COMISARÍA DE AGUAS

DELIMITACIÓN DE CORREDORES FLUVIALES Y TORRENCIALES EN EL CONCEJO DE (PRINCIPADO DE )

MAYO 2007

1. INTRODUCCIÓN ...... 3 1.1. ANTECEDENTES ...... 3 1.2. MARCO NORMATIVO ...... 3 1.3. OBJETIVOS ...... 4 2. ÁREA DE ESTUDIO ...... 5 3. METODOLOGÍA...... 8 3.1. FUENTES DOCUMENTALES ...... 8 3.2. TRABAJO DE CAMPO ...... 8 4. DEFINICIÓN DE CORREDORES ...... 9 4.1.1. Corredores fluviales...... 9 4.1.2. Corredores torrenciales...... 10 5. PROPUESTA DE CORREDORES ...... 11 5.1. CORREDORES FLUVIALES ...... 11 5.1.1. Distribución y características...... 11 5.1.2. Recomendaciones de gestión ...... 13 5.2. CORREDORES TORRENCIALES ...... 14 5.2.1. Distribución y características...... 14 6. CONCLUSIONES ...... 16 7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS...... 18

1. Introducción 1.1. Antecedentes Las expectativas de desarrollo de las comunidades ribereñas convierten al medio fluvial en uno de los elementos del territorio con un mayor grado de ocupación, especialmente en regiones montañosas, donde las planicies de las llanuras aluviales constituyen con frecuencia los espacios más favorables para la ubicación de viviendas, instalaciones industriales y otras infraestructuras. Esta situación conduce en muchas ocasiones a la degradación de los sistemas fluviales y de los ecosistemas asociados a ellos. Esta problemática se agrava debido a la actividad de los sistemas fluviales, que inundan periódicamente sus llanuras aluviales durante avenidas. Una situación similar se puede identificar en los depósitos asociados a cauces de orden bajo con una dinámica de tipo torrencial, los cuales se encuentran a menudo ocupados por elementos vulnerables. El río Nalón es el mayor de los cursos fluviales que desembocan en el mar Cantábrico y uno de los cursos fluviales sometidos a un mayor grado de degradación, como consecuencia de la intensa ocupación y actividad industrial existente en la zona, especialmente a lo largo del denominado Corredor del Nalón , que incluye las poblaciones de Sotrondio, El Entrego, Sama, Langreo y La Felguera, entre otras. Estas presiones tienen lugar, por un lado, sobre la llanura aluvial, con el crecimiento de núcleos urbanos, áreas industriales y el emplazamiento de escombreras e infraestructuras viarias, y por otro, sobre el propio cauce, fundamentalmente a través de obras de encauzamiento y embalses. El río Nalón ha sido afectado históricamente por numerosas inundaciones que han generado considerables pérdidas materiales y humanas (Indurot, 2003 y 2004). Este hecho, combinado con la gran cantidad de infraestructuras presentes a lo largo del Corredor del Nalón , hace que el riesgo de inundación en las vegas del río sea uno de los más altos del Principado de Asturias. Por otra parte, las propiedades geomorfológicas de la cuenca del río Nalón hacen que la mayor parte de sus cauces de orden menor tengan un comportamiento de tipo torrencial, lo que da lugar a situaciones de riesgo adicionales. 1.2. Marco normativo La gestión del espacio fluvial encuentra su fundamento normativo en el Texto refundido de la Ley de Aguas 1 (RDL1/01) y en la Ley 10/2001 del Plan Hidrológico Nacional 2 (L10/01). El artículo 40 del RDL1/01 establece que la planificación hidrológica tendrá por objetivos generales conseguir el buen estado y la adecuada protección del dominio público hidráulico y de las aguas objeto de esta Ley, la satisfacción de las demandas de agua, el equilibrio y armonización del desarrollo regional y sectorial, incrementando las

1 Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el Texto refundido de la Ley de Aguas. BOE núm. 176, de 24 de julio de 2001. Modificado por las leyes: 16/2002, BOE núm. 157, de 2 de julio de 2002; 53/2002, BOE núm. 313, de 31 de diciembre de 2002; 13/2003, BOE núm. 124, de 24 de mayo de 2003; 62/2003, BOE núm. 313, de 31 de diciembre de 2003. 2 Ley 10/2001, de 5 de julio, del Plan Hidrológico Nacional. BOE núm. 161, de 6 de julio de 2001. Modificada por las leyes: 11/2005, BOE núm. 149, de 23 de junio de 2005; 62/2003, BOE núm. 313, de 31 de diciembre de 2003; 53/2002, BOE núm. 313, de 31 de diciembre de 2002; y por Real Decreto-ley 2/2004, BOE núm. 148, de 19 de junio de 2004.

disponibilidades del recurso, protegiendo su calidad, economizando su empleo y racionalizando sus usos en armonía con el medio ambiente y los demás recursos naturales . Asimismo, el artículo 11.2 del RDL1/01 señala que los Organismos de cuenca darán traslado a las Administraciones competentes en materia de ordenación del territorio y urbanismo los datos y estudios disponibles sobre avenidas, al objeto de que se tengan en cuenta en la planificación del suelo y, en particular, en las autorizaciones de usos que se acuerden en las zonas inundables . Por su parte, la L10/01 incorpora en su artículo 25 la posibilidad de establecer reservas hidrológicas por motivos ambientales , con el fin de proteger y conservar los bienes de dominio público hidráulico que, por sus especiales características o su importancia hidrológica, merezcan una especial protección, se podrán reservar determinados ríos, tramos de ríos, acuíferos o masas de agua para su conservación en estado natural. Tal reserva podrá implicar la prohibición de otorgar autorizaciones o concesiones sobre el bien reservado. Por otra parte, el artículo 28 de esta ley hace referencia a la protección del dominio y a las actuaciones en zonas inundables. Finalmente, la política de aguas a nivel comunitario está regulada por la Directiva Marco del Agua 3 (2000/60/CE). Con ella, la Unión Europea establece un marco legal cuyo objetivo es conservar o mejorar el estado natural de las masas de agua, incluidos los ríos y su entorno. En su artículo primero, esta ley especifica la necesidad de contribuir a paliar los efectos de las inundaciones y sequías , aunque no llega a desarrollar medidas concretas de actuación en este sentido. 1.3. Objetivos El riesgo de inundaciones existente en el curso medio del río Nalón plantea la necesidad de desarrollar medidas de prevención y conservación que sean compatibles con las expectativas de desarrollo socioeconómico de la región. En este contexto, la Confederación Hidrográfica del Norte (CHN, Ministerio de Medio Ambiente) y el Ayuntamiento de Laviana acuerdan la creación de una serie de zonas de protección a lo largo de las llanuras aluviales de este concejo denominadas corredores fluviales , dentro de los cuales se pretenden preservar y recuperar las condiciones naturales de la llanura con el objeto de frenar el aumento del riesgo y mitigarlo en las zonas ya ocupadas, sin que ello suponga un freno a las necesidades de desarrollo de la región. Zonas de protección similares ya han sido definidas en ríos del ámbito europeo (Blackwell y Maltby, 2006; Agència Catalana de l’Aigua, 2002) con resultados positivos. El objetivo principal del presente informe es definir los criterios empleados en la delimitación de estos corredores y elaborar una cartografía de los mismos a escala de detalle para todo el concejo de Laviana. Debido a sus características geológicas y geomorfológicas, los cauces de cabecera del concejo de Laviana se caracterizan por una actividad de tipo torrencial. Esta circunstancia plantea la necesidad de definir y delimitar estas zonas con riesgo, denominadas corredores torrenciales , con el fin de que el ayuntamiento de Laviana pueda incluir esta información en sus planes de desarrollo y emergencia.

3 Directiva 2000/60/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de octubre de 2000, por la que se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de aguas. DO L núm. 327 de 22 de diciembre de 2000. Modificado por la Decisión núm. 2455/2001/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de noviembre de 2001; DO L núm.331 de 15 de diciembre de 2001.

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2. Área de estudio El área de estudio comprende la totalidad del concejo de Laviana (Principado de Asturias). La mayor parte del concejo está incluida dentro de la cuenca hidrográfica del río Nalón, que en su sector medio se desarrolla sobre un substrato paleozoico dominado por las litologías mixtas de la Cuenca Carbonífera Central. El concejo se caracteriza también por la existencia de un fuerte relieve, con un desnivel máximo de 1 025 m y la existencia de fuertes pendientes. El río Nalón constituye el principal eje fluvial del concejo de Laviana, con un área de drenaje en la parte más baja de 461 km 2 (Figura 1). El concejo también comprende varias cuencas tributarias cuyos ejes principales se disponen en ángulos casi rectos con respecto al valle principal. El más importante de estos tributarios es el río , con una cuenca de 36 km 2, mientras que el resto drenan áreas considerablemente menores.

Figura 1. Cuenca media-alta del río Nalón y situación del concejo de Laviana.

Las mayores llanuras aluviales están asociadas al curso del río Nalón, con una anchura media en torno a 400 m y buena continuidad longitudinal. Por el contrario, los cauces fluviales de las cuencas afluentes desarrollan llanuras aluviales discontinuas, de escaso desarrollo lateral y morfologías incisas. El sector comprendido entre y es el más modificado de todo el concejo, con un cauce totalmente canalizado y numerosos rellenos sobre la llanura. Estas actuaciones han dado lugar a cambios radicales en la morfología del río Nalón, siendo el más destacable la configuración artificial de un cauce único y rectilíneo con una

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mayor capacidad hidráulica, lo que ha implicado la pérdida de numerosos canales secundarios (Figura 2) así como una disminución del grado de inundabilidad de la llanura.

Figura 2. Canal de crecida del río Nalón a su paso por Pola de Laviana. A la izquierda, aspecto del cauce en condiciones naturales en 1957, cuando el río desarrollaba un trazado trenzado. A la derecha, aspecto actual del río, que ha experimentado un fuerte estrechamiento y establecimiento de un trazado rectilíneo artificial (2) y ha perdido el canal secundario que discurría al sur de la vega de Pola de Laviana (1).

Aguas arriba de Pola de Laviana, tanto el cauce como la llanura del río Nalón conservan unas condiciones más naturales debido a su menor grado de ocupación. Una situación similar puede reconocerse en los cauces fluviales de menor orden del concejo de Laviana, donde las modificaciones antrópicas no han sido tan intensas como en el tramo medio del río Nalón. El grado de inundabilidad de estas llanuras es considerablemente superior al del tramo medio del río Nalón, como se desprende del análisis comparativo de los histogramas de clases de inundabilidad (Figura 3).

35%

30% Nalón medio Laviana alta Figura 3. Histogramas de las 25% superficies relativas ocupadas

20% por las diferentes categorías de inundabilidad (Indurot, 2004) 15% para la llanura del río Nalón

10% entre Soto de Ribera y Pola de Laviana (Nalón medio) y el 5% sector más natural del concejo de Laviana, aguas arriba de su 0% Muy Frecuente Ocasional Excepcional Relleno no capital (Laviana alta). frecuente inundable

La actividad torrencial que domina la dinámica de los cauces de orden bajo del concejo de Laviana está favorecida por las fuertes pendientes, la presencia de numerosos depósitos superficiales y las abundantes precipitaciones (Indurot, 2003). Los depósitos de

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naturaleza torrencial son abundantes dentro de la zona de estudio, la mayor parte de los cuales desarrollan morfologías en forma de abanico en las desembocaduras de pequeñas cuencas de carácter torrencial. Con frecuencia, el confinamiento de los valles no permite el desarrollo de estas formas, generándose entonces depósitos torrenciales de morfología alargada. Debido a su topografía suave y propiedades edáficas particulares, los abanicos torrenciales constituyen zonas preferentes para el asentamiento de poblaciones y el aprovechamiento agropecuario en el concejo de Laviana.

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3. Metodología La definición y cartografía de los corredores se ha basado en la interpretación de las fuentes documentales existentes (principalmente material cartográfico) y observaciones de campo llevadas a cabo en zonas con una especial problemática. Toda la información cartográfica obtenida se ha volcado en el formato geodatabase de ArcGIS para su posterior análisis. 3.1. Fuentes documentales La principal fuente documental en la que se ha basado este trabajo es el Sistema de información de zonas inundables y de avenida torrencial del Principado de Asturias del 112 (Indurot, 2004). En este trabajo se realiza una zonificación de las áreas inundables basada en criterios geomorfológicos e históricos, estableciendo varias categorías de peligrosidad que se corresponden con diferentes frecuencias de inundación. Por otra parte, la información referente al ordenamiento urbanístico del tramo estudiado se ha tomado del Documento de Prioridades del Plan General de Ordenación del Concejo de Laviana. La definición previa de los corredores fluviales y torrenciales se ha basado en la interpretación de pares de fotografías estereoscópicas disponibles para la zona. En aquellas zonas más conflictivas, se ha recurrido al análisis temporal de diferentes fotogramas, con el objetivo de incorporar al análisis criterios basados en la dinámica fluvial de la zona. 3.2. Trabajo de campo El trabajo de campo ha consistido en el reconocimiento in situ de los corredores fluviales, con especial atención a las zonas más conflictivas. Dado que uno de los principales criterios empleados en la delimitación de los corredores es el grado de inundabilidad de la llanura, el trabajo de campo se ha centrado en la identificación de aquellas evidencias geomorfológicas relacionadas con fenómenos de erosión y sedimentación durante avenidas. Estas evidencias incluyen formas de la llanura aluvial tales como escarpes y canales abandonados, además de otras morfologías de escala no cartografiable, como es el caso de los microrrelieves, habitualmente ligados a las zonas en las que las inundaciones alcanzan velocidades y calados importantes. En el ámbito de los corredores torrenciales, ha sido necesario realizar observaciones de sus límites en un número limitado de casos, por lo general sistemas con topografías suaves y morfologías poco claras. Finalmente, se han descrito las propiedades sedimentológicas de algunos depósitos de torrencial con afloramientos visibles, con el objeto de interpretar los mecanismos de transporte dominantes en ellos.

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4. Definición de corredores

4.1.1. Corredores fluviales La delimitación de los corredores fluviales se ha centrado en aquellas llanuras con anchuras mínimas de entre 50 y 100 m y que muestren una continuidad longitudinal suficiente como para permitir su cartografía a la escala de trabajo (Blackwell y Maltby, 2006). En el caso del río Nalón, dada su importancia, estos corredores se han prolongado a lo largo de sectores que, por causas naturales o antrópicas, se encuentran confinados. La Tabla 1 resume las características de los diferentes elementos de las llanuras aluviales que han sido incluidos dentro de los corredores fluviales. De manera genérica, todas las vegas con frecuencias de inundación de menos de 50 años han sido incorporadas a los corredores, excepto en aquellos casos en los que los intereses del concejo hagan necesario su desarrollo (p. ej., La Chalana), así como debido a la presencia de núcleos rurales densos (p. ej., Cerelluelo y Barredos). Con el fin de dotar a los corredores de continuidad lateral y suficiente capacidad para alojar la mayor parte de los caudales líquido y sólido durante avenidas, se han incluido también terrenos de vega con grados de inundabilidad menores, correspondientes a las categorías ocasional y excepcional . La inclusión de estos terrenos en los corredores fluviales ha estado condicionada por su grado de ocupación, en el sentido de que se ha tratado de afectar al menor número posible de edificaciones e infraestructuras existentes en la llanura. A pesar de ello, para conseguir esta uniformidad, ha sido necesario que algunos corredores fluviales incluyan algunos núcleos rurales, carreteras, edificaciones aisladas y suelos urbanizables. Estos elementos de la llanura han sido identificados en la cartografía con la categoría corredor fluvial con afección (Anexo).

RECURRENCIA DE CONDICIONES PARA INCLUSIÓN EN INUNDABILIDAD INUNDACIONES CORREDOR FLUVIAL

Muy Frecuente < 10 años En todos los casos

En todos los casos, excepto en núcleos rurales y Frecuente 10 – 50 años sectores estratégicos para el desarrollo del concejo de Laviana

Tramos en los que sea necesario dotar al corredor Ocasional 50 – 100 años de continuidad y con un uso medio-bajo (uso agropecuario y zona rural de baja densidad)

Tramos en los que sea necesario dotar al corredor Excepcional 100 – 500 años de continuidad y con un uso bajo (agropecuario)

Tabla 1. Criterios empleados en la inclusión de terrenos de vega dentro de los corredores fluviales en relación con las categorías de inundabilidad elaboradas por Indurot (2004).

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4.1.2. Corredores torrenciales Se han incluido dentro de los corredores torrenciales todas aquellas formas del relieve cuyas características y contexto geomorfológico indiquen una exposición a fenómenos de naturaleza torrencial. Estas zonas se han extraído casi en su totalidad de la cartografía de peligrosidad torrencial elaborada por Indurot (2004), aunque se han llevado a cabo modificaciones puntuales basadas en observaciones de campo e interpretaciones del material fotogramétrico y topográfico. Por motivos de resolución cartográfica, todas estas zonas expuestas a la actividad torrencial tienen un área mínima de 3 000 m2. Desde el punto de vista geomorfológico, estas zonas torrenciales se corresponden con tres tipos de elementos del relieve: a) depósitos en abanico en la desembocadura de cauces torrenciales; b) zonas de desencajamiento de cauces torrenciales; y c) depósitos de fondo de valle torrencial.

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5. Propuesta de corredores 5.1. Corredores fluviales

5.1.1. Distribución y características Sólo la llanura del río Nalón y las de dos de sus tributarios (Villoria y Tiraña) cumplen con los requisitos establecidos para su inclusión en los corredores fluviales del concejo de Laviana. El más extenso de los corredores es el del río Nalón, con 125.4 ha que representan aproximadamente el 75 % de los corredores fluviales definidos. Los corredores de los ríos Villoria y Tiraña son considerablemente más pequeños, con 26.6 y 16.6 ha, respectivamente. Como muestra la Tabla 2, aproximadamente un 74 % del total de los corredores está constituido por los canales ordinarios y terrenos de vega que se corresponden con las categorías de inundabilidad frecuente y muy frecuente de Indurot (2004), con períodos de recurrencia de inundaciones de menos de 50 años, las de mayor peligrosidad y capacidad para amortiguar avenidas. Estos terrenos constituyen el elemento básico de los corredores fluviales del concejo, no sólo por su extensión, sino también por su notable continuidad longitudinal y por el hecho de constituir las vías preferentes para el transporte de los caudales y de la carga sólida durante avenidas. En algunas zonas, sin embargo, la morfología natural de la llanura y la presencia de rellenos artificiales da lugar al estrechamiento de esta banda de alta frecuencia de inundación. En estos casos, ha sido necesario incorporar a los corredores fluviales unidades de llanura con menores grados de inundabilidad, con el fin de dotar a los corredores, en la medida de lo posible, de suficiente continuidad longitudinal y lateral (Tabla 1).

Área (ha) Porcentaje (%) Canal 46.3 28.16 Muy frecuente 10.9 6.62 Frecuente 64.5 39.25 Ocasional 35.9 21.87 Excepcional 6.5 3.97 Relleno no inundable 0.2 0.13

Tabla 2. Representatividad de las diferentes categorías de inundabilidad de Indurot (2004) en los corredores fluviales propuestos para el concejo de Laviana.

La Figura 4 muestra un ejemplo de la necesidad de incorporar niveles superiores de la llanura aluvial al corredor fluvial. A lo largo de la vega del Condado, la banda constituida por el cauce y terrenos de inundabilidad frecuente y muy frecuente mantiene una anchura mínima de aproximadamente 100 m que está confinada al norte por el relleno asociado al trazado de la carretera AS-17. Sin embargo esta banda sufre un brusco estrechamiento relacionado con un cambio en la inundabilidad de la llanura a su paso a la Vega de Llorío. Con el fin de obtener un corredor de continuidad longitudinal y una

anchura mínima, se ha optado por incluir terrenos de vega dentro de la categoría ocasional , utilizando uno de los escarpes de la llanura como criterio para su delimitación. En la parte occidental de la misma figura se observa cómo un sector de la llanura con inundabilidad alta no es incluido dentro del corredor fluvial. La alta inundabilidad de esta parte de la llanura está relacionada con un canal tributario con una pequeña cuenca de drenaje, encontrándose en la actualidad parcialmente aislada del resto de la llanura a causa del relleno artificial de la carretera AS-17. Debido a que este sector de la vega no juega un papel relevante en el desalojo de los caudales y la carga sólida durante las avenidas del río Nalón, se ha optado por no incluir estos terrenos en el corredor fluvial, a pesar de que en el pasado pudieran haber estado conectados de un modo más directo a la dinámica fluvial.

Figura 4. Ejemplo de cartografía de corredor fluvial en la llanura del río Nalón y comparación con la cartografía de peligrosidad de inundaciones de Indurot (2004).

En algunos tramos, los corredores fluviales definidos sufren reducciones bruscas de sus secciones a consecuencia de la presencia de rellenos de origen antrópico. En la mayor parte de los casos, estos rellenos se encuentran asociados al trazado de la carretera AS-17, que constituye una barrera física importante a lo largo del valle del río Nalón en el concejo de Laviana. Por otra parte, el corredor fluvial del río Villoria se encuentra afectado por una escombrera que reduce bruscamente su capacidad hidráulica en su tramo final, entre las localidades de La Correoría y . Finalmente, es necesario destacar que, debido a cambios recientes en la topografía de la llanura, algunos de los elementos de los corredores fluviales son inconsistentes con la cartografía original de peligrosidad de inundaciones elaborada por Indurot en el año 2004. Las observaciones de campo han permitido incorporar a la zonificación estas modificaciones, así como algunas precisiones adicionales, como es el caso de la vega ubicada inmediatamente aguas arriba de Villoria, donde se ha incorporado al corredor fluvial un sector adicional de llanura.

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5.1.2. Recomendaciones de gestión Con el fin de lograr un correcto funcionamiento de los corredores fluviales durante avenidas, es necesario aplicar sobre ellos una serie de medidas de conservación y recuperación. El objetivo de estas medidas es asegurar la capacidad de estas zonas para alojar la mayor parte de los caudales sólidos y líquidos durante avenidas, así como favorecer la expansión lateral de las mismas en sectores de la llanura con vulnerabilidades limitadas. Estas medidas pretenden también mantener la capacidad de infiltración de la llanura y, por lo tanto, la capacidad del depósito aluvial para retener caudales de avenida. Este tipo de medidas, que cada vez tienen más aplicación en el ámbito europeo (Agència Catalana de l’Aigua, 2002; Blackwell y Maltby, 2006), permiten preservar el espacio fluvial, al tiempo que reducen el riesgo de inundación en las áreas edificadas adyacentes, cumpliendo así con dos de los principales objetivos de la Directiva Marco del Agua. La Tabla 3 detalla las medidas de gestión de los corredores fluviales, agrupadas en función de los objetivos concretos que pretenden lograr:

Objetivo Medidas de gestión Prohibición de cualquier tipo de alteración de la topografía que disminuya la sección del corredor (rellenos, edificaciones, etc.)

En el caso de elementos que aumenten la resistencia al flujo (vegetación, mobiliario urbano, etc.), supeditar su autorización a estudios de detalle que determinen su influencia en el comportamiento hidráulico del corredor Conservación y mejora de la capacidad hidráulica Eliminación de escombrera en el tramo bajo del río Villoria de los corredores (ver Anexo) fluviales Aumento de sección de puente a la altura de Entrialgo (ver Anexo)

Aumento de la inundabilidad en la llanura al sur de Pola de Laviana mediante desmonte parcial de la vega y desplazamiento de las estructuras de defensa a posiciones más retrasadas (ver Anexo) Conservación de la Prohibición de construcción de elementos impermeables en las capacidad de orillas (muros de hormigón, gunitados, etc.) infiltración de la llanura Prohibición de pavimentos impermeables sobre la llanura Prevención del Prohibición de construcción de viviendas, equipamientos aumento de la industriales y otro tipo de infraestructuras que supongan un vulnerabilidad aumento apreciable de la vulnerabilidad

Tabla 3. Propuesta de medidas de gestión para los corredores fluviales del concejo de Laviana, agrupados en función de los objetivos que pretenden lograr.

La desembocadura del río Villoria representa un elemento crítico del corredor fluvial del río Nalón. Con el fin de mejorar, en la medida de lo posible, la capacidad hidráulica de este sector, se ha optado por incluir dentro del corredor fluvial una franja de

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llanura con categoría de ocasional en la cartografía de Indurot (2004). Para hacer efectiva esta ampliación del corredor, sería necesario aumentar la inundabilidad de este sector de llanura mediante desmontes que reduzcan la cota de la vega y mejoren la conectividad cauce-llanura. Asimismo, esta ampliación haría también necesaria la retirada de las defensas que actualmente protegen la margen derecha del río Nalón inmediatamente aguas abajo de La Chalana. Estas medidas permitirían recuperar la capacidad hidráulica de este tramo de corredor fluvial y aliviar la problemática de este sector. La presencia de los restos de un antiguo canal secundario sobre la llanura en el extremo meridional de Pola de Laviana (Figura 2) plantea la necesidad de llevar a cabo medidas para la protección de la capital del concejo mediante la instalación de defensas a lo largo de la margen derecha del corredor fluvial y el relleno de los restos del antiguo canal. 5.2. Corredores torrenciales 5.2.1. Distribución y características Atendiendo a los criterios descritos en la metodología, se han identificado un total de 35 corredores torrenciales. Un 60 % de estas éstos se corresponden con depósitos en abanico, mientras que el resto de corredores representan zonas de desencajamiento en las que no se reconocen formas en abanico (34 %) y depósitos de fondo de valle de naturaleza torrencial (6 %). En total, las zonas potencialmente afectados por avenidas torrenciales en el concejo de Laviana tienen una extensión de 136.4 ha. En términos areales, la mayor parte de las zonas afectadas se sitúan a lo largo de la llanura aluvial del río Nalón, y están relacionadas con depósitos en abanico y zonas de desencajamiento de gran desarrollo. Por su extensión, destacan los abanicos de Pola de Laviana, Condado y Llorío. Existen también algunos abanicos de dimensiones considerables en las llanuras de los ríos Tiraña y Villoria. Resulta significativo el hecho de que la mayor parte de los sistemas torrenciales identificados (83 %) afectan a núcleos de población de cierta entidad, incluida la capital del concejo. Los sistemas torrenciales con exposición baja o nula son sólo aquellos ubicados en zonas de cabecera, donde las densidades de población y de infraestructuras son menores. El análisis sedimentológico y morfométrico de los depósitos torrenciales analizados en el campo indica que los flujos gravitacionales de sedimento son mecanismos de transporte en masa potencialmente activos en algunos de ellos (Figura 5). El análisis de estos datos, sugiere que los mecanismos de transporte en masa son dominantes en sistemas torrenciales con cuencas de drenaje de menos de 1 km 2 y pendientes medias de más de 40º. Por consiguiente, es de esperar que los sistemas con un mayor grado de afección, como los de Pola de Laviana, Condado, Llorío y Soto de Llorío, estén sometidos a un régimen mixto fluvio-torrencial, con una probabilidad pequeña de que flujos gravitacionales de sedimento alcancen estas localidades. Sin embargo, San Pedro de Tiraña y Villoria están situados sobre depósitos en los que es previsible una dominancia de estos procesos. La ocurrencia de flujos gravitacionales de sedimento a lo largo de los corredores torrenciales es un hecho muy relevante, pues la capacidad destructiva de este tipo de fenómenos es mayor que la de las avenidas ordinarias.

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Figura 5. Facies torrencial en el abanico de San Pedro de Tiraña, mostrando rasgos propios de un flujo gravitacional de sedimento (textura heterométrica, mal calibrado y soporte de la matriz).

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6. Conclusiones La ocupación de sectores de llanura aluvial activos en el concejo de Laviana ha dado lugar a situaciones de riesgo de inundaciones que afectan tanto a bienes humanos como materiales. Esta problemática se mantiene a pesar de la regulación del tramo alto del río Nalón y de la existencia de numerosas medidas de defensa a lo largo de los cauces y de las llanuras. Con el fin de mitigar las situaciones de riesgo existentes y prevenir la ocupación de nuevos sectores de llanura con alta peligrosidad de inundación (lo cual supondría un crecimiento del riesgo), se plantea la necesidad de definir franjas de protección en torno a los principales cauces fluviales, dentro de las cuales se establezcan una serie de medidas restrictivas que aseguren el adecuado funcionamiento del sistema fluvial. Estas franjas, denominadas corredores fluviales , se han definido en base a criterios geomorfológicos, en particular la frecuencia de inundación de los diferentes sectores de vega (Indurot, 2004). Entre los criterios utilizados para la inclusión de los terrenos de vega en estos corredores fluviales, se ha considerado además la necesidad de que éstos tengan una adecuada continuidad longitudinal y lateral, con el fin de asegurar un correcto desalojo de los caudales líquidos y sólidos, minimizando de esta forma la peligrosidad en los terrenos edificados adyacentes. La creación de corredores fluviales en el concejo de Laviana permitiría mantener la inundabilidad y capacidad de infiltración de las llanuras de una parte importante del río Nalón y sus tributarios, lo que a su vez favorecería la capacidad de laminación de avenidas en este sector de la cuenca. Este efecto repercutiría favorablemente en la prevención del riesgo en el tramo medio del río Nalón aguas abajo de Pola de Laviana, a lo largo del Corredor del Nalón , una zona industrial que incluye importantes núcleos de población en situación de riesgo. El presente trabajo propone la creación de corredores fluviales en torno a los cauces de los ríos Nalón, Villoria y Tiraña, que constituyen los principales ejes fluviales del concejo de Laviana. Estos corredores están integrados, fundamentalmente, por unidades de vega con frecuencias de inundabilidad de menos de 50 años. Con el fin de dotar a los corredores de una adecuada continuidad longitudinal y lateral, necesaria para su correcto funcionamiento, en ocasiones también se han incorporado sectores de llanura con menores grados de inundabilidad, siempre que ello sea compatible con las necesidades de desarrollo socioeconómico de la región y no afecte infraestructuras de importancia. Con el fin de asegurar la funcionalidad de los corredores fluviales definidos y responder a los objetivos planteados en el Plan Hidrológico de Cuenca y en la Directiva Marco del Agua, es necesario aplicar una regulación especial de sus usos del suelo. En este sentido, resulta imprescindible la prohibición de cualquier elemento arquitectónico o uso del suelo que aumente considerablemente la exposición de la llanura o reduzca la capacidad de los corredores para evacuar los caudales líquidos y sólidos. No se plantea con esta regulación inhibir totalmente el aprovechamiento de estos sectores, como viene siendo habitual en otras regiones del ámbito europeo (Blackwell y Maltby, 2006; Agència Catalana de l’Aigua, 2002), en las que se han establecido usos compatibles con la dinámica natural de las llanuras, aspecto que debe valorarse en cada caso. Debido a su fuerte relieve y propiedades geomorfológicas y climáticas, el concejo de Laviana contiene también un número considerable de zonas potencialmente expuestas a una actividad de tipo torrencial. La mayor parte de estas zonas torrenciales se distribuyen a lo largo de las principales llanuras aluviales del concejo, llegando a afectar a algunas

poblaciones de importancia, como Pola de Laviana, Condado y Villoria. Estas unidades han sido denominadas corredores torrenciales , y su inclusión en el presente trabajo tiene un carácter informativo.

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7. Referencias bibliográficas Agència Catalana de l’Aigua (2002): Criteris d’intervención en espais fluvials. Generalitat de Catalunya, Departament de Medi Ambient. 27 pp. Blackwell, M.S.A. y Maltby, E. (eds.) (2006): How to Use Floodplains for Flood Risk Reduction. Ecoflood Guidelines, European Commission. Directorate-General for Research, Sustainable Development, Global Change and Ecosystems. ISBN 92-79- 00962-1. 144 pp. Indurot (2003): Riesgos Naturales en Asturias. Desprendimientos de rocas, deslizamientos superficiales, grandes movimientos en masa, aludes, inundaciones e incendios forestales. KRK Ediciones, Universidad de Oviedo, 133 pp. Indurot (2004): Creación de un sistema de información de las zonas inundables y de avenida torrencial del Principado de Asturias. Consejería de Justicia, Seguridad Pública y Relaciones Exteriores (112 Asturias), Principado de Asturias. Informe inédito.

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DELIMITACIÓN DE CORREDORES FLUVIALES Y TORRENCIALES EN EL CONCEJO DE LAVIANA (PRINCIPADO DE ASTURIAS )

ANEXO :

CARTOGRAFÍA DE CORREDORES