzo de 1947 (han pasado ya casi tres meses desde que la novela vio la luz pública), un nuevo artículo vuelve a incidir en la polémica suscitada por el libro. Se trata de una gacetilla aparecida en «Región» que devuelve al man- chego los insultos que éste ha derramado contra Oviedo. El listón de la educación hace tiempo que se ha saltado, como pudimos com­ probar en los últimos artículos, pero las líneas que a continuación ofrecemos rayan la ilegalidad y ofrecen una ridicula visión de la tolerancia ovetense:

«EN DOS SEGUNDOS» «Un corazón que no puede con las calabazas »

«Llegó a Oviedo cargado el hombro de saco pardo y en las ma­ nos maletas de tres cierres. La gente ni le miró; creía que era el número cuatro... Y siguió adelante. No era el número cuatro, que en su pueblo reuníase en tertulia de casino y discutía de Sócrates y de Séneca con otros cuantos intelectuales... de pueblo. Oíanles boquiabiertos los padres de buenas mozas, que al separarse, ato­ londrados, hablaban entre sí: «Sabe mucho el chico de García Pavón»... ¡Qué bruto!; «hasta habla de gente que existió en Gre­ cia y en la antigua Roma...» Y García Pavón, en Oviedo cuando dejó su saco pardo, con pelo de la dehesa, y sus maletas de tres cierres, buscó el casino. No lo encontró, porque aquí, en Oviedo, no hay hombres que quieran pa­ ra sus hijas «buenos partidos» y si lo desean, saben que no podrán encontrarlos en el casino, ni hay casino para criticar de todo bicho viviente y escaparate para exhibir los últimos cerebros privilegiados, como el que había nacido en el muy intelectual pueblo de Tome­ lloso. Vióse defraudado García Pavón. No podía entrar en la «crema» de la ciudad. Bofetada semejante no la aguanta un hidalgo de viejos 764 ADOLFO CASAPRIMA COLLERA pergaminos, y se encerró con las porteras; las porteras le dijeron muchos cuentos de los que nadie se hace eco y García Pavón llevó esos cuentos a un libro, que titula «Cerca de Oviedo». No inventó nada, como dice una crítica de un periódico madrileño (14), sino que contó lo que le dijeron las porteras. Y nada más. ¡Ah, sí!... Se sintió azotado por el desdén de «Covichi» y arre­ metió contra todo... Esto es «Cerca de Oviedo», parto de un cerebro carcomido por la impotencia y de un corazón que no puede con las calabazas de la extraordinaria «Covichi»... ¡Qué cosas ha he­ cho «Covichi»! »

Ya no se trata de buscar en la realidad los personajes ficticios como hacía S.A.; ni de generalizarlos, como realiza Lombardero cuando afirma —ante la presencia de un intelectual borracho o unas chicas emperifolladas en la novela—, que para Pavón todos los intelectuales ovetenses son borrachos y las mujeres, emperifo­ lladas o arcaicas; ya no se encuentran grandes coincidencias entre Cerca de Oviedo y algunas novelas del siglo XVII, como nos dice Roca Franquesa; ni se le recuerda al manchego la valentía y el heroísmo de los jóvenes combatientes de un bando en la contienda nacional, como así manifiesta Cepeda. Ya no sólo se insulta y se arremete contra la novela y el novelista, como leimos en el artículo de Mercedes Valero. Ahora, en esta gacetilla, se insulta... ¡incluso al estimable pueblecito del autor, Tomelloso! Durante tres meses la prensa ha estado cercando el libro de García Pavón hasta rasgar, página tras página, su obra. Mientras tanto, ¿cuál fue el eco que recibió la novela en los círculos univei- sitarios? La revista de la Universidad inserta, en el número corres­ pondiente al primer trimestre del año —enero-abril—, una crítica sobre Cerca de Oviedo firmada por J.A.F.C. (15). Como corres­ ponde a su ambiente, la novela se recibe con más comprensión, flexibilidad y benevolencia. El estudio será, pues, más científico y objetivo, y las opiniones más valientes y rectas. Se olvida el mal humor y, digno es de alabar, el mal gusto. Mas, la influencia de las tertulias y de la prensa aún se hace patente a la hora de ir desgra­ nando los errores del novel autor:

(14) No es exacta tal aseveración. Muñoz Cortés (“Arriba”, 11-3-1947) es*- cribe: “Inventa o intenta inventar (inventar es hallar) una acción realizada por unos personajes...”. (15) Se trata de J(esús) A(lvarez) F(ernández) C(añedo). NOVELA Y CRITICA: NOTICIAS DE UNA POLEMICA 765

«Mucho se ha dicho en torno a esta novela de F. García Pavón. Un espíritu burlón ha condensado la actitud de los lectores ove­ tenses: «unos están molestos porque han sido aludidos, los demás porque no se ha acordado de ellos». Por tal razón, las críticas que se han hecho de «C. de O.» son excesivamente personales; fáltales la objetividad que indique al lector los aciertos y los fallos de la novela. Afirmo que G.P. —finalista del premio Nadal 1945— es un buen narrador. Las dos técnicas en que está escrita la novela, correspon­ dientes a cada una de sus dos partes, patentizan mi aserto. La fluidez del relato y la agilidad del comentario son sus caracterís­ ticas más acusadas. En la primera parte, los capítulos no presentan una arquitectura cerrada; amplían sus líneas para dar cabida a divagaciones: impresiones sobre el paisaje; reflexiones en torno a un tema, que surge súbitamente. Estos aparecen inopinados porque G.P. se siente llevado por las asociaciones imaginativas que se ve­ rifican en su mente y las ensambla, dando unidad al conjunto polifórmico, en un tenue hilo narrativo. La segunda parte posee las cualidades inherentes al género novelesco. El tenue hilo narra­ tivo se densifica, y las vidas de Covadonga y Clara centran el desarrollo de los hechos, con el mismo tono fácil y desenfadado de los primeros capítulos. Esa fluidez, esa facilidad, son obstáculos para el logro de una buena novela. Precisa G.P. una contención, ausente de «C. de O.». Es menester que depure su estilo, eliminando los gangos que ahora se amalgaman al relato: ¿A qué esas disgresiones sobre determi­ nados temas? ¿A qué esas impresiones que expresa a manera de «greguerías» (quiero decir buscando la forma de Ramón, pero sin hallar su gracia y su densidad)? No valen para la novela, no encie­ rran valor alguno aisladamente. Y ahora los defectos. Es doloroso, pero necesario. A los que comienzan suele perjudicarles el halago excesivo. Voy a señalarlos con ánimo ecuánime, sin otro objetivo que hacer crítica leal y ver­ dadera. G.P. ha fracasado en su intento de escribir una «novela de ambiente regional». El paisaje asturiano —¿tan sólo pomaradas?—, la idiosincrasia de los ovetenses ha escapado a esa percepción. Quizás el capote militar con que lo vimos pasear envuelto fue de­ masiado abrigo para el «orbayu» o su reseca piel extremeña no gozó la delicia lubrificante de la neblina. ¿Quizá su estancia entre nosotros coincidió con una época de sequía? Es posible, teníamos que habernos olvidado del nombre de la menuda lluvia benéfica, porque G.P. habla de «orballar»; debe tratarse de algo parecido a 766 ADOLFO CASAPRIMA COLLERA juzgar por el contexto. Y así incido en un aspecto que quiero subra­ yar. Parte integrante de una novela regional estimo debe ser el lenguaje. Peligrosa tentación, y maligna, la de llenar la obra de ex­ presiones dialectales; es de alabar la prudencia del autor en ese aspecto. Pero «orballo», .«yaleu», «fío», «Xixón», etc., son voces jamás usadas por los asturianos. Una novela exige previa documen­ tación y observar agudo y detenido. Pero Pavón no oyó bien, ni molestó al filólogo que lleva dentro interrogándole acerca de las notorias características del bable. ¿Descuido? ¿Desprecio? La ironía de las visiones soñadas por el escritor —técnica enrai­ zada en Quevedo— adquiere, en ocasiones, acre mordacidad de insulto. Pero esas muchachas desgastadas por el roce con el pavimento de la calle Uría, esos lechuguinos con un traje para cada hora —¿ya no hay hombres desnudos que reclamen justicia?—, esas damas antihigiénicas y gazmoñas, los eruditos locales, Covichi y sus dis­ parates, tienen no mucho de gracia indulgente que proclama la buena ley del novelista, vencida la secreta intención del ridículo. Muchos «ovetenses» se han escandalizado por los capítulos «Ca­ lle de Uría», «Anades y suplicantes» y el concurso de Villabona. No rasgarse las vestiduras, son defectos externos y verdaderos: de todas las ciudades del mundo podrían escribirse semejantes pági­ nas. Al escalpelo de Pavón ha escapado el cáncer del alma ovetense: roza la piel sin hacer sangre. Con ágil pincel retrata lo periférico. Pero esa ciudad, ¿es Oviedo? ¿No es Badajoz? Quizás sea Chilin- Piú. La trágica familia de Covichi, en el libro segundo, deriva, temá­ ticamente, al folletín truculento. Atribuyéndolo a magia, la novela española del siglo XVII está llena de Claras embrujadas y Cova- dongas hechiceras. No se adivina la esencia del proceso psicológico, pues se recargan los tintes negros con fayaces violadores y tontos bigotudos sin patentizar la causalidad de las reacciones anímicas de cada personaje. La morbosidad de la violación es pareja a la intervención de Marga (...) Pavón no ha sabido sortear el peligro de la nueva tendencia al empleo de un lenguaje descarnado. Con frecuencia deriva a lo soez. Debe emplearse la palabra más exacta, la más sugeridora, pero la peor sonante no siempre —casi nunca— reúne estas condiciones. Expresiones del tipo: «Salió bordado», ¿qué indican?, ¿a qué conducen? Tampoco acierta en el neologis­ mo. ¿Qué ventaja tiene «noviez» sobre «noviazgo»? Su brevedad. Pequeña es esta razón. NOVELA Y CRITICA: NOTICIAS DE UNA POLEMICA 767

El máximo acierto de García Pavón reside en el título. En las cercanías de Oviedo, en los alrededores de una ciudad. En un pue­ blo. Mirándonos con ojos cínicos y suspicaces de aldeano. Así no ha podido hablar de Oviedo. No vivió en él. Su vida estaba en «Vi- llafierru». Por eso erró en las referencias al paisaje, al ambiente: al alma de Oviedo.»

Aunque sea el artículo más científicamente literario, no hay du­ da de que se tiñe todavía de ese resquemor con el que los ovetenses recibieron la novela. No obstante, es fiel testimonio de los gustos literarios y de las directrices que críticos e intelectuales de la época pregonan (obsérvese, como ejemplo, los comentarios acerca del área lingüístico, tanto referidos al bable como al castellano —esto es, al «nuevo lenguaje descarnado», utilizado ya por Laforet o Cela y que será uno de los elementos constitutivos del llamado «género tre- mendista»—). Hemos repasado, aunque sea de forma panorámica y soslayada, la polémica encarnada por la novela Cerca de Oviedo, utilizando para ello los testimonios conservados (textos periodísticos, comen­ tarios radiofónicos y crítica universitaria), que si bien no puedan parecer numerosos, sí al menos —debido a su dilatada esfera de acción— nos ofrecen una exacta visión de lo que pudo ser el «es­ cándalo» literario de la obra mencionada. Nacida de persona novel en el campo de la creación literaria, la novela no intentaba más que divertir a un público cansado de lo que hasta entonces se le ofrecía (traducciones de autores extran­ jeros de segunda fila, biografías de santos y emperadores y nove- litas rosas); para ello su autor utilizó dos agudas formas que más adelante han de cristalizar en el conocido y afamado García Pavón: la crítica irónica, que dibuja una sonrisa en el lector, y la intriga, que despierta su curiosidad. Mas estos elementos, en el complicado entresijo de tradiciones provincianas, no habrían de gustar. Y sur­ gió la polémica. Ciertamente, uno no se explica hoy, cuarenta años después, cómo esta novela pudo dejar tan mal sabor de boca. Pero mucho menos, cómo pudo reaccionar la crítica local con tales es­ cabrosas palabras contra autor y obra. Hemos pasado, pues, de cotejar el tipo de crítica que en los «difíciles y oscuros años cua­ renta» (16) se llegó a cultivar de manera indiscriminada e irracio-

(16) Recogiendo la estupenda acepción de Martínez Cachero en cit., ob. p. 46. 768 ADOLFO CASAPRIMA COLLERA nal, a descubrir la intolerancia de la sociedad altiva y pedante de las sociedades provincianas de postguerra. La polémica, mientras tanto, pasó de avivar el fuego a enterrar las cenizas, o sea, de arremeter contra la novela se llegó a olvidarla e ignorarla. Pero, cuando en adelante se le recuerde, siempre será ásperamente (22 años después, Manuel Avello, en una conferencia titulada «Cara y Cruz de Oviedo», pronunciada dentro de un ciclo organizado por la S.O.F., declara en torno a la novela de Pavón: «Por ello cuando en mil novecientos cuarenta y seis Francisco Gar­ cía Pavón publicó la novela Cerca de Oviedo (...) y dijo que Oviedo es una «ciudad antigua que vive a fuerza de los baños turcos de la niebla y...» fue injusto e inexacto. (...) Hay que despejar el hori­ zonte para separar a los egoístas y los necios de los templados y sinceros, a los fecundos de quienes andan por ahí predicando sin devolver uno solo de los granos de trigo que aquí han cosechado. La caricatura de García Pavón, excelente escritor por cierto, es in­ justa. Luchar a bandazos con la vida es luchar sin gobierno y per­ dido el rumbo. Y no es cierto. De nuestra heroica y callada lucha se han derivado beneficios sin cuento para las tierras y los hombres de más allá de nuestras fronteras que no nos perdonan nuestra suficiencia, seguridad y confianza con frecuencia tan mezquina­ mente correspondida. Pero ya se sabe que los escritores son así, geniales, estremecedores, afectados o resentidos. (...) Al estepario calcinado por la canícula le sentó mal el subitáneo contacto con la niebla y el sistema lento y zumbón que se apoya en el sentido del humor...». Más adelante, en el 25 aniversario de la primera edición de la novela, tan sólo Avello se acuerda de ella en un artículo donde nos vuelve a recordar la «injusticia e inexactitud» de las palabras de Pavón, aunque en esta ocasión no encontramos —como en el cuidado y bien elaborado discurso— la fina y aguda ironía que ca­ racteriza al cronista oficial de nuestra ciudad). Quizás el mayor mérito que haya tenido García Pavón es des­ cubrir la mezquindad de la sociedad ovetense no ya en sus páginas, sino en las críticas que éstas recibieron. Ahí es, sin duda, donde mejor se ejemplifican las palabras del autor, justo en las críticas que le tachan de mentiroso, plagiario, enfermo mental, desairado en el amor..., de no haber comprendido la idiosincrasia del alma ovetense. ¿Acaso no fueron aquéllos los que no llegaron a compren­ der la idiosincrasia del alma literaria? ¿Acaso haya de recordarles cómo Pérez de Ayala resuelve describir la calle Rúa Ruera en su «Belarmino y Apolonio» para que comprendan mejor las técnicas NOVELA Y CRITICAI NOTICIAS DE UNA POLEMICA 769 literarias utilizadas por Pavón? (17). ¿O haya que demostrarles que el Oviedo de Pavón está mejor tratado que la VETUSTA o el PILA­ RES de otra época, o que el Oviedo de la novela «Un tal Suárez», de José M.a Jove, sólo posterior en tres años? Quizás el recuerdo más grato que pueda guardar García Pavón sea que su primera novela, como «La Regenta» de su admirado Leopoldo Alas «Clarín», haya suscitado polémica —salvando las distancias oportunas— en una sociedad ávida de estos recursos pa­ ra despertar de su agonía.

(17) Así como Pérez de Ayala decide inhibirse en su persona de novelista y presentar dicha calle desde dos ópticas opuestas, García Pavón hace lo pro­ pio cuando describe la ciudad desde dos perspectivas, la del narrador y la de las alucinaciones. VOCABULARIO DE LA PALA DE CADAVEDO (LUARCA)

POR

OLIVA AVELLO MENENDEZ (Catedrática de Francés)

NOTAS ACLARATORIAS

La «che vaqueira» que transcribimos s es un fonema caracte­ rístico del bable occidental. Es un sonido africado, palatal o pre­ palatal, apical y sordo*. La o átona es un archifonema que en ocasiones llega a alcanzar el tim bre de u, por eso hemos escrito unas veces o y otras u según lo hemos percibido. Lo mismo ocurre con la e, que se se resuelve en i aunque en menor intensidad. Las variantes que hemos encontrado de una misma palabra las hemos apuntado. Es el caso de: feridera/feridoira, clareyar/clariar, mayestru/maestru, naranxeiru/naranxal, etc.

A a b a s a r : 'apurar'. a b a s in c a r : ’abanicar'. a b a r r u n t a r : ’barruntar’. a b a s t a r : ’bastar’. abesugar: ’resguardarse de la lluvia en el campo, monte’, etc: el quabesuga

* A vello Menendez, O.: “Peculiaridades de la “che” vaqueira en Cadavedo (Luarca)”, BIDEA núm. 115. 7 7 2 OLIVA AVELLO MENENDEZ

debaxu de fueya, tres veces se mueya : la que cai, la que pinga, ya la qu’el vientu xiringa. abesugo: ’lugar natural paraabesugar'. a b fo n : ’a b e jo r r o ’. a b la n a : ’a v e lla n a ’. ablancazau : ’blanquecino’. abouriar : ’charlar mucho dando veces’. abruegano : ’arándano’. abuitase : ’parecerse’:abultaste a tou pai. aciguatau-da : ’ensimismado, atontado’. a c u a r t a r : ’añadir una pareja de vacas a otra en el arrastre de un carro’. acuplinau-da : ’repleto-a’:t’acuplinau de pioyus. a sa n a r : ’a lla n a r ’. a s o n b a x u : ’a llá a b a jo ’. a s o n r ib a : ’a llá a r r ib a ’. asumar : 1) ’alumbrar’, 2) ’pegar’:asumou un guelpe. adelicau : ’delicado, enfermizo’. afalagar : ’acariciar, halagar’. afanar: 1) ’agitar’, 2) ’robar’. afayar(se): ’encontrar algo, encontrarse’:rtun m’afayu. afiar : ’atraer, acoger’:afiolu (lo atrajo),pa que ñus afiyes (para que nos a c o ja s). a f o g a r : ’a h o g a r ’. a f o r r a r : ’a h o r r a r ’. a f o t o : ’fo t o ’. afrancer: ’gradar con lagra o g r a d a ’. afusau: ’apudo, más delgado en el extremo’. afusilar : ’fusilar’. a g o r a : ’a h o r a ’. a g u y a : ’a g u ja ’. aínda: ’todavía’:ainda nun venu. albanciar : ’clarear en medio de la lluvia’. albanciu : ’claro en medio de la lluvia’. albfitre: ’veterinario’. a l c o n t r a r ( s f ) : ’encontrar, encont rarse, adaptarse’. Vid.t o u p a r . alcu a n d u : ’a lg u n a v e z ’. algamar : ’alcanzar’:algámame esa mazana que nun chegu. a l g u ie n : ’alguien’. a l m o n ia c o : ’a m o n ía c o ’. alm o rzar : ’desayunar’. a l m u e r z u : ’d e s a y u n o ’. alpabardas: 1)engañar a las alpabardas (dar un chasco), 2) vei a las alpa­ bardas (va a no hacer nada).Refrán: alpabarda i^ete al cesto que aquí está el alpabardero. alparagatas: ’alpargatas’. altetron : ’baile de boda’. amagüestu : ’asado de castañas’. amagustar : ’asar castañas’. Refrán:castañas podres y’amagustadas, pa tí las podres, pa mí las sanas. a m a r g u r iu : ’a m a r g a d o ’. VOCABULARIO DE LA «FALA» DE CADA VEDO (LUARCA) 773

a m a r r a s e : ’pelearse’. a m en a r : ’conducir el ganado’. a m esa d o ir u : ’palo pequeño para correr la mecha dél candil de aceite cuando se c o n s u m e ’. am o sec er : ’a b la n d a r ’. amorosar : ’suavizar, humedecer’:el rozu amorosou. a m o to : ’m o to ’. amposa : ’am polla’. am u sec e r : ’ponerse blando’ (ej. las galletas). anadar : ’nadar’. a n a n t e s : ’antes’. a n c ia : ’e n c í a ’ a n d u l in a : ’golondrina’. a n fila d a : ’bollo trenzado hecho con harina, huevos, manteca, azúcar y anís’. a n ic i u : ’p r in c ip io ’. a n ie sa : ’a n illa ’. a n t a n u : ’a n ta ñ o ’. a n t a n u e it e : ’anteayer, anteanoche’. a n t o x a n a : ’antojana, corrada delante de la casa’. co Vid. rrada . a n t o x a r : ’a n to j a r ’. a n t o x u : ’a n to j o ’. a n u e it e : ’a y e r , a n o c h e ’. a n u y a r : ’a n u d a r ’. a pa l pa r : ’p a lp a r ’. apañau : ’arreglado, curioso’:fulanu ya muy apañau. a p a ñ u : ’a r r e g lo ’. a p a r a r : ’p a r a r ’. a p ig a r z a r : ’dormitar, adormecerse’. a p o u s a r : ’p o s a r ’. a p r e n d e r : ’prender una planta’, etc. a p r ie t a r : ’a p r e ta r ’. a p l u p in a r : ’lle n a r ’. a p u r r i r : ’alcanzar alguna cosa’:apúrrem’esu. áquesu-á-us-as : ’aquelló-a-os-as’. a r b e y u : ’a r v e jo , g u is a n t e ’. a r e n g u : ’orilla’: Varengu de la pena. argadie§u: ’aparato para devanar las madejas de daslana’ más : vueltas qu’un argadiesu. argute: ’vivo, despierto, espabilado’. ariceiru : ’persona que vendíaarizus o erizos’. arigon : ’anillo de hierro que se pone a las reses bravas’. arigonar : ’poner el arigón’. arimar : ’arrimar, añadir’. a r i z u : 1) ’erizo’, 2) ’enfermedad en la pezuña de las vacas’. a r m a n ia r : 1) ’llevarse bien, como hermanos’, 2) ’asemejarse’, 3) ’arreglar’. a r m a n i a u s : ’como hermanos, que se entienden muy bien’. a r m a n u -a : ’h e r m a n o -a ’. a r m it a : ’e r m i t a ’. a r m o sid a : ’h e r m o s u r a ’. a r m o s u - a : ’h e r m o s o - a ’. 774 OLIVA AVELLO MENENDEZ

ARRADIU: ’r a d io ’. - ; a r r a s c a r : ’r a s c a r ’. a r r e s o u r a r : ’caminar tambaleándose, con mareo’. arreniegu : ’reniego’: arreniegu ’l demoniu. ;. * . a r r e v e s a r : ’g ir a r ’. a r r ev e n t a r : ’reventar’. arriandador-a : ’persona quearriando, la tierra’. arriandar : ’acción de arrimar la tierra a la planta (maíz, patatas, etc.) des­ p u é s d e sasar o sallar’. arrusar : ’arrullar’:dame ’l nenu pa you arrusálu. arroxar: ’calentar al horno’. arto : ’zarza’:en míarzu el niu nel artu, abril hueveril y mayu paparayu. a r z u e l u : ’o r z u e lo ’. a s c o n t r a : ’a l e n c u e n t r o ’. a sig u n d a r : ’repetir una acción por segunda vez en labores del campo’. a s in a : ’así’. a s ig u r a r : ’asegurar’. a sp e r a r : ’esperar’. a s t r e n a r : ’estrenar’. asucar : ’hacersucus o surcos, en labranza’. Vid. furar. a t a r r e c e r : ’aborrecer, dar pereza’. atayar : ’a t a ja r ’. a t a y u : ’a t a jo ’. a tar eq iu - da : ’aterido-a’. a t o u pa r : ’andar cayéndose, pesadamente’. a t ueta r : ’juntar, unir, reunir’. atutar: ’arreglar’:atuta lus gadeyus, atuta ’l fueu. a t u t in a r ( s e ) : ’encoger(se), acoquinar(se)’. au: ’donde’: ¿au tas, n e? a u n d e : ’donde, adonde’. a u q u ie r : ’en cualquier parte’. a u r u e l u : ’reunión de gente joven’. avasase: ’apurarse’:avásate, ne. avangar: ’doblegarse, doblarse’:qu’harta lus cielus avangan, delantre l ’alfa ya omega (Padre Galo). avangau : ’encorvado, doblado’. avuitase : 'parecerse’:avuitaste a tou pai. axeitar: 1) ’sentarse’, 2) ’arreglar’:axéitam’esu bien, 3) ’acoger’: axéitame al tou xeitu. axilar: ’dar vueltas alvanu o peñera para que salga lapoxa a la s u p e r f ic ie ’. axim ielgar(se) : ’parecerse’. Vid. abuitase. a x u g a l : ’a ju a r ’. a x u n t a r : ’juntar’. Vid. x u n t a r . ayalga: ’hallazgo’:ir a las ayalgas (cuando hay marejada). ayu : ’ajo’: una seruga d’ayu (un diente de ajo). azafar: ’comer hasta saciarse’. a z u c r i: ’a z ú c a r ’. VOCABULARIO DE LA «FALA» DE CADAVEDO (LUARCA) 7 7 5

B b a s e n a : ’ballena’. b a g a r u s : ’gusanos de la piel de las vacas’ (enfermedad). balagar : ’bálago de yerba’. Refrán: el halagar nun se jai sin yerba. b a l a u : ’cierre de tierra en las fincas’. b a n z a s : ’hierro o latón para sujetar loscarcholones o clavos sin que se gaste la madera en lasmadreñas’. b a r b u y ir : ’hablar bajo, murmurar’. barda : ’lím it e , s e t o ’. b a r d a y u : ’m atorral’. b a r q u ín : ’fuelle, instrumento para avivar el fuego. Vid.f u e s e . Vid. s o p l a f u e u . ba r r a r : ’mugir’: barran las vacas de jame. b a r r e d o ir u : ’especie de escoba de laurel para barrer el horno’. ba x a r : ’bajar’. b a x u s (mar): ’las rocas bajas’:lus baxus. b e i§a d o ir u : ’arado de madera, parecido sabiegu al o arado antiguo, más li­ gero. Vid. enbisadoiru . b eisa r : ’bailar’. b e is a r in a : ’juguete hecho con la semilla de los robles pequeños o carrascos y un palillo para hacerle bailar’. b e i§ e : ’baile’. b e n e i t u : ’sahuco’. Vid. s a b u g u . b e n i n u : ’benigno’. b e r r ia n a : ’relente, viento frío de la mañana’. b e r r io n d u : ’ácido’: seite berriondu. b e r r i u : ’m u g id o ’. b e r r u e l u : ’en celo’: tar berruelu. b e s g u : ’b iz c o ’. b ic h o r n o : 1) ’bochorno’, 2) ’canto de bichos en días de bochorno’:nun ¿ oyes el bichorno? bidaya : ’sién’. b ie r z u : ’cuna d e m im b r e s ’. *. btfna s f a s t u : ’expresión de agradecimiento’: .bienaseas tú núe me traxisté esu. ■■ ...... b ie r v e n e : ’gusano’. b is a d o ir u : ’arado que abría para dos lados’. b l in g a : 1) ’blinda’ (tira de castaño para hacer aperes de labranza, écc.), cestos, 2) ’tierra muy estrecha y larga’. bocadin : 1) ’bocado pequeño’, 2) ’un poquito de tiempo’jai : un bocadín que venu. b o c a r t e : 1) ’pez’, 2) ’tablas con dibujo debajo del final del tejado en las pa­ neras u hórreos’. bosa : ’pan especial de Pascua que se reglaba a les ahijados’. ; bo su : ’bollo’. b o r r a y u : ’brasa, rescoldo del horno’. b o r r o n : ’hoguera para quemar residuos’. b o x u : ’pan de maíz sin fermento’. b r a c u e l u : ’lacón’. b r o z a : ’desechos de madera, trigo’, etc. 776 OLIVA AVELLO MENENDEZ

b r u e s a : ’hacha’: coyiu a bruesa, ’cortado con el hacha’. b r u x a : ’b r u ja ’. b u ch e : ’un poquito’: buche de café. b u s a : ’e s tié r c o l’. b u e l u : ’abuelo’. b u r r u : 1) ’burro, asno’, 2) ’gusano de las cerezas’. b u t e s a d a : ’inflamación llena de pus’. b u t i e s u : ’estómago de cerdo y por extensión de personas y animales’.

C c a : ’c a s a ’ : ta ’n ca Pachu. cabana : ’c a b a ñ a ’. c a b a n o n : ’tendejón, lugar cubierto y abierto’. c a beza d a : ’aparejo de caballo’. cabezón : ’palo grande de los carros’. c a b r iu : ’pórtico de la iglesia’. c a c a r a ñ o su -a : ’c a r c o m id o -a ’. cacea : ’plomo con una pluma paracacear. c a c e a r : ’pescar llevando la línea con unacacea, y e n d o e n c h a la n o ’. c a c h a p u : ’recipiente de madera para meter la piedra de la guadaña. za Vid.- p ic u . cachu : ’p e d a z o ’. casa : ’pañal de envolver niños recién nacidos’. c a s o u p a : ’trozo de madera para leña, astilla’. cadavu : ’t o jo ’.

c a d r i l : ’cadera’.

c a d r i l e s : ’riñones’. c a la f r iu : ’e s c a lo fr ío ’. c a la n d a r iu : ’c a le n d a r io ’. calar : ’pescar’. c a l a x e : ’sitio del mar donde abundan los peces’. c a l a ñ u : ’calcáneo, talón del pie’. calcon : ’enfermedad de las pezuñas de las vacas’. c a l d a x u : ’aguado, con mucho caldo’:ta caldaxu ’l pote. c a l d e ir a d a : 1) ’lo que contiene una caldera’, 2) 'comida mala para cerdos’, 3) ’m u c h a c o m id a ’. c a l d e ir u : ’especie de cubo de zinc, más pequeño que la caldera’. c a l d e r a : ’recipiente grande de cobre, más grande que el caldeiru’. calecer : ’calentar, entrar en calor’. c aleciu : ’que entró en calor’. c a liu : ’c a lo r ’. calor ( la): ’e l c a lo r ’. c a l t r ir : ’calar’. c a m b o n : ’instrumento antiguo de labranza’. c a m p a n e u : ’tañido de campanas’. c a m pa n u : ’campanita de bronce que cuelga del collarón de las vacas’. c a n a : ’caña, rama de árbol’. c añar (la): ’canal de madera del molino por donde corría el agua’. VOCABULARIO DE LA «FALA» DE CADA VEDO (LUARCA) 777

c a n c ie s u : ’p o r t illo ’. c a n d e l a : ’flor de maíz’. c a n d il e i r u : ’c a n d e le r o ’. c a n d il e x a : ’lámpara de aceite abierta o candil doble’. c a n ie sa : ’tibia’. c a n in : ’tiempo dudoso’: ta canín. c a n io s u - a : ’abicharado, m alo’:indias carnosas. c a n t a r a : ’recipiente de cerámica para guardar el agua de beber’. c a n t a r e ir u : ’soporte de madera para colocar cántaras’. las c a n t e s a : ’pieza de hojalata o alambre para arreglarmadreña la c u a n d o se a b r e ’. c a n te sa r : ’asegurar con alambre u hojalatamadreña la cuando se abre’. c a n t iu : ’canto de pájaros o personas’. c a n t ó n : ’plaza donde se reunían el alcalde con los vecinos para tomar acuer­ d o s ’. c a n t o n e r a s : ’piezas del carro del país colocadas sobre las ruedas para que rinchen’. c a n u : ’pedazo de unacana o c a ñ a ’. c a p ie s a : 1) ’capilla’, 2) ’el corro hecho con loscapiesus’. c a p i e s u : ’haz grande de maíz, trigo’, etc. caramanchón : ’espacio intermedio y abierto en las paneras y hórreos’. c a r a m b a n o : ’p la c a d e h ie lo ’. c a r a m ie su : ’hocico del cerdo después de matado’. c a r c h u e l a : ’clavo hecho a mano demadreña'. c a r c h o l o n : ’clavo grande de hierro’. c a r d o s u : ’la n u d o , p e lu d o ’. c a r n e ir u : 1) ’carnero’, 2) ’gajo de naranja’. c a r n ic ir ia : ’c a r n ic e r ía ’. c a r p in : ’escarpín’ carpinteiru : ’carpintero’. c a r r a s c u : ’r o b le p e q u e ñ o ’. c a r r e ir u : 1) (mar.) ’espacio entre dos lisos de roca’, 2) ’sendero’. ca r r et a r : ’a c a r r e a r ’. V id .c a r r e x a r . c a r r e t ó n : ’volquete, carro de labranza’. c a r r e x a ( e l ): ’el hijo menor’. (Viene de decir: el qu’arrexa ’l agua, p o r q u e no servía para otra cosa). c a r r e x a r : ’acarrear’. Vid.c a r r e t a r . c a r r ie s u s : ’c a r r illo s ’. c a r r il ( la): ’el camino’. c a r r o del p a í s : ’carro típico con un eje que chirría al rodar’. c a r r u d ’a l za d a: ’carro del país con suplemento’. c a r t a l e x u : ’baba que deja elxatu d e s p u é s d e n a c e r ’. c a r t ia u - d a : ’dentado, que no corta bien:gadaña cartiada. c a s c a y u : ’j u e g o ’. c a sc u d u : ’c a r a c o l’. c a s q u e ir u : ’trozo que queda al escuadrar la madera’. catar : ’o r d e ñ a r ’. c a x a : ’c a j a ’. c a x in a : ’vaina de las legumbres’. ca x o n : ’c a j ó n ’. 7 7 8 OLIVA AVELLO MENENDEZ

c a z a r o l a : ’c a c e r o l a ’. c a z u e t u : ’tallo de la berza seco o cortado’. Vid.s a n t e ir u . cebosa : ’cebolla’. c e l a x e : ’cielo encapotado, brumoso’. c e n ic e r u : 1) ’cenicero’, 2) ’paño de echar la ceniza para evitar que pasara a la ropa en las coladas antiguas’. c e n t e n : ’centeno’. c e n t o s u : ’c e n t o llo ’. cera : ’acera’. c e u : ’te m p r a n o ’. CEVIL: ’c iv il’. c ie b u : ’soporte para secar castañas o colgar embutido’. c ir ig ü e y a : ’ciridona, planta medicinal’. c ir u i .a r (la): ’el ciruelo’. c iv e r sa (a la) : ’viceversa’. clabuñar: ’preparar lagadaña c o n la incla y e l m artiesu p a r a s e g a r ’. clabuñus: ’lain da y e l martiesu. clamia (la): ’los que chillan pidiendo’: estu ya la damía, nun hay quien lus aguante. c l a r e y a r : ’clarear el día’. Vid.c l a r ia r . c l a r ia r : ’clarear el día’. Vid.c l a r e y a r . c ú bete : ’cohete’. ¡coimas !: ’¡caramba!’. c o s a r : ’collar de los bueyes xatus’, etc. Puede aplicarse también al de las personas. cosarada: ’collar de vacas y caballos’. Vid. S o c a r a d a . c o la do ir u : ’colador’ c o m e r e ir u : ’pesebre’. Vid. p e r s e b l e . c o m p a n g a r : ’adular, dar la razón a otra persona sin tenerla por congraciarse c o n e lla ’. c o m p a n g o : ’el embutido que se añade al pote asturiano’. compangon-a: ’que companguea’. c o m paranza : ’c o m p a r a c ió n ’. c o n c a : ’taza redonda de madera sin asa’. c o n g a r u : ’c o n g r io ’. c o n t a r : 1) ’contar’, 2) ’pensar’:contaba venir. c o n t r a : 1) ’hacia’, 2) ’contraventana’, 3) ’¡caramba!’. c o r n a l e s : ’tiras de cuero que sujetan lamusida al yugo de las vacas’. c o r o n d a o c o r o n d ia : ’tablas gruesas, verticales, que forman las paredes en los hórreos y paneras’. c o r t e : ’cuadra’. c o r r a : ’soporte redondo para llevar cántaros o cestas en la cabeza. De paja para los cántaros y podía ser de trapos para llevar cestas’. c o r r a d a : ’extensión de terreno delante de lasa’. Vid.a n t o x a n a . c o r r i d a (m a\): ’serie de olas grandes en la marea’. corrtgüelas: ’cintas resbaladizas de las algas’. c o r r i o n : ’correa que sujeta elcampanu’. c o r r u e l a : ’alga menuda’. corteyu: ’trozo de corteza da lafuaza o del pan’: indias cun curteyus. Vid. GARITU. VOCABULARIO DE LA «FALA» DE CADAVEDO (LUARCA) 7 7 9

c o s t i e s a s : ’costillas'. c o s t u m e : ’costum bre’. cosu: ’forma despectiva de cosa’. c o ta p a d a :’golpe fuerte dado con una maza, el mango de un hacha o zarcillo, se dice del golpe que da el carnicero para matar xatu. el c u t u s u : ’corazón de lapanoya o m a z o r c a ’, c o x u : ’c o j o ’. c r u c i a r : ’c r u z a r ’. c u a r t a r o n : 1) ’mitad de la puerta’, 2) ’vaso de vino’, 3) ’parte (de cuarto) de naranja, tortilla’, etc. c u a se : ’casi’. c u a s e m e n t e : ’casi’. c u b e r t o r ia : ’ta p a d epote o c a c e r o la ’. c ú b e t e : ’c o h e t e ’. c u c h a r in a s : ’r e n a c u a j o s ’. c u c h ie s u : ’c u c h illo ’. c u e s u : 1) ’cuello, regazo’, 2) ’harina de maíz cocida con leche’. c u e s t u : ’en pendiente’: tiyau cuestu. c u e t a : ’la parte roma en elfoucín, foz’, e tc. ¿ c u e y , m ío n i n i n ? o ¿ c u e y o ? : ’expresión cariñosa equivalente a ¿no es ver­ d a d ? ’. c u it a r : ’esparcer el cuitu o estiércol en las fincas’. c u i t u : ’e s t ié r c o l’. c u l a p a : ’parte trasera del carro’. c u l u e b r a : ’c u le b r a ’. c u l u r a u : ’c o lo r a d o ’. c u m p a r a n z a : ’comparación’. . - c u n c e ic io n : ’c o n c e p c ió n ’. c u q u ie s u : ’cuclillo’. c u r a z u : ’c o r a z ó n ’. c u r i a r : ’cuidar las vacas’. Vid.s i n d i a r . c u r n a l e s ( l a s) : ’correas de cuero para amarrar la vaca al yugo’. c u r u x a : ’lechuza’. c u r r ie s u : ’lugar donde se guarda el cerdo’. c u r r o : ’pato, ganso’. c u s p i r : ’e s c u p ir ’. c u s t ie s a : ’costilla’. cutu : ’frío’: jai un cutu qu’escarabaya ’l peyeyu. cutusu: ’corazón de la panoja’. cuyar : ’cuchara’. c u y e r : 1) ’coger’, 2) ’operación de quitar la mazorca del tallo en el maíz o t r ig o ’. c u y e r a : ’collar del caballo’. 780 OLIVA AVELLO MENENDEZ

S s a b a n a :’losa grande aplanada’. s a b a n a d a :’golpe dado con una sábana’. s a b i e g u : ’arado antiguo de madera con reja de hierro’. sabor (el): ’la labor’. s a b r a d o r: ’labrador’. s a b r a n z a :’labranza’. § a b r a r : ’labrar, preparar la tierra para la siembra’. . s a d a : ’jara (planta)’. s a d r a l e s: ’tablas curvas que se colocan a los lados de los carros del país s a d r a r: ’ladrar’. s a d r i u: ’ladrido’. s a g a : ’llaga’. • .. s a g a ñ a : ’légaña’. sagañosu-ah’legañoso-a’. s a g o s t a: ’langosta’. s a g r im a: ’lágrima’. sa m a : ’lama, tierra de lodo o barro’. Vid.s a m u e r g a . s a m a r: ’llamar’. s a m a r a d a :’llamarada’. Vid.s a p a r e d a . §amber : ’lamer’. sambetada: ’lamida’. Vid.sa m b ia d a . s a m b ia d a : ’lamida’. Vid. sa m b e ta d a . sambion-a: ’glotón’. s a m p a r a : 1) ’lámpara’, 2) ’lapa’ (mar.). s a m p ia z u : ’latigazo’. s a m u e r g a : ’tierra de lodo o barro, porquería’. Vid.sam a, samurgueiru : ’montón de fangoy porquería’. s a n a: ’lana’. s a n c i l: ’viga de hórreo’, s a n c i n u s : ’los palos de lagrá o grada’. s a n d e: ’bellota del roble’...... ,v, , ...... § a n t a i n a :’lantana, planta medicinal’. s a n t e i r u : ’pie de berza’. Vid. c a z u e t u . § a n u d u h - a: ’lanudo-a, peludo-a’. s a p a : ’llama del fuego’. s a p a r e d a : ’llamarada’. Vid.samarada. .... s a r: ’lar, hogar’. sargar(se): ’echar fuera, marcharse’. s a r g a t e s a: ’lagartija’. s a r g a t u : ’l a g a r t o ’. oí1' ! s a r g u - a : ’largo-a’. s a r g u r a : ’largura’. s a r im a : ’lágrim a’. s a s t im a : ’lástim a’. s a s t i m a r : ’l a s t i m a r ’. s a t a: ’t a b la d e l t e j a d o ’. s a u : ’l a d o ’. VOCABULARIO DE LA «FALA» DE CADAVEDO (LUARCA) 781

s a v a d o ir u : ’piedra donde se lava la ropa’. s a v a d u r a : ’lavadura’. s a v a r : ’lavar’. savia: 1) ’pieza de los carros del país (sirve para quexubexu el o la dopla n o se corran, sirve para sujetarlos)’, 2) clavija del timón del arado’. sazu : ’lazo’. s e g r i a : ’animal que come las ratas y demás bichos en las huertas’. s e i r a : 1) ’navaja grande’, 2) ’hierro largo para afilar los cuchillos’. s e i t e ( e l ): ’la leche’. s e i t o r i a s : ’piezas de madera donde va encajado el eje en los carros del. país’. s e i t u g a : ’planta comestible para vacas’. s e n d e : ’prefijo que forma topónimos (más allá de)’:sendelabarca , s e n d e c a s - t i e l l o . s e ñ a : ’l e ñ a ’. s e r : ’l e e r ’ s e r a : ’superficie con cantos rodados en las playas’ (glera). s e t r e i r u : ’letrero’. s e v a n t a r : ’levantar’. sibra: ’media onza de peso, libra:sibra castellana —16 onzas, sibra mayor = 2 5 o n z a s ’. sibricante: ’lubricante o bogavante’. sibru : ’libro’. ¡siebre : ’liebre’. siegra: 1) ’instrumento para fabricarmadreñas’, 2) ’jineta (animal)’. s i e n t a s : ’papas de maíz tostado, sinturrar’. s i m i a g u : ’b a b o s a ’. s i m ó n : ’l i m ó n ’. s i m o n e i r u : ’lim onero’. s i m o s n a : ’lim osna’. s i m p i a r ( s e ): ’lim piar(se)’. s i m p i u - a : ’lim pio-a’. sin : ’l i n o ’. s in c a r : ’t o c a r a l t a c t o ’. s i n d i a r : ’cuidar las vacas’. Vid.c u r i a r . singua : ’lengua’. s i n g u a n i z a : ’longaniza’. s i x e i r u : ’l i g e r o ’. s i x i a : ’lejía’ (de la colada antigua). s o b u : ’lo b o ’. s o c a r a d a : ’collar de vacas y caballos’, Vid.c o s a r a d a . s o m b a : ’lo m a ’. sombu : ’lomo, joroba, espalda’. sonxano : ’especie de cabo, tierra que penetra en el mar’. sombriga : ’lombriz’. sonxe : ’lejos’. s o u r e i r u : ’laurel*. • • s o u x a : ’l o s a ’. s o u x a r : ’poner losas en un tejado’. ' \•5 v . ; s u c e i r u : ’lucero*. * ^‘ 782 OLIVA AVELLO MENENDEZ

Sueca : ’especie de campana ordinaria que se coleaba a los caballos en el te y también a las vacas’. suesu: 1) ’vacío’, 2) ’de poco juicio o talento’. sueu: ’pronto, luego’: dica sueu (hasta luego). sueza : ’clueca’ : pita sueza. sugar: ’lugar’. sumbriga : ’lombriz’. sume: ’l u m b r e ’ : hay qu’encendé ’l sume pa facé la xanta. suna : ’l u n a ’. sunes : ’l u n e s ’.

CH chachu : ’trato dado a una persona’:ah ¡chachu ! , ¡ah o 1. c h a n a d a : ’llanura’. c h a n t e n : ’llantén, planta medicinal’. c h a n u - a : ’llano-a’. c h ig a r : ’llegar’. c h e n : ’l l e n o ’. c h e n a r : 1) ’llenar’, 2) ’calar lasmadreñas’. c h e v a r : ’llevar’. c h ic o r ia : ’a c h ic o r i a ’. c h ic u l a t e : ’chocolate’. c h im in e a : ’c h im e n e a ’. c h i p a : ’j u e g o ’. c h is c a r : ’salpicar’. c h is g a r : ’fisgar’. c h i x u : ’c a f é r u i n ’ c h u r a r : ’llorar’. c h u r o n : ’ll o r ó n ’. c h u c h u : ’b e s o ’. c h u f i n : ’delfín’. c h u m e i r a : ’teja levantada en el tejado para que salga el humo del sar. c h u r i b a g a : ’fruto del laurel’. c h u v e r : ’llover’. c h u v ia : ’lluvia’.

D d ’o u : ’¿de dónde?’: ¿d’óu vienes, ne? d a l g u ie n : ’a l g u i e n ’. d e b a x u : ’d e b a j o ’. d e b o u c ia r : ’humedecer, mojar’: ta debouchiandu la yerba. d e i x a r : ’d e j a r ’. d e l a n t r e : ’d e l a n t e ’. d e l ir : ’derretir’. d e n d e : ’d e s d e ’. d e n d e i q u i : ’desde aquí’. VOCABULARIO DE LA «FALA» DE CADAVEDO (LUARCA) 7 8 3

df.ndentonces : ’desde entonces’: dendentonces paco. d e p r e n d e r : ’a p r e n d e r ’. d e s a x e r a r : ’exagerar. desanubiertu : ’despejado, sin nubes’: cielu desanubiertu. descabazar (e l s e i t e ) : ’quitar la nata a la leche'. d e s d e i x a r : ’desdejar’: tou desdeixau de todu. d e s d e i x u : ’d e s d é n ’. desembozar : ’limpiar la reja del arado, quitar c el u it u a l S a b ie g ii’. d e s f a c e r : ’deshacer’. d e s q u e : ’desde que’. d i a n t r e : ’d e m o n io ’. diaz, diaciseis, diacisiete... : ’diez, diez y seis, diez y siete’... d i c i r : ’d e c ir ’. didas (las) : ’los dedos del pie’. didona (la) : ’el dedo gordo del pie’. didus (lus) : ’los dedos de la mano’. d i e n t r u : ’d e n tr o ’. d i e u s : ’D io s ’. difiriente: ’d if e r e n t e ’. dind’agora: ’d e s d e a h o r a ’. d i s p i d i r : ’d e s p e d ir ’. d o l i o s u : ’u n p o c o d o lo r id o ’. d u m i n g u : ’d o m in g o ’. d o p l a : ’correa tejida para unirx u ( n c e r ) e l y u g o a l c a r r o ’. d o u s : ’d o s ’. d u : ’¿de dónde?’: du ¿ vienes, oh? d u e r n u : 1) ’recipiente grande de madera donde se pone a salar c e r d o ’ 2) ’utensilio de madera para dar de comer a los caballos’.

£ e c l i s ( e ) : ’e c lip s e ’. e s a : ’e lla ’. e i : ’interj.’: ¡e i, v a c a ! e i q u i : ’aquí’: pur eiquí palantre. e i r u : ’tie r r a d e la b o r ’. e i x e : ’e j e ’. e m b a x u : ’abajo’. em bisadoiru : ’arado de madera, parecido s al a b ie g u , m á s lig e r o ’. f.m b r u e c a r : ’v o l c a r ’ : embruécalu agora. e m b u r r i a r : ’em pujar’. Vid. e m p u x a r . e m b u r r i o n : ’em pujón’. e m p o r c a r : ’e n s u c ia r ’. e m p r e s t a r : ’prestar’. e m p u x a r : ’em pujar’. Vid. e m b u r r i a r . e n c a n u : ’v e n d a , d e d il’. encaramanecer : ’aterir’¿ encaramaniu - d a : ’aterido-a’. e n c e s o - a : ’e n c e n d i d o - a ’. 784 OLIVA AVELLO MENENDEZ

enceta r : ’in f e c t a r ’. encudiar: 1) ’entorpecer’ (ej.: la rueda de un molino por hacerse pastoso el grano), 2) ’estorbar’ (en una reunión, etc.). encurtiar : ’acortar’:encuartia ’l vestiu. lncuruxar : ’ponerse en cuclillas’. e n c u y e r : ’e n c o g e r ’. encuyonar: ’hacer mal el zurcido’. ensamA (mar.): ’pieza de embarcación donde se pone el remo’. ensazar : ’enlazar’:ensanzadu lus muñiques, las maninas seique vuelan. (D a n ­ za prima de Cadavedo). ensouzar: ’cloquear la gallina’. ensubesau: ’enroscado’. enchandinau-da : ’mojado, sucio’. enfilar(se): ’emborrachar(se)’. enfucicar : ’darse de hocicos contra algo’. engarillas: 1) ’angarillas’, 2) ’angarillas para sacarouca la d e l m a r ’. engaramar : ’encaramar’. engarranchar : ’enganchar’. engatuñar : ’trepar, subir a un poste, árbol’, etc. enguadar (mar.): ’echar al agua el cebo para que acuda el pez’. enguano: ’en el año’ (op.antanu). enrame : ’hierba que sobresale delpaxu’. enreciar : ’fortalecerse, ponersereciu': taba delgau perú enreciou. e n r e d a r : ’ju g a r ’. enrestrar : ’hacer ristras riestras ( ) de maíz, cebollas’, etc. e n r ib a : ’a r r ib a ’. e n r ib e ir a r : ’hacer la siega primera entre dos fincas para marcar el límite e n t r e e lla s ’. e n r o n c h a r ( s e ) : ’prenderse el anzuelo o red en las algas’. e n s a l m e : ’e n j a m b r e ’. ensugar : ’enjuagar la ropa, escurrir, secar’. ensuitu: ’enjuagado, seco’: el camín ta ’nsuitu. e n s u i t a r : ’s e c a r ’. entoncias : ’entonces’. entouriar : ’quedar la porquería en la ropa, en las coladas antiguas’. entriar: ’echar trozos de pan,fuaza, etc., en un líquido, como café o leche’. envernizu : ’invernizo’. envisadoiru : ’arado de madera, parecido sabiegu, al más ligero’. Vid. vei- s a d o ir u . envredar : ’encaminar’:envrédanus a Cuadonga (P. Galo). e n x a m a s : ’j a m á s ’. F.NxiNCLAU: ’que no vale para nada, después de un accidente,’ etc.:tou todu ’nxinclau. esaxerar : ’exagerar’. esaminar : ’exam inar’. esbichar : ’machacar losarizus para sacar las castañas’. esbrozar : ’acción de quitar labroza’. escacarañau-ada : ’estropeado-a’: una fuente ’scacarañada. escacarexar: 1) ’cacarear’, 2) ’reír con ruido’. escalada: ’escalera de mano’. VOCABULARIO DE LA «FALA» DE CADAVEDO (LUARCA) 7 8 5

e sc a m pa r : ’cesar un chaparrón’. escandelar : ’quitar lacandela al maíz, despuntarlo’. encaniesar : ’quitar las cañas a un árbol’. escanu: ’banco, escaño’. escarabayar : ’arañar’. e s c a r a b a y u : ’ciervo volante, clase de escarabajo’. escaramañola : ’juego infantil’. escaramusar : ’estropear, picar’ (un jarro de porcelana, una planta, etc.). escarcholar : ’sonar lascarchuelas d e la s madreñas’. escavadoiru: ’foucín cortado para cogerÑámparas o la p a s ’. e sc a y u : ’e s p in a ’. e s c o l a n c iu : ’lución’ (reptil). efcuaxartngar : ’desarreglar, desarmar, revolver’. escusar: ’crecer, estirar’: nun valía pa nada ya ’scusou bien. escudisetru: ’especie de basar para colocar los cacharros’. escudiesa: ’escudilla, taza de barro ordinario para varios usOs’. escuitar : ’escuchar’. escuiton : ’reunión de juventud donde se escogía la hoja buena de maíz para h a c e r xargones o jergones’. fsclapar : ’repicar el carro por llevar mucho peso’. escurida : ’oscuridad’. escuru-a : ’oscuro-a’. escurindaina : ’oscuridad grande del cielo’. esfaraguyar : ’migar el pan’. Vid. e sm ig a y a r . esfarrapar: 1) ’caer la nieve farrapus a o trapos’: esfarrapa, vei cubrir; 2) ’hacer jirones ofarrapus u n v e r tid o ’. esfarrapau: ’hecho jirones’ (un vestido...). Vid. f.smendrayau. fsfoyadoiru: ’palo aguzado de madera dura para separar la hojapa- de la noya p a r aesfoyar. esfoyar: ’quitar la hoja de lapanoya d e l m a íz ’. esfoyon: ’reunión paraesfoyar en las paneras u hórreos’. esfrecer(se) : ’enfriar(se)’. esfusar: ’quitar la piel a un animal’. escadeyar: ’despeinar’(gadeyus, c a b e llo ). esgamayau : ’desgarbado’. esgañitar: ’gritar muy fuerte’. esgaravitar : ’arañar la tierra’ (ej.: las gallinas). esgarduñar : ’arañar clavando con las uñas’. esgonciar : ’intentar sacar lapepita del fruto, desvencijar una puerta o ven- t a n a ’. esguilar: 1) ’trepar’, 2) ’escurrirse, resbalar’. esmadreñar : ’sonar loscarcholones d e la s madreñas’. esmarasar : ’esparcer elmarasu, lo que queda al segar’. esmazanar : ’romper la vaca la cadera’. esmesar : ’correr mucho’: cuerre qu’esmesa. esmasau : 'falto de dientes’ (demesa, e n c ía ). f.smendongar : ’hacer el mondongo’ (lavar y preparar las tripas del cerdo). esmendrayau : ’hecho jirones’ (una prenda de ropa). Vid. esfarrapau. esmesar : 1) ’sacar la hierba delbalagar’. 2) ’sacar algo sin curiosidad’, 3) ’ti­ rar del pelo a otro en una riña’. 786 OLIVA AVELLO MENENDEZ

e sm ig a y a r : ’desmenuzar el pan’. Vid.esfaraguyar . f s m ir r ia r ( s e ) : ’desmejorar(se)’: ta muy esmirriau. e sm u g a y a r : ’sacudir los m u g a y u s o erizos de castañas’. e sn a la r : ’escalar ligero, subir’. e sn id ia r : ’resbalar’: nun esnidies, nin. esnuyesase : ’torcerse o rozarse los tobillos n o u y e s u s ' : tas esnuyesándute lus nuyesus. espantayu: ’espantajo’. Vid. espantuyu. espantuyo: ’espantapájaros’. Vid. f.spantayu. esparrar : ’espatarrar’. espartexar : ’asistir al parto de animales’. espavorar : ’asombrar, extrañar’:una calma qu’espavora. espayar: ’quitar la hierba de lap a y a o p a ja ’. espericar : ’subirse a un sitio con un poco de riesgo’. F.spERiCHiLAU-DA: ’debilucho-a’. e spe t a r : ’c la v a r , c o lo c a r ’.. e s p e t e r a : ’sitio para colgar utensilios de cocina comogarfiesas, viraderas, etc. e s p e t in a : ’palo para asegurar la hierba ene n el r a m e del carro. También para sujetar la hierba delp a x u ’. esprixilase : ’desmejorarse’: cumu s’esprixila esa criaturina. e s p u n t a r : ’despuntar’: espuntar o moucar el maíz. e s p u r r i r ( s e ) : ’estirar(se)’: espúrrete. ne. e s p u x ig a r : ’despabilar, restablecerse’. e sq u e ic f r : ’olvidar’: lu ’squeiciu, nin dau ni agradeciu. e s q u e ir u : ’encendedor de cigarros antiguo, hecho con la punta del cuerno de una vaca y trapos dentro para quemar’. e s q u il a : 1) ’c a m a r ó n ’, 2)’c a m p a n u de vacas’, 3) ’campanilla’. e s q u il e ir u : ’utensilio de pescar formado por una bolsa de malla con un mango’. e s q u is it u : ’e s c a s o ’. e sq u it a r : ’saltar, lanzar chipas’:nun machaques la piedra purque ’squita. e st a§ar : ’estallar’. e sta do ñer a : ’pieza de hierro donde se encaja ele s ta d o ñ o ’. estado ño : ’palo para sujetar less a d r a le s en el carro del país’. f s t a r a b a c u : ’tallo que queda después de segado el maíz’. f s t e n u : ’tranquilo’: cielu ’stenu. e s t i l : ’mango de guadaña’. esto g am o : ’e s tó m a g o ’. f s t o r d ig u : 1) ’bruto, poco inteligente’, 2) ’alborotado’:mar estórdigu. e st o x a s e : ’estropearle’: yara guapa perú ’stoxouse. fstraguayar : ’enjuagar cacharros o ropa’. f s t r a p a s a r : ’e s tr a p a lla r ’. e s t r a r : 1) ’esparcer el ro zo en las cuadras o corradas’, 2) ’poner las cosas en d e s o r d e n ’. f s t r a u : ’e s p a r c id o ’. e st r el d a r : ’producir estruendo, hacer mucho ruido*. e st r e l d u : ’e s tr u e n d o ’. e s t r in c o n : ’tirón repentino’. fstr o b a d a s : ’piezas del carro del país de maderade furacus, unu ’n cada sau , espetaus ñus estadoñus. Su finalidad era que no se abriera’. e st r o c ia r : ’destrozar’. Vid. e st r o z a r . VOCABULARIO DE LA «FALA» DE CADAVEDO (LUARCA) 7 8 7

e s t r o z a r : ’destrozar, romper, ajar’. Vid.e st r o c ia r . e s t r u ñ ir : ’e s t r u j a r ’. e s t u r ia n u -a : ’a s tu r ia n o -a ’. e sv a d ie sa r : ’revolver, charlar mucho’: ta ’svadiesandu. e s v a n ie s a r : 1) ’r e v o lv e r ’, 2) ’d e s m e n u z a r ’. e s v e in a r : ’limpiar o quitar la maleza de las veras o lados de los prados o t ie r r a s ’. esventolexar : ’moverse al viento, hacia todos lados’: e s v e n t ó l a, esventolexa , zuleste pendón benditu (P. Galo). e sv e r d ia r : ’sacar patatas verdes en mayo’.

F faba : ’h a b a ’. facer : ’h a c e r ’. fa c er m o z u - a : ’hacerse joven’: esa nena feixu moza. fa c er r a b ia s : ’p r o v o c a r ’. fa c in a : ’b á la g o p e q u e ñ o ’. fa sin : ’flo jo , d é b il’. f a l a: ’h a b la ’. falar : ’h a b la r ’. f a l d ó n : ’listón de madera que sujeta elm a n d il en las paneras y hórreos, por e l in te r io r ’. f a l a x e : ’fa la de una persona mal hablada’. faltriqueirada : ’lo que cabe en la falda recogida’ (peras, manzanas...). f a m f : ’ham bre’. f a m ie n t u : ’h a m b r ie n to ’. fana: ’desprendimiento de tierra o rocas’. fa n a r : ’desprenderse la tierra o las rocas’. f a r a g u y a : ’migaja, pizca, parte muy pequeña de pan fu o a z a . También se aplicaba a personas muy ruinas’:vaya ¡ faraguya ! f a r i ñ a : ’h a r in a ’. f a r r a p u : ’trozo muy pequeño de nieve, tela’, etc. f a r r iu : ’pescado’. ~ f a r t a r : ’hartar’. f a r t u -a : ’harto-a’. f a r t u r a : ’h a r tu r a ’. febreiru : ’febrero’. f ^g a d u : ’h íg a d o ’. ff.it u : ’hecho’: d a fe i t u . todo seguido. f e i t u r a : ’hechura’: cobrome bien la feitura , siquiera dos carraus de rozu, f e l p e y u : 1) ’trapo, despojo de tela’, 2) ’mujer de mala vida’. f e n d e r : ’h e n d e r ’. f e n o y u : ’h in o jo ’. ferida : leche ferida, ’leche que queda después de soltar la nata’. f e r id e r a : ’tarreña paraf e r i r ’. Vid f e r id o ir a . feridoira : ’tensilio paraf e r i r ’. Vid. feridera . f e r ir : ’mazar la leche para hacer manteca’. ferver : ’hervir’. 7 8 8 OLIVA AVELLO MENENDEZ

f e r v id ie s u : ’infusión de té, café’, etc. \ r f e r r a d a : ’utensilio de madera para el agua’. : ^ : ferramienta : ’h e r r a m ie n ta ’. - f e r r e i r u : ’herrero’. ferron : ’cada uno de los dos hierros largos que van delante derea la o reja d e l sabiegu’. ferruyentu: ’oxidado’. f e r r u y u : ’ó x id o ’. fesoria : ’especie de azada’. fierru : ’hierro’. f i g a r : ’h ig u e r a’. f i g u : ’h ig o ’. f ig ü e l a: ’frisuelo hecho con sangre de cerdo y harina, en época de matanza’. f il a r : ’h ila r ’. f i l u : ’h ilo ’. f iu - a : ’h ijo - a ’. f o c ic u : ’h o c ic o ’. f o g a : ’lla m a d e l f u e g o ’. ' f o l a : ’mar rizada que produce el viento’:hay fola de nordés. .. f o l g a r : ’h o lg a r ’. f o l g a z a n : ’h o lg a z á n ’. . f o n d u - a : ’h o n d o -a ’. f o n t e : ’fuente’. . f o r c a u : ’horca de dos dientes para coger la hierba’. l: . . forciosu-a: ’fo r z u d o -a ’. fornica : ’sitio donde se acumulaba la ceniza del día ensa r\el fornu : 1) ’horno’, 2) ’pljaro’. Vid. pimenteiru. f o r q u e t a : ’horca de cuatro o cinco dientes para verios usos: coger hierba, es- parcer abono’, etc. fo r q u e t o n : ’horca de madera que llevan los carros para separar las vacas de la carga que llevan’. f o s c u : ’h o s c o ’. f o u c in : ’h o z p e q u e ñ a ’. fo u z : ’h o z ’. f o z a r : ’acción del cerdo de buscar algo en la tierrr.’. f o z c u - a : ’hosco-a, de mal mal carácter’. f r e b a : ’hebra de hilo, carne’, etc. ' '...... f r e g a n c iu : ’e s tr o p a j o ’. f u a c e r a s : ’vigas interiores de las paneras para colocar el pan’. f u a z a : ’pan de maíz con levadura furmientu’. o f u e a : ’h o ja ’. f u e s e : 1) ’fuelle’; 2) ’instrumento para avivar el fuego’. Vid.barquín y sopla- f u e u ; 3) ’especie de saco hecho de piel de oveja para llevar el grano a m o le r a l m o lin o ’. fuente maderu : ’fuente de madera paravanar la s fuazas, o sea, darles vuel­ tas en el aire antes de meterlas al horno’. fuercia: ’fuerza’. fufu: ’fuego, incendio’. fulechu-a: ’helecho macho y hembra’. f u m ia r : ’h u m e a r ’. VOCABULARIO DE LA «FALA» DE CADAVEDO (LUARCA) 7 8 9

f u m u : ’h u m o ’. f u r a c u : ’a g u je r o ’. furar : 1) ’hacer surcos osucus en la tierra’. Vid. sucar ; 2) ’meterse, intro­ d u c ir s e ’. f u r c a u : ’horca para mover la hierba seca’. f u r m ie n t u : ’fe r m e n to ’. fu r m ig a : ’h o r m ig a ’. furmigueiru : ’hormiguero’. furo : ’instrumento de carpintero para hacer agujeros’. Vid. tarabeson. furon : ’arado de madera anterior sabiegu’.al f u r q u e t a : ’furcau p a r a e l h o r n o ’. fusu: ’huso’.

G gabarras (mar.): ’lanchas para cargar la madera’. gabaxu (mar.): ’gancho con que se enganchan los pulpos’. gabita : ’cuerda que engancha la segunda pareja de vacas’.Dar gabita o dar cuarta, ayudar con otra pareja de vacas en el arrastre de un carro. gabitu: 1) ’gancho que hay en las paneras para colgar jamones’, etc.; 2) ’palo de madera para revolver la brasa del horno, parecidosurradoiru’. al g a c h a r : ’a g a c h a r ’. gachoupin : ’diminutivo de gachu, agachado escuchando a lo zorro’:anda ga- choupín. g a s u : ’g a llo ’. gachu : ’zorro, que no dice verdad’:anda gachu. g a d a ñ a : ’g u a d a ñ a ’. gadañu : 1) ’guadaña corta pararozar’, 2) gancho para los pulpos’. gadeyus: ’cabellos, pelo’. gaireña: ’planta de monte’. Tenía varios usos: para hilar, para quemar en e l sar, etc. gam allera : ’cadena para colgarpote’. el gamayu : 1) ’palo largo’, 2) ’persona alta y desgarbada’. ganzu: ’planta de monte’. garabata : ’apero de labranza de madera con muchos dientes para recoger la hierba seca o para barrer la tierra’. garabatu: ’apero de labranza con mango y cuatro dientes de hierro para es- p a r c e r e l cuitu’. garabinus: ’trocitos de leña’. garabitu: ’utensilio paraarroxar’. garabus : ’trozos de ramas de árbol para leña’. Vid. garabuyus. garabuyus : ’hojarasca, leña menuda’. Vid. garabus. garampiñar : ’deshacer lossucus con un utensilio de nueve paletas’. garduñu : 1) ’apero de labranza con mango y dos dientes, 2) trampa para c o g e r p á ja r o s ’. garfe§ada: ’cantidad que cabe en garfiesa la o c a c illo ’. garfiesa: ’cacillo’. garitu : ’trozo pequeño de pan con corteza’. Vid. corteyu y mia§u. garrar: ’agarrar, coger, coger una enfermedad’:garrou la gripe. 7 9 0 OLIVA AVELLO MENENDEZ

garrucha: ’vara larga acabando en un gancho de hierro o madera para ha­ cer girar más fácilmente la g r á ’. g a t i a r : ’t r e p a r ’. gaviluetas : ’gaviotas’. gavita: ’cuerda gruesa que va del yugo de las vacas ag rla á o g r a d a ’. gavitu: ’instrumento de madera para remover la brasa del horno o mover los panes’. Vid. traidor, gazapada : ’cantidad grande’:comeu una gazapada. g l a y a r : ’g r ita r ’. g l a y i u : ’g r it o ’. g o c h u -a : 1) ’c e r d o -a ’, 2) ’su c io -a ’. go la u : ’huevo malo, podrido’. g o ler : ’o le r ’. g o ñ a: ’semilla de frutos’. g o ñ o : ’brote de la patata’. g o r b iz u : ’p iz c a ’. g o r o c h u s : ’g r u m o s ’. g o x a : ’m a n ie g u grande para meter trigo, castañas’, etc. gra: ’grada, superficie de madera con dientes de hierro parag r a d a r la tie r r a a n te s d e s e m b r a r ’. griespa : ’avispa’. griñispo : ’torrezno’. güelmu-a: ’esponjoso’: anfiladas güelmas. güelpe: ’golpe’. g ü e n c h i g a : ’v e j i g a ’.

g ü e r t a : ’huerta’. g ü e r t u : ’h u e r to ’. g ü e y : ’h o y ’. ¿güey, nin? : ’¿verdad?, de g ¿ü e is, nin?, ¿oyes, nin?\ g ü e y u : ’o jo ’. guiada: ’vara paraa m e n a r o conducir las vacas’. guilandu : ’aguinaldo’. g u in d o n : ’trampa que se coloca en los prados para coger animales’. g u r g ü e l u : ’graganta’. g u r g u l e i r u : ’tr á q u e a ’. g u r g u t a r : ’h a b la r , d e c ir ’. g u r t iq u i n : ’huerto pequeño para ajos, cebollas’, etc. g u r u p u : ’comida hecha de harina de maíz con patatas’. g u y a : ’a g u ja ’. GUYEiRU: ’alfiletero para alfileres o agujas’.

I ic h a r : ’echar’. in c l a : ’y u n q u e ’. in g in ia s : ’a n g in a s ’. in r it a r : ’irritar’. i n x e r i r : ’in je r ta r ’. in v ie r n u : ’in v ie r n o ’. VOCABULARIO DE LA «FALA» DE CADA VEDO (LUARCA) 791

M '

m a dr eñ a : ’a lm a d r e ñ a ’. m a e s t r u : ’maestro’. Vid. m a y e s t r u . m a na r : ’apero para desgranar la espiga de los cereales’. m ancar : ’la s t im a r ’. mandil : e) ’mandil’, 2) ’cerrado exterior de madera de las paneras u hórreos’. mangar : 1) ’poner un mango’, 2) ’poner una pieza de vestir’. maniegu : ’cesto de blingas’. Vid. paxu. manteiga : ’manteca’. manu: 1) ’mano’, 2) ’una gran cantidad’:una manu ratones. marasu: ’lo que queda al segar’. m a r f o y u : ’variedad de alga’ (nace entre las peñas y sirve de abono). m a r ie s u - a : ’a m a r illo - a ’. m a r t ie s u : ’m a r t illo ’. masera : ’especie de mesa con tapa para guardar el pan, la leche’, etc. maseiru : ’especie de mesa sin tapa ni patas para salar los cerdos’. Vid. duernu. mayar : ’acción de sacar el cereal de su vaina por medio de golpes dados con e l manar’. m ayestru: ’maestro’. Vid. maestru. m azan a : ’m a n z a n a ’. m e c e r : ’m e z c la r ’. m esa : ’e n c ía ’. melandru: ’tejón, animal’. m elgueru-a: ’zalamero, suave’:fala melguera. mendongo: ’hacer el embutido de los cerdos’. M e n is t r u : ’m in is tr o ’. m er u c a : ’lo m b r iz ’. mesau: ’losa que se coloca sobre elvegosu de los hórreos o paneras para evitar que suban los ratones’. m e ta : ’m ita d ’. meudia : ’m ediodía’. mexar: ’orinar’. m e x u : ’orina’. • . ••v • miasu: ’trozo pequeño’: un miasu pan. Vid. corteyu y garitu. mianicas : miánicas ’ ya verda, equivalente a mi alma ya verda. mientrastantu ya non: ’mientras tanto, entre tanto’. - m ie u : ’m ío ’ m io s u : ’pieza de la rueda de un carro’. m o n in : ’dido monin, dedo meñique’. Monteiru: ’alcalde en los pueblos,monteiru mayor en la s b r a ñ a s ’. morena: 1) ’morena’, 2) ’montón de heno para protegerlo de la lluvia’. morniu: ’hongo del maíz’. m orrer: 1) ’morir los animales’, 2) ’extinguirse el fuego’. mouca: ’parte del maíz que se quita, sobre panoya’. la moucar : ’cortar plantas o árboles por la parte superior’. moura: 1) ’mora’ (fruto), 2) ’mora’. m ourientu-a : ’mohoso-a’. m o z a d a: ’lo cogido con las dos manos’ (cerezas, habas, etc.). m u s id a s : ’almohadillas de las vacas, debajo del yugo’. 792 OLIVA AVELLO MENENDEZ

m u s iu - d a : ’m u llid o -a ’. m u e s e : ’m u e lle , b la n d o ’. m u g a y u s : ’erizos de castañas’. m u it u : ’m u c h o ’. m u s g u in - a : ’mosca muerta’ (persona que no lo aparenta pero sabe mucho).

N

n a c en c ia : ’nacimiento’: ya de mala nacencia. n a c ió n : ’cría de vaca’. n a g u a u - a d a: ’mojado-a’:tierra naguada. n a in a r : ’acunar’: tengu nainate ’l nenu. n a l a r : ’nadar’: AIcumpás lus pias nalen / y'al salau sonsón del agua ! Cu- mu mareya que sube / cumu mareya que baxa. Danza (P. Galo). n a r a n x a : ’naranja’. n a r a n x a l ( la) : ’e l naranjo’. Vid.n a r a n x e ir u . n a r a n x e i r u : ’naranjo’. Vid.n a r a n x a l . n a t u r a : ’vagina’. n avaya : ’navaja’. n e : ’abreviación denena’. Se aplica también a las personas mayores:¿Au vas, ne? n e b l in a : ’niebla’. n e b l i n o s u : ’con niebla, nublado’. n e n u -a : ’niño-a’. w ie ir u : ’nido’. Vid. n i u . n ie r v e : ’mirlo’. n ie t u - a : ’verde, joven, tierno’: yerba nieta, cutis nietu. n in : ’apelativo cariñoso, masculino y femenino’. n i u : ’nido’. Vid. n ie i r u . n o c e u : ’nogal’. n o n : ’no’: non, nin. n o r d e s : ’viento nordeste’: nordés santaniegu (de Santa Ana Montarés). n o y u : ’n u d o ’. n o z a r : ’nogal’. Vid. n o c e u . nueite : ’noche’. n u e s u - a : ’n u e s tr o -a ’. n u e v u : ’nuevo, joven’: ya más nuevu que tú. n u m a r u : ’n ú m e r o ’. n u n : ’no’: nun venu. Vid. n o n . n u n t a l: ’e s m e n tir a ’. n u r t iz u : ’del norte’: ta nurtizu, viento del norte. n u v ie m b r e : ’noviembre’. n u y e s u : ’tobillo’.

O

o c h u : ’o c h o ’. ofierta : ’ofrenda, oferta’. onde: ’donde’: ¿onde ta ? o r b a y a r : ’llover menudo’. Vid. z u r r ia r . VOCABULARIO DE LA «FALA» DE CADAVEDO (LUARCA) 7 9 3

o r e a : ’oreja’. o r e a r : ’prestar atención’. osu: ’oso’. ou: ’o’ (conj.): estu ou l’outru. ouca : ’a lg a ’. o u q u i n : ’variedad de alga’. o v e a : ’oveja’. ¡ o x a l a ! : ’¡ojalá!’.

P

p a : ’p a r a ’. p a s i: ’para allí’. p a s o : ’para allá’. pala de s a b l e: ’pala de tierre’. pa l a n t r e : ’para alante’. pa lo m bas : ’palomas’. p a n d e ir u : ’pandero’. p a n e r a : ’especie de hórreo, rectangular, de mayor capacidad’. p a n ie g u : ’prado que da buen trigo o centeno’. p a n o y a : ’panoja de maíz o de pino’. pa ñ a r : ’coger, recoger del suelo’. pa p a s : ’harina de maíz cocida’. p a r a f u s a s : ’aparato para torcer la lana’. pa r r a c u : ’párroco’. pa t r a s : ’para atrás’: andade a cumpás palantre / volvede patrás cun gra­ cia / cumu mareya que sube / cumu mareya que baxa. Danza (P. Galo).. p a x a r a s : ’mariposas del maíz, de la luz’, etc. p a x a r u : ’pájaro’. p a x u : ’cesto de blingos’. Vid. m a n ie g u . p e r s e b l e : ’pesebre’. Vid. c o m e d e ir u . p e s e y u : ’pellejo’. p e d r a z : ’granizo’. p e g a: ’urraca’. p e g o s u : ’pie de hórreo o panera’. r p e n a : ’peña’. p e n e u : ’peña grande’: el penen Lus Cuervus. p e r : ’por’ : preiquí palantre. p e r r i n : ’moneda de cinco céntimos antigua’. p e r r o n a : ’moneda de diez céntimos antigua’. p e sc a r ( la): ’árbol que da píeseos’. p e s c a u : ’pez, pescado*. p e y e y u : ’pellejo*. p ic a t u e l u : ’pájaro carpintero*. p i e s c u : ’fruto de lapescar *. p i g a r z u : ’sueño corto después de comer’. p im e n t e ir u : ’pájaro’. Vid. f o r n u . p i t a : ’gallina*. p i t in u s : ’polluelos*. 7 9 4 OLIVA AVELLO MENENDEZ

p it u : ’g a llo ’. p l iz c a r : ’p e lliz c a r ’. p l iz c u : ’p e lliz c o ’. p o d r e : ’podrido’. po n t o n a o : ’peldaño de subida a la panera u hórreo, separado de la escalera para evitar el acceso a los ratones’. p o s : ’p u e s ’. p o u t a d a : 1) ’peso en los barcos’, 2) ’persona pesada’:ya una poutada. po ta : ’cacerola’. p o x a : ’resto de las caxinas que quedan junto a las habas, trigo, etc., después d e m ayar’. pu d r e c e r : ’p u d r ir ’. p u l g o : ’piel de la fruta, patatas’, etc. p u l ie n t a s : ’harina turrada muy cocida que hacen losvaqueiros’. p u m a r ie g u : 1) ’tierra de manzanas’, 2) ’adj.’:prau pumariegu. p u r q u e : ’porqué’ p u r u - a : ’á c id o ’ : la manzana ta pura.

Q q u eim a r : ’q u e m a r ’. . • - q u e is u : ’q u e s o ’. • q u e ix a s e : ’q u e ja r s e ’. q u e ix iu : ’q u e jid o ’. q u ix a d a : ’q u ija d a ’.

R r a b a ñ u : ’r e b a ñ a o ’. r a b ia s : facer rabias, ’p r o v o c a r ’. r a b u ñ a r : ’a r a ñ a r ’. r a s u : ’pájaro nocturno, muy rápido’. r a i u : 1) ’raído’, 2) ’antipático, de mal carácter’. Vid.r a y iu ...... ra pa : ’torta de harina de maíz’. r a p a r : ’rebañar un plato o fuente’. r a p o s ie g u : ta raposiegu, ’tiempo de niebla y lluvia’. r a p o s u - a : ’z o r r o -a ’. r a s t r a : ’especie de cajón para subir la tierra en un terreno pendiente’. r a s t r ie s u : ’r a s tr illo ’. rata : ’gusano de berza u otras plantas que crisalida en mariposa’. r a x o n : ’banda de color en el cielo’:raxón mariesu. r a y i u : 1) ’ntipático’, 2) ’raído’. Vid. r a iu . r a y u e l a : ’juego infantil con piedras pequeñas’. r e a : ’r e ja , p a r te d e l a r a d o ’. r e b u i r (s e ): ’estar inquieto’: ta rehuyéndose.- r e c a y u : ’mamitis de vaca’. r e c iu : ’fuerte, con fuerza’: Pegai reciu, pegai reciu /cu la sabe na payesa / hasta que salga beisare / la de la saya mariesa (Vaqueira). VOCABULARIO DE LA «FALA» DE CADAVEDO (LUARCA) 7 9 5

r e s e ñ a r : ’r e lle n a r ’. r e d o la u : ’r o d e a d o ’. r e fa c e r : ’r e h a c e r ’. r e fa l a g a r : ’a m e n a z a r ’. r e f a n x u : ’refajo, saya interior de bayeta encarnada para abrigar’. r e f e s o n : ’golpe fuerte de viento’. refuesu : ’remolino’: refuesus de borrasca (P. Galo). r e f u n d ía : ’juego infantil, onda para lanzar piedras’. r e g a d e r a : 1) ’regadera’, 2) ’instrumento de labranza’. r e g a ñ a d u r a : ’rasguño, grieta’. regata: ’ranura’. r e g u e i r u : ’r e g u e r o ’. r e í s : ’r e y e s ’. r e l o : ’r e lo j ’. r e m il g o s u : ’caprichoso, meticuloso en exceso’. r e m il g u : ’capricho, gesto’. r e n a z : ’e s p in a z o ’. r e n d ix a : ’r e n d ija , r a n u r a ’. repicar: 1) ’bascular un asiento, estar inestable’; 2) ’levantarse un vestido’. r e s c l a v u : ’o lo r ’ : pul resclavu fui trayéndulu hasta la casa. respigu: ’lo que queda por las tierras defabas o espigas de trigo’ : ibamus al respigu pa ganar algu. requeimar : ’requemar’. respunder : ’responder’. resquilar: ’escasear’. resquilau: ’tacaño’:ese ya bien resquilau. restasar : ’estallar’. restriegu : ’lento’: fulanu ya restriegu pa pagar. restrinxir : ’resonar’. retear : ’arreglar lasteas o tejas si hay goteras’. Vid. retiar. retiar : ’retejar’. Vid. retear. retum beyar : ’retumbar’: Este pandeiru que tocu / ya de peseyu d’ovea / ayer berraba nu monte / hoy toca que retumbeya (Vaqueira). revelgas : ’cosquillas’. reveniu-da: ’que ha perdido la frescura o tersura’: galletas revenidas. r e v i e c u - a : ’seco y con arrugas’ : mazana revieca. r ic h a r t e : ’p á ja r o ’. ‘ r ic h e : ’p a n e c illo ’. : r ie s t r a : ’ristra de cebollas, ajos, maíz’, etc. r i g u : ’río’ (forma más antigua). Vid.r i u . r ig u l a r : ’r e g u la r ’. r in c a r : ’arrancar’. r in c h a r : ’chirriar’. r i ñ i r : ’r e ñ ir ’. riquerraque: ’carraca hecha con dos nueces y un cordel’. r i u : ’r ío ’. V id . r i g u . r i u n i o n : ’r e u n ió n ’. rizcaseiru : ’p u e r c o e s p ín ’. r o s u : ’especie de balleta que se pone encima de la casa a los niños pequeños’. rodiesa: ’rodilla’. 796 OLIVA AVELLO MENENDEZ

r o l d a in a : ’polea’. r o s a ir u : ’r o s a r io ’. r o u b a r : ’robar’. r o u s a r : ’empezar el rocío’. r o u s a d a : ’escarcha o rocío’. r o x u - a : ’r u b io -a ’. royer : ’roer’. ro za r : ’s e g a r e l rozu’. rozo : ’hierba y plantas que se crían en los montes’. Vid.yestro . r o zo n : ’instrumento pararozar e l m o n te ’. r u b a x a r : (m ar.): ’pescar’: sigún vas rubaxandu. r u m b a d o i r u : ’juguete’. r u s t r ir : ’restregar la ropa en el lavado’. r u t a r : ’e r u c t a r ’. r u x ir : ’rugir el mar, viento’, etc.

S sa b e r : ’gustar las comidas’:sóbenme las papas. s a b l e: ’arena de las playas’. s a b u g u : ’sa h u c o ’ V id . b e n e it u . s a s a d o r a : ’especie de máquina parasasar e l m a íz ’. s a s a r : ’s a lla r e l m a íz ’. s a l a d e ir u : ’recipiente para salar el cerdo’. s a l e u : ’movimiento del mar’. sa lear : ’pescar en barca’. s a l s a: ’agua del mar’. sa m a r t in o : ’matanza del cerdo’:hacer el samartino. s a r r e u : ir al sarreau, ’ir a pescar por las rocas que descubre la bajamar’. s a l s e u : ’movimiento del mar’. s a l m u e ir a : ’salmuera, agua salada que gotea del cerdo cuando se hace el samartino’. se c u t e : de secute, ’enseguida, de improviso, pronto’. s e s u : ’terrón que saca el arado’. s e d e : ’s e d ’. se iq u e : ’refuerzo de los adv.’: seique sí, seique non. s e l e : ’adv. silencioso, suave tranquilo’. sem a r : ’se m b r a r ’. s e n t iu : ’s e n tid o ’. s e ñ a l d a: ’parecido, semejanza’. se r d a s : ’c e r d a s ’. s e r r a d o ir u : ’aparato para aserrar la madera a mano’. s e r u g a : seruga d’ayu’. ’diente de ajo’. s i s o i r u : ’instrumento de labranza que cortaba la tierra delante sabiegu’. del s i e r n a : ’sie r r a , te r r e n o ’. s ig u n d u : ’s e g u n d o ’. s i n t i r : ’s e n t ir ’. s iñ a l :. ’s e ñ a l’. s i s e r o : ’caja, hucha, estuche’. VOCABULARIO DE LA «FALA» DE CADAVEDO (LUARCA) 7 9 7

s i t i e m b r e : ’s e p t i e m b r e ’. s o l l a r : ’poner el suelo de m adera’. s o m b r e i r u : ’s o m b r e r o ’. s o n : ’s o n i d o ’.

s o p a s : tener sopas, ’tener buena comida el día de la fiesta’. SOPLAFUEU : Vid. BARQUIN. Vid. FUESE. s o u : ’suyo-a’. s u b r e : p r e p . ’s o b r e ’. subrin -a : ’sobrino-a’.. s u c a r : ’hacer un sucu’. s u c a r e : ’a z ú c a r ’. sucu: 1) ’surco’, 2) ’tierra alta que sirve para deslindar las fincas’. s u e n u : ’sueño’. s u m b r i z u : ’s o m b r í o ’. s u r b i r : ’a b s o r b e r ’ : tas surbiendu cumu un gochu. Nun surbas lus mocus. s u r r a d o i r u : ’utensilio para surrayar’. s u r r a y a r : ’revolver la brasa para esparcerla y calentarla por un igual’. s u r r i r ( s e ): ’s o n r e i r ( s e ) ’. s u r r i s a : ’s o n r i s a ’. s u r r i s a d o r - a : ’sonreidor-a’: Virxe de Riegla surrisadora (P. Galo). s u s i e g a : ’siesta’: durmir la susiega. s u t r i p a r : ’sacudir’ (un árbol frutal...).

T t a b a z a : ’tapa de horno forrada de hojalata’. t a b i e r n a : ’taberna’. t a f o r r u : ’ave de rapiña: milano’. tamburileiru : ’tamborilero’. t a m p o u c u : ’tam poco’. t a n t ia r : ’tantear’. t a n x e r : ’tañer’. t a p i n : ’trozo pequeño de césped’. Vid. z a s p i u . t a q u e r a : ’juego infantil’. t a r : ’estar’. t a r a b e s a r : ’dar traspiés’: vou que tarabiesu. t a r a b e s o n : ’instrumento de carpintero para hacer agujeros’. Vid.f u r o . t a r a b ic u : ’tarabica’. t a r a m b i c o: n ’j u e g o , c o l u m p i o ’. t a r r a n c h: a ’pieza para asegurar un asiento’. t a r r e c e r : ’aborrecer’. t a r r e: ñ ’r a e c i p i e n t e p a r a firir’. t a t e x a r : ’t a r t a m u d e a r ’. t a t e x u : ’tartamudo’. Vid.t a t ú . t a t ú - ’tartamudo’. Vid.t a t e §u . t a y a d: a ’tajada’. t a y a r: ’tajar’. t a y u e l u : ’asiento bajo de madera de tres o cuatro patas’.

t e a : ’teja’. 7 9 8 OLIVA AVELLO MENENDEZ

t e c h u : ’t e c h o ’. t e i t u : 1) ’techo’ (vaqueiro), 2) ’piso del carro’. t e i x : u ’tejo’. t e t u : ’mam a de vaca’. t ia t r u : ’teatro’. t i e i r u : ’tejero’. t i e r a : ’tejera’. Vid. t i y e r a . t i e s t u - a : ’cuajado-a’:seite tiestu. t ir a t a c u s : ’juego hecho de tallo de cañavera, laurel o saúco con un taco que se dispara’. t i a u : ’tejado’. Vid. t i y a u . t iy a u : ’tejado’. Vid. t ia u . t i y e r a : ’tejera’. Vid. t i e r a . t ix e r a s : ’tijeras’. t o n a ( l a ) : ’el trueno, la tormenta’. t o r r e x a : ’torrija’. t o r g a : ’palo del collar de los cerdos para evitar el paso por los portillos de los prados o corradas, cuando andaban sueltos’. t o s t a r : ’freir’: indias tostadas, patatas fritas. t o u : ’tuyo’. t o u c i n : ’tocino’. t o u p a r : ’encontrar’. t o x a l : ’lugar de muchos toxos’. t o x u : ’tojo’. t r a id o r : ’utensilio para traer la brasa a la boca del horno’.g av Vid. it u . t r a n c a r : ’atrancar’. trapachida : ’ruido de caída, con estruendo’. t r e r : ’traer’: Nuesa Siñora de Riegla / Aquí te tremus el ramu / Todu chen de cintas pintas / de cintas ya ’scapulairus. Danza del Ramo de La Re- galina (P. Galo). t r u e b a n u : ’colmena’. t r u i t a : ’trucha’. t u b a l l a : ’toalla’. t u c o : ’taco de madera’. t u e i: r u’parte del tronco que queda al romperse una planta’. t u e r d i g a : ’látigo que se hace con cuerda y palos o ram as’ t u r b o n : ta de turbón, ’cuando amenaza tormenta’. t u r b o n a d a : ’al descargar la torm enta’. t u r r i a r : ’embestir, dar cornadas’. t u r r i o n - a : ’que turria’: vaca turriona. t u r r o n: a z’golpe a dada con unturrón’. t u r r ó n : ’terrón’. t u r u s u : ’caracol de m ar’.

U u b i s p u : ’o b i s p o ’. u e y u : 1) ’ojo’, 2) ’charco de agua’. u n , u n u : ’u n o ’. u i r : ’o í r ’. VOCABULARIO DE LA «FALA» DE CADAVEDO (LUARCA) 7 9 9 uiu: ’oído’. u m e i r u : ’a l i s o ’ ( á r b o l ) . u r e a : ’o r e j a ’. u r i e s u : ’orillo de los paños o bayetas. Servía de cinta para sujetar los niños en los bierzos’. u t u b r e : ’octubre’. u v i e u : ’Oviedo’.

V v a g a (mar.): ’marejada’. Vid.v a g a m a r . v a g a m a r : ’marejada’. Vid.v a g a , v a g u e s ia (m ar.): ’mar brava’. v a in a : ’fréjol’. v a c ia : ’piedra ahuecada donde comen los cerdos’. v a g u a : ’zona entre las costillas y el vientre de la vaca’. v a l e u : ’acción de separar el grano de trigo de la para con el vanu'. valiar : ’airear las habas, trigo, etc., para que se quite la pox a ’. v a l ir : ’v a l e r ’. v a n a r : ’vanar las fuazas, darles vueltas en el vano antes de m eterlas al horno’. v a n u : 1) ’especie de peñera, con fondo de cuero, para valiar en la era las se­ m illas de trigo’, 2) ’fuente de m adera para hacer las fuazas’. v e c in - a : ’v e c i n o - a ’. v e is a d o ir u : ’arado de madera, parecidosabiegu’. al Vid. envisadoiru . v e r d e y a r : ’verdear’. v e s i g a s : ’vejigas’. v e s t i u : ’vestido’. v ir a d e r a : ’especie de espum adera de hierro’. v a r a : d’amenar, ’de conducir las vacas’; ’l sabiegu, ’vara que llevaban en el sabiegu para impedir que se atravesase un turrón de tierra’; ’l carru, ’cabezón, en los carros del país’; ’l sarreu, ’especie de espumadera de h i e r r o ’. v i e n t u d ’e n r i b a : ’v i e n t o g a l l e g o ’. v i e r v e n e : ’gusano’. v i e r v e n e d e f a r o l : ’luciérnaga’. v i r a s u e s u : ’juguete, molinillo de viento de papel’. v i y e r a : yerba la viyera, ’yerba aromática que atrae a las abejas’. v o l e u : ’vuelta’. v o l v e r : ’devolver’: as volvémelu sueu. v i e n r e s : ’v i e r n e s ’. v o l o r t a : ’vara fina que dobla y no rompe’: doblas cum’una valoría. v u e s u : ’v u e s t r o ’.

X k a b a r i l : ’jabalí’. . ,¡v , .> x a b o n : ’jabón’...... x a n t a : ’comida del'mediodía’, ...... x a r e u : ’jaleo, juerga’. 8 0 0 OLIVA AVELLO MENENDEZ

x a r g o n : ’j e r g ó n ’. x a r r i a : ’c e b o d e p e s c a r ’. x e i t o s u - a : ’cómodo-a, a propósito para sentarse’. x e i t u : ’sitio, lado, asiento’. x e l a r : ’h e l a r ’. x e l u : ’hielo’. x e n r u - a : ’yerao-a’. x e n t e : ’g e n t e ’. x e n t i u : ’g e n t í o ’. x i b l a t u : ’s i l b a t o ’. xigante : ’gigante’. x i l g u e i r u : ’j i l g u e r o ’. x i m i e l g u - a : ’g e m e lo - a ’. xineiru : ’enero’. x i n i e s t r a : ’retam a’ (planta). x i p l a r : ’silbar’. x i p l i u : ’s i l b i d o ’. x i r i n g a r : ’empujar, mover’: xiríngame ( e n e l tararribicóri). x u b e x u : ’correa para sujetar el yugo al cabezón del carro’. x u e v e s : ’j u e v e s ’. x u e z : ’j u e z ’. x u g a r : ’jugar a las cartas’. x u g u : ’yugo’. x u i c i u : ’juicio’. x u l i u : ’julio’. x u n c e r : ’sujetar las vacas al carro después de puesto el yugo’. x u n g a l u : ’junco’. x u n g u l e i r u : ’tierra de muchos xúngalus’. x u n i a : 1) ’julia’ (pescado), 2) ’planta mala que nacía entre el trigo o centeno’. x u n i u : ’junio’. x u n t a : ’junto a’: xunta ca Xuanón. x u n t a r : ’juntar’. x u n t u - a : ’junto-a’. xuranguinus : ’c a r a n t o ñ a s ’ :facer xuranguinus. x u r a r : ’jurar’. x u r n a l ’j o r n a l ’.

Y y a : 1) ’es’ (verbo ser), 2) ’y’ (conj.). y e c h u : ’retoño que nace al pie de los árboles’. y f s t r o : ’hierba y plantas que se crían en los montes’. Vid.rozo.

Z z a n g o ñ u : ’arbusto’. z a p ic a : ’jarra de lata usada al ordeñar las vacas’. z a p ic a r : ’s a l p ic a r ’ (d e zapicu). z a p i c u : ’recipiente de madera para meter la piedra de la guadaña que lleva a g u a ’. VOCABULARIO DE LA «FALA» DE CADAVEDO (LUARCA) 801

z a r a b a y o n - a : ’desastroso-a’. z a r c i e s u : ’zarcillo’. z a r e i z a : ’cereza’. z a r e iz a l ( l a ) : ’el cerezo’. z a r r a r : ’cerrar’. z a s p i a z u : ’golpe dado con unzaspiu’. z a s p i u : ’trozo de césped’. Vid. t a p i n . z a t a r u : 1) ’salpicadura de cemento, barro, etc., que queda adherido a la ro­ pa’ ; 2) ’excremento que dejan las ratas en la berza’. z u r r i a r : ’llover menudo’: ta zurriandu. Vid. o r b a y a r , z u r r i o s u : ’con lluvia menuda’:ta zurriosu. z u r r i u : ’lluvia menuda’: ta zurriu. z u s m i u : ’jugo de las frutas’. EL CABELLO FEMENINO EN LA TRADICION ASTURIANA

POR

ELSA P. SAN MARTIN ( f ) Y J.L. PEREZ DE CASTRO

LA TRASCENDENCIA DEL CABELLO

Desde la más remota antigüedad el cabello jugó un primordial papel, singularmente en la moda femenina, dado su sentido e importancia sexual como el intermedio entre los caracteres se­ xuales naturales y los artificiales, y «uno de los que más obede­ cen a las influencias externas». Don Gregorio Marañón estudió este carácter sexual y sugestivo del cabello al que la moda hace renovar su sentido de atracción; de aquí el que la mujer haya dedicado siempre una parte importante de su vida al cuidado de su cabelle­ ra. Y por eso, a cambio de esa renovación que nos presenta una mujer distinta «y por lo tanto amable otra vez, por que se ha cor­ tado el cabello o se lo ha dejado crecer», el marido soporta gustoso, «por caro que le cueste», el gasto del tocado de su mujer (MAC, pp. 144 y 145). «Precisamente por su alto sentido sexual llegó a convertirse, en épocas de rigor moralista, en uno de los símbolos del pecado» (MAC, p. 148). El cabello representó pues una extraordinaria importancia en la dinámica del amor, que quedó reflejada en el refranero: «Mú­ dase el celo con el pelo». Y «quien muda de pelo, muda de suerte» (MAN, p. 99, núm. 8.862, y p. 100, núm. 8.948); «Cantar, gracia y 804 ELSA P. SAN MARTIN ( f ) Y J.L. PEREZ DE CASTRO cabellos no son dineros; pero ayudan a tenellos» (MAN, p. 103, núm. 9.302); «Un cabello hace sombra en el suelo» (MAN, p. 113, núm. 10.158); porque «no hay cabello sin sombra» (MAN, p. 113, núm. 10.159). Incluso en la literatura; a través de la cual parece colegirse la impresión de que en el siglo XVII sólo Lope, Góngora y Tirso hacen más citas elogiosas del cabello femenino que «todos los poetas de la generación actual». Marañón, que es quien observa este hecho, lo complementa afirmando que a partir de Zorrilla «las musas han hecho su silencio sobre este hermoso atributo de la belleza de la mujer»; pues no se concibe a una mujer ideal sin pelo (MAC, p. 146).

VOCABULARIO ASTURIANO

Una alta manifestación de la importancia que para la mujer asturiana tenía el cabello es el abundante vocabulario que emplea para expresar sus distintas características y circunstancias. Sirvan a título de ejemplo las siguientes voces:

Atiseirar: 'Cortar el pelo a tijera'. Trisquilar (RIC, p. 138). A tuxar : 'Recoger los pelos' (BLP, p. 516). Cabezón: 'Los pelos de la nuca; el cogote' (ACV, p. 42). Carón (a): 'Al rape; cortar el pelo a raíz del cuero cabelludo' (ACV, p. 50). Casezna: 'Cabellera abundante y enm arañada' (MEG, p. 78). Cernuya: 'Cabellera' (BLP, p. 521). Desengadear: 'Desenredar. Desenredar el pelo' (GAU, p. 191). Despernar: 'Despeinar'. Usase del Navia al Eo, y su participio es despernado (ACV, p. 82). Empesizau: Part. de empesizarse. Tratándose del pelo, lana etc.: 'enredado, envedijado' (MEG, p. 126). Engodiar: 'Enredar, enmarañar el pelo' (MEG, p. 132). Engriñau: 'Rizado' (del pelo) (BLP, p. 527). Engriñispau: 'Se dice del pelo ensortijado' (GAU, p. 197). Ensortiar: 'Hacer sortijas, círculos'. Tien el pelu ensortiyau; ye rizosu (RAT, p. 122). Escalfáu: Aplícase a la persona que tiene sin pelo la parte an­ terior de la cabeza (MEG, p. 144). Escarpenar: 'Desenredar el pelo' (GAU, p. 200). Escolmenau: 'Despeinado' (BLP, p. 529). Espelurciar: 'Revolver el pelo' (CAN, p. 203). Espeluciar-asi: 'Despeinarse' (GAU, p. 204). EL CABELLO FEMENINO EN LA TRADICION ASTURIANA 805

Espelurciau : 'Deshilacliado, mal peinado, de mala cara’ (BLP, p. 530). Gadea: 'Codejo, porción de cabellos muy enredados' (MEG, p. 186). Espeñar: 'Desenredar el pelo' (GAU, p. 204). Gadeya : 'Guedeja. Pelo largo y enmarañado'. Teis muita gadeya. Usase en muchos concejos. En la montaña de la ribera del Eo: ga- della, como en gallego (ACV, p. 116). Gadeyo: Gadea. 'Guedeja, melena descuidada' (MEG, p. 186). Gadeyoso: 'El que tiene mucha gadeya’. También se dice gade- yeiro. Us. como gadeya; y en algunos concejos de la montaña, el prim ero (ACV, p. 116). Greñu: Se dice del pelo muy ensortijado y revuelto (CAN, p. 237). Guedeya: 'Guedeja. Mechón de cabello’. Tien mala guedeya: 'el que muestra mal carácter' (RIC, p. 89). Guedeyes: 'Melenas despeinadas, mechones de pelo' (RAT, p. 150). Hispir: 'Erizarse el pelo’ (RIC, p. 89). Tosquilar: ’Cortar el pelo, Rapar' (CAN, p. 355). Tosquilaos: 'Los que llevan el cabello corto’ (RAT, p. 236). Tusar: 'Cortar el pelo, trasquilar, pelar’ (RAT, p. 240). Greñu: 'Se dice del pelo áspero, rizado' (GAU, p. 216). Monxín: 'Pelu monxín', 'pelo muy fino y laso' (CAN, p. 271). Pelar: 'C ortar el pelo’ (GAU, p. 236). Pelu: 'Andar a pelu': Con la cabeza descubierta (GAU, p. 237). Pelurzia: 'M ujer desgreñada' (GAU, p. 237). Peñar: 'Peinar' (RIC, p. 139). Peñe: 'Peine' (RIC, p. 139). Rapar: 'Cortar el pelo' (ACV, p. 185). Rape: 'Cortar el pelo, barba u otra cosa de raíz’. 'Al rape’ (RIC, p. 139). Rebinxa: 'Remolino del pelo o de las cerdas' (ACV, p. 186). Repelón: 'Enredo del pelo por suciedad o abandono’ (RIC, p. 140). Respigarse: 'Ponerse los pelos de punta’ (A.), (CAN, p. 321). Tesouras: 'Tixeres y tiseres'. Puede venir de tousuras; de tros- quilar, cortar el pelo (RAT, p. 233). Tisoriau: 'Pelo con escaleras' (BLP, p. 549). Verdosa de mocha: 'Pelo' (FEC, p. 504). Xanizo: 'Cabello crecido y descuidado’ (MEG, p. 204). 806 ELSA P. SAN MARTIN ( f ) Y J.L. PEREZ DE CASTRO

EL CABELLO LARGO

En épocas primitivas es indudable que tanto el hombre como la mujer, mantenían su cabellera sin cortar y que sólo cuando las necesidades de su vida lo requerían comenzaron a cortárselo. So­ bre todo el hombre como individuo más activo. De aquí que, como señala Marañón: «El cabello largo quedó relegado a la mujer, en la que servía de adorno diferencial, compatible con su vida domés­ tica; y, según Robinson, como posible órgano de eficacia maternal, pues lo utilizaban como sostén las manitas del niño mientras la madre se ocupaba activamente en la larga serie de trabajos, no todos delicados, que tenía que desempeñar la primitiva hembra» (MAC, p. 143). En la Edad Media el cabello largo era un honor y un orgullo; pues sólo los siervos y los locos lo llevaban cortado.

LA MOZA EN CABELLOS

El cabello largo era también signo de virginidad; y de aquí las frases: «manceba en cabellos», «doncella en cabellos», «moza en cabellos» o «niña en cabellos», que significaban lo mismo que don­ cellez. El Diccionario de Autoridades recoge que «es frase antigua, que hoy se conserva en Vizcaya, Asturias, Galicia y otras provincias septentrionales de España con tal rigor que la mujer que no es tal virgen, aunque no esté casada, no puede andar con el cabello suelto, sino recogido con alguna cinta o cubierta la cabeza con al­ guna toca» (REA, t. 2, v. 1, p. 15). Los doctores don Ignacio Jordán de Asso y del Río y don Miguel de Manuel y Rodríguez al anotar el Fuero Viejo de Castilla indican, sin embargo, que «así se llamaban las mugeres solteras por la cos­ tumbre antigua de llevar el pelo tendido, a diferencia de las casa­ das, que lo llevaban recogido en las tocas, de que no podían usar hasta llegar a este estado»; a tenor de un manuscrito de Hernán Pérez de Guzmán. Y «por eso en la ley 8, tít. 10, libr. 4 del Fuero Real se contrapone la mujer o moza en cabellos a la casada; aun­ que algunos hayan dudado de esto y se inclinen a otro parecer «por haber entendido mal la carta que llaman de Avila» (JOM, pp. 136 y 137). Ya el Fuero de Llanes, otorgado en Benavente el 1 de octubre de 1206 y confirmado sucesivamente por los monarcas de Castilla desde Alfonso IX hasta Felipe V, castiga con destierro perpetuo EL CABELLO FEMENINO EN LA TRADICION ASTURIANA 8 0 7 de Llanes y su alfoz al que llevare o escarneciere niña en cabellos, hija de algún vecino, salvo el perdón del padre o del pariente más propicio: «Si alguna fija del algún vecino niña en cabellos llevare o escarneciere, sea enemigo de todo el concejo, y váyase de Llanes y de todo su alfoz, y nunca sea acogido en Llanes, sin voluntad de su padre o del más pariente propinco que hobiere, y el que parien- ta o sobrina en su casa hobiere, si non estoviese por soldada e otro tal fecho sea por ella y fecho, peche cien maravedís a los parientes de la moza». Ya en los textos legales castellanos de la Edad Media el Código del Fuero Real de las leyes, o Fuero castellano por otro de sus nombres, que compuso el sabio rey don Alfonso X, recogiendo la tradición jurídica española, y promulgó en 1254-1255, ordenaba en el tít. I del libr. III: «como la mo^a en cabello que casare sin li­ cencia de su padre o madre no les sucede» (Ley 5), y para evitar esto, prohibía «como ninguno case con la moca en cabello sin li­ cencia de su padre o madre» (Ley 14), e imponiendo la libertad en el consentimiento matrimonial, ordenaba en su Ley 8 del tít. X del libr. IV que: «Padre ni madre, ni otro ninguno no sea osado de casar su fija, ni otra muger por fuerza, quier sea em cabellos, quier sea biuda...» (1).

(1) Aprovechamos para corregir el error con que citan esta ley, atribu­ yéndola al tít. XI, Juan Menéndez Pidal(MEP, p. 133) y copiando a éste Constantino CabalCAB, ( p. 278). La literalidad de las citadas leyes es como sigue: Del Fuero Castellano, ley V : “Si la manceba en cabello casare sin consen­ timiento de su padre, e de su madre, no parta con sus hermanos en la bueno del padre, ni de la madre: fueras en de si el padre o la madre la perdonaren. E si el uno la perdonare, y el otro no: siendo ambos vivos, aya su parte en la buena de aquel que la perdonare: e si el uno fuere vivo, y el otro no: E al tiempo que casare aquél que es vivo la perdonare, parte en los bienes de ambos a dos”. Ley X I V : “Ninguno no sea osado de casar con manceba en cabello, sin placer de su padre y de su madre si los oviere: si no, de los hermanos, o de los parientes que la tuvieren en poder: e aquél que lo ficiere: peche cien maravedíes, la meitad al rey, e la meitad al padre, o a la madre si los oviere: si no, al que la tiene en poder, e sea enemigo de sus parientes”. Ley V III: “padre, ni madre, ni otro ninguno, no sea osado de casar su fi­ ja: ni otra muger por fuerga: quier sea en cabellos: quier sea biuda: el que lo fiziere, peche cien maravedís: la meytad al rey: e la meytad a la muger que rescibió la fuerga, y el casamiento no vala: fuera si lo ella después otor­ gare. Pero si alguno lo hiziere por mandado del rey: no peche la caloña”. 80 8 ELSA P. SAN MARTIN ( f ) Y J.L. PEREZ DE CASTRO

Rigió el Fuero Real en la corona de León y en toda Castilla /a Vieja, pero aquí sólo hasta el 1272 en que, teóricamente derogado por la protesta de los nobles e hijosdalgo que se creían despoja­ dos de sus antiguas leyes, vuelve a regir el Fuero Castellano de los hijosdalgo de las fazañas y albedrío como Fuero Viejo de Cas­ tilla, llamado así por contraposición al Fuero Real aunque forma­ do en tiempos de don Alonso VIII, adicionado y perfeccionado en el de San Fernando, confirmado en 1348 por Alfonso XI en las Cortes de Alcalá, y nuevamente corregido con aquel título por el rey don Pedro I que lo sancionó como ley general en 1356, or­ dena en título V del libr. V, ley I: «Si alguna manceba en cabellos sin voluntad de suos parientes los mas propinquos, o de suos cer­ canos coormanos, casare con algund orne, e se ayuntare con él por qualquiera ayuntamiento, pesando a suos parientes más pro­ pinquos, o a suos cercanos coormanos, que non haya parte en lo de suo padre, nin en lo de la madre, e sea enagenada de todo eredamiento por todo siempre». Y la ley II: «Que si alguna man­ ceba en cavellos se casa o se va con algund orne, si non fuer con placer de suo padre, o de sua madre, si lo ovier, o con placer de suos ermanos, si los ovier, o con placer de suos parientes los mas cercanos, deve ser deseredada, e puédela deseredar el ermano mayor, si ermanos ovier; e si ella fuer en tiempo de casar, e non ovier padre, o madre, e suos ermanos, o suos parientes non la quisieren casar por amor de eredar lo suo, deve ella mostrarlo en tres Viellas, o en mas, como es en tiempo de casar, e suos erma­ nos, e suos parientes non la quieren casar por amor de eredar lo suo, e de que lo ovier querellado e mostrado ansi como es dere­ cho, e después casare, non deve ser deseredada por derecho» (JOM, pp. 136, 137 y 138). Alfonso X en sus Ordenanzas de Valladolid impuso restriccio­ nes como la de prescribir que «quien case con doncella en cabe­ llos —es decir, con doncella que, por serlo, conservaba íntegra la cabellera, que habrían de cortarle después— no diera más de se­ senta maravedises para paños de boda y que a ninguna de éstas concurrieran más de cinco varones e cinco mujeres por parte del novio y otros tantos por parte de la novia e compañía de su casa, y éstos con el padrino y la madrina y el padre y la madre de los mozos, y que no duren las bodas más de dos días; y si el padre o la madre de los novios o el novio o la novia o el facedor de la boda más convidase, que peche por cada orne diez maravedises». Que como Llanos y Toriglia comenta: «Era, no obstante, querer poner puertas al campo. El amor de los papás a sus hijas; el pru­ EL CABELLO FEMENINO EN LA TRADICION ASTURIANA 8 0 9 rito de quedar bien; la comezón emuladora, que incita a rivalizar en rumbo y lucimiento con parientes y amigos, colaboraron y co­ laboran en todos los estratos sociales a bullicios nupciales, ruido­ sos y costosos» (LLT, p. 110). El 30 de septiembre de 1595 se otorga una transacción por cuanto Catalina Vázquez (de Proaza) «se habia querellado ante Martin Vázquez de Prada, Juez ordinario de la ciudad de Oviedo, de Andrés Fojaco, vecino de Torrestío (Langreo) sobre decir que, siendo ella moza doncella y en cabello y de buena vida y fama, estando en casa de su madre, la persuadiera y engañara con pala­ bras y promesas que le hizo de se casar con ella, y debajo desta confianza tuvo con ella acceso carnal y la llevó su virginidad, de que la empreñó y del parió un niño. Y despues acá que le parió, que ha mas de siete años, le crió el dicho su hijo y alimentó a su propia costa, sin que el dicho Andrés Fojaco hasta hoy le hubiera dado cosa alguna por la dicha crianza, antes se habia casado y dejádola a ella indotada» (SAL, p. 277). Pero como las apariencias engañan, ya el refrán advertía: «La moza en cabello, no la loes compañero: dámela preñada o parida y dártela e conocida», con lo que expresa que antes de formarse un juicio hay que experimentar y conocer las cosas (REA, t. 2, v. 3, p. 16). Y cuando se imponía el interés al amor: «Más vale vieya con dineros que moza con cabellos» (CAB, p. 225). El honor de la moza en cabellos sufría lejos de su tierra; y así la madre de Filomena le dice al rey Turquillo en el romance:

«—Filomena es muy chiquita para salir de la tierra; pero por ver a su hermana, vaya, vaya enhorabuena. Llévala por siete días: que a los ocho acá me vuelva: que una mujer en cabellos no está bien en tierra ajena...» (MEP, p. 133).

EL PELO TENDIDO Y SUELTO

En relación con la doncellez de la moza en cabellos está la costumbre de llevar el pelo tendido y suelto; si bien «soltarse el pelo» era en el siglo XIX «adoptar costumbres ligeras» (LAC, p. 34). No obstante, en Asturias permanece el sentido tradicional 8 1 0 ELSA P. SAN MARTIN ( f ) Y J.L. PEREZ DE CASTRO de que el cabello tendido «simbolizaba la virginidad. Y cuando las solteras dejaron de traer el pelo tendido, las casadas, para distin­ guirse de aquéllas, usaban arracadas» (LLB, p. 183). El cancione­ ro recuerda todavía aquella costumbre:

«Todos los días de fiesta vas a misa con tu madre, llevas el pelo tendido a la voluntad del aire» (LLB, p. 183).

* * *

«Aunque ayer te vi soltera con el cabello tendido, hoy te veo prisionera a la sombra de tu marido» (LLB, p. 183).

* * *

«Es tu pelo cadenas de muchas armas; que cuanto más lo sueltas, m ejor me atas» (LLE, p. 98).

También nuestros novelistas y poetas la registraron. José Fran­ cés rememora por los años veinte, cuando «las madres de hoy eran unas muchachas de melena suelta sobre la espalda que iban y venían arrastrando los pies cogidas del brazo de sus amigas, diciéndose secretos de noviazgos incipientes» (FRJ, p. 112). Camín insiste en ella en sus poemas de La Asturias simbólica:

« ¡Oh la moza descalza por los prados, plena de juventud y honda ternura, que a carne de membrillos sazonados huele su carne sonrosada y dura! Libres del faldellín las pantorrillas, el cabello, partido en dos manojos, y la huella de un beso en las mejillas y un anhelo de siembras en los ojos» (CAG, p. 66). /

EL CABELLO FEMENINO EN LA TRADICION ASTURIANA 811

Y en Margarita:

«Y al retornar feliz de la ribera desgranando al azar gracias sencillas, con el mandil y con la cabellera bajo una lluvia azul de campanillas entre mis brazos hallarás tu lecho» (CAG, p. 133).

* * *

«Mira cómo se acerca por los prados, con los rubios cabellos destrenzados, cantando la canción de los amores, la blanca, la divina primavera, bajo un jocundo carnaval de flores...» (CAG, p. 134) y Rufina la de Antona, aquella:

«...moza casadera, . cuya gallarda cabellera, tanto envidiaron los mimbrales» (CAG, p. 166) al emigrarle el novio para La Habana; «no es ya la moza que ayer era».

Una buena cabellera o mata de pelo era un don envidiable, y por ello las asturianas lo dejaban abundante:

«Más molieres se fendieron por querer fallar con ella, que puede cuntar de pelos en so abundante guedeya» (CUS, p. 269).

* * *

«—¿Para qué y para cuándo quieres el pelo? —Para cuando me case tenerlo bueno; para cuando me case con mi moreno. 812 ELSA P. SAN MARTIN ( f ) Y J.L. PEREZ DE CASTRO

Que viva la oliva, que viva el romero, que viva la niña, la que yo más quiero» (LLE, p. 131).

Todavía Cabal anota en 1925 que «en Civea, en San Julián, en San Pedro de Arbás, en Carballo, en Fuentes...» (CAB, p. 225) les cantan a las novias esta copla que recoge Torner:

«—Casadina, bien llegada, serás bien arrecibida; bien venida la casada, la casada bien venida. «Ayer estabas soltera con el cabello tendido, y ahora estás prisionera a la sombra del marido...» acompañada de la nota relativa «a la costumbre tradicional con­ servada aún en algunos pueblos, que consiste en que las mujeres no recogen el pelo hasta no haber contraído matrimonio», y por lo mismo, como al llevar el pelo largo, no se lucían los pendientes, «según testimonio de varias personas, en algunos puntos de nues­ tra provincia la mujer no colgaba pendientes durante la soltería» (MAP, p. 202).

EL VALOR DEL RIZO

Aunque el pelo tendido y suelto significase virginidad y se im­ ponía a la doncellez, no por eso dejó la coquetería femenina de enriquecerlo ensortijando sus mechones mediante el rizo y sus de­ rivados el bucle o el tirabuzón. En el vocabulario asturiano del cabello se dicen crespo a los rizos que se hacen con el pelo (RAT) y repinche al bucle o resalto del pelo sobre la frente; de aquí que de Valdés al Eo repincharse sea arreglarse el pelo en forma de repinche (ACV, p. 191). El cancionero conservó en Asturias la significación e importan­ cia del rizo: EL CABELLO FEMENINO EN LA TRADICION ASTURIANA 813

«Tengo celos de tus rizos, porque te rozan la cara, y se ponen por el medio cuando yo voy a besarla» (LLE, p. 2).

* * *

«Eres blanca como leche, colorada como sangre, tienes el pelo rizoso como la Virgen del Carmen» (LLE, p. 18).

* * *

«Los rizos de tu frente me van gustando, porque toda tu cara van coronando...» (CAB, p. 235).

* * *

«Salga el sol, salga la luna, salga el sol por el Oriente; preso con una cadena de los rizos de tu frente...» (CAB, p. 280).

* * *

«Les mociquines de ahora ya no saben peñerar... Saben componer el rizu con pim ientu y azafrán...» (CAB, p. 281).

* * *

«Síguela salero, síguela en el agua; síguela que lleva rizos en la cara. 8 1 4 ELSA P. SAN MARTIN ( t ) Y J.L. PEREZ DE CASTRO

J Rizos en la cara, flores n'el pañuelo, la que a mí me gusta hermoso lucero» (LL, p. 115).

La melena rizada era «embelesa de los mozos»; pues ya lo dice Caveda en Los enamorados de la aldea:

«Embelesa de los mozos y la flor de la esfoyaza. Co les sartes de corales, co la melena rizada...».

En Asturias los rizos del pelo era uno de los obsequios que se intercambiaban entre los novios:

«Asómate a la ventana, que te quiero ver el pelo, para ver si te acomoda la cinta de mi sombrero...» (CAB, p. 227).

Y ello viene a significarnos que el pelo no desempeñaba sólo un pa­ pel importante en la vida erótica o en la belleza femenina, sino también un carácter afectivo. Ya en pleno siglo XVI señala Lope de Rueda, en La comedia llamada Eufemia, cómo ella dio a Paulo para que se pusiese «en el sombrero o en la gorra un pedazo de un cabello que le nace del hombro izquierdo, en un lunar». Y en el romanticismo la novia se corta un mechón para dárselo al novio en señal de cariño, como recoge la condena de Campo Alange. La madre conserva con igual sentimiento el primer rizo de su niño que el último mechón del hijo muerto, y que, como relicario, cuelga del cuello con una cinta en el guardapelo (LAC, p. 35). Por el contrario, en el siglo XVII el rizo era en el hombre mo­ tivo de escándalo, por lo que Su Majestad dio un pregón en Madrid el 13 de abril de 1639, prohibiendo su uso por los hombres (2).

(2) “Pregón en que Su Magestad manda que por quanto el abuso de las guedejas y copetes con que andan algunos hombres, y los rizos con que com­ ponen el cabello ha llegado a hacer escándalo... ningún hombre puede traer guedejas ni copete. Madrid, 13 de abril de 1639”.—Madrid, Francisco Martí­ nez, 1639.—4 hojas en folio. EL CABELLO FEMENINO EN LA TRADICION ASTURIANA 815

LA MUJER PELONA

Desde los primeros testimonios literarios tenemos constancia del horror femenino a quedarse sin cabellos. Fray Antonio Marqués escribe en el primer cuarto del siglo XVII (1617-1626): «Es cosa de espantar ver lo que sienten las mujeres cuando, o por enfermedad o por otro suceso, se hallan despojadas de los cabellos de la cabeza, que carecer de ellos en la cara, manos y en las puertas de las narices lo alaban, y si tienen, con pinzas los arrancan con presteza, como lo notó Ovidio cuando dijo a una mu­ jer: Inque cava nullus stet tibi nare pilus (Del Arte Amandi, I, 522); que hacía bien en arrancar los pelos de las narices para parecer mejor, pero verse sin ellos en la cabeza es mucho pesar, y pierden notablemente de su brío y lozanía, como las yeguas y caballos, en cortándoles las crines y copetes, se amansan; es como ya despedirse de todo lo que es mundo y tocar a retraer, ceremonia antigua y usa­ da de las vírgenes vestales, pues como dice Rosino, junto de la puerta de la diosa Vesta, a quien ellas consagraban su virginidad, colgaban los cabellos, que se habían cortado de sus cabezas, de un árbol lla­ mado 'lotus' y del 'olvido' y de donde vino el llamarse 'capillata lotos’, y el otro, aludiendo a esto mismo, dijo: Ut quondam Vestae scindebant sacra capillos, in viridem iactans virgo dicanda, etc. Era este árbol áspero y lleno de espinas y abrojos, pero su fruto dulcí­ simo, significando con esto que la virgen había de dejar todo lo que era de riqueza, de estima y hermosura del mundo, pues ya había dejado en el árbol sus cabellos. Pero por otra parte, no se descon­ solase, pues en vez de la pérdida de hermosura del mundo, granjea­ ba sin sustos otra mayor, y como tal, amada y deseada de los dioses. Que es lo que, cristianando esto, dijo David a las nuestras doncellas que, descartándose de la hermosura y bizarría del mundo y de todo lo que en él lustra, se acogen a la religión: Obliviscere populum tuum, et domum patris tui. Et concupiscet rex decorem tuum (Ps., 44, 11-12); donde entra Dios también para servirla y amarla como enamorado y galán, viendo que en la ceremonia y valentía que hizo de descontarse los cabellos, dio de mano a todos los gala­ nes del mundo que morían por su belleza, y admitió, como mejor suerte, al verdadero amante, Dios, que atendiendo a esto la Iglesia santa, al sacerdote cuando le ordena y profesa a la monja, le dice: Dominus pars hereditatis tuae; como si dijera: ya no hay para qué de aquí en adelante tener cuidado de las cosas superfluas del mun­ do, que por eso os cortan el cabello, porque ya Dios es la parte que os cabe y el esposo a quien habéis de agradar. Este es el fruto 816 ELSA P. SAN MARTIN ( f ) Y J.L. PEREZ DE CASTRO que decían los antiguos tenía el árbol ’lotos’, donde colgaban las mujeres sus cabellos, y era tan suave que los que le gustaban una vez no le olvidaban jamás, ni los podían apartar de allí aun con grandes amenazas, como les aconteció a los compañeros de Ulises, que no los pudieron arrancar de junto a este árbol, Capti dulcedine lothi, símbolo harto significador de los gustos que hallan las almas que, cortándose los cabellos de todos los deleites del mundo, se abrazan con Dios porque, gustato spiritu, despicit omnis caro, quien ha probado a lo que sabe el servir a Dios no cuida de engalanarse ni de tener cabellos que encubrir. «Con todo, es tanto lo que estiman las mujeres mundanas sus cabellos que en el tenerlos ponen su honra, como su deshonra en carecer de ellos. Así lo dice San Pablo: Mulier vero si comam nu- triat, gloria est ei, y son en ella de tanta gloria que dice el Apuleyo en su Asno de oro estas palabras: 'Si despojas la cabeza de las mujeres, con eso sólo, aunque tuvieran la hermosura mayor, cual es la bajada del cielo o engendrada del mar, o criada en los ríos, aunque fuese la misma Venus, acompañada del coro de las gracias, ceñida con su pretinilla de oro y perlas, amasada en bálsamo, no agradaría ni tendría gracia aun a los ojos de Vulcano, y dando la razón de esto, dice: porque es tan gran lustre y gloria la que de los cabellos viene a la mujer que sin ellos no la agraciaría todo el oro del Tíber, ni todas las perlas de Oriente, ni piedras preciosas, ni, finalmente, toda cuanta variedad de vestidos se puede inven­ tar'. Y si de todos universalmente se entiende aquello de Ovidio: Tur pe pecus mutilum; turpe est sirte gramine campus-, et sine fron­ de frutex; et sine crine caput ; que es cosa fea estar el ganado sin pelo, el campo y prado sin hierba, y sin hojas los árboles y la ca­ beza sin cabellos, cuánto más la de la mujer, cuya gloria y corona de cabeza tiene puesta en los cabellos, como dice Ezequiel: Corona tua circumligata sit tibi » (MAD, pp. 62, 63 y 64). El mismo Fray Antonio Marqués reúne importantes testimonios acerca del castigo que significaba rapar el pelo; en estos términos: «Supuesto pues que a las mujeres les sirve de gala y de gloria el cabello, el verse sin él les será de corrimiento grande e ignominia. Y aludiendo a esto, refiere el cardenal Baronio que los gentiles, para más afrenta de Santa Faustina, la raparon el cabello y ahor­ caron así: Faustina decalvata et ad turpitudinem rasa, suspensa est. «Por afrenta, asimismo, leemos en las historias sagradas y pro­ fanas que cortaban el cabello a los delincuentes, como los alemanes a la mujer adúltera, y con este traje la llevaban por toda la ciudad; y de las Indias dice Estobeo que a la que hallaban en alguna livian­ EL CABELLO FEMENINO EN LA TRADICION ASTURIANA 81 7 dad le cortaban el cabello, tanquam extrema ignominia ; como por suma ignominia. Y hoy lo vemos en los galeotes y cautivos, que luego en sirviendo los despojan de los cabellos, así de la barba como de la cabeza, de donde dijo Aristófanes a un esclavo que le vio con cabellos: Servus cum sis, comam nutrís ?; como espantán­ dose que, siéndolo, le llevase. Entre los chinos, cortarles los cabe­ llos es injuria digna de muerte, porque tiene la honra pendiente de sus cabellos; críanlos curados y rubios, y précianse de ellos, como las damas en Europa, y peinan en ellos su gusto y reputación. No sólo el no tener uno cabello era señal de deshonra, sino también de tristeza y llanto. Nótalo San Jerónimo diciendo: Apud antiquos barbae capitisque rassura luctus indicium fuit. Y Job, después de haber oído las estafetas de tantas calamidades como allí se cuen­ tan, dice la Escritura: Surrexit Job. Et scidit vestimenta sua, et tonso capite, corruens in terram adoravit; en señal de tristeza se rapó la cabeza; y Dios mandó al profeta Jeremías que, para llorar amargamente el destrozo que pensaba hacer en la ciudad de Jeru- salén, se cortase el cabello: Tonde capillwn tuum, et proiice et sume in directum planctum. Los argivos, habiendo sido vencidos de los lacedemonios, y los milesinos de los crotonitas, se cortaron los cabellos de la cabeza y barba. Suetonio dice que por indicio de tristeza, por la muerte del emperador Germánico, muchos señores principales, con sus mujeres, se quitaron los cabellos: Nonnullos reguíos, dice, barbam posuisse, et uxorem capita ad indicium ma- ximi luctus. Y Aquiles ofreció en señal de tristeza toda su cabellera, que era muy larga y hermosa, al sepulcro de su amigo Patroclo difunto, como refiere Homero: Devoveo hanc, Patrocíe, comam tibi» (MAD, pp. 64 y 65). Cortarle a alguien el cabello en la Edad Media era en España una deshonra y a veces una pena que ya la I^ex Visigothorum im­ ponía a los perjuros, a los hechiceros, a los cristianos convertidos al judaismo, a las meretrices, a los siervos que cometían homicidio, a los blasfemos, al adúltero y al que se sustraía del servicio mili­ tar (TIG, pp. 1, 2 y 3). La tonsura era un castigo y una afrenta, aunque también vino a significar el primero de los grados clerica­ les para el Sacramento del Orden, por ser ceremonia que se ejecu­ taba cortando un poco de pelo. Diversos fueros españoles imponían esta misma pena para otros delitos, influyendo también en ello la creencia y superstición de que al cortarlos se disminuía la vitalidad de la fuerza física y espiritual, que radicaba en el pelo; ya desde los tiempos de Sansón y Dalila. Por lo mismo, no se cortaba a los niños hasta una edad de siete años (TIG, pp. 23, 24 y 25). 81 8 ELSA P. SAN MARTIN ( f ) Y J.L. PEREZ DE CASTRO

Los moralistas de nuestro Siglo de Oro condenaban los cabellos largos porque representaban el vicio y el pecado y, por lo mismo, las novicias se cortaban el pelo para ingresar en el convento. En una tradicional canción de corro, todavía cantaban las niñas de ayer, cómo en Una tarde de verano, en que sacaron a una a pa­ sear, al estar frente al convento la metieron para adentro y comen­ zaron a quitarle los adornos de su cuerpo:

«Me sentaron en una silla y me cortaron el pelo. ¡Pendientes de mis orejas anillitos de mis dedos! Lo que más sentía yo, que me cortasen el pelo...» o como dice la variante:

«Lo que más quería yo, era mi mata de pelo...» (3).

Para cualquiera mujer cortarse el pelo significaba muy grande sacrificio; pero no una deshonra. La condesa de Campo Allange nos recuerda cómo la protagonista en La cabellera de Laura, de la Pardo Bazán, acosada por la miseria y teniendo a su madre en­ ferma, vende su hermosísimo pelo para evitar venderse a sí mis­ ma (LAC, p. 34). El cancionero asturiano recoge también el sentir de la mujer pelona y el reproche que de esta circunstancia solía hacérsele:

«Llamásteme vaqueirina, you pur vaqueira mi tengo, quiero más ser vaqueirina, que no aldiana sin pelo» (ACL, p. 334).

* * *

(3) Estos versos, que aún se cantaban no hace muchos años en Figueras y otras partes de Asturias, faltan en la versión de “Una tarde de verano” que recogió Aurelio de Laño (LLE, 224). Con ellos puede completarse, por tanto, el sentido y el ritmo de dicha canción. EL CABELLO FEMENINO EN LA TRADICION ASTURIANA 8 1 9

«Una vez que te quise fue por el pelo; ahora que estás pelona, ya no te quiero» (LLE, p. 95, que copia MOR, p. 107).

Aún no hace muchos años se cantaba en toda Asturias:

«Pelona, sin pelo. Cuatro pelos que tenías los vendiste de estraperlo. Pelona, sin pelo...»

COLOR Y FINGIMIENTO

No es, pues, extraño que las mujeres anduviesen tan cuidadosas de sus cabellos, no sólo en cambiar el color con lejías fuertes que hacían venir de Alemania para enrubiarse, sino siguiendo el con­ sejo que dio Marcial a las mujeres romanas para evitar las enfer­ medades que aquel pernicioso entintado traía consigo, llegando a los postizos. El propio Fray Antonio Marqués recoge en su interesante obra sobre el «Afeite y mundo mujeril» importantes testimonios de los escritores primitivos acerca de las invenciones «con que las mu­ jeres pretendían corregir a Dios y dar una falcía en su divina Pro­ videncia», siguiendo tales invenciones «propias del demonio, que como es padre de toda mentira, no sólo ha enseñado el mentir en las palabras, sino también en los cabellos y cara de las mujeres, dejándolas sin rostro alguno de verdad» (MAD, pp. 66 a 69). En la tradición asturiana tiene gran aprecio la mujer morena, y sin embargo no hemos encontrado testimonios literarios de esta cualidad; al igual que sucede, por ejemplo, en el «Refranero espa­ ñol». «Baza compuesta, a la blanca denuesta» (Baza, m orena) (MAN, p. 61, núm. 5.627). «Más vale morenita graciosa que no blanca y melindrosa» (MAN, p. 217, núm. 19.822). «La blanca con frío, no vale un higo; la negra, ni higo ni breva» (MAN, p. 504, núm. 44.216). «Ni blanca sin tacha, ni morena sin gracia» (MAN, p. 504, núme­ ro 44.221). «Las morenas presas van, las blancas fiadores dan» (MAN, p. 504, núm. 44.220). 8 2 0 ELSA P. SAN MARTIN ( f ) Y J.L. PEREZ DE CASTRO

Por el contrario, y pese a todos los dicterios que pesan sobre las rubias, encontramos en el cancionero regional asturiano no es­ casos testimonios al respecto:

«—Si tienes el pelo rubio, no lo cambies por lo negro, que así lo tenía Jesús cuando era niño pequeño...» (CAB, p. 280, y LLE, p. 23).

A los mozos les gustaba demasiado:

«—Los cabellos de una rubia dicen que tienen veneno; ¡aunque tengan solimán, cabellos de rubia quiero...!».

Otros dicen:

« ¡Vivan los cabellos rubios, vivan los rubios rubiales...! ¡Vivan los de mi morena, que son rubios naturales! ».

Otros cantan:

«Una rubia fue a la fuente porque le vieran el pelo: ¡déjala que vaya y venga, ya caerá en el anzuelo...! » (CAB, p. 280).

Y en el refranero:

«Mujer negra, pestaña y ceja» (MAN, p. 574, núm. 50.197), con lo que se expresaba que el cabello lo preferían rubio.

«Dame de tu pelo rubia cuerdas para mi vihuela, que se me ha roto la prima, la segunda y la tercera» (MOR, p. 109). EL CABELLO FEMENINO EN LA TRADICION ASTURIANA 821

«Con esos cabellos rubios que te caen por la cara, pareces la Magdalena cuando por el mundo andaba» (LLE, p. 21).

Pero el cabello rubio significaba también en Asturias la ficción y la apariencia, como ya lo declaraba el refrán: «So el cabello ru­ bio, buen piojo rabujo», o «So el cabello rubio, buen piojo rabudo» (MAN, p. 49, núm. 4.524), para expresar que no nos hemos de pagar de las apariencias; pues debajo de ellos suele haber mucho, y muy diferente, de lo que demuestran (REA, t. 2, v. 1, p. 16). Lo que no hay duda es que en Asturias, como en todas partes, siendo mujeres: «Rubias y morenas sacan a un hombre de penas» (MAN, p. 488, núm. 42.751). El fingimiento de los cabellos alcanza no sólo a las jóvenes, sino también a las que por su edad no los gozan ni morenos ni rubios, sino de color de nieve. Y así el refranero apercibió a las canosas con estas enseñanzas: «El diente miente; la cana engaña; pero la arruga no ofrece duda» (MAN, p. 220, núm. 20.065). «Tras las canas, viene el seso» (MAN, p. 150, núm. 13.604). «Con los días anda el sexo, y las costum bres con el cabello» (MAN, p. 150, núm. 13.610); y «Burros y calvos, ni uno vi; burros canos, más de mil» (MAN, p. 96, núm. 8.536).

* * *

Quedan sin incluir en las anteriores notas una larga serie de aspectos relacionados con el cabello femenino, como son los ador­ nos, peinados y tocados, porque, aparte de constituir otro tema, de incluirlos ahora harían excesivamente extensa la presente apor­ tación. 8 2 2 ELSA P. SAN MARTIN ( f ) Y J.L. PEREZ DE CASTRO

SIGLAS Y BIBLIOGRAFIA

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POR

JESUS MARTINEZ FERNANDEZ

En el mes de marzo de 1546 fallecía en su palacio de Anleo Alvaro Pérez de Navia. Habían sido sus padres Alvaro Pérez de Navia, hijodalgo notorio, pariente mayor de la casa solar de Anleo, y Marina Pérez de Aguiar y Parga, descendiente de los marqueses de la Puebla de Parga. Dueño de la casa con todas sus heredades, prerrogativas y dere­ chos, testó el mismo año de su fallecimiento —viudo ya de doña Elvira Osorio — ante el escribano y notario público García Morán. De sus seis hijos heredó el mayorazgo su primogénito Juan Alonso de Navia. La facultad de fundarlo y vincularlo la había recibido su padre el 4 de abril de 1520 del emperador don Carlos y de su madre doña Juana en cédula expedida en Santiago y ratifica­ da por otra librada en Valladolid el 29 de agosto de 1536. La escri­ tura de concesión se redactó y firmó en Anleo el 9 de junio de 1540 a testimonio del escribano de Su Majestad Juan Rodríguez de Luarca. Juan Alonso de Navia se convirtió en amo y señor de un impor­ tante patrimonio en Anleo, Navia y concejos limítrofes enriquecido con otras propiedades, apóstales y derechos sobre la barquería de la ría de Navia, amén de infinidad de prerrogativas, patronatos de iglesias y exenciones, recibidos de su ilustre antecesor y acumula­ 826 JESUS MARTINEZ FERNANDEZ dos como recompensa de los servicios inmemoriales a la Corona prestados por la Casa desde el siglo XIII (1). Casado en 1540 con doña Mencía de Quirós, hija de la segunda mujer de Gutierre González de Cienfuegos —señor del concejo de Allande y de los cotos de Muros y Ranón —, no sólo defendió y administró con celo los bienes recibidos de su progenitor sino que debe figurar en las crónicas históricas locales como artífice de la emancipación del concejo de Navia liberándolo del vasallaje de los condes de Ribadeo. El fue quien negoció con Diego Gómez Sarmien­ to, sobrino del último conde, la compra del señorío con un poder de los vecinos del 17 de abril de 1551. Concretóse la operación en el pago de 8.500 ducados para la villa y concejo y 106.000 marave­ díes de buena moneda más 200 maravedíes de renta perpetua para la adquisición de las aldeas de Anleo y Omedo, cuya propiedad re­ servó para sí. El protocolo, fechado en Valladolid el 17 de agosto de 1551, ha sido publicado por nosotros en 1983 (2). Seguidamente pasamos a exponer la versión íntegra del docu­ mento de constitución del Mayorazgo —escrito en 15 folios de letra m uy pulcra — que transcribimos en su grafía original (3). Su inte­ rés estriba en lo que este tipo de testimonios representan como modelos histórico-jurídicos de la época, con su contenido de legiti­ mación hereditaria, y como manifestación de los sentimientos de culto al pasado, garantía del presente y estabilidad para el futuro que definía a los protagonistas. El texto original dice así:

PROTOCOLO

En el nombre de Dios amen manifiesto sea a todos los que la presente es/critura vieren como yo Alvaro Perez de Navia vezino del Concejo de Navia que/es del Prencipado y quatro Sacadas de Asturias de Oviedo vasallo de la/Corona Real de España e al pre­ sente en quanto Dios fuere servido/del Emperador Rey Don Carllos y Donna Juana su madre Reyna y Rey/Nuestros Sennores de mi propia libre y espontania voluntad simpremia, veyendo y conside-

(1) J. de Dios M iguel V igil: “Historia Genealógica de la Casa de Navia”, Madrid, 1961, págs. 38-54. J.M. T relles Villademoros : “Asturias ilustrada”, T ° II, pág. 670, 1739. (2) Jesús M a r t ín e z F er na n d ez : “La concesión del coto de Anleo en el siglo XVI”, Bidea 109-110, 1983. (3) A rc h iv o de la casa de N a via. Legajo 2, N.° 3, 1540. LA FUNDACION DEL MAYORAZGO DE LA CASA DE NAVIA (ANLEO) 8 2 7 rando por esperiengia como los linaxes antiguos y solares por falta de vienes/y patrimonyo y por non ser vinculados por via de ma­ yorazgo an peresgido y perezen por/remediar esto en los vienes que Dios me dio y queriendo servir en ello y non con otro á/nimo ny yntengion soplique a Su Magestad diesen y concediesen licencia a mi el dicho Alvaro Perez/para criar y acer mayorazgo e bincolo de mis vienes en uno de mis yjos lexitimos/qual yo quisiese y a mi soplicagión Sus Magestades me concedieron su probision y carta Real/con su sello y armas e acordada y refrendada en el su muy alto Consejo la qual de verbo a verbun es esta que sigue: (signum). Don Carllos por la divina clemencia Emperador semper Augusto Rey de Alemania, Doña/Juana su madre y el mismo Don Carllos por la gracia de Dios reys de Castilla, de/León, de Aragón, de las Dos Secilias, de Jerusalen, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valen/gia, de Galicia, de Masllorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Cor- doba, de Corgega, de Murgia, de Jaen/de los Algarabes, de Alxe- giria, de Gibraltar, de as Yslas de Canarias, de las Yindias yslas/y tierra firme del mar Ozeano, Condes de Barcelona, Sennores de Vizcaya e de Molina, Duques/de Atenas e de Neopatria, Condes de Ruysellón y de Cerdanya, Marqueses de Oristan e/ de Gogiano Ar- cheduques de Austria, Duques de Borgonna y Bravante, Condes de Flandes e de Ti/rol por quanto por parte de vos Alvaro Perez de Navia y Doña Elvira Osorio vuestra muger veginos del/lugar de Navia nos fue fecha relazion deziendo que vosotros querriades azer/ e establecer y ordenar y constituyr un mayorazguo de los vienes que agora teneys/o tuvieredes de aqui adelante ansi muebles como rayzes o de la parte que dellos vos plu/guiere en uno de vuestros fijos que agora teneys o tuvieredes de aqui adelante y en sus/deszendientes para que los ayan por titulo de mayorazguo y porque para ello es me/nester nuestra ligengia y facultad que nos soplicarades y pediedes por merced hos la diesemos/para hager el dicho mayorazguo con las condigiones, firmegas, vínculos y sumi­ siones que/quisieredes y por vien tuvieredes o como la nuestra merged fuese y Nos acatando los buenos/y leales servigios que nos aveis fecho y esperamos que nos aréis de aquí adelante y tenien­ do/respeto que de vuestras personas y servigios que de memoria por la presente de nuestro propio moto y/gierta giengia y poderío Real osoluto de que en esta parte queremos usar y usamos como Re/ys y Sennores naturales non reconosgiendo superior en lo tem­ poral vos damos ligengia y/facultad a vos los dichos Alvaro Perez de Navia y Donna Elvira Osorio para que de los/dichos vuestros vienes que agora teneys o tuvieredes de aqui adelante o de la parte 8 2 8 JESUS MARTINEZ FERNANDEZ que vos plagi/ere podáis azer e ynstituir el dicho vuestro mayoraz­ go en vuestra vida o al tiempo de/vuestra fin y muerte por vuestro testamento o postrimera voluntad por via de donagion entre/vivos o por cabsa de muerte o por otra manda ynstitugion que vos qui- sieredes o por/qualquier vuestra dispusigion e dejar y traspasar los dichos vuestros vienes en uno de vuestros/yjos que agora teneys o tuvieredes de aqui adelante e despues de su fallescimiento en sus/yjos o descendientes subgesores según e como y por las dispusi- ciones de vuestro testamento/ e mandas hordenarades y dispusie- rades con los vinculos, reglas, modos, sustitugiones/restitugiones y otras cosas que vosotros quisieredes en el dicho mayorazgo, pu- sieredes e quisi/eredes poner y según que por vosotros fuere mandado y hordenado y establegido de qual/quier manera, vigor y efeto misterio que sea o ser pueda para que dende en adelante los/dichos vienes sean abidos por vienes de mayorazguo y enalie- nables y para que por cabsa/alguna negesaria y voluntaria ni ono- rosa ni por cabsa pia ni dote ni por cabsa/alguna que sea o ser pueda no se pueda vender, mandar, ni donar ni tro/car ni canviar por dicho vuestro yjo ni por otra persona ni personas algunas de las que/susgedieren en el dicho mayorazguo por virtud desta nues­ tra carta de ligengia que ansi vos/damos agora ny de aqui adelante en tiempo alguno ni por alguna manera para si/empre jamás sy non que los ayan y tengan por vienes de mayorazguo ynallenables su/xeto a resituygion según y de la manera que por vosotros fuere fecho y mandado/y hordenado e ynstituydo e dejado en el dicho mayorazguo y no con las mismas clau/sulas e firmezas submisiones y condigiones que en el dicho mayorazguo por vostros /fuere fecho contenido y vos quisieredes poner y posieredes a los dichos vienes al tiempo/que por virtud deste nuestra carta los metieredes y sennalarades y fecieredes el dicho/mayorazguo y despues en qual- quier tiempo que quisieredes e por vien tuvieredes/y para que vos los dichos Alvaro Perez y Donna Elvira vuestra muger en vuestra vida y al tiempo de vuestro fyn y muerte cada y quando y en qual- quier tiempo que quisieredes e por/vien tuvieredes podades quitar e acrezentar, correxir y revocar y emendar el/dicho mayorazguo en los vinculos y condigiones con que lo ecieredes y todo lo otro que por/virtud de esta nuestra carta ecieredes en todo o en parte y para que podades azer el dicho/mayorazguo y para lo tornar a azer e ynstituyr cada e quando que quisieredes/y por vien tuviere­ des una y muchas vezes todo y cada cosa y parte dello a vuestra li/bre voluntad que nos de la dicha nuestra, giengia y poderío Real asaluto de que queremos/usar y usamos en esta parte como dicho LA FUNDACION DEL MAYORAZGO DE LA CASA DE NAVIA (ANLEO) 829 es lo aprovamos y avernos por firme trato y grato, estable y vali- dero para/agora y para siempre jamas e ynterponemos/a ello y cada cosa y parte dello nuestra autoridad Real y solene decreto para/que valga y sea firme para siempre jamás que por la presente desde agora abe/mos por puesto e ynserto e encorporado en esta nuestra carta el dicho mayorazguo/que ansi fecieredes y hordena- redes e ynstituyeredes como si de palabra a pala/bra aqui fuese ynserto puesto e yncorporado e lo confirmamos, loamos/y aproba­ mos, retificamos y avernos por firme y validero para agora y para siempre jamas según y como y con las condigiones, vinculos, fir­ mezas, cla/usulas, posturas, submisiones, restituygiones que en el dicho mayorazguo que por vos/otros fecho fuere y hordenado y de­ clarado y otorgado fuere y serán puestas y contenydas y suplimos todos e qualesquier defetos, ostaculos e ympedimentos y otras/co­ sas qualesquier ansi de fecho como de derecho y de sustancia e solenidad que para valida/gion y corroboraron desta nuestra carta e de lo que por virtud della ecieredes y otor/garedes y de cada cosa y parte della y se requiere necsario, provechoso e cump/lidero a se soplire otros y es nuestra merced y mandamos que aunque vues­ tro yjo o otra qual/quier persona en qyen los dichos vienes por el dicho titulo de mayorazguo los subbgediere/cometan qualesquier o quales crímenes o delitos por que los devan perder sus vyenes o qualquier cosa dellos quier por sentencia e dispusigion de derecho o por otra/qualquier causa que los dichos vienes de quien ansy hicieredes el dicho mayoraguo y/conforme al susodicho nun pue­ dan ser perdidos ny se pierdan antes que en qual/quier caso vengan por eso mismo fijo los dichos bienes y el dicho mayoraguo a aquel/ a quien por vuestra dispusigion venian y pertenegian sy el dicho delincuente mori/era sin cometer el dicho delito la ora antes que lo cometiera ezeto sy la tal pers/ona e personas cometieren erexia o crimen legis magestatis o perdoliones o el/pecado avominable contra natura que en qualquier de los dichos casos queremos y man/damos que los ayan perdido y pierdan vien ansy como si no fuesen vienes de ma/yorazguo y con tanto que los dichos vienes de quian ansy egieredes el dicho matorazguo/sean vuestros propios e por esta nuestra carta de ligengia no es nuestra yntengion de per­ judicar a tergero que tenga derecho dellos ny a nos ny a nuestra corona Real por lo que/en ellos toviesemos e nos pertenesze y con­ tando que quede e seays obligado a de/jar a los otros vuestros yjos lexitimos sufigiente para su sustentamiento aunque/non sea en tanta cantidad quanta les podría pertenesger de derecho lo qual todo que/remos y mandamos e es nuestra merged y voluntad que 8 3 0 JESUS MARTINEZ FERNANDEZ ansi se aga y cumpla no embar/gante la ley que dize quel que tu­ viere y jos o y jas lexitimos solamente puede mandar por su anima el quinto de sus vienes y mejorar uno de sus yjos o nietos/en el tercio de sus vienes y en las otras leis que dizen quel padre ny la madre/ non pueden privar sus yjos de la lexitima parte que les pertenesge de sus vienes/ni les poner condición ni gravamen algu­ no en ello salvo si los deseredaren por/las causas en derecho pro­ misas con las quales quanto e esto toca dispensamos de/xandoles como dicho es a dichos vuestros yjos lexitima suficiente para su/ sustentamiento aunque no sea en tanta cantidad como les podia competer y/ pertenesger y asy mismo syn embargo de otras qua- lesquier leis fueros y derechos/premáticas sanciones de los nuestros reynos e señorios generales y especiales fechas/en cortes o fuera dellas que en contra de los susodichos sean o ser puedan e/aunque dellas y de cada una dellas deviese aqui ser fecha y espresa y espe- Cial/mingion ca nos por la presente del dicho nuestro propio moto y cierta ciencia y/poderio Real osaluto aviendo aqui por insertas e incorporadas/las dichas leis y de cada una dellas dispensamos con ellas y las abrrogamos y de/rrogamos, casamos y anulamos y damos por ningunas e de ningún valor/y efeto en quanto desto toca y atanne y atañer puede quedando en su fuerza/ y bigor pa- raen lo demas adelante e por esta mia carta mandamos al ylus/tri- simo Ynfante Don Hernando nuestro muy caro y muy amado yjo y hermano/y a los ynfantes Perlados, Duques, Marqueses, Condes, ricos homes maestres/de las hordenes, Priores, Comendadores e Subcomendadores, alcaldes de los Cas/tillos y casas fuertes y llanas y a los del mió Consejo, Presidentes e Oydores/de las nuestras Audiencias, Alcaldes, Alguaciles, Merinos, Prevostes y ottsa Justi- Cias/v Jueces qualesquier de todas las cibdades, villas y lugares de los nuestros Rey/nos y Sennorios ansi a los que agora son como a los que serán de aqui adelante que/vos guarden y cumplan y agan guardar y conplir a vos los dichos Alvaro/Peres y Donna El­ vira vuestra muger y al dicho vuestro yjo y a los que del suscedie- ren/para siempre jamas e a cada uno dellos esta merced y licencia y facultad, poder/y abtoridad que Nos bos damos para acer el di­ cho mayoraguo y el dicho mayorazguo que por virtud della eciere- des e ynstituyeredes e hordenaredes y sera con/tenido y que en ello ny en parte dello envargo ni contrario alguno vos no pongan/ni consientan poner y si es necesario fueses vos los dichos Alvaro Perez y Donna/Elvira vuestra muger e el dicho vuestro yjo y sus descendientes en el dicho mayorazguo/segun vuestra dispusicion quisieredes nuestra carta de previlejo y su confirmacion/desta LA FUNDACION DEL MAYORAZGO DE LA CASA DE NAVIA (ANLEO) 831

nuestra carta y ligengia y abtoridad y del dicho mayorazguo que por virtud/della egieredes e ynstituyeredes mandamos al nuestro Kanzeller/mayor y mayordomo y notario y escrivanos públicos de los previlejos e confirma^iones/y otros oficiales questan a la tabla de los nuestros sellos que vos la den, libren, pasen y/sellen la mas fuerte, firme y vastante que les perdierdes e quesieredes e menes- ter/ovieredes tomando la razón desta nuestra carta Francisco de los Cobos nuestro secre/tario y los unos ny los otros no faguades ende al por alguna manera so pena/de la nuestra merced e diez mili maravedis para nuestra camara a cada uno que lo con/trario egiere. Dada en la cibdad de Santiago a quatro dias del mes de abril/anno del nasgimiento de Nuestro Sennor Ihesuchristo mili y quinientos e veynte annos/.Yo el Rey. Yo Bartolomé y Ruiz de Castañeda, Secretario de las Cesareas y católicas Majestades, la fize escrevir por su mandado e agora por presente/de vos los dichos Alvaro Perez de Navia e Donna Elvira Osorio vuestra muger/nos a sido fecha relajón en la dicha facultad | hize xinal | está rota y/ maltratada de manera que buenamente non se puede usar della y nos soplicastes e/edistes por merced hos mandásemos dar otra tal como ella o como la nuestra merced fuese/y porque la que aqui va ycorporada fue vista por algunos del nuestro Consejo y correxi/da con la misma orixinal tovimos lo por vien y por la presente man­ damos y es/nuestra voluntad y queremos que la dicha facultad suso encorporada vala y sea guar/dada y complida según y como de la manera que lo fuera la misma orexinal, dada en Valladolid a veynte y nueve dias de agosto de quinientos y treinta y seis annos. Yo la Reina. Yo Juan Bazquez de Molina Secretario de sus zesareas y Católicas Majestades la fi?e escrevir por mandado Rexidor Mar­ tin de Vergara, ligengiado Polanco/Martin Vergara por Chanzeller vuestra Magestad manda que la facultad que aqui va en/corporada vala y sea guardada por quanto fue vista la orexinal y corregida con ella. (Signum). Por ende, Yo el dicho Alvaro Perez de Navia queriendo gogar de la merced a my/echa ynstituyo dote e crio e ago vinculo y ma­ yorazguo de mis vienes en/persona y caveza de Juan Alonso de Navia mi yjo lexitimo e de la dicha sennora Donna Elvi/ra Hosorio my muger que fue que agora es defunta con las condiciones, bincu- los e sub/misiones e gravamen de que ayuso se ara mincion con­ formándome con la dicha fa/eultad y licencia a mi dada y con lo depuesto por leis destos reynos especial/mente por las nuevas leis y dispusigiones de Toro e los bienes que vinculo e pongo/en este mayorazgo de presente son los seguientes. (Signum). 83 2 JESUS MARTINEZ FERNANDEZ LA FUNDACION DEL MAYORAZGO DE LA CASA DE NAVIA (ANLEO) 833

Primeramente las mys torres y casas y palacios y huertas y plantados/del luar de Anleo donde yo oy dia vivo con todos los otros vienes/de edefigios y plantados y heredades bravas y mansas y suelos y terren/torios e casas y casales y molinos y molineras y usos y costumbres y pertenen/gias e ylesia y padronazo y planta­ ción y brannas y pastos y herbados/y montes y abguas y fontes que yo e y me perteneszen en toda la feligresya/v lugar de Anleo y sus términos en devaxo la felegresia Christianisima e campa/na de San Miguel de Anleo. (Signum). Ytem mas todos los vienes y heredades y montes y fontes y fueros e suelos/y contrucios y terrentrorios e brannas e yerbas e abguas y montes e arbole/das que yo ey e tengo y me a mi perte- nesgen en la feligresía de San Pedro de/Villayon e sus términos con todas las otras aciones e pertenencias que yo/oy dia en ella ey e poseo e me pertenescen en qualquier manera. (Signum). Ytem mas todos los vienes y casas y casales e suelos y hereda­ des y terrento/rios y molinos y molineras e réditos e trebutos y montes e arvoledas/e yerbas e abguas y rentas y derechos e usos e costumbres e pertenencias/que to ey e tengo e me a mi pertenes- Cen y perstenezer pueden e deven en qualquier/manera en la feli­ gresía de Santa Marina de Vega y en todos sus terminos/segund lo que oy dia llevo y poseo. (Signum). Ytem mas la mitad parte enteramente de las vinnas e casa e cor/tina que yo ei y tengo y llievo y poseo en la eldea de Llantero en las vynnas del dicho concejo de Castropol con los suelos y te- rrentorios en que están puestos, plan/tados y edeficados las dichas vinnas e casa y llagar y cortina con todas sus/pertenencias e usos e costumbres e servidumbres anexos y pertenescientes/a la dicha mitad parte susodicha. (Signum). Ytem más toda la vinna de Santo Millano ques en el concejo de Allande que yo uve/e compré y fue de Alonso de María del Capellan con todas sus pertenencias/usos y costumbres y servidumbres y con el terrentorio dellas. (Signum). Y en los quales dichos bienes de suso declarados ago el dicho mayoraguo e quiero y es my voluntad que les aya y tenga e del sea sennor Juan Alonso de Navia mi yjo/lexitimo e de la dicha sennora Donna Elvira Osorio mya muger que fue, que agora/es defunta, por todos los dias de su vida e despues de las personas que/sena- lare e porque los dichos vienes non se puedan enajenar y queden syempre/en persona que lexitimamente de my e del dicho Juan Alonso mi yjo desciendan e des/zendientes dejolos con las condi­ ciones, modos e ynstitugyones, constytuyciones bin/culos e sumi­ 8 3 4 JESUS MARTINEZ FERNANDEZ

siones, gravámenes e calidades seguientes: Primeramente que los/ dichos Juan Alonso y los otros que despues de el tovieren y llevaren los dichos bienes/los ayan y lleven por via de mayorazguo e no por bienes partibles ni los/sean mayoraguo y por tales los lleve y posee el dicho Juan Alonso/y los otros que despues de él tuvieren los dichos vienes en toda su vida y despues de/su vida e dias sub- geda en los dichos vienes e mayorazguo su primero yjo lexitimo/e si aquel moriere subgeda el segundo y ansi de grado seguido sus- Cesiba/e perpetuamente por los varones lexitimos que del dicho Juan Alonso descendieren de ma/nera questos dichos vienes y ma- yorazguos qu ansy ago e crio anden para syempre/de grado en grado, de varón en barón entre los yjos e nietos e descendientes/ lexitimos del dicho Juan Alonso e si por ventura e caso no obiere hombre varon/de los descendientes lexitimos del dicho Juan Alon­ so yo quiero y es mi voluntad que aya/los dichos vienes y mayo­ razguo la embra, yja o nieta o descendiente mayor en el grado e quel varón o embra que en este mayoraguo lo suscediere se llame y nombre/de los de Anleo e que si cayere o veniere a caer en hem­ bra quel que con lia casare/y el dicho mayorazguo quesiere gocar se venga a vevir y biva en los dichos palacios e/casas y torres de Anleo como suscesivo en ellas y no pueda vevir continuo/otra parte e sy ansy no vibiere en ellas no goze del dicho mayorazguo y lo goze el baron/mas cercano de mi linaxe conque biva en las dichas casas y torres y palacios e/pinte sus armas de las armas de Anleo como susgesivo de los de Anleo/e si por ventura lo que Dios non quiera el dicho Juan Alonso muriere syn yjo o yja o otro descen­ diente lexitimo quiero y es mi voluntad que susceda en/estos bie­ nes y mayorazguo mi primero yjo barón que tuviere e si Dios disposiere de to/dos mis yjos varones que suszeda la primera ija que tuviere por la forma y ma/nera susodicha y espresada en per­ sona del dicho Juan Alonso con tal que la persona que/con ella se casare que venga a vevir e viva segund de suso lo declaro en las dichas/mis casas y torres y palacios de Anleo y se nombre de Anleo e sus armas se/an de Anleo y en ellos se sigua la horden que decla­ rado tengo quando a poder/de hembra veniere el dicho mayorazguo e si suscediere caso que de todos los/dichos mys yjos e yjas de grado en grado no hobiere y faltare varón y/hembra descendiente lexitimo del dicho Jua nAlonso e de sus hermanos y hermanas e de sus/deszendientes para susceder los dichos vienes e mayorazguo quiero y es mi vo/luntad que en este tal caso susceda en todo ello el pariente mas proximo e de gra/do mas cercano conque sea va- ron de mi linaje e non hembra e se llame/de Anleo y viva en los LA FUNDACION DEL MAYORAZGO DE LA CASA DE NAVIA (ANLEO) 835 dichos palazos de Anleo y tenga armas de Anleo/y si vebir en los dichos palagios de Anleo no quisiere por el mismo fecho/no lo pierda y sea y lo aya el otro debido y mas cercano varón de mi lina/xe que a ellas se veniere vevir y viviere e se llamare y nom­ brare de Anleo/e traxere y tobiere las dichas armas y pinturas del dicho palacio y casa y torres/de Anleo porque quiero quel que ubiese de susceder e gocar del dicho mayo/razguo con las condi­ ciones e vinculos e sumisiones/e gravámenes del, e otrosí quiero y es mi voluntad y ponguo gravamen a/los dichos vienes e mayoraz­ guo e a qualquier cosa y parte dellos que no se puedan/partir ni devedir, vender, trocar ni camviar ni obligar ni ypotecar ni en/pe- nnar solamente por cabsa voluntaria e ynjusta mas ni tampoco aunque aya/cabsa nescesaria e justa aunque sea evidente nescesi- dad del dicho mayorazguo/y probecho ny para acrezentar su calidad ni en ninguna manera ni en ningund/tiempo del mundo quiero que se axenen por enaxenacion voluntaria ni nescesaria/ni por titulo alguno onoroso ni lucrativo aunque sea por via de dote espiritual/ ny temporal e por via de arras e donación proter nuncias e reden­ ción de ca/tivos e por utilidad e esterilidad de los dichos vienes y parte dellos e constitu/ycion de yglesia e monesterio e por qual­ quier cabsa e aunque sea muy mas justa pen/sado o non pensado porque mi voluntad es que los que ansi tuvieren los dichos vienes/e maypraguos e conforme desta mi dispusicion que no tengan en los dichos vienes/ny en parte dellos mas de solamente el usofruto por sus dias e non mas e si/por ventura tovieren nescesidad de em- pennar los frutos y rrentas de los dichos/vienes y mayoraguo que solamente les pertenesce según esta mi dispusicion que/non los pueden empeñar mas de por nueve annos aunque mas tiempo sea vibo/el que ansi tubiese los dichos vienes y mayoraguo y si antes de los nueve annos/fallesciere el que nellos suscediere non sea obligado a pagar cosa alguna de lo que falta/re salvo que suszeda libremente en los dichos vienes para gocar del uso fruto dellos por/sus dias porque mi voluntad es y pongo por condicion que los que ansi tovieren /os dichos vienes y mayorazguo no tengan poder en ellos mas de para gocar de los/frutos y rentas por su vida y non mas y si por ventura el dicho Juan Alonso y los/hotros que con­ forme a esta mi dispusicion por tiempo tuviesen los dichos vienes y mayo/razguo lo vendieren o trocaren o canviaren o partieren o dividieren ho en otra/qualquier manera aunque por via de dote se enajenare o empennare e arrendare/et reliquia que la tal ena- jnazion, venta, troque y cambio o empenna de los dichos/vienes que ansy constituyo en mayorazguo e de qualquier parte dellos sea 836 JESUS MARTINEZ FERNANDEZ ynva/lida y de ningún momento y fuerza e que la dicha enajena- zion no pueda aver/translatio de dominio ni posesion zebil ny na­ tural en caso que aya de los dichos/vienes e de qualquiera parte dellos tradición y entrega que desde esta fundagion/deste mayo- razguo quiero que los dichos vienes sea inaxenables e ymperescri- ti/bles en caso que por terceros sean por tiempo larguísimo tenidos y poseydos. (Signum). Otro si quiero y hes my voluntad que si e nalgun tiempo alguno de mis sus/gesores en los dichos vienes o hotra qualquier persona a cuyo poder venieran en/qualquiera manera vendiesen los dichos bienes y qualquier parte dellos con buena fed/pensando que son vienes binculados de mayorazguo suxetos a restituygi/on y el com- ptador con buena fed los comprare quel tal comprador todavía sea obli/uado a restiuyr los tales vienes al susgesor verdadero dellos que fuese llamado/al mayorazguo e que non pueda evadirse con derecho quedara y pagara el pregio y valor/de los tales vienes sino que todabia sea obligado a restituyr como dicho es e des/de agora pongo este gravamen e condigion y quiero queste a fixo en los dichos bienes/y qualquiera parte dellos para que pase y vaya con los dichos vienes donde quiera que fueren/o pasaren. (Signum). Otrosy quiero y es mi voluntad que a este mayorazguo no pue­ da ser llamado clérigo/de horden sacra e que sea yncapaz dél e asi mismo monxa profesa ni monesterio de qualquier condigion que sean e desde agora para entonces e dende en/tonges para agora los escluyo e quiero que non sean llamados al dicho mayorazguo/. (Signum). Otrosí digo que los bienes en que fundo este mayorazguo que de suso van espresados/son de tergio y quinto de los vienes que tengo poco mas e porque quanto a este tergio/y quinto yo por leis destos reynos puedo ager el dicho vinculo e mayorazguo /sin licen­ cia de sus Magestades queriendo usar del venefigio de la ley digo que conforme a ella/constituyo el dicho mayorazguo e non quiero usar ni aprovecharme de la licencia que su Magestad/me dio e de que me yzo merged para ager este mayorazguo si non en lo que ecediere este mayo/razguo e los vienes en que lo fundo del tergio y quinto de mis vienes en poco o en/mucha cantidad que para este efeto uso de la dicha licencia y facultad y no para aquello/que por ley me era permiso y yo dia a azer. (Signum). Otrosy diguo que si el dicho Juan Alonso mi fijo o otro qual­ quier que fuere lla/mado a este mayorazguo conforme a lo que tenguo dispuesto que Dios nun quiera/cometiere algún delito por­ que conforme a derecho se puedan confiscar los dichos bienes/o

LA FUNDACION DEL MAYORAZGO DE LA CASA DE NAVIA (ANLEO) 8 3 7 qualquier parte dellos o los frutos dellos desde agora para enton- zes e desde/entonges para agora dos horas antes quel tal pensare cometer el dicho delito/llamo al siguiente susgesor en el dicho mayorazguo conforme a esta my dispusigion/para quel tal susgesor aya los dichos vienes y los frutos en caso quel que cometiere el delito no los pueda gozar como si por muerte natural fuese llama­ do a este/mayorazguo como susgesor dél. (Signum). Otrosy quiero y es my voluntad y binculo e mando quel dicho Juan Alonso mi fijo/e dende en adelante la persona que susgediere en el dicho mayorazguo para en syempre/jamas diga y aga dezir y rregar en cada un anno para en siempre como dicho/es quarenta misas rregadas dichas en la yglesia de San Miguel de Anleo o en la y/glesia que al tal susgesor del dicho mayoraguo le paresgiese por la anima de/Fernando Arias, clérigo defunto capellan que fue de Villayon y mas fagua de/zir e diga en cada una semana en cada un anno de todos los annos adelante/venideros para en siempre jamás como dicho es tres misas rezadas dichas e/rezadas en la dicha yglesia de San Miguel de Anleo y las dos dellas por los fru­ tos del préstamo de la Polaviella que para ello sytuo, que al pre­ sente llieba Pero del Bustio y la otra por el pia del altar de Anleo según e co/mo lo tienen de costumbres los capellanes pasados. (Signum). E digo que aguo e hotorgo según dicho es con los binculos e e somisiones e/gravamenes susodichos el dicho mayoraguo de oy en adelante para en siempre/jamás pero conque reservo para mi gogar mientras fuere vivo el fruto/y renta de los vienes en que de suso ago el dicho mayorazguo para me susten/tar por ellos y no mas e yo defunto se queden para en siempre al dicho Juan/Alonso mi yjo y a los otros que según la dispusigion deste dicho mi vincu­ lo de ma/yorazgo en ellos susgediere. (Signum). Otrosy quiero y mando y es mi voluntad que porque tengo otros muchos mas/vienes de los que binculo en este dicho mayorazguo y otros mas erederos del/dicho Juan Alonso e por mi testamento que entiendo azer de los otros mis bienes res/tantes querré dexar e declerar la copia y parte que asi dexare a cada uno/de los dichos mis herederos ansi yjos como yjas e me temo que podrá ser que morirán sin yjos/ny herederos lexitimos azendiente o deszen/dien- te que los vienes que por mi erencia e por mi testamento que de mi heredasen/se buelvan y sean vienes deste dicho mi mayorazguo e vinculados según e de la ma/nera e con los gravámenes que son y van binculados los que de suso van declarados/e ansi se queden en el dicho mayorazguo para en siempre jamás como los de suso 8 3 8 JESUS MARTINEZ FERNANDEZ

en el/contenidos e por la misma horden y manera y porque esto ansi fuese gierto e firme e/non viniese en duda otorgue dello esta escriptura e estrumento solene de mayorazguo/segun y de la ma­ nera que de suso se contiene e va declarado que fue fecho e por mi/hotorguado ante Juan Rodríguez de Luarca, escribano de Sus Magestades, del Emperador y Rey/na nuestros sennores e del nu­ mero de la Pola de Luarca y Concejo de Valdés e dentro/de las dichas mys casas del palacio de Anleo donde yo vivo y avito a nueve dias/del mes de junio del año del Sennor de myll e quinien­ tos y quarenta annos testigos que fue/ron presentes espresamente para ello llamados y rogados Sancho Menendez capellan de/Anleo e Juan del Valle su criado e Juan Fernandes de Vegua e Diego Ló­ pez de Vegua clerigo/e Suero yjo de Alonso Menendez de Cavane- 11a criado del dicho sennor Alvaro Perez vecinos/del dicho Congejo de Navia e Alvaro da Rozas, gallego criado del dicho sennor Alvaro Peres/e Alonso yjo de Lope Rico de Luarca vezino del Concejo de Valdés e otro degia la firma/Alvaro Perez va rematado en la segun­ da plana o degia/non se pueda/y en la terce/ra o degia ni en yo el escrivano lo remate porque yva vigioso por yerro de pluma e yo escribano de Sus Magestades del Emperador y Reyna nuestros Se/nnores escribano del munizipio de la villa de Luarca y Congejo de Valdés sobre dicho en uno a todo/lo que de suso dicho es como con los dichos testigos presentes fui quando el dicho sennor Alva- ro/Perez de Navia parte otorgante que yo escribano doy fes que conozco y es el mismo/que se dige y nombra lo otorgo y por su rueguo y mandado lo escrevi por my/propia mano en el rexistro desta dicha escritura e signé de mi signo e por my/propia mano en el rexistro desta dicha escritura e signé de mi signo e del dicho mv/rexistro orixinal este traslado por my propia mano saqué en limpio en el qual dicho/rexistro queda hotro tanto como aqui va verbun con la firma del dicho sennor Alvaro Perez otorgante e por ende fize aquy mi signo ques a tal testimonio de verdad Juan Ro­ dríguez de Luarca, escribano. (Signun-signum-signum). E despues de los susodicho en los dichos palagios de Anleo donde el dicho sennor/Alvaro Perez de Navia vevía y morava que era jurisdigion del dicho conge jo/de Navia a cinco dias del mes del mes de julio del dicho anno del Señor de myl/e quinientos e quarenta annos en presengia de my el dicho Juan Rodrigues/de Luarca escribano de Sus Magestades susodicho e de los testigos yuso escriptos pareció presente el/dicho sennor Alvaro Perez de Navia susodicho e dixo que usando y aprovechándose de la licencia y merged e libertad que Sus Magestades le avian fecho de suso LA FUNDACION DEL MAYORAZGO DE LA CASA DE NAVIA (ANLEO) 8 3 9 contenida para azer y otorgar/el dicho mayorazguo de suso conte­ nido e que en la dicha ligencia y merged se contenia e del grava- men/y clausula de la dicha ligencia y merged en que se cometía ligencia para que cada y quando quesy/ese, añadiese e vinculase los mas vienes y binculos y gravámenes que quesiese e bien le es- tuvi/ese por ende que por el bien atento y pensado y mirado y recolexido lo que fecho e/ynstituido y vinculado tenia en el dicho mayorazguo y las clausulas e sumisiones e/gravámenes dél aliaba que la clausula del dicho mayorazguo contenida que degia que en quanto/en los vienes en el dicho mayorazguo de suso contenidos que cavian e montasban e nel tergio y quin/to de sus vienes no queria gogar quanto a ellos de la dicha ligencia y facultad y merced sy non/solamente en los que la dicha tergia y quinta ezedian por­ que quanto a los que restavan tergio/y quinto de sus vienes los podia bincular por premision de dispusigon en las leys/del Reyno y que del venefigio de las leis y derechos que en tergio y quinto disponían que/ria usar e gogar e usaba e/gogaba de la dicha li­ gencia y facultad y merged le danneficaba al dicho Juan Alonso su vjo/en quyen el dicho mayoraguo ynstituya e en ellos susgesivos dél y personas que confor/me a la disposizion del dicho mayoraguo y en los vienes y mayoraguo susodicho sus/zediesen y danneficava y era en perjuigio de la merged que Sus Magestades a él y a los suscesibos/en los vienes del dicho mayorazgo agía en que en los dichos vienes binculados en el dicho ma/yorazguo por virtud de la dicha ligencia y facultad e merged non se podiesen perder por/ ningún caso ny delito ny cosa sy no fuese por alguno de los tres casos quontenidos e declara/dos en la dicha licengia y facultad a la qual dicha danneficagione perjuigio queriendo/dar remedio e annadiendo al dicho mayorazguo e binculos mas venefigiosos y me- jo/ramientos e claseficagiones de los de suso en el ynstituidos e queriendo resumir/e quitar qualquier cosa o duda o danneficagion que contra lo en el contenido por qualquier/caso que al susgesivo en los vienes dél se quesiese ymputar o atrebuyr por qualquier yerro o en que podiese caer non siendo los contenidos en la dicha licengia y facul/tad quél dende agora degia que la clausola de suso por el espresada derrogava syn de/rrogar ninguna de las otras clausolas y cosas y gravámenes e vínculos e sumisio/nes en el dicho mayorazguo contenidas ni prejudicar ni empedir ni dannificar nin­ guna de las/fuergas del dicho mayorazguo mas antes añadiendo mejor razón e fuerza y gravámenes/e utilidad y probecho del dicho mayorazguo o del eredero o erederos en el susce/sibo la revocava y dava por ninguna e degia y otorguava y ynstituya que para el 8 4 0 JESUS MARTINEZ FERNANDEZ dicho mayorazguo y binculo de los vienes en el dicho mayorazguo conteny/dos que de suso tenia fecho y otorgado non quería usar ni gogar de las leis e derechos/que en el disponer cada un hombre o persona de tergio e quinto de sus vienes podia/ni del veneficio que del tal derecho, le tenia ni de que en para el dicho efeto apro­ vecharse podia/e que antes degia y otorguava y otorguó que todos los vienes de suso quontenidos en el dicho/mayorazguo de suso contenidos por él en el dicho mayorazguo vinculados los ynstitu/ya e binculava en él con las condiciones y sumisiones e gravámenes en el conteni/das por virtud de la dicha ligencia y facultad y mer­ ced que Sus Magestades para azer y bincular/el dicho mayorazguo le avian fecho e usando della para en todo por entero y por/vertud della ynstituya e binculava todos los dichos vienes en el dicho ma­ yorazguo contenidos/ y no por virtud ni por veneficio de las leis y derechos que disponian y ablaban en el ter/gio y quinto porque para en este efeto non se quería aprovechar ny usar de las dichas/ leis ny de ninguna dellas sy non solamente en todo y para todo de la dicha ligencia/y facultad y merged de Sus Magestades de suso contenida e otrosi que porque la dicha ligencia e facultad/e merged de Sus Magestades a él congedida para lo susodicho relatava que a los otros sus yjos e/yjas lexitimos erederos dexase lexitima sufi- giente para su sustentamiento aunque/non fuese tanta en calidad como por su herengia de los dichos vienes les podria venir la qual/lexitima sufigiente para sustentamiento de los otros sus ere­ deros aunque no era perfe/tamente tanta quanta de los dichos sus vienes les podria venir él dexa va a los dichos sus/yjos y erederos en otra mucha copa de vienes que tenia que quedaban de fuera del dicho/mayorazguo y por su testamento y ultima voluntad quél azer quería y protestava azer/queria repartir para las lexitimas de los otros sus yjos e yjas restantes del herede/ro del dicho mayoraz­ guo ya de suso nombrado e para los descargos de su congiengia/y mandas voluntarias y deudas nesgesarias y ofigios y osequias suyas por ende/que allende lo suyo ynstituya e acia mas clausola y gra­ vamen en el dicho mayoraz/go junto a las ya echas sin derrogagion ni perjuygio dellas ny de ninguna dellas/antes en confirmagion dellas sobre los otros sus vienes restantes del dicho mayo/razguo y erederos restantes del susgesibo del dicho mayorazguo que la partilla e lexitima que de los dichos vienes sus vienes restantes por las clausolas del dicho testamento/ygiese y nombrase entre los dichos sus yjos e yjas erederos lexitimos que a cada uno/nombra­ se por su lexitima vienes declarados se sufriese con ellos y quedase escenso y ene/bido de poder pedir ni tentar agion contra el susge- LA FUNDACION DEL MAYORAZGO DE LA CASA DE NAVIA (ANLEO) 841 sivo en el dicho mayorazguo/para que le diese ni obiese de ser obligado a dar lexitima suficiente para su susten/tagion egeto sy los vienes que por su testamento él le nombrase y declarase por/su lexitima lo renunciase en el el dicho mayorazguo y eredero susge- sivo en el e quan/do aquella renunciase le quedase el derecho que tuviese por virtud de la dicha licencia/y facultad y merced de Sus Magestades sin por virtud desta clausola e gravamen se le a/cre- Centar ny desmenuyr en mayor ny menor calidad y que si para virtud desta sobre/dicha clausula que agora acia era necesario al­ guna renunciación de leis o poder a las/justicias dava su poder a las justicias y renunciaba a lo que renunciar conveniese en es/pe- gial la ley y derecho que dezía que general renunciación de leis fecha no valiese e/lo firmaba y firmo de su nombre testiguos que fueron presentes espresamente para eso llama/dos y roguados Ruy Garcia de Luarca, vecino del Concejo de Valdés e Garcia Sánchez Colado e Suero yjo de Alonso Menendez de Cavaniella, criados del dicho sennor Alvaro Perez e /Antón de la Rivera criado del sennor Gutierre Garcia de Allande e otros/Alvaro Perez e yo el dicho Juan Rodríguez de Luarca escribano de Sus Magestades sobredicho en uno con los dichos testigos e/con el dicho sennor Alvaro Perez otorgante presente fai e por su ruego mandado/lo escrebi e syne y por ende fize aqui este mi signo ques a tal en testimo/nio de ver­ dad. Signum). Juan Rodríguez de Luarca. (Signum). (Signum). (signum). E despues de lo susodicho en los dichos palacios de Anleo don­ de el dicho sennor/Alvaro Perez de Navia vevia y moraba que era jurisdicion del dicho concejo/de Navia a dos dias del mes de he- nero del anno del Sennor de myll e quinientos/y quarenta y seis annos en presencia de mi Juan Rodriguesde Luarca escrivano de Sus Magestades/sobre dicho y de los testigos de yuso escriptos el dicho sennor Alvaro Perez de Navia dixo que/visto y vien mirado por la facultad le habia concedido para azer e vincular/en el dicho mayorazguo que de suso avia vinculado e fecho en caveza y perso­ na del dicho Juan/Alonso su yjo y el merescimiento y calidad del dicho Juan Alonso e su estado y lo que le con/venia y los vienes que vinculados le tenia en el dicho mayorazguo por ende que aque­ llo/confirmando y todavia aciendo en el dicho mayorazguo y bincu- lando e uniendo mas vienes/para con los en el vinculados y puestos que metia y nombrava y asentava y vincula/va por vienes del dicho mayorazguo toda la parte de la varqueria de Navia con los/ade- rentes y réditos e yntereses e trebutos della para que dentro con los bincu/los e sumisiones del dicho mayorazguo e vienes dél fue­ 84 2 JESUS MARTINEZ FERNANDEZ sen vienes del dicho mayo/razguo por virtud de la dicha facultad por Su Magestad a él para ello congedida e co/mo tales vienes de mayorazguo fuesen quedasen únicos ynsertos en los/del dicho ma- yorazguo e se gogase dellos ansy la persona del dicho Juan Alonso en qui/en los vinculaba como las otras personas susgesivas en el dicho mayorazguo segund/los vínculos e sumisiones dél e non de otra manera porque ansi era su vo/luntad se gogasen por vienes de mayorazguo y los dichos vienes que ansy asen/tava gogasen de las livertades y franquezas e preminengias que Su Magestad le/con- gedia en la dicha facultad y que pedia a mi el dicho escrivano quel presente auto e/union de la dicha su parte de la barqueria suso­ dicha que ansi agia al dicho mayorazguo po/syese unido por via del dicho mayorazguo para que uno en pos de otro se sacase e/qua- dase por titulo y vinculo del dicho mayorazguo e fuese entendido que lo/otorgava todo por mayorazguo e binculo del dicho mayo­ razguo e que por su mala/dispusigion que roguaba y rogó a Alonso López de Volanno su sobrino que firmase/por él su nombre en el rexistro deste auto e binculo lo qual firmó por su manda/do tes­ tigos que fueron presentes el dicho sennor Alonso López e Alvaro Bazquez de Navia e Alvaro/Reynar vecinos del dicho congejo de Navia e Lope Suarez de Moyas vecino del congejo de Castropol/e Lope sobrino de mi escrivano vecino del congejo de Valdés e otros/Alonso López de Aguiar/e yo el dicho/Juan Rodriguez de Luarca escribano de Sus Magestades sobredicho en uno con los dichos testigos a los que/dicho es presente fui quando el dicho sennor Alvaro Perez otorgante que doy fes que/conozco y es el mismo que por su nombre se dize lo torgó y por su ruego y man­ da/do escriví y signé e por ende fize aqui este mismo signo que es a tal en testimonio de verdad. (Signum). (Signum). (Signum). JUAN RODRIGUEZ DE LUARCA. ESCRIBANO. (Signum). LA INDUSTRIALIZACION DE ASTURIAS EN EL SIGLO XIX: UNA TRANSFORMACION ECONOMICA PARCIAL

POR

RAFAEL ANES ALVAREZ

En este trabajo tratamos de analizar el alcance que ha tenido el proceso industrializador habido en Asturias durante el siglo XIX, así como los obstáculos existentes a ese desarrollo industrial, que impedían se lograsen resultados mejores. Que en la región no hubiese posibilidad de generar los aportes de capital necesarios no constituyó un obstáculo, pero sí la imposibilidad de atender la demanda existente, demanda extrarregional, por falta de competi- tividad de los productos, debida, sobre todo, a los costes de trans­ porte muy altos. No poder atender una demanda grande impedía tener una escala de producción alta, no poder rebajar los costes unitarios y, en definitiva, conllevaba un desarrollo industrial limi­ tado. El comienzo del proceso industrializador en Asturias es tardío, al igual que en el resto de España, pues no hay realizaciones que tengan continuidad hasta la segunda mitad del siglo XIX, ya que los intentos previos no prosperan. Al ser una industrialización tardía la necesidades de capitales eran mayores. Esos capitales no podían ser generados en la región, ya que la difusión de cultivos nuevos, el del maíz y el de la patata, sólo hicieron posible que aumentase la población. La actividad comercial que había era tan poca que resultaba imposible diese recursos para invertirlos < desarrollos industriales. En el campo asturiano predominaba el autoconsumo y los perceptores de rentas lo más que podían hacer 8 4 4 RAFAEL ANES ALVAREZ era vivir con decoro; «en Asturias los señoríos permanecieron con sus características seculares, no modificados, en lo sustancial, has­ ta la supresión de las jurisdicciones. Significaba todo ello que los 3.000 vecinos de señorío que sí pagaban derechos —y algunos tam­ bién realizaban prestaciones—, y que podemos estimar en 13.500 habitantes, venían a pagar entre todos, en concepto de derechos y de prestaciones personales, unos 12.000 reales de vellón al año. La media que resulta es de menos de un real de vellón por persona al año» (1). En el campo asturiano no se cosechaban normalmente cereales suficientes para atender la demanda existente, por lo que había que comprarlos en otras regiones, constituyendo, junto con el vino y la sal, las «importaciones» del Principado, mientras que las «exportaciones» eran de cítricos, frutos secos y madera. Poco margen podía dejar ese comercio y pocos fletes podía dar. Por todo eso, cuando comienza a contemplarse la explotación de los yacimientos de carbón, difícil es que tenga demanda en la región y costoso resulta transportarlo a otros lugares. Decía Jo­ vellanos a la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Asturias, el 22 de octubre de 1781, que el comercio exterior es el que verdaderamente hace efectiva la riqueza de una provincia, proporcionando fuera de ella el comercio de las producciones so­ brantes del consumo interior. Y añadía: «no bastará, pues, que Asturias aumente sus producciones naturales por medio del cul­ tivo; no bastará que las mejore por medio del trabajo y de la industria; este aumento no hará otra cosa que producir mayores sobrantes; pero si el comercio exterior no les proporciona consu­ mo, estos sobrantes no tendrán valor alguno ni podrán aumentar la riqueza del Principado» (2). Eso era especialmente claro en el caso del carbón, como explicaba el mismo Jovellanos en un Infor­ me fechado en Gijón el 10 de mayo de 1791, pues dice que «si no se saca más carbón, es porque nadie lo quiere», ya que es «máxima constante en economía que tanto se cultiva cuanto se consume». En la región los demandantes podían ser: «los herreros, herradores y cerrajeros del país, las fábricas de loza, cerveza y sombreros de esta villa y algunos, aunque pocos, hogares y chimeneas, donde

(1) GonzaloAnes y Alvarez de C astrillon: L o s señoríos asturianos, Dis­ curso leído el día 14 de diciembre de 1980 en el acto de su recepción pública en la Real Academia de la Historia, Madrid, 1980, p. 121. (2) Gaspar Melchor deJovellanos: “Discurso dirigido a la Real Socie­ dad de Amigos del País de Asturias, sobre los medios de promover la felicidad de aquel Principado”, 22 de abril de 1781, Obras,Biblioteca de Autores Espa­ ñoles, t. 4, Madrid, 1952, p. 450. LA INDUSTRIALIZACION DE ASTURIAS EN EL SIGLO XIX 845 se va introduciendo; y finalmente, las inmensas cantidades que consumen para caleros los labradores y dueños de obras en los concejos de Villaviciosa, Nava, Siero, Langreo, Oviedo, Lena y otros» (3). Con esa demanda potencial en la región poco progreso cabía esperar en la explotación de los recursos carboníferos. La única posibilidad de aprovechamiento del carbón de piedra era sacarlo fuera de la región, atender la demanda extrarregional. Para ello era preciso mejorar la explotación y disponer de una comunicación mejor con puerto de mar, como pasos primeros. Ya se expone esto en el Inform e (4) de Francisco Carreño y Cañedo, pues dice, res­ pecto a la primera de las cuestiones, que «benefician las mismas (las minas de carbón) los naturales con muy poco conocimiento, pues ignorando el cultivo se contentan con irlas descubriendo por encima»; en cuanto a la segunda, expone, que «todo el carbón lo conducen los naturales en carros y caballerías a la villa de Gijón, que es el puerto más inmediato y donde se embarca. Páganles los Asentistas a cuatro reales el quintal y a éstos se les pagó al prin­ cipio en el Ferrol y la Cavada a veinte y después a dieciocho, luego a trece, a diez, a ocho y ahora a seis o poco más o menos, de cuyo precio nunca podrá bajar mientras se mantengan las cosas en el estado en que se hallan; pero si se educase a los mineros bajaría un cuartillo en la saca cada quintal, y medio real en la conducción si se habriese una carretera desde las mismas a Gijón». La Real Hacienda había sacado a remate un asiento para abastecer al De­ partamento de Ferrol y las fábricas de La Cavada y «desde que comenzaron los asientos se extrajo todos los años considerable porción de carbón y en el último salieron hasta sesenta y seis mil quintales, y si fuese cierta la especie que se divulgó estos días de que S.M. manda se abastezcan de las mismas minas (Valdesoío o Langreo) los Departamentos de Cádiz y Cartagena, suponiendo que

(3 ) Gaspar Melchor de J o v e l l a n o s : “Informe hecho a S.M. sobre una representación del Director General de Minas”, Gijón, 10 de mayo de 1791, Obras, Biblioteca de Autores Españoles, t. 2, Madrid, 1952, p. 474. (4) Informe sobre las minas de carbón de piedra, y otras especies, dado con orden superior por don Antonio Carreño y Cañedo, Alférez mayor perpe­ tuo de la ciudad de Oviedo, Diputado del Principado de Asturias e individuo de la R ealSociedad Económica de Amigos del País, Oviedo, 28 de marzo de 1787. Reproducido en Luis Adaro Ruiz,Datos y documentos para una histo­ ria minera e industrial de Asturias, t. I, Los comienzos de la minería del car­ bón de piedra y de los hornos de cok. El Real Instituto Asturiano, Suministros Adaro, Gijón, 1981, pp. 47“52. 846 RAFAEL ANES ALVAREZ

éstos consuman como Ferrol y la Cavada, habría que extraer de cada un año, ciento treinta y dos mil quintales». Una carretera des­ de las minas de Langreo al puerto de Gijón era ya una necesidad sentida, para poder sacar el carbón a precio competitivo. El punto de arranque de la carretera lo determinaba la cuenca con carbones de mejor calidad, dentro de los analizados hasta entonces, y abun­ dancia, pues tenía carbón «para abastecer muchos siglos toda Europa». El punto de destino era «el puerto más inmediato» y el que, en definitiva, saldría triunfante; de nada habían servido las defensas que José del Campillo y Cossio había hecho de la Concha de Artedo, la que consideraba mejor bahía de todo el Océano, con capacidad para que fondeasen diez navios en línea, veinte fragatas y un centenar de embarcaciones menores. Aunque no sería suficiente, porque faltaban fletes de retorno, cuestión principal era mejorar el transporte del carbón desde la cuenca de Langreo al puerto de Gijón. « ¡Cuánto no abaratarían los portes, y por consiguiente los precios del carbón, si se abriesen caminos firmes y cómodos por donde pudiesen transitar carros de cubo, que llevarían triple cantidad de materias en menos tiempo y con mayor facilidad! », escribía Jovellanos (5) en Informe fecha­ do en Madrid el 9 de abril de 1789. Proyecto alternativo, que triun­ fó, fue la canalización del río Nalón, presentado por Fernando Casado de Torres, con coste muy alto y duración muy corta, ya que quedó destrozada la obra por la riada del año 1800. Al no poder rebajar los costes, el carbón asturiano no competía con el británico. Para la Comisión nombrada por la Dirección General de Minas, de acuerdo con la Real Orden de 28 de octubre de 1829, dado que «la actual falta de industria en Asturias no presenta consumo al carbón de piedra, y por lo tanto limita su laboreo», para fomentar el beneficio de las minas de carbón de piedra del Principado, el camino era promover la «exportación»: «no obstante su extraor­ dinaria abundancia y la adecuada posición de sus criaderos, tan sólo se exportan anualmente en la actualidad unos ciento cincuenta mil quintales por término medio; no pudiendo asignarse otra ra­ zón que la del variable y alto precio que le da su irregular y costosa conducción a los puertos, pues a no ser así con la falta de com­ bustible que generalmente se experimenta en la Península, y la

(5) Gaspar Melchor deJ o v e l l a n o s : “Informe sobre el beneficio del car­ bón de piedra y utilidad de su comercio”,Obras. Biblioteca de Autores Espa­ ñoles, t. 4, Madrid, 1952, p. 465. LA INDUSTRIALIZACION DE ASTURIAS EN EL SIGLO XIX 847 abundancia y facilidad con que pudieran proveerse de aquella pro­ vincia, a lo menos las marítimas, se promovería su exportación tan insignificante en el día» (6). Estaba vigente la idea de Jovella­ nos y fue, precisamente, su proyecto de carretera el que prefiere la Comisión, frente al de Ramón Secades. Las razones alegadas estaban en relación con la rebaja en los portes del carbón: «Em­ pezando en el puente de Turiellos, situado dentro del valle de Langreo al pie de los montes que encierran una muchedumbre de minas abundantísimas, su curso va naturalmente visitando las fal­ das a donde deben bajar los carbones de aquel concejo y los de Vimenes y Nava. Subiendo al Carbayín empieza a recibir los de las minas de Siero, que son riquísimas y excelentes; y cuando lle­ gue al Revollar, tomará allí los de Lieres, una de cuyas minas es la mejor y más abundante de Asturias». Con esa carretera, «los carbones que hacen hoy el camino de cinco leguas y media a seis desde Lieres y Siero, y de seis y media a siete desde Langreo a Gijón, sólo andarán por el nuevo rumbo de tres y media a cuatro desde los primeros puntos y cuatro y media desde el segundo; y su porte bajará cerca de la mitad tanto por la proximidad como por la mayor comodidad» (7). Rebajar los costes de transporte parecía logro suficiente, al ha­ cer el carbón asturiano más competitivo, para fomentar el benefi­ cio de las minas. Pero eso no podía bastar, porque no habría fletes de retorno para los barcos que cargasen el carbón asturiano y porque las pérdidas en el combustible contribuirían a que el Prin­ cipado siguiese sin poder competir. Además, la demanda de los arsenales no era lo grande que una explotación en gran escala requería. La carretera carbonera fue construida al fin por la iniciativa del banquero Alejandro Aguado, marqués de las Marismas del Guadalquivir, quien tenía intereses mineros en los concejos de Langreo y Siero. Las obras comenzaron en 1838 y la carretera Langreo-Gijón quedó terminada en 1842. Con ella se doblan los embarques, pues se pasa de 9 mil toneladas en 1838 a 18,5 miles en 1842 (8). No obstante, las importancias de carbón británico fueron

(6) Minas de carbón de piedra de Asturias. Reconocimiento hecho de orden del Rey N. Sr. por una Comisión de Facultativos, Imprenta de don José del Collado, Madrid, 1831, p. 16. (7) Ibídem, “Camino carbonero proyectado por don Melchor Gaspar Jo­ vellanos”, p. 58. (8) Memoria sobre los productos de la industria española reunidos en la exposición pública de 1850, Establecimiento Tipográfico de don Santiago 8 4 8 RAFAEL ANES ALVAREZ en ese año de 1842 de 52,4 miles de toneladas, casi tres veces más que lo embarcado en Gijón. Aunque constituyese casi una obsesión facilitar la salida por puerto de mar al carbón asturiano, el aprovechamiento del recurso natural no sería pleno mientras no se contase con consumidores a bocamina, para evitar las pérdidas y conseguir un valor añadido mayor. Un aprovechamiento pleno lo conseguiría la instalación de plantas siderúrgicas en Asturias, las que podían consumir el mine­ ral de hierro asturiano y, en todo caso, transportarlo desde Vizcaya. Como en la reducción del mineral de hierro la proporción en que entraba éste y el carbón era la de 1 a 2,2, siempre resultaría más barato trasladar el mineral de hierro. La localización ideal, desde el plano económico, de las fábricas de hierro, según las técnicas dominantes, era en la proximidad de las minas de carbón. Con ese fin, el ministro de Marina, interesado en la provisión de hierro para la Armada, trata, primero, de conocer las posibili­ dades de la Cavada y, después, de que se monte una fundición en España. El entonces ministro, Luis María Salazar, comisiona a Gre­ gorio González Azaola para que informe y haga las gestiones per­ tinentes. Azaola considera que ninguna fábrica tendría éxito si no estaba próxima a las minas de carbón. En busca de iniciativa pri­ vada, se desplaza a París, donde publica Hornaguera y hierro. Me­ moria sobre la formación de compañías que beneficiando las ricas minas de carbón de piedra de España establezcan fundiciones de hierro a la inglesa, en 1828, con clara intención de atraer inver­ sores, y después en Lieja entra en contacto con los hermanos Lesoinne. Adolphe Lesoinne considera que Asturias es el lugar ade­ cuado para levantar una fábrica de productos de hierro, porque tiene carbón y puede recibir el mineral de hierro de Vizcaya. El Gobierno da todas las facilidades y por Real Orden de marzo de 1830 se le concede a la Sociedad que se cree un régimen especial para las explotaciones mineras y por otra de septiembre de 1832 se le reservan cotos importantes en la cuenca central de Asturias y otros de hierro en Vizcaya. El proyecto de levantar un gran cen­ tro siderúrgico costero no prosperó y la Compañía, que se denomi­ naría Real Compañía Asturiana de Minas de Carbón (9), creada en

Saunaque, Madrid, 1851, p. 137. Las cifras de embarques de carbón en puertos asturianos están sacadas del certificado expedido por Apolinar Aguirre. (9) Gerard C hastagnaret : “Un éxito en la explotación de minerales no férricos españoles en el siglo XIX: la Real Compañía Asturiana de Minas”, en Bartolomé Bennassar y otros,Orígenes del atraso económico español, Ariel, Barcelona, 1985, pp. 106-143. LA INDUSTRIALIZACION DE ASTURIAS EN EL SIGLO XIX 8 4 9 abril de 1834 por la familia Lesoinne, que aportaba un tercio del capital, aunque tendría la dirección de la empresa, y liberales es­ pañoles, con los otros dos tercios, quedó como explotadora de las minas de carbón de Arnao (Avilés). Agotado el carbón mejor, el cierre era amenaza que se cernía sobre la Real Compañía y la fa­ milia Lesoinne decide reorientar la actividad hacia el plomo y el zinc, lo que hará a partir de 1849, en varias etapas, con ampliación del capital. El nieto de Nicolás Maximilien Lesoinne, Jules Hau- zeur, ingeniero de minas, participará activamente, de modo especial en la exploración de yacimientos mineros, con lo que consigue concesiones poco importantes de minas de blenda, sulfuro de zinc. Entre tanto los socios españoles, que no ven bien el proyecto, se retiran, quedando sólo el capital extranjero, a partir de 1853. Ex­ plotando primero minas guipuzcoanas, de rendimiento bajo, no tenía un futuro próspero, pero en 1856 descubre el yacimiento de calamina (carbonato de zinc) de Reocín (Santander), abundante y de buena calidad, que le da posibilidades nuevas y será el acierto industrial mayor de Asturias (10). Siguiendo un orden cronológico hay que referirse a la reaper­ tura de la Fábrica Nacional de Cañones de Trubia, de la que será nombrado director el teniente coronel de artillería Francisco An­ tonio de Elorza y Aguirre el 18 de agosto de 1844, donde es hecha la primera fusión en 1846 y donde comenzó la fundición en horno alto en 1848. En 1844 se constituye la «Asturian Mining Company», para explotar minas de carbón y montar fábricas de hierro en Mie- res, donde se enciende un horno alto en 1848, que se apaga en 1849. Esa instalación no podía tener éxito entonces por la incomunica­ ción de la cuenca del Caudal, donde estaba localizada. Es adquirida en 1852 por la Compagnie Minière et Métallurgique des Asturies, constituida en París por Grimaldi y Compañía, y en 1861 pasa a la Société Houillére et Métallurgique des Asturies, que tenía como hombre fuerte a Numa Guilhou, y adquiere la acería de Villallana, en Bárzana, concejo de Lena, de la Compañía Lenense Asturiana, que en 1846 había creado Jacquet y Compañía. Liquidada la Hulle­ ra en 1868 y vendida en pública subasta en 1870, es adquirida por Numa Guilhou, quien crea la Sociedad Numa Guilhou, sociedad que en 1879 pasará a denominarse Fábrica de Mieres.

(10) Jordi N a d a l : “Notas sobre la industria asturiana de 1850 a 1935”. Historia de Asturias, vol. 9, Edad Contemporánea, II. Economía y Sociedad (siglos XIX-XX), Ayalga Ediciones, Salinas (Asturias), 1981, pp. 162 y ss. 8 5 0 RAFAEL ANES ALVAREZ

De las dos cuencas principales de Asturias sólo estaba relati­ vamente comunicada la de Langreo, con la carretera carbonera. Mejorará la comunicación de esa cuenca con el ferrocarril de Lan­ greo a Gijón, que queda terminado en 1856. El ferrocarril daba salida a los carbones de la cuenca, donde Fernando Muñoz, duque de Riánsares, había adquirido las minas de Alejandro Aguado, a las que se unieron en 1853 las de Adolphe D'Eichthal, que era a la sazón presidente de la Compagnie Miniére et Métallurgique des Asturies. El ferrocarril daba otras posibilidades, como supieron ver los fundadores de la Sociedad Metalúrgica Duro y Compañía, que los socios colectivos Pedro y Julián Duro, Vicente Bayo y Federico Victoria de Lecea crean para dedicarse a la fundición. Levantan la fábrica en las proximidades del ferrocarril, carece de la estación de Vega. En 1859 enciende su primer horno alto, al que en seguida le acompañará otro, y contará con talleres para la fabricación de hierro maleable. La misma localización es elegida por la Sociedad Gil y Compañía, creada en 1856, con la colaboración de Elorza, para la producción de hierro en lingotes y moldería, que enciende su primer horno alto en 1859. Como cabría esperar, la sociedad más importante, la de Duro, acabará anexionando a la de Gil, comen­ zando por el arriendo, en 1864. Por ferrocarril llegaba a La Felguera el mineral de hierro de Vizcaya, aunque Duro se surtía de minas de hierro de varios con­ cejos asturianos, y por el ferrocarril salían los productos siderúr­ gicos de la fábrica. La fábrica de La Felguera empleaba, hasta un 40 por 100, mineral de hierro de Asturias: Llumeres (Gozón); Na- ranco y Villaperi (próximos a Oviedo); Artedo (al este de Cudillero); Aramil (inmediaciones de Pola de Siero), y San Claudio (concejo de Oviedo). La riqueza metálica de esos minerales iba de un 30 a Lin 50 por 100. El 60 pory 100 restante del mineral de hierro con­ sumido procedía de Ollargan y Somorrostro. La castina empleada procedía de canteras próximas a la fábrica o del concejo de Siero. La composición de la carga del horno en 1860 era: 46,3 por 100 de mineral de hierro; 33,7 por 100 de coque, y 20 por 100 de castina. La parte primera y la última de la fundición se recogía en forma de lingote, que pasaba a los hornos de pudelar, y la intermedia, por ser más pura, era destinada a la moldería de piezas gran­ des (11).

(11) Máximo F u e r t e s A c e v e d o : Mineralogía asturiana. Catálogo descrip­ tivo de las sustancias así metálicas como lapídeas de la provincia de Asturias. LA INDUSTRIALIZACION DE ASTURIAS EN EL SIGLO XIX 851

En 1867 recibió la fábrica de La Felguera el primer pedido de material para ferrocarril. Fue un pedido de barras-carriles y tabli­ llas de juntas para la línea León-Asturias. Para atenderlo montó la fábrica una tijera para cortar en frío los raíles y una sierra circular, movida por una máquina de vapor, para serrar aquellas barras que por su grosor no podían ser cortadas por las tijeras, y una máquina para rematar los carriles. El pedido no justificaba esas inversiones, pero no podía dejar de hacerlas, ya que Pedro Duro, dos años antes, declaraba que, «como los carriles empleados en nuestras vías férreas entran libres de derechos y son de calidad inferior, no hemos hecho ensayo alguno para fabricarlos, pues no pudiendo venderlos, los gastos hubieran sido enteramente perdi­ dos. Pero no puede caber duda alguna que podrían fabricarse en nuestro tren grande en vista de las fuerzas de su motor y de los apa­ ratos accesorios con que contamos» (12). En 1872 la fábrica de Duro y Compañía fundió 28.707 toneladas de mineral de hierro y obtuvo 13.334 toneladas de lingote y 12.687 de hierro laminado, utilizando en carriles y cojinetes 3.373 tonela­ das. Empleaba 930 personas y tenía una nómina de 675 mil pesetas. En ese mismo año la fábrica de Mieres fundió 11.680 toneladas de mineral y obtuvo 3.894 de lingote y 4.615 de hierro laminado (13^ Diferencia notable había entre las dos fábricas más importantes de Asturias. Pero hay que tener en cuenta las comunicaciones aún más difíciles de Mieres, que llevaba a emplear minerales de la re­ gión y de Villamanín, descartando los de Vizcaya, debido a los costes de fletes y arrastres, para lo que fue necesario un tratamien­ to especial por el contenido alto de sílice. Aunque la producción era menor en la fábrica de Mieres que la obtenida en La Felguera, la primera empleaba en 1872 un total de 1.400 obreros. La incomunicación, entre otras causas, limitaba las posibilida­ des de crecimiento de la fábrica de Mieres, por lo que era muy importante que se terminase el ferrocarril León-Gijón. Como prue­ ba de ello, declaraba en 1865 el director de la fábrica, D. Marse- ville: «para transportar 400.000 quintales de minerales diversos, 420.000 de carbones para hacer coke, 468.000 para la elaboración seguido de breves consideraciones acerca de su importancia industrial. Im pren­ ta del Hospicio Provincial, Oviedo, 1884, pp. 133-35. (12) Información sobre el derecho diferencial de bandera y sobre les de aduanas exigibles a los hierros, el carbón de piedra y los algodones, presen­ tado al Gobierno de Su Majestad por la Comisión nombrada al efecto en Real Decreto de 10 de noviembre de 1865, II, Hierros, Madrid, 1867, p. 58. (13) Máximo F u e r t e s A cf .v e d o : Mineralogía asturiana, pp. 125 y ss. 8 5 2 RAFAEL ANES ALVAREZ del hierro laminado, 160.000 de castina, o sea, en todo, 1.448.000 quintales, necesita unos 27.000 carros de 30 quintales (acudiendo directamente de las minas 630.000 quintales por wagones y ferro­ carriles nuestros)» (14). Se preguntaba el director si debía tener la fábrica esos carros o contratarlos. La fórmula mejor parecía la intermedia: «los aldeanos que sacan de dichos arrastres un gran provecho, especialmente por la posibilidad que les facilitan de man­ tenerse con bueyes para los trabajos de la tierra, en vez de ayu­ darnos a formar nuestros acopios, se esfuerzan por embarazarnos con el fin de conseguir un aumento en el precio del transporte; con este motivo estamos obligados a mantener un servicio de muías y otro de bueyes, los cuales, aunque importantes, sirven principalmente a animar los aldeanos enseñándoles que podemos dispensarnos de la participación de ellos, pues sin esto no podrían seguir los trabajos». Comunicaciones malas tenían también las instalaciones de la Compañía de Minas y Fundiciones de Santander y Ouirós, con do­ micilio social en París, constituida en 1868, para explotar minas de carbón y hierro y producir hierro colado y moldería en Quirós. Había una carretera de Quirós a Trubia, distantes 25 kilómetros, que la Sociedad Hullera de Quirós, predecesora de la Compañía de Minas, había construido. Esta, con el propósito de mejorar los rendimientos, siendo director D. J. Thiebaut, ensayó las posibili­ dades que podía tener beneficiando el mineral y levantó un pequeño horno alto, que encendió en 1870. Tanto el mineral de hierro, como el carbón y el fundente, eran de la comarca y el hierro obtenido llevado a Mieres para transformarlo en hierro dulce o emplearlo en moldería (15). Esa dependencia de Mieres le llevó a apagar los hornos en 1877. En los años en que la producción de hierro colado en Asturias fue superior a la de Vizcaya, hasta 1879, la tasa de crecimiento anual fue casi del 6 por 100. Son los años en que «la crisis de las construcciones ferroviarias, a partir de 1866, y la tercera guerra carlista, de 1872 a 1876, situaron el consumo siderúrgico español por debajo de los cálculos menos favorables», de modo que «el período 1864 a 1879, correspondiente al de la hegemonía astur, fue también el de más acentuado estancamiento de la demanda y, por

(14) Información sobre el derecho diferencial de bandera, II, Hierros, p. 116. (15) Máximo F u e r t e s A c f v f d o : Mineralogía asturiana, p p . 137 y e s . LA INDUSTRIALIZACION DE ASTURIAS EN EL SIGLO XIX 85 3

PRODUCCION DE HIERRO COLADO EN ASTURIAS (miles de toneladas)

Años Hierro colado

1861 10,3 1862 16,5 1863 16,9 1864 16,1 1865 16,0 1866 13,2 1867 15,9 1868 19,7 1869 15,7 1870 16,4 1871 20,9 1872 26,3 1873 23,5 1874 27,6 1875 26,2 1876 30,4 1877 24,2 1878 29,6 1879 29,2

PUENTE: Estadística Minera. consiguiente, de la oferta de hierro» (16). El crecimiento de la producción asturiana no tuvo continuidad, las 20 mil toneladas no se alcanzan hasta 1871 y el máximo en la producción durante el período está en 1876, con 30 mil toneladas de hierro colado. En esos años la producción de carbón creció a una tasa media anual del 2,4 por 100, pasando de 252 mil toneladas en 1861 a 387 mil en 1879. Las tres cuartas partes, aproximadamente, de esa pro­ ducción eran consumidas en la región, lo que muestra la gran de­ pendencia de la producción del consumo interior de la industria siderúrgica. En 1880 la producción de hierro colado en Vizcaya ya está por encima del que se obtiene en Asturias, donde las fábricas no habían

(16) Jordi N adal : El fracaso de la revolución industrial en España, 1814- 1913. Ariel, Barcelona, 1975, p. 234. 8 5 4 RAFAEL ANES ALVAREZ conseguido una escala de producción que permitiese unos costes unitarios que les diese posibilidades de poder competir. Tener com­ bustible no era suficiente para el desarrollo de las fábricas de hierro, si la accesibilidad de la demanda no era la que necesitaban. Cuando en Vizcaya se generaliza el procedimiento Bessemer, cuan­ do sólo eran necesarias dos toneladas, o poco más, de carbón para obtener una de acero concluido, la ventaja relativa que le daba a Asturias la disponibilidad de carbón queda anulada. Aunque la producción de hierro colado siguió aumentado, las 47 mil toneladas de 1882 no se vuelven a obtener hasta 1894, siendo la de 1901 de 55,7 miles de toneladas. Mientras tanto Vizcaya pasa

PRODUCCION DE CARBON EN ASTURIAS (miles de toneladas)

Años Producción de carbón / 1861 252,1 1862 270,8 1863 307,4 1864 271,4 1865 339,3 1866 272,0 1867 313,4 1868 358,2 1869 367,2 1870 357,0 1871 371,0 1872 424,5 1873 388,2 1874 388,7 1875 381,2 1876 406,9 1877 365,2 1878 380,8 1879 395,8

FUENTE: Germán O j e d a : Asturias en la industrialización española, 1833- 1907, Siglo XXI y Servicio de Publicaciones de la Universidad de Oviedo, 1985, p. 335. LA INDUSTRIALIZACION DE ASTURIAS EN EL SIGLO XIX 855

de 34,2 miles de toneladas de 1880 a 245,2 en 1901 (17). La hege­ monía asturiana había terminado y eso que en 1884, al quedar terminado el ferrocarril Madrid-Gijón, al abrir el paso del Pajares, mejoró la accesibilidad a los productos del Principado. Ante la imposibilidad de competir con Vizcaya si no llevaban a cabo una renovación total de instalaciones, con las inversiones que eso supondría y sin garantía de rendimientos aceptables, los empresarios prefirieron aprovechar las posibiidades que ofrecía el carbón. Nuevamente se ve al carbón como producto para la «ex­ portación». Para conseguirla en volumen grande era necesario re­ bajar los costes de transporte, tarifas ferroviarias menores y mejores condiciones del puerto de Gijón. Sobre ello incidía tam­ bién las pocas cargas de retorno. Como todo eso era difícil conse­ guirlo, el camino elegido para hacer frente a la competencia del carbón británico fue tratar de lograr la reserva del mercado na­ cional y concentrar la producción. Con el fin de tener más fuerza a la hora de pedir protección, los carboneros asturianos crean, en 1890, la Liga de los Intereses Hulleros de Asturias, que muy pronto pasará a ser Liga General de los Intereses Hulleros de España. Como la corriente era proteccionista, los derechos al carbón im­ portado, que eran de 1,25 pesetas/tonelada desde 1882, quedan fijados en 2,50 pesetas/tonelada por el arancel de 1891. Esa pro­ tección, tanto mayor cuanto lo fuese la tasa de inflación, se man­ tuvo, a pesar de las peticiones de los carboneros, en 2,50 pesetas hasta el arancel de 1906, salvo la subida, por unos meses, a 3,50 pesetas/tonelada en 1895. El contar con un mercado protegido, la producción de carbón en Asturias, que en 1880 era de 424,9 miles de toneladas y de 620,7 en 1889-90, llega a los 1.360,6 miles de toneladas en 1900. El aumen­ to fue especialmente grande en la década de 1890, pues creció la producción a una tasa media anual del 8,2 por 100, frente al 3,9 por 100 de la década anterior. Casi las dos terceras partes de la producción de carbón asturiano era consumida fuera de la región, aunque no podía competir con el británico. Este en 1895 salía en Bilbao a 19,56 pesetas/tonelada el cribado y a 13,84 el menudo, mientras que el asturiano resultaba a 24,60 pesetas/tonelada el cribado y a 19,60 el menudo (18). De ahí que se pidiese protección

(17) Jordi N a d a l : El fracaso de la revolución industrial en España, Apén­ dice 6. (18) RafaelA n e s y Germán O j e d a : “La industria asturiana en la segunda mitad del siglo XIX: de la industrialización a la expansión hullera”,Revista de Historia Económica, año I, núm. 2 (octubre, 1983), pp. 28 y 29. 856 RAFAEL ANES ALVAREZ mayor, como hacía en 1895 la Liga de los Intereses Hulleros: «para que los carbones asturianos puedan llegar a Bilbao y Barcelona en competencia con los carbones ingleses es preciso que se recar­ guen estos últimos con un derecho arancelario suplementario que varíe de 3 a 5 pesetas, o sea, 4 pesetas término medio, de manera que los derechos actuales, que son de 3,5 pesetas por tonelada, deberían elevarse a 7,50» (19). Ni con esas 4 pesetas más por tone­ lada podía competir entonces en precio el carbón asturiano, pues había una diferencia de casi 6 pesetas en el precio a bocamina y de más de 3 en los costos de transporte por ferrocarril y mar, se­ gún los datos que ofrecía la Liga. Casi el 70 por 100 de la producción asturiana de carbón la obtenían cuatro sociedades: Fábrica de Mieres; Unión Hullera y Metalúrgica de Asturias; Hullera Española, y Hulleras del Tu­ rón (20). La Sociedad Unión Hullera y Metalúrgica de Asturias quedó constituida en 1886, al fructificar los trabajos de Luis Adaro y Magro, por fusión de las sociedades D'Eichthal, María Luisa y La Justa; en 1888 adquirió los grupos mineros Sama y Santa Bár­ bara y en 1906 se fusionó con Duro Felguera. La Sociedad Hulleras del Turón, con Víctor Chávarri y Pedro Gandarias como promoto­ res, fue creada en 1890; con la entrada de capitalistas vascos co­ menzaba el desplazamiento del capital extranjero en la minería del carbón asturiano. La Sociedad Hullera Española se constituyó en 1892, con los activos de Claudio López Bru, marqués de Comillas, minas de Aller, Lena y Mieres, hornos de coque y fábrica de aglo­ merados de Ujo. Esas sociedades producían carbón para venderlo fuera de la región a fábricas de hierro, ferrocarril, marina, etc., y también para la propia región, en la que habían aumentado los talleres metalúrgicos. Entre Vizcaya y Asturias, como había pronosticado Luis Adaro y Magro, tendió a haber cierta complementariedad, al ir carbón para la primera y orientarse las fábricas asturianas a la elaboración de artículos que requerían más carbón. No todo fue carbón y hierro en la industria asturiana del siglo XIX, pero sí lo más importante, aunque los resultados no hayan sido muy brillantes, en lo que sin duda influyó su situación peri­ férica y los altos costes de transporte, derivados de esa situación y de la tradicional incomunicación del Principado. Otras realiza-

(19) Exposición a la Junta de aranceles de la Liga de los Intereses Hulle­ ros de España, Madrid, 1896. (20) Germán O j e d a : Asturia^^en la industrialización española, p. 358.

J ... .,;V 1

\ LA INDUSTRIALIZACION DE ASTURIAS EN EL SIGLO XIX 8 5 7 ciones industriales, sobre todo las que se dan en los años finales del siglo, parecían dar posibilidades nuevas a la región asturiana: las relacionadas con la preparación de alimentos, molinos, fábricas de chocolate, salazón de manteca de vaca, escabeches, salazones, con­ servas, embutidos, cerveza, bebidas gaseosas; azucareras; fábrica de vidrio; fábricas de loza, ladrillos refractarios, azulejos, baldo­ sas, tejas y ladrillos; fábrica de pólvora, textiles algodoneras, etc. (21). Difícilmente podían tener demanda grande, lo que limi­ taba su desarrollo, y el peso que había adquirido la minería del carbón hacía que a ese sector se dirigiesen los intereses de los em­ presarios.

(21) Jordi N a d a l : “Notas sobre la industria asturiana,1850 de a 1935” , pp. 111-177. UNA PUNTA DE COBRE TIPO PALMELA PROCEDENTE DE FARIZA DE SAYAGO (ZAMORA)

POR

ANTONIO JUANEDA GAYELAS

Queremos dar a conocer un ejemplar de «punta de jabalina» de cobre, más conocida arqueológicamente como punta de tipo Palmela, que, por su especial interés, es motivo del presente tra­ bajo. El hallazgo fue realizado por un vecino de la localidad de Fariza de Sayago (Zamora), en los alrededores de la misma, pero sin que conozcamos su fecha de recogida. La pieza sería posteriormente entregada por su descubridor a don Francisco Diego Santos en 1960, la cual obra en su poder en la actualidad y que amablemente la ha cedido para el presente estudio. Deseamos por ello expresarle nuestro agradecimiento. Desconocemos por completo las circunstancias en que se pro­ dujo el hallazgo y sin que podamos precisar si fue un elemento aislado o estaba relacionado con otros materiales arqueológicos, es decir, como perteneciente a algún tipo de estructura de hábitat o de enterramiento. Antes de proceder a su descripción debe de­ cirse que el ejemplar de Fariza ya era conocido, desde hace algunos años, desde el punto de vista arqueológico y siendo mencionado por algún autor (1); si bién se desconocía con exactitud su lugar de origen (se mencionaba como procedente de Zamora) y la mor­ fología del mismo.

(1) D e l i b e s d e C a s t r o , G .: El vaso campaniforme en la Meseta Norte, Studia Archaelogica n.° 46, p. 109, Valladolid, 1977. 8 6 0 ANTONIO JUANEDA GAYELAS

DESCRIPCION DE LA PIEZA

Es una punta de cobre de las llamadas, por sus características, de tipo Palmela. La hoja es casi plana, disminuyendo su espesor en ambos bordes (sección lenticular), y es ligeramente más larga que el pedicelo, cuya sección es casi cuadrada. Sus medidas son: Long.: 75 mm.; Anch. máxima: 23 mm. La punta presenta ambas caras muy meteorizadas, pudiéndose obser­ var, sin embargo, en el inicio de una de ellas algún rasgo de lo que fue su mesa central. Sus bordes y la redondez de la extremi­ dad distal confieren a la punta una forma ovalada. Se observan algunos poros de corrosión por la acción de cloruros en uno de los bordes. El color de la pieza es negro, como consecuencia de la gran oxidación del cobre. La punta entraría, por su morfología, dentro del prototipo Al, según la clasificación propuesta por Delibes de Castro (2), y que se caracteriza por tener la hoja ovalada, biselada en sus dos bordes y ligeramente convexos.

ANALISIS QUIMICO

En la intención de conocer la composición elemental de la mues­ tra, hemos procedido a su análisis utilizando el procedimiento de microanálisis por energía dispersiva de rayos X. Este método tie­ ne la ventaja de que no produce ninguna alteración superficial de la muestra y el inconveniente de utilizar un área muy pequeña. Esta última circunstancia queda en parte solucionada al superpo­ ner varios campos hasta completar una superficie explorada de unos 32 m m 2. Las limitaciones que subsisten se derivan de haber efectuado cierto grado de meteorización que provoca la emisión de rayos X. La no disponibilidad de elementos puros para utilizar como patrones de cuantificación nos limitó el análisis a poder precisar únicamente un contenido de cobre del 92,15% y a detectar cuali­ tativamente la presencia de los restantes elementos. Por lo tanto, los resultados que a ellos se refieren sólo pueden considerarse co-

(2) D e l ib e s d e Ca s t r o , G .: Op. cit., p. 110. (3) El análisis fue realizado mediante un microscopio electrónico de ba­ rrido (S.E.M.) Philips 505, provisto de microsonda para análisis por energía dispersiva de rayos X ECON-III (EDAX). Previamente se procedió a una limpieza de la pieza con acetona en un limpiador por ultrasonidos durante dos minutos. Fg. 1 : Punta de cobre procedente de Fariza de Sayago (Zamora). Fg. 2: Espectro cualitativo de la punta de cobre, realizado por energía dis­ persiva de rayos X. Lugar de procedencia de la punta de cobre. Punta de cobre tipo Palmela. PUNTA DE COBRE TIPO PALMELA PROCEDENTE DE FARIZA DE SAYAGO 861 mo estimativos en base a una cierta experiencia en la lectura de espectros. La presencia de arsénico se puede estimar entre el 1 y el 2%. Se hallan presentes otros elementos, como el hierro, con un contenido no superior al 0,50%. Pasamos a continuación al análisis de los datos obtenidos. El porcentaja en Cu es relativamente bajo si lo comparamos con los análisis realizados sobre ejemplares de la Meseta Norte; así es, por ejemplo, que la media en Cu de los ejemplares metálicos de la Tumba de Celada de Robledo (Palencia) (4) es de 95,88%, mientras que el arsénico da un 1% y un 1,28% de hierro como contenido medio. El resultado de nuestra muestra aportó otros elementos químicos, como el azufre (presencia de sulfatos) (5), cloro, silicio, calcio y aluminio, pero todos ellos parecen tener un carácter exóge- no, debido a una deposición posterior ajena al proceso de elabo­ ración metalúrgica. La aparente disminución del contenido en cobre en la muestra analizada puede deberse al estado superficial (rugosidad y meteo- rización), imposible de eliminar sin deteriorar la pieza. En estas con­ diciones el espectro recogido va a presentar un incremento aparente de la proporción de elementos ligeros presentes (excitados por fluorescencia) que nos van a falsear ligeramente la lectura de los elementos básicos. Por otra parte, la superposición de elementos provenientes del proceso de meteorización y el carácter condicionadamente super­ ficial del análisis dan lugar a la obtención de contenidos de cobre que pueden considerarse como «límites inferiores» de composición, sin olvidar la posible heterogeneidad a que puede dar lugar una me­ talurgia sencilla. Puede estimarse, según el espectro de rayos X, que la suma porcentual de estos elementos oscilaría entre el 5 y el 6%; en con­ secuencia, el porcentaje real del Cu en relación a los otros mate­ riales integrantes estaría entre el 97 y el 98%. Estos resultados estarían más acordes con los obtenidos en las puntas Palmelas y otros restos metálicos procedentes de la Meseta Norte. Por el con­ tenido de arsénico, el ejemplar de Fariza puede considerarse como

(4 ) D e l ib e s d e C a s t r o , G. y F d e z .-M ir a n d a , M . : La Tumba de Celada de Roblecedo (Palencia ) y los inicios del Bronce Antiguo en el Valle Medio y Alto del Pisuerga, Trabajos de Preh. n.° 38, pp. 168-169, 1981. (5) La presencia de azufre puede explicarse como consecuencia de un proceso de fusión de carbón vegetal. (6) Atendiendo al lógico deseo de su propietario se desestimó toda acción que supusiera algún tipo de deterioro de la pieza. 8 6 2 ANTONIO JUANEDA CAVELAS

un cobre arsenical, característico de la metalurgia ibérica (7), ya que, según autores como Sangmeiter y Harrison, las piezas de co­ bre para ser consideradas como tales deben tener un contenido en As entre el 0,1 y el 6% (Grupo E01). Para Selinmkhanov y Ma- rechal se puede hablar de intencionalidad cuando la proporción de As se sitúa entre el 1,5 y el 3% (8). Discrepamos de la opinión de estos autores en lo que se refiere a la intencionalidad aleante del As dentro de estos porcentajes, dado que las menas de cobre y arsénico frecuentemente se presentan juntas y no es fácil sepa­ rarlas metalúrgicamente. Creemos, pues, que la aleación Cu/As presente en la punta de Fariza se ha producido de una manera natural, es decir, sin intervención humana. Las puntas del tipo Palmela representan un elemento caracte­ rístico de la cultura campaniforme en su fase avanzada, como es el caso del Grupo Ciempozuelos, ampliamente representado en la Meseta Norte. El número de ejemplares recogidos hasta la fecha es de 60, en lo que se refiere a la cuenca alta y media del Duero, y de los que cuatro —incluido el ejemplar de Fariza— pertenecen a la provincia de Zamora. Esta punta Palmela fue recogida dentro de un área geográfica en donde, hasta el momento, todos los hallazgos metá­ licos de este tipo han aparecido sin acompañamiento de cerámica campaniforme, como son los casos de Rosinos de Vidríales y de Montamarta (9), ambos en la provincia de Zamora. El Grupo de Ciempozuelos parece que no llegó a este área, en el que si bien apa­ recen los mismos elementos metálicos, éstos se hayan desprovistos de la típica cerámica que caracteriza este horizonte. Su proyección cultural se extiende, dentro del cuadrante Norte peninsular, por la costa central cantábrica, teniendo por el Oeste sus límites en las tierras de León. Esta desconexión, en este caso de las Palmelas, con la cerámica campaniforme estaría más vinculada al fenómeno atlántico, cono­ cida como Grupo de Montelavar (10). El puñal de la cercana loca-

(7) Briard , J. : Les dépost bretons et l’Age de Bronce Atlantique, Tra­ vaux de lavoratoire d’Anthropologie Préhistorique de la Fac. des Sciences de Rennes, pp. 58-59, 1965. (8) Selimkhanov y Maréchal : Nouvelle conceptions sur les debuts de la metallurgie Preh. Française, LXII, pp. 423-449, 1965. (9) Martin V alls, R. y D elibes de Castro , G.: Hallazgos arqueológicos de la prov. de Zamora (III), BSAA, XL, II: 1976, pp. 429-431. (10) Este grupo cultural, propio del área atlántica peninsular, se carac­ teriza por sus tumbas individuales, por la presencia de puntas Palmela, pu- PUNTA DE COBRE TIPO PALMELA PROCEDENTE DE FARIZA DE SAYAGO 8 6 3 lidad de Almeida de Sayago podría apoyar este sentido. Este ejemplar, junto al asturiano de Gumial y el del ídolo de Peñatú, parece reflejar una influencia atlántica en la zona. Pero nada de todo esto es seguro. El hallazgo de esta punta fue realizado en un espacio geográfico donde parecen encontrarse las influencias culturales de ambos grupos, el de Ciempozuelos y el del Montelavar, pudiendo pertenecer a cualquiera de los dos; máxime si tenemos en cuenta que en la misma provincia han aparecido, igualmente, yacimientos con cerámica campaniforme como el de Villabuena del Puente y el de los Pasos (11). En cuanto a la cronología de este tipo de punta, creemos que no ofrece discusión alguna. Los numerosos datos aportados por las investigaciones al respecto la sitúa dentro de un Bronce Anti­ guo (1800 a.C.), pudiendo perdurar hasta la mitad del segundo milenio, ya en el Bronce Medio. Esperemos que las futuras prospecciones —hasta ahora casi inexistentes— que se realicen en la zona puedan ofrecer mayor luz sobre este tema.

AGRADECIMIENTOS

Deseo agradecer la colaboración de don Francisco Diego Santos, quien amablemente me ha cedido la pieza para su estudio, y a los profesores Verdeja y Riba, del Dpto. de Ciencia de Materiales de la Universidad de Oviedo, a quienes se debe la realización del aná­ lisis.

ñales de lengüeta, brazaletes de arquero..., pero sin la cerámica característica del Grupo Ciempozuelos (11) Maluquer de Montes , J .: Nuevos hallazgos de la cultura del vaso campaniforme en la meseta, Zephyrus, XI, pp. 119-121, 1960. LA CORTE DE PRAVIA. FUENTES DOCUMENTALES, CRONISTICAS Y BIBLIOGRAFICAS

POR

F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

Los trabajos de investigación realizados hasta ahora sobre la corte de los reyes asturianos en Pravia han sido muy escasos. Bre­ ves referencias en historias generales, descripciones y análisis más o menos completos acerca de Pravia y de la iglesia de San Juan de Santianes o noticias relativas al espacio geográfico relacionado con la iglesia palatina de Silo y Adosinda, de valor muy desigual. Recien­ temente, Santianes de Pravia ha recuperado un cierto protagonis­ mo histórico. Las excavaciones previas a las obras de restauración emprendidas entre 1975 y 1980 y varios hallazgos de gran interés arqueológico, antes y después de dichas obras, reclamaron, de nue­ vo, el interés de los historiadores no sólo por una iglesia, la de Santianes, que constituye un claro eslabón entre el mundo visigodo y el prerrománico asturiano, sino también por la propia corte de Pravia, sumida prácticamente en el olvido (1). Nosotros hemos tratado de recopilar y ordenar en este trabajo las piezas documentales medievales, que aporten noticias de cual-

(1) La referencia de los trabajos más recientes: M J.enendez Pidal. “La basílica de Santianes de Pravia (Oviedo)”,Actas del Simposio para el estudio de los códices del ’Comentario al Apocalipsis’ de Beato de Liébana, v. I (Ma­ drid, 1980), pp. 279-87. También: F.J.F ernandez Conde -M.C. Santos del V alle, “El visigotismo de la corte de Pravia. Testimonios arqueológicos”, Actas del II Simposio de Arqueología medieval española, v. I (Madrid, 1987). 866 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE quier índole sobre el embrionario aparato cortesano de Pravia en todos sus aspectos. Y nos ceñimos exclusivamente al Medievo por considerar que la documentación más reciente resultaría mucho menos significativa a la hora de reconstruir dicho ámbito políti- co-institucional. También hemos pretendido catalogar sistemática­ mente todas las referencias bibliográficas, por lo menos las más importantes, hasta la época presente, porque, aunque muchos de sus autores, la mayoría seguramente, adolezcan de rigor histórico, gran parte de ellos fueron muy sensibles a tradiciones y leyendas, las cuales, leídas en su conjunto, pueden ofrecer evidencias y hasta servir de orientación a futuras investigaciones. El tratamiento de este doble tipo de fuentes es sucesivo y la organización de todos los materiales se ajusta a un modelo cronológico estricto. La historia antigua de Pravia está aún por hacer (2). Con todo, esta comarca no es una realidad histórica indocumentada. Testi­ monios arqueológicos y toponimia nos hablan de un aspecto geo­ gráfico bien poblado y con un nivel de romanización notable, parecido al de otras zonas limítrofes, abiertas, asimismo, al mar por rías importantes como Avilés, Gijón y Villaviciosa. Su situa­ ción favorable, y el hecho de estar bien comunicada o cercana a una vía de primer orden fueron factores determinantes en Silo y Adosinda a la hora de seleccionar un lugar para establecer su corte y dejar definitivamente Cangas de Onís. En trabajos sucesivos ire­ mos catalogando y analizando esa otra documentación toponímica y arqueológica, relacionada con las épocas más antiguas. Aquí nos limitaremos a recoger documentos y noticias cronísticas relaciona­ das directa o indirectamente con los monarcas astures y con el territorio de Pravia en la primera Edad Media.

I.—LA DOCUMENTACION ALTOMEDIEVAL

Los diplomas altomedievales referentes a Pravia y a la corte de Silo o sus sucesores son muy escasos. En este elenco incluimos to­ dos aquellos que tengan algo que ver con dicha realidad, tanto si son de origen asturiano como de procedencia foránea. En cualquier caso, creemos que pueden servir para aportar algún conocimiento de mayor o menor envergadura sobre este período oscuro de la monarquía astur.

(2) Un buen artículo de síntesis sobre el concejo de Pravia: M.López de la Torre , “Pravia”,Gran Enciclopedia Asturiana, v. XII (Gijón, s/a), pp. 21-56, con una breve nota bibliográfica. LA CORTE DE PRAVIA 8 6 7

I

Silo dona un «locum orationìs» en Galicia.

775, agosto 23.

El rey Silo dona a varios clérigos el lugar de L ucís, entre los ríos Eo y Masma, para fundar un cenobio.

«[Christus]. Silo. Macnum adque preclarum est locum abitacio- nis propter mercedem anime mee facere donationem ad fratres et servos Dei Petri, presviteri, Alanti, conversi, Lubini, conversi, Aviti, presbiteri, Valentini, presbiteri, vel aliorum fratrum, qui in ipso loco sunt, vel quem Deus ibi adduxerit, quia nobis pedes obscula- verirunt ipsi servi Dei, ut darem eis locum orationis in cellario nostro qui est inter Iube et Masoma, inter ribulum Alesancia et Mera, locum qui dicitur Lucis, determinatum de ipsa villa ubi ipse noster mellarius abitavit Espasandus et per illum pelagum nigrum... Ec omnia supra nominatum dono vobis Deo adque concedo per nostrum fidelem fratrem Sperautane abatem, ut oretis pro merce­ dem mee in eclesia que edificata fuerit...» (3).

Este diploma tiene notable interés, aunque se refiera a un santuario gallego, construido en el «cellario» del rey Silo, al año siguiente de haber sido éste elevado al solio regio. ¿Podría cons­ tituir un indicio de la ascendencia gallega del soberano astur? No parece una hipótesis desprovista de fundamento o, por lo menos, de verosimilitud. Además, la realidad religioso-monástica reflejada en el contexto del documento, irreprochable desde el punto de vista de la autenticidad, puede ser una buena referencia a la hora de concebir la naturaleza de los monasterios-santuario-residencia, cons­ truidos en Pravia en la época asturiana, como es el caso de San- tianes o de San Andrés del Campo, vinculados ambos a la vida cortesana de los monarcas astures.

(3) En este trabajo indicaremos solamente como reseña crítica de cada documento la última publicación del mismo o si ésta fuera defectuosa, aquella que consideremos más válida. Para este diploma:A. M illares Carlo , “El Diploma del Rey Silo”,Joyas Bibliográficas. v. I (Madrid, 1971), p. 47. 868 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

II

Supuesta carta de Silo al arzobispo de Toledo Cixila.

77, febrero 24. Pravia.

El rey Silo escribe al arzobispo de Toledo Cixila con el que mantenía unas relaciones muy estrechas, anunciándole el envío de objetos eclesiásticos, de parte de la reina Adosinda, para la iglesia de San Tirso, que el prelado toledano quería llevar a buen término.

«Santissimo et Deo amabili D. Cixilani, ecclesiae toletanae ar­ chiepiscopo: Silo Rex Oveti et Praviae, salutem. Per manus He- lipnadi archidiaconi et Petri diaconi vestrorum accepi litteras paternitatis tuae et fidelium in civitate tecum panem doloris comme- dentium. Dolet me quod hic sic miserabiliter vitam transeatis et habeo magnam de vos compassionem, quod tanta mala sufferatis inter istos Biotenatos Sarracenos, qui non contenti mittere super vos tam desaforatos vectigales, quotidie quaerant vos ad mortem et quod ibi fueritis in magno periculo vestrarum vitarum, quia ibi coepistis aedificare ecclesiam Sancii Tyrsi Martiris, prope Mesqui- tam maiorem, et alguacellus Zuleyma Jucef Abenabdil, qui regit Toletum, voluit vos occidere; sed appellantes ad iudicem Mahomad Abenrramin iussit dimitti vos et dedit licentiam aedificandi ob pe- cuniam, quae illi dedistis. Isti mauri nihl faciunt nisi praetextu lucri; tamen ad illum scribo, gratias agens ob favorem, quod dedit vobis, et rogo, ut vos faveat et oro illum, ut det facultatem rever- tendi ad vos Argerico, quondam abbati Agaliensi, qui mihi saepe dixit nullam se habere causam, quod Mahomead Abenrramin voluit eum occidere (cum erat Alcaydus Toleti) nam cum Sanctus Nico­ laus Martyr Ledesmae, ibi natus apud vos, filius Alcamani, et frater Gaiafri, factus es Christianus, non erat ille in oppido et quod sus- pitione tantum huius rei Abenrramin patruus dicti Nicolai voluit eum interficere. Si non potuero cum ilio, illum adiuvando Sanctum et refovebo. Soror eius Sarra, bona foemina, obiit in Pravia et ego feci eam sepeliri cum honore, ut sancta mulier merebatur. Bene- dictionem vestram, quam misistis ad reginam Adosindam, accepit illa de bona volúntate insimul et reliquias, quas ponemus in eccle­ sia de Oveto, cum perfecta fuerit. Ego cum regina me puto sepelire in ecclesia Sancii Ioannis de Pravia. Nunc autem regina remittit pro nova vestra ecclesia Sancii Tyrsi Martyris (quam iam audivi LA CORTE DE PRAVIA 8 6 9 quod absolvistis) quaedam munuscula: calice argenteum et pate- nam cum aquamanili et cum suo naso et in operculo corona nostri Regni, cum nomine tuo et meo per compendium sic: C.S. serviet ad dandum sanguinem Domini populo. Audivi quod composuistis hymnum in dedicatione Sancti Tyrsi Martyris et civis Toletani, ut retulerunt mihi tuos legatos, et alium de S. Vicentio et Laeto To- letanorum, qui passi sunt (ut illos mihi dixerunt) sub Caecilio Apolinare Praeside Hispaniarum in urbe Libosoca, alium com­ posuistis, mittat tua paternitas illos ad me, ut nostri clerici habeant quid cantent. Mittimus ad vos hymnum de S. Martyribus Filiberto et socio eius, passis in urbe Titulcia, quos audivi esse Toletanos, sub Marco Aurelio Valentiniano, annos 263, cum esset Melantius achiepiscopus Toleti. Missimus etiam ad vos Argericum et Magnum abbates, viros honore dignos, qui vos consolentur, et osados de nostris vestris negotiis loquantur. Tractate illos cum humanitate et charitate. Orate pro me et pro Regina. Deus vos custodiat. Amen. In Pravia 24 Februarii. Era 815» (4).

La falsedad de este documento, que publica Sandoval por pri­ mera vez, es evidente. Este mismo autor, muy crédulo, aunque lo dé por bueno, también tuvo algunas dudas sobre él. Su interés radica en esas relaciones intensas con Toledo, que parece mantener la corte de Pravia. Se ve que a comienzos de la Edad Moderna, cuando se forja el falso, los responsables de la «refacción» tenían ya claras preocupaciones neogoticisitas al concebir la realidad his­ tórica de la corte asturiana de Silo, muy fuertes, como es sabido, durante el reinado de Alfonso III el Magno (866-910).

III

Supuesta carta fundacional de Santa María de Obona.

780, enero 17.

Adelgaster, hijo del rey Silo, juntamente con su mujer Brunil- di, funda el monasterio de Obona en una heredad propia, ._ - ..

«...Ego Addelgaster filius Silonis Regis, una cum coniuge mea Brunildi, inflamad divino spiritu, et a Deo omnipotenti visitati

(4) Cfr. : P. de Sandoval . Historias de Idacio obispo (Pamplona, 1615), pp. 108>-110. 8 7 0 F.J. FERNANDEZ CONDE-JVLC. SANTOS DEL VALLE metuque mortis inspicientis, placuit nobis et in propria nostra venit volúntate, ut edificaremus Monasterium in propria nostra hereditate, quam habemus iuxta rivulo discurrente Erdeina, loco nominato Obona, in qua primum pro remedio animae nostrae et parentum nostrorum, ad honorem Dei et Beatae Mariae matris eius et Sancti Michaelis Archangeli et Sancti Ioannis Evangelistae et Sancti Antonini Martiris et Sancti Benedicti Abbatis, cuius ordinem in ipso Monasterio instituimus, et omnium Sanctorum Dei, ut dig- nam remunerationem recipiamus... Damus et concedimus in ipso Monasterio Sanctae Mariae de Obona nostras haereditates et cria- tiones, scilicet, ipso loco de Obona, per suos términos antiquos... et quidquid infra istos términos continetur, villas populatas et illa villa de Sancto Romano et Mûries Vaccello et Villaluz, montes, fontes, molinarias, brañas, totum ab integro damus Deo et Monas­ terio Sanctae Mariae de Obona, excepto Villatrice, quae damus a Doña Elo. Extra istos términos damus Simproniana et Baorres et Piando et Laenes. Damus siquidem nostras criationes nominatas Saderno... et isti servant Monasterio Sanctae Mariae de Obona in quantum et quale servitium ab Abbate vel Vicario uius Monasterii eos vocaverint... Et in die qua vocati ad servitium fuerint, habeant portionem edendi et bibendi, scilicet, libra una et quarta pañis milli vel de alio seundo; et portionem favae et milli vel de alia edulia et sicere, si potest esse. Et si in Monasterio assiduitas fuerit serviendi, habeant praedictam portionem victualis et vestimentum sicut ipsa domus Dei sufficere potuerit. Et si forte aliquis ex istis socium fratrem perçussent pugno vel manu aut virga vel aliquo ligno aut ferreo, ita ut non effundat sanguinem, solvat quinqué solidos et tres flagellas accipiat. Si autem eum perçussent aut sanguinem effudat, reddat decem solidos et quindecim flagellas accipiat. Si forte in ipsis plagis brachium vel aliquod ex membris fregerit, reddat triginta solidos et viginti flagellas accipiat. Si forte caso veniente aut propria volúntate eum occiderit, reddat centum et sexaginta solidos et quingentas flagellas accipiat; tamen in suo praestimonium et in servitio sibi iniuncto permaneat. Nullum ex eis demus licenciamdo potestatem ullum dominium accipere, nec habere comendarium nisi soli Deo et Beatae Mariae matris eius et Abbatem et Monachos in loco isto sancto de Obona Deo servientes, et cui ipse Abbas et monachi voluerint; et quanta calumnia fece- rint, sistant et emendent sicuti Abbas et eius vicario omnem ius- titiam observantes et metu gehennae iudicaverint et mandaverint. Damus,siquidem in ipsa domus Dei viginti vacas... Et ad ornamen- tum Eclesiae damus octo vestimentis... In ipsa autem domus Dei LA CORTE DE PRAVIA 871

non damus nulla potestaem ad aliquam personam, nisi tantum ad Abbatem et Monachis ibi sub regula Beati Benedicti Abbatis ser- vientibus... Regnante Principe nostro Silone cum uxore sua Ado- sinda...» (5).

En la actualidad, nadie duda de la falsedad de este documento. Floriano Cumbreño que establece ciertos paralelismos entre el mis­ mo y otro falso relacionado con Santa María de Covadonga, cree que se trata de «una refacción erudita del siglo XVI, hecha a la vista de uno o más documentos del siglo XII» (5 bis). Su contenido histórico general y en concreto lo relativo al rey Silo debe de ser nulo. Creemos que sólo sirve como exponente de antiguas tradicio­ nes, fácilmente aceptadas a comienzos de la Edad Moderna. Ni siquiera resulta útil para definir la realidad de Adelgaster, ese po­ sible hijo espurio del soberano astur (6).

IV

Pacto monástico de San Vicente de Oviedo.

781, noviembre 25.

El presbítero Montano al frente de 25 monjes establece un pacto monástico con el abad Fromistano para adoptar la vida monás­ tica en el cenobio de San Vicente de Oviedo, un lugar ocupado y poblado veinte años antes por Máximo, sobrino de dicho abad.

«Regnante domino Silone Principe» (Data cronológica del esca- tocolo) (7).

Muchos autores modernos, que se ocupan del reinado de Silo, constatan la fundación del monasterio de San Vicente durante su reinado. Pero el soberano astur no tuvo ninguna relación con este episodio de la historia de la capital asturiana.

(5) Cfr. A.C. F loriano Cumbreño , Diplomática española del período astur, v. I (Oviedo, 1949), n. 10, pp. 72-74. (5 bis) O.c., p. 77. (6) Sólo conocemos esta mención de Adelgaster. El resto de la documen­ tación silencia la existencia de este posible hijo ilegítimo de Silo. Por ello nos parece demasiado inconsistente su posible realidad histórica, que tiene única­ mente en su favor un diploma falso. (7) P. FlorianoL lórente , Colección diplomática del monasterio de San Vi­ cente de Oviedo (SV) (Oviedo, 1968), p. 31. 8 7 2 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

V

El acróstico de Mauregato.

(783-789).

Himno para la fiesta litúrgica de Santiago Apóstol con una le­ yenda, en forma de acróstico, en honor del rey Mauregato.

«O raex regnum pium Maurecatum aexaudi cui prove oc tuo amore preve» (8). El himno es anónimo. Pérez de Urbel lo atribuyó a Beato de Liébana. Modernamente, el profesor Díaz y Díaz lo ha negado. En realidad, todo hace pensar que su autor fuera de la facción parti­ daria de la entronización de Mauregato y enemigo de Alfonso II, el cual había intentado reinar en Pravia, a la muerte de Silo, con el apoyo de la reina Adosinda. Que Beato de Liébana perteneciera al grupo político defensor de los intereses alfonsinos y de la reina viuda parece claro. Sabemos que éste y Eterio coincidieron con otro eclesiástico, el abad Fidel, en el transcurso de la profesión religiosa de Adosinda, después de la caida de Alfonso II. Díaz y Díaz, una vez analizadas las fuentes literarias del famoso himno a Santiago, no está seguro de que su texto se hubiera com­ puesto en el siglo VIII. Pero si realmente fuera así, el autor del mismo debía de estar familiarizado con los asuntos de Galicia, donde comenzaba a despuntar entonces la devoción al Apóstol. Y en este caso, podríamos plantear otra hipótesis verosímil: los va- lidores de Mauregato, enemigos al mismo tiempo de Alfonso II, debían de tener su punto de apoyo más firme en Galicia. De hecho, fue en Galicia donde Silo tuvo que sofocar una rebelión de cierta entidad, la única acción bélica destacada de su corto reinado (9).

(8) M.C. D íaz y D íaz, De Isidoro al siglo X. Ocho estudios sobre la vida literaria peninsular (Barcelona, 1976), pp. 234 y ss. (Los himnos en honor de Santiago de la liturgia hispánica). (9) O.c., pp. 261 y ss.: análisis de las fuentes literarias del mismo. LA CORTE DE PRAVIA 8 7 3

VI

Carta de Beato y Eterio a Elipando de Toledo.

785, diciembre.

Beato de Liébana y Eterio de Osma escriben al arzobispo de Toledo, Elipando, dándose por enterados de un libello que éste compusiera contra ellos, cuyo texto habían conocido por el abad Fidel, con quien coincidieron en la profesión religiosa de la reina Adosinda. -----

«Legimus litteras prudentiae tuae anno praesenti, et non nobis, sed Fideli abbati, mense octobri, in Era DCCCXXIII clam sub si­ gillo directas: quas ex relatu advenisse audivimus, sed eas usque sexto Kalendas Decembris minime vidimus. Cumque nos ad fra- trem Fidelem, non litterarum illarum compulsio, sed recens reli- giosae dominae Adosindae perduceret devotio, audivimus impium libellum adversus nos et fidem nostram per cuncta Asturia publice divulgatum» (10).

Estos breves párrafos de la conocida carta latina de Beato y Eterio han servido para establecer las vinculaciones de la corte de Pravia y la controversia del Adopcionismo. La «devotio» de la reina Adosinda se ha interpretado como su profesión religiosa en el monasterio familiar de Santianes de Pravia: iglesia y residencia construidas en vida de Silo. El triunfo del partido de Mauregato, a la muerte del rey Silo, obligaría a la reina viuda a tomar el há­ bito religioso o a vivir «more monastico», siguiendo viejas pautas visigodas. El día de esta supuesta profesión, el 25 de noviembre, habrían recalado en Pravia el abad Fidel y los dos adalides de la ortodoxia frente a las innovaciones proislámicas de la Cristologia enseñada por el arzobispo de Toledo, Elipando. El Apologeticum que escribirán un poco más tarde con intenciones claramente be­ ligerantes «constituye una especie de manifiesto de la iglesia-eán- tabro-astur, que se afirma y se independiza de la mozárabe, de la toledana sobre todo, más irenista frente a los planteamientos teo-

(10) Patrologia Latina, v. 96, cois. 894-95: Heterii et Sancii Beati ad Eli- pandum epistola. 8 7 4 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE lógicos del Islam, gravitando hacia la carolingia y contribuyendo, además, como sostuvo Abadal, a la desintegración de la iglesia vi­ sigoda» (11).

VII

Reseñas de las Crónicas asturianas.

La Crónica Albeldense. (881-883)

«Silo rg. an. VIIII. Iste dum regnum accepit in Prabia solium firmavit. Cum Spania ob causam matris pacem habuit. Morte pro­ pria ibi decessit et prolem nullum dimisit». «Maurecatus tiranne accepto regno rg. an. V» (12).

La Crònica profètica. (883)

«Silo, R.A. V IIII, M. I». «Maurecatus, R.A. V, M. VI» (13).

La Crònica Rotense. (Post. 884)

«Post cuius obitum (Aurelii) Silo Adefonsi filiam nomine Ado- sindam in coniugio accepit, pro qua re etiam adeptus est regnum. Cum Ismaelitis pacem habuit. Galleciam sibi revellantem inito cer- tamine in monte Cuperio superávit et suo imperio subiugavit. Qui dum iste regnaret, Adefonsus Froilani filius, nepus Adefonsi maio- ris, palatium guvernavit, qui Silo ex coniuge Adosinda filium non

(11) F.J. F ernandez Conde , “La Iglesia en el Reino astur-leonés”, His­en teria de la Iglesia en España, v. I I /1.°: La Iglesia en la España de los siglos VIII-XIV (Madrid, 1982), p. 77. (12) J. Gil F ernandez -J.L. Moralejo-J.I. Ruiz de la P eña, Crónicas As­ turianas (Oviedo, 1985), p. 174 (CA). (13) M. Gómez Moreno , “Las primeras crónicas de la Reconquista: el ci­ clo de Alfonso III”,Bol. R. Academia de la Historia, 100 (1932), 628; CA. p. 172. LA CORTE DE PRAVIA 8 7 5

genuit. Hic post regni annis VIIII propria morte migravit e seculo era DCCCXXI. Silone defuncto omnes magnati palatii cum regina Adosinda in solio paterno Adefonsum constituerunt in regno. Sed tius eius Mau- ricatus ex principe Adefonso maiore de serva tamen natus, supervia elatus intumuit et regem Adefonsum de regno expulit. Quo fugiens Adefonsus Alabam petiit propinquisque matris sue se contulit. Mau- ricatus regnum quod tirannide invasit VI a. vindicavit. Morte pro­ pria discessit era DCCCXXVIIII» (14).

La Crònica a Sebastián. (Post. 884)

«Post Aurelii finem Silo successit in regnum, eo quod Adosin- dam Adefonsi principis filiam sortitus esset coniugem. Iste cum Ismahelites pacem habuit. Populos Gallecie contra se rebellantes in monte Cuperio bello superabit et suo imperio subiugabit. Reg. an. VIIII et decimo vitam finibit era DCCCXXI. Silone defuncto regina Adosinda cum omni officio palatino Ade­ fonsum filium fratris sui Froilani regis in solio constituerunt pa­ terno, Sed preventus fraude Maurecati tii sui, filii Adefonsi maioris de serva tamen natus, a regno deieetus apud propinquos matris sue in Alabam conmoratus est. Maurecatus autem regnum quod callide invasit per sex annos vindicabit. Morte propria discessit era DCCCXXVI» (15).

Estas breves y escuetísimas reseñas cronísticas contienen el conjunto fundamental de las noticias relacionadas con la corte de Pravia y con sus titulares. Silo fue, al parecer, el responsable directo del traslado de la corte a Pravia, quizá por las espléndidas condiciones geográficas de esta comarca, bien comunicada con el centro y la parte occiden­ tal de Asturias (16). Aunque no era de estirpe regia, su matrimonio con Adosinda, hija de Alfonso I, le había reportado la posibilidad de acceder al trono asturiano, poniéndose así de manifiesto, otra

(14) CA, pp. 136 y 138. (15) CA, pp. 137 y 139. (16) Los autores de este trabajo estamos preparando un mapa de la co­ marca de Pravia, en la que figurarán los elementos arqueológicos de la misma y las referencias sobre vías antiguas. 8 7 6 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE vez, la existencia de una tradición indígena con pervivencias de cultura matriarcal, según la cual funcionaba todavía un sistema de transmisión hereditaria y de sucesión de carácter matrilineal, enfrentado, con desventaja, a las formas de parentesco patrilineal, que se iban imponiendo de manera definitiva (17). El rey Silo mantuvo relaciones pacíficas con el mundo islámico —«cum Spania» o «cum Ismaelitis»— gracias a su madre. ¿Tenía ésta ascendencia musulmana? Así lo han sugerido muchos autores antiguos y modernos. Pero tuvo que enfrentarse con una insurrec­ ción de gallegos, a la que pudo sofocar victoriosamente en el monte Cuperio. Por lo demás, su reinado de nueve años transcurrió sin sobresaltos de relieve, desentendiéndose de las responsabilidades de la administración cortesana, que dejó en manos de Alfonso —Al­ fonso II el Casto—, sobrino de la reina Adosinda. Los cronistas posteriores denominarán enfáticamente «palatium» al conjunto de instituciones, sin duda muy rudimentario, de la pequeña corte de Pravia. Termina sus días sin hijos y de muerte natural: una pre­ cisión cargada de connotaciones historiológicas en la cronística altomedieval. Después de la muerte de Silo, Adosinda y la nobleza —«los magnati palatii» o el «officio palatino»— colocaron en el trono a Alfonso, que ya reinaba de hecho. Pero el partido de la oposición, en el que se encontrarían seguramente muchos de aquellos rebel­ des gallegos enemigos de Silo, entronizaron en Pravia a Mauregato, hijo natural de Alfonso I y de una sierva, consiguientemente her­ manastro de Adosinda. La «revolución» consiguió imponerse y Al­ fonso II hubo de refugiarse en Alava, la patria de su madre Munia. Los cronistas omiten la existencia de episodios relevantes en su reinado,- del que sólo subrayan la nota de la tiranía por las cir­ cunstancias especiales de su constitución e influidos, con toda seguridad, por las circunstancias políticas del siglo IX, totalmente favorables a la magnificación del rey Casto.

(17) A. Barbero -M. V igil, La formación del feudalismo en la Península Ibérica (Madrid, 1978), pp. 279 y ss. (La sucesión al trono en el reino astur), han examinado el siempre difícil tema de la herencia o de la sucesión regia de la Monarquía asturiana, clarificando de manera notable la problemática tradicional sobre este tema, que enfocan teniendo en cuenta la perspectiva antropológica del parentesco. LA CORTE DE PRAVIA 8 7 7

VIII

Supuesto privilegio pontificio.

821, julio 15. Roma.

El Papa Juan (VI'II) escribe a Alfonso el Casto confirmando los privilegios de la sede de Oviedo y los límites de la misma, que le habían sido asignados por los reyes asturianos.

«Preterea sicut eius diócesis in Pelagii, Fafilam, Adefonsi Magni, Froilani, Aureliani, Silonis, Mauregati et Veremudi bone memorie regum scriptis determinata continetur et hic subscribitur, sic ei in- tegram possidendam omnino mandamus: Coiankam scilicet...» (18).

Este documento es una conocida falsificación, que se encuentra en copias tardías (s. XII-XIII) de un supuesto privilegio, atribuido al Papa Juan (VIII). Está estrechamente vinculado a otros falsos del escritorio pelagiano, atribuidos también al mismo Pontífice Ro­ mano; relacionados, todos ellos, con la pretendida metropolitanidad de la sede episcopal de Oviedo y con unos límites diocesanos, dise­ ñados por el mismo obispo Pelayo, en un contexto histórico de fuertes conflictos interdiocesanos (19). Según este diploma, Silo ha­ bría sido uno de los soberanos astures preocupados por fortalecer a su iglesia diocesana. Pero, durante el reinado de este monarca, la diócesis de Oviedo no era todavía ni un simple proyecto.

IX

Supuesta carta fundacional de San Adriano de Tuñón.

891, enero 24.

Alfonso III y la reina Jimena fundan y dotan el monasterio de San Adriano de Tuñón.

(18) S. García Larragufta . Colección de documentos de la catedral de Oviedo (Oviedo, 1962) (GL), n. 10, p. 43. Ponemos esta fecha en relación con la de otro falso pelagiano atribuido al Papa Juan (VIII). (19) Sobre la “refacción” o falsificación de este documento:F ernandez J. Conde , El Libro de los Testamentos de la Catedral de Oviedo (Roma, 1971) (LT), p. 126. 8 7 8 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

«Villa Riberas, juxta flumine Molinis. In Pravia villa Povigo cum suas ostincinas super illo mare, cum suo porto» (20).

Se trata también de otro falso, confeccionado en un ambiente eclesiástico con intenciones muy similares a las que animaron la redacción de la mayoría de las falsificaciones pelagianas. El texto del mismo aparece en un manuscrito del Archivo Capitular de Ovie­ do, el Libro de la Regla Colorada, compuesto durante el episcopado de don Gutierre, obispo de Oviedo (1377-89). Riberas, 1. de Santa María de Riberas. La villa de Povigo corresponde seguramente a la actual localidad de Vivigo, cerca de Oviñana, en el concejo de Cu- dillero (21).

X

Supuesta donación del arcediano Gonzalo Alfónsíz.

(896)

Gonzalo, hijo de Alfonso III y Jimena, y arcediano de San Sal­ vador de Oviedo, concede a esta iglesia varias villas y monaste­ rios.

«...et a parte Aquilonis et Occasu per viam que venit de Varzena et intrat in strata publica que venit de Luerzes et vadit ad Salas et pertransiit flumen Nonagiam ad Meridie usque parietes de Carne- liana...» (22).

Aunque el documento sea otra falsificación pelagiana, tiene el interés por esa referencia a una strata pública, que bordeaba el río Narcea por su margen izquierda, entre Pravia y Cornellana, para dirigirse a Salas, siguiendo el curso del Nonaya (23). -

(20) GL, n. 13, p. 51. (21) El estudio crítico: A.C. Floriano Cumbreño , Diplomática española..., n. 143, pp. 181-192. (22) GL, n. 15, p. 56. (23) Estudio crítico: LT, pp. 156-159. Los signos de falsificación no apa­ recen con tanta evidencia como en otros diplomas pelagianos. LA CORTE DE PRAVIA 879

XI

Supuesta donación de Alfonso III el Magno.

905, enero 20.

Alfonso III y su mujer Jimena confirman las donaciones de sus antecesores a la iglesia de San Salvador de Oviedo y le hacen otra ingente, a base de iglesias, monasterios y diversos bienes.

«In territorio Pravie monasterii Sancti Iohannis Evangeliste, ubi iacet Silus rex et uxor eius Adosinda regina, cum medietate tocius regalis mandationis, villas, sernas, térras cultas vel incultas, mon­ tes, venationes, aztoreras, fontes, prata, pascua, sexigas molinarias et in officinis salinarum, in piscationibus fluminis et maris, in aque- ductibus, in servis, in ancillis, in braneiis, simul cum ecclesiam Sánete Marie super flumen Nilonis, cum multas sernas magnas et cum villas: villa Agones cum suis adiacenciis, villa que dicitur Co- renia cum suis adiacenciis, villa que dicitur Planos cum suis adia­ cenciis, ecclesiam Sancti Iacobi cum suis adiacenciis, ecclesiam Sánete Marine cum suis adiacenciis, Banzes cum suis adiacenciis, ecclesiam Sánete Marie de Velandres cum suis adiacenciis, villa Froine, suos términos: ex una parte et alia dúo ilumina, villa Mas- gotel, villa Kelienes, ecclesiam Sancti Andree de Campo cum suis adiacenciis» (24).

Esta donación de Alfonso III a San Salvador de Oviedo, tal co­ mo aparece en el diploma redactado por la oficina del obispo don Pelayo, es una falsificación. Los autores del Liber Testamentorum, el manuscrito pelagiano que la recoge y conserva, podrían haber copiado este largo documento a partir de otra donación o privile­ gio regio preexistente, pero nada nos autoriza a pensar que la «mandación real» de Pravia, descrita parcialmente aquí, pertene­ ciera a ese supuesto diploma original, caso de que éste hubiere existido realmente como referencia concreta de la presente falsifi­ cación. En cualquier caso, las noticias que nos ofrece son válidas para un período anterior a los años de redacción del códice de don Pelayo: la primera mitad del siglo XII. Por entonces, en San Juan Evangelista de Pravia (Santianes) se conservaba viva la me­ moria de los enterramientos de Silo y Adosinda. Y encontramos,

(24) GL, n. 17, p. 63. 880 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE por primera vez, varios núcleos poblacionales, que aún existen en la actualidad. Así, Santa María sobre el río Nalón, es Santa María de Riberas; la villa de Agones, una localidad cercana a Pravia; la villa de Corenio, sin localizar; la villa de Planos, los Llanos (San Pedro de ); la iglesia de Santiago, Santiago de ; la iglesia de Santa Marina, una ermita de o más proba­ blemente la iglesia homónima de Oturo, Santianes; Banzes, Bances, 1. de la parroquia de Santianes; la iglesia de Santa María de Ve- landres, Belandres, caserío de San Juan de Piñera, Cudillero; villa Froine, Villafría; la villa de Masgotel, sin localizar; la de Kalienes, Calienes: Santianes; y el monasterio de San Andrés de Campo, en la villa de Pravia (25).

XII

Supuesta donación de Fruela II.

912, octubre 24.

Fruela II, hijo de Alfonso III y Jimena, hace una importante donación a la iglesia de San Salvador de Oviedo, después de confirmarle sus privilegios, otorgados por los antecesores.

«...super flumen Narceiam villas pernominatas Varcena et Luer- zes» (26).

Aunque se trate de otro falso de la oficina pelagiana, tiene interés histórico para conocer la evolución de las localidades del territorio de Pravia (27).

(25) Estudio crítico: LT, n. XIV, pp. 159-169. (26) GL, n. 20, p. 80. (27) Estudio crítico: LT, n. XV, pp. 169 y ss. LA CORTE DE PRAVIA 881

XIII

Donación de Bermudo II a San Pelayo de Oviedo.

996, marzo 14. Pravia.

Bermudo II dona al monasterio de San Juan Bautista y San Pelayo y a su abadesa, la reina doña Teresa, el valle de Sariego con sus hombres, villas y heredades.

«Ascarius presbiter notuit in Pravia» (28).

Todo parece indicar que esta donación del rey Bermudo II, a favor de San Pelayo de Oviedo, fue hecha en una curia regia ce­ lebrada en Pravia.

II.—DOCUMENTACION MEDIEVAL (S. XI-XII)

XIV

Carta fundacional de San Pedro y San Pablo de Soto.

1039, mayo 7.

El presbítero Gevoldo funda el monasterio de San Pedro, San Pablo y San Salvador de Soto, dotándolo de ajuar necesario pa­ ra el culto y diversas heredades, a las que se une la mitad de la villa de Salto, concedida por dos particulares.

«Et ego exiguus hac si indignus et tuus famulus Gevoldus pres­ biter... Offero et dono et concedo ad Domino Deo Salvatori meo seu baselica qui est fundata territorio Asturiense, in locum quos vocitant Salto, in locum predictum in Kasares, iuxta flumine Ni- lone, fundamentavimus sorcisterio vocabulo Sancti Petri et Pauli et Sancti Salvatoris, et aliis qui cum eis ibi sunt recondite Sancti Iohannis Babtiste, Sancti Iacobi apostoli, Sancti Vicenti levite, Sánete Marte et vírgenes, avitantes coram nomina Sanetorum.

(28) F.J. F ernandez Conde -I. T orrente F ernandez -G. de la N oval Menen - dez , El monasterio de San Pelayo de Oviedo. Historia fuentes, v. I (Oviedo, 1978), n. 1, pp. 19-22. 8 8 2 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

Concedimus ibidem ad locum ipsius, id est: de ornato eclesie, crucem argentea que ibidem concessit Tanoy et Gunterodo, pro remedio anime sue, calice de argento cum patena, velo principale, túnicas, casullas, velos; libros, id est: Passione I, Antimphonario I, Comicum I, Psalterio I, Oratione I, Ordino I. Aditio ad ipsum locum Sancti Petri ereditates, pumares vel tota fructuaria quam ibi est plantatum; montes fontes, éxitos, aquis aquarum cum acce- ssus et regressusque suos, cum intus et foris, ubique suas veritates et culturas invenire potueritis, per termino de Erzeno et de Laco, totum ex integrum, si de parentorum meorum quam etiam de comparato vel lavoratum ex integrum deserviat ad ipsum monas- terium usque in perpetuum. Et nos Tanoy et Gunterodo adi[ci]mus ad ipsum locum v(i)lla pernominata Salto, medietate in ea, dum vidda vixerimus; et post obitum nostrum damus ipsa villa ex in­ tegro ad ipsum locum pro remedio anime nostre et de tio nostro domino Barvaldo et domina Qualafara, cum intrinsecus et forin- secus deserviat ad ipsum monasterium usque imperpetuum. Et omni vidda seculi supertaxata maneat ibidem pro reparationem supradictarum ecclesiarum; pro luminariis iugiter accedentibus, pro odoribus odolentibus sacris, et sacrificiis Deo placavilibus immolantis, pro victo vel vestimento conffesorum, fratrum, soro- rum, tam virorum quam feminarum, sive qui in advena sollicitus fuerit, ipse est peregrinus adveniens et qui in agone Dei certaverit, seu pro sustentatione pauperum vel quicquid sub aula Dei mora- buntur... Et ita ordinamus ut hec domum transit simulagrum ut per singulis annis qui hunc possiderit scidderium, reddat ad Do­ mino Deo Salvatori nostro sedem Ovetao, de scanla quartario I, de sicera sextario I, de sale item sextario, et qui neclegerit, rationem reddat in eterno seculo» (29).

Este documento se ha conservado en una copia del siglo XII. Tiene algunas irregularidades formales, que no parecen comprome­ ter su autenticidad. No sabemos nada sobre la naturaleza del mo­ nasterio ( sorcisterio ) de San Pedro de Salto, Soto del Barco, junto al río Nalón, en el lugar de Kasares, 1. de Caseras. Tal vez se trate de un monasterio familiar, del que formaran parte también Tanoy v Gontrodo, unidas por alguna relación de parentesco con el pres­ bítero Gevoldo.

(29) SV, n. XXXII, pp. 75-78. Los textos de la documentación de San Vicente, recogidos en este trabajo, por estar en Oviedo a nuestra disposición, han sido revisados personalmente. LA CORTE DE PRAVIA 88 3

XV

Donación de San Pedro de Soto a San Vicente de Oviedo.

1045, abril 13.

El presbítero Gevoldo, después de haber recuperado la iglesia de San Pedro de Soto de los dominios del monasterio de San­ tiago de Car avia, la entrega a San Vicente de Oviedo.

«(Gevuldus), notum fació et notum sit omnibus hominibus, eo quos hedificabi eclesiam in paupertate mea quod de manu Domini accepi, id est: modicam hereditatem, et possedi illam iuri meo quietam absque ullam dominatione in diebus regnaturus Adefon- so rex prolis Veremuto princeps; et post discessum ipsius rex domno Adefonso rex prolis Veremuto princeps et post discessum ipsius rex domino Adefonso surrexit commes nomine Munnio Ro- derici, qui imperabit terram illam Asturiense in foribus regis, et petibit mici ipsa eclesia mea cum sua erentia, quoc fecissem inde karta ad suum monasterium quam vocitant Karavia. Et ego me- tum plenus ausum non fuit contendere cum eo propter imperium suum; et volens nolens, per vim et metum, feci illi karta pro ad ipsum monasterium prefatum, quos ad legem non continet scrip­ tum valere qui per metum facta fuerit. Et dum regnante in Christi nomine Fredenando rex cum coniuge sua Sancia regina in regnum patris sui pacifice et dominans omnia in diebus illis ego famulum Christi, superius nominatum, Gevuldus presbiter, tangit me amor Dei et desiderium paradisi et tradere corpusculum meum una cum anima mea et facúltate mea in cenobium Sancti Vincenti levite vel sotiorum eius corum reliquie noscuntur esse mansure locum Ove- tao, predicta domus ante lucidius templi magni Sancti Salvatoris... Do et dono ibidem per karta testamenti villa mea propria cum eclesia Sanctorum Petri vocitata vel sociorum eius reliquiarum martirum qui ibidem sunt recondite, et est fundata territorio As- tuirense, locum que dicunt Saltum, iuxta albeum Nirum et in latere castellum Sancti Martini in litore maris. Ipsa villa et ipsa eclesia integra cum omnia sua prestantia, intus et foris, omnia quibus ad omnes pertinere videtur diu ad perabendum per omnes términos suos, sicut et ego iurificabi» (30).

(30) SV, n. XXXVII, pp. 84-87. 88 4 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

En este documento, conservado en un original, se contienen algunas noticias sobre la primera historia de San Pedro de Soto, que ya no tiene el título de monasterio; y aparece, además, una referencia al castillo de San Martín, cerca de Soto y en la costa, es decir, en la desembocadura del río Nalón.

XVI

Donación de Veremundus Armentáriz y doña Palla.

1058, julio 15.

Veremundo Armentáriz y su mujer doña Palla dan a la iglesia de Oviedo y a su obispo Froilán el monasterio de San Barto­ lomé de Lodón, junto al río Marcea, con varias heredades y villas.

«Ideo nos fámulos Dei Veremudo Armentáriz simul eum uxore mea domna Palla facimus kartulam testamenti tibo Salvatori Mag­ no... in primis monasterium Sancii Bartolomei apostoli in Lotone secus flumen Narceie... Damus adhuc etiam pernominatas villas cum suas deganeas et suas adquisitiones cum suis familiis... villa Felgarias, villa Mondrici... Ea vero videlicet ratione servata ut dum nos viventes fuerimus teneamus suprafatas villas, hereditates cum suis familiis, per manu pontificis ovetensis; post dicessu vero nostrum sicut superius scriptum est revertantur ad Ovetensem ecclesiam et cultores eius. Et si post obitum nostrum supervixerit filius noster Martinus Veremudiz et filios ex legitima coniuge ha- buerit, donet ovetensis ecclesie pro nostras animas quintam partem de quantumque superius scriptum est. Et si filios ex legitimo co­ niugio non habuerit, vivat in supra scriptas villas et hereditates cum suis familiis, dum vita vixerit, per manu pontificis oveten­ sis...» (31).

(31) GL, n. 61, pp, 191-193. Estudio crítico: LT, n. XL, pp. 251-254. LA CORTE DE PRAVlA 885

XVII

Pleito sobre el monasterio de Santa Marina.

1064, febrero 13.

Pleito a causa de la propiedad del monasterio de Santa Marina, entre el presbítero Gevoldo y Pelayo Dídaz, sustanciado ante el tribunal real reunido en Trasona, con sentencia favorable al clérigo, que se compromete a entregar dicha iglesia, al morir, al monasterio de San Vicente de Oviedo.

«Orta fuit intentio inter Gevoldus presbiter et Pelagio Didaz pro ilio monasterio de Sánete Marine; qualiter venit Pelagio Didaz et presumpsit ipsum monasterium de suo iure de ipse Gevoldus presbiter, tenente eum per scripturas firmitatis quos fecit ipsa domina Eilo, qui est de ipsa stirpe et sua matertera de ipse Pelagio Didaz, sicut in alia scriptura resona. Modo tamen dum fuimus coniuncti in Trasona, in eius concilio, ante illos iudices qui tene- bant iussa regis, id est: Eita Citiz et Vermuto Adiubandiz et alio- rum multorum filiorum bonorum hominum, quorum nomina non tenemus. Dum enim vero viderunt ipsos iudices quod erat sua veritate de ipse Gevoldus presbiter, et agnobit se in veritate ipse Pelagio Didaz propter metum genne vel peccatum faciente; et in- dimisit ipsum monasterium sicut habuit adquisitum de ipsa domina Eilo per scriptura testamenti vel donationis. Ita tamen ego Pelagio Didaz facio tibi scriptura donationis vel testanenti ad tibi Gevoldus presbiter de ipsum monasterium cum suas culturas que ibidem sunt de aveii et bisavii mei que ibi fuerunt concesas, ut habeas illum firmiter dum vita vixeris; post obitum vero tuum reliquas illum in domum Sancti Vicenti in sedis Ovetao, aut ibi tua fuerit volun­ tas, dabo et concedo firmiter ad peravendum» (32).

No hemos sido capaces de localizar el monasterio de Santa Marina. Podría tratarse de la iglesia homónima que figura en la mandación de Pravia descrita en el documento falso del 905: una ermita de Quinzanes. Por eso se ha incluido aquí. Además, uno de los actores del pleito, el presbítro Gevoldo, está muy vinculado a la primera historia de San Pedro de Soto.

(32) SV, n. LXII, pp. 124-125. 886 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

XVIII

Donación de Martín Veremúndiz a la iglesia de Oviedo.

1069, marzo 7.

Martín Veremúndiz da a la iglesia de Oviedo y a su obispo Arias el monasterio de San Bartolomé de Lodón, junto al rio Narcea, con varias villas y heredades.

«Ideo ego Martinus Veremúndiz, properanti cum regibus ad bellum, rememoravi et que parentes meos Ovetensi ecclesie con- cesserunt et iurificata per manus episcoporum ovetensium usque hodie tenui modo reddo eam et concedo Ovetensi ecclesie et cul­ tores eius et tibi Ariani episcopi et mitto eam integram sub tua manu per manu meo Leocadio, ut iurifices eam, ego viventi, sicut antecessor tuus Froilanus episcopus iurificavit... Hec sunt nomina villarum et ecclesiarum et hereditatum cum suis familiis, quas ego et genitores mei Veremundus Armentariz et domna Palla Ovetensi ecclesie et cultores eius concessimus, id est, in primis territorio Lotone, secus f lumen Narceie, monasterium Sancti Bartholomei apostoli cum omnibus suis deganeis... Damus adhuc etiam perno- minatas villas cum suas deganeas et suas adquisitiones cum suis familiis... Iusta flumen Arango et eius territorio villa Mondrice integra, villa Felgarias integra...» (33).

Recogemos dos referencias documentales muy vinculadas a do­ ña Palla y a su familia. Ambas forman parte de dos diplomas copiados y manipulados por la oficina del obispo don Pelayo. El primero con claras interpolaciones formales y prbablemente de contenido, podría conservar elementos auténticos. El segundo, sin embargo, presenta indicios de falsificación real en su parte dispositiva, aunque no podamos precisar si las dos villas del te­ rritorio de Pravia pertenecían a ese núcleo originario y genuino del diploma. Felgarias es una localidad de Santa María de Folgue- ras o de San Miguel de y Villa Mondrici corresponde a la localidad de Villamondriz, de la parroquia de San Miguel de Cordovero.

(33) GL, n. 66, pp. 202-204. Estudio crítico: LT, n. XLII, pp. 256-259. LA CORTE DE PRAVIA 8 8 7

Doña Palla o Pelagia podría ser una hija de la infanta Cristina y nieta de Bermudo II y la reina Velasquita. En cualquier caso, su nombre está relacionado con el lugar que ahora llaman los pa­ lacios de Doña Paya, sobre el río de Pravia y con la localidad de Doñapalla, cerca de Peñaullán, en la margen derecha del Nalón (34).

XIX

Permuta de dos villas, en la que entra Soto.

1070, setiembre 10.

El abad del monasterio de San Vicente Ramiro, con su comu- nidad, hace una permuta con Pedro Eyctaz de villas situadas en la ribera del Nalón.

«Ecce nos, nominibus, Ranimirus abba, una cum consensu fra- tribus nostris, et Petro Eyctaz, facimus inter nos concambiationi- bus vel comutationibus de villas nostras proprias in territorio Asturiense. Do ego Petro Eyctaz apparte Sancti Vincenti et ad eos qui in agone Christi ibi sunt deservientes villa mea propria, qui est in valle Boenio, inter alias villas de Sancti Vincenti, iuxta flu- mine Nilonis... et accipio de vos fratres Sancti Vicenti, id est, Ranimirus abba, una cum collecta ipsius fratres, aliam villam, qui est in valle Prabia, circa castrum Sancti Martini, proximum litore maris. Et fuit ipsa villa de Eycta Nunniz, nominata Salto, et post discessum de ipse Eycta Munniz, dimisit et ad filio suo Martino Eyctaz; et dum venit ipse Martinus ad extremum vite sue, dedit illa in elemosina pro se et pater eius ad ipse cenobium Sancti Vincenti. Et ego Petro Eyctaz notum facio et notum sit omnibus quomodo per diffinitionem accipio ipsam villam desuper taxata in diebus vite mee abituram integram, foris ilium molinum medium et sessicam salinas medietatem et in illos montes usum talandi tertiam et illam terram qui est ad ilium molinum integram aliut quantum ad ipsa villam pertinet ab omni integritate. Et post discessum meum abeat ipsum locum sanctum ipsa villa iure suo, sicut prius habuit. Et si vixerit filius noster iste, cui portio est,

(34) Cfr. LT, p. 252. 888 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE abeat illa media; et si migratus fuerit ante diebus nuptiarum, integra maneat ad locum prefatum unde ego illam accepi, sicut coniux mea decernit mecum» (35).

En este documento, conservado en un original, se ofrecen va­ rias noticias sobre la importante villa de Salto (Soto), cercana al castillo (castrum ) de San Martín.

XX

Una venta en Foranas.

1073.

«Item in Forcinas dompna Maiore, cognomento Gelovira, ven- didit abbati Munionis Coriensi illam suam rationem, quam habebat in ilio pelago medio pro quatuor modis pañis» (36).

XXI

El palacio real junto al Nalón.

1074, abril 24.

El conde Munio Gundisálbiz dona al monasterio de San Vicente y a su abad Ramiro la iglesia de San Pedro Apóstol, del valle de Candamo, situada junto al palacio del rey.

.... «(Munnio Gundisálbiz) do et dono ad ipsum locum sanctum et serbiis Dei ibi commorantium (San Vicente) eclesiam vocabulo Sancti Petri apostoli in valle Candamum, prope palatium regis, super albeum Nilonis flumen... per terminis et locis suis antiquis, id est: per terminum de Arroges ad sursum in cacumine montium et deorsum per aqua Nilonis ad sursum usque in illo regó de Pa-

(35) SV, n. LXVII, pp. 130-132. (36) A.C. F loriano Cumbreño , El Libro Registro del monasterio de Co- rias, v. I, p. 121. LA CORTE DE PRAVIA 8 8 9

latió, ad partem orientis per termino de Mangone et per ipsius regum Mangonis deorsum usque ad ipsum regnum de Palatio...» (36 bis).

El interé« de este extracto documental radica en la referencia a un palacio del rey en las cercanías del Nalón, a su paso por la tierra de Candamo. El palacio citado no pertenecía al territorio de Pravia, pero no estaba muy lejos, ya que la iglesia de San Pe­ dro, San Pedro de Mangón o Mangones, objeto de la donación del conde Munio al cenobio ovetense, estaba muy cerca del río Nalón y el río de Palacio desemboca en aquél. Carecemos de noticias so­ bre la historia y la antigüedad de este palacio regio, pero no sería descabellado pensar que perteneciera a la época asturiana. Que sepamos, sólo entonces los reyes mantuvieron unas relaciones in­ tensas con la comarca de Pravia y las limítrofes.

XXII

Pleito sobre la propiedad de la iglesia de Soto. .

1078.

El tribunal regio falla a favor del monasterio de San Vicente el litigio entre este cenobio y el conde Munio Gundissálviz sobre la propiedad de la iglesia de San Pedro de Soto.

«Horta fuit seva intentio inter illo comité Munnio Gundissálviz et fratres et cultores de cenobio Sancti Vicenti pro eclesia vocabulo Sancti Petri, qui est fundata in valle Pravia, iuxta castellum Sancti Martini, in aula maris, in ripa fluminis Nilo, quam fundabit et edificavit eclesia Gevuldus presbiter, cognomento Donnellus et con- cedit illa ad Sancti Vincenti pro anima sua; et dicente ille comité que prius dederat ipse fundator ipsa eclesia ad abio suo comité Munnio Roderiquiz pro ad monasterio suo Carabia in diebus Al- fetenosis sine regimine regis. Et miserunt illis et illis ipsa intem- tione in auribus regis; et iudicabit et mandavit ipse rex exquisitione veridicam facere, ut si ipse fundator erit pertinentiam regis, ma- neat ipsa eclesia post partem cenovio Sancti Vicenti, u b i.volúntate sua fuit concessa per auctoricationem regis, quia in legem firma-

(36 bis) SV, n. LXXIV, pp. 141-142. 8 9 0 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE tum est: non licet alienum servum rem suam vindere vel donare sine consensum domino suo. Obinde concilium factum fuit hic in Lucrizana ab ipso comité Munnio Gundissalbiz et comité Petro Pelaciz et Iohanne Ordoniz, maiorinum et vigarium regis, et alio- rum multorum magnati, et hic exquirierunt diligenter ipsum ho­ minem super taxatum et invenerunt eum cum tota generatione sua de pertinentia et servitium regis afirmatibe» (37).

El acta de este pleito nos ofrece más referencias sobre la im­ portante iglesia de San Pedro de Soto.

XXIII

Donación de Enderquina Gartíaz a la iglesia de Oviedo.

1079, julio 15.

Enderquina Gartíaz concede a la iglesia de Oviedo y a su obispo Arias el monasterio de San Miguel de Luerces, juntamente con monasterios y villas en Asturias y León.

«Dono adhuc secus flumen Narceia ( ) monasterio Sancti Mi­ chaeli de Luerzes, qui fuit de mater mea Adosinda Rodriquiz et de avio meo Roderico Didaz... Ea vero videlicet ratione servata ut dum ego Henderquina Garciaz viventem fuero per manu pontificis ove- tensis teneam suprascriptos monasterios, villas... et pos dicessu meo sicut eas possedi ab omni integritate et absque alio herede recipiant eas cultores suprafate sedi et possideant iure perhenni» (38).

Enderquina Gartíaz es un personaje conocido en la Asturias medieval. Sus antecesores estaban relacionados con la nobleza cortesana del siglo X. El monasterio de San Miguel de Luerces pertenecía al territorio de Pravia. Posteriormente, pederá el título monástico. Probablemente, la realidad monástica del mismo no fue más que nominal. El documento del Liber Testamentorum ha sufrido la acción interpoladora de la oficina pelagiana (39).

(37) SV, n. LXXVI, pp. 144-145. (38) GL, n. 81, pp. 356-58. (39) Estudio crítico: LT, n. LI, pp. 278-81. LA CORTE DE PRAVIA 891

XXIV

Donación de Elvira Menéndiz a la iglesia de Oviedo.

1082, diciembre 20.

Elvira Menéndiz, su hija Urraca y su abuela Fernanda, dan a la iglesia de Oviedo la parte que les corresponde en varios mo­ nasterios, entre ellos el de San Miguel de Luerces, y varias villas íntegra o parcialmente.

«Concedimus adhuc territorio Asturias secus flumen Narceie in monasterio Sancti Michaelis de Luerzes in illa medietate quintam porcionem integram cum ómnibus bonis suis intus et foris et mo- nasterium Sancti Petri et homines qui sunt de mea criatione in villa de Castro: hii sunt nepti de Venres, medietatem in eis» (40).

Este documento, interpolado en la forma, parece fundamental­ mente válido en cuanto al contenido. El monasterio de San Pedro quizás sea San Pedro de Soto, ya que parece estar no muy lejos de la villa de Castro y ésta es actualmente una localidad de la parroquia de Santianes, situada en la margen derecha del rio Na- lón (41). El emplazamiento de una importante fortaleza en esta localidad le confiere un notable interés arqueológico-histórico.

XXV

Venta de una tierra en Soto.

1086, junio 10.

María Iohannes, Vida Iohannes y Didago Iohannes venden a Pedro Diez una tierra en Soto, por el precio de tres quartarios.

«...karta vendicionis de térra nostra propropria ( sic) quos abe- mus de parentorum nostrorum in territorio Sauto in locum pre-

(40) GL, n. 86, pp. 249-251. (41) Estudio crítico: LT, n. LIV, pp. 285-287. Allí San Pedro se identifica con San Pedro de Pola de Somiedo. Creemos que es un error. 892 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE dictum in illas Fornas, iusta flumine Nilone... pro que accepimus de te in precio quatarios III» (42).

Fornas es una localidad de la parroquia de Santianes.

XXVI

Donación de los hermanos Froílaz a la iglesia de Oyiedo.

1086, abril 6.

Osorio, Pelayo y Elvira Froílez dan a la iglesia de Oviedo lo que les corresponde en una serie de iglesias, villas y monasterios, " entre los que destacan la mitad de las villas de Quinzanas y Riberas y la de San Acisclo, que se incluye íntegramente.

«In territorio Pravia secus flumen Narceie in villa que dicitur Quinzanes nostram portionem ab integro. Secus flumen Nilone aliam que vocatur Riberas, medietatem in ea ab integritate, et áliam villam que apellatur Sancti Aciscli ab omni integritate, cum ómnibus bonis suis intus et foris» (43).

Se trata de un documento pelagiano, con claras interpolaciones formales. Sin que pueda precisarse si esta acción mixtificadora afectó también a la parte dispositiva del contexto. En cualquier caso, Quinzanes era una localidad que pertenece hoy a la parro­ quia de Santa María de Quinzanas. Riberas, 1. de la parroquia de Santa María de Riberas y ya figuraba en la falsa donación de San Adriano de Tuñón. La villa de San Acisclo estaba ubicada al lado del Nalón, muy cerca de Pravia, entre Beifar y Forcinas.

(42) SV, n. XCVIII, pp. 171-172. (43) GL, n. 91, pp. 261-263. Estudio crítico: LT, pp. 295-296. LA CORTE DE PRAVIA 893

XXVII

Divisiones de la villa de Forcinas.

1092.

«Illa villa de Forcinas fuit de comité Monio Roderici et uxore eius comitissa Enderquina et evenit in divisione filie eorum comi- tisse Ildoncie Moniz, uxori comitis Pinioli. Et ipsa comitissa II- doncia simul cum viro suo comité Piniolo Xemeniz dedit eam ad Corias cum suis terminis et exitibus in fluminibus Narceie et Ni- lonis, in montibus et in pascuis. Item in ipsa villa de Forcinas dedit comitissa Ildoncia ad Co­ rias multam familiam de sua criatione, de quorum progenie fuit Susanna et postmodum mansit illuc abbas Munio de suis homini- bus servis de ansaras, Froila Fernandiz et Leyno Fernandiz. Item in Forcinas, Gelovira Vermudiz dedit abbati Munionis coriensi terciam de illa villa de Villare, cum montibus et exitibus, cum sua parte in illis fluminibus Nilonis et Narceie et in illo pe- lago de Forcinas» (44).

La villa de Forcinas, situada en las cercanías de Pravia y en la margen izquierda del río Nalón y del Narcea, estaba incluida en el dominio del monasterio de San Juan de Corias, por haber per­ tenecido al patrimonio familiar de los padres de su fundadora, la condesa Ildoncia o Aldonza Móniz. Al lado de esta villa, importan­ te por su relación con la riqueza piscícola del Nalón y Narcea, estaba situada otra de menor entidad: Villare, Villar. En Quinza- nas existe una localidad de este nombre, aunque es un topónimo corriente. -

XXVIII

Venta de una heredad cerca del castillo de San Martín.

1095, marzo 22.

Domna Ectaz con su hijo Diego Veremútiz vende a Pedro Dídaz y al presbítero Martín Dídaz parte de una heredad, junto al río Nalón y el castro de San Martín, en el valle de Caseras y en el lugar llamado Fonte Coperta, por el precio de un odio.

(44) A.C. Floriano Cumbreño, El Libro Registro..., v. I, p. 120. 8 9 4 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

...karta venditionis d’ereditate nostra propria quos habuimus in territorio asturiensium, iuxta flumine Nilone et kastro Sancti Martino, in valle vocabulo Kasares, in locum predictum in Fonte Coperta, super illa fonte. Davod vobis ipsa térra per terminis suis: de sursum per illo termino de María Citiz et de suos heredes et de fronte per termino de Pelagio Micahelliz et de iuso per illa ripa et de alia fronte per illo regó de illa fonte. Davo vobis infra ipsos términos IIII portione ex integra; et in illo dúos pumiferos qui ibidem stan. In ipsa térra medietate ex integra davimus adque in karta concedimus, pro que acepimus de vos in precio modio I in porco et recelo» (45).

El objeto principal de la venta es la parte de una heredad, si­ tuada en la localidad de Foncubierta, perteneciente en la actualidad a la parroquia de Soto del Barco. El valle de Kasares es Caseras.

XXIX

Donación de una porción del monasterio de Luerces a la iglesia de Oviedo.

1095, julio 16.

Flámula Ximénez da varias villas y heredades a la iglesia de San Salvador de Oviedo, y entre ellas su porción en el monas­ terio de San Miguel de Luerces.

In monasterio Sancti Michaelis de Luerces meam portionem ab integro» (46).

Este monasterio ya había sido donado a San Salvador de Ovie­ do íntegramente el año 1082. Existen bastantes dudas sobre la autenticidad de este documento, copiado en el Liber Testamento- rum por la oficina pelagiana (47).

(45) SV, n. CXIV, pp. 191-193. (46) GL, n. 107, p. 291. (47) Estudio crítico: LT, pp. 310-313. LA CORTE DE PRAVtA 89 5

XXX

Donaciôn de varias partes de una villa en Caseras.

1096, abril 29.

Pedro, Pelayo Gonzalo, Eicta y Jimena Ioannes, con algunos miembros de su parentela, donan al presbitero Pedro Didaz la cuarta parte de una villa llamada Caseras.

«In territorio nostro asturiense, super flumine Nilone, in villa vocabulo Kasares, in locum predictum ubi tu Petro habitas. Davi- mus tibi in ipsa villa de Kasares, qui fuit de tua parentella et adquisivit ilia Pelagio Gartias per suas kartas, davimus tibi nos, qui desuper taxati sumus, in ilia IIII portiones de ipsa villa, illas nostras rationes et ilia de Petro Pelagiz ex intégras, ubi illo po- tueris invenire cum quantum ad eandem villam pertinet, montes, fontes, pascua, padulibus, felgarias, molinarias, piscationes, exitus, cesum et regresum, lam indomitum quam etiam inpravum, tam excaliatam quam etiam pro excaliare. Davimus et in karta conce- dimus pro remedium de animas nostras et de pater nostro Ioannes Pelagiz qui migrato est ab oc seculo et mandavi tibi de suo obitu ilia sua ratione et ilia de suo germano Petro Pelagiz» (48).

Se trata de una villa, cercana al castillo de San Martin de Soto, que toma el nombre del valle en el que esta situada: Caseras.

XXXI

Donación de la villa de Soto.

1097, agosto 24.

Pedro Ectaz da a la iglesia de Oviedo todas sus heredades, mo­ nasterios y villas, y entre ellas la de Soto.

(48) SV, n. CXVII, pp. 195-97. 8 9 6 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

«...et in Pravia, Soto, nominata villa... ut si fuerint filias meas Maria et Marina viventes et perseverantes in bonum et ad coniu- gium legitimum pervenirent et filios exinde genuerint, possideant ipsas villas; et si in peccatis ceciderint et ad coniugium legitimum non pervenerint vel in vita sancta perseverare noluerint aut si mors repentina illis venerit, omnia super taxata, tam villas quam etiam et hereditates cum omnia sua prestantia, in iure ecclesie su- pradicte Sancti Salvatoris sedis sint concessas...» (49).

En la copia pelagiana del Liber Testamentorum no aparece la villa de Soto, sin que conozcamos a ciencia cierta por qué la ofici­ na de don Pelayo dejó fuera de su copia este elemento del contexto original del diploma.

XXXII

Donación de la villa de San Acisclo en Pravia.

1100.

Alfonso VI dona a la iglesia de San Salvador de Oviedo el mo­ nasterio de San Juan de Pravia, con iglesias, villas y heredades, entre las que se cuenta la villa de San Acisclo. «...et ecclesiam Sancti Aciscli cum sua villa et adiacenciis et piscacionibus suis cum valle de Befare usque in Forminas ad inte­ gro» (50). Se trata de un largo documento, copiado por el «Scriptorium» de don Pelayo en el Liber Testamentorum. Fue confeccionado a ba­ se de otros documentos previos, claramente diferenciados y unidos mediante un protocolo y escatocolo comunes que les convierten diplomáticamente en una confirmación del citado soberano. La validez del mismo no es uniforme. Cada parte tiene su valor espe­ cífico. Concretamente, la donación del monasterio de San Juan de Teverga (f. 75r.-v.) es una interpolación y la parte del contexto, en la que se nombra la villa de San Acisclo, probablemente una aña­ didura pelagiana. Y ya se incluía en la donación hecha por los her­ manos Osóriz a la iglesia de San Salvador de Oviedo en 1086 (51).

(49) GL, n. 114, p. 307. El estudio crítico de este documento, con su ver­ sión pelagiana: LT, pp. 325-328, yApénd. documental, n. VIII, p. 387-88. (50) GL, n. 117, p. 315. (51) Estudio crítico: LT, pp. 333 y ss., y en especial: pp. 338-39. LA CORTE DE PRAVIA 8 9 7

XXXIII

Donación de la villa de Robrinis a la iglesia de S. Pedro de Soto.

1100, noviembre 17.

Pedro Ectaz y su mujer María Pétriz dan a la iglesia de San Pedro de Soto la villa de Robrinis.

«Ecce ego Petro Ectaz, una pariter cum mulier mea nomine María Petriz, vobis enim gloriosissimis et patronis nostri Sancti Petri apostoli, que stis fundatus in térra asturiense, in valle que vocitant Pravia locum predictum Sauto, offerimus et concedimus ad ipsius loci sancti, qui est sub imperio Sancti Vincenti, villam nostram pernominatam Robrinis, quos habeo de mater mea, et abuit illa mater mea ex datum fratri suo domino Donello... Dabi- mus vobis ipsa villa cum omnia sua presstantia per terminis et locis suis, casas, cupas orreos, térras pumares, cesarasiales, mon­ tes, fontes, pradiis, pascuis, padulibus, tam domitum quam etiam pro domitare...» (52).

La villa de Robrinis podría ser de una localidad de la actual parroquia de Soto del Barco: el barrio de Rubines.

XXXIV

Donación de una parte de la villa de Villar al monasterio de Corias.

1102.

«Item in Forcinas Pelagius Moniz et uxor eius Xemena Vermuti dederunt ad Corias pro anima sua illam terciam de Villare ad in- tegram, tam in flumine quam in arrupto et pro arrumpere, cum cunctis adiacenciis et prestationibus suis» (53).

En 1092, una hermana de Jimena Vermuti, Elvira, había dado ya la tercera parte de esta villa de Villare, 1. de Villar, al citado monasterio.

(52) SV, n. CXXII, pp. 203-204. (5 3 ) A.C. F l o r ia n o C u m b r e ñ o , El Libro Registro..., p . 120. 898 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

XXXV

Donación de ia villa de Riberas a la iglesia de Oviedo.

1104, mayo 26.

Gontrodo Osóriz, llamada Sol, da a la iglesia de Oviedo y a su obispo Pelayo diversas posesiones en Asturias, y entre ellas la mitad de la villa de Riberas.

«In Pravia secus Nilone villam que dicitur Riperas medietatem in ea» (54).

Gontrodo, la autora de esta donación, pertenecía a una familia, la de los Osóriz, que había favorecido en más de una ocasión a la iglesia de Oviedo. La otra mitad de la villa de Riberas había sido donada a San Salvador de Oviedo por los hermanos Froílaz en 1086.

XXXVI

Venta de la tercera parte de Villar al monasterio de Corias.

1109.

«Item in Forzinas Tota Vermutiz vendidit abbati Munioni co- riensi totam suam hereditatem quam habebat in Villare por illa Carraie que vadit ad illam Barcam a sursum per términos et loca sua antiqua; pro qua accepit in precio caballum mauricellum in tres bobes» (55).

Por esta compra el abad de Corias incrementa sus derechos de propiedad en Villar. La vendedora es Otro miembro de la familia Vermuti (Bermúdez). f

(54) GL, n. 125, pp. 333-335. Estudio crítico: LT, p. 346-48 (documento fundamentalmente auténtico). (55) A.C. F l o r i a n o Cu m b r e ñ o , o.c., p. 120. LA CORTE DE PRAVIA 8 9 9

XXXVII

Donación del monasterio de San Andrés a la iglesia de Oviedo.

1112, marzo 27.

La reina Urraca confirma los privilegios y testamentos de la iglesia de Oviedo, concediéndole, a su vez, otros bienes, entre los que se cuenta el monasterio de San Andrés de Pravia.

«Item damus supramemorate eeelesie in territorio de Pravia monasterium Sancti Andree aposto] i ab integro cum ómnibus suis dekaneis et familiis et cum quantum ad eum pertinet per suos tér­ minos et divisiones» (56).

XXXVIII

La reina Urraca da a la iglesia de San Salvador de Oviedo y a su obispo Pelayo la ciudad de Oviedo con la corresondiente jurisdicción, Llanera, las villas de Sauto de Lezer, Argame y Sauto de la Parte, y diversos bienes en Quirós, Pravia, Gozón y Burgos, confirmando a la vez todas las donaciones de sus pre­ decesores.

«Concedimus et damus adhuc prefate sedi ad victurn episcopo- rum vel canonicorum in Pravia, in totas illas piscaciones que sunt per Ambas Mestas super Forzinas por totum iluminen Nilonem usque in oram maris in ilio Baonio et in Penna Hillane et in totos pelagos defenssos et in totas tabulas; et per ambas ripas et per medium flumen totos illos homines de ilio episcopo sive de illos canonicis cum omnibus recibimus et deganeis quantas aber po- tuerint; et ponere apóstales et capere hostrias in illa forma et in toto flumine cum omni genere piscium in die et in nocte absolute sine ulla calupnia piscare» (57).

(56) GL, n. 131, pp. 345-47. Estudio crítico: LT, pp. 354-61. (57 F.J. F e r n a n d e z C o n d e , “La supuesta donación de la ciudad de Oviedo a su iglesia por la reina doña Urraca. Estudio crítico”,Asturiensia Medieva- lia, 1 (1972), 177-198. Se hace allí el correspondiente estudio crítico. 9 0 0 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

La reina Urraca pasó por Oviedo en 1112 e hizo una donación importante a la iglesia de San Salvador y a su obispo Pelayo, para premiar los buenos servicios de este prelado. De esa donación auténtica, que no se conserva, se redactaron dos versiones con numerosos elementos interpolados, tanto en el fondo como en la forma diplomática. La versión más breve, la primera de las dos registradas aquí, fue copiada en el Liber Testamentorum, incluyén­ dose en ella indebidamente la mención del monasterio de San An­ drés, que la soberana no podía donar a la sede ovetense, como se pone de manifiesto en otro documento un poco posterior. Los de­ rechos de pesca en el Nalón, desde Ambas Mestas a su desembo­ cadura, que aparecen en esta versión larga de la donación de la reina castellana, pudieron formar parte integrante de la versión larga del primer texto original, recogida y conservada en dos ma­ nuscritos de la época de don Gutierre: el Libro de la Regla Colo­ rada y el Libro de los Privilegios (1384). Esta parte del contexto de la versión larga, que pertenecía al núcleo auténtico de la donación auténtica de Urraca, tiene mucho interés por constituir un testimonio fehaciente de la importancia pesquera del río Nalón, desde su confluencia con el Narcea hasta la desembocadura en el mar. Ambas Mestas, Forcinas, Baoño (sin localizar) y Peñaullán, se designan como centros importantes de las actividades piscícolas.

XXXIX

Donación de San Pedro de Selgas a la iglesia de Oviedo.

1114, marzo 20.

Pedro Múnniz y Fernando Múnniz dan a la iglesia de Oviedo y a su obispo Pelayo la iglesia de San Pedro de Selgas.

«Nos Petrus Munniz et Fernandus Munniz facimus kartulam testamenti Ovetensi eclesie Sancti Salvatoris et reliquiis que ibi recondite sunt et tibi Pelagio eiusdem ecclesie episcopo de ecclesie Sancti Petri de Selgas in Asturias, territorio Arango, quam a fun­ damento construximus in ereditate mea sive de parentum nostro- rum cum omnibus edificiis que ibi edificata vel edificanda sunt et cum omnibus bonis suis et cum medietate de tota nostra eredi­ tate quam habemus in ipsa villa de Selgas et nobis pertinet inter LA CORTE DE PRAVIA 901

nostros eredes tali tenore ut dum viventes fuerimus teneamus eam per manum pontificis Ovetensis ad usu fructuario et reddamus de ea per singulos annos I quartario descandula et uno carnero pre- dicte sedi et post obitum nostrum recipiant eam cultores Ovetensis ecclesie iure ereditario. Et si ex nostra progenie aliquis sacerdos fuerit, qui eam tenere voluerit, teneat eam per manum pontificis non iure ereditario set sicuti unam ex aliis ereditatibus Sancti Sal- vatoris. Hoc totum facimus pro remedio animarum nostrarum et parentum nostro rum» (58).

Es un documento original e irreprochable diplomáticamente. Y constituye la primera referencia que poseemos sobre esta locali­ dad.

XL

Cambio de propietarios del monasterio de San Andrés de Pravia.

1117, noviembre 29.

El obispo de Oviedo don Pelayo hace un cambio con el conde Suero Vermúdiz, en el que entra el monasterio de San Andrés de Pravia.

«Accepi (ego Pelagius) etiam aliud monasterium Sanctum An- dream de Pravia, quod habuistis de incartatione regine sepefaté (Urraca), quod vos simul cum supradicto Sancto Salvatore de Per- lora mihi et ecclesie pontificali nostri scilicet Sancti Salvatoris dedistis in supradictam comutationem. At nos devicti [amore] et obsequio vestro sinimus vobis predictum monasterium Sanctum Andream de Pravia cum omnibus villis et hereditatibus suis et cum omnibus pertinentibus rebus, tali conventione ut quam domni v[estrum] habeatis illud pro beneficio ecclesie et faciatis in eo [totum] vestrum velie. Postquam ambo, comes et comitissa (En- derquina) ab luce migraveritis, ecclesia pontificalis Sancti Salva­ toris Ovetensi et episcopus illius accipiat predictum monasterium Sanctum Andream et iure hereditario possideat» (59).

(58) GL, n. 36, pp. 353-54. (59) GL, 137, pp. 355-357. 9 0 2 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

En este documento, auténtico y original, se señalan hitos fun­ damentales de la historia de San Andrés de Pravia, que en el siglo XII tenía aún el título de monasterio. Había sido de propiedad realenga hasta el reinado de Urraca Alfónsiz (1109-1126). Esta so­ berana lo dona a los condes Suero Bermúdez y Enderquina antes de 1117 y no a la iglesia de San Salvador de Oviedo, como sugiere el falso pelagiano de 1112. El conocido noble asturiano lo entrega a la sede de San Salvador de Oviedo y a su obispo Pelayo, junta­ mente con otro cenobio de la costa: el de San Salvador de Per- lora.

XLI

Inventario de bienes y de siervos de la iglesia de Oviedo en Pravia y en otras partes de Asturias.

(1118-1130).

«In Pravia: casata integra de Gonando: purgare tristigus, portare kanales in collo; casata integra de Martino Toroniz similiter; ca­ sata de Flaino similiter; casata integra de Ecta Aldretez: pisca- tores. Casata integra de Alvano Mirielliz, rual. Casata integra de Fortunio, rual. Casata integra de Dominico Xemeniz et de suos iermanos, rual... Que debent facere servitio ruale homines de Pra­ via: casata de Gonnando debent portare kannales per ubi fuerit episcopus ovetensis et latrinas mundare et totum servitium facere; casata de Veremudo Ectaz debent sedere piscatores in Nilone; casata de Iohannes Flaziniz et kasata de Martino Vellitiz similiter piscatores in mare; casata de Cipriano debent sedere vakeros; casata de Froila Calvo debent sedere eguarizos; kasata de Flaino Guntriguiz debent sedere kanaliegos et totum servitium facere; casata de Romano Nuniiz debent facere Carpentaria; Citi Fafilaz genuit Garcia Citiz; Citi genuit Velliti Garciaz; quorum progenie debent esse kannaliegos et piscatores et levare nozes de Oveto facere ex eas oleum et dare ad quoquinam, et iugeria facere et faculas adducere; casata de Gomarigo debent facere sepes et var- ganos in Sancii Iohannis illos varones et illas feminas sallare et pistores esse» (60).

(60) GL, n. 139, pp. 360-62. LA CORTE DE PRAVIA 9 0 3

«Villas de Sancto Andrea de Pravia: Sancti Saturnini, Caurias, Sancti Mameti, Sancti Michaheli de Canneto m., Sancti Stephani de Inclan, Banzes, Sancti Iohannis de Velundres, Arroias, Villa Ardati, Sanctorum Cosme et Damiani cum suis deganeis in Arzelio, in Cel- monio ecclesiam Sancte Eulalie cum suis apenditiis» (61).

Los dos estadillos o inventarios figuran en la primera parte y al final del Liber Testamentorum respectivamente. Ambos carecen de fecha y reflejan, seguramente, las condiciones económicosocia- les del señorío de la sede de San Salvador de Oviedo en el siglo XII, cuando se componía el Libro de los Testamentos. La serie de villas e iglesias dependientes de San Andrés de Pravia: San Satur­ nino, sin localizar; Caurias, Corias, 1. de San Cosme de Corias; San Mamés, parroquia en la Edad Media, cercana a San Andrés de Pravia; San Miguel de Canneto, 1. de San Andrés de Pravia; San Esteban de Inclán; Banzes, 1. de Santianes de Pravia; San Juan de Velundres, Belandres, 1. de San Juan de Piñera, Cudillero; Arroias, Arrojas, 1. de San Juan de Piñera, Cudillero; Villa Ardati, 1. sin localizar; San Cosme y San Damián de Arzelio, San Cosme y San Damián de Arcello, Miranda; Santa Eulalia de Celmonio, Cermoño, Salas; figuran, casi en su totalidad, calificadas de «deca- neis» de San Andrés en la extensa enumeración del patrimonio de San Salvador de Cornellana, según el texto de una falsa donación de este monasterio a la iglesia de Oviedo en 1128 (62).

XLII

La situación jurídica de la villa de Arrogias (Arrojas).

(Sin fecha).

«Illam villam de Arrogias dedit comes Oveco Sanxiz ad Varze- na et ibi sepelivit corpus suum» (63).

(61) GL, n. 214, pp. 509-10. (62) El estudio crítico de ambos textos pelagianos: LT, pp. 154-156, y pp. 364-66. Más adelante se recoge el texto de la falsa donación de Cornellana^ Cfr. : p. 906 de este trabajo. (63) A.C. F l o r ia n o C u y íb r e ñ o , El Libro Registro..., v. I, p. 151. 904 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

Suponemos que esta localidad es la misma que figura en el documento anterior. Varzena es, sin duda, una alusión al monas­ terio de San Miguel de Bárcena, con una historia muy vinculada al gran cenobio de San Juan de Corias (64).

XLIII

Donación de varías heredades en Pravia.

1120, julio 22.

Urraca Sánxiz da a su cuñado Gonzalo Petri varias villas y he­ redades, que había recibido en concepto de arras de su marido Gonzalo Pétriz, situadas en las cercanías de Pravia.

«Ego Urraka Sanxiz, tibi cognato meo Gondissalvo Petri, fatio kartam donationis de villis et hereditatibus, quas habeo in arras dotis de viro meo, fratre vestro, Pelagio Petriz, quas dedit michi ro vestitu et pro plata sive pro servis, etiam pro muía cum ensalla- mento et freno, toto de plata, et pro lecto de Hetera obtimo, etiam pro villis. Nunc etiam fatio vobis supradicto Gondisalvo Petriz kartam firmitatis et donationis de ipsis villis cum ómnibus suis prestantiis adque adiacentiis cum quantum prestant ad usus ho- minis et meam veritas est, ut abeas tu illas in tuo iuro ad populare et laborare sicut tua hereditate. Et ego in quantum vixero abeam inde servitium in morando, comedendo et bibendo, et non abeam licentiam daré ad aliquem hominem. Et post obitum vestrum tor- netis eas ad domum Sancti Vincentii, Ante Alares, pro anima viri mei, fratris vestri, Pelagii Petriz et mea. Et ipsas villas sunt per- nominatas Agones et Prava et Selgas, cum illa hereditate de Arango et Rio et Oronzes...» (65).

Las villas de Agones y Selgas constituyen el centro poblacional de dos parroquias: San Miguel de Agones y San Pedro de Selgas. El resto de la donación corresponde a propiedades situadas en el valle de Arango y en otras dos localidades, que no hemos podido reconocer o localizar: Rio y Oronzes. Prava es seguramente Prahúa y aparece en un falso de 1128 citado más adelante.

(64) Sobre la protohistoria de este cenobio: O.c./v. II, pp. 523-528. (65) SV, n. CLVIII, pp. 256-257. LA CORTE DE PRAVIA 905

XLIV

La vega de Arango, objeto de un cambio.

1120, noviembre 8.

Sancha Vélaz permuta con los condes Suero y Enderquina varias propiedades que tenía en Asturias, entre las que se en­ contraba la vega de Arango, por otras situadas en Galicia.

«Et (ego Sancha Vélaz) do vobis (Suario et Enderquina) veiga de Arango, cum omni hereditate illius et cum omni familia sua» (66).

La parroquia de San Martín de Arango fue la institución ecle­ siástica que atendía y aglutinaba la población de esta vega o valle desde la Edad Media, aunque no podemos precisar la data exacta de su institución formal o jurídica como tal entidad parroquial.

XLV

Integración del monasterio de Cornellana en Cluny.

1122, marzo 7.

Los condes Suero y Enderquina entregan al monasterio de Cluny el de San Salvador de Cornellana con todas sus pertenen­ cias, entre las que se encuentra una parte de la vega de Arango.

«Concedimus etiam ibi alias nostras hereditates ...Et in Aran­ go mediam veigam...» (67).

(66) A.C. F l o r ia n o C u m b r e ñ o , El monasterio de Cornellana, n . IV, p p . 23-26. (67) GL, n. 143, pp. 367-70. 9 0 6 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

XLVI

Supuesta donación del monasterio de San Salvador de Cornellana a la iglesia de Oviedo.

1128, diciembre.

Los condes Suero y Ender quina dan a la iglesia de Oviedo y a su obispo Pelayo el monasterio de San Salvador de Cornellana con todas sus posesiones, entre las que figuran varias situadas en tierra de Pravia.

«...Prauam... Veigam de Arango... In Pravia Sanctum Andream cum suis decaneis pernominatis, scilicet: Sancto Micaele de Canne- do, Sancto Stefano, Banzes, Sancto Iohanne de Arroyas, Quorias et Sánete Mámete et Sancto Cosma de Arzelio cum suis directis... Villar de Forzinas... Et ego Pelagius, Dei gratia Ovetensis episco- pus, una cum consensu kanonicorum ecclesie nostre, pro tanto dono quod donat ecclesie Ovetensi Suarius comes et comitissa En- desquina damus de hereditatibus predicte sedis monasterio Sancti Salvatoris Cornelianenssi has subscriptas villas, scilicet... et Sanc­ tum Andream de Campo...» (68).

El documento tiene todas las apariencias de una falsificación pergeñada por el «Scriptorium» del obispo don Pelayo. Las dos pri­ meras localidades: Praua, Prahúa, y la vega de Arango, aparecen situadas en el territorio de Salas y no en el de Pravia. Prahúa es una localidad de Pravia, citada más arriba. De las «decanías» de San Andrés de Pravia ya se hizo mención en un documento ante­ rior y lo mismo de Villar (69).

XLVII

Donación de la villa de Beifar.

1128, marzo 26.

Alfonso VII, el Emperador, y la reina Berenguela dan al conde Suero propiedades realengas en León y Asturias, entre las que se encontraba la villa de Beifar, cerca de Pravia.

(68) GL, n.. 148, pp. 376-80. (69) Cfr. : p. 903 de este trabajo. LA CORTE DE PRAV1A 9 0 7

«...et in Pravia alia prenominata Befar, iusta flumine Nelom; et per suos términos, videlicet: per illa cabiza de illo pelago qui dicitur Liberto, et per illa ulze de Miravete, et per illa cabeza de Cogordedo, et per illa cobertoria, et per illo pogo de rovoira, et per illo flumine de Nelone usque ad illo pelago de Liberto; et de intro istos términos, quantum habet ibi de regalengo, videlicet: montes fontes, térras, pelagos, cum exitibus et regressibus suis» (70).

El documento es irreprochable desde el punto de vista diplo­ mático. La villa medieval de Beifar, con sus límites precisos, es hoy una localidad de la parroquia de Santa María de Fenolleda, ayuntamiento de Candamo, en el límite del concejo de Pravia.

XLVIII

Pleito por el «piélago» de Peñaullán.

1128.

Juan, abad de Corias, y el conde Suero entablan un pleito por el «piélago» de Peñaullán, quz termina con la división de ésta «heredad » entre ambos contendientes.

«Item in Forzinas, abbas Iohannis habuit intentionem cum co­ mité Suario super illum pelagum de Penna Luían quam tenebat ipse comes post villar de Forcinas, ubi habebat illam quartam post partem de Pelagio Pinioliz. Predictus abbas dicebat quod de- bebat habere tantum in illo pelago quantum habebat in villare. Super hoc elegerunt iudices inter se: Martinum Martini de Pravia et Petrum Menendi Nunquam Farto, vasallos comitis, et iudica- verunt quod dividissent illum pelagum per medio, sicut dividebant illam senram que erat circa illum pelagum. Tum mandavit comes Suarius maiorino suo Gonzalvo Pelaiz quod misisset abbatem Iohannem in iure de illo pelago et fecit sic» (71).

El interés del abad de Corias y del conde Suero Bermúdez por el «piélago» de Peñaullán, en el río Nalón, a la altura de la misma villa de Pravia, es un indicio más de la importancia piscícola de la zona.

(70) A.C. F l o r ia n o C u m b r e ñ o , El monasterio de Co'rnellana, n. VI, p p . 28-29. (71) A.C. F l o r ia n o C u m b r e ñ o , El Libro Registró..., v. I, p . 121. . 9 0 8 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

XLIX

Situación jurídica de algunas heredades de Pravia.

1129, agosto.

Pedro Guilíeniz y su mujer Jimena Monniz donan al monasterio de San Salvador de Cornellana monasterios, villas y propieda­ des en diversas partes de Asturias, recibiendo en préstamo del abad San Andrés del Campo y Cañedo.

«In valle de Linares villas pernominatas Castro et villa de Mia- goaz; in villa Mondriz nostro directo, tam de radice quam de ganancie; de Felgarios nostro directo; in Aranquilino nostro di­ recto integro; de villas meas nostro directo integro; de Rio nostro directo integro... Et ego abbas Martinus, una cum consensu mo- nachorum Sancti Salvatoris (de Corneliana) damus vobis de nostra ereditate in préstamo, id est: in valle de Linares Sancto Andrea de Campo et in Pravia Kanneto medio. Habeatis ipsas ereditates dum vita vixeritis. Post obitum vestrum permaneant in iure ipsius monasterii cum alias nostras concessiones, quas superius resonant, iure quieto. Et si ego Petro Quilieniz aut uxor mea Xemena Monniz ad talem etatem vel necessitatem vel viduitatem et nobis voluntas fuerit que concedant nobis de monasterium Sancti Salvatoris ra- cionem libram et copellam, qualem de illis seniores qui ibi abita- verint, usque dum vita vixerimus, et prestent nobis consilium et adiutorium iuxta mensura que recta sedeat» (72).

Villa Mondriz, Villamondriz, es una localidad de San Miguel de Cordovero y Felgarios, , pertenece a la misma parroquia o a Santa María de Folgueras, situada también muy cerca. Ambas aparecen ya en dos documentos pelagianos de 1058 y 1069, citados anteriormente (73). Aranquilino es el valle del río Aranguín que discurre por aquella zona. El préstamo de San Andrés del Campo estaba situado en Lina- nares. Suponemos que se trate de una iglesia, hoy ermita, dedicada a San Andrés, en la parroquia de San Miguel de Linares, Salas,

(72) A.C. F l o r ia n o C u m b r e ñ o , El monasterio de Cornellana, n. IX, pp. 33-35. (73) Cfr. : pp. 884 y 886. LA CORTE DE PRAVIA 9 0 9 también próximo a los lugares citados más arriba. Kanneto, Ca­ ñedo, 1. de Pravia, era una de las «decanías» o dependencias del monasterio de San Andrés de Pravia, según se indicó en documen­ to reseñado anteriormente (74).

L

Pleito del abad de Corias con los hombres de San Andrés.

1140.

«Item in Forcinas idem abbas Iohannis coriensis habuit inten­ cionen! cum hominibus Sancti Andree, qui erant de illa regina Berengaria, super illas mansas de illo pelago de Boognio et super illos montes de illa Barrosa, quod querebat abbas por ad Forcinas. Super hoc venerunt ante Petrum Adefonsi, qui tenebat Corias in comanda et Sancto Andre. Et mandavit ipse Petrus Adefonsi Mar- tino Martiniz de Pravia et Petro Quilieniz, qui erat maiorinus de illa regina Berengaria in Pravia et in Salas, quod adunassent ho­ mines sapientes et legítimos de Sancto Andrea et de Forcinas, qui sub iuramento extremassent illos montes et illas mansas. Et adu- naverunt de parte Sancti Andree Iohannem Moniz, qui erat ibi cellerarius et Martinum Iohannis et Pelagium Petri de Agones et Stefanum Monago et Garseam Iohannis; et de Forcinas Iusto Iohannis, Petro Forcinas, Froila Pelaiz, Dominico Iohannis, Rode- rico Petri. Et iuraverunt omnes isti in Sancto Evangelio dicere veritatem in ista divisione. Et separaverunt illas mansas sic: quod homines de Sancto Andrea partissent eas per medium cum Forcinas de ambabus partibus fluminis. Et separaverunt illos montes post Forcinas, per illa penna de illa roza de Garcia Cidiz, in directum usque vadit in illo vallado de Cadigone, per ubi alia vice iam fue- rat separatum. Et de alia parte desursum separaverut per illo vallado» (75).

(74) C fr.: p. 903. (75) A.C. F l o r ia n o C u m b r e ñ o , El Libro Registro..., I, pp. 121-122. 9 1 0 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

LI

Donación de la villa de Agones a San Vicente.

1144, marzo 13.

Gonzalo Menendi da a San Vicente y al abad y monjes de este monasterio las villas de Santiago de Chores en Carreño y la de Agones en Pravia con la heredad de Masgodeli.

«Aditio etiam villa alia vobis in territorio vel alfoze de Pravia, pernominata Agones, cum illa hereditate de Masgodeli, que etiam similiter fuit arras de matre mea. As villas superius taxatas cum ómnibus suis directis, intus et foris, domintum et indomitum, acabdatum et pro acabdare, et cum ganantiis et comparantiis, per ubicumque potueritis invenire, vobis et successoribus vestris per hanc kartam testamenti concedo, ut ibi serviant per cuneta sécu­ la» (75 bis). \

La villa de Agones y la de Masgodeli aparecen incluidas en la supuesta donación de Alfonso III a la iglesia de Oviedo el año 905. La de Agones fue, además, objeto de una donación entre particu­ lares, vinculada al patrimonio monástico de San Vicente de Oviedo, el año 1120 (76).

Lll

Carta fundacional del monasterio de San Juan de Ranón.

1145, noviembre 15.

Alvaro Guterri y su mujer Aldonza Fernandi fundan el monas­ terio de San Juan Evangelista de Ranón (Gijón ), dotándole de numerosos bienes raíces en diversas partes de Asturias, y entre ellos se enumera la heredad de Rovrines.

«Et in Sauto de Pravia Rovrines et alia hereditate que fuit de Maria Ovequiz, et si fuerit causa quod filie vel nepti de María

(75 bis) SV, n. CCXIV, pp. 338-39. (76) Cfr. : p. 880. LA CORTE DE PRAVIA 911

Ovequiz voluerint habitare in ea et servire pro ea ad supra dictum monasterium, habeant illa sed non habeant potestatem vendendi vel extraneandi in aliquam partem; et si voluerint servire pro ea et abitare in ea, non habeant partem in earn sed stet partem mo- nasterii quietam» (77).

Rovrines es la localidad de Rubines, en Soto del Barco, que ya aparecía donada a San Pedro de Soto el año 1100 (78).

Lili

Donación del monasterio de San Esteban de Boca de Mar al de San­ ta María de Lapedo.

1148, agosto 9.

Urraca Vermúdiz da el monasterio de San Esteban de Boca de Mar al de Santa María de Lapedo (Belm onte ).

«Ego exigua et indigna Urraka Vermudiz, peccatorum mole de- pressa, non tamen de Dei misericordia difidens, ideo do et offero hunc monasterium vocabulo Sancti Stephani de Boca de Mar, in territorio Pravia, super flumine Nelone. Do et concedo illo ad Sancta Maria de Lapedo integro per suis terminis et locis antiquis, per ubi parentes mei obtinuerunt, intus et foris... Habeatis vos abbas domnus Adeffonsus et vestri successores illo monasterio pro anima mea et de parentum meorum, ut in die iudicii mercedem copiosam invenire merear ante Deum» (79).

San Esteban de Boca de Mar es la parroquia actual de San Es­ teban. Diplomáticamente, el documento es un original, irreprocha­ ble en la forma y en el contenido.

(77) SV, n. CCXVIII, pp. 344-47. ' " (78) Cfr.: p. 897. ' (79) A.C. F l o r ia n o C u m b r e ñ o , Colección diplomática del monasterio de Belmonte (MB), n. 17, pp. 124-125...... -

) 9 1 2 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

LIV

Situación jurídica de la villa de Agones.

1150, abril 3.

Suero Menendi y su mujer Urraca donan al abad de San Vicente y a sus monjes la heredad de Cadavedo, prometiendo dejar libre, al morir, la villa de Agones que tienen en préstamo del monasterio.

«Igitur talique conventione et pacto kartam supra dictam fació ab ipsis enim monachis prescriptis mutuo quedam presignatam nomine Angones teneo villam tali firmamento et tenore quatinus post mei exitus obtium absque ullo herede illam possideant here­ ditario iure; et quidquid ex et voluerint exercere, remota eminus ambiguitate, plenam obtineant facultatem meamque suam, quas mihi in mea videtur permanere potestate sine memento et dilatio- ne, sicut resonat supra scriptum, post mei obitum absque ullo obstáculo omni accipiant ab utroque» (80).

Suponemos que la villa de Angones es la localidad de Agones, que pertenecía, efectivamente, al monasterio de San Vicente por estos años.

LV

Límites del arcedianato de Oviedo.

1150, abril 17.

Martín II, obispo de Oviedo, confirma los límites del arcedia­ nato de Oviedo, que ya habían sido fijados anteriormente, y vuelve a conceder los réditos del mismo al cabildo de San Sal­ vador.

«...et includitur in rivulum de Trubia et quomodo rivulus ille recipitur in alveum Nilonis fuvii ipseque fluvius ad opidum Sancti

(80) SV, n. CCXLI, pp. 382-83. LA CORTE DE PRAVIA 9 1 3

Martinide Pravia ill _ur in mare et per ora maris in giro doñee rivulus de Donnas in mare consumitur...» (81).

El obispo Pelayo ya había hecho lo mismo en 1117, según un documento que indica la existencia anterior de esta institución eclesiástica (82). El territorio de Pravia tenía parroquias pertene­ cientes a dos arcedianatos: las de Soto ( Pravia de Aquenge), co­ rrespondientes al arcedianato-deanazgo de Oviedo, y las del actual concejo de Pravia, incluidas en el arcediato de Ribadeo (83).

LVI

San Esteban de Boca de Mar integrado en el patrimonio de Santa María de Bel monte.

1151, marzo 12.

El emperador Alfonso VII con su hermana Sancha y sus hijos confirma los derechos, privilegios y bienes del monasterio de Santa María de Lapedo, entre los que se encontraba San Este­ ban de Boca de Mar.

«Deinde alias videlicet hereditates... Sanctum Stephanum de Boca de Mare, Venas, Velandres de Vallo...» (84).

Parece que este documento es una refacción del siglo XIV sobre otro anterior o sobre una realidad jurídica adquirida ya por Bel- monte. De hecho, San Esteban de Boca de Mar, con el título de monasterio, había sido donado al cenobio de Lapedo por Urraca Vermúdiz el año 1148 (85). Velandres de Vallo pertenecía a la pa­ rroquia de San Miguel de Báscones, ayuntamiento de Grado, y no tiene nada que ver, lógicamente, con la entidad poblacional homó­ nima de San Juan de Piñera, que figura ya en algún documento anterior.

(81) GL, n. 160, pp. 403-406. (82) GL, n. 138, pp. 357-360. (83) Cfr. la estadística elaborada por el obispo don Gutierre en el siglo XIV, public.: F .J . F e r n a n d e z C o n d e . La Iglesia de Asturias en la Baja Edad Media. Estructuras económiconadministrativas (Oviedo, 1987), pp. 121-155. (84) MB, n. 30, pp. 124-25. (85) MB, n. 17, pp. 94-96. 9 1 4 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

LVII

Donación de una tierra en Muros al monasterio de Belmonte.

1152, diciembre.

Martín Vermúdiz con sus hijos dona al abad de Santa María de Lapedo y a sus monjes una heredad propia situada en el territorio de Muros juntamente con otras dos mitades situadas en Marinnatas y Agüera.

«...ut faceremus nos desuper taxatos vobis iam supra dictas karta donationis de mea hereditate propria, que habemus de pa- rentorum nostrorum et de nostro comparando in territorio de Muros, intras kasas de Martin Pelaiz, que comparavi de Martino Citiz et de Menendo Marcelli; damus illa térra vobis per terminis et locis suis antiquis per termino suso de Iohanne Alvariz et de iuso per termino de Martino Pelaiz de fronte per termino per illam terram qui fuit de Martin. Et damus vobis alia térra media, que est in locum nominatum Marinnatas et est ipsa térra et iacet inter illa hereditate de Salvatore Ramiriz et inter illa de Martino Telliz et inter illa de Orvida et inter illa de Quintana, damus ista media et alia iam dicta in Aquera pro remedium animabus nostris et parentum nostrorum» (86).

Descanocemos la ubicación exacta de Marinnatas. Estaría, pro­ bablemente, en el territorio de Muros. La localidad de Quintana, limítrofe, es un topónimo relativamente frecuente, que se en­ cuentra también en varias parroquias de Pravia: Arango, Corias, Sandamías. Y en el ayuntamiento de Miranda existe también la parroquia de San Julián de Quintana. Agüera es, asimismo, un topónimo frecuente en muchas partes de Asturias. En el ayunta­ miento de Miranda se encuentra la parroquia de San Andrés de Agüera, pero no tiene nada que ver con el territorio de Pravia.

(86) MB, n. 30. pp. 124-125. LA CORTE DE PRAVIA 9 1 5

LVIII

Venta de heredades en Pravia.

1155, febrero 20.

Sancha Ordóñiz vende a los condes Pedro Alfonso y María Froílaz heredades y «criazones » en diversas partes de Asturias, también en Pravia, y en León, por cien maravedís. A la muerte de éstos, dichos bienes pasarían a engrosar el patrimonio mo­ nástico de Santa María de Lapedo.

«et in Pravia hereditate et criacione et totum meum directum in Luirces, iuxta flumen Narceia cum hereditate et criacione... Pro quas hereditates et criaciones accepi de vobis in precium C morabitinos obtimos et de precio nichil remansit, set totum est impletum ad libitum meum. Dono et vendo... ut faciatis de illas quicquid volueritis, tali condicione, ut post obitum vestrum vobis comiti Petro et comitissa domna María predicto monasterio et monachis ibidem commorantibus in pace possideant et remane- ant» (87).

Luirces es Luerces. El monasterio de San Miguel de Luerces figura en documentos pelaginos de finales del siglo XI. dependien­ do de la iglesia de San Salvador de Oviedo (88).

LIX

Autoridad de la infanta Sancha en tierras de Pravia y de Salas.

1157, abril 1.

María Fafílaz con su hijo Gutierre Vermútiz permutan a los condes Pedro Adefonsi y María Froílaz heredades en Asturias por otras de los citados condes en Laciana.

«Regina Urraka in Oveto obtinente. Infans domna Sancia in Pravia et in Salas» (89).

(87) MB, n. 32, pp. 127-129. (88) Cfr.: pp. 890, 891 y 894 de este trabajo. (89) MB, n. 33, pp. 129-131. 9 1 6 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

Urraca, con el título de reina, es la hija natural de Alfonso VII y Gontrodo Petri. Sancha es la infanta hija del Emperador y de la reina Berenguela.

LX

Venta de Villarigán ai abad de Corias.

1159.

«Item in Villa Herigan vendidit Enalsus Suegerii, filius Saurii, connomento Mosca, abbati Suario cauriensi pro uno equo preciato CC. morabetinos totam hereditatem cum suis directuris et perti- nenciis, que fuit de suo patre Suario Mosca et habuit eam in divi- sione inter fratres suos. Item hanc hereditatem de Villa Herigan tenuit magno tempore in prestimonio de monasterio Cauriensi donna María Fernandiz de Pravia et ad mortem suam dimisit eam monasterio Cauriensi in pace. In tempore abbatis domni Iohannis Petri. Era MaCa LXV* VIIa» (90).

Villa Herigán es la localidad de Villarigán, perteneciente a la parroquia de Santiago de Escoredo, en el concejo de Pravia. La referencia del Libro Registro de Corias constituye un indicio más del gran interés de los cenobios del centro de Asturias por las he­ redades de Pravia, situadas en las cercanías del Nalón.

LXI

Situación jurídica de la heredad de Riberas.

1160, febrero 7.

Ordoño, abad del monasterio de San Vicente de Oviedo, y Al- donza Fredenandi, abadesa de San Pelayo de Oviedo, conceden el usufructo vitalicio de la heredad de Riberas a Marina Alvari, con el compromiso para ésta de pagar un canon al prior de San Juan de Fano.

(90) A.C. F l o r ia n o C u m b r e ñ o , El Libro Registro..., v. I, p. 122. LA CORTE DE PRAVIA 9 1 7

«Ego Ordonius, abbas Sancti Vincencii, una cum abbatissa Sancii Pelagii domna Ildoncia Fredenandi, parique consensu mo- nachorum conventus Sancti Vicencii, tibi Marine Alvari facimus kartam concessionis de hereditate nostra, Riberas nomine, quam dedit Sancto Vicencio domnus Alvarus Guterri cum sua uxore supra nominata domna Eldoncia, eo nimirum pacto ut habeas prefatam villam cum omnibus que in ea sunt et cum universis que ad eandem pertinent omni tempore vite tue iure quieto. Post obi- tum vero tuum, cum omnibus que in ea sunt et que tune erunt, tarn mobilibus quam immobilibus, integrami ipsam restituas ceno­ bio Sancti Vicencii et cultoribus eius. Nichil de finibus eius minuas nichilque de pertinentia eius quoquo modo alienare contendas. Si quid auiem tui iuris in ea erat uti in presencia nstro absolvisti, ita absolutum et liberum cultoribus Sancti Vicencii integrum resti­ tuas».

Clásula final-.

«Quod superius pretermissum est de pacto hius scripti, infra perscripsimus, eo nimirum tenore hanc scripturum firmavimus, ut tu superius nominata Marina Alvariz singulis annis in festivitate Sancti Iohannis Apostoli tres sestarios plenos ad usum terre in pane vel carne priori Sancti Iohannis de Fano indubitanter persol- vat. Quod si renueris et facere neglexeris, villam quam tibi dedimus ilico amittas sitque possessio deinceps Sancti Vincencii» (91).

LXII

La heredad de Corenia cambia de dueño.

1163, junio.

Marina Martíniz entrega a Rodrigo Petri la heredad de Còrenia y otros bienes, para compensarle de un gasto indebido cuando era «celleriza» suya.

«Ego Marina Martiniz vobis Rodericus Petri fatio vobis kartam de hereditate nostra et de avere in terra Asturias, in alfoz de Pra-

(91) SV, n. CCLXX, pp. 427-29. 9 1 8 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C.- SANTOS DEL VALLE

via, iusta flumen Nilone, hereditate nominata in Corenia per ter- minis suis: per illo de rege per alia parte per termino de Petro Pelaiz et de Martino Pelaiz et de Iohan Pelaiz, in Vimnedo una in piko et alia incima de Vimpnedo et uno orreo et II kubas. Et isto damus proque fuimus suos scellericos et despensamus XX modios de pane. Et térra del piko iacet iusta sua térra de Corenia de don Rodericus et de alia parte per illo rio. Et alia térra incima de Vimpnedo iacet iusta illa de hereditate de Riberas et de alia parte de Michael de Pravia. Vos dedistis et nos accepimus; quod si super est hereditas et avere ad vobis sit dimissum» (92).

La villa de Corenia ya aparecía en la donación de Alfonso III a la iglesia de Oviedo en el 905. Desconocemos la localización exacta de Vimpnedo. Probablemente se trate de la 1. de Bimera en Soto del Barco.

LXIII

Donación de hombres de «criazón» en Boca de Mar.

1163, noviembre.

' Fernando II dona al monasterio de Santa María de Lapedo las «criazones» que habitaban en distintas partes de Asturias, y en­ tre ellas Riba de Mar.

«Ego Ferrandus, Dei gratia hispanorum rex, fació textum et scriptum donacionis... Sánete Marie de Lapedo, vobis abbas... de ipsa mea criatione que sub vobis habitat in locis et villis Sánete Marie, tan in Lapedo quam in... Riba de Mar» (93).

No nos consta que Riba de Mar tenga relación con Riberas. Por otra parte, el documento es una copia posterior con interpolacio­ nes (94).

(92) SV, n. CCLXXXIV, pp. 448-49. (93) MB, n. 63, pp. 186-87. (94) Estudio crítico: MB, pp. 180-82. LA CORTE DE PRAVIA 919

LXIV

Donación de la villa de Caurenia al monasterio de San Vicente.

1169, diciembre 26.

Rodrigo Petri dona la villa de Caurenia al abad de San Vicente y a sus monjes con tierras y criazones, recibiendo del citado cenobio otras dos villas.

«Hinc ego Rodericus Petri, ut eterne pacis hereditatem assequi perhenniter valeam, do et concedo cenobio Sancti Vincentii ove- tensis et vobis abbati domno Roderico et sanctis fratribus ibidem comanentibus villam vocitatam Caureniam, in alfoz de Pravia, iux- ta flumen Nilonis, cum omnibus hereditatibus suis, cum omnibus hedificiis suis, cum omnibus plantacionibus suis, cum omnibus hereditatibus, illis quas habeo in Viminedo térras XIII cum aqua- rum ductibus, cum omnibus omnino adiacentiis suis et pertinenciis suis, cum homine de criacione mea: Pelagio, Furtado nomine, cum filiis et filiabus suis et cum filiis et filiabus de Dominico Vicentiz, excepto quod in vita mea filii Dominici Vicencii mihi serviant. Post obitum meum redeant ad ius prefati monasterii et exceptis aliis hominibus de criacione mea eidem ville pertinentibus et ex­ cepto ilio solare, quod comparavit Pelagius Vincencii in Corenia de suso in villa regis. Concedo siquidem prefatam villam Caure­ niam cenobio, ut dictum est, Sancti Vicencii iure perhenni, eo nimirum pacto ut nunquam liceat cultoribus Sancti Vincentii ven­ dere vel commutare vel in prestimonium alicui dare, quo contra, si presumpserint, liceat parentibus meis predictam villam arripere non sibi asurpandam set in iam dicto monasterio restituendam. Accepi quidem ego ab abbate fratribus iam dicti monasterii ob repartionem mero rum presentium fructuum villas duas: Sanctum Iulianum de Bos... cum alia villa in alfoz Siero, vocitata nomine Anes...» (95).

Seis años antes, el 1163, Rodrigo Petri había recibido dicha villa de Corenia, juntamente con bienes en Vimnedo, de Marina Martíniz. Con este nue-vo acto jurídico se perfila más la historia de esta localidad ribereña del Nalón, situada en el alfoz de Pravia.

(95) SV, n. CCXCIV, pp. 463-65. 9 2 0 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

LXV

Venta de la heredad de Vimnedo en Riberas. 1170. Domingo Peláiz y su mujer María Garcíez venden a Sancha Gon- cálviz dos tierras en Vimnedo por el precio de seis quarteros. «...facimus nobis ad vobis carta vendicionis de nostra ereditate propria que abemus de Ordonio Diez in térra asturiensis, in valle vocabulo Riberas, in locum predictum in Vimnedo ad illa Arena. Damus vobis ibi duas térras per terminis suis: de sus est de Petro Cidiz, de iuso est de Petro Martiniz, de fronte est de Sancti Vicen- ti, de alia parte per illa oiga. Illa alia térra abemus illa cum Diago Cordoniz et est intus terminis suis: de suso est de Pelagio Garciez, de iuso de Pelagio Petriz, de fonte de Pelagio Ruio, de alia fonte est vestra. Pro que accepimus de vos in precio quarteros VI, que inter nos et vos bene complacuit...» (96). La localidad de Vimnedo, probablemente Bimera, en Soto del Barco, está ampliamente documentada en varios diplomas citados anteriormente.

LXVI

Las autoridades políticas en Pravia y Ti neo. 1172, diciembre 2. Aldonza Fernándiz, abadesa del monasterio de San Pelayo de Oviedo, y Urraca Díaz con sus hijos, venden Cabeza de Monte con sus criazones al abad y monasterio de Santa María de La- pedo por cinco caballos y doce bueyes. En la validación: «Petro Roderici et uxor sua dompna Orraka in Pravia et in Tineo» (97). El Pedro Roderici de esta validación podría ser cuñado de la famosa reina Urraca «la Asturiana» (98).

(96) SV, n. CCXCV, pp. 465-466. (97) F.J. F e r n a n d e z C o n d e -I. T o r r e n t e -G . de la N o v a l , El monasterio de San Pelayo de Oviedo. Historia y Fuentes, v. I (Oviedo, 1978), n. 30, pp. 73-74. (98) F.J. F e r n a n d e z C o n d e , “La reina Urraca ’la Asturiana’”,Asturien- sia Medievalia, 2 (1975), p. 93, nt. 127. Adviértase que en la misma validación aparece la citada reina Urraca como corregente en Asturias. LA CORTE DE PRAV1A 921

LXVII

Donación de la villa de Arango.

Fernando II con su mujer y su hijo da a la iglesia de San Sal­ vador de Oviedo, a su obispo Gonzalo y a los canónigos el cas­ tillo de Alba de Quirós con varias villas, entre las oue se cita expresamente Arango.

«...illud castellum Alva de Quirós, ut ab hac die et deinceps ipsum castellum habeatis cum villis nominatis scilicet Aquaria, Tameza, Perlio, Arango, et cum hereditatibus, hominibus et vassa- llis...» (99).

La vega de Arango pertenecía a los condes Suero y Enderquina, por una perm uta, desde el año 1120 (100).

LXVIII

Donación de la cuarta parte de una heredad en Castro.

1176, agosto 12.

Urraca Gundisálviz con sus hijos y los de Sancha Suarii dan a 'Rodrigo Gundisálviz y a su hijo dos cuartas partes de una he­ redad de Castro, situada en el valle de Pravia.

«...facimus vobis Roderico Gundisálviz, cognomento Tyrso, kar- tam de hereditate nostra propria in valle de Pravia pernominata Castro. Illa quarta integra damus vobis per términos suos anti- quos, per ubicumque sua veritas potueritis invenire, kasas, orreos, controzios, pomiferis, montes, fontes, pratis, pascuis, padulibus, rozas, canales exitus sive domitum vel indomitum; et alia quarta de illa damus vobis et filio vestro Adefonso Roderici, ut habeatis eam vos et progenie vestra iure hereditario in perpetuum et facia- tis de illa que vestra fuerit voluntas». ~

(99) GL, n. 187, pp. 456-57. (100) Cfr.: p. 905 de este trabajo. 9 2 2 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

Y en la validación: «Fernando Velaz tenente Tinegio et Pra- via» (101). La localidad de Castro, perteneciente a la actual parroquia de Pravia, contigua a Peñaullán, posee una notable importancia ar­ queológica. Vecina a otra bien documentada: Doña Palla, conserva en su parte más alta las ruinas de una fortaleza, castro o castillo altomedieval, que defendía estratégicamente el valle del Nalón a su paso por Santianes y Pravia.

LXIX

Donación de la villa de Somado.

1177. Elvira Peláiz dona al monasterio de San Pelayo de Oviedo un «controzio » en la villa de Somado con algunas condiciones.

«...fació kartam testamenti de herditate mea propria, quam comparavit et iure hereditario possideo in terra de Pravia, in valle de Muros, villa prenominata Somado, scilicet controzio de ka de Xemena, cum totas alias compras, quas ego ibi comparavi. Do si- quidem et concedo istam hereditatem monasterio Sancti Pelagii pro remedio animae meae et parentum meorum tali conventione et pacto quod semper sit in manu et in forcia de ilio conventu et se- deat pro meo anniversario... Ego tamen dum vita vixero teneam illam in obedientia per singulos annos, respondeam pro illa quan­ tum mihi placuerit; post obitum meum teneat eam Pelagius Fer- nandiz et in die anniversarii mei donet refectorio Sancti Pelagii sex solios de denarios aut valente de uno modio in convivio de istis quale ipsi Pelagio placuerit et habeat istam hereditatem in omni vita sua, post mortem autem meam et suam recipiat ipsam hereditatem superius nominatam ille conventus et illa priorissa et illa armaria et illa sacristana cum consilio aliarum bonarum mu- lierum donent ipsam hereditatem bono vicario, qui per singulos annos donet in refetorio quantum de ipsa herediate potuerit abere et semper respondeat ad ilio conventu». En la validación: «Petro Diaz Pravia mandante» (102).

(101) SV, n. CCCXVI, pp 497-498. (102) F .J . F e r n a n d e z C o n d e -I . T o r r e n t e , G. d e la N o v a l , o .c ., n. 33, pp. 77-79. LA CORTE DE PRAVIA 923

LXX

Venta de una heredad en Ranón.

1189, mayo.

Martina Iohannis, juntamente con su marido Román y sus hijos, vende a María Pétriz una heredad en Ranón, por el precio de nueve sueldos.

«...facimus vobis karta venditionis de nostra hereditate pro- pria, quem habemus in Pravia in villa nonminata in Ranon iuxta fluminae Nilonae secus litus maris. Damus nos ad vos domina Ma­ ría Petriz illa hereditate illo nostro directo ex integro, casorios, montes, fontes, rivis, pascuis, arumptum vel pro arumpere, et omnia arbusta, intus et foris, cessum et regressum, per ubi suos directos potueris invenire; damus vobis ista hereditate, quantum nobis quadrat inter nostros germanos vel eredes; et illa hereditate fuit de nostro avolo Vermudo Iohannes. Pro que accepimus de vos in precio VIIII solidos...».

En la validación: «Suarius Menéndiz, tenente Pravia» (103).

Ranón es una localidad, la principal, de la parroquia de San­ tiago de Ranón. Pertenece al ayuntamiento de Soto del Barco en la actualidad y limita, efectivamente, con la costa. El documento tiene interés para precisar el alcance o extensión del territorio de Pravia en el siglo XII.

LXXI

Dos heredades en Riberas y Corenia en las cláusulas testamentarias de Fernando Garvixo.

1200 .

Fernando Martíniz, llamado Garvixo, sintiéndose enfermo, de­ cide tomar el hábito de San Benito y entrar en el monasterio de San Vicente de Oviedo, disponiendo testamentariamente de

(103) Ibid., pp. 87-88. 9 2 4 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

sus bienes, entre los que figuran algunas heredades situadas en el territorio de Pravia.

«...et ipsa hora partiront illam hereditatem de Riberas per me­ dio et partiront illam hereditatem de Corenna per medio, que sunt in alfoz de Pravia» (104).

III.—CRONICAS MEDIEVALES TARDIAS

LXXII

Crónica a Sebastián en versión pelagiana.

(Siglo XII, 1.a mitad).

«Post Aurelii finem Silo successit in regnum, eo quod Adosin- dam Adefonsi principis filiam, sortitus esset coniugem. Iste cum Hismahelitis pacem habuit. Populos Gallecie contra se rebellantes in monte Cuperio bello superávit et suo imperio subiugavit. Deinde, congregavit exercitum militum et pedittim multum ni- mis et fuit in civitatem que dicitur Emérita, et beatissimam virgi- nem Eulaliam, qtie ibi a Calpurniano prefecto fuerat interfecta et a christianis sepulta, extraxit a sepulchro, in quo iacebat recóndi­ ta, et misit in capsellam argenteam, quam ipse facere iusserat; et quartam partem cunabuli ipsius virginis ibi invenit. Quod cum corpore beate virginis Eulalie secum in Asturiis territorio Pravie eduxit et in ecclesiam Sancti Iohannis apostoli et evangeliste et sanctorum apostolorum Petri et Pauli et Andree, quam ipse fun- davit, eam posuit. Regnavit autem annos novem et in décimo vitam finivit et se- pultus cum uxore sua, regina Adosinda, in predicto monasterio Sancti Iohannis in Pravia fuit. Post aliquantos autem annos Adefonsus rex Castus ad eccle­ siam Sancti Salvatoris ovetensis sedis, quam ipse fecerat, memo- ratam virginem Eulaliam et predictam cunabuli partem transtulit et in thesauro Sancti Micahelis archangeli earn collocavit et in cathenam ferream, que pendebat super archam, in qua diversa et multa Sanctorum pignora sunt recóndita, iussit predictam capse­ llam cum beata Eulalia pendere. Cunabuli vero partem, de qua

(104) SV, n. CCCLXIX, pp. 374-378. LA CORTE DE PRAVIA 925 prediximus, erat ista consuetudo, ut in festivitate iam diete virgi- nis deducerent in choro et venerari a fideli populo. Post multorum vero curricula annorum, sub era MaCXL, Pela- gius, Ovetensis ecclesie episcopus, quadam die introivit in predicto thesauro, ut oraret, et interrogavit custodes thesauri novos et ve- tustissimos, que res iacebat in predicta capsella. Illi autem dixerunt se nescire que intus erant. Ipse vero eiscopus accepit et aperuit eam, et intus eam invenit scriptam cartam cum corpore beate virginis Eulalie. Tunc ipse et canonici eiusdem loci magno gaudio gavisi sunt, et in sequenti dominica levavit eam cum magno honore in principali ecclesia; et ut esset propalata causa ista in omno orbe, fecit eam videre numero XXX feminis et plus quam centum viris. Deinde capsellam ipsam misit predictus episcopus in aiiam capsam maiorem argenteam, que ibi dederat rex dominus Adefon- sos, filius Fredenandi regis et Sancie- regine, et posuit eam in the­ sauro iam dicto, ubi a fidelibus populis veneratur. Deide inquisivit et invenit in Narbonensi provincia responsa et antiphonas, que sunt suprataxate virginis et iussit eas scribere et canere ubique. Era DCCCXXI Silo defuncto, regina Adosinda cum omni officio palatino Ade- fonsum, filium fratris sui Froilani regis, in solio constituerunt pa­ terno; sed preventus fraude Mauregati, tii sui, filii Adefonsi Maioris (de serva tamen natus), a regno deiectus apud propinquos matris sue in Alavam commoratus est. Mauregatus autem regnum, quod callide invasit, per sex annos vindicavit. Morte propria discessit et sepultus in ecclesia Sancti Iohannis apostoli in Pravia fuit. Era DCCCXXVI» (105).

El historiador don Pelayo, obispo de Oviedo (1101-1130), fue el responsable de la leyenda relativa a la expedición bélica del rey Silo a Mérida y del traslado de los restos de la mártir Santa Eula­ lia a Pravia y a Oviedo, como ha sido puesto de relieve ya más de una vez (106).

(105) El texto: BN, Madrid, Ms. 1513, f. 47v-48r, Edit.: J. P r e l o g , Die Chronik Alfons’III. Untersuchung und kritische Edition der vier Redaktionen (Frankfurt am Main, 1980), pp. 88-91. (106) F.J. F e r n a n d e z C o n d e , El Libro de los Testamentos..., pp. 57 y 116-17. " 926 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

LXXIII

Crónica Najerense. i (Post. 1150).

.«Era DCCCa XIIa. Post cuius obitum Silo, propter Aldefonsi filiam nomine Adosindam, quam in coniugio acceperat, adeptus est regnum. Cum ysmahelites pacem habuit. Galletiam sibi rebellan- tem, inito certamine in monte Cuperio, superávit et suo imperio subiugavit. Qui dum iste regnaret, Aldefonsus Froylani filius, nepus Alde­ fonsi maioris, palatium gubernavit, qui Sylo ex coniuge Adosinda filium non genuit. Hic post regni annos Vili, propria morte migra- vit a seculo. Era DCCCa XXIa, Silone defuncto, omnes magnates palatii cum regina Adosinda in solio paterno Aldefonsum constituerunt in reg­ no. Sed tius eius Maurecatus, ex principe Aldefonso maiore, de serva tamen natus, superbia elatus intumuit et regem Aldefonsum de regno expulit; qui Aldefonsus, fugiens, Alavam petiit, propinquis- que matris sue se contulit. Maurecatus regnum, quod tirannide invassit, V annis vendicavit. Morte propia discessit» (107).

E1 autor de la compilación Najerense sigue claramente el texto de las crónicas de Alfonso III, más concretamente la Rotense, con algunas variantes mínimas.

LXXIV

- Chronicon Mundi de Lucas de Tuy.

(1197-1236).

«De Sylo rey. En la hera de ochocientos y treze, Sylo ganó el reyno y firmó paz con los ysmaelitas, y venció a Galizia que revelava en el monte £iperio; y mientas éste reynó, Alfonso, fijo del rey Fruyla, suplía

(107) A . U b ie t o A r t e t a , Crónica Najerense (Valencia, 1966),p p . 52-53. También: J . P r e l o g , o .c ., p . 112. LA CORTE DE PRAVIA 9 2 7 las vezes del reyno por razón de la amistad de la reyna Adosinda, porque Sylo non avia fijos de su muger. Este, en el año octavo de su reyno, fenescio su vida y fue enterrado a bueltas con su muger Adosinda en la yglesia de Sant Juan Apostol y Evangelista, que hedificó».

«De Alfonso rey. En la hera de ochocientos y veynte y uno Alfonso fue estables- gido por rey en la silla de su padre; mas Mauregato su tio, nas^ido de la sierva, vino con hueste de moros y echolo del reyno. Mas Alfonso, fuyendo, fue a Alava y juntóse con los cercanos de su ma­ dre Munian. Y porque Mauregato era amigable y benigno, el reyno que acometio túvolo cinco años. Y dio muchas mocas nobles a los moros por que con ellos huviese paz. Y despues desto morio y fue enterrado en Pravia» (108).

El Tudense depende de las crónicas de la época de Alfonso III. Como elemento propio incluye la noticia del ascenso al trono de Mauregato con el apoyo militar de los musulmanes, extremo que no puede ser justificado documentalmente, aunque sea comple­ tamente verosímil. También resulta novedosa la referencia al tri­ buto de las cien doncellas, un elemento perteneciente, sin duda, al acervo de leyendas trasmitidas por la tradición popular. El Tuden­ se, buen conocedor de los asuntos de Galicia, pudo tener noticia de esta tradición formulada en un falso privilegio, atribuido a Ramiro I en el siglo XII y denominado «de los Votos de Santia­ go» (109).

(108) Lucas, obispo de Tuy, Crónica de España,, edit. romanceada con un estudio introductorio, por J. Puyol (Madrid, 1926), pp. 282-283. (109) El documento citado: A.C. F l o r ia n o C u m b r e ñ o , Diplomática espa­ ñola del Período Astur (718-910), v. I (Oviedo, 1949), n . 50, p p . 222-228: “ F u e - runt igitur in anticuis temporibus, circa destructionem Hispanie a sarracenis factam, rege Ruderico dominante, quidam nostri antecessores, pigri, negligen­ tes, desides et inertes Christianorum principes, quorum utique vita nulli fide- lium extat imitanda. Hi, quod relatione non est dignum, ne sarracenorum infesiationibus inquietarentur eis nefandos redditus”. 92 8 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

LXXV

Roderici, archiepiscopi Toletani, De rebus Hispaniae.

1243.

«Post huius interitum Aurelius frater eius successit in regno... Et in diebus eius Silo frater eius Odisindae, Froilae Regis sorori, coniugio copulatur, propter quam postea obtinuit regni sceptrum, et in principio anni septimi regni sui vitam finivit morte propria, post cuius mortem Silo causa Odisindae regnum accepit aera DCCCX et regnavit annis octo ea in Pravia ad regni solium suble- vatur. Cum Arabibus pacem firmavit et Gallaeciam rebellantem in monte Ciperio superávit et suo imperio subiugavit. Aldefonsus autem filius Froilae et Momernae proter Odisindam amitam suam regale palatium gubernabat, quia Silo de prole ex Odisinda despe- rans, iners fiebat, et anno regni sui octavo humanis actibus est ademptus et in ecclesia Sancii loannis apostoli, quam ipse cons- truxerat, fuit sepultus. Silone autem defucto, aera DCCCXIII, omnes magnates palatii cum regina Odisinda ad regni solium ele- vant Aldefonsum. Mauregatus autem eius patruus ex ancilla ut superius diximus, elatus in superbiam, ad Arabes se contulit, eisque confoederatus, auxilium postulavit spondens se eis fideliter servi- turum, si eorum auxilio nepotis imperium obtineret. Cum enim esset affabilis, persuasit, et dato sibi exercitu Arabum, regnum nepotis invasit, faventibus sibi aliquibus Christianis. Aldefonsus autem a facie eius verens, fugit in Alavam et Navarram. Ipse autem Mauregatus, ut favorem Arabum retineret, contra Dei Legem multa commisit. Puellas enim nobiles, ingenuas et plebeias, stupris Arabum concebat. Unde Deo et hominibus odiosus, expletis in regno quinqué annis, vitam finivit et pravus in Pravia habuit sepulturam. Regnnavit annis quique, sed eius anni in computationem temporum annis Aldefonsi regis annumerantur» (110).

El Toledano se hace eco también de leyendas populares, simila­ res a las recogidas por el Tudense, sin que hasta ahora podamos establecer una relación de dependencia recíproca entre ambos.

(110) Rodericus X i m e n i u s d e R a d a, Opera, v. III (Madrid, 1793, reimpre­ sión, Valencia, 1968):De rebus hispaniae, 1. IIII, c. VII, pp. 80-81. LA CORTE DE PRAV1A 9 2 9

LXXVI

Primera Crónica General de España.

(1270-1294).

«Luego que el rey don Ffruelia fue muerto, alearon las yentes a su hermano Aurelio por rey... Este rey Aurelio luego en comienco de su regnado, por non aver guerra con los moros, tomo algunas de las mugieres cristianas que eran fijasdalgo, et diogelas en ca­ samiento; et puso con ellos sus pazes bien firmes... Caso Silo, her­ mano deste rey Aurelio, con la inffant donna Osenda, fija que fue del rey don Alffonsso el Catholico et hermana del rey don Fruela; e por este casamiento ovo el despues el regno... Andados seys annos del regnado del rey Aurelio, que fue en la era de ochocientos et nueve annos, murió esse rey Aurelio de su muerte et fue ente­ rrado en Cangas. Despues que fue muerto el rey Aurelio, alearon las yentes a Silo por su rey en Pravia, or razón de donna Osenda su mugier; et regno ocho annos. E el primero anno del su regnado fue en la era de ochocientos et diez annos... Este Silo luego en comiendo de su regnado puso sus pazes con los moros et fue sobre Galizia que se le algara et lidio con ellos de la tierra en el monte que dizen Zeurero et vencidos et metiolos so el su sennorio. Don Alffonsso, fijo del rey Ffruela et de la reina donna Monnina, tenie estonces tod el palacio del rey Silo en poder por amor de su thia donna Osenda, et guiavanse et mandavanse todos por el, et oye todos los pleytos por el rey; ca por que el rey Silo non podie aver fijo de su mugier donna Osenda, nin le cuedava aver, non avie cuedado de ninguna cosa... Del segundo anno fastall ochavo del regnado del rey Silo non fallamos ninguna cosa que de contar sea quie a la es- toria pertenesca... Andados ocho annos del regnado del rey Silo, que fue en la era de de ochocientos et dizisiete annos, murió esse rey Silo e fue enterrado en la eglesia de Sant Johan apostol et evangelista, la que el fiziera en su vida. Pues que Silo fue muerto, alearon los altos omnes del regno, con conseio de la reyna donna Osenda, a don Alffonso por rey. Et regno quarenta et un anno; pero que dize don Lucas de -Thuy que fueron cinquaenta et dos; mas esto non sabemos, ca ell arzo­ bispo don Rodrigo non cuenta mas de los quarenta et uno. E el primero anno del su regnado fue en la era de ochocientos e dicio- cho... Quando Mauregato, thio del rey don Alffonso, hermano de 9 3 0 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE su padre, que era hijo de barragana, assi como dixiemos ante desto, vio comol alearan por rey, ovo ende grand pesar, et cregiol sober- via por algarse rey. E fuesse pora los moros, et puso su pleyto con los moros, et demandóles ayuda et prometióles que los sirviera lealmientre sil ayudassen a ganar el regno de su sobrino. E como era omne de buena palabra, acabo con ellos lo que querie; et die- ronle grand hueste de moros, et vinosse con ellos et con unos pocos de cristianos quel ayudavan, et entro por la tierra, et tollio el regno al sobrino. Don Alffonso, con miedo que ovo del, fuxo a tierra de Navarra, et allegosse a parientes de partes de la madre. E por que Mauregato era omne falaguero e de buena palabra con­ tra todos, mantovo el regno cinco annos. E el por aver siempre ell amor de los moros, fizo muchas cosas que eran contra Dios et contra su ley: ca tomava las donzellas fijas dalgo et de las otras del pueblo, et davalas a los moros que fiziessen con ellas sus vo­ luntades. E por esto que el fazie fue aborrescido de Dios et de los omnes. Del segundo anno fastal quinto del regnado del rey Mau­ regato nos fallamos ninguna cosa que de contar sea que a la estoria pertenesca. Andados cinco annos del regnado del rey Mauregato, que fue en la era de ochocientos et ventidos, murió aquel Maure­ gato, et por que fue malo et bravo en todos sus fechos fue ente­ rrado en Pravia. Pero estos cinco annos que el regno non son contados a el, mas al rey don Alffonso, el que fuxiera a Nava­ rra» (111).

IV.—LA DOCUMENTACION DEL TARDOMEDIEVO

La tierra de Pravia, a finales de la Edad Media, está muy do­ cumentada, al igual que otros territorios o circunscripciones de la región. La Puebla de Pravia aparece ya constituida en el siglo XIII, concretamente en la primera mitad de esta centuria, aunque no podamos precisar con exactitud la data de su fundación (112). El «Parroquial» de don Gutierre Gómez de Toledo, titular de la sede de San Salvador de Oviedo (1377-89), nos permite conocer, con todo detalle, la organización eclesiástica de esta comarca, fi-

(111) Primera Crónica General de España, que mandó componer alfonso el Sabio y se continuaba bajo Sancho IV en 1280, edit. R. Menéndez Pidal (Ma­ drid, 1955), v. II, pp. 343-345. (112) J.I. Ruiz d e la P e ñ a S o l a r , Las “Polas” asturianas en la Edad Me­ dia. Estudio y Diplomatario (Oviedo, 1981), p. 60. LA CORTE DE PRAVIA 931

jada de manera casi definitiva para mucho tiempo. El cauce del Nalón figura como límite del arcedianato/deanazgo de Oviedo y del de Tineo. Las parroquias del actual concejo de Soto del Barco pertenecían entonces al arciprestazgo de Pravia de Aquende. Las de la margen izquierda del Nalón estaban incluidas en el arcipres­ tazgo de Pravia, integrado en la circunscripción acedianal de Ti­ neo (113). San Juan Evangelista de Santianes, sin connotaciones monás­ ticas, se describe en el citado manuscrito tardomedieval con las siguientes determinaciones:

«Santianes de Pravia es acollagión e instituygión del obispo. Es capellán della Alvar Peláiz e beneficiado Diego Gutiérrez e Monín Alvarez e Pedro Alfonso e Pedro Alfonso ( sic) e el abbad de Parana. Ha de manso diez días de bues. De los diezmos lievale metad el obispo, la otra metad los benefi­ ciados, el capellán lieva un sétimo de los dichos diezmos. Paga de procuración quarenta e quatro mrs. Riende esta capellanía mrs., e cada beneficio ». (114).

La vieja sede monástica de la reina Adosinda era una más de las parroquias de la comarca de Pravia. Su título monástico, sólo efectivo, probablemente, en vida de la esposa de Silo, no era más que un lejano recuerdo en la tradición, que el redactor del Libro Becerro debía de desconocer. Lo mismo ocurrió con el monasterio de San Andrés de Pravia, una parroquia normal que atendía las necesidades religiosas de los vecinos de la Puebla:

«San Andrés de la Puebla de Pravia es acollaron e instituy- Ción del obispo. Es capellán della Ihoán Ferrándiz. Ha de manso doze días de bues. Los diezmos desta eglesia liévalos todos el obispo, salvo un dezmero e pie de altar que lieva el dicho capellán. Paga de procuración quarenta e tres mrs. Rienda esta capellanía mrs.» (115).

(113) F.J. F e r n a n d e z C o n d e , La Iglesia de Asturias en la Baja Edad Me­ dia. Estructuras económico-administrativas (Oviedo, 1987), pp. 121 y ss., y 155 y ss. (114) Ibíd., p. 156. (115) Ibíd., p. 156. 9-32 F.J. FERNANDEZ CONDE-M.C. SANTOS DEL VALLE

: La abundante documentación tardomedieval, enriquecida con referencias documentales modernas, que la clarifican y precisan notablemente, no aporta noticias de especial relevancia para el co­ nocimiento de la vieja entidad cortesana de Santianes-Pravia (116).

(Continuará)

(116) Las referencias documentales de los archivos de entidades eciesiár- ticas citadas a lo largo de este trabajo, habrán de ser completadas con las tardomedievales y con otra documentación, mucho más copiosa, perteneciente a fondos de protocolos notariales. Esta importante empresa de heurística será inexcusable para quienes pretendan estudiar la historia moderna o contem­ poránea de Pravia en su integridad. LIBROS

MEDICINA POPULAR EN ASTURIAS.—Autor: D. Enrique Junceda Avello.—Instituto de Estu­ dios Asturianos.—Principado de Asturias.—Ovie­ do, 1987.

Hace algún tiempo, no excesivamente largo, tuve ocasión de leer el contenido de este libro cuando, aún mecanografiado, hube de informar sobre la importancia de su intrínseco interés a los rec­ tores del Instituto de Estudios Asturianos, encargados de aceptar o denegar su impresión, según fuera el impacto y sedimento que ocasionase su lectura del entonces sólo un embrión del futuro libro. Por entonces pude deducir de aquel compacto grupo de folios que, una vez impreso, había de resultar una obra de gran interés médico-social regional, al ofrecernos el autor, Dr. Enrique Junceda Avello, un texto de material interesante, coherente, ameno y suges­ tivo, estudiado hasta entonces por diversos autores sólo parcial­ mente, y en ocasiones por personas ajenas a la profesión médica. Aquel embrión inicial al desarrollar resulta ahora un libro al que el Dr. Junceda Avello, con su peculiar estilo literario, pulcro y depurado, nos invita a leer con acuciado interés hasta dar fin a su total contenido. Interés que se incrementa de continuo, al ha­ llarnos, de sorpresa en sorpresa, con una medicina popular hasta entonces en gran parte desconocida, y las más de las veces mal interpretada o enjuiciada erróneamente. Un acierto inicial del Dr. Junceda fue dedicar sus desvelos y en­ tusiasmos de autor al ilustre folclorista Luciano Castañón, como postumo homenaje a su dilatada y gran labor asturianista, momen­ to oportuno éste para adherirnos con admiración y respeto hacia el historiador y amigo gijonés recientemente desaparecido. La medicina popular asturiana es rica y variada, y aunque em­ pírica, es atraj^ente y sugestiva, merecedora de un estudio que como — 9 3 4 — el presente del Dr. Junceda Avello, tiene la peculiaridad de ofre­ cernos un examen por separado de las distintas especialidades, método o sistema hasta ahora no plasmado por precedentes auto­ res, pareciendo una obra de patología médica clínica, aunque ésta sea puro empirismo. En el extenso contexto de la obra nada olvida el autor, comen­ zando su importante trabajo con el capítulo dedicado a las supers­ ticiones populares, situaciones de amplia clientela entre personas sencillas, de escaso o nulo bagaje cultural, susceptibles por ello a la manipulación de vividores de oficio que, reiterando una y otra vez la superstición, concluyen admitiéndola como verdad incon­ cusa. Tras este apartado, brinda el autor el estudio del mal de ojo, eludiendo conscientemente cuanto de manido exista en el mismo, pero incorporando con exacto rigor bibliográfico sucesos y acon- teceres novedosos desconocidos, adentrándose seguidamente en el estudio de los síndromes o enfermedades populares, tal como el mal de la paletilla, mal del filu, mal del ojo, etc., etc., para los que la fantasía popular ha idealizado ensalmos y maniobras curativas que alientan y propician la continuación gozosa de la lectura y su conocimiento. Un capítulo de sumo interés es el que el autor denomina litote- rapia popular, atribuyendo a ciertas piedras capacidad preventiva y curativa ante las enfermedades, siendo tal su importancia que, en nuestro Principado de antaño, los municipios adquirían para el servicio público de sus vecinos piedras diversas con la exclusiva finalidad de aliviar o curar determinadas afecciones. La utilización del agua en la medicina popular tuvo, con inde­ pendencia de las conocidas aguas minero-medicinales, de las que da cumplida y exacta cuenta el autor, su importancia decisiva e indis­ pensable para la salud, teniendo aceptación terapéutica, ya como profiláctica o curativa. Al margen de estas cualidades efectivas, el agua continúa siendo necesaria en el aseo personal, y en Oviedo ciudad existía allá por el año 1890 una casa de baños en la calle Jovellanos, donde por un abono de cinco pesetas mensuales el abonado tenía derecho al uso diario del llamado baño de aseo o a duchas en cualquier aparato de la instalación, funcionando el es­ tablecimiento no solamente en la estación calurosa, sino también en el invierno, con temperatura agradable. Resulta de gran atractivo para el lector el apartado de la fito- terapia popular, de uso muy antiguo, llegó incluso a nuestros días, haciendo el autor minuciosa relación según sus efectos, plantas y — 935

sustancias medicinales, alguna de las cuales se prescriben en la ac­ tualidad. El autor, D. Enrique Junceda Avello, evidencia en el libro un deseo de exhaustividad en cuanto a la medicina popular se refiere; de ahí que no le pase desapercibido cuanto concierne a la higiene y dietología popular, recogiendo en numerosos y breves relatos cuan­ to le sugieren estos apartados, cuya lectura enriquece los conoci­ mientos del lector y aviva su interés en proseguir ensimismado la lectura hasta dar fin a la obra. Quizá fuera interesante recordar el hábitat del campesino astur, de la que Constantino Cabal hizo la descripción más feliz y minu­ ciosa. En su decir, la cuadra y la vivienda forman un solo conjunto, y aun teniendo una puerta a la antojana, la cuadra abre otra puerta a la cocina, estableciendo así una mayor convivencia entre el ganado y la familia campesina, siendo muy dudosa pueda existir una hi­ giene sanitaria, situación que si bien existe en nuestros días, puede considerarse secuela de un pasado actualmente superado casi to­ talmente. Donde el Dr. Junceda Avello se muestra aún más enjundioso es cuando estudia los apartados referidos a la obstetricia y gine­ cología, su especialidad profesional, tratados con más amplia ex­ tensión y conocimiento, aconsejando al estudioso la lectura de su libro «Etnología e historia de la ginecología en Asturias», editado por Arcano en 1980; obra indispensable para lograr un mayor conocimiento sobre esta interesante materia. Continuando la lectura del libro del Dr. Junceda se centra nues­ tra atención e interés sobre los capítulos referidos a la Patología quirúrgica, de rico contenido anecdotario; la Estomatología, que a su acierto literario inserta un óleo del pintor Manuel Medina Díaz titulado «El dentista»; la Oftalmología; la Otorrinolaringo­ logía; la Urología, Pediatría y Puericultura, con cuadros de José Ramón Zaragoza y de Tomás García Sampedro con títulos tan su­ gestivos como el «Niño enfermo» y «La cuna vacía», que enriquecen, por lo que representan y su singular belleza, el interés puramente literario. Traspasado el ecuador del libro aún te resta, lector, la Patalo- gía médica de las enfermedades infecciosas, donde el reumatismo mejoraba o desaparecía vistiendo al enfermo con una camisa de lienzo calentada al fuego del laurel, o se combatía la tortícolis fro­ tando la columna vertebral con tocino rancio, y así, una tras otra, numerosas y atrayentes curiosidades. — 9 3 6 —

La patología infecciosa de nuestros agricultores continúa aún muy descuidada, ofreciendo cuadros clínicos esencialmente asmá­ ticos por la inhalación del polvillo que resulta al trabajar el heno enmohecido, atmósfera polucionada a la que no es indiferente el ganado vacuno. Tras esta breve desviación mental de la trayectoria del libro, iniciamos el estudio de la Digestología popular, de amplio conte­ nido y riqueza bibliográfica, para a continuación adentrarnos con suma atención en el campo de la Neumología y Patología cardio­ vascular, la Neurología, Endocrinología, Dermatología, y Medicina popular religiosa y Veterinaria, dando así fin a un libro de gran originalidad, que ofrece como colofón un interesante índice de ma­ terias de gran utilidad consultiva. En suma, el resultado de un lento, paciente y concienzudo estu­ dio efectuado por el Dr. Junceda Avello, que viene a ratificar nues­ tro pensamiento inicial y la plena seguridad que ha de ser aceptado por el público con general beneplácito; un éxito editorial y un bien ganado prestigio para el autor. Mi más cordial enhorabuena.

D r . M e l q u ía d e s Ca b a l INSTITUTO DE ESTUDIOS ASTURIANOS

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I l t m o . S r . D. M a n u e l F e r n a n d e z d e l a Cer a

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