a n e a s » n e e 8 d 0 . ! S l © P9

Respetable maestro y noble amigo

Te ngo el honor de pone r en la portada del

o primer libr mío , el nombre de usted , tan querido para mí , no porque crea pagarle de ese modo , ni en pequeña parte , lo mucho que le debo , sino porque como un deber me lo impone el corazón . f Acepte con benevolencia o renda tan humilde , y sean para usted las presentes líneas testimonio n de la grande admiració , inmensa gratitud y pro fundo cariño que le inspira al último d e sus d i scí pulos ,

José I . N OVE LO .

d 1 8 Méri a , Junio de 93 .

1 N JOSE . O VE LO .

vu A …

V E RS O S

E D IT OR

MBO Z JOSE GA AGU MAN .

MERIDADE YUC!T¡N .

Im re n ta . Ga mbo a Gu m p z án .

za C alle d e los Rosad os n m8 , ú . . ERRATAS MAS NOTABLES .

P á i na 2 6 í ne a 2 Dice : e re mnal léase e re nnal . g L 93 p , p

a mne s z mn 6 2 6 az i a í . j , j

? 74 2 vive n. nos P ALABRA S.

R ue n EO colaborar , por más q sea de ma era n secundaria , en el progresivo movimie to que , f elizmente , se advierte en nuestras letras , reuniendo en un tomo algunas de las preciosas

poesías de mi inspirado joven amigo José I . N o

' VE LO .

Si , como espero y deseo , el público corres ponde á mis intenciones apartadas de toda idea f de lucro , en breve tendre el gusto de o recerle en m s otro volú en , otras poesía , inéditas , del mismo

v P e r i les . jo en autor , bajo el título de f

o i AM B OA U Z MÁ J s G G N ,

E d itor.

1 8 . Mérida , Junio de 93

P ROLOGO.

LGU IE N dijo ( y si no lo dijo lo digo yo) que l hom un ibro sin prólogo , lo mismo que un

bre sin sombrero , están en situación de no s l poder alir decorosamente á la ca le . Para salvar los escrúpulos que sobre ese pun N ove lito to pudiera tener , escribo estas líneas , que al mismo tiempo servirán á su libro de algo así como carta de i ntroducción cerca de quienes sean

mis benévolos amigos . Gard e lux s fi Ed La Condesa de , egún re ere d e mundo About , tuvo la desgracia perder en la guerra de Africa á su hijo primogénito que murió

batiéndose como un héroe . U n Capitán de Estado Mayor fué comisionado para conducir á París los objetos que formaban el m t ue fi equipaje del alogrado Conde , en re los q gu

raba un libro de versos . La Condesa bañada en lágrimas y contemplando el libro exclamó : — i l d P obre c l o ! Era poeta . Nunca pu imos corregirle ese defecto ! m Gard e lux N ov e li to n Co o el Conde de , tie e f f el de ecto de ser poeta , pero en él este de ecto lle

I! . a i i ns i g á la categoría de cr men , porque es poeta p rad í simo n y sobresalie te , cosa que como es natu e e ral no l pueden perdonar las p rsonas sérias . ni las que no lo son.

P éré7 . Gl d ós c n rofund i z ad or s i a , _ o ese p e pír tu _ s aci ón u D i s le ha s de ob erv q e o dado , de cubrió que _ la sociedad ti ene estableci do un nivel de vulgari i d d d e? med iama me teci o d o ma r a , ; n sus anate s a uéf or cualí uier Ínóti vo sa todo q que p 1 _ sobrepa n ese ivel .

De allí la desdicha de los poetas que valen l con fá algo , y de a lí que se les busque a n ó que se les invente algún pero para contrapesar méritos se r o que , de puro visibles , no pueden discutid s . Ignoro el pero que indudablemente debe ya tener

' N ove li to ma n z , pero sé que cuenta con g

' ' ' me mori a szn ularzs nermi n us raeee uamlah n e g , g q u d oel s ue toni o . , como decía S de Julio César T utti gli uómí n d í geni o lza7mo qualeosa ( ¡te

' ' ' ' ' lz d zstzngúe d al resto d ez mortalz exclamaba e n i ta n n a se a liano co vencional Maria o C via , y esta ob rv

' ción tan atinada ajusta perfectamente tratándos e N ove li to e n f al s e de , porque e ecto , legua , como fí e l dice vulgarmente , revela en su aspecto sico talento que comprueban sus inspiradas poesías y

sus importantes trabajos periodísticos . N ove li to fi o Muy joven todavía , no se ha jad l ma en una escuela para seguirla resue tamente , y r o e n n n a ip se a con éxito todas , au que se le ot siempre ese vigor de pensamientos y esa gala d e lenguaje que distingue á los poe tas surame ri canos. ncli nac1on ue Aplaud o mucho esa i que es la q , conformándose más con el carácter yucateco y con las condiciones de nuestra naturaleza tropi s e cal , lo acerca á realizar el con ejo de Ch nier ' d s vers a S ur d es pensers nouveaux f azsons e n t' zques.

! . no so cie amen e a t d ari d e as Yo y, rt t , p r i o es c omposiciones poéticas que se caen de correctas y z r i n que á fuer a de cor e cc ó . y de pulcritud acaban porcompe tir con ópio y con el cloral ; pero tam ¡ el poco e stimo el descuido revelad or d e pereza lite

ratia. P ore so celebro e n N ove lito la virtud d e no ha c id e n n n d os x e ms aun ber a o ingu o de los e tr o , que e l primero no le corresponde por se rpatrimo ni o exclusivo de los respetables señores que se

dedican á la crítica . u n se Estos tales , aunq e tengan mucho tale to ,

c onsagran con afán tan despiadado 5. buscar faltas f y de ectos en las obras ajenas , que acaban por j uzgar la poesía bajo un criterio severamente pro s hacer al o aico ; y el día que intentan g , les resulta

U n lato d e ternera smternera p ,

l m 6 o . lo que es mis o , unos versos en prosa

' Buñón , de quien se sabe que se pasaba sen d as horas puliendo sus originales , preguntaba ? una ocasión : “ ¿El genio es la paciencia » Yo creo ue s q para la prosa , puede ser ; pero para el ver o ,

n o . Vamos que nó : ¡ea ! Y quien añrme l o i la contrario , gnora que poesía es calva como la o casión , y el que no sepa aprovechar el momento asi rla los s s d e por pocos pelo que le restan , e que í d ará con las manos vac as . C osa que no le sucederá nunca al autor d e

e ste libro . P or estas virtudes y por otras muchas que lo adornan y que dejo en el ti ntero porque no me v agrada lastimar la modestia de mis amigos , No e lito debe ser considerado entre los literatos de

ue na ce a f vul arísima b p , rase prosaica y g que cons u m ti t ye la última expresión del elogio á la oda . — JAVIER SAN TA MARIA .

! I.

MI S MUSAS . _

r

U N EG es el color de mi cielo , _ a según es el color de mi alm , es la Musa que viene á buscarme

mi s y que pone en manos el arpa .

e l Cuando surge Amor , sol radioso ,

de mis tétricas noches heladas , y deshace mis nieblas obscuras f y disipa mis negros antasmas ,

impalpable visión de los cielos , a vaporosa , desciende la blanc , d la de labios grana os y dulces , la rubia , la bella , la espléndida y casta . Con sus manos de azahar y de seda r f aca icia mi rente de lava , y me envuelve en el nimbo aromoso de su crencha de luz desatada .

Siento el suave calor de su seno , y me e mbri ago en la dulce fragancia sua de liento de mirra , cuando abre el botón de su boca rosada . las mi r Y cuerdas de a pa se agitan , se estremecen gozosas , y cantan como canta el arroyo en la selva , con el grato murmullo del agua . ' la e strofa Todo es luz apacible en ,

' e rfume y p de lirio en la estancia , claridad argentina en el ritmo , s l d n y matiz e p e n e te en la cláusula . Y le canto al Amor que es la dicha

a más . más gr nde , pura , más noble , más santa

a o Cu ndo , s lo y hundido en mi alcoba , me abandono á la ruda batalla f i en que su ren herdas de muerte , ! fe ¡ay mi que agoniza menguada ,

mis ensueños hermosos de joven , mis anhelos que nunca se sacian ya que el cáli z profundo se colma

con la hiel venenosa y amarga , fi que el ambiente de plomo me as xia , f que la luz redentora me alta , de mis sombras e spesas resurge f la austera , la torva , la ría , la trágica ,

y , abatida ó soberbia , se agita

rebosando amarguras el arpa . ¡Ay! entonces respiran mis cantos las tristezas de cosas amadas que en mi pecho tuvieron su nido arr ronm y al volar d e sg á e el alma . ¡Ay! entonces infi ltra en mi estrofa u su veneno la d da malvada , que en el pecho es la sierpe que me

ñ . y en la mente , la nube que empa a Cuando cruza el z añr anchuroso a la viajer de rostro de nácar , y la noche se envuelve en un manto an l tr sparente de esp éndida gasa , el misterio nocturno me invade m f re oviendo en el ondo de mi alma , mis memorias de dichas que duermen

f a . como envueltas en rí , mortaja Y mi espíritu entonces navega del pasado en las gélidas aguas , y es la guía amorosa en el viaje r á la llorosa , la t iste , la p lida , la que vive exhalando suspiros y modula dolientes baladas f en el ondo de todos los pechos , en la lira de todas las almas La que vaga en las noches de luna como viuda infeliz : ¡la Nostalgia !

m o n Otra usa y te go , más bella , ms d á . gentil , más hermosa y gallar a Esta no me abandona ; es latido f de mi pecho en el ondo , y es llama que en mi mente fecunda la idea y la sangre en mis venas abrasa . l f f En su a iento hay per ume y hay uego , todo en ella es ardor y fragancia ; pues si digo que el trópico ard iente infundió sus ardores en su alma en la tierra gentil que en América es orgullo y es timbre y es gala , se comprende que es fuego y perfume

f . todo en ella , y ardor y ragancia

Si la copia en su espejo el arroyo ,

3 . tal parece la ondina d e l agua ; y si lleva su gracia de ninfa r de la selva en la red int incada , con su aliento despierta la brisa

perezosa que duerme en las ramas ,

y parece que todo la arrulla ,

la acaricia , la besa y la canta . Y si fija en mis ojos sus ojos

y me inunda en la luz de su alma , la gigante pasión que me inspira se estremece en las cuerdas de mi arpa f n y mi endecha retoza en su re te , y mi rima se postra ásus plantas ! MI M A A ADA .

ARAtí que infundiste en mi alma d e l vi v ísimo f amor el uego , y que has sido la maga creadora de mis dulces visiones y sueños para tí que asomaste en mi alma s como a oma la Aurora en los cielos , simulando en el negro horizonte de oro y rosas magnífi co incendio ; para tí que al vivir en mi alma , f ard imie nto uiste vida , pasión , , talismán portentoso que infi ltra la energía vital en los muertos ; a para tí , que eres alm de mi alma , más para tí nada , son mis versos , que tú has sido la Musa divina que me hiciera arrancarlos del ple ctro

Yo no busco el renombre glorioso que la fama decreta á los genios mas si o y le anhelara , sería f para sólo si tus pies o recerlo .

Yo que vivo penando de amores , yo que soy el esclavo soberbio de la reina gentil áquien rinde m homenaje de a ores mi pecho , ambiciono otra gloria más dulce , otro triunfo más grande y más cierto que mi reina se torne mi esclava al poder de mis cantos de fuego ; ue se al mi s q torne , poder de cantos ,

5 . e n l n preñado vo cá su cerebro , y que estalle el volcán en sus labios e n eléctrica lluvia de besos

Sí repasa mis cantos de amores y verás como encuentras en ellos el arrullo de tórtolas tiernas , l la tristeza etal del invierno , el rumor de las aguas que corren , um fi el r or de las alas del cé ro , f d e el ulgor los soles de Estío , el fulgor de las lunas de Enero ; ñ n f muchas ores loza as y rescas , fl muchas ores heridas del cierzo , hossanas muchos ecos que entonan ,

muchos ecos que gimen de tedio ,

mucho amor , mucho amor sobre todo o que es amor , sólo am r , todo eso

Sí repasa mis cantos de amores , y verás lo que encuentras en ellos

n Y esos cantos de amores que brota , m fl le ctro co o e uvios de rosas , del p ,

no le piden aplausos al mundo , ni le piden laureles al tiempo

Sólo tú , sólo tu alma y mi alma se derraman y viven en ellos P ara tí me los dicta la Musa mensajera del Dios de los cielos ! Para tí los arranco de mi arpa y los echo á volar en el viento ;

porque lleguen á tí de rodillas , te mblorosos , cantando ó gimiendo ,

á turbar tu existencia escondida , á tornar en volcán tu cerebro , y ápedirte que estalle en tus labios e n eléctrica lluvia de besos

60

Aquel cielo de ayer con horizontes n s sere o y cerúleos , con a s rreboles de oro en las mañana , con arreboles de oro en los crepúsculos , hoy tiznado parece con nebulosos grumos rugió la tempestad , mató las luces , colgó después su pabellón de luto .

Oh ! ! ¡ mi alondra gentil , gracias ¡bendita ¡No te arre d ró el profundo negror de mis tinieblas , ni el graznido medroso de mis cuervos taciturnos ! Preferiste á los ortos desapacibles nublos : rii i nas bajo cielo sin luz , sobre , f cantas de Amor el perdurable triun o . BOCETO .

A Z . ALO NSO A NAR G. G

IGE en ella la curva voluptuosa gloria en la nieve de los hombros tiene ¡son dos arcos de triunfo en que sostiene regocijada su cerviz la diosa !

En el seno , sutil y luminosa , en jugar con las gracias se entretiene ; en la bre ve cintura á morir viene y resurge después bella y airosa ! En la doble columna á quien oprime

un dulce peso , temblorosa ondula ¡La línea recta desterrada gime !

Su triunfante ri val muelle circula B ¡ esa los pies de la beldad sublime , y el hossana inmortal Venus modula ! VISION .

LOTANDO en los aires y extendida el ala un rayo de luna le sirve de escala . ¿ A dónde dirige su rápid o vuelo ? Gozosa sonríe ¡T al vez se va al cielo ! ¡Qué encanto le imprime su dulce sonrisa ! ¡Y cuál su cabello d e stre nz a la brisa ! ¡Ya envuelven sus formas de estatua las nubes ! ¡La llevan en triunfo los blancos que rube s ! ¡Alegre y cantando la ingrata se aleja !

¡Ya ves , alma mía la amaste y te deja ! EST IO .

A e Z MÁN Josi : GAM BOA GU .

L i dílico cuadro me recrea e s le nd e la intensa luz canicular p , veloz el aire abrillantado hiende ar i y en las arenas del rambl ch spe a.

La mugidora grey tarda paste a ó perezosa en el se stil se tiende ; en las cortezas la cigarra prende y sus nervosos éli tros cimbrea .

a o Convida á repos r limpio , son ro l i y músico raudal , nde del huerto Y allí reposa la beldad que adoro

i . … el lab o , rojo y húmedo , entreabierto Y en él blancas libélulas en coro hallan de rica miel nectario cierto .

II. OTRA VEZ .

O RN E álucir la hermosa ' clari dad de tu espíritu en el mío en su cárcel estrecha y tenebrosa

mi infeliz corazón muere de frío .

Cuanto eres tú me falta que eres tú en mi existencia combatida a l raudal que bulle , respl ndor que esma ta

el desierto horizonte de mi vida .

Sé el ritmo que solloza y gime y ruega

en mis trovas de amor , cuando reclaman al corazón ingrato que lo niega

el mendrugo de amor de los que aman.

Sé la luz que me alumbre , el fulgor soberano que enderece mi incierto paso á la radiosa cumbre f do está el tro eo que mi amor te ofrece .

? ¿Y cómo tú lo sabes , prenda mía ,

mi encanto , mi ventura tú sabes que mi amor tan sólo ansía r la regalada miel de tu ternu a . SIC SEMPER .

AO P J SE ATR! N CO R RE A .

S : eterna la lucha goce y pena , fi fe fi rmeza y , zozobra y descon anza .

e s . 6 fi El Amor así cielo in erno , Gloria ó Calvario' que en la tumba acaba ! El Amor es así Filtro divino que en dulce somnolencia nos embriaga ¡Extraño magnetismo que establece sus corrientes de luz entre dos almas ! M as al herirnos con su rudo golpe la adversa realidad con mano airada , de ese ensueño letárgico se vuelve con los ojos nublados por las lágrimas ! Entonces se comprende e se extravío que ofusca la razón ; esa batalla d e fe ! la duda y la , ¡lucha tremenda ¡tempestad formidable de las almas !

¿ Qui en puebla de quimeras nuestra mente cuando , en reposo el cuerpo , vela el alma ¿ Quién perfi la las formas de esa diosa que espléndida en las sombras se destaca ? Quién enciende la luz en esos ojos é n que , cual diamante en bano , resalta en el marco ovalado que les forman las negras y suav ísi mas pestañas ? ¿Quién reproduce con pincel d ivino

1 3 .

204028 ? las curvas de esos labios como grana Quién con aquella cabe llera blonda ? en la tin ie bla enciende la alborad a Quién con aquellos labios como rosas nos d a un beso de amor que llega al alma ? n s Quién puebla de se tidas armonía , d e a de voces tiernas y amantes c ntigas , d e suspiros y besos y sollozos la soledad de la silente estancia ? ¿ Qui én hiere los bordones d e e sa lira? Quién llora y gime cuando vibra el arpa ? ¿ Quién tal fascinación obra en la mente y en los sentidos muertos y en el alma

El Amor es así Filtro sublime que en dulce somnolencia nos embriaga a e mas al volver del sueño , cuánt s vec s c a deja en el pe ho dolorosas nsias , y hay sombras e n la mente y en los ojos y hay crespones y ruinas d entro el alma

Mas ¿qué importan ni ruinas ni crespones ni esas tremend as dolorosas ansi as que en martirio convierten la existencia , si d an más vid a cuando más nos matan ? Sólo sé que es muy triste ese recinto d onde en reposo eterno se d escansa ; donde ni ruge la pasión herida ni tiembla entre los labios la palabra ; donde la fi ebre del amor vehemente no llega aconmover la escoria he lad a º donde parece que una voz nos dice :

e aquí no hay ilusiones ni speranzas , a ni ni combates , ni luch s , ideales , ni d n ue m ! luz que es vi a , ni pasió q es al a

1 4 .

F N A TASEO .

E imagino su faz bella y lozana suf n rente es imbo , esmalte su cabello de oro y de luz ; su torneado cuello el triunfo de la curva sobe rana ! — Las nupcias de la nieve y d e la grana surosi cle r mejilla ; el albo y bello f ulgurar de sus ojos , el destello apacible del sol de la mañana .

o Llega á mi b ca el soplo de su boca ,

de mis sentidos su visión se adueña , mi plegaria d e amor su gracia invoca

! Mas ¡ay que el corazón en vano sueña , pues sigue el vuelo de la mente loca y á más hondos abismos se despe ña !

1 6. SERENATA .

Á P A S T O R U R C E L AY

I I V NA , seductora melodía la que escuché con gratos e mbe le sos aquel tiempo feliz amada mía ! En sus notas d ulc15 i mas había ritmos de amor y música de besos !

¿Recuerdas? En tus ojos me miraba ; y en tu mirada refulgente y pura

v a y en la sua e cadencia que vibrab , hallé el divino idioma que buscaba

fe n ! de la , del amor , de la ter ura

Y hoy no esparce ante mi su llama suave aquel sol de tus ojos de sirena . allóse Y hoy silencio letal . C el ave que con arpe gios argentinos sabe matar el tedio y ahuyentar la pena !

A! otra ! n y , vez Las notas de tu pia o ha tiempo que no llegan á mi oído : y vierten la luz en ese arcano que está en el fondo del dolor humano entre profundas sombras escondido !

! Toca , mi bien Las notas cristalinas durmiendo están en los marnle s tersos cual duermen en la espuma las ondinas ;

1 7 . despiértenlas tus manos peregrinas al conjuro amoroso de mi s versos !

No importa que la tiernamelodía traiga e n sus notas el amargo dejo de sollozante y tétrica elegía: m n ha tie po que , entre luchas y ago ía ,

“ cuando intento cantar también me quejo !

Y qué dulce es llorar ! En el nublado brega la tempestad y ruge el trueno mas después que las nubes han llorado está el ambiente fresco y reposado y está el zafi r magnífi co y sereno !

m ! ¡Todo respira amor , elancolía ¡Es la hora misteriosa en que se ama ! a ¡Y no hieres las teclas todaví , y no respondes , adorada mía , á la voz conmovida que te llama !

¡Ya abrí mi corazón ! Ya escucha atento ! a si lfos al o Ya b jaron los , y ído me hablan de tí con dulce sen timiento sus alas invisibles ple ga el viento y entre las hierbas agoniza el ruido !

o s ! ¡T do en ilencio , estático , reposa un ul ! ¡Ni rumor , ni una queja , ni un murm lo si h Y sólo , veces , en la rama ojosa al amor de la luna misteriosa se oye en los nidos inefable arrullo !

Toca ! Mas ¿cuál acento delicado con su filtro magnético me encanta?

1 8. ! ñ d Ah eres tú , ruise or enamora o , que á mi canto d e amor te has despertado . ! ! Eres tú , bardo amigo , canta canta

Dichoso tú , que tienes el tesoro del amor en tu amante compañera e con yo aquí á mi du ño cariño imploro , y sus ausencias y esquivez deploro con la ternura de mi fe primera !

Canta !tú tienes del amor la clave y el idioma d ivino que embelesa ! s ! Artista , genio , inspiración , ¡quién abe s tiene tu trino , cadencio o ó grave , ! alegría , pasión , llanto y tristeza Ella duerme y acaso vagarosas visiones surgen en su sueño bland o : n ubes blancas , azules mariposas , claros de luna en noches silenciosas ñ m n n ! y ruise ores co o tú , ca ta do

Canta . poeta del boscaje espeso ! tal Y al poder de tu voz , vez la ingrata

sienta de dicha el corazón opreso , y sueñe que me besa y que la beso mientras vibra tu dulce serenata ! AL PARTIR .

ERO es verdad?¿La brisa vagarosa c l hin ha las onas del bajel ligero , e n y él mi bien , por quien de amores muero , f ? prueba 5. surcar la lin a procelosa

¡Oh cisnes que á la más esplendorosa s a ! hermo ura , marc steis el sendero

A traves de las sirtes , á quien quiero sin penas conducid y victoriosa !

Ella es tambi en de la belleza suma

' f ci rina dechado iel , cual la deidad p que surgió vaporosa de la espuma !

fi ¡Cé ro manso , trasparente ondina a guardad la send de traidora bruma , amparo sed de su beldad divina ! ! U E hermosa estás así Pálida y mustia , ! espiritual , divina , delicada ¡Qué poder soberano el de la angustia en tu rostro de virgen reflejada !

Sufre ! E l amor no es sólo la alegría y risueño de la aurora ; es también el dolor y la agonía que gimen en la noche aterradora ! Pero el amor es sentimiento santo fi que redime , ennoblece y glori ca ¡por cada gota d e su amargo llanto a fi ! el lma , hija de Dios , se puri ca

D olorosa angustiada me pareces inclinando la olímpica cabeza

¡Y cómo así , abatida , resplandeces e n todo el esplendor de tu belleza !

! ¡Te buscaba Yo busco desde niño , d en mi sen a de abrojos erizada , la fuente abrasadora del cariño que se desborda al verse contrari ad a !

E n tu pupila de oro reverbera no sé que lumbre espiritual y santa ! n Encue tro en tí mi celestial quimera , n ! de mi alma esencia , que mi vida enca ta

2 1 . Te buscaba ! T ú eres la divi na Musa de mis ensueños juveniles : r ma tus la lág i ojos ilumina , y hay resplandor de diosa en tus perfi les !

T e adoro porque he visto la tri stez a reflejada e n tu pálido semblante ! Porque en tu corazón y en tu be lleza hay lo que dura y brilla en el diamante !

¡T ú tienes corazón ! Raro te soro unido aotro tesoro : ¡tu hermosura ! Suele ésta se r esplénd ido meteoro a ! que pas , pero aquel por siempre dura

U fánate ! fi , mujer Es in nita z n la admiración que el cora ó provoca . a Vivirán con los siglos Margarit , Desdemona infeliz y Ofelia loca!

Y luego , cuando vayas por flores aljardín para tu seno y tu cabello de oro , ya verás cuál en coro reclamarán la rosa purpurina , la alba azucena y la encendida acacia , de morir al calor de tu hermosura ! la alta , divina y generosa gracia Mas después que retornes el tualcoba aci cale s flór y la de tu hermosura , y en el cristal dichoso que se arroba fl d re ejan o tu imagen casta y pura , te mires , como siempre , airosa y bella , vendrá una idea con su golpe rudo

á herirte como rápida centella . n De qué me sirve , clamarás sin calma , n juventud y belleza y loza ía , si llevo herida de dolor el alma ! a A ese c nto del ave no aprendido , fi i pre ero la palabra ard ente y ruda , que tantas veces cautivó mi oído ! fl A estas ores , ornato de mi seno , las flores que otras veces me ofreciera fe m m ! de , de a or y de entusias o lleno a sol f Y ese beso del sobre mi rente , el que otras veces imprimió en mis labios t ! ¡callado , dulce , volup uoso , ardiente E L B AN GD E D AFN IS .

P ARÁ FR A I ( S S . )

! A ARTU RO E SCALAN TE GALE RA .

ABE la clara fuente de la sagrada gruta de las Ninfas B afais d esnuda e l cuerpo reluciente ; y Cloe encantad ora se arrod illa ásulad o d ulcemente sobre la blanca y vaporosa falda ; n l m y mie tras ava tré ula y gozosa , d e l esbelto garzon la suave espalda ñ a bru ida y ardoros ,

' e lla á a ál ase hurt dillas p p , envidiosa .

D al espués , ritmo blando f a del agua de la uente que corrí , o óse ta y á Cloe , triste , lamen ndo s uinfausta suerte impía pues pensaba la moza que en su daño s D afni s a ólo á dej ba hermoso el baño . A GR ACIA.

R AIA si o C . y pud i e ra v e rsos

e te mi z ar tunombre . mod e lar la be lle z a d e tucue rpo

re i a be ld ad cri olla tu g . ve nce d ora d e l ti e m o p , se rí a e n lo futuro

d e l arte fuente ere mnal m y p od e lo .

T us o os cantaría j , cuyo e ncend i do fue go y chispa inmnd e sce nte ci fi d son nun o e l e tuv ivaz i nge n io.

S ucurso vagaros o

sus e n e r a éfiro p d í el c , al re med ar mi li ra

m si ca ne f d e tuace n t la ú i able o .

Miel fuera ámi s estrofas e l n éctar d e tus be sos ; aroma delicad o la sa e se n d e tuali vaporo cia e nto .

d o n e l mi um Sien pi c pl a , obre s i n mis p r mas , lie zo , tus fre scos os r ura labi , pú p , i a bo i tu tumej ll arre l , n eve se no

2 6. y derroche de líneas tus perfi les soberbios ¡Gracia ! si te pintase perecería sin prestigio Venus !

! a Mas ¡ay Graci divina , no quiso darme el cielo a p ra cantar tu gloria , numen gallardo ni sumiso ple ctro !

27 . E N E L BOSQUE .

D I IL IO .

AROB E RT O CASE LLAS R IVAS .

I el aliento abrasado del sofocante estío

s te es enojo o , ven ; deja el poblado , a i n a abandon su gr to caserío , y d e l bosque en la plácida verdura

l f . busquemos du ce paz , grata rescura

No aquí las oleadas de luz incandescente l cruzan el aire en vivas l amaradas , tue stan el suelo y queman el ambiente . A través de las hojas se tami za f la luz ; y ya no agosta , ecundiza .

Aquí favonio blando llega e n busca de abrigo ; aquí discurre alegre murmurando . fl y de las ores cariñoso amigo , entre ellas mue lle me nte se pasea o y con alient amable las menea .

Aquí un rumor se alza ue q llena el U niverso . ¡Es el himno inmortal que á Dios ensalza ! ¡D e inmensa lira voluptuoso verso ! ¡ES inefable y elocuente coro a ! del bosque , el nido y el raud l sonoro

28. ¡E s la trova encendida que elevan ála altura los palpitante s gérmenes d e vida d esde el fecund o seno de Natura!

d e l e Es la voz Amor que rig , absorbe en cuanto e xiste en la extensión del orbe !

Enlazase en la frond a la rama con la rama : la onda rueda besánd ose con la onda

y en explosión d e espumas se d errama.

n d e o i o f Y en los idos , Am r r c tro eo

todo es arrullo y d ulce cuchicheo .

U n vago encantamiento trasciende en cuanto anim a e n esta apartada soledad . El vi to

tiernos id ili os con las hoj as rima . s o n u Y , al romper e en la r ca que bla q ea,

la cascada gentil gorgoritea .

No la voz del vaquero rige el ganado manso que sin trope l el árido se ste ro

so d eja indolente en busca del reman . Tal parece que Pan en la sombría

co c a. pa del pino , o ulto , es quien lo guí

Fué muy hábil y di e stro fl autista , y es sabido que fué de los pastores el maestro y de zagalas amad or rend ido ; a a d e y que , por rest ñar llag s amores,

le honraron las zagalas y pastores .

Esta mansi on serena de tiempos que se han ido d —e l a por siempre cruel verda alma llen .

2 9. e Espíritu de la gloga que ha sido , aquí su aroma virginal exhala se r ! ¡Quiero tu pastor ¡Ven , mi zagala Si el agua cristalina

te agrada , dueño mío te lavarán la náyade y la ondina que viven en las ondas de ese río Y cuid arádel tuyo y mi rebaño mientras tú re toz are s e n el baño . Ya verás cómo gana en frescor tu mejilla que vencerá á la espléndida manzana en el matiz pomposo con que brilla . Y su encendid a púrpura la fresa e n tu boca de miel dejará impresa .

! ¡Oh , ven En la escondida

tienda del campo , pasa sin d esazones ásperas la vida l f En la inquieta ciudad a iebre abrasa . …

Aquí , lejos del mundo y de su ruido , nuestro amor hallará santuario y nido !

0 3 .

N AUSE CIA .

ASA RA por el cielo de mi mente e i a am tu recu rdo mborr ble , ada mía , como pas a la nube negra y fría l f por e diá ano prisma del ambiente .

s : omo la Sin ra tros c la o…nda en corriente , e l e io rmn a como surca spac la a o í , como el rayo d e luz que encie nd e e l día

r a z o en el do ado lcá ar del riente .

Y no que cuando esplé nd ida y rad iosa su e n mi ma d é asme mid o rges al , j su o n um m o del dol r e la br a tor ent sa .

a me i d De más viva p sión siento her o , y al quererte entonar trova amorosa n d mi nostálgico amor lanza u gemi o .

m d a en t N esta uda sole d , y es a d e mi triste noche alma congoj ada , f r a si uera tu recue do , nac rada n o sus n os lu a que á inviern e cant presta ,

como suele escondido en la fl oresta con tierno son e l ave enamorada cantarnocturna celestial balada c m un d d e n s a o o prelu io divi a orque t , también así n así , , te ca taría s céli cas dulces balada , canciones , si fuera tu recuerdo luna mía Mas ha tiempo que puso sus crespones m en mi cielo bru oso la elegía , y en mi arpa dolorosas vibraciones .

E N AZ ñrmi sísima m ! y cruel , me oria ¡Quién pudiera á tu lienzo soberano f eliz llegar , y con soberbia mano borrar resuelto tan hermosa historia !

Nublar el sol de la pasada gloria , marchitar el laurel verde y lozano , f f vencedor del nau ragio , y luego u ano celebrar del olvido la victoria !

Y no que , Fénix , el pasado creas n f de sus mismas ce izas ; y , triun ante , en urdimbres te gozas y recreas .

¡Oh in spirada magnífi ca y radiante ! ¡No más tormento de mi vida seas que está mi corazón agonizante !

AS no : dibuja con pincel de mago el panorama de mi s glorias muertas ;

e prenda la chispa en las c nizas yertas , e abátame cunda el inc ndio . el estrago . Quiero vivir al tormentoso halago de los recuerdos de mis dichas ciertas ; cond ú ce me piadosa hasta las puertas del templo en ruinas , misterioso y vago .

33 En el musgoso altar pondré las flores que crecen solitarias en mi huerto ; el incienso pondré de mis dolores

a m Y , espectro de lgo in ensurable , muerto , vagaré silencioso en los negrores d e los tri stes despojos d e l desierto !

U NCA podré olvidar aquellas horas que en d e liqui os d e amor pasé á su lado ! ¡Fijo en ellas mi espíri tu angustiado y siento en él fulguración de auroras !

En pláticas da amor e mbri agad oras v ióme el tiempo feli z v enamorad o á mundos ideales transportad o d r a al arrullo de cuer as vib ador s ,

ó e n el limpio cristal de su mirada i viendo su alma tranqu la , toda llena de n imbos y reflejos de alborad a

ó admirando su olímpica y serena s d beldad , de resplandore corona a ¡trasunto fiel d e la beldad helena !

IMNO triunfal á nuestro amor levanta esta ceniza inanimada y fría !

' álma mía Pavesas de su y de la , la comunión de nuestras almas canta !

En medio de esta soledad que espanta , viven allí e n dichosa compañía: ¿qué podrá separarlas? ¿quién podría? ¿quién los lazos fi rmísimos quebranta? a Palpit ntes de amor , de dicha opresos , s us a besos dulces , mis rdientes besos , e n f los despojos míseros se unden .

Y allí también con invisibles lazos , s us z s abra os , mis trémulos abrazo , e n s nf un estrecho abrazo e co unden .

S la estac i on primaveral : la vida fl uye y circula en vibración potente ; e s f rumor ragoroso en el torrente ,

e n la alta cumbre la nieve derretida .

E n la vega risueña y escondida e s vigorosa floración latente ;

a e mbri a ad or e n roma g el ambiente , r fl go ge os en la copa orecida .

fl con fl Las ores , en coloquio las ores , c n n ambia , en alas de la brisa erra te , los besos de sus cándidos amores

!! » an Pero éstas , que ella cultivara am te , f huér anas lloran íntimos dolores ,

faz u . desteñida la , m stio el semblante

VIII.

E e n a JAD que esta calma pl centera ,

rii i d o . lejos del vano y mundanal , venga á buscar á mi ánimo aterido e fl uvios de lozana primavera !

Soy c omo el ave que con ansi a espera

i e r a i d de p , en el bo de del c l ente ni o a sa d d entre ram s espe s suspen i o , m a la vuelta de su amada co p ñera .

5 3 , Su mutismo glacial nada quebranta Nada su canto cand e nci oso inspira He lose la armonía en su garganta

n mi Así , en la ause cia , amorosa lira i ni goces rima , ni tr stezas canta y muda ' y melancólica suspira ! TEMPESTADES .

do van esas nubes obscuras Del viento al azar? Con sus negros crespones enlutan Del límpido cielo

f z La espléndida a .

II

Entre el verde follaje resuena E l ronco bramido Del viento veloz ; Y los pájaros tornan medrosos

Al nido de amor . III

turbi on El quebrantó sus cadenas , Y en los aires va fosfóre a Agitando su tea , Y rayos vibrando

Con ronco bramar .

Así , horrible y tremenda , te quiero ;

: Así , tempestad

Así , como ésta que ruge en mi alma , Así es la que quiero

faz Que azote mi . F ESTRO AS .

Á V I R — J A E S A N T A M A R Í A .

N C N D IO oro E de . de esmeralda y rosa ! el Y el genio , triste genio del ocaso , n oculto entre las nubes del po iente ,

decora y pinta con pincel de mago , a los sombro y maravilla de ojos , paisajes encantados

¡Así , espléndida y triste , es la agonía cuando mueren los astros !

E so que siente el deudo cuando torna n del triste ceme terio , y en el sombrío hogar no halla siquiera ni los despojos pálidos del muerto eso que no se expresa con palabras

y aturde el pensamiento , ¡gime en mi corazón sus elegías y llora sus tristezas e n mi plectro!

P asaron ya los días e n que á través de sus dormidos ojos e n mis éx tasis mudos lo adivinaba todo ; como á través de las lucientes gasas o de los dorados ort s , el gran desbordamiento se adivina n l d e l torrente de luz que inu da e globo .

38.

Está desierto el templo ¡pero otra v e z recobrará sus galas n ofi “ a cua do cien con pompa en sus ltares , ! ungidas del amor , su alma y mi alma LA SIESTA .

AR AFAE L OT E RO D O N D E.

' l e n con migo al bosque a me no v al apaci ble sombrío d e olorosas flores lle no

L sol la esfera hiende c on le nto curso y majestuoso paso , y d_ el zenit desciende

á Pas rojizas puertas del ocaso . Es la hora abrasadora de sofocante y desmayada siesta e n el campo e s la hora en que d a tregua á su inocente fiesta

el ave fugitiva ue r f q ab igo busca entre las verdes rondas , y en que á la lumbre estiva a n se van tostando las espig s blo das .

ñ Apenas , ni a , suena f el rumor de la brisa en el ollaje , y es muy grata y amena e s a la apetecibl ombra del r maje .

Tod o respira calma y cansad o sopor : ¡sólo hay frescura n y vida , de tro el alma y e n ese arroyo claro que murmura !

4 r. f n ¡Oh , ven cabe la ue te á templar del estío los rigores ! Verás en su luciente ! espejo , tus encantos vencedores Verás reproducidos blan uísimos tus q pies , cual de azucenas botones suspendidos en las aguas tranquilas v serenas ! Verás tu cabellera

d e stre nz ad a ! rubia , como la espiga , y Verás cuán hechicera como aureola d e luz se ve copiada !

Recogeré en el prado las más fragantes y vistosas flores y dejaré alfombrado el cristal con alfombra d e colores

Después después asida tu temblorosa diestra de mi brazo , infundirás tu vida al líquido cristal de tu regazo ! Después el avecilla dejará del ramaje l a frescura por ver la maravilla y el tesoro gentil de tu hermosura !

Después la leve brisa discurrirá en tus sienes deleitosa y beberá en tu risa f el per ume y la esencia de la rosa .

Después verás tus blondas e n l s hebras , ajadas de menudas pe r a n al beso de las o das . ¡Después de hinojos llegaré á beberlas !

42 . Después en remolino r hi viente , llegará la ola espumosa á ceñir el divino marfi l de tu hermosura temblorosa !

Después sólo corolas

mustias , verás en la corriente brava , como si aquellas olas f e ! u ran ya , niña , de hervorosa lava Después un dulce canto doquie r re sonará Música grata que engendrará el encanto que al alma ad ue rme y los sentidos mata !

En tanto el sol desciende con lento curso y majestuoso paso , y con su lumbre enciende los vistosos celajes del ocaso !

43 . ESTRAGOS .

A rug10 la pasión ! En mil pedazos se desplomó el cristal de nuestro cielo ! Mira como el paisaje esplendoroso se ha convertido en páramo desierto !

Mira : á la sombra de tupidas ramas se deslizaba ayer mans)o arroyuelo ya cayeron las hojas y ya el frío del bulle nte raudal borró el espejo !

Aquella aurora de matices suaves recogió de su túnica los fl e cos ! Huyó espantada del terrible estrago en busca de otro amor y de otro cielo !

Y hoy la sombra no más ! Aquellas tiernas canciones que llegaban con el viento n á decir os ternezas al oído , sus notas impalpables recogi eron !

Y hoy la calma no más ! La misma calma

de las horas nocturnas del invierno , cuando nieva , y los árboles parecen imponentes y mud os esqueletos !

Marchamos entre escombros y entre ruin as por i ntrincado y áspero send ero !

a n s luz e n n Se ap gó ue tra , y uestras almas murió el vigor v el esforzad o aliento ! ¿Lloras? No manches con tu llanto ardiente de esa tez el mullido terciopelo ! Se ca ese llanto y en tu voz ahoga d e la afl icción el enervante dejo !“

f Nos ampara la e . Por entre escombros ve ncidos y orgullosos marcharemos ! ¡Yo arrullaré tus horas de triste za con dulces trovas y sentidos versos !

45 . VENGANZA .

si guiendo mi espíritu inflamado f el vuelo de mi inquieta antasía , penetró enamorado

en el santuario de la diosa mía . De rodillas ante ella

ostróse : p , oró ¡plegaria silenciosa rf á— del pe ume la estrella , de la estrella al perfume de la rosa !

En su lecho dormía : el nudoso cabello d e stre nz ad o sus perfi les helénicos cubría : y sus labios , dos rosas de granado , sualiento de perfumes entreabría .

De entre los pliegues de liviano lino n primoroso capullo , ieve y rosa , surgía el pie divino ; asomaba el pie bre

c n . primoroso apullo , rosa y ieve

Mi espíritu anhelante en santa adoración se embebecía de la beldad espléndida delante ! ¡Qué majestad la del gentil semblante de la adorada mía !

Rasgando la penumbra transparente d e la tranquila alcoba que con sus gracias la beldad encanta , el globo de alabastro

TU Y Y O .

O recuerdo de' qué elocuente labio brotó como la luz esta sentencia ( pero ha de ser revelación de un sabio

' pue s que es la clave fi el de la existencia —Eueste mundo do el pesar anida vino el alma en dos partes dividida animando á dos seres diferentes ; y sólo se disfruta e n dulce calma de ese amor con que sueñan los vivientes u m cuando se nen las dos partes del al a .

Y lue go intentan con tenaz porfi a que no nos adoremos y que tualma no se una con la mía siendo así que del cielo descendemos y en nuestra e mpíre a cuna nunca fuimos dos almas si no una . NUESTRO SECRETO .

I RAN que esclavo de las miradas

de unos ojitos como dos astros , vivo una muerte que llamo vida siempre abatido , siempre penando . n e Dirá qu saben , por el bosquejo s s que de eso ojos hay en mis canto , mía que son los tuyos , amada , r que son tus ojos ne g os y claros .

Dirán que sueño con las sonrisas e i ll nas de gracia de c ertos labios , f o y en los que orman dulces h yuelos ,

i s . nido de amores , v vo oñando

Y que ya saben , pues lo adivinan f en las estro as en que te ensalzo , que esas sonrisas que me avasallan

son tus . , vida mía , son de labios

Mas lo ue no n e so q ig ra , y no pueden . e no n n porqu puede adivi arlo , e s qué se d icen en sus miradas

e n sus s nri sas s s . y o , ojo y labio M TU IRADA .

ARAdecir las cosas de este mund o Dios hizo la palabra ;

a c a f s par hablar de las os s ine able , ce ora n ma go s del c zón , pe as del al , puso la clave Dios de esos tus ojos en la gentil mirada t c Yo sólo la raduz o , dueño mío án i y al viento doy mis c t gas .

Antes que e l bad o adverso ciegue su luz 6 me la torne airad a antes que e n mis estrofas no palpite v n la sua e luz de su divi a llama , bien sabe Dios que diera s r ante que eso , ca iño de mi alma , lo más ce : ar que ne sito para am te , ! mi corazón ; para cantarte , mi arpa M ULTI OS VERSOS .

OU L NA vez amante y generosa ,

símbolo de pasión y de cariño , me enviaste con palabras de ternura encarnado clavel y verde mirto

o L que pasó por mí , sólo Dios sabe

fué . qué , y en vano intentaré decirlo ¡Sólo sé que nubláronse mis ojos y mi alma su s pirando te bendijo !

ue m Hoy q sólo el recuerdo queda en mi al a ,

pero tenaz y palpitante y vivo , para el se pulcro d e tu amor que ha muerto manda una flor que signifi que olvido !

no f a n En cambio , si uer conde arte á una eterna aflicción y hondo martirio e nv iárate — me mas no , que no atrevo ; temo el contacto de tu aliento frío !

a mi corazón que , á más de ap sionado , t iene todo el candor que tiene un niño , pues fe tuvo en tus frases cariñosas y aún tiene la espe ranza del olvido . TODO PASA .

E tod as las ideas que me aturden a y amontonan negruras en mi alm , hay una que es como la corva pica que la honda huesa de mis sueños cava . Es la idea implacable que me advierte que en esta vida deleznable , acaba lo mismo el goce de la ruin materi a rí im que el pu s o gozo de las almas .

5 2 . SUS CARTAS .

STAS que fueron glori a y alegría m de mi alma enamorada , hoy son me orias de tristes goces y pasadas glorias con que mis horas endulzar solía .

¿Qué fué de la que amor j uróme un día ? mal Hoy miro , por mi , cuán transitorias , é cuán quiméricas , vanas ilusorias , son las venturas de la vida impía .

¡T anta ternura y dulee sentimiento ! T f s ! ¡ anta ra e de amor , tanta promesa ¡Fugaces notas que se lleva el viento !

Si miente amor la esplé ndida belleza ornada con las galas del talento , e a ar e d é la z ¿dónd h ll la v rdad , pure a

5 3 F U GA X

OLU BLE Amor : al soplo regalado

de tu aliento de rosas encendido , latió mi corazón ace lerado

de tu saeta penetrante herido .

M c brindaste la dicha . de una hermosa r en la mi ada de ternura llena , en la sonrisa púdica y graciosa

y en la arrogante majestad serena .

Y apre stéme á la lid y tú escribiste tu idioma celestial en su mirada ; y tus néctares d ulces infund iste m l en mi tré u a voz apasionada.

se ntíme o Y capaz de la vict ria , y me sentí capaz de la grandeza , y al fi n me concediste la alta glori a f z de rendir la murada ortale a .

Y premiaste mi fe con la delicia mayor que guarda tu di vino exceso ¡me brindaste caricia por caricia y beso ard iente por ardiente beso !

n n Y te alcé mis ca tares de alaba za , y al orbe dije que el Amor fecundo es la sola cumplida venturanza , la sola dicha cierta de este mundo .

54

A MI MADRE .

P RE M IAD O E N E L “ C O N C U RSO D E S O NE T OS ! C E LE B RAD O

N M R ID A N D IC I M B R D 1 8 2 . E E , E E E E 9

O LU BLE Amor á su insidio so yugo

some tióme o on : , señ ra , c engaño escuché sus promesas en mi daño

y aun hoy mi llanto silencioso enjugo .

B usqué Amistad , y á la traidora plugo brindarme sus dulzuras con amaño pues cuando apenas con su miel re staño

se o a . mi herida cruel , t rn mi verdugo

Hoy sin fe y sin amor vuel vo átu lado ti o ¡vuelvo á , com el pájaro á su nido u f ! tras l engo errar sin rumbo , atigado

De la mundana lid llego vencido ¡bésame con tubeso inmaculad o ! para implorar tu gracia , redimido D E S P E R T A N D O .

OBT U VO M E NC I! N HO N O R í F IC A E N E L M IS M O

“ C O NC U RSO D E SO NE T O S .»

A V E N A N C I O C E R V E R A

A gasa del crepúsculo incoloro so se al be de la luz desvanece , y el gárrulo maizal que el aura mece

es verde mar con oleaje de oro .

De su pico de miel vierte el tesoro or la turba alada , y p doquier parece que al nuevo sol la tierra se estremece f y alza á los cielos su ine able coro .

¡Qué alegre y remozado e l nuevo d ía ! ¿C uándo se rá que al despuntar no vea r la pobre humanidad , en gue ra impía ,

as al error que entre sombr merodea , á la calumnia desalmada y fría ? y á la duda , suplicio de la idea

l i lustre oe ta ucate mD on Ramón Ald ana P ue rto e s E p y y ,

' cri bi : d e l o u ul ¡mo!! ó La gasa p u o a .

5 7 EL NIDO .

A P R IM IT IVO P E NICHE .

LLI en la rama sin verdor te meces f de quienes uiste abrigo abandonado . ' f a Huer ano del cariño , me p reces

. templo sin culto , en ruinas , desolado

Cuántas tristes memorias te acongoj an cuando de esbeltos brote s puebla el tronco 6 el remozado Abril , le deshojan los vientos al bregar con grito bronco . Cuando la antorcha sideral clarea n y deshace la niebla matuti a , ó en la empinada cumbre parpadea y al encendido ocaso se avecina .

Cuando todo es rumor en la floresta

az y augusta p y arrobador misterio , y al vaho sofocante de la siesta f i busca el ave en su nido re riger o . Yo sé que entre explosiones de alegría u u viste lucir la a rora , y con la a rora ue u q miraste l cir , un nuevo día e mbri a ad ora de amor , de paz , de dicha g .

Yo sé que muchas noches silenciosas , a or e os entre rrullos y trinos y g g , aprendis te de amor las misteriosas

s d e v ane os . palabra , y los locos

5 8. Que dulces confidencias e scuchaste fe a de quienes y cariño se jur ron , r d y que tú , gene oso , les brin aste e f r ugio bienhechor, y te olvidaron .

¡T riste fi n : fuiste cuna y eres fosa aun del despojo ruin abandonada ! ¡Qué falaz el amor ! De su ardorosa ! llama vivaz de ayer , no queda nada

tu! n ! ¡Ah , sí , que quedas ¡me guada suerte como un sarcasmo cruel , en el olvido advirtiendo que al soplo de la muerte

n f a e l ! si au raga el amor , se salv nido

5 9 A L JUVENTUD .

A rompió los capullos P rimavera f al soplo de su aliento per umado , y el himno de las flores regalado u mod la el río en la gentil pradera .

El almo sol inicia su carrera a f re oci nsioso del estín g j ado , pero súbito mírase eclipsado

y parda sombra sobre el campo impe ra .

Así e s del alma la estación fl orida e e fu s xplosión de p r me y rumores , n ueva luz , nuevo ambiente , nueva vida

Mas apenas despuntan los albores del sol de la esperanza bendecida , s a surgen , nube del lma , los dolores . F ANTASIA D E DICIEMBRE .

RIMAVE RA gentil , virgen hermosa ! Al pasar sobre bosques y praderas donde imprimes tus besos nacen flores ! a En tu regazo , etern mente virgen , cuelgas los nidos de amorosas aves ! ¡Qué hermosa estás ! hasta el bulle nte río pulsa las cuerdas de su land sonoro r tus a ! para canta gracias , Prim vera

tan f c l a No como tú , res a y tan oz na , es el ardiente y caluroso Estío !

e e o M nos b ll que tú , rubio el Otoño d a al aura sus espigas rumorosas , y el coral matizado de sus frutos ! Tú eres mujer ! Los Juegos y las Gracias retozan e n tu frente y en tus labios ! Tú eres Amor y Juventud eterna !

! a Oh gu rda tus hechizos soberanos , Primavera gentil ! En lo profundo de las vírgenes selvas de los trópicos forma tu nido ! Allí dond e las frondas tupidas de los cedros olorosos se tejen con las ramas de las ceibas y del añoso roble ! D O e l perfume y el rumor de la vida no se agotan !

6 1 . Yo quiero que las rosas de tus labios no palidezcan nunca ! Que la pura gardenia de tu frente no se empañe ! Que el esplendor que tus pupilas baña no se nuble jamás ! Que los efl uvios de nardo y de jazmines de tus sonrisas se eternicen por siempre ! Primavera ! Huye de mi ¡soy símbolo de muerte !

Soy omega del tiempo : al rudo golpe d de mis robustos brazos , ateri os f o a ! con mi rí gl cial , mueren los años

f : Mi aliento petri ica el arroyuelo , ! gala del prado ayer , es dura nieve Con mis trémulas manos ¡Dios lo quiso ! á los pomposos árboles desnudo y les cuelgo mi túnica de escarcha !

Yo soy de muerte y de dolor presagio ! Soy espectro fatídico que ahuyenta ! la dicha y el placer La golondrina ,

bulliciosa y alegre , deja el nido al rumor de mis pasos En las copas de los erguidos árboles acallo el himno del amor ! Hasta el luciente disco del sol sepulto entre mis brumas !

Y tú tan bella ! La que al hado plugo que fuese la ventura de la vida y en juventud eterna fl oreciera !

Que no te encuentre en mi camino . ¡h uye ! ¿Qué va á se r de los míseros mortales

6 2 .

D D ESCONOCI A .

U IEN eres? No lo sé : pero recuerdo ! Sí haberte contemplado , te he visto retratada en mi mente soñadora y tubeso de luz he recibido !

He admirado tus formas celestiales en mis sueños de amor ! He pe rseguido tus luminosas huellas , cuando alada te ví surcar el piélago infi nito !

n Creye do que me oías , te he contado mi ardiente ad miración y mi martirio : y antes que absorto tus encantos viera e n espíritu mi alma te ha sentido !

En blando trono d e mov ible s nubes te fl d he mirado otar , y en mi elirio te tomé por la reina de l os cielos porque eran celestiales tus h echizos !

Y sentí ya colmada mi ventura , y del alma colmad o ya el vacío al mirar el ideal de la belleza en realidad hermosa convertido Y te amé como se aman los ensueños e so con que el alma alienta cariño , y que luego del alma se levanta para ejercer su mági a en los sentidos ! u s Tus ojos sed ctores , de mis ojo

irresistible imán y claro abismo , tan negros como son mis sufrimientos

y hermosos como son tus ojos mismos ,

he mirado fijarse muchas veces e n s con mis absorto ojos cariño , y he formado una aurora con sus rayos para premiar mi amor y mi martirio

Y en el éxtasis , dulce y misterioso i de este amor sin gual , también he visto la sonrisa jugando con tus labios

al mirarme sonreir de goce henchido .

Así de mis tristezas y mis goces los u ñ t yos compa eros siempre han sido , y se hicieron más dulces mis venturas m y menos dolorosos i s suspiros .

Y hoy que miro , mujer , mi sueño hermoso e n a realidad divin convertido , no pregunto quién eres ! y te adoro y encadeno á tus plantas mi albe d ríol A LA NOCHE .

H I AR A M ANU E L E RE D A GEELLE S .

A agitación tremenda de la vida l con el sol que se va,ca ma , sosiega

: ! ¡oh , noche suspirada ¡bien venida o fu d e ! Con tu s mbra pro n a , ll ga , llega

Los que en ruda labor el dorso ofrecen a n al sol y empuñ n el se cillo arado , sote rran la simiente y enriquecen con su rud a labor al potentado

los que en el yunque su vigor agotan , f los que en la ragua ardiente se caldean , los a que la espiga contra el suelo azot n , los magos del trabajo , los que crean ;

a rendidos en la brega en rdecida , claman al f mde la fecunda brega ! ¡oh noche suspirada , ¡bien venida C on tu m f ! ¡ cal a pro unda , llega , llega

Los que en la mente pod erosa abarcan I fi nd el n nito que los mu os crea , y e n el espacio y e n el tiempo marcan sus huellas con fulgores de la idea;

a u . los tristes , err b ndos soñadores

som d e l d e a se s que ante la bra i l po tran .

bó. e d f s y , hollando abrojos y r gan o lore , del bad o adverso la incle mencia arrostran ; los que imprimen perfi les sobe ranos

á las creaciones de su mente loca , y desgarran el cielo con sus manos , y proscri ben al águila en la roca; los v identes del más hermoso sueño , heraldos d e l honor y la victoria ; d fué e los que hacen gran e lo que p queño , y ofi cian en el templo de l a gloria ;

rendidos en la lucha enardecida , tu al mirar que manto se despliega ,

: n ! prorrumpen virgen negra , bien ve ida fun ! Con tu calma pro da , llega , llega EL MONSTRUO .

I a LL está , llí está ¡Siniestro , torvo , fa o m a ! s n a ad a tídic el ir r De e c j , seca y mú sti a la faz ! En sus conv ulsos a lívidos labios , la sonrisa gr ta á jam s se dibujó El cieno inmundo , la inmunda escoria que le llena el alma le humedecen tan sólo Es el mónstruo m a que llora , gi e y se retuerce y bram f 6 cuando luce un ulgor , cuando suena la rítmica cadencia de algún arpa !

Sombra ! La sombra si perfiles ¡negra ! a s La que mora en las sim s , en los antro La que rasga siniestro con su globo de fatíd id a luz el fuego fatuo La sombra del abismo donde hierven los gérmenes inmundos del pantano Esa es la sombra que apetece el mónstruo que se retuerce convulsivo y pálido ! Estrellas que lucís cual puntos de oro en el zafi r espléndido ¡apagaos ! que al vibrarvuestros cándidos fulgore s al mónstruo hieren como agudos d ardos ! Vue stra luz apacible d fuego e s que quema sus siniestros párpa os . Ocultad vuestras luces ! Que la noche s i n un fulgor se e xtienda e n los espacios ! B rindad la sombra que apetece el mónstruo que se retuerce convulsivo y pálido !

Silencio ! El de las tumbas ! El que anhela con fervor el misántropo ! E l que reina en l os tristes cementerios o y en los sombrí s páramos , cuando la coña de la noche oscura oculta el parpadeo de los astros ! E se que no interrumpen ni ni n ! una armonía , ni un rumor, un ca to Ni el eco del dolor que apiada al bueno ni la alegre explosión d e l entusiasmo ! El que arrulla el reposo de l os muerto s que duermen ni e nvi d i osos n i en vid i ad os E s el silencio que apetece el mónstruo que se retuerce convulsivo y pálido !

a s s i as ¡P rlera ave , que espera s gozos

sol n i lam os del aciente los pr meros p , para entonar el mágico concierto d e vuestros dulces no aprendidos cantos ! Vuestras arpard as lenguas d e hoy más tened ¿ A qué seguir cantando? D f d e f ejad las rondas esmeralda , rescas , y las galas del prado O diad el día y esperad la noche e n las grietas del viejo campanario ! Allí está la luchuz a ¡el ave negra ! l a torva vista en derred or girando !

s los e s e Y vosotro trist , rrabundos m ! a antes del ideal , sentidos bardos

69. Dejad que en los bordones de la lira el ritmo delicado f n e ezca sin prestigio . ¡que está el mónstruo con la espuma en los labios ! Y espera á que re sue ne n los acordes de vuestros dulces cantos para , artero y cobarde ,

s e nsuci aro arra trarse hacia vos , para s ! Dejad sin homenaje la hermosura fl y la belleza del orido campo , aromosa fl y la or , astro del suelo , fl ! y las ores del cielo , hermosos astros Enjugad esa lágrima piadosa que tiembla en vuestros párpados al v e r ala v irtud y á la belleza juguetes del dolor y sin amparo ! f Que lo grande , lo noble , lo ine able , s lo inmortal y lo anto , no encuentre un eco en vuestras liras de oro sentidos , dulces , generosos bardos Pero no ! que no muera la harmonía ni el fulgor e sple nd e nte ! Cantad bardos para endulzar la vida ! Desde el cielo lucid sin tregua te mblad ore s astros ! Quede e n la sombra oscura retorciéndose sólo el mónstruo airado ! Que sobre vos arroje el lodo del pantano ! El lodo al suelo cae ! ¡La harmonía y la luz van al espacio !

EN ANO NUEVO .

N O ! ya luce el día primero de tu imperio soberano inundando las almas de alegría ! B ien vengas , si con mano benigna y cariñosa has de cuidar de la adorada mía !

Mas si i mplacable y rudo penas no más augú rale e l destino d e t s y , mártir mi amor , llan o en sus ojo

he de ver de contino ,

ó detén de tu curso la carrera , 6 dentro el pecho mío

detén este latir , que se acelera con el letal quebranto que me invad e al augurio de su llanto ! RIMA .

Nervioso , extraño , rudo , en mi pasión vehemente , tomar entre mis manos

tus e toscas , suav s sienes , para mirar tus ojos , para mirar tu frente ( ¡más pura y limpia y blanca que el ampo d e la y ver que como la hoja l del árbo te estremeces , que buscas en mi cuerpo apoyo , y que se vierten por los cristales de tus claros ojos de tu alma pura las sagradas

¡Oh , deja que rendido tu breve planta bese , f y el corazón , tro eo ! de tu virtud , te deje A DAR! IN .

U N n viven , como e gendro de poesía f bella y ascinadora , con las mejillas rojas como grana , la pareja del huerto ; y la traidora serpiente tentadora que origen diera á humana ! ' d e Sacrílego . l huerto las echaste ! n Y en cambio de la mística leye da , o n nuev Moisés , el gé esis del hombre en Biblia más fe cunda nos legaste ! CRISTO BAL COLON .

! A te miro , Colón Cuando la ardiente juventud en tus venas ingería

n fi a e s le nd e nte su íg eo ltro viril , m ga p o f tu poder sa y rauda antasía , d esde la abrupta pe ña de la playa en las puestas del sol se embebecía ! ! Ya te miro , Colón Tras el incendio s del sol crepuscular , tra los encajes de nácar y oro con que viste el día su tumba de cristal , con tu mirada e scrutád ora y perspicaz de mago , leías : a fi de tu visión m gní ca al halago , ! sublime soñador , te estremecías

Soñabas que la brisa que oreaba f tu enardecida rente , n era la brisa vagabu da , errante , de tierras que el Atlante arrulla eternamente que los suaves perfumes que brindaban l s p acer á tus entidos , eran de allí venidos ; que el rumor de las aguas que llegaban i rend das á tus pies , á mugidores torrentes de mi América imitaban ; que aquellos escuadrones de titanes fi n a iñánd ose que gen , p las nubes ,

75 . en el confí n lejano del abierto horizonte , i a eran , por arte de espej smo , copi a de agreste cordillera . de lto monte ; que los cambiantes glaucos y de gualda sol occíd uo del , del radiante ocaso , eran refl ejo escaso de campos de esmeralda y de áurea arena que e n sus cauces fríos llevan al mar los caudalosos ríos !

n C n : a Y pe saste , oló bajo ese cielo f donde el sol que se va , claro ulgura en esos campos que el arcano velo oculta , y donde pródiga Natura r riquezas y primores despar ama , mortales en inmensa muchedumbre moran tal vez , sin que la excelsa llama de la cristiana fe su mente alumbre !»

ñ Y tú que en sue os al Señor veías , y tú que en tus arrobos le escuchaste , el E LEGID O D E L SE N O R te creías y en la arriscada empresa te empeñaste ! un Como mendigo , por doquier pedías f ayuda , y be a por doquier hallaste ; fi n un n hasta que al , ángel sobera o , n ! la cristia a Isabel , tendió su mano

Ah ! que no tiene mi estro el prepotente

: aliento , menester para cantarte ruge , indiano torrente ; inmensa mar atlántica que alzas montes de espuma hasta mojar la fre nte n del ence dido sol , brama violenta sacudida por hórrida tormenta ; enhiesto monte que el zafir alumbras con tu cúspide humeante ,

76. mu e n tu n n ge seno , horríso o y tona te ; f é in undan monte enhiesto , mar airada ,

despeñado torrente , desatada f a tempestad ragoros , i n gente voz y poderoso aliento

y vigor soberano , al vate americano que digno de cantar la gloria sea d e l v insigne Colón y , nue o Homero , e sculpa del Piloto la Odisea !

' Mi rad le allí ! Sobre el movible puente d e fragil carabela gavi ota audaz que abate con sus alas la tempestad , y valerosa vuela está Colón ; sereno el continente , tranquila y majestuosa la mirada :

¡quién sabe , sólo Dios , si la gaviota otra vez tomará á la costa amada !

Ya la brillante coña que se prende gentil aurora en la cabeza rubia

a fú l i d a e s le nd e como di dema g , no p ; rumorosa d e sgránase la lluvia ; el seno obscuro de la nube hiende f n relámpago ugaz ; retumba el true o , y , por vientos contrarios combatida , la mar se siente en sus profundos antros por titánica fuerza sacudida !

f ¿Qué va á ser del esqui e miserable , juguete escarnecido de las olas que en grito formidable se chocan y se rompen con violento f uror , cual si quisieran desgarrar el cristal del fi rmamento? ¿Qué más? hasta la aguja salvadora u que marca r mbo cierto ,

77 se a ensaña y , loc , contra ley oscila Mirad el estupor y la congoja

o d e h o ! brillar , sign orr r , en la pupila Mirad puesta d e hinojos la a la audaz tripulación ami n da ,

e los s llanto ardient en ojo , al ciclo suplicante la mirada !

R a n . ota la jarci , quebra tado el mástil s l as n e n ástil de garradas lo as , el la enseña d e Aragón y de C astilla de strozados girones : a a mar co y contr ri la , ntrario el viento ,

n a o e l e l fi i gr t sol y negro rmamento , pre sto hallarán l as naos e spañolas inme nsa tumba e n las revueltas olas !

so f ¡Sólo Colón , el animo , el uerte , allí e n la escena de pavor y muerte s r le a e a! ereno , impe turbab p r cí ¿No e ra que Dios querría fe e f probar su , su s uerzo , su entereza n a á ta ta costa , y quebrantó los l zos con que rige la gran Naturaleza?

El nauta no desmaya á través de las brumas del poniente sueña que surge la arenosa playa de las indicas tierras del Oriente Mas la virgen América presiente C tiénd e se e n la al gran olón , y ruta d e l a argonauta audaz , lborozada ; ' fl m no exeed i aos y , e uvios de sus ca pos , v i e n los cam os d e Granad a p , manda un beso en sus brisas voladoras á Colón y á las naves triunfadoras !

Glorioso , excelso día , au l e eterna rora , sol ena t cido ,

M e mori as d e C olón

HID AL GO .

M Á P E D RO ESCALANTE P A L A .

' QU ELLAraz a indómita y valiente e n cuya sangre el dios Huitzilopochtli encendió del valor la fl ama ardiente ; la que hizo contemplar absorto al mundo al pie del ahuehuete venerando al no excedido Hernán C ortés llorand o ; la raza que se e ngríe de su valor heroico , y entre llamas sonríe con la viril sonrisa del estoico ; la que pulsó la cítara d e Apolo para cantar sus glori as ; la que siguió las luminosas huellas que en el z afi r espléndido n s deja , en vario curso , las estrella ; la que gozó el halago de la brisa cargada de perfumes me ciénd ose su i á aliento dele toso , e n o l ñ i a tosc e o , en el cr stal del l go ; la que dejó de su existencia libre testimonio magnífi co e n ciclópe os m asolad or uros , que el tiempo respeta ; e sa la n la i a f , oble , ndom ble y uerte , a al i s los n mal c yó ab mo de ho dos es , rompi ó e n las peñas de los agrios monte s su rígida macana ; i s s i VIO sus ml s vió sus d ose pro cr tos , te po

80. a fa a d ugustos pro n os , d fi n y , heri a al por la contraria suerte , con grillos en los pies , vivió tres siglos de miserias y horror , de llanto y muerte

¡Cuál se cebó la bárbara en el inerme pueblo soj uz gad o ! En alas de la fama voladora salvó los mares la feliz noticia de la az te cana tierra seductora las y , cruzando aguas procelosas n del Atla te iracundo , de gente extraña se miró preñado el más bello pensil del Nuevo Mundo ! Y aquella raza que en su vida acopla lecciones perdurables de he roísmo no que exceden el griego y el romano , ¿qué fué?¿qué se hizo?El formidable ibero m i o óse la so et ó á su ley , y y á veces el reventar del látigo ligero y el doliente gemido del pueblo azteca á la coyunda uncido ! u ¡Gloria á vosotros , oh Q iroga ilustre , á i i o as C magn n mo Garcés , p L asas , que contnvíste i s el robusto brazo ñ del español sa udo , y en vuestro dulce y re nd e ntor regazo al indio d íste i s generoso escudo !

Y de tanto baldón , de tanta mengua del derecho y honor en detrimento ¿á quién culpar con irritado acento? Nunca osará mi lengua n torpe , vibrar co tra la madre España contra ese pueblo heroico que ha llenado con sus hazañas ínclitas la Histori a

S I. y que se ha apoderado de todos los laureles de la gloria ; contra ese inmenso corazón que late y que á través d e l piélago sonoro ex tiende sus arterias f en portentosa red , desde el pro undo B ravo que en patrios campos culebrea , hasta la inaccesible Patagonia que el aliento volcánico caldea . C ulpados fueron los pasados siglos de oprobio y de abyección y de ignorancia en que el derecho encadenado había con bárbara arrogancia la inicua tiranía Pero llegó el momento apetecido que la suerte del orbe cambiaría : f a allí en la ardiente ragu del Derecho , o d e la en el cerebro august Francia , los ciclopes gigantes f n de la potente Libertad , orjaba los rayos con que armaban la diestra poderosa de e sa gentil é irresistible diosa ; r allí p endió el incendio , allí brotó la encandecida lava fu que ndiera las rígidas cadenas , la que al pie llevó humanidad esclava , allí i rrad ió la antorcha f de ulgor soberano , y allí surayo Júpiter excelso vibró sobre la testa del tirano

III .

hubíste i s ¡Oh númenes de lo alto , los que infundido de Apolo el sacro fuego en el inmenso corazón del bardo gloria de Kío y alta prez del griego ! He rid me con e l dardo d e d i la can ente inspirac ón , y pueda celebrar la proeza generosa del varón sabio y justo , magnánimo y sereno , que de celeste i nspi rac1on henchido d a iera la voz de Libertad , tom ndo la espada por el ara , y su gloriosa empresa coronando con sacrifi cio cruento que sunombre á través de los tiempos dilatara !

¿No le veis? si no hay gloria más segura que la que ampara del olvido ingrato el nombre ilustre del egregio Cura ! Mirad ! las venerables arrugas de su rostro ; la ya cana y menguada guedeja , fué y el que recio talle que se comba , son el sello obligado que le deja el tiempo que pasó ; mas en sus ojos vigor de juventud , alma de roble , celeste inspiración y fe divina f f ulgurando en las órbitas pro undas , se ! advierte , se adivina Mi rad le rodeado de l a grey que otra vez escuchó unci osa la dulce voz de su Pastor amado f ¿Qué pueblo , ni qué edad puede u anarse de ofrecer como timbre de su gloria un héroe tan magnífi co en su historia?

Ami no descorre el cortinaje de oro d e l opali no oriente la Aurora trasparente ; aun no resuena en los repuestos campos el dulce , vario y numeroso coro , o lamos himno del sol , cuando sus rubi s p como una aureola leve prende en las altas cimas

coronadas de nieve , y ya la grey sumisa de Dolores a cude presurosa , convocada

del bronce por los ecos voladores . Entonces fué cuando el augusto ace n t o d e l ministro de Dios , minó potente de la opresión el secular asiento : cuando con frase ardiente así dijo ásu grey : “ Americanos ! nada ha servido que el excelso Padre

que el orbe rige y la justicia ampara , la más bella porción os deparara del Mundo de Colón ! Aquellos prados que repuesta y lozana Primavera mantiene de capullos coro nados ; aquella fértil vega se und oso que aquí y allá extiende , y que el f río ecunda , con sus aguas riega ; la nie ve nunca hollada del coloso que al cielo eleva la empinada cumbre que d ecora y matiza del sol fecundo la i ne x tinta lumbre ; y la fragosa sierra en cuyo seno cría c los dones más pre iados de la tierra , ¿qué se hicieron ? ¿qué son ? Ricos presente s que Natura os hiciera y que el malvado tiñó en la sangre misma de vuestros padres que en la tumba llora n ! ¿Queréis reconquistar vuestros derechos ? a ¿ Queréis , Americ nos , oponer á las balas vuestros pechos n n y , tras i sig es é inmortales hechos , q ue e l orbe os apellide

84 . Y con voz pre potente q ue exc ed iera al acento fragoroso d e l f v ér ido torrente , e l u p eblo inerme consintió anheloso .

r Fué aquel grito de guer a , preñada nube que envolvió improviso á az te cana a la tierr , y que en lluvia de sangre se deshizo . S imiente de prolífi cas virtud es q ue despe rtó en los pechos ard i mie nto y valor h Como avalanc a , la tumultuosa multitud abate

Guanajuato opulenta , y entre el marcial estruendo del combate , n como un volcá demoledor , revienta el odio de tres siglos comprimido

En esa guerra sin cuartel , tormenta ! de un pueblo no domado , ¡ay del vencido

á Aun vive , y vivir mientras aliente o un pecho mexican , la sangrienta memoria de la primera hazaña , d e ! Padre inmortal , que te cubrió gloria Aun vagan i ne xti ntas en el cielo las postri me ras luces d e l siniestro fulgor de la metralla en el glorioso Monte de las Cruces! Aun vive en nuestras almas el ingrato re cuerdo a de la rota de Aculco , en donde empiez tusangriento Calvario Aun enciende en el fondo d e n f nuestro corazó , pro unda ira la traición de Elizondo áquien la Historia con despre c io mira !

85 . Y al mirar tu fi rmeza en el cadalso en donde plugo á la enemiga suerte f m darte in a e martirio , la adoración que inspiras con tu muerte se caldea en la llama del delirio . e f Y mi ntras , porque uiste bueno y justo y valiente y patriota , el Tribunal augusto f In ui si c10n de la ne aria q , te anota de criminal y hereje , el canto de la patria te deifi ca y lauros inmortales te entreteje !

¡Y te Ví en la fragosa ! lucha , crecer , atleta del Derecho ¿Quién dió fuerza á tu diestra poderosa? ¿Qué aliento de titán rugió en tu pecho? ¡Tu génio soberano i y tu amor á la patr a , asombro y ruina fueron del tirano !

n ¿Qué canto unca oido , entonaré en tu loor , tú que has salvado las aguas tenebrosas del olvido y á la gloria inmortal te has elevado?

¡Feliz quien tal pudiera , que al par del nombre tuyo su nombre por los siglos fl oreciera !

Hb! . ¡VEN .

IRAel mar anchuroso

de la existencia humana . ¡Nadie sabe hacia dónde l a costa extiende su risue ña franja

l a Ve turba viajera , fi á débil leño ada , seguir contrarios rumbos ¡Nadie sabe á qué término se lanza !

Mira : ya brisa tenue a n hinch la lona bla da , 6 ya turbión deshecho con colérica furia la desgarra !

Ya e l dombo azul del cielo

en la onda se retrata , 6 ya la nube oscura e ntenebrece las revue ltas aguas .

Ya cantando e l viajero

alegre boga y pasa , 6 ya la linfa pérñd a o o óne le f culta sirte p , y nau raga .

ve n ! si n i ¡Oh , tí , b en mío , e n e sta mar airad a

me droso lucho . T ú e res n fe e clara luz , ho da , dulce esp ranza ,

89. Oh ve n! n nce s n os ¡ , e to , ju t a los dos , no habrá borrasc que te u1 a! ¡Y ruja el noto ! Las ondas hiervan ! ¡Se hunda nuestra barca !

n ¡Juventud , tus e sueños no más engendren mágicos palacios , si á la postre resultan ! gentil quimera , seductor engaño

¡Bien haya el escondido f a i ad ad o antasma de la muerte que , p d e l n hombre , paz le bri da e re nnal o ! reposo dulce , p descans

92 . A PEON CONTRERAS .

ARAque digno de tu nombre sea v de tu claro ingenio q ue como sol de gloria centellea b o añand con sus rayos el proscenio , e ste canto i nacord e s i n s gala ni poesía , i n fú nd e me un momento el calor d e tu ardiente fantasía el ritmo de tu acento da á mi acento , y á mi estéril y humilde pensamiento la pompa y la riqueza y lozanía de las flores que brota tu talento ! Préstame tu arpa de las cuerdas de oro ! Préstame el nú me n que tu canto inspira si n Para cantarte , bardo , desdoro , a ! p ra cantarte á tí , dame tu lira

a ' Hay algo en ese cráneo , que te bruma f Sombras con usas , claros arreboles ue f q se unden y surgen de tu pluma , en explosión de ideas como soles !

Hay algo e n ese pe cho que enardece n tu alma se sible , soñadora , inquieta , c on que á la par se goza y se entristece ¡Pero es algo que alienta y robustece tus cantos inmortales de poeta !

E so que abrasa y hiere y espolea f e u tu alma y tu r nte como ag do dardo ,

93 e s e l nú me n es el genio , , es la idea , es la fecunda inspiraci ón que crea tus cancione s d ulcísimas de bardo !

Dichoso tú ! con pod eroso aliento como águila d e un vuelo te e mpinaste salvando los abrojos y la escoria ! Y tu nombre en el bronce de la historia con buril diamantino ci nce laste !

ar ullo La patria con g , e sta n ta a patria i mor l , porque en tus c ntos tiene d e gloria el etern al arrullo u f n te trib ta ervientes ovacio es , y á las muchas que abruman ya tu frente n coronas i mortales , otras añ ade en su entusi asmo ardiente ! Porque admira y celebra tus creaciones n a ana a m a y tu gra dez sober d ir , e tus n y al cel brar obras , i spirada prorrumpe entusiasmada: ¡gloria eterna al portento de la lira ! y e l dulce jugo á sunectario falta ; y luego nada queda del polvo de oro que el ambiente esmalta ; e x d e l n y s e tingue la luz pe samiento , y al golpe de la muerte

al polvo cae el organismo i nerte .

Así caíste tú ; pero tu ocaso fué cuna de esa aurora , que es el nuncio

d e más brillante y duradero día . En tu sepulcro su cendal d e raso n respla dece , las sombras abrillanta

de la muerte sombría ,

y el triunfo eterno d e tu gloria canta .

E n e s s m dio de esa ignoradas cripta , a u con despintad cr z y sin letrero , f e l n discurre indi erente camina te , el ete rno viajero Encuentra muda lobreguez delante Ni la piedad acaso e n n despierta él , a te la escoria helada La muerta humanidad ¡ave de paso ! Y sus despojos ¡nada !

n Pero se llega á tí y e tonces duda , n y sie te , y se atormenta , y en explosión violenta o hiere el dol r su pe cho . ¿C ómo puede caber en tan estrecho f lote de tierra ría , aquel ce rebro pensador en dond e el numen de los dioses se escondía? ¡Y nada le responde ! no un ¡Oh, ; como arrullo ti o céli ca tu sueñ , de harmonía , se escucha un melancólico murmullo

96. e s el tri ste alete o d e e se ri tmo l m a so i pio , brill nte , ter , h u f a frase ér ano ya , de su sonor q ue tuvo el alma musical del ve rso

¿Y nad a más? ¿Y la virtud auste ra á a m a n ? quien maste co _ p sió rendida N o a i d ¿ triste , mel ncólica y her a i n utilmente tuhomen aje e5 pera? Y a no gloriosa en el social tumulto

c on dulce yugo en la concienci a impera . D n t erruido el templo , termi ó su cul o Y los á ya , sobre ridos escombros , a ! con ¡ y salvaje y temerario insulto , l a n rui codicia , el interés menguado , u a s tienda de comercio han lev ntado .

fe ¡Y tu indomable republicana , ? y tu credo sublime , qué se hicieron S i o con los grandes , com tú , murieron , tal vez gloriosos surgirán mañana !

M as ! ! n se s nd e n no no han muerto alienta y e co ,

pudorosos tal vez , en el santuario d e la conciencia juvenil ; responden á la voz d e la patria Cuando llora f nd n a su rie o torpe escar io , se l mentan ,

d se pero en ellos la vi a avigora . Y aun esta trova que en tu loor levanto d e s r es la voz la patria que uspi a , es de la patria cariñoso canto que brota de las cuerdas de mi lira! A CAMPECHE .

N V D N H !E LA E LA A E O NO R D E L S R . GENE RA L

D ON P D O B D E R ARAN A . !

B fa s O LE matrona , nin de los mare , f cuna de libres , tierra a ortunada , madre dichosa de preclaros hijos ! Tus glorias y tus triunfos seculares y tus dulces y santos regocijos fueron míos también ! Naturaleza así lo decretó . El globo 1ngente que tus campos fecunda con sus rayos d e i nd e fl cie nte luz , cuando despunta rumoroso el día , es el mismo que se alza en el Oriente y alumbra el suelo de la patri a mía ! d e f e Y hoy que , transida dolor , la rent vuelves , llorosa , al cielo , es tu duelo también mi amargo duelo , es tu llanto también mi llanto ardiente !

f n d so Huér a a lloras ! Porque el ha o qui , porque le plugo á la enemiga suerte que al soplo de la mue rte ce sára s de improvi o , ce sára de alentar el varon fuerte

“ ue í at ! q al ¡ de su voz , surgir te hizo Huérfana lloras ! Y á tu triste acento a ad d á as sma a que e mp p o e l grim de y .

98.

hi d ró i ca d e luz d e s la p y progre o , te viste ayer herida y d esgreñada porque el genio del mal armó tu diestra frati cid a en lucha cruel con espada . E intrépida luchaste ¿Quién rompió la cadena que te atara al poste vil de la discordia impía que con sangre de hermanos inundara ta r ? tu playa escue , tu arboleda umb ía

Ese que hoy duerme el sueño de la muerte , fué f ! el gran batallador , el varón uerte Hoylle gas con gui rnaldas de laureles m f a cabe su tu ba , en la unest hora en que le hirió la Parca , la traidora que ni á humildes ni á próceres exime . fa o ! Y llegas , como huér na que ll ra ¡Eres la hija que gime !

lórale ! B e l o L , que no alienta ajo cráne , rayo de luz no surca en su cerebro f la generosa , la ecunda idea , la mariposa esplénd ida que en torno d e todo resplandor revolotea ! se Se plegaron sus labios . No escucha su la vibración de palabra ardiente , la misma que en la lucha enardeció tu e spíritu valiente !

Se plegaron sus labios . Ya no suena u a o con s avid d de arrull , de la Amistad en la frui c10n serena el dejo de su voz el e co suyo ! Se acabaron sus extasis y arrobos e n f s n el e tí del Arte , e n el festín de la eternal belleza ! T odo acabó ! Del gladiador herido rodó en la arena l a gentil cabeza !

Tú le viste caer ! Robusta e ncin a q ue he rida por e l rayo

O U . s e s oma s u nme sa e sad um de pl , i n p bre prod uce ingente estruendo ue sus as q el eco entre alas volador , v a por montes y valles repitiendo ! e s L vi te caer , y llanto de tus ojos c o pioso derramaste a n te sus fríos pálidos despojos !

Y d e l á la orilla mar , puesta de hinojos , á la madre Natura le entregaste !

Descansa allí : tu sueño tiene el arrullo de la misma brisa ue e q discurrió en tus sienes , la que amast , l a que del golfo las espumas riza ! T iene el perfume de las mismas fl ores cuya esencia balsámica aspiraste en tus días mejores : l as que abren sus corolas encendidas ' d e un e splénd id o sol á los fulgores ! Y tiene las ofrendas de los hijos

d e esta tierra gentil , noble sultana , a ! cuna de libres , de mi tierr hermana ' E L C I T L A L T E P E T L

F Z ! RE NTE AVE RACRU . !

A se avecina el alba ! Los fulgores

ue suaves , q en el Oriente n s esmaltan los linderos de las ube , anuncian que se acerca el reluciente d e l S ol ! carro , La nave sosegada el líquido cristal corta altanera r a por brisas voladoras a rullad , y allí en el horizonte se divisan las crestas de la patria cordillera que e n el éter sutil hunden la frente ¡ y sobre prados de esmerald a pisan !

Mas ¿qué es aquello que en el cielo e sple nd e o ? como otro nuev Sol Naturaleza , que en el suelo d e Anáhuac sugrandeza u s sin ig al en el orbe ostenta , qui o q ue tuviera de heraldo la belleza de ese eternal y ameno paraíso , de México la bella , un astro refulgente n acido de sus vírgenes entrañas , surgido de sus lóbregas montañas !

! Aun s ¡Oh , Sol no tra pones el Oriente d d tus rísti nos fl cuan o , hurtan o p re ejos , se d ivisa á lo lejos otro sol que te mi ra frente á frente !

1 02 .

“ Sus ¡á la lucha ! ¡A la lid sangrie nta ! f á vencer ó morir , que no se a renta el que rueda en el campo de batalla ! sin alma el cuerpo , sin vigor el brazo ¡Antes renombre por los siglos halla !» Y enderezó l a marcha entre las grietas y riscos del terreno accidentado , d e smavad o ! siempre animoso , nunca

Y viste ¡oh monte ! las tremendas lides d u de aquellos denoda os l chadores , u valientes y p jantes como Alcides , on las az tecanas c guerreras huestes , y escuchaste el estruend o fragoroso del choque de fusiles y macanas ! Mudo testigo fuiste de heroísmos sin cuento el llanto de Cortés e n N oell e T ri ste V de C uauthémoc el brutal tormen to !

Mas ¡ay ! ¿por qué rugiente f no vomitaste , en medio á los ragores tus d de grandes y horrendas sacu idas , mares candentes de ardorosa lava sobre aque llos malvados invasores a que á la patria quisieron ver esclav ,

e después de que el anciano Sacerdot , d e eterno sol del cielo Dolores , y los Bravo y Morelos y Guerrero la hicieron libre y proclamaron grande á la asombrada faz d e l mundo entero?

a Y tú , dormido mar , ¿no hinchaste la o nd a a que hoy riza tu cristal par , encresp da f d y ormidable y procelosa , arles muerte segura en tu i nsondable seno?

Mas calle el labio de entusiasmo lleno ! Ya el sol le vanta e n e l lejano Ori e nte

1 9 4 . s u is c l n d co , o u to a tes ,

“ y mati za e l confín d e l horizonte d e suluz con las olas palpi tantes ! S e disipa la bruma c uyo manto ocultaba la anchurosa l l a anura de este mar , y pl ya y monte , á la mirada ansiosa ! Ya admiro los paisajes d e i ñ la r sue a playa , y con asombro y emoc i o n profunda alli la vista con amor se e xplaya ! ¡Oh risue ñas orillas mimadas por las o ndas con su arrullo ! C on qué place r i ntenso y cuánto orgullo os consagro mis cántigas sencillas !

Mas siento ya anud ad a la garganta f se por ebril ntimiento , é i nútilmente la palabra canta y brega en su impotencia el pensamiento !

oñ ad ora! ¿qué ves enamorada allí en el cielo con tus lindos ojos? ¿A dónde dirigiste e se suspiro que embalsamó el ambiente con susoplo? ? ¿Qué da margen á tu éxtasis divino s ? ¿Qué bu cas , qué contemplas en lo ignoto ¿Por qué sigues el vuelo de esas blancas nube s errantes como níve os copos? ¿Qué te acongoja al ver en el Poniente del sol que muere los perfi les rojos? lan uid e ce s ¿Sollozas g , y la vista , 1 de tu reg a beldad giras en torno , y otra vez en el aire buscas algo que no se muestra á los profanos ojos?

! ¡Es verdad Lo que buscas , lo que anhelas vive en tu ni ente y en el éter sólo ! n n E tu mente que es gra de , y en el éter que se dilata en el inmenso cosmos ! Lo que buscas navega con las nubes ! y es , como ellas , sutil y vaporoso Se despide en los lúgubres ocasos y te saluda en los alegres ortos ! n Habla co tigo , á veces , cuando agita

l as f ! la brisa , entre rondas , los retoños D e a a amores te habl , igual que la palom , con ! arrullos sentidos , melancólicos Y perfuma tus siene s cuando se abre d e la pomposa flor el cáli z de oro !

Es verdad ! Lo que buscas es perfume ! Es harmonía ! Es luz ! Pureza tod o ! P or e so a s , enamor da oñadora , siempre en el cielo azul fijas los ojos !

109. OR sólo una mirada de esos ojos

que brillan con la luz del pensamiento , donde parece que sus dardos toma el n iño alado de los ojos ciegos ;

por sólo una sonrisa de esos labios f de rosa y grana y uego , donde moran las gracias invisibles cubriéndolos de besos ;

una por sólo palabra de esa boca , o por un sól latido de ese pecho , or u na . p idea sólo , 6 pors ólo un recuerdo

ánsias que despierten las con que lucho ,

ó el amor poderoso que te tengo ,

¿qué quieres , dulce niña , de cuanto hay en la tierra 6 e n el cielo?

¿Quieres todas las fl ores con que exorna Primavera gentil valles risueños? Yo te las traigo al punto : siempre han sido

Primavera y Amor amigos buenos . Vuelve los negros ojos—aunque tiemblen

enamorados , como yo , los cielos vuelve los negros ojos hacia arriba ! do está lo puro , lo inmortal , lo eterno

¿Quieres ese lucero , como de oro , l 6 aquella estrella azul que bri la lejos . n u las ó aquella blanca ube , c al gasas que velan los contornos de tu cuerpo?

Dímelo , vida mía , y verás cómo cual un rayo de luz , rápido vuelo

e y t traigo la nube , la estrella 6 el lucero .

IN Ade los negros ojos

de los ojos que yo quiero , mira que en e llos mi dicha mi está y luz y mi cielo . Que nunca me miren torvos

s ¡ay ! que me miren sereno . que son ellos mi esperanza y mi ventura y mi anhelo y los ensueños d e mi alma y el alma de mis ensueños !

Niña de los negros ojos brillad ore s , hechiceros , que como soles re fulge n e ntre sus orlas de ébano que de tu esquivez las sombras nunca nuble n sus destellos ; s mira que entre sombra vivo ,

mira que muero , mira que ansío los ravos de tus oj os hechiceros ! ARAqué ? ¿Para que goces

con ánsi as d s mis y mis uelo , y á los pe sare s d e mi alma s s llames pesare quimérico . y te burles d e mis penas y mis palabras de fue go insultes con tu sonrisa y hielos con tu des precio ?

Deja que ahogue mis penas en mi profundo silencio : yo al escuchar los latidos

ue e e l q me golp an pecho , al sentir ¡ay ! que me abrasa

una d e fu la sien ola ego , y que me que ma la sangre el y que me quema cerebro , un lanzo suspiro doliente , f convulso trémulo , , , y ebril _ d oy rienda suelta á mis ánsi as y mis dulces pensamientos que brotando de mi pluma n f m re viste or a de versos .

¿Para qué quieres que te hable de mi amor y mis anhelos? Tú misma dices que son ¡ingrata ! ¡cruel d e vane os

I I3. A P A B LO P E NICH E .

OET A ! no hables en tus cantos de esos sentimientos divinos ! Cuando des con la sombra que persigues f en tu ebril delirio , y el ideal que llevas , como estrella , fi en tu cerebro , jo ,

s encuentres en la ruta por do marcha , e cansado p regrino , a t cánti as ue c n a entonces las g q sabes ,

e p ro quedo , quedito , que no te escuche nadie ! ¡Que hasta el aire lleva átomos de vicio !

II4.

VIII .

lo lejos , muy limpio , el horizonte , el horiz onte azul : y encima de él la bóveda serena con su uniforme tul ;

la abajo de bóveda , el oleaje del sonoro maizal con sus espigas de oro que se mecen al soplo matinal ;

n a énas la aún parpadea do p , pupila del soñolie nto sol ; y en las nubes y gasas del cel aje el dorado arrebol ;

r sus fron a d á un lado , el hue to con d s ver es

y su grato rumor , y e n los calientes nidos d e las aves el himno del amor ; y dividiendo el huerto con su linea s d s l sinuo a y e igua , del claro arroyo que cantando pasa el límpido cristal

¡Todo frescura y vid a y primavera y delicia y placer !

d e l En el cielo alma , quién tuviera tan bello amanecer !

1 1 6 . O LO N D R IN A

bate el ala ;

vuela , vuela ,

trina , canta .

Ya nac10 la primavera con sus mejillas rosadas y están besando su frente los amores y las graci as !

rd Y tú , pa a tortolita , ue e mi q gimiendo part s alma , y porque huyó la pureza te acongoja la nostalgia ,

no más gimas ,

calla , calla , que si vieras

su mirada ,

si tú vinieras conmigo a y , oculta en aquell s ramas de la verde enredad era

de la puerta de su casa , en sus oj os transparentes f d vieras el on o de su alma , de seguro tortolita que te curas la nostalgia !

1 1 7 . STOY á solas con mi s recuerdos ¡las mariposas del corazón ! ¡Cómo se agitan ! ¡Se de spe rtaron ! ¿Qué mano ale vc l as despertó?

Aquella blanca como la ni ebla

ue se e a al s d e l sol q d sh ce be o , h d e s e ñ e l a ija es un u o que lma tuvo , s n! de una quimera , de una ilu ió

e a o ú c Aqu ll parda c mo el crep s ulo ,

“ s sus ue a e po trer piro q exhal l sol , nació d e un goce tan lastimero que aun le re cuerdo con gran dolor !

Y aquella negra , cual las que dicen a a an r que augur n m les , ll to y hor or , la hi z o la noche desde que cubre mi cielo triste con su crespón !

! ¡Ah mariposas tened el vuelo , que me haceis daño con el rumor de vuestras alas que se d estrozan cuando se encuentran en confusión !

¡Tristes ! e n vano vagais buscando

s a ! uaves arom s , tibio esplendor ¡Están marchitas todas mis flores ! ¡Está mi cielo si n un fulgor !

A ví temblando d e pasión : había en s umirad a transparente y pura una vaga expresión que parecía denunciar sutristeza y su amargura !

Y quedo , quedo , de pasión temblando , lleguéme á ella y sorprendí en sus ojos ue a dos lágrimas ardientes q , rod ndo , u s se det vieron en sus labio rojos .

fi s Loco de amor , de ebre y de embele o

m s ante su i agen casta y doloro a . recogí las d os perlas con un beso en aquellos dos pétalos de rosa . XIII .

LORAS y me amas? El amor que llora no puede soportar el sacrificio hay que tener serenidad de aurora ante el dolor y el bárbaro suplicio !

Tu cruel abatimiento se refleja e n tu voz como de arpa que solloza hablas y sabe á plañidera queja la música de tu habla cadenciosa !

No quiero ver en tu mirada de astro

la sombra del dolor que te consume , n i abatida tu frente de alabastro n i la flor de tus labios sin pe rfume !

Otra vez el frescor y lozanía j uveniles , alegren tu semblante sé el rubio albor con que se anuncia el d ía y yo seré la alondra que te cante !

1 2 1 . XIV .

0 les pregunto á veces á mis tristezas

de dó vienen , qué buscan f en mi alma en erma . Y ellas siempre responden : apara que veas que no somos tan malas

» como sospechan .

Cuando en cantos sombríos

digo mis penas , siempre son en mis cantos

mis compañeras . Y si yo les reprocho

que no me dejan , al punto me responden

a » para que veas .

A s a morcillo lados , d a e ich s t rrenas , no ve ngai s á asomaros á mi alma enferma ; que no puedo deciros canciones tiernas si n que lleven el dejo de mi s tri ste zas ! d e la sombra oscura mi vista se pierde !

Dios en sueños f la dicha me o reces , concede piadoso que nunca despierte ! VI.

AV MOS ! E , cavemos La lágri ma ardiente bien puede se rvirnos d e rudo cincel ; q uebranta hasta rocas el llanto fervie nte ; cavemos la tumba del muerto con él !

l tan e E era ti rno , ! tan puro , tan niño Del cielo cual rayo d e ó luz , descendi ; faltóle en la tierra t r ñ ernu a , cari o ; lo ves?pobrecito ! Lo ves? se murió !

S uvoz r era a rullo, sualiento ambrosía s ucanto de amores poema de amor ; s us tristes sollozos d oliente elegía ; sullanto la esencia q ue mana el dolor !

f fl ! Ni ci ras , ni ores La tumba ignorada ! Ya en ella del llanto la fuente agoté ; bien puedes al goce vivir entregada Felíz pues ni sabes e l muerto quien fué!

1 25 . ! VII .

EVE brisa perfumada que has recogido la nota que de mi alma enamorada de amor delirante brota Leve brisa pe rfumada

a vuela , vuela presuros y re píte le al oído de mi pasión fervorosa la nota que has recogido

Vuela , vuela presurosa

Si la vieses suspirando cuando la digas mi amor , recoge su aliento blando para curar mi dolor si la vieses suspirando !

s v s r No vuelva , no vuel a , b isa , si la ingrata te escuchase con d e sd e ñosa sonrisa Deja que mi amor rechace ! N o ! vuelvas , no vuelvas , brisa

l 26 .

XIX .

e s EL blanco lino entre los pliegues suav , parecía la enferma una estátua con túnica de nieve y semblante d e cera .

¿De qué sirven tus rosas y perfumes y galas , Primavera , d e sho si al soplo de los cierzos se j an , se extinguen ó se afean !

Ojos los ojos de hechiceras luces se nublan con las nieblas la de muerte , lo mismo que los astros en horas de tormenta !

Y sólo del fulgor hermoso y bello dentro del alma qued a el recuerdo letal , como una lámpara sobre un sepulcro puesta ! R D A B AALF E O G M O A GU Z M Á N .

i n N la m tad del templo , descansa do n o e tre liras , cresp nes y laureles , la mortaja que envuelve los de spoj os de un i nmortal discípulo de Apeles !

s La música solemne , que en sus nota

' remeda lo que cae y se derrumba ; y en los muros y frío pavimento los signos del dolor y de la tumba !

Ante el túmulo el grave sacerdote entonando plegaria misteriosa ; y la apiñada multitud silente us i n s s o . que , e jugando lágr ma , s lloza

i n n s i ri sad as Ilus o es y ube , s ñ s n i i : ue o de juve tud , v s ones bellas i ! ¡en el c elo del alma , aves de paso en e l d l Ar e e ráti cas e stre ll s !! ¡ e t , r a ! ! I.

TROS celebran la be lleza suma de tu rostro divi no y alaban los perfumes y las ondas de tus flotantes rizos ; r e n d a mas lo que p iva tí , beldad ra ios , es el destello vivo e n de esos tus oj os , que Amor dispara sus dardos encendidos .

Porque en ellos , hermosa , se adivina lo que ha de ser tu espíritu: o o sus fl primavera p mp sa , por ores , or p su calor , estío , y por su i nmensidad y sus celajes y su luz y su sombra ¡el cielo mismo !

sobre hojas fragantes Pero ví mucha lágrima ardiente quemar los semblantes ! n l Desataron tus ma os igadas , tu frente besaron u abo ad as Desp és , sólo palabras g e n n n llanto , so aro ! a s l ¡Ay y yo , con let l de consue o , con i n nita pena ñ , dij e al ver que volabas al cielo se fué ¡pobrecita ! ! ! III .

A R CA LOS R . ME N EN D E Z .

ARC ASMO d e l in dest o , cruel i rri sión : el bardo siempre ha de e star con su dolor oculto entre el estruendo mundanal cantando .

Su cerebro es albergue mn del ideal hu a o , y él marcha y marcha sin saber adónde e n pos d e l ideal con que ha soñado .

nf n t i nf Triu a el bie , y es del r u o n l l el voci g ero hera do , y ante el ara de todas las grandezas es su verso cincel que labra el mármol .

n l Y coloca en las sie es inmorta es , n n luz e la e tre imbos de , el verd uro tan ¡Y en las suyas , sólo hinca el dolor su die nte enve ne nad o !

1 33 XXIV .

E la trova de amor que te acaricie e n la noche callada , y reviva tus muertas ilusiones n y reviva tus muertas espera zas , n ¿qué dieras tú , bien mío , porque unca ostrime r re sonara el p acento , r un d que por ser el post ero , es gemi o que con amargo dejo se dilata ?

Dij o Dios á las flores f naced y per umad . De vuestras galas tome la aurora sus matices suaves y el virginal aliento su fragancia . Porque el postrer capullo que abra su broche al resplandor del alba n a no se marchite unca , ¿qué d rías ? tú , mi aurora gentil , mi virgen pálida

IN D IC E .

M i s M usas

A mi amad a

Acuare la .

B oce to

Visión

E stí o

O tra ve z S i c se mpe r Fantase o

S e re nata Al partir D e a E n v í spe ra b o E l añ d e Dáfnis .

A Gracia E n e l bosque Rima

Ause ncia T e mpe stad e s E strofas

La sie sta E stragos Ve nganz a T u y yo N ue stro se cre to

T u mirad a

U ltimos ve rsos T od o pasa S us cartas Fugax A mi mad re De spe rtand o E l nid o L a j uve ntud Fantasí a d e Dici e mbre

De sconocid a

A l a n oche

E l mónstruo A mi s cond i scípulos E n añ o n ue vo

Rima

A Dar! i n

C ristóbal C olón Hid algo A C e pe d a Ve n

A Ju an Gamboa Guz mán A P e ón C ontre ras

n h n d r i i o nc na E o or e l S . L c . D . E lig A o A C ampe che El C itlaltepe tl Hoj as d i spe rsas

' ' D I I IM II T AY M O L KZ A E ÍN S .

T OM I O .

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E N P R E P AR AC IO N

P R FI S or osé I . N o e lo. E LE , p J v

r m ld D M I MU S o Ra n ana . E A , p ó A S

R O V RD D S or D e lio Mo e VE S S Y E A E , p r

n no C antó .

B Z r P e d alan e P m O O S o o E c al a. E SC A , p r s t