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ADISMONTA 4
ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO INTEGRAL SIERRA DE MONTÁNCHEZ Y TAMUJA
DOCUMENTO ADJUNTO Nº 4
NNAATTUURRAALLEEZZAA YY MMEEDDIIOO FFÍÍSSIICCOO
Referenciado en:
Anexo 3
ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO INTEGRAL DE SIERRA DE MONTÁNCHEZ Y TAMUJA
SIERRA DE MONTÁNCHEZ Y TAMUJA PROGRAMA COMARCAL DE DESARROLLO RURAL 2007-2013
DOCUMENTO ADJUNTO Nº 4: NATURALEZA Y MEDIO FÍSICO
Dirección y Coordinación Manuel Bautista Mora
Dirección Técnica del Documento Agustín Melchor Terrón
Colaboraciones Carmen Morgado Gómez
Asistencia Técnica en Addenda 1 ADENEX
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INDICE GENERAL
Pág. NATURALEZA Y MEDIO FÍSICO 4
ADDENDA I: HACIA UN PAISAJE PROTEGIDO 64
ADDENDA II: ENERGÍAS RENOVABLES 117
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INTRODUCCIÓN
Podemos considerar de suma importancia el análisis del medio físico de la comarca, por cuanto que se erige en marco o escenario de actuación sobre el que se asientan todas las actividades humanas, que son, en definitiva, las que articularán el futuro desarrollo de la misma. Este conocimiento físico de nuestro territorio (comarca) nos posibilitará observar tanto los factores favorables como los adversos a la hora de definir y articular el aprovechamiento del espacio, haciéndonos recapacitar acerca de factores negativos como la vulnerabilidad de nuestros recursos, unida a la debilidad y peligros que les acechan, así como los positivos, u oportunidades que, potencialmente, entendemos como adecuadas y susceptibles de aprovechamiento. Así, con una visión sintética e integral, se llevará a cabo un estudio que presente y desarrolle de forma pragmática las diversas actuaciones a seguir por los agentes involucrados en el desarrollo de la zona. De esta manera, establecemos unos criterios científicos de diagnosis territorial perfectamente válidos no sólo para la zona en cuestión desde el marco de la praxis, sino extrapolables metodológicamente a otros espacios con problemáticas similares a las que nos ocupan. Este tipo de estudios facilita el intercambio de conocimientos para llevar a cabo labores científicas tendentes a conseguir un desarrollo integrado de los recursos endógenos de nuestra comarca, posibilitando la unión de esfuerzos encaminados a conseguir no sólo objetivos comunes, sino también coherentes y necesarios. De esta manera, nuestra labor debe ser garante de un camino escogido con profundo rigor científico, y que nos permita afrontar el reto que supone el caminar parejo a los fines que, de uno u otro modo, pretenden conseguir las diversas comunidades que conforman los países miembros de la Unión Europea.
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DELIMITACION COMARCAL DE ADISMONTA
Geográficamente, la zona se encuentra comprendida entre los 39º 32’ 30’’ y 39º 07’ 39’’ de Latitud Norte y los 5º 55’ 00’’ y 6º 18’ 00’’ de Longitud Oeste. Administrativamente, el área está compuesta por todos los municipios que componen la Asociación para el Desarrollo Integral de la Sierra de Montánchez y Tamuja (ADISMONTA), con una extensión total de 962,56 Km2. La extensión de los términos municipales de dichos municipios es la siguiente (en Km2): Albalá: 38,49 Alcuéscar: 108,93 Almoharín: 93,68 Aldea del Cano: 28,69 Arroyomolinos. 115,12 Benquerencia: 13,31 Botija: 18,82 Casas de Don Antonio: 31,41 Montánchez: 112,66 Plasenzuela: 36,67 Ruanes: 15,11 Salvatierra de Santiago: 33,45 Santa Ana: 34,99 Santa Marta de Magasca: 39,68 Sierra de Fuentes: 25,21 Torre de Santa María: 19,07 Torremocha: 63,83 Torreorgaz: 28,78 Torrequemada: 30,81 Valdefuentes: 27,14 Valdemorales: 9,89 Zarza de Montánchez: 36,82
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Esta área se encuentra ubicada al sur de la provincia de Cáceres. En su situación céntrica del solar extremeño, con topografía agreste y variada, destacan las villas de Alcuéscar y Montánchez como las más características tanto a nivel demográfico como socioeconómico, conformándose como nodos de atracción e influencia sobre los municipios adyacentes en la zona. Su carácter aislado y alejado de las vías de comunicación importantes, proporcionan a este espacio una débil articulación interna a nivel espacial y territorial, a la vez que en el plano socioeconómico como consecuencia de la crisis que sufre el agro extremeño. Estas características estructurales unidas a un exiguo contingente demográfico ratifican el carácter subdesarrollado de la zona.
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ANALISIS SECTORIAL DEL MEDIO FISICO
El análisis físico lo vamos a enfocar desde el punto de vista de los siguientes elementos: • Litología. • Climatología. • Hidrografía. • Edafología. • Fitogeografía. • Zoogeografía. • Unidades fisiográficas y de paisaje.
LITOLOGIA Nuestra comarca presenta una composición geológica donde se aúnan materiales del complejo esquisto-grawaquico con plutones granitoides de alineación NW-SE. Las amplias llanuras conformadas por pizarras y paquetes de grawacas que rara vez sobrepasan los 50 m de espesor, junto con las cumbres definidas por afloramiento granítico definen este paisaje de sierras y llanos. Podemos encontrar en nuestra comarca los siguientes plutones: • Plutón de Montánchez: presenta una forma elongada en corte occidental con el eje mayor orientado nor-nordeste a sur-suroeste. A pesar de presentar un excelente corte de más de 500 m (Sierra de Montánchez) su forma en la vertical no ha podido ser determinada, ya que la máxima elevación se sitúa en la zona central del plutón. El contacto Este está fuertemente verticalizado como consecuencia de la deformación sufrida después del emplazamiento. En el contacto existen fallas inversas, de dirección norte-sur y vergentes al Oeste. Una de estas fallas puede ser observada bajo el castillo de Montánchez: hace montar el granito deformado de la facies común sobre granitos aplíticos tardíos, y probablemente sobre los granitos
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del plutón de Alcuéscar, que es posterior al de Montánchez. Es un granito compuesto por granitoides del grupo B. • Plutón de Plasenzuela: presenta forma elongada con terminación en cuña en borde sur. El eje mayor se dispone de norte a sur. Lo más característico es que las aplitas forman un anillo casi completo en torno al plutón. Es de idénticas características que el plutón de Trujillo. • Plutón de Alcuéscar: es el de mayor superficie de todos los que integran el sector oriental. Presenta una forma elongada, con un eje de más de 22 Km de longitud, orientado en dirección nor-noroeste a sur-sureste. Constituido exclusivamente por granitoides del grupo C, es similar a los de Trujillo y Plasenzuela. • Plutón de Ruanes: compuesto casi exclusivamente por granitoides el grupo A (granitoides de afinidades cuarzodioríticas, a los que pueden estar íntimamente asociados los granitoides de feldespatos, alcalino del grupo B.
CLIMATOLOGIA Los tipos de tiempo que nos podemos encontrar en la comarca son: Anticiclónicos: de nula pluviosidad, destacando el Anticiclón de Azores (activo en verano) y el de Centroeuropa (activo en invierno). Ciclónicos: destacando como más importantes, por su incidencia, ciclónicos del oeste (atraviesan la comarca con abundancia de lluvias), del sur (con débil pluviosidad), del norte (escasa pluviosidad pero intenso frío), noroeste (importante pluviosidad), etc.
Las tormentas Son importantes en los meses estivales, destacando: - Tormentas térmicas: cuando una dorsal anticiclónica da lugar a un calentamiento excesivo del suelo, calentándose a su vez el aire de las capas bajas, y provocando importantes ascendencias que producen un movimiento conectivo que atraviesa las altas presiones. Así, se forman nubes cumuliformes, que descargan fuertes cantidades de agua.
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- Tormentas dinámicas: originadas por existir en media y alta troposfera coladas frías, que estratifica franjas de aire frío y franjas de aire caliente, lo que conlleva una gran inestabilidad atmosférica, capaz de producir precipitaciones muy intensas, a la vez que más generales que las térmicas. Estas tormentas se caracterizan por los cúmulos y cumulonimbos.
Las precipitaciones Nuestra comarca se encuentra encuadrada en la zona de la denominada “Extremadura de transición”, pues las precipitaciones rondan los 500-600 mm/año en los llanos, y aumentando a 600-650 mm/año en la Sierra de Montánchez. Pero estas precipitaciones presentan una clara variación estacional, ya que se producen dos mínimos de lluvias: otoño y primavera, con alguna precipitación aislada en otra época del año, pero de escasa importancia. Esta estacionalidad pluviométrica, unida a las características de las altas temperaturas, va a condicionar la climatología de nuestra comarca. En una primera evaluación, hay que considerarlo negativo, pues son precipitaciones escasas, inoportunas e irregulares. Escasas, considerando el total recogidas, es insuficiente a tenor de las temperaturas. Inoportunas, por estructura y distribución estacional; predominando los chubascos y aguaceros sobre la lluvia o llovizna, centrándose en invierno. Irregulares, como corresponde a una comarca inserta en el ámbito mediterráneo. Las precipitaciones son irregulares en todos los sentidos, esta característica, fundamental de la climatología extremeña y, por ende, comarcana, invalida cualquier estudio apoyado en los valores medios de precipitaciones, La desigualdad e irregularidad afecta a la distribución estacional de las lluvias y a la intensidad diaria. Es de destacar, por tanto, que existen dos estaciones pluviométricas: una seca, de verano, y una húmeda de otoño a primavera.
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Las temperaturas Reflejan el resultado de una importante insolación, caracterizándose por elevados valores veraniegos y suavidad en los inviernos. La insolación se cifra en unas 3.000 horas de sol/año. Cabe destacar los contrastes existentes entre sierra y llano. En la Sierra de Montánchez las temperaturas son menos elevadas que en el llano, por lo que en época estival es un consuelo para los habitantes de la zona, pero no así en el invierno, donde éste se recrudece en estos espacios montañosos. En invierno, las temperaturas medias son inferiores a los 10 ºC, bajando de los 0 ºC en muchas noches entre el 15 de Noviembre y el 15 de Marzo, con la aparición de las consecuentes heladas, que tanto daño ocasionan a los cultivos.
En cuanto a las temperaturas veraniegas, no podemos afirmar que sean suaves, sino positivamente calurosas, con medias en julio de veintiséis y veintisiete grados, con contrastes entre montañas y llanos, destacando la sierra de Montánchez como la zona menos rigurosa. Por todo ello, nos encontramos ante una amplitud térmica anual de dieciséis a diecinueve grados que define una marcada estacionalidad térmica.
El invierno ocupa los meses de diciembre, enero y parte de febrero, con temperaturas medias inferiores a los diez grados y medías de mínimas inferiores a los cinco. La primavera se hace imperceptible ya que es una transición hacia el verano, ocupa los meses de marzo, abril y parte de mayo, con temperaturas medias entre diez y veinte grados, y media de las mínimas entre cinco y trece. El verano es una larga estación y rigurosa, las medias superan los veinte grados, y las medias de las mínimas los trece. Los meses veraniegos son la mitad de mayo, junio, julio, agosto y septiembre. El otoño casi no existe, es un paso del verano al invierno, es un paso brusco, ocupa los meses de octubre y noviembre. Los valores térmicos son similares ala primavera, a diferencia de los saltos bruscos de temperatura.
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BALANCE HIDRICO Y ARIDEZ. Entre los métodos posibles nos inclinamos por el de Thornthwaite, aunque su excesivo apoyo en valores medios lo hace criticable, pero se ajusta más a la realidad comarcal que el de Papadakis. Los resultados son bastante homogéneos, aunque con matices en cuanto a temperatura. La estructura anual de la evapotranspiración potencial se aproxima a una pirámide de valores muy bajos en invierno y cúspide truncada en julio-agosto. La comparación con las precipitaciones, cuya evolución mensual se aproxima al negativo de la anterior, permite establecer los conceptos de evapotranspiración real, evolución de la reserva y exceso de agua. Ambas curvas y evapotranspiración potencial se cruzan en doble equis, definiendo un periodo invernal con exceso de agua y un verano con fuerte aridez estival. De la comparación del déficit y el exceso de agua con la evapotranspiración se obtiene el índice de humedad, que es básico para la definición climática de los distintos ambientes regionales y establecimiento de matices interregionales. Así podemos obtener distintas expresiones de clima regional, tales como DsB'2b'3 según la clasificación de Thornthwaite (clima semi-árido de sequía estival, elevada concentración de eficacia térmica en el verano, del segundo mesotérmico); o Csa, según Köppen (clima templado de verano seco y cálido e invierno suave). De todos modos, es más satisfactorio definir el clima como Mediterráneo con débiles matices Atlántico-Continentales, con un matiz climático mayoritario, que se define como seco-subhúmedo, destacando la mayor humedad en la Sierra de Montánchez y su piedemonte.
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HIDROGRAFIA Hidrográficamente, la comarca de Sierra de Montánchez y Tamuja pertenece en su mayor parte a la cuenca del Tajo, excluyendo únicamente una pequeña zona situada en la vertiente sur de la misma, que constituyen la porción más septentrional de la cuenca del Guadiana. La red hidrográfica provincial tiene como característica fundamental el estar situada sobre un terreno muy compacto y que, por tanto, es muy poco permeable, en el que predominan las pizarras precámbricas, con algunas zonas arcillosas (Barrientos, 1990). Estas características geológicas unidas a la gran abundancia de fracturas en el terreno, permiten el almacenamiento relativamente abundante y la circulación de aguas subterráneas. Sin embargo, los caudales pueden ser muy variables y en gran medida dependientes de la climatología, debido a la gran lentitud de recarga que presentan. Los ríos de la comarca tienen una dirección claramente noroeste y a veces oeste, y la escasez de sus caudales son las características principales de los mismos. Recogen los aportes de las sierras de Montánchez, Cancho Blanco y postrimerías, donde nacen. Pero la elevada altura media de la Penillanura, su inclinación hacia el río Tajo y el levantamiento, por el contrario, de la misma en las cercanías de las Sierras produce una transición Sierra- Penillanura en algunas zonas escasa. De este modo, más que ríos con nacimiento son ríos colectores que drenan los flujos de la escorrentía de la geografía comarcal. Estos ríos en su tramo final se encajan notablemente, encontrándonos con un paisaje que tiene connotaciones propias, la zona de "riveros del Magasca" con fuertes pendientes en cortada, y el discurrir de los ríos encajados hasta la desembocadura en el río Tajo. La escasez de caudales impide aprovechamientos hidroeléctricos. Los caudales específicos de estos ríos señalan su escasa componente hidráulico: Tamuja (1,97 l/seg/km2) o Salor (3,06 l/seg/km2). De los más bajos de la región y de los más bajos de la cuenca. Finalmente señalar la enorme irregularidad de los caudales de los mismos, con meses de gran avenida a finales del invierno y habituales "cortes" en los meses estivales.
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A continuación relatamos el total de ríos de la comarca de Sierra de Montánchez y Tamuja : Tamuja, Gibranzos, Ayuela, Salor, Guadiloba, Magasca y Magasquilla. Todos ellos se encuentran en la vertiente sur del Tajo. Los embalses son numerosos en la comarca, pero son pequeños y se aprovechan fundamentalmente para actividades primarias, y abastecimiento de la población, no para la energía hidroeléctrica, son: En el río Salor: embalse del Salor, embalse Tres Torres, embalse del Gallo, Charca de Torrealba. En el río Ayuela: embalse de Ayuela, embalse de Alcuéscar, Charca del Cura. En el río Tamuja: embalse de Valdefuentes, embalse de Casillas.
EDAFOLOGIA Es interesante conocer el suelo y sus características de cara a un aprovechamiento racional del mismo, así como para evitar su deterioro irreversible. El suelo es el soporte de las actividades humanas, siendo éstas especialmente relevantes en lo que se refiere al aprovechamiento de su potencial productivo: cultivos agrícolas, repoblaciones forestales, cultivos de regadío, pastos, etc. Así mismo, el suelo es fuente de materiales para construcciones, sustento de masa forestal, estética del paisaje en vistas al turismo, etc. En el espacio que nos ocupa, debido a la configuración litológica, nos vamos a encontrar con suelos sobre granitos (rocas intrusivas) y suelos sobre pizarras (rocas sedimentarias):