SOBRARBE Revista del Centro de Estudios de , n.º 8. 2002 REVISTA del Centro de estudios de sobrarbe

N.º 8 Sobrarbe, 2002

Centro de estudios de sobrarbe

INSTITUTO DE ESTUDIOS ALTOARAGONESES Consejo de Redacción: Mariano Coronas Manuel lópez José Ramón MonClús José Antonio Murillo Severino pallaruelo Antonio pla Ramón azón Carmen Chéliz

Portada: Pantocrátor. Iglesia de Vio (). Museo Diocesano de .

Redacción y Administración: Centro de Estudios de Sobrarbe Casa de la Cultura 22340 BOLTAÑA (Huesca)

Depósito Legal: Hu. 62/1995 I. S. S. N.: 1136-4173 Imprime: Gráficas Alós. Huesca Índice

Artículos

Valenzuela, Javier, Alera foral entre Sarsa de Surta y Castellazo 9 Unas nociones sobre alera ...... 12 Epílogo ...... 39 Bibliografía ...... 42

niColás sánChez, Andrés J., Testimonios de infanzones de la comarca de Sobrarbe según los padrones de 1733, 1737 y 1787 ...... 43 Año de 1733 ...... 46 Buerba ...... 46 Buisán...... 46 Fanlo...... 46 Nerín...... 46 Vio ...... 46 Yeba ...... 47 ...... 47 Plan...... 48 Saravillo ...... 48 Serveto ...... 48 ...... 48 Año de 1737 ...... 48 Valle de Vio ...... 48 Bielsa ...... 49 Saravillo ...... 49 Serveto ...... 49 Años de 1787 y 1788 ...... 50 Torla ...... 50 Fragén...... 50 Linás de ...... 51 Vio ...... 51 Bielsa y Espierba ...... 52 Fanlo...... 52 Fanlo...... 53 Bibliografía...... 53 Galindo Fontán, M.ª Dolores, El sujeto frente a la imagen como archivo de cultura...... 55 Bibliografía ...... 63 Artículos ...... 63

Castillón Cortada, Francisco, Inventario litúrgico de la Catedral de Roda de Isábena (Huesca)...... 65 Inventario...... 68 Plata...... 68 Cruces ...... 69 Relicarios ...... 69 Otros objetos litúrgicos...... 69 Vestiduras sagradas ...... 69 Frontales ...... 71 Palios...... 71 Albas. Amitos. Corporales ...... 71 Manteles ...... 72 Roquetes ...... 72 Otros objetos ...... 72 Libros sagrados ...... 72 Otros objetos ...... 72 Inventario de la capilla del Pilar...... 72 Capilla de San Martín ...... 73 Ermita de San Manuel ...... 73 Apéndice I ...... 74 Apéndice II ...... 74 lópez dueso, Manuel, Documentos sobre el pasado del Sobrarbe . . . 77 El puerto de Goriz...... 79 Documento 1 ...... 80 Documento 2 ...... 85 Documento 3 ...... 108 Documento 4 ...... 124 Documento 5 ...... 125 torralba burrial, Antonio y oCharán, Francisco J., Valoración preliminar del estado ecológico de los ríos del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca) según sus comunidades de macroinvertebrados bentónicos ...... 127 Resumen ...... 129 Introducción...... 129 Material y métodos ...... 131 La zona de estudio ...... 131 Metodología de muestreo ...... 133 Índices empleados...... 135 Resultados ...... 136 Las comunidades de macroinvertebrados...... 136 El estado ecológico ...... 139 Discusión...... 140 Conclusiones ...... 142 Agradecimientos ...... 143 Bibliografía ...... 144 Tabla 1...... 146 Tabla 2...... 146 Tabla 3...... 146 Anexo I ...... 148 Estación ARA1: Pradera de Ordesa, río Arazas ...... 149 Estación ARA2: Desembocadura del río Arazas ...... 153 Estación BEL1: Estación Fuen Blanca, río Bellós ...... 157 Estación BEL2: Estación Puértolas, río Bellós ...... 161

VillanueVa zarazaGa, José, El paisaje y su valoración ...... 165 1.– Paisaje y su espacio...... 167 2.– Paisaje sobrarbés: Laspuña ...... 169 2.1. Imágenes paisajísticas ...... 169 2.2. Valoración paisajística ...... 171 3.– Conclusión...... 172 Bibliografía ...... 173

Cardiel , Jesús, . Un pueblo del biello Sobrarbe . . 175 1.– Introducción ...... 177 2.– El libro de las centenas de Abizanda. Año 1555 ...... 182 2.1. Año 1555. Relación de las casas de Abizanda y valoración de sus propiedades ...... 184 2.2. El monte de Abizanda a mediados del siglo XVI y su posterior evolución 186 2.3. Topónimos del monte de Abizanda en 1555 ...... 188 2.4. Términos geográficos utilizados en el libro de las centenas ...... 192 2.5. Palabras empleadas en la descripción de los campos ...... 193 2.6. Las construcciones ...... 194 2.7. Árboles que aparecen en el libro de las centenas ...... 195 2.8. Las "iglesias" de Abizanda...... 196 3.– Comparación del registro de fogajes de 1495 con las casas existentes en 1555 198 4.– Variación de apellidos y casas entre los años 1555 y 1756 ...... 201 5.– Variación de la propiedad de la tierra entre los años 1555 y 1862...... 204 6.– Los nombres de las casas ...... 207 7.– Los censos de población ...... 212 8.– Los impuestos ...... 215 8.1. Las cargas señoriales ...... 215 8.2. Pagos eclesiásticos ...... 216 8.3. Cargas reales...... 217 9.– Conclusiones ...... 218 Justificación documental...... 220 pla Cid, Antonio, A propósito del Valle de Bió. Los boios ...... 223 Resumen ...... 225 Los boios ...... 225 Artículos

SOBRARBE Revista del Centro de Estudios de Sobrarbe, n.º 8. 2002

AlerA forAl entre SArSA de SurtA y CAStellAzo

Por Javier valenzuela

El presente artículo en buena medida es fruto de la casualidad. Veréis. Lo que, por un lado, comenzó con unas fotocopias de un legajo de 1793 sobre “Firma a instan- cia del Lugar de Castellazo contra el Ayuntamiento de Sarsa de Surta sobre pastura y otras cosas”, sacado del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza hace cerca de cuatro años, hechas por mi único afán de recoger todo lo relacionado, sea lo que sea, con nues- tros pueblos, y de otra parte la entonces naciente idea de escribir unas humildes líneas sobre el barrio de Gallinero de Sarsa de Surta, se convirtió en lo que sigue, un amplio número de páginas repletas, sobre todo, de transcripciones inéditas sobre ese “pacto”, “lera” o “alera foral” del que muchos de los de esta zona, sobre todo los más mayores, recuerdan, entre los lugares de Sarsa de Surta y Castellazo.

ALERA FORAL ENTRE SARSA DE SURTA Y CASTELLAZO Hace un par de años, en Semana Santa, la tarde de Jueves Santo acudía a visitar a mi amigo Antonio Pla Cid, a su casa de Boltaña. Allí, al hilo de nuestra entretenida conversación, él me preguntó sobre mis últimas investigaciones. Yo, mostrándole el interior de una maltrecha carpeta, le indiqué sobre un plano de Sobrarbe, con mi dedo índice, el lugar de Sarsa de Surta, más concretamente un par de inapreciables puntitos negros sobre los que constaba la leyenda “Casas de Gallinero”. Cortándome inmediata- mente en mi exposición, así de rotundo como el que no teme errar, me garantizó: ¡Seguro que allí, o muy cerca, se realizó algún tipo de pacto o acuerdo...! Antes de proseguir debo hacer un inciso. Todos conocemos o hemos oído o leído algo de la obra del insigne sobrarbés Antonio Pla Cid, actualmente presidente del Centro de Estudios de Sobrarbe (CES). D. Antonio, principalmente desde que se jubiló, se dedica al laborioso y entretenido ejercicio de la investigación histórica, utilizando el lenguaje como principal instrumento de trabajo; el empleo de la arqueología del lengua- je, de los pueblos celtas en general, y especialista en lenguas indoeuropeas. Y continúo. Rápido me introdujo en el significado, según sus estudios, del tér- mino Gallinero. Para él, GALLINERO es de claro origen celta, proveniente de `gal-ain- eri´, “pacto de encima de los galos”, donde erio tiene sentido de “compromiso”, “pacto” o “sentencia arbitral”, mientas que gal claramente identifica a los galos. Porque nuestros antepasados pertenecían a esas antiguas tribus.

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Las penetraciones en la Península Ibérica de gentes de estirpe indoeuropea o indoeuropeizados, de celtas y, finalmente, de los galos, tuvieron lugar a lo largo de más de quince siglos previos al cambio de era. Algunos sabios griegos situaban a los Pirineos en los siglos V y IV a. de C. en tierra de celtas. Durante tan dilatado período debieron surgir muy numerosos conflictos de intereses de las gentes que llegaban, no solamente entre ellos mismos en disputa por disfrutar lo mejor, sino también con los poblamientos establecidos previamente, entre los que debemos contar a los vascones e “iberos”. Tales dificultades en el acomodo igualmente aparecerían entre grupos de distintas estirpes célticas, como en nuestro caso entre galos, que comparecieron casi a la par, e incluso entre clanes de una misma tribu. En la organización social de los pueblos celtas, la función de los jueces adquiría un matiz de arbitraje, cuyo ejercicio se compartía con el de asesor real. Estaba a cargo de un magistrado que juzgaba y medía. Sus disposiciones eran acatadas en la práctica totalidad de casos, pues su incumplimiento comportaba, por lo menos, el exilio, y se podía llegar a la pena máxima. La palabra con que se expresa esta disposición o resolu- ción en el lenguaje celta es “erio”. Traducida al idioma actual vendría a ser como “pacto”. Al sentir tales argumentos me vino a la memoria aquel legajo que hacía un par de años había recuperado del archivo zaragozano (el antes citado), y le confirmé que ciertamente estaban documentados ciertos litigios muy cercanos a este lugar de Gallinero, en los límites de Sarsa de Surta y Castellazo, lo que para él me consta supuso enorme alegría viéndose respaldadas sus teorías sobre la clara identificación, con el auxilio de la toponimia, de numerosos puntos de poblamiento de aquellos antepasados. A partir de aquí mi curiosidad me hizo dirigir los esfuerzos a la investigación de las aleras (pactos —si observáis también el término al-era lleva el sufijo era “el pacto”—), dejando para mejor momento las Casas de Gallinero. Si bien en el Ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe, a donde desde hace varias décadas pertenecen tanto Sarsa de Surta como Castellazo, no encontré documentación alguna sobre el tema, sí la hallé, y en abundancia, en el Archivo Histórico Provincial de Huesca.

UNAS NOCIONES SOBRE ALERA No creo necesario introduciros sobre la importancia histórica de la ganadería y todo lo que le rodea en Sobrarbe. Desde el Neolítico, período en que el hombre se con- vierte de cazador nómada en agricultor y pastor sedentario y desde el cual podemos empezar a hablar de asentamientos humanos, casi hasta el día de hoy, prevalece en nues- tro país la trascendencia de la misma. Muy sucintamente la alera foral consistía (y consiste) en la facultad que tenían los vecinos de pueblos inmediatos de introducir recíprocamente sus ganados a pastar en los términos de unos y otros. Del concepto que he dado se deduce que no tenían tal facultad los que no fueren vecinos (extraños); pero sí los pastores montañeses que cuidaban de los ganados de los

12 alera foral… vecinos, pues tenían el beneficio de llevar a pastar hasta 40 cabezas de ganado propio juntamente con el de su amo; los que sin estar avecindados en un pueblo poseían tierras en él, podían apacentar las caballerías destinadas a la labor cuando iban a labrar dichas tierras, así como acotar éstas, por espacio de un año, en beneficio de sus propios ganados. El derecho de alera foral tenía también limitaciones: 1. No se permitía pasar sino de era a era, es decir, en el espacio que existe entre la era del dueño de los ganados y la primera era que en aquella dirección se encontrara en los términos vecinos. 2. Tampoco se permitía pasar a toda hora, sino de sol a sol, esto es, que los ganados habían de salir con sol de las eras de su pueblo y habían de llegar a ellas de vuelta también con sol. Los ganados que fuera de este tiempo se encontrasen en términos de distinto pueblo, podían ser objeto de apenamien- to. No estaban sujetas a la servidumbre de alera foral: 1. Las huertas y tierras de regadío, 2. Las tierras de secano cultivadas, 3. Los boalares, o sea, los vedados del pueblo inmediato, excepto cuando los vecinos de éste acostumbrasen a apacentar en un boalar sus ganados, pues, en tal caso, también los demás podían apacentar los suyos, siempre que fuesen de la misma especie que aquellos. No se podían hacer roturaciones ni plantaciones que impidiesen o dificultasen el paso o la entrada de los ganados a los pastos de la alera foral; pero no perjudicando este derecho, podía reducirse a cultivo el terreno sujeto a alera foral. Esta servidumbre se hallaba extendida por todo Aragón; pero debían respetarse las modificaciones introducidas en su reglamentación por costumbres o convenciones legítimas. La ALERA FORAL, también llamada solera —contracción del dicho “de sol a sol y de era a era”—, es una costumbre montañesa que consiste en la utilización de los pastos del monte comunal de un municipio por parte de los ganados de los municipios colindantes. Para evitar abusos hubo que hacer reglamentaciones, que fueron recogidas en la Compilación de 1247 y en las Observancias de 1437: a la salida del sol debía salir el ganado de cada pueblo, desde las propias eras, y avanzar en el monte comunal propio hasta penetrar en el monte comunal colindante, si se tenía interés, pero con tal de que al ponerse el sol estuviera de nuevo en las eras del propio pueblo. La alera foral o solera es, pues, un derecho al disfrute comunal de los pastos vecinos con dos limitaciones, una temporal (de sol a sol) y otra espacial (de era a era). Las necesidades de los pueblos ganaderos, relacionadas con la naturaleza de los terrenos en que fijaron sus residencias, han determinado siempre la tónica de los regí- menes de aprovechamiento de pastos y ordenamientos jurídicos correspondientes. Y tal es, sin duda, el origen de los pastos de era a era y de sol a sol, conocidos en Aragón con el nombre de “alera foral”.

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Esta modalidad, con determinadas características especiales derivadas de las condiciones del lugar en donde se da, existe tanto en Aragón (aleras) como en Navarra, tanto francesa como española (facerías), en Cataluña (patzerías) y en otros muchos luga- res de la vecina nación. El origen de esta servidumbre que los ganaderos de un término disfrutan sobre otro contiguo para apacentar sus ganados se remonta al tiempo en que, no existiendo términos ni fronteras (feudales, internacionales, municipales, etc.), el ganado pastaba libremente, y la costumbre, reguladora del derecho, consistía en establecer el espacio de la alera, en función de la distancia que podía recorrer el ganado partiendo de su refugio y regresando a él de sol a sol; o sea, aprovechar el alimento natural, abrevando y pas- tando en el territorio que circundaba el aprisco habitual del ganado. Hoy vigente en virtud del art. 146 de la Compilación para el Derecho Civil de Aragón. Al surgir las divisiones administrativas o dominicales, se hicieron necesarias la concesión o regulación legal en fueros y en observancias; o acuerdos escritos, en pactos y concordias, y, en casos extremos, las decisiones arbitrales o judiciales. Tal como vayáis avanzando en la lectura del artículo comprobaréis hasta qué punto en el caso que nos trae se dan todos estos supuestos. Hasta fines del siglo XIX era considerada en Aragón como una servidumbre legal, mas hoy subsiste solamente como institución consuetudinaria y contractual. En principio, como en nuestro caso, son los ayuntamientos los sujetos del derecho, según la doctrina de los bienes comunales, y éste es el que comparece ante la Administración o los tribunales de Justicia para hacer valer su derecho.

“Zaragoza Año 1793, Firma a instancia del Ayuntamiento del Lugar de Castellazo contra el Ayuntamiento de Sarsa de Surta, sobre pastura y otras cosas”. En primer lugar creo apropiado incluir aquel primer documento que rescaté del Archivo Provincial de Zaragoza. Aclarar que FIRMA, en el derecho aragonés, era el despacho que expedía el tribunal al que se valía de uno de los cuatro juicios forales de Aragón, por los cuales se mantenía a uno en posesión de los bienes o derechos que se suponía pertenecerle. En definitiva, y en este caso, un pleito sostenido por los de Castellazo contra los de Sarsa de Surta por el aprovechamiento de la reiterada alera foral.

ZARAGOZA AÑO 1793 FIRMA A instancia del AYUNTAMIENTO DEL LUGAR DE CASTELLAZO contra el AYUNTAMIENTO DE SARSA DE SURTA sobre pastura y otras cosas Relator=Latorre

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Ilstmo. de Camara: Torrijos Prior=Aguilar Pallarol

Después de los Autos de Firma posesoria referidos sobre varios derechos entregados por el Ayuntamiento de Castellazo, en razón y sobre la Alera, derechos de pastos y admitir y acoger ganado forastero el Ayuntamiento de Sarsa daba cédula de contrafirma y suplica de la forma ordinaria siguiente: Excmo. Sr. Antonio Pallarol en nombre del Ayuntamiento y Síndico Prior General del Lugar de Sarsa de Surta, en los Autos de Firma con el de Castellazo sobre varios derechos, contrafirmando, y la cédula de contrafirma dentro de dicho tiempo y dando en la mejor forma, Digo: Que mis Partes, y cada uno de ellos han sido y son Regidos por el Presente Reyno, y como tales han debido y deben obrar de todos los fueros y privilegios. Y que el referido Ayuntamiento siquiere Lugar de Sasa de Surta, y el de Castellazo en los años pasados tuvieron diferentes pleitos y cuestiones acerca de sus términos, los cuales se comprometieron en el de mil quinientos cincuenta y siete, mediante formal nombramiento de Arbitrios, que dieron y pronunciaron su sentencia loada por dichos pueblos en la cual respecto el derecho de Alera foral se declaró que los de el Lugar de Castellazo hubiesen de tomar Alera en el término del Lugar de Sasa entrando por la Loma del Solano al Monte derecho al Barranco de la Valle hasta la fuente del Molino, y de allí al Barranco de Paco mayor hasta la Collada Napinalis, y de allí a la Iglesia de San Ginés, y de allí Puyarazo de allí al Coscullar, y de allí al Reglar de las Cañaminas de Antón Sobra hasta el camino real como así resulta de la escritura que presento otorgada por ambos pueblos.

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Y que la dicha Escritura desde su otorgamiento hasta de presente ha estado, y está en su observancia, uso y vigor permitiendo el Lugar de Sasa a los vecinos de Castellazo la Alera foral en las Partidas y términos arriba expresados para que con arreglo a la Escritura disfruten los pastos con sus ganados propios prohibiéndolos bajo las penas prevenidas el que acojan ganado forastero para el uso de la Alera en las Partidas expresadas y el que ni con el propio, ni con ganado acogido entren en lo que hay desde Corona Morata hasta el Molino de Ramón que ha sido y es término propio de Sasa en el cual nunca los de Castellazo han entrado con su ganado ni el acogido, y si lo han hecho han sido apenados, como tampoco en lo que hay desde las Pilas hasta la carretera real que media desde aquellas hasta las Casas del Coscullar en cuyo pedazo de tierra desde las Pilas hasta la carretera siempre el Lugar de Sasa ha prohibido al de Castellazo la entrada con sus ganados propios ni acogidos, y en todas las demás Partidas que comprende el Monte de Capramote y en las que con arreglo a la Escritura Castellazo ha disfrutado la Alera, ha estado y está el Lugar de Sasa desde su otorgamiento en el uso año y posesión continua de prohibir a los vecinos de Castellazo la introducción de ganado forastero arreglándose uno y otro pueblo a dicha Escritura y los que hoy viven así lo han oído decir a otros sus mayores y muy antiguos que ellos ya difuntos que decían y afirmaban así haberlo oído decir a otros sus mayores, y mas antiguos que ellos ya difuntos que decían, y afirmaban así haberlo oído decir, y afirmar a otros sus mayores y mas antiguos que ellos y a difuntos que decían, y afirmaban haberlo así visto, sin suceder y pasar como constaba. Y que sin embargo de ser así lo sobredicho y aunque ninguno según fuero debe ser turbado ni molestado en la posesión en que se halla de sus bienes y derechos hay noticias de los referidos mis Partes ha llegado que los firmantes so pretexto de su nula Firma, o de otra manera indebida, quieren, e intentan, turbar, vejar, y molestar a los citados mis Partes, en el dicho uso, y posesión pacífica en que han estado y están los mencionados bienes y derechos y en la percepción y usufructo de sus yerbas y demás cosas, y esto contra justicia, fuero y razón en grabe perjuicio y daño de los expresados mis Partes de que en sus nombres me querello; y como la Firma de dichos en semejantes casos haya lugar, por ello, y por vía de razones contrafirmando dentro del término, y en la debida forma firmo ante Usted a nombre de dichos mis Partes de estar en derecho, y hacer entero cumplimiento de Justicia a cuantos en razón de lo sobredicho tuvieren queja, y esto por mi mismo salvo en dicho de la Procura. A.V.E. Suplico se sirva admitir esta Firma, o contrafirma, y en su virtud inscribir a los asen- tos firmantes relacionados, que so pretexto de su nula firma, ni de otra manera indebida no turben, vejen, molesten, ni inquieten, turbar, vejar ni molestar hayan ni manden a dichos mis Partes, en el dicho uso y posesión pacífica que han estado y están de los referidos derechos y bienes, ni en la percepción de sus frutos, yerbas y demás cosas, y que si algo contra el tenor de lo sobredicho hubieren hecho, o mandado hacer, luego al punto lo revoquen y anulen, y a su primitivo estado lo reduzcan. Otro sí: Por cuanto las mencionadas mis Partes han contrafirmado dentro del termino, y aún con igual y mejor titulo y posesión que la contraria, A.V.E. Suplico se sirva conceder a mis Partes letras de oblación de contrafirma en la forma ordinaria como procede en derecho y justicia que pido Ut Supra.

ESCRITURA DE AJUSTE Y CONVENIO, OTORGADA POR LOS LUGARES DE SASA DE SURTA Y CASTELLAZO, SEGUN Y DE LA FORMA QUE DENTRO SE CONTIENE

In Dei Nomine, Amen. Sea a todos manifiesto: Que juntos, y congregados en la partida lla- mada San Marco, término de los lugares de Sasa de Surta y Castellazo, los Señores Pedro Coronas, Alcalde y Josef Castillo, Regidor segundo (ausente Juan Buil, Regidor primero que por tener diligencia precisa no ha podido concurrir habiendo sido avisado) y Francisco Sampietro, Síndico Prior general, personas que componen el Ayuntamiento del dicho lugar de Sasa de Surta; y los Señores Josef Lanao,

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Alcalde, Felipe Duaso y Josef Pelegrín, Regidores, y Antonio Garcés, Síndico Prior general, personas todos que componen el Ayuntamiento del sobredicho lugar de Castellazo, los cuales unánimes, y de si ambos Ayuntamientos, por ante mi el infrascrito Excmo. de su Majestad, y testigos abajo nombrados, dijeron: Que habiendo habido en años pasados distintos Pleitos, y Cuestiones entre ambos lugares de Sasa de Surta, y Castellazo acerca de sus términos, se habían comprometido en el de 1557, mediante formal nombramiento de Arbitrios, que dieron, y pronunciaron su Escritura loada, y aprobada por dichos Pueblos en la cual se declaró hubiesen estos de tomar Alera, el un Pueblo en el término del otro, y el otro en el del otro, entrando cada lugar por la parte que se le señalaba, y en la forma, y como resultaba de la Escritura de Concordia hecha en su razón en el año arriba calendado, y por Gerónimo Sanchón, Notario Real domiciliado en la Villa de Boltaña recibida y testificada; Y que consiguiente a dicha declaración de Alera, se convinieron ambos lugares de poder admitir, y acoger ganado forastero, y entrar en los términos de los dichos lugares, el uno en los del otro, y al otro en los del otro, con arreglo siempre a la sobredicha concordia, en cuya posesión habían esta- do los referidos pueblos, hasta el año próximo pasado, y el corriente, en el que habiendo tenido también algunos disturbios, y disensiones en razón y sobre admitir y acoger ganado forastero, que dio motivo a que los del Lugar de Castellazo se sacare Firma posesoria en razón de ello, a que se contrafirmó por el de Sasa de Surta; y hallándose en este estado, y en atención a las dilaciones y gastos inexcusables de los Pleitos y deudas de sus vencimientos, y a fin de evitar en lo sucesivo discordias y conservar la paz y tranquilidad entre ambos Pueblos, sus vecinos, y moradores, han tenido por conveniente el quitar todo motivo de discordia, tanto sobre la Alera, como sobre admitir, y acoger Ganado forastero, y para ello otorgar la presente Escritura en los términos, forma y manera siguientes. Primeramente se estipula, y pacta, que todo lo prevenido en la Escritura de concordia, si quiere compromisos y Escritura arbitral arriba calendada, haya de quedar y quede en su fuerza y vigor, como lo ha estado hasta ahora y en su observancia y uso en adelante, como lo ha estado hasta de pre- sente, sin innovar cosa alguna. También se estipula, y pacta, que se continúe igualmente y en la misma forma, y como hasta ahora lo han practicado en la Alera, que tomaron y se concedieron el un lugar al otro, y el otro al otro en sus respectivos términos y partidos admitiendo y acogiendo el ganado forastero, así el un Pueblo, como el otro, yendo junto con el del Pueblo que lo ha acogido y en ninguna manera separado, porque si lo fuere, podrá ser apenado en la conformidad y como se previene en dicha sentencia arbitral. También se estipula, y pacta asimismo, que en atención a que el lugar de Castellazo padeció equivocación en las confrontaciones al tiempo de sacar la Firma posesoria, de que se ha hecho men- ción, en lo que hay desde Corona Morata hasta el Molino de Ramón, que ha sido, y es término de Sasa, en el cual jamás los de Castellazo han entrado con su ganado, ni el acogido, ni tampoco en lo que hay desde las Pilas hasta la carretera real; que por dicha razón se desisten y apartan de ello los del referido lugar de Castellazo, y consistieron, en que no pudiesen entrar en lo sucesivo con sus ganados propios, ni forasteros en lo sobredicho, que hay desde Corona Morata hasta el Molino de Ramón y en lo que hay desde las Pilas hasta la carretera Real en que nunca habían entrado, y si lo ejecutasen podrán ser apenados de forma que se ha de estar en todo como hasta ahora, y el pensamiento de ambos pueblos y objeto de la presente Escritura es que todo quede en la misma forma, modo y manera, que ha estado hasta de presente, sin innovar cosa alguna, y debiendo estar en todo, y por todo a lo prevenido en la citada Escritura de compromiso y Sentencia arbitral. Y en la forma expresada los sobredichos Ayuntamientos, y cada uno de ellos otorgaron la presente Escritura, y a su cumplimiento, y observancia obligaban y obligaran sus personas, y todos sus bienes, y todos los bienes y rentas de los mismos Ayuntamientos, y referidos Lugares de Sasa de Surta y Castellazo, así muebles como sitios habidos, y por haber donde quiere, de los cuales quisieron haber aquí, a saber estos muebles por sus propios nombres y especies, nombrados, expresados y especificados; y los sitios por una, dos, o mas confron-

17 Javier valenzuela taciones, confrontados debidamente y según el Fuero de Aragón y como mas convenga; Y quisieron que esta obligación sea especial, tenga, y sobre todos los efectos, y fuerzas, que especial obligación e hipoteca según dicho Fuero, o en otra manera mas puede tener, y obrar; para lo cual reconocieron y confesaron tener, y poseer y que tendrán y poseerán dichos bienes de parte de arriba obligados la una parte por la otra, y viceversa. Nomine Precario y de Constituto por la parte observante, y cumpliente; de tal manera que la posesión civil y natural de la inobservante y no cumpliente sea habida por la que observará y cumplirá todo lo en esta Escritura prevenido y que con sola ella, sin otra prueba, ni liqui- dación alguna puedan ser, y sean dichos bienes aprehendidos, secuestrados, ejecutados, inventariados respectivamente; obteniendo Sentencia o Sentencias en favor en cualesquiera artículos y procesos y en el otro de ellos que para ello se intentaren, o se hubieren incoado, siguiendo las apelaciones, y demás diligencias, que les parecieren convenientes, y en virtud de las tales Sentencia o Sentencias poseer y usufructuar dichos bienes hasta estar enteramente satisfecha, y paga dicha parte cumpliente, y los suyos de todo cuanto por razón de lo arriba dicho se les debiere, y de las costas, intereses y daños que por dicha razón se les hubiesen ocasionado. Y renunciaron sus propios Jueces ordinarios y locales, y el juicio de aquellos, y se jusmetie- ron a toda otra jurisdicción, en especial a la de los Muy Ilustres Señores Regente y Oidores de la Real Audiencia de Aragón, y a la de cualesquiere otros jueces y Tribunales que les sean competentes, y que de sus causas, y negocios puedan y deban conocer, ante los cuales y cada uno de ellos prometieron hacer cumplimiento de derecho y justicia, consintiendo la variación de juicio, sin embargo de cuales- quiere excepciones, fueros, leyes y disposiciones del derecho común que a lo sobredicho se opongan. Hecho fue lo sobredicho en la partida de San Marco término de los lugares de Sasa de Surta y Castellazo, a veinte y dos del mes de Agosto del año contado del nacimiento de Ntro. Señor Jesu- Chrissto de mil setecientos noventa y tres, siendo a ello personados por testigos Antonio Pardina residente en el Lugar de Mediano y Pedro Paco, Labrador, vecino del dicho Lugar de Sarsa de Surta, hallados los dos en la sobredicha partida de San Marco, queda continuada y firmada la presente Escritura según fuero de Aragón. Firmo de mí Antonio Pardina, Escribano de su Magestad por todas sus tierras y Reynos y Prioríos, domiciliado en el lugar de Mediano que a lo arriba dicho, junto con los testigos.

De todo lo acaecido hasta el momento era tomada razón en el libro de Sentencias de la Ciudad de Barbastro en el folio 625 en el día diez de Septiembre de mil setecientos noventa y tres, Y lo firmaba D. Pedro Loscertales, Secretario de la Ciudad y su Ayuntamiento. Del Ayuntamiento de Castellazo remitían el siguiente escrito: Excmo. Sr. Manuel de Aguilar y Ferrando, en nombre del Ayuntamiento del Lugar de Castellazo en los autos de firma a su instancia y sobre derechos de pastos, en la mejor forma Digo: Que obtenida por mi parte la expresada firma en razón de la posesión y derecho de pacer los vecinos del mismo Pueblo sus ganados propios y acogidos en el Monte llamado Capramote que es común de los lugares de Castellazo y Sasa, y hecho saber el Despacho al Ayuntamiento del Lugar de Sasa, por este se contrafirmó, cuya contrafirma le fue admitida, y se libró el Despacho de ella que se notificó al Ayuntamiento mi parte; Y respecto de que en el día 22 de Agosto de 1793 en la Partida llamada de San Marco térmi- no de Sasa de Surta y Castellazo los individuos de los Ayuntamientos de ambos pueblos, teniendo presente lo establecido por el arbitral de 1557, y también la firma ganada por Castellazo y Contrafirma dada por Sasa de Surta, deseando evitar el Pleito y atajar disensiones y discordias, conservando la paz y tranquilidad entre ambos pueblos, sus vecinos, y moradores, hicieron y otorgaron la Escritura de ajuste y convenio con los pactos y en la manera que resulta de la que presento testificada por Antonio Pardina, Escribano vecino de Mediano de que se tomó la razón en el Oficio de Hipoteca; en cuya

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19 Javier valenzuela atención A.V.E. Suplico la haya por presentada y se sirva mandarse junto a los autos, dando en su virtud por extinta y fenecida esta causa, que así procede en derecho y justicia que pido. 20 de Mayo de 1795.

Este escrito se incluye en los Autos y se declara por extinta y fenecida la Causa, a perjuicio de esta Parte —de Castellazo—, y se manda saber a la otra —Sarsa de Surta—. Se mandan los Autos al Prior del Ayuntamiento del Lugar de Sarsa de Surta, Antonio Pallarol, quien toma los Autos y los devuelve sin hacer impugnación de ellos ni hacer cosa alguna, como resulta de la diligencia puesta por el Escribano de Cámara. El 8 de Junio de 1795 pasa a la Vista del Fiscal de Su Majestad: El Fiscal de Su Magestad habiendo visto la Escritura de transacción hecha entre los Ayuntamientos de Castellazo y Sarsa, y demás que resulta de estos autos dice: Que no encuentra reparo en que se den por extintos y fenecidos como lo pidió Castellazo; pues el hecho de haberlas devuelto la parte de Sarsa sin decir cosa alguna, cuando se le comunicaron para hacerle saber la separación del otro interesado es consentimiento virtual en ella. Podrá V.E. acordarlo así mandando dar al Ayuntamiento de Castellazo la certificación que pide o resolver en otra forma lo mas justo y conveniente. Zaragoza a 26 de Junio de 1795.

Y por fin, el 30 de Junio de 1795 por separarse de esta causa, se rechaza por extinta y fene- cida, y se le da al Ayuntamiento de Castellazo la Certificación que pide.

Distrito Forestal de Huesca, Término mpal. de Sarsa de Surta, Monte n.º 116 del Catálogo, Asunto del expediente, Alera foral del pueblo de Castellazo Seguidamente incluyo, textualmente, un buen número de documentos (de diver- so contenido), interesantísimos en mi opinión, hallados en el Archivo Histórico Provincial oscense, en una carpeta con el título: “Distrito Forestal de Huesca, Término mpal. de Sarsa de Surta, Monte n.º 116 del Catálogo, Asunto del expediente, Alera foral del pueblo de Castellazo”; expediente fruto de un nuevo litigio entre el Ayuntamiento de Castellazo y el de Sarsa de Surta al querer, los primeros, beneficiarse de la alera foral, y los segundos no estar conformes con dicho aprovechamiento. El presente expediente, sobre reconocimiento de la servidumbre llamada alera foral existente en el Monte n.º 116 denominado La Sierra, se instruyó a solicitud de varios vecinos de Castellazo, siendo resuelta en primera instancia la reclamación por la autoridad competente reconociendo al pueblo de Castellazo la servidumbre citada. Posteriormente el Ayuntamiento de Sarsa de Surta, no hallándose conforme con tal pro- videncia, promovió recurso de alzada, el cual sería desestimado por el Director General de Fomento de Madrid. Como veréis los Ingenieros de los Distritos Forestales, como es natural, tenían que procurar, al elaborar los Planes de Aprovechamiento, asimilar en ellos las costum- bres y usos de las localidades, a fin de evitar conflictos pretendiendo alteraciones de disfrute que no respondieran a imperativos económicos o jurídicos. Y he aquí que los Ingenieros del Distrito de Huesca, aceptaban en sus Planes la existencia de las aleras.

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El índice de los documentos obrantes en el expediente es: A) Oficio de remisión de documentación del Ayuntamiento de Castellazo. B) Documentos remitidos. C) Providencia del Sr. Ingeniero para mandar al Sobreguarda de la zona a que, vistos los antecedentes obrantes, practique reconocimiento en el Monte 116. D) Acta de reconocimiento. E) Providencia del Sr. Ingeniero reconociendo la servidumbre de alera foral que el pueblo de Castellazo tiene. F) Recurso de Alzada del Ayuntamiento de Sarsa de Surta contra la pro- videncia. G) Propuesta del Sr. Ingeniero Jefe al Director General de Madrid de desesti- mación del recurso del Ayuntamiento de Sarsa de Surta. H) Desestimación del recurso de alzada por el Director General de Madrid.

A) OFICIO DE REMISIÓN DE DOCUMENTACIÓN DEL AYUNTAMIENTO DE CASTELLAZO Junta Administrativa de Castellazo. En cumplimiento a lo dispuesto en el art. primero de la Circular n.º 2892 inserta en el B.O. n.º 1.º Adjunto tengo el honor de remitir a V.I. los documentos que en la misma indica una certificación del acta de constitución de la junta Administrativa que me honro presidir y copia de los documentos que obran en el archivo de este pueblo. Ruego a V.I. humildemente nos reconozca el derecho de Mancomunidad y si es factible elevar el plan forestal, en atención a la grande extensión superficial del monte llamado Capramote unido con el de Santa María de Buil. Suplico se digne avisarme si faltase datos referentes a la expresada Mancomunidad. Lo que le comunico a V.I. para su conocimiento y efectos. Dios guarde a V.I. muchos años, Castellazo, 24 de enero de 1924. El Presidente José Pablo.

B) DOCUMENTOS REMITIDOS. DOCUMENTO N.º 1. SENTENCIA DEL JUZGADO DE INSTRUCCIÓN DE BOLTAÑA POR LA QUE FUERON CONDENADOS UNOS VECINOS DE SARSA DE SURTA POR PRENDER CABEZAS DE GANADOS Antonio Laplana Escribano de S.M. la Reina del Juzgado de 1.ª Instancia de la Villa de Boltaña y su Partido. Certifico: Que en este Tribunal y oficio de su dicho Escribano bajo el día once de octubre del año pasado por parte de Agustín Altemir Síndico procurador del Lugar de Castellazo con un escrito exponiendo la posesión en que con los mas justos títulos y derechos estaban los vecinos de dicho Lugar de pacer sus ganados gruesos y menudos, de Sol a Sol en la Alera foral que tienen en el Monte de Sarsa de Surta, que comprende desde los términos de la Coma del Solano del monte, al Barranco de la Valle, hasta la fuente del Molino y de allí arriba Barranco a Barranco de Paco mayor hasta la Collada Napinals y desde allí a los mollons de Boyeral y desde allí a la Mosquera de Collado la Puant y desde

22 alera foral… allí Puyarraro y desde allí a lo Coscullar y desde allí al Reglar de Cañiminas de Antón Subías hasta el camino Real. Exponiendo asimismo el despojo que habían sufrido el día once de septiembre anterior causado por Juan Francisco Lacruz y su hijo Juan Lacruz vecinos de Sarsa de Surta prendiendo estos un carnero y un macho o mardano del expresado que degollaron dentro de dicha Alera y se lo llevaron a su casa; Concluyendo por fin que constatando de estos actos mediante información jurídica de testi- gos que ofrecía se les expusiere a los vecinos de Castellazo en el referido goce y posesión, Condenando a los despojantes al pago de seis duros de plata, valor de las dos reses degolladas y al de los costos de la causa. Y en vista de la información ofrecida y constando en ella en bastante forma justificados los hechos relacionados se proveyó por el Señor Juez de 1.ª Instancia el Siguiente Auto en Vista. En la Villa de Boltaña a diez y ocho de octubre de mil ochocientos treinta y siete: el Señor Don Miguel del Molino Juez de 1.ª Instancia de la misma y su Partido por ante mí el infrascrito Escribano del Juzgado Digo: Que en la antecedente información resulta debía mandar y mandara se reintegre y reponga a los vecinos del lugar de Castellazo y en su representación al Síndico Procurador del Ayuntamiento en el derecho de goce y posesión en que han estado de pacer sus ganados y acogidos gruesos y menudos de Sol a Sol en la Alera foral que tienen el monte de Sarsa de Surta dentro de los límites confrontados y especificados en el artículo primero del antecedente escrito, restituyendo al ser y estado que anteriormente tenía. Se condena mancomunadamente a Juan Francisco Lacruz y a su hijo Juan vecinos de Sarsa de Surta al pago de los seis duros que conceptúa dicho Síndico procurador valer las dos cabezas de ganado degolladas y en todas las costas de esta instancia que previa tasación hecha por el actuario deberán satisfacer a dicho Síndico en el acto de la notificación y no haciéndolo se les embargaran de sus propios bienes muebles no privilegiados y en su defecto sitios los que se juzguen suficientes para el pago de dichas reses y costas causadas y que se causen hasta verificarlo sacándolos al pregón y venia por el de la Ley obrando en ello breve y sumariamente con arreglo a derecho apercibiéndoles que si en lo sucesivo turban o molestan a los vecinos de Castellazo en el derecho goce y posesión de pacer los referidos ganados de Sol a Sol en el monte que constituye su Alera foral con el de Sarsa de Surta sean multados con veinticinco duros y sin perjuicio de llevar ante todas cosas a debida ejecución y efecto lo arriba mandado se reserva a los nombrados Lacruz padre e hijo el derecho para que se razonen ... tuvieran para lo contrario las deduzcan en este tribunal y en juicio competente mediante procurador conocido dentro del término de diez días y para hacerles saber esta ejecución y cumplimiento de lo que en el manda se da comisión a cualquier, escribano público para que se libre el oportuno despacho con los insertos necesarios. Y por esta que mi merced proveyó ha sido acordado y firma de que doy fe Miguel del Molino= Ante mí Antonio Laplana = Despachada la comisión y hecho saber bajo día nueve de noviembre a los Lacruz padre e hijo el preinserto acto cumplieron estos con el pago de costas y valor de las reses degolladas, siendo repues- tos enseguida los vecinos de Castellazo en la posesión de pacer sus ganados en dicha Alera foral. Que pasado el término de los diez días y mucho más sin haberse ni opuesto cosa alguna los despojantes apareció por parte del Sindico Procurador de Castellazo bajo el día doce del corriente con otro escrito pidiendo se declarase por consentido y pasado en autoridad y cosa juzgada el decreto de reposición anteriormente inscrito a que se proveyó por el mismo Sr. Juez de el auto del tenor siguiente= Auto en la Villa de Boltaña a trece de enero de mil ochocientos treinta y ocho. El Sr. Don Miguel del Molino Juez de 1.ª Instancia de la misma y su Partido en vista de estos Autos por ante mí el escribano dijo: Que debía declarar y declaraba por conmuda y pasada en autoridad de cosa juzgada el de reposición provisto en los mismos en diez y ocho de octubre último de derecho en que se hallan los vecinos del Lugar de Castellazo de pacer y recorrer con sus ganados gruesos y menudos los térmi- nos de la Alera foral que tienen con el de Sarsa de Surta y como a tal se lleve a puro y debido efecto.

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Y para hacerlo saber a Juan Francisco Lacruz y Juan Lacruz oficiese para su comparecencia a la Justicia del precitado Lugar. Y por esta que mi Merced proveyó así lo acordó y firmó doy fe= Molino Ante mí Antonio Laplana= Y para que conste en cumplimiento de lo mandado por dicho Señor Juez y Auto de este día previsto en el Expediente a consecuencia de nuevo escrito de la parte de dicho Síndico procurador doy el presente que signo y firmo en la Villa de Boltaña a diez y ocho de enero de mil ochocientos treinta y ocho. En testimonio de verdad Antonio Laplana.

DOCUMENTO N.º 2. CERTIFICACIÓN DE HABÉRSELES CONCEDIDO, EN DIVERSOS PLANES DE APROVECHAMIENTO DE PASTOS A LOS VECINOS DE CASTELLAZO EN LA PARTIDA CAPRAMOTE Don Enrique de las Cuevas y Rey Ingeniero Jefe del Distrito Forestal de Huesca. Certifico: Que revisados los antecedentes que obran en esta oficina de mi cargo aparece que en los Boletines Oficiales extraordinarios en que se insertan los Planes de aprovechamientos de los montes públicos a cargo de este Distrito correspondientes a los años forestales 1909 a 1912 figura por lo que respecta al monte número 116 del Catálogo las observaciones siguientes: 1909 a 1910- En el trozo del mismo monte a que alcanza la mancomunidad con el pueblo de Castellazo podrán pastar ganados de dicho pueblo con el número de reses proporcional a aquel vecindario. 1910 a 1911– La partida Capramote mancomún entre Sarsa de Surta y Castellazo. 1911 a 1912– La partida Capramote mancomún entre Sarsa de Surta y Castellazo. Y para que conste y surta sus efectos expido la presente en Huesca a veinte de mayo de mil novecientos veinticuatro.

DOCUMENTO N.º 3. OFICIO DE LA ALCALDÍA DE SARSA DE SURTA DIRIGIDO A LA DE ARCUSA PARA QUE INVITE AL DE CASTELLAZO A FORMULAR EL ESTADO DE APROVECHAMIENTOS Alcaldía Constitucional Arcusa. Se ha recibido en esta Alcaldía una comunicación del Alcalde de Sarsa de Surta para hacer saber al Sr. Alcalde del pueblo de Castellazo agregado a este distrito municipal que copiada la letra dice así = Habiendo acordado que el día trece del corriente y hora de las = 9 = de su mañana se convoque Junta de Ayuntamiento y vecinos del distrito al objeto de acordar los aprovechamientos que han de solicitarse para el próximo año forestal espero tendrá a bien avisar a los vecinos del pueblo de Castellazo por si quieren tomar parte en los aprovechamientos de pastos = Esperando al propio tiempo se sirva acusarme recibo firmado y sellado por dicho Señor Alcalde de Castellazo. Dios guarde a V. muchos años Sarsa de Surta a 10 de mayo de 1909 el Alcalde Ramón Albás= Lo que tengo el honor de cursar el presente por el Alguacil de este Ayuntamiento esperando firmará y sellará el adjunto recibo para cursarlo a la Alcaldía de Sarsa de Surta según me interesa el mismo. Dios guarde a V. muchos años. Archsa 12 de mayo de 1909. El Alcalde Manuel Pardina.

DOCUMENTO N.º 4. RENUNCIA OTORGADA POR ALGUNOS VECINOS DE CASTELLAZO QUE HICIERON UN DOCUMENTO PRIVADO ELEVADO A ESCRITURA PÚBLICA Don Joaquín Bellosta Aguilar Secretario de la Junta Administrativa del pueblo de Castellazo, Certifico: Que en reunión celebrada por dicha junta el día diez del que cursa hay una acta que copiada literalmente dice así:

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En el pueblo de Castellazo a diez de marzo de mil novecientos veinticuatro. Reunidos en sesión los Señores de la junta Administrativa del referido pueblo, en el sitio de costumbre el Señor Presidente manifestó: Que el objeto de la convocatoria era el enterar al vecindario aquí presente que el día ocho del mes en curso habían girado una inspección ocular los Señores guardas forestales de esta zona en el monte mancomunado de Sarsa de Surta llamado La Sierra de Capramote n.º 116 del Catálogo, habiendo presentado los vecinos de Sarsa de Surta una escritura de renuncia a dicha manco- munidad, la cual por no estar conformes del antedicho renuncie no firmaron los dueños de Castellazo que a continuación se expresan: Dña. Rosa Lapena Sanz, D. Benito Broto Valero, D. Joaquín Cambra Masillo, D. Angel Roman Mur, D. Aquilino Falceto Valero, D. José Sanchez Buisan, D. Domingo Arasanz Cavero, y D. Jose Sierra Latre; Los cuales suplican a esta Junta se remita copia certificada de la presente acta al Sr. Jefe del cuerpo de Ingenieros del Ramo forestal de esta provincia de Huesca, para que se digne cooperar que nos sea respetado el derecho de mancomunidad en el ya citado monte, que creemos tienen los ya citados vecinos de Castellazo y anular el expresado renuncie por no haberlo ejecutado todos los vecinos del expresado pueblo de Castellazo. No habiendo más asuntos de que tratar se levantó la Sesión ordenando el Sr. Presidente se remita con toda urgencia copia certificada de la presente acta al Sr. Ingeniero Jefe Forestal de esta provincia, dándose por terminado el acto y firmando la presente los Señores de la junta de todo lo cual como Secretario certifico=firmas José Valero, Presidente Francisco Broto y José Paco, Vocales Joaquín Bellosta, Secretario todos rubricados

DOCUMENTO N.º 5. ESCRITURA ANTE NOTARIO POR LA QUE VARIOS VE- CINOS DE SARSA DE SURTA Y OTROS DE CASTELLAZO ELEVABAN A ESCRITURA PÚBLICA DOCUMENTO PRIVADO DONDE ACORDABAN RECÍPROCAMENTE LA PROPIEDAD DE VARIAS FINCAS PARTICULARES, RENUNCIANDO A DERECHOS DE PASTOREO Y PASTOS DE UNAS FINCAS Y CONCEDIÉNDOLO EN OTRAS Copia de las cláusulas que constan en la escritura de reconocimiento y renuncia de derechos otorgada entre vecinos de Sarsa de Surta y Castellazo ante el Notario D. Luciano Antonio Edo el 16 de octubre de 1918. Primera: Que los otorgantes vecinos de Sarsa de Surta, se obligan y comprometen desde ahora y para siempre a reconocer que los vecinos de Castellazo, otorgantes, son dueños y propietarios de sus fincas privadas o particulares, en los que desde ahora y para siempre también renuncian de modo explícito y terminante a cualesquiera acciones y derechos de pastoreo, etc., que pudieran tener, en las relacionadas fincas a continuación de este escrito de la propiedad particular de los otorgantes vecinos de Castellazo, sin que puedan por tanto los de Sarsa de Surta que suscriben y a ello se obligan a recla- mar ni ejercer los derechos y acciones de cualquier clase que fueren, servidumbres censos, etc., en las fincas que servirán, no obstante cuales quiera pactos o derechos que estuvieren vigentes y que luego quedan desde ahora anulados. Segundo: Que asimismo los otorgantes, vecinos de Castellazo se obligan y comprometen desde ahora y para siempre a reconocer que los vecinos de Sarsa de Surta, otorgantes son dueños y propietarios de sus fincas privadas y particulares denominadas “Guarga y Santa Quiteria, Lenera y Doves y Corona Bonete” (que figuran con otras en un expediente posesorio a favor de Domingo Arasanz inscrito en 12 de marzo de 1880 y cédulas a otros vecinos por escritura inscrita al día siguien- te) en todas las que desde ahora y para siempre también renuncian de modo explícito y terminante a cualquiera acciones y derechos que de pastoreo paso, etc., pudieran tener en las relacionadas fincas de

25 Javier valenzuela propiedad particular de los otorgantes vecinos de Sarsa de Surta sin que puedan por tanto los de Castellazo y a ello se obligan a reclamar ni ejercer los derechos y acciones de cualquier clase que fueren servidumbre, censos, etc., en las referidas fincas no obstante cualesquiera pactos o derechos que tienen vigentes y que desde luego quedan desde ahora anulados. Tercero: Unos y otros otorgantes de este documento reconocen el derecho que tienen los vecinos de Castellazo a pacer con toda clase de ganados desde el campo de Don Domingo Arasanz hoy de Dr. Ramón Latre vecino de Castellazo, sito en la partida la Pardinera hasta las peñas llamadas de Valles por el barranco arriba llamado de los Correcheros, hasta el campo de Don José Campo Cebollero, vecino de Sarsa de Surta. Cuarto: Los otorgantes vecinos de Sarsa de Surta, conceden también a los otorgantes vecinos de Castellazo, el derecho de pacer con toda clase de ganados desde las llamadas Paulellas del Ciprés hoy Viuda de D. Mariano Carruesco, hasta el campo de Angel Román vecino de Castellazo. Quinto: Los otorgantes vecinos de Castellazo, conceden también a los otorgantes vecinos de Sarsa de Surta y sus agregados, el derecho de pasar desde la finca llamada la Pardinara propiedad de D. Domingo Arasanz, hoy de Don Ramón Latre, hasta la finca de D. Benito Arasanz vecino del Coscollar, Sarsa de Surta, llamado el Conejar con el objeto entre otros de abrevar sus ganados en la Fuente o barranco llamado los Albares. Sexto: Los vecinos otorgantes de Castellazo conceden al vecino de Coscollar, Sarsa de Surta, Don Benito Arasanz, el derecho de pasar por las fincas de los referidos otorgantes desde las propias fincas de dicho señor hasta su llamado Campo de Naval propiedad del expresado. Séptimo: Los otorgantes vecinos de Castellazo conceden a Don Benito Arasanz ya nombrado, el derecho de pasar por el camino llamado de Arcusa hasta la Cruz de San Juan con sus ganados. Octavo: Los otorgantes vecinos de Castellazo conceden a los otorgantes vecinos de Paúles y el Coscollar de Sarsa de Surta, el derecho de pasar con sus ganados por el camino público y con el menor daño posible, hasta la llamada Fuente del Pozuelo con el objeto de abrevar sus ganados. Noveno: Los otorgantes vecinos de Castellazo tienen el derecho de pastorear en la finca lla- mada la Vaquería propiedad de D. Cosme Buil y de Doña Genoveva Buil hoy difunta esposa que fue de D. José Albás, y así lo reconoce el expresado señor Buil, pero este derecho sólo se entiende dentro de la parte que le corresponde a ciento cuarenta y cinco metros de ancho, teniendo una finca recta, desde el llamado Collado del Piquero hasta Santa Quiteria, en reciprocidad del derecho que los otros señores han reconocido a los de Sarsa de Surta en la cláusula siguiente. Décimo: Que los otorgantes vecinos de Castellazo, reconocen a los de Paúles y el Coscollar el derecho de ir por sus fincas con el objeto de pasar sus ganados a abrevarlos en los manantiales o fuentes llamados de la Molinaza sitos en Castellazo en reciprocidad del derecho que los otros Sres. han reconocido a los de Castellazo en la cláusula anterior. Undécimo: Que los otorgantes vecinos de Castellazo renuncian por ahora y siempre, el dere- cho que tienen de pasar por las fincas y montes de los otorgantes de Sarsa de Surta, con el objeto de ir a abrevar sus ganados en el río Vero y de los demás aprovechamientos. Duodécimo: Las dos partes contratantes se comprometen a elevar a escritura pública el pre- sente contrato cuando cualquiera de ellos lo reclame; Tal es el documento privado que los otorgantes presentan convenido en la fecha de 17 de julio de 1918 y que elevaron a escritura pública el 16 de octubre de 1918.

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OTRO DOCUMENTO CON EL Nº 5. NOTA DEL SR. INGENIERO JEFE SOBRE DENUNCIA INSTRUIDA POR EL ALCALDE DE SARSA DE SURTA POR PASTOREO INDEBIDO EN EL MONTE N.º 116 Se ha recibido en esta Alcaldía una comunicación del Ingeniero de la 2.ª Sección de Montes de esta Provincia que copiada dice así = Al margen hay un sello que se lee Cuerpo de Ingenieros de Distrito forestal de Huesca = 2.ª Sección = N.º 391 El Señor Ingeniero Jefe se ha dignado aprobar la siguiente nota, y poner a continuación las observaciones que también se copian: Examinado el Expediente de denuncia instruido por el Alcalde de Sarsa de Surta por pastoreo indebido en el monte n.º 116 del Catálogo, resulta que los denunciados presentan un documento firma- do entre vecinos de este pueblo y Coscollar, en virtud del cual se creen con derecho al pasto en aquel monte y así será, en efecto pero también escrito que al hacerse la denuncia en 21 de octubre no se había hecho efectivo el importe del 10% ni se hizo hasta 25 de noviembre = En consecuencia y en virtud del artículo 32 y 20 del Real Decreto de 8 de mayo de 1884 corresponde imponer a los denunciados la multa de 70,80 pesetas a razón de 0,10 pesetas por cada res lanar y a 0,20 por cabeza de cabrío = Además en el plan sólo se conceden 450 lanares y se hallaban 518 pastando es decir 68 cabe- zas de exceso debiendo pagar la multa, de 6,80 pesetas los dueños del ganado lanar a prorrateo entre ellos, con proporción al número que entraron en total e ingresando en igual proporcionalidad en fondos municipales 13,60 pesetas = Las responsabilidades se harán efectivas ajustándose a los plazos de diez días y apremio del 5 por % procediéndose por la vía ejecutiva si precisa según disponen los artículos 60 y 61 del Real Decreto citado. Con la Nota y devolviéndose a la Alcaldía de Sarsa de Surta el docu- mento privado que ha emitido al final de expediente instruido por la misma participándole así como a los pueblos de Castellazo y Paúles lo siguiente = Según lo que preceptúa el Real Decreto de 16 de julio de 1879 los Ayuntamientos no pueden tomar acuerdos contrarios a la conservación de los derechos que en montes mancomunados tengan sus respectivos pueblos = Por esto y por lo que se expresa en otro de fecha 19 de agosto de 1876 el documento privado de referencia con el que se pretende demostrar la anulación de la mancomunidad entre los tres pueblos interesados, en ella Sarsa de Surta, Paúles y Castellazo, no puede tener valor ni efecto alguno por cuanto y aun en el supuesto de que resultase conformidad entre dichos tres pueblos comuneros, para la separación de alguno o algunos, o para la disolución de la comunidad el Expediente que con tal materia se instruya debe remitirse a la aprobación del Gobierno y en el caso de no resultar avenencia tiene que ser ventilada la cuestión entre los Tribunales Ordinarios = Lo que comunico a V. para su exacto cumplimento = Dios guarde a V, muchos años, en Huesca, 5 de marzo de 1909. El Ingeniero de la Sección Rafael Encina de Román. Lo que participo a los denunciados del pueblo de Castellazo D. Felipe Valero; D. Joaquín Nasarre; D. Jorge Buil y D. Joaquín Buil para sus fines consiguientes. Dios guarde a Vdes. muchos años, Sarsa de Surta 26 de marzo de 1909. El Alcalde Ramón Albás.

DOCUMENTO N.º 6. DOCUMENTO PRIVADO FIRMADO POR VECINOS DE CASTELLAZO QUE NO ASISTIERON AL OTORGAMIENTO DE ESCRITURA DE 16-JULIO-1918, LOANDO EN ELLA LO CONVENIDO, Y RENUNCIANDO EXPRESAMENTE A LOS DERECHOS DE PASTAR CON SUS GANADOS EN LA PARTIDA CAPRAMOTE En el pueblo de Sarsa de Surta a veintitrés de octubre de 1918, y ante los testigos que con nosotros firman, los abajo firmantes Jorge Buil Sampietro y Ramón Olivan Buisán, labradores mayores de edad, y vecinos de Castellazo término municipal de Arcusa, declaramos que no habiendo podio otorgar la escritura publica como los restantes vecinos del dicho Castellazo referente a la renuncia.....

27 Javier valenzuela hecha el día diez y seis del presente mes ante el Notario público de Boltaña = Por el presente docu- mento y bajo nuestras firmas, decimos que renunciamos ...... Las firmas de Ramón Olivan y a ruego de Jorge Buil Sampietro que dijo no saber firmar lo hace Pablo Palacio Villacampa. Y como testigo Francisco Frechín, y a ruego del testigo José Arcas Arilla que dijo no saber lo hace Carmelo Palacio Giral.

DOCUMENTO N.º 7. No constaba en el expediente guardado en el archivo provincial, aunque a él se hace referencia en el contenido del mismo.

DOCUMENTO N.º 8. RECONOCIMIENTO PRACTICADO EN 8-MARZO-1924 POR FUNCIONARIO DEL DISTRITO D. Antonio Olivera Cosculluela, Juez municipal del Distrito de Bárcabo, en el Partido de Boltaña, y Provincia de Huesca: Certifico: Que en el archivo de este Juzgado, y entre otras se halla una acta, de juicio verbal de Faltas, que copiada su Sentencia, es como sigue: Sentencia, en Bárcabo, a diez y ocho de julio de mil novecientos diez y ocho. Don Constantino Liza Cereza, Juez municipal, adjuntos, Don Joaquín Lascorz Trallero y Don Delfín Lascorz y Lascorz, componentes del Tribunal municipal, de este Distrito; Visto el presente juicio de Faltas, sobre daños de ganados, seguido de una parte como denunciantes, D. Antonio Campo, Pablo Paco, Angel Arasanz, y José Paco, vecinos de Sarsa de Surta, y de otra parte, como denunciados, D. Ramón Latre, Francisco Lacambra, José Latre, Francisco Sánchez, Ramón Villacampa, Fran- cisco Falceto, José Valero, José Sampietro, Joaquín Nasarre, Ramón Olivan, Joaquín Buil, Jorge Buil, José Cavero, Antonio Aguilar, Eugenio Buil, María Ciprés, Domingo Pardina, y Nonilo Paco, vecinos de Castellazo, Distrito municipal de Arcusa, Vista la petición Fiscal sobre el hecho denunciado y = 1.º Resultando, que a las doce del día dos, del actual, los denunciantes hallaron pastando en la finca Guargas, Santa Quiteria, quinientas cabezas de ganado lanar y doce cabrío, propiedad de los denunciados antes dichos vecinos de Castellazo; 2.º Resultando, Que, convocadas las partes, a juicio, verbal de faltas en el día de ayer, com- parecieron aquellas, siendo examinadas lo mismo que los Peritos que presentaron la tasación los cuales no estimaron daños algunos. 3.º Resultando, Que el Fiscal municipal estimó de los hechos denunciados eran constitutivos de la falta que determina el artículo seiscientos trece del Código Penal, de la cual eran responsables los denunciados, vecinos de Castellazo, así como de las costas y gastos de este juicio. 4.º Resultando, Que en la tramitación de este juicio, se han observado las prevenciones legales, 1º Considerando, Que, el hecho que se dá claro probado por los propios denunciados, cons- tituye la falta prevista y penada en el artículo seiscientos trece, del Código, reformada por la Ley de tres de enero de mil novecientos siete; 2º Considerando, Que, los denunciados son responsables en concepto de propietarios de los daños que causan los ganados, por lo cual procede, se les condene a la pena que solicite el ministerio Fiscal = Visto el artículo seiscientos trece, del Código Penal, Fallamos, Que, debemos condenar y condenamos a D. Ramón Latre, Francisco Cambra, José Latre, Francisco Sánchez, Ramón Villacampa, Francisco Falceto, José Valero, José Sampietro, Joaquín Nasarre, Ramón Olivan, Joaquín Buil, Jorge Buil, José Cavero, Antonio Aguilar, Eugenio Buil, María Ciprés, Domingo Pardina y Nonilo Paco, vecinos de Castellazo, a la multa de cinco pesetas, en Papel

28 alera foral… de pagos, y al pago de las costas, y gastos, de este juicio; Así por esta, nuestra Sentencia, lo pronun- ciamos, mandamos y firmamos, El Tribunal municipal; Constantino Liza Cereza, adjuntos, Don Joaquín Lascorz Trallero y Don Delfín Lascorz y Lascorz, Secretario, Antonio Buil.

C) PROVIDENCIA DEL SR. INGENIERO PARA MANDAR AL SOBREGUARDA DE LA ZONA A QUE, VISTOS LOS ANTECEDENTES OBRANTES, PRACTIQUE RECONOCIMIENTO EN EL MONTE 116 Providencia: Pasen estos antecedentes al Sobreguarda de la Zona para que teniéndolos a la vista practique un reconocimiento en el monte n.º 116 del Catálogo con asistencia de una comisión del pueblo de Sarsa de Surta, propietario del monte, y de otra de Castellazo, que tiene servidumbre de alera foral en el mismo, levantando acta de la operación en la que se haga constar, la denominación de los terrenos, que constituyen la Alera, los límites que la circunscriben, extensión aproximada de los mismos, y demás extremos que juzguen convenientes, para que esta Jefatura pueda determinar el alcance del gravamen, y fija, a cada pueblo el número y clase de cabezas, y la época en que pueden entrar al pasto- reo. Huesca, 30 de enero de 1924 El Ingeniero

D) ACTA DE RECONOCIMIENTO. Acta de reconocimiento del terreno situado en la partida denominada Capramote del monte público n.º 116 del catálogo denominado La Sierra, de la pertenencia de Sarsa de Surta, en el que los vecinos de Castellazo término municipal de Arcusa, vieran el derecho de una Alera foral, en el expre- sado monte público. Reunidas en el expresado monte los que con sus respectivos cargos y representación suscri- ben la presente acta, se practicó la operación que el encabezamiento expresa, dando por resultado: 1.– Hállase dicho terreno colindante a los montes públicos números 115 y 113 del catálogo pertenecientes a Las Bellostas y Sarsa de Surta respectivamente. 2.– El expresado terreno o Alera foral, se denomina Capramote, el cual limita por el Norte en toda su extensión con el monte público n.º 115 del catálogo denominado “Mandiñeiro” de la pertenen- cia de Las Bellostas; por Oriente, divisoria de los términos municipales de Sarsa de Surta y Castellazo, y en una pequeña superficie con la cabañera que divide dicha Alera foral, con el monte público n.º 113 del catálogo perteneciente de Santa María de Buil; Mediodía, con barranco del Furquiecho y Cochapinal; y Poniente, con el barranco de la Valle hasta la fuente de los Molinos. 3.– En todo al perímetro que circunscribe dicha Alera foral, no existen mojones de ninguna especie, excepción hecha de la divisoria de ambos términos municipales, que existen algunos. 4.– La superficie de la expresada Alera foral es de unas doscientas hectáreas, aproximadamente. 5.– Aunque dicha partida la denominan Capramote, la integran las restantes partidas deno- miadas Solán de Mon, Paco y Solano de Guarga, Vaquerizas y Solan Mayor. 6.– Invitados los convocantes de Castellazo, a que manifiesten el derecho que les asiste a dicha alera foral, dicen que de tiempo inmemorial han venido siempre disfrutando el pastoreo en dicha alera foral, y que si bien poseían una escritura otorgada en 18 de diciembre de 1552, de común acuer- do entre ambos pueblos la destruyeron, no pudiendo exhibir en la actualidad más documentos que una certificación de la sentencia recaída en pleito sostenido entre ambas partes sobre dicha alera foral, resolviéndose a favor de los de Castellazo en 1795 por el notario D. Antonio Pardina en Mediano, y una sentencia del Juzgado de 1.ª Instancia de Boltaña del año 1838, en la que se les reconoce el derecho al disfrute, en la expresada alera foral.

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También exhiben comunicaciones de la Alcaldía de Sarsa de Surta, con invitaciones a perso- narse en dicha Alcaldía, para las peticiones de aprovechamientos, y varios recibos acreditando el pago del 10 por 100 de los aprovechamientos en varios años consecutivos. 7.– Los individuos que componen la comisión del Ayuntamiento de Sarsa de Surta dicen, que los vecinos del pueblo de Castellazo, no tienen derecho alguno a la repetida mancomunidad de la alera foral, en virtud de renuncia que estos hicieron en escritura pública, otorgada ante el notario de Boltaña D. Leuciano Antonio todo en diez y seis de octubre de 1918 en que la cláusula undécima dice: “Que los otorgantes vecinos de Castellazo renuncian de por ahora y siempre, el derecho que tienen de pasar por las fincas y montes de los otorgantes de Sarsa de Surta, con objeto de ir a abrevar su ganado en el río Vero, y de los demás aprovechamientos”. Con inscripción en la oficina liquidadora de Derechos Reales de Boltaña en 28 de febrero de 1919, y que desde dicho otorgamiento no han disfrutado de dicha alera foral, ni han pagado aprovechamiento alguno. En virtud de lo expuesto por los de Sarsa de Surta con relación a la renuncia que los de Castellazo hicieron de la referida mancomunidad dicen los de Castellazo que dicha renuncia no tiene valor alguna, fundándose en que los Ayuntamientos no pueden tomar acuerdos contrarios a la conser- vación de los derechos que en montes mancomunados tengan sus respectivos pueblos, de conformidad con la R.O. de 16 de julio de 1879, según consta en comunicación que expiden del Sr. Ingeniero de 26 de marzo de 1909, además que no renunciaron todos. Y no teniendo más que añadir ninguno de los concurrentes se levanta la presente acta que fue leída a los mismos por renuncias a hacerlo ellos, firmándola su señal de conformidad en el monte n.º 116 de Sarsa de Surta a ocho de marzo de 1924. Firmaron, la Comisión del Ayuntamiento de Sarsa de Surta, Benito Albás, José Lardiés y Medardo Palacio. Comisión del Ayuntamiento de Castellazo, Antonio Aguilar, Román Sanz Junta Administrativa de Castellazo, José Paco y Francisco Broto

E) PROVIDENCIA DEL SR. INGENIERO RECONOCIENDO LA SERVIDUMBRE DE ALERA FORAL QUE EL PUEBLO DE CASTELLAZO TIENE PROVIDENCIA. Examinado el expediente instruido en este Distrito forestal sobre alera foral que los vecinos de Castellazo alegan en el monte la Sierra que figura en el Catálogo de los de utilidad pública de la provincia como de la pertenencia de Sarsa de Surta y sito en su termino municipal; Resultando que el pueblo de Castellazo funda el derecho de aquella servidumbre, en que lo vienen ejerciendo desde tiempo inmemorial, por estar consignado en una escritura otorgada en 18 de diciembre de 1552 que no pueden presentar por haber sido destruida; en haber sido fallado a su favor en 1795 el pleito sostenido con los de Sarsa de Surta sobre aquella alera foral; en haberse dictado por el Juzgado de Instrucción de Boltaña una Sentencia en 18 de octubre de 1837, de la que acompañan certi- ficación (doc.1) por la cual fueron condenados unos vecinos de Sarsa de Surta que prendieron dos cabezas de ganado de Castellazo y se mandaba reintegrar y reponer a los vecinos de este pueblo, y en su representación al Síndico del Ayuntamiento en el derecho goce y posesión en que han estado de pacer sus ganados de sol a sol en la alera foral que tienen en el monte de Sarsa de Surta, comprendida “desde los términos de Coma del Solano del monte, al Barranco de la Valle hasta la fuente del Molino y de allí arriba barranco a barranco de Paco Mayor hasta la Collada Napinales, y desde allí a los mojones del Boyaral, y desde allí a la Iglesia de San Ginés, y desde allí a Puyarroso y desde allí al Coscollar y desde allí al Reglar hasta el camino”; en habérseles concedido aprovechamientos de pastos a los vecinos de Castellazo en la partida Capramote del monte n.º 116 del Catálogo perteneciente a Sarsa de Surta, según consta en los Planes a que se refiere la certificación de esta Jefatura (doc.2) y prueban con la copia del oficio de la Alcaldía de Sarsa de Surta (doc.3) de fecha 19 de mayo de 1909 dirigida a la de Arcusa para que envíe al pueblo de Castellazo a formular el estado de aprovechamientos, para incluirlo en la pro-

30 alera foral… puesta que habían de emitir a la Jefatura de este Distrito relativa al año forestal siguiente; y en que no tiene valor alguno la renuncia otorgada por algunos vecinos de Castellazo que hicieron en documento privado elevado a escritura pública el 16 de octubre de 1918 por no haber intervenido todos los vecinos, según acreditan con la certificación del acta de sesión de la Junta Administrativa celebrada el 10 de marzo último (doc. 4) en la que consta que por no estar conforme con aquella renuncia no firmaron los ocho vecinos que en ella se citan; y porque así se reconoció por la Jefatura del Distrito forestal en la providencia de fecha 5 de marzo de 1909 dictada en el expediente de denuncia por pastoreo abusivo contra varios vecinos de Castellazo, en la que si bien se les imponían responsabilidades por no haberse hecho efectivo el 10 % y entrado exceso de ganado, se expresaba que según la R.O. de 16 de julio de 1879 los Ayuntamientos no pueden tomar acuerdos contrarios a la conservación de los derechos que en montes mancomunados tengan sus respectivos pueblos, y que por ello y por lo prevenido en otra de 19 de agosto de 1876, el documento privado con el que se pretendía demostrar la anulación de la manco- munidad entre los pueblos interesados no podía tener valor ni efecto alguno pues si se hallasen confor- mes con la disolución de la mancomunidad, debía instruirse expediente que aprobaría el Gobierno, y de no existir aquella conformidad deberán acudir a los Tribunales ordinarios. Resultando que el Ayuntamiento de Sarsa de Surta, manifiesta que los vecinos de dicho pue- blo de Castellazo no tienen derecho alguno a aquella alera foral, porque según escritura otorgada ante el Notario de Boltaña D. Luciano Antonio Edo en 16 de octubre de 1918 (doc.5) Mariano Cavero Grasa y 33 vecinos más de Sarsa de Surta y Francisco Sánchez Calero y 16 más de Castellazo, por la que elevaron a escritura pública el documento privado de convenio que otorgaron en Suelves (Bárcabo) el 17 de julio de 1918, acordaron reconocerse recíprocamente la propiedad de varias fincas particulares, renunciando a los derechos de pastoreo, pasos, etc., que pudieran tener en ellas, y conceder el derecho de paso y pastoreo en otras, renunciando los de Castellazo al derecho que tenían de pasar por otras fincas y monte de los otorgantes de Sarsa de Surta, con objeto de ir a abrevar sus ganados al río Vero, y de los demás aprovechamientos; según un documento privado firmado en Sarsa de Surta a 23 de octubre de 1918 (doc.6) por los vecinos de Castellazo Jorge Buil Sampietro y Ramón Olivar Buisán, que no asistieron al otorgamiento de la escritura de 16 de julio de 1918, loando lo en ella convenido, y renunciando expresamente a los derechos de pastar con sus ganados en la partida Capramote del monte de Sarsa de Surta, comprometiéndose a elevar a escritura pública el citado documento, a peti- ción de cualquier vecino de Sarsa de Surta el día que mejor les plazca; y según certificación de la Sentencia dictada por el Juzgado Municipal de Bárcabo en 18 de julio de 1918 (doc.7) fueron conde- nados varios vecinos de Castellazo por pastoreo en la finca Guarga Santa Quiteria de los vecinos de Sarsa de Surta. Resultando del reconocimiento practicado en 8 de marzo de 1924 por un funcionario del Distrito en unión de una comisión de los pueblos interesados según consta en acta (doc. 8) que la alera foral pretendida por los vecinos de Castellazo se halla comprendida dentro del monte n.º116 según los límites que a este asigna el Catálogo, situada en la parte Norte del mismo y limitada por dicha orien- tación con el Monte n.º 115 denominado Modiñedo del pueblo de Las Bellostas, por Oriente con la divisoria de términos de Sarsa de Surta y Castellazo y la cabañera que la separa del monte n.º 113 del Catálogo, a Mediodía con barranco de Forquiecho y Cochapinols y Poniente con barranco de la Calle hasta la Fuente de los Molinos, comprendiendo una superficie de unas 200 hectáreas, y aunque la denominan Capramote, la integran las partidas Solan de Mon, Paco y Solano de Guarga, Vaquerizas y Solan Mayor; reproduciendo en el acta las Comisiones de Sarsa de Surta y Castellazo las manifesta- ciones que constan en los resultados anteriores. Considerando que la servidumbre de alera foral es institución del derecho Aragonés que consiste en la facultad que tienen los vecinos de un pueblo de introducir de sol a sol sus ganados en la parte de terreno del término confrontante con el suyo que se haya fijado con dicho objeto. Considerando que el pueblo de Castellazo justifica el derecho a la servidumbre de alera foral sobre el monte de la Sierra n.º 116 del Catálogo de los de utilidad pública perteneciente a Sarsa de Surta

31 Javier valenzuela y sito en su término municipal, con la Sentencia del Juzgado de 1.ª Instancia de Boltaña de 18 de octubre de 1837 y acreditan la posesión de la misma, con la concesión de aprovechamientos en dicho monte incluidos en los planes anuales de este Distrito forestal. Considerando que aquella servidumbre de alera foral no puede ser extinguida como pretenden los de Sarsa de Surta por la renuncia que en el convenio de 17 de junio de 1918, elevado a escritura pública en 16 de octubre del mismo año, hicieron varios vecinos de Castellazo al paso por las fincas y monte de otros vecinos de Sarsa de Surta, con objeto de ir a abrevar sus ganados en el río Vero, y de los demás aprovechamientos, toda vez que aquella renuncia hecha por unos cuantos vecinos de Castellazo, no todos, según consta en la certificación de la Alcaldía de Arcusa (doc. 4) sólo puede referirse y se refiere a terrenos de su propiedad particular y nunca al monte público n.º 116 del Catálogo denominado la Sierra que para nada se hace constar en aquel documento, pues en este caso, la renuncia hubiese tenido que hacerla la Junta Administrativa del pueblo de Castellazo, previa autorización del Ministerio de la Gobernación. Considerando que la Sentencia del Juzgado municipal de Bárcabo condenando al pago de responsabilidades a varios vecinos de Castellazo por pastar abusivamente en la finca Guarga Santa Quiteria, tampoco justifica la inexistencia de alera foral puesto que se refiere a una infracción cometi- da en finca particular y no en el monte público sobre el que pesa aquella servidumbre. Considerando que con arreglo a la Sentencia Contencioso Administrativa de 6 de octubre de 1888, el derecho de alera foral no puede en los montes públicos ejercerse libremente, sino con sujeción a los planes de aprovechamiento, competentemente autorizados, contra cuya conservación no pueden prevalecer títulos civiles. Considerando que dada la superficie a que la alera se refiere y la cantidad y calidad de pastos que produce, puede sostener seiscientas cabezas lanares y cien cabríos o su equivalencia en mayor y vacuno sin perjuicio para la conservación del monte. Vista la Sentencia Contencioso Administrativa de 28 de abril de 1914, que establece que, la inclusión de un monte en el Catálogo acredita la posesión a favor de la entidad a quien aquel asigna la pertenencia, pero no puede significar que el monte no se halle gravado con alguna servidumbre a favor de otro pueblo o corporación, al cual se le debe también mantener en la posesión de esta sin perjuicio de que los que se consideren perjudicados puedan ejercitar su derecho ante los Tribunales Ordinarios. Esta Jefatura acuerda reconocer la servidumbre de alera foral que el pueblo de Castellazo tiene sobre el monte La Sierra que figura en el Catálogo de los de utilidad pública con el n.º 116 como perteneciente a Sarsa de Surta en una superficie de 200 hectáreas, enclavadas dentro de los límites y en las partidas que anteriormente se expresan, cuyos pastos podrán aprovechar los vecinos de aquellos con 300 lanares y 50 cabríos, o su equivalencia en vacuno y mayor. Huesca, 21 de mayo de 1924 El Ingeniero Jefe Enrique de las Cuevas

F) RECURSO DE ALZADA DEL AYUNTAMIENTO DE SARSA DE SURTA CONTRA LA PROVIDENCIA. Excmo. Señor. El Alcalde Presidente del Ayuntamiento de Sarsa de Surta, provincia de Huesca, en nombre y representación de dicha Corporación Municipal, ante V.E. comparece, Excmo. Señor Subsecretario Encargado en el Despacho del Ministerio de Fomento, promoviendo recurso de alzada contra provi- dencia del señor Ingeniero-Jefe del Distrito Forestal de Huesca que contiene en la certificación adjun- ta, y como mejor proceda respetuosamente dice:

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Que en el Distrito Forestal de Huesca se ha instruido expediente a solicitud de varios vecinos del pueblo de Castellazo sobre reconocimiento de la servidumbre llamada alera foral que según los mismos existe a su favor sobre el monte denominado La Sierra, n.º 116 del Catálogo de los de utilidad pública: y oídas ambas partes, dicho Centro ha resuelto la reclamación en el sentido de reconocer al pueblo de Castellazo servidumbre de alera foral sobre el monte expresado, perteneciente a Sarsa de Surta, en una servidumbre de doscientas hectáreas y mediante aprovechamiento de pastos con trescien- tos lanares y cincuenta cabríos o su equivalencia en ganado vacuno y mayor. El Ayuntamiento de Sarsa de Surta no puede hallarse conforme con tal providencia, que alte- ra fundamentalmente el pleno estado posesorio en que el pueblo se encuentra con relación al monte 116, introduciendo en su aprovechamiento modificaciones trascendentales que legalmente no pueden prosperar. Conocida la ilustración de V.E. habrá de perdonársenos si antes de entrar en el terreno de la discusión comienza esta parte por referirse a esa forma especial, particularísima de Aragón, en el apro- vechamiento de pastos, que se denomina alera foral. Inútil será indagar en el Derecho Administrativo ni en el Civil común, referencia alguna que defina en términos categóricos y completos lo que es la alera foral, su regulación y desenvolvimiento. La información legal ha de buscarse en los especiales preceptos del Derecho foral aragonés, en los cuales se define la alera foral como la facultad RECÍPROCA de los vecinos de pueblos contiguos a introducir sus ganados cada uno en los montes del otro, de sol a sol, es decir, saliendo del propio tér- mino antes de la puesta de sol. Véanse en el expresado Derecho Foral aragones el Fuero 2.º De pascuis gregibus, et coetera, Libro III, la observancia 35 De generalibus privilegiis, Libro VI, la Observancia 6.ª de pascuis, libro VII, la 8.ª de la misma rúbrica y otras disposiciones análogas. Esto sentado, salta a la vista la incompetencia del Ramo de Montes y aun en general de la Administración, para resolver contiendas de esta naturaleza, ya que se trata de derechos cuyo título y carácter es esencialmente civil a tenor de lo dispuesto en los Reales Decretos-Sentencias de 22 de mayo de 1907, 10 febrero 1908, sentencia contencioso-administrativa de 12 diciembre 1908 y otras. Que las cuestiones de servidumbre que nacen de un título civil corresponden exclusivamente a la jurisdicción ordinaria, lo establecen también las sentencias de lo Contencioso de 19 de febrero 1897, 22 marzo 1899, 3 agosto del mismo año, 24 abril 1902, auto 25 noviembre 1901 e infinidad más. Parecía natural que el Ramo de Montes se inhibiera en el conocimiento del asunto y reserva- ra a los reclamantes de Castellazo el derecho de acudir ante los Tribunales ordinarios: pero el criterio que se ha seguido es precisamente el contrario, es decir, afirmar la existencia de la alera foral y reser- var a los Tribunales ordinarios el conocer de la contienda que ulteriormente se promueva. Ello causa al Ayuntamiento y vecinos de Sarsa de Surta un perjuicio irreparable ya que con ello vendrían obligados a promover por sí el litigio, ejercitando la acción negatoria de servidumbre y daría al pueblo de Castellazo la comodidad de ver resuelto de primera intención su supuesto agravio con la brevedad y trámite ejecutivo de una resolución administrativa. Seguros estamos de que V.E. lo apreciará así. El Real Decreto de 10 de octubre de 1902 establece ciertamente que a la Administración corresponde autorizar de Real orden las servidumbres legales o especiales en los montes públicos: pero ello no puede referirse, como bien claramente se desprende de su articulado, más que a las servidumbres nacidas por efecto de obras o servicios públicos o de concesiones administrativas de aguas, minas o cualquiera otra clase análoga. Deliberadamente omite aquella Soberana disposición la servidumbre de aspecto y fundamen- to civil, ya que no trata de derogar ni enervar siquiera lo dispuesto en el art. 51 de la Ley de Enjuiciamiento civil, según el cual la jurisdicción ordinaria será la ÚNICA COMPETENTE para cono- cer de los negocios civiles que se ejerciten en territorio español. Y así tiene resuelto el Tribunal Supremo en sentencia de 11 de junio de 1883, que correspon- de exclusivamente a los Tribunales la cuestión sobre reivindicación del dominio o parte de él en un monte público.

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El art. 172 de la Ley Municipal antigua y sus concordantes en el vigente Estatuto establece el trámite de demanda judicial para la lesión de derechos civiles. De todo ello y de la circunstancia bien notoria de que ese supuesto derecho de los vecinos de Castellazo para el ejercicio de la alera foral, habría de nacer en su caso de títulos exclusivamente civi- les, se deduce la clara consecuencia de que la Administración en todos sus grados es incompetente para entender en el asunto: debiendo por tanto ser revocada la providencia administrativa. El art.1 del Real Decreto de 1 de febrero de 1901, determina que la inclusión de un monte en el Catálogo de los exceptuados acredita la posesión a favor de la entidad a quien se asigna su pertenen- cia: y esta Soberana resolución quedaría quebrantada con la providencia recurrida, ya que establecido un aprovechamiento de la extensión y medida que el Ramo de Montes reconoce a Castellazo, quedaría prácticamente anulada la posesión en que el pueblo de Sarsa de Surta se encuentra respecto al monte n.º 116 del Catálogo. En otro orden de consideraciones, constan en la providencia recurrida referencias fidedignas de escrituras de convenio y concordia otorgadas entre los vecinos de ambas localidades renunciando recíprocamente sus derechos de alera, y reconociéndose de unos a otros la plena, eficaz y exclusiva posesión de sus montes y fincas respectivas, las cuales en el Registro de la propiedad se inscribieron hace más de cuarenta años en pleno y libre dominio. La Jefatura de Montes no reconoce valor alguno a estos documentos, ni tampoco a algunos otros demostrativos de condenas sufridas o impuestas a los vecinos de Castellazo por pastoreo en el monte de Sarsa de Surta, y ello es un error que salta a la vista. El derecho pertenecía en su caso a los vecinos y fue renunciado recíprocamente, es decir, cada uno en las fincas y montes del pueblo inmediato: y es principio de derecho común a todas las jurisdic- ciones el de que nadie puede ir contra sus propios actos, por lo que Castellazo que vio liberados sus montes, sin que en ellos penetraran ni penetren los vecinos de Sarsa de Surta, no puede actualmente desentenderse de tal renuncia, que creó ya un estado de hecho y de derecho aceptado y consentido por todos, no solamente por los vecinos sino por las respectivas municipalidades. La providencia recurrida se desentiende de un aspecto interesantísimo de la cuestión, o sea el de la RECIPROCIDAD que debe existir en materia de alera foral. Si quisiéramos encontrar precedentes legislativos, los encontraríamos en el Apéndice proyec- tado al Código Civil, correspondiente al Derecho Foral de Aragón, formado por la Comisión General codificadora y publicado en la Gaceta de 2 de marzo 1924. En dicho Apéndice, art. 16, se da de la alera foral una definición que concuerda sustancial- mente con la que tenemos expuesta en este escrito y en el párrafo 4.º se determina lo siguiente: “Habida consideración del carácter RECÍPROCO que tiene la alera, cuando un pueblo no pueda prestarla por quedar desposeído de los montes propios, pierde el acceso a sus ganados a los montes de los pueblos limítrofes”. El pueblo de Castellazo vio sus montes enajenados por la Desamortización, perdiendo por consiguiente la posibilidad de prestar la alera: pero aunque no fuera así, el carácter esencialmente recíproco que la alera tiene, impide sea reconocido a un pueblo en perjuicio de otro cuando no se señala a éste la adecuada compensación en los montes del pueblo contiguo. La providencia recurrida se limita a señalar la existencia de alera foral en el monte de Sarsa de Surta, silenciando enteramente el reconocimiento de igual derecho sobre montes de Castellazo a favor de Sarsa de Surta: con lo cual la reciprocidad, que es esencialísima en esta institución foral, no aparece por ninguna parte, y sería por sí solo motivo bastante para la revocación de la providencia recurrida. Precisamente las disposiciones forales dan a la alera el carácter de mancomunidad de pastos entre pueblos limítrofes y con relación a montes contiguos: es decir, que en tanto un pueblo tendrá derecho de alera en cuanto pueda realizar prestación análoga a favor del colindante.

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Y en materia de comunidad de pastos, éste es precisamente el criterio a seguir. Cualquiera que sea el nombre con que en derecho se clasifique la alera, resultará siempre comunidad, y ésta (distinta a la mancomunidad administrativa) implica la explotación conjunta de determinados bienes que pertenecen a varios: y si uno de los sujetos activos de la comunidad no puede aportar a ella o no quiere hacerlo bienes ni derechos que reconocer a los demás, debe quedar elimina- do ya que de otro modo y por falta de recíproca prestación se cometería evidente injusticia. Creemos, Excmo. Señor, que no necesitamos insistir más para convencer a V.E. de que la materia objeto de la resolución impugnada es de carácter civil: que el ramo de Montes, dicho sea con todos los respetos que merece el principio de autoridad, ha incurrido en evidente exceso de atribucio- nes, invadiendo la esfera de acción de los Tribunales de Justicia, únicos competentes para estatuir sobe derechos dominicales y sobre servidumbres de aspecto y fundamento exclusivamente civil: Que la renuncia que se contiene en los documentos aportados al expediente, por su carácter escriturario, debe surtir toda clase de efectos, sin que sea tampoco competencia de la Administración resolver sobre la nulidad de tales títulos, civiles también: Que no es legalmente posible el ejercicio por un pueblo de la alera sin que al pueblo que se dice gravado con tal derecho se le reconozca otro derecho o facultad análoga sobre los montes del reclamante: Y que no existiendo éstos, la alera no puede ser aceptada, ya que le falta el término sustancial de reciprocidad que es su principal fundamento. Cumplimos preceptos de carácter procesal señalando como infringidos todas las disposiciones civiles y administrativas, comunes y forales señaladas en esta instancia, e invocamos en apoyo de esta alzada el Reglamento provisional de procedimiento administrativo para el Ministerio de Fomento, apro- bado por Real Decreto de 23 de abril de 1890. SUPLICANDO A V.E. que teniendo por producido en tiempo y forma este recurso, se sirva admitirlo y sustanciarlo y en definitiva estimarlo resolviéndolo en el sentido de revocar la providencia recurrida y dejar sin efecto el reconocimiento de la servidumbre de alera foral en la misma realizado a favor del pueblo de Castellazo sobre el Monte n.º 116, de la pertenencia de Sarsa de Surta, y la indivi- dualización de aprovechamientos que contiene: reservando a la entidad o particular que se consideren agraviados el derecho a ejercitar sus acciones ante los Tribunales ordinarios. Así lo esperan de la reconocida justificación de V.E. cuya vida guarde Dios muchos años. Sarsa de Surta para Madrid a primero de junio de mil novecientos veinticuatro. EL ALCALDE, Benito Albás EL SECRETARIO, Ángel Arasanz EXCMO. SR. SUBSECRETARIO DE FOMENTO. MADRID.-

G) PROPUESTA DEL SR. INGENIERO JEFE AL DIRECTOR GENERAL DE MADRID DE DESESTIMACIÓN DEL RECURSO DEL AYUNTAMIENTO DE SARSA DE SURTA. Iltmo. Señor. Examinado el recurso de alzada interpuesto por el Alcalde de Sarsa de Surta en nombre y representación del Ayuntamiento que preside, que con fecha 1 de junio último eleva al Excmo. Señor Subsecretario de Fomento contra la Providencia de esta Jefatura de 21 de mayo anterior, que acordó mantener al pueblo de Castellazo en posesión que se halla de una servidumbre de alera foral sobre el monte n.º 116 del Catálogo denominado La Sierra perteneciente a Sarsa de Surta, en una superficie de 200 hectáreas dentro de los límites y partida que en ella se expresan, autorizando el pastoreo de 300 lanares y 50 cabríos, o su equivalencia en mayor. RESULTANDO que instruido expediente en este Distrito para determinar el alcance de la servidumbre de alera foral de referencia se dictó por esta Jefatura la Providencia recurrida, por acredi- tar al pueblo de Castellazo el derecho a la servidumbre por la Sentencia de 18 de octubre de 1837, y la

35 Javier valenzuela posesión de la misma en la partida “Capramote” de dicho monte, con la inclusión en los planes de aprovechamiento de este Distrito. RESULTANDO que contra dicha Providencia entabla recurso el Ayuntamiento de Sarsa de Surta, fundándose; en que esta Jefatura no es competente para el conocimiento del asunto, porque las cuestiones de servidumbre que nacen de un título Civil corresponden exclusivamente a la jurisdicción ordinaria; en que disponiendo el artículo 1.º del R.D. de 1 de febrero de 1901, que la inclusión de un monte en el Catálogo de los exceptuados acredita la posesión a favor de la entidad a quien se asigna la pertenencia, y la providencia recurrida al reconocer a Castellazo un aprovechamiento en el monte n.º 116 del Catálogo, anula la posesión en que el pueblo de Sarsa de Surta se encuentra respecto del mismo; en que la renuncia que se obtiene en los documentos aportados al expediente debe surtir toda clase de efectos sin que sea tampoco competencia de la administración resolver sobre la nulidad de aquellos títulos Civiles; y en que no siendo legalmente posible el ejercicio por un pueblo de la alera sin que al pueblo que resulte gravado con tal derecho se le reconozca otra facultad análoga sobre los mon- tes del reclamante solicitando por último que se revoque aquella providencia, dejando sin efecto el reconocimiento de la servidumbre de alera foral reconocida a favor del pueblo de Castellazo en el monte La Sierra n.º 116 del Catálogo perteneciente a Sarsa de Surta, y el señalamiento de los aprove- chamientos que contiene y reservando a la entidad o particulares que se consideren agraviados el derecho a ejercitar sus acciones ante los Tribunales ordinarios. RESULTANDO que dada vista al pueblo de Castellazo, por conducto de la Alcaldía de Arcusa, del recurso entablado por la de Sarsa de Surta, con aquella que los de Castellazo están confor- mes con la providencia de esta Jefatura. CONSIDERANDO que esta Jefatura al dictar la providencia recurrida, no invadió atribucio- nes de otra jurisdicción toda vez que la cuestión había sido fallada con anterioridad por varias resoluciones de los Tribunales ordinarios, entre otras por la Sentencia del Juzgado de Boltaña de 18 de octubre de 1837, según certificación que se acompaña por la que se mandaba reintegrar y reponer a los vecinos de Castellazo en el goce y posesión de pacer con sus ganados de sol a sol en dicha alera, sino que se limitó a mantener el mencionado pueblo en la posesión que sobre la partida “Capramote” tiene acreditada en este Distrito por figurar como aprovechamientos en algunos de sus planes anuales, eje- cutados sin protesta de ningún género. CONSIDERANDO que si bien es cierto que la inclusión del monte en el Catálogo de los exceptuados, según el artículo 1.º, del R.D. de 1 de febrero de 1901, acredita la posesión a favor de la entidad a quien aquel asigna la pertenencia, que en este caso es el pueblo de Sarsa de Surta, ello no puede significar, según establece la S.C.A. de 28 de abril de 1914, que el monte no se halle gravado con alguna servidumbre a favor de otro pueblo, al cual se le debe mantener en la posesión de ésta, sin perjuicio de que los que se consideren perjudicados puedan ejercitar su derecho ante los Tribunales. CONSIDERANDO que la renuncia que se contiene en los documentos aportados al expe- diente hecha por unos cuantos vecinos de Castellazo, no todos, según consta en la certificación de la Alcaldía de Arcusa, sólo puede referirse y se refiere a terrenos de propiedades particulares y nunca al monte público n.º 116 del Catálogo denominado La Sierra que para nada se hace constar en aquel documento, pues en este caso, la renuncia hubiese tenido que hacerla la Junta Administrativa de Castellazo, previa autorización del Ministerio de la Gobernación. CONSIDERANDO que efectivamente, aun cuando la alera foral es una institución del Derecho aragonés que consiste en la facultad recíproca de los vecinos de los pueblos contiguos a intro- ducir sus ganados de objeto, y dado su carácter recíproco, cuando un pueblo no puede prestarlo, debe perder el derecho de acceso de sus ganados al monte del otro, esta pérdida de derechos debe reclamar- se de la autoridad correspondiente, lo cual no ha verificado el Ayuntamiento de Sarsa de Surta sino que ha consentido sin protesta durante muchos años la realización de los aprovechamientos que se consig- naban en los planes anuales del Distrito a favor del pueblo de Castellazo.

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CONSIDERANDO que con arreglo a la S.C.A. de 6 de octubre de 1888, el derecho de alera foral es una servidumbre que no puede en los montes públicos ejercitarse libremente, sino con sujeción a los planes de aprovechamiento competentemente autorizados, contra cuya conservación no pueden prevalecer títulos Civiles. Vista la S.C.A. de 28 de abril de 1914; Esta Jefatura tiene el honor de proponer a V.I. que sea desestimada la alzada de referencia, y declarada firme la providencia recurrida, manteniendo al pueblo de Castellazo en la posesión de servi- dumbre de alera foral sobre el monte n.º 116 del Catálogo perteneciente a Sarsa de Surta, dentro de los límites y superficie que se consigna en aquellos, para el número de cabezas que figuran en la misma. V.I. no obstante resolverá. Huesca 18 de agosto de 1924 El Ingeniero Jefe Enrique de las Cuevas

H) DESESTIMACIÓN DEL RECURSO DE ALZADA POR EL DIRECTOR GENERAL DE MADRID Visto el recurso de alzada interpuesto por el Ayuntamiento de Sarsa de Surta, contra resolución de esa Jefatura, de fecha 25 de mayo de 1924, que acordó mantener al pueblo de Castellazo en la pose- sión de la servidumbre de alera foral sobre el monte n.º116 del Catálogo perteneciente a Sarsa de Surta. Resultando que contra dicha providencia recurre la citada Corporación alegando que la alera foral es una facultad entre pueblos contiguos que requiere reciprocidad y que tratándose de muchos de carácter civil, la Administración es incompetente para conocer del asunto que es de la competencia de los Tribunales ordinarios; que el procedimiento seguido por esa Jefatura es afirmar la existencia de la alera foral es perjudicial para Sarsa de Surta ya que la obligaba a ejercer la acción negativa de servidum- bre en vez de ser Castellazo quien ante los Tribunales recurriera pidiendo reconocimiento de la misma; que el art. del R.D. de 1 de febrero de 1901, queda infringido por el acuerdo de V.S. ya que asignada en el Catálogo de montes de utilidad pública la posesión del n.º 116 a favor de Sarsa, el aprovechamiento que a favor de Castellazo se reconoce altera la posesión, y por último que esa Jefatura ha hecho caso omiso de la renuncia al derecho de alera foral que hicieron los vecinos de Castellazo. Resultando que esa Jefatura informa que reconoció al pueblo de Castellazo en la providencia recurrida el derecho de servidumbre de alera foral sobre el monte n.º 116 por haberse acreditado por sentencia de 18 de octubre de 1837 y además por la posesión que venía ejerciendo en la partida de Capramote, acreditado por la inclusión en los planes de aprovechamientos de ese Distrito que la pro- videncia recurrida no hizo más que mantener; que la renuncia hecha por varios vecinos de Castellazo se refiere a terrenos particulares y no al monte n.º 116; y que esa reciprocidad que supone la alera foral debe ser pedida por el pueblo a quien no se preste, previa reclamación ante la autoridad competente, cosa que no ha hecho el pueblo de Sarsa de Surta, sino por el contrario ha consentido sin protesta durante muchos años la realización de los aprovechamientos que se consignaban en los planes a favor de Castellazo. Resultando que la 3.ª Inspección abundando en las mismas razones que esa Jefatura, propone que se confirme la providencia recurrida. Considerando que el pueblo de Castellazo viene disfrutando de hecho y de derecho de la servidumbre de alera foral sobre el monte n.º 116 de la pertenencia de Sarsa de Surta; lo primero, por venir incluyendo en los planes de aprovechamientos de dicho monte aquel disfrute, y lo segundo, por la sentencia repetidamente citada en este expediente de 18 de octubre de 1837. Considerando que ese Distrito no ha alterado el estado posesorio de dicho monte como pre- tende la parte recurrente, sino al contrario, lo ha mantenido, pues encontrándose establecido el derecho

37 Javier valenzuela de alera foral a favor de Castellazo; por una sentencia judicial y consecuencia de ello en el Catálogo, la Administración forestal no podrá hacer otra cosa que mantenerlo igualmente en la providencia recu- rrida a riesgo en incurrir precisamente en esa alteración de estado posesorio de que inmotivadamente se le acusa. Considerando en cuanto a la falta de reciprocidad entre los pueblos de Sarsa de Surta y Castellazo, esencia de alera foral, no es competente la Administración, sino los Tribunales ordinarios para conocer de ella. S.M. el Rey (q.D.g.) se ha servido disponer que se desestime el presente recurso y se confir- me la providencia recurrida. Lo que de R.O. comunicada participo a V.S. para su conocimiento, el de los Interesados y demás efectos, con devolución del expediente. Dios guarde a V.S. muchos años. Madrid, 28 de agosto de 1926. El Director general, SR. INGENIERO JEFE DEL DISTRITO FORESTAL DE HUESCA.

Y aquí y así finalizaba el expediente. A partir de entonces constan en el mismo Archivo Histórico Provincial de Huesca sucesivos planes de aprovechamiento del monte en cuestión hasta el año 1943-44. Durante este período no hubo nuevos litigios sobre el aprovechamiento de la alera, o por lo menos no me consta que los hubiese: – En el año forestal 1924-25 Distrito Forestal de Huesca, 1.ª Sección, 6.ª Zona Partido Judicial de Boltaña Término Municipal de Sarsa de Surta Monte La Sierra, n.º 116 del Catálogo de Montes Públicos Perteneciente a Sarsa de Surta Pudiendo practicar aprovechamiento de pastos la Junta Ordinaria de Castellazo para 150 lanar y 25 cabrío = Pago de 150 ptas. – Año forestal 1927-28 150 lanar y 50 cabrío = 150 ptas. – Año forestal 1928-29 150 lanar y 50 cabrío = 100 ptas. – Año forestal 1929-30 150 lanar y 50 cabrío = 100 ptas. – Año forestal 1930-31 150 lanar y 10 cabrío = 100 ptas. – Año forestal 1931-32 150 lanar y 10 cabrío = 100 ptas. – Año forestal 1932-33 150 lanar y 10 cabrío = 100 ptas. – Año forestal 1933-34 150 lanar y 10 cabrío = 100 ptas.

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– Año forestal 1934-35 150 lanar y 10 cabrío = 100 ptas. – Año forestal 1935-36 150 lanar y 10 cabrío = 100 ptas. – Año forestal 1936-37 150 lanar y 10 cabrío = 100 ptas. – Año forestal 1937-38 150 lanar y 10 cabrío = 100 ptas. – Año forestal 1938-39 150 lanar y 10 cabrío = 100 ptas. – Año forestal 1939-40 150 lanar y 10 cabrío = 100 ptas. – Año forestal 1941-42 150 lanar y 10 cabrío = 289 ptas. – Año forestal 1943-44 (Hay documento de adjudicación de estos aprove- chamientos)

EPÍLOGO Son los ayuntamientos los pueblos interesados, por constituir la expresión jurí- dica total de los vecinos, los titulares de la llamada alera foral que estudiamos. Así vemos que son las máximas autoridades municipales las que, en ejecución de acuerdos municipales, y representando a los vecinos, actúan en expedientes y peticiones a las autoridades superiores; pero actúan en representación de los vecinos, de los cuales se hacen acompañar a veces. Con esta práctica comunal se administraba la antigua usanza pirenaica, se regía por una Junta General a la que eran convocados todos los vecinos, los cuales apoderaban expresamente a sus jurados o a algunos de los convecinos para el negocio que lo hubiere menester; los jurados actuaban en representación de cada entidad y eran acompañados por comisarios de cada lugar. Con anterioridad a la escritura de 18 de diciembre de 1552 y a la arbitral de 1557, no se conoce exactamente la existencia de otro pacto escrito, pero sí numerosas alusiones al mismo. En varias ocasiones los interesados intentaron ponerse de acuerdo contractual- mente y por escrito para poner fin a las diferencias que entre ellos se producían por tal motivo. Así se constata claramente en un proceso evolutivo del título de derecho, desde la costumbre (basada probablemente a su vez en un primitivo pacto, que podría arrastrar desde los mismísimos pueblos galos, por ahora desconocido), hacia el pacto. Por ellos se conocía el contenido de un primitivo y antiguo pacto, pero no la existencia de una muestra gráfica del mismo; este contenido se transmitía verbalmente, de generación en generación, con las transformaciones propias de la costumbre y no del pacto en sí

39 Javier valenzuela mismo. Las relaciones entre Sarsa de Surta y Castellazo en el aprovechamiento de este monte se regían de modo consuetudinario, sobre la confusa base de ese pacto que existió antaño. Nos encontramos, pues, con una figura jurídica que probablemente desciende de la alera foral (la persistencia de este nombre en la conciencia jurídica de sus titulares lo indica), alera foral basada en las antiguas imposiciones forales de la servidumbre, o en un pacto (pacto que se perdió o del cual el original está ignorado); la memoria de este pacto, ya que no él mismo, perduró y se transmitió entre los hombres de los lugares, y así, a través de esta memoria continuada, e interviniendo modificaciones impuestas por las condiciones económicas de la explotación en constante evolución a su vez, la primi- tiva alera foral pactada o legal se fue transformando en una típica servidumbre de pastos, desprovista de los caracteres jurídicos esenciales de aquélla (de sol a sol y de era a era), hasta el momento en que la figura, borrosa y deformada, fue de nuevo recogida en un pacto que estabilizó su estructura; ésta es tal como la hemos descrito. Predominaría la doctrina clásica de que todos los vecinos de los pueblos intere- sados pueden disfrutar del derecho de alera foral. El carácter legal de la servidumbre de alera foral, indudablemente hubo de cau- sar dificultades con referencia a su extinción, por poder ser reclamada aquélla en todo momento. Sin embargo, en este caso concreto la extinción de la alera sobreviene, no por los interminables pleitos de uno y otro lado durante cientos de años, sino inevitablemen- te unida al éxodo de los pueblos de la zona. Las leyes generales y desamortizadoras, unidas a la decadencia de la ganadería, hicieron extinguirse de modo anómalo, pero cierto, a otras aleras forales. Y para finalizar dejemos que el propio ingeniero jefe del Distrito de Huesca, con un acuerdo de 20 de noviembre de 1924, nos deleite con una pequeña referencia a otra alera foral también de la zona, dentro del término de Sarsa de Surta, esta vez entre los pueblos de Bagüeste con Rodellar: Examinado el expediente instruido en este Distrito forestal, sobre Alera foral que los vecinos de Rodellar alegan en el monte Falcet Palaruela, etc., que figura con el n.º 114 en el Catálogo de los de utilidad pública de esta Provincia como perteneciente al pueblo de Bagüeste sito en término muni- cipal de Sarsa de Surta. RESULTANDO que el pueblo de Rodellar funda el derecho de aquella servidumbre en que lo vienen ejerciendo desde tiempo inmemorial, en virtud de concesiones hechas por los antiguos Reyes de Aragón, confirmadas por Sentencias recaídas a su favor en la Real Audiencia de Zaragoza en los años 1662, 1757, 1771, 1787, 1807, 1820 y 1831; en el acta levantada por Comisiones de ambos pue- blos y prácticos de los mismos el día 12 de agosto de 1914, en la que de acuerdo manifestaron que desde tiempo inmemorial vienen pastando mancomunadamente los ganados de ambos pueblos, la mencionada alera del monte Falcet, demarcada por los siguientes límites expresados en dicha acta, o sea por una línea que a partir del campo de los Castillons va al pico de loma mayor donde existe en una piedra una cruz y mojón, de aquí a Mallo de Coma, donde existe un mojón desde este punto a las Portazas y de aquí al río Balcet o Isuela, luego continúan los límites por oriente definidos por la Dirección del río Isuela, hasta el monte de Rodellar, separada por el Sur del monte de Bagüeste o de la partida mancomunada, por el barranco llamado de Peña Foradada, límite entre los expresados mon- tes de Rodellar y público de Bagüeste, restando sólo el límite Oeste que están separados ambos montes

40 alera foral… o sea la partida mancomunada y el monte de Rodellar por una cordillera cuyas aguas, dividen ambos montes y algunos mojones puestos en la expresada Cordillera; y por el acta de la Sesión celebrada el 29 de noviembre de 1914 en el pueblo de Bagüeste, en que reunidos Comisiones del Ayuntamiento y de mayores contribuyentes, bajo la Presidencia del Alcalde de Sarsa de Surta, acordaron los Representantes de Rodellar y Bagüeste estar conformes con el reconocimiento de aquel derecho a favor de Rodellar sobre la partida la Alera. RESULTANDO del reconocimiento practicado en 26 de marzo último por el Sobreguarda de la zona en unión de una Comisión de Rodellar, y sin que asistiese ninguna de Bagüeste a pesar de haber sido citada con antelación, según consta en el acta correspondiente que la alera foral pretendida en el monte n.º 114 de Bagüeste denominado Falcet, etc., por los vecinos de Rodellar está integrada por las partidas Canal de la Grosa, Canal de las Chicas, Canal del Palomar y La Cuasta, limitada por las líneas que se describen en dicho documento análogas a las fijadas por Comisiones de ambos pueblos en el acta de 12 de agosto de 1914 descritas anteriormente, y comprendiendo una superficie aproxi- mada de 200 hectáreas. RESULTANDO que requerida la Junta Administrativa de Bagüeste para que informase lo que estimase conveniente acerca de este asunto, en oficios de 20 de marzo y 23 de septiembre últimos, a las que se acompaña copia del acta de reconocimiento del terreno ya que no habían asistido a él no han hecho manifestación alguna. CONSIDERANDO que la servidumbre de alera foral es institución del Derecho Aragonés, que consiste en la facultad que tienen los vecinos de un pueblo de introducir sus ganados de Sol a Sol en la parte de terreno del término confrontante con el suyo que se haya fijado con dicho objeto. CONSIDERANDO que el pueblo de Rodellar justifica el derecho que contiene a la servidum- bre de Alera foral en el monte n.º 114 de Bagüeste con los documentos que presenta y la posesión continuada del aprovechamiento con la conformidad de este último pueblo. CONSIDERANDO que la Junta Administrativa de Bagüeste no ha comparecido en el expe- diente con oposición alguna al expresado derecho, a pesar de que al requerirle por última vez a que informase se le advertía, que de no hacerlo en el plazo de diez días se entendería que no tenía que hacer observación alguna en el mismo y se dictaría resolución, habiendo firmado el “Enterado”, lo que prue- ba que no tienen fundamentos que oponer al reconocimiento de aquel derecho. CONSIDERANDO que dada la superficie de terreno a que la alera foral se contrae, y la calidad de los pastos que produce, puede sostener 400 cabezas lanares y 200 cabríos o su equivalencia en mayor y vacuno sin perjuicio para la conservación del monte. Vista la S.C.A. de 28 de abril de 1914, que establece, que la inclusión de un monte en el Catálogo acredita la posesión a favor de la entidad a quien aquel asigna la pertenencia, pero no puede significar que el monte no se halle gravado con alguna servidumbre a favor de otro pueblo o Corporación, al cual se le debe también mantener en la posesión de esta sin perjuicio de que los que se consideren perjudicados puedan ejercitar su derecho ante los Tribunales Ordinarios; Esta Jefatura acuerda reconocer la servidumbre de alera foral que el pueblo de Rodellar tiene sobre el monte Falcet etc., n.º 114 del Catálogo perteneciente a Bagüeste en una superficie de 200 hectáreas dentro de los límites y en las partidas que anteriormente se expresan cuyos pastos podrán aprovechar los vecinos de cada pueblo con 200 lanares y 100 cabrías o equivalente en vacuno y mayor, una vez expedida por esta Jefatura la correspondiente licencia, previo el ingreso en Arcas del Tesoro del diez por ciento de la tasación de 400 pesetas cada uno. Huesca, 20 de noviembre de 1924 El Ingeniero Jefe

41 Javier valenzuela

BIBLIOGRAFÍA – Archivo Histórico Provincial de Huesca – Archivo Histórico Provincial de Zaragoza – Enciclopedia Aragonesa – Enciclopedia Universa Ilustrada Europeo-Americana de Espasa-Calpe, S.A. – LA ALERA FORAL, Víctor Fairen Guillén, Institución "Fernando el Católico", DPZ, 1951 – Revista Argensola, n.º14, II Trimestre 1953, LA LLAMADA ALERA FORAL ENTRE LOS VALLES DE Y AÍSA, Víctor Fairen Guillén.

42 SOBRARBE Revista del Centro de Estudios de Sobrarbe, n.º 8. 2002

TesTimonios de infanzones de la comarca de sobrarbe según los padrones de 1733, 1737 y 1787 (Municipos de Torla, Fanlo, Bielsa, Plan y San Juan de Plan)

Por Andrés J. nicolás sánchez

Licenciado en Derecho Diplomado en Heráldica, Genealogía y Nobiliaria (C.S.I.C.)

En el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza se custodian los empadro- namientos de infanzones de todo el Reino de Aragón realizados en los años 1733, 1737 y 1787. Dentro de los que se incluyen en los partidos de Barbastro y , se encuentran los referidos a las distintas poblaciones pertenecientes a los municipios de Torla, Fanlo, Bielsa, Plan y San Juan de Plan, ubicados en la actual Comarca de Sobrabe. El origen de este tipo de padrones es el siguiente: ante el incumplimiento por parte de los ayuntamientos aragoneses de la orden de Felipe V, de poner separadamente en los catastros a los hidalgos de los que no lo eran, el Fiscal de la Real Audiencia de Aragón instó del Real Acuerdo tomase medidas al respecto. El 14-2-1732 éste proveyó que se remitiese testimonio por los ayuntamientos a la Audiencia de haber cumplimen- tado la orden regia. Ante la omisión de lo dispuesto por parte de muchos ayuntamientos, el fiscal volvió a insistir el 3-6-1737. El Real Acuerdo dictó, el 5-6-1737, un auto reit- erando lo mandado y dando instrucciones sobre inclusiones. Nuevo escrito del fiscal se despachó al efecto el 23-9-1737; lo que provocó nueva orden del Real Acuerdo en fecha 26-9-1737. Cincuenta años después, el 18-9-1787, el Real Acuerdo dispuso que los ayunta- mientos remitiesen listas testimoniadas de los vecinos infanzones, comprensivas de los incorporados a los padrones durante los últimos cinco años. Disposición que fue aclara- da por otra de 24-11-1787. Sin embargo, la casi totalidad de los pueblos remitieron certificación de todos los infanzones inscritos, con independencia de las fechas de inscripción. En cada una de dichas certificaciones se debían recoger los nombres de los caballeros e infanzones que habitaban en el correspondiente municipio, o en su caso, informar que no existían personas de tal condición. En la práctica el contenido de las certificaciones varía, desde las que se limitan a la enumeración escueta de los vecinos hidalgos, hasta las que describen sus respectivos escudos, relacionan genealogías, títulos de nobleza exhibidos, pruebas de infanzonía ganadas, etc. (Vicente de Cuéllar, Benito, «Padrón de Nobles del Partido de Calatayud en 1787», en Anuario de Ciencias Historiográficas de Aragón, tomo III, Instituto Aragonés de Investigaciones Históricas, Zaragoza, 1990, pp. 31-32). A continuación presentamos, según aparecen ordenadas y recogidas en el padrón original, las certificaciones fechadas, firmadas y enviadas por cada uno de los ayuntamientos, que contienen la relación de infanzones vecinos de cada una de las poblaciones radicadas en los mencionados términos municipales de la actual comarca de

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Sobrarbe, a excepción de las localidades de Chisagüés, Javierre y Parzán, de las que no se conservan certificaciones.

AÑO DE 1733 BUERBA El lugar de Buerba, valle de Vio, gozamos un privilegio que es del común del valle. Particular ninguno no hay quien tenga firma de hidalgo en Buerba en cuanto a la pecha real que el rey nuestro señor, que Dios guarde, nos tiene impuesta mensualmente y la pagan los vecinos y habitadores del dicho lugar. 1733. Pedro Nerín, fiel de fechos. BUISÁN El abajo firmado como regidor que soy del lugar de Buisán de valle de Vio, par- tido de Barbastro, hago verdadera fe y testimonio como en este valle gozamos todos en general de un privilegio de infanzones, el cual fue recartado en la Real Audiencia el año 1728 como consta por la sobrecarta, la cual fue el mismo año presentada al señor cabal- lero corregidor de este partido, y que no hay otro hidalgo en particular en este pueblo. 1733. Domingo Buisán, regidor, Juan Francisco Buisán, escribano de fechos. FANLO Los abajo firmados como regidores y síndico procurador que somos del lugar de Fanlo, partido de Barbastro, hacemos verdadera fe y testimonio como en este lugar gozamos de un privilegio local o universal con los demás lugares del valle, el cual tiene recartado el año 1728 como consta en la Real Audiencia, y fue también presentado al señor caballero corregidor de este partido, y que sólo hay dos hidalgos personas parti- culares con firmas propias que son don Miguel Borruel y don Juan Borruel, hermanos vecinos de Fanlo. 1733. Juan Domingo Escuain y Joseph Borruel, regidores; Pedro de Mur, síndico procurador; Phelipe Nerín, escribano de fechos. NERÍN En este lugar no hay ningún hidalgo si sólo todo, todos los lugares del valle gozamos un privilegio como consta en la Real Audiencia, el cual se recartó el año de 1728 y el mismo año se presentó al señor caballero corregidor de la ciudad de Barbastro, y porque no hay hidalgo particular en este lugar no se hace distinción entre los vecinos. 1733. Juan Nerín, secretario. VIO El abajo firmado como regidor que soy del lugar de Vio, partido de Barbastro, hago verdadera fe y testimonio como en este lugar gozamos y estamos en posesión de un privilegio universal de infanzones juntamente con los demás lugares del valle, el cual

46 TesTimonios de infAnzones de lA comArcA… fue sobrecitado el año de 1728 como consta ya en la Real Audiencia de este reino, y fue presentado el mismo año al señor caballero corregidor de este partido de Barbastro. No hay ninguno con firma especial de hidalgo. 1733. Pedro Latre y Vicente Palacio, regidores, Joseph Ceresuela, escribano de fechos. YEBA El abajo firmado como regidor que soy del lugar de Yeba de valle de Vio, par- tido de Barbastro, hago verdadera fe y testimonio como en este lugar y en los demás del valle gozamos de un privilegio de infanzones como consta por una sobrecarta de firma que a favor de este valle se recartó el año de 1728 en la Real Audiencia, el cual fue presentado al señor caballero corregidor de este partido, y que hidalgo personal o par- ticular no hay ninguno en este pueblo, si sólo por el privilegio universal del valle. 1733. Ramón Buisán, regidor; Pedro Ceresuela, escribano de fechos. BIELSA Antonio, Joseph de. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Antonio, Juan de. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Barta, Juan. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Berastegui, Antonio. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Berastegui, Joseph. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Berastegui, Juan Clemente. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Buerba, Miguel de. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Casasnovas, Juan. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Casasnovas, Pedro. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Escalona, Agustín. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Escalona, Pedro. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Ferrer, Pedro. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Mascaray, Pedro. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Montaner, Joseph. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Montaner Martín. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Montaner, Miguel. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Piniés, Fernando. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Solans, Florián. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Solans, Martín. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Villa, Florián. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Zueras, Pablo. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Zueras, Pedro. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Zueras, Thomás. Caballero hijodalgo de sangre y naturaleza. Certifico que a más del goce de los primeros que van notados y son caballeros

47 Andrés J. nicolás sánchez de sangre y naturaleza, también por privilegio del señor rey don Alfonso el cuarto gozan todos los vecinos y moradores de dicha villa del privilegio de caballeros e hijosdalgo, cuyo privilegio han corroborado y ratificado todos sus sucesores reyes, y con ellos ganó dicha villa firma en propiedad en la Corte del Justicia mayor que había en este reino el día tres del mes de abril del año mil seiscientos cuarenta y ocho, cuya firma y real pri- vilegio se sobrecartó en la Real Audiencia de Aragón que reside en la ciudad de Zaragoza en veinte días del mes de diciembre del año mil setecientos diez y ocho, de cuyos actos fue escribano de cámara Francisco Blas Lope, y para copia de dicha firma y real sobrecarta en la secretaría del juzgado de la ciudad de Barbastro por haberse pre- sentado ésta a los caballeros corregidores de este partido, para los fines y efectos a dicha villa convenientes. A 12 de agosto de 1733. Joseph Duesso, escribano de fechos y secretario. PLAN Ballarín, Gaspar Ballarín, Raimundo Brob, don Pedro de Lacambra, Raimundo Los que han sido tenidos y reputados por tales infanzones y son y han gozado como tales de todas las inmunidades que ha habido lugar en esta villa. A 4 de agosto de 1733. Ignacio Ballarín, secretario y fiel de fechos. SARAVILLO No hay infanzones. A 4 de agosto de 1733. Juan Domingo Baila, escribano fiel de fechos. SERVETO No hay infanzones. A 20 de agosto de 1733. Juan de Mur, fiel de fechos. SAN JUAN DE PLAN No hay infanzones. A 4 de agosto de 1733. Joseph Gabás, secretario fiel de fechos.

AÑO DE 1737 VALLE DE VIO En esta valle de Vio todos los vecinos y habitadores de todos los pueblos de ella gozamos privilegio general del valle, el que fue sobrecartado por los señores jueces de la Audiencia de este reino como consta por su firma. También hay algunos hidalgos que particularmente han poseído y poseen sus antecesores derecho de hidalguía como son en

48 TesTimonios de infAnzones de lA comArcA… el lugar de Fanlo don Pedro Buisán, señor de Ballorín, que han gozado y goza su casa de honores, excepciones y privilegios y por tal lo tienen en el dicho lugar, también hay en el mismo lugar, don Miguel Burruel y Juan Burruel que también son infanzones. En el lugar de Buisán, Juan Francisco Buisán es infanzón y por tal lo tienen en su lugar. En el lugar de Ceresuela, Pedro Barrau de la Laguna es infanzón y por tal lo tienen en su lugar. En el lugar de Yesa, Pedro Ceresuela de Palacio es hidalgo y por tal lo tienen en su lugar, en el mismo lugar, Pedro Felices que también lo tienen por hidalgo. En el lugar de Fanlo del valle de Vio a 27 de junio de 1737. Francisco Buisán, secretario de fechos.

BIELSA Por privilegio del señor rey don Alfonso el cuarto, todos los vecinos y habitado- res de la presente villa gozan y han gozado del privilegio de caballeros e hijosdalgo (como resulta de la cláusula especial de dicho real privilegio), y aquel referido real pri- vilegio lo han corroborado los serenísimos y católicos reyes Carlos quinto, Phelipe primero, Phelipe segundo, Phelipe tercero, Phelipe cuarto y Carlos segundo. Y que en las Cortes últimas que comenzó nuestra difunta reina la soberana en este reino y en la ciudad de Zaragoza, entraron en ellas con dicho real privilegio; Gregorio de Antonio y Joseph Escalona, naturales y vecinos de dicha villa, y en ellas tuvieron sus votos deci- sivos y protestativos como los demás infanzones, y que en el año mil setecientos dieci- nueve ganó dicha villa real provisión de sobrecarta en la Real Audiencia de este reino con aprobación del señor fiscal de su Majestad, y que por gozar como gozan todos de dicho privilegio no se han puesto distintos los que lo son de sangre y naturaleza con los que lo son por los citados privilegios. Y que les consta a dichos señores del ayunta- miento que las familias que son Joseph Montaner, Martín Montaner, Miguel Montaner, Gregorio Montaner, Joseph Berastegui, Antonio Berastegui, Juan Clemente Berastegui, Bartholomé Fernando Piniés, Joseph de Antonio, de Xavierre, aldea de este villa, Joseph de Antonio, Pedro Escalona, Miguel Buerba, Miguel Juan Buerba y Pedro Mazcaray, son caballeros e hijosdalgo de sangre y naturaleza por especiales privilegios, y por tales fueron los suyos, son y han sido, y tenidos en la presente villa y otras partes. A 20 de junio de 1737. Antonio Berastegui, escribano.

SARAVILLO No hay infanzones. A 20 de junio de 1737. Joseph Gabás, escribano de fechos.

SERVETO Mur, Antonio Mur, Juan de A 20 de junio de 1737. Pedro de Mur, fiel de fechos.

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AÑOS DE 1787 Y 1788 TORLA Alleu, Antonio. Firma de infanzonía ganada en la Real Audiencia por Juan y Miguel Juan Alleu, de quien dijo era legítimo descendiente por recta línea masculina, dada el 21 de mayo de 1670. Escartín, Agustín. Firma de infanzonía ganada por García Escartín, vecino que fue del lugar de Escartín de este valle de Broto, de donde es natural dicho Agustín Escartín, y dijo era legítimo descendiente de dicho García Escartín por recta línea mas- culina cuya firma es muy antigua. Gallán, Lorenzo. Firma de infanzonía ganada en la Real Audiencia por Pedro y Josef Gallán, vecinos de la villa de Broto, de los que es legítimo descendiente por recta línea masculina, dada en Zaragoza a 6 de febrero de 1669. Guillén, Francisco Oliván, Pedro Oliván, Silvestre Orús, Félix Orús, Francisco Orús, Jorge Orús, Joseph Orús, Pedro Orús, Roque Orús, Tomás. Vecino de Torla y natural de Aragén, había expresado tener su infanzonía o firma posesoria, y que no la presentaba por tenerla en la ciudad de Zaragoza, pero que siempre que conviniese la presentaría y lo haría constar. Pascual, Domingo Pascual, Francisco Pintado, Pedro Joseph Villacampa, Joseph. Hijo de Marco Villacampa, legítimo descendiente de los Villacampa de Aguarta, quienes habían sido y eran infanzones de sangre y naturaleza, y que a su tiempo y siempre que conviniese lo haría constar en forma. Viu, Pedro de A 14 de noviembre de 1787. Pedro Martín de Santa María, notario.

FRAGÉN Bandrés, Miguel Cadena, Gabriel Lardiés, Marcelo Orús, Pedro Joseph A 26 de noviembre de 1787. Domingo de Allué, escribano de fechos.

50 TesTimonios de infAnzones de lA comArcA…

LINÁS DE BROTO Arnal, Domingo Arnal, Juan Arnal, Juan Domingo Arnal, Pedro Arnau, Domingo Arnau y Palacio, Pedro Arrués, Raimundo Bandrés, Miguel Cabero, Domingo Cabero, Pedro Cabero Ramón Camón, Pascual Camón, Pedro Joaquín Escartín, Lorenzo Escartín, Ramón Manarillo, Jerónimo Orús, Juan Palacio, Domingo Palacio y Baster, Domingo Parache, Pascual Pardo, Úrbez Pascual, Juan Pérez, Antonio Pérez, Miguel Pérez y Palacio, Pedro Ramón, Pedro Río, Antonio del Samper, Agustín Samper, Joseph Samper, Ramón A 15 de noviembre de 1787. Pedro Martín de Santa María, escribano. VIO Los vecinos y habitadores del valle de Vio habían ganado su firma y decisoria en el año de mil seiscientos veintiséis, reinando don Phelipe, rey de Aragón, firmada del mismo rey, la que a instancia y súplica de los vecinos y habitadores del mismo valle de Vio se recartó ante los señores regente y regidores de la Real Audiencia del presente Reino de Aragón, según resulta de la Real Provisión dada en la ciudad de Zaragoza a

51 Andrés J. nicolás sánchez cinco de abril de mil setecientos veintisiete, firmada por don Joseph de Aragüés, escri- bano de cámara de dicha Real Audiencia, en virtud de lo cual expresaron que a los vecinos y habitadores del expresado valle de Vio, siempre hasta de presente los habían tenido y tenían por tales infanzones, guardándoles todas las exenciones, privilegios e inmunidades que a los demás infanzones del presente reino. En el lugar de Fanlo del valle de Vio, a 8 de diciembre de 1787. Pedro Martín de Santa María, notario. BIELSA Y ESPIERBA El magnífico señor don Juan Solans ha sido inserto en el padrón de infanzones y caballeros hijosdalgo de esta villa y valle de Bielsa, por la notoriedad de la nobleza, infanzonía e hidalguía de todos sus antepasados y mayores más antiguos habitantes en la aldea de Espierba, en cuyo casal y palacio solariego de Solans habitan sus padres los magníficos señores don Matheo Solans y doña Leonor Bernad, insertos en el padrón de infanzones y caballeros hijosdalgo de esta dicha villa de Bielsa en el año pasado de mil setecientos treinta y siete, con presentación de las pruebas de su linaje que son y con- sisten en unas letras decisorias de infanzonía obtenidas el veintidós de julio de mil seis cientos sesenta y dos por el magnífico señor don Matheo Solans, notario que fue de Bielsa, rebisabuelo que es y fue del dicho magnífico señor don Juan Solans, el cual, y de su legítimo matrimonio que contrajo con doña Isabel Villa su legítima mujer, hubo y procreó en hijo suyo legítimo y natural a don Matheo Solans, segundo de este nombre, que casó con doña Rafaela Bureba, padres que fueron de don Pascual Solans que casó con doña María Villa habiendo en hijo suyo legítimo y natural al dicho y magnífico señor don Matheo Solans casado con doña Leonor Bernad, empadronados en el padrón del año mil setecientos treinta y siete como dicho es, vecinos y habitadores que fueron en la dicha aldea de Espierba y palacio solariego de Solans de nobleza probada con las letras decisorias arriba dichas, sobrecartadas de otras más antiguas dimanantes de la Corte del Justicia mayor del Reino de Aragón, de fecha veinticuatro de mayo de mil cuatrocientos noventa y ocho, dadas a favor del magnífico señor don Fernando Solans, cuarto abuelo del dicho y magnífico señor don Matheo Solans, notario que fue de Bielsa y rebisabuelo del dicho y magnífico señor don Juan Solans Bernad, inserto en los padrones de infanzones y caballeros del presente año de mil setecientos ochenta y ocho. A 2 de diciembre de 1788. Joseph Bergua, escribano y fiel de fechos. FANLO Sólo se había reputado por infanzón e hijodalgo a don Miguel Borruel, vecino de este lugar, con su ejecutoria y descendiente legítimo y originario de los de la casa y palacio con su torre de los Borrueles del mismo lugar. Don Francisco Satué ha colocado sus armas en su casa propia con consen- timiento del pueblo y con la mira de recartar su infanzonía que sus antepasados de Escartín y de donde descienden, se han reputado por infanzones como lo hizo constar con escribano.

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Silvestre Buerba y Pedro Fanlo han colocado armas en las puertas de su casa en el año pasado de 1786, sin consentimiento y aprobación de persona alguna de este pueblo. Quieren los tales tenerse por infanzones pero jamás se han reputado ni se re- putan por tales, por tanto se suplica a Vuestra Señoría se sirva tomar evidencia a fin de que se quiten estas armas y no hacer perjuicio de los demás vecinos, además que una de estas últimas familias se incluyó en sorteo por mandato de su Majestad, que Dios guarde. A 8 de diciembre de 1787. Agustín Castillo, fiel de fechos. FANLO Los infanzones de que se compone este pueblo son todos los vecinos de él en virtud de reales privilegios confirmados por diferentes reyes, que se están para presentar para su confirmación a su Majestad que hoy reina, y además lo son particularmente en virtud de los documentos que cada cual tiene de sus predecesores los infraescritos y siguientes: don Pedro Sanz de Fanlo, señor de Ballorín, y don Miguel Gallán, éste tam- bién se halla en la misma clase de infanzón por haberse reputado por tales sus antecesores en virtud de firma de infanzonía que obtuvieron. A 10 de febrero de 1788. Antonio Borruel, escribano.

BIBLIOGRAFÍA – Vicente de Cuéllar, Benito, «Padrón de Nobles del Partido de Calatayud en 1787», en Anuario de Ciencias Historiográficas de Aragón, tomo III, Instituto Aragonés de Investigaciones Históricas, Zaragoza, 1990, pp. 31-32. – Empadronamiento de infanzones de los años 1733, 1737 y 1787 de los partidos de Barbastro (caja n.º 3) y Jaca (caja n.º 8), Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, manuscrito del siglo XVIII.

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SOBRARBE Revista del Centro de Estudios de Sobrarbe, n.º 8. 2003

El sujEto frEntE a la imagEn como archivo dE cultura

Por M.ª Dolores GalinDo Fontán

Las culturas consideradas en peligro de extinción son a menudo campo de experimentación para quienes creen poseer los instrumentos necesarios para perpetuar aquellos rasgos que consideran dignos de rescatar para el mundo. Es curioso cómo algu- nos pueblos pirenaicos han sido visitados a lo largo de la historia sucesiva e insistente- mente por exploradores románticos cargados con plumas y pinceles, por pioneros de la fotografía, por folcloristas grabadora en mano, por sofisticados camarógrafos y, última- mente, por científicos sociales equipados con la más avanzada tecnología digital. Todos ellos invadidos por la misma sensación a través de los años, la de asistir a un espectá- culo único y que desaparece: el de las manifestaciones de la ancestral cultura pirenaica. De algún modo esto es verdad, la cultura es un intercambio, una forma de comunicación, y como tal está sujeta al cambio, y aunque existen las continuidades también hay ruptu- ras (el caso más dramático e irrefutable donde se evidencian las rupturas lo encontramos en los despoblados). Por otra parte no podemos pensar en la cultura como espectáculo ni como la puesta en escena de un guión escrito por nuestros antepasados. La cultura forma parte del ser y se construye cada día. En la actualidad, además, los hombres y mujeres que encarnan una cultura suelen ser personas conscientes de sus singularidades. Esto es algo relevante para quienes estudiamos las distintas formas de entender el mundo. El concepto de “reflexividad” es también central en el desarrollo de la moderna Antropología Visual (Ruby, 1980). La consciencia de que nuestra percepción visual es guiada por la cultura y de que los medios técnicos que empleamos para captar imágenes son también productos culturales equivale, por su influencia en el discurso antropológi- co, al reconocimiento por parte del hombre occidental de su propia etnicidad. Ambos conceptos rompen una larga tradición de pretendida objetividad y unidireccionalidad en las visiones occidentales del “otro” y abren un camino sin retorno en la forma de con- struir las narraciones etnográficas, especialmente las películas. La cultura ha dejado de ser un objeto que los especialistas diseccionan aséptica- mente en monografías y se ha convertido en un proceso continuo y omnipresente. La realidad no puede buscarse “fuera” de las personas y ya no es posible capturarla, ni siquiera con aparatos tan sofisticados como las cámaras fotográficas o de cine. Al serle negada su preeminencia sobre cualquier juicio humano, la imagen fotográfica deja de lado su carácter de indicio para convertirse, sobre todo, en símbolo, en comunicación, en narración.

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La Antropología Visual, como explican Morphy y Banks se ocupa tanto del uso del material visual en la investigación antropológica como del estudio de los sistemas visuales y de la cultura visible (Banks, Morphy, 1997: 1-2). Es a la vez teoría y método, análisis y registro material, pero fundamentalmente análisis. El análisis, la “refle-xión” es la parte que el antropólogo visual no puede aislar de su propia producción de imá- genes o de la de otros. Si, por poner un ejemplo extremo, decidimos hacer fotografías como las del fotógrafo tardopictorialista Compairé, nacido en 1883, quien se interesó en mostrar lo que él consideraba escenas típicas o costumbristas de su tierra, el Alto Aragón, habremos de explicar que lo que estamos haciendo es una reconstrucción de un pasado empleando los estereotipos que conforman la “tradición”. Podemos dar esta explicación con la propia imagen (mostrando dentro del cuadro nuestro equipo fotográ- fico, por ejemplo) o bien integrar la imagen en un texto donde se hable de la reconstruc- ción, o preferiblemente, hacer las dos cosas. También podemos optar por analizar las imágenes producidas por otro, en este caso vamos a continuar con Compairé. Del mismo modo que sería engañoso pretender que nuestras fotos que reconstruyen escenas son una emanación de la realidad que no requiere un análisis distinto, al extraer cualquier información antropológica sobre las imágenes de Compairé no podremos dejar de lado temas como el contexto social de la fotografía, la intención del fotógrafo, su método de trabajo, su forma de construir la escena. Nuestro análisis no puede ser el inocente recuento de ropas antiguas cuando, a estos datos, por interesantes que sean, podemos añadir que, por ejemplo, la escena es una reconstrucción de una boda tradicional realizada en un día de fiesta aprovechando que la mayor parte del pueblo se ha vestido de una forma ya poco habitual y que, además, esta fotografía se exhibe en la actualidad en el Museo Etnográfico en el valle donde fue tomada y que, además, según las narraciones de los vecinos que muestran el museo, la fotografía causó la separación del novio ficticio de la imagen porque su ver- dadera novia se enfadó y no quiso pasar por “segunda” mujer1… No se trata solamente de ser más precisos en nuestra descripción al añadir todos estos datos: se trata sobre todo de introducir aspectos que nos parecen fundamentales. Si analizamos las fotografías como indicios, como huellas de un pasado, como instantes robados a la línea del tiempo, podemos caer en el error de pensar que ese segundo pertenece a una realidad constante. Si, por el contrario, tenemos en cuenta los aspectos simbólicos y de representación de la imagen podemos plantearnos cuestiones mucho más interesantes, como, por ejemplo, la relación entre la forma de vestir y la de reivindicar la propia identidad; el uso de la imagen fotográfica en la representación de una realidad que se añora o que se quiere recordar o, incluso, recuperar; o algo tremendamente sugerente: la percepción de la imagen fotográfica como algo capaz de perpetuar una ficción hasta convertirla en reali- dad... Todos esos análisis (en los que las ideas de proceso y de cambio se introducen

1 Nos estamos refiriendo al caso concreto de una de las fotografías exhibidas en el Museo Etnológico de San Juan de Plan, tomada por Compairé y cedida al museo para su exhibición por la Fototeca de la Diputación Provincial de Huesca

58 el sujeto Frente a la iMaGen coMo archivo… fácilmente) y muchos otros son propios de la Antropología Visual. Las fotografías con- tengan “escenas reconstruidas” o no, son siempre construcciones culturales. Los fotó- grafos pueden tener múltiples motivaciones para realizar sus trabajos, lo que no tendría ningún fundamento es que el antropólogo pretendiese utilizar la fotografía o la imagen en movimiento para añorar o pretender recuperar líricamente un pasado. La poesía si no es lo suficientemente sutil no sirve. En la actualidad, esta carencia sigue dominando producciones pretendidamente antropológicas como las películas documentales que se ocupan de tradiciones. La película se usa en muchas ocasiones como una especie de éter en la que momificar cos- tumbres, rituales, fiestas e incluso culturas completas que se ofrecen por capítulos. Una vez ha sido grabado un baile tradicional por una cámara de vídeo o, mejor aún, de cine, el mundo entero puede respirar tranquilo: la música, los gestos, la coreografía han sido preservados para la eternidad, para los estudiosos y, sobre todo, para que alguien se ocupe de “recuperarlos”. Eso, además de ser una falacia que en la práctica a nadie con- vence (a ningún participante se le ocurriría dejar de celebrar el baile y poner una pan- talla en su lugar), responde a una tradición en la que se conciben las imágenes obtenidas en los procesos fotográficos como registros objetivos de la realidad. Esta concepción también es traicionada simplemente al preguntamos qué seleccionamos en esa “recuper- ación” y con qué fines. Desde el momento de su nacimiento, la fotografía fue empleada con el fin de “inmortalizar” personas, cuadros, monumentos... En el ámbito de lo privado, en un afán extremo por capturar la vida, muchas familias del siglo XIX hacían fotografíar a sus seres queridos nada más morir (López Mondéjar, 1997). De igual manera, pero en el terreno de lo público, se capturaba la imagen de monumentos y obras de arte que, a su vez, se exhibían en museos cuya filosofía coincidía con la de quienes tomaban estas fotografías de objetos artísticos: el fin supremo de ambos era preservar, compilar y mostrar a amplios sectores de la población lo sublime. Cuando el objeto elegido no es el arte, sino el hombre “primitivo”, “indígena” o “tribal”, el método y la forma de pensar no varían. Durante la época del imperialismo colonial, fotografía, museos y exposicio- nes universales tratarán de mostrar al hombre occidental esos mundos exóticos que hasta entonces no habían despertado curiosidad más que entre unos pocos. La visión que ofrecen está cargada de prejuicios y deformaciones etnocentristas (Rony, 1996). En las grandes exposiciones se muestran reconstrucciones completas de poblados con sus cabañas, sus espacios rituales y sus habitantes realizando tareas cotidianas con sus instrumentos tradicionales. Las personas son exhibidas como un elemento más en el cuadro: son convertidas en objetos. En este contexto nacen las primeras imágenes en movimiento tomadas con la pretensión de servir al estudio del hombre. Las realiza el antropólogo y fisiólogo francés Félix-Louis Regnault y en ellas se realiza un estudio de las técnicas de alfarería Wolof y de la forma de caminar de una mujer de esta etnia africana. El científico no necesita trasladar la pesada maquinaria de filmación muy lejos de su centro de operaciones: rea- liza sus grabaciones en la exposición de París de 1896. La fe en el positivismo y en la

59 M.ª Dolores GalinDo Fontán objetividad de la cámara son las que inspiran a Regnault, cuyos fines son comparar la forma de caminar y las posiciones de descanso de las distintas razas. Un año más tarde, en 1897, se realiza la primera filmación “de campo” durante la expedición etnográfica del británico Alfred Cort Haddon al estrecho de Torres. Haddon llevó en su equipo, además de una cámara fotográfica, una máquina Lumière de cine y cilindros de cera para registrar el sonido. En los años siguientes muchos otros seguirán sus pasos y realizarán grabaciones etnográficas en distintos lugares del mundo: en 1901 comienza sus trabajos en Australia Sir Baldwin Spencer; en 1930 en Alaska el antropólogo Franz Boas utiliza una cámara de 16 mm. y una grabadora de cilindros de cera para estudiar bailes, juegos y técnicas de los Kwakiutl; en esa misma década Margaret Mead y Gregory Bateson, discípulos de Boas, emplearán en Bali la imagen en movimiento para poder analizar posteriormente los registros... En este tipo de grabacio- nes los científicos parten de la idea de que la gestualidad, las relaciones espaciales: el mundo físico perceptible con la vista contiene elementos que, si bien pueden perman- ecer por el momento ocultas al antropólogo, la película recogerá de modo que los exper- tos puedan descifrar más tarde su significado. Entre los alumnos de Mead se encuentra Ray Birdwhistell, quien investigó en los años 50 las relaciones entre el movimiento corporal y la cultura en una nueva disci- plina que llamó “kinésica” y quien también empleó la imagen en movimiento. El evolu- cionismo de las primeras grabaciones de Regnault había dado paso a las teorías cultu- rales. El análisis de lo visual fue el origen en años posteriores de nuevas corrientes como la “coreométrica” de Alan Lomax2 o la “proxémica” de Edward Hall en las que el mate- rial fílmico se hacía indispensable como “materia prima” (Ruby, 2000:46). De alguna manera, estas nuevas disciplinas venían a ofrecer un marco teórico para “procesar” los kilómetros y kilómetros de imágenes grabadas con la intención de “archivar” la realidad esperando a que llegara el momento en los que pudieran servir como fuente de información relevante. Desde que el francés Albert Kahn iniciara sus trabajos para completar los “Archives de la Planéte” (Paolo Chiozzi, 1996) en la segun- da década del siglo XX hasta el día de hoy son muchas las series documentales que se justifican declarando su utilidad como material destinado al estudio de objetos/formas culturales llamados a desaparecer. Sin embargo, por lo que podemos saber, gran parte de ese material grabado con la intención de convertirse en “prueba documental” se acumula en museos y archivos sin que llegue el sabio con las claves para analizarlo y, en ocasiones, sin que ni siquiera se encuentre catalogado.

2 Alan Lomax recorrió Aragón y Valencia en 1952 realizando grabaciones de canciones y bailes tradicionales en un intenso trabajo como etnomusicólogo. Recientemente Lomax ha promovido la creación de un instru- mento multimedia conocido como “The Global Jukebox” o la “Gramola Global”, donde se pueden encon- trar 6.000 canciones y 1.500 bailes de 400 culturas distintas. El propio Alan Lomax, siempre atento a las nuevas tecnologías, comenzó a trabajar a finales de los 80 en el proyecto que todavía está sin finalizar. http://www.alan-lomax.com

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Existen buenas razones para que esta situación se dé: todas las grabaciones con- tienen una interpretación de la realidad pese a la supuesta neutralidad con que fueron hechas; los análisis sobre este material han de tener en cuenta por tanto dos niveles: el de qué se muestra y el de cuáles son las circunstancias de la grabación. Estos dos niveles complican la tarea del investigador ajeno a la grabación, cuando no la hacen imposible. La utilidad y el valor de las grabaciones no residen en ellas mismas sino en la medida en que son medios de expresión de los participantes en el proceso. En la actua- lidad todos conocemos proyectos que instituciones y empresas ponen en marcha con el objeto de realizar archivos multimedia donde se recojan tradición oral, expresiones musicales, danzas... Las expectativas son enormes y las posibilidades de comunicación y de transmisión de información que la tecnología digital ofrece parecen interminables. De hecho estas tecnologías facilitan el duro trabajo de catalogación y ordenamiento contra el que chocaron antiguos proyectos. No obstante, para que todas las expectativas no sean defraudadas es obligatorio que se abandone el ingenuo concepto de la tecnología como algo neutro y que se trabajen los materiales como lo que son: construcciones sobre expresiones que tienen sentido en un contexto determinado, representaciones de la rea- lidad cuyo afán no puede ser capturarla e inmovilizarla, sino la interpretación. El uso de la imagen en movimiento en Antropología ha estado vinculada, sobre todo, a los procesos técnicos, a las actuaciones rituales, a la cultura material, sin embar- go las cuestiones “espirituales”, el análisis de sistemas de organización, de creencias y de valores es abordado de forma menos habitual por las grabaciones antropológicas ya que se piensa que la imagen no es el medio más idóneo para hacerlo. Las palabras del pionero del cine documental Robert Flaherty resumen bien una idea todavía extendida acerca de la capacidad expresiva de la imagen en movimiento: Las películas son una forma simple y directa en muchos aspectos. No puedes decir tanto en una película como en un texto, pero lo que dices lo puedes decir con gran convicción. Por esta razón son apropiadas para retratar las vidas de las gentes primi- tivas cuyas vidas son vividas simplemente y quienes sienten fuertemente pero cuyas actividades son externas y dramáticas antes que internas y complicadas. No creo que puedas hacer una buena película de los asuntos amorosos de un esquimal porque nunca muestran sus sentimientos en el rostro, pero puedes hacer una muy buena película de esquimales arponeando una foca. (Flaherty, 1949, Rotha, 1983: 36-37) La simplicidad y la emotividad que Flaherty atribuye a las “gentes primitivas” son también los adjetivos que se suelen emplear para calificar la cultura de la imagen. La imagen es superficial, se dice, frente a la escritura, que es profunda y nos hace refle- xionar. Las teorías del “embodiment” y de la percepción hablan de que nuestras estruc- turas mentales están estrechamente relacionadas con nuestras percepciones sensoriales, con nuestra forma de experimentar con nuestro físico. La imagen fotográfica y la ima- gen en movimiento están ancladas en nuestra forma de percibir la realidad en la actua- lidad e influyen definitivamente en nuestra configuración humana. En los estudios de ontogenia, el proceso histórico y social por el que el ser humano desarrolla sus poten- cialidades, factores como la emotividad y los sentimientos ocupan un lugar importante

61 M.ª Dolores GalinDo Fontán en la adquisición de las competencias sociales y en la capacidad de construcción de significado. En mi opinión, todos vivimos nuestras vidas “simplemente y sintiendo fuertemente” como los esquimales de Flaherty y en cuanto a nuestras actividades creo que son tan dramáticas como seamos capaces de narrar. Michael Carrithers dice que “la 'narratividad' consiste no sólo en contar historias, sino en representar, en primera instan- cia, para uno mismo, redes complejas de acciones” (...). Para este autor “la narratividad es una habilidad social, no estrictamente lingüística” (Carrithers, 1990). El vídeo permite construir narraciones, como mínimo, tan complejas como la escritura. El sonido ha revolucionado el cine y en el vídeo la grabación del sonido es sincrónica, por lo que la palabra está presente en las películas y en los documentales, introduciendo matices, puntos de vista, interioridades... Como explica David MacDougall, quien compara la película con el ritual por ser un medio en el que el significado es a la vez proposicional y actuado: El conocimiento antropológico es raramente conseguido a través de medios unitarios. Nunca hay un solo código. La película ofrece a la Antropología, junto al texto escrito, una mezcla de ramales corporeizados, sinestéticos, narrativos y metafóricos, que se corresponden con la “trenza” de significados de Barthes (1998:83). La imagen fotográfica y la fílmica tienen una relación con la realidad en la que la tradicional división de Peirce en categorías de símbolos, índices e iconos es superada al participar de todas ellas. Hemos visto cómo históricamente se ha subrayado la rel- ación indicial en el uso del vídeo por parte de los antropólogos. Incluso ha habido quien se ha atrevido a formular una serie de reglas para identificar a las películas antropológi- cas en las que esta idea de objetividad queda implícitamente aceptada: Alan Lomax habla, por ejemplo, del tiempo que debe durar un plano, del tipo de planos que interesan al antropólogo... (Winston, 1995, Chiozzi, 1996). Por supuesto, la inclusión de voces en off y la validez de las escenas reconstruidas serán un tema largamente discutido por los científicos. La polémica, aunque para muchos continúa, la zanja Ruby cuando pone como condición para las películas antropológicas la de ser metodológicamente explícitos. Claro que esto puede acarrear tener que luchar contra algunos prejuicios: Cuanto más intentan los etnógrafos alcanzar su obligación científica de articu- lar sus métodos, más tienen que reconocer que su propio comportamiento y su propia persona en el campo son datos. Sus afirmaciones metodológicas entonces comienzan a parecer más y más personales, subjetivas, sesgadas, comprometidas y ligadas a una cultura –en otras palabras, cuanto más científicos los antropólogos tratan de ser reve- lando sus métodos, menos científicos parecen ser (2000:163). Las películas se convierten, de ese modo, no en urnas colocadas bajo las piedras de los edificios derruidos en las culturas moribundas, sino en herramientas para con- struir el presente.

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EL SUJETO FRENTE A LA IMAGEN COMO ARCHIVO DE CULTURA

En este artículo trato de combatir la idea de que a través del uso de la tecnología, especialmente de la aplicada a la imagen, es posible archivar la cultura. La pretendida objetividad y el carácter indicial del signo fotográfico es contradicho por una historia de imágenes tras las que se esconden mensajes etnocéntricos en los que las culturas y quienes las viven se estudian como objetos. El concepto de “reflexividad” aplicado a la Antropología trata de recuperar al sujeto que vive la cultura y marca un camino sin retorno en las grabaciones y en las investigaciones que se hacen sobre gentes y pueblos como los de Sobrarbe.

M.ª Dolores Galindo Fontán: En la actualidad estoy desarrollando una investig- ación acerca del cambio cultural en Sobrarbe desde la perspectiva de la Antropología Visual. La investigación es parte fundamental de la tesis doctoral que preparo y cuyo proyecto se halla inscrito en el Departamento de Antropología Social y Cultural de la Facultad de Filosofía de la UNED. Soy licenciada en CC. de la Información, rama Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, y trabajo como periodista en Radio Sobrarbe. Me interesan temas como la narración oral, la interpretación de fotografías y el uso de la imagen en la construcción de narraciones. En relación con estos temas en el año 2001 he publicado un trabajo que lleva por título Monzón, imágenes del blanco y negro, un libro de relatos orales surgidos a partir de fotografías antiguas editado por el Centro de Estudios de Monzón y Cinca Medio y un artículo titulado “Fotografías de viejos y metáfora” incluido en Cuadernos n.° 28 de CEHIMO.

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InventarIo lItúrgIco de la catedral de roda de Isábena (Huesca)

Por Francisco castillón cortada

La Catedral de Roda de Isábena a través de los siglos fue atesorando una gran riqueza documental y artística. La mayoría de objetos litúrgicos y documentos fueron sustraídos al concluir su milenaria historia y ser declarada parroquia y suspender su colegialidad (Concordato de 1851). Al año siguiente, el Cabildo ribagorzano se dirigía al obispo de Lérida, Pedro Cirilo Uriz (1850-1861) exponiéndole la situación negativa en que quedaba la milenaria catedral rotense. Permanecía como simple parroquia de la diócesis ilerdense y los miembros de la canónica se dispersaron por diferentes catedral- es y feligresías, permaneciendo en Roda tres o cuatro clérigos. El obispo Uriz había recibido una Real Orden de 16 de enero de 1852 reiterando la abolición de la Catedral de San Vicente (Apéndice I). Al quedar vacante la catedral rotense, fueron numerosas las sustracciones y repetidos robos. En el año 1857, un considerable lote de objetos sagrados fueron trasla- dados en depósito a la Catedral de Lérida (Apéndice II). Otra cosa fue el archivo, que quedó como propiedad del cabildo ilerdense1. Se trata del primer traslado de piezas litúrgicas, porque el día 1 de marzo de 1861, procedente de Roda, llegó a Lérida otro envío. El primer traslado que tuvo efecto se prolongó durante once días, desde el 22 de enero hasta el 1 de febrero de 1857. Siempre me ha llamado la atención la falta de interés manifestada por aquellos emisarios de Lérida para con alhajas tan extraordinarias como la silleta de San Ramón, los peines litúrgicos, las mitras, los relicarios, todo de alto valor artístico e histórico para el Altoaragón. Posiblemente fueron ocultados por los tres o cuatro clérigos que únicamente permanecieron en la catedral. No olvidemos que duran- te el siglo XVIII al arte románico se le denominaba “arte bárbaro”. Estos emisarios no dieron valor alguno a estas piezas, dejándolas como “cosas viejas…” La llegada de estos emi-sarios provocó fuertes levantamientos de los pueblos ribagorzanos que veían desa- parecer gran parte de sus raíces históricas y salieron en defensa de su catedral. El viaje a Roda fue muy accidentado2.

1 castillón cortada, Francisco (1994), “Catálogo del Archivo de la Catedral de Lérida. Fondos de Roda de Isábena”, Aragonia sacra, IX, Zaragoza, pp. 133-192. 2 Ibídem, p.188. El Ministro de Gracia y Justicia, se le previene al Sr. obispo de Lérida que en clase de depósito se traslade a esta iglesia las alhajas de Roda, atendiendo a los muy expuestos que estarán estos objetos en una corta población y cerca de la frontera (Actas de Lérida, año 1857, f. 255). El día 25 de enero de 1857 el obispo Uriz, ante los robos y saqueos que padecían las iglesias escribía: “Están para conducirse desde Roda a Lérida las diferentes alhajas, vasos sagrados y ornamentos para guardarse en depósito.”

67 Francisco castillón cortada

Durante ciertos periodos de tiempo, la canónica rotense efectuaba inventarios de los objetos litúrgicos custodiados en la catedral. El que esto escribe publicó en el año 1988 un inventario de 16903. El que ahora ofrezco fue confeccionado el día 2 de octubre de 1777 y se halla en el Archivo Diocesano de Lérida, Carpeta de Roda, E. Posiblemente sea uno de los últimos inventarios formados antes de la Guerra de la Independencia (1808), la Desamortización (1835), la Exclaustración (1836) y la dispersión del Cabildo (1851). De ahí su interés. Lo que sí nos demuestra este inventario es la riqueza ateso- rada en la vetusta sede rotense y el elevado espíritu y cultura de los componentes de la canónica agustiniana. Todavía hoy admiramos objetos como la silleta de San Ramón, las mitras, báculos, relicarios... Lástima que todo este conjunto fuera sustraído por la banda de ladrones encabezada por el tristemente célebre Erick “el Belga” (año 1979). En el documento que ofrezco también están inventariados los objetos de las capillas o ermitas del término municipal de Roda, como la ermita del Pilar, San Martín y San Mamed.

INVENTARIO Plata Primeramente un cáliz de plata con su patena, todo dorado, que pesa quarenta y cinco onzas. Otro también de plata con su patena dorada que pesa treinta y ocho onzas. Otro de plata la copa y patena sobredorada por dentro, que pesa veintiocho onzas. Otro cáliz con su patena de plata sobredorado todo, que pesa veinticuatro onzas. Otro también de plata dorado a trechos con su patena correspondiente, que pesa vein- tiocho onzas. Otro de la misma conformidad que el anterior, de peso de veintinueve onzas. Otro cáliz de plata con su patena todo sobredorado, que pesa veintiocho onzas. Otro de la misma conformidad y mismo peso que el anterior. Un copón de plata dorado todo, que pesa treinta onzas. Otro copón de plata con el vaso dorado por dentro, que pesa treinta y siete onzas. Una caja de plata dorada que sirvió antecedentemente de copón para la parroquia, que pesa diez y ocho onzas. Otra caja de plata para llebar el Viático a las aldeas, dorada por dentro, que pesa cinco onzas. Crismeras (tres), con su caja de plata, que pesa catorce onzas. Una cuchara para bautizar de plata que pesa tres onzas. Una custodia o viril de plata sobredorada con pedrería, que con la madera y hierro que la arma pesa doscientos setenta y seis onzas. Una urna de plata para poner el Monumento, que pesa la plata doscientos setenta y seis onzas.

(A.C.L., Estantería 1, Sección Cartas, vol. 60, suelto). El traslado de las alhajas duró once días, desde el 22 de enero hasta el 1 de febrero de 1857. El viaje estuvo rodeado de enfrentamientos con los vecinos de Roda y pueblos cercanos que se resistían a perder las milenarias joyas de su catedral. Un propio enviado a Lérida para manifestar al Sr. obispo que se carecía de fuerza para entrar en Roda, atendida la actitud de sus habitantes y sus pueblos vecinos... (A.C.L., Armario B / Roda, paquete A, papeles sueltos). Sobre las alhajas en la Catedral de Lérida, ver Ars Sacra. Seu Vella de Lleida. Els tresors artistics de la Catedral de Lleida (Lleida, 2001), 384 pp. 3 castillón cortada, Francisco (1998), “Inventario litúrgico de la Catedral de Roda de Isábena (Huesca)”, Aragonia sacra, XIII, Zaragoza, pp. 243-254.

68 inventario litúrgico de la catedral de…

Cruces Un Lignum Crucis de plata todo dorado que pesa treinta y cinco onzas. Una cruz procesional de plata dorada que pesa ciento y treinta y cuatro onzas. Otra cruz procesional de plata que pesa quarenta y seis onzas. Otras dos cruces pequeñas que pesan diez y ocho onzas. Otra cruz pequeña de plata que pesa doce onzas. Una cruz de plata y su Crucifijo y cabos de bronze dorados, y la plata pesa setenta y nueve onzas. Una sacra de plata con marcos de madera y dos tablillas para el Evangelio, y lababo también de plata, que pesa ésta y la Sacra cincuenta y siete onzas. Relicarios Una testa o caveza de San Valero, que armada pesa su plata trescientas sesenta onzas. Otra de San Vicente mártir y pesa su plata doscientas treinta y siete onzas. Otra de San Lorenzo mártir que pesa trescientas veinte y siete onzas. Un brazo de plata con rel- iquia de San Valero y armado pesa trescientas sesenta y tres onzas. Otra de lo mismo con reliquia de San Ramón que pesa trescientas cincuenta y una onzas. Un relicario me-diano de plata que contiene varias reliquias, que pesa cincuenta y una onzas. Otro de los mismos que contiene reliquias de San Ramón y San Agustín, que pesa setenta y cinco onzas. Otro de lo mismo que contiene reliquias de varios santos, pesa ciento y trece onzas. Otros dos relicarios de bronze dorados con reliquias de San Lorenzo y San Cornelio. Otros objetos litúrgicos Dos incensarios de plata con sus navetas y cucharillas de lo mismo, que pesan ciento y veinte y quatro onzas. Dos vinageras con su platillo y campanilla todo de plata, que pesan quarenta y ocho onzas. Otros dos platillos para vinageras, que pesan veinte y siete onzas. Una calderilla para el agua bendita con su aspersorio, que pesa setenta onzas. Un jarro de plata para dar agua a manos, que pesa veintidós onzas. Una cajita de plata para las hostias, que pesa quince onzas. Seis candeleros de plata, que pesan doscientas onzas. Dos ciriales de plata que pesan setenta y cinco onzas. Quatro bugías de plata que pesan sesenta y cinco onzas. Un portapaz de plata sobredorado que pesa veinte onzas. Tres palmatorias de plata que pesan diez y ocho onzas. Tres fuentes de plata, la una sobredorada, que pesan ciento y quarenta y quatro onzas. Tres lámparas de plata que sirven delante de los altares de la Virgen, San Valero y San Ramón, que pesan ciento sesenta y siete onzas. Otras dos lámparas que sirvieron delante del Altar mayor, y pesan doscientas diez onzas. Seis coronas de plata para la Virgen y el Niño que pesan diez y siete onzas. Dos cetros de plata, que pesa esta doscientas seis onzas. Una maza de plata que pesa ciento y treinta y cinco onzas. Una pertica con la ymagen de San Vizente al remate, que pesa cinquenta y una onzas. Vestiduras sagradas Un terno de espolín de oro, fondo blanco, nuevo, con casulla, dos dalmáticas, frontal, tres capas, gremial, paño de atril, paño del misal, cubrecáliz y bolsa de corpo- rales, tres cíngulos de seda con cavos de oro y baietas para en medio. Otro terno de damasco blanco con cenefas bordadas de ilo de oro y plata con ymágenes, compuesto

69 Francisco castillón cortada de casulla, dalmáticas, frontal, tres capas, gremial y paño de atril, bueno todo. Otro terno blanco de persiana de Va-lencia, compuesto de las mismas piezas que el anterior. Otro terno de tafetán blanco, con las mismas piezas que los otros, y esta sin uso por viejo, a excepción de las tres capas que están aún decentes. Otro terno de damasco carmesí, bueno, con casulla, dalmáti- cas, frontal, tres capas, gre- mial, paño de atril, paño del misal, cubrecáliz y bolsa de corporales. Otro terno de seda glasé de flores, casi nuevo, compuesto de las mismas pie- zas que el anterior. Otro terno de damasco encarnado, usado, que tiene las mismas piezas que los otros. Otro terno de tafetán encarnado, de buen uso, y con iguales piezas que los demás. Otro terno de Busto de San Valero. Año 1660. Hoy en la Catedral de Lérida damasco verde con cenefas bordadas de hilo de oro sobre carmesí, consta de casulla, dos dalmáticas, frontal, paño de atril y una capa, y está de buen uso. Otro de tafetán del mismo color, usado, con casulla, dos dalmáticas, frontal, paño de atril, paño de misal y dos capas. Otro terno de damasco morado, con casulla, dos dalmáticas, dos planetas, tres capas, frontal y lo demás correspondiente medio usado. Otro de tafetán azul con cavos morados, usado, con casulla, dos dalmáticas, dos planetas, dos frontales y paño de atril. Otro terno negro de terciopelo de lana con cene- fas bordadas de hilo de oro en raso carmesí con ymágenes, de buen uso, y consta de casulla, dos dalmáticas, paño de atril, gremial y tres capas. Otro de damasco negro con todas las mismas piezas que el anterior, esta casi nuevo. Y otro terno negro de camelote de lila, mui viejo. Diez y ocho casullas blancas con sus estolas y manípulos correspon- dientes. Una de raso con cenefas bordadas de hilo de horo con ymágenes, nueva. Otra de espolín de oro nueba. Otra de media tapicería nueva. Quatro de persiana y brocato buenas. Dos de damasco con cenefas, la una bordada y con ymágenes, buenas. Quatro de tafetán, de buen uso. Dos de damasco, la una con cenefa encarnada, usadas. Una de persiana de lana. Dos de fustán con cenefa encarnada mui usadas. Quinze casullas con

70 inventario litúrgico de la catedral de… sus estolas y manípulos correspondientes encarnadas. Una de tapicería con cenefa blanca, buena. Dos de damasco carmesí con cenefas bordadas de hilo de oro y con ymágenes, buenas. Otra de damasco carmesí, usada. Otro de tisú de oro con cenefa de lo mismo a musca, buena. Otra de terciopelo carmesí con cenefa bordada con ymá- genes, nueva. Una de tafetán con cenefa blanca, buena. Otras dos de tafetán, buenas. Quatro de damasco, la una con cenefa blanca, usadas. Dos de pernasco de lana, usa- das. Cinco casullas verdes con sus estolas y manípulos correspondientes, una de dam- asco buena, otra de tafetán buena, dos de bifí buenas, y otra de tripe rizado con cenefa bordada. Siete casullas moradas, con sus estolas y manípulos correspondientes, una de damasco con cenefa bordada buena, otra de tisú ya usada, tres de tafetán bue- nas, y dos de bufí buenas. Seis casullas negras con sus estolas y manípulos correspon- dientes, dos de damasco buenas, y quatro de estameña, dos nuevas y las dos otras buenas.

Frontales Veinti y un frontales, uno de tisú de oro encarnado, bueno; otro de lana bordada con ymágenes, bueno; otro de lienzo estampado con la historia de la Pasión, bueno; tres de damasco o brocato de seda, buenos; tres de damasco y tafetán, usados; cinco de tejido de lana de varios colores, usados; otro de seda y lana blanco, muy usado; dos de tafetán blanco, viejos; uno de filipichí encarnado, viejo; otro de seda y lana, mui usados, blanco, y dos de madera, uno dorado y otro plateado. Dos paños de púlpito de damasco, el uno encarnado y el otro morado, buenos. Tres cubrecálices de tafetán listados, buenos. Dos de tafetán encarnados, buenos. Siete de tafetán verdes, usados. Cinco de tafetán morado, buenos. Quatro de tafetán negro y uno de damasco, buenos. Catorce de persiana y damasco de seda de varios colores, buenos. Veintitrés bolsas de corporales de seda para todos colores, algunos nuevos, otras aún buenas y otras usadas. Una toalla de tafetán doble carmesí, con galón de oro y plata alrededor, buena. Quatro bandas de tafetán blanco, la una con puntilla de oro buena, otra nueva y las demás usadas. Tres de tafetán encarnado, decentes. Dos de tafetán morado, usadas. Dos de tafetán verde, usa- das. Tres pendones, una de damasco carmesí con borlas texidas de hilo de oro, bueno; otro más pequeño de damasco carmesí, bueno, y el otro de damasco morado, bueno. Palios Dos palios, el uno grande, de raso encarnado bordado con seda pagiza y algu- nos hilos de oro, bueno, y el otro de seda que tira a musco, usado.

Albas. Amitos. Corporales Quarenta y una albas de telas, veinticinco para el uso común y las diez y seis para días clásicos, parte nuevas, parte usadas y otras de medio uso. Sesenta amitos de tela correspondientes a las albas. Ocho cíngulos de seda con cavos de hilo de oro y otro también de seda con cavos de lo mismo, buenos. Treinta cíngulos de hilo, algunos nue- vos y otros usados. Treinta y ocho juegos de corporales de tela, buenos. Ochenta y ocho purificadores de tela, unos buenos y otros usados. Cincuenta y ocho lavabos de lienzo

71 Francisco castillón cortada y tela, metad buenos y metad usados. Seis toallas de las credencias de tela con encajes, buenas. Y dos más también para el Lavabo, buenas. Catorce enjugamanos de lienzo, la mitad nuevos y los otros usados.

Manteles Seis manteles para el Altar mayor con encaje de lienzo y tela, buenos. Y sin encaje onze también de lienzo, mitad usados y la otra mitad, buenos. Quarenta y un manteles para los demás altares con encaje de lienzo y tela, parte buenos, parte usados. Otros veinte y nuebe sin encaje, también de lienzo y tela, parte nuevos, parte usados.

Roquetes Diez y seis roquetes de lienzos con mangas para los portadores de las peanas, buenos.

Otros objetos Una silla con terciopelo carmesí y tres de oro fino. Y cinco taburetes con tercio- pelo carmesí y tres de oro y plata. Dos alfombras de damasco verde y pagizo, algo usa- das. Un tapete de lo mismo, bueno. Una alfombra pequeña de tapiz, buena, y otra de lo mismo más grande y más usada. Quatro almoadas por la una cara de terciopelo, las tres de carmesí y la otra de morado, y por la otra cara de piel. Siete lienzos de seda verde con flores verdes y encarnadas para colgar en el presbiterio y las columnas de la iglesia.

Libros sagrados Quinze misales, dos nuevos, seis medianos y los demás usados. Diez quadernos para las misas de Réquiem, decentes. Tres para cantar la Pasión en solfa, y otro para el Lavatorio del Jueves Santo, buenos. Un Ritual, nuevo. Un Diurno. Un Breviario y dos quadernos de Santos nuevos, todo usado.

Otros objetos Un dozel de tisú de oro sobre seda blanca, bueno. Seis manticos de seda de diferentes colores para la imagen de Nuestra Señora y el Niño, buenos. Tres cotas para el mazero, de lana blanca, encarnada y morada, usados. Un paño de difuntos de pana, usado. Y otro de vayeta para el mismo efecto, usado. Dos acheros o candeleros grandes de madera plateados. Siete candeleros de madera plateados que sirven en el Altar mayor. Seis candeleros de metal. Treinta y una bugías de metal. Tres atriles de bronze, el uno con terciopelo verde. Una calderilla de bronze para el agua bendita y otra de lo mismo para el agua del bautismo. Una cruz con su crucifijo de bronze mediana. Quatro campanillas, dos para las procesiones, y otras dos para tocar al Sanctus. En la torre, seis campanas, dos grandes y las demás pequeñas.

Inventario de la capilla del Pilar Situada extramuros de Roda. Primeramente un cáliz de bronze, la copa y pat- ena de plata sobredorada por dentro, que pesarán diez onzas. Una casulla de damasco

72 inventario litúrgico de la catedral de… encarnado con su estola y manípulo correspondientes. Una alba con su amito de tela usada. Unos corporales de tela. Dos purificadores y un lavabo de tela, usados. Un cín- gulo de hilo, usado. Una bolsa de corporales de lana blanca y un cubrecáliz de seda del mismo color, todo bueno. Tres manteles o mesas de altar de lienzo. Un frontal de tela de plata, usado. Un Misal de buen uso. Dos cortinas de seda con su cenefa, buenas. Un manto de tela de plata para la Virgen también bueno. Dos coronas de plata para la Virgen y el Niño, adornadas con pedre- rías, que pesarán siete onzas.

Capilla de San Martín Está junto a las casas de San Martín. Primeramente un cáliz de plata, la copa y patena doradas por dentro, Relicario de San Lorenzo. Obra de Francisco Subías, platero que pesan siete onzas. Tres de Barbastro (s. XVII). Hoy en la Catedral de Lérida casullas con sus estolas y manípulos, una de persiana de seda con flores de distinto color, buena; otra de felipichi blanco con cenefa encarnada, y otra de lana con diversos colores. Una alba con su amito de tela, usada. Tres corporales de tela, usados. Tres purificadores de lienzo, usa- dos. Quatro manteles de altar, dos de tela y los otros dos de cáñamo, usados. Dos cín- gulos de hilo, usados. Un Misal. Dos cubrecálices, uno de persiana de seda de distintos colores, y el otro de tafetán encarnado, usados. Quatro candeleros de metal y en la espadaña una campana pequeña.

Ermita de San Mamed Junto a las casas llamadas de Santa Cruz. Primeramente tres casullas con sus estolas y manípulos, buenas. Una de tafetán doble blanco con franja encarnada, otra de felipichi con sus estolas y manípulos, buenas, otra morada. Una alba de tela con amito, buena. Un cíngulo de hilo, bueno. Quatro manteles o mesas de altar de lienzo. Un Misal de buen uso. Dos candeleros de madera plateados. Y en la espadaña una campana pequeña.

73 Francisco castillón cortada

APÉNDICE I 1852, enero, 23 Lérida El Obispo de Lérida Pedro Cirilo Uriz comunica al Cabildo de Roda la respu- esta dada por la Reina de España, Isabel II, sobre la abolición de la Catedral y sus consecuencias. Archivo Diocesano de Lérida, carpeta Roda, E. Obispado de Lérida Ilustrísimo Señor - Por el correo de hoy recibo la Real Orden siguiente: “Ilustrísimo Señor, conformándose la Reyna, que Dios guarde, con el dictamen de la Real Cámara Eclesiástica, ha tenido a bien declarar, que con arreglo al Concordato, no puede subsistir como a Colegial la Iglesia Catedral de Roda, y a de quedar reducida a la categoría de parroquia. Sin embargo, en el arreglo del Clero no serán perjudicados en sus derechos adquiridos los actuales canónigos, prebendados, beneficiados y depen- dientes de esa Iglesia, hasta tanto, que respectivamente asciendan. Y la dotación del personal, el culto, fábrica, aún cuando baja al aspecto parroquial, en consideración a sus gloriosos Santos y respetables antecedentes dignos de memoria, para conciliar la devoción con que es visitada por todos los pueblos comarcanos, y en los términos que previene propuesta de V.S.I., Su Magestad estime conveniente. De Real Orden lo digo a V.I. para los efectos convenientes. Dios guarde a V.S.I. muchos años. Madrid, 16 de enero de 1852. González Romero.” Lo que con sentimiento pongo en conocimiento de V.S.I. para que salgan sus dignos individuos de la ansiedad en que estaban sobre su futura suerte, llegando este inesperado caso de supresiones. Dios guarde a V.S.I. Lérida, 23 de enero de 1852. Pedro Cirilo, obispo de Lérida. Ilmo. Sr. Presidente y Cabildo de la Santa Iglesia de Roda.

APÉNDICE II 1857, febrero, 5 Roda de Isábena El Obispo de Lérida ordena, por mandato del Gobernador Civil de la provincia, el traslado a la Catedral de Lérida, por medio del comisionado Licenciado José Ibarz, lectoral de la Catedral, de un lote de alhajas litúrgicas propias de la Catedral de Roda. El documento está fechado el día 30 de enero de 1857. Archivo Diocesano de Lérida. Carpeta de Roda, E.

74 inventario litúrgico de la catedral de…

El día treinta de enero de 1857, por mandato del Señor Obispo S. I. Pedro Cirilo y Uriz, y el Gobierno Cibil, se llebó a Lérida de esta Yglesia el Licenciado D. José Ybarz, lectoral comisionado, las alajas siguientes: 4 cálices de plata, con sus adornos. 1 custodia. 1 cruz de plata procesional dorada. 6 grandes candeleros de plata. 2 cuerpos de plata, San Vicente y San Lorenzo. 2 relicarios, grandes. 4 grandes platos de plata. 4 platillos de plata para las vinageras. 1 grande incensario de plata, con su nabecilla. 1 grande Santo Cristo de plata, dorado. 1 magnífica urna. 4 magníficos cetros. 1 magnífica maza de plata. 8 capas con su sequito, de hilo de oro. 7 capas magnas encarnadas, con su sequito. 5 capas moradas, con su sequito de terno. 1 atril de yerro, para cantar la Epistola y Evangelio. 5 tauretes del coro. 1 silla de brazos magnífica. 1 relox de arena. 1 terno morado, con su capa y séquito. Una lámpara de plata. 2 vinageras de plata (tachado) 1 grande jarro de plata. 2 magníficas casullas de hilo de oro. 3 magníficas sacras de plata. 3 palmatorias de plata. 1 grande y hermoso planchador de corporales. 1 magnífico ceremonial de Obispos. Roda, 30 de enero de 1857. Cayetano Jovellar, Racionero.

Inbentario de lo que ha quedado existente en la Yglesia de Roda 1 copón de plata para la reserba. 1 cajita de plata dorada para llebar las formas. 1 cajita de plata para llebar el Viatico.

75 Francisco castillón cortada

4 cálices de plata buenos, con su séquito. 2 vinageras de plata. 1 platillo de plata, para las vinageras. 1 cruz de plata procesional. 1 cuerpo de plata de San Valero. 1 calderilla de plata. 1 isopo de plata. 4 relicarios de plata, dorados, dos medios y dos pequeños. || 1 incensario de plata, grande. 1 navecilla con la cucharita de plata. 1 campana de mano de plata. 1 ostiero de plata. 1 concha de plata para bautizar. 2 cetros de plata. 1 palmatoria buena de plata. 4 candeleros de plata. 5 crismeras de plata grandes. 2 lámparas de plata. 5 coronas de plata de la Virgen. 2 cruces pequeñas de plata para la bandera. 1 velacruz de plata dorada. 1 platillo de plata. 2 cruces de plata medianas. Ropa mucha, pero de bien buena, poca. 5 arañas de ojadelata. Roda, 5 de febrero de 1857 Cayetano Jovellar, Racionero. Albas 18 Amitos 18 Casullas 26 Capas 39 Dalmáticas 26 Corporales 40

76 SOBRARBE Revista del Centro de Estudios de Sobrarbe, n.º 8. 2002

Documentos sobre el pasaDo Del sobrarbe

Transcripción y comenTarios por manuel lópez Dueso

La existencia de documentos que como huellas del pasado se hallan en archivos públicos y privados y se refieren a la vida en el pasado en Sobrarbe, nos lleva a efec-tuar, entre los que hemos localizado, la trascripción y publicación de éstos, para darlos a conocer. Su elevado número nos empuja, sin embargo, a comenzar nuestra selección por documentos procedentes de archivos particulares, que procedentes de casas del Sobrarbe, son siempre los que se hallan en mayor peligro de desaparición.

El Puerto de Goriz En esta primera entrega, hemos seleccionado 5 documentos referidos a la organización del sistema pastoril de explotación del Puerto de Goriz o Gorit, como aparece en dichos documentos. Las referencias a dicha institución son escasas, pese a su interés, pues es un caso de distribución de dicho puerto en partidas o “mallatas” asignadas a varias casas. Ya el autor de una descripción del Alto Aragón en 1794, tomaba algunos datos re-ferentes a la explotación del Puerto de Goriz1, pero no será hasta un artículo del montañero catalán Julio Soler i Santaló, el cual apuntó una serie de detalles extraídos de do-cumentos que pudo examinar en Fanlo2, convirtiéndose sus notas en referencia para autores posteriores. También se conservan algunas fotografías de la Junta de dicha comunidad, del oscense Ricardo Compairé. El geógrafo Max Daumas3 añadió nuevos datos a lo citado por Soler, así como fotografías de la Junta del 1 de agosto de 1959. Las aportaciones de estos autores serían reproducidas por otros autores posteriores4. También ha aparecido un libro sobre las vivencias como pastor en el Puerto de Goriz de un vecino de Ginuabel5, así como un reciente estudio sobre la explotación ganadera actual de dicho puerto6. Hoy en día aún perdura la explotación del Puerto de Goriz pero

1 (1997), Viaje por el Alto Aragón. Noviembre del año 1794. Transcripción, notas y comentarios de León J. Buil Giral. La Val de Onsera, Huesca, pp.184 y 185-186. 2 SOLER i SANTALÓ, Julio, (noviembre 1917), “Les Valls de Vió y de Puertolas”, Butlletí del Centre Excursionista de Catalunya n.º 274, pp. 245-254. (pp.252-253). 3 DAUMAS, Max, (1976), La vie rurale dans le Haut Oriental, CSIC, Madrid, pp. 371-372. 4 BALCELLS, Enrique, (1985), Ordesa-Viñamala, Monografías n.º 37, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Madrid, pp. 73-78, y BALCELLS, Enrique y SERRA COBO, Jordí, (1998), Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. La vida y el hombre, Ambit, Barcelona, pp. 188-194. 5 BUISÁN VILLACAMPA, Luis, (1999), Como eran y vivían los pastores del Pirineo. Pirineos, Huesca. 6 ALDEZABAL ROTETA, Arantza, (2001), El sistema de pastoreo del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Pirineo Central, Aragón). Interacción entre la vegetación supraforestal y los grandes herbívoros. Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón, Zaragoza.

79 manuel lópez Dueso los participantes en aquella “mancomunidad” o “hermandad” han cambiado, a causa de la despoblación de la valle de la Solana y los lugares de la ribera de Fiscal (Jánovas, Lavelilla y Lacort), entrando a participar ganaderos de localidades del municipio de Fiscal, antes no vinculados a dicho Puerto. Datados en el siglo XVIII, del pleito que se resume en los documentos 2 y 3, se produjeron diversas y diferentes copias que se podían hallar en numerosas casas del área allí citada: Valle de Vio, del deshabitado Valle de Solana y lugares de Jánovas, Lavelilla, Lacort y Tricás.

DOCUMENTO 1 1721, abril,11 Junta de los Valles Concordia entre los Valles de Vio y el de la Solana sobre la organización de la explotación de los pastos del Puerto de Goriz. Documentación particular. Tamaño cuartilla. Publica: CUESTA, José María (2001), La despoblación del Sobrarbe ¿Crisis demográfica o regulación?, CEDDAR, Zaragoza. Anexo V, pp. 467-473. Archivo Municipal de Fiscal. Capitulación y concordia hecha y pactada para el regimiento y gobierno del Puerto de Goriz, entre los Señores Alcaldes, Regidores y Junta de las Valles de Vio y Solana, el año de mil sietecientos y nuebe, la qual es del tenor siguiente: 1. Primeramente, es voluntad de dichas Valles, que el Puerto sea vedado desde el día de Santa Cruz de mayo inclusibe, hasta el día que determinaren en la Junta acos- tumbrada que tendrán el día de San Benedet, para ver quando parecerá vien a las dos Valles que se dé la Suelta al Puerto. 2. Item, que los que amarguinaren en el Puerto tenga de pena ocho sueldos, los cinco para las Comunas, y los tres para los Mesegueros, que son —————————— ————————8 s. 3. Item, ordenamos que los Mesegueros tengan obligación de asistir en el Puerto de día y de noche, y si a algún Meseguero se le provara que sale del Puerto en los cinco días de su cinquena, tenga de pena diez suel- dos.—————————————————————————————10 s. 4. Item, que los Mesegueros de cada cinquena no puedan salir del Puerto hasta los otros ayan llegado a él, en pena de diez sueldos. ——————————————— ————————-10 s. 5. Item, que los Mesegueros que ayan de entrar a serbir la cinquena, tengan obligación de estar en Ripales a las ocho oras de la mañana, en pena de diez suel- dos.—-10 s. 6. Item, que los que pasaren u traspasaren, y no guardaren los dalladeros, tenga de pena cinco sueldos, la mitad para las Comunas y la otra mitad para los Mesegueros———5 s.

80 DocumenTos sobre el pasaDo Del sobrarbe

||1v. 7. Item, que ninguno pueda pasar ni traspasar, siete días antes de los dallos (sino que fuere por yr a esquilar) en pena de catorze sueldos, nuebe para las Comunas y cinco para los Mesegueros. ————————————————————————————— ——————————————14 s. 8. Item, que los que vinieren de yerbas compradas y quisieran pasar a defrau- dar el Puerto y ajuntar dos o tres rebaños con animo de defraudar el Puerto, tengan de pena ocho sueldos por cada rebaño, los cinco para las Comunas y los tres para los Mesegueros.——-8 s. 9. Item, que los Mesegueros estén obligados a sacar todas las cavalgaduras del Puerto y que las ayan de encomendar en la cavaña más cercana del término de donde fueren, y las tales cavalgaduras tengan de pena quatro dineros por cada una, la mitad para las Comunas y la otra mitad para los Mesegueros. Adviértase que no puedan dar más de dos pindras al día por cada una.————————————————————— ———————————————-4 d. 10. Item, que los que vinieren de la Tierra llana y entraren con cabaña entera a defraudar el Puerto, tengan de pena por cada vez cien suel- dos.——————————————-100 s. 11. Item, que si algún Meseguero pidiere pindras que no aya cogido, y lo fuere probado, tenga de pena vente sueldos para las Comunas. 12. Item, que ninguno pueda serbir dos Meseguerías en pena de vente sueldos por cada cinquena, y éstos sean para las Comunas. 13. Item, que acomodadas que están las cinquenas, los cinco Mesegueros se convengan para yr uno a los Grados de Arazas y otro a los del Valle de Añisclo, y los tres ayan de quedar en las buegas y Carriata en pena de diez suel- dos.—————————————-10 s. ||2 14. Item, que las cavalgaduras cerreras no puedan entrar en el Puerto en los tres días de los dallos, en pena de seys dineros por cada una, la mitad para las Comunas y la otra mitad para los Mesegueros. 15. Item, que qualquier vecino de las dos Valles pueda acusar a los Mesegueros si no cumplen con su obligación, y la pena es arbitrial, y se dará la tercera parte al acusador siendo persona de crédito. 16. Item, que los que pasaren a yerbas compradas, y no pudieren salir del Puerto aquel día, que el Meseguero tenga obligación de sacarlos lo mas adelante que pueda y adonde menos daño hagan, y si no fuere por causa de mal tiempo, tenga obli- gación de sacarlos del Puerto en pena de diez sueldos. 17. Item, que el Meseguero que le fuere provado que se esconde para que el ganado tenga entrada en el Puerto, tenga de pena por cada vez diez suel- dos.————————————10 s. 18. Item, que los Mesegueros tengan obligación de cobrar sus pindras hasta el día de San Lucas, y que de esse día adelante las tengan perdidas.

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19. Item, que qualquera que estubiere en atalaya dentro del Puerto, tenga de pena cinco sueldos. 20. Item, que si de día u de noche sucediese ajuntarse en el po[...] los ganados del Quiñon de Arriba con los del Quiñon de Abaxo, que los Mesegueros dexen triarlos en el Puerto. 21. Item, que los Mesegueros den cuenta de los dineros de las Con[..]nas para los días de la Virgen de setiembre y San Miguel de setiembre, en pena de diez sueldos. ———10 s. ||2v. 22. Item, que los Mesegueros den cuenta de los defauaudes (sic.) el día de la Junta a los Señores Justicias, cada uno de su cinquena, en pena de diez suel- dos.————————————10 s. 23. Item, que si algún rebaño de ganado se topa de noche y está amalladado, tenga de pena vente sueldos, los quinze para las Comunas y los cinco para los Mesegueros.——-5 s. 24. Item, que los pastores que no fuereren (sic.) domicilliados o vezinos de dichas Valles, no puedan traer al Puerto más de quarenta cavezas de ganado francas, y si truxeren más, paguen a quatro dineros por caveza. 25. Item, que los que fueren a erbagar a los Puertos de Francia, que a la buel- ta no puedan hazer noche en el Puerto, si no pasar vía recta, y quando vayan a gozar, ayan de dormir donde menos daños hagan en el Puerto. 26. Item, que el Meseguero que faltare el día de la Junta a dar cuenta de las pindras que tubiere, tenga de pena vente suel- dos.————————————————————————————-20 s. 27. Item, que ninguno pueda correr majadas en el Puerto si no saliendo de su término como se ha acostumbrado hasta aquí. 28. Item, que los que querrán correr majadas en el Puerto no puedan rancar antes de hazer señal como antiguamente lo hazían, y para ello los Señores Justicias ymbien un hombre que haga señal en la Sierra de Custodia, donde se pueda sentir de todo el Puerto, y los que corren han de llamar un Meseguero para dar el informe a los Señores Justicias y toda la Junta. ||3 29. Item, que qualquiera que hiziere yierba antes de la hora acostumbrada debida, tenga de pena los dallos diez sueldos, y las falces cinco. 30. Item, que qualquiera que yntentara pasar desde qualquiera vuega del Puerto y pidiere salida, que aya de salir de dicho Puerto a donde va encaminado, assí sea para Arazas, Vielsa, Sessa o qualquiera otra parte, y que no pueda volber atrás en pena de quarenta sueldos, los trenta para las Comunas y los diez para los Mesegueros.—————-40 s. 31. Item, que las ignorancias de día y de noche de vente arriba hasta cinquenta tengan de pena un sueldo y quatro dineros, y de cinquenta arriba, tres sueldos, los dos sueldos para las Comunas y un sueldo para los Mesegueros.

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32. Item, que ningún Meseguero pueda amarginar ni entrar en el Puerto con su ganado, guardándolo el mismo Meseguero, en pena de diez suel- dos.————————————10 s. 33. Item, que ninguno de dichas Valles sea atrevido a traer mal patuc sin que lo manifieste, en pena de diez sueldos por caveza gruesa, y a sueldo por caveza menuda, y al que le será probado, tenga de pena sesenta suel- dos.——————————————————————60 s. 34. Item, que qualquiere que debiere pindras y no las quisiese pagar, si se quexaren los Mesegueros a los Justicias, tenga de pena el tal diez sueldos y lo que antes debía.——10 s. 35. Item, que todas las pindras que se cogieren de día de Santa Cruz adelante, se paguen según se dispone en la presente Capitulación. 36. Item, que los ganados que subieren al Puerto por los Grados de Arazas, Valle de Añisclo y Crapariza, tenga de pena diez y seis suel- dos.————————————————————16 s. ||3v. 37. Item, es voluntad de dichas Valles que los Justicias tengan obligación al tiempo que van los Mesegueros a tomar juramento, de no darlo a muchachos que sean incapa- ces de tomarlo, ni a viejos que sean impotentes de serbir. 38. Item, que los Justicias no puedan dar licencia a ninguno para poder llebar cavalgadura alguna al Puerto, sana ni enferma. 39. Item, que los Mesegueros no puedan llebar cavalgadura alguna al Puerto para su asistencia, ni de otro modo, en pena de diez sueldos por cada una.————— ————————10 s. 40. Item, que los pasos se ayan de pagar quatro sueldos por cada vez que se passe, y los tres sueldos sean para las Comunas y un sueldo para los Mesegueros.—————————-4 s. Adviértase que los Mesegueros que no acudan a las buegas y grados todos los días de su cinquena, tengan de pena diez sueldos.—————————————- ——————————————10 s. 41. Item, que los que vayan a buscar abozos, no puedan hazer noche en el Puerto con cavalgadura, en pena de diez sueldos por cavalgadu- ra.———————————————————-10 s. 42. Item, que el que tenga el ganado ynficionado, no lo pueda llebar al Puerto sin que lo manifieste el día de la Junta del Puerto, en pena de sesenta suel- dos.——————————-60 s. y que los vecinos tengan obligación de asistirle en lo que fuere necesario. 43. Item, que los que tengan atrebimiento de ynquietar los habríos gruesos con perros y sin ellos en el Puerto, tenga de pena vente sueldos y diez días de carçel.————20 s.

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||4 44. Item, que los Señores Justicias tengan obligación el día de la Junta del Puerto de llamar seis hombres, aquellos que a sus Mercedes les parezca que puedan dar mejor satisfacción, y les ayan de dar juramento, y interrogarlos si saben que ayan sido defec- tuosos los Mesegueros en todo lo que en la presente está capitulado, y assí mismo, si saben que algún ganado suyo u de otro aya hecho en el Puerto más de dos noches, esto a fin de que sean castigados los Mesegueros y tenga de pena cinco sueldos el que qui- siere resistirse.—5 s. 45. Item, que los Mesegueros en cada cinquena ayan de estar y cuidar uno de los Grados de Arazas, otro de los del Valle de Añisclo y que éstos no puedan salir de dichos Grados asta que allegue el otro allí mismo, en pena de diez y seis sueldos, y que el que venga, aya de estar a mediodía en dichos Grados, y si no, que pague la dicha pena de diez y seis sueldos, y para esto, si no se pueden convenir entre los cinco, ayan de echar suerte. 46. Item, que si allase algún defraude en el Puerto y no se pudiesse abriguar (sic.) en que cinquena se ha echo u cinquenas, paguen pena los vente Mesegueros a cinco sueldos por cada uno, y si se allase en qué cinquena u cinquenas se ha hecho, tengan de pena éstos la que todos debían pagar. 47. Item, que los que llebaren mal patue al Puerto, cada uno en su Valle tenga de obligación de pagar lo que le cupiere a los Señores Justicias hasta el día de San Andrés inclusibe, sin que los Señores Justicias ayan de pedirlo, en pena de diez suel- dos.—————10 s. 48. Item, que ningún vezino ni abitador de dichas Valles pueda llebar a labar ganado al Puerto en pena de diez y seis sueldos por cada señal, los doze para las Comunas y quatro para los Mesegueros. ||4v. Adviértase que si alguno tubiera el ganado ynficionado, pueda yr a labar pidiendo licencia a los Señores Justicias, y el tal pagara quatro sueldos, y si acaso fuere alguno a labar sin licencia, tenga de pena los diez y seis suel- dos.———————————————————-16 s. 49. Item, que el ganado que lo encuentren los Mesegueros de Collado de Monfertus y de Monesma adelante, tenga de pena diez y seis sueldos. ———————— ———————————16 s. Item, que ninguno pueda llebar ganado forastero al Puerto syn que dé fianzas. Confirmose la presente Capitulación el día 11 de abril del año 1721 en la Junta general de las dos Valles, siendo Justicias y presentes, del Valle de Vio Juan Borruel, del Valle de Solana Martín Hizquerra, y con consentimiento de las dos Valles queda confirmada hasta el año mil sietecientos ventitres.

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DOCUMENTO 2 1752 ¿Zaragoza? Resumen del pleito llevado ante la Real Audiencia generada por el Valle de Vio respecto a la preeminencia de los derechos de este Valle sobre el de la Solana en el Puerto de Goriz. Documentación casa particular, Burgasé. Folio 7Este Pleito es de Demanda puesta por el Valle de Bio y Lugares que le compo- nen, que son Bió, Fanlo, Buerba, Ceresuela, Yeba, Nerín y Buisán, contra los lugares de Jánobas, Lavililla, Sasé, Burgasé, Chere, Castillar, Cajol, Muro, Ginabél, Campol, Giral y Semolué, que componen el Valle de Solana sobre diferentes Drechos. Supuesto 1.º (fol. 3) Y para su inteligencia, se supone lo 1.º: Que juntos los Jurados, Concejos y Universidades, singulares personas, vecinos y habitadores de los Lugares de Jánobas, Lavililla, Sasé, Burgasé, Chere, Castillar, Cajol, Muro, Ginabél, Campol, Giral y Semolué del Valle de Solana, Lascorz y Tricás, Fanlo, Bió, Ceresuela, Yeba, Buisán, Nerín, y Sercue del Valle de Bió, en sus nombres proprios y en los de dichos Concejos, Valles y Lugares, como Señores que eran del Puerto llamado de Gorit, que confronta con las Montañas de Francia, con montañas de la Villa de Torla, con montañas de la Valle de Bielsa, y términos de los Lugares de los Quiñones alto y bajo del Valle de Bió, con atendencia de que dichos Lugares y Concejos, para el buen Gobierno de dicho Puerto de Gorit, y para que en el tiempo ve||1v.nidero, sobre el goce de dicho Puerto no hubiesse pleitos ni diferencias, se hubiessen convenido hacer y pactar una Capitulación y Concordia, y para que fuesse firme y valedera, les hubiese parecido otorgarla cada uno de dichos Concejos en sus Lugares, puestos y partidas que podían convocar y congregar Concejo. Por tanto, de grado y de sus ciertas ciencias, y con atendencia que en días pasados por causa de ciertas questiones y dife- rencias que entre dichos Valles y Lugares había habido acerca de dicho Puerto, el qual era de dichos Valles y Lugares indiviso y por partir, para evitar pleitos y diferencias que en lo venidero podían suceder, por haber muchas cosas que no estaban prevenidas en las Concordias antiguas, y querer dichos Valles prevenir y declarar los incidentes que podían suceder, conformándose en primer lugar con las Concordias antiguas, y aña- diendo algunos capítulos que se hallaban ser mui necesarios para el buen gobierno de dicho Puerto, estatuyeron y ordenaron: 1. Que dicho Puerto de Gorit perpetuamente sea y quede Puerto y término común indiviso y por partir, entre los dichos Valles de Bió y de Solana, y Lugares arriba dichos de Jánobas, La Vililla, Lascorz y Tricás, y en tal manera, que aquel en adelante no se pudiesse partir y dividir, sino que fuesse con voluntad de todos.

7 Al margen: Procuradores: Forcada, por Bió; López de Oto, por Solana. Relator: D. Joseph Viziende

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||2 2. Que qualesquiere causas y negocios civiles y criminales del dicho Puerto de Gorit, dentro de él dependientes y emergentes, hubiessen de ser en cada un año declaradas y determinadas sumariamente y de plano por los dos Justicias de los dichos valles de Bió y Solana, con asistencia de quatro Prohombres, dos del Valle de Bió, y dos del Valle de Solana, que fuessen hombres de toda ley y experimentados en el arte de ganaderos, y a las tales sentencia o sentencias, que los tales Justicias diessen, conformándose con el parecer de dichos quatro Prohombres o la mayor parte de ellos, se haya de estar y esté perpetuamente, sin otro recurso jurídico ni foral. Y la persona o personas que en tiem- po ni manera alguna contravinieren a dichas sentencias, queden privados, durante su vida natural, de dicho Puerto, con sus ganados gruesos y menudos, y si los tales tubies- sen Mallada o Malladas en dicho Puerto de Gorit, las tengan perdidas y como si no tubiessen cabeza de ganado, las pueda correr qualquier vecino de dichos Valles, guar- dando el estilo que hasta entonces se había guardado. 3. Que todas y qualesquier sentencias y declaraciones dadas hasta entonces por los Justicias de dichos Valles de Bió y Solana, acerca de dicho Puerto de Gorit, assí sea de palabra como en escrito, se hayan ||2v. de observar inviolablemente, so pena a el que contraviniere, de quedar privado durante su vida de dicho Puerto, no obstante Firma ni otro empacho jurídico. 4. Que qualquier vecino de dichos Valles que quisiere correr o adquirir alguna Mallada en el dicho Puerto, la haya de correr con 50 cabezas de ganado o más, y estas hayan de ser de un señal, y no pueda haber res alguna treseñalada ni cofradiera, en pena de que no le valga su corrida. 5. Que por quanto de mucho tiempo hasta entonces se habían dado muchas Malladas a medias, y entonces había muchos que las tenían assí, que dichas Malladas estubiessen en su fuerza, eficacia y valor, y se pudiessen dar en adelante Majadas a media, y mientras qualquiera de dos Mitaderos mantubiere dicha Majada, no pueda ser corrida ni perdida, y el tal Mitadero que se le acaba el ganado, no pueda ser ni quede perjudicado para quando lo vuelva a tener, como el otro Mitadero la mantenga, y qual- quiera que en adelante quisiere dar Malladas a medias, haya de ser con acto, y que en el mismo año haya de hacer ostensión de dicho acto en la Junta del Puerto, y no pueda haber en una Majada mas de dos Mitaderos. 6. Que en adelante no se pueda vender por precio alguno Mallada alguna, so pena de tenerla perdida el vendedor, y el comprador, probado que sea legítimamente. 7. Que ||3 qualquiere que quisiere correr Mallada alguna, la haya de las buegas del Puerto, y si no, que no valga la tal corrida. 8. Que qualquiera que tubiere de una Mallada adelante en el dicho Puerto de Gorit, haya de tener 400 cabezas de ganado o mas, y en caso que no tubiere dicho núme- ro, se las hayan de correr todas, y el dueño se podrá escoger aquellas que mas le parecie- re. 9. Que en cada un año dichos Justicias hayan de nombrar los quatro Prohombres el día de la Junta del Puerto, y los dos hayan de ser de la Valle de Bió, nombrados por

86 DocumenTos sobre el pasaDo Del sobrarbe el Justicia de dicho Valle, y los dos por el Justicia del Valle de Solana, de este Valle, para que sirvan de consejeros a dichos Justicias, y de parecer de la mayor parte de ellos, dichos Justicias hayan de dar todas y qualesquiere Sentencias, assí civiles como criminales, que en dicha Junta fuessen demandadas, tocantes a dicho Puerto de Gorit. 10. Que atento que hasta entonces habían acostumbrado dichos Valles juntarse de tres en tres años, y por ver que era mui presto y que se ofrecían muchos gastos a los Valles, no tubiesen en adelante obligación de juntarse sino de seis a seis años, para tratar de lo que se ofreciere para buen gobierno de dicho Puerto. 11. Que en caso que dada la Sentencia por dichos Justicias, con el parecer de los cuatro Prohombres, todos conformes, alguno quisiere acusar a dichos Justicias, la defensa de ellos en dicho caso haya de ser a costa de dichos Valles ||3v. y Lugares de la Hermandad, y esto se entienda dando las sentencias al tenor de esta Concordia, y si las dieren al contrario de ella, no corra la defensa por cuenta de dichos Valles y Lugares. 12. Que si al tiempo de dar Sentencia dichos Justicias, con asistencia de los Prohombres, se hallare alguno de los Prohombres ser parte interesada de alguno de los litigantes, se nombre en su lugar otro para pronunciar siquiere aconsejar a los dichas Justicias la tal causa o causas, y esto el mismo día de la Junta. 13. Que si qualquiere de dichos Valles y demás Lugares de la Hermandad fal- taren a la declaración y sentencias de dichos Justicias, y intimados sumariamente y de plano por los oficiales de los Valles que saquen los ganados del Puerto, y no lo quisieren hacer dentro de un día natural después de intimados, pasado aquel, puedan los dichos Valles y Lugares de la Hermandad, enviar Guardias, las que fueren menester, para que saquen de absoluto poder dicho ganado del Puerto, assí grueso como menudo, y para pagar los gastos y expensas que hicieren dichos Guardias, se puedan vender de los dichos ganados gruesos y menudos antes de salir del Puerto, dándoles tan solamente 24 horas de moderación. 14. Que si alguno fuere preso por los dichos Justicias y ||4 no podrán determi- nar la causa sin hacerle proceso o llebar el tal preso a algún Lugar, que los dichos Justicias hayan de llebar el tal preso al Lugar mas cercano o a un otro que a ellos dos mas bien visto será, y por los dos dichos Justicias haya de ser hecho el proceso y juz- gada la causa, con parecer de dichos quatro Prohombres o la mayor parte de ellos, según los meritos del proceso, y si el Justicia del Valle de Bió, en ausencia de el de Solana, cogerá algún preso en dicho Puerto de Gorite, sea tenido de requirirlo y intimar o hacerlo saber al Justicia del Valle de Solana, para que vaya y asista con él para hacerle el proceso y conocer de la tal causa, y si no quisiere ir, el dicho Justicia del Valle de Vió pueda proceder en la tal causa y hacer todo lo que debe ser hecho de justicia. Y si el Justicia del Valle de Solana tomara en el dicho Puerto de Gorit preso alguno, en ausencia del Alcalde del Valle de Bió, en tal caso sea tenido intimar al tal Justicia del Valle de Bió para que vaya o envíe persona por él para sacar el dicho preso y llebarle al Lugar más cercano, o al Lugar que a los dos más parecerá, para que los dos puedan hacer el proceso debido y conocer y juzgar de la causa en la forma arriba dicha. Y si

87 manuel lópez Dueso el dicho Justicia del Valle de Bió, hecha dicha ||4v. intimación, no ira o enviará persona para recibir y sacar dicho preso del Puerto, en tal cosa, el Justicia de Solana, a costas del Justicia del Valle de Bió, pueda haber aquellas personas que haber podrá y le pare- cerá, para tener y guardar el dicho preso, hasta que el dicho Justicia del Valle de Bió habrá cumplido y acudido a lo que debe. 15. Que los Justicia y Baile del Valle de Bió puedan llebar y lleben sus Bastones de Justicia y Baile en el dicho Puerto de Gorit, según lo habían acostumbrado hasta entonces, lo que no pudiessen executar el Justicia y Baile de Solana, por no haberlo practicado. 16. Que si algunos pastores y ganaderos paciessen con sus ganados fraudulen- tamente el Puerto, y fueren hallados en partida alguna, tengan de pena de día por cada rebaño o estallo de ganado dos sueldos y medio, y si de noche o que haya transitado noche alguna en el dicho Puerto con sus ganados, tenga de pena por cada ramada o estallo de ganado, 20 sueldos jaqueses, la mitad para el Vedalero y la otra mitad para dichos Valles y Lugares. Empero si el dicho ganado se habrá escapado al pastor que lo guardaba, en tal caso, jurándolo, no tenga de pena sino dos sueldos y medio, y dichas penas no se puedan perdonar ni hacer franco de ellas, en pena de ser perjuro el Vedalero siquiere Guardia, que la tal pena pendo||5nará o franca hará. 17. Que qualquiere Vedalero o Guardia que fuere a prendar al Puerto, hallara una bestia gruesa o más, o un rebaño de ovejas o más, que por la bestia o bestias grue- sas no dexen de ir a prendar las ovejas, antes bien, sea obligado de ir a quitar el gana- do que mas tala le parecerá puede hacer y echarle del Puerto, y dexar la bestia gruesa o gruesas hasta que las ovejas o aquel ganado que mas tala puede hacer haya echado del Puerto. 18. Que Vedalero alguno siquiere Guardia no pueda entrar en el Puerto antes de la Suelta, so pena de ser perjuro y de diez sueldos por cada vez. 19. Que qualquiere que pondrá su ganado a pacer en el dicho Puerto con ata- laya o entrara primero a desemboscar con perros o en otra manera, por reconocer si hai Vedalero o no, tenga de pena por cada vez que será acusado por Vedalero alguno, cinco sueldos, y a más por poner el ganado, tendrá de pena dos sueldos y medio. 20. Que por poner remedio al abuso que se comete por los pastores que se con- ciertan dos de ellos o mas, entrar a un mismo tiempo a pacer en dicho Puerto, porque el Vedalero siquiere Guardia no puede prendar sino el uno de ellos, porque en tanto que quita del Puerto el ganado de aquel que primero halla, los otros huyen y se salen del Puerto, y assí pagando todos una pena son libres, sobre lo qual se estableció, que la Guardia que prendara el primer rebaño,||5v. que hallara, pueda tomar de juramento al pastor del tal ganado, si ha entrado con fraude o concertándose con los otros pastores, y si por el dicho pastor se probara haber entrado con el dicho fraude o cautelosamente, en tal caso todos los rebaños que con el dicho fraude habrán entrado, tengan de pena cada cinco sueldos, la qual no se les pueda perdonar. Y si el pastor no querrá jurar, sea habido por confesado y haya de pagar la dicha pena por todos los rebaños.

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21. Que si por ventura, vecinos algunos de dichos Valles y Lugares de dos o tres pastoradas de ganado que tengan, las ajuntaran y harán un rebaño cautelosamente, o por respeto de pacerse dicho Puerto con engaño o por no pagar sino una pena, en tal caso, tantos quantos rebaños en la forma sobredicha se juntaran, haya de pagar cada rebaño su pena. 22. Que qualquiere que llebara a pacer a Sesa o al Valle de Ansisclo o a d’Arasas ganado, que antes de entrar en dicho Puerto haya de tomar una Guardia, el que mas querrá, que le siga y acompañe, y haya de ir y volver, según se ha acostumbra- do, y si no lo hará, qualquiere otra Guardia que lo hallara en dicho Puerto, lo pueda prendar y tenga de pena doce sueldos y medio de día, y veinte de noche. Y el mismo día que entraren en el Puerto, hayan de salir de él, sin trasnochar ni dormir con su ganado en él, en pena de veinte suel||6dos por cada noche, sino que sea por fortuna de tiempo, a relación de la Guardia que los acompañará, y los pastores que dicho ganado llebarán, sean obligados de guardar de talar los dalladeros, en pena de cinco sueldos. 23. Que el dicho Puerto de Gorit haya de quedar vedado en cada un año perpe- tuamente, desde el día de la Anunciación de Nuestra Señora del mes de marzo, hasta el día de Santa Marina del mes de julio, y de este día en adelante suelto, sino que por los dichos Valles y Lugares sea por mas tiempo vedado, o dilatada la Suelta, sobre que se haya de tener en cada un año Junta general por dichos dos Valles y Lugares, y si en ella parecerá a entrambos Valles y Lugares deberse alargar la Veda o Suelta de dicho Puerto para mas adelante, sea a voluntad y determinación de dicha Junta, y para en el otro día de la Suelta, se haya de tener Junta general en el Plan de Tripales, y en ella se hayan de poner y dar la jura a las Guardias que entraran a guardar el Puerto en el año venidero, a saber es, el Valle de Bió ha de dar diez Guardias, y otras diez el de Solana, y los lugares de Jánobas, Lavililla, Lascorz y Tricás, y mas si mas querrán entrar, las quales Guardias, cada una de ellas, en virtud de juramento, expresamente sean tenidos y obligados de 15 en 15 días, desde el día de San Miguel de mayo ||6v. hasta el día de la Suelta, ir al dicho Puerto para guardar, ver y reconocer aquel, y si a noticia de alguno de los dichos Guardias pervendrá siquiere sucederá, que andará ganado en el dicho Puerto, sabiéndolo verdaderamente, sea obligado luego la dicha Guarda irlo a prendar, y si tal necesidad tendrá, por la que no podía ir a prendarlo, en tal caso, haciéndolo a saber luego a un otro Guardia de los mas cercanos, sea escusado, y dentro de los dichos 15 días y antes de San Miguel de mayo puedan ir los dichos Guardias al dicho Puerto tantas quantas veces querrán, conque en la dicha ida ordinaria que de 15 a 15 días han de hacer, sean tenidos estar en dicho Puerto un día y una noche cumplidamente, reconociendo y guardándolo según conviene. 24. Que qualquiera que tendrá en dicho Puerto Mallada cierta para su ganado, haya de llebar buenamente sugeto acostumbrado y volver a su acaluratuero acostum- brado, y darles la sal en las salinas acostumbradas, y no darles Mallada hasta pasado San Bartholomé, y el que lo contrario hará, haya de pena 20 sueldos, y qualquiere que dará sal a yeguas o vacas algunas, sea tenido llebarlas a dar la dicha sal a las salineras acostumbradas, en pena de dos sueldos, y el que las dichas penas acusará, haya de ser persona de fe y de verdad.

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25. Que ninguno pueda ser admitido a entrar a pacer en di||7cho Puerto con sus ganados, sino que sea vecino de algún Lugar de la dicha Hermandad, y tenga continua residencia y habitación de invierno y de verano en el tal Lugar, que vecino será, él o hijo suyo por él o persona propria de su casa. 26. Que qualquiere que con vendiciones o otros actos fictos y hechos en fe; y por cubierta o con otra alguna colusión o cabilación mala, traerá al dicho Puerto gana- do forastero, lo haya de pagar siempre que la tal ficción descubierta será, y a más de esto, aquel tal que lo traerá, incurra en pena de 60 sueldos jaqueses. 27. Que qualquiera pastor que no será de la Hermandad, pueda poner en el dicho Puerto 40 cabezas de ganado francas, y qualquiere hermano del dicho Puerto que tenga mitaderia, tenga otras 40 francas, y la cría que de ellas saldrá por tiempo de cinco años, y si mas las tendrá, haya de pagar por todas de 40 arriba lo que la Hermandad determinare, y así mismo pueda tener cada uno dos vacas o yeguas francas, y de dos arriba, pagará como es costumbre. 28. Que si serán halladas en dicho Puerto cabras algunas de cinco arriba de un amo, paguen de pena miaja por cabeza hasta 20 cabezas, y de 20 arriba hasta 50, un sueldo, y de 50 arriba, dos sueldos y medio. 29. Que el día de la Suelta del Puerto, ninguno pueda entrar en él con su ||7v. ganado ni tomar Mallada antes de la hora debida, y si lo hará, no le valga la Mallada que tomará, antes bien, la haya de dexar y tenga de pena cinco sueldos. Y asímismo, qualquiere que antes de la hora debida se tomara a dallar o a señalar yerba con dallo o con falz, tenga de pena diez sueldos y pierda la hierba, y pueda ser acusado por Guardia o por qualquier otro hermano del Puerto, y sea la mitad de la pena de la Hermandad, y la otra mitad del acusador. 30. Que qualesquiera otras causas y diferencias que entre los hermanos de dicho Puerto acaecerán por negocios o causas de él dependientes, que en la presente Capitulación y Concordia no se han podido declarar ni determinar, sean declaradas por dichos dos Justicias, con asistencia y parecer de los cuatro Prohombres arriba mencio- nados, a las que se haya de estar, so pena de las penas en la presente Capitulación especificadas. Cuya Capitulación y Concordia pasó por testimonio de Juan de Lascorz, Notario real y habitante en el Lugar de , y fue otorgada en los días 29 y 30 de abril, y 1.º de mayo de 1676.

Supuesto 2.º (fol. 25) Supónese también, que en 25 de enero de 1751, se pareció en esta Real Audiencia por el Valle de Solana y Lu||8gares de Burgasé, Sasé y Campel (sic.) que la componen, dando un Pedimento de Firma, alegando, que en el día 1.º de mayo de 1676, los Lugares que respectivamente componen los Valles de Solana y Bió, y los de Jánobas, Lavililla, Lascorz y Tricás, como Dueños y Señores que eran del Puerto llamado de Gorit (que confrontan) que era término común, indiviso y por partir entre los dichos

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Valles y Lugares, había de quedar perpetuamente, sin que en ningún tiempo pudiesse partir ni dividirse sino con voluntad de todos, para el mayor Gobierno de dicho Puerto, otorgaron la escritura de Concordia del Supuesto antecedente, que presentaron. Que dicha escritura de Concordia desde su otorgamiento hasta de presente ha estado y está siempre y continuamente en su observancia, fuerza y vigor, y se han obser- vado y guardado todos los pactos contenidos en ella, y cada uno de ellos, por los Valles de Solana, Bió, y los referidos Lugares de Jánobas, [La] Vililla, Lascorz y Tricás, y esto públicamente, pacífica y quieta y sin contradicción de persona alguna, a vista, ciencia, tolerancia y aprobación de los vecinos y habitadores de los dichos Valles y Lugares arriba expresados, y otras personas y puestos, que verlo y saberlo han querido, sin que jamás, ni en tiempo alguno se haya contravenido a dicha Escritura ni contra lo en ella prevenido se haya hecho ni practi||8v. cado cosa alguna, lo que era público y notorio, y ofrecieron justificar y concluyeron la querella regular, pidiendo se les despachasse Firma titular, para que no se contraviniesse a dicha Escritura. (fol. 27, 33 bta. y 40) Y dada la Infomación con tres testigos, que declararon la obser- vancia de vista, por el tiempo de su memoria, y de oydas a sus antiguos que nombraron, se mandó despachar la Firma en la forma ordinaria, con razones. (fol. 48 bta.) (fol. 50) Y librada Real Provisión (co) con la copia de la Concordia, se opuso la Junta del Valle de Bió, pidiéndosele entregassen los Autos, y se mandó assí.

Pleito (fol. 52) Supuesto lo referido, en 15 de marzo de 1751, se pareció en esta Real Audiencia por los Alcaldes, Regidores y Junta del Valle de Bió, y sus Lugares de Bió, Fanlo, Buerba, Ceresuela, Yeba, Nerín y Buisán de que se compone, poniendo acción y deman- da al Valle de Solana y sus Lugares de Burgasé, Sasé y Campel (sic.), alegando: Que dicho Valle ha sido y es Dueño, Señor y Posehedor del Puerto llamado de Gorit, sito en el presente Reyno, que confronta con montañas de Francia, y de las Villas de Torla y Bielsa, y con Quiñónez de la Villa de Vió, aunque con goce del Valle de Solana y sus Lugares en el referido Puerto, habiendo dicho Valle de Vió por más de cien ||9 años y de tiempo inmemorial hasta de presente, mediante el Alcalde de la Villa de Bió y su Valle, exercido la jurisdicción civil y criminal por si a solas, e independiente del Alcalde de Solana, ni Prohombres algunos, llebando los presos al Lugar de su resi- dencia, y a execución sus sentencias, procediendo en todo conforme a drecho en el referido Puerto, sin intrometerse en manera alguna éste; convocando para las Juntas Generales o Particulares, presidiéndolas con su insignia y vara, y determinando sus questiones y diferencias, oyendo y determinando por si todas y qualesquiere causas generales o particulares o respectivas al dicho Puerto y sus interesados; sin permitir el dicho Valle de Vió el correr Malladas, ni darse a medias, sino disponer de las vacantes, ni permitir que qualquiera ganadero tenga por si más de una Majada, quedando las demás a disposición de la Junta, convocándose ésta siempre que al dicho Valle ha pare- cido; exigiendo las penas a los ganados que se hallan amorgonando o bogueando en dicho Puerto, y de las que peñoran sus Guardias, denunciándolas al Alcalde de Bió, de

91 manuel lópez Dueso los rebaño o rebaños, según la denunciación de dicho Guardia, mediante el qual seguía el ganado, obteniendo licencia del Alcalde de Bió, que hace pasar a herbajar a otras montañas por el referido Puerto, determinando la Junta ||9v. la Suelta de dicho Puerto en el día y por el tiempo que le ha parecido, y el nombramiento de Guardias y residen- cias de éstas en aquel, permitiendo y pudiendo los ganaderos dar la sal a sus ganados mayores y menores en la parte que les ha parecido de dicho Puerto, apenando assí a los forasteros, aún con título de pastores, que han entrado y han sido hallados en dicho Puerto sus ganados, de suerte que todo lo gubernativo de dicho Puerto y respectivo a sus pastores, ha sido y es proprio y peculiar de la Junta General, estatuyendo y dispo- niendo lo que ha tenido por más conforme y conveniente, y todo lo respectivo a la jurisdicción civil y criminal y contenciosa, proprio, peculiar y privativo de dicho Alcalde de la Villa de Bió y su Valle, sin dependencia alguna del Alcalde de la Villa y Valle de Solana ni sus Ministros, ni haber tenido ni tener éste ni exercido en razón de dicho Puerto, ni en sus Juntas ni fuera de ellas, acto alguno de jurisdicción, como todo lo sobredicho era así verdad, y constaría. Y sin embargo de ello, el dicho Valle de Solana, so color y pretexto de la Capitulación del Supuesto 1.º, y Firma del Supuesto 2.º, obtenida para su pretendida observancia, pretenden embarazar al Valle de Bió y abdicarse los referidos drechos, siendo como es assí, que dicha Capitulación ni en sus pactos jamás ni en tiempo alguno han estado en observancia, siendo la verdad, lo que se dexa por dicho Valle de Bió expuesto, como cons||10tará y no siendo justo. Concluyeron suplicando que por definitiva Sentencia se pronuncie y declare tocar y pertenecer a la dicha Junta y Valle de Bió y su Alcalde en el dicho Puerto de Gorit, la jurisdicción civil y criminal, y demás drechos, usos y goces arriba expresados, sin embargo de la relacionada Capitulación, condenando al Valle de Solana y sus Lugares, a que so color de ella, no impida, estorbe ni embarace al Valle de Bió en los referidos sus drechos, ni en el otro y cada uno de ellos, con los pronunciamientos y declaraciones más conformes a su drecho, con imposición al Valle de Solana de silencio y callamiento perpetuo. Despachado emplazamiento, y notificado al Valle de Solana y Lugares de Burgasé, Sasé y Campel (sic.) que le componen, se ha opuesto, pidiendo se le absuelva de la Demanda, imponiendo al Valle de Bió silencio y callamiento perpetuo, con conde- nación de costas. Porque es incierto que dicho Valle de Bió por si a solas sea Dueño, Señor y Posehedor del Puerto llamado de Gorit, y sólo lo es a una con el Valle de Solana y demás Lugares anexos, como término común, indiviso y por partir entre ambos Valles, quedando perpetuamente sin partir ni dividirse, sino con voluntad de todos, y assí se halla reconocido por el Valle de Bió en la Escritura de Concordia del Supuesto 1.º. Que en la misma forma es incierto ||10v. que el Alcalde del Valle de Bió, por si a solas haya exercido la jurisdicción civil y criminal, ni haya presidido las Juntas, ni determinado las causas, ni executado los demás actos que expresa, respectivos a los ganados y Majadas, sino que siempre en conformidad de dicho Concordato, y según lo

92 DocumenTos sobre el pasaDo Del sobrarbe pactado en él, ha exercido el Alcalde del Valle de Solana junto con el de Bió la jurisdic- ción civil y criminal, presidiendo ambos en las Juntas y exerciendo los demás actos y cosas expresados en la Demanda contraria. Que dicho Concordato en todos sus pactos, desde su otorgamiento hasta de presente, siempre y continuamente ha estado y está en su observancia, fuerza y vigor, como constará y lo acredita el que habiendo ganado dicho Valle de Solana la Firma titular del Supuesto 2.º, con justificación de dicha observancia, habiéndose opuesto el referido Valle de Bió, huyendo de ella, interpuso el recurso de la aserta Demanda.

Probanza del Valle de Bió (Interrogatorio fol. 119) Recibido este Pleito a prueba, se presentó Interrogatorio por el Valle de Bió, y en testigos a: (fol. 121) 1.º Jaime de Villa, natural y vecino del Lugar de Escuaín del Valle de Puertolas, edad 54 años. (fol. 132) 2.º Diego Pérez, natural y vecino del Lugar de Jánobas, agregado al Valle de Solana, edad 66 años. ||11 (fol. 140bta.) 3.º Vicente Pérez, natural y vecino del Lugar de Jánobas de la Ribera del Valle de Solana, edad 75 años. (fol. 149) 4.º Miguel Jánobas, natural del Lugar de Lascorz, y vecino de el de Jánobas de 28 años a esta parte, edad 56 años. (fol. 152) 5.º Domingo Pérez, natural y vecino del Lugar de Jánobas, edad 56 años. (fol. 165) 6.º Miguel del Río, natural del Lugar de [La] Vililla, y vecino de el de Jánobas de 20 años a esta parte, edad 52 años. (fol. 173) 7.º Vicente Fuertes, natural y vecino del Lugar de Jánobas, edad 49 años. (fol. 181) 8.º Joseph Pérez, natural y vecino de Puyuelo, Aldea de Campol del Valle de Solana, edad 63 años. (fol. 189) 9.º Nicolás Frauca, natural y vecino del Lugar de Buesa del Valle de Broto, edad 60 años. (fol. 197) 10.º Miguel Pintao, natural del Lugar de Fanlo en el Valle de Bió, y vecino de la Villa de Broto de 8 años a esta parte, edad 49 años. (fol. 205) 11.º Pedro Balles, natural y vecino del Lugar de Buesa, edad 75 años. (fol. 213) 12.º Phelipe Buisán, natural y vecino del Lugar de Asín del Valle de Broto, edad 72 años. (fol. 221) 13.º Manuel de Fuertes, natural y vecino del Lugar de Jánobas, edad 58 años. (fol. 229) 14.º Pedro Cuello, natural y vecino del Lugar de Murillo de San Pietro, Aldea de la Villa de Boltaña, edad 50 años. (fol. 235 bta.) 15.º Mosen Sebastián Pérez, Presb?tero, Retór de la Yglesia ||11v. Colegial de Fanlo del Valle de Bió, ganadero de este Valle, edad 81 años. (fol. 244) 16.ª Mosen Matheo Garcés, Presb?tero natural y Racionero de la Colegial de Fanlo, edad 68 años.

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2.ª Pregunta: Si saben o tienen noticia del Puerto llamado de Gorit, sito en el presente Reyno, que ha confrontado y confronta con montañas de Francia, y de las Villas de Torla y Bielsa, y Quiñones del Valle de Bió, y que por más de cien años y de tiempo inmemo- rial, de cuyo principio no ha habido ni hai memoria de hombres en contrario hasta aora, y de presente continuamente la Villa y Valle de Bió y sus Lugares, como Dueños que han sido y son del referido Puerto, aunque con goce en él del Valle de Solana y sus Lugares, ha estado y está por si y mediante el Alcalde de la dicha Villa y Valle de Bió, en el dre- cho, uso y posesión pacífica de exercer la jurisdicción civil y criminal por si a solas e independiente del Alcalde de Solana y Prohombres en todas las causas y casos tocantes y pertenecientes al referido Puerto, oyendo y determinándolas conforme a drecho, y llebando a execución sus sentencias, y habiendo y resultando presos, de conducir y lle- barlos al Lugar de la residencia del mismo Alcalde de Bió, y mantenerlos en sus casti- llos, sin intrometerse en el exercicio de la jurisdicción en manera alguna el dicho Alcalde de Solana ni su Valle o Lugares, ni sus Ministros, convocando el dicho Alcalde de Bió para sus Juntas Generales o particulares, presidiéndolas con su insignia y vara, y oyendo y determinando en ellas las questiones y diferencias por ||12 qualesquiere cau- sas generales o particulares respectivas al referido Puerto y sus interesados, de manera que todo lo respectivo a la jurisdicción civil y criminal o contenciosa, en quanto al refe- rido Puerto, ha sido y es y se ha exercido y exerce por el dicho Alcalde de la Villa y Valle de Vió por si e independiente, y sin intrometerse en ello el de Solana, como la convoca- ción también de las Juntas, y su presidencia con su vara en ellas públicamente, pacífica y sin contradicción alguna, lo que se articula de hecho antiguo con una oída. Los 16 testigos dicen tienen noticia del Puerto de Gorit y sus confrontaciones, a causa de la proximidad de los Lugares de sus domicilios, y algunos tener goce en él, con cuyo motivo saben la pregunta por el tiempo de sus memorias, a excepción del 9 y 11, que la dicen de oídas, y el 14 que la dice en parte de vista y en parte de oídas. Y en su consequencia añaden: (fol. 125) El 1.º, que habiendo estado varias veces y hallándose entre otras ha más de 26 años en dicho Puerto, vio que concurrían a él los Alcaldes de Vió y Solana, pero que solamente llebaba insignia de tal Alcalde el de Bió, y como tal disponía y mandaba todo lo concerniente a dicho Puerto, sin que en ello se entrometiese en manera alguna el Alcalde de Solana ni sus Prohombres. Y asimismo vio que en la Junta que se celebró en el Puerto, presidía el Alcalde de Vió, y en ella por si a solas determinó algunas diferen- cias, no obstante que asistió a dicha Junta el Alcalde del Valle de Solana, y solamente ha ||12v. oído que el Valle de Solana y sus Lugares tienen el goce de las hierbas en dicho Puerto, y que el Alcalde de Bió ha executado todo lo demás. Que expresa la pregunta sin contradicción de persona alguna. (fol. 135) El 2.º, que en años pasados, hallándose en el Puerto de Gorit, vio que el Alcalde de Bió exercía la jurisdicción civil y criminal, llebando la insignia de vara, y que el Alcalde de Solana, aunque le acompañaba con otros Prohombres, nada hacia mas que acompañarlo, y vio que todas las quejas las daban en derechura al Alcalde de Bió, y éste las determinaba, hallándose presidiendo en la Junta.

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(fol. 143bta.) El 3.º, que habiéndose hallado en años pasados en la Junta de Puerto, vio que el Alcalde de Bió exercía la jurisdicción civil y criminal, andando por el Puerto con vara levantada, y en dicha ocasión hace memoria, que llebaron a vender al Puerto una carga de peras, a las que dio precio el Alcalde de Solana, y sabido por el de Bió, inme- diatamente mandó al hombre que las vendía saliera del Puerto, diciendo que el Alcalde de Solana no tenía jurisdicción para cosa alguna, y le obedeció, y aora dos años vio igualmente en dicho Puerto que el Alcalde de Bió dio precio a otra carga de peras, y que el mismo Alcalde llamó a Junta y estando en ella, vio que presidía, y que todas las quejas las daban los Mesegueros al dicho Alcalde de Bió, y éste las determinaba, como facultativo suyo, denotando tener la jurisdicción civil y criminal, y aunque es cierto que el Alcalde de Solana con otros Prohombres le acompañaba, nada mas se hacía que lo ||13 que decía el Alcalde de Bió. Y observó el testigo que todo lo hacía sin contradicción de persona alguna. (fol. 151 bta.) El 4.º, que habiendo estado el testigo como uno de los llamados en una Junta que en años pasados se celebró entre los dos Valles en dicho Puerto, vio que el Alcalde de Bió exercía la jurisdicción civil y criminal, andando por el Puerto con vara lebantada, y aunque es cierto que a dicha Junta asistió el Alcalde del Valle de Solana, en él se hallaba como uno y otro, y no tenía voz activa ni pasiva en quanto a decidir y determinar, sí sólo después de haber propuesto el Alcalde de Bió, como Presidente de la Junta, podía, como todos los demás de ella, replicar. Y en dicha ocasión vio que las quejas y denunciaciones del Puerto se daban al Alcalde de Bió, y éste las resolvía. Y vio que a su llamamiento se congregaron a Junta. (fol. 160) El 5.º, que hace 18 ó 19 años que siendo el testigo uno de los Guardias nom- brados por el Valle de Solana para guardar el Puerto de Gorite, vio que en la Junta que se celebró en él, asistieron ambos Valles, pero que en ella presidió el Alcalde de Bió con vara levantada, y el mismo Alcalde oyó y determinó las causas civiles y criminales, pues en la misma ocasión y tiempo, el testigo le manifestó muchas penas al dicho Alcalde de Bió, y llegado el tiempo de su cobranza, le dio orden al testigo que las exigiera, y de todo lo que iba resultando en dicha cobranza, el testigo le iba dando cuenta. Y aunque es cierto que a la misma Junta concurrió el Alcal||13v. de de Solana, éste no hacia mas que hallarse de cuerpo presente como todos los demás que concurrían a ella, sin deter- minar ni resolver cosa alguna en quanto al Puerto de Gorit. (fol. 168) El 6.º, que habiendo sido Guardia o Meseguero del Puerto de Gorit nombra- do por el Valle de Solana, hallándose en él, vio que el Alcalde de Bió exercía la juris- dicción civil y criminal, llebando para ello la vara lebantada, y aunque en la ocasión vio también que concurrió a la Junta el Alcalde del Valle de Solana con algunos Prohombres, no exerció cosa alguna en quanto mirasse a jurisdicción. Y en la Junta que celebraron, vio el testigo que presidía el mencionado Alcalde de Bió y el testigo, como Guardia nombrado por el Valle de Solana, adveró las penas al Alcalde de Bió, y assí todos los demás Guardias que tenían, y el mismo Alcalde mandó después exigirlas, y se repartieron entre ambos Valles. Y vio también que quando le pareció al dicho Alcalde de Bió, se congregaron a Junta.

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(fol. 176) El 7.º, que habiendo sido en años pasados electo Guardia o Meseguero del Puerto de Gorit, nombrado por el Valle de Solana, por no darle lugar sus ocupaciones, nombró de su cuenta a un vecino de su Lugar, quien le expuso varias veces que la juris- dicción civil y criminal en el mencionado Puerto la exercía el Alcalde de Bió, y al mismo en señal de ello le manifestaban las penas, y que mandasse pagarlas, y al mismo tiempo le ||14 expuso que el referido Alcalde de Bió llamaba a Junta quando quería, y presidía en ella con vara lebantada, y dentro y fuera de ella determinaba todo lo conferente a dicho Puerto, sin que se le opusiesse persona alguna. Y oyó el testigo a Vicente Périz, que el Alcalde de Bió mandó en el Puerto que quitaran luego una carga de peras que había en él, por parecerle a dicho Alcalde que no eran buenas y éste y el antecedente aumentan, que comprehenden que la asistencia del Alcalde del Valle de Solana al men- cionado Puerto, sólo es para saber las penas que puede haber en él, como porcionista que es de ellas el Valle de Solana. (fol. 184) El 8.º, que habiendo estado en el Puerto ha unos tres o quatro años, siendo Alcalde de Bió Carlos Borruel, vio que éste exercía la jurisdicción civil y criminal en dicho Puerto, y como tal transitaba y andaba por él con vara lebantada, denotando ser el Juez en dicho Puerto, dándole la presidencia el Alcalde de Solana, quien no tenía insignia alguna de tal. Y en la misma ocasión vio el testigo que dicho Don Carlos, como Alcalde del Valle de Bió, condenó a un vecino del Valle de Solana pagara cien reales a Agustín de Sala de San Felices, y también vio que todos los que tenían alguna preten- sión o queja, en quanto fuesse concerniente al dicho Puerto, se la daban al mencionado Alcalde de Bió, y éste convocó la Junta quando le pareció y presidió. (fol. 200) El 10.º, que hallándose pasturando el ganado en el Puerto, vio en las Juntas que cele||14v.braron en él ambos Valles, que el Alcalde de el de Bió presidía con vara lebantada, y exercía la jurisdicción civil y criminal, pues advirtió que mani- festaban las penas al Alcalde de Bió, y aunque le acompañaba el de Solana, notó que éste no decía cosa alguna en quanto a la jurisdicción que exercía el de Bió, y tam- bién vio que hasta que avisó éste que se congregaran a Junta, no se movieron a cosa alguna, y en ella puestos, vio hizo todos los actos denotantes a la jurisdicción civil y criminal. (fol. 216) El 12.º, que hace memoria vio en años pasados, que Juan Borruel, Alcalde de Bió, fue al Puerto a levantar un cadáver, y lo conduxo al Lugar de Fanlo, y hallándose en dicho Lugar muchas veces, observó que el Alcalde despachaba ordenes por medio de sus Ministros, ya para cobrar las penas del dicho Puerto, como para convocar el Valle de Solana con sus Lugares y anexos. Y hallados juntos en qualquiera parte, ha oido que el Alcalde de Bió ha presidido con la insignia de tal, y que el de Solana jamás, ni en tiempo alguno se ha entrometido en dicha jurisdicción. (fol. 224) El 13.º, que se ha hallado, por ser pastor, en el Puerto, a tiempo que han ce- lebrado la Junta ambos Valles, y ha visto que ha presidido el Alcalde de Bió, y aunque vio igualmente que concurría el Alcalde de Solana, notó que el de Bió por si a solas decidía y determinaba todas las diferencias y questiones ||15 que ocurrían en dicho Puerto, sin que de ello se le diesse noticia ni tomase dictamen del Alcalde del Valle de

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Solana. Y también notó que los Guardias adveraban las penas al Alcalde del Valle de Bió, y que éste las hacia exigir. (fol. 232) El 14.º, que ha unos 30 ó 32 años, guardó ganado en el Puerto de Gorit, y en las ocasiones que se ha hallado en él, ha visto que el Alcalde de Bió ha exercido la jurisdicción civil y criminal por si a solas, no obstante que en las Juntas celebradas en dicho Puerto por ambos Valles, concurría el de Solana, quien el testigo observó que sólo se hallaba como de cuerpo presente. Y también que todas las penas se las adveraban al Alcalde de Bió, y éste las mandaba exigir, sin dictamen del Alcalde de Solana, y aunque no vio presos en dichas ocasiones, oyó a personas fidedignas, que el Alcalde de Bió tenía la jurisdicción criminal, y los llebaba al Lugar de su domicilio, sin que se entro- metiesse en cosa alguna el Alcalde de Solana. Y también oyó que estando juntos los Alcaldes de ambos Valles, nada replicaba contra lo que practicaba el Alcalde del Valle de Bió el de Solana, y a los mismos oyó que el mencionado Alcalde del Valle de Bió convocaba siempre a Junta General o Particular al Valle de Solana. (fol. 239) El 15.º, que en el año de 22, según hace memoria, habiendo habido un muerto en el dicho ||15v. Puerto, lo conduxo el Alcalde del Valle de Bió por si a solas al Lugar de Fanlo, y lo enterró el testigo, como tal Retor, y ha visto que dicho Alcalde ha manda- do convocar a Junta, con el motivo de haberse hallado el Alcalde en el Lugar de Fanlo. (fol. 247) El 16.º, que habiendo estado muchas veces en el Puerto en el día que ambos Valles han celebrado la Junta, a la que se ha llamado por el Alcalde de Bió, y estando en ella, ha visto que el mencionado Alcalde de Bió presidía con vara lebantada y oía todas las quexas y casos tocantes al dicho Puerto, y las determinaba por si a solas, sin dictamen del Alcalde de Solana. Y al mismo tiempo notó que el Alcalde de Vió hacía e hizo otros actos denotantes a la jurisdicción civil y criminal, sin impedimento del Alcalde del Valle de Solana. Y todos los testigos, a excepción del 14.º, por el tiempo que sus memorias no alcanzan, la dicen de oídas a sus antiguos que nombran. (fol. 108) Dentro del mismo término de prueba, se compulsó por el Escribano Receptor que entendió en ella, un Privilegio concedido a la Valle de Bió por el Señor Rey Don Juan de Aragón, de cuya fecha no consta, por el que promete, en atención a los agra- dables servicios que había hecho a los Señores Reyes de Aragón y a su situación, de no ||16 agenarlo de la Corona, antes bien, que con todos sus proventos y emolumentos, y con la jurisdicción civil y criminal, quedasse perpetuamente unido e inseparable de la Corona de Aragón. (fol. 109 bta.)Un acto de Requesta hecha en 9 de junio de 1676, por procurador legítimo del Concejo del Lugar de Buerba a Juan Lascorz, Notario, para que no extrajesse la Escritura de Capitulación del Supuesto 1.º, sin inserción de dicha Requesta, que funda en la posesión inmemorial que tenían los de Buerba de pacer y otros usos en el Puerto de Gorit, en virtud de una Sentencia Arbitral, que alegaron estar loada y aprobada por los Valles de Solana y Bió. A que respondió dicho Notario, que el acto de Capitulación y Concordia estaba ya cerrada en 1.º de mayo del expresado año de 1676.

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(fol. 111 bta.) Un acto de Oficio proveído por el Alcalde del Valle de Bió en Fanlo, en 11 de agosto de 1722, por el que con noticia que se le había dado, que Domingo Ferga, vecino de dicho Lugar, se hallaba muerto en el Puerto de Gorit, mandó se pasasse a él a levantar el cadáver, y llebado a Fanlo y habiéndose executado, le mandó al Cirujano hiciesse reconocimiento de si tenía alguna herida o lesión, y no habiéndola hallado, antes bien declarado que había muerto de accidente natural, y hecho otras averigua- ciones, y no resultado cosa al||16v.guna, lo mandó entregar a la Yglesia, para que le diesse tierra. (fol. 112) Unos Autos Sumarios en virtud de querella dada al Alcalde de Bió en 14 de agosto de 1733, por Roque Buisán, vecino de Fanlo, sobre haberle desgreñado Pedro de Latre, vecino de Buerba, en el Puerto de Gorit, y habiéndolo mandado llebar preso, y mandado al querellante pidiesse lo que le conviniesse, y respondido que le perdonaba de su parte, le hizo pedir perdón, y executado, le apercibió no cometiesse otro exceso, porque se le castigaría, lo que ofreció y pagó quatro sueldos al Ministro, en que le con- denó, y le dió libertad. Otros Autos, de que resulta, que en 2 de agosto de 1744, en el Puerto de Gorit, el Alcalde del Valle de Bió, habiendo visto que estando en pública Junta los dos Valles, Domingo de Pueyo y Pedro Ceresuela, vecinos de Yeba, se daban de palos, los puso presos por su Ministro, y habiéndolo estado como dos horas, se perdonaron el uno al otro, y pidieron al Alcalde les perdonasse la injuria que habían hecho a la Justicia por su atrevimiento, y dicho Alcalde, viéndolos reconocidos, les hizo hacer paces, y les intimó, que otra ocasión no hiciessen tal desafuero, y menos en presencia de la Justicia, porque se castigaría como merecían, y les mandó pagassen un sueldo al Ministro, y habiéndolo pagado en acción de gracias, les dió libertad y estas dili||17gencias se hallan firmadas por el Alcalde del Valle de Bió y su Escribano de fechos, y las del ante- cedente, por sólo el Alcalde. (fol. 113) Una Causa introducida en el año 1749 ante el Alcalde del Valle de Bió, por el Doctor Don Sebastián de Ferreñac, Rector de la Parroquial de Buerba, contra Domingo Méliz y Pedro Méliz, vecinos del Lugar de Burgasé del Valle de Solana, sobre marave- dís, en virtud de papel de obligación otorgado a su favor por éstos, quien con narrativa de dicha obligación, y de que los obligados tenían su ganado en el Puerto, y de que temía lo querían ocultar y transferir su dominio verbalmente, pidió embargo de él, y provehido por dicho Alcalde del Valle de Bió, pasó con su Escribano al Puerto de Gorit, y embargó 64 cabezas de ganado, como proprias de los obligados y de su señal, y hecho a saber al Retor, pidió que dichos Domingo Méliz y Pedro Méliz reconociessen las fir- mas del papel, y que respecto que los susodichos residían en el Lugar de Burgasé, de la jurisdicción del Alcalde del Valle de Solana, se despachasse requisitoria, para que dicho Alcalde de Solana les compeliesse a ello ante el Escribano que eligiere, y por el Alcalde del Valle de Bió se mandó librar la requisitoria que se pedía, la que no consta haberse entregado ni reproducido, y sólo se halla a continuación ||17v. una Requesta hecha al Alcalde del Valle de Bió en 29 de agosto de 1749, por Francisco Antonio, pastor de Don Juan Francisco Méliz, Retor del Lugar de Burgasé, pidiendo le restitu-

98 DocumenTos sobre el pasaDo Del sobrarbe yesse las 64 cabezas de ganado que había separado de su ganado, respecto de ser éste proprio y del dominio de dicho Retor, quien se lo había encomendado, y presentó una declaración jurada hecha por Pedro Méliz ante el Alcalde del Valle de Solana, quien dice haberle dado dicho ganado al expresado Retor, para en pago de varias cantidades que expuso deberle. Y por el Alcalde del Valle de Bió se proveyó Auto, por el que en vista de ser, ya que no del todo cierto, por lo menos dudoso, ser el ganado del Retor de Burgasé o Pedro Méliz, mandó se le reintegrasse el ganado al dicho Francisco Antonio, para que lo cuidasse, obligándose a darlo ante la Justicia, donde dicho ganado herba- jase en el caso que el Retor de Buerba averiguasse en forma, sobre si era de su juris- dicción o no, en donde le conviniese. Y notificado, hizo la obligación el referido pastor. 3.ª pregunta: Que la dicha Villa y Valle de Bió, por el dicho tiempo inmemorial hasta aora y de presente continuamente, ha estado y está en el drecho, uso y posesión pacífica, siem- pre que le ha parecido y tenido lo por conveniente, de convocar a llamamiento de su Alcalde, a Junta General ||18 a sus Lugares, y al dicho de Solana y los suyos, y en ella estatuir y resolver y disponer la dicha Junta General a pluralidad de votos lo que ha tenido por conveniente en respecto a lo gubernativo de dicho Puerto de Gorit y sus pastos, determinando la dicha Junta la Suelta de dicho Puerto en el día y por el tiempo que le ha parecido; nombrando las Guardias para la custodia de aquel y providenciando la residen- cia de éstas en el referido Puerto; prohibiendo y embarazando y exigiendo y cobrando las penas de todos los ganados forasteros, aunque sean proprios de los pastores que guardan el ganado proprio de dichos Valles y sus Pueblos, que en qualquier manera han sido ha- llados en dicho Puerto, denunciándolas al Alcalde de dicha Villa de Vió; prohibiendo y vedando el correr ni vender Malladas, ni darse a medias ni el que qualquier ganadero tenga por sí más de una Majada, disponiendo la Junta de las demás y sus vacantes, y prohibiendo también el amorgonar o boguear los ganados en dicho Puerto, y exigiendo las penas del rebaño o rebaños que assí han sido hallados. Y prohibiendo también, que sin la licencia del dicho Alcalde de Bió pasen y transiten ganados algunos por el referido Puerto a herbajar a otras montañas, y esto guiados y acompañados por los dichos Guardias, ||18v. y permitiendo y consintiendo a los ganaderos de dichos Valles, el poder dar, como han dado y dan a sus ganados mayores y menores, la sal en la parte o parage de dicho Puerto que han tenido por más conveniente. Cuyo posesorio se articula con dos oídas. Los 16 testigos saben la pregunta a excepción, que menos el primero, dicen que los Guardias los nombran ambos Valles, y algunos dicen también que es incierto que cada ganadero no pueda tener sino una Majada, pues pueden tener más, según el núme- ro de ganado, a disposición de la Junta, y la saben el 1.º de oídas a ganaderos de los Valles de Solana y Bió, con el motivo de haberles tratado, por ser ganadero. El 2.º, porque hallándose en algunas Juntas de los dos Valles, ha visto que se han juntado a llamamiento del Alcalde del Valle de Bió, y éste hallándose presidiendo, ha propuesto lo conveniente a dicho Puerto, y en quanto a Majadas, en las mismas Juntas ha visto se ha tratado, dando al que no tenía, y disponiendo la Junta de las demás, en caso de vacante, a beneficio de ambos Valles, y lo demás de la pregunta, de oídas a vecinos de ambas Valles.

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El 3.º, por haberse hallado en las Juntas Generales y Particulares en el Puerto, y puesto señalado algunas veces, como uno de los Lugares que es el del testigo agrega- do al Valle de la Solana para el goce de las hierbas del Puerto, en cuyas ocasiones ha visto se ha practicado lo contenido ||19 en la pregunta, bien entendido, que los Guardias nombra el Alcalde de Bió, por lo que mira al Valle de Bió, y el Alcalde del Valle de Solana, por lo que respeta a este Valle, y cada uno les toma el juramento a los suyos, y todas las penas, los Guardias de Solana vio las adveran al Alcalde de Bió, y éste a su tiempo manda exigir, y después todos los utiles reparten los dos Valles, llamando para ello a Junta particular el Alcalde de Bió, y presidiendo éste. El 4.º contesta con el antecedente. El 5.º, por haberse hallado en una Junta, y por haber sido Guardia nombrado por el Valle de Solana para la custodia del mencionado Puerto, en el que el testigo con los demás se mudaba de cinco a cinco días, pero nunca salían del Puerto hasta que llegaban otros Guardias, en cuya ocasión y tiempo vio practicar el contenido de la pregunta. El 6.º, por haberse hallado en años pasados en una Junta, que a llamamiento del Alcalde de Bió se hizo de ambos Valles, y en dicha ocasión vio presidiendo a dicho Alcalde, el que propuso muchas cosas concernientes al Puerto, a que adherecieron todos los que se hallaron en ella. Y habiendo tratado algunas cosas, sacó el menciona- do Alcalde de Bió todos los Provechos que había dado el Puerto de Gorit en aquel año, y pagados los Gastos que dicho Puerto tenía en el mismo año, el remanente de dinero se repartieron las dos Valles, guardando el estylo que siempre y todo lo demás de la Pregunta vio ser assí ||19v. en el tiempo que fue Guardia o Meseguero del dicho Puerto. El 7.º, por haberse hallado en alguna Junta o Juntas, convocadas a llamamiento del Alcalde del Valle de Bió, en las que vio ser y pasar todo lo que contiene la pregunta. Y en quanto a dar la sal a las caballerías mayores y menores, ha visto siempre que se les ha dado y da en qualquiere parage cómodo del Puerto, y no en puesto destinado. El 8.º, por haber sido Guardia nombrado por el Valle de Solana y después de esso, haberse hallado en algunas Juntas de los dos Valles, como nombrado. El 9.º, de oídas en los Valles de Solana, Bió y Broto. El 10.º, por haber sido pastor, y guardado ganado en el mencionado Puerto de Gorit. El 11.º, de oídas en los Valles de Bió y Solana. El 12.º, porque habiendo estado en el Lugar de Fanlo del Valle de Bió, ha visto que el Alcalde de dicho Valle ha llamado a Junta General los Lugares de éste, y de el de Solana, y por haber oído públicamente en dicho Lugar, que se ha practicado siempre lo contenido en la pregunta. El 13.º, por haber visto que el Alcalde del Valle de Bió ha convocado a Junta al Valle de Solana, y éste por llamamiento de aquel ha convocado a los suyos, y al de Jánobas, como agregado, a cuya Junta ha concurrido, quando se ha ofrecido, el

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Regidor de dicho Lugar de Jánobas, y en ella han determinado el día de la Suelta del Puerto, y hasta quando ha de durar, y en el tiem||20po que el testigo fue pastor y guardó ganado en el mencionado Puerto, vio observar y cumplir todo lo contenido en la Pregunta, y como pastor, siempre que ocurría dar sal a su ganado, se la daba en el parage que bien le venía, y lo mismo practicaban los demás pastores, sin impedimento ni embarazo alguno. El 14.º, por haber servido de pastor y estado muchas veces en el Puerto de Gorite, ha visto que las Guardias de él se han mudado de cinco en cinco años (sic.), y la sal la han dado los ganaderos en el parage que les ha parecido, y por haber oído lo demás públicamente a muchas personas, assí del Valle de Solana como de el de Vió, de toda fee y verdad. El 15.º, por ser ganadero, y el 16.º por haber tenido ganado, y tener actualmen- te en la casa del testigo, y haber visto con el motivo de haber habido Alcalde del Valle de Bió en Fanlo, que ha mandado al Ministro que mandara de su orden a los Lugares y al Alcalde de Solana, que concurriera a Junta, señalando día para ello. Y todos los testigos, a excepción del 14.º, la dicen de oídas a sus antiguos, que lleban nombrados. 4.ª pregunta: Que en comprobación de lo articulado en las Preguntas antecedentes, aunque por los Concejos de dichos Lugares, se otorgó en el año de 1676 cierta aserta Capitulación y Concordia, en razón del dicho Puerto de Gorit, su jurisdicción y pastos, jamás ni en tiempo alguno ha estado, estubo y está aquella en su observancia y practi- ca en ninguno de sus capítulos, en quanto ||20v. contrarios a los drechos, usos y goces expresados y que se contienen en las preguntas antecedentes, como a ser lo contrario, tubieron de ello particular noticia los testigos, de suerte que la dicha aserta Capitulación y Concordia, ha estado y está inobservada, sin haberse reducido a efecto ni practica, como assí es verdad. (fol. 150 bta.) El 1.º sabe la Pregunta con motivo de ser ganadero, y habiendo estado en el Valle de Bió y sus Lugares muchas veces, ha oído que éstos y el Valle de Solana otorgaron cierta Escritura de Capitulación y Concordia en razón del Puerto de Gorit, pero que estaba inobservada en quanto a los Capítulos en ella contenidos, y en las ocasiones que el testigo ha estado en el Valle de Bió, si hubieran estado en observancia, hubiera tenido noticia de ello, como de todo lo demás que dexa expresado, por lo que comprehende, sin la menor duda, que ha estado inobservada y sin haberse reducido a efecto, ni practica. (fol. 196) El 9.º dice que aunque tiene noticia que en años pasados se otorgó por los Valles de Bió y Solana una Escritura de Capitulación y Concordia en respecto al Puerto de Gorit, su jurisdicción y pastos, también sabe, por haber oído públicamente en los dos Valles en las ocasiones que ha estado, que no se halla en su observancia, antes si ha oído, que desde su otorgamiento han practicado lo contrario de lo en ella pactado, de suerte, que se halla inobservada en quanto no se oponga a lo que tiene dicho en las preguntas ||21 antecedentes.

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El 11.º dice que aunque tiene noticia del otorgamiento de dicha Escritura, ha oído públicamente en los dos Valles que está inobservada, y por ello han practicado lo que les ha parecido más conveniente para el buen régimen del mencionado Puerto, sin que contra lo practicado hayan dicho cosa alguna los del Valle de Solana. El 15.º dice que tiene noticia de dicha Escritura, pero que en parte ha visto que se halla inobservada, pues si se hubiera hallado en observancia, no hubiera dexado de tener noticia el testigo, como uno de los ganaderos del Valle de Bió, mayormente ha- biendo como Rector de la Colegial de Fanlo, tratado y comunicado con los sujetos de la primera distinción del Valle, y hecho varias veces conversación sobre ello. El 16.º, dice igualmente que tiene noticia de dicha Escritura, pero ha visto que se halla inobservada, pues si se hubiera hallado observada, o sus Pactos, que ha leído muchas veces, con los motivos que tiene dichos, no hubiera dexado de tener noticia, por haber tratado mucho con los gobernantes del mencionado Valle. El 4.º, 6.º, 8.º y 10.º se refieren a lo que tienen dicho en las antecedentes, y el 4.º, 6.º y 10.º añaden, en quanto no se oponga a esta pregunta. Y el 2.º, 3.º, 5.º, 7.º, 12.º, 13.º y 14.º ignoran la pregunta.

||21v. Probanza del Valle de Solana (Ynterrogatorio. fol. 258) Dentro del dicho término de prueba, se presentó Ynterrogatorio por el Valle de Solana, y en testigos a: (fol. 260) 1.º Miguel Giral, natural y vecino del Lugar de San Felices de la Ribera de Fiscal, edad 71 años. (fol. 267) 2.º Francisco de Latre, natural y vecino del Lugar de Semolué, de la Rectoría de Campol, Valle de Solana, edad 48 años. (fol. 273) 3.º Miguel de Jal, natural del Lugar de Semolué y vecino de el de Planillo de la Ribera de Fiscal de 15 años a esta parte, edad 60 años. (fol. 279bta.) 4.º Domingo de Latre, natural del Lugar de Muro del Valle de Solana y vecino de el de Planillo de 30 años a esta parte, edad 72 años. (fol. 286) 5.º Francisco Campo, natural del Lugar de Arcusa, Partido de Barbastro, y vecino del Lugar de Fiscal, edad 45 años. (fol. 292) 6.º Martín Puyuelo, natural del Lugar de Tricás y vecino de el de Borrastre, Valle de Fiscal, edad 56 años. (fol. 298bta.) 7.º Pedro Antín, natural de Lugar de Liguerri y vecino de el de Santaolaria de la Valle de Fiscal, edad 55 años. (fol. 305) 8.º Pedro del Campo, natural y vecino del Lugar de Ascaso, Aldea de Boltaña, edad 56 años. (fol. 311 bta.) 9.º Gregorio Maza, natural del Lugar de Xavierre y vecino de el de Liguerri, ambos en la Ribera y Valle de Fiscal, edad 58 años. ||22 (fol. 317 bta.) 10.º Francisco Gallán, natural del Lugar de Puyuelo en el Valle de Solana y vecino en las casas de Silves, Aldea de Boltaña, de 20 años a esta parte, edad 54 años.

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(fol. 326) 11.º Miguel Pardina, natural y vecino del Lugar de Ceresuela del Valle de Bió, edad 65 años. (fol. 332) 12.º Joseph Villacampa, natural y vecino del Lugar de Albella en el Valle de Fiscal, edad 71 años. (fol. 339) 13.º Miguel Bernad, natural del Lugar de Ceresuela en el Valle de Bió, y vecino de el de Asin, en el Valle de Broto, de 19 años a esta parte, edad 51 años. 2.ª Pregunta: Que la Escritura de Concordia del Supuesto 1.º, desde el día 1.º de mayo de 1676 en que se otorgó, hasta de presente, siempre y continuamente ha estado y está en su observancia, fuerza y vigor, y se han observado y guardado todos los pactos con- tenidos en ella y cada uno de ellos, por las Valles de Solana, Bió y los Lugares de Jánobas, Lavililla, Lascorz y Tricás, y especialmente en quanto por ella se previene, que los Alcaldes de dichos Valles de Bió y Solana exerzan la jurisdicción civil y criminal, juntamente (y no por si a solas el de Bió), con consejo de los Prohombres, hasta las Leyes del nuevo Gobierno, presidiendo las Juntas ambos Alcaldes, determinando sus questiones y diferencias, oyendo y determinando todas y qualesquiere causas generales, particulares o respectivas al dicho Puerto y sus interesados, sin permitir que por si a solas exerza la jurisdicción el dicho Alcalde de Bió, sino en los ca||22v.sos que por dicha Concordia le es permitido. Y se han corrido y adquirido por los vecinos ganade- ros las Majadas vacantes, dando a medias las Malladas y sin permitir que se vendan por la Junta. Y las penas que se han exigido, se han repartido entre los dichos Valles como en dicha Concordia se expresa, y sin que el Alcalde de Bió pueda dar licencia alguna por si a solas, de forma que todo lo gubernativo de dicho Puerto y respectivo a sus pastos, es de la Junta General, y todo lo respectivo a la jurisdicción civil y criminal y contenciosa, proprio, peculiar y privativo de sus Alcaldes de ambos Valles de Bió y Solana, sin que el de Bió, por si a solas, sino a una con el de Solana, haya exercido ni exerza, en razón de dicho Puerto, ni en sus Juntas ni fuera de ellas, acto alguno de jurisdicción, y esto públicamente, pacífica y quieta y sin contradicción de persona algu- na, a vista, ciencia, tolerancia y aprobación de los vecinos y habitadores de los dichos Valles y Lugares arriba expresados, sus Justicias y Alcaldes y demás personas y puestos que ver y saberlo han querido, y sin que jamás ni en tiempo alguno se haya contraveni- do a dicha escritura ni contra lo en ella prevenido, se ha hecho ni practicado cosa alguna, lo que se articula con una oida. Los 13 testigos saben la pregunta por el tiempo de sus memorias, por tener noticia de la Concordia, que ||23 se cita, y el 1.º dice, que hará unos 40 años, que sien- do pastor y guardando el ganado del Canónigo Capalbo, hallándose como se halló muchos años en el Puerto en el día de la Junta, y vio que los dos Alcaldes determinaban las diferencias de él, y en las mismas ocasiones vio que en señal de que exercía juris- dicción el Alcalde del Valle de Solana en el referido Puerto, les daba y dio su juramen- to en pre-sencia de todos y públicamente a los Guardias del Valle de Solana, y el del Valle de Bió a los de éste. Y también hace memoria que en el año de 22 ó 23, habiendo su Magestad mandado que los vecinos de los Puertos de Francia guardassen sus fron- teras por razón de la Peste, igualmente los del Valle de Solana como los de el de Bió se

103 manuel lópez Dueso mudaban de tiempo en tiempo, denotando con esto, que en el dicho Puerto tenía juris- dicción el Valle de Solana. El 2.º, 3.º y demás, menos el 9.º, contestan con el antecedente en quanto al juramento de las Guardias, jurisdicción de los dos Alcaldes, y que ambos determinan las diferencias de vista, por haberse hallado en Juntas que han tenido ambos Valles en el Puerto de Gorit, el 2.º, hará unos 30 años; el 3.º, por haber sido pastor ha algunos años; el 4.º, porque estando en su casa, guardó mucho tiempo ganado en el Puerto; el 5.º, porque siendo mancebo Cirujano, subió al Puerto; el 6.º, 7.º, 10.º y 11.º, por haber sido Guardias del Puerto, los tres primeros nombrados por el Valle de Solana, ||23v. y el último por el de Bió; el 8.º y 12.º, por haberse hallado en el Puerto, el 8.º hace 36 años, y el 12.º, 40, y el 13.º, por haber estado guardando ganado en dicho Puerto. Y el 2.º, 6.º y 10.º dicen que en la ocasión les tomó de juramento el Alcalde del Valle de Solana. El 2.º, 6.º, 11.º y 12.º expresan que el Alcalde del Valle de Solana da la derecha, y que el Alcalde de Bió tiene la preheminencia, y el 2.º y 6.º, que quando luego no podían convenir, se apartaban, y entre los dos resolvían. El 6.º añade que ha muchos años, siendo pastor, tubo unas diferencias en el Puerto con otro pastor, y habiendo tenido noticia el Alcalde del Valle de Solana, envió al Puerto al Ministro para prenderlo al testigo, y se escapó, y yendo un día de fiesta a Missa al Lugar de Fanlo, le vio el Alcalde del Valle de Bió, y éste en presencia de muchas gentes dixo,“éste es el que no ha podido coger el Alcalde de Solana, si en mi hubiera estado, presto lo hubiera preso”, a lo que respondió Borruel el Notario, ya difunto poco hace, que tanta fuerza tenía el Alcalde de Solana como el de Bió. El 6.º y 10.º contestan también con el 1.º, en que en el año de la Peste fueron ambos Valles a guardar el Puerto, como Dueños que eran de él, y éste último fue Guardia nombrado por el Valle de Solana, y dice que fue al mismo tiempo que los del Valle de Bió. El 2.º, 3.º, 4.º, 6.º, 10.º y 11.º dicen que han visto correr Malladas, y el 5.º, 7.º, 8.º y 13.º, que han oído se han corrido por los ganaderos, siempre que ha ||24 habido vacante, y el 8º dice que hace memoria haber oído que un pastor corrió cierta Mallada con 50 cabezas de ganado, que es el coto, y habiéndose cansado una res, le cortó la cabeza, porque a la Mallada llegaran las 50 cabezas. Y el 10.º, que ha mas de 26 años, que vio correr Malladas a Juan Pérez de Puyuelo y Domingo Giral de Castellar.Ygualmente dicen el 2.º, 3.º, 4.º, 6.º, 7.º, 10.º y 11.º que han visto, y el 5.º y 13.º, que han oído que los ganaderos han dado Malladas a medias, sin interese alguno, de que el 4.º, 7.º y 8.º han visto algunas escrituras, y el 3.º, 5.º, 7.º y 12.º expresan que el fin es por si a un ganadero se le acaba el ganado, para que lo tenga el otro, y quando aquel ganadero vuelva a adquirir nuevo ganado, tiene segura la mitad de aquella Majada que antes poseía, porque se la guarda toda aquel que le dio la mitad graciosamente.

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Y el 6.º, 7.º, 8.º, 10.º, 11.º, 12.º y 13.º dicen asimismo, unos de vista y otros de oída, que las penas y útiles sacadas del Puerto, se las repartían entre los dos Valles, el 9.º sabe la pregunta de oídas en casa de Juan Borruel, vecino de Fanlo del Valle de Bió, por haber servido de criado en ella. Y todos los testigos por el tiempo que sus memorias no alcanzan, dicen la pre- gunta de oídas a sus antiguos que nombran. Hecha publicación de Probanzas, se han presentado por el Valle de Solana las Escrituras siguientes: ||24v. (fol. 394) Una Sentencia Arbitral pronunciada en 5 de enero de 1531 por los árbitros nombrados por las Juntas Generales de los Valles de Bió y Solana, por la que declararon que el Puerto de Gorit hubiesse de quedar perpetuamente Puerto y término común e indiviso entre dichos dos Valles y los Lugares de Jánobas, La Vililla, Lascorz y Tricás, sin poderse partir sino con voluntad de todos. Que qualesquiere causas y negocios civiles y criminales, hayan de ser decla- radas y determinadas en cada un año por los Justicias que son y serán de los dos Valles. Que el Justicia y Baile de Bió pudiessen llebar bastón de Justicia en el dicho Puerto, y el Justicia y Baile de Solana no, por no haberlo acostumbrado. Que si tendrán algún preso en el Puerto y no podrán determinar su causa sin hacerle proceso o llebar el tal preso a algún Lugar, hayan dichos Justicias de llebar el tal preso al Lugar más cercano o a donde más bien visto les será, y por los dos haya de ser hecho el proceso y declarada la causa, y juzgada según los méritos lo requerirán. Que el Justicia de Bió esté obligado a requerir al de Solana que vaya a hacer los procesos y conocer de las causas, y si no quisiere ir, pueda el Justicia de Bió pro- seguir en las tales causas y hacer lo que debe por Justicia. Que por quanto dichos Valles tenían muchos derechos y otras cosas en práctica y uso de la Suelta y Veda, y otros derechos y preeminencias del dicho Puerto, y no todas las tenían a mano ||25 ni en memoria, queriendo proveer de oportuno remedio, declara- ron que los dos Justicias de dichos Valles, con algunos ganaderos y Prohombres, sacas- sen un Sumario de todos los drechos, usos y cosas que entre ellos se habían practicado, y las pronunciassen, y mandassen observar y mandadas observar, fuessen puestas y asignadas a la presente Sentencia Arbitral, a fin de que en adelante no tubiessen dichos Valles necesidad de buscar otros drechos antiguos, y con esta Arbitral y con dicha declaración se pudiessen en todo y por todas cosas regir y reglar. Cuya Sentencia Arbitral fue loada por el Valle de Bió y el de Solana se tomó tiempo, por haber muerto su Justicia y Arbitro. (fol. 388) Otra Escritura otorgada por los Valles de Bió y Solana y Lugares de que se componen, y los de Jánobas, La Vililla, Lascorz y Tricás, en 28 de junio de 1532, por la que, con atendencia de la Sentencia Arbitral antecedente, y facultad dada en ella por los Arbitros a los Valles de Bió y Solana para pronunciar, lo que no se había tenido presente, hicieron diferentes Estatutos y Ordinaciones, las que dicen haber sido sacadas de dicha Arbitral, y de otros actos de Concordia y Ordinaciones anteriores hechas y

105 manuel lópez Dueso observadas por dichos Valles y Lugares y en ellos, en quanto al Puerto de Gorit, que fue su objeto, se establece lo mismo que en dicha Sentencia Arbitral, y en la Escritura de Capitulación y Concordia del Supuesto 1.º, a cuyo cumplimiento se obligaron con sus personas y bienes, con las cláusulas que resultan de dicha Escritura. ||25v. (fol. 347) Una Firma ganada por Francisco Méliz, vecino del Lugar de Burgasé, en 12 de julio de 1655, de la que resulta que teniendo Pleito dicho Francisco Méliz con Miguel Gallán, vecino del Lugar de Puyuelo sobre una Majada en el Puerto de Gorit, se pronunció Sentencia por los Alcaldes de los Valles de Bió y Solana, declarando que dicha Majada era de dicho Miguel Gallán, y habiéndose hecho elección de Firma a la Corte del Señor Justicia Mayor que hubo en este Reyno por la Sentencia que en dicho recurso se pronunció, se revocó la de dichos Alcaldes, declarando que la referida Majada pertenecía al expresado Francisco Méliz, por quien, con narrativa de ello, se obtubo Firma de la misma Corte, para que no se contraviniesse a dicha Sentencia. (fol. 359) Otra Escritura otorgada en 10 de setiembre de 1657 por Antonio Clemente y Pedro Clemente, padre e hijo, vecinos del Lugar de Fanlo, por la que acogieron en una Majada que tenían en el Puerto de Gorit a Pedro Barrau, vecino del Lugar de Jánobas, Valle de Solana, con el motivo de tener poco ganado para gozarla, y ser costumbre en tales casos acoger a otros, y le hicieron participante de todos los drechos, usos y goces que tenían. (fol. 398) Otra Escritura otorgada en 8 de setiembre de 1668 por Mathías Ceresuela y Ana Ortiz, cónyuges, y Domingo Ceresuela, su hijo, vecinos del Lugar de Fanlo del Valle de Bió, en la que cedieron la mitad de una Majada que tenían en el Puerto de Gorit, que dicen ser común ||26 de los Valles de Bió y Solana, a favor de Martín Puyuelo, vecino del Lugar de Sasé del Valle de Solana, con todos los drechos que en ella tenían, con condición que sino era con voluntad de todos, no se pudiesse acoger en ella a otra persona alguna. (fol. 364) Una Copia fee faciente de Firma, que en 18 de abril de 1676 ganó Pascual Marco Lardíes, vecino de Buerba, del Valle de Bió, habiendo alegado y justificado que por más de 10 años hasta entonces había sido costumbre inviolable y se había observa- do de que en los Valles de Bió y Solana el día 11 de julio en cada un año se juntaban en la buega de ambos Valles, para tratar del día de la Suelta del Puerto de Gorit, para que los vecinos de dichos Valles puedan obtener Majadas para sus ganados, los quales con 50 cabezas suyas proprias requiere que las corran, y todas las que corren (las que corren), han de llegar a la Majada vivas o muertas, guiadas dichas 50 cabezas con Meseguero o Vedalero, que lo tienen entrambos Valles, para guardar dicho Puerto. Y aquel vecino que la corre, mientras tiene ganado, ningún otro puede correr la Majada que aquel tiene. Y después de corrida, el que la ha corrido llega a los Justicias y les dice que tal Majada ha corrido, según el costumbre de los Valles, y con las circunstancias que se debe correr, y entonces hacen relación los Mesegueros que la ha corrido legíti- mamente y según la costumbre y con las circunstancias de dichos Valles. Y luego los dichos Justicias hacen llamar al vecino, de quien era la tal Majada, y le preguntan si tiene o no ganado, y si está bien corrida la dicha Majada. Y si responde que no ||26v.

106 DocumenTos sobre el pasaDo Del sobrarbe tiene ganado, luego con su confesión, la declaran por bien corrida, y entra en su pose- sión el que la ha corrido con su ganado. Que dicho Pascual Marco Lardíes había corrido en dicha forma el año 1675 la Majada que tenía Domingo de Pueyo, con 50 cabezas de ganado, la que precedidas las mismas circunstancias, se había declarado por bien corrida por los dichos Justicias, la que desde dicho tiempo estaba poseyendo. Y con dichos motivos obtubo la Firma, para que no se le embarazasse en la posesión de dicha Majada, mientras tubiesse las 50 cabezas de ganado. (fol. 369) Otra Escritura otorgada por Juan Buisán y Gerónymo Méliz, suegro y yerno, vecinos del Lugar de Burgasé, por la que con atendencia de que la casa que poseían en dicho Lugar, tenía y le pertenecía una Majada en el Puerto de Gorit de los Valles de Bió y Solana, la dieron a medias a Águeda Rami, viuda de Pedro Méliz, domiciliada en el mismo Lugar, con condición de que en caso de que a la una casa le faltare ganado, la que lo tubiere hubiesse de conservar la Majada, hasta que la casa que le faltare ganado lo tenga. Cuya Escritura fue hecha en 17 de julio de 1678. (fol. 353) Un Acto de Protesta hecho en 9 de setiembre de 1681 por el Alcalde de Solana, por haber sacado un preso del Puerto de Gorit el Alcalde de Bió, sobre que no se le causasse perjuicio, a que respondió el Justicia de Bió que era verdad, que en días pasados le habían dado queja de que en el Puerto de Gorit había sucedido una penden- cia entre unos pastores que estaban ||27 guardando ganado, y que se habían maltratado de unos a otros, sacándose sangre, a lo qual había ido a dicho Puerto y cogió uno preso y lo sacó de él, con que les dio paces a los que habían reñido, no habiendo dado en la cuenta de que el Justicia del Valle de Solana hubiesse de concurrir en tales casos, con que desde entonces para siempre, dixo dicho Justicia de Bió, que su animo no había sido hacer ningún perjuicio ni quitarle la preeminencias que tenía como Justicia del Valle de Solana en el Puerto de Gorit el Justicia de ella, antes bien, dixo que de esta acción no quedasse exemplar alguno en perjuicio de lo que ha tenido y tenía el Justicia del Valle de Solana, en junto con el Justicia del Valle de Bio en el dicho Puerto de Gorit, porque confesaba haber faltado en lo que recíprocamente habían de estar los dos Jueces de ambos Valles. (fol. 373) Una Capitulación y Concordia otorgada en 9 de setiembre de 1682 por las Juntas Generales de los Valles de Bió y Solana y Lugares de que se componen, y los de Jánobas, La Vililla, Lascort y Tricás, como Señores y Posehedores del Puerto de Gorit, por la que establecieron y determinaron lo mismo que en la Capitulación y Concordia del Supuesto 1.º. Otra Escritura de la que resulta que en 3 de agosto de 1690, estando celebran- do Corte en el Puerto de Gorit, en el puesto destinado para ello, los Alcaldes siquiere Justicias de los Valles de Bió y Solana, pareció ante ellos Miguel de Latre, estando ||27v. assimismo presentes los Prohombres de ambos Valles, dixo y alegó que de tiempo inme- morial había tenido su casa una Majada en dicho Puerto, la que no había podido ser corrida según estylo y Capitulación de él, por quanto siempre se había conservado con ganado, por ser ley que para obtener una Majada es necesario correrla, y de essa mane-

107 manuel lópez Dueso ra se adquiere drecho, y no de otra, y esso es correrla a falta de ganado de aquel que la tenía, y no haciéndolo assí, no se puede adquirir drecho legítimo, según Ordinaciones y Capitulación del Puerto. Y que siendo su padre posehedor de dicha Majada, la vendió, y de dicha venta recibió precio en menoscabo de la inmunidad y común dominio del dicho Puerto que es común de todos, pero se exceptúa el poder vender nadie de unos a otros, sino sea corriendo las Majadas, y que después que murió su padre, por su muer- te había quedado pupilo, y como tal se había criado, conservando en la casa siempre el ganado que para sustentar el ganado (sic.)8 era necesario. Y dichos Justicias y Prohombres, satisfechos del drecho de dicho Miguel Latre, le dieron de justicia la referida Majada, para que la tubiesse y gozasse, mandando que ninguno le inquietasse, pena de 60 sueldos, y a requisición de los expresados Justicias y Prohombres, se hizo Acto Público. (fol. 402, 371, 401, 400 y 403) Cinco escrituras otorgadas en los años de 1717, 1720, 1724, 1736 y 1745 por ganaderos que tenían Majadas en el Puerto de Gorit, los que usando de su drecho ||28 y del estylo y práctica del Puerto, acogieron en mitad de dichas Majadas a otros ganaderos. Concedido traslado de dichos Ynstrumentos al Valle de Bió, no ha dicho ni ha alegado cosa alguna, por lo que por el Valle de Solana se concluyó para definitiva, y no habiéndose tampoco dicho cosa alguna al traslado que de esta conclusión se le dio al Valle de Bió, se le acusó la rebeldía, y se han mandado poner estos Autos en el Relator.

DOCUMENTO 3 1752 ¿Zaragoza? Resumen del pleito llevado ante la Real Audiencia generada por el Valle de Vio respecto a la preeminencia de los derechos de este Valle sobre el de la Solana en el Puerto de Goriz. Documentación Casa de San Martín de la Solana. Tamaño folio. Letra segunda mitad siglo XIX. Capitulación y concordia pactada, hecha y concordada entre los Jurados y Concejos de los lugares de Fanlo, Vio, Ceresuela, Yeba, Buisan, Nerín y Serque de la Valle de Vio; Burgasé, Sasé, Cher, Castellar, Cajol, Muro, Ginuabel, Campol, Semolue, Giral del Valle de Solana; Jánovas, Lavelilla, Lacort y Tricás de la Rivera de Fiscal, acerca del Puerto de Gorit, con los pactos y condiciones siguientes: Primeramente. Acedientes y considerantes que en días pasados, por causa de ciertas cuestiones y diferencias que entre dichas Valles y Lugares ha habido acerca del dicho Puerto llamado de Gorit, el cual de nosotros, dichas Valles y Lugares, común, indiviso y por partir, y para querer evitar pleitos y diferencias que en lo venidero pueden

8 Error del transcriptor: "la Majada".

108 DocumenTos sobre el pasaDo Del sobrarbe suceder, por haber muchas cosas que no están prevenidas en las Concordias antiguas, y querer nosotros dichas Valles y Lugares prevenir y declarar los incidentes que puedan suceder, conformándonos en primer lugar con el tenor de las Concordias antiguas y añadiendo algunos capítulos que se hallan ser muy necesarios para el buen gobierno de dicho Puerto. 1.º. Por tanto, de grado de ciertas ciencias nuestras, estatuimos y ordenamos que dicho Puerto de Gorit, que perpetuamente sea y quede puerto y término común, indeviso y por partir entre dichas Valles de Vio y Solana y Lugares arriba dichos de Jánovas, Lavelilla, Lacort y Tricás, así en tal manera, que aquel de aquí en adelante en ningún tiempo partir y dividir no se pueda, sino que sea con voluntad de todos. 2.º Ytem. Estatuimos y ordenamos que todas y cualesquiera causas y negocios civiles y criminales del dicho Puerto de Gorit entre aquel dependientes et emergentes, hayan de ser y sean en cada un año declaradas y determinadas sumariamente y de plano por las dichas Justicias de las dichas Valles de Vio y Solana, con asistencia de cuatro Prohombres, dos del Valle de Vio y dos del Valle de Solana, que sean hombres de toda fe y crédito, y esperimentados en el arte de ganaderos, y a las tales sentencia o sentencias que dichos Justicias dieren, conformándose con el parecer de dichos cuatro Prohombres o la mayor parte de ellos, se haya de estar y se esté perpetuamente sin otro recurso jurídico ni formal, ni la persona o personas que ni en tiempo ni manera alguna contravinieren a dicha sentencia o sentencias, la tal persona o personas queden priva- das y durante su vida natural de dicho Puerto, con sus ganados gruesos y menudos, y si éste tal, tendrá Mallada o Malladas en dicho Puerto de Gorit, que aquellas las tenga perdidas y como si no tubiere caveza de ganado, las pueda correr cualquiera vecino de dichas Valles por el estilo que hasta ahora se haya guardado. 3.º Ytem. Estatuimos y ordenamos que todas y cualesquiera sentencias y decla- raciones dadas hasta el presente día de hoy por dichas Justicias de dichas Valles de Vio y Solana, acerca de dicho Puerto de Gorit, así sea de verbo como de escrito, que aque- llas se hayan de observar inbiolablemente, so pena que el que contraviniese a dicha sentencia o sentencias, haya de quedar privado para todos los días de su vida na-tural de dicho Puerto de Gorit, no obstante firma ni otro empacho jurídico. 4.º Ytem. Que cualesquiera vecino de dichas Valles que querrá correr o adquirir alguna Mallada en el dicho Puerto, que la haya de correr con cincuenta cavezas de ganado o más, que éstas hayan de ser de un señal y que no pueda haber ninguna tras señalada ni cofradiera, en pena de que no le valga su corrida. 5.º Ytem. Estatuimos y ordenamos que por cuanto se halla que de mucho tiempo a esta parte, se han dado muchas Malladas a medias, y de presente hay muchas que las tienen a medias, queremos que dichas metaderías estén en su fuerza y eficacia, valor y se puedan dar de aquí adelante Malladas a medias como hasta el presente lo han dado. Mientras que cualquiera ||1v. de los dos mitaderos mantubiere dicha Mallada, no pueda ser corrida la tal Mallada ni perdida, y el tal mitadero que se le acaba el ganado, no quede perjudicado para cuando lo buelva a tener, como el otro mitadero la mantenga, y que cualquiere que de hoy en adelante quisiere dar Malladas a medias, que haya de

109 manuel lópez Dueso ser con acto, y que el mismo año haya de hacer ostentación a dicho acto en la Junta del Puerto, y que no pueda haber en una Mallada mas que dos mitaderos. 6.º Ytem. Estatuimos, ordenamos, que de hoy en adelante no se pueda vender por precio alguno Mallada alguna, so pena de tenerla perdida el vendedor, y el compra- dor provado que sea legítimamente. 6.º(sic.). Ytem. Estatuimos, ordenamos, que cualquiera que quiera correr Mallada alguna, la haya de correr de las buegas del Puerto, y si no, no valga la tal corrida. 8.º Ytem. Estatuimos y ordenamos que cualquiere que tubiere de una Mallada adelante en el dicho Puerto de Gorit, haya de tener cuatrocientas cavezas de ganado o mas, y en caso que no tubiere dicho número de ganado, se las hayan de correr todas, y el dueño se pueda escoger aquella que mas le pareciere. 9.º Ytem. Estatuimos y ordenamos que en cada un año, dichos Justicias de los Valles de [Vio y de] Solana hayan de nombrar en cada un año los cuatro Prohombres el día de la Junta del Puerto, los dos hayan de ser del Valle de Vio, nombrados por el Justicia de la Valle de Vio, y los dos de la Valle de Solana, nombrados por el Justicia del Valle de Solana, para que estos cuatro Prohombres sirvan como de consejeros a dichas Justicias y de parecer de la mayor parte de ellos, dichos Justicias hayan de dar todas y cualesquiera sentencias, así en causas civiles como criminales, que en dicha Junta demandadas tocante a dicho Puerto de Goriz. 10.º Ytem. Estatuimos, ordenamos, que atento que hasta ahora han acostumbra- do dichas Valles de tres en tres años, por ver que es muy presto y que se ofrecen muchos gastos a las Valles, se determina que de hoy en adelante no tengan obligación de jun- tarse sino de seis en seis años para tratar de lo que se ofreciere para buen go-bierno de dicho Puerto. 11.º Ytem. Estatuimos y ordenamos, que caso que dada la sentencia por dichos Justicias, con el parecer de dichos cuatro Prohombres todos conformes, alguno quisie- ra acusar a dichos Justicias, que la defensa de ellos en dicho caso haya de ser a cuenta de dichas Valles y Lugares de dicha hermandad, y esto se entienda dando dicha senten- cia o sentencias sin faltar al tenor de la presente Capitulación y concordia, y que si dieren sentencia al contrario de lo que en la presente Capitulación y concordia se con- tiene, que no corra la defensa por cuenta de dichas Valles y Lugares. 12.º Ytem. Estatuimos, ordenamos, que si al tiempo de dar sentencia dichos Justicias con asistencia de dichos Prohombres, se hallare alguno de los Prohombres ser parte interesada de alguno de los litigantes, que en su lugar se nombre a otro o otros Prohombres para pronunciar siquiere aconsejar a los tales Justicias la tal causa o cau- sas, y esto el mismo día de la Junta. 13.º Ytem. Estatuimos, ordenamos, que si cualquiera de dichas Valles y mas Lugares de la hermandad faltaran a la declaración y sentencia o sentencias de dichos Justicias, y entimados sumariamente y de plano por los oficiales de los Valles, que saquen el ganado del Puerto, y no lo quieren hacer dentro de un día natural después de

110 DocumenTos sobre el pasaDo Del sobrarbe entimados, que pasado aquel, puedan las dichas Valles y ||2 Lugares de dicha herman- dad embiar Guardas, los que fueren necesarios, para que saquen de absoluto poder dicho ganado del Puerto, así grueso como menudo, y para pagar los gastos a espensas que hizieren dichas Guardias, le puedan vender los dichos ganados gruesos y menudos antes de salir del Puerto, dándoles tan solamente veinte cuatro horas de moderación. 14.º Ytem. Estatuimos, ordenamos, que si alguno no será preso por los dichos Justicias y no podían determinar su causa sin hacerle preso o llevar el tal preso al lugar más cercano o aun otro que ellos dos más bien visto les será, et que por los dichos Justicias haya de ser hecho proceso y juzgada la causa, con el parecer de dichos cuatro Prohombres o la mayor parte de ellos, según los méritos del proceso. Y si la Justicia del Valle de Vio, en ausencia del Justicia del Valle de Solana cogerá algún preso en dicho Puerto de Gorit, que sea aquel tenido de requerirlo y entimarlo o hacerlo saber al Justicia de la Valle de Solana que venga y asista con él para hacer el proceso o procesos y conocer de las tales causas, y si no querrá venir, que el dicho Justicia del Valle de Vio pueda procesar en las tales causas y hacer todo lo que debe ser hecho de justicia. Y así mismo, si el Justicia de la Valle de Solana tomara en el dicho Puerto de Gorit proceso alguno en ausencia del Justicia del Valle de Vio, que en tal caso sea tenido intimar al tal Justicia de la Valle de Vio para que baya o embie persona por él para sacar el dicho preso y llevarlo al lugar mas cercano, o al lugar que a los dos parecerá, para que los dos puedan hacer el proceso devido al tal preso, y conocer y juzgar de su causa en la forma arriba dicha y según dicho es. Et si el dicho Justicia del Valle de Vio, fecha la dicha entimación o irá o imbiará persona para recibir y sacar dicho preso del Puerto, que en tal caso el Justicia de Solana esté a costas del Justicia del Valle de Vio, él pueda aquellas personas que haber podrá y le parezca, para tener y guardar al dicho preso, hasta que el dicho Justicia del Valle de Vio habrá cumplido y acudido a lo que debe. 15.º Ytem. Estatuimos, ordenamos, la Justicia y Baile del Valle de Vio puedan llevar sus Bastones de Justicia y Bayle en dicho Puerto de Gorit, según lo han usado y acostumbrado hasta el presente día de hoy, y el dicho Justicia y Baile de la Valle de Solana, que no puedan llevar Bastón de Justicia en el dicho Puerto, pues hasta el pre- sente día de hoy no lo han practicado. 16.º Ytem. Estatuimos y ordenamos, que si algunos pastores y ganaderos que fraudulosamente pacen con sus ganados al dicho Puerto, queremos que si alguno será hallado en partida alguna de dicho Puerto paciéndose de día con sus ganados, que tenga la pena o estallo de ganado dos sueldos y medio, y si será hallado de noche o que haya trasnochado noche alguna en dicho Puerto con sus ganados, que tenga de pena por cada ramada o restallo de ganado veinte sueldos jaqueses, la mitad para el Vedalero y la otra mitad para dichas Valles y Lugares. Empero si el dicho ganado se habrá esca- pado al pastor que lo guardaba, que en tal caso jurándolo, que no tenga de pena sino dos sueldos y medio, y de las dichas penas ni algunas de ellas no se puedan perdonar ni hacer franco, en pena de ser perjuro el Bedalero siquiere Guarda que dicha ra pena perderá, franca hará, empero que si la pena de los veinte sueldos si acaeciera por no pagar dentro de las cinco días, que no pueda ser la pena doble.

111 manuel lópez Dueso

17.º Ytem. Estatuimos y ordenamos que cualquiere Bedalero siquiere Guarda que fuere a prindar al Puerto, hallara ||2v. alguna bestia gruesa o menuda o más, o un revaño de obejas o mas, que por las bestia o bestias gruesas no deje de ir a prindar las obejas, antes bien, sea tenido y obligado de ir a prindar al ganado que más tala le pareciera pueda hacer y hecharlo del Puerto y dejar la bestia gruesa o gruesas hasta que las obejas o aquel ganado que mas tala puede hacer haya hechado del Puerto. 18.º Ytem. Estatuimos, ordenamos, que Bedalero siquiere Guarda no pueda entrar su ganado en el dicho Puerto antes de la Suelta, so pena de ser perjuro y so pena de diez sueldos por cada vez. 19.º Ytem. Que cualquiere que pondrá su ganado a pacer en el dicho Puerto con la atalaya ni entraran primero a desemboscar el Puerto con perros ni de otra manera, por reconocer si hay Vedalero o no, que tenga de pena por cada vez que sea acusado por el Vedalero, cinco sueldos y mas de la dicha pena por poner el ganado, haya de pena dos sueldos y medio. 20.º Ytem. Por poner remedio al abuso que se comete por los pastores que se conciertan dos o tres o mas, entran a un mismo tiempo a pacer en dicho Puerto, porque el Vedalero siquiere Guarda no pueda prindar sino el uno de ellos, porque en tanto que quita del Puerto el ganado de aquel primero hallado, otros huyen y se salen del Puerto, y así pagando todos una pena son libres. Sobre lo cual estatuimos y ordenamos que el Guarda que prindará el primer revaño, si ha entrado con frau o concertándose con los otros pastores como dicho es, et si por el dicho pastor se provare haber entrado con dicho frau o cautelosamente, que en tal caso todos los dichos rebaños que con el dicho frau habrán entrado a pacer el dicho Puerto, tengan de pena por cada uno cinco suel- dos, de la cual pena no se le pueda perdonar ni doblar según dicho es. Y si el dicho pastor no querrá jurar, sea habido por confesado y haya de pagar la dicha pena de 5 sueldos por todos los rebaños. 21.º Ytem. Que si por ventura, vecinos algunos de los dichos Valles y Lugares de dos o tres pastoradas de ganado que tengan, la ajuntaran y harán rebaño cautelosa- mente, et por respeto de pacerse dicho Puerto con engaño o por no pagar sino una pena, que en tal caso, tantos cuantos rebaños en la forma sobre dicha se ajuntaran haya de pagar cada rebaño su pena. 22.º Ytem. Estatuimos y ordenamos que cualquiere que llevara a pacer a Sesa o a la Valle de Añisclo o a Darazas ganado, que antes de entrar en dicho Puerto haya de tomar una Guarda, el que mas querrá, que lo siga y le acompañe, haya de ir y bolver según se ha acostumbrado, y si no lo hará, que cualquier otro Guarda que lo hallara en dicho Puerto lo pueda prindiar y tenga de pena doce sueldos y medio de día, y veinte sueldos de noche. Et que el mismo día que entraren en dicho Puerto, hayan de salir de aquel sin trasnochar ni dormir con sus ganados en el dicho Puerto noche alguna, en pena de veinte sueldos por noche, sino que sea por fortuna de tiempo, a relación de la Guarda que los acompañará, y así mismo que los pastores que dicho ganado llevarán, sean tenidos y obligados de guardar de talar los dalladeros, en pena de cinco sueldos.

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23.º Ytem. Estatuimos y ordenamos que el dicho Puerto de Gorit haya de quedar vedado en cada un año perpetuamente desde el día de la Anunciación de Nuestra Señora del mes de marzo, ||3 hasta el día de Santa Marina del mes de julio, de aquel día en adelante suelto, sino que sea que por las dichas Valles y Lugares, sea por más tiem- po vedado o dilatado la Suelta de aquel, sobre lo cual se haya de tener en cada un año Junta General por las dichas Valles y Lugares a Cuello de la Junta, por día y fiesta de Sanct Benedet, y siendo la dicha Junta, parecerá a entrambas dichas Valles y lugares de (de) verse alargar la Veda o Suelta de dicho Puerto para mas adelante, que sea a voluntad y determinación de dicha Junta. Et así mismo, que para el otro día de la Suelta de dicho Puerto, se haya de tener Junta General en el Plano de Tripales, en la cual Junta se hayan de poner y dar jura a las Guardas que entrarán para guardar dicho Puerto en el año venidero, a saber es, que la Valle de Vio haya de dar diez Guardas para jurar, y otras 10 el Valle de Solana, et los dichos Lugares de Jánovas, Lavelilla, Lacort y Tricás, y mas (y mas) querrán entrar. Las cuales Guardas cada uno de ellos, en virtud del juramento, espresamente sean tenidos y obligados de quince en quince días, de día de San Miguel de mayo en adelante, hasta el día de la Suelta, ir al dicho Puerto para guardar, ver y reconocer aquel. Y así mismo, si a noticia de alguno de dichas Guardias pervendrá siquiere sucederá que tendrá ganado en el dicho Puerto, supiéndolo verda- deramente, que sea tenido y obligado luego la dicha Guarda irlo a piñurar, y si tal necesidad tendrá por la cual no podrá ir a piñudearlo, que en tal caso, haciéndolo saber luego a un otro Guarda de los mas cercanos, sea acusado. Y que dentro de los 15 días y antes de San Miguel de mayo, puedan ir las Guardas al dicho Puerto tantas cuantas veces querrán, empero que en la ida ordinaria de quince a quince días se han de hacer, sean tenidos estar en el dicho Puerto un día y una noche cumplidamente, reconociendo y guardando aquel según conviniere. 24.º Ytem. Que cualquiera que tendrá en dicho Puerto Mallada cierta para su ganado, que haya de llevar buenamente suget acostumbrado y bolver a su acaluratuero acostumbrado, y darles la sal en las salineras acostumbradas, y no darles Mallada hasta pasado Sanct Bartolomé, y el que al contrario hará, haya de pena veinte sueldos. Y cualesquiere que dará sal a yeguas o vacas algunas, que sea tenido a darlas la dicha sal y llevarlas a las salineras acostumbradas, en pena de dos sueldos, y al que dichas penas acusara, que haya de ser persona de fe y de verdad. 25.º Ytem. Que ninguno pueda ser admitido a entrar a pacer en el dicho Puerto con sus ganados sino que sea vecino y domiciliado de algún Lugar de la dicha herman- dad, y tenga continua residencia y habitación de invierno y de verano en el tal Lugar de la hermandad, que vecino será él o el hijo suyo, por él o por persona propia de su casa. 26.º Ytem. Estatuimos y ordenamos que cualquiere que con bendiciones o otros actos feitos y fechos en fee, y por cubierta o con alguna otra colución o cabilación mala traerá al dicho Puerto ganado forastero, que lo haya de pagar siempre que la tal ficción descubierta será, y mas de esto, que aquel tal que lo trayera, incurra en pena de sesen- ta sueldos jaqueses.

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27.º Ytem. Que cualquiere pastor que no será de la hermandad, que pueda poner en el dicho Puerto 40 cavezas de ganado francas, y cualquiere hermano de dicho Puerto que tenga mitaderia, que tenga otras 40 francas, y la cría que de ellas saldrá por tiempo de cinco años, y si mas las tendrá, que haya de pagar por todas de 40 arri- ba, que pague aquello que por la hermandad será determinado. Et ||3v. así mismo, pueda tener cada uno dos bacas o ieguas francas, y de dos arriba, pagará como es costumbre. 28.º Ytem. Que si serán halladas en dicho Puerto, cobrar de alguna de cinco arriba de un amo señor, que paguen de pena miaja por cabeza hasta veinte cavezas, y de veinte arriba hasta 50, que pague un sueldo, y de 50 arriba, dos sueldos y medio. 29.º Ytem. Que el día de la Suelta de dicho Puerto, ninguno pueda entrar en aquel con su ganado ni tomar Mallada antes de la hora devida, y si lo hará, que no le valga la Mallada que tomara, antes bien, la haya de dejar y tenga de pena diez sueldos. Et así mismo, que cualquiera que antes de la hora devida se sentará a dallar o a seña- lar hierba con dalla o falz, que tenga de pena diez sueldos y que pierda la yerba, y que pueda ser acusado por Guarda o por cualquiera otro hermano del dicho Puerto, y sea la mitad de la dicha pena de la hermandad y la otra mitad del acusador. 30.º Ytem. Que cualesquiere otras causas y diferencias que entre los hermanos de dicho Puerto acaecerán por negocios o causas de dicho Puerto y de aquí dependien- tes de la presente Capitulación y concordia no se han podido declarar ni determinar, que aquellas sean determinadas y declaradas por dichas Justicias, con asistencia y parecer de dichos cuatro Prohombres arriba mencionados, a la cual declaración se hay de estar, so pena de las penas arriba en la presente Capitulación especificadas. Et fecha y obtorgada la dicha Capitulación y concordia por los dichos Lugares y Consejos, día es a saber que se contaba el primero día de mayo del año abajo calen- dado, en el lugar de Buerba del Valle de Vio, yo, Juan de Lascorz9, Notario, instado y requerido por todos los dichos Jurados y Concejos de dichos Lugares de Fanlo, Vio, Ceresuela, Yeba, Buisán, Nerín, Serque del Valle de Vio; Burgasé, Sasé, Cher, Castellar, Cajol, Muro, Ginuabel, Campol, Chiral, Semolué del Valle de Solana; Janovas, Lavelilla, Lacort y Tricas de la Rivera de Fiscal, parecí ante la presencia de Juan de Latre, mayor, y Juan de Latre, menor en días, Jurados en el año presente del dicho Lugar de Buerba, a los cuales intimé y notifiqué, que juntaran el Concejo general de dicho Lugar de Buerba para que otorgaran, loharan y provaran dicho acto de Capitulación y concordia como porcionistas que son de dicho Puerto de Gorit arriba confrontado y mencionado, en la misma conformidad que todos los demás Lugares que son porcionistas en dicho Puerto la han otorgado y aprovado, cada uno en sus Lugares y territorios que puedan formar y convocar Consejos, y que lo contrario haciendo, que otorgaban sin ellos la dicha y presente Capitulación, concordia, como a mayor parte porcionistas que son de dicho Puerto, siquiere como mayor parte que son de dichas

9 Tachado: Rivera.

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Valles y Lugares que acerca del gobierno del dicho Puerto y en egercer la jurisdición civil y criminal se hubiera de estar perpetuamente a la dicha y presente Capitulación y concordia, la cual ley y notifiqué yo, dicho Juan de Lascorz, Notario, a dichos Juan de Latre, mayor, y Juan de Latre, menor, Jurados de dicho Lugar de Buerba. Que la mayor parte de los concejantes del Lugar de Buerba estaban a llevar sus ganados a la Tierra llana, por cuya causa no podían juntar Concejo general, y que se tomaban de tiempo para responder a dicha intima y requisición hasta el día once del mes de junio de este presente año de mil seiscientos setenta y seis, que será cuando habrán venido la mayor parte de los concejantes de dicho Lugar de Buerba, y hasta el dicho día once del mes de junio, no quieren les sea causado perjuicio alguno, de las cuales cosas y de cada una de ellas, yo, Juan de Lascorz, Notario, hice y testifiqué de todo lo sobredicho el presen- te Acto publico, a requisición de todos los dichos Lugares de la Valle de Solana; ||4 Fanlo, Vio, Buisán, Ceresuela, Yeba, Nerín y Serque de la Valle de Vio; Jánovas, Lavelilla, Lacort y Tricás de la Rivera. Fecho fue lo sobre dicho cuanto a la fecha, concesión y otorgamiento de los Jurados y Concejo del Lugar de Jánovas, en dicho Lugar de Jánovas, a veinte y nueve de abril del año abajo calendado. Y en cuanto a la fecha, concesión y otorgamiento de los Jurados y Concejo del lugar de Lavelilla, en la partida llamada las Nugarazas, término de dicho Lugar de Lavelilla, en el mismo día veinte y nueve de abril del año abajo calendado. Y en cuanto a la fecha, concesión y otorgamiento de los Jurados y Concejo de los Lugares de Sasé, Burgasé, Cher, Castellar, Cajol, Muro, Ginuabel, Campol, Chiral y Semolué de la Valle de Solana, en la partida llamada a la Doctoria, término común, indiviso y por partir de los dichos Lugares del Valle de Solana, en el mismo día veinte y nueve del mes de abril del año abajo calendado. Y en cuanto a la fecha, concesión y otorgamiento de los Jurados y Concejo del Lugar de Lacort y Tricás, en la partida llamada Alafondara, término de dicho lugar de Lacort y Tricás, en el mismo día veinte y nueve de abril del año abajo calendado. En cuanto a la fecha, concesión y otorgamiento de los dichos Jurados y Concejo del Lugar de Yeba, en el dicho Lugar de Yeba, a trenta días del dicho mes de abril del año abajo calendado. Y en cuanto fecha, concesión y otorgamiento de los Jurados y Concejo del Lugar de Ceresuela, en dicho Lugar de Ceresuela, en el mismo día trenta de abril del año abajo calendado. Y en cuanto a la fecha, concesión y otorgamiento de los dichos Jurados y Concejo del Lugar de Fanlo, en el dicho Lugar de Fanlo, dicho día trenta de abril del año abajo calendado. Y en cuanto a la fecha, concesión y otorgamiento de los Jurados y Concejo del Lugar de Buisán, en dicho Lugar de Buisán, en el mismo día trenta de abril del año abajo calendado.

115 manuel lópez Dueso

En cuanto a la fecha, concesión y otorgamiento de los Jurados y Concejo del Lugar de Nerín, en el mismo Lugar de Nerín, el primero día de mayo del año abajo ca- lendado. Y en cuanto a la fecha, concesión y otorgamiento de los dichos Jurados y Concejo del Lugar de Serque, en el término común, indiviso y por partir del Quiñón Bajo de Vio, en el mismo día primero de mayo del año abajo calendado. Y en cuanto a la fecha, concesión y otorgamiento de los dichos Jurados y Concejo del Lugar de Vio, en dicho Lugar de Vio, en el día primero de mayo del año contado del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo de mil seiscientos setenta y seis. Siendo a todo ello presentes y por testigos a todo lo sobredicho llamados y rogados, Jusepe Buil, estudiante, habitante en el Lugar de San Vicente y Labuerda, y Domingo Ezquerra, habitante en dicho Lugar de Campol, de la Valle de Solana. Está firmada la presente Capitulación, concordia en su nota original según fuero. Sig (signo) no de mi, Juan de Lascorz, habitante en el Lugar de La Buerda, y por autoridad Real, de todas las tierras, Reynos y señoríos del Rey Nuestro Señor, públi- co Notario, que a lo sobredicho presente fue. Consta de sobrepuestos en donde se lee: “Juan de Larrosa, Miguel de Latre mayor, Pedro Castillo” nombrados por el Justicia de la Valle de Vio en personas. Y de enmendados, consta donde se lee:”10”, “Juan Castellar”, “le”, “u”, “10” y “ta”, et cerré. Y habiéndose librado la correspondiente Real Provisión de firma, y notificada a los Alcaldes del Valle de Vio en nueve de febrero del año prósimo pasado, en el quin- ce de marzo del mismo año, se pareció por parte de los Alcaldes, Regidores y Junta del Valle de Vio, y sus Lugares de Vio, Fanlo, Buerba, Ceresuela, Yeba, Nerín, Buisán de que se compone y sin contestar dicha firma, ||4v. desentendiendo de ella, pusieron ación y demanda a dicho Valle de Solana y sus Lugares que le componen, alegando: 10Que dicho Valle de Vio había sido y era dueño, señor, poseedor del Puerto llamado de Gorit, sito en el presente Reyno, que confrontaba con montañas de Francia, y de las Valles de Torla y Bielsa, y Quiñones de la Villa, aunque con goze del dicho Valle de Solana y sus Lugares en el referido Puerto, habiendo dicho Valle de Vio por mas de cien años y de tiempo inmemorial hasta el presente, mediante el Alcalde de la Villa de Vio y su Valle, egercido la jurisdición civil y criminal por si a solas e independiente del Alcalde de Solana ni Prohombres algunos, llevando presos al Lugar de su residencia y a egecución sus sentencias, procediendo en todo conforme a derecho en el referido Puerto, sin intrometerse en manera alguna éste; combocando para las Juntas generales o particulares, presidiéndolas con su insignia y vara, y determinando sus cuestiones y diferencias, oyendo y determinando por si todas y cualesquiera causas generales o particulares o respectivas al dicho Puerto o sus interesados, sin permitir dicho Valle de

10 Al margen: Demanda del Valle de Vio

116 DocumenTos sobre el pasaDo Del sobrarbe

Vio el correr ni vender Malladas ni darse a medias, sino disponer de las vacantes, ni permitir que cualquiere ganadero tenga por si más de una Mallada, quedando las demás a disposición de la Junta, convocándose ésta siempre que a dicho Valle ha pare- cido. Exigiendo las penas a los ganaderos que se hallaban amargonando o bogueando en dicho Puerto, y las que peñoraban sus Guardias, denunciándolas al Alcalde de Vio, del rebaño o rebaños, según la denuncion de dicho Guardia, mediante lo cual seguía el ganado obteniendo licencia del dicho Alcalde de Vio, que había de pasar a hierbajar a otras montañas por el referido Puerto. Determinando las Juntas de dicho Puerto de la Suelta en el día y por el tiempo que le ha parecido, y el nombramiento de Guardias y residencias de éstas en aquel, permitiendo y pudiendo los ganaderos dar la sal a sus ganados mayores y menores en la parte que les ha parecido de dicho Puerto, apenando así a los forasteros, aun con título de pastores, que han entrado y han sido hallados con sus ganados en dicho Puerto, de suerte que todo lo gubernativo de dicho Puerto y res- pectivo a sus pastos, había sido y era propio y peculiar de la Junta general, estatuyendo y disponiendo lo que había tenido por mas conforme y conveniente. Y todo lo respectivo a la jurisdición civil y criminal y contenciosa, propio, peculiar y privativo del dicho Alcalde de la Villa de Vio y su Valle, sin dependencia alguna del Alcalde de la Villa y Valle de Solana, ni sus Ministros haber tenido ni tener éste ni ejercido, en razón de dicho Puerto, ni en sus Juntas ni fuera de ellas, acto alguno de jurisdición, lo que así era verdad. Y constaría que sin embargo de ello, el dicho Valle de Solana, so color y pretesto de cierta aserta Capitulación, que se suponía otorgada en distintos días de abril y mayo del año mil seiscientos setenta y seis, por ante Juan Lascorz, notario de Labuerda, y de la Firma obtenida para su pretendida observancia, pretendía embarazar a dicho Valle de Vio, abdicándose aquel los referidos derechos, siendo cierto que dicha Capitulación ni sus pactos, jamás ni en tiempo alguno había estado en observancia, y que sólo era verdad lo que dejaba referido y expuesto por dicho Valle de Vio, y conclu- yó suponiendo que a su tiempo y por nuestra definitiva Sentencia nos sirviésemos pro- nunciar y declarar, tocar y pertenecer a la dicha Junta y ||5 (y) Valle de Vio y su Alcalde, en dicho Puerto de Gorit, la jurisdicción civil y criminal y demás derechos, usos y gozes arriba expresados, sin embargo dicha aserta relacionada Capitulación, condenada al Valle de Solana y sus Lugares, a que so color de ella no impida, estorbe ni embarace al dicho Valle de Vio en los referidos sus derechos, ni en el otro ni en cada uno de ellos, con los pronunciamientos y declaraciones en razón de todo lo dicho mas conformes a su derecho, con imposición de silencio y callamiento perpetuo y condenación de costas. De cuya Demanda se dio traslado al dicho Valle de Solana y se le emplazó para su seguimiento, mediante Real Provisión, por quien se compareció a contestar y dar razones, y en su consecuencia alegó y dió la siguiente: 11Que se había de absolver de la aserta Demanda dada por el citado Valle de Vio, imponiéndole silencio y callamiento perpetuo y condenación de costas, porque era

11 Al margen: Respuesta del Valle de Solana

117 manuel lópez Dueso incierto que la otra parte a solas fuera dueño, señor y poseedor del Puerto llamado de Gorit, pues sólo lo era a una con el dicho Valle de Solana y demás Lugares anejos, como término común, indiviso y por partir entre ambos Valles, quedando perpetuamente sin partir ni dividir, sino con voluntad de todos, y así se halla reconocido por dicho Valle de Vio en la escritura de Concordia arriba inserta y relacionada. Que también era incierto que el Alcalde del Valle de Vio, por si a solas, hubiera egercido la jurisdición civil y criminal, presidiendo las Juntas, determinando las causas ni egecutando los demás actos que expresa, respectivos a los ganados y Malladas, sino que siempre en conformidad de dicho Concordato y según lo pactado en él, había eger- cido el Alcalde del Valle de Solana junto con el de la Valle de Vio la jurisdición civil y criminal, presidiendo ambos en las Juntas y egerciendo los demás actos y cosas expre- sadas en dicha demanda. Que dicho Concordato en todos sus pactos, desde su otorgamiento hasta de pre- sente, siempre y continuamente había estado y estaba en su observancia, fuerza y vigor, como constaría y acreditaría, el que habiendo ganado dicho Valle de Solana Firma titular con justificación de dicha observancia, habiéndose opuesto la otra parte, desentendiéndo- se de ella, había interpuesto el recurso de la aserta Demanda, en cuya atención y de ser incierto lo demás que en contrario se alegaba, y carecer de fundamento legal y jurídico, concluyó suplicando, se determinase a su favo, en el modo y forma que lo lleva pedido. Y por un otrosi suplicó nos sirviésemos mandar acomular a dicha Demanda la Forma (sic.) titular arriba citada que había ganado el dicho Valle de Solana en fuerza del dicho Concordato, pues convenía así para su derecho, lo que fue concedido por nuestro Auto de veinte de abril de dicho año. Y en el mismo día, se dio traslado de dicha Defensa al Valle de Vio, por quien en su respuesta se concluyó para prueva y fee, dicha causa recibida a ella por cierto término que después se prorrogo por todo el de la ley, dentro del cual por las mencionadas partes, a fin de hacer lo que tenían ofrecida, pre- sentaron sus respectivos Interrogatorios. Y siendo la intención del Valle de Vio querer provar lo mismo que tenía alegado en su Demanda arriba relacionada, y que dicha escritura de Concordia jamás ni en tiempo alguno había estado en su observancia, fuerza y vigor, aunque ésta se justificó con diez y seis testigos, naturales y vecinos de las Villas y Lugares de Esquaín, Jánovas, Lacort, Vililla, Puyuelo, Buisán, Vio, Broto, Asín, Morillo de Sanpietro y Fanlo, que se presentaron por parte del citado Valle, ante Guillermo Sánchez de Arriaga, nuestro Escribano ||5v. Receptor y comisionado para ello, pues dicen que así lo han visto ser, suceder y pasar, con los motivos de ser natura- les y vecinos de dichos Lugares mediatos y circumbecinos a dicho Puerto de Gorit, en el que habían estado, algunos a guardar ganados, y a otras cosas, en donde habían visto dife-rentes actos, usos y cosas que certificaban sus derechos. Pero algunos de dichos testigos ignoran la cuarta pregunta de dicho Interrogatorio, en que se articula que dicha escritura de Concordia jamás ni en tiempo alguno había estado ni estaba en observancia y práctica en ninguno de sus capítulos, en cuanto contrario a los derechos, usos y cosas que articulaba en los antecedentes artículos; y otros no contestan en sus derechos y declaraciones, pues siendo la pregunta (entre otras cosas), que los Guardas

118 DocumenTos sobre el pasaDo Del sobrarbe para la custodia de dicho Puerto de Gorit, habían sido y eran nombrados por el Alcalde de Vio, responden que dichos Guardas habían sido igualmente por el Alcalde de Solana, por cuyo Valle se ofreció justificar que dicha escritura de Concordia arriba inserta, desde que se había otorgado hasta de presente, siempre continuamente había estado y estaba en su fuerza, observancia y valor, quedando y observando por los dichos Valles de Vio y Solana, y Lugares de Jánovas, Lavelilla, Lacort y Tricás, todos sus pactos y capítulos en la misma contenidos, y especialmente cuanto por ella se previene que los Alcaldes de dichas valles egerzan la jurisdicción civil y criminal juntamente con el de Vio, y no por si a solas éste, con el ditamen y consejo de los cuatro Prohombres, de forma, que todo lo gubernativo de dicho Puerto y respectivo a sus pastos, era de la Junta general, y todo lo respectivo a la jurisdición civil y criminal y contenciosa, de los Alcaldes de los citados Valles de Vio y Solana, sin que el de Vio por si a solas, sino a una con el de Solana, hubiese egercido ni egerciere en razón alguna de dicho Puerto ni en sus Juntas ni fuera de ellas, acto alguno de jurisdición sobre lo que como dicho es. Presentó Ynterrogatorio y en testigos ante si nuestro dicho Receptor, a Miguel Giral, Francisco de Latre, Miguel de Val, Domingo de Latre, Francisco Campo, Martín Puyuelo, Pedro Alcampo, Gregorio Mora, Francisco Gallán, Francisco Pardina, Josef Villacampa y Miguel Bernad, labradores, ganaderos, naturales y vecinos de las Villas y Lugares de Semolué, San Felices, Muro, Arresa, Planillo, Tricás, Liguerri, Santaolaría, Ascaso, Javierre, Ceresuela, Albella, Asín, Borrastre, Silves, sus edades cuarenta y cinco, cuarenta y ocho, cuarenta y uno y mas años. Los cuales legítimamente pregunta- dos, bajo juramento que prestaron en poder de dicho nuestro Receptor, sobre el conte- nido de dicho Interrogatorio y de la citada escritura de Capitulación concordia que se les mostró y leyó, todos conformes y contestes, dicen el contenido de lo que se les pre- gunta, y que la citada escritura desde el día de su otorgamiento hasta de presente, continuamente había estado y estaba en su puntual observancia, fuerza y valor, guar- dando y cumpliendo los Lugares de los dichos Valles y los de Jánovas, Lavelilla, Lacort y Tricás, con todos y cada uno de sus pactos y capítulos, especialmente en cuanto por ella se previene que los Alcaldes de los citados Valles egerzan la jurisdicción civil y criminal, juntamente y no por si a solas el de Vio, y con consejo y parecer de los citados cuatro Prohombres (y esto hasta las Leyes del nuevo Gobierno) prendiendo sus cuestio- nes y diferencias, oyendo y determinando cualesquiere causas generales y particulares concernientes ||6 al dicho Puerto y sus interesados, sin permitir que por si a solas eger- ciere jurisdición el citado Alcalde de Vio, sino en los casos que por la misma escritura de Concordia le eran permitidos, de forma que todo lo gubernativo de dicho Puerto respecto a los pastos, espresaron ser y que era de la Junta general, y todo lo respectivo a la jurisdición civil y cri-minal y contenciosa, era peculiar, propio y privativo de los Alcaldes de ambos Valles, y dieron la razón concluyente espresando los doce testigos, porque así lo habían visto ser, suceder y parar por todo el tiempo de sus memorias, con los motivos de haber estado varias veces en el dicho Puerto de Gorit, prósimo cercano a dichos sus Lugares, en donde tiene su efecto dicha escritura, pues se reduce entera- mente al buen gobierno de aquel en el que han visto en su conformidad egercer otros distintos actos y cosas, determinando las causas los dos Alcaldes, y tomando la jura

119 manuel lópez Dueso cada Alcalde a los Guardas nombrados por sus Valles, lo que así mismo oyeron dichos testigos decir por el tiempo que no alcanzaron sus memorias a los antiguos que nom- braron, y el testigo trece también sabe su contenido por haberlo así oydo decir. Dentro del mismo término de prueba, por parte del citado Valle de Vio, para corrobación y aumento de la suya, se compulsaron un Acto de Estatutos sobre el go- bierno y pacimientos de los pastos del Puerto de Gorit, para enunciativa del dominio que el Valle de Vio tenía en aquel, cuyo Acto había sido hecho en los Lugares de Jánovas, Vililla, Lacort y Tricás y Valle de Solana, a veinte y nueve de abril del año pasado de mil seiscientos setenta y seis, y algunas partidas de los escesos, riñas, atro- pellamientos y una muerte que en los Lugares de Fanlo, Ceresuela y citado Puerto, habían sucedido en los años mil sietecientos veinte y dos, trenta y tres, y mil sietecientos cuarenta y cuatro, de las que resultaba haber conocido en dichos escesos y causas el Alcalde de Vio, determinándolas imponiendo a los agresores, las penas y apercibimien- tos que había tenido dicho Alcalde por convenientes; quien así mismo egerció y admi- nistro justicia al Doctor Don Sebastián Fereñao, Presbítero, Rector de la parroquial de Buerba, contra Domingo y Pedro Méliz, padre e hijo, vecinos del de Burgasé, en razón de 270 reales que a dicho Rector le estaban deviendo, para cuyo pago se le siguió Pleito de embargo, el que igualmente se halla compulsado en autos. En cuyo estado, bajo el día dos de setiembre del año prósimo pasado, por parte del citado Valle de Solana, se presento una información hecha ante Miguel Capalvo, Justicia y Juez ordinario del Valle de Solana, por lo que resulta que el Justicia del Valle de Vio, desechó propio y voluntariamente hizo sacar del Puerto de Gorit diferentes ganados de vecinos del Valle [de] Solana que estaban pasturando en el dicho Puerto, imponiéndoles diferentes penas y causándoles otros perjuicios, con cuyo motivo dio pedimento dicho Valle de Solana y suplicó que concediésemos nuestra Real Provisión de sobrecarta, a espensas del Alcalde que entonces era del dicho Valle de Vio, para que observase y guardase la citada Firma de que estaba noticioso, pues se desentendía de ella, haciendo lo que en la misma le estaba hinivido. Y habiéndose librado Real Provisión de sobrecarta, aperciviéndole a dicho Alcalde cumpliese con la citada Firma, pena de ser castigado como fractor de ella, y que repusiese lo que en su contravención hubiere egecutado, por éste se dejo, que con el motivo de habérsele dado copia de la Firma, cuando se le notificó, había dado la providencia de que se quejaba la otra parte, y en atención ||6v. de no habernos constado de dicha reposición, sin embarg, de la Requesta que se le hizo, antes bien de lo contrario. Mandamos despachar nuestro Receptor de turno a sus espensas, para que repusiese todo lo por el mismo Alcalde egecutado en contravención de la Firma, y que se contenía en la espresada Requesta, lo que así se egecutó. Y habiéndose hecho publicación de Provanzas, y comunicado aquellas a las citadas partes, por la de Solana, para mayor justificación de lo por si alegado, se pre- sentaron una escritura de Sentencia arbitral, dada y pronunciada por Mosen Juan Puertolas, Arcipreste de Sobrarve y las Valles; Pedro de Sin, Rector de Campol, Prior de la Cofradía de los clérigos de las Valles de Vio y Solana; Pedro Campodearbe, lugar-

120 DocumenTos sobre el pasaDo Del sobrarbe teniente de Justicia de la Villa de Boltaña; Bartolomé de Lacort; Pedro Suelves, Jurado de dicha Valle; Pedro Sanz de Fanlo, Justicia del Valle de Vio, y Antón Pueyo, Justicia del de Solana, árbitros nombrados por dichas Valles para que determinasen y atagesen todas las cuestiones que tenían y podían ocurrir acerca de dicho Puerto de Gorit, y en virtud de ella, sentenciaron y determinaron que aquel fuese común de las dos Valles, y que todas las causas que en el mismo se ofrecieren y suscitaren, fuesen determinadas por los dichos Justicias de dichos dos Valles, haciendo presos a los reos, y haciéndolo el Justicia del Valle de Vio que fuere de su obligación, inquirir, intimarlo, hacer saber al Alcalde de Solana, que asista para hacer el proceso o procesos y conocer de las tales causas, y no acudiendo, que pudiese el Justicia del Valle de Vio pro-seguir dichos pro- cesos con otras cosas que de la misma Sentencia resultan, que se pronunció en trenta de enero y entimó a dichos Valles en once de julio el año mil quinientos trenta y uno, por testimonio de Jaime Nerín, Notario que fue de la Villa de Boltaña, testificada. Dos copias de Firma, firmadas y signadas, despachadas en la Corte del nuestro Justicia de Aragón en los días doce de julio y diez y ocho de abril de los años mil seiscientos setenta y seis, y mil seiscientos cincuenta y cinco, concedidas a favor de dos vecinos de (de) los Lugares de Burgasé y Buerba, de las que se evidencia entre otras cosas el dominio, uso y posesión que tienen los vecinos de los Lugares en dicho Puerto, y el derecho a tener Majadas según la costumbre de aquel. Otra escritura se presentó, de la que resulta que habiendo sucedido una pen- dencia en la Valle de Gorit entre unos pastores y sacándose sangre, el Justicia del Valle de Vio los llevó presos, y después les dio paz. Y enterado de esto el Justicia del Valle [de] Solana, lo protestó, y habiéndole dado satisfación el de Vio, le dijo que su animo no había sido hacer ningún perjuicio ni quitarle la preeminencia que tenía como tal Justicia, y que de esta ación no quedase ejemplar. Cuya escritura se otorgó en nueve de setiembre del año mil seiscientos ochenta y uno, y por Juan Muro, Notario real, habi- tante en la Villa de Broto testificada. De otra escritura que también presentó, resulta que habiendo vendido Juan de Latre una Majada que tenía en dicho Puerto, y quejándose Miguel de Latre, su hijo, a los dichos Justicias, lo pusieron éstos en posesión de dicha Majada con su ganado, imponién- dole la pena de sesenta sueldos a la persona que lo inquietase, aplicando la pena a bene- ficio del Puerto y del dueño de la Majada, cuya escritura se otoróo en tres de agosto del año mil seiscientos noventa, y por el Notario prósimo nombrado testificada. Otra de distintos pactos que dichos Valles acordaron para el buen gobierno del citado Puerto, de la que entre otras cosas resulta, que si el Alcalde [de] Vio, en ausencia del de Solana, tomara preso alguno ||7 en el dicho Puerto, que sea tenido requirir, inti- mar o hacerlo saber al Justicia del Valle de Solana, para que baya y asista con el Justicia del Valle de Vio, para hacer el proceso o procesos, y conocer en tales causas, y si no querrá venir, que el dicho Justicia pueda conocer las tales causas y hacer lo que deba ser hecho de Justicia. Y si el Justicia de Solana tomare en el Puerto preso alguno a ausencia del de Vio, que en tal caso, sea tenido intimar al dicho Justicia de Vio la tal capción, para que venga o embie persona para llevar el dicho preso al Lugar mas cer-

121 manuel lópez Dueso cano o que a los dos mas parecerá, y hacer el proceso y juzgando su causa, y si el dicho Justicia del Valle [de] Vio, hecha la intima, no querrá embiar persona para sacar dicho preso del Puerto, que en tal caso, el Justicia del Valle de Solana esté a espensas del de el Valle de Vio, y pueda hacer ir las personas que le parezca para guardar dicho preso, hasta que dicho Justicia del Valle de Vio habrá acudido a lo que debe. Siete Actos o escrituras se presentaron también, hechas en diferentes Lugares de los citados Valles, desde el año mil seiscientos setenta y ocho hasta el de mil sete- cientos veinte y cinco, de las que resulta que algunas veces de los Lugares de los citados Valles y hermandad que tenían Majadas en dicho Puerto, habían dado éstas unos a metaduría, otros acogiendo en ellas a otros veces, y otros cediéndolas enteramente, espresando lo hacían por algunos beneficios y buenos efectos que se debían, pero sin que se hubiese mezclado cantidad ni cosa alguna. Y habiéndose dado los pedimentos de conclusión para la Sentencia definitiva, se mandaron poner para este fin los Autos en poder del Relator, y en vista de ellos, por los nuestros Oydores abajo nombrados, bajo el día catorce del mes de abril del corriente año de mil sietecientos cincuenta y dos, se pronunció la del tenor siguiente: 12En el Pleito y causa civil que ante Nos va, y por de y es entre partes, los Alcaldes, Regidores y Junta del Valle de Vio y sus Lugares de Vio, Fanlo, Buerba, Ceresuela, Nerín, Yeba y Buisán, de que se compone, actores demandantes, y Josef Forcada, su Prior, de la una. Y de la otra, Nos, demandados el Valle de Solana, y los Lugares de Burgasé, Sasé y Campol que la componen, Juan López de Otto, su Prior, sobre diferentes derechos en el Puerto llamado de Gorit, vistos, etc. Fallamos atento a los autos y méritos del proceso, que debemos absolver y absolvemos al dicho Valle de Solana y damos por libre de la Demanda contra él puesta por los referidos Alcaldes, Regidores y Junta del Valle de Vio, a quienes en vista y sin costas, así lo pronunciamos y mandamos. Don Pedro Josef Antolínez de Castro. Don Francisco Carrasco Don Manuel Lorenzo Salvador de Lasala Cuya Sentencia se notificó a dichas partes, y por la del Valle de Vio se suplicó de ella, la que le fue admitida, y en vista de no haber querido alegar de agravios ni usar del termino y traslado y autos que se le dio, bajo el día diez de los corrientes por los nuestros Oydores espresados al margen13, se proveyó el acto siguiente: Declarase por pasada en autoridad de cosa juzgada la Sentencia pronunciada en este Pleito en catorce de abril de este presente año, sin las costas de este recurso. Rubricado

12 Nota al margen: Sentencia. 13 Al margen: Auto. Señores Antolinez, Carrasco, Salvador. 14 Al margen: Auto. Señores Audiencia pública.

122 DocumenTos sobre el pasaDo Del sobrarbe

14En cuyo estado, hoy día de la fecha, se ha dado Pedimento ante Nos, y en dicha causa por parte del citado Valle de Solana, diciendo que en ella se había dado Sentencia, la que había sido pasada en autoridad de cosa juzgada y que por ello nos sirviésemos en despachar nuestra Real Provisión egecutoria en forma. Lo que así fue concedido por auto de algunos de los nuestros Oydores de dicha Audiencia, celebrán- dola pública, hoy día de la fecha, en cuya conformidad acordamos espedir la presente nuestra Real Provisión egecutoría para vos, los nuestros Alcaldes, Justicias y Junta del citado Valle de Solana y sus Lugares ||7v. (Lugares) que la componen, por lo cual, os asolvemos y damos por libres de la Demanda contra vos puesta por los Alcaldes, Regidores y Junta del Valle de Vio arriba relacionada, a quienes imponemos silencio perpetuo, en conformidad de la nuestra Sentencia arriba impuesta inserta. Y mandamos a qualesquiere de nuestros Escribanos públicos y reales que en el presente fueren requeridos por parte de los Alcaldes y Justicias del citado Valle de Solana, la notifiquen y intimen a los Justicias y Alcaldes del Valle de Vio, para que no contravengan a dicha Sentencia, y les pare el perjuicio que haya lugar en derecho, certificándonos de todo a continuación de la presente, so pena de vente mil maravedises para la nuestra Cámara, y además que haya lugar en derecho. Dada en Zaragoza, a trece días del mes de mayo de mil setecientos cincuenta y dos años. Juan José Ventura de Latorre, Escribano de cámara del Rey nuestro Señor, la hice escribir por su Mando., con acuerdo de su Agente y Oydores de la Real Audiencia de Aragón. 15En el lugar de Burgasé, a los once días del mes de julio de el referido año, por parte de la Justicia y Junta del Valle de Solana, se me requirió a mi, Juan Francisco Ribera, Escribano de su Real Majestad, y domiciliado en la villa de Broto, con el ante- cedente despacho, para que lo notificara e hiciera saber a la Junta del Valle de Vio, a lo que me ofrecí pronto, en cumplimiento de mi oficio. Y para que conste, lo pongo por diligencia de que certifico. Juan Francisco Rivera 16En el Cuello de la Junta, término de los dos Valles de Vio y [de] Solana, dichos día, mes y año, yo, dicho Escribano, en virtud de la requisición a mi dada, el Valle de Solana parecí ante la Junta del Valle de Vio, celebrándola con el Valle de Solana, cada uno en su jurisdicción y término, celebrándola por dicho Valle de Vio, Pedro Barrau de Laguna, su Alcalde, vecino del Lugar de Ceresuela; Agustín Castillo, Pedro Pintado, Regidores del Lugar de Fanlo; Matías Buisán, Regidor del Lugar de Buisán; Pedro Borrue, Regidor Síndico del Lugar de Nerín; Ramón Bernat, Regidor del Lugar de Ceresuela; Domingo Buesa, Juntero del Lugar de Yeba; Pedro Ceresuela, Regidor del Lugar de Buerba; Miguel Puertolas, Regidor o Juntero del Lugar de Vio, a los cuales arriba nombrados, congregados en celebración de Junta, notifiqué e hice a

15 Al margen: Cumplimiento. 16 Al margen: Notificación.

123 manuel lópez Dueso saber el antecedente despacho, leyéndoseles desde su primera línea hasta la última, y lo hice en forma en su persona y de que certifico. Juan Francisco Rivera

DOCUMENTO 4 1774, marzo, 13 Boltaña Acuerdo entre Pedro Barrau de Ginuabel y Miguel Duaso de la casa de S. martín de Puitarans, para acoger a su ganado en la mallada en el Puerto de Goriz del primero citado. Documentación Casa de San Martín de la Solana. Folio. Sello 4º, 20 maravedís. Año de 1774 Drecho gracioso de la majada del Puerto. En el nombre de Dios todo poderoso, sea a todos manifiesto que yo, Pedro Barrau, vecino del Lugar de Ginuabel del Valle de Solana, y de presente hallado en la Villa de Boltaña, atendido que yo, dicho otorgante, tengo y poseo un aprisco o maxada para amalladar ganado, sita en el Puerto de Goriz del Valle Solana y Valle de Bió, cuio aprisco confronta y está sito en la partida Tobacor, y confronta con aprisco o maxada de Martín Viñola, vecino del Lugar de Caxol del Valle Solana, y con una peña, cuia maxada o aprisco es para el usso de mi ganado tan solamente. Y atendido que Miguel Duaso, vecino del Lugar de Campol del Valle Solana, residente en la Casa de San Martín de Puitarans, me ha pedido y suplicado le hiciera merced y fabor de admitir su ganado para amallatarse en dicho aprisco, y usar de él con su ganado así como yo, dicho otorgante, lo uso con el mío. Por tanto, de mi buen grado y cierta ciencia, certi- ficado de todo mi derecho, admito y acoxo al usso del dicho aprisco o maxada arriva confrontada, al dicho Miguel Duaso, vecino del dicho Lugar de Campol, residente en la Casa de San Martín de Puitarans, para que pueda amallatar en ella libremente su gana- do, así como yo, dicho otorgante, podía y puedo amallatar el mío, con la condición que ni yo, dicho otorgante, ni mis sucesores, ni el dicho Miguel Duasso ni los suios, poda- mos ni puedan en tiempo alguno admitir sin mutuo consentimiento otro ganado para recogerse ni amallatarse en ella. Y prometo tener esta escritura por consistente, y no ir ni venir contra ella aora ni en tiempo alguno baxo la obligación que a ello hago de mi persona ||1v. y bienes muebles y sitios, habidos y por haber. Hecho fue lo sobredicho en la Villa de Boltaña a los trece dias del mes de marzo del año contado del Nacimiento de nuestro Señor Jesucristo de mil setecientos setenta y quatro, siendo para ello presentes por testigos llamados y rogados, mosen Jaime Latre, Presbítero residente en la Casa de San Martín de Puitarans, y de presente hallado en dicha Villa de Boltaña, y Juan Loriente, labrador, vecino de la misma Villa de Boltaña. Esta continuada y firmada esta Escritura en su nota original según fuero de Aragón, y en el papel sellado según Pragmática real.

124 DocumenTos sobre el pasaDo Del sobrarbe

Sig (signo) no de mi, Francisco Puicercús del Campo, Infanzón, Escribano público de Su Magestad sus Reinos y Señoríos, vecino de la Villa de Boltaña, que a todo lo sobredicho juntamente con los testigos presente me hallé, y rogado, testifiqué. Y he extrahido esta Escritura hoy día de su otorgamiento en esta foxa del Real Sello quarto, y sin llevar derechos por hacerla graciosamente, y cerré.

DOCUMENTO 5 1786, marzo, 23 Barbastro Cuestión planteada sobre diversos aspectos de la organización de la explota- ción del Puerto de Goriz y respuesta. Documentación Casa de San Martín de la Solana. Folio Los Valles de Vio y Solana se congregan o se juntan en el Puerto de Gorit todos los años a ciertas diligencias, dando juramento los Alcaldes de los dichos Valles, cada uno a los Regidores de su Balle y jurisdición, y el Alcalde del Valle de Solana lo da a los de su jurisdición y Lugares de Jánobas, y la Bellilla y la Corte y Tricás, y esto se a practicado sienpre de inmemorial asta el día de oy. Ay algunos que se quieren oponer de los de Valle de Vio, alegando que en la Firma ay un Capítulo que dize, el Alcalde del Valle de Vio llebe Bara, y el Alcalde del Valle de Solana no la lleba, supuesto no lo a usado. Vuestra Merced berá con los documentos que ban adjuntos que deve practicar el Alcalde de Solana a un mal procedimiento, supuesto que la hejecutoria manda silen- cio perpetuo. Vuestra Merced dirá. Respuesta Vistos los documentos y copia de Firma ganada por parte del Valle de Solana, sentencia en la Demanda que introduxo ||1v. el Valle de Vio, en que se le impuso silen- cio perpetuo a dicho Valle de Vio sobre su pretensión, contra lo prevenido en la Escritura de Concordia entre ambos Valles inserta en dicho proceso. Entiendo que aun- que el Valle de Solana y su Justicia se una con la del Valle de Vio para el conocimiento de todas las causas civiles y criminales que ocurren en todos los asumtos y cosas del Puerto de Gorit, común a entrambas Valles, pero visto el Pacto sobre dar el Juramento a los Guardas que deve poner cada Valle en dicho Puerto, aunque el Valle de Solana esté en la posesión de recivir el Juramento a los Guardas por los Lugares de Jánovas, Lavililla, Lacort y Tricás, como más imediatas al Valle de Solana, y conforme a dicha posesión pueda armarse de Firma posesoria en quanto al Juramento de los Regidores de dichos pueblos, sobre los ganados forasteros que admiten en dicho pueblo, baxo el

17 "del Valle de Vio" entre puntos.

125 manuel lópez Dueso supuesto de que dichos qua||2tro Lugares son de la jurisdicción de Solana. Pero tenien- do presente que en el principio de dicha Escritura de Concordato, los Concejos y Valles que otorgaron la Escritura, reconocen del Valle de Vio a los Lugares de Lacort y Tricás del Valle de Vio17, y los Lugares de Jánovas y Lavililla del de Solana, parece que en quanto a Lacort y Tricás tiene el Valle de Vio fundamento para que su Justicia reciva a los Guardas y Regidores de dichos dos Lugares, pero de ningún modo podrá pretender el Valle de Vio que su Justicia prive a la del Valle de Solana el tomar juramento a los Guardas y Regidores de los Lugares de dicho Valle en que expresamente se comprehen- den Jánovas y Lavililla. Y aunque el Alcalde del Valle de Vio tenga prerrogativa de llevar Bastón o vara, esta calidad no le da la jurisdicción absoluta en los dos Valles de Vio y Solana,||2v. y por consiguiente el Alcalde de este Valle, conforme a la Escritura, Firma y Sentencia, deve recivir dichos Juramentos a los Guardas y Regidores de los pueblos de dicha Valle de Solana, incluso Jánovas y Lavililla, sin permitir la menor contravención. Barbastro y marzo 23 de 1786. Don Diego Valón y Dolader.

126 SOBRARBE Revista del Centro de Estudios de Sobrarbe, n.º 8. 2002

Valoración preliminar del estado ecológico de los ríos del parque nacional de ordesa y monte perdido (Huesca) según sus comunidades de macroinVertebrados bentónicos

Por Antonio torrAlbA burriAl1 y FrAncisco J. ochArAn2

Departamento de Biología de Organismos y Sistemas Universidad de Oviedo

1 [email protected] 2 [email protected]

RESUMEN Se han estudiado las comunidades de macroinvertebrados bentónicos de los ríos del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca, NE de España). Se realizaron dos campañas de muestreos con una red Surber en el verano de 2001, coincidentes con la época de menor caudal. Se estudió la estructura de las comunidades mediante la rique- za de taxones e índices de diversidad, equidad y dominancia. Se evaluó la calidad de las aguas mediante el número de taxones de Ephemeroptera, Plecoptera y Trichoptera (gru- pos EPT) y los índices ASPT’ y BMWP’, empleando este último para clasificar el esta- do ecológico de los tramos muestreados. Las comunidades presentaban organismos muy sensibles a la contaminación, propios de aguas de montaña muy oxigenadas, y los mues- treos indican en su mayoría unos tramos con un estado ecológico muy bueno. Las dife- rencias más importantes entre las comunidades, así como dentro de una misma comuni- dad, se dan con la estación situada a más altura (en la parte alta del río Bellós), que es la que menor temperatura del agua presenta.

Palabras clave: Estado ecológico. Indicadores biológicos. Macroinvertebrados bentónicos. BMWP’. Ríos pirenaicos. Ríos de montaña. Ordesa. Huesca. Aragón.

INTRODUCCIÓN Los ríos desempeñan un papel fundamental, no sólo dentro del ciclo hidrológico global de la tierra, sino también en el pasado, presente y futuro de la humanidad. Pese a este importante papel natural de los ríos, la especie humana los ha venido considerando frecuentemente como simples canales para el suministro de agua o la navegación, o como cloacas en las que verter todo tipo de residuos. Ese punto de vista ha propiciado la degradación de nuestros ríos, acrecentada progresivamente con el incremento de la población, la intensificación de la agricultura y el desarrollo industrial. Sin embargo, poco a poco la sociedad va tomando conciencia de la importante función de los ríos y comienza a valorarlos, considerándolos como algo más que canales o cloacas. En este sentido, resulta significativo que la Directiva 2000/60/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, por la que se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de aguas, considere en primer lugar que el agua no es un bien comercial como los demás, sino un patrimonio que hay que proteger, defender y tratar como tal.

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Con el fin de evaluar la calidad de las aguas de un río, pueden utilizarse diferen- tes métodos. La Directiva 2000/60/CE presta una atención especial a los índices bioló- gicos, ya que clasifica los indicadores de calidad de las aguas en tres tipos: indicadores biológicos, indicadores hidromorfológicos que afectan a los indicadores biológicos, e indicadores químicos y físico-químicos, que afectan a los indicadores biológicos. Estos índices biológicos estudian determinados parámetros o aspectos biológi- cos del medio acuático, cuyos cambios indican la existencia de alteraciones de dicho medio. En efecto, las modificaciones del medio acuático producen cambios en sus comunidades de organismos, favoreciendo a ciertas especies y creando circunstancias intolerables para otras y, en definitiva, alterando la composición y estructura de dichas comunidades (García de Jalón Lastra & González del Tánago, 1986). En otras palabras, los organismos menos tolerantes a la alteración desaparecerán de las zonas con baja calidad, mientras que los más tolerantes permanecerán, incrementando incluso su núme- ro y haciendo disminuir la diversidad de la zona alterada. No todos los parámetros ni organismos son válidos como índices biológicos. Para que un índice biológico sea de verdad útil y pueda utilizarse de manera habitual para valorar la calidad de las aguas, tiene que cumplir una serie de condiciones. Barbour et al. (1995) hacen hincapié en las cinco siguientes: • Ser relevante para la comunidad biológica en estudio, y para los objetivos específicos del programa de evaluación. • Ser sensible a los agentes productores de la alteración. • Proporcionar una respuesta que pueda ser discriminada de la variabilidad natural. • Ser medioambientalmente benigna, para que no produzca un trastorno en el medio acuático al medirla. • Tener un coste bajo por muestra. Las comunidades de macroinvertebrados bentónicos cumplen esas condiciones, y además su utilización presenta una serie de ventajas (Klemm et al., 1990; Barbour et al., 1996, 1999; Donher et al., 1997): • Los macroinvertebrados bentónicos se ven afectados por las condiciones físi- cas, químicas y biológicas del medio acuático. Diferentes tipos de alteración ambiental producen diferentes comunidades de macroinvertebrados. • Son buenos indicadores de las condiciones concretas de una zona, ya que muchos presentan patrones de migración reducidos. • Las comunidades de macroinvertebrados responden con rapidez a las varia- ciones ambientales. • Las condiciones alteradas pueden ser detectadas por un especialista con un solo examen de la comunidad. • La identificación de los ejemplares a nivel de familia es relativamente sencilla para un especialista.

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• Los muestreos son relativamente sencillos, requieren poca gente y no son muy caros, teniendo un efecto mínimo sobre la comunidad del tramo muestreado. • Los macroinvertebrados bentónicos son la fuente principal de alimento de los peces. Son una parte crítica de la red trófica, por lo que las perturbaciones que les afecten afectarán también al resto de la red trófica y a los peces en concre- to. • Los macroinvertebrados bentónicos son abundantes en la mayoría de las corrientes. Además, muchos arroyos pequeños, que tienen una fauna de peces muy limitada, presentan en cambio una fauna muy diversa de macroinverte- brados. Por todo ello, los índices basados en estos organismos nos permiten conocer el estado ecológico del agua, definido en la Directiva 2000/60/CE como “una expresión de la calidad de la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas acuáticos asociados a las aguas superficiales”, es decir, su capacidad para mantener a las comunidades natura- les de organismos habitantes del río. A la hora de determinar la categoría de estado ecológico (muy bueno, bueno, aceptable, deficiente o malo) que presenta un tramo, deben de tenerse en cuenta las alteraciones que presenta la comunidad de macroinvertebrados con respecto a las carac- terísticas que tendría en dicho tramo si no existieran perturbaciones antrópicas. Por esta razón, resulta especialmente interesante estudiar las comunidades de macroinvertebra- dos de tramos donde, a priori, se considera que las perturbaciones antrópicas son míni- mas (o casi nulas). En este sentido, los objetivos de este estudio son: 1/ La descripción de las comunidades de macroinvertebrados bentónicos de los ríos del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, zona protegida en la que debería de haber escasas perturbaciones antrópicas. 2/ La valoración preliminar del estado ecológico de dichos ríos, evaluándolo precisamente según dichas comunidades.

MATERIAL Y MÉTODOS La zona de estudio El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido fue declarado en 1918 con una superficie de 2.066 hectáreas. Posteriormente se amplió en 1982 hasta las 15.608 ha. Está situado en los Pirineos Centrales, en la provincia de Huesca, en el interior de la comarca del Sobrarbe (Figura 1). Los ríos más importantes que lo atraviesan son el Arazas, en el Valle de Ordesa y afluente del río Ara, y el Bellós, que conforma el Cañón de Añisclo y desemboca en el río Cinca. De acuerdo con técnicos de la DGA y del Parque Nacional, se eligieron cuatro puntos de muestreo entre estos dos ríos, teniendo en cuenta su adecuación para el estudio previsto. Posteriormente se determinó sobre el terreno la localización exacta de cada punto, fijándolo vía satélite mediante un GPS Etrex Garmin (Figura 2). Sus coorde- nadas UTM se dan en la Tabla 1, pudiéndose consultar las características concretas de

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Figura 1. Situación de las estaciones muestreadas, indicando su localización mediante ampliaciones sucesi- vas desde la situación de Huesca en la España peninsular y del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido en Huesca. Las flechas indican la dirección de la corriente. ARA1 = río Arazas en la pradera de Ordesa; ARA2 = río Arazas en su desembocadura; BEL1 = río Bellós en Fuen Blanca; BEL2 = río Bellós en el lími- te del P.N.

132 VAlorAción PreliminAr del estAdo ecológico de… cada punto y cada muestreo en el Apéndice 1. Con el fin de facilitar su localización visual, se han representado en el mapa de la Figura 1. Como base cartográfica para este estu- dio, se ha empleado el GIS-Ebro de la Confederación Hidrográfica del Ebro.

Metodología de muestreo Se realizaron dos campañas de mues- treo, con el fin de tener una cierta variabilidad temporal y así valorar mejor el estado ecológico de las aguas. Además, el hecho de muestrear el mismo tramo en dos ocasiones separadas en el tiempo permite evitar distorsiones producidas por perturbaciones naturales de escaso alcance temporal, como pueden ser crecidas debidas a tormentas, cuyos efectos podrían estar limitados a uno de los muestreos. La primera campaña se Figura 2. GPS Etrex Garmin empleado realizó en julio y la segunda en agosto. para situar los puntos vía satélite Estos muestreos se han realizado tenien- do en cuenta las exigencias de precisión, estandarización y comparabilidad presentes en la Directiva 2000/60/CE. Dado que se empleó un índice multihábitat para analizar el estado ecológico (el BMWP’) era necesario muestrear tanto las facies lóticas como lénticas de cada punto, por lo que se tomó, cuando fue posible, una muestra en zona de flujo laminar y otra en flujo turbulento. Esto nos permite subsanar posibles problemas con la primera muestra y no perder información sobre taxones poco abundantes. Así se consigue una informa- ción más cercana a la realidad sobre la composición y estructura de las comunidades de macroinvertebrados bentónicos de cada punto. Se realizó una valoración sobre el terreno de algunas características macros- cópicas del tramo de río donde se tomaron las muestras: tipo de sustrato del lecho, cobertura de la vegetación sumergida, iluminación del cauce, contaminación aparente y tipo, así como el porcentaje de cobertura y el tipo de la vegetación de ribera. También se midieron los siguientes parámetros físico-químicos del agua: • Temperatura. Con un termómetro de mercurio, con un rango de -16 a 60 ºC y una precisión de ± 1 ºC (Figura 3.A). • pH. Con un pHmetro pHep®3, con un rango de 0,0 a 14,0 pH y una precisión de ± 0,1 pH (Figura 3.B). • Conductividad. Con un conductivímetro DISTWP3, con un rango de 0 a 1999 microS/cm y una precisión de ± 2% (Figura 3.C). • Oxígeno disuelto. Con un oxímetro HI9142, con un rango de 0,0 a 19,9 mg/l y una precisión de ± 1,5% (Figura 3.D). Debido a problemas técnicos, no fue posible tomar este dato en todos los muestreos.

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Figura 3. Instrumentos de medida de parámetros físico-químicos empleados. A) Termómetro. B) pHmetro. C) Conductivímetro. D) Oxímetro

Se ha empleado una red Surber de luz de malla de 250 micrómetros, y con 900 cm2 de área (con una base cuadrada de 30x30 cm). Esta red Surber fue colocada contracorriente, con el marco en el fondo (Figura 4), y todas las piedras y materiales situados en el interior del marco fueron removidos y lavados. De esta forma la corriente arrastra los invertebrados al interior de la red y, al final de ésta, a un recipiente de plás- tico con una tapa a rosca. Una vez tomada la muestra, se desenrosca la tapa sobre una bandeja y se lava la red con el fin de que pasen a la bandeja los ejemplares que pudieran haber quedado adheridos internamente a la red. Tras la observación preliminar de la bandeja, cada muestra fue pasada a un bote con la ayuda de un filtro de 200 micras de luz de malla (la menor luz de malla se emplea para no perder ejemplares de la muestra). La muestra fue fijada con alcohol etílico de 70º y etiquetada interior y exteriormente (indicando río, localidad, lugar y fecha en la que fue tomada la muestra). Los macroinvertebrados de cada muestra fueron determinados en el laboratorio hasta el nivel taxonómico necesario para el estudio previsto (familias principalmente) con la ayuda de lupas binoculares y las claves de identificación adecuadas (principal- mente Tachet et al., 1991; 2000). Para cada muestra los ejemplares pertenecientes a un

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Figura 4. Red Surber empleada en los muestreos. Se observa la colocación de la misma contracorriente, así como el recipiente final en el que se recoge la muestra mismo taxón fueron contados y separados en un tubo debidamente etiquetado. Los ejemplares han quedado depositados en la Colección de Artrópodos del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo.

Índices empleados Se ha utilizado principalmente el índice BMWP’ (Biological Monitoring Working Party Score System modificado) (Alba-Tercedor & Sánchez-Ortega, 1988). Consiste en la suma de la puntuación de cada taxón (generalmente a nivel de familia) encontrado en la muestra. Cada taxón se cuenta una sola vez, con independencia del número de especies o ejemplares que presente en la muestra. El valor de cada taxón en el índice está tipificado, y varía de 1 a 10 según su tolerancia (mayor o menor) a la contaminación. Las clases de estado ecológico se pueden extraer del valor del índice según la Tabla 2. Éste es un índice ampliamente utilizado en la Península Ibérica (p.e., Rico et al., 1992; Alba-Tercedor, 1996; Rueda Sevilla et al., 1996; Zamora-Muñoz & Alba- Tercedor, 1996; Rueda et al., 1998; Prat et al., 1999, 2001, 2002; Jesus & Formigo, 2001; Torralba Burrial & Ocharan, 2001), hasta el punto que se puede decir que es el índice de referencia para todos los estudios de macroinvertebrados de los ríos españoles (Prat, 2001). Resulta especialmente interesante a la hora de valorar el estado ecológico

135 Antonio torrAlbA burriAl y FrAncisco J. ochArAn de un río según los requisitos de la Directiva Marco de Aguas, ya que valora la compo- sición, diversidad y sensibilidad a la contaminación de los taxones de la comunidad de macroinvertebrados bentónicos. Para complementar el índice anterior se ha calculado también el ASPT’ y el número de familias EPT. El ASPT’ (Average Score Per Taxon modificado) (Alba- Tercedor & Sánchez-Ortega, 1988) es el valor del índice BMWP’ dividido por el núme- ro de taxones que se han empleado en la suma, dándonos por tanto una idea de la tole- rancia media a la contaminación de la comunidad de macroinvertebrados. El número de familias EPT (familias de los órdenes Ephemeroptera, Plecoptera y Trichoptera) se ha empleado por estar estos grupos formados en su mayor parte por taxones poco, o muy poco, tolerantes a la contaminación. Con el fin de caracterizar mejor la comunidad de macroinvertebrados, se estudió su estructura, atendiendo a los siguientes parámetros: densidad de individuos por metro cuadrado, riqueza de taxones, diversidad (índice de Shannon-Wiener, tomando logarit- mos neperianos), equidad (índice de Pielou) y dominancia (índice de Simpson). Los tres últimos índices han sido utilizados a nivel de familia, ya que era éste el nivel exigido por los índices de calidad de las aguas. El lector habitual de la revista Sobrarbe podrá encontrar una explicación más pormenorizada de la utilización de estos índices en su número 7 (Torralba Burrial & Ocharan, 2001).

RESULTADOS Las comunidades de macroinvertebrados Se encontraron un total de 37 taxones de macroinvertebrados bentónicos en las estaciones muestreadas en los ríos del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Los encontrados en cada estación y campaña de muestreos, categorizados mediante un código de colores según las densidades a las que se encontraron, pueden consultarse en la Tabla 3. Sus densidades exactas (en individuos/m2) pueden consultarse en las tablas del anexo. Numéricamente, las comunidades de macroinvertebrados bentónicos estuvieron dominadas por los insectos acuáticos. Estos representaron entre el 89 y el 98%, salvo en el muestreo de agosto en la desembocadura del río Arazas, en el que sólo representaron el 77 %. Doce taxones (Oligochaeta, Heptageniidae, Baetidae, Leuctridae, Perlidae, Hydraenidae, Elmidae, Rhyacophilidae, Simuliidae, Chironomidae, Empididae e Hidracarina) fueron encontrados en todas las estaciones, y casi en todos los muestreos. Otros nueve taxones (Ephemerellidae, Nemouridae, Perlodidae, Dytiscidae, Hydroptilidae, Limoniidae, Psychodidae, Blephariceridae y Athericidae) sólo estuvieron ausentes en una estación. Un nivel tan alto de similitud entre las distintas estaciones es normal, teniendo en cuenta que las cuatro estaciones se encuentran situadas en la misma comarca, si bien presentan diferencias importantes en cuanto a altitud y otros factores asociados, como la temperatura.

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De esos nueve taxones que sólo faltan en una estación, cinco faltan en la esta- ción situada a menor altura (el río Bellós, en el límite del Parque) y otros dos faltan en la situada a mayor altura (el mismo río en las proximidades de Fuen Blanca). De los taxones que sólo están presentes en una estación, cinco lo están sólo en la estación situa- da a menor altura. Ya que no se han analizado en este estudio otras estaciones situadas a alturas equivalentes que pudieran considerarse “réplicas” de las del Parque, no es posible establecer una relación causal de estas diferencias con la altitud. Las estaciones mostraron una mayor riqueza faunística en agosto que en julio, excepto para el río Bellós en el límite del Parque, el resto de (Figura 5). El número de taxo- nes encontrados en cada estación en cada muestreo varió entre los 16 que presentaron en julio las estaciones del río Arazas en los alrededores de la pradera de Ordesa y del río Bellós en las cercanías de Fuen Blanca y los 23 de esa última estación en agosto. El núme- ro total de taxones presentes en una estación, esto es, el número de taxones distintos encon- trados en un mismo punto entre las dos campañas de muestreos, varió entre los 23 que presentaron las dos estaciones del río Bellós y los 29 que se encontraron en la desembo- cadura del río Arazas. La densidad total de inver- tebrados varió entre las estaciones y campañas de muestreo sin mos- trar un patrón claro. Las mayores diferencias se encontraron en el río Bellós en las cercanías de Fuen Blanca, que presentó tanto las mínimas densidades (885 indivi- duos/m2 en julio) como las máxi- mas (6.616 individuos/m2 en agosto). Ese mismo río, en el lími- te del Parque, mostró la mínima variación entre ambas campañas (Figura 6). Los índices de estructura de comunidades no presentan diferen- Figura 5. Riqueza de taxones en las estaciones muestreadas. cias importantes ni entre estaciones Para cada estación se diferencia entre los valores de julio (en color claro) y los de agosto (en oscuro). El número de familias ni entre campañas de muestreo, si EPT se diferencia mediante una trama rayada. Los rombos bien las comunidades de macroin- indican el número total de taxones diferentes encontrados en vertebrados del río Arazas presen- una estación entre ambos muestreos. ARA1 = río Arazas en la tan valores más altos de diversidad pradera de Ordesa; ARA2 = río Arazas en su desembocadura; BEL1 = río Bellós en Fuen Blanca; BEL2 = río Bellós en el (índice de Shan-non-Wiener) en límite del P.N. agosto que en julio (Figura 7).

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Figura 6. Densidades totales (indivi- duos/m2) encontradas en julio (en color claro) y agosto (en oscuro) en los distintos puntos muestreados. ARA1 = río Arazas en la pradera de Ordesa; ARA2 = río Arazas en su desembocadura; BEL1 = río Bellós en Fuen Blanca; BEL2 = río Bellós en el límite del P.N.

Figura 8. Puntuación de las estacio- nes muestreadas según el índice BMWP’. En el eje de la derecha se indica la clase de estado ecológico que les corresponde según su puntua- ción. Valores de julio en color claro y los de agosto en oscuro. ARA1 = río Arazas en la pradera de Ordesa; ARA2 = río Arazas en su desembo- cadura; BEL1 = río Bellós en Fuen Blanca; BEL2 = río Bellós en el lími- te del P.N.

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Figura 9. Puntuación de las estaciones muestreadas según el índice ASPT’. Se diferencia entre los muestreos de julio (en color claro) y los de agosto (en oscuro). ARA1 = río Arazas en la pradera de Ordesa; ARA2 = río Arazas en su desembo- cadura; BEL1 = río Bellós en Fuen Blanca; BEL2 = río Bellós en el límite del P.N.

El estado ecológico La mayoría de los taxones de efemerópte- ros, plecópteros y tricópteros (grupos EPT) mues- tran una gran sensibilidad a la contaminación orgánica. Al analizar las familias de estos grupos en el interior del Parque, no observamos variacio- nes importantes entre estaciones, ni tampoco entre las dos campañas de muestreos en cada estación. Figura 7. Diversos índices empleados a Su número varió entre los 7 encontrados en julio nivel de familia para analizar la estructura de las comunidades de macroinvertebrados en el río Arazas en las cercanías de la pradera de muestreadas. De arriba a abajo: índice de Ordesa y los 10 encontrados en agosto en el río dominancia de Simpson, índice de equidad (Figura 5) de Pielou e índice de diversidad de Shannon- Bellós en el límite del Parque . Wiener. En color claro los muestreos de El índice BMWP’ presentó una variación junio, en oscuro, los de agosto. ARA1 = río Arazas en la pradera de Ordesa; ARA2 = río algo mayor, si bien en la mayoría de los casos Arazas en su desembocadura; BEL1 = río dentro de la categoría de clase I del índice. Varió Bellós en Fuen Blanca; BEL2 = río Bellós en el límite del P.N. desde los 93 puntos en julio en el río Bellós en el

139 Antonio torrAlbA burriAl y FrAncisco J. ochArAn límite del Parque hasta los 132 de agosto en la desembocadura del río Arazas. Todas las estaciones mostraron una puntuación superior en agosto que en julio, con la excepción del río Bellós en el límite del Parque, donde esta tendencia se invierte (Figura 8). El índice ASPT’, en cambio, mostró mayores diferencias entre estaciones y entre los muestreos. La menor puntuación la obtuvo el río Bellós en el límite del Parque en julio (5,47) y la mayor el río Arazas en su desembocadura en ese mismo mes (6,42) (Figura 9).

DISCUSIÓN La Directiva Europea Marco del Agua (2000/60/CE) establece una división del estado ecológico de las aguas superficiales en cinco clases: muy bueno, bueno, acepta- ble, deficiente y malo, según cual sea su estado de conservación. Para definir cada una de esas clases, toma como referencia lo alterada que se encuentra la comunidad (en nuestro caso de macroinvertebrados bentónicos) presente en cada tramo en relación con la comunidad que debería de habitar en ese mismo tramo en ausencia de alteraciones antrópicas. Así, cuanto más alterada se encuentre la comunidad, peor será la valoración que tenga el estado ecológico de ese tramo. Dentro de este marco, resulta interesante analizar las comunidades de macroin- vertebrados bentónicos presentes en tramos que, a priori, se consideran con un nivel de alteración antrópica bajo. De esta forma, se podrán comparar con ellas las comunidades encontradas en otros tramos equivalentes, y establecer así su estado ecológico. En este sentido, los ríos que pasan por el interior del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido pueden ser considerados, a priori, como muy poco alterados, y serían candida- tos a convertirse en “estaciones de referencia”, tras ser convenientemente validada su condición de tramos no alterados. En el punto situado en las inmediaciones de la pradera de Ordesa, en el río Arazas, hemos encontrado unas comunidades de macroinvertebrados bentónicos propias de tramos no alterados, con unos valores altos del índice BMWP’. Entre el muestreo de julio y el de agosto observamos un incremento en la riqueza de taxones, en la densidad a la que se encuentran, en el número de familias EPT y en el índice ASPT’, siendo algo menor el incremento en el índice BMWP’. Este tramo presenta un estado ecológico muy bueno, ya que el río puede asumir sin problemas las (mínimas) alteraciones antrópicas a las que está sometido. Hay que indicar que, pese a la ausencia de basura observable en el cauce (como es de esperar en el interior de un Parque Nacional), al analizar la muestra bajo la lupa se encontraron numerosos trocitos de plástico en la misma. En la desembocadura del río Arazas encontramos unas comunidades de macroinvertebrados muy bien estructuradas en ambos muestreos: son diversas, presentan- do una alta equidad y una baja dominancia. Presentan un elevado número de taxones, entre ellos un alto número de familias EPT y otros organismos poco tolerantes a la contamina- ción, como los aterícidos. En agosto presenta una mayor riqueza de taxones, que se corres- ponde con un valor mayor en el índice BMWP’, aunque no en la densidad ni en el ASPT’.

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Teniendo en cuenta todo lo anterior, y en especial los valores en el índice BMWP’, consi- deramos que el estado ecológico del tramo es de clase I (muy buen estado). En un estudio sobre las comunidades de macroinvertebrados bentónicos del río Ara, Torralba Burrial & Ocharan (2001) indicaron la existencia de algunas perturbacio- nes en las comunidades de macroinvertebrados de dicho río, habida cuenta que había una disminución en el índice BMWP’ (que representaba una disminución a clase II en el estado ecológico) entre el tramo muestreado en Bujaruelo y el muestreado aguas arri- ba de Broto. Entre ambas estaciones de muestreo podrían existir dos fuentes de pertur- bación: la entrada de aguas de su afluente principal, el río Arazas, y/o la población de Torla, que recibe a la mayoría de los visitantes del Parque Nacional. Dichos autores descartaron que fueran las aguas del río Arazas las responsables del cambio, y conside- raron como mucho más probable los vertidos que se producen en la citada población. Con este estudio podemos descartar, como parecía obvio, al río Arazas, ya que muestra un estado ecológico excelente en los tramos muestreados, incluyendo su desembocadu- ra. Así pues, se confirma la necesidad de poner en marcha un sistema de depuración eficaz para los vertidos urbanos de Torla, que tenga en cuenta el volumen de turistas que la visitan, de manera que exista un desarrollo sostenible de la zona. En el tramo superior del río Bellós, por su parte, presenta un aumento muy importante de densidad de macroinvertebrados entre los muestreos de julio y los de agosto. Estas diferencias se mantienen, aunque a una menor escala, en la riqueza de taxones y en el valor del índice BMWP’. El valor del índice ASPT’, por el con- trario, es mayor en julio que en agosto. Los valores de los índices de estructura de comunidades no muestran diferencias importantes entre ambos muestreos: las comu- nidades están bien estructuradas, siendo diversas, con una alta equidad y una baja dominancia. Hay que tener en cuenta que este tramo está situado a una altitud considerable (1.600 m), y que las bajas temperaturas del agua pueden ser el factor limitante para la comunidad en los muestreos de julio. No hay que olvidar que la temperatura es posible- mente el factor físico que, por sí mismo o en compañía de otros, tiene el efecto más importante sobre la vida de los organismos (Krebs, 1985; Begon et al., 1987). De acuer- do con eso, se ha indicado que la temperatura afecta al desarrollo larvario, ciclo vital, distribución y comportamiento de los macroinvertebrados acuáticos (p. e., Corbet, 1980, 1999, 2002; Cothran & Thorp, 1982; Pickup et al., 1984; Wiederholm, 1984; Schütte et al., 1998; Schütte & Schrimpf, 2002; Torralba Burrial & Ocharan, 2003). Así, en ríos de montaña alimentados por aguas de glaciares, la temperatura es el factor limitante que organiza la distribución longitudinal, y también la estacional, de las comunidades de macroinvertebrados bentónicos, junto con la estabilidad del lecho (p. e., Milner et al., 2001; Burgherr & Ward, 2001; Gíslason et al., 2001; Maiolini & Lencioni, 2001). En nuestro caso, para explicar las diferencias entre los muestreos de julio y de agosto, se combina tanto el efecto principal de la temperatura, que limitaría a los orga- nismos, como el posible efecto de un deshielo fuerte acompañado de grandes lluvias, que podría haber arrastrado algunos invertebrados.

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El estado ecológico de este tramo se clasifica en la clase I, muy buen estado, de acuerdo con sus comunidades de macroinvertebrados bentónicos. En la parte baja del río Bellós, en los límites del Parque Nacional, el valor del índice BMWP’ es algo menor en agosto. Esa disminución, hasta valores propios de una clase II alta (93), es algo que no ocurre en ninguna de las otras estaciones. No hay diferencias apreciables en la abundancia de macroinvertebrados bentónicos, aunque disminuye el número total de familias de julio a agosto (de ahí la disminución del índice). En cambio, el número de familias EPT y el valor del índice ASPT’ se incremen- tan. La comunidades del tramo muestran una estructura muy similar en ambos mues- treos, que es similar también a la del resto de estaciones muestreadas. Se trata de unas comunidades bien estructuradas: diversas, con una alta equidad y una baja domi- nancia. Dadas las importantes precipitaciones habidas durante el invierno, que ocasio- naron un deshielo anormalmente alto (véase Torralba Burrial & Ocharan, 2001, sobre un río de la misma zona) y las lluvias fuertes acaecidas a finales de junio, sería convenien- te evaluar de nuevo el estado ecológico de ese tramo, por si hubiera sido subestimado en este estudio. Teniendo en cuenta todos esos parámetros, clasificamos el estado eco- lógico del tramo entre muy bueno y bueno.

CONCLUSIONES 1/ Las comunidades de macroinvertebrados bentónicos de los ríos del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido están formadas principalmente por insectos acuá- ticos, y dentro de ellos por numerosos taxones muy sensibles a la contaminación, pro- pios de zonas de montaña con aguas bien oxigenadas. 2/ En lo referente a sus comunidades de macroinvertebrados bentónicos, los ríos presentan una buena conservación en las zonas muestreadas. El estado ecológico de todas las estaciones fue valorado como muy bueno (clase I), salvo la estación situada en los límites del Parque en el río Bellós, cuyo estado ecológico fue clasificado entre muy bueno y bueno. 3/ Los tramos muestreados presentan unas comunidades muy similares, si bien encontramos ciertas diferencias aparentemente debidas a la altitud. En este sentido, la comunidad que más se diferencia de las otras, y que mayores variaciones presenta entre julio y agosto, es la situada en la parte alta del río Bellós, a 1.600 m de altitud. La temperatura del agua puede ser la causante principal de estas di- ferencias.

AGRADECIMIENTOS Este trabajo ha sido financiado por la Dirección General de Medio Natural, Departamento de Medio Ambiente de la Diputación General de Aragón, en el marco del proyecto “Reconocimiento inicial del estado ecológico de los ríos aragoneses mediante la caracterización de sus comunidades de macroinvertebrados bentónicos. Afluentes de

142 VAlorAción PreliminAr del estAdo ecológico de… la margen izquierda del río Ebro” (H 12247; CN-01-211-B1). El primer autor disfruta de una beca predoctoral de la Consejería de Educación y Cultura del Principado de Asturias, dentro del Plan Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación (I+D+I) de Asturias 2000-2004 (beca FICYT). María Guzmán colaboró activamente en los trabajos de campo. Paloma Barrachina, directora del proyecto designada por la Dirección General del Medio Natural, facilitó la realización del trabajo, colaborando en la elección de los tramos de ríos a muestrear, proporcionando la relación de acciones a informar con indi- cación del objeto, cuestiones que se debían abordar, aspectos de especial interés, gestio- nes... y acompañó a los investigadores en parte de los muestreos. Elena Villagrasa, del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, facilitó los permisos para los muestreos en el interior del Parque Nacional, los organizó y acompa- ñó a los investigadores en los mismos. Alfredo Buisán, Ramón Castillo, Carlos García, Gregorio García y María Ángeles Saludas, todos ellos personal del Parque Nacional, acompañaron a los investigadores en el interior del Parque Nacional.

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144 VAlorAción PreliminAr del estAdo ecológico de…

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145 Antonio torrAlbA burriAl y FrAncisco J. ochArAn

Tabla 1 Río Estación Huso X-UTM Y-UTM Altitud Arazas Pradera Ordesa 30TYN414261 741491 4726156 1330 Arazas Desembocadura 30TYN374365 737481 4726544 1300 Bellós Fuen Blanca 31TBH589247 258900 4724700 1600 Bellós Límite P. N. 31TBH623108 244674 4712092 536

Tabla 2 Valor Clase Significado Nombre DMA Caracterización DMA BMWP’ > 101 I aguas no contaminadas o no muy bueno no existen alteraciones alteradas de modo sensible 61 – 100 II son evidentes algunos efectos bueno valores bajos de distorsión de contaminación 36 – 60 III aguas contaminadas aceptable desviaciones moderadas 16 – 35 IV aguas muy contaminadas deficiente alteraciones importantes < 15 V Aguas fuertemente contaminadas malo alteraciones graves

Tabla 3

Taxones ARA1J ARA1A ARA2J ARA2A BEL1J BEL1A BEL2J BEL2A Planariidae Nematoda Oligochaeta Ancylidae Heptageniidae Baetidae Leptophlebiidae Ephemerellidae Caenidae Nemouridae Leuctridae

146 VAlorAción PreliminAr del estAdo ecológico de…

Perlidae Perlodidae Chloroperlidae Dytiscidae Hydrophilidae Hydraenidae Helodidae Dryopidae Elmidae Rhyacophilidae Hydroptilidae Limnephilidae Hydropsychidae Philopotamidae Polycentropodidae Limoniidae Psychodidae Blephariceridae Simuliidae Thaumaleidae Ceratopogonidae Chironomidae Athericidae Empididae Hidracarina Ostracoda

Abundancia Código de colores No detectados 1-10 10-100 100-1000 >1000

147 Antonio torrAlbA burriAl y FrAncisco J. ochArAn

ANEXO I

En este anexo se exponen los resultados obtenidos en los muestreos realizados. Con el fin de facilitar las comparaciones entre las distintas estaciones en las que se hicieron los muestreos, se presentan estos datos en forma de ficha para cada una de las estaciones.

En primer lugar se indica su código y su nombre, así como el río en el que se encuentra. Luego se realiza una aproximación gráfica mediante una o dos fotografías de la misma. A continuación se exponen los datos recogidos durante los trabajos de campo, agrupados en cuatro tablas. En la primera se presentan los datos generales de la estación: localiza- ción (coordenadas UTM y geográficas), altitud, sustrato del lecho del río, iluminación y una descripción esquemática de las orillas (cobertura leñosa, tipo de vegetación y granu- lometría).

La segunda y tercera tablas muestran los datos particulares de cada uno de los mues- treos realizados: fecha, hora, estado meteorológico, régimen del flujo de agua, profun- didad a la que se tomó la muestra, temperatura del agua, concentración de oxígeno disuelto, pH, conductividad, contaminación aparente observada y vegetación sumergida.

En la Tabla 4 de cada ficha se presenta la comunidad de macroinvertebrados bentónicos encontrada en la estación, indicando todos los taxones encontrados, y las densidades a las que fue encontrado cada uno de ellos en cada uno de los muestreos.

148 VAlorAción PreliminAr del estAdo ecológico de…

Estación ARA1: Pradera de Ordesa, río Arazas

Fig. 1.1. Aspectos del tramo muestrado en agosto de 2001

Datos generales de la estación

Localización Coordenadas U.T.M. Coordenadas geográficas Huso: X: 074149 Latitud: 42º 38’ 53’’ N 30 Y: 472615 Longitud: 00º 03’ 15’’ W Altitud: 1.330 m Sustrato: Bloques y Iluminación: Soleado cantos rodados Descripción de las orillas Orilla izquierda Orilla derecha Cobertura leñosa 50-75 % 75-100 % Tipo de vegetación Salix Salix Granulometría Piedras grandes Piedras grandes

Tabla 1.1. Datos generales del punto de muestreo Praderas de Ordesa, en el río Arazas

149 Antonio torrAlbA burriAl y FrAncisco J. ochArAn

Muestreo de julio Fecha: 2001/07/17 Hora: 10:30 Tiempo: Soleado Régimen: Turbulento Profundidad 20 Temperatura ---- (en cm): agua (en ºC): Oxígeno disuelto 8,4 pH: 9 Conductividad 134 (en ppm): (en µs·cm-2): Contaminación aparente Cantidad: Nula aparentemente. Sin embargo, al analizar la muestra bajo la lupa, encontramos numerosos trocitos de plástico. Tipo: Vegetación sumergida No

Tabla 1.2. Datos del muestreo realizado en julio de 2001 en Pradera de Ordesa, en el río Arazas

Muestreo de agosto Fecha: 2001/08/06 Hora: 10 Tiempo: Soleado Régimen: Turbulento Profundidad 20 Temperatura 10 (en cm): agua (en ºC): Oxígeno disuelto 8,7 pH: 8,5 Conductividad ---- (en ppm): (en µs·cm-2): Contaminación aparente Cantidad: Nula aparentemente. Sin embargo, al analizar la muestra bajo la lupa, encontramos numerosos trocitos de plástico. Tipo: Vegetación sumergida No

Tabla 1.3. Datos del muestreo realizado en agosto de 2001 en Pradera de Ordesa, en el río Arazas

150 VAlorAción PreliminAr del estAdo ecológico de…

Fauna macroinVertebrados bentónicos Densidades (ind./m2) Taxones Julio Agosto

Filo Nematoda Filo Nematoda 6

Filo Annelida Clase Oligochaeta 17 6

Filo Arthropoda. 1: Clase Insecta Orden Ephemeroptera Familia Heptagenidae 11 45 Rhithrogena 220 161 Ecdyonurus 11 Familia Baetidae 864 1.195 Familia Leptophlebiidae 11

Orden Plecoptera Filipalpia Familia Nemouridae 11 Protonemura 45 117 Familia Leuctridae 106 Setipalpia Familia Perlidae 6 Perla 6 Familia Perlodidae 73

Orden Homoptera Familia Aphididae* 11

Orden Thysanoptera* 11 11

Orden Coleoptera Adephaga Familia Dytiscidae 17 Haplogastra Familia Hydraenidae Hydraena 6(i)

151 Antonio torrAlbA burriAl y FrAncisco J. ochArAn

Heterogastra Familia Helodidae 6 Familia Elmidae 6(i) 17; 39(i) Orden Trichoptera Integripalpia Familia Rhyacophilidae 6 Rhyacophila Orden Trichoptera (cont.) Familia Hydroptilidae 6 Familia Limnephilidae 11 6 Annulipalpia Familia Philopotamidae 6 Orden Diptera Nematocera Familia Limoniidae Limoniini 17 Familia Psychodidae 28 Familia Blephariceridae 6 128(p) Familia Simuliidae 1.056 1.489 Familia Chironomidae 979; 11(i)* 1.105; 6(p); 22(i)* Brachycera Familia Athericidae Atherix 6 22 Familia Empididae Clinocerinae 11 6(p) Hemerodromiinae 11 Orden Hymenoptera Familia Formicidae * 6(i)

Filo Arthropoda. 2: Otros Hidracarina 45 261

Tabla 1.4. Fauna macroinvertebrada encontrada en la Pradera de Ordesa, en el río Arazas. (p): pupa; (i): imago; *: fase o taxón no acuático, que no ha sido tenido en cuenta a la hora de calcular los índices

152 VAlorAción PreliminAr del estAdo ecológico de…

Estación ARA2: Desembocadura del río Arazas

Fig. 2.1. Aspectos del tramo muestrado en agosto de 2001

Datos generales de la estación

Localización Coordenadas U.T.M. Coordenadas geográficas Huso: X: 073748 Latitud: 42º 39’ 14’’ N 30 Y: 472654 Longitud: 00º 06’ 10’’ W Altitud: 1.300 m Sustrato: cantos y bloques Iluminación: Soleado Descripción de las orillas Orilla izquierda Orilla derecha Cobertura leñosa 75-100 % 75-100 % Tipo de vegetación Salix, Populus Salix, Pinus Granulometría ------

Tabla 2.1. Datos generales del punto de muestreo de la desembocadura del río Arazas

153 Antonio torrAlbA burriAl y FrAncisco J. ochArAn

Muestreo de julio Fecha: 2001/07/17 Hora: 14 Tiempo: Soleado Régimen: Turbulento Profundidad 15 Temperatura ---- (en cm): agua (en ºC): Oxígeno disuelto 9,1 pH: 8,9 Conductividad 217 (en ppm): (en µs·cm-2): Contaminación aparente Cantidad: Nula Tipo: Vegetación sumergida No

Tabla 2.2. Datos del muestreo realizado en julio de 2001 en la desembocadura del río Arazas

Muestreo de agosto Fecha: 2001/08/06 Hora: Tiempo: Soleado Régimen: Turbulento Profundidad ---- Temperatura 12 (en cm): agua (en ºC): Oxígeno disuelto 8,9 pH: 8,4 Conductividad ---- (en ppm): (en µs·cm-2): Contaminación aparente Cantidad: Nula Tipo: Vegetación sumergida No

Tabla 2.3. Datos del muestreo realizado en agosto de 2001 en la desembocadura del río Arazas

154 VAlorAción PreliminAr del estAdo ecológico de…

Fauna macroinVertebrados bentónicos Densidades (ind./m2) Taxones Julio Agosto

Filo Platyhelminthes Familia Planariidae 28

Filo Nematoda Filo Nematoda 6

Filo Annelida Clase Oligochaeta 45 11 Filo Mollusca Clase Gastropoda Familia Ancylidae 6

Filo Arthropoda. 1: Clase Insecta Orden Ephemeroptera Familia Heptageniidae 401 228 Familia Baetidae 1.295 267 Familia Leptophlebiidae 50 Familia Ephemerellidae 28 6 Orden Plecoptera Filipalpia Familia Nemouridae 6 Amphinemura 17 Protonemura 142 78 Familia Leuctridae 56 84 Setipalpia Familia Perlidae 11 6 Familia Perlodidae 17 Orden Homoptera Familia Aphididae* 6 6 Orden Thysanoptera* 22 6 Orden Coleoptera Adephaga Familia Dytiscidae 22

155 Antonio torrAlbA burriAl y FrAncisco J. ochArAn

Haplogastra Familia Hydraenidae Hydraena 11(i) 17(i) Heterogastra Familia Dryopidae 6(i) Familia Elmidae 17; 6(i) 122; 67(i) Orden Trichoptera Integripalpia Familia Rhyacophilidae Rhyacophila 33 Familia Limnephilidae 6 Annulipalpia Familia Philopotamidae 6 Orden Diptera Nematocera Familia Limoniidae 6 Hexatomini 11 Familia Psychodidae 11 Familia Blephariceridae 11 Familia Simuliidae 593 150 Familia Thaumaleidae 6 Familia Ceratopogonidae Ceratopogoninae 6 Familia Chironomidae 618; 28(i)* 572; 116(i)* Brachycera Familia Athericidae Atherix 6 39 Familia Empididae Hemerodrominae 11 6 Clinocerinae 11 Orden Hymenoptera 6(i)*

Filo Arthropoda. 2: Otros Hidracarina 183 484

Tabla 2.4. Fauna macroinvertebrada encontrada en la desembocadura del río Arazas. (i): imago; *: fase o taxón no acuático, que no ha sido tenido en cuenta a la hora de calcular los índices

156 VAlorAción PreliminAr del estAdo ecológico de…

Estación BEL1: Estación Fuen Blanca, río Bellós

Fig. 3.1. Aspectos del tramo muestrado en julio de 2001

Datos generales de la estación

Localización Coordenadas U.T.M. Coordenadas geográficas Huso: X: 025890 Latitud: 42º 38’ 10’’ N 30 Y: 472470 Longitud: 00º 03’ 34’’ E Altitud: 1.600 m Sustrato: gravas, arena Iluminación: Soleado Descripción de las orillas Orilla izquierda Orilla derecha Cobertura leñosa < 10 % < 10 % Tipo de vegetación Herbácea (escasa) Pinus, Salix, herbácea Granulometría Roca Roca, piedras

Tabla 3.1. Datos generales del punto de muestreo de Fuen Blanca, en el río Bellós

157 Antonio torrAlbA burriAl y FrAncisco J. ochArAn

Muestreo de julio Fecha: 2001/07/16 Hora: 11:45 Tiempo: Soleado Régimen: Turbulento Profundidad 20 Temperatura 7 (en cm): agua (en ºC): Oxígeno disuelto 7,9 pH: 9,3 Conductividad 138 (en ppm): (en µs·cm-2): Contaminación aparente Cantidad: Nula Tipo: Vegetación sumergida No

Tabla 3.2. Datos del muestreo realizado en julio de 2001 en Fuen Blanca, en el río Bellós

Muestreo de agosto Fecha: 2001/08/07 Hora: 11 Tiempo: Claros y nubes Régimen: Turbulento Profundidad 15 Temperatura 11 (en cm): agua (en ºC): Oxígeno disuelto 7,7 pH: 8,4 Conductividad ---- (en ppm): (en µs·cm-2): Contaminación aparente Cantidad: Nula Tipo: Vegetación sumergida No

Tabla 3.3. Datos del muestreo realizado en agosto de 2001 en Fuen Blanca, en el río Bellós

158 VAlorAción PreliminAr del estAdo ecológico de…

Fauna macroinVertebrados bentónicos Densidades (ind./m2) Taxones Julio Agosto

Filo Platyhelminthes Familia Planariidae 6

Filo Annelida Clase Oligochaeta 17 11

Filo Arthropoda. 1: Clase Insecta Orden Ephemeroptera Familia Heptageniidae 11 131 Rhithrogena 172 278 Ecdyonurus 17 Familia Baetidae 67 989 Familia Leptophlebiidae 44 Familia Ephemerellidae 17 Orden Plecoptera Filipalpia Familia Nemouridae Protonemura 34 Familia Leuctridae 78 33 Setipalpia Familia Perlidae 6 11 Perla 44 Familia Perlodidae 6 Familia Chloroperlidae 34 11 Orden Homoptera Familia Aphididae * 6 Orden Thysanoptera* 6 Orden Coleoptera Adephaga Familia Dytiscidae 6 Haplogastra Familia Hydraenidae Hydraena 45(i)

159 Antonio torrAlbA burriAl y FrAncisco J. ochArAn

Heterogastra Familia Elmidae 6; 6(i) 189;356(i) Orden Trichoptera Integripalpia Familia Rhyacophilidae Rhyacophila 11 22 Familia Hydroptilidae 6 Orden Diptera Nematocera Familia Psychodidae 6 Familia Simuliidae 78 1.534 Familia Thaumaleidae 11 6 Familia Chironomidae 358; 6(i)* 2.261; 22(i)*

Brachycera Familia Athericidae Atherix 6 6 Familia Empididae 50 Clinocerinae 6 11; 6(p)

orden Hymenoptera* 6(i) Familia Formicidae* 6(i) Filo Arthropoda. 2: Otros Orden Araneae* 6 Hidracarina 6 89

Tabla 3.4. Fauna macroinvertebrada encontrada en Fuen Blanca, en el río Bellós. (p): pupa; (i): imago; *: fase o taxón no acuático, no considerado para calcular los índices

160 VAlorAción PreliminAr del estAdo ecológico de…

Estación BEL2: Estación Puértolas, río Bellós

Fig. 4.1. Aspectos del tramo muestrado en julio de 2001

Datos generales de la estación

Localización Coordenadas U.T.M. Coordenadas geográficas Huso: X: 0262385 Latitud: 42º 30’ 48’’ N 30 Y: 4710835 Longitud: 00º 06’ 27’’ E Altitud: 536 m Sustrato: bloques, cantos, Iluminación: Soleado gravas Descripción de las orillas Orilla izquierda Orilla derecha Cobertura leñosa < 10 % 75-100 % Tipo de vegetación Salix, Pinus Salix, Pinus Granulometría Roca, piedras Piedras, arena

Tabla 4.1. Datos generales del punto de muestreo de Puértolas, en el río Bellós

161 Antonio torrAlbA burriAl y FrAncisco J. ochArAn

Muestreo de julio Fecha: 2001/07/16 Hora: 16:15 Tiempo: Soleado Régimen: Turbulento Profundidad 15 Temperatura 13 (en cm): agua (en ºC): Oxígeno disuelto ---- pH: 10 Conductividad 305 (en ppm): (en µs·cm-2): Contaminación aparente Cantidad: Nula Tipo: Vegetación sumergida No

Tabla 4.2. Datos del muestreo realizado en julio de 2001 en Puértolas, en el río Bellós

Muestreo de agosto Fecha: 2001/08/07 Hora: 15:30 Tiempo: Soleado Régimen: Turbulento Profundidad 15 Temperatura 18 (en cm): agua (en ºC): Oxígeno disuelto ---- pH: 8,5 Conductividad ---- (en ppm): (en µs·cm-2): Contaminación aparente Cantidad: Nula Tipo: Vegetación sumergida No

Tabla 4.3. Datos del muestreo realizado en agosto de 2001 en Puértolas, en el río Bellós

162 VAlorAción PreliminAr del estAdo ecológico de…

Fauna macroinVertebrados bentónicos Densidades (ind./m2) Taxones Julio Agosto

Filo Annelida Clase Oligochaeta 22

Filo Arthropoda. : 1: Clase Insecta Orden Ephemeroptera Familia Heptageniidae 206 88 Familia Baetidae 1.178 430 Familia Ephemerellidae 11 6 Familia Caenidae 6 Orden Plecoptera Filipalpia Familia Leuctridae 45 22 Setipalpia Familia Perlidae 28 17 Perla 17 39 Familia Chloroperlidae 6 Orden Homoptera Familia Aphididae* 6 Orden Thysanoptera* 6 Orden Coleoptera Haplogastra Familia Hydrophilidae 6 Familia Hydraenidae Hydraena 6(i) Heterogastra Familia Helodidae 100 Familia Elmidae 83; 166(i) 39; 89(i) Orden Trichoptera Integripalpia Familia Rhyacophilidae Rhyacophila 11 Familia Hydroptilidae 6 11

163 Antonio torrAlbA burriAl y FrAncisco J. ochArAn

Annulipalpia Familia Hydropsychidae 28 534 Familia Polycentropidae 6 Orden Diptera Nematocera Familia Limoniidae Limoniini 6 Familia Blephariceridae 6 Familia Simuliidae 195 106 Familia Chironomidae 356; 17(i)* 939; 6(i) Brachycera Familia Empididae Clinocerinae 22

Filo Arthropoda. 2: Otros Hidracarina 267 192 Clase Ostracoda 6

Tabla 4.4. Fauna macroinvertebrada encontrada en Puértolas, en el río Bellós. (i): imago; *: fase o taxón no acuático, no tenido en cuenta para calcular los índices

164 SOBRARBE Revista del Centro de Estudios de Sobrarbe, n.º 8. 2002

El paisajE y su valoración

Por José VillanueVa ZaraZaga

Doctor en Geografía

El presente trabajo trata de profundizar en el estudio del paisaje de montaña. Consta de dos partes, siendo la primera una introducción donde se distinguen los con- ceptos de paisaje y espacio, para posteriormente en la segunda parte pasar a analizar el paisaje de Laspuña utilizando dos métodos diferentes, uno de carácter más analítico- objetivo y otro subjetivo-perceptual.

1.– PAISAJE Y ESPACIO Hay autores que usan indistintamente los términos paisaje, entorno, espacio, si bien no son palabras sinónimas. Para algunos el empleo del vocablo paisaje indica una concepción historiográfica clásica y la voz espacio una corriente vanguardista. Aunque no falte razón de ello siquiera cronológicamente, pues el término paisaje se empezó a usar ya desde el siglo XIX, lo cierto es que si tenemos en cuenta que son dos conceptos diferentes no tiene por qué dejarse de emplear uno en beneficio del otro. De ahí que inicialmente vamos a intentar diferenciar ambos conceptos. El paisaje es todo lo que vemos, o lo que nuestra visión alcanza, está formado por volúmenes pero también por colores, movimientos, olores, sonidos. La dimensión del paisaje es por tanto la dimensión de la percepción, lo que llega a los sentidos. El paisaje es la materialización de un instante de la sociedad, una fotografía, es una pers- pectiva, una mirada, un momento. Va a depender de las ideas y los sentimientos que agiten al observador simultáneamente. El conjunto de objetos que el hombre alcanza a percibir e identificar. Un paisaje completo abarca el territorio de un país, es lo que se denomina la configuración territorial, formada por una constelación de recursos naturales, lagos, ríos, planicies y también por los recursos creados, carreteras, conducciones, diques. La con- figuración es un sistema, una totalidad, pero inerte, y el paisaje es una parte de esa configuración. El espacio es el resultado de la unión del paisaje con la sociedad. Se trata de procesos y esos no son tan perceptibles porque implican movimiento. En el espacio confluyen las formas y el contexto social. El espacio es una realidad relacional, es decir, objetos y conexiones juntas, siendo especial objeto de estudio por parte de la Geografía. El espacio ha de verse como producto social pues resulta del trabajo que la sociedad realiza para alcanzar sus objetivos. Pero para estudiarlo es preciso realizarlo de forma holística, intentando aprehender los objetos y las relaciones como un todo.

167 José VillanueVa ZaraZaga

La tarea fundamental para conocer un territorio o una comarca es superar el paisaje como aspecto y llegar a su significado. Y una vez encontrado el significado no podemos detenernos ahí, es necesario dar un paso más e ir al estudio del espacio. Los excursionistas, viajeros o meros divulgadores creen conocer aquello que visitan cuando escasamente captan retazos paisajísticos, de ahí que las afirmaciones que normalmente realizan deben entenderse al revés, no como aserciones, sino como preguntas. El inte- lectual, por tanto, tiene que leer varias versiones sobre un hecho, para poder conocer otras visiones del mundo, ya que éste, el mundo, puede apreciarse con muchas lentes diferentes. En el presente artículo, nos ceñiremos más a los objetos, de ahí que utilice- mos el término paisaje. El espacio geográfico es la naturaleza modificada por el hombre a través de su trabajo. Camille Vallaux habla de versiones, más o menos deformadas del paisaje natu- ral, a los paisajes creados por el trabajo humano. La Geografía debe ocuparse de inves- tigar cómo el tiempo se convierte en espacio, y cómo el tiempo pasado y el tiempo presente tienen cada uno, un papel específico en el funcionamiento del espacio actual. ¿Cuántas veces ante la contemplación de algunas montañas nos parece que el tiempo se ha detenido o como algunos valles por su tranquilidad son verdaderos santuarios de paz y quietud? Es como si el tiempo se hubiese detenido y las imágenes paisajísticas son iguales por eso mismo. En una comarca con clara vocación turística, interesa más profundizar en el término paisaje dado que, cual pintor o artista que busca inspirarse en la naturaleza, el turista percibe, o a lo sumo ve paisajes y rara vez llega a asimilar el espacio que visita. Así pues, el término paisaje tiene un valor publicitario y turístico claramente relevante, que lo hace prevalecer sobre otros términos más completos pero menos fáciles de com- prender. La región, el territorio o el paisaje son una unidad cognitiva estructurada, que surge de la asociación de elementos y formas físicas, y también de las actividades y vida de la gente, lo que Bachelard denominó la dialéctica entre lo de dentro y lo de fuera. Es preciso decir que la cognición es un conocimiento subjetivo tamizado por creencias, estimaciones, intenciones y actitudes; de ahí que la incongruencia entre cogniciones o la introducción de una novedad produce ciertas disonancias que provocan tensión, rechazo y hasta unas sensaciones topofílicas o topofóbicas en función de la concordancia entre los valores propios y los que definen el paisaje. Esto no es en gran medida otra cosa que la alegría o desilusión producida ante la imagen que oferta un espacio, y no olvidemos que esa imagen y la primera impresión, que normalmente es la que más perdura, suelen ir siempre de la mano. Los paisajes suelen dividirse en paisajes naturales y paisajes humanizados, es dentro de estos últimos donde se incluyen lógicamente los paisajes agrarios pero, ¿y los paisajes de montaña? Pues los paisajes de montaña son cada vez menos naturales y más rurales entendido el paisaje rural como aquél en el que además de actividades relaciona- das con el sector primario se encuentran e incluyen otras del sector secundario y terciario. La montaña cada vez más se asemeja a una mercancía que a una reserva de paisajes.

168 el PaisaJe y su Valoración

El clima, relieve, suelos, cubierta vegetal, población animal y el hombre son los factores que generan y explican los paisajes. La superficie cultivada o “ager”, la superficie no cultivada o “saltus”, el hábitat, la red viaria, el sistema de explotación, son los elementos que sirven para describir un paisaje. Hoy algunos de los paisajes de montaña han dejado de ser agrarios y caminan hacia una renaturalización y otros paisajes de montaña plenamente naturales se aseme- jan cada vez más a unos paisajes rurales. Dicho de otra manera, la media montaña se abandona por el hombre y se selvatiza, produciéndose una recuperación del bosque y la masa forestal esquilmada y acorralada a terrenos inaccesibles en muchas ocasiones; la alta montaña se coloniza cada vez más por el hombre que pasa a intensificar en ella la realización de actividades relacionadas con el ocio y la recreación. ¿Acaso el practican- te de los deportes relacionados con la nieve, conoce más allá de los diversos remontes de su estación invernal favorita? Tras estas clarificaciones y cuestiones generales aplicables a la mayoría de las cadenas montañosas alpinas vamos a detenernos y e intentar valorar el paisaje de Laspuña y parte del Sobrarbe oriental. Para ello vamos a presentar dos métodos, uno perceptual y otro más cuantitativo, para llevar a cabo una valoración.

2.– PAISAJE SOBRARBÉS: LASPUÑA Se habla de Pirineo aunque lo que nos encontramos son diferentes Pirineos, al igual que se habla de “la mente humana”, pero ésta no aparece sino en mentes diferentes. Es lo uno múltiple, la unidad y la diversidad configuran un bucle inseparable. El Pirineo no existe sino a través de los Pirineos. Mencionar espacio de montaña, situarnos en el Pirineo, resultan referencias escasas y si utilizamos una escala menor refiriéndonos al Sobrarbe como una comarca de montaña, dada su variedad y diversidad, es aterrizar todavía menos; las diferencias altitudinales y hasta latitudinales son tales y observables a simple vista, que en propiedad deberíamos hablar de la variedad de paisajes del Sobrarbe. ¿Acaso no evocan imágenes distintas Abizanda, Chistau, Samper o Torla? Así pues, can- tar y contar las excelencias del paisaje sobrarbés no resulta una tarea sencilla, más bien habría que hablar en plural, paisajes. La diversidad de éstos da carácter al Sobrarbe.

2.1.- IMÁGENES PAISAJÍSTICAS Son varias las visiones o imágenes paisajísticas que sobre un mismo paisaje puede tener el ser humano, y aunque la percepción puede ser diferente para cada perso- na y hasta por la misma según su estado de ánimo, vamos a agrupar las imágenes que ofrece el área de Laspuña, en cinco clases, siguiendo a Nogué y su ensayo metodológi- co llevado a cabo en la comarca gerundense de la Garrotxa. La montaña ha tenido siempre un significado envuelto en nebulosas y misterios que la han hecho atrayente para el hombre; es percibida como un ente casi metafísico, asociada también a la noción de libertad, de lucha contra el destino, la solidaridad e

169 José VillanueVa ZaraZaga independencia, tiene en resumidas cuentas una imagen atrayente tanto por lo que repre- senta exterior como interiormente. La belleza va a estar en función de los observadores y hasta del momento y estado temporal del observador; así, la valoración se verá condicionada por experiencias previas, condicionantes educativos y culturales y por la relación del observador con el paisaje. Con todo vamos a ver a continuación cinco visiones diferentes que de un mismo paisaje puede percibir un ser humano. A) El paisaje-espectáculo del veraneante: El paisaje aparece aquí como objeto de consumo apreciado y valorado. Es utilizado como soporte para vender una idea o un producto turístico, una zona. Ante una sociedad cada vez más urbana el deseo de ocupar el tiempo libre en unos parajes rurales más o menos naturales es grande. Es el mito o mensaje, especie de representaciones mentales que nacen de textos, fotografías, etc., que tienen como recurrente siempre la naturaleza y que no es otra cosa que una búsqueda de la alteridad, el “dépaysement”, la huida de lo cotidiano. Es calificado como espectáculo puesto que las relaciones de tipo sensorial, afectivo no son muy fuertes. El veraneante como espectador ve y disfruta de un espectáculo. La relación y contacto no llega a ser ni intensa y ni siquiera excesivamente larga en el tiempo. L’Aínsa y sus puentes sobre el Cinca y el Ara, con aguas cristalinas. Las gradas de Soaso en Ordesa... ¿Saben los turistas que están en el Sobrarbe? B) El paisaje experiencial del excursionista: Especie de explorador, aventurero que se mueve entre el paisaje presente y un tiempo pasado; el contacto es directo, vívido y la percepción es plenamente real. En sí es la recuperación de un tiempo y distancia humana, desplazamiento a pie por caminos y sendas antaño transitados por las gentes del país, contrabandistas y exploradores-investigadores al estilo de Briet o Krüger. La montaña en un sentido amplio, culturalmente hablando, es vista y apreciada como reduc- to de valores morales y nacionales, la base de la identidad de un pueblo. El balizamien- to y señalización de pequeños recorridos, que siguen las sendas y caminos utilizados antaño para desplazarse de un pueblo a otro o de una aldea a los campos, suertes y bor- das. El sendero del ecomuseo navatero de Puyarruego a Laspuña, o de esta última loca- lidad al tozal denominado los Pozos, con una panorámica espléndida de las tierras de Laspuña, por no citar cualquier otro pequeño recorrido. C) La concepción pictórica del paisaje: Aparece aquí el paisaje como mercan- cía. Formas, volúmenes, colores que el artista sabe plasmar en su obra inspirándose en el marco natural, filtrando y rechazando cualquier elemento moderno y desnaturalizador que en la realidad se encuentra. La fotografía y el vídeo entrarían en este apartado tam- bién. En Escalona, Labuerda, ¿cuántos turistas abandonan su coche en la calzada para realizar la foto o tomar una panorámica de la Peña Montañesa? D) La experiencia ambiental neorural: En este paisaje aparecen elementos como las nubes, la luna, las estrellas, la soledad, la tranquilidad, el silencio. La ausencia de todo sonido neotécnico. No olvidemos que estos grupos “van” al campo y no “vuelven” al campo, realizan una especie de migraciones utópicas, aunque en el fondo lo que buscan son los ciclos de la naturaleza, la concepción cíclica que el campesino siempre ha tenido.

170 el PaisaJe y su Valoración

Estancias en Puértolas, Bestué, Torrelisa… Junto a la concepción cíclica de movimiento circular aparece también la montaña como un reducto donde desaparecer. La montaña alpina, dadas sus dimensiones, ofrece muchas dificultades para obtener una visión de ella. De hecho nada mejor que meterse en el entramado montañoso para poderse encerrar den- tro de sí, el retiro, fuera de cobertura en terminología actual, es lo habitual. E) El paisaje de los campesinos: Su contacto directo y permanente posibilita una interacción plenamente armónica y global con el medio. Tiene normalmente un paisaje íntimo inmediato y otro más amplio equiparable a la comarca, valle o país. El agricultor es el verdadero conocedor de todos los elementos constitutivos del paisaje y sabiamente ha sabido a lo largo de los siglos integrar su actividad en el medio utilizán- dolo para su provecho manteniendo el equilibrio que la naturaleza precisa. Sea pictórico, existencial o cualquier otro, lo cierto es que estamos ante un pai- saje romántico, sublime, como decía Ortega mirar aquí es realizar una virtual ascensión al firmamento. Es el reino de lo vertical, de lo excesivo, un paisaje montañoso de un tamaño considerable. Siempre el carácter de un lugar integra una combinación de significados, que dan al territorio un sentido único, si bien la observación, detección e interpretación de dichos significados será diferente según el grupo de personas, dando así al paisaje una valoración diferente.

2.2.- VALORACIÓN PAISAJÍSTICA

Pasando a realizar una valoración paisajística más cuantitativa son varios los

171 José VillanueVa ZaraZaga métodos evaluatorios existentes intentando eliminar en la mayor proporción posible el contenido subjetivo que todo proceso de evaluación conlleva. Utilizando el método de Gómez, que analiza el paisaje partiendo de lo que él denomina componentes y asigna un coeficiente de ponderación, cuantificando así su importancia relativa respecto al resto de los componentes del mismo nivel, se ha obtenido el mapa adjunto. Se ha analizado el término municipal de Laspuña, empleando como unidad territorial operativa la cua- drícula de 1 km. de lado, de los mapas de escala 1:50.000 del servicio geográfico del Ejército; n.º 31-9 (179) Bielsa año 1980 y n.º 31-10 (212) Campo, año 1982. El mapa resultante se ajusta bastante bien a la realidad, de forma que si trazára- mos un eje vertical que dividiera el término en dos, la parte izquierda u occidental corresponde claramente a la zona habitada y laborada, y la parte derecha u oriental per- tenece al área montañosa por autonomasia. En la primera, los tendidos eléctricos, carre- tera y acción humana en sí contribuyen a que su valor paisajístico sea menor; en la segunda mitad, las zonas montañosas y boscosas en un estado de conservación elevado resaltan sobre la proximidad a las cumbres del macizo de Cotiella, en las que su altitud, por encima de los dos mil metros, y su formación calcárea incide decididamente en la ausencia de un medio físico potencialmente importante. Hablando desde el punto de vista de lo que oferta el territorio, de sus recursos o potencialidades, considerando sólo el relieve, el agua y la vegetación habríamos podido afirmar que estamos en un área de un valor importante en sí; relieve montañoso, abrup- to, con profundos valles, enmarcados por cumbres míticas en el pirineísmo, Monte Perdido, Marboré, etc. Agua abundante y todavía cristalina, el ya clásico Bachelard hablaba de la repugnancia innata al agua sucia y del valor inconsciente que los hombres de todas las culturas han dado al agua pura. Qué decir de la vegetación si de un golpe de vista puedes contemplar desde el piso alpino con su prado estival, pasando por el piso montano, dominio del pino silvestre hasta el piso colino caracterizado por el quejigo. La potencialidad es, pues, destacable de partida, y entrando a considerar todas las compo- nentes y ponderaciones de Gómez Orea, nos ha salido este mapa en el que la simple observación nos delata la realidad, el 35% de las casillas-unidades mínimas de análisis se encuentran con un valor porcentual superior al 80% y con un valor superior al 40% están el 83% de las casillas territoriales, por contra además no hay ninguna con un valor inferior al 20%. de armonía e integración es muy destacable. En resumen, del análisis del mapa de valor paisajístico, de lo que no cabe nin- guna duda es de la potencialidad que este espacio tiene desde un punto de vista de pai- saje integral, el desarrollo de una u otra función, agraria, turística, etc., dependerá de los objetivos que los habitantes se planteen conseguir.

3.– CONCLUSIÓN La gran potencialidad del territorio que forma lo que podemos denominar “las tierras de Laspuña” viene de la posibilidad de poder ofertar la existencia de los cinco paisajes existenciales que hemos esbozado anteriormente, es aquí en esta pluralidad paisajística donde reside su fuerza y en la medida que sepa mantener esa plurifunciona-

172 el PaisaJe y su Valoración lidad mantendrá ese difícil equilibrio dinámico que posee en los momentos actuales y que es su mayor valor. Paisaje-espectáculo. Ilimitado, un ejemplo es el magnífico mirador-balcón sobre la confluencia de los ríos Cinca y Bellós. Paisaje experiencial. Muy alto. Macizo de Cotiella en el límite de los tres mil metros, agreste, kárstico; con toponimia puramente aragonesa, Fornos, La Garona, mos- quera, tozal, etc. Paisaje pictórico o mercancía. Primeros planos de la Peña Montañesa, profundi- dad de campo con visiones perfectas de Tres Sorores, el Cinca, cromatismo variado, luminosidad. Paisaje ambiental neorural. Tranquilidad, ausencia de contaminación atmosfé- rica y acústica, etc., “le dépaysement”. Paisaje de los campesinos. Terrazas, glacis, relativa pendiente, altitud entre setecientos y novecientos, factores que posibilitan la existencia y mantenimiento de un mínimo de actividades tradicionales que contribuyan a mantener un mínimo el territorio tal como lo han ido recibiendo de sus antepasados. En la medida que estas cinco percepciones diferentes sigan conviviendo tendre- mos la seguridad de seguir contando con espacio variado, diverso y a la vez dinámico. El principio de pluralidad debe prevalecer sobre una apuesta determinada de funciona- lidad. Para acabar, apuntar que si bien la potencialidad paisajística es máxima como hemos analizado y valorado, este medio natural excepcional nunca es determinante, la pregunta que lanza Callizo como ejemplo, es válida, ¿por qué y no Gistaín?; el espacio turístico, agrícola, etc., no es una realidad hasta que los agentes económico- sociales no deciden “su puesta en escena” para el consumo. El escenario es inmejorable, ¿el objetivo?, saberlo convertir en herramienta. Evitando las disonancias, minimizando los impactos, diversificando las funciones y actuaciones se puede conseguir que se mantenga la imagen actual pero retomando una actividad o emprendiendo actividades nuevas que sirvan para dinamizar e incorporar al municipio de Laspuña, con las personas que allí viven, a la sociedad postindustrial que cronológicamente nos toca vivir.

BIBLIOGRAFÍA BACHELARD, R. (1976): “El compromiso racionalista”. Siglo XXI. Buenos Aires. BAILLY, Antoine (1980):”Les concepts du paysage: problématique et répresentations”. L’Espace Géographique 3. Paris CALLIZO, Javier (1991): “Aproximación a la geografía del turismo”. Ed. Síntesis. Madrid. LENO CERRO, Francisco (1993): “Técnicas de evaluación del potencial turístico”. Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Madrid. NOGUE i FONT, Joan (1992): “El paisaje existencial de cinco grupos de experiencia ambiental”, en Geografía y Humanismo de García Ballesteros y otros. Oikos-Tau. Barcelona.

173 José VillanueVa ZaraZaga

SANTOS, Milton (1996): “Metamorfosis del espacio habitado”. Oikos-tau. Barcelona. VALLAUX, Camilo (1914): “El suelo y el estado”. Editor Daniel Jorro. Madrid.

174 SOBRARBE Revista del Centro de Estudios de Sobrarbe, n.º 8. 2002

AbizAndA Un pUeblo del biello SobrArbe

Por Jesús Cardiel lalueza

1. INTRODUCCIÓN Abizanda es un pueblo del Sobrarbe meridional. Se localiza al pie nororiental de la sierra de Arbe, en la margen derecha del Cinca, a dos kilómetros al O. de dicho río. Desde la lejanía destaca la silueta de la emblemática torre del siglo XI, la cual da a este núcleo de población un toque de distinción y elegancia, bien visible desde muchos pun- tos de la comarca. La mayor parte de las casas se sitúan en una ladera orientada hacia el norte, algo sorprendente y raro puesto que lo habitual en otros pueblos es que estén mirando hacia el S. La razón de esta singularidad estriba en que Abizanda fue creado con una finalidad defensiva y las viviendas se edificaron en las proximidades del recin- to fortificado. En la actualidad el municipio de Abizanda lo componen los antiguos lugares de Abizanda (y aldeas), Escanilla, Lamata y Ligüerre de Cinca con su Mesón. Todo lo que voy a escribir hace referencia única y exclusivamente a Abizanda y sus aldeas.

Foto 1. La torre del castillo de Abizanda domina visualmente las tierras de Sobrarbe y el Pirineo

177 Jesús Cardiel lalueza

El monte limita al N. con tierras de los pueblos de Olsón, Lamata y Escanilla; al SO. y S. con Naval y Mipanas, y al E. con el río Cinca (Puy de Cinca, La Penilla y Clamosa). Presenta dos zonas bien diferenciadas, estando el pueblo en medio de ellas. Hacia el SO. se encuentra la sierra, poblada principalmente de pinos, sabinas, enebros, romeros y aliagas; se caracteriza por tener un relieve accidentado y abarrancado, culmi- nando en el alto de la Trinidad a poco más de 1.000 metros de altitud. Hacia el E. del pueblo, en la zona oriental del monte, abundan los campos cultivados con múltiples aterrazamientos; las tierras de cultivo se ven interrumpidas por cerros y barrancos que incrementan la variedad y diversidad paisajística. Los accidentes geográficos, unidos a las diferencias de altitud y al embalse de El Grado originan pequeños microclimas que son muy importantes desde un punto de vista agrícola. La orientación de las laderas provoca variaciones en la vegetación ocasionando que los robles y pinos silvestres sean abundantes en las vertientes que dan hacia el N., y los pinos carrascos y encinas sean típicos en las pendientes soleadas. Asimismo, la litología también condiciona las especies vegetales, existiendo distintos tipos de plantas en función de la naturaleza de la roca. En líneas generales el terreno no está excesivamente erosionado. Las cicatrices erosivas se hallan habitualmente relacionadas con las laderas de fuerte pendiente, inde- pendientemente de su orientación. El tipo de litología también incide en la mayor o menor erosión. Los suelos son mayoritariamente pedregosos, variando mucho su calidad de unos puntos a otros. Es un terreno apropiado para el arbolado y el viñedo, pero malo para el cereal, puesto que la tierra pedregosa retiene mal el agua cerca de la superficie y la almacena en profundidad. El clima es de tipo mediterráneo-continental. La precipitación media anual ronda los 750 mm. Se trata de una cantidad que sería ideal si se repartiera equitativa- mente y de manera proporcional a lo largo del año, pero esto no ocurre puesto que el régimen pluviométrico es muy irregular; hay una sucesión de períodos secos y lluviosos impredecibles. Las precipitaciones más importantes se producen en situaciones de S. y SE. debido a la posición de las montañas, siendo los Pirineos fundamentales y decisivos para explicar el clima de todo Sobrarbe. Cuando las borrascas llegan desde el N. y NE. sólo cabe esperar viento, frío y ausencia de lluvias. Desde un punto de vista geológico, Abizanda se localiza en el Prepirineo exte- rior oscense. Dominan ampliamente las rocas del Período Terciario y Época Eoceno. Hay estratos generados en diferentes ambientes sedimentarios: marinos de distintas profundidades, transición de marino a continental y continentales. Las rocas marinas y de transición están en la zona oriental y al S. del núcleo de Abizanda, predominando las calizas blancas y las margas azuladas; en ellas hay fósiles, siendo algunos de ellos muy interesantes y únicos. La geología se hace algo complicada al S. del pueblo. Hacia el O. se localizan los estratos de origen continental, existiendo alternancia de arcillas, arenis- cas y conglomerados, siendo las calizas lacustres anecdóticas. Los estratos no son uni- formes y varían lateralmente en espesor y composición, llegándose a ver bien los anti-

178 abizanda. un Pueblo del biello sobrarbe

Fotos 2, 3, y 4. Distinas vistas de Abizanda

179 Jesús Cardiel lalueza guos canales principales del río que los generó (sistema meandriforme). Sobre los materiales del Eoceno continental aparecen, discordantes, los conglomerados del Mioceno que son consecuencia de la elevación del Pirineo y del depósito de gravas a partir de ríos con una cierta energía. Durante el Cuaternario se ha ido modelando el relieve gracias a los agentes geológicos externos, principalmente el agua. Debido a la acción de los ríos se formaron las terrazas fluviales, habiendo una de ellas a más de 670 metros de altitud, en el paraje denominado El Plano. Las rocas actuales son consecuen- cia de millones de años de actividad geológica. En el presente esta actividad sigue, pero lo hace a un ritmo muy lento que no es perceptible por los humanos. El paisaje del monte de Abizanda es armonioso y atractivo, fruto de la interac- ción y equilibrio del hombre con su entorno a lo largo de centenares de años. En las últimas décadas y debido a los nuevos tiempos la estabilidad se ha llegado a romper puntualmente, siendo especialmente grave la afección del pantano de El Grado y la nueva carretera que comunica el Somontano con Sobrarbe; es el precio del llamado progreso. El embalse de El Grado es negativo por anegar tierras y por generar inestabilidad en las laderas de sus inmediaciones. Tiene el aspecto positivo de suavizar las temperaturas míni- mas en sus proximidades, pro- piciando de esta manera una menor incidencia de las hela- das tardías en los almendros y el resto de los árboles frutales.

Formando parte del paisaje están las casas de Abizanda, que son el resultado de siglos de evolución. En ellas hay sucesivas ampliaciones y reformas cuya calidad varía en función del poder económico de sus pobladores. En su mayo- ría el componente principal es la piedra caliza, que es muy resistente, pero mala para ser trabajada y hacer pared dada su irregularidad. Las piedras de la Foto 5. Iglesia y castillo de Abizanda vistos desde el barranco torre del castillo son de arenis- del Río. La vivienda medio en ruinas es casa Simona

180 abizanda. un Pueblo del biello sobrarbe

Foto 6. Casas de Fumanal (izquierda) y Trallero (derecha), en la aldea de Solanilla. A la izquierda de casa Fumanal estuvo casa Miterio

Foto 7. Enterramiento medieval visto en sección transversal. Se halla próximo al núcleo de Abizanda y está asociado a otras tumbas

181 Jesús Cardiel lalueza

Foto 8. Interesante piedra, reutilizada para enlosar la entrada a la iglesia de Abizanda ca calcárea. Como no hay canteras de este tipo de material junto al pueblo, se deduce que fueron transportadas. Rocas similares existen al NE., en la zona conocida como Arbués. Creo que por Arbués hubo un antiguo poblamiento que fue abandonado y sus piedras se llevaron hasta Abizanda. El mérito de la torre del siglo XI es doble puesto que a su construcción hay que añadir el sobreesfuerzo de transportar y subir las piedras desde un lugar relativamente alejado. Para acabar esta introducción diré que con el presente artículo pretendo dar una visión de los cambios de población, apellidos y propiedad de la tierra experimentados en Abizanda en el transcurso de los últimos cinco siglos.

2. EL LIBRO DE LAS CENTENAS DE ABIZANDA. AÑO 1555 En el año 1998 indagué en diversos aspectos del pasado de Abizanda. Para ello fui a consultar en distintos archivos, consiguiendo interesante información. También tuve la suerte de poder acceder a documentos existentes en varias casas sobrarbesas. En una vivienda de Abizanda (a cuyos propietarios agradezco su amabilidad y facilidades dadas) vi un libro del siglo XVI. La información que de él extraje es la base del estudio que he realizado. El libro en cuestión presentaba un precario estado de conservación y se hallaba enrollado y atado a un vetusto cilindro de madera. Debido a que solamente por el mero hecho de pasar hojas se podía ir deteriorando, decidí hacer fotografías de todas las pági- nas susceptibles de aportar información.

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Este “libro de las centenas” fue realizado por Antón de Naya en el año 1555. En él se hace una valoración y relación detallada de las propiedades rústicas y urbanas que cada vecino poseía. No se conserva completo y de las 27 casas existentes falta la des- cripción de los bienes de cinco de ellas; se trata de las dos casas de La Barca y tres viviendas de la aldea de Solanilla. En consecuencia, la relación que daré de los topóni- mos existentes en el año 1555 no se hallará completa. El impuesto de las centenas consistía en que cada vecino debía pagar una canti- dad de dinero proporcional a lo que estuvieran valoradas sus propiedades. Entre todos abonaban al señor del lugar 300 sueldos jaqueses anuales el día de San Miguel de sep- tiembre. El monte de Abizanda estaba valorado en 30.000 sueldos. Los encargados de peritar todos los bienes sitios fueron tres vecinos del pueblo los cuales estaban designados por los jurados y concejo del lugar. En un fragmento del libro se lee literalmente: “An Dei nomine amen. Manifiesto sea a todos que en el anyo de la natividad de nuestro senyor Jesuchristo de mil quinientos cincuenta y cinquo Dia es assaber que se contaba a los siete del mes de mayo en el lugar de Aviçanla Ante la presencia de mi Anton de Naya notario publico y de los testigos infrascriptos compare- cieron y fueron personalmente constituydos los honorables Joan de la Olibera el alto, Sarrat Arnalt y Joan de Barbanox vezinos habitadores del dicho lugar de Aviçanla puestos ellectos y nombrados por los jurados y concejo del dicho lugar de Aviçanla

Fotos 9 y 10. El libro de las centenas

183 Jesús Cardiel lalueza segun consta en el instrumento publico de la nominacion que echo fue en el dicho lugar de Aviçanla a los beynte y quatro dias del mes de marco del presente y arriba calenda- do anyo y por mi dicho notario...... Segun Dios y su conciencia avian acentenado todos los bienes sitios de los vecinos y habitadores de dicho lugar de Aviçanla y de los tierra tenentes foranos...... ”

2.1. Año 1555. Relación de las casas de Abizanda y valoración de sus propiedades

PROPIETARIO - CASA Valor de los bienes % de los bienes PEDRO BARBANOX 1.048,0 4,0 JOAN DE BARBANOX 1.124,5 4,3 JAYME SANCT JUST 1.320,0 5,0 DOMINGO SANCT JUST 1.181,5 4,5 JOAN CRABERO de Solanilla 1.144,5 4,4 JOAN DE LA OLIBERA el alto 1.654,5 6,3 JOAN DE LA OLIBERA el baxo 1.863,0 7,1 JOAN SOLANO 935,5 3,6 JOAN DE MEDIANO 357,0 1,4 CRISTÓBAL SOLANO el baxo 351,0 1,3 JOAN DE LABRIT 555,0 2,1 CRISTÓBAL SOLANO el alto 678,0 2,6 PEDRO MEDIANO 348,0 1,3 JOAN DE SALAMERO 1.551,0 6,0 JOAN CRABERO, bayle 1.529,0 5,9 ANTÓN SANCT JUST 777,5 3,0 MARCO BUIL 2.220,5 8,6 SARRAT ARNALT 1.835,0 7,0 DOMINGO LATRERO 1.263,0 4,9 ANTÓN SANCT JUST de Biscarbón 947,0 3,6 JOAN CRABERO de lo Sarrato 586,0 2,3 DOMINGO DE PANNO 465,5 1,8 JOAN PÉREZ 1.058,5 4,1 JOAN SOLANO, ferrero 255,0 1,0 ANTÓN DE MEDIANO 455,0 1,7 CATALINA PÉREZ, sastresa 200,0 0,8 LA ABADÍA 209,0 0,8 TOTAL: 27 CASAS

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Los vecinos de otros pueblos, denominados foranos, que poseían campos en el término de Abizanda, pagaban a razón de dos sueldos y un dinero por ciento. A conti- nuación se especifica el valor dado a las tierras de cada dueño.

PROPIETARIO Pueblo de residencia Valor de los bienes PEDRO CASASNUEBAS MIPANAS 18 MIGUEL FALCETO ESCANILLA 82 VITURIAN DE COSCULLUELA ESCANILLA 104,5 MIGUEL DE BIAU ESCANILLA 191 JORGE PÉREZ ESCANILLA 232 MARTÍN DE MIGUEL ESCANILLA 131 PEDRO LA OLIBERA ESCANILLA 125 JOAN BAXA ESCANILLA 64 DOMINGO SANCHO LAMATA 577 MATHEO CLIMIENT LAMATA 106 JOAN CASTILLO ELSÓN 162 PEDRO CASTILLO ELSÓN 165

Foto 11. Casas de Armisén (Joan de la Olibera el alto) y Olibera (Joan de la Olibera el baxo). Se hallan en la aldea de Solanilla y en la actualidad están separadas por la nueva carretera y su cicatriz erosiva asociada

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Del libro de las centenas se deduce que a mediados del siglo XVI había en Abizanda 27 casas habitadas. En esta cifra están incluidas las viviendas existentes en las aldeas de La Barca, Solanilla y Longatera. En La Barca había dos casas (Pedro Barbanox y Joan de Barbanox), en Solanilla cinco: Jayme Sanct Just, Domingo Sanct Just, Joan Crabero, Joan de La Olibera el alto y Joan de La Olibera el baxo; y en Longatera dos viviendas cuyos propietarios eran Domingo de Panno y Joan Pérez. El pueblo en sentido estricto tenía una serie de barrios y casas aisladas con los nombres de Entremuro, La Peña del Castillo, Latrero, Sarrato y Biscarbón. Se aprecia como en el libro la relación de las casas y valoración de sus propie- dades está ordenada geográficamente. En todos los pueblos existía un orden en la rela- ción que se daba a sus vecinos. Era algo práctico y lógico puesto que de esta manera no se dejaba a nadie sin nombrar y no había disputas en cuanto a mayor o menor relevancia de unos habitantes respecto a otros. Ya en los censos del año 1495 se aprecia este orde- namiento. En Abizanda se solía comenzar con el poblamiento situado más al N., es decir con las casas de La Barca, se continuaba con la aldea de Solanilla, el Entremuro, la Peña, viviendas entre la plaza y el recinto fortificado, casa del Latrero, Biscarbón, Longatera, el Sarrato y finalmente grupo de casas de la calle Alta o Cabo el lugar.

2.2. El monte de Abizanda a mediados del siglo XVI y su posterior evolución Los campos eran habitualmente de reducidas dimensiones y existía una tremen- da parcelación que llegaba al extremo de que algunos vecinos eran propietarios de olivos en campos ajenos. Toda la tierra susceptible de ser cultivada lo estaba. El monte común se hallaba inculto y no se le asignó valor alguno en el libro de las centenas; creo que no estaba trabajado por no ser rentable su explotación agrícola. En tiempos pasados pudo existir monte comunal cultivado que posteriormente pasó a manos privadas; el topónimo Campo de Billa bien podría hacer referencia a una gran parcela perteneciente a los veci- nos del pueblo. La agricultura era la típica mediterránea. El cultivo del viñedo era el más impor- tante, seguido por los olivos. La base de la economía agraria era el binomio vino-aceite y estaba complementada por los cereales entre los cuales destacaba el trigo, que tenía como principal finalidad el autoabastecimiento ya que su rentabilidad era baja. Las par- celas estaban salpicadas de diversos tipos de árboles frutales, siendo reseñable la escasez de almendros. La apicultura fue otra fuente de ingresos. También hubo aprovechamiento gana- dero de los terrenos incultos, pero de esta tarea nada se cuenta en el libro de las centenas. A lo largo de los siglos la actividad agroganadera experimentó escasos cambios. En el s. XVIII la producción estaba basada en el vino, aceite, cereales, frutas, miel, cor- deros y cabritos. A finales del s. XVIII y comienzos del XIX se quiso introducir cambios, pero dieron malos resultados puesto que las patatas, alfalfa y maíz sólo eran rentables en los huertos debido al clima y a las características de los suelos.

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Foto 12. Aterrazamientos en el monte de Abizanda

Foto 13. Los olivos y almendros abundan en los campos de cultivo

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El s. XX no ha supuesto una ruptura total con el pasado pero sí se han producido algunos cambios destacables como lo son la drástica reducción de los viñedos y la gran proliferación de tierras dedicadas a los almendros. Las viñas dejaron de ser rentables al encarecerse la mano de obra y las almendras incrementaron su precio al aumentar la demanda. La superficie destinada al olivar es similar a la de tiempos pasados, pero muchos de los olivos actuales son viejos, lo que repercute en su productividad, incre- mentándose la vecería. Con la llegada de la PAC (Política Agraria de la Unión Europea) se produce un cambio en la mentalidad de los agricultores ya que ahora la productividad ya no es tan importante; se pasa a una economía subvencionada y aparece el cultivo del girasol, que es rentable gracias al dinero recibido. En la actualidad Abizanda puede presumir de ser el pueblo de Sobrarbe que posee mayor cantidad de olivos y también de mantener el monte muy similar a como estaba en siglos pasados puesto que se conservan los viejos aterrazamientos, tan impor- tantes para mitigar la erosión. El clima que tenemos hace que muchas veces las lluvias sean torrenciales y dañinas. Muestra de la sabiduría popular es el siguiente refrán: Quien el agua atura, vino, aceite y grano mesura.

2.3. Topónimos del monte de Abizanda en 1555 Los topónimos surgen de la necesidad de distinguir las diferentes partes que componen un monte, en este caso el de Abizanda. Son una forma concisa de designar unos determinados puntos del territorio, del entorno vital. Es difícil llegar a saber el significado de algunos de ellos puesto que su origen se pierde en la noche de los tiempos y además un mismo topónimo puede ir sufriendo ligeras variaciones a lo largo de los siglos. Los topónimos “modernos” son los que pre- sentan menor controversia y menores dificultades para encontrar su significado correcto. Los más antiguos obedecen al mismo mecanismo de creación que los modernos, pero son más extraños a nosotros por nacer a partir de idiomas desconocidos o conocidos parcialmente. Los nombres de los campos nos hablan de la forma del terreno, árboles que en ellos hubo, color de la tierra, propietarios, construcciones etc. LISTADO DE TOPÓNIMOS: 1 ALBAR 9 LOS ARREGUES 2 LOS ALBAS 10 LAS ARRIAGAS 3 ALCABON 11 ARNALILLO 4 LAS ALGARCAS 12 ARNES 5 LA ALMUNIA 13 ARTALILLO 6 LOS ARENALS 14 AROZ 7 LA ARMELLERA 15 ARUES 8 LAS ARREGLAS 16 LA BACHELLA DE LA CRUZETA

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17 LA BACHELLA DE SESTUM 55 CARRERA LONGATERA 18 LAS BACHELLAS 56 LAS CARRERAS 19 BAGATALS 57 LA CARULLERA 20 BAGUES 58 CASA LA PROMICIA 21 LA BALLE 59 CASANUEBA 22 LA BALLE DE LO PLANO 60 CASAS DE LA BARCA 23 LA BARCA 61 CASAS DE SANCT JUST 24 BASSON DE LA CRUZ 62 CASAS DE SOLANILLA 25 LOS BAXETALS 63 LA CASATA 26 BERINT 64 CASTELLAZUELO 27 BERMELLA 65 LO CAXIGAR 28 BESTUE 66 CAXIGO DEL SORO 29 LO BIERO 67 CERDENYA 30 BIGICANERA 68 LAS CIRISARNALES 31 A BINARÇAL 69 LA CIRISERA 32 LOS BLANQUES 70 LOS COFFUASSOS 33 BOBATIAGA-BOBATIALLA 71 LAS COLLADAS 34 LA CABECUALA DE BAGUEST 72 COMA DE BARRIO 35 CABO LO CAMPAZ 73 COMA DOMPER 36 CABO DE MACERACODAS 74 COMA DE ESTEBAN 37 CABO LA QUESTA 75 COMA LAMANCANA 38 CAMPIAS 76 COMA LOS MALLUALS 39 CAMPO DE AROZ 77 COMA LO SANCHO 40 CAMPO DE BILLA 78 COMA DE SESTUM 41 CAMPO DE LA COFRARIA 79 COMA LA SIERRA DE SOLANO 42 CAMPODAROZ 80 LAS COMAS 43 LA CANAL 81 LAS COMIACHAS 44 CANALELLAS 82 CORMANO 45 LA CAPANNA 83 LAS CORONAS 46 CAPANNA DE LOS MESEGNES 84 CORRALES DE BAGUES 47 CAPANIACHA 85 LAS CORZ 48 CARAGOÇA 86 LO COSCULLAR DE SESTUM 49 LO CARAGOL 87 LO COSTANAÇO 50 LO CARRASCAL 88 COSTARICO 51 CARRERA DE ARUES 89 COSTERA DE LA CORONA 52 CARRERA DE BERINT 90 COSTERA DE LOS PETRINS 53 CARRERA DE CASANUEBA 91 LA CRUZ 54 LA CARRERA FONDA 92 LO CUELLO

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93 LO CUELLO DE LAS ALGARCAS 131 MACERACODAS 94 CUELLO DE OLIBON 132 MALEGA 95 CUELLO DE SANCT JAYME 133 MALLORIT 96 ENTREMURO 134 MARTADOZ 97 ENTREPENYAS 135 LO MARUENYO 98 LO ESCRIBANO 136 MARUENYOS DE MOÇUELO 99 LO ESDORRONADO 137 MENESTIRIO 100 LO EXEBENIT 138 MOÇUELO 101 ESPLUGA DE PALARANCAS 139 MOLINIELLO 102 ESPLUQUIAGAS 140 MOLINO 103 LOS ESTANYOS 141 LO MOLLON 104 ESTRIMO SOLANO 142 LO MORAL 105 LO FANLO 143 MORCAT 106 LAS FENOLLOSAS 144 LOS MOSCARAZOS 107 LA FERRARIA 145 LA MUALA 108 LAS FICARUALAS 146 MUCUELO 109 LAS FIGUERAS 147 EL MURO DEL LUGAR 110 FILLUELO 148 LA OLIBERA 111 LA FONTECIALLA 149 LO PACO 112 FORATIELLO 150 LO PALOMAR 113 LO FORCAL 151 PALLARANCAS 114 LA FRONTERA 152 PAQUO DAQUA 115 LA FUANT 153 LAS PARDINIACHAS 116 LA FUEBA DE ARNES 154 LO PATIO 117 FUENT DE SOLANO 155 LA PAUL 118 FUENT VERT 156 LOS PAULACOS 119 FUENTE LA PASTORESSA 157 LAS PAULELLAS 120 FUENTE DE LO REGAL 158 PENYA DE LOS CAMPIAS 121 LAS FUENTES 159 PENYAS DE BISCARBON 122 LAS INGLERAS 160 PENYA DEL CASTILLO 123 LALBAQUAR (en el Entremuro) 161 PENYAS DE CINQUA 124 LA LECINOSA 162 PENYA LA ESPLUGA 125 LA LENERA 163 PENYA DE LO MORAL 126 LOS LERAS 164 PENYA MULLON 127 LO LEZINAR 165 PENYA DE LA OLIBERA 128 A LIANA LABAT 166 PENYA DE LO PLANTERO 129 LINARILLOS 167 PENYAS DE RIAÇUELO 130 LA LONGATERA 168 PENYA DE

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169 PENYA DE LOS TOCONS 207 SALLIENT DEL MOLINIELLO 170 LA PERERA 208 SANCT BITURIAN 171 LA PERERA TUERTA 209 SANCT ÇALBADOR 172 PEYROS 210 SANCT ÇATORNIL 173 PILLUELO 211 SANCT CHRISTOBAL 174 LO PINAR 212 SANCT JAYME 175 LO PINO 213 SANCT JUST 176 PLANA LAS ALERAS 214 SANCT MARTIN 177 PLAN DE LA MANÇANA 215 SANCT MIGUEL 178 PLANA DEL MARUENYO 216 SANCT VICENTE 179 PLANA DE MUCUELO 217 SARINYENA 180 PLANA SALTA 218 LO SARRATIELLO 181 PLANA DE SANCT ÇALBADOR 219 SARRATO DEL ARNALILLO 182 PLANA SOPIATRA 220 SARRATO DE BAGUEST 183 LAS PLANAS 221 SARRATO DE BENET 184 PLANIAGA 222 SARRATO DE LOS CADIAS 185 A PLANIMENT 223 SARRATO DE LO CAXIGAR 186 LO PLANO 224 SARRATO DE LOS COFUASSOS 187 LO PONTARRON 225 SARRATO DE LAS COLLADAS 188 PRADO DE SANCT MARTIN 226 SARRATO DE LO ESDORRONADO 189 LOS PRAZ DE LA CRUZ 227 SARRATO LAS FORCASS 190 LAS PRESEGUERAS 228 SARRATO DE LAMPO 191 PORQUET 229 SARRATO DE LAS CORZ 192 LAS PORTACAS DEL LUGAR 230 SARRATO DE MALLORIT 193 LA POTENCIALLA 231 SARRATO DE NBENET 194 LO PUÇO 232 SARRATO DE LA PAUL 195 PUYAÇUELO daqua y della 233 SARRATO DE PUY MOÇUT 196 PUYAL DE MURO 234 LA SENTIZ 197 QUASTA DE LA CARULLERA 235 SESTUM 198 QUESTA DEL PUENTE 236 SIERRA LATA 199 QUQUERIAGA 237 SIERRA DE SANCT CHRISTOBAL 200 LO REGAL 238 SIERRA DE SOLANO 201 LA RETOLONA 239 SOLANA 202 AL RIO 240 LOS SOLANIAS 203 RIO CINQUA 241 LO SOLANO 204 LA RIPA MOLINIELLO 242 LO SORO 205 LO ROLLAR-RULLAR 243 LO SOTAL 206 LA SABARICA 244 LO TERRERO BERMELLO

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245 LO TOCAL 270 BARRANCO DE CAMPO DE BILLA 246 LOS TORMACALS 271 BARRANCO DE CANALELLA 247 LO TORROMBAL 272 BARRANCO DE LA CARNALERA 248 LAS TOSQUIELLAS 273 BARRANCO DE LA CARULLERA 249 TOZAL DE SANCT DOLORIO 274 BARRANCO DE LAS COMAS 250 LAS TREMOSAS 275 BARRANCO DE LAS CORZ 251 TURMO TAFARIN 276 BARRANCO DE COSTARICO 252 LOS TURMOS 277 BARR. DE LAS ESPLUGANERAS 253 VIA DE ARUES 278 BARR. DE LOS ESTANYOS 254 VIA PEQUERA 279 BARRANCO DE LOS FALZES 255 VINYA LO CASTRO 280 BARRANCO DE LO FORCAL 256 VINYA DE FIGUERA 281 BARRANCO DE LO LEZINAR 257 VINYA LO SORO 282 BARRANCO DE LA LUPERA 258 YGLESIA DE SANCT BETURIAN 283 BARRANCO DE MALEGA 259 YGLESIA DE SANCT ÇALBADOR 284 BARRANCO DE MENISTIRI 260 YGLESIA DE SANCT JAYME 285 BARRANCO DE LAS PERERAS 261 YGLESIA DE SANCT JUST 286 BARR. DE PLANA MANÇANA 262 YGLESIA DE SANCT PER 287 BARR. DE PLANA SOPITRA 263 BARRANCO DE AROZ 288 BARRANCO DE RIAZUELO 264 BARRANCO DE ARUES 289 BARRANCO DE SANCT JUST 265 BARRANCO DE BAGATAS 290 BARRANCO DE SARINYENA 266 BARRANCO DE BALATA 291 BARRANCO DE TILLETO 267 BARRANCO DE LAS ALMUNIAS 292 BARR. LAS TREMOSIELLAS 268 BARRANCO DE BIGICANERA 293 BARRANQUET DE SANÇATORNIL 269 BARRANCO DE BISCARBON

2.4. Términos geográficos utilizados en el libro de las centenas. ANTOXANO Elevación del terreno. Cerro BALLE Hondonada COLLADA Collado. Depresión en una línea de monte COMA Depresión llana en terreno montañoso COMIACHA Coma pequeña CORONA Elevación del terreno algo aplanada CORONIACHA Corona pequeña COSTERA Terreno inclinado y pobre de vegetación CUASTA Pendiente CUELLO Collado

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ESPLUGA Cueva LENERA Afloramiento de roca llano o inclinado y deprovisto de vegetación MARUENYO Terreno muy pedregoso e incultivable. Amontonamiento de piedras PENYA Roca muy grande que destaca orográficamente PLAN - PLANA Terreno llano y relativamente extenso RIPA Zona elevada que presenta un precipicio SALLIENT Porción de terreno a modo de saliente SARRATO Pequeña elevación del terreno SARRATIELLO Sarrato pequeño SIERRA Conjunto de montes elevados SOLANA-SOLANO Tierras o terrenos orientados al mediodía TOÇAL Elevación áspera del terreno TURMO Roca pelada y destacada, sin alcanzar el nivel de peña AL CABO Parte más elevada de un campo o monte AL SUELO Zona más baja de un terreno

2.5. Palabras empleadas en la descripción de los campos. BACHELLA Campo que presenta un cercado para guardar el ganado BANCAL Trozo de tierra llana rodeada de desniveles BANCALET Bancal pequeño

Foto 14. Vista del embalse de El Grado desde el monte de Abizanda

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Foto 15. Viejos olivos que aún se presentan vigorosos y productivos

CAMPO BLANCO Tierra cultivada y desnuda, sin árboles ni viñas DEMPNA Campo próximo al pueblo y relativamente bueno y llano ESPONAL Zona cultivada y con fuertes pendientes FAXA Franja de labor alargada y estrecha FAXETA Faja pequeña FERRIENAL ¿ al lado del pueblo? GUERTO Huerto HIERMO Terreno inculto LANA Porción de tierra llana dedicada al pastoreo ORTON Huerto pequeño QUATRON Campo cuadrado de unas 40 áreas de superficie RACON Espacio de tierra entre dos paredes en ángulo. Rincón RACONIELLO Racón pequeño VINYA Trozo de tierra dedicado al cultivo de la vid

2.6. Las construcciones. ARNAL Colmenar. Construcción acondicionada para albergar arnas ARNALILLO Arnal pequeño CABANYA Caseta, borda. Casilla rústica CAPANA Cabaña

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CASA Edificio acondicionado para vivir las personas CASAL Cabaña. También podría ser sinónimo de corral CASTILLO Recinto fortificado con fines defensivos CELLERO Lugar donde se elabora y almacena el vino CORRAL Cercado destinado a guardar el ganado ESTABLO Lugar donde se cierra el ganado IGLESIA Edificio religioso. Lugar de oración MOLINO Lugar donde se muele. En Abizanda se encontraba en las proxi- midades del río Cinca MOLINIELLO Molino pequeño. Estuvo situado en el barranco del Río, cerca del puente de la carretera de Barbastro a Aínsa por el puerto del Pino MURO Pared PAJAR Sitio donde se guarda la paja PATIO Espacio cerrado y descubierto al lado de un edificio PUENTE Fábrica para atravesar un río. Se sigue conservando en la actuali- dad y está situado en el viejo camino que comunica Abizanda con su aldea de Solanilla. PONTARRON Puente pequeño PUERTAS DE LA BILLA Puertas de entrada al recinto fortificado de Abizanda SENDERO-CAMI- NO-CARRERA Vías de comunicación. Tienen diferente nombre en función de su anchura e importancia TORRETA Torre pequeña. En la actualidad se puede contemplar formando parte de la ruinosa casa Maza del Entremuro. La casa está adosa- da a la torreta la cual parece ser muy antigua A mediados del siglo XVI hubo en el monte de Abizanda multitud de pequeñas construcciones dispersas. La inmensa mayoría fueron desapareciendo en el transcurso de los siglos.

2.7. Árboles que aparecen en el libro de las centenas. AÑO 1555 Nombres “autóctonos” Nombres en castellano en 1998 ALBAR CHOPO ÁLAMO BLANCO ALMENDRERA-ARMENDOLERA ALMENDRERA ALMENDRO BIMINERA-BIMBRERA BIMBRERA MIMBRERA CARULLERA CEROLLERA SERBAL COMÚN CAXIGO CAJIGO ROBLE CIRISERA CERECERA CEREZO

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CODONYERO MEMBRILLERO MEMBRILLERO COSCULLA COSCOJA COSCOJA FIGUERA FIGUERA-HIGUERA HIGUERA LAYTONERO LITONERO ALMEZ LEZINA CARRASCA ENCINA MANÇANERA MANZANERA MANZANO MENGLANERA MINGLANERA GRANADO MORERA MORERA MORAL OLIBERA OLIBERA OLIVO OLIBÓN OLIBONERO OLMO-ORMO URMO OLMO NOGUERA-NOGUERO NOGUERA NOGAL PERERA PERERA PERAL PINO PINO PINO PRESEGUERA PRESEGUERA- MELOCOTONERA MELOCOTONERO TREMOL ESCALERAL ÁLAMO TEMBLÓN

2.8. Las “iglesias” de Abizanda A mediados del siglo XVI había cinco iglesias. Hoy en día diríamos ermitas, pero en el libro al que estoy haciendo referencia siempre se habla de yglesias. Eran las siguientes: • Iglesia de San Beturián. Sigue existiendo en la actualidad y está oficialmente datada como de época bajo medieval. • Iglesia de San Salvador. También ha llegado hasta nuestros días, pero la actual está datada como de los siglos XVII-XVIII. Documentalmente se puede demos- trar que es más antigua, si bien ha podido haber profundas reformas posteriores. • Iglesia de San Jaime. En el presente se le llama ermita de Santiago (¿siglo XVIII?). • Iglesia de San Just. Vendría a ser la desaparecida ermita de los Santos Justo y Pastor la cual se levantó, según los expertos, en el siglo XII. • Iglesia de San Per. Debió de estar en las proximidades o dentro del recinto amurallado. Es fácil que se tratara de una iglesia previa a la que existe en la actualidad. Incluso podría ser la que apareció hace pocos años adosada a la muralla del castillo, realizada en el s. XI. En un documento del año 1572 se menciona una iglesia de Abizanda conocida como Santa María de “defuera”. Creo que se trata de la actual iglesia parroquial; sería la iglesia de fuera del recinto amurallado. Dentro del mismo debía haber otra.

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En el año 1791, en el monte de Abizanda, había cinco ermitas: S. Salvador, Santiago, S. Victorián, San Miguel y la de los Santos Justo y Pastor. Ninguna de ellas tenía ningún tipo de renta ni ermitaño. Los patrones de las mismas eran los regidores del lugar, los cuales se encargaban de buscar a un sacerdote para las fiestas y procesiones. El cura tenía como misión llevar la procesión y cantar la misa; en compensación le daban de comer y le pagaban el estipendio. A la ermita de S. Salvador iban el día de la Ascensión en procesión, cantaban la misa y algunas casas daban caridad de pan y vino a los que concurrían. A la ermita de S. Miguel iban en procesión el día de la Aparición del Santo y posteriormente se dirigían a cantar la misa a la iglesia parroquial puesto que no estaba decente esta ermita. A la de Santiago iban en procesión el día del Apóstol y allí cantaban la misa y el lugar daba caridad. A la ermita de los Santos Justo y Pastor iban en procesión el 6 de agosto, cantaban la misa y el lugar daba caridad de pan y vino. A la ermita de San Victorián se dirigían en procesión, y cantaban la misa tres veces al año: el día de San Victorián en el cual daba caridad el lugar; el de S. Felipe y Santiago, que sólo se daba algún trago de vino; y en el segundo día de Pascua de Pentecostés, en el que se ofrecía caridad de pan y vino. En los días de San Victorián, la Ascensión y Santiago acostumbraban concurrir personas de los lugares vecinos las cuales también tomaban caridad. El resto de las celebraciones sólo acudían los de Abizanda y tenían la obligación de ir al menos dos de cada casa. En el año 1791, en las casas de La Barca había un oratorio que estaba bajo la invocación de Santa Bárbara y pertenecía a las dos viviendas de éste núcleo de pobla- ción. Ambas tenían derecho de enterrarse en la misma, los de Barbanox de medio arriba

Foto 16. Caseta de monte

197 Jesús Cardiel lalueza y los de Olivera de medio abajo. Las dos casas estaban comprometidas a reparar y repo- ner lo necesario en el oratorio. Esta construcción se reedificó en tiempos del obispo barbastrense Diego de Rivera. La casa de Barbanox era de antiguo la dueña exclusiva, pero dejó arruinar el inmueble. Posteriormente dio derechos a los de Olivera en compen- sación a la ayuda para reedificar y conservar el oratorio. Celebraban anualmente dos misas que eran los días de San Ramón y Santa Bárbara.

3. COMPARACIÓN DEL REGISTRO DE FOGAJES DE 1495 CON LAS CASAS EXISTENTES EN 1555. En el año 1495 había oficialmente en Abizanda 11 casas habitadas. Los propie- tarios de las mismas eran los siguientes: GARCÍA BARBANOX ANTHON SANT JUST MARTÍN DE TORRES PEDRO LA OLIVERA DOMINGO MEDIANO JOHAN DE POYAL DE MURO REMON ARNAL JOHAN SOLANO REMON SOLANO BITURIAN DE LATRERO EL VICARIO El número de viviendas habitadas cambió bruscamente entre los años 1495 y 1555, pasándose de 11 a 27. Esta notable variación puede explicarse de dos maneras muy diferentes: Una primera posibilidad es que el censo del año 1495 no obedezca a la realidad y en él sólo estén reflejadas las casas con posibilidades económicas. Las llamadas casas que viven de limosna y pidiendo por el pueblo no estarían incluidas. Para avalar esta primera teoría está el ejemplo del censo del año 1647, el cual se hizo dos veces en los pueblos del Sobrarbe meridional. En la segunda vez se registró un mayor número de viviendas puesto que se incluyeron las denominadas pobres. La segunda explicación es que los datos reflejen la realidad y el pueblo hubiera vivido una etapa próspera y de desarrollo creándose casas nuevas, fundadas por gente del mismo lugar. Esta segunda posibilidad tiene visos de ser la correcta y está apoyada en la repetición múltiple de apellidos en el siglo XVI así como en la división de patrimo- nios que es demostrable en un caso. Por contra, en 1555 había vecinos que poseían dos casas, una de las cuales estaba desocupada. La existencia de casas deshabitadas induce a pensar que algunos vecinos crearon una nueva vivienda y abandonaron la vieja. En algún caso se produjo un traslado desde casas aisladas hasta el núcleo de Abizanda. Por ejemplo una familia, que vivía en el Puyal de Muro, en el límite de los montes de Abizanda y Escanilla, se fue a vivir al centro del pueblo, fundando la actual casa

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Pedrasán. El motivo del traslado debió estar motivado por cuestiones de seguridad y/o comodidad. Los viejos núcleos de población de la Almunia, Puyal de Muro, Las Corz y casas de Sanct Just estaban deshabitados a mediados del siglo XVI. Variaciones de apellidos en el período 1495-1555:

1495 1555 N.º de repeticiones

BARBANOX BARBANOX 2 SANT JUST SANCT JUST 4 TORRES CRABERO 3 OLIVERA OLIBERA 2 MEDIANO MEDIANO 3 PUYAL DE MURO BUIL ARNAL ARNALT SOLANO SOLANO 4 LATRERO LATRERO EL VICARIO LA ABADÍA LABRIT SALAMERO PANNO PÉREZ 2

Foto 18. Gran puente sobre el barranco del Río. Se construyó cuando se hizo la carretera de Barbastro a Aínsa por el puerto del Pino

199 Jesús Cardiel lalueza

Entre 1495 y 1555 sólo desaparecieron los apellidos Torres y Poyal de Muro; éste último dio paso al linaje de los Buil. Se constata la aparición de seis nuevos apellidos y ade- más la repetición múltiple de otros ya existentes. De los nue- vos, los Pano y uno de los dos Pérez, vivían en Longatera, que era un núcleo de población que posiblemente estaba recién creado puesto que de él no hay referencia alguna con anterio- ridad. La gran repetición de apellidos apoya la idea de la fragmentación de patrimonios entre 1495 y 1555. Todo apun- ta a que hubo división de patri- monios que presumiblemente fueron de dos tipos: proporcio- nales y no proporcionales. Las divisiones no pro- porcionales habrían tenido su origen en las dotes que daban Foto 17. Viejo puente que une por sendero Abizanda y su aldea de Solanilla los herederos a sus her-manos/ as. En esos casos parte de la dote se habría pagado con dinero y el resto con algunos campos. Por ejemplo, las tierras que poseía en 1555 Joan Solano, herrero del pueblo, eran resultado de la herencia recibida por su esposa María Sanct Just que había recibido de su padre y de su hermano Domingo unas parcelas valoradas en 225 sueldos. Las divisiones proporcionales podrían haber afectado a casas con abundante cantidad de propiedades. Se habrían generado nuevas casas autosuficientes a partir de patrimonios primitivos extensos y no trabajables por una sola familia. Por ejemplo, a mediados del siglo XVI, las dos casas de La Barca poseían un patrimonio bastante pare- cido y sus dueños tenían idéntico apellido (Barbanox). En la aldea de Solanilla ocurría algo muy similar y había dos familias con apellido Sanct Just y otras dos con el linaje de Olibera. La supuesta gran variación de población acaecida en Abizanda entre los años 1495 y 1555 no se produjo en otros pueblos aunque sí hubo incremento en la inmensa mayoría. Cada núcleo de población tiene su historia que es diferente a la del resto y condiciona de una manera decisiva su evolución y número de casas.

200 abizanda. un Pueblo del biello sobrarbe

4. VARIACIÓN DE APELLIDOS Y CASAS ENTRE LOS AÑOS 1555 Y 1756. En el año 1756 había en Abizanda 27 casas habitadas en las cuales vivían 179 personas. A continuación se da el listado de los cabezas de familia:

CABEZAS DE FAMILIA NOMBRE TRADICIONAL DE LA CASA

JOSEPH BARBANOX BARBANOJ DE LA BARCA (desaparecida) JOSEPH OLIVAR OLIVAR (desaparecida) JOSEPH SALAMERO MITERIO (desaparecida) ANTONIO PÉREZ FUMANAL MANUEL ARNAL TRALLERO JULIÁN PALACIO ARMISÉN JOSEPH FALCETO OLIVERA ANTONIO LECINA LECINA DOMINGO MAZA MAZA DOMINGO BARBANOX SIMONA MARTÍN PACO EL HERRERO (desaparecida) JOSEPH BISPE VILLAR LA ABADÍA LA ABADÍA FRANCISCO SALAMERO SALAMERO PEDRO ARNAL SOPENA ARNAL JUAN ARASANZ ARASANZ PEDRO ARNAL RIAZUELO PEDRO ARASANZ PEDRASÁN DOMINGO ARNAL LUEZA ANTONIO BENEDED TORROCELLA PEDRO LASCORZ BENITO ANTONIO ENCUENTRA ENCUENTRA JOSEPH CAMBRA CARLOS RAMÓN LA MORA MORA MIGUEL RASO ROMÁN MARÍA ALMÚ EL MESÓN MESÓN DE LA SIERRA

Se observa como en el año 1756 había idéntico número de viviendas habitadas que en 1555. No obstante, no se mantuvieron las mismas casas puesto que dejó de estar poblado el núcleo de Longatera y a su vez se crearon dos nuevas casas dentro del núcleo de Abizanda. Es muy probable que casa Benito la fundara un antiguo vecino de Longatera puesto que los propietarios de esta vivienda poseían, a mediados del siglo XIX, campos y una masada en esta aldea desaparecida.

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Foto 19. Tubería de grandes proporciones ubicada en el barranco del Río. Por encima de ella transcurre la nueva carretera de Barbastro a Aínsa. En la actualidad prima lo económico y rápido. Esperemos que ello no vaya en detrimento de la seguridad

Foto 20. La “torreta” de casa Maza del Entremuro. Observad la gran diferencia de calidad constructiva entre la torre y el resto de la casa Foto 21. La torre de casa Carlos

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Los apellidos de los propietarios de las casas de Abizanda en 1756 eran muy diferentes a los existentes a mediados del siglo XVI. En el transcurso de poco más de 200 años se produjo un profundo cambio del cual se salvaron los Barbanox, Salamero, Arnal y Pérez. Solamente tres casas lograron conservar el apellido; son las que en la actualidad se conocen como Barbanoj de La Barca (desaparecida), Salamero y Lueza. Los Barbanoj de La Barca son los que más tiempo lograron mantener su apellido (siglos XV al XX), pero tuvieron que emigrar al ser afectada su vivienda por la construcción del embalse de El Grado. Los Arnal más antiguos fueron los de la actual casa Lueza y per- dieron el apellido a mediados del s. XVIII al casar en 1751 María Arnal con Pedro Lalueza de Mipanas. El linaje de los Salamero se expandió en el siglo XVIII, a partir de casa Salamero. Algunas casas, aún con cambio de apellidos, se las puede ir siguiendo en el transcurso de los años:

CASA 1495 1555 1756 1862 BARBANOJ BARBANOX BARBANOX BARBANOX BARBANOJ PEDRASÁN POYAL DE MURO BUIL ARASANZ ARASANZ LUEZA ARNAL ARNAL ARNAL-LALUEZA LALUEZA ARASANZ LATRERO LATRERO ARASANZ ARASANZ FUMANAL SANT JUST ? SANCT JUST PÉREZ FUMANAL

La vivienda del pueblo más interesante desde un punto de vista arquitectónico es casa Carlos, la cual se construyó a partir de la segunda mitad del s. XVI. Creo que en 1555 no existía puesto que no aparece reflejada en el libro de las centenas. En él se hace mención de una casa con torreta sita en el Entremuro, actual casa Maza. Casa Carlos, considerada por muchos como la más antigua del lugar, es en realidad de las últimas en fundarse. La actual estructura del núcleo de Abizanda se diseñó en el siglo XVI y con posterioridad se fue añadiendo alguna vivienda nueva. A mediados del siglo XVIII ya existían las casas tradicionales que se pueden contemplar en este pueblo.

203 Jesús Cardiel lalueza

5. VARIACIÓN DE LA PROPIEDAD DE LA TIERRA ENTRE LOS AÑOS 1555 Y 1862 En el año 1862 había en Abizanda 28 propietarios. Eran los siguientes:

PROPIETARIO Riqueza Riqueza % de riq. C. buena=2 mulas+2 bueyes total rústica rústica Casa media = 2 bueyes (Rls. vellón) y urbana y urbana C. pobre=ni mulas ni bueyes

JOSÉ ENCUENTRA 8.388 5.008 3.6 BUENA ANTONIO BARBANOJ 10.960 7.240 5.2 BUENA JUAN SALAMERO 12.698 9.010 6.4 BUENA MATEO FUMANAL 13.267 9.183 6.5 BUENA DOMINGO TRALLERO 10.034 6.514 4.6 BUENA JOAQUÍN OLIBERA 2.771 1.931 1.4 MEDIA ILDEFONSO SAMITIER 9.953 6.641 4.7 BUENA EUSEBIO BISTUÉ 1.673 721 0.5 MEDIA JOSÉ SANTORROMÁN 3.192 2.352 1.7 MEDIA DOMINGO BUIL 3.101 1.837 1.3 MEDIA LORENZO BUIL 4.281 3.257 2.3 MEDIA PEDRO SALAMERO 12.296 9.136 6.5 BUENA MARTÍN ARASANZ 8.691 5.775 4.1 BUENA BENITO ARASANZ 13.668 9.808 7.0 BUENA BERNARDO LALUEZA 18.831 14.479 10.3 BUENA ANDRÉS ARASANZ 17.205 13.105 9.3 BUENA FAUSTINO BUETAS 3.237 2.397 1.7 MEDIA JUAN ANT. SALAMERO 7.043 5.595 4.0 MEDIA JUAN MOZÁS 2.488 1.648 1.2 MEDIA JOSÉ SANTORROMÁN 9.517 6.521 4.6 BUENA FRANCISCO LALUEZA 4.577 3.197 2.3 MEDIA FRANCISCO LATORRE 2.833 1.993 1.4 MEDIA BENITO SANTORROMÁN 14.204 9.818 7.0 BUENA FRANCISCO MUR 741 741 0.5 POBRE COSME ARNAL 211 211 0.1 POBRE DOMINGO CASTILLÓN 188 188 0.1 POBRE MELCHOR CARRUESCO 2.392 1.552 1.1 MEDIA JORGE CASTRO 188 188 0.1 POBRE TOTAL= 28 CASAS 13 BUENAS 11 MEDIAS 4 POBRES

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Foto 22. Vetusta pared realizada en piedra caliza. Tiene una gran longitud. Muy posiblemente se construyó con fines ganaderos

Para comparar los datos de 1555 con los de 1862 es necesario fijarse en el tanto por ciento que cada vecino poseía del total de riqueza rústica y urbana. Dado que en 1555 no se reflejó la riqueza ganadera, tampoco la he tenido en cuenta a la hora de ela- borar los porcentajes de 1862.

% de la riqueza N.º DE CASAS. AÑO 1555 N.º DE CASAS. AÑO 1862 0.0 a 1 % 3 5 1.1 a 2 % 5 7 2.1 a 3 % 4 2 3.1 a 4 % 3 2 4.1 a 5 % 6 4 5.1 a 6 % 2 1 6.1 a 7 % 2 5 Más del 7 % 2 2 TOTAL = 27 TOTAL = 28

Las diferencias no son excesivas pero sí se observa que entre 1555 y 1862 se produce un incremento del número de casas que tienen más tierra y al mismo tiempo un aumento de las viviendas que poseen menos riqueza. Observando la tabla que refleja el valor de los bienes de los propietarios de Abizanda en 1862, se deduce que, aproximadamente, las casas que poseen entre el 0 %

205 Jesús Cardiel lalueza y el 1 % se las puede calificar de pobres, del 1.1 % al 4 % medias y más del 4 % buenas. Trasladando esto al año 1555 se desprende que a mediados del siglo XVI había tres casas pobres, doce de tipo medio y otras doce buenas. En consecuencia la propiedad de la tierra era similar a la existente en la segunda mitad del s. XIX. Voy a comparar los datos de 1555 y 1862 referentes a diez casas buenas y así apreciar cómo evolucionaron en este intervalo de tiempo:

PROPIETARIO EN 1555 % % PROPIETARIO EN 1862 EVOLUCIÓN

1 JOAN DE BARBANOX 4.3 5.2 ANTONIO BARBANOJ + 2 JAYME SANC JUST 5.0 6.4 JUAN SALAMERO + 3 DOMINGO SANCT JUST 4.5 6.5 MATEO FUMANAL + 4 JOAN CRABERO de Solanilla 4.4 4.6 DOMINGO TRALLERO 0 5 JOAN DE LA OLIBERA el alto 6.3 1.4 JOAQUÍN OLIVERA - 6 JOAN DE LA OLIBERA el baxo 7.1 4.7 ILDEFONSO SAMITIER - 7 JOAN DE SALAMERO 6.0 6.5 PEDRO SALAMERO + 8 MARCO BUIL 8.6 9.3 ANDRÉS ARASANZ + 9 SARRAT ARNALT 7.0 10.3 BERNARDO LALUEZA + 10 DOMINGO LATRERO 4.9 7.0 BENITO ARASANZ +

Inspeccionando la tabla anterior se aprecia como en ese intervalo de poco más de trescientos años sólo hubo dos casas buenas que perdieron propiedades. Curiosamente se trata de los dos Oliberas de 1555; la vivienda de Joan de La Olibera el alto acabó sufriendo un fuerte descalabro, perdiendo la categoría de casa buena. Hubo cuatro casas

Foto 23. Gran roble. En Abizanda se continúa respetando a los árboles centenarios

206 abizanda. un Pueblo del biello sobrarbe que variaron su nivel de forma escasa y positiva y otras cuatro que incrementaron su patrimonio de manera apreciable, destacando Bernardo Lalueza que llegó al 10.3 %, ganando un 3.3 %. El siglo XX ha supuesto multitud de cambios en la propiedad de la tierra que han sido superiores a los acaecidos en las tres centurias precedentes. No voy a abordar este asunto ni explicar las modificaciones puesto creo afecta a la intimidad de las personas que viven en la actualidad en Abizanda.

6. LOS NOMBRES DE LAS CASAS La mayoría de las denominaciones actuales de las casas están basadas en el apellido o nombre de una persona que les dio carácter y singularidad. Hay otras desig- naciones que reflejan la profesión de sus pobladores e incluso hay algún caso en el que es un mote el que acaba dando el nombre a la casa. Los nombres surgen de la necesidad de distinguir unas casas de otras y en con- secuencia no puede haber dos con la misma designación o apellido. Las casas que tienen como denominación el nombre de un hombre deben esta característica a que su cabeza de familia poseyó el mismo apellido que el del propietario de otra casa del pueblo lla- mada como el apellido de su amo. De esta manera surgieron en Abizanda los nombres de las casas de Carlos, Miterio y Pedrasán:

CASA ORIGEN DE SU NOMBRE SIGLO CARLOS CARLOS MAZA DE LIZANA XVIII MITERIO EMETERIO SALAMERO XIX PEDRASÁN PEDRO ARASANZ XVIII

Las casas con nombre de mujer habitualmente son humildes y hacen alusión a las denominadas “casas de viudas”. Sus propietarias eran mujeres solitarias y de gran personalidad. En Abizanda estaba la de Simona, que fue una casera a principios del siglo XX la cual se instaló en la antigua casa Barbanox del Entremuro, y la de La Minga. Seguidamente voy a reflejar los nombres tradicionales de las casas de Abizanda. Ha habido cambios recientes que voy a pasar por alto.

Siglo de NOMBRE DE LA CASA Origen del origen Estado Algunos apellidos nombre del nombre en 1998 previos BARBANOJ APELLIDO XV RUINAS OLIVAR APELLIDO XVIII RUINAS BARBANOX, ARNAL, ROMÁN MITERIO NOMBRE XIX RUINAS SAN JUST, SALAMERO FUMANAL APELLIDO XVIII BUENO SAN JUST, MAZA, PÉREZ, VILLACAMPA

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TRALLERO APELLIDO XIX BUENO CRABERO, ARNAL, SALAMERO, ROMÁN ARMISÉN APELLIDO XIX BUENO OLIBERA, PALACIO OLIBERA APELLIDO XV ? BUENO MAZA APELLIDO XVI MALO SOLANO LECINA APELLIDO XVIII MALO EL HERRERO PROFESIÓN XX NO EXIT. SIMONA NOMBRE XX MALO BARBANOX VILLAR APELLIDO XVII BUENO ALMUCH LA ABADÍA PROFESIÓN BUENO SALAMERO APELLIDO XVI BUENO ARNAL APELLIDO XVIII BUENO CRABERO LUEZA APELLIDO XVIII BUENO ARNAL PEDRASÁN NOMBRE XVIII BUENO POYAL DE MURO, PÉREZ, BUIL, SÁNCHEZ LATORRE APELLIDO XIX BUENO CASTILLÓN APELLIDO XIX ? BUENO CARPINTERO PROFESIÓN XX ? BUENO LA MINGA NOMBRE XIX REGULAR MORA APELLIDO XVIII BUENO ROMÁN APELLIDO XVII BUENO PRÍNCIPE ÁPODO XX BUENO CARLOS NOMBRE XVIII BUENO MAZA DE LIZANA ENCUENTRA APELLIDO XVIII BUENO BENITO NOMBRE XIX ? BUENO LASCORZ TORROCELLA APELLIDO XVIII ? BUENO ARASANZ APELLIDO XVII BUENO LATRERO, CRABERO, SANZATORNIL MESÓN DE ABIZANDA PROFESIÓN XIX BUENO MESÓN DE LA SIERRA PROFESIÓN RUINAS ABIZANDA

De la tabla anterior se deduce que lo normal es que los nombres de las casas no hagan referencia a su fundador puesto que con el paso de los años cambian los apellidos en las viviendas y también pueden variar los nombres de las mismas. La mayor parte de los nombres actuales se generaron en los siglos XVIII y XIX, difícilmente hacen alusión al siglo XV o XVI. Los apellidos existentes en las casas buenas suelen expandirse por el pueblo al ser dominantes desde un punto de vista económico. Es el caso de los Arasanz, Arnal, Barbanox, Crabero, Lalueza, Maza, Olibera, Román, Salamero y San Just. Estos linajes

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Foto 24. Fachada principal de casa Fumanal han tenido su etapa o siglo de apogeo: Arasanz el XVIII-XIX, Arnal el XVIII, Barbanox el XVII, Crabero el XVI, Lalueza el XIX-XX, Maza el XVI-XVII, Olibera el XVI, Román- Santorromán el XIX, Salamero el XVIII-XIX y San Just el XVI. Los apellidos de las casas ricas llegaban a las humildes por el fenómeno de “aproximación de hiladas”: En las casas buenas era normal que nacieran muchos hijos. Al tener posibles, se podía dotar a esos hijos, pero no había tantas casas buenas recep- toras como vástagos disponibles; entonces algunos se veían en la obligación de casar en viviendas de tipo medio. En la siguiente generación algunos hijos de casas medias, por el mismo motivo, iban a casas humildes, por lo que al final las viviendas ricas quedaban emparentadas con las pobres. A principios del siglo XX llegó a haber una treintena de casas habitadas. Este número es el máximo que admitía el sistema tradicional ya que de superarse se habría producido una superpoblación y un desequilibrio hombre-naturaleza con el consiguien- te riesgo para la continuidad del pueblo. Se perseguía que todo siguiera igual y que las generaciones futuras tuvieran unas posibilidades de vida iguales a las que ellos gozaban y/o padecían. Seguidamente voy a reflejar los cambios de apellidos acaecidos a lo largo de los siglos en algunas de las consideradas casas buenas de Abizanda. Casa Barbanoj de La Barca Desde finales del siglo XV hasta mediados del siglo XX los propietarios de la vivienda siempre llevaron el apellido Barbanox-Barbanoj. En la actualidad la casa está en ruinas, sumergida bajo las aguas del embalse de El Grado.

209 Jesús Cardiel lalueza

Un personaje relevante nacido en esta casa fue Domingo Barbanox que era militar: “Teniente coronel graduado y capitán retirado en el año 1833”. Debió jugar un papel importante en la defensa de los intereses de Abizanda en el transcurso del pleito que tuvieron contra el Duque de Medinaceli. Casa Fumanal Se halla en la aldea de Solanilla. En el año 1555 su propietario era Domingo Sanct Just. Este linaje probablemente tuvo su origen en el antiguo poblamiento de las casas de San Just, ubicado al lado de la desaparecida ermita de los Santos Justo y Pastor. En el año 1594 la vivienda pertenecía a Joan Maza. En el s. XVII estuvieron los Pérez y en el XVIII llegaron los Villacampa y Fumanal. Este último linaje llegó a Abizanda desde Olsón y se consolidó a lo largo del s. XIX, colocando, como signo de nobleza, el escudo de armas en la fachada principal de la casa. Casa Lueza Está situada en la plaza, en el centro del pueblo. En el año 1495 su dueño era Remón Arnal. El apellido Arnal logró mantenerse hasta 1751, momento en el que María Arnal contrajo matrimonio con Pedro Lalueza, de casa Lueza de Mipanas. Desde enton- ces hasta la actualidad persiste el mismo apellido. El origen del linaje de los Lueza o Lalueza estuvo en la aldea de La Lueza (). A éstos les fue concedida infanzonía por la Real Audiencia de Aragón en 1690. Ese mismo año Juan Lalueza, natural de La Lueza, casaba en Mipanas con María Villar y de esta manera comenzaba la expansión del apellido por el Sobrarbe meridional. Su evolución por los pueblos fue la siguiente:

Casa Arasanz Se halla solitaria, ligeramente alejada del pueblo, al O. del mismo. A finales del siglo XV era propiedad de Biturián Latrero. Conservaron el apellido hasta mediados del

210 abizanda. un Pueblo del biello sobrarbe s. XVI, momento en el que llegaron los Crabero-Cabrero. El s. XVII se caracterizó por los cambios, apareciendo nuevos apellidos: Barbanox (provenientes de La Barca), Sanzatornil (de Escanilla) y Arasanz (de Olsón). En 1689 contrajo matrimonio Josefa Sanzatornil con Juan Arasanz de Olsón. Los Arasanz de Abizanda obtuvieron firma posesoria de infanzonía en 1697. Su origen estuvo en Muro de Roda. Se expandió el linaje por Banastón, Plampalacios, Olsón y Abizanda. Desde Abizanda dimanaron, entre otros lugares, a Olsón, Trillo y El Coscollar de Sarsa de Surta. En el último tercio del siglo XIX finalizaba la época de los Arasanz que era sustituida por los Arnal (de Ubiergo). El siglo XX supuso la llegada del apellido Cardiel (de Lamata) que posteriormente dio paso a los Pelegrín de La Almunia de Olsón. Casa Pedrasán (Pedro Arasanz) Está situada en el centro del pueblo. A finales del siglo XV el propietario era Johan de Poyal de Muro. Este linaje tuvo su origen en un poblamiento medieval ya desaparecido que estuvo emplazado entre los montes de Escanilla y Abizanda. El topó- nimo Puyal o Poyal de Muro dejó de existir hace muchos años y posiblemente fue reemplazado por el de La Corona. Allí hay un gran y ruinoso corral que quizá se halle ubicado en el mismo lugar en el que se localizó la primitiva vivienda. En 1555 los dueños eran Marco Buil y su esposa Joanna Pérez, alias Puyal de Muro. Los Buil fueron los herederos durante el s. XVII. En el s. XVIII los Sánchez dieron

Foto 25. Vista parcial de casa Lueza

211 Jesús Cardiel lalueza paso en 1736 al apellido Arasanz puesto que se casó María Sánchez Buil con Pedro Arasanz, natural de casa Arasanz de Abizanda. El siglo XIX fue de gran esplendor dada la buena gestión de los Arasanz. En 1888 llegó el linaje de los Aniés procedente de Radiquero. Casa Carlos (Carlos Maza de Lizana) Sus orígenes no están claros. Parece ser que la actual casa fue mandada construir por un cura de Abizanda apellidado Maza o Maza de Lizana. En 1555 este apellido no lo poseía ninguno de los propietarios de Abizanda y sin embargo a finales de siglo había al menos cinco: Joan Maza de Solanilla, Antón Maza del Entremuro, Joan Maza de la fuente, Antón Maza hijo de Ramón Maza y Antón Maza mayor. En aquellos años era rector del pueblo mosén Pedro Maza, también conocido como Pedro Maza de Lizana, alias San Just. Al ser alias San Just se deduce que posiblemente su madre era natural de Abizanda, la heredera de una casa, y portadora del apellido San Just. A finales del siglo XVI y comienzos del XVII este cura poseía una gran fortuna que en parte invirtió en la construcción de la casa. El nombre actual de la casa nace en el s. XVIII. Había dos viviendas cuyos pro- pietarios llevaban el apellido Maza y para diferenciarlas y no haber equívocos la gente optó por llamar a la menos antigua con el nombre del heredero. El apellido Maza de Lizana fue reemplazado a finales del siglo XVIII por el de Juste puesto que Josefa Maza de Lizana contrajo matrimonio con Josef Antonio Juste. En el año 1823 Raymunda Juste enlazaba matrimonialmente con Ramón Santa Román, natural de casa Román de Abizanda. Desde ese año los herederos de casa Carlos se apellidan Santa Román o Santorromán. Anteriormente a 1823 no he hallado en los documentos el apellido Santa Román y sí Román. Ignoro el motivo que desencadenó el cambio. Los Román de Lamata, pro- venientes de Abizanda, también adoptaron el cambio pero por poco tiempo. Todo parece indicar que la evolución histórica del apellido fue la siguiente: San Román, Román, Santa Román y, finalmente, Santorromán.

7. LOS CENSOS DE POBLACIÓN Consultando en el libro Historia de Aragón. Los pueblos y los despoblados I, II y III (Antonio Ubieto, 1984), es posible conocer el número de casas habitadas que ofi- cialmente hubo en Abizanda. Allí aparecen los siguientes datos:

AÑO ➞ 1488 1495 1543 1609 1646 1713 1717 1787 1797 1845-50

N.º CASAS ➞ 11 11 11 11 26 18 14 15 49 15

Seguidamente voy a poner en evidencia que la mayoría de estos registros no obedecen a la realidad. Muchos datos de población son falsos, no sólo los referidos a Abizanda sino a otras localidades de Sobrarbe y, quizá, de todo Aragón.

212 abizanda. un Pueblo del biello sobrarbe

11 casas en los años 1488 y 1495 Esta información podría ser real, pero no tengo una total certeza de ello. Se trata de un número de viviendas demasiado escaso puesto que Abizanda dispuso de una extensión de monte y recursos naturales suficientes para mantener más casas. Lo curio- so es que otros pueblos cercanos no presentaban tanta escasez de población y en propor- ción disponían de mayor número de viviendas habitadas. Podría ser que Abizanda se encontrara en una situación de crisis puntual. 11 casas en los años 1543 y 1609 Estos registros son falsos puesto que en 1543 y 1609 se limitaron a copiar el censo de 1495. Esta copia no sólo afectó a Abizanda sino que fue generalizada en los pueblos del Viejo Sobrarbe:

Pueblo Casas en 1495 Casas en 1543 Abizanda y aldeas 11 11 Escanilla 9 9 Lamata 7 7 Ligüerre de Cinca 9 9 Olsón y aldeas 37 37 Castejón y aldeas 33 33 Samitier 10 10

Que no hubiera en ese intervalo de tiempo ningún cambio en un pueblo se podría entender, pero que no haya variaciones en ninguno, queda fuera de lo real. Además, por el libro de las centenas se sabe que en Abizanda había 27 viviendas habi- tadas en 1555. Por otros documentos históricos de total solvencia también estoy en condiciones de afirmar que a mediados del s. XVI y principios del XVII Escanilla y Lamata tenían más casas de las que figuran en los censos. 26 casas en el año 1646 Hay constancia documental que este censo se hizo dos veces y en la segunda se pusieron todas las viviendas sin excepción, incluyendo las pobres. Por tanto es fiable y además da una cifra que es la que cabría esperar para Abizanda. 18 casas en el año 1713 Creo que en ese año había más casas habitadas. Esta afirmación se justifica con lo que diré referente al año 1774. 14 casas en el año 1717 y 14 casas en 1787 En 1774 D. Raymundo Gúdel, rector de Abizanda, escribió: El lugar de Abizanda se compone de catorze vezinos, y por catorze pagan la contribución y otras

213 Jesús Cardiel lalueza

Foto 26. Casa Arasanz, al oeste del pueblo cargas a SRlMd. Dios le guarde y si se pregunta por casas de parroquia son veynte y ses casas, incluiendose en este numero un Maestro Cirujano que sirve la conduta de Este y de otros pueblos, un Maestro Herrero que sirve la conduta y un Mesonero que vive en el término de este lugar, algunas casas de viudas y jornaleros. Por tanto, se observa que realmente existían 26 casas. Había 14 casas de primera categoría que paga- ban la contribución y 12 viviendas de segunda. En otro documento de 1791, el autor antes citado, afirmó que en aquel año había 14 vecinos para contribución y contando por casas de parroquia el número ascendía a 26 viviendas en las que residían 216 almas. Por tanto había, incluyendo la abadía, 27 casas habitadas y no 14.

49 casas en el año 1797 Considero que esa cantidad es errónea puesto que en 1791 había 27 casas. Es casi imposible esa diferencia en sólo seis años y más teniendo en cuenta la cultura y costumbres de aquella época y la tendencia a mantenerse la estabilidad y el equilibrio ya existentes.

15 casas. Madoz (1845-1850) El número de casas dado en el diccionario de Madoz alude a las viviendas que pagaban la contribución. En 1819 había 15 vecinos que abonaban la contribución: 14 cabezas de familia, que tenían título de infanzones, más el cura que vivía en la abadía. Presumiblemente, a mediados del s. XIX todo seguía igual que en 1819.

214 abizanda. un Pueblo del biello sobrarbe

De todo lo dicho se deduce que las cifras oficiales de población, referentes a Abizanda, dejan mucho que desear y no son reales. Las auténticas serían las siguientes:

AÑO ➞ 1495 1555 1646 1756 1774 1791 1862 1896 1998 N.º CASAS habitadas ➞ ¿11? 27 26 27 27 27 29 28 8

8. LOS IMPUESTOS 8.1. Las cargas señoriales. Abizanda fue de realengo al menos desde el año 1059 hasta 1194. En 1291 per- tenecía a Sancho de Antillón. En 1620 era señora del castillo y lugar de Abizanda doña Estephanía de Castro y Cervellón. En un documento de dicho año se dice que los antepasados de Estephania ya eran señores de Abizanda en 1362 y antes de tiempo inmemorial (Baronía de Castro). Durante el siglo XVIII el pueblo perteneció al marquesado de Aitona, el cual incluía a la Baronía de Castro. En 1818 era señor temporal el duque de Medinaceli y Santisteban el cual a su vez ostentaba, entre otros, los títulos de marqués de Aitona, señor de las Baronías de Castro, Peralta de la Sal y Hoz. En el s. XVI, al menos en su segunda mitad, los vecinos de Abizanda pagaban anualmente 300 sueldos de renta o pecha ordinaria señorial. Cada vecino contribuía en función de la riqueza rústica y urbana que poseía. En el s. XVII y es posible que con anterioridad se pagaba, por parte de los propietarios de las cabañas de ganado menudo forastero que pasaban por el término de Abizanda, el derecho de carneraje. Cuando bajaban hacia la Tierra Llana daban un primal por cabaña o en su defecto un carnero, y en el momento que subían hacia la montaña aportaban un cordero por cabaña. En el s. XVIII los vecinos seguían pagando puntualmente. Al menos desde el año 1729 y hasta 1742 aportaron anualmente 12 libras jaquesas por el derecho de carneraje; 15 libras jaquesas por la pecha en dinero; 6 cahíces, 5 fanegas y 4 almudes por la pecha en trigo y 6 cahíces, 5 fanegas y 4 almudes por la pecha en avena. Iban a pagar a casa Cistué de y por ello recibían una pequeña compensación de dinero. En el año 1743 y siguientes ya no abonaron el derecho de carneraje. Durante la segunda mitad del s. XVIII y hasta 1807 los vecinos fueron pagando 15 libras jaquesas como pecha en dinero que era aportado equitativamente por todos los vecinos, indepen- dientemente de su nivel económico. Junto a lo anterior, también aportaban trigo y avena, que era pagado por todos los habitantes, hombres y mujeres, a un tanto por cabeza, a excepción de los niños que estaban en la lactancia y los regidores por hacer el cobro. Esta pecha en dinero y en granos (no quistias y treudos) eran aportados en virtud del señorío jurisdiccional. Los Señores de Abizanda nombraban un gobernador y un alcalde mayor que residían en Estadilla; también designaban al alcalde primero y segundo que eran elegidos entre los habitantes de Abizanda. Estos dos alcaldes tenían autoridad para asuntos de

215 Jesús Cardiel lalueza urgencia y los de cuantía inferior a 100 sueldos jaqueses. A partir de 1815, el alcalde y demás miembros de justicia del lugar fueron nombrados directamente por la Corona. Desde el año 1808 los vecinos dejaron de pagar al arrendador del duque de Medinaceli. Las ideas liberales llegadas desde Francia hicieron mella en la gente del pueblo. En 1819 se entabla un pleito entre el arrendador del duque de Medinaceli y los vecinos de Abizanda el cual es ganado por el pueblo. En 1830 el duque decide litigar contra el ayuntamiento y vecinos de Abizanda sobre el pago de derechos y quistias. Los señoríos estaban cerca de su desaparición y en consecuencia se hallaba próxima la libe- ración definitiva del pueblo.

8.2. Pagos eclesiásticos. En el s. XVIII, y con anterioridad, los vecinos de Abizanda soportaron una serie de impuestos que realmente diezmaron su economía. Sus ingresos residían en la venta de aceite y vino. También obtenían un poco de dinero de los excedentes de frutas y de algunos corderos y cabritos. El pueblo, a finales del s. XVIII, producía anualmente 270 cahíces de trigo, 600 nietros de vino, 200 quintales de aceite y multitud de otros productos de menor relevancia. Pago de la décima. Se abonaba décima de trigo, trigo centeno, trigo cebada, trigo carronoso, ordio, cebada, avena, carron, mijo, tramilla, arbejas, guijones, uvas,

Foto 27. Pared de un viejo corral en ruinas. Está situado cerca del límite de los montes de Abizanda y Escanilla

216 abizanda. un Pueblo del biello sobrarbe olivas, cáñamo, lino y del ganado lanar, cabrío y de cerda. Se pagaba de diez uno. El ce-real se diezmaba en la era, las uvas eran llevadas al trujar de la casa de la primicia y las olivas se iban a buscar a las casas. El ganado lanar y cabrío se diezmaba a garra pasado el primer domingo de junio. Pago de la primicia. Se pagaba primicia de trigo, trigo centeno, trigo cebado o carronoso, ordio, cebada, avena, carron, mijo, tramilla y uvas. Abonaban uno por cada 31. La renta anual de la primicia, a finales del s. XVIII era de unos 125 escudos. El dine- ro era utilizado para mantener la iglesia, sacristía, cementerio, torre de la iglesia, reloj y casa-bodega de primicia. Pago de 12 pollos anuales de treudo. Pago de misas y otros derechos. • Fiestas de devoción. Eran doce anuales y por cada una de ellas daba el pueblo al cura cuatro sueldos. • Pago de setenta misas anuales y eventuales. • Misas por muerte de una persona adulta y con posibles. Los sucesores del finado estaban obligados a mandar decir por el alma del familiar una novena y al cabo del año, un trenteno mayor de misas (30) y otro trenteno menor (15). También había que pagar la misa de entierro, responsos, añal, etc. En definitiva, que a la muerte de un ser querido se añadía el calvario de pagar una numerosa cantidad de misas. Los entierros de párvulos eran mucho más económicos. • Pagos por bautizos, matrimonios, moniciones, etc. • La cofradía de Santa Ana y San Victorián sufragaba, a escote, 10 misas por cada hermano difunto. 8.3. Cargas reales. Abizanda, al igual que otros pueblos, se vio sometido a varios tipos de impues- tos reales siendo el principal la contribución. A diferencia de las cargas señoriales y eclesiásticas, los pagos al Estado no han desaparecido. Hoy padecemos impuestos direc- tos e indirectos y también siguen vigentes los derechos sucesorios y la contribución rústica y urbana. Es evidente que para que funcione una sociedad como la actual es necesario la recaudación de impuestos para así poder reequilibrar la riqueza y crear infraestructuras y servicios que vayan en favor de un mejora en la calidad de vida. En el pasado los impuestos estaban pensados para mantener el sistema pero nunca para el reequilibrio de la riqueza sino para mantenerse unos a costa de otros. Seguidamente me limitaré a explicar brevemente algunas peculiaridades de Abizanda. Ignoro si estas sin- gularidades pueden aplicarse a otros pueblos. Las Sisas. Cada casa o fuego debía pagar una cantidad fija de dinero. Por ejem- plo, en el año 1543 hubo unas sisas impuestas por las Cortes Generales celebradas en la villa de Monzón. Las casas tuvieron que abonar una cantidad de dinero preestablecida que variaba según el tamaño de la población. Abizanda desembolsó 176 sueldos. Oficialmente había 11 casas y tocaban a 16 sueldos por vivienda. En aquella época el

217 Jesús Cardiel lalueza pueblo tenía en realidad más casas habitadas. La pregunta sin respuesta que se plantea es si sólo pagaron las once viviendas más acomodadas o el concejo de Abizanda recau- dó esos 176 sueldos entre todas las casas existentes. La contribución. En la primera mitad del siglo XVIII Abizanda contaba oficial- mente con 14 vecinos y éstos eran los que pagaban la contribución y otras cargas reales. Entre 14 casas se distribuían la contribución en base a las propiedades rústicas y urbanas que disponían. En el amillaramiento de 1862 la situación ya era diferente puesto que todas las casas sin excepción pagaban por la riqueza rústica, urbana y ganadera. Cada vivienda contribuía en proporción a su patrimonio.

9. CONCLUSIONES Población Presumiblemente hubo una gran variación desde finales del s. XV hasta media- dos del s. XVI, pasándose de 11 a 27 casas habitadas. Las viviendas nuevas se generaron a partir de la división de patrimonios y de la inmigración. Desde mediados del siglo XVI hasta comienzos del XX sólo hay pequeñas modi- ficaciones. En la segunda mitad del s. XX se produce un importante y progresivo cambio a peor, llegando a ocho casas habitadas en 1998.

Apellidos Se aprecia la dificultad que tienen las casas para conservar varios siglos el mismo apellido. Por regla general, cuanto más rica es una casa más años conserva el apellido. Las viviendas pobres presentan continuos cambios e incluso fueron sometidas a compraventa. Los apellidos de las casas buenas acaban expandiéndose por el pueblo.

Propiedad de la tierra Desde mediados del s. XVI hasta comienzos del XX no hay modificaciones ostensibles. Sí se observa como las casas ricas van comprando algunos campos a las que temporalmente pasan apuros económicos. La mala gestión de una casa, aunque sea aco- modada, puede llevarle a la pérdida de propiedades e incluso a la ruina total.

Casas aisladas y aldeas En la Edad Media debió haber muchas casas aisladas y autosuficientes pero con la llegada del s. XVI la situación fue cambiando. Hay topónimos que apuntan a la exis- tencia de viejos poblamientos: La Almunia, Pardiniachas, Casas de San Just, Las Corz, Puyal de Muro, etc. Las Casas de San Just, Las Corz y Puyal de Muro se debieron despoblar en el siglo XV. Anteriormente lo habría hecho una almunia llamada Caesaraugusta, con vida en el siglo XIII (Durán, Colección diplomática de la Catedral de Huesca, pg. 672). Longatera estaba deshabitada a mediados del s. XVIII. La Barca y Solanilla siguieron el mismo camino en el último tercio del s. XX.

218 abizanda. un Pueblo del biello sobrarbe

Foto 28. Aquí estuvo la ermita de los Santos Justo y Pastor

El idioma En el s. XVI la gente hablaba en “aragonés”. Los notarios escribían en castella- no, pero los nombres de los campos los ponían tal y como los denominaba la gente. En esos topónimos y en la descripción de las propiedades se aprecia claramente el idioma autóctono el cual fue cediendo poco a poco en favor del castellano.

Pasado y futuro La sociedad tradicional tenía un objetivo muy claro: que todo siguiera igual. La casa era la base del sistema y en consecuencia primordial su supervivencia a lo largo de los siglos. Abizanda fue un claro ejemplo del buen funcionamiento de este modelo. Otro aspecto importante es la profunda unión que hubo entre la gente del pueblo para defen- der sus intereses ante ataques externos; sin la unión el sistema también peligraba. Las relaciones entre personas y casas estaban guiadas por el dinero puesto que tenerlo era garantía de futuro. En Abizanda dominaban las casas acomodadas y con relativo buen patrimonio; sólo había unas cuatro o cinco que no vivieran de la tierra y en consecuencia se dedicaban a algún oficio ajeno a ella. Al pueblo llegaba gente de otros lugares para trabajar: criados, criadas, pastores, jornaleros, etc. Sus casas se rela- cionaban con las de otros pueblos cercanos y también entre ellas mismas, existiendo multitud de matrimonios entre la gente que vivía en Abizanda. Si miráramos los árboles genealógicos veríamos como al final todas las personas tienen múltiples antepasados comunes, siendo parientes no sólo por una rama sino por varias.

219 Jesús Cardiel lalueza

En la actualidad Abizanda se encamina hacia un futuro incierto e imprevisible puesto que se ha roto con una estructura social de más de 400 años de existencia. La revolución de la segunda mitad del s. XX ha ocasionado la progresiva pérdida de los viejos valores y la llegada de otros nuevos. Se está generando una sociedad diferente que tiene sus pilares en el capitalismo y el consumismo. En el presente gozamos en aparien- cia de mayor libertad, pero estamos totalmente condicionados por el nuevo sistema que crea necesidades artificiales y dificulta la vida en los pueblos. Nunca se pudo vivir mejor en el medio rural, nunca tantas comodidades y sin embargo la soledad se está adueñan- do de los núcleos de población y ha llegado a unos extremos tales que hay gente que dice: Antes éramos más pobres pero más felices. En Abizanda también el mayor problema es la escasez de población, la cual parece estar en un proceso irreversible de envejecimiento y casi sin posibilidad de rege- neración. No obstante queda la esperanza de que las cosas cambien. La actividad agro- ganadera y el turismo deben ser el motor de desarrollo y repoblación. La gran riqueza del patrimonio cultural y natural pueden ser la base para atraer un turismo de calidad que genere riqueza y puestos de trabajo a partir de los cuales haya de nuevo un incremento de la población. Actualmente se aprecian importantes mejoras en el pueblo, se está en el buen camino para que exista un aumento en la afluencia turística. Falta la iniciativa privada y la creación de infraestructuras para sacar rentabilidad a las grandes inversiones públicas. La población actual es muy difícil que se recupere sin aportaciones externas. Seguro que vendrá gente de fuera, posiblemente descendientes de los actuales propieta- rios de las casas de Abizanda, lo que nunca volverá es la cultura de nuestros antepasados. El momento más trascendente para el futuro llegará el día que de nuevo se abra la escuela y los niños jueguen por las calles.

JUSTIFICACIÓN DOCUMENTAL Fuentes manuscritas: • Archivo Diocesano de Barbastro: – Matrículas de Cumplimiento Pascual. Año 1756 – Documentos referentes a la parroquia de Abizanda en la segunda mitad del s. XVIII y principios del XIX – Multitud de dispensas matrimoniales – Sección Procesos. Legajo 108 • Archivo Diocesano de Huesca. Varias dispensas matrimoniales • Archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza. Ms 84. • Archivo Histórico Provincial de Huesca, sección protocolos. – N.º 1680, pgs. 153 a 155 – N.º 11187, pgs. 119 a 127

220 abizanda. un Pueblo del biello sobrarbe

– N.º 11212, pg. 130 – N.º 11228, pgs. 57 a 59 y 170 – N.º 11232, pgs. 17 a 23 y 94 a 102 – Protocolos de Antonio Gassos Rollín. Muchos datos • Archivo Histórico Provincial de Zaragoza: – Padrones de infanzones – Pleitos civiles: Números 2202-1, 2247-8 y 3790-2 • Archivo Municipal de Abizanda. Catastro territorial: – Sig. 52-21 Cod. 3-4 Año 1818-1820 – Sig. 52-22 Cod. 3-4 Año 1862 • Archivos privados de varias casas del Biello Sobrarbe.

Fuentes impresas: • Arimani, Miquel, Diccionari Català general, Linomonograph S.A., Barce- lona, 1965. • Atilano Rancés, Diccionario de la lengua castellana, Ramón Sopena ed., Barcelona. • García Guatas, Manuel (director), Inventario Artístico de Huesca y su provin- cia, Tomo III, Vol. I, partido judicial de Boltaña, Ministerio de Cultura, Madrid, 1992. • San Vicente, Ángel, Dos registros de tributaciones y fogajes de 1.413 poblacio- nes de Aragón correspondientes a las Cortes de los años 1542 y 1547, Geographicalia serie monográfica 1, Institución “Fernando el Católico”, Zaragoza, 1980. • Ubieto Arteta, Antonio, Los pueblos y los despoblados, I, II Y III, en Historia de Aragón, Anubar ediciones, Zaragoza, 1984.

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SOBRARBE Revista del Centro de Estudios de Sobrarbe, n.º 8. 2002

A propósito del VAlle del Bió. los Boios

Por Antonio PlA Cid

RESUMEN A lo largo de las páginas que, hasta el presente, constituyen mi aportación a las publicaciones del C.E.S, sea en la revista SOBRARBE o los cuadernos TRESEROLS, han aparecido mencionadas con frecuencia las gentes célticas que pertenecían a este gran pueblo de los boios, protagonistas de notables empresas que merecieron pasar a la protohistoria de Europa de la mano de los cronistas, especialmente greco-latinos, por ser la República de Roma la que mayormente tuvo que afrontar las consecuencias de sus andanzas en tiempos históricos, generalmente en busca de asentamientos, tanto en la península italiana como fuera de ella, efectuadas casi siempre en compañía de contin- gentes de otras tribus, todos del mismo origen en el ámbito de la celtización, portadores del mismo lenguaje e idéntica idiosincrasia, pero siempre devotos de su particular estir- pe. Estimo necesario dedicarles este pequeño trabajo con el fin de enmarcarlos, com- prenderlos y situarlos en alguno de sus asentamientos de un modo que permita entender y aceptar que pudieron formar parte del poblamiento sobrarbense en tiempos próximos al cambio de Era, dentro ya del dominio romano en el territorio. Se expone la posible similitud de identidades con las gentes del Valle de Boí leridano.

Los boios Pretendemos perfilar, aunque sea a grandes rasgos, a una de las grandes tribus que se mencionan en las fuentes históricas como las de mayor relieve entre los pueblos celtas que, presumiblemente, dejó algunas gentes establecidas en Sobrarbe hacia el cambio de Era, aún cuando concierna a unos grupos de muy modesta cuantía. Se trata de un hecho de grán interés que intentaremos justificar, pues aclara aspectos que, sin ello, tienen difícil explicación. Los boios, desde los tiempos en que se produjo el fenómeno cultural de la cel- tización, siempre mantuvieron estrecha relación con los volcos, acompañándoles en numerosas expediciones, habién dose comportado de la misma forma con los pueblos belgas, en especial con senones y lingones. Sus huellas en el lenguaje nos permiten comprobar que sucedió otro tanto junto a nosotros, pues observamos supuestos establecimientos de fracciones de estos tres grandes pueblos emplazadas, respec- tivamente, en el Valle de Bió, en la zona de Boltaña hasta Huesca, y en espacios conti- guos como Ribera de Fiscal - La Solana, en amigable vecindad como conse cuencia, sin duda, de firmes lazos muy anteriores. Quizá radica en volcos, bolgos y boios la denomi- nación Territorio Boletano, Voltania, reconocida históricamente.

225 Antonio PlA Cid

226 A ProPósito del VAlle de Bió. los Boios

En efecto, por lo que se sabe mediante las fuentes históricas y las investigacio- nes arqueológicas, el pueblo que ahora nos interesa procedía originariamente de un territorio comprendido entre el lago Constanza, los Alpes, y el río Danubio. Tenían como vecinos por el oeste, hacia el Rhin, a los helvetos; limitaban por el noroeste junto al río Main, con el espacio donde se celtizaron los pueblos belgas en contacto con los germa- nos; y por el este el ocupado por los volcos tectosages. En posterio res desplazamientos más hacia Oriente, gran parte de ellos se estabilizó en la Selva Hercinia, hecho que nos recuerda César1, después en la región de Bohemia, y al sur del curso medio del Danubio hasta los montes del Tirol. Los boios del norte de los Alpes y la Selva Hercinia, junto al curso alto del río Elba, dieron su nombre a Bohemia, Boihaemum, “patria de los boios”. H. Hubert2 al describir la extensión de los celtas en el suroeste de Francia, espe- cialmente la Aquitania, hacia fines del Hallstatt, habla de una situación, con referencia a las Penínsulas Ibérica e Italiana (Golasecca), que deduce especialmente por el estudio de necrópolis, cerámica, objetos y armas, y la resume diciendo que todo se presenta como si contingentes importantes de celtas venidos de Baviera y de Bohemia hubiesen llegado directamente, a través de toda Francia, para establecerse entre la Meseta Central (francesa) y los Pirineos, que fueron ampliamente rebasados [...]. No dice nada de nuestra parcela, pero en esta cuestión, quizá, de forma justificada, porque no creo que los asentamientos boios detecta dos aquí por el lenguaje, con alguna excepción que des- conocemos, se produjeran en tan precoces tiempos; si bien se han podido dar otras en el intervalo pero, en este caso, de ellas no se han encontrado vestigios materiales de los que tengamos noticia hasta el presente. Sin embargo, el mismo autor seguirá diciendo: La historia nos mostra rá más tarde establecidos en la región a los volcos (de casi la misma proceden cia, como ya hemos mencionado más arriba) volcos tectosages alrededor de Tolosa, volcos arecómicos detrás de ellos en el Gard, y a los boios, boii, o boiates, alrededor del estanque de Arcachon. Unos y otros vinieron precisamente de Baviera y de Bohemia Si no habían llegado todos en esta fecha, se deduce, sin embargo, de ello que estas coloni zaciones a larga distancia eran posible entre los celtas, y de hecho han existido. La del tercer período del Hallstatt puede ser seguida en su travesía de Francia gracias a la repartición de cierto tipo de espadas. Parece haberse detenido un momen- to al pie de los pasos pirenaicos, tal como describe Tito Livio al otro lado de la Galia, la parada al pie de los Alpes de la tropa de Belloveso. De esta detención resulta la cadena de establecimientos a lo largo de la montaña. Tanbién duraron quizás gracias a las salinas de Salies-de-Béarn y de la región. Pero no duraron durante tanto como los establecimientos que se constituyeron al otro lado de los Pirineos, de donde han recibi- do parte de su instrumental y de su civilización [...] Efectivamente, otros contingentes boios cruzaron los Alpes y se establecieron en Italia Septentrional, entre el Bajo Po y los Apeninos. Desde el s. IV a. C. habían con-

1 C. J. César. B. G., VI, 24. Tácito. Germania, XXVIII. 2 H. Hubert. Ob. Cit., ps. 233 y ss.

227 Antonio PlA Cid seguido asentarse en territorio de los umbros y etruscos, habitando en 112 aldeas, esco- giendo por capital a Bononia, llamada anteriormente Felsina por los etruscos y luego Bolonia por los romanos. A partir del s. -III comenzaron las campañas contra los roma- nos en las que, tras muchas incidencias, fueron venci dos finalmente en -191, después de haberles derrotado en Populo nia (-282) y Eclamm (-224). En -218 habían apoyado a Aníbal, y en -200 destruyeron la colonia romana de Placentia. Se sitúa para entonces el desastre que sufrieron los romanos en la Galia Cisal pina con la muerte del cónsul Lucio Postumio. En -189 su capital, Bononia, pasó a ser colonia latina. H. Hubert cita a J. César3, quien señala en sus comentarios como, movidos por un exceso de población, los volcos tectosages se apoderaron del bosque herciniano, la Ercynia Silva, que parece ya fue conocida por Eratóstones y otros autores griegos con el nombre de Orcyniana. Es probable que estos términos no aludan a un macizo concre- to, sino más bien al conjunto de territorios abruptos que se extiende, al norte del Danubio, desde el Rhin a Eslovaquia. El mismo autor sigue con otra cita, esta vez de Tácito, el cual en su obra Germania renueva la opinión de César e indica como estaban emplazados allí, al este de los boios los volcos, los osi (¿osci?) y los cottini de Silesia; lo que nos recuerda la disposición original. Como dato a tener en cuenta, por aquel espacio centroeuropeo queda otra cadena orográfica, al oeste de Bohemia, la Gabreta Silva, que se traduce como “selva de las cabras”, quizá no correctamente. En el último tercio del siglo -II, los boios transalpinos habían tenido que opo- nerse a la violenta invasión de los cim brios que convulsionó a buena parte de la Europa central y meridional. Eran gentes que procedían de Jutlandia, probablemente celtas, pero no con seguridad, o germanos celtizados por el comercio y la política de los celtas durante los siglos III y II a. C., a los que posteriormente se unieron sus vecinos junto al mar del Norte los teutones, pueblo seguramente germano pero bastante celtizado por aquellas mismas razones. Por su violenta presión, los boios se vieron obligados a emi- grar al Novieum y Panonia (Hungría - Balcanes). Su capital en el nuevo emplazamiento era Gergolina. En el primer tercio del siglo I a. C (c. -80) había una impor tante frac ción suya al norte del Theiss4 formando una especie de gran estado (?) o comunidad, goberna da por un rey llamado Critasiros. Por cuestión de límites se produjo un duro enfrentamiento con los dacios conducidos por Burebista, y los boios fueron derrotados por éstos (c. -60), que los persiguieron hasta la orilla derecha del Danubio. A continua- ción, los dacios atravesaron el Danubio y Hungría para atacar a boios y tauriscos en su propia cuna. Algo parecido debió suceder en aquel tiempo a los helvetos del Würtemberg quienes, forzados por el empuje de los germanos, se encontraron en una incómoda situa- ción que les decidió a unir su suerte con la de los boios, por lo que su territorio en la orilla derecha del Rhin se ha recordado como desierto de los helvetos. Para entonces, los suevos, uno de los pueblos germa nos con su rey Ariovis to, había adquiri do rápido pode- río y, aprovechándose de las querellas entre los seccuanos y eduos de la Galia, se adue-

3 C. J. César. B. G., VI, 24. 4 H. Hubert. Ob. Cit., ps. 355.

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ñó de un tercio del territorio de los primeros (en -58) con lo que se desequilibraban las fronteras, presio nando además sobre los países de la periferia céltica, lo que determinó la última gran emigración de celtas continentales hacia el sur, la de los helvetos y boios que se habían reagrupado junto al Ródano. Dicho movimiento en busca de nuevas tierras donde asentarse fue frustrado por los romanos, aunque, a la par, también se vieron afec- tados los eduos y los secuanos. Faltaba sitio para todos estos pue blos, ya demasiado apiñados que, además, habían tenido que dar cabida recientemente a abundante pobla- ción belga de variado linaje, la cual se había visto asimismo perturbada por unos acon- tecimientos que, en realidad, habían dado comienzo algunos decenios antes por la mencionada avalancha de los cimbrios sobre la Europa occidental tras presionar a los boios del valle alto del Elba; es decir, los que habían permanecido en Bohemia. El des- plazamiento de boios y helvetos fue mayoritario. Los restantes boios fueron extermina- dos en el año -40 por los godos. El territorio denominado deserta boio rum, junto al Plattern, recordó su suerte mucho tiempo... Macbod llevó a los marcomanos a Bohemia, y así los últimos boios desaparecieron oficialmente de la Historia. Prestaremos atención al curso de los acontecimientos que se sucedieron, espe- cialmente por el relato en directo de uno de los principales protagonistas y por la inter- pretación que de ellos nos hace un comentarista moderno, de los que ofrecemos un resumen.5 En aquellas circunstancias Roma, ante el temor de una invasión de los suevos, tomó la iniciativa para imponer su orden. Era la gran oportunidad y justificación para satisfacer las ambiciones de Julio César, quien derrotó a los helve tos, boios y demás implicados quienes, como vemos, sufrieron el efecto combinado de la avidez de poder tanto de Ariovisto como de César. Algunos regresaron a sus lares, pero los boios, de los que buena parte serían seguramente supervivientes de los que pocos años antes habían sido derrotados por los dacios y del más reciente desastre ante los romanos, consiguie- ron recibir cobijo en territorio eduo, entre el Loira y el Allier, con aquiescencia de César y sometidos a su autoridad. Efectivamente, de ellos quedó este núcleo, otro en la zona de Arcachón que ya hemos mencionado, y otro en el oriente de la Céltica, junto a los cottini de Silesia y Galit zia. Aquel espacio cedido a los boios, comprendido en el curso alto de ambos ríos, con los Montes du Velay, resulta ser limítrofe entre los territorios de los eduos y los arvernos, una “tierra de nadie” en el centro de la Galia que debía ofrecer escasas posi- bilidades económicas; de ahí que se les admitiera como nuevos colonos en tiempos en que ya uno de los problemas de la Galia era el exceso de población, pero sería aceptado porque aquellas gentes no tenían muchas opciones para escoger y, si tiene validez la opinión de H. Hubert expuesta anteriormente, los boios ya tenían raíces tanto en aquel espacio como en Arcachón desde algunos siglos antes. No llegaban, pues, a tierra extra- ña; y sólo así resulta aceptable que tuvieran una capital merecedora de la atención tanto

5 J. Markale. Los celtas y la civilización celta. Capítulos II y V. Ed. Taurus. 1992.

229 Antonio PlA Cid

del arverno Vercingetorix, caudillo de la coalición gala, como de su oponente J. C. César. En efecto, para su desventura, el rápido desarrollo de los acontecimientos les acarrea-rían nuevos sinsabores por la voluble fidelidad de los eduos a los compromisos adquiridos; pues al estar entonces los eduos aliados con César, el jefe de la coalición gala, Vercingetorix, también consideró enemigos suyos a los boios acogidos por ellos, y puso asedio a la capital de sus recientes asentamientos, Gorgobina (La Guerche), que ya sería antes el principal centro urbano del territorio, lo que creó un grave problema a

230 A ProPósito del VAlle de Bió. los Boios

César al estimar que un triunfo allí del caudillo galo animaría a los pueblos galos que todavía se mostraban indecisos para unirse a la rebelión contra Roma. Por ello puso en marcha un movimiento de diversión táctica atacando importantes ciudades de los carnu- tos (Cenabun) y bituriges (Noviodunum), al norte de los arvernos, pertenecientes a pueblos coaligados contra el dominio romano. Esto obligó a Vercingetorix a levantar el asedio contra la capital boia para acudir en auxilio de sus aliados, pero dejando a sus habitantes sumidos en la desmoralización e inseguridad por tan sucesivos infortunios. Al sur y a lo largo del Danu bio habían persistido restos de los volcos. Pero al avance de los dacios por el este se añadió la presión de los germánicos desde el norte y la presencia romana en el sur. Faltaba ya poco para que los celtas continentales se sin- tieran al borde de la asfixia territorial y para que la gran coalición gala acaudillada por Vercingetorix fuera derrotada en Alesia sin perspectivas de reacción. Pero es posible que, dentro de estas críticas circunstancias, o como consecuen- cia de ellas, en Sobrarbe se diera acogida, en ocasión tan extrema, a unas pequeñas partidas de boios supervivientes de tantas tribulaciones que, por suerte, pasadas muchas generaciones desde aquellos sucesos, ha logrado sobrevivir, aunque sin duda sus descen- dientes ignoran por completo aquellos hechos, y constituyen solamente un modesto residuo testimonial que, por otra parte, buscando mejorar sus condiciones de vida, se sintió motivado a salir de su ancestral aislamiento con escasos recursos y, atraídos por el señuelo de la vida urbana moderna con sus posibilidades, también dejaron casi deser- tizado hace unas decenas de años un pequeño territorio que, a lo largo de veinte siglos, había sido su nuevo emplazamiento, refugio y hogar. Mediado el siglo anterior al cam- bio de Era, atravesar el amplio espacio ocupado principalmente por los volcos tectosa- ges para llegar hasta aquí, con gente belga de La Solana con la que habían mantenido amistosas relaciones y compartido tribulaciones desde antiguos tiempos, que no presen- taba dificultades ni tampoco las tendrían por parte de las autoridades romanas que ya lo controlaban. Pudo ser obra suya, según entiendo por muchos indicios, una colonización muy tardía del valle que en la actualidad conocemos como de Bió, por lo cual en caso de aseverarse estas deducciones debería ser llamado de Boió, con los núcleos habitados de Bió, Buerba, Nerín, Sercué y Gallisué. Fuera de este conjunto principal, seguramen- te Buesa (sobre el Ara, cerca de Broto), Buetas (en La Fueva), y la más lejana Buera, ya en el Somontano. Cabe también que les deba sus orígenes incluso Buil en el corazón de Sobrarbe, traducido el documentado bo-il (desde boi-íl), como “colina de los boios”6. Algunos de estos lugares ofrecen en el nombre la marca de su linaje. En cam bio, todo parece indicar que no fue debida precisamente a los boios la fundación de la actual capitalidad administrativa del distrito, Fanlo ni, por supuesto, tampoco les debe paterni- dad su inmediato Buisán por su explícito significado, Bois-an, “encima de los boios” que le autoexcluye y puede ser considerado como simple anexo de Fanlo. Además, ambas quedan separadas de Bió y Buerba por las modestas pero frondosas cumbres de

6 Para este topónimo deben considerarse otras dos posibilidades, a saber: a) “colina de los bueyes”, b) “coli- na hermosa”. Las tres se justifican.

231 Antonio PlA Cid los Altos de Metils, med-ils “colinas del medio”, a modo de frontera natural. Creo que la implantación de estas gentes queda acreditada, del mismo modo, por Buira y “casa Boyon” en Ribagorza, o por el antropónimo Boia. A ellos se refiere el topónimo Villa Boia, mantenido a las orillas del Ara en las inmediaciones de Boltaña, junto al camino desde los Somonta nos hacia aquel valle. Vemos como no se quedaron todos en uno de los valles altos de Sobrarbe, sino que se desparramaron de modo pacífico por una amplia zona de la parte meridional de los Pirineos Centrales. Bastantes de ellos quedarían dilui- dos y dispersos entre los que ya poblaban nuestros valles y en la tierra baja. Aunque en la mayor parte de los topónimos que les señalan ha tenido lugar la diptongación de la -o- en la forma usual observada en el castellano, es decir pasando a -ue- , o se ha mantenido como ocurre en Buisán (documentado Boisán), o en Villa Boia de Boltaña y en el apellido Boia, ocurre que en el asentamiento que mantiene formal- mente el epónimo, Boió, se ha producido una transposición de vocales, con el resultado de Bió, lo que aplicado al conjunto del valle ha creado la actual confusión. Ahora bien, se viene interpretando a partir de antiguos documentos que el nom- bre del pueblo de Bió consta por primera vez al citarse el Valle de Biegu en una donación de los monasterios de Sasave y Raba al obispo García por parte de Ramiro I de Aragón efectuada hacia el año 10507. Pero desde el punto de vista lingüístico la citada denomi-

Yeba y Valle Bió (Foto: J. Giral)

7 J. L. Aramendía. El románico en Aragón (II), p. 294

232 A ProPósito del VAlle de Bió. los Boios

Iglesia de Bió (Foto: R. Pla) nación entra en conflicto con lo escrito y sugiero en los párrafos precedentes, pues no resulta fácil explicar una evolución desde Biegu hacia Bió, ni a los restantes topómimos que expongo como derivados de Boi. La solución al problema está en que la cita docu- mental se refiere expresamente a un territorio, el valle, no al pueblo; pues tenemos que la palabra Biegu, bi-egu, significa “dos corrientes de agua”8, y en nuestro caso se refie- re correctamente a los dos ríos característicos, Vellós y Yesa, que limitan a los núcleos que se habitaron en dicho valle en la ocasión expuesta. Es cierto que existe un barranco intermedio, el de Guampe, pero sin caudal permanente hasta recibir el que fluye de la surgencia de Nerín, ya cerca de la confluencia con el Vellós, en un corto tramo conocido como río Aso. Aclarado el equívoco, creo podemos proseguir con otras consideraciones. A pesar de que en estas páginas procuramos ceñirnos a la comarca de Sobrarbe, es inevitable en nuestro planteamiento aportar por lo menos un fugaz comentario a pro- pósito del Valle de Boí, en la Alta Ribagorza leridana, junto al río Noguera de Tor, simplemente por no sobrepasar en exceso los límites que me he impuesto; pero no dudo en manifestar mi atención especial al aspecto y situación de aquella zona, naturalmente muy compartimentada que, por su altura superior a los 1.100 m., ya no permite obtener suficientes rendimientos en las explotaciones agrícolas, a excepción de determinadas forrajeras y, por lo tanto, ha obligado históricamente a sus habitantes a una preferente

8 J. Caro Baroja. Los pueblos de España (I), pág. 374.

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234 A ProPósito del VAlle del Bió. los Boios

235 Antonio PlA Cid dedicación ganadera y a la explotación de sus bosques, como igualmente ha ocurrido en el valle sobrarbense a pesar de haberse esforzado en autoabastecerse de cereales. Además de la denominación del valle y del empleo de su epónimo como pueblo en Boí, tenemos a Buira sobre Pont de Suert, con la tendencia a diptongación en ui advertida normalmente en Ribagorza. El documentado dominio del señor de Erill La Vall, parece sustentarse sobre un acuerdo de notable antigüedad, pues eri-il9 nos recuerda una “coli- na del pacto, o arbitraje” en el hablar celta que ya se nos pone de manifiesto en Suert, su-er, el “pacto importante”, en paralelo con Sueiro, monte próximo a los boios del Sobrarbe. En cuanto a la denominación Taúll, puede ganar en antigüedad a Boí, pues para ta-ull quizá debamos remontamos al indoeuropeo común que nos lo traduce como “agua de la pared abrigada”. El empleo de -ta- en sentido de “calor” es de uso frecuen- te por toda la vertiente pirenaica central (recordemos mallata, mahla-ta, “abrigo de roca”; borda, bor-da “abrigo caliente”; o , sta-da “abrigo del lugar cerrado”). Parece otra prueba de la misma identificación la sorprendente semejanza que se advier- te en algunos detalles decorativos como el Pantocrator de la iglesia de San Climent de Boí al compararlo con el de la parroquial de Bió, y especialmente un fragmento de fron- tal de altar de Bió de mayor antigüedad, es decir, en los dos núcleos portadores del gentilicio escueto, lo que nos indica que en los primeros siglos del segundo milenio, época de la difusión del arte románico, se mantenía vivo el conocimiento de la identidad común de los dos valles y era homologable el estado de su proceso de cristianización10. Parece que así lo reconocían las autoridades, en particular las religiosas. Buscando establecer paralelismos y contrastes en el aspecto religioso de los dos ambientes desde el paganismo precristiano, advertimos como el Valle de Boí está verte- brado por el río Noguera de Tor, afluente del Noguera Pallaresa, que reclama atención hacia una divinidad propia de los pueblos germánicos Thor, hijo de Wottan ú Odin, dios del Trueno y de la Tempestad en sentido bienhechor, de la raza de los ases que entroncan con la teogonía indoeuropea donde corresponde al dios Indra, simbolizado por el toro. Ahora bien, las áreas de formación y diversificación de los lenguajes y culturas celta y germánica a partir del común indoeuropeo son contiguas, como hemos explicado, y las recíprocas influencias muy importantes y sostenidas. Por parte del Valle de Bió vemos como entre Gallisué y Buerba se extiende el monte Bramapán, que separa los cauces de los ríos Yesa y Vellós. Brahama-panth, sig- nifica “acceso a Brahama” (Brahama en los Vedas es el Ser Supremo, encarnación del Alma del Universo; *panth- es “acceder”). El monte ofrece en sus dos laderas sendos itinerarios para alcanzar la cima del macizo dominante, las Tres Sorores, que si ahora es el Monte Perdido anteriormente había sido conocido como Aso11. Paralelo a estos anti- guos caminos, pero ahora por la margen izquierda del Vellós, discurre un tercero por el

9 Los dos términos tienen empleo en el ámbito de Bió: Su-erio, Med-ils. (El autor). 10 Tanto la pintura original como la tabla se conservan actualmente en el Museo Diocesano de Barbastro. 11 A. Pla Cid. Notas de religiosidad prehistórica en Sobrarbe. Revista Sobrarbe, 6, 2002.

236 A ProPósito del VAlle de Bió. los Boios monte de La Barona. El dios Varuna en la época post-védica era el heredero del que había sido conocido como Asa (en relación con el fuego) permaneciendo siempre en la cumbre del panteón indoeuropeo junto con Mitra e Indra. Los tres caminos nombrados se reúnen en la proximidad de Buerba y Bió. Como hemos dicho, en la misma cima de religiosidad, Indra es el Dios de la Tormenta, o de la Tempestad, aunque no solamente tiene estas funciones. Entre sus epí- tetos se distingue el de Toro preeminente, siendo dos astados gemelos, Sheri y Hurri, los que arrastran por el cielo el carro que le transporta. Son mitos y funciones que se mani- fiestan igualmente en el dios Thor de los germanos, con la salvedad de que, para ellos, el carro era arrastrado por dos machos cabríos. Vemos, pues, como Aso, Brahama, Varuna y Toro, que tanto se repiten en Sobrarbe y espacios contiguos12, son topónimos que nos llevan a un momento muy remoto en la evolución de la mitología indoeuropea, de tal forma que permiten pensar que pudieron ser aplicados diez o doce siglos antes de que se distinguiera con Tor al río del Valle de Boí, pero en los dos ambientes tendrían el mismo lejano origen indoeuropeo. Lo expuesto en los anteriores párrafos puede servir para justificar la trayectoria común en cuanto a poblamiento de los dos valles pirenaicos considerados, aún enten- diendo la necesidad de aportar más información sobre la materia. Todos aquellos nuevos vecinos de las dos comarcas, tan vapuleados, llegarían aprovechando el curso del Garona en la parte final de su viaje, pero unos lo siguieron hacia el Valle de Arán; los otros probablemente continuarían por su afluente el Aure y el puerto de Bielsa. Ahora bien, tratando de explicarnos la distinta trayectoria y situación económi- co-social, puesta de manifiesto especialmente durante el pasado siglo, y la total ignoran- cia de un origen común que actualmente existe entre Bió y Boí, a pesar de que la sepa- ración física no resulte exagerada (a vuelo de pájaro unos 75 km.) y que los recursos naturales son similares, se puede pensar en múltiples razones y, entre ellas, la difícil accesibilidad hacia ambas, aunque es peor en el caso de Bió, lo cual propicia la diferenciación, pero quizá la principal causa para haberse llegado a tan manifiesta des- igualdad sea el haberse propiciado tales disparidades por las distintas influencias políti- cas y administrativas a que se encontraron sometidas desde la Alta Edad Media, incre- mentándose a partir del siglo VIII, por quedar el Valle de Boí bajo la tutela y administra- ción franca, como el resto de la Marca Hispánica, y después por los aportes econó- micos y dirección de los señores del Pallars gracias a beneficios obtenidos en campañas de la Reconquista desde el siglo XI, momento de la eclosión del arte románico. Ya en tiempos modernos, desde mediados del pasado siglo, los de Boí vieron sacrificada una parte notable de su patrimonio medioambiental en aras de la construcción de centrales y líneas de transporte de energía eléctrica, pero obteniendo en recompensa una rápida electrificación rural y grandes mejoras en las comunicaciones, lo que ha proporcionado un anticipado y rápido despegue hacia el negocio turístico, con notoria anticipación a

12 Ejempos: Aso, Guaso, Liaso, Soaso, Bramatuero, Branapán, Cotatuero, Torla, Torón, Toronzué, Troncedo, Tuero, Turón, Varona.

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San Clement de Tahull. 1123. Pantocrátor. Iglesia de Bió (Huesca). Museo Nacional de Arte de Cataluña (Barcelona) Museo Diocesano de Barbastro sus parientes del Sobrarbe, sin tener que renunciar por ello a los aportes económicos de la ganadería tradicional. En las cabeceras de los ríos Vellós y Ara mandaron argumentos estéticos y prevalencia de protección a la naturaleza, y así podemos presumir con moti- vo de un inigualable Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido; pero no se obtuvo justa recompensa por la explotación de las importantes fuentes de energía en el río Cinca que, aplicada a mejorar las comunicaciones por el Valle de Bió y La Solana, hubiera permitido explotar aquellas bellezas por distintos accesos desde hace bastantes decenios y evitado su desertización; en cambio, sobre el Noguera de Tor planeó y se impuso la obtención de recursos energéticos hidroeléctricos pero se consiguieron compensaciones. Son cuestiones difíciles de valorar que escapan de nuestro tema. En nuestro ambiente popular siempre ha sido notoria la particularidad en los giros, términos, y fonología del lenguaje empleado en aquel espacio. Era una de las características que permitían distinguir fácilmente a los boios de sus colindantes en el entorno. Han sido tradi cionales las rivalidades, diferencias y contenciosos, aunque no violencias, con sus vecinos de Fanlo y La Solana, especialmente por lo que se refiere a los aprovechamientos ganaderos y forestales, así como la mejor sinto nía observada entre

238 A ProPósito del VAlle de Bió. los Boios las gentes de La Solana y las de Ceresuela y Yeba, a pesar de que están emplazados en la falda opuesta de Bolabe (bolga-ben, “límite de los belgas”) que ya mira hacia el Valle de Bió y le son contiguos. Es muy curioso el testimonio al respecto que se nos ofrece con la participación, diríamos testimonial ya mencionada, de estos dos pueblos en el dominio de parte de la ladera hacia el Ara correspondiente a los de La Solana, mediante un anó- malo y llamativo dentón territorial llamado Zapatero, corruptela de sa-pe-erio “pacto de los pueblos de debajo” en el que, hacia su extremo inferior, brota la fuente de la Ventana (bena-an, “encima del límite”). Interpretamos por simple lógica que estos topónimos forman un contexto y se complementan en sentido probatorio de cuanto venimos expo- niendo. Los conocedores de la zona, o quienes la describieron, han reparado, sin excep- ción, en la diferencia de aptitud del terreno para la agricultura entre Yeba / Ceresuela comparada con la casi nula del que corresponde a sus limítrofes Buerba y Bió, y nada digamos de las casi nulas posibilidades en este sentido de Nerín, Sercué y Gallisué. Hay detalles de la antigua organi za ción adminis trativa y pactos que todavía mantienen su vigencia, como el de los Quiñones, Alto y Bajo, que ponen en eviden cia la situación, jus- tificada en parte por las peculiaridades topográficas de los asentamien tos. A ello se pueden agregar otras observaciones como el hecho difícilmente explicable de que el antiguo ser- vicio de correos de Yeba y Ceresuela estu viera combinado desde La Velilla, con Puyuelo, San Martín de Solana, San Felices y Cambol, mientras que los pueblos del Valle de Bió lo recogían directamente en Boltaña, a pesar de la mayor distancia e incomodidad. Las pecu- liaridades mencionadas adquieren sentido aceptando reminiscencias del desasosiego y reserva que originó la llegada de los boios a estos emplazamientos, tan escasos de recursos y en época muy tardía, tal como hemos descrito. A pesar de los reiterados acuerdos buscando un disfrute justo y armónico de las posibilidades que ofrece el medio natural para el desarrollo pacífico de la vida humana, situaciones como la descrita generan, sin embargo, una sucesión ininterrumpida de tro- pezones litigiosos como son ejemplos los que se tratan en otras colaboraciones dentro de este mismo número de la revista Sobrarbe que, por la luz que arrojan, aconsejamos no pasen inadvertidos a quienes se interesan por nuestra comarca. También debió ser diferente el proceso de cristianiza ción de ambas comunidades, Solana y Bió, pues pare- ce dejar constancia de ello lo reflejado en la tradición popular con la irónica sentencia: Quien pasa por la plaza de Buerba y no es bautizado, ha pasado por el infierno y no se ha quemado. Muy cerca de Ceresuela, el camino hacia Fanlo atraviesa un collado donde se forma una frecuentada encrucijada con las veredas procedentes de La Solana, Fanlo y Buerba. Es Cuellotrito, collum-tri-to(utio), las “tres gentes del collado” (belgas, parisios y boios), verdadero corazón de todo aquel territorio y clave de sus comunicaciones. El camino que llega desde Burgasé, capital de La Solana, lo hace pasando por Cambo Tubo, cambo- tud- bol o sea “país belga del paso”, topónimo con valor de hito o aviso fronterizo, cercano al Cuello de Burgasé y de la Pardina de Alseto, en el entronque de las sierras de La Corona y Monte Suerio con la de Bolabe, Bolga-bena, ”límite de los belgas”. Todo son datos que prestan solidez a cuanto venimos diciendo.

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Visto el contenido de las páginas anteriores, cabe pensar que la llegada de aque- llas pequeñas partidas de boios pudo tener lugar en época relativamente tardía, como consecuencia de los azarosos sucesos narra dos y, en especial, por el desarrollo de las campañas de César en la Galia, ya que solamente para una decena de años antes hubie- ra resultado difícil aceptar la posibilidad de que una nutrida representación de dicho gran pueblo hubiese admitido su emplazamiento en tan agrestes parajes, con escasos terrenos apropiados para el cultivo, estando en los momentos de su esplendor. Pero cuando lle- garon sólo se trataba ya de sobrevivir. Creo que ayudará a entender este tardío suceso la situación, que hemos admitido como muy proba ble, en que otros pueblos tradicional - mente amigos y asociados con ellos desde sus orígenes, compartiendo azares en las migraciones y emplazamientos, tal como se describe en las fuentes históricas, como eran los vols cos y belgas, fueran sus valedores aquí en aque llas cir cunstancias límites, siem- pre que ya tuvieran fracciones sólidamente establecidas desde mucho antes en este espacio como parece ser el caso, pues sólo así les pudieron ofrecer este discreto refugio de emergen cia, escaso de recursos pero seguro, ya que la norma en los grandes despla- zamientos galos hacia territorios potencialmente hostiles era que los últimos pueblos que iban llegando se asentaran en vanguar dia de los que ya habían conseguido esta- blecerse, lo que evidentemente aquí no sucedió. Su debilidad para entonces, y el escaso contingente de los que alcanzaron este alojamiento, ya no les permi tió cumplir tal regla, ni quizá fuera necesario; pero al menos, aquí han perdurado. Muy pocos se arries garon a emplazar se en tierras más abiertas, y los hemos señala do como excepciones, quizá debidas a su mucho más precoz llegada, como queda dicho. Debido a su tardío, penoso y extemporáneo arribo, junto con los inconvenientes señalados, no dejarían de producirse fricciones con los anteriores usufructuarios de la zona, de modo especial relacionadas con los aprovechamientos de los pastos en las pra- deras altas y de los bosques más inmediatos. Lograr descubrirlas debiera formar parte del conocimiento de nuestra ignota protohistoria en un aspecto de gran valor por su obvia inmediatez, ya que siempre resulta de mayor importancia para los habitantes del entorno lo que aquí sucedió, aunque parezca ahora nimio, que buena parte de lo que se registra en los anales del “gran reino”. Se puede percibir a lo largo de estas páginas algún trasunto, pero en tal sentido quedará más de una puerta solamente entre abierta. Estimo que por lo menos es curiosa la persistencia y estructura de los dos Quiñones, Alto y Bajo, de cara a los beneficios de las posibilidades indicadas, de igual forma que resulta revelador para los habitantes de La Solana el nombre de un monte vecino que hemos mencionado, Suerio, el “pacto bueno”, o “pacto sagrado”, al que ya he dedicado algunas páginas en otro número de esta publicación13. Alguna particularidad de la reglamentación jurídica y normativas de los Quiñones nos recuerdan con preferencia el Derecho de los pueblos germanos y celtas, que el romano. A partir de lo dicho, no ha de extrañarnos que, olvidados del origen de

13 A. Pla Cid. El entorno de Suerio. Revista Sobrarbe, n.º 3, 1997.

240 A ProPósito del VAlle de Bió. los Boios la situación, a lo largo de los siglos transcurridos hayan persis tido litigios entre las gen- tes de La Solana y del Valle de Bió por aspectos como la autoridad, no por los derechos, que debía corregir y penalizar las transgresiones de lo reglamentado y pactado para los aprove chamientos de los pastos, especialmente en las praderas y mallatas del Puerto de Góriz. Fricciones derivadas seguramente de estar situados en mayor proximidad a dichos pastos lo que entendían les daba una autoridad superior a los de La Solana, segu- ramente porque ya no se recordaban las penosas circunstancias de su llegada y por tanto de que los otros tenían mayor antigüedad en el disfrute. Resulta muy interesante percibir esta continuidad tanto a través de devociones, tradiciones y leyendas, como por la comprobación de algunos detalles caracterís ti- cos que, aseverando en cierta forma lo que venimos diciendo, persisten cuando en algunos casos ya van transcu rridos quince o veinte siglos desde los hechos a que hacen referencia. Pienso como ejemplo, en la que habla de Santa Orosia, cuya devoción se extien- de ampliamente por nuestras montañas, que es calificada como prince sa bohemia, o sea boia, a la que por desconocimiento se atribuye una difícil genealogía en la hagiografía oficial intentando magnificar su personalidad, puesto que pudo nacer no en la Europa Central como siempre se ha divulgado, sino simplemente en este valle, no muy lejos como es lógico del punto donde sufrió martirio y donde actualmente se le rinde culto popular. Lo cual no redunda en menoscabo de su figura y meritorio ejemplo. En cuanto a la ubicación de la ermita dedicada a la santa del fervor serrablés en los altos de Oturia, hay que recono cer que allí su nombre está muy justificado gracias a la excepcional y privilegiada condición de ser una excelente atalaya por las amplias panorámicas que permite contemplar, acorde con el uso que se le destinó, pues otus-orio es “colina del otero, o puesto de vigilancia” sobre los numerosos itinerarios a sus pies, y que orio-sia es “barranco del cerro”, asimismo bien justi ficado allí por lo correcto. Como siempre, hemos de lamentar nos de la ausencia de trabajos arqueológicos, que podrían aclarar lo que ahora no son más que especulaciones, aunque tengan buen fundamento en el lenguaje. Con distinta perspectiva y entorno, se mantiene viva la leyenda del hijo de un rey moro (?) de Mediano, personaje y autoridad de la que no se encuentra traza de haber existido, por lo que su mención puede deberse a un trastue que de la memoria popular basado en que Mediano pudo ser un fundus romano, administrado por el meddix, “supremo magistrado entre los oscos”14, y que un hijo suyo fuera asesi nado en los ale- daños de Navain por gente del poblado que ahora conocemos como campanar de Sampietro con motivo de cazar en tierras que no pertenecían a la jurisdición de su padre, habiéndole sido vedadas por los habitantes del Valle de Bió, por tanto boios según lo expuesto, que pudieron estar asentadas en el límite sur de aquel valle, en un sor prendente poblado, cuyos restos ruinosos aguardan adecuado estudio, situados en un escalón o

14 A. Pla Cid. Mediano y La Fueva. Un posible “fumdus” romano. Revista Sobrarbe, n.º 4, 1998.

241 Antonio PlA Cid repecho de la abrupta ladera oriental de la montaña, perteneciente a los de Buerba, que le permite asomarse sobre el río Yesa, e inme diato a las llamadas Bordas de Sampietro, actualmente en estado de abandono, que están dispuestas formando calle junto al viejo camino entre Boltaña y el Valle de Bió que, en pronunciado descenso, salva el paso del río mediante un puente medieval. No se aprecian vestigios de ninguna torre que justifi- que el topónimo, pero tiene en su proximidad una fuente merecedora de ser llamada kamb-an-ar; es decir “agua de encima del paso”. Los numerosos restos de edificación a la vista, que incluyen una curiosa estructura en disposición de minidolmen, quizá corres- pondan a un poblado de época altomedieval, aunque es posible que se estableciera sobre un estrato de ocupación anterior que podría explicar el topónimo Liaso, “Aso del pue- blo”, con el que en Boltaña se alude a una impre cisa zona que abarca bastante recorrido del itinerario hacia el puerto de Góriz en las Treserols (actualmente más conocido como Monte Perdido y que fue posible Aso en la antigüedad remota) a partir de Boltaña sien- do de notar que, curiosamente en Yeba, Ceresuela, y pueblos del valle de Bió reconocían esta vereda como Iaso, “Aso del camino”. La violenta acción legendaria que hemos relatado pudo tener cabida en gente muy vapuleada y desesperada, todavía sin arraigo por su reciente arribo, con escasos recursos para subsistir y futuro incierto, necesitados de que su territorio fuese respetado y que se veían expoliados de productos de la caza que les resultaban indispensables para subsistir. Un pueblo muy relacionado con los boios, ya desde los establecimientos cen- troeuropeos en la cuna de la celtización de ambos, donde habían sido vecinos, fueron los cottini que gozaban de notable estima entre los celtas por ser grandes especialistas en el proceso siderúrgi co. En su origen habían vivido en Silesia y Galitzia en el sureste de Polo nia, al noreste de los primeros. Hay que advertir su posterior presencia en la Liguria: son los cotienos ligures, confederación que dejó su nombre en los Alpes Cotienos (Sabo ya), en el territorio que Estrabón denomina “de Cotio”15, contiguo al de los voconcios, cerca del río Isére, afluente del Ródano por la izquierda, que discurre no muy lejos del Monte Cervino. Es una disposi ción geográfica que aquí concuerda con la del monte Cotiella, el río Ésera, y el monte Cervin, junto a Campo. Cabe pues la tenta- ción, quizá espejismo, de verles emplazados en las inme diaciones de la Sierra Ferrera, que nos evoca el otro aspecto de su pericia indus trial. Ahora bien, teniendo en cuenta que tuca y cuta, o cota, equiva len a “cima”, el caso de este orónimo requiere toda nues- tra cautela puesto que podría tratarse, simplemente, de una referencia a la ladera occi- dental sobrarbense, que por su especial aridez es una cuta-iala, “campo yermo de la cumbre”, o de un diminutivo en relación a las más altas cumbres vecinas. Hay otras circuns tancias que propician el recuerdo de los cottini al pensar en Saravillo, Badain, Ceresa, Laspuña y Viu, situados en las laderas, o en las proximidades de Cotiella, aun- que es poco probable que les deban su funda ción, como acabo de prevenir y, sin embar-

15 Estrabón. Geograrafía, IV, 3.

242 A ProPósito del VAlle de Bió. los Boios go, han mantenido vivos la tradición y prestigio de buenos maestros forjadores en toda la zona, especial mente en Laspu ña. El apellido Galicia de tan lejana procedencia resulta, asimismo, caracterís tico de por aquí, precisa mente en el Valle de Bió y cercanías.

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