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La villa de Allariz, asentada sobre un meandro del río , que la limita al Norte y al Oeste, se ubica en torno a una colina (el monte Castelo), en el valle del mismo río. El municipio al que perte- nece se encuentra limitado al Norte por las sierras de Santa Mariña y Boamadre (688 m); al Este por la progresiva elevación del terreno en los montes y ondulaciones de Meire, y por la sierra de San Marcos; al Sur por la sierra de Penamá (927 m); al Suroeste por los pliegues suaves que culminan en el castro de San Martiño y al Noroeste por la penillanura de Queiroás y Urrós. Dista 20 km de , desde donde se accede directamente a través de de la A-52. Las primeras referencias sobre su pasado medieval se remontan a la primera mitad del siglo xii. Durante las guerras de Portugal Alfonso Enríquez le arrebata la villa a Fernán Joanes, que la vuelve a recuperar poco tiempo después. Durante algún tiempo fue posesión de la corona y plaza fuerte en la época de Doña Urraca. En 1154 Alfonso VII concedió a Allariz el fuero de Sahagún y del mismo derivarían después los de y Padrón. A lo largo de la segunda mitad del siglo xii la villa recibió en varias ocasiones la visita real. En 1161 Fernando II firmó aquí un privilegio a la diócesis compostelana y en 1194 se confirman en Allariz las donaciones que el mismo rey había hecho a la diócesis de Ourense. En 1197 Alfonso IX sentenció que el obispo de Ourense no estaba obligado a reparar los muros de su castillo. Por sus calles pasearon después Fernando III y Alfonso X. Su casco urbano conserva rincones medievales en la zona de O Portelo y Vilanova, así como restos de su fortaleza medieval, que en su día tuvo cuatro torres y dos puertas, y cuyos orígenes se remontan al siglo xii. También se mantienen algunos fragmentos de la antigua y extensa cerca que rodeaba la villa, en la que se abrían cinco puertas y un portelo (postigo). Los mejores restos se con- servan en la Rúa Nova y Entrecercas. En el siglo xv Juan II donó la fortaleza al Conde de Benavente, perdiendo el peso real. Respecto a sus templos románicos hay que indicar que el de Santiago ya existía en 1136, cuando Alfonso VII se lo donó al obispo de Ourense D. Martín. El Santo Estevo existía en 1157 y pertenecía al obispado de Ourense. Ese año lo recibió para su protección el rey Alfonso VII. Allariz tuvo una importante judería de la que no se conservan restos. Pero los judíos de la villa destacaron por sus actividades comerciales y profesionales. El historiador Amador de los Ríos halló en el archivo municipal la Carta de Avenençia entre Per Eanez vecino de Allariz e mais homes-buenos é Isaac Isamel xudeo maor desta vila. Está datada el 20 de mayo de 1289 y da noticia sobre la vida de judíos y cristianos en Allariz. La judería estaba en la zona denominada Socastelo. También poseía en la Edad Media un hospital de peregrinos que iban a Santiago y una leprose- ría. Ya en el siglo xv, concretamente en 1446, la villa pasó a depender de los condes de Benavente.

Texto: JCMA

Bibliografía

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Iglesia de Santiago

n su cuidado casco histórico, Allariz alberga varias su portada norte y el claustro, quedando además ocultas las iglesias románicas, entre las que destaca la de Santiago, ventanas de la fachada septentrional al construirse una serie de Edonada en 1136 por Alfonso VII al obispo de Ourense, capillas en los siglos xv y xvi. De este último siglo data la torre Don Martín. La mencionada donación se realizó por los ser- adosada a su ángulo noroccidental, aunque se vio igualmente vicios que el obispo le prestó al rey como capellán: ecclesie epis- afectada en fechas más recientes, cuando se sustituyó su te- copo domno Martino eiusque successoribus in perpetuum illam ecclesiam chumbre por una bóveda fingida de medio cañón de barrote Sancti Iacobi de Allariz cum omnibus pertinentiis suis. En 1157 este y pajabarro en 1911. A pesar de haber sido retirada en 1971, mismo rey confirmaría las posesiones a la iglesia de Ourense, aún permanecen tanto los arcos transversales que la sostenían entre las que figurabaaecclesia sancti Iabobi de Alariz. Los docu- como las ménsulas en que estos, a su vez, apean. También mentos que recogen ambas noticias han sido considerados sufrió reformas la bóveda de cascarón que cubría la capilla como falsos por algunos investigadores. mayor, dándosele unas hiladas de peralte, lo que provocó, por En las confirmaciones de los bienes de la sede auriense su parte, otros cambios en la fisonomía de la iglesia. Así, se le realizadas por los papas Alejandro III y Lucio III en 1172 y añadió un tambor de albañilería al ábside para albergar este 1185 se cita de nuevo a esta iglesia. recrecimiento, si bien se ha podido eliminar al haberse reajus- En otros documentos que informan sobre las disputas tado en las obras de 1971, a pesar de lo cual aún se nota una que varias parroquias de Allariz tenían por los diezmos se ligera diferencia entre la altura de la cornisa del ábside y la del especifican los lindes de la de Santiago de esta manera:et presbiterio. El arco triunfal sufrió un estrechamiento mediante terminus Sancti Iacobi per dictum torrentem quo modo uadit ad fontem la aproximación de las jambas, transformándose en apuntado de Pumadelo, deinde ad cruces supradictas quomodo vadit ad caminum et al habérsele suprimido algunas dovelas, aunque conserva tanto alia parte per uia que uadit de Porta Sancti Petri ad rego traueso... Ade- el resto de ellas como las columnas que lo sustentan; por últi- más tenía derechos sobre la iglesia de la Magdalena: Ecclessia mo y al haber sido modificados los empujes del arco, también sancti Iacobi debet habere ius Sancte Marie Magdalene sicut tenet modo. fueron necesarios cambios en sus contrarrestos en el lado sur Ubicada en la confluencia de la Praza Maior y la Praza del presbiterio, donde se añadieron contrafuertes que desfi- de Abaixo de la villa, en la zona noroeste del casco antiguo, guran su aspecto original. Estos arreglos no fueron necesarios esta iglesia, de nave única y ábside semicircular precedido en el lado norte al contar ya con el contrarresto ejercido por de un tramo recto, ha sufrido varias reformas a lo largo de su las capillas. De las obras realizadas entre 1910 y 1911 data el historia, aunque conserva gran parte de su aspecto original. revestimiento de madera del pavimento, que ocultó las ins- Así, esos cambios se concentran en la nave, que ha perdido cripciones de las losas, y que aún hoy se mantiene.

Fachada sur ALLARIZ / 125

Exterior

Planta

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En cuanto a la fachada occidental, se perciben en ella cuya parte externa se adorna con una serie de dientes de sie- abundantes marcas de cantero. La portada principal está for- rra invertidos, mientras que la interna lo hace con unos cilin- mada por dos arquivoltas semicirculares, molduradas en una dros; el cuerpo de estos se desarrolla en el intradós, mientras media caña entre boceles (uno de ellos matando la arista), que sus caras quedan expuestas hacia afuera, mostrando en cuyos intradoses reciben la misma molduración. Ambos arcos ellas una variada decoración en la que se distinguen moti- son protegidos por una chambrana a paño con el paramento, vos vegetales, como trifolias, tetrapétalas dispuestas en cruz 126 / ALLARIZ

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Alzado norte

Alzado sur

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o bien en aspa, y cuyo cuerpo se destaca en relieve o, por el de origen islámico. Ejemplos próximos a este de Santiago los contrario, se halla rehundido y cuyas hojas presentan formas hallamos en la fachada principal de Santa Mariña de Augas redondeadas o bien ovaladas, pentafolias e incluso hexapéta- Santas (en la alaricana parroquia del mismo nombre), en la las con botón central. También se representan temas geomé- parte tanto exterior como interior de su rosetón; en Santa tricos relacionadas con motivos protohistóricos, como espi- María la Real de Xunqueira de Ambía, también en un rosetón, rales o ruedas solares formadas por radios curvos, círculos en el hastial este, y en el interior de los arquitos del alero que concéntricos e incluso cruces patadas inscritas en aros. Los corre sobre su puerta principal; en la propia catedral ourensa- rollos en los que se inscribe esta decoración recuerdan a los na, en el pinjante central de la arquivolta menor de su puerta que se ven en los grandes modillones de San Miguel de Ce- meridional. Fuera de las fronteras gallegas, encontramos el lanova, aunque parecen remitir en última instancia a motivos mismo motivo en zonas de mutua influencia, como Zamora, ALLARIZ / 127

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Alzado este Alzado oeste

Portada occidental 128 / ALLARIZ en la portada sur de su catedral, en Salamanca, en la portada El capitel exterior meridional repite el esquema del frontero, norte de San Martín o en los extremos de la arquivolta me- en esta ocasión con dos aves que rematan sus cuerpos con una nor de la portada norte de la catedral de Ciudad Rodrigo, e larguísima cola, por lo que quizá la representación correspon- incluso en Portugal, en la portada occidental de San Pedro de de a sendos basiliscos. El único capitel de temática vegetal, el Paços de Ferreira. Mucho más tardíamente, a finales del siglo interior del lado meridional, presenta unas estilizadas hojas de xiii, volvemos a encontrar el tema en la portada septentrional resaltado nervio central y bolas en su parte superior. de la iglesia de Santa María de Gracia de (en el Sobre la portada, sendos modillones sostenían un pór- municipio de este último nombre). tico de madera que la protegía, hoy desaparecido, mientras La chambrana apea sobre el muro y las arquivoltas sobre que en el hastial se abre un rosetón cuyo óculo se moldura, sus respectivas columnas, haciéndolo en ambos casos a través en su parte exterior, en listel y bisel, adornándose este último del cimacio impostado de estas últimas, moldurado en listel con una serie de puntas de diamante en forma de cuadrifolias, y bisel. Las columnas, de fustes cortos, cilíndricos y monolí- mientas que la rosca interior presenta una sucesión de esco- ticos, poseen unas basas de tipo ático cuyo toro inferior, que cias y boceles. Los vanos del rosetón se organizan en torno a se adorna con garras, alcanza un escaso desarrollo horizontal, un óculo central, formando una cruz de extremos ensancha- disponiéndose sobre un plinto rectangular. Los capiteles que dos, entre cuyos brazos se disponen, en aspa, otros cuatro las coronan presentan escenas figuradas y estilizaciones vege- que, desde su base estrecha y recta, van ensanchándose hasta tales. El capitel exterior septentrional muestra sendos dragones estrecharse nuevamente, culminando en un ápice apuntado. de gruesa y larga cola que atenazan con sus fauces la cabeza de Entre los remates de los brazos en cruz y las aspas se abren un hombre. El interior del mismo lado muestra igualmente una ocho pequeños vanos semicirculares, cuya parte curvada cabeza humana en el ángulo, disponiéndose un ave de gruesas apunta hacia el óculo central. Remata el hastial una cornisa patas a su derecha y una lechuza junto a una hoja estilizada, de triangular moldurada en una media caña flanqueada por dos punta redondeada y grueso nervio central, hacia su izquierda. listeles, situándose sobre ella, en la confluencia de ambas ver-

Portada sur ALLARIZ / 129

Capitel de la portada sur Ábside tientes, un Agnus Dei muy deteriorado, en el que destacan el trifolia de hojas ovaladas y nervio central inciso. En estos esbelto cuello y los prominentes cuernos. capiteles ya se aprecia un claro espíritu gótico. En cuanto a Por su parte, en la fachada sur, limitada al Este por un los fustes de las columnas, los originales parecen haber sido contrafuerte en que se prolonga el testero, organizada en sustituidos por otros, monolíticos y lisos, aunque ochava- dos tramos horizontales marcados por un ligero retranquea- dos. Ambas basas presentan un esquema ático en el que el miento de la mitad superior, y dividida verticalmente por un toro superior se sustituyó por una cinta con una línea incisa grueso contrafuerte en su parte oriental, se abre una portada hacia su mitad, mientras que el inferior muestra un escaso muy similar a la principal, aunque más sencilla. Consta de desarrollo horizontal, decorándose con garras. Al igual que un solo arco semicircular, moldurado en una media caña la portada principal, esta ha perdido tanto el tímpano como entre boceles, y que apea a través de un cimacio impostado, las mochetas que lo sustentaban. moldurado en un ancho listel con una hendidura intermedia Cercana a la portada, en la mitad oriental de la facha- y bisel, en sendas columnas acodilladas. Protegiendo la ar- da, un contrafuerte ocupa verticalmente todo el paramento, quivolta se dispone una chambrana que repite la decoración abriéndose en su parte inferior un vano ligeramente apunta- de la de la portada occidental y que, al igual que ella, apea do, empleado como capilla exterior. sobre el muro a través del cimacio impostado. Por su parte, Inmediatamente sobre la portada, tres modillones con- las columnas presentan sendos capiteles de grueso astrágalo. vexos, más otros dos embutidos a la misma altura en el grueso El occidental reitera el tema de la cabeza humana en el ángu- contrafuerte, sostendrían un perdido pórtico de madera. lo, esta vez de menor tamaño y situada en la zona superior, Dos ventanas se abren en esta fachada, una a cada lado sobrepasando ligeramente la altura de la cesta. A su derecha, del contrafuerte, y a distintas alturas, siendo esto resultado una estilizada lechuza de cara ovalada se aferra a una forma de las reformas que ha sufrido la iglesia. La occidental, más ahusada que se dispone verticalmente bajo la cabeza del alta, presenta un arco enrasado en el paramento, semicircu- ángulo, constituyendo una suerte de abstracción corporal. lar aunque rebajado, formado por tres grandes dovelas cuyo Tanto la parte más exterior del capitel, a la derecha de la intradós está adornado con dos filas de billetes. Apea sobre lechuza, como la interior se adornan con unas hojas en las un cimacio impostado, moldurado en listel y bisel, adornado que sus nervios están tan marcados que semejan vástagos, con bolas espaciadas, más grandes las del tramo occidental. constituyendo sus partes superiores una variante del tema de Bajo este, sendas columnas de fustes monolíticos, cilíndricos las hojas picudas de ápice vuelto bajo los que se desarrollan y lisos, y basas de tipo ático con garras, muestran unos ca- bolas. El capitel oriental vuelve a mostrar estas mismas hojas piteles figurados: el occidental presenta de nuevo el tema de así como una cabeza humana en el ángulo, aunque mucho la cabeza humana en el ángulo, de corto pelo ensortijado y más pequeña y estando esta sobre la cesta, decorando el gruesa nariz, cuyas orejas son mordidas por sendos leones; ábaco moldurado en un estrecho bocel. Bajo ella, la hoja si- el oriental exhibe también una cabeza humana en el ángulo tuada en el eje presenta en su ápice, en lugar de la bola, una superior de la cesta, flanqueado por unos funículos formando 130 / ALLARIZ

Capitel de la ventana absidal Cornisa del ábside una cadeneta, mientras que la parte inferior es ocupada por En este tramo recto uno de los canecillos presenta la ca- tres hojas trilobuladas de nervios incisos. El vano de la ven- beza de un joven barbado, mientras que los otros dos sendos tana, siguiendo la curva del arco bajo el que se abre, presen- animales fantásticos similares a aves. Las dos metopas conser- ta un acusado derrame. Por su parte, la ventana oriental ha vadas presentan otras dos aves afrontadas por el pecho, que sufrido varias alteraciones, aunque aún se conservan parte de vuelven la cabeza hacia sus respectivos lados, y un cuadrifolio los capiteles, que muestran motivos vegetales, y las basas, del de hojas carnosas. mismo tipo que las de la ventana occidental. También estos El hemiciclo absidal se organiza en tres segmentos deli- capiteles fueron realizados dentro del estilo gótico. mitados por tres columnas entregas (habiéndose perdido una Próximo a la cornisa, anexo al contrafuerte oriental en cuarta que ocuparía la posición más meridional, siendo susti- que remata la nave, se encuentra un sillar en cuyo centro se tuida por un contrafuerte). En cada uno de ellos se abre una ha grabado una cruz de brazos iguales ensanchados hacia los ventana ricamente ornamentada, que arranca de una moldura extremos, rematando estos en tres picos, y que se inscribe que comprende la longitud del segmento, al igual que los ci- en un círculo perfilado por un motivo en zigzag. Otros dos macios impostados de sus columnas. Además, y gracias a unas elementos ornamentales se disponen, uno a cada lado de la excavaciones realizadas en el entorno de la iglesia, se dejó al cruz, en el sillar: cuatro brazos en aspa, y cuatro círculos en descubierto el retallo de tres escalones biselados en los que cruz, ambos trabajados en hueco. Otros motivos intermedios se apoyan las columnas. Así, los elementos corridos, impostas los separan de la cruz central, también formados por rebajes, y cornisas, marcan el desarrollo horizontal, mientras que las mientras que cuatro círculos, uno en cada esquina, cierran columnas entregas, formadas por doce tambores, recorren la composición. Yzquierdo Perrín fecha la pieza en torno al perpendicularmente el ábside enlazando con los aleros, si- siglo x, por lo que se trata de un elemento reaprovechado. guiendo un esquema difundido desde Jaca a través de toda la Por su parte, la fachada meridional se remata con una ruta de peregrinación. cornisa que apoya sobre veintitrés canecillos decorados con El tramo meridional se delimita por uno de los con- cabezas antropomorfas y zoomorfas, un pez, un tonel y algu- trafuertes del presbiterio y una columna en cuyo capitel se nos motivos geométricos muy sencillos. representa una cabeza humana atacada por dos serpientes. En cuanto al presbiterio, el tramo recto que precede al se- Sobre ella se desarrolla la cornisa, sustentada sobre cinco micírculo, en este lado meridional, se ha reformado, añadién- arquitos de medio punto fuertemente peraltados, con la bola dosele contrafuertes al haberse modificado las cargas del arco en su intradós, y que se apoyan sobre cuatro canecillos, todos triunfal. No obstante, quedan elementos originales, como ellos de temática animal. En este segmento se abre una ven- parte de la cornisa que apea en unos arquitos de medio punto tana completa con una destacada ornamentación. Presenta que se sustentan, a su vez, sobre canecillos. Bajo los arquitos, un arco semicircular de una sola rosca, cuya parte exterior pegados al intradós, se cobijan unas bolas, mientras que los se adorna con una banda de casetones rectangulares apenas espacios mediantes entre los canecillos se decoran con meto- excavados, mientras que la interior, comprendiendo la arista, pas. Esta disposición del alero, muy frecuente en la provincia se compone de cuatro ovas formadas por sendos troncos de de Ourense, deriva de la que presenta el crucero de la catedral cono que contraponen sus bases. Rodeándolas y separándo- auriense y que, como señala Valle Pérez, se reintroduce en las, se encuentran unas flechas formados por una parte verti- a través de San Vicente de Ávila, que recoge, a su vez, cal que comprende la altura de la zona interna de la rosca, y influencias borgoñonas y poitevinas de forma sintética. por dos brazos en forma de media luna. Este motivo, que no ALLARIZ / 131

Cornisa del ábside Canecillos del ábside representa sino la evolución y progresiva estilización del de oriental sustituye los ágrafes tripartitos por un anillado con- las grandes hojas mateanas envolviendo un bocel, lo encon- tinuo en el que cada sección se une a la siguiente mediante tramos también en la puerta sur de la iglesia de Santa María una línea ligeramente prominente. Según Yzquierdo Perrín, de Vilanova y en otras zonas próximas, como en el arco de el empleo de este motivo ornamental en unos elementos ver- descarga de la portada occidental de Santa Mariña de Augas ticales como son los fustes constituye un caso único, puesto Santas, en la tapiada ventana absidal de Santa María de Xun- que esta decoración se reserva a chambranas o bien arcos. Por queira de Espadanedo, en el tornalluvias de la puerta norte de su parte, las basas, de tipo ático, también reciben una especial San Pedro de () e incluso en la catedral atención. La occidental muestra un estrecho toro superior, ourensana, en la portada de la Claustra Nova, o, ya más lejos, sustituyendo una cinta a la escocia, mientras que el toro infe- en la chambrana de la compostelana San Fiz de Solovio. El rior, de escaso desarrollo horizontal, se adorna con una garra intradós, por su parte, se moldura en una media caña dividida que se desliza hacia el plinto, con lo que este, resaltada su por listeles verticales en tres casetones, albergando cada uno superficie con unos listeles, se curva para así evitarla, elimi- una bola. El arco apea en sendas columnas a través del cima- nando de esta forma su ángulo. La oriental cuenta con un toro cio impostado, que se moldura en listel y bisel, adornándose superior dividido por una línea incisa, una corta escocia y un este con un doble orden de hojas redondeadas coincidiendo toro inferior escasamente desarrollado que se yergue sobre un los ápices de las inferiores con la intersección de las supe- estrecho podio adornado con casetones rectangulares. Sobre riores, alojándose unas pequeñas bolas en los espacios inter- su arista achaflanada se encuentra una bola de escaso relieve a foliares. El capitel occidental muestra una escena en la que modo de garra. En cuanto al vano de la ventana, se constituye un hombre, de cabeza desproporcionadamente grande con en una larga saetera de ápice semicircular cuya altura abarca respecto a su torso desnudo, cruza su brazo derecho sobre desde la moldura que también sirve de arranque a las colum- el pecho para agarrar el largo cuello de un ave situada a su nas, hasta el cimacio impostado en el que estas culminan. izquierda. Bajo su codo, lo que parece una serpiente se ade- En el tramo central el segmento se delimita por la co- lanta hacia la cabeza del ave, que lleva su pico curvo sobre el lumna ya comentada y otra cuyo capitel presenta unas estili- grueso astrágalo. Flanqueando al hombre, encontramos sen- zadas hojas con bolas en sus ápices y, entre ellas, unas peque- dos elementos vegetales, el más interior mostrando una hoja ñas cabezas de bóvidos de largos cuernos. Sobre ellas corre que envuelve su ápice apretadamente. Por su parte, el capitel la cornisa, en esta ocasión con conos truncados labrados en oriental desarrolla, sobre un grueso astrágalo, un motivo ve- el sillar bajo los arquitos, en lugar de las bolas del anterior getal a base de dos órdenes de hojas lanceoladas que vuelven tramo, y con cuatro canecillos, dos geométricos, uno con un sobre sí su remate picudo hasta formar una apretada espiral. cilindro dispuesto transversalmente y otro con sendas baque- De cada espacio interfoliar emerge un segundo tipo de hoja, tillas cruzadas en aspa, y otros dos figurados, mostrando una también lanceolada, pero que mantiene liso su ápice. Entre cabeza humana y otra de bovino. el cimacio impostado y el capitel media un estrecho ábaco Por su parte, la ventana, de arco de una sola rosca, se- adornado con unos semicírculos ligeramente rehundidos. En micircular, presenta un grueso bocel ceñido por arquitos de cuanto a los fustes de ambas columnas, ambos presentan el herradura con pinzas intermedias, de manera muy similar a lo tema de las ovas y las flechas, si bien el occidental desarrolla que podemos ver en la mencionada iglesia de Santa María de exactamente el mismo tema que la parte interior de la rosca Vilanova en su portada meridional, en el óculo de su rosetón del arco, también formado por cuatro ovas, mientras que el y en la ventana norte, aunque también en la portada sur de la 132 / ALLARIZ

Ventana del ábside catedral ourensana y, yendo un poco más lejos, en la portada largos y entrelazados cuellos que picotean un objeto inter- principal de la también mencionada iglesia compostelana de medio. El septentrional presenta el busto de un hombre que San Fiz de Solovio. Parece que este motivo gozó de cierta cruza el brazo y su mano sobre el pecho, y que es flanqueado difusión, pudiéndolo encontrar, fuera de Ourense, en las por motivos vegetales. Los fustes de las columnas presentan iglesias de San Xoan de Portomarín (Portomarín, Lugo), en un fuste estriado helicoidal que, en el caso de la meridional, su puerta norte, en la occidental de Santa María de Herbón incorpora unas bolas de escasísimo volumen. Ejemplos del (Padrón, A Coruña), en la septentrional de San Salvador de uso de esta clase de fustes los encontramos en la composte- Camanzo (Vila de Cruces, Pontevedra), o en la principal de lana Portada de Platerías, en la arquivolta intermedia de la San Xoan de Santeles (A Estrada, Pontevedra). Lo que parece portada occidental de San Pedro de A Mezquita o bien en innegable es la vinculación de este motivo con el Maestro Santa María de Xunqueira de Ambía. Mateo y en particular con el desaparecido arco exterior del El tramo septentrional del hemiciclo absidal es delimi- Pórtico de la Gloria. El arco apea sobre las columnas a través tado al Norte por una columna cuyo capitel presenta una de sus cimacios impostados. El meridional se divide en tres temática vegetal con estilizadas hojas picudas o bien de ápi- tramos con distinta decoración: sobre el capitel presenta pe- ces redondeados, y cuyos extremos son ocupados por unos queñas molduras lisas y paralelas entre sí; el central muestra vástagos de los que surgen unas yemas redondas. La cornisa, una serie de zarcillos ondulantes en cuyos senos se cobijan sobre cinco arquitos, apea sobre cuatro canecillos que mues- unas hojitas; el exterior, moldurado en listel y bisel, exhibe en tran lo que parecen dos cánidos y dos motivos geométricos, este último tres bolas. Por su parte, el cimacio septentrional uno formado por seis estrechos cilindros dispuestos transver- se decora con cuadrifolios inscritos en círculos anillados en- salmente entre otros dos que describen la curva de la nacela tre sí. Hacia arriba y hacia abajo de cada anilla se dispone una y otro similar que incluye en su parte superior una gruesa hojita. Cada tres cuadrifolios aparece una roseta formada por bola envuelta por dos estrechas cintas que convergen sobre cinco pequeñas bolas, con una sexta central. Para Yzquierdo ella. La ventana muestra menos decoración que las otras, con- Perrín, este de los cuadrifolios no es un motivo habitual en sistiendo en una rosca que perfila su parte exterior con una los cimacios, encontrándolo únicamente en la arquivolta ma- serie de hojitas, abocelando su arista. El cimacio impostado yor de la ya mencionada San Fiz de Solovio. se moldura en un listel seguido de una nacela rematada en su En cuanto a los capiteles, el meridional muestra una ca- parte inferior por un bocelillo. Bajo él, sendos capiteles ex- beza humana en la esquina y bajo ella, y a los lados, aves de hiben una temática vegetal a base de hojas que avolutan sus ALLARIZ / 133

Detalle del muro norte del presbiterio

ápices y cuyos nervios son perlados o bien lisos flanqueados dos cabezas juntas. Abundan también las cabezas de anima- por formas en zigzag. Los fustes son cilíndricos y lisos, y han les, y también la de algún monstruo de gran sonrisa. perdido las basas originales, así como la moldura en la que En cuanto al interior de la iglesia, varias son las trans- estas se apoyaban. formaciones que ha sufrido, como la ya comentada adición El tramo recto septentrional del presbiterio muestra un de los arcos transversales en los que se apoya la techumbre alero con una hilada más alto que el del hemiciclo absidal y o la construcción de sepulcros a ambos lados, añadiéndose, con distinta moldura, presentando una decoración de bolas. además, un ala gótica en el flanco norte. No obstante, siguen Un contrafuerte que se corresponde al interior con la co- quedando elementos reseñables, como son las ventanas que, lumna que sustenta el arco presbiterial divide el paramento al igual que al exterior, muestran un arco cuyo interior se en dos segmentos, cada uno de los cuales cuenta con cuatro perfila por dos filas de billetes. Los capiteles presentan deco- arquitos bajo la cornisa, en este caso apuntados, sustentados raciones de animales fantásticos y vegetales, aunque el más por tres canecillos de temática vegetal estilizada. Además, destacable es el occidental de la ventana norte, en el que aún las metopas reciben decoración, abundando las cuadrifolias, se ven tres veneras en su parte superior, a pesar de haber per- aunque también hay sendos leones y una curiosa composi- dido el resto. Estos capiteles revelan una cronología avanzada ción en la que dos serpientes muerden mutuamente sus colas. que apunta ya a un horizonte claramente gótico. Por su parte, el flanco septentrional de la nave, cuya Por su parte, en el testero de la nave se perciben las hue- parte inferior se halla oculta por la construcción de una serie llas de las múltiples modificaciones y reformas que fue experi- de capillas, presenta una cornisa moldurada de igual manera mentando la iglesia, y en él se abre el arco triunfal, doblado y que la correspondiente al lado sur, sustentada en este caso apuntado, moldurándose la dobladura en una sucesión de bo- por una colección de diecisiete canecillos y un modillón con- celes y medias cañas, estando perfilada por un ajedrezado de vexo. Al igual que el flanco meridional, el testero de la nave dos filas, mientras la rosca interior permanece lisa, en arista. se prolonga por este lado en un contrafuerte, coronado por la Esta descarga sobre sendas columnas entregas, de capiteles cornisa y por tres canecillos, mostrando otras tantas cabezas: vegetales en los que unas hojas muy pegadas a la cesta vuel- de una vaca, de un hombre y de un monstruo sonriente de ven su ápice sobre sí, formando volutas en los ángulos. Los grandes ojos redondos. El resto de los canecillos muestra en fustes, lisos, rematan en unas basas de tipo ático en las que el varias ocasiones rostros humanos con diferentes tratamien- toro superior se encuentra poco desarrollado, y el plinto se tos: alargados, redondos, ovalados e incluso se representan adorna con una serie de arquitos, frecuentes en iglesias galle- 134 / ALLARIZ

Interior

gas construidas en torno al siglo xiii, como en San Fiz de So- formando volutas, o bien permanecen lisos, muy pegados a lovio (aunque también se pueden encontrar fuera de Galicia, la cesta o, por el contrario, despegándose de ella. El cimacio como en la catedral de Zamora, en la misma provincia, en las que comparten las ventanas norte y este se decora con dien- benaventanas iglesias de San Juan del Mercado o Santa María tes de sierra con círculos inscritos excavados, mientras que del Azogue). Estas columnas se elevan sobre un alto zócalo. el que une los capiteles de las ventanas este y sur presenta Una vez traspasado el arco triunfal, la bóveda de cañón que dos órdenes de hojas de ápices redondeados. Los cimacios cubre el presbiterio es sustentada por un arco de sección rec- de las columnas de los extremos se repicaron para acomodar tangular sobre columnas adosadas. Sus cimacios se prolongan un retablo renacentista, obra castellana de mediados del siglo a lo largo del perímetro interior de la cabecera, mostrando xvi, situado hoy en la iglesia de San Benito de Allariz, y que una molduración de baquetillas con media caña intermedia, fue retirado durante la restauración de 1970. En cuanto a las señalando el arranque tanto de la bóveda de cañón como de basas de las columnas, de tipo ático, apean sobre plintos sin la de cascarón que cubre el ábside. Ambos capiteles presentan decoración o bien adornados con motivos geométricos, co- una temática vegetal a base de grandes y anchas hojas. Sus mo una línea en zigzag u ondulante. fustes, de trece tambores, apean sobre basas de tipo ático sin Es necesario destacar también la presencia de un altar decoración sobre plintos cuadrangulares, montados, a su vez, pétreo en cuyo frontal se ha labrado una serie de siete arqui- sobre un alto zócalo que recorre el interior del ábside. tos de medio punto sobre estilizadas columnillas de fustes Entre la zona del presbiterio y del hemiciclo absidal se lisos, cuyos capiteles y basas se hallan someramente traba- produce un ligero estrechamiento que genera dos codillos jados. Las enjutas de los arcos, en el eje de las columnillas, moldurados en bocel. se adornan con unos botoncillos. Recuerda a otros altares de Bajo la imposta moldurada que sirve de arranque a la iglesias relativamente próximas, como el de Santa María de bóveda de horno se abren las tres ventanas que arrancan, a o el de San Xurxo de A Touza (Ta- su vez, de otra imposta moldurada en listel y nacela, adorna- boadela), y a los de las más lejanas iglesias del monasterio de da esta última con una serie de pequeñas bolas. Los arcos de Santa María de Aciveiro (Forcarei, Pontevedra), Santa María medio punto, moldurados en bocel y cuya rosca apea sobre de Melide o Santa María de Sar (las dos en A Coruña), inclu- sendas columnas, cobijan unos vanos de fuerte derrame. Los yendo algunas zamoranas, como las de San Juan del Mercado capiteles presentan todos ellos temática vegetal, organizados o Santa María del Azogue, ambas vinculadas estrechamente en un doble orden de hojas en los que los ápices se enrollan con el arte de Mateo. Yzquierdo Perrín apunta que el posible ALLARIZ / 135 origen de este esquema se encuentra en la parte inferior de la fachada exterior del coro de la catedral de Santiago, realizado por el maestro Mateo y su escuela. Esta iglesia, pues, muestra una serie de influencias ejerci- das por la obra mateana, bien recibidas directamente, bien a través de la catedral de Ourense o de la iglesia de Santa Ma- ría de Vilanova, dependientes estilísticamente de la catedral compostelana. Por otro lado, Yzquierdo Perrín fecha la rea- lización del ábside en torno al 1205-1210, sugiriendo fechas más tardías para la construcción de la nave, en cuyas ventanas y portadas se vislumbra un horizonte ya gótico.

Texto: MVT - Fotos: MVT/JNG - Planos: RRL

Mesa de altar Bibliografía

Castillo López, Á. del, 1972 (1987), p. 18; Cid Rumbao, A, 1959-1969, p. 72; Risco, V., s.a., (1980), pp. 352-353; Rivas Quintas, E., 1986, p. p. 133; Cid Rumbao, A., 1970, p. 63; Cid Rumbao, A., 1974-2009, I, pp. 61; Rodríguez Álvarez , M. E., 2008, pp. 75 y 142; Sainz Saiz, J., 2008, 191 y 197-198; Cid Rumbao, A., 1984, pp. 13-14, 20, 35, 124, 128, 130, pp. 50-51; Valle Pérez, J. C., 1984, pp. 297-298, 304, 313-315, 317- 134 y 238; Couceiro Freijomil, A., 1936-1938, p. 221; Chamoso Lamas, 18, 320 y 325; Vaquero Díaz, M. B. y Pérez Rodríguez, F. J., 2010, I, M., González, V. y Regal, B., 1973 (1979), p. 519; Chamoso Lamas, docs. 19, 26, 38 y 47, II, doc. 350; Vázquez Núñez, A., 1894, pp. 31 y M., González, V. y Regal, B., 1997, II, p. 106; Fernández Otero, J. C., 32; Yzquierdo Perrín, R., 1982, I, pp. 141-142; Yzquierdo Perrín, R. González García, M. Á. y González Paz, J., 1983, pp. 82-83; Hidalgo 1983a, p. 136; Yzquierdo Perrín, R., 1983b, pp. 227-228; Yzquierdo Muñoz, E., 1997, p. 51; Juana, J. de, 1996, pp. 117-118, 124, 127, 129, Perrín, R., 1990, pp. 29-36; Yzquierdo Perrín, R., 1993, p. 36; Yzquier- 130, 141; Laredo Verdejo, X. L., 1989, pp. 108-111; López de Prado do Perrín, R., 1994, p. 51; Yzquierdo Perrín, R., 1997, pp. 94-95 y 97; Arias, X. L., 1986, p. 175; Madoz, P., 1845-1850 (1986), I, pp. 35 y Yzquierdo Perrín, R. y Manso , C., 1995, pp. 216 y 217. 38; Pita Andrade, J. M., 1963, pp. 50-54; Pita Andrade, J. M., 1969b,

Iglesia de Santo Estevo

a iglesia aparece mencionada en las confirmaciones de del Campo dos Brancos, lugar donde tradicionalmente se ce- los bienes de la diócesis de Ourense que hacen Alfonso lebraban las ferias, al pie de la fachada este del castillo, acu- LVII y los papas Alejandro III y Lucio III en 1126, 1172 sándose así la relación entre el declive de las fortificaciones y y 1185, respectivamente. También se menciona en la delimi- las reconstrucciones de iglesias románicas. tación de las parroquias que se hizo en 1174 por el conflicto La fachada occidental presenta la típica forma pentago- suscitado por el cobro de los diezmos: in primo ponitur quod nal, realizada en sillares graníticos organizados en hiladas re- ecclesia sancti Stephani habeat decimas ultra torrentem que uenit de Puma- gulares. En ella se abre la portada principal, formada por una delo quomodo uadit ad fontem de Pumadelo, deinde ad outeyro quod stat sola arquivolta semicircular moldurada en un listel separado contra caminum per cruces ibi factas et transuerso deinde ad caminum de por una línea incisa de una media caña, que es flanqueada Pinariam. Et de termino isto excipitur hereditas de furno tegulario que est por sendas baquetillas. Un bocel mata la arista. El intradós se de Iohanino cum omni directura sicut stat modo. moldura en una media caña poco excavada flanqueada, como Dedicada a San Esteban, esta iglesia de nave única sufrió la de la rosca, por baquetillas. Este arco apea sobre un cima- varias reformas, alguna de las cuales ocasionaron la pérdida cio impostado, aunque hoy solo alcanza la longitud de los de su ábside, originalmente de tipo rectangular. Se conser- capiteles sobre los que se sustenta, puesto que el del lado sep- van, no obstante, algunos elementos románicos, como la tentrional fue cortado al adosarse la mencionada torre y el del portada principal (aunque mutilada) y la nave, en cuyas fa- meridional fue repicado. Este cimacio se moldura en un listel chadas, especialmente en la meridional, permanecen tanto la bajo el que se dispone una baquetilla flanqueada por sendas cornisa como los notables canecillos sobre la que esta se sus- líneas incisas, más marcada y ancha la inferior, a la que le si- tenta. Hacia 1581, fecha inscrita en la capilla que se adosó gue una baquetilla más gruesa. Bajo ella se inicia una corta na- a su costado sur, en el tramo que ocupaba el perdido ábside, cela, cuyo remate inferior viene marcado por otra baquetilla. se construyó también la torre que ocupa el ángulo noroeste, Arquivolta y cimacios apean sobre una columna acodillada a realizada reaprovechando sillares de la muralla procedentes cada lado, cuyos capiteles muestran unos motivos vegetales 136 / ALLARIZ

Exterior Portada occidental

Planta

0 1 2 3 m ALLARIZ / 137

0 1 2 3 m

Alzado sur

Fachada sur

organizados en dos órdenes de anchas hojas lisas, muy pega- presenta un estrecho toro superior que adorna su parte cen- das a la cesta y cuyas partes inferiores se hallan fusionadas, tral con una cinta en ligero relieve, mientras que la escocia mientras que las superiores, que muestran un ápice trebolado, marca su parte inferior con un listel bajo el cual se desarrolla se vuelven sobre el anverso. Los fustes, monolíticos y lisos, se un toro de escaso desarrollo horizontal, adornado con garras. apoyan sobre unas basas de tipo ático. La del lado meridional La basa septentrional es muy similar, si bien el toro superior 138 / ALLARIZ

Canecillos del muro sur no presenta adorno alguno y la escocia es sustituida por una la portada y los tres sepulcros el fondo interior de las mismas. tenia. Ambas basas apean sobre un estrecho plinto rectangu- Por ello la portada fue repicada, aunque más tarde se elimi- lar. Por su parte, el tímpano original se perdió, así como las naron estas capillas para hacer un atrio elevado, con lo que la mochetas sobre las que se sustentaba. puerta volvió a recobrar su situación exterior. Hoy únicamen- Sobre la portada, ligeramente descentrada hacia el lado te presenta ocho dovelas que describen un arco semicircular, sur, se abre una ventana rectangular que amplía el vano de la alguna de ellas con marca de cantero, y unas jambas cuya saetera preexistente, pero cuyo perfil original, de ápice semi- arista muestra una moldura abocelada. En esta fachada sur, circular, aún se puede apreciar desde el interior. Rematando a pesar de haber sido remodelada, quedan tanto la cornisa, el conjunto de la fachada encontramos una cornisa moldura- moldurada en un listel separado por una línea incisa de una da en un listel separado por una línea incisa de un junquillo nacela, como la colección de dieciséis canecillos que la sus- que da paso a una nacela. La diferencia de altura entre esta y tentan. Predominan los de carácter geométrico, siendo ocho. el tejado actual marca el recrecimiento que experimentaron Cuatro de ellos presentan variaciones del motivo de la doble tanto esta fachada occidental como los muros de la nave, nacela unida por una arista, formando un triángulo tanto siendo esto perceptible también desde el interior. en la parte superior como en la inferior del canecillo. Uno El aspecto de esta portada se ha visto afectado, como consiste en una nacela simple y otro muestra dos cilindros se ha comentado, por la construcción de la torre, realizada, que se disponen transversalmente en el caveto. También se aunque en época moderna, con sillares provenientes de la encuentran temas figurativos, entre los que destacan los que muralla románica y que se adosó a la fachada de tal modo presentan cabezas humanas: las de tres hombres, dos barba- que el tercio septentrional de esta permanece oculto. En su dos y uno lampiño, y la de una mujer de rostro ovalado, que mitad superior se encuentran encajados varios canecillos (uno cubre su cabeza y el cuello con una toca. Esta última es muy de ellos muestra un bien trabajado rostro humano de rasgos similar a la que se halla en un canecillo de la fachada norte naturalistas) que probablemente proceden del ábside original de la nave de la cercana iglesia de San Breixo de Queiroás, en perdido en la ampliación de la iglesia. El vano bajo el que se el propio municipio de Allariz. Dos son las representaciones cobijan las campanas presenta un arco de medio punto for- de animales: un gato de grandes orejas, de cuerpo entero y mado por cinco dovelas. La torre se remata con un chapitel sedente, y la cabeza de un oso de fauces entreabiertas. Dos en el que se aprecia la manera de hacer del siglo xvi. son, también, las cabezas monstruosas, con un aspecto felino. En la fachada meridional destacan tres lucillos bajo ar- Como se ha comentado, en esta fachada meridional, en cos de descarga muy levemente apuntados que cobijan unas la zona que correspondería al ábside románico, se construyó laudas que, aunque no presentan inscripción alguna, están en el siglo xvi una capilla. ornamentadas con cruces de Santiago en relieve. Según Cid En cuanto a la fachada septentrional de la nave, única- Rumbao, este flanco sur recibió un ala de capillas, formando mente permanecen visibles la cornisa, idéntica a la del lado ALLARIZ / 139 sur, y ocho canecillos. Siete de ellos presentan temas geomé- Otros elementos de interés que se conservan en esta igle- tricos, o bien en forma de proa o bien describiendo una do- sia son los retablos barrocos, realizados por el taller de Castro ble nacela. Solo uno muestra una figura de animal, aunque es Canseco a finales del siglo xvii. difícil distinguir de cuál se trata. Esta iglesia, aunque muy modificada, aún cuenta con En 1581, coincidiendo con las mencionadas obras de la algunos elementos que muestran su pasado románico, tales capilla adosada a la fachada meridional, y con la construcción como la portada principal y la cornisa y los canecillos que de la torre, se realiza la reforma del interior de la iglesia. El aún perviven tanto en la fachada meridional como en la sep- paramento de la nave se recreció dos hiladas, evidenciándose tentrional, y cuya cronología sería de principios del siglo xiii. la línea que originariamente seguía la techumbre. Este recre- cimiento se percibe también en el paramento interior de la Texto y fotos: MVT - Planos: FMG/RRL fachada occidental, donde se puede percibir la línea marcada por la cubierta, a la misma altura en la que, en la parte ex- terior, se encuentran los restos de la cornisa que quedan por Bibliografía debajo del tejado actual. Pero las obras que más cambiaron la fisonomía de la iglesia fueron las que afectaron a la capilla Castillo López, Á. del, 1972 (1987), p. 19; Cid Rumbao, A., 1959- mayor, convertida en un tramo más de la nave, añadiéndose 1969, p. 134; Cid Rumbao, A., 1970, p. 63; Cid Rumbao, A., 1974-2009, a continuación un nuevo ábside. Ello supuso la pérdida del I, p. 197; Cid Rumbao, A., 1984, pp. 16, 22, 136, 254 y 257; Couceiro arco triunfal y la completa transformación de la capilla mayor Freijomil, A., 1936-1938, p. 221; Fernández Otero, J. C., González románica. García, M. Á. y González Paz, J., 1983, p. 82; Juana, J. de, 1996, pp. 118-119 y 130; Laredo Verdejo, X. L., 1989, p. 115; López de Prado En cuanto a la pervivencia de otros elementos románi- Arias, X. L., 1986, p. 176; Madoz, P., 1845 (1986), I, p. 35; Pita An- cos, en el ángulo noroeste existe una pila bautismal, formada drade, J. M., 1969b, pp. 65 y 75; Risco, V., s.a., (1980), p. 353; Rivas por una gran copa granítica decorada con gallones verticales Quintas, E., 1986, p. 61; Sainz Saiz, J., 2008, pp. 50-51; Vaquero Díaz, excavados que se disponen bajo la banda lisa que forma el M. B. y Pérez Rodríguez, F. J., 2010, docs. 26, 38, 47, 350, 539 y 553; labio. Yzquierdo Perrín, R., 1990, p. 37.

Iglesia de San Pedro

a referencia más antigua sobre esta iglesia data de Se sabe que el 10 de septiembre de 1773 el obispo de 1170, año en que fue consagrada en 1170 por el obispo Ourense, don Alonso Francos Arango, ordenó “reedificar y Lde Ourense, don Adán, en presencia del rey Fernando hacer de nuevo” el templo por amenazar ruina, a consecuen- II. Posteriormente, en 1224 y 1270, aparece citada de forma cia de lo cual se produjo la pérdida de gran parte de la nave indirecta en relación con el barrio y parroquia formados en románica. La fachada occidental es barroca, de hacia 1774, torno a ella. momento en el que sobre la portada principal se realiza una El edificio original fue muy transformado a lo largo inscripción donde se recoge la información que consta en la del tiempo, por lo que su aspecto está hoy muy adulterado, documentación que se conserva sobre la iglesia, apuntando contando con numerosas adiciones de época moderna. A que la consagración de la misma tuvo lugar el 23 de enero pesar de ello, conserva de su pasado románico el esquema de 1170. general de su planta, de una sola nave y ábside rectangular, La torre, situada en el ángulo suroeste, prácticamente parte del alzado de la nave (reformada en el siglo xviii), el se pegaba a la sencilla portada occidental. En su fachada basamento de la torre (fechada en 1173, y que experimentó septentrional, en un largo sillar que conforma el dintel de un también remodelaciones en el siglo xvii), cinco canecillos vano cegado, se lee una inscripción realizada en caracteres en el muro sur, descubiertos en unas obras que se realizaron barrocos: ano de 1173. De su pasado románico solo conserva en 1962, y que marcaban el nivel original de la cornisa del el cuerpo inferior, en el que, en su cara occidental, se abre ábside, además de un arquito de medio punto perfilado por una saetera con derrame cuya parte superior se adorna con bolas y un zócalo baquetonado que recorre toda la planta un trifolio. en su interior. El tramo meridional de la nave, entre la torre y la capilla La parroquia fue suprimida en 1893 por el arreglo del de Aranda, añadida en el siglo xvii y suprimida en el xx si- obispo Cesáreo Rodrigo, quedando unida, modum unius, a la de guiendo el plan de adaptación de la iglesia al colegio que se Santiago. Fue cedida a los Salesianos que le adosaron en la fa- construyó ocupando la manzana comprendida entre la calle chada sur la portada de la iglesia de San Salvador de Piñeiro, de Entrecercas y la de Emilia Pardo Bazán, fue obra de Juan arruinada por haber caído en ella un rayo en 1903. Tomiño, realizada en 1777. En esta fachada sur se encajó en 140 / ALLARIZ

Fachada sur Portada

Capiteles y mocheta de la portada Inscripción del muro sur

1922 y en el lugar que ocupaba la capilla de Aranda, la por- de los cimacios impostados, mientras que la interior lo hace tada proveniente de la arruinada iglesia de San Salvador de sobre sendas mochetas que a su vez lo hacen sobre las jam- Piñeiro. Esta portada se abre en un tramo de paño que so- bas. El cimacio impostado se moldura en un listel cuyo tercio bresale del resto del paramento de la nave. De estilo gótico, inferior se retranquea ligeramente, seguido de una nacela que está formada por tres arquivoltas apuntadas protegidas por recibe una decoración a base de motivos vegetales, desta- una chambrana. Esta se moldura en un listel separado por cando los del lado oriental, que muestra un tallo sinuoso de una línea incisa de una nacela que se adorna con una serie de cuyos senos surgen unas hojitas. Las mochetas, encajadas en- puntas de diamante cuya forma piramidal aparece desvirtuada tre los boceles que matan las aristas de las jambas, presentan al adoptar el aspecto vegetal de un cuadrifolio. La arquivolta sendas figuras masculinas, una a cada lado, que visten largas exterior se moldura en una media caña entre dos boceles. La túnicas. La del lado occidental parece entrelazar sus manos central presenta una media caña seguida de un junquillo y un sobre el pecho, mientras que la opuesta sostiene un libro. bocel en la arista, moldurándose el intradós en una media ca- El capitel exterior occidental presenta dos animales fan- ña entre dos junquillos. La arquivolta interior se moldura en tásticos afrontados que entrelazan sus largos cuellos, uniendo una media caña seguida por un listel separado del bocel que las cabezas en el ángulo. De la punta de sus colas, que trazan mata la arista por una corta nacela. La media caña se decora una curva ascendente, asoman unas cabezas más pequeñas que con una serie de diez rosetas con botón central. También su sacan la lengua por entre sus fauces abiertas. El capitel interior intradós recibe molduración, a base de una media caña flan- presenta dos órdenes de hojas que surgen de unos vástagos y queada por sendos boceles. Las dos arquivoltas más exterio- que se vuelven sobre sí y hacia un lado, mostrando su reverso res apean sobre una columna acodillada a cada lado, a través surcado por nervios. En el lado oriental, el capitel exterior ALLARIZ / 141 exhibe también una decoración vegetal, mientras que en el En cuanto al interior, el piso fue embaldosado, cubrien- interior un rostro de hombre situado en el centro es atenaza- do las inscripciones de enterramientos, y el podio que reco- do por unos animales híbridos (quizá dragones) que muerden rría la nave raído. Solo se conservan, pues, algunos elemen- sus orejas, mientras vuelven sus largas colas hacia su barbilla. tos, como una saetera de ápice semicircular con derrame y un Los fustes de las columnas, cilíndricos y monolíticos, arco de medio punto decorado con bolas que hoy se dispone apean sobre unas basas de tipo ático. sobre una puerta. En el siguiente tramo de este paramento sur, que corres- Dos inscripciones, aparte de la comentada, daban noti- ponde a la capilla mayor, apareció en 1962 una losa encajada cias acerca de la construcción de la iglesia. Desaparecieron de forma invertida, hoy colocada junto a otra para cegar el durante las reformas del siglo xviii. Una de ellas estaba a un vano de una puerta, en la que se distingue una inscripción: lado de la puerta principal y, según recoge Cid Rumbao, de- dedicatione e(ra) mcc[?]x. Cid Rumbao lee como era mcclx, cía: era millesima ducentesima decima prima, es decir, año 1173, en con lo que el año de dedicación correspondería al año 1222, referencia a la torre. La otra inscripción estaba en el lado sur, fecha tardía si se tiene en cuenta la fecha de consagración, junto a la portada primitiva, y, también según Cid Rumbao, aunque hay que considerar que ambas ceremonias se cele- su texto era: anno dedicationis ecclesiae era millesima ducentesima octa- braban de forma independiente y a menudo aquella tardaba va, es decir, año 1170. bastantes años, como ocurre en este caso. Con la remoción Se trata, pues, de una iglesia muy transformada en la que de la sacristía, aparecieron también cinco canecillos que in- solo quedan unos pocos elementos románicos, teniendo en dican la altura original del ábside, hoy muy recrecido. Uno cuenta, además, que la portada que se encajó en su fachada de ellos, sobre el último de una serie de planos superpuestos, meridional pertenece a otra iglesia, mostrando un estilo ya muestra un tema vegetal, a base de una hoja trebolada, que gótico. A pesar de que la escasa documentación con la que vuelve sobre sí el picudo lóbulo central, mientras los laterales contamos lleva la construcción de la iglesia al 1170, las carac- se enrollan componiendo sendas volutas. Tres de ellos exhi- terísticas de los canecillos conservados arrojarían una crono- ben temas geométricos: una nacela simple, un semicilindro logía en torno a la primera década del siglo xiii. dispuesto longitudinalmente que se curva siguiendo la super- ficie en caveto del canecillo y una lengüeta en cuyos tercios Texto y fotos: MVT inferiores se marcan una serie de seis estrechos rectángulos transversales, permaneciendo el tercio superior liso. Solo uno de los canecillos muestra figuración: la cabeza de un hombre Bibliografía imberbe, que cubre su pelo con lo que parece un pañuelo que forma unos pliegues horizontales en su parte frontal. Bajo él Cid Rumbao, A, 1959-1969, pp. 134-135; Cid Rumbao, A., 1970, p. 64; asoman las orejas. En el rostro destacan los penetrantes ojos. Cid Rumbao, A., 1974-2009, I, p. 197; Cid Rumbao, A., 1984, pp. 32- La cabeza se sostiene sobre un grueso y largo cuello. 33, 150, 188-190, 212-213, 240-241, 253-254, 257 y 259; Couceiro Freijomil, A., 1936-1938, p. 222; Fernández Otero, J. C., González Bajo los canecillos, una saetera repite el motivo de la que García, M. Á. y González Paz, J., 1983, p. 83; Herrero Marcos, J., se halla en la torre, pero esta vez mostrando cinco pétalos en 2010, pp. 207, 225; Juana, J. de, 1996, pp. 118, 132-133 y 139; López lugar de tres. de Prado Arias, X. L., 1986, p. 174; Madoz, P., 1845 (1986), I, p. 36; La mencionada sacristía pasó en 1962 a la parte oriental Pita Andrade, J. M., 1963, pp. 54-56; Pita Andrade, J. M., 1969b, pp. del ábside, borrando al exterior cualquier traza de la fábrica 65 y 75; Risco, V., s.a., (1980), p. 353; Rivas Quintas, E., 1986, pp. 61- románica a este lado, por lo que la ventana absidal se perdió. 62; Sainz Saiz, J., 2008, p. 51; Vaquero Díaz, M. B. y Pérez Rodríguez, En el lado norte se hallaba el claustro (al lindar el lado F. J., 2010, docs. 177 y 350; Yzquierdo Perrín, R., 1990, p. 36. sur con la muralla), del que hoy no queda rastro.

Iglesia de Santa María de Vilanova

stá ubicada a los pies de la colina sobre la que se erigió tada alrededor de esa fecha. Se trata de una iglesia de nave el castillo (en el llamado Monte do Castelo), en direc- única y ábside rectangular, estructura habitual en el románico Eción noroeste y aledaña al río Arnoia y al puente que rural gallego, que sufrió múltiples reformas, incluyendo una lo salva. Fue construida por la Orden Militar de San Juan de reconstrucción total en 1913. Su portada principal original Jerusalén en torno al 1200, fecha arrojada por sus filiaciones se perdió al ser removido todo el aparejo que la componía artísticas que la ponen en relación con otras iglesias de Alla- en las reformas efectuadas en el siglo xvi. En el siglo xvii se riz, pero, sobre todo, con la catedral auriense, en concreto adosó, en su ángulo suroeste, la capilla de San Antonio (como con la portada sur del crucero, de raigambre mateana y da- fundación testamentaria de Juan Gómez de Frieira en 1605), 142 / ALLARIZ

Panorámica del emplazamiento

Planta

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Alzado norte

Alzado sur

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aunque esta se derribó en 1807. La nave perdió tanto la cor- nales, pero se perdió tanto la portada como el rosetón que nisa como la colección de canecillos que la sustentaba y el probablemente presentaba sobre ella. En su lugar se abrió ábside también sufrió cambios, habiendo sido reconstruido una puerta de arco de medio punto formado por siete gran- y ampliado hacia el Este, por lo que perdió su ventana. A su des dovelas y una clave con una cruz de Malta en relieve, fachada norte, además, se le adosó una sacristía. Por su par- inscrita en un círculo. Sobre la portada, flanqueándola, hay te, el prior don Juan Antonio Cuquejo se ocupó, a partir de dos estrechas ventanas rectangulares con derrame al interior 1850, de realizar mejoras en la iglesia, afectada por destrozos y entre ellas, dos hiladas más arriba, se encuentra otra ven- durante la ocupación francesa. A pesar de todo ello, Santa tana más grande, también rectangular, enmarcada por una María de Vilanova conserva notables elementos románicos. moldura lisa. El conjunto se corona por una alta espadaña En época moderna, como se ha comentado, se recons- mandada construir en 1852 por el citado prior, que cobija truyó la fachada principal, aprovechando los sillares origi- dos campanas. Parece que la fachada románica carecía de 144 / ALLARIZ

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Sección longitudinal

Alzado este como en la interior. El otro fragmento pétreo exhibe unos dientes de sierra y unos cilindros dispuestos de manera que sus bases circulares quedan expuestas, recibiendo una deco- ración a base de rosetas. Este motivo ornamental de rollos lo encontramos también en la iglesia de Santiago de esta misma villa, tanto en su portada occidental como en la meridional. La fachada meridional está dividida en dos paños por un contrafuerte prismático. En el occidental se halla una portada de arco de medio punto formado por dos arqui- voltas protegidas por una chambrana, todas ellas ricamente decoradas. Las arquivoltas apean sobre dos columnas a cada lado, mientras que la chambrana lo hace sobre el cimacio levemente impostado. Esta última se moldura en un listel seguido de un estrecho bocelillo que da paso a una arista abocelada, en la que se desarrolla una ornamentación que resulta similar al tema de las ovas y flechas, pero que se tra- ta, no obstante, de la fase final de la evolución de un tema decorativo en el que se suceden grandes hojas y cuadrifolios, 0 1 2 3 m y que aparece en las obras del maestro Mateo y de sus co- laboradores y seguidores. El modelo habría que buscarlo en el desaparecido arco exterior del Pórtico de la Gloria, en sus este remate, puesto que había un pequeño campanil sobre la arquivoltas intermedia y menor, difundiéndose el esquema a muralla contigua a la iglesia, que pertenecía al recinto militar la vez que tanto los cuadrifolios como las hojas transversales de los Hospitalarios. van evolucionando hacia formas más simples y esquemá- En la parte interior de esta fachada occidental, a la altu- ticas. Ejemplos de un tratamiento detallado y virtuoso de ra del coro, se hallan encajados algunos restos ornamentales este motivo, en el que los elementos vegetales que lo in- que con toda seguridad pertenecieron a la portada románica. tegran resultan reconocibles, los encontramos en la puerta Uno de ellos se moldura componiendo un motivo en el que sur de San Lorenzo de Carboeiro (Silleda, Pontevedra), en un bocel se dispone en ángulos formando un zigzag. Esta de- la principal de San Xoán de Portomarín (Lugo) o, incluso coración es igual a la que presenta el rosetón que se halla en fuera de Galicia, en la puerta norte de San Juan del Mercado el testero oriental de la nave, así como a la que muestra la ar- (Benavente, Zamora). Se pasa luego a una mayor estiliza- quivolta menor de la ventana norte, tanto en su parte exterior ción, como ocurre en la puerta norte del crucero de Carboei- ALLARIZ / 145

Portada sur Mocheta de la portada sur ro, en la también septentrional de Santiago de A Coruña, en (A Merca), en la ya mencionada iglesia de San Fiz de Solovio, las portadas norte y sur de Portomarín, en la occidental de en la portada principal de Santa María de Herbón (Padrón, Santo Estevo de Ribas de Miño (O Saviñao, Lugo), o en la A Coruña), en la norte de San Xoán de Portomarín, en la sur de Santa María de Pesqueiras (Chantada, Lugo). Entre también septentrional de San Salvador de Camanzo (Vila de los ejemplos orensanos en los que el motivo se presenta de Cruces, Pontevedra) o en la principal de San Xoán de Sante- forma naturalista, encontramos el de la arquivolta menor de les (A Estrada, Pontevedra). Fuera de Galicia, la hallamos en la puerta que sirve de acceso a la Claustra Nova de la catedral las portadas norte de San Juan del Mercado y de Santa María orensana, que sin duda sirvió de modelo a la también arqui- del Azogue (Benavente, Zamora). En la propia Santa María volta menor de la portada occidental de Santa Baia de Beiro de Vilanova encontramos reiterado este motivo tanto en la (Ourense). Muy similar a la de estas resulta la decoración parte interior del rosetón del testero oriental de la nave como del arco de descarga situado sobre la portada occidental de en la ventana septentrional. Santa Mariña de Augas Santas (Allariz). Alcanzando ya un La arquivolta interior presenta una molduración a base alto grado de esquematismo, muy parecido al mostrado en de una media caña entre dos junquillos y un bocel rematando esta chambrana de Santa María de Vilanova, encontramos la arista. el ejemplo, también alaricano, de la ventana meridional del Las arquivoltas apean sobre los cimacios de las colum- ábside de la iglesia de Santiago, en la que no solo el arco nas acodilladas, ornamentados con tallos sinuosos de los que presenta esta decoración, sino también los fustes de las co- brotan unas hojitas, en el lado occidental, y con unas estili- lumnas sobre las que apea. A pesar de no hallarse demasiado zadas hojas picudas y nervadas que curvan su parte superior, próxima, la iglesia de San Cristovo de Armariz (Nogueira de en el oriental. Bajo ellos, los capiteles vegetales coronan unas Ramuín) muestra también esta ornamentación, con idéntico columnas de fuste monolítico y basa ática. Como observa grado de esquematismo, en su arco triunfal, al igual que la Yzquierdo Perrín, en los casos en los que la decoración de las arquivolta exterior de la portada principal de San Martiño de arquivoltas consiste en arquitos y pinzas, los cimacios suelen Cornoces (). Fuera del núcleo alaricano e incluso de presentar una ornamentación a base de tallos ondulantes con la provincia, la iglesia de San Fiz de Solovio, en Santiago de hojas alternadas, como acabamos de ver que ocurre en Vila- Compostela, exhibe en la chambrana de su portada principal nova. Encontramos esto en la catedral de Ourense, en San el mismo tema decorativo. Xoán de Portomarín, Santa María de Herbón, San Salvador Por su parte, la arquivolta exterior, formada por un de Camanzo y San Xoán de Santeles. En el caso de San Fiz grueso bocel abrazado por arquitos de herradura separados de Solovio el tallo y las hojitas son sustituidos por un zigzag por unos círculos entre ellos, remite a la arquivolta mayor de perlado. la portada sur y a la menor de la occidental de la catedral de Los capiteles de las columnas cuentan con una estilizada Orense. Como indica Yzquierdo Perrín, es una composición decoración vegetal organizada en dos órdenes, en el caso de claramente mateana y que conoció una cierta difusión, por lo las interiores, y en uno solo en el de las exteriores. que podemos encontrarla en la también alaricana iglesia de El tímpano, liso y formado por varios sillares, se apoya Santiago, en la ventana central de su ábside, en la arquivolta sobre dos mochetas bien trabajadas. La occidental muestra mayor de la portada occidental de San Pedro de A Mezquita las cabezas de un hombre y una mujer jóvenes. La fémina, 146 / ALLARIZ

Rosetón que ocupa la posición exterior, adorna su cuello con varios un motivo de dientes de sierra cuyo ángulo apunta hacia el collares, mientras que bajo el mentón de la cabeza masculina interior. Los vanos del rosetón forman una celosía integrada parece surgir una poblada perilla. La mocheta oriental mues- por siete pequeños vanos circulares, todos del mismo tamaño, tra la cabeza de un solo hombre, más erosionada y con un que se ordenan, dos a dos, en torno a otro central, que se ins- tratamiento menos detallado. Los laterales de las mochetas cribe en una serie de circunferencias concéntricas definidas presentan una moldura que se prolonga por las jambas sobre por tres líneas incisas. las que apean e incluso por el dintel. Como observa Yzquier- En el piñón del testero se destaca una cruz ensanchada do Perrín, no es habitual encontrar unas mochetas a las que se sostenida por un Agnus Dei del que solo se aprecia la cabeza. haya dispensado un tratamiento tan rico y detallado, aunque Más bajo y estrecho que la nave, encontramos el ábside, sí es más frecuente hacerlo en obras pertenecientes al círculo del que se conservan los elementos más occidentales, hasta la mateano, tal como ocurre en San Xoán de Portomarín, San columna entrega, a partir de la cual la factura es moderna. En Lorenzo de Carboeiro o Santo Estevo de Ribas de Miño. la fachada meridional encontramos una serie de cinco cane- En la hilada que se halla inmediatamente sobre la puerta, cillos, cuatro de ellos en forma de proa y uno mostrando una tres modillones de cuarto de bocel que se distribuyen por el hoja estilizada que vuelve sobre sí su ápice, que sustentan una paño occidental de la nave testimonian la existencia de una cornisa moldurada en un listel seguido por un corte en bisel. perdida estructura de madera que conformaba un pórtico. La columna tiene un capitel con una decoración vegetal a En el tramo oriental de la nave, delimitado por el men- base de estilizadas hojas de ápice redondeado, algunas de las cionado contrafuerte y el testero, se abre una ventana de arco cuales marcan su nervio central en relieve. de medio punto en el que la chambrana está formada por una En la fachada septentrional del ábside se repite lo co- serie de paralelepípedos de aristas redondeadas y el arco al mentado para la sur, mostrando idéntica cornisa sustentada que cobija se adorna con unos dientes de sierra que delimitan por cinco canecillos de temas geométricos y con una colum- unos vanos triangulares en su parte interior. Uno de los ca- na cuyo capitel, también con decoración vegetal, exhibe unas piteles es de factura moderna –de cemento– mientras que el hojas muy pegadas a la cesta que en esta ocasión vuelven su otro se decora con esquemáticos motivos vegetales. ápice sobre sí para cobijar unas bolas. En el hastial oriental de la nave, sobre una imposta mol- La fachada norte de la nave se configura de la misma durada en un bisel seguido por un listel, se abre un rosetón manera que la meridional, por lo que también se halla divi- formado por dos roscas. La exterior se moldura en un bocel dida en dos paños por un contrafuerte. En el paño oriental, flanqueado por sendos listeles, matando la arista una nacela. de nuevo como en el lado sur, se abre una ventana formada La rosca interior presenta un bocel flanqueado por unos cor- por una arquivolta de medio punto que protege dos roscas tos segmentos de boceles dispuestos en zigzag, componiendo que se hallan a paño con el paramento en el que se abre la ALLARIZ / 147

Ventana del muro sur de la nave Ventana del muro norte de la nave saetera. La arquivolta repite la decoración del arco mayor de occidental. Las basas son de tipo ático y al menos el plinto la puerta sur, mostrando unos arcos de herradura sobre un del lado oriental recibe también decoración de tipo vegetal. bocel. La rosca mayor imita la decoración del rosetón, con A excepción de esta ventana, la fachada septentrional de unos boceles dispuestos en zigzag, flanqueando a otro que la nave corresponde a una reconstrucción realizada en el siglo recorre la curva de la rosca. La rosca más interior, en cuya xix (en torno al año 1850). parte inferior se abre el semicírculo del ápice de la saetera, se En cuanto al interior, los contrafuertes que la nave pre- moldura en un listel seguido de una estrecha media caña, que senta al exterior se corresponden con responsiones que alcan- da paso a una decoración en la que sendos listeles flanquean a zan unos dos tercios de la altura total, sobre los que arranca otras cintas dispuestas formando triángulos alternos, en cuyo un amplio arco moderno. Por su parte, la ventana meridional interior se encuentran unas pequeñas bolas. repite los motivos ya comentados del exterior, aunque sus La arquivolta apea sobre el cimacio impostado, moldu- elementos fueron también restituidos. La ventana del lado rado en un ancho listel rematado en su parte inferior por una norte presenta una decoración muy similar a la de su parte baquetilla, seguido por una nacela. El segmento occidental exterior, aunque con alguna diferencia. La arquivolta muestra permanece liso, mientras que el listel oriental se adorna con de nuevo el tema del bocel entre los arquitos, si bien en este tres líneas incisas que se quiebran en zigzag. Las columnas, caso se enfatizan las pinzas de estos, fusionándose su arco en esta ocasión, no cumplen una función portante, puesto con el trasdós, que se adorna con una serie de círculos ex- que únicamente reciben el apeo de los cimacios. Sus capiteles cavados. Solo cuenta, además, con una rosca, con el motivo presentan ornamentaciones a base de estilizados temas vege- de los boceles en zigzag. Ambos segmentos de los cimacios tales, organizados en dos órdenes el occidental y solo uno el impostados muestran decoración: a base de una cadeneta en 148 / ALLARIZ

Capitel del arco triunfal Capitel del arco triunfal Capitel del arco del presbiterio forma de ocho el occidental, y con dos líneas incisas compo- que de la bóveda de cañón. En su parte media, dos columnas niendo un nuevo zigzag el oriental. Las columnas muestran entregas sustentan un arco de sección circular que la refuerza, unos capiteles con estilizaciones vegetales. Las basas, de tipo coincidiendo con las otras columnas situadas en el exterior ático, cuentan con un toro superior muy desarrollado, hendi- del ábside. Las dos del interior presentan capiteles vegetales, do por una línea incisa, siendo sustituida la escocia por una fustes formados por cinco tambores y basas de tipo ático. tenia. Los plintos sobre los que apean están decorados con Ambas muestran labrada en el segundo tambor empezando motivos geométricos. por arriba una cruz de Malta. El arco triunfal es de medio punto, doblado y con Nos encontramos, pues, ante una iglesia que, aunque chambrana adornada con cuatro filas de tacos. La arquivolta fue reformada, conserva interesantes elementos, destacando exterior está moldurada en sendas nacelas separadas por una la portada meridional, en la que se aprecia una estrecha rela- baquetilla y una arista abocelada, mientras que la interior es ción con la portada sur de la catedral de Ourense y, a través lisa, con la arista viva. Tanto la chambrana como la arquivolta de ella, con el núcleo mateano, pudiéndose poner en relación mayor apean a través del cimacio impostado, moldurado en con otras obras como la compostelana iglesia de San Fiz de un listel seguido de una nacela, sobre el muro, mientras que Solovio, hasta tal punto que es posible que respondan a un la menor lo hace sobre los capiteles de las columnas entregas. mismo autor. Por ello, la iglesia de Santa María de Vilanova Ambas cuentan con un fuste liso formado por cinco tambo- se puede fechar en torno al 1200. res de la misma altura que la hilada en la que se insertan. El capitel meridional muestra un tema vegetal a base de grandes Texto y fotos: MVT - Planos: RRL hojas cuyo anverso está surcado por un haz de nervios en relieve, mientras que su ápice se vuelve sobre sí, formando una voluta. El capitel septentrional presenta un motivo de Bibliografía entrelazo. Las basas de ambas columnas se molduran de la misma manera. El toro superior está formado por un bocelillo Castillo López, Á. del, 1972 (1987), p. 19; Cid Rumbao, A., 1959- separado por una línea incisa de una baquetilla. Le sigue una 1969, p. 135; Cid Rumbao, A., 1970, pp. 63-64; Cid Rumbao, A., 1974b, cortísima nacela en lugar de escocia y el toro inferior tiene I, p. 198; Cid Rumbao, A., 1984, pp. 34-35, 131, 141, 150, 166, 223, 248 y 257; Couceiro Freijomil, A., 1936-1938, pp. 221-222; Díaz Tíe, un escaso desarrollo horizontal. En ambos casos se presentan M., 1997, pp. 116-128; Fernández Otero, J. C., González García, M. garras, las dos de hojitas en el caso meridional y de una bola Á. y González Paz, J., 1983, p. 84; Guitián Castromil, J., 2013, pp. y otra hojita en el lado norte. El plinto de este último per- 1078-1080; Juana, J. de, 1996, pp. 119, 128, 132 y 140; Laredo Verde- manece liso, mientras que en el sur recibe una decoración a jo, X. L., 1989, p. 113; López de Prado Arias, X. L., 1986, p. 174; Pita base de cuatro rosetas dispuestas en aspa y cuyos pétalos se Andrade, J. M., 1963, pp. 43-47 y 50-54; Pita Andrade, J. M., 1969a, excavaron en bisel, generando unas aristas vivas. p. 107; Pita Andrade, J. M., 1969b, pp. 65, 71-72 y 75-76; Puga Brau, El rosetón, situado sobre el arco triunfal, cambia el tema M., 1980, pp. 86-88; Risco, V., s.a., (1980), p. 353; Rivas Quintas, E., del zigzag que presenta en el exterior por el del bocel entre 1986, p. 60; Rodríguez Álvarez, M. E. (dir.), 2008, pp. 76 y 185; Sainz arquitos de herradura, motivo utilizado varias veces en esta Saiz, J., 2008, p. 51; Vaquero Díaz, M. B. y Pérez Rodríguez, F. J., 2010, II, doc. 350; Yzquierdo Perrín, R., 1990, pp. 28-32; Yzquierdo iglesia, y que resulta frecuente en el repertorio mateano, aun- Perrín, R., 1993, p. 36; Yzquierdo Perrín, R., 1994, p. 51; Yzquierdo que no acostumbra a aparecer en los rosetones. Perrín, R. y Manso Porto, C., 1996, pp. 214-216; Yzquierdo Perrín, El cimacio de las columnas que sustentan el arco triunfal R., 1997, p. 94. se imposta por el interior del presbiterio para señalar el arran- ALLARIZ / 149

Muralla

ada la importancia de Allariz, situada en un enclave Los paramentos de la muralla se realizaron empleando estratégico, y las pugnas que se desataron sobre ella, una sillería granítica maciza, con un espesor de 2,30 a 3, 90 m Dfue preciso que se constituyese como una villa fortifi- que permitiría un adarve o paseo en su parte superior, y una cada, con un castillo y una robusta muralla que cercaba todo su altura de 11 a 20 m, debido a su coronamiento sobre triples recinto, mandada levantar entre 1072 y 1078 por Alfonso VI. ménsulas, alcanzando su perímetro unos 1.125 m entre las De ambos elementos defensivos es muy poco lo que subsiste. perdidas puertas oeste y este del castillo. Allariz fue lugar de las luchas entre las hijas de Alfonso La zona vieja de Allariz está limitada al Este por la Rúa VI, Urraca y Teresa, que se disputaban el control de la co- Nova (calle Nueva, anteriormente llamada, significativamen- marca, así como de las promovidas por Alfonso Enríquez, que te, calle de la Barbacana). Esta empieza en la de Santo Estevo, se creía con derechos sobre esta. Desde esta villa otorgó el y sigue con la muralla unos 56 m. Hacia su extremo septen- rey Alfonso VII su fuero y más tarde Sancho IV la mantuvo trional aún se pueden apreciar dos anchos contrafuertes de 5 como “llave del Reino de Galicia”, dada su importancia es- y 6,5 m de ancho, sobresaliendo del paramento unos 90 cm. tratégica. En 1446 Juan II dio el señorío de Allariz al conde Su altura es de 7 y 5,5 m. Tras el quiebro hacia la izquier- de Benavente, ante el descontento de sus habitantes, ya que da que traza la Rúa Nova, la muralla continúa unos metros, estos gozaban de un fuero de realengo. La ratificación del formando la parte norte del Campo dos Brancos, una plaza señorío por Enrique IV motivó la sublevación del pueblo, que se abre inmediata a la Praza de Santo Estevo. En el lado que se sumó al movimiento revolucionario de los Irmandiños, oriental de esta se levanta la románica iglesia del mismo nom- aunque no consiguieron rendir la fortaleza. bre, que sufrió grandes transformaciones en el siglo xvi, en El castillo ya estaba en ruinas en el siglo xviii, siendo cuyas obras se emplearon precisamente sillares de la muralla derribado en 1848 lo que quedaba de él para aprovechar los correspondientes al Campo dos Brancos, con lo cual se inicia sillares que lo integraban. Constaba de cuatro torres, barba- una correlación entre las reformas de las iglesias románicas y cana y atalayas, y cerraba con una muralla todo el recinto de las mellas en las fortificaciones. la villa. El núcleo urbano quedó delimitado por esta cerca, de Otro de los tramos conservados se halla frente al Cam- la que actualmente se conservan algunos lienzos que partían po da Feira (campo de la feria, también llamado A Barreira), del castillo. Incluso el nombre de algunas calles se relacionan un espacio delimitado por el Convento de Santa Clara y por con el ámbito militar, como las de Socastelo o Entrecercas. las calles de Campo da Feira y Don Pepe Puga, en el que se

Lienzo de la muralla conservado en la Rúa Nova 150 / ALLARIZ celebran las dos ferias mensuales. Esta última calle era cono- foso, se ubicaba en el camino de Castilla. La de Vilanova cida como la de A Barreira. Su parte posterior está formada contaba a su espalda con una plazoleta limitada por la mu- por sillares bien escuadrados trabados a hueso, en los que se ralla trasera de la Rocha (actualmente Rúa do Castelo), en aprecian claramente marcas de cantero, constituyendo las la que había una segunda puerta. La puerta de la Zapatería traseras de las casas que se levantan entre esta calle y la de era la más notable. Por otro lado, los dos contrafuertes men- Ferreiría. Inmediato a este segmento mural, y separado de cionados en el límite norte de la Rúa Nova correspondían él por la calle Portelo, se encuentra el correspondiente a la a la Torre Nueva (o fortín del Norte), habiendo otros dos calle Entrecercas, formado por el mismo aparejo y en el que componiendo el fortín del Sur que desaparecieron. En este también se pueden ver múltiples signos lapidarios. A conti- se abría la puerta de Santo Estevo, de la se tiene constancia nuación de esta calle, hacia el Sur, se hallaba otro tramo de por antiguos documentos. Debido a la expansión de la villa se muralla, derribado en el siglo xviii para la reconstrucción de abrieron nuevas puertas, como la de San Lázaro o Lombarda, la iglesia de San Pedro. Bajando desde esta encontramos las y la de San Pedro, cuyas dovelas fueron aprovechadas para calles Don Albino y Emilia Pardo Bazán, en las que también hacer la acera de la Rectoral. En todo caso, todas ellas desa- resulta visible otro segmento. Del mismo modo, en las calles parecieron entre 1850 y 1870. Oliveira y San Lázaro se conservan restos de la muralla que constituyen las bases de las casas que, además, aprovecharon Texto y foto: MVT su coronamiento de grandes losas sobre ménsulas para hacer los balcones. Al oeste de la villa, cercana a la iglesia de Santa María de Vilanova y muy próxima al río, y entre este y la ca- Bibliografía lle de Sobreira, se conservan también dos lienzos de muralla formando ángulo. Cid Rumbao, A., 1959-1969, pp. 131-132; Cid Rumbao, A., 1970, p. 63; Cid Rumbao, A., 1974-2009, I, pp. 194 y 197-198; Cid Rumbao, A., Además, esta construcción defensiva presentaba varias 1984, pp. 136 y 259; Conde-Valvís Fernández, F., 1957-1958, pp. 173- puertas flanqueadas por torres que, como apunta Cid Rum- 174, 181, 183-185, 187-189 y 190; Couceiro Freijomil, A., 1936-1938, bao, probablemente estaban rematadas por matacanes. La de p. 221; Juana, J. de, 1996, p. 121; López de Prado Arias, X. L., 1986, p. O Portelo (también llamada Da Portela), única que poseía 174; Risco, V., s.a., (1980), p. 356.

Museo iconográfico Aser Seara

ste museo tiene su origen en la donación que hizo el de Cristo está muy estropeada. La policromía no es la original doctor Aser Seara de la colección de arte que llevaba y, de hecho, es bastante reciente, posiblemente del siglo xix. Erecopilando desde la década de los sesenta del pasado Se trata de una imagen de la Virgen entronizada si- siglo xx. Se encuentra ubicado en la calle Castelao de la loca- guiendo el tipo románico de sedes sapientiae. Con la mano iz- lidad ourensana de Allariz. quierda sostiene a Cristo, que se sienta sobre su rodilla, y En el año 2000 la Fundación Aser Seara, el Ayuntamien- con la mano derecha debía de ofrecerle a este algún tipo de to de Allariz y la Xunta de Galicia firmaron un convenio por don como una flor o una fruta. Va vestida con un ajustado el que nacía el Museo iconográfico de Arte Sacro Aser Seara. brial de amplio escote que se cubre con un manto que cae sobre los hombros por la parte trasera y que, como suele ser habitual, se recoge sobre el regazo tapando las rodillas. La Virgen con el Niño (INV. 30) cabeza está tocada con un bonete troncocónico que, como el vestido de amplio escote, es típico de la moda del siglo Finales del siglo xiii xiii. Bajo él, un velo cubre el pelo y la parte posterior de la Madera policromada cabeza de la Virgen. 48,8x14x10 cm El Niño, por su parte, sigue también los convencionalis- mos habituales de este tipo de representaciones al bendecir Custodiada hoy en día en Museo Aser Seara de Allaríz con la mano derecha y sostener con la izquierda un atributo junto con una colección rica en imaginería mariana, esta es- circular que podríamos identificar con la bola del mundo. Va cultura de madera policromada procede de la parroquia de vestido con una sencilla y ajustada túnica que oculta total- San Pedro de Ferreiroa (Agolada, Pontevedra), donde todavía mente la anatomía. se encontraba en los años setenta del pasado siglo. En general, la escultura conserva numerosos rasgos ro- Aunque su estado de conservación es bueno, se ha per- mánicos como el hieratismo y frontalismo de ambas figuras, la dido la mano derecha de la Virgen y la izquierda de la figura falta de naturalismo y la negación de la anatomía que se encap- ALLARIZ / 151

Dovela

ña dovela que debió de formar parte de un arco de reducidas dimensiones. Más concretamente se podría identificar como una de las arquivoltas de una ventana románica, ya que está formada por un grueso bocel al que se le sobreponen una su- cesión de arcos en relieve separados por franjas verticales y enmarcados, en lo que debió de ser su parte superior, por un listel convexo. Esta decoración tan característica ha hecho posible su adscripción a la fábrica de la vecina iglesia de Santiago, con- cretamente a la arquivolta de una de sus ventanas en las que se aprecia la falta de una dovela para completar el desarrollo Virgen con el niño de su rosca. Por todo esto, la pieza debe de ponerse en relación con sula dentro de las vestiduras. Sin embargo, otros rasgos como el taller que, procedente de la Catedral de Ourense, recons- el tipo de vestimenta y sus pliegues así como el canon alargado truye –ya que tenemos constancia documental de la existen- corresponden ya al período gótico. Por todo ello, esta Virgen cia de una edificación desde mediados del siglo xii– la iglesia con el Niño ha sido atribuida a un escultor local anclado en de Santiago de Allariz a principios del siglo xiii siguiendo unas la tradición y puesta en relación con otros ejemplos similares pautas estilísticas en las que la tradición mateana está todavía como la Virgen de Pidre (Lugo), la Virgen de Carboeiro (Pon- muy presente. tevedra) o la Virgen con el Niño custodiada en el Museo de las Peregrinaciones de Santiago de Compostela. Texto: VNF

Bibliografía Bibliografía Bango Torviso, I. G., 1978, pp. 97-104; Sanchez Ameijeiras, R., 2006, pp. 56-57; Sanchez Ameijeiras, R., 2006, pp. 29-36. AA.VV., 2006, p. 381; Yzquierdo Perrín, R., 1993, XI, pp. 214-216.

Dovela (INV. 144)

Ca. 1200 Granito 13x16 cm

Esta pequeña pieza fue reutilizada como material de construcción entre la mampostería de uno de los muros inte- riores que hoy alberga el museo. A pesar de que solo es visible en una de sus caras, no es difícil distinguir en ella una peque-