JOSÉ NATANSOn IGNACIO RAMONET GREGORY WILPERT JORGE ELÍAS FEDeriCO KUKSO FLOrenCE BEAUGÉ LUCIANA GArbArinO SerGe HALimi el dipló, una voz clara en medio del ruido Capital Intelectual S.A. 9 Paraguay 1535 (1061) noviembre 2016 Buenos Aires, Argentina Publicación mensual 0020 Año XVIII, Nº 209 Precio del ejemplar: $60 En Uruguay: 100 pesos 522005 www.eldiplo.org 771514 9 Desigualdad, conflicto racial, belicismo, desempleo: la campaña electoral reveló los déficits de la primera potencia mundial La decadencia del imperio americano Dossier Reuters Colombia: obstáculos a la paz Páginas El sorpresivo triunfo del “No” en el plebiscito obligó al gobierno a renegociar el acuerdo con las FARC que ponía fin a medio siglo de conflicto armado. ¿Cuáles son 4 a 7 las razones que explican el rechazo? ¿Qué alternativas se abren de aquí en más? 2 | Edición 209 | noviembre 2016 Cuando tiembla el centro del mundo por José Natanson a historia está cargada de aconteci- que los dota de una “visibilidad étnica” que pone vel de escolaridad (conocidos como white trash) mientos inesperados, y aunque en las en jaque el viejo ideal asimilacionista. conforman el único grupo social estadounidense miradas retrospectivas es fácil identi- El tercer factor es el terrorismo. Tampoco es cuya tasa de mortalidad, en lugar de descender co- ficar los procesos que les dieron forma, nuevo, por supuesto. Pero su fase actual está deter- mo sucede con los latinos, los negros y los univer- porque los quiebres históricos siem- minada por la imposibilidad de una solución nego- sitarios, aumenta, hasta casi duplicar al promedio Lpre son resultado de un desarrollo previo y porque ciada, que en el pasado era difícil pero no imposible (5). Las causas principales son, en orden de im- todos somos más inteligentes con el diario del lu- con organizaciones como, digamos, el ETA, el IRA portancia, el suicidio, el alcoholismo y el abuso de nes, lo cierto es que a menudo se desploman sobre o las FARC, y que hoy resulta sencillamente inima- analgésicos. Paradojas de la historia, se trata de la nosotros con la fuerza repentina de una tormenta ginable con grupos como Al Qaeda o el Estado Islá- generación del baby-boom, concebida en el clima tropical. De la Revolución Rusa al 17 de octubre, de mico, cuyo objetivo es imponer el califato mundial. de optimismo posterior a la Segunda Guerra, que Pearl Harbor al Cordobazo, el siglo XX es generoso Contra ellos, sostiene el historiador Patrick Bou- hoy protagoniza un vuelco demográfico en senti- en este tipo de sucesos imprevistos. La novedad es cheron (3), la única alternativa es la guerra de ex- do negativo pero igual de espectacular: si su tasa de que ya no se originan en una explosión social o una terminio. Pero además, a la luz de los últimos casos mortalidad hubiera seguido al promedio, hoy ha- invasión extranjera sino bajo las instituciones de la registrados en Francia y Estados Unidos, el terro- bría 500.000 white trash más en Estados Unidos. democracia electoral: el Brexit, la candidatura de rismo es cada vez más local y cada vez menos im- La cifra equivale a los muertos por SIDA. Donald Trump y el ascenso de la ultraderecha eu- portado, sus causas anidan más en las sociedades Retomando el hilo del argumento, parece natu- ropea son expresiones de esta tendencia. nacionales que en los invasores venidos de afuera, ral que en este clima de no-futuro las sociedades La explicación general quizás pueda rastrear- lo que fortalece la sensación de amenaza perma- oscilen entre la apatía nihilista, el furor militante se a la impotencia social que produce el impacto nente, la aterrorizante percepción de convivir con (vivimos tiempos de Bernie Sanders, Jeremy Cor- convergente de tres fuerzas poderosísimas. La el peligro que tan rápidamente está corroyendo a bin, Podemos) y el apoyo desesperado a la extrema primera, a su vez condición de las otras dos, es las buenas conciencias occidentales. derecha. Si lo mejor que tiene para ofrecer el Par- la globalización financiera, con todos sus efec- Obviamente interrelacionadas, la globaliza- tido Demócrata es una ex secretaria de Estado mi- tos en términos de contracción industrial, con- ción financiera, las migraciones y el terrorismo se llonaria financiada por Wall Street, si cada vez re- solidación de núcleos de desempleo estructural presentan ante los ciudadanos, sobre todo del pri- sulta más difícil distinguir al socialismo francés de e incremento de la desigualdad. Los datos son mer mundo, como fuerzas poderosas imposibles la derecha, si, como sostiene Slavoj Žižek (6), la sa- impresionantes: las 28 instituciones financie- de enfrentar, como tendencias incontestables si- lida ante la crisis europea se limita a elegir entre el ras de importancia sistémica manejan unos 50 tuadas fuera de su control. No es difícil imaginar la modelo anglosajón (adaptarse sin más al capitalis- billones de dólares, contra un PBI mundial de mezcla de frustración y bronca que esto genera en mo global) o el modelo franco-germano (salvar lo unos 75 billones. Cada una de ellas dispone en personas que desde hace medio siglo se han acos- que sea posible del Estado de Bienestar), ¿por qué promedio de 1,8 billones de dólares, contra por tumbrado a vivir en condiciones de relativo bien- no optar por algo distinto, pero total, completa, ab- ejemplo un PBI de Brasil de 1,5 billones. Bajo las estar y a salvo de cualquier catástrofe. solutamente distinto? ¿Por qué no votar No cuando nuevas condiciones del capitalismo global, la Algo muy importante está ocurriendo en el todos recomiendan votar Sí, apoyar el Sí cuando el forma principal de apropiación de riqueza ya no centro del mundo, algo que resulta difícil de cap- consenso apunta al No? Como en Weimar, cada día reside en la producción o el comercio de ciertos turar analíticamente pero que se hace cada vez se amplía un poco más la distancia entre un pueblo bienes o servicios sino en la especulación con fi- más evidente. Quizás el mejor paralelismo, con las que sufre y no termina de entender lo que ocurre nanzas, que, como sostiene Joseph Stiglitz, sir- distancias oceánicas del caso, sea la República de –ni por qué ocurre– y una elite cosmopolita y ultra- ven menos para inyectar dinero en las empresas Weimar, que también se agitaba por la impotencia vanguardista que parece vivir en otro planeta. que para extraerlo de ellas. En palabras del so- social ante fenómenos percibidos como ajenos, Sin embargo, el panorama no es el mismo en to- ciólogo brasilero Ladislau Dowbor, es la cola la la angustia ante el avance de la crisis económica dos lados. América Latina atravesó problemas pa- que mueve al perro (1). y una creciente pérdida de confianza en las insti- recidos hace una década pero logró, con todos sus La segunda fuerza incontrolable son las migra- tuciones políticas. La transformación social ace- enormes déficits, dejarlos atrás. Los datos del Lati- ciones. Alrededor del 3,1% de la población mun- lerada caracteriza ambos períodos: si en los años nobarómetro, que viene midiendo de manera sis- dial, unos 230 millones de personas, viven hoy en 30 los cambios eran consecuencia de la Primera temática la confianza de los latinoamericanos en países diferentes al de su origen (2). Tan antiguas Guerra Mundial, que propició, entre otras cosas, las instituciones políticas, revelan que entre 2002 y como la humanidad, las migraciones aumentan la incorporación de la mujer al mercado laboral, 2003 se registraron niveles mínimos de apoyo (13% pero no registran una explosión desproporcio- hoy la mutación es resultado del impacto econó- de confianza en los partidos políticos, 21% en el nada como la ocurrida por ejemplo luego de la mico de la globalización: el empleo industrial en Congreso y 28 en el Gobierno) y que a partir de allí Segunda Guerra Mundial. Más cuali que cuan- Estados Unidos, por ejemplo, cayó 30% en los úl- comenzaron a recuperarse, alcanzaron su pico en titativa, la novedad parece radicar en el hecho timos quince años, afectado por la incorporación 2008 y luego descendieron levemente (hoy la con- de que las nuevas tecnologías les permiten a los tecnológica y la deslocalización (4). Como no tie- fianza es del 20% en los partidos, 37 en el Congreso migrantes conservar los lazos con su patria: le- ne mucho sentido enojarse con las computadoras, y 34 en el Gobierno). jos del italiano que se despedía para siempre del resulta hasta comprensible que los trabajadores Habrá entonces que reconocerles a los gobier- pueblito que lo vio nacer, cruzaba el Atlántico y desplazados se enfurezcan con los mexicanos. nos del giro a la izquierda que no sólo lograron se argentinizaba, los migrantes preservan hoy O que mueran. Una impactante investigación mejorar la distribución del ingreso sino también –vía Skype, vuelos baratos y noticias al instante– de los economistas Angus Deaton y Anne Case re- inyectarle vitalidad a un conjunto de democracias al menos parte de su cultura y su modo de vida, lo vela que los hombres blancos adultos con bajo ni- que al final del largo ciclo neoliberal se arrastra- | 3 Staff Di rec tor: José Natanson Re dac ción Carlos Alfieri (editor) Pablo Stancanelli (editor) Creusa Muñoz Luciana Garbarino Laura Oszust Se cre ta ria Por qué Pa tri cia Or fi la se cre ta ria@el di plo.org Co rrec ción Francia no es Alfredo Cortés Diagramación Cristina Melo Guantánamo Co la bo ra do res lo ca les Fernando Bogado Nazaret Castro Julián Chappa Jorge Elías Federico Kukso Nicolás Olszevicki por Ignacio Ramonet Ilustradores Gustavo Cimadoro Sike ban exhaustas al borde del knock out. En demás de sus efectos asesinos, Tra duc to res otras palabras, que nuestros criticados el terrorismo posee la perver- Julia Bucci populismos pueden haber contribuido a sa facultad de poner en crisis Editorial Victoria Cozzo tensionar las instituciones y en algunos Georgina Fraser cualquier sistema político, in- casos amenazar la estabilidad económi- Teresa Garufi cluso el más democrático (1).
Details
-
File Typepdf
-
Upload Time-
-
Content LanguagesEnglish
-
Upload UserAnonymous/Not logged-in
-
File Pages44 Page
-
File Size-