Retazos De Historia Militar. Extraordinario Revista

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I EJÉRCITO I EXTRAORDINARIO DICIEMBRE 2009 - año LXX - núm 825 I 2-131.ps - 12/3/2009 9:59 AM

Geografía e Historia

• EXTRAORDINARIO DICIEMBRE 2009 • AÑO LXX. NÚM. 825 ning of the XX century meant on several The first in using these means were the occasions the defeat of their armies at the United States during the Civil War peri- hands of tribal enemies, scarcely od, later introduced into Spain by Gener- armed: Italians and the English also suf- al Prim y Prats, the Minister for War and fered their own “Disasters of Annual”, the Prime Minister, who used them to make EDITA El soldado desconocido durante la Guerra de la Independencia. 6 former were defeated by the Abyssinians in up for the rather scarce military resources José Pardo de Santayana y Gómez de Olea. Foto: Coronel. Artillería. DEM. Adua and the latter by the Zulus in Isandl- then available, and to deploy military MINISTERIO SECRETARÍA GENERAL DE DEFENSA wana. On this site after the massacre of forces to any location within Spanish TÉCNICA La Primera Guerra Mundial (1792-1815). Rafael Vidal Delgado. 16 some 1300 British soldiers, the Zulus took peninsular territory. The telegraph proved Coronel. Artillería. DEM. DIRECCIÓN Doctor en Historia. over control of the Rorke´s Drift, defended to be an effective means to provide up- Director by Coy B and the 2nd Battalion of the 24th dated information on the current situa- General de Brigada Aproximación a la estrategia indirecta. El genio de Escipión. José Ángel ARMADA de SARRÍA José Enrique López Jiménez. 24 Infantry Regiment which carried out one tion. Subdirector, Jefe de Colaboraciones y Teniente Coronel. Ingenieros. of the British Armies most courageous acts The use of these two assets was decisive Administración Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología. Coronel Eduardo ORTIZ de ZUGASTI AZNAR of war, and it was here that more Victoria in the period of the republican uprisings El cura Merino. 30 Jefe de Ediciones Daniel Alonso Rupérez. crosses-the highest military decorations of December 1868, January 1869 and in Coronel Julián BARRIOS BARBERO Capitán. Infantería. awarded to a United Kingdom soldier October of the same year. These out-

CONSEJO DE REDACCIÓN La historia militar elude al Cid. 38 were awarded. Less than 150 men survived breaks were eventually suppressed by op- Coroneles Jose María Gárate Córdoba. the attack of some 4000 Zulus. erations under Prim´s command. After his Meléndez Jiménez, Ramírez Verdún, Dolz del Coronel. Infantería. Castellar Alvargonzález, Izquierdo Navarrete y assassination, the reign of the Amadeus of Aproximación histórica a la Compañía de Dominguez del Valle 54 THE TELEGRAPH AND THE RAILWAY Savoy, his abdication and the proclama- Tenientes Coroneles Infantería de Fernando Poo. García-Mercadal, Dacoba Cerviño, Fuente Javier de Granda Orive. AS INSTRUMENTS OF WAR 110 tion of the Spanish Republic, declaring it- Licenciado en Derecho. Cobo, Muñoz Blázquez, Rafael Vidal Delgado. Colonel. Artillery. self “federal” emerged under Pi y Margall Quero Fernández de Tejada y Urteaga Todó y La Conquista de Tiro por Alejandro Magno. 66 Staff College Graduate PhD. History. in June, 1873, which initiated the canton- Raso Lamora Eugenio Vera Bolaños. Comandantes Coronel. Artillería. DEM. The Steam engine converted into a al period. Hernández Calvo, Gomariz Devesa, Ariño Astudillo train and electric telegraphy, were two key y Gómez Reyes. Victoria o Derrota. 74 Eladio Baldovín Ruiz. inventions that became an integral part THREE CENTURIES OF Coronel. Caballería. DEM.. NIPO: 076-09-006-3 (Edición en papel) of everyday life in the XIX century. Logi- TRANSATLANTIC TRADE BETWEEN NIPO: 076-09-007-9 (Edición en línea) cally speaking, they were used SPAIN AND THE AMERICAS: THE Depósito Legal: M. 1.633-1958 ISSN: 1696-7178 as a support element to RACE FOR THE INDIES. 120 Correctora de Estilo Paloma Prado Caballero. conduct military opera- Paulino Garcia Diego. Major. Artillery, Servicio de Documentación tions in times of war. Staff College Graduate Emilia Antúnez Monterrubio. Corrector de Pruebas This article tries to present the main Capitán José Manuel Riveira Córdoba. features that distinguished the trade sys- Diseño Gráfico y Maquetación Luis Angelina Higuera, tem established between Spain and its Miguel García Tirado, Ignacio Moreno Piqueras y American possessions for more than José Antonio Méndez Bergantiños. three centuries, both those related to the Fotocomposición, Fotomecánica e Impresión CENTRO GEOGRÁFICO DEL EJÉRCITO parties that took part in it (private citizens Colaboraciones Corporativas and the authorities) as well as the trade ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE MILITARES ESCRITORES commodities (goods), means of trans- Promotor de Publicidad portation and the commercial, fiscal and VÍA EXCLUSIVAS.SL Viriato, 69 S-C. 28010 Madrid (España) organizational procedures (fleets, individ- Teléf.: 91 448 76 22 / Fax: 91 446 02 14 Email: [email protected] ual ships, etc…). http: // www.viaexclusivas.com Fotografías: SEPUB, DECET, Colmeiro, Alberti, Vidal Delgado, Alonso Rupérez, De Granda Orive, Vela Boraños, Herrador Gutierrez, López Jiménez, Cusachs REVISTA EJÉRCITO • N. 825 EXTRAORDINARIO DICIEMBRE • 2009 131 REVISTA EJÉRCITO C/. Alcalá 18, 4.º 28014 MADRID. Teléf.: 91-522 52 54. Telefax: 91-522 75 53. 2-3.ps - 12/2/2009 11:01 AM

Los campos de batalla de la Guerra de la Independencia. 82 David Herrador Gutiérrez. Licenciado en Derecho.

Zaratiegui, General carlista, Capitán General y Director 92 General de la Guardia Civil. Jesús María Ruiz Vidondo. Doctor en Historia. Rorke´s Drift. La resistencia imposible. 100 José Enrique López Jiménez. Teniente Coronel. Ingenieros. Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología La telegrafia y el ferrocarril como instrumentos de guerra. 110 Rafael Vidal Delgado. Coronel. Artillería. DEM. Doctor en Historia. Tres siglos del comercio transatlántico entre España y América. 120 Paulino García Diego. Teniente Coronel. Artillería.DEM.

Sumario Internacional. 128

La Revista Ejército es la publicación profesional militar Redacción, Administración y Suscripciones: Sección de del Ejército de Tierra. Tiene como finalidad facilitar el Publicaciones de la JCISAT. C/. Alcalá 18, 4.º 28014 MADRID. Teléf.: 91-522 52 54. Telefax: 91-522 75 53. intercambio de ideas sobre temas militares y contribuir Pág. WEB: www.ejercito.mde.es, E-mail: ejercitorevis- a la actualización de conocimientos y a la cultura de [email protected]; revistaejercito @telefonica.net. Suscrip- los cuadros de mando. Está abierta a cuantos compa- ción anual: España 12,02 euros; Europa:18,03 euros; ñeros sientan inquietud por los temas profesionales. resto del mundo: 24,04 euros. Precio unidad: 2,4 euros. Los trabajos publicados representan, únicamente, la (IVA y gastos de envío incluidos) LA VIGENCIA DE LOS PRECIOS opinión personal de los autores. REFERIDOS SERÁ DURANTE EL AÑO 2008 4-5.ps - 12/2/2009 11:02 AM

rácticamente todos los centros Pde enseñanza militar del mundo, con mayor o menor intensidad, recogen en sus planes de estudio la Historia militar. La oposición de voluntades, a nivel internacional, es un fenómeno que se remonta a la antigüedad más remota y el ejército es el instrumento que tienen las naciones para hacer valer sus derechos por la fuerza, si es necesario. Si admi- timos la máxima de Raymond Aarón de que «el fin de las batallas es la victoria y el de la guerra es la paz», el núcleo de la actua- ción de los ejércitos es el impo- ner su voluntad a los ejércitos enemigos. Alrededor de este núcleo se configuran parámetros que, lógicamente, cambian con los tiempos. Estos parámetros vienen defi- nidos por la situación, los procedimientos, el armamento y material, etc, etc. Pero la permanencia de ese núcleo de la actuación de la fuerza, deter- mina que las situaciones y hechos bélicos habidos anteriormente suponen una fuente de enseñanzas para las actuaciones futuras. Aunque existen otras también importantes, esta es la razón fundamental de la convenien- cia del estudio de la Historia militar. Dentro de esta Historia militar, tan amplia, es lógico que se focalice el estudio hacia los grandes acontecimientos o cuestiones, quedando relegados muchas veces retazos de la misma que se merecen la debida atención.

sta es la razón que nos anima a presentar este número extraordinario Econ un conjunto de artículos dedicados a resaltar hechos y personas que, tal vez, pueden pasar desapercibidos en el conjunto del estudio de la Historia militar.

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a guerra de la Independencia, a la que dedicamos dos números extra- Lordinarios con motivo del centenario de su declaración, se ha analiza- do y estudiado desde muy diferentes ángulos. Además del marco estratégi- co internacional en que se desarrolló, el marco interno de la política espa- ñola, el estudio de las operaciones militares o la actuación de las guerrillas, existen otras muchas facetas para la aproximación a su estudio. En este aspecto, la guerra de la Independencia es de una complejidad difícil de igualar. Es una guerra a la vez civil e internacional, pues no podemos olvidar que se enmarca dentro de la resistencia de las naciones europeas al poder de Napoleón. Por ello en Europa se la conoce como guerra peninsular y no como de la Independencia. Pues bien, en esta guerra además de los mandos conductores de las operaciones, por su carácter de levantamiento popular y civil, aparecieron figuras surgidas del pueblo y que, muchas veces, su carácter humilde ha ocultado su comportamiento heroi- co. Unos fueron guerrilleros como el cura Merino, por ejemplo, pero otros fueron simples soldados que acumularon actuaciones en batallas y heridas. La Historia, preocupada por acontecimientos más importantes y transcen- dentes, pasa por alto muchas veces estos personajes que, sin embargo, constituyen la esencia del verdadero carácter de esta guerra.

ambién convendría valorar la experiencia que se vive en diversas nacio- Tnes respecto a los campos donde se desarrollaron las batallas más sig- nificativas del conflicto considerado. Así son célebres las recreaciones de las batallas de Austerlitz o Waterloo, por ejemplo. De esta forma, los campos de Bailén, Arapiles, Albuera, etc, se podrán conservar como recuerdo histórico mediante los instrumentos jurídicos convenientes.

o cabe duda de que una de las figuras del arte militar más relevante Ndel siglo XX fue Liddell Hart, el que dio nombre a una estrategia que ya se había utilizado en tiempos muy anteriores, pero que a partir de él se llamó estrategia de la aproximación indirecta. Es prácticamente lo contrario a la acción directa preconizada por Clausewitz. Aunque de forma intui- tiva, muchos caudillos la habían empleado a lo largo de la historia, solo Liddell Hart la presenta de una forma sistemática y la preconiza como la verdadera opción victoriosa. Tanto a nivel operacional, añadiendo esfuerzos diferentes a los militares y escogiendo adecuadamente los objetivos que puedan debilitar al enemigo, como a nivel táctico, como refleja su preconizada técnica del «torrente de expansión», es decir, avanzar por los puntos más débiles del enemigo como el agua avanza por una pendiente, la aproximación indirecta privilegia la maniobra sobre todo. Para Liddell Hart, el protagonista tipo de esta estrategia, fue Escipión el Africano en su lucha con Aníbal.

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José Pardo de Santayana y Gómez de Olea. Coronel. Artillería. DEM.

a historia suele relatarnos las hazañas patriotismo que animó a los españoles en Lde los hombres más destacados de un masa y que hizo posible una victoria final determinado momento, aquellos que de contraria a toda lógica militar. un modo u otro son los que lideran la so- Nadie pudo obligar a los españoles a ciedad o tienen una relevancia especial. luchar con el grado de desesperación con No obstante, la Guerra de la Independen- el que se hizo, la monarquía había que- cia fue distinta de las otras de su tiempo dado prisionera de Napoleón y el aparato precisamente porque el pueblo y las pa- del Estado estaba igualmente en sus ma- siones colectivas sumaron su protagonis- nos. El desorden consiguiente a la explo- mo al de las élites y no fueron meros eje- sión de rebeldía generalizada de mayo y cutores de las órdenes emanadas desde el junio de 1808 no permitió que se encau- vértice superior del estado y la sociedad. zaran las energías de la nación hacia una Sin perder de vista la enorme compleji- acción militarmente eficaz. La firme vo- dad de aquella guerra y para aportar la luntad de lucha y la participación popu- necesaria perspectiva de la dimensión co- lar en la contienda se convirtieron en el lectiva del esfuerzo patriótico español, es- factor común, el elemento distintivo, y te artículo relata la historia particular de por tanto la clave que permite explicar el dos militares españoles durante la Fran- fracaso en España de unas fuerzas impe- cesada de 1808-14, dos historias anóni- riales que habían asombrado a Europa mas como las de tantos otros hombres con sus campañas victoriosas de los años en esta y todas las guerras. El interés resi- anteriores frente a los ejércitos combina- de en este caso, en que por las hojas de dos de Rusia y Austria (1805) y Prusia y servicios que se conservan de aquella Rusia (1806-07)1. época sabemos que sus historias no fue- Siempre podremos encontrar ejemplos ron diferentes a la de tantos otros, sino de lo contrario, de cobardía, de indigni- que son un reflejo de la tenacidad y el dad o de actitudes serviles a las fuerzas

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Geografía e Historia

Batalla de Bailén

ocupantes. ¡Para ello no hace falta acudir Pedro Gallegos ingresó en el ejército a la Guerra de la Independencia! descu- como soldado distinguido el 8 de sep- briremos muchos más casos en la Francia tiembre de 1798 en plena guerra contra ocupada de la segunda Guerra Mundial, Inglaterra. Sirvió 15 meses frente a Gibral- en cualquier otra guerra de conquista o tar y otros 13 embarcado en corso. Cono- allá donde nuestro instinto nos lleve a ció pues la guerra desde el principio de husmear en las miserias de la condición su servicio en el ejército en momentos humana. Lo que interesa de la historia es muy duros y críticos para su patria. reconocer las actitudes específicas y dife- Al producirse la insurrección del Dos renciadoras, aquellas que dan carácter a de Mayo de 1808 era cabo 1º y servía en un momento histórico y que explican los las tropas a las órdenes del general Casta- comportamientos excepcionales. ños. Tras conocerse la entrada de la co- Cuando Napoleón en Santa Elena columna de Dupont en Andalucía, Pedro mentaba al conde de las Cases que «Espa- Gallegos marchó con su unidad hacia ña se había comportado en masa como Córdoba y participó el 7 de junio en la un hombre de honor» no estaba pensando acción del puente de Alcolea. La entrada en las grandes personalidades conocidas de las tropas francesas en Córdoba y su por todos, ni ignoraba multitud de casos posterior saqueo no pudieron ser evita- particulares contrarios a su contundente dos, pero las tropas que participaron pu- afirmación: el Emperador de los franceses dieron retirarse con orden. Después ten- estaba expresando su admiración hacia dría la suerte de estar presente en la personas cuyos nombres él mismo no co- batalla de Bailén el día 19 de julio. Tras la nocía, hombres como Lorenzo Ortiz de sonada victoria marchó hacia el norte, as- Villalba o Pedro Gallegos, por ejemplo. cendió a sargento 2º y estuvo presente en

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cipó en la acción del puente de Almaraz el 29 de enero de 1809. Dos meses después junto al río Guadia- na, cuando la victoria parecía ya al alcance, las divisiones españolas avanzaba alinea- das y hacían retroceder a las fuerzas imperiales, la caballería francesa, en una de aquellas jornadas épicas que la harían tan temible, rompió las filas del ala izquierda española y cargó sin piedad sobre el flanco y la retaguardia de sus enemigos. 8.000 fueron los muertos y heridos sufridos por los españoles y Pedro Gallegos se encontró entre los 2.000 prisioneros. Aquella dolorosísima derrota de Mede- llín no amedrentó su ánimo y tan pronto como halló ocasión se escapó para continuar la lucha. Volvió a unirse al ejército, ascendiendo el 1 de septiembre de 1809 a subteniente. Las derrotas de las fuerzas españolas se sucedían unas a otras y nuestro protagonista no tardó en caer pri- General Castaños sionero por segunda vez; esta vez en el Puerto de Baños, acción en la que fue la desastrosa derrota de Somosierra del también herido. 30 de noviembre. Unos días después se Inasequible al desaliento, volvió a encontró en la defensa y capitulación de arriesgar su vida en la huida para prose- Madrid, donde fue herido en la defensa guir en la lucha contra el invasor. Tras de la Puerta de los Pozos. Nuestro perso- volver a filas, le encontramos formando naje pasó pues de la euforia a la desespe- parte de la guarnición de Ciudad Rodri- ración, pero no se dio por vencido y a pe- go, donde el 1 de enero de 1810 la Junta sar de su reciente herida, abandonó la local le ascendió a teniente. Participó capital para unirse a las tropas que se rea- pues en la heroica defensa de dicha plaza grupaban en Extremadura. a las órdenes del general Pérez de Herras- El 22 de diciembre participó a orillas ti del 25 de abril al 10 de junio. Al rendir- del Tajo en la acción de Puente del Arzo- se esta plaza fuerte, Pedro Gallegos adqui- bispo, el 24 en Puente del Conde y al re- rió la condición de prisionero de los tirarse la fuerza hacia el interior de Extre- franceses por tercera vez. Marchó a Fran- madura fue de nuevo herido en Mesas de cia recorriendo un largo camino desde la Ibor. Recuperado de sus heridas, fue as- frontera portuguesa hasta Toulouse en cendido a sargento 1º y con el ejército de Francia y aunque el panorama militar de Extremadura al mando del general Cues- España era muy sombrío no dudó en vol- ta intentando retomar la iniciativa, parti- ver a escaparse y, cruzando los Pirineos, se

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Geografía e Historia

unió en Aragón a la guerrilla del Señor Pedro Gallegos era todo un carácter, ca- de Eraso. yó tres veces prisionero y las tres se escapó Si había visto a los ejércitos españoles para seguir combatiendo contra las fuerzas ser derrotados una y otra vez en el campo ocupantes, ni las heridas, ni las derrotas le de batalla, estaba dispuesto a seguir com- desmoralizaron, si los ejércitos eran derro- batiendo allí donde las tropas francesas tados, él continuó luchando en la guerrilla. eran más débiles, en su retaguardia. Su Desde soldado raso alcanzó el mando de nuevo jefe guerrillero le nombró capitán un batallón. Los franceses le podrían haber el 1 de noviembre de 1810 y en su parti- matado pero mientras le quedara un da combatió en Tarazona, Molina de Ara- aliento de vida se pondría una y otra vez gón y Calatayud. Por razones que desco- en pie para empuñar su fusil. nocemos se pasó a la guerrilla de Longa Este mismo comportamiento reiterado que encontraba su refugio al norte del por multitud de soldados y paisanos Ebro en las provincias de Álava y Burgos. compensó la deserción, el desaliento de Su temperamento atrevido y su habilidad tanta derrota, la ocupación de las ciuda- para salir de situaciones comprometidas des y la pérdida sistemática de unos re- encontraron en la guerrilla un perfecto acomodo. Cuando la guerrilla de Longa se organi- Longa zó como división de Iberia fue nombrado Sargento Mayor del 1er batallón, el de los antiguos guerrilleros, al mando del teniente coronel Martín de Eguiluz. Además de en multitud de emboscadas y acciones menores, estuvo presente en la toma de Castro Urdiales, y las acciones de Somo- rrostro, Portugalete, Bilbao y Zornoza, en la derrota de Areta y en la rendición de la guarnición francesa de Salinas de Añana. Al morir su jefe de batallón el 11 de enero de 1813, se hizo cargo del mando de dicha unidad y con tal responsabili- dad combatió en la toma de Cubo de Bureba, en las sorpresas de Poza de la Sal y Sedano, en las dos acciones de Armi- ñón en que fue interceptado el paso por la carretera de Francia y en Cigüenza. Tras unirse la división de Iberia al ejér- cito de Wellington, combatió al mando de su batallón en la batalla de Vitoria, en Mondragón, Tolosa, toma del castillo y guarnición de Pasajes, batalla San Marcial y paso del Bidasoa.

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Ciudad Rodrigo

cursos cada vez más escasos. Beaufre defi- gresó como soldado en el Real Cuerpo nió la guerra como «una dialéctica de vo- de Infantería de Marina. A la edad de 20 luntades enfrentadas» y situó pues la vo- años, siendo ya cabo 1º, tuvo su bautismo luntad en el centro. Si tras una victoria de fuego, durante la guerra contra Ingla- decisiva el ejército enemigo conserva in- terra, en los combates del Alto de la Gra- tacta la voluntad de seguir luchando, el ña del 25 y 26 de agosto de 1800, defen- valor militar de las batallas se desvanece diendo Ferrol de un desembarco inglés. en gran medida. En sus memorias, el ca- Fue herido en el muslo derecho y por su pitán francés de húsares Rocca cuenta conducta en aquellas jornadas se le con- que tras las grandes derrotas la Junta en- cedió un escudo de distinción. viaba «a alcaldes y curas, aun en los luga- En 1805, tras reanudarse la guerra con- res que ocupábamos, la orden de exhor- tra Inglaterra, embarcó en el Argonauta tar a los soldados españoles a que se de Gravina, el navío más moderno enton- reuniesen a los cuerpos a que pertenecí- ces de la Armada, y en él navegó con la an. Estos soldados de la Patria marchaban escuadra combinada hasta el Caribe. Di- de noche por caminos extraviados, para cha flota pretendía atraer a Nelson hacia evitar los encuentros con nuestras tropas. allí para alejarle de las costas europeas. Al Y así es como los ejércitos dispersos de volver hacia Galicia la escuadra combina- los españoles se rehacen sin cesar de sus da se topó el 2 de julio con la del Almi- desastres con una facilidad increíble». rante Robert Calder frente a Finisterre y Lorenzo Ortiz de Villalba había nacido el Argonauta, que iba en cabeza, fue el en Salinas de Añana, provincia de Álava, primero de los buques en lanzarse al en el año 1780. En 1796, con 16 años, in- combate. Su actuación en aquella desgra-

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ciada jornada naval, donde no obstante miento de Barbastro y el 14 de julio de los navíos españoles y muy especialmen- 1808 participó en la batalla de Medina de te el Almirante Gravina habían tenido un Rioseco, donde tanto las fuerzas de Blake comportamiento muy notable, le valió el como las de Cuesta sufrieron una gran ascenso a sargento 2º. derrota. Con el ejército de la izquierda al Combatió a continuación en Trafalgar, mando de Blake entró en Bilbao, persi- en el navío Santa Ana, uno de los gigantes guió a las fuerzas francesas hasta Duran- de la Armada con tres puentes y 112 caño- go, donde fue levemente herido, comba- nes. Esta vez también estaba embarcado tió en Zornoza y en la batalla de en el primer navío de la línea aliada que Espinosa de los Monteros el 11 de no- entró en combate, pero esta vez su buque viembre. recibió una andanada por popa del Royal Tras la gran derrota en esta última bata- Sovereign, navío insignia del almirante Co- lla y la dispersión del ejército se unió en la llingwood, que causó 97 muertes y 141 he- provincia de León al marqués de la Roma- ridos en la tripulación y por la que resultó na que estaba reagrupando las unidades y contusionado de un «astillazo». Participó poniendo de nuevo en pie aquella fuerza. también en diferentes combates que sos- Con la Romana pasó a Galicia y participó tuvo el Falucho nº 112 de la División Su- en el ataque a Ginzo de Limia en enero tíl, habiendo navegado en total 6 años. de 1809. Fue destacado para contribuir a Al desencadenarse la Guerra de la In- organizar y dar consistencia militar a las dependencia estaba en Galicia, fue ascen- milicias locales que se formaban en Gali- dido a sargento 1º, se incorporó al Regi- cia. Se incorporó al 1º batallón del Ribero

Batalla de Vitoria

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Batalla de Trafalgar

y con él participó en el ataque y conquista de cayó prisionero. En pleno invierno tu- de Vigo (28 de marzo). Tras aquel gran éxi- vo que recorrer el camino que desde la to de la insurgencia y ascendido a sargento provincia de Zamora llegaba hasta Fran- 1º participó en el ataque a Santiago y la cia, pasando grandes penalidades de fati- batalla del Puente de Sampayo del 7 y 8 ga, frío y hambre. Muchos de sus compa- de junio, donde las fuerzas francesas fue- ñeros de cautiverio quedaron sobre el ron rechazadas. camino, pero, a finales de diciembre, al La insurrección gallega tuvo tal éxito pasar junto a su pueblo, probablemente a que los cuerpos franceses de Soult y Ney la altura de Miranda de Ebro, consiguió decidieron abandonar la región. Ortiz de fugarse y llegar hasta su casa. Villalba marchó con su unidad hacia el En Salinas de Añana se había estableci- río Esla que servía de línea defensiva a los do por aquellas fechas Francisco de Lon- franceses. Participó en la acción de los va- ga con su guerrilla y nuestro protagonista dos y puente de Castro Gonzalo donde se unió a ella. Sabemos que nada más lle- todo su batallón consiguió pasar el río y gar fue puesto al mando de un destaca- quemar a las fuerzas imperiales el cam- mento para transportar a lugar seguro a pamento. El 1º de diciembre participó en unos cuantos prisioneros españoles que otro ataque en aquella misma zona don- los franceses habían abandonado sobre la

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carretera por considerarlos ya casi muer- cia, eucaristía y extremaunción, habién- tos y que el justicia de Ribavellosa había dole conducido al tercer día a un pueblo ocultado en Salcedo. cercano a Salinas de Añana». Pasado el Llegó en esas mismas fechas el cabeci- peligro por la presencia de los Cuevillas, lla guerrillero Ignacio Alonso «Cuevillas» fue trasladado a su pueblo, donde tuvo la a Salinas de Añana con intención de in- mejor atención médica gracias a la con- corporar la partida de Longa a su guerri- tribución de sus vecinos y del propio lla. Como Longa le engañó y se escapó, Longa. Tras dos meses de convalecencia Cuevillas persiguió a Longa y lo apresó volvería a la guerrilla de Longa con em- junto con los hombres que le acompaña- pleo de oficial y haciendo funciones de ban. Los desarmaron, les quitaron todo lo ayudante. La primera acción en que parti- que tenían, incluido el dinero, y al sar- cipó tuvo lugar en San Zadornil, donde la gento 1º Ortiz de Villalba le despojaron partida rechazó y causó bastantes bajas a de los papeles y certificados de todos sus una columna que había acudido durante años de servicios «habiéndole quitado y la noche desde Pancorbo para sorpren- arrancado con la mayor ignominia las derla. charreteras de tal sargento, tirándoselas Con Longa participó en las embosca- en tierra, donde las patearon». El 4 de das, ataques a correos y retiradas que le enero de 1810, la partida de Cuevillas, lle- llevaron hasta Navarra y las montañas de vando a los nuevos integrantes custodia- La Rioja y en todo momento dio pruebas dos, pasó a Castilla por el puente del de gran rectitud y conocimiento de la mi- Ebro de Puentelarrá a la villa de Bozoo. licia. Por orden del general Mahy en el La tropa se dispuso a comer el rancho y mes de octubre fue enviado al frente de pasada media hora llegaron «bastantes un destacamento a la Junta de La Rioja, soldados franceses» que tomaron »las que se hallaba en Molina de Aragón, para puertas principales y las de las cuadras de ponerse a su disposición y contribuir a las casas en que estaban alojados, sin regimentar y poner orden en las guerri- quedarles más arbitrio para huir que el llas de aquellos contornos. arrojarse cada uno por las ventanas o por Tras la crisis que se produjo en aquella donde pudo proporcionar». Junta y las disputas que afectaron a las Cuando Lorenzo Ortiz de Villalba in- fuerzas del Señor de Eraso se volvió de tentó salir por la puerta de la casa donde nuevo a la guerrilla de Longa. Es muy pose encontraba, los soldados franceses le sible que fuera entonces cuando Pedro dieron numerosos golpes de sable y bayo- Gallegos se incorporó igualmente a esta neta, lo hirieron gravemente y para com- misma partida. Sabemos que en Junio de probar si estaba muerto, le atravesaron las 1811 ya estaba de nuevo participando en palmas de las manos a bayonetazos. Este, las acciones de la guerrilla de Longa en con 26 heridas en su cuerpo, fingió estar un momento en que empezaba a organi- muerto y con gran penalidad consiguió zarse el 7º Ejército que agrupaba a las ponerse a salvo en un pajar. «Después de partidas guerrilleras del norte de España. haberse marchado dicha tropa enemiga, Dicha partida, en la que Ortiz de Villalba al sargento Ortiz de Villalba le adminis- se encuadraba, se uniformó y empezó a traron los santos sacramentos de peniten- instruirse como fuerza regimentada. Este

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Navío Santa Ana

su puso al mando de una de las compa- Ortiz de Villalba, por ser uno de sus ofi- ñías del 1º batallón, en el que Pedro Ga- ciales de mayor confianza, el entonces ya llegos era su sargento Mayor. brigadier Francisco de Longa le envió con Participó en todas las acciones de la di- un despacho para el general inglés. Cerca visión de Iberia, embarcando incluso en de Bayona, al intentar cruzar el río Nive- la expedición marítima contra Guetaria. lle por un vado, su caballo perdió pie y En la toma de la guarnición francesa de Lorenzo Ortiz de Villalba se ahogó. Me- su pueblo natal, Salinas de Añana, en nuda paradoja, ¡un infante de marina que enero de 1813 salió muy mal herido en ha sobrevivido a los combates más encar- un muslo, lo que le obligó a guardar un nizados y muere ahogado en un río! largo reposo. No le volveremos a ver al Al conocer la noticia, su madre murió frente de su compañía hasta la acción so- de tristeza. Su padre al que habían inten- bre el puente de Vera de Bidasoa el 28 de tado detener para llevar prisionero a julio de 1813. Francia, por tener un hijo en la guerrilla, Entró en Francia con su división. Los había tenido que sobrevivir huyendo a las batallones de Longa saquearon varios montañas y tenía la salud muy quebrada. pueblos franceses en reciprocidad por lo Este fue el desgraciado final de la última que las tropas imperiales habían hecho baja que sufrió la tropa guerrillera de en tantas otras poblaciones españolas y Longa en la Guerra de la Independencia. Wellington decidió retirar a retaguardia a Lorenzo Ortiz de Villalba se había ves- la antigua división guerrillera. A Lorenzo tido el uniforme militar cuando tenía so-

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lo 16 años y no dejó de servir a su bande- y hasta 1808 uno se preguntaba quién ra otros 17 años más. Había llegado nave- podría resistirle. Sin embargo, como to- gando hasta el Caribe, había sido testigo do lo que es humano, una tal fortuna de las horas trágicas de España en Trafal- podía tener su término; ella embarrancó gar, Medina de Rioseco y Espinosa de los delante de un pueblo sin gobierno, sin Monteros, había participado en la lucha ejércitos y casi olvidado en el extremo guerrillera por todo el norte de España, le de Europa, pero animado de un patrio- habían acribillado a bayonetazos hasta tismo siempre irresistible». darle por muerto, nunca se rindió y solo La Guerra de la Independencia dejó un murió cuando ya no había más batallas a mensaje para la posteridad: «David puede las que sumarse. Su sacrificio no fue esté- vencer de nuevo a Goliat». ¡En adelante, ril. las causas rebeldes tomarían buena cuen- El mundo había estado contemplan- ta de ello! do atónito como el gran Napoleón se Por mucho que aquel derroche hispá- enfangaba en una guerra de la que ha- nico de patriotismo, de dignidad y de vi- bía dicho que sería «un juego de niños». talidad cayera en el saco roto de las lu- Clausewitz lo juzgó de la siguiente ma- chas fratricidas que desgarraron la nación nera: «Desde que la fortuna y audacia de española en los tiempos posteriores, el Bonaparte derrocaron todos los procedi- ejemplo de Pedro Gallegos y el de Loren- mientos antiguos, y naciones de primer zo Ortiz de Villalba nos habla del deber orden fueron aniquiladas de un solo de un buen soldado, de la grandeza del golpe (…) desde que los españoles con hombre y del amor a la libertad. Hoy en su empeñada lucha mostraron que, a día pocos se preguntan que ocurrió des- pesar de su debilidad y con simples ar- pués de que sucumbieran Leónidas y sus mamentos nacionales y con medios trescientos espartanos, pero su memoria propios de insurrección, obtuvieron perdura y no nos deja indiferentes. Del grandes resultados (…) desde que todos mismo modo, cuando España se sacuda estos ejemplos han demostrado que el los traumas de un pasado todavía dema- corazón y el espíritu de una nación for- siado cercano y las cicatrices hayan desa- man un factor importantísimo en los parecido del alma de la nación española, productos que representan la fuerza na- el ejemplo de aquellos soldados descono- cional, guerrera y de combate; desde cidos se recordará con orgullo y una bien que los Gobiernos han conocido todos ganada admiración. esos recursos, no es de esperar que los desaprovechen en las guerras futuras». El NOTAS general Roguet, que había mandado 1 Siendo el menor de aquellos ejércitos, una división de la Guardia Imperial du- el prusiano, superior a la suma de los rante aquella guerra en la misma región ejércitos aliados español y británico y donde habían combatido ambos milita- empleando Napoleón en la Península res españoles, al escribir sus memorias una fuerza notablemente superior recordaba: «Las coaliciones y sus ejérci- (350.000 h) a la que le había bastado tos no habían sido para el Emperador para vencer a las coaliciones (200.000 más que ocasiones para nuevos triunfos, h).

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Rafael Vidal Delgado. Coronel. Artillería. DEM. Doctor en Historia.

as guerras de la Revolución, el Consu- ilustración y el constitucionalismo, inicia- Llado y el Imperio, se les llama genéri- ban el paso a una presencia más activa camente «guerras», como si hubiera habi- de la población o al menos parte de ella, do varias contiendas, cuando en realidad en el gobierno de las naciones, poniendo fue una sola, en realidad la primera gue- fin a años de monarquía autoritaria, pri- rra mundial. mero, y absolutista después. A lo largo de este trabajo se pretende, La guerra de la Independencia de Esta- bien que de forma sintética, analizar la do Unidos, se toma habitualmente como génesis de la guerra, su consideración de preludio del enfrentamiento armado pos- mundial, las estrategias a niveles global y terior, en realidad en la misma no se opu- operacional, los cambios de alianzas, la sieron pensamientos políticos distintos, táctica y los medios y otros aspectos que sino, por un lado aspectos económicos y pueden visualizar desde un punto de vis- de emancipación política: el levantamien- ta diferente el período más largo de con- to de las trece colonias, y por otro: la frontación armada que ha conocido la alianza de Francia y España que a lo lar- humanidad. Por supuesto hay guerras que go de todo el siglo XVIII estaba luchando han durando más años, tenemos en el re- contra el Reino Unido de Gran Bretaña e cuerdo la llamada de los «Cien años» Irlanda por la hegemonía mundial. (1337-1453), la de los «Treinta años» Lo que queda claro es que el triunfo de (1618-1648), pero ninguna hasta esas fe- la democracia inorgánica en Estados Uni- chas había abarcado mayor totalidad. dos, fue un acicate para que en Francia se decantara por esa forma de gobierno, ANTECEDENTES cuando el «Tercer Estado», más del no- El enfrentamiento que durante cerca venta y cinco por ciento de la población de veinticinco años asoló al planeta, tuvo (bien que de una forma censitaria restrin- su período de alerta, con indicadores cla- gida), proclamó la soberanía nacional, en ros, de que la paz no iba a ser posible. Las contra de los otros dos «estados», la no- ideas políticas que se iniciaron con la bleza y el clero (democracia orgánica con

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representación de estamentos sociales). políticas francesas (aún monarquía), co- Movimientos similares se produjeron en mo por ejemplo la restitución de los de- el Reino Unido, España, Prusia, etc, no de rechos de los príncipes alemanes sobre forma simultánea sino sucesiva. sus posesiones en Alsacia o la devolución De todos los países, el primero en que de Avignon a la autoridad papal. Francia se alcanzó ese objetivo fue en Francia, consideró inaceptable estas propuestas y primero con la monarquía constitucional a continuación declaró la guerra al Impe- y posteriormente con la república. La rio, se iniciaba con ello la Primera Guerra abolición de los derechos feudales, la Mundial en abril de 1792. igualdad entre las personas, los derechos Entre 1792 y 1815, la historia habla de del hombre, la fraternidad entre los pue- coaliciones contra Francia, numerándo- blos, etc, fueron los principios que avala- las, de acuerdo con los países que la com- ban el nacimiento de un orden nuevo ponían, precedidas cada una de ellas, por que iba a trastocar las relaciones entre los un tratado de paz, ocasionado por rendi- pueblos. ción o por cansancio de uno o varios contrincantes. España, por ejemplo, se en- INICIACIÓN DE LA GUERRA frenta primero a Francia, luego es su alia- Como reacción en contra y en defensa da para terminar siendo su enemiga. Lo del orden que había perdurado durante mismo ocurre con Austria, Dinamarca, todo el siglo XVIII, Austria, una de las po- Holanda, Suecia, Prusia, Rusia y todos los tencias hegemónicas del continente euro- demás estados continentales, excepto In- peo, exigió por vía diplomática la rectifi- glaterra que siempre se consideró enemi- cación de determinadas actuaciones ga de los franceses, excepto el breve perí-

Batalla de Bailén

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Navío San Hermenegildo se combatió en todo el mundo y todos los países, con algún es- tatus político, como China, Ja- pón, Sian y estados indios, se decantaron de una u otra forma por apoyar de forma explícita o implícita a los dos centros de la contienda: París y Londres. A partir de 1808, entra en es- cena otro foco de tensión, la transposición de la crisis políti- ca, con la abdicación de Fernan- do VII y Carlos IV en Napoleón y la elección como rey de Espa- ña de José I, a la América espa- ñola. Se inicia una guerra paralela en las colonias españolas americanas, provocadas desde el exterior y por distintos motivos, por Estados Unidos, Inglaterra y Francia. Este conflicto acrecienta odo de la paz de Amiens, firmado el 25 la universalidad de la guerra que se había de marzo de 1802, pero que fue impug- cernido sobre el mundo. nado por el Reino Unido el 18 de mayo En toda esta larga y cruenta guerra, cu- del año siguiente. yos muertos y daños no se han cuantifica- do, como las dos guerras mundiales del si- CARÁCTER MUNDIAL DE glo XX, luchaban dos pensamientos, LA GUERRA llamados genéricamente: Antiguo y Nuevo La sola relación de los acuerdos de Régimen, que si al principio estaban claros Amiens, da idea del carácter mundial de como constitucionalismo y absolutismo, la contienda: devolución de la colonia de excepto en el Reino Unido, a lo largo de El Cabo a Holanda (república Bátava), los años, se fue diluyendo, transformándo- junto con las Indias Orientales; retirada se en ingerencia o no del pensamiento po- de Egipto de británicos y franceses y en- lítico más allá de las fronteras originarias trega a Turquía; restitución a Francia de de un estado, de tal forma que en el Con- todas las conquistas realizadas por los in- greso de Viena, al finalizar las llamadas gleses, excepto Trinidad y Tobago, la isla «guerras napoleónicas», aunque se intenta de Ceilán y Gibraltar, pasando de nuevo y regresar al régimen de vida anterior a de forma definitiva la isla de Menorca a 1792, es sólo una sombra y los gobiernos la corona española; fijación de los límites tienen conciencia de que se entra en un entre las Guayanas francesa y portuguesa orden nuevo, provocando con su resisten- (Portugal era tradicional aliado de Inglate- cia a los cambios las revoluciones de la rra), y otros menores. La realidad es que primera mitad del siglo XIX.

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Geografia e Historia

Los historiadores hablamos de la gueses». En esta «Primera Guerra Mundial» rra como una «revolución del tiempo his- se enfrentaron dos poderes sociales que tórico». Esta «Primera Guerra Mundial», lideraban dos posiciones diferentes, pero lo fue efectivamente, porque la sociedad, que a la larga acaeció como la simplifica- la industria, la navegación, el arte de la ción de la filosofía hegeliana: tesis, antíte- guerra, el gobierno, etc, nada era igual sis y síntesis, de tal manera que al final se que al principio. Puede decirse sin temor llegó a una síntesis con un orden nuevo, a errar que los cambios sociales que se nacimiento de la democracia liberal que produjeron tras la misma, han sido los aún hoy perdura, aunque su pata econó- más drásticos que se han dado en la hu- mica: el capitalismo, se encuentre en la manidad, con la consolidación de una se- actualidad en profunda revisión. rie de grandes inventos, como la máqui- na de vapor, el telégrafo, el ferrocarril, los ESTRATEGIAS altos hornos, las hilaturas, entre otros, de De forma muy simplificada, se habla tal forma que el mundo de 1815 era irre- de las estrategias a nivel global de los conocible con respecto al de 1790, cuan- dos contendientes en esta guerra mundo solamente había transcurrido una ge- dial, una estrategia «continental», preco- neración. nizada por Francia y otra «marítima», Uno de nuestros tratadistas militares por Inglaterra. Ello es cierto, aunque con más universales, el comandante Villamar- grandes matizaciones, porque si Napole- tín, definía la guerra como «el choque ón preconizaba la negación de la tierra material de los elementos de daño y de- por parte de su oponente y el otro la ne- fensa de que disponen dos poderes socia- gación del mar, no significa que se cir- les que se hayan en oposición de intere- cunscribieran a los ámbitos terrestre y

El mundo en 1789

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Europa napoleónica

marítimo respectivamente, porque si hu- En una reciente publicación de este bo combates en la actual Sudáfrica, o en autor titulada: «La Guerra de la Indepen- las Antillas, o en el extremo oriente, es dencia en torno al estrecho de Gibraltar», como consecuencia que en esas zonas se detalla el cambio en la conducción de había contrincantes, habiéndose tenido la guerra Peninsular por parte de las auto- que desplazar los imperiales, necesaria- ridades españolas, de tal forma que si du- mente por mar. rante los años 1808 y 1809, la estrategia Estrategias operacionales: de acción di- es de acción directa, es decir se visualiza recta, de aproximación indirecta e indi- el ejército enemigo, que se toma por ob- recta, siendo todas ellas aplicadas por los jetivo estratégico y se pretenden su des- dos bandos, bien que los franceses y sus trucción, en una estrategia también lla- aliados con más predilección por la pri- mada en el «espacio», se pasa a partir de mera e Inglaterra y los suyos por las dos 1810 a otra, en el «tiempo», basándose en segundas, sin descartarse que los dos em- la acción indirecta: las guerrillas, y en la plearan las tres. aproximación indirecta, atacando en las No es el momento de pormenorizar las zonas de menor expectativas de los impe- estrategias, sus elementos y su tipología, riales, aprovechando el dominio del mar consúltese para ello los libros de mi propor parte de Inglaterra. La batalla de Chi- fesor de historia militar, el general Alonso clana, también denominada del «Cerro Baquer, o los tratados de Beaufre, Clause- del Puerto o de la Barrosa» es una mues- witz, Villamartín, entre otros, pero lo que tra de una estrategia híbrida marítimo-te- debe quedar claro es que se combatió en rrestre, al menos en el plano operacional. todo el globo terráqueo, con las estrate- Francia, aprovechándose de la paz de gias que cada adversario consideró más Amiens, inició un despliegue internacio- conveniente para sus intereses. nal sin precedente, sabiendo además que

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lo que hiciera en aquel año de paz, iba a MODIFICACIONES EN EL ARTE DE ser decisivo para su futuro, de tal manera LA GUERRA que desconcentró el poder político, otor- A raíz de la batalla de Trafalgar, la gue- gando amplias atribuciones políticas y rra naval da un giro de casi noventa gra- militares en América, África del Norte y dos. Hasta ese momento el buque de lí- del Sur, Asia e incluso Oceanía. nea de 74 o más cañones, constituye la Existe una similitud estratégica entre base del poder naval, ciñéndose las fraga- las tres guerras mundiales, enfrentándose tas, corbetas, bergantines y otros buques poderes netamente continentales con menores, a misiones de descubiertas o otros marítimos, aunque siempre, por su- enlaces, pasándose en el transcurso de los puesto con matices, porque en la II Gue- años a la fragata como reina de la batalla, rra Mundial, Japón era potencia naval, siendo los norteamericanos, como obser- bien que es verdad con un fuerte compo- vadores de la acción que se desarrollaba a nente terrestre, debido a su numerosa po- su alrededor, los impulsores del cambio, blación e industria creciente. diseñando fragatas de más de cuarenta En las tres: Napoleón, que fue cuando cañones de veinticuatro libras o más, ca- verdaderamente la guerra se hizo mun- paces de enfrentarse a un navío, por su dial, Guillermo II y Hitler, hicieron de la rapidez y alcance de sus armas. De he- guerra del corso, de la guerra con fuerzas cho, después de Trafalgar no se dan bata- sutiles e invisibles en las rutas comercia- llas navales de importancia y tiene que les, su principal baza para doblegar al transcurrir más de cien años para que se contrario. El Emperador de los franceses produzca la de Jutlandia (31 de mayo y 1 contó con un «no beligerante» de gran de junio de 1916), última batalla en la importancia, la naciente potencia de Es- que los barcos se visualizan directamente. tados Unidos, que deseaba asentar su fu- Francia cuenta con las flotas francesas, turo en los mares Atlántico y Pacífico, española y holandesa, aunque las dos pri- mientras que en las guerras del siglo XX, meras, tras la batalla de Trafalgar, queda- fue precisamente esta gran nación la que ban reducidas a su mínima expresión, no volcó la balanza a favor de la democracia. por efectivos navales, sino por «capacidad No existe, o al menos, este autor, no ha de combate», que como dice nuestra tenido conocimiento de ellos, de estudios Doctrina, se compone de los efectivos profundos sobre la guerra del corso fran- materiales y también de los valores mora- cés o las acciones navales en los distintos les, del conocimiento y experiencia, de océanos, pero hay constancia de la orga- los mandos y de las tropas, los cuales ha- nización de flotas imperiales en el mar bían quedado tan terriblemente dismi- Caribe y Antillas, Atlántico Sur e Índico, nuidos que impidieron que se produje- así como la concesión de patentes de cor- ran expediciones navales de importancia, so en el Mediterráneo, siendo el puerto ciñéndose a romper el bloqueo a base de de Málaga, la más importante base en es- unidades aisladas o en corto número. En ta materia, amenazando permanente- este sentido las tres guerras mundiales, mente el tráfico por el estrecho de Gi- las potencias continentales hicieron el braltar. mismo papel, concentrando sus efectivos

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en bases navales, desde los que podían divisiones de Infantería y Caballería, do- amenazar objetivos alternativos, pero sin tando a cada una de una cierta Artillería. credibilidad para salir en masa de sus La base de la orgánica de las guerras na- puertos, lo que las hacía verdaderamente poleónicas es el cuerpo de ejército, a cu- inoperantes. yo frente se encuentra un mariscal o un Si en el ámbito naval se produjeron general de cuerpo, compuesto de tres di- drásticos cambios en la estrategia, táctica visiones de Infantería, una de Caballería, y tecnología, no lo fue menos en el te- junto con su Estado Mayor y su Artillería, rrestre, en los que Napoleón era un ver- Zapadores, Ingenieros y toda una serie de dadero genio, o mejor dicho, un «revolu- servicios auxiliares de tren, bagajes, equi- cionador» del arte de la Guerra, de hecho pajes, etc. comienza a ser derrotado cuando sus ad- Hasta esta época las unidades orgáni- versarios aprenden de sus enseñanzas, no cas terminaban en el regimiento, pero debidas a él, sino al barón de Jomini y al durante la guerra, dan un salto hacia de- general Clausewitz. lante, y lo son, perdurando más de cien La orgánica nacida de esta Primera años, las brigadas, divisiones e incluso el Guerra Mundial perdura en los distintos cuerpo de ejército, de tal manera que el ejércitos hasta finales del siglo XX, duran- soldado imperial, conoce perfectamente te los cuales se mantiene a la división co- el nombre, no sólo de su capitán y como mo pieza clave en la maniobra táctica, al mucho de su jefe de batallón, sino de su cuerpo de ejército como unidad interme- coronel y de sus generales de brigada, de dia y de mando, pudiendo en ocasiones división y de cuerpo, creándose de esta actuar aisladamente y alcanzar objetivos forma un espíritu de cuerpo que propor- estratégicos, y al ejército, peón de la ma- cionar un acicate para la victoria. niobra estratégica. Ya en las guerras mun- La táctica también se revoluciona, ya diales del pasado siglo tiene que recurrirse en cierto modo apuntada por Federico II a otras grandes unidades, el grupo de ejér- en la guerra de los «Siete Años»: se busca citos e incluso al teatro de operaciones, no el orden oblicuo y las maniobras desbor- como gran unidad en sentido estricto, si- dantes y envolvente; el esfuerzo se con- no como organización militar, desde don- centra en el centro de gravedad del ad- de se dirige una parte del teatro de la gue- versario, pieza clave para su derrota; se rra, estándole subordinadas todas las hace un uso intensivo de la artillería y su unidades militares existentes en el territo- empleo en masa la llega a ser resolutiva rio, incluso con atribuciones civiles y de en la batalla; se amplían los frentes, preci- obtención de recursos. Esta ampliación de samente para protegerse del fuego ene- la organización para el combate, sin esa migo; nace el Estado Mayor como órgano denominación, también la emplea el Em- auxiliar del mando; la reserva pasa a ser perador cuando invade Rusia. el elemento primordial del jefe, empleán- La división es una gran unidad creada dola no solamente para paliar una situa- por la Revolución Francesa, componién- ción comprometida, sino para profundi- dose de unidades de todas las armas: In- zar en el despliegue del contrario, fantería, Caballería, Artillería y Zapadores, rompiendo en dos su dispositivo y acele- pero Napoleón las especializa y crea las rando su derrota, y otra serie de cuestio-

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Batalla de Fuengirola

nes, que pasarán a partir de la finaliza- cirse que el fusil y el cañón del llamado ción de la guerra a las doctrinas y regla- «Antiguo Régimen» era muy similar al del mentos militares de los distintos países. nuevo orden. En el combate, aunque se mantiene el paralelismo, la marcha en columna y el CONCLUSIONES ataque en formación en varias líneas, para Evidentemente no se puede cambiar la proteger este avance, se emplea unas uni- denominación de una guerra y más cuan- dades de Infantería que actúan en orden do ha entrado en la historia como una su- abierto en los flancos de las formaciones cesión de ellas, pero lo que ha quedado que se aproximan al enemigo. Estas unida- claro que todas ellas conformaron la pri- des son llamadas de «voltigueurs», de «In- mera guerra mundial, provocándose en es- fantería ligera», «tiradores», etc. Las compa- te intervalo de tiempo, que duró una ge- ñías de «voltigueurs», las terceras de los neración, una revolución del tiempo batallones, fueron creadas por decretos im- histórico, de tal manera que un día de periales de marzo de 1804 y septiembre 1815 no se parecía en nada a otro de 1790. de 1805, en las distintas clases de Infante- Los principios y procedimientos del ar- ría y copiada su organización en los demás te de la Guerra consolidados durante este ejércitos, de tal manera que nos encontra- sangriento período, que da entrada a la mos este tipo de Infantería, como tiradores llamada edad Contemporánea, permane- de élite, en las unidades británicas que cerán vigentes en su mayor parte hasta combatieron en la Península. bien entrado el siglo XIX, cuando el fe- Si en el empleo de los medios hubo es- rrocarril, el telégrafo y más que nada la pectaculares avances, la tecnología de las ametralladora, modificaron la estrategia y armas se mantuvo durante todo el perío- la táctica, aunque la orgánica permaneció do de la guerra, de esta forma puede de- inalterable.

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José Enrique López Jiménez. Teniente Coronel. Ingenieros. Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología. «Ve y anuncia a los romanos que es voluntad de los dioses que Roma sea la capital del mundo; que practiquen por consiguiente el arte militar y que sepan, y así lo transmitan a sus descendientes, que ningún poder humano podrá resistir a las armas romanas»1 Tito Livio

no de los más grandes generales de Hacía más de diez años que Aníbal hu- Ula historia de Roma y casi con toda millaba las armas romanas y salvo el ge- seguridad uno de los más importantes de neral Fabio Máximo Verrucoso que ha- la historia militar, fue Publio Cornelio Es- bía planteado ante el Gran Cartaginés cipión, conocido posteriormente como una estrategia de acoso y desgaste aun- «el Africano». Escipión nació el año 235 a que sin alcanzar la victoria plena, pero al C, era hijo del cónsul de mismo nombre menos evitando nuevas humillaciones y sobrino de Gneo Cornelio Escipión, ningún general romano había consegui- ambos muertos en batalla luchando con- do vencerlo. Esta estrategia de desgaste, tra los cartagineses en España. Cuando se que exigía del pueblo romano mucha le concedió la dignidad consular contaba paciencia y abnegación, no fue bien 24 años, no tenía la edad requerida para comprendida; los fracasos de Tesino, Tre- ser cónsul pero el prestigio no solo de su bia y el lago Trasimeno exigían de las nombre, sino el ganado en Tesino cuan- fuerzas romanas un nuevo enfrentado salvó a su padre de una muerte segura miento con los cartagineses para vengar o el conseguido como tribuno en la bata- aquellas ofensas y acabar de una vez por lla de Cannas, hizo que el Senado cediera todas con la amenaza púnica. El general ante las presiones de la plebe y decidiera Fabio Máximo fue sustituido por los otorgarle tal dignidad. cónsules Terencio Varrón y Emilio Paulo.

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Geografía e Historia

El mando del Ejército recaía en ambos de forma alterna y aunque Emilio Paulo (que moriría en los combates) no deseaba un enfrentamiento directo con Aní- bal, cuando el mando correspondió a Terencio Varrón, este al frente de un Ejército de 85.000 hombres presentó batalla a los cartagineses en Cannas donde los romanos sufrieron la derrota militar más «aplastante» de toda su historia. Se- gún el historiador griego Polibio, 70.000 romanos murieron en el campo de batalla, entre ellos el cónsul Emilio Paulo y lo procónsules Servilio y Atilio, 10.000 fueron hechos prisioneros y algo más de 4.000 lograron escapar junto con el principal culpable de la derrota, el cón- sul Varrón. Las pérdidas cartaginesas no Escipión el Africano llegaron a 7.000 hombres. Cuando Escipión fue nombrado cónsul Escipión debió de comprender la impor- habían pasado cinco años desde la derrota tancia estratégica de España y el efecto de Cannas. Decidió no atacar a los cartagi- moral que causaría sobre los cartagineses neses en Italia y se dirigió a España a lu- la conquista de la Península Ibérica y de char contra ellos en nuestro suelo patrio. Cartago Nova, la actual Cartagena. El mis- ¿Por qué Escipión no presenta una batalla mo Liddell Hart nos lo expresa en su li- decisiva a Aníbal y decide guerrear en Es- bro Un general más grande que Napole- paña? Trataré de responder esta pregunta ón: Escipión el Africano. basándome en los principios de la estrate- «Su primer paso fue restaurar y fortificar gia indirecta de Liddell Hart, uno de cuyos la confianza de sus propias tropas y alia- máximos exponentes, quizás el más im- dos; su próximo paso era atacar a sus portante, es Escipión el Africano. enemigos para golpear no el grueso de Según Liddell Hart, a lo largo de la Histo- estos, sino su moral, la cual era su talón ria la victoria ha sonreído a aquellos co- de Aquiles. Su agudo instinto estratégico; mandantes que no han buscado el en- en los días que la estrategia era concebi- frentamiento directo con el enemigo sino da indistintamente de las tácticas de ba- que han tratado de agotarlo mediante el talla, debido al nacimiento reciente de es- engaño, la maniobra, la utilización del tas, lo llevó a concluir que España era la tiempo, las alianzas, el empleo de técni- base de operaciones de Aníbal»2. cas revolucionarias, el ataque en aquellos Escipión partió de Ostia hacia España, puntos inesperados por ser considerados desembarcó en Ampurias y el año si- de importancia estratégica secundaria, guiente se dirigió a la conquista de Carta- buscando siempre minar la voluntad go Nova. ¿Qué le llevo a tomar esta deci- combativa del adversario. sión, cuando la situación a la que había

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Estatua de Fabio Máximo Verrucoso

de enfrentarse le era desfavorable pues salvo las ciudades fortificadas de Cástulo (Linares) y Sagunto, se había perdido el dominio de las tierras que se extendían al sur del Ebro? Una primera respuesta nos la puede dar el hecho de que tenía el dominio del mar y que las fuerzas de Asdrú- bal y de Magón (el primero hermano de Aníbal y, ambos además, generales púni- cos) estaban aún divididas, por lo que se estableció en el flanco oriental del enemigo y lo atacó por la retaguardia al tiempo que amenazaba sus comunicaciones marítimas. Si seguimos nuevamente la obra de Lid- dell Hart, veremos que hace referencia a las palabras que pronunció Escipión poco antes de tomar Cartago Nova, recogi- das por el historiador romano Tito Livio, comprenderemos el motivo principal de su decisión: «El que se imagine que os he traído aquí, soldados, únicamente para atacar una ciudad, ha calculado vuestro trabajo más que las ventajas. Es verdad, efectivamente, que vais a atacar las murallas de una sola ciudad, pero en esta única ciudad con- quistaréis Hispania entera. Aquí están los rehenes de todos los reyes y pueblos más conocidos, que una vez en vuestro poder os harán dueños de todo lo que está bajo el dominio de los cartagineses. Aquí está todo el dinero de los enemigos, sin el cual ellos no pueden llevar adelante la guerra, puesto que mantienen ejércitos mercenarios, y a nosotros nos será suma- mente útil para atraernos la voluntad de los bárbaros. Aquí están las catapultas, las armas y todo el material bélico, que os equipará a vosotros y al mismo tiempo

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dejará sin nada al enemigo. Tomaremos, do su moral, su economía y materiales además una ciudad muy hermosa y rica, para poder continuar con la guerra». muy estratégica, por otra parte, por su Nada más terminar la guerra en España, magnífico puerto, desde donde se nos Escipión se dirigió a África a pesar de que puede suministrar por tierra y por mar se le había recomendado descansar. Tan todo lo que requiere la práctica de la convencido estaba de la necesidad de pa- guerra. Esto representará una gran venta- sar a África, que poco después de la bata- ja para nosotros y una pérdida mucho lla de Iliria arriesgó su vida al trasladarse mayor para el enemigo. Esta es su ciuda- a Mauritania para atraerse el apoyo de Si- dela, su granero, su tesoro público, su ar- fax, rey de los masaesilios y obtener de senal, aquí es donde lo almacenan todo; Masinisa, rey de Numidia, un cuerpo de hasta aquí se llega desde África directa- caballería. Liddell Hart califica estas mente; este es el único fondeadero desde alianzas como de «gran importancia polí- los Pirineos hasta Cádiz desde aquí ame- tica» y conseguidas las mismas volvió a naza África a toda Hispania…»3. Roma con diez naves para las siguientes Tras el discurso, Liddell Hart explica que elecciones consulares. con sus acciones el general romano ob- Su llegada a la Ciudad Eterna fue apoteó- tendría «una ventaja significativa, colo- sica. Se reunió con el Senado a las afueras cando en desventaja al enemigo, afectan- de la ciudad en el templo de Belona y le

Batalla de Zama

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de hacer la guerra que han recorrido toda la historia militar: la Estrategia Directa y la Estrategia Indirecta, la primera defendida por el general Fabio y la segunda por Escipión. Para Fabio Máximo Verrucoso el orden natural de actuación era atacar las posesiones del enemigo después de defender las propias, conseguir la paz para Italia antes que llevar la guerra a África y ale- jar la amenaza de Roma antes que amenazar Cartago. Al atacar África obligaría a Roma a mantener dos ejércitos, uno en Italia y otro en territorio enemigo, además de correr un peligro incierto, pues si ambos ejércitos eran derrotados Roma quedaría a merced de Aníbal. Donde estuviera este, allí estaba «el nú- cleo y el fuerte de esta guerra, puesto Busto de Aníbal que ostensiblemente tratas de hacer ver que la razón que tienes para pasar a expuso lo que había hecho en España, África es arrastrar hacia allí a Aníbal. O sus victorias sobre los distintos pueblos, aquí o allí, por tanto, tendrás que vérte- las ciudades que había sometido al domi- las con Aníbal», para terminar pregun- nio de Roma, los generales púnicos a los tando: «¿Qué táctica es esa de preferir que había vencido y cómo toda Hispania luchar donde tus fuerzas están reducidas había quedado limpia de tropas cartagi- a la mitad y las del enemigo son mucho nesas. Levantada la sesión del Senado se mayores, y no donde se habrá de com- dirigieron a la ciudad donde tendría lu- batir con dos ejércitos (uno de cada gar las elecciones consulares en las que cónsul) frente a uno agotado de tantas se le concedió el consulado. Fue una de batallas y tan larga y dura guerra?» las elecciones con más participación pues La respuesta a aquella pregunta la tuvo acudieron gentes de todas partes a votar. enseguida Fabio Máximo, pues Escipión Cuando ocupó el cargo, Escipión expuso dirigiéndose al Senado replicó que cuan- su plan de atacar África dejando a Aníbal do África ardiera y Cartago estuviera sitia- en Italia, y que pensaba llevarlo a cabo do, Aníbal abandonaría Italia, que lo lle- con el apoyo del pueblo si el Senado se varía detrás de él en lugar de perseguirle, oponía. Este plan no gustó a los senado- que le obligaría a luchar en su tierra y res que pidieron su parecer a Fabio Máxi- que el premio de la victoria sería Cartago. mo. El viejo general se levantó ante el Se- Además, recalcó el efecto que esta estrate- nado y criticó los planes de Escipión, su gia tendría en la moral de los soldados discurso y la posterior respuesta de este romanos ya que «aunque no se adelanta- último son dos concepciones de la forma se el final de la guerra, al menos era pro-

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pio de la dignidad del pueblo romano y de la importancia para Aníbal de España de su prestigio antes los reyes y pueblos como base de operaciones, así como de extranjeros dar la impresión de que tene- la necesidad de atacar Cartago Nova y mos coraje no solo para defender Italia minar la moral del enemigo. Además se sino incluso para llevar la ofensiva a Áfri- atrajo a su causa a Masimisa, el rey de ca, y que no se creyera y divulgara que los númidas, cuya caballería fue tan de- ningún general romano se atreve a lo que cisiva en la batalla de Zama y nunca se atrevió Aníbal… Que sea África el esce- buscó el enfrentamiento con los cartagi- nario de lo que queda de guerra; recaigan neses en la Península Itálica que tan ma- sobre ella el pánico y la huida, la devasta- los resultados habían dado a los roma- ción de los campos, la sublevación de los nos. aliados y las demás calamidades de la Al desembarcar en África obligó a Aníbal guerra que han caído sobre nosotros du- a regresar a Cartago y posteriormente a rante catorce años». un enfrentamiento decisivo. Su genio es- No se equivocaba Escipión. Tras pasar a tratégico consiguió poner fin a la Segun- Sicilia se dirigió al continente africano da Guerra Púnica y, aunque Cartago no con un ejército de 30.000 hombres con fue destruida hasta la Tercera Guerra Pú- 40 buques de guerra y 400 de transporte. nica por Escipión Emiliano (un descen- Su intención era dirigirse a Emporio, pe- diente por adopción de Escipión el Afri- ro los vientos lo desviaron hacia Occiden- cano), la vieja ciudad fenicia nunca volvió te, algo que le benefició puesto que los a tener la importancia militar de que ha- cartagineses no le esperaban por aquella bía disfrutado. zona y desembarcó cerca de Útica. Se en- frentó al ejército púnico al que venció, lo NOTAS que provocó que el Senado de Cartago 1 Livio, Tito. Historia de Roma desde su llamara a Roma a Aníbal (quien tuvo que fundación. Editorial Gredos (Biblioteca sacrificar a cerca de 4.000 caballos que Clásica). Madrid, 1990. Libro I. 16, 7-8. no pudo transportar con él), para que de- 2 Liddell Hart, Basil. A greater than Napo- fendiera su patria. Por fin había consegui- león: Scipio Africanus. Editorial William do Escipión el que posiblemente era su Blackwood & Sons. Londres, 1928. principal objetivo: sacar a Aníbal de la Pe- 3 Livio, Tito. Op. cit. Libro XXVI. 43, 3-8. nínsula Itálica y enfrentarse a él en franca superioridad. Este enfrentamiento se pro- BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES dujo en las llanuras de Zama (202 a C) - Polibio. Historias. Editorial Gredos (Bi- donde derrotó a las tropas cartaginesas y blioteca Clásica). Madrid, 1991. Libro III. obligó a Cartago a la firma de un humi- 117. llante tratado. - Fuller, J. F. C. Batallas decisivas del mun- Evidentemente, si hay un jefe que en todo occidental. Ediciones Ejército. Ma- da la Antigüedad, y me atrevería a decir drid, 1985. Vol. 1. en toda la Historia Militar, mejor ejem- - Bertolini, Francisco. Historia de Roma. plifique la estrategia de aproximación Edimat Libros S. A. Madrid, 1999. indirecta ese es sin duda Escipión el - Mommsen, Theodor. Historia de Roma. Africano. Supo percatarse perfectamente Editorial Turner. Madrid, 2003.

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Daniel Alonso Rupérez. Capitán. Infantería.

. Jerónimo Merino y Cob Villoviado D(Burgos, 1768-Alençon, 1844) alcan- zó los más altos niveles del mando militar. Por sus méritos indiscutibles en la Guerra de la Independencia, fue recom- pensado con la Cruz Laureada de San Fernando y alcanzó el empleo de teniente general de los reales ejércitos de Carlos V. Participante en varias guerras, ha sido calificado como «huracán de Castilla»y «maestro de guerrilleros». De firmes con- vicciones tradicionalistas, fue exiliado y murió en suelo extraño. Figura controver- tida, ha sido ensalzado por unos y, las más de las veces, intencionadamente maltratado por los vencedores de las luchas políticas del siglo XIX, que nos lo presentan como cura inculto, mezcla de Guerra de la Independencia, sino tam- fanatismo, barbarie, ferocidad y astucia. bién nuestras luchas internas de carácter Este héroe reclama una reposición histó- dinástico e ideológico que marcaron dra- rica, a la que esperamos colaborar con es- máticamente el siglo XIX, desangrando te humilde artículo. España en luchas fraticidas que tanto fre- El Cura Merino es, sin duda, una perso- naron el desarrollo de nuestra patria y nalidad que atrae la atención de cual- que son la clave para explicar el devenir quiera que no solo quiera conocer nues- histórico de nuestra nación en el siglo tra lucha contra los franceses durante la XX y hasta nuestros días.

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La leyenda negra que acompaña al Cu- Desde el punto de vista militar, el Cura ra Merino después de la sonada acción Merino reúne las mejores cualidades para de Hontoria de Valdearados (Burgos), im- ser un buen guerrillero. En su origen es propia y no ajustada a la realidad, así co- cazador y, por tanto, conocedor del terre- mo el tratamiento peyorativo y cruel que no, la orientación y el acecho. Cuenta se hace de él, sobre todo a raíz de la Pri- con la estima y la adhesión del pueblo, mera Guerra Carlista (1833-1840), en di- que le facilita toda clase de información y versos libelos y en especial en las novelas ello le permite conocer la situación del de Pío Baroja Aviraneta o la vida de un enemigo, sus movimientos, estado de conspirador y el Escuadrón del Brigante, fuerza y demás detalles que precise. Ja- con errores históricos espantosos que más descuida la vigilancia, en evitación mencionaremos, donde, pese a reconocer de la sorpresa. Ataca cuando la victoria es que hay que sentir admiración por el he- posible. Ante la presencia de fuerzas su- roico don Jerónimo, se rebaja su mérito periores, que lo acorralan para destruirlo, acudiendo al tópico de presentarlo como se disgrega desapareciendo del terreno. un hombre siniestro, chaparro, feo, de je- Sus acciones durante la Guerra de la ta caída, despótico, cura de «misa y olla» Independencia, siempre victoriosas y etc. Todo ello es testimonio perpetuo del efectivas, contribuyeron valiosamente a la cainismo histórico de un pueblo capaz victoria final. Formó unidades militares de lo mejor y de lo peor, un pueblo que, disciplinadas, como el Regimiento de In- en palabras del propio Napoleón, « […] se fantería de Línea Arlanza y de Caballería sublevó ante nuestra fuerza, corriendo a Ligera Húsares de Burgos, admitió el ase- las armas en masa y conduciéndose co- soramiento de militares profesionales que mo un hombre de honor» y poco tiempo le envió la Junta Central, comandantes después se destrozaba entre sí, dándose Blanco y Angulo, a los que hizo sus se- casos, como el de Juan Martín El Empe- gundos y citó con frecuencia en sus par- cinado y el propio Cura Merino, en que tes de guerra a la superioridad. No se antiguos compañeros de armas contra el opuso a la colaboración y así lo hizo con francés se enfrentaron en el campo de El Empecinado y otros. No fue ni cruel ni batalla por militar en bandos ideológicos vengativo, aunque la guerra sin cuartel y dinásticos diferentes. que ejercía el enemigo, obligó a Merino y Todo este mito comenzó a desvanecer- a otros a ejecuciones de represalia. se al ser exhumados sus restos el 24 de Pero tras este bosquejo de nuestro per- junio de 1962, echándose abajo la leyen- sonaje y atendiendo a los hechos cronoló- da del cura bajito y negroide al aparecer gicamente, hemos de plantearnos primera- el esqueleto de 1,75 m y la cabellera ru- mente por qué se lanzó al campo y hemos bia, todavía presente, de aquel que Lafa- de concluir que si bien parece histórica- yette y el propio Wellington definieron mente cierto que una compañía de caza- como «primer guerrillero español »y del dores franceses pernoctó en su pueblo na- que el propio Napoleón dijo: «Prefiero la tal, Villoviado, de donde era párroco, una cabeza de ese cura a la conquista de cin- noche de enero de 1807 y que miembros co Zaragozas». de esa compañía cargaron al cura con el

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bombo y platillos de la banda para trans- vatorio sobre el Camino Real de Madrid portarlos a Lerma los cuales arrojó al sue- a Burgos, se parapetó tras una encina en lo ofendido, recibiendo diversos culatazos el monte Landaya, vio venir a un correo por ello , la clave puede estar en el testi- francés y lo abatió de un certero disparo. monio del compañero de armas del Cura Poco después comenzó a tejer el Cura Merino, Rodríguez de Abajo. Según él a la una red de relaciones, sobre todo con los hermana menor del cura, los franceses in- curas y personalidades de los contornos, y flingieron «la plus douloureuse injurie»: a instruir a los campesinos. Con menos violaron a la hermana que más quería, lla- de veinte hombres actuó D. Jerónimo mada Bernarda y que todavía no había aquel año de 1808. A fines del mismo, el cumplido los ocho años. Cura era ya célebre y sus acciones de La Geografía manda en la Historia. El guerrilla, como las de Puentedura y Fon- teatro de operaciones de Merino fue la tioso, muy afortunadas. submeseta del Duero, coso de guerra a Su consigna, desde la muerte de otro través de los siglos. Por eso Augusto se ba- francés en Quintanilla de la Mata, era desa en Clunia y Sasamón como plazas es- cir a sus hombres: «Apunten al más tratégicas. Por eso Escipión expugnó Nu- majo», es decir, a los jefes enemigos. Así mancia. Por eso Galba fue a Clunia, lo hacían y conseguían desarticular a las dejando a Cartagena. Por eso el Cid bata- unidades francesas. lló en Medinaceli y en Molina. Por eso en Sus acciones y méritos iban en aumen- la Guerra de la Independencia se produ- to, y por el mes de julio de 1808, no salía jeron allí decisivos combates. Todo ene- carro, valija o berlina francesas que no tu- migo que cruce el Bidasoa hacia Madrid, viera que ir escoltada por fuertes destaca- tiene que atravesar esta submeseta, alta mentos, por temor a los hombres de don de montes y profunda de ríos. Jerónimo. En su primera salida Merino subió a la Para conseguir las armas y los pertre- Encina Alta de El Risco, que era su obser- chos para sus unidades, Merino se intro- Los restos del Cura «in situ»

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dujo a principios de 1808 siete u ocho Por todos estos méritos fue ascendido veces en la ciudad de Burgos, disfrazado en 1810 a teniente coronel. El siguiente de aldeano con un burro cargado de pi- año organizó los famosos Húsares de Ar- mentón, para contactar con la Junta de la lanza, que se llevaban la palma entre todas rebelión y recabar información de la de- las tropas españolas y competían de tú a fensa francesa de la plaza. Además com- tú con las de Napoleón. Lord Wellington pletaba su información por medio de regaló a su teniente coronel en funciones una red de confidentes fieles y sagaces. de coronel, don Jerónimo Merino, una es- A principios de 1809, Merino contaba pada y un caballo, como muestra de apre- con unos 10.000 hombres. En principio cio y premio a su esfuerzo. era una tropa abigarrada y desprovista de El 22 de enero de 1810, Merino tuvo condiciones regulares: armados con fusi- acceso a información que situaba una di- les algunos, otros con cuchillos, y con pa- visión gala en dirección a Valladolid. Mo- los otros; unos a pie y otros a caballo, y vilizó a sus fuerzas para atacarla en Due- de estos casi todos sin sillas ni estribos; ñas, causándole una tremenda derrota todos iban en tropel siguiendo al cura con pérdidas cifradas en 1.500 hombres con gran algazara. entre muertos y heridos. El 7 de abril del El 16 de septiembre de 1808 don Jeró- mismo año, en Quintanar de la Sierra, nimo fue nombrado capitán graduado de dispersó una columna de 300 hombres, Infantería y sus acciones se incrementa- que iba a revisar y exigir contribuciones, ron a lo largo de 1809: así, el 6 de enero pereciendo todos los gendarmes. Otra so- atacó al correo y escolta Madrid-Burgos, nada victoria en Quintana del Puente cie- tomando a todos prisioneros; el 6 de ma- rra el año de 1810, en esta ocasión el Cu- yo desbarató el mismo correo francés y ra y 300 de sus hombres combatieron su escolta, acuchillando a 30 hombres; el frente a 2.000 franceses. 12 de junio en Villalmanzo, apresó un En el mes de agosto de 1811 D. Jeróni- convoy con municiones y mató a los 22 mo Merino Cob ya no era un jefe de par- hombres de la escolta; el 13 de junio, tu- tida, sino un coronel de los que se llama- vo lugar el ataque a Lerma, donde murie- rían «estampillados», que mandaba una ron 20 franceses; el 5 de julio apresó una fuerza superior a un regimiento, con tro- caravana de carros que portaban la requi- pas veteranas y regulares. sa de grano del que se apoderó, persiguió Cerca y lejos a la vez estaban los inicios a la escolta hasta Aranda de Duero, donde 1810 cuando el general francés Roquet, de apresó a 50 hombres y 22 caballos; el al frente de 20.000 hombres y de acuerdo 11 de octubre en Santa María del Campo, con el mariscal Kellerman, le había perse- combatió contra una columna francesa, guido por las sierras de Burgos cumplien- matando 40 hombres y haciendo 60 pri- do la orden de Napoleón de «coger inme- sioneros, entre ellos a un edecán del ma- diatamente al Cura aunque sea necesario riscal Bernardotte; y el 7 de noviembre en internarse en las sierras de Burgos y Soria», Pampliega, atacó otra columna con la que y D. Jerónimo deshizo escuadrones selec- mantuvo combate de cuatro horas hasta tos de la gendarmería francesa. que tuvo que retirarse por salir en su bus- Esta etapa (1811-1812) está marcada por ca dos columnas de refuerzos. la calumnia, pero no de historiadores cer-

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Los Laureados transportan los restos del bilaureado General Merino

canos, sino novelistas como Baroja que ta tal punto que el año pasado tuve cono- tratan sus actitudes y acciones un siglo cimiento de la conmemoración de la ci- después de acaecidas. tada batalla de Hontoria en un acto re- En 1811 tuvo Merino una resonante pleto de autoridades civiles y militares… victoria contra el general Dorsenne, en ¡pero en Hontoria del Pinar!, sin que na- Hontoria de Valdearados, en que hizo pri- die levantase el dedo para denunciar el sionero a todo el escuadrón de polacos. error, mientras un relator narraba la bata- Así comenzó el año 1812, el más san- lla tal y como se explica en el citado libro griento de la campaña patriótica en Bur- y se descubría un monolito; tal es el des- gos. En ese año, los franceses sorprendie- conocimiento de nuestra propia historia. ron a cuatro vocales de la Junta de Respecto a esta famosa batalla, Merino Burgos en Grado del Pico, los ahorcaron cuenta en su parte de guerra al general en Soria y dejaron sus cadáveres colgados Mendizábal, que los franceses, sabedores en la horca. de la inmediación de las tropas españo- La famosa batalla de Hontoria de Val- las, procedieron a retroceder hacia el dearados es un ejemplo triste del desco- punto de donde habían salido, que era nocimiento secular de nuestra propia his- Peñaranda de Duero, pero ya era tarde toria y de la manipulación impune que para ejecutar esta maniobra impunemen- de la misma se hace a menudo para pro- te. Por su interés reproduzco el parte, que vecho propio. Así el novelista Pío Baroja dice textualmente: en su obra El Escuadrón del Brigante, es- «Antes de vencer la altura que da vista crita un siglo después de la batalla, sitúa a Hontoria de Valdearados, se encontra- erróneamente la batalla en Hontoria, sí, ron con el Regimiento de Infantería de pero no de Valdearados sino en Hontoria Arlanza, conducido por su comandante y del Pinar. Este error de bulto, puesto por mi segundo, don Antonio López, que des- escrito, condena la verdadera historia has- plegado en batalla a su frente, hizo fuego

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tal vivo y acertado, que a la tercera des- do permitir que quede sin castigo el ho- carga estaban ya los enemigos en precipi- rroroso sacrificio que estos vándalos del tada fuga y total desorden, cuyo alcance Sena hicieron con los tres vocales y de- seguía la infantería con el mayor coraje. pendientes de esta Real y Superior Junta Entonces mandé que a todo escape avan- de la Provincia de Burgos, que sorpren- zase la caballería que aún no había podi- dieron el 21 del pasado en Grado, ha- do llegar y que cuatro compañías de Hú- ciéndoles morir impíamente en Soria y sares de Burgos a las órdenes de su en Aranda y colgándoles después de una Sargento Mayor, don Gaspar Blanco, ata- horca, sin otro delito que haber tomado caran por la derecha, mientras otras dos parte activa en defensa de su nación, tan del mismo regimiento, a las órdenes del injustamente y alevosamente invadida, capitán don Antonio Antón, avanzaran saqueada y ultrajada de todas maneras por la izquierda, con el objeto de cortar por esos monstruos, para cuya satisfac- su caballería que ya comenzaba a desen- ción y recompensa me he tomado la li- tenderse de la crítica situación de la in- bertad y espero del agrado de V.E. de pa- fantería. Unas y otras llenaron tan com- sar por las armas a 110 prisioneros en pletamente sus deberes, que superaron esta forma: Veinte por cada vocal de la en mucho mis esperanzas. Aquellas (las Superior Junta, diez por cada dependien- compañías de la derecha) sin más deten- te y soldados que se asesinaron en Aran- ción que la esencialmente precisa para da, igual número por el cura de Hontoria llegar a escape, desde el punto que reci- de Valdearados, que habiéndole preso en bieron la orden hasta el que ocupaba el su casa le mataron en la refriega. Esta enemigo, sable en mano, acometieron proporción pienso seguir en lo sucesivo si con tal denuedo, que en tres minutos, como hasta ahora, no dan cuartel cons- con ayuda de nuestra infantería, tenían tante a los individuos de mi posición, y ya rendida por sus armas la enemiga. Y va encaminada al resto de los prisioneros, estas (las compañías de la izquierda) con- menos los doce oficiales que me reservo siguieron igual ventaja sobre sus caballos, en mi poder para que sufran la última sin haberse escapado más de cinco de es- pena, si el gobernador Rey (un general ta Arma que llegaron a Aranda a las francés así apellidado) no accede a la pro- 00:30 de la noche siguiente. posición que se le ha hecho de entregar Sesenta y tres muertos, noventa y siete por su rescate al renegado Moreno, cuya heridos, quinientos nueve prisioneros, en- negra y horrorosa conducta tiene llenos tre ellos un teniente coronel y once ofi- de miseria y de lágrimas a los fieles, pero ciales; cajas de guerra y dos clarines, con infelices habitantes de Castilla. Este hom- la libertad de nuestros prisioneros, ha si- bre perverso ha sido el único agente y dido el resultado de esta gloriosa acción, rector de la infernal columna enemiga sin más pérdidas por nuestra parte que que apresó a los desgraciados vocales, cinco soldados heridos, uno de gravedad, dignos sin duda de mejor suerte […]. y un caballo también levemente herido. A mis ojos, Señor Excelentísimo, tanto Estas prodigiosas ventajas, en todos los la infantería como la caballería han he- sentidos, no han podido ser otra cosa que cho prodigios de su labor, acreditando en obra del Todopoderoso, que no ha queri- toda la acción que son dignos descen-

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dientes del Cid y de Fernán González, Ejército francés y Merino quiso explotar cuya hazañas se proponen imitar acredi- el éxito cuando se retiraban a Burgos, y tando así que el valor castellano que tan- así escribe en su diario de operaciones: to terror causó a los sarracenos en aque- «Hostilicé a las columnas día y noche, lo- llos siglos era el mismo, bien a su pesar, grando llevarlas por la calzada y evitando experimentado por los franceses y que en muchos saqueos en los pueblos; más de el momento en que pueda libremente mil quinientos hombres fueron muertos desplegar esta provincia todo su poder es o prisioneros por mis tropas y en vista del el mismo en que la nación española re- desorden y confusión con que hacían su cobrará su dulce libertad. retirada, no hubiera llegado a Burgos un Recomiendo a los jefes, oficiales y tro- solo hombre del ejército francés, si yo hu- pas de esta brillante división, suplicando biera tenido más fuerzas para atender a se digne a elevar esta noticia a su Alteza todos los puntos». serenísima el consejo de Regencia, para Acciones victoriosas en Cubo de Bure- su conocimiento y satisfacción. Dios ba, en Santibáñez, en Roa, la emboscada guarde a V.E. muchos años. en el castillo de Burgos (previa a la retira- Arauzo de Miel, 17 de abril de 1812. da y voladura del mismo por los france- Excelentísimo Sr. D. Gabriel Mendizábal, ses) y la participación en la batalla de Vi- general en jefe del séptimo Ejército. Exc- toria, llenaron el año 1813. Terminada la mo. Sr. D. Jerónimo Merino». guerra en Castilla, pasó con su división a Merino amenaza con represalias por Cataluña. En ese año cambió la orienta- los asesinatos frecuentes de los franceses ción de las operaciones militares de de- que fusilaban a cuantos españoles caían fensivas a ofensivas, con porvenir halagüe- en sus manos. Un biógrafo francés de ño para nuestros ejércitos. Merino escribe: «Represailles: affreuse Al mes siguiente de la voladura del cas- nécessité. (represalias: necesidad horrible ». tillo y retirada del Ejército francés de Bur- Pero Merino no ejerció, que se sepa, más gos, don Jerónimo Merino tomaba pose- represalias que las de la batalla de Hon- sión del cargo de Gobernador Militar de toria. De hecho, pese a que el goberna- Burgos y Comandante General de las dor Rey finalmente no canjeó por el Provincias. afrancesado Moreno a los oficiales pola- Al frente de su querida División del cos capturados en la batalla, Merino se Duero vio terminada la campaña 1808- compadeció de ellos e influido por la 1814, en la que alcanzó por sus méritos la simpatía que los suyos habían manifes- más preciada condecoración, la Cruz de tado hacia los polacos, los perdonó 1ª Clase de la Real y Militar Orden de mandándolos desde Vilviestre del Pinar, San Fernando, el empleo de brigadier y el donde se había instalado la nueva Junta honroso nombramiento por el general Superior clandestina de Burgos y Sego- Castaños de Gobernador Militar de Bur- via, al depósito de prisioneros de Potes gos. donde quedaron a disposición del gene- Merino, siempre defensor de la tradi- ral Mendizábal. ción, no permanece indiferente al perío- Cuando se produjo la victoria española do constitucional (1820-1823) y se lanza en Los Arapiles, comenzó a retirarse el al campo. Se ve enfrentado a antiguos

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A hombros de los Laureados españoles compañeros de armas: el Empecinado, el tránsfuga Albuín e incluso a oficiales suyos como Santillana. En esa etapa, que mereció el mote de «Merinada», dejó escapar al Empecina- do de una muerte segura y alcanzó gloria que reco- noció la Regencia de Ur- gel, concediéndole el empleo de mariscal de campo. La muerte de Fernando VII en 1833, planteó un problema dinástico y polí- tico que volvió a enfrentar a los españoles, y el Cura, pese a su ancianidad con 64 años bien trabajados, volvió a la lucha, defendiendo la legitimidad de Carlos V y la lleros laureados, fue depositado su cuer- tradición que él representaba, y al igual po en la tierra que amó. que en tiempos mozos, partió en nueva «DIOS HA CREADO AL HOMBRE campaña y realizó hechos de armas que DERECHO Y EL HOMBRE ANTE NA- le valieron el reconocimiento del rey don DIE DEBE HUMILLARSE». Carlos que le otorgó el ascenso a teniente Jerónimo Merino. general de sus reales ejércitos. Don Jerónimo, fiel a sus sentimientos, BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES rehúsa los beneficios del Convenio de - BAROJA, Pío: Aviraneta o la Vida de un Vergara y junto con su rey cruza la fronte- Conspirador. ra francesa, camino del exilio. Gracias a la - BAROJA, Pío: El Escuadrón del Brigante. caridad de los legitimistas franceses, que- - CALDEVILLA GARCÍA-VILLAR, Jaime: da con residencia en la ciudad de Un Fabuloso Cura, Teniente General de Alençon, donde tras cinco años de exilio los Ejércitos de España. Castellón, 1968. muere el Cura Merino, rodeado de sus - CODÓN, José María: Biografía y Cróni- sobrinos, en la tarde del 12 de noviembre ca del Cura Merino. Burgos, 1986. de 1844. - ONTAÑÓN, Eduardo de: El Cura Meri- Su anhelo de volver a pisar tierra espa- no. Madrid, 1933. ñola se quebró para siempre, teniendo - PÉREZ GALDÓS, Benito: El Equipaje que esperar hasta el día 2 de mayo de del Rey. 1968 en que, en solemne procesión y - VÁZQUEZ AZPIRI, Héctor: El Cura Me- portado el ataúd sobre hombros de caba- rino. Madrid, 1965.

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Jose María Gárate Córdoba. Coronel. Infantería.

a biografía del Cid no puede ser la tra la Historia Universal de Rimli, que en Ldescarnada y fría de la Historia Rode- 1957 caía en los peores mitos de la «cido- rici, ni de las Crónicas árabes, ni de las fobia», sino que el Tratado de Heráldica poéticas aunque realistas narraciones del Militar, tomo III, editado por nuestro Ser- Carmen Campidoctoris y el Cantar de vicio Histórico Militar en 1961, al trazar Mío Cid, ni siquiera un entrecortado aco- una semblanza del Cid, en sus páginas modo de esas fuentes, todas ellas con- 162 y 163, recoge juicios adversos, toma- temporáneas del héroe. Mucho menos dos de obra tan antigua como las Vidas las caprichosas narraciones con textos de Españoles Célebres, que en 1807 escri- fantásticos como hicieron los escritores bió don Manuel José Quintana. del Rey Sabio al componer la Crónica Con buena intención y acierto, don General de España. La verdadera historia Bienvenido Martín Moreno en su artículo de Rodrigo Díaz está en La España del «El Cantar de Mío Cid», publicado en Cid, nacida en 1929 de un depurado 1945 por la revista Apéndice para la Ofi- estudio crítico de textos, documentos e cialidad de Complemento, puntualizaba inscripciones que hizo don Ramón Me- algunos aspectos de la obra de Menéndez néndez Pidal en 1929 y corrigió progresi- Pidal: vamente hasta su muerte en 1966, obra «En La España del Cid hay muchas re- aceptada hoy en el mundo como definiti- ferencias a las actividades bélicas del hé- va para el conocimiento del Campeador roe, mas la faceta militar de Rodrigo no y su ambiente. está conseguida, a pesar de todo. El espí- Pese a ese crédito mundial de la obra y ritu de milicia se ha escapado por las su autor, aún hay ejemplos mucho más grietas de esta obra, a semejanza de un recientes que mantienen las anteriores perfume que se evapora en un frasco mal desorientaciones. Y no es solo una mues- cerrado».

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Geografía e Historia

Tras lo cual, hablando sobre la actividad vital de Rodrigo Díaz, al que los espa- ñoles llamaban «El Campeador» y los moros inmortalizaron como «El Cid» (el señor de la guerra, por antonomasia), re- cusaba un comentario de don Ramón: El «Propósito» estampado al comienzo de La España del Cid muestra la influencia del ambiente en los estudios del autor, cuando dijo: «Quizá alguno piense que tal olvido responde a que el recuerdo del Cid no es ahora de la mayor urgencia. Las glorias militares, que antes eran prefe- ridas de la Historia, han perdido mucho de su interés. La milicia no es ya el ejercicio que desarrolla las más nobles virtudes sociales. La Historia no busca preparar a los pueblos para las guerras, sino para los nuevos pugilatos de la cultura». El gran sabio español, resultaba una víctima más de la atmósfera alegre y confiada, blanda- mente pacifista y perversamente remar- quiana, triste fruto de la guerra del catorce. Más aparte de que este cambio de ideas no puede arrancar su importancia al elemento militar de la Historia, la vida del Cid nunca tuvo como principal ese aspecto guerrero que alguien puede creer único en ella, y lo es en la de otros héro- es análogos, por ejemplo Roldán. El Cid ofreció siempre un mayor interés humano en su grande obra, contrariada y desa- gradecida». Sin embargo, la fuerza del héroe vence a don Ramón, lo castrense le intriga en más de una ocasión, y su curiosidad esta- lla, irreprimible, en un punto concreto de su libro: «El juglar, más despierto para todo que el cronista latino, fija su atención en los tambores almorávides. Lo que no nos dicen ni el juglar ni el cronista, es de qué

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Jura de Santa Gadea

modo la nueva táctica enemiga, represen- Militar sigue ignorando al Cid. Tal vez tada por sus tambores, fue con tanta se- porque su historia definitiva, contenida guridad superada por Rodrigo. Los cléri- en La España del Cid, apareció en 1929, gos de Valencia se contentan con decir y apenas se divulgó. Álvarez Coque, autor que la prodigiosa victoria del Cuarte fue del más moderno texto de nuestra Histo- obtenida con auxilio divino; pero nos ria Militar hasta fines del siglo XX, ni si- quedamos sin saber qué nueva organiza- quiera citaba al Cid, y los guiones de las ción dio el Cid a sus haces, qué nueva academias han dicho tan poco de él, que evolución ideó en la carga y la tornada de puede ser ejemplo el de la mía, que exac- los caballeros, para poder infligir a los in- tamente nos informaba de que «comba- victos ejércitos de Yúsuf la primera y gran tió al servicio de moros y gozó cierta fa- derrota que sufrieron en España». ma de bravura». Tal inquietud constituye una réplica Más comprensible, dada su época, era anticipada y oportuna del mismo don la desorientación en las Historias Milita- Ramón a esa imputación de Martín Mo- res de los generales Almirante y el burga- reno. Es todo un desafío que espera res- lés Martín Arrúe, padre de Martín More- puesta militar. Sin embargo, la Historia no. El primero, habla de «sus increíbles y

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dramáticas expediciones, imposibles de mera aportación que incite o contribuya ajustar en esta narración descarnada y a llenar esa página de la táctica del Cid, militar». En cuanto a Martín Arrúe, todo que injustamente continúa en blanco en su juicio crítico de las campañas del Cid nuestras lecciones históricas. consiste en decir: «Una crónica árabe califica sus empresas guerreras de correrías LA IGNORADA HISTORIA DEL CID atrevidas, rápidas como el relámpago y Se conocía tan poco al Cid, incluso en abrasadoras como el rayo». Y no es poco, la Fuerzas Armadas españolas, que en la para lo que entonces podía esperarse. película de Charlton Heston, se echaban En curioso contraste con ello, el ensayo en falta episodios, tan novelescos para El Cid y Gelmírez, publicado por Sán- animar un Cantar de Gesta, como «el ti- chez Albornoz en su exilio de Buenos Ai- mo del cofre», «la afrenta de Corpes», «la res el año 1964, al comparar ambos per- victoria del Cid muerto a caballo», y se sonajes, dice así del Cid: daban por buenos el desafío y muerte de «Los dos fueron codiciosos de riquezas, «el Conde Lozano, don Gome de Gor- de gloria y de poder. Con la punta de su maz, padre de Jimena Gómez», la boda lanza el infanzón los ganó para él, para con la huérfana, y tantas cosas añadidas Castilla y para España. El poder y las ri- al histórico guión de la película. quezas del Cid fueron efímeros, como fru- Se desconocía por completo al Cid his- to desorbitado de la guerra. Perdióse Va- tórico y militar, sin más recuerdos que los lencia tras la muerte del Cid, pero la gloria fantásticos y legendarios de romances vence a la naturaleza y a sus accidentes, y muy tardíos, la mayoría tan sonoros co- pervive. La gloria en que colaboraron los mo absurdos, inverosímiles o tópicos de héroes y el coro, los que la alcanzan por viejas y extrañas literaturas baratas, o aña- sus actos y el pueblo que la otorga, el Cid, didos «a frotamiento duro» para asombro acompañado por el amor de guerreros y y distracción en un Cantar de base muy labriegos y por Castilla toda. Por eso canta- histórica y biográfica. ron al Cid los poetas populares, porque siendo magnífico el Poema, es inferior «al LAS MOCEDADES HISTÓRICAS milagro de los milagros del Señor» en frase Tan imaginarias fueron las Mocedades de su enemigo Ben Bassam. Sin el Cantar, del Cid de Guillén de Castro, como su hubiera seguido el Cid refulgente de gloria inmortal traducción en Le Cid de Cor- y de grandeza, siendo un hito gigantesco neille. Las únicas mocedades históricas en la historia de España». de Rodrigo Díaz son: hijo del infanzón La simple lectura de La España del Cid, Diego Laínez, señor de la zona frontera complementada con trabajos posteriores, con Navarra, sede en Vivar, nació en tal nos hizo ver que la Historia Militar debía aldea burgalesa hacia 1043, y huérfano a Rodrigo Díaz un importante puesto, ya desde los 16 años, parece que se educó que ningún historiador militar, ni los en Zamora en la escuela de donceles del guiones de las Academias, reparaban esa aula regia de Arias Gonzalo, donde se deuda. educaban los príncipes don Alfonso, don En la medida de nuestras fuerzas, trata- García y don Sancho; este, el menor, naci- remos de justificarlo aquí, con una pri- do en 1038, unos cinco años mayor que

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Rodrigo, le mostró simpatía y protección. ra castellano-aragonesa, donde Hariz fue Esto se deduce de la verídica y coetánea vencido y muerto. Gesta Roderici, cuando señala que el Hubo de ser por los días en que San- príncipe, ya rey nominal le arma caballe- cho II, al segundo año de su reinado, ro con el sencillo rito castellano: «Sancho 1067, se presentó en son de guerra ante II, rey de toda Castilla y dominador de Zaragoza, porque su rey Moctádir, como España, alimentó diligentemente a este hizo con Fernando, dejaba de pagar el tri- Rodrigo Díaz y le ciñó con el cíngulo de buto. Sancho rodeó sus fuertes murallas la Milicia». con máquinas de guerra y gran hueste al Como caballero novel, Rodrigo acom- mando del Campeador. Agotada su de- pañó a don Sancho –ya preconizado rey fensa, y rechazado cualquier rescate, Moc- de Castilla– a su expedición a Zaragoza tadir aceptó pechar cada año las parias. en 1064, y asistió con él a la batalla de El joven Rodrigo destacó tanto en los Graus, en mayo de aquel año, donde combate que la crónica hebrea de José Sancho venció y dio muerte al rey Rami- ben Zaddic le atribuye toda la prez: «Fue ro de Aragón, sin que consten pormeno- ganada Zaragoza por Cidi Ruy Díaz en el res de la batalla ni de la acción de Rodri- año 1827 de la Creación, 1067 de los go, que volvió a Castilla con su príncipe cristianos». Cidi equivale al afectuoso Sancho. «mío Cid» (mi Señor), fórmula cristiano- Muerto en 1065 el rey Fernando, que mora. previamente había dividido el trono en- Hubo dos batallas entre reyes herma- tre sus hijos, y coronado Sancho II rey de nos: Primero en Llantada, el 19 julio Castilla como estaba previsto, nombró a 1068, el Cid libera al infante don Sancho, Rodrigo Díaz, alférez real, que siendo cautivo de los leoneses, y Alfonso I de Le- abanderado, venía a ser capitán general, o ón va preso al castillo de Burgos y de él a mejor, jefe de su estado mayor. Como tal, Toledo. Luego, en enero de 1072, en Gol- representó al reino en el pleito sobre la pejera, a 12 Km al sur de Carrión de los posesión de la villa de Pazuengos, limítro- Condes. Rodrigo, alférez de Sancho II, y fe con Navarra y disputada en un juicio jefe de la hueste, le libra de los leoneses de Dios frente al campeón navarro Jime- que lo habían apresado. Al cambiar las no Garcés, a quien Rodrigo venció rotun- tornas, el apresado Alfonso, al perder la damente, ganando la villa para Castilla, y batalla perdió el reino, siendo desterrado siendo nombrado Campeador, término a Zamora, infantado de Urraca, la mayor. encomiástico proveniente del Campidoc- Cercada esta ciudad por las tropas de tor romano, el Campiductor bizantino y Sancho, acaso Urraca se valió del traidor el Campidoctus del Carmen catalán, en Vellido Dolfos, para que, asesinando a cualquier caso «vencedor campal» o «gue- Sancho, recayese en Alfonso el reino de rreador afortunado». Castilla. Además de la victoria con el navarro, la Quedó el Cid en Zamora lamentado la Gesta Roderici y el Liber Regum mencio- muerte de su rey, y presidió la comitiva nan otra lid singular del Cid en 1065, que transportó el cadáver hasta darle se- contra el notable moro Hariz o Fariz, de pultura en Oña, con epitafio significativo, Medinaceli, la gran fortaleza de la fronte- redactado por un monje. Al volver Rodri-

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go a Burgos, como alférez real hubo de EL ARTE MILITAR DEL CID. LA representar los deseos de los nobles exi- EXTRAÑA TÁCTICA DE UN giendo juramento a Alfonso VI de no ha- HÉROE IGNORADO ber tenido parte alguna en la muerte de En la España medieval el arte militar su hermano. muestra claramente su doble influencia: El nuevo rey supo dominar el rencor a La del Norte, feudal, y la del Sur, musul- quien habiéndole vencido en Llantada y mana. La primera con nobles y vasallos, Golpejera, le exigía la jura en Santa Ga- huestes y mesnadas, caballeros, escuderos dea. No mostró ira, sino que con sabia y peones, de pesada caballería, con múlti- política de atracción, el 19 de julio de ples armas ofensivas y defensivas: una 1074, la Casa Real firmaba la lanza, dos espadas, hacha y maza. Carta de Arras de Rodrigo Su complicada vestimenta y Jimena, porque el rey entorpecía los movi- Alfonso casa a Rodri- mientos del jinete, que go, como primer ca- además del caballo ballero castellano, palafrén –corredor— con su sobrina se- llevaba otro pesado gunda Jimena Dí- —de guerra— y aun az, hija de Diego dos de refresco, a Rodrigo, conde de más de las acémi- Oviedo y Cristina, las de carga. y nieta del rey Al- Frente a ellos, las fonso de León, her- tropas ligeras –a la mana de quien here- gineta– de los árabes, daría el título de conde ofrecieron pronto algo de Oviedo, Rodrigo Díaz, que imitar: cómo cam- «el asturiano». biar las pesadas sillas coceras En 1072, el rey Alfonso VI en- por la mozarcel. Entonces, como vía a su alférez, el Cid, en embajada para ahora, la táctica estaba condicionada por cobrar a Mutamid las parias de Sevilla y los factores de las armas y el equipo. Así, Córdoba, y, por otra parte, al noble García los escuadrones del Cid y San Fernando Ordóñez, con igual misión, para cobrar a hacen una guerra que tiene más de corre- Al-Mudaffar las parias de Granada, acom- rías y algaras que de combates a plazas y pañado de tres notables familiares del en- fortalezas; es más ágil, más variada y com- viado. Enemistados los dos reyes moros, pleta, menos anquilosada, incluso tiene luchan en Cabra, auxiliados por sus res- menos importancia, con tener mucha, el pectivos cobradores. El Cid vence a Gar- estandarte o la tienda del rey, en cuanto a cía Ordoñez, se adueña de su botín, y le la resolución de la batalla. mantiene tres días preso. Tales son solo unas pinceladas sobre el El verano de 1081 el Cid, con 60 pen- anticipo de los españoles ante los ejérci- dones, pasa por Burgos y San Pedro de tos feudales en lo referente al arte militar. Cardeña, camino del destierro, con 60 Si a ello se unen las características autóc- pendones, sesenta caballeros. tonas de la montaña y la Infantería en la

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El Cid en el monasterio de Cardeña

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guerra, tendremos una inicial síntesis de Coincide con el epílogo de la batalla sus peculiaridades. del Pinar de Tébar, donde también la Gesta Roderici hace ver cómo el arte mi- ESTRATEGIA Y TÁCTICA litar del Campeador llega a su madurez, e En su recapitulación En torno al Poe- inicia una campaña estratégica dirigida ma del Cid, en 1963, mostraba Menén- hacia el mar. Por las mismas fechas, nueve dez Pidal gran interés por la técnica siglos después, el general Aranda repetía guerrera del Campeador, con manifesta- la campaña, bajando al mar valenciano ciones importantes por lo que tienen de desde Teruel y el Alfambra por Albarracín rectificación. Examina allí con hondura, y Jérica. los aspectos militares del Cantar, asegu- rando que para la historia de la guerra, el ORGANIZACIÓN Mío Cid tiene un valor del que suelen ca- El Cantar no contiene más que una recer las chansons, con ser más militares clara sentencia de arte militar, y no se que el cantar castellano, y que los juglares compromete mucho el juglar haciendo franceses no tienen espíritu de observa- decir al Cid, verso 948: «qui en un logar ción para la batalla. mora siempre, lo so puede menguar». El Encuentra don Ramón que en el Mío Campeador que guerrea a los nómadas, Cid la guerra ofrece aspectos variados, des- identificado con ellos en vida y combate, de la pequeña correría hasta la batalla superados por lo que él tiene de manio- campal y el asedio, según va creciendo el brero, de guerrillero ibérico. Pero su má- héroe en recursos y planes. Observa tam- xima expresa también el espíritu ofensivo bién una vida militar llena de animación, clásico en todos los ejércitos, tiempos y sin par en otros cantares castellanos ni países, plasmados en la vigente máxima franceses, donde muchas batallas, larga- de «la mejor defensa es el ataque», técnica mente descritas, se reducen a una monóto- del contraataque defensivo, y de la guerra na sucesión de combates singulares. Pese a de movimiento, en la cual se condena re- ello, el Cantar no es fuente de interés espe- petir maniobrar fracasadas. cial para el estudio de la estrategia cidiana. No habiendo en el Poema más que esa Sobre una buena base geográfica y topo- sencilla máxima bélica del Cid, se tendía gráfica, el capricho o la indocumentación a afirmar que Rodrigo fue solo uno de del recopilador, alteran no solo la cronolo- tantos guerrilleros. En su Historia Univer- gía de las campañas, sino también las líne- sal de 1952, Rimli le cita como «un gue- as de invasión y algunos puntos bélicos. rrillero con éxitos resonantes, aunque pa- Sin embargo, vale la pena señalar un sajeros», diez años después, el capitán momento cumbre en el que el poeta des- Liaño, le concedía el primer puesto en su taca la inflexión de la táctica hacia la es- nómina guerrillera de la revista Recon- trategia. Es cuando el Cid, dejando jalo- quista. El Campeador fue eso y mucho nadas de castillos sus pequeñas acciones, más. Fue un general en toda regla; ya entra en la campaña grande, bélico-políti- quedó señalada la inflexión de su estrate- ca. El instante está fijado, en el tiempo y gia que sintetizaba un verso del Cantar y el espacio, dentro del verso 1.090: «Con- la norma táctica que recordó a su hueste. tra la mar salado - empeçó de guerrear». Eso además, puesto en su boca por un ju-

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glar en un poema, no en memorias, dia- también Castejón de Arriba. Tuvo castillo rio o biografía. y está al pie de una cuesta circunvalada El fraccionamiento en fondo de la por el Este, Sur y Oeste, lo cual facilitaría hueste, se muestra en el Mío Cid como la celada que el Cid tendió al enemigo. en otros cantares. Según el objeto y la Anduvieron de noche para que nadie profundidad de la acción emprendida, se- les olfatease: «Donde dicen Castejón, el rán la avanzada y la zaga. En Castejón, la que está sobre el Henares, Mío Cid se vanguardia va en algara con 200 caballe- echó en celada y allí pasó toda la noche». ros, y quedan con el Cid los 100 de la za- Cuando a la mañana salen los moros y ga. En cualquier caso, la delantera la elige las moras al campo, el Cid cerca rápida- nominalmente el jefe, después, el desplie- mente el pueblo y avanza hacia la puerta, gue se complica según la maniobra. sin apenas defensa, y logra ocuparlo gra- La vida de campaña tiene su expresión cias a la sorpresa. Mientras, Álvar Fáñez, peculiar. En los alrededores de Valencia con 203 hombres, corre algara por el He- se muestra intensamente la moruna gue- nares arriba y por Guadalajara. Vale la pe- rra nocturna, y la de incursiones con alga- na recoger aquí unas aclaraciones de Me- ras y correrías, como dice el Poema: «En néndez Pidal sobre la algara: tierra de moros–prendiendo e ganando e «En sus primeras guerras, el Cid saquea durmiendo los días–e las noches trano- la frontera de moros. Para ello divide sus chando en ganar aquellas villas–mío Çid gentes en una zaga, o retaguardia, a sus duró tres años». órdenes y una algara, o vanguardia, a las Guerrillas combinadas con cerco, co- de Álvar Fáñez, que se interna por sorpre- mo en nuestras modernas tácticas, nos sa en tierra de moros para robar ganados muestran al Campeador como algo más y riquezas. La algara, según los fueros mu- que un guerrillero. nicipales se debía componer de la mitad La seguridad está a cargo de vigías, que de los combatientes; pero el Cid se conside día se llaman atalayas, y de noche es- dera seguro con la zaga de solo un tercio cuchas. El Cantar dice que el atalaya tañó de su gente y envía los otros dos en la al- la esquila: «Vídolo el atalaya–e tanxó el gara para que el botín sea mayor; así Ál- esquila»1673. var Fáñez puede correr y robar con gran Se cuida el secreto por todos los me- fruto 70 kilómetros del valle del Henares, dios. El Cid hace salir del castillo de Alco- mientras la zaga del Cid ganaba por sor- cer a todos los moros y moras que viven presa el pueblo de Castejón. La algara del a su cobijo y, ya en Valencia, avisa que Poema es igual a las que describe un au- mientras él falte, «no se abran las puertas tor coetáneo en la Crónica Adefonsi Im- del Alcázar, ni ninguno salga de él». Todo peratoris 82 enviadas por el Rey, o hechas ello está recogido después en Las Partidas por el alcaide de Toledo o los caballeros del Rey Sabio. de Ávila y Segovia contra los campos de Sevilla y Córdoba». BATALLAS DEL CID EN EL CANTAR El Ardid de Alcocer La Celada de Castejón La batalla de Alcocer de 1086, se tuvo Castejón de Henares, en Guadalajara, 3 por imaginaria, hasta que en 1987 los in- Km a la izquierda del río, hoy se llama vestigadores Martínez y Corral encontra-

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Estatua ecuestre del Cid. Burgos

ron restos del castillo árabe en la Mora do el Cid les ha alejado lo suficiente, Encantada, 4 Km al este de Ateca y, frente vuelve contra ellos, y en cuanto huyen a a él, las ruinas del campamento del Cid refugiarse en sus casas, les cierran el paso en el cerro de Torrecid. los que quedaron ocultos en celada den- Rodrigo finge levantar el campo de Al- tro de la tienda, que con grandes alaridos, cocer como si fuera huyendo en derrota, y espada en mano, se interponen a la llevan a rastras las tiendas, dejando solo puerta del castillo. una montada. Los moros, creyendo que Pero luego los cercan en Alcocer. El abandonan el cerco «por faltarles el agua Cid, ante lo apurado de la situación, reú- y la cebada», le persiguen confiados y de- ne consejo de campaña. El Cantar le ha- jan abiertas las puertas de la plaza. Cuan- ce reiterar la consulta: «Mío Cid con los

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El Cid entrega a su padre la cabeza del Conde Lozano. Foto Fede

suyos tornóse a acordar: Oídme mesna- tras él no ordene el avance. Pero el aban- das. Decidme caballeros, cómo os place derado no puede aguantar y espolea el hacer». Como Fernán González hacía, es- caballo diciendo: «Voy a meter vuestra se- cucha atentamente las opiniones, pero la ña en aquella mayor haz, veré cómo al decisión es exclusivamente suya. Deciden socorréis los que tenéis el deber». El Cid salir todos al campo, dejando solo dos aún quiere detenerle: «¡No sea, por cari- peones de centinela en la puerta. Desde dad!, Pero Vermudoz prosigue su galopa- allí se divisan los vigías enemigos. Son da gritando que no queda otro remedio. muchos y revelan una gran hueste. Los Los moros, codiciosos de la enseña, le del Cid salen al campo. acometen y rodean. El Cid da la orden: En los versos del Cantar, el avance de «¡Valedle, por caridad!». «Todos hieren en los moros se produce lentamente, si nos el haz do está Pero Vermudoz. Trescientas atenemos a la letra: «Los haces de los mo- lanzas son y sendos moros matan. A la ros ya se mueven adelante». El Cid man- tornada que hacen, otros tantos muertos da esperar quietas a sus mesnadas mien- caen».

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Tal es la única cita de la tornada o do- al que manda socorrer por la importancia ble carga de la caballería que contiene el y simbolismo de la enseña que lleva. Cantar. Con ser fundamental y reveladora Menéndez Pidal solo comenta: «Otra de una novedad táctica netamente cidia- de las pequeñas conquistas del Cid en los na, el poeta acaso la considerara del do- comienzos del destierro es la toma del minio de su público cuando escribe, un castillo de Alcocer, que le lleva quince se- siglo después de morir el Cid… Menéndez manas de combate, y solo termina con Pidal nos dice: una estratagema». «Como consecuencia de las anteriores correrías, el Cid tiene que aceptar con sus La Defensiva en el Pinar de Tévar 600 hombres de armas una batalla cam- El Cantar funde aquí las dos batallas pal contra 3.000 moros valencianos y del Cid contra el conde Berenguer de muchos más de la frontera. Los 300 caba- Barcelona. Ofensiva la de Almenar, donde lleros cristianos cargan sobre una de las el Conde cae prisionero porque, en su haces enemigas, la atraviesan matando desprecio por los castellanos, olvida ele- 300 moros y dan la carga de tornada, ma- mentales prevenciones técnicas. Defensi- tando otros tantos. Otra charge en retour va la del Pinar de Tévar, en un juego de de 333 caballeros, semejante a esta, fue emboscadas combinadas con ataque uno de los hechos de armas de que siem- frontal. El poeta la ve de este modo: pre se alabó Girald de Rousillon». Los castellanos, acampados en el Pinar Poco después ya son 1.300 los moros de Tévar sufren el ataque de los catalanes, muertos, cargándose un tanto las tintas que vienen con moros y cristianos: «Entre en la visión de conjunto, que es la mejor moros y cristianos, gentes se les allegan descripción de fragor del combate que grandes» (v .968). Ellos vienen cuesta aba- hay en el Cantar. Pero la pelea sigue dura: jo y todos traen calzas, las sillas coceras, «Firmes están los moros, aún no se van sin borrenes y las cinchas aflojadas. Los del campo». Por eso grita el Cid: «Es me- del Cid, sillas gallegas, y botas sobre las nester que les acometamos de nuevo» y calzas. El Cid da la consigna: antes que mata al rey Fariz –un general musul- lleguen al llano –presentémosles las lan- mán– en descripción que equivale a un zas; por uno que acometáis– tres sillas primer plano cinematográfico, como el irán vacías. de Martín Antolínez persiguiendo a Gal- Al pie de la cuesta, cerca del llano, el ve hasta Calatayud. Cid manda atacar. Así lo hacen, e hirien- Esta batalla de Alcocer, sin apenas im- do a los unos y derribando a los otros, portancia en lo histórico ni en lo estraté- vencen la batalla en mayo de 1090. gico, es la que el poeta trata con mayor Este simplismo de combinar las condi- extensión y esmero. Para ello pone en el ciones del equipo con las del terreno, pa- encuentro con moros españoles, tambo- rece un recurso poético, que pudo tener res almorávides antes de la invasión, y la su realidad. Tácticamente hubo algo más tornada, cuando no parece que la hubie- de valor y complicación, que concuerda ran inventado aún. Destaca en ella la in- bien con este relato. Porque el Cid, acam- disciplina del alférez, para quien el Cid pado en el Pinar y apoyado defensiva- no tiene ni una palabra de reprobación, y mente en el terreno, se vio dominado por

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las fuerzas superiores de Berenguer que, Ataca el Cid con 3.970 hombres por un tomando las alturas, cierran los desfilade- lado, y Minaya con 130 caballeros por ros de su campamento, sin que Rodrigo otro. El Cid mata moros sin cuento y perse entere. Pero el Cid repite aquí el enga- sigue a Yúsuf hasta que el rey moro con- ño de querer marchar, como nos decía el sigue refugiarse en Cullera. En el Poema poeta que ya hizo en Alcocer, y hará en el no hay más, y aun esto sobra, porque his- Cuarte. Los que ocuparon las alturas des- tóricamente no existió tal batalla: Los cienden dando voces para forzar la fuga cristianos pasaron la noche en vigilia reli- hasta la entrada, que creían tomada. giosa y preparativos militares. Cayó la llu- El Cid ha forzado uno de los desfilade- via torrencialmente, soltaron los del Cid ros, y coge de revés el cuartel general del las presas del Mislata, con lo que se des- Conde, que con los de la albergada ataca bordaron las acequias, quedando solo por el valle, saliendo vencido y prisionero una pequeña franja de terreno si inundar, con 5.000 de los suyos. Atrás, fracciones que forzaba a dar en ella una batalla des- del Conde caían en celadas cidianas, al favorable para los enemigos, que decidie- subir a ocupar alturas secundarias... No ron retirarse temiendo ser envueltos por sale el Cid indemne, pues queda magu- los del Cid, que les esperaban en cerra- llado y herido de una caída del caballo. dos haces. En esos años se produjeron dos causas Ahora sí que eran los almorávides y sus remotas de su muerte: A fin de agosto de tambores. Quizá lo fueron ya aquellos 1090, sufrió en Daroca una grave enfer- que en Alcocer veían los atalayas. «Todos medad, en cuya larga convalecencia, se los días, a Mío Cid aguardaban moros y temió por su vida. Y en 1093, yendo solo unas gentes extrañas»... por Albarracín, fue sorprendido por cinco La verdadera batalla del Cuarte, se des- enemigos y recibió una lanzada en el cribe seguidamente con muy poca preci- cuello, que aun curada, un día le aceleró sión militar. Los almorávides van a cercar la muerte. Valencia, en los llanos del Cuarte, muy próximos a la capital, han hincado ya La Contraofensiva en el Cuarte 50.000 tiendas grandes, de las «caudales», La maniobra aparece claramente en lo que parece querer indicar más de Valencia, diríamos también que infantili- 50.000 hombres, si se cuentan los peones zada por el simplismo táctico del autor. o que en cada tienda se albergue un Lo avanzado del Cantar hace que en esta combatiente con su familia. parte tenga amplia mano el poeta, aferra- Muy simple presenta el poeta esta bata- do a presentar a Alvar Fáñez junto al Cid lla, la mayor del Cid, la que revela su ge- en todas las campañas. La maniobra está nio militar en todo su brillo y madurez. pues prevista en boca de Alvar Fáñez, a Obsesionado por los primeros planos y quien habitualmente se concede el con- las acciones individuales, con visión po- sejo, la iniciativa y hasta la decisión en ca- bre y anticuada de soldado de fila, o pu- da batalla. Se plantea así: «Dadme 130 ca- ramente literaria, de gesta, donde lo co- balleros para ir a lidiar. Cuando vos lectivo no es sino color y fondo para fuereis a herirlos, entraré yo de la otra destacar acciones heroicas personales, so- parte, y de ambas o una, Dios nos valdrá». lo señala los cuatro personajes que suce-

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sivamente piden el honor de «la delante- Conociendo el Cid la situación, no es- ra», lo que resalta la importancia que a la peró la llegada de socorros de Castilla y acción se concede. Se repite la concesión Aragón. Salió por la noche del 25 de oc- al obispo don Jerónimo, en gracia a la tubre de 1094 con sus caballeros, a cu- misa que les ha dicho, y se repite tam- bierto por las espesas huertas, y envió en bién la acción de Alcocer, donde Pero celada parte de ellos por unos valles cer- Bermudo, que ha propuesto dos ataques canos al campamento de Mohámmad. sucesivos, el suyo y el del Cid, se anticipa, Al amanecer, él con los otros, acometió se ve en apuro, y el Cid acude en su soco- en orden de batalla, y tan alejados esta- rro con el grueso, profundizando y persi- ban los sitiadores de tal audacia de los guiendo a Búcar, que aquí es alcanzado sitiados, que la alarma fue de tumulto y por Rodrigo junto al mar, cuando históri- desorden. Los jinetes subieron a caballo camente sabemos que encontró la salva- y salieron del campamento a rechazar la ción en la huida. acometida, y como el Cid cedía retirán- La batalla del Cantar no puede ser más dose hacia la ciudad, ellos persiguiéndo- sencilla ni más insípida en lo táctico: no le, dejaron el campamento desprovisto hay idea de maniobra ni acción resolutiva de las mejores tropas. Entonces los cris- alguna. Los castellanos victoriosos se lan- tianos de la celada cayeron sobre las zan al alance y sacan a los moros de entre tiendas con tal empuje, que el sobrino las tiendas, donde muchos, por el pánico, de Yúçuf que en ellas había quedado in- han quedado enredados entre las cuerdas. dispuesto, fue el primero en echarse a Por tercera vez destaca el poeta «los huir. tambores van sonando, por maravilla lo Un prolongado griterío se esparció en- habían muchos de aquellos cristianos tre los musulmanes: el campamento esta- que nunca lo vieron porque son nuevos ba invadido, el socorro pedido a Castilla llegados». El poeta nos deja una batalla había llegado, Todos corrían en cualquier del Cuarte solo en grado de tentativa, o dirección, aquello fue locura de espanto, mejor de frustración, lo que tal vez estu- dice Ben Alcama, los muslimes ya no pe- viera en el Cantar original, un tanto des- leaban, sino que huían; sin embargo, los viada por la misma causa, pero que pudo muertos no fueron tantos como se podía ser un formidable indicio del pavor mu- temer, porque los cristianos atendían más sulmán ante las formaciones del Cid, ex- que nada al saqueo del campamento, te- tendidas en dos alas, como se lee en los niendo sus caballos muy cansados para la cronistas árabes. persecución. El terror pánico descrito por Ben Alca- El Cuarte según Menéndez Pidal ma, lo confirman los clérigos del Cid en El descomunal ejército de Mohámmad un diploma donde se menciona esta vic- acabó en el Cuarte los ayunos del Rama- toria diciendo que fue alcanzada con in- dán. Pasaron diez días en continuas agre- creíble rapidez y con escasez de bajas por siones. Mohámmad, lleno de desprecio parte de los cristianos. por los sitiados, no dudaba en el éxito del Muchísimos debieron ser los prisione- cerco, sin percibir que en su gran ejército ros de la batalla, en la persecución y en había desfallecimientos y deserciones. las tiendas, donde se rindió parte del ejér-

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El Cid Doña Jimena y sus hijas La Batalla de Bairén No alcanza el Cantar la cumbre de Bairén, donde el genio del Cid se mostró más alto en combinación con su osadía, dada la adversa situación en que se encontraba. No apura su- ficientemente la visión de ese perfecciona- miento táctico y estraté- gico al que llegó, pro- gresando cada día en su arte militar, pero lo recogido es muestra suficiente para admirar al Campeador como un verdadero general de ejército, superior al mejor de su época y muy por encima de un guerrillero de fortuna, por muy respetable que nos los imaginemos, que también los ha habido en España con grado de general.

LA EVOLUCIÓN DE LA TÁCTICA DEL CID Hemos visto tres etapas claramente defini- das de la táctica cidia- cito. Un documento otorgado en Aragón, na. La inicial, de primitivas batallas dentro del año siguiente, asegura que el campales en las que la astucia suple a la Cid apresó toda la mehal-la o ejército al- fuerza y el número, sintetizadas en el morávide; así lo dice, medio en latín, me- Cantar por las de Castejón y Alcocer, dio balbuceando el dialecto aragonés: aunque en realidad estuvieron mejor re- «Facta hec carta in anno quod venerunt presentadas en Llantada y Golpejara. En illos almorávides ad Valencia et arrancavit la segunda etapa se presentan como illos Rodirio Didaç et pré totas las alme- muestra dos batallas contra Berenguer, hallas». ofensiva la una, en Almenar, y defensiva la

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otra, en el Pinar de Tevar, única que el mayor y sus servicios, su organización, Cantar menciona. Su cualidad es que la movilización y logística, que va creando defensiva del Cid nunca está aferrada al escuela, con sus leyes sobre ocupación, terreno, sino que es dinámica. En Tévar prisioneros y desertores. aparece otra característica cidiana. Rodri- Pero una introducción a la táctica del go no acepta la batalla donde se le plan- Cid forzosamente ha de acabar aquí. To- tea, sino que continúa apoyado en el te- do análisis posterior exigiría desbordar el rreno, pese a que Berenguer le tacha de Poema y entrar de lleno en desarrollos cobarde para que salga al llano. Prefiere críticos. A nadie habrá extrañado que un el Cid la táctica inteligente a la verdad ca- poema sea base del estudio táctico, ya balleresca. que se trata de la pieza más minuciosa La tercera etapa es la de la estrategia y entre todas las fuentes biográficas. Por la gran táctica. La elección de líneas de otra parte, no requiere gran trabajo des- penetración, el jalonamiento de puntos lindar su filón realista de la ganga poéti- fuertes que aseguren las comunicaciones. ca, pues en general, es verídico casi todo Primero el asedio de Valencia, luego su lo puramente militar que los versos en- defensa, el ingenio poliorcético, la apertu- cierran. Los errores suelen ser más bien ra de esclusas en el Turia por la acequia de alteración cronológica o de minucias de Mislata y, finalmente, la salida del pintorescas. Cuarte –al comprender que es imposible Era necesario este examen poemático, la defensa– para dividir al enemigo y per- pues en cualquier punto de la organiza- seguir a su jefe, es brillante colofón de la ción y la táctica cidiana hubiéramos de campaña, que muestra conjuntas las vir- acudir a él como pieza de contraste, lo tudes tácticas del caudillo. que resultaría más árido y enojoso que En las dos primeras etapas, toda la ac- este análisis previo, nada absoluto ni defi- ción se basaba en el escalonamiento en nitivo. profundidad, combinado o no con ardi- Han quedado anotados, con bastante des y estratagemas. En la tercera brilla la probabilidad de acierto, el rasgo militar innovación táctica del Cid y está ya clara del autor primitivo, la exactitud de sus la maniobra de alas, por ataque combina- datos numéricos, la valoración de efecti- do y doble envolvimiento. vos cidianos, el progresivo crecimiento de En resumen: una táctica inicial, mitad la hueste y de la dosis de peones, el per- mora y cristiana, de algaras y correrías, a feccionamiento de la táctica y las líneas la gineta, en la que la instrucción de ardi- generales del arte militar que en el Poe- des enemigos –tan útil para usarlos, co- ma se vislumbran. mo para evitar sufrirlos– se va transfor- Las fuentes cristianas y árabes, mucho mando hasta crear una maniobra de menos precisas, volcadas luego sobre es- ataque combinado en la que se llega a tos antecedentes, y la documentación ex- adquirir verdadera maestría, y una moda- tracidiana, nos revelarán en futuros estu- lidad de «tornada», carga de caballería de dios, hasta donde sea posible, la ida y vuelta que, por su rapidez y sorpre- aportación y novedad que las campañas sa, multiplica el número de bajas. Tras del Cid suponen en el acervo de nuestra ello surge el gran ejército, con su estado Historia Militar.

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Javier de Granda Orive. Licenciado en Derecho.

A las islas partid de Guinea, de Fernando, Corisco, Annobón; y allí el mundo valientes os vea dando honor a esta grande nación1

n 1777 España y Portugal firman el prácticamente cumplir sus objetivos2. Si- ETratado preliminar de límites de San guió después un periodo de olvido de las Ildefonso ampliado en 1778 por el Trata- islas aprovechado por Gran Bretaña para do de El Pardo por el cual Portugal cedía establecerse en ellas fundando, con el a España las islas de Fernando Poo y An- nombre de Port Clarence, la que después nobón y la parte del litoral del continen- sería la capital de la Guinea española, te comprendida entre el cabo Formoso y Santa Isabel. No es hasta la expedición el cabo López. mandada por el capitán de navío Juan Para tomar posesión de estas tierras se José de Llerena en 1843 cuando de ver- organizó en abril de 1778 una expedición dad se impone la soberanía de España al mando del Conde de Argelejo que par- sobre las islas, ratificada dos años más tar- tió de Montevideo y tras diversas vicisitu- de por la expedición al mando del capi- des y calamidades (incluyendo la muerte tán de fragata Manterola. del Conde y el amotinamiento de la tro- En 1858 y para completar nuestro do- pa) retorna a Montevideo en 1783 sin minio sobre la colonia se envía la expe-

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dición más numerosa (compuesta por el 1862), D. Pantaleón López Ayllón (1862- vapor «Vasco Núñez de Balboa», el ber- 1865), D. José Gómez de Barreda (1865- gantín «Gravina», la goleta «Cartagenera» 1868) y D. Joaquín Sousa Gallardo y la urca «Santa María») bajo el mando (1868-1869). del capitán de fragata Carlos Chacón, primer gobernador efectivo de la colo- ORGANIZACIÓN, ESTABLECIMIENTO nia, quién ejerció su cargo desde el 26 EN FERNANDO POO Y DISOLUCIÓN de mayo de 1858 al 1 de septiembre de DE LA COMPAÑÍA 1859, fecha en que es sustituido por el El 13 de diciembre de 1858 (Gaceta de brigadier de ejército José de la 15 de diciembre de 1858) y rubricado Gándara3. El brigadier de la Gándara fue por O´Donnell se dicta un real decreto nombrado en base al primer estatuto que establece las medidas necesarias para orgánico de la colonia que establece la colonización de las islas de Fernando una nueva organización administrativa y Poo, Annobón, Corisco y sus dependen- militar y del cual surge la compañía de cias. En su artículo 3 se establece que «se infantería de Fernando Poo, objeto de destinarán asimismo a las referidas pose- nuestro estudio. Durante el servicio de siones las fuerzas militares que el minis- guarnición de diez años de la compañía terio de la guerra crea necesarias; con las en Fernando Poo se sucedieron en el go- ventajas para jefes, oficiales y soldados bierno de la colonia cuatro brigadieres que, de común acuerdo entre los ministe- de ejército: D. José de la Gándara (1858- rios de la guerra y de ultramar, se consi-

Vista del cuartel en Fernando Poo para el alojamiento de la compañía que guarnece dicha isla

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deren convenientes». Añade, asimismo, te robusta», una conducta intachable y que para cubrir las necesidades de estas siendo preferidos los que tuvieran un ofi- fuerzas se enviarán a las posesiones del cio útil para el establecimiento de la co- golfo de Guinea el número de individuos lonia, como carpinteros, albañiles, labra- del cuerpo de sanidad militar que sean dores, etc. Se especificaba claramente necesarios. (artículo 33) que el servicio y ocupacio- Con base en este primer estatuto orgá- nes de la compañía no serían puramente nico se crea por real orden de 15 de di- militares y que en ocasiones podían ser ciembre de 1858 (Gaceta de 3 de enero empleados en obras de utilidad común. de 1859) una compañía de infantería con Se especificaba, también, que al menos destino a Fernando Poo. La compañía una cuarta parte de las plazas de la com- constaba de: pañía debía ser cubierta con individuos casados. Como medida de fomento para su organización así como para la provi- – 1 primer capitán, segundo comandante sión de las vacantes sucesivas se concedía de Infantería. el ascenso al cargo superior inmediato para los oficiales, cadetes y sargentos pri- – 1 capitán segundo, efectivo del arma. meros por la permanencia en las islas por – 2 tenientes. tres años a contar desde la fecha del embarque. Esta medida se establecía tam- – 2 subtenientes. bién para las clases de tropa pero sin es- – 1 segundo ayudante médico. pecificar el tiempo. De igual modo, el tiempo servido en la compañía era de – 1 maestro armero. doble abono para todas las clases desde el día del embarque. De los ciento cin- – 1 sargento primero. cuenta hombres de tropa, ciento treinta – 6 sargentos segundos. eran de Infantería y veinte de Artillería (incluyendo entre ellos un sargento se- – 9 cabos primeros. gundo) siendo el alistamiento por tres – 9 cabos segundos. años, terminados los cuales se podía regresar a la península, continuar en las is- – 2 cornetas. las dándoseles tierra en propiedad o re- – 1 tambor. engancharse por otro plazo de tres años o inferior. – 122 soldados. La compañía se organizó en Aranjuez y en enero de 1859 se nombra como primer capitán al segundo comandante Francisco Rodríguez Toubes (en el mes La compañía se dividía en seis escua- de abril ya es teniente coronel) y como dras de fuerza igual, al cargo inmediato segundo capitán a Fernando Useleti4. Fue de un sargento segundo cada una. La precisamente el capitán Useleti el encar- compañía estaba formada por volunta- gado de organizar la recluta de la compa- rios, exigiéndose «una salud habitualmen- ñía, llevándose a efecto principalmente

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entre Cataluña y Valencia5.. Durante los Con la llegada de la compañía se ini- meses de febrero, marzo y abril se proce- ciaron de inmediato los desmontes y las de a la organización e instrucción de la obras de las primeras viviendas: la casa de compañía y se completa la plantilla con gobierno, el cuartel de la compañía y la la creación de una sección de música con iglesia. La situación que encontró la com- nueve hombres6 siendo anunciada la pla- pañía en Fernando Poo y su actividad en za de músico mayor de banda en el pe- la isla queda reflejada en distintas cartas riódico «El clamor público»7. remitidas por miembros de la unidad a La tarde del día 26 de abril de 1859 la compañía de Fernando Poo junto a fuer- Soldado voluntario de la zas de Infantería, Caballería y Artillería Compañía de Fernando Poo acantonadas en el distrito de Castilla la Nueva son revistadas en Madrid por SM la Reina, situada a la puerta del ministerio de la guerra, en un desfile que trans- currió por la calle de Alcalá hasta la Puer- ta del Sol. En total y, según la prensa de la época, desfilaron diez y ocho mil hombres, llamando la atención la compañía por su «vistoso y elegante uniforme»8. En el mes de mayo se encuentra la compañía en Alicante donde embarca el día 20 en el vapor «Vasco Núñez de Bal- boa» con destino a Cádiz, donde llega el día 23 de mayo. A las 7 de la mañana del día 16 de julio sale del puerto de Cádiz a bordo de la corbeta de guerra «Ferrolana» llegando a Santa Cruz de Tenerife el día 21. Como única novedad en este tiempo hay que destacar la baja por enfermedad de un soldado y de un sargento segundo, quedando el primero ingresado en el hospital de Madrid y el segundo en el hospital de Cádiz9. El día 27 de agosto llegó a Santa Isabel, capital de Fernando Poo, la «Ferrolana» acompañada de la urca «Santa María» ha- ciéndose cargo el 1 de septiembre de 1859 de la gobernación de las islas el brigadier José de la Gándara, en una cere- monia solemne en que la compañía cu- brió la carrera desde la corbeta hasta la casa del gobernador.

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O'DONNELL

los diarios de España10. En ellas se habla de los estragos provocados por las enfermedades tropicales tanto en los colonos llegados con la compañía como en los propios soldados (cebándose más en los primeros pues la compañía, mientras se construía el cuartel, estaba alojada en la corbeta «Ferrolana»); de las condiciones climáticas: «cuando llueve es diluviar y al poco sale el sol y quema como si fuera fuego»; de la alimentación: «galleta podri- da y unas habichuelas muy duras es lo único que comemos»; de los desmontes en los que casi inmediatamente vuelve a crecer la maleza… En abril de 1860 la tropa deja la corbeta «Ferrolana», que zarpa para España llevando a bordo la familia del gobernador, y se traslada a la fragata «Isabel II» que, convertida en pontón11, se utiliza como cuartel, hospital flotante y como medio para preservar a los peninsulares, tanto sanos como enfermos, del paludismo. A pesar de estas medidas la situación sani- taria de la tropa es desastrosa. Por ello, con motivo del traslado a la península por enfermedad del sargento segundo Andrés Cañamaque, se dictó la real orden de 27 de junio de 1860 en donde se establecían dos puntos. Primero, que se hiciera extensiva a Fernando Poo la real orden de 18 de octubre de 1855 dictada para Cuba y Puerto Rico en virtud de la cual quedaba autorizado el regreso a la península de los individuos de la clase de tropa en quienes se presentase la tisis, ampliando esta autorización a cualquier otra enfermedad de las más especialmente graves en el golfo de Guinea y segundo, que respecto de los individuos que se

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inutilizasen para el servicio fueran igual- Santa Isabel para instalarse en la recién mente enviados a la península y se les construida casa-cuartel de la localidad de expidiera la licencia absoluta cuando lle- Basilé, a nueve kilómetros de la capital y gasen, después de un nuevo reconoci- a cuatrocientos setenta metros sobre el miento médico. nivel del mar. Esta casa-cuartel, llamada En octubre la compañía abandona el Santa Cecilia y dividida en tres pisos pontón «Isabel II» y se instala en el nuevo (planta baja con dos dormitorios para la cuartel que se había levantado en Santa tropa; planta primera con habitaciones Isabel y cuya planta baja estaba conclui- para el gobernador, los oficiales y los em- da. Poco a poco la fisonomía de la ciudad pleados del gobierno y planta segunda iba cambiando: se hicieron desmontes y con un almacén para provisiones y vitua- terraplenes, se desecaron pantanos y se llas) era una casa de convalecencia y acli- comenzaron a cultivar tierras en las in- matación para el personal europeo y jun- mediaciones de la capital. to a la enfermería (antigua barraca en El día 3 de enero de 1861 bajo el man- que se alojaron los confinados de Loja)13, do del comandante Bernardino Severo las caballerizas y las chozas de los trabaja- Ruíz llega a la bahía de Santa Isabel la dores formaban un pequeño pueblo. Se- fragata «Perla» convertida, como la fragata gún informe del propio gobernador al «Isabel II», en pontón y utilizándose ministro de Ultramar de fecha 20 de igualmente como hospital flotante. abril de 1864 (Gaceta de 8 de junio de El 23 de abril de 1862 se produce el 1864) durante los cinco meses que estu- cambio de la jefatura de la compañía vo acantonada la tropa en Santa Cecilia siendo nombrado para el mando de la no hubo baja alguna y los convalecientes unidad el primer capitán José Jerez y se recuperaron completamente14. Santa Molina, como segundo capitán Joaquín Cecilia era, por tanto, un establecimiento Fernández Piñeira y Vilar y como tenien- que por su altura y benignidad de clima te Florencio Olmedo y Montemayor. El servía de casa de reposo y recuperación capitán (ya como segundo comandante) para los individuos de la compañía, pero Jerez y Molina ejercerá el mando de la no impidió que, como consecuencia de compañía hasta el año 186712. En julio de las distintas epidemias y del cumplimien- 1862, acompañando al nuevo gobernador to de los servicios en las islas, las camas Pantaleón López Ayllón, llegaron a Fer- del hospital militar de la capital siguieran nando Poo, a bordo del vapor «San Anto- siendo ocupadas por miembros de la nio», los nuevos oficiales y tropa que vení- fuerza de guarnición. Así, en 1868 fue es- an a sustituir a los que, cumplidos los tres pecialmente virulento el tifus que afectó años, regresaban a la península. Entre a la población blanca de la colonia. Sólo ellos venía el teniente de Caballería Car- en el mes de mayo esta epidemia mató a los López Ayllón a las órdenes directas doce soldados de la compañía15. Asimis- del gobernador. mo, los informes de la jefatura de sanidad El 30 de noviembre de 1863 el grueso militar de Fernando Poo recogen nume- de la fuerza peninsular compuesta de rosas entradas en el hospital en los meses convalecientes y aquejados de fiebres pa- siguientes. Como ejemplos, el informe lúdicas (cuarenta hombres), abandonan del tercer trimestre de 1868 registra la en-

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trada de setenta y tres miembros de tro- que existe una discrepancia en la fecha pa; el informe del cuarto trimestre del manejada para la salida de Fernando mismo año registra la entrada de treinta Poo de la compañía pues establece que, y tres individuos de tropa y la muerte de de las investigaciones en el archivo ge- dos y el informe del primer trimestre de neral de la administración, no se des- 1869 registra la entrada de veintisiete y la prende que en el año 1869 existan fuer- muerte de un soldado. zas de infantería de marina en la colonia En España, mientras tanto, se produ- y estima, en buena lógica, que hasta que cen los acontecimientos revolucionarios no estuviese completa la nueva unidad que van a dar lugar al destierro de la en el territorio no sería abandonado por Reina Isabel II y a la formación de un el saliente. Es significativo que a finales gobierno provisional a finales de 1868. de 1870 se destinara al capitán de infan- El cambio de sistema político trae consi- tería Víctor Díaz Pinto a Fernando Poo go, a su vez, un cambio de mentalidad como miembro de la comisión liquida- en el ministerio de Ultramar. Se quiere dora de incidencias del ramo de guerra18 variar el sistema político y administrati- y que en 1872 se dispusiera que el coro- vo vigente en el golfo de Guinea y lograr, nel Antonio Izquierdo continuara a dis- al mismo tiempo, una rebaja de los gas- posición de la junta liquidadora de Fer- tos que la colonia ocasiona al presu- nando Poo19. puesto de la isla de Cuba, del cual de- pende. Atendiendo a estos objetivos se RECLUTA DE SOLDADOS publica el 12 de noviembre de 1868 el INDÍGENAS Y EUROPEOS segundo estatuto orgánico por decreto A partir de 1860 y con el fin de man- del gobierno provisional que dispone, tener la efectividad de la compañía que, entre otras medidas, que una estación como hemos visto, era diezmada de mo- naval de la marina mantendrá constan- do continuo por las endemias tropicales temente el pabellón español y que el se optó por cubrir las vacantes con indí- cargo de gobernador recaerá en el jefe genas emancipados de la colonia; siste- de la estación naval con graduación, por ma este que, como más idóneo, se lo menos, de capitán de fragata. Para que volvería a utilizar posteriormente con estas reformas fuesen oportunamente carácter definitivo tanto en la Infan preparadas en su ejecución práctica em- tería de marina como en la guardia co- pezarían a regir en el ejercicio de 1869 lonial20. mediante la publicación de los oportu- El primer soldado alistado voluntaria- nos reglamentos y, en este sentido, desde mente fue Antonio Bleño y era natural de el 1 de julio de 1869 quedó suprimida la costa del Kru21. Los primeros volunta- la Compañía de Infantería de Fernando rios indígenas en la compañía fueron Poo que marcharía a la península para krumanes22 que habían aprendido el es- ser disuelta bajo el mando del coman- pañol. dante graduado capitán Antonio Izquier- Otro intento para reemplazar parte de do Osorio16, siendo sustituida por fuer- los soldados peninsulares fue acudir a los zas de Infantería de marina. Luis de emancipados cubanos23. De este modo, al Sequera17 sostiene muy acertadamente tiempo que se aliviaban las tensiones cre-

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adas en Cuba, se proveía a Fer- nando Poo de unos soldados, de habla española, que se supo- nía inmunes a los efectos del clima y de las enfermedades tro- picales24. En este sentido, el 28 de mayo de 1861 se expide real orden por la que se ordena al capitán general de La Habana el reclutamiento voluntario de setenta y cinco u ochenta negros emancipados, robustos y con un oficio útil. La acogida prestada a esta disposición fue escasa ya que en otra real orden (21 de marzo de 1862) se ofrece a los tan solicitados voluntarios cubanos la aplicación de los beneficios de la ley de 29 de noviembre de 1859 sobre alistamiento voluntario en filas, lo que supo- nía un pequeño aumento en su haber diario. Según Germán de Granda, ante la carencia de inte- rés de los emancipados de Cu- ba, este proyecto se abandonó definitivamente. No obstante, si el intento de reclutar emancipados cubanos para la compañía fracasó, no ocurrió así con la iniciativa del gobierno, paralela en el tiempo, Isabel II de enviar emancipados cubanos como fuerza de trabajo, que alcanzó un 1876 (Gaceta del 9) y de 27 de mayo de éxito parcial. El día 7 de agosto de 1862, 1878 (Gaceta del 28) de individuos perte- a bordo del navío «Ferrol», llegaron a Fer- necientes a la extinguida compañía acee- nando Poo doscientos emancipados cu- dores de alcances y redenciones, apare- banos para llevar a cabo trabajos civiles cen citados algunos de ellos. en la colonia. De estos doscientos eman- Sin embargo, aún cuando la recluta de cipados, treinta y siete se alistaron en la indígenas alivió en cierta medida las ba- compañía el mismo mes de agosto de jas de los individuos de tropa que, por 1862 y diez más en 186625. Años más tar- enfermedad, regresaban a la península, de, en las relaciones de 8 de agosto de no impidió que se siguiera recurriendo al

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alistamiento de personal peninsular que, con doble fila de botones y pantalón de concentrado en Cádiz hasta alcanzar cier- lo mismo. ta proporción, era embarcado hacia Fer- 2. Uniforme de la tropa nando Poo26. Conocemos así la formación 2.1. Uniforme para diario de un grupo de veinticinco soldados en Sombrero de jipijapa con escarapela 186027, otro de treinta y dos soldados en encarnada; camisa de algodón; blusa de 1861 28 y un tercero de cincuenta y dos hilo, listada de azul y blanco, de forma soldados en 186429. igual a la que usa el ejército de la isla de Hubo también y ya en los últimos Cuba; pantalón ancho de la misma tela; años de servicio de la compañía la me- polaina de lona, con trabilla de cuero y dida de cubrir bajas con personal forzo- zapatos. so. Los diarios de entonces30 hacen refe- 2.2. Uniforme para gala rencia a cuatro sargentos primeros Igual al de diario con las siguientes di- sentenciados a diez años y retención en ferencias: levita de lienzo crudo, cerrada Fernando Poo31. Luis de Sequera32 recoge con una fila de botones y pantalón ancho la orden de 25 de marzo de 1867 que de dril blanco. permitía la posibilidad de emplear en Tanto los oficiales como la tropa tenían Fernando Poo desertores de los de tiem- derecho a un capote impermeable. po de paz y que a ser posible tuvieran De las prendas de vestuario de la tro- oficios. pa eran de cargo al fondo de vestuario el sombrero, la levita, las blusas, los pan- UNIFORMES Y ARMAMENTO talones y tres pares de zapatos al año y DE LA COMPAÑÍA de cargo de la masita todas las demás. El uniforme de la compañía está reco- Con cargo al fondo de vestuario recibía gido en la real orden de 15 de diciembre la tropa, además, una mochila de lona de 1858 y distingue entre el uniforme de encerada, morral, cantimplora y fiam- gala y de diario tanto de oficiales como brera. de tropa. Los oficiales usaban el mismo sable 1. Uniforme de los oficiales que los de Infantería de la península y la 1.1. Uniforme para gala pistola era igual a la de los oficiales de Charreteras de oro, del nuevo modelo; los batallones de cazadores. Se trataba kepis de paño azul turquí con adornos e de la pistola-revólver francesa sistema imperial de grana; levita abierta de paño «Lefaucheux» fabricada en Trubia a par- azul turquí con cuello y vivos de grana y tir de 1858. El armamento de la tropa una fila de botones de metal dorado; cha- era la carabina rayada del modelo de leco de piqué blanco cerrado con doble 1857. fila de botones pequeños de metal dora- En los años de servicio de la compa- do; corbata de raso negro; pantalón de ñía su uniformidad varió de acuerdo a dril blanco, ancho, sin trabilla y borceguí los cambios sobrevenidos con posterio- de charol. ridad a 1858. Así, el diario «La Época»33 1.2. Uniforme para diario describe el uniforme de un oficial co- Sombrero de jipijapa con escarapela mo: «levita azul turquí abierta, con dos encarnada; levita de lienzo crudo, cerrada, hileras de botones, vueltas y golpes en

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las mangas encarnados, pantalón garan- traron con un clima insano, con infinidad ce, chaleco de piqué blanco y sombrero de enfermedades tropicales, con las difi- blanco de fieltro con galón y ribete de cultades del terreno y con el cuasi aban- oro». En la gran revista militar de Ma- dono de la metrópoli. No obstante, y a drid el 26 de abril de 1859 otro periódi- pesar de todo esto, la obra de estos solda- co34 describe el uniforme de la tropa co- dos en un plazo de diez años supuso los mo «sombrero de fieltro blanco, primeros cimientos de lo que, muchos pantalón garance, levitin azul y polainas años después, fue la Guinea española en de lienzo». José María Bueno Carrera en la época inmediatamente anterior a la in- su libro35 dibuja un soldado con este dependencia. uniforme, basado en la obra del Conde de Clonard, pero afirma que el pantalón APÉNDICE I grancé se adoptó para la infantería en Relación (incompleta) de oficiales de la 1864. compañía: Los estados militares y guías de foraste- - Segundo Comandante/ Teniente Coro- ros desde 1862 a 1868 describen el uni- nel FRANCISCO RODRÍGUEZ TOU- forme de diario de la tropa como som- BES 1859-1862. brero chambergo, blusa y pantalón azul y - Segundo Capitán FERNANDO USELE- polainas de correa; y como uniforme de TI 1859-185938. gala la levita de lienzo crudo y pantalón - Segundo Capitán ANTONIO ORTIZ blanco. RUIZ 1859-185939. Otro cambio de importancia recogido - Teniente PEDRO RODRÍGUEZ por Bueno Carrera36 es la sustitución de GARCÍA 186040. las charreteras por el nuevo sistema de - Primer Capitán/ Segundo Comandante divisas (galones y estrellas) adoptado por JOSÉ JEREZ Y MOLINA 1862-1867. nuestro ejército en julio de 1860. - Segundo Capitán JOAQUÍN FERNÁN- DEZ PIÑEIRA Y VILAR 1862. CONCLUSIÓN - Teniente FLORENCIO OLMEDO Y «¡Cuánto mejor sería que nos llevasen a MONTEMAYOR 1862. la guerra! Allí al menos moriríamos con - Teniente NEMESIO DÍAZ FLORES gloria, pero aquí morimos inde 1862. fensos, porque el enemigo es el clima, y - Teniente PEDRO PÉREZ Y VIDAL contra este nada podemos». Nada mejor 186541. que estas tristes líneas escritas por un sol- - Capitán FRANCISCO SOTO -1868. dado de la compañía y dirigidas a un pe- - Capitán ANTONIO IZQUIERDO OSO- riódico37 para simbolizar el destino de la RIO -¿1869?42 Compañía deInfantería de Fernando Poo. Se intentó, acertadamente, que no fuera NOTAS sólo una fuerza militar sino también una 1 Yacoso, Manuel Mª: «Himno marcial» unidad civilizadora y de poblamiento que en El Eco de Comercio de 30 de julio sentara las bases, a imitación de los solda- de 1859. dos de la conquista de América, de una 2 Para más información de esta expedi- futura colonización de las islas. Se encon- ción ver CENCILLO DE PINEDA, Ma-

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nuel: El brigadier conde de Argelejo y casos de fiebre amarilla, fueron envia- su expedición militar a Fernando Poo dos a Basilé. Fueron puestos en libertad en 1778. Instituto de Estudios Africa- a finales de 1862. nos, Madrid, 1948. 14 Para tener un conocimiento más pro- 3 José de la Gándara fue nombrado go- fundo de Santa Cecilia ver VILLAR, Jo- bernador el 16 de diciembre de 1858 sé de: «Informe médico acerca del esta- pero Chacón continuó en el gobierno blecimiento de Santa Cecilia en hasta la llegada del brigadier a Fernando Fernando Poo» en Revista de Sanidad Poo. Militar y general de ciencias médicas, 4 Gaceta de 10 de enero de 1859. 62, 1866, pp. 444-448 y 63, 1866, pp. 5 Diario «La Esperanza» de 19 de febrero 462-467. de 1859. 15 CASTRO ANTOLÍN, Mariano L. de: La 6 SEQUERA MARTÍNEZ, Luis de: Poto población de Santa Isabel en la segun- poto. Las tropas de guarnición en los te- da mitad del siglo XIX. Asociación Es- rritorios españoles de Guinea. Ministe- pañola de Africanistas A.E.A., Madrid, rio de Defensa, Madrid, 2006, pp. 115- 1996, cuaderno monográfico 1, p. 10. 116 . 16 SEQUERA MARTÍNEZ, Luis de: op.cit., 7 Diario «El Clamor Público»de 15 de p. 118. marzo de 1859. 17 Ibídem, nota 101, p. 118. 8 Diario «El Clamor Público» de 27 de 18 Diario «La Correspondencia de España» abril de 1859. de 13 de octubre de 1870. 9 Diario «El Clamor Público»de 19 de 19 Diario «El Imparcial» de 14 de abrilñ de agosto de 1859. 1872. 10 Diarios «La Iberia» de 10 de mayo de 20 SEQUERA MARTÍNEZ, Luis de: op.cit., 1860; «La Correspondencia de España» p.115. de 22 de mayo de 1860 y «La Época» 21 «El Mundo Militar» de 2 de diciembre de 14 de noviembre de 1860. de 1860. 11 Los pontones son buques ya poco ap- 22 Los krumanes eran braceros contrata- tos para navegar que son aferrados dos en la colonia y originarios de la con todas sus anclas en sitios abriga- costa del Kru, país de la Guinea supe- dos del viento y a los cuales se les de- rior entre los 4 y 5 grados de latitud N, sarbola y se les cubre con techumbre a orillas del Atlántico. Posteriormente se de tablas. generalizó el nombre para designar a 12 La guía de forasteros para el año de los procedentes de Liberia, Sierra Leona 1868 recoge como vacante la jefatura y Costa de Marfil. de la Compañía de Infantería de Fer- 23 GRANDA, Germán de: Lingüística e nando Poo. historia. Temas Afro-hispánicos. Univer- 13 Los confinados fueron enviados a Fer- sidad de Valladolid, Valladolid, 1988, pp. nando Poo en 1861 por el gobernador 215-221. de Málaga al ser responsables de la su- 24 Hay que tener en cuenta que la pobla- blevación de Loja. En un primer mo- ción de color de Fernando Poo hablaba mento estuvieron alojados en el pon- exclusivamente o lenguas aborígenes o tón «Perla» pero, ante los numerosos inglés y solo de modo imperfecto el es-

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pañol. Es conocido el juicio del primer 38 Permutó en Cádiz su plaza con el capi- gobernador español Carlos Chacón: «In- tán Ortiz. glesa la lengua, inglés el comercio, ingle- 39 Murió en Fernando Poo. ses los barcos que fondeaban en las ba- 40 Ascendido de subteniente de la misma hías e inglesa también la moneda». Para compañía. más información ver GRANDA, Germán 41 Ascendido de subteniente y, a su vez, de de: Estudios de lingüística Afro-románi- sargento primero de la misma compa- ca. Universidad de Valladolid, Valladolid, ñía. En este primer ascenso, en 1863, se 1985. le llama Pedro Méndez y Vidal. 25 CASTRO ANTOLÍN, Mariano L. de: 42 Como hemos visto en el texto en 1872 op.cit., pp. 36 y 40. era coronel en la junta liquidadora. 26 El artículo 39 de la real orden de 15 de diciembre de 1858 establecía que con BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES el fin de entretener la fuerza de la com- - BUENO CARRERA, José María. Nues- pañía, los depósitos de bandera y em- tras tropas en Guinea. Aldaba Ediciones, barque para ultramar establecidos en la 1990. península admitirían el alistamiento - CASTRO ANTOLÍN, Mariano L. de. La para Fernando Poo en los mismos tér- población de Santa Isabel en la segun- minos que para Cuba y Puerto Rico, dida mitad del siglo XIX. Asociación Es- rigiendo los reemplazos a Cádiz. pañola de Africanistas AEA. Madrid, 27 Diario «La Correspondencia de España» 1996. de 28 de septiembre de 1860. Cuaderno monográfico 1. 28 Diario «La Esperanza» de 12 de junio - CENCILLO DE PINEDA, Manuel. El bri- de 1861. gadier conde de Argelejo y su expedición 29 SEQUERA MARTÍNEZ, Luis de: op.cit., militar a Fernando Poo en 1778. Instituto p. 116. de Estudios Africanos. Madrid, 1948. 30 Diarios «La Época» de 17 de febrero de - CERVERA PERY, José. La marina espa- 1866 y «La Esperanza» de 3 de marzo ñola en Guinea Ecuatorial. Imprenta del de 1866. Ministerio de Marina. Santa Isabel-Ma- 31 Dos de ellos, Enrique Rubio e Ibarrola y drid, 1968. Diego Álvarez Llorente, fallecieron en - Diarios y periódicos de la época. Fernando Poo. - GRANDA, Germán de. Lingüística e his- 32 SEQUERA MARTÍNEZ, Luis de: op.cit., toria. Temas afro-hispánicos. Universi- p. 116. dad de Valladolid, Valladolid, 1988. 33 Diario «La Época» de 5 de marzo de - SEQUERA MARTÍNEZ, Luis de. Poto 1859. poto. Las tropas de guarnición en los te- 34 Ver nota 9. rritorios españoles de Guinea. Ministe- 35 BUENO CARRERA, José María: Nues- rio de Defensa. Madrid, 2006. tras tropas en Guinea. Aldaba Edicio- - VILLAR, José de. «Informe médico acer- nes, 1990, pp. 26-27. ca del establecimiento de Santa Cecilia 36 Ibídem, p.26. en Fernando Poo» en Revista de Sanidad 37 Diario «La Iberia» de 10 de mayo de Militar y general de ciencias médicas, 1860. 62, 1866 y 63, 1866.

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Eugenio Vera Bolaños. Coronel. Artillería. DEM.

Tiro

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esde hace años, las fuerzas españolas todavía se encuentran a la vista de cual- Dse encuentran formando parte de quiera que por allí pase. UNIFIL, desplegadas en la zona sur del Señalemos algunos datos del momento Líbano. Dentro de la zona de operacio- histórico a que nos referimos: ya han de- nes se encuentra una ciudad famosa por saparecido los reinos de Israel y Judea, su historia: Tiro (Tyr, Sour o Sûr, en los los judíos han vuelto del destierro de Ba- mapas). Aunque se encuentra al oeste de bilonia y han reconstruido el Templo; to- la zona de acción de UNIFIL, mientras el do el territorio forma parte del debilitado grueso de las fuerzas españolas se en- imperio persa, que se extiende hasta cuentran desplegadas al Este, lo cierto es Egipto. que muchos tienen oportunidad de visi- Tiro fue fundada hace 3.000 o 5.000 tar la ciudad, bien por motivos del servi- años, según el autor que se consulte. En cio, bien en momentos de asueto, espe- cualquier caso es uno de los asentamien- cialmente aquellos desplegados en el tos humanos permanentes de mayor an- área oeste, bien en la zona bajo liderazgo tigüedad. Su geografía privilegiada, sobre italiano o bien formando parte del Cuar- un islote separado unos cientos de me- tel General de la misión, en Naqoura, a tros de la costa, facilitaba su defensa a la escasos 20 kilómetros de distancia. Desde vez que no estorbaba el movimiento de Naqoura, en un día normal, la ciudad de la población y el comercio. Los fenicios, Tiro se divisa en el horizonte. pobladores de aquellos territorios, fueron Tiro y sus habitantes forman parte de excelentes marineros, habiendo llegado, un fascinante episodio, en uno de los como muy bien sabemos, hasta nuestras momentos más interesantes de la Histo- costas hispánicas, fundando colonias y es- ria de la Antigüedad. Allá por el siglo III tableciendo sólidos lazos comerciales. Ti- a.c. el imperio persa se encuentra en dero se ubicaba sobre una isla principal de cadencia, los grandes momentos de Ciro, 1.000 x 500 metros, con su lado mayor Darío, Jerjes y Artajerjes han pasado y el orientado de Norte a Sur. Al sur de esta actual rey, Darío III, se ha hecho con el isla mayor se encontraba un islote, la isla poder tras varios asesinatos de los herede- de Heracles, de 300 x 100 metros, unido ros precedentes. a la isla principal mediante murallas, pe- Alejandro, que la historia encumbrará ro de una naturaleza geográfica menos como Magno, hijo de Filipo, se encuentra poderosa. En la isla principal había dos al frente de Macedonia, habiendo hereda- puertos, el de Sidón al Norte y el de Egip- do de su padre un Estado unido y una to al Sur. El antiguo puerto de Sidón formidable máquina de guerra, la falange. coincide prácticamente con el actual Si a esto le unimos el haber sido educado puerto pesquero y comercial. bajo la batuta del más insigne filósofo de todos los tiempos, Aristóteles, nos encon- PROLEGÓMENOS DEL ASEDIO tramos a un joven Alejandro preparado Por aquellos días de la década del 330 para pasar a la Historia de forma sublime. a.c, la estrategia de Alejandro es asegurar Uno de los hitos de su historia es la con- el Mediterráneo oriental y consolidar el quista de Tiro, cuyos restos testimoniales dominio sobre las ciudades griegas de la

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península de Anatolia. Acaba de destruir, mo el babilonio. Así las cosas, Tiro se cre- en poco más de un año, dos formidables ía en posición de enfrentarse a las fuerzas ejércitos persas en las batallas de Gránico de Alejandro, compuestas de unas pocas e Issos, el segundo de los ejércitos al decenas de miles de soldados2. Eran los mando del propio Darío III1. Pero ahora inicios del año 332 a.c. Alejandro se dirige hacia Egipto, donde Encolerizado Alejando por la situación, fundará la famosa Alejandría y, en el ca- por el asesinato de sus emisarios que fue- mino, va recibiendo el vasallaje de todas ron arrojados desde las murallas y, más las ciudades fenicias, con una excepción: probablemente, consciente de que no Tiro, que en aquella época contaba con puede dejar a sus espaldas enclaves leales más de 40.000 habitantes. al imperio persa, decide conquistar Tiro. Tiro se apoyaba en una geografía fuerte, en unas murallas poderosas y aparen- EL ASEDIO Y LA VICTORIA temente inexpugnables, en el dominio El propósito inicial de Alejandro no era del mar y el apoyo que recibía a través de rendir la ciudad tras un largo asedio, sino él de otras ciudades de origen fenicio co- conquistarla sobre la marcha y a la fuer- mo Cartago. También Tiro se apoyaba en za. La superioridad naval era de los persas su propia historia de independencia, que y de las flotas fenicias aliadas, de forma le había hecho resolver favorablemente que una isla, como Tiro, podía ser fácil- asedios de otros imperios poderosos, co- mente aprovisionada desde el mar. Por

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ello decidió construir una escollera desde con maderas y disponiendo catapultas y tierra firme, que cruzara la distancia de dos torres de madera al frente de la esco- poco más de 500 metros sobre un fondo llera. Comienza así una serie de acciones no demasiado profundo3. Alejandro se hi- de los unos y reacciones de los otros para zo con una formidable fuerza de trabaja- evitar la construcción del pasaje desde dores de las ciudades vasallas y bajo la di- tierra firme. Las fuerzas de Tiro atacan fi- rección de sus ingenieros comenzaron su nalmente la construcción mediante un construcción, utilizando para ello mate- plan de medidas conjuntas: por un lado riales de la parte de Tiro emplazada en lanzan un barco grande, de transporte de tierra firme, que quedó arrasada. caballos, cargado de todo tipo de materia- Los habitantes de Tiro, una vez revela- les incendiarios, que estrellan contra las do el plan, comienzan a hostigar a los torres; posteriormente, desde las murallas trabajadores, atacándoles de forma cons- incendian el barco, destruyendo las torres tante y despiadada. Los hombres de Ale- y máquinas de guerra; por otro, desde las jandro reaccionan cubriendo los flancos murallas y desde el mar, atacan a los sol-

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dados macedonios, para evitar que pue- provenientes de Biblos, de distintas ciuda- dan combatir eficazmente el fuego; final- des de Chipre y Rodas, así como fuerzas mente con barcas hacen un sinfín de de- navales propias macedonias. Finalmente sembarcos en la escollera, destruyendo se hace con un cuerpo de 4.000 soldados las protecciones, matando trabajadores y de refresco del Peloponeso. Con estas destruyendo las restantes máquinas de medidas consigue desequilibrar la balan- guerra. Al final, la escollera queda prácti- za a su favor. Las fuerzas navales de Tiro camente inservible. se encierran en los puertos y a partir de La nueva situación fuerza a Alejandro a ese momento solo operan en las aguas tomar varias medidas. Primero, ordena la someras, donde las naves de Alejandro no construcción de una segunda escollera al pueden explotar su superioridad. Sur, más ancha, que permita una mejor Ultimados los preparativos, llega la ho- defensa, protegida de los embates del mar ra del asalto. Las murallas son formida- por la escollera anterior. Después organi- bles4 y la fuerza macedonia se organiza za una fuerza naval de similar potencia a para su ataque. Sin embargo, los defenso- la de Tiro. Consigue más de 200 naves res de Tiro, conscientes del peligro, hacen

Situación de las fuerzas durante el asedio y el ataque final

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Egipcio, en el sur de la ciudad, para evitar que otros barcos refuercen el combate, y con el resto de la flota de Macedonia, Bi- blos y Rodas, se dirige al Norte donde ataca y derrota las fuerzas navales de Tiro. Ahora solo quedan las murallas. Estamos ya en julio del 332 a.c Alejandro organiza un ataque con múltiples maniobras de diversión: ataque desde la segunda escollera, ataques desde el mar al Norte y Sur, desem- barcos en la costa oeste; él se pone e al frente de las fuerzas en el islote de Hér- cules y es por ahí precisamente por donde se consigue traspasar las murallas. A partir de ese momento, solo queda hacer recuento y dar noveda- des del combate. 8.000 habitantes de Tiro muertos y 30.000 convertidos en esclavos, a cambio de 400 macedonios Tiro en 1912 caídos durante el asedio. Todos los habitantes son un último, aunque vano intento: deciden convertidos en esclavos, con la única ex- romper el boqueo naval y atacan al con- cepción de los peregrinos de Cartago que tingente naval chipriota desde el puerto se encontraban en la ciudad par honrar de Sidón. Oculta la flota por las instala- al Dios Mercar (que es como llamaban ciones del puerto y aprovechando las ho- los fenicios a Heracles) y hacer el sacrifi- ras de más calor del centro del día, ataca cio anual en la «madre patria». a las naves chipriotas por sorpresa, destru- A continuación, Alejandro reemprende ye barcos, apresan otros y hace embarran- su plan: continúa su camino a Egipto pa- car otros más. Alejandro reacciona inme- ra asegurar las costas del Mediterráneo diatamente, ordena bloquear el puerto oriental, según su plan original. Ninguna

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UNIFIL Febrero 2009

ciudad se atreve a oponerse a su domi- tierras de Tiro y Sidón, haciendo milagros nio, con la única excepción de Gaza. Ga- bajo el imperio de los romanos, quienes za se defendió con fiereza y alcanzó simi- dominaron aquellos territorios durante lar final que Tiro, pero esa es otra siglos. Tras la división del imperio roma- historia… no, Tiro quedó bajo gobierno bizantino, que fue sustituido por el árabe tras su ex- HISTORIA POSTERIOR pansión inicial en el siglo VII. Los cruza- En el devenir posterior, Tiro cobró im- dos y musulmanes lucharon por su do- portancia poco a poco aunque sin llegar minio entre los siglos XII y XIII. a alcanzar el esplendor de aquellos días. Tras su conquista final por los turcos, Jesús pasó al inicio de nuestra era por las Tiro vivió una etapa de postergación que

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la llevó hasta el siglo XX cuando el domi- NOTAS nio francés y la independencia del Líba- 1 El Imperio persa fue definitivamente no la sacaron del ostracismo y la trajeron derrotado solo unos años más tarde hasta nuestros días. En la actualidad, con en la batalla de Gaugamela. una población que supera ampliamente 2 Posiblemente el hecho de que el rey los 100.000 habitantes, es una ciudad de Tiro se encontrara ausente forman- abierta y turística, sometida a los avatares do parte de la flota del Ejército persa, propios de la conflictiva región donde se dejó poco margen de maniobra a los ubica. Así encuentran la ciudad de Tiro dirigentes de la ciudad. los españoles que pasean por esos lares, 3 La propia naturaleza había creado ya bien en misiones, bien en los pocos días una barra de arena que, aunque su- de asueto que proporcionan las operacio- mergida, estaba próxima a convertirse nes de mantenimiento de la paz. en un istmo. Tras la subida de los mares hace unos 10.000 años la isla que- DE NUEVO CON LA BOINA AZUL dó separada de tierra firme, pero la De nuevo en Tiro, pero ya en el siglo naturaleza estaba acabando su tarea XXI y ataviados con boina azul, podemos de unirla con tierra firme de nuevo. ver aún los restos de su larga historia. 4 Se habla de 50 metros de alto, proba- Una parte de la isla principal y el islote blemente una exageración, ya que el de Heraclés se encuentran bajo el mar y Mausoleo de Halicarnaso, una de las sobre las escolleras de Alejandro se ha siete maravillas del mundo antiguo, formado un ancho istmo donde se asien- solo medía 40 metros. ta parte de la ciudad. Desde las ruinas ro- 5 En este hipódromo, parcialmente re- manas situadas en las excavaciones de Al construido se rodó la famosa película Mina se puede ver el antiguo Puerto Ben Hur. Egipcio (llamado así porque estaba en di- rección a Egipto), que se adivina bajo las BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES aguas al sur de lo que posteriormente fue - Joukowsky, M.The Heritage of el puerto romano. También podemos ver Tyre.1992. otras ruinas romanas (incluyendo un her- - Curcio, Rufo. Historia de Alejandro moso arco, hipódromo5 y un fascinante Magno. 1986. cementerio), en lo que debió ser el inicio - Hammond, Nicholas y Villegas, Federi- de tierra firme. Mezclado con el cemente- co. 2007. rio romano, pasado el Arco del Triunfo - Cordente Vaquero, Félix. . 2005. sobre la calzada que lleva al interior, se - Heckel, Waldemar. . 2007. encuentra el cementerio bizantino… Y co- - Bagnell Bury, John. 2001. mo recuerdo de lo que hemos descrito - Alejandro Magno (Rey de Macedonia, más arriba, podemos ver la lengua de tie- unificador de Grecia y conquistador de rra que une la tierra firme con el islote, Asia), 2005. muy ensanchada actualmente, que alude - Mossé, Claude. Alejandro Magno: el des- al paso de uno de los soldados más admi- tino de un mito. 2004. rados de la Historia de la Humanidad. - Renault, Mary. Alejandro Magno. 1991.

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Eladio Baldovín Ruiz. Coronel. Caballería. DEM.

a distancia entre victoria y derrota, en- En la historia de la guerra se encuen- Ltre éxito o fracaso, puede ser muy te- tran ejemplos del desastre producido por nue o muy vasta. Puede estar marcada un solo fallo. Todos conocemos el relato por la oportunidad de una orden o su de la batalla que se perdió por un clavo inadecuación en tiempo y espacio, puede de una herradura, pero en la realidad el ser consecuencia de una correcta o defec- mismo error se ha cometido reiterada- tuosa ejecución; pero parece deducirse mente, como sucedió en las batallas de del pasado que han influido más en el re- Gravelinas en1559, Zaragoza y Villavicio- sultado los errores que los aciertos. Es sa en 1710. precisamente en la suma de los errores, la La batalla de Gravelinas la perdieron los contumacia en cometerlos, donde reside franceses cuando la tenían ganada. Des- la base de los grandes fracasos. pués de rechazar el ataque de la Infantería Las grandes figuras del arte de la guerra española y dar la victoria por suya, su ca- han debido sus éxitos a saber aprovechar ballería persigue a la enemiga en lugar de los errores de sus adversarios, como decía volverse contra los infantes ya desordena- en 1807 el general Castaños: Un ejército dos. Situación que permite rehacerse y re- bien instruido, con poca gente pero bien organizarse a las tropas españolas para constituida que no sea suficiente para volver a la carga por los flancos y con el oponerse directamente a otro muy supe- apoyo de los cañones de la flota dar una rior, pero menos diestro, sabrá por lo me- vuelta completa a la situación. Cuando nos evitar los encuentros desventajosos, vuelven los jinetes franceses al campo de frustrar los movimientos del adversario y batalla, ya todo esta decidido. «con solo aprovechar sus descuidos con- Otro ejemplo lo podemos encontrar en seguirá victorias». la Batalla de Zaragoza, durante la guerra

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de Sucesión. El ejército de Felipe V for- suceso había sacado el marqués de Valde- mado en el campo de Torrero se enfrentó cañas que persiguió al enemigo hasta sa- al de archiduque y la derecha de jinetes lirse del campo de batalla, mientras el españoles cargó contra el adversario, al centro propio estaba cediendo y retroce- que venció y persiguió hasta la Cartuja, día. Afortunadamente, el regresó del mar- donde el propio archiduque corrió peli- qués, que se lanzó contra la retaguardia gro y clavó una batería; pero embebidos adversaria, forzó la retirada de las tropas en el éxito no se preocuparon de volver a del archiduque. la línea. La batalla continuó y fueron de- Las causas de la derrota no suelen ser rrotadas las tropas borbónicas. El archidu- tan simples, dos batallas separadas en que afirmó que si sus enemigos hubieran tiempo poco más de un siglo, con los actuado como los escuadrones de drago- mismos contendientes y con resultados nes españoles, tal vez no cantaría victoria. opuestos a las armas españolas, permiten Hay errores que se pueden subsanar. contemplar el camino del éxito o el fraca- Poco tiempo después la Caballería volvió so. Se trata de las batallas de Pavía y Ro- a cometer la misma equivocación en la croi. batalla de Villaviciosa, que también se En 1524 las tropas del emperador Car- inició con una carga de los jinetes del ala los, después de haber penetrado en la Pro- derecha de la formación franco-española, venza y sitiar Marsella, tuvieron que reple- que derrotaron a los enemigos de prime- garse a Italia ante la amenaza del ejército ra línea, tomando las baterías; prosiguie- de Francisco I que acudía en auxilio de la ron contra la segunda con el mismo re- ciudad y que seguidamente atravesó los sultado. Poco escarmiento del anterior Alpes e invadió el Milanesado. Gravelinas (Museo del Prado) por Snaye, Madrid

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El Ejército imperial, al mando del mar- grueso de la resistencia que le podía ofre- qués de Pescara sorprendido por sus ad- cer su enemigo y que una vez derrotado versarios, desmoralizado por el fracaso hubieran caído Milán y Pavía, porque no que terminaba de sufrir y la falta de pa- hay fortaleza que pueda sostenerse sin es- gas, siendo inferior al francés, evacuó Mi- peranza de socorro, creyó que la caída de lán dejando una guarnición en su castillo la segunda plaza era cuestión de un gol- y a Antonio de Leiva con 6.000 españoles pe afortunado. Después de abrir brecha y alemanes en los muros de Pavía, se esta- la Artillería en los muros, sus soldados se bleció en la línea defensiva del Adda, for- lanzaron al asalto y fueron rechazados, te- tificándose en Lodi. niendo que recurrir a un largo asedio pa- El rey francés en lugar de emplear sus ra rendirla por hambre, incluso llegó a fo- fuerzas en atacar a los imperiales en Lodi, mentar la indisciplina de los soldados alemanes al servicio del em- El Duque de Vendomes por Alux perador que no recibían sus Museo de Versalles pagas, que les fueron abona- das con moneda acuñada con la plata de las iglesias. En los últimos días de noviembre, el Ejército imperial, que estaba inactivo en Lodi, inicia una campaña de acciones nocturnas por sorpresa, que aprovechando el mal tiempo se va apoderando de las poblaciones inmediatas a Pavía. Estas empresas reciben el nombre de «encamisadas», porque al efectuarlas llevan puesta los soldados la camisa sobre sus vestidos y armadu- ras, para distinguirse de los enemigos en la oscuridad de la noche. Además el condes- table de Borbón aporta el refuerzo de 12.000 alemanes que había reclutado, pero quedaba por resolver la falta de víveres y dinero, que pro- vocó un motín de los soldados de esta nacionalidad re- clamando tumultuosamente las pagas. Pescara recurrió a los españoles, que entregaron

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al general su peculio para salir de tan mancha el poner fin al sitio sin rendir la apurado trance. plaza. El 24 de febrero el marqués de Pes- Entre tanto Francisco I continúa des- cara ordena incendiar su campamento, membrando su ejército y envía cuerpos para fingir una retirada y emprende la expedicionarios a Cremona, Génova y marcha en dirección al enemigo antes de Nápoles. amanecer, llevando las tropas la camisa El 24 de enero de 1525 el ejército im- encima para reconocerse mutuamente. perial inicia la marcha simulando dirigir- La vanguardia está formada por Caballe- se a Milán, para sacar de sus trinchera a ría y arcabuceros, detrás la Infantería en los franceses; pero como no lo logra se una columna con cuatro escuadrones, encamina directamente a Pavía. Pasa el mandados por los marqués del Vasto y de río Lambro por un puente de barcas, to- Pescara, duques de Lannoy y Borbón, y en ma al asalto Santangelo y se atrinchera retaguardia infantes italianos con Artille- en sus inmediaciones esperando el ata- ría e impedimenta, con los flacos protegi- que enemigo. Como no se produce, el 7 dos por los jinetes. de febrero se presenta a la vista de Pavía y Entre los dos campos media una espa- logran por medio de hábiles estratagemas ciosa y llana dehesa, llamada parque de auxiliar la guarnición con pólvora y dine- Pavía, rodeada de alta cerca y en el centro ro. una casa llamada Mirabello, rodeada de El Ejército francés, sin abandonar el un foso de agua. Dehesa y cerca que se cerco, ocupa un arco que apoya sus extre- prolongaba hasta las inmediaciones de la mos en el Tesino. Línea muy a propósito ciudad, por lo cual parte del ejército fran- para el asedio, pero débil por su exten- cés estaba dentro. Inician el ataque los sión en todos los puntos donde podía imperiales abriendo tres brechas en la ta- atacar su adversario. Éste inicia una cam- pia y favorecidos por la inacción de su paña nocturna de rebatos, falsas alarmas enemigo penetran en su interior. y verdaderas sorpresas contra los sitiado- Alertado el ejército francés, despliega la res, que si bien causan bajas y desmorali- Infantería en tres grandes escuadrones, de za a los franceses, no es suficiente para suizos el de la izquierda, de alemanes el obligarles a levantar el sitio, pero crean centro e italianos y franceses la derecha; incertidumbre sobre el verdadero ataque con la numerosa Artillería delante. La Ca- general. Contrasta la poca actividad del ballería en otros tres, dos en los intervalos sitiador con los incesantes ataques del de los infantes y en tercero mandado por ejército imperial. el duque de Alençon en el ala derecha. Aunque los ejércitos enfrentados están Este con la caballería ligera e infantes sui- equilibrados y los franceses son superio- zos inicia el ataque contra la retaguardia res en Caballería y Artillería, el marqués imperial para envolverlos, apoderarse de de Pescara se siente obligado a tomar la la brecha y cortarles la retirada. Encuen- decisión de acometer al enemigo, pues tran en el camino a los italianos, a los una retirada puede ocasionar un deser- que ponen en fuga al cuarto intento y se ción general. Mientras tanto, Francisco I apoderan de las piezas que escoltaban, desoyendo los consejos de sus generales que vuelven contra los fugitivos. Las trono levanta el cerco, porque considera una pas francesas, después del rudo combate,

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acosadas por los arcabuceros españoles, llería sobre la retaguardia francesa y con se retiran para reorganizarse. Inoportuno una oportuna salida. Para caer sobre la repliegue, porque de seguir la derecha potente línea de cañones, avanzaron en francesa el movimiento envolvente, ini- extensa formación unos 300 arcabuceros, ciado con éxito, los imperiales quedarían cubiertos por las sinuosidades del terre- cortados y acorralados. no, que pusieron en fuga a los hombres En el centro los soldados del marqués de armas de Alençón, fuera de combate a del Vasto se apoderan del palacio de Mi- los sirvientes y tomaron las piezas. Heri- rabello, punto central y avanzado de la lí- do el caballo de Francisco I cayó prisione- nea francesa, que son reforzados con los ro, después de que pereciera lo mejor de de Pescara. Mientras los arcabuceros rom- la nobleza francesa. pen el fuego por la derecha a fin de sepa- Otra batalla entre los mismos ejércitos rar el grueso enemigo de los 8.000 hom- contendientes, pero ciento veinte años bres que Francisco I había dejado frente a después, frente a otra plaza sitiada, tiene Pavía para guardar las trincheras. un desenlace semejante marcado por nu- Todo el ejército imperial da frente a la merosos errores. El portugués Francisco izquierda y queda en orden oblicuo con de Melo sucesor en la gobernación de los relación a los franceses, con la derecha Países Bajos del Cardenal Infante, sostie- adelantada, y así avanza contra su centro ne la guerra con los franceses, no obstan- para romper la línea y batir aisladamente te la tradicional falta de recursos, la inco- cada trozo. Pero la potente Artillería ad- municación casi permanente con la versaria le causa tantas bajas que frena la Península y estar rodeado de enemigos. progresión, cuando el rey francés, que le Después de algunos éxitos como la toma bastaba mantenerse a la defensiva para de Lens y la victoria de Honnecourt, en alcanzar la victoria, de forma impetuosa 1643 penetra en Francia y pone sitio a carga al frente de los caballeros que le ro- Rocroi. Como confiaba que el enemigo dean y de la gendarmería, impresionante no podría en muchos días socorrer la pla- y vieja caballería pesada, se interpone enza, cometió el error de no fortificar su tre sus cañones y los españoles y obliga a campo y la embistió resueltamente. suspender el fuego. A su encuentro salen Acude en auxilio de la plaza el futuro los hombres de armas imperiales y los in- príncipe Condé, duque de Enghien, con fantes secundan el movimiento. Al com- un ejército de 14.000 infantes y 7.000 ji- bate, inicialmente indeciso, acuden las re- netes. Para desembocar en la llanura don- servas imperiales y los arcabuceros, que de está Rocroi tiene que pasar por un en grupos de 15 o 20 intercalados en desfiladero, que como la imprevisión de propia caballería, frenan el ímpetu fran- Melo había dejado sin ninguna defensa, cés. Aunque los jinetes de ambos ejérci- tiene el libre acceso y le permite desple- tos están mezclados, la camisa de los im- gar en batalla a medida que van pasando periales permite distinguir a los sus tropas, apoyando su derecha en unos arcabuceros a los enemigos de los pro- bosques y la izquierda en un pantano, de- pios. jando a retaguardia defendido el desfila- Las fuerzas sitiadas en la plaza contri- dero para asegurase en caso necesario la buyen a la batalla con el fuego de su arti- retirada.

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Óleo alusivo a la batalla de Paví́a

Melo que, según parece, creía que su borgoñonas, valonas y alemanas. El ala iz- adversario no buscaba nada más que le- quierda estaba formada por la Caballería vantar el sitio y no presentar una batalla de Flandes al mando del duque de Albur- campal, deja fuerzas en el asedio y des- querque y la derecha con los jinetes alsa- pliega el grueso frente a los franceses el cianos con el conde de Isemburg. La Arti- 18 de mayo. Ambos ejércitos adoptan llería al mando del hermano del capitán una formación parecida, según el modelo general Álvaro de Melo estaba repartida de la época, con la Infantería en el centro por el frente del despliegue. Además se en dos o tres líneas y la Caballería en las esperaba la llegada de las tropas del ba- alas, con la diferencia que los franceses rón de Beck, que estaba a cuatro leguas y intercalan entre los jinetes unidades de media en Chateau-Renard, que llegó infantes, especialmente mosqueteros. cuando la batalla estaba decidida. La cifra Siguiendo los procedimientos de aque- a que ascendían las tropas formadas, se llos tiempos del arte de escuadronar, el desconoce a exactamente, pero teniendo maestre de campo general conde de Fon- en cuenta que faltaban los cuerpos de taine, con los sargentos mayores de los Beck y los que se hallaban en las frontera tercios, organiza el despliegue con toda la de Artois, era aproximadamente la del infantería en el centro en tres líneas. La enemigo. primera con cinco tercios españoles co- Con una formación parecida, los fran- mo la posición más a vanguardia y ceses desplegaban con la Caballería en expuesta, privilegio que correspondía y las alas, la izquierda mandada por La Fer- exigían estas tropas de élite; más a reta- té y L´Hopital; en la derecha Gassion y el guardia estaban las unidades italianas, propio duque de Enghien; el centro en

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Tiziano Vecellio, óleo sobre lienzo, (Museo del Prado). Madrid tivas posiciones, perdien- do una clara ocasión para poner en un grave aprieto a los franceses. La inmovilidad del cuadro español es completa, salvo la ocu- pación por mosqueteros del bosque situado a su izquierda para sorprender el ataque enemigo. Embos- cada que fracasa, porque descubiertos son atacados y dispersados. Al día siguiente los franceses atacan con su Caballería el flanco izquierdo español, que es rechazada por jinetes del duque de Alburquerque, pero se reagrupan al am- paro de las tropas de mosqueteros que la acompañan y por la ac- ción de los soldados que han ocupado el bosque. Continúa el combate y la Caballería de Flandes termina derrotada. El error del maestre de campo general fue disponer las tropas de suerte que carecí- an de enlace la Caballería con los infantes y no dos líneas mandadas por Espernan y Va- apostar algunas piezas en lliere, en reserva con tropas de las dos ar- apoyo de los jinetes en caso de retirada. mas, al mando de Sirot. A continuación el duque de Enghien Ese mismo día, se producen los prime- carga contra los Tercios que forman la ros intentos fallidos de socorrer la plaza. izquierda de la vanguardia española, que El general barón La Ferté ataca con su resisten y no retroceden. Caballería e Infantería, dejando al descu- En el otro extremo del campo, el flan- bierto el flanco izquierdo francés y la dé- co izquierdo francés, La Ferté, carga con- bil reacción del general español permite tra la Caballería alsaciana de Insemburg, a sus enemigos volver a ocupar sus primi- que rechaza el ataque, arrolla algunas

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unidades francesas y toma varios caño- Una capitulación como si de una plaza nes. Otra ocasión de victoria que perdie- sitiada se tratase. ron los españoles por su inmovilidad, el El general Almirante en su Diccionario centro no atacó y los jinetes se dedicaron Militar comenta la batalla: «En Rocroi hu- al saqueo. bo lo que hay en toda batalla perdida, co- A la batalla que en ese momento esta- nocimiento falso de los sucesos, presun- ba indecisa, de dio la vuelta el general ción excesiva, destacamento inoportuno francés. Después de reorganizar sus fuer- la víspera, imprevisión, atolondramiento, zas, ataca otra vez por la izquierda espa- incoherencia, desórdenes, falsas manio- ñola a los tercios de la retaguardia walo- bras o, por mejor decir, carencia absoluta nes y alemanes, que pone en fuga. de maniobras, flojedad en la Caballería y Continúan el avance y sorprenden la re- tropas auxiliares, desaprovechamiento in- taguardia de Insemburg, que como su ad- concebible de terreno. En tales condicio- versario se ha repuesto, pero estos se en- nes hasta el valor suele ser perjudicial y la cuentran amenazados por dos frentes. firmeza desastrosa. Los viejos Tercios es- Después de estas acciones, solamente pañoles apelotonados y fieros, batidos co- quedan los Tercios españoles e italianos, mo una muralla, nada pueden hacer más pero estos se retiran y quedan en el cam- que sellar con sangre su reputación». po de batalla los primeros. Una de las razones del fracaso de las Los cinco Tercios españoles se enfren- armas españoles fue la defectuosa organi- tan al Ejército francés y forman un gran y zación de su Caballería. Mientras los fran- respetable cuadro, en cuyo centro se ha- ceses formaban regimientos permanentes llaban dieciocho cañones. Los franceses de corazas, con oficiales fijos en cada uni- atacan y cuando se hallan a cincuenta pa- dad; los españoles, en las propias palabras sos los soldados españoles se abren y la de Francisco de Merlo que los mandaba, Artillería hace una horrible descarga, vol- tenían solo «unos comisarios generales viendo a cerrarse el cuadro que siguió para mandar los trozos y tropas, pero por con un buen sostenido fuego de fusilería, seis meses solamente, con que los capita- obligando al enemigo a retirarse. Tres ve- nes no les obedecían... cada uno de los ces fueron rechazados los franceses, de capitanes no sabe donde y como juntarse modo que si la caballería española se hu- y en esta batalla siempre que rompíamos biera hallado reunida y hubiera reaccio- algún trozo de Caballería francesa al mis- nado, posiblemente algo hubiera cambia- mo punto se rehacía y en desordenándo- do. A la cuarta carga francesa sostenida se algún trozo nuestro no había forma de por la Infantería del cuerpo de reserva y juntarlo». otros cuerpos de jinetes que volvían de Desgraciadamente poco se aprende de combatir a los españoles, lograron rodear los errores pasados. En la actualidad estos a los españoles por todas partes y des- conflictos que persisten sin solución po- pués de seis horas de combate, el cuadro dían estudiarse, analizar los fallos y erro- resultó desordenado y dispersado. res, que aprovechados por el adversario, le El general francés ofreció una rendi- permiten continuar una contienda, en la ción digna, que fue aceptada a cambio que más tiene que perder el mundo occi- del derecho de paso hasta Fuenterrabía. dental.

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David Herrador Gutiérrez. Licenciado en Derecho.

«Sus muertes no fueron en vano, todavía nos acordamos de ellos» Ghosts of Culloden (canción popular escocesa)

LA HISTORIA MILITAR ESPAÑOLA inmortal. Existen ciertamente cientos de a historia militar española contempo- actos de heroísmo individual y colectivo Lránea parece adolecer de algún tipo de unidades: desde el granadero Martín Ál- de complejo que la hace comportarse de varez defendiendo su bandera en la toldilla forma tímida y sin soltura al contemplar del San Nicolás de Bari hasta Idoia, Ger- el pasado. mán, Stanley, Rubén Alonso y Juan Suárez La falta de énfasis en el mantenimiento y otros muchos caídos en acto de servicio de algunas tradiciones puede deberse a en estos últimos años en las misiones de un cúmulo muy complejo de factores, del pacificación que España desempeña en te- que seguramente destacarían la confu- rritorios extranjeros lejanos, sin olvidar a sión entre jerarquía política y jerarquía los héroes de las Lomas de San Juan o a D. militar en diferentes periodos de la histo- Saturnino Martín Cerezo y sus irreducti- ria contemporánea y la excesiva partici- bles del Batallón de Cazadores Expedicio- pación de algunos militares en diversos narios nº 2, los últimos de Filipinas. procesos de cambio de gobierno, ejerci- Desgraciadamente, la mayoría de estas dos a través de la violencia (desde Riego a acciones se dieron en contextos bélicos Tejero, pasando por Martínez Campos, más amplios y de carácter luctuoso, que Primo de Rivera y Goded, Mola, etc). contribuyeron a fomentar una sensación A estos factores se podría unir la falta de de derrotismo y pesimismo al considerar episodios gloriosos, entendidos como bata- a nuestras Fuerzas Armadas. Se trató de llas culminadas con victorias de recuerdo desgraciados sucesos como los enfrenta-

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Geografía e Historia

mientos del Cabo San Vicente, Tudela, Se ve en el militar profesional, con in- Uclés, Ocaña, Santiago de Cuba, El Ba- dependencia de su cuerpo, escala y gra- rranco del Lobo, Annual, Monte Arruit, duación, a un ciudadano comprometi- etc, que llevaron la tristeza a miles de ho- do con la sociedad en la que vive: el gares españoles, generalmente de humil- trabajo directo a favor de la paz de los de condición en épocas especialmente pueblos, es un factor indudable de mo- decadentes de nuestra Historia. tivación.

Las glorias del pasado deben ser evocadas para animar a los hombres del presente

Ha habido guerras poco comprendidas Sin embargo, existen otros factores impor el pueblo español, sin contar siquiera portantes que contribuyen a sostener el las cuatro guerras civiles españolas de do- ánimo y el coraje en la profesión militar, loroso recuerdo. en la que el cansancio, la monotonía y ciertas formas de rechazo social hacen NUEVOS ENFOQUES presa en ocasiones. Un sueldo digno y Si esto ha sido así hasta hace unos una carrera profesional despejada ayudan años, las cosas empiezan a cambiar. Se ha bastante, pero no es del todo suficiente. descubierto y enfatizado la vertiente so- Es necesario algo más, algo que es mu- cial humanitaria de las Fuerzas Armadas. cho más intangible. En realidad siempre fue así y desde hace El conocimiento de los hechos que tiempo ya se reconocía de alguna forma. protagonizaron sus antepasados, las tradi- Terreno de Ocaña, amenazado por la expansión del pueblo

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ciones, constituyen ese aspecto intangible Del Ejército español se han dicho mu- de la motivación. chas cosas, pero no parece quedar claro su papel real en aquella guerra. TRADICIONES Era un Ejército similar a los de su épo- Las glorias del pasado deben ser evoca- ca, ni mejor ni peor al principio, pero que das para animar a los hombres del pre- adoleció de muchos fallos severos como sente. la falta de buenos cuadros de mandos La tradición constituye el recuerdo de (los coroneles de los regimientos eran en un pueblo mantenido por transmisión de muchos casos «jefes propietarios»), y de- padres a hijos. Es la noticia de un hecho masiado influidos por la política de la antiguo que pasa de generación en gene- Junta Central, una vez comenzada la gue- ración, por interés de las gentes en con- rra; con un sistema de dotación de efecti- servar esa noticia. vos según avanzaba la guerra, absoluta- Dicen las Reales Ordenanzas de las mente desmoralizador (llegó a hablarse Fuerzas Armadas que el espíritu que ani- de cordadas de conscriptos), y una penu- ma a la institución militar se refuerza con ria sistemática en el aspecto material de los símbolos transmitidos por la Historia, y la milicia: armas, pertrechos y soldadas. los símbolos fortalecen la voluntad, exaltan No obstante, este Ejército tan deficien- los sentimientos e impulsan al sacrificio1. te fue capaz de sobrevivir casi siete años

La tradición constituye el recuerdo de un pueblo mantenido por transmisión de padres a hijos

Se reconoce que los ejércitos de Espa- de guerra sin desmayo, con muchos alti- ña son herederos y depositarios de una bajos, eso sí, y eficazmente auxiliado por gloriosa tradición militar. Se llega a decir los aliados anglo-portugueses. incluso, que el homenaje a los héroes Este es el tipo de tradiciones de las que que forjaron esa tradición militar es un habría que hablar a los hombres de las deber de gratitud y un motivo de estímu- Fuerzas Armadas actuales de vez en cuan- lo para continuar su obra2. do. Cuando sientan cierto desánimo en la actividad diaria, es bueno tratar de «poner- LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA se en el uniforme» de uno de aquellos de La Guerra de la Independencia consti- nuestros antepasados que defendían la na- tuye precisamente un periodo en nuestra ción en momentos tan difíciles y pensar historia reciente, muy rico en aconteci- en los logros de los que fueron capaces. mientos militares, muy desconocidos pa- El pueblo ayudó, y mucho, pero el peso ra el gran público, y a salvo de cualquier principal de la guerra recayó en el Ejército. ambigüedad política en su interpretación. Se olvida con frecuencia, porque la Se trata de sucesos militares cuya justicia Historia así lo ha simplificado, que el para España queda fuera de toda duda. Ejército francés no estuvo en condiciones

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de penetrar en Andalucía hasta 1810 y LOS CAMPOS DE BATALLA que sólo después de triturar al Ejército Algo que da buen resultado en otras español en Ocaña fue capaz de avanzar, naciones para mantener el recuerdo es la que Tarragona no cae hasta 1811 y Valen- protección del terreno donde tuvieron lu- cia hasta… ¡1812! gar acontecimientos históricos de gran re- Estos obstáculos para el avance francés lieve. no fueron interpuestos por el Ejército Parece que un lugar donde han sucum- aliado anglo-portugués o solo por la gue- bido varios miles de ciudadanos españo- rrilla. Fue el Ejército regular español el les, con nombres y apellidos como los ac- causante de la amenaza, aunque siempre tuales (sorprendería comprobar que un maltrecho y en pésimas condiciones de listado de bajas de cualquier acción de la combate. época, apenas diferiría de un pase de lista Aunque tácticamente se cometieron en cualquier unidad militar moderna), a numerosos errores durante el desarrollo solo seis generaciones de distancia (es de- de los enfrentamientos, abundan bastan- cir, que nuestros abuelos conocieron a los tes ejemplos de gran valor y heroísmo hijos de aquellos), en defensa de la liber- por parte de algunas unidades. tad de su nación (las guerras políticas Muchas naciones conocen su historia vendrían después, en esta todavía había militar y la respetan y alientan a través de pureza de planteamientos), en una guerra gran cantidad de reliquias. En España no de absoluta justicia, reconocida por todos, predomina esta actitud y en algunos lu- aliados y enemigos, alguna enseñanza po- gares, las armas y banderas han cedido su dría aportar. espacio a las pinturas. Pero, precisamente Estos lugares son absolutamente desco- porque los tiempos van cambiando y las nocidos para la mayoría de la gente, e in- Fuerzas Armadas se perciben desde otras cluso para muchos militares y aficiona- perspectivas, podría ser buen momento dos a la historia militar. Sin embargo, se para empezar a desarrollar esta labor. trata de verdaderos santuarios sagrados

Almonacid de Toledo

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de la Historia de España. Son sus campos fícil apreciar la huella de la batalla en su de batalla. terreno. Es mucho más fácil en los del si- La Historia de España (entendida como glo XX, con sus líneas de trincheras, crá- Historia de la Península Ibérica) es muy ri- teres de bombas, blocaos de hormigón, ca en acontecimientos bélicos, pues desde etc. la época de la conquista romana hasta la De los antiguos no queda más que el Guerra Civil de 1936, raro ha sido el siglo recuerdo y, en ocasiones, algún reflejo en que no ha conocido la guerra en territorio la toponimia. Suele tratarse de plácidos nacional. Con una historia bélica tan rica campos de labor atravesados por carrete- no es extraño contar con cientos de cam- ras y caminos modernos, a los que en pos de batalla, aunque apenas una docena ocasiones se ha arrancado algún trozo en sean bien conocidos. forma de polígono industrial o urbaniza- La transformación del país en estos úl- ción, cuando no ha caído por entero ab- timos años ha destruido muchos de estos sorbido en la periferia de la ciudad. campos. Los vecinos de los lugares en Es difícil imaginar que en aquellos lu- que se encontraban, más por ignorancia gares lucharon, agonizaron o murieron que por desidia, han consentido su des- miles de hombres. trucción o alteración profunda. Esta es la Por centrarnos en el periodo de la Gue- verdadera raíz del problema, la ignoran- rra de la Independencia, podemos repa- cia que lleva al olvido. sar someramente el estado de algunos de Los campos de batalla antiguos, ante- ellos. riores a la era del maquinismo en el siglo Poca gente sabe que cuando se circula XX, suelen cicatrizar rápidamente y es di- por la Carretera Nacional IV, camino de Andalucía se atraviesa limpiamen- Los Arapiles. Campo de batalla te el campo de batalla de BAILÉN, en la provincia de Jaén, por la derecha de la posición española. El crecimiento del pueblo, la carretera, alguna ladrillera y numerosas casas aisladas han modificado de forma importante el lugar. Existen algunos monumentos en el municipio y anualmente se conme- mora la batalla, lo que ha hecho famoso el lugar en todo el mundo, con gran implicación de las autoridades municipales y militares, que se han dado cuenta de la importancia histórica del acontecimiento. Esta misma autovía, a su paso por la localidad manchega de OCAÑA, en la provincia de Tole-

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do, bordea el campo de batalla donde, campo de batalla con indicación de las salvo que alguien corrija esta afirmación, posiciones de los ejércitos. Debe decirse ha tenido lugar la mayor derrota de un también, en justicia a la verdad, que en ejército español en toda su historia, cerca este caso la implicación británica para re- de 15.000 muertos, heridos o prisioneros. cordar a los suyos ha sido muy grande. Hoy día, como entonces, el terreno lo El terreno en los ARAPILES, en la pro- constituyen campos de labor, de cereal vincia de Salamanca, está relativamente in- fundamentalmente, aunque empieza a tacto, y es el único campo de batalla que estar modificado de forma peligrosa por cuenta con una página web propia, en la la expansión del pueblo, el crecimiento que se dice: «Wellington lo reconocería inde los polígonos industriales y un par de mediatamente si pudiera verlo en pleno nuevas carreteras de mejora de acceso a siglo XXI». La construcción de la Autovía la localidad. de la Vía de la Plata y una carretera entre Lo mismo sucede con el campo de ba- Calvarrasa y Arapiles han hendido el terre- talla de TALAVERA, en la provincia de To- no y el anuncio del desarrollo de una fase ledo. Está atravesado en su centro mismo de ampliación de un polígono industrial por la Nacional V. En la cima del cerro de la ciudad de Salamanca, pende peligro- Medellín, por cuyo dominio se produje- samente sobre la zona. ron los combates más sangrientos, se ha construido una casa. El crecimiento del Se reconoce que los ejércitos de pueblo ha ocupado prácticamente la mi- España son herederos y tad de la extensión de la línea de batalla depositarios de una gloriosa y la construcción de un pantano ha tradición militar anegado todo el extremo derecho de la posición francesa. No obstante queda bastante reconocible y de hecho, un impresionante monumento conmemorativo La zona central de la batalla, la com- en la zona de la retaguardia de la posi- prendida entre los dos montes, el Arapil ción aliada recuerda al visitante la gesta. Grande y el Chico, está protegida por su En este caso hubo una implicación im- declaración como Sitio Histórico del Pa- portante de las autoridades militares y trimonio Histórico Nacional, a instancias municipales para conseguir esta protec- de la Diputación Provincial de Salamanca ción. en 1994. La actividad de protección y fo- El campo de batalla de la ALBUERA, mento, desarrollada por el municipio de en la provincia de Badajoz, con cierta Arapiles y una organización voluntaria, sensibilidad se ha podido mantener rela- contribuye decisivamente a la protección tivamente intacto, al menos en su parte del lugar. Esta asociación gestiona un au- central. En el pueblo hay cierta concien- la de interpretación de la batalla donde, cia de su importancia. Los campos de la- de forma modesta, se exhiben varios ob- bor donde se produjo la batalla lo siguen jetos de época y se ofrece información so- siendo, y existen cinco monumentos con- bre la batalla. Gran parte del terreno se memorativos que recuerdan la batalla, quedó fuera de la protección, sin embar- entre ellos un mural de cerámica del go, incluyendo el lugar de la aniquilación

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de las divisiones francesas de Maucun y El ejemplo de Somosierra y Arapiles Thomières que precipitó la derrota fran- pueden constituir un referente en lo que cesa. a la actuación de los poderes públicos se A pesar de todo el grado de protección refiere en materia de protección de bie- conseguido es elevado y al menos permi- nes inmuebles por su carácter histórico. te concebir esperanzas en cuanto a la Mucho más al Sur, el terreno en que se sensibilización de las autoridades compe- desarrolló la batalla de CHICLANA, en la tentes en dicha protección. Esto es im- provincia de Cádiz, desgraciadamente portante sobre todo cuando se considera constituye precisamente el ejemplo de que las bajas españolas en la batalla ape- destrucción y olvido. Hasta hace apenas nas fueron de unos seis hombres frente a una década se encontraba intacto casi en los cerca de 20.000 muertos, heridos y su totalidad, cubierto por un espeso pinar prisioneros entre los aliados anglo-portu- atlántico y bosques de eucaliptos. Hoy gueses y los franceses. día lo cubren varios resorts turísticos y un

El homenaje a los héroes que forjaron esa tradición militar es un deber de gratitud y un motivo de estímulo para continuar su obra

La importancia histórica de esta batalla campo de golf. Sobreviven apenas unas está fuera de toda duda, pues señala el parcelas sueltas, se cree que a la espera punto de inflexión en la marcha de los de un mejor momento urbanístico, la to- acontecimientos militares en la Penínsu- rre del Puerco y muy poco más. No obs- la, por lo que ha sido un acierto su pro- tante en la cumbre del cerrillo conocido tección jurídica atendiendo exclusiva- como loma del Puerco, donde se produjo mente al valor de los acontecimientos allí el enfrentamiento más violento, existe un acaecidos el 22 de julio de 1812. sencillo monumento con una placa que En cuanto a la batalla de SOMOSIE- informa de lo allí acontecido, con unos RRA, la Carretera Nacional-I serpentea de pocos metros cuadrados de superficie cu- forma paralela al valle-garganta en que se biertos de vegetación. desarrolló, pero los lugares siguen prácti- Existen otras batallas, menos conocidas camente intactos y la ubicación en que por el gran público pero que marcaron el se encuentra parece pronosticar cierto momento de máximo esfuerzo y sufri- grado de conservación en el futuro. Este miento del Ejército español en aquellos terreno es el segundo y último vinculado difíciles años: Tudela, Gamonal, Espinosa a una batalla que tiene también la conside los Monteros, Medina de Rioseco, deración de Sitio Histórico, a instancias Uclés, Almonacid, Baza, Medellín, etc. de la Comunidad Autónoma de Madrid. Son batallas menos conocidas, segura- El lugar, gracias a ello, ha sido objeto de mente por no haber sido tan decisivas, prospecciones arqueológicas para descu- haber constituido estrepitosas derrotas es- brir vestigios de la batalla y reconstruir pañolas, no haberse dado cerca de los adecuadamente el pasado. principales ejes de progresión de las ope-

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Los Arapiles raciones hacia el interior o, y esto sería lo más triste, no haber tenido participación británica. El problema es que se carece de más protección que la mera califi- cación del suelo en el Plan Gene- ral de Ordenación Urbana de los municipios.

ACCIONES Procede plantearse ante este panorama de «protección casual» en la ma- Un buen estudio arqueológico daría yoría de los casos, qué artificios o meca- lugar a la dotación de esos museos temá- nismos legales podrían plantearse para ticos o centros de visitantes que podrían conservar y explotar culturalmente este crearse, o al menos completarían de for- tipo de lugares. ma importante los museos municipales o Solo el convencimiento de los propios provinciales. La prospección arqueológica habitantes de las zonas en que se en- oficial además evitaría la acción de los te- cuentran, puede conllevar a una verdade- midos depredadores del patrimonio his- ra salvaguarda del entorno. El convenci- tórico arqueológico, los «piteros» o «de- miento llega cuando se toma conciencia tectoristas», que con sus aparatos y el de la importancia histórica de los lugares apresuramiento que imprime la culpabi- por el simple hecho de la gravedad de los lidad destruyen los yacimientos donde sucesos allí acontecidos en el pasado. encontrar municiones, restos de unifor- Esto se consigue con la organización de mes y equipos militares, y en ocasiones seminarios, encuentros, foros, la creación también restos humanos. de museos temáticos, recreaciones de épo- Todo esto, lejos de dañar los parajes ca y cualquier otra forma de atracción de conduciría a su protección rentable. turistas o estudiosos, al modo de la ruta Como ejemplo se incita a cualquier del vino de la Rioja o de los castillos naza- lector a visitar, al menos cibernéticamen- ríes en la Andalucía del Alto Guadalquivir. te, para saber de qué se está hablando, los Supondría la conversión de un campo campos de batalla de Culloden, Gettys- de labor anodino en un centro de atrac- burg, Waterloo o Austerlitz (y se han cita- ción de visitantes, donde contemplar el do deliberadamente batallas localizadas escenario en el que en el pasado deja- en Gran Bretaña y Estados Unidos, por ron su vida varios miles de hombres por un lado y batallas localizadas en Bélgica y la forma de libertad que creían más jus- Checoslovaquia, países de tradiciones ta. La mera contemplación se puede menos militaristas). Todos ellos cuentan complementar también con la informa- con espectaculares centros de visitantes ción adecuada, las visitas guiadas, el donde se organizan visitas guiadas y se aprovisionamiento y el descanso, es de- puede encontrar información especializa- cir, el turismo de calidad que busca lo da sobre el acontecimiento y la época. Se específico. trata desde luego de una concepción mu-

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seística diferente de la que apenas se sabe ación del expediente administrativo co- en España, mientras que a nuestro país rrespondiente y consiste, con carácter acuden cada año cientos de británicos a general, en lo siguiente respecto a los bie- realizar la ruta de Wellington, desde Lis- nes inmuebles, que son los que aquí nos boa a Vitoria. interesan: La fórmula más adecuada en el orde- - Obligación, por parte del propietario de namiento jurídico español es el reconoci- conservar el bien, facilitando el acceso al miento de los lugares como Sitios mismo de los ciudadanos y la investiga- Históricos, al modo de Arapiles y Somo- ción oficial y expropiación por interés sierra. social en caso de incumplimiento de es- Sitio Histórico es el lugar o paraje na- ta y demás obligaciones por parte de los tural vinculado a acontecimientos o re- propietarios. cuerdos del pasado, a tradiciones popula- - Prohibición de remoción, traslado o res, creaciones culturales o de la cualquier otro tipo de actuación, inclu- naturaleza y a obras del hombre que po- yendo obras menores, sin autorización sean valor histórico, etnológico, paleonto- del órgano tutelar. lógico o antropológico. - Suspensión de la concesión de licencias Indudablemente un campo de batalla de obra y suspensión de efectos de las en el que se ha combatido por salvaguar- ya concedidas. dar la soberanía e identidad nacional, en - Modificación de los PGOU por parte de el que han fallecido miles de compatrio- los ayuntamientos afectados, en caso de tas, bajo la misma bandera que la actual3, conjuntos de inmuebles o zonas am- parece que responde a esa definición de plias, para adaptar dichos planeamien- lugar vinculado a acontecimientos del pa- tos a los planes de protección. sado que posee valor histórico. En definitiva, la ley pretende asegurar la La Ley 16/85 de Patrimonio Histórico protección y fomentar la cultura material Español dispone que los bienes más rele- debida a la acción del hombre. Esta cultu- vantes del Patrimonio Histórico deben ra material está constituida por el conjun- ser inventariados o declarados de interés to de bienes que en sí mismos han de ser cultural. apreciados. Su valor, según destaca el pre- Constituye el Patrimonio Histórico el ámbulo de la ley, lo proporciona la estima conjunto de bienes, muebles e inmuebles que merece a la sensibilidad de los ciuda- acumulados a lo largo del tiempo. Pue- danos. Es por tanto el aprecio de los ciuda- den ser de tipo artístico, histórico, paleon- danos lo que revaloriza el lugar, y este va- tológico, arqueológico, documental, bi- lor deriva del conocimiento. bliográfico, científico o técnico. Debido a Para concluir, la instrucción en las tra- esta diversidad, se conocen también co- diciones puede aportar elementos nuevos mo bienes culturales. a las nuevas generaciones, sin caer en el La declaración de un bien como de in- ridículo ni en extraños cultos al pasado. terés cultural supone la individualización Se trata sencillamente de recordar a para ese bien concreto de la protección nuestros antepasados, a nuestros mayores que otorga la Ley de Patrimonio Histórico. que vivieron una de las etapas más difíci- Esta protección se otorga desde la inco- les de la Historia de nuestra nación.

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Quien olvida a los suyos no merece he- «No quisieron servir a otra bandera, redar el futuro que estos le legaron. no quisieron andar otro camino, Existen instrumentos jurídicos para no supieron morir de otra manera» poder asegurar que los lugares vincula- dos a sus gestas, triunfos y sufrimientos NOTAS se conserven. Se les recuerda en cada 1 Artículo 17- Ley 85/78. acto de homenaje a los caídos en el ám- 2 Artículo 16- Ley 85/78. bito castrense y se les honra a través de 3 El artículo 4 de la Constitución de 1978 la llama permanente; pero sus restos se confirma prácticamente la bandera de encuentran en aquellos plácidos cam- la Armada Española vigente desde 1785. pos de labor, olvidados ya por casi to- 4 Mesonero Romanos, Ramón. Memorias dos. de un Setentón. Campos que, en descripciones contem- 5 Conde de Toreno. Historia del Levanta- poráneas, no cabe lugar a dudas de lo miento, Guerra y Revolución de España. que fueron en su momento. Esta es una 6 Apollinaire Fée, Antoine Laurent. Re- descripción del campo de batalla de los cuerdos de la guerra de España, lla- Arapiles: mada de la Independencia (1809- «Pisamos, pues, aquellas célebres aun- 1813). que modestas heredades, hallándolas casi yermas, si bien sembradas de huesos y es- BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES queletos de hombres y caballos, de balería - Ley 85/78 de 28 de diciembre que de todos calibres, y de infinitos restos de aprueba las Reales Ordenanzas para las equipo militar. Era un inmenso cemente- Fuerzas Armadas. rio al descubierto, que se extendía por al- - Ley 16/85 de Patrimonio Histórico Es- gunas leguas a la redonda, y que ofrecía pañol. un horroroso espectáculo, capaz de poner - La Guerra de la Independencia (1808- miedo en el ánimo más esforzado».4 1814). Ministerio de Defensa. Dirección En otra descripción, al recordar el cam- General de Relaciones Institucionales, po de batalla de Medellín, nos cuentan: 2007. «Durante mucho tiempo los huesos de - II Seminario Internacional sobre la los que allí perecieron se percibían y Guerra de la Independencia, Madrid, blanqueaban, contrastando su color ma- 24-26 de octubre de 1994. Ponencia ti- cilento, en tan hermoso llano, con el ver- tulada «La Guerra de la Independencia: de y matizadas flores de la primavera».5 la memoria y el recuerdo. Ministerio Esta es la descripción que da un oficial de Defensa. Secretaria General Técnica, francés del campo de batalla de Ocaña: 1996. «Pasábamos los día en total ociosidad. - www.culloden.org.uk Nuestros paseos nos llevaban a veces al - www.gettysburg.com campo de batalla donde los españoles - www.waterloo1815.be/en/waterloo habían sufrido su más cruel y completa - www.losarapiles.com derrota. Podían verse en abundancia todo - www.valencia1808.com tipo de restos, incluso osamentas huma- - www.mcu.es/bienes nas».6 -www.madrid.org/dgpha/patrimonio_arq.

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Jesús María Ruiz Vidondo. Doctor en Historia.

a historia de Navarra se encuentra re- Lpleta de nombres que sirvieron en el oficio de las armas y que dejaron gran huella dentro de las unidades en las que sirvieron. En el siglo XIX diferentes personajes ilustres tuvieron en el Ejército su profesión y su fama: Joaquín Elío y Ezpe- leta, Carlos Espinosa de los Monteros, Francisco Espoz y Mina, Juan Antonio Guergué y un largo etcétera. De entre ellos, uno de los generales que menos se ha estudiado es don Juan Antonio Zara- tiegui Celigueta cuyo bicentenario se cumplió en 20041.

ZARATIEGUI HASTA LA I GUERRA CARLISTA Era un hombre perteneciente a una buena familia navarra. Nació en Olite el 27 de enero de 18042. De niño jugaba a la guerra por sus calles con otros niños y siempre ocupaba un lugar destacado en la acción, siendo la mayoría de las veces el jefe por elección de los demás. Fueron años de su vida en los que la guerra estuvo muy General Zaratiegui presente en la vida de los habitantes de

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Olite, y en general de toda Navarra y Espa- El 17 de junio de 1823 los constitucio- ña, sobre todo con la Guerra de la Inde- nales sufrieron una grave derrota en Ta- pendencia. En 1859, Zaratiegui recordará marite. Zaratiegui fue el primero que pe- la entrada de la Caballería francesa en el netró en el pueblo. Los enemigos eran pueblo en el que nació, cómo fueron ma- 700 infantes, 120 caballos y dos piezas de tando a los habitantes, y cómo su familia y artillería pertenecientes a la guarnición él huyeron con sus enseres hacia uno de de Lérida. La acción de Zaratiegui le su- los pueblos cercanos para no morir a ma- puso recibir la Cruz de Primera Clase de no de las tropas francesas. La vanguardia la Real y Militar Orden de San Fernando, francesa, compuesta por la Caballería po- por su comportamiento fue recomenda- laca, cargó y alanceó a los habitantes. do, mandando la Regencia que se le die- Durante el régimen constitucional de ran las gracias. Zaratiegui permaneció en 1820 a 1823, Zaratiegui se unió a las tro- el Cinca desde el 1 al 12 de octubre, y pas realistas. Zaratiegui se incorporó con participó en diferentes acciones contra otros 50 hombres de Olite a la partida de los jefes constitucionales Barber y San Lorenzo Unzué, que se había presentado Miguel. Desde el 12 de octubre al 30 es- en la localidad para la recluta. El 30 de tuvo en el bloqueo de Lérida. Aquí termi- junio de 1822 tomó las armas Zaratiegui na su participación en este período. como voluntario y rápidamente fue nom- Zaratiegui en su obra Vida y hechos de brado soldado distinguido por sus méri- Don Tomás de Zumalacárregui, publica- tos. Marchó a unirse con las fuerzas que da en 1845 afirmaba que «la memoria organizaba Santos Ladrón, y le agregaron nos recuerda la profunda impresión que al Tercer Batallón de Navarra. Fue su se- las hazañas de Mina y de sus capitanes cretario y redactó el diario de operacio- hacían en los sencillos corazones de los nes. Desde ese 30 de junio de 1822 hasta de nuestra misma edad» y que al alzarse el 26 de febrero de 1824 permanecerá en en 1822 la bandera en Navarra contra el la División de Navarra. El 19 de julio de sistema constitucional: «Fueron entonces 1822 ascendió a subteniente, por méritos los discípulos de la escuela de Mina los y por el servicio realizado. caudillos y maestros de aquella nueva Participó en diferentes acciones milita- milicia, del mismo modo que los de ésta res y el 1 de enero de 1823 ascendió a te- deberían serlo un día de la milicia veni- niente por su cuidada redacción de Zara- dera»3. tiegui del diario de operaciones y fue Al acabar la guerra fue a Madrid con su destinado a la 2ª Compañía del Cuarto general Santos Ladrón, se le ratificó de Batallón Ligero de Voluntarios. Nada más subteniente y teniente y se le dio el abo- alcanzar esta graduación participó en las no de la campaña del doble tiempo des- acciones de Muniáin de la Solana y Mo- de el 1 de julio de 1822, siendo condeco- rentin el 7 de enero y el 9 de enero en rado con la Cruz de Fidelidad Militar de Estella. En una de estas acciones atravesó 2ª clase y en 1825 con la Cruz de San ambas líneas para llevar órdenes. Sufrió el Fernando de 1ª clase por su comporta- fuego del enemigo y logró capturar una miento en las acciones de Larrasoaña y gran cantidad de prisioneros. Tamarite en 1823.

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Santos Ladrón tomó posesión del go- 1826. Ascendió a Capitán el 13 de sep- bierno de Pamplona. Zaratiegui que ha- tiembre de 1826 por sus servicios en los bía estado agregado al depósito de inváli- años 1822 y 1823. dos hábiles de Madrid, pasó a la De 1827 a 1831 siguió con el Regi- Inspección General de Infantería siendo miento en observación, en el Tajo y en las Inspector jefe el general Aimerich. Aime- guarniciones de Zaragoza, Valencia, Car- rich fue reemplazado por el general Llau- tagena, Manresa, Vich, Seo de Urgel, Ge- der, que propuso variar el personal de sus rona, y otros puntos, estrechando sus rela- oficinas. Fue Zaratiegui, a causa de sus ciones con Zumalacárregui, teniente antecedentes realistas, uno de los que su- coronel del mismo cuerpo, que había ya frieron la reforma, por lo que tuvo que ir- servido con él a las órdenes de su primer se a su regimiento que era el de Infante- general y mereciendo el aprecio de sus ría Ligera de Cazadores del Rey nº 1 que jefes. Estuvo en el Regimiento de Infante- se hallaba en Zaragoza en septiembre de ría del Rey hasta el 11 de mayo de 1831

Zumalacárregui

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en que fue trasladado al Regimiento de Zaratiegui pidió pasaporte para Pam- Voluntarios de Navarra 6º Ligero que se plona y marchó a esperar el pasaporte a hallaba en Pamplona. Zamora. Allí residió dos meses. Tras estos Incorporado a Pamplona con su nuevo dos meses se le informó de que debía regimiento, el general Llauder, Virrey de acudir con su solicitud al Capitán Gene- Navarra, le ofrece una buena acogida y ral de Castilla la Vieja, duque de Castro- un mes de licencia para visitar a su fami- terreño, el cual le concedió el pasaporte lia, puesto que había faltado muchos en Valladolid, adonde se trasladó con este años de los suyos. Estaba en Olite cuando objeto. Una grave enfermedad puso su vi- el 15 de septiembre el Virrey, a petición da en peligro. Retrasó su marcha y se de- de la Diputación General de Navarra, le tuvo en Valladolid donde encontró a San- confiere el encargo de plantear la Secreta- tos Ladrón que estaba allí de cuartel. ría de la Subinspección de los Cuerpos Restablecido de sus dolencias, pasó a de Voluntarios de Realistas, que con el Pamplona donde la Diputación de Nava- nombre de columna móvil se había crea- rra le nombró Secretario de la Subinspec- do, lo que realizó en cuatro meses con ción de Voluntarios Realistas, en cuyo plena satisfacción de las autoridades. destino y a los pocos días cae de nuevo En enero de 1832 se incorporó a su re- enfermo. gimiento en León, y marchó con él a Ga- licia donde iba destinado, pasando luego ZARATIEGUI EN LA de Lugo a Zamora según orden recibida. I GUERRA CARLISTA El 6º Ligero iba a formar parte del Ejérci- A mediados de septiembre se restable- to de observación que por segunda vez se ció y se dirigió a Barcelona para solucio- organizaba en la frontera de Portugal a nar encargos de la Diputación de Navarra las órdenes del teniente general Pedro sobre el equipo de los voluntarios realis- Sarsfield, quien había dado orden al en- tas. El Capitán General de Cataluña, ge- tonces coronel Carlos Tolrá, luego maris- neral Llauder, sospechando que pudiera cal de campo, de colocar sobre la frontera ir a Cataluña por asuntos políticos le lla- un oficial experto para desarrollar una mó a su presencia, tras lo cual le hizo vi- importante comisión. Fue elegido Zara- gilar. Al enterarse de la muerte de Fernan- tiegui y se situó en Saucelle con una pardo VII y tras una serie de peripecias tida. Zaratiegui logró llegar a Pamplona y en- Estaba con su regimiento en Salaman- trevistarse con Zumalacárregui. Los dos ca en 1833 cuando fue separado de él en escaparon de Pamplona por diferentes ví- abril de 1833 por disposición del Inspec- as. El 14 de noviembre Zumalacárregui tor General del Arma. Los cambios que fue elevado al mando de las tropas carlis- se sucedieron a la enfermedad de Fernan- tas de Navarra y nombró a Zaratiegui su do VII en septiembre del año anterior ha- ayudante general. Redactó y escribió las bían hecho muy frecuentes estas separa- proclamas, órdenes, partes y correspon- ciones, sobre todo de aquellos oficiales dencia y a caballo leía a las fuerzas las que por su procedencia de filas realistas alocuciones que Zumalacárregui autori- en 1823 no inspiraban confianza. zaba con su firma. Acompañó a Zumala-

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cárregui hasta su muerte en el cerco de las tropas, logró que a sus fuerzas, se in- Bilbao. corporaran tropas de los sitios por los Fue ascendido a teniente coronel y des- que pasaba. Realizando el amago de ocu- tinado como primer ayudante de Estado par Valladolid, lo que hizo fue dirigirse a Mayor en las filas carlistas el 18 de di- Segovia. A las propuestas de Zaratiegui, la ciembre de 1833. El 1 de enero de 1834 ciudad contestó con cañonazos. Segovia ascendió a coronel y como ayudante ge- era defendida por milicianos nacionales y neral de Zumalacárregui participó en to- una escasa guarnición con una reducida das las acciones de este. compañía de cadetes del Colegio de Arti- Tras la muerte de Zumalacárregui, estu- llería. Resistieron durante tres horas, al vo a las órdenes del segundo general Era- cabo de las cuales Zaratiegui mandó so y luego como ayudante general del Es- acercar las escalas a las murallas y las to- tado Mayor de Moreno. Moreno le mó por asalto, con algunas bajas. Los pri- propuso para brigadier, grado que logró el meros carlistas que entraron saquearon 6 de octubre de 1835. El 16 de diciembre las casas más próximas en especial las de 1835 por la acción vigorosa del 6 de tiendas. Zaratiegui con admirable energía noviembre en el campo de Viana, recibió restableció la disciplina logrando grandes la Real y Militar Orden de San Fernando simpatías entre la población. de Primera Clase. En el Alcázar se habían retirado los En 1836 Zaratiegui fue jefe de Estado empleados, los nacionales, el colegio mili- Mayor de la Brigada de Castilla, y luego tar y las personas más acomodadas. Esa jefe de la 1ª Brigada de Navarra. Por ma- misma noche hubo negociaciones y se yo fue nombrado Comandante General llegó a una capitulación generosa en la de la derecha del Arga, mando de mayor que obtuvieron los sitiados su libertad y importancia y en el que se condujo con sus bienes. Zaratiegui conservó el edificio tanta actividad y acierto que logró poner y lo que albergaba. término a las correrías del general Iriba- A las 24 horas de la ocupación ya ha- rren al mando de la división de la Ribera. bía tranquilidad en Segovia. Funcionaban En un alarde de valor, atravesó la línea de todos los establecimientos incluso el tea- las tropas liberales, en una isla del Ebro, tro. Sastres y zapateros trabajaban para junto a Calahorra, batió a un destaca- los carlistas. Creó un batallón con el mento de Caballería haciendo varios pri- nombre de Segovia, y en cinco días se sioneros. Más tarde fue nombrado segun- alistaron en él 800 hombres, en su mayo- do Comandante General de Navarra y ría estudiantes. Este cuerpo fue uno de venció a varios generales liberales. los que más se distinguió y permaneció Su mayor mérito militar en esta guerra hasta el final de la guerra. fue la expedición interior de las Castillas. El fin estratégico de Zaratiegui no era Fue la expedición más reducida, entre to- solamente ocupar Segovia. Su principal das las que realizaron los carlistas en Es- objetivo era llamar sobre sí una parte de paña, en número de tropas y la más bri- las tropas que convergían sobre la expedi- llante con rápidos e importantes triunfos. ción principal de D. Carlos, la llamada Zaratiegui, con su facilidad para arengar a expedición real que buscaba la toma de

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Madrid. Zaratiegui estuvo a punto de to- El 8 de junio de 1849 regresó a España mar Ávila y más tarde, lo logró. gracias a una amnistía muy amplia y generosa. Le reconocieron graduaciones y con- EXILIO, REGRESO Y MUERTE decoraciones. Fue revalidado como maris- La tardanza en ayudar a D. Carlos pro- cal de campo el 8 de octubre, aunque vocó que fuese apresado en su retiro de las otras fuentes hablan del 30 de mayo de Vascongadas, fue encarcelado en la prisión 1850. Tenía muchos amigos en Andalucía de Zúñiga y escoltado, más tarde, al fuerte por lo que decidió conocer la región. de Arciénaga donde sufrió un consejo de El 16 de octubre de 1850 Isabel II ratifi- guerra. Entre 1840 y 1849 permaneció exi- có la Gran Cruz de Isabel la Católica con liado en Francia e Italia. En 1845 escribiría la que había sido agraciado en el Ejército Vidas y hechos de D. Tomás de Zumalacá- carlista en 1837. Isabel II le calificó «como rregui que se publicó en Madrid y París, al más fiel de mis generales, sabiendo lo por el que sería conocido en toda Europa. que has hecho por mi tío». Vivió en Ma- Modelo de literatura militar, en él resalta el drid en la calle Sacramento nº 5 durante genio de su querido general y amigo, así 17 años y pasaba temporadas en Andalu- como el cariño que le profesaba. cía. Zumalacárregui

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El general Zaratiegui fue Presidente del evitar las filtraciones de miembros con- Consejo de Guerra de oficiales generales trarios a Isabel II a través de los Pirineos. que juzgó la causa del general Prim en Nada más llegar a su cargo, sufrió la inva- 1867. Isabel II le pidió que fuese indulgen- sión de la frontera por Moriones en el Pi- te. El 20 de marzo fue nombrado Gober- rineo, donde los revolucionarios mataron nador Militar de la isla de Menorca y de la al general Manso de Zúñiga. Su labor en plaza de Mahón porque Narváez, Ministro Aragón le granjeó las felicitaciones del ge- de la Guerra y Presidente del Consejo de neral Narváez y del general Mayalde. Por Ministros, quería un buen general en una los servicios de mariscal de campo, sien- plaza muy importante por las filtraciones do Capitán General de Aragón, se le pro- de extremistas. Reforzó ciertos fortines, so- movió a teniente general en vacante por bre todo la fortaleza de la Mola, y contuvo la muerte de los tenientes generales Pe- las conspiraciones extremistas. dro Pastors y Sala y Manuel Crespo y Ce- Fue nombrado Capitán General de brián el 11 de abril de 1868, por orden Aragón el 28 de septiembre de 1867 para del ministro Narváez. Imagen de la Iª Guerra Carlista

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Alcázar de Segovia

Días antes del destronamiento de Isa- Utrera, Sevilla, como consecuencia de un bel II en 1868, el ministro Concha le ataque en 1869. Zaratiegui está enterrado nombra Director General de la Guardia en la cripta de la Iglesia de Santa María Civil. En sus planes estaba infiltrar la orde la villa de Utrera junto a su esposa y ganización que planeara Zumalacárregui madre política. en la Guardia Civil, pero solamente estuvo del 29 de septiembre al 25 de octubre NOTAS de 1868. Al caer Isabel II, el general Serra- 1 El general de brigada Miguel Alonso no, duque de la Torre, le pidió que conti- Baquer y VV.AA. Vascos y navarros en nuara en el cargo de Director General de la historia de España, Laoconte, Pam- la Guardia Civil, a lo que se negó. Sola- plona, 2008. 2 mente estuvo un mes al mando de la Be- Toda la información sobre la vida del nemérita. Desde ese momento dejó de la general Zaratiegui se han tomado del vida pública. Archivo General Militar de Segovia, Tras la revolución de septiembre de Sección 1ª, Legajo Z-187 y de diferen- 1869, lleno de achaques y con la salud tes cajas del Archivo General de Nava- muy quebrada, se retiró a Sevilla, aunque rra, Fondo Zaratiegui. ofreció a don Carlos su espada y sus ser- 3 ZARATIEGUI, J. A. Vida y hechos de vicios. Figuraba en el centro militar cató- Don Tomás de Zumalacárregui. Sarpe, lico monárquico de Madrid. Murió en Madrid, 1986, p. 17.

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José Enrique López Jiménez. Teniente Coronel. Ingenieros. Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología.

a historia de la colonización africana Cabo y Natal. Colindantes con estas esta- Ldurante los siglos XIX y principios del ban las repúblicas bóers de Transvaal y XX, supuso en ocasiones para algunas Orange que mantenían disputas fronteri- potencias europeas la derrota de sus ejér- zas con las fuerzas del Reino Unido y con citos a manos de enemigos tribales y es- los guerreros del Reino Zulú. En la déca- casamente armados. Los españoles sufri- da de 1870 se descubrieron diamantes en mos el Desastre de Annual, pero italianos la zona, lo cual agravó el problema. e ingleses también padecieron sus «parti- Cuando en 1877 los ingleses se anexiona- culares desastres de Annual», los primeros ron Transvaal, heredaron las disputas fueron derrotados por los abisinios en fronterizas con los zulúes que para el Al- Adua y los segundos por los zulúes en to Comisionado británico, sir Henry Bar- Isandlwana. Es precisamente aquí donde tle Frere, solo se resolverían con un en- comienza nuestro relato. Tras la masacre frentamiento bélico. En diciembre de de cerca de 1.300 soldados británicos, los 1878 los representantes de Frere presen- zulúes se dirigieron al puesto de Rorke’s taron al rey zulú Cetshwayo una serie de Drift defendido por la Compañía B del 2º demandas con unas condiciones que este Batallón del 24º Regimiento de Infantería no podía aceptar. Cuando el ultimátum que protagonizó una de las acciones de de 30 días para que las aceptara expiró, guerra más famosas del Ejército inglés, los británicos ya habían comenzado los pues no en vano es el hecho de armas en preparativos para el conflicto y el 11 de el que más cruces Victoria, la más alta enero de 1879 cruzaron la frontera dan- condecoración de guerra que puede reci- do comienzo a la conocida como Guerra bir un soldado del Reino Unido, se con- Anglo-Zulú. cedieron. El jefe de las fuerzas británicas en Su- Hacia 1850, los británicos controlaban dáfrica era el teniente general lord dos importantes colonias en Sudáfrica: el Chelmsford. Su plan de invasión consis-

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Rorke's Drift. Obra de A. A. de Neuville. 1880

tía inicialmente en formar cinco colum- taba su confianza en una fácil y rápida nas que convergieran en Ulundi, sede victoria. principal del Reino Zulú. Pero la escasez Las columnas entraron en territorio zu- de hombres y los problemas logísticos lú por tres puntos diferentes, llevando el que suponía el plan, le obligaron a redu- esfuerzo principal la columna del centro cir las columnas a tres manteniendo dos que mandaba el mismo Lord Chelms- en reserva. Chelmsford cometió uno de ford. Esta la formaban el 1er y el 2º Bata- los mayores errores que puede realizar llón del 24º Regimiento de Infantería, un jefe militar en la guerra, infravaloró a una batería de cañones de siete libras, un sus enemigos los zulúes a los que consi- regimiento del Contingente Nativo del deraba inferiores ante la superioridad Natal (auxiliares negros mandados por técnica de sus entrenadas tropas profe- oficiales blancos), Infantería montada y sionales. No tenía un conocimiento una pequeña fuerza de Caballería com- exacto del terreno que tenía que atrave- puesta por voluntarios locales. La colum- sar y, sobre todo, ignoraba la entidad y na partió de Helpmekaar y cruzó el río organización de su oponente. Además, Mzinyathi (frontera natural con el Reino meses atrás había dirigido una campaña Zulú) por el puesto de Rorke’s Drift, em- contra otras tribus africanas y las había pleando para ello un puente de pontones derrotado sin dificultad, lo que aumen- sobre barcas y balsas hechas con barriles.

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Plano de la posición

Rorke’s Drift era en aquel momento una tiguos corrales, uno de adobe, medio de- misión evangélica sueca a cargo del reve- rruido, más grande y alejado; y otro más rendo Witt formada por dos construccio- próximo con muros de piedra y en mejo- nes principales de adobe y ladrillo con teres condiciones que el primero. cho de paja, situada en las proximidades Una vez que la columna cruzó el río, del río a la falda de una colina llamada Chelmsford no se detuvo en Rorke’s Drift Shiyane. Uno de los edificios con un y continuó avanzando hacia Isandlwana, porche delantero y dividido interiormen- que estaba a unos 22 kilómetros, para te de forma extraña por estrechas habita- montar allí su campamento. Dejó en el ciones, con puerta al exterior pero que en puesto para su protección a una compa- su mayoría no se comunicaban entre sí ñía de Infantería (la Compañía B del 2º fue utilizado como improvisado hospital. Batallón del 24º Regimiento) al mando La otra construcción (también con por- del teniente Bromhead y a una compañía che) se empleó como almacén para guar- del Contingente Nativo de Natal. Tam- dar sacos de harina y cajas de galletas y bién había algunos oficiales del Comisio- provisiones. Un edificio menor situado al nado Británico responsables de llevar el sur de los anteriores era la cocina que te- control de las provisiones. nía adosados los hornos. También en las El altivo general inglés llegó a Isandl- proximidades del almacén había dos an- wana el día 20 de enero. El Ejército zulú

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estaba compuesto por unos 20.000 hom- doble envolvimiento. Las tropas de bres armados con escudos y lanzas y en Isandlwana fueron sorprendidas y pronto muchos casos con fusiles de la época na- se vieron superadas por el aplastante nú- poleónica conseguidos de contrabando. mero de zulúes. Unos 1.300 hombres No era un ejército profesional como el murieron y la mayoría de los supervivien- británico sino reclutado para tiempos de tes fueron auxiliares negros, además de crisis. Se organizaba en amabuthos1 según unos 60 soldados blancos que consiguie- la edad y experiencia de los guerreros. La ron escapar de la matanza. mañana del 22 de enero, Chelmsford co- A pesar de los deseos del rey Cetshwa- metería la que sería su segunda gran yo de no avanzar hasta el río, la reserva equivocación (la primera: despreciar a su del «cuerno derecho», unos 4.000 guerre- adversario) al dividir sus fuerzas y dejar la mitad de Principe Dabulamanzi kaMpande sus hombres (unos 1.700 soldados) en el campamento sin un conocimiento exacto de a qué se enfrentaba, mientras que con el resto salió en busca de los zulúes. Estos, aprovechando las numerosas colinas de la zona, se habían aproximado sin ser vistos a Isandlwana. Ese mismo día, cuando Chelmsford se había alejado unos 20 kilómetros, un grupo de exploradores a caballo que daban pro- tección al campamento se metieron sin darse cuenta en medio del Ejér- cito zulú. Aquel encuentro envalentonó a los zu- lúes que desplegaron en su forma tradicional de cabeza de búfalo, un centro principal (la cabeza) que llevaría el peso del ataque, y dos movimientos por los flancos (los cuernos del búfalo) que avanzarían a modo de

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Teniente de Ingenieros John Chard den ya que aquellos seis desdi- chados murieron en Isandlwana. También se encontraban en el puesto tres soldados de Artillería y unos pocos más pertenecientes al Cuerpo de Servicios del Ejérci- to, Cuerpo de Hospitales, Policía de Natal, etc. A ellos habría que añadir el capellán Smith y el ci- rujano Reynolds del Cuerpo de Sanidad Militar que atendía a los 30 enfermos ingresados en el hospital con disentería, insola- ciones, roturas de miembros, etc. Chard informó al jefe del puesto, el comandante Spalding, de los informes recibidos en Isandlwana y este decidió ir a Helpmekaar para adelantar la llegada de refuerzos dejando el mando al oficial más antiguo, el propio teniente John Chard. La guarnición escuchó los disparos de Isandlwana pero pensaron ros que no participaron en los combates, que era Chelmsford derrotando continuaron su progresión bajo las órde- a los zulúes. Mientras Chard se encontra- nes de un medio hermano del rey, el ba en el río, vio aproximarse a la orilla príncipe Dabulamanzi kaMpande, hasta dos jinetes que venían de Isandlwana, el toparse con Rorke’s Drift. teniente Adendorff del Contingente Nati- A la guarnición se les habían unido el vo de Natal y un carabinero. El teniente 19 de enero, seis soldados de los Ingenie- Adendorff informó a Chard de la masa- ros Reales bajo el mando del teniente cre. Juntos se dirigieron al puesto donde Chard para corregir la fatiga que sufría el ya habían llegado algunos supervivientes puente de pontones debido al continuo con las noticias de lo ocurrido. Tras con- trasiego de carros. El 22 de enero, Chard sultar con el resto de oficiales, Chard de- recibió órdenes de enviar a sus hombres cidió organizar la defensa y prepararse a Isandlwana y como no quedaba claro si para lo peor. él debía acompañarlos, se acercó al cam- Utilizando los sacos de harina y las cajas pamento con ellos, ordenándosele cuan- de galletas y provisiones, se levantó una do ya se tenían noticias de los movimien- barricada cerrando un perímetro que uni- tos zulúes, que regresara a Rorke’s Drift. ría el almacén, el hospital y el corral de Como el mismo Chard recordaría tiem- piedra. En la zona norte había una fractura po después, siempre lamentó aquella or- en el terreno de aproximadamente un me-

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tro de altura que se aprovechó para cons- salvo el oficial blanco que se paró a ha- truir encima la barricada y conseguir con blar con Chard para decirle que sus hom- ello una mayor altura. En la parte sur colo- bres no le obedecían y a continuación se- caron dos carros de transporte a modo de guir tras ellos. puerta principal de la zona defensiva. Tam- La marcha del escuadrón conmocionó bién se dividió el área en dos mitades (Es- a los defensores del puesto, especialmente y Oeste) con una barricada interna que te a los auxiliares negros del Contingente unía las líneas perimetrales norte y sur pa- Nativo de Natal que huyeron en su totali- ra el caso de que, si caía un lado, los defen- dad. Pero lo que más enfureció a los sol- sores pudieran retirarse al otro; y se abrie- dados de la Compañía B fue ver que los ron aspilleras en las paredes de los dos oficiales y suboficiales blancos que los edificios para poder disparar a través de mandaban también escapaban. Indigna- ellas. Al Norte, fuera del perímetro, había dos por aquella felonía, algunos dispara- una importante extensión de arbustos y, ron a los que huían y mataron a un subo- algo más alejado, un jardín con árboles ficial. Incluso el reverendo Witt que aún frutales. Hierba de cierta altura rodeaba permanecía en Rorke’s Drift montó en su casi todo el campamento lo que permitió caballo y huyó en dirección a Helpmeka- a los zulúes ocultarse del enemigo. Teniente de Infanterí́a Gonville Bronhead Las tropas británicas estaban armadas con el fusil de retrocar- ga y de un solo disparo Martini- Henry. Este fusil disparaba un proyectil de gran calibre que causaba terribles heridas y podía armarse con una bayoneta larga y fina para el combate cuerpo a cuerpo. A las 16:00 horas de aquel 22 de enero de 1879, cuando estaban terminando de construir la barricada llegaron cien jinetes negros al mando de un oficial blanco, que habían conseguido escapar de Isandlwana. El oficial habló con Chard y se ofreció a ayudarle. Chard complacido, le pidió que se desplegara en la colina Shiyane, pero solo habían pasado unos pocos minutos cuando la guarnición escuchó unos disparos y vieron regresar a los jinetes, esta vez sin detenerse,

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Asistencia a heridos en la batalla de Rorke´s Drift lanzas o disparar, pero tenían que superar los muros de sacos y cajas y soportar el fuego de fusilería de las bien entrenadas tropas británi- cas. Los más osados lograron entrar en la posición defensiva para enfrentarse con sus lanzas a los ingleses en combate cuerpo a cuerpo, pero estos últimos dieron muestras de un perfecto manejo de la bayoneta. Uno de los sucesos más famosos y mejor conocidos de la batalla fue la defensa del hospital. Ha- cía las 18:00 horas, Chard ordenó a sus hombres abandonar la mitad oeste del campamento y refugiarse en la parte este. El hospital quedaba rodeado de zulúes y los enfermos con unos pocos soldados úti- les tuvieron que hacerse cargo de su defensa. Aunque disponían de un buen campo de tiro desde las aspilleras, el número tan abruma- dor de atacantes hizo imposible la resistencia. El soldado Joseph Wi- ar. El número de hombres que quedarían lliams consiguió abatir a 14 zulúes antes para la defensa no llegaban a 150, include ser atravesado por las lanzas enemigas. yendo los 30 enfermos del hospital a los Dos o tres heridos que defendían la pa- que se dieron armas para defenderse. red sur murieron en iguales circunstan- Unos minutos después comenzaron cias. El soldado Hook se encontraba de- los ataques, algunos zulúes se habían si- fendiendo una de las habitaciones junto tuado en Shiyane para disparar desde allí al soldado Cole. En el fragor de los com- a los defensores con sus anticuadas ar- bates este último salió al porche para dis- mas. Aunque a aquella distancia los disparar mejor y una lanza zulú acabó con paros no tenían la precisión de los Marti- su vida. Los zulúes prendieron el techo ni-Henry, la intensidad de fuego era tal de paja y cuando el humo se hizo inso- que algún proyectil alcanzó en la cabeza portable Hook tuvo que pasar a otra ha- a más de un soldado británico, como bitación abandonando en la estancia a ocurrió al soldado Louis Byrne mientras un soldado del Contingente Nativo que acercaba una taza de agua a un compa- no podía caminar y al que los zulúes ñero herido. Los zulúes avanzaban hasta también mataron cuando consiguieron los pies de las barricadas para arrojar sus entrar. En otra de las habitaciones se ha-

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llaba el soldado John Williams que para nió a seis hombres para reforzar la defen- pasar a la habitación donde estaba Hook sa allí donde fuera necesario y cinco de tuvo que abrir con su bayoneta un aguje- ellos resultaron gravemente heridos. Un ro en la pared de adobe, algo que harían certero disparo destrozó la cabeza del sol- más veces los supervivientes para poder dado Nicholas. Los zulúes podían acer- escapar de las llamas y de los zulúes. En carse agazapados sin ser vistos hasta la un guardarropa se habían escondido los misma base de la barricada. El cabo de soldados Beckett y Waters, el primero origen suizo Schiess de la Policía Monta- cuando ya no pudo soportar el humo sa- da de Natal, aun estando herido en el pie, lió al porche a respirar y una lanza zulú saltó al exterior de la barricada para ahu- le atravesó el estómago. Sin embargo Wa- yentar a los zulúes. Reptando como pudo ters, aprovechando que estaba oscure- hasta aproximarse a ellos, fue capaz de ciendo, pudo escapar reptando cubierto acabar con la vida de varios guerreros con una capa que encontró en el guarda- empleando su bayoneta antes de buscar rropa. El artillero Howard de la Artillería nuevamente la protección del muro de Real se salvó milagrosamente al escabu- sacos de harina. El soldado Hitch repelió llirse en la oscuridad y esconderse entre a un zulú que estaba a punto de herir a los arbustos. Bromhead. Hitch sería poco después he- Mientras tanto, Hook con un grupo de rido de gravedad en el hombro por un defensores continuaban combatiendo en disparo hecho a corta distancia por otro el hospital, pasando como podían de una zulú que abatió el propio Bromhead. habitación a otra haciendo agujeros en Hitch fue retirado a la nueva e improvisa- las paredes. Cuando ya no había habita- da enfermería donde le atendió el ciruja- ción a la que retirarse decidieron huir ha- no Reynolds. Una vez vendada la herida, cia el lado opuesto donde estaba Chard. en lugar de permanecer convaleciente, se Poco a poco sacaron al resto de los heri- arrastró a lo largo de toda la barricada pa- dos y cruzaron la posición defensiva ha- ra repartir munición a sus compañeros cia la parte este. El soldado Hunter de la hasta que la abundante pérdida de san- Policía Montada de Natal fue muerto al gre le hizo perder el conocimiento. ser alcanzado por una lanza en los riño- Hacia las siete de la tarde, los defenso- nes pero el zulú que lo mató no viviría lo res únicamente controlaban el almacén y suficiente para contarlo ya que a conti- el corral aledaño. El comisario asistente nuación recibió un disparo. Hook no Dunne propuso a Chard levantar un re- consiguió sacar al último de los enfer- ducto con los sacos de harina que aún no mos, el sargento Maxfield que estaba pos- habían sido utilizados en las barricadas, trado en su cama y deliraba por la fiebre. para hacer fuego desde mayor altura. Murió atravesado por varias lanzas zulúes Chard dio su aprobación y el reducto se mientras yacía tumbado. levantó arriesgando Dunne peligrosa- En la mitad este, donde estaba el alma- mente su vida ya que mientras se cons- cén, se concentraron todos los defensores truía, los soldados eran un blanco fácil bajo la dirección de Chard. La presión so- para las armas zulúes. Al anochecer la fre- bre ellos no había cejado mientras los zu- cuencia de los ataques comenzó a decre- lúes atacaban el hospital. Bromhead reu- cer. La iluminación producida por el fue-

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Dibujo de Guerreros Zulúes

go del hospital hacía que los zulúes solo ros iniciaron el regreso a sus casas. El últi- atacaran por el lado este. Intentaron pe- mo grupo importante de zulúes fue divi- netrar por el corral de muros de piedra sado hacia las 7 de la mañana en la cima de donde desalojaron a los defensores, de la colina Shiyane, pero no mostraron pero les fue imposible atravesar la barri- intención de atacar y se retiraron. La ba- cada. Durante la madrugada el intercam- talla había terminado. bio de disparos fue decreciendo. El últi- Cientos de zulúes muertos (se recogie- mo ataque importante tuvo lugar hacia ron cerca de 300 cadáveres) se encontra- las diez de la noche y fue de nuevo re- ban desperdigados alrededor de la posi- chazado. ción. También los cuerpos de los El cansancio de todo un día de comba- soldados británicos caídos. Armas y escu- tes al que había que sumar en el caso de dos zulúes tirados por el suelo junto a los zulúes la marcha realizada desde cascos blancos y equipo de las tropas in- Isandlwana, hizo mella entre los comba- glesas. Sacos de harina y cajas de provisio- tientes. A pesar del valor demostrado, des- nes rotas. Pero, sobre todo, un intenso pués de la media noche algunos guerre- olor a humo que se entremezclaba con el

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olor a carne quemada de los fallecidos en - Cabo de Infantería William Wilsom el hospital. Mientras tanto, lord Chelms- Allen. Compañía B, 2º Batallón, 24º Re- ford había regresado a Isandlwana donde gimiento. solo encontró desolación y muerte. - Cabo de la Policía Montada Christian Cuando en Gran Bretaña se tuvo cono- Ferdinand Schiess. Contingente Nativo cimiento del desastre, al abatimiento ini- de Natal. cial siguió el regocijo por lo ocurrido en - Soldado de Infantería Frederick Hitch. Rorke’s Drift. La prensa inglesa hizo un Compañía B, 2º Batallón, 24º Regimien- amplio eco de lo sucedido para enaltecer to. el orgullo británico. Menos de 150 hom- - Soldado de Infantería Henry Hook. bres habían resistido el ataque de 4.000 Compañía B, 2º Batallón, 24º Regimien- zulúes. A su llegada a Inglaterra fueron re- to. cibidos como héroes. - Soldado de Infantería Robert Jones. Como homenaje al valor de los guerre- Compañía B, 2º Batallón, 24º Regimien- ros del rey Cetshwayo, baste recordar las to. palabras de Disraeli, primer ministro del - Soldado de Infantería William Jones. gobierno del Reino Unido cuando ocu- Compañía B, 2º Batallón, 24º Regimien- rrieron los hechos: «¿Quiénes son estos to. zulúes, quiénes son estas notables gentes - Soldado de Infantería John Williams que derrotan a nuestros soldados y humi- Fielding. Compañía B, 2º Batallón, 24º llan a nuestros generales?». Regimiento. La Cruz Victoria, creada en el siglo XIX para premiar el heroísmo de los soldados BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES británicos en campaña, fue concedida a - Roca, Carlos. Rorke’s Drift: La inmortal once de los defensores de Rorke’s Drift, batalla anglo-zulú. AF Editores. España, convirtiéndose hasta el presente en la ac- 2007. ción de guerra donde, de una sola vez, - Bennett, I. Eyewitness in Zululand. Ed. más veces ha sido entregada. Greenhill. Gran Bretaña, 1989. - Knight, Ian. Rorke’s Drift. 1879. Ed. Os- CRUCES VICTORIA EN prey Publishing. Gran Bretaña, 1996. RORKE´S DRIFT - Knight, Ian. Isandlwana. 1879. Ed. Os- - Teniente de Ingenieros John Rouse Me- prey Publishing, Gran Bretaña, 2002. rriot Chard. Ingenieros Reales. Oficial al - Knight, Ian. Fuerzas británicas en Zulu- mando en Rorke’s Drift. landia. Ed. Ediciones del Prado. España, - Teniente de Infantería Gonville Bromhe- 1994. ad. Compañía B, 2º Batallón, 24º Regi- miento. Jefe de la compañía B y segun- NOTAS do oficial al mando en Rorke’s Drift. 1 Dada su organización, jerarquía de - Oficial del Comisionado británico Ja- mandos, colores distintivos de sus toca- mes Langley Dalton. Departamento de dos y escudos y número de hombres Transportes. que los formaban, se podrían asemejar a - Comandante médico James Henry Rey- los regimientos de Infantería Ligera de nolds. Cuerpo de Sanidad Militar. la época.

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Rafael Vidal Delgado. Coronel. Artillería. DEM. Doctor en Historia.

n 1954 se publicó en España un inte- podrían identificar con las funciones vita- Eresante librito que tenía por título «El les de un individuo, de tal manera que si Arte de la Guerra y la Técnica» del coro- se mantiene un mínimo de cada una de nel Charles Aylleret, en el cual se analiza- ellas, el individuo sigue vivo, pero si una ba de forma pormenorizada la incidencia que había tenido, poniendo ejemplos de El conde de Floridablanca las dos últimas guerras mundiales, los avances técnicos de los armamentos en la estrategia y táctica de los contendientes. Sin embargo el coronel francés no valo- raba las nuevas tecnologías y los grandes inventos industriales en el hacer guerrero, incluso llegó a decir, al hablar de las guerras del siglo XIX: «La dirección de la guerra quedaba circunscrita a hacer maniobrar sobre los diferentes teatros de operaciones unos efectivos militares que era necesario reclutar, armar, instruir y mantener. El ritmo acelerado impuesto a tal maniobra por la construcción de vías férreas en todos los países civilizados no alteró en modo alguno la esencia militar de la estrategia», afirmación que, vistos en los últimos tiempos las modificaciones tácticas, estratégicas, logísticas y organiza- tivas, como consecuencia de los avances científicos y tecnológicos, hay que poner- la en tela de juicio. La Doctrina terrestre española habla de las «funciones de combate», las cuales se

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Busto del conde de Aranda se convierte en «cero», muere. Lo mismo podría exponerse con respecto a las unidades en el combate: si alguna de las funciones de «maniobra», «apoyo de fuegos», «inteligencia», «defensa aérea», «mando y control», «guerra electrónica»; «movilidad, contramovilidad y protección» y «apoyo logístico», desaparece, la unidad deja de estar operativa. Todas estas funciones actúan en el nivel estratégico y a mediados del siglo XIX, dos inventos penetran con fuerza en las posibilidades de conducción de la guerra: el telégrafo y el ferrocarril, de tal manera que el primero proporcionaba una capacidad de mando y control, al conocer a mucha distancia la situación y poder in- industrial» posibilitó que la tecnología de tervenir sobre ella, y con el segundo, se la máquina de vapor se introdujera en desarrollaba extraordinariamente la mo- nuestro país, y el segundo la del telégrafo. vilidad tan necesaria para, cuando los Han de transcurrir hasta mediados el si- medios son escasos, conseguir la concu- glo XIX para que ambos inventos fueran rrencia de esfuerzos en una acción, obte- utilizados plenamente en el Arte de la niendo la superioridad de medios para Guerra, bien que el segundo, en su faceta alcanzar la victoria. de telégrafo óptico, se utilizó eficazmente En el presente trabajo se presentará la en las guerras de la Convención, el Con- primera vez que se utilizaron en España sulado y el Imperio. La primera línea tele- el telégrafo eléctrico y el ferrocarril como gráfica óptica, con fines castrenses, se ins- medios de comunicación y transporte en taló en la bahía de Cádiz, construida por una de las innumerables guerras civiles el teniente coronel de ingenieros Francis- que asolaron la vieja «piel de toro»: La reco Hurtado, ampliándose sucesivamente volución de septiembre de 1868; la suble- hasta alcanzar todo el arco de la Bahía y vación de Cádiz y Málaga de finales del llegar hasta Jerez de la Frontera, llegando, diciembre de ese año y principios de según algunas fuentes hasta la misma ciu- 1869; la sublevación republicana del oto- dad de Sevilla, de esta manera los aconte- ño de 1869 y la guerra cantonal de 1873. cimientos que se vivieron en la capital gaditana en junio de 1808 eran conocidos ANTECEDENTES en muy poco tiempo en la hispalense. Dos ministros españoles de Carlos III, La máquina vapor, durante las guerras el conde de Floridablanca y el conde de de Napoleón no tuvo ninguna repercu- Aranda, el primero diplomático y el se- sión y el telégrafo óptico, excepto en gundo militar, fueron los impulsores en Francia, que llegó a tener más de cinco España de los nuevos inventos. El prime- mil kilómetros de red telegráfica, fue mero, a través de una especie de «espionaje ramente testimonial.

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Espartero Por supuesto el ferrocarril no tuvo re- percusión en las guerras civiles, en las que desgraciadamente se vio envuelta Es- paña, hasta 1868. Tampoco lo tuvo el te- légrafo, excepto el breve interregno de 1808 y en el sitio de Bilbao durante la guerra carlista en 1836. La tesis doctoral del autor del presente artículo versó sobre el «Pensamiento militar del General Espartero», el cual, aunque tachado como general del pueblo, fue uno de los militares mejor prepara- dos del siglo XIX, habiendo cursado, aparte de unos años de universidad, tres cursos como cadete de Ingenieros y dos como Infantería. Experimentó en Améri- ca la guerra de los grandes espacios, las concentraciones de esfuerzos y un uso eficaz de las reservas y en la carlista, de la que llegaría a ser comandante en jefe, La segunda revolución industrial se ini- aprovechó todos los recursos civiles y mi- cia a partir de 1830, coincidiendo con litares existentes en beneficio de la ac- una serie de movimientos seudodemo- ción. El levantamiento del sitio de Bilbao, cráticos en Europa, siendo derrocada en en diciembre de 1836, puede considerar- Francia la dinastía Borbón y accediendo se un modelo de acción conjunta terres- al trono Luis Felipe de Orleáns. A partir tre naval. La telegrafía óptica le sirvió para de 1830, la fábrica, con su concepto ac- mantener activa y entusiasta a la guarni- tual, se empieza a consolidar, gracias pre- ción isabelina bilbaína, sobre la base de cisamente a la máquina de vapor, siendo mensajes cortos, pero suficientes. La má- una de las primera provincias españolas quina de vapor, en este caso en buques, le que inician este proceso la de Málaga, proporcionó el dominio del mar y de la protegida la franja costera mediterránea ría, para impedir cualquier refuerzo a las por las estribaciones de la cordillera Peni- tropas sitiadoras de la ciudad, que a lo bética, que la aislaba del resto de la Pe- largo del sitio se convirtieron a su vez el nínsula, implicada en aquellos años en sitiadas, siendo derrotadas en la navidad una guerra civil que destruyó todo lo que del año anteriormente citado. no lo había sido durante la de la Inde- Sin embargo poco más se hizo en Espa- pendencia. ña de los adelantos técnicos de la época. En la década de los treinta comienzan a entrar en servicio las primeras líneas fé- LA GUERRA DE SECESIÓN rreas, aunque en España, debido a falta NORTEAMERICANA de regulación legal, tuvieran que esperar Las enormes extensiones, los grandes unos años, hasta 1844. espacios vacíos, escasez de vías de comu-

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nicaciones y ejércitos reducidos, unidos a tos: «El funcionamiento de los ferrocarri- unos mandos militares no anclados en las les y de las comunicaciones eléctricas y doctrinas del pasado, todos ellos vírgenes ópticas merecen detenido estudio». de guerra, si se exceptúa alguna acción Aunque Europa se convierte en aque- contra los indios o los mexicanos; un de- llos años en una inmensa hoguera, proli- sarrollo industrial considerable, principal- ferando las guerras entre los distintos mente en el Norte y unos inventos, como países: «Guerra de Crimea (1853-1856)»; el ferrocarril y el telégrafo que parecían «Guerra de Italia (1859»; «Guerra de hechos para este teatro de la guerra. África (1859-1860)»; «Guerra de 1866» y En el texto de Historia militar del Real «Guerra franco-alemana de 1870», no Colegio de Artillería de 1924, se puede por eso dejan de estudiarse los procedi- destacar un pequeño párrafo, que da mientos bélicos de la guerra de Sece- idea de la importancia que tuvo para el sión, de tal manera que en breve tiempo Arte de la Guerra estos nuevos adelan- pasan al hacer guerrero europeo.

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biernos conservadores, cuando España, de forma tímida, comienza a entrar en la revolución industrial y a incorpo- rar a su vida cotidiana los adelantos del siglo. Hoy hablamos de la revolución Internet, quedándonos sorpren- didos de que nuestra escritura, nuestra palabra y nuestra imagen, pueda recorrer en milé- simas de segundo, miles y miles de kilóme- tros. Pero hay que ponerse en la mentalidad del hombre de me- EL ESTADO DE LA diados del siglo XIX, para el cual, una CUESTIÓN EN ESPAÑA carta o la noticia de un familiar que estu- España salió de la guerra de la Inde- viera a centenares de kilómetros, no diga- pendencia totalmente desestructurada: su mos al otro lado del Atlántico, podía tar- economía por los suelos; su agricultura dar semanas en llegarle, cuando de perdida; su ganadería anulada; su inci- pronto todo era cuestión de minutos, el piente industria destruida; su comercio hecho que gracias a un extraño aparatito anulado; y un largo etcétera, teniéndose y a unas líneas de hilo, se pudiera enviar en cuenta que mientras los demás países un telegrama con la expresión de cariño europeos habían sufrido lo indecible con o condolencia, de negocio, etc, de un la- las guerras napoleónicas, miraban al futu- do a otro del mundo. ro con optimismo, planteando en sus for- En pocos años, menos de veinte, la temas de gobierno lo mejor que había sur- legrafía atravesó los mares y los buques gido de los veinticinco años anteriores, cableros dejaban en las profundidades de cuestión que no ocurrió en España, su- los océanos los suficientes pares de cables mergida en el mayor oscurantismo, sola- para que pudieran cruzarse decenas pri- mente abierto en el trienio liberal, bien mero y después centenas y miles de tele- que con políticos ineptos, para volver a gramas simultáneamente. Las buenas o entrar en la «década ominosa», con recha- malas noticias de Cuba y Puerto Rico, lle- zo de todo lo que optara a la moderni- gaban a la Península en cuestión de ho- dad, por supuesto la industria y econo- ras. mía. En 1863, prácticamente todas las capi- Es a partir de 1841, con Espartero como tales de provincia quedaban integradas Regente del reino y los posteriores go- en la red telegráfica nacional y pocos

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años más tarde, también acogía a los pue- Prim fue uno de los militares atípicos blos más importantes, según se despren- españoles, estudió menos que los demás, de de los telegramas cruzados durante los alcanzó sus grados por méritos de guerra años de guerra civil de 1868 a 1873. en unidades de milicia y tras ascender a También a mediados del XIX se inició coronel se le convalidó como empleo del la construcción de líneas ferroviarias, pero ejército, ascendiendo al poco tiempo a no fue hasta el gobierno de la Unión Li- general. Es decir que los conocimientos beral, los únicos años de tranquilidad del castrenses que tenía la mayoría de sus siglo, cuando se puede hablar de una ver- compañeros militares/políticos, él no dis- dadera red ferroviaria, de tal manera que ponía de ellos. Estuvo al mando de la ex- Madrid quedaba unido con las principa- pedición española en apoyo de Maximi- les ciudades hacia 1868. liano de Austria, emperador de México y En nuestro días, pensamos en la rapi- fusilado en Querétaro, aunque no llegó a dez del transporte, hay que pensar en el combatir. Participó en la guerra de África viajero de hace dos siglos, en el que el de 1859-60 y asistió como observador a viaje de Madrid a Málaga podía durar la guerra de Crimea. Todo ello le iba a una semana, pasando a veinticuatro ho- posibilitar, al no estar sujeto a los proce- ras. dimientos y reglamentos militares, para Dado que se va a tratar el empleo tácti- abrir nuevas vías en caso de guerra, cues- co y estratégico de estos medios en la tión que de forma inmediata llegó a pro- guerra en Andalucía, diremos que la red ducirse. andaluza, tenía como nudo principal La alianza que derribó a la monarquía Córdoba, con dos vías, una que unía la española era muy inestable, al estar capital califal con Sevilla y Cádiz, con un incluidos los republicanos, demócratas e ramal a Morón de la Frontera, y la otra a incluso los incipientes socialistas. La Bobadilla, Málaga y Granada. De esta for- afirmación de España como régimen ma cualquier zona andaluza se encontra- monárquico constitucional, provocó alba a menos de cien kilómetros de una es- zamientos sucesivos a lo largo de los tación de tren. seis años que culminaron con la suble- Necesidades logística, tanto en cons- vación cantonal, esperpéntica forma de trucción como en mantenimiento, hizo descentralización administrativa y políti- que gran parte de la red telegráfica se ca. adaptara a la ferroviaria. Aunque los enfrentamientos se sucedieron por toda la Península, centraremos EL FERROCARRIL Y EL TELÉGRAFO la acción en Andalucía, por disponer el COMO MEDIOS DE LA GUERRA autor de datos fehacientes sobre ello. En el año 1868 se produce la revolución Prim nombrado ministro de la Guerra y de septiembre, con la que se inicia el lla- posteriormente Presidente del ejecutivo, mada «Sexenio Revolucionario». A finales detentando el primer cargo, se encuentra de ese mes, Isabel II abandona España y se con un ejército disminuido e indisciplina- constituye un gobierno monárquico, pero do, debido a que gran parte de las unida- antidinástico, siendo el hombre fuerte del des se decantaron por la fidelidad de la régimen el general Prim y Prats. reina derrocada, siendo buen muestra de

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ello la batalla de Alcolea, obligando al Go- lucha y muchas bajas se someten al po- bierno nacido de la revolución a disolver der constituido. cuerpos militares y declarar «de cuartel» En ningún momento los republicanos (disponible en términos actuales) a los ge- ocuparon las estaciones del tren ni des- nerales y oficiales que no le apoyaron. truyeron las líneas telegráficas, pero En la segunda quincena de diciembre aprendieron la lección y comprendieron de 1868 los republicanos se sublevan en que eran las dos armas más poderosas Jerez de la Frontera, Cádiz y Málaga. En del Gobierno. principio el alzamiento tiene éxito, dada Pero el ejecutivo pretende la paz sobre la inexistencia de fuerzas, pero desde Se- la base de indultos e incluso amnistías y villa el capitán general Caballero de Ro- la situación a mediados de 1869 viene a das, empleando el ferrocarril, envía tropas ser igual a la anterior, aprobada ya la nue- a Jerez y Cádiz, las cuales después de du- va Constitución con una forma monár- ra resistencia es reducido. A continua- quica de gobierno, bien con grandes con- ción, embarca las unidades en el tren y se cesiones a la «izquierda», como el registro dirige a Málaga, en donde desembarca el civil y la libertad de prensa y religión, que último día de diciembre de dicho año. no consideraron suficientes. No se esperaban los insurrectos una reac- Pasado el verano, la situación de en- ción tan rápida y después de una cruenta frentamiento armado se «masca» en Es-

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Telégrafo óptico Navalapiedra paña, por un lado los carlistas, por otro los republicanos, como telón de fondo los movimientos independentistas de Cu- ba, Puerto Rico y Filipinas, y como rema- te final las amenazas del sultán de Ma- rruecos sobre las plazas fuertes españolas del Norte de África. Ante esta perspectiva, Prim analiza los medios que tiene a su disposición y decide que lo primero es estar enterado de la situación y posteriormente lanzar sobre cada amenaza los medios disponibles. Constituye en el ministerio de la Guerra una especie de centro de operaciones, expuesto con todas las salvedades porque el concepto era inexistente en dicha época, pero dispone de un cierto núme- ro de oficiales competentes que van a recibir información de toda España y pre- Las redes telegráficas transmitían los sentar cada pocas horas un estado de la partes y las órdenes –sin menoscabo del situación, para ello ordena que los pues- parte o la orden, tradicional que llegaría a tos de la Guardia Civil, Carabineros, go- su destino días más tarde–, a múltiples biernos militares, alcaldes, jueces, etc, re- destinatarios, siendo normal que un ofi- mitan desde los lugares a donde llegue cial de la Guardia Civil, lo enviara a su el telégrafo comunicación de lo acaecido coronel, al gobernador militar, al capitán a su superior jerárquico, remitiendo general y al ministro de la Guerra. siempre copia del telegrama al ministe- Al mismo tiempo a través de las vías fé- rio de la Guerra. rreas se desplazaban las tropas, para redu- Por toda España se levantaron los repu- cir una tras una a las distintas partidas, blicanos, alzándose partidas casi en cada siendo estaciones importantes de inter- pueblo, declarándose en algunos de ellos cambio de tropas las de Sevilla, desde la «república federal». El Sur de la Penín- donde se podían lanzar expediciones so- sula se cubrió de partidas, principalmente bre Jerez, Cádiz y Morón; Córdoba, don- en las zonas más abruptas de la serranía de se disponía de una reserva a disposi- de Ronda, Arcos de la Fronteras y comar- ción del ministro de la Guerra, para ca de la Axarquía, al mando de famosos emplearla hacia Despeñaperros o hacia republicanos, como Paul y Angulo, al que Sevilla, Málaga y Granada; y Antequera, luego se acusaría de asesinar al general desde donde se alcanzaba la serranía de Prim, Salvochea, cura Romero, Solier, Ronda y la Axarquía y se mantenían las Azuaga, Rivas, y otros que posteriormente comunicaciones con Granada. tuvieron una destacada actuación duran- De hecho, en el levantamiento en An- te la 1ª República y la consiguiente su- dalucía, el número de republicanos su- blevación cantonal. blevados se pueden evaluar en más de

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treinta mil, contando algunas partidas cha 19 de julio, general en jefe del ejército con más de mil efectivos, mientras que de Andalucía y Extremadura, sustituyendo entre soldados, guardias civiles y carabi- al general Ripoll, que no había podido im- neros no sobrepasaban los seis o siete mil pedir la declaración de los cantones de hombres. Siendo la proporción similar en Málaga, Sevilla, Cádiz y Granada, como el resto de la Península. más importantes, los cuales contaban con La realidad es que gracias a la telegrafía numerosas fuerzas ciudadanas, unidades y al ferrocarril, a finales de mes el levanta- sublevadas y abundante artillería. miento republicano había sido sofocado, Pavía, tras restablecer la disciplina, con- no pudiéndose apresar a los principales centró todas las fuerzas disponibles en cabecillas, al menos en el Sur, al facilitár- Córdoba, en total 2.780 hombres, 16 pie- sele una fácil huída a Gibraltar. Meses zas de artillería y cuatro escuadrones, or- más tarde regresarían a España amnistia- ganizándolos en una columna de van- dos por el Gobierno. guardia y tres brigadas. Su cuartel general lo situó en la esta- EL EMPLEO EFICAZ DEL ción de ferrocarril en Córdoba, siendo el FERROCARRIL POR EL GENERAL jefe de estación uno de sus principales PAVÍA Y RODRÍGUEZ DEL asesores para el transporte de tropas en ALBURQUERQUE distintos convoyes. En febrero de 1873 abdica Amadeo I de El día 21 de julio tomó Pavía posesión Saboya y se instaura a continuación la 1ª de su cargo, el 26 por la mañana partía el República, la cual nace sin jefe de estado, primer tren en dirección a Sevilla, el 28 dado que los cuatro presidentes que se su- iniciaba el ataque a la capital hispalense y cedieron: Figueras, Pi y Margall, Salmerón el 1 de agosto, los insurrectos se rendían y Castelar, lo fueron del gobierno. Pi y a discreción, Sin dar descanso a las uni- Margall proclamó la República federal y a dades, volvieron a los trenes y se dirigie- continuación se inició la descomposición ron a Jerez y Cádiz, acompañado de tele- total de la nación, con la declaración de gramas previos en los que se aumentaba independencia, dentro de dicha república considerablemente el número de fuerzas de provincias, ciudades y comarcas, mu- expedicionarias. Numerosas paradas hi- chas de ellas constituidas en cantones a cieron los sucesivos trenes, no por el esta- semejanza del sistema suizo. do de las vías, que en algunos puntos hu- Sin fuerzas militares ni poder moral y bo que reparar, sino para limpiar de político para hacerse obedecer, Salmerón, cantorales los pueblos cercanos al ferro- que había sustituido a Pi el 18 de julio, el carril. De hecho cuando las tropas llega- único remedio que le queda es designar ron a Cádiz y liberaron a capitán general una serie de prestigiosos militares, afectos del Departamento Marítimo que se halla- al régimen, que se impusieran a las tro- ba sitiado en La Carraca, los sublevados pas y redujeran los focos en donde el se habían dispersados. cantonalismo disponía de más fuerzas. Desde Cádiz, esta vez en un buque a Pavía y Rodríguez de Alburquerque, que vapor, envío a un teniente coronel de ca- el cuatro de enero de 1874 disolvería las rabineros para que redujera a las pobla- Cortes por la fuerza, fue nombrado, con fe- ciones de Tarifa, Algeciras y San Roque.

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El 7 de agosto, al enterarse que una A partir del último tercio del siglo XIX partida de federales habían ocupado el se generaliza en todos los ejércitos el em- paso de Despeñaperros y cortado la vía pleo de estos dos elementos. A raíz de la férrea, envió una expedición en ferroca- Primera Guerra Mundial la telegrafía filar rril, encomendando el mando al coronel dio paso a la sin hilo, aunque el ferroca- López Pinto, el cual restableció la norma- rril siguió siendo el medio de transporte lidad el día 8. estratégico por excelencia en un teatro de El día 9, parte otra columna, esta vez operaciones, primacía que ha ostentado al mando del brigadier Soria, desembar- hasta casi finales del siglo XX. ca en Bobadilla (Antequera), quedando la ciudad tranquila. Pasó luego a Loja, Telégrafo óptico Chappe también en tren, reduciendo a los rebeldes. Desde esta ciudad esperó la llegada del general en jefe para dirigirse a Gra- nada, alcanzándola el día 12, disolvién- dose de forma inmediata los insurrectos. Pocos días más tarde, se presentó en Málaga, quedando con ello restablecido el orden en toda Andalucía, y con «fecha 22, dio el General en jefe la orden de di- solución del ejército de Andalucía para que los Capitanes generales que dependí- an de su autoridad comenzaran a funcio- nar independientemente, y marchó a Madrid con las cuatro compañías de In- genieros», terminando con este párrafo el diario de operaciones del ejército de An- dalucía y Extremadura, que fue publicado en 1878 por el propio Pavía, dentro del expediente de concesión de la Cruz de quinta clase de San Fernando (la que se concedía a los generales en jefe de un ejército).

CONCLUSIÓN La guerra de Secesión abrió el horizonte para el empleo del telégrafo y el ferrocarril como eficaces medios de apoyo a la conducción de la guerra. En España se empleó a partir de 1868, en las diversas guerras civiles, alzamientos e insurreccio- nes que se produjeron hasta la instaura- ción de Don Alfonso XII como Rey.

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Paulino García Diego. Teniente Coronel. Artillería. DEM.

l dominio español en América desde cial implantado entre las Indias y España, Efines del siglo XV dio origen a una una serie de factores internos y externos creciente actividad comercial, organizada impidieron que el modelo monopolista en ambos sentidos entre los territorios de llegara a consolidarse de modo definitivo ultramar y la metrópoli, que fue conocida a lo largo de los casi tres siglos de activi- como «la Carrera de Indias» y que se dad de la Carrera de Indias, cuyas carac- mantuvo con una estructura similar a lo terísticas más señaladas tratan de resu- largo de casi trescientos años, suponien- mirse en este artículo. do un notable impacto directo e indirec- to sobre la economía europea1. Los crite- LA ARQUITECTURA rios orientadores de esta actividad DE UN COMPLEJO comercial se ajustaron básicamente al SISTEMA COMERCIAL concepto monopolístico de la época, por La Carrera de Indias constituyó un au- el que las colonias debían proveer de de- téntico sistema comercial integrado por terminadas materias primas a la potencia una serie de elementos entre los que des- colonizadora y a la vez constituir el mer- tacan los sujetos públicos y privados que cado natural –en especial de productos intervenían en el tráfico, las relaciones manufacturados– de la metrópoli, contri- mercantiles y administrativas que entre buyendo al desarrollo económico de esta ellos se establecían y la propia organiza- en la mayor medida posible. De forma ción del tráfico, con sus mercados y trans- consecuente con este concepto el resto portes. Estos elementos pueden agruparse de las naciones debían quedar excluidas en dos bloques según su carácter privado del tráfico mercantil. Pero, a pesar de las (tráfico comercial) o público (acción esta- expectativas teóricas en el sistema comer- tal).

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Cristobal Colón. Museo Naval. Madrid En la otra vertiente del tráfico, el análisis de la composición de las im- portaciones desde América muestra que prácticamente el 80% de su valor correspondía a los metales preciosos, del que un 25% correspondía a la Co- rona («quinto real» y otros tributos) y el resto a particulares. Esto supuso el alejamiento de las tendencias impe- rantes en Francia, Inglaterra u Holan- da, que aprovechaban intensivamente las posibilidades que ofrecía la pro- ducción de materias primas en sus colonias. Estas materias primas aparecen también en la Carrera de Indias, aunque limitadas a un 20% del valor total, distribuyéndose entre productos tintó- reos, alimentos, plantas medicinales, estimulantes, pieles y cueros, minera- les y piedras preciosas. Finalmente de- El tráfico comercial en la Carrera be mencionarse la trata de esclavos, de Indias negocio creciente desde el primer mo- El primer elemento privado a conside- mento del asentamiento español en rar lo constituyen las mercancías América, que sería primero monopoliza- objeto del intercambio comercial entre do por los portugueses y luego por las España y América. En el caso de las ex- compañías francesas y holandesas por portaciones de la metrópoli un aspecto medio de los «asientos» (licencias de co- especialmente destacable es la influencia mercio por un periodo prolongado) con limitada que tuvieron sobre la economía un marcado carácter monopolista. peninsular, representando los productos Al hablar de la modalidad de relacio- de origen español en torno al 50% de la nes mercantiles establecidas en la Carre- carga pero no más de un 15% de su valor ra de Indias, forzosamente debe hacerse total, siendo la mayor parte, en particular referencia a la «commenda» y a sus va- los productos agrícolas, andaluces. riantes –la consignación y la comisión– En lo tocante a su composición, en pri- en las que una de las partes, residente en mer termino aparecen los productos in- las Indias, se comprometía a vender las dustriales (textiles, metalúrgicos, cueros, mercancías del propietario, que perma- madera y jabón) seguidos de los productos necía en España. Las compañías familia- agrícolas (vino, aceite y aguardiente) que res, en las que los «compañeros» compar- tenían una proporción fija asignada sobre tían inversión, riesgo y beneficios, la cargazón denominada «tercio de obliga- completan el cuadro de relaciones mer- da carga», aunque en los primeros años de cantiles de la Carrera a lo largo de los si- la Carrera se llegó a establecer en la mitad. glos XVI y XVII. Hacia el siglo XVIII este

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Vista de Cadiz en el siglo XVIII de riesgo marítimo a través de aseguradores colectivos. En cuanto a los sujetos que intervenían en el comercio, hasta fines del siglo XVII todos aquellos comerciantes que enviaban mer- cancías a las Indias eran considerados «cargadores», comprendiendo en este termino desde el gran mayo- rista hasta el simple tendero y pasando por el grupo pri- vilegiado de los «mercaderes tratantes en Indias», a los que se requería una especial cualificación y que se panorama había evolucionado sensible- integraban en la matrícula del Consulado mente con la práctica desaparición de la de Indias. Junto a ellos aparecen otras fi- «commenda» y con la transformación de guras como los cargadores-hacendados, las compañías familiares en sociedades los cosecheros, las «gentes del trato», los colectivas y por acciones. Debe destacar- técnicos y, a destacar dentro de este am- se el fracaso de las sociedades privilegia- plio panorama, los denominados «pasaje- das por acciones, con escasas excepcio- ros» y «peruleros», cargadores criollos que nes como la Guipuzcoana de Caracas, se desplazaban a la metrópoli para efec- que sí fueron fundamentales en la ex- tuar personalmente sus operaciones. En pansión comercial de las potencias euro- cuanto a los comerciantes extranjeros, su peas (Compañía de las Indias Occidenta- actividad en la Carrera fue permanente les, Compañía del Sur...). desde el primer momento y notable en El principal método empleado para la cuanto a su volumen de negocio, llevado financiación de los fletes llevados a cabo a cabo directamente por aquellos que se por estas compañías y sociedades, con un naturalizaban o por medio de persona in- doble carácter de modalidad de seguro y terpuesta cuando no se daba esta situa- de instrumento de cambio, era el «présta- ción (en la mayoría de los casos). mo a riesgo marítimo», por el que la obli- El último elemento privado del tráfico gación de devolver al prestamista la suma comercial es el transporte marítimo pro- recibida por el prestatario y los intereses piamente dicho. Acerca de este debe seña- se condicionaba a la feliz arribada a puer- larse que al menos un 60% de los barcos to del buque con sus mercancías, que a la eran de construcción extranjera a pesar de vez constituía la garantía. Este sistema de los intentos de fomentar unas construccio- financiación se complementó con la utili- nes nacionales que nunca estarían a la al- zación, casi ininterrumpida desde el ini- tura de las necesidades, siendo el 70% del cio de la actividad comercial, del seguro tráfico registrado a cargo de embarcacio-

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nes pequeñas (100-400 toneladas de ar- una amenaza cierta para la navegación, queo). El gobierno y dirección de estos pero en ningún caso supusieron una barcos fueron especial preocupación de la merma decisiva en el comercio, a pesar Casa de Contratación, que estableció un de la impresión contraria que pueda pro- riguroso sistema de selección y formación ducir la abundancia de referencias litera- de pilotos y, en menor medida, de los «ma- rias al respecto, ya que en conjunto las estres» (estos eran en unos casos dueños pérdidas no representaron más del 3% de los barcos y en otros socios principales del tráfico, correspondiendo cuatro quin- o factores de mercaderes). Los buques de tas partes de estas a naufragios y el resto a la Carrera recorrían unos itinerarios fijos, los ataques de piratas y corsarios. Las gue- marcados por los vientos dominantes, que rras, sin embargo, tenían un efecto decisi- básicamente se dividían en tres etapas: Pe- vo, llegando a suponer en determinados nínsula-Canarias, Canarias-Pequeñas Anti- periodos la práctica suspensión del tráfi- llas y de estas a las Grandes Antillas, Tierra co comercial llevado a cabo mediante flo- Firme y Nueva España. A ellas se añadie- tas. ron la ruta del Pacífico entre Nueva Espa- ña y Perú y el comercio directo con Bue- La acción del Estado nos Aires, de importancia creciente a lo Si ha de buscarse una característica co- largo del siglo XVIII. En conjunto la trave- mún que defina la acción estatal en rela- sía desde Cádiz hasta Veracruz duraba ción con la Carrera de Indias esta fue sin unos 80 días y hasta Buenos Aires unos duda la defensa del monopolio español 110, pero el periodo total habitual de pre- sobre el comercio, restringido en la Pe- paración, ida, estancia y regreso a España nínsula hasta fines del siglo XVIII al eje podía cifrarse en dieciocho meses. Sevilla-Cádiz, sobre el que estaban situa- En cuanto a las incidencias en las rutas, dos los principales órganos administrati- los naufragios, piratería y corsarios eran vos y judiciales competentes en la organi- zación y regulación Vista de Veracruz del tráfico. Sin embargo las «visitas», registros mercantiles y el resto de procedimientos de control establecidos en defensa del monopolio tuvieron solo una eficacia limitada para este propósito, al igual que el inten- to de fomentar las manufacturas y productos españo- les haciendo a las

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colonias más dependientes de la metró- Al mismo tiempo que la Casa de Con- poli, para lo que se llegó a medidas extre- tratación y siguiendo sus vicisitudes de- mas como decretar el virtual desmantela- sempeñó sus funciones en Sevilla el Con- miento de las incipientes industrias sulado o Universidad de cargadores a americanas. Indias, corporación de comerciantes para De entre los órganos creados por el Es- defensa de sus intereses y tribunal mer- tado para el ejercicio de este monopolio cantil con atribuciones suficientes para del comercio con las Indias destaca en resolver los litigios entre sus miembros. A primer termino la Casa de Contratación finales del siglo XVIII dejó de ser un or- establecida en Sevilla, que inició su anda- ganismo exclusivo al crearse nuevos con- dura como aduana y oficina comercial y sulados en los puertos peninsulares habi- que extendió progresivamente sus atribu- litados para el comercio con las Indias. ciones en materia mercantil hasta llegar a Conviene destacar en este sentido la exis- incluir la jurisdicción civil y criminal, y tencia de consulados en Nueva España y las competencias tributarias2. En 1718 la en Perú en defensa de los intereses de los Casa de Contratación se trasladó de Sevi- poderosos comerciantes locales que llega- lla a Cádiz, llevando asociada su presi- ron a desbancar, ya en el siglo XVIII, la dencia la de la Intendencia de Marina. En posición privilegiada de los mercaderes su etapa gaditana se aceleró el declive de andaluces. este organismo con la promulgación de El Estado ejerció durante todo el perio- las leyes de «libre comercio» hasta llegar a do de existencia de la Carrera de Indias su desaparición definitiva en 1790. una permanente acción fiscalizadora so- Galeón del siglo XVI. Colección Brueghel, el Viejo

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bre el comercio tratando de obtener los Una parte importante de los ingresos máximos beneficios de éste a través de la obtenidos por el Estado a través de los tri- imposición de una variada categoría de butos se destinó a la organización y de- impuestos, objetivo que distó de alcanzar- fensa de la navegación en las rutas atlán- se por las deficiencias en la organización, ticas, estableciéndose a partir de 1564 un gestión y recaudación tributarias y que sistema de dos flotas anuales obligatorias. trató de compensarse con la aplicación La que tenía como destino principal de tipos exorbitantes que, a la larga, solo Nueva España (incluyendo Honduras y condujeron a la defraudación generaliza- las Antillas) debía partir en torno al mes da y al fomento del contrabando. Duran- de abril, y la de Tierra Firme en agosto. te los siglos XVI y XVII los tributos de Ambas invernaban en América, después mayor importancia fueron la «avería» y el de intercambiar sus mercancías por me- «almojarifazgo», con los que en teoría se tales preciosos y materias primas en los subvencionaban respectivamente los gas- mercados respectivos, y confluían en La tos que suponían la protección del tráfico Habana en la primavera siguiente en su mercante y los organismos administrati- trayecto de regreso a España3. Sin embar- vos que regulaban éste. Ambos tributos go este sistema, aparentemente bien es- fueron virtualmente suprimidos en 1660, tructurado, fue incumplido sistemática- siendo sustituidos por una cantidad fija mente tanto en lo tocante a la anual. periodicidad de las flotas, que solo en pe- En cuanto a la cuantificación de la carga riodos excepcionales fue anual, como en impositiva en este periodo, los impuestos las fechas previstas de salida o incluso en mencionados junto con los llamados «de- aspectos de tanta importancia como el rechos de tonelada» representaban en tor- armamento de los buques de escolta, no a un 40% del valor de las mercancías. muchas veces sacrificado para aumentar El estancamiento de la situación y el frau- la carga de mercancías. de generalizado, con especial incidencia A lo largo de todo el siglo XVIII se in- en los metales preciosos, no llegarían nun- tentaría sin éxito encauzar esta situación ca a superarse, ni tan siquiera con los in- y reactivar la operatividad de las flotas, tentos renovadores de la primera mitad habida cuenta además del espectacular del siglo XVIII, más concretamente tras la florecimiento del contrabando, que llega- promulgación del Real Proyecto para Gale- ría a convertirse en la principal vía de en- ones y Flotas de 1720 en el que se exten- trada de mercancías en las Indias4. En pa- dería la aplicación del «impuesto de pal- ralelo al rígido sistema de flotas, aumentó meo» (por el que se gravaba el volumen de progresivamente el uso de «registros» o la carga) acompañado de un heterogéneo buques aislados, que inicialmente se em- grupo de tributos catalogados como «dere- pleó para atender a las zonas alejadas de chos de tonelada». El sistema tributario al- los destinos de las flotas y que llegó a ge- canzaría su mayor grado de eficiencia y a neralizarse en el último cuarto del siglo la vez perdería la condición de rémora de XVIII, mostrando una notable eficacia pala actividad mercantil únicamente en el ra revitalizar el comercio. Junto a las flo- periodo 1778-1796, coincidiendo ya con el tas y los registros aparecen también otros periodo de libre comercio. tipos de transporte que pueden conside-

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rarse especializados, como los «azogues», flotas y vendidas en las ferias americanas, que transportaban mercurio con destino con lo que el fomento de las manufactu- a las minas de plata, o los «avisos» y bu- ras nacionales fue mínimo al contrario ques correo que además de para su finali- que los efectos inflacionistas sobre la eco- dad principal, se utilizaban para el trans- nomía en realidad el tráfico de capital tu- porte de mercancías. vo frecuentemente un efecto desincenti- vador sobre la industria. EL BALANCE DE LA CARRERA En cuanto a los recursos necesarios pa- DE INDIAS ra el sostenimiento del Estado proceden- Para establecer un balance general de tes de los impuestos sobre el comercio y resultados del sistema comercial estable- de la parte de los metales preciosos que cido entre España y América, parece pertenecía a la Corona, puede decirse que oportuno hacer referencia en primer lu- los ingresos prácticamente salían del Teso- gar a aquellos aspectos en los que los lo- ro al mismo ritmo que entraban para fi- gros estuvieron por debajo de las expec- nanciar la política exterior y la propia or- tativas. Entre ellos destaca el impacto ganización de la Carrera. También en este limitado en la metrópoli que tuvo la acti- aspecto puede decirse, contra una parte vidad comercial con las Indias, del que de la opinión general, que la influencia sirve como ejemplo el escaso provecho del comercio con América no fue decisiva, obtenido de las posibilidades que ofrecí- puesto que las líneas generales de las rela- an las colonias para el cultivo de produc- ciones exteriores de España estuvieron tos apreciados en Europa como el cacao, condicionadas por hechos ajenos e inclu- el café o el azúcar, susceptibles de consti- so anteriores a la colonización de Améri- tuir una permanente fuente de ingresos. ca y porque, cuantitativamente, los ingre- Esta situación se debió en buena medida sos procedentes del comercio americano a otro aspecto característico del tráfico significaron un porcentaje reducido (nun- con América, la fijación sobre los metales ca excedió del 25%) de los recaudados por preciosos que, por otra parte, tuvieron el estado. Por último debe señalarse que una influencia en la economía española los beneficios que se esperaba conseguir a menor de lo que generalmente se ha su- través del mantenimiento del monopolio puesto. Esta afirmación se basa en el es- comercial y de la política fiscal estuvieron caso desarrollo industrial originado por la permanentemente por debajo de lo pre- afluencia masiva de capital, que ni siquie- visto a causa de la baja eficiencia recauda- ra tuvo trascendencia en la zona sur de toria, de la carencia de una marina de Andalucía, beneficiaria de modo casi ex- guerra con capacidad de asegurar las rutas clusivo de la entrada y salida de mercan- marítimas y el acceso a los puertos, y del cías hasta el último cuarto del siglo XVIII. florecimiento del contrabando, que por De este modo la circulación de grandes otra parte constituía un complemento cantidades de oro y de plata en manos de obligado del tráfico comercial legal, cuan- particulares se empleó primordialmente do no la principal vía de intercambio de para buscar el beneficio a corto plazo, ad- bienes en los puertos americanos. quiriendo manufacturas en países euro- Matizando lo expuesto se hace por peos que después eran cargadas en las otra parte necesario recordar que en

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buena medida los objetivos fijados no león de Manila que recorría anual- llegaron a alcanzarse de forma completa mente la ruta entre Filipinas y la cos- porque el sostenimiento del imperio y el ta del Pacífico de Nueva España. mantenimiento del comercio con las In- 2 No se incluye el Consejo de Indias dias fueron empresas de magnitud extra- por tratarse de un órgano eminente- ordinaria que prácticamente agotaron las mente legislativo y orientado a todos capacidades de la metrópoli, en numero- los aspectos de la colonización, no sas ocasiones sobrevaloradas. En este solo al comercial. sentido, si bien el hecho de que los lo- 3 Entre la costa de Panamá y El Callao, gros fuesen inferiores a las expectativas la Armada del Sur enlazaba la feria puede llevar a considerar que la Carrera de Portobelo y el Perú. de Indias constituyó de algún modo una 4 El sistema de flotas finalizaría a partir oportunidad perdida, no debe dejar de de 1778 con el establecimiento del li- tenerse en cuenta que a lo largo de más bre comercio. de trescientos años se mantuvo con un cierto grado de eficiencia un sistema co- BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES mercial complejo, que solo se produje- – GARCÍA-BAQUERO GONZÁLEZ ron interrupciones esporádicas en el trá- Antonio. La Carrera de Indias: Suma fico, que el intercambio proporcionó de la contratación y océano de ne- elevados ingresos a la metrópoli, que gocios. Algaida Editores. Sevilla, también contribuyó de forma sustancial 1992. al sostenimiento de los mercados colo- – HAMILTON, E. J. El tesoro america- niales y por tanto al desarrollo de los di- no y la revolución de los precios en ferentes territorios del imperio español y España, 1501-1650. Ariel-Historia. que, por último, desde el punto de vista Barcelona, 1975. europeo fomentó de forma extraordina- – WALKER, Geoffrey, J. Política espa- ria la actividad comercial de los países ñola y comercio colonial 1700- productores, que exportaban sus manu- 1789. Ariel Historia, Barcelona, facturas a través de los intermediarios es- 1979. pañoles. Como conclusión final puede por tan- to afirmarse que la Carrera de Medio real de plata, 1727 Indias presenta un balance global positivo desde el momento en que ejerció una influencia considerable en el desarrollo de la economía europea y ame- ricana, aunque el efecto general sobre la economía española fuese inferior al esperado. NOTAS 1 El comercio asiático se llevaba a cabo mediante el ga-

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THE UNKNOWN SOLDIER DURING AN APPROACH TO INDIRECT THE PENINSULAR WARS 6 STRATEGY. José Pardo de Santayana y Gómez de THE GENIUSOF SCIPIO 24 Olea. Colonel. Artillery. Staff College José E.nrique López Jiménez. Lt. Col.Engi- Graduate. neers. Graduate in Sociology and Political Pedro Gallegos and Lorenzo Ortiz de Science. Villalba were two Spanish soldiers, who According to Liddell Hart, throughout from basic soldiers, rose to the rank of of- History, victory has smiled at those that ficers. Their service records are similar to have not sought a direct confrontation so many other Spaniards who fought in with the enemy, but have engaged in a the Peninsular War with steadfastness and war of attrition using deception as a a spirit of patriotism that aroused the ad- means, the maneuvers, the use of time, miration of their adversaries. the alliances, the use of revolutionary techniques, the attack at unexpected loca- THE FIRST WORLD WAR tions considered to be of secondary (1792-1815) 16 strategic importance, have always sought Rafael Vidal Delgado. Colonel. Artillery. to undermine the combat will of the ad- Staff College Graduate, PhD. History. versary; using what Liddell Hart calls the This literary work attempts to visualize indirect approach.. all the wars of Revolution, the Consulate and the Empire as a whole, considering it MERINO THE PRIEST 30 as the First World War, because it was Daniel Alonso Rupérez. Captain. Infantry. fought in the entire world and all the na- Jerónimo Merino y Cob Villoviado tions opted to take one of the two parts in achieved the highest levels of military the conflict, even though they considered command. Due to his indisputable themselves neutral or non belligerents. merits in the Peninsular War, he was It also analyzes the changes that have decorated with the Laureate Cross of St. occurred in the art of Warfare in strategi- Ferdinand and rose to the rank of Lieu- cal, tactical and organizational planning. tenant General of the royal armies of

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Charles V. A controversial figure, praised down a new administrative and military by some and despised by others, most of organization for the colony. On the basis all by Pío Baroja in his novels in which of this initial organic statute, the Infantry despite assuming his heroic conduct, he Coy of Fernando Poo was created and degrades his merits referring to the him was quartered, as an island garrison force as sinister and cruel, squat, ugly, long for the 10 years that the administration faced and despotic, and a “simple-mind- run by army brigadiers lasted. This article ed friar”. deals with its creation and organization in Spain, its transfer to Fernando Poo MILITARY HISTORY and the main events leading to its dis- AVOIDS EL CID 38 bandment in 1869. It also reviews the re- José Maria Gárate. Colonel. cruitment of native and peninsular sol- Infantry. Staff College Graduate diers to replace the numerous casualties Simple reading about the Spain of El due to death or illness among troops, as Cid by Menéndez Pidal shows us that Ro- well as equipping them with uniforms drigo Díaz has held an important place and weapons. in Military History, as no other military historian has done, nor have the curricu- THE CONQUEST OF TYRE BY lum of military academies made up for ALEXANDER THE GREAT 66 his historical contribution. It is not a mat- Eugenio Vera Bolaños. ter of surprise that a poem is the base of Colonel. Artillery. Staff College Graduate. a tactical study, as it is the smallest ele- The participation of Spanish forces in ment amongst all the biographical the UNIFIL mission in Lebanon brings sources. On the other hand, it does not the history of Tyre, close to our study. It require a great effort to discern its true is located in its area of operations. The value from the poetic ore. We get a famous ancient Phoenician city is cur- glimpse of the military features of the rently an open city and a tourist attrac- original writer, the veracity of the numeri- tion, subject to the vicissitudes of the cal data he provides, El Cid´s forces, the hostile region where it is located. gradual growth of the host and the number of pawns, the tactical improvement VICTORY OR DEFEAT 74 and the general aspects of the military Eladio Baldovín Ruiz. profession. Colonel. Cavalry. Staff College Graduate The difference between victory and A HISTORICAL PERSPECTIVE OF defeat, success and failure, may be very THE FERNANDO POO INFANTRY slim or very wide. It may be marked by COMPANY 54 a timely order or its unsuitability in Javier de Granda Orive. time and place. It may be the result of a Graduate in Law. proper or erroneous execution. Al- To promote the colonization of though it appears from past experiences Spanish possessions in the Gulf of that mistakes have had a greater influ- Guinea, a Royal Decree was passed at the ence than correct decisions. It is pre- end of 1858, a Royal Decree that laid cisely in the total errors committed, and

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their re-incidence, where the main ZARATIEGUI, CARLIST GENERAL, failures lie. CAPTAIN GENERAL AND BATTLEFIELDS OF DIRECTOR GENERAL THE PENINSULAR WARS 82 OF THE CIVIL GUARD 92 David Herrador Gutiérrez. Jesús María Ruiz Vidondo. PHD, History. Graduate in Law. In the XIX century, several prominent As a way of honoring traditions and re- Navarra citizens joined the Army as pro- membering History, as in other nations, fessionals and for sake of prestige: They we support the idea of preserving the bat- include Joaquin Elío y Ezpeleta, Carlos tlegrounds intact where major battles of Espinosa de los Monteros, Francisco Es- our history took place. For this reason, a poz y Mina, and Juan Antonio Guergué number of them are described, focusing etc. Among these outstanding figures one particularly on the Peninsular wars, a of the generals who has least been stud- period rich in military events, unknown ied is Juan Antonio Zaratiegue Celigueta to the majority of the general public whose bicentenary was observed in 2004. and keeping away from any political ambiguity RORKE´S DRIFT. THE IMPOSSIBLE as far as its inter- RESISTENCE 100 pretation is José Enrique López Jiménez. Lt. Colonel. concerned. Engineers. Graduate in Sociology and Po- litical Science. The history of African colonization during the XIX and the begin- 2-131.ps - 12/3/2009 9:59 AM

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