EL "~RR~NCO 1)E f~T~Q~ (QR~N C~N~RI~): QEOLOQI~ y ~RQ\JEOLOQI~

i Barranco de , de impre­ pleta y sistemática posible del lugar, que las cuencas de Tirajana y de Argui­ sionantes riscos, dista de la ca­ hemos creído necesario dividir el tema negu ín y una cadena de montañas que t pital de la isla unos 58 km., que aquí se expone en los apartados culmina en el vértice de Morrobarran­ contando con una altura media sobre el siguientes: quilla (1.500 m. de altura) impiden que nivel del mar de 730 m.. Su cota supe­ A- Geografía de la zona. el Barranco llegue al centro de la isla. rior la alcanza en el Talayón del Risco B- Geología. Dichas montañas, por otra parte, for­ de Amurga (1.126 m. de altura), mien­ C- Cronistas e investigadores. man un arco en el que introduce su ca­ tras que su descenso más pronunciado D- Prospección directa actual. becera la cuenca de Fataga. se centra en la gran plataforma de la E- Necesidades. Otro aspecto interesante, resultado llanura de , en la cual de­ de la complicada red de drenaje exis­ 2010 semboca el Barranco junto con sus cua­ tente en la zona, nos hace apuntar la tro afluentes. GEOGRAFIA DE LA ZONA existencia de cuatro afluentes del Ba­ Los únicos habitantes que pueblan Como dato inicial de este apartado rranco de Fataga, afluentes que, inclu­ esta zona son los que se encuentran en geográfico hay que destacar, basándo­ so, llegan a ser más largos e importantes Fataga y alrededores, perteneciendo el nos en los estudios realizados por Te­ que el mismo barranco del que parten y término al Ayuntamiento de San Bar­ lesforo Bravo (Tenerife, 1964), el he­ con el que desembocan, formando un Universitaria, talamé de Tirajana. cho de que, de los 19 barrancos que estuario común que culmina en la am­ Dado el gran complejo prehispánico principalmente surcan la isla de Gran plia plataforma de Maspalomas. Esta que encierra esta amplia localidad, ya Canaria desde su centro hasta la costa, plataforma, con una superficie de 14

que no sólo hay vestigios arqueológicos el Barranco de Fataga es la segunda km2., es un estuario muy antiguo que Biblioteca en las márgenes del barranco sino inclu­ cuenca de la isla en cuanto a extensión contiene en su subsuelo especies de so en el mismo lecho, hemos decidido superficial: 140 Km2. Habrá, pues, que conchas de moluscos marinos que darle el nominativo de Conjunto ar­ señalar a continuación las principales hace tiempo desaparecieron del lugar. queológico de Fataga. características que lo conforman: Caracter ística esencial es la circuns­ ULPGC. Para tener una visión lo más com- En principio es notable el hecho de tancia de que todos los tributarios del por realizada Digitalización autores. los documento, Del ©

30 Barranco le llegan por su margen dere-. cha, mientras que la izquierda la bordea el impresionante Risco de Amurga, an­ teriormente citado. Los cuatro afluentes de que hemos venido hablando y que necesitan de una mera descripción son: Barranco de la Negra: su cabe­ cera termina siendo capturada por el Barranco de Arguinegu ín. Barranco de Chamariscán: cau­ ce de paredes de 200 y 300 m. de altura. Barranco de las Hatas: ocupa una posición central, llegando incluso al vértice de Morroba­ rranquillo, y posee numerosos tributarios. Su principal carac­ terística es ser un barranco acañonado. 2010 Barranco de los Vicentes: es el que menos importancia geo­ gráfica presenta, pues sólo des­ taca por recorrer la base del por basaltos, fonolitas y rocas plutóni• punto completar. Lago Lomo de los Vicentes. cas. T al es el Cementerio de , Universitaria, Es de gran interés el hecho de que núcleo aborigen de gran importancia GEOLOGIA es precisamente esta parte de la isla la para la arqueolog ía y prehistoria cana­ J. M. Fuster, en su obra Geología que mayor ruina geológica presenta, ria y que, con el paso del tiempo, se ha de (Madrid, 1968) señaló perteneciendo así a la edad de madurez ido destruyendo progresivamente por que de las ocho series basálticas que dentro del ciclo de ataque de la erosión. una serie de causas que expl icaremos Biblioteca inundaron la isla de Gran Canaria (Ba­ más adelante. sáltica 1; Complejo traqu ítico-sien íti• CRONISTAS E INVESTIGADORES De dicha necrópolis, Víctor Grau ca; Fanal ítica; Pre-; Bassas nos dice que estaba localizada Hemos creído indispensable hacer ULPGC. Roque Nublo; Basáltica 11; Basáltica una referencia a aquellos eruditos e in­ en el centro del que fue gran volcán de 111; Basáltica IV.) sólo tres de ellas vestigadores que han dedicado. al Ba­ Arteara. El número de túmulos que por tienen incidencia en la zona S. W. de la rranco de Fataga y más concretamente observó era de muchos miles y habían isla, una con mayor importancia sobre a su extensión arqueológica una o varias sido levantados con las mismas piedras las otras dos. citas bibliográficas. basálticas que conforman el terreno, La primera de ellas, y la que más Al intentar hacer dicha relación existiendo en todos ellos caja para realizada interés muestra, es la serie Fanal ítica, hemos creído necesario realizarla de colocar el cadáver, hecha con lajas por serie que ocupa una extensión que, una forma cronológica, es decir, comen­ los costados y cubierta. Esta necrópo• superficialmente, predomina en casi zando por los más lejanos a nuestro lis estuvo en su totalidad rodeada de toda la isla. En la zona que nos ocu­ tiempo y por lo tanto los más cercanos una pared de un metro de altura apro­ pa se levantan unos afloramientos que a la época de la conqu ista, aunque sean ximadamente, encuadrando a una zona descienden hacia la costa desde las cos­ éstos los que menos datos nos han que tenía una extensión de dos Km. de Digitalización tas centrales, formando así un gran aportado. largo por uno de ancho. abanico. Es pues este punto de la isla, Empezaremos, pues, con José de Agustín Millares Torres, al final del el comprendido entre los barrancos de Viera y Clavija, el cual nos relata en su mismo Manuscrito, nos da a conocer de

Mogán y de Tirajana, el ejemplo más autores. Historia de Canarias (Tenerife, 1950) su puño y letra detalles sobre la estruc­ claro que en Gran Canaria tenemos de

que, en la penúltima batalla que Pedro tura exterior de dichos túmulos: figura los dicha serie Fanal ítica. de Vera sostuvo contra los aborígenes cuadrilonga, construidos con lajas y cu­ Característica peculiar de esta serie de la isla antes de la conquista defini­ biertos con piedras colocadas con arte, podría ser el enorme espesor que suele tiva de la misma, se observó que el te­ formando éstas un cono truncado de alcanzar (hasta 150 m.l y el estar for­ rreno correspondiente al Barranco era uno o dos metros de alto por dos o tres m3da por rocas compactas que, por una zona de rocas, selvas y riscos, a la de base. otro lado, han llegado a tener una apli­ documento, que los habitantes del lugar estaban" Otro investigador, R. Verneau, ya cación artesanal e industrial, habiendo muy acostumbrados, asombrándóle el en 1887 sitúa el Cementerio en un lugar Del sido aprovechadas para la fabricación

hecho de cómo aquellos indígenas sal­ árido, propio de zona de malpaís. Des­ © de losas y cubiertas de tejado. taban y corrían en medio de lugar tan cribe también los túmu los, pero nos Otra serie, de menor incidencia en agreste. añade, como hecho importante, el que la configuración geológica de la zona, es Posteriormente nos hallamos ante en cada uno de ellos era inhumado un la Formación Pre-Roque Nublo, que, los estudios de Víctor Grau' Bassas, el s610 cadáver. Las medidas que nos da formada por aglomeraciones de nube cual, a partir del último cuarto del siglo para la fosa son: 2 m. de largo por 0,60 ardiente, rellenó grandes extensiones X IX y bajo la protección del Museo de ancho; para el montículo superior: del valle de Tirajana. Sus rocas son por­ Canario, se dedicó a recorrer la isla y a 1,50 a 2 m. de altura, de 3 a 4 m. de fídicas holocristalinas y basaltos plagio­ recopilar en su Manuscrito los principa­ longitud y alrededor de 1,50 m. de clásicos. les yacimientos arqueológicos, descri­ ancho. La tercera serie, la formación Ro­ biéndolos y dibujándolos con gran per­ En el siglo XX es Sebastián Jiménez que Nublo, aparece en los mismos sec­ fecciÓn. Es gracias a él y a sus dibujos Sánchez quien se encargó de los traba­ tores que la serie anterior. Sus bloques por lo que hoy podemos conocer yaci­ jos arqueológicos en el llegan a ser de un espesor de 5 m. de mientos arqueológicos que o bien han y el que estudia también primeramente dimensión, mezclados con otros de desaparecido en su total idad o de los la Necrópolis de Arteara. Pudo notifi­ diverso tamaño. Se le considera como que sólo nos quedan unos restos que car que, desde la época de Víctor Grau un depósito de tipo peleano formado merced a su obra se pueden hasta cierto Bassas al momento de sus estudios, el ~

31 número de estos enterramientos había descendido notablemente. No creemos necesario aqu í añadir la relación que Sebastíán Jiménez Sán­ chez nos hace del conjunto del Cemen­ terio, pues es semejante a las anterior­ mente citadas, Lo único que nos intere­ sa es el detalle de no haber encontrado ningún tipo de ajuar funerario, sino gran cantidad de cenizas óseas a lo largo de la caja-sarcófago. Del Seminario de Historia Primi­ tiva de la Universidad de Madrid llegó a la isla, en 1948, un equipo que realizó una serie de investigaciones arqueológi• cas en la mitad S. W. de la isla, centrán­ dose éstas en el Barranco de Fataga. Estudiaron no sólo las características del Cementerio sino que también pudie­

ron localizar restos de casas aborígenes 2010 y cuevas de habitación y de enterra­ NECESIDADES miento. Recogieron un material que Al saqueo pro!'jresivo a que se ha Todo lo anteriormente expuesto resumieron en microlitas de obsidiana, visto sometida la zona ha contribuido el nos indica claramente cuáles deben ser cerámica y útiles de piedra pulimenta­ desarrollo de los medios de comunica­ da. ción y la consiguiente promoción turís• las necesidades más apremiantes de la De este resumen bibliográfico se tica. zona. deduce el interés arqueológico que la Por su parte, el lugareño de Fataga En primer lugar hay que destacar la Universitaria, localidad presenta, pues tipológicamen• ha permanecido totalmente ajeno al necesidad de mentalizar no sólo a la te sus yacimientos parecen abarcar casi interés arqueológico que la zona presen­ gente que mora en el Barranco de Fata­ todas las variantes con que éstos se ma­ ta, debido a la falta de información re­ ga, sino también a aquellos que acuden nifiestan en la isla canaria. lacionada con el Patrimonio Histórico al mismo con carácter excursionista, Biblioteca Artístico que posee. Consecuencia de de que se hallan ante yacimientos de gran PROSPECCION ACTUAL ello es el hecho de que al material de importancia dentro del conjunto ar­ superficie localizado por algún habitan­ queológico. Son estos últimos visitantes Al resumen bibliográfico del apar­

te no se le ha dado la importancia sufi­ ocasionales los que más daño hacen, ya ULPGC. tado anterior hemos querido unir ahora ciente como para depositarlo en un que no sólo no se les pron íbe la entrada a

una serie de prospecciones que sobre el por Museo donde se pueda real izar un estu­ los yacimientos, sino que, una vez den­ terreno hemos efectuado, siendo lo que dio sistemático del mismo. La situación tro de ellos, se les da libertad absoluta más ha llamado nuestra atención la alar­ se agrava cuando se trata de restos hu­ para registrar todo aquello que encuen­ mante destrucción de la zona en cuanto manos sacados de la zona tumular, los tran a su paso. a yacimientos arqueológicos se refiere. cuales, sólo después de haberse realiza­ Esto nos lleva a un segundo aspecto realizada El Ba~ranco de Fataga constituyó do un análisis profundo, podrían haber de gran importancia: no se trata aquí durante muchos años un ámbito cerra­ servido para llevar a cabo un estudio de no permitir la entrada a un núcleo do, pues la circulación por sus laderas, serio de antropología canaria. arqueológico que puede suministrar así como por su lecho, era de difícil En nuestra prospección directa pu­ información a todo tipo de visitantes acceso y no existía una buena comuni­ dimos observar, tal como lo vio la sobre el interés de la Preh istoria Canaria. cación con el interior. Ello, en cierta comisión del Seminario de Historia Pri­ Se trata simplemente de la necesidad Digitalización forma, benefició la zona arqueoló• mitiva el año 1948, no sólo la zona que la zona tiene "de contar con una gicamente hablando, pues preservó de los túmulos, sino cuevas tanto de protección especial, mediante la cual se los yacimientos del lugar de curiosos habitación como de enterramiento pueda lograr la adjudicación de un vigi­

coleccionistas de restos aborígenes que, autores. (Cueva Semicircular, del Solapón, de lante que cuide el lugar de profanacio­ desgraciadamente, tanto abundan y los Pasos) y habitat de superficie (Casa nes y que a la vez informe a quienes tanto daño hacen a la Prehistoria Cana­ los Honda el Lomito, Casa de Fatagal. lo soliciten de las principales caracte­ ria. Merecen un apartado especial unas rísticas que conforman el yacimiento y curiosas construcciones semicirculares­ su entorno. Esto lleva incluido la exis­ excavadas en la toba volcánica, situa­ tencia de una razonable dotación eco­ das en la zona denominada Los Pasos nómica para la limpieza y mantenimien­ en el Risco de Amurga a unos 1.121 m. to del lugar. documento, de altura sobre el nivel del mor. Pasan el Las últimas noticias recibidas nos número de cuerenta y tienen una con­ hablan de la próxima visita que un ins­ Del © formación que local iza a una de las cazo­ pector de Monumentos Histórico-Ar• letas -lIamémosla así- en el centro, tísticos piensa real izar al Barranco de mientras que las demás, de diverso tama­ Fataga para determinar efectivamente .fío pero siempre de menor diámetro que la necesidad apremiante de cuidados la central, rodean a ésta y se comunican que estos yacimientos precisan. Espe­ entre sí mediante unos canales de unos 3 remos que no se quede sólo en eso y se centímetros de ancho aproximada­ cumpla efectivamente lo más indispen­ mente. sable para que este núcleo arqueoló• No entramos aqu í en la discusión gico se conserve, más aún cuando ahora de si estas construcciones hayan tenido se empieza a contar con una serie de o no una función ritual de libaciones u investigaciones que podrán dilucidar oraciones, pues sería necesario un aná­ muchas de las hipótesis en las que, debi­ lisis detenido de las mismas para poder do a los destrozos, se asienta la Prehis­ encaminar ciertas teorías sobre la pre­ toria de las islas. historia de la zona y, en general. del Archipiélago Canario. Rosa Schlueter Caballero