LA MÚSICA EN JAÉN 1900-1960

Pedro Jiménez Cavallé

RESUMEN: El trabajo recoge la vida musical del Jaén de la época, tanto el de la música religiosa como civil, en todos sus aspectos: bandas musicales, conciertos, orquestas, intérpretes, asociaciones musicales, concur- sos, enseñanza…; en todos los géneros: instrumental, música de cámara, sinfónica, teatral…; tanto de la capital como de la provincia.

ABSTRACT: The work includes the musical life of Jaén at the time, both the religious music as a civilian, in all its aspects: bands, concerts, orchestras, singers, musical associations, competitions, teaching,... in all genres: instrumental, chamber music, symphony, theater...; both the capital and the province.

Este trabajo, inevitablemente, es hijo de aquel otro que publicamos en el año 2000 con el título de la «La música en Jaén durante el siglo XX»1; no obstante, a él hemos incorporado muchos datos nuevos en los distintos apartados2, que enriquecen notable- mente la aportación anterior. La música española hasta la primera mitad de la centuria continuó en una línea más o menos conservadora, que no iba más allá de un Nacionalismo de matiz impre- sionista o neoclásico, no sobrepasando en cualquier caso la frontera que Falla había marcado en su Concierto. Entre los compositores no faltaban los que se habían afiliado a la moda del llamado alhambrismo, consecuencia, en definitiva, de la misma fiebre nacionalista que procedía del siglo anterior. La Guerra Civil sería culpable en este sen- tido de que nuestros músicos, los que más en línea estaban con la vanguardia europea quedasen dentro de nuestras fronteras; de la misma manera lo sería, a nivel provincial, no sólo de que se produjera la pérdida irreparable de los órganos de muchas iglesias y

1 «La música de Jaén en el siglo XX», Senda de los Huertos, 57/60, Jaén, 2000, 241-266. 2 En este sentido la nueva aportación va a incidir más en el género civil que en la música religiosa, que, por otra parte, se encontraba más estudiada.

Boletín. Instituto de Estudios Giennenses Julio-Diciembre. 2011 – Nº 204 – pp. 251-294 – I.S.S.N.: 0561-3590 Recepción de originales enero 2010 Aceptación definitiva marzo 2010

la música en jaén 1900-1960 251 de algunos instrumentos de banda, como ocurrió en Alcalá la Real, sino de la vida de algunos músicos que no superaron la tragedia. La música dodecafónica y serial estaría poco cultivada en España; escasos fueron los compositores que estrictamente la escribieron. Mientras que la música más de van- guardia aparecería a partir de la Generación del 51. Uno de los géneros que permaneció más insensible a los cambios estéticos fue el de la zarzuela, que estaba más condicionada por un público demasiado circunscrito a este género y que, por tanto, vivía un poco al margen de lo que ocurría en la música instrumental e incluso en la operística. Esta resurgió en el siglo XX, pero, incluso antes de la Guerra Civil, comenzaría a languidecer. La revista y el cuplé, primero, y la música comercial ligera, después, le arrebatarían gran parte de su público, como comenta To- más Marco3. No faltaba razón a Marcos Redondo, uno de sus baluartes en el campo de la interpretación, cuando declaraba a la prensa jiennense «que la zarzuela morirá como no responda el público»4. Por otra parte, la música religiosa antes de realizar cualquier intento de co­nectar con el lenguaje del momento, recibió la necesaria restauración –aunque también hubo su limitación–, tanto del canto gregoriano como de la polifonía, un tanto olvidada des- de que el estilo de la música instrumental y tea­tral se fue imponiendo en el templo; el encargado de ello sería el Papa Pío X. El piano seguiría siendo el instrumento preferido por la sociedad del mo­mento, lo que se evidenciará en sus conciertos y en el número de los alumnos que lo eligen como vehículo de su carrera musical.

I. LA MÚSICA RELIGIOSA

A principios de siglo, nuestras catedrales se verían afectadas por la reforma de la música religiosa llevada a cabo por el Papa Pío X en su «Motu Proprio» de 1903; en él, al restaurar el canto gregoriano y la clásica polifonía, obligaba a estos centros a enrique- cer su repertorio con nuevas adquisiciones, a la vez que a reali­zar su selección de con- formidad con lo establecido en el documento papal; mientras tanto los instrumentos tendrían, a partir de ahora, sólo un uso casi excepcional. Esta reforma, llevada a cabo con más rigor que las precedentes desde el tiempo de los Concilios toledanos, como expone H. Anglés, tendría su continuac­ión en la Encíclica «Musicae Sacrae disciplina» de Pío XII y en otros documentos posteriores.

A. Catedral de Jaén Aunque en el año de 1900 el cabildo de la catedral de Jaén trata de «arreglar» la capilla de música para el mayor «explendor y solemnidad del culto»5 lo que implica­ el

3 MARCO, T., Historia de la música española. 6. Siglo XX, Alianza Música, Madrid, 1983, p. 114/115. 4 Diario Jaén, 2-XI-1950. 5 Archivo Histórico Diocesano de Jaén (A. H. D. J.), Libros de Actas Capitulares, Volumen de 1899 a 1904, p. 19, Acuerdo Capitular de 6-III-1900.

252 pedro jiménez cavallé nombramiento de varios músicos de voz e instrumentos y se acuerda que los músicos cobren por nómina, el «Motu Proprio», de 1903, cortaría estos anhelos de «explendor» al suprimir la participación instrumental. Ignoramos cuál sería el proyecto de la capilla aprobado en 1907, ya que no se precisa, pero el acuerdo de suprimir la música de vio- lines en las fiestas de la Navidad de 1908 es bien significativo en este sentido6. En 1905, el obispo don Salvador Castellote y Pinazo, identificado con la reforma de Pío X, suministraría a la catedral un repertorio de Melodías grego­rianas y tres libros para el canto de la Pasión en los oficios de Semana Santa. El padre Mauro Sablairolles, benedictino que había organizado el Congreso Musical de Canto Gregoriano en Sevilla y que, en cierto sentido, era la mano ejecutora de esta reforma en Jaén, sería el encar- gado de seleccionar, en 19087, las obras necesarias para su adquisición y de estudiar las existentes en el archivo para su aprobación, como se acordó en 19098. Al mismo tiempo tuvo la misión de instruir en canto gregoriano al clero catedralicio y parroquial, al personal del seminario y al de las comunidades religiosas9. En otro aspecto se recomendaba, como lo hacía la circular del Obispado del año 1904, la creación de agrupaciones corales con la denominación de Schola Cantorum», según sugería el propio Papa Pío X; esta recomendación se hacía a los diversos párrocos de la diócesis10. Con dicho nombre aparecieron varias, como la Schola Cantorum del seminario de Jaén, que, en 1912, dirigía Francisco Piñol11, y que no sabemos si era la misma que, en 1908, existía con el nombre de «Orfeón» del seminario; o la de las Escuelas de Nuestro Padre Jesús, nacida hacia 1913 y dirigida por el profesor de dicho centro, Diego Galdón12. Algunas de dichas agrupaciones, como las que veremos en la provincia, posible- mente, aun llevando el nombre de la Schola Cantorum, no tendrían nada que ver con el movimiento litúrgico musical de Pío X. Además, se decía en la mencionada circular que «los organistas o sochantres bajo la vigilancia del Párroco abrirán una Academia que podrá reunirse una vez cada semana y en ella se enseñarán preferentemente las melodías del canto llano»13. En 1904 aparece una comisión técnica, la primera para la reforma de la música ­religiosa, formada por el maestro de capilla, Cándido Milagro, el organista, Miguel

6 A. H. D. J., Libros de Actas Capitulares, Volumen de 1905 a 1911, p. 280, Acuerdo Capitular de 16- XII-1908. Vid. JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., Documentario Musical de la Catedral de Jaén. I. Actas Capitulares, Centro de Documentación Musical de Andalucía, Granada, 1998, Acuerdo 7.400, p. 550. 7 A. H. D. J., Libros de Actas Capitulares, Volumen de 1905 a 1911, p. 212/213, Acuerdo Capitular de 22-II-1908. Vid. JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., op.c., p. 550. 8 A. H. D. J., Libros de Actas Capitulares, Volumen de 1905 a 1911, p. 287/288, Acuerdo Capitular de 2-I-1909. Vid. JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., op. c., p. 551. 9 Boletín Oficial del Obispado de Jaén, nº 24, 1908, p. 442. 10 Boletín Oficial del Obispado de Jaén, nº 10, 1904, pp. 161-163. 11 Boletín Oficial del Obispado de Jaén, nº 24, 1912, p. 527. 12 Boletín Oficial del Obispado de Jaén, nº 16, 1913, pp. 449/450. 13 Ibidem.

la música en jaén 1900-1960 253 Galán, el maestro de ceremonias y los dos sochantres de la catedral. Aunque descono- cemos si esta comisión controlaba también la música que se componía e interpretaba en las distintas iglesias de la provincia, suponemos sería la misma. El canto gregoriano, impulsado por esta reforma, aparece como asignatura obliga- da en los cursos de Filosofia de los Seminarios de Jaén y de Baeza. Incluso, los inventos del momento, como el gramófono, se ponen al servicio de la música litúrgica, con el fin de reproducirla y facilitar su enseñanza14. La adquisición de un armonium15 para el mejor acompañamiento de las Melodías gregorianas encaja con este espíritu reformador, que vería en el órgano el recuerdo de la orquesta, no siempre aceptada dentro de la liturgia; la referida circular prohibía su uso en «las Misas de Requiem, Vigilias de Difuntos y Oficios de laS emana Santa», en los que sólo debían intervenir las voces. Los instrumentos permitidos en la capilla son los de arco, viento-madera y alguno de viento-metal, como las trompas y el figle, «quedando totalmente excluidos los fra- gosos y ligeros al tenor del núm. 19 del Motu proprio»16. No obstante, pasados estos primeros años donde las medidas parecen aplicarse­ con cierto rigor, se acordaría, en 1910, redactar «preces» a su Santidad solicitando­ que el Miserere se cante con orquesta en los días de Miércoles y Jueves Santo «como se hizo siempre en esta Santa Iglesia y por gracia se hace actualmente­ en la de Sevilla»; y a fines del mismo año se acordaría que la Calenda y los Maitines de Navidad se celebren «a grande orquesta» con asistencia de toda la ca­pilla de música, lo que tendría conti- nuidad en sucesivos años17. Aunque desconocemos la formación de la capilla en esta época, sabemos que muchos de sus profesores pertenecían a la capilla de Santa Cecilia, por lo cual su vinculación a la catedral sólo era con carácter de «supernumerarios», como en otras catedrales les llamaban18. La presencia de dicha capilla se haría efectiva en los grandes aconteci­mientos: en los funerales por el Papa León XIII se ejecutaría «la misa de Mozart» a gran orquesta; asimismo intervendría con bajones y el «responso a toda orquesta»; tampoco faltaría en los funerales por Isabel II, en la «venida» del rey Alfonso XIII, en 1904, en las tomas de poses­ión y funerales de los obispos (1902, 1907...)19. Además, la capilla de música actuaría en otras iglesias, como sucedió en 1906, cuando asistió a una fiesta celebrada en la parroquia de la Magdalena de la misma ciudad de Jaén.

14 JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., La Música en Jaén, Diputación Provincial de Jaén, 1991, p.184. 15 A. H. D. J., Libros de Actas Capitulares, Volumen de 1905 a 1911, p. 295, Acuerdo Capitular de 28-I-1909. Vid. JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., Documentario..., Acuerdo 7.404, p. 551. 16 JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., La Música …, p. 184. 17 A. H. D. J., Libros de Actas Capitulares, Volumen de 1905 a 1911, p. 398, Acuerdo Capitular de 15-II-1910. Vid. JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., Documentario..., Acuerdo 7.413, p. 551. 18 JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., La Música …, p. 184. 19 Ibidem.

254 pedro jiménez cavallé El maestro de capilla de este siglo sería Cándido Milagro y García, que lo fue de 1895 a 1941, en los años que se llevó a cabo la reforma de Pío X. Durante este tiempo destacamos la actuación de la capilla de música de la catedral, que actuó en diversas fiestas, como la que hubo con motivo de la visita del Rey Alfonso XIII en la que se cantó el Te Deum polifónico dialogado con canto gregoriano de Cándido Milagro20. En 1931 con motivo de la festividad de la Inmaculada sería la Schola Cantorum del Seminario con algunos cantores de la catedral, dirigida por el maestro Milagro, la encargada de cantar la Misa Pontificalis de Perosi21. A partir de este maestro la capilla desaparecería durante la década de los cuarenta, encontrándose el ultimo maestro Carmelo Iríbar sin este «instrumento» que desde el siglo XVI estuvo presente en nuestra catedral y cuya utilidad se puso de manifiesto especialmente en la música polifónica. Tras la guerra civil española, la capilla de música del Seminario Conciliar de Jaén, dirigida por Guillermo Alamo Berzosa, organista de la catedral, sería la encargada de intervenir en las grandes festividades de la catedral, interpretando junto a autores de su tiempo (Otaño, I. Prieto, Ruiz Aznar,...) la polifonía clásica, donde Victoria y Palestrina ocupaban un lugar de privilegio dentro de su rico repertorio. La Schola Cantorum del Seminario de Jaén desaparecería también en los años sesenta. El Concilio Vaticano II, o al menos, según Tomás Marco, «la interpretación ibé- rica del mismo, barrió bruscamente toda música religiosa de cierta altura artística que se practicó en los templos de la Península» al entrar en vigor la constitución litúrgica del mismo a partir del año 196422. Entre los organistas de esta época citamos a Miguel Galán y Alberjón, formado en la propia catedral; sucesivamente fue seise, ojero, cantor de la capilla, organista de S. Bartolomé y, posteriormente, tras unas oposiciones, lo fue del órgano de la catedral de Jaén, desde 1875 al de 1917, año en que murió. Gregorio Arciniega y Mendi, en 1918, sucedió, previa oposición, a Miguel Galán; éste es autor de un Himno a la Santísima Vir- gen de la Capilla. Tras promocionar a la catedral Primada de Toledo, le sucedería al año siguiente Teodoro Sánchez Vacas, mediando también pruebas de oposición. En 1922 quedaría de nuevo vacante y, previos los ejercicios correspondientes, a los que concurrieron José María Ruiz Cruz, José Martínez y Martínez, Juan Bago Aznar y Manuel Dueñas Martín, fue elegido por unanimidad José M. Ruiz, natural de , donde, hacia 1905, había reunificado, bajo su dirección, la Banda­ municipal de su pueblo natal. Fue, con anterioridad, organista primero de la catedral de Calahorra; en el mismo cargo catedralicio había ejercido su hermano, Blas Gregorio­ Ruiz Cruz, que estuvo en el monasterio de El Escorial coincidiendo con el momento en que Cosme José de Benito era maestro de capilla. Este organista, tamb­ién de Mancha Real, fue al mismo tiempo compositor y hoy se conservan entre otras obras: música religiosa (Santo Dios, a 3 voces y órgano, Letrilla a María Santí­sima, a 2 voces y órgano, Misa, a 2 voces y

20 El Pueblo Católico, 16-I-1926, p. 6 21 El Pueblo Católico, 9-XII-1931, p. 4 22 MARCO, T., Historia de la música española. 6. Siglo XX. Alianza Música, Madrid, 1983, p. 105.

la música en jaén 1900-1960 255 órgano, Miserere, a 3 voces y órgano), música profana (A Pekín, pasodoble-polka). Algu- nas de sus obras religiosas fue­ron escritas y estrenadas en el monasterio de El Escorial durante su estancia en él23. En 1921, al segundo organista Cobo Galán sucedería Damián Martínez Linde, que al año siguiente sería nombrado Profesor de Música del Colegio de seises. Su obra Alabanza a la Virgen de la Capilla alcanzó especial popularidad. Tras la guerra civil sucedió, en 1941, al organista primero Ruiz Cruz -víctima de dicha guerra-, Guillermo Alamo Berzosa, que fue al mismo tiempo director de la Schola Cantorum del Seminario.

B. La catedral de Baeza y otras iglesias En la catedral de Baeza dudamos de la continuidad, como maestro, del ya anciano,en los últimos años del siglo anterior Diego Gámez, maestro de cierto prestigio para Fran- cisco Cuenca24; sabemos que en el órgano se encuentra Patricio Beneyto, en 1905, al quedar vacante éste, por promoción a la de Málaga, de Cánd­ido Rodríguez y Martín, el cual fundó, en 1901, el «Orfeón» baezano; Beneyto es autor de un Cancionero Pa- rroquial, de música religiosa (Misa, Trisagio solemne, motete...) y otras obras escritas para banda25. En 1911 encontramos a Rosendo Cámara, creemos que como segundo orga- nista y, posteriormente, a Manuel Dueñas Martín, tras la oposición ya citada de 1922. Durante este siglo continúa en dicha ciudad la tradición de cantar el Miserere de Eslava, compuesto para Baeza, el cual suele ser interpretado por un conjunto especialmente preparado para ello, una vez que la capilla de música de la catedral ha desaparecido. En la provincia parece que también existió alguna con la denominación referida anteriormente de Schola Cantorum, al menos así parece deducirse de una «Schola Cantorum», dirigida por Casanova, que en Baeza intervino en mayo de 1926, según aparece en El Pueblo Católico de la época, y que no sabemos si tiene que ver algo con el «Or­feón» del mismo centro, que existía en 1917, dirigido por Diego López. En dicho año de 1926, que coincide con la inauguración del nuevo órgano en la catedral de la capital, la Schola del Seminario de Jaén interpretó una de las misas de Perosi ­en una fiesta solemne. En Andújar conocemos la presencia de un «Orfeón Mariano» en 1928. En Úbeda parece que, a principios de siglo, en 1905, existía una capilla musical, aunque no se menciona su nombre; mientras tanto, los seises de la iglesia de El Sal- vador de la misma ciudad, como comenta Juan Pasquau, mantienen su tradición y en 1974 darán un concierto en Radio Vaticano, a la vez que serán recibidos por el Papa Pablo VI 26. En otras iglesias no faltan los organistas, antes de que la guerra civil se encargase de destruir algunos de los instrumentos de este tipo que en ellas existían; lo que, unido

23 JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., La Música …, p. 186. 24 CUENCA, F., Galería de Músicos Andaluces Contemporáneos, Cultura S. A., La Habana, 1927, p. 103. 25 JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., La Música …, p. 186. 26 Ibidem, p. 187.

256 pedro jiménez cavallé al mal estado de otros y al escaso papel que tendría el órgano en la nueva liturgia, ha hecho que este instrumento haya desaparecido en la mayoría de los pueblos de la pro- vincia o, al menos, quedado obsoleto. Sólo parece que el celo de algún párroco, como el de Cabra de Santo Cristo, haya podido rescatar al noble instrumento de su total abandono. Gradualmente, por unas u otras razones, es sustituido, como ya se inició a fines del siglo anterior, por el menos costoso y más manejablearmonium . Al mismo tiempo, el piano, por extraño que nos parezca, siguió siendo utilizado en algunas iglesias de nuestra provincia, como ocurrió en la parroquia de Santa María de , donde, según Eugenio Contreras, ejerció de pianista Aurea de la Chica27, o como sucedió en la iglesia de Santa María de Alcalá la Real, donde Rafael Pérez de la Cal actuó como pianista, según afirma José Ibáñez28. Entre los organistas que existieron durante la primera mitad de siglo podemos nombrar los siguientes: Antonio Giménez, de Santa María de Úbeda (1902) Agustín Ruiz, de Iznatoraf (-1902) Rosendo Cámara, del Salvador de Baeza (-1911) Teodoro Morales, de Bailén (1911) Francisco Luque, de (1911) Eduardo Bellido Aragón, de S. Miguel de Andújar (1914-) Cándido Caballero Andrada, de Linares (1920?-1930?) Pedro Jiménez Ruiz, de Mancha Real (1920?-1936) Bonoso Baena Córdoba, de Arjona (1955) Los organistas de la Santa Capilla de San Andrés de Jaén se sucedieron de la si­ guiente manera: Tomás Fernández y Montes (desde 1915 en su segundo periodo) Joaquín Reyes Navas (desde 1918) Juan de Dios Araque Pulgar (desde 1935) Los beneficiados organistas tenían en 1922 el sueldo anual de 2.250 pesetas, mientras que para los de los conventos y parroquias éste era de 275 pesetas. Tras la Guerra Civil, con lo que ello supuso de pérdida de una gran parte de los instrumentos que aún se conservaban en las iglesias de Jaén y de la provincia, el cargo de organista fue desapareciendo. A ello contribuyeron también los cambios litúrgicos para los que el papel del órgano, o sus sustitutos el armonio y el órgano eléctrico, se vio relegado a un segundo plano, siendo reemplazados en muchas ocasiones por la guitarra clásica, que se adaptaba mejor a la nueva filosofía de conseguir una mayor participación en el culto por parte del pueblo. La calidad del repertorio de la música religiosa que se canta en nuestras iglesias también se ha visto afectada por este cambio «estético», que no ha ido paralelo al de la formación musical del pueblo.

27 CONTRERAS GUARDIA, E., Historia de la Banda de Torredonjimeno, Ayuntamiento de Torredonji- meno, 1989, p. 22. 28 IBÁÑEZ SÁNCHEZ, J., Cien años de Historia de la Música Alcalaína (1880-1988), Jaén, 1989, p. 46.

la música en jaén 1900-1960 257 Entre los organeros, conocemos a José Borrego Gordillo, que realiza presu­puesto del arreglo que necesita el órgano de Escañuela; Antonio José Giménez, que compone el de (1904); José Lirola, que repara el de y otros órganos, como los de , , , , , , , ...; Gregorio Lirola, segundo sochantre de la catedral de Toledo, abuelo del anterior, también se dedicaba en la provincia a las reparaciones de órganos y de armonios; Cristóbal Sánchez, residente en Jaén en la calle Compañía, será encargado de la «compostura y afinación de Organos y armoniums» de la época29. En cuanto a las capillas de música, tenemos noticia del funcionamiento, si bien de manera informal en muchas ocasiones, de algunas de ellas, siendo la afi­ción de sus componentes la que las mantiene. En Villacarrillo, parece que ésta existió con una buena dotación en su formación, al menos durante los primeros años del siglo. En Mancha Real existía, hacia el año 1915, una capilla de música que actuaba en las fiestas religiosas de cierta solemnidad, compuesta de los siguientes elementos: cuatro violines, un bombardino, un contrabajo, un clarinete, una flauta, además de las voces graves; ella estaba dirigida por el que después sería,­ como hemos visto, organista de la catedral, José María Ruiz30. Arjona fue también uno de los pueblos que, al menos durante las primeras déca- das del siglo, dispuso de una capilla musical, dirigida por Joaquín Pérez Puer­tas, a la que a veces, como ocurrió en 1906, se les unían voces procedentes de catedrales como la de Jaén (Angel Carrillo) o la de Guadix (Trinidad Franco). En se habla en 1915 de la capilla de música del maestro Chica, que in- terpretó en dicha fecha una misa de Prados; en Torredonjimeno, según Eugenio Con- treras, existía también una capilla de música (orquesta), en la parroquia de San Pedro, formada por músicos como los hermanos Ureña Villaitodo, José Ló­pez, Manuel Manos y Ricardo Ortega, el cual tocaba la flauta, y dirigida por el maestro De la Chica Codes, director de la banda de música. Durante este primer cuarto de siglo, conocemos, por la publicación de José Ibáñez, la existencia de una capilla de música en la iglesia de la Consolación de Alcalá la Real, algunos de cuyos componentes formaban también parte de la banda privada que existía en dicha población31.

II. LA MÚSICA CIVIL

La evolución musical en la España de comienzos de siglo, como afirmaE milio Casares, «fue muy rápida y la vida musical muy activa y a ello contribuyen sociedades filarmónicas de conciertos, o sinfónicas, masas corales y orfeones, bandas,...». En Jaén y su provincia son numerosas las bandas, masas corales orfeones, sociedades filarmóni- cas de conciertos..., que nacen y se desarrollan en las primeras décadas; lo que crea un

29 JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., La Música…, p. 189. 30 Ibidem. 31 Ibidem.

258 pedro jiménez cavallé ambiente musical que no desentona con lo que en el resto de España estaba ocurriendo en las mismas fechas. Sin embargo, este clima, por diversas razones, a las que no fue ajena nuestra Guerra Civil, fue desapareciendo; a mediados de siglo se recompone en cierta medida la situación, gracias a la iniciativa privada y, posteriormente, pasado el periodo que estamos estudiando, se crearía un ambiente más propicio por parte de las instituciones oficiales.

A. Las Bandas de Música

Durante este tiempo continuaron ejerciendo su labor las bandas de música que, aparte de intervenir en ciertos actos (procesiones...), tenían como especial función la de ejecutar música en concierto, no faltando en sus programas obras de Wagner (Obertura de Tanbauser..), de Liszt (Rapsodias húngaras...), junto a la típica zarzuela. Durante el primer tercio de siglo hubo diversas bandas de música en la capital jiennense: la del Hospicio, en los primeros años; la de los Exploradores de Jaén, la de Voluntarios Rea- listas, la del Regimiento Provincial, la Banda Municipal y la del Batallón Infantil y la Banda Infantil de Santo Domingo. En la Banda del Hospicio se realiza un cambio en la dirección, al sustituir Lorenzo Suárez a Manuel Romero, en el año 1903, a la vez que se reorganiza dicho conjunto. La del Batallón Infantil de Jaén comprendía una banda de música y la de cor­netas y tambores, y estaba formada en 1915 por 57 muchachos, al frente de los cuales se encontraba el músico Alarcón (Eduardo). La Banda de Exploradores de Jaén, según parece, estaba dirigida por el maestro Milagro, lo que se observa, al menos, en 1915, cuando actúa en la localidad de Quesada. En el mismo año y en la misma ciudad parece que se crea un nuevo Batallón­ Infan- til de Cazadores, que tiene por profesor de música, y quizás director, a Juan de Mata. En ocasiones, a la multitud de bandas que durante bastante tiempo han prolifera- do en Jaén y su provincia, se han sumado, si bien con carácter de excepción, grandes orquestas, como la Sinfónica de Madrid que, dirigida por Tomás Bretón, actuó en el Teatro Olimpia de Linares, en 1914, o la del Teatro Real de Madrid, que hizo lo propio en Jaén (1920), bajo la dirección de Arturo Saco del Valle, actuando en dicha ocasión como solista el violinista Antonio Piedra, hijo de Jaén. En la ocasión referida del con- cierto de Linares figuraron en el programa obras de Weber, Liszt, Beethoven, Wagner, Saint-Saëns y Bretón; mientras que en el de Jaén, la orquesta mencionada interpretó la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvorak, entre otras obras. Los conciertos de las bandas no sólo tenían lugar los domingos, sino incluso días de entre semana; así ocurrió en la temporada veraniega de 1915, cuando el 25 de julio el Alcalde de Jaén proponía que la Banda municipal diera conciertos, los domingos y los martes por la noche, en la plaza de Santa María, y los jueves, en el paseo de Alfonso XIII. El programa de la banda Municipal en 1922 estaba dividido en tres partes en él abundaba música de zarzuela (Luna con El Asombro de Damasco), algo de ópera (prelu-

la música en jaén 1900-1960 259 dio de la ópera española La Muerte de Garcilaso de Gaspar Espinosa), y la Gran jota de El Molinero de Subiza de Oudrid32. La profusión de bandas en el primer tercio de siglo fue considerable; si a prin­ cipios del mismo se constituye alguna sociedad para la formación de una nueva banda, como la de , que estaba previsto dirigiera Alfredo Martos, la mayoría de los pueblos, en los años treinta, e incluso antes, tendrían su propia banda. José Ibáñez Sánchez recoge de las actas de la Corporación Municipal de Alcalá la Real afirmaciones, realizadas en 1926, como la siguiente, que consta­taban el hecho mencionado: «Pue- blos de muchísima menos categoría que el nuestro tienen una y hasta dos bandas de música». De la misma manera, Ramón Zagalaz Giménez, autor del Himno a Bailén, comenta- ba, en 1931, lo bien dotada que estaba la banda de Jaén y cómo en estos tiempos «hasta en pueblos peque­ños se atiende y fomenta (la formación de bandas) en prueba de cultura y expansión».­ Ello coincide con la República, época en que la música fue muy considera­da en las altas instancias de la política gubernamental. Durante este periodo his­tórico, se dota a algunas bandas de numerosos instrumentos, como ocurre con la de Mancha Real, según expone Manuel Rosa, exdirector de la misma. Cada pueblo solía tener su propia banda municipal, a la que frecuentemente se sumaban otras, como ocurría en Baeza («banda vieja» y «banda nueva»), Alcalá la Real, Manos, Andújar, donde reinaba gran competencia entre ellas; no faltaban tampoco, como el caso de Jaén, ya mencionado, las de carácter infantil; así ocurre en Linares (Banda Infantil) y parece ser que en . La Banda Republicana (antes de Alabarderos) de Jaén realizaba conciertos en la Plaza de toros; mientras que la municipal lo hacía en la Plaza de la Constitución­ y a ve- ces en el teatro Cervantes. En 1931 la Banda Republicana daría un concierto en la Plaza de Toros de Jaén con un programa dividido en tres partes; estaban programadas obras como Capricho español y Scheherezade, de Rimsky-Korsakof, junto a la célebre Tarantela de Gostchalk, La Torre del Oro de Giménez, La Revoltosa (fragmentos) de Chapí, y Las dos comadres, capricho para dos trompetas de Lebit33. En cuanto a la función formativa de las bandas de música, Emilio Casares les asig- na un papel importante «de formación y de vivencia musical del pueblo llano y de la clase burguesa baja». Y añade: «No cabe duda de que tanto ellos como los coros fueron frecuentemente una rémora estética, pues de hecho condicionaban una creación nada van­guardista, así como económica, al concentrarse (sobre todo en el caso de las ban­ das), un importante numerario en sus actividades, que quizá no permitió un cul­tivo musical de otro orden; pero ello era un mal menor en una nación que había tenido un XIX musical demasiado dormido»34.

32 El Pueblo Católico, 14-VIII-1931, p. 4. 33 El Pueblo Católico, 19-VIII-1922, p. 3. 34 JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., La Música…, p. 192.

260 pedro jiménez cavallé Los conciertos dominicales de la banda municipal en la plaza de Santa María cons- tituían el día a día con programas donde no faltaba el pasodoble, la obertura o sinfonía clásica y el correspondiente número de zarzuela35; con frecuencia también aparecían obras de los directores de la agrupación. En ocasiones se trata de conciertos monográ- ficos en homenaje a algún músico, como el dedicado al maestro Luna36 o el correspon- diente al maestro Cebrián, ambos en 194237; en estas ocasiones el repertorio del pro- grama tenía también el mismo carácter al girar sobre las obras del maestro de turno. En 1945 se presentó la Banda Infantil del Colegio Internado de Santo Domingo bajo la dirección del maestro Sapena, director de la Banda municipal. El maestro Mila- gro formó con anterioridad una banda en el mismo Colegio, que después de la guerra trató de organizar el maestro Cebrián38. El 21 de marzo de 1950 se organiza en una velada literario- musical en la que interviene la banda municipal de la población dirigida por Esteban Moreno, con una selección de Katiuska y diversos pasodobles39. Andújar, pueblo de gran tradición musical, comenzaba también sus conciertos de la Banda Municipal, en 1950, con un programa de pasodobles, marchas de Semana Santa, música de García Leoz, Suppé, y algún número de zarzuela40. La de Baeza, por las mismas fechas, hacía lo propio con el célebre Miserere de Eslava: la Banda Municipal y su coro dirigidos por Francisco de la Poza Robles41; como solista intervino Ángela García Uceda. Génave también se une a esta especie de «encuentro» de bandas, con la suya propia dirigida por Inocente Campos Martínez42. La banda municipal de Torre- delcampo, en 1951, también intervenía en Jaén a través de su director el maestro Pedro Benito Pancorbo, en concierto celebrado en el Parque de la Victoria, programando obras como La leyenda del beso, Molinos de viento, La Gran Vía.., al mismo tiempo que lo hacía en su feudo con El baile de Luis Alonso, La Revoltosa, La Dolorosa,…43. La de Mar- tos, al mando de Juan Aranda, también realizaba sus conciertos con programas muy del gusto de loa aficionados44. Otras agrupaciones musicales del mismo tipo, como la de Alcalá la Real, dirigida por Ambrosio Antúnez, hacían lo propio, en 1952, interpre- tando Katiuska, Maruxa, La del manojo de rosas…45.

35 Diario Jaén, 10-IX-1941, p. 5; 17-IX-1941, p. 5; 27-IX-1945, p. 3; 7-III-1948, p. 4; 25-IV-1948, p. 3; 19-VI-1949, p. 7; 23-VI-1949, p. 2.; 8-XII-1949, p. 2; 16-XII-1949, p. 2; 29-VI-1950, p. 4; 14-IX-1950, p. 7. 36 Diario Jaén, 14-II-1942, p. 2. 37 Diario Jaén, 26-IV-1942. 38 Diario Jaén, 17-X-1945. 39 Diario Jaén, 25-III-1950. 40 Diario Jaén, 26-III-1950. 41 Diario Jaén, 6-IV-1950. 42 Diario Jaén, 12-V-1950. 43 Diario Jaén, 22-VII-1951. 44 Diario Jaén, 8-VIII-1951. 45 Diario Jaén, 7-VIII-1952.

la música en jaén 1900-1960 261 En los años siguientes se repetiría la misma tónica con la actuación de las bandas de Jaén, , Martos, Torredonjimeno, Linares; esta última dirigida por el maestro Luis Aparicio Sancho, se encontraba bastante reorganizada, a juicio de la nota de prensa46. En se crearía, en 1954, la agrupación musical que lleva el nombre del patrón Señor del Mármol47, mientras que la de Mancha Real estaría dirigida en 1957 por Miguel Gutiérrez48. Mediando el siglo, junto a los conciertos de la Banda Municipal de Jaén se hizo tradicional en torno a la Semana Santa la organización de algún concier- to especial, como el de 1957, en el que actuó la Banda del Tercio Móvil de la Guardia Civil en el Teatro Cervantes49. Uno de los problemas que afectaban a estas agrupaciones musicales era la dotación de instrumental; por eso cuando la Banda Municipal de música de , dirigida por Manuel Pancorbo Zafra, estrenaba nuevo instrumental en 1957, en expresión de la prensa, se convertía en una de las mejores de la provincia50. En este mismo año la municipal de Arjona intervendría en el programa de fiestas en honor de susS antos Patronos Bonoso y Maximiano, con la colaboración de la Banda de cornetas y tambores del Ave María de Granada51. Junto al problema de infraestructura material tenemos el de la humana; cuando una agrupación desaparece hace falta, a veces, formar otra desde abajo así fue necesa- rio hacerlo en Castellar, donde en 1957 funcionaba una academia de niños formados, que interpretaban ya un amplio repertorio y estaba dirigida por Antonio Gijón Cortés, mientras tanto, la de Jódar, al mando de su director Juan Mesa Herrera, intervenía con motivo de sus fiestas52. Al año siguiente, 1958, la banda de Villanueva del Arzobispo, dirigida por Onofre Proheus Capó, obtendría el primer premio en el Certamen de Lucena53. Éste sería el año en que en Andújar se inauguró el Parque de las Vistillas, donde se darían los con- ciertos de la agrupación, dirigida por el maestro Juan Amador, mientras que la Banda Municipal de Génave actuaría fuera de su ámbito, en Marbella y Alicante54. Las relaciones entre unas y otras agrupaciones musicales era algo habitual, como se puede apreciar cuando en 1959 la Banda Municipal de Jaén interpreta el pasodoble titulado «Marmolejo», dirigido por su autor el maestro Francisco Miñana Minaya, que era director de la homóloga de Marmolejo55.

46 Diario Jaén, 28-VIII-1954. 47 Diario Jaén, 6-X-1954. 48 Diario Jaén, 5-X-1957. 49 Diario Jaén, 18-IV-1957. 50 Diario Jaén, 13-VIII-1957. 51 Diario Jaén, 18-VIII-1957. 52 Diario Jaén, 30-VIII-1957. 53 Diario Jaén, 7-V-1958. 54 Diario Jaén, 11-VI-1958 y 14-VI.1958. 55 Diario Jaén, 3-III-1959.

262 pedro jiménez cavallé La labor de los directores era normalmente recompensada con la organización de un merecido homenaje como el que se le tributó a Esteban Moreno Ochoa, director de la banda de Santisteban del Puerto56. En los programas de los conciertos de las bandas de música no faltaban, ló­ gicamente, las obras compuestas por los propios directores y que hoy día, al resistir el paso del tiempo, podemos escuchar de nuevo. Algunas agrupaciones tenían siempre en su repertorio obras de músicos de la tierra; así ocurre con la de Torredonjimeno, que realiza un concierto en homenaje al autor marteño Antonio Álvarez, en cuyo programa no podía faltar Suspiros de España57. Entre los directores de banda que han ejercido a lo largo de esta centuria, podemos citar algunos nombres como: Alfredo Manos Gener, de la de Linares (1901-1930?) Esteban Moreno Ochoa, de Santisteban del Puerto (1902-1955) Emiliano Gurpegui, de la de Martos (1904- ) José María Ruiz Cruz, de la de Mancha Real (ha. 1905) Carlos Moutón, de la de Alcalá la Real (ha. 1906) Francisco Bracamontes, de la de Mancha Real (1910- ) Rafael Pérez de la Cal, de la de (a. de 1914) Rafael Pérez de la Cal, de la de Alcalá la Real (1914) Alfredo de la Chica, de la de Bailén (1919-1928?) Miguel Roa Leal, de la de Villacarrillo (1924-1962) Victoriano García, de la de Úbeda (1930) Emilio Cebrián, de la de Jaén (1932-1943) Antonio Manzano Vázquez, de la de Torredonjimeno (1940-1945) José Sapena Matarredona, de la de Jaén (1944-1978) La mayoría de los directores, a la vez compositores, lo fueron de bandas municipa- les o de alguna forma subvencionadas por el correspondiente­ municipio; no obstante, algunos de ellos, como Carlos Moutón, lo fueron de una banda de carácter privado, la de Alcalá la Real, antes de ser municipal.­

B. Conciertos

Recitales y música de cámara Junto a los conciertos de las bandas municipales, se organizan también desde el primer cuarto de siglo, otros de música de cámara, destacando la intervención del piano, ya como solista ya como acompañante; entre ellos algunos como los protagoni- zados por el violinista negro Chevalier Brindis de Salas, que actuó en diversas ocasiones a lo largo de 1906: unas veces en Jaén, acompañado por el pianista Jacinto Verdejo, como cuando actuaron en el Salón Iris (pequeño teatro donde tenían lugar diversos

56 Diario Jaén, 21-VIII-1956. 57 Diario Jaén, 17-III-1960.

la música en jaén 1900-1960 263 conciertos)58, otras, por el maestro Milagro; mientras que en los pueblos de la provin- cia, se solía acompañar por algún intérprete del lugar donde actuaba, como es el caso de Baeza, donde lo hizo en el «Primitivo» con la pianista Juana de la Poza 59. Además de estos conciertos, formalizados como tales, existían veladas lite­rario- musicales donde frecuentemente se fogueaban los jóvenes artistas de la tierra. En 1903 se celebran actividades de este tipo en , donde interviene el violinista de Jaén, Fernando Roldán, acompañado, al parecer, por el Sr. Nieto; y en Alcalá la Real, donde intervienen la señorita Araceli Núñez de Prado interpre­tando al piano el Scherzo en si bemol de Chopín y el violinista Antonio Arenas, acompañado al piano por el pro- fesor López Salazar, tocando el Concierto núme­ro 22 de Viotti60. Si observamos, el nombre del maestro Milagro nos acompaña a menudo, tanto al hablar de la música religiosa como de la civil, lo que significa que era algo más que un maestro de capilla. Sus relaciones con el mundo de la música, dentro y fuera de la provincia, no nos pueden sorprender. Así, en 1910, medió ante un anticuario de Cabra con el fin de adquirir un violín para el niño Andrés López61; el hecho no tendría más trascendencia si, en 1950, muerto ya el maestro, no se hubiera descubierto que se tra- taba de un Stradivarius de 1734. En Baeza, en una velada similar para canto y acompañamiento, actuarían Do­mingo Salazar y el Sr. Bago, al parecer organista de la catedral. El piano, como hemos visto, siguió acaparando la atención de los músicos; en un principio el repertorio estuvo formado principalmente de la llamada música de salón, e incluso­ de la música ligera del momento, como se puede ver la obra que, para dicho instrumento, escribieron algunos compositores o en los anuncios que de su música ha- cen los periódicos del momento; así lo leemos en el El Pueblo Católico de 1926, donde se anuncian valses, schotis, tangos, foxtrot,... La música de piano estaría presente no sólo en los conciertos organizados por distintas asociaciones constituidas para la celebración de dichas actividades, sino que ésta también sonaba en el Casino de Artesanos y en el Primitivo. Figuras como Arturo Rubinstein, que fue invitado por la Asociación de Cultura Musical para dar un concier- to en el Paraninfo de lo que hoy es Conservatorio62, José Cubiles, en el Teatro Cervan- tes63, Rosa Sabater, por la Sección de Cultura y Arte de la Obra sindical «Educación y Descanso64 y Javier Alfonso65, por la asociación de Fomento Musical, por sólo dar unos nombres, nos visitaron ya en el transcurso de los años veinte a los años cuarenta.

58 El Pueblo Católico, 1-II-1906. 59 El Pueblo Católico, 23-III-1906. 60 JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., La Música …, p. 196. 61 Diario Jaén, 1-XI-1950. 62 El Pueblo Católico, 14-I-1926, p. 3. 63 Diario Jaén 7-X-1941, p. 8. 64 Diario Jaén, 3-II-1946. 65 Diario Jaén, 16-IV-1946, p. 3.

264 pedro jiménez cavallé En la provincia existen instituciones similares donde no falta la música de piano; así ocurre en el Círculo de Labradores de Alcaudete o en el Círculo del Castillo de Locubín, en los cuales, según José Ibáñez, se encuentra como pianista Rafael Pérez de la Cal66. El Casino Primitivo de Jaén parece que continuó sus actividades durante la prime- ra mitad de siglo; en 1906 actuaría en él la Banda Municipal de Martos, mientras que en 1915, con motivo de la visita de la Infanta Doña Isabel de Borbón, lo haría la cantante Marina Jiménez acompañada al piano por Jacinto Crespo. En la Real Sociedad Económica de Amigos del País, donde la enseñanza de la mú- sica tiene lugar con maestros como Juan Mata Espejo, Profesor de Música desde el año 1911, no faltan las actividades musicales, como la que en 1928 rea­lizó el «excelente» pianista José M. Ruiz, organista de la catedral, acompañando al tenor Manuel Sánchez. Este pianista actuaba también acompañando al violinista Luis Cerezo. En esta sociedad no dejaron de realizarse conciertos, tanto propios, organizados por ella, como ajenos. En 1933 Manuel Escabias intervino en una fiesta literaria en honor del poeta jaenés Bernardo López; en ella interpretó obras de Mozart, Brahms, Wieniawsky, Dvorak, Bach, no faltando las brillantes y populares Czardas de Monti, que de alguna forma influyeron en su obra. En 1950 tiene lugar un extraordinario concierto de canto y arpa a cargo de la soprano Ana María Iriarte y la arpista de la tierra Mari Lola Higueras, hija del escultor Jacinto Higueras; este concierto se realizó en el Teatro Darymelia67. Por lo que a los intérpretes se refiere es de notar una presencia única de músicos españoles, predominando entre los conciertos los recitales con artistas propios de la tierra, como J. Reyes o Manuel Escabias, junto a los consagrados José Cubiles, Rosa Sabater, Leopoldo Querol, Javier Alfonso,... Ignoramos si, en esta ausencia de músicos extranjeros, además de la situación económica, en un país que todavía no se había recu- perado de la guerra, influyó también la situación política de una nación aislada. Por lo que se refiere al ámbito orquestal, excepto la Orquesta Sinfónica de Madrid, hay poco que destacar, mientras que el llamado género lírico, dada la gran afición existente entre el público jiennense, estuvo más presente con las obras ya mencionadas. En este apartado de recitales destacamos los de José Cubiles en el Teatro Cervan- tes68 el día 18 de octubre de 1941; el de Joaquín Reyes Cabrera, organizado por la Aso- ciación de la Prensa69, el día 22 de noviembre del mismo año; el concierto de guitarra, el 11 de noviembre de 1942, en el Casino Primitivo por Enrique Ibáñez Puchades70. Asimismo se hizo un concierto, en 1945, como cierre del Año Jubilar de la Virgen de la Capilla, en el teatro Cervantes, interpretado por el violinista jiennense Antonio

66 IBÁÑEZ SÁNCHEZ, J., Cien años de…, p. 46. 67 Diario Jaén, 19-III-1950. 68 Diario Jaén, 7-X-1941, p. 8. 69 Diario Jaén, 11-X-1941, p. 2. 70 LORITE GARCÍA, F., Jaén 100 años de historia (1900-2000), Edita Librería Técnica Universitaria Gutiérrez, Vol. II, Jaén, 2001, p. 725.

la música en jaén 1900-1960 265 Piedra y su esposa Asunción del Palacio Chevalier71; en la velada literario musical, del mismo año y celebrada en el mismo teatro, en honor de Santa Cecilia, intervinieron: Manuel Escabias, violín, y Carmen Barrie, piano; Rafael Castillo, violín y Rosalía López Aranda, piano, la rondalla de «Educación y Descanso» y, además, lo hizo la banda municipal dirigida por José Sapena, quien había sido nombrado como director el día 1 de noviembre de 1944. El acto fue presentado por el cronista de la provincia Luis Gon- zález López y concluido con una especie de concierto didáctico sobre los instrumentos de la orquesta a cargo de Luis Cerezo Godoy72. En 1945, en el mismo teatro, hubo un concierto lírico de ópera y canciones selec- tas organizado por la Delegación provincial de Educación Popular y bajo el patrocinio de la Real Sociedad Económica, en el que intervinieron el tenor Julián Brunett y la soprano Enriqueta Angelgrán, acompañados al piano por Carmen Flores, profesora del Conservatorio de Córdoba73. En 1946, organizado por la Sección de Cultura y Arte de la Obra Sindical de «Educación y Descanso», se celebró un recital de piano a cargo de Rosa Sabater, que tuvo lugar en el Hogar del Productor74, perteneciente a Sindicatos y ubicado en la calle Almendros Aguilar. En el mismo año y organizado por la recién creada asociación de «Fomento Musical» intervino el pianista Javier Alfonso, el guita- rrista Sainz de la Maza y el dúo formado por Enrique Iniesta, violín, y Joaquín Reyes, piano75. Dentro del mismo año actuaría en el cine Darymelia otro dúo formado por Carmen Barrie, piano, y Manuel Escabias, violín. Asimismo lo harían dentro de la mis- ma temporada de 1946 Juan Alos, violín, y José Roca, piano, que dieron un concierto en el Hogar del Productor y otro en el Darymelia76. Si en febrero de 1947 Joaquín Reyes dio un recital de piano en el teatro Cervan- tes77, al año siguiente, en el mes de octubre y en el mismo lugar, lo haría el pianista Leopoldo Querol78, quien repetiría, dadas las preferencias del público jiennense, en los años 1949 y 195079. En 1948 tendría lugar un concierto en la Sección Femenina por parte de Rafael Castillo, violín, y Francisco Jiménez, piano80. Después de un silencio impuesto por diversas circunstancias la Real Sociedad Eco- nómica volvió en 1950 a sumarse a la vida musical con la organización de un concierto para canto y arpa a cargo de la arpista Mari Lola Higueras, la mezzo-soprano Ana María

71 Diario Jaén, 9-VI-1945, p. 3. 72 Diario Jaén, 2-XII-1945, p. 5. 73 Diario Jaén, 6-IV-1945, p. 2. 74 Diario Jaén, 3-II-1946, p. 2. 75 Diario Jaén, 16-IV-1946, p. 3 y 5-VI-1946, p. 2; Vid. JIMÉNEZ RODRÍGUEZ, I., «La sociedad jiennense «Fomento Musical» y su época. Notas históricas», en Senda de los Huertos, 67-68, Jaén, 2009, pp. 171-182. 76 Diario Jaén, 29-X-1846, p. 5. 77 LORITE GARCÍA, F., Op. cit., 806. 78 Ibidem, p. 834. 79 Diario Jaén, 30-IX-1950, p. 2. 80 Diario Jaén, 30-IV-1948, p. 3.

266 pedro jiménez cavallé Iriarte y la pianista Carmencita Barrie Darhan, celebrado en el cine Darymelia81. Entre las sociedades privadas llama la atención la del círculo «Nueva Peña», que organizó al menos un recital al pianista valenciano Nin del Val82; de ella no tenemos mayores noticias. El piano seguía siendo, como ya hemos apuntado, el instrumento preferido en muchos ambientes y el elegido por muchos estudiantes para su estudio. La cofradía de los estudiantes dio alguna prueba de ello al organizar una velada artística en la que actuaron Mary Fiestas Bonilla, Remedio González, y Mari-Lola Martínez, al piano; los hermanos Torres lo hicieron con sus armónicas83. Por el mismo tiempo, 1953, el barítono de la provincia, de Arjona concretamente, que había actuado en la Compañía Lírica Nacional, Ramón Contreras, acompañado al piano por el profesor Damián Martínez Linde, daba un concierto en la Real Sociedad Económica84. En la parcela de la música de cámara, hacia 1903, conocemos la existencia en Jaén del Sexteto Teresiano, dirigido por el Sr. Pulido Llavero. En Linares hay que destacar, durante los primeros años del siglo, las actividades del Centro Filarmónico o, al menos, de parte de sus miembros. De 1916 se conserva un programa del Cuarteto Santa Ceci- lia, en el que figuran obras del linarense Federico Ramírez, junto a otras de Beethoven, Rossini, Men­delsshon...; desconocemos la constitución del mismo85. En 1921 en el Teatro Cervantes podemos destacar los conciertos de Música de Cá- mara a cargo de los profesores del Real de Madrid y de la Sinfónica madrileña86. Aparte de los dúos mencionados, este género tendría una presencia más limitada, como el concierto del Cuarteto Clásico de Madrid, organizado por Educación y Descanso, que tuvo lugar en octubre de 1950 en el Darymelia87. Por este mismo tiempo actuarían también, además del pianista Leopoldo Querol y el Cuarteto Clásico de Madrid88, la orquesta Taffanel, compuesta de 16 profesoras del Conservatorio de París, con obras de Bach, Couperin, Mozart, Bartok89, organizado por la Asociación de la Prensa y celebrado en el mismo lugar, en el Teatro Darymelia, donde se celebraban la mayoría de los conciertos. Para este concierto se decía en la prensa que en previsión de «omisiones inevita- bles», quienes deseen localidades para el concierto, deberán encargarlas llamando a los teléfonos 1347 o 1545 o también al 1581, en horario alterno; también se podían

81 Diario Jaén, 19-III-1950, p. 3. 82 Diario Jaén, 3-II-1945, p. 2. 83 Diario Jaén, IV-1952, p. 2. 84 Diario Jaén, 15-III-1953. 85 Ibidem. 86 El Pueblo Católico, 13-IV-1921, p. 3. 87 Diario Jaén, 18-X-1950, p. 3. 88 Diario Jaén, 18-X-1950 y 19-X-1950. 89 Diario Jaén, 11-XI-1950.

la música en jaén 1900-1960 267 recoger en el domicilio del Diario Jaén, desde las 11 de la mañana y desde las 5,30 de la tarde. Se reservaban encargos a la provincia siempre que se hicieran antes del día del concierto. Los precios de las localidades eran: 100 pesetas los palcos, 18 las butacas, 15 las delanteras de entresuelo, 12 las de entresuelo, 8 la delantera principal y 5 la principal.

Orquestas

En lo referente a este tema de las orquestas, a principios de siglo, en 1903, se in- tentaría crear en Jaén una Sociedad de Conciertos,­ «aunando con tal fin cuantos elemen- tos artísticos existen en Jaén». Sabemos que por estos años existía en Jaén una Orquesta Sinfónica, de la que fue primer violín, según Francisco Cuenca, Felipe Torres, de Jaén, di­rector y compositor de música para piano y para orquesta, que se trasladó­ a Buenos Aires, donde ejerció como director de orquesta en compañías de zarzuela y opereta90. En este apartado de orquestas destacamos varios conciertos del mismo conjunto: la Orquesta Sinfónica de Madrid, dirigida por el maestro Francisco Mander, actuó en el Teatro Cervantes, el 21 de mayo de 1948, interpretando obras de Beethoven, Wagner, Sibelius y Strauss; en ello intervinieron las principales instituciones locales y provin- ciales de Jaén (Ayuntamiento, Diputación, Gobierno Civil, Obispado) patrocinando el acto91; la organización de este concierto, que obtuvo un gran éxito, corrió a cargo de Antonio Molina Asenjo junto a otros colaboradores92 que no se mencionan. El otro tuvo lugar en 1949, pero en esta ocasión estuvo dirigida por el maestro Stephen Candael, y organizado por la Asociación de la Prensa93 para el día 20 de junio; éste que contó en su programa con obras de Beethoven, Wagner, Sibelius, Rimsky-Korsakof y Turina, se celebró en el mismo lugar, tras haberse planteado hacerlo en un espacio abierto al aire libre, que tuviera más capacidad, dada la demanda de entradas, producida en parte por el éxito del año anterior. Esta orquesta volvería al año siguiente, bajo la dirección del maestro Anatole Fistulari94 y con la «Patética» de Tchaikowsky en el programa95, en concierto organizado por la misma asociación. Éste sería, sin lugar a dudas, el acontecimiento más importante del año 1950, con la interpretación, como hemos dicho, no sólo de la «Patética» de Tchaikowsky, sino también la del Capricho español de Rimsky-Korsakow, a cargo de la Orquesta Sinfónica de Madrid, dirigida por Anatole Fistoulari, en el festival organizado por la Asociación de la Prensa, con la ayuda del Gobernador Civil de la Provincia, y todo ello orquestado

90 JIMÉNEZ RODRÍGUEZ, I., Un capítulo olvidado de la música en Jaén: El Grupo Filarmónico «Andrés Segovia» (1951-1970), Trabajo de investigación realizado ruante el período de investigación tutelada, Depar- tamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal, Área de Música, Universidad de Jaén, mayo de 2009, p. 57. 91 Diario Jaén, 21-V-1948. p. 5. Vid. JIMÉNEZ RODRÍGUEZ, I., Un capítulo olvidado …, p. 57. 92 Diario Jaén, 22-V-1948, p. 2. 93 Diario Jaén, 9-VI-1949, p. 2, 10-VI-1949, p. 4, 17-VI-1949, p. 3, 21-VI-1949, p. 7. 94 Diario Jaén, 28-V-1950, p. 3. 95 Diario Jaén, 12-VI-1950, p. 6.

268 pedro jiménez cavallé por Antonio Molina Asenjo, colaborador de dicha asociación, crítico musical de Jaén y Radio Jaén96. En ese momento los pianistas Leopoldo Querol y José Iturbi hicieron encendidos elogios de nuestro excelente ambiente musical. En cuanto al lugar del concierto se refiere, el preferido es el teatro Cervantes segui- do del cine Darymelia, si los intérpretes no constituían un grupo demasiado numeroso para su capacidad; el casino Primitivo pierde su protagonismo en esta época, mientras que la banda municipal lo hace en la plaza de Santa María.

Asociaciones de conciertos y otros

No faltaron en Jaén las asociaciones de conciertos, sobre todo en épocas en que la administración no lo hacía; de aquí que tuviera que aparecer la iniciativa privada, aupada por una serie de aficionados. La organización sistemática de conciertos va a tener lugar mediante la crea­ción de sociedades que cumplan con este cometido. Hacia el primer cuarto de siglo, en 1922, coincidiendo con la Dictadura de Primo de Rivera, se crearon, en Linares, primero, y al año siguiente, en Jaén, dos sociedades tituladas «Asociación de Cultura Musical», que eran a su vez delegaciones de la central, que, según parece, estaba en Madrid. A cargo de la de Jaén se encontraba, como director de la misma, el profesor del Instituto, José María Martínez; entre sus conciertos podemos destacar el de Andrés Segovia, en 1923, y el de Arturo Rubinstein que, en 1926, inter- pretó un programa con obras de Bach, Schumann, Chopin, Liszt y Albéniz97; aunque estos dos conciertos, conocemos, se celebraron en Jaén, suponemos­ que la ciudad de Linares contó también con ellos, ya que solían ser los mismos concertistas los que visitaban todas las ciudades del circuito. Las noticias que tenemos de la de Linares se deben a la amabilidad de J. Sánchez Caballero, por cuyos datos sabemos que funcionó, al menos, de 1922 a 1927. La de Jaén se mantuvo también durante el mismo periodo de tiempo aproximadamente. A veces se invitaba alguna banda de relieve a nivel nacional para celebrar un con- cierto; así ocurrió, en 1928, cuando en Andújar se le ofreció a la Banda Municipal de Madrid, que actuó en la plaza de toros de la mencionada población98. En 1946 la asociación «Fomento musical», patrocinada por «Educación y Des- canso», organizaría regularmente este tipo de actividades, donde aparecían fa­mosos pianistas, como José Cubiles, Rosa Sabater, Leopoldo Querol, Javier Alfonso.... La cons- titución de la asociación tuvo lugar en febrero de 1946; en ella intervinieron, a modo de promotores, personas como Luis Cerezo, José Sapena o Alfredo Ruiz Guerrero, per- tenecientes a la comisión organizadora, y que, posteriormente, estuvieron vinculadas al Grupo Filarmónico. La nueva asociación organizó varios conciertos más, como hemos visto, contando a mediados de abril con 80 miembros. En los meses de julio y agosto

96 Diario Jaén, 12-VI-1950. 97 Vid. ROMERO RAMÍREZ, J. M., El auge de la música en el contexto cultural giennense durante los años veinte, Trabajo de Investigación Tutelada, Universidad de Granada, 2005. 98 El Guadalquivir, 21-IV-1928, p. 9.

la música en jaén 1900-1960 269 se convocaron dentro de la organización gubernamental de «Educación y Descanso» varios concursos-oposición para formar, por una parte, una rondalla99, y por otra, un Quinteto de cuerda y piano100. Con el mismo patrocinio se intentó crear el Quinteto de «Educación y Descanso», al parecer sin el éxito esperado.­ Por lo descrito anteriormente observamos que en la organización de conciertos no existe una institución comprometida en ello, si hacemos excepción de la que comenza- ba su andadura en 1946 y que no tendría muchos años de vida a juzgar por los hechos, por lo que la continuidad de la actividad y la programación de la misma no estarían aseguradas. Sin embargo, en este sentido son de notar los conciertos organizados por la Asociación de la Prensa, ya anotados, que llevaban marchamo de institucionalizarse. En la provincia aparecen también algunas sociedades que de forma similar organi- zan conciertos, como tuvo lugar en Martos con la Asociación de Cultura Musical, funda- da hacia el primer cuarto de siglo, por Luis Carpio Moraga, baeza­no que vivió en Martos y fue miembro de la Academia de Declamación, Música y Bellas Letras de Málaga. En Úbeda destacamos, en 1950, el concierto del Real Centro Filarmónico, de Cór- doba, dirigido por el maestro Jiménez Román, que tuvo lugar en el Ideal Cinema; la orquesta interpretó, entre otras obras, fragmentos de la Gioconda de Ponchielli y otros de diversas zarzuelas. El concierto fue organizado por la Asociación Artístico Cultural Ubetense, cuyo presidente era Julián Fernández Campos101. La vida musical de Jaén se puede conocer a través de la prensa local, que siempre ha sido una eficaz colaboradora en la difusión de la actividad concertística de nuestra provincia. A través de ella podemos conocer no sólo el movimiento musical de Jaén y de sus pueblos, sino otras noticias musicales que proceden de lugares más lejanos. Así, en 1950, nos daría noticia de un concierto de piano interpretado por Joaquín Reyes por tierras norteafricanas. Por cierto que el pianista jiennense declaraba, con dicho motivo, que el mejoramiento de la vida musical de nuestra capital se debía a Molina Asenjo, secretario general del Gobierno Civil y a los buenos aficionados, como los señoresC e- rezo Godoy, Maza, Ruiz Guerrero, entre otros, y al impulso dado por el Director de la Banda, José Sapena102. De todas las sociedades, la que ejerció una labor más importante, por su intensi- dad y por su duración en el tiempo, fue la del Grupo Filarmónico Jiennense (1951). Nace el grupo, en 1951, durante la época del gobierno personal del General Fran- co. En este tiempo el gobernador civil era Felipe Arche Hermosa y la ciudad estaba regida por el alcalde Alfonso Montiel Villar. Tampoco podemos omitir, dado el poder

99 Diario Jaén, 2-VII-1946, p. 4. 100 Diario Jaén, 14-VIII-1946, p. 4. 101 Diario Jaén, 3-II-1950. 102 Diario Jaén, 26-III-1950.

270 pedro jiménez cavallé de la Iglesia en este momento histórico y su apoyo al régimen franquista103, la figura del prelado Rafael García y García de Castro. Veamos en qué contexto nace el Grupo Filarmónico104. En el plano cultural se creó el Instituto de Estudios Giennenses con sus numerosas actividades, en las que no faltarían algunas de tipo musical, que se sumarían a las ya habituales (exposiciones, conferencias, conciertos,...) de la Real Sociedad Económica. Los centros de enseñanza como las Escuelas Normales y el Instituto también harían su especial aportación. Hay una circunstancia puramente anecdótica y es que el año, en que nace esta so- ciedad productora de conciertos, y, por tanto, de sonidos musicales, queda prohibido, a través de un bando de la alcaldía, todo género de ruidos nocturnos, incluidos aparatos de radio y canciones o músicas callejeras105. En el terreno específicamente musical continuaron celebrándose conciertos, si bien no de forma sistemática, que tuvieron como principal escenario el coliseo del Teatro Cervantes, el Darymelia, siendo los promotores la Asociación de la Prensa, con el patrocinio de alguna institución local. Este ambiente musical sería propiciado por los aficionados a la música con Antonio Molina Asenjo y Luis Cerezo desde la prensa a la cabeza; además de ellos hay que citar a Alfredo Ruiz, profesor de música en la Escuela Normal, Joaquín Reyes, concertista y director del Conservatorio de Córdoba, a Luis González López, cronista de la provincia, que activaba la vida musical con sus escritos. Y al director de la Banda Municipal de música, maestro Sapena. Pasados los difíciles años cuarenta esta década que se iniciaba, iba a ser rica en lo cultural, en lo artístico y en lo musical de forma específica, coincidiendo con la puesta en marcha del Plan Jaén, que iba a dar un gran impulso a la industrialización de la deprimida provincia jiennense106, aunque no iba a terminar con el problema de la emigración. A la creación del Instituto de Estudios Giennenses (1951) y al nacimiento del grupo hay que añadir la creación del Orfeón «Santo Reino», en 1953, la del Con- servatorio de Música (1952) y la del Concurso de piano «Premio Jaén» (1953), reali- dades que continúan todavía vigentes en los albores del siglo XXI cuando apenas se ha cumplido una década de su inicio. A mediados de siglo, pues, la actividad concertística se vería incrementada con el nacimiento de este grupo, que en 1965 se llamaría Grupo Filarmónico «Andrés Sego- via», y con el de otro con la misma denominación nacido en Linares; el de Jaén que na- ció en 1951, como ya hemos apuntado, primeramente con la denominación de Grupo Filarmónico Giennense, fue creado gracias a músicos y aficionados, como José Sapena,

103 COBO ROMERO, F., «Las relaciones entre la iglesia católica y el poder civil en la provincia de Jaén. Del anticlericalismo republicanismo al nacional catolicismo (1931-1971)», Senda de los Huertos (Jaén siglo XX), 57-60 p. 139. 104 Vid. JIMÉNEZ RODRÍGUEZ, I., Un capítulo olvidado de la música en Jaén: El Grupo Filarmónico «An- drés Segovia» (1951-1970), Trabajo de investigación realizado durante el periodo de investigación tutelada, Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal, Área de Música, Universidad de Jaén, mayo de 2009, pp. 55 y ss. 105 Diario Jaén, 4-VII-1951. 106 Ibidem.

la música en jaén 1900-1960 271 Luis Cerezo, Luis González López. A ella se incorporaría el que iba a ser su guía durante mucho tiempo, Pa­blo Castillo; en su haber hay música sinfónica, de cámara, recitales, y otros géneros, como el ballet, en sus primeros tiempos. La de Linares denominada Sociedad Filarmónica «Andrés Segovia» se constituyó, según Sánchez Caballero, el 26 de mayo de 1960 y se disolvió en 1964; el Presidente fue Luis Conde García de Vinués. La entidad jiennense, desaparecida hace pocos años, ha sido la única que, de forma ininterrumpida, viene organizando de manera sistemática conciertos, tanto de orquesta y música de cámara, como recitales de diversos instrumentos107. La actividad de esta sociedad ha sido prácticamente la única que, a falta de ins- tituciones oficiales y públicas, ha llenado el vacío musical existente en Jaén durante muchos años, de aquí su mérito y el que nosotros le dediquemos algunas líneas. Esta sociedad que durante más de cincuenta años se ha dedicado a organizar conciertos ha estado formada por personas cuyas inquietudes musicales le llevaron fuera de nuestras fronteras. En 1956, por ejemplo, se desplazaron algunos socios del Grupo Filarmónico de Jaén a Centroeuropa; a pesar de los tiempos, la distancia y las carreteras, no escati- maron un viaje a Salzburgo y Viena durante la época de sus célebres Festivales108. Los conciertos han tenido lugar sucesivamente en la Económica, Radio Jaén, Ins- tituto Virgen del Carmen o, cuando las circunstancias lo han requerido, en algún otro centro o teatro que permitiera la ubicación de una orquesta sinfónica. Por esta sociedad han pasado concertistas como Rosa Sabater, en 1951, Andrés Segovia, en 1952, Byron Colassi, en 1953, Narciso Yepes, en 1954109, Esteban Sánchez110, Javier Alfonso, en 1958111, Begoña Uriarte, en1958, Marisa Robles, al arpa112, Leopoldo Querol, 1960. Como conjunto sinfónico destacamos la Orquesta Sinfónica de Madrid «Funda- ción Arbós», dirigida por Hans von Benda, que actuó en 1951113; o la Orquesta Mu- nicipal de Bilbao, en 1954; son bastante numerosas las orquestas de cámara, como la Orquesta de Cámara de Milán, 1954, El Collegium Musicum de Wiesbaden, 1955, la Camerata de Berlín, 1957, Musici Lucenses, 1957, la Orquesta de Cámara de Versalles, 1960, la Orquesta del Palatinado, 1960. Agrupaciones de cámara como el Cuarteto Clásico de Radio Nacional de España, en 1956114, el Quinteto Nacional, 1953, el Berliner Kammer Trio, 1953, el Cuarteto

107 JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., La Música…, p. 198. 108 Diario Jaén, 19-IV-1956. 109 Libro de Cuentas del Grupo Filarmónico «Andrés Segovia» de Jaén, XI-1951, II-1953 y XI-1954, pp. 2, 5 y 7. 110 Diario Jaén, 12-V-1955. 111 Libro de Cuentas..., XI-1958, p. 20. 112 Diario Jaén, 17-III-59. 113 Vid. JIMÉNEZ RODRÍGUEZ, I., Un capítulo olvidado de la música en Jaén: El Grupo Filarmónico «Andrés Segovia» (1951-1970), Trabajo de investigación realizado ruante el periodo de investigación tutelada, Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal, Área de Música, Universidad de Jaén, mayo de 2009, p. 253. 114 Diario Jaén, 10-II-1956, p. 2.

272 pedro jiménez cavallé Wuehrer de Hamburgo, 1960. También se abordaron en estos sesenta años otros géne- ros de música, como The Golden Age Singersen, en 1960. Fuera del ámbito del Grupo Filarmónico, el Instituto de Estudios Giennenses, si bien tenía otro cometido, no desdeñaba cualquier oportunidad para celebrar algún acto musical; así, a través de su Sección 4ª, si en 1955 sería una conferencia de Pedro Echevarría, sobre «El canto popular español», en 1956, en el salón de actos de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, se celebraría, organizada por el Instituto de Estudios Giennenses y con motivo de los centenarios de Mozart y Schumann, una conferencia ilustrada, a cargo del Director del Conservatorio de Música de Córdoba y consejero de Número del Instituto Joaquín Reyes; al piano Ángel López Reyes in- terpretaba Sonata nº 13 (K. 576) de Mozart, Novellette op. 21 de Schumann y Estudios sinfónicos del mismo, en diciembre de 1956 (según saluda del Director José Antonio de Bonilla y Mir)115. En la provincia podemos destacar algunos recitales, como los organizados en Úbe- da, hacia 1950, por el Centro Artístico Cultural, que disponía de un piano de cola para conciertos y que en 1951 colaboraría con el Grupo Filarmónico Giennense. En Andújar El Ateneo realiza algunas actividades musicales­ durante los años cin- cuenta y los sesenta; la pianista Aida Monasterio, resi­dente en la ciudad iliturgitana, fue un ejemplo de ello. En la ciudad iliturgitana, en 1965, se invitó a la banda municipal de Madrid y al Centro Filarmónico «Eduardo Lucena» de Córdoba, con motivo de la romería de la Virgen de la Cabeza, para celebrar un concierto en el Teatro Avenida, la primera, y en el cine Tívoli, el segundo116.

Conciertos de Música Sacra La Semana Santa es una época propicia para los conciertos de música sacra, ya que junto al espíritu religioso del momento se prohibían los espectáculos públicos, como lo demuestra en 1956 la orden del Gobernador Civil de Jaén, Felipe Arche, que sólo permitía los conciertos de música sacra117. Por tanto, además de toda la música religiosa que se cantaba en las iglesias y catedrales para celebrar los oficios litúrgicos a lo largo de la Semana de Pasión, se organizaban conciertos sacros dentro y fuera del templo. La presencia de la capilla de música de la catedral se haría efectiva en los gran- des aconteci­mientos: en los funerales por el Papa León XIII se ejecutaría «la misa de Mozart» a gran orquesta; asimismo intervendría con bajones y el «responso a toda orquesta»; tampoco faltaría en los funerales por Isabel II, en la «venida» del rey Alfon- so XIII, en 1904, en las tomas de posesión­ y funerales de los obispos (1902, 1907...). En la visita del Rey Alfonso XIII la capilla de música de la catedral cantó el Te Deum polifónico dialogado con canto gregoriano de Cándido Milagro118. En 1931 con motivo

115 Diario Jaén, 27-XII-1955, y IEG 15/1. 116 Diario Jaén, 7-IV-1965, p. 3. 117 Diario Jaén, 17-III-1956, p. 4. 118 El Pueblo Católico, 16-I-1926, p. 6.

la música en jaén 1900-1960 273 de la festividad de la Inmaculada fue la Schola Cantorum del Seminario con algunos cantores de la catedral, dirigida por el maestro Milagro la encargada de cantar la Misa Pontificalis de Perosi119. La música coral, además de las agrupaciones religiosas citadas, también tendría su espacio; así, en 1942, contamos con la actuación de la masa coral infantil creada por el Ayuntamiento y dirigida por Dolores de Torres120. Asimismo en mayo de 1947 la Masa Coral de Torrelavega haría dos conciertos organizados por Educación y Descanso en el teatro Cervantes121. En el mismo teatro Cervantes de Jaén, en 1955, concierto sacro a cargo del Orfeón y de la Banda municipal122; mientras en el Teatro Primitivo de Baeza se interpretaba el Miserere de Eslava123. Con posterioridad seguiría la tradición en la población baezana; si en 1971 fue dirigido por Gerónimo Morales García124, en 1977 lo sería por los coros mixtos «Francisco de la Poza» bajo la misma dirección125. En Mancha Real, en 1957, hay que dejar constancia de la organización de un gran Concierto Sacro el día del Sábado Santo. Estaba organizado por el Equipo Cultural del Frente de Juventudes en colaboración con los jóvenes de Acción Católica. El programa era de lujo: 1º Miserere de Eslava por la Orquesta Bética de Cámara de Sevilla y los co- ros de la catedral hispalense, 2º Stabat Mater de Dvorak, interpretado por la Orquesta Sinfónica Tedesca con los coros de la Ópera de Berlín, 3º la Pasión según San Mateo (suponemos un resumen) de Bach, por la Orquesta Nacional de Dinamarca con los Coros de la Ópera de Copenhague, y 4º Israel, Sinfonía en do m op. 27 de J. Suf, a cargo de la Orquesta Nacional de Checoslovaquia. Hay que decir que el Equipo Cultural del pueblo disponía de una magnífica y amplia discoteca que abarcaba obras de Beethoven, Wagner, Mozart, Schubert, Haydn, Dvorak, Suk, J, Strauss, R. Strauss, Tchaikowsky, y música de ópera y de zarzuela 126. La Schola Cantorum del Seminario de Jaén actuaba en el homenaje que el Instituto de Estudios Giennenses hacía al Papa Pío XII127, así mismo lo haría con posterioridad en la procesión del día del Hábeas128.

C. La enseñanza musical En el plano de la enseñanza musical hay que señalar cómo, durante el primer­ tercio de siglo, existían diversos centros donde se impartía la enseñanza de la música y

119 El Pueblo católico, 9-XII-1931, p. 4. 120 Diario Jaén, 27-I-1942, p. 2. 121 LORITE GARCÍA, F.: Op. cit., p. 811. 122 Diario Jaén, 31-III-1955, p. 2. 123 Diario Jaén 10-IV-1955, p. 4. 124 Diario Jaén, 11-IX-1971, p. 13. 125 Diario Jaén, 2-IV-1977. 126 Diario Jaén, 28-IV-1957, p. 4. 127 Diario Jaén, 16-V-1956. 128 Diario Jaén, 1-VI-1956.

274 pedro jiménez cavallé que el maestro Milagro cita de esta manera: «Colegio de Seises, Amigos del País, Acade- mias del Batallón Infantil y Exploradores, Escuelas Normales, Seminario­ y otros tantos centros de enseñanza musical», como el Colegio de San Agustín, cuyo profesor era Jacinto Verdejo Jiménez 129, la Escuela Municipal de Música, o Las Escuelas de Nuestro Padre Jesús, con su profesor Jacinto Crespo 130. La Academia de Música del Hospicio de Hombres dirigida a principios de siglo por Manuel Romero y desde 1905 por Lorenzo Suárez. En la provincia existen también academias de música, más o menos or­ganizadas, como la de Francisco Hervera Guerrero, en Villacarrillo, el violinista con quien intentó aprender música Andrés Segovia131 o las pro­cedentes de las diversas bandas de músi- ca. La Escuela Normal contaba con profesor de música desde el año 1906 al menos, y en 1909 con la dotación de 750 pesetas; mientras que la Escuela de Música de la Real Sociedad Económica de Amigos del País funcionaba, al menos, desde 1910 y estaba subvencionada, junto con la de Dibujo, por la Diputación Provin­cial con la cantidad de 3.500 pesetas. El Batallón Infantil tenía su Academia de música donde se impartían clases de sol- feo e instrumentación; entre sus profesores podemos destacar a Juan de Mata Espejo, compositor de música religiosa, y a Jacinto Crespo. Miguel Moya, profesor de música y afinador de pianos se ofrece en el periódico para ejercer sus funciones132 . En 1926 la directora de Las Escuelas del Ave María ofrecía a los padres que de- seen para sus hijas una esmerada y completa enseñanza, clases en la especialidad de Música133. En 1933 dentro de la Sociedad «Amigos del Arte» se daban clases complemen- tarias de solfeo y canto, bajo la dirección del maestro Cebrián134. El músico toledano director de la banda Municipal de Jaén fue así mismo el creador de la Escuela Munici- pal de Música. La preocupación por un Conservatorio de Música, cuyas gestiones llevaron a cabo Damián Martínez y Rafael Castillo, en 1931, tuvo una favorable acogida por parte de las entidades culturales y Corporaciones oficiales de la capital, con la orientación de ciertos «elementos musicales valiosos de Córdoba (que) están (estaban) dispuestos a venir a Jaén para orientar a los iniciadores».

129 El Pueblo Católico, 29-VIII-1906. 130 Paisaje, nº 87, p. 693, 1953. 131 LÓPEZ POVEDA, A., Andrés Segovia, I, Universidad de Jaén y Ayuntamiento de Linares, Jaén, 2009, p. 44. 132 El Pueblo Católico, 15-II-1921, p. 4. 133 El Pueblo Católico, 26-I-1926, p. 9. 134 El Pueblo Católico, 11-I-1933.

la música en jaén 1900-1960 275 En 1933 existió un Conservatorio de Música, en el que aparece como director Damián Martínez, organista de la catedral y autor de la Alabanza a la Santísima Virgen de la Capilla, además de di­versas canciones ligeras, como «Agarena»; dicho centro es- taba instalado en la calle Colegio, número 3, y existían en él alumnos becados por la Diputación Provincial135. Sin embargo, su funcionamiento parece que duró muy poco tiempo. Al no existir un conservatorio de música en la capital jiennense, en 1948 se rea- lizaban durante el mes de junio exámenes de música para alumnos de Jaén y de la provincia, preparados de forma particular; tenían lugar en la Real Sociedad Económica ante un tribunal formado por profesores del Conservatorio de Música de Córdoba, en el que estaba presente su director Joaquín Reyes136. De esta forma se facilitaba al alum- nado que no podía permitirse el lujo de estudiar en el conservatorio cordobés, por los gastos que ello suponía, el examen de las asignaturas de música que, en régimen de alumno libre, iba preparando. Aunque en un nivel distinto, la mencionada Real Socie- dad Económica impartía también sus clases de música137. Uno de los centros donde se llevaba a cabo la enseñanza musical era la Escuela Normal de maestros y maestras, donde encontramos como profesor de la misma a Alfredo Ruiz Guerrero, quien lo hizo hasta 1948, aunque su enseñanza se prolongaría por mucho más tiempo a través del método de solfeo que para ello ideó, titulado El Filarmónico. Sabemos que, en 1952, Damián Martínez pidió subvención al Ayuntamiento para la creación del Conservatorio, según consta en el Instituto de Estudios Giennenses, donde a la propuesta del Sr. Vázquez solicitando la creación del mismo se responde con la designación para ello del Sr. González López, con el fin de recabar ayuda, tanto del Ayuntamiento, como de la Diputación Provincial de Jaén138. La prensa también colaboraba en este sentido publicando un artículo de Joaquín Reyes Cabrera titulado «Jaén necesita un Conservatorio y el momento es propicio». El articulista esgrime que es el momento idóneo por la numerosa afición que se ha creado, gracias al entusiasmo y la gran cantidad de público que asiste a los conciertos organiza- dos por la Sociedad Filarmónica Giennense (El Grupo Filarmónico «Andrés Segovia»), todo ello unido al gran contingente de alumnos que marcha a otros conservatorios, que es superior al de otras provincias. A ello hay que añadir el que contamos con unas au- toridades admirablemente dispuestas con un Instituto de Estudios Giennenses deseoso de apoyar toda sugerencia de índole cultural, con un Ministro de Educación Nacional, hijo predilecto de Jaén y encariñado con nuestra tierra y, en fin, se cuenta con profeso- rado dispuesto a colaborar139.

135 Democracia, 11-I-1933, p. 4. 136 Diario Jaén, 9-VI-1948, p. 2. 137 Diario Jaén, 7-VII-1950, p. 3. 138 Archivo del Instituto de Estudios Giennenses, 33/1, Libro 1º, Acta de la Comisión Permanente de 4-X-1952. En el Acta de 15-XI-1952, el Sr. González López da cuenta de haber dado curso a las solicitudes sobre el Conservatorio. 139 Diario Jaén, 7-VIII-1952.

276 pedro jiménez cavallé Creado el Conservatorio de Música, en 1952, bajo la dirección del maestro Sape- na, al año siguiente se adquiriría un nuevo piano para los estudios del centro, tras la reunión del pleno del Conservatorio presidido por Gutiérrez Higueras140, el alcalde de Jaén. A partir de ahora las referencias en la prensa sobre horarios de exámenes, matrículas o sobre los finales de curso que terminaban con un concierto, por parte de los alumnos, celebrado en la Económica, eran habituales. Aunque no era la actividad normal, no faltaron en dicho centro las conferencias sobre temas musicales, como la que prodigó José Moreno Bascuñana, el subdirector del Conservatorio de Madrid sobre la «Evolución de la música rusa»141. Las celebraciones religiosas y artísticas en honor de Santa Cecilia se harían usuales, como la que tuvo lugar en 1955; la función religiosa se celebró en el Sagrario, mientras que la musical se haría en la Económica, con la partici- pación de los alumnos del centro142, siendo director del mismo José Sapena. Tras la desaparición del Conservatorio, éste renació en el año 1952, si bien su carácter oficial lo adquiriría en 1958. En 1953 se había constituido un Patronato del Conservatorio y el Instituto nom- bró como representante suyo al señor Molina Asenjo143. Sabemos que la Sección femenina tenía también, en 1941, sus instructores de música a quienes formaba a través de cursillos144. No podemos silenciar la labor de la Sección Femenina con sus Coros y Danzas a través de diversos actos (concursos, festivales,...), tanto provinciales como nacionales, donde se presentan los cantos y danzas previamente recogidos en nuestra tierra145; en este sentido Lola Torres sería su principal artífice y al paso de los años su trabajo se convertiría en publicación. El folklore fue un aspecto de la música cuidado por esta organización; en este sentido podemos mencionar el concurso convocado por dicha institución para la recogida de canciones populares146. Por lo referente a la formación musical podemos recordar el cursillo para instruc- toras de música, organizado por la Sección Femenina a fines de 1941, en el que se impartieron asignaturas de Historia de la Música, Ritmo, Música litúrgica y Folklore, con profesorado especializado, como el caso de Carmen Pescador, profesora de Cultura Musical del Ayuntamiento de Barcelona147. En 1953 se celebraba un Congreso Internacional de Folklore en Pamplona con asistencia de un grupo representante de Jaén, que debió de pertenecer a la Sección Femenina148.

140 Diario Jaén, 9-VII-1953. 141 Diario Jaén, 7-V-1954. 142 Diario Jaén, 23-XI-1955. 143 Acta de la Comisión Permanente de 16-II-1953. 144 Diario Jaén, 2-XII-1941, p. 8. 145 Diario Jaén, 27-V-1950, p. 2. 146 Diario Jaén, 3-IV-1948, p. 7. 147 Diario Jaén, 2-XII-1941, p. 2. 148 Diario Jaén, 15-IV-1953.

la música en jaén 1900-1960 277 Aunque los centros que aquí hemos enumerado se dedican directa y expresamen- te a la enseñanza de la música, todas las actividades musicales mencionadas, y, sobre todo, las concertísticas, tienen al mismo tiempo un claro valor formativo desarrollando la sensibilidad del público al mismo tiempo que ampliando el repertorio de la música que escuchan, con nuevos autores, nuevas obras, nuevas formas, nuevos lenguajes,... que abren el horizonte del músico y del oyente lego, aficionado a la música.E l reper- torio se fue cuidando cada vez más, a medida que las sociedades filarmónicas mencio- nadas desarrollaron sus actividades concertísticas; la sensibili­dad del público, como consecuencia de ello, se ha ido desarrollando gradualmente,­ y a la música de salón que el piano ponía de moda durante el primer tercio de siglo le ha ido desplazando la gran música de Bach, Beethoven, Liszt, Debussy, Prokofieff, Schoenberg... Si el cambio de sensibilidad parece que surge en los años treinta, donde ya era frecuente escuchar en los conciertos programas que incluían­ obras de Beethoven, Weber, Grieg, Wagner, Rimsky-Korsakof, entre otros. Además de las obras propias de los directores, se ofre- cían también arreglos de otros géneros, como el caso de «El rincón de los niños» de Debussy, del que el maestro Sapena hizo su versión149. Será a partir de la creación de las sociedades de conciertos, como la del Grupo Filarmónico «Andrés Segovia» y a través del mencionado Concurso­ Internacional de Piano, cuando la mentalidad estética del público se amplíe, al contacto con una mú- sica más de «vanguardia», de obligada interpretación en la última prueba del citado certamen y sobre todo en la obra obligada de las últimas ediciones. El descubrimiento de muchos compositores como Hindemit, Schoenberg, Strawinsky, por sólo citar unos cuantos, no ha llegado sino a través de este medio, ya que su música apenas se ha visto representada en el programa de los conciertos celebrados en las últimas décadas

Cursos y concursos Aparte de los Cursos que en la primera mitad de siglo se llevaron a cabo por la Sección Femenina, como el de 1941 para formar sus instructores de música, y en el que colaboraron profesores como Carmen Pescador, profesora de Cultura Musical del Ayuntamiento de Barcelona, que daba Historia de la música y Rítmica, o Guillermo Alamo Berzosa, organista de la catedral, que daba música litúrgica150, debemos destacar en primer lugar los cursos llevados a cabo por los conservatorios de música. En cuanto a Concursos se refiere podemos destacar los concursos de bandas que a lo largo del siglo se han venido celebrando en distintas ciudades de la provincia y cuyos premios pueden servir de estímulo para las ganadoras. El Concurso Nacional de bandas de 1922, era convocado en Jaén, para todas las «bandas de música y charangas españolas, tanto civiles como militares y que tengan (tuvieran) como mínimo 35 plazas». Había dos obras, una libre y otra obligada; ésta era la Fantasía de la ópera vasca Mendi-Mendiyán de José María Usandizaga151.

149 Diario Jaén, 7-III-1950. 150 Diario Jaén, 2-XII-1941, p. 8. 151 El Pueblo Católico, 18-IX-1922, p. 2.

278 pedro jiménez cavallé En 1931 el Primer Premio del Certamen de Bandas de Úbeda fue para la banda de Jaén dirigida por Antonio Fernández Jódar. El jurado estaba formado por el Maestro Balaguer, director de orquesta contratado para la compañía que actuaba en el teatro de Úbeda, Alfredo Martos Gener, director de la de Linares, y Victoriano García, composi- tor ubetense152. En relación con la banda de música de Jaén hemos de decir que, además de sus conciertos habituales, organizaba, en ocasiones, un concurso, como el que tuvo lugar en la feria de 1946, al que se presentaron conjuntos, tanto de la provincia de Jaén, como de la de Córdoba153, como asimismo se hacía invitando a directores de prestigio, como el caso de Julio Gómez154, cuya obra figuraba en la programación de algunos con- ciertos. En esta ocasión participaron las bandas de Villanueva del Arzobispo, Martos, Andújar, Alcaudete, y algunas de otras provincias como la de Montoro y la de Baena, estando el Jurado formado por el maestro Sapena, Román García y Julio Gómez155. En 1951 se celebraría en Jaén otro Concurso de Bandas en torno a la feria de San Lucas con premios de 5.000 pesetas, mientras que en 1958 se celebraría en Bailén con motivo de sus fiestas156. No faltaban en aquella época los concursos de rondallas, como el del año 1951 celebrado en el Darymelia, en el que se presentaron las agrupaciones musicales de Almería, Villacarrillo, Úbeda y Jaén, llevando como obra obligada la «Marcha turca» de Mozart157. Con posterioridad se formarían otras como la rondalla de Juventudes en Baeza158 o la Rondalla juvenil de Torredonjimeno, que iba a intervenir en una compe- tición provincial159. Antes de referirnos al Premio de Piano y relacionado con él, hay un hecho digno de destacar: la organización de un Concurso provincial de piano, que sería el ante- cedente más lejano en nuestra ciudad del actual concurso internacional. Tuvo lugar simultáneamente al habitual concurso de Coros y Danzas y se celebró el día 10 de mayo de 1945 en el teatro Cervantes, siendo vencedora la jiennense Carmen Barrie160, ya nombrada en otro momento. Después vendría el premio «Club Alpino», que, en 1954, ganó Matilde Urtiaga, y que se disputó en la Económica con la presencia del presidente del mismo Vicente Herrera García161.

152 El Pueblo Católico, 5-X-1931, p. 3. 153 Diario Jaén, 10-X-1946, p. 4. 154 Diario Jaén, 23-X-1946, p. 3. 155 Diario Jaén, 10-X-1946. 156 Diario Jaén, 1-VI-1958. 157 Diario Jaén, 16-XII-1951. 158 Diario Jaén, 28-I-1960. 159 Diario Jaén, 19-I-1960. 160 Diario Jaén, 11-V-1945, p. 2. 161 Diario Jaén, 21-IV-1954.

la música en jaén 1900-1960 279 Lugar especial merece, por su especial resonancia, el Concurso Internacional de Piano «Premio Jaén» que como tal existe desde 1956, y con el nombre de «Club «Al- pino», desde 1953, por lo que es el Premio de Piano más antiguo de España. Por él han pasado artistas de indudable categoría (Jacinto Matute, Begoña Uriarte, Clotilde Ortiz, Agustín Serrano, Carlos Santos); a éstos seguirían muchos pianistas de renombre como el caso de Rafael Orozco. Si nació modestamente por la afición del jiennense Pablo Castillo, después el Instituto de Estudios Giennenses sería la institución que asumiría la organiza­ción del Premio; ahora es la Diputación Provincial la encargada de llevarlo a cabo contando en las últimas ediciones con una prueba final con orquesta lo que le otorga una gran brillantez y crea al mismo tiempo una enorme expectación en el público. Años antes de asumir el Instituto la organización del Premio de Piano, acordaría, en 1952, el nombramiento de Consejero de Honor de Andrés Segovia162. El día 26 de diciembre de dicho año, en la Diputación Provincial se celebraría el solemne acto de entrega del Título y Medalla de Consejero de Honor del ilustre guitarrista por parte del Instituto de Estudios Giennenses, al mismo tiempo que ofrecería un concierto en el Teatro-Cine Darymelia y tendría lugar un almuerzo, que le ofreció el Grupo Filarmó- nico de Jaén163.

D. Compositores En primer lugar, como procedente del siglo anterior hay que citar a María Pilar Contreras de Rodríguez (1861-1930), de Alcalá la Real, que, como expone Caballero Venzalá, compuso las zarzuelas que llevan el título de Entre castaños y La ciudad del Porvernir, esta última estrenada en Madrid en 1906. Además es autora de la ópera La Virgen del Torrente, entre otras obras164. De la misma manera Lorenzo Suárez Godoy (1849-1920), además de compositor de obras para piano, orquesta y banda, fue, según Francisco Cuenca, pianista, saxofo- nista, Director de la Banda de Beneficencia de Jaén y profesor, al parecer, de la Escuela Normal de la misma. Entre sus obras destacan la fantasía Esperanza de Amor, diversos pasodobles y las serenatas Córdoba y Andalucía, sobre motivos andaluces. Fue además autor de varias zarzuelas165. Federico Reparaz y Chamorro (1860-1924), natural de Linares, se distinguiría, según Francisco Cuenca, por sus composiciones en el género lírico de la zarzuela: Las alegres comadres, La casa del abuelo, Don Jacinto, Empleo desconocido, La Geisha, Madrid de noche,...166.

162 Archivo del Instituto de Estudios Giennenses, Libro de Actas, Acta de 17-XI-1952: «También se acuerda por unanimidad nombrar Consejero de Honor al Sr. D. Andrés Segovia, designando al Sr. González López. 163 LÓPEZ POVEDA, A., Andrés Segovia, I, Universidad de Jaén y Ayuntamiento de Linares, Jaén, 2009, pp. 374-375. 164 CABALLERO VENZALÁ, M., Diccionario Bio-Bibliográfico del Santo Reino de Jaén, T. II, p. 309, Insti- tuto de Estudio Giennenses, Diputación Provincial, Jaén, 1986. 165 CUENCA, F., Galería…, 1927, p. 289. 166 Ibidem, pp. 250/251.

280 pedro jiménez cavallé Ramón María Montilla Romero, nacido en Alcaudete en 1871 y fallecido en Bar- celona en 1921, estudió con Eduardo Ocón, y con Massenet y Lavignac, en París. Se traladó a Italia, donde escribió varias óperas, entre ellas Vendetta zingaresca, que se estrenó en Mantua en 1898, la trilogía Salomé, Judith y Sulamita, y Don Juan; también realizó poemas sinfónicos, entre ellos, El fauno, Suites para instrumentos de arco; di- versas obras para violín y piano (Balada, Pavana,...), 43 obras para piano (Barcarola, Hojas de album,...), lieder y música religiosa (Miserere para voces y orquesta,...). Según Cuenca la posteridad le considerará como «uno de los músicos más eminentes que ha producido España»167 . Antonio Álvarez Alonso, nació en Martos el 11 de marzo de 1867 y murió en Cartagena el 21 de junio de 1903. Fue compositor, director, pianista y organista. Se trasladó a Madrid en cuyo conservatorio estudió piano con Dámaso Zabala, órgano con Ignacio Ovejero, armonía con Rafael Hernando. Comenzó su carrera como director de orquesta en varias compañías de zarzuela y escribió numerosas obras de este género. También se distinguió como pianista, al parecer, acompañando al violinista Pablo Sa- rasate. El maestro Álvarez fue a Cartagena cuando contaba 30 años, contratado por una Compañía de Zarzuela. En 1902 ganó el primer premio en el concurso abierto por la Sociedad de Conciertos de Madrid, fundada por Barbieri, con su Marcha para la coro- nación del rey Alfonso XIII, obra que la orquesta ejecutó repetidas veces. En el mismo año de 1902 compuso el popular pasodoble Suspiros de España. Escribió una veintena de zarzuelas, como es el caso de Fantasía morisca, que fueron estrenadas en el teatro Romea de Madrid. Compuso obras para piano y órgano editadas por la Unión Musical Española. Entre los compositores destacamos en primer lugar al maestro de capilla de la cate- dral, Cándido Milagro y García (1895-1941), natural de Tarazona, que, tras oposición, a la que también concurrieron Enrique Guardia y Mariscal, entre otros, obtuvo la plaza a fines del siglo anterior. Este maestro vivió la reforma de Pío X asistiendo en 1908 al I Congreso Nacional de Música celebrado en Sevilla; y por otra parte se sintió atraído por la música popular de nuestra tierra sobre la que realizó algún estudio. En 1918 se- ría el Director del Orfeón organizado por la sociedad Ateneo Almendros Aguilar. Entre sus obras encontramos: misas, lamentaciones, responsorios; gozos, chanzonetas y la Salve Popular que para Francisco Blanco Nájera estaba «muy conforme con las disposiciones Pontificias sobre Música Sagrada»; en este sentido escribió también un Salterio para las horas Canónicas de la catedral. Al mismo tiempo compuso música profana, como En- salada y salpicón (capricho jaenés); fue autor de la zarzuela titulada El Molino del Diablo y escribió un Método de Solfeo (1922). Este maestro se interesó también por la saeta de Jaén, sobre la que publicó un interesante artículo168. La Banda Municipal de Jaén, única que de las mencionadas hoy pervive, ya que la del Hospicio parece que desapareció hacia el año 1940, contaría entre sus directores

167 Ibidem, pp. 197/201. 168 JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., La Música …, p. 185.

la música en jaén 1900-1960 281 con la colaboración especial del maestro toledano Emilio Cebrián (1900-1944), crea- dor de la Escuela Municipal de Música y autor de la célebre marcha de Nuestro Padre Jesús Nazareno y del no menos Himno a Jaén, además de otras obras, como Churum- belerías, y sobre todo, En el zoco toledano, Una Noche en Granada... Posteriormente y durante un largo periodo (1944-78) lo sería el alicantino José Sapena Matarredona, Director del Conservatorio de Música de la ciudad y del Orfeón de la misma, y autor de obras como Retablos moriscos (suite sinfónica), Guadalquivir (preludio sinfónico), Cortejo blanco (marcha), El descendimiento (marcha de procesión)..., aparte de la música de zarzuela y otras pertenecientes al género coral169. En este apartado de compositores, aparte de los directores de banda ya cita­dos, destacamos, con Francisco Cuenca, a Alfredo Martos Gener, director de la banda de Linares, entre los años 1901 a 1930?, aunque parece que no de forma continua; y tam- bién de la de Valdepeñas de Jaén. Este fue autor, además de otras obras, de algunas zar- zuelas (Amor de gigante, Flores y Espinas, El gran artista...)170; para banda escribió obras como El sentir de mi tierra o Andalucía, esta última es una serie de pasodobles que fue interpretada muchas veces, entre otras por la Banda Municipal de Jaén en 1933. Este músico marteño residente en Linares murió en dicha ciudad en 1951. Adolfo Pérez Cantero, de Arjona, es autor de valses, obras para piano y de la zar- zuela La Musa gitana. Como Alfredo Martos su actividad se centró en la primera mi­tad de siglo. Tras la guerra civil sucedió, en 1941, al organista primero Ruiz Cruz, Guillermo Alamo Berzosa, nacido en Santisteban del Puerto en el año 1913; fue alumno de Esteban Moreno, director de la banda municipal de su pueblo natal, y de Valentín Ruiz Aznar, maestro de capilla de la catedral de Granada; como ya hemos mencionado, fue además director de la Schola Cantorum del Seminario. Aparte de su labor organística, hay que destacar la correspondiente como compositor de música religiosa, en la que se encuen- tran varias misas, a varias voces con acompañamiento de órgano («Gaudens­ Gaudebo», a 4 voces y órgano, «Ecce panis», a 3 voces y órgano...), Misas a voces solas («Cristo Rey», a 5 voces, «Gethsemaní», a 4 voces...), «Suplemento Co­ral», publicado en 1961; diversos motetes (Ave verum, Ecce Panis...); responsorios, pasiones, antífonas...)171 . Antonio Manzano (1913-1990), de Algeciras, que fue director de la banda del Hospicio de Jaén y posteriormente de la de Torredonjimeno, es autor de obras de músi- ca para banda, como Tríptico pastoral, Paseata de Otoño, a la que per­tenecen, entre otras, «Hojas Muertas» y «Contemplación», Dibujos bucólicos («Idilio junto al arroyo»...); mú- sica para violín y piano...172

169 JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., La Música …, pp. 200/201. 170 CUENCA, F., Galería de Músicos Andaluces Contemporáneos, Cultura, S. A., La Habana, 1927, p. 188. 171 JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., «Álamo Berzosa, Guillermo», en Diccionario de la Música Española e His- panoa-mericana, Director Emilio Casares Rodicio, Sociedad General de Autores y Editores, p. 159, Madrid, 1999. 172 JIMÉNZ CAVALLÉ, P., La Música …, p. 201.

282 pedro jiménez cavallé También debemos señalar a Alfredo Ruiz Guerrero (1887-1959). Profesor de Mú- sica de la Escuela Normal de Jaén es autor de una Suite Española para piano, de la que forman parte las célebres «Jaeneras»; o de Viernes Santo. Oración (al Santísimo Cristo de la Expiración), amén de infinidad de composiciones para piano, o para canto y piano (Súplica del buen español, Cantos escolares...), e in­cluso una zarzuela sobre texto de Rafael Roldán Guerrero173. En 1956 se le impuso la insignia de la Orden Civil de Alfonso el Sabio174. Joaquín Reyes (1914- ) fue Director del Conservatorio de Música de Córdoba e impulsor, junto a Pablo Castillo, del Concurso «Premio Jaén» de Piano. Es autor de El Egido de Belén, Expiración (poema sinfónico), obra próxima al postromanticismo ale- mán; Santa Faz, marcha de procesión dedicada al Santo Rostro de Jaén; Música para piano (Tema con variaciones)...175 Manuel Escabías Muñoz (1905- ), de Martos, organiza en 1932 la Masa Coral Tuccitana e interviene en la creación de la Orquesta Arbus, antes de marchar a Madrid, donde actuó como violín concertino en numerosos teatros y formó parte de varias or- questas sinfónicas, como expone Caballero Venzalá, aparte de intervenir en numerosos recitales. Este es autor de un Concierto para oboe y orquesta, música para piano (prelu- dios, Passepied,...); para violín y piano (Sonatina en sí menor danzas españolas, Minuetto, Scherzo), numerosas transcripciones para violín y piano; música religiosa (Misa solemne a 3 voces, Misa pastorela, Ofertorio para órgano...), además de música coral, ballet y de zarzuela, como Entre olivares176. Un género que ha surgido en muchas ocasiones como encargo de la entidad co- rrespondiente, lo constituyen las marchas de procesión; como autores de este género de música podemos citar a Emilio Cebrián, Joaquín Reyes, José Sapena, Antonio Man- zano, A. Fernández, José Cuadrado, Manuel Vilches, Vicente Garrido...; el interés de alguna de estas obras compuestas por estos maestros desborda el género para el que fueron escritas.

E. Zarzuela, Ópera y Ballet El llamado género lírico destacó tanto en la ópera como en la zarzuela como en el más ligero de la revista musical. También conocemos dentro de este apartado a diversos autores de zarzuela, du- rante la primera mitad de siglo, como Victoriano García, natural de Úbeda, píanista y compositor, que escribió la que lleva el título de Hundí el Arte, Rogelio Paterna, de Cazorla, que lo es de la zarzuela en dos actos titulada La Fuenclara; asimismo el referido maestro Milagro, que colaboró con Alfredo Cazabán en la obra titulada El Molino del Diablo; y a Ruiz Guerrero, ya mencionado. El poeta y dramaturgo de la tierra Diego Ji-

173 Ibidem. 174 Diario Jaén, 1-V-1956 y 3-V-1956. 175 JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., La Música …, p. 201. 176 Ibidem.

la música en jaén 1900-1960 283 ménez Prieto, natural de Arjona, colaboró con el maestro Chueca en la zarzuela titulada la Corría de toros177. Este género de la zarzuela ha sido muy del gusto del público, tanto en la capital­ como en los distintos pueblos de la provincia. En el Teatro Cervantes de Jaén ha habido representaciones no sólo de zarzuelas, sino de óperas y operetas, siendo de destacar algún ciclo de zarzuelas, incluida alguna ópera; como el que tuvo lugar en 1909, con obras, como La Alegría del Batallón, Bohemios, Caballería Rusticana178; en dicho año se representaron obras por parte de las compañías del Sr. Carro y la de Pablo López: Bohemios, El dúo de la africana y Chateau Margaux179. En el mismo teatro en años poste- riores podemos destacar la compañía de zarzuela dirigida por Ramón Santoncha que debutó en 1921 con Jugar con fuego de Barbieri o la compañía de zarzuela y opereta que dirigía Fernando Valladares con la representación de La tempestad de Chapí al año siguiente180. En la provincia el género ha tenido parecida aceptación, sobre todo, durante el primer tercio de siglo: en 1906, debuta en Linares la compañía de zarzuela y «opera española» dirigida por Pablo Gorge181, mientras que, en 1909, lo hace la del Sr. Carro; en 1915, aparece en el teatro Principal de Andújar la compañía de zar­zuela y opereta de José Talavera182; mientras que en La Carolina y Mancha Real, lo hace la que dirige José Lorente y el maestro Serafín Rueda, con Molinos de Viento y Los cadetes de la Reina183; en Ubeda, en el mismo año, debutaría en el teatro Principal­ la compañía cómico-lírica y de opereta dirigida por Paulino Victoriano184; en Baeza, en 1921, en el teatro del Liceo, interviene la compañía lírica de Santoncha185. En Mancha Real, en 1922, aparece tam- bién una compañía de zarzuela186. El Teatro Centro Obrero de Villacarrillo representa, en 1933, La campanilla de los apuros, de E Moreno; en Huelma se monta en la misma fecha La Chicharra, de Paradas y Jiménez187. En algunas ocasiones son los mismos aficionados, galvanizados por al­gún músico, los encargados de representar alguna zarzuela; así ocurrió en Cabra de Santo Cristo, en 1933, con la zarzuela La marcha de Cádiz, en la que colaboró el profesor de Música Manuel Pelegrín Inza con los «Amigos del Arte»188. En La Carolina, en el mismo año, se formó una agrupación cómico lírica llamada «Amantes de las artes», formada por jóvenes de ambos sexos de la localidad, que, con el maestro Manuel Fernández Crespo,

177 JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., La Música…, p. 203. 178 El Pueblo Católico, 21 y 25-V, 1909, 1 y 4 –VI-1909. 179 El Pueblo Católico de 24-VIII y 12-XI-1909. 180 El Pueblo Católico, 3-V-1922, p. 2. 181 El Pueblo Católico, 19-I-1906. 182 El Pueblo Católico, 21-IV-1915. 183 El Pueblo Católico, 29-V-1915. 184 El Pueblo Católico, 2-VI-1915. 185 El Pueblo Católico, 18-V-1921, p. 4. 186 El Pueblo Católico, 23-IX-1922, p. 2. 187 JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., La Música…, p. 203. 188 El Pueblo Católico, 11-III-1933.

284 pedro jiménez cavallé montaron entre otras obras la zarzuela titulada «Por Peteneras», del maestro Calleja. Posteriormente, en Pega­lajar, en 1946, sería Juan A. de la Chica quien pondría en es- cena Luisa Fernanda. Esto mismo­ se repetiría en décadas posteriores, si bien no con la misma frecuencia189. Por lo que se refiere a la zarzuela en el mismo Teatro Cervantes citamos, a partir del día 31 de marzo de 1943, la representación de La del manojo de rosas, Black el payaso, La Caramba190; en esta ocasión destacamos la participación del barítono Luis Sagi-Vela. En 1944, a partir del día 2 de febrero, tendrían lugar la La parranda, La tabernera del puerto, Los gavilanes, Marina, Molinos de viento, con la participación del barítono Marcos Redondo191. En 1945 hubo una interpretación, a cargo de aficionados, deEl huésped del Sevillano, por el cuadro artístico del Imperio Azul, filial del Frente de Juventudes; la dirección musical estuvo a cargo de Joaquín Reyes192. Y en el género de la revista y comedia musical mencionamos la que se realizó en 1945, ¡Cinco minutos nada menos!193, y en 1946, La blanca doble, ambas obras de Jacinto Guerrero, dirigida por el propio autor y representada en el Teatro Cervantes194. La zarzuela estaba en todos los ambientes, no sólo en el teatral, sino que, en el programa de los conciertos para banda, solía tener un apartado obligatorio; también lo estaba en la época del café-concierto, cuando estaban de moda la revista y el cuplé, a cuyo desarrollo colaboraron, entre otros, los linarenses Alberto Escámez López (compo- sitor) y Salud Ruiz (cupletista). Según Caballero Venzalá, había en Jaén lugares de espar- cimiento y recreo musical, como el café «Lión D`or» o el «Ideal Bar», donde intervenía el sexteto «Iberia»195 y se podía escuchar zarzuela junto a piezas de música clásica, a la vez que se degustaba una taza de café o la copa de turno. El 6 de enero de 1922, por ejemplo, tiene lugar en el referido café «Lión D’or», un concierto extraordinario, a las dos y media de la tarde, formado con un programa dividido en tres partes, con obras de: Thomas, Haendel, Millán, Chapí, Mozart, Saint-Saéns, Beethoven, Liszt y Caballero196. La división del programa de conciertos, como el que acabamos de exponer, en tres partes, era frecuente en esta época. En Linares también había lugares donde se podía escuchar una música más desen- vuelta, como eran los Casinos «Olimpia» y «La Amistad», donde en 1934 ac­tuaron la Orquesta de cuerda «Los Cuatro Gatos» y la orquesta «Juventud musical». A mediados de siglo el género lírico se mantuvo de la misma manera y sólo decre- ció gradualmente, hasta el punto de llegar a ser excepcionales las representaciones de zarzuelas, en las últimas décadas del siglo XX.

189 JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., La Música…, p. 203. 190 Ibidem, p. 728. 191 Ibidem, p. 746. 192 Diario Jaén, 3-II-1945, p. 7. 193 Diario Jaén, 15-II-1945, p. 3. 194 Diario Jaén, 28-II-1948, p. 2. 195 El Pueblo Católico, 9-XII-1931, p. 2. 196 El Pueblo Católico, 5-I-1922, p. 2.

la música en jaén 1900-1960 285 En Jaén no faltan autores que cultivaron el género; así, del ya citado maestro Sape- na, podemos citar­ la obra lírica El capricho de Alicia y Alicia en el Harén; la primera de ellas sería estrenada en 1954 en el teatro Cervantes de Jaén. Y de Manuel Escabias, tenemos las tituladas Entre olivares, Crisol Andaluz, Los chisperos,... El año 1951 no fue escaso en representaciones líricas, como las zarzuelas Marina, Doña Francisquita, Los Gavilanes, La verbena de la Paloma, La viejecita,…197. En el género no faltó alguna zarzuela autóctona, como la que tuvo lugar entre los años 1951 y 1952; se representó varias veces en Jaén, Granada, Alcalá la Real, Martos y otras ciudades una zarzuela Entre olivares costumbrista con un argumento muy jaenero que tuvo gran éxito. Después se estrenó en Perú, Panamá, Argentina, Guatemala y otros países hispanoamericanos. Libreto de Antonio de Horna y música del maestro Escabias. Tenor, José Antonio Palma Rodríguez, tiple, Micaela Aguilera, barítono, Vicente Rose- lló. Según datos de María Morente Campos198. El mismo año de 1952 fue testigo de obras clásicas del género, como las zarzuelas Maruxa, El caserio, y la opereta cómica La generala199, y otras, como La Parranda, Luisa Fernanda, Los gavilanes, La verbena de la Paloma, La revoltosa, La canción del olvido…200, por la compañía de Antón Navarro; todo ello en el Teatro Cervantes como era obligado. En estos días no se autorizaba, a través de una disposición gubernativa, la representación de un espectáculo teatral o musical sin el debido permiso de la Sociedad de Autores201. En las mismas fechas de 1952 en el Teatro Cervantes tenía lugar la representación de revistas, como «Matrimonios en la Luna» con las compañías Esmeralda y Tranquili- no202 y música de Emilio Lehmberg. El nuevo género del que ya habíamos hecho notar su presencia en la década de los cuarenta, parece que ahora lo hace con más ímpetu, propiciando el obligado debate en comparación con la zarzuela, en el año 1953. En la prensa el comentarista se pregunta por qué resulta ahora la Revista más cara que la zarzuela, no entendiendo que «paguemos 15 pesetas para escuchar música y voces de la mejor calidad y se nos suban los precios para presenciar el aire de unas pantorrillas peor o mejor formadas, al débil compás de discutibles melodías pegadizas…»203. La representación de este género en el Teatro Cervantes continuaría en los años siguien- tes, con obras como «Una mentira nada más» del maestro Cabrera204 o «Goleada» de la Compañía de Ramón Clemente205. No estaría ausente la gran compañía de revistas «Colsada», cuyas representaciones tendría lugar en el mismo lugar206.

197 Diario Jaén, I-1952, p. 12. 198 Diario Jaén, 27-V-2000. 199 Diario Jaén, V-1952, p. 7. 200 Diario Jaén, 1-X-1952 y 23-X-1952. 201 Diario Jaén, 2-VIII-1952. 202 Diario Jaén, 25-X-1952 y 26-X-1952. 203 Diario Jaén, 23-X-1953. 204 Diario Jaén, 4-X-1953. 205 Diario Jaén, 27-XII-1953. 206 Diario Jaén, 26-II-1954.

286 pedro jiménez cavallé En marzo de 1954 la zarzuela representada por las dos obras cumbres, las de Cha- pí y Bretón, irían unidas a las operetas El conde de Luxemburgo y La viuda Alegre de F. Lehar207, mientras que en octubre del mismo la gran compañía de Operetas y Zarzuelas pondría en escena en el Teatro Cervantes, algunas obras como El capricho de Alicia, del maestro Sapena, La alegría de la huerta, de Chueca, y Marina de Arrieta. Después ven- dría otras obras a cargo de la compañía de los Ases llíricos. En 1955 en el Teatro Cervantes de Jaén se pusieron en escena las zarzuelas La ta- bernera del puerto, La del manojo de rosas, Los claveles, La dolorosa, Las golondrinas, junto a la opereta el Conde de Luxemburgo208. Después vendrían otras representaciones en el mismo escenario, como Luisa Fernanda o La Parranda, con Marcos Redondo, en 1955. Estas sesiones se repetirían al año siguiente con nuevos títulos, como Los gavilanes, Molinos de viento,…209. En el 1957 continuaron las sesiones de zarzuela del Festival de Jaén, en el Parque de la Alameda, con Doña Francisquita de Vives210. En ocasiones, aunque raramente, eran los propios aficionados los que se aventura- ban con éxito a montar una zarzuela, como cuando en 1957 se hizo en Mancha Real a beneficio de un retablo para la parroquia; en este caso estuvieron dirigidos por Miguel Moya211. En el mismo Cervantes actuó, en 1959, la compañía lírica Pablo Sorozábal con zarzuelas como Katiuska, Las de Caín, Don Manolito y la opereta Black el payaso212. La afición operística de los jiennenses se conserva durante el primer cuarto de si- glo, con la organización de sociedades corales encargadas de poner en escena­ diversas óperas (Rigoletto de Verdi...). En el Teatro Cervantes de Jaén ha habido representaciones de óperas y operetas; como ejemplo el que tuvo lugar en 1909 con Caballería Rusticana; en dicho año repre- sentaron obras las compañías del Sr. Carro y la de Pablo López. Entre los títulos de ópera ofrecidos en el Teatro Cervantes, podemos mencionar, a partir del día 24 de febrero de 1943, la representación de La Traviata, El Barbero de Sevi- lla, Rigoletto213; mientras que en 1944 en el mismo teatro y con la compañía de Esteban Leoz se hace lo propio con Madame Butterfly y La Boheme, ambas obras de Puccini214. La ópera ha tenido también su lugar, si bien de forma más esporádica. En 20 de noviembre de 1945 se representa Madame Butterfly de Puccini en el Teatro Cervantes de Jaén por la compañía de ópera Esteban Leoz. La orquesta estuvo bajo la dirección del maestro Francisco Palos.

207 Diario Jaén, 9-V-1954. 208 Diario Jaén, 13-IV-1955 p. 7 y 16-V-1955, p. 7. 209 Diario Jaén, 24-XII-1955 y 24-XII-1956. 210 Diario Jaén, 14-VIII-1957. 211 Diario Jaén, 4-IX-1957. 212 Diario Jaén, 27-III-1959, p. 2. 213 LORITE GARCÍA, F., Op. cit., p. 726. 214 Ibidem, p. 761.

la música en jaén 1900-1960 287 En 1953 continúan las representaciones operísticas con la La Traviata, Fausto y Lucia de Lammermour; el bono para las tres funciones costaba 750 pesetas, en palco, y 150, en butaca de patio215. Un género que sería también poco cultivado, entre otras razones, por lo cos­toso de su montaje, sería el ballet; en 1954 aparecería el ballet español de Marianela de Montijo, que subvencionado por el Ayuntamiento realizó dos funciones en el Teatro Cervantes, como así mismo, el de Pilar López, que actuó en Linares216. En 1956 y 1957 se celebrarían en Jaén los Festivales de España; en la primera de las ediciones actuó el Ballet Rambert con sus bailarines rusos con varias representaciones y El lago de los cisnes, de Tchaikowsky, Giselle de Adam y Pedro y el lobo de Prokofief, en el programa; y en la última, con un espectáculo del bailarín Antonio y otro de la Compañía Lírica Nacional, ambos tuvieron lugar en el nuevo Auditorio de la Alameda217. En ellos se pudo disfrutar de la música de El Amor brujo de Falla, o del Allegro de concierto, de Gra- nados,... En este sentido hay que citar también, algunos ejemplos como los que llevó el Grupo Filarmónico «Andrés Segovia», de Jaén, en sus primeros años, el Ballet de París patrocinado en 1959 por la Asociación de la Prensa, el que tuvo lugar en 1961, en el teatro Cervantes («Ballet de París 1959»)218. En 1960 tenemos una sesión más de ballet, con el Ballet Theatre de París, de Maurice Bejart; esta vez no se trata sólo de música convencional, como la compuesta por Rossini, o las recreaciones de Duke Ellington sobre obras clásicas, sino también de música actual, de compositores como Pierre Henry o Pierre Schaeffer219. Todo ello tendría lugar en el Auditorio de la Alameda.

F. Intérpretes y agrupaciones musicales

La música sinfónica debió despertar cierto interés entre los aficionados de Jaén y su provincia, como lo demuestra el hecho de las sociedades filarmónicas existentes en ellas. A las orquestas de la «música vieja» y «música nueva», existentes­ en Andújar, en las últimas décadas de la anterior centuria, hay que sumar en este siglo la que parece se constituyó en la capital, hacia el año 1903, y de la que no poseemos más datos; o las de algunas pobla­ ciones, como la de Torredelcampo, donde existía hacia el año 1926, un Centro Artístico, llamado «Centro Filarmónico», en cuyo seno se había creado una Or­questa Filarmónica, compuesta de 60 profesores y dirigida por Manuel Pancorbo; en sus filas se encontraba el violinista Jiménez Moral, quien al parecer había sido un gran impulsor de la misma. En Andújar continúa, durante los primeros años del siglo, la labor de la Cor­ poración musical titulada «Música Primitiva», que cuenta entre sus miembros a Juan A. Montilla como Presidente.

215 Diario Jaén, 16-IV-1953. 216 Diario Jaén, 23-X-1954, 26-X-1954 y 27-X-1954. 217 Diario Jaén, 11-VIII-1956 y 28-VII-1957. 218 Diario Jaén, 15-IV-70, p. 9. 219 Diario Jaén, 11-VIII-1970.

288 pedro jiménez cavallé En Martos, Manuel Escabias, antes de marchar a Madrid, interviene, como hemos dicho, en la creación de la Orquesta Arbus. Aparecen también menciones de orquestas que no logramos identificar, co­mo la que en 1903 actúa en Siles, dirigida por el Sr. Palazón e interpretando el Miserere de Eslava220. Entre los intérpretes conocemos al pianista Esteban Moreno, de Santisteban del Puerto (de cuya banda fue director) el cual acompañó en 1917 al violinista Félix Luna; al violinista Antonio Piedra, Profesor de Música de la Escuela Normal y autor de una marcha a Nuestro Padre Jesús221; fue ganador del Primer Premio de violín en el Conser- vatorio de Londres, donde estudiaba con Fernández Arbós, después de haberlo hecho en el Conservatorio de Madrid. Alfredo Cazabán menciona­ también a Rafaela Santama- ría, pianista a quien alaba el maestro Milagro. En la guitarra citamos el ciego guitarrista, natural de Villacarrillo, Pedro Carrasco, y sobre todo, al de Torredelcampo, Juan Parras del Moral222; éste, profesor de guitarra de la Escuela Municipal de Barcelona, fue autor de diversas obras: Bocetos Andalu- ces, Cantos y Danzas, y Jaeneras, y además, autor de un Método de guitarra223. También pode­mos citar al profesor y concertista de guitarra, de Andújar, Juan Crespo con com­ posiciones como Guadalquivir, Mi tierra iliturgitana... Entre otros instrumentos destacan el clarinete de Manuel Romero Durand y los violinistas Fernando Roldán, Antonio Piedra, a principios de siglo, y, posteriormente, Rafael Garrido Fer­nández, dentro de la primera mitad del siglo. También tenemos, en la misma época, al violinista de Martos, ya citado, Manuel Escabias, que es compositor y además dirigía una masa coral en la mencionada ciudad; el también violinista, alcalaí- no, Antonio Menas Castillo, ganador del Premio Sarasate; el violonchelista, de Andújar, Bernardino Gálvez Bellido; en el piano podemos nombrar a Jacinto Crespo, quien a principios de siglo acompañaba al violinista A. Piedra; a la cantante Marina Jiménez y al tenor de Úbeda, Baltasar Lara («Balta»), quien triunfó en la ópera de Milán; a la arpista, de Santisteban, María Dolores Higueras Palatín...224 Algunos de estos artistas, junto a otros menos conocidos, aparecían en veladas musicales organizadas por diversas circunstancias. Santa Cecilia, la patrona de la mú- sica, era y es motivo más que suficiente como para en torno a su festividad realizar alguna actividad musical. En 1945 tuvo lugar su celebración en el Teatro Cervantes y en ella intervinieron los violinistas ya citados Manuel Escabias y Rafael Castillo junto a las pianistas Carmen Barrie y Rosalía López Aranda, que era alumna de la profesora de piano Elena Guerrero de Guedeja225.

220 El Pueblo Católico, 14-IV-1903. 221 Paisaje, nº 13, pp. 353-354, 1945. Vid.: CUENCA, F., Galería…, p. 188. 222 Paisaje, nº 4, pp. 101-103, 1944. 223 Paisaje, nº 35, p. 976, 1947. Vid.: CUENCA, F.: Galería…, pp. 238/239. 224 JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., La Música..., pp. 205/206. 225 Diario Jaén, 2-XII-1945, p. 5.

la música en jaén 1900-1960 289 Con posterioridad podemos citar al pianista Rafael Quero, natural de Porcu­na, y Director del Conservatorio de Música de Córdoba, cuyos conciertos se han prodigado en los últimos años, tanto en recitales a sólo, como en música de cámara; a la concertis- ta, de Linares, Marisa Montiel, creadora­ en su tierra de un Premio de Piano; el trompa Miguel Angel Colmenero, na­tural de Jamílena, compositor y profesor del Conservatorio de Música de Madrid y solista de la Orquesta Nacional de España; el cellista alcalaíno, José Ramón Se­rrano, solista de la Orquesta de Cámara del Conservatorio de Granada; el trompeta Luis Santiago Ruiz, hijo de Jaén y artista de temperamento, a juicio del maestro Sapena, destaca ya como solista. El concertista de guitarra, natural de Andújar, Antonio Sánchez Picadizo, la soprano Ana María Higueras, que actuó en la ópera de Viena, y las de la misma cuerda María del Consuelo Santabárbara, profesora del Con- servatorio de Jaén, con numerosos recitales en los últimos años, y Aurora Suárez, de Alcalá la Real; el barítono de Arjona, Ramón Contreras, residente en Barcelona, que ha actuado en teatro como el Colón de Buenos Aires y grabado discos de zarzuela. Y sobre todos ellos, el inconmensurable y genial Andrés Segovia, natural de Li­nares, quien ha internacionalizado la guitarra y propiciado un nuevo repertorio para ella: com- positores como Turina, Manén, Moreno Torroba, Ponce, Castel­nuovo Tedesco y otros, escribieron música para dicho instrumento a partir de este gran virtuoso. El día 20 de diciembre de 1958, en el recital extraordinario de guitarra de Andrés Segovia, por acuerdo de la Excma. Diputación Provincial, le fue impuesta a éste la Medalla de Oro de la Provincia de Jaén, previas unas palabras pronunciadas por el Cronista Oficial Luis González López (La Caridad por el Arte, Paisaje XI-XII, 1958). Ofreció un concierto en el Cine Lis Palace a beneficio de la Campaña de Navidad y el día 22, otro en el Teatro Olympia de Linares226. También podemos mencionar al guitarrista de Porcuna, Francisco José Torres Sánchez. Como agrupaciones de cámara surgen, a lo largo del primer cuarto de siglo, un sexteto en el teatro Cervantes, que con la invención del cinematógrafo se puso al ser- vicio del mismo; así en 1922, cuando el sonido no había sido incor­porado aún a las películas, se interpretó un fragmento de El Barbero de Sevilla que hubo de repetirse ante el éxito conseguido. Con anterioridad a éste existió un quinteto dirigido por el maestro Cándido Milagro y formado, además, por José González, Armenteros, Juan M. Arévalo, Antonio García y José Quesada. A éste siguieron diversas agrupaciones a lo largo del siglo: el Sexteto del Círculo Cató­lico Obrero de Nuestro Padre Jesús, perteneciente a las Escuelas del mismo nom­bre, otro Quinteto formado por el maestro Milagro con jóvenes de 10 a 14 años, estuvo compuesto por los violinistas Rafael Castillo y Manuel López, el cellista Mariano Castillo, el contrabajista Santiago Collado, y el pianista Juan Liébanas; éstos tocaban en el «Café Imperio»227; y el que, según Luis Cerezo, era «el mejor quinteto que ha tenido Jaén», creado por José García Quesada, autor de la revista musical titulada Jaén a la vista 228. El Quinteto de Educación y Descanso, compuesto del cuarteto de cuerda clásico más piano229.

226 LÓPEZ POVEDA, A., Andrés Segovia, I, Universidad de Jaén y Ayuntamiento de Linares, Jaén, 2009, p. 455. 227 Diario Jaén, 15-XI-1945 p. 6. 228 Diario Jaén, 27-XII-1946, p. 3. 229 Diario Jaén, 14-VIII-1946, p. 4.

290 pedro jiménez cavallé Existieron y existen además diversas agrupaciones de pulso y púa, como la diri- gida, en la década de los cuarenta, por el barítono Eduardo Alarcón, o la que dirigía Joaquín Reyes, «el ciego», compuesta de 11 instrumentos de cuerda; perte­necía a las Escuelas de Nuestro Padre Jesús. En la provincia existían otras similares, como la que Antonio Manzano fundó en Torredonjimeno y que recibió diversos premios por su in- terpretación de la música clásica. Estas agrupaciones­ de pulso y púa fueron numerosas en nuestros pueblos; no obstante, sería­ difícil distinguir a aquéllas que alcanzaron un mayor nivel artístico interpretando­ música clásica de las que limitaron sus aspiraciones a un repertorio menos exigente230. Damián Martínez, pianista y Director del Conservatorio de Música, formó parte de un sexteto de cuerda con piano en la década de los veinte. En la de los sesenta, existía un cuarteto de cuerda, dirigido por el maestro Rafael Castillo. En 1933 la Orquestina del mencionado Lión tenía un repertorio semiclásico, com- puesto de zarzuela y piezas sueltas de obras clásicas231, mientras que en la Orquestina del Ideal Bar se podían escuchar obras de Beethoven, Mozart, Grieg...232. Las agrupaciones corales también han surgido sucediéndose unas a otras: así a las que bajo la denominación de «Schola Cantorum» vimos en su momento, hay que añadir otras, como el Orfeón baezano, fundado a primeros de siglo por el or­ganista de la catedral de Baeza, Cándido Rodríguez Martín233; el Orfeón «El Eco deAndújar» (1909)234, el Orfeón del Centro Filarmónico, que actuó en Porcuna en 1915235; el Or- feón Mariano de Andújar que actuó en el Teatro Cervantes en 1928236; el del Instituto de Jaén (1922), a cargo de José María Martínez; o la Masa Coral Tuccitana, creada en Martos en 1932 por Manuel Escabias, como ya hemos mencionado; o también la «Agrupación Coral Giennense», creada en el seno de la Sociedad de Amigos del Arte en 1933 y dirigida, según parece, por el maestro Ce­brián; o la Masa Coral Infantil creada, hacia 1942, por el Ayuntamiento de la capital­ y dirigida por Dolores Torres237; u otras, como la ya mencionada en Martos. En la ciudad de Linares, hacia el año 1946, Mariano Luna organizaba y dirigía el Orfeón del Hogar de Niños238. Poco después, en 1953, tendrá lugar el nacimiento del «Orfeón­ Santo Reino», de Jaén, dirigido por el maestro Sapena; una de sus actuaciones fue, en 1955, en Granada, donde la prensa comentaría que en los salones del Centro Artístico, una de las más importantes entidades culturales de la vecina ciudad, tendría lugar un gran concierto coral por el Orfeón de Jaén, cuya próxima actuación en París podía servir de exponente

230 JIMÉNEZ CAVALLÉ, P., La Música…, p. 207. 231 Democracia, 10-II-1933. 232 Democracia, 17-III-1933. 233 El Pueblo Católico, 23-V-1903 y Diario Jaén, 31-III-1955, p. 4. 234 El Pueblo Católico, 26-III-1909. 235 El Pueblo Católico, 18-II-1915. 236 El Guadalquivir, 21-IV-1928, p. 6. 237 Diario Jaén, 27-I-1942, p. 2. 238 Diario Jaén, 23-X-196, p. 5.

la música en jaén 1900-1960 291 para juzgar la perfección lograda por dicha Agrupación, compuesta en su totalidad por 30 señoritas de la sociedad giennense y 40 voces masculinas239.

G. Otros aspectos Los nuevos ingenios musicales se comercializan y en el «Salón de Música Etcéte- ra»240, hacia el primer cuarto de siglo, se venden máquinas parlantes de aguja y zafiro, junto a discos, pianos, «armoniums» autopianos, métodos y música im­presa; aparecen las firmas «Odeón» y «La voz de su amo», se anuncia el piano «Piazza», de cuerdas cruzadas, tres pedales, siete y un cuarto de octavas y armazón­ de hierro 241. Si el afinador de pianos Miguel Moya Ruiz se encarga de las averías de di­chos ins- trumentos, posteriormente lo hará el gran conocedor del instrumento Benito Cantero desde su taller en el Arco de San Lorenzo. En Alcalá la Real, José Joaquín Rubio Aranda-Piqueras, durante el primer cuarto de siglo, arreglaría también pianos y «armoniums». En cuanto a construcción y venta de guitarras hay que destacar la fábrica, en Linares, de Juan Sánchez, el cual fue premiado en varias Exposiciones (Jaén, Linares, Madrid, Buenos Aires...), según El Defensor, de 1901, (facilitado por Sánchez Caballe- ro). En Jaén había también guitarreros, como Luis Ruiz Mazete, formado en Granada, que tenía la guitarrería en la Puerta Barrera, nº 17242. A los primeros establecimientos musicales, como el mencionado anterior­mente, le sucederían otros, como la casa de música «Martínez Ruckert»; y a ella los modernos comercios, más especializados, que hoy nos proveen de cualquier ma­terial musical, donde no faltan los últimos descubrimientos de la electrónica, vehículo principal de la moderna música Pop, junto a la informática, que permite la composición y la edición de partituras. En el terreno de las publicaciones hay que destacar algunas de carácter di­dáctico junto a otras de tipo folklórico; podemos citar las de Blanco Nájera, que escribió el libro titulado Canto popular y la Gimnasia rítmica o la Educación Eurítmico-musical, hacia el año 1933243. Cándido Milagro, con su Método de Solfeo (ha. 1922); Patricio Beneyto, autor de un Cancionero Parroquial; Alfredo Ruiz Guerrero, que publicó un Método de Solfeo titulado El Filarmónico; sobre el folklore de Arjona, Basilio Martínez y Bonoso Baena Córdoba, publicaron Notas folklóricas de la Ciudad-Cuna de Alhamar (1955)244. Si en aquella época la investigación musical era como tal prácticamente inexisten- te, excepto algún escarceo del maestro de capilla, Cándido Milagro, sobre la saeta jien-

239 Diario Jaén, 15-I-1955. 240 El Pueblo Católico, 19-VIII-1922, p. 3. 241 El Pueblo Católico, 7-I-1921, p. 2. 242 Diario Jaén, 23-II-1950. 243 Boletín Oficial del Obispado de Jaén, nº 11, p. 290, 1933. 244 Ibidem.

292 pedro jiménez cavallé nense, o del organista de la catedral, Guillermo Álamo Berzosa; durante la década de los cuarenta y parte de los cincuenta, estuvo latente, sobre todo como divulgación, en los artículos periodísticos y en las colabo­raciones con la revista Ritmo, de Luis Cerezo Godoy: sus trabajos sobre música y músicos, bien recogiendo la actualidad musical o haciendo historia así lo atestiguan; escribió sobre los conciertos de la banda municipal, sobre maestros como Antonio Manzano, director de banda y compositor245. En este sentido divulgativo hay que citar también a Antonio Molina Asenjo, y aparte de lo pu- blicado en la mencionada revista y en la prensa jiennense, hay que señalar los artículos musicales en la revista Paisaje, en los que colaboraban personas como Luis González López, de la misma manera que años antes lo había realizado la revista dirigida por Alfredo Cazabán Don Lope de Sosa. Hay un aspecto digno de tenerse en cuenta, como es el caso de la difusión de la música, tanto de sus actividades, como de la de sus autores. En la prensa escrita del momento y, en alguna ocasión, también en la propia emisora de Radio Jaén, algunos de los miembros que después crearían el Grupo Filarmónico no cesaron de publicar artículos y comentarios críticos centrados principalmente en la actividad musical o so- bre los compositores aprovechando o no alguna fecha conmemorativa. En este sentido podemos mencionar a Luis González López, quien en 1941 lo hizo sobre el guitarrista Juan Parras del Moral246, pero quien más destacó en este sentido fue Luis Cerezo Go- doy, conocedor de la música de su tiempo, y para quien Strawinsky era el «más extrava- gante compositor contemporáneo»247. Éste lo hizo sobre los conciertos dominicales de la banda municipal248 o sobre cualquier otro, como el de canto y arpa, que tuvo lugar en 1950249, o sobre músicos como Joaquín Reyes Cabrera250, Justo Jiménez Montes251, Cándido Milagro252, Lorenzo Suárez Godoy253, José Ruiz de la Cruz254, todos ellos ar- tistas de la tierra, o sobre músicos consagrados como Juan Crisóstomo Arriaga255, F. Chopin256, A. Stradivarius257... En la radio no sólo intervino Luis Cerezo, sino que le acompañó Antonio Molina Asenjo, el que posteriormente sería el primer presidente del Grupo Filarmónico, para

245 Vid. JIMÉNEZ RODRÍGUEZ, I., Un capítulo olvidado de la música en Jaén: El Grupo Filarmónico «An- drés Segovia» (1951-1970), Trabajo de investigación realizado durante el período de investigación tutelada, Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal, Área de Música, Universidad de Jaén, mayo de 2009, p. 62. 246 Diario Jaén, 19-IX-1941, p. 4. 247 Diario Jaén, 2-I-1946, p. 248 Diario Jaén, 27-IX-1945, p. 3, 21-XII-1949, p. 4, 1-III-1950, p. 4, 22-III-1950, p. 3. 249 Diario Jaén, 19-III-1950, p. 3. 250 Diario Jaén, 2-I-1946. 251 Diario Jaén, 8-II-1946. 252 Diario Jaén, 15-XI-1945, p. 6. 253 Diario Jaén, 10-XII-1949, p. 7. 254 Diario Jaén, 22-II-1945, p. 6. 255 Diario Jaén, 9-VI-1949, p. 5. 256 Diario Jaén, 3-XI-1949, p. 6. 257 Diario Jaén, 4-XI-1950, p. 6.

la música en jaén 1900-1960 293 comentar, a través de las ondas, la música operística de Donizetti258. A este medio hay que sumarle, además de los espacios dedicados a música clásica, la retransmisión del concierto que protagonizó la Orquesta Sinfónica de Madrid en 1948. De Antonio Moli- na se conserva también algún artículo de prensa como el que hizo sobre Tchaikowsky, que sirvió de preparación para el concierto donde se interpretaría la sinfonía «Patéti- ca»259. El maestro Sapena, director de la banda municipal y otro de los promotores de la asociación, también solía colaborar en la crítica de conciertos, como la que hizo al de la Orquesta Sinfónica de Madrid en el año 1948260 o la de 1950 sobre la orquesta femenina ya comentada; en esta ocasión el propio autor de la crítica, con su mentalidad «machista», muy arraigada en la época, confesaba su prevención y desconfianza ante una orquesta compuesta sólo por mujeres, que luego calificó de extraordinaria261. Esta labor se vio ampliada con la contribución de la nueva revista cultural Paisaje, cuyo director fue el mismo Luis González López, que lógicamente también se hizo eco del tema musical, tanto al referirse a los músicos del presente, como a los del pasado más inmediato; así lo hizo sobre la concertista Mary-Lola Higueras Paladín, hija del escultor jiennense Jacinto Higueras262, como sobre el violinista Antonio Piedra263, sobre Joaquín Reyes Cabrera264, o sobre otros músicos como el pianista Jacinto Verdejo, el violinista Luis Cerezo, el pianista y compositor Alfredo Ruiz Guerrero265...

258 Diario Jaén, 9-IV-1948, p. 3. 259 Diario Jaén, 13-VI-1950, p. 4. 260 Diario Jaén, 23-V-1948, p. 3. 261 Diario Jaén, 12-XI-1950, p. 4. 262 «Mary-Lola Higueras Palatín, Paisaje, Año II, abril, 1945, nº 11, p. 292. 263 ARIAS ABAD, F., «El violín mágico», Paisaje, junio, 1945, nº 13, p. 353. 264 GONZÁLEZ LÓPEZ, L., «Reyes Cabrera, Director del Conservatorio de Música y Declamación de Córdoba», Paisaje, julio, 1945, nº 14, pp. 374/375. 265 VEGA DE LA, J., «El arte y los artistas», Paisaje, Año IV, octubre, 1947, nº 41, pp. 1.126/1.127.

294 pedro jiménez cavallé