EL PROCESO DE NEOLITIZACION, PERSPECTIVAS TEÓRICAS PARA EL ESTUDIO DEL NEOLÍTICO

Almudena Hernando Gonzalo Departamento de Prehistoria Universidad Complutense de Madrid

RESUMEN: En este trabajo se pasa revisión a los planteamientos más importantes desarrollados en la Historia de la disciplina para abordar el estudio del Neolítico y definir el proceso de neolitización. Para hacerlo, se parte de los fundamentos teóricos que los han sostenido, a través de los cuales se pretende evi­ denciar las causas por las que se han enfatizado determinados rasgos y perspectivas del proceso. En líneas generales el Neolítico ha sido considerado siempre una etapa arqueológica definida por una serie de rasgos materiales. Sin embargo, desde hace unos cuantos años, algunos investigadores comienzan a utilizar perspectivas históricas de larga duración y posiciones teóricas alejadas del evolucionismo inicial, lo que transforma radicalmente la consideración tradicional del neolítico y su definición cultural, material y cronológica. Desde este nuevo punto de vista, el Neolítico pierde sentido, y con ello la división tecnológi­ ca tradicional de la Prehistoria.

ABSTRACT: In this papper, the most important statements developed in the discipline history in order to attend the study of the period and to define the process of neolitization are revised. The begin- ning point are the theorical foundations which haré been their basis, and through them it is sought to evi- dence the reasons because of what some features and perspectives of the process and no others have been enfatized. In general, the Neolithic has been thought about as an archaeological stage defined throught an amount of material features. Howewer, since some years ago, some researchers are begginning to use long term historical perspectives and theorical positions far away from the initial evolucionism. All that trans- forms the traditional wiew of the Neolithic and its cultural, material and chronological definition. From this new point of view, the Neolithic, and therefore the traditional technological división of the lose their sense.

1. Introducción serie de elementos materiales detectables arqueoló­ gicamente: cerámica, piedra pulimentada, habita­ En un momento determinado de la secuencia ción permanente o semipermanente en aldeas, ani­ histórico-cultural, que nunca es anterior al VIII males y plantas domesticadas, etc. Pues bien, ese milenio a.C, se produce un fenómeno de enorme momento fue denominado en 1.865 por Lubbock trascendencia en todos los órdenes de la cultura "Neolítico" y el carácter de los cambios que entra­ —económico, social, ideológico—, en zonas aleja­ ñaba mereció a Gordon Childe la calificación de das e independientes de la geografía del planeta. "Revolución Neolítica". Este fenómeno se manifiesta en la aparición de una Ambas denominaciones pueden servirnos de base de partida para plantear el desarrollo del tema, ya que, efectivamente, el Neolítico puede contem­ 1 Deseo agradecer a J.M. Vicent García toda la ayuda prestada, en forma de comentarios, orientaciones y sugerencias, para la elabora­ plarse desde dos puntos de vista: como una fase ción de este trabajo, que comenzó siendo una lección preparada para un arqueológica definida por un conjunto de rasgos concurso de oposición. Su generosa colaboración me permitió clarificar materiales o como una etapa general de la evolución y desarrollar muchos de los puntos que en él se contienen y de cuyos errores, sin embargo, soy la única responsable. socio-cultural de la humanidad. 124 Almudena Hernando Gonzalo

Hasta fechas muy recientes el Neolítico ha sido Vienen definidas por un doble carácter materialista abordado siempre desde la primera perspectiva, y evolucionista. Materialista por cuanto tienen en debido a las propias condiciones de aparición de la cuenta la base material de la sociedad —subsistencia, Prehistoria como ciencia y al tipo de evidencias de producción, ecología— e intentan explicar las otras que disponía para juzgar el carácter de los cambios esferas de la vida social en referencia a esta base. que pretendía explicar. Evolucionista en tanto que parten del programa Como todos sabemos, la Prehistoria surge darwinista y consideran adaptativo cualquier rasgo como parte de un discurso evolucionista que servía que contribuya a aumentar la eficacia reproductiva de alternativa liberal al discurso teológico construi­ del sistema. La domesticación de animales y plantas do para dar cuenta del origen y pasado del hombre. lo sería al permitir el aumento demográfico. Pero para poder establecerse como nuevo paradig­ A su vez, pueden dividirse en dos grandes gru­ ma, caracterizado entre otras cosas porque permitía pos que reflejan las tendencias seguidas en el pensa­ profundizar en un pasado con cambios, necesitaba miento antropológico: de pruebas contrastadoras. La aparición de la agricultura y la ganadería es 1.a. Posiciones idealistas, como manifestación del contemplada en la Biblia, luego requería de una evolucionismo unilineal, según el cual el pro­ interpretación alternativa. Es por ello que las pri­ greso ocurre en el plano ideacional. Defienden meras aproximaciones al Neolítico fueron realizadas la ortogénesis ideacional de la evolución cultu­ desde la perspectiva "arqueológica" del problema, o ral, y se concretan en lo que Rindos (1.984) lo que es lo mismo, a partir de las "pruebas" mate­ llamó "Paradigma de la consciencia". Sus riales documentables arqueológicamente, lo que representantes más destacados, aparte de los llevó al determinismo tecno-económico que ha primeros historicistas, serán Gordon Childe caracterizado la investigación del Neolítico hasta su con su "Teoría del Oasis" y Braidwood con su reciente puesta en cuestión. "Teoría de la evolución cultural". De hecho, lo que está sucediendo en los últi­ l.b. Posiciones deterministas, como manifestación mos años es que se está bordando el estudio del del evolucionismo determinista, según el cual Neolítico como fase del desarrollo socio-cultural existe una determinación en última instancia más que como fase arqueológica, lo que leva a una de las circunstancias materiales. Defienden el sustitución del carácter de los cambios a explicar. adaptacionismo cultural y se concretan en Así pues, podríamos hacer una primera divi­ diversos modelos: sión de la Historia de la Investigación sobre el - Determinismo genético del "Seleccionismo Neolítico en dos grandes bloques (fig. 1): cultural" de D. Rindos. - Determinismo ambiental de la Escuela 1.a El gran conjunto de teorías "clásicas" que Paleoeconómica de Cambridge, con E. analizan el Neolítico como fase arqueológica. Higgs a la cabeza.

Historictstas y 1." Evolucionistas IDEALISMO (ortogénesis ideacional Tecnología como varia­ T. del Oasis: Gordon Childe de la evolución cultural) ble independiente T. Evolución Cultural: Braidwood T. «clásicas» Evolucionistas Neolítico como fase arqueológica

Genético: Seleccionismo Cultural: D. Rindos Énfasis en DETERMINISMO (adaptacionismo Ambiental: E. Paleoeconómica de cultural) población Cambridge: E. Higgs Termodindmico: Ecología Cultural: K. Flannery El proceso de neolitización. Perspectivas teóricas para el estudio del Neolítico 125

- Determinismo sistémico, termodinámico, de la prioridad lógica de la primera. Ecología Cultural formulada por K. Flannery. 2.d. Neo-idealismo, en el que cabe incluir los tra­ bajos de I. Hodder y J. Thomas. Defienden un 2.a Todas aquellas otras aproximaciones que, determinismo de la instancia simbólica sobre abandonando la perspectiva evolucionista, intentan la instancia productiva. explicar el Neolítico como fase del desarrollo socio- cultural de la Humanidad. Dependiendo de su Veamos con más detenimiento cada una de ellas. grado de vinculación con el determinismo tecno- económico que caracteriza al primer conjunto, podrían clasificarse en los siguientes apartados 1.° TEORÍAS EVOLUCIONISTAS (fig.2): 1 .a. Posiciones idealistas

2.a. Materialismo cultural o "vulgar", representado Los defensores de este primer conjunto de teo­ por la Teoría de la Presión Demográfica de rías asumen dos premisas básicas: M.N. Cohén. Implica la determinación mecá­ a) La Humanidad va superando progresivos nica de la base sobre la superestructura. estadios de desarrollo, en una clara tendencia a la 2.b. Materialismo Histórico, defendido por autores complejidad creciente y a las formas superiores de como B. Bender, A. Testart, V. Shnirelman o J. vida. Vicent. Se basa en la determinación dialéctica b) Esta tendencia es consecuencia del progresi­ de las fuerzas productivas y las relaciones de vo desarrollo de la mente humana, conducida por la producción dentro del proceso de transforma­ tendencia natural del hombre a mejorar sus condi­ ciones de la sociedad. ciones de vida. El vehículo de estas tendencias es la 2.c. Materialismo/estructuralista, representado por innovación tecnológica. Desde este punto de vista, los trabajos de T. Ingold y F. Criado, quienes la agricultura y la ganadería serían puros artificios defienden una simultaneidad o reciprocidad de tecnológicos, "descubiertos" en algún momento por la instancia simbólica y la productiva, pero una grupos humanos suficientemente inteligentes. Todo ello implica considerar que la producción

Determinación de la base Materialismo cultural o «vulgar» M. N. Cohén sobre la superestructura

B. Bender Determinación dialéctica A. Testart Materialismo histórico de las fuerzas productivas y V. Shnirelman de las relaciones de producción J. Vicent Neolítico como etapa de la evolución socio-cultural Simultaneidad y reciprocidad de la instancia simbólica y la Materialismo estructuralista T. Ingold productiva, partiendo de la F. Criado prioridad lógica de la primera

Atención casi exclusiva a la Neo-idealismo I. Hodder instancia simbólica, con el J. Thomas individuo como único agente

Figura 2 126 Almudena Hernando Gonzalo de alimentos es intrínsecamente superior a la caza- intensiva, se habría producido una relación simbió­ recolección y que la Revolución Neolítica es, en tica entre el hombre y algunas especies de animales esencia, un cambio tecnológico, rasgos todos ellos y plantas (trigo, cebada, ovejas y cabras). Es decir, definidores de las primeras aproximaciones al tema, acude a una explicación determinista ambiental tanto evolucionistas como particularistas históricas. para dar cuenta del cambio tecnológico, siendo esto La principal diferencia entre ambas es el rechazo de lo único que sus sucesores retuvieron. De esta las segundas por el fenómeno de convergencia en la forma, transforman el problema lateral del Childe aparición de la agricultura defendido por las prime­ (la causa de la innovación tecnológica) en el proble­ ras. A su juicio, es altamente improbable que la ma central, convirtiéndolo así en una puesta al día agricultura fuera descubierta en varios sitios dife­ del evolucionismo anterior y anulando todo su rentes, por lo que debe suponerse que existió un importante aparato teórico materialista. lugar de origen desde el que se difundió la inven­ Esto explica la aparición de R. J. Braidwood, ción. Esta idea ha influido poderosamente en la convencido idealista y evolucionista, quien inicia en investigación posterior, contribuyendo decisiva­ 1.948, en el marco de un gran proyecto interdisci- mente a la formulación de algunos de los modelos plinar que ofrece los primeros datos empíricos sobre posteriores, como por ej. el esquema de "zonas el origen del Neolítico, la excavación de la ciudad nucleares" y "periféricas" de Braidwood (Vicent de Jarmo, en el Kurdistán iraquí. Braidwood se 1.988:19). plantea un doble objetivo: por un lado, contrastar empíricamente la propuesta de la desertización Dentro de este gran conjunto de teorías, sin inherente a la "hipótesis del oasis" de Childe, y por duda ninguna destaca la formulación de V. Gordon otro, comprobar la hipótesis de Peake y Fleure que Childe, quien introdujo el concepto de Revolución situaban el origen de la domesticación en el Neolítica como expresión de la repercusión del Creciente Fértil (Ibidem: 29-31). cambio tecnológico en las formas sociales. Childe aunaba presupuestos evolucionistas y materialistas. Sus investigaciones refutaron la premisa del Los primeros por cuanto aceptaba que las técnicas cambio climático tal como había sido planteado por de producción de alimentos son un rasgo adaptati- Childe y confirmaron la aparición de la domestica­ vo en el sentido explicado. Los segundos porque ción en el Creciente Fértil, con todo lo cual pensaba que habían sido desencadenantes de una Braidwood propone un "nicho ecológico natural" al verdadera "revolución", puesto que el desarrollo de que llama "zona de habitat natural" o " zona nucle­ las posibilidades productivas de estas nuevas técni­ ar" donde el hombre, en virtud de su desarrollo cas desborda el marco de las formas de vida y las intelectual, habría iniciado la agricultura. Lo sitúa, estructuras sociales vigentes hasta el momento" y en inicio, en los bordes montañosos del Creciente da lugar a otras nuevas, así como a toda una serie de Fértil, aunque luego lo ampliará a medida que los cambios en el plano de las ideas religiosas y las ins­ datos de los científicos naturales vayan demostran­ tituciones (Ibidem:24). do la extensión del área de distribución de las espe­ Pero en la medida en que aludía a un cambio cies domesticables. Braidwood propuso un período tecnológico, Childe necesitaba darle una explica­ de "establecimiento", "ajuste", de los cazadores- ción. Este problema lateral, secundario, de la hipó­ recolectores del principio del post-Pleistoceno al tesis de Childe, constituye lo más débil de su argu­ medio, lo que significa a nichos ecológicos específi­ mentación, pero sin embargo, fué lo único que cos. Ello habría derivado en una creciente especiali- tuvieron en cuenta sus sucesores. Childe acudió a la zación y diferenciación de las comunidades en la hipótesis del "oasis" o de la "desecación", formula­ utilización de las formas salvajes de animales y da por Pumpelly en 1.908 y por Newberry en plantas preparadas para la domesticación. Hacia el 1.924, tras el establecimiento, a finales del s. XIX, 8.000 a.C, los habitantes de las zonas nucleares de la existencia del Pleistoceno, y por tanto de habrían llegado a conocer tan bien su habitat que importantes cambios climáticos. Esta hipótesis sos­ empezaron a domesticar los vegetales y los animales tiene que la desecación que acompañó al fin del que hasta entonces habían estado recolectando y Pleistoceno forzó al hombre, a las plantas y a los cazando (Braidwood 1.960). animales a concentrarse en áreas con agua perma­ El resumen de su hipótesis sería, pues, el nente (oasis), donde a través de una interacción siguiente: "la domesticación es una innovación con- El proceso de neolitización. Perspectivas teóricas para el estudio del Neolítico 127 ceptual que sobreviene dada la acumulación previa l.b.l. Teoría del "seleccionismo cultural". de innovaciones del mismo orden que definen un -D. Rindos (1.984). determinado nivel cultural. Cuando se adquiere D. Rindos es un botánico y no un científico este nivel y se dan las condiciones apropiadas, social, lo que tiñe su obra de un carácter excesiva­ entonces y sólo entonces, ocurre el cambio" (Vicent mente biologicista que alcanza excesivas cotas de 1.988:32). "¿Por qué no empezó antes la incipiente reduccionismo. De hecho, convierte los procesos producción de alimentos? Nuestra única respuesta culturales en procesos puramente biológicos, cons­ en este momento es que la cultura no estaba toda­ tituyendo la antítesis total de las explicaciones vía preparada para conseguirlo" (Braidwood y post-estructuralistas que más tarde veremos. Willey 1.962). D. Rindos se propone recuperar el pensamien­ Ahora bien, enseguida comenzaron a surgir to darwinista, tergiversado, a su juicio, por todos críticas a esta formulación, tanto por cuestiones teó­ los evolucionistas de la T. Clásica. Estos han enten­ ricas como empíricas , que provocaron el hundi­ dido la evolución en un sentido lamarckista y spen- miento de la hipótesis y una reacción descriptible ceriano por cuanto esconden intuiciones finalistas en distintos niveles: de la evolución humana. Con ello no sólo se refiere a) En primer lugar, la investigación de las con­ a las posiciones idealistas de la ortogénesis o de la diciones concretas en las que se desarrolla la domes­ evolución cultural, sino también a las convicciones ticación va evidenciando la complejidad inherente procesuales y deterministas de que los sistemas cul­ al proceso, lo que provoca el desarrollo de investi­ turales "tienden al equilibrio". El concepto de gaciones arqueobotánicas, arqueozoológicas, climá­ "adaptación" es evidentemente teleológico. Él se ticas, etc., que centran el marco de conocimiento y propone demostrar que el origen de la agricultura posibilitan el planteamiento de hipótesis menos puede ser concebido como un proceso evolutivo en especulativas. el sentido darwiniano del término, lo cual excluye b) Esa misma complejidad y los estudios etno­ cualquier suposición teleológica y cualquier apela­ lógicos modernos van minando la concepción de la ción a la especificidad de las capacidades culturales agricultura como un modo superior de vida. Poco a del hombre como recurso explicativo (Vicent poco va poniéndose de manifiesto que la agricultu­ 1.992:9). ra es, a menudo, una actividad que exige mucho Para comprender el proceso es necesario un más inversión de energía que la caza-recolección, examen puramente biológico de los procesos de sin implicar siempre un cambio inmediato en el interacción entre el comportamiento humano y el nivel de vida. En consecuencia, se revisa la conside­ medio natural, que se definen como procesos co- ración de la tecnología como variable independien­ evolutivos. Ello quiere decir que la interrelación te, dirigiéndose la atención a las otras dos variables entre ambos tiene consecuencias idénticas para implicadas de manera esencial en el "paradigma de todos los organismos implicados: de hecho se pro­ la consciencia": los recursos y la población. duce una expansión sin procedentes de los respecti­ vos ámbitos de supervivencia. Pero estos cambios no vienen dictados por "objetivos" concretos de l.b Posiciones deterministas ninguna de las partes, sino que son consecuencia de Con ello nos introducimos en el segundo gran la interacción global. Es más, algunos no pueden grupo de modelos, que van a suponer el derrumba­ considerarse precisamente "adaptaciones": por miento definitivo de este primer paradigma. Se trata ejemplo, Rindos destaca el aumento de la vulnera­ de los modelos deterministas, aún basados en los bilidad e inestabilidad de cada especie, cada vez principios evolucionistas clásicos, pues siguen consi­ más dependiente del resto (ídem, inédito). derando que existen "ventajas intrínsecas" en la pro­ Ese proceso co-evolutivo comenzaría de forma ducción de alimentos, ya que aumenta la eficacia casual, viéndose favorecidas algunas especies por biológica de los grupos humanos. Pero el adaptacio- acciones no intencionales (de protección y disper­ nismo cultural es ahora la base de sus argumentos. sión) del hombre, continuándose a través de una Dentro de este grupo, se distinguen, como veí­ dependencia progresiva entre todas las especies amos, distintos tipos de determinismos: implicadas. El resultado del proceso es que las plan- 128 Almudena Hernando Gonzalo tas tienen una alta predecibilidad para el creci­ El comienzo de la producción de alimentos miento y la reproducción y el hombre aumenta su puede describirse como un proceso de simbiosis capacidad de sustentación y optimiza el rendimien­ progresiva entre los domesticables silvestres y el to de su utilización del medio. hombre que tiene lugar en determinadas áreas favo­ Para explicar por qué el proceso no se bloquea rables, las "áreas nucleares" de Braidwood. Dentro cada vez que se alcanza un grado de especialización de esta concepción, el cambio cultural no es una suficiente entre los participantes, Rindos acude a la mera respuesta a determinaciones ambientales, sino inestabilidad como clave del proceso: "la selección un tipo de interacción entre los patrones de adapta­ positiva para la inestabilidad ha sido la característi­ ción de la cultura y el medio. En consecuencia, la ca de los sistemas agrícolas desde sus primeros orí­ investigación se orienta hacia el descubrimiento de genes "(Rindos 1.984:XVI). las condiciones en las que se produce el incremento J. Vicent (1.992:11), haciéndose eco en parte de la dependencia mutua y hacia el proceso bioló­ de las críticas realizadas por Sahlins (1.990) a la gico de la domesticación. Teóricamente, el concep­ to de la "madurez" cultural de Braidwood se ve sus­ Sociobiología, ha realizado una crítica al modelo de tituido por el de la "especialización adaptiva", o Rindos desarrollada entre otros, en los siguientes complejo conjunto de innovaciones técnicas y con­ puntos: ceptuales, definida en términos de la teoría de Io. Si la selección natural opera predominan­ Sistemas (Vicent 1.988:38-39). temente sobre el individuo, entonces la cultura es Tal formulación llega a constituirse a través de un conjunto de rasgos individuales, lo que lleva a la intervención de distintas aportaciones (fig. 3), una convergencia entre esta visión y la teoría nor- partiendo de las consideraciones deterministas de la mativista. escuela paleoeconómica de Cambridge, que bajo el 2o. El grado de abstracción biológica del liderazgo de Eric Higgs, prosigue la tendencia teó­ modelo supone una descontextualización excesiva rica iniciada desde los años 30 y formulada clara­ del proceso histórico del origen de la agricultura, el mente en 1.952 por Grahame Clark en su obra cual no se alcanza a comprender. "Prehistoric Europe: the Economic Basis". 3o. Ya que según la Teoría del Seleccionismo Cultural la selección natural opera sobre los rasgos A partir de los años 60, en que se produce la tanto culturales como naturales que favorecen el expansión de la Nueva Arqueología, los postulados éxito reproductivo, puede decirse que en la argu­ del determinismo ambiental clásico van a ser refor- mentación de Rindos la "demografía no es ya la mulados en dos direcciones distintas: por un lado causa próxima de la agricultura, como en la hipóte­ en términos más o menos materialistas por Higgs y sis de Cohén, sino su causa final. Estamos pues, ante la escuela de Cambridge, y por otro en términos un argumento teleológico". evolucionistas, bajo la estructura de la teoría de o 4 . Por último, el carácter pretendidamente Sistemas. Esta segunda tendencia se ha generaliza­ inocuo del modelo esconde, sin embargo, una fortí- do con el nombre de Ecología Cultural (Ibidem: sima carga ideológica, por cuanto pretende anular 29)- Ambas direcciones desarrollarán destacadísi­ la fuerza crítica de las ciencias sociales. Se trata de mos proyectos de investigación, perfectamente uno de los más potentes argumentos de legitima­ representativos de este segundo "paradigma": por ción del orden social capitalista: "No hay opción un lado Higgs, con la colaboración de Jarman, diri­ para discutir cualquier punto de vista que presu­ gió el "British Academy Major Research Project on ponga la autonomía de lo social o lo cultural cuan­ the Early History of Agiculture" desde 1.968 hasta do la premisa fundamental es la negación de esta su muerte en 1.976 (Barker y Gamble 1.985:3). Por autonomía con respecto al orden "natural" impues­ otro, Flannery, representante por excelencia de la to por la selección darwiniana". En breves palabras: corriente evolucionista sistemática, llevó a cabo el "si el orden social es natural, entonces este orden Proyecto "Oaxaca" aproximadamente en las mismas social es natural". fechas. Las dos tendencias perviven en la actualidad a l.b.2 y 3- Determinismo ambiental y deter- través de los modelos "procesuales,", mayoritarios minismo termodinámico. en la explicación de la neolitización de Europa. La El proceso de neolitización. Perspectivas teóricas para el estudio del Neolítico 129

Materialista Escuela Paleoeconómica de Cambridge British Academy Major Research Project on the Early History of Agriculture-Higgs y Jarman

Clark (30' y 52')- Determinismo ambiental clásico

Barker y Gamble (1985)

Cavalli-Sforza

Renfrew Nueva Arqueología (60')- Teoría General de Sistemas Dennell

Zvelebil

Evolucionista Gamble Ecología Cultural Oaxaca Project- K. Flannery Gregg...

Figura 3 obra de Barker y Gamble "Beyond Domestication la confianza en el equilibrio que esos tienden a in Prehistoric Europe" (1.985), dedicado a la mantener con el medio. memoria de E. Higgs, mantiene una clara vincula­ La hipótesis más representativa de la Ecología ción con la Escuela Paleoeconómica, mientras que Cultural es la que Flannery expone en sus primeras la Ecología Cultural se mantiene presente en los obras, ya que muy pronto va a necesitar introducir trabajos de Renfrew y Cavalli-Sforza en los que el una serie de variaciones que la transformarán, como medio juega un importante papel en la homeostasis las propuestas de Binford, en una "hipótesis de cultural, o en los de Zvelebil (1.989), Barker desequilibrio". (1.985), Dennell (1.987), Gregg (1.988) o Gamble Flannery propone inicialmente que el origen (1.990), quienes dan más importancia a las dinámi­ de la domesticación se debe a una respuesta favora­ cas adaptativas del propio sistema. ble por parte de algunos grupos humanos con eco­ La Ecología Cultural es el reflejo en nomía de "amplio espectro", a algunas mutaciones Antropología de la convergencia de dos líneas teó­ en domesticables silvestres. Ello hace que aumenten ricas de enorme trascendencia científica en los años su dependencia de ellos a expensas de otros recursos 50' y 60': por un lado, el neo-darwinismo, olvidado (como la caza), lo que a su vez va a revertir sobre desde finales del S. XIX, y por otro la Teoría tales especies al favorecer un proceso de selección General de Sistemas (T. G. S.). artificial. Como hemos visto con Rindos, el neo-darwi­ Pero evidentemente, resultaba insostenible la nismo insistirá en el carácter no-dirigido de la evo­ universalidad espacio-temporal de las mutaciones y lución. Ahora bien, hay que explicar entonces el en todo caso, de la respuesta del hombre. El proble­ carácter aparentemente dirigido que ésa presenta. Y ma residía en la propia incapacidad de la T.G.S. para para ello, la T.G.S., basada en la tendencia al equi­ dar cuenta de los cambios. Según el pensamiento sis- librio de los sistemas biológicos parecía un instru­ témico, si un sistema existe, es que está adaptado, mento idóneo. Al aplicarlo a los sistemas culturales, luego funciona, luego no cambia, puesto que tiende se explica su evolución y transformación a través de a estar en equilibrio. Así pues, debe comenzarse a 130 Almudena Hernando Gonzalo buscar la causa del cambio en factores externos al sis­ Hemos llegado, de este modo, a un punto en el tema. La atención comienza a fijarse en las variables que la investigación sobre el origen del Neolítico se que podían haber determinado el inicio del desequi­ encontraba en un aparente callejón sin salida: los librio. Con ello empezamos a abandonar este pri­ desarrollos teóricos a que había conducido la Teoría mer gran bloque de teorías evolucionistas. Pero era Clásica abocaban a dos posibilidades distintas: o se necesario algún instrumento de enlace entre estas vaciaba de contenido explicativo, manteniendo la teorías y las posteriores. El paso de la convicción de prioridad del cambio tecnológico (concebido como las ventajas intrínsecas de la agricultura (T. de las innovación conceptual), o se incurría en una insal­ áreas nucleares) a la necesidad de introducirla por vable contradicción lógica al introducir un modelo desequilibrio (T. materialistas) va a ser la "Teoría de de desequilibrio población-recursos contra el prin­ las áreas marginales" (fig 4). cipio del número constante de individuos. Por su parte, abandonar este último principio supondría * "Teoría de las áreas marginales" como mecanismo volver a las causalidades metafísicas, abandonando de transición entre las teorías evolucionistas (T. de las los principios del determinismo tecno-económico. áreas nucleares) y las teorías materialistas (Modelos de "desequilibrio"). 2° TEORÍAS MATERIALISTAS Fue formulada por L. Binford y K. Flannery ante el evidente fracaso de la T.G.S. para dar cuen­ 2.a Teoría materialista cultural o "vulgar". M.N. Cohén ta de la aparición de la agricultura. y la "Teoría de la Presión Demográfica. En "Post-Pleistocene adaptations" publicado en 1.968, Binford resume con absoluta claridad la La solución va a ser reconocida con cierta rapi­ base teórica de sus planteamientos: un cambio dez: existía una grave contradicción en la teoría de como el del origen de la economía productora no las áreas marginales entre la concepción del proble­ puede deberse más que a un desequilibrio grave ma y el marco de análisis. Efectivamente resulta entre población y recursos. Pero ya que un descen­ obvio el principio del número constante de indivi­ so de los últimos se había demostrado inaplicable duos en una perspectiva regional. Es un a priori. tras la pretensión de Childe, sólo podía pensarse en Pero ello no significa que no sea válido el principio una alteración de las densidades de población como de la presión demográfica, sino que el ámbito de causa del cambio. estudio tiene que ampliarse a la totalidad de las El modelo, denominado de las "áreas margina­ poblaciones humanas (Ibidem: 46). les", consiste básicamente en lo siguiente: en las De esta manera, se desarrolla una nueva teoría, zonas de "habitat" de los domesticables se produce conocida como Teoría de la Presión Demográfica un proceso de especialización adaptativa consistente cuyo principal exponente es la obra de M.N. Cohén en un incremento de la dependencia mutua. Un (1.981) "La crisis alimentaria de la Prehistoria". Su aumento de población en esas áreas obliga a parte de objeto de reflexión es, por primera vez, la universa­ la misma a emigrar fuera de su lugar de origen, lle­ lidad espacio-temporal del fenómeno. En este vando consigo estas especies en vías ya de domesti­ nuevo contexto, el principio del número constante cación. En sus nuevos habitats, la interdependencia de individuos puede ser eludido de la siguiente entre estas especies y el hombre se torna absoluta. manera: es una evidencia empírica y analítica que la Ahora bien, desarrollar una interpretación población global del planeta aumenta a lo largo de basada en la población como variable independien­ la Historia, sin que ello suponga una refutación de te chocaba con un terrible obstáculo, el "principio ese principio, ya que una población dada permane­ del número constante de individuos". Se trata de la ce constante en unas condiciones determinadas, no idea malthusiana según la cual no se puede atribuir sólo por la actuación de factores restrictivos, sino ningún papel al crecimiento demográfico, puesto también por la exportación de los excedentes. Es que éste no puede sobrepasar el límite permitido decir, un grupo dado en un área determinada per­ por los recursos disponibles. "Un grupo no puede manece demográficamente estable mientras tiene la crecer por encima del "umbral critico" porque exis­ posibilidad de expansión territorial para ese exce­ ten mecanismos automáticos de control del creci­ dente (patrón de crecimiento extensivo). Pero cuan­ miento demográfico" (Vicent 1.988:41). do la red demográfica ocupa todos los territorios El proceso de neolitización. Perspectivas teóricas para el estudio del Neolítico 131

Convicción de las ventajas intrínsecas de la agricultura T. del Oasis Teoría evolucionista Teoría de las T. Evolución Cultural clásica (son las óptimas condiciones áreas nucleares Seleccionismo Cultural las que explican la aparición Ecología Cultural de la agricultura)

Teoría de las áreas marginales

Necesidad de introducir la agricultura por factores de desequilibrio Teoría del T Materialista Cultural Teorías materialistas desequilibrio T Materialista Dialéctica (son las pésimas condiciones las que explican la aparición de la agricultura)

Figura 4 habitables, el patrón de crecimiento comienza a ser La Teoría de la Presión Demográfica es una intensivo (incrementando el número de habitantes referencia crítica para estos enfoques, en la medida por unidad de superficie), aumentando la densidad en que presenta un planteamiento plausible y bien de población , y por lo tanto, la presión demográfi­ organizado. Sin embargo, su reduccionismo expli­ ca sobre los recursos. cativo, basado en un factor único, obligará a los que De este modo, como señala J. Vicent (Ibidem) piensan que la Historia no es un mero dispositivo la domesticación no se concibe ya como una inno­ mecanicista a desarrollar hipótesis más complejas vación tecnológica ni como un factor causal del sobre el problema. De esta manera, surgirán las pro­ cambio cultural resultado de una adaptación, sino puestas materialistas (históricas, estructuralistas) y como el resultado de un cambio más profundo: la las neo-idealistas. sustitución de unos mecanismos demográficos por otros. Se trata de todo un programa de investiga­ ción sin desarrollar, pues no se concreta en patrones 2.b. Materialismo histórico ajustados a condiciones concretas. Además, tiene una clara consecuencia en la valoración del período: La investigación procesual intentó encontrar empieza ahora a prestarse atención a las fases prece­ qué fenómenos recurrentes podían haber provocado dentes -Mesolítico y Paleolítico Superior- para con­ presión sobre el sistema forzando la intensificación trastar la tendencia asumida, lo que transforma económica. Dado que operaban, como hemos visto, radicalmente la perspectiva del análisis. con modelos eco-sistémicos, centrándose en las rela­ Por ello, la T de la Presión Demográfica inau­ ciones entre los subsistemas y el medio, asumían gura el segundo gran bloque de teorías que, aban­ que el sistema era homeostático con el medio para donando la perspectiva evolucionista, intentarán mantener el equilibrio. Sin embargo, los materialis­ explicar el Neolítico como fase del desarrollo socio- tas piensan que es un error aceptar tal premisa. Los cultural en la Historia de la Humanidad. sistemas culturales no son homeostáticos, como 132 Almádena Hernando Gonzalo demuestra el hecho de que no mueren, como harían cultores, basada en criterios técnicos, para consti­ organismos vivos cuando el strees ambiental supera tuirse en eje de la argumentación la propia trans­ su capacidad de tolerancia, sino que cambian. ¿Por formación social. qué? Porque el sistema cultural tiene propiedades de auto-transformación, lo que significa que su 2.b.l. Teoría socio-cultural o T. del desequili­ variabilidad no está destinada únicamente a un fun­ brio demográfico. B. Bender (1.978). cionamiento adaptativo. Así pues, si hay que Según Barbara Bender, uno de los problemas encontrar una causa necesaria del cambio, ésta ten­ que han impedido a la investigación analizar ade­ drá que buscarse dentro del sistema y no fuera de él cuadamente la cuestión reside en la confusión entre (Bender 1.978). domesticación y producción de alimentos. A su jui­ Barbara Bender considera que el matiz mate­ cio, en un determinado momento histórico, el hom­ rialista llevó a centrar la atención en la base mate­ bre comenzó a ensayar diversas formas de intensifi­ rial de la sociedad -subsistencia, población, recur­ cación productiva. Algunas conducirían a la domes­ sos- y a intentar explicar los otros dominios sociales ticación y otras no, por las distintas condiciones de por referencia a ella, lo que simplificó en exceso la aplicación, por las diferencias genéticas de los cuestión e impidió desarrollar modelos viables de recursos, etc.. Dado que los pueblos protagonistas explicación. El hecho de que casi la única similitud de tales ensayos no podía preveer las consecuencias entre los cazadores-recolectores de hace 1 m.a. y los a largo plazo, resulta injustificado y artificial dis­ del final del Pleistoceno sea la dependencia de tinguir la agricultura del resto de las prácticas de recursos silvestres hizo de este dato el centro de la intensificación. Por ello, habría que sustituir la pre­ explicación, sin conceder importancia al hecho de gunta "¿por qué la domesticación?" por la de "¿por que a lo largo de ese tiempo es observable una qué la intensificación?". Con ello, B. Bender rompe transformación imparable de las estructuras socia­ por primera vez con la disyuntiva común recolec­ les. Luego ¿por qué no conceder a este factor diná­ ción/agricultura, depredación/producción, intere­ mico una capacidad de transformación general? sándose en los desarrollos culturales que podrían Por otro lado, la consideración del Neolítico haber provocado un aumento de las demandas sobre como fase arqueológica conducía a la elaboración de la economía. "paquetes" culturales de rasgos asociados que la Lo que debe analizarse, en consecuencia, es qué investigación ha demostrado falsos. De hecho, el factores de transformación social interna pueden registro arqueológico demuestra un cambio progre­ haber provocado una mayor demanda productiva. sivo en las formas de vida desde el Paleolítico supe­ Para ello debemos fijarnos en primer lugar en la rior hasta el final del Neolítico en todos los niveles finalidad de la producción: ¿para qué se produce?. de observación, que no son visibles si no es desde Esencialmente se produce para el uso, para el con­ una perspectiva de "larga duración": cambios en los sumo de las unidades domésticas. Pero éstas no patrones de asentamiento, tecnología, elementos pueden mantener la autonomía en una sociedad de socio-económicos, explotación de los recursos, etc., cazadores-recolectores, ya que dependen de recursos etc. (Vicent 1.990). silvestres que fluctúan de estación en estación, de Al cambiar la perspectiva de estudio y ampliar año en año, de área en área. En consecuencia, son la variabilidad observada, estas posiciones comprue­ esenciales las relaciones de alianza para garantizar ban que las transformaciones "no se limitan a cam­ en lo posible la supervivencia del grupo. Pero la bios tecno-tipológicos (los únicos reflejados en la alianza implica reciprocidad, y ésta intercambio de periodización arqueológica tradicional) ni a aspec­ bienes, lo que deriva en demandas de un "surplus" tos concretos de la subsistencia", sino que "por el productivo sobre la unidad doméstica. contrario, además de esto, implican la aparición de A su vez, muchas sociedades de cazadores-reco­ nuevas formas de organización social y un punto de lectores pueden tener posiciones de autoridad, que inflexión global en la historia humana" (Ibidem: también se ponen de manifiesto mediante la redis­ 243). tribución de bienes, ya que sus posiciones distan De este modo, se transforma radicalmente el mucho de estar consolidadas. problema a resolver y deja de tener sentido la oposi­ Ahora bien, desde el momento en que se pro­ ción clásica Mesolítico/Neolítico, recolectores/agri­ duce un excedente aparece la necesidad de almace- El proceso de neolitización, Perspectivas teóricas para el estudio del Neolítico 133 namiento, si es que el intercambio no es inmediato. mía de caza-recolección", donde "tendría también Ello potenciará el sedentarismo, esto el stress social la virtud -ambivalente- de abrir la puerta a la y esto la necesidad de un liderazgo, que no sólo con­ sociedad de clases, atribuida a la Revolución tribuirá a disolver aquel, sino que también inter­ Neolítica" (Ibidem). Estos grupos se definen por vendrá en el control del acceso a los recursos que un cierto sedentarismo, una fuerte densidad ahora se han hecho restringidos. De esta manera, no demográfica y un posible desarrollo de la desi­ sólo se irá aumentando la producción, sino también gualdad social (1.982:524-525; 1.985:47). Hay la productividad del área, lo que tenderá a provocar ejemplos en la costa noroeste americana o en la innovación tecnológica (no es necesario; puede California, y en general fueron considerados provocar sólo un mayor coste de trabajo), y en nues­ "excepcionales" por la investigación, cuando su tro caso, la domesticación. conocimiento actual demuestra que constituyen En consecuencia, la demografía y la tecnología una categoría distinta a la de los cazadores-reco­ dejan de ser variables independientes. Es la estruc­ lectores nómadas, más abundantes. tura social la que determina el patrón demográfico. La práctica del almacenamiento implica, según Barbara Bender anula la disyuntiva clásica y demuestra Testart (1.985: 45-47 y 1.988: 526 y ss), aunque no la sustituye por otra, concede ya un peso un cambio radical en la mentalidad de un grupo específico al almacenamiento en el proceso de trans­ humano, independientemente de la naturaleza sal­ formación. Poco después, Alain Testart desarrollará vaje o doméstica del recurso almacenado: esta idea. -Entre los nómadas, acumular o almacenar tiene siempre un sentido inmoral de acaparar o ate­ 2.b.2. Sociedades sin almacenamiento/socie­ sorar, puesto que la regla del reparto les impone una dades con almacenamiento. A. Testart. inmediata circulación de los bienes por todo el Efectivamente, A. Testart (1982, 1.985, grupo para su consumo. Luego la decisión de alma­ 1.987, 1.988) va a realizar un estudio exhaustivo de cenar implica, en sí misma, un cambio en la ideolo­ los grupos cazadores-recolectores documentados gía, que transforma: etnográficamente para comprobar las diferencias — Las costumbres, las relaciones personales. existentes entre su organización social y la de los — La actitud hacia el tiempo: se da más impor­ pueblos agricultores. Estos siempre fueron defini­ tancia al pasado, esto es, a los bienes ya acumulados dos por su capacidad para producir un excedente, que al presente para asegurar la subsistencia. condición para el nacimiento de la civilización - — la actitud hacia la naturaleza: se confía más definida ésta como sociedades de clase y con Estado- en el trabajo humano que en su capacidad provee­ , en tanto que permite alimentar a una clase no-pro­ dora. El cazador-recolector nómada considera ductora (sacerdotes, guerreros, etc.) De ahí el carác­ superfluo el almacenamiento en la medida en que ter revolucionario del Neolítico, concedido por confía en la generosidad de la Madre Naturaleza Childe a su aparición (1.985:39). para conseguir los recursos. Testart (1.982:2) define a los cazadores-reco­ — se trata de una tendencia correlativa a la de lectores como "gente que caza y recolecta", lo que la individualización y la propiedad. significa que "explota recursos cuya reproducción Además el sedentarismo significa: no necesita ser controlada, como sucede con la — Una explotación exclusiva o privilegiada del agricultura o la ganadería". Ahora bien, aunque territorio donde el grupo reside, lo que provocará en general se les ha reconocido como un grupo diferencias regionales entre los grupos. perteneciente a una categoría común, dicho autor — Es la condición inicial para la acumulación (1.985: 39) comprueba que, como ya hizo eviden­ de bienes materiales, necesaria para la aparición de te la etnología alemana desde el S. XIX (Grosse, la desigualdad social. por ejemplo), algunos grupos de cazadores-reco­ — Limita la posibilidad de resolución de los lectores presentan un sistema tecno-económico de conflictos por fisión del grupo, de lo que se sigue la subsistencia que consiste en recolectar en masa un necesidad de mediadores y de ahí la posibilidad de recurso durante una estación y almacenarlo duran­ que antiguos líderes consoliden su posición. te el resto del año. Ello significa, en otras pala­ Por todo ello, el sedentarismo y el almacena­ bras, que "el excedente es posible en una econo­ miento pueden considerarse la causa del desarrollo 134 Almudena Hernando Gonzalo de las desigualdades sociales, y se dan tanto entre Las principales críticas que pueden hacerse a los cazadores-recolectores complejos como entre los Testart (Ingold 1.982, 1.988, Vicent, como.pers.) agricultores. En consecuencia, deja de tener sentido están en relación con su valoración exclusivamente la oposición clásica caza-recolección/agricultores- técnica de la práctica de la acumulación, sin tener ganaderos para verse sustituida por la de sistemas en cuenta sus implicaciones sociológicas y econó­ sin almacenamiento/sistemas con almacenamiento, mico-políticas, lo que se relaciona con su recurso a verdadero punto de inflexión en el desarrollo histó­ afirmar sus explicaciones en "tendencias históricas" rico, a juicio de Testart (1.985:40). (por ej. del paso del almacenamiento a la agricultu­ Ahora bien, para que puedan aparecer estos sis­ ra) sin analizar detalladamente el proceso. temas de cazadores-recolectores complejos con almacenamiento, tienen que existir recursos 1) esta­ 2.b.3. La división social del trabajo.V. cionales, 2) abundantes, 3) recolectables en masa y Shnirelman. 4) almacenables a gran escala (ídem 1.985: 141; Para este autor, el punto de inflexión más 1.988:5), características que cumplen los cereales. importante en la Historia de la Humanidad viene Por ello, se ha tendido a identificar el origen del dado por la aparición de la división social del traba­ Estado y la sociedad de clases con la aparición de la jo, coherentemente con los principios derivados de agricultura de cereal —primeras civilizaciones de su formación soviética. Y a su juicio (Shnirelman Mesopotamia, Indo, Norte de China, México o los 1.992: 186), el origen y causas de dicha transforma­ Andes-, cuando es más probable que el carácter ción deben buscarse en cambios ocurridos en la esfe­ revolucionario de la cerealicultura tenga más que ra socio-cultural y no en el medio natural. ver con el establecimiento de un sistema tecno-eco- Shnirelman insiste también en diferenciar distintas nómico basado en el almacenamiento que con la categorías de cazadores-recolectores y en la impor­ agricultura misma (ídem 1.985: 201). tancia del almacenamiento, como Testart, pero a su Por tanto, la Revolución Neolítica hace refe­ juicio, su importancia radica en las posibilidades de rencia al establecimiento de una estructura econó­ desarrollo social a que da lugar. La existencia de un mico-social sedentaria con almacenamiento, que excedente habría permitido desarrollar sistemas eco­ puede producirse antes o después que la agricultu­ nómicos de subsistencia más o menos especializados, ra. Esta no es más que otra innovación -como la pero altamente eficientes en tanto en cuanto podrí­ cerámica, aparecida con el sedentarismo, no con la an contemplar una división social del trabajo. En agricultura- producida en el seno de un movimien­ general, se ha asociado el desarrollo de la "primera to de la Historia que arranca del fin del Paleolítico gran división social del trabajo" con la aparición de Superior. En esta época, ya puede demostrarse el la economía productora, pero según Shnirelman, almacenamiento a través de las complejas estructu­ está estrechamente vinculado a la aparición de un ras de habitat y fosas para tal fin de diversos yaci­ excedente regular, indistintamente del tipo de eco­ mientos de Europa Oriental y Ucrania -Dolni nomía de subsistencia implicada (Ibidem: 189). Vestonice, Kostienki o Mezhirich- (Ibidem: 139). A este respecto, no duda que la demografía sea Posteriormente aparecerá la agricultura, a una variable de una enorme importancia en el pro­ causa de la expansión demográfica y de las posibili­ ceso, ya que "el gran tamaño de una comunidad dades para el mantenimiento y desarrollo de las local no es sólo una consecuencia, sino también un desigualdades sociales que el propio sedentarismo prerrequisito para una económia recolectora alta­ provoca (según Testart, existe una tendencia histó­ mente eficiente. Y ello es así porque sólo podrían rica a la sustitución de las economías sedentarias surgir formas complejas de división del trabajo y con almacenamiento de recursos espontáneos por mecanismos sociales para controlarlas en grupos de economías agrícolas). Y una vez introducida, juga­ población suficientemente grandes" (Ibidem: 188). rá un papel fundamental en la evolución de las sociedades. En sus comienzos, pasó probablemente 2.b.4. Sociedad primitiva/sociedad campesi­ desapercibida, pero cuando estuviera suficiente­ na. J. Vicent. mente avanzada, revelaría toda su fuerza expansiva J. Vicent (1.988, 1.990) va a llevar aún más y la función que juega en la evolución de las socie­ lejos las implicaciones socio-económicas y políticas dades (Ibidem: 199 y 202); Ídem 1.988:5). del proceso de acumulación. El proceso de neolitización. Perspectivas teóricas para el estudio del Neolítico 135

A juicio de J. Vicent (1.990: 267-277), el cam­ J. Vicent (Ibidem: 277-289) realiza un análisis bio importante se produce cuando la propia diná­ de las evidencias arqueológicas que permitirían mica de los sistemas de rendimiento diferido, entre situar históricamente dicha revolución en la los cuales se encuentra la agricultura, conduce a una Península Ibérica y el Mediterráneo Occidental institucionalización de la apropiación tanto de la que, por razones de espacio, no podemos desarrollar producción (en forma de los excedentes acumula­ ahora. Baste decir que, a su juicio, la formación de dos), como de los medios de producción (funda­ las tradiciones funerarias es el fenómeno arqueoló­ mentalmente la tierra cultivable). El cambio de gico más claramente relacionado con la apropiación mentalidad y la transformación radical que ello permanente de los medios de producción, ya que conlleva -ya que habría sido necesario sustituir la indica que la figura del ancestro comienza a ser sig­ sociedad de bandas del Paleolítico Superior por una nificativa en la regulación del acceso a dichos sociedad de linajes para restringir el acceso de extra­ medios. Pues bien, como se sabe, este rasgo aparece ños a los recursos del grupo- marcan, ahora sí, una en la Península Ibérica al final del Neolítico modificación esencial en el modo de vida. —"Cultura de los sepulcros de fosa", "cultura de Almería"—, coincidiendo con la ocupación concen­ Así pues (Ibidem), la Revolución Neolítica es trada en aldeas o lugares de habitación al aire libre. sólo un tramo importante en la carrera de la huma­ En este sentido, la Revolución Neolítica se produce nidad entre el comunismo primitivo (reciprocidad al final del Neolítico, no pudiéndose considerar el generalizada y universal) y el individualismo capi­ Calcolítico como una forma transicional originaria, talista (reciprocidad negativa generalizada y univer­ sino como una forma avanzada del modo de vida sal). En este esquema, la Revolución Neolítica campesino. supone la creación de una estructura (el linaje/el grupo local) caracterizada por su reciprocidad posi­ tiva interna y negativa externa, o lo que es lo 2.c. Materialismo estructuralista mismo, negativa entre grupos, y el desarrollo de su lógica. T. Ingold y F. Criado presentan trabajos com­ La Revolución Neolítica marcaría así el fin de parables desde una óptica teórica, pues ambos con­ un modo de vida que podría denominarse primiti­ sideran que el discurso ideológico, la racionalidad vo, y la aparición de lo que se ha llamado el modo inherente a una estructura social dada, no puede de vida campesino. Este se define por las nuevas entenderse de manera aislada a esta última, sino que condiciones sociales de la producción, es decir, por constituye la posibilidad básica de su construcción. las relaciones permanentes de dependencia necesa­ En palabras de F. Criado (1993:41), "a menudo lo ria entre los medios de producción agraria y los pro­ ideal es, la condición infraestructural básica de lo ductores primarios dependientes de los mismos. material ya que las cosas, el trabajo mismo, antes de Pero puede tomar formas técnicas específicas con­ ser practicadas, deben ser pensadas". En este senti­ cretas, y presentarse bajo un modo de producción do, ambos consideran que existe una prioridad lógi­ doméstico, esclavista, feudal, etc. De este modo, la ca, que no determinación causal, de la modificación Revolución Neolítica aparece indisolublemente del pensamiento sobre la transformación de la rela­ asociada al problema del origen de la desigualdad ción entre sociedad y su medio; entre la instancia social, y ambos desvinculados del problema del ori­ simbólica y la productiva. gen de la agricultura como problema específico, ya que las formas de apropiación pueden aparecer en 2.el. Respeto/dominio, confianza/apropia­ sociedades cazadoras-recolectoras, como veía Testart ción de la naturaleza. T. Ingold. (Ibidem: 275-277). T. Ingold (1.982, 1.988) encuentra también Desde esta nueva posición, vuelve a perder sen­ deficiencias en los planteamientos de Testart, ya tido la oposición Mesolítico/Neolítico, recolecto­ que, a su juicio, éste limita el análisis a factores téc­ res/agricultores, para constituirse en eje de la argu­ nicos, confundiendo con ello técnica y economía. mentación y resumen de la Revolución Neolíti- Según Ingold (1.988:14), la economía comprende cala disyuntiva sociedad primitiva/sociedad cam­ tanto las técnicas como las relaciones sociales de pesina. producción, siendo precisamente éstas últimas el 136 Almudena Hernando Gonzalo factor crucial a examinar. Es más, en su opinión mente útiles para la reproducción social, a las que, (ídem 1.990:11), "lo técnico es un aspecto de lo por otra parte, se posee. social", ya que las fuerzas de producción están pro­ Es éste el eje crucial del cambio, y no el del fundamente enraizadas en la matriz de las relacio­ almacenamiento, que pude darse sin alterar las nes sociales. Para Ingold (1.988:14), lo que caracte­ reglas de reparto y solidaridad social. Lo que verda­ riza la práctica productiva no es la morfología de los deramente es "irreverente o sacrilego" para una objetos (salvajes o domésticos), sino la forma social mentalidad del primer tipo es el intento de apro­ de apropiación que supone. La caza-recolección, por piación del "mundo de las cosas vivas", pues es ejemplo, viene definida por un sistema de apropia­ entonces cuando el principio social del reparto se ve ción colectiva, y si se elimina este componente desplazado por un principio de acceso exclusivo o social de la producción, "la caza-recolección queda diferencial a los recursos y se establece la posibili­ reducida a la depredación-y-el forrajeo, estricta­ dad de atesorar y acumular que subyace a la apari­ mente comparable al comportamiento extractivo de ción de las desigualdades socio-económicas (ídem los animales no-humanos". Así pues, la disconti­ 1.982:532). nuidad que la Revolución Neolítica observa, "no es Ingold (1.986, sobre todo) demuestra como la tecnológica ni ecológica, sino que reside en el nivel correlación entre ambas actitudes y economías de de las relaciones sociales de producción" (ídem caza-recolección y productora respectivamente no 1.980:94). es estricta, ya que algunas de las segundas, como las Por otra parte, escribe (1.980:91) que las rela­ que representan grupos pastores o con agricultura ciones sociales que implica el cultivo habrían surgi­ de rozas, pueden manifestar la primera. do posiblemente por "las exigencias ecológicas de Así pues, lo que marcaría el inicio de la verda­ mantener a una población que ha crecido más allá dera Revolución, independientemente de factores de la capacidad crítica del territorio para un modo tecnológicos concretos, sería un cambio en las rela­ recolector" de explotación. ciones sociales de la producción, definidas por un Con todo ello, podría fácilmente pensarse que determinado tipo de pensamiento. De hecho. Ingold obedece a los principios materialistas más Ingold (1.980: 91) supone que "no existe una dis­ estrictos. Sin embargo, si se profundiza en sus argu­ continuidad discernible entre recolección y cultivo, mentos, se comprueba que la realidad de su pensa­ o entre caza y pastoreo, y que las transiciones de miento es más compleja: uno a otro pueden haber ocurrido gradualmente y La transformación que el Neolítico define no posiblemente en direcciones reversibles en muchos es, hemos dicho, la aparición de los recursos domés­ períodos y muchas regiones. La búsqueda de sus ticos, sino el establecimiento de una relación de orígenes temporales y espaciales es, por tanto, producción diferente entre el hombre y el medio, ya fútil". que un componente del medio sólo se convierte en recurso cuando es valorado socialmente (Ibidem: 2.c.2. Pensamiento sociedades primitivas/ 93). Ahora bien, para esa nueva valoración, es nece­ pensamiento sociedades campesinas. El megalitis- sario un cambio de los criterios de relación del mo como expresión del punto de inflexión. F. hombre con el medio. A juicio de Ingold, el cambio Criado. fundamental se produce cuando la relación de con­ Dentro de la misma línea teórica, F. Criado fianza existente entre el cazador-recolector y su (1.989, 1.991, 1993 y a) defiende la existencia de medio comienza a verse sustituida por una de domi­ "una estrecha relación estructural en las estrategias nio, que caracteriza al campesino (ídem 1.990:13). de apropiación del espacio entre pensamiento, orga­ Ambos términos implican dependencia, pero el pri­ nización social, subsistencia y concepción-utiliza­ mero supone un respeto por la Naturaleza que el ción del ambiente" (a:). Por tanto el análisis de la segundo desconoce. A su vez, el primero implica transformación socio-económica que la implanta­ una concepción abierta del paisaje, ya que la rela­ ción de las nuevas prácticas agrícolas supone puede ción hombre-medio es móvil. La segunda, sin investigarse desde cualquiera de esos niveles, eli­ embargo, supone una limitación del concepto de giendo él el primero, pues el cambio de pensamien­ territorio, que sólo comprende las zonas directa­ to, la modificación de los conceptos de tiempo y espacio, no sería sólo un fenómeno involucrado con El proceso de neolitización. Perspectivas teóricas para el estudio del Neolítico 137 estas transformaciones sociales, sino que habría con­ ción plena de la naturaleza, sin que forzosamente figurado el horizonte de posibilidad básico para las tengan que ser sociedades agrícolas", proceso que mismas". no tiene lugar hasta momentos posteriores al Partiendo de los análisis de la sociedad primi­ Neolítico Medio. tiva que Levi-Strauss centró en el orden del pensa­ Así, partiendo de su confianza en la existencia miento y Clastres en el de su organización socioló­ de una "correspondencia estructural entre concepto gica (ídem a), F. Criado intenta plantear las dife­ de espacio y estrategias socio-culturales" (Ibidem), rencias esenciales que separan a ese tipo de socieda­ llega a la conclusión de que el cambio de racionali­ des de las campesinas y reconocer distintos tipos de dad inherente a tal transformación es representado racionalidad espacial, identificando a su vez todo en el paisaje a través de la emergencia de la arqui­ ello con sociedades prehistóricas. tectura monumental, de la que el megalitismo El autor llega a identificar cuatro actitudes puede constituir un ejemplo bien conocido. Las básicas del hombre frente a la naturaleza: pasiva, diferencias esenciales inherentes al pensamiento de participativa, activa y destructiva, reconociendo a la las sociedades primitivas y campesinas son la clave primera en la humanidad cazadora, a la segunda en de su argumentación: (ídem 1.991): la recolectora (o primitiva), a la tercera en la cam­ Tanto las sociedades primitivas como las campe­ pesina (o domesticadora) y a la cuarta en la estatali- sinas tienen como fin prioritario su propia perpetua­ zada (y dentro de ella, y sobre todo, en la sociedad ción como sociedades y por lo tanto deben desarrollar industrial). A su vez, la primera habría caracteriza­ formas especiales de integrar el espacio y el tiempo, de do, desde un punto de vista histórico, a las socieda­ concebir su continuidad y su posición en el universo. des del Paleolítico Superior, la segunda a las socie­ Las primeras asumen el paso del tiempo negan­ dades mesolíticas y neolíticas, introduciendo con do su existencia; carecen de los conceptos de pasado ello a las primeras sociedades agrícolas con "agri­ y futuro, viviendo en un continuo presente. Para cultura no-permanente" (de roza y azada y horticul­ ello, ocultan la muerte, diluyéndola en la naturale­ tura), la tercera a las sociedades posteriores al za, y fundan el orden legitimador de la sociedad en Neolítico Medio: Calcolítico, Bronce e incluso un pasado mítico, habitado por ancestros, no por Hierro, según las zonas y la cuarta a las posteriores antepasados, que se desarrolla no en un tiempo (idem a:). Sin embargo, tales actitudes no habrían anterior, sino paralelo al del presente. En este senti­ constituido necesariamente una secuencia, sino for­ do, el presente y el pasado se conciben como con- mas distintas de relación que pueden haberse desa­ ceptualizaciones espaciales de orden distinto. Por su rrollado incluso dentro de un mismo grupo o haber parte, se asume que la continuidad de la sociedad caracterizado las estrategias y expectativas de deter­ vendrá dada por la perpetuación del orden actual, minados segmentos sociales dentro de una misma por lo que aunque no hay una concepción del futu­ comunidad. ro, sí hay un cuidado permanente por no alterar el Con ello, pierde sentido el concepto de orden natural: la perpetuación del orden social es Neolítico, ya que, coincidiendo con Ingold, F. entendida como la continuidad del orden natural. Criado (Ibidem) señala que "agricultura y recolec­ Por ello, el cazador, recolector o agricultor primiti­ ción son dos fórmulas estratégicas posibles de una vo se relacionan con su medio de acuerdo a una misma racionalidad cultural que, como tales, son lógica conservacionista que, lejos de considerar a la intercambiables y se pueden adoptar coyuntural y tierra un medio de producción, la respeta como esporádicamente" siempre que revelen una forma fuente del orden social. Lógicamente, por todos de apropiación de la naturaleza limitada a un acto estos motivos, esos grupos nunca construirán simbólico o ritual (Ibidem). Su manifestación cul­ monumentos, expresión de la continuidad del tiem­ tural implicará un "patrón de subsistencia y asenta­ po en un espacio alterado, ni alterarán el espacio en miento móvil, basadas en la utilización de recursos general. Y todos esos rasgos son atribuibles a los móviles y que no estén fijados a un espacio especí­ grupos de cazadores-recolectores paleolíticos y epi- fico" (Ibidem) Por ello, lo que tradicionalmente se paleolíticos y a los agricultores neolíticos anteriores ha entendido como Revolución Neolítica habría al megalitismo de Europa Occidental. llegado "más tarde" (Ibidem), con la "aparición de La sociedad campesina, por su parte, necesita prácticas subsistenciales que implican una apropia­ un concepto lineal y cíclico del tiempo. Su proyecto 138 Almádena Hernando Gonzalo productivo supone un cierto tipo de teleología que A su juicio, la "domesticación" no es un mero exige preservar la tierra en forma de propiedad a tra­ proceso biológico y tecno-económico, sino una vés del tiempo y programar la actividad económica "idea" que vehicula un "discurso de dominación", a lo largo de las estaciones. En este sentido, la rela­ una "metáfora política" (Vicent 1.991:431). La apa­ ción con los muertos, con los antepasados, se hace rición de la agricultura es la consecuencia del desa­ importante por suponer una relación con el discurrir rrollo de una cierta estrategia de poder que se puede del tiempo, pero sobre todo, por legitimar la situa­ rastrear arqueológicamente desde el Paleolítico ción del grupo en el espacio. Porque éste ahora tam­ Superior y que se concreta en el "control de lo sal­ bién es conceptualizado de forma diferente. El cam­ vaje" como fuente de prestigio. El discurso consiste pesino necesita cambiar la naturaleza, controlarla y en la "domesticación del individuo y la sociedad, es apropiársela, ya que la tierra pasa a ser el más impor­ decir, su introducción en el ámbito de un discurso tante medio de producción. La pervivencia de la de poder destinado a crear crecientes lazos de sociedad ya no descansa sobre la continuidad de lo dependencia dentro de unidades sociales cada vez natural, sino sobre su plena y auténtica domestica­ más amplias y cohesionadas" (Ibidem). ción. En lugar de supeditar la cultura al orden natu­ Ahora bien, llega un momento al final del ral, supedita la naturaleza al orden cultural. Pleistoceno en que se produce un cambio en los Según F. Criado (1991:105), el megalitismo recursos disponibles, que habría hecho que empeza­ demostraría ese cambio de mentalidad, ya que uti­ ra a resultar útil el sedentarismo, ya que permitiría liza a los muertos para destacar el dominio por parte a los grupos locales crecer demográficamente para del grupo social del paisaje, y simultáneamente, se producir más y poder así participar más plenamen­ sirve de la artificialización del espacio para afirmar te en procesos de competición social. Como se ve, la permanencia de ese grupo en el tiempo. En este según Hodder, el deseo y la intencionalidad juegan sentido, sitúa la ruptura del orden económico-social un destacado papel en todo el proceso, ya que los al final del Neolítico, relativizando con ello, en grupos humanos podían haber elegido otra estrate­ general, la originalidad de esa etapa arqueológica. gia, lo que significa que lo determinante era man­ tener ese discurso de poder. Pero la "culturización" de plantas y animales 2.d. Teorías neo-idealistas. que implica la domesticación, esto es, su ordena­ Como venimos viendo, este tipo de posiciones miento, control y almacenamiento, provocaron una invierte la lógica del razonamiento de los plantea­ doble línea de dependencia: de los hombres hacia mientos materialistas al defender que la conducta ellos y de ellos hacia los hombres. Además la sepa­ observable se genera en pautas del pensamiento ración de plantas y animales de la población salvaje simbólico; esto es, que la instancia simbólica deter­ les provocó cambios genéticos, todo lo cual hizo mina la instancia productiva. En consecuencia, sus que los hombres comenzaran a verse implicados en manifestantes centran la investigación en el análisis compromisos a largo plazo. Es decir: el hombre se de la transformación del pensamiento que provoca, vio dominado por las consecuencias prácticas de como factor causal, la Revolución Neolítica. seguir un cierto orden social y cultural, en el que el prestigio y el poder se definen por el control de lo 2.d.l. La domesticación de la sociedad. I. salvaje. Una consecuencia es que el prestigio del Hodder. orden cultural cambia su locus de la intervención en Como decíamos, I. Hodder (1.990) da la vuel­ lo salvaje a la casa. ta desde la Arqueología contextual a las posiciones En efecto, para Hodder, la "domus" fue tanto clásicas. Mientras en aquellas la transformación de la metáfora del cambio como el mecanismo que lo las estructuras ideológicas y simbólicas es conside­ hizo posible. Suponía el dominio de lo cultural y, rada una consecuencia de cambios en la base mate­ por tanto, fue la fuente del deseo de aumentar ese rial -población, recursos, tecnología-, para Hodder dominio. Por su parte, las estructuras sociales que los cambios prácticos en el estilo de vida solo pue­ permitieron las tareas productivas se gestaron en den ser reinterpretaciones de estructuras sociales y aquellas primeras tareas de almacenamiento, pro­ conceptuales ya existentes. El idealismo de su argu­ cesamiento de comida, etc., desarrolladas en la mentación es casi impactante. casa. El proceso de neolitización. Perspectivas teóricas para el estudio del Neolítico 139

Llama la atención sobre la forma en que nues­ Historia de las prácticas, una Historia de los restos tro lenguaje vincula las casas con los procesos eco­ materiales, más que una Historia de la gente y de nómicos de domesticación y con los procesos socia­ sus mentes en relación a lo sucesos que vivían les de la formación de unidades sociales mayores y (Ibidem: 178). Este es el objetivo de estudio de J. más claramente definidas, que supongan alguna Thomas, quien además considera que en los últimos forma de dominación social: cómo la palabra años se ha concedido demasiada importancia al "domesticación", procede de la latina "domus", de mesolítico, relegando el Neolítico "al status de una donde deriva, a su vez, "dominus", "don-doña", variedad posible de las adaptaciones económicas "dominio", "dominación", etc. mesolíticas" (1.988:59), por lo que debemos esfor­ Por eso, analizar las características de la domus zarnos en encontrar, de nuevo, los rasgos que defi­ en el Neolítico —disposición interna de los objetos, nen e individualizan al Neolítico. construcción y delimitación de áreas, relación con En resumen, para este autor el Neolítico es otras unidades de habitat y con la naturaleza, etc.— menos una economía que un sistema conceptual permite desentrañar las claves del proceso de cam­ para ordenar el mundo a través de una serie de opo­ bio ideológico y social. siciones binarias: nosotros/ellos, dentro/fuera, cul­ Así pues, y en resumen, la agricultura es sólo tura/naturaleza, doméstico/salvaje, orden/desorden, otro paso en el largo proceso de cambio social e ide­ etc. (Ibidem: 182, 186). Como para Hodder, el neo­ ológico iniciado con las hachas de mano y destina­ lítico es una idea de un modo de vida basado en la do a domesticar la sociedad como resultado del apropiación de la naturaleza , y en este sentido, el prestigio del dominio de lo cultural sobre lo natu­ significado de las especies domésticas podría ser ral. "Sólo hay unos cuantos pasos entre las tecnolo­ más simbólico que nutricional (Ibidem: 182). gías complejas de caza y el aclaramiento de los bos­ Thomas no tiene claro si debemos "describir ques para ayudar a la caza y la recolección, y de aquí esta estructura de ideas Neolítica en términos de a la agricultura" (Hodder 1.990:293). Esta no es ideología, religión o tradición oral", ni por qué más que el resultado de la coincidencia entre este mecanismos fueron asimiladas las comunidades proceso en marcha y una serie de acontecimientos mesolíticas en el sistema neolítico. Llega a hablar climáticos y ambientales que tuvieron lugar al final del "Neolithic world-system" y de la incorporación del Pleistoceno. progresiva de los distintos territorios al nuevo orden (1.988:62), como si estuviera hablando del 2.d.2. El Neolítico como ideología, religión o "sistema capitalista" y de su expansión mundial. Y sistema. J.. Thomas. aunque no tiene claro por qué mecanismos fueron J. Thomas (1.988, 1.991) representa la culmi­ asimiladas las comunidades mesolíticas en el siste­ nación de esta ascensión idealista. Llega hasta el ma neolítico, deberíamos postular la "intensifica­ punto de reproducir prácticamente algunos de los ción de los vínculos de intercambio y matrimonio esquemas interpretativos más simples utilizados a entre granjeros y recolectores" (1.988:65). principios de siglo para explicar la expansión del El proceso de "aculturización" descrito por megalitismo por Europa y el Mediterráneo, como Thomas para Gran Bretaña se habría desarrollado vamos a tener ocasión de ver. del modo siguiente: Partiendo de escritos de autores post-estructura- Las primeras actividades agrícolas pueden listas como Foucault o Derridá, defiende la conside­ datarse aproximadamente en el 4.000 a. C. o antes, ración del registro material como un "texto" en espe­ y habrían llegado acompañadas de monumentos y ra de ser leído. En este sentido, la cultura material "es elementos particulares de la cultura material, como parte de un pensamiento"; no es una expresión sino pozos de almacenamiento, cerámica o hachas puli­ una interpretación de la realidad. "La gente usa las das. Una vez adoptados estos elementos por la razón cosas para pensar" (1.991:4). Por ello, no puede con­ señalada, habrían tenido un rol activo en la estruc­ siderarse un reflejo pasivo de esa realidad, sino que turación de la sociedad, ya que servirían para recor­ juega un papel activo como un aspecto cultural más, dar constantemente a las gentes los nuevos valores posibilitando o dificultando los cambios. en cualquiera de los aspectos de la práctica diaria Al no haber sido considerada así, lo que se ha (1.991:186). "La sugerencia de que los monumen­ venido haciendo al estudiar el Neolítico es una tos son un rasgo de una economía madura, produc- 140 Almudena Hernando Gonzalo tora de un surplus no se ve apoyada por la eviden­ Sólo recientemente comienzan a adoptarse cia de radiocarbono existente. Por el contrario, posiciones teóricas que difieren radicalmente de las parece que en muchas áreas la construcción de anteriores al rechazar la consideración de la monumentos puede haber sido el primer acto de Prehistoria como una sucesión de culturas arqueo­ "neolitización (...) La cultura se estaba utilizando lógicas, de compartimientos estancos integrados para imponer un cierto esquema conceptual sobre el por paquetes de rasgos y asumirla con una evolu­ mundo" (Ibidem:182). De ello se deduce que esos ción dinámica y compleja cuyos ejes de movimien­ elementos no eran "extras opcionales, sino que eran to, impulsos de transformación, deben buscarse. Es parte tan importante del "paquete neolítico" como decir, la asociación de elementos materiales ha deja­ los cultivos o el ganado" (1.988:64). do de constituir el foco de atención, para pasar a Por eso, las distintas comunidades comenzarí­ serlo las fuerzas que animan y concluyen en la trans­ an por adoptar un repertorio material o técnico y formación cultural. luego, lentamente, se irían "convirtiendo" al nuevo A partir de este esencial cambio de perspecti­ sistema. De este modo, podemos distinguir dos va, las posiciones se concretan en modelos diversos fases del proceso (1.991:83): o definidos por el peso causal que sus defensores atri­ I ) Aquella primera en que se documenta la buyen a las diferentes instancias culturales, léase adaptación de rasgos aislados del Neolítico intro­ productiva o simbólica. De este modo, la verdadera ducidos en un estilo de vida mesolítico: domestica­ "Revolución", los cambios trascendentes experi­ ción de animales y plantas, uso de cerámica o pie­ mentados por la humanidad en esa etapa de su evo­ dra pulida, ritos complejos de enterramiento. A jui­ lución, se ve desplazada a momentos históricos dis­ cio de Thomas, esto no constituye una "neolitiza­ tintos que, en ningún caso, coinciden con la apari­ ción precoz", pues ésta solo consiste en: ción de las especies domésticas, habitat permanen­ 2o) La total transformación de las relaciones te o semipermanente en aldeas o cerámica y piedra sociales que resultan de adoptar un sistema cultural pulimentada, rasgos cuya aparición sirvió a Lubbok integrado. Tal sistema tiene como objetivo no sim­ para definir el origen del Neolítico. Ahora es la apa­ plemente la provisión de alimentos, la reproducción rición del almacenamiento , del campesinado como biológica de la comunidad, sino su reproducción forma social, del pensamiento campesino, etc. etc, social, lo que incluye el mantenimiento de las rela­ lo que sirve a los autores para marcar el paso a otro ciones de poder, el conocimiento y las instituciones. estado de cosas que, en general, para todos ellos, "Poseer una vaca o un hacha, vivir en una casa o ente­ marca el preludio de éste en el que ahora nos desen­ rrar a algún pariente de un modo particular no hace a volvemos. una persona neolítica. Lo que crea el mundo Neolítico es el reconocimiento del potencial simbólico de estos Somos el resultado de nuestro pasado, en el elementos para expresar una división fundamental del que, por tanto, deben buscarse las líneas de fuerza Universo entre lo salvaje y lo doméstico". que han derivado en la situación actual. El Neolítico no es más una fase cerrada inscrita en un registro arqueológico, sino una etapa clave de un 2. Conclusión proceso de evolución cultural sin fisuras ni cortes, y en cuyo extremo nos encontramos. La caracterización del Neolítico está cambian­ do en los últimos años respecto a la perspectiva tra­ dicional. Ello es debido, fundamentalmente, a la 3. Bibliografía transformación de las asunciones básicas sobre el carácter de la Prehistoria. El potente empirismo BARKER, G (1.985): Prehistoric Farming in Europe. consustancial a un origen de la disciplina ligado a la New Studies in . Cambridge búsqueda de pruebas geológicas y paleontológicas University Press, Cambridge. que pudieran demostrar la antigüedad del hombre BARKER, G y GAMBLE, C. (1.985): Beyond y la existencia de un pasado con cambios, determi­ Domestication: a Strategy for Investigating nó la orientación de todas las primeras aproxima­ the Process and Consequence of Social ciones. Complexity. En G. Barker y C. 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