LA Formación TERRITORIAL DEL OCCIDENTE Venezolano*
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LA FORMación Territorial DEL OCCIDENTE VENEZOLANO* DISCURSO DE incorporación COMO INDIVIDUO DE NÚMERO A LA AcadeMIA Nacional MANUEL ALBERTO DONÍS RÍOS** 20 DE OCTUBRE DE2011 Antes que nada quiero hacer público mi reconocimiento por el honor conferido, a los numerarios que me postularon para formar parte de esta Corporación: Pedro Cunill Grau, Marianela Ponce y Manuel Rodríguez Campos; y a todos cuantos me eligieron como uno de sus pares. El ingreso a la Academia Nacional de la Historia representa un reconocimiento a mi trabajo en las áreas de Historia Territorial e Historia Eclesiástica de Venezuela, a la par de un compromiso exigente. Pero considero que tan honrosa distinción reconoce, quizás en mayor grado, la investigación que se realiza en el Instituto de Investigacio- nes Históricas, “Padre Hermann González Oropeza, S. J” de la Universidad Católica Andrés Bello, al cual pertenezco en calidad de investigador y docente desde 1987. La historia y la geografía siempre han sido mi vocación desde los tiempos escolares en el Colegio Nuestra Señora del Rosario, en Antímano; y en el Liceo Militar Gran Mariscal de Ayacucho, en Caricuao. Luego en la Universidad Católica, en las aulas de la Escuela de Educación, mención Ciencias Sociales, de los años setenta. Cómo olvidar a tantos buenos maestros y profesores que reforzaron la vocación.y me ayudaron a aprender el oficio. Mi agradecimiento es para todos ellos, pero ahora mencionaré sólo tres, que de alguna manera marcaron mis estudios universitarios: Elías Pino Iturrieta en el Seminario “Introducción al Estudio de la Historia”, Alberto Contramaestre Torres en “Geografía de Venezuela”; y Mario Sambarino en “Filosofía de la Historia”. 9 BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA Luego conocí en 1979 al padre Hermann González Oropeza, S. J., director del Instituto de Investigaciones Históricas, cuando dictó el Seminario “Guayana y su pro- blemática”, en la novel Maestría en Historia de las Américas de la UCAB. Él alimentó mi inclinación hacia el estudio de la historia territorial y la cartografía histórica. Pro- ducto de esta motivación fue un primer trabajo en conjunto, titulado “Cartografía y Cartógrafos en la Venezuela Colonial (Siglo XVIII)”que presentamos en el V Con- greso Venezolano de Historia celebrado en Caracas en 19861. Hermann González, al igual que Pablo Ojer Celigueta, se desempeñó como in- vestigador en los archivos británicos entre los años cincuenta y sesenta. Fue Asesor de la Cancillería venezolana, Experto en Historia y Documentación de Fronteras; y miembro de la Comisión Especial Presidencial para la Reclamación del Esequibo. A ellos se debió el “Informe que los Expertos venezolanos para la cuestión de Límites con Guayana Británica presentan al Gobierno Nacional” (Caracas, 18 de marzo de 1965), tema de especial interés para el país en la década de los sesenta del siglo pasado. Fue Hermann González quien solicitó mi ingreso al Instituto. Él fue mi Jefe y Maestro durante once años. Exigente, enemigo de la mediocridad académica, esplén- dido a la hora de enseñar cuánto sabía, a él le debo mucho de cuanto he podido hacer en el oficio de historiador. Entre tantas cosas haber conocido la obra de Pablo Ojer, José del Rey Fajardo, S. J, fray Cesáreo de Armellada y Daniel de Barandiarán, exper- tos y conocedores a fondo de fronteras e historia territorial de Venezuela. Debo señalar que con anterioridad a mi ingreso al Instituto, tuve la fortuna de pu- blicar mi primer artículo sobre historia territorial en la revista Montalbán, su órgano de publicación. Esto fue posible a raíz de la obtención del título de Magíster en His- toria de las Américas en 1983, con el trabajo de grado titulado “Evolución Histórica de la Cartografía en Guayana y su significación en los derechos venezolanos sobre el Esequibo”, bajo la tutela de P. Hermann. No se crea que fue fácil. Hermann González consideró que mis primeros artículos en tan exigente área, eran simplemente “chorritos”. Debo confesar que no se equivo- caba del todo. Por otra parte, publicar en Montalbán significaba todo un reto por la calidad de los autores. 1 Hermann González Oropeza, S. J., y Manuel Donís Ríos: Cartografía y Cartógrafos en la Venezuela Colonial (Siglo XVIII). Ponencia. V Congreso Venezolano de Historia, Academia Nacional de la Historia. Caracas, 26 de octubre al 1 de noviembre de 1986. Este trabajo sirvió de punto de partida para otra investigación: Manuel Donís Ríos: Apuntes para una Historia Cartográfica en la Venezuela Colonial del Siglo XVIII. Anuario de Estudios Bolivaria- nos. Bolivarium. Año II. Nº 2. Universidad Simón Bolívar, Caracas (1992), 55-86. 10 BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA Desde 1972 el Instituto publica de manera ininterrumpida la revista. En sus dos etapas iniciales, bajo la dirección del padre José del Rey Fajardo y la secretaría de re- dacción de Efraín Subero; y de la doctora Angelina Pollak-Eltz, respectivamente, la presencia de lo antropológico y lo lingüístico constituyeron los temas fundamentales. De igual manera se afianzó el carácter internacional de las colaboraciones y se contó con estudiosos de las principales universidades del mundo. A partir de la tercera eta- pa, bajo la dirección del doctor Elías Pino Iturrieta, la publicación se ha centrado más en temas de carácter histórico. Ya en el Instituto me suscribí a su principal línea de investigación, línea que con- taba en 1986 con tres publicaciones en el área territorial: “La Fundación de Maturín (1722) y la Cartografía del Guarapiche”, de Pablo Ojer y Hermann González (1957); y “Don Antonio de Berrío, Gobernador del Dorado” y “La formación del Oriente Venezolano”, de Ojer en 1960 y 1966, respetivamente. Comencé por “La Formación del Oriente Venezolano”. Su autor advirtió en esta obra que el Instituto se había propuesto dar a conocer el proceso del poblamiento del Oriente venezolano, anterior a la Independencia, en tres volúmenes: el primero cubri- ría la etapa de la Creación de las Gobernaciones, el segundo la época de transición de la Conquista a las Misiones y el tercero la Expansión pobladora. Ojer consideró que el Oriente se había beneficiado muy poco “del despertar de las investigaciones históricas y sociológicas de la moderna Venezuela” lo cual había que remediar. Un indicio de ese olvido eran las “escasas alusiones” que hacían ensayistas y sociólogos sobre la Historia del Oriente. Enmendar la plana no era fácil pero la UCAB no había escatimado gastos para seguir dotando al Instituto con documentos procedentes de archivos europeos y parti- cularmente del Archivo General de Indias, en Sevilla. La tarea se facilitó aún más por- que los jóvenes jesuitas Hermann González y Pablo Ojer habían logrado hacerse con una cantidad significativa de fuentes documentales relacionadas con el Oriente, par- ticularmente de Guayana, producto de su búsqueda en archivos en el Viejo Mundo. Mucha de la documentación cartográfica que se utilizaría para sustentar la Reclama- ción del Territorio Esequibo desde el punto de vista histórico y geográfico, salió de sus bolsillos y fue comprada en remate público en aquella Europa pobre de la postguerra. En la Introducción de “La Formación del Oriente Venezolano” Ojer se detuvo en la obra del historiador Guillermo Morón, “Los Orígenes Históricos de Venezuela” en la que el Oriente ocupa un merecido lugar. Reconoció el empeño de su autor por 11 BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA emprender “una empresa de ambiciosas proporciones a juzgar por el tomo primero introductorio, el único hasta ahora publicado. Nadie regateará al joven investigador el mérito de haber sido el primero en intentar una visión orgánica de la historia nacio- nal, ampliamente documentada, y en general con sentido crítico”2. Un reconocimiento digno, sin duda alguna, que comparto ampliamente. En 1971 el doctor Morón publicó su “Historia de Venezuela”, obra que ha merecido sucesivas ediciones y en la que la formación político-territorial del territorio nacional ocupa papel estelar. Son cinco tomos dedicados a la creación del territorio, la estructura pro- vincial, la formación del pueblo y la nacionalidad3. En sus 55 años de existencia el Instituto de Investigaciones Históricas ha dado par- ticular importancia a su línea de investigación primigenia, aunque no siguió el orden concebido por Ojer para el Oriente venezolano. A manera de ejemplo enumeramos algunas publicaciones de sus investigadores en tiempos recientes: “Atlas de la Historia Cartográfica de Venezuela” (1983);4 “Historia del Estado Monagas” (1985);5 “His- toria de las Fronteras de Venezuela” (1989);6 “Guayana: Historia de su Territoriali- dad” (1997);7 “Fronteras” (1997);8 “Laudos fronterizos” (1997);9 “El poblamiento en la Provincia de Venezuela (Siglo XVII). La Fundación de San Pedro y San Pablo (Antímano)” (2001); 10 “De la Provincia a la Nación: El largo y difícil camino hacia la integración político-territorial de Venezuela (1525-1935)” (2009);11 e “Historia Territorial y Cartografía Histórica Venezolana” (2010)12. 2 Pablo Ojer, La Formación del Oriente venezolano, Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, 1966, VII. 3 Guillermo Morón, Historia de Venezuela, T. I, II y III, Italgráfica/Impresores/Editores/SRL, Caracas, 1971. 4 Hermann González Oropeza, S. J., Atlas de la historia cartográfica de Venezuela, Editorial Papi, Caracas, 1983. 5 Hermann González Oropeza, S. J., Historia del Estado Monagas, Biblioteca de Temas y Autores Monaguenses, Edicio- nes Amón C.A., Caracas, 1985. 6 Hermann González Oropeza, S. J., y Manuel Donís Ríos, Historia de las Fronteras de Venezuela, Cuadernos Lago- ven, Caracas, 1989. 7 Manuel Donís Ríos, Guayana: “Historia de su Territorialidad”, UCAB y CVG. Ferrominera del Orinoco, Caracas, 1997. 8 “Fronteras”, Fundación Polar, Diccionario de Historia de Venezuela, Caracas, 1997, 395-408. 9 Ibidem, 914-916. 10 Manuel Donís Ríos, “El poblamiento en la Provincia de Venezuela (Siglo XVII). La Fundación de San Pedro y San Pablo (Antímano), Colección Santa Rosa, Nº 9, Centro de Investigaciones de Historia Eclesiástica Venezolana, Boletín Nº 23, Universidad Santa Rosa, Caracas, 2001.