3. FUNDACION DE LA FEDERACION CATOLICO-SOCIAL NAVARRA

Para facilitar su creación el Obispo envió una circular a los «Sindicatos, Círculos de Obreros, Círculos Católicos y demás entidades de carácter social católico». Dicha circular fue publica- da en el Boletín Eclesiástico de la provincia (1). En la misma se planteaba que los medios aceptados por los católicos para resolver el problema social debían basarse en la caridad de los ricos y la paciencia y laboriosidad de los pobres, pues había de tenerse en cuenta la realidad histórica profetizada por Cristo de que siempre habría pobres. Sin la existencia de pobres y ricos no podía concebirse la sociedad humana. Condenaba las doctrinas socialistas modernas que querían acabar con esa situación afirmando que traerían la ruina de la sociedad. Por el contrario, la unión de pobres y ricos era el medio necesario para acabar con «el monstruo del socialismo». Esa unión se había plasmado en muchas Cajas Rurales y Cooperativas impulsadas por los sacerdotes, a los que anima a seguir esa tarea:

(1) Boletín Ofzcial Eclesiástico del Obispado de Parnplona, 1011-1910.

61 «Quiere [la Iglesia] que todas las asociaciones, agrupaciones, instituciones, que, basadas en los princi- pios de la Religión, han empezado a desarrollar su fuerza vital en pro de los individuos y de la sociedad, como Sindicatos agrícolas, Cajas Rurales, Cajas de Ahorros, de Préstamos, de Provisión, Cooperativas, Círculos Católicos de Obreros, Bibliotecas parroquiales, etc., sin descuidar el objeto y fin que cada uno se pro- ponga, marchen unidas bajo la dirección de la misma Iglesia».

Finalmente para cumplir los deseos del sumo Pontífice que había confiado en el Cardenal Primado de España la dirección de las obras sociales, ordenaba, ya que para los católicos los deseos del Sumo Pontífice debían ser preceptos, constituir con carácter interino el Consejo Diocesano (2). Antes de la publicación de esta circular, el Consejo Dioce- sano había visto ya la necesidad de crear la Federación y unir todas las Cajas de las distintas zonas. Echave Sustaeta, años más tarde contaba cómo el Obispo había reunido previamen- te a unos cuantos seglares con tal fin, y a primeros de abril

(2) Su composición fue la siguiente: Presidente honorario: Excmo. Sr. Obispo de la Diócesis. Presidente efectivo: Excmo. Sr. Conde de Val de Erro, Senador del Reino. Consiliario: M.I. Sr. D. Emilio Román Torío, Canónigo Lectoral de la S.I. Catedral de . Vicepresidente: D. Fernando Gorosábel, ex-Secretario de la Excma. Diputación de Navarra. Secretario 1.°: D. José Sánchez Marco, Diputado a Cortes por Pam- plona. Secretario 2.°: D. Eustaquio Echave-Sustaeta, Director de El Pensa- miento Navarro. Tesorero: D. Julián de Felipe, Propietario de El Eco de Navarra. Vocal 1.°: D. Juan Pedro Arraiza. Vocal 2.°: D. Manuel Izu. Vocal 3.°: D. Félix Maíz, Maestro de Obras. Vocal 4.°: D. Juan Alfaro.

62 habían decidido también traer la imprenta de «El Progreso Social» a Pamplona (3). Después de la aparición de esa circular el camino hacia la Federación Navarra estaba abierto. El Obispo disponía su creación y exigía obediencia a sus mandatos, lo que cumplirí- an todos los párrocos. Estos eran el alma de las Cajas como sonsiliarios y cajeros en buena parte de ellos. Recibieron el encargo, después de la asamblea de abril, de enviar su opi- nión sobre el proyecto de Reglamento que había elaborado Flamarique. Este estuvo en Palencia cuando se creó la Fede- ración palentina, impulsada y presidida por Antonio Mone- dero, quien más tarde sería Presidente de la Federación Nacional, y de allí tomó algunas de las ideas estatutarias. Dicho Reglamento se sometió a la consideración de la asamblea celebrada el 22 de abril de 1910 en el domicilio social del Centro Católico de Obreros. El Reglamento inicial- mente aprobado quedaba sujeto a las modificaciones que se enviarían posteriormente si había lugar a ellas, y se acordó constituir la Federación. Se hizo legalmente el 23 de junio de 1910, firmando la presentación de los Estatutos, a los efectos de la Ley de Asociaciones, el Vizconde de Val de Erro y Eus- taquio Echave Sustaeta. Así, fue aprobada la Federación el 12 de julio y constituida legalmente el 22 de julio de 1910. Como fundadores de la Federación constaron 96 entidades de las que 92 eran Cajas Rurales, tres Sindicatos Agrícolas (Estella, , ) y un Círculo Católico, el de Villa- franca (4).

(3) Eustaquio Echave Sustaeta, Un obispo social, Fray José López de Mendoza, en LASN, 24-8-1916. (4) LASN, n.° Extra 25 Aniversario, septiembre 1935, pág. 123. Fue- ron fundadores de la Federación las entidades siguientes: Caja Rural de Abárzuza, , Aizpun, Allo, Ancín, Andosi- lla, Valle de Anué, Arandigoyen, , Arboniés (), Arguiñano, Arraiza, Arriasgoiti, , , Artieda, Aye- gui, Azanza, , Belascoáin, Beriáin, , Ciriza, Dicas- tillo.

63 El acta de constitución [véase documento n.° 2] dice:

«En la ciudad de Pamplona a veinte y dos de julio de mil novecientos diez se reunieron los señores que figuran al margen de esta acta en la representa- ción que ostentan en sus respectivas antefirmas y bajo la presidencia del Excmo. Sr. Vizconde de Val de Erro. »

Los nombres que figuran al margen son: Vizconde de Val de Erro (Presidente), Emilio Román y Torío (Consiliario), Alvaro Lorente (por la Caja de Estella), Angel Sarasa (por la de Erice), Victoriano Flamarique, Francisco Aldava (por la de Ibero), Sabas Corcín (por la de Olite), Isidoro Iribarren (por la de Vidaurreta), Eustaquio de Echave-Sustaeta (Secre- tario), Lorenzo García (por la de Pueyo) y José Alfonso (de Esparza de Galar). La Primera Junta coincidió casi exactamente con la del Consejo Diocesano interino nombrado por el Obispo. Cam- biaron los vocales, vinculados más en el Consejo con los

Caja Rural de Aranaz, Valle de Elorz, Epároz, Erice (Iza), Valle de Ergoyena, , Esparza, Estella, Sindicato de Estella, Caja del Valle de Esteríbar, , Funes, , Gulina, Valle de , Ibero, Egúzquiza, Iracheta, Iroz, Iru- rozqui (Urraul Alto), Javier, Labiano, Larraga, Sindicato de Larraga. Caja Rural de Larrión, , Liédena, Lizoáin, Lónguida, Lum- bier, , Mañeru, , , Mendigorría, , Monreal, Monteagudo, Munárriz, Muniáin de la Solana, , , Muruzábal, Nuin (Juslapeña), Oba- nos, Olite, Sindicato de labradores de Olite, Caja de de Peña. Caja Rural de , Puente la Reina, Pueyo, Rocaforte, Salinas de Pamplona, Sang ŭesa, San Martín de Unx, , Tiebas, Ujué, Uriz, Urroz, , Viana, , Villanueva de Yerri, Villatuer- ta, , Cirauqui, Zuasti, Zudaire, Zuriáin y Círculo Católico de Villa- franca.

64 movimientos de Acción Católica y en la Junta de la Federa- ción con las Cajas de las diferentes Merindades (5). Sin embargo, no todas las Cajas se federaron. Una parte no estaban convencidas de las ventajas que ofrecía la Federa- ción. Algunas dudaban por la responsabilidad que les tocaría asumir en el conjunto de la misma y pensaban que habría tratos diferentes con unas u otras Cajas. No se consiguieron despejar las dudas y todavía en 1912 seguían sin federarse varias de las Cajas existentes (6). Los Estatutos, que reproducimos en el Apéndice n.° 2, establecían como componentes de la Federación a «todas las Cajas Rurales, Cooperativas, Cajas de Ahorro, Entidades agrarias, Círculos Católicos y, en general, cuantas entidades católicas existan en Navarra y quieran voluntariamente adherirse, sometiéndose a lo preceptuado en estos Estatutos». Definían éstos como su objeto «el fomento de los intereses materiales, morales y religiosos de todas y cada una de las entidades federadas, mediante el mutuo auxilio y la práctica del lema: Unos

(5) Composición de laJunta: Presidente: Excmo. Sr. Vizconde de Val de Erro. Vicepresidente: Fernando Gorosábel. Tesorero-Contador: Julián de Felipe. Secretario: Eustaquio de Echave-Sustaeta. Vocales: Por el Distrito de Pamplona: El Delegado de la Caja de Erice, D. Angel Sarasa. Por el Distrito de : El Delegado de la Caja de Olite, D. Victo- riano Flamarique. Por el Distrito de Aoiz: El Delegado de la Caja Rural de Monreal. Por el Distrito de Estella: El Delegado de la Caja de Estella, D. Alva- ro Lorente. Por el Distrito de Tudela: EI Delegado de la Caja Rural de Villa- franca. Consiliario: M.I. Sr. D. Emilio Román Torío, Canónigo Lectoral de la S.I. Catedral de Pamplona. (6) Estas eran las de Arbeiza, Arguedas, Arróniz, Azcona, Ollo, Echauri, Imoz, Iturgoyen, , , Lerín, Lorca, , Falces, Eraul, Miranda de Arga, , Sada, , Ulzama, Villanueva de Araquil y .

65 por otros y Dios por todos». La Federación se sometía a la autori- dad del Prelado y eligió como patrono a San Francisco Javier. En un largo capítulo de sus Estatutos se desarrolla el fin económico que perseguía la Federación, acordando estable- cer dos secciones distintas, de Crédito y de Fomento, que se regían por Reglamentos especiales. Para contribuir a los gas- tos de la Federación cada entidad debía contribuir con diez pesetas anuales que, junto con los beneficios que se obtuvie- ran de las distintas secciones, los donativos y las subvenciones formarían el capital social. Se respetaba la autonomía de cada entidad federada y se establecía que la Junta de la Federación, elegida por la A ŭam- blea, se renovaría por mitad cada dos años, salvo el Consilia- rio que lo nombraba el Obispo. Los cargos de la Junta no percibían remuneración alguna. Cada entidad, cualquiera que fuera su número de asociados, enviaría un representante a la Asamblea General, que tomaría los acuerdos por mayo- ría. También resultaban importantes las atribuciones del Consiliario dentro de la Junta, pues se le concedía la prerro- gativa de vetar sus acuerdos. [Véase apéndice n.° 6] Estos Estatutos estuvieron vigentes hasta diciembre de 1922, cuando se aprobó su modificación por otros, más extensos y precisos, acogidos a la Ley de Sindicatos Agrícolas de 1906. En ellos, entre otras modificaciones, se limitó el poder de veto del consiliario que quedó reducido a los asun- tos morales y religiosos, y se estableció un capital social en acciones (1.200) de 500 ptas. cada una, que debían suscribir las Cajas. Esto figuraba antes en el Reglamento interno (desde 1910) de la Sección de Crédito. La Federación a la vez que los Estatutos aprobó los Regla- mentos Interiores de las Secciones de Fomento, Crédito y Propaganda (7).

(7) Sobre los inicios de la Federación Navarra ver las Memorias de Licenciatura (inéditas) de Javier Pegenaute, Desarrollo del coóperativismo agrario navarro, desde la Federación a la Confederación: 1910-1917, Departa-

66 Inmediatamente la Federación decidió hacerse cargo de la imprenta de «EZ Progreso Navarro» y cambiarle el nombre. A partir del 6 de julio comenzó a editarse el nuevo semana- rio «La Acción Social Navarra», revista católico-agrícola-social, en Pamplona (8). La misma revista, que todavía continúa editándose, sigue siendo el portavoz de las cooperativas navarras.

mento de Historia Contemporánea, UNED, Madrid, 1981; y Javier Ruiz de Arcaute, Las Cajas Rurales en Navarra: 1900-1912, Facultad de Cien- cias Sociales, Univ. Pontificia de Salamanca, Madrid, 1978. También contiene numerosos datos sobre el movimiento católico social agrario la obra de José Andrés Gallego, Pensa^niento y acción social de la iglesia en España, Espasa-Calpe, Madrid, 1984. (8) LASN, fr7-1935.

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