Un Catastro Poco Conocido: El Apeo Y Valuación General De Martín De Garay, 1818-1820
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Abril 2003 Un catastro poco conocido: el apeo y valuación general de Martín de Garay, 1818-1820 Miguel Ángel Bringas Gutiérrez Departamento de Economía Universidad de Cantabria El objetivo de este artículo es divulgar hacia esta documentación. A los primeros, los orígenes y el contenido de uno de los por las grandes posibilidades que ofrecen documentos catastrales menos conocidos como fuente histórica, y a los segundos, de nuestra historia contemporánea: los porque estos apeos y valuaciones generales apeos y valuaciones generales de capital y de los años 1818 a 1820, junto con los cua- productos específicos de todas las tierras, dernos generales de la riqueza, constituyen edificios y propiedades realizados entre los una pieza prácticamente desconocida de la años 1818 y 1820. Estos apeos surgieron de evolución de los trabajos catastrales en la necesidad de contar con un registro de España, elaborados a medio camino de las todas las propiedades y los bienes indivi- averiguaciones realizadas en la Corona de duales existentes en la España rural y que a Aragón y de Castilla durante el siglo XVIII su vez, sirvieran de base para calcular las y el sistema de Contribución de Bienes rentas netas sobre las cuales se iban a repar- Inmuebles, Cultivo y Ganadería, introduci- tir los impuestos del nuevo sistema tributa- do por la reforma tributaria de Mon en rio, puesto en marcha por el Ministro de 1845, y que dio lugar a la confección de las Hacienda Martín de Garay bajo la denomi- cartillas evaluatorias y de los amillaramien- nación de Contribución General del Reino tos durante la segunda mitad del siglo XIX. y con aplicación en los territorios de las coronas de Castilla y de Aragón. El interés fundamental de las siguientes páginas radica, no sólo en demostrar que La Contribución General del estos apeos se llegaron a elaborar, como lo Reino y la estadística del Reino testifican los ejemplares localizados en dis- tintas provincias, sino también reclamar la Después de la Guerra de la Independen- atención de los historiadores y los estudio- cia, la penosa situación por la que atravesa- sos de la historia del Catastro en España ba la Hacienda Pública, obligó a Fernando 143 MIGUEL ÁNGEL BRINGAS GUTIÉRREZ VII a tomar distintas medidas encaminadas de los productos obtenidos anualmente. a su reforma. El intento más sólido fue el Muchas objeciones se levantaron contra protagonizado por Martín de Garay, que esta reforma de la Hacienda, especialmen- fue nombrado Ministro del ramo en te provenientes de los campesinos ante el diciembre de 1816, quien consciente de su peligro de una posible subida de los gravedad opta por una solución más radical impuestos y la nobleza y la Iglesia quienes que las ensayadas anteriormente. Entre las veían amenazados sus privilegios fiscales. medidas que propone Martín de Garay para Estos motivos condujeron al fracaso de la reformar las arcas públicas, se encuentra la reforma defendida por Martín de Garay, abolición de las rentas provinciales, de sus quien cesado de su cargo en septiembre de equivalentes en la Corona de Aragón y de 1818, fue sustituido por uno de sus Direc- algunos tributos menores, y su sustitución tores de Rentas, José de Imaz, mientras por la nueva Contribución General del que otros de sus colaboradores permane- Reino. La derogación de las rentas provin- cieron en el Ministerio, lo que hizo posi- ciales pretendía simplificar el complejo sis- ble que la Contribución General del Reino tema fiscal. Antes que la Contribución se mantuviera en vigor hasta junio de General, se había intentado con la Única 1821. Contribución propuesta por el Marqués de Al igual que sucedió con el proyecto del la Ensenada en 1749, con las leyes de 1770 Marqués de la Ensenada, Martín de Garay y con la Contribución Directa de las Cortes tuvo la necesidad de conocer la riqueza de de Cádiz en 1813. En el plan de Garay, la las distintas ramas productivas del país, contribución se repartiría entre todas las dado que la información disponible, el poblaciones del reino, salvo las capitales de Censo de Frutos y Manufacturas de 1799 provincia y puertos, donde se establecerían presentaba serias deficiencias que fueron unos derechos de puertas sobre los produc- denunciadas por los diputados de las Cortes tos que se introdujeran en su interior. De de Cádiz cuando debatían la Contribución este modo, las antiguas cargas iban a ser Directa. Para ello, dispuso en el Real Decre- reemplazadas por un sistema mixto en el to de 30 de mayo de 1817 que se formase la que coexistían una contribución directa Estadística del Reino, aunque sin señalar en sobre la producción en el ámbito agrario y qué debía consistir y cuáles serían los otra indirecta sobre los artículos vendidos organismos encargados de realizarla. Será a en las ciudades y los puertos (1). lo largo del año 1817 y los primeros meses Al nuevo sistema tributario estaban de 1818 cuando se dicten todas las normas obligadas a contribuir todas las personas y disposiciones legales que hagan posible su sin distinción de estamento o condición elaboración. La Circular de 12 de septiem- social, incluido el clero que viviese en las bre de 1817 comienza a aclarar alguna de “provincias contribuyentes”, sobre el total las muchas quejas sobre las desigualdades en el reparto de cuota para la contribución. Pero no será hasta la publicación de la Cir- cular de 18 de febrero de 1818, que com- (1) La reforma de Martín de Garay es bien cono- plementa a la anterior, cuando se precisen cida gracias, a los estudios de ARTOLA (1986) y (1996), BALLESTEROS (1941), COMIN (1991), FON- definitivamente la estructura y los conteni- TANA (1971) y (1974), GONZÁLEZ, HERNÁNDEZ dos de la Estadística del Reino. (1971), LAMPREAVE (1969) y ORTEGA y GARCÍA Al igual que la Contribución General (1966). Sobre la aplicación del plan de Garay a las del Reino, la estadística debía realizarse en Haciendas Locales contamos ya con algunas investiga- ciones de gran interés como las de LORENTE (1990) y todos los pueblos de España, tanto en los (1993), MARTÍN (1990), CASAS (1994), SALORT territorios de la Corona de Castilla como (1998), MARTÍNEZ (1995) y GARCÍA (1996). en los de la de Aragón, con la excepción de 144 UN CATASTRO POCO CONOCIDO: EL APEO Y VALUACIÓN GENERAL DE MARTÍN DE GARAY, 1818-1820 las ciudades capitales de provincia y los y que los que sean “propietarios se inclui- puertos habilitados, y el País Vasco y Nava- rán en el repartimiento, y pagarán la cuota rra, provincias exentas de este régimen fis- que les corresponda por sus propiedades, cal. Por el carácter de “general” eran con- pero no por la parte de salarios”. Se trata, tribuyentes y por tanto, debían incluirse en en fin, de una contribución directa sobre la estadística, todos los vecinos del pueblo los productos y no sobre las propiedades. y los propietarios residentes en otros pue- El establecimiento del nuevo sistema blos “por las haciendas, ganados, oficios, fiscal requería una estructura administrati- tratos, comercio y utilidades que les resul- va que hiciera posible su puesta en marcha. ten en el término de cada uno: igualmente Para ello, el Ministerio introdujo algunos lo serán los eclesiásticos seculares y regula- cambios en los organismos ya existentes res, y las manos muertas por las tierras, como las Juntas Provinciales, reunidas en casas, frutos y rentas de cualquiera especie torno al Intendente, y las Juntas de cada que disfruten; exceptuándose solamente pueblo, creando un eslabón intermedio los primeros en la parte de diezmos y dere- entre ellas, las Juntas de Partido. Todas chos de estola”. También lo serán los Ayun- ellas intervendrán en la elaboración, en dis- tamientos por la riqueza territorial de sus tintas fases, pero serán las Juntas Locales “bienes y fincas de propios”, no así por el las encargadas de hacer la Estadística del producto de los arbitrios, de las tierras Reino. comunales y baldías, y todos “los bienes del real patrimonio”. La cantidad de dinero con la que cada vecino o institución debía tributar a la Los apeos y valuaciones Hacienda, se determinaba no por sus pro- generales del capital piedades sino por el valor de los productos obtenidos de ellas y las rentas anuales ori- y productos específicos ginadas por otras actividades. Ante varias de todas las tierras, edificios preguntas sobre si los cupos de contribu- y propiedades ción de los individuos de cada pueblo debí- an determinarse por el valor de los capita- El Ministerio de Hacienda publicaba les o por el de sus productos, y por cual de una Circular el 18 de febrero de 1818 por la las dos reglas se habían de computar la cual se ordenaba la realización de la Esta- riqueza territorial “se ha servido S. M. dística del Reino en cada uno de los pue- resolver […] se estimen y figuren los valo- blos y lugares sujetos a la Contribución res de los capitales; pero que la contribu- General del Reino. Dos documentos distin- ción se imponga solamente sobre los pro- tos, pero con una función complementaría, ductos anuales” con la excepción de formarían esta estadística: los apeos y algunas rentas eclesiásticas y los salarios de valuaciones generales del capital y produc- los jornaleros. Aunque en un primer tos específicos de todas las tierras, edificios momento, se considera a los jornaleros y propiedades y, los cuadernos generales de contribuyentes por el producto total de sus la riqueza. ingresos, un expediente presentado por En los apeos, además de registrar- veintisiete Intendentes y Subdelegados Pro- se el valor, la extensión y las lindes de las vinciales hace que se revoque esta