Revista Interdisciplinaria 20 de Estudios Sociales NÚMERO 20 ISSN EDICIÓN IMPRESA 1853-1679 JULIO - DICIEMBRE 2019 ISSN EDICIÓN EN LÍNEA 2469-1860 DOSSIER: RELACIONES CHINA AMÉRICA LATINA China Latin America relations

El proyecto chino “La Franja y la Ruta” y América Latina: ¿otro Norte para el Sur? The Chinese project “The Belt and the Road” and Latin America: Another North for the South? Ruben LAUFER Relaciones diplomáticas entre la República Popular China REVISTA INTERDISCIPLINARIA y la República Oriental del (1988-2020) Diplomatic relations between the People’s Republic of China and the Eastern Republic of Uruguay (1988-2020) DE ESTUDIOS SOCIALES Fernando ROMERO WIMER; Pablo SENRA TORVISO NÚMERO 20 JULIO - DICIEMBRE 2019 Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: ISSN Edición IMPRESA 1853-1679 implicações e desafios ao desenvolvimento (2007-2019) ISSN Edición EN Línea 2469-1860 Las inversiones extranjeras chinas en el sector del cobre peruano: implicaciones y desafíos para el desarrollo (2007-2019) Carlos Renato UNGARETTI; Jacqueline HAFFNER DOSSIER: Relações comerciais entre China e América Latina: assimetrias e ausência de redirecionamento RELACIONES CHINA Relaciones comerciales entre China y América Latina: asimetrías y ausencia de redireccionamiento Paula de SOUSA CONSTANTE AMÉRICA LATINA Relatos de viaje a la China socialista. Una relectura de testimonios de viajeros argentinos en los años ´50 China Latin America relations Histórias de viagem da China socialista. Releitura de testemunhos de viajantes argentinos na década de 1950 Brenda RUPAR Reflexiones sobre la cooperación comercial entre China y Argentina Reflections on trade cooperation between China and Argentina ZHANG Min RESEÑA/REVIEW ROSALES, Osvaldo; El Sueño Chino – Cómo se ve China a sí misma y cómo nos equivocamos los occidentales al interpretarla. Glaucya ABDALLA SCHEFFER Colectivo Colectivo de Estudios e ESTUDIOS DE INTERDISCIPLINARIA REVISTA SOCIALES de Estudios e Investigaciones Investigaciones Sociales Sociales

REVISTA INTERDISCIPLINARIA DE ESTUDIOS SOCIALES NÚMERO 20 JULIO–DICIEMBRE 2019 ISSN EDICIÓN IMPRESA 1853-1679 ISSN EDICIÓN EN LÍNEA 2469-1860

DOSSIER: RELACIONES CHINA AMÉRICA LATINA China Latin America relations

Colectivo de Estudios e Investigaciones Sociales

Número 20 Bahía Blanca [Argentina] Publicación semestral Julio – Diciembre 2019 ISSN Edición impresa 1853-1679 ISSN Edición en línea 2469-1860

La Revista Interdisciplinaria de Estudios Sociales es una publicación semestral del Colectivo de Estudios e In- vestigaciones Sociales (CEISO), en asociación con el Grupo Interdisciplinar de Estudos e Pesquisa sobre Capitais Transnacionais, Estado, Classes Dominantes e Conflitividade em América Latina e Caribe (GIEPTALC), de la Uni- versidade Federal da Integração Latino-Americana (UNILA). Publica temas del área de las ciencias sociales y las humanidades; el contenido de la revista está dirigido a investigadores, especialistas y estudiantes de grado y posgrado. Esta revista, además, está indizada e incluida en el catálogo de Latindex (Sistema Regional de Informa- ción en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal) y el sistema Qualis de la Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior (CAPES) de Brasil.

A Revista Interdisciplinaria de Estudios Sociales é uma publicação semestral do Colectivo de Estudios e Investiga- ciones Sociales (CEISO), em associação com o Grupo Interdisciplinar de Estudos e Pesquisa sobre Capitais Trans- nacionais, Estado, Classes Dominantes e Conflitividade em América Latina e Caribe (GIEPTALC), da Universidade Federal da Integração Latino-Americana (UNILA). Publica temas da área das ciências sociais e as humanidades; o conteúdo da revista está destinado a pesquisadores, especialistas e estudantes de graduação e pós-graduação. Além disso, a revista está indexada e inclusa no catálogo Latindex (Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal) e o sistema Qualis da Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior (CAPES) do Brasil.

The Revista Interdisciplinaria de Estudios Sociales (Interdisciplinary Journal of Social Studies) is a biannual pub- lication of the Colectivo de Estudios e Investigaciones Sociales (Social Studies and Research Group, CEISO, for its Spanish acronym), in association with the Grupo Interdisciplinar de Estudos e Pesquisa sobre Capitais Trans- nacionais, Estado, Classes Dominantes e Conflitividade em América Latina e Caribe (Interdisciplinary Group of Social Studies and Research on Transnational Capitals, State, Dominant Classes and Conflicts in Latin America and the Caribbean, GIEPTALC, for its Portuguese acronym), of the Universidade Federal da Integração Latino-Ameri- cana (UNILA). It publishes papers on social sciences and the humanities; the content is intended for researchers, specialists and undergraduate and graduate students. The journal is also indexed and included in the Latindex (Regional System of Online Information for Scientific Journals from Latin America, the Caribbean, Spain and Portugal) catalogue and the Qualis system of the Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior (Coordination for the Improvement of Higher Education Personnel, CAPES, for its Portugese acronym).

Directora Paula Daniela FERNÁNDEZ HELLMUND (Colectivo de Estudios e Investigaciones Sociales (CEISO), Argentina– Gru- po Interdisciplinar de Estudos e Pesquisa sobre Capitais Transnacionais, Estado, Classes Dominantes e Confliti- vidade em América Latina e Caribe (GIEPTALC), Brasil – Observatório Social sobre América Central e o Caribe (OSACC), Brasil-Universidade Federal da Integração Latino-Americana (UNILA), Brasil).

Editora Científica Melisa ERRO VELAZQUEZ (Colectivo de Estudios e Investigaciones Sociales (CEISO), Argentina).

Secretaría de Redacción Lucio Emmanuel MARTÍN (Centro de Estudios Regionales “Profesor Félix Weinberg” (CER-UNS), Argentina/Colec- tivo de Estudios e Investigaciones Sociales (CEISO), Argentina/Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Argentina). Mariela VALLATI Traductora de inglés (Colectivo de Estudios e Investigaciones Sociales (CEISO), Argentina).

Comité Editorial Eduardo AZCUY AMEGUINO (Centro Interdisciplinario de Estudios Agrarios-Universidad de Buenos Aires (CIEA- UBA), Argentina) – Gustavo BURACHIK (Departamento de Economía, Universidad Nacional del Sur (UNS), Argen- tina) – Graciela HERNÁNDEZ (Departamento de Humanidades, UNS–CONICET) – Gabriela MARTÍNEZ DOUGNAC (CIEA-UBA) – Lidia NACUZZI (Centro de Investigaciones Sociales (CIS) – CONICET/IDES) – Stella Maris PÉREZ (De- partamento de Economía, UNS) – Fernando ROMERO WIMER (CEISO/GIEPTALC/CIEA/UNILA) – Pablo Ariel BE- CHER (CONICET/CEISO/UNS).

Comité Académico Asesor Alejandro SCHNEIDER (UBA) – Flabián NIEVAS (UBA) – Antonio ESCOBAR OHMSTEDE (Centro de Investigaciones y Estudios Superiores sobre Antropología Social (CIESAS), México) – Virginia FONTES (Universidade Federal Flumi- nense (UFF), Brasil) – Gonzalo PÉREZ ÁLVAREZ (CONICET-Universidad Nacional de la Patagonia (UNP), Argentina) – Gustavo GUEVARA (Universidad Nacional de Rosario (UNR), Argentina) – Octavio MAZA (Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), México) – Pablo POZZI (UBA) – Francisco Javier MOJICA (Escuela de Ciencias Sociales, Instituto Tecnológico de Costa Rica, Costa Rica). Número 20 Dossier: RELACIONES CHINA AMÉRICA LATINA

Bahía Blanca [Argentina]

Publicación semestral

JULIO – DICIEMBRE 2019

ISSN Edición impresa 1853-1679

ISSN Edición en línea 2469-1860

Diseño Gráfico: ROMERO KREDER, Ana C.

Contacto: [email protected]

Imagen de tapa: “CHINA-AMERICA LATINA”

EDICIONES DEL CEISO

Bañuelos 2469

Código Postal 8000 – Bahía Blanca

Buenos Aires – República Argentina

Web: www.ceiso.com.ar ÍNDICE

El proyecto chino “La Franja y la Ruta” y América Latina: ¿otro Norte para el Sur? The Chinese project “The Belt and the Road” and Latin America: Another North for the South? Rubén LAUFER ...... 9

Relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República Oriental del Uruguay (1988-2020) Diplomatic relations between the People’s Republic of China and the Eastern Republic of Uruguay (1988-2020) Fernando ROMERO WIMER y Pablo SENRA TORVISO ...... 53

Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: implicações e desafios ao desenvolvimento (2007-2019) Las inversiones extranjeras chinas en el sector del cobre peruano: implicaciones y desafíos para el desarrollo (2007-2019) Carlos Renato UNGARETTI y Jacqueline A. HAFFNER ...... 89

Relações comerciais entre China e América Latina: assimetrias e ausência de redirecionamento Relaciones comerciales entre China y América Latina: asimetrías y ausencia de redireccionamiento Paula de SOUSA CONSTANTE ...... 131

Relatos de viaje a la China socialista. Una relectura de testimonios de viajeros argentinos en los años ´50 Histórias de viagem à China socialista. Uma releitura de testemunhos de viajantes argentinos na década de 1950 Brenda RUPAR ...... 165 Reflexiones sobre la cooperación comercial entre China y Argentina Reflections on trade cooperation between China and Argentina ZHANG Min ...... 183

RESEÑA/REVIEW ROSALES, Osvaldo; El Sueño Chino – Cómo se ve China a sí misma y cómo nos equivocamos los occidentales al interpretarla. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Siglo XXI Editores Argentina; Santiago de Chile: Comisión Económica para América Latina y el Caribe, 2020, 240 pp. Glaucya ABDALLA SCHEFFER ...... 207

Convocatoria para la Revista Interdisciplinaria de Estudios Sociales N° 21....215 DOSSIER: RELACIONES CHINA AMÉRICA LATINA

China Latin America relations

EL PROYECTO CHINO “LA FRANJA

Y LA RUTA” Y AMÉRICA LATINA:

¿OTRO NORTE PARA EL SUR?

THE CHINESE PROJECT “THE BELT AND

THE ROAD” AND LATIN AMERICA:

ANOTHER NORTH FOR THE SOUTH?

Rubén Laufer1

Fecha de recepción: 17 de marzo de 2020

Fecha de aceptación: 4 de mayo de 2020

1 Instituto de Estudios Históricos, Económicos, Sociales e Internacionales (Fac. Cs. Eco- nómicas, Univ. de Buenos Aires). Correo electrónico: [email protected] 10 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 9-52 / LAUFER

RESUMEN

La extensión a América Latina del proyecto mundial que China impul- sa oficialmente desde 2013 y conocido como “Iniciativa de la Franja y la Ruta” (IFR), despertó en las clases dirigentes latinoamericanas gran- des expectativas. Gobiernos y grupos empresariales y académicos na- cionales y regionales estiman que la participación de América Latina en ese proyecto, y más en general las alianzas estratégicas de estado a estado con Pekín, pueden contribuir al tan demorado y problemático “despegue” económico de la región. Sin embargo, una década y media de relaciones económicas con China no aportó cambios sustanciales a las estructuras económico‑sociales latinoamericanas, sino más bien reforzó los rumbos de dependencia y re‑especialización primario‑ex- portadora de América Latina. La inclusión de América Latina en la IFR, si no median profundos cambios de enfoque sobre el desarrollo y la integración, puede contribuir a consolidar el modo de inserción dependiente y atrasado de la región.

Palabras claves: América Latina, China, Iniciativa de la Franja y la Ruta.

ABSTRACT

The extension to Latin America of the global project that China has been officially promoting since 2013 and which is known as the “Belt and Route Initiative” (BRI), has aroused great expectations among Latin American leaders. National and regional governments and business and academic groups believe that Latin American participation in this proj- ect, and more generally strategic state‑to‑state alliances with Beijing, can contribute to the long‑delayed and problematic economic “take‑off” of the region. However, a decade and a half of economic relations with China did not bring about substantial changes in Latin American eco- nomic and social structures, but rather reinforced Latin America’s path of dependence and primary export re-specialization. The inclusion of El proyecto chino “La Franja y la Ruta” y América Latina: (...) 11

Latin America in the BRI, if not a profound change in the approach to development and integration is brought about, could help consolidate the region’s dependent and backward mode of insertion.

Key words: Latin America, China, Belt and Road Initiative.

Introducción

Los gobernantes chinos suelen destacar el carácter complementario de su economía industrial con las economías de América latina. Buena parte de las clases dirigentes de la región celebra a su vez la comple- mentariedad de nuestras economías primarioexportadoras con la de la potencia oriental. Los lazos comerciales y la radicación de capitales de la potencia asiática en las economías locales son descritos como una oportunidad que permitiría a los países latinoamericanos desarrollar sus producciones, diversificar sus relaciones internacionales y dismi- nuir su endeudamiento. En correspondencia con ello, sectores de las dirigencias latinoamericanas impulsan la adaptación de las estructu- ras económicas y de las infraestructuras regionales de producción, co- municación y transporte a la complementación económica con China, y en esa dirección accionan políticamente sobre –y dentro de– los res- pectivos gobiernos. El surgimiento de importantes fracciones de las clases dirigentes latinoamericanas –particularmente de grandes pro- pietarios territoriales y empresarios asociados al capital extranjero– li- gadas a grupos económicos estatales o privados de la potencia asiática, hace de China un punto de referencia principal de la inserción inter- nacional de América Latina. Sin embargo, desde hace al menos una década y media, desde ámbi- tos empresariales, académicos, periodísticos y políticos, se reiteran los llamados a enfrentar los desafíos de la relación bilateral –básicamente su unilateralización hacia la producción de bienes de tipo primario y la desindustrialización que ello conlleva diversificando las exportaciones regionales a China–, y a limitar el ingreso indiscriminado de produc- tos de la industria china en detrimento de las industrias nacionales. 12 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 9-52 / LAUFER

Pocos abordan el interrogante clave: ¿qué es lo que impide, una y otra vez, la concreción de esas recomendaciones y perpetúa la impotencia de los países latinoamericanos para llevar a cabo esa diversificación y un desarrollo industrial autónomo? Este trabajo procura abordar las motivaciones estructurales de esas limitaciones, y el papel que en ello desempeñan las “asociaciones estratégicas” que sectores políticamente diversos y hasta encontrados de las clases dirigentes latinoamericanas vienen extendiendo y profundizando con la ascendente potencia asiática. China, convertida ya en primero o segundo socio comercial y fuente decisiva de inversiones, financiamiento y préstamos de buena parte de los gobiernos latinoamericanos, ha establecido en los últimos años fuertes vínculos con sectores empresariales, terratenientes y financie- ros de nuestros países. Esa es la base material de su creciente influencia económica, política y estratégica en la región. El desarrollo de alianzas estratégicas con China (algunas de ellas concebidas como integrales, incluyendo los planos económico, político, cultural, militar, etc.) por parte de dirigencias latinoamericanas de muy diverso y hasta opuesto signo político, muestra que tales alianzas, forma- les o informales, constituyen ya no una mera aproximación coyuntural determinada por necesidades circunstanciales de un gobierno, sino una verdadera “política de estado” a escala regional (lo que algunos autores llaman “Consenso de Beijing”) (Svampa y Slipak, 2015). La nueva “rela- ción privilegiada”2 con China es sostenida y promovida por sectores y personalidades de peso en diversos ámbitos, quienes actualmente ha- cen centro en las oportunidades que devendrían de la integración de la región a la Iniciativa china de “Nueva Ruta de la Seda” (o Iniciativa de la Franja y la Ruta, IFR). Puesto que tal integración a las “cadenas globales de valor” con punto terminal o inicial en China supone una toma de distancia respecto del hegemón norteamericano, algunos ana-

2 La expresión alude a la alianza –comercial, financiera y política– de beneficio recíproco que sectores hegemónicos de las clases dirigentes de la mayoría de los países latinoame- ricanos establecieron con el capitalismo británico desde fines del siglo XIX hasta entra- do el siglo XX, y que está en el trasfondo de la histórica matriz primario-exportadora de nuestros países, así como de su dependencia y atraso industrial. El proyecto chino “La Franja y la Ruta” y América Latina: (...) 13 listas y autores la conciben como una expresión de “autonomismo hete- rodoxo”3 y aún como una vía de independencia y desarrollo nacional. El enfoque del vínculo con China en términos de “oportunidades” y “desafíos” elude caracterizar el tipo de países que se asocian, es decir las clases o grupos sociales que los gobiernan, sus intereses y beneficia- rios; es decir, la naturaleza social y política de esas asociaciones. Quie- nes ubican a China como un país “en desarrollo”, o perteneciente a un genérico “Sur”, dan por supuesto que por haber sufrido en el pasado la dominación del colonialismo y el imperialismo la dirigencia de Pekín comparte intereses comunes con los países del “tercer mundo”. Predo- mina, así, una visión a-histórica tanto del cambio revolucionario que desde 1949 y durante tres décadas hizo de la China semicolonial y semi- feudal un país independiente y una sociedad socialista en construcción, como de la “gran reversión” de 1978 en que la burguesía ya en el poder abrió el camino para la conversión de China en una gran potencia mun- dial, con las aspiraciones expansivas que hoy se manifiestan en lo que Xi Jinping formula como el “sueño chino de revitalización nacional”. La presencia creciente de intereses de China en la región compite con la histórica influencia en ella de los intereses económicos, políticos y estratégicos de Estados Unidos, en lo que algunos analistas descri- ben como una nueva inserción triangular de la región (Dussel-Peters, 2019a). La pugna –directa y a través de las mencionadas asociaciones– por influencia o control sobre palancas básicas de nuestras economías y estructuras estatales tiñe y condiciona la evolución de los países la-

3 El concepto de “autonomía heterodoxa” fue acuñado por Juan Carlos Puig en los años ’70 para caracterizar la actitud –descripta como “autonomista”– de un amplio sector de terra- tenientes argentinos que promovía tomar distancia de los Estados Unidos para redireccio- nar las relaciones económicas exteriores del país hacia el nuevo socio ascendente, la Unión Soviética, por entonces gran comprador de las exportaciones primarias del país y con cre- ciente gravitación en sectores significativos de sus clases dirigentes. En la Argentina –y en otros países latinoamericanos– hoy despunta la reedición de un similar modo de inserción internacional, orientado ahora hacia China. La heterodoxia que se le atribuye no consis- te en supuestas pretensiones autonomistas sino en el desamarre de la influencia nortea- mericana a través de un creciente anclaje a la potencia mundial en ascenso; un modo de relacionamiento internacional que, en realidad, no amplía márgenes de autonomía nacio- nal sino que, por el contrario, perpetúa las estructuras características de la división inter- nacional del trabajo más tradicional y que en consecuencia, según indica la experiencia histórica, no ha aportado a nuestras naciones independencia sino, a lo sumo, desplaza- miento de dependencias. Para una crítica de este concepto, ver Rapoport y Spiguel, 2005:50. 14 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 9-52 / LAUFER tinoamericanos. En alianza con otros sectores de las clases dirigentes nacionales y regionales, en los últimos años viene operando –por vía institucional o golpista– una intensa contraofensiva política de Estados Unidos con el fin de recuperar terreno frente a la vasta oleada de rebel- días populares de índole callejera o electoral con reclamos democráti- cos y anti-neoliberales (Chile, Ecuador, Bolivia, Colombia, Argentina, Haití, Honduras), y también frente al avance de potencias competidoras en la región, básicamente China y Rusia. Las rivalidades –y los acuer- dos– inter-potencias no sólo inciden en la inestabilidad del escenario político regional sino contribuyen, a través de sus vínculos internos en las clases dirigentes de los diversos países, a vallar las posibilidades de un desarrollo industrial autónomo o diversificado.4 En un mundo en que el ascenso de China y la declinación relativa de EEUU generan un marco de creciente conflictividad regional e inter- nacional; sobre el trasfondo de las turbulencias de la guerra comercial entre ambas potencias –en precaria pausa desde la firma de la “fase 1” de un acuerdo preliminar a mediados de enero de 2020– y de la mencio- nada contraofensiva oligárquico-conservadora en América Latina con explícito respaldo de la Casa Blanca, el incipiente pero visible redireccio- namiento de la dependencia de nuestros países hacia la potencia orien- tal genera intensos reacomodamientos y realineamientos estratégicos.

“La Franja y la Ruta”: todos los caminos conducen a Pekín

En cuatro décadas de “reforma y apertura” capitalista, China ha acre- centado anualmente su producción en tasas cercanas al 10% hasta 2010 y superiores al 6% hasta la actualidad, y se ha convertido en una super- potencia en el comercio, la inversión y el financiamiento mundiales. El ascenso de China desplaza el eje del desarrollo económico mundial hacia Oriente y reconfigura las relaciones internacionales, en un con- texto en que el poder económico y financiero de EEUU, pese a su pode- río militar aún abrumador, decae de manera constante desde hace una

4 Ver, por ejemplo: “Macri acepta el veto de Trump y da de baja las centrales nucleares de China y Rusia” (La Política Online, 2018a). El proyecto chino “La Franja y la Ruta” y América Latina: (...) 15 década (Harvey, 2009). En 2011 China pasó a ser el mayor exportador e importador del planeta, alcanzando respectivamente el 10,4% y 9,5% de las exportaciones e importaciones mundiales; en 2015 esas partici- paciones llegaron al 13,8% y 10,1% (CEPAL, 2017a:9); en 2017 el valor anual de los intercambios de China se estimaba en u$s 4,1 billones, el 12,4% del comercio internacional total (Bello, 2019). Pekín es el mayor poseedor de divisas internacionales, lo que ha dado un impulso feno- menal a las inversiones de sus corporaciones estatales, privadas y mix- tas en el extranjero. En las últimas dos décadas China se constituyó en uno de los principales inversores del mundo, con un stock acumulado de inversión extranjera –directa o financiera– de más de u$s 900.000 millones, principalmente en países desarrollados, pero con una parte importante de sus activos en forma de “financiamiento para el desa- rrollo” en las economías del “Sur” (Wu & De Wei, 2014; Bello, 2019). En la actualidad China representa cerca del 16% del PIB mundial, y sus- tenta un creciente liderazgo en materia tecnológica. No es un país del “tercer mundo” o “en desarrollo”. La acuciante ne- cesidad de mercados de venta, de aprovisionamiento y de inversión, y la procuración de áreas de influencia que garanticen los requerimientos de seguridad alimentaria y energética, son ya imperativos estratégicos y devienen en fricciones internacionales, por ahora principalmente comerciales como la actualmente en curso entre Washington y Pekín: sólo un capítulo de lo que algunos analistas consideran una “transición hegemónica” del poder mundial desde EEUU hacia China (Laufer, 2018; Nahón, 2019; Saha, 2020). La nueva gravitación económica internacional de China, los efectos de dos crisis económicas mundiales (1999 y 2008) y los límites del mode- lo de crecimiento basado en exportaciones baratas y masiva inversión interna fueron factores decisivos, a partir de 2012, en el vuelco de la dirigencia china hacia una “nueva normalidad” económica centrada en el mercado interno, la hegemonía tecnológica y el vuelco inversor al exterior, junto a una política sistemática dirigida a constituir áreas de influencia económica, política, diplomática, cultural y militar a escala mundial. China necesita esa expansión para asegurarse la provisión de 16 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 9-52 / LAUFER alimentos para su gigantesca población y de materias primas para su vertiginoso crecimiento industrial, así como mercados de salida para su persistente sobrecapacidad productiva y sus enormes excedentes de capital; y esto requiere alianzas y vínculos políticos que respalden la posición china en el mundo frente a sus competidores, en primer lugar, Estados Unidos (EEUU). La Iniciativa de “La Franja y la Ruta” lanzada por el presidente Xi Jinping en 2013 vino a desempeñar ese rol (Bello, 2019). Ya desde 1999 la política de “salir al exterior” y “tornarse globales” (“Going Out”/ “Going Global”), apuntaba a estimular a las empresas chi- nas a invertir en el extranjero, necesidad vinculada directamente al masivo proceso de privatización –de derecho o de hecho– de las com- pañías del Estado (Yu, 2012), a la concentración accionaria en manos de funcionarios partidarios y estatales (y de sus parientes), y a la intensa fuga de capitales e inversiones hacia el extranjero.5 El “going out” chino (Mora, 2019) impulsó el llamado “superciclo” de las materias primas –petróleo, minería, soja– que reportó elevados in- gresos de exportación a muchos países pobres y dependientes de África y América Latina y Caribe (ALC) pero, en su mayor parte, al precio de re- forzar estructuras de atraso y dependencia como la propiedad concentra- da de la tierra y la extranjerización del aparato industrial y financiero. El vuelco exportador –acelerado tras su incorporación en 2003 a la Organización Mundial del Comercio (OMC)– posibilitó a China acumular enormes reservas en moneda extranjera, particularmente bonos y valo- res estadounidenses. China se convirtió entonces en un jugador de peso en el mercado financiero global: se hicieron prominentes tanto sus inver- siones de cartera en el exterior como la llamada “ayuda extranjera”; vías, ambas, constitutivas del llamado poder blando (Prado Lallande y Gachúz Maya, 2015) con que la dirigencia de Pekín facilita vínculos económicos y políticos que se traducen luego en inversiones estatal-privadas chinas en

5 En 2010, según la CEPAL, el 95% de las inversiones extranjeras directas de China en América Latina tenía como destino los “paraísos fiscales” caribeños de las Islas Caimán y las Islas Vírgenes Británicas; de un stock global de u$s 41.000 millones a fines de 2009, alrededor de U$S 38.000 millones habían sido “invertidos” allí. Los tres principales des- tinos siguientes de las radicaciones chinas (Brasil, Perú y Argentina) totalizaban sólo u$s 781 millones (CEPAL, 2010). En 2014 había registradas en las Is. Vírgenes 400.000 empre- sas vinculadas a capitalistas chinos (El País, 2014). Ver también Dussel Peters (2019b). El proyecto chino “La Franja y la Ruta” y América Latina: (...) 17 grandes obras de infraestructura en países del llamado “tercer mundo”, y en negocios y alianzas con poderosos sectores de sus clases dirigentes. La crisis económica mundial de 2008 fue un decisivo punto de in- flexión en la estrategia internacional de China. Las oportunidades de inversión rentable, ya disminuidas para sus corporaciones con el achicamiento del mercado interno, se agravaron con el derrumbe de los mercados estadounidense y europeo, la apreciación del yuan y el gigantesco proceso de endeudamiento interno y externo, legal y “en las sombras”, a nivel nacional y local, que China vino acumulando desde mediados de los ‘90 y especialmente a partir del gigantesco plan de “res- cate” financiero volcado por Pekín para compensar el desplome de 2008.6 La IFR y su correlato financiero, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII), adquirieron prioridad en la política exterior de China en 2017: el mismo 19º Congreso del PCCh que definió la lla- mada “nueva normalidad” y que reforzó el centralismo alrededor de la figura de Xi Jinping incorporando la reelección ilimitada, inscribió la IFR en la constitución del Partido Comunista de China (PCCh) como objetivo estratégico central. China derivó hacia allí enormes recursos a través de acuerdos bilaterales y regionales de cooperación, inversión y financiamiento, y de instituciones lideradas por Pekín como el BAII y el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS. El eje articulador de la IFR es el financiamiento y la asistencia técnica para la ejecución de proyectos de infraestructura: ferrocarriles, rutas, puertos, puentes, túneles, redes informáticas, oleoductos, centrales eléc- tricas, etc. (Correa López, 2019). Pero sus metas económicas van unidas a objetivos estratégicos de alcance geopolítico: coordinación política, conectividad geográfica y de redes, “libre” comercio, integración finan- ciera y vínculos pueblo a pueblo. China se ubica, así, decididamente en el centro de un nuevo orden mundial, y a las corporaciones chinas y sus asociaciones en el extranjero como motor de grandes inversiones en la construcción de proyectos gigantescos, abriendo nuevos mercados para los productos y servicios de China, facilitando una vía de salida a su

6 Ver, por ejemplo: “China’s economic slowdown deepens, weighing on global growth” (AP News, 2019). 18 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 9-52 / LAUFER sobreproducción industrial, aceitando el camino hacia la internacio- nalización del yuan como moneda global de comercio y de reserva –en competencia ya abierta con el dólar–, y constituyendo un paso sustan- cial en la conformación de una nueva “globalización con características chinas”. Al mismo fin contribuye la creciente red de acuerdos de inter- cambio de divisas con bancos centrales (swaps) (Correa López, 2019). El poderío financiero de Pekín tienta a grupos empresariales de todo el mundo con la posibilidad de asociarse a las corporaciones chinas en el marco de un proyecto gigantesco como la IFR, y a los gobiernos con la posibilidad de obtener inversiones y nuevas facilidades de endeuda- miento vinculadas con proyectos específicos de la IFR o con emprendi- mientos internos de los países participantes: “muchos países incluidos en la iniciativa necesitan con urgencia inversiones en infraestructura a gran escala”, sostiene un promotor chino del proyecto (Wei, 2017); la IFR ayudaría a esos países a “superar esas restricciones, con la provi- sión de financiación externa para puertos, rutas, escuelas, hospitales, centrales de energía y redes de distribución. En este sentido, puede obrar como el Plan Marshall”.

Las rutas abiertas de América Latina y un nuevo escenario mundial

Diecinueve países de la región ya firmaron cartas de intención para integrarse a la IFR. Consideraciones económicas y estratégicas, el cam- bio de signo político de los gobiernos, y directas presiones de Washin- gton, obstaculizan hasta el presente la adhesión de los mayores países de la región: México, Brasil y Argentina. Una parte de los promotores latinoamericanos de la integración a la IFR encuadra su proyecto de desarrollo en la búsqueda de mayores márgenes de autonomía económica; otra parte aspira simplemente a re- emplazar a viejos socios “tradicionales” de la región como EEUU y Eu- ropa por la “asociación estratégica” con la nueva potencia ascendente. Como admite la CELAC –expresando a ambas vertientes y asumiendo de hecho la condición periférica que las potencias centrales asignan a El proyecto chino “La Franja y la Ruta” y América Latina: (...) 19 la región–, “con su veloz ascenso como potencia emergente y el proce- so de multipolarización de las relaciones internacionales del siglo XXI, China empezó a proyectarse como un rule maker y ya no como un mero rule taker” (CELAC, 2019). La enorme demanda china de alimentos y materias primas abrió un mercado alternativo para muchos países de Asia, África y ALC que antes se orientaban principalmente a Estados Unidos, Europa y Japón. Para América Latina el mercado chino fue, durante la primera década del siglo, el motor del ciclo de altos ingresos de esos años al impulsar los precios de las materias primas y de los alimentos importados por la po- tencia asiática. Pero la convergencia de intereses entre las clases diri- gentes latinoamericanas y la burguesía china que se materializó en esa alianza comercial no devino en un impulso industrialista y diversifi- cador de las producciones regionales, sino en una nueva apuesta de los gobiernos llamados “progresistas” al esquema extractivista y al creci- miento hacia afuera, estimulada por los altos precios coyunturales de la exportación de esos recursos. Su correlato fue la inundación de los mercados internos de muchos de esos países con manufacturas baratas y luego con bienes de capital y tecnológicos de China, que a su vez con- tribuyeron a erosionar las industrias locales y suscitaron o reforzaron un proceso de re-especialización primario-exportadora en otros menos desarrollados. En los latinoamericanos, el efecto de las masivas impor- taciones industriales de China se sumó al de los programas de ajuste estructural impulsados en los ‘90 por el Banco Mundial (BM) y el Fon- do Monetario Internacional (FMI), que ya habían arruinado gran par- te de las industrias nacionales, contribuyendo a agravar el profundo proceso de desindustrialización generado por las políticas neolibera- les y a reafirmar la matriz primario-exportadora, con la consiguiente baja en los niveles de consumo y de empleo7. A inicios del siglo XXI, tras dos décadas de hegemonía neoliberal y claro predominio estadounidense en toda la región, llegaron a algunos

7 Zebulun Kreiter, oficial de Asuntos Económicos de la CEPAL: “Cepal: China provocó la desindustrialización de América Latina” (Los Tiempos, 2018). Ver también, entre otros: Svampa, 2013; Salama, 2016; Lee, 2017. Y para el caso de Argentina: Romero y Fernández, 2016; Mangione, 2018. 20 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 9-52 / LAUFER gobiernos sudamericanos fuerzas de matriz reformista o neo-desa- rrollista –Hugo Chávez en Venezuela, “Lula” Da Silva en Brasil, Rafael Correa en Ecuador, Néstor Kirchner en la Argentina, Evo Morales en Bolivia y otros– que tomaron distancia de las estrategias de Washin- gton y dieron impulso y reorientación a las propuestas de integración regional. A través de la UNASUR, la CELAC y el ALBA, se promovieron acuerdos económicos y político-institucionales bi y mutilaterales que, al tiempo que obstruyeron temporariamente las estrategias impulsa- das por EEUU a través del ALCA, la OEA y el NAFTA (Kan, 2015), bus- caron en la ascendente China el contrapeso primero comercial y luego estratégico en el cual fundar una inserción internacional con mayores márgenes de autonomía respecto de Washington. Pero la nueva alianza con China no modificó los patrones tradiciona- les de la inserción internacional primario‑exportadora y dependiente de América Latina; más bien contribuyó a consolidarlos, a la vez que introdujo de lleno a la región en la competencia hegemónica entre dos grandes polos de poder (Slipak y Ghiotto, 2019), mientras EEUU procu- raba recuperar posiciones económicas y gobiernos aliados y volver a hacer de la región su “patio trasero” (Ellis, 2018).

Comercio, inversión, financiamiento y adaptación estructural

En los últimos 15 años Brasil, México, Chile, Venezuela y Argentina es- tablecieron con China asociaciones estratégicas. Chile, Perú y Costa Rica firmaron con ella tratados de libre comercio de amplio alcance y se negocian otros con Panamá y Colombia. Hoy China es el segundo socio comercial de ALC detrás de EEUU. Entre 2007 y 2017 el comercio anual China-ALC creció un 151,2%, y entre 2017 y 2018 saltó un 20,2% (Koleski y Blivas, 2018). Corporaciones estatales y privadas de China avanzaron, en forma directa o en asociación con grupos económicos locales, en áreas decisivas de las economías de la región: petróleo, gas, represas hidroeléc- tricas, comunicaciones; minería del hierro, cobre, oro, litio; finanzas, grandes obras de infraestructura, comercio interior y exterior, etc. El proyecto chino “La Franja y la Ruta” y América Latina: (...) 21

En su segundo “Libro Blanco”8, emitido en 2016, el gobierno chino reiteró los lineamientos y objetivos manifiestos que se plantea en re- lación a ALC. El primero de 2008 subrayaba que “la multipolarización del mundo es irreversible y en ese escenario China tiene un papel fun- damental que cumplir”, y que Pekín “buscará desarrollar una relación de amistad y cooperación con la región”. El segundo promovió una aún mayor cooperación diplomática, política y de seguridad a través de una relación directa con la CELAC, la organización regional constituida en 2011 entre los 33 países de ALC como alternativa a la OEA subordina- da a Washington. Mediante el Plan de Cooperación China-CELAC 2015- 2019 se propuso incrementar hacia 2020 el comercio bi-regional a u$s 500.000 millones y las inversiones a u$s 250.000 millones haciendo centro en seis sectores: energía y recursos, construcción de infraestruc- turas, agricultura, manufactura, innovación científica y tecnológica, y tecnologías informáticas. La influencia geopolítica de China en la región se consolidó en el plano diplomático con las sucesivas decisiones de Panamá, Rep. Dominicana y El Salvador de transferir su reconocimiento de Taipei (Taiwán) a Pe- kín. El “poder blando” de China facilitó y consolidó las alianzas con la región a través de festivales culturales y cinematográficos, contactos e intercambios académicos y la radicación de los denominados Institutos Confucio. Las ya numerosas instituciones chinas dedicadas al estudio de la región como el Instituto de América Latina de la Academia Chi- na de Ciencias Sociales (CASS) y el departamento latinoamericano del Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas (CICIR) contri- buyen a crear en ámbitos gubernamentales, empresariales, culturales, etc. una imagen de China como potencia responsable, sin pretensiones hegemónicas, cooperativa y promotora de la paz, basada en el concepto de “ascenso pacífico” (o “desarrollo pacífico”) y en relaciones de benefi- cio mutuo (“ganar-ganar”): una ofensiva de encantamiento que apunta

8 “Libro blanco” es la denominación con que vulgarmente se conocen los dos documen- tos oficiales publicados hasta ahora –en 2008 y 201– en que la dirigencia china detalla su política hacia América latina y el Caribe. 22 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 9-52 / LAUFER a consolidar en la región “la influencia de China como superpotencia sin entrar en conflicto con EEUU” (Rodríguez Aranda y Leiva, 2013). Tras el rápido crecimiento de la demanda china que generó el boom de los commodities en la primera década del siglo 21, su posterior con- tracción desaceleró los intercambios en 2015-2016; en 2017 las fuertes alzas de precios del petróleo, el hierro y el cobre volvieron a impulsar temporariamente las exportaciones latinoamericanas, particularmen- te de Brasil, Chile y Perú. Estas oscilaciones condicionan fuertemente el tipo de crecimiento de los países de ALC cada vez más ligados a los ciclos de la demanda y la oferta de China. Y aún más lo condiciona la composición del comercio bilateral: en 2016 las materias primas –prin- cipalmente soja, cobre, mineral de hierro, cobre refinado y petróleo– constituyeron el 72% de las exportaciones de ALC hacia China (CEPAL, 2017a: 16-18); las ventas de cobre y cobre refinado sumaron 2/3 de las exportaciones totales de Chile a China, y el 64,4% de las de Perú. El po- roto de soja y el mineral de hierro sumaron el 40,9% y el 20,8% respec- tivamente del total exportado por Brasil al país oriental. El fenómeno no es nuevo; ya en 2011, recién concluida la presidencia de “Lula” Da Silva, el economista brasileño Wilson Cano advertía:

Desde 2004 a la actualidad estamos viviendo un proceso ilusorio(...) Esta- mos creciendo por el consumo, por el crédito. Y por la situación del mer- cado internacional, que es excepcional, con los elevados precios de los productos primarios(...) Está la cuestión del déficit comercial de productos industrializados: es enorme, y creciente(...) Estamos cantando como una ci- garra. Estamos cantando con música china. Cantando por exportar pollo y soja y mineral de hierro(...) Las dirigencias dicen que es muy bueno seguir exportando esas cosas, pero olvidan la regresión industrial (Cano, 2011).

Las exportaciones de América Latina hacia China se re-primarizaron más acentuadamente que hacia el resto del mundo, contribuyendo mar- cadamente a ese rasgo general de la estructura exportadora de la región, acentuando la concentración monopólica de la producción exportable, la vulnerabilidad financiera y la desindustrialización productiva, y El proyecto chino “La Franja y la Ruta” y América Latina: (...) 23 desviando inversiones de la producción industrial hacia producciones primarias o hacia colocaciones especulativas de corto plazo (o simple- mente hacia la fuga de capitales) (Mangione, 2019). Claramente las exportaciones latinoamericanas a China se concen- tran en materias primas y sus manufacturas, es decir en productos de bajo valor agregado y altamente dependientes del ciclo y de los merca- dos compradores al tiempo que, como señalamos anteriormente, el rá- pido crecimiento de las importaciones de bienes industriales chinos se traduce no sólo en creciente déficit comercial (CEPAL, 2018:39) sino en un dramático proceso de “sustitución inversa”, en el que productos industriales locales son sustituidos por manufacturas procedentes del país asiático como contrapartida de los acuerdos de inversión o de sus créditos o swaps (CEPAL, 2018:15). En Argentina esto viene sucedien- do con la compra de bienes de alta tecnología (reactores para la indus- tria nuclear y caños de acero para gasoductos), y de tecnología media que bien podría fabricar la industria nacional como ferrocarriles, tre- nes subterráneos, colectivos eléctricos, sistemas de irrigación, etc., desplazando no sólo a las industrias locales sino también a las de so- cios regionales, y constituyendo así un factor de erosión de los proce- sos de integración regional. Además, el peso que ya han adquirido las compañías chinas –estatales y privadas, propias o asociadas a firmas locales– en las economías de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Pana- má, Perú, Venezuela, Ecuador, Uruguay, etc., les confiere poder deci- sorio en las negociaciones intrarregionales del proceso de integración (Laufer, 2017b). El “nuevo ciclo” abierto a inicios del siglo XXI con nuevos dirigentes y partidos de perfil neo-desarrollista o reformista abrió paso a políticas que apuntaban a “canalizar las nuevas demandas sociales” (Taiana, 2019), pero sin previa derrota de los proyectos neoliberales (ni menos aún de los sectores sociales que los promueven). Los altos ingresos por exportaciones de petróleo, minerales y soja a China y las grandes in- versiones y volúmenes de financiamiento estatales, privados y mixtos provenientes de China no devinieron en procesos y programas de rein- dustrialización y diversificación productiva. A fines de 2018 la CEPAL 24 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 9-52 / LAUFER observaba con alarma creciente la consolidación del rumbo desindus- trializador vinculado a la asociación comercial, inversora y financiera con China (Freitas da Rocha y Bielschowsky, 2018:24). El fin del boom de los precios de las materias primas hacia 2015 fue un factor decisivo para el declive de la “ola rosa” (CELAC, 2019:61) de gobiernos reformistas o neodesarrollistas, dando lugar al comienzo de un ciclo marcado por el regreso a la presidencia de candidatos de derecha, que restablecieron políticas de liberalización comercial como fórmula para reactivar las economías. El continuado direccionamiento de los vínculos económicos hacia China no puso fin a esos desequilibrios, ni a la concentración de los destinatarios del “beneficio mutuo” en grupos empresariales selec- tos y volcados básicamente al mercado externo. El caso de México es un caso extremo de una relación desequilibrada. China es su segundo socio comercial –después de EEUU– y existe entre ambos una Asociación Estratégica Integral, pero en los últimos años Mé- xico importó de China por más de u$s 70.000 millones, mientras que le exportó por u$s 6.000 millones, acumulando un gigantesco déficit comer- cial (Fornes y Mendez, 2018). Durante el sexenio ultraliberal de Enrique Peña Nieto (2012-2018) se proclamó la intención de compensar el desequi- librio comercial con inversiones chinas en obras de infraestructura, pero la llamada “corrupción” de grupos del entorno presidencial asociados a los grupos inversores chinos llevó a suspender las obras del aeropuerto internacional y los trenes México-Toluca y México-Querétaro (León-Man- ríquez, 2019), después de dilapidarse enormes recursos internos. Costa Rica constituye un caso especial. De la mano de la inversión china, la anterior especialización primario-exportadora dio paso a una especie de “maquila inteligente” (Aguilera Morató, 2013),9 centrada en la producción de partes y piezas de equipos electrónicos, insumos médicos y aeronáuticos; una especialización basada en la manufacturación de bienes con alto valor agregado inducidos por las “cadenas globales de valor” determinadas por las grandes potencias –en este caso China– y que confiere a la economía costarricense una estructura no “reprima-

9 Ver también “China: el socio sincero de Costa Rica” (La República, 2019). El proyecto chino “La Franja y la Ruta” y América Latina: (...) 25 rizada” sino “secundarizada”: una industrialización subsidiaria de las multinacionales, dependiente del capital extranjero, convertida en mera plataforma de armado y exportación de bienes intermedios re- queridos por las corporaciones –crecientemente chinas–, y desligada de las necesidades del desarrollo industrial y agrario nacional y regional.

Fondomonetarismo con características chinas: Argentina como espejo

China se convirtió en la última década y media también en el principal financista de los gobiernos latinoamericanos, que recurren al finan- ciamiento chino tanto para la construcción de infraestructuras como para el equilibrio de sus cuentas fiscales. Desde 2005, el Banco Chino de Desarrollo y el Eximbank chino proveyeron a ALC u$s 150.400 mi- llones en financiamiento (más que los préstamos sumados del Banco Mundial, el BID y el Development Bank of Latin America); sus prin- cipales destinos en los últimos años fueron Venezuela (alrededor del 40%), Brasil (28%) y Argentina (12%), concentrándose en energía (70%) e infraestructura (18%) (Gallagher y Myers, 2017). El financiamiento chino se constituye, así, en impulsor de un rumbo industrial, tecnoló- gico y fiscal opuesto al de autosostenimiento técnico y financiero con que China construyó, en sus años socialistas, las bases materiales de su desarrollo independiente. Según algunos analistas políticos y académicos latinoamericanos, las condiciones más laxas del financiamiento chino convierten a la IFR en una alternativa respecto del modelo hegemónico representado por el ca- pitalismo estadounidense (Pestanha, 2018:19). Pero, aunque los présta- mos y créditos de China divergen de los condicionamientos políticos que son habituales en los de las instituciones financieras “occidentales”, los términos contractuales conllevan otras condiciones como la contrata- ción de tecnología y la adquisición de insumos a empresas chinas (com- pra de equipos de telecomunicaciones a Huawei como condición para un préstamo de u$s 1.000 millones del Banco Chino de Desarrollo a la mexicana América Móvil, 2009); subordinación de los proyectos a con- 26 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 9-52 / LAUFER tratos con corporaciones estatales chinas (la China Three Gorges Corpo- ration para la construcción de la represa San Gabán en Perú); compra por el gobierno argentino de más de 100 locomotoras, 3.500 vagones, rieles y hasta durmientes de concreto a la estatal China CNR Corp. para la renovación de líneas ferroviarias de carga en 2010 (Malena, 2018), etc. En este último caso, el subdirector del proyecto Belgrano Cargas, Han Bing, consideró que el mismo no sólo estimula “una gran exporta- ción de China a Argentina” sino que es “un ejemplo de cooperación en el marco de la iniciativa ‘Una Franja, Un Camino’” (destacados nuestros); según el artículo, muy elogioso del convenio, el principal beneficiario del proyecto es la corporación china CMEC, dado que “la línea de crédi- to de u$s 10.000 millones que China otorgó a la Argentina es de hecho para las compañías ferroviarias chinas, lo que significa que el capital permanecerá en China”.10 Lo que se postula como ejemplo de los bene- ficios de la IFR es, en suma, el financiamiento de los bancos chinos a las empresas contratistas chinas, de modo que el capital vuelve a Chi- na pero la deuda “queda” como obligación del país contratante (en este caso la Argentina). No hay en estos acuerdos, por lo general, referen- cias a transferencia de tecnología.11 Como apunta la CEPAL, además, los proyectos de infraestructura respaldados con créditos chinos a países latinoamericanos son “llave en mano”: con financiamiento, empresas, trabajadores e insumos chinos, y encadenamientos prácticamente nu- los con la economía local (CEPAL, 2017a:70). Los convenios de provisión de petróleo firmados por el gobierno chi- no con Ecuador y Venezuela durante las presidencias de Rafael Correa y Hugo Chávez asumieron la conocida forma de “préstamos por petró- leo”. No pueden obviarse las implicancias de este sistema de financia- miento para las economías e incluso para la soberanía económica y política de los países de la región. El caso de Ecuador es paradigmáti- co: en julio de 2019 aún debía a China u$s 3.600 millones y 375 millo-

10 Kevin Gallagher y otros: “Un mejor trato. Análisis comparativo de los préstamos chi- nos en América Latina”, 2013; citado en Malena, 2018:172. 11 El ex presidente del Banco Central argentino, Aldo Pignanelli, advirtió este rasgo del modus operandi de China hace ya tiempo: “No es que van a ingresar dólares a nuestro país: nos dan un crédito para importar máquinas y equipos chinos” (El Cronista, 2014). El proyecto chino “La Franja y la Ruta” y América Latina: (...) 27 nes de barriles de petróleo, por contratos de preventa atada a créditos o anticipos con Petrochina (y otras dos compañías asiáticas) a cambio de financiamientos por u$s 13.000 millones que ya había recibido casi por completo (El Comercio, 2019). Uno de los préstamos en 2012 estaba, además, condicionado a la adjudicación de varios bloques petroleros en el sur oriente (Villavicencio, 2013). En 2010 Correa había suspendi- do las negociaciones con China sobre un crédito para la construcción por la corporación china Sinohydro de Coca Codo Sinclair, uno de los mayores proyectos hidroeléctricos de Ecuador. El presidente ecuato- riano declaró entonces que el banco quería activos en garantía, lo que no permitía la ley ecuatoriana. Correa firmó, sin embargo, el contrato con Sinohydro, y las obras se iniciaron en febrero de 2011, con un cré- dito del Eximbank de China12. La disponibilidad de préstamos de Pekín es sólo un componente de las estrategias del capitalismo de estado chino, cuyos recursos les per- miten “asegurar el financiamiento de China cuando no hay disponible un financiamiento alternativo, así como un plan de negocios para atraer a otros inversores de la RPCh, con el respaldo de un estado-partido con un enorme poder para movilizar la inversión” (Hong Zhang, 2019).13 Ese poderío suele ser ejercido oficialmente para imponer la acepta- ción de grandes proyectos (o su re-confirmación cuando corren riesgo de ser suspendidos o reconsiderados) con participación de empresas es- tatales o privadas chinas, a través del mecanismo del “default cruzado”, por el cual se establece en los contratos que la anulación, suspensión o cambio de alguno de los proyectos en estudio o ejecución en un país puede dar lugar a la “caída” de todos los otros convenios en curso, in- cluidos los financieros como los intercambios de monedas (swaps). Con este mecanismo se presionó a la Argentina a aceptar la realización por corporaciones chinas y sus socios locales de dos grandes represas en la

12 “Empresa china iniciará obras de la mayor hidroeléctrica ecuatoriana” (Agencia china Xinhua, 2010). 13 Ver también en el artículo la descripción sobre el control de hecho establecido por la corporación China Merchants sobre el estratégico puerto de Hambantota en Sri Lanka a raíz del incumplimiento de pagos. 28 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 9-52 / LAUFER provincia sureña de Santa Cruz cuando el gobierno de Mauricio Macri planteó la modificación de algunos aspectos contractuales.14 Algunos países latinoamericanos como Argentina o Venezuela, so- metidos al cierre del financiamiento de los organismos internaciona- les, fueron llevados en la última década a una situación de dependencia financiera tan pronunciada respecto de China que los convenios con Pekín pasaron a ser una parte relevante en la composición de sus re- servas. Argentina utilizó el mecanismo de los swaps varias veces para reforzar sus reservas internacionales, tanto en el segundo período pre- sidencial de Cristina Fernández –desde 2014– como en los cuatro años de Macri. Los swaps chinos llegaron a constituir un tercio de las re- servas del Banco Central, lo que indica un cambio estructural en su composición (Brenta y Larralde, 2018). Lo que de ello se desprende es que, siendo los swaps una forma de endeudamiento externo, la depen- dencia financiera argentina está desplazándose crecientemente de los préstamos y créditos de los organismos financieros “tradicionales” en ALC como el FMI y el BID hacia los recursos provistos por China. La disponibilidad de esos recursos mejora circunstancialmente las cuen- tas fiscales del país, pero remachando sus males estructurales. La de- pendencia “de nuevo signo” suele traducirse en presiones chinas para abrir los mercados locales a sus manufacturas (en 2010 China suspen- dió sus compras a la Argentina de aceite de soja, uno de sus principa- les productos de exportación y fuente de ingresos fiscales, para forzar la reapertura de la importación de calzado chino); acordar proyectos de construcción de infraestructuras con tecnología china y financia- miento de bancos chinos (construcción de represas y centrales nuclea- res); asegurar continuidad en sus requerimientos de materias primas –procesadas o no– para las industrias de China o para alimentación de su población o de su ganado –al precio de reforzar la reprimarización de las exportaciones y producciones nacionales y encarecer los pre- cios internos–; obtener facilidades a las inversiones chinas; e incluso para lograr aprobación a proyectos chinos de carácter científico pero

14 “La Argentina acordó con China bajo amenaza de cross default” (Ambito.com, 2016). El proyecto chino “La Franja y la Ruta” y América Latina: (...) 29 con implicancias estratégicas (instalación de una base de observación espacial dependiente del ejército chino en la provincia de Neuquén). Aunque las condiciones financieras más flexibles del financiamien- to chino aparecen como una alternativa al de las otras instituciones internacionales (FMI, BID), China no sólo se atiene a las normas que esas instituciones –de las que forma parte– imponen habitualmente a los receptores de sus créditos, sino que exige su cumplimiento como precondición para sus propios convenios financieros con terceros paí- ses. En el caso argentino, el acuerdo swap suplementario de 2018 fir- mado por el ex presidente Macri fue condicionado al cumplimiento de los pagos del préstamo stand by concedido por el FMI (el más grande de su historia – unos u$s 50.000 millones–, a sabiendas de que serían destinados a financiar la fuga de capitales). China no sólo no planteó objeciones, sino que medió para que el FMI concediera el préstamo a su “socio estratégico” en América Latina: en el propio curso de las ne- gociaciones el presidente Xi Jinping envió a Macri una carta personal expresando su respaldo a los objetivos y al plan económico,15 incluida la política de endeudamiento sistemático pese a sus consabidas conse- cuencias económicas y sociales. Tampoco los lineamientos generales de la inversión china y los mé- todos de sus empresas en proyectos ya realizados o en curso en ALC se apartan de los que las corporaciones “occidentales” emplean habitual- mente a través de sectores gubernamentales para desplazar a otros ofe- rentes o aumentar su tasa de ganancia: opacidad de las contrataciones, concesiones sin licitación, incumplimiento de normas laborales o am- bientales, etc. (Agramont y Bonifaz, 2018:90; Girado, 2018:128). Esos cri- terios son también los que guían al gobierno de China como alma mater del BAII y del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, que junto al Ban- co de Desarrollo de China y el Eximbank chino constituyen el respaldo financiero de los proyectos de la IFR. Pese a ello, y alentando el tradi- cional esquema liberal de las “ventajas comparativas”, la dirigencia de

15 “He tomado nota de que el gobierno argentino, bajo su liderazgo, ya ha adoptado opor- tunas y enérgicas medidas que están rindiendo resultados para estabilizar la situación económica y financiera de su país”, destaca la carta del mandatario chino al presidente Macri (La Política Online, 2018b). 30 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 9-52 / LAUFER la CEPAL y el gobierno chino coinciden en que la extensión de la IFR hacia América Latina y el Caribe “ofrece grandes oportunidades para la región y puede ser un mecanismo viable para lograr los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, y en que “los países de América Latina pueden aprovechar las oportunidades de desarrollar sus ventajas invirtiendo en la industria de la energía, obras civiles, agricultura, manufactura, tecnología e informática” (CEPAL, 2017b).16 El poderío financiero respaldado o ejercido directamente por el es- tado fue decisivo para el rápido avance de la participación china en la IED en la región. Aunque el valor de sus transacciones está aún muy por detrás de EEUU (1,1% contra 20% en 2016) (Koleski y Blivas, 2018), las inversiones de empresas chinas crecieron aceleradamente, en par- ticular en Brasil, Perú y Argentina. Más de la mitad de su total en va- lor se concentró primero en petróleo y minería, y entre 2012 y 2017 se desplazó hacia la generación de energía eléctrica, en línea con los ob- jetivos de China de apoyar y promover en ALC la construcción de in- fraestructura. En los últimos años creció el interés de las corporaciones chinas por el litio (elemento clave en la fabricación de baterías de auto- móvil y electrónicos y por consiguiente en la batalla por el control de las tecnologías de última generación); mediante la adquisición total o parcial de grandes compañías chilenas las corporaciones estatales chi- nas se aseguraron el control de casi la mitad de la actual producción mundial de litio (Koleski y Blivas, 2018). Tal como sucede desde fines del siglo XIX en ALC respecto de las gran- des potencias, la “complementariedad” comercial ha sido la puerta de entrada del capital chino en la región. Entre 2000 y 2018 las corporacio- nes estatales y privadas de China participaron en más de 90 proyectos de infraestructura, incluyendo represas hidroeléctricas, puertos, au- topistas, líneas ferroviarias, oleoductos y refinerías de petróleo y gas, aeropuertos, estadios, líneas de trasmisión eléctrica y otros, siendo Ecua-

16 Ver también declaraciones en el 2º Foro de Inversión y Cooperación de Alto Nivel China-América Latina, Santiago de Chile, 16-10-2019, en CEPAL (2019). Dos días después de formuladas esas declaraciones estalló en la capital chilena la vasta rebelión popular que cuestionó el “modelo” neoliberal vigente en los últimos 30 años, uno de cuyos pilares sigue siendo la exportación de cobre a China. El proyecto chino “La Franja y la Ruta” y América Latina: (...) 31 dor, Bolivia, Brasil y Venezuela los principales receptores. Gigantescas corporaciones de China como State Grid, Sinopec, Sinohydro, Gezhouba y China Harbor son protagonistas centrales de este proceso. La partici- pación de las chinas Huawei y ZTE en la construcción de redes de tele- comunicación en 24 países de ALC despierta obvios recelos en EEUU.17 Los proyectos chinos en marcha o terminados en la región cubren una amplia gama. Mencionamos aquí sólo los mayores:

• Producción de energía hidro y termoeléctrica y nuclear: partici- pación de Sinohydro en la represa Coca-Codo Sinclair (u$s 2.800 millones) en Ecuador; Gezhouba-Electroingeniería-Hydrocuyo en las represas Kirchner y Cepernic, Argentina (u$s 4.000 millo- nes); represas de Jupiá y Ilha Solteira, Brasil (u$s 4.255 millones); China National Nuclear Corporation-China Zhongyuan Enginee- ring Corporation-N.A.S.A. en centrales nucleares en la Patagonia (u$s 5.800 millones).

• Líneas de transmisión eléctrica: State Grid Corporation of China en la línea de Belo Monte, Brasil (u$s 1.400 millones).

• Puertos: un consorcio de cinco compañías chinas en Porto Sul (exportación minera y logística) en Ilhéus, Brasil 2019 (u$s 2.400 millones).

• Canales: Hong Kong Nicaragua Canal Development Group en el Canal de Nicaragua (u$s 50.000 millones, actualmente interrum- pida) (Fernández y Romero Wimer, 2018).

• Ferrocarriles: China Railway Group Ltd.-Departamento Nacio- nal Venezolano de Ferrocarriles para la línea Tinaco-Anaco (u$s

17 “Las agresivas inversiones de China en telecomunicaciones en la región plantean preo- cupaciones de seguridad acerca de conceder a las redes chinas la columna vertebral de las comunicaciones de la región”, aseveró el subsecretario del Tesoro para Asuntos Internacio- nales, David Malpass (Bloomberg, 2018 en: Koleski y Blivas, 2018:15). Más en general sobre la inquietud de la burguesía estadounidense por el avance chino en ALC, ver Ellis, 2018. 32 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 9-52 / LAUFER

7.500 millones); China Railway Construction Corp. para el FC San Martín, Argentina 2017 (u$s 2.400 millones).

• Refinerías de gas y petróleo y oleoductos: China National Petro- leum Corporation en la Refinería Cienfuegos, Cuba 2010 (u$s 5.800 millones).

Sectores gubernamentales y empresariales de ALC fundamentan la complementariedad de intereses con China en que para cubrir su “bre- cha de infraestructuras” la “competitividad” latinoamericana requiere invertir un 5,2% del PIB (unos u$s 170.000 millones al año) (Perrotti y Sánchez, 2011); Pekín a su vez busca, con su “nueva normalidad”, reducir la inversión pública dentro de China, controlar la burbuja inmobiliaria y mantener bajo control la deuda, así como promover y financiar el desarro- llo de nudos portuarios, ferroviarios etc. en los que China pueda obtener posiciones favorables en el tablero geopolítico (González Veiguela, 2019). América Latina es ya el segundo destino más grande de la inversión china en el extranjero después de la región de Asia; al presente, 2.500 empresas chinas han invertido en ALC (Zhen, 2020). La fuerte presen- cia interna del capital chino –en forma individual o asociada a grupos económicos locales– refleja y a la vez potencia el crecimiento de pode- rosos sectores empresariales, gubernamentales, políticos e intelectua- les promotores de la alianza estratégica con China. Un conglomerado de intereses que alienta la adaptación de las producciones de la región a la nueva demanda y a los requerimientos de la potencia asiática,18 “atrayendo” inversiones chinas a algunas ramas industriales no com- petidoras de la industria exportadora china, y financiamiento chino para la realización de grandes obras de infraestructura destinadas a canalizar los excedentes de capital de China hacia “oportunidades” rentables en ALC y las exportaciones de bienes primarios o de insumos industriales de la región hacia el país oriental. Esa estrategia adapta-

18 “El éxito de los países dependerá de la capacidad de diseñar e implementar un pro- yecto que adapte de forma dinámica la estructura productiva a los nuevos contornos de la globalización” (Bustelo y Esteso, 2019). El proyecto chino “La Franja y la Ruta” y América Latina: (...) 33 tiva vuelve a evidenciarse, en el caso de la Argentina, con motivo de la abrupta baja de la producción de cerdos en el país oriental debido a la peste porcina africana, que abrió la posibilidad de grandes inversio- nes chinas en la producción de cerdos en la Argentina, pasando en 5 a 8 años de 6 millones de cabezas actuales a 100 millones, con destino no al mercado interno sino al de China (Castro, 2020)19, lo que a su vez se concibe como una compensación parcial a los perjuicios por el drástico recorte de Pekín a sus importaciones de carne vacuna debido al notable alza de precios generado por su propia demanda.20 De este modo, sectores de las clases dirigentes de la región con in- fluencia en el poder estatal convergen –incluso por encima de las grietas políticas locales– en la estrategia de promover la adaptación de áreas esenciales de la economía a la complementación con China. Como cla- ramente expone Wang Zhen, vocero del gobierno chino y ex embajador de Pekín en varios países de América Latina:

Independientemente de que gobierne la izquierda o la derecha, un país no puede sostenerse sin estrategias efectivas (...) El ajuste de estructuras eco- nómicas irracionales, la aceleración de la construcción de infraestructura, la introducción de equipos y tecnologías avanzadas y el fortalecimiento de la captación de fondos serán medidas clave(...) En la actualidad y en un futuro previsible, socios tradicionales como EEUU, Europa y Japón difícil- mente pueden o podrán ayudar a los países latinoamericanos a mejorar sus necesidades urgentes, y muchos países han depositado sus esperanzas en la cooperación con China (Zhen, 2020).

Se sustenta, así, una especie de “Consenso de las infraestructuras” aso- ciado al capital inversor y financiero de China: un “modelo” integrado a las estrategias de desarrollo de Pekín y en el marco de la IFR, postu- lado como vía de superación de la actual debilidad de las economías de EEUU y otras potencias mundiales.

19 El autor de la nota, responsable de la columna internacional del diario conservador Clarín, promueve desde hace años la alianza estratégica con China: ver su Informe espe- cial “El vínculo con China es una prioridad estratégica para la Argentina” (Clarín, 2018:7). 20 “La carne de vaca exportada a China bajó su precio en un 35%” (Infobae, 2020). 34 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 9-52 / LAUFER

La inclusión de América Latina en la IFR no nació como un proyecto conjunto, sino como parte de las necesidades y objetivos estratégicos de la burguesía china y de su dirigencia política, en pos de resolver desequilibrios económicos que amenazan su estabilidad económica y social, su vaticinada primacía mundial, y la realización de lo que Xi Jinping llamó el “sueño chino de revitalización nacional”. Esas ne- cesidades, a ojos de la dirigencia china, confieren nueva relevancia a América Latina como mercado proveedor y comprador y como campo de inversión, y a la alianza de Pekín con sectores de las clases dirigen- tes latinoamericanas una nueva trascendencia estratégica. El indudable liderazgo chino en la efectivización de los emprendi- mientos anexos a la IFR incidirá internamente a través de las múltiples asociaciones y compromisos comerciales y financieros asociados a la construcción de la red de infraestructuras y comunicaciones, de la pro- fundización de las relaciones comerciales y la potencial expansión de las exportaciones primarias al mercado chino, y de las oportunidades de financiamiento de las nuevas megaobras. La concreción de algunos grandes proyectos de infraestructura in- ter-nacionales en estudio –como el complejo ferroviario que uniría la costa Atlántica brasileña con el interior del continente y las costas chilena y peruana del Pacífico facilitando la exportación de materias primas a China y el acceso de manufacturas chinas a los mercados lati- noamericanos (Pestanha, 2018)–, contribuiría decisivamente a la adap- tación estructural de los “modelos”21 de desarrollo latinoamericanos a las prioridades estratégicas de China. Se hace inevitable la comparación histórica con la extensión mundial de la “misión civilizatoria”22 que Gran Bretaña impulsó en América Latina desde mediados del siglo XIX a través de la instalación de sus ferrocarriles y convirtiendo los vínculos que sus

21 Entrecomillamos el concepto de “modelo” para distanciarnos de su uso vulgar –como equivalente a ejemplo o proyecto–, que le confiere un sentido neutral, puramente acadé- mico y abstraído de los intereses de las clases o grupos sociales que son beneficiarios o perjudicatarios de su implementación. 22 La expresión alude a la “misión” o “carga del hombre blanco”, la recordada expresión con que, a fines del siglo XIX, el escritor Rudyard Kipling explicaba –o justificaba– como una obligación altruista la prevalencia de la civilización industrial y avanzada del imperialismo británico sobre los pueblos y países atrasados de África, Asia y América Latina y el Caribe. El proyecto chino “La Franja y la Ruta” y América Latina: (...) 35 corporaciones ferroviarias e industriales cultivaban con las clases diri- gentes locales en el eslabón regional interno de su influencia mundial.

Como se observa agudamente en una edición reciente de Third World Thematics:

Al parecer, en verdad, la máxima de Deng Xiaoping sobre ‘el gato y el ratón’ se está dando en América Latina en la medida en que China sigue finan- ciando, comerciando y en menor medida invirtiendo en la producción de materias primas intensiva en tierra y recursos naturales en países con- trolados por gobiernos tanto progresistas como conservadores... [Esas re- laciones] probablemente intensifiquen la actual dependencia respecto de las actividades extractivas, incluyendo la soja, reforzando las relaciones de producción, de propiedad y de poder existentes puesto que el capital estatal y privado chino se alía con las clases establecidas del capital y del estado en América Latina. Desde las condicionalidades liberales de Washington a la cooperación sur-sur de Pekín, parece que entre las elites políticas y económicas el consenso sigue siendo el mismo: el control de los recursos naturales (McKay y otros, 2017).

La profundización del proceso de reprimarización exportadora y pro- ductiva no es el único resultado –ni tal vez el principal– del creciente redireccionamiento de las alianzas económicas de los países de Amé- rica Latina hacia China. En la práctica, muchos analistas y académicos asumen como propios los medios estratégicos con que la gran burguesía china busca integrar a distintos países –no sólo del “tercer mundo”– a su esfera de influencia: una diplomacia financiera (la llamada “diplomacia del yuan”, que condensa las estrategias chinas del soft power) centrada en el ofrecimiento de cooperación en grandes emprendimientos con fi- nanciamiento, inversión y tecnología chinas: en suma, una “división in- ternacional del trabajo” con China como centro, incluyendo la asociación subordinada de grupos empresariales locales –trasfundidos en interme- diarios internos de intereses chinos–, e integrada a la estrategia del Estado 36 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 9-52 / LAUFER chino apuntada a consolidar la hegemonía mundial de sus corporaciones industriales y bancarias (la “globalización con características chinas”).23 Históricamente hablando, la alianza comercial de las clases dirigen- tes de ALC con las grandes potencias basada en la especialización pri- mario‑exportadora ha sido la puerta de ingreso del capital extranjero (ferrocarriles y frigoríficos ingleses y franceses a fines del siglo XIX; empresas petroleras y manufactureras estadounidenses en la segunda posguerra), y punto de arranque de un círculo que se cierra con la de- pendencia financiera. La asociación estratégica con China ha permitido a las burguesías latinoamericanas relajar relativamente las presiones estratégicas de la hegemonía estadounidense, pero no se diferencia sus- tancialmente de aquel viejo esquema histórico. El invocado “beneficio mutuo” lo ha sido en favor de las corporaciones chinas y de poderosos, pero reducidos grupos terratenientes e industriales latinoamericanos de capitales locales, extrarregionales o mixtos, asociados al mercado chino o a sus corporaciones industriales y financieras. Dada la perduración en América Latina de las estructuras económi- co‑sociales del atraso y la dependencia, la inclusión de nuestros países en las estrategias de China asociadas a la IFR sólo podría facilitar la perdu- ración de esas estructuras, y consolidar el rol de América Latina en el sis- tema internacional como una región hiperespecializada en producciones primarias o en industrias “subsidiarias” dependientes de la inversión extranjera –habitualmente en condiciones de privilegio– y de la impor- tación de industria, bienes de capital y tecnología de las grandes poten- cias. En años recientes, la implementación por otros sectores de las clases dirigentes de programas neo‑desarrollistas fundados no en políticas de desarrollo industrial y financiamiento propio sino en la “atracción” masiva de inversiones chinas básicamente dirigidas a petróleo, minería, soja o a la construcción de infraestructuras, no modificó sustancialmente el modo “clásico” de inserción internacional de la región (Laufer, 2015).

23 Ver, entre otros: Bustelo y Esteso (2019), Vaca Narvaja (2019) y Guelar (2020). El proyecto chino “La Franja y la Ruta” y América Latina: (...) 37

Conclusión: ¿otro Norte para el Sur?

El enfoque de las asociaciones estratégicas ALC‑China en términos de oportunidades y desafíos muestra sus propios límites en la perpetua advertencia –que tantos académicos reiteran desde hace años– sobre el “desafío” planteado por la marcada re‑primarización de las exporta- ciones latinoamericanas hacia China, por el masivo ingreso de bienes industriales chinos en perjuicio de las producciones nacionales, y por la creciente dependencia respecto del financiamiento chino; frente a ello muchos de esos analistas exhortan a diversificar las exportaciones regionales agregándoles valor mediante su procesamiento industrial. Una y otra vez, sin embargo, desde hace muchos años, los gobiernos de los países latinoamericanos evidencian su imposibilidad o falta de voluntad política para concretar esas recomendaciones y llevar a cabo una industrialización autosostenida acorde no sólo a las necesidades de un desarrollo nacional integral sino también a la diversificación exportadora de nuestros países. Las causas de fondo de esas falencias o impotencia suelen ser margina- das del debate político y académico; van más allá de la intención circuns- tancial de tal o cual gobierno, y sólo pueden hallarse en la persistencia de las viejas estructuras económico‑sociales y de poder, es decir en la hege- monía estatal de sectores agrarios e industriales de las clases dirigentes –beneficiarios de la tradicional especialización primario‑exportadora o de un limitado desarrollo industrial asociado o subordinado al capital extranjero–, que gozan de influencia o poder decisorio en las esferas estatales vinculadas a las políticas productivas, comerciales, financie- ras, diplomáticas, culturales, militares, etc. y que por ello son promoto- res y gestores de la nueva relación privilegiada con la potencia asiática. En el actual contexto internacional, la inclusión de ALC en un proyec- to chino regido por las ya conocidas normas de apertura comercial y fi- nanciera acentuaría también la histórica vulnerabilidad externa de las economías latinoamericanas. En ellas repercutirían fuertemente –ya lo están haciendo– fenómenos como el menor dinamismo del capitalismo con centro en las grandes potencias y las consecuencias aún no remon- 38 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 9-52 / LAUFER tadas de la crisis económica mundial de 2008 (Husson, 2019); la desacele- ración en el crecimiento de China –ya anterior a su “nueva normalidad” y acentuado hoy por la guerra comercial con EEUU, y por la epidemia de coronavirus24–; el impacto de todo ello en las importaciones y en los programas de financiamiento de China, y la acentuación de los desequili- brios comerciales bi‑laterales y bi‑regionales como consecuencia del pro- pio proceso latinoamericano de reprimarización y desindustrialización. La incorporación del subcontinente al megaproyecto chino, finalmente, alteraría sus alianzas internacionales, con las implicancias estratégicas que ello supone. La rivalidad multipolar no conlleva competencia armó- nica sino disputa y fricciones. La inclusión de los países de la región en la iniciativa china de la Franja y la Ruta se inscribe en la naturaleza, obje- tivos y alcances de las “asociaciones estratégicas” que vinculan a fuertes sectores de las clases dirigentes de nuestros países con la potencia que va convirtiéndose en el gran comprador, proveedor, inversor y presta- mista de la región. Esos “movimientos tectónicos” en los alineamientos internacionales de la región acrecientan la inquietud de los círculos go- bernantes de Washington, empeñados en reponer y extender a toda ALC una hegemonía indiscutida, en un mundo inestable en que los sucesivos capítulos de la guerra comercial en curso entre EEUU y China multipli- can indicios de una nueva bipolaridad y un nuevo clima de “guerra fría”. Los capítulos recorridos por la disputa hegemónica –por el momento principalmente comercial– entre Washington y Pekín hasta la preca- ria pausa acordada en enero de 2020, no debieran distraer acerca de realidades históricas conocidas: durante más de un siglo China fue un país semicolonial (1840-1949), y luego socialista (1949-1978); es decir, no tenía intereses mundiales que promover y proteger. Ahora los tiene. Por el momento prioriza el “poder blando” –su influencia económica, política, cultural y militar–, plataforma desde la que estrecha vínculos con sectores gubernamentales, empresariales, terratenientes, intelec- tuales, periodísticos, militares. De ambos lados, el correlato ideológico

24 Al momento de concluir este trabajo, el gobierno chino había dispuesto bajar las tasas de interés e inyectar en su sistema financiero el equivalente a u$s 173.000 millones como medi- das iniciales para afrontar el frenazo económico consecuencia de la epidemia (Restivo, 2020). El proyecto chino “La Franja y la Ruta” y América Latina: (...) 39 de esos vínculos es la desestimación de toda vía de desarrollo basada en el autosostenimiento nacional y en la autonomía e integración política de los países y pueblos “en desarrollo”, y la denigración de esos precep- tos como sinónimos de aislamiento, impotencia y atraso; se contribuye así, en el plano cultural, a completar el círculo de una dependencia co- mercial, industrial, tecnológica y financiera que en última instancia se traduce siempre en concesiones económicas y alineamientos políticos.

Siglas empleadas

ALBA: Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América

ALC: América Latina y el Caribe.

ALCA: Asociación de Libre Comercio de las Américas.

BAII: Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras.

BID: Banco Interamericano de Desarrollo.

BRICS: El grupo constituido en 2011 por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

CADTM: Comité para la abolición de las deudas ilegítimas.

CASS: Academia China de Ciencias Sociales

CELAC: Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

CEPAL: Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

CICIR: Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas CICIR: Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas. 40 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 9-52 / LAUFER

EEUU: Estados Unidos

FMI: Fondo Monetario Internacional.

IFR: Iniciativa de “la Franja y la Ruta”.

NAFTA: North American Free Trade Association.

OEA: Organización de Estados Americanos

OMC: Organización Mundial del Comercio.

OPCh: Observatorio de la Política China.

PCCh: Partido Comunista de China.

UNASUR: Unión de Naciones Sudamericanas

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ENTRE LA REPÚBLICA POPULAR

CHINA Y LA REPÚBLICA ORIENTAL

DEL URUGUAY (1988-2020)

DIPLOMATIC RELATIONS BETWEEN THE

PEOPLE’S REPUBLIC OF CHINA AND THE

EASTERN REPUBLIC OF URUGUAY (1988-2020)

Fernando Romero Wimer1

Pablo Senra Torviso2

Fecha de recepción: 27 de abril de 2020

Fecha de aceptación: 5 de junio de 2020

1 Doctor en Historia (UBA). Profesor de la Universidade Federal da Integração Latino-Ame- ricana (UNILA), Brasil. Investigador del Colectivo de Estudios e Investigaciones Sociales (CEISO), Argentina; y del Grupo Interdisciplinar de Estudos e Pesquisa sobre Capitais Trans- nacionais, Estado, Classes Dominantes e Conflitividade em América Latina e Caribe (GIEP- TALC), Brasil. Correo electrónico: [email protected] 2 Becario del Programa de Demanda Social-UNILA de Becas de Post-Graduación stricto sensu de la Maestría en Relaciones Internacionales de la Universidade Federal da Integração Latino-Americana, Brasil. Licenciado en Relaciones Internacionales e Integración. Inves- tigador del Grupo Interdisciplinar de Estudos e Pesquisa sobre Capitais Transnacionais, Es- tado, Classes Dominantes e Conflitividade em América Latina e Caribe (GIEPTALC), Brasil. Correo electrónico: [email protected] 54 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 53-87 / ROMERO WIMER - SENRA TORVISO

RESUMEN

Este trabajo tiene como objetivo general analizar las relaciones diplo- máticas entre China y la República Oriental del Uruguay (ROU) des- de el establecimiento de las mismas (1988) hasta la actualidad. En el marco de este análisis definimos los siguientes objetivos específicos: a) examinar los tratados internacionales consagrados entre la RPCh y la ROU entre 1988 y 2019; b) describir las misiones diplomáticas llevadas a cabo por parte de los gobiernos de ambos países en ese período; y c) revisar las sesiones parlamentarias del país latinoamericano involu- cradas en las definiciones políticas sobre las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Palabras clave: Uruguay, República Popular China, relaciones in- ternacionales.

ABSTRACT

The general aim of this article is to analyze the diplomatic relations between China and the Eastern Republic of Uruguay (ROU for its Spanish acronym) since they were established (1988) to the present. In the frame- work of this analysis we have defined the following specific objectives: a) to examine the international treaties signed between the RPCh and the ROU between 1988 and 2019; b) to describe the diplomatic missions carried out by the governments of both countries in that period; and c) to review the ROU’s parliamentary sessions involved in the politi- cal definitions on the diplomatic relations between the two countries.

Key words: Uruguay, People’s Republic of China, international re- lations. Relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República (...) 55

Introducción

La inmersión de la República Popular China en el sistema capitalista repercutió a escala global, reconfigurando el escenario internacional e impactando sobre las relaciones de dominación establecidas a esca- la planetaria. El ascenso de la burguesía china íntimamente ligada al Partido Comunista de China (PCCh) ha sido objeto de una amplia gama de categorizaciones, desde “un poder socialimperialista ascendente” (Engel, 2005: 201), hasta “un poder regional que se está integrando al ‘imperio norteamericano informal’ descripto por Panitch y Gindin” (Zhao, 2005: 228). Sin embargo, la acérrima disputa comercial y diplomática entre Es- tados Unidos y China revela que las contradicciones y conflictos por el reparto del mundo aún se mantienen vigentes en un marco de rivali- dad por su influencia política y económica a nivel mundial, reconfigu- rando los esquemas de dominación y dependencia entre los Estados, entendiendo al capitalismo contemporáneo como la permanente ex- pansión de mecanismos de dominación económica, política y cultural (Romero Wimer; Fernández Hellmund, 2016). En dicha línea, este trabajo tiene como objetivo general analizar las relaciones diplomáticas entre la República Popular China (RPCh) y la República Oriental del Uruguay (ROU) desde el establecimiento de las mismas (1988) hasta la actualidad. En el marco de este análisis definimos los siguientes objetivos espe- cíficos: a) examinar los tratados internacionales consagrados entre la RPCh y la ROU entre el año 1988 y el 2020; b) describir las misiones di- plomáticas llevadas a cabo por parte de los gobiernos de ambos países en ese período; y c) revisar las sesiones parlamentarias del país latinoa- mericano involucradas en las definiciones políticas sobre las relaciones diplomáticas entre ambos países. El marco teórico general que orienta este estudio es el enfoque mate- rialista histórico vinculado al abordaje de la dinámica capitalista global y los procesos de transnacionalización económica (Romero, 2015). No es ajeno a estas preocupaciones el poder que ejercen los capitales y los 56 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 53-87 / ROMERO WIMER - SENRA TORVISO

Estados de las grandes potencias sobre los países más débiles, es decir que la cuestión del imperialismo y la dependencia representa una guía insoslayable a la hora de examinar la problemática (Romero Wimer, 2017). Junto a este acervo, nuestra perspectiva también comprende que los Estados de las economías capitalistas dependientes operan como “co- rreas de transmisión” (Cox, 1981) de intereses económicos que operan internacionalmente. Esto no implica afirmar que la burguesía de los países dependientes opera como un simple agente de las empresas trans- nacionales, sino reconocer la participación de las clases dominantes de estos países desde una posición subordinada en el mercado mundial. Metodológicamente, este estudio -desarrollado en el marco de un plan de investigación más amplio- se sustenta en un exhaustivo rele- vamiento de los documentos oficiales disponibles en el Ministerio de Relaciones Exteriores (MRREE) y en el Parlamento de la ROU, así como también de una serie de informes gubernamentales, declaraciones, comunicados de prensa, notas periodísticas, y entrevistas con actores políticos uruguayos referentes al período 1976-2020. El texto se estructura en tres secciones: primeramente, se analizan las circunstancias históricas bajo las cuales se configuró el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre la RPCh y la ROU; en segundo lugar, se efectúa un examen histórico del establecimiento de los tratados in- ternacionales y misiones diplomáticas; finalmente, se caracteriza el de- sarrollo histórico de las relaciones internacionales entre ambos países.

Primeros acercamientos

Tras la visita de Henry Kissinger a la República Popular China en 1971, la reanudación de las relaciones con Estados Unidos y la posterior inclu- sión del país asiático en el Consejo de Seguridad de la ONU (Kissinger, 2012), la eclipsada política externa de la región latinoamericana se enfren- taba a una nueva realidad internacional. Consecuentemente, los países de la región latinoamericana comenzaron a entablar relaciones diplo- máticas con el país asiático, algunos de ellos en plena dictadura militar. Relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República (...) 57

Comparativamente con el resto de los países de la región latinoameri- cana, la RPCh y la ROU establecieron relaciones diplomáticas en forma tardía. Así, Chile las estableció en 1970, Perú en 1971, Argentina y México en 1972, Brasil y Venezuela en 1974, Colombia y Ecuador en 1980 y Bolivia en 1985. En el caso de Uruguay, el seguimiento a la Doctrina de Seguridad Nacional3 mantuvo hasta los primeros años de la transición democrática su reconocimiento a Taiwán en desmedro de la RPCh4 (MRREE, 1976). Tras las elecciones de 1984 -aun con líderes presidenciables presos y proscriptos- Julio María Sanguinetti asumió la presidencia del Uruguay democrático, en representación del Partido Colorado. Según éste, “en aquel momento, seguir sosteniendo que el Uruguay debía tener la relación con Taiwán, cuando [con China] ya la había reanudado Estados Unidos, por lo menos no tenía ningún sentido desde el ángulo que se lo planteaba” (Sanguinetti, 2016). De esta forma, para el presidente electo, la configu- ración del nuevo escenario internacional no justificaba la ausencia de un marco institucional bilateral atento al mercado chino en expansión. Producto de ello, en 1985 partieron hacia China dos misiones diplo- máticas. Una de ellas compuesta por miembros del Parlamento, y la otra encabezada por el ministro de Agricultura y Pesca, Roberto Vázquez Platero, en compañía de una comitiva de empresarios uruguayos. Así, en sesión parlamentaria del 3 y 4 de diciembre de 1985, el senador Juan Raúl Ferreira –miembro del Partido Nacional y de la comitiva parla- mentaria– informaba ante el Senado que el objetivo central de la misión consistía en transmitir al gobierno chino que la profundización de las relaciones entre ambos países dependía del avance de las relaciones

3 Hacemos referencia a los lineamientos fundamentales desarrolladas por las fuerzas armadas latinoamericanas -bajo la influencia de los Estados Unidos- en el contexto de la llamada “Guerra Fría”. Bajo estos lineamientos se justificaba la persecución y la represión de los movimientos políticos y sociales que pudieran favorecer la expansión del comunis- mo o confrontaran con el statu quo (Buitrago, 2003). 4 En su visita oficial a Taipei entre el 3 y el 7 de noviembre de 1976, el ministro de Re- laciones Exteriores de la dictadura militar uruguaya recibía elogios del canciller Shen, quien expresaba “la admiración del Gobierno y pueblo chinos [Taiwán] por los logros de la República Oriental del Uruguay en su campaña contra los elementos terroristas” (MRREE, 1976: 2). Ello pone de manifiesto la proximidad de la dictadura militar uruguaya con el gobierno de Taipei, relación que cambiará ante las presiones de las clases dominantes uru- guayas una vez retomada la democracia a través del gobierno de Julio María Sanguinetti, en un contexto de incorporación de China a la producción capitalista. 58 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 53-87 / ROMERO WIMER - SENRA TORVISO comerciales, y que éstas debían absorber la cuota de intercambio co- mercial entre Uruguay y Taiwán (Ferreira, 1985). Sin embargo, a través del estudio de varias sesiones de la Cámara de Senadores del Uruguay de la década de 1980, pudimos constatar vehe- mentes ponencias políticas en contra y a favor del establecimiento de re- laciones diplomáticas con la RPCh y su consecuente ruptura con Taiwán. De este modo, en sesión parlamentaria del 9 de diciembre de 1987, el senador Raumar Jude del Partido Colorado manifestaba que la decisión de romper relaciones diplomáticas con Taiwán se traducía en la aceptación de condicionamientos en los lineamientos de la política exterior uruguaya por parte de la RPCh. Cuestionaba que Uruguay rompiese con Taiwán no por decisión soberana, sino por mandato del gobierno de la RPCh (Jude, 1987). Por otro lado, en la sesión parlamentaria del 17 de marzo de 1987, el senador Francisco Rodríguez Camusso advertía múltiples amenazas de Taiwán y manifestaba su rechazo a las mismas. Entre ellas, las presen- tes en el periódico El Día del 22 de octubre de 1985, en el cual Ricardo Yang, representante diplomático de Taiwán en Uruguay, afirmaba que “de romperse las relaciones diplomáticas, Uruguay correría el riesgo de que Taipéi retirara toda coordinación, comercio, inversión oficial y semioficial” (Yang, 1985: 5). Para Rodríguez Camusso, la amenaza cons- tituía una intervención en los asuntos internos del país latinoameri- cano que, de mantener relaciones con Taiwán, pasaba a colocarse más próximo de la dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay que de la América Latina democrática (Rodríguez Camusso, 1987). Sin embargo, el peso de los intereses económicos prevaleció sobre el debate político uruguayo y, según consta en la sesión de la Cámara de Senadores del 17 de marzo de 1987, la presión para el establecimiento de las relaciones con la RPCh llegó a ser ejercida directamente por el sector productivo uruguayo. En ese sentido, la Comisión de Asuntos In- ternacionales del Senado del Uruguay recibió ese año una significativa delegación de diversos sectores de la producción nacional, cuyo planteo refería a la necesidad del establecimiento de relaciones diplomáticas con la RPCh (Rodríguez Camusso, 1987). Relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República (...) 59

Embajadores de la lana: primeros años de las relaciones

Según Tang Mingxin, embajador chino en Uruguay desde 1996 a 1999, los diplomáticos chinos eran llamados por su gobierno como los “emba- jadores de la lana”, ya que el comercio de lana dominaba sus agendas de trabajo (Tang, 2018). La lana y sus derivados sostuvieron una par- ticipación expresiva en la canasta exportadora uruguaya con destino hacia China desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas hasta el año 2005, pasando entonces a ocupar el primer plano la soja (Embajada de China, 2007; ITC, 2019). El 3 de febrero de 1988, los diplomáticos Li Luye y Felipe Héctor Pao- lillo suscribieron en Nueva York una serie de convenios a través de los cuales se consolidaron las relaciones diplomáticas entre la RPCh y la ROU. Entre ellos se destacan: el Convenio de cooperación económica y técnica (1988); el Convenio comercial (1988); y el Convenio de colaboración en el campo de la cultura y la educación (1988) (MRREE, 1988). El Convenio de cooperación económica y técnica (1988) define en su primer artículo la intención de fomentar y ampliar el intercambio co- mercial entre ambos países, facilitando los mecanismos burocráticos en la regulación de exportaciones e importaciones. Crea también la Comisión Mixta Comercial (art. 7), la cual daría seguimiento a los con- tratos de compra-venta establecidos (MRREE, 1988). Por otro lado, el Convenio comercial (1988) resalta en su primer ar- tículo la necesidad de trabajar el aspecto estructural del intercambio comercial entre ambas naciones. El memorándum de entendimiento que le acompaña compromete al país asiático a adquirir materias pri- mas uruguayas por un monto de US$ 150 millones anuales durante la vigencia del convenio comercial, comenzando por US$ 80 millones el primer año de relaciones diplomáticas. Así, además de buscar profun- dizar las exportaciones –que se duplicaron en 1988–, la preocupación en el aspecto estructural del intercambio de mercaderías aparece desde el establecimiento de las relaciones comerciales entre ambos países 5.

5 Treinta años más tarde, aquella preocupación estructural cobra aún una mayor niti- dez y sentido, deviniendo en la firma del Memorando de Entendimiento entre la RPCh y la 60 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 53-87 / ROMERO WIMER - SENRA TORVISO

Finalmente, el Convenio de colaboración en el campo de la cultura y la educación (1988) define el establecimiento de relaciones entre los insti- tutos de educación, así como el intercambio de obras literarias y artís- ticas, y el otorgamiento de becas de enseñanza 6. Como consecuencia de los convenios firmados entre los gobiernos de Deng Xiaoping7 y Ju- lio María Sanguinetti, Yang Xuqiang8 pasó a constituirse como el pri- mer embajador de la RPCh en Uruguay, y Guillermo Valles9 inauguró la sede diplomática de la ROU en Pekín (Embajada de China, 2007). A partir de allí se han concretado diversas misiones diplomáticas oficia- les, de las cuales destacaremos las más importantes. En esa línea, en noviembre del mismo año, el presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, viajó a Beijing para encontrarse con Deng Xiao- ping (Guelar, 2013). Fueron firmados allí algunos acuerdos importantes con miras a satisfacer las expectativas previas al establecimiento de las relaciones diplomáticas. Entre los acuerdos se destacan el Convenio sobre una línea de crédito proporcionada por el Gobierno de la RPCh al Gobierno de la ROU y el Memorándum de entendimiento (MRREE, 1988). El primero otorgó por parte del gobierno chino una línea de crédi- to de 30 millones de yuanes de renminbi (CNY), a una tasa de interés anual del 5%, con destino a la realización de proyectos, suministro de equipos, y asistencia técnica. La línea de crédito debía ser amortizada con monedas libremente convertibles o con los productos de exporta-

ROU, sobre la Cooperación en el marco de la Iniciativa de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI (2018) (MRREE, 2018). 6 Como veremos con posterioridad, tres décadas más tarde se inaugura en Uruguay el Instituto Confucio (2018), a raíz del artículo tercero del Memorando de Entendimiento de Cooperación entre el Ministerio de Educación y Cultura de la ROU y el Ministerio de Educa- ción de la RPCh en el área de la Educación (2016) (MRREE, 2016). Actualmente el mismo se desempeña como el centro de enseñanza del idioma Chino Mandarín de la Universidad de la República (UDELAR), presidido por el mismo rector de esta última (UDELAR, 2019). 7 Nos referimos a Deng Xiaoping como gobernante dado su peso dentro del gobierno entre 1978 y 1997, dentro del cual se desempeñó como presidente del Comité Central de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (1978-1983). Además, ocupó el cargo de presidente de la Comisión Militar Central de la República Popular China (1983-1989). 8 Yang Xuqiang fue miembro del directorio del equipo de finanzas del Servicio Diplo- mático chino entre febrero de 1985 y agosto de 1988 (Lamb, 2003). 9 Guillermo Valles es un diplomático de carrera graduado en la Facultad de Derecho de la UDELAR donde obtuvo el título de Doctor en Diplomacia. Participó en las negociaciones constitutivas del MERCOSUR, nombrado embajador del Uruguay ante las Naciones Unidas en 2004 (Presidencia ROU, 2019). Relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República (...) 61 ción uruguayos. La ejecución del convenio quedó en manos del Banco de China y del Banco Central del Uruguay. Por otra parte, a través del segundo convenio se buscaba la firma de ulteriores acuerdos en mate- ria agropecuaria, uno en el área fitosanitaria y el otro en el área de sa- nidad animal (MRREE, 1988).

Las relaciones diplomáticas durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle (1990-1995)

En mayo de 1990, el presidente de la RPCh, Yang Shangkun10, daba ini- cio a su retrasada gira por Argentina, Brasil, Chile, México y Uruguay (Embajada de China, 2007). Si bien la gira estaba prevista para el mes de mayo de 1989, la misma se vio postergada, probablemente, por las manifestaciones sociales que culminaron en los acontecimientos de Tiananmén el 4 de junio de 1989. Éste fue el primer viaje realizado a Uruguay por un jefe de Estado de la RPCh. La visita del líder chino Yang Shangkun derivó entonces en la firma de algunos convenios de cuya efectividad dependería el futuro de las relaciones diplomáticas entre la RPCh y la ROU. Se suscribieron así: el Memorándum de entendimiento sobre cooperación lanera; el Acuerdo de cooperación sobre sanidad animal y cuarentena; y el Memorándum de entendimiento sobre cooperación en cuarentena vegetal (MRREE, 1990). El Memorándum de entendimiento sobre cooperación lanera (1990) buscaba satisfacer el reclamo uruguayo de estimular la exportación de lana hacia la RPCh (art. 2, a). Como contrapartida, establece que debe incrementarse también la entrada de inversiones chinas para estable- cer empresas mixtas en Uruguay (art. 2, c) (MRREE, 1990). Por otra parte, el Acuerdo de cooperación sobre sanidad animal y cuarentena (1990) atendía la cooperación científica en el campo de la sanidad animal y cuarentena, así como la promoción de actividades e intercambio de expertos en ese campo de conocimiento, otorgando al Ministerio de Agricultura chino el control sobre la información de la

10 Wang Gang, un joven compañero de misión diplomática del entonces líder Yang Sha- ngkun, es el actual embajador de China en Uruguay. 62 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 53-87 / ROMERO WIMER - SENRA TORVISO producción uruguaya. Finalmente, el Memorándum de entendimien- to sobre cooperación en cuarentena vegetal (1990), ceñía a los países a comprometerse en la expedición de certificados fitosanitarios para las plantas y productos vegetales a ser exportados (MRREE, 1990). Las exportaciones desde Uruguay hacia la RPCh habían caído de US$ 110,6 millones a US$ 65,8 millones entre 1989 y 1990, mientras que las importaciones uruguayas desde el país asiático se habían duplicado, pa- sando de US$ 2,9 millones a US$ 5,4 millones (Embajada de China, 2007). En dicho escenario, la ministra de Industria Textil de China, Wu Wen- ying, integrante de la comitiva de Yang, realizó una visita al entonces recientemente electo presidente de Uruguay por el Partido Nacional11, Luis Alberto Lacalle, donde le informó sobre las dificultades que la RPCh tenía para cumplir con los compromisos pautados sobre adquisición de lanas. Sugirió entonces al gobierno uruguayo que debía “utilizar una visión de largo plazo para comprender la situación” (Jude, 1991: 2). Ante el declive en las relaciones comerciales, debates sobre el rum- bo de la política externa uruguaya ganaban nuevamente terreno en el senado. Así, en la 34° Sesión Ordinaria de la Cámara de Senadores cele- brada el 9 de julio de 1991, el senador uruguayo Raumar Jude acusaba al gobierno chino de haber incrementado sus importaciones desde Uru- guay utilizando el comercio como elemento de presión y promoviendo la ruptura con Taiwán (Jude, 1991). En respuesta a estas tensiones, las exportaciones desde Uruguay hacia la China crecieron de US$ 65,8 millones en 1990 a US$ 118,1 millones –una vez cerrado el año comercial en 1991 (Embajada de China, 2007). Tras una nueva caída en las exportaciones desde Uruguay hacia Chi- na, pasando de US$ 118,1 millones en 1991 a US$ 93,7 millones en 1992, en abril de 1993, el expresidente Sanguinetti acompañó a la misión di- plomática encabezada por el vicepresidente uruguayo, Gonzalo Agui- rre, y el ministro de Relaciones Exteriores, Didier Opertti, con destino a Beijing. Allí, fueron suscriptos algunos convenios (Embajada de China, 2007), entre ellos se destacan: el Memorándum de entendimiento comer-

11 Fundado por Manuel Oribe en 1836 y actualmente titular del gobierno uruguayo, el Partido Nacional es uno de los partidos políticos tradicionales del Uruguay. Relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República (...) 63 cial (1993); el Convenio de cooperación técnica y científica (1993), y el Pro- tocolo por una línea de crédito de asistencia militar (1993) (MRREE, 1993). Mediante el primero, titulado Memorándum de entendimiento comercial (1993), la RPCh compromete a sus corporaciones estatales de comercio exterior a facilitar el ingreso de ciertos productos uruguayos establecidos en el anexo primero y segundo del convenio. De manera concomitante, en el artículo quinto del memorándum, el gobierno uruguayo se compro- mete a incentivar el crecimiento de la participación china en las impor- taciones globales de Uruguay, las cuales efectivamente se proyectaron de US$ 17,9 millones en 1992 a US$ 31,9 millones en 1993 (MRREE, 1993). El segundo, denominado Convenio de cooperación técnica y científica (1993), tuvo como objetivo manifiesto la profundización de la coopera- ción técnica y científica a través de investigaciones, adiestramiento de personal técnico y científico, colaboración en proyectos, entre otros aspectos (MRREE, 1993). El tercero, denominado como Protocolo por una línea de crédito de asistencia militar (1993), consistió en una línea de crédito sin interés de US$ 2 millones destinados a la compra de equipamiento militar chino que sería entregado en el puerto de . La línea de crédito es- tuvo a cargo del Banco de China y del Banco República (MRREE, 1993). Seis meses más tarde, el presidente uruguayo Luis Alberto Lacalle encabezó la misión diplomática hacia la RPCh (Embajada de China, 2007). En dicho marco fueron firmados algunos acuerdos, entre ellos: el Convenio de promoción y protección recíproca de inversiones (1993); el Protocolo de cooperación económica y técnica (1993); y el Acuerdo so- bre cooperación agrícola, ganadera y pesquera (1993) (MRREE, 1993). El Convenio de promoción y protección recíproca de inversiones (1993) buscaba regular y estimular las inversiones y actividades vinculadas con inversiones entre los países en cuestión (MRREE, 1993), ratificán- dose en Uruguay bajo la Ley N° 16.881. El Protocolo de cooperación económica y técnica (1993) definió una se- rie de proyectos que utilizarían la línea de crédito otorgada por la RPCh cinco años atrás, en el Convenio sobre una línea de crédito (1988), artículo segundo, inciso primero. Los proyectos uruguayos a financiar fueron: 64 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 53-87 / ROMERO WIMER - SENRA TORVISO la creación de un criadero de abejas reinas con doscientas colmenas en el Departamento de Río Negro; una granja de cultivo experimental de peces y camarones de agua dulce en el Departamento de Salto y en el Departamento de Tacuarembó12 (MRREE, 1993). Finalmente, el Acuerdo sobre cooperación agrícola, ganadera y pesque- ra (1993) otorga prioridad a determinadas actividades como la investi- gación, enseñanza y extensión agropecuarias, la apicultura, el cultivo de arroz, la acuicultura, la pesca marítima, entre otros (MRREE, 1993). Sin embargo, las exportaciones uruguayas hacia China se desploma- ban por segundo año consecutivo –llegando a US$ 66,6 millones cerrado el año 1993 (Embajada de China, 2007)– y mientras el presidente Lacalle viajaba a la RPCh, tras cinco años de relaciones diplomáticas establecidas con ese país, el parlamento uruguayo –en sesión del 7 de diciembre de 1993– aún debatía acerca del posicionamiento con respecto a Taiwán y su pedido de reingreso a la Asamblea de Naciones Unidas (Millor, 1993). En dichas circunstancias, entrado el año 1994, Uruguay recibió al en- tonces Secretario del Comité Central del PCCh, Hu Jintao, quien años más tarde asumiría la presidencia de la RPCh (Embajada de China, 2007). Ese año fue firmado en Montevideo el Programa ejecutivo del memorándum de entendimiento sobre cooperación lanera (1994). El programa combi- naba otra importante misión lanera uruguaya hacia China, a cargo del Consejo Textil de este país, con el objetivo de seguir incrementando el comercio lanero (MRREE, 1994). Tras esa visita, las exportaciones uru- guayas retomaban un lento crecimiento, proyectándose de US$ 66,6 mi- llones en 1993 a US$ 78,7 millones en 1994 (Embajada de China, 2007).

Las relaciones durante la segunda presidencia de Julio María Sanguinetti (1995-2000)

El año 1995 asistía una nueva alza en las exportaciones uruguayas ha- cia China, proyectándose a US$ 85,4 millones (Embajada de China, 2007).

12 En carta enviada por el Ministro de Relaciones Exteriores al embajador Xie Rumao el 23 de diciembre de 1994, se informa de traslado en el lugar de cría hacia Laguna del Sauce, Maldonado. Posteriormente en carta al embajador de China Tang Mingxin, el 20 de marzo de 1997 se cancela el proyecto apícola. Relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República (...) 65

Ese año, bajo la segunda presidencia de Sanguinetti, fue solicitada la sustitución del embajador chino en Uruguay, Xie Rumao, paralela- mente al pedido de informes sobre su participación en un acto político del Partido Socialista del Uruguay, disponible en el Diario de Sesión N° 2543 de la sesión extraordinaria de la Cámara de Representantes del Uruguay (Parlamento del Uruguay, 1995). En marzo de 1997, tras una caída en las exportaciones en 1996, el reelecto –no consecutivamente– presidente uruguayo Julio María San- guinetti solicitó una reunión con el embajador chino en Montevideo, Tang Mingxin (Embajada de China, 2007). En la reunión, el presidente uruguayo le expresó a Tang la importancia de la exportación de lana, de carne de ternera y de cordero, así como el carácter altamente depen- diente de la economía uruguaya. En respuesta, el embajador Tang hizo los ajustes para la visita del presidente Sanguinetti al Grupo Hengyuan- xiang en Shanghai, así como para el encuentro de los representantes de la Cámara de Comercio Uruguay-China con el gerente general de Hengyuanxiang y con los representantes de empresas procesadoras de lana de la ciudad de Zhangjiagang (Tang, 2018). Así, mientras Reino Unido transfería la administración de Hong Kong al gigante asiático, Sanguinetti visitaba por tercera vez la RPCh junto al entonces presidente de la Cámara de Comercio Uruguay-China, Pe- dro Otegui, y Hugo Fernández Faingold, entre otros actores políticos y empresariales (Tang, 2018). Como resultado de la comitiva presidencial a Shanghai, se acordó aumentar la importación de lana uruguaya y de cooperar en la produc- ción, el procesamiento y la venta de lana en la RPCh (Tang, 2018). En consecuencia, el año 1997 cerró con un aumento aproximado de 25% en las exportaciones hacia el país asiático (Embajada de China, 2007). Por entonces, se firmó el Acuerdo sobre el mantenimiento del consula- do general de la ROU en la región administrativa especial de Hong Kong (1997), producto de carta cruzada entre el embajador chino en Uruguay, Tang Mingxin, y el Ministro de Relaciones Exteriores uruguayo Álva- ro Ramos Trigo. El acuerdo estableció en su primer artículo la perma- nencia del Consulado General en la Región Administrativa Especial de 66 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 53-87 / ROMERO WIMER - SENRA TORVISO

Hong Kong, y definió, en el artículo segundo, que el mismo Consulado ejecutaría la función consular en la Región Administrativa Especial de Macao a partir del 20 de diciembre de 1999 (MRREE, 1997). Entrado el año 1998, Tabaré Vázquez, por entonces líder del Frente Amplio13, fue recibido en Montevideo por el embajador Tang Mingxin para tratar sobre los intercambios entre partidos políticos. Allí, Vázquez manifestó su disposición a establecer contactos con el Departamento Internacional del Comité Central del PCCh, así como a realizar inter- cambios relacionados con asuntos partidarios (Tang, 2018). Posteriormente a este encuentro, Tang Mingxin remitió un informe al Departamento Internacional del Comité Central del PCCh, en el cual sugirió la invitación de Tabaré Vázquez a la RPCh (Tang, 2018). De esta manera, Tabaré Vázquez viajó a la RPCh en mayo de 1998 –junto a Rodolfo Nin No- voa– (Embajada de China, 2007), donde acordó el establecimiento de meca- nismos de intercambio, como la formación de cuadros y la organización de seminarios e investigaciones entre el PCCh y el Frente Amplio (Tang, 2018). También ese año, el vicepresidente uruguayo Hugo Batalla realizó una visita oficial al país asiático, mientras que el General Fu Quanyou, jefe del Estado Mayor de la RPCh, fue recibido por la presidencia uru- guaya (Embajada de China, 2007). Tras una nueva y pronunciada caída en las exportaciones de lana y derivados hacia el país asiático, en diciembre de 1999 se embarcaron en misión diplomática hacia la RPCh el vicepresidente de Uruguay Hugo Fernández Faingold14 (Parlamento del Uruguay, 1999) y el ministro de Defensa Nacional Stolasai (Embajada de China, 2007). Asimismo, Uruguay recibió el mismo año al miembro del Buró Polí- tico del Comité Central del PCCh y miembro del Secretariado del Comité Central, Wei Jianxing, así como también al rector de la Universidad de Defensa Nacional, Xing Shizhong (Embajada de China, 2007).

13 El Frente Amplio es una coalición política fundada en 1971, autodefinida como progresis- ta, democrática, popular, anti oligárquica y antiimperialista. Ocupó el gobierno del Uruguay desde al año 2005 hasta inicios de 2020, cuando fue remplazado por el gobierno del Partido Nacional, bajo la presidencia de Luis Lacalle Pou, hijo del expresidente Luis Alberto Lacalle. 14 Hugo Fernández Faingold reemplazó al vicepresidente Hugo Batalla luego de su fa- llecimiento en 1998. Relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República (...) 67

China y Uruguay durante la presidencia de Jorge Batlle (2000-2005)

En el mes de noviembre del año 2000, tras una invitación cursada por el vicepresidente Hu Jintao, el vicepresidente de Uruguay, Luis Hierro, visitó Shanghái y Beijing (Embajada de China, 2007). En esa línea, se firmaron algunos acuerdos, entre ellos: el Acuerdo Bilateral para el in- greso de la RPCh a la OMC (2000); el Protocolo sobre las condiciones de sanidad veterinaria y la cuarentena de la carne de cerdo importada por Uruguay de la RPCh (2000); y la Carta de intención para el establecimiento de relaciones de intercambio y cooperación entre la ciudad china de Qing- dao y la ciudad uruguaya de Montevideo (2000) (MRREE, 2000). Por otra parte, el país latinoamericano recibió al subdirector del Departamento Político General, Zhou Ziyu (Embajada de China, 2007). En su gira por varios países de ALC en abril de 2001 y en pleno desenla- ce del incidente de Hainan, el presidente de la RPCh Jiang Zemin visitaba Uruguay (Embajada de China, 2007) tras hacerlo con Chile y Argentina, continuando por Brasil, Venezuela y Cuba, previo a la tercera Cumbre de las Américas en Quebec. Así, el presidente uruguayo Jorge Batlle, y el mi- nistro de Relaciones Exteriores, Didier Opertti, recibieron en Montevideo al mandatario chino y a su comitiva de más de cien personas. Los presi- dentes trataron sobre Medio Oriente, la tercera cumbre de las Américas, el foro de Cooperación América Latina-Asia del Este y las relaciones entre la RPCh y el Grupo de Río. El presidente chino se reunió además con el vicepresidente Luis Hierro López, con el presidente de la Suprema Corte de Justicia y con el Intendente de Montevideo (Presidencia ROU, 2001). En dicho marco, se firmó el Acuerdo de cooperación entre el Instituto Artigas del servicio exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores de la ROU y la Academia Diplomática de la RPCh (2001). A través del artí- culo quinto de este acuerdo ambas instituciones establecieron una re- lación directa, previendo en sus artículos primero, segundo y tercero el intercambio de planes de estudio, cursos, intercambios de docentes e investigadores, entre otros aspectos (MRREE, 2001). 68 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 53-87 / ROMERO WIMER - SENRA TORVISO

En julio del mismo año, ambos países suscribieron el Memorando de entendimiento técnico y comercial entre el Instituto Plan Agropecuario de la ROU y el Gobierno de la Ciudad de Jining de la RPCh (2001), el cual se presenta como cooperación en materia de lechería, de producción de ganado lechero, mejoramiento de bovinos productores de leche y control de enfermedades de vacunos (MRREE, 2001). Posteriormente, en noviembre, el presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China, Li Peng, arribó a Uruguay (Em- bajada de China, 2007) para reunirse con los titulares de ambas cámaras del parlamento, también con la Comisión de Asuntos Internacionales y con la Asociación Parlamentaria Uruguay-China. Además, fue declarado ciudadano ilustre de Montevideo a través de la resolución municipal n° 4283/01, en cuya ceremonia se refirió a la guerra entre Estados Unidos y Afganistán (Intendencia de Montevideo, 2001). El 13 de octubre de 2002, el presidente Jorge Batlle se reunió en Beijing con el presidente del Consejo para el Fomento del Comercio Internacio- nal de China (CCPIT), Yu Xiaosong, y luego con el presidente de la China Ocean Shipping Company (COSCO), We Jiafu (Presidencia ROU, 2002). El día siguiente, el presidente uruguayo mantuvo reuniones con el presidente de Chinatex, Zhao Boya, y posteriormente con el presidente de la RPCh, Jiang Zemin (Presidencia ROU, 2002). Consecuentemente, se firmó el Convenio sobre una línea de crédito otorgada por la RPCh a Uruguay (2002) (MRREE, 2002). A dos días de su arribo en Beijing, Batlle se encontró con el presidente del Comité Permanente de la IX Asamblea Popular Nacional, Li Peng, y partió hacia la provincia de Shaanxi, contactándose con el encargado del gobierno de la provincia. Posteriormente, en Shanghai, visitó al al- calde de la ciudad, Liang Wu (Presidencia ROU, 2002). En los días siguientes, varios directivos chinos se reunieron con el presidente uruguayo, entre ellos: el presidente de Want Want Group, Cai Yanming; el presidente del Consejo de Fomento del Comercio Inter- nacional de Shanghai, Wu Cheng Lin; el vicedirector de la autoridad del Puerto de Shanghai, Li Chen; el presidente de Shanghai Fisheries Gene- Relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República (...) 69 ral Corp., Ling Kong Shan; y con el gerente general de Shanghai Marine Fisheries, Pu Shaohua (Presidencia ROU, 2002).

Las relaciones con el gigante asiático durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2010)

El 3 de septiembre de 2006 arribaba a Uruguay el presidente de la Asam- blea Popular Nacional de China, Wu Bangguo, para mantener una au- diencia con el presidente Tabaré Vázquez, con el vicepresidente Nin Novoa y con el presidente de la Cámara de Representantes Julio Cardozo (Presidencia ROU, 2006). Seguidamente, en presencia del vicepresidente uruguayo y de Wu, fue firmado el Convenio marco sobre el crédito preferencial otorgado por la RPCh a la ROU (2006) (Presidencia ROU, 2006). En el convenio se otorga una línea de crédito por una suma total no mayor a CNY 200 millones, operado por el Banco de Importación y Exportación de China, con objeto de financiar proyectos acordados por ambas partes, con una vigencia de tres años (MRREE, 2006). Dicho año se firmó además el Acuerdo de hermandad entre la provincia de Gansu de la RPCh y el Departamento de Florida de la ROU (2006) (MRREE, 2006). Así, tras cuatro años de un relativo estancamiento en el comercio exte- rior entre ambos países, una vez cerrado el año comercial de 2006 y tras la visita de Bangguo, las exportaciones uruguayas hacia china se incre- mentaron un 56% interanual, alcanzando los US$ 270 millones (ITC, 2019). El 12 de mayo del año 2008, el gobierno de la República Popular Chi- na, a través del Banco de Desarrollo de China, otorgó al gobierno uru- guayo una línea de crédito de CNY 20 millones a través del Convenio de Cooperación económica y técnica (2008). Asimismo, el gobierno chino extendió una donación de CNY 20 millones, que sería materializada un año más tarde en la entrega de un escáner de inspección no intru- siva para contenedores y vehículos, por un valor de CNY 20 millones. En 2009 fue suscripto también un Acuerdo de cooperación entre la Te- levisión Nacional de Uruguay (TNU) y la Televisión Central de China (CCTV) (2009), en cuyo artículo segundo las partes se comprometen 70 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 53-87 / ROMERO WIMER - SENRA TORVISO a realizar intercambios de programación en materia cultural, entre otras (MRREE, 2009). El 23 de marzo del 2009, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, fue recibido por su homólogo chino, Hu Jintao, en el Salón Norte del Gran Palacio del Pueblo, Pekín, luego de un incremento interanual del 26% y del 45% de las exportaciones uruguayas hacia China en los años 2007 y 2008. El presidente uruguayo se reunió también con el presidente del Comité Permanente de la Asamblea Nacional, Wu Bangguo, y con el primer ministro de la RPCh, Wen Jiabao, en el Pabellón Ziguang de Zhongnanhai (Presidencia ROU, 2009 b). En el marco de la visita, se suscribió el Convenio de cooperación econó- mica y técnica (2009), cuyo artículo primero otorga una línea de crédito de CNY 10 millones a través del Banco de Desarrollo de China. El crédi- to sería amortizado con moneda libremente convertible o mercancías exportables uruguayas acordadas por los gobiernos (MRREE, 2009). Además, se firmaron convenios en el área de cadenas agroindustriales, energías renovables y eficiencia energética, biotecnología, tecnologías de la información y actividades antárticas (Presidencia ROU, 2009 a). En dicha visita oficial, el presidente Vázquez se presentó en el Foro Em- presarial Uruguay-China, organizado por el Consejo Chino para el Fomento del Comercio Internacional y la Embajada del Uruguay en Pekín. En el foro, el presidente uruguayo disertó ante empresarios chinos de varios sectores como el automotriz, tecnológico, farmacéutico y textil, con el objetivo de captar inversiones para el país latinoamericano (Presidencia ROU, 2009). Ese año, las exportaciones hacia China se vieron incrementadas un 18% interanual, ascendiendo a US$ 733,7 millones (ITC, 2019).

Las relaciones China-Uruguay durante el gobierno de José Mujica (2010-2015)

Entre el 20 y el 28 de agosto del 2010, el vicepresidente de Uruguay Da- nilo Astori tuteló una misión oficial en la RPCh, acompañado por el mi- nistro de Industria, Energía y Minería (MIEM), Roberto Kreimerman, y por el subsecretario de Transporte y Obras Públicas, Pablo Genta, Relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República (...) 71 entre otros miembros del gobierno uruguayo y empresarios. La fina- lidad de esta comitiva estuvo centrada en la búsqueda de inversiones chinas orientadas al sector de infraestructura (Presidencia ROU, 2010). El vicepresidente uruguayo mantuvo reuniones con el presidente Xi Jinping, con el presidente de la Asamblea Popular Nacional de China, Wu Bangguo, y finalmente con el vicepresidente del Consejo Chino para la Promoción del Comercio Internacional, Yu Ping. Esta última institución es la mayor de la RPCh en términos de promoción del comercio exterior, y cuenta con acuerdos de cooperación con varias Cámaras de Uruguay. La comitiva del ministro visitó también la Expo Shanghai 2010, donde participaba el Instituto Nacional de Carnes del Uruguay15 (INAC) (Pre- sidencia ROU, 2019). En dicha misión oficial, el vicepresidente y su comitiva fueron recibi- dos por el presidente de Huawei, por los directivos de la China Communi- cations Construction Company (CCCC) y la Shanghai Dredging Company (SDC) (Presidencia ROU, 2010). En junio del mismo año, llegaría una nueva línea de crédito de CNY 10 millones a través del Convenio de cooperación económica y técnica (2010) ejecutado por el Banco de Desarrollo de China y el Banco de la Re- pública de Uruguay. El crédito, libre de interés, debía ser amortizado en moneda libremente convertible o con mercancías uruguayas (MRREE, 2010). Nuevamente, las exportaciones del país latinoamericano hacia China se incrementaron un 57% interanual, alcanzando los US$ 1.151,8 millones (ITC, 2019). Un año más tarde, el 8 de junio del 2011, el vicepresidente de la RPCh, Xi Jinping, fue recibido en la Torre Ejecutiva por el presidente uruguayo José Mujica y por el vicepresidente . En esa oportunidad se firmaron algunos acuerdos, entre ellos: el Convenio de cooperación eco- nómica y técnica (2011), a través del cual se estableció una donación de CNY 30 millones; el Convenio de cooperación económica y técnica (2011), a través del cual se extendió una línea de crédito por CNY 10 millones; y

15 Cerrado el año 2010, las exportaciones de carnes congeladas aumentaron un 62% in- teranual, por un valor de US$ 21 millones (ITC, 2019). 72 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 53-87 / ROMERO WIMER - SENRA TORVISO el Acuerdo de cooperación de desarrollo financiero entre el Banco Nacio- nal de Desarrollo de China y el Nuevo Banco Comercial de Uruguay (2011). Se firmaron además algunos contratos de compra de productos especí- ficos como: soja, entre la China Oil and Foodstuffs Corporation (COFCO) y Louis Dreyfus Commodities Siusse S.A; pasta de madera, entre China Paper Corp. y UPM-Kymmene Corp.; tops de lana, entre China SDIC Internacional Trade y Lanas Trinidad S.A.; tops de lana, entre China Nacional Town- ship Enterprises Corp. y Lanas Trinidad S.A.; tops de lana, entre Chinatex Corp. y Lanas Trinidad S.A.; tops de lana, entre China Tuhsu Snow-Lotus Corp. y Thomas Morton S.A.; harinas de huesos, entre COFCO Feed Corp. y Mirasco S.A; tops de lana, entre China Nacional Chemical Fiber Corp. y Tops Fray Marcos; harinas de huesos, entre Hantrong Investment Corp. y Cadarma S.A.; y productos lácteos, entre China Light General Merchan- dise I&E Corp. e Interfood Latino América-Cosbert S.A (MRREE, 2011). Además, se firmó el contrato de servicios de ensamblado entre Gee- ly International Corporation y Nordex S.A., y el Acuerdo de Cooperación entre la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (ANCAP) y la bioquímica china BBCA (2011) (MRREE, 2011). El mismo año se firmó también el Memorándum de entendimiento entre Chinas Railway Materials Commercial Corporation (CRM) y el Mi- nisterio de Transporte y Obras Públicas del Uruguay (2011). Este memo- rándum constituye una declaración de intención entre ambas partes para la rehabilitación de la red completa de ferrocarriles del Estado uruguayo (MRREE, 2011). Asimismo, fue suscripto el Acuerdo entre el Ministerio de Defensa Nacional de la ROU y el Ministerio de Defensa Na- cional de la RPCh (2011), a través del cual el gobierno chino consolida el envío de materiales militares por CNY 3 millones (MRREE, 2011). Las exportaciones uruguayas con destino a China se proyectaron un 22%, alcanzando ese año los US$ 1.413 millones (ITC, 2019). En junio del año 2012, el presidente José Mujica recibió al primer mi- nistro del Consejo de Estado de la RPCh, Wen Jiabao. Dentro de los acuer- dos establecidos entre los representantes de ambos países destacamos: el Memorando de entendimiento entre el Ministerio de Transporte y Obras Públicas del Uruguay y el Ministerio de Protección Medioambiental de la Relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República (...) 73

RPCh; el Convenio de cooperación económica y técnica por CNY 30 mi- llones; el Memorando de entendimiento en materia de cooperación agrí- cola entre el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de la ROU y el Ministerio de Agricultura de la RPCh; el Memorando de entendimiento entre la Administración General de Supervisión de Calidad, Inspección y Cuarentena de la RPCh y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de la ROU; el Memorando de entendimiento entre el Ministerio de Vivien- da, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente de la ROU y el Ministerio de Protección Medioambiental de la RPCh; y el Memorando de entendi- miento entre el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de la ROU y la Administración General de Supervisión de Calidad, Inspección y Cua- rentena de la RPCh (MRREE, 2012). El 27 de mayo del 2013, tras cincuenta años de su primer viaje a Chi- na, el presidente uruguayo José Mujica arribaba en Beijing para ser re- cibido dos días después por su homólogo chino Xi Jinping. Uno de los objetivos de la misión diplomática fue lograr acuerdos de financiación y participación de empresas y bancos estatales chinos para ejecutar el proyecto del puerto de aguas profundas16 y la reconstrucción ferro- viaria (Presidencia ROU, 2013). Algunos mandatarios a destacar en la comitiva uruguaya fueron: el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro; el ministro de Industria, Transporte y Obras Públicas (MTOP), Enrique Pintado; el ministro de Energía y Minería (MIEM), Roberto Kre- imerman; el presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Alberto Díaz; el presidente de Administración de Ferrocarriles del Esta- do (AFE), Jorge Setelich; y el presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), (Presidencia ROU, 2019). Tras su arribo a Beijing, José Mujica y parte de su comitiva se reunie- ron con directivos de la empresa de infraestructura ferroviaria China Railway Construction Corporation (CRCC), así como con la empresa in- teresada en el puerto de aguas profundas en Uruguay, la China Com- munications Construction Company (CCCC). Posteriormente, Mujica fue recibido por el presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popu-

16 Consiste en el proyecto para la construcción un puerto destinado a operar como hub logístico regional en el Departamento de Rocha. 74 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 53-87 / ROMERO WIMER - SENRA TORVISO lar Nacional (APN), Zhang Dejiang, en el Gran Palacio del Pueblo (Pre- sidencia ROU, 2019). Así, en presencia de ambos presidentes, se acordó la donación de CNY 40 millones, a través del Convenio de cooperación económica y técnica, con el objetivo de financiar proyectos a combinar entre ambos gobier- nos. Asimismo, se selló la Agenda de desarrollo quinquenal de la coope- ración económica y comercial. La agenda revisó aspectos económicos y comerciales a mediano plazo, además de fomentar las instituciones fi- nancieras para ampliar los campos de inversión recíproca (art. 2, 12) (MRREE, 2013). Ese año, las exportaciones hacia China alcanzaron los US$ 1.911 millones, incrementándose un 29% interanual (ITC, 2019). En el marco del Grupo de Amistad Uruguay-China, el 31 de marzo del 2014 arribó al Palacio Legislativo del Uruguay la delegación del PCCh encabezada por el viceministro del Departamento Internacional del Co- mité Central del PCCh, Chen Fengxiang. Otros integrantes importantes de la delegación fueron: el subdirector general de América Latina del Departamento Internacional del PCCh, Wang Jialei; el director de Coope- ración Internacional del Instituto de Estudios de la Economía con el Exte- rior de la Comisión Estatal de Desarrollo y Reforma, Zhang Jianping; y el jefe de división del Buró de América Latina del Departamento Interna- cional del PCCh, Jin Xiaopeng (Parlamento de Uruguay, 2014). La preocupación central de la delegación china pasaba por la situa- ción de la fuerza política Frente Amplio ante las elecciones que se ave- cinaban. Por otro lado, los senadores uruguayos se preocuparon por las instituciones financieras no reguladas por el Banco Central de Chi- na (Parlamento de Uruguay, 2014). La delegación se reunió además con la presidenta del FA, Mónica Xa- vier, y con el Ministro de Relaciones Exteriores Luis Almagro (Parla- mento de Uruguay, 1995). Relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República (...) 75

Una sociedad estratégica: relaciones diplomáticas durante la segunda presidencia de Tabaré Vázquez (2015-2020)

En octubre del año 2016, tras dos años de declive en el comercio exte- rior entre ambos países, el presidente Tabaré Vázquez viajó a la RPCh junto con una amplia comitiva para reunirse con el primer ministro, Li Keqiang, con el presidente de la Asamblea Popular, Zhang Dejiang, y posteriormente con el presidente Xi Jinping, allí ambos países se tor- naron socios estratégicos (Presidencia ROU, 2016). Entre los participantes de la comitiva uruguaya se destacan: el mi- nistro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa; el ministro de Eco- nomía y Finanzas, Danilo Astori; la ministra de Industria, Energía y Minería, ; el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre; el secretario nacional del Deporte, Fernando Cáceres; la presidenta de ANCAP, Marta Jara; y el director ejecutivo de Uruguay XXI, Antonio Carámbula (Presidencia ROU, 2019). En dicho marco, se suscribió el Convenio marco entre el Ministerio de Economía y Finanzas de la ROU y la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de la RPCh, para el desarrollo de la cooperación en materia de capacidad productiva e inversión (2016). En él, las partes se comprome- ten a fomentar la construcción y operación de rutas, vías férreas, ae- ropuertos, puertos, logística de depósitos, tuberías para gas, así como obras de infraestructura (art. 2). Además, se comprometen a optimizar la capacidad productiva a través de inversiones, fusiones y adquisicio- nes, asociaciones público-privadas, entre otros (art. 3) (MRREE, 2016). Se suscribió también el Convenio de cooperación en ciencia, tecnolo- gía e industria para la defensa nacional entre el Ministerio de Defensa Nacional de la ROU y la Administración Estatal de Ciencia, Tecnología e Industria para la Defensa Nacional de la RPCh (2016). Éste apuntaba hacia la cooperación en ciencia y tecnología para la defensa nacional a través de la compra, cesión, y donación de armamento, accesorios y otros elementos relacionados con la defensa, así como otros asuntos de cooperación acordados por las partes (MRREE, 2016). 76 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 53-87 / ROMERO WIMER - SENRA TORVISO

Fue firmado también el Memorando de entendimiento en materia de cooperación industrial entre el Ministerio de Industria, Energía y Minería de la ROU y el Ministerio de Industria y Tecnologías de la Información de la RPCh (2016). Este documento prevé la optimización de la infraestruc- tura industrial (art. 2), entre otros aspectos (MRREE, 2016). Otro acuerdo alcanzado por la comitiva presidencial fue el Memorán- dum de entendimiento entre el Ministerio de Industria, Energía y Minería de la ROU y la Administración Nacional China de Energía, en cooperación en el sector de energías renovables (2016). El objetivo del acuerdo refería a la optimización de la matriz energética con energías renovables en sectores como transporte, edificios y comercio, con vistas a la incorporación en Uruguay de buses eléctricos fabricados en China (art. 1, 2) (MRREE, 2016). Asimismo, se firmó el Memorando de entendimiento de cooperación entre el Ministerio de Educación y Cultura de la ROU y el Ministerio de Educación de la RPCh en el área de educación (2016). El mismo se pre- senta como cooperación en la educación básica, especial, profesional y técnica, entre otras (MRREE, 2016). En consonancia con el punto 2.2 de la Declaración de Santiago en el marco de la II Reunión Ministerial del Foro CELAC-CHINA (Foro Chi- na-CELAC, 2018), también fue firmado el Memorándum de entendimiento entre el Ministerio de Desarrollo Social de la ROU y la Oficina del Grupo Dirigente para el alivio de la pobreza y el desarrollo del Consejo de Estado de la RPCh sobre cooperación en materia de reducción de pobreza y desa- rrollo social (2016). El memorándum versa sobre cooperación Sur-Sur y su rol de impulsar la reducción de la pobreza (MRREE, 2016). Se suscribió además el Memorándum de entendimiento sobre coope- ración en materia de recursos hídricos entre el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de la ROU y el Ministerio de Recursos Hídricos de la RPCh (2016); y el Acuerdo de trabajo específico entre el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) de la ROU y el Instituto de Ciencias de la Cosecha (ICS) de la Academia China de Ciencias Agrícolas (CAAS) de la RPCh (2016). Para dicho fin, el vicepresidente de CAAS y el presidente de INIA se reunieron en Beijing en el marco del foro de los ministros de agricultura de ALC y la RPCh. Se acordó así profundizar y mejorar Relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República (...) 77 en términos biogenéticos el cultivo de soja a través de intercambios profesionales y tecnológicos (MRREE, 2016). Otro aspecto importante a destacar es que, en el encuentro del año 2016, ambos presidentes establecieron el año 2018 como fecha estima- da para la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre la RPCh y la ROU. En ese sentido, el presidente Vázquez declaró haber tenido conver- saciones con los presidentes de Argentina y Brasil, quienes se habrían mostrado propicios a flexibilizar el MERCOSUR de forma tal que los paí- ses de menor economía pudiesen mantener acuerdos bilaterales fuera de la región (Presidencia ROU, 2016). Como resultado de lo anterior, el año 2017 fue testigo de un incremento de las exportaciones hacia Chi- na del 36% interanual, alcanzando los US$ 2.650 millones (ITC, 2019). Así, entrado el año 2018 y cumplidos treinta años del establecimiento de las relaciones diplomáticas, Tabaré Vázquez y su homólogo Xi Jinping intercambiaron cartas de saludo y se concretaron algunas misiones diplomáticas (Presidencia ROU, 2018). En febrero del 2018 arribó a China una delegación uruguaya de 45 personas encabezada por la ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, además de contar con el titular de la Cámara de Comercio Uruguay-China, Gabriel Rozman, y el presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), Leonardo Loureiro. Con el obje- tivo de promover la inversión, la delegación visitó las empresas Huawei, ZTE, BYD, DJI, y Makeblock. Además, mantuvieron reuniones en el Conse- jo para el Fomento del Comercio Internacional de China, organismo junto al cual Uruguay XXI organizó la 11° Cumbre China-LAC (MIEM ROU, 2018). Por otra parte, en octubre del 2018, Tabaré Vázquez y la vicepresidenta Lucía Topolansky, recibieron una delegación del Parlamento de China. Ésta fue conformada por: el vicepresidente del Comité Permanente, Hao Mingjin; el titular de la Comisión de Asuntos Presupuestarios, Shi Yao- bin; el vicepresidente de la Comisión de Protección del Medio Ambiente y de Recursos, Yuan Si; el vicepresidente de la Comisión de Supervisión y Asuntos Judiciales, Xu Xianming; el inspector del Buró de Asuntos Ex- teriores de la Oficina General, Li Xiaobin; y el embajador de China en Uruguay, Wang Gang (Presidencia ROU, 2018). 78 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 53-87 / ROMERO WIMER - SENRA TORVISO

Ese año se subscribió el Memorando de entendimiento entre el gobier- no de la ROU y el gobierno de la RPCh sobre cooperación en el marco de la iniciativa de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI (2018). En el memorando, las partes se comprome- tieron con los siguientes puntos: coordinar políticas estratégicas de desa- rrollo de forma tal de integrar sus principales estrategias de desarrollo; colaborar con la conectividad a nivel de infraestructura en áreas clave como rutas, vías férreas, puentes, puertos, energía y telecomunicaciones; y estimular las instituciones financieras para prestar servicios financieros al área productiva, la inversión y la cooperación comercial (MRREE, 2018). Otro acuerdo a destacar fue el Convenio de cooperación económica y técnica entre el gobierno de la ROU y el gobierno de la RPCh (2018), a través del cual el gobierno chino donó CNY 50 millones para la financiación de proyectos. La donación fue ejecutada a través del Banco de Desarrollo de China y el Banco Central del Uruguay (MRREE, 2018). Asimismo, se firmaron: el Memorándum de entendimiento entre el gobierno de la ROU y el gobierno de la RPCh para el establecimiento de un Centro Cultural de China en la ROU (2018); y el Memorándum de en- tendimiento para la cooperación en ciencia, tecnología e innovación, entre el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la RPCh y el Ministerio de Educación y Cultura de la ROU (2018). Este último visaba el acceso a la información en áreas como energía, biotecnología, nanotecnología, y manejo de recursos hídricos (MRREE, 2018). En negociaciones entre el ministro de Relaciones Exteriores, Nin No- voa, y el embajador de la RPCh en la ROU, Wang Gang, se firmó también el Canje de notas reversales para la donación de una partida de equipamien- tos destinada al fortalecimiento de la seguridad pública (2018). El finan- ciamiento de esta donación se circunscribió al Convenio de cooperación económica y técnica (2012) y al Convenio de cooperación económica y téc- nica (2013). En este acuerdo se ofrece al gobierno uruguayo una partida de equipamiento para el fortalecimiento del sistema de video vigilancia de seguridad pública, por un valor de CNY 30 millones (MRREE, 2018). Por otra parte, fue aprobado el Canje de notas reversales para la donación de la RPCh a la ROU (2018). El mismo acuerda el envío desde la RPCh de una Relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República (...) 79 partida de equipamientos por un valor de CNY 21 millones, a ser sufraga- dos con cargo a las donaciones establecidas en los convenios de coopera- ción económica y técnica de mayo del 2013 y julio del 2015 (MRREE, 2018). En marzo del 2019, el ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa realizó una visita oficial a China, y junto con el di- rector de la Administración General de Aduanas de China, Ni Yuefeng, firmaron el Convenio de facilitación aduanera, a través del cual la Di- rección Nacional de Aduanas de la ROU y la Administración General de Aduanas de la RPCh pasaron a reconocerse como Operador Económico Autorizado (Presidencia ROU, 2019). Se firmó además el Memorándum de entendimiento de cooperación entre el Banco Central de Uruguay y el Banco del Pueblo de China, el cual visa el intercambio de información sobre las regulaciones legales y el soporte mutuo, en referencia a la apertura de filiales y oficinas repre- sentativas (art. 2, i. I-V) (MRREE, 2019). Por otra parte, fue suscripto el Protocolo entre el Ministerio de Defensa Nacional de la ROU y el Ministerio de Defensa Nacional de la RPCh sobre asistencia militar gratuita por China a Uruguay (2019), a través del cual el gobierno chino ofreció gratuitamente materiales militares por un valor de CNY 30 millones (MRREE, 2019). Otro acuerdo a destacar fue el denominado Memorándum de entendi- miento entre el Ministerio de Agricultura y Asuntos Consulares de la RPCh y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de la ROU sobre el forta- lecimiento de la cooperación tecnológica en los recursos de germoplasma de soja (2019). Similar al firmado en el año 2012, cuya vigencia alcanzaba los cinco años, éste se centra en el intercambio de germoplasma y el de- sarrollo de nuevas variedades de soja genéticamente modificadas, bajo la responsabilidad de la Academia China de Ciencias Agrícolas (CAAS) y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) (MRREE, 2019). Vale destacar que, como resultado de las relaciones económicas entre el gigante asiático y los países latinoamericanos, entre el año 2001 y el 2019 las importaciones chinas desde la región latinoamericana pasa- ron de US$ 6,6 mil millones en 2001 a US$ 163,8 mil millones en 2019, multiplicándose 25 veces (ITC, 2019). 80 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 53-87 / ROMERO WIMER - SENRA TORVISO

Además, China se ha transformado en el importador con mayor impac- to sobre el PBI uruguayo, situándose como principal socio comercial del país latinoamericano a partir del año 2012 y llegando a absorber en 2019 cerca de un tercio del valor de las exportaciones uruguayas (ITC, 2019). Puede observarse -en los últimos años- la adquisición de empresas uruguayas por parte de capital chino, como el caso de Terminales Gra- neleras Uruguayas S.A. por parte de Noble Group; Effa Motors por Chon- gqing Lifan; Rondatel S.A por Holding Foresun Group; Lorsinal S.A por Sundiro Holdings; y de Clademar S.A por Hezhong Holding Group. Por otra parte, hemos verificado la asociación de empresas chinas con em- presas uruguayas y regionales operantes en Uruguay como el caso de Nordex S.A. con Geely International y de Chery Automobile con SOCMA, respectivamente (Uruguay XXI, 2019).

Síntesis y conclusiones

A partir del estudio expuesto precedentemente presentamos de forma sintética una caracterización del desarrollo histórico de las relaciones internacionales entre China y Uruguay. El establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países se consagra de forma tardía en comparación con el resto de los países de la región. Esto se produce tanto en un contexto de integración gradual de China a las cadenas de valor globales y la reconfiguración del escenario internacional, como de las presiones del sector productivo uruguayo rumbo a su asociación subordinada con los grandes capitales chinos. Así, el distanciamiento ideológico heredado de la dictadura militar uruguaya respecto al gobierno de la RPCh se diluyó ante las previsio- nes comerciales con el país asiático y, si bien las resistencias políticas uruguayas se perpetuaron –máxime en períodos de declive comercial, las relaciones diplomáticas se establecieron y profundizaron. De esta forma, el peso económico de la RPCh trascendió los debates parlamentarios sobre soberanía nacional y así fue comunicado en 1985 al gobierno de la RPCh. Las relaciones diplomáticas dependerían aho- ra de la evolución del comercio entre ambos países, así como del cum- Relaciones diplomáticas entre la República Popular China y la República (...) 81 plimiento del compromiso del gobierno chino en absorber la cuota de comercio entre Uruguay y Taiwán. Tal es así que, tras la recaída de las exportaciones de un 10% y un 60% el segundo y tercer año de inicia- das las relaciones diplomáticas, se sugería al interior del parlamento desandar el camino de las relaciones con la RPCh. En términos generales, los acuerdos bilaterales que hemos descripto a lo largo de este estudio se concentran en la temática agropecuaria, de cooperación económica y técnica, y de inversión en infraestructu- ra. Por un lado, los acuerdos referentes al área agropecuaria centran principalmente su atención en parametrizar y controlar los procesos de producción uruguayos que involucran a las exportaciones hacia China. Por su parte, los acuerdos económicos bajo la forma de convenios de cooperación económica y técnica apuntan mayoritariamente hacia el otorgamiento de líneas de crédito por parte de China, así como la incor- poración de tecnología al proceso productivo del Uruguay. Finalmen- te, los acuerdos referentes a inversión e infraestructura versan sobre el desarrollo de la cooperación en materia de capacidad productiva y financiamiento, donde, en términos generales, las partes se compro- meten a fomentar la construcción y operación de rutas, vías férreas, puertos, depósitos, tuberías y otras obras de infraestructura orientadas al sometimiento del escenario productivo uruguayo en función de los requerimientos del país asiático. Por otra parte, los flujos de altas delegaciones entre ambos países se muestran como otra arista del carácter desigual de las relaciones entre los mismos. Mientras la ROU computa siete misiones diplomáticas pre- sidenciales oficiales hacia la RPCh en los últimos 30 años, ésta última lo hizo en dos ocasiones, y en el marco de la visita a otros países de la región y de importantes cumbres internacionales. De este modo, el país asiático ha adquirido gradualmente un mayor peso para las economías dependientes de la región latinoamericana y, consecuentemente, también para la uruguaya. En dicha línea, dada la notable importancia que ha adquirido China en la economía del Uru- guay, las profundas contradicciones entre ambos países han colocado 82 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 53-87 / ROMERO WIMER - SENRA TORVISO al país latinoamericano a merced de los intereses del gigante asiático, reconfigurando su carácter dependiente. Así, la asimétrica relación entre China y Uruguay coloca a este últi- mo país de forma subordinada ante el capital chino, operante a través de grandes monopolios que someten a la burguesía uruguaya –y regio- nal– en el proceso de concentración del capital a escala global. Dicha subordinación tiende a reconfigurar al país sudamericano como pla- taforma de explotación de los grandes monopolios chinos, protegiendo las inversiones de los mismos y otorgándoles facilidades en los procesos de extracción de recursos. En consecuencia, Uruguay pasa a gravitar ante la expansión monopólica china, operando de forma subordinada y dependiente ante la economía del país asiático.

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OS INVESTIMENTOS EXTERNOS

CHINESES NO SETOR DE COBRE

PERUANO: IMPLICAÇÕES E DESAFIOS

AO DESENVOLVIMENTO (2007-2019)

LAS INVERSIONES EXTRANJERAS

CHINAS EN EL SECTOR DEL COBRE

PERUANO: IMPLICACIONES Y DESAFÍOS

PARA EL DESARROLLO (2007-2019)

Carlos Renato Ungaretti1

Jacqueline A. Haffner2

Fecha de recepción: 29 de abril de 2020

Fecha de aceptación: 5 de junio de 2020

1 Mestrando no Programa de Pós-Graduação em Estudos Estratégicos Internacionais (PPGEEI) da Universidade Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS). Pesquisador associado do Instituto Sul-Americano de Política e Estratégia (ISAPE). E-mail: renato.ungaretti94@ gmail.com. 2 Economista. Professora do Departamento de Economia e Relações Internacionais (DERI) e do Programa de Pós-graduação em Estudos Estratégicos Internacionais (PPGEEI) da Uni- versidade Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS). Integrante do Grupo de Pesquisa sobre os BRICS (NEBRICS-UFRGS). E-mail: [email protected] 90 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 89-130 / UNGARETTI - HAFFNER

RESUMO

O artigo buscou analisar os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano, entre 2007 e 2019, a fim de avaliar os seus impac- tos e desafios ao desenvolvimento econômico do país sul-americano. Os investimentos externos chineses na América do Sul e no Peru, em particular, se articulam a uma estratégia de internacionalização eco- nômica, atendendo aos objetivos estratégicos de Pequim. Verificou-se que os investimentos chineses no setor de cobre peruano geraram im- pactos positivos ao desenvolvimento, incrementando a produção, o PIB mineiro e as exportações. Por outro lado, ressaltou-se que o modelo de desenvolvimento primário-exportador aprofunda um cenário de de- pendência excessiva em relação à China.

Palavras chaves: Peru, investimentos chineses, cobre.

RESUMEN

El artículo analizó las inversiones extranjeras chinas en el sector de cobre peruano, entre 2007 y 2019, con el fin de evaluar sus impactos y desafíos para el desarrollo económico del país sudamericano. Las in- versiones extranjeras chinas en América del Sur y Perú, en particular, están vinculadas a una estrategia de internacionalización económica, que cumple con los objetivos estratégicos de Beijing. En esta investiga- ción, se concluye que las inversiones chinas en el sector del cobre pe- ruano tuvieron impactos positivos en el desarrollo, el aumento de la producción, el PIB minero y las exportaciones. Por otro lado, fue subra- yado, que el modelo de desarrollo primario de exportación profundiza un escenario de dependencia excesiva con China.

Palabras claves: Perú, inversiones chinas, cobre. Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: (...) 91

Introdução

O presente artigo tem como objetivo analisar os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano, entre 2007 e 2019, a fim de avaliar os seus impactos e desafios ao desenvolvimento econômico. Trabalha-se com a premissa de que os investimentos chineses, impulsionados pela política Going Global, não são guiados por uma lógica mercadológica, mas sim a uma lógica de Estado (Rodrigues e Hendler, 2018), baseada na ampliação do poder nacional (Santos e Milan, 2014). Essa lógica de Estado se explica, em parte, por um processo que, desde a década de 1990, se caracteriza por um relançamento, de grande magnitude, da ação do Estado sobre o conjunto da economia, tendo em grandes con- glomerados empresariais estatais os agentes da execução direta, ao passo que tendo como lastreador financeiro um profundo e complexo sistema nacional e estatal de financiamento (Jabbour e De Paula, 2018). Os investimentos externos chineses na América do Sul, no geral, e no Peru, em particular, se articulam a uma estratégia chinesa de interna- cionalização econômica, atendendo a objetivos estratégicos, tais como a diversificação dos parceiros e a garantia do suprimento de recursos minerais e energéticos necessários à continuidade do crescimento. Dada essa premissa geral, o trabalho busca compreender os impactos e os desafios desses investimentos para o desenvolvimento econômico do país sul-americano. Estruturou-se o artigo em três partes. Na pri- meira, a finalidade está relacionada à apresentação dos desdobramentos recentes na formação histórica econômica peruana, sobretudo a instau- ração do modelo liberal e a sua continuidade ao longo do século XXI. Considerando o papel da ascensão chinesa para a expansão das ex- portações mineiras e a afluência de investimentos externos oriundos do país asiático, pretendeu-se, em um segundo momento, apresentar a evolução das relações sino-peruanas. Destacou-se o incremento do in- tercâmbio comercial, a afluência dos investimentos chineses a partir de 2007 e os avanços em termos de diálogo bilateral, que resultaram tanto na assinatura de um Acordo de Livre Comércio (2009) quanto na adesão formal do Peru à Belt and Road Initiative (BRI), em 2019. 92 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 89-130 / UNGARETTI - HAFFNER

A terceira parte se ocupou de avaliar os impactos e os desafios dos in- vestimentos chineses ao desenvolvimento econômico. Verificou-se que os investimentos chineses contribuíram para o incremento da produ- ção de cobre e do PIB mineiro, assim como das exportações mineiras, especialmente após o ano de 2015. Por outro lado, constatou-se que, entre 2007 e 2013, os investimentos mineiros, no geral, e chineses, em particular, proporcionaram encadeamentos em outras atividades eco- nômicas. O ingresso dos investimentos chineses a partir de 2007 trouxe implicações positivas, embora também propicie a consolidação de um modelo de desenvolvimento primário-exportador que, no médio e lon- go prazo, pode trazer riscos à sustentabilidade do crescimento, dada a assimetria das relações bilaterais e a criação de uma forte dependência em relação ao mercado chinês e ao ingresso de investimentos externos.

Desdobramentos contemporâneos da economia peruana

Nesta seção, pretende-se apresentar os desdobramentos recentes da formação econômica peruana. Especificamente, se descreverá o ciclo de crescimento iniciado na década de noventa, que manteve continui- dades relevantes ao longo do século XXI. O governo Fujimori (1990-2010) assentou os fundamentos econômi- cos, sociais e jurídicos do Peru atual (Santos, 2016). No plano econômi- co, o fujimorismo consolidou o modelo primário-exportador mediante à introdução de políticas econômicas neoliberais. Em consonância às recomendações do Consenso de Washington (1989), os passos do pacote neoliberal introduzido por Fujimori foram: 1) programa de estabilização (controle da inflação e normalização os serviços da dívida); 2) reformas institucionais pró-mercado (desregulamentação dos mercados financei- ros e laboral, redução e unificação tarifária, privatização e esforços para redução da evasão fiscal); 3) integração do Peru ao circuito financeiro internacional (Barros e Hitner, 2010). Em termos de comércio exterior, se introduziu uma política de abertura, com redução das tarifas de impor- tação e eliminação das barreiras ao comércio (Nemias e Edelina, 2016). Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: (...) 93

Em um primeiro momento, as medidas econômicas foram aceitas e ocorreram sem maiores distúrbios políticos e sociais (Pinto, 2003). A partir de 1992, contudo, o governo Fujimori passa a nutrir desavenças com o poder Legislativo, o que acabou motivando a articulação de um auto-golpe e a instauração de um Governo de Emergência e Reconstru- ção Nacional (1992-1996). Durante esse período, a economia peruana alcança a estabilidade monetária, ao passo que o crescimento acumula- do do PIB, entre 1993 e 1997, chega a 41% (Pinto, 2003). Outros aspectos relevantes desse período estão relacionados às condições internas que contribuíram para o crescimento e para a atração de investimentos estrangeiros, tais como a já mencionada estabilidade monetária, mas também a eliminação da guerrilha3, a renegociação da dívida externa e o estabelecimento de contratos de estabilidade tributária para inves- tidores (Contreras Carranza, 2018). Ademais, salienta-se a elaboração de políticas voltadas à garantia da propriedade privada sobre a terra e a eliminação de quaisquer formas de discriminação entre investidores nacionais e estrangeiros (Castillo Guzmán, 2010). O período do “fujimorismo tardio” (1996-2000) é marcado por um ce- nário internacional desfavorável4 e pela redução do ímpeto de cresci- mento. Já em 2000 aparecem denúncias contra o Fujimori, obrigando-o a procurar refúgio no Japão (Barros; Hitner, 2010). O Gráfico ilustra o crescimento do PIB peruano entre 1990 e 2016.

3 Um fator decisivo para a eliminação da guerrilha foi a prisão do líder do grupo Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, em 1992. 4 A segunda metade da década de 1990 é marcada por crises financeiras internacionais, com destaque para aquelas ocorridas no México (1994), Tigres Asiáticos (1997), Rússia (1998) e Brasil (1998). 94 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 89-130 / UNGARETTI - HAFFNER

Gráfico 1 - Produto Interno Bruto do Peru (em bilhões de US$), 1990-2016.

Fonte: Banco Mundial, 2019.

Os méritos do governo Fujimori foram o controle da inflação5 e a reto- mada do crescimento (Gráfico 1), que se elevou a um ritmo médio de 3,9% ao ano durante os anos 1990, de acordo com dados do Instituto Nacional de Economía y Estadística (INEI, 2016). Por outro lado, salien- ta-se que o crescimento desse período foi condicionado por impulsos externos, ao passo que a estabilidade monetária veio acompanhada de custos econômicos - tais como a perda de competitividade da indústria manufatureira e a exacerbação dos desequilíbrios externos (Jiménez, 2001; Santos, 2016) A utilização da taxa de câmbio e da abertura comer- cial como instrumentos de combate à inflação teve como resultado o aumento das importações6 (e dos déficits comerciais e em conta-corren- te). Há entendimentos que colocam que o modelo neoliberal, ao não ser amparado na demanda interna, resulta em reprimarização, tornando a economia mais dependente de capitais externos para o financiamento do crescimento e dos déficits em conta-corrente (Jiménez, 2001). A vulnerabilidade frente à choques eternos, conforme ocorrera em 1997 e 1998, demonstrou que o modelo primário-exportador encontra dificuldades para se sustentar sem a presença de estímulos externos

5 A inflação, que em 1990 era de 7841,66%, atingiu o patamar de 11,13% em 1995 e de 3,76%, em 2000. 6 O aumento das importações, entre 1990 e 1998, foi de 258,5% (Jiménez, 2001). Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: (...) 95

(Jiménez, 2001). A despeito disso, a economia peruana seguiu, ao longo do século XXI, em um ritmo de crescimento acelerado, motivado prin- cipalmente pela expansão das exportações, mas também por fatores como o incremento do investimento privado e a estabilidade macroeco- nômica, que por seu turno permitiu o acesso a fontes de financiamento externo em condições favoráveis (Távara, 2010).

Gráfico 2 - Comércio (% do PIB) - 1990-2016

Fonte: Banco Mundial, 2019.

Conforme visto no Gráfico 1 a economia peruana apresentou um ex- pressivo crescimento econômico ao longo do século XXI, aumentando o seu PIB de US$ 51,74 bilhões (2000) para mais de US$ 211 bilhões (2016). Por sua vez, o comércio exterior (Gráfico 2), consolidou a sua posição proeminente, chegando a representar mais de 58% do PIB em 2008. Nes- se sentido, os estímulos externos se mostraram presentes e de forma mais intensa nos anos 2000, o que contribuiu para a continuidade do modelo econômico instaurado na década de 1990. Em outras palavras, o boom das commodities, ocasionado em parte pela elevada demanda chinesa por minerais (cobre, ferro e zinco), promoveu os estímulos ne- cessários para a expansão das exportações (Medeiros e Cintra, 2015). O crescimento das exportações foi significativo, passando de US$ 3 bilhões (1993) para US$ 46 bilhões, em 2011 (Contreras Carranza, 2018). Deve-se mencionar que os saldos comerciais na primeira década do 96 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 89-130 / UNGARETTI - HAFFNER século XXI foram superavitários (Ponce e Quispe, 2010), flexibilizan- do as restrições externas e proporcionando a expansão dos setores de construção civil e de serviços sem provocar desequilíbrios na balança de pagamentos (Távara, 2010). A economia peruana, portanto, retoma o crescimento a partir de 2002, ao passo que as políticas econômicas de Toledo (2001-2006), Gar- cía (2006-2011) e Humala (2011-2016) permaneceram sendo conduzidas sob as premissas da ortodoxia liberal (Contreras Carranza, 2018). Ao longo do decênio 2001-2010, se constatou um crescimento médio da or- dem de 5,6%, motivado pelo crescimento chinês e de outras economias emergentes - que modificaram os termos de troca em termos favoráveis -, pela afluência de investimentos externos diretos e pela obtenção de superávits na balança comercial (INEI, 2016). Entre o quinquênio 2010-2015, notou-se a continuidade do cresci- mento do PIB - 4,8% em média -, a despeito de uma redução no ritmo a partir de 2014, motivada pela desaceleração das economias emergen- tes e por um tímido crescimento das exportações, de apenas 0,7% no período (INEI, 2016). Apesar disso, a economia peruana, entre 2016 e 2018, permaneceu crescendo a uma taxa média de 3,5% (INEI, 2019). A recuperação desse período decorreu, em parte, da retomada das ex- portações, que cresceram, em média, em 8% (INEI, 2019). Para 2019, as estimativas apontam um crescimento de 3,6%, apesar dos escândalos envolvendo a empresa Odebrecht, que resultou na prisão de 4 ex-pre- sidentes do país (Carmo, 2019). Em relação ao Investimento Externo Direto (IED), julga-se importante apresentar o Gráfico 3: Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: (...) 97

Gráfico 3 - Estimativa de entradas de IED no Peru (em bilhões de US$), 2003-2017

Fonte: CEPAL, 2018b. Elaboração própria dos autores.

Os investimentos externos diretos cumpriram um papel relevante para o acelerado crescimento da economia peruana no século XXI, especial- mente a partir de 2007, ano em que se iniciam uma série de investimentos chineses no país (Gonzalez-Vicente, 2013). Entre 2003 e 2017, a média anu- al de ingresso de IED no Peru foi de US$ 6,103 bilhões. No que diz respeito ao stock de IED (2017), o Peru ocupa, segundo dados da Comissão Econô- mica para América Latina e Caribe (CEPAL), a quinta posição na América Latina e Caribe7, com um montante de US$ 98,243 bilhões (CEPAL, 2018b). Além da atração de investimentos externos, a continuidade do mo- delo liberal se evidencia na política externa peruana, que procurou estabelecer acordos de livre-comércio com parceiros-chave8, ao mesmo tempo em que colaborou para a criação da Aliança do Pacífico, em 2011 (Toledo e Lascano, 2019). A multiplicidade de acordos de livre-comércio não representa apenas a consolidação de uma política de liberalização comercial, mas sim uma estratégia de desenvolvimento de liberaliza- ção e abertura (Fairle Reinoso, 2010).

7 Os quatro primeiros são: 1) Brasil (US$ 778,287 bilhões); 2) México (US$ 553,608 bilhões); 3) Chile (US$ 282,339 bilhões); 4) Colômbia (US$ 180,238 bilhões) 8 Destacam-se os Estados Unidos, União Europeia, China e Canadá (Fairle Reinoso, 2010). 98 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 89-130 / UNGARETTI - HAFFNER

Considerando que as reformas estruturais dos anos 1990 consolida- ram um modelo de desenvolvimento centrado nas exportações, torna-se necessário se ater ao papel desempenhado pela mineração. As refor- mas dos anos 1990 contribuíram para o “ressurgimento” da minera- ção, que passou por um período de declínio entre as décadas de 1980 e 1990 (Castillo Guzmán, 2011). Dessa forma, a atração de investimentos estrangeiros por meio de contratos de estabilidade tributária, somado a elevada demanda internacional por recursos minerais, proporcionou o aumento dos investimentos e da produção mineira ao longo dos anos 2000, especialmente nos setores de cobre e ouro (Contreras Carranza, 2018). A Tabela 1 ilustra as exportações mineiras entre 2008 e 2017:

Tabela 1- Exportações x Exportações mineiras (em bilhões de US$).

Exportações Exportações totais Ano mineiras (em Participação (em bilhões de US$) bilhões de US$)

2008 31,02 18,28 58,90%

2009 27,07 16,33 61,40%

2010 35,8 22,16 61,90%

2011 46,38 28,02 60,40%

2012 47,41 28,19 59,50%

2013 42,86 24,51 57,20%

2014 39,53 21,21 53,60%

2015 34,41 19,65 57,10%

2016 37,02 22,42 60,60%

2017 44,92 27,75 61,80%

Fonte: MINEM, 2018. Elaboração própria dos autores. Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: (...) 99

Considerando os dados da Tabela 1, é possível observar a representa- tividade da mineração na composição das exportações. Entre as expor- tações mineiras, destacam-se as exportações de cobre e de ouro, que representaram, em 2017, 30,7% e 17,8% das exportações totais, respec- tivamente. Em relação às exportações de cobre, estas saltaram de US$ 7,277 bilhões (2008) para mais de US$ 13,773 bilhões (2017). O cresci- mento das exportações de ouro também foi significativo, passando de US$ 5,586, (2008) para quase US$ 8 bilhões (2017). No que diz respeito ao destino das exportações mineiras, destaca-se a China, que, segundo da- dos do Ministerio de Energía y Minas (MINEM), foi responsável, em 2017, por absorver 36% das exportações mineiras do Peru (MINEM, 2018). Os investimentos no setor mineiro também aumentaram de forma relevante entre 2008 e 2017, sendo esse período considerado como a “década dos investimentos em megaprojetos mineiros” (MINEM, 2018). Entre 1996 e 2017, os investimentos informados pelos mineradores tota- lizaram US$ 60,273 bilhões, dos quais US$ 51,794 bilhões (85,9%) corres- pondem à década de 2008 a 2017 (MINEM, 2018). Atualmente, o Peru é o segundo maior produtor de cobre do mundo, ao passo que, em termos de reservas, ocupa a terceira colocação, atrás do Chile e da Austrália. Dada a centralidade das exportações mineiras, sobretudo de cobre, no contínuo processo de crescimento das últimas décadas, pretende-se, na próxima seção, apresentar a evolução das relações sino-peruanas, uma vez que o gigante asiático constitui o principal parceiro comercial do Peru e um importante investidor no setor da mineração. Ou seja, dado que o setor exportador é o que historicamente move a economia peruana (Glave Testino e Barrantes Cáceres, 2010; Carranzas, 2018), jul- ga-se importante compreender a evolução das relações sino-peruanas em termos político-diplomáticos e econômico-comerciais, à medida em que a China vem exercendo um papel relevante tanto na manutenção do crescimento quanto na consolidação do modelo de desenvolvimento adotado nos anos noventa. 100 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 89-130 / UNGARETTI - HAFFNER

A evolução das relações sino-peruanas

O objetivo desta seção consiste em apresentar a evolução das relações sino-peruanas, especialmente a intensificação das relações econômi- cas no século XXI. Em consequência disso, Peru e China assinaram, em 2009, um acordo de livre-comércio, ao passo que, em 2019, o Peru aderiu formalmente à BRI9. As relações sino-peruanas se concretizam em 1971, ano em que o Peru passa a ser o segundo país sul-americano a reconhecer a RPC e sua política de “uma só China” (Zanabria, 2015). A primeira visita ofi- cial de um presidente peruano a China ocorreu em 1991, sendo acom- panhada, ao longo da década de 1990, de uma política externa voltada à aproximação com os países da Ásia-Pacífico. Essa aproximação com a Ásia culminou, em 1998, com o ingresso do Peru na Cooperação Eco- nômica Ásia-Pacífico (APEC) (Sanamanud, 2014). A partir do século XXI e com o ingresso da China na Organização Mundial do Comércio (OMC), o crescimento chinês e sua a sustenta- da demanda por matérias-primas e recursos naturais passaram a ter consequências no preço das commodities, beneficiando os países sul-a- mericanos exportadores de produtos minerais e derivados de petróleo (Fairle Reinoso, 2010; Perroti, 2015; Jenkins, 2011). O “efeito demanda” resultou, especialmente para as economias exportadoras, em cresci- mento econômico (Medeiros e Cintra, 2015). No que tange às relações sino-peruanas, destacam-se a estruturação de acordos e convênios a bilaterais e o estabelecimento de uma Associa- ção Estratégica Integral (Zanabria, 2015). A posição estratégica do Peru e a abundância do país em recursos naturais também constituem fato- res que reforçam o relacionamento sino-peruano (Samanamud, 2014). Enquanto uma economia exportadora, o impacto da ascensão chine- sa foi positivo, uma vez que esta estimulou o crescimento das expor- tações para o país asiático, que passaram de US$ 231 milhões (1993) para mais de US$ 6,9 bilhões, em 2014 (Fairlie, 2015; Mesías, 2017). Já

9 Em abril de 2019, China e Peru assinaram um Memorando de Entendimento. Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: (...) 101 as exportações mineiras saltaram de US$ 0,744 bilhões, em 2004, para 5,833 bilhões, em 2014 (Mesías, 2017). Em razão do incremento nas relações comerciais, Peru e China estabe- leceram, em 2009, um Acordo de Livre-Comércio, em vigência desde 2010. Desde então, as exportações peruanas cresceram a uma média anual de 13,5%, acumulando um total de mais de US$ 76 bilhões. De acordo com o Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR), as importações de produtos chineses cresceram a uma média anual de 12,9%, acumu- lando um total de mais de US$ 73 bilhões (Mincetur, 2019). Apresenta- -se a Tabela 2, que ilustra a pauta exportadora do Peru para a China:

Tabela 2 - Exportações peruanas para a China, 2018.

Valor Produto Participação (em milhões de US$)

Cobre 9741 71,40%

Farinha de peixe 1460 10,70%

Chumbo 616 4,50%

Zinco 583 4,30%

Ferro 487 3,60%

Petróleo e gás natural 130,5 1%

Produtos não tradicionais 512,8 3,80%

Outros 106,2 0,70%

Total 13636 100%

Fonte: Mincetur, 2019. Elaboração própria dos autores.

Percebe-se, a partir da Tabela 2, a predominância dos produtos tradi- cionais na pauta exportadora do Peru, padrão este que não se modificou com a assinatura do Tratado de Livre-Comércio. Ademais, destacam-se as exportações de cobre, que, em 2018, representaram mais de 70% das ex- portações para a China. No que diz respeito às importações provenientes da China, destaca-se o setor de bens de capital, conforme atesta a Tabela 3: 102 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 89-130 / UNGARETTI - HAFFNER

Tabela 3 - Importações peruanas da China, 2018

Valor Produto Participação (em milhões de US$)

Bens de capital e materiais 4348,2 43% de construção

Bens de consumo 2973,1 29%

Matérias primas e produtos 2876,9 28% intermediários

Diversos 0,1 0,00%

Total 10198,3 100%

Fonte: Mincetur, 2019. Elaboração própria dos autores.

Diante dos dados relativos ao comércio exterior, se ressalta que, no âm- bito dos investimentos, o Peru também aparece como relevante parcei- ro, sendo o segundo maior receptor de IED chinês na América Latina e Caribe ao longo dos anos de 2005 e 2017, conforme atesta o Gráfico 4: Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: (...) 103

Gráfico 4 - IED chinês na América Latina e Caribe, por país de destino (2005-2017)

Fonte: CEPAL, 2018 a. Elaboração própria dos autores.

Os investimentos chineses no Peru iniciam ainda na década de 1990, quando ocorre a compra da Hierro Perú pela empresa Shougang Corpo- ration e a aquisição, por parte da China National Petroleum Corporation (CNPC), dos lotes VI e VII do campo de Talara (Zanabria, 2015). A partir de 2007, é desencadeada uma série de investimentos chineses, sobretu- do no setor da mineração, mas também nos setores de energia, petró- leo e gás, financeiro e pesqueiro (Zanabria, 2015; Fairlie, 2015; Mesías, 2017). O Quadro 1 apresenta os principais investimentos chineses no Peru, considerando os anos de 2007 e 2014. 104 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 89-130 / UNGARETTI - HAFFNER

Quadro 1 - Principais investimentos chineses no Peru (2007-2014)

Ano Investidor Projeto Setor

Aluminum Corporation of China 2007 Toromocho Mineração (Chinalco)/Minera Chinalco Perú S.A.

Zijin Mining Group/Rio 2007 Rio Blanco Mineração Blanco Cooper S.A.

Mineração 2007 Beijing Rich Gold/Jintong Mining Llama TY01 (exploração)

China Minmetals Corp./ Jiangxi 2008 Galeno Mineração Cooper Corp./ Lumina Cooper S.AC.

Junefields Company Limited/ 2009 Cercana Mineração Junefield Group

Shougang Corporation/ Marcona 2009 Mineração ShougangHierroPerú S.A.A (expansão)

Nanjizhao Group/ Jinzhao 2009 Pompa del Pogo Mineração Mining Peru S.A.

2010 Bank of China China Desk Peru Financeiro

Industrial and Commercial Bank 2010 Financeiro of China (ICBC)/ ICBC Peru Bank

Projeto Exploração 2011 Minera Shouxin Peru Mineração Relaves

China National Petroleum Lote 1AB (Olaya, Energia, 2012 Corporation (CNPC)/ SAPET. Loreto) Petróleo e Gás

Lote 8 (Trom- China National Petroleum Energia, 2012 peteros, Yanay- Corporation (CNPC)/ SAPET. Petróleo e Gás acu, Loreto)

China National Petroleum Lote X (Talara), Energia, 2013 Corporation (CNPC)/ PetroChina Lote 58 (Camisea) Petróleo e Gás

China National Petroleum Energia, 2013 Lote 57 (Camisea) Corporation (CNPC)/ SAPET. Petróleo e Gás

Pacific Andes International 2013 Pesca Holding Ltd/China Fishery Group

2014 MMG Ltd. Las Bambas Mineração

Fonte: Mesías, 2017. Elaboração própria dos autores. Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: (...) 105

O setor de mineração, conforme atesta o Quadro 1, concentra grande parte dos investimentos chineses no Peru (Fairlie, 2015), conferindo ao gigante asiático um papel protagônico tanto no setor de ferro como no setor de cobre (Mesías, 2017). A inauguração de uma nova dinâmica no setor mineiro contribuiu para que o IED chinês nesse setor superasse os US$ 22 bilhões em 2015, colocando a China sob controle de 35,90% do portfólio de projetos de mineração (Mesías, 2017). Deve-se destacar a venda do megaprojeto de Las Bambas por US$ 5,850 bilhões para um consórcio liderado pela MMG Ltd10, representando o maior investimento realizado pela China no Peru (Mesías, 2017). Contudo, em abril de 2019, o MINEM publicou que a China já não é mais o principal investidor no setor mineiro do país, tendo os investi- mentos britânicos, que somam US$ 11,930 bilhões (20% do portfólio), ultrapassado os investimentos chineses, que agora somam US$ 10,155 bilhões (17,2% do portfólio). Essa mudança ocorreu em virtude do fato de que Las Bambas (US$ 10 bilhões) e a ampliação de Marcona (US$ 1,100 bilhões) saíram da contagem do portfólio, na medida em que deixaram de ser projetos para se tornarem minas (Saldarriaga, 2019). Ou seja, as empresas chinesas, embora seguindo como protagonistas e impulsio- nadoras do crescimento, não renovaram, nos últimos anos, o portfólio de investimentos no país. Em relação ao setor de petróleo, destaca-se a atuação da China National Petroleum Corporation (CNPC), que vem se tornando uma das principais empresas produtoras de hidrocarbonetos no Peru, especialmente após a compra, em 2014, de 100% dos ativos da Petrobras Energia Peru, por US$ 2,6 bilhões. Recentemente, em 2019, o Peru aderiu formalmente a BRI11, represen- tado um avanço importante nas relações bilaterais. A adesão peruana a BRI, além de refletir o caráter estratégico das relações bilaterais, pode ter como desdobramento o incentivo a novos investimentos chineses, especialmente em infraestrutura, como é o caso do antigo projeto da ferrovia bioceânica, assim como a implementação de projetos - como a

10 A empresa é controlada pela estatal chinesa Minmetals. 11 O Peru foi o décimo nono país latino-americano e o quarto país andino a entrar na iniciativa chinesa (Bermúdez Liévano, 2019). 106 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 89-130 / UNGARETTI - HAFFNER construção do porto de Chancay - que podem passar a ser incluídos sob o guarda-chuva da iniciativa (Bermúdez Liévano, 2019).

Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano. Impactos e desafios para o desenvolvimento econômico

Nesta seção, pretende-se aprofundar a análise dos indicadores associa- dos aos investimentos chineses no setor de cobre. Esse aprofundamento ocorrerá a partir de indicadores econômicos peruanos que se encontram associados aos investimentos chineses durante o período analisado (2007-2019). Após a obtenção desses dados, será realizada uma avalia- ção acerca dos impactos e desafios dos investimentos chineses para o desenvolvimento econômico peruano. Diante do objetivo de compreender os impactos e os desafios para o desenvolvimento econômico peruano, pretende-se, primeiramente, apre- sentar as empresas chinesas inseridas no setor de cobre. Dessa forma, é possível identificar quais empresas já estão operando na produção de cobre e quais ainda estão desenvolvendo projetos de exploração e cons- trução. Assim, fica facilitada a inserção e a interpretação de indicadores econômicos relacionados ao setor mineiro, no geral, e ao setor de cobre, em particular. Atualmente, cinco empresas chinesas encontram-se inseridas no setor de cobre peruano, ao passo que duas delas já se encontram no estágio de operação e produção: a empresa Chinalco já está produzindo na mina de Toromocho desde 2016; e a empresa Mineral MetalsGroup (MMG) lide- ra o consórcio que vem explorando a mina de Las Bambas desde 2015 (MINEM, 2019). Há, ainda, outras três empresas chinesas com investi- mentos em carteira no setor de cobre: 1) Zijin Mining Group (Rio Blan- co); 2) LuminaCopper S.A.C (El Galeno); 3) JunefieldGroup (Don Javier). Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: (...) 107

Tabela 4 - Empresas chinesas e investimentos no setor de cobre

Projeto e Empresa Etapa do Investimentos região proprietária projeto

Rio Blanco Consórcio Zijin US$ 2,5 bilhões Viabilidade (Piura)

Galeno Minmetals/ Jiangxi US$ 3,5 bilhões Pré-viabilidade (Cajamarca)

Toromocho Chinalco US$ 3,5 bilhões Produção (Junín)

Ampliação de Toromocho Chinalco US$ 1,3 bilhão Viabilidade (Junín)

Don Javier US$ 600 Junefield Pré-viabilidade (Arequipa) milhões

Las Bambas US$ 5,850 Consórcio MMC Produção (Apurimac) bilhões

Fontes: MINEM 2018; MINEM 2019; BBVA, 2019. Elaboração própria dos autores.

Antes de analisar de forma mais profunda os investimentos chineses, é importante introduzir indicadores econômicos mais abrangentes, a fim de estabelecer relações entre esses investimentos e seus impactos no PIB, no PIB mineiro, na produção de cobre e nas exportações. A Ta- bela 5 ilustra a evolução dos investimentos totais na mineração, consi- derando as suas diferentes categorias: 108 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 89-130 / UNGARETTI - HAFFNER

Tabela 5 - Investimentos mineiros no Peru por categoria (em milhões de US$), 2008-2018.

Desen- Total Equipa- Planta volvi- Catego- Infraes- Explo- (em mento bene- mento ria/ ano trutura ração milhões mineiro fício e pre- de US$) paração

2018 1,084 413 657 1,412 761 4,947

2017 1,557 784 491 287 388 3,928

2016 1,079 377 387 238 350 3,334

2015 1,228 527 654 446 375 6,825

2014 1,464 625 558 890 420 8,079

2013 1808 776 789 1,414 405 8,864

2012 1,797 905 525 1,14 639 7,498

2011 1407 869 776 1,125 788 6,378

2010 828 616 518 416 510 3,332

2009 376 394 500 320 196 2,29

2008 321 192 177 141 132 1,268

Fonte: MINEM, 2018; MINEM, 2019. Elaboração própria dos autores. Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: (...) 109

Gráfico 5 - Investimentos mineiros totais (2008-2018)

Fonte: MINEM, 2019; MINEM, 2018. Elaboração própria dos autores.

Considerando as Tabelas 4 e 5 e o Gráfico 5, percebe-se a evolução dos investimentos na mineração ao longo do período 2008-2018, bem como os investimentos chineses anunciados e realizados no setor de cobre, que totalizaram US$ 17,25 bilhões entre 2007 e 2018. Em relação ao Gráfico 5, é possível notar que, entre 2008 e 2013, o Peru presenciou um período de auge dos investimentos (BBVA, 2019), sendo seguido de uma desacelera- ção entre 2015 e 2016 e de uma retomada dos investimentos a partir de 2017. Essa retomada pode ser entendida como um novo ciclo de investi- mentos, tendo em vista fatores como a recuperação do preço internacio- nal do cobre e os custos de operação relativamente baixos (BBVA, 2019). O período de desaceleração dos investimentos coincide com um mo- mento de auge da produção mineira, uma vez que diversos projetos pas- saram a entrar em operação e a produzir, como foi o caso das minas de Toromocho e Las Bambas. A Tabela 6 ilustra o incremento da produção de cobre (em milhões de TM12) e sua variação:

12 Toneladas Métricas (TM) 110 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 89-130 / UNGARETTI - HAFFNER

Tabela 6 - Produção de cobre (em milhões de TM e variação percentual), 2008-2018

Unidade Produto

Cobre Cobre

Variação percentual TM (milhões) anual

2008 1,27 6,40 %

2009 1,28 0,60 %

2010 1,25 -2,20 %

2011 1,24 -0,90 %

2012 1,3 5,10 %

2013 1,38 5,90 %

2014 1,38 0,10 %

2015 1,7 23,40 %

2016 2,35 38,40 %

2017 2,45 3,90 %

2018 2,44 0,40 %

Fonte: MINEM, 2018; MINEM, 2019. Elaboração própria dos autores. Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: (...) 111

Gráfico 6 - Produção de cobre (em milhões de TM), 2008-2018

Fonte: MINEM, 2019. Elaboração própria dos autores.

Percebe-se, a partir da Tabela 6 e do Gráfico 6, o incremento na produ- ção de cobre a partir de 2015, resultado do ciclo de investimentos ini- ciado em 2007 e intensificado a partir de 2011. Em relação aos projetos de Toromocho e de Las Bambas, atesta-se que estes, combinados, repre- sentaram, em 2018, 24,3% da produção de cobre (MINEM, 2019). A mina de Toromocho, coordenada pela empresa Chinalco, iniciou suas opera- ções em 2016 e, em 2018, representou 8,3% do total de cobre produzido (MINEM, 2019). Já a mina de Las Bambas, que iniciou suas operações em 2016, representou, em 2018, 15,3% da produção total de cobre, fi- cando na terceira colocação no ranking de empresas que atuam no se- tor (MINEM, 2019). Com o novo ciclo de investimentos iniciado em 2017, no qual se encontra a ampliação da mina de Toromocho pela Chinal- co, é esperado que a produção de cobre supere os 3 milhões de TM em 2024 (BBVA, 2019). O início das operações em Toromocho e em Las Bambas explica, em parte, o crescimento da produção de cobre no ano de 2016, que passou de 1,700 milhões de TM (2015) para mais de 2,353 milhões de TM. É nesse contexto em que o Peru se alça a condição de segundo maior produtor 112 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 89-130 / UNGARETTI - HAFFNER de cobre do mundo, atrás apenas do Chile (MINEM, 2019). Em síntese, entende-se que esses dois projetos contribuíram para o incremento da produção de cobre e de sua representatividade no PIB mineiro, que foi de 55% no ano de 2018 (Gráfico 7).

Gráfico 7 - Participação no PIB mineiro por produto, 2018

Fonte: MINEM, 2019. Elaboração própria dos autores.

Considerando que a produção de cobre corresponde a mais da metade do PIB mineiro, julga-se relevante introduzir os dados referentes à evo- lução do PIB peruano e do PIB mineiro. Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: (...) 113

Gráfico 8 - PIB e PIB mineiro

Fonte: MINEM, 2019; MINEM, 2018. Elaboração própria dos autores.

Considerando o Gráfico 8, é possível perceber que o crescimento do PIB mineiro entre 2015 e 2016, motivado pelo incremento da produção de cobre, contribuiu para a elevação do PIB nestes anos, que foi da ordem de 3,2% (2015) e 3,9% (2016). De acordo com o Instituto Peruano de Eco- nomia (IPE), o PIB mineiro contribuiu com 1,1% para o crescimento do PIB em 2015 e com 1,8% para o crescimento em 2016 (IPE, 2017). Por ou- tro lado, tem-se uma desaceleração nos anos seguintes, com crescimen- to de 4,48% (2017) e decréscimo de 1,48%, em 2018. (MINEM, 2019). O setor minerador é responsável por cerca de 10% do PIB peruano (BBVA, 2019). Em termos de comércio, é possível notar, através do Gráfico 9, os dados relativos às exportações e às exportações mineiras, consideran- do o período 2008-2018: 114 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 89-130 / UNGARETTI - HAFFNER

Gráfico 9 - Exportações e Exportações mineiras (em milhões de US$), 2008-2018.

Fonte: MINEM, 2019; MINEM, 2018 Elaboração própria dos autores.

O Gráfico 9 demonstra que as exportações mineiras ditam o ritmo das exportações peruanas, ao passo que ressalta a representatividade des- ta no comércio exterior, que gira em torno de 60% (BBVA, 2019). Per- cebe-se um período de decréscimo das exportações entre 2012 e 2015, enquanto, depois disto, o que se nota é uma elevação das exportações, que por sua vez coincide com o aumento da produção mineira (e espe- cialmente de cobre) e do PIB (Gráfico 8). Ademais, deve-se ressaltar que o crescimento das exportações - e das exportações mineiras em parti- cular – tem efeitos positivos à medida em que gera divisas ao país e in- crementa a arrecadação fiscal do Estado13 (IPE, 2017). Por outro lado, não se pode ignorar os limites desse modelo de cres- cimento voltado às exportações e ao mercado externo. Desde a assina- tura do Acordo de Livre Comércio com a China, 95% das exportações peruanas ao país asiático corresponderam a metais, minerais e fari- nha de peixe (Garzón, 2019). O modelo introduzido na década de noven-

13 Para mais detalhes a respeito do regime tributário do setor mineiro, ver IPE (2017). Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: (...) 115 ta depende de impulsos externos (Jiménez, 2001) e articula seu ritmo de crescimento às dinâmicas da economia internacional e, particular- mente, do desenvolvimento chinês. Considerando os apontamentos proferidos até o momento, entende-se ser importante analisar os impactos que os investimentos no setor mineiro e no subsetor de cobre geram em outros setores da economia. De um lado, já se verificou que os investimentos nas minas de Las Bambas e Toromocho tiveram impactos no incremento da produção de cobre, elevando o PIB, o PIB mineiro e as exportações, especialmente nos anos de 2015 e 2016. No geral, os investimentos no setor mineiro têm impactos diretos na produção de distintas atividades econômicas (MINEM, 2019; IPE, 2017; BBVA, 2019), como é o caso das atividades relacionadas ao transporte, à construção e à eletricidade, gás e água (IPE, 2017). Há, ainda, outros setores que são impactados, como é o caso da produção de substâncias químicas básicas (BBVA, 2019). A Tabela 7 apresenta a variação percen- tual de crescimento de algumas atividades econômicas, considerando os anos de 2007 e 2018. 116 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 89-130 / UNGARETTI - HAFFNER

Tabela 7 - Crescimento por atividades econômica (em %), 2007-2018

Extra- ção de Ativida- Eletrici- petró- Manu- Cons- Trans- de eco- PIB dade, gás leo, gás fatura trução portes nômica e água e mi- nerais

2007 8,5 4,2 10,6 9,2 16,6 10,2

2008 9,1 8,1 8,5 8 16,9 9

2009 1,1 0,6 -6,5 1 6,5 -0,9

2010 8,3 1,4 10,1 8,7 17 13,2

2011 6,3 0,3 8,3 8,2 3,6 11,4

2012 6,1 1,8 1,3 5,9 15,9 7

2013 5,9 5,1 5,2 3,4 9,4 6,6

2014 2,4 -1,6 -1,1 5,2 1,8 2,5

2015 3,3 8,4 -0,9 6,6 -5,3 4,3

2016 4 12,3 -0,2 7,8 -2,5 4,1

2017 2,5 3,5 -0,2 0,9 2,4 3,8

2018 4 -1,3 6,2 4,4 5,4 5

Fonte: INEI, 2019. Elaboração própria dos autores. Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: (...) 117

Nota-se, a partir da Tabela 7, que o crescimento médio dos setores de eletricidade, gás e água, construção e transportes foram, entre 2007 e 2018, superiores à média de crescimento do PIB. O setor de construção foi o que mais cresceu (7,3%), sendo seguido pelos setores de transporte (6,35%) e de eletricidade, gás e água (5,77%). Os setores de manufatura e de extração de petróleo, gás e minerais também cresceram, embora a um ritmo menor14. Considerando somente o período entre 2007 e 2013, nota- -se que o crescimento dos três setores destacados foi ainda mais elevado:

Tabela 8 - Crescimento por atividade econômica (em %), intervalos selecionados

Atividade Econômica 2007-2013 2014-2018

PIB 6,47 3,24

Eletricidade, gás e água 6,34 4,98

Construção 12,27 0,36

Transportes 8,07 3,94

Fonte: INEI, 2019. Elaboração própria dos autores.

Diante das Tabelas 7 e 8, é possível observar que o crescimento dos in- vestimentos entre 2007 e 2013 - especialmente aqueles em infraestrutura, exploração e equipamentos mineiros (Tabela 5) – favoreceu o cresci- mento de outras atividades econômicas. Destacam-se, nesse sentido, os setores de construção e transportes, que, entre 2007 e 2013, cresceram a uma média acima da elevação do PIB, que foi da ordem de 6,47%. Dado que a atividade mineradora gera encadeamentos com outros setores da economia, atesta-se que este também promove efeitos mul- tiplicadores no emprego e no consumo. De acordo com IPE (2017), a criação de 1 emprego direto no setor mineiro gera aproximadamente

14 O crescimento médio anual desses setores foi de 3,56% e 3,44%, respectivamente. 118 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 89-130 / UNGARETTI - HAFFNER

6,25 empregos adicionais no restante da economia, devido aos efeitos indireto15 e induzido16. Em termos de emprego, tem-se que, em 2018, a População Economicamente Ativa (PEA) encontrava-se ocupada em 95,7%, resultando em um índice de desemprego considerado baixo, de apenas 4,3% (Parodi, 2018). Contudo, deve-se atentar para o elevado grau de subemprego (48,2%) e de informalidade17, que atinge especialmente a parcela da população com reduzida instrução educacional (Parodi, 2018). No que diz respeito ao consumo, é interessante inserir a Tabela 9, que traz dados relativos à oferta e à demanda, considerando inter- valos selecionados:

Tabela 9 - Oferta e Demanda (em %), intervalos selecionados

Componente 2006-2010 2011-2013 2014-2018

Oferta Global 8 6,7 3,1

PIB 6,9 6,1 3,2

Demanda Global 8 6,7 3,1

Demanda interna 9,7 7,8 2,6

Consumo privado 7,2 6,8 3,6

Consumo do governo 6,5 7,7 5,9

Formação Bruta de Capital fixo 19,7 10,1 -1,1

Exportações 3 2,6 4,8

Fonte: INEI, 2019. Elaboração própria dos autores.

15 Em termos de efeito indireto, a criação de empregos diretos no setor mineiro gera novos postos de trabalho em serviços como transporte terrestre; manutenção e repara- ção de veículos; serviços profissionais, científicos e técnicos; fabricação de produtos me- tálicos (IPE, 2017). 16 Em relação ao efeito induzido, tem-se dois efeitos: 1) efeito consumo; 2) efeito inves- timento. No efeito consumo, a criação de empregos diretos no setor mineiro gera postos de trabalho em cultivos agrícolas, restaurantes, educação, etc. No efeito investimento, a geração de postos de trabalho ocorre na construção; produtos metálicos para uso estru- tural; maquinário (IPE, 2017). 17 Em áreas urbanas, somente 33,6% dos empregos são formais (Parodi, 2018). Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: (...) 119

A partir da Tabela 9, é possível identificar que o crescimento da deman- da interna e do consumo privado, entre 2006 e 2013, foi superior ao crescimento do PIB. Destaca-se, também considerando o período de 2006 a 2013, o crescimento expressivo da Formação Bruta de Capital Fixo, que também foi superior ao PIB e à Oferta Global. Nota-se que, em razão da desaceleração dos investimentos a partir de 2014, tem-se uma redução tanto da Oferta quanto da Demanda Global, reduzindo o ímpeto de crescimento da demanda interna e do consumo privado. Por outro lado, argumenta-se que, no transcorrer do período assinalado enquanto auge dos investimentos mineiros, se identificaram efeitos multiplicadores no consumo e na demanda interna, dando razão à ideia de que os investimentos no setor geram encadeamentos em ou- tros setores da economia, impactando de forma positiva o emprego, a renda e o consumo. Diante das constatações acerca dos efeitos positivos dos investimentos no setor mineiro e dos investimentos chineses, deve-se atentar para os desafios em torno destes, especialmente em termos de desenvolvimento econômico e social. Um primeiro elemento que merece ser salientado diz respeito aos conflitos sociais e degradações ambientais gerados por alguns empreendimentos. Há, conforme informações provenientes de BBVA (2019), investimentos em carteira que, atualmente, encontram-se paralisados devido à ocorrência de problemas ambientais e de tensões com as populações locais18. Esse é o caso do projeto cuprífero de Rio Blanco, coordenado por um consórcio liderado pela empresa chinesa Zijin, que ainda não iniciou a fase de construção e ainda não apresentou Estudo de Impacto Am- biental (BBVA, 2019; MINEM, 2019). O projeto mineiro, que perpassa um território de 1.200 hectares de comunidades camponesas de Yanta (Ayabaca) e Segunda y Cajas (Huancabamba), já havia sido reprovado, em 2007, por uma consulta realizada junto à população, quando 95% dos votantes posicionaram-se contra o projeto (El Comercio, 2019). Ou- tro projeto paralisado por conflitos sociais, segundo levantamento da

18 Esses projetos em carteira atualmente postergados totalizam um valor de US$ 12 bi- lhões (BBVA, 2019). 120 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 89-130 / UNGARETTI - HAFFNER

BBVA (2019), é o projeto Galeno, localizado na região de Cajamarca e coordenado pelas empresas Minmetals e Jiangxi (Tabela 4). Além dos projetos paralisados, convém mencionar os conflitos sociais que eclodiram, em 2015, no projeto cuprífero de Las Bambas. O pro- jeto, a partir do momento em que foi adquirada pelo consórcio MMG, passou a ser objeto de contestação por parte da população local. Essas contestações se vinculam a mudanças realizadas pela MMG no Estudo de Impacto Ambiental (EIA), que alterou as operações de produção e de transporte da mina (Zanabria, 2015). Desde então, sucederam-se confli- tos envolvendo as comunidades locais, que acusam o empreendimento de Las Bambas de violar o seu direito à consulta prévia e de modificar os resultados presentes no EIA (Moreno Custodio, 2020). Os episódio de protesto já resultaram na morte de quatro membros da comunidade (Moreno Custodio, 2020). Esses impactos negativos em termos sociais e ambientais encontram-se circunscritos no debate público, ainda mais se levarmos em conta que há, em curso, um processo de otimização do Acordo de Livre-Comércio. Em abril de 2019, diferentes entidades, como a Federação Internacio- nal dos Direitos Humanos (FIDH), instaram o MINCETUR a incluir no Acordo medidas que assegurem que os projetos de desenvolvimento e as infraestruturas realizadas no Peru sejam absolutamente compatí- veis com os direitos humanos e em total respeito ao meio ambiente e à sustentabilidade dos recursos naturais (Garzón, 2019). Além dos desafios sócio-ambientais, deve-se ter em mente desafios ao desenvolvimento econômico do Peru no longo prazo, dado que, atual- mente, o país sul-americano depende da demanda do mercado externo para sustentar o crescimento de suas exportações, ao mesmo tempo em que a ampliação da capacidade produtiva fica articulada ao fluxo de investimentos externos, especialmente no setor cuprífero. A despeito disto, ressalta-se que a tendência, para os próximos anos, é a de um novo ciclo de investimentos (BBVA, 2019), dada a projeção de aprecia- ção do preço internacional do cobre e os reduzidos custos de operação e produção no Peru. Mesmo assim, a concentração das exportações de cobre para a China, em relação ao total das exportações mineiras, su- Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: (...) 121 gere uma relação econômica caracterizada por uma excessiva depen- dência do país sul-americano em relação ao asiático (Mesías, 2017). O Gráfico 10, nesse sentido, ilustra os destinos das exportações de cobre:

Gráfico 10 - Exportações de cobre por país de destino, 2018.

Fonte: MINEM, 2019. Elaboração própria dos autores.

Percebe-se, a partir do Gráfico 10, que o mercado chinês corresponde a mais de 60% das exportações de cobre do Peru. Nesse sentido, é im- portante trazer à tona elaborações econométricas de Mesías (2017), que buscou estabelecer um esquema voltado à compreensão dos impactos da ascensão chinesa sobre a economia peruana. De acordo com Mesías (2017), um aumento de 1% do investimento chinês gera uma elevação de 0,19% do PIB, ao passo que uma elevação de 1% em exportações para a China resulta em um incremento de 0,48% no PIB. Essa direta correlação entre crescimento do PIB e investimentos chi- neses e exportações para a China ilustra o elevado peso econômico do país asiático nas dinâmicas de crescimento do Peru, que pode ser agra- vada, no médio e longo prazo, pelas mudanças no regime de crescimento chinês (Cintra e Pinto, 2017). Essa mudanças, entendidas como um “novo normal” ou um “rebalanceamento” (Zhang, 2016), se caracterizam por 122 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 89-130 / UNGARETTI - HAFFNER um processo de transição interna que modifica a dinâmica de acumu- lação, demandando maior peso do consumo interno em detrimento do investimento (Jabbour e De Paula, 2018). No entanto, esse cenário pode ser atenuado pela crescente exportação de investimentos em infraes- trutura por parte da China, especialmente no entorno asiático19, o que pode manter a demanda chinesa por minerais - especialmente de cobre - em níveis elevados, dada a sua utilização nos setores de construção, rede elétrica e maquinário industrial (BBVA, 2019). Dessa forma, entende-se que os investimentos chineses, sobretudo no setor de cobre, contribuíram para o crescimento da economia peru- ana entre 2007 e 2018, convertendo o país sul-americano no segundo maior produtor de cobre do mundo e influindo de forma positiva em outros setores da economia, com destaque para os setores de constru- ção e eletricidade. Por outro lado, há de se ressaltar possíveis impactos negativos no desenvolvimento econômico e social, a saber a ocorrência de conflitos ambientais e sociais, bem como o estabelecimento de uma dependência excessiva em relação a China gerada pelo modelo primá- rio-exportador, principalmente em termos de exportações mineiras e de cobre ao país asiático.

Conclusões

Com o objetivo de analisar os impactos e os desafios do IED chinês no setor de cobre ao desenvolvimento econômico peruano, buscou-se apre- sentar os desdobramentos recentes da formação econômica peruana e a evolução das relações sino-peruanas. Verificou-se que o modelo de desenvolvimento instaurado na década de 1990 logrou a estabilidade monetária e favoreceu o crescimento da economia, principalmente em razão da ocorrência de impulsos externos. Esses impulsos externos, fundamentais em um modelo primário-exportador (Jiménez, 2001), se manifestaram especialmente na ascensão chinesa, cujo crescimento

19 Essa crescente exportação de investimentos chineses, especialmente em infraestrutu- ra, se explica, em grande parte, pela BRI, que atualmente constitui a principal iniciativa chinesa em termos de integração na Eurásia, embora não se restrinja a ela. Os investimentos externos chineses no setor de cobre peruano: (...) 123 modificou os termos de troca em favor dos países exportadores, ge- rando crescimento a partir das exportações (Medeiros e Cintra, 2015). A evolução das relações sino-peruanas ao longo do século XXI suge- re uma aproximação estratégica. O avanço nas relações bilaterais se manifesta na direção dos investimentos chineses na América do Sul, à medida em que o Peru desponta como o segundo maior receptor de investimentos chineses na região (CEPAL, 2018 b). Em termos de impactos, a avaliação foi a de que os investimentos chineses no setor de cobre proporcionaram a continuidade do cres- cimento inaugurado nos anos noventa, aprofundando-o por meio do incremento do intercâmbio comercial e de uma maior afluência de investimentos, principalmente a partir de 2007. O entendimento é de que esses investimentos favoreceram o aumento da produção de cobre e das exportações, afetando também setores como o de transportes e de construção, com implicações positivas sobre o emprego, o consumo e a arrecadação fiscal do Estado. Porém, ressalvas devem ser salientadas, dada a conformação de um cenário de excessiva dependência em relação às exportações para a China e ao ingresso de investimentos oriundos do país asiático, à me- dida em que podem comprometer a sustentabilidade do modelo de crescimento voltado ao setor externo, tornando a economia peruana vulnerável às oscilações e às instabilidades do mercado mundial. Por fim, reitera-se os desafios ao desenvolvimento econômico e social, uma vez que os empreendimentos mineiros, por vezes, podem gerar impac- tos ambientais e sociais negativos. Conforme mencionado, há projetos que encontram-se paralisados em razão de irregularidades, à exemplo dos projetos de Rio Blanco e Galeno, assim como há conflitos sociais no maior projeto cuprífero peruano (Las Bambas), que se estendem desde 2015. Esses impactos sociais e ambientais negativos, que encontram-se sob debate e que podem ser incluídos de algum modo na renovação do Acordo de Livre Comércio, devem, por meio das empresas que coorde- nam os projetos e dos órgãos governamentais, estabelecer relações de diálogo e de engajamento junto às populações locais. 124 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 89-130 / UNGARETTI - HAFFNER

Lista de Siglas

APEC – Cooperação Econômica Ásia-Pacífico

BBVA – Banco Bilbao Vizcaya Argentaria

BRI – Belt and Road Initiative

CEPAL – Comissão Econômica para América Latina e Caribe

CNPC – China National Petroleum Corporation

EIA – Estudo de Impacto Ambiental

IED – Investimento Externo Direto

IPE – Instituto Peruano de Economia

MINEM – Ministerio de Energía y Minas

MINCETUR – Ministerio de Comercio Exterior y Turismo

INEI – Instituto Nacional de Economía y Estadística

MMG – Mineral Metals Group

PEA – População Economicamente Ativa

Referências

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E AMÉRICA LATINA: ASSIMETRIAS E

AUSÊNCIA DE REDIRECIONAMENTO

RELACIONES COMERCIALES ENTRE

CHINA Y AMÉRICA LATINA: ASIMETRÍAS

Y AUSENCIA DE REDIRECCIONAMIENTO

Paula de Sousa Constante1

Fecha de recepción: 30 de abril de 2020

Fecha de aceptación: 26 de mayo de 2020

1 Doutoranda em Desenvolvimento Econômico IE/UNICAMP. Mestra em Integração Con- temporânea da América Latina pela UNILA. Bolsista CAPES. Correio eletrônico: pscons- [email protected] 132 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 131-163 / DE SOUSA CONSTANTE

RESUMO

Os estudos estão orientados a analisar a relação comercial entre Amé- rica Latina e China, após sua entrada na Organização Mundial do Co- mércio, bem como enfatizar em qual o rol de produtos se funda essa relação. Sem dúvida, a relação comercial e os investimentos estrangei- ros diretos entre estes países vêm alterando as relações e estratégias da região latino-americana. Desde o ponto de vista metodológico, utilizam- -se duas etapas complementares: uma quantitativa e outra qualitativa. Por fim, são trazidas possíveis preocupações sobre os investimentos estrangeiros diretos, o processo de reprimarização da região e a inte- gração latino-americana.

Palavras-chave: América Latina, China, comércio bilateral.

RESUMEN

Los estudios están orientados a interpretar la dinámica de las relacio- nes entre América Latina y China después de su entrada a la Organiza- ción Mundial del Comercio y a enfatizar en qué tipos de productos se basa esa relación. Indudablemente, la relación comercial y la inversión extranjera directa entre estos países viene cambiando las relaciones y estrategias de la región latinoamericana. Desde el punto de vista meto- dológico, se utilizan dos etapas complementarias: cuantitativa y cualita- tiva. Finalmente, traemos varias preocupaciones sobre las inversiones extranjeras directas, el proceso de reprimarización de la región y la integración latinoamericana.

Palabras clave: América Latina, China, comercio bilateral. Relações comerciais entre China e América Latina: (...) 133

Introdução

A confluência de distintos interesses chineses em permanecer como um novo hegemon da economia global direcionou seus olhares para a nossa região. Notícias cada vez mais recentes indicam os interesses chi- neses na região. Ao exemplo de 2015, o premiê chinês visitou inúme- ros países da América Latina, dentre eles Brasil, Colômbia, Peru, Chile e realizou diversos acordos de investimentos e mineração, cujo saldo desses acordos chegam ao patamar de US$ 53 bilhões. Destacamos tam- bém a guerra comercial entre Venezuela e Estados Unidos em 2019, na qual a China manifestou de maneira pragmática o “apoio aos esforços realizados pelo governo da Venezuela em manter a soberania, a inde- pendência e a estabilidade nacional” (BBC, 2019:1). O pronunciamento de apoio à Venezuela foi proferido pelo porta voz do Ministério das Re- lações Internacionais da China e ocorreu logo após a tentativa de golpe por parte de Juan Guaidó. Subjacente a esse posicionamento está a di- nâmica chinesa em resguardar os acordos realizados com a República Bolivariana. Recordemos que, em 2018, a China assinou 28 acordos bi- laterais com a Venezuela, bem como concedeu inúmeros empréstimos, os quais, em grande medida, são compensados com o petróleo. Mudanças passam a circundar a política socioeconômica da América Latina a partir dos anos 2000 – a chamada onda vermelha que escorre pelas veias e que transmutam o cenário de parte considerável dos paí- ses da região. Assim, o início do século XXI foi marcado pela ascensão de governos progressistas que coadunavam com anseios integracionis- tas, bem como pretendiam equalizar, e, em certa medida, banir, o ar- cabouço neoliberal. Com Evo Morales (Bolívia) se recupera o arbítrio da riqueza petroleira e do gás ao estatizá-los; Luiz Inácio Lula (Brasil) aumenta o poder de compra da classe trabalhadora e fortalece o país e a região internacionalmente; Néstor Kirchner e, posteriormente, Cris- tina Fernández de Kirchner (Argentina) contribuíram para as melho- rias e condições salariais da população e Hugo Chávez (Venezuela) que inicialmente possuía um projeto de governo reformista, porém ousou ao iniciar um processo de desmantelamento do neoliberalismo, enca- 134 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 131-163 / DE SOUSA CONSTANTE beçando a revolução bolivariana e buscando limitar a atuação dos Es- tados Unidos na região. É preciso reconhecer, entretanto, que na economia não há horizon- tes finitos e a bússola foi à direita conservadora, sobrevoando a região nesse momento, de modo que as potencialidades das políticas de finan- ceirização e da ideologia neoliberal retomam seus passos e iniciam uma onda de mecanismos de flexibilização das relações trabalhistas, reformas previdenciárias e privatizações de diversos setores funda- mentais para o desenvolvimento, redesenhando a estruturas do modo mais perverso: com o aprofundamento do processo de acumulação de capital do capitalismo. As políticas já não escondem os interesses atá- vicos da elite conservadora aliada aos interesses dos capitais externos (em especial, estadunidense), que apregoam a volta da manutenção do status quo da região. Dentro desse cenário infinito da economia está a presença chinesa na América Latina que se enraíza mais fortemente a partir do século XXI, realizando acordos bilaterais, acordos de livre comércio e investimentos estrangeiros diretos, inclusive contribuindo com o fenômeno intitula- do boom das commodities, resultado do aumento massivo de exporta- ções da região latino-americana para o país asiático. A assimetria nas trocas comerciais entre as duas regiões tem se dado, nos últimos anos, pela exportação chinesa de manufaturas que aterrissam em solo lati- no-americano e pela importação chinesa de bens primários e recursos naturais oriundos da América Latina. Nessa relação continuamos sub- servientes à exportação de bens primários de baixo valor agregado para uma “nova” potência que deslancha no processo de desenvolvimento. O escopo desse trabalho é possibilitar ferramentas que nos permi- tam conhecer a relação que a América Latina tem tido com a China. Porém é essencial reconhecer a América Latina nesse processo como um rol de países periféricos, subdesenvolvidos e dependentes com fito a analisar de maneira crítica essa relação e buscar desvelar os verda- deiros impactos para a região. Trata-se, dessa maneira, de analisar a relação entre as duas regiões dentro do marco do sistema mundial ca- pitalista, cientes do lugar latino-americano como subdesenvolvidos Relações comerciais entre China e América Latina: (...) 135 na história econômica, bem como da impossibilidade de desenvolver- -se tal como os países precursores – consoante aos ensinamentos de Furtado (1994). Por um lado, tomamos como marco temporal a entra- da da China na Organização Mundial do Comércio (OMC) e, por outro, o aprofundamento da desindustrialização e reprimarização dos paí- ses latino-americanos – o qual poderá ser visualizado através de dados gráficos. Tendo em conta as circunstâncias internas e externas especí- ficas de cada país da região latino-americana analisaremos a condição evolutiva que nos permite fazer conjecturas gerais, mas sem prejuízo de uma análise mais detalhada que leve em conta os tempos geográfi- cos, os recursos naturais, a localização geográfica e a história de cada país da América Latina.

Metodologia

Os estudos estão orientados a compreender as dinâmicas das relações entre América Latina e a China que, sem dúvida, vêm alterando as re- lações e estratégias dos países da região latino-americana. Desde o pon- to de vista metodológico são utilizadas duas etapas complementares: a quantitativa e a qualitativa. Na primeira, optamos pela revisão biblio- gráfica de autores relacionados à temática. Na segunda, utilizamos as bases de dados dos principais organismos internacionais, tais como a Organização para a Cooperação e Desenvolvimento (OCDE), Observató- rio da Complexidade Econômica (OEC), Banco de dados da China, Trad Map, Banco Mundial e, em especial, a base de dados do Centro de Estu- dos China-México (CECHIMEX) e da Red Académica de América Latina y el Caribe sobre China da Universidad Nacional Autónoma de México. Os resultados preliminares desse trabalho são fruto de uma breve instân- cia técnica realizada no CECHIMEX, sob coordenação do professor Enri- que Dussel Peters e dos recentes estudos de doutorado, em andamento. 136 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 131-163 / DE SOUSA CONSTANTE

Mirada China - América Latina

O aumento das exportações e importações entre a China e a América Latina coincide com a entrada do primeiro na OMC, resultando na in- tensificação comercial bilateral e, posteriormente, no aumento dos in- vestimentos estrangeiros diretos nos países latino-americanos. Nessa troca comercial, a América Latina, tendo recursos naturais, se destaca como fornecedora de produtos primários e manufaturas básicas (CE- PAL, 2015, 2015a), porém de baixa intensidade tecnológica e, por ou- tro lado, a China, como fornecedora produtos de alto valor agregado. Em que pese o desenvolvimento da região latino-americana, Raúl Pre- bisch (1950) já nos alertava sobre a impossibilidade de criar um cresci- mento satisfatório na região, tendo em vista a deterioração dos termos de trocas, cuja comparação, naquele momento histórico, era realizada em relação à economia dos Estados Unidos. A mesma análise pode ser feita em comparação à China nos dias atuais. Ainda que tenhamos tido uma economia crescente com o boom das commodities e com as expor- tações e importações do período, resta claro que isso não foi suficiente para o avanço de um investimento e desenvolvimento da região voca- cionados para a emancipação e construção de uma economia voltada para a intensificação tecnológica (inovação) e diversificação produtiva. A China tem mantido com a região latino-americana uma postura re- lacional “pragmática, coordenada, coerente e dinâmica de longo pra- zo” (Dussel Peters, 2015:67. Tradução livre), de expansão e ampliação de seus setores comerciais e investimentos diretos no estrangeiro. Des- tarte, o país asiático inclui outras pautas, tais como educação, cultura e ciência (Dussel Peters, 2016:9. Tradução livre), além de manter uma política pacífica diplomática e busca de apoio para o reconhecimento de uma China única e o isolamento de Taiwan. Resultado dessa rela- ção diplomática é a existência de embaixadas em 23 países da região latino-americana. Em continuidade à essa estratégia política, a China lançou, em 2018, documento intitulado “China’s Policy Paper on Latin American and Caribbean”, sinalizando o fomento ao comércio bilate- ral, investimentos na região e apregoando a existência de relações de Relações comerciais entre China e América Latina: (...) 137 cooperação igualitárias, bem como o desenvolvimento comum do aos países da região (FMPRC, 2016), destarte a realidade das relações tem apontando inúmeras assimetrias entre os polos envolvidos. A inserção da China na região da América Latina veio acompanhada por distintos acordos comerciais bilaterais, com o Brasil2 (1993), Argen- tina (2004), Venezuela (2001), México (2003), Colômbia (2012), e acor- dos de livre comércio, com Chile (2005), Peru (2008) e Costa Rica (2011). Soma-se a isso o estabelecimento da cooperação chinesa no âmbito da realização de seminários e congressos, cujo escopo também é o fortale- cimento relacional com a região latino-americana. Multilateralmente, a China tem fortalecido sua presença institucional, atuando em diver- sas instituições latino-americanas, tais como:

a) membro do Banco Interamericano de Desenvolvimento desde 2009 e do Banco de Desenvolvimento do Caribe;

b) observador da Associação Latino-Americana de Integração (ALADI) desde 1994 e da Organização dos Estados Americanos (OEA) desde 2004;

c) participante da criação do fórum Comunidade de Estados La- tino-Americanos e Caribenhos (CELAC) - China de Cooperação;

d) parceiro no Mercado Comum e Comunidade do Caribe (CARI- COM), da Comunidade Andina de Nações (CAN) e do Mercado Co- mum do Sul (MERCOSUL).

Aspecto interessante, que posteriormente será revelado nos Gráficos, é que a relação segue, ainda hoje, concentrada em determinados paí- ses da região e setores específicos de produção.

2 A China e o Brasil assinaram o Plano Decenal (2012-2021) visando o fortalecimento da relação bilateral e duplicação dos fluxos comerciais (Plano Decenal de Cooperação Bra- sil-China 2012-2021, 2016). A exemplo, em 2014, a China contribuiu para os esforços de lançamentos de satélites. 138 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 131-163 / DE SOUSA CONSTANTE

A China é hoje o maior exportador mundial e segundo maior impor- tador, sendo que, em 2017, seu valor exportado foi de US$ 2,41 trilhão de dólares e o importado, US$ 1,54 trilhão. Mesmo no cenário de que- da mundial de crescimento, com a crise de 2008, a China não arrefeceu seus motores de desenvolvimento e sua relação com a região latino-a- mericana. Mister salientar que a América Latina não é o principal só- cio da China quando mencionamos o tema da exportação chinesa para o mundo, já que o principal destino das exportações chinesas são os Es- tados Unidos (US$ 476 bilhões) e, na sequência, Hong Kong e Japão (OEC, 2019) – saliente-se que esses dois últimos países inclusive fazem parte da atual política de fortalecimento do eixo asiático para o crescimento. Quanto aos importadores dos produtos chineses quem desponta como principais sócios dos chineses são os próprios países asiáticos (Coreia do Sul e Japão) e, na sequência, os Estados Unidos. A relação comercial entre a China e os Estados Unidos é intensa politicamente - e pautada por constantes rivalidades comerciais dentro do quadro geopolítico e exercício de poder -, bem como economicamente, sendo, em certa me- dida, aspectos complementares. A partir de 2007 os dois países engen- draram-se em uma verdadeira guerra comercial, em especial ao que consiste na imposição de tarifas aos produtos comercializados entre as regiões, alterando inclusive a logística da economia mundial. Porém a retaliação entre os rivais vai muito além de tarifas, mas sim ao peri- go de ascensão chinesa na economia global3. Nesse contexto, as expor- tações de soja dos Estados para a China caíram e o Brasil se beneficiou dessa relação, todavia devido ao comportamento internacional brasi- leiro nesse âmbito e a trégua da guerra comercial sino-americana o eixo comercial soja deslocou-se novamente para as grandes potências, destarte o acirramento da guerra política com a presença da covid-19,

3 A Guerra Comercial entre os Estados Unidos e China tem início em 2017 com a entrada de Donald Trump ao poder e a reorientação da abertura da política externa. Este aponta- va o país asiático como um dos culpados pelo desemprego na região e apresentava como proposta o aumento das tarifas alfandegarias (à exemplo o aço e alumínio) com objetivo de aumentar o consumo de bens nacionais e, consequentemente aumentar o índice de emprego. Todavia a China retaliou aumentando as taxas de exportações ocasionando a denominada guerra tarifária. Relações comerciais entre China e América Latina: (...) 139 uma vez que os Estados Unidos tem classificado a enfermidade de “ví- rus chinês” (BBC, 2020:1). E qual lugar se insere a América Latina no contexto de expansão chi- nesa dos últimos anos? Interessante nos questionarmos o lugar latino- -americano no processo, as problemáticas, os enfrentamentos, desafios e possibilidades que surgem para a nossa região. Desde a entrada da China na OMC e a aceitação das regras do jogo do sistema internacional, a região latino-americana tem se tornado par- ceiro forte da China e os fluxos comerciais aumentaram cerca de vinte vezes (CEPAL, 2015). Muitos países dessa região têm também a Chi- na como principal destino de seus produtos em escalas aproximadas. A China, segundo afirma Oviedo (2006), se apresenta como um parcei- ro contributivo para o desenvolvimento dos países dessa região, porém a estratégia chinesa de ação tem sido a realização de acordos bilaterais e de livre comércio. Acredita-se que esses tipos de acordos acentuam o caráter assimétrico e proporcionam menos benefícios do que os acor- dos realizados no âmbito dos mecanismos de cooperação coletivos, os quais visam maior integração. A hipótese da integração como fundamental na realização de acordos com as grandes potências advém do papel que este possui no fortaleci- mento de uma posição no poder global (Ferrer, 2007:150), bem como da possibilidade de maior autonomia em um cenário competitivo interna- cional, diferenciando-se dos acordos bilaterais propriamente ditos que, em certa medida, fortalecem os padrões de exploração e subalterniza- ção oriundos de uma relação assimétrica de centro versus periferia. Ademais, a América Latina é parceira essencial, mas não prioritária na política internacional chinesa. Observa-se que a política expansio- nista chinesa não se detém, tão somente, à nossa região - mas se expan- diu para as demais regiões mundiais, por exemplo, a África -, em que pese a China seja o principal sócio comercial do Brasil, Chile e Argen- tina e destino essencial das exportações da Bolívia, Venezuela, Colôm- bia (Iglecias, 2015). 140 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 131-163 / DE SOUSA CONSTANTE

Evolução exportação e importação China – América Latina

As exportações e importações aumentaram consideravelmente após a entrada da China na OMC, conforme podemos observar da Tabela 1 e Gráfico 1. O comércio entre as duas regiões era incipiente, por exem- plo, em 1995, quando as exportações representavam US$ 3.124 milhões. Todavia, a partir de 2004, o valor aumentou cerca de quase seis (6) ve- zes, totalizando US$ 17.995 milhões de dólares referente. Num segun- do momento, as exportações da China para a região latino-americana passaram de US$ 9.343 milhões, em 2002, para US$ 71.018 milhões de dólares, em 2008, ou seja, cerca de quase oito (8) vezes. Todavia, nes- se segundo período há uma queda referente ao ano de 2009, reflexo da crise mundial sistêmica do capitalismo. Com relação as importações, a China é o segundo maior importador mundial e similarmente se observa uma tendência de aumento das mesmas com sua entrada na OMC: anteriormente ao seu ingresso, em 1995, suas importações perfaziam o valor de US$ 2,964 milhões de dó- lares, mas, em 2004, alcançou o valor de US$ 21.651 milhões de dólares, mantendo seu ritmo de crescimento mesmo com uma pequena queda entre 2008 e 2009. Desta maneira, a tendência de aumento percorreu todo o lapso temporal analisado, salvo breves quedas. A tendência de aumento das exportações e importações decorrente de sua entrada na OMC, algo também observado em outros países, representa seu ingres- so a economia mundial competitiva. Relações comerciais entre China e América Latina: (...) 141

Tabela 1: China - América Latina (milhões de dólares)

Período Exportação Importação

1995 3,124 2,964

2000 7,095 5,403

2001 8,143 6,685

2002 9,343 8,878

2004 17,995 21,651

2005 23,343 26,587

2006 35,622 33,999

2007 50,497 50,837

2008 71,018 71,14

2009 56,543 63,696

2010 91,274 90,407

2011 112,184 118,682

2012 134,668 124,823

2013 133,565 125,969

2014 135,217 126,659

2015 131,514 103,865

2016 114,462 101,479

2017 131,881 125,916

2018 148,988 157,102

TOTAL 1.416,476 1.366.742

Elaboração própria. Fonte: http://www.economia.unam.mx/cechimex/index.php/es/chi- na-est-esp-menu. Tabela: China: por capítulos del Sistema Armonizado (C13 e C14). 142 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 131-163 / DE SOUSA CONSTANTE

Gráfico 1

Elaboração própria. Fonte: http://www.economia.unam.mx/cechimex/index.php/es/chi- na-est-esp-menu. Tabela : China: por capítulos del Sistema Armonizado (C13 e C14).

Exportações China – América latina: manufaturas em pauta

Os dados referentes à exportação só fazem sentido para a compreen- são da realidade latino-americana quando investigamos a cesta de produtos exportados pela China à região. Antes de prosseguirmos sa- lientamos que há diferenças entre os dados do CECHIMEX, que tem como fonte a China Classification Society (CCS), e do Trade Map, todavia a diferença está dentro do patamar aceitável e caminham no mesmo sentido de expansão do índice de exportação, além de incluírem a im- portação da China em relação à América Latina no período analisado. Segundo o Trad Map, no período 2001 à 2019, os primeiros itens da pauta exportadora do país asiático para a América Latina consistem em máquinas, aparatos, materiais elétricos (tais como aparelhos de som e reprodução de imagem tais como televisão e seus componentes) e ra- diotelefonia, aparatos e artefatos mecânicos (OCE, 2019), totalizando, em 2019, cerca de US$ 640.997 milhões de dólares. Em segundo lugar, Relações comerciais entre China e América Latina: (...) 143 destacam-se as máquinas e os aparatos mecânicos, reatores nucleares e suas complementariedades, com cerca de US$ 416.975 milhões de dó- lares, em 2019 e, em terceiro, está o setor de veículos de automóveis, velocípedes e seus acessórios, alcançando US$ 99,499 milhões de dóla- res no mesmo ano. Em resumo, a exportação chinesa para a região latino-americana se pauta em produtos manufatureiros de alto valor agregado e com tec- nologia envolvida. Ponto interessante é que o produto mais exportado pelo Mundo e Estados Unidos à região latino-americana são os combus- tíveis e óleos minerais e seus produtos de destilação, bem como betu- minosas e ceras minerais; os setores prioritários exportados da China para a região latino-americana, nessa análise, se deslocam para a se- gunda e terceira posição. Geograficamente, os principais países latino-americanos que se des- tacam como receptores das exportações chinesas são o México, Brasil e Chile. Em 2014, o Brasil se destacava majoritariamente como o princi- pal destino de produtos chineses, com cerca de US$ 34.890 milhões de dólares – aumento expressivo desde 2002, quando o valor transacional foi de US$ 1.466 milhão de dólares. A partir de 2015, o México passa a ocupar posição de principal receptor das exportações chinesas, atin- gindo, em 2019, o valor de US$ 44.129 milhões de dólares. Em suma, além das exportações da China para a América Latina se pautarem por produtos manufaturados com alto valor agregado, ve- rifica-se “não há assimetria nas relações comerciais entre a China e a América Latina, o que não é surpreendente, dada a capacidade incom- parável da China de desenvolver vantagens comparativas na indústria manufatureira.” (CEPAL, 2015:24. Tradução livre). A região latino-americana faz parte do mecanismo de manutenção das altas taxas de desenvolvimento, iniciado a partir da Reforma de 1978, e pautado pelo desenvolvimento via exportação, ou seja, pela sa- ída de produtos como ferramenta de desenvolvimento e manutenção das altas taxas de crescimento. Todavia, a região não pode ser entendi- da como prioritária, tendo em vista que as exportações da China para a América Latina representam, tão somente, cerca de 6% enquanto que 144 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 131-163 / DE SOUSA CONSTANTE para os Estados Unidos, representam 20%. Ademais, Hong Kong e Ja- pão, com 11% e 6,5%, respectivamente, são os principais destinos dos produtos chineses dentro da região asiática e esta região representa cerca de 44% do total das exportações da China, sendo, dessa manei- ra, a principal região de destino exportador da nova potência (Dados disponíveis em: OEC).

Importações China – América Latina: matérias primas e recursos naturais

O salto expansionista importador chinês em relação à região pode ser explicado inicialmente pela necessidade de matérias primas e recur- sos naturais para a manutenção de suas altas taxas de crescimento e desenvolvimento. Nesse sentindo, Hiratuka (2018:1) aponta que a cor- rida chinesa por matérias primas (commodities, minerais, metálicas e energéticas) está associada ao fenômeno da rápida urbanização e in- dustrialização realizadas nas últimas décadas no país. A velocidade do desenvolvimento chinês no último período condicionou o modus operandi de diversos países, em especial da América Latina, ao colo- car a exportação de matérias primas como fator principal da balança comercial dessas regiões. Desta feita, há uma clara assimetria entre as exportações e importações na região: enquanto a China fomenta sua in- dústria inovadora, sofisticada e tecnológica (Dussel Peters, 2012) –ex- portando manufaturados e produtos com alto valor agregado– resta à região latino-americana a exportação de produtos básicos, não indus- triais e de baixo valor agregado, além de uma importação industrial crescente. Como resultado, a demanda chinesa de commodities contri- buiu para o boom das commodities em termos mundiais (Hung, 2018), bem como para o aumento dos preços, consequentemente, maiores re- tornos monetários, e para o fomento da indústria de mineração e au- mento do agronegócio. Destacamos alguns países latino-americanos para exemplificar essa tendência e a importância chinesa na região. O Brasil é o principal ex- portador da região para a China e em 2019 o valor monetário auferido Relações comerciais entre China e América Latina: (...) 145 dessa relação comercial atingiu US$ 79.203 milhões de dólares, prati- camente duplicando-se em relação ao ano de 2015 (Dados disponíveis em: ITC). Até 2018, os principais produtos brasileiros importados pelo gigante asiático eram sementes, frutos oleaginosos, plantas industriais e medicinais –a soja representava cerca de 42% das exportações nessa relação bilateral–; todavia, em 2019 os principais produtos passaram a ser minerais e metalíferos – o que, em 2018, já representavam cerca de 44% das exportações da Vale (SECEX, 2011) e, não menos importante, os combustíveis minerais, óleos e seus produtos destilados. Outro importante país da região que mantém forte relação com a Chi- na é o Chile, que tem a China como seu principal destino comercial, com uma cesta exportadora composta basicamente de minerais, cobre e manufaturas. É notadamente claro o interesse da China pelas reser- vas de cobre que o país latino possui, ao se verificar que o consumo de cobre do país asiático triplicou nos últimos anos e é essencial para a produção de bens elétricos e seus similares (Cintra, 2013:20). Além disso, a China é o maior consumidor mundial de cobre (Standard and Poor’s, 2011). O Peru destaca-se pela exportação de minerais, alimen- tos e cobre. A Venezuela representa o quinto país exportador da região para China, alcançando, em 2014, a cifra de U$S 11.320 milhões de dó- lares. Todavia, nos anos subsequentes, apresentou queda pela meta- de referente a esse valor, mas nos últimos anos tem realizado diversos acordos de cooperação e projetos relacionados à questão elétrica e pe- trolífera com o país asiático. Interessante mencionar que o Paraguai é o último na colocação de exportações à China, porém mantém fortes relações com Taiwan e é o único país de sul América a reconhecê-lo como país independente. Em resumo, as importações chinesas da região latino-americana se concentram em produtos de matérias primas, recursos minerais (pe- tróleo, minério de ferro, cobre, soja e outros metais), ou seja, de baixa sofisticação tecnológica. Assim, “a China está se tornando paulatina- mente mais e mais importante para os mercados de commodities. Seu papel no mercado e seus impactos no comércio mundial e nos preços va- riam conforme a commodity; em particular, a China tornou-se o prin- 146 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 131-163 / DE SOUSA CONSTANTE cipal importador de metais comuns e matérias-primas agrícolas, com uma menor, porém crescente, importância no mercado de alimentação e de energia” (Roache, 2012 em: Hung, 2018:10.) A América Latina, ao invés de investir no desenvolvimento voltado à inovação e tecnologia, ou numa economia diversificada aliada à uma estrutura produtiva moderna, vocacionou-se, nos últimos anos, para o processo de reprimarização. Estudos da CEPAL (2012, 2012a, 2012b) apontam a China como fator determinante desse processo em razão das exportações dos países latino-americanos estarem centradas em bens primários e recursos naturais, de modo que não contribuem para o avanço do setor tecnológico na região, ao revés promovem a especia- lização, diversamente como ocorre com outras regiões do mundo para as quais a região latino-americana exporta bens com conteúdo tecno- lógico, como por exemplo, a Argentina cujos principais produtos expor- tados são veículos, tratores, máquinas, reatores nucleares e plásticos e suas manufaturas. Neste sentido, existe um hiato assimétrico tecno- lógico das relações bilaterais entre China e a região latino-americana permitindo, dessa maneira, pouca flexibilidade e infraestrutura para se resistir perante as crises capitalistas. Além disso, a ofensiva chinesa implica em ameaça às exportações da região que contêm tecnologia, já que “95% de todas as exportações de alta tecnologia da América Lati- na estão sob ameaça da China” (Cintra, 2013:38), o que numericamen- te representa cerca de 12% de toda exportação da região. A relação comercial da China desenvolvida com a América Latina é interindustrial, diferentemente das importações chinesas com res- to do mundo, as quais são diversificadas. A título de exemplo, o item mais importado pelo país asiático mundialmente são máquinas e apa- ratos de material elétrico, bem como aparelhos de reprodução de ima- gem e televisão (OEC, 2019).

A cesta de exportação da América Latina e do Caribe para a China é muito menos sofisticada do que a cesta de exportação para o mundo. De fato, em 2013, os produtos primários representaram 73% das exportações da região para a China, contra 41% de seus envios para o mundo. Por outro Relações comerciais entre China e América Latina: (...) 147

lado, a fabricação de baixa, média e alta tecnologia representou apenas 6% das exportações para a China, contra 42% dos embarques para o mundo. O oposto ocorre no caso das importações: embora os fabricantes de baixa, média e alta tecnologia representassem 91% das importações regionais da China em 2013, eles representavam apenas 69% das importações do mundo (CEPAL, 2015:29, grifos nossos).

A América Latina é um dos lugares que o vento asiático chega rápido e entrelaça-a nas transformações ocorridas nos últimos anos. Esses ventos nos trazem manufaturas tecnológicas – mencionadas no item “Exporta- ção China – América Latina: manufaturas em pauta” – e levam matérias primas e bens primários, cooperando com o processo de reprimarização e desindustrialização ocorrido nos últimos anos na região. Em síntese, há centralização e ausência de diversificação na pauta exportadora da região latino-americana e, embora a China não seja o único fator causa- dor do processo de reprimarização, ela influenciou sobremaneira para o fenômeno do boom das commodities no mundo e na região.

Algumas inquietações necessárias

A América Latina é palco de constantes transformações, golpes, vitó- rias, avanços, retrocessos e intervenção estadunidense desde a Doutrina Monroe e, recentemente, o novo programa “Growth in the Americas”, que tem como objetivo realizar “uma abordagem inovadora das regras do governo para apoiar o desenvolvimento econômico, catalisando os investimentos do setor privado em projetos de energia e infraestrutura na América Latina e no Caribe” (Estados Unidos, 2019. Tradução livre)”. Economicamente, os olhares chineses também se direcionam para a região latina e mantêm as relações comerciais com a região. Além disso, a partir de 2009, outro setor que aumentou a participação na região são os investimentos estrangeiros diretos, totalizando até 2018 cerca de 19 transações. Acreditamos que algumas preocupações devem ser expostas para que possamos refletir sobre as relações comerciais entre China e América Latina com fulcro de fortalecer o debate crítico 148 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 131-163 / DE SOUSA CONSTANTE e epistemológico da região latino-americana e compreender seu papel nessa relação desde uma mirada da periferia mundial.

Investimento estrangeiro direto direcionado

Os Investimentos Estrangeiros Diretos (IED) da China em relação à Amé- rica Latina ganharam relevância a partir de 2009 (Hiratuka et al, 2016) e são impulsionados pelo processo de internacionalização das empresas chinesas direcionadas pela atuação estatal e que visa promover o desen- volvimento nacional. É uma ferramenta de acesso as matérias primas e novos mercados consumidores para os seus produtos manufaturados (Hiratuka, 2018:13). Em estudo recente, Dussel Peters (2014), no trabalho intitulado “La inversión extranjera directa de China em América Latina: 10 estudios de caso”, realizou uma análise microeconômica do IED na região latino-americana e seus possíveis impactos. O estudo conclui que o IED na região se concentra nas áreas de mineração e energia. Em alinhamento ao comércio bilateral apresentamos os dados refe- rentes ao IED de 2001 até 2018, não diferenciando fusões e aquisições. Metodologicamente, utilizamos como fonte de dados o Monitor do IED China na América Latina e Caribe (Monitor), realizado pela Red Acadé- mica de América Latina y el Caribe sobre China (Red ALC-CHINA), uma vez que possui atualmente as informações atualizadas e por agregar - além de dados - notícias e informações de pesquisadores e empresários com fulcro a manter a alta qualidade dos dados. Ademais, há enorme discrepância entre os dados da Conferência das Nações Unidas sobre Comércio e Desenvolvimento (UNCTAD), do Fundo Monetário interna- cional, da OCDE, das instituições nacionais como o Ministério do Co- mércio de China e do meio empresarial. Observemos a tabela abaixo: Relações comerciais entre China e América Latina: (...) 149

Tabela 2: IED CHINA- AMERICA LATINA (2001- 2018)

Período Transações IED (milhões de dólares)

2001-2005 16 4,444

2006-2009 58 15,825

2010-2016 238 101,429

2001-2016 402 121,698

2015 35 10,182

2016 38 15,879

2017 59 12,018

2018 46 8,203

TOTAL 289,678

Elaboração própria. Fonte Monitor de la OFDI de China en ALC (2019)

Dos dados apresentados nota-se uma tendência de aumento de IED na região latino-americana após 2009, totalizando, entre 2010 e 2016, 238 transações. Grandes projetos foram realizados nesse período e estiveram concentrados em três companhias energéticas chinesas: China National Petroleum Corporation (em Cuba), China National Offshore Oil Corpora- tion (na Argentina) e China Petroleum e Chemical Coorporation (no Bra- sil) (Hiratuka, 2018:14). Em continuidade, Hiratuka (2018:16) dispõe:

(...) estiveram acompanhados pelo aumento dos financiamentos dos Bancos de Desenvolvimento Chineses, em especial do China Development Bank e do China Ex-Im Bank. As informações compiladas pela China-Latin Ameri- ca Finance Database registram um valor acumulado US$ 141 bilhões pelos dois bancos chineses entre 2005 e 2016. De acordo com Gallagher (2016) as operações dos bancos chineses operam em setores complementares aos financiadores tradicionais, como a Banco Mundial e o BID, por estarem mais focados em grandes projetos no setor extrativo e de infraestrutura. 150 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 131-163 / DE SOUSA CONSTANTE

Grande parte destes financiamentos estiveram associados a garantias de fornecimento de petróleo e tem características diferentes em relação às fontes tradicionais, por carregarem menos condicionalidades em termos de reformas políticas nos empréstimos, embora em muitos caso exista um “entendimento tácito” de que parte dos recursos dos projetos devem envolver empresas chinesas ou importações de fornecedores chineses.

Ainda que a América Latina seja receptora de IED, isso não pode ser comparado aos investimentos realizados pela China na região asiática e que resultam em uma articulação produtiva, com isso fomentando o desenvolvimento. Os fluxos no continente asiáticos giram em torno de 70% do valor total e na América Latina e Caribe, em torno de 13%; por último, os fluxos da África e Oceania giram em torno de 3,5% e 3,2%, respectivamente (Recaj, 2017:9). A expansão dos investimentos chineses, assim como de seu comér- cio são crescentes em todo mundo e isso inclui evidentemente a região latino-americana como receptora de investimentos, seja pela ques- tão estratégica chinesa de expansão do poder quanto pela possibilida- de de acesso aos recursos naturais e matérias primas da nossa região. Em grande medida é o Estado chinês realizando ou fomentando IED na região latino-americana, ou melhor, tendo papel de agente substan- cial e poderoso nessa relação (Dussel Peters, 2015), enquanto no âmbi- to da América Latina encontramos Estados cada vez mais fragilizados e menos nacionalistas e que em grande medida realizaram ondas de privatizações a partir da década de 1980. Em que pese essas ondas se- rem seguidas de um respiro no início do século XXI, atualmente per- manecem diatópicamente, frente ao desenvolvimento da região, como é o caso do Brasil. Geograficamente, o IED se concentra no Brasil e na Argentina, e sua composição é majoritariamente dirigida ao setor dos recursos naturais – em cerca de 90% (CEPAL, 2015:38).

Na extração de petróleo e gás, a China está entre os investidores estran- geiros mais importantes da Argentina, Brasil, Colômbia, Equador, Peru e Venezuela (República Bolivariana da). Na mineração, a China concentrou Relações comerciais entre China e América Latina: (...) 151

seus investimentos no Peru e, em menor grau, no Brasil. Fora dos recursos naturais, sua presença mais importante é no Brasil, onde existem várias empresas manufatureiras e pelo menos uma grande empresa de eletrici- dade. Por outro lado, ainda existem vários países que ainda não atraíram investimentos estrangeiros diretos significativos da China, como Chile e México. (CEPAL, 2015: 38)

Interessante observar que mesmo em um cenário de guerra comercial com os Estados Unidos e frente à crise de 2008, bem como à queda de IED global, no caso da América Latina houve um aumento considerável de 16% no ano de 2019 com relação ao IED proveniente do país asiático (Dussel Peters, 2020:2). É preocupante a ausência de um planejamento claro e direcionado face aos investimentos realizados e a uma tratativa mais nacional com o fito de resguardar os recursos naturais e matérias primas latino-americanos. Em outras palavras, quanto à ausência de planos de aproveitamento dos investimentos e da infraestrutura reali- zados pelo país asiático como propulsor, se possível, do desenvolvimen- to dos países da região latino-americana. No caso específico do Brasil há um alinhamento direto com os Estados Unidos, o que tem ocasiona- do comportamento internacional oscilante e uma postura claramente neoliberal em todas as esferas.

Reprimarização e assimetrias

O processo de reprimarização da economia latino-americana, a julgar por sua pauta exportadora, é evidente nos últimos anos. Apontamos a China como um dos fatores contributivos, todavia há outros condicio- nantes que não mencionaremos por ora. A crescente demanda por pro- dutos primários latino-americanos tem contribuído para incrementar o padrão de especialização produtiva na região. Subserviente à exporta- ção de produtos com baixo valor agregado e que não contribuem para o desenvolvimento econômico (aumento da capacidade produtiva), aliada a uma elite não nacionalista e rentista, a região asiática encontrou um grande “parceiro” exportador. 152 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 131-163 / DE SOUSA CONSTANTE

De acordo com o Gráfico 2, observa-se a tendência de aumento das importações pela China dos produtos da América Latina. Também, mostra a evolução da exportação de produtos selecionados da América Latina para a China, com base na importância na pauta exportadora do gigante asiático. Desta feita, de 1995 a 2018, verifica-se um crescimen- to vertiginoso e, em especial, dos setores de minerais e combustíveis.

Gráfico 2

Elaboração própria. Fonte: http://www.economia.unam.mx/cechimex/index.php/es/chi- na-est-esp-menu. Tabela : China: por capítulos del Sistema Armonizado (C13 e C14).

Conforme mostra Gráfico 3, a seguir, em 2018, cerca de 80% das expor- tações da América Latina para a China correspondiam aos produtos primários (sementes, minerais, combustíveis, carne e cobre). Também, infere-se que os outros produtos exportados, fruto dessa relação comer- cial, correspondem atualmente a cerca de 20%, todavia em 1995 repre- sentavam ao redor de 80%. Os países da região, banhados pela ideologia neoliberal, têm diminuído a capacidade de coordenar ações eficazes para o desenvolvimento de sua capacidade produtiva e se atolam cada vez mais na especialização dos produtos primários, corroborando os ensinamentos de Furtado (1994). Relações comerciais entre China e América Latina: (...) 153

Gráfico 3

Elaboração própria. Fonte: http://www.economia.unam.mx/cechimex/index.php/es/chi- na-est-esp-menu. Tabela : China: por capítulos del Sistema Armonizado (C13 e C14).

A grande diferença ocorrida na relação da América Latina com a Chi- na é que diferentemente das exportações latino-americanas para outras regiões, tais como Estados Unidos, Europa e membros do MERCOSUL, não há fomento da exportação de bens com alta tecnologia envolvida. Soma-se a isso o alto poder de concorrência dos produtos chineses ao ingressar no mercado consumidor latino-americano. Não se encon- tram barreiras de entrada suficientes, capazes de proteger a região da concorrência chinesa e resguardar a indústria nacional, bem como de ampliar o desenvolvimento tecnológico dos produtos latino-america- nos. Isso tem ocasionado, por exemplo, queda da participação do se- tor industrial na economia, que a exemplo do Brasil, representava, em 1970, 25% do Produto Interno Bruto (PIB), mas que, em 2016, caiu para 14% (Corsi et al, 2019:175). 154 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 131-163 / DE SOUSA CONSTANTE

Desintegração ou Integração Latino‑americana: incertezas no devir

A integração tem múltiplos sentidos. Dentre as diversas multiplicida- des há integração social, política, cultural e comercial. Vários têm sido os esforços de integração, em especial no que concerne à integração comercial do fator capital. Galeano (2019:356) em sua obra “As veias abertas da América Latina” nos brinda com uma análise perfeita des- se processo longo e árduo, visto que, segundo ele, “empobrecidos, isola- dos, descapitalizados e com gravíssimos problemas de estrutura dentro de cada fronteira” –reconhecida a heterogeneidade estrutural da Amé- rica latina– “os países latino-americanos abrandam progressivamente suas barreiras econômicas, financeiras e fiscais para os monopólios, que ainda estrangulam cada país em separado”. A América Latina se encontra de braços abertos ao inimigo capital na maioria dos tempos, ainda que existam forças resistentes ao processo. A cooperação, segundo Granato (2014:24-27), tem como fator crucial o interesse nacional forte e que propõe fortalecer as economias dos países cooperantes na esfera internacional. Dessa forma, consiste em uma possibilidade/saída quanto à condição periférica da América La- tina e sua relação subserviente, em especial, com a China. Nesse sen- tido, esse instituto funcionaria como ferramenta de aumento do poder de barganha no cenário internacional, bem como de melhores direcio- namentos dos investimentos e projetos de infraestrutura realizados na região. Diminuidora de assimetrias face aos acordos internacionais, e como defende Lima et al (2005:3), a integração é uma âncora e “defesa dos países frente a um processo histórico poderoso do qual não podem fugir, senão apenas buscar uma melhor adaptação (...)”, já que reunidos “suavizam suas vulnerabilidades”. Soma-se a isso a perspectiva que in- clui a integração regional como instrumento de reversão do “estado de periferismo”, conforme afirma Ferrer (2007:15), sob a visão de que “A integração é útil como um instrumento para os países promoverem seu desenvolvimento nacional e fortalecerem sua posição no cenário glo- bal” e de que “a integração é condicionada pelas diferentes estratégias Relações comerciais entre China e América Latina: (...) 155 dos países em relação à sua inserção no resto do mundo”. Advogamos, porém, no sentido da “reformulação do Mercosul e da Unasul [União de Nações Sul-americanas]4 (Granato, 2014:98) como política de Estado –ainda que no cenário atual os blocos estejam não coesos, em especial, com o anúncio de saída da Argentina–, pois pilares fundamentais para “obter respostas a partir de um enfoque que incorpore os principais postulados do pensamento latino-americano de integração” e especi- ficamente na proposição de estratégias de integração com a China, vi- sando avigorar a competividade e a diversificação da região. À medida que a economia da região latino-americana vai se desin- tegrando em seu processo de integração com ênfase na “industrializa- ção e no progresso técnico” (Severo, 2015:120), bem como aumentando o hiato face ao desenvolvimento mundial, a China tem fomentado par- cerias de integração asiática e realizado inúmeros acordos bilaterais na nossa região. Se, em meados do século XXI, com a onda progressista na América Latina, esta região teve pautas governamentais de fortale- cimento dos blocos regionais e os acordos bilaterais sul-sul, consolidan- do uma postura mais ofensiva frente ao imperialismo norte americano e à inserção periférica, hoje, o momento que se apresenta é do avanço das forças conservadoras e contra ofensiva imperial, as quais atacam a região com as ferramentas de sucateamento de suas forças produtivas. Como consequência, observa-se o enfraquecimento da integração re- gional, com a saída recente do Brasil, Argentina, Chile, Colômbia, Peru e Paraguai da UNASUL –criada para promover a integração dos países do Sul–, em especial, quanto aos setores de desenvolvimento, defesa, infraestrutura, educação, ciência e tecnologia e outros. Os interesses nacionais, como salientado inicialmente, são determinantes para a re- alização da cooperação/integração.

4 O tratado fundacional da UNASUL versa sobre a necessária e urgente integração dos países da região para galgar caminhos em direção do desenvolvimento e para as melho- rias das condições dos povos e sanar com os grandes desafios, quais sejam a desigualda- de social e a pobreza. Aposta na integração e o fortalecimento do multilateralismo como forma de desenvolver e avançar rumo à mudança social. Os princípios fundacionais são: irrestrito respeito à soberania, integridade e inviolabilidade territorial dos Estados; auto- determinação dos povos; solidariedade; cooperação; paz; democracia, participação cidadã e pluralismo; direitos humanos universais, indivisíveis e interdependentes; redução das assimetrias e harmonia com a natureza para um desenvolvimento sustentável. 156 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 131-163 / DE SOUSA CONSTANTE

Não se pode afirmar se a China contribuiu ou não para o recente pro- cesso de desintegração da região, pois há limites externos e internos que nos condicionam. Quanto ao aspectos externos se sobressaem “a ambi- ção das corporações estadunidenses de ocupar o conjunto do mercado do continente americano a fim de usá-los como plataforma na sua dis- puta internacional” (Souza, 2008:197) e, consequentemente efetivando a tão sonhada Doutrina Monroe na região, bem como inúmeras estra- tégias de desmonte das tentativas de integração da América do Sul e da América Latina e Caribe. Soma-se a isso o árduo trabalho que os Esta- dos Unidos tem realizado para extinguir as iniciativas de integração e desenvolvimento autônomo da região, a exemplo de sua estratégia de realização de acordos bilaterais com os membros do MERCOSUL (Sou- za, 2009:200), mas, também, a estratégia recentemente utilizada pela China, a qual, diante da ausência de mecanismos coletivos de coopera- ção, nos coloca com menor poder de negociação e autonomia. Com relação aos aspectos internos existem como entrave ao processo de integração” a) os conflitos entre os interesses empresariais dos dis- tintos países do bloco, sobretudo entre Brasil e Argentina, e b) a acen- tuada desigualdade quanto aos níveis de desenvolvimento dos países da região” (Souza, 2009:200). A China integra o projeto de integração asiática, porém a relação que ela assume com a América Latina é ti- picamente uma relação centro versus periferia, posto que, apesar da postura de cooperação multilateral que assume nos debates interna- cionais com a região latino-americana, não tem direcionado esforços de cooperação tecnológica e industrial que beneficiariam o desenvol- vimento da região latino-americana.

Considerações Finais

A relação comercial entre China e América Latina é assimétrica, com um grande hiato tecnológico e de poder de barganha nos acordos bila- terais. A China é pragmática e planejada. A América latina se encontra sob os holofotes do neoliberalismo e desmantelamento das políticas pro- gressistas implementadas pelos governos da primeira década do século Relações comerciais entre China e América Latina: (...) 157

XXI. A grande diferença da América Latina é a ausência de planejamento central, orientado, planejado e organizado para o desenvolvimento, em outras palavras, a ausência de uma política de Estado, e não de governo. A aproximação chinesa com a região é majoritariamente comercial e a partir de 2009 temos o IED. Dessa forma, a exportação da China à região é composta por uma cesta de manufaturados de alto valor agre- gado e tecnologia sofisticada. Destarte, a exportação da China à Amé- rica Latina e Caribe focaliza-se, em grande medida, em maquinários referente a sons e imagem e aparatos nucleares e, em alguns casos, se- tor automobilístico. Quanto à importação da China em relação à região latino-americana, o Brasil é o principal país exportador, seguido pe- los Estados Unidos e Argentina. Essencialmente, a importação chine- sa de produtos da região centraliza-se na cesta de recursos naturais e matérias primas, essenciais para a manutenção do rápido crescimen- to econômico do país e seu desenvolvimento – tendo a rápida urbani- zação, um dos fatores. A demanda chinesa por commodities contribuiu para o boom das commodites ocorridos na região latino-americana e no mundo, bem como está aliada ao fomento da indústria de minera- ção e o agronegócio. Entretanto, frise-se que o país asiático também tem se aproximado multilateralmente da região, participando, por exemplo, como mem- bro do Banco Interamericano de Desenvolvimento (BID) e parceiros do MERCOSUL. Além disso, a China tem metas claras até 2025, por meio do plano Made in China, ao passo que o Brasil, por exemplo, segue des- governado com o atual governo de Jair Bolsonaro e se alinhando no- vamente aos anseios imperialistas estadunidenses. Há especificidades em cada país da região latino-americana, porém os olhos certeiros es- tadunidenses, e sua intervenção nessa região, representam uma linha comum ao longo dos anos. Soma-se a isso a pouca diversidade econô- mica, baixa flexibilidade, débil infraestrutura e ausência de condições presentes na região latino-americana, para lidar com a crise que asso- la o sistema capitalista no momento. Dessa maneira, se, por um lado, a China realiza acordos bilaterais com a região e isso é uma práxis, ao menos a América Latina deveria 158 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 131-163 / DE SOUSA CONSTANTE ter um plano claro de aproveitamento dos investimentos e obras de in- fraestrutura a serem realizados na região para que estes pudessem, no longo prazo, contribuir para a integração da região sob diversos fato- res, dentre eles integração da mobilidade dos fatores de produção. Em outras palavras, tendo em vista as grandes debilidades da integração de infraestrutura na região, poderíamos utilizar o advento dos ven- tos asiáticos ao nosso favor, porém acreditamos que seja necessário: a) a criação de uma estratégia clara de desenvolvimento como políti- ca de Estado, e não de Governo, em cada país da região; b) a ênfase na questão de transferência tecnológica e diversificação da economia; c) o redirecionamento das atividades comerciais; c) o fortalecimento das estratégias de integração em diversos âmbitos. Por fim, esse é o um lon- go caminho que deverá ser tratado pelos países latino-americanos, se quiserem avançar rumo ao desenvolvimento.

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RELATOS DE VIAJE A LA CHINA

SOCIALISTA. UNA RELECTURA

DE TESTIMONIOS DE VIAJEROS

ARGENTINOS EN LOS AÑOS ´50

HISTÓRIAS DE VIAGEM À CHINA

SOCIALISTA. UMA RELEITURA

DE TESTEMUNHOS DE VIAJANTES

ARGENTINOS NA DÉCADA DE 1950

Brenda Rupar1

Fecha de recepción: 30 de abril de 2020

Fecha de aceptación: 15 de junio de 2020

1 Doctora en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Becaria Postdoctoral CONICET. Mestre em História por la Universidade Fe- deral Fluminense (UFF), Brasil. Profesora en la Universidad de Quilmes y la Universidad de Buenos Aires. Correo electrónico: [email protected] 166 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 165-181 / RUPAR

RESUMEN

En el presente artículo proponemos abordar los viajes de argentinos a la República Popular China desde una perspectiva multidimensional. A través de testimonios de viaje publicados nos proponemos adentrarnos a los temas, las reflexiones y los intereses que revelaban los viajeros. Nos centraremos en el establecimiento de comparaciones y paralelismos (reales o “alegadas”) entre la “vieja” China y América Latina. Considera- mos que dichas imágenes y una singular apropiación de categorías, se fundieron con la propia realidad argentina y facilitaron la incidencia del maoísmo como corriente política en dicho país.

Palabras clave: viajeros, China-Argentina, semejanzas.

RESUMO

No presente artigo nos propomos abordar as primeiras viagens dos ar- gentinos à República Popular da China a partir de uma perspectiva multidimensional. Através de testemunhas de viagem publicadas vi- saremos aprofundar nos temas, reflexões e interesses revelados pelos viajantes. O foco da análise será o estabelecimento de comparações e paralelismos (reais ou não) entre a “velha” China e a América Latina. Consideramos que tais imagens e categorias dialogaram com a própria realidade argentina e facilitaram a incidência do maoísmo como cor- rente política naquele país.

Palavras chave: viagens, China- Argentina, semelhanças. Relatos de viaje a la China socialista. (...) 167

Introducción

Hace setenta años, en octubre de 1949, se proclamaba la República Po- pular China. Mao Tse Tung y el Partido Comunista de China se propo- nían el inicio de una transformación radical de la China de ese entonces, caracterizada como semi-feudal y semi-colonial. El mapa de la Guerra Fría se alteraba sustancialmente con el cambio de signo del país más poblado del planeta. Junto con las transformaciones al interior del país, otro desafío con- sistía en las posiciones que tomasen otros líderes y Estados con respec- to al hecho. En cuanto a los vínculos con otros países, en la Proclama lanzada el mismo 1° de octubre, el gobierno chino afirmaba que “es- taba preparado para establecer relaciones diplomáticas con cualquier gobierno dispuesto a observar los principios de igualdad, mutuo be- neficio y mutuo respeto de integridad territorial y soberanía” (Mao, 1988a:89). Al mismo tiempo, se exigiría la ruptura de relaciones con el Guomindang (partido nacionalista chino derrotado) que operaba des- de Taiwán (Mao, 1988b:90). Argentina, al igual que el conjunto de países latinoamericanos, no reconoció al nuevo Estado y su gobierno pequinés. En ello se conjuga- ban los reparos político-ideológicos de los gobernantes y el impacto que podría tener en un subcontinente fuertemente tutelado por los Esta- dos Unidos de América. No obstante, la inexistencia de vínculos formales a nivel estatal, los lazos entre ambos países reconocieron una notable fluidez que se valió de diversos recursos y herramientas. Además de las relaciones comer- ciales, que no serán objeto de análisis en el presente trabajo, existie- ron múltiples instrumentos que atañen a la difusión, conocimiento e intercambio cultural. Entre ellos se encuentran la traducción de li- bros y textos a través del sello Ediciones Lenguas Extranjeras, la publi- cación de Pekin Review y luego la versión castellana Pekin Informa, las emisiones radiales de Radio Pekin y, finalmente, la circulación de con- tingentes de personas. Este conjunto se inscribe en una serie de estra- tegias que dieron lugar a la denominada “Diplomacia entre pueblos” 168 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 165-181 / RUPAR que practicó el gobierno chino en paralelo a las relaciones estatales o frente al no reconocimiento de la República Popular, como sucedió en América Latina por décadas. Argentina asistió a un notable intercambio de contingentes, que en otro trabajo sistematizamos, periodizamos y analizamos (Rupar, 2020). De un inicio signado por personalidades de la intelectualidad y la cul- tura, en 1960 se asistió a una ampliación a militantes y representantes políticos de diversas organizaciones, amén de las propiamente maoís- tas. En dicho escrito también sostuvimos que tales viajes cumplieron un triple rol en lo que respecta al nuestro país: fueron un anteceden- te en las relaciones con la República Popular China y el Partido Comu- nista de China (PCCh), dieron impulso a la corriente maoísta local una vez constituida y constituyeron una base fundamental para la confor- mación de una influencia que trascendió a las organizaciones que se inscribían en dicha corriente. Diversos testimonios dieron cuenta de las visitas a China. Además de difundir la experiencia y ganar simpatías en términos generales, al regreso de varios de los viajes se conformaron instituciones de in- tercambio o publicaciones que visaron aproximar los vínculos entre ambos países. En el presente artículo nos proponemos abordar los escritos publi- cados por un conjunto de viajeros2 que visitaron la República Popular China en la década de 1950: “Todos los hombres son hermanos”, de Raúl González Tuñón (1954), “Lo que sabemos hablamos…” de María Rosa Oliver y Norberto Frontini (1955) y “600 millones y uno”, de Bernardo Kordon (1958). Del conjunto de la obra, nos centraremos en uno de los aspectos que encontramos se reiteran en dichos testimonios de viaje: la comparación entre China y Argentina. Creemos que una revisita so- bre la problemática nos permitirá una lectura más compleja acerca tan-

2 Aquí utilizaremos el concepto de “viajero” para remitirnos indistintamente a lo que Ho- llander agrupa en peregrino político (“se consagra de una manera fervorosa y consciente a los valores políticos que supone encarnados en el país que visita”) y turista político (según Saítta, se caracterizaría por adherir a los principios ideológicos del país al que arriba) y Víc- tor Seagalen, quien dentro de las narraciones de los viajes diferencia entre el viajero éxota (que goza de la diferencia de lo que conoce) y el seudoéxota (que se funde con su objeto). Relatos de viaje a la China socialista. (...) 169 to de la intencionalidad china de estrechar los lazos como de la de los viajeros argentinos de encontrar respuestas a las inquietudes que los habían dislocado hasta el extremo geográfico y cultural del planeta.3 Tales escritos –o varios de sus elementos– han merecido la atención y análisis en tanto género literario en sí (Saítta, 2007; Hubert, 2017; Co- lombi 2010). Si bien otros trabajos (Hubert, 2017) han retomado esta tríada por tratarse tanto de los casos pioneros como paradigmáticos del establecimiento de estos vínculos, la pregunta y la perspectiva con las que los abordaremos no ha sido abordada hasta el momento. Reco- nocemos en dichos antecedentes el aporte para pensar lo específico de los viajes, la espacialidad, la noción de “lugar” y el carácter y caracte- rísticas del viajero y de trabajar dicha literatura en la propia herme- néutica que ofrece. Tales interpretaciones ofrecen un amplio abanico de posibilidades de análisis. Nuestra intención en esta primera aproxi- mación es introducir, sin negarlos, un aspecto de la dimensión histórica que al mismo tiempo excede y atraviesa dichas variables. El paralelis- mo enunciado (real o construido) vincula países, situaciones y tiempos históricos narrados bajo el formato “pasado/presente” que nos habilitan a problematizar los elementos de la historia social, económica y políti- ca de los enunciantes y su lugar de procedencia. De algún modo y vin- culado a la literatura especializada, nos permiten incluirlo en el vasto campo de estudios que se ha abocado a estudiar la historia argentina de la segunda mitad del siglo XX.

Las delegaciones

La investigadora Silvia Saítta afirma en su célebre libro “Hacia la re- volución. Viajeros argentinos de izquierda”, que “la revolución, además de un hecho político, social o cultural, se convierte en un lugar deter- minado en el mapa. A partir de la Revolución Rusa de 1917, la noción misma de revolución se espacializa” (Saítta, 2007:11). Dicha asevera- ción se constata también para el caso de la Revolución China. A partir

3 Tal problemática no se agota en estos tres casos seleccionados, pero consideramos que son suficientes para el planteo que nos proponemos desarrollar. 170 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 165-181 / RUPAR de su triunfo en octubre de 1949, el gobierno chino lanzó una campa- ña de conocimiento y difusión de su proyecto, para rodear de solida- ridad a una República Popular no reconocida por fuera de los países socialistas.4 El conjunto de la literatura especializada en el estudio de la diplomacia de la República Popular China ha denominado a esta po- lítica como “Diplomacia entre pueblos”, traducción de Renwen Waijiao, el nombre en idioma chino. La misma ha caracterizado fuertemente la década de 1950 y, con modificaciones, la de 1960. Tales viajes aparecen necesariamente como una herencia de la práctica soviética de Diplo- macia Cultural, nombre con el que también se ha denominado a esta circulación de delegaciones (Hubert, 2017:337). Tales periplos se diferencian de los viajes y desplazamientos en ge- neral, pues revisten una especificidad en su tipo. Según Silvia Saítta, “el viaje a la Unión Soviética inaugura una nueva forma de viajar por- que a través del viaje se ‘realiza un modelo’ […] el viaje a la revolución convierte al viajero en espectador de un experimento que se ha cum- plido” (Saííta, 2007:17-18). Si bien aún no ha habido estudios que com- paren ambas experiencias, daría la pauta de que los viajes a China, al menos hasta 1960, replican gran parte de la estructura diseñada por la URSS (a saber, una recorrida guiada por las experiencias que mejor expresarían los avances de la experiencia socialista). En ese momento, el grueso de las y los invitados formaban parte de la intelectualidad y/o la cultura de sus países y, en gran parte de los casos, el viaje aparecía facilitado a través del comunismo local o los vínculos internacionales mediados por estos (Hubert, 2017:339).5 La creciente confrontación con el Partido Comunista de la Unión Soviética, que aca- bó con la ruptura de relaciones y la división del Movimiento Comunis-

4 Según Xu Shicheng, “entre 1950 y 1959, visitaron el país unas 1.200 personalidades provenientes de 19 naciones de América Latina, y China envió a la región 16 grupos de ar- tistas, delegaciones sindicales y comerciales” (Xu Shicheng, 2006:103). Entre 1959 y 1960, habrían sido 200 delegaciones de 21 países, 90 entre 1961 y 1962 y 105 en el período 1963- 1964 (Toledo Bruckmann, 2015:3). Si bien acotados a una región, los números dan cuenta de una fecunda organización de delegaciones de todas partes del mundo. 5 Entrevista a Isidoro Gilbert, ex militante del Partido Comunista Argentino. Respon- sable de la agencia de noticias TASS, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 31 de agosto de 2017. Entrevistadora: Brenda Rupar. Relatos de viaje a la China socialista. (...) 171 ta Internacional (MCI), incidieron también en este tipo de actividad.6 Por un lado, el gobierno chino debió prescindir absolutamente de cual- quier tipo de asistencia o mediación soviética. En relación con ello (la ruptura, la disputa por los vínculos y los análisis y la búsqueda de nue- vas alianzas), las invitaciones se ampliaron y diversificaron a diferen- tes militantes y personalidades. Asimismo, aparecieron en esta década (desde 1962) los viajes de las fuerzas y organizaciones propiamente maoístas. Finalmente, las repercusiones también se manifestaron en un incremento de cursos y materiales de formación y educación, ele- mento poco presente o sistematizado en los relatos de los años previos. Los viajes de González Tuñón, Oliver y Frontini y Kordon que pro- ponemos abordar, se inscriben en el primer momento de los vínculos. Raúl González Tuñón fue un poeta, periodista y militante comunis- ta nacido en Buenos Aires en 19057. En 1953-1954 realizó un viaje por distintas ciudades de cuatro países “socialistas en tránsito al comu- nismo y de democracia popular en tránsito al socialismo”8. La delega- ción de la que formó parte fue recibida por miembros del Comité del Pueblo Chino para la Defensa de la Paz, aunque parte del recorrido lo realizó con José Venturelli, pintor chileno que estaba desde hacía seis meses residiendo allí con su familia.9 Bajo el título “Todos los hombres del mundo son hermanos”, nombre de un clásico de la literatura chi- na del siglo XIV que resignificó a partir de la recorrida, fue el primero en editar sus impresiones de viaje, en 1954. El texto se organiza sobre

6 Para una profundización acerca de la confrontación con la URSS, la ruptura en el seno del movimiento Comunista Internacional y la emergencia del maoísmo como una corriente política diferenciada, remitimos a nuestro trabajo (Rupar, 2018). 7 Para un desarrollo más exhaustivo de la vida y obra de Raúl González Tuñón, remiti- mos a Tarcus, Horacio (2007). 8 Se refiere así para denominar a la Unión Soviética, China, Checoslovaquia y Polonia. (Raúl González Tuñón, 1954:11). 9 La figura de José Venturelli es nodal en el entramado de vínculos entre China y Amé- rica Latina. Habiendo viajado por primera vez en 1952, luego decidió mudarse allí con su familia. Su esposa fue la primera docente del idioma español en la Escuela para Lenguas Extranjeras y él tuvo como tareas la creación del Instituto de Cultura Chileno-Chino en Santiago (1953), a través del cual viajaron por ejemplo Pablo Neruda y Salvador Allende, y luego fue nombrado Secretario General del Movimiento Mundial por la Paz para Asia-Pa- cífico. Su nombre aparece mencionado en relatos de viajes de diferentes personalidades del arte, la cultura y la intelectualidad latinoamericana. 172 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 165-181 / RUPAR todo a partir de las ciudades que visitó y luego fue intercalando subtí- tulos con episodios o imágenes literarias que le dispararon el recorrido. María Rosa Oliver fue una escritora nacida en 1898 en el seno de una familia de la oligarquía argentina. Parte de la elite intelectual de la dé- cada de 1930, también se ligó al comunismo argentino a partir de su participación en las organizaciones antifascistas. Su prolífera vida po- lítica la vinculó tanto con Nelson Rockefeller como con el Che Guevara, y en 1958 recibió el Premio Lenin de la Paz. Según Adriana Petra, “este transcurrir por la política a través del mundo de la cultura (...), organi- zado bajo el prisma de una sociabilidad aristocrática, letrada y cosmo- polita, pero no exenta de compromisos cívicos, le permitió a María Rosa Oliver convertirse en una figura clave para el perseguido comunismo latinoamericano durante los años 50 y parte de los 60” (Petra, 2017:57). Su viaje a China se produjo en 1953 tras su paso por el Congreso Mun- dial por la Paz, del cual participó como delegada junto con otras perso- nas. Allí fueron contactados por el Consejo Nacional Chino por la Paz y en enero se concretó el viaje de un mes por el gigante asiático. El libro que publicaron conjuntamente María Rosa Oliver y Norber- to Frontini fue titulado con un verso que remite al Evangelio de Juan. “Lo que sabemos hablamos…” se propone como un testimonio más im- presionista de lo que vivieron en China. Está organizado en veintiséis capítulos nombrados temáticamente. Lo que primero llama la aten- ción es que el libro se abre con un mapa de China, algo poco frecuen- te en libros sobre países occidentales.10 A su vez, y antecediendo a la organización en capítulos, aparece una introducción que reseña la Historia de China hasta ese momento. Esto nos da la pauta de que con- templaban que el público lector no conocía tales elementos. A lo largo del texto encontraremos una mezcla entre lo que ven y las explicacio- nes oficiales que reciben. Bernardo Kordon, si bien conoció la experiencia china unos años después, rápidamente se convirtió en el promotor local de los vínculos

10 Por el contrario, según Beatriz Colombi, “podemos considerar el viaje como un género discursivo secundario que subsume géneros discursivos primarios: guías, mapas, cartas, tablas, itinerarios, cronologías, instructivos” (Colombi, 2010:3). Relatos de viaje a la China socialista. (...) 173 culturales entre ambos países. Originalmente escritor de filiación co- munista, la ruptura en el MCI lo colocó del lado chino de la contienda. Escribió “600 millones y uno” al regreso del primero de sus ocho via- jes a la República Popular China. Quien luego se convirtiera en el res- ponsable de la Casa de la Amistad Chino Argentina, aseguraba que “lo maravilloso es el vivir cotidiano de 600 millones de chinos. ¡De 600 mi- llones y uno!” (Kordon, 1958:97), haciéndose parte de esa cotidianeidad a la que retornaría siete veces más. Estos últimos dos textos están cargados de densas descripciones, permitiendo entrever lo novedoso que todo aquello resultaba y las re- flexiones que les merecía.

El paralelismo entre los países

En el marco de dichas representaciones, escritas en una cuidada prosa que revela la profesión que ejercen, encontramos una serie de regula- ridades. Por un lado, las descripciones iniciales signadas por el paisa- je, la topografía, las construcciones y las primeras impresiones que se llevan. Uno de los rasgos compartidos en dichos textos resulta el per- manente paralelismo y comparación con Argentina y América Latina. En primer lugar, las referencias aluden a semejanzas de índole físicas o geográficas: por un lado, no vacilan en comparar a los ríos Yangtsé11 y el Paraná. En ese sentido, María Rosa Oliver y Norberto Frontini declaraban que “al acercarnos al Yangtsé el color de la tierra va tornándose más rojizo, pero sus aguas son amarillentas como las del Paraná, río al cual recuerda también por su anchura y por la humedad que fertiliza sus orillas bajas”. (Oliver y Frontini, 1955:59) y Bernardo Kordon, subido a un ferry-boat ob- servaba que “atravesamos el Yang-Tzé, el legendario Río Azul de los chinos, que no es azul sino del color cobrizo de nuestro Paraná” (Kordon, 1958:67). Pero el Paraná era sólo una de las referencias, junto con tantas otras. Por ejemplo, Kordon escribía “recuerdo muchas tardes esperando el tren en cualquier estación de la pampa argentina (…) Y este mismo

11 Para no confundir al lector- que verá escrito así el nombre en los trabajos citados-, optamos por mantener la escritura antigua. 174 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 165-181 / RUPAR paisaje lo recorro ahora en el Expreso de Shanghai” (Kordon, 1958:63). Las observaciones llevarán a Oliver a aseverar que “las analogías con nuestra América saltan continuamente a los ojos, confirmándonos la teoría sobre el nexo que debió unir al Asia con nuestro continente en época prehistórica” (Oliver y Frontini, 1955:69). Si bien varios de los trechos remiten ora a Bolivia o Perú, ora a La Pampa, las semejanzas no se reducirían a los aspectos geográficos o naturales, sino también a la organización económica y social. En ese sentido, Oliver y Frontini reflexionaban que

Si a estas expresiones [artísticas]12 inherentes a la naturaleza se agregan las creadas luego por condiciones económicas y sociales, también simila- res para unos y otros –feudalismo, predominio numérico del trabajador rural, ciertos intentos de comunidad campesina, invasiones, expoliación y colonialismo–, era natural que cuanto veíamos y oíamos en China nos llevara a pensar en las tierras en donde hemos nacido y donde vivimos” (Oliver y Frontini, 1955:70)

Bernardo Kordon, por su parte, también hallaba familiaridad en las expresiones tanto artísticas como sociales de su recorrido. Afirmaba así que “Recorro once grandes salones que guardan los tesoros del arte chi- no, desde las decoradas vasijas de barro de su prehistoria – tan pareci- das a nuestra cultura diaguita” (Kordon, 1958: 78) y “observo los rostros que me rodean y tengo la revelación de que otras veces he vivido un mo- mento igual y en lugares parecidos: en un rancho pampeano, o en los de- siertos del norte chileno, o en el altiplano boliviano” (Kordon, 1958:83). Como gran contraste, aparecen la miseria y cierta resignación con la que viven los sectores populares en América Latina, frente a la ale- gría y el orgullo que transmitiría el pueblo chino. Según aseveran, por el “renacimiento” que habría supuesto “servir al pueblo”, por saberse

12 Utilizamos el término “artísticas” para referir al conjunto de descripciones que ve- nía desarrollando el texto, aunque no compartamos la clasificación posterior como “in- herentes a la naturaleza”. Relatos de viaje a la China socialista. (...) 175

“dueños de sí y del proceso”, gozando de una “libertad que no se con- sume” (Oliver y Frontini, 1955:70). Tales comparaciones, signadas de semejanzas y contrastes, llevaba a Raúl González Tuñón a escribir al inicio de su viaje que “pronto ten- dremos una más amplia visión de esta nueva China, cuya experiencia interesa vivamente a los latinoamericanos, pues era un país agrícola en un ochenta por ciento y los imperialistas lo acosaban.” (González Tuñón, 1954: 161) Además de algunas comparaciones de Shanghai con Buenos Aires y la zona portuaria, González Tuñón cita al poeta chino Kuo Mo Jo, quien habría sentenciado que “el pasado de China es el presente de América Latina y el presente de China es el futuro de América Latina” (Gonzá- lez Tuñón, 1954:161). Es sobre esta cuestión sobre la que queremos reflexionar. Las se- mejanzas, analogías y paralelismos no han pasado desapercibidas en diferentes tipos de análisis. William Ratliff (1972), por ejemplo, carac- teriza que el primer período de la Diplomacia entre Pueblos (que abar- ca desde 1949 y se extendería toda la década de 1950) estaba signado por una política de “hacer amistades” con países y pueblos con quienes no existían conocimiento y vínculos fluidos. El recurso para estable- cer cierta aproximación habría sido el de resaltar las semejanzas rea- les o “alegadas” entre la “vieja” China y América Latina (entendiendo por esto el predominio del campesinado, el subdesarrollo industrial y la opresión imperialista con complicidad de aliados locales) (Ratliff, 1972:848). Los conceptos propios de dicho momento serían los de “an- ti-imperialismo” y “revolución”, en donde se ubicaría la denuncia y en- frentamiento contra los Estados Unidos como principal tarea, pero en donde la vía armada para la revolución no sería un principio indiscu- tible, como acontecería en los períodos posteriores. En la perspectiva de Ratliff, la circulación de delegaciones aparece como estrategia de la diplomacia practicada. Por otra parte, los tres casos seleccionados responden a testimonios escritos de viajes y, desde su concepción como género literario, tam- bién el análisis le ha valido interpretaciones desde aquel campo disci- 176 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 165-181 / RUPAR plinar. En palabras de Silvia Saítta, “así como el viaje a Rusia inaugura una nueva forma de viajar, inaugura también un nuevo modo de na- rrar la experiencia del viaje”. (Saítta, 2007:21) Siguiendo a dicha investigadora, “otro de los rasgos de estos relatos de viaje es el uso de la comparación y la analogía para describir los nuevos escenarios” (Saítta, 2007:24). Es decir, desde tal perspectiva, la aproximación (entendida como la operación para tender puentes que permitan conectar los espacios y las experiencias) aparece como un re- curso habitual de tal género. En el mismo sentido, Beatriz Colombi sentencia que hay “dos procedi- mientos [que son] propios del viaje y menos frecuentes en otros géneros: la descripción y la digresión.” (Colombi, 2010:8) y que “la comparación es la figura central de cualquier viaje, ya que es el pensamiento analó- gico el que permite hacer inteligible la diferencia. La representación resulta así una traducción de lo desconocido para los receptores a los que va dirigido el texto.” (Colombi, 2010:6). Podemos aseverar, entonces, que la recurrencia de imágenes de se- mejanza y paralelismo ha sido alertada y abordada por dos campos de conocimiento orientados en los siguientes sentidos: la visión ofrecida por William Ratliff desde la perspectiva de las Relaciones Internacio- nales, hace hincapié en la direccionalidad china del establecimiento de dichas semejanzas. Para él, era un recurso, una forma de establecer vínculos en la primera etapa de la Diplomacia Cultura. Tomando esto en cuenta, consideramos que tal vínculo es incomple- to si no se toman en cuenta las motivaciones desde (en este caso) Argen- tina, para incorporarlas o formularlas. Considerando, además, que se trata de viajeros que necesariamente se valían de traductores locales (al menos todas las primeras camadas) durante sus recorridos, cues- ta imaginar que éstos, por muy formados que estuviesen en el idio- ma, pudiesen establecer dichos paralelismos geográficos y físicos que han sido enumerados. Por otro lado, desde el análisis de dichos textos como género literario, la aproximación aparece como un recurso for- mal, orientado al lector/destinatario de tal elaboración. Relatos de viaje a la China socialista. (...) 177

Retomando el eje que comparten, el análisis de los vínculos a través del viaje (y su escritura, en el segundo caso), proponemos pensar que tal recurso respondía además a la preguntas y necesidades de tales viaje- ros argentinos, a su necesidad de volver inteligible la información que veían y recibían y de dar respuesta a sus inquietudes y su praxis inte- lectual y política en su país de origen. Finalmente, cabe agregar que cuando se refiere a los aspectos socioe- conómicos, la comparación se complejiza con las nociones de “pasado” y “presente”, que tan bien sintetizada ha sido por el parafraseo de Gon- zález Tuñón anteriormente referido. Las citas referidas a lo largo de este texto dan cuenta de esa dislocación temporal como parte del mis- mo proceso de la comparación. A nuestro entender, esa lectura también aparece como mediador que facilita las simpatías con el proceso y que se extiende más allá de los propios protagonistas de los viajes. La historiadora Valeria Manzano ha propuesto que la socialización política de la juventud argentina en los años sesenta y principios de los setenta estuvo signada por una no- vedosa trama ideológica que tenía por elemento clave la asimilación de nuestro país al Tercer Mundo. Para ella, dicho elemento resulta in- soslayable para comprender la confluencia de grupos políticos e ideo- lógicos divergentes (Manzano, 2018:263-264). Una de sus consecuencias militantes habría sido el compromiso de resaltar y denunciar los fuer- tes contrastes socioeconómicos existentes en el país, sacando a la luz a la “Argentina oculta” (Manzano, 2018:256). Es decir, los años 60 apa- recen como clave en el salto operado en dicha inscripción. Un país con un alto grado de industrialización, con una clase obrera bastante con- centrada en algunos principales núcleos urbanos y con una tradición histórica y cultural que había mirado a Europa, poco habían ayudado hasta ese momento a leer otros aspectos de tal formación económica y social. Para ello, habrían tenido que suceder una serie de operaciones (informes y publicaciones que daban cuenta de las condiciones de vida y trabajo en áreas rurales, los jóvenes “mochileros” que se internaban en las profundidades del país para conocer e interactuar con dicha rea- lidad, programas de trabajo social con el mismo objetivo y el consumo 178 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 165-181 / RUPAR de un tipo de arte consecuente, expresado en el auge de “la nueva can- ción latinoamericana”, serían algunos de los rasgos que expresarían esta transformación) que hicieran emerger tales rasgos y los resaltara como mojón identitario subsumido u oprimido (Manzano, 2018:263-275). Dicho salto, sostenemos, se basó en una serie de elementos y procesos precedentes entre los que pueden contarse estos viajes y experiencias. En el marco de sus investigaciones sobre las recepciones y represen- taciones sobre “Oriente”, Martín Bergel ha alertado que en los años treinta del siglo XX ya se había producido un quiebre en las concepcio- nes pre-existentes. Luego de décadas de predominio de visiones desca- lificatorias y despectivas de todo lo proveniente del continente asiático (y por extensión, africano y latinoamericano), se habría asistido a una suerte de “orientalismo invertido”, en clara referencia a la obra de Ed- ward Said que sentó no sólo una denuncia sino un tipo de análisis. Se- gún Bergel, la crisis del modelo ofrecido por Europa tras la Primera Guerra Mundial habría favorecido la disponibilidad para absorber positivamente aspectos de experiencias de dichos locus. Junto con la literatura y circulación de escritos, los viajes son resaltados por el his- toriador como una de las vías claves para tal suceso. Creemos que tal acercamiento es insoslayable en este recorrido, pero consideramos que no es sino hasta la década de 1960 en donde se experimenta un nuevo punto de inflexión con el que se proyecta mucho más allá. De este modo, la intercambiabilidad de imágenes con China aparece como una consecución de un proceso iniciado décadas antes con una revisión del lugar asignado a “Oriente”, pero que se combinó con un particular momento de la inscripción de Argentina como parte de los países del Tercer Mundo. Junto con tal aproximación (consciente o in- consciente) con el país y el subcontinente latinoamericano, circularán crecientemente categorías y conceptos que fueron avanzando en la di- fusión y propagandización de la experiencia china, y que de manera dispar pero sostenida empalmaron en Argentina con grupos y perso- nalidades que buscaban referencias internacionales en el convulsio- nado mundo de Posguerra. Relatos de viaje a la China socialista. (...) 179

Consideraciones finales

Desde el triunfo de la Revolución China en 1949 la circulación de dele- gaciones a dicho país se convirtió en uno de los destinos (tanto geo- gráfico como político) del viajero simpatizante con la transformación social. Argentina no fue una excepción en tal sentido. Los viajes tuvie- ron un rol fundamental para el establecimiento de similitudes (reales o encontradas) entre ambos países. A partir de tres obras publicadas por escritores pioneros en la visita de tal destino, y en diálogo con diferentes campos disciplinarios (los estudios literarios, las Relaciones Internacionales, el Orientalismo y la historia), se ha manifestado que el conocimiento de los viajes de dele- gaciones a los países en donde se estaban llevando a cabo experiencias revolucionarias y en particular a la República Popular China, fue anali- zado hasta el momento como estrategia de propaganda o como recurso literario de un género específico. Hemos propuesto un abordaje que no pierda de vista la multidimensionalidad que los caracteriza. A partir de incorporar las comparaciones y la temporalidad, es posible pensar que, a través de dicha operación, los viajeros creaban puentes que atendían a sus inquietudes políticas y visiones del mundo y que permitieron que China (junto con otras experiencias como la vietnamita) aparecieran como nuevos modelos, ofreciendo imágenes y categorías que circularon en organizaciones de divergente orientación política de, por lo menos, los convulsionados años sesenta y setenta en Argentina.

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Entrevista

Entrevista a Isidoro Gilbert, ex militante del Partido Comunista Ar- gentino. Responsable de la agencia de noticias TASS, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 31 de agosto de 2017. Entrevistadora: Brenda Rupar.

REFLEXIONES SOBRE LA COOPERACIÓN

COMERCIAL ENTRE CHINA Y ARGENTINA

REFLECTIONS ON TRADE COOPERATION

BETWEEN CHINA AND ARGENTINA

Zhang Min1

Fecha de recepción: 15 de marzo de 2020

Fecha de aceptación: 20 de mayo de 2020

1 Profesora Asociada de la Nanjing Agricultural University, (NAU), China. Correo elec- trónico: [email protected] 184 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 183-206 / ZHANG

RESUMEN

Este trabajo tiene el objetivo general de analizar y caracterizar la his- toria comercial de Argentina y, a través de este estudio, encontrar una mejor manera de promover el comercio de productos agrícolas entre Chi- na y Argentina. La investigación se centra en la influencia de los pensa- mientos liberales a lo largo de la historia del comercio agrícola argentino y en cómo promover de mejor manera el desarrollo del libre comercio argentino a través de la cooperación comercial con China. Para lograr este objetivo, esta investigación ha considerado específicamente descri- bir y examinar: a) el impacto del gobierno colonial español en el libre comercio en Argentina; b) la influencia del liberalismo de laissez-faire en el libre comercio de Argentina a principios del siglo XX; c) el protec- cionismo comercial en Argentina desde la Segunda Guerra Mundial; y d) el reciente desarrollo del comercio agrícola entre China y Argentina.

Palabras clave: Argentina, China, comercio internacional.

ABSTRACT

The general aim of this article is to analyze and characterize the Argen- tina’s trade history, and through this analysis, to find a better way to pro- mote agricultural product trade relations between China and Argentina. The research focuses on the influence of liberal throughout the history of Argentina’s agricultural trade, and how to better promote the develop- ment of Argentina’s free trade through the trade cooperation with China and Argentina’s agricultural products. To achieve this objective, this re- search has specifically considered describing and examining: a) the im- pact of the Spanish colonial government on free trade in Argentina; b) the influence of laissez-faire liberalism on free trade in Argentina at the beginning of the 20th century; c) trade protectionism in Argentina since the Second World War; and d) the recent development of agricultural trade between China and Argentina.

Key words: Argentina, China, international trade. Reflexiones sobre la cooperación comercial entre China y Argentina 185

Introducción

Este trabajo tiene el objetivo general de analizar y caracterizar la his- toria comercial de Argentina y, a través de este estudio, encontrar una mejor manera de promover el comercio de productos agrícolas entre China y Argentina. La investigación se centra en la influencia de los pensamientos liberales en la historia del comercio agrícola argentino y en cómo promover de mejor manera el desarrollo del libre comercio argentino a través de la cooperación comercial con China. Para lograr este objetivo, esta investigación ha considerado específi- camente: a) describir el impacto del gobierno colonial español en el libre comercio en Argentina; b) la influencia del liberalismo de laissez-faire en el libre comercio de Argentina a principios del siglo XX; c) el protec- cionismo comercial en Argentina desde la Segunda Guerra Mundial; y d) el reciente desarrollo del comercio agrícola entre China y Argentina. Esta investigación adopta los métodos de análisis histórico y análi- sis cuantitativo. En primer lugar, este estudio intenta descubrir las ca- racterísticas del comercio agrícola argentino a través del análisis de la historia del comercio argentino. En segundo lugar, a través de las esta- dísticas comerciales de las Naciones Unidas, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus si- glas en ingles) y los datos comerciales publicados en el sitio web oficial del gobierno chino, esta investigación lleva a cabo un análisis cuanti- tativo de la situación básica del comercio argentino, con el fin de esta- blecer la fiabilidad de la demostración.

El desarrollo de la política comercial argentina

Argentina, al igual que China, tiene una larga historia. Mucho antes de que Colón llegara a las Américas, las antiguas culturas de los pueblos originarios ya se habían desplegado en América. A partir de 1492, co- menzó a incorporarse al sistema económico mundial dominado por Occidente. A principios del siglo XVI, con el fin de maximizar los be- neficios del comercio, España estableció un sistema comercial mono- 186 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 183-206 / ZHANG polístico de tipo mercantil en el continente. Sin embargo, esta política comercial monopolista no trajo una prosperidad duradera a España. A fines del siglo XVII, el comercio de España con las colonias americanas se debilitó, y el comercio de contrabando en América se desenfrenó. En momentos que el comercio de España con las Américas estaba pro- fundamente afectado por el mercantilismo, la teoría emergente del li- bre comercio comenzaba a brotar silenciosamente en Europa. En 1696, el pensador británico Charles Davenant (Davenant 1696) señaló en An Essay on the East-India Trade que el comercio es libre en su naturaleza, reglas y direcciones, y todas las leyes que lo restringen, tal vez condu- cen al propósito específico de alguna persona privada, pero no benefi- cian mucho a la sociedad. En 1776, Adam Smith publicó la famosa An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations, abogó por la implementación de políticas económicas liberales basadas en el mer- cado y se opuso al uso de aranceles o subsidios. La obra cuestionaba la distorsión del comportamiento mercantilista del mercado y señalaba el importante papel del libre comercio en el aumento de la riqueza na- cional, convirtiéndose en un trabajo de la época que atrajo la atención generalizada en Europa en ese momento. Las ideas de libre comercio de Adam Smith también influyeron profun- damente en la política comercial de España hacia América. En 1778, dos años después de la publicación de la investigación de Adam Smith (1776), España promulgó las regulaciones de libre comercio. Previamente, había otorgado a una nueva gobernación al Río de la Plata, con la creación del virreinato en 1776. Sin embargo, la reforma del libre comercio de 1778 no permitió que el virreinato lograra un real libre comercio, y la ma- yor parte del comercio todavía estaba controlado en manos de España. A principios del siglo XIX, la guerra napoleónica estalló en Europa. En 1806, Napoleón emitió una orden de bloqueo continental y los britá- nicos se vieron obligados a buscar nuevos mercados. Entre 1806 y 1807, los británicos invadieron el puerto de Buenos Aires dos veces y golpea- ron severamente el dominio colonial del Imperio español en el área de La Plata. Más tarde, en paralelo con el proceso desatado en toda Amé- rica Latina, el movimiento de independencia estalló en el área del Río Reflexiones sobre la cooperación comercial entre China y Argentina 187 de la Plata, que llevaría a la formación de un nuevo país. La política co- mercial monopolista del mercantilismo español había llegado a su fin. Durante el período de independencia, Argentina estuvo profundamen- te influenciada por la idea del libre comercio británico. Después de la in- dependencia, la propuesta de Adam Smith de liberalismo de laissez-faire y división internacional del trabajo se convirtió en el principio rector de la política comercial del país, comenzando a entrar en un período de mayor apertura comercial. En febrero de 1825, el Reino Unido y Ar- gentina firmaron el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Gran Bretaña y Argentina. A través de este tratado, el Reino Unido ob- tuvo tratamientos comerciales preferenciales, como los derechos de co- mercio libre de aranceles y el trato nacional, que proporciona una base legal para la entrada de una gran cantidad de productos industriales británicos baratos al mercado argentino. Sin embargo, para Argentina, este tratado refuerza el papel del libre comercio y la ventaja comparati- va en la política comercial de Argentina. Desde el principio, esta nación sudamericana se integró en la economía mundial capitalista al posi- cionarse como un exportador de productos primarios (Dong, 2013:37). En la década de 1840, durante el mandato del gobernador bonaerense Juan Manuel de Rosas, se ofreció a los comerciantes británicos el libre comercio completo, pero al mismo tiempo exigió que este solo pudiera llevarse a cabo a través de Buenos Aires. Así, el gobierno de Rosas se opuso a la libre navegación de los ríos Paraná y Uruguay. Estas medi- das comerciales del gobierno de Rosas han provocado una fuerte opo- sición de las provincias del interior. Liderados por el general Justo José de Urquiza, las provincias del interior se esforzaron por convertir la Aduana de Buenos Aires en aduana nacional. En 1853, Urquiza fue elegido presidente de la nueva Argentina unifi- cada bajo la bandera de la Confederación, y adoptó una serie de nuevas políticas comerciales cuya tarea principal era limitar el monopolio de la provincia de Buenos Aires en el comercio de importación y exportación. Sin embargo, la política comercial de Urquiza fue fuertemente recha- zada por el Estado de Buenos Aires, que se declaró en secesión. En sep- tiembre de 1861, el líder del ejército de Buenos Aires, Bartolomé Mitre, 188 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 183-206 / ZHANG derrotó al ejército de Urquiza y estableció una federación centrada en la provincia de Buenos Aires. A partir de entonces, la situación política en Argentina comenzó a estabilizarse. Esto también sentó una buena base política para la implementación de la política de libre comercio. En las décadas posteriores a 1862, la política comercial de laissez-faire se convirtió en la corriente principal de la política comercial de Argen- tina. Bajo la guía de esta idea de desarrollo económico, la producción y exportación agrícola y ganadera de Argentina experimentó una rá- pida etapa de crecimiento. Rápido, y bajo esta política económica, Ar- gentina entró en una era históricamente famosa y se convirtió en uno de los países más ricos del mundo en ese momento. Sin embargo, debi- do al sistema inmobiliario, trabajadores y campesinos en Argentina no podían beneficiarse del libre comercio. En ese momento, muchos inmi- grantes extranjeros optaron por convertirse en migrantes estacionales porque no podían obtener la propiedad de la tierra. Durante la Gran Depresión de 1929, los inconvenientes de la política comercial de laissez-faire quedaron totalmente expuestos, y los idea- les de la economía de libre mercado se convirtieron en desilusión. De esta manera, la mayoría de los países del mundo pasaron de las polí- ticas económicas de laissez-faire a las políticas económicas de protec- ción comercial e intervención gubernamental. La Gran Depresión también había asestado un duro golpe a la econo- mía argentina. Según las estadísticas comerciales de las Naciones Uni- das, Argentina importó $ 820 millones en 1929 y exportó $ 906 millones. Sin embargo, en 1932, las dos cifras habían caído a $ 215 millones y $ 331 millones, respectivamente (UN COMTRADE, 2020). Para superar el impacto de la crisis lo antes posible, el gobierno ar- gentino lanzó un nuevo Plan Nacional de Acción Económica y comenzó a implementar formalmente una política de intervención estatal basa- da en políticas keynesianas. Argentina estableció rápidamente varios comités económicos para administrar y controlar las actividades en di- versas áreas de producción. Al mismo tiempo, para compensar la inter- ferencia de la falta de bienes de consumo importados en la economía nacional, Argentina comenzó a implementar medidas de sustitución Reflexiones sobre la cooperación comercial entre China y Argentina 189 de importaciones e intentó apoyar el desarrollo industrial interno con políticas de protección comercial para satisfacer el mercado interno. A pesar de esto, el grupo tradicional de exportación agrícola y ganadera todavía se adhería al camino de la exportación única de productos agrí- colas y ganaderos, y firmó el Tratado Roca-Runciman con el Reino Uni- do, lo que agravó la dependencia de Argentina en el mercado europeo. Después de la Segunda Guerra Mundial, aunque el keynesianismo pre- valeció en las economías de varios países, la economía liberal parecía seguir siendo popular en todo el mundo con el nacimiento del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, por las siglas en inglés de General Agreement on Tariffs and Trade). Sin embargo, para los países latinoamericanos como Argentina, cuyas economías están domi- nadas por las exportaciones agrícolas primarias, el orden mundial de libre comercio dominado por el GATT no tenía mucho atractivo. Esto se debía a que el libre comercio bajo el sistema GATT se basaba sólo en productos industriales, mientras que los productos agrícolas estaban excluidos del mismo. No obstante, Argentina y la mayoría de los de- más países de América Latina tienen fuertes ventajas comparativas en el campo de los productos agrícolas. La injusticia del orden comercial global ha obstaculizado en gran medida el entusiasmo de estos países para participar en el comercio mundial multilateral. Como dijo Raul Prebisch: “Para América Latina en su conjunto, parece imposible im- plementar un desarrollo externo en ese momento” (Prebisch, 2005:27). Después de 1946, Argentina comenzó a convertir las medidas tempo- rales de sustitución de importaciones en un plan económico más soste- nible. Para controlar el comercio internacional, la nación sudamericana creó el Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI) para controlar todas las exportaciones agrícolas y la mayor parte del nego- cio de importación del país, logrando el monopolio del comercio exte- rior. Debido al precio extremadamente bajo de compra de productos agrícolas formulado por este organismo, dañó seriamente el desarro- llo de la agricultura argentina y socavó, en gran medida, el desarrollo económico del país. Después de 1955, y durante más de dos décadas, Argentina entró en un período caótico que alternaba entre gobiernos 190 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 183-206 / ZHANG militares y civiles. La política comercial de Argentina también cam- bió constantemente. En 1982, la crisis de la deuda externa latinoamericana, iniciada a par- tir de las dificultades mexicanas, empeoró la frágil economía argentina. Para ayudar a la economía a encaminarse correctamente, el presiden- te Raúl Alfonsín (1983-1989) comenzó a restaurar la antigua forma de sustitución de importaciones orientada a la importación, pero fraca- só. Como dijo el economista brasileño Celso Furtado: “La sustitución de importaciones conduce a un callejón sin salida” (Pingen, 1997:208). En 1989, con el fin de salvar a la economía del borde de la bancarrota, Argentina comenzó una reforma económica neoliberal para eliminar los fuertes grilletes de las medidas de sustitución de importaciones del país sudamericano; sin embargo, esta reforma, finalmente, terminó en fracaso. Después de 2000, y tras una larga recesión económica que desencade- nó en una grave crisis, la política comercial de Argentina sufrió cam- bios importantes, emitiendo, sucesivamente, una serie de medidas de protección comercial para preservar y apoyar el desarrollo industrial interno. Pronto, estas políticas convirtieron a la nación sudamericana en uno de los países que más han adoptado este tipo de medidas en el mundo; según el informe del Servicio de Alerta Temprana de Comer- cio Mundial del Centro de Investigación de Política Económica del Rei- no Unido, desde noviembre de 2008 hasta el primer trimestre de 2016, Argentina utilizó una medida discriminatoria contra las empresas ex- tranjeras en promedio cada siete días (Evenett y Fritz, 2016:30). A finales de 2015, Mauricio Macri fue elegido presidente de Argen- tina, y abogó por reducir la intervención del gobierno en la economía y atraer inversiones a través de reformas orientadas al mercado y po- líticas comerciales abiertas para restaurar el crecimiento económico. En términos de política comercial, después de asumir el cargo, el pre- sidente también implementó una serie de medidas como reducir los impuestos a la exportación de productos agrícolas y apoyar el desarro- llo de energías renovables. Algunos economistas en Argentina inclu- so consideraban que la política económica de Mauricio Macri era “una réplica” del neoliberalismo y un claro desvío de la ruta económica del Reflexiones sobre la cooperación comercial entre China y Argentina 191 gobierno kirchnerista durante más de una década. Pese ello, está cla- ro que Macri permitió que Argentina vuelva a entrar en una senda co- mercial más abierta.

Análisis de la historia de la política comercial argentina

Fuertes tendencias del libre comercio coexisten con fuertes directrices proteccionistas

Ya a principios del siglo XIX, durante las luchas de independencia ar- gentina, los pensamientos de libre comercio ya circulaban ampliamente en el área del Río de la Plata. Más de cien años después de la independen- cia de Argentina, la política comercial de laissez-faire prevaleció en el país sudamericano y sentó las bases políticas para la prosperidad económica. Después de la Primera Guerra Mundial, Argentina introdujo medidas de protección comercial y de sustitución de importaciones. No obstante, durante el siglo XX el fuerte deseo de seguir por el camino del libre co- mercio en Argentina no concluyó, y fue ganado ventaja de vez en cuando. Ya en el siglo XXI, para conciliar el conflicto entre las tendencias pro- teccionistas y aperturistas, el gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Fernández desarrollaron creativamente una nueva política comercial orientada a la exportación de soja. Esto muestra que incluso un gobierno que contribuye a las políticas de protección comercial tiene un fuerte deseo de participar en el comercio internacional. Por supuesto, también debe tenerse en cuenta que ha habido una tendencia de larga data del proteccionismo comercial en la historia de la política comercial de Argentina. Ya en 1835, después de la ocupación británica de las islas Malvinas, se inició un acalorado debate sobre si implementar políticas de protección comercial, lo que eventualmente condujo a la introducción de la Ley de Aranceles de 1835. Durante la Gran Depresión de 1929, el comercio de Argentina cambió dramáticamente y el proteccionismo comercial comenzó a prevalecer. Después de la Segunda Guerra Mundial, bajo la influencia de múltiples factores, como la política, la economía y la diplomacia, el país comen- 192 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 183-206 / ZHANG zó a avanzar hacia un camino de desarrollo profundo de “sustitución de importaciones”. A fines del siglo XX, luego del fracaso de la reforma neoliberal, Argentina regresó al viejo camino de la sustitución de im- portaciones y la estricta protección comercial, restringiendo las im- portaciones y exportaciones, aumentando los aranceles y comprando bienes nacionales. Aparecieron varias medidas comerciales, tornándose el país que más ejerció el proteccionismo en el mundo. Estas circuns- tancias indican claramente que existe una fuerte tendencia de aplicar políticas proteccionistas en Argentina.

Matriz productiva de la Argentina: el predominio de la producción agrícola-ganadera

Desde el período colonial español, Argentina ha impulsado un modelo económico para la exportación de productos primarios. Durante mucho tiempo en la historia de este país, los productos ganaderos ocuparon el primer lugar en la exportación de bienes desde el puerto de Buenos Ai- res. Hasta la década de 1840, más del 60% de las exportaciones totales del puerto de Buenos Aires eran pieles de animales. A principios de la década de 1870, la escasez de algodón en el merca- do internacional provocó un rápido aumento de la demanda de lana, y también aumentó la cantidad de lana exportada desde Argentina. Des- pués de 1872, la lana comenzó a reemplazar al cuero como el principal producto de exportación del puerto de Buenos Aires, representando el 41,8% de todas las exportaciones, y las pieles cayeron al segundo lugar en un 20,2% (Amaral, 2000). En la década de 1880, hubo un gran desarrollo en la siembra de agri- cultura en Argentina. En 1876, esta nación dejó de importar trigo de los Estados Unidos, y en 1878, el trigo argentino comenzó a aparecer en el mercado europeo. Asimismo, en 1880, Argentina exportó 15,000 toneladas de maíz y más de 1 millón de toneladas de trigo, y comenzó a dejar de ser un país pro- ductor de productos animales, para transformarse en un gran produc- tor de productos agrícolas y animales. Hasta principios de la década de Reflexiones sobre la cooperación comercial entre China y Argentina 193

1940, las exportaciones de productos agrícolas todavía representaban el 85,3% de las exportaciones totales de Argentina (叶尔莫拉耶夫,1972:596). Históricamente, este modelo de desarrollo económico que dependía demasiado de la exportación de productos agrícolas y animales indivi- duales ha permitido que Argentina pague demasiado por ello muchas veces. Por ejemplo, durante la Gran Depresión de 1929, los precios de los principales productos de exportación de Argentina cayeron brusca- mente, especialmente el valor de los cereales y la lana, que había caído casi a la mitad, y el precio del cuero que había disminuido en un 31%. Las enormes pérdidas en el comercio exterior de productos agrícolas pusieron fin de inmediato al auge agrícola argentino. En 1939, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, bajo los distur- bios de la guerra, las exportaciones de Argentina se suspendieron casi por completo, y un gran excedente de carne de res, trigo y otros granos se acumularon en muelles y almacenes. El estancamiento de las expor- taciones causó graves daños a la economía argentina, paralizándose en su conjunto y aumentando el número de trabajadores desemplea- dos ( 叶尔莫拉耶夫, 1972:596). Fue por estas razones que a lo largo de la historia argentina se intentó cambiar, varias veces, este modelo único de desarrollo económico, im- pulsando vigorosamente la industria y buscando la diversificación de los productos de exportación. La política de sustitución de importacio- nes introducida por Argentina después de la Segunda Guerra Mundial fue expresión de ello. Sin embargo, este no causó un cambio funda- mental en la importante posición de los productos agrícolas y ganade- ros en las exportaciones argentinas sufriendo la economía argentina vaivenes a lo largo de los años que también se reflejan en el siglo XXI. De esta forma, durante el gobierno de Kirchner, Argentina también propuso el eslogan de la reindustrialización y adoptó medidas estric- tas de protección comercial para promover el desarrollo de su propia industria. Aunque estos esfuerzos han logrado algunos logros, no han cambiado fundamentalmente el hecho de que la economía argentina depende en gran medida de la exportación de algunos productos agrí- colas. Según las estadísticas comerciales de la Organización Mundial 194 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 183-206 / ZHANG del Comercial (OMC), desde 2012, la proporción de las exportaciones agrícolas al monto total de las exportaciones argentinas se mantuvo por encima del 50%, y en 2016 esta cifra superó el 60% (WTO, 2016).

El ajuste de la política comercial de Argentina impulsó la prosperidad de la soja

La soja se introdujo en Argentina hace más de 100 años. No obstante, durante mucho tiempo, la soja no recibió mucha atención de los agricul- tores argentinos, y el área de siembra era muy pequeña. Después de la década de 1970, la harina de pescado peruana como aditivo para alimen- tos para animales se agotó severamente, y la demanda de alimentos para animales a base de soja en el mercado internacional aumentó dramáti- camente. Afectada por esta situación, Argentina comenzó a cultivar soja a gran escala. Por lo tanto, la expansión de la soja en Argentina se bene- fició primero del aumento de la demanda de alimentos para animales en el mercado internacional. Sin embargo, después de la década de 1990, el ajuste de la política comercial del país sudamericano también jugó un papel importante en la promoción de la rápida expansión de la soja. A principios de la década de 1990, el gobierno de Carlos Menem intro- dujo una serie de reformas neoliberales que implicaron directamente ajustes a la privatización y comercialización del sector agrícola argenti- no. Desde 1991, Argentina eliminó todos los impuestos a la exportación de granos como la soja y los productos procesados de semillas oleagino- sas, redujo los aranceles a los insumos agrícolas importados a menos del 15% y eximió los aranceles a las importaciones de gérmenes, semi- llas certificadas y tractores. Se eliminaron varios reguladores mono- pólicos del mercado gubernamental, incluida la Comisión Nacional de Granos relacionada con el comercio de soja. Estas reformas abrieron la puerta a las empresas multinacionales agrícolas europeas y estadouni- denses, ingresando su tecnología a la Argentina, facilitaron el acceso de la soja argentina al mercado internacional, redujeron el costo de ex- portación y mejoraron la competitividad internacional de la soja pro- cedente del país sudamericano. Reflexiones sobre la cooperación comercial entre China y Argentina 195

Desde el siglo XXI, la expansión de la soja argentina se relacionó estrechamente con la política comercial aplicada por el gobierno de Kirchner. Históricamente, el principal producto de exportación de Ar- gentina fue la carne de res y el trigo, alimento indispensable para la población local. Por lo tanto, la exportación excesiva de estos produc- tos agrícolas condujo inevitablemente a una reducción en el suministro de los principales productos alimenticios nacionales y a un aumento en los precios. Es por esta razón que las fuerzas populistas en Argen- tina siempre aparecen en el escenario político con una actitud de opo- sición al predominio de estas exportaciones. Sin embargo, desde 2003, el modelo de política comercial “nacional-popular” promovido por el gobierno de Kirchner ha cambiado esencialmente este patrón, vincu- lando con éxito el comercio de Argentina con el comercio de soja orien- tado a la exportación. Se puede decir que el comercio de soja modificó en cierta medida la tendencia contraria al libre comercio e hizo que las fuerzas populistas en Argentina aparecieran en el escenario polí- tico con una nueva actitud.

Antecedentes sobre la cooperación comercial entre China y Argentina

China y Argentina establecieron relaciones diplomáticas en 1972. Des- de 2004, los dos países han establecido alianzas estratégicas. En ese momento, el volumen comercial entre China y Argentina era de 4.107 millones de dólares. En los siguientes diez años, con los esfuerzos con- juntos de China y Argentina, el comercio entre las dos partes se ha de- sarrollado considerablemente. En la actualidad, Argentina es el quinto mayor socio comercial de China en América Latina, después de Brasil, México, Chile y Perú. El volumen de importación y exportación de bie- nes bilaterales entre Argentina y China alcanzó los 13.780 millones de dólares en 2017 (MOFCOM, 2018 a). Sin embargo, en 2018, el comercio bilateral entre China y Argentina mostró una tendencia a la baja. El co- mercio bilateral total entre China y Argentina en 2018 fue de US$ 16.280 millones, un 18.2% menos año con año (MOFCOM, 2019a). 196 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 183-206 / ZHANG

En contraste, en 2018, el comercio entre muchos otros países latinoa- mericanos como Brasil, Chile y Perú y China mostró una tendencia al alza. En 2018, el comercio bilateral entre China y Brasil ascendió a US$ 98.940 millones, un aumento del 32.2% año a año. Obviamente, en 2018, el comercio entre estos países y China fue mejor que el de China y Ar- gentina (MOFCOM, 2019b). Los productos animales constituyen la principal exportación de Ar- gentina a China, representando el 35% de las exportaciones totales a Chi- na por un valor de US$ 1.470 millones en 2018. Los productos vegetales, principalmente semillas oleaginosas, fueron la segunda categoría más grande de productos de exportación, por un valor de US$ 1.320 millones en 2018, representando el 31,4% de las exportaciones totales de Argen- tina a China. Los productos mecánicos y eléctricos son la primera cate- goría de las importaciones argentinas desde China. En 2018, Argentina importó 6.200 millones de dólares, lo que representa el 51,4 por ciento de las importaciones totales de Argentina desde China. Los productos químicos son la segunda categoría más grande de bienes importados, por un valor de US$ 1.530 millones en 2018, lo que representó el 12,6% de las importaciones totales de Argentina desde China (MOFCOM, 2019 c). Los productos agrícolas ocupan una posición importante en el comer- cio bilateral entre China y Argentina. Argentina es la tercera fuente de importación de soja de China, detrás de Brasil y Estados Unidos. Se- gún las estadísticas del Ministerio de Comercio de China, en 2017, Chi- na importó 6.558 millones de toneladas de soja de Argentina, que fue de aproximadamente 2.683 millones de dólares, lo que representa más del 50% de las exportaciones a China. En la actualidad, China también es el mayor importador de carne de res en Argentina, y el número de importaciones continúa aumentando (MOFCOM, 2019 d). Se puede ver que la situación comercial general entre China y Ar- gentina fue buena en los últimos años, pero aún enfrenta algunos obs- táculos. Tanto China como Argentina se encuentran en una etapa de transformación económica, por lo que los dos países tienen ciertas rela- ciones competitivas en la estructura industrial. Desde 2000, Argentina ha estado implementando medidas proteccionistas, tuvo una tenden- Reflexiones sobre la cooperación comercial entre China y Argentina 197 cia a la sustitución de importaciones y mayores barreras comerciales. En la última década más o menos, la fricción comercial intensificada entre China y Argentina lo ha confirmado. De 2008 a 2019, Argentina inició 76 casos de reparación comercial contra China, ocupando el tercer lugar en el ranking mundial de este tipo medidas contra el país asiático. Estos casos de reparación comer- cial se concentran principalmente en los productos metálicos, eléctri- cos, equipos generales y otras industrias. Además, no existe un acuerdo de libre comercio entre China y Argen- tina. Sin embargo, dado que Argentina es miembro del Mercado Común del Sur, no puede firmar acuerdos comerciales bilaterales de forma ais- lada con otros países u organizaciones internacionales. Por ejemplo, el 28 de junio de 2019, el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y la Unión Europea (UE) anunciaron conjuntamente la firma de un nuevo acuerdo de libre comercio. Esta noticia agregó algunas expectativas al acuerdo de libre comercio entre China y los países del Mercado Común del Sur. Sin embargo, según declaraciones de la Unión Industrial Argentina, el TLC MERCOSUR-UE es muy desfavorable para que Argentina desarrolle su propia industria y conducirá a una competencia asimétrica seria, a lo que seguirá una disminución de salarios de los trabajadores e incluso desempleo. Por lo tanto, si China quiere promover la cooperación comer- cial bilateral entre China y Argentina y llegar a un acuerdo de libre co- mercio con el Mercado Común del Sur, aún enfrenta grandes dificultades.

Sugerencias para la cooperación comercial entre China y Argentina

China es un mercado enorme y abierto. Sin embargo, dado que las fuer- zas nacionales de protección comercial de Argentina siguen siendo relati- vamente fuertes, el deseo de China y Argentina de expandir más el comer- cio bilateral aún enfrenta barreras comerciales y resistencia. Por lo tanto, en el futuro, el desarrollo de la cooperación comercial bilateral entre Chi- na y Argentina requerirá que el país sudamericano reduzca o elimine las barreras comerciales e implemente una política comercial más abierta. 198 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 183-206 / ZHANG

Si bien Argentina ha intentado usar la política de libre comercio va- rias veces en la historia, lamentablemente no le ha dado una prospe- ridad duradera, causando, por el contrario, muchos problemas. Como resultado, Argentina fue embarcándose gradualmente en un modelo de desarrollo económico de sustitución de importaciones relativamente cerrado. Hay muchas razones para este viraje en la política económica, siendo una de las causas más importantes que Argentina no ha podido construir un entorno ecológico que conduzca al desarrollo saludable del libre comercio. En diversos entornos sociales y ecológicos desfavo- rables, las políticas comerciales liberales eventualmente perdieron su brillo y se degradaron gradualmente. Como describió Prebisch, el mer- cado no regula la acumulación de capital ni la distribución del ingre- so por lo que la libertad económica convierte al país en un país pobre y la igualación de oportunidades es solo una fantasía (Prebisch, 2005). Ya en el período de independencia, Argentina había abogado firme- mente por una política de libre comercio de laissez-faire, pero desde el principio se correspondía con el modelo económico de exportación de productos agrícolas y animales. Este tipo de libre comercio degradado no sólo excluye a trabajadores y campesinos de Argentina del libre co- mercio, sino que también integra prematuramente al país en el sistema económico occidental como exportador de productos agrícolas y ganade- ros primarios y aumenta la dependencia y la fragilidad de su economía. Este tipo de libre comercio también proporciona un terreno favorable para el surgimiento de fuerzas contrarias al libre comercio en Argentina. Por ejemplo, durante el gobierno de Menem, Argentina trató de imple- mentar la política comercial neoliberal. Sin embargo, esta reforma no solo hizo que el país lograra un real libre comercio, sino que provocó que más empresas locales estuvieran en manos de grandes empresas minoritarias y grupos corporativos. Según el Informe de Revisión de Políticas Comerciales de la OMC, después de la implementación de las reformas neoliberales del gobierno de Menem en 1995, las 14 principa- les compañías de Argentina contribuyen con alrededor del 9% del PIB en sectores como hidrocarburos, telecomunicaciones, automóviles, su- permercados, alimentos, bebidas y tabaco. La antigua compañía estatal Reflexiones sobre la cooperación comercial entre China y Argentina 199 de telecomunicaciones en Argentina se dividió en dos monopolios re- gionales y se vendió a un consorcio liderado por la European Telephone Company. También se ha producido una importante centralización en las zonas rurales, donde los propietarios tradicionales fueron reempla- zados rápidamente por grandes empresas comerciales diversificadas como Benetton y Soros. Por lo tanto, las reformas neoliberales de Me- nem, en esencia, no pudieron sacudirse el control de los monopolios de la economía argentina. Se puede ver que la solución al problema del libre comercio en Argen- tina no debe entenderse simplemente como la reducción o aumento de los aranceles. En cambio, requiere de cambios sociales más profundos y de crear un entorno propicio para el desarrollo saludable del libre comercio. El logro de estos objetivos no puede basarse simplemente en la teoría del comercio universal de Occidente. Parece que una política comercial más flexible e inclusiva será buena para desactivar la fuer- za de protección del comercio interno y lograr el progreso común de la economía y la sociedad nacionales.

Argentina y China deberían profundizar la cooperación en el comercio agrícola y cambiar el patrón de comercio basado en productos agrícolas únicos

Argentina es rica en recursos agrícolas y goza de la reputación de “gra- nero mundial y tienda de carne”. La mayor parte del país se ubica en una región de suelos fértiles y clima templado, lo cual es adecuado para el desarrollo de la agricultura y la ganadería. Además, el país sudamericano es el mayor exportador mundial de ha- rina de soja, aceite de soja, aceite de girasol, miel, peras, maní y jugo con- centrado de limón, el segundo mayor exportador de maíz y sorgo, el tercer mayor exportador de soja y el sexto mayor exportador de trigo. La pro- ducción agrícola contribuye mucho a la economía nacional de Argentina. Por el contrario, China tiene una gran población y escasez de tierra cultivada per cápita. Con el continuo desarrollo de la economía de China y la creciente población, la demanda de productos agrícolas continua- 200 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 183-206 / ZHANG rá aumentando, lo que será una buena base para la cooperación entre China y Argentina en el campo del comercio agrícola. Para alentar la exportación de productos agrícolas, el gobierno de Mauricio Macri canceló el impuesto a la exportación de la mayoría de los productos agrícolas, y el impuesto a la exportación de soja se ha re- ducido en un 5% cada año. Para 2017, la producción de carne de cerdo argentina había aumenta- do, produciendo 6.425 millones de cerdos y 568.000 toneladas de carne porcina, reflejando un aumento del 8,7 % interanual. Ese mismo año, los argentinos consumieron 14 kilogramos de carne de cerdo per cápi- ta, un 9% más. Igualmente, en 2017, las exportaciones de carne de cer- do aumentaron. Los principales destinos de exportación fueron Rusia (62,4%), China (27,4%) y Vietnam (4%) (MOFCOM, 2018 b) En la actualidad, el comercio agrícola representa una gran propor- ción del comercio bilateral de China-Argentina. Según las estadísticas del Ministerio de Comercio de la República Popular China, la cantidad total de soja importada de Argentina en 2017 fue de 6.582.028 toneladas. La ganadería argentina también tomó la delantera en el mundo. En la actualidad, el comercio de carne de res entre China y Argentina está creciendo rápidamente. El 17 de mayo de 2019, el ministro de agricul- tura argentino y el embajador argentino en China firmaron un proto- colo sobre la exportación de carne congelada con hueso y carne fresca refrigerada en Beijing, lo que significa que la carne argentina entrará plenamente en el mercado chino (MOFCOM, 2019 e). Sin embargo, todavía la cooperación comercial agrícola entre China y Argentina se basa en algunos pocos productos. De este modo, la soja y los productos cárnicos representan la gran mayoría del comercio, y el volumen comercial de otros productos es relativamente pequeño. Obviamente, esta situación no es propicia para el desarrollo sostenido y estable de la economía argentina, como lo demuestra la historia del desarrollo comercial de Argentina. De hecho, además de los productos anteriores, la nación sudamericana todavía tiene una gran cantidad de otros productos agrícolas que pueden exportarse a China. Por ejem- plo, Argentina tiene una gran ventaja competitiva en el mercado en los Reflexiones sobre la cooperación comercial entre China y Argentina 201 campos de vino tinto, recursos zoogenéticos, miel, trigo, arroz y limón. Los dos países todavía tienen un gran espacio para la cooperación en el comercio de estos productos. Por lo tanto, se recomienda continuar expandiendo las áreas de cooperación comercial agrícola en el futuro y promover el desarrollo diversificado del comercio agrícola entre los dos países. Esto requiere que China y Argentina trabajen juntas para llevar a cabo negociaciones de libre comercio entre los dos países en el campo de los productos agrícolas.

Fortalecimiento de la cooperación entre los dos países en el campo del comercio sostenible de soja

La soja cultivada se originó en China. Hay una oración sobre la soja en el antiguo libro chino llamado Libro de canciones “Pronto podrá plan- tar soja, que prosperará”. De esta manera, la historia del cultivo de soja en China ha sido de al menos 4.000 años. Durante miles de años, en la práctica a largo plazo de la producción agrícola, los antiguos chinos no solo cultivaron una variedad de recursos de germoplasma de soja, sino que también crearon tecnología de cultivo compleja y diversa de acuerdo con diferentes entornos naturales, características de los cul- tivos y condiciones sociales. Esos sistemas de tecnología de cultivo de soja sostenible han contribuido mucho al desarrollo sostenible de la agricultura tradicional en China. Argentina tiene una historia relativamente corta de cultivo de soja, pero su tasa de desarrollo es muy rápida. En la segunda mitad del siglo XIX, la soja se introdujo en Argentina, no atrajo la atención de los agri- cultores y el área de siembra siempre fue muy pequeña. En 1924, Argentina lanzó una campaña para promover el cultivo de soja. El gobierno compró 15 variedades de semillas de soja de los Esta- dos Unidos y las distribuyó libremente a la estación de prueba agrícola argentina y a los agricultores locales, pero esta acción no logró buenos resultados. Hasta la década de 1960, la superficie de soja en Argentina seguía siendo muy baja. Según las estadísticas de la Organización de 202 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 183-206 / ZHANG las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el área de siembra de soja de Argentina en 1961 era de solo 980 hectáreas. Después de la década de 1970, la harina de pescado peruana como aditivo para alimentos para animales era severamente deficiente, y la demanda de alimentos para animales a base de soja en el mercado eu- ropeo aumentó dramáticamente. Afectado por esto, Argentina comenzó a cultivar soja a gran escala. Sin embargo, en solo unas pocas décadas, Argentina se convirtió rápidamente en el tercer país productor de soja más grande del mundo.

Cuadro 1: Superficie de soja y producción total en Argentina de 2009 a 2016

Area implantada Años Total cosechado (tons) (hectareas)

2009 16771003 30993380

2010 18130800 52675464

2011 18764850 48888536

2012 17577320 40100196

2013 19418824 49306200

2014 19252552 53397715

2015 19334915 61398276

2016 19504648 58799258

Fuente: FAOSTAT

Sin embargo, la rápida expansión de la soja en Argentina también ha generado algunas preocupaciones. En los últimos años, la cuestión de la producción y el comercio sostenibles de la soja ha atraído la atención del mercado internacional, especialmente en el mercado de la UE. Con el fin de resolver este problema de manera efectiva, algunas instituciones han desarrollado estándares correspondientes, como la Mesa Redonda Europea sobre “Directrices de abastecimiento sostenible de soja”. No Reflexiones sobre la cooperación comercial entre China y Argentina 203 obstante, los estándares actuales de producción sostenible para la soja en la comunidad internacional están dominados principalmente por los países occidentales. Por lo tanto, Argentina y China deben fortalecer la cooperación en el campo de la producción sostenible de soja en el marco de la cooperación sur-sur para los países en desarrollo. Además, aunque los estándares estadounidenses y europeos enfatizan la sostenibilidad del medio ambiente y la sociedad, ignoran el tema de la sostenibilidad económica y no pueden resolver eficazmente el proble- ma del monopolio en la cadena de la industria de la soja en América del Sur. Por lo tanto, se recomienda que tanto los países sudamericanos, así como China y Argentina fortalezcan la cooperación en el campo de la producción sostenible de soja y desarrollen estándares de producción adecuados para la situación real de países sudamericanos.

Consideraciones finales

Desde Adam Smith, las ideas de libre comercio se han extendido por todo el mundo; sin embargo, dado que la situación de cada país es diferente, el pensamiento liberal condujo a diferentes resultados en diferentes países. El libre comercio también había traído la prosperidad y el desarro- llo a la economía a la Argentina a lo largo de su historia. No obstante, debido a problemas como la estructura única de exportación, este tipo de política económica eventualmente no permitió a Argentina caminar por el camino del desarrollo sostenible. En la actualidad, China se ha convertido en el mercado de exportación más importante para Argentina. La cooperación de beneficio mutuo es un principio importante en la teoría de las relaciones internacionales de China. Por lo tanto, China y Argentina deben fortalecer la coopera- ción y construir un nuevo tipo de relación de libre comercio que sirva de una mejor manera a la población de ambos países. 204 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 183-206 / ZHANG

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RESEÑA/REVIEW

RESEÑA: Rosales, Osvaldo; El Sueño Chino – Cómo se ve China a sí misma (...)209

ROSALES, Osvaldo; El Sueño Chino – Cómo se ve China a sí misma y cómo nos equivocamos los occidentales al interpretarla. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Siglo XXI Editores Argentina, Santiago de Chile: Comisión Económica para América Latina y el Caribe, 2020, 240 pp.

O livro “O Sonho Chinês” escrito pelo Diretor da Divisão de Comércio Internacional e Integração da Comissão Econômica para a América Latina e o Caribe (CEPAL) , Osvaldo Rosales, traz em seu âmago a ne- cessidade de se analisar detalhadamente a visão chinesa sobre si e o mundo, principalmente por conta de sua posição atualmente nas rela- ções internacionais, para assim poder pensar-se como a América Lati- na pode se organizar e se impor internacionalmente em vias de evitar que a polarização crescente do Sistema Internacional (SI) – conflito en- tre o atual hegemón, Estados Unidos, e a ascendente China – afete dire- tamente suas economias e desenvolvimento. Neste sentido o livro se divide em 13 capítulos, dos quais pode-se dizer que 8 são mais relacionados com a história econômica chinesa e os outros 5 destinados aos atritos entre Estados Unidos e China na esfera atual. Essa construção cria uma lógica cronológica dos fatos e traz clareza sobre os atuais desafios mundiais, mostrando a continuidade da China em atingir seus objetivos, fazendo planejamentos de longo prazo e planos concisos. No primeiro capítulo, o autor discute “O Sonho Chinês”, o qual seria a volta da China ao centro da civilização e das relações econômicas mundiais, tal como anteriormente ao século XV. Esta época de relevância chinesa foi substituída pelo Século da Humilhação (1839-1949), o qual faz referência ao momento do neocolonialismo, com as Guerras do Ópio (1841-1861), invasões, ocupações, além de revoltas internas. Este século termina com o nascimento do República Popular da China. A partir deste momento até um século depois, 1949-2050, seria o momento em que o País do Meio demoraria para retornar a este posto, ou seja, a regularidade histórica. A criação da República da China é abordada no segundo capítulo. Sun Yat-sen, o primeiro presidente chinês (1911), foi também o primeiro grande idealizador destacado pelo autor do Sonho Chinês, o qual defen- dia que os três princípios do nacionalismo, democracia e bem estar do 210 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 209-214 / ABDALLA SCHEFFER povo seriam o pilar para que esta nação recuperasse sua grandeza e ul- trapassasse Inglaterra e Estados Unidos. São considerados os criadores deste Sonho Chinês, Sun Yat-sen, único anterior a RPC; Deng Xiaoping, Jiang Zemin, Hu Jintao e Xi Jinping, os quais já pertencem ao período da RPC e são herdeiros dos erros e acertos de Mao Tsé-Tung, do qual se leva até hoje o pensamento marxista- leninista e admiração. O terceiro capítulo se desenvolve com base na experiência de Mao Tsé-Tung no governo (1949-1975), período em que houve uma utopia sobre o crescimento, no qual o Grande Salto Adiante (GSA) (1958-1961) mascarava os erros econômicos apenas objetivando o aparente aumen- to do PIB, e também no qual o medo das críticas levava a mortes e re- pressão, a exemplo da campanha “Que cem flores desabrochem, que cem escolas rivalizam!” e da “Revolução Cultural” (1966-1969/1970), pe- ríodo em que até mesmo Deng Xiaoping foi castigado, porém, mesmo em meio ao caos, Deng reconhecia a importância de Mao na caminha- da chinesa ao desenvolvimento. O quarto e quinto capítulos focam mais na figura de Deng Xiaoping e a importância de seu pensamento e a Reforma Econômica e Abertura Co- mercial (1978). Segundo o autor, desacreditado no GSA, Deng analisou o crescimento de países como Japão e os NIC asiáticos, incorporando ao pen- samento ideológico de Mao as características econômicas que fizeram es- tes prosperarem, idealizando alcançar um nível de crescimento louvável mas que caminhasse junto com desenvolvimento científico e tecnológico para elevar o padrão da sociedade, levando a cabo uma tripla transição que garantiria uma economia aberta, de mercado e uma sociedade mais urbana. Desde esse momento, para a concretização do Sonho Chinês, a es- tabilidade política e social sempre foram um pilar de extrema importân- cia, ou seja, um partido forte. Além disso, a frase “Não importa se o gato é preto ou branco, desde que cace os ratos”, expõe a crença deste líder de que propriedade privada e pública poderiam coexistir, mas os objetivos ao longo prazo deveriam ser priorizados com papel central do Estado. A partir disso, o capítulo cinco explora todos os sucessos e dificuldades en- frentados por Deng em sua jornada, desde como a experiência de Zhao Ziyang na província de Sichuan o inspirou; como a reforma agrícola fez RESEÑA: Rosales, Osvaldo; El Sueño Chino – Cómo se ve China a sí misma (...)211 florescer a industrialização urbana; a abertura ao exterior em 1980 jun- to com a implantação de Zonas Econômicas Especiais (ZEEs); os proble- mas com a tradição e tamanho da China, que dificultaram os objetivos e criaram uma corrupção acentuada; as discussões entre Builders e Balan- cers, onde Deng representava os primeiros pensando em obras que ge- rassem crescimento e Chen Yun os segundos que defendiam uma análi- se mais cuidadosa defendendo uma política de ajustes, debate que Deng perdeu politicamente mas ganhou quando desconsiderou os segundos e impôs o crescimento como meta; até a reforma de preços mal implanta- da que desbocou na tragédia da Praça Tiananmen. Os outros chefes de Estado e políticos possuíam características va- riadas, porém todos continuavam uma política econômica consisten- te. Jiang Zemin, terceira geração, garantiu a entrada da China a OMC e a Tripla Representatividade dentro do governo; Hu Jintao, quarta ge- ração, proclamou a “Emergência Pacífica” chinesa, fortalecendo a har- monia social e o desenvolvimento científico e criando uma concepção científica de desenvolvimento; e, por fim, Xi Jinping, a quinta geração, alterou a estratégia de crescimento, colocando o setor de serviços e o desenvolvimento tecnológico em primeiro lugar, adicionando pautas ambientais e humanitárias e aumentando a projeção internacional, le- vando a cabo a tese do socialismo com características chinesas. O sexto e sétimo capítulos abarcam as alterações na dinâmica da po- lítica chinesa com Xi Jinping, que vem com os problemas causados pe- los 40 anos de um PIB crescendo a 10% ao ano, necessitando assim for- talecer o setor de serviços, diminuir as dívidas e bolhas imobiliárias, alterar a lógica da renda média e “imposto demográfico”, melhorar a distribuição e poluição, mudando a matriz energética do país. Essas mu- danças também convergem com o debate econômico chinês, o qual é explorado na oitava parte do livro, onde a Neoesquerda se sobrepôs ao propor continuidade nas reformas do mercado, mas mantendo o equi- líbrio e equidade para se atingir eficazmente os objetivos do Estado. Com a proposta Made In China 2025, Xi procura tornar a China um dos países que fazem as regras do SI, não apenas as seguem, desse modo, mudaria a lógica da economia política internacional ao procurar trans- 212 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 209-214 / ABDALLA SCHEFFER formar o país em uma potência tecnológica, com uma manufatura de qualidade e inovadora. Aqui reside uma das principais preocupações Estadunidenses, pois, segundo o autor, o século XXI seria marcado pela reconfiguração da economia mundial, com mudanças climáticas e tecno- lógicas, onde quem dominaria o SI seria quem dominasse a inovação e tec- nologias disruptivas (a disputa tecnológica é enfocada no capítulo onze). A partir do capítulo nove se delineia o conflito econômico EUA-Chi- na, onde inicialmente se destaca que esta é uma concorrência que vai além de balanças de pagamentos, e que será dificultosa para os Estados Unidos frente ao Sonho Chinês que traz ao conflito contextos próprios de longo prazo, não vistos antes, onde ao cerne se trata de uma disputa estrutural. Além disso, este capítulo descreve todos os pontos que di- vergem ambos Estados, os reclamos e fortalezas destes. Essa pressão – sobre o domínio das tecnologias, abordada no capí- tulo onze – descarrega sobre a relação de ambos países uma forte des- confiança e choques, que resultaram em uma guerra comercial pautada em mais insinuações do que fatos – como as alegações sobre a empre- sa de 5G Huawei – e que esconde o real objetivo de Trump, que é fre- ar o desenvolvimento chinês em tecnologia. Ao objetivar isso, Trump não avalia a conjuntura, esquecendo que as cadeias de valor globais se ligam diretamente a China e essa guerra traria muitos malefícios ao próprio país estadunidense. Além disso, como a China mudou sua for- ma de desenvolvimento, a guerra comercial não traria benefícios ao país, tendo que retornar a um sistema que não compensa mais o cres- cimento. Isso geraria uma crise de ameaças e acordos, cíclica, o que já pode se ver nos diálogos sobre as tarifas, fato que é destacado no ca- pítulo dez, resumindo uma disputa de grande duração com diferentes níveis de intensidades, levando em consideração a pouca previsibili- dade do presidente Trump, e autores orientais sobre guerra que fazem pensar que a China seria um combatente pouco previsível igualmen- te, atacando de forma controlada e estudada (Sun Zi). Nesse sentido, no capítulo doze, o livro coloca o conflito EUA-China como uma guerra fria do século XXI, que se iniciou com o discurso de Mike Pence (2018), que define a China como o principal desafio dos EUA, RESEÑA: Rosales, Osvaldo; El Sueño Chino – Cómo se ve China a sí misma (...)213 o que fortificou acordos bilaterais e uma certa ineficácia da OMC. Essa realidade torna provável uma futura balcanização da internet, o que faz o autor destacar a necessidade de uma fortificação de ações multi- laterais, principalmente por parte da América Latina e Europa para se evitar a Armadilha de Tucídides, que seria uma guerra inevitável pelo poder. Porém, antes mesmo disto, o autor evidencia que a ambi- ção chinesa se finda num sistema internacional que possibilite o con- tínuo crescimento e esboça que a China entende como e porque evitar uma guerra frontal com o atual hegemón, pois, seus objetivos a longo prazo e não interesse em interferir na política dos países tornam essa “armadilha” algo inimaginável, porque não desejam tomar o lugar dos EUA nas grandes instituições mundiais. Todas essas características da economia chinesa juntamente com a análise de teóricos orientais que prezam pela estratégia e não força, levam o livro a conclusão de que a guerra é uma realidade difícil, principalmente se a China continuar com seus hábitos de equidade e justiça no SI, reforçando sua participa- ção internacionalmente e prezando pelo multilateralismo (BRICS, One Belt One Road, e outros). Nesse âmbito, os EUA deveriam aceitar o fato de que a ascensão Chinesa é algo irrevogável, e, como apontado na úl- tima parte do livro, reforçar sua democracia e liberdades individuais, sem forçá-los aos outros, se comprometendo com seus ideias de merca- do, fortalecendo os laços internacionais, caminhando a uma coexistên- cia. Não a espaço para se deletar países em um mundo interconectado. O autor ainda coloca que, a China continua alvo de grande descon- fiança no Ocidente por conta de seu modelo político repressivo, e mes- mo a sociedade ocidental estando em crise com seu próprio modelo – corrupção enraizada, crise econômica – a “ameaça chinesa” é uma frase que persistirá ainda pós governo Trump. Nessa esfera, a vitória chine- sa seria uma derrota do paradigma Ocidental de que apenas sociedades com liberdade e justiça atingiriam total desenvolvimento. Mas, vitorio- so é uma palavra que deveria ser pensada para a conquista de uma co- existência e cooperação entre ambos países e modelos, pois, não há ne- cessidade de um choque de civilizações, sendo necessário levar-se em conta o histórico de uma sociedade que não mais se deixará invadir, 214 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 209-214 / ABDALLA SCHEFFER um mundo independente e a não inocência ocidental. Nesse momento, o que a América Latina deve fazer, é evitar a guerra fria do século XXI se desdobrando em acordos multilaterais, modernizando e reforman- do a OMC e promovendo uma integração regional em vistas a fortale- cer sua voz nesta nova conjuntura internacional. Em vista disso, o título do livro é assertivo ao colocar em pauta a vi- são oriental sobre si e o que isso implica aos parâmetros tradicionais de análise ocidentais de relações internacionais. Aqui o Sonho Chinês é algo explicitamente chinês, onde não existe uma necessidade de le- var sua visão de mundo a outros, apenas anseios de melhorar as regras do SI e da própria OMC para levar vantagem em seu próprio desenvol- vimento. Além disso, a Nova Rota da Seda e o Banco dos BRICS fortifi- cam a visão estritamente comercial da propaganda chinesa ao exterior, mas que também leva seus ideais de equidade e justiça nas relações, po- rém sem intervenções em problemas internos. Ademais, estabilidade é a palavra-chave chinesa, e sua aspiração a recuperação de seu poderio econômico e como civilização é algo tão enraizado na sociedade que, ao os Estados Unidos tentarem evitar o desenvolvimento deste país, tanto tecnológico, como em infraestrutura e educação, ele está sendo errô- neo e perdendo a oportunidade de uma readequação do sistema inter- nacional em que suas perdas não sejam tão severas. Ao compreender isso, se torna mais fácil evitar uma escalada de conflitos. Desse modo, o livro não descreve apenas uma realidade momentâ- nea, mas sim uma conjuntura firma e prospectiva, que deve ser ana- lisada com seriedade, colocando-se em jogo o próprio conceito de Chi- na, Zhongguó, Reino do Meio, e o que isso realmente significa a uma população que passou por momentos ambíguos e à 71 anos segue pla- nos concisos de volta regularidade histórica.

Glaucya Abdalla Scheffer*

* Estudante avançada de Relações Internacionais e Integração na Universidade Federal da Integração Latino-Americana (UNILA). Correio eletrônico: [email protected]. Convocatoria para Revista Interdisciplinaria de Estudios Sociales (ES) 215

Convocatoria para Revista Interdisciplinaria de Estudios Sociales Nº 21

La Revista Interdisciplinaria de Estudios Sociales convoca artículos para su dossier: “La guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay”

Notas para los/las autores/as

Se reciben trabajos en español y portugués para dossier y de flujo con- tinuo.

Los artículos propuestos para el dossier de la presente convocatoria de- ben ser enviados antes del 30 de junio de 2020 a la siguiente dirección de correo electrónico: [email protected]

Los artículos que se propongan para su evaluación en la Revista Inter- disciplinaria de Estudios Sociales deberán ser originales, no haber sido publicados previamente en ninguna de sus versiones y no estar simultáneamente propuestos para tal fin en otra revista.

Los originales serán sometidos a un proceso editorial que se desarro- llará en varias fases. En primer lugar, los artículos recibidos serán ob- jeto de una evaluación preliminar por parte de los miembros del Co- mité Editorial y la Directora, quienes determinarán la pertinencia de la publicación. Una vez establecido que el artículo cumple con los re- quisitos temáticos, además de los requisitos formales indicados en es- tas instrucciones, será enviado a pares académicos externos, quieres determinarán en forma anónima: a) publicar sin cambios, b) publicar cuando se hayan cumplido correcciones menores, c) publicar una vez que se haya efectuado una revisión de fondo y d) rechazar. En caso de discrepancia entre ambos resultados, el texto será enviado a un ter- 216 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 215-232 cer árbitro, cuya decisión definirá la publicación. Los resultados del proceso de dictamen académico serán inapelables en todos los casos.

Normas editoriales para autores/as:

1. Junto con el archivo Word del trabajo, el/la autor/a o los/las au- tores/as debe adjuntar un Currículum Vitae abreviado de cada autor/a (en archivo aparte).

El trabajo deberá tener título, resumen de 100 palabras y tres pa- labras claves, en español y en un segundo idioma (inglés, francés o portugués) e incluir nombre de autor/a o autores/as debajo del título del trabajo e indicar pertenencia institucional y correo elec- trónico en nota al pie con asterisco.

La extensión de los trabajos: máximo 20 carillas en Tamaño A4, en tipografía Times New Roman, Tamaño 12, escritas a espacio y medio incluyendo citas y bibliografía.

El tamaño de los márgenes debe ser: superior e inferior: 2cm, iz- quierdo y derecho: 2,5cm.

2. Fuente y títulos. Usar un solo tipo de fuente para todo el texto (títulos, subtítulos, citas, notas y epígrafes). Los títulos no deben numerarse. Los párrafos se iniciarán con una sangría en 1 cm. No debe adicionarse espacios entre párrafos. Usar negrita y cursivas; evitar subrayados. Dejar un renglón antes y después de cada títu- lo. Ajustarse a los títulos a los siguientes niveles:

Nivel 1: (título del trabajo) mayúsculas y minúscula en negrilla, centralizado, sin subrayar. Ej.: Título

Nivel 2: mayúsculas y minúscula, negrilla, margen izquierdo. Ej.: Sección Convocatoria para Revista Interdisciplinaria de Estudios Sociales (ES) 217

Nivel 3: mayúsculas y minúsculas en itálica, sin negrilla, margen izquierdo. Ej.: Subsección

3. Citas. Las citas textuales deben ir entre comillas si se incluyen en el cuerpo del texto. Las transcripciones de más de 5 líneas de texto irán en párrafo aparte, sin sangría en el primer renglón, sin comillas de apertura y cierre, en cuerpo 12 Times New Roman, con interlineado sencillo. El margen de párrafo completo será de 1 cm. Antes y después de cada cita de este tipo se dejará una línea en blanco. Lo mismo se debe hacer en el caso de las entrevistas o fuentes documentales que se citen en el cuerpo del texto. Cuando se agregue algún comentario a la entrevista este debe ser puesto en- tre corchetes. En caso de fragmentar la entrevista usar paréntesis.

4. Referencias bibliográficas dentro del texto. Las referencias bibliográficas dentro del texto se harán entre paréntesis, apelli- do del autor, año de edición y, luego de dos puntos, el número de página o páginas. Por ejemplo, (Eco, 1995:52). Se citan hasta dos autores, si son más de dos se cita el primer autor y se agrega et al. Por ejemplo, (Mases et al. 1998). Autores diferentes citados en un mismo paréntesis deben ordenar se cronológicamente y no alfa- béticamente. Ej.: Foucault, 1975; Bourdieu,1980).

5. Referencias bibliográficas completas. Todas las referencias bibliográficas citadas en el texto principal o en las notas deben incluirse al final del trabajo en orden alfabético por apellido de los autores. Todos los trabajos incluidos en la lista bibliográfica deben estar referenciados en el texto.

Si hay varios trabajos de un mismo autor publicados en el mismo año, la distinción entre ellos se hará utilizando letras. 218 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 215-232

Ejemplo: Fairclough, 2000a, Fairclough, 2000b, etc. Si el autor lo considera importante el año de la edición original debe ir entre corchetes. Ejemplo: Fairclough, 2000 [1992].

Libros: a) apellido en mayúscula y nombre del autor en letra nor- mal y minúscula; b) año de edición (entre paréntesis), c) título de la obra en letra cursiva; d) lugar de edición, casa editorial. Todos estos datos deben separarse entre sí por comas.

Ejemplo: NACUZZI, Lidia (2010), Principios básicos de entrenamien- to en la investigación: la tesis de licenciatura, Buenos Aires, Edito- rial de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.

Capítulos de libros: a) apellido en mayúscula y nombre del autor en letra normal y minúscula; b) año de edición (entre paréntesis), c) título del capítuloentre comillas, d) en: apellido y nombre del/ los editor(es) del libro, e) título la obra en letra cursiva; f) lugar de edición, casa editorial, g) páginas que abarca el capítulo (pp.). Todos estos datos deben separarse entre sí por comas.

Ejemplo: DÍAZ, Esther (1997), “Corrientes epistemológicas contem- poráneas”, en: DÍAZ, Esther (ed.), Metodología de las ciencias socia- les, Buenos Aires, Biblos, pp. 117-134.

Artículos: a) Apellido en mayúscula y nombre del autor en letra normal y minúscula; b) año de edición, c) título del artículo en letra normal, minúscula y entre comillas, d) en: nombre de la revista o publicación que lo incluye (en letra cursiva); e) lugar de edición; f) tomo (T.), volumen (Vol.), número (N°), g) páginas que abarca el ar- tículo (pp.) Todos estos datos deben separarse entre sí por comas.

Ejemplo: PEÑA Ramos, José (2013), “Indignación en Andalucía: ori- gen y andadura inicial del movimiento 15-M”, en: Si somos ameri- Convocatoria para Revista Interdisciplinaria de Estudios Sociales (ES) 219

canos. Revista de Estudios Transfronterizos, Santiago de Chile, Vol. XIII, N°2, pp. 15-32.

Páginas web: deben llevar consignados los sitios web y las fechas de acceso del autor al material citado.

Ejemplo: Sitio web del Ministerio de comercio exterior de Costa Rica. Disponible en: http://www.comex.go.cr// (Consultado en no- viembre de 2015).

Diarios: a) apellido en mayúscula y nombre del autor en letra nor- mal y minúscula; b) título del artículo en letra normal, minúscula y entre comillas, c) en: nombre del diario que lo incluye (en letra cursi- va); d) día, mes y año de la publicación, e) lugar y f) página a o páginas citadas (pp.). Todos estos datos deben separarse entre sí por comas.

Ejemplo: LEUCO, Alfredo, “Un viaje muy polémico”, en: Clarín, 15 diciembre de 1984, Buenos Aires, p.15.

Tesis y tesinas: a) apellido en mayúscula y nombre del autor en letra normal y minúscula; b) año (entre paréntesis), c) título la obra en letra cursiva; d) grados académicos; e) Facultad. Todos es- tos datos deben separarse entre sí por comas.

Ejemplo: GIMÉNEZ, Pablo (2015), Las relaciones políticas y económi- cas entre Brasil y Argentina: 1989-2011, Tesis para optar por el grado de licenciado en Relaciones Internacionales, Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, Universidad de Rosario.

Ponencias: a) apellido en mayúscula y nombre del autor en letra normal y minúscula; b) año de presentación, c) título del artículo en letra normal, minúscula y entre comillas, d) en: nombre del evento (en letra cursiva); e) lugar, fecha y sede de realización. To- dos estos datos deben separarse entre sí por comas. 220 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 215-232

Ejemplo: GIMÉNEZ, Pablo (2014), “Las relaciones políticas y econó- micas entre Brasil y Argentina durante el gobierno de Carlos Menem (1989- 1999)”, en: III Jornadas Internacionales de Problemas Lati- noamericanos. “Movimientos Sociales, Estados y Partidos en Améri- ca Latina: (re)configuraciones institucionales, experiencias de orga- nización y resistencia, Mendoza, del 28 al 30 de noviembre, Facultad de Ciencias Sociales y Políticas, Universidad Nacional de Cuyo.

6. Entrevistas: a) nombre de la persona entrevistada; b) lugar y fe- cha de realización de la entrevista; c) nombre del entrevistador/a. Ejemplo: Entrevista a Juan Pérez, Buenos Aires, 25 de abril de 2013. Entrevistador: Pablo Giménez.

7. Notas: Las notas deben ubicarse a pie de página, con números co- rrelativos.

8. Siglas: Deben escribirse en mayúsculas y al mencionarlas por pri- mera vez en el texto ponerlas en su versión completa entre guio- nes o paréntesis. Hacer un listado del total de las siglas utilizadas en el texto antes de las referencias bibliográficas.

9. Cuadros y gráficos: Los gráficos y tablas deben enviarse en Excel en archivo aparte. En el cuerpo del texto se debe indicar el lugar su- gerido para insertar los mismos, con una llamada de tipo “Gráfico 1”. Se sugiere evitar toda complejidad innecesaria en su elaboración, tomando en cuenta que la impresión final es a un solo color (negro).

AQUELLOS TRABAJOS QUE NO CUMPLAN CON ESTE FORMATO NO SERÁN RECIBIDOS. Convocatória para a Revista Interdisciplinaria de Estudios Sociales (POR) 221

Convocatória para a Revista Interdisciplinaria de Estudios Sociales Nº 21

A Revista Interdisciplinaria de Estudos Sociales convoca artigos para seu dossiê: “A guerra da Tríplice Aliança contra o Paraguai”

Notas para os/as autores/as

Se aceitam trabalhos em espanhol e português para o dossiê e de fluxo continuo.

Os artigos propostos para o dossiê da presente convocatória devem ser enviados antes do 30 de junho de 2020 à seguinte correio electrónico: [email protected]

Os artigos propostos para ser avaliados na Revista Interdisciplinaria de Estudios Sociales devem ser originais, não ter sido publicados pre- viamente em versão nenhuma e não estar simultaneamente propostos para tal finalidade em outra revista.

Os originais serão sometidos a um processo editorial que se desenvol- vera em várias fases. Em primeiro lugar, os artigos recebidos serão submetidos a uma avaliação preliminar pelos membros do Comitê Editorial e pelo Diretor, que determinarão a relevância da publicação. Uma vez estabelecido que o artigo atende aos requisitos temáticos, além dos requisitos formais indicados nestas instruções, será enviado para pares acadêmicos externos que determinarão anonimamente: a) publicar sem alterações, b) publicar quando correções menores tive- rem sido atendidas, c) publicar uma vez que uma revisão substantiva tenha sido realizada e d) rejeitar. Em caso de discrepância entre os dois resultados, o texto será enviado a um terceiro árbitro, cuja deci- 222 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 215-232 são definirá a publicação. Os resultados do processo de opinião acadê- mica serão inapeláveis em todos os casos.

Normas para os/as autores/autoras:

1. Juntamente com o arquivo Word da obra, o (s) autor (es) ou os au- tores devem anexar um Curriculum Vitae abreviado de cada autor (num arquivo separado).

O trabalho deve ter um título, um resumo de 100 palavras e três palavras-chave, em espanhol e em um segundo idioma (inglês, francês ou português) e incluir o nome do autor ou autores sob o título do trabalho e indicar associação institucional e correio eletrônico em nota de roda pé com asterisco.

A extensão dos trabalhos: máximo 20 folhas em Tamanho A4, em tipografia Times New Roman, Tamanho 12, escritas a espaço e meio incluindo citas e bibliografia.

O tamanho das margens deve ser: superior e inferior: 2 cm, es- querda e direita: 2, 5 cm.

2. Fonte e títulos. Usar um só tipo de fonte para todo o texto (títulos, subtítulos, citas, notas e epígrafes). Os parágrafos se iniciam com recuo em 1 cm. Usar negrito e itálico; evitar sublinhados. Ajustar os títulos a os seguintes niveles:

Nível 1: (título do trabalho) maiúsculas e minúscula em negrito, centralizado, sem sublinhar. Ex.: Título

Nível 2: maiúsculas e minúscula, negrito, margem esquerdo. Ex.: Seção Convocatória para a Revista Interdisciplinaria de Estudios Sociales (POR) 223

Nível 3: maiúsculas e minúsculas em itálica, sem negrito, margem esquerdo. Ex.: Subseção

3. Citas. As citas textuais devem ir entre aspas se se incluem no corpo do texto. As transcrições de mais de 5 linhas de texto iram em parágrafo aparte, sem recuo na primeira linha, sem aspas de apertura e fechamento, em corpo 12 Times New Roman, com en- trelinhado simples. A margem do parágrafo completo será de 1 cm. Antes e depois de cada cita de este tipo se deixará uma linha em branco. O mesmo se deve fazer no caso das entrevistas ou fon- tes documentais que se citem no corpo do texto. Quando se agre- gue algum comentário à entrevista este deve ser colocado entre colchetes. Em caso de fragmentar a entrevista usar parêntesis (…).

4. Referências bibliográficas dentro do texto. As referências bi- bliográficas dentro do texto se farão entre parênteses, sobrenome do autor, ano de edição e, logo de dois pontos, o número de página ou páginas. Por exemplo, (Eco, 1995:52). Se citar mais de dois auto- res escrever o primeiro autor e depois et al. Por exemplo, (Mases et al. 1998). Autores diferentes citados em um mesmo parêntesis devem ordenar-se cronologicamente e não alfabeticamente. Ex.: (Foucault, 1975; Bourdieu, 1980).

5. Referências bibliográficas completas. Todas as referências biblio- gráficas citadas no texto principal ou nas notas devem incluir-se ao final do trabalho em ordem alfabético por sobrenome dos autores.

Se houver vários trabalhos do mesmo autor publicados no mesmo ano, a distinção entre eles será feita usando letras.

Exemplo: Fairclough, 2000a, Fairclough, 2000b, etc. Se o autor considerar importante, o ano da edição original deve ser colocado entre colchetes. Exemplo: Fairclough, 2000 [1992]. 224 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 215-232

Livros: a) sobrenome em maiúscula e nome do autor em letras normais e minúsculas; b) ano de edição (entre parênteses), c) tí- tulo do trabalho em itálico; d) local de publicação, editora. Todos esses dados devem ser separados uns dos outros por vírgulas.

Ex.: NACUZZI, Lidia (2010), Principios básicos de entrenamiento en la investigación: la tesis de licenciatura, Buenos Aires, Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.

Capítulos de livros: a) sobrenome em maiúscula e nome do autor em letras normais e minúsculas; b) ano de edição (entre parênte- ses), c) título do capítulo entre vírgulas, d) em: sobrenome e nome da (s) editora (s) do livro, e) título da obra em letra cursiva; f) local de publicação, editora, g) páginas abrangidas pelo capítulo (pp.); todos estes dados devem ser separados uns dos outros por vírgulas.

Ex.: DÍAZ, Esther (1997), “Corrientes epistemológicas contemporá- neas”, en: DÍAZ, Esther (ed.), Metodología de las ciencias sociales, Buenos Aires, Biblos, pp. 117-134.

Artigos: a) sobrenome em maiúscula e nome e do autor em letras normal e minúsculas; b) ano de publicação, c) título do artigo em fonte normal, minúscula e entre aspas, d) em: nome do periódico ou publicação que o inclui (em letra cursiva); e) local de edição; f) Tomo (t), o volume (vol), número (n °), g) e páginas do artigo (pp). Todos estes dados devem ser separados por comas.

Ex.: PEÑA Ramos, José (2013), “Indignación en Andalucía: origen y andadura inicial del movimiento 15-M”, en: Si somos americanos. Revista de Estudios Transfronterizos, Santiago de Chile, Vol. XIII, N° 2, pp. 15-32.

Sites devem ser consignados os sites e as datas de acesso do autor ao material citado. Convocatória para a Revista Interdisciplinaria de Estudios Sociales (POR) 225

Exemplo: Sitio do Ministerio de comercio exterior de Costa Rica. Disponible en: http://www.comex.go.cr// (Consultado en noviem- bre de 2015).

Jornais: a) sobrenome em maiúscula e nome do autor em letras normais e minúsculas; b) título do artigo em fonte normal, mi- núscula e entre aspas; c) in: nome do diário que o inclui (em letra cursiva); d) dia, mês e ano de publicação; e) local e f) página a ou páginas citadas (pp.). Todos esses dados devem ser separados uns dos outros por vírgulas:

Ex.: LEUCO, Alfredo, “Un viaje muy polémico”, en: Clarín, 15 di- ciembre de 1984, Buenos Aires, p.15.

Teses e dissertações: a) sobrenome em maiúscula e nome do au- tor em letras normais e minúsculas; b) ano (entre parênteses), c) título do trabalho em letras cursivas; d) graus acadêmicos; e) Fa- culdade. Todos esses dados devem ser separados uns dos outros por vírgulas.

Ex.: GIMÉNEZ, Pablo (2015), Las relaciones políticas y económicas entre Brasil y Argentina: 1989-2011, Tesis para optar por el grado de licenciado en Relaciones Internacionales, Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, Universidad de Rosario.

Comunicações e apresentações em congressos: a) sobrenome em maiúscula e nome do autor em letras normais e minúsculas; b) ano de apresentação, c) título do artigo em fonte normal, minúscu- la e entre aspas, d) em: nome do evento (em cursivo); e) local, data e local de execução. Todos esses dados devem ser separados uns dos outros por vírgulas.

Ex.: GIMÉNEZ, Pablo (2014), “Las relaciones políticas y económi- cas entre Brasil y Argentina durante el gobierno de Carlos Menem 226 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 215-232

(1989- 1999)”, en: III Jornadas Internacionales de Problemas Latino- americanos. “Movimientos Sociales, Estados y Partidos en América Latina: (re)configuraciones institucionales, experiencias de organi- zación y resistencia, Mendoza, del 28 al 30 de noviembre, Facultad de Ciencias Sociales y Políticas, Universidad Nacional de Cuyo.

6. Entrevistas: a) nome da pessoa entrevistada; b) local e data da en- trevista; c) nome do entrevistador. Exemplo: Entrevista com Juan Pérez, Buenos Aires, 25 de abril de 2013. Entrevistador: Pablo Gi- ménez.

7. Notas: As notas devem estar localizadas na parte inferior da pági- na, com números correlativos.

8. Siglas: Devem escrever-se em maiúsculas e ao mencioná-los pela primeira vez no texto, coloque-os em sua versão completa entre traços ou parênteses. É conveniente fazer uma lista no final dos acrônimos com a equivalência completa daquelas usadas no tex- to, na bibliografia, nas tabelas e nos gráficos.

9. Tabelas e gráficos: Gráficos e tabelas devem ser enviados no Excel em um arquivo separado. No corpo do texto você deve indicar o local sugerido para inseri-los, com uma chamada do tipo “Gráfico 1”. Su- gere-se evitar qualquer complexidade desnecessária na sua elabo- ração, tendo em conta que a impressão final é uma única cor (preto).

OS TRABALHOS QUE NÃO CUMPRAM ESTE FORMATO NÃO SERÃO RECEBIDOS. Call for Interdisciplinary Journal of Social Studies (EN) 227

Call for Interdisciplinary Journal of Social Studies No. 21

The Interdisciplinary Journal of Social Studies announces arti- cles for your dossier: “The War of Triple Alliance against Paraguay”

Papers are received in Spanish and Portuguese for dossier and con- tinuous flow.

The articles proposed for the dossier of this call must be sent before the June 30th, 2020 to the following email: revistainterdisciplinaria@ gmail.com

Guidelines for authors

1. Along with the work Word file, the author or authors should attach: a title and a summary of 100 words and three keywords, in Span- ish or Portuguese and in a second language (Spanish, Portuguese, French or English) and an abbreviated Curriculum Vitae of each author (in separate file).

The work must include the name of the author or authors under the title of the work and the institutional identity and the e-mail in footnote with asterisk.

The extension of the works: maximum 20 pages in A4 Size, in Times New Roman typography, Size 12, written in a space and me- dium for citations and bibliography.

The size of the margins should be: top and bottom: 2 cm, left and right: 2, 5 cm. 228 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 215-232

2. Source and titles. Use only one type of font for all text (titles, subti- tles, citations, notes and epigraphs). The titles should not be num- bered. The paragraphs will start with an indentation in 1 cm. Spaces should not be added between paragraphs. Use bold and italics; Avoid underlines Leave a line before and after each title. Ad- just to the titles to the following levels:

Level 1: (title of the work) uppercase and lowercase in bold, central- ized, without underlining. Ex: Title

Level 2: uppercase and lowercase, bold, left margin. Ex: Sec- tion

Level 3: uppercase and lowercase in italics, no bold, left margin. Ex: Subsection

3. Citation. Textual quotes should be enclosed in quotation marks if they are included in the body of the text. The transcriptions of more than 5 lines of text will go in a separate paragraph, without indentation in the first row, without opening and closing quotation marks, in 12 Times New Roman body, with single line spacing. The full paragraph margin will be 1 cm. A blank line will be left before and after each appointment of this type. The same should be done in the case of interviews or documentary sources that are cited in the body of the text. When a comment is added to the interview it should be put in square brackets. In case of fragmenting the inter- view use parentheses.

4. Bibliographical references within the text. The bibliographical references within the text will be made in parentheses, last name of the author, year of edition and, after two points, the page number or pages. For example, (Eco, 1995:52). Up to two authors are cited, if more than two, the first author is cited and et al is added. For example, (Mases et al., 1998). Different authors cited in the same pa- Call for Interdisciplinary Journal of Social Studies (EN) 229

renthesis should be ordered chronologically and not alphabetically (example: (Foucault, 1975; Bourdieu, 1980)).

5. Complete bibliographic references. All bibliographic references cited in the main text or in the notes must be included at the end of the work in alphabetical order by the authors’ last name. All the works included in the bibliographic list must be referenced in the text.

If there are several works by the same author published in the same year, the distinction between them will be made using let- ters. Example: Fairclough, 2000a, Fairclough, 2000b, etc. If the au- thor considers it important, the year of the original edition should be enclosed in square brackets. Example: Fairclough, 2000 [1992].

Books: a) last name in capital letters and author’s name in normal and lowercaseletters; b) year of edition (in parentheses), c) title of the work in italics; d) place of publication, publishing house. All these data must be separated from each other by commas.

Example: NACUZZI, Lidia, (2010), Basic principles of training in research: the thesis of degree, Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.

Chapters of books: a) last name in capital letters and author’s name in normal and lowercase letters; b) year of edition (in paren- theses), c) title of the chapter in quotes, d) in: surname and name of the book’s editor (s), e) title of the work in cursive; f) place of publication, publishing house, g) pages covered by the chapter (pp.). All these data must be separated from each other by commas.

Example: DÍAZ, Esther, (1997), “Corrientes epistemológicas con- temporáneas”, in: DÍAZ, Esther (ed.), Metodologia de las ciencias sociales, Buenos Aires, Biblos, pp. 117-134. 230 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 215-232

Articles: a) surname in capital letters and author’s name in nor- mal and lowercase letters; b) year of publication, c) title of the arti- cle in normal font, lowercase and between quotation marks, d) in: name of the journal or publication that includes it (in cursive); e) place of editing; f) volume (t.), volume (vol.), number (n°), g) pages covered by the article (pp.) All these data must be separated from each other by commas.

Example: PEÑA Ramos, José, (2013), “Indignación en Andalucía: origen y andadura inicial del movimiento 15-M@, in: Si somos americanos. Revista de Estudios Transfronterizos, Santiago, Chile, Vol. XIII, No. 2, pp. 15-32.

Web pages: must be consigned the websites and the author’s ac- cess dates to the cited material.

Example: Website of the Ministry of Foreign Trade of Costa Rica. Available at: http://www.comex.go.cr// (Consultation in November 2015).

Newspaper: a) surname in capital letters and author’s name in normal and lowercase letters; b) title of the article in normal font, lowercase and between quotation marks, c) in: name of the jour- nal that includes it (in cursive), d) the edition number, d) month and year of publication and e) page or pages cited (pp.). All these data must be separated from each other by commas.

Example: LEUCO, Alfredo, “A very controversial trip”, in: Clarín, 13963, December 15th 1984, Buenos Aires, p.15.

Theses and dissertations: a) surname in capital letters and au- thor’s name in normal and lowercase letters; b) year (in parenthe- ses), c) title the work in cursive letters; d) academic degrees; e) Fac- ulty. All these data must be separated from each other by commas. Call for Interdisciplinary Journal of Social Studies (EN) 231

Example: GIMÉNEZ, Pablo, (2015), Political and economic rela- tions between Brazil and Argentina: 1989-2011, Thesis for opting for a degree in International Relations, Facultad de Ciencia Políti- ca y Relaciones Internaciones, Universidad de Rosario.

Papers: a) surname in capital letters and author’s name in normal and lowercase letters; b) year of presentation, c) title of the article in normal font, lowercase and between quotation marks, d) in: name of the event (in cursive); e) place, date and place of execu- tion. All these data must be separated from each other by commas.

GIMÉNEZ, Pablo (2014), “Las relaciones políticas y económicas en- tre Brasil y Argentina durante el gobierno de Carlos Menem (1989- 1999)”, en: III Jornadas Internacionales de Problemas Latinoame- ricanos. “Movimientos Sociales, Estados y Partidos en América Latina: (re)configuraciones institucionales, experiencias de organi- zación y resistencia, Mendoza, del from November 28 to 30, Facul- tad de Ciencias Sociales y Políticas, Universidad Nacional de Cuyo.

6. Interviews: a) name of the person interviewed; b) place and date of the interview; c) name of the interviewer. Example: Interview with Juan Pérez, Buenos Aires, April 25, 2013. Interviewer: Pablo Giménez.

7. Foot notes: The notes should be placed at the bottom of the page, with correlative numbers.

8. Acronyms: They should be written in capital letters and when they are mentioned for the first time in the text, they should be written in full version between scripts or parentheses. Make a list of the total of acronyms used in the text before the bibliographic references. 232 Número 20, Julio - Diciembre 2019: 215-232

9. Tables and graphics: Graphics and tables must be sent in Excel in a separate file. In the body of the text you must indicate the sug- gested place to insert them, with a call of type “Graphic 1”.

THOSE WORKS THAT DO NOT COMPLY WITH THIS FORMAT WILL NOT BE RECEIVED.