Archivo Agustiniano
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ARCHIVO AGUSTINIANO Revista de estudios históricos publicada por los PP. Agustinos ----------- SUMARIO ---------- R o d r íg u e z R o d r íg u e z , Isacio - Á l v a r e z F e r n á n d e z , Jesús, OSA, La enfermería del convento San Agustín de M anila ......................................................................... 3-59 Sa n t ia g o , José Luis, Fr. Diego Contreras, arzobispo de Santo Domingo (1612-1616)....................................................................................................................................................................................................................... 61-68 Sá n c h e z P é r e z , Emiliano, OSA, Documentación sobre el P. Pedro de Zárate, constructor de iglesias en Bolivia a principios del siglo XIX.. 69-89 A l o n s o , Carlos, OSA, El convento de Santa Monica de Goa durante los primeros decenios del siglo XVIII ................................................................................................................................. 91-113 P a n ia g u a , Ricardo, OSA, Fiestas celebradas en Zaragoza (1659) con mo tivo de la canonización de Santo Tomás de Villanueva.................................................... 115-144 B l a n c o A n d r é s , R oberto, La colonia agrícola de San Agustín en la Isabela......................................................................................................................................................................................................................................... 145-184 B a r r u e c o Sa l v a d o r , Manuel, OSA ( t) , Capítulos de la provincia agus- tiniana de la Corona de Aragón (1815-1819)........................................................................................... 185-226 S ie r r a , Blas, OSA, Viaje a África Oriental......................................................................................................... 229-348 R e s e ñ a s bibliográficas ....................................................................................... 349-362 Í n d ic e d e n o m b r e s d e p e r s o n a s ....................................................................... 363-375 Í n d ic e g e n e r a l ........................................................................................................ 377 VOL. LXXXIX Enero-Diciembre 2005 Núm. 207 RESENAS BIBLIOGRAFICAS A l o n s o , Carlos, OSA, Bullarium Ordinis Sancii Augustini, voi. IX, 1700-1740, Roma, Edit. Institutum Historicum Augustinianum, 2004, pp. 334, cm. 21 x 17. G o n c a l v e s G u im a r a e s , Jorge, Sao Gongolo de Lagos. Hagiografía, culto e memo ria. Séc. XVI/XVIII, Edigao Municipio de Torres Vedras, (2004), pp. 144, cm. 26 x 19. M a r ín d e Sa n M a r t ín , Luis, (coord.), El monasterio de Santa María de la Vid. 850 años. Madrid, Ediciones Religión y Cultura, 2004, pp. 348, cm. 25 x 18,5. Biografía del Venerable agustino Fray Posidonio Mayor (1582-1633). Introd., ed. y notas a cargo de Ernesto Zaragoza y Pascual, Guadarrama (Madrid), Ed. Revis ta Agustiniana, 2004, pp. 82, cm. 20 x 13,5. Pablo VI cita a San Agustín. Apuntes del papa Montini. En memoria del P. Carlo Cre mona. Introd. y notas: Gonzalo Díaz, OSA y Stefania Miscioscia, Madrid, Edi ciones Escurialenses, 2004, pp. 375, cm. 43 x 30. Á l v a r e z M a e s t r o , Jesús, Los Santos de cada día. Año cristiano agustiniano. Gua darrama (Madrid), Editorial Revista Agustiniana, 2004, pp. 480, cm. 22 x 15. N a t a l Á l v a r e z , D om ingo, El P. Marcelino Gutiérrez y la Filosofía española. Memoria crepuscular de un pensador centenario (1858-1893), Madrid, Revista Agustiniana, 2005, pp. 95, cm. 20,5 x 13,5. S ie r r a d e l a C a l l e , Blas, Museo Oriental. China, Japón, Filipinas. Obras selectas. Valladolid, Editorial MIC, Caja España, 2004, pp. 529, cm. 30 x 21. V a r io s , Santo Tomás de Villanueva. 450 aniversario de su muerte. VIH Jornadas Agustinianas. Madrid, Centro Teológico San Agustín, 2005, pp. 468, cm. 22 x 14,5. F io r e n t in o , Francesco, Gregorio da Rimini. Contingenza, futuro e scienza nel pensie ro tardo-medievale, Roma, Antonianum, 2004, pp. 314, cm. 24 x 17. A r a n d a D o n c e l , Juan, La hermandad de las Angustias y la Semana Santa de Cordo ba durante los siglos XVI al XX, Cordoba, Publicaciones obra social y cultural Cajasur, 2004, pp. 461, cm. 24 x 17. G a r c ía S á n c h e z , Justo, Arias Piñel, catedrático de Leyes en Coimbra y Salamanca durante el siglo XVI: la rescisión de la compraventa por laesio enormis, Salaman ca, Caja Duero, 2004, pp. 316, cm. 23 x 17. ARCHIVO AGUSTINIANO Revista de estudios históricos publicada por los PP. Agustinos YOL. LXXXIX Enero-Diciembre 2005 Núm. 207 Director: Carlos Alonso, OSA Administrador: José Ma Balmori R., OSA Consejo de Redacción: José Vega, OSA Jesús Alvarez, OSA Ramón Sala, OSA D ir ec c ió n y administración : Editorial Estudio Agustiniano Paseo Filipinos, 7 Telfs. 34-983 30 68 00 y 30 69 00 Fax: 34-983 39 78 96 e-mail: [email protected] 47007 V a lla d o l id (España) Su scripció n : Precio para el año 2005 España: 32 Euros Otros países: 5 3 Euros Depósito Legal ZA 296-1976 ISSN 0211-2035 Im pr im e: Ediciones Monte Casino Ctra. Fuentesaúco, Km. 2 - Apdo. 299 Telf. 980 53 16 07 - Fax: 980 53 44 25 49080 ZAMORA, 2005 La enfermería del convento San Agustín de Manila Por Isa c io R o d r íg u e z R o d r íg u e z - Je s ú s Á l v a r e z F e r n á n d e z I. El cuidado de los enfermos en el convento de Manila. II. Nuevo intento fallido de enfermería. III. La Casa enfermería-procuración. IV. La genero sidad de los hombres de San Agustín desata un enredo diplomático. I.- El cuidado de los enfermos en el convento de Manila Por el simple hecho de ser el convento de San Agustín de Manila el cen tro agustiniano propulsor de la conquista y evangelización hubo de cuidar bastante más del mantenimiento del cuerpo de sus hijos que del progreso material y conservativo de las piedras que ensamblaban su hermoso edifi cio. Pero lo cierto es que por muchos programas e intentonas que se fueron ensayando, podemos asegurar que nunca pudo llegarse a la deseada meta. Parte de esta responsabilidad hay que imputarla al estado precario que tocó vivir a Filipinas por su lejanía y, sobre todo, porque daba escalofríos el solo pensar que la tierra era nueva y muchos de sus hombres estaban con un pie en la arena de la playa y otro en la embarcación para zarpar definitivamen te hacia hogares más conocidos y mejor atendidos. Los gobernantes de Filipinas desde los primeros momentos de su presencia en tierras filipinas calibraron con acierto esta realidad, y con inmensa avaricia menudearon sus cartas en informes pidiendo médicos y medicinas, e intentando en el entre tanto ir resolviendo la curación de las enfermedades como podían y sabían1. 1 A este respecto conocemos una interesante carta del Cabildo secular de la ciudad de Manila al Virrey de México [Manila, 20.6.1580] insistiendo en la necesidad que había en Manila de un médico “que ciertamente lo sea”, ya que las personas morían sin remedio y por falta de quien pudiera entender sus males. Comunicaba asimismo dicho Cabildo que el portador de la carta era D. Diego Ronquillo, Alguacil mayor de Manila, quien además llevaba como encargo el pedir por todos los medios uno o más médicos, con la garantía que la Ciudad se comprome tía a pagar los gastos y salario del médico que se les enviare: Archivo General de Indias: AGI, Filipinas, 20. 4 I. RODRÍGUEZ RODRIGUEZ - J. ALVAREZ FERNANDEZ 4 Solían llegar las respuestas más o menos suaves y prometedoras y hasta las medicinas válidas para todo y para nada, pero lo fundamental, como eran los médicos, tardó en entrar en la lista de pasajeros para las Islas. Sólo con espíritu y magnanimidad pudo hacerse frente a estos descalabros, que por otra parte presentan abultados números de defunciones anuales. Los agustinos de Manila no fueron una excepción. Ya muy temprana mente el Provincial Fr. Andrés de Aguirre y el único definidor que enton ces tenía a su lado, Fr. Francisco Manrique, intentaron el primer ensayo, diciendo al Rey con espontaneidad que en “esta Casa de Manila, que es donde se crían novicios, y es enfermería y hospedería de los religiosos que están entre los indios en todas estas islas, se padece mucha necesidad y hay menos remedio, en especial para los enfermos que de ordinario los hay, por que no hay médicos ni medicinas ni otro regalo, sino es el que Dios es ser vido enviar del cielo”2. Repitió la súplica el P. Aguirre, y esta vez con más precisión y energía, presentando un balance peyorativo de las condiciones de vida en Filipinas para los agustinos, “pues habiendo venido en este tiem po otros muchos por mandato de Vuestra Majestad, y con los grandes y con tinuos trabajos de la tierra y mar han muerto muchos”, porque hasta 1578 solos habían estado los agustinos para acudir a todas las necesidades de los españoles y jornadas que se habían hecho en la pacificación y conversión de los naturales3. Casi con idénticas palabras y a nivel válido para todos lo 1 A este respecto conocemos una interesante carta del Cabildo secular de la ciudad de Manila al Virrey de México [Manila, 20.6.1580] insistiendo en la necesidad que había en Manila de un médico “que ciertamente lo sea”, ya que las personas morían sin remedio y por falta de quien pudiera entender sus males. Comunicaba asimismo dicho Cabildo que el porta dor de la carta era D.