De la Juventud al Jefe > ■ -• La Juventud de vuestro Partido, pide su lugar de avan­ zada en defensa de sus ideales partidarios. Vivimos un mo­ mento en que la tranquilidad del país peligra con las inten­ ciones pérfidas que ocultan los mitineros “de las leyes de­ mocráticas", y recurrimos a nuestro Jefe Civil para decirte, ORGANOPALADIN DE LA JUVENTUD DEL PARTIDO NACIONAL que como un solo hombre, contará siempre con nuestro apoyo valiente y decidido, para arrostrar en cualquier terreno, al que se atreva a menoscabar las conquistas de nuestro glorioso Montevideo, Setiembre lo de 1938 Año I N.° 1 Partido Nacional. — No retrocederemos un paso en la tarea en que nos hemos empeñado, ni permitiremos a ningún pre­ DIRECTOR: Antonio Gabito Barrios ADMINISTRACION : Comercio 1736 cio el perjuicio más leve que atente contra la integridad de ADMINISTRADOR. Amonio M. Alfonso nuestros derechos y de nuestra libertad. REDACTORES RESPONSABLES: REDACCION : Manuel Aguirre López Remigio A. Damelli luán M. Blanes 1021 i El grito de alerta está dado! ¡Por la Patria, por el Partido Nacional, y con el Dr. Luis Alberto de Herrera! HOMENAJE 1 APARICIO SARAVIA PALADIN lanza su primer que se habia impuesto, inducién­ solvió su pequeño contingente 1897 y armas, además dos carretas número al público, adhiriéndose dole a fundar un club político en de improvisados guerreros. Qui­ de pertrechos bélicos. El 5 de al homenaje a la memoria de Pablo Páez, al que le puso el zá comprendió Saravia, con in­ En el mes de enero del año marzo de ese año, Saravia, si­ nuestro gran caudillo. La Ju­ nombre de su extinto hermano tuición de los acontecimientos, 97, Saravia contaba ya con algu­ guiendo las instrucciones, que la ventud del Partido, quiere exte­ Gumersindo Saravia. que poseyendo elementos nece­ nos partidarios, que poco a poco Junta de Guerra bonaerense le sarios y mejor pertrechados, iban en aumento, y no solamen­ había impartido por intermedio riorizar, de esta manera, su Grito de la Coronilla agradecimiento y veneración podría organizar un nuevo le­ te podía contar» con el concurso de Chiquito Saravia, invadió el por tan gran hombre, que lo sa- ^ En ese entonces, presidia el vantamiento con más posibilida­ de los gauchos que lo acompa­ territorio por el norte mientras criticó todo por un ideal y justa gobierno Idiarte Borda, fruto de des de éxito. Eludiendo enton­ ñaron en la pasada contienda, Lamas y Núñez lo hacían por el aspiración democrática. Incom­ una parodia cívica, de resulta- ces las acechanzas de sus ene- sino con personas de vasta cul­ suroeste. En esa ocasión Sara­ parable luchador, de espíritu via puso de manifiesto sus amplio para albergar sentimien­ grandes aptitudes para el arte tos nobles y patrióticos, de po­ de la guerra, valiéndose de una derosa concepción guerrera, que estratagema, hizoles creer a los lo llevó a realizar proezas ex­ espías, que Borda había disemi- traordinarias, que solamente un minado en la frontera, que dos cerebro privilegiado como elsuyo fuertes divisiones a dos días de era capaz de concebir, poseedor diferencia invadían el territorio, de una voluntad inquebrantable, no siendo más que un escaso de un temperamento de acero contingente de hombres, que, que jamás desmayó ante tantas penetrando en tierra uruguaya, borrascas que golpearon dura­ vuelve sobre sus pasos oculto en mente su corazón, y de las con­ la noche y cruza nuevamente la trariedades que poco a poco línea divisoria. Luego Saravia querían minar la fe de sus gue­ comenzó a maniobrar en el país, rreros, sabiendo alejar con una levantando adeptos que poco a sonrisa de esperanza o cálidas poco iban engrosando su ejérci­ palabras de aliento, el pesimis­ to. El primer hecho de armas, mo que en los duros reveses tra­ en que intervino Saravia, fué el taba de infiltrarse en esos bra­ de Arbolito, el 19 de marzo, o vos patriotas, abnegados defen­ sea 14 días después de la inva­ sores de esa causa justa y noble. sión, no estando la suerte de parte de nuestros valientes gue­ rreros, y hallando la muerte Biografía del Caudillo Chiquito Saravia que se aventu­ ró al frente de sus lanceros. Aparicio Saravia nació en el Después Saravia se retira hacia departamento de Cerro Largo, el norte para rehacer sus líneas, en la estancia que poseían sus y el 25 tiene noticias de la co­ padres cerca del arroyo Cordo­ lumna al mando de Núñez y La­ bés, en el año 1855. Desde su mas, y busca su incorporación primera infancia demostró re­ en el departamento de Cerro beldía para sujetarse a las nor­ Largo, división ésta que ya mas de una escuela montevidea- traía sobre su frente los laure­ na; aquel ambiente asfixiábale, les conquistados en Tres Arbo­ estaba acostumbrado a respirar les el 17 de marzo. Ei 14 de ma­ el aire puro del campo, huyendo yo, llega Saravia a las inmedia­ un buen día para volver a la ciones de Cerros Blancos, cerca casa de sus padres en el Cordo­ del paraje donde tenía su esta­ bés, y dedicarse a las tareas blecimiento de campo, en el camperas. arroyo Coronilla, buscando pa­ Durante su adolescencia hízo- sar a Rivera para pertrecharse, se un perfecto baqueano en las y dar a las caballadas, a igual tareas rurales, y un buen cono­ que su gente, el descanso nece­ cedor del terreno donde actua­ sario, cuando el enemigo, nume­ ba, cosa que mucho le sirvió roso y mejor armado lo sorpren­ más tarde. de. La lucha fué sangrienta, Hizo su debut en la guerra pero Saravia, aprovechando sus acompañando a su hermano Gu­ conocimientos de baqueano, pu­ mersindo en el año 1870, en las do evitar el sacrificio de su gen­ luchas revolucionarias del Bra­ te, dado el precario estado en sil. Tuvo acción destacada en la que se encontraban, y lo supe­ guerra Tricolor, y en la del Que­ rior del ejército enemigo, pu- bracho. Colabora con su herma­ dlendo ganar los cerros y pasar no en las campañas brasileras, al departamento de Rivera. Des­ en los años 1893 y 1894 y en la pués de esta batalla varias fue­ dos desastrosos para el país, y migos. andando por llanos y tura y alta figuración, que se ron las deserciones que sufrie­ revolución de Río Grande. En da en el departamento de Rive­ montes, al amparo de las som­ unían a su causa por conside­ todas estas luchas, Saravia co­ ron las huestes saravistas. Abe­ ra, en el paraje denominado la bras de la noche, y aprovechan­ rarla digna de todo apoyo. En­ lardo Márquez, un amigo que te­ menzó a destacarse como ele­ Coronilla, el primer grito de re­ do el día para reponerse de las tre los nuevos adherentes esta­ mento productivo, a pesar de nia éste, en ese departamento, beldía ante tan pésimo gobier­ fatigas, pudo arribar a Rio ban: Juan F. e Ignacio Mena, hizole notar la merma de su contar a su lado jefes de gran no; y con un puñado de hombres Grande do Sur, donde a pesar Tomás Borches, A. Aroztegui, experiencia y hechos en innu­ se lanza a la aventura, e inter­ de baoer actuado en forma di­ Dr. J. L. Baena, Dr. A. Ceberio merables combates, como Pira- nándose en el territorio, toma el recta, con su hermano Gumer­ y otros, que aportaron su gente (Continúa en la pag. 2) gipe, Yuca Tigre, Paphim y pueblo Sarandi del Yi a objeto sindo en 1870, contaba con mu­ otros. Huerto su hermano, el de muñirse de los elementos bé­ chas simpatías dentro de las es­ ejército que revolucionaba el te­ licos necesarios, y luego prosi­ feras influyentes de ese estado rritorio brasileño se disolvió gue su incursión en el suelo de carioca, que le ofrecieron hospi­ ante la falta de la cabeza direc­ la patria, evolucionando y dis­ talidad, con la condición de no A INSCRIBIR! triz, y Aparicio Saravia vuelve persando las pequeñas fuerzas propiciar ni intentar ningún a su estancia en el Cordobés a gubemistas que le salían al movimiento subversivo, q u e Pronto va a empezar la inscripción electoral. — Es necesa­ continuar su interrumpida labor paso. Pero las esperanzas del atentase contra la tranquilidad rio realizar una campaña de proficuos resultados para nuestro de hombre de campo, pero él no héroe fueron defraudadas, y no­ de ese gobierno. Desde allí, Sa­ Partido._Todos debemos cooperar conjuntamente con los clubs estaba predestinado a una vida tando que el movimiento reivin- ravia comenzó a relacionarse en el engrandecimiento de nuestros ideales y en heneficio de los sosegada y tranquila, la sangre dicador no tenia eco en los co­ con sus fmigos de Bueno» Ai­ mismos. — ¡A inscribir gente, pues! de la raza indómita y valerosa razones de los ciudadanos, a los res, para propiciar un nuevo le- volvió a alterar el ritmo sereno pocos días de iniciado éste, di- vantamienícv en tierra oriental. f࣠a PALA I N Montevideo, Botiombre 10 de 1038 HOMENAJE A APARICIO SARAVIA Recordación al Héroe (Continuación pifc. 1) gente, n lo que contestó Saravia, En este acto, tuvo actuación con ese oportunismo que siem­ heroica Cayetano Gutiérrez, Registrado el día de hoy, partido, jamás cedió un ápice decirse que llenó cumplida­ pre hizo alarde; “se ha ido la que con su gente estaba a la de­ como un día trágico en los al­ en cuestiones de estricta dis­ mente todo un ciclo de nues­ cáscara, pero quedó el corazón". fensa de retaguardia, soportan­ tares del Partido, evoquemos ciplina moral, ni se perdió en tra agitada vida social. Qui­ En las sierras de Aceguá tuvo do estoicamente las avanzadas la efemérides luctuosa, rin­ los vericuetos de las interpre­ zá pequeneces del escenario, que enfrentar las fuerzas co­ enemigas, y que debido a una diendo los homenajes de la taciones capciosas, para jus­ impidieron, que aquella alma mandadas por el Gral.
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