Geología de la provincia de Teruel

Geology of the Teruel province

José P. Calvo1, Luís Alcalá2 y José Luís Simón3 Tema del dia 1 Departamento de Petrología y Geoquímica, Facultad de Ciencias Geológicas, Universidad Complutense de Madrid. C/ de Jose Antonio Novais, 2. Ciudad Universitaria 28040 - Madrid, España. C/e: [email protected] 2 Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel.

3 Departamento de Ciencias de la Tierra, Universidad de .

Resumen La complejidad y amplia diversidad geológica observable en la provincia de Teruel conduce a la división de su territorio en seis unidades y/o dominios geológicos, cuyas características generales se presentan de forma resumida. Dichos dominios son los siguientes: Sierra de Albarracín, Rama Aragonesa de la Cordillera Ibérica, Macizos del Maestrazgo, Gúdar y Javalambre, Terciario del sector turolense de la Cuenca del Ebro, Cuenca de Teruel y Fosa del , y Cuencas Neógenas de Gúdar-Javalambre. El intervalo temporal cubierto por las formaciones geológicas aflorantes en todos estos dominios geológicos es muy amplio, desde el Cámbrico inferior hasta la actualidad. Este aspecto, unido a la distribución heterogénea de litologías y de los rasgos estructurales y geomorfológicos, supone una alta geodiversidad de la provincia, con el consiguiente potencial para la difusión de la cultura geológica al ciudadano.

Palabras clave: Cordillera Ibérica, Geología de Teruel, Sierra de Albarracín, Patrimonio geológico

Abstract The geology of the Teruel province has been subdividided into six main geological units and/or domains. This division is a result of the wide geological diversity that can be observed across the area. The domains are the Albarracín Range, the Aragonese Branche of the Iberian Chain, the Maestrazgo, Gúdar and Javalambre massifs, the Tertiary formations in the Teruel sector of the Ebro Basin, the Teruel Basin and Jiloca Fosse, and the Neogene basins of Gúdar-Javalambre. The time interval for the outcropping geological formations in Teruel is wide, from Lower Cambrian to Recent. This aspect together with the inhomohogenous lithological distribution, complex structural framework and varied geomorphological features give place to a high diversity pattern, which provides a high potential for dissemination of the geological culture.

Keywords: Iberian Chain, Geology of Teruel, Albarracin range, Geological heritage.

INTRODUCCIÓN cala 1:400.000 realizada por Cortázar (1885), dentro de los trabajos llevados a cabo por la Comisión del El conocimiento de que actualmente se dispo- Mapa Geológico de España (Fig. 1). ne sobre la geología de Teruel es el resultado de Las contribuciones realizadas por geólogos un amplio número de trabajos entre los que, aun- franceses y alemanes a lo largo del siglo XIX y bue- que con carácter muy local, es pionero el estudio na parte del siglo XX supusieron un notable avan- del yacimiento de vertebrados de Concud realizado ce en el conocimiento de la estratigrafía de Teruel. por Torrubia (1754). Los primeros trabajos de ca- Destacan, entre los muchos investigadores que han rácter paleontológico, que ya atisbaban la enorme trabajado en esta área, los nombres de Dereims riqueza en fósiles de muy diversas edades en el te- (1898), Lotze (1929), Sacher (1966), Viallard (1973) y rritorio turolense, fueron sucedidos en la primera Canérot (1974). La radiación de estos trabajos en la mitad del siglo XIX por investigaciones de carácter comunidad geológica internacional ha tenido como minero, en particular sobre yacimientos de carbón, resultado que el territorio de Teruel se haya conver- y, como consecuencia, por síntesis geológicas que tido en campo de entrenamiento geológico para los quedan plasmadas en la cartografía provincial a es- estudiantes de muchas universidades europeas a

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ISSN: 1132-9157 – Pags. 134-140 lo largo de los años. La excelente exposición de los rasgos geológicos de la provincia ha propiciado asi- mismo la realización, con carácter continuado a lo largo de 44 años, del Curso de Geología Práctica de Teruel. Fruto de ello, en 1991, se publicó una Intro- ducción a la Geología de la Provincia de Teruel, edi- tado por Gutiérrez Elorza y Meléndez Hevia (1991) y los textos editados año tras año en relación con el curso constituyen una muestra del progreso en el conocimiento geológico de la provincia. Entre los trabajos de carácter geológico amplio, se puede destacar, aparte de los reseñados anterior- mente, los realizados por Riba Arderiu (1959), Villena (1971), Pardo (1979), Simón (1982), Gutiérrez (1985), Meléndez (1986), Guimerà (1988) y Aurell (1990), a los que se suman innumerables investigaciones de carácter temático más específico publicadas tanto en revistas nacionales como internacionales. Como se observa a partir de la lectura de las reseñas bibliográ- ficas contenidas en este artículo, las instituciones tu- rolenses han tenido un papel relevante en la difusión donde enlaza al NE con la Cordillera Costero-Catala- Fig. 1. Mapa geológico de la geología de la provincia. Es el caso del Instituto na, mientras que su parte septentrional se ubica en de la provincia de Teruel elaborado por de Estudios Turolenses, dependiente de la Diputa- la Depresión del Ebro. El territorio turolense está ca- Daniel de Cortázar en ción Provincial de Teruel, que, a través de publicacio- racterizado, entre otros rasgos, por el desarrollo de 1883 (Fuente: Catálogo nes tales como Cartillas Turolenses, la revista Teruel extensas altiplanicies que superan los 1.000 metros cartográfico del Instituto y otras editadas puntualmente, contribuye de forma de altura. Sobre ellas destacan sierras como las de Geológico y Minero de continuada a dicha difusión. Otro papel relevante en Gúdar, Javalambre y Albarracín, que llegan a alcanzar España). esta tarea es el de la Fundación Conjunto Paleonto- los 2.000 metros de altitud. Los relieves más bajos lógico de Teruel-Dinópolis, mediante la edición de se encuentran al norte de la provincia, en la Depre- publicaciones, organización de eventos científicos re- sión del Ebro. Además de ello, existe un conjunto de lacionados con la geología, presencia en los medios depresiones con trazado longitudinal en las que se de comunicación y dinamización de investigaciones ubican los ríos Jiloca, Alfambra, Turia y Mijares. La red de carácter paleontológico en la provincia. fluvial vierte sus aguas al Mediterráneo, excepto la cabecera del río Tajo, que se localiza en la Sierra de Albarracín (Gutiérrez Elorza y Meléndez Hevia, 1991). PRINCIPALES UNIDADES Y/O DOMINIOS En la provincia de Teruel afloran formaciones GEOLÓGICOS EN LA PROVINCIA DE TERUEL geológicas que abarcan desde el Cámbrico inferior, hace unos 540 Ma, hasta la actualidad. Este hecho, La complejidad y amplia diversidad geológica combinado con la complejidad estructural de la re- de Teruel conduce a la división de esta provincia en gión, sienta las bases de una alta diversidad geoló- seis unidades y/o dominios geológicos que definen gica en este territorio (Fig. 2). la organización del libro que sobre esta temática será publicado en fechas próximas (Alcalá et al., en prensa). Dichos dominios, cuyas características ge- nerales se presentan de forma resumida tomando como base las aportaciones de los autores de los capítulos del libro, son los siguientes:

– Sierra de Albarracín – Rama Aragonesa de la Cordillera Ibérica – Macizos del Maestrazgo, Gúdar y Javalambre – Terciario del sector turolense de la Cuenca del Ebro – Cuenca de Teruel y Fosa del Jiloca – Cuencas Neógenas de Gúdar-Javalambre

Fig. 2. Mapa geológico Situación geológica general de la provincia de Teruel La provincia de Teruel se sitúa en su mayor parte (Gutiérrez Elorza, M. y en el sector centro-oriental de la Cordillera Ibérica, Meléndez, A., 1991).

Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2010 (18.2) – 135 Rama Aragonesa de la Cordillera Ibérica La Rama Aragonesa de la Cordillera Ibérica está formada por una serie de alineaciones montañosas que se extienden al sur de la provincia de Zaragoza y al norte de la Provincia de Teruel. El sector turo- lense de la Rama Aragonesa de la Cordillera Ibérica limita al norte con la Depresión del Ebro y al sur con las sierras del Maestrazgo Este dominio incluye una amplia variedad de litologías, con un registro prác- ticamente continuo de los sucesivos sistemas del Paleozoico, Mesozoico y Cenozoico que abarca más de 400 millones de años de historia geológica, des- de el Ordovícico hasta el final del Cretácico (Aurell y Bádenas, en prensa). Los materiales paleozoicos en este dominio se integran en dos unidades estructurales (He- rrera y Badules) separadas por el Cabalgamiento Fig. 3. Afloramientos de Sierra de Albarracín de Datos. Al sureste, el núcleo del anticlinal de cuarcitas ordovícicas La Sierra de Albarracín, situada en la parte su- Montalbán incluye, en su mayor parte, rocas del plegadas el Macizo del Tremedal, Sierra de roeste de la provincia de Teruel está relacionada con Carbonífero. Entre estas unidades se emplazan Albarracín. una gran antiforma, de edad alpina, en la que afloran rocas volcánicas y subvolcánicas, intruidas al final varios núcleos de materiales paleozoicos (Fig. 3), del Carbonífero y en el Pérmico. Los afloramientos denominados, de norte a sur, Macizos del Nevero, triásicos forman una orla prácticamente continua Orihuela, Carbonera y Collado de la Plata (Riba Ar- en torno a las sierras paleozoicas y aparecen de deriu, 1959). Estos macizos están bordeados por los forma dispersa en el núcleo de los anticlinales característicos depósitos de materiales detríticos mayores. Las unidades del Jurásico y Cretácico rojizos del Buntsandstein (Fig. 4), que presentan inferior afloran ampliamente al norte del anticli- formas acastilladas con techos redondeados, tors y nal de Montalbán, mientras que los afloramientos corredores entre ellos, resultantes de la fracturación más extensos del Cretácico Superior forman ban- y meteorización (Gutiérrez et al., 2005; Gutiérrez, en das prácticamente continuas entre Cucalón y Se- prensa). gura de Baños, y entre Crivillén y Alcorisa (Aurell y La mayor extensión de la sierra está constituida Bádenas, en prensa). Fig. 4 (izquierda). Areniscas del por afloramientos de edad Jurásico, esencialmente La Rama Aragonesa de la Cordillera Ibérica in- Buntsandstein formando constituidos por rocas carbonáticas (calizas y mar- cluye, además, una serie de cuencas intramonta- la base sobre la que gas). Estas formaciones jurásicas se disponen, sua- ñosas terciarias (cubetas de Muniesa, Montalbán, se construyó el castillo vemente plegadas, sobre los materiales del Triásico. Berge, Aguaviva, Alloza), formadas contemporá- de Peracense, entre la En gran parte de la sierra el relieve es poco acen- neamente a la compresión alpina. La estructura localidad de este mismo nombre y la de Ródenas tuado, al estar afectado por una extensa penillanura resultante tras esta etapa orogénica, con pliegues de erosión. Esta llanura está a su vez incidida por apretados en torno a grandes cabalgamientos Fig. 5 (derecha). Sinclinal profundos valles fluviales, dando lugar a profundas (Fig.5) y otros de gran radio en las zonas interme- tumbado formado por gargantas y valles encajados, que dejan al descu- dias, es visible a partir de numerosos barrancos, calizas y dolomías del bierto en sus laderas las importantes sucesiones es- entre los que destacan los cañones en torno al cur- Muschelkalk en La Hoz de la, al norte de tratigráficas de los materiales jurásicos (Meléndez, so del río Martín (Aurell y Bádenas, en prensa; ver Montalbán.. en prensa). también San Román, 2009).

136 – Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2010 (18.2) Macizos del Maestrazgo, Gúdar y Javalambre Situados entre las cuencas terciarias de Alfam- bra-Teruel y Montalbán, al oeste, y la de Sarrión- Mijares, al sur, estos macizos dan lugar a un con- junto montañoso estructural y morfológicamente complejo. En su parte septentrional presentan un laberinto de sierras, altiplanos y valles fluviales de orientación variada mientras que, en su parte meridional, dan lugar a un conjunto de muelas y plataformas compactas que se continúan en el Maestrat castellonense (Simón et al., en prensa). El núcleo orográfico principal lo constituye la Sierra de Gúdar, con una altitud máxima de 2.024 m en Peñarroya (2.024 m). Este dominio se caracteriza por estar formado en sus zonas central y meridional por una gruesa cobertera mesozoica, de hasta unos 6.000 m de espesor (Salas, 1987). En ella alternan formaciones marinas someras y formaciones transicionales y mente sin deformar, disponiéndose en discordan- Fig. 6.. Excursión continentales, estas últimas restringidas al Triásico cia angular sobre cualquier término de la serie geológica en el Parque inferior y Cretácico inferior. La estructura es prácti- subyacente; representan, por tanto, episodios Geológico de Aliaga, dirigida por el Dr. José camente tabular, con escasos y suaves pliegues de de sedimentación, también de carácter exclusiva- Luís Simón. dirección NO-SE. Hacia el norte la cobertera se adel- mente continental, una vez finalizada la estructu- gaza en dirección a la zona de Aliaga-Utrillas (Fig. 6) ración de la Cordillera Ibérica en este sector. y del anticlinal de Montalbán, donde alcanza tan Los materiales terciarios de este dominio son sólo los 2.000 m de espesor y presenta estructuras dominantemente terrígenos (conglomerados, are- compresivas bastante apretadas de vergencia norte niscas y lutitas), que se depositaron en sistemas de (Canérot, 1974; Guimerà, 1988). abanicos aluviales, y, en menor medida, carbonatos El macizo de Javalambre forma parte del denomi- y depósitos evaporíticos, propios de sistemas lacus- nado Sector Levantino de la Cordillera Ibérica, que tres someros. geológicamente constituye una prolongación de la El análisis estratigráfico de los materiales tercia- Rama Castellana. La parte más elevada del macizo rios de este dominio geológico al norte de la provin- se sitúa en el pico de Javalambre, de 2.020 m de al- cia de Teruel se ha llevado a cabo mediante la uti- titud. Los materiales que afloran en este macizo son lización del análisis tectosedimentario de cuencas casi exclusivamente del Triásico y Jurásico, mientras (Pérez et al., 1983; González et al., 1984; 1988; Pérez, que los materiales cretácicos son muy escasos, rele- 1989; y González ,1989), lo que ha conducido a la gados a su vertiente oeste. definición de 7 unidades tectosedimentarias (UTS) de edad Terciario en la región. Las cuatro primeras Terciario del sector turolense de la Cuenca del Ebro abarcan el Paleógeno mientras que las restantes se Los materiales terciarios depositados en la sitúan en el Neógeno. Los límites entre estas unida- Cuenca del Ebro se sitúan en el tercio septentrional des son rupturas sedimentarias que se manifiestan de la provincia de Teruel. En esta área, los depósi- como saltos bruscos o cambios de signo en la evolu- tos terciarios, tanto de edad paleógena como neó- ción vertical de los materiales que rellenan las cuen- gena, ocupan la actual depresión del Ebro aunque cas y como discordancias en los márgenes activos se extienden también de la Cordillera Ibérica, espe- de las mismas (González y Pérez, en prensa). cialmente en el núcleo de algunos sinclinorios. Esta ubicación permite hablar de cubetas ibéricas margi- Cuenca de Teruel y Fosa del Jiloca nales, entre las que se pueden citar las de Muniesa, La generación de fracturas distensivas coin- Alloza, Aguaviva, Bordón, Cuevas de Cañart, Berge y cidentes con las creadas previamente durante la Montalbán (González y Pérez, en prensa). compresión de la Cordillera Ibérica dio lugar a la Dentro del ámbito de la Cuenca del Ebro como formación de una serie de cuencas fuertemente sub- en las cubetas marginales, los materiales paleó- sidentes, entre las que destaca por su magnitud e genos, exclusivamente de carácter continental, se interés de sus afloramientos y contenido paleonto- encuentran afectados por la deformación alpina lógico la denominada Cuenca o Fosa de Teruel. Di- y muestran numerosas discordancias internas, cha cuenca se extiende, con dirección aproximada lo que indica que la sedimentación tuvo lugar en norte-sur, desde Cañada Vellida y Lidón hasta Ga- paralelo con la deformación que dio lugar a la es- raballa, en la provincia de Valencia (Alcalá et al., en tructura de la Cordillera Ibérica. Por el contrario, prensa). Por su parte, en dirección noreste-sureste, los materiales neógenos se encuentran práctica- se extiende la Fosa del Jiloca, ocupada esencialmen-

Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2010 (18.2) – 137 Cuencas Neógenas de Gúdar-Javalambre Durante el periodo de extensión neógena acae- cido a lo largo del Mioceno tuvo lugar la formación de una serie de estructuras de tipo graben con direc- ciones muy variadas en la zona sureste de la Cordi- llera Ibérica. Al igual que en el caso de la Cuenca de Teruel, estas fosas se ubican sobreimpuestas a ma- croestructuras inicialmente compresivas de la cade- na (Anadón et al., 1989, 1990, 2004; Simón, 2004; Anadón, en prensa). En la zona entre las sierras de Gúdar y Javalam- bre se localizan una serie de pequeños grabens de- limitados por fallas ENE que fueron activos durante el Mioceno inferior y medio (cuencas de Rubielos de Mora y del Mijares). Los rasgos esenciales de la se- dimentación en estas cuencas están resumidos en Anadón et al. (2004). Fig. 7. Vista general te por materiales cuaternarios, entre Teruel y Cala- Estas cuencas han sido objeto de investigacio- de la ciudad de mocha. La formación de esta fosa es consecuencia nes relevantes, no sólo por las características geoló- Teruel, rodeada de las de movimientos más recientes y, por lo tanto, inde- gicas que presentan y por los modelos de sedimen- formaciones neógenas pendiente desde el punto de vista sedimentario de tación que pueden elaborarse a partir del análisis de que constituyen el su registro sedimentario, sino también por el alto relleno de la Cuenca de la Cuenca de Teruel. Teruel. Los depósitos sedimentarios que rellenan la Cuen- valor patrimonial que posee su riqueza paleontoló- ca de Teruel son totalmente continentales y constitu- gica. Una compilación bastante exhaustiva sobre el yen un registro excepcionalmente continuo desde el patrimonio paleontológico de Teruel se encuentra Mioceno medio hasta el Plioceno superior, llegando en Meléndez y Peñalver (2002). localmente a superar los 500 m de espesor. Estos de- pósitos muestran cambios laterales de facies, desde medios aluviales netamente detríticos (Fig. 7), discor- UN BREVE COMENTARIO SOBRE LA GEODI- dantes sobre el sustrato mesozoico en los márgenes VERSIDAD Y EL PATRIMONIO GEOLÓGICO DE de cuenca, hasta carbonatos y yesos lacustres que TERUEL definen las muelas y mesetas de su interior. La Cuenca de Teruel ha suscitado interés entre De la somera descripción realizada en los geólogos y paleontólogos desde antiguo, en gran apartados anteriores se puede extraer una clara parte debido a la abundancia de yacimientos de idea de la diversidad geológica que caracteriza Fig. 8. Afloramientos vertebrados neógenos (Fig. 8) que se han recupera- la provincia de Teruel. Por una parte, el intervalo miocenos en Masía del do en sus depósitos sedimentarios (Adrover, 1986; temporal cubierto por las formaciones geológicas Barbo, al norte de la Alcalá, 1994). La riqueza en restos fósiles de verte- aflorantes en este territorio es muy amplio, abar- ciudad de Teruel. En esta brados ha posibilitado dataciones muy precisas que cando, con buenas condiciones de exposición, sección se encuentran varios yacimientos de han supuesto una base sólida para la realización desde el Cámbrico inferior hasta la actualidad. vertebrados de edad de análisis paleoclimáticos del Neógeno peninsular Por otra parte, las variaciones fisiográficas, con- Turoliense. (Dam et al., 2001). troladas en gran parte por el sustrato geológico, la distribución heterogénea de litologías y de los rasgos estructurales y geomorfológicos permiten concluir que la geodiversidad de la provincia es muy sobresaliente, con lo que ello supone de po- tencial para la difusión de la cultura geológica al ciudadano. La existencia de geoparques en esta área hace patente todo lo anterior. Aunque no se da siempre una relación biuní- voca, sí podemos decir que la rica geodiversidad de la provincia de Teruel está muy pareja a la alta calidad de su patrimonio paleontológico. El últi- mo párrafo escrito más arriba en relación con las cuencas neógenas de Gúdar-Javalambre es tan sólo una pequeña mención a la riqueza del pa- trimonio geológico que alberga este territorio y que, afortunadamente, está siendo reconocido y puesto en valor tanto por grupos de investigación

138 – Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2010 (18.2) como por aquellas instituciones responsables de Aurell, M. y Bádenas, B. (en prensa). La Rama Arago- nesa de la Cordillera Ibérica: Unidades estratigráficas y llevar la cultura y el conocimiento a los ciuda- evolución sedimentaria (Ordovícico-Cretácico). En: Geolo- danos. Es indudable que Teruel ha generado un gía de Teruel (Alcalá, L. et al., Coord.). Instituto de Estudios modelo de referencia en cuanto a la gestión del Turolenses, Diputación Provincial de Teruel. patrimonio geológico. Canérot, J. (1974). Recherches géologiques aux confins del chaînes Ibérique et Catalane. Tesis Doctoral, Université de Toulouse, Publ. ENADIMSA, Madrid, 517 pp. Cortázar, D. (1885). Bosquejo físico, geológico y mine- AGRADECIMIENTOS ro de la provincia de Teruel. Bol. Inst. Geol. Minero España, 12, 263-607. Los autores de este artículo quieren expresar Dam, J. A. van, L. Alcalá, A. M. Alonso Zarza, J. P. Cal- su más sincera felicitación a la Asociación Espa- vo, M. Garcés y W. Krijgsman (2001). The Upper Miocene ñola para la Enseñanza de las Ciencias de la Tierra mammal record from the Teruel-Alfambra region (): the MN system and continental Stage/Age concepts dis- por la gran labor de difusión de la geología que cussed. Journal of Vertebrate Paleontology, 21, 367-385. lleva realizando a lo largo de muchos años. Asi- Dereims, A. (1898). Recherches géologiques dans le mismo agradecemos la colaboración de aquellas sud de l’. Tesis Doctoral, Université de Lille, 199 pp. personas del Instituto geológico y Minero de Es- González, A. (1989). Análisis tectosedimentario del paña, en especial Carmen Antón Pacheco, Luís Terciario del borde SE de la Depresión del Ebro (sector ba- joaragonés) y Cubetas Ibéricas Marginales. Tesis Doctoral, Carcavilla, Fernando Pérez Cerdán y Javier Rubio, Universidad de Zaragoza, 507 pp. quienes han aportado una excelente documenta- González, A., Pardo, G. y Villena, J. (1988). El análisis ción cartográfica y bibliográfica. También mani- tectosedimentario como instrumento de correlación entre festamos nuestro agradecimiento a los investiga- cuencas. II Congreso Geológico de España. Simposios, dores de la Fundación Conjunto Paleontológico de Granada, 175-184. Teruel-Dinópolis y del departamento de Ciencias González, A. y Pérez, A. (en prensa). El Terciario del sector turolense de la Cuenca del Ebro; una crónica de la de la tierra de la universidad de Zaragoza por su estructuración alpina de la Cordillera Ibérica. En: Geología ayuda en todos los aspectos reflejados en este de Teruel (Alcalá, L. et al., Coord.). Instituto de Estudios Tu- artículo. rolenses, Diputación Provincial de Teruel. Guimerà, J. (1988). 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