PEREGRINACIÓN DE ALPHA MANUEL ANCÍZAR viajes PEREGRINACIÓN DE ALPHA MANUEL ANCÍZAR viajes Catalogación en la publicación – Biblioteca Nacional de Colombia Ancízar, Manuel, 1812-1882, autor Peregrinación de Alpha [recurso electrónico] / Manuel Ancízar; [presentación, Verónica Uribe Hanabergh]. – Bogotá : Ministerio de Cultura : Biblioteca Nacional de Colombia, 2016. 1 recurso en línea : archivo de texto PDF (620 páginas). – (Biblioteca Básica de Cultura Colombiana. Viajes / Biblioteca Nacional de Colombia) ISBN 978-958-8959-19-1 1. Colombia - Descripciones y viajes - Siglo XIX 2. Colombia – Geografía - Siglo XIX 3. Libro digital I. Uribe Hanabergh, Verónica II. Título III. Serie CDD: 918.6104 ed. 23 CO-BoBN– a990116 Mariana Garcés Córdoba MINISTRA DE CULTURA Zulia Mena García VICEMINISTRA DE CULTURA Enzo Rafael Ariza Ayala SECRETARIO GENERAL Consuelo Gaitán DIRECTORA DE LA BIBLIOTECA NACIONAL Javier Beltrán José Antonio Carbonell COORDINADOR GENERAL Mario Jursich Julio Paredes Jesús Goyeneche COMITÉ EDITORIAL ASISTENTE EDITORIAL Y DE INVESTIGACIÓN Taller de Edición • Rocca® Sandra Angulo REVISIÓN Y CORRECCIÓN DE TEXTOS, COORDINADORA GRUPO DE CONSERVACIÓN DISEÑO EDITORIAL Y DIAGRAMACIÓN Paola Caballero eLibros RESPONSABLE DE ALIANZAS CONVERSIÓN DIGITAL Talia Méndez Adán Farías PROYECTOS DIGITALES CONCEPTO Y DISEÑO GRÁFICO Camilo Páez Con el apoyo de: COORDINADOR GRUPO DE COLECCIONES Y SERVICIOS BibloAmigos Patricia Rodríguez ISBN: 978-958-8959-19-1 COORDINADORA DE PROCESOS ORGANIZACIONALES Bogotá D. C., diciembre de 2016 Fabio Tuso © 1853, Imprenta de Echeverría Hermanos COORDINADOR DE PROCESOS TÉCNICOS © 2016, De esta edición: Ministerio de Cultura – Biblioteca Nacional de Colombia Sergio Zapata © Presentación: Verónica Uribe Hanabergh ACTIVIDAD CULTURAL Y DIVULGACIÓN Material digital de acceso y descarga gratuitos con fines didácticos y culturales, principalmente dirigido a los usuarios de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas de Colombia. Esta publicación no puede ser reproducida, total o parcialmente con ánimo de lucro, en ninguna forma ni por ningún medio, sin la autorización expresa para ello. índice §§Presentación 9 Peregrinación de Alpha por las provincias del Norte de la Nueva Granada en 1850 y 1851 §§i 21 §§ii 31 §§iii 41 §§iv 53 §§v 65 §§vi 77 §§vii 91 §§viii 107 §§ix 121 §§x 135 §§xi 149 §§xii 165 §§xiii 181 §§xiv 197 §§xv 211 §§xvi 233 §§xvii 245 §§xviii 275 §§xix 289 §§xxxii 473 §§xx 303 §§xxxiii 491 §§xxi 315 §§xxxiv 501 §§xxii 329 §§xxxv 511 §§xxiii 341 §§xxxvi 525 §§xxiv 357 §§xxxvii 537 §§xxv 371 §§xxxviii 547 §§xxvi 387 §§xxxix 561 §§xxvii 399 §§xl 573 §§xxviii 415 §§xli 583 §§xxix 429 §§xlii 595 §§xxx 445 §§xliii 607 §§xxxi 459 § Presentación Todo colombiano debería leer la Peregrinación de Alpha. Considero que este es un texto que tendría que ser parte de la bibliografía obligatoria del bachillerato nacio- nal. Es un libro para leerse tanto en la ciudad como en el campo, y que se prestaría idóneamente para abrir discusio- nes importantes sobre el territorio de nuestro país en las aulas, las tertulias, los cursos universitarios, los debates en torno al ámbito rural y en conversaciones entre amigos. Leer la Peregrinación de Alpha es aproximarse a una de las expresiones más nobles de la relación estética entre paisaje y poesía que se han escrito en nuestra historia literaria. Este texto, que fue escrito entre 1850 y 1851 por el escritor, po- lítico, profesor y periodista Manuel Ancízar, puede pare- cer muy lejano al mundo contemporáneo del lector actual, pero resulta que es un escrito tan vigente en el momento de su publicación original por capítulos en el periódico El Neogranadino, como lo es hoy. Este libro es relevante para nuestra mirada hacia el país incluso en el siglo xxi, y no tiene fecha de caducidad para aquel que quiera leer una 9 Presentación parte importante de historia de la construcción del país y de sus territorios. Manuel Ancízar fue invitado por un ingeniero mili- tar, geógrafo y cartógrafo italiano que se encontraba en esa época en Colombia, que había participado en las Guerras Napoleónicas y que estaba en la República de Nueva Gra- nada —nombre que tenía el actual territorio colombiano a mediados del siglo xix— por invitación de los presiden- tes liberales Tomás Cipriano de Mosquera y José Hilario López, encabezando el proyecto de trazar el primer mapa de la República. Su nombre era Agustín Codazzi, y cono- cía la relevancia del estudio de la geografía de un país y de sus descripciones. Así, Codazzi contrató a algunos dibu- jantes para que hicieran imágenes de los lugares visitados, y a Ancízar para que hiciera descripciones literarias. En su Peregrinación, Ancízar se encargó únicamente del texto literario del primer y segundo recorrido de la Comisión, que cubrían los actuales territorios de Boyacá, Santander y Norte de Santander. Esta empresa nacional de media- dos del siglo xix se llamó la Comisión Corográfica y duró un total de nueve años (1850-1859). Manuel Ancízar tra- bajó en ella los primeros dos años, pero su aporte a nuestra memoria de país trasgrede esos límites temporales. Lo primero que cabe destacar de la Peregrinación de Alpha es su título, que alude principalmente al tradicio- nal viaje religioso asociado a la idea de peregrinar que, según el Diccionario de la lengua española de la rae, sig- nifica «andar por tierras extrañas». Por otro lado, esta- blece que dicha peregrinación es de alguien, en este caso de 10 Presentación Alpha, seudónimo que utilizó Ancízar en varias ocasiones. Entonces partimos de la base de que este es un libro que plantea el viaje de una persona, de su experiencia propia y de la mirada subjetiva de quien viaja, observa y traduce su vivencia en un bellísimo texto literario. ¿Qué puede encontrar un lector al tener este libro en sus manos? Definitivamente un especial acercamiento al paisaje colombiano, tanto el físico como el humano, de mediados del siglo antepasado que lo hará enamorarse de su tierra y sus gentes. Ancízar, por la época en que vivió, escribió en un tono romántico, es decir, se aproximó a hablar del paisaje adjudicando a este no sólo sentimientos elevados, sino tam- bién elementos artísticos y poéticos, como lo hace cuando habla de accidentes naturales, vistas, e incluso pobladores, vestimentas y tradiciones. Por ejemplo, cuando describió físi- camente las Peñas de Fusca al norte de Bogotá se expresó de la siguiente manera: «La agreste belleza del sitio y el mur- mullo de las límpidas aguas que bajan al camino por entre rocas sombreadas de floridos arbustos…»1. Ancízar uti- lizó un vocabulario poético para describir el paisaje físico y natural: le atribuye a la belleza la posibilidad de ser agreste, a las aguas de murmullear, a las rocas de ser sombreadas y a los arbustos de ser floridos. Esto concede al lector la posi- bilidad de deleitarse con las imágenes que se forman en su imaginación y entender que, previa a la descripción litera- ria, la fuente de observación fue fidedigna y que la labor de 1 Ancízar, Manuel, Peregrinación de Alpha, tom. i, Bogotá: Biblio- teca Banco Popular, 1970, pág. 23. 11 Presentación Ancízar fue embellecer y enaltecer sus observaciones por medio de una elevación estética de los elementos descritos. Ahora bien, Ancízar, como ya se mencionó, pertene- ció a una comisión científica que tuvo un propósito muy concreto, que fue el del estudio de las regiones —coro del griego region—2 y, por ende, tuvo que ser fiel a las descrip- ciones físicas de los paisajes recorridos y a la descripción de los diversos recursos que se encontraban en cada zona. Por esta razón, anotó con cuidado distancias, alturas, cen- sos de las poblaciones, medios de transporte, cultivos, e incluso crónicas coloniales sobre los indios y sus tierras para ser objetivo como reportero de este viaje. La cali- dad de su texto radica en la posibilidad de combinar estos acercamientos poéticos con las observaciones positivistas dignas de esta empresa de mediados de siglo, cuyo propó- sito, además del estudio cartográfico, era el análisis econó- mico y comercial de las provincias de la joven nación para poder dar cuenta al Gobierno federalista del momento de la inminente necesidad de mirar más allá de la capital cen- tral. El autor describió, por ejemplo, las riquezas naturales del cantón de Chiquinquirá: … sería fastidiosa la enumeración de las riquezas natu- rales que guardan en su seno los interminables bosques de este cantón en los distritos de temperatura cálida. Maderas preciosas, resinas aromáticas, bálsamos y plan- tas medicinales de sorprendente eficacia se encuentran 2 González, Beatriz, Manual de arte del siglo xix en Colombia, Bogotá: Ediciones Uniandes, 2013, pág. 170. 12 Presentación a cada paso, y a menudo al penetrar en la umbrosa espe- sura que aspiran ráfagas de brisa cargadas de aroma de la vainilla y cañafístola, o de un compuesto de olores alternativamente suaves y penetrantes, entre los cuales se siente a veces el de la canela, pero cuyo origen nadie sabe indicar3. Si bien hay un interés por hacer un inventario de los recursos naturales de las provincias en ánimo de su desa- rrollo y comercialización, también está el poeta detrás de listados como estos, donde el potencial material del paisaje no sólo es nombrado, sino que incluye valores estéticos y sensoriales, como puede ser el sentido del olfato asociado a la vainilla o la canela. Con su gran habilidad literaria, Manuel Ancízar logra que una relación de posibles recur- sos de explotación económica se convierta en una bella lista de cualidades propias del paisaje. Además de hallar poesía en la geografía, y de encon- trar valor literario incluso en las materias primas del país, Ancízar se insertó en calidad de cronista e historiador de la nación, pero siempre observando agudamente el pai- saje que tenía frente a él. Aquella comisión, cuyo objetivo final era básicamente prosaico, adquirió bajo la pluma de Ancízar un valor más elevado precisamente por estar ins- crito en la tradicional peregrinación.
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