Presença do poeta João Cabral de Melo Neto na Espanha: Relações literárias e em outros âmbitos da cultura
Alessandra Vargas de Carvalho
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Presença do poeta João Cabral de Melo Neto na Espanha: Relações literárias e em outros âmbitos da cultura
Presencia del poeta João Cabral de Melo Neto en España: Relaciones literarias y en otros ámbitos de la cultura
Tesis presentada al Programa de Doctorado en Filología Románica de la Universitat de Barcelona como parte de los requisitos para obtención del grado de Doctor en Filología.
Área de concentración: Filología Gallega y Portuguesa.
Título del programa: “Tradicions i Crisis” [Adaptado a “Llengües i Literatures Comparades en l’àmbit romànic”]
Directora de la tesis: Profª. Drª. Elena Losada Soler.
Barcelona 2013 1 INTRODUCCIÓN
1.1 Antecedentes del proyecto de investigación y estado de la cuestión.
Los motivos que han precedido a la elección del asunto, a partir del cual se ha desarrollado la investigación y la redacción de la tesis que se presenta, tienen su origen en el periodo en el cual la doctoranda se graduó en los estudios de Letras y Literatura de la Universidade Federal de Minas Gerais (UFMG), Brasil. A lo largo de los cursos, uno de los intereses de la investigación se encaminó hacia el estudio de la poesía en general, habiendo sido escogida como tema para el trabajo final de la investigación la obra del poeta João Cabral de Melo Neto y su relevancia en el contexto de la poesía brasileña. En el transcurso de las investigaciones se constató que no había líneas de investigación que demostrasen que se podía formar un conjunto coherente en relación a algunos temas y enfoques del eje original que representa, dentro de ese universo específico de su obra escrita, lo que convendremos en llamar la “cuestión española”1 en la literatura de João Cabral de Melo Neto. Se realizó una evaluación, después de una aproximación mayor a la obra y a sus estudios, concluyéndose que ese asunto ocupaba una parte poco ilustrada y explicativa, comparada con la extensión de la obra crítica sobre el autor. Así pues, ese punto ha sido tratado muchas veces, o bien de un modo tangencial o bien de forma dispersa en escritos específicos. Más allá de lo expuesto, la doctoranda estuvo también vinculada al Acervo de Escritores Mineiros (biblioteca, espacio de investigación que tiene su sede en la Universidade Federal de Minas Gerais y que alberga el acervo original de algunos escritores mineiros), en el cual desarrolló trabajos de estudio, con una beca de investigación en la modalidad de iniciación científica, financiada por el CNPq (Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico). A partir de varias tareas llevadas a cabo como parte de ese proyecto, la doctoranda se familiarizó con la lectura y sistematización de acervos literarios, trabajo que continuó desarrollando de manera autónoma – y ya con vistas a un proyecto futuro – a partir del acervo
1 A partir de aquí, no se usarán más las comillas para referirse a la cuestión española, dado que ya se considera presentada al lector. del poeta João Cabral de Melo Neto depositado en la “Fundação Casa de Rui Barbosa” en la ciudad de Rio de Janeiro. Juntamente con las referencias de lecturas de la fortuna crítica y de parte del mencionado acervo de la Fundación – principalmente aquel que representa la correspondencia del escritor con otros intelectuales – se corroboró que había algunos asuntos relacionados con la cuestión española que todavía no habían sido tratados en profundidad en lo que podrían aportar como problemáticas individualizadas y únicas. Así pues, una de las hipótesis que fue tomando cuerpo, entre las que se proponen en esta tesis, es la de que tales constataciones justificaban un trabajo específico de investigación con el fin de delimitar cuáles eran esas problemáticas concernientes a la cuestión española y, a partir de ellas, buscar referencias en acervos e instituciones localizadas en las ciudades españolas donde el escritor había dejado su huella. Consiguientemente se presentó un proyecto de investigación dentro del Programa de Cooperación financiado por el consorcio europeo Alban (Becas de Alto Nivel para América Latina) que fue seleccionado por un jurado especializado en el área de estudios literarios. Se le concedió a la doctoranda una beca de estudios de duración de un año en la Universidad Complutense de Madrid, tiempo durante el cual cursó las asignaturas correspondientes al currículo de grado previas a una preparación para el doctorado. En el transcurso de la estancia en Madrid, donde se hicieron las primeras investigaciones, se constató que no había material disponible para su consulta en la Embajada de Brasil, institución en la cual el poeta ocupó el cargo de primer secretario durante el tiempo que vivió en la ciudad. Asimismo se realizaron investigaciones en la Biblioteca Nacional de España, con resultados poco significativos por lo que se refiere a la existencia de documentos o estudios relevantes sobre la obra de João Cabral de Melo Neto o sobre sus viajes por España, con excepción de la lectura y catalogación de gran parte de los números de la Revista de Cultura Brasileña, publicación de la Embajada de Brasil, impulsada por el propio Cabral – a partir de la propuesta y dirección editorial del poeta español Ángel Crespo en los años sesenta. Una vez superados los créditos cursados en la Universidad Complutense y finalizado el periodo de concesión de la beca de estudios Alban, la investigadora se instaló en Barcelona y transfirió el curso de doctorado a la Universitat de Barcelona, institución en la que llevó a cabo un trabajo sobre la Revista de Cultura Brasileña. El resultado fue presentado, bajo la dirección de la Prof.ª Dr.ª Elena Losada Soler, como trabajo de suficiencia investigadora ante un jurado de docentes de la UB, que lo evaluó y le otorgó el Diploma de Estudios Avanzados (DEA).
1.2 Justificantes e hipótesis de la investigación
La principal motivación intelectual de la investigación se basa en el deseo de comprender más profundamente la cuestión española en la obra de João Cabral de Melo Neto y consiste, principalmente, en la posibilidad de ampliación del campo de conocimiento y análisis que envuelve la obra del poeta a partir de ese motivo. El sondeo de información y la interpretación del problema en cuestión podría ser pertinente en el ámbito de los estudios literarios brasileños y españoles dentro del área de la literatura comparada, específicamente en cómo llevaría a plantear conexiones entre un modo particular de escritura, por un lado, y cierta literatura, escritores y rasgos de la cultura de expresión hispánica. De ese modo, se justifica la búsqueda de respuestas –o incluso de otros interrogantes secundarios y posteriores– a partir de la formulación de ese problema o propuesta inicial. Esas posibles respuestas, a su vez, encontrarían su propia justificación en dos sentidos principales: llenar un vacío en el campo específico del motivo español en la obra de João Cabral de Melo Neto y darle más precisión a las informaciones o indicaciones que ya se conocen de manera dispersa o generalizada. En la primera hipótesis en la cual se basa la investigación, se asume que aquello que se esbozaba, dándose por hecho en la biografía del autor (la presencia española en la obra) podría ser demostrado de manera más minuciosa basándose en investigaciones en acervos específicos localizados en diferentes ciudades de España y también a través de la recopilación de información, cuya fuente serían entrevistas a personas que convivieron o conocieron al escritor durante el periodo en el que vivió en este país. A su vez, se adoptó la hipótesis de que ese material, o parte de él, tendría una validez y consistencia realmente esenciales, en el caso de que fuesen interpretados a la luz de lecturas comparativas de cierto canon español que fundamentase, con información más rica y minuciosa, la afiliación de João Cabral de Melo Neto a esa literatura y cultura. Otra hipótesis es la de que el pensamiento poético y intelectual de Cabral tenga trascendencia, de algún modo, en autores o artistas españoles. A partir de esa suposición, se procura esclarecer de qué naturaleza puede ser esa trascendencia, así como identificar si se materializó y, en tal caso, en qué tipo de producción específica.
1.3 Objetivos: general y específicos
El proyecto de tesis que se presenta tiene como objetivo general la delimitación y formulación de los principales campos de interés y temas que conciernen al motivo español en la obra de João Cabral de Melo Neto. La delimitación se hará a partir de dos líneas: el análisis de las predilecciones declaradas por el escritor el en campo de la literatura española y de determinadas expresiones de la cultura hispánica; la otra línea está representada por el sondeo de información y la investigación sobre los contactos mantenidos por el poeta brasileño dentro del ámbito de la cultura española en sus estancias intermitentes en España –que sumaron, en total, catorce años– y la posible trascendencia que pudieran tener dichos contactos. En lo que se refiere a los objetivos específicos, se procura investigar en qué consiste singularmente la naturaleza de esos intercambios: en qué sentidos y en qué áreas se concretaron; si evolucionaron en proyectos, producciones o materiales específicos; si influyeron, y de qué manera y con qué peso, en la obra del poeta; los desdoblamientos intelectuales y teóricos que supusieron para el escritor; si existe – y sobre qué fundamentos y líneas de interés se asienta la permanencia de esos contactos y convivencias: tanto en la obra del escritor cuanto en la obra de autores o sectores de la cultura española con los cuales convivió.
1.4 Estrategias metodológicas
Antes de definir el contenido de propuestas que se presenta, se llevó a cabo un trabajo que está, en cierta medida, descrito en la sección “Antecedentes del proyecto de investigación y estado de la cuestión”. Tal trabajo forma parte del método que se fijó con el fin de cumplir los objetivos trazados y tiene su continuidad en las estrategias pensadas para interpretar los problemas propuestos. También fue parte de ese trabajo la lectura, relectura y estudio de la obra de João Cabral de Melo Neto, así como del conjunto de su abundante fortuna crítica ya considerada “clásica” y las investigaciones a partir del acervo del escritor depositado en la Fundação Casa de Rui Barbosa. Desde el punto de vista de los objetivos, siendo esta investigación en parte de naturaleza indagatoria, dos de los métodos adoptados son el del sondeo bibliográfico de material directamente relacionado con el problema y el uso de entrevistas a personas que pudieran aportar informaciones sobre el tema de la presencia intelectual de João Cabral en España. Esos datos recopilados fueron analizados separadamente y también de manera interactiva –incluso en relación a la bibliografía de referencia– luego fueron organizados para priorizar los temas considerados menos estudiados dentro de ese universo. Siendo la investigación también de naturaleza descriptiva, otro método utilizado fue el de la organización de ciertos datos a partir de sondeos estadísticos cuyos resultados fueron dispuestos bajo agrupamiento según características específicas. Este método partió de la recopilación de informaciones y su posterior descripción y análisis de las características en interacción, verificando si había o no, entre ellas, un patrón. Tal método fue utilizado de forma más sistemática tanto en los capítulos que tratan de los prólogos a las obras traducidas al castellano y de los textos escritos por Cabral en España, como en el capítulo que trata de las traducciones de la obra del poeta brasileño (al castellano y al catalán). De manera simultánea a las demás aproximaciones, se procedió al análisis e interpretación de los datos posibilitando el entendimiento de las particularidades inherentes a la cuestión propuesta, buscando describir sus niveles de complejidad y lo que pueden elucidar dentro del universo general de los estudios de la obra de João Cabral de Melo Neto.
1.5 Datos biográficos
João Cabral de Melo Neto nació el 9 de enero de 1920 en Recife, capital del estado de Pernambuco, en la región Nordeste de Brasil. Descendía de dos familias tradicionalmente ligadas a la tenencia de haciendas de caña de azúcar e industrias azucareras, que en aquel tiempo eran la base económica de la región denominada Zona da Mata2. Gracias a la pujanza de tal actividad, los poseedores de aquellos negocios gozaban de un estatus de clase social dominante. La infancia de Cabral transcurrió hasta los diez años en tales
2 Zona da Mata: Región litoral del Nordeste del Brasil caracterizada por un suelo fértil, una riqueza de vegetación y un clima tropical. Es un ecosistema amenazado debido a la deforestación. industrias, llamadas engenhos de açúcar3, donde su padre dirigía el negocio familiar. Ese paisaje predominaría siempre en su literatura y más tarde compartiría lugar con ciertos paisajes de España. En 1930 la familia Cabral de Melo se instaló en Recife y João Cabral ingresó en el Colegio Marista de Ponte d’Uchoa, donde finalizó sus estudios secundarios. A ese tipo de formación católica represiva Cabral atribuyó la aversión que tenía a cualquier clase de devoción religiosa y también el horror tanto a la poesía lírica –principalmente a la de Luís de Camões (de quien más tarde afirmó que apenas apreciaba Os lusíadas)– como a la de los románticos, simbolistas y parnasianos, a los que se daba preferencia en el contenido curricular de enseñanza de la literatura brasileña y portuguesa. En 1942 se publicó en la revista pernambucana Renovação el primer ejercicio de ensayo literario de su autoría del que se tiene noticia: Prática de Mallarmé. En aquel momento ya conocía la obra del poeta francés y era lector de la obra en prosa de Paul Valéry, la cual tuvo una influencia determinante en su manera de abordar la literatura. En 1945 optó al concurso para la carrera diplomática. En 1947 fue nombrado vicecónsul en el Consulado Geral do Brasil en Barcelona. Convivió con varios intelectuales que residían en la ciudad o la frecuentaban, como Joan Miró, Joan Prats, Arnau Puig, Rafael Santos Torroella, Juan Eduardo Cirlot, Joan Brossa, Antoni Tàpies, Joan Ponç, Francesc García Vilella. También trabó estrechos lazos de amistad con personas del ambiente taurino de la época. Adquirió una máquina tipográfica casera, con la cual editaría y después publicaría libros de autores brasileños y españoles bajo el sello llamado Livro Inconsútil. Con dicha máquina de imprenta manual, ayudado por Enric Tormo, tipógrafo catalán integrante del grupo Dau al Set, imprimió su cuarto libro, Psicologia da composição com a Fábula de Anfion e Antiode, en el mismo año que llegó a Barcelona. Ejerció como profesor de literatura brasileña en la Universitat de Barcelona y, de manera poco convencional, dio prioridad a la enseñanza de literatura de autores brasileños modernistas y contemporáneos en lugar de
3 Engenho de açúcar es la industria azucarera con instalaciones para procesar la caña de azúcar con el objeto de obtener azúcar, ron, alcohol y otros productos. Acepción que recoge el DRAE como "ingenio de azúcar": 1. m. Conjunto de aparatos para moler la caña y obtener el azúcar. 2. m. Finca que contiene el cañamelar y las oficinas de beneficio. dársela a la literatura fundacional4. Entre 1948 y 1950 frecuentó el estudio de Joan Miró y su casa en Mont-roig del Camp. En ese intervalo de tiempo surgió la idea de que Cabral escribiese un ensayo crítico sobre la obra del pintor. João Cabral se responsabilizó de la edición y produjo con recursos propios a través del sello Livro Inconsútil la obra Sonets de Caruixa, primer libro impreso de Joan Brossa, que contenía una pequeña selección de poemas. Por otro lado, Brossa se hizo cargo de la traducción inaugural de poemas de Cabral en España: los tradujo al catalán y fueron publicados en el número 8 de la revista Dau al Set, en 1949. Se tradujeron tres poemas del libro O engenheiro. Escribió el texto de la presentación del catálogo de la primera exposición de los artistas catalanes Antoni Tàpies, Modest Cuixart y Joan Pons. Esta exposición colectiva tuvo lugar en el Institut Français de Barcelona de diciembre de 1949 a enero de 1950. El ensayo Joan Miró fue publicado con grabados originales del artista en 1950. El texto de Cabral fue traducido al francés, pues dicha publicación corrió a cargo de la galería parisina Maeght, representante de la obra de Joan Miró. También en ese año Cabral se encargó él mismo de la edición de su quinta obra: O cão sem plumas. En 1950 fue trasladado del puesto de diplomático en Barcelona al Consulado Geral do Brasil en Londres. En el ínterin prologó el libro Em va fer Joan Brossa, que fue publicado por la Editora Cobalto, de cuyo consejo editorial el poeta brasileño también formó parte. Acusado de pertenecer a una “célula comunista”, fue apartado de las funciones diplomáticas por el gobierno dictatorial del presidente Getúlio Vargas y le fue impuesta la sanción de “disponibilidad no remunerada”. Tras varias negociaciones, João Cabral fue propuesto nuevamente para el cargo de cónsul en España, en Sevilla, donde llevó a cabo investigaciones históricas sobre Brasil en el Archivo General de Indias. En 1960 publicó Quaderna, libro en el cual se pone de relieve por primera vez el tema sevillano en la obra del escritor. En ese mismo año se trasladó de Marsella a Madrid como primer secretario de la Embajada brasileña. En esa ciudad publicó el inédito Dois
4 Se trata de la literatura inicial brasileña sobre la cual se asienta la tradición literaria posterior. Su periodo se inició en el siglo XVI y siguientes. Destacan movimientos como el neoclasicismo, el romanticismo y el parnasianismo. parlamentos (1961). Volvió a Sevilla en 1962 como cónsul-general de Brasil, donde permaneció hasta 1964, momento en el que viajó a Ginebra en misión consular con la delegación brasileña de la ONU. También en 1962 apareció la publicación del primer número de la Revista de Cultura Brasileña –editada por la Embajada de Brasil en Madrid– iniciativa promovida por Cabral y que tuvo como director al poeta español Ángel Crespo. La revista tuvo larga vida, llegando a 52 números dedicados a temas de la cultura brasileña. João Cabral recibió el premio de “mejor autor vivo” por el texto teatral Morte e Vida Severina en el festival de Nancy (Francia). La adaptación operística del auto, con música compuesta por el mexicano Salvador Moreno, fue llevada a escena en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona. También fue representada en Sevilla, en un montaje local. En 1966 publicó A educação pela pedra, libro por el cual recibió, entre otros, uno de los más prestigiosos premios de la literatura brasileña, el Jabuti. Además de ese premio, recibió también los premios de la União de Escritores de São Paulo, el del Pen Club y el del Instituto Nacional do Livro. De 1967 a 1969 ejerció como cónsul en Barcelona, viviendo por segunda vez en esta ciudad. De ese año en adelante ocupará varios puestos diplomáticos en América Latina y África, tras los cuales se retiró como cónsul-general en la ciudad de Oporto, Portugal. En 1990 fue lanzado el libro Sevilha andando, que incluyó una segunda parte llamada Andando Sevilha, homenaje máximo del brasileño a la tierra de la cual absorbió y abordó tantos temas de manera prolífica y de gran trascendencia en su obra poética. Fue elegido miembro de la Academia Pernambucana de Letras y recibió el Prêmio Luís de Camões, concedido por los gobiernos de Portugal y de Brasil. Regresó a Sevilla en 1992 como representante oficial de Brasil con motivo de la conmemoración del IV Centenario del Descubrimiento de América. En ese mismo año recibió varios premios y condecoraciones relevantes: el Neustadt, de la revista literaria World Literature Today, de la Universidad de Oklahoma; el premio Estado de São Paulo y la Gran Cruz de Isabel la Católica. Recibió también el segundo premio Jabuti de la Câmara Brasileira do Livro, en 1993. La primera edición de la Obra Completa fue publicada por la Editora Nova Aguilar en 1994. El premio Reina Sofía de Poesía de aquel año fue otorgado al brasileño. Durante las últimas décadas de su vida, João Cabral fue afectado por una progresiva degeneración de la retina que evolucionó hacia una pérdida casi total de la visión, hecho que le fue impidiendo la actividad de la lectura y, consiguientemente, también lo apartó cada vez más de la escritura. Ya en los últimos años de su vida, él mismo llegó a considerarse un “ex escritor”. Falleció en Río de Janeiro en 1999.
1.6 La poesía de João Cabral de Melo Neto en el canon brasileño
El poeta João Cabral fue considerado por cierto sector de la crítica literaria brasileña como uno de los representantes de la llamada “Generación del 45”. Sin embargo, únicamente son razones de tipo cronológico las que pueden fundamentar esa denominación imprecisa, ya que las tendencias estéticas en la obra de Cabral tomaron un rumbo bien distinto al emprendido por los poetas de dicha generación. Las coincidencias no van más allá de haber nacido en las primeras décadas del siglo XX. A medida que la formación de ciertas tendencias y directrices poéticas se fueron haciendo más evidentes en su trayectoria –y al tiempo que vieron la luz los primeros abordajes, consistentemente estructurados, sobre su poesía– tal equívoco fue motivo de revisión. El debate es significativo en términos de lo que aportarían al canon de la literatura brasileña las características de esa poesía, desde su génesis, generando una complejidad en el sentido de que la obra del pernambucano ya aparece como expresión de un dominio poético diferenciado de aquel que estaba vigente (en tanto manifestación de grupos o tendencias más predominantes) en el ambiente específico de la literatura brasileña. En relación a sus antecesores, una línea poética con la que tuvo comunicación en su primera etapa fue la representada por la obra inicial de Carlos Drummond de Andrade, poeta de la segunda fase del modernismo brasileño. Lo que él incorpora a su obra de ese conjunto es, en líneas generales, la presencia de la palabra: la utilización de los recursos propios de la prosa en la poesía –que consideraba que había sido infravalorada por sus contemporáneos. La poesía de João Cabral tiene, en sus inicios, una cierta atmósfera surrealista, principalmente en la obra inaugural Pedra de sono. Sin embargo, una parte minoritaria de la crítica ya señala cómo el poeta trabaja la materia relativa al sueño en el sentido de construirla, de ordenarla, incorporando a esa poesía aspectos cubistas. En relación a los que podrían considerarse como sus sucesores, destacan los poetas de la generación posterior a la suya, especialmente los que surgieron dentro del movimiento concretista brasileño. Esa afinidad se da bajo el signo de una poesía crítica y de carácter intelectual. A João Cabral se le menciona como integrante del paideuma concretista y se le valora justamente por aquellas dos obras que marcan el momento de ruptura en su poesía: O engenheiro (1945) y Psicologia da composição com a Fábula de Anfion e Antiode (1946-1947). Este último contiene la expresión más evidente de lo que se considera la ruptura llevada a cabo por esa poesía, a partir de la cual son acentuados ciertos aspectos, como una sintaxis más económica, dando preferencia a la palabra concreta; de eso resulta una poesía menos adjetivada, más sustantivada. A ello hay que sumar un modo de explorar el comportamiento de las palabras a través de parámetros intelectuales y una constante atención sobre lo que sobreviene exclusivamente de la inspiración. João Cabral lleva al extremo un posicionamiento que se basa en la ascesis lírica, en el cuidado de la forma –con la disposición de las unidades compositivas del poema– en la preferencia por una métrica menos automatizada según las orientaciones de la poesía en lengua portuguesa, haciendo prevalecer, por ejemplo, la rima asonante y encabalgamientos más abruptos.
2 DESARROLLO DEL TEMA
El territorio y el elemento espacial tienen una importancia fundamental en la poesía de João Cabral. En ella pone en práctica la memoria de los lugares vividos y visitados, de los paisajes elegidos. Se puede decir que tales paisajes son el marco por donde se observa el transcurso de un tiempo determinado, con sus características y sucesión específicos. Del conjunto de paisajes por él evocados, la referencia inicial es el de la “Zona da Mata”, lugar donde pasó parte de su infancia, así como algunos escenarios de Recife, donde también vivió. Partiendo de esos paisajes generales, su selección se hace más particular, centrando la atención en algunos ríos de su territorio a los cuales les añadiría elementos de diferentes naturalezas: informaciones sobre márgenes, afluentes, población de ribera, vegetación, situación social. Este es el caso de las obras O cão sem plumas (metáfora que usa para denominar al río Capibaribe) y del extenso poema O rio, que tiene como subtítulo ou relação da viagem que faz o Capibaribe de sua nascente à cidade do Recife; ambos dan la medida exacta del verdadero compendio o cartografía que hace el poeta de los diversos elementos relacionados con los ríos que elige como tema. Los engenhos de caña de azúcar en los cuales vivió también constituyen motivos en su poesía y de esos paisajes también extrae elementos de observación: desde las plantaciones de caña hasta el campesino, pasando por la estratificación social característica de este tipo de economía. De España, su predilección paisajística recae sobre Sevilla, ciudad donde el poeta vivió su experiencia peninsular más unida a lo popular, a las corridas de toros, al flamenco y al ambiente de las calles, que fueron motivo de inspiración para un conjunto de poemas fundamental en su obra. Precisamente a esos paisajes dedicó las tres últimas obras publicadas –que escribió cuando ya no vivía en España– Crime na calle Relator, Sevilha andando y Andando Sevilha. Por otro lado, el homenaje a dicha ciudad y a Andalucía no solo aparece en estos tres libros: se encuentra también en toda su obra, desde Paisagens com figuras (1954-1955). Habla también del ambiente, geografía y tipismo ibéricos, se refiere a algunos ríos de España (el Ebro, el Guadalquivir); tematiza la cabra que domina el paisaje rocoso mediterráneo en “Poema(s) da cabra” y la árida meseta castellana en una relación de parentesco con el desértico Nordeste de su infancia. A partir de esa evocación podría llegarse a la idea apresurada de que su obra está marcada por una mirada melancólica o nostálgica, perteneciendo a la tradición de tratar de modo lírico los temas proporcionados por la memoria afectiva. Sin embargo, no es ese el caso, pues la forma como aborda su poesía se funda en una percepción concreta y en un estilo directo que le otorgaron un valor de individualidad y novedad en el panorama general de la poesía brasileña. En ese sentido se puede afirmar que la suya es una poesía que procede más de la tradición española que de la portuguesa, especialmente en lo que extrae de las lecturas y algunas lecciones de los poemas épicos fundacionales: Cantar de Mio Cid y Poema de Fernán González, pasando por el Mester de Clerecía hasta llegar a los representantes del Siglo de Oro, obras y autores que formaron parte del bagaje de Cabral como lector y, según él mismo confiesa, obras que conforman el armazón de su formación literaria “clásica”.
2.1 Presencia intelectual en Cataluña
Los tres primeros años de João Cabral en España los vivió en Barcelona, de 1947 a 1950. Desde el punto de vista de las relaciones intelectuales, esos fueron los años más significativos para el poeta en este país. Es cuando establece un fuerte vínculo con Cataluña y con algunas de sus manifestaciones culturales, hecho que se pone de relieve tanto en sus amistades con intelectuales, artistas y escritores locales, como en sus iniciativas en el ámbito de las artes –incluso en sus reacciones, en cierto modo en un sentido político, contra las prohibiciones del régimen franquista. Cabral siente un vivo interés por la cultura local. Ya desde el momento en que llega a Barcelona frecuenta la librería Argos, en el Passeig de Gràcia, regentada por el escritor Eduardo Cirlot. El poeta surrealista se convierte en uno de los primeros amigos del brasileño en Barcelona y lo aconseja sobre las lecturas que debe hacer para conocer la historia de Cataluña y España. Asimismo, le indica obras sobre literatura española, libros que Cabral confiesa “devorar” con gran interés. La librería era frecuentada por los pintores García Vilella y Pere Tort, que también se hicieron amigos del poeta; más tarde, Pere Tort emigraría a Brasil gracias a la intermediación de João Cabral. En poco tiempo, el brasileño empieza a tomar parte en tertulias, como en las del bar llamado Bagatel·la, que eran invariablemente presididas por Joan Prats. A través de Prats conoce al pintor Ramon Rogent. En aquel mismo año (1947) Rogent presenta Cabral a Joan Miró. El poeta había recibido el encargo de parte de un coleccionador de arte (su primo Josias Carneiro Leão) para intermediar en la compra de una obra de Miró. Por lo tanto, la primera visita de Cabral al pintor habría tenido un carácter esencialmente comercial, de no haber sido porque el poeta tenía especial interés en las artes plásticas. Siendo así, ese primer contacto tuvo otras repercusiones más trascendentes. Al fin y al cabo, Cabral no logró la compra de la tela que le habían encargado. Sin embargo, la ocasión de conocer a Miró le permitió pasar en seguida del protocolo –en que se enmarcaba la visita a un famoso pintor por parte de un representante de la diplomacia y negociante “casual”– a una convergencia de afinidades. Joan Miró lo recibió, con la debida formalidad, en el piso donde había vivido su padre, decorado con un estilo sobrio burgués, en el mismo edificio donde había nacido, en el Passatge del Crèdit. No obstante, al ver que la conversación discurría en términos cada vez menos comerciales y más artísticos, el pintor invitó a Cabral a su estudio, hecho que definiría la aproximación amistosa entre ambos. La afinidad se produce en ambos sentidos, pues el poeta estaba interesado en los modos expresivos de la pintura moderna y Miró, por otro lado, apreciaba la poesía y la convivencia con escritores. Como el bloqueo franquista impedía que el artista expusiese públicamente su obra en España, Cabral –por su situación de representante oficial de un país que mantenía una política de buena relación con el gobierno de Francisco Franco– tuvo libre acceso a la producción que comprende los años de 1942 a 1950. El hecho de poder observar a Miró en acción y analizar con detención un conjunto de obras, entonces inéditas, fue lo que estimuló a Cabral a profundizar en el problema de la composición en la obra de arte; inclusive en la suya propia. De ese modo, a partir de esa convivencia, observación y disquisiciones sobre lo que ve en una selección específica de la obra de Joan Miró surge el proyecto de escritura de un texto que intente sistematizar algunas de las líneas interpretativas suscitadas. Ese ensayo se publica en 1950 y es recibido con entusiasmo, tanto por Miró como por Prats, que fue interlocutor constante acerca de las cuestiones que se planteaban mientras se redactaba el texto. João Cabral también tuvo una convivencia estrecha con el crítico de arte y poeta Rafael Santos Torroella, que lo introdujo en la Asociación Cobalto 49, que contaba entre sus miembros con varios nombres de la intelectualidad que se reunían aquella época en Barcelona. Cobalto 49 representaba una iniciativa editorial que surgió en el ambiente del posguerra español, fomentando la renovación artística en Barcelona a través de publicaciones, audiciones musicales y exposiciones de artes plásticas, entre otras iniciativas. Cabral fue el responsable del área encargada de las gestiones relativas a los museos y colecciones, aunque su participación más efectiva fue la publicación del texto de la exposición: “Un aspecto de la joven pintura. Tàpies, Cuixart, Ponç”, que tuvo lugar en el Institut Français de Barcelona de diciembre de 1949 a enero de 1950. Dicho texto contiene un análisis inaugural de la pintura de los tres jóvenes artistas a partir de la evolución plástica de Joan Miró. Esa lectura traza una línea que marca la trayectoria desde la ruptura con el convencionalismo pictórico del pasado sumado a la búsqueda de un estilo propio que señalase algún rasgo representativo de modernidad. El autor fija su atención en el paso adelante dado por los pintores, que es el avance en dirección hacia una “libertad sintáctica” en lugar de una “libertad metafórica”, típica del “formalismo moderno”. De ese comentario, vale la pena resaltar la toma de posición que va siendo asumida por João Cabral en sus escritos teóricos, en sintonía con la crítica marxista opuesta al formalismo. Tras la introducción del texto, que trata de la cuestión sobre la libertad compositiva, se discurre en otros términos, como el de la relación que los pintores establecían con el marco, repitiendo así un criterio analítico también utilizado en el ensayo sobre la obra de Joan Miró. De esa manera, el escritor incorporaba un cierto vocabulario que aportaba coherencia al conjunto de sus textos críticos reflejando un modo de pensar sobre la creación artística que tenía que ver con la propia idiosincrasia de su obra.5 João Cabral pasa a tener contacto estrecho con dichos pintores y con Joan Brossa. También formaban parte de ese grupo el filósofo Arnau Puig, el tipógrafo Enric Tormo y el escultor Emili Boadella. En aquella época el poeta demostraba simpatía por algunas posiciones políticas del marxismo y, a pesar de la situación de represión que se vivía en Cataluña y de su condición de representante diplomático de un gobierno dictatorial, discutía sin reservas con sus amigos de Dau al Set tales cuestiones. Fue el responsable, según atestiguaron los propios Brossa y Tàpies, de introducir entre ellos el debate sobre un compromiso cívico (el “tema de los hombres” como él decía) en las artes. Sin embargo, esa postura no debe ser confundida con propagandismo ni militancia. Por el contrario, lo que Cabral defendía era que las artes deberían indicar un camino de crítica social, pero sin mostrar jamás afiliación política alguna. De los artistas que conoció en Barcelona, algunos fueron a vivir a Brasil gracias a las gestiones prácticas de João Cabral. Ese es el caso de Joan Ponç y de la grabadora catalana Isabel Ponce. Ponç vivió durante diez años en la ciudad de São Paulo, donde expuso su obra con la cual fue premiado en la Bienal de Artes y donde fundó una escuela dedicada a la investigación de las artes visuales, estableciendo una relación duradera con uno de los mecenas más importantes del país, Francisco Matarazzo Sobrinho, al que conoció a través de João Cabral. Como prueba del interés en divulgar el trabajo de jóvenes artistas y la cultura catalana, es también sabido que el escritor fue el responsable de la edición de la segunda obra impresa de Ponç: Joan Ponç, deu litografies, en la que colaboró Enric Tormo como grabador y que fue publicada en 1949 bajo el auspicio financiero del poeta. Otro sector de la intelectualidad con el cual se relacionó fue el grupo que representaba la iniciativa catalana Ariel. Revista de les arts. João Cabral mantuvo un diálogo con Joan Triadú, poeta y crítico literario, fundador de Ariel y uno de los responsables de la definición de la línea editorial predominante en dicha revista. En el nº 16 de la revista (abril de 1948) aparecen tres tankas de Carles Riba traducidos al portugués por Cabral. El escritor confirmó más de una vez el interés que le había despertado la obra poética de Riba, que él
5 Sobre el texto crítico, que fue publicado en el tercer fascículo de Cobalto 49, al lado de las fotografías de cada uno de los tres pintores aparecen algunos datos biográficos e informaciones sobre sus trayectorias. Entre esas informaciones están los nombres de los coleccionistas que poseían las obras de los tres artistas: el nombre de João Cabral aparece en las tres listas y, entre otros, también el de Joan Prats. quería dar a conocer en Brasil, pues lo consideraba “el mejor poeta catalán vivo”. Se sabe, por la correspondencia de Cabral con sus amigos brasileños, que él tradujo una selección de 25 tankas de Riba que serían publicados en una revista literaria que él mismo Cabral planeaba editar. Desafortunadamente ese trabajo nunca llegó a ser publicado. Cuando llega a Cataluña, Cabral empieza a estudiar la lengua con objeto de leer la poesía que se escribía en catalán. A partir de ese interés, propone a la Revista Brasileira de Poesia la publicación de una selección de jóvenes poetas catalanes. Sus traducciones son publicadas en dicha revista en su edición de febrero de 1949 con el título de Quinze poetas catalães. Los seleccionados para la antología fueron Marià Manent, Pere Quart, seudónimo de Joan Oliver, Tomàs Garcés, Rosa Leveroni, Bartomeu Rosselló-Pòrcel, Joan Teixidor, Salvador Espriu, Joan Vinyoli, Josep Romeu i Figueras, Josep Palau i Fabre, Joan Barat, Joan Perucho, Joan Triadú, Jordi Sarsanedas y Jordi Cots. Según subraya Cabral, no reúne a estos poetas alineándolos por un criterio “psicológico” ni por contenidos poéticos similares; antes bien, el criterio que da unidad y estructura común y esencial al conjunto es el de la lengua, más específicamente el de una postura común ante ella. Así lo justifica: “A ter que definir a posição dos poetas posteriores a [Josep] Carner, eu diria, sem que desrespeite por isso as diferenças individuais de cada um deles, que é a sua posição de defesa, defesa tensa, da língua catalã.” (MELO NETO apud SÜSSEKIND, 2001, p. 277). Las cuestiones que influyeron profundamente sobre João Cabral en aquel primer encuentro con Cataluña, como se ve, tienen un fondo de marcado interés por la historia del país y por sus aspectos culturales. La lengua catalana no podía dejar de ser uno de los temas de su interés e investigación, principalmente en lo que respecta a su uso escrito y lo que representaba en aquel periodo, tanto para la defensa de la autonomía de Cataluña por parte de intelectuales y artistas, como en aquello que supone de reacción contra la provocación de un intento de lingüicidio. Y esa investigación la lleva a cabo en conexión con la poesía, con aquello que representa de defensa y permanencia –no solo literaria– de esa lengua en un ambiente de coacción cultural. Su opinión sobre Cataluña estaba, de esta forma, íntimamente ligada a una posición política de defensa de un patrimonio que Cabral consideraba en sintonía natural con la noción de patria, en aquel punto en que esa palabra hace patente una conexión con una existencia geográfica y cultural de distintiva idiosincrasia. Esa idea corroboraba la importancia que el poeta daba a la expresión a partir de lo regional admitiendo que era la forma legítima de acceso a lo universal. El escritor asume, de esta manera, una clara conciencia de la cuestión del territorio y toma posición con relación a los debates identitarios defendidos por algunos intelectuales catalanes con quienes convivió. El autor se inclina por una interpretación que tiene como fundamento algunos parámetros asociados a la evolución de su propia obra; en tal caso se sirve de la dicotomía conciencia/inspiración como explicación para la poesía catalana que se vale del lenguaje, del conocimiento de sus mecanismos sintácticos, a partir de un abordaje filológico; una poesía que toma en cuenta su proceso de normalización y, por tanto, su trascendencia. Asimismo considera el contexto histórico de limitación y la necesidad que de él se deriva factores decisivos en el sentido de hacer de esa poesía un medio potente de expresión y de supervivencia de la lengua.
2.1.1 Ensayo sobre Joan Miró
El proyecto de escribir un estudio crítico sobre la obra de Joan Miró evolucionó de un otro proyecto anterior, cuyo objetivo era encargarse de la edición y publicación de algunos poemas escritos por el pintor que habían sido confiados a la lectura de João Cabral. Esa idea fue abandonada por el trabajo que enfrentaría al poeta con la labor de crítico, que él consideraba la actividad de reflexión ideal, a pesar de los grandes desafíos que le suponía. João Cabral era un escritor más el análisis de la obra de Joan Miró, tarea compleja ante los nombres que ya se habían dedicado a ella. Además de Juan Eduardo Cirlot y de Raymond Queneau, el poeta surrealista japonés Shuzo Takiguchi había sido el primero en escribir una monografía totalmente dedicada a la obra de Miró y publicada en 1940. Clement Greenberg y Alexandre Cirici-Pellicer, que también publicaron sus estudios sobre la obra, eran críticos de arte ya reconocidos en la época.6 La reflexión del brasileño adquiere singularidad por el hecho de enfocar su interés analítico en lo que podría ser la faceta psicológica del artista que ve en Miró, y de cómo esa psicología de creación definiría ciertas actitudes ante el arte. Al no tener la estructura de un
6 Sin embargo, sus textos difieren del que fue escrito por Cabral en lo que se refiere tanto al foco de interés original como al objetivo final, pues la elección del vocabulario guarda una afinidad mayor con el léxico propio de la pintura, en lo que respecta a sus técnicas y dominio. texto técnico ni la peculiaridad de una crítica rigurosamente especializada, el texto ofrece otras posibilidades de contacto con la obra, desde el punto de vista de los recursos y estrategias de creación de un artista que mantenía una relación intensa con sus propios medios de expresión. La práctica de la crítica se hace también desde un cuestionamiento personal, pero asumido a través de la alteridad artística. La fase creativa de Miró que Cabral seguía es la del trabajo con las series paralelas que algunos críticos denominan “pinturas lentas”, más reflexivas, y “pinturas espontáneas”, más gestuales, así como el trabajo gráfico, xilograbados y litografías en cuyas técnicas el pintor profundizaba su arte. Cabral también conocía la obra anterior de Joan Miró y apreciaba especialmente Constel·lacions, serie de la primera mitad de los años cuarenta, de la cual Barcelona es una continuación, realizada, sin embargo, a partir de técnicas de impresión. El análisis de la obra de Miró por João Cabral está fundamentado en propuestas como la búsqueda de renovación formal, el rigor, la aplicación de la norma externa al trabajo, la actitud psicológica. Dicha elección se corresponde con lo que serían aquellos puntos de inflexión con los cuales el poeta estaría madurando su estilo y su gramática personal. A través del ensayo se propone una interpretación nada obvia –en el sentido de que evitaba los términos más utilizados en los textos conocidos– demostrando una evolución pictórica en la obra de Miró que nada tenía que ver con la asociación de elementos del orden irracional, llamando la atención sobre otros problemas que deberían ser considerados como una manera milimétrica de componer, siempre atenta a soluciones plásticas que afirmaban el valor plano y dinámico de la superficie, basada en una actitud psicológica que no se traducía en directrices, sino que se relacionaba con el proceso mental de creación. Esa manera de criar –que el escritor percibía más típica de un artista cuyos recursos rigurosamente plásticos prevalecían sobre las evocaciones simbólicas– fue algo que intentó demostrar en la obra de Miró. Asimismo, planteaba otros argumentos que eran, para la interpretación vigente en la época (más típica del surrealismo) poco difundidos o menos considerados. La exclusión del dinamismo, así como el abandono del ritmo por el equilibrio en pro de una observación instantánea y según leyes específicas de organización, serán puntos centrales en la explicación de cómo evoluciona la pintura de Joan Miró desde una representación realista hacia la abstracción. Cabral parte de ese punto para empezar su exploración en sentido contrario: desde la evolución a la tercera dimensión –se pregunta– ¿cómo hacer el camino de regreso hacia la superficie? La respuesta está en que utiliza como parámetro la composición según la ve en la obra de Miró; composición que juzga accidental (en la medida en que no es precedida por una formulación teórica) pero coherente pues, mientras se elabora la obra, las soluciones van tomando forma según van surgiendo los problemas. Lo que destaca de la interpretación de Cabral es el cálculo previo a las tomas de decisión ante cada problema nuevo. Una cuestión surge en un momento dado del análisis, que parece aproximar a los dos artistas, y forma parte de la observación referencial, del proceso de aprendizaje que Cabral pone en marcha. Lo que él ve en la obra de Miró a partir de la mencionada trayectoria en busca de la superficie como receptáculo de lo dinámico (y que coincide con la época en que el pintor abandona los claroscuros en sus cuadros) lo ve con la intención de dialogar con su propia manera de crear. Percibe cómo esa intención toma cuerpo a partir de un trabajo de atención renovada y de un proceso de depuración paulatino y consistente, encaminado a consolidar ciertos “códigos de la realidad” cada vez más resumidos e identificados con un estilo mironiano de representación plástica que empieza a confirmarse con las composiciones minimalistas de Constel·lacions, donde la aparición de elementos va disminuyendo, prácticamente dejando solo espacio al trío plástico de estrellas, pájaros, mujeres. Sobre el catalán, afirma el poeta: “Miró no pinta cuadros. Miró pinta.” En esa aseveración se concentra un sentido primordial del análisis hecho por el crítico, que coincide con lo que el pintor Paul Klee definió sobre la importancia del proceso creativo en una declaración irónica dirigida a los que veían en algunas de sus obras solamente el sello de una elaboración infantil: “Como podéis percibir en aquel ejemplo ‘infantil’, yo realizo otras tareas aparte: también soy dibujante.” Según la hipótesis de João Cabral, “Miró pinta”: no se coloca ante el cuadro que está por venir, sino ante la pintura que vendrá. Esa pintura, él la ve tomar cuerpo a través de la tensión resultante del trabajo con la línea, de la constante redefinición de los rumbos de su creación. En la obra de Miró, Cabral observa el alejarse del resultado por parte del pintor como una concentración absoluta en el proceso, lo que lo aproxima al plano de la propia génesis de la pintura. En relación al resultado material, los esfuerzos del poeta culminaron con la publicación del ensayo, que lleva por título Joan Miró. La impresión del libro la llevó a cabo Enric Tormo en una tirada lujosa de apenas 130 ejemplares con xilograbados inéditos de Miró. En el mismo año de 1950 el texto fue también publicado en traducción al francés por la misma editora y con distribución exclusiva de la galería Maeght –representante del pintor fuera del continente americano– que adquirió todos los ejemplares para distribución. Joan Miró y Joan Prats se encargaron de hacer viable el proyecto, ofreciéndose como interlocutores entre el escritor y Aimé Maeght, incluso buscando, por cuenta propia, una casa editora para la obra. Hasta 1979 el ensayo no había sido publicado en castellano. Esa primera traducción la llevó a cabo una editorial latinoamericana (Fundarte de Caracas). Por lo que respecta la lengua catalana, habría que esperar hasta el año 2008, 58 años después de la primera edición, para que el estudio fuese traducido y publicado en dicha lengua, en edición trilingüe, que contiene el original en portugués y el texto en castellano (Joan Miró. Barcelona: KM 13.774). Esta edición marcó la publicación inaugural del ensayo en España. Más allá de la reflexión conceptual que contiene el ensayo, João Cabral también aborda las cuestiones relativas al pintor y a su obra a través de un texto poético. Ambos textos son complementarios, ya que su labor inquisitiva y orientaciones asertivas sobre su objeto tienen siempre naturaleza crítica y operan a través de una deconstrucción que tiene por objeto también una aproximación referencial. “O sim contra o sim”, poema del libro Serial (1959-1961), expone los “instrumentos” y técnicas utilizados por algunos artistas en sus respectivos procesos artísticos, valorizando lo que hay en ellos de máximo aprovechamiento del material específico de su arte. Del mismo modo que hace Georges Bataille en una de sus oposiciones más directas a la ortodoxia surrealista, este poema propone un “bajo materialismo” en lugar de elevación espiritual, destacando las estrategias tanto de extracción de la carga poética a partir del material y soportes de la propia creación, como de los modos específicos de tratarla. De esta manera, las relaciones semánticas en el poema están pensadas para aproximar el método artístico a una operación de precisión. Una de las estrategias que para ello utiliza es la función denotativa de las palabras. El poema está estructurado en bloques, que a su vez son divididos según sea el artista que aparece en su punto de mira. El rasgo común entre tales artistas es, en cierta medida, de naturaleza subjetiva, pues es establecido a partir de una elección particular del poeta y fundamentado en un tipo de composición artística que él ve como estimulante o inspiradora. En “O sim contra o sim”, a la presentación de dos escritores se sigue la de dos pintores, en un esquema binario seriado y que da preferencia formal al número par. Así pues, las estructuras binarias del poema presentan, respectivamente, a Marianne Moore y Francis Ponge, Joan Miró y Piet Mondrian, Cesário Verde y Augusto dos Anjos7, Juan Gris y Jean Dubuffet. Para el abordaje de la creación, tal como Cabral la percibe en Marianne Moore, Francis Ponge, Joan Miró y Piet Mondrian, él mismo deshace la posibilidad de una lectura con vistas a una mera abstracción de la obra, desde el momento en que pone su foco de atención en lo que la precede y da sustento: el método de trabajo y sus instrumentos particulares. Señala esos métodos como operaciones; pero la palabra “operación” la considera en su sentido denotativo específico como “acto de operar”, como manipulación de las manos e instrumentos con finalidad “quirúrgica”. Los dos escritores destacados son considerados “cirujanos” en la forma y uso que dan a sus medios creativos “cortantes”, de acuerdo con su “lápis bisturi”, como lo llama el poeta. Para referirse a Joan Miró y a Piet Mondrian, los instrumentos escogidos son las manos de los pintores, de las cuales ambos harían un uso igualmente “quirúrgico”. La síntesis, técnica y psicológica, en Miró está en la delicada operación descrita: cuando la mano derecha se vuelve incapaz por la costumbre, es sustituida por la izquierda. Por otro lado, esa depuración con la que se busca una línea exenta de condicionamientos viene dada por una imagen poéticamente inusual, en que la mano izquierda es injertada en el brazo derecho a fin de obtener el efecto deseado:
Miró sentia a mão direita demasiado sábia e que de saber tanto já não podia inventar nada. Quis então que desaprendesse o muito que aprendera, a fim de reencontrar a linha ainda fresca da esquerda.
Pois que ela não pôde, ele pôs-se a desenhar com esta até que, se operando, no braço direito ele a enxerta.
A esquerda (se não é canhoto) é mão sem habilidade: reaprende a cada linha,
7 Poeta brasileño prémodernista. Su poesía se destacó de la de sus coetáneos por las características innovadoras y expresionistas. cada instante, a recomeçar-se. (“O sim contra o sim”, Serial, p. 298, Obras completas)
La cuestión de la “incapacidad” de la mano derecha que se expresa en el poema tiene su correlación con lo que João Cabral defiende en el ensayo: un desafío de “desaprendizaje” llevado adelante por Miró, o un proceso en que retrocede hacia un grado cero o negativo del conocimiento técnico en relación a la pintura. En la radicalización antilírica propuesta por la imagen del injerto de la mano, procesado de acuerdo con la necesidad expresiva, convergen algunas de las cualidades de la pintura de Joan Miró más apreciadas por Cabral en su poética: intento de lucidez en la creación que implica una búsqueda e inauguración del proceso en cuanto invención de la trayectoria compositiva o desmontaje interno del proceso creador.
2.1.2 Prólogo a Em va fer Joan Brossa
En febrero de 1951, por iniciativa de la editorial Cobalto, se publicó Em va fer Joan Brossa como primer ejemplar de la colección denominada Calle Desierta. El libro salió con una tirada de apenas 300 ejemplares numerados. Contiene, en la contraportada, el retrato de Joan Brossa en una ilustración de Joan Ponç. Esa colaboración de producción que se estableció entre los “dos Joan”, Cabral y Brossa, se había iniciado en 1949 con una selección de poemas hecha por el brasileño y posterior edición de la primera obra impresa del catalán, Sonets de Caruixa –una plaquette grabada integralmente con una máquina de imprenta Minerva de propiedad de Cabral– contando también con otra colaboración, la del grabador y tipógrafo Enric Tormo y bajo la dirección de Rafael Santos Torroella. Según el nombre revelador de la colección (Calle Desierta): “Anomenada d'aquesta manera perquè expressava el sentiment d'absència generalitzada i de depauperació cultural de l'època.” (VIDAL OLIVERAS, 1997, p. 217), las iniciativas editoriales en aquel tiempo en que se vivía una situación de precariedad debido a la posguerra reflejaban un acto extremo. Teniendo en cuenta ese panorama que no alentaba la cultura, en un ambiente de prohibición de publicaciones en catalán, la iniciativa de Cabral, al encargarse él mismo de editar la obra Sonets, puede ser vista como un acto revolucionario; asimismo configura un discreto, pero no por ello menos eficaz, mecenazgo que el poeta asumió en relación a las obras de artistas de aquel entorno. El prólogo de aquella edición de Em va fer Joan Brossa es de autoría del poeta brasileño. A propósito de él y del libro, Joan Brossa dice: