Ganado ovino en el Altiplano almeriense. JMD Actividades económicas Ambientes semiáridos del sureste andaluz: el Altiplano estepario

Actividades económicas

“Surco a surco se va haciendo la alegría, el arroyo sin el que los hombres perecen.”

José A. Muñoz Rojas

“¡Glorias, glorias al trabajo, mar inmenso donde flota el cadáver de los vicios como barca frágil rota, donde surgen ideas puras, donde nace lo inmortal!”

Miguel Hernández

Cualquier iniciativa en favor de la conservación de la biodiversidad ha de considerar el contexto socioeco- nómico del territorio, de manera que sus objetivos queden integrados en la realidad local. Partiendo de este concepto, se tratan en el presente capítulo determinadas actividades humanas con mayor repercusión o interrelación con el medio natural del territorio.

La idea del desarrollo local como proceso reactivador de la economía y dinamizador de la sociedad propicia un cambio en la concepción del desarrollo rural enfocado hacia el aprovechamiento sostenible de sus recursos endógenos y potencialidades. En este sentido juegan un importante papel los productos derivados de la agricultura, ganadería y aprovechamientos forestales que, con una adecuada orientación y una política de inversiones enfocada al valor añadido de los productos y su comercialización, favorecería en gran medida la economía de las zonas de origen. La agricultura y ganadería ecológica, o la potenciación del uso de razas y variedades autóctonas forman parte de la apuesta por el progreso económico del medio rural. Del mismo modo se verá como existe una oferta cada vez más amplia de alojamientos turísticos, entre los que destacan las casas-cueva, un elemento arquitectónico original de esta zona. De otra parte, la zona posee un importante potencial de cara al aprovechamiento de las energías renovables, el cual ya ha comenzado a explotarse.

516 Actividades económicas

Las tierras de labor sustentan una parte muy relevante de la economía del Altiplano. JLS

12.1. Agricultura

La agricultura ha sido y sigue siendo una actividad básica en el Altiplano, donde un 25,5% de la población se dedica al sector primario a pesar de que, en principio, buena parte del territorio no es muy propicio para la actividad agrícola. Tanto la superficie destinada a tierras de cultivo como la prevalencia en la dedicación al sector primario de buena parte de los municipios, atestiguan la im- portancia de la agricultura en la zona. No obstante, el desarrollo de la misma está condicionado por una serie de factores naturales que caracterizan las distintas comarcas del Altiplano. Estos territorios tienen en su mayor parte una altitud media alta, en torno a los 900-1.000 m.s.n.m. Por ello, a pesar de la latitud se producen abundantes heladas, sobre todo durante el invierno e incluso en plena pri- mavera, lo que limita la potencialidad agrícola. La orografía circundante acentúa la continentalidad y aridez. Otro factor adverso para la explotación del suelo es la presencia de terrenos escarpados en bastantes zonas, lo que condujo a la proliferación histórica de bancales y dificulta actualmente su me- canización. La escasez de precipitaciones, en general inferiores a 350 litros/año, y su irregularidad, en cuanto a cantidad, torrencialidad, distribución temporal y variaciones interanuales, son otros aspectos limitantes en unión a una alta insolación y evapotranspiración, así como a las fuertes oscilaciones térmicas (apartado 7.2.). Por otro lado, los abundantes sustratos de suelos pobres y poco profundos, con abundante contenido en materiales arcillosos, arenosos y yesos también imponen limitaciones para la agricultura (apartado 7.5.).

517 Ambientes semiáridos del sureste andaluz: el Altiplano estepario

Por su parte, el uso y dominio del agua ha supuesto históricamente un factor de producción tan importante como la propia tierra en las comunidades agrarias del sureste andaluz. Tal circunstancia ha condicionado la ubicación de los núcleos de población en función de las disponibilidades hídricas, colonizándose prefe- rentemente las zonas de fondo de valle. Así, junto con la vega de , los términos de y Baza concentraban los mayores espacios irrigados de Andalucía ya en la mitad del siglo XIX (Sánchez-Picón, 2001); a considerable distancia quedaban los regadíos costeros, ubicados en los conos de deyección de los ríos que vierten al Mediterráneo: , Andarax, Adra, etc. En la actualidad la superficie en regadío del Altiplano oscila según las distintas fuentes consideradas entre casi el 11% (Cartografía de Cultivos y Aprovechamientos; Consejería de Agricultura y Pesca, 2003 b) y el 16% (Inventario de Regadíos; Consejería de Agricultura y Pesca, 2003), diferencias en parte atribuibles a que los datos del inventario de regadíos se han elaborado básicamente mediante encuestas y entrevistas directas a las entidades vinculadas a la agri- cultura de regadío.

Para la caracterización general de la superficie cultivada se emplearán, como referencia principal, los datos extraídos del mapa de cultivos y aprovechamientos de Andalucía (Consejería de Agricultura y Pesca, 2003) y puntualmente la cartografía de usos y coberturas del suelo relativos al año 2003, elaborada por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

La información referente a los tipos de cultivos procede de los datos estadísticos de ámbito munici- pal del Sistema de Información Multiterritorial de Andalucía (SIMA), referidos al año 2003 o, en su defecto, al año más reciente del que se dispusieran datos. De forma complementaria se utilizarán los datos aportados por las oficinas comarcales agrarias correspondientes. Este tipo de información, refe- rida a totales municipales y comarcales, presenta la limitación de no poder extraer aquellos datos que se ajusten exactamente a la realidad física del Altiplano, por lo que los datos expuestos deben enten- derse como orientativos, es decir, relativos a la superficie total de los municipios que lo integran. Esta información se agrupa para su análisis y exposición en función de las comarcas a las que pertenecen, aunque participen de forma parcial en la superficie del Altiplano. De esta forma, salvo las comarcas granadinas de Guadix, Baza y Huéscar, el resto de datos comarcales referidos en el apartado corres- ponde a las fracciones comarcales correspondientes a los municipios que integran el Altiplano. Por su parte, los datos procedentes de la cartografía de usos y coberturas del suelo se muestran agrupando por un lado los distintos territorios comarcales de Jaén y Almería y de forma individualizada las comarcas granadinas por su mayor representación.

El regadío se analizará con mayor detalle dadas sus repercusiones económicas y medioambientales par- tiendo de la información y cartografía proporcionada por el Inventario y Caracterización de los Regadíos de Andalucía (Consejería de Agricultura y Pesca, 2003 b).

Cabe señalar que existen importantes diferencias entre las distintas fuentes utilizadas, principalmente por el distinto ámbito de referencia. Así, mientras los datos procedentes de la cartografía son mucho más precisos por la posibilidad de ajustarlos al territorio concreto, los datos estadísticos presentan la dificultad de no poder segregarlos de la totalidad del municipio, de forma que pueden estar aportando ruido, variando considerablemente la proporción relativa de las distintas modalidades de cultivo. Por

518 Actividades económicas

el contrario, estos últimos aportan valiosa información en cuanto a tipologías de cultivo que no con- templa la cartografía.

Principales cultivos

El Altiplano en su conjunto es una zona eminentemente cerealista, como lo son casi todas las comarcas o fracciones de éstas que lo integran, a excepción de la provincia de Jaén, cuyo carácter actual es fundamen- talmente olivarero.

Los cultivos de secano están repartidos por todo el territorio, dominando el paisaje agrícola y partici- pando también del forestal. La distribución del regadío se concentra en determinadas zonas, destacando el sur de la comarca accitana, el entorno de los ríos Baza, Guardal y Galera y el municipio de . De este modo, según la cartografía manejada los cultivos de secano abarcan casi la mitad del territorio, llegando a superar las 235.000 ha (Tabla 12.1.; Figura 12.1.) mientras que el regadío representa el 11%, lo que equivale a unas 55.000 ha. Sin embargo, cabe advertir que según el reciente inventario de regadíos (Consejería de Agricultura y Pesca, 2003) esta superficie podría alcanzar las 76.000 ha y sigue una tendencia ascendente.

La cebada es el tipo de cultivo que ocupa mayor superficie en el Altiplano. MY

519 Ambientes semiáridos del sureste andaluz: el Altiplano estepario

Tabla 12.1. Principales tipos de cultivo, año 2000

DESCRIPCIÓN SUP. (ha) % ALTIPLANO % SUP. CULTIVADA

REGADÍO Invernadero 18,6 0,004 0,0062 Huerta 34,1 0,007 0,0114 Chopos 1.883,0 0,388 0,6294 Frutales regadío 1.907,3 0,393 0,6375 Olivar regadío 12.699,4 2,617 4,2449 Herbáceos regadío 38.789,9 7,993 12,9659 TOTAL 55.332 11,4 18,5

SECANO Olivar-frutal 14,0 0,003 0,0047 Viñedo 187,1 0,039 0,0626 Olivar secano 21.458,2 4,422 7,1726 Frutales secano 29.823,2 6,145 9,9687 Herbáceos secano 184.116,0 37,940 61,5427 TOTAL 235.599 48,5 78,8

FORESTAL/OTROS Quercíneas 42,1 0,009 0,0141 Quercíneas-pastizal 143,8 0,030 0,0481 Mezclas 225,6 0,046 0,0754 Formaciones riparias 419,2 0,086 0,1401 Pastizal-otros vuelos 1.050,6 0,216 0,3512 Pastizal 3.760,8 0,775 1,2571 Talas y cortas 3.802,5 0,784 1,2710 Sin vegetación 6.304,6 1,299 2,1074 Coníferas 7.105,3 1,464 2,3750 Quercíneas-matorral 8.644,8 1,781 2,8896 Improductivo 10.410,3 2,145 3,4798 Matorral-otros vuelos 47.486,2 9,785 15,8728 Matorral 104.957,2 21,628 35,0830 TOTAL 194.353 40,0 65,0

ALTiPLAnO TOTAL 485.284

Fuente: Mapa de cultivos y aprovechamientos. Consejería de Agricultura y Pesca, 2003. Elaboración propia.

Otra característica fundamental de la zona es la preponderancia de los herbáceos frente a los leñosos con un 46% frente a un 14%. Ahora bien, la tendencia de los leñosos es al incremento, debido a su mayor ren- tabilidad (Figura 12.2.). Descendiendo a nivel comarcal y municipal el grado de prevalencia de las distintas modalidades de cultivo varía. Así se observa una mayor importancia relativa del regadío con respecto al secano en las comarcas de Guadix y Baza, llegando a predominar en la fracción del Altiplano giennense. Algunos de los municipios más destacados en cuanto al regadío son Alicún de Ortega, Benalúa, , , Marchal y . En cuanto al tipo de cultivos, la mayor aportación a la superficie

520 Actividades económicas

Alpacas de cereal. MY

de herbáceos parte de los municipios de Cúllar, , Pedro Martínez, María, Guadix y . Para los leñosos destacan sin embargo Zújar, , y Huesa y de nuevo Cúllar, Guadix y Guadahortuna.

Figura 12.1. Comparativa de superficies destinadas a secano y regadío por unidad territorial

Fuente: Mapa de usos y coberturas del suelo. Consejería de Medio Ambiente, 2003. Elaboración propia.

521 Ambientes semiáridos del sureste andaluz: el Altiplano estepario

522 Actividades económicas

Cultivos y aprovechamientos

CuLTiVOS de ReGAdÍO Chopos Frutales regadío Herbáceos regadío Olivar regadío

CuLTiVOS de SeCAnO

Frutales secano Herbáceos secano Olivar secano

OTROS

Improductivo Sin vegetación Talas y cortas Forestal

Escala 1:400.000 Fuente: Mapa de usos y coberturas del suelo. Consejería de Medio Ambiente, 2003. Elaboración propia.

523 Ambientes semiáridos del sureste andaluz: el Altiplano estepario

Figura 12.2. Comparativa de cultivos herbáceos y leñosos por unidad territorial

Fuente: Mapa de usos y coberturas del suelo. Consejería de Medio Ambiente, 2003. Elaboración propia.

Otro de los rasgos principales del ámbito de estudio es la marcada especialización de cultivos en cuanto a las especies vegetales (Tablas 12.2. y 12.3.), pues tan solo tres de ellas superan el 75% de la superficie cultiva- da. Se trata de la cebada, el almendro y el olivar de aceite, tanto en régimen de secano como de regadío. Este último cultivo muestra un claro predominio de la variedad “picual” en todo el territorio, salvo en la comarca de Los Vélez, donde la selección varietal está más repartida, presentando otras como “lechín” y “lechín de granada” en mayor proporción. De la cebada domina el tipo de ciclo largo llamada “seis carreras”o cebada caballar, que se destina en general a la elaboración de piensos. El almendro ha experimentado en los últimos años una creciente expansión, ya que se trata de un producto con excelente futuro y bien adaptado a las condiciones del territorio (Beas y Pérez, 1994).

Tabla 12.2. Especialización en cultivos herbáceos y leñosos de secano y regadío según municipios, año 2003

ÁMBITO HERBÁCEOS LEÑOSOS

COMARCA MUNICIPIO REGADÍO ha SECANO ha REGADÍO ha SECANO ha

ALTO Alcóntar Cebada 2 Cebada 170 Almendro 18 Almendro 910 ALMANZORA Serón Cebada 28 Cebada 350 Olivar 210 Almendro 1.510 Tíjola Alcachofa 36 Cebada 60 Olivar 695 Almendro 580

RÍO NACIMIENTO Fiñana Cereales de invierno 20 Cebada 8 Almendro 334 Almendro 1.582

VÉLEZ Chirivel Lechuga 32 Cebada 1.200 Almendro 66 Almendro 7.593 María Lechuga 175 Cebada 3.600 Almendro 58 Almendro 1.509 Vélez Blanco Cebada 25 Cebada 3.147 Olivar 335 Almendro 2.870 Vélez-Rubio Cereales de invierno 212 Cebada 1.100 Almendro 372 Almendro 10.600

Los datos relativos al municipio de figuran integrados con los de . Fuente: SIMA (datos referidos a 2003). IEA, 2006. Elaboración propia.

524 Actividades económicas

ÁMBITO HERBÁCEOS LEÑOSOS

COMARCA MUNICIPIO REGADÍO ha SECANO ha REGADÍO ha SECANO ha

BAZA Baza Cebada 800 Cebada 1.200 Olivar 1.700 Almendro 1.300 Cebada 160 Avena 423 Olivar 563 Olivar 242 Caniles Cebada 131 Cebada 2.230 Olivar 805 Almendro 1.500 Cortes de Baza Maíz 40 Cebada 742 Olivar 220 Olivar 1.976 Cúllar Haba verde 120 Cebada 3.197 Olivar 585 Almendro 5.700 Freila Avena 82 Cebada 100 Olivar 480 Almendro 600 Zújar Avena 80 Cebada 270 Olivar 3.056 Almendro 1.130

GUADIX Albuñán Cebada 239 Cereales de invierno 15 Olivar 51 Almendro 1 Cebada 514 Trigo 107 Almendro 399 Almendro 68 Alicún de Ortega Girasol 16 Cereales de invierno 9 Olivar 354 Almendro 81 Cebada 11 - - Almendro 106 Almendro 8 Veza 12 Cebada 10 Olivar 153 Olivar 105 Benalúa Pimiento 10 Cereales de invierno 5 Melocotonero 110 Almendro 7 Calahorra (La) Cebada 562 Trigo 492 Melocotonero 28 Almendro 340 Cebada 260 Cebada 89 Almendro 454 Almendro 286 Cortes y Graena Cebada 14 Avena 19 Melocotonero 289 Almendro 114 Darro Cebada 13 Avena 763 Olivar 135 Olivar 220 Dehesas de Guadix Cebada 94 Garbanzo 84 Olivar 821 Almendro 20 Avena 79 Cebada 125 Olivar 222 Olivar 210 Dólar Cebada 315 Trigo 190 Almendro 395 Almendro 1.252 Ferreira Cebada 297 Trigo 187 Almendro 264 Almendro 590 Cebada 76 Trigo 234 Olivar 165 Almendro 400 Gor Cebada 30 Cebada 377 Viñedo 52 Almendro 1.757 Cebada 15 Trigo 121 Olivar 188 Almendro 280 Guadix Cebada 281 Trigo 1.650 Olivar 1.450 Almendro 993 Huélago Cebada 48 Cebada 691 Olivar 53 Olivar 150 Huéneja Cebada 335 Trigo 303 Olivar 130 Almendro 1.155 Cebada 138 Cereales de invierno 6 Almendro 355 Almendro 37 Marchal Cereales de invierno 5 Cereales de invierno 10 Olivar 110 Almendro 20 Peza (La) Cebada 20 Cebada 153 Olivar 122 Almendro 533 Polícar Avena 28 Cereales de invierno 6 Olivar 45 Viñedo 32 Purullena Alfalfa 10 Cebada 58 Melocotonero 160 Almendro 13 Valle del Zalabí Cebada 41 Trigo 398 Olivar 200 Almendro 306 Espárrago 40 Garbanzo 90 Olivar 237 Almendro 612

HUÉSCAR Castilléjar Maíz 115 Cebada 698 Olivar 105 Almendro 450 Trigo 90 Cebada 323 Olivar 309 Almendro 2.900 Galera Maíz 220 Cebada 879 Olivar 61 Almendro 300 Huéscar Cebada 370 Cebada 2.800 Olivar 710 Almendro 1.600 Orce Cebada 170 Cebada 3.810 Olivar 13 Almendro 1.350 Puebla de Don Fadrique Cebada 1.018 Cebada 6.000 Olivar 15 Almendro 2.800

Los datos relativos al municipio de Cuevas del Campo figuran integrados con los de Freila. Fuente: SIMA (datos referidos a 2003). IEA, 2006. Elaboración propia.

525 Ambientes semiáridos del sureste andaluz: el Altiplano estepario

ÁMBITO HERBÁCEOS LEÑOSOS

COMARCA MUNICIPIO REGADÍO ha SECANO ha REGADÍO ha SECANO ha

IZNALLOZ Cebada 122 Trigo 870 Olivar 583 Olivar 712 Trigo 2 Cebada 705 Olivar 49 Olivar 260 Guadahortuna Girasol 207 Cebada 2.314 Olivar 1.076 Olivar 2.007 Morelabor - -- Cebada 1.003 Olivar 2 Olivar 506 Pedro Martínez Girasol 32 Avena 2.333 Olivar 353 Olivar 1.060 Torre-Cardela - - Cebada 364 Olivar 10 Olivar 219

CAZORLA Hinojares Alfalfa 14 Cebada 13 Olivar 264 Olivar 49 Huesa Alfalfa 22 Cebada 55 Olivar 1.700 Olivar 296 Pozo Alcón Cebada 42 Cebada 38 Olivar 3.620 Almendro 1.150 Quesada Alfalfa 93 Trigo 742 Olivar 3.785 Olivar 6.334

MÁGINA Cabra - - Trigo 1.129 Olivar 2.196 Olivar 2.231 Jódar Espárrago 60 Trigo 94 Olivar 4.000 Olivar 2.229 Larva - Trigo 237 Olivar 678 Olivar 575

Cultivo principal Altiplano Cebada regadío 6.171 Cebada secano 37.879 Olivar 32.614 Almendro 56.807

Los datos relativos al municipio de Cuevas del Campo figuran integrados con los de Freila. Fuente: SIMA. IEA, 2006. Elaboración propia.

Tabla12.3. Principales cultivos herbáceos y leñosos, año 2003

HERBÁCEOS REGADÍO ha HERBÁCEOS SECANO ha LEÑOSOS REGADÍO ha LEÑOSOS SECANO ha

CULTIVOS Cebada 6.999 Cebada 44.052 Olivar aceite 33.866 Almendro 60.514 Lechuga 1.499 Trigo 24.708 Almendro 3.716 Olivar aceite 25.878 Avena 1.468 Avena 15.488 Melocotonero 1.157 Viñedo vino 567 Guisante seco 1.029 Girasol 1.625 Viñedo vino 467 Cerezo y guindo 129 Maíz 855 Garbanzo 1.266 Cerezo y guindo 210 Alcaparra 52 Cereales de 653 invierno para forraje Girasol 572

Superficie orientativa en hectáreas, estimada a partir de los tres cultivos principales de cada municipio Fuente: SIMA (datos referidos a 2003). IEA, 2006. Elaboración propia.

Cultivos de secano

En el secano se observa que los cultivos herbáceos más importantes son la cebada, el trigo y la avena. La ce- bada muestra una distribución muy repartida por todo el Altiplano, siendo el cultivo más generalizado en todas

526 Actividades económicas

las comarcas. Entre los trigos predominan las va- riedades duras, aunque se aprecia una dinámica de descenso de éstas a favor de otros cereales. El trigo blando sube levemente por sus mayores rendimientos, como es el caso de la comarca de Los Vélez, principal zona cerealista de la provin- cia almeriense. Por su parte las comarcas agrarias del Altiplano granadino juegan un importante papel en el hecho de que la provincia de Granada mantenga la mayor superficie de cebada y avena de Andalucía, según cifras del año 2007 (Sistema Integrado de Información Agraria. Consejería de Agricultura y Pesca, 2007). Destacan en menor medida, el girasol y leguminosas como el garbanzo, el yero o la veza.

En segundo orden de importancia se presentan los leñosos, principalmente el almendro y el olivar de aceituna de aceite. El almendro de secano está muy extendido en general, predominando en la mayoría del territorio, salvo en los municipios pertenecientes a las comarcas de Mágina, Cazorla e , donde es sustituido por el olivar.

Otros cultivos interesantes de secano son los de cerezo y guindo y los de alcaparra. Esta última, muy apropiada para medios secos, se ha veni- do cultivando sobre todo en los municipios de Cortes de Baza, Gorafe, Galera, Guadix y Huesa. Girasol. MY

Cultivos de regadío

Entre los cultivos leñosos predomina de nuevo el olivar para aceite y el almendro, pero con notable supe- rioridad del primero. Destacan también el melocotonero, el viñedo para vino y en menor medida el cerezo y el guindo, como muestran las Tablas 12.2. y 12.3. La distribución del olivar de regadío también alcanza la mayoría del territorio, si bien en buena parte de la comarca accitana domina el melocotonero, y en la zona de Los Vélez cobra más protagonismo el almendro.

Otro cultivo significativo en la zona es el chopo, que distribuido en torno a las riberas, fundamentalmente a lo largo del río Fardes, supone una superficie próxima a las 1.900 ha (Consejería de Agricultura y Pesca, 2003 b).

527 Ambientes semiáridos del sureste andaluz: el Altiplano estepario

Chopera en el Guadiana Menor. MY

Entre los herbáceos de regadío, de nuevo es la cebada el cultivo dominante, pero la variedad de especies uti- lizadas en este caso es mucho más amplia, encontrando también una superficie significativa de lechuga, avena y guisante seco. Otros cultivos relevantes son maíz, cereales forrajeros de invierno, girasol, trigo y haba verde.

El incremento de cultivos de hortícolas al aire libre y en particular de lechuga ha sido muy significativo en la última década, concentrando la mayor parte de la producción en la comarca de Huéscar. El caso más lla- mativo es Puebla de Don Fadrique, que ha pasado de apenas 35 ha en el año 1995 a 500 en 2003 (Sima, 2006). El reciente inventario de regadíos estima una superficie total de hortícolas para dicho municipio próxima a las 4.800 ha. Según dicha fuente también en la fracción de Los Vélez aparecen superficies de hortícolas de relativa importancia, con más de 1.200 has en el Altiplano (Consejería de Agricultura y Pesca, 2003).

Caracterización del regadío

La superficie de riego se distribuye a modo de grandes núcleos esparcidos por el territorio del Altiplano asociados en general a los principales cursos de agua, pero destacando por su mayor superficie algunos nú- cleos, áreas y municipios tales como Baza, Puebla de Don Fadrique, Huéscar o las zonas Guadix-Marquesado y Pozo Alcón-Cuevas del Campo.

La superficie de tierras en regadío ha aumentado progresivamente desde el año 56, hecho que se manifiesta sobre todo en el caso del olivar, con al menos 6.000 ha transformadas de secano a regadío (Consejería de Medio Ambiente, 2007a) y una tendencia a la densificación del marco de plantación en las nuevas produc- ciones. Se aprecia una leve tendencia general al incremento en cuanto a la superficie regada en los últimos cinco años, particularmente en Jaén y la comarca de Baza (capítulo 9).

Las transformaciones al regadío han tenido lugar en su mayoría por iniciativa privada, por medio del programa de mejora de regadíos, o bien como nuevos regadíos puestos en funcionamiento por particulares o

528 Actividades económicas

Hortícolas en Puebla de Don Fadrique. FMB comunidades de regantes. Las comunidades de regantes llevan a cabo la gestión de la mayoría de las super- ficies frente a un mínimo porcentaje de regantes individuales. La antigüedad media de su declaración varía en cada caso, de las más antiguas con más de 100 años, a las más recientes de la actualidad, aunque una parte importante proviene de los años 50-60 del pasado siglo.

El agua de riego: caracterización y gestión

Partiendo del punto de vista hidrológico, el territorio se enmarca fundamen- talmente en dos Sistemas de Explotación de Recursos: Alto Guadiana Menor y hoya de Guadix. En menor medida participa de otros tres sistemas en las zonas periféricas: De un lado, Regulación general (al norte y dentro de la Distrito Hidrográfico del Guadalquivir), y de otro Sierra de Gádor-Filabres y Sierra de Filabres-Estancias (D.H. Cuencas Mediterráneas Andaluzas; apartado 7.6.).

El origen del agua es en su mayoría superficial, en torno al 75% del total, mientras que la subterránea supone por término medio un 24% y para las aguas residuales sólo merece mención la comarca de Baza, que con 2.032 hectáreas, llega a igualar el porcentaje de uso de aguas de origen subterráneo.

Respecto a la calidad del recurso cabe decir que se evalúa como buena en su mayoría. Sin embargo para las comarcas de Guadix y Huéscar, un 36 y 23% respectivamente, se valora como de calidad regular e incluso en Baza un 12% es de mala calidad. El coste del agua alcanza un valor medio de 151€/ha para el conjunto de comarcas integrantes, aunque el valor más frecuente oscila entre los 59 y 83 €/ha. Acequia en Benalúa de Guadix. JC

529 Ambientes semiáridos del sureste andaluz: el Altiplano estepario

Tuberías de salida de la balsa de Las Quebrás, en Jódar, que embalsa aguas del río Guadiana Menor y riega casi 2.000 ha de olivar. MY

El sistema de riego mayoritario es por gravedad, seguido con mucha diferencia por el riego localizado y puntualmente aspersión, apenas destacable a excepción de la comarca de Huéscar, donde alcanza un 12% frente al 60% gravitacional y al 27% localizado.

La distribución del agua tiene lugar por turno y en muy baja medida a demanda. Esta se lleva a cabo median- te distintas infraestructuras según la zona de que se trate: mediante acequia revestida en la zona almeriense del Altiplano y la comarca accitana, a través de acequia de tierra en la comarca de Baza, y por último en la de Huéscar y las comarcas restantes prevalece el uso de tuberías. Tanto la antigüedad como el estado de conservación son he- terogéneos. Así para la comarca de Baza el estado de la red, con una antigüedad entre 50 y 100 años, se considera malo. En Huéscar una buena parte de la red es de idénticas características, pero también dispone de otra fracción importante, aunque menor, de red de tuberías (43%) en buen estado de conservación y relativamente recientes, con menos de 15 años de antigüedad. Para el resto del territorio el estado de conservación de la red es aceptable en general.

Los cultivos con mayor consumo en términos absolutos son, por este orden, los frutales, hortícolas al aire libre, extensivos de verano y de invierno, y olivar (Tabla 12.4.), resultando un consumo medio por hectárea estimado en 3.280 m3.

Tabla 12.4. Consumo de agua expresado en m3/ha por cultivo y comarca agraria

CÍTRICOS EXTENSIVOS FRUTALES 2 - SEMI- COMARCA DE INVIERNO DE VERANO EXTENSIVOS FRESA AIRE LIBRE HORTÍCOLAS INVERNADEROS OLIVAR OTROS INTENSIVOS

LOS VÉLEZ 1848 2915 8249 3045 4015 2823 2992 ALTO ALMANZORA 5666 3696 4008 4564 4508 5223 3761 4444 4192 RÍO NACIMIENTO 3719 4953 8414 2932 4009 3124 2293 3549 2833 GUADIX 3052 2896 4926 3231 5439 4788 2446 3496 3607 BAZA 3075 3166 8706 4792 4182 3040 4053 HUÉSCAR 2933 4337 6625 4614 3516 3620 IZNALLOZ 2533 2573 9683 4404 1838 3135 MÁGINA 3755 4000 3089 4879 3916 2562 3643 SIERRA DE CAZORLA 3989 3472 3439 9212 4185 3031 4071 5370

Fuente: Inventario y caracterización de los regadíos de Andalucía. Consejería de Agricultura y Pesca. Junta de Andalucía, 2003. Elaboración propia.

530 Actividades económicas

Explotaciones y titulares

La situación actual de la agricultura del Altiplano tiene su origen en los factores físicos comentados pero también en el factor humano y la política agraria desarrollada hasta la fecha. A este respecto hay que tener en cuenta circunstancias como la concentración parcelaria llevada a cabo entre los años 60 y 70 en munici- pios como Dólar, Ferreira y otros. Ésta supuso un cambio progresivo que ha favorecido la mecanización y la accesibilidad de las explotaciones (Beas y Pérez, 1994). Se definen a continuación una serie de parámetros relevantes para la caracterización de la agricultura en el Altiplano en cuanto a las características de la ex- plotación y los agricultores.

En lo que se refiere al tamaño de las explotaciones, la zona posee una marcada tendencia minifundista, pues el rango de superficie mayoritario corresponde a las explotaciones entre 0,1 y 5 ha, a lo que se suma un buen porcentaje de explotaciones de tamaño medio, entre 5 y 20 ha. En el caso opuesto se sitúan las explo- taciones mayores de 50 ha, que resultan minoritarias, con un 9% de porcentaje medio, aunque esto suele significar en realidad un porcentaje de superficie considerable que, como en el caso de la comarca accitana, puede suponer casi una coexistencia con el minifundio (Beas y Pérez, 1994). Esta orientación respecto a la dimensión de las explotaciones también se observa a nivel regional (Tabla 12.5.).

Plantación reciente de melocotón de regadío en Zújar. JLV

531 Ambientes semiáridos del sureste andaluz: el Altiplano estepario

Tabla 12.5. Explotaciones por tamaño en los distintos municipios, expresado en porcentaje según datos del año 1999

% % % % % No TOTAL MUNICIPIO 0,1 A 5 ha 5-10 ha 10-20 ha 20-50 ha MÁS DE 50 ha EXPLOTACIONES

Alcóntar 29,51 31,15 16,39 16,39 6,56 122 Chirivel 18,18 14,49 18,47 21,02 27,84 352 Fiñana 81,06 9,65 5,46 2,73 1,09 549 María 22,73 15,03 13,29 20,28 28,67 286 Serón 48,29 14,15 18,05 10,24 9,27 205 Tíjola 63,60 12,64 13,03 6,51 4,21 261 Vélez-Blanco 42,59 12,57 10,69 13,32 20,83 533 Vélez-Rubio 26,18 13,65 16,57 28,13 15,46 718

Alamedilla 26,11 10,83 17,83 19,11 26,11 157 Albuñán 42,86 20,41 24,49 12,24 0,00 49 Aldeire 39,06 12,50 6,25 15,63 26,56 64 Alicún de Ortega 56,41 20,51 10,26 2,56 10,26 39 Alquife 68,42 15,79 5,26 10,53 0,00 19 Baza 74,45 8,66 5,89 5,19 5,82 1.444 Beas de Guadix 87,38 8,25 2,43 0,49 1,46 206 Benalúa 90,32 6,45 2,69 0,00 0,54 186 Benamaurel 68,12 14,75 8,93 5,28 2,91 549 Caniles 56,32 16,29 11,10 9,09 7,20 847 Castilléjar 47,10 23,19 12,68 8,70 8,33 276 Castril 55,13 21,05 14,96 6,30 2,56 936 Cogollos de Guadix 39,68 29,37 19,84 7,94 3,17 126 Cortes de Baza 52,73 18,64 11,52 7,88 9,24 660 Cortes y Graena 84,89 10,27 3,32 0,30 1,21 331 Cuevas del Campo 61,60 22,93 12,66 2,53 0,28 711 Cúllar 53,65 9,49 6,93 9,37 20,56 822 Darro 39,69 24,90 19,84 11,28 4,28 257 Dehesas de Guadix 55,00 12,50 11,25 5,00 16,25 80 Diezma 65,32 12,72 12,14 6,94 2,89 173 Dólar 23,24 21,13 21,13 25,35 9,15 142 Ferreira 17,24 22,41 24,14 20,69 15,52 58 Fonelas 63,93 10,93 6,01 3,28 15,85 183 Freila 54,04 16,14 16,84 5,96 7,02 285 Galera 49,77 9,68 11,06 11,52 17,97 217 Gobernador 23,30 16,50 31,07 20,39 8,74 103 Gor 36,67 20,83 19,44 13,89 9,17 360 Gorafe 53,38 9,46 10,81 14,86 11,49 148 Guadahortuna 30,42 15,34 18,78 20,63 14,81 378

Fuente: SIMA, 2006. Elaboración propia.

532 Actividades económicas

% % % % % No TOTAL MUNICIPIO 0,1 A 5 ha 5-10 ha 10-20 ha 20-50 ha MÁS DE 50 ha EXPLOTACIONES

Guadix 67,67 11,67 6,53 6,10 8,03 934 Huélago 31,75 4,76 15,87 28,57 19,05 63 Huéneja 44,05 20,58 15,76 12,22 7,40 311 Huéscar 74,97 4,57 4,91 6,51 9,03 875 33,64 14,95 29,91 14,95 6,54 107 Lanteira 78,63 12,98 3,05 4,58 0,76 131 Marchal 95,12 2,44 0,81 0,00 1,63 123 Morelábor 35,96 19,21 21,18 17,24 6,40 203 Orce 20,79 9,32 13,26 15,41 41,22 279 Pedro Martínez 21,02 17,72 25,83 18,32 17,12 333 Peza (La) 75,28 15,17 4,78 3,09 1,69 356 Polícar 70,67 21,33 5,33 0,00 2,67 75 Puebla de Don 29,47 12,55 7,79 16,92 33,27 526 Fadrique Purullena 84,38 6,91 4,50 2,70 1,50 333 Torre-Cardela 42,22 27,41 17,78 9,63 2,96 135 Valle del Zalabí 54,64 22,95 13,11 5,46 3,83 366 Villanueva de las 57,14 12,14 8,57 5,71 16,43 140 Torres Zújar 71,14 16,76 9,44 1,99 0,66 752

Cabra del Santo Cristo 57,76 12,45 8,98 7,55 13,27 490 Hinojares 76,02 12,76 7,65 1,02 2,55 196 Huesa 76,94 10,56 7,22 2,99 2,29 568 Jódar 77,75 12,19 5,10 2,96 2,00 1.452 Larva 46,73 14,57 20,60 7,04 11,06 199 Pozo Alcón 69,24 19,70 8,38 2,10 0,59 1.193 Quesada 74,97 13,72 5,27 3,28 2,76 1.954

ALTiPLAnO 53 15 12 10 9 ALMeRÍA 74,77 9,73 6,53 4,90 4,07 34.723 GRAnAdA 69,28 13,10 8,31 5,25 4,07 63.529 JAén 69,48 14,64 8,29 4,41 2,77 98.252 AndALuCiA 65,91 13,44 8,96 6,08 5,61 364.911

Fuente: SIMA, 2006. Elaboración propia.

Se aprecia un desigual grado de mecanización entre los distintos municipios, destacando, como es lógico, aquellos de mayor superficie, a partir de 10.000 ha, como María, Puebla de Don Fadrique, Huéscar, Orce, etc., en los que se registra la mayor cantidad de cosechadoras de todo el territorio y buena cantidad de tractores.

533 Ambientes semiáridos del sureste andaluz: el Altiplano estepario

Resaltan por otro lado municipios de menores dimensiones con alta proporción relativa de maquinaria con respecto a los demás, como es el caso de Purullena o Benalúa. En comparación con Andalucía o los totales provinciales de Almería, Granada y Jaén, los municipios que integran el Altiplano presentan un valor medio inferior. Sin embargo destacan 16 municipios por encima de este valor medio de maquinaria por hectárea agrícola.

Tractor alpacando en Huelma. MY

Respecto al grado de dedicación del agricultor lo más común es que los empresarios agrícolas se dedi- quen a su explotación como actividad principal. Sin embargo una parte importante de ellos trabaja en su explotación a tiempo parcial, bien dedicándose a esta actividad de forma secundaria, o bien, en menor grado, manteniendo otra actividad de forma secundaria, fundamentalmente la ganadería (Figura 12.3.). La tendencia provincial y regional sigue a grandes rasgos una línea similar, salvo en Almería, cuya medida de empresarios con dedicación exclusiva es muy superior por la creciente prosperidad económica generada en torno a la franja litoral.

Figura 12.3. Empresarios por ocupación principal 1999

Fuente: SIMA, 2006. Elaboración propia.

534 Actividades económicas

535 Alternancia de cultivos en Cuevas del Campo. Al fondo, la Sierra del Pozo. JH Ambientes semiáridos del sureste andaluz: el Altiplano estepario

Como norma general predomina claramente la tenencia de la tierra en propiedad frente a frecuencias para arrendamiento en torno al 11% y un nivel de aparcería poco significativo (Tabla 12.4.). El conjunto de municipios que integran el Altiplano presenta un valor medio de explotaciones en propiedad algo inferior a las cifras regionales.

Figura 12.4. Superficie de las explotaciones por régimen de tenencia 1999

Fuente: SIMA, 2006. Elaboración propia.

La edad de los titulares supera en la mayoría de los casos los 55 años, lo que se puede generalizar al conjunto de los agricultores. Por el contrario, el porcentaje de agricultores menores de 35 años no alcanza el 11%, lo que pone de manifiesto la ausencia de relevo generacional. Las preferencias de trabajo entre los jóvenes se han venido orientando más al sector servicios y a la construcción, aunque todavía existe un importante porcentaje de trabajadores entre los 35 y 55 años, lo que permite presuponer un mantenimiento de la actividad agrícola a corto-medio plazo. Desde el punto de vista regional y provincial la situación es semejante salvo en el caso almeriense, que de nuevo despunta por su reciente prosperidad agrícola, ajena a las circunstancias del Altiplano.

Figura 12.5. Titulares de las explotaciones por edad

Fuente: SIMA, 2006. Elaboración propia.

536 Actividades económicas

Por último, cabe hacer mención a un aspecto socioeconómico de interés: el empleo generado. Atendiendo a éste como unidades de trabajo al año, se aprecia una desigual importancia económica de la actividad agraria en los distintos municipios. Así, entre los que mayor empleo generan pueden señalarse como más represen- tativos los de Benalúa, Purullena, Alquife y Polícar, pero a excepción de estos, el territorio está en promedio por debajo de Andalucía. Según el tipo de cultivo los que más empleo generan, representando a su vez los de mayor productividad, son en primer lugar los cultivos hortícolas al aire libre e invernadero, seguidos de cerca por los frutales y olivar en regadío. En contraposición, los cultivos extensivos de invierno son los que menos mano de obra requieren (Inventario de regadíos. Consejería de Agricultura y Pesca 2003).

Tabla 12.6. Unidades de trabajo por municipio

UNIDADES DE TRABAJO MUNICIPIOS

< 50 Albuñán, Alicún de Ortega, Alquife, Beas de Guadix, Cogollos de Guadix, Diezma, Gobernador, Hinojares, Huélago, Marchal, Morelábor, Polícar, Torre-Cardela.

50-100 Alamedilla, Alcóntar, Aldeire, Benalúa, Calahorra (La), Castilléjar, Cortes y Graena, Darro, Dehesas de Guadix, Dólar, Ferreira, Freila, Gorafe, Lanteira, Larva, Villanueva de las Torres.

100-200 Benamaurel, Fiñana, Fonelas, Galera, Gor, Huéneja, Huesa, María, Pedro Martínez, Peza (La), Purullena, Serón, Tíjola, Valle del Zalabí.

> 200 Baza, Cabra del Santo Cristo, Caniles, Castril, Cortes de Baza, Cuevas del Campo, Cúllar, Chirivel, Guadahortuna, Guadix, Huéscar, Jódar, Orce, Pozo Alcón, Puebla de Don Fadrique, Quesada, Vélez-Blanco, Vélez-Rubio, Zújar.

Andalucía: 288.285 Unidades de trabajo/año. (0,04 ud. trabajo por ha agrícola y año) Almería: Granada: Jaén Fuente: SIMA, 2006. Elaboración propia.

Las plantaciones de hortícolas son el tipo de cultivo con mayor necesidad de mano de obra en el Altiplano. JC

537 Ambientes semiáridos del sureste andaluz: el Altiplano estepario

Agricultura ecológica

La superficie dedicada a la producción ecológica en España se ha multiplicado en los últimos años, una evolución que sitúa a España entre los líderes europeos a este nivel. Por su parte Andalucía, con 519.910 ha inscritas en el año 2006 (un 28,9% más que en 2005), lidera la producción de agricultura ecológica en España, tanto en superficie como en número de productores y con una tendencia continua de crecimiento, potenciada por las políticas de fomento y ayudas a la producción ecológica. Esta cifra supone el 57% de la superficie total de agricultura ecológica en España, porcentaje liderado por el olivar ecológico, que tiene su mayor extensión en la provincia de Córdoba (Consejería de Agricultura y Pesca, 2006 y 2007).

Se aprecia una marcada especialización a nivel provincial y comarcal respecto al tipo de cultivo. Por ejem- plo las provincias de Almería y Granada orientan la mayoría de su producción ecológica a los herbáceos de secano, de lo que participa también el Altiplano, en cuyo entorno destaca la comarca de Los Vélez, orientada a la producción ecológica de frutales de secano. Como se aprecia en la Tabla 12.7., las comarcas con mayor protagonismo en la producción ecológica del Altiplano son las de Los Vélez, Baza y Huéscar. A nivel muni- cipal destacan los municipios de María, Cortes de Baza, Chirivel, Vélez Rubio y Vélez Blanco (Tabla 12.8.), pertenecientes a las citadas comarcas. Sin embargo con relación al total de superficie comarcal, la represen- tación de la agricultura ecológica es bastante baja en la actualidad (Tabla 12.7., Figura 12.6.).

Tabla 12.7. Superficie de agricultura ecológica por provincias y comarcas en Andalucía (ha)

PROVINCIA COMARCA AGRARIA SUPERFICIE SUPERFICIE COMARCAL

ALMERÍA ALTO ALMANZORA 3.665,52 155.849 LOS VELEZ 8.686,70 114.630 RÍO NACIMIENTO 45,69 147.293

GRANADA BAZA 6.057,04 169.229 GUADIX 1.871,94 183.707 HUÉSCAR 4.272,68 178.600 IZNALLOZ 708,15 120.333

JAÉN LA LOMA 217,37 145.924 MÁGINA 715,98 133.680 SIERRA DE CAZORLA 213,00 133.230

Fuente: Plan Andaluz de Agricultura Ecológica, 2002. Datos a 24 septiembre 2001.

Frente a la agricultura convencional, la producción ecológica, además de las ventajas medioambientales asociadas, puede constituir una fórmula de desarrollo rural alternativa (del Campo y Navarro, 2001), como complemento a la renta agraria tradicional, que resulta idónea en el territorio del Altiplano por las caracte- rísticas de sus cultivos y la problemática asociada al medio físico. Esta práctica posibilita la continuidad de algunos cultivos, probablemente abocados al abandono por falta de competitividad respecto a otras zonas, y contribuye no solo a paliar la degradación y desarticulación de sus agrosistemas, sino también al desarrollo económico de las zonas de origen de los productos.

538 Actividades económicas

Figura 12.6. Superficie en régimen ecológico respecto al total comarcal

Fuente: Plan Andaluz de Agricultura Ecológica, 2002.

Esta ventaja económica puede acrecentarse aún más en la medida en que se cierre el ciclo productivo por medio de la potenciación de la agroindustria local y la comercialización de los productos, de forma que el valor añadido revierta en el propio entorno.

Tabla 12.8. Distribución municipal de explotaciones con agricultura ecológica en 1999

No DE No DE No DE MUNICIPIO EXPLOTACIONES MUNICIPIO EXPLOTACIONES MUNICIPIO EXPLOTACIONES María 31 Jódar 4 Gobernador 1 Cortes de Baza 25 Gor 3 Guadahortuna 1 Chirivel 22 Pozo Alcón 3 Huéneja 1 Vélez-Rubio 21 Castril 2 Peza (La) 1 Vélez-Blanco 13 Cortes y Graena 2 Villanueva de las Torres 1 Orce 9 Huéscar 2 Fiñana 1 Puebla de Don Fadrique 9 Morelábor 2 Serón 1 Guadix 8 Beas de Guadix 1 Tíjola 1 Quesada 7 Benalúa 1 Larva 1 Baza 6 Benamaurel 1 Otros municipios del 0 Cúllar 5 Fonelas 1 Altiplano Cabra del Santo Cristo 4 Freila 1

Fuente: SIMA, 2006.

De lo anteriormente expuesto se puede extraer que en la agricultura de la zona abundan las parcelas de baja producción, aunque en los últimos años se aprecia un incremento de la intensificación y del regadío, con un creciente auge de las hortalizas a descubierto que, junto a los invernaderos, son el cultivo más productivo y que más empleo genera, pero también uno de los que conlleva mayores consumos de agua. Otra de las ten- dencias más relevantes del entorno es el incremento de los leñosos, sobre todo olivar y almendro.

539 Ambientes semiáridos del sureste andaluz: el Altiplano estepario

12.2. Ganadería

España cuenta con uno de los patrimonios ganaderos más importantes de toda Europa. Tras siglos de diferenciación genética en un territorio marcado por fuertes contrastes climáticos y orográficos, se han originado multitud de razas ganaderas. Las diferentes culturas ganaderas ibéricas han sabido seleccionar sus animales en base a estas diferencias para conseguir en cada caso las máximas adaptaciones y utilidades (Rodero et al., 1995).

Junto a otros factores históricos, como los distintos episodios de roturación, los conflictos bélicos, las extracciones de madera para la construcción naval o las desamortizaciones decimonónicas, la ganadería ha jugado un papel muy importante en el modelado del paisaje ibérico. Esta actividad, conocida desde el Neolítico, se consolida especialmente como aprovechamiento clave en la Península Ibérica a partir de 1273, cuando Alfonso X el Sabio crea el “Honrado Concejo de la Mesta de Pastores” concediéndole carta de privilegio.

Ganado equino en espartales de Jódar. MY

En la actualidad, en las comarcas o territorios con importancia del sector primario, como es el caso del Altiplano, la ganadería también tiene una fuerte relación e influencia en el medio natural. Asimismo, existe una incipiente tendencia a utilizar la ganadería además de como un sector meramente productivo, como una herramienta de manejo del medio natural, como es el caso de las áreas pasto-cortafuegos, una experiencia

540 Actividades económicas

de silvicultura preventiva que realiza la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía sobre más de 2.000 ha en este ámbito.

Estado actual: el censo ganadero

Según los datos recogidos en SIMA (2006) para 1999 los municipios incluidos en el Altiplano contaban con más de dos millones de cabezas de ganado, lo que supone el 8,7% del total andaluz. Si se compara el número de cabezas de ganado del Altiplano con las provincias andaluzas, puede observarse que éste supera a provincias completas como Almería o Jaén.

Tabla 12.9. Comparativa del número de cabezas de ganado, año 1999

CONEJAS ÁMBITO BOVINO OVINO CAPRINO PORCINO AVÍCOLA EQUINO MADRE TOTAL

ALMERÍA 2.711 207.300 130.298 314.319 1.391.027 1.662 9.115 2.056.432 GRANADA 24.343 465.777 151.874 92.921 2.342.498 4.909 12.514 3.094.836 JAÉN 36.070 277.564 62.835 234.322 1.559.646 3.280 3.016 2.176.733 ALTIPLANO 6.653 410.800 81.883 94.378 1.786.272 1.668 10.533 2.392.187 ANDALUCIA 564.768 2.572.979 1.022.506 1.936.624 21.288.568 56.275 47.868 27.489.588

Fuente: SIMA, 2006. Elaboración propia.

De forma genérica, cuando se analizan los datos ganaderos estos se transforman de cabezas de ganado a Unidades Ganaderas (en adelante UG), cuya correspondencia depende de la aplicación de un coeficiente. Bajo esta unidad de referencia el Altiplano contaría en su territorio con el 6,1% de las UG andaluzas, cifra inferior al 8,7 % anterior (cabezas de ganado) debido a la baja presencia de ganado bovino.

El ámbito de estudio destaca fundamentalmente en el contexto andaluz por su cabaña ovina, que supone el 16% del total autonómico. Y en cuanto al ganado menor, lo hace por el elevado número de conejas madre respecto al total andaluz (22%).

Tabla 12.10. Comparativa del número de UG, año 1999

CONEJAS ÁMBITO BOVINO OVINO CAPRINO PORCINO AVÍCOLA EQUINO MADRE TOTAL

ALMERÍA 1.995 20.730 13.030 88.174 11.911 1.330 182 137.352 GRANADA 18.607 46.578 15.187 26.236 20.663 3.927 250 131.448 JAÉN 27.855 27.756 6.284 43.954 13.205 2.624 60 121.738 ALTIPLANO 4.590 41.080 8.195 25.532 14.296 1.335 209 95.237 ANDALUCIA 423.992 257.297 102.251 504.299 223.837 45.020 956 1.557.652

Fuente: SIMA, 2006. Elaboración propia.

541 Ambientes semiáridos del sureste andaluz: el Altiplano estepario

Cuantificación de unidades ganaderas (UG) a nivel municipal (1999)

Fuente: SIMA, 2006

0 UG 1.001 - 2.000 UG 5.001 - 10.000 UG Límite del Altiplano 1 - 100 UG 2.001 - 3.000 UG > 10.000 UG Límite autonómico 101 - 500 UG 3.001 - 4.000 UG Límite provincial 501 - 1.000 UG 4.001 - 5.000 UG Municipios

542 Actividades económicas

Figura 12.7. Importancia de los distintos tipos de ganadería en el Altiplano, año 1999

Fuente: SIMA, 2006. Elaboración propia.

En total, el ovino es el que presenta un mayor número de UG con 41.080, a continuación se encuentra el porcino con 25.532 y tras ambos el sector avícola con más de 14.000 UG.

La importancia del ovino se hace más patente en las comarcas de Baza y sobre todo Huéscar, donde supone algo más del 70% de las UG comarcales. Por municipios el que posee mayor número de cabezas de ovino es Puebla de Don Fadrique seguido por Huéscar, Vélez-Blanco y Baza. Es tal el desarrollo que ha adquirido el ovino en estas zonas que incluso llega a adquirir preponderancia sobre la agricultura, convirtiéndose en la principal fuente de ingresos. Asimismo los ganaderos oscenses y bastetanos defienden que los ingresos de la ganadería son más seguros, ya que obtienen periódicamente producciones más o menos grandes pero seguras (García, 1990).

Dentro del ovino la raza más abundante es la Segureña, que supone aproxima- damente el 60% del total Granadino (García, 1990); también merece aten- ción la presencia de Montesina, raza autóctona y en peligro, que representa aproximadamente el 15%. La Segureña es una raza autóctona con origen en la sierra y cuenca del Segura, y puede considerarse procedente de la raza manchega, de la que se diferencia por su adaptación a medios más duros. Esta raza se explota principalmente para la producción de carne, proporcionando corderos de alta calidad con elevados Las ovejas de raza Segureña son muy prolíficas a pesar de las rendimientos en matadero. condiciones extremas de los medios donde habitan. JAGP

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Además esta raza ofrece una serie de cualidades y ventajas para estos territorios, como son su elevada rusticidad, que le permite explotar medios inhóspitos, adaptándose a las condiciones semiáridas y de escasa vegetación del Altiplano, pastando en terrenos donde la especie dominante es el esparto. Estas condiciones junto a sus buenos niveles de producción (1.58 corderos/año) han propiciado el mantenimiento de la pure- za como en ninguna otra de las razas nacionales, debido a que los cruzamientos han fracasado al no poder adaptarse a las condiciones de los territorios que ocupa esta raza. Además presenta una elevada velocidad de crecimiento y una carne de gran calidad. Asimismo esta raza cuenta con la cualificación de Indicación Geográfica Protegida, mención que ha alcanzado gracias al trabajo de la Asociación Nacional de Criadores de Ovino Segureño, cuya sede se localiza en el municipio de Huéscar.

Tabla 12.11. Aprovechamientos utilizados por el ovino segureño, según calendario

ÁMBITO FECHA APROVECHAMIENTO

SIERRA Y enero-marzo (febrero espiga) esparto OTROS febrero-marzo hoja de olivo marzo-mayo romero-tomillo, retama marzo-junio (octubre) pasto julio-octubre rastrojera septiembre-octubre hojas y cáscara de almendra noviembre-enero (año entero) bellotas de encina diciembre-febrero (año entero) lastón-zamarrilla

CEREAL Y junio-octubre rastrojeras, lechuga HORTALIZAS septiembre-octubre pimientos, tomates diciembre-febrero coliflor, brócoli

Fuente: ANCOS.

Rebaño segureño aprovechando rastrojeras de brócoli en Puebla de Don Fadrique. JC

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Tras el ovino la especie con mayor número de UG es el porcino, sin embargo estos territorios cuentan con una representatividad muy inferior en el contexto andaluz. No obstante, mantiene una fuerte presencia en los municipios del noreste del Altiplano, y concretamente en el entorno de la Sierra de María. Por ejemplo, en los municipios de la comarca de Los Vélez incluidos en el ámbito de estudio el porcino acumula casi el 60% de las UG, y en el municipio de Vélez Rubio representa más del 70% de su cabaña ganadera. Actualmente no hay explotaciones de cerdo ibérico extensivo ni de otras razas autóctonas en los territorios que abarca el Altiplano, existiendo únicamente explotaciones intensivas de cochinos de origen alóctono como el Large- white, Landrace o cruces varios.

En cuanto al ganado caprino la raza por excelencia es la Granadina o Murciano-Granadina, también relativamente bien extendida y que representa aproximadamente el 70% de los animales en la provincia de Granada.

Por último hacer mención de las explotaciones avícolas con carácter productivo, caracterizadas por dos cuestiones; la primera, su carácter intensivo, y la segunda no presentar especies autóctonas. Existen dos ti- pos de explotaciones, las de gallinas ponedoras selectas y las broilers (carne). Todas estas explotaciones se ubican en las proximidades de los centros de consumo local más importantes, destacando por su producción municipios como Cúllar, Huéneja, Huelma o Dólar.

Razas autóctonas amenazadas en el Altiplano

Los cambios en el sector primario en favor de un sistema mucho más productivo tienden a propiciar la selección de semillas vegetales y razas ganaderas de mayores rendimientos, lo cual propicia la pérdida de matrices genéticas.

De todas las especies ganaderas es la bovina, sin duda, una de las más afectadas por el deterioro de las razas autóctonas en los últimos años, y no sólo en España sino también a nivel internacional (Lauvergne, 1975).

Andalucía cuenta con siete razas autóctonas de bovino amenazadas (Rodero et al., 1995) cinco de las cuales se pueden encontrar en el Altiplano. Tales son Berrenda en Colorado, Berrenda en Negro, Cárdena Andaluza, Negra de las Campiñas y Pajuna.

Sin duda en el Altiplano y su entorno, fundamentalmente Sierra Nevada, la raza de bovino más emble- mática y amenazada es la Pajuna. Esta raza es de origen un tanto incierto, aunque algunos autores la consi- deran derivada del tronco africano del Atlas que se introdujo en la Península mezclándose con ejemplares del tronco rubio convexo. Otros como Aparicio (1960), la considera descendiente directa del Bos taurus primigenius del que conserva su perfil y capa.

La Pajuna cuenta con doble aptitud, cárnica en extensivo y trabajo. Su producción cárnica no destaca frente a otras razas andaluzas, ya que su ternero pastenco de seis meses tan solo alcanza los 140 kg de peso medio, lo que pone de manifiesto una escasa precocidad (Rodero et al., 1995). Sin embargo su rusticidad y adaptabilidad a ambientes con escasos recursos facilita que no tenga muchas competidoras en dichos

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Ejemplar de toro de raza Pajuna. MVA

ecosistemas, logrando transformar de manera eficiente recursos de baja calidad, como el propio esparto. Además, se caracteriza por tener menos requerimientos alimenticios y repartir las zonas de alimentación, siendo un elemento potencialmente útil de desarrollo sostenible (Luque et al., 2001).

El principal problema al que se ve sometida es la pérdida de pureza genética, fundamentalmente por cruces con otras razas foráneas como la Charolés o Limusín (Molina et al., 2005). Como consecuencia de esto se ha convertido en una de las razas bovinas andaluzas consideradas en inminente peligro. En el Real Decreto 1682/1997, de 7 de noviembre, por el que se actualiza el catálogo oficial de razas de ganado de España, ya se la consideró como de protección especial. En la actualidad la Asociación de Criadores de Ganado Vacuno de Raza Pajuna cifran el número de ejemplares puros en menos de 200 hembras reproductoras.

Entre el ganado ovino únicamente se encuentra la raza Montesina, también conocida como Ojinegra o Granadina, que junto a la Ojalada constituyen los representantes actuales del Ovis aries ibericus, que es sin duda el tronco ovino español más antiguo, el cual ha permanecido estrechamente asociado a los lugares que ocupa. Aunque existen ciertos núcleos de la raza fuera de Andalucía, las zonas de máxima concentración son Sierra Mágina y Orientales de Granada.

La representación de razas caprinas amenazadas es escasa en el Altiplano, siendo posible la presencia de algún rebaño de Blanca Andaluza o Negra Serrana.

Conservación de razas autóctonas en peligro

Diariamente desaparecen razas de ganado vacuno, ovino, caprino, equino, porcino y aviar, extinciones que según la F.A.O. alcanzan valores de 200 razas semanales en el mundo (López, 2003). Esto se produce en

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un período de intensificación ganadera que ha permitido altas producciones de proteína a precios baratos, resultado de una tendencia uniformadora que caracteriza a la agresiva ganadería industrial moderna pero que conlleva consecuencias nefastas desde el punto de vista ambiental e incluso higiénico-sanitario.

Las historias evolutivas de los animales domésticos se han desarrollado, desde siempre, paralelas a las del hombre. La convivencia entre el hombre y algunas especies animales puede remontarse a hace más de 40.000 años, si bien la verdadera domesticación se inició con la revolución neolítica, en torno a 10-12.000 años a.C.

De forma genérica se pueden argüir una serie de argumentos en favor de la conservación de razas, bien de tipo cultural, biológico, práctico o científico.

Desde el punto de vista biológico, la raza es un grupo subespecífico homogéneo de ganado con caracteres externos definibles e identificables que permiten separarlos “de visu” de otros grupos definidos similarmen- te dentro de la misma especie (Turton, 1974). También puede definirse como un grupo homogéneo cuya separación geográfica de grupos fenotípicos similares ha dado lugar a la aceptación general de la identidad separada.

En el proceso de formación de las razas ha habido dos períodos. El primero, un período natural en el que el ambiente, la mutación, la recombinación, la selección y la deriva han jugado un papel preponderante. El segundo, un período artificial, con creación consciente por el hombre de razas, motivado ello por el interés hacia una mayor adaptación y, en su caso, producción.

La domesticación así como las áreas ecológicas diferenciales han supuesto un aumento de la variabilidad genética. Según Simón (1984) conviene preservar esta variabilidad genética vista como material genético animal por una serie de razones:

Variabilidad y flexibilidad genética para responder a requerimientos futuros, incluso del tipo nutricional humano.

Variabilidad para mejorar producciones animales aceptables en condiciones desfavorables.

Reserva para superar los posibles límites de la selección dentro de las poblaciones actuales y dentro de los factores ambientales en que se crían.

Mejor comprensión por el hombre de los aspectos de la biología animal.

Las ventajas prácticas están en relación con el factor productivo, ya que las razas autóctonas proporcio- nan un mejor uso de la tierra. También pueden ser debidas a la existencia de una demanda por parte de los consumidores, a criterios de explotación o bien de carácter genético para la mejora de la raza (Rodero et al., 1995). Por último las razones científicas se explican en que el mantenimiento de la variabilidad animal es beneficioso en investigaciones de genética, fisiología, bioquímica, inmunología, así como para la evolución, ortogenia y conducta. En definitiva, la conservación y fomento de las razas ganaderas autóctonas juegan un papel interesante en los modelos de desarrollo sostenible de las comunidades rurales.

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Grupo de bovino moviéndose por zona de ramblas del Altiplano. Algunos ejemplares pertenecen a razas autóctonas amenazadas, como la Berrenda en Colorado. AH

Ganadería ecológica

La ganadería ecológica tiene como objetivo obtener alimentos de origen animal sin emplear sus- tancias químicas artificiales ni organismos modificados genéticamente (OGM) durante la cría del ga- nado, evitando toda forma de deterioro del medio ambiente y respetando el bienestar de los animales (Caballero, 2006).

Los condicionantes para que una explotación sea certificada como ecológica son los siguientes:

1. Base territorial. Es necesario que el ganadero tenga en propiedad la parcela o finca donde localizará al ganado.

2. Sistema de cría animal. Al menos han de estar 24 días mamando las crías.

3. Origen. Todos los animales deben de proceder de ganadería en ecológico o de sistema exten- sivo que tras pasar 5 años se considerará ecológico.

4. Alimentación. Debe ser toda de procedencia ecológica (piensos y pastos).

5. Sanidad animal. No se pueden utilizar medicamentos alopáticos.

6. Reproducción. No se pueden utilizar hormonas.

7. Bienestar animal. Las instalaciones deben de cumplir unos rangos espaciales mínimos. Todo extensivo cumple.

En 1993 se certificó el primer ternero ecológico de España y aunque la finca no esté en el propio Altiplano si lo está el cebadero para los terneros. Esta instalación se encuentra en la localidad de Purullena, donde los

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terneros se alimentan de pasto o cebada ecológica. La distribución de la carne se hace desde el municipio de Cortes y Graena, en lotes de 5 kilos de carne ecológica de raza morucha.

Al igual que las razas ganaderas autóctonas, la ganadería ecológica constituye un elemento diferenciador del producto que entraña un valor añadido y puede contribuir al desarrollo sostenible, de forma respetuosa con el medio y suponiendo una nueva fuente de recursos para la población rural.

FeRiA GAnAdeRA de JéReZ deL MARQueSAdO

La Feria Ganadera de Jérez del Marquesado es una de las más antiguas de Andalucía. Durante 165 años ha servido de punto de encuentro entre los ganaderos de Granada y Almería (Sierra Nevada), en parte debido a las siete cañadas reales que atraviesan la zona, aunque también acudían ganaderos de provincias vecinas como Murcia, Jaén, y otras más lejanas como Valencia o Sevilla.

Antiguamente, la feria de ganado junto con la re- cogida de cereal al final de verano suponían los dos eventos más importantes para la población de Jérez, debido a que eran los momentos en que se obtenían mayores recursos económicos. Los jerezanos cultiva- ban maíz para vendérselo a los feriantes y también re- cogían abundantes castañas de la zona para utilizarlas como medio de trueque. La población del municipio durante estos días llegaba a duplicarse y los propios vecinos acogían en sus hogares a los visitantes.

En las últimas décadas, los grandes cambios experi- mentados en la ganadería y en todo el medio rural en general han puesto en peligro la continuidad de este tradicional evento. Además, los cambios en el sistema tradicional de ganadería hacia el actual mo- delo de superproducción y mecanización del campo han provocado el desarrollo de razas ganaderas que multiplican la producción pero que al mismo tiempo disparan los insumos. Por desgracia, estas razas indus- triales amenazan la existencia de otras con aptitudes más polivalentes, menos específicas, pero también más adaptadas al entorno y por ello más sostenibles. Un claro ejemplo que refleja esta situación es la raza bovina Pajuna, que se encuentra actualmente en gra- ve peligro de extinción.

Actualmente, la Feria tiene por objeto fomentar y re- cuperar costumbres y tradiciones ancestrales, aprove- char los recursos propios del marquesado, promover la conservación, recuperación, mejora, selección y difu- sión de razas autóctonas, fundamentalmente la raza bovina Pajuna y el ovino Segureño. Cartel de la Feria Ganadera de Jérez del Marquesado.

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