“Campo cañero”. FotoGraFÍa de C. B. Waite, a.G.n.

a maRía EuGEnIa aRIas GómEz InstItuto moRa

SUS AÑOS EN ANENECUILCO

En México, el problema entre pueblos y principia en la época colonial, cuando las últimas se expanden sobre predios que no les pertenecen, despojando a los campesinos de sus tierras, aguas, pastos, bosques, entre otros recursos naturales. Causa litigios por el uso y la tenencia de esos medios, asegura el dominio de la mano de obra rural e incluso provoca la desaparición de muchos pueblos; los que sobreviven cultivan en una tierra comu- nal que se reparte en pequeñas parcelas privadas y en pastos cuya propiedad se conserva de manera colectiva. La incertidumbre de los labriegos no tiene fin en las etapas siguientes, antes bien se acentúa al aplicarse las Leyes de Reforma, como la Ley de desamortización de fincas rústicas y urbanas, propiedad de corporaciones civi- les y religiosas (Ley Lerdo, 1856), que perjudica notablemente a las comunidades indígenas en las zonas centro- sureñas del país. Durante siglos, las protestas del campesinado son por la vía pacífica y otras veces empuñando las armas, con la esperanza de obtener justicia; el problema agrario, sin embargo, se recrudece en la época porfi- riana. El caso de es ejemplar. Los pueblos, resistentes y tenaces, no cejan en la lucha por hacer valer sus derechos. Aquí intentaré acercarme a las condiciones históricas de ese estado y al nacimiento y la temprana edad de un defensor agrarista: Salazar; ubicaré su pueblo, a algunos de sus familiares, amigos y vecinos, así como las tradiciones locales que nos ayudan a comprender el por qué, cuando es un hombre joven, asume un compromiso fundamental que lo lleva después a la revolución.

En la joven entidad a contracorriente, las costumbres populares de los morelenses no varían; se conserva una la ola de cambios generada en morelos a partir de cadencia secular en la historia más íntima de las su surgimiento como entidad soberana en 1869, al aldeas, los hábitos de la vida cotidiana, el respeto separarse del estado de méxico, se acrecienta en la hacia los mayores, la manera de cubrir las necesi- década de los setenta. Impulsada por los primeros dades espirituales y de resolver los problemas gobiernos, irrumpe con mayor fuerza en la región sustanciales siendo el más importante de éstos la centro-sureña, como en otras comarcas de la tierra. Por encima de los cambios por venir en los República, cuando díaz llega a la tiempos de don Porfirio e incluso después de la presidencia y continúa con el pro- revolución, esos rasgos tan propios de los lugare- yecto iniciado por sus correligio- ños muestran una constante en su comportamien- narios liberales: impulsar el des- to: el peso de la tradición. arrollo económico en nuestro país. desde el primer ejercicio presidencial de díaz las autoridades locales se dan a la (1877-1880), se echa a andar el proyecto para tarea principal de fomentar el pro- impulsar al país. En ese lapso, Carlos Pacheco y greso material y de mantener a luego Carlos Quaglia ocupan el gobierno de la toda costa el orden y la paz. entidad; se inician la construcción de la carretera

Porfirio Díaz en 1876. 29 El pueblo los anenecuilquenses se encomiendan al ar - de una mesa sobre la que don narciso pone la caja cángel san miguel, su patrono principal, a la vir- y de ella saca un documento en el que consta un El estado de morelos estaba dividido en los años gen de Guadalupe y a Jesús sacrificado. Cultivan hecho nefasto; manuel mendoza Cortina, dueño setenta del siglo xIx en cinco distritos: Cuernava- tierras de comunidad que se distribuyen en parce- de la de Coahuixtla, ha quitado agua a ca, yautepec, , y Cuautla; a las familiares y son base de la economía agrícola; anenecuilco. los presentes aceptan retirar la partir de los ochenta se agrega Juárez. Es una asimismo utilizan terrenos ejidales, afuera del demanda hecha ante el alcalde de villa de ayala y, región natural en la que destaca, entre otros, el pueblo, donde pastorean a los animales y aprove- frustrados, firman un acta que medina guarda plan de amilpas al oriente, lugar de tierra cálida chan frutos, plantas silvestres, piedras, leña. Como junto a “la mapa” del pueblo y otros papeles ya donde se sitúan las mejores haciendas azucareras, otros campesinos de morelos, viven en su propio amarillentos por el paso del tiempo. como El hospital, Coahuixtla y Calderón, en el mundo. se distinguen entre ellos por la forma de En el verano de 1879, se sabe en anenecuilco valle y distrito de Cuautla; al sur de la cabecera tenencia de la tierra; por lo que comen, cómo habi- que narciso medina ha muerto y quien hace las homónima del último se halla anenecuilco, cuyo tan y visten; por la lengua; por el color de la piel; veces de “notable” es trinidad Gutiérrez. según nombre, de origen náhuatl, significa “vuelta de por la relación que guardan con las haciendas, la pasa la estación, corre también otra noticia: Cleo- río”, “donde el agua corre turbulenta” y “donde se actividad y la ganancia en ellas. fas salazar de zapata y Gabriel zapata esperan arremolina el agua como un gusano”. para agosto un miembro más en su ya numerosa Como en otros pueblos morelenses, de acuer- familia; el noveno de diez hijos que la pareja pro- do con una costumbre antigua, la gente de ane- Un asunto inmediato creará, entre ellos loreto, Eufemio, Romana, maría necuilco vota por sus representantes, los “prin - y otro a medio plazo de Jesús, maría de la luz. los zapata viven del cipales” o “notables,” entre vecinos y ante las cultivo de la tierra, además de la venta y compra autoridades, que por lo general son los viejos; su a través de un sendero de anenecuil- maPoteCa dela.G.n. tarea consiste en velar por los intereses comunes co, narciso medina se dirige con paso y el más importante de éstos es la causa agraria San Miguel lento hacia un jacal de palma y carrizo de a toluca y las obras del ferrocarril que los lleva una y otra vez a mostrar sus testi- Anenecuilco, ubicado a la salida del pueblo. El hom- que partirá de méxico a Cuautla y de ésta a la monios de propiedad para avalar sus derechos. , bre es uno de los ancianos “notables” o capital morelense. los hacendados se entusias- los ancianos asumen el compromiso como algo Morelos, “principales” del lugar; lleva una caja man con los nuevos caminos, pues éstos resulta- personal y se transmite de generación en genera- 1853. bajo el brazo izquierdo y un paliacate rán positivos para sus negocios y porque con el ción, convirtiéndose, valga decirlo, en una insti- en la mano derecha, con el que seca el tren se introducirá maquinaria que va a transfor- tución. su presencia, tanto como la de las ancia- sudor de su tez morena, que contrasta mar las técnicas para procesar la caña y obtener nas, sobresale en la vida de quienes los rodean, con la cabellera y el bigote totalmente más del dulce producto en sus unidades; pero no por su sabiduría, experiencia y por buscar solu- blancos. viste ropa de manta, calza se conmueven si por ese empuje perjudican los ciones de todo tipo para el bien de los demás. huaraches de cuero y se cubre del sol derechos campesinos de propiedad. hay por eso los adultos, jóvenes e infantes les guardan res- con un sombrero de ala ancha que al conflictos con el pueblo de Coahuixtla, el distrito peto y admiración; en particular los niños y las momento se quita para hacer con él un de Cuautla y el de Jonacatepec. niñas, quienes los llaman “tatas” y ven como vaivén, respondiendo así a los que lo Es interesante cómo los habitantes se enteran árboles portentosos, a cuyo abrigo acostumbran ven pasar y lo saludan de lejos. tras pronto de lo que sucede en la entidad; más que acercarse. este ademán, su sonrisa cambia por por la prensa —pocos saben leer—, por lo que En anenecuilco, además de compartirse la una mueca de preocupación; melancó- miran a su alrededor: conforme se abre el terreno unión entre consanguíneos, amigos y vecinos, así lico, recuerda el asunto delicado que para hacer la carretera y se montan los durmien- como los apellidos, compadrazgos, creencias, está pendiente y que se dispone a tra- tes, así como las líneas paralelas sobre las que usanzas, hay un sentido de pertenencia, una tar con otros viejos. correrá “el gusano de metal”. las noticias, que se memoria histórica colectiva y con ella un princi- Corre el mes de marzo de 1878. transmiten de voz en voz, pasan a ser el tema dia- pio de identidad. si las alianzas políticas y econó- medina se reúne en concejo con Fran- rio de la conversación; cuando se sabe acerca de micas resultan convenientes, la incorporación a la cisco merino, trinidad Gutiérrez, esos logros, para muchos, más que sorpresa, es organización civil y religiosa local, el ser campesi- maximiano Franco, Carmen Quintero causa de angustia porque una vez más tendrán no en esa unidad territorial son fundamentales. Carta y andrés montes; tras beber agua de que ir a reclamar lo propio ante las autoridades. El Como una gran familia, todos responden solida- del estado un mismo jarro y secar sus luengos problema de los litigios entre campesinos y hacen- riamente cuando las circunstancias amenazan su de Morelos, bigotes, nombran al primero como pre- dados se repite. existencia o alteran el ritmo de su acontecer. 1876. sidente. Callan, se colocan alrededor

CartÓGraFo deSConoCido. ColeCCiÓn ValentÍn lÓPez González

30 31 anciana, a la que muchos consideran una segunda empieza a correr la voz: ¡Fue niño! ¡Fue niño el de madre o abuela por haberlos recibido al nacer. los zapata! El crío llega completito, “con naturale- Esta partera asistirá a Cleofas cuando “se alivie”, za maciza”, como dicen allá en morelos. aún con entre el 7 y 8 de agosto; doña vicenta Cerezo esta- el cuerpo enrojecido por el esfuerzo de salir, húme- rá también al lado de su hija. si es niña se llamará do, deja ver la carita hinchada, el pelo lacio, abun- Cayetana, donata o alberta, por el santoral del dante, oscuro. los ojos se abren por primera vez, día siete, y dominga o Emiliana si toca el ocho, si sin distinguir las personas y cosas que le ro dean, niño pues igual terminando el nombre en “o”. son de color grisáceo, impreciso, después tomarán ¡Grita de dolor! la comadrona le pone el rebozo un tono café verdoso y serán penetrantes. a Cleofas en la cintura, prepara brebajes y pócimas, tras recibirlo envuelto en un rebozo, la madre echando mano de su herbolaria; debe usar las hier- lo descubre por instinto y revisa si no le falta bas “del pollo”, “del sapo” y tabaco o totomoxtle algún dedo; se prende el niño al pecho, lo mira, lo para apresurarle las contracciones; lo más probable acaricia, lo besa. a poco, le habla diciéndole es que después emplee la hierba “de la parida” o “miliano”. así lo nombrará su gente. la comadro- cihuapatli, mejor conocida como zoapatle, hojas na, por ritual, hunde el ombligo y la placenta en secas que pone en infusión, a las que agrega choco- un sitio de anenecuilco, el pueblo que tanto signi- late, pimienta y miel de abeja. no se decide si colo- ficará para el recién nacido. bajo la tierra reposa- car a la parturienta en cuclillas o sobre las cuatro rán los restos de la gestación, compartiendo con extremidades; prefiere acostarla, le unta cebo calien- ella el ciclo de la vida, al tiempo que se pretende te en el vientre; luego la mantea y va acomodando a evitar que sean arrebatados por perros famélicos la criatura con manos firmes y expertas que alterna que tras olerlos los saquen para poderse saciar. la con sabia disciplina: una la mueve hacia arriba y la vieja deja las partes que da la madre y que, desde otra hacia abajo para ir girando al fruto. mientras, que son arraigadas, nutren ese terruño. doña vicenta da ánimo a Cleofas, le limpia el sudor

arChiVo deaneneCUilCo, CarPeta 6, 10 F. con un paliacate, también enjuaga el suyo y el de la partera. a un lado del petate, donde se lleva a Primeros años de infancia de animales; son ricos entre la gente del pueblo. ra, originario de mapastlán (villa de ayala), traba- Los vecinos cabo la labor, hay otros trapos limpios de algodón, tienen casa propia construida por don Gabriel con jó como jornalero en la hacienda de El hospital del pueblo agua caliente y un cuchillo de carrizo con qué cor- llenos de orgullo, los nuevos padres reciben salu- techo de palma y muros de adobe, emplazada en antes de avecindarse en anenecuilco, donde vive de San Miguel tar… y la madre expulsa, quedando extenuada. dos y felicitaciones de don luis zapata, quien un solar al oeste del lugar; además, un huerto con desde los años sesenta. también, quizá de Anenecuilco En los alrededores, se oyen los lamentos de viene de Cuautla, donde ocupa un puesto admi- naranjos, limoneros y un sandial, cercado de vara piel cobriza, con ojos, cabello y bigotes cafés, esta- retiran el Cleofas y luego los primeros chillidos, que se nistrativo, de otros que son parientes, amigos, y duela amarrado con mecate, donde crían cerdos, tura media y complexión fuerte por sus labores en ocurso contra Ferrocarril suman al singular grito que, por costumbre, emite vecinos: los salazar, Espejo, Placencia, lópez, guajolotes, gallinas, tienen algunas vacas, una el campo, hacia 1879 tal vez pinta canas. Porta don Manuel a Cuautla. la partera: ¡un guerrero ha ganado la batalla! y se merino, Franco, Gutiérrez, vidal, etc.; les visita novilla y una yegua; un sitio para la hoguera cono- típico blusón holgado y pantalón de manta y som- Mendoza también gente de villa de ayala y moyotepec. cida como tlecuil, otro para instrumentos de brero de ala ancha y calza huaraches de cuero, Cortina, algunos estarán también presentes cuando los labranza y escobas de vara. En el interior hay peta- como medina, Gutiérrez y otros hombres del pue- presentado padrinos, Juan o. Ruiz, el administrador de la tes, una mesa y sillas de madera; un arcón en el blo, pero a diferencia del resto, él guarda botones, ante el hacienda de El hospital, y su esposa luz, lleven a que ponen ropa, mantas, zarapes; en una esquina camisa de seda y traje de charro para las fiestas. C. alcalde bautizar a Emiliano en esa villa. están los enseres, en otra las imágenes de los san- municipal El niño llora, come, duerme, balbucea, recono- tos de su devoción a los que prenden veladoras. de la Villa ce poco a poco a sus más allegados por sus figu- doña Cleofas es mestiza, anenecuilquense, e Nacimiento de Emiliano de Ayala, ras, olores y voces; se ve las manos y coge los pies; hija de José salazar y vicenta Cerezo; acaso more- repecto juega con un pequeño animal hecho de pedazos na, de ojos oscuros y pelo lacio que peina en tren- Cleofas “embarnece” por estar encinta y, desde al despojo de tela o con bolas de trapo y cuando llega el zas. Como otras mujeres del pueblo, se atavía con que los sabe, según las creencias locales, evita ver de aguas de los momento recibe un olote bien pelado para que se blusones y faldas de algodón de colores vistosos, la luna pues ésta le puede quitar fuerza al niño; sitios que frote las encías. la tierra se le pega y mete en las que ajusta con ceñidor tejido por las indígenas de tampoco va a velorios ni a cementerios porque le cada uno posee, uñas, la lleva a los ojos con la mano, a la boca la región; se dedica a las tareas del hogar. don hace mal. hacia el quinto mes visita a quien otras 20 de marzo cuando gatea. y sobre esa tierra da sus primeros Gabriel, hijo de Estanislao zapata y maría ventu- veces la ha atendido, una reconocida y respetada de 1878. tumbos, aprende así a caminar.

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doña Cleofas anda con el tierno guste de éste con su “piquete”. todos se acomodan la Junta de defensa, al término de la reunión, reci- niño para arriba y abajo, le lleva y respetuosamente guardan silencio para escuchar be de manos de los viejos una caja de hoja de lata delante, a sus espaldas; lo amamanta a quien lleva la voz, para gozar del relato que hoy donde se resguardan, con celo singular, los papeles y mece en brazos o en el canasto tejido conocemos gracias al libro Raíz y razón de Zapata del pueblo, frágiles y amarillentos por el paso del por una comadre o vecina locales. un (1943), de Jesús sotelo Inclán: tiempo y que aquellos heredaran de sus predeceso- día so leado lo mete al río de anene- al norte, por oaxtepec, está la corona de un res, otros “principales”, según la usanza local. cuilco para irlo adaptando al baño en rey; al poniente hay oro enterrado; al sur, en el zapata se suma a la Revolución mexicana con el agua fría, tan fría como es en more- cerro del tenayo, hay fortalezas y armas enterra- unos cuantos seguidores en marzo de 1911 y logra los. lo cargan sus hermanas Chucha y das que dejó el general morelos; al oriente, por reunir a miles de personas en menos de diez años, lucha, que son algo grandes y andan olintepec, hay una campana de plata, que el día a gente que, como él, peleará y morirá por defen- celosas. Conforme transcurren otros de san Juan sonaba a la media noche. Era muy der y hacer valer los derechos de los campesinos. agostos, miliano observa, aprecia su fina. un día subió un leñero y vio las asas que el a casi un siglo de ese año, el hombre conserva la hábitat, conoce a la gente y las cosas temporal descubrió. le dio aviso al amo de la vigencia como caudillo por excelencia; también que le rodean; es sensible y tiene per- hacienda y éste llevó hombres con barretas y la causa agrarista que es denominada “zapatis- sonalidad; pronto sobresaldrá por ello doble yunta. tentaron a los bueyes, para que jala- mo”. a la fecha, la fuerza palpitante de ambos y por su carácter recio. ran la cadena que, atada a las asas, desenterraría resurge al ser rescatados en otros movimientos, Como a otros niños, a “miliano” le la campana; pero la cadena se rompió y la campa- así como en organizaciones rurales de méxico que gusta ir por aquí y por allá, a través de las brechas la noción del tiempo y del espacio de Emilia- Fuerzas surianas na se hundió más y más y ya nunca se oyó tocar les dan su sentido auténtico, genuino, al enarbolar que llevan al río, en el que aprende a nadar; allí no niño es distinta de la de quienes no viven en el que combatieron porque tiene un genio que la cuida y solamente la la misma bandera: la de la tierra. se cita con sus amigos benito Espejo, maurilio campo. Para él, los de su pueblo y de otros pue- al gobierno dará a un hombre del pueblo, no al hacendado, mejía y laureano vidal, y con sus primos Carlota blos, las estaciones pasan, hay temporal o seca, del general cuando aquél la saque, volverá a sonar. Pérez y “Chico” (Francisco) Franco. El sol tuesta comienza la zafra, principia y termina la labor. Porfirio Díaz, tras unas cuantas noches, “miliano” ingresa a sus pieles durante tantos días en que vienen y van Resulta vital conocer la fauna y la flora locales; los en el estado la primaria en 1887; entre otros alumnos están Para saber más: por los caminos. Cerca del lugar donde las muje- caminos, atajos, brechas; los ríos, montes, hacien- de Morelos, quizá Rosalino aponte, Rafael merino, benito res lavan la ropa, golpeándola sobre las piedras, das cañeras y arroceras; hasta qué lugar llegan los a las Espejo, maurilio mejía, laureano vidal, junto a él GREGoRIo lóPEz y FuEntEs, Tierra. suelen escuchar a sus madres, tías, primas y otras linderos. se habla del asesinato de antonio Fran- órdenes de aprenden el silabario. son los mismos que, con La revolución agraria en México, Factoría lugareñas, quienes se hincan bajo la sombra de los cisco, el “notable” de ; de la queja de Emiliano Zapata. otros vecinos, y en poco más de dos decenios, Ediciones, méxico, 2004. (la serpiente sauces para protegerse de los rayos candentes; vicente alonso, dueño de El hospital, porque serán sus compañeros de armas. Emplumada, 31). ellas emiten risas, voces altisonantes en náhuatl varios animales de anenecuilco pisan su propie- así como en “castilla.” dad; de la orden que mendoza Cortina da a los PEdRo ánGEl Palou, Zapata, Planeta, méxico, “rurales” para que destruyan olaque, el predio 1911 2006. situado al este del pueblo. hechos memorables, Entre amigos, familiares y vecinos que se conocen por la voz y se rescatarán por En un atardecer dominical, luego de que se corre la John WomaCk, Zapata y la revolución mexicana, escrito en biografías, novelas y la historiografía voz y sin esperar a oír el tañido de la campana, siglo xxI, méxico, 1992. El pequeño Emiliano apresura el paso pues quie- sobre zapata. algunos ancianos, adultos y jóvenes de anenecuil- re llegar a la reunión en la que estarán algunos vecinos, primos, hermanas, amigos y señoras co, con otros de moyotepec y su villa de ayala, se visitar el pueblo de anenecuilco, la tumba amigos. luego se atrasa pues hace un alto; se esperan a “miliano” alrededor del tlecuil. él sabe congregan en forma discreta atrás de la iglesia, de zapata en Cuautla, la cercana villa de ayala tiende boca arriba en la hierba, huele su aroma, que esa noche toca a su abuela contar la leyenda temiendo ser sorprendidos por alguien de las y un casco de hacienda como , en mira el cambio de matices en el cielo del atarde- llamada “los cuatro dones de anenecuilco”. Como haciendas colindantes. la reunión, que se lleva a morelos. cer, nota el salto de unas liebres blancas, cómo otras ancianas, doña vicenta es sabia y les transmi- cabo el 12 de septiembre de 1909, es convocada con entra la noche y surge la luna entre tantas estre- te cosas del pasado, como si todos fuesen sus nie- carácter urgente por los “notables”, entre ellos José Corridos zapatistas. “Corridos de la Revolución llas. busca donde corre el riachuelo para sentirse tos; recuerda anécdotas que ella misma oyera algu- merino, quien la preside y toma la palabra yendo mexicana”, Instituto nacional de antropología fresco; en el agua observa el reflejo lunar. oye los na vez, varias sobre gente que conocía y sobre la al grano: “estamos cansados y decidimos que e historia-Pentagrama-Conaculta, méxico, 2002. grillos, al tecolote; se sorprende con las luces de que ya no está, como Cristino zapata, enemigo de nuevos representantes continúen la tarea de ver (disco compacto). las luciérnagas que se fugan con rapidez; por allá los invasores franceses, y José zapata, “principal” por los intereses del pueblo; cuenten con nuestros ve un entramado que brilla con diminutas gotas del pueblo, quien apoyó a díaz en la lucha por consejos y apoyo”. Emiliano zapata tiene enton- ElIa kazan, ¡Viva Zapata!, 1952. (Película). y a la tejedora araña en cuya red está atrapado un alcanzar el poder. las mamás pasan tamales, pan, ces 30 años y ese día adquiere un compromiso mosco. jarros con champurrado, atole o café, no falta quien trascendental: después de ser electo presidente de

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