Suelta Hilo a La Cometa Onésimo Fernández Rubio Dedicatoria
Suelta Hilo a la cometa Onésimo Fernández Rubio Dedicatoria A la memoria de los amigos que formaron parte importante de mi vida y que ya se han ido. Fidenciano Franco, El hermano querido. Paquito de La Fuente, el primo y querido amigo. Ramonín Redondo, el amigo de mi amanecer. Jerónimo Molina, el Maestro Horacio marcos, el Kubalina amigo. José Ortego, el inolvidable amigo de las horas finales del bar. Lolo Palacios, el bravo amigo, compañero de estudios. Luis Alberto Cuervo, el caballo repinto, amigo de tantas horas. Jesús Manovel, el amigo de la niñez. Delfín Fontanillas, el novelesco personaje benefactor. Mariano “Serranillo”, el buen amigo de León. Tancio De La Torre, el bullicioso amigo de León. Hilario Carod y Faustina, dos encantadores maños. José Luis Rubio, mi iniciador en la medicina espiritual. Don Pedro Gómez Bosque, el querido profesor, amigo de los alumnos. José Luis Mera, el hermano de “Peña Retama” Santos García, el camarero amigo. Conrado Cuesta, el amigo del alma. Antonio Palomo, el hermano del internado. Máximo Linacero, el protector de la infancia. Pepe Casamián. El bondadoso colega. Y para Cuco, Piter, Tomy y Daf, mis perrillos. Y, también, para mi Gatita blanca y negra. Agradecimientos: A Dionisio González De Andrés, corrector de estilo. 2 1 ¡Hola, Papá! ¡Hola papá!, por más que mis pensamientos vayan de acá para allá, siempre recalan en ti; eres el inquilino habitual de mi mente, con quien converso acerca de todo y a cualquier hora del día. Conservo, aún frescas, las imágenes de nuestro último encuentro cuando, ya cercano el desenlace, no “quisiste” celebrar tu cumpleaños y permaneciste imperturbable, como raptado, con la mirada fija en un punto lejano a través de la ventana.
[Show full text]