UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE DERECHO SEMINARIO DE SOCIOLOGÍA JURÍDICA TESIS: MOVIMIENTO CHICANO: ANÁLISIS SOCIO-JURÍDICO Y POLÍTICO QUE PRESENTA PARA RECIBIR EL TÍTULO DE LICENCIADO EN DERECHO: OMAR ALEJANDRO FLORES CRUZ ASESOR: EDUARDO LUIS FEHER TRENSCHINER UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Agradecimientos Agradezco al Lic. Eduardo Luis Feher Trenshiner, Presidente de la Academia de Literatura del Instituto Mexicano de Cultura, catedrático de nuestra alma mater, la Universidad Nacional Autónoma de México, poeta, cuentista, ensayista, comunicólogo y gran amigo, gracias por su apoyo y confianza en el desarrollo de esta investigación, mi más profundo agradecimiento. Advertencia Introducción Capítulo I.- El Movimiento Chicano Capítulo II. El ser mexicano desde el punto de vista ontológico Capítulo III. Efectos en la cultura: creación de una subcultura Capítulo IV. Aspectos políticos del Movimiento Chicano Capítulo V. Análisis de la legislación mexicana y norteamericana respecto del problema migratorio Resumen y Conclusiones Bibliografía Índice Introducción En el último siglo, México y Estados Unidos han experimentado cambios sociales y políticos de tal relevancia que vale la pena analizar algunos de los factores y circunstancias que los propiciaron. Es por ello que el objetivo del presente trabajo es analizar la participación de la comunidad mexicana en los Estados Unidos como actores sociales. El fenómeno migratorio no solo significó la diáspora de miles de mexicanos y sus familias, también trasladó la frontera cultural y lingüística. En este caso, el Movimiento Chicano surgió como respuesta a los constantes ataques y abusos a la comunidad estadounidense, en este escenario político y social se gestó lentamente un clima de tensión y polarización. Diversos han sido los estudios que hablan del Movimiento Chicano para describir un momento de apoderamiento étnico y protesta entre ciudadanos norteamericanos de descendencia mexicana en 1960. El término “chicano” había existido como una expresión peyorativa entre jóvenes mexico-americanos, más tarde, éste término fue reivindicado y expresa el orgullo por la herencia mexicana y el desafío a las instituciones y a los individuos que practicaban o toleraban la discriminación contra los mexicanos. El movimiento social que nació en los campos norteamericanos bajo el sindicalismo alcanzó rápidamente seguidores, diversos fueron los sectores en donde impactó y cobró fuerza a lo largo de varias décadas, estos movimientos se transformaron en organizaciones con estructura y participación territorial más o menos delimitada. Este trabajo busca explicar ¿cómo y cuando surgió? ¿Cuáles fueron sus estrategias? ¿Cuál es su situación presente? ¿Qué posiciones políticas han existido sobre este movimiento? ¿Qué forma debería tomar hoy en día? ¿Cómo influye y modifica la cultura norteamericana? Para los fines de este estudio, se habla de los orígenes de la migración en el siglo XIX, posteriormente hablaremos de los lugares de asentamiento y las principales actividades que desempeñaron los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos, asimismo, mostraremos los diferentes momentos por los que atravesó el Movimiento Chicano para constituirse como tal. Este trabajo se divide en cinco capítulos. En el primero, se cuentan las referencias del Movimiento Chicano: génesis y desarrollo, siguiendo muy de cerca todos los procesos históricos que antecedieron a su formación. El segundo capítulo, aborda aspectos antropológicos, filosóficos y psicológicos del desarrollo de la personalidad del mexicano. Diversos han sido los estudios que han tratado de definir ¿qué es el ser mexicano?, es necesario advertir que en éste nos apoyaremos de diversas fuentes y disciplinas en nuestra ardua labor por descifrar tan interesante cuestionamiento. El tercero esta dedicado a todas aquellas manifestaciones artísticas y culturales del Movimiento Chicano, donde narran la visión étnico-cultural de los chicanos de su perspectiva. Asimismo, daremos cuenta de otros aspectos, como el fenómeno de la Virgen de Guadalupe y nuevas devociones religiosas, las tradiciones y abordaremos la importancia de la educación como factor de cambio social en la comunidad chicana y mexicana, por último, nos aproximaremos a la oscilación permanente entre ambas culturas, que da como resultado, la creación de una nueva identidad colectiva. El cuarto capítulo abordará los aspectos políticos del Movimiento Chicano, tocando temas, de gran importancia, como el voto latino y el gran peso que tiene la comunidad latina en el contexto político norteamericano. Por último, el quinto capítulo se refiere a un análisis de la legislación mexicana y norteamericana respecto al problema migratorio. Hacemos hincapié en los factores internos de la sociedad norteamericana respecto al fenómeno migratorio y las posturas ideológicas, jurídicas y políticas que influyen en la toma de decisiones en el Congreso norteamericano, asimismo, plantearemos el tema de las remesas y su importancia para la economía mexicana, y para concluir, no podemos dejar de mencionar al polémico catedrático y politólogo Samuel P. Huntington y su obra que ha despertado diversas reacciones de importantes investigadores a nivel nacional e internacional. 1 Capítulo I.- El Movimiento Chicano. Antecedentes históricos. Las constantes pugnas entre los grupos sociales dieron frutos hasta 1821, donde México logra su Independencia de España y años más tarde el gobierno de los Estados Unidos lo reconoce como nación, enviando a Joel Robert Poinsett1 como representante oficial para la firma de tratados de comercio y delimitación del territorio, para ese entonces, los intereses expansionistas de Estados Unidos se hicieron presentes al intentar anexar a Texas a su territorio. Durante 1820, el gobierno de Estados Unidos hizo ofertas a México de compra de Texas, quién las rechazó las mismas ocasiones. Texas albergaba a miles de emigrantes anglosajones gracias a un tratado firmado por México en 18212; parte del convenio firmado por las dos naciones establecía una serie de reglas para la pronta ocupación de las tierras mexicanas, iniciando una invasión pacífica de repercusiones irreparables. Los colonos estadounidenses recibieron tierras gratuitamente con condiciones generosas, éstas incluían aceptar las leyes mexicanas (prohibición de la esclavitud, cuatro años de exención de impuestos, la conversión al catolicismo entre otras, un periodo de libre importación, etcétera. Miles de norteamericanos se volcaron a esta región; en su mayoría eran sureños que traían esclavos e intentaban establecer cultivos de algodón. Al término del periodo de gracia, los norteamericanos se negaron a pagar impuestos y apoyaron el contrabando de productos mucho más baratos que traían embarcaciones estadounidenses a través del Golfo de México iniciando una competencia desleal. La constante presencia, legal o ilegal de grupos inmigrantes anglosajones, por un lado, y la escasa colonización de mexicanos hacia esas regiones, por el otro, originaron una situación favorable a los intereses de los primeros que eran apoyados por la política expansionista de los Estados Unidos de América. 1 POINSETT, Joel R. Notes on Mexico, made in the Autumn of 1822, p. 104. 2 El Tratado Adams-Onís de 1819 cedió territorios españoles a Estados Unidos, por lo que también autorizó el traslado de españoles afectados a otras partes del Imperio y en 1921 se promulgó una Ley de Colonización. En su redacción participaron Miguel Ramos Arispe y otros diputados mexicanos y aunque se aprobó el 8 de junio de 1821, en vísperas de la Independencia, mantuvo vigencia hasta su sustitución por la Ley de 1824. SCHUMACHER, Ma. Esther (compiladora). Mitos en las relaciones México-Estados Unidos, p. 50. 2 Fue gracias a las gestiones de intermediarios norteamericanos que llegaron la mayoría de colonos a Texas, recibieron grandes extensiones de tierra por parte de México como pago por traer nuevos residentes a la región. Desde 1821, las familias procedentes de Luisiana y Florida recibieron del gobierno de Iturbide permisos para instalarse en el territorio de Coahuila y Texas, al mismo tiempo, un agente especial norteamericano llamado Samuel Houston recibía instrucciones para promover la independencia de la enorme región de Texas, aprovechando los disturbios políticos que sobrevinieron en México después de la Independencia y que mermaron la aplicación de las disposiciones que condicionaban la permanencia de los estadounidenses en territorio mexicano. Stephen F. Austin, un joven emigrante del estado de Missouri, estableció la primera colonia legal en Texas en 1822, a su vez, alentó a otros norteamericanos a establecerse en estas tierras y durante este proceso crearon centros de poder local que competían directamente con el gobierno mexicano. En 1830, luego de un infortunado intento por independizar Texas, el gobierno mexicano prohibió cualquier
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