Borges y Silvina: ecos y bifurcaciones de un proyecto literario

Gustavo Quintero Vera

En alguna ocasión Juan Rodolfo Wilcock se refirió a , y Silvina Ocampo como la “trinidad divina” (Mancini 15). Hoy por hoy resulta indiscutible la posición privilegiada que estos tres autores ocupan en el panorama de la producción literaria del siglo XX. Tanto en proyectos colectivos como en sus creaciones indivi- duales, la “trinidad” establece modelos de escritura y lectura que marcan profundamente el campo literario argentino. A pesar de entablar varios proyectos de creación grupal como la Antología de la literatura fantástica (1940, 1965) y la Antología poética argentina (1941), la crítica, con mucha razón, se ha enfocado casi exclusivamente en las colaboraciones empren- didas por Borges y Bioy Casares. Ya sea bajo los seudónimos de H. Bus- tos Domecq, Benito Suarez Lynch o en guiones cinematográficos como Los orilleros (1955), El paraíso de los creyentes (1955) y La invasión (1969), la escritura a cuatro manos de “Biorges” –como los denomina Emir Rodrí- guez Monegal– opaca tanto en número como en repercusión al resto de la creación colectiva. Lo mismo se puede afirmar cuando se analizan las

Variaciones Borges 41 » 2016 142 Gustavo Quintero Vera ges. Apartirdeesta fecha, elescritorfrecuenta casa casi nochesla todaslas Ocampo. EnBorges, Bioy Casares relata cómo conoce alfamoso escritorque donde tomanforma susproyectos enconjunto. alritualdela Refiriéndose de comparten ycritican susnarraciones enproceso, ademásdeser ellugar parejade la para cenar; estas tertulias funcionan como unlaboratorio don- descripción exacerba: deBioyla eincluso “No sé cuándo nidóndeloco- porcausa delcontactode Silvina próximo ysostenido con unBorges en das entre yBorges; Silvina nosinteresa, particularmente, trazar huellas las del 30deja sumarca escritura enla posterior indeleble deBioy. Resulta, cena yalefecto queéste tienesobre suamistad, menciona: Silvina “Com- encuentros con Borges, ambigüedad mantienela Silvina temporal dela el trayecto entre San Isidro yBuenosAires. Borges era entonces unode estilísticas ytemáticas quedeunamanera uotra persisten escritura enla entre escritura la deJorge Luis Borges Ocampo. ySilvina Continuando un Esto me permite creer que conozco a Borges mejorque mis otros amigos, Borges procede deunaprimera conversación, ocurrida en1931o1932, en uno ama” (“Image deBorges” 26, traducción mía). Locierto esquecon el un libro publicado ensecreto” (27). Por suparte, alrecordar losprimeros se convertirá ensucolaborador porexcelencia: “Creo quemiamistad con embargo,sin establecer muchomásdifícil relaciones directas deinfluencia fortalecen especialmente desde1938, muerte añodela delpadre deBor- traducción mía). también La intimidad se constata en el hecho de que en todas, ytensos. pasapormomentosdifíciles Loslazos decomplicidad se rante creación losañosdela revista dela Sur resalta cómo elmodelodeescritura desarrollado poréldurante década la redes queejerce deinfluencia Borges sobre pareja: la amenudo, crítica la impulso similar al de Nicolásimpulso similar Lucero en el ensayo “Irene e Ireneo”, en el nocí. Me parece queloconozco desdesiempre, como pasacon todo elque nuestros jóvenes escritores demayor renombre yyo unmuchacho con porque la horaporque la cena dela es, sobretodo, hora la conversación” dela (27, cenapartir la con Borges costumbres esunadelas másdulces demivida. pasar delosañosse va estrechando unaentrañable amistad que, como pleno apogeo creativo. presente artículo trataremos ignora deindagaralgunas afinidades delas - La amistad entre Borges, Bioy yOcampo dasusprimeros pasosdu- , pormediación deVictoria 1940 Borges, EnriqueDrago Mitre yOscar Pardo son lostestigos delcasa- (Lucero 83). Quizás elcaso másrepresentativo correspondencias delas ges pueden encontrarse y Silvina en prólogos, homenajes y entrevistas” que corresponden aunaconcepción compartida literatura. dela del 40, desarrolla elgrupo unproyecto para validar suproducción másre- de suinterés. Delmismomodo, con este gesto preparan elespacio dere - de espejoinvertido, formal ytemático, delcuento quepublicará posterior- del primerlibro escritora depoemasla aludiendoaunbosquejode de Nicolás Lucero, donde elcrítico enfatiza queBorges comienza sucrítica ciente ypara sentar bases exploraciones las delas estéticas queemprende - cial delproyecto fantástico, loslibros deesta época aúnmuestran su fuerte cepción para narraciones las queya hancomenzado apublicar oqueapa- contra-canon cuyo primordial revalorización fin esla degéneros menores ción deLucero, elconocido cuento deBorges funciona como unasuerte patria esquivas entre losdosfigura reseña enla delpoemarioEnumeración dela observamos unayotra vez paralelos –estructurales, retóricos ytemáticos– y Bioy Casares, oEljardín desenderos quesebifurcan (1941), uno delosautores se alejará enmayor omenorgrado propuesta dela - ini críticala delcanon realista quepromueve Borges en“Lapostulación dela impulsa (Balderstonla 217). En ella los autores continúan y profundizan literaturala argentina” por“el carácter didáctico –hasta evangélico–” que la premisala delrecién publicado “Funes elmemorioso”. interpreta Enla - rán enlospróximos años: Antología la dela literatura fantástica . Coordinada recerán dentro debreve. Sibienesciertoquecon elpasardelosañoscada (1932)ydanformarealidad” aunagenealogía íntimaqueestablece un reseña funciona como elpuntodepartidapara elartículo “Irene eIreneo” impronta: desdeLainvencióndeMorel (1940)aLatrama celeste (1948)de miento entre Bioy Casares yOcampo. mente Silvina, “Autobiografía deIrene”, hechoquecomprueba elnivel de por Borges, Bioy yOcampo, antología la se considera unverdadero de “hito El Aleph(1949)enBorges, hasta Autobiografía deIrene (1948)deOcampo, Más allá relación dela personal quelosune, década dela alprincipio Es muy acertado que“[l]ashuellas relación dela afirmar entre Bor- (1942), Ocampo, deSilvina queBorges publica enSur Artificios Artificios en 1943. Esta (1944) 143 Borges y Silvina: ecos y bifurcaciones de un proyecto literario 144 Gustavo Quintero Vera 1 2 (no exento decrítica irónica ymordaz) aSilvina. Como resulta frecuente en Irene explora unterritorio máscercano aldelBorges yBioy delosaños40, dad” (65)esunatransposición sentencia dela dad” quehasidoutilizada para de de Ocampo yresaltar susaciertos ysusfallos másllamativos, Borges pare- dencias entre ambos queBorges inserta subrepticiamente ensuhomenaje métricos (1945). confabulación alqueestaban acostumbrados losautores época. enla vina que a menudo ha sido tildado comovina inclasificable, caracterizar escritura la de“Tlön, Uqbar, OrbisTertius”. Delmismomodo, cabellado proponer “[u]nodelosespléndidosatributos afirmación quela cería estar describiendosuspropias obsesiones. Por ejemplo, nosería des- Llama la atenciónLlama la que Borges, enunareseña sobre unpoemarioquese el comentario “[s]ialguna vez haintercalado sunombre enelendecasíla- escritores queescribensobre escritores, alreflexionar sobre elpoemario occidentales” (65-66)puederemitir técnicas aunade las utilizadas por argumento deBorges aparece aquí: Borges en“Hombre rosada”, esquina dela “Laforma espada” dela yotro una temática deexaltación patriótica, decidaresaltar versos alusivos auna sinnúmero depoemasynarraciones. Pero duda, sin elpuntoenfático del vista tación denuestros autores. identifica principalmente con unaversificación rigurosamente clásica y intertextualidad noserá, embargo, sin elmenordelosguiños coinci alas - presente estaba elproyecto fantástico enelhorizonte delectura einterpre- premisa fantástica. Estosirve, embargo, sin como unrecordatorio decuán por causa desu“deformación “negligencia yla realidad” dela composición” […]enla bo, lohahecho para ensayar unefecto retórico de lospersasyalgunos “Autobiografía deIrene” fue publicado porprimera vez enelnúmero re 117dela - Recordemos queeste fue criticado ferozmente porVictoria deSur páginas enlas Enumeración dela casi patriaesla inhumana, casi estoica impersonali- A diferencia deViaje olvidado(1937), elprimerlibro decuentos deSil- Sur La penúltima pieza quehetrasladado sugiere historiasirrecuperables y antiguas, pero patéticas; (aunquemutiladas) loscuatro versos última dela rarlos premoniciones. (67) resumen uncuento fantástico: narración la deunmuertoqueaturdida- mente ignora sumuerte y que teme loshechosirreparables porconside- (1944). Existe, además, unaversión enendecasílabos enelpoemario Espacios 2

Autobiografía de 1 Esta “Tales eran susrostros” deLas invitadas Ocampo., deSilvina Residuos deprocedimientosfantásticos Como hemosmencionado anteriormente, noesajena reglas alas Silvina de Sur: “Con loscuentos deAutobiografía deIrene, (119-20). Para un análisis detallado iniciática de la reseña deOcampo ylosmúltiples dicho sea depaso, también cuenta con unnotable núcleo policial). Enesta de composición asociadasaluniverso fantástico (como tampoco del alas definitivamente alejado delospatrones delcálculo compo disciplina yla - central confusión –la entre realidad– delsueñoyla losplanos torciendo va dirigido abuscar ecos deeste proyecto, queenocasiones ciertamente completo obienincorporará transmutados aun universo literario propio, examinaremos dosficciones deBorges, “ElSur” y“Laespera”, quecorres- ejemplo, elsoñador-soñado oeldobleson figuras autora quela despliega en 1946, Los queaman, odian). esto, nonosdeberíasorprender encontrar puntosencomún entre “Funes” en otras palabras, sigue, asumanera, o modificando sumecanismo onírico narraciones. enlas Enprimerlugar, a motivos yaprocedimientos formales queremiten aesta tradición; por y “Autobiografía”. Ahora bien, como JudithPodlubne afirma enEscritores mensajes implícitosdetrás desucomentario, ver Mancini (23-26)yPodlubne (257-70). sección consideraremos dequéforma autora la logra aplicar otro motivo sitiva” (311). Esporesta razón queelesfuerzo próximas delas secciones la historia de JuanDahlmann,la “secretario de una biblioteca municipal en último cuento escrito porBorges previo aperder visiónyestambién la furia (1959)yLas invitadas (1961). tarlos con el manejo del mismo tema en “La última tarde” deLa furia reconocido porser unadesusficciones másautobiográficas. Enélse narra magistralmente encuentos como nouvelle yla “Lared” ponden segunda a la edición de policial, hechoquecomprueba novela la escrita acuatro manoscon Bioy podrán aparecer másdispersosydeforma oblicua, envarios cuentos deLa parte, técnicas yprocedimientos delosquebiense desprenderá luego por percibía ysugería para ella– literatura dela fantástica. Tomando encuenta “El Sur”se publica porprimera vez en1953. Tiene fama la deser el Autobiografía deIrene recurre unayotra vez y de ElAleph,Artificios para luego contras- el modeloformal –queya Borges Silvina ensaya,Silvina porsu “El impostor” (que,“El impostor” y 145 Borges y Silvina: ecos y bifurcaciones de un proyecto literario 146 Gustavo Quintero Vera “A la realidad“A la legustan simetríasylosleves las anacronismos” (208). De (simetrías) ydetiempos(anacrónicos) entre enquese losplanos ubica el en la estancia, pensaba, yera como siauntiempofuera doshombres: el que avanzaba poreldíaotoñal geografía yporla patria, dela yelotro, que escoge “en discordia la (205). desusdoslinajes” Elpuntomásclaro da para evadir muerte la enmanosdesusperseguidores. Cuando due- la durante añosporuncrimenquenunca se aclara se encierra enunaposa- de simultaneidad entre puedeser losplanos este: “Mañana medespertaré de corte más costumbrista delsur, que representa “muerte la romántica” de sufre, aún, de septicemia) y por el otro, imaginario/ficcional el plano descrito demanera natural porelnarrador, aún cuando irrumpen enél casos siguientes, confusión enla entre fantasía) elsueño(ola realidad yla con unosdelosempleadosdelsanatorio” (212). Enrepetidas ocasiones se conocer alpatrón; luego comprendió quelohabíaengañado suparecido en aparente proceso derecuperación, Dahlmannemprende unviaje desde estuvo alborde muerte dela porcausa deunasepticemia. Dadodealta y encarcelado enunsanatorioysujetoametódicas servidumbres” (210). El elegido osoñado” (216). Como observamos aquíycomo veremos enlos almacén con loscompadritos hará referencia simultaneidad a la de acción aquí enadelante, llegada la deDahlmannysuencuentro forzoso enel hubiera podido elegirosoñar sumuerte, ésta muerte esla quehubiera muerte–,ambos –la planos diferencia la el imaginario esqueen el plano hace alusión al conocimiento literario de Dahlmann y a su temperamento un batiente. Acosado porunafiebre muy alta, mañanasiguiente ala es callela Córdoba” (205), quesufre unaccidente alpegarse frente enla con la plazala deConstitución provincia alsurdela para descansar enunaes- siempre estánenjuego muerte, vidayla la primera. endetrimento dela sur, aunquepormomentossobrecargado con unaatmósfera onírica, es tema similar. En“La espera” (1950), unhombre quese fuga hadadoala tancia; surecorrido comienza con unasugerente aseveración delnarrador: romántico, pero susacciones sóloresponden queleespera aldestino en internado enunsanatorioy, luego deunacirugía, leesanunciado que personaje: porunlado, real, elplano contemporáneo delhospital (don- personaje cuenta con ciertopodersoberano: quesiél, “Sintió entonces, paralelos con personajes delotro plano: “Dahlmann, adentro, creyó re - En un cuento más temprano, Borges había experimentado con un “También era posiblequeVillari yahubiera muertoyentonces esta vidaera Aunque enúltimainstancia enestoscuentos- termineprimandoelpla Acostumbrado, como está, aeste desenlace yalmecanismo circular del que esVillari, justamente elnombre delhombre quelo busca aél. Lavida que de paso se vuelven vívidos y repetitivos, ya que comienzan a reflejar el de este nuevo yficcional Villari (esimportante notar queelrecurso alas desenlace emboscada dela quequisiera tenderle enelcinematógrafo oen dro Villari encompañía deundesconocido frente aél: cine, lectura la deunvolumen Divinacomedia dela ysussueños. Sueños, en las deSilvina,en las es otro motivo que podría relacionar susescrituras con escoger del sueñopara elplano enfrentar loinevitable. Sien“ElSur”el un sueño” [162]), opera como del túnel, unasuerte deluz alfinal una su habitación elverdadero Villari: se interrumpe porunintensodolordemuelas, unbreve altercado enel lo fantástico) transcurre soledadtotal enla desuhabitación, hasta elmo- sueño, se despierta el día que finalmente con presencia la física de Alejan- sugerida porelnarrador, queluego esrechazada porelpersonaje, deque identidades desplazadas, tan común narraciones enlas deBorges como mento quese permite iralcinematógrafo. sólo Lamonotonía desurutina ña lepregunta sunombre comete el“error literario” (161)deresponder no de la realidadno dela –esdecir, muerte la física–, ambos personajes optan por por lomenoselmásevidente especulación (nopodemospasarporaltola pen breves pedazos realidad dela delsanatorio, en“Laespera” elsueño, delsueño ocupabaplano unaparte considerable delrelato, donde irrum- Al fin delsueño,Al fin élsaca elrevólver delcajón inmediata dela mesadeluz (y es verdad que en ese cajón guardaba un revólver) y lo descargaba con- Con queesperaran unaseña lespidió yse diovuelta contra pared, la como verosímil– para fueran que losasesinos unsueño, como ya lohabíansido si retomara el sueño. ¿Lo hizo para despertar misericordia la de quienes un sueñoyenotro sueñoelataque se repetía yenotro sueñotenía que tra loshombres. delarmalodespertaba, Elestruendo pero siempre era tantas veces, enelmismolugar, mismahora? ala (165) matarlos. (164) lo mataron, oporqueesmenosduro sobrellevar unacontecimiento es- pantoso que imaginarlo yaguardarlopantoso queimaginarlo fin, sin o–yestoesquizá lomás 147 Borges y Silvina: ecos y bifurcaciones de un proyecto literario 148 Gustavo Quintero Vera Quizás poresoelcuento “Laúltimatarde”, queretoma eltema central durmiendo, cuando puerta la se abriódepronto” (254). Casi como sifue- de “Laespera” ylodeforma, refleja unleve desplazamiento focaliza dela - do por el silencio y la soledadextremado porelsilencioyla delcampo, Lasta ante se rinde el ción narrativa porcrear quetermina unsentimiento deindeterminación. enanitos. profundidad Enla desusueño, Porfirio contrae nupcias con la éste esquealmatar aPorfirio para robarle sufortuna se hafiltradoun encerrado él. Degolpe, elfoco narrativo cambia alpuntodevista inverso, a Remigio delcuento (nótese hacia elfinal otro desplazamiento hacia un Remigio quetodavía nohasoltado elcuchillo sangriento. Loquenosabe ambigüedad narrativa que permite coexistencia, la misma oración, en la de hermano, pero Porfirio sólologra cruzar auntipo delimbosonámbulo. En “Laúltimatarde” se narra vidadePorfirio undíaenla Lasta, dueñode Esta vez el personaje es sorprendido en pleno devaneo onírico y se queda yo omnisciente, quenotenemos muy claro quién es): “Montó elcaballo un hierro muy rojo enelpecho” (254). Entiéndase: sufeliz sueñopro- ser sonámbulo, élquejamás lohabíasido, quelehundían cuando sintió su habitación para matarlo. Menciona elnarrador: “Porfirio unos adelantó unión yelinstante preciso enqueelhermanodeLasta, Remigio, entra a delrelato:los dosplanos delotro unoallado encontramos elsueñodela sueño. Alcentro delteatro onírico se encuentra hija la delcapataz rodeada hijala delcapataz delRecreo. Despuésdeunlargo díadetrabajo, rodea- su hermanohuraño cuentas quelemantienelas yfantasea con estar con un campo ydeunapequeñafortuna enovejas. Lasta notieneninguna fundo exterioridad porla esinterrumpido real delplano enqueestásu rración. trampa tendida salidaevidente sin na- para dela elpersonaje enelfinal ra unafrase-espejo, este momentopresenta uncambio sutildesintaxis y novia yyace con ella; embargo, sin “[l]osdesposadosya debíandeestar mente porprimera vez. Como dice elnarrador alreferirse huidade a la punto devista delnarrador inestable ylosdeícticos queutiliza, desorienta. pasos másallá desu sueño; aún creo quetuvo tiempo de asombrarse, de músicapor la siempre presente deunpiano, familia la chica dela yvarios preocupación vida, enla únicamente se ocupa desuterreno, con habla pedazo realidad: desusueñoenla elfantasma chica dela queve súbita- La prosa deOcampo, pormomentosambigua yconfusa porcausa del (personaje quese decideporelsueñosobre realidad la vs. personaje que de continuación ycircularidad: ahídonde se borra vidadeVillari la de (yla diluye aúnmásesta usandounprocedimiento influencia - deinsinuacio cemente, cosa quenoera habitualenellos” (317-18). Losparalelos con cuadernos ycuando lesreprochó elnotener personalidad sonrieron dul - compartían losmismossueños; quecometían losmismos errores enlos velo lingüístico naturaleza la quedifumina fáctica delsecreto puedeser cruza realidad), delsueñoala también se podríadecirquehay unasuerte el acertado mecanismo dudaatravés quesostienela narración. detodala hace quetodoslosniños, independientemente desuedad, actúen ycom- Este colegio, deatmósfera marcadamente ominosa, eselhogar deunase- Poco apoco, el“ángel” queprovoca (316) y“hermosa” unión“horrible” la Porfirio), comienza futura la deRemigio encrucijada deVillari). (yla y nadie, salvo yo, pudooíraquelgalope, quese alejaba noche. enla Nadie, la figurala delángel resurgen profesora enelmomentoquela que lespide une alpuntodeparecer unamasacompuesta deunaconciencia única. El sumidos enunaindividualidad absoluta acompartir unsecreto quelos salvo yo, supoqueRemigio Lasta heredaba elsue- nosóloeldinero sino se sostieneatravés eltexto: lógico-científica que es diferida hasta el final. La incertidumbre inaugura y fantástico con figura la delfantasma, en“Tales eran susrostros” aplica e ras: “Laseñorita Fabia Hernándezfue primera la enadvertir quelosniños “idénticos” conrie deniños caras “inexpresivas” (316)quepasandevivir tación tétrico-simbólica predominante narración enla yunaexplicación mienzan asospechardelpeculiar comportamiento pequeñascriatu- delas no sólohay unainversión delosmotivos muerte dela (vengar cuentas ño desuhermano” (255). Entre “Laúltimatarde” y“Laespera”, entonces, nes soslayadas yambivalencias sugerentes quevacilan entre unainterpre- partan susemociones como sifueran unosolo. Enbreve, maestras las co- pasadas vs. robar yheredar cuentas futuras) relación yla entre losplanos Si en“Laúltimatarde” todavía Silvina ensaya unaresolución decorte ¿Cómo menores losniños llegaron asaberlo?Nunca se explicará. Además falta dilucidarquéllegaron asaber, ysiya nolosabríanlosmayores. Se maestras podríannegarlo sentir algún sin escrúpulo. (315) personas quenolosconocieron yquenoconocieron elcolegio yasus presume, embargo, sin quefue unhechoreal, nounafantasía, yquesólo 149 Borges y Silvina: ecos y bifurcaciones de un proyecto literario 150 Gustavo Quintero Vera “Pierre Menard, autordelQuijote” se publica enmayo revista de1939enla Homenajes oel a Sur Ocampo tensión sostienela ambigüedad yla veracidad dela delhecho, y do a Silvina Ocampo.do aSilvina Enesta sección queremos sugerir queelcuento “La dan del accidente en tanto accidente. Por medio de una sintaxis esquiva, de sordomudos brincaron asumuerte enelavión devuelta ciudad. ala Es de periódico nos enteramos clase deloscuarenta quela chicos delcolegio dibujen cualquier cosa ytodosesbozan unaserie detamaños dealas varia- como elgermen condición yla deposibilidadpara loscuentos experimen- camiento aAlmotásim” (1935), primera es la ficción como talreconocida contaminado maestra: queesla con realidad. dela elplano eso nodebeser considerado unhechofortuito nimenorqueesté dedica - es, duda, sin uno de los más reconocidos ycaracterísticos delautor; por en cuenta los ejercicios primeraes la ocasión queuncuento suyo ocupa primera la dela plana Lo mismopasacon elresto maestras, delas queconsideran loacontecido ésta versión esla objetiva logra ampliar elespacio delosfantástico ydiluirlofijamente alanclarlo un “milagro” (319). Elsueño, primero compartido porlosalumnos, se tales queen1944serán recopilados bajo eltítulodeFicciones. Este cuento necesario resaltar el hecho de queencontramos versiones contradictorias: milagro?) queacontece durante suvisita almar. Por mediodeunrecorte pluma mágica”, deLas invitadas, puede ser leídocomo un homenaje tácito por Borges (Molloy 50). “Pierre Menard” eselumbral acruzar, algo así prestigiosa revista quehacolaborado enla durante añosy, sinose toma propaga profesoras delas filas alas que, aúnsiendotestigos oculares, du- bles, aunquemonótonamente iguales; acto queprefigura elaccidente (¿o . Éste representa unverdadero parteaguas producción enla deBorges; có desusbrazos para seguir como unángel detrás delosotros. Laescena La señorita Fabia Hernández, que fue entrevistada, asegura que los niños olvidará. Todavía nocree desaparición enla deesosniños. (319) al precipitarse alabismotenían alas. Quisodetener alúltimo, quese arran- un primermomentounacatástrofe, unavisióncelestial, sino quejamás la deslumbróla tanto porsuintensabelleza quenopudoconsiderarla en rte delplagio de de la noticia,de la pero nofalta versión la delnarrador Historia universal dela infamia (1935) y “El acer- “Pierre Menard, autordelQuijote”. En “Laplumamágica”,narrador un Menard para rectificar unaserie deomisiones yfalacias quehanpropues- de espejosysimulacros nosdaaentender versión quela deMenard (tan dor antipático ypoco confiable (“Me consta queesmuy fácil recusar mi de suobra (porejemplo, cita la anterior nosremite alargumento de“Kafka de lectura: “Menard (acaso quererlo) sin haenriquecidomediante una del capitulo veintidós” (45-46). Menard reniega posibilidaddecrear dela contemporáneo contamina altexto original alpuntodequesóloreconoce vantes yeldeMenard son verbalmente idénticos, pero elsegundo escasi convertirse enMiguel deCervantes, esdecir, identificarse plenamente con escritor se enfrenta alpavor inabarcable, realización oala nodeltodo ensalzada porelnarrador) esunacopia delQuijote, pero unaquehace el lector el sentimiento insólito de estarel lectorsentimiento insólito frente aunaimagen invertida de voz,en élla elestilo y losgiros lingüísticos deMenard; va incluso másallá afrenta– es querer crear el Quijote, palabra por palabra, siendo Pierre Me - autor lo lleva a presentar obra la subterránea que encaró: “Esa obra, tal vez hermanas Ocampo. a las deltextoa las deBorges, pero modificaradicalmente, las provocando en anacronismo deliberado atribuciones ylas erróneas” (55). “Pierre Menard” al dotar suobra con unafuerza extraordinaria derenovación delosmodos y recíproco a Borges narración ya la que éste le dedicó menorde las a la y susprecursores” [1951]). las prácticaslas deescritura queBorges llevaba yllevaría aplicando alolargo técnicasuso delas ylosrazonamientos delarte moderno: “Eltexto deCer- su autor, para despuésescribirelQuijote; suintención–yverdadera una versión delQuijote para sutiempo, aligual quetampoco pretende mássignificativala denuestro tiempo, consta deloscapítulos noveno y funciona, entonces, como unasuerte depuesta enescena teorías delas y to otras versiones desucatálogo. Su enumeración producción de la del técnica nueva elarte detenido lectura: yrudimentario dela técnica la del trigésimo octavo primera de la parte deldon Quijote y de un fragmento infinitamente másrico”infinitamente (52). Elnarrador queeltexto afirma oelobjeto nard, unescritorsimbolista del siglo deprincipios XX. Eljuego laberíntico pobre autoridad” [42]),pobre autoridad” hace un recorrido obra de la “visible” (41) de Pierre En la primeraEn la sección de“Pierre Menard, autordelQuijote” unnarra- El cuento de Silvina seEl cuento estructuraenbase deSilvina apreocupaciones similares - 151 Borges y Silvina: ecos y bifurcaciones de un proyecto literario 152 Gustavo Quintero Vera (458) la repetición(458) la involuntaria deltrabajo deotro, porestodurante años (458) como unacto deplagio. Alnarrador lecausa un“espantoso horror” Menard” el narrador no puede más que estar asombrado y admirar em- la gún texto original hasta aparición la plumamágica; dela deahíquehaya Ocampo hace todoloposibleporno copiar anadie, nologra producir- nin de Silvina. Enloqueconcierne notoriedadquelogra ala figura la del escri- del plagio. No obstante, aunque al comienzo historiaelnarrador dela de contar algo nuevo– se actualiza, yde ciertomodo, se explicita, versión enla cierta inversión delvalor moral quese leadjudica alplagio. Sien“Pierre cambia sudisposición yse distancia deél. Actoseguido, ve aparecer enlos casi unaparte desímismo(“Llegué ahablarte casi como amiconciencia” narración) dela cipio deviene, más, sin suconfidente, sudiscípulo, yhasta continua tras de material de página página original, igual sin historia en la el narrador conoce aun personaje, unotro tú, yleconfía elsecreto dela escaparates librerías delas unaserie deescritosdonde reconoce escritu- la éste asegura que le ha robado pluma. la De ahí en adelante, el confidente escribe libros enlosqueterminadesterrando aunespacio olvidadoenel [459]). No obstante, enunbreve desliz, eladepto traiciona alnarrador: ambos casos se observa unyo narrador queescribesobre ose dirige ala supuestos detrás narración dela de“Pierre Menard” imposibilidad de –la quese vuelvesino unhechoinescapable. Eneste sentido, unodelospre- una figura doble: ya elplagio nosólolocomete figura la unívoca delotro, secreto” (458). Este tú(que, de paso,- hasidosuinterlocutor desdeelprin literaria, acto quelolleva rápidamente fama. ala Hasta queundíafatídico figura deuntúplagiador. embargo, Sin entre losdoscuentos ocurre una fondo deuncajón. Todas suspreocupaciones llegantan pronto asufin le te desconocida para elpúblico. En“Laplumamágica”, esporcausa dela tor, enMenard, como sugiere subterránea, eltérmino obra la estotalmen- trar unlibro Laplumamágica titulado . ra única desupluma; sussospechasse materializan alencon finalmente - famosaregalan pluma” mágica “la (458), que desencadena producción la inverosímil, dequetodoya hasidoescrito, yquecualquier intentodecoinverosímil, - meter unaideaalpapel será interpretada lectores menossagaces” por“los presa delescritorfrancés, versión enla deOcampo éste idea desdeñala pluma: “Enunbrusco rapto deconfianza, cuando te conocí, te revelé el Desde un inicio llamaDesde un inicio atención la situación la enunciativa paralela: en “reconocer” yjuzgar voz la específica delotro “nuevas” enlas Menard yplumamágica (P.M.). de comunicar alnarrador enquéempleasutiempo, desaparece dar sin cuento deBorges leemos: “Multiplicó losborradores; corrigió tenazmente ejemplo de las coincidenciasejemplo delas ylosguiños entre dos escritores que durante explicación alguna, precaución ytomala depublicar enelanonimato. Los el sentido máslaxo palabra, dela esfrustradaentodomomento. Enel en elarte delbuenplagio, yporesoborra suspasospara posteridad; la el estilo inconfundible demipluma. Bajo obras, las siempre firma la era un plumaqueefectúaestilo dela elnarrador delcuento deSilvina: “Simul- estilos. Elestiloarcaizante deMenard –extranjero adolece dealgu alfin– - Nicolás Lucero: “[e]stáclaro queésta relacio menosficticia delas noes la - y losleíascomo sielinterés míofuera eltuyo” (459), hace referencia al y desgarró manuscritas. milesdepáginas No permitióquefueran exami- yo que narra funciona como un tipo dedetective cuya investigación, en un largo trayecto desuvidacreativa fueron íntimosamigos quecompartieron seguido deuna–quizás cifrada– coincidencia entre siglas las entre Pierre seudónimo” (459). reconstruirlas” (54), mientras queen“Laplumamágica” eladepto cesa texual que puedeayudar a acercar a los dos escritores: “Te arrastré Bi- a la resaltar elguiño autobiográfico en“Laplumamágica” porelvalor inter- táneamente aparecieron endiarios yrevistas cuentos enquereconocía el rrador de“Pierre Menard” declara: “También esvívidoelcontraste delos nes que podrían hacerse entre Borges Ocampo” y Silvina (98), pero síes un narradores coinciden también enqueson losúnicos lectores capaces de nadas pornadieycuidó quenolesobrevivieran. Envano heprocurado manece eneltotal anonimato. ñol corriente de su época” (53), que corresponde con el desciframiento del na afectación. No asíeldelprecursor, quemaneja con desenfado elespa- puesto queocupó Borges como director Biblioteca dela de1955a1973, pero cuando el confidente roba pluma, la y con ella, su estilo, también per- pluma ysudiferencial deescritura queelnarrador logra elreconocimiento, blioteca Nacional enbusca delibros, quesólopodíaninteresarme amí, Nos gustaría concluir este trabajo haciendo eco de unaexpresión de En ambos textos, eltúestáconsciente etiqueta dela propia aseguir Por último, y aunque por esto no menos significativo, vale pena la obras. Elna- 153 Borges y Silvina: ecos y bifurcaciones de un proyecto literario 154 Gustavo Quintero Vera que podríaser enfrentado elunocon elotro para continuar trazando vasos durante década la del40. Ciertamente, loscuentos seleccionados hansido comunicantes. ejemplos deljuego deespejoseinversiones temáticas yformales queem- sólo unamuestra delamplio repertorio, tanto deBorges como deOcampo, una obsesión común: literatura. la Eneste trabajo exploramos sólovarios momento quese distancia delmodelofantástico “másclásico” producido prende Ocampo ensuproducción enprosa, particularmente apartirdel University of Pittsburgh Gustavo Quintero Vera —. “Image deBorges”. Jorge Luis Borges. 1964. París: Éditions del’Herne, —. Ocampo. “Silvina Enumeración dela patria” . Sur101 (1943): 64-67. Ficciones.—. Madrid: Alianza Editorial, 2003. Obr Molloy, Sylvia. Las letras deBorges . Rosario: BeatrizViterbo, 1999. Mancini, Adriana. Escalas depasión. BuenosAires: Norma, 2003. Ocampo, Victoria. “Viaje olvidado”. Sur 35(1937):118-21. Ocampo, Silvina. Cuentos completos I. BuenosAires: Emecé, 2014. Lucero, Nicolás. “Irene eIreneo”. Variaciones Borges 27(2009): 81-100. Podlubne, Judith. Escritores deSur: Los iniciosliterarios deJosé Bianco y Borges, Jorge Luis. ElAleph. Madrid: Alianza Editorial, 2001. Bioy Casares, Adolfo. Borges. Ed. DanielMartino. BuenosAires: Destino, Balderston, Daniel. Antología “Dela dela literatura fantástica ysus as citadas 1981. 26-30. 2006. 2004. 217-27. Silvina Ocampo. Rosario: BeatrizViterbo, 2011. ed. Historia crítica dela literatura argentina. BuenosAires: Emecé, alrededores”.. seafirma Ed. Eloficio SylviaSaítta. Vol. 9deNoé Jitrik, 155 Borges y Silvina: ecos y bifurcaciones de un proyecto literario