KOBIE (Serie Paleoantropología y C. Naturales). Bilbao Zientzietako Aldizkaria - Revista de Ciencias Bizkaiko Foru Aldundia - Diputación Foral de Vizcaya N.' XIV, 1984

DESCUBRIMIENTO DE UNA NECROPOLIS ALTOMEDIEV AL EN ()

Por J. Campillo y M. M. Ramírez (*)

RESUMEN

El siguiente artículo analiza una serie de yacimientos arqueológicos de época altomedieval localizados recientemente en el término municipal de Tu billa del Agua (Burgos). En su mayoría se trata de hallazgos inéditos, entre los que destaca una necrópolis, parcialmente destruida, que ha deparado un elevado número de fragmentos sarcofágicos, lisos y orna­ mentados, junto a otras sepulturas hechas con simples lajas. La temática (semicírculos, círculos, líneas paralelas ... ) y la disposición de los ornamentos permiten paralelizar el con­ junto con otros hallazgos similares producidos dentro de un ámbito relativamente próximo (Valdelateja, Pesquera de Ebro, Ubierna y varias localidades burebanas). Sin embargo por el hecho de tratarse siempre de hallazgos descontextualizados y no asociados a un determinado ajuar funerario, resulta difícil establecer una cronología precisa. Algunos especialistas, no obstante, son partidarios de situar­ los entre los siglos VIII-XI, poco antes de la eclosión del Románico y de la cristalización del reino castellano.

RESUME

Le suivant travail analyse une série de gisements archéologiques d'époque haute-médiévale localisés récemment dans la municipalité de Tubilla del Agua (Burgos). Avant tout on y traite des trouvailles qu'on présente pour la premiare fois, spécialement une nécropole, en partie détruite, qu'elle a présenté un haut nombre des fragments sarcophagiques, lisses et arnés, prés d'unes autres sépultures, faites avec simples dalles. Les motifs thématiques (démi-cercles, cercles, lignes paralléles ... ) et la disposition ornementale permettrent comparer cet ensemble avec unes autres trouvailles ressemblantes produites dans un contour relativament prochain (Valdelateja, Pesquera de Ebro, Ubierna et plusieurs petits villages de ). Cependant, comme on y trouve toujours des trouvailles sans contexte et non associées avec un determiné mobilier funéraire, il est trés difficil donner une chronologie précise. Quelques auteurs participent a leur placer entre Vlll-Xliéme siécles, avant l'éclosion de l'art roman et avant la cristallisation du royaume castillan.

LABURPENA

Hurrengo idazkian Burgosko Tubilla del Agua udal-mugartean oraintsu aurkitutako erdi-aro garaiko arkeolojia-

(') Parque de las Avenidas, 2, Burgos. 208 J. CAMPILLO - M. M. RAMIREZ aztarnategi batzuk aztertzen dira. Gehienak argitaragabeko arkimenak dira eta horreen artean zati batean ondatutako hilerria nabarmenarazten da, hor harri zabal soilez egindako beste hilobi batzuekaz batera laun eta ederztatutako hilobi­ zati asko aurkitu diralarik. Gaiak (Obo-erdiak, oboak, lerro bizkiak) eta apaingarrien antolaketak multzoa nahiko hurbil dagoen eremu-barruan (Valdelateja, Pesquera de Ebro, Ubierna eta Burebako herri batzuk) izankoen antzerako aurkimenakaz erkatzeko bide ematen dabe. Halere, bilbe-gabeko eta jakineko hileta-errediza bati elkartutako arkimenak diralako aldi-hurrenkera zehatza egitea gaitza da. Hala izanik ere, aitu batzuk Erromanikoa zabaldu eta gaztelaniar erresuma gauzatu baino lehentxoago, hau da, VIII-XI mendeen artekoak dirala esatearen aldeko dira.

l. INTRODUCCION estuvo posibilitado por múltiples razones. La primera noti­ cia que recoge una manifestación de este tipo se debe a Los presentes hallazgos se inscriben dentro de un amplio L. Huidobro (4), quien, a raíz de unas obras de consolida­ plan de actividades prospectoras acometido por nosotros ción de los cimientos de la iglesia románica de San Miguel, en la comarca rudriezna durante los últimos cinco años, refiere la aparición de "sepulcros esculturados", cuyo cuyo objetivo primordial habrá de culminar en un enrique­ paradero actual se ignora. Con tales ejemplares asocia­ cimiento general del panorama arqueológico de las altas mos la existencia de una tapa sarcofágica fragmentada, de tierras de las loras sedanesas. forma marcadamente trapezoidal, trabajada en piedra cal­ Las primeras noticias verbales nos fueron proporciona­ cárea, actualmente abandonada en el cauce formado por das hará aproximadamente una década en el mismo pue­ el manantial de La Fuentona, cuyas aguas y barro han ido blo de Tubilla del Agua, si bien no será hasta el año 1982 deteriorando la figuración humana esculpida en alto-relieve. -a raíz de una nueva comunicación- cuando nos perso­ La técnica empleada es muy tosca, lo que únicamente nemos en el lugar a fin de comprobar la naturaleza exacta permite sugerir las formas, los contornos, aunque también del yacimiento (1 ). Fruto tanto de este primer contacto quizás pueda deberse el presente estado a la acción corro­ como de un segundo realizado con posterioridad, fue la siva de las aguas. La representación, muy abultada, esboza localización no sólo de los fragmentos de sarcófagos ligeramente la boca, la nariz y los ojos con trazos muy aprovechados para la confección de la tapia y chabola de someros y descuidados, al igual que el tronco y extremi­ un encerradero de ganado o casar, sino también de otros dades superiores, por lo que puede interpretarse más que muchos más de indudable interés junto a una ermita. el cuerpo figurado del difunto, como su esqueleto. Aun A parte del yacimiento objeto del presente estudio, fue­ cuando se ha perdido la parte inferior desde poco más ron descubiertos algunos otros, que por su novedad, serán arriba de la cintura, no desconocemos su procedencia: la excavados próximamente. Nos referimos a un sepulcro de iglesia de San Miguel. corredor, de medianas proporciones, que viene a comple­ Con esas mismas referencias pueden vincularse las tar el ya cuantioso catálogo dolménico de las tierras de la noticias recogidas en el pueblo, que señalan la existencia Cantabria burgalesa (2); así como un poblado al aire libre, de una tapa de sarcófago en los basamentos de la mencio­ que ha proporcionado en superficie abundante cerámica nada iglesia, a manera de tejado a doble vertiente, deco­ negruzca, elaborada a mano y con gran cantidad de des­ rada en sus flancos a base de motivos de gran finura téc­ grasantes, junto con dos hachas de piedra pulimentada y nica consistentes en estrellas y círculos, piedra que con otra más de cobre, plana, que estudiaremos conjunta­ ulterioridad fue adquirida por un anticuario de Reinosa. mente en un artículo futuro. Ambos descubrimientos ofre­ Además, en el pago de "La Hornillera", al otro lado del cen la particularidad de pertenecer prácticamente al mismo puente que salva el río Rudrón por la carretera local de período cronológico, y no sería de extrañar que por fin Tablada del Rudrón, se pusieron a la luz varias tumbas de hubiéramos dado con el poblado correspondiente al sepul­ lajas al realizarse unos trabajos de desmonte con motivo cro megalítico; extremo que, de confirmarse, podría acla­ de la modernización del antiguo camino. Algunas de sus rar diversas cuestiones oscuras del megalitismo provincial losas fueron reaprovechadas para el firme, mientras que la e incluso del Alto Ebro. mayoría se destinaron a la construcción de las paredes de Pero, prescindiendo de los citados hallazgos calcolíti• las fincas colindantes. cos, dentro del término municipal de Tu billa del Agua, se También en "La Fuente la Toba", aproximadamente a conocen varios restos medievales dignos de tener en 500 metros antes de la llegada al núcleo de población, cuenta. Algunos han sido publicados a mediados de siglo siguiendo la carretera nacional de Burgos a Santander, (3), los más permanecen inéditos y su descubrimiento existe un sarcófago trapezoidal reutilizado como abreva­ dero, una vez abiertos dos orificios anterior y posterior para la entrada y salida del agua respectivamente. Según (1) Aprovechamos la oportunidad para mostrar nuestro agrade­ las comunicaciones recibidas procede de "San Quirce". cimiento a Rafael Vicario, hijo de Tubilla del Agua, al cual Asimismo, en la ladera NE del pueblo, existe un roquedo debemos la casi totalidad de los datos de localización y calizo en la culminación del páramo, donde se ubica la anécdotas referentes a los hallazgos medievales. "Cueva de los Moros", de la cual existen evidencias de (2) CAMPILLO (1980). (3) Es muy sintomático que, pese a la temprana aparición de haberse extraído sarcófagos, a juzgar por los indicios dis­ muchos de estos hallazgos, ninguno de ellos fuera publicado persos por la falda de la montaña, así como la realización excepto algunos procedentes. de la derruida iglesia de San de tumbas antropomorfas excavadas en la roca, con la Miguel: HUIDOBRO (1952). nítida separación de la cabecera semicircular del cuerpo (4) HUIDOBRO (1952), p. 303. trapezoidal o triangular. Algunas de estas piezas conser- DESCUBRIMIENTO DE UNA NECROPOLIS ALTOMEDIEVAL EN TUBILLA DEL AGUA (BURGOS) 209 van aún hoy una decoración incisa a base de zig-zags. de la solana arbolada e inculta, se extienden las ruinas de Recientemente, con motivo del desplomado de tierras y construcciones pertenecientes a un antiguo asentamiento toba al NW de la iglesia parroquial, han salido a la luz humano, San Quirce, cuya denominación una vez desapa­ tumbas de lajas y fragmentos de sarcófagos toscamente recido, ha tomado el paraje circundante. De tal despo­ trabajados, junto con abundantes restos antropológicos. blado únicamente es digno de destacarse la excelente Resumiendo el capítulo arqueológico de Tubilla del conservación de las tapias del viejo camposanto en cuyo Agua, concluimos afirmando que hasta la fecha era esca­ dintel de la puerta de entrada figura la fecha de 1662, por la samente conocido, salvo esa sola referencia de L. Huido­ cual se colige que probablemente fuera abandonado dicho bro, pero que en la actualidad, meced a los presentes des­ núcleo habitacional en el decurso de la segunda mitad del cubrimientos, ocupa un lugar preeminente dentro de. la siglo XVII, con motivo de las secuelas inherentes a la crisis Arqueología altomedieval de la provincia de Burgos, y que general que azota la Península. en un futuro muy próximo deberá figurar parejo en impor­ Mapa del l. G. C. 1/50.000. Hoja n.º 135 (Sedano). tancia a Porquera del Butrón (5), Sedano (6) o incluso Coordenadas: Tablada del Rudrón (7) una vez se acometa la excavación -Longitud O: Oº 07' 35" de los yacimientos eneol[ticos recientemente localizados. -Latitud N: 42º 41' 05" -Altitud: 982 m. s.n.m.

11. SITUACION Y DESCRIPCION DEL YACIMIENTO 111. ESTUDIO ANALITICO DE LOS SARCOFAGOS La localidad de Tubilla del Agua se encuentra a 47 km. al N. de la capital de la provincia, justamente a ambas már­ genes de la carretera nacional 622 de Burgos a Santander, 1.- Descripción en la bajada que efectúa dicha vía al valle del río Rudrón. Antaño su ayuntamiento formaba parte del desaparecido Antes de proseguir conviene precisar que parte del partido judicial de Sedano, estando en la actualidad inte­ yacimiento se halla destruido, ya sea por las labores agrí• grado en el de Burgos. colas. ya por las excavaciones clandestinas efectuadas Al SO del núcleo de población, tomando la carretera tanto dentro como fuera del recinto murado de la ermita. local que lo une con Tablada del Rudrón, existe un camino Ante tal estado de cosas únicamente nos resta dar a cono­ carretero que asciende pausadamente hasta coronar el cer una serie de hallazgos sueltos y descontextualizados, páramo y conduciendo desde allí directamente el yaci­ cuyo valor estriba en la relativa novedad, pese a la apari­ miento objeto del presente estudio. La distancia aproxi­ ción de hallazgos de este tipo en la zona, así como su mada que separa ambos puntos es de 2,5 km. El paraje profusión y perfección técnica. dedicado en la actualidad casi íntegramente a la agricul­ El yacimiento objeto de estudio está básicamente confi­ tura cerealista, salvo los rebordes más acentuados de los gurado por dos elementos: la ermita y la necrópolis. La páramos, se conoce con el nombre de "San Quirce". Pese primera se dispone en sentido longitudinal con una orien­ a la sugestividad del hagiónimo el término no estaba cata­ tación NW-SE. Es de planta rectangular (5 x 20?) si bien logado entre los yacimientos arqueológicos provinciales, muy difícil de delimitar no sólo por el derrumbe de los aun cuando el presente hallazgo, así como otros de natura­ muros y tejado, sino también por la apilación de piedras leza distinta, tengan por sí solos una categoría indiscutible procedentes de los contornos. A pesar de la posterior a nivel, no sólo comarcal, sino incluso provincial. La ocultación de los cimientos por un espeso manto herbá­ reciente introducción del tractor en las labores de arada ha ceo, se advierte un perímetro murado hacia el O, también puesto en cultivo estas inhóspitas altiplanicies. excep­ rectangular, que une ambos extremos longitudinales del tuándose exclusivamente la pequeña parte correspondiente templo con el escarpe del páramo. al emplazamiento de la derruida ermita, que lleva la misma El sistema de construcción de la edificación es fácil­ advocación que el topónimo. Su situación concreta se mente deducible, puesto que las sucesivas remociones de corresponde con uno de los retazos del páramo, no muy excavadores furtivos han puesto a la luz gran parte de la alejado del reborde rocoso y con un dominio visual per­ esquina NE hasta la altura de los cimientos. La altura de la fecto, no sólo de la explanada dispuesta a igual altura, sino estructura oscila en torno al 1,50 m. y su grosor resulta también del valle transversal abierto por el arroyo de Bri­ considerable (aproximadamente 1 m.). Las paredes están niega, cuyo origen está en un manantial cercano de abun­ construidas a base generalmente de sillarejos y lajas de dante agua, actualmente habilitado bien para servir de caliza de la región, sin ningún material de unión. Se ignora abrevadero al ganado o bien para uso humano, de ahí la todo tipo de elemento arquitectónico perteneciente a la construcción abovedada, de buena sillería, que cubre la misma, que a todas luces no careció de él si tenemos en surgencia acuífera. La estructura se halla prácticamente cuenta la riqueza y a veces suntuosidad de los sarcófagos cubierta por la vegetación, por lo cual sólo se aprecia el (Foto 1 ). arranque de la bóveda, cuyo arco de entrada, semicircular, En el segundo apartado, correspondiente a las sepultu­ tiene una luz de 1,35 m. ras, establecemos una doble división de acuerdo con su En la margen opuesta del mencionado vallejo, al amparo tipología: las tumbas de lajas y los sarcófagos. Pertene­ cientes a la primera categoría únicamente se conocen dos ejemplares conservados in situ, si bien las rebuscas recien­ (5) OSABA et a/ii (1971). tes han puesto al descubierto parte del armazón, sin llegar (6) DELIBES et éllii (1982). a destrozarla. Están formados por lajas de dimensiones (7) En esta localidad se ha excavado bajo nuestra dirección un notables. cuyo espesor fluctúa en torno a los 25 cm., traba­ túmulo campaniforme de notable importancia que en breve jados en caliza o toba de la región. La cubierta es plana, saldrá a la luz. pero en un caso parece simular un abultamiento central. 210 J. CAMPILLO - M. M. RAMIREZ

Como es habitual en este tipo de tumbas, ofrecen invaria­ 2.- La temática decorativa blemente una orientación precisa E-0. No se ha consta­ tado material arqueológico alguno en estos sepulcros de El repertorio decorativo ofrecido por los vestigios halla­ época altomedieval, a excepción de los restos antropoló• dos no es especialmente rico en sus elementos, sino más gicos del enterrado. La disposición de las sepulturas visi­ bien exiguo, aun cuando la variedad de combinación de bles está relacionada íntimamente con la ermita, en cuyo Jos mismos acaba con la uniformidad repetitiva y les muro norte parece concluir. Es lógico pensar que todos otorga una mayor movilidad estilísca. Se trata exclusiva­ los contornos del templo se hallan ocupados por este tipo mente de motivos geométricos, tal vez producto de una de enterramientos, al menos esto es lo que se desprende abstracción bíblica (9) inherente a la época, que repetida­ de las referencias orales recogidas en Tubilla del Agua. me.nte se han considerado como representaciones propias La segunda categoría está formada por los sarcófagos de los pueblos gérmanicos introducidas a su arribada a la exentos trabajados generalmente en piedra calcárea, si Península. Además se desconocen tanto epígrafes como bien pueden existir otros, los menos, en toba. En este apar­ cualquier tipo de figuración, característica esta última tado cabe distinguir dos subgrupos: los sarcófagos lisos y documentada en algunos puntos cercanos como es el los sarcófagos decorados. De los primeros no se conoce caso de Valdelateja (10). Pero hay que recalcar que tales ningún ejemplar en el mismo yacimiento, aunque posee­ motivos raramente aparecen aislados, sino que por regla mos noticias que nos aseguran que tanto los aprovecha­ general se repiten incansablemente, aunque guardando dos como abrevaderos en las inmediaciones de la fuente una armoniosidad de proporciones casi clásicas, llegando de San Quirce, como el colocado en la Fuente la Toba, a veces a combinarse y conectarse. También indicamos pertenecen al mismo conjunto arqueológico. A simple que la decoración únicamente se dispone en las superfi­ vista el material es de inferior calidad, generalmente toba, cies externas del sarcófago, tanto en las cajas como en las el trabajado es más rudimentario y no lleva decoración tapas. alguna, aunque formalmente no difieren de los sarcófagos Pese a la aparente copiosidad de temas, una ojeada decorados: se trata de formas trapezoidales. atenta de los mismos nos proporciona una primera divi­ Estos últimos constituyen el grueso de los hallazgos y sión de acuerdo con ciertas bases: círculos, líneas rectas y también los más expresivos e interesantes. El número de puntos. Tanto los círculos como las rayas no se reducen a fragmentos localizados es muy elevado, posiblemente simples incisiones, sino que se presentan de forma pareada. sobrepasen el medio centenar, sin embargo por comodi­ A) La división que tiene por base el círculo es sin duda dad descriptiva y pragmática solamente se analizarán Jos Ja más abundante y rica. Entre las variedades tipológicas ejemplares mejor conservados o aquellos trozos menores podemos aducir las siguientes: que lleven algún tipo de decoración infrecuente. La distri­ 1. Círculos concéntricos. Existe una sola constatación bución espacial de todos ellos está restringida al entorno de este tipo, con la particularidad de poseer un segundo de la ermita y a un casar o encerradero de ganado, cons­ círculo concéntrico en su entorno, desconociéndose por truido en la ladera occidental, especialmente en la parte el momento el círculo simple (Foto 2). correspondiente a la chabola del pastor. Estos últimos res­ 2. Semicírculos. Esta variante es sin ningún género de tos, puestos al descubierto hace siglos se complementan dudas la más documentada, bien sea de trazado sencillo o con los depositados en las inmediaciones de la ermita, rodeado de un semicírculo concéntrico y excepcional­ descubiertos recientemente a raíz de la utilización del trac­ mente de dos. Los diámetros son muy uniformes, desta­ tor en las labores agrícolas. No se conoce con precisión el cando por su número los de 24 cm., aunque también proli­ lugar exacto de procedencia, aunque parece evidente pro­ feran los de 18 cm. vengan de las tierras labradas cor;itiguas por su lado 3. Ultrasemicírculos. Esta variedad está igualmente septentrional. constatada en varios fragmentos, ofreciendo a su vez simi­ Se conocen de ellos sobre todo las cajas, de formas lares combinaciones que las indicadas para el semicírculo, trapezoidales, aunque no faltan ejemplos de tapas o es decir: el ultrasemicírculo simple y el ultrasemicírculo cubiertas normalmente semicirculares y ahuecadas, aun­ concéntrico. que también las hay planas, de una sola pieza. Están ela­ 4. Segmentos de círculo. Son bastante frecuentes, borados en piedra caliza muy blanca y de gran finura, apareciendo siempre aislados y sirviendo de nexo entre sobre cuyos flancos alisados se ha dispuesto armónica• Jos diferentes motivos. mente una decoración muy uniforme a base de motivos B) En este segundo apartado incluimos aquellos moti­ geométricos, de clara raigambre céltica (8). Aunque se vos que tienen por fundamento la línea recta, la raya desconoce la ubicación del hábitat ocupado por las gentes incisa. A su vez podemos subdividirlos en los siguientes que enterraron en esta necrópolis, es presumible pueda subgrupos: reducirse al despoblado medieval existente al otro lado del 1. Líneas horizontales, generalmente dobles, que sir­ vallejo abierto por el arroyo Briniega. ven de arranque a los motivos circulares y se vinculan estrechamente a las cubiertas semicirculares o cilíndricas. 2. Líneas verticales, están asimismo bien documenta­ das en varios fragmentos y son variantes que se disponen en los extremos de las cajas, a modo de enmarque. Son por lo general asimismo dobles. (8) ANGULO IÑIGUEZ (1980), p. 304. MARTINEZ BURGOS y 3. Líneas oblicuas, únicamente existe un ejemplo con LUIS MONTEVERDE (1938). p. 57. este tipo de temática, en combinación con las rayas hori­ (9) FITA (1916), p. 212. (10) Recientemente se han descubierto varias piezas decoradas zontales, probablemente correspondiente a una pieza de que en conjunto parecen corresponder a las descritas por cubierta. L. Huidobro. pero en las cuales existen motivos exóticos: C) En el último apartado incluimos el punto, que en cruz realzada y un haz de acanaladuras trabajadas a bisel. realidad tendría que descartarse como, elemento decora- DESCUBRIMIENTO DE UNA NECROPOLIS ALTOMEDIEVAL EN TUBILLA DEL AGUA (BURGOS) 211 tivo, pero la insistencia de aparición y la relevancia que le e incluso un tercero, igualmente concéntrico. A esto se otorga el cantero, nos hace no pasarlo por alto. Como une la presencia de líneas horizontales en la base de norma general va unido a todos los motivos circulares, con donde arrancan los motivos circulares y más raramente excepción del segmento de círculo. porciones de circulo, de trazado contrapuesto, en los extremos superiores. Por otro lado las cubiertas planas, sensiblemente más 3.- La disposición de la decoración delgadas, portan una decoración similar en composición y temática a las cajas. Conocemos con seguridad una tapa Una vez analizada someramente la totalidad de los ele­ de tal tipología, probablemente perteneciente a un ente­ mentos ornamentales procedemos a la descripción de la rramiento infantil o femenino, de 1,30 m. de longitud por disposición espacial en el marco del sarcófago, para lo 0,37 m. de anchura máxima en la cabecera y 0,30 m. en los cual distinguimos, por comodidad, por una parte la caja y pies. Lo más llamativo desde un punto de vista ornamental por otra la tapa o cubierta. es la gran profusión de segmentos de círculo uniendo los A) La caja. Son muy poco frecuentes los fragmentos motivos circulares en los flancos longitudinales, pero no correspondientes a la caja del sarcófago, pero a raíz de los se decoran las superficies superior e interna de la cubierta, conocidos podemos colegir que se trata de piezas de a no ser que queramos interpretar en tal sentido la loseta forma trapezoidal con ángulos frecuentemente achaflana­ plana ornamentada con dos círculos concéntricos centra­ dos, cuyo interior ha sido vaciado, siguiendo unas líneas les, flanqueados por otros motivos circulares cuya unión maestras, conservadas en algunos ejemplares hasta una está posibilitada por los segmentos de círculo. Los pies y profundiad aproximada de 10-15 cm. La altura viene a cabecera aparecen también decorados con porciones de medir en torno a los 25 cm. Como es lógico, las dimensio­ círculos concéntricos entrelazados por segmentos circula­ nes oscilan mucho más en lo referente a la longitud, aun­ res. En algunas tapas hemos constatado la presencia de que el sarcófago conservado completo arroja 1,90 m. molduras rectangulares muy simples, en los extremos del como máximo, si bien tanto la anchura de la cabecera cierre, pero que no llevan decoración, a no ser alguna raya como la de los pies no diferiría mucho, y en virtud del horizontal. ejemplo aducido fluctuaría entre los 53 y 41 cm. respecti­ vamente. A lo largo de los bordes del sarcófago quedaba una banda realzada de 10 cm. de anchura, con la misión de 4.- Paralelismos ajustar perfectamente con la tapa. La aplicación de la ornamentación en las cajas se efec­ Este tipo de manifestaciones sarcofágicas no es, ni túa en los cuatro costados. Los flancos longitudinales por­ mucho menos, desconocido en los aledaños de Tu billa del tan la decoración en todos los casos conocidos, especial­ Agua, e incluso se dan en otro yacimiento de la misma mente a base de motivos circulares que se van sucediendo localidad (11) teniendo como común característica la armónica y monótonamente, sobre todo los semicírculos reiteración de un mismo repertorio decorativo. realzados por el resalte del punto central. En las partes En Valdelateja, a través de varios artículos (12), L. Huido­ superiores de las esquinas aparecen cuartos de círculo o bro refiere la existencia de sarcófagos bien labrados deco­ incluso semicírculos, generalmente apoyados en baque­ rados a base de rayas y círculos concéntricos que se tones de líneas verticales que limitan el campo decorativo encontraban empotrados en la iglesia parroquial del actual (Fotos 3 y 4). despoblado de Siero, al pie del cerro conocido por El Cas­ Los flancos frontal y posterior, cuando se adornan, lle­ tillo o El Castro, emplazamiento de un importante asenta­ van un semicírculo central o segmentos de círculo uniendo miento protohistórico (13). A este conjunto hay que sumar cuartos de círculos que surgen de los extremos superiores. las piezas descubiertas recientemente en el interior de la B) La tapa. Se conocen sobre todo fragmentos, amén ermita de las santas Centola y Elena, poseedora de un de dos piezas más de cubierta plana. Conforme a esta hermoso arco mozárabe con su correspondiente inscrip- primera división cabe también distinguir dos formas vincu­ . ción (14). S. González, en 1950, publica una escueta nota ladas estrechamente.a las mismas. La primera es la refe­ referente igualmente a esta misma localidad, en la que se rente a las cubiertas semicilíndricas o semicirculares con cita la existencia de una capilla con lápidas y adornos visi­ el interior vaciado unos 15 cm. siguiendo las líneas maes­ góticos (15). tras señaladas para el rebaje. Aunque generalmente van Pesquera de Ebro, por el contrario, ofrece una mayor lisas en las flancos longitudinales, otras veces portan riqueza tanto de piezas como de motivos, todos ellos pro­ semicírculos, bien solos bien imbricados. La cabecera y cedentes del antiguo monasterio de Santiuste, calificado los pies, por el contrario, están exornados por un gran de cementerio románico por sus investigadores, y en el semicírculo central, rodeado de un segundo concéntrico, que los sepulcros responden básicamente a los mismos presupuestos que en Tu billa del Agua, únicamente señalar la diferenciación de la cabecera, semiantropoide. Los motivos decorativos son más variados: círculos concéntri­ (11) HUIDOBRO (1952), p. 303. cos inacabados, líneas paralelas verticales y estrellas de (12) HUIDOBRO (1923), p. 122. ldem. (1929), p. 395. ldem. (1948), seis puntas inscritas en círculos (16). p. 70. B. Osaba (17) publica un ejemplar hallado en Montes (13) GONZALEZ (1953), p. 202 HUIDOBRO (1956), p. 384. OSABA Claros (Ubierna) y depositado actualmente en el MAP de (1964), p. 251. (14) IÑIGUEZ (1934), p. 135. Burgos. Está decorado con grandes círculos, y su autor lo (15) GONZALEZ (1950). p. 165. califica, con ciertas dudas, de romano, ya que por sus (16) MARTINEZ BURGOS y LUIS MONTEVERDE (1938), inmediaciones discrurría una calzada romana. pp. 56-57. En espacios geográficos algo más alejados del centro {17) OSABA (1955), pp. 22-23. ldem. (1974), p. 20. que nos ocupa, mencionamos los restos sarcofágicos de 212 J. CAMPILLO - M. M:RAMIREZ

Huérmeces (18), si bien su repertorio ornamentistico difiere E. Herrera (28) inicialmente se inclinó por este parecer, en parte del de Tu billa del Agua; pero sobre todo va a ser el basándose en la similitud de los motivos decorativos de las núcleo de la Bureba el que polarice nuestra atención. Han placas metálicas ibéricas con respecto a las aparecidas en sido diversos los autores que han estudiado estas manifes­ los sarcófagos, que seguidamente desmintiera J. Martínez taciones burebanas tales como E. Hererra (19), F. Fita (20), Santa-Olalla (29). Jalhay (21 ), B. Osaba (22) y sobre todo J. Martínez Santa­ Otros autores han preferido, no sin fundadas reservas, Olalla (23), todos ellos centrados especialmente en Poza entre los cuales destacamos a B. Osaba (30), considerarlas de la Sal, donde en el término de La Vieja aparecieron tres como pertenecientes a la dominación romana, aunque no sarcófagos bellamente ornamentados con círculos incisos formando parte de los momentos de esplendor imperial, y analizados por F. Flta (24). J. Martínez Santa-Olalla, por sino como peculiaridades de las etapas epigonales del otra parte, habla de cinco ejemplares trapezoidales, dos de Bajo Imperio, ya en las postrimerías del siglo IV y más ellos provistos de círculos decorativos, también proceden­ probablemente dentro del siglo V d. C. Sin embargo tes del mismo lugar (25), así como la existencia de una J. Martínez Santa-Olalla (31) opina que tales motivos tapa adornada con círculos y semicírculos encontrada decorativos a base de rayas incisas y semicírculos, no tie­ junto a la primitiva ermita de La Pedraja y depositados en nen absolutamente nada de romanos. el Museo de Oña (26). Por el contrario, son más los que abogan por períodos Amén de estos restos, retomados posteriormente por otros posteriores, ya dentro de la dominación visigoda; tal es el autores, simplemente mencionados, contamos con hallaz­ caso de E. Herrera, que llega a semejante conclusión gos análogos en diferentes localidades próximas, tales basándose en paralelismos con ciertas urnas merovingias, como , Pino de Bureba, Hermosilla de o más imprecisamente como se manifiesta F. Flta (33) Bureba, Rojas, , Oña, etc. (27), algunos de encuadrables en un momento amplio, con anterioridad a la ellos totalmente lisos, pero la mayoría decorados con los conquista musulmana de la Península, y por lo tanto res­ consabidos elementos ornamentales. Es de destacar que ponderían a manifestaciones típicamente de los grupos estos sepulcros afloran junto a antiguas ermitas, casi cristianos. siempre arruinadas, con las cuales parecen guardar una Sin embargo lo más probable es que pertenezcan a la estrecha conexión. Alta Edad Media, como producto de un fenómeno artístico Este tipo de vestigios es bastante frecuente a nivel pro­ anterior, básicamente, a la eclosión del estilo románico. En vincial, si bien debido a una cuestión puramente geográ­ este sentido parece pronunciarse L. Huldobro (34) y más fica, aludimos a los hallazgos más próximos, con los cua­ contundentemente J. Martinez Santa-Olalla (35). Para dicho les pueden mantener analogías más fuertes. autor su cronología post-visigótica es evidente, centrándo­ los desde aproximadamente la mitad del siglo VI 11 o bien el siglo IX, con la independencia del condado de Castilla, 5.- Cronología hasta el agotamiento del románico y la consolidación de Castilla como reino independiente. La ausencia de hallazgos in situ asociados a materiales Nosotros también nos pronunciamos por tal periodiza­ arqueológicos perfectamente datados, priva de unanimidad ción, dejando bien sentado su carácter prerrománico en la a los estudiosos del tema a la hora de pronunciarse por mayoría de las ocasiones, así como su nacimiento y apo­ una cronología ecuánime. En la discusión se han barajado geo con anterioridad al s. XI d. C., aunque Martínez Burgos hipótesis muy diversas, pero sin duda una de las más insó• y Luis Monteverde se manifiestan previsionalmente por litas en aducirse era aquella que veía en este tipo de deco­ fechas más recientes (36). En el caso de Tubilla del Agua ración circular una manifestación propia del arte ibérico. descartamos por el momento la posibilidad de pertenencia a las dominaciones romana o visigoda ya que no existen vestigios arqueológicos atribuibles a tales épocas; sin (18) ABASOLO y RUIZ VELEZ (1977), p. 64. OSABA (1964), p. embargo contamos con algunos restos fechables en el 274. Algo más hacia el sur se halla Medioevo en la misma área de afloración de los sarcófa• donde también aparecieron sarcófagos ornamentados, aun gos, como son las tumbas de lajas, con las cuales llegan a cuando no se especifica la decoración. GONZALEZ (1953), coexistir, quizá de acuerdo con un escalonamiento social, p. 215. o ya, un poco más alejados, con las columnitas provistas (19) HERRERA (1921). p. 36. de sendos capiteles prerrománicos decorados con motivos (20) FITA (1916), pp. 211-212. geométricos y esquemáticos de técnica muy depurada, (21) JALHAY (1921), p. 94. hallados en la iglesia, hoy en ruinas, de San Miguel, con (22) OSABA (1964), p. 272. (23) MARTINEZ SANTA-OLALLA (1925), p. 335-337. ldem. las cuales les vinculamos. (1931-1932), p. 146. (24) FITA,(1916), p. 212. (25) MARTINEZ SANTA-OLALLA (1925), p. 335-337. IV. CONCLUSIONES FINALES (26) Ibídem. (27) ldem. (1925), pp. 337-339. Las sarcófagos encontrados en Tubilla del Agua forman (28) HERRERA (1921), p. 48. parte de un conjunto comarcal poco conocido de sepulcros (29) MARTINEZ SANTA-OLALLA (1925), p. 335. exentos cuya característica más sobresaliente es la exhibi­ (30) OSABA (1964), p. 272. (31) MARTINEZ SANTA-OLALLA (1925), p. 335. ción de unos mismos motivos decorativos realizados a base (32) HERRERA (1921), pp. 61-62. de una técnica incisa muy depurada, y que responden (33) FITA (1916), p. 211. según los más recientes estudios, a momentos cronológi• (34) HUIDOBRO (1948), p. 70. cos poco precisables de la Alta Edad Media, aunque sin (35) MARTINEZ SANTA-OLALLA (1925), pp. 339-340. ningún género de dudas anteriores al siglo XI. Al menos (36) MARTINEZ BURGOS y LUIS MONTEVERDE (1938), p. 57. esto parece desprenderse de los yacimientos arqueológi- DESCUBRIMIENTO DE UNA NECROPOLIS ALTOMEDIEVAL EN TUBILLA DEL AGUA (BURGOS) 213

cos sitos en sus proximidades, casi siempre resulta evi­ provinciales, no sólo por la abundancia de restos, sino dente su naturaleza medieval, descartando por lo tanto sobre todo por la calidad técnica, la armonía de propor­ todo origen tardorromano, aunque tal vez haya que enrai­ ciones y la combinación de los motivos en todos los flan­ zarlo estrechamente con el mundo visigodo, por ese aporte cos del sarcófago, extremo que confirma su colocación de elementos decorativos exóticos, de carácter geométrico exenta, lejos de la pared, con el fin de poder ser visto y finamente estilizados, que son en suma, prototípicos de desde todos los ángulos. Pero no sólo es esto, ya que si al los pueblos germánicos. hecho sumamos la existencia de otras necrópolis medieva­ les dentro del mismo término municipal, habremos de A juzgar por los fragmentos detectados en superficie, la concluir otorgando un especial énfasis al papel asumido necrópolis de Tubilla del Agua constituye un yacimiento por dicha población desde los inicios de la Repoblación de primera categoría en su género dentro de las tierras cristiana (*).

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(*)NOTA: Tenemos ya en prensa otro artículo que aborda el análisis de los descubrimientos prehistóricos realizados en esta misma localidad. J. CAMPILLO y M. M. RAMIREZ, "Aportaciones inicia­ les a un importante conjunto ca/colítico de Tubilla del Agua (Bur­ gos)", BIFG. 214 J. CAMPILLO - M. M. RAMIREZ

Foto 1: Tubilla del Agua. Particular de las ruinas de la ermita de S. Quirce.

Foto 2: Tubilla del Agua. Losa decorada con círculos concéntricos. DESCUBRIMIENTO DE UNA NECROPOLIS ALTOMEDIEVAL EN TUBILLA DEL AGUA (BURGOS) 215

Foto 3: Tubilla del Agua. Vista lateral de uno de los sarcófagos~

Foto 4: Tubilla del Agua. Vista de la cara opuesta del mismo sarcófago.