HISTORIA DEL PASILLO Museo del Pasillo

Resumen

Inicios del S. XIX Este género alcanzó su “nivel de conciencia”, entre los músicos populares de las regiones o territorios correspondientes a las actuales repúblicas de: , , Panamá, , a inicios del siglo XIX, en la época de las guerras de la independencia Sudamericana; luego, en la segunda mitad del siglo XIX, el pasillo se consolidó, por su mayor difusión, presencia en los bailes de salón, retretas y la circulación de partituras.

Finales del S. XIX En el último tercio del siglo XIX, aparecieron las primeras composiciones escritas,1 entre otras obras, pasillos, de los músicos que estudiaron en el Conservatorio de Quito, fundado por García Moreno (1870 – 1877).

Siglo XX El pasillo se bailó en Ecuador, hasta los años cincuenta y sesenta, del siglo XX. Pedro Pablo Traversari, en su estudio inédito El arte en América (1902), sobre el pasillo indica sus figuras eran parecidas a las del “Valzer pero más ligero y saltado”.2

1 Aparicio Córdova: Los Bandidos, ¿Te vas?; Carlos Amable Ortiz Merizalde: A unos ojos; Ay, qué hermosa eres; Corazón de madre; Corazón que sufre; Di que me amas; El artillero; El proscrito; Flor del mal; Glorias de la vida; Habla corazón; Ilusión perdida; La patria en el Ecuador (1881); Los trece; Mi corazón en pedazos; Mi dolor; Nieto del cuy; No te olvidaré; Perdona; Plegaria; Reír llorando; Soñarse muerto; Un solo beso. Francisco A. Ramos: Mis lágrimas José Ramos: Mucho te extraño; Tú no sabes cuánto te quiero Enrique Córdova: Primeras quejas, etc. 2 Traversari, Pedro Pablo, El Arte en América o sea historia del arte musical indígena y popular, manuscrito, 1902. [Este manuscrito incluye ocho pasillos colombianos y tres pasillos ecuatorianos].

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Contenido

Pasillo ...... 3 Definición ...... 3 Proceso de cambio cultural ...... 7 Innovación del pasillo...... 8 El valse en la ...... 10 Hipótesis sobre el origen del pasillo en el Ecuador ...... 13 Funcionalidad del pasillo ...... 17 Organología...... 17 Bibliografía ...... 20

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Pasillo

El pasillo es una música viva, vigente, una expresión dinámica en constante innovación, un producto artístico urbano y mestizo. Su origen es colectivo y multinacional. Este género resonó, alcanzó su “nivel de conciencia”, entre los músicos populares de las regiones o territorios correspondientes a las actuales repúblicas de Venezuela, Colombia, Panamá, Ecuador, a inicios del siglo XIX, en la época de las guerras de la independencia Sudamericana; luego, en la segunda mitad del siglo XIX, el pasillo se consolidó, por su mayor difusión, presencia en los bailes de salón, retretas y la circulación de partituras.

El pasillo es el ejemplo de un proceso de innovación, donde el préstamo cultural produce un crisol, que es la síntesis de la conjunción del vals, con el yaraví andino y otros elementos del paisaje sonoro e idiosincrasia del área geográfica conocida como la Gran Colombia. El pasillo es el resultado de la hibridación transcultural, basada en la fusión de distintos elementos musicales, poéticos y coreográficos procedentes de varias regiones, con diferentes perfiles sociales y culturales.

Definición

El pasillo es un género musical popular (de tradición auditiva) y académico (de tradición escrita), pertenece al sistema rítmico de y al sistema rítmico–morfológico de canción, se escribe en compás de ¾ (metro ternario simple). Su estructura responde a la forma: A – B – B; a veces A – B – C, con introducción o estribillo de 4 a 8 compases. Generalmente es interpretado por un solista, con acompañamiento instrumental (monodia acompañada) y está construido en esquemas biestróficos o triestróficos, precedidos y continuados por estribillos o interludios instrumentales. Durante las últimas décadas, en el Ecuador han predominado los pasillos compuestos en tonalidad menor. En la melodía de varios de ellos, se evidencia la pentafonía andina con notas de paso o “píen”, o la heptafonía, con base pentafónica.

El tempo, la cifra metronómica aproximada del pasillo serrano es: negra = 96. Para el pasillo costeño, el tempo, la cifra metronómica aproximada3 es: negra = 114. Desde el punto de vista estructural, el

3 Ejemplo de pasillo costeño: “Guayaquil de mis amores”; ejemplo de pasillo serrano, “Sendas distintas”. Ahora, al menos en las grabaciones, la velocidad metronómica, el tempo, tiende a unificarse a: negra = 114.

3 pasillo, como sistema rítmico de danza, usa un ritmo de base constituido por: 2 corcheas, silencio de corchea, corchea y negra.

En sus inicios, el pasillo fue un género musical bailable, de “pareja entrelazada”, propio de los estratos populares, que rápidamente fue ganando espacio, por ser un “baile de pareja unida”; surgió como una respuesta contestataria a los elegantes bailes de salón de la burguesía . El nombre de pasillo, se debe a la forma como se bailaba, “con pasos cortos y rápidos”.

Los primeros pasillos, gestados por los músicos populares, se transmitieron de un grupo a otro, sin partituras.4 En el último tercio del siglo XIX, aparecieron las primeras composiciones escritas,5 entre otras obras, pasillos, de los músicos que estudiaron en el Conservatorio de Quito, fundado por García Moreno (1870 – 1877). Las bandas de música, en los siglos XIX y XX, propiciaron, primero, la difusión de pasillos, en retretas, bailes y otros eventos, y desde las primeras décadas del siglo XX, la difusión de pasillos, a través de grabaciones discográficas. En el siglo XIX, hubo pasillos instrumentales bailables, preferentemente en tonalidad mayor. El pasillo se bailó en Ecuador, hasta los años cincuenta y sesenta, del siglo XX. Pedro Pablo Traversari, en su estudio inédito El

4 Pasillos anónimos: El aguarico, Adiós palomas blancas; Solteros alegres; Petita Pontón (compilación: Lidia Noboa); Belleza riobambeña (1907); etc. 5 Aparicio Córdova: Los Bandidos, ¿Te vas? Carlos Amable Ortiz Merizalde: A unos ojos; Ay, qué hermosa eres; Corazón de madre; Corazón que sufre; Di que me amas; El artillero; El proscrito; Flor del mal; Glorias de la vida; Habla corazón; Ilusión perdida; La patria en el Ecuador (1881); Los trece; Mi corazón en pedazos; Mi dolor; Nieto del cuy; No te olvidaré; Perdona; Plegaria; Reír llorando; Soñarse muerto; Un solo beso. Francisco A. Ramos: Mis lágrimas José Ramos: Mucho te extraño; Tú no sabes cuánto te quiero Enrique Córdova: Primeras quejas, etc.

4 arte en América (1902), sobre el pasillo indica sus figuras eran parecidas a las del “Valzer pero más ligero y saltado”.6

Aunque algunos pasillos del último tercio del siglo XIX, preferentemente creados por los primeros alumnos del conservatorio de Quito, se interpretaban y bailaban en los salones de la aristocracia, es común referirse al pasillo como un “género musical popular”. El pasillo, es una manifestación cultural transmitida en buena parte por tradición auditiva – oral. Los repertorios creados por los músicos populares, no contaron con registros, crónicas, notas de prensa, eran obras que circularon anónimas, desde las primeras décadas del siglo XIX. El pasillo surgió como un género impugnador - contestatario, ¿contestatario de qué?, de los aristocráticos bailes de sociedad o salón, principalmente del vals y el español. El pasillo surge de la pugna y contradicciones que se vivían entre peninsulares y criollos; civiles y religiosos; indígenas y mestizos; administradores y el clero. Es la síntesis de la nueva personalidad hispanoamericana; es la consecuencia lógica de un sentimiento prenacionalista. Algunas añejas notas de periódicos, señalan la manera como el pasillo fue ganando espacio en el gusto popular, hubo pugnas y contradicciones.

El pasillo, no es algo externo que se ve, es algo que se articula, se construye, es una práctica de consumo y goce: “toda práctica de consumo cultural implica el goce – que no se trata de operaciones de reconocimiento de una identidad previamente construida sino de la misma construcción de esa identidad en la confluencia de todos los practicantes – músicos y públicos”7.

Prototipos. El alma en los labios, poesía: Medardo Ángel Silva, música: Francisco Paredes Herrera; Sombras, poesía: Rosario Sansores, música: Carlos Brito Benavides; El aguacate, letra y música de César Guerrero Tamayo; Sendas Distintas, autor, compositor: Jorge Araújo Chiriboga; Ángel de luz, letra y música de Benigna Dávalos; Guayaquil de mis amores, letra: Lauro Dávila, música: Nicasio Safadi; Invernal, poesía de José María Egas, música de Nicasio Safadi; Alma lojana, letra: Emiliano Ortega, música Cristóbal Ojeda Dávila; Faltándome tú, letra y música de Carlos Falquez.

6 Traversari, Pedro Pablo, El Arte en América o sea historia del arte musical indígena y popular, manuscrito, 1902. [Este manuscrito incluye 8 pasillos colombianos y 3 pasillos ecuatorianos]. 7 Simon Frith, citado por Alabarces, 2005:6

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Introducción

La música se supone inscrita en un contexto socioeconómico y tiene como actor principal al hombre. El pasillo, género, ritmo, aire, especie, forma musical, generalmente fue estudiado sin “competencia musical”, y sin una adecuada “audiolectura”, bajo la óptica de la folclorología tradicional, la historiografía, la crónica periodística. En el estudio del pasillo el análisis socio antropológico es casi nulo. La visión del producto musical siempre fue externa. La folclorología estudió al pasillo como si fuera un objeto aislado, lo estudió cual si mirase a una flor, superficialmente y no miró a la planta, ni al jardín. El pasillo, fue estudiado como expresión romántica, muchas veces los estudios se quedaron en la simple adjetivación: triste, alegre, bailable, melancólico, etc., no es suficiente la “calificación”, es necesario el análisis.

La vida social moderna se ha organizado a través del Estado Nacional. La nación, es una comunidad política imaginada, la música nacional, los géneros musicales nacionales, son “construcciones ideológicas” (Martí, 2004:4), convencionalismos, que por acuerdos implícitos, considera como verdaderas a las normas que rigen el entorno musical. En la retórica formal, para legitimar sus intereses, la élite, las disqueras, algunos músicos, poco a poco han ido incluyendo como parte de la nación, de lo nacional, a los géneros musicales mestizos.

La creación musical es una producción simbólica, dinámica. El estudio de los géneros musicales ecuatorianos se ha centrado en los supuestos “orígenes” y en la búsqueda de qué porcentaje de una música está presente en otra, también ha habido enfoques etnocentristas o de “receptores pasivos”. Los géneros musicales no han sido asumidos en su dimensión histórica viva, como un todo orgánico, como productos sonoros involucrados en los procesos de “transculturación”, “interinfluencia”, “innovación”, o “interrelación continua”.

Cuando nos referimos a los géneros musicales mestizos, estamos hablando de una música que hasta hace pocas décadas era omitida por la academia, la musicología. La música popular por mucho tiempo fue considerada, y en algunos estratos, lo sigue siendo, una música de segunda categoría, la música de la plebe, música de cholos, indios, una música vulgar. La música es un arte espontáneo que bien se puede practicar sin el conocimiento de reglas teóricas.

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Con especulaciones de carácter etnicista y esencialista, para consolidar las ideas de pureza, autenticidad, nacionalidad y lo mestizo, los géneros musicales y sus , han sido usados como emblemas regionales, o como “emblemas de distintos sectores sociales que se identifican con la música, la letra, los compositores o intérpretes” (Alonso Bolaños, 2008:133).

La cultura, las expresiones musicales, los géneros musicales, son conceptos amplios (supra étnicos, supra nacionales, supra territoriales), que no se quedan, que no terminan en las fronteras étnicas o políticas; sin embargo, hay la tendencia de asociar a los géneros musicales, con sociedades concretas, con presupuestos étnicos de carácter etnocrático.

Proceso de cambio cultural

En el estudio del pasillo, lo fundamental no es encontrar la “partida de nacimiento” o su “fe de bautismo”, ni debe centrarse en el problema superficial de los “orígenes”. El género musical pasillo es un producto cultural multinacional de estructura cambiante, no es algo estático e inmutable. Cuestiono las categorías de música nacional y música ecuatoriana atribuidas al pasillo, cuando su génesis, circulación e interrelación social y cultural, es multinacional; el pasillo es una expresión dinámica de grandes corrientes que se entrecruzan. Es peligroso caer en el anacrónico determinismo de los límites geopolíticos, donde el hombre está moldeado por el paisaje y la música delimitada por la frontera.

A través del tiempo, con especulaciones de carácter esencialista y etnicista, se han dado varias hipótesis sobre la autenticidad y nacionalidad del género musical pasillo. Con fuerte repercusión en el imaginario social, por ejemplo, en algunos círculos de radiodifusores y periodistas, sobre el pasillo se repiten adjetivos, hipótesis contradictorias, estereotipos. No faltan quienes creen que la “auténtica” música nacional ecuatoriana, es el pasillo; ese etnocentrismo impide comprender a cabalidad que el pasillo es un producto cultural multinacional, ligado a entramados culturales, agentes sociales, significaciones, valores, funciones, usos, formas, etc.

La hibridación transcultural, el proceso de cambio cultural, implican cambios en la conducta social y por lo tanto en la cultura. El cambio se origina cuando hay alguna alteración importante en las condiciones de

7 vida de una sociedad. El pasillo se gestó en la primera mitad del siglo XIX, hay que recordar que en esa época, las guerras de la independencia fueron la culminación de la coyuntura de crisis del sistema colonial americano. Ese contexto histórico fue el caldo de cultivo que propició el surgimiento del pasillo.

Una expresión musical es realmente un producto de la influencia de estos fenómenos en los niveles conceptuales de sus creadores. La música no está concebida como una mera organización de sonidos, sino más bien como partes integrales de un lenguaje total perteneciente a una sociedad dinámica. El pasillo surge con la república, es la expresión del nuevo contexto cultural.

Innovación del pasillo

El vals, el bolero español, el yaraví, son varios de los géneros musicales vinculados con la génesis del pasillo. La mayoría de musicólogos, historiadores, etc., coinciden en señalar que el pasillo se originó del vals, es decir que el género musical vals fue la matriz y este fue “modificado”, “reemplazado”, “innovado” por el pasillo, ¿cómo fue ese cambio, esta variación - síntesis? En todos los tiempos y en todas las culturas ocurren variaciones, estas a menudo son imperceptibles, leves, pero es inmenso su efecto acumulativo. Como lo señala Alejo Carpentier, al mencionar el “chuchumbé”, [los géneros musicales], no nacen por “generación espontánea” (Carpentier, 1988:57).

El historiador ecuatoriano José María Vargas, sin sustentar su afirmación, sitúa el pasillo en la época colonial, como “expresión de regocijo navideño” (Vargas, 1988:38). Jorge Áñez (colombiano), señala que no se han encontrado documentos que mencionen al pasillo en los siglos XVII o XVIII. El mencionado autor, dice:

El pasillo no es exclusivo de nuestra tierra [Colombia], puesto que también lo tienen Venezuela y Ecuador. Los neogranadinos lo llamaban valse del país, y actualmente en Venezuela se conoce con el nombre de valse. Más como también sabemos, ha sido imposible señalar en cuál de estas naciones -Ecuador, Venezuela, Colombia - se meció la cuna del elegante y típico ritmo. En cuanto a Colombia se refiere, tampoco pudiéramos decir en qué Departamento’ se cantó o se bailó el primer pasillo (Añez, 1970: 19).

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En la revista quincenal de Caracas, Venezuela, El Cojo Ilustrado de 1915, hay el siguiente dato:

Hace 70 u 80 años (ca. 1835?) los minuet, el montonero o nacional, llamado más tarde, en la época de Rosas, el sideral, el vals, la , baile al que era aficionadísimo el general Urquiza, razón por la que, en los bailes dados en su honor se’ tocaba cada cinco minutos; la colombiana, hoy completamente desconocido, el paspié, el rigodón, y finalmente, el , prohibido por el obispo don Juan José Peralta, bajo pena de excomunión mayor (Milanca, 1993:101-102). 8

Los primeros pasillos también eran conocidos como “valses al estilo del país” o “colombianas(os)” ¿Cómo se explica la vigencia de “la colombiana” o pasillo en Buenos Aires, aproximadamente en 1835? En las guerras de la independencia, por ejemplo en la Batalla de Riobamba (21 de abril de 1822), participaron soldados argentinos (los “Granaderos”) al mando del Coronel José Lavalle.

El 24 de mayo de 1822, en la batalla del Pichincha, junto al general Antonio José de Sucre, lucharon soldados quiteños; soldados caucanos, enviados por Bolívar; el batallón Albión, integrado por soldados ingleses, irlandeses, franceses, y uno que otro germano; oficiales venezolanos y neogranadinos, argentinos, chilenos, peruanos, algunos soldados paraguayos y uruguayos. La batalla de Pichincha, fue una gran cita internacional – patriótica. Luego de las guerras de la independencia, la mayoría de los soldados músicos retornaron a sus países, unos pocos se radicaron en el actual Ecuador, tal fue el caso del director de bandas Juan José Allende (argentino), quien incluso presentó al Congreso del Ecuador, una propuesta de Himno Nacional.

El colombiano. Varios periodistas, radiodifusores, y estudiosos del pasillo, sin haber profundizado las acepciones de la palabra “colombiano”, dicen simplemente: “el pasillo es colombiano” e irreflexivamente renuncian a la génesis y aporte quiteño y multinacional del pasillo. A inicios del siglo XIX, ¿qué se entendía por “Colombia, colombiano(a)?”. En la batalla de Tarqui, ¿no fueron cuatro mil bravos “colombianos” los que derrotaron al ejército peruano? Nadie cuestiona, ni duda que en la Batalla de Tarqui, entre los “bravos colombianos”, hubo un altísimo número de soldados quiteños, del entonces “Distrito del Sur”. La palabra “colombiano(a)”

8 La fecha en el paréntesis es nuestra. El Cojo Ilustrado, febrero 15, 1908.

9 actualmente es el gentilicio de los ciudadanos nacidos en el territorio colombiano, pero en el contexto de la primera mitad del siglo XIX, tenía otras acepciones. La palabra Colombia - el pasillo, fueron el cordón umbilical que unieron a la región. Colombia fue el sueño de los venezolanos Francisco de Miranda y Simón Bolívar, y de los ecuatorianos, José de Antepara, Eloy Alfaro, y otros.

El “pasillo o colombiano”, fue gestado y conocido por los músicos populares, en las primeras décadas del siglo XIX, es decir, en época de las guerras de la Independencia Grancolombiana. La ausencia de partituras de los pasillos que se cantaban en esos años y que perviven en la tradición musical, refuerza el argumento de que este género musical nació entre los músicos populares, sin estudios musicales formales, quienes desconocían la escritura musical.

El valse en la Gran Colombia

Varios fueron los caminos que recorrió el vals, en su migración interamericana. En el puerto de Guayaquil, el vals se conoció a fines del siglo XVIII e inicios del siglo XIX: El inglés William Bennet Stevenson, quien vivió en Quito entre 1808 y 1811, y recorrió algunas regiones del actual Ecuador, sobre los pasatiempos favoritos de los guayaquileños, dejó este valiosísimo testimonio, muy importante para entender la innovación del vals y el nacimiento del pasillo, “la gente de aquí prefiere los valses y los bailes escoceses a cualquier otro tipo de baile” (W. B. Stevenson, 1994:366). Por lo expuesto, el vals se conoció en la Real Audiencia de Quito, antes de las guerras de la independencia.

En el proceso de innovación, además de la variación, también se da la invención, es decir hay un cierto grado de creatividad y generalmente es la síntesis o transferencia de técnicas. Entre los pueblos de una misma cultura o culturas relacionadas, por otra parte, las invenciones paralelas son extraordinariamente comunes. La cultura proporciona los mismos elementos constitutivos a mucha gente, y si una persona logra la síntesis es probable que otros lo hagan. La oficina de patentes ofrece millares de ejemplos (Murdok, s.f.: 5).

Existe un campo donde todo es información. Podríamos hablar de la resonancia mórfica. Al estudiar los orígenes del tango, ahora se dice que el tango nació en el área cultural del “Río de La Plata” (Argentina y

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Uruguay), y es así como ha sido reconocido por la Unesco, como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

El pasillo nació en la región Grancolombiana [Colombia], en la zona geográfica actualmente ocupada por las repúblicas de: Venezuela, Colombia, Panamá y Ecuador, pueblos hermanos con gran afinidad cultural. En los salones aristocráticos de los países mencionados, las “danzas de sociedad o salón” eran las mismas: contradanza, minué, rigodón, la chacona, el paspié, el valse, el bolero español, avanzada la fiesta, muchas veces a hurtadillas: el fandango, repertorios interpretados en instrumentos tales como: la vihuela, guitarra, arpa, pífanos, violines, tambores, posteriormente el piano forte, etc.

El vals hasta alcanzar las características iniciales de pasillo, se modificó o se innovó principalmente en el nivel rítmico: las figuras coreográficas de baile de salón o sociedad, eran lentas y ceremoniosas:

…muy despacio y con movimiento semejante al de un buque anclado (...) había el valse del desmayo, en que la música hacía en la segunda parte una larga cadencia y calderón (...) i el parejo con una rodilla en tierra fingía [sic] recibir en los brazos a la parte contraria. Los Matachines, 1855), a las variantes de a la “bombé, la valenciana, la capuchinada, el piojito (...) (de valse “sereno y con los pies como antes, sino que se culebrean y se hacen cabriolas, subiendo y bajando los hombros, remeneándose que ni negra, por caderas, nalgas y todo (Carrasquilla, 1952:2098).

A menudo lo que se toma prestado, es la “forma externa” de una costumbre o hecho cultural nuevo, y no su significado. Se produce la modificación, es decir, se toma prestada la idea general de un rasgo cultural ajeno. La gran mayoría de bailes de los siglos XVII y XVIII, eran bailes de pareja separada o figuras sueltas, el vals causó furor en los salones aristocráticos de Europa y América, por ser un nuevo baile de parejas juntas, en la que por primera vez se permitía a las parejas tomarse de las manos y cintura, para dar vueltas alegremente. El pasillo, desde sus inicios también fue un baile de parejas “juntas o agarradas”. Los países de la Gran Colombia necesitaban una nueva propuesta ética y estética; una nueva “alternativa” que progresivamente logró la aceptación social. ¿Por qué se produjo esta aceptación?, porque se contó con un género musical forjado por la propia sociedad (pueblos de la Gran Colombia) y hubo impacto favorable.

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El vals europeo de tonalidad mayor, fue el eje de un “sincretismo musical” que dio como resultado nuevos géneros musicales latinoamericanos: el citadino, el pasaje llanero, el galerón, el valse criollo, el valse canción (Salazar, 1991:11), el vals tropical cubano (Carpentier, 1988:15), el valse cachaco con zapateo, valse peruano, valse de salón, el pasillo, etc. El valse sigue vigente en toda Latinoamérica, cada región le impuso un toque singular. ¿Qué le brindó la región Gran Colombiana al vals - pasillo?, el yaraví; la alegría del fandango, la pentafonía, nuestra sicología y lenguajes; el tiple; la bandola, el bandolín. ¿Pero, solamente los bailes plebeyos o géneros musicales mencionados aportaron a la génesis del pasillo? No, también es posible detectar en el pasillo, la influencia del bolero español – la seguidilla. Según el maestro Julio Bueno, el aporte europeo está presente en:

[La] Armonía influenciada por los sistemas armónicos occidentales: Presencia del sistema de pensamiento musical tonal-funcional (cadencias auténticas T-S-D-T) Influencias modales lídicas y dóricas, contradominante del bolero español (Bueno, 2010:8).

El bolero español. La diversidad musical latinoamericana conserva puntos de aproximación, hay especies o géneros musicales, considerados locales que “tuvieron orígenes comunes en la música popular española del renacimiento y el barroco y que, más allá de las coloraciones que insistimos en sentir como propias, poseen elementos comunes que les emparientan y unifican” (Tello y Miranda, 2011:101). Estas especies o géneros musicales, conforman “complejos etnomusicológicos”, por ejemplo, la , que abarca casi la totalidad del continente americano, deriva en la peruana, la chilena, el albazo ecuatoriano, entre otros.

Por testimonio de William Bennet Stevenson, conocemos de la vigencia en Quito, de la bolera o bolero español, a inicios del siglo XIX. Stevenson escribió: “(...) en general imitan la bolera española. En la mejor sociedad están de moda los minués, y comienza a adoptarse la contradanza, el animado baile escocés, etc.” (Stevenson, 1996:137-138). En un artículo anónimo, publicado en el periódico El Tiempo de Quito, del 6 de diciembre de 1892, también se menciona al bolero español:

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Determinados músicos quiteños no pudieron alcanzar la altura que de ellos se solicitó [para la composición del Himno Nacional], y no fue dable, en consecuencia, acoger ninguno de los ensayos artísticos, ora porque unos eran una especie de yaraví incaico; ora porque otros parecían un bolero español y una seguidilla veneciana, cuando porque la generalidad de los proyectos, antes que para música marcial, eran a propósito para místicas rogativas... (Espinosa Pólit, 1999:164-165).

José Modesto Espinosa (Quito, 1833 – 1916), en “Artículos de Costumbres”, en 1899, publicó una selección de varios de sus escritos periodísticos, en el que se incluyó este fragmento: “... pues cuando ayer no más bailaban con pies y manos el bolero terrorista, una de las mudanzas arregladas por él al compás de las seguidillas del No se puede, no se puede, Olvidar lo que se quiere...” (Espinosa, Clásicos Ariel 52, s.f.:122).

En la génesis del pasillo, además del vals, hay aportes del bolero español, son los dos grandes aportes europeos. El criterio de la influencia del bolero español en la génesis del pasillo, y las analogías entre estos géneros, lo he discutido con varios prestigiosos musicólogos españoles, y también es una versión que sostiene el compositor ecuatoriano Julio Bueno. He comprobado que algunos musicólogos españoles, al escuchar por primera vez un pasillo ecuatoriano, preferentemente en tono mayor, inmediatamente lo asocian con el “bolero español”. (El bolero español se escribe en compás ternario de subdivisión binaria; es muy diferente al actual bolero cubano o mejicano. El bolero español se bailó en Quito, durante todo el siglo XIX). La influencia del bolero español en el pasillo grancolombiano es especialmente notoria en el nivel rítmico, en el acompañamiento, en las “llamadas”, los “bordones” de la guitarra o bajo. Hay que destacar que es muy conocido y está vigente, el tema El Lojanito, un bolero al estilo español (género musical) del compositor Salvador Bustamante Celi. Aunque el pasillo surgió como una danza y género musical impugnador - contestatario, opuesto a la música de la clase dominante, sin embargo el bolero español se adentró en el pasillo y, consecuentemente, en nuestro subconsciente musical.

Hipótesis sobre el origen del pasillo en el Ecuador

Hay algunos autores que relacionan al pasillo con géneros tan disímiles como el yaraví, el fado, o el sanjuanito. El hecho sonoro al tener varios

13 niveles (diferentes núcleos de estructuración y modos de articulación), admite una amplia gama de elementos. Por ejemplo, como hemos visto, en el nivel rítmico (agógica) hay influencia del vals (3/4); en el nivel melódico, es evidente la influencia y el aporte de la pentafonía andina – el yaraví; en el nivel tímbrico (organológico), aunque no son instrumentos locales, para interpretar pasillos, las clases populares usan instrumentos transculturizados como la guitarra, el bandolín, el arpa, el requinto, etc.; en el nivel lingüístico expresivo, hay aportes en la temática de los textos, la estructura literaria, del romanticismo y modernismo.

La pentafonía está presente en la música universal, tanto en las culturas china, húngara, turca, incluso en el blue norteamericano. La pentafonía tiene paralelismo modal (es al mismo tiempo mayor y menor) y bicentralismo tonal (tiene dos tónicas, ejemplo: do mayor y la menor). En el actual Ecuador, la pentafonía, tiene una presencia notable en la música llamada andina. Tenemos pasillos antiguos, como Los Ayes o Mis Lágrimas, El Aguarico, donde la pentafonía, en su base modal es evidente. También hay pasillos heptafónicos, especialmente del estilo llamado “rockolero”, con una base pentafónica, donde es común el uso de notas de paso o pien, por ejemplo, en el pasillo El Pañuelo Blanco del compositor Fausto Galarza Poveda, grabado por el cantante Héctor Jaramillo.

En algunos pasillos antiguos, predominó la tonalidad mayor, el uso de terceras paralelas, fueron repertorios instrumentales, bailables, interpretados por las bandas de músicos, el piano, las estudiantinas,

14 guitarras acústicas. En la interpretación del pasillo, ha habido etapas de búsqueda, ya sea en la agógica, los ensambles, temáticas, estilos, etc.

El yaraví mestizo, género musical muy en boga el siglo XIX, hasta los años cincuenta del siglo XX, aportó al pasillo, especialmente en el nivel melódico y en la agógica. Rafael Sojos Jaramillo, en 1917 alertaba sobre el “abuso de componer pasillos”, obras “calcadas en las vagas notas de nuestros yaravíes.”9

Hay autores que hablan sobre la “yaravización del pasillo”. Para entender la evolución del pasillo, de género musical bailable, a expresión lírica (cantable – pasillo canción), o lo que comúnmente se conoce como “pasillo serrano” (más lento y triste), es necesario tomar en cuenta, la influencia del yaraví, en ese caso, la influencia fue preferentemente en la agógica, en la velocidad, y en el nivel lingüístico - expresivo. Este cambio de agógica también se produce, por la funcionalidad que se le da al pasillo y por los espacios que va ganando especialmente en la discografía y en la radiodifusión.

El pasillo sale del salón de baile, o la fiesta de “arroz quebrado” y se convierte en el repertorio favorito de las bandas institucionales, de los músicos aficionados que se reúnen en las peluquerías, o las estudiantinas gremiales o barriales. El pasillo fue repertorio obligado de las serenatas, grabaciones, audiciones de radio, veladas, tertulias familiares, etc. Se dio énfasis a la poesía – melodía, el pasillo canción.

Luego de una exitosa gira por México, a fines del año 1955, retornaron al Ecuador, el Trío Los Embajadores con su requintista Guillermo Rodríguez, quien se convirtió en el apóstol y referente del nuevo y novedoso cordófono. En el estudio de grabación de IFESA, en La Lagartera, en los auditorios de las emisoras de Guayaquil, Quito, Cuenca, Riobamba, Loja, rápidamente el requinto se convirtió en el instrumento de moda. Pepe Dresner, Rosalino Quintero, Carlos “Loco” Montalvo, Bolívar Lara, Segundo Bautista, Abilio Bermúdez, etc., adoptaron al requinto, para sus ensambles, para interpretar pasillos, valses, y otros géneros populares de Ecuador y Latinoamérica. Especialmente los estribillos de los pasillos grabados desde el segundo lustro de los años cincuenta, se impregnaron de un novedoso virtuosismo, dado por el requinto, se habla de la bolerización del pasillo, que alcanza su clímax, con el requintista Homero Hidrobo.

9 Sojos, Rafael. Sin título, manuscrito inédito sobre música ecuatoriana.

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Acorde a los tiempos y la moda, ahora jóvenes baladistas que incursionan en el pasillo, como por ejemplo los cantantes: Juan Fernando Velasco, Pamela Cortez, o el arreglista y compositor Cristian Mejía, en sus interpretaciones y composiciones, impregnan el estilo, inflexiones de voz, “dejos”, de la música pop.

Sanjuanito: El periodista (no músico) Gerardo Falconí R., fue uno de los más ardientes defensores de la hipótesis que sostiene que el pasillo representa la evolución del sanjuanito. Falconí escribió:

(...) el pasillo ecuatoriano que representa una evolución del sanjuanito nativo, enriquecido por las formas, variantes y complementos que reabsorbía de la música y danzas picarescas ya predominantes en otras ciudades de América, pero conservando siempre su estirpe incaica, entristecida en el dolor del vencimiento que rezuma la raza (Falconí, 1988: 41).

El pasillo es un género musical ternario, por lo que se descarta la hipótesis que sugiere que el pasillo surgió de la “evolución del sanjuanito” (2/4). Al igual que el yaraví, se podría decir que el sanjuanito influyó y aportó al pasillo, pero en el nivel melódico. Este hecho es evidente, por ejemplo, al analizar el antiguo pasillo El Aguarico.

Algunos “valses” en América se bailaban con mucha lentitud; había el “valse de desmayo” en el que las parejas parecían “buque anclado”, estos valses, se impregnaron de alegría y agilidad (cabriolas, remeneos, culebreos, volantines y maromas) y dieron como resultado el pasillo bailable.

Mezclar los formales y aristocráticos bailes de salón, con las canciones populares o repertorios de los bailes de “arroz quebrado”,10 es una vieja costumbre regional. Avanzada la fiesta, en horas de la madrugada, animados por el licor, comenzaban a “zapatear”, a bailar la prohibida: yapanga, la puerca raspada, el rasca tetas, el toro rabón, el costillar, etc. De esta manera, en el proceso de cambio cultural, en búsqueda de una expresión propia, se logró la aceptación social y la síntesis de un nuevo género musical llamado pasillo.

10 Bailes de los estratos populares, de la gente pobre.

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Fado: Algunos melómanos afirman que el pasillo tiene su origen en el “fado”. No hay relación directa entre el pasillo y el fado. El fado está en compás de cuatro tiempos, el pasillo está en compás de ¾.

El fado, está vinculado con hado, destino, fuerza que según los antiguos obraba irresistiblemente sobre los hombres y los sucesos. Hado es la suerte, lo que nos sucede con el discurso del tiempo. Quienes encuentran analogías entre el fado y el pasillo, quizá se refieren a los niveles: “lingüístico-expresivo”, “tímbrico-organológico” y a la visión y apreciación de la existencia humana. En ambos géneros musicales (pasillo, fado), en algunos textos de las canciones, expresan sentimientos de desdicha, nostalgia, sufrimiento y añoranza, incluso la dualidad “alegría, tristeza”.

Característica común, tanto del fado, como del “pasillo canción”, es el acompañamiento de guitarra(s). En la interpretación vocal (nivel tímbrico-organológico), en ambos géneros, hay inflexiones vocales “un timbre vocal quejumbroso y quebrado” (Valls, 1970: 145). No hay pruebas de una directa interinfluencia.

Funcionalidad del pasillo

En cuanto a su funcionalidad o lugares de ejecución, el pasillo es un género polifuncional. En Ecuador, en los siglos XIX y parte del siglo XX, el pasillo estaba presente en las retretas urbanas, reuniones familiares o sociales, en los bailes de salón, y luego, en las serenatas, reuniones de los gremios, en las peluquerías y programaciones radiales. Desde los años sesenta hasta los años noventa, el pasillo reinó en las rockolas de pequeños negocios, picanterías, cantinas, festivales, etc. En los últimos años, esporádicamente el pasillo también se escucha en salas de concierto, alguna programación de la televisión ecuatoriana, festivales, en formatos multimedia, en las plataformas digitales YouTube, iTunes, Spotify, etc.

Organología

En el Ecuador, el nivel tímbrico, organológico (instrumentos musicales) del pasillo, ha variado. En el siglo XIX, en el seno familiar o entre amigos, se usaron: guitarras, bandolines, arpa; en los bailes de salón: piano acústico, flauta, violín; en las estudiantinas parroquiales o gremiales, en las peluquerías: guitarras, bandolines y bandola; en las

17 bandas institucionales: clarinetes, trompetas, tubas, flautas, saxos, trombones, etc. En el siglo XX, las primeras grabaciones ecuatorianas de pasillos, fueron hechas por bandas militares y ensambles de guitarras, acompañando a solistas o dúos.

Los pasillos de los compositores ecuatorianos: Francisco Paredes Herrera, Carlos Amable Ortiz, Cristóbal Ojeda, Francisco Villacrés Falconí, etc., grabados en el extranjero por: Margarita Cueto, Juan Arvizu, Guty Cárdenas, Carlos Mejía, Luis Álvarez, Tito Guizar, José Moriche, etc., tenían acompañamiento orquestal.

En el Ecuador, desde fines los años cuarenta, en las grabaciones de pasillos, predominó el ensamble de guitarras, esporádicamente se incluyó: violines, dúo de trompetas, arpa, acordeón, saxofón o clarinetes. Luego del viaje del quiteño Guillermo Rodríguez (guitarrista) a México, integrando el Trío Los Embajadores, y por influencia de los tríos mexicanos, desde mediados de los años cincuenta, en los ensambles pasilleros, se introdujo paulatinamente al requinto.

En Quito, especialmente Discos Granja (Productor Luis Aníbal Granja) y Discos CAIFE (Productor Carlos Rota), en sus grabaciones incluyeron pasillos con arreglos musicales y a músicos, profesores del Conservatorio Nacional, intérpretes del violín, piano, flauta, clarinete, etc. En las programaciones radiales, también predominó el acompañamiento de guitarras, complementadas a veces, por un contrabajo o el piano. En el país, durante el siglo XX, hasta mediados de los años sesenta, la mayoría de auditorios, cines, teatros, radioteatros, tenían incluso en ciudades pequeñas, pianos acústicos usados para acompañar y animar a los múltiples espectáculos que se presentaban en vivo. Había pianos en las haciendas de la alta serranía. De los escenarios musicales, desde los años setenta del siglo XX, fue desapareciendo el uso del piano acústico; la televisión, fue ganando espacio e introdujo otras estéticas, nuevos instrumentos musicales. Desde fines de los años sesenta e inicios de los años setenta, con el advenimiento de nuevas tecnologías y movimientos estéticos, en las grabaciones de pasillos y otros géneros ecuatorianos, se incluyeron la guitarra eléctrica, el órgano eléctrico, sintetizador, bajo eléctrico, batería, percusión digital.

Aunque la producción discográfica y difusión de pasillos en versión coral, formato cameral o sinfónico, ha sido muy reducido, hay que destacar los arreglos corales y los aportes de los maestros: Oscar Vargas Romero,

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Carlos Bonilla Chávez (Coro de la Casa de la Cultura, Quito), Gerardo Guevara (Coro Universidad Central), Luis Mata Mera (Coro Madrigalista, Guayaquil), Enrique Gil Calderón (Coro Universidad de Guayaquil), Julio Bueno (Coro Skruk de Noruega), Juan Carlos Velasco, Freddy Godoy, Eugenio Aúz, etc. Los pasillos compuestos por Inés Jijón, los arreglos para orquesta sinfónica o grupos camerales, realizados por: Carlos Bonilla, Julio Bueno. Héctor Bonilla, Corsino Durán, Edgar Palacios, Claudio Jácome, Leonardo Cárdenas, Emilio Lara, Paco Godoy, Marcelo Ruano, Eduardo Florencia, Christian Mejía, etc.

El pasillo, es el género musical que une y representa a los mestizos ecuatorianos.

Autor: Mario Godoy Aguirre

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- Corta venas, Expresarte, programa 46 https://www.youtube.com/watch?v=GfX8pK0PJTk

- El nuevo pasillo, Expresarte, programa 79 - https://www.youtube.com/watch?v=lRioRBfx9Bo&t=182s

- El pasillo ecuatoriano, historia, patrimonio e identidad; documental del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural; audiovisual dirigido por Fidel Pablo Guerrero https://www.youtube.com/watch?v=lhXc0HIuYls

- Aprenda el rasgueado de pasillo ecuatoriano con Segundo Guaña https://www.youtube.com/watch?v=2hKO7mPa9bI

- Carlos Bonilla Chávez. Géneros musicales Pasillo, sanjuanito https://www.youtube.com/watch?v=7BdXwlsycvA&t=2s

- Pasillo Los Bandidos (EXPRESARTE Reportaje) https://www.youtube.com/watch?v=TDEVzBofMEo

Foto: Estudiantina de señoritas. Fotógrafo: Manuel Serrano, Cuenca, ca. 192 . Archivo Histórico, Ministerio de Cultura y Patrimonio, Quito.

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