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(S-0890/11)

PROYECTO DE DECLARACIÓN

El Senado de la Nación...

DECLARA

Su profundo pesar por el fallecimiento del colega, actor de teatro, revista, cine y televisión, cantor, dirigente político y social OSVALDO MIRANDA, ocurrido el veinte de abril pasado, en la Ciudad de a los noventa y cinco años.

Eugenio J. Artaza. -

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

Se nos fue un grande en todo el sentido de la palabra.

En su domicilio, acompañado de sus sobrinos amados, el pasado miércoles veinte de abril a los noventa y cinco años, falleció Osvaldo Miranda.

Hijo de españoles, huérfano de padre a los doce años, se hace cargo del sustento familiar.

Había nacido en Villa Crespo, Capital Federal, el tres de noviembre de 1916 y su vida es una parte de la historia de lo que se da en llamar “el mundo del espectáculo”.

Algo que pocos saben, su carrera comenzó con una fugaz incursión como cantante de tangos en el Café Terminal junto a Ángel Vargas.

Fue amigo entre tantos otros, de grandes como Homero Manzi, Aníbal Troilo, Ángel Magaña, Elías Alippi y Enrique Discépolo, que fue su amigo entrañable, hermano del alma y que murió en sus brazos en 1951.

En el teatro, debutó en el año 1936 en la compañía de Celia Gámez y Alberto Anchart padre en la comedia musical Rascacielos.

Con el humor que lo caracterizaba decía sobre su debut y el pequeño papel que tuvo en la obra que en el programa “….yo figuraba en el último renglón y después decía Imprenta. Yo sí que empecé de abajo…”

Con la misma compañía hizo “La canción de los barrios”.

De 1936 a 1940 actuó en el Teatro Maipo, en varias ocasiones con Dringue Farías y Mario Fortuna.

Actuó en comedias a principios de los años cuarenta. Su inicio como actor fue en "María Fandango".

En 1956 trabajó con Irma Córdoba y Enrique Serrano en "Esta noche mato a mi mujer" y en obras como "La pequeña choza", "Puedes llamarme papá", donde intervino Gloria Guzmán, "Vivir al día", "Mary Mary", "Boeing-Boeing", con Ernesto Bianco, "Bajo el árbol del amor", con Susana Freyre, Atilio Marinelli y Diana Ingro, "40 kilates", con Mirtha Legrand, "La jaula de las locas", con su gran amigo Tincho Zabala, "Hoy ensayo hoy", entre otras.

Fue pionero de la televisión junto a Blackie, Raúl Rossi, Nelly Prince y Guillermo Brizuela Méndez entre otros y participó en ciclos como "Tropicana club", "Mi marido y mi padrino" y "Mi cuñado", con Ernesto Bianco con autoría de Oscar Viale.

En los años sesenta y setenta renovó su popularidad con el papel que más se le recuerda como el padre de "La nena", exitoso programa con Marilina Ross y Joe Rígoli.

En cine participó en treinta y siete películas iniciándose como extra en "Los muchachos de antes no usaban gomina" en 1936, de junto a Florencio Parravicini, con , y Hugo del Carril.

Su debut como actor propiamente dicho fue en “Un señor mucamo” dirigida por Enrique Discépolo con Tito Lusiardo, seguido por “Cándida millonaria” con Niní Marshall, “El viejo hucha” con Enrique Muiño y “El más infeliz del pueblo” con Luis Sandrini, donde también participaba Eva Duarte.

Otras películas fueron “Yo conocí a esa mujer”, “La hija del Ministro”, “El retrato”, “Esposa último modelo” (1950, junto a Mirtha Legrand), “La pícara soñadora” (1951, también con Legrand).

Tuvo una breve incursión en Hollywood adonde lo llevó Fernando Lamas.

Fue uno de los galanes de los años cuarenta y cincuenta.

En 1956 formó pareja con Lolita Torres actuando en dos películas, "Novia para dos" y "Amor a primera vista", donde también participó Nelly Láinez.

Realizó sus últimos trabajos con el director Enrique Carreras en “Un muchacho como yo” con Palito Ortega y la remake de "Los muchachos de antes no usaban gomina", donde tuvo uno de los papeles protagónicos, en 1969 con Rodolfo Bebán y Susana Campos y once años después, "Frutilla".

Casado con Amelia Sáez desde 1944 - a quien cariñosamente llamaba "Santa Amelia" - no tuvo hijos. Se retiró oficialmente de las tablas en 1986.

Años después diría en un reportaje que ese retiro fue “una mentira piadosa”.

“…..En el 86, se había enfermado mi esposa, mi adorada Amelia, y en ese momento le dije que cincuenta años de carrera ya eran suficientes y que me retiraba. No era esa la razón….Lo que quería era estar más tiempo con ella….”

En 1997 retornó para una temporada de ”Hoy ensayo hoy “ con su antigua compañera de rubro Irma Córdoba.

Fue elegido por sus pares para ser Presidente de la Casa del Teatro por un período de cuatro años.

Heredó de su padre la pasión por Atlanta. Con él iba a la cancha cuando estaba en Parque Chacabuco.

Cuando su padre falleció, siguió yendo solo hasta casi los noventa años en que dejó de hacerlo por el estrés que le producían los partidos, pero siguió la campaña de su equipo hasta el final.

Agregando una actividad más a su multifacética vida, no solo fue hincha, sino dirigente del Club, del cual llegó a ser Vocal e integrante de la Subcomisión de Fútbol.

Socio vitalicio y activo, participó de las movilizaciones a la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires solicitando la sesión de un predio en la calle Humboltd.

En 1982, el Club lo distinguió como “Permanente embajador Bohemio” y el Centro Cultural del Club lleva su nombre.

También incursionó en política como afiliado y militante de mi partido, la Unión Cívica Radical. Sus otras pasiones fueron las carreras de caballos, la noche porteña y Mar del Plata, ciudad donde no solo veraneaba, sino en las que actuaba en las comedias teatrales de temporada.

En su extensa vida recibió numerosos premios, absolutamente merecidos:

• Premio Cóndor de Plata a la trayectoria • Ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires • Premio San Javier • Premio Santa Clara de Asís • Cruz de Plata de Esquiú • Numerosos Premios de la Cámara del Senado • Premio Homero Manzi • Premio Konex de Platino • 4 Premios Martín Fierro: por Tropicana, Mi marido y mi padrino, La nena y Mi cuñado. • Martín Fierro a la Trayectoria (junto a Niní Marshall) • Premio Movimiento Familiar Cristiano • 2 Premios Florencio Sánchez • Premios Clarín Espectáculos 2007 - Trayectoria

Se ha ido un grande, como decía un matutino en su edición del jueves 21: “…..un caballero en más de un sentido. Un caballero que hizo de la comedia su especialidad. Un señor que coleccionaba sombreros y anécdotas…….el último dandy….”

A este grande le cabe la frase que él mismo usó para despedir a su entrañable amigo Tincho Zabala “se fue de gira”.

Con profundo dolor por la partida de un colega y un multifacético gran hombre, solicito a mis pares el acompañamiento del presente Proyecto de Declaración.

Eugenio J. Artaza. -